Capítulo 3 - ESTEBAN GUMUCIO
Transcripción
Capítulo 3 - ESTEBAN GUMUCIO
Capítulo III Oración de abandono y entrega al servicio del Reino ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 67. Haz de mí una parábola al alcance de los sencillos Jesús, Quisiera vivir de tal manera que llegue a ser cristal transparente. Que te vean en la sencillez de mi persona; simplemente ser «yo-mismo-con-otros», que haga aparecer tu misterio y tu gracia, Jesús de Nazaret. No, no es desde mi ventana donde pueda escrutar los signos de tu venida hoy. Es al caminar al interior de lo que cada día le pasa a mi hermano y me pasa a mí; le pasa a mi pueblo y me pasa a mí. Vivir de tal manera que cualquier hombre pueda decir: «Ahí quepo yo». Vivir de tal manera que suene a Buena Noticia. Dame unos ojos alegres, que se iluminen desde la verdad de mi corazón. Dame un corazón alegre que te esté cantando siempre, porque Tú eres maravillosamente amable. Vivir de tal manera, que yo mismo y todo el mundo reconozca tu Espíritu, ahora presente, dando vida, actuando. Vivir de tal manera que el Evangelio se refleje hasta en las manos operantes. Haz de mí una parábola al alcance de los sencillos. Vivir de tal manera, que me pregunten por Ti, mi amigo Jesús. Vivir de tal manera que cada noche pueda decirte: «mañana trataré de estar más atento a mis hermanos». Esteban 93 Cartas a Jesús 68. No quiero hacerme yo el centro Jesús, mi Señor y amigo: Anhelo mucho recibir de Ti una nueva iluminación y fuerza de tu Espíritu. Regálame el pedirlo con limpieza de corazón. No quiero hacerme yo el centro. Veo el peligro de pedir disimuladamente para poseer yo no sé qué títulos de justicia, como un fariseo cualquiera. Por favor, defiéndeme de esta especie de simonía espiritual. Yo quisiera ser auténticamente amigo tuyo y responder a tus llamados a tu manera y según tus condiciones. En todo lo que yo soy capaz, quiero, Jesús, que Tú seas el centro de mi vida. Dame tu Espíritu para discernir cómo serte fiel, ciento por ciento. Gracias. Esteban 94 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 69. Necesito que tu Santo Espíritu me sane Jesús, Señor y amigo: Gracias por este retiro de dos días y medio. Me has dado paz y deseos de no poner más barreras a tu Espíritu. Me doy cuenta que hay muchas reacciones mías que nacen del hombre exterior y carnal que llevo en mí. Veo que no son propiamente pecados, pero que proceden de lo mundano, como estos sentimientos agresivos, o estas heridas que me hacen reaccionar diente por diente con las autoridades de nuestro gobierno. Necesito que tu Santo Espíritu me sane. Veo que están más allá de mi voluntad directa. Lo que Tú me pides es que me deje sanar y que colabore pidiéndolo en la oración. Señor y amigo bueno, haz que te pueda amar concretamente en estos pequeños pasos que me pides. Acepto, también, de todo corazón, las dificultades y durezas del cambio a Concepción, a cargo de los novicios. Hazme gustar esta realidad como gracia tuya. Gracias. Esteban 95 Cartas a Jesús 70. Te pido la alegría de tu Espíritu Amigo y Señor Jesús, Experimento tanto la necesidad de tu Espíritu Santo. No hay en mí ni grandes problemas, ni especiales tensiones de momento; pero mi espíritu está sin ánimo. Es como si mi fe fuese nada más que pensamiento y convicción, que estuviese dormida. Y no veo qué podría hacer. Pero sé bien que no es cuestión de «hacer». Es sólo don y regalo. «Mi gracia te basta». 29 Sé que esta condición sin mayor relieve es también gracia tuya. Pero, es cierto, deseo amar y servirte con mayor fuerza, y te pido la alegría de tu Espíritu en la forma que mejor sirva a tu Gloria. Dame vivir hoy generosamente para mis hermanos, sin buscar mi provecho. Tuyo, Esteban 29 Cita de 2 Corintios 12, 9. 96 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 71. Dame una apacible firmeza siempre Jesús, amigo y Señor: Perdona lo que haya habido de debilidad en mi actuar esta mañana. Te pido me fortalezcas. Mi sentimiento primordial es de paz y seguridad. Creo en Ti. Quisiera vivir hoy encomendado a la gracia de tu misión, con el gozo y la disposición a aceptar lo que venga de Ti. Te admiro en la figura del Apóstol Pablo, tan leal y tan entero. Él no se apartó del ministerio confiado, a pesar del apedreamiento, de las persecuciones tramadas por los judíos, y, lo peor, de las discusiones al interior de la Iglesia, a propósito de los judaizantes. Dame esa apacible firmeza siempre. También dame, como a Él, ser humilde: ir a Jerusalén, a los Apóstoles y presbíteros. Quiero siempre querer a la Iglesia, confiar en ella, luchar en ella por todo lo que creo ser tuyo; pero no quiero confiar en mí solo. Quiero disponerme como ágil instrumento tuyo en este Fin de Semana que voy a trabajar con Encuentro. Dame un corazón atento a los demás y olvidado de mí. ¡Que ellos crezcan... no importa que yo disminuya, aunque me duele! 30 Gracias. Esteban 30 Alusión a una afirmación de Juan Bautista en Juan 3, 30. 97 Cartas a Jesús 72. Con deseos de reavivar la cercanía contigo Señor y amigo Jesús: Al comenzar esta semana, te escribo con deseos de reavivar la cercanía contigo. La semana pasada me he volcado demasiado hacia los trajines de la mudanza. Me doy cuenta de que experimento un gozo infantil al arreglar los detalles de la casa. Hay algo de juego en eso. Veo que no es un gozo malo, pero no me ha dejado espacios tranquilos para Ti. Estoy preocupado por el pedido de asesoría nacional de Encuentro Matrimonial. Quisiera discernir tu voluntad con pureza de corazón. Ad maiorem Dei gloriam.31 Estoy contento con la casa y con el desafío de formar comunidad. Gracias por el don de la salud y el ánimo. Me propongo reservar los primeros momentos de cada día para Ti, y ser más constante en la Adoración diaria. Me cuesta emprender el trabajo pastoral en la Población Yungay. 32 Ayúdame a ser humilde servidor de mis hermanos. Gracias. Esteban 31 Ad maiorem Dei gloriam: Para mayor gloria de Dios. 32 En la comuna de La Granja, Santiago. Territorio de la parroquia San Pedro y San Pablo. 