Capítulo 3 - ESTEBAN GUMUCIO

Transcripción

Capítulo 3 - ESTEBAN GUMUCIO
Capítulo III
Oración de abandono y
entrega al servicio del Reino
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
67.
Haz de mí una parábola al alcance de
los sencillos
Jesús,
Quisiera vivir de tal manera que llegue a ser cristal
transparente.
Que te vean en la sencillez de mi persona; simplemente ser «yo-mismo-con-otros», que haga aparecer tu misterio y
tu gracia, Jesús de Nazaret.
No, no es desde mi ventana donde pueda escrutar los
signos de tu venida hoy.
Es al caminar al interior de lo que cada día le pasa a mi
hermano y me pasa a mí; le pasa a mi pueblo y me pasa a mí.
Vivir de tal manera que cualquier hombre pueda decir:
«Ahí quepo yo».
Vivir de tal manera que suene a Buena Noticia.
Dame unos ojos alegres, que se iluminen desde la
verdad de mi corazón.
Dame un corazón alegre que te esté cantando siempre, porque Tú eres maravillosamente amable.
Vivir de tal manera, que yo mismo y todo el mundo
reconozca tu Espíritu, ahora presente, dando vida, actuando.
Vivir de tal manera que el Evangelio se refleje hasta en
las manos operantes.
Haz de mí una parábola al alcance de los sencillos.
Vivir de tal manera, que me pregunten por Ti, mi
amigo Jesús.
Vivir de tal manera que cada noche pueda decirte:
«mañana trataré de estar más atento a mis hermanos».
Esteban
93
Cartas a Jesús
68.
No quiero hacerme yo el centro
Jesús, mi Señor y amigo:
Anhelo mucho recibir de Ti una nueva iluminación y
fuerza de tu Espíritu.
Regálame el pedirlo con limpieza de corazón.
No quiero hacerme yo el centro. Veo el peligro de
pedir disimuladamente para poseer yo no sé qué títulos de
justicia, como un fariseo cualquiera.
Por favor, defiéndeme de esta especie de simonía
espiritual.
Yo quisiera ser auténticamente amigo tuyo y responder a tus llamados a tu manera y según tus condiciones.
En todo lo que yo soy capaz, quiero, Jesús, que Tú
seas el centro de mi vida.
Dame tu Espíritu para discernir cómo serte fiel,
ciento por ciento.
Gracias.
Esteban
94
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
69.
Necesito que tu Santo Espíritu me sane
Jesús, Señor y amigo:
Gracias por este retiro de dos días y medio.
Me has dado paz y deseos de no poner más barreras
a tu Espíritu.
Me doy cuenta que hay muchas reacciones mías que
nacen del hombre exterior y carnal que llevo en mí.
Veo que no son propiamente pecados, pero que proceden de lo mundano, como estos sentimientos agresivos,
o estas heridas que me hacen reaccionar diente por diente
con las autoridades de nuestro gobierno.
Necesito que tu Santo Espíritu me sane.
Veo que están más allá de mi voluntad directa.
Lo que Tú me pides es que me deje sanar y que colabore pidiéndolo en la oración.
Señor y amigo bueno, haz que te pueda amar concretamente en estos pequeños pasos que me pides.
Acepto, también, de todo corazón, las dificultades y
durezas del cambio a Concepción, a cargo de los novicios.
Hazme gustar esta realidad como gracia tuya.
Gracias.
Esteban
95
Cartas a Jesús
70.
Te pido la alegría de tu Espíritu
Amigo y Señor Jesús,
Experimento tanto la necesidad de tu Espíritu Santo.
No hay en mí ni grandes problemas, ni especiales
tensiones de momento; pero mi espíritu está sin ánimo.
Es como si mi fe fuese nada más que pensamiento y
convicción, que estuviese dormida.
Y no veo qué podría hacer. Pero sé bien que no es
cuestión de «hacer».
Es sólo don y regalo. «Mi gracia te basta». 29
Sé que esta condición sin mayor relieve es también
gracia tuya.
Pero, es cierto, deseo amar y servirte con mayor fuerza, y te pido la alegría de tu Espíritu en la forma que mejor
sirva a tu Gloria.
Dame vivir hoy generosamente para mis hermanos,
sin buscar mi provecho.
Tuyo,
Esteban
29 Cita de 2 Corintios 12, 9.
96
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
71.
Dame una apacible firmeza siempre
Jesús, amigo y Señor:
Perdona lo que haya habido de debilidad en mi
actuar esta mañana. Te pido me fortalezcas. Mi sentimiento
primordial es de paz y seguridad.
Creo en Ti. Quisiera vivir hoy encomendado a la
gracia de tu misión, con el gozo y la disposición a aceptar
lo que venga de Ti.
Te admiro en la figura del Apóstol Pablo, tan leal y
tan entero. Él no se apartó del ministerio confiado, a pesar
del apedreamiento, de las persecuciones tramadas por los
judíos, y, lo peor, de las discusiones al interior de la Iglesia,
a propósito de los judaizantes.
Dame esa apacible firmeza siempre. También dame,
como a Él, ser humilde: ir a Jerusalén, a los Apóstoles y
presbíteros.
Quiero siempre querer a la Iglesia, confiar en ella,
luchar en ella por todo lo que creo ser tuyo; pero no quiero
confiar en mí solo.
Quiero disponerme como ágil instrumento tuyo en
este Fin de Semana que voy a trabajar con Encuentro.
Dame un corazón atento a los demás y olvidado de
mí.
¡Que ellos crezcan... no importa que yo disminuya,
aunque me duele! 30
Gracias.
Esteban
30 Alusión a una afirmación de Juan Bautista en Juan 3, 30.
97
Cartas a Jesús
72.
Con deseos de reavivar la cercanía
contigo
Señor y amigo Jesús:
Al comenzar esta semana, te escribo con deseos de
reavivar la cercanía contigo. La semana pasada me he volcado demasiado hacia los trajines de la mudanza.
Me doy cuenta de que experimento un gozo infantil
al arreglar los detalles de la casa.
Hay algo de juego en eso. Veo que no es un gozo
malo, pero no me ha dejado espacios tranquilos para Ti.
Estoy preocupado por el pedido de asesoría nacional
de Encuentro Matrimonial.
Quisiera discernir tu voluntad con pureza de corazón. Ad maiorem Dei gloriam.31
Estoy contento con la casa y con el desafío de formar comunidad.
Gracias por el don de la salud y el ánimo.
Me propongo reservar los primeros momentos
de cada día para Ti, y ser más constante en la Adoración
diaria.
Me cuesta emprender el trabajo pastoral en la Población Yungay. 32
Ayúdame a ser humilde servidor de mis hermanos.
Gracias.
Esteban
31 Ad maiorem Dei gloriam: Para mayor gloria de Dios.
32 En la comuna de La Granja, Santiago. Territorio de la parroquia San Pedro y San
Pablo.
98
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
73.
Mi interior ha estado en lucha ayer
Amigo y Señor:
Mi interior ha estado en lucha ayer. No veo claro
respecto a lo que quieres de mí, ni he podido discernir bien
acerca de lo que me piden; volver a formar parte del equipo nacional de Encuentro Matrimonial me asusta.
