El escaparate - Gestión de la Farmacia

Transcripción

El escaparate - Gestión de la Farmacia
: Medicamentos y servicios profesionales
El escaparate: un gasto,
una inversión
o una fuente de ingresos
“
El escaparate lo único que me da son problemas. Tengo que estar de-
trás de la gente para que pongan algo. Ha venido el vendedor del Laboratorio X y me ha ofrecido una caja gratis de su producto por encargarse el
del escaparate durante un año. Vendrán, lo arreglarán y lo harán como
FARMACIA
quieran. ¿Qué debo hacer?”
E
ste comentario es real. Un titular que pregunta qué debe hacer con su escaparate, además de quejarse de la poca implicación de “su gente” en el mismo.
No hay respuestas únicas. Todo depende de lo que realmente el titular
desee para su farmacia. Hagamos
un poco de retrospectiva.
Las farmacias normalmente han
estado situadas en lugares céntricos. Hace años estaban situadas
cerca del ayuntamiento, de la iglesia o del bar principal del pueblo.
Aún hoy podemos ver algunas situadas en estas plazas castellanas,
andaluzas o de cualquier pueblo de
España, un poco alejadas de la vorágine de la ciudad, y en donde la
calma y la tranquilidad es un bien
común.
Albert Gasulla
[email protected]
56 Septiembre 2008
AULAdelafarmacia
Pero decíamos que antes, hace
años, ya se situaban en estas zonas
estratégicas y la mayoría disfrutaba
de unos excelentes metros de escaparate. Un escaparate que nos dejaba ver o entrever en muchos casos
el interior de la farmacia, con artesonados realmente magníficos o con
unas estanterías llenas de botes de
productos. Hace poco tuve la suerte
de poder ver una farmacia situada
en un pueblo cerca de Barcelona
que mantenía, junto a la nueva farmacia, la antigua de 1890 aproximadamente. Una maravilla cuyo titular
había tenido el detalle de compartir
con la gente del pueblo, y así ha habilitado todo un pasillo acristalado y
con acceso desde la calle para quien
quiera disfrutar de esta maravilla
modernista.
El escaparate que tenía era digno
de película: abarrotado de botes, algunos de ellos muy antiguos, pequeños, de cristal o de cerámica. Curiosamente ningún cartel, ningún elemento que incitase a la venta. Tan
sólo la exposición de aquellos recipientes que nos indicaban al pasar
por delante que allí trabajaba un profesional de la salud. Supongo que en
algunos casos se podría haber confundido este profesional con un conocedor de las hierbas o de los secretos de las plantas. Todo ayudaba
a mantener como una especie de
santuario o de lugar secreto de fórmulas que quien sabe si los niños
imaginaban de noche con probetas
rebosando humo y líquidos amarillos
y verdes.
Hablo de todo esto porque no está tan lejos y porque me interesa,
nos interesa poder apreciar el cambio desde ese punto de la farmacia
en donde los escaparates dejaban
entrever esta situación de oscurantismo a una situación actual en donde la luz domina todo el espacio. Oscuridad versus luminosidad. Cada
momento de la historia se refleja en
una farmacia.
Los escaparates ahora han dejado de ser un lugar olvidado por el
farmacéutico para adquirir poco a
poco la importancia que a día de hoy
tienen según la nueva tendencia de
la farmacia y del negocio.
Recordemos a los laboratorios.
Antes no hacían caso a los escaparates. Simplemente no existían. Un
buen día alguien apareció con un
cartel preguntando si podía colocarlo en el escaparate y el farmacéutico
le dijo que sí. Este es el salto cualitativo liderado normalmente por los
proveedores. Ellos son quienes han
despertado en el farmacéutico la inquietud por el escaparate. Me he encontrado con farmacéuticos que los
trabajan y los trabajan muy bien.
También me he encontrado con farmacias en donde el escaparate era
(ya no) un lugar de trámite, casi un
lugar en el que los proveedores podían hacer y deshacer a su libre antojo con una complicidad del titular,
quien a cambio de una caja del producto entregaba un espacio de comunicación de su negocio a sus proveedores.
