¿Quién fue Angellelli?

“La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia.” (MV 10)
Monseñor Enrique Angelelli, testigo de la Misericordia
“A
la huella, a la huella, huella
riojana. Qué señal de estos
tiempos, otro justo que matan.
A la huella, a la huella, huella
riojana. Qué señal de estos
tiempos, otro Cristo que matan.”
¿Quién fue?
Un hombre de Dios, profundamente
comprometido con Cristo y sus hermanos.
Un hombre de Dios que siguió el camino
trazado por la misericordia del Buen Pastor.
Un hombre de Dios que supo ser pastor con
“olor a oveja” en la cercanía y compasión
especialmente con los más desprotegidos
Un hombre de Dios que vivió y murió
dándolo todo por Cristo y sus hermanos.
Hijo de inmigrantes nace en Córdoba el 17 de julio
de 1923.
A los 15 años ingresa al Seminario Metropolitano
Nuestra Señora de Loreto.
Estando en 2do año de Teología es enviado a
Roma para continuar sus estudios.
En 1949 es ordenado sacerdote y continuará sus estudios en la Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma hasta obtener la Lic. en Derecho Canónico.
En 1952 se hizo cargo de la atención pastoral de la Capilla Cristo Obrero y fue
designado asesor de la JOC (Juventud Obrera Católica).
El 12 de diciembre de 1960 es designado obispo
titular de Listra y auxiliar de Córdoba por el papa
Juan XXIII.
El 12 de marzo de 1961 recibe la ordenación
episcopal en la catedral de Córdoba.
Participó en el Concilio Vaticano II.
El 24 de agosto de 1968, designado por Pablo VI, asume como obispo de La Rioja.
“Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os
persigan y os calumnien de cualquier modo por mi
causa. ¡Alegraos!”
Testimoniar a Cristo es la esencia de la Iglesia. Ser
perseguidos, ser mártires, dar la vida por Jesús es una de las
bienaventuranzas. El cristianismo no es una religión de “sólo
ideas, sino que somos un pueblo que sigue a Jesucristo y da
testimonio, quiere dar testimonio de Él.
Ya lo decían los Padres de la Iglesia: “ La sangre de los
mártires es semilla de los cristianos”, porque el testimonio
es siempre fecundo: lo es cuando tiene lugar en la vida
cotidiana, pero también cuando se vive en las dificultades o
cuando conduce incluso a la muerte.
Pero…. ¿Qué es un mártir?
La palabra griega “mártir” significa
testimonio. Para un cristiano el
camino va por las huellas del
testimonio de Jesús, un testimonio
que termina muchas veces con el
sacrificio de la propia vida. No se
comprende un cristiano que no sea
testigo y testimonio. La Iglesia es
fecunda y madre cuando da
testimonio de Jesucristo.
Pastor y mártir de nuestro tiempo
Mi vida fue como el cardón… sacudida por los vientos y agarrada a Ti,
Señor: vigía en noches de estrellas para susurrarle a cada hombre:
“Cuando la vida se esconde entre espinas, siempre florece una flor.”
(Enrique Angelelli)
• El 18 de julio fueron secuestrados, torturados y
asesinados los padres Gabriel Longueville y Carlos
Murias en Chamical. El 26 de ese mismo mes
ametrallaron en su puerta al laico Wenseslao
Pedernera.
• El 4 de agosto, mientras regresaba a la capital riojana,
luego del novenario de los sacerdotes en Chamical, a
la altura de Punta de los Llanos, Monseñor Enrique es
asesinado.
Tinkunaco Riojano
Ya se oyen galopes en la quebrada del cerro,
las cajas peregrinan una marcha de encuentro
y en Las Padercitas un fraile prepara la Pascua
para la raza india, americana y diaguita.
Un niño vestido con la carne nuestra
Es encuentro de cielo y de Mama tierra;
Los cerros le cantan con voces de estrellas
Y en La Quebrada, cuajada de flor,
una Luz se hace huella.
La caja diaguita cargada de penas
galopa en el tiempo cantando la chaya,
llenita de harina; llenita de albahaca,
con color de vino y coraje de guapa.
Ya son las doce con rumbos de encuentro,
los “Aillis” ya llegan en el filo del tiempo,
Y al Niño vestido con carne de pueblo
Lo adoran los “Alfereces” en la casa de
gobierno.
Incienso y silencio se queman en la calle
No es farsa… mito… recuerdo
Es mensaje con gritos de pena y esperanzas de
sangre…
Así reza la caja del “Inca” que de nuevo sale.
Enrique Angelelli – 18 de febrero de 1973
Porque el Santo lo espera con carne de pueblo,
La misma del Niño que viene de “Alcalde”
Y cuando la campana canta el Tinkunaco
grande La Rioja florece en historia, vida y
mensaje.