¿Será por comodidad?
¿Será por no querer dispersión?
¿Será por una opción de vivir más sumergido entre
los pobres?
Yo quisiera estar desprendido totalmente. Ayúdame a
buscarte en esta circunstancia.
Siento también un poco de angustia por las violencias que se prevén para el 27, en nuestro barrio.33
No quiero huir. Temo que encuentren cualquier pretexto para enlodarnos y achacarnos desórdenes.
Mi deber es estar aquí con la gente y tratar de ayudar
a la verdadera paz.
Gracias por la serenidad, a pesar de todo.
Esteban
33 Se trata de las jornadas de protesta realizadas en los barrios populares durante el
gobierno militar, en los años 1983-84.
99
Cartas a Jesús
74.
Escucha a este pueblo que sufre tanto
Señor y amigo Jesús:
La lectura del Éxodo nos dice que Tú escuchas al
pueblo, eres el Dios de la Vida.
El Padre escucha al pueblo como comunidad. El
maná es recogido para todos en términos de igualdad: el
cántaro se llena ni más ni menos para cada familia. Dios
escucha hasta las murmuraciones.
Amigo, Jesús, escucha a este pueblo que sufre tanto.
Pasé muy mala noche, tenso y afligido. No quisiera
hacerme tan vulnerable a las exigencias de uno de mis
hermanos. Quiero admirarlo, pero no dejarme llevar por
una culpabilidad excesiva frente a la pobreza. Tengo algo
de miedo a la mala salud.
Quiero abandonarme a tus manos, pase lo que pase.
Esteban
100
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
75.
Estamos en tus manos
Jesús amigo:
He vivido un poco tenso estos días en que se ha
preparado la protesta.
Me ha quedado grabada esa palabra de San Pablo: «Si
Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?».34
Estamos en tus manos.
Sé que todos estos peligros que quiero vivir con los
tuyos, me hacen estar más cerca de tu amistad.
Gracias por los sentimientos de fragilidad aumentados por pequeñas alteraciones de salud.
Cuando me siento débil corporal y psicológicamente,
entonces soy más fuerte.
Gracias por el don de la fe.
Estoy con las hermanas recién ingresadas al postulantado. Te pido por ellas. Dales la gracia de la alegría en la
entrega a tu servicio.
Esteban
34 Cita de Romanos 8, 31.
101
Cartas a Jesús
76.
Acepto con alegría las muestras de
cariño
Amigo y hermano Jesús,
Siento que he ido aceptando con mayor libertad la
gratificación de mi relación con los demás. Antes no era
libre frente a eso, por parecerme que lo bueno era considerar que mis actos no valían la pena.
Ahora acepto con alegría las muestras de cariño y de
éxito. Pero no quiero caer en la esclavitud de ser exigente o
dependiente de la gratitud. Ser libre tendría que ser aceptar
con gozo cuando viene y no perder el entusiasmo cuando
no viene.
Me doy cuenta de que corro el peligro de ser algo
indiferente.
Te pido, Señor, que me des esa libertad de hijo que
tanto deseo.
Tú me has liberado. Cómo desearía vivir plenamente
esa libertad, y que eso sólo bastara para que los demás te
vieran en mí.
Me apena mucho, Señor, ver que las condiciones de
vida actual de nuestro pueblo nos hace a todos un poco
esclavos del miedo. El miedo crea en nosotros un espíritu
de sospecha.
Ayúdanos, Jesús, a superarlo.
Esteban
102
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
77. Dame verdad y sinceridad
Jesús,
Siento mucha necesidad de estar en verdad delante
de Ti.
Me cuesta mucho entrar en un verdadero silencio
interior; me quedo en una especie de dureza o sueño.
Quisiera romper esta capa de mi superficialidad y
buscarte de verdad.
Tengo la impresión de que los momentos de oración
se me evaporan luego, y sigo viviendo hábitos religiosos y
hábitos pastorales, sin fuego desde adentro.
Ayúdame.
Sólo Tú puedes entrar en lo secreto. Dame verdad,
sinceridad.
Veo que pasa mi vida y soy como un viento que
sopla y se pierde sin traer nada, sino un poco de polvo y de
ruido.
Pero yo sé que Tú eres fiel y me amas, así como soy.
Quiero responderte siendo más responsable y
abriendo puertas al silencio de Dios, Tu Padre.
¡Ven, Señor Jesús!
Esteban
103
Cartas a Jesús
78.
Te presento esta pesadez
Jesús, amigo y Señor:
Entro a esta Semana Santa algo cansado y con el
ánimo poco recogido.
Te presento esta pesadez, esta falta de celo en tu
servicio. Acepto esta oscuridad y esta ausencia de sentimientos gratos. Quiero unirme a tu camino de Servidor y
aceptar los gajes del oficio de servidor. «Habiendo amado a
los suyos...»35
Quiero ser siempre de los tuyos. Dame creer de
veras en tu cariño y amistad. En tu amor infinito para cada
uno de tus creyentes. ¡Qué grande es tu poder identificado
con tu amor!
Te pido por estas postulantes. Gracias por la fe y por
la vocación religiosa.
Tuyo,
Esteban
35 Cita de Juan 13, 1.
104
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
79.
Acepto estos trabajos que me son
pesados
Amigo y Señor Jesús,
Gozo de tu Resurrección.
Acepto estos trabajos que me son pesados.
Quiero ser instrumento de vida y resurrección para
las parejas de este Fin de Semana.
Quiero estar alegre contigo a pesar de las dificultades
del ambiente.
Gracias por esta Semana Santa y por la fraternidad.
Gracias por el vencimiento que me costó hacer una
corrección fraterna.
Te pido por mis hermanos de comunidad.
Sentimiento de cierto retraimiento. Me cuesta meterme en el servicio de la Parroquia.
Quiero abordarlo con amor.
Gracias.
Esteban
105
Cartas a Jesús
80.
Que yo sea tu testigo
Señor,
Que sea yo tu testigo: testigo de tu larga paciencia en
la fidelidad a la Iglesia y a los hombres de mi tiempo; testigo de tu Reino que crece como semilla oculta en la tierra,
mientras los hombres duermen; testigo de tu misericordia
que se da sin contabilidad; testigo de tu soberana libertad
que contagia y exige libertad, no sólo en el corazón de los
hombres sino también en el mundo que construyen; testigo de tu perdón, siendo indulgente y perdonador con los
que piensan de modo diferente; testigo de tu Encarnación,
viviendo con toda la alegría y responsabilidad posibles las
tareas forzosamente limitadas que van tejiendo mis días
y mis años. Que así, Señor, mi vida entera sea Evangelio.
Amén.
Esteban
106
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
81.