98 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 73. Mi interior ha estado en lucha ayer Amigo y Señor: Mi interior ha estado en lucha ayer. No veo claro respecto a lo que quieres de mí, ni he podido discernir bien acerca de lo que me piden; volver a formar parte del equipo nacional de Encuentro Matrimonial me asusta. ¿Será por comodidad? ¿Será por no querer dispersión? ¿Será por una opción de vivir más sumergido entre los pobres? Yo quisiera estar desprendido totalmente. Ayúdame a buscarte en esta circunstancia. Siento también un poco de angustia por las violencias que se prevén para el 27, en nuestro barrio.33 No quiero huir. Temo que encuentren cualquier pretexto para enlodarnos y achacarnos desórdenes. Mi deber es estar aquí con la gente y tratar de ayudar a la verdadera paz. Gracias por la serenidad, a pesar de todo. Esteban 33 Se trata de las jornadas de protesta realizadas en los barrios populares durante el gobierno militar, en los años 1983-84. 99 Cartas a Jesús 74. Escucha a este pueblo que sufre tanto Señor y amigo Jesús: La lectura del Éxodo nos dice que Tú escuchas al pueblo, eres el Dios de la Vida. El Padre escucha al pueblo como comunidad. El maná es recogido para todos en términos de igualdad: el cántaro se llena ni más ni menos para cada familia. Dios escucha hasta las murmuraciones. Amigo, Jesús, escucha a este pueblo que sufre tanto. Pasé muy mala noche, tenso y afligido. No quisiera hacerme tan vulnerable a las exigencias de uno de mis hermanos. Quiero admirarlo, pero no dejarme llevar por una culpabilidad excesiva frente a la pobreza. Tengo algo de miedo a la mala salud. Quiero abandonarme a tus manos, pase lo que pase. Esteban 100 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 75. Estamos en tus manos Jesús amigo: He vivido un poco tenso estos días en que se ha preparado la protesta. Me ha quedado grabada esa palabra de San Pablo: «Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?».34 Estamos en tus manos. Sé que todos estos peligros que quiero vivir con los tuyos, me hacen estar más cerca de tu amistad. Gracias por los sentimientos de fragilidad aumentados por pequeñas alteraciones de salud. Cuando me siento débil corporal y psicológicamente, entonces soy más fuerte. Gracias por el don de la fe. Estoy con las hermanas recién ingresadas al postulantado. Te pido por ellas. Dales la gracia de la alegría en la entrega a tu servicio. Esteban 34 Cita de Romanos 8, 31. 101 Cartas a Jesús 76. Acepto con alegría las muestras de cariño Amigo y hermano Jesús, Siento que he ido aceptando con mayor libertad la gratificación de mi relación con los demás. Antes no era libre frente a eso, por parecerme que lo bueno era considerar que mis actos no valían la pena. Ahora acepto con alegría las muestras de cariño y de éxito. Pero no quiero caer en la esclavitud de ser exigente o dependiente de la gratitud. Ser libre tendría que ser aceptar con gozo cuando viene y no perder el entusiasmo cuando no viene. Me doy cuenta de que corro el peligro de ser algo indiferente. Te pido, Señor, que me des esa libertad de hijo que tanto deseo. Tú me has liberado. Cómo desearía vivir plenamente esa libertad, y que eso sólo bastara para que los demás te vieran en mí. Me apena mucho, Señor, ver que las condiciones de vida actual de nuestro pueblo nos hace a todos un poco esclavos del miedo. El miedo crea en nosotros un espíritu de sospecha. Ayúdanos, Jesús, a superarlo. Esteban 102 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 77. Dame verdad y sinceridad Jesús, Siento mucha necesidad de estar en verdad delante de Ti. Me cuesta mucho entrar en un verdadero silencio interior; me quedo en una especie de dureza o sueño. Quisiera romper esta capa de mi superficialidad y buscarte de verdad. Tengo la impresión de que los momentos de oración se me evaporan luego, y sigo viviendo hábitos religiosos y hábitos pastorales, sin fuego desde adentro. Ayúdame. Sólo Tú puedes entrar en lo secreto. Dame verdad, sinceridad. Veo que pasa mi vida y soy como un viento que sopla y se pierde sin traer nada, sino un poco de polvo y de ruido. Pero yo sé que Tú eres fiel y me amas, así como soy. Quiero responderte siendo más responsable y abriendo puertas al silencio de Dios, Tu Padre. ¡Ven, Señor Jesús! Esteban 103 Cartas a Jesús 78. Te presento esta pesadez Jesús, amigo y Señor: Entro a esta Semana Santa algo cansado y con el ánimo poco recogido. Te presento esta pesadez, esta falta de celo en tu servicio. Acepto esta oscuridad y esta ausencia de sentimientos gratos. Quiero unirme a tu camino de Servidor y aceptar los gajes del oficio de servidor. «Habiendo amado a los suyos...»35 Quiero ser siempre de los tuyos. Dame creer de veras en tu cariño y amistad. En tu amor infinito para cada uno de tus creyentes. ¡Qué grande es tu poder identificado con tu amor! Te pido por estas postulantes. Gracias por la fe y por la vocación religiosa. Tuyo, Esteban 35 Cita de Juan 13, 1. 104 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 79. Acepto estos trabajos que me son pesados Amigo y Señor Jesús, Gozo de tu Resurrección. Acepto estos trabajos que me son pesados. Quiero ser instrumento de vida y resurrección para las parejas de este Fin de Semana. Quiero estar alegre contigo a pesar de las dificultades del ambiente. Gracias por esta Semana Santa y por la fraternidad. Gracias por el vencimiento que me costó hacer una corrección fraterna. Te pido por mis hermanos de comunidad. Sentimiento de cierto retraimiento. Me cuesta meterme en el servicio de la Parroquia. Quiero abordarlo con amor. Gracias. Esteban 105 Cartas a Jesús 80. Que yo sea tu testigo Señor, Que sea yo tu testigo: testigo de tu larga paciencia en la fidelidad a la Iglesia y a los hombres de mi tiempo; testigo de tu Reino que crece como semilla oculta en la tierra, mientras los hombres duermen; testigo de tu misericordia que se da sin contabilidad; testigo de tu soberana libertad que contagia y exige libertad, no sólo en el corazón de los hombres sino también en el mundo que construyen; testigo de tu perdón, siendo indulgente y perdonador con los que piensan de modo diferente; testigo de tu Encarnación, viviendo con toda la alegría y responsabilidad posibles las tareas forzosamente limitadas que van tejiendo mis días y mis años. Que así, Señor, mi vida entera sea Evangelio. Amén. Esteban 106 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 81. No quiero rutinizarme en este apostolado Jesús, amigo y Señor: Vengo a este Fin de Semana porque estoy convencido de que eres Tú quien me llamas a servir en este apostolado. Te agradezco la gracia que significa trabajar en equipo con laicos, particularmente con matrimonios. No quiero rutinizarme en este apostolado. Te pido me des la