Ejemplo informe Q-PAD

Transcripción

Ejemplo informe Q-PAD
Cuestionario para la evaluación de
adolescentes.
Autores:
Informe: P.Santamaría
Solución informática: X. Minguijón
Diseño: R. Sánchez
Informe profesional
Q-PAD
PERFIL
Id: Caso ilustrativo
15 años
Edad:
Sexo:
Varón
Fecha de aplicación:
12/07/2016
Baremo: España, 14 - 16 años, varones
Responsable de la aplicación:
PD
Pc
Ins Insatisfacción corporal
15
77
Ans Ansiedad
27
88
Dep Depresión
15
68
Abu Abuso de sustancias
13
69
Int Problemas interpersonales
23
94
Fam Problemas familiares
28
99
Fut Incertidumbre sobre el futuro
26
85
PD
Pc
51
91
ESCALAS CLÍNICAS
ÍNDICE DE RIESGO PSICOSOCIAL
Rps Riesgo psicosocial
ESCALA DE BIENESTAR
Aut Autoestima y bienestar
Nota Pc: (percentil), escala ordinal.
PD
Pc
32
13
1
50
84
90
95
99
1
50
84
90
95
99
1
10
20
40 50 60
94
99
INTRODUCCIÓN
El Q-PAD es un cuestionario diseñado para proporcionar información clave sobre las posibles
áreas de problemas en los adolescentes. Para ello evalúa las dimensiones más importantes de
malestar (insatisfacción corporal, ansiedad, depresión, problemas en sus relaciones con los
demás, problemas familiares, abuso de sustancias e incertidumbre sobre el futuro),
proporcionando información sobre si existen problemas destacados en alguno de estos
aspectos así como un índice general de riesgo psicosocial y una escala de bienestar y
autoestima.
Con el objetivo de facilitar la interpretación de los resultados obtenidos por la persona
evaluada se ha generado este informe interpretativo automático. En él se incluyen las
principales hipótesis interpretativas que pueden derivarse de las puntuaciones obtenidas por
la persona evaluada en cada una de las escalas e índices de la prueba.
Antes de proceder a la lectura de este informe, debe tenerse en cuenta que este informe se
ha elaborado de forma automática en función de las respuestas dadas por la persona
evaluada al cuestionario y atendiendo exclusivamente a las puntuaciones más destacadas.
Su valoración e interpretación debe realizarse de forma conjunta con todos los datos
adicionales provenientes de otras fuentes de información. Ha de señalarse que en muchos
casos el significado otorgado a una determinada elevación en una escala deberá matizarse o
ajustarse en función de la información que disponga sobre la persona que está siendo
evaluada, incluyendo su historial, el comportamiento observado, el contexto específico de la
evaluación y otras fuentes de información alternativas. Este informe debe considerarse
meramente como una fuente más de información y de hipótesis interpretativas. Ninguna
decisión o diagnóstico deberá basarse aisladamente en la información aquí contenida.
Este informe tiene un carácter orientativo para los especialistas y no se debería mostrar a las
propias personas evaluadas ni a sus familiares.
Antes de proceder a la interpretación de los resultados, ha de señalarse que la persona
evaluada ha omitido sus respuestas a los siguientes ítems:
• 1. Me gusta mi cuerpo.
• 76. Desconfío de la mayoría de las personas.
• 80. Me da miedo discutir con mis padres.
Caso ilustrativo
El profesional deberá contrastar las posibles sugerencias interpretativas mencionadas en este
informe con el conjunto de información adicional disponible y determinar la idoneidad de
estas afirmaciones. Se requerirá del profesional la integración de toda la información para
hacer una interpretación más completa, todo ello, al objeto de lograr una evaluación lo más
ajustada posible. El profesional, como resultado de sus consideraciones, podrá adaptar,
añadir, cambiar o eliminar los contenidos de este informe según sus propios criterios
realizando así un informe definitivo, ajustado a la persona evaluada.
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Si lo estima oportuno, el profesional puede considerar interesante indagar con la persona
evaluada sobre el motivo de estas omisiones. La presencia de omisiones puede deberse a
simples distracciones, a una posible ansiedad excesiva a la hora de contestar a las preguntas,
a problemas de comprensión de los ítems, a dudas sobre si revelar determinados aspectos de
su persona, a una interpretación muy particular de los mismos o a un rechazo más general a
la prueba o a la evaluación.