No quiero rutinizarme en este
apostolado
Jesús, amigo y Señor:
Vengo a este Fin de Semana porque estoy convencido de que eres Tú quien me llamas a servir en este
apostolado. Te agradezco la gracia que significa trabajar en
equipo con laicos, particularmente con matrimonios. No
quiero rutinizarme en este apostolado. Te pido me des la
gracia de llegar a las parejas con mucha sencillez, y la gracia
de no robarme la película, sino dejar a los matrimonios el
protagonismo. Espero lograr un afecto más grande hacia la
Iglesia y aprender a ser siempre más delicado en mis juicios
referentes a cada persona que colocas en mi camino. Quiero aprovechar bien las oportunidades de diálogo con uno
de mis hermanos y ser abierto y sencillo con él.
Esteban
107
Cartas a Jesús
82.
Crea en mí un corazón adorador
Jesús:
Comienzo este día tomando conciencia de ser como
delegado de tu Pueblo para entrar en Adoración y reconocerte como nuestro Señor. Dame tu Espíritu Santo
para entrar en los sentimientos de tu Corazón, compartir
tus anhelos de glorificar a Dios y liberar a cuantos sufren
injusticia y aplastamiento. Crea en mí un corazón adorador.
Tuyo soy.
Esteban
108
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
83.
Quiero morir consagrado a tu amor
Señor Jesús:
Tú has tocado mi vida muy especialmente el día que
me llamaste por boca del Obispo al ministerio de presbítero, el día de mi ordenación. Sentí con gozo mi pequeñez y
tuve un sentimiento de seguridad y confianza en lo que habría de venir a través de este ministerio, que siempre me ha
quedado grande. Tú me has tocado; tu elección ha traído
la fuerza de consagrar mi persona a lo tuyo, a tu persona.
Estoy contento de haber podido decirte que sí. Me has ido
formando un corazón capaz de pertenecerle a la gente y
a sus necesidades, más allá de los logros. Me das ahora la
energía para poner en tus manos mi persona con todas sus
miserias. Quiero morir consagrado a tu amor. Plenamente
conforme con todo lo que venga. Gracias, Señor.
Esteban
109
Cartas a Jesús
84.
Dame tu Espíritu para seguirte
Amigo Jesús,
«Este es el día en que actuó el Señor, sea Él nuestra
alegría y nuestro gozo».36 Tú mismo afirmas que eres el
día, quien camina de día no tropieza. Y Tú le has pedido al
Padre que los que creemos en Ti, estemos contigo. Dame
tu Espíritu Santo para desear ese día en que estaré contigo en tu luz. Ahora en la semi oscuridad de la vida de fe,
dame tu Espíritu para seguirte sinceramente. ¿Cuáles son
tus huellas para mí hoy? Ayúdame en esta adoración a buscarlas y a entusiasmar mi corazón para seguirlas. Amigo,
Jesús, quiero ser de los tuyos hoy.
Esteban
36 Cita de Salmo 118, 24. La Iglesia invita a orar con este salmo la muerte y la resurrección de Jesús. Él mismo es el Día del Señor.
110
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
85.
Tú eres mi mejor amigo
Señor y amigo Jesús:
¿Cuáles son mis más profundos anhelos al vivir la
última etapa de mi vida?
Ayúdame con la luz del Espíritu Santo a ser muy
sincero y abierto contigo.
Tú eres mi mejor amigo; y no quiero decirte sino mi
verdad.
Creo que mi más profundo anhelo es el de ser coherente con la fe que Tú me regalas. Más que vivir tantos y
cuantos años más, mi gran anhelo es responder a tu invitación. En tu gran misericordia me has llevado poco a poco
a comprender que lo central de todo es amarte, y responder en forma lo más gratuita posible a tu amor.
Esa forma de amarte, comprendo que tiene que ser
haciendo en detalle tu voluntad de cada día, dándote lo que
puedo darte según mi capacidad concreta.
Veo que debo mejorar mi servicio a los pobres.
Tengo que estar más presente en la vida de las
familias pobres, no sólo teniendo buena voluntad para los
funerales; sino en esforzarme por visitarlos.
Tomar conciencia de tu presencia entre los niños.
Señor Jesús, ayúdame a no buscar mis intereses particulares, sino los tuyos.
Esteban
111
Cartas a Jesús
86.
Eres Tú el que me eliges
Señor,
«No me eligieron ustedes a mí; fui yo quien los elegí
a ustedes».37 ¿Cómo me hacen sentir estas palabras de
Jesús? Me llenan de seguridad. Si te hubiera elegido yo a Ti,
a lo mejor estaría buscando quimeras e inventándome un
dios a mi capricho. Eres Tú, Amor, Sabiduría, Poder, puesto al servicio de tu Misericordia, el que me eliges. Y yo sé,
Señor, que tu elección no es interesada y utilitaria. Tu elección es creadora de abundancia gratuita: «he venido a traer
la vida, y la vida en abundancia».38 Tu elección es Amor
vivo, fuerte y transformante, ardiente, tierno, siempre más
allá de lo esperado, amor que hiere para sanar, amor que
hace crecer, amor unificante y comunicativo. Que yo te
diga siempre sí, Señor, y haz lo que quieras. Te pido por mi
hermano Jorge: que lo que hoy te responde en el gozo de
tu llamado se torne amor fiel y humilde.
Esteban
37 Cita de Juan 15, 16.
38 Cita de Juan 10, 10.
112
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
87.
Me ayuda tanto saber que Tú no me
dejas
Jesús,
Nunca podré olvidar el momento en que me encontré con el Evangelio de San Juan y los encuentros que
siguieron contigo. Tenía 17 años.
Esa palabra «dame de beber» y «supieras el don de
39
Dios» , me llegó con tanta fuerza y dulzura que me sentí
seducido para siempre por tu invitación.
Todos mis temores y vacilaciones respecto al camino
a seguir se esfumaron.
Fue un momento de gozo intenso y de decisión total. Durante tres meses ese gozo de tu cercanía me invadió
la vida. Me sentí agradecido de mi juventud.
Percibí que Tú me habías preservado y conducido
para desembocar en esta entrega total.
Te lo agradezco hoy, pues nunca he tenido dudas serias acerca de mi camino en la Vida Religiosa y Sacerdocio.
En los momentos de flaqueza me ayuda tanto saber que
Tú no me dejas. Tú cumples tu promesa.
En ella también confío para el último trance.
Esteban
39 Cita de Juan 4, 7 y 10.
113
Cartas a Jesús
88.
A María, en el día de la Anunciación
María,
En el día de la Anunciación recibiste la Palabra.
En ella el Hijo toma nuestra condición de criatura limitada,
sujeta a la debilidad, oscuridad, muerte. María, tú eres la
que recibe el primer impacto de este misterio que es amor
radiante. Ayúdame a celebrar la hondura de este misterio:
recibir en mí a Jesús, la Palabra; oírla, admirarla. El Verbo Encarnado es el mensaje que el Padre nos envía hoy
a nosotros, Iglesia, humanidad. No permitas, Padre, que
lo dejemos clavado en la indiferencia del Viernes. María,
ayúdame a «escuchar».
Esteban
114
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
89.
