La identidad social de las personas con discapacidad

Transcripción

La identidad social de las personas con discapacidad
28
cermi.es El periódico de la discapacidad
Familia y discapacidad
MAYO 2008
Antonio Jiménez Lara
e acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española,la identidad,además de su significación obvia
como “cualidad de idéntico” (acepción primera) puede
definirse también como el “conjunto de rasgos propios de un
individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a
los demás” (acepción segunda) y también como la “conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las
demás” (acepción tercera). El Diccionario nos propone también una cuarta acepción en el uso general del lenguaje
(“hecho de ser alguien o algo el mismo que se supone o se
busca”), y una quinta y última acepción, utilizada en el dominio de las matemáticas (“igualdad algebraica que se verifica siempre, cualquiera que sea el valor de sus variables”).
Queda claro, pues, que la identidad no se refiere sólo a la
singularidad de la persona (identidad personal),sino también a la pluralidad del grupo o la comunidad
(identidad social) en tanto que ese
grupo o comunidad se reconoce
como tal y tiene conciencia de su diferencia respecto a otros grupos o
comunidades. La identidad social,
por tanto, tiene que ver con la experiencia de lo grupal, del nosotros,
y remite a los vínculos y a las redes
que se establecen entre los miembros de un determinado grupo social, a la conciencia de pertenencia
al grupo y a los valores y afectos
compartidos con los otros miembros del grupo. Como dijo Tajfel,uno
de los creadores del concepto sociológico de identidad social, ésta
sería “la parte del autoconcepto del
individuo que deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo
social (o grupos sociales) junto con el
significado emocional y valorativo
asociado a dicha pertenencia”.
Al igual que el concepto de identidad social requiere de la existencia de un grupo (o unos grupos) de
pertenencia,el concepto mismo de
grupo presupone la existencia de
una identidad social compartida,
pues, volviendo a Tajfel, sólo podemos hablar de grupo social cuando “dos o más individuos comparten una misma identificación social
o, lo que es lo mismo, se perciben
como miembros de una misma categoría social”.
Llegados aquí, cabe preguntarse si existe o no una identidad social de las personas con discapacidad y,en su caso,cuáles son los elementos que la definen. La cuestión no es baladí, pues las personas con discapacidad no constituyen, per
se, un grupo social en sentido estricto (conjunto de personas
que se relacionan entre sí, que comparten valores, creencias
y normas reguladoras de su interacción, y que persiguen un
objetivo común), sino que, en principio, son sólo un agregado o categoría poblacional (conjunto de personas que tienen
en común una determinada característica, en este caso su
discapacidad).
Mi opinión es que las personas con discapacidad sí han
logrado pasar de ser una mera categoría analítica (como lo
podrían ser los varones casados de entre 30 y 35 años o las
D
Sociólogo y periodista, autor de
numerosos estudios en el ámbito de las
políticas sociales y la discapacidad
La identidad
social de las
personas con
discapacidad
Se pregunta el analista experto si existe o
no una identidad social de las personas
con discapacidad, y a partir de esa duda
observa sus rasgos identitarios. Concluye
que sí poseen un ‘DNI social’ que les
confiere el haber sido capaces de organizarse en la defensa de sus derechos ciudadanos, el reconocerse a sí mismos
como miembros de un colectivo y el
hecho de compartir una serie de valores e
ideales. El autor destaca la construcción,
desde dentro, de un nuevo concepto de
discapacidad, en el que ésta se define positivamente como diversidad en lugar de
hacerlo negativamente como menoscabo
Esta sección está patrocinada por la Obra Social de Caja Madrid
personas cuyo grupo sanguíneo es A positivo) a constituir
un verdadero grupo social. Y lo han logrado, precisamente,
en la medida en que han sido capaces de organizarse para
defender unos intereses comunes, en la medida en que se
reconocen a sí mismos como miembros de un colectivo, y
en la medida en que comparten una serie de valores e ideales. Lo determinante para que las personas con discapacidad se hayan convertido en un grupo social no ha sido su
condición (la discapacidad), sino su praxis (la defensa de sus
derechos como ciudadanos).
a Convención Internacional sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, que ha entrado en vigor
este mismo mes de mayo, es un hito más en esa lucha
de las personas con discapacidad para alcanzar la plena
ciudadanía. La Convención,
cuyo propósito es promover,
proteger y asegurar el goce
pleno y en condiciones de
igualdad de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales por todas las
personas con discapacidad, y
promover el respeto de su
dignidad inherente, ha sido
no sólo el primer gran tratado internacional del siglo XXI,
sino también el primero que
ha contado, en su elaboración,con una importante participación de la sociedad civil.