El cambio que intentamos fomentar cuando trabajamos una farmacia
así es el de involucrar al titular en la
importancia del escaparate. No pretendemos nunca cambiar las relaciones que puedan tener con los laboratorios. Quien tiene firmado un
acuerdo con un laboratorio, sea verbal o escrito, debe cumplirlo. Normalmente eso si, el trato no incluye
todos los escaparates. Entiendo que
el titular de la farmacia de manera
inconsciente o consciente ha dejado
aparte un espacio para no depender
tanto de ese laboratorio en su imagen externa. Porque no nos engañemos, el escaparate forma parte de la
imagen externa que estamos dando
a nuestros clientes. El escaparate
está diciendo cosas a la gente que
pasa por la calle, le está comunicando cómo es o cómo desea ser la farmacia en la que va a entrar. O, simplemente, le está comunicando a la
gente que no va a entrar en la farmacia (que no lo tiene pensado) qué es
lo que se va a encontrar dentro.
Recuerdo que no hace mucho una
pastelería de mi barrio cerró. Llevaba... no recuerdo cuantos años abierta pero seguramente más de 60 ya
que hablándolo con gente más mayor
del barrio me comentaban que ellos
de pequeños ya la habían visto ahí (y
ahora ya deben tener los 60 largos).
¿Saben?. Yo nunca entré en esa pastelería, pero es que no recuerdo haber visto entrar a nadie. Su escaparate era digno de una película de terror.
Oscuro, triste, con unas pastas que
siempre parecían las mismas, los vidrios eran oscuros y no había luz que
iluminase. Recuerdo que todo estaba
siempre en el mismo lugar, nada
cambiaba, nada se movía... Aun hoy
me pregunto de qué diablos vivían en
aquella pastelería... A escasos 150
metros hay una pastelería que es todo lo contrario. El escaparate está lleno de pasteles, bizcochos, pastas...
lleno de luz. Sólo verlo entran ganas
de comprar algo (como así sucedía y
todavía hoy sucede.) No puedo comparar la calidad del producto porque
nunca probé ninguno de la primera
pastelería...
El escaparate es como el jardín de
una torre o de una casa pareada. Lo
que veamos en ese jardín, el orden
que exista o desorden, las hierbas
muertas no quitadas del parterre, la
mancha de aceite del coche que ha
quedado en la gravilla o la farola rota... son elementos que nos impactaran y que retendremos en nuestra
memoria hasta marcharnos. Después, el interior de la casa puede ser
moderno, tradicional, funcional, estará muy bien dispuesto, estará muy
bien iluminado, tendrá aparatos de
ultima generación..., la cena y la
compañía serán exquisitas..., todo
eso estará muy bien, pero ustedes al
salir volverán a ver lo del principio: el
jardín desordenado, la mancha de
aceite, la farola rota... y créanme que
aunque no sepan por qué, se van a
quedar con una impresión incierta, algo no les cuadrará inconscientemente, aunque no sepan porqué y no le
den importancia. Lo han retenido en
su memoria, ha sido de las primeras
cosas que han visto de esta nueva casa y será de las últimas cosas que
vuelvan a ver cuando se marchen. Así
que piensen si es importante o no dominar el escaparate.
Y todo esto venía porque un farmacéutico preguntó qué tenía que
hacer con su escaparate...
AULAdelafarmacia
Septiembre 2008 57
: Medicamentos y servicios profesionales
Les invito a que se levanten y vayan a ver su o sus escaparates con
atención. Tomen papel y un bolígrafo
o pluma (bueno alguno tomará su
agenda PDA, también sirve) y empiecen a analizar lo que ven. No me
importa si su escaparate es grande
o pequeño. No me importa si lo hace
personal de la farmacia o lo hace
una empresa externa o lo hace el
vendedor de los laboratorios. Mírenlo. Con cariño, pero con ojos críticos.
¿Qué ven? Anótenlo.
Cuando vuelvan a retomar este
artículo tengan a mano las anotaciones y veámoslas.