Espero que me ayudes a tener paciencia
Señor,
Vine a este Fin de Semana obedeciendo a tu invitación, por responsabilidad. Pero yo sé que lo que siempre
me trae es una gracia del Espíritu Santo. Espero que me
ayudes a tener paciencia y a buscarte a Ti en estas parejas y
en el equipo. Te quiero, Jesús. Tú eres mi hermano mayor
que entregas también ahora tu vida por mí en todos los
detalles de estas horas. Dame la gracia de ayudar a este
hermano estudiante religioso, siendo abierto y sencillo.
Esteban
115
Cartas a Jesús
90.
Quiero entregarme a tu gracia de hoy
Jesús, amigo y Señor:
Hoy empiezo este día contento con la lectura de
San Mateo. Me habla de Ti. Tú eres el Reino oculto entre
nosotros.40
Te asomas mostrando misericordia como el Servidor, y nos enseñas a descubrirte en lo pequeño y oscuro de
nuestra vida real.
Hoy es día para buscarte.
Quiero vivir en esta oscura presencia y darte gracias
por la paz de cada minuto.
Quiero entregarme a tu gracia de hoy.
Tuyo,
Esteban
40 Alusión a Mateo 13, 44.
116
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
91. Hacer la Voluntad del Padre
Jesús, amigo y Señor:
«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?» 41
Tú dices que lo son aquellos que hacen la Voluntad
del Padre.
Hacer la Voluntad del Padre es el equivalente a la
sangre, el factor que hace hijos y hermanos. ¡Que entrañable es para Ti, Jesús, ese hacer la Voluntad del Padre!
Ciertamente no es a manera de cumplimiento, como
lo hacen los fariseos. Es por comunión de espíritu, por
elección libre nacida del amor.
¡Qué desafío para mí!
Gracias, Señor.
Esteban
41 Cita de Marcos 8, 33-35.
117
Cartas a Jesús
92.
Quiero ante todo darte gracias
Jesús,
Esta mañana quiero ponerme en tu presencia para
escucharte. Dame tu Espíritu Santo. Sin el Don, todo lo
que pretenda ser oración es pura ilusión y cumplimiento.
En este retiro deseo escucharte, anhelo simplemente
acoger tu amor tan infinitamente gratuito.
Quiero ante todo darte gracias como Pablo en su
carta a la comunidad de los Tesalonicenses.42 Que tu
Espíritu haga nacer en mí un verdadero sentimiento de
gratitud.
Me doy cuenta de que para mí es tan fácil hacer de
una acción de gracias una especie de cumplimiento de una
obligación moral... «tengo que»...
Por el don de tu Espíritu, todo mi ser se vuelve gozosa acción de gracias.
Ven, Espíritu Santo. Arranca de mí este corazón de
piedra, este corazón mezquino y comerciante, y pon en mí
un corazón de carne, un corazón que se deje tocar por tus
maravillosas bondades regaladas.
Tengo conciencia de estar tan cerca de mi muerte,
desearía vivir el tiempo que me das para transformarlo
en acción de gracias. Es un tiempo complementario. Me
lo das para ensayarme en la alegría de la acción de gracias
total en tu Hijo. Amén.
Esteban
42 Alusión a textos de 1 Tesalonicenses 1, 2-3 y 2 Tesalonicenses 1, 3-4.
118
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
93. Me necesitas… Te necesito
Señor,
¿Cómo me necesita tu Iglesia?
Gracias por la pregunta, reconozco que ni siquiera
me la he planteado; tal vez dejo de hacerlo por estimar,
inconscientemente, que no me necesita tu Iglesia.
En esa actitud más o menos consciente, veo con más
claridad que sólo valoro el «hacer» y no tanto el «ser».
Pienso: «La Iglesia no me necesita, pues todo lo que
puedo hacer es muy poco, y cualquier otro puede hacerlo
tanto o mejor que yo». En este sentido no le soy necesario a mi Iglesia, entonces mi juicio es de utilidad y no de
Amor.
Pero Tú, Señor, no eres interesado, el misterio de tu
Iglesia está marcado por tu presencia: en ella lo importante
es el ser, la relación de intimidad. El corazón de tu Iglesia
es el Amor, es tu Corazón. A la luz de la fe, tu Iglesia, tu
esposa, me necesita, yo tengo que entregarle mi persona
entera y no sólo mis servicios.
Aún más, mi servicio sin la entrega de mi persona no
tiene sentido para ella.
«Quédate con tu eficacia, dame tu corazón», me
podría decir tu esposa, la Iglesia.
«Necesito de ti, necesito que me ames siendo tú mismo, necesito que me des tu ancianidad, tus enfermedades,
tu misma muerte, necesito de tu verdad íntima. Mi deseo es
que entregues todo, especialmente tu pequeñez, tus limitaciones».
«El hacer que puedes todavía, también dámelo, pero
sin la angustia de quien se agarra a un tablón en un naufragio. Todavía quieres poner tu confianza en tus valores
119
Cartas a Jesús
y en tus éxitos, te quiero a ti, no por tus cosas, sino por ti
mismo».
Señor, Tú me necesitas con la alegría del que no
tiene nada sino tu Gracia.
Tu Iglesia, mi comunidad, me necesita sereno, en
paz, hombre de silencio y oración, me necesita fraterno,
siendo el representante del valor, de la acogida para los
demás. Para eso me quieres con tiempo dedicado a la casa
y no súper ocupado. Ayúdame Tú a desnudarme de tantos
afanes con que compenso y resisto al desnudamiento que
me convidas.
¿Cómo te necesito yo?
Necesito de tu Palabra; Jesús, que me evangelices,
que crea que mi adhesión a Ti es Buena Noticia. Necesito
ser amado, aceptado como soy, en el estado en que me
encuentro. Necesito que mis hermanos me ayuden en mis
decisiones, pues me doy cuenta de la fragilidad senil. No
quiero llevar caprichosamente mi vida, sino hacer de ella
un sacrificio verdadero, una «obediencia»...
Te necesito enviándome constantemente tu Espíritu
Santo que afiance mi Fe, que la ilumine, que la haga viva
por el Amor. Necesito que tu Iglesia sea exigente conmigo,
que no me deje en comodidades de viejo burgués.
¿Cómo me quieres más pobre?
Siendo más transparente en cuanto al dinero recibido
y regalado, siendo más austero en gastos personales (viajes,
ropa, alimentos); pero, sobre todo, aceptando con alegría
mis carencias interiores, mi pobreza en la oración, mi tipo
de personalidad, que me hace poco profundo y algo superficial.
¿Cómo me quieres célibe?
Cuidando la libertad del corazón. Preocupándome
por amar siempre más a la gente, dando mi persona y no
120
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
sólo prestando servicios, tratando de ser afectuoso con
todos y no sólo con los que me caen bien, aceptando con
serenidad sentir como hombre, pero con claridad y nitidez
en mi opción por Jesús y por el pueblo de Dios, siendo
abierto y sencillo con mis hermanos en momentos difíciles
para saber discernir con ellos, desapasionadamente.
¿Cómo ser más obediente?
Dejándome trabajar por el Espíritu Santo para
aceptar la muerte que se aproxima como una «obediencia»,
como parte de la tarea o misión.