La lucha de las personas con
discapacidad se convierte,así,
en un referente y un modelo
a seguir por muchos otros
grupos de personas que son
objeto de discriminación y
que ven lesionados sus derechos humanos.
Durante mucho tiempo,
el concepto de discapacidad
se ha construido socialmente a partir de categorías que enfatizaban la dimensión de pérdida o deterioro (la enfermedad, la
deficiencia, las limitaciones
de la capacidad funcional y
sus determinantes fisiológicos y psicológicos…) y la ruptura o desviación respecto
de una pretendida normalidad, integridad o plenitud física o intelectual de la persona. Han sido las propias personas con discapacidad las que, en ese proceso que las ha
llevado a constituirse como grupo social, han comenzado
a construir otro concepto de discapacidad, en el que ésta
se define positivamente como diversidad, en lugar de hacerlo negativamente como menoscabo. Esa nueva concepción, que enfatiza la dignidad de la persona por encima de sus características, peculiaridades, limitaciones u
opciones, se está mostrando extraordinariamente fértil,
no sólo como fuente de un fuerte sentimiento identitario de las personas con discapacidad, sino también como
motor del cambio hacia una sociedad más justa, construida a la medida de todos.
L
www. obrasocialcajamadrid.org
A PIE DE CALLE
José Luis Fernández Iglesias
29
cermi.es El periódico de la discapacidad
MAYO 2008
Pisando fuerte
David Paterson
iene 53 años y es licenciado en Derecho.
Nació en Brooklyn,
Nueva York, y es desde el
pasado 17 de marzo el
primer gobernador
negro y ciego de su ciudad natal. Además es la
primera persona con discapacidad que ocupa un puesto de gobernador
desde Franklin D. Roosevelt, quien en 1928 llegó
al mismo cargo en la ciudad de los rascacielos,
afectado por una poliomielitis. Paterson, que a
su récord personal suma el de ser el cuarto gobernador negro de EEUU, podría anticipar el camino a otro afroamericano y demócrata, el senador por Illinois, Barack Obama. Su carrera política incluye haber sido senador del estado de
Nueva York, y representar a los distritos de Alto
Manhattan y de Harlem, un barrio en el que ha
fijado su residencia familiar. Fue además miembro del consejo de administración de la Fundación Estadounidense para los Ciegos de 1997 a
2006 y un declarado defensor de los derechos
de las personas con discapacidad en Estados
Unidos.
T
Patxi Irigoyen
s navarro y tiene 32 años. En la infancia le
diagnosticaron fibrosis quística. Siempre se
negó a utilizar una silla de ruedas, prefería llevar
la botella de oxígeno en una mochila. Llegó un
momento que su capacidad respiratoria apenas
era del 19 por ciento y no le permitía dar más de
diez pasos sin sentir que le faltaba el aliento.
Hasta que en 2001 un equipo médico del Hospital La Fe de Valencia le trasplantó ambos pulmones. Esa operación le cambió la vida. Empezó a
salir a la montaña. Su progresión le llevó a coronar Monte Perdido, de 3.355 metros de altitud,
algo insólito en un trasplantado pulmonar. Asesorado y acompañado por un equipo de médicos alpinistas, se prestó a hacer de conejillo de
indias en una escalada al
monte Breithorn (4.164 metros), en los Alpes suizos. El ascenso fue un éxito. El organismo de Patxi respondió
a la perfección y no se
apreciaron diferencias
significativas entre la
evolución de sus parámetros respiratorios y
los del resto de los integrantes de la expedición. Eso significaba que
haber sido sometido a
un trasplante pulmonar
no le impedía aclimatarse a la altitud, aunque los médicos dejan
claro que estas conclusiones no pueden
generalizarse a
otros trasplantados.