gracia de llegar a las parejas con mucha sencillez, y la gracia de no robarme la película, sino dejar a los matrimonios el protagonismo. Espero lograr un afecto más grande hacia la Iglesia y aprender a ser siempre más delicado en mis juicios referentes a cada persona que colocas en mi camino. Quiero aprovechar bien las oportunidades de diálogo con uno de mis hermanos y ser abierto y sencillo con él. Esteban 107 Cartas a Jesús 82. Crea en mí un corazón adorador Jesús: Comienzo este día tomando conciencia de ser como delegado de tu Pueblo para entrar en Adoración y reconocerte como nuestro Señor. Dame tu Espíritu Santo para entrar en los sentimientos de tu Corazón, compartir tus anhelos de glorificar a Dios y liberar a cuantos sufren injusticia y aplastamiento. Crea en mí un corazón adorador. Tuyo soy. Esteban 108 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 83. Quiero morir consagrado a tu amor Señor Jesús: Tú has tocado mi vida muy especialmente el día que me llamaste por boca del Obispo al ministerio de presbítero, el día de mi ordenación. Sentí con gozo mi pequeñez y tuve un sentimiento de seguridad y confianza en lo que habría de venir a través de este ministerio, que siempre me ha quedado grande. Tú me has tocado; tu elección ha traído la fuerza de consagrar mi persona a lo tuyo, a tu persona. Estoy contento de haber podido decirte que sí. Me has ido formando un corazón capaz de pertenecerle a la gente y a sus necesidades, más allá de los logros. Me das ahora la energía para poner en tus manos mi persona con todas sus miserias. Quiero morir consagrado a tu amor. Plenamente conforme con todo lo que venga. Gracias, Señor. Esteban 109 Cartas a Jesús 84. Dame tu Espíritu para seguirte Amigo Jesús, «Este es el día en que actuó el Señor, sea Él nuestra alegría y nuestro gozo».36 Tú mismo afirmas que eres el día, quien camina de día no tropieza. Y Tú le has pedido al Padre que los que creemos en Ti, estemos contigo. Dame tu Espíritu Santo para desear ese día en que estaré contigo en tu luz. Ahora en la semi oscuridad de la vida de fe, dame tu Espíritu para seguirte sinceramente. ¿Cuáles son tus huellas para mí hoy? Ayúdame en esta adoración a buscarlas y a entusiasmar mi corazón para seguirlas. Amigo, Jesús, quiero ser de los tuyos hoy. Esteban 36 Cita de Salmo 118, 24. La Iglesia invita a orar con este salmo la muerte y la resurrección de Jesús. Él mismo es el Día del Señor. 110 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 85. Tú eres mi mejor amigo Señor y amigo Jesús: ¿Cuáles son mis más profundos anhelos al vivir la última etapa de mi vida? Ayúdame con la luz del Espíritu Santo a ser muy sincero y abierto contigo. Tú eres mi mejor amigo; y no quiero decirte sino mi verdad. Creo que mi más profundo anhelo es el de ser coherente con la fe que Tú me regalas. Más que vivir tantos y cuantos años más, mi gran anhelo es responder a tu invitación. En tu gran misericordia me has llevado poco a poco a comprender que lo central de todo es amarte, y responder en forma lo más gratuita posible a tu amor. Esa forma de amarte, comprendo que tiene que ser haciendo en detalle tu voluntad de cada día, dándote lo que puedo darte según mi capacidad concreta. Veo que debo mejorar mi servicio a los pobres. Tengo que estar más presente en la vida de las familias pobres, no sólo teniendo buena voluntad para los funerales; sino en esforzarme por visitarlos. Tomar conciencia de tu presencia entre los niños. Señor Jesús, ayúdame a no buscar mis intereses particulares, sino los tuyos. Esteban 111 Cartas a Jesús 86. Eres Tú el que me eliges Señor, «No me eligieron ustedes a mí; fui yo quien los elegí a ustedes».37 ¿Cómo me hacen sentir estas palabras de Jesús? Me llenan de seguridad. Si te hubiera elegido yo a Ti, a lo mejor estaría buscando quimeras e inventándome un dios a mi capricho. Eres Tú, Amor, Sabiduría, Poder, puesto al servicio de tu Misericordia, el que me eliges. Y yo sé, Señor, que tu elección no es interesada y utilitaria. Tu elección es creadora de abundancia gratuita: «he venido a traer la vida, y la vida en abundancia».38 Tu elección es Amor vivo, fuerte y transformante, ardiente, tierno, siempre más allá de lo esperado, amor que hiere para sanar, amor que hace crecer, amor unificante y comunicativo. Que yo te diga siempre sí, Señor, y haz lo que quieras. Te pido por mi hermano Jorge: que lo que hoy te responde en el gozo de tu llamado se torne amor fiel y humilde. Esteban 37 Cita de Juan 15, 16. 38 Cita de Juan 10, 10. 112 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 87. Me ayuda tanto saber que Tú no me dejas Jesús, Nunca podré olvidar el momento en que me encontré con el Evangelio de San Juan y los encuentros que siguieron contigo. Tenía 17 años. Esa palabra «dame de beber» y «supieras el don de 39 Dios» , me llegó con tanta fuerza y dulzura que me sentí seducido para siempre por tu invitación. Todos mis temores y vacilaciones respecto al camino a seguir se esfumaron. Fue un momento de gozo intenso y de decisión total. Durante tres meses ese gozo de tu cercanía me invadió la vida. Me sentí agradecido de mi juventud. Percibí que Tú me habías preservado y conducido para desembocar en esta entrega total. Te lo agradezco hoy, pues nunca he tenido dudas serias acerca de mi camino en la Vida Religiosa y Sacerdocio. En los momentos de flaqueza me ayuda tanto saber que Tú no me dejas. Tú cumples tu promesa. En ella también confío para el último trance. Esteban 39 Cita de Juan 4, 7 y 10. 113 Cartas a Jesús 88. A María, en el día de la Anunciación María, En el día de la Anunciación recibiste la Palabra. En ella el Hijo toma nuestra condición de criatura limitada, sujeta a la debilidad, oscuridad, muerte. María, tú eres la que recibe el primer impacto de este misterio que es amor radiante. Ayúdame a celebrar la hondura de este misterio: recibir en mí a Jesús, la Palabra; oírla, admirarla. El Verbo Encarnado es el mensaje que el Padre nos envía hoy a nosotros, Iglesia, humanidad. No permitas, Padre, que lo dejemos clavado en la indiferencia del Viernes. María, ayúdame a «escuchar». Esteban 114 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 89. Espero que me ayudes a tener paciencia Señor, Vine a este Fin de Semana obedeciendo a tu invitación, por responsabilidad. Pero yo sé que lo que siempre me trae es una gracia del Espíritu Santo. Espero que me ayudes a tener paciencia y a buscarte a Ti en estas parejas y en el equipo. Te quiero, Jesús. Tú eres mi hermano mayor que entregas también ahora tu vida por mí en todos los detalles de estas horas. Dame la gracia de ayudar a este hermano estudiante religioso, siendo abierto y sencillo. Esteban 115 Cartas a Jesús 90. Quiero entregarme a tu gracia de hoy Jesús, amigo y Señor: Hoy empiezo este día contento con la lectura de San Mateo. Me habla de Ti. Tú eres el Reino oculto entre nosotros.40 Te asomas mostrando misericordia como el Servidor, y nos enseñas a descubrirte en lo pequeño y oscuro de nuestra vida real. Hoy es día para buscarte. Quiero vivir en esta oscura presencia y darte gracias por la paz de cada minuto. Quiero entregarme a tu gracia de hoy. Tuyo, Esteban 40 Alusión a Mateo 13, 44. 