Lo primero es desde dónde han
mirado el escaparate. Más de la mitad lo habrán mirado desde el interior de la farmacia. Casi me apostaría una cena que más del 70% no
han salido al exterior. Eso no vale.
Deben mirarlo desde el exterior y no
me digan que si ya lo conocen, que
ahora hace frío... o con este sol…;
salgan y vuelvan a mirarlo desde el
exterior. ¿Recuerdan lo que les decía
antes? El escaparate es el reflejo de
nuestra imagen externa. Pues bien,
si lo miramos desde el interior será
reflejo de nuestra imagen interna,
pero no externa. Desde el interior de
la botica no podemos (en la mayoría
de los casos) mirar con los ojos de
los paseantes. Estamos mirando con
nuestros ojos de farmacéuticos y la
farmacia, los escaparates, todo debe ser mirado con los ojos de la Sra.
María o del Sr. José.
Por lo tanto, volvamos al inicio y
salgamos al exterior. Anotemos
aquello que vemos.
Analicemos:
¿Hay pintadas?
¿La fachada está limpia?
¿Hay carteles pegados en la fachada? Carteles grandes de empresas que se anuncian o carteles pequeños de esos que los particulares
ponen para anunciar que en tal telé58 Septiembre 2008
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fono puede encontrar un albañil, o
que se ha perdido un perro o que se
ofrece niñera por horas... sonrían pero es cierto. Esto se ve en las fachadas y que yo sepa ningún titular cobra
por dejar colocar este tipo de información. Si no cobramos por ello por qué
permitimos que esté ahí. Arranquémoslo, limpiémoslo, dejemos la fachada limpia de polvo y paja.
El escaparate
forma parte
de la imagen
externa que
estamos dando
a nuestros
clientes
Ya hemos observado el entorno
del escaparate, aquello que está alrededor de nuestra imagen externa.
Y ahora lo hemos dejado limpio.
Observe ahora el perfil. ¿Se han
fijado si el marco del escaparate está limpio? He visto bastantes escaparates muy bien puestos con un
marco de aluminio sucio o con manchas de grasa... ¿Se habían fijado?
Recuerden, el marco es como el contorno de los ojos. A mí, personalmen-
te, los ojos me gustan azules o verdes, pero si el contorno está mal dibujado, la impresión que causará la
mirada de esos ojos no será muy
buena a pesar de tener unos ojos
muy bonitos.
Seguimos. El cristal del escaparate. Éste seguramente ya lo habrán
mirado mejor, con más atención.
¿Tiene manchas? ¿Se ve sucio por
fuera? ¿Hay adhesivos ¿Dónde están colocados los adhesivos? En las
esquinas o en los laterales pero situados en la mediana (a mitad de
camino entre la parte superior y la
inferior) ¿De qué son estos adhesivos?, ¿De una empresa de seguridad, de algún producto, de alguna
marca?, ¿Cómo se ve este adhesivo? ¿Viejo, nuevo, medio despegado?. Si es de una empresa de seguridad, entiendo que queremos transmitir tranquilidad a nuestros clientes
y avisar a los “cacos” que estamos
protegidos y estará colocado en la
parte superior o inferior del escaparate en una esquina. Pero si es de un
producto o de un laboratorio... ¿Qué
hace en nuestro escaparate?. Porque entorpece la visión del interior
de la farmacia o de lo que tengamos
expuesto ¿Qué ganamos al colocar
un adhesivo en el cristal?, ¿Qué
transmitimos? Alguien puede pensar
que hilo fino. Mi respuesta es ¡claro
que hilo fino! Porque eso transmite
su imagen. Porque su negocio -su
farmacia- depende de su imagen,
así que cualquier cosa que la entorpezca, que no tenga una razón de
ser, la deben anular o cambiar.
