EL SANTO ESCAPULARIO

Transcripción

EL SANTO ESCAPULARIO
EL REGALO DE MARÍA:
EL SANTO
ESCAPULARIO
EL ESCAPULARIO es en la tradición carmelitana el inmenso «regalo» que,
según la tradición, hizo María a toda la humanidad por medio de san Simón
Stock el 16/07/1251.
El Escapulario de la Virgen del Carmen es el signo externo de devoción
mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la
inscripción en la Orden carmelita, en la esperanza de su protección maternal. El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño
Escapulario marrón, por todos tan conocido.
El Escapulario de la Virgen del Carmen es un sacramental, es decir, según
el Vaticano II, «un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por
medio del cual se significan efectos sobre todo espirituales, que se obtienen
por la intercesión de la Iglesia» (SC 60).
Al llegar a Europa los eremitas del Monte Carmelo en la primera mitad del
siglo XIII no fueron muy bien recibidos por algunos y llegó a peligrar la
existencia de la Orden. Por ello el Superior General de la misma, san Simón
Stock (†1265), suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima Virgen con
esta oración que trae un antiquísimo Santoral de la Orden y que cada día
cantamos o rezamos los carmelitas:
«Flor del Carmelo
Viña florida, esplendor del cielo;
Virgen fecunda y singular;
oh Madre tierna, intacta de hombre;
a los carmelitas, proteja tu nombre,
estrella del mar».
Se le apareció la Virgen rodeada de ángeles según la tradición el 16 de julio
de 1251 y le mostró el santo Escapulario de la Orden diciéndole: «Este será el
privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él no padecerá el
fuego eterno, es decir, el que con él muriere se salvará».
Desde entonces se difundió esta devoción y uso del santo Escapulario del
Carmen hasta que fue el vestido de reyes y nobles, pobres y ricos, clérigos y
seglares, de todos los tiempos y lugares. Por ello el Cardenal Isidro Gomá y
Tomás (†1940) llamó a la devoción del Escapulario del Carmen «devoción cató-
lica como la misma Iglesia».
El Escapulario de la Virgen del Carmen es un signo de fe y de compromiso
cristiano. Es un signo aprobado por la Iglesia desde hace siete siglos. Un signo
que introduce en la familia del Carmelo. Un signo que alimenta la esperanza del
encuentro con Dios en la vida eterna con la ayuda de la protección e intercesión de María.
Un signo que representa el compromiso de seguir a Jesús como María:
• Abiertos a Dios y a su voluntad,
• Guiados por la fe, la esperanza y el amor,
• Cercanos a las necesidades de los demás,
• Orando en todo momento y descubriendo a
Dios presente en todas las circunstancias.
El ESCAPULARIO es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así
lo recordaba a todos: religiosos, terciarios y cofrades, «que forman, por un
especial vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre », el Papa
Pío XII, el 11de febrero de 1950:
«Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo
de humildad y castidad. Vean, en la forma sencilla de su
hechura, un compendio de modestia y candor. Vean, sobre todo, en esta librea, que visten día y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino. Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo
Corazón de la Virgen Inmaculada, por Nos recientemente recomendada»
Pío XII, carta Neminem profecto latet

Documentos relacionados

UN GRAN GENERAL «EL AMADO DE MARÍA»

UN GRAN GENERAL «EL AMADO DE MARÍA» Otro rasgo de su espiritualidad sería su profundo amor a la Orden del Carmen, por la que oró, luchó y trabajó con denuedo admirable durante toda su vida. A él se debe la transformación de la Orden ...

Más detalles