Quisiera obedecer a esta desnudez total, con serenidad y hasta con alegría, como venida de tu mano, aunque
le tengo miedo. Amén.
Esteban
121
Cartas a Jesús
94.
A ti, Padre de Jesús y Padre mío
Dios, Mi Padre,
Tu Hijo me enseñó que eras mi Padre.
Todo cambia en mi vida al saberlo con el corazón.
Ya no tengo derecho a vivir mis fragilidades y proclamando mi soledad.
Es tan grande ser tu hijo. Si yo fuera padre creo que
querría a mi hijo como veo que tantos otros, ni mejores ni
peores que yo, saben amarlos hasta desvivirse por ellos.
Tanto más Tú, Padre, que les construyes nidos a los
gorriones y les das cada día su alimento.
Tu Hijo me enseñó que eras mi Padre y me lo enseñó en forma apasionada y desmedida, hasta morir por ello
en la cruz.
Es que Él, por ser el Hijo Eterno, el Primero y el
Predilecto, sabe que tener a Dios como Padre y Madre es la
suprema verdad.
Pero yo, Padre, estaba ciego, a pesar de decirme
cristiano; a pesar de llamarte Padre en el Catecismo y en el
Padre Nuestro de cada día.
Iba en la innumerable fila de los que tienen miedo a
Dios, de los que arrastran el peso de los mandamientos, de
los que se creen indignos esclavos del Rey Dios, de los que
se sueltan de la mano divina porque creen que así son más
libres y autónomos, o de los que se sienten justos por sus
obras y desprecian a los demás, sin tener necesidad de tu
Misericordia.
Tu Hijo me enseñó que tus proyectos para mí no son
los de una mamá dominante. Tú nunca has querido que yo
sea un títere, un niñito demasiado bien educado, dispuesto
a vestir con los colores escogidos por la mamá, dispuesto a
122
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
meterme dentro de pantalones prefabricados.
Tu Hijo me enseñó que lo más gozoso de la vida
era buscar tu Voluntad a partir de un amor de verdad, por
los caminos únicos y libres de cada persona, y que lo más
gozoso para Ti, Padre, era verme ser yo mismo, único,
original, imagen tuya, y verme crecer a la manera del Hijo
Mayor, Cristo Jesús, que me ha enseñado tu nombre.
Padre, no tengo fuerzas de grande, ni tengo contextura de héroe, pero sé que Tú me amas como soy. Es tan
hermoso ser tu hijo y ser tan pequeño, de tan pocos kilos,
que Tú puedes levantarme hasta tus mejillas y colocarme
en tus hombros, para verlo todo desde la altura de tus ojos.
No, no quiero ser grande, sino tuyo; no quiero
acumular muchos tesoros, sino ser «ligero de equipaje»,
menudo peregrino, sin mochila ni dos túnicas.43
Vamos, me dices, Padre, y yo te contesto: «vamos»,
contento, sin saber a dónde. Me basta estar contigo.
Sé que Tú me das el Espíritu Santo que anima en
plenitud a Jesús el Resucitado.
Tu hijo,
Esteban
43 Alusión a texto de Mateo 10, 9-10.
123
Cartas a Jesús
95.
No me veo llevando una vida sin Ti
Señor Jesús, amigo:
Algunas veces, sin decírmelo a mí mismo, en mis
actitudes, yo me identifico con los que encontraban dura tu
palabra.44
Lo duro era aceptar una palabra que les sobrepasaba
su comprensión.
¿Cómo aceptar que Jesús sea el alimento necesario, el
que da vida? ¿Cómo es eso de comer su cuerpo?
A mí me asalta, de pronto, la sombra de la duda.
¿Cómo dejar de lado realizaciones tan palpables,
gozos, como el de tener su familia, su tiempo propio, su
decisión arbitraria, frente a una vida que Tú regalas gratuitamente, pero que no se palpa?
Pero, Señor, Tú me has sostenido siempre para no
dar un paso atrás. ¡Yo no quiero dejarte! Tú me has seducido. Tú solo tienes palabras que dan vida.
La experiencia de lo vano que es la ambición pasajera de placer, de egoísmo, de comodidad. Eso no satisface
mi corazón. Apenas gustado, deja sabor amargo.
En cambio tus palabras no son palabrerías. Son
palabras confirmadas con tus sentimientos, tus actitudes
y tus hechos. Lo importante para mí es tu corazón. Por
ejemplo, Tú no me das reglas, sino que me muestras tu
persona como camino: «Aprende de mí que soy manso y
humilde».45
Tu palabra dice eso, tus sentimientos y actitudes me
lo hacen sentir como «LA» verdad que da vida. Cuando
siento la invitación o tentación a desertar del compromi44 Alusión a texto de Juan 6, 60.
45 Cita de Mateo 11, 29.
124
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
so religioso, apostólico, mirarte a Ti me hace humilde y
paciente y me convida a ser perseverante.
«Señor, ¿a quién iríamos?»46
Yo no me veo llevando una vida sin Ti. Yo no quiero
dejarte. No quiero dejar ningún compromiso que represente tu voluntad.
Ayúdame a discernir siempre tu querer y a no preferir mis caprichos.
Te doy gracias por creer que Tú me has elegido.
Es mi alegría desde ahora y desde siempre.
Esteban
46 Cita de Juan 6, 68.
125
Cartas a Jesús
96.
Soy tu obrero: es el sentido de mi vida
Jesús,
También ahora, los hombres aparecen abatidos y
cansados como ovejas sin pastor. 47
Justamente esos «abatidos» son, sin embargo, la cosecha abundante que está necesitando operarios.48
Señor soy tu obrero. Es el sentido de mi vida.
No sé cuánto me queda de futuro, pero eso no es lo
que importa. ¿Cómo puedo ahora responder a la tarea de la
cosecha? Te ofrezco este quehacer, sobre todo las muchas
ocasiones de predicar que me estás ofreciendo.
Quiero seguir tu consejo a los misioneros: despojarme de todo. No hay herramientas para el Reino, sólo hay la
posibilidad de dejarte trabajar a Ti desde mi corazón.
Deseo amarte con verdad y estar a tu entera disposición.
Te agradezco la paz.
Esteban
47 Alusión a texto de Marcos 6, 34.
48 Alusión a texto de Mateo 9, 37-38.
126
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
97.
¿Qué me pides en esta última etapa de
mi vida?
Señor Jesús, amigo y compañero de toda la vida,
¿Qué me pides en esta última etapa de mi vida?
Quisiera plantearme con mucha verdad lo que creo me
estás pidiendo Tú a través de la Iglesia, representada en mi
comunidad religiosa y en la gente que forma mi pueblo.
Sí, y me parece muy claro, que no se trata principalmente de actividades y obras, sino más bien de calidad de amor.
Te pido tu Espíritu para discernir tu voluntad y los dones que me das para servir, asumiendo las limitaciones progresivas de la vejez.
Creo que lo que primordialmente me pide tu esposa, la
Iglesia, es que la ame en la forma que le prometí al comprometerme como religioso consagrado por los votos.