Seguimos hilando fino y veamos
ahora el interior del escaparate: las
luces. ¿Se han fijado si funcionan todas las luces? La mayoría me dirá
que sí y volveré a ser escéptico con
lo que me digan. Más del 5% de las
farmacias que visito tienen algún foco de luz fundido. Aunque creamos
que eso no es importante y se llenen
de excusas como “sí, ya lo había visto”, “estoy pendiente del electricista
que venga a arreglarlo”, “ ha debido
ocurrir esta noche”, “¿ves lo que te
decía?, mi gente no se preocupa de
la farmacia”… todas estas son explicaciones que hemos oído a lo largo
del tiempo. Muchas veces, y esa es
la verdad, no nos hemos dado cuenta o simplemente no hemos dado
importancia al tema. Pues es en el
escaparate donde más veces hemos
visto que las luces no funcionaban,
porque en el interior es demasiado
evidente, pero en el escaparate... total por un foco que no funcione...
pues... hay que arreglarlo.
Otro aspecto al que no solemos
dar mucha importancia dentro de la
iluminación es hacia dónde están
enfocados los puntos de luz. En más
de una ocasión hemos visto focos
orientados hacia la calle. Es decir directos a la cara del paseante. Esto
que puede hacer gracia o implicar
una pequeña sonrisa pasa con alguna frecuencia sobre todo en aquellos escaparates que tienen focos
móviles y no fijos. Pues bien toda luz
que no vaya directa al escaparate es
una energía (y no sólo lumínica) derrochada.
Hasta ahora nos hemos dedicado
a comentar pequeños aspectos del
escaparate que normalmente no se
tienen en cuenta. Son aspectos importantes aunque pensemos que
no. Los pequeños (o grandes) detalles marcan diferencias.
Veamos ahora el interior, lo que
exponemos. Lo primero que debemos mirar es si está muy abigarrado
o no. ¿Cuál es el objetivo que tenemos cuando realizamos el escaparate?, ¿Informar?, ¿Dar prestigio a la
farmacia?, ¿Vender?, ¿Rellenar un
espacio que no sabemos como mantenerlo?, ¿Es un escaparate de temporada?, ¿Es un escaparate secundario?, ¿De relleno con cartelería y
sin producto?, ¿Es un escaparate
para vender los restos que tenemos
en el interior?
Esto es importante porque debemos tener claro para qué queremos
el escaparate. Veamos cómo definimos los escaparates. ¿En cuál de estas categorías se sitúa el suyo?
4Informativos: suelen concentrarse
en un artículo o en una gama de
artículos. Todo gira alrededor de
este elemento. Normalmente los
laboratorios suelen realizar este
tipo de escaparates concentrando toda la atención en un solo
producto o marca.
4Escaparates de prestigio: son
aquellos que están orientados a
clientes con alto poder adquisitivo.
No suelen ser corrientes en las farmacias aunque alguna vez hemos
visto que todo el escaparate lo
concentró un solo envase de una
gama de artículos de belleza con
un paño negro. Transmiten sensación de lujo de joyería. A veces pueden resultar interesantes hacerlos
así porque toda la mirada se concentra en un solo producto.
4Escaparates vendedores: en realidad la mayoría deberían conllevar
este objetivo como primario o secundario. A veces, de todas maneras, este tipo de escaparates
están abigarrados de producto
con la creencia que hay que aprovechar el espacio al máximo. Es
cierto y no nos cansaremos de repetirlo, que hay que aprovechar
los metros lineales tanto interiores como exteriores, pero sin llegar a parecer un bazar. El escaparate vendedor es aquel en el que
los productos están expuestos
claramente. Su lectura ha de ser
clara y conllevar además precios
o informar de ofertas.
4Escaparate de temporada: son
aquellos que presentan artículos
relacionados con el tiempo o épo-
ca en la que estamos; por ejemplo,
el escaparate de invierno de una
zona fría es aquel que llevaría productos contra el catarro o la gripe o
crema para proteger la cara... Los
mismos parámetros que en el anterior son validos, aunque en éste
los precios no son tan importantes. Se suele aprovechar las campañas que los laboratorios lanzan
por televisión para colocar su cartelería. Ojo con colocar cartelería.
Algo está bien, pero no llenar el escaparate de carteles y así olvidarnos de realizar un trabajo correcto
con el escaparate.
4Escaparate de ofertas: son aquellos escaparates en los que el titular ha colocado aquellos productos que no podemos vender o que
tenemos en stock para liquidar.