116 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 91. Hacer la Voluntad del Padre Jesús, amigo y Señor: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?» 41 Tú dices que lo son aquellos que hacen la Voluntad del Padre. Hacer la Voluntad del Padre es el equivalente a la sangre, el factor que hace hijos y hermanos. ¡Que entrañable es para Ti, Jesús, ese hacer la Voluntad del Padre! Ciertamente no es a manera de cumplimiento, como lo hacen los fariseos. Es por comunión de espíritu, por elección libre nacida del amor. ¡Qué desafío para mí! Gracias, Señor. Esteban 41 Cita de Marcos 8, 33-35. 117 Cartas a Jesús 92. Quiero ante todo darte gracias Jesús, Esta mañana quiero ponerme en tu presencia para escucharte. Dame tu Espíritu Santo. Sin el Don, todo lo que pretenda ser oración es pura ilusión y cumplimiento. En este retiro deseo escucharte, anhelo simplemente acoger tu amor tan infinitamente gratuito. Quiero ante todo darte gracias como Pablo en su carta a la comunidad de los Tesalonicenses.42 Que tu Espíritu haga nacer en mí un verdadero sentimiento de gratitud. Me doy cuenta de que para mí es tan fácil hacer de una acción de gracias una especie de cumplimiento de una obligación moral... «tengo que»... Por el don de tu Espíritu, todo mi ser se vuelve gozosa acción de gracias. Ven, Espíritu Santo. Arranca de mí este corazón de piedra, este corazón mezquino y comerciante, y pon en mí un corazón de carne, un corazón que se deje tocar por tus maravillosas bondades regaladas. Tengo conciencia de estar tan cerca de mi muerte, desearía vivir el tiempo que me das para transformarlo en acción de gracias. Es un tiempo complementario. Me lo das para ensayarme en la alegría de la acción de gracias total en tu Hijo. Amén. Esteban 42 Alusión a textos de 1 Tesalonicenses 1, 2-3 y 2 Tesalonicenses 1, 3-4. 118 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 93. Me necesitas… Te necesito Señor, ¿Cómo me necesita tu Iglesia? Gracias por la pregunta, reconozco que ni siquiera me la he planteado; tal vez dejo de hacerlo por estimar, inconscientemente, que no me necesita tu Iglesia. En esa actitud más o menos consciente, veo con más claridad que sólo valoro el «hacer» y no tanto el «ser». Pienso: «La Iglesia no me necesita, pues todo lo que puedo hacer es muy poco, y cualquier otro puede hacerlo tanto o mejor que yo». En este sentido no le soy necesario a mi Iglesia, entonces mi juicio es de utilidad y no de Amor. Pero Tú, Señor, no eres interesado, el misterio de tu Iglesia está marcado por tu presencia: en ella lo importante es el ser, la relación de intimidad. El corazón de tu Iglesia es el Amor, es tu Corazón. A la luz de la fe, tu Iglesia, tu esposa, me necesita, yo tengo que entregarle mi persona entera y no sólo mis servicios. Aún más, mi servicio sin la entrega de mi persona no tiene sentido para ella. «Quédate con tu eficacia, dame tu corazón», me podría decir tu esposa, la Iglesia. «Necesito de ti, necesito que me ames siendo tú mismo, necesito que me des tu ancianidad, tus enfermedades, tu misma muerte, necesito de tu verdad íntima. Mi deseo es que entregues todo, especialmente tu pequeñez, tus limitaciones». «El hacer que puedes todavía, también dámelo, pero sin la angustia de quien se agarra a un tablón en un naufragio. Todavía quieres poner tu confianza en tus valores 119 Cartas a Jesús y en tus éxitos, te quiero a ti, no por tus cosas, sino por ti mismo». Señor, Tú me necesitas con la alegría del que no tiene nada sino tu Gracia. Tu Iglesia, mi comunidad, me necesita sereno, en paz, hombre de silencio y oración, me necesita fraterno, siendo el representante del valor, de la acogida para los demás. Para eso me quieres con tiempo dedicado a la casa y no súper ocupado. Ayúdame Tú a desnudarme de tantos afanes con que compenso y resisto al desnudamiento que me convidas. ¿Cómo te necesito yo? Necesito de tu Palabra; Jesús, que me evangelices, que crea que mi adhesión a Ti es Buena Noticia. Necesito ser amado, aceptado como soy, en el estado en que me encuentro. Necesito que mis hermanos me ayuden en mis decisiones, pues me doy cuenta de la fragilidad senil. No quiero llevar caprichosamente mi vida, sino hacer de ella un sacrificio verdadero, una «obediencia»... Te necesito enviándome constantemente tu Espíritu Santo que afiance mi Fe, que la ilumine, que la haga viva por el Amor. Necesito que tu Iglesia sea exigente conmigo, que no me deje en comodidades de viejo burgués. ¿Cómo me quieres más pobre? Siendo más transparente en cuanto al dinero recibido y regalado, siendo más austero en gastos personales (viajes, ropa, alimentos); pero, sobre todo, aceptando con alegría mis carencias interiores, mi pobreza en la oración, mi tipo de personalidad, que me hace poco profundo y algo superficial. ¿Cómo me quieres célibe? Cuidando la libertad del corazón. Preocupándome por amar siempre más a la gente, dando mi persona y no 120 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO sólo prestando servicios, tratando de ser afectuoso con todos y no sólo con los que me caen bien, aceptando con serenidad sentir como hombre, pero con claridad y nitidez en mi opción por Jesús y por el pueblo de Dios, siendo abierto y sencillo con mis hermanos en momentos difíciles para saber discernir con ellos, desapasionadamente. ¿Cómo ser más obediente? Dejándome trabajar por el Espíritu Santo para aceptar la muerte que se aproxima como una «obediencia», como parte de la tarea o misión. Quisiera obedecer a esta desnudez total, con serenidad y hasta con alegría, como venida de tu mano, aunque le tengo miedo. Amén. Esteban 