Ese debe ser mi cuidado más delicado: ser un religioso
consciente de su vocación de servicio. El mejor servicio está en
mi ser, en la verdad de la realización de mi lugar en el Corazón del Señor. Esto significa luchar sin cansancio por vivir en
espíritu de Adoración al Corazón de Jesús. Me pides redoblar
mi fidelidad a la Adoración de media hora diaria.
Preocuparme por prepararla, procurándome una
selección personal de textos que me motiven a una oración
más viva de fe. Me veo rutinario en este tiempo que te dedico
diariamente. No basta la fidelidad de hacerlo todos los días.
Necesito ahondar con más amor ese momento importante de
cada día.
El ser viejo y estar menos exigido por la acción me
hacen ver que ésta es una manera especialmente oportuna
para amarte mejor.
Esteban
127
Cartas a Jesús
98.
He venido para estar disponible
Jesús, mi amigo y Señor,
He venido para estar disponible a lo que el Señor me
manda. Espero vivir esta experiencia en actitud de sencillez, abierto a recibir de las parejas, atento a descubrir tu
rostro en ellas y deseoso de no buscar mi éxito. No quiero
ser el héroe de la película.
Deseo que tu presencia me sea fuertemente significativa.
Mi respuesta me hace sentir confiado y en paz.
Tuyo,
Esteban
128
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
99.
Te quiero como al mejor de mis amigos
Jesús, mi amigo,
No puedo dejar de decirte cuánto aprecio tu fidelidad y tu generosidad para conmigo.
Desde mi niñez Tú has estado tan cercano a mí por
la fe. Ciertamente esta cercanía tuya por la fe ha sido necesariamente oscura, en un aspecto; pero eso no ha sido lo
principal de nuestra relación de amistad, cariño, obediencia. Lo principal ha sido el sentido de experiencia de Ti que
ha ido creando en mí esta seguridad y confianza que no se
pueden tener frente a «doctrinas» o «miedos» o «abstracciones de Dios».
Siento una seguridad mayor que si estuvieras apretando mi mano.
Jesús, yo creo en Ti.
Qué lindo es poder decir de verdad «yo creo».
Yo te creo a Ti y creo en Ti, en tu persona; que
me amas, aceptas, purificas, perdonas, iluminas, guardas,
alientas, guías, fortaleces, acompañas, consuelas, despiertas,
estimulas, transformas, pacificas.
Yo quisiera ser mucho más discípulo, compañero,
miembro de tu comunidad, fiel, obediente, casto como
Tú, valiente, auténtico y sincero, entero, generoso, amante,
perdonador, compasivo, gustador de las cosas de tu Padre,
tierno, fuerte, comprometido; exigente conmigo pero no
tenso; bueno con todos pero no blando; sabio de tu ciencia
pero no altivo; humilde pero no resignado con la injusticia.
Eres grande y sencillo, Jesús.
Te quiero como al mejor de mis amigos.
Quiero que Tú seas el Señor de mi vida.
129
Cartas a Jesús
Te la quiero entregar ahora enteramente a partir de la
intención de mi corazón.
Quiero dejarme penetrar de tu Espíritu; que hable
para mí tus palabras y yo las pueda proclamar con mi vida
y con mi acción.
Pero Tú sabes cómo soy, amigo Jesús. Ando a empujones.
Hoy te digo lo que ansío y mañana me sumerjo en
mis intereses del momento.
Tú sabes cómo me busco a mí mismo y pienso
demasiado en mí, como si yo fuese lo importante, el centro
de mi existencia y el núcleo de mi persona.
Pero yo he decidido, y decido de nuevo, que lo seas
Tú. Quiero seguirte, comulgar contigo, con tus intereses,
los que has mostrado al desempeñarte con tanta entereza
en la Misión que te es confiada por el Padre.
Quiero hacer mía tu Misión, participar en ella en la
medida total de las capacidades que me has dado.
Pero, Señor, Tú sabes que en eso me viene la tentación de establecer récordes y de adornarme con méritos
como buen fariseo que soy.
Señor, no quiero obrar así. Ayúdame a reconocerme
cuando obro como fariseo. Yo no quiero ser así.
Me doy cuenta que te ofendo siéndolo; que no te
dejo amarme en la forma de amistad que Tú has elegido;
Tú, el único que conoce cómo Dios es Amor y que lo
muestras en tu gran poder misericordioso.
Abre estos duros terrones de mi tierra para que me
penetre tu gratuita misericordia.
Me río de mí cuando te veo a Ti.
Qué pretensión tonta de mi parte andar preocupado,
como si yo pudiese comprar de alguna manera tu amistad
130
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
adornándome con imágenes de mí mismo aumentadas y
mejoradas por buenas obras.
Tú no quieres ni imágenes ni caretas de mí.
Tú me quieres a mí, a mí como soy, lleno de debilidades, oscuridades, balbuceos, graciosas pequeñeces, pecados reales, incongruencias, inconsecuencias, fragilidades
fundamentales como el no ser dueño poseedor de la fe.
Te amo, Señor, mi amigo.
Quiero que este amor se me haga cada día más concreto y real en la persona de mis hermanos.
Tú sabes, Señor que ahora me está viniendo como
una pereza senil, un cansancio o desafecto por los más
pobres, como si me aburriera de estar siempre para ellos,
como si me estuviesen comiendo lo que me queda de
vida, y yo quisiera comérmela yo en cosas y obras y acciones más realizadoras. Ayúdame a quererlos más, a querer
a la Iglesia en sus pobres. Enséñame a aceptar pequeñeces
ingratas como Tú aceptas las mías y me amas más allá del
tope de mis errores y limitaciones.
Que ame, Señor, que ame a la gente como es y no
como yo quisiera que fuesen. Amén.
Esteban
131
Cartas a Jesús
100. Puedo cantar «gracias a la vida»
Amigo Jesús,
Quiero conversar contigo lo de los motivos para
seguir viviendo como sacerdote y religioso.
Pienso que éste es un punto muy importante de
hablar contigo. Siento deseos de vivir. Para mí la vida es
buena.
Puedo cantar «gracias a la vida». Siento muchas ganas de gozar con todo lo hermoso que tiene.
Y creo que habitualmente estoy como ponderando
en mi corazón el gusto bueno que hay, el saborcito de las
personas y las cosas. Yo me siento feliz.
Creo que he ido perdiendo cierto miedo o encogimiento.
Antes yo me sentía algo temeroso de este mundo
grande y ausente en el que me sentía obligado a abrirme
paso y pensar en «mi» futuro; ahora creo que lo gozo porque lo encuentro pequeño comparado con la importancia
de tu persona.
Me siento en el mundo como un niño que juega en
la playa aunque el mar esté tempestuoso.
Gracias porque Tú estás en la tempestad y duermes.49
Yo sé que Tú estás aquí y que todo eso grande y
ausente y, a veces cruel, cabe en el dominio de tu amor.
Y Tú no necesitas despertar y aparecer. Tú vas en la
barca y yo confío en Ti.
Quiero vivir, me gusta la vida, me siento en un proceso de reconciliación con ella.
49 Alusión a texto de Marcos 4, 35-41.
132
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
Me parece que me estoy adaptando a ella como
quien se entrena para vivir siempre.