Aquí se confunden las cosas. El
escaparate está para transmitir la
imagen de la farmacia, si lo utilizamos para colocar artículos sobrantes estaremos dando la imagen de
un “mercadillo” y debemos huir de
esta imagen. Una cosa es que
pongamos ofertas o precios interesantes para atraer al cliente,
otra muy distinta es poner aquellos artículos que no han salido
desde hace tiempo, que seguramente han estado colocados en el
interior de la farmacia durante
tiempo y que, como no salen, pues
a ver si poniéndolos en el escaparate alguien se anima y los compra. Los productos que no salen
deben retirarse o colocarse en el
interior con una oferta interesante
de precio. Muchas veces el cartón
del envase suele verse viejo, anticuado o decolorado. Esto lo tenemos que tener muy en cuenta porque sino transmitiremos sensaciones a nuestros clientes o posibles
clientes completamente erróneas
de lo que ofrece el interior de la
farmacia.
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4Escaparates de cartelera: son aquellos escaparates en los que solo tenemos “cartón”. Puntualmente pueden ser interesantes pero no de manera habitual. Es un “apaño” puntual. Aunque somos partidarios de
no utilizar esta solución, somos
conscientes de que se utiliza.
¿En cuál de estas tipologías se
encuentra su escaparate?, ¿Cuándo
lo hizo quería que fuera así o pretendía otra cosa?, ¿Marcó algún objetivo al hacerlo? ¿Lo cumple? Si no es
así, ¿por qué no lo cumple, dónde se
ha fallado?.
No importa tanto que esté mal el
escaparate, lo más importante de todo es saber que no cumple el objetivo marcado y rectificar. Lo peor es ignorar que algo no está bien.
Otro elemento a tener en cuenta
es la dirección en la que caminan los
transeúntes. Normalmente los transeúntes (y posibles clientes) caminan en las dos direcciones por la
misma acera, o van en coche. Ahora
bien, en algunos casos, bien sea
porque en el recorrido o porque al final hay un comercio o punto de atención o porque hay una parada de autobús, hay más tendencia a ir en una
dirección que en otra. Si hablamos
de los vehículos la dirección de los
mismos suele ser única. No tener en
cuenta esta “tontería” hace perder
impactos de nuestra imagen exterior
y de aquello que queremos transmitir a nuestros potenciales clientes.
¿Qué es un escaparate
caliente y uno frío?
T
odos hemos oído decir que los
escaparates tienen zonas frías
y zonas calientes. Las zonas
frías son aquellas que, como
su nombre indica, no atraen al acto
de la compra o al acto de mirarlos.
Son las zonas en las que menos se
presta atención.
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AULAdelafarmacia
Figura 1
Zona fría.
No estamos en
ángulo de visión
Zona caliente
Zona templada.
Nos apartamos del ángulo
de visión natural
Zona Principal Escaparate.
Nucleo de la información
Las zonas calientes son aquellas
más vendedoras y coinciden donde
inicialmente la vista tiene que hacer
menos esfuerzo para verlas.
Existe una lógica en ello. Cuando
estamos de pie solemos tender a mirar en horizontal y si tenemos que inclinar la cabeza hacia abajo, cuanto
más próximo a nuestra altura natural de los ojos esté, más cómodos
nos sentimos.
Lo mismo ocurre cuando nos situamos frente a algo; en frente nuestro tendemos a mirar al centro, no a
izquierda y derecha sino al centro, si
bien luego cuando lo repasamos miramos de izquierda a derecha. Si usted me está leyendo, me leerá de izquierda a derecha, no al revés, así
estamos educados porque así en
nuestra cultura escribimos y leemos.
Veamos la figura 1.
Las zonas están marcadas con
colores para que nos acordemos
siempre. Pero recuerden que esto es
sólo la teoría. En la práctica no siempre tenemos un escaparate que nos
permita hacer este tipo de divisiones
teóricas. Por ejemplo, un escaparate
pequeño de metro por metro (que
los hay) tendría una distribución como la que sigue en la figura 2.
Zona fría.