121 Cartas a Jesús 94. A ti, Padre de Jesús y Padre mío Dios, Mi Padre, Tu Hijo me enseñó que eras mi Padre. Todo cambia en mi vida al saberlo con el corazón. Ya no tengo derecho a vivir mis fragilidades y proclamando mi soledad. Es tan grande ser tu hijo. Si yo fuera padre creo que querría a mi hijo como veo que tantos otros, ni mejores ni peores que yo, saben amarlos hasta desvivirse por ellos. Tanto más Tú, Padre, que les construyes nidos a los gorriones y les das cada día su alimento. Tu Hijo me enseñó que eras mi Padre y me lo enseñó en forma apasionada y desmedida, hasta morir por ello en la cruz. Es que Él, por ser el Hijo Eterno, el Primero y el Predilecto, sabe que tener a Dios como Padre y Madre es la suprema verdad. Pero yo, Padre, estaba ciego, a pesar de decirme cristiano; a pesar de llamarte Padre en el Catecismo y en el Padre Nuestro de cada día. Iba en la innumerable fila de los que tienen miedo a Dios, de los que arrastran el peso de los mandamientos, de los que se creen indignos esclavos del Rey Dios, de los que se sueltan de la mano divina porque creen que así son más libres y autónomos, o de los que se sienten justos por sus obras y desprecian a los demás, sin tener necesidad de tu Misericordia. Tu Hijo me enseñó que tus proyectos para mí no son los de una mamá dominante. Tú nunca has querido que yo sea un títere, un niñito demasiado bien educado, dispuesto a vestir con los colores escogidos por la mamá, dispuesto a 122 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO meterme dentro de pantalones prefabricados. Tu Hijo me enseñó que lo más gozoso de la vida era buscar tu Voluntad a partir de un amor de verdad, por los caminos únicos y libres de cada persona, y que lo más gozoso para Ti, Padre, era verme ser yo mismo, único, original, imagen tuya, y verme crecer a la manera del Hijo Mayor, Cristo Jesús, que me ha enseñado tu nombre. Padre, no tengo fuerzas de grande, ni tengo contextura de héroe, pero sé que Tú me amas como soy. Es tan hermoso ser tu hijo y ser tan pequeño, de tan pocos kilos, que Tú puedes levantarme hasta tus mejillas y colocarme en tus hombros, para verlo todo desde la altura de tus ojos. No, no quiero ser grande, sino tuyo; no quiero acumular muchos tesoros, sino ser «ligero de equipaje», menudo peregrino, sin mochila ni dos túnicas.43 Vamos, me dices, Padre, y yo te contesto: «vamos», contento, sin saber a dónde. Me basta estar contigo. Sé que Tú me das el Espíritu Santo que anima en plenitud a Jesús el Resucitado. Tu hijo, Esteban 43 Alusión a texto de Mateo 10, 9-10. 123 Cartas a Jesús 95. No me veo llevando una vida sin Ti Señor Jesús, amigo: Algunas veces, sin decírmelo a mí mismo, en mis actitudes, yo me identifico con los que encontraban dura tu palabra.44 Lo duro era aceptar una palabra que les sobrepasaba su comprensión. ¿Cómo aceptar que Jesús sea el alimento necesario, el que da vida? ¿Cómo es eso de comer su cuerpo? A mí me asalta, de pronto, la sombra de la duda. ¿Cómo dejar de lado realizaciones tan palpables, gozos, como el de tener su familia, su tiempo propio, su decisión arbitraria, frente a una vida que Tú regalas gratuitamente, pero que no se palpa? Pero, Señor, Tú me has sostenido siempre para no dar un paso atrás. ¡Yo no quiero dejarte! Tú me has seducido. Tú solo tienes palabras que dan vida. La experiencia de lo vano que es la ambición pasajera de placer, de egoísmo, de comodidad. Eso no satisface mi corazón. Apenas gustado, deja sabor amargo. En cambio tus palabras no son palabrerías. Son palabras confirmadas con tus sentimientos, tus actitudes y tus hechos. Lo importante para mí es tu corazón. Por ejemplo, Tú no me das reglas, sino que me muestras tu persona como camino: «Aprende de mí que soy manso y humilde».45 Tu palabra dice eso, tus sentimientos y actitudes me lo hacen sentir como «LA» verdad que da vida. Cuando siento la invitación o tentación a desertar del compromi44 Alusión a texto de Juan 6, 60. 45 Cita de Mateo 11, 29. 124 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO so religioso, apostólico, mirarte a Ti me hace humilde y paciente y me convida a ser perseverante. «Señor, ¿a quién iríamos?»46 Yo no me veo llevando una vida sin Ti. Yo no quiero dejarte. No quiero dejar ningún compromiso que represente tu voluntad. Ayúdame a discernir siempre tu querer y a no preferir mis caprichos. Te doy gracias por creer que Tú me has elegido. Es mi alegría desde ahora y desde siempre. Esteban 46 Cita de Juan 6, 68. 125 Cartas a Jesús 96. Soy tu obrero: es el sentido de mi vida Jesús, También ahora, los hombres aparecen abatidos y cansados como ovejas sin pastor. 47 Justamente esos «abatidos» son, sin embargo, la cosecha abundante que está necesitando operarios.48 Señor soy tu obrero. Es el sentido de mi vida. No sé cuánto me queda de futuro, pero eso no es lo que importa. ¿Cómo puedo ahora responder a la tarea de la cosecha? Te ofrezco este quehacer, sobre todo las muchas ocasiones de predicar que me estás ofreciendo. Quiero seguir tu consejo a los misioneros: despojarme de todo. No hay herramientas para el Reino, sólo hay la posibilidad de dejarte trabajar a Ti desde mi corazón. Deseo amarte con verdad y estar a tu entera disposición. Te agradezco la paz. Esteban 47 Alusión a texto de Marcos 6, 34. 48 Alusión a texto de Mateo 9, 37-38. 126 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 97. ¿Qué me pides en esta última etapa de mi vida? Señor Jesús, amigo y compañero de toda la vida, ¿Qué me pides en esta última etapa de mi vida? Quisiera plantearme con mucha verdad lo que creo me estás pidiendo Tú a través de la Iglesia, representada en mi comunidad religiosa y en la gente que forma mi pueblo. Sí, y me parece muy claro, que no se trata principalmente de actividades y obras, sino más bien de calidad de amor. Te pido tu Espíritu para discernir tu voluntad y los dones que me das para servir, asumiendo las limitaciones progresivas de la vejez. Creo que lo que primordialmente me pide tu esposa, la Iglesia, es que la ame en la forma que le prometí al comprometerme como religioso consagrado por los votos. Ese debe ser mi cuidado más delicado: ser un religioso consciente de su vocación de servicio. El mejor servicio está en mi ser, en la verdad de la realización de mi lugar en el Corazón del Señor. Esto significa luchar sin cansancio por vivir en espíritu de Adoración al Corazón de Jesús. Me pides