E
José Miguel Vila
“Para mí es más interesante
aquel que tiene que luchar más”
Dice ser “miope de toda la vida”, pero su curiosa mirada periodística
explora y pone al descubierto el drama de la exclusión en carne y hueso
T
iene 52 años,es conquense de
nacimiento y madrileño de
adopción. Sus padres también nacieron en Cuenca y
tiene un hermano doce años menor que
él.Dice ser miope de toda la vida:“de culo
de vaso, no me recuerdo sin gafas”. A los 2
años comenzó a utilizarlas y a los 14 el oftalmólogo le puso lentillas duras.Aquello
supuso un cambio radical en su forma de
relacionarse con los demás porque a partir de entonces no pudo volver a jugar al
fútbol o al baloncesto como solía, sólo
podía hacer deportes de no contacto,“incluso me aconsejaron dejar de estudiar y
no les hice caso”.A los 7 años se fue a vivir
a Herencia, un pueblo de Ciudad Real,
aunque estudiaba en Alcázar de San Juan.
Acabado COU, con 17 años, se independiza y se va a Madrid, “compatibilizaba el
trabajo en una agencia de prensa con mis
estudios en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense”. Paralelamente se fue formando en la
agencia de prensa del Servicio de Información Sindical,que dependía de Medios
de Comunicación Social del Estado. En el
ínterin se casa y en 1980 tiene su primera y única hija biológica (mucho después
adoptaron un niño de origen hondureño
de 2 años que en la actualidad tiene 11).
Hasta 1982 trabajó en el gabinete de
prensa del Ministerio de Cultura, y colaboró en las revistas Cultura y La Voz Social,
en las agencias SIS y EFE o en el Noticiero
Universal.Pero en tal año sufrió desprendimientos de retina en ambos ojos que le
redujeron la visión a un 10 por ciento.
Este hecho le empujó a dejar el gabinete de prensa. Resuelve entonces dedicarse a la literatura, pero llega a la conclusión que no es lo suyo, que no disfruta, además de no considerar idónea su
situación de desempleo.Se va a vivir a Ciudad Real y comienza a colaborar con la
ONCE, entidad a la que se afilia en 1985.
Dos años después comienza a trabajar
para ésta organización, pasando por varios puestos de responsabilidad,primero
en Almería y después en Madrid, donde
trabaja en la Dirección General de la
ONCE.Una de sus funciones fue dirigir el
Centro de Rehabilitación Visual, que hoy
no existe,“del cual dependían siete centros
y que ayudé a montar otros en España y
en América del Sur,y que se dedicaba a que
la gente con resto visual optimizase la utilización de ese resto con ayudas ópticas o
electrónicas. Como huella de mi paso por
allí quedó un libro humilde que coordiné
y escribimos entre varios titulado ‘Apuntes
de rehabilitación visual’que ayudó a transformar y universalizar la atención a las personas con restos visuales”.En 1993 le ofrecieron la dirección general de una nueva
radio que se llamaba Canal 11 y en la que
estuvo hasta el 2000, primero de forma
independiente y en otro momento dentro de Onda Cero. Después de una breve
etapa como director general adjunto en
bién periodista Carmen Vila,y que nos radiografía la inmigración femenina en España con un total de 75 entrevistas a mujeres de los cinco continentes que residen
en nuestro país; y el último Prostitución:
vidas quebradas, de reciente aparición.
Está preparando otro libro y tiene varios
más en la cabeza. Disfruta escribiendo y
se reconoce comprometido con los temas
sociales: “he encontrado mi estilo: completamente periodístico y libre”.
José Miguel Vila es un hombre inquie-
una empresa de telemárketing, retorna
al periodismo y lo hace como director técnico de Comunicación de la ONCE, hasta
2007. En la actualidad ejerce el mismo
cargo en la Corporación Empresarial
ONCE, y colabora en Radio 5 de RNE.
Y entramos en la última faceta que caracteriza a nuestro protagonista, que es
la literaria. Además de los citados Apuntes de rehabilitación visual, ha escrito libros como Con otra mirada. Conversaciones, con 50 entrevistas que realizó en
Canal 11 a personas ciegas; Mujeres del
mundo, que escribió con su hija, la tam-
to que reconoce que la paciencia no es
una de sus virtudes. Pero a lo largo de su
vida ha demostrado ser un hombre libre,
responsable y comprometido con las causas sociales, “para mí es más interesante
aquel que tiene que luchar más”.
Es un periodista vocacional que disfruta con lo que hace y que ha encontrado
su estatus perfecto:“estar en el ámbito de
la comunicación,no haber dejado del todo
la radio y tener la posibilidad de escribir
sobre lo que quiero, como lo quiero y con
el enfoque que quiero”.
Visita su blog: www.josemiguelvila.es

Documentos relacionados