No estamos en
angulo de visión
Zona templada.
Nos apartamos
del ángulo
de visión natural
Zona fría.
No estamos en
ángulo de visión
Figura 2
Casi toda la zona
es zona principal
puesto que la vista
puede abarcarlo
rápidamente
Pero también hemos visto escaparates que no cumplían con esta
regla genérica, bien porque han colocado algún elemento en la parte
superior que hace que nos fijemos
en él, bien porque el escaparate no
tiene una forma clásica o bien porque el escaparate es de grandes dimensiones, por lo que en este caso
hay que diseccionar el escaparate
en diferentes espacios porque la vista no lo abarca todo (figura 3).
Coloquen un elemento móvil en
el extremo izquierdo superior (zona
teóricamente fría) y la vista tenderá
a ir hacia ese elemento. Como ven,
las reglas están para romperlas.
Un tema importante es distinguir
entre escaparate y ventanal. Escapa-
Figura 3
rate es aquel que hace que toda la
atención se centre en el mismo y por
tanto la parte posterior del escaparate está tapada. Esto obliga a centrarnos en lo que exponemos. Otra cosa
son los ventanales de la farmacia
(que son muchos) en los que existe
profundidad de visión y por tanto vemos lo que ocurre en el interior de la
misma. En este caso los escaparates
suelen estar a la altura del suelo, máximo a medio metro. El resto de lo
que se ve es el interior. Aquí el esfuerzo debe ser mayor porque la tendencia natural es a mirar hacia lo que
ocurre en la farmacia y no a los elementos estáticos de la exposición. En
muchos casos se puede utilizar una
tela para centrar la visión en los elementos del escaparate pero a costa
de anular el paso de luz exterior.
¿Qué día de la semana
es hoy?
¿
Qué día de la semana es hoy?
¿Es de la primera quincena o
de la segunda? Ustedes se
preguntarán a qué viene esto... pues tiene cierta importancia.
¿Sabían que la primera quincena es
cuanto más dinero en efectivo tenemos en las cuentas y que en la segunda tenemos menos dinero? Claro que
sí que lo sabían, entonces... ¿por qué
no aplicarlo a los escaparates?
Conocemos una farmacia que hace escaparates quincenales. La primera quincena productos con cierto
precio alto y la segunda quincena
publicita en su escaparate productos con precios más bajos. El comentario de su titular es que le funciona
y le funciona bien, y ha de ser así
puesto que hace ya tiempo que lo
lleva practicando y su caja lo nota.
Creemos que es importante planificar y pensar los escaparates en
función no tan sólo de la temporada,
sino de la quincena en la que estamos. Esto requiere de tiempo para
pensar en qué voy a colocar o comunicar y requiere tiempo de alguien
que realice los escaparates (este tema lo tocamos más adelante).
¿Cuantos de Uds. tienen realizado
un planning con los escaparates que
piensan realizar en los próximos seis
meses? ¿Menos? Tres meses.. ¿Menos? Un mes. ¿Lo tiene usted? a un
mes, sólo a un mes.... Seguramente
no serán muchos los que lo tienen
realizado a seis meses, serán unos
poquitos más los que lo tengan a
tres meses y unos poquitos más a
un mes vista. ¿Se dan cuenta que si
no planificamos no podremos trabajar correctamente la farmacia?
No vale decir que lo tengo en la cabeza.
No recuerdo donde oí una frase
que dice “lo que no está escrito no
existe”; pues es muy cierto. Si lo tenemos solamente en la cabeza quiere decir que no existe para nadie
más que para usted mismo y eso implica cero de planificación para la
farmacia.
Escríbanlo. Cuélguenlo en el panel informativo interno de la farmacia y ... ¿No tienen un panel informativo interno? Donde colocamos los
avisos, los recados, los turnos, las
responsabilidades de cada colaborador de la farmacia ¿En la pared?,
¿Con un chincheta? Y claro eso nos
parece serio. Déjenme hacer este
pequeño inciso: toda comunicación
depende de lo qué se dice y cómo se
dice. Podemos intentar ser una farmacia ordenada, que transmita salud y servicio, pero a quien primero
debemos transmitirlo es a nuestros
propios colaboradores. Si colocamos
los mensajes en la pared ¿qué sensación les estamos dando? Desde
luego ninguna transmisión de seriedad, de orden. Es que siempre lo hemos hecho así, es que no tengo sitio
es que .... Excusas!!! Compremos un
panel que cuesta bien poco y hagamos las cosas bien.