redoblar mi fidelidad a la Adoración de media hora diaria. Preocuparme por prepararla, procurándome una selección personal de textos que me motiven a una oración más viva de fe. Me veo rutinario en este tiempo que te dedico diariamente. No basta la fidelidad de hacerlo todos los días. Necesito ahondar con más amor ese momento importante de cada día. El ser viejo y estar menos exigido por la acción me hacen ver que ésta es una manera especialmente oportuna para amarte mejor. Esteban 127 Cartas a Jesús 98. He venido para estar disponible Jesús, mi amigo y Señor, He venido para estar disponible a lo que el Señor me manda. Espero vivir esta experiencia en actitud de sencillez, abierto a recibir de las parejas, atento a descubrir tu rostro en ellas y deseoso de no buscar mi éxito. No quiero ser el héroe de la película. Deseo que tu presencia me sea fuertemente significativa. Mi respuesta me hace sentir confiado y en paz. Tuyo, Esteban 128 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 99. Te quiero como al mejor de mis amigos Jesús, mi amigo, No puedo dejar de decirte cuánto aprecio tu fidelidad y tu generosidad para conmigo. Desde mi niñez Tú has estado tan cercano a mí por la fe. Ciertamente esta cercanía tuya por la fe ha sido necesariamente oscura, en un aspecto; pero eso no ha sido lo principal de nuestra relación de amistad, cariño, obediencia. Lo principal ha sido el sentido de experiencia de Ti que ha ido creando en mí esta seguridad y confianza que no se pueden tener frente a «doctrinas» o «miedos» o «abstracciones de Dios». Siento una seguridad mayor que si estuvieras apretando mi mano. Jesús, yo creo en Ti. Qué lindo es poder decir de verdad «yo creo». Yo te creo a Ti y creo en Ti, en tu persona; que me amas, aceptas, purificas, perdonas, iluminas, guardas, alientas, guías, fortaleces, acompañas, consuelas, despiertas, estimulas, transformas, pacificas. Yo quisiera ser mucho más discípulo, compañero, miembro de tu comunidad, fiel, obediente, casto como Tú, valiente, auténtico y sincero, entero, generoso, amante, perdonador, compasivo, gustador de las cosas de tu Padre, tierno, fuerte, comprometido; exigente conmigo pero no tenso; bueno con todos pero no blando; sabio de tu ciencia pero no altivo; humilde pero no resignado con la injusticia. Eres grande y sencillo, Jesús. Te quiero como al mejor de mis amigos. Quiero que Tú seas el Señor de mi vida. 129 Cartas a Jesús Te la quiero entregar ahora enteramente a partir de la intención de mi corazón. Quiero dejarme penetrar de tu Espíritu; que hable para mí tus palabras y yo las pueda proclamar con mi vida y con mi acción. Pero Tú sabes cómo soy, amigo Jesús. Ando a empujones. Hoy te digo lo que ansío y mañana me sumerjo en mis intereses del momento. Tú sabes cómo me busco a mí mismo y pienso demasiado en mí, como si yo fuese lo importante, el centro de mi existencia y el núcleo de mi persona. Pero yo he decidido, y decido de nuevo, que lo seas Tú. Quiero seguirte, comulgar contigo, con tus intereses, los que has mostrado al desempeñarte con tanta entereza en la Misión que te es confiada por el Padre. Quiero hacer mía tu Misión, participar en ella en la medida total de las capacidades que me has dado. Pero, Señor, Tú sabes que en eso me viene la tentación de establecer récordes y de adornarme con méritos como buen fariseo que soy. Señor, no quiero obrar así. Ayúdame a reconocerme cuando obro como fariseo. Yo no quiero ser así. Me doy cuenta que te ofendo siéndolo; que no te dejo amarme en la forma de amistad que Tú has elegido; Tú, el único que conoce cómo Dios es Amor y que lo muestras en tu gran poder misericordioso. Abre estos duros terrones de mi tierra para que me penetre tu gratuita misericordia. Me río de mí cuando te veo a Ti. Qué pretensión tonta de mi parte andar preocupado, como si yo pudiese comprar de alguna manera tu amistad 130 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO adornándome con imágenes de mí mismo aumentadas y mejoradas por buenas obras. Tú no quieres ni imágenes ni caretas de mí. Tú me quieres a mí, a mí como soy, lleno de debilidades, oscuridades, balbuceos, graciosas pequeñeces, pecados reales, incongruencias, inconsecuencias, fragilidades fundamentales como el no ser dueño poseedor de la fe. Te amo, Señor, mi amigo. Quiero que este amor se me haga cada día más concreto y real en la persona de mis hermanos. Tú sabes, Señor que ahora me está viniendo como una pereza senil, un cansancio o desafecto por los más pobres, como si me aburriera de estar siempre para ellos, como si me estuviesen comiendo lo que me queda de vida, y yo quisiera comérmela yo en cosas y obras y acciones más realizadoras. Ayúdame a quererlos más, a querer a la Iglesia en sus pobres. Enséñame a aceptar pequeñeces ingratas como Tú aceptas las mías y me amas más allá del tope de mis errores y limitaciones. Que ame, Señor, que ame a la gente como es y no como yo quisiera que fuesen. Amén. Esteban 131 Cartas a Jesús 100. Puedo cantar «gracias a la vida» Amigo Jesús, Quiero conversar contigo lo de los motivos para seguir viviendo como sacerdote y religioso. Pienso que éste es un punto muy importante de hablar contigo. Siento deseos de vivir. Para mí la vida es buena. Puedo cantar «gracias a la vida». Siento muchas ganas de gozar con todo lo hermoso que tiene. Y creo que habitualmente estoy como ponderando en mi corazón el gusto bueno que hay, el saborcito de las personas y las cosas. Yo me siento feliz. Creo que he ido perdiendo cierto miedo o encogimiento. Antes yo me sentía algo temeroso de este mundo grande y ausente en el que me sentía obligado a abrirme paso y pensar en «mi» futuro; ahora creo que lo gozo porque lo encuentro pequeño comparado con la importancia de tu persona. Me siento en el mundo como un niño que juega en la playa aunque el mar esté tempestuoso. Gracias porque Tú estás en la tempestad y duermes.49 Yo sé que Tú estás aquí y que todo eso grande y ausente y, a veces cruel, cabe en el dominio de tu amor. Y Tú no necesitas despertar y aparecer. Tú vas en la barca y yo confío en Ti. Quiero vivir, me gusta la vida, me siento en un proceso de reconciliación con ella. 49 Alusión a texto de Marcos 4, 35-41. 