Te alabo y bendigo porque es verdad que podré vivir
siempre en Ti.
No entiendo cómo, no sé palabras de ese lenguaje en
que se conjuga la Resurrección. Nadie conoce esa lengua.
No importa. No puede ser importante saber cómo se vive
siempre; me basta que sea así y que Tú seas el que «vive y
reina por los siglos...»
Me confío a tu palabra.
Hago mío todo el significado que se me escapa de tu
Resurrección.
Tú vives y con eso yo también.
Tu misión ahora me interesa y la forma que Tú y yo
hemos escogido como camino para llevarla a cabo.
Quiero vivir como religioso. Estoy convencido que
me llamas a serlo siempre.
Me siento comprometido con mi comunidad religiosa; la quiero; me siento bien integrado a ella; son mis
hermanos y amigos, y la tarea de caminar juntos es interesante y buena para mí.
En mi trabajo sacerdotal siento sin amargura que
tengo que empezar la retirada. «Que yo disminuya, para
que otros crezcan».50
Es linda la Iglesia de Santiago, me siento vivir en ella
y la siento viva, interesante.
Veo crecer a los laicos. Veo la respuesta generosa de
tanta gente; por ejemplo, en Encuentro Matrimonial.
Te doy gracias por la vida, Señor, y quisiera seguir
viviendo, especialmente para trabajar por una Iglesia de los
pobres.
50 Alusión a texto de Juan 3, 30.
133
Cartas a Jesús
Ambiciono ver nacer en nuestro continente una
fuerza organizada a partir de los pobres, de los trabajadores que transformen esta situación establecida de injusticia.
Y es lindo contribuir con muy poco a esta tarea tan
propia de tu Iglesia.
Tu amigo,
Esteban
134
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
101. Quiero decirte mi admiración
Jesús, mi Amigo,
«Siendo libre respecto de todos, me hice esclavo de
todos para ganar al mayor número posible».51
Antes que Pablo y más que él, Tú, Jesús, viviste esta
libertad que se pone al servicio de todos para «ganarlos».
Libre respecto a todos.
Es como el sello de tu personalidad, tal como la
reflejan los Evangelios.
Quiero decirte mi admiración.
Para Ti, esa libertad profunda y total significó no
sólo un don recibido del Padre, sino una tarea de toda tu
vida.
Te hiciste libre, y tiene que haberte costado conseguirlo en cada situación de tu historia personal y social.
Cuando niño, preadolescente, perdido en el templo, me imagino que te costó discernir y escoger entre la
oportunidad del signo de tu misión, y la forma habitual de
comportarte como hijo frente a José y a María.
Tenías que estar en las cosas del Padre y eso te liberaba de todo lo que pudiera detener tu misión.52
Lo mismo veo más tarde frente a tu familia: «Bienaventurados más bien los que oyen la palabra... esos son mi
madre y mis hermanos».53
O cuando le dices a Pedro: «Apártate, Satanás».54
Con todo lo que lo quieres, sin embargo, lo apartas de tu camino, aunque ese camino va en dirección a la
muerte.
51
52
53
54
Cita de 1 Corintios 9, 19.
Alusión a texto de Lucas 2, 48-51.
Alusión a dos expresiones de Jesús: Lucas 11, 28 y Lucas 8, 21.
Cita de Marcos 8, 33.
135
Cartas a Jesús
Te veo tan libre frente a los poderosos, tan libre
frente a las costumbres legales, tan sin respetos humanos,
tan libre frente a los humildes.
Y qué grande aparece tu libertad siempre tan directamente integrada a tu amor.
En Ti, yo veo que no te preocupas de conquistar
libertades para tu provecho, sino que te haces libre amando derechamente al Padre y a los hombres. Por eso en Ti
aparece tan en continuidad con el «hacerte esclavo».55
Jesús, amigo, admiro en Ti al gran Servidor de Dios.
Es tan de adentro tu actitud de obediencia amorosa
al Padre, a su Hora, a los «suyos» que son también «tuyos».
¡Qué lejos está de Ti esa actitud hepática de los que
adoran al «Deber»!
Tu actitud es cordial y no hepática.
Cuántos temores tengo aún que vencer para ser libre
con la libertad del hijo que Tú quieres de mí. Hazme comprender toda la libertad que puedo encontrar en arriesgarme totalmente a servir. Ayúdame a ser libre de mis encogimientos y faltas de coraje. Ayúdame a salir de mí. Gracias.
Esteban
55 Alusión a Filipenses 2, 7.
136
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
102. ¡Soy barro en tus manos!
Padre,
Tú te diriges a mí.
Siempre tomas la iniciativa, y lo que viene es siempre
nuevo, una aventura.
Ayúdame a abrirte la puerta.
Me dices: «Te comunicaré un mensaje».
Padre, qué bueno es ser barro en tus manos.
El barro no tiene sentido, sino en las manos amorosas de
su alfarero.56 El barro es cerámica cuando se deja moldear.
¡Soy barro en tus manos! Haz de mí lo que quieras.
¡Qué gozo poder confiarme y ser de nuevo lo que Tú
quieras moldear!
Quiero estar dispuesto a derribar mis seguridades, o a que
Tú me las derribes.
Has escogido este pedacito de greda.
Gracias por tu elección. Quiero estar feliz de que haya
sido gratuita.
En tus manos.
Tengo miedo de la enfermedad, de quedar «chocho».
¡En tus manos! También morir en tus manos. Como
Jesús.
Dejarme moldear y poner de mi parte todo para buscarte
y discernir por dónde aprietas mi barro. Como Jesús.
Su gozo en las crisis eras Tú, puramente Tú.
Padre, ¡qué admirable eres!
Te diriges a mí, pequeño barro.
Me traes un mensaje: «Soy tu Padre y tú eres mi hijo».
Tuyo soy.
Esteban
56 Alusión a texto de Jeremías 18, 1-6.
137
Cartas a Jesús
103. Quiero en este día comunicar ternura
Jesús,
Vengo llegando de Asunción. Me he sentido tan
rodeado de afecto por la familia donde alojé.
Cómo quisiera creer profundamente que esa ternura
es sacramento de la tuya.
Cuántas atenciones y delicadezas de tu parte que por
falta de atención o por falta de fe viva no logro aceptar.
Qué buena noticia es saber que ésa, y mucho mayor,
es la realidad de tu amistad, Señor.
Quiero en este día, tratar de comunicar ternura a la
gente más necesitada.
Voy a rezar por aquel señor enfermo. Su familia está
muy serena. Me evangelizan la fe.
Señor, devuélveles Tú con tu bondad tanta maravilla
de fe en tu Resurrección que ellos poseen con tanta fuerza
y sencillez.
Quiero orientar mi vida hacia Ti hoy en todos mis
trajines.
Tuyo. Afectísimo.
Esteban
138
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
104. Te miro clavado en la cruz
Jesús, amigo y Señor,
Te miro clavado en la cruz.
Tu entrega tan total me ilumina sobre la entrega a Ti,
a que me convidas por mi vocación religiosa.