Hay quien dice que no es importante. Bien, les pondré un ejemplo:
si van a visitar unos laboratorios y
viesen la información colgada con
chinchetas en la pared, ¿qué pensarían de ese laboratorio?... Nada bueno se lo garantizo. No les transmitiría nada bueno. Entonces.... ¿por
qué lo hacemos nosotros? ¿Por qué
le damos importancia en otros sitios
pero en nuestra farmacia no se le
damos?
Ya saben cuál es una de sus tareas: comprar el plafón informativo y
colgar allí el planning de los escaparates a tres meses. No nos quedemos solamente en un mes. Hagámoslo a tres meses. Planifiquemos.
Cierto titular me comentó que él
no planificaba a tres meses porque
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después siempre había algo que
cambiar. Es cierto. No somos multinacionales así que en la farmacia se
puede cambiar la planificación cuando creamos conveniente. Ahora
bien, es curioso que quien me lo decía era un titular con el que estaba
trabajando las compras de solares
en el mes de enero... este titular no
planificaba a tres meses los escaparates pero sí sus compras de solares
a seis meses vista!!!. Ya pueden suponer cuál fue mi comentario. Hoy
tiene un panel informativo ordenado
y planifica a tres meses los escaparates. ¿Van a ser ustedes menos?
¿Quién debe realizar los
escaparates?
E
sta es una pregunta bastante
frecuente entre los titulares
que no le dan importancia a
los escaparates.
No hay respuestas únicas, pero sí
métodos de trabajo. Permítanme que
utilice elementos culinarios para ello.
41er Método: yo me lo guiso, yo me
lo como.
42º Método: ahí tenéis la cocina y
los ingredientes. Haced el plato.
43er Método: ¿qué menú hacemos
entre todos?
44º método: tú cocina que yo controlo.
escaparate porque no necesita a nadie o porque no le siguen en su ritmo. Es el golpe definitivo. Sin duda.
Ahí tenéis la cocina y los
ingredientes. Haced el plato
Es un método que está bien para
evitar responsabilidad sobre el escaparate. Sugerimos que una vez realizado por quien sea del personal no
¿Qué menú hacemos entre todos?
Lo importante
es que el titular
se involucre
en el resultado
del escaparate
y que motive
a quien lo haga
Yo me lo guiso, yo me lo como
Es el método autista. Nadie me
puede ayudar. Nadie lo hace mejor
que yo que soy el titular. No necesito
a nadie que interprete lo que se debe hacer. No tengo que perder tiempo explicando las cosas. ¿Funciona?
Sí. Es efectivo si lo que queremos es
que nuestro personal no se integre
nunca en la farmacia; es muy efectivo y aconsejamos que para mayor
efectividad se comunique verbalmente a todos que el titular hace el
62 Septiembre 2008
AULAdelafarmacia
El golpe definitivo se suele dar
cuando este amigo o familiar te dice
que el escaparate está mal y llamas
a todo aquel que ha participado en
la elaboración del mismo (incluso
aunque no hayan participado) para
reunirlos y decirles cuan mal está el
mismo, sin dar alternativas o mejoras o razones. Simple crítica. Este es
uno de los golpes definitivos. Esto
motiva muchísimo a la gente. Pero
muchísimo.
se comente si quiera si el escaparate está bien o mal. Está donde tiene
que estar y no nos importa nada esa
zona. Tampoco nos importa motivar
al personal. De hecho, el personal
debiera sentirse muy motivado
puesto que les das la responsabilidad total del escaparate, así que
¿qué más quieren?