132 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO Me parece que me estoy adaptando a ella como quien se entrena para vivir siempre. Te alabo y bendigo porque es verdad que podré vivir siempre en Ti. No entiendo cómo, no sé palabras de ese lenguaje en que se conjuga la Resurrección. Nadie conoce esa lengua. No importa. No puede ser importante saber cómo se vive siempre; me basta que sea así y que Tú seas el que «vive y reina por los siglos...» Me confío a tu palabra. Hago mío todo el significado que se me escapa de tu Resurrección. Tú vives y con eso yo también. Tu misión ahora me interesa y la forma que Tú y yo hemos escogido como camino para llevarla a cabo. Quiero vivir como religioso. Estoy convencido que me llamas a serlo siempre. Me siento comprometido con mi comunidad religiosa; la quiero; me siento bien integrado a ella; son mis hermanos y amigos, y la tarea de caminar juntos es interesante y buena para mí. En mi trabajo sacerdotal siento sin amargura que tengo que empezar la retirada. «Que yo disminuya, para que otros crezcan».50 Es linda la Iglesia de Santiago, me siento vivir en ella y la siento viva, interesante. Veo crecer a los laicos. Veo la respuesta generosa de tanta gente; por ejemplo, en Encuentro Matrimonial. Te doy gracias por la vida, Señor, y quisiera seguir viviendo, especialmente para trabajar por una Iglesia de los pobres. 50 Alusión a texto de Juan 3, 30. 133 Cartas a Jesús Ambiciono ver nacer en nuestro continente una fuerza organizada a partir de los pobres, de los trabajadores que transformen esta situación establecida de injusticia. Y es lindo contribuir con muy poco a esta tarea tan propia de tu Iglesia. Tu amigo, Esteban 134 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 101. Quiero decirte mi admiración Jesús, mi Amigo, «Siendo libre respecto de todos, me hice esclavo de todos para ganar al mayor número posible».51 Antes que Pablo y más que él, Tú, Jesús, viviste esta libertad que se pone al servicio de todos para «ganarlos». Libre respecto a todos. Es como el sello de tu personalidad, tal como la reflejan los Evangelios. Quiero decirte mi admiración. Para Ti, esa libertad profunda y total significó no sólo un don recibido del Padre, sino una tarea de toda tu vida. Te hiciste libre, y tiene que haberte costado conseguirlo en cada situación de tu historia personal y social. Cuando niño, preadolescente, perdido en el templo, me imagino que te costó discernir y escoger entre la oportunidad del signo de tu misión, y la forma habitual de comportarte como hijo frente a José y a María. Tenías que estar en las cosas del Padre y eso te liberaba de todo lo que pudiera detener tu misión.52 Lo mismo veo más tarde frente a tu familia: «Bienaventurados más bien los que oyen la palabra... esos son mi madre y mis hermanos».53 O cuando le dices a Pedro: «Apártate, Satanás».54 Con todo lo que lo quieres, sin embargo, lo apartas de tu camino, aunque ese camino va en dirección a la muerte. 51 52 53 54 Cita de 1 Corintios 9, 19. Alusión a texto de Lucas 2, 48-51. Alusión a dos expresiones de Jesús: Lucas 11, 28 y Lucas 8, 21. Cita de Marcos 8, 33. 135 Cartas a Jesús Te veo tan libre frente a los poderosos, tan libre frente a las costumbres legales, tan sin respetos humanos, tan libre frente a los humildes. Y qué grande aparece tu libertad siempre tan directamente integrada a tu amor. En Ti, yo veo que no te preocupas de conquistar libertades para tu provecho, sino que te haces libre amando derechamente al Padre y a los hombres. Por eso en Ti aparece tan en continuidad con el «hacerte esclavo».55 Jesús, amigo, admiro en Ti al gran Servidor de Dios. Es tan de adentro tu actitud de obediencia amorosa al Padre, a su Hora, a los «suyos» que son también «tuyos». ¡Qué lejos está de Ti esa actitud hepática de los que adoran al «Deber»! Tu actitud es cordial y no hepática. Cuántos temores tengo aún que vencer para ser libre con la libertad del hijo que Tú quieres de mí. Hazme comprender toda la libertad que puedo encontrar en arriesgarme totalmente a servir. Ayúdame a ser libre de mis encogimientos y faltas de coraje. Ayúdame a salir de mí. Gracias. Esteban 55 Alusión a Filipenses 2, 7. 136 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 102. ¡Soy barro en tus manos! Padre, Tú te diriges a mí. Siempre tomas la iniciativa, y lo que viene es siempre nuevo, una aventura. Ayúdame a abrirte la puerta. Me dices: «Te comunicaré un mensaje». Padre, qué bueno es ser barro en tus manos. El barro no tiene sentido, sino en las manos amorosas de su alfarero.56 El barro es cerámica cuando se deja moldear. ¡Soy barro en tus manos! Haz de mí lo que quieras. ¡Qué gozo poder confiarme y ser de nuevo lo que Tú quieras moldear! Quiero estar dispuesto a derribar mis seguridades, o a que Tú me las derribes. Has escogido este pedacito de greda. Gracias por tu elección. Quiero estar feliz de que haya sido gratuita. En tus manos. Tengo miedo de la enfermedad, de quedar «chocho». ¡En tus manos! También morir en tus manos. Como Jesús. Dejarme moldear y poner de mi parte todo para buscarte y discernir por dónde aprietas mi barro. Como Jesús. Su gozo en las crisis eras Tú, puramente Tú. Padre, ¡qué admirable eres! Te diriges a mí, pequeño barro. Me traes un mensaje: «Soy tu Padre y tú eres mi hijo». Tuyo soy. Esteban 56 Alusión a texto de Jeremías 18, 1-6. 137 Cartas a Jesús 103. Quiero en este día comunicar ternura Jesús, Vengo llegando de Asunción. Me he sentido tan rodeado de afecto por la familia donde alojé. Cómo quisiera creer profundamente que esa ternura es sacramento de la tuya. Cuántas atenciones y delicadezas de tu parte que por falta de atención o por falta de fe viva no logro aceptar. Qué buena noticia es saber que ésa, y mucho mayor, es la realidad de tu amistad, Señor. Quiero en este día, tratar de comunicar ternura a la gente más necesitada. Voy a rezar por aquel señor enfermo. Su familia está muy serena. Me evangelizan la fe. Señor, devuélveles Tú con tu bondad tanta maravilla de fe en tu Resurrección que ellos poseen con tanta fuerza y sencillez. Quiero orientar mi vida hacia Ti hoy en todos mis trajines. Tuyo. Afectísimo. Esteban 138 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 104. Te miro clavado en la cruz Jesús, amigo y Señor, Te miro clavado en la cruz. Tu entrega tan total me ilumina sobre la entrega a Ti, a que me convidas por mi vocación religiosa. Veo en Ti, maravillosamente realizados, los votos de entrega. Tu amor es por todos los hombres, pero esa abertura universal no es ideológica sino muy real. Tú amas a los más distantes, cuya distancia te hiere: «Padre, perdónales. No saben lo que están haciendo».57 Veo brillar ese amor de castidad que tiene las dos características intensamente humanas, de ser abierto sin limitación y ser intensamente real. Veo también que tu pobreza en la cruz no es sólo desnudez de bienes de la tierra, sino abnegación de Ti mismo, abandono total al Padre en la oscuridad y renuncia a todo apoyo si no es esa misma fe en el Padre. Y veo la obediencia: es una misión y un plan del Padre. Tuyo. Esteban 57 Cita de Lucas 23, 34. 