Veo en Ti, maravillosamente realizados, los votos de
entrega. Tu amor es por todos los hombres, pero esa abertura universal no es ideológica sino muy real.
Tú amas a los más distantes, cuya distancia te hiere:
«Padre, perdónales. No saben lo que están haciendo».57
Veo brillar ese amor de castidad que tiene las dos
características intensamente humanas, de ser abierto sin
limitación y ser intensamente real.
Veo también que tu pobreza en la cruz no es sólo
desnudez de bienes de la tierra, sino abnegación de Ti
mismo, abandono total al Padre en la oscuridad y renuncia
a todo apoyo si no es esa misma fe en el Padre.
Y veo la obediencia: es una misión y un plan del
Padre.
Tuyo.
Esteban
57 Cita de Lucas 23, 34.
139
Cartas a Jesús
105. Acógenos en tu sabiduría y bondad
Señor Jesús:
Tú quisiste vivir la experiencia profundamente
humana de ser formado en el seno de una familia y de ser
formador de otros en medio de un pueblo y su cultura.
Acógenos hoy día en tu sabiduría y bondad para
seguir creciendo en esta delicada misión de ser formadores,
educadores, padres y madres en el Espíritu.
Que las dificultades de la tarea no nos inhiba ni
desanime.
Que la belleza de la misión nos haga mirarte a Ti,
Maestro y formador de discípulos, para agradecer la confianza que Dios ha puesto en nuestra colaboración como
formadores.
Que el espíritu de servicio, aprendido de Ti, sea el
rasgo distintivo de nuestra comunidad educativa.
Y, por último, que la perseverancia en la fe y en la
esperanza, nos permita experimentar la alegría de ser fieles
a tus designios, tal como lo fue María, la Madre, la formadora y, a la vez, la discípula tuya, Jesús.
Esteban
140
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
106. He admirado tu manera de acompañar
Señor y amigo Jesús:
Muchas veces al leer el Evangelio he admirado tu
manera de acompañar a los discípulos en esto de ser comunión y misión.
Ahora Encuentro Matrimonial me ayuda a mirar a
tu persona, en la que brillan tanto los valores que hemos
reflexionado para el acompañante.
Fuiste escuchante, acogedor, te internaste desde el
corazón con cada uno, te preocupaste de que cada uno
fuera creciendo en los dones diferentes, como los servidores a quienes el amo les confió talentos.
Fuiste tan fiel con ellos, hasta morir por ellos.
Sobre todo, los amaste y les abriste horizontes nuevos. Los ayudaste a amar al Padre y tuviste confianza con
ellos: les diste responsabilidades muy queridas por Ti.
Yo veo que una gran parte mi vida de sacerdote está
dedicada a acompañar personas y comunidades.
Yo creo que Tú me pides más fidelidad en los compromisos de tiempo. Veo que he defraudado a muchas
personas que han comenzado a tener dirección espiritual
y no he tomado con bastante seriedad los tiempos prefijados, con lo que los defraudé.
Gracias por la ayuda que me das a través de estas
parejas.
Esteban
141
Cartas a Jesús
107. Quiero alejar de mí todo prejuicio
Señor y amigo Jesús:
Yo creo haber venido a este Fin de Semana Profundo con muy buena disposición de escucharte y con el
deseo de ser muy honesto con Encuentro Matrimonial.
Tú sabes, Señor, cuántos sentimientos de rechazo
espontáneo me produce el empleo de lo que yo siento
como presiones de tipo psicológico en la transmisión de tu
Evangelio.
He querido cuestionarme con serenidad y alejar de
mí todo prejuicio.
Descubro que hay algo bueno en mis recelos, y es
que quiero para tu Iglesia lo mejor, lo más puro; y no quisiera ninguna actitud de fanatismo o de falsa seguridad en mis
hermanos de Encuentro a quienes quiero mucho en Ti.
Descubro también que mis rechazos inconscientes
vienen de no querer aceptar la superioridad de otros medios culturales.
Sé que no hay de parte de mis hermanos ricos ninguna mala voluntad, pero temo que, sin querer, imponen
a los pobres su ritmo, sus conceptos e, inconsciente, su
ideología.
Así, yo me engrifo, recelo que Encuentro Matrimonial se torna una especie de masturbación espiritual de las
parejas que empiezan a girar sobre sí mismas o, a lo más, al
interior de la comunidad eclesial.
Siento miedo de enajenar a las parejas de su realidad
social.
Me da la impresión de que en Encuentro Matrimonial no hemos aquilatado suficientemente la relación entre
el amor conyugal y la estructura social deshumanizante.
142
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
¿Cómo condiciona el amor humano la situación marginante o marginada?
¿Y la relación entre el amor humano y la Iglesia liberadora del hombre?
¿Cómo la «pequeña iglesia» tiene que ser Sacramento de lo que debe ser la Sociedad?
Y los Sacramentos «hacen» lo que significan; no sólo
lo representan.
Esta inquietud he tratado de clarificarla.
Me doy cuenta de que Encuentro Matrimonial de
suyo no tiene por qué ser alienante. Depende de nuestra
abertura a la misión de la Iglesia y al mundo.
Ilumíname Señor.
Esteban.
143
Cartas a Jesús
108. Te agradezco por ser mi pastor
Señor y amigo Jesús:
Antes que nada deseo agradecerte a Ti por ser mi
pastor verdadero.
Me reconozco en las ovejas que se alejan continuamente y se ponen a comer pasto de las orillas.
Mis deseos están vivos: constantemente me estoy
cansando según mis caprichos.
Tú, Buen Pastor, me llamas constantemente con
tus silbos amorosos: tu palabra en la Sagrada Escritura, la
gente sencilla.
Quiero ser ahora tu oveja fiel.
Dame tu Santo Espíritu, que me abra los oídos y te
escuche.
Ven Pastor, tómame en tus brazos, que estoy expuesto a perder el sentido de mi vida.
Señor, Tú me invitas a descansar en Ti.
Me invitas a compartir tu relación.
Esteban
144
ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO
109. Mi deseo es seguir trabajando hasta el
fin
Señor y amigo Jesús.
¿Cuáles y cómo son mis sentimientos al estar privado
del amor de pareja?
Me parece que el vivir todo el tiempo empleado en
servir a los demás tratando de hacer presente tu buena noticia, me causa ordinariamente un sentimiento de paz profunda y de gozo de estar en una aventura siempre nueva.
A veces, sin embargo, siento la tristeza de la soledad
y sólo me sostiene la decisión de un compromiso que tomé
para siempre.
Me siento así viviendo como un cheque firmado en
blanco, y siento muy vivamente la tentación de mirar para atrás
echando de menos todo aquello a lo que he renunciado.
En esos momentos duros creo que he podido vivir
mejor la oración y he vuelto a encontrar el aliento.
Creo que el hecho de sentirme apoyado por otros
en la Iglesia y la conciencia creciente de estar metido en tu
misión, me dan seguridad y alegría.
Mi deseo es seguir trabajando hasta el fin y me siento
muy feliz.
Gracias, Señor.
Esteban
145

Documentos relacionados