Es el método cooperativista. Entre
todos se decide qué tipo de escaparate se hace y entre todos se trabaja. Está bien. Todos somos iguales (aunque
algunos somos más iguales que
otros). Es un método “guay”, porque
mostramos la cara más amable del
jefe. Una cosa es que puntualmente
seamos coleguillas de los colaboradores y otra muy distinta es que pensemos que siendo coleguillas de los colaboradores van a trabajar mejor.
Sinceramente y en serio. Al titular
no se le han de caer los anillos por
estar detrás del mostrador o por poner el escaparate. Ahora bien, que
no pretenda ser coleguilla. Una farmacia no es una cooperativa. Es un
negocio de un particular que requiere de la presencia de un jefe que tome decisiones. A veces son decisiones duras, a veces agradables para
el personal. Pero todas son decisiones que se han de tomar y que repercutirán en ellos y a algunos les
gustarán y a otros no. Esto es así.
Dicho esto, es un método interesante de hacer de vez en cuando para recordar (que a veces se nos olvida) cómo se hacen las cosas y el
tiempo que se tarda en hacerlas
bien. Decimos esto porque un titular
una vez me comentó que su personal tardaba mucho en hacer el escaparate. Lo reté a hacerlo en igual
tiempo. En este caso tardó casi el
doble. Es cierto que hay casos flagrantes de pérdida de tiempo. Por
eso es importante que el titular controle, marque objetivos...
Tu cocina que yo controlo
Es el método más normal. El jefe
dice que es lo que quiere o lo sugiere y el personal escogido lo realiza.
Cuando acaba, el titular controla el
trabajo realizado y lo comenta. Esta
última parte no siempre se hace y es
una parte fundamental. Hacer hacer
es una parte de la gestión y responsabilidad del titular, pero otra parte
importante y que muchas veces se
nos olvida es la del control. Si además controlamos y comentamos el
porqué nos gusta o no, el porqué es
efectivo o no, el porqué lo han hecho
de esta manera y no de otra... conseguimos más involucración y que
aprendan sobre lo realizado. Contrastar ideas es bueno para todos
porque todos aprenden, incluso el titular!!!
Es evidente que hemos descrito
situaciones especiales y un tanto lí-
mites. El objetivo es conseguir que
cada titular se identifique con una o
varias de las maneras explicadas de
hacer el escaparate y a partir de ahí
intente mejorar su gestión en el mismo. Recuerden que no hay una única manera de hacerlo bien. Hay muchas maneras, aunque algunas mejores que las otras.
Quién del personal debe realizar el
escaparate
No hay reglas fijas. Aconsejamos
que sean personas con cierto gusto
pero no importa si no lo tienen. La
experiencia nos dice que poco a poco se va cogiendo y los escaparates
van mejorando sensiblemente uno
detrás de otro.
Desde nuestro punto de vista lo
importante es que el titular se involucre en el resultado, lo comente, lo
haga suyo, que participe en la idea
final, que ponga medios y que incentive (y no con dinero sino con motivación) a quien lo haga.
Dependiendo de la cantidad de
personal se puede incluso crear
equipos mezclados entre ellos, lo
que fomenta una cierta y sana rivalidad y una idea de equipo de compartir que es interesante. Estos equipos
no deben mantenerse iguales sino
que los miembros deben alternar de
un equipo a otro; de esta manera el
concepto de globalización de equipo
es mayor y se evitan grupitos.
Hay una farmacia que varía los
componentes de su equipo cada
tres meses haciendo escaparates
cada 15 días. Es cierto que tiene suficiente personal y que hace turnos
entre los equipos, de tal manera que
mientras un equipo trabaja el otro
atiende al cliente. Es un caso raro.
En cualquier caso, siempre dentro
del equipo de trabajo hay quien le
gusta hacerlo pero debe verse respaldado por el titular. Si el titular no
está a su lado, no le apoya, no le motiva, empezará haciéndolos con mucha energía y muchas ganas para
después ir cayendo en la rutina.
Si el titular lo motiva (y no necesariamente estamos hablando de dinero con dinero), entonces los escaparates irán mejorando poco a poco y
más personal querrá ser parte del
equipo creativo. Afi
AULAdelafarmacia
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