139 Cartas a Jesús 105. Acógenos en tu sabiduría y bondad Señor Jesús: Tú quisiste vivir la experiencia profundamente humana de ser formado en el seno de una familia y de ser formador de otros en medio de un pueblo y su cultura. Acógenos hoy día en tu sabiduría y bondad para seguir creciendo en esta delicada misión de ser formadores, educadores, padres y madres en el Espíritu. Que las dificultades de la tarea no nos inhiba ni desanime. Que la belleza de la misión nos haga mirarte a Ti, Maestro y formador de discípulos, para agradecer la confianza que Dios ha puesto en nuestra colaboración como formadores. Que el espíritu de servicio, aprendido de Ti, sea el rasgo distintivo de nuestra comunidad educativa. Y, por último, que la perseverancia en la fe y en la esperanza, nos permita experimentar la alegría de ser fieles a tus designios, tal como lo fue María, la Madre, la formadora y, a la vez, la discípula tuya, Jesús. Esteban 140 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 106. He admirado tu manera de acompañar Señor y amigo Jesús: Muchas veces al leer el Evangelio he admirado tu manera de acompañar a los discípulos en esto de ser comunión y misión. Ahora Encuentro Matrimonial me ayuda a mirar a tu persona, en la que brillan tanto los valores que hemos reflexionado para el acompañante. Fuiste escuchante, acogedor, te internaste desde el corazón con cada uno, te preocupaste de que cada uno fuera creciendo en los dones diferentes, como los servidores a quienes el amo les confió talentos. Fuiste tan fiel con ellos, hasta morir por ellos. Sobre todo, los amaste y les abriste horizontes nuevos. Los ayudaste a amar al Padre y tuviste confianza con ellos: les diste responsabilidades muy queridas por Ti. Yo veo que una gran parte mi vida de sacerdote está dedicada a acompañar personas y comunidades. Yo creo que Tú me pides más fidelidad en los compromisos de tiempo. Veo que he defraudado a muchas personas que han comenzado a tener dirección espiritual y no he tomado con bastante seriedad los tiempos prefijados, con lo que los defraudé. Gracias por la ayuda que me das a través de estas parejas. Esteban 141 Cartas a Jesús 107. Quiero alejar de mí todo prejuicio Señor y amigo Jesús: Yo creo haber venido a este Fin de Semana Profundo con muy buena disposición de escucharte y con el deseo de ser muy honesto con Encuentro Matrimonial. Tú sabes, Señor, cuántos sentimientos de rechazo espontáneo me produce el empleo de lo que yo siento como presiones de tipo psicológico en la transmisión de tu Evangelio. He querido cuestionarme con serenidad y alejar de mí todo prejuicio. Descubro que hay algo bueno en mis recelos, y es que quiero para tu Iglesia lo mejor, lo más puro; y no quisiera ninguna actitud de fanatismo o de falsa seguridad en mis hermanos de Encuentro a quienes quiero mucho en Ti. Descubro también que mis rechazos inconscientes vienen de no querer aceptar la superioridad de otros medios culturales. Sé que no hay de parte de mis hermanos ricos ninguna mala voluntad, pero temo que, sin querer, imponen a los pobres su ritmo, sus conceptos e, inconsciente, su ideología. Así, yo me engrifo, recelo que Encuentro Matrimonial se torna una especie de masturbación espiritual de las parejas que empiezan a girar sobre sí mismas o, a lo más, al interior de la comunidad eclesial. Siento miedo de enajenar a las parejas de su realidad social. Me da la impresión de que en Encuentro Matrimonial no hemos aquilatado suficientemente la relación entre el amor conyugal y la estructura social deshumanizante. 142 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO ¿Cómo condiciona el amor humano la situación marginante o marginada? ¿Y la relación entre el amor humano y la Iglesia liberadora del hombre? ¿Cómo la «pequeña iglesia» tiene que ser Sacramento de lo que debe ser la Sociedad? Y los Sacramentos «hacen» lo que significan; no sólo lo representan. Esta inquietud he tratado de clarificarla. Me doy cuenta de que Encuentro Matrimonial de suyo no tiene por qué ser alienante. Depende de nuestra abertura a la misión de la Iglesia y al mundo. Ilumíname Señor. Esteban. 143 Cartas a Jesús 108. Te agradezco por ser mi pastor Señor y amigo Jesús: Antes que nada deseo agradecerte a Ti por ser mi pastor verdadero. Me reconozco en las ovejas que se alejan continuamente y se ponen a comer pasto de las orillas. Mis deseos están vivos: constantemente me estoy cansando según mis caprichos. Tú, Buen Pastor, me llamas constantemente con tus silbos amorosos: tu palabra en la Sagrada Escritura, la gente sencilla. Quiero ser ahora tu oveja fiel. Dame tu Santo Espíritu, que me abra los oídos y te escuche. Ven Pastor, tómame en tus brazos, que estoy expuesto a perder el sentido de mi vida. Señor, Tú me invitas a descansar en Ti. Me invitas a compartir tu relación. Esteban 144 ORACIÓN DE ABANDONO Y ENTREGA AL SERVICIO AL REINO 109. Mi deseo es seguir trabajando hasta el fin Señor y amigo Jesús. ¿Cuáles y cómo son mis sentimientos al estar privado del amor de pareja? Me parece que el vivir todo el tiempo empleado en servir a los demás tratando de hacer presente tu buena noticia, me causa ordinariamente un sentimiento de paz profunda y de gozo de estar en una aventura siempre nueva. A veces, sin embargo, siento la tristeza de la soledad y sólo me sostiene la decisión de un compromiso que tomé para siempre. Me siento así viviendo como un cheque firmado en blanco, y siento muy vivamente la tentación de mirar para atrás echando de menos todo aquello a lo que he renunciado. En esos momentos duros creo que he podido vivir mejor la oración y he vuelto a encontrar el aliento. Creo que el hecho de sentirme apoyado por otros en la Iglesia y la conciencia creciente de estar metido en tu misión, me dan seguridad y alegría. Mi deseo es seguir trabajando hasta el fin y me siento muy feliz. Gracias, Señor. Esteban 145