ESCALAS CLÍNICAS
Las escalas clínicas reflejan medidas directas de los síntomas de cada uno de los constructos
clínicos evaluados. Por tanto, elevaciones en alguna de estas escalas indicarán que la persona
evaluada presenta dichos síntomas con una frecuencia o una intensidad superior a la mayoría
de las personas. A continuación se indican solo los nombres de aquellas escalas en las que la
persona evaluada ha obtenido una puntuación alta junto con una breve definición de la escala
y algunas posibles hipótesis interpretativas derivadas de las elevaciones encontradas y que se
basan en los síntomas o características que suelen estar asociados.
No obstante, ha de tenerse en cuenta que en muchos casos el significado otorgado a una
determinada elevación en una escala deberá matizarse o ajustarse en función de la
información que disponga sobre la persona que está siendo evaluada, incluyendo su historial,
el comportamiento observado, el contexto específico de la evaluación y otras fuentes de
información alternativas.
Ansiedad
La persona evaluada afirma experimentar ciertas preocupaciones y tensiones de forma
ligeramente más destacada que la mayoría de personas de su edad. Pueden estar presentes
también algunas manifestaciones a nivel fisiológico.
Problemas interpersonales
Los ítems de esta escala hacen referencia a conductas y actitudes en su mayor parte de
oposición, desconfianza o distanciamiento en las relaciones sociales (p. ej., "Hay mucha gente
que me enfada, me enoja o me irrita", "En general, suelo estar en desacuerdo con los demás",
"Estoy cansado o cansada de cómo me trata la gente", "Desconfío de la mayoría de las
personas"). Es importante destacar que esta escala NO evalúa problemas de ansiedad social o
de inhibición sino la experiencia de conflictos en sus relaciones con los demás, que son
percibidas por la persona evaluada como decepcionantes, conflictivas y frustrantes, lo que le
lleva a un cierto distanciamiento u oposición. Esto puede ser debido a un patrón de
Caso ilustrativo
Evalúa la presencia de manifestaciones subjetivas de ansiedad, tensión y preocupación tanto
a nivel cognitivo como emocional y fisiológico (p.ej., "Casi siempre estoy preocupado o
preocupada por algo", "A menudo me siento nervioso o nerviosa", "A menudo estoy tan
nervioso o nerviosa que puedo notar cómo me late el corazón con fuerza"). La elevación en
esta escala puede estar motivada por la presencia de problemas o conflictos a nivel físico,
escolar, familiar, con los compañeros o los amigos o con su propio desarrollo y aceptación de
sí mismo, entre otros. Por este motivo, los temas y objetos de preocupación y ansiedad
pueden ser diversos, entre los que cabe mencionar el rendimiento escolar, la relación con sus
compañeros y compañeras o con los adultos, las enfermedades, las relaciones en su casa...
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desconfianza, recelo o suspicacia, a un patrón más oposicionista o a un problema emocional
manifestado en forma de hostilidad hacia los demás.
La persona evaluada afirma estar insatisfecha y decepcionada en sus relaciones con los
demás. Parece presentar numerosas dificultades a la hora de mantener o empezar una
relación. Es probable que las perciba con cierta desconfianza y que aparezcan
enfrentamientos y conflictos en su desarrollo. Puede ser que le cueste ponerse en el lugar de
los otros.
La presencia de puntuaciones altas en esta escala puede ser relevante para el profesional por
tres razones. La primera, y más obvia, tiene que ver con las consecuencias negativas de la
presencia de relaciones sociales conflictivas, tales como la aparición de conductas de riesgo o
antisociales, la identificación con grupos conflictivos o las estrategias de afrontamiento no
adaptivas. La segunda razón está relacionada con las percepciones de las personas que
presentan este tipo de problemas, que suelen caracterizarse por una visión de desconfianza
hacia los demás así como por dificultades para ponerse en el lugar del otro y para gestionar
adecuadamente las emociones negativas. Este conjunto de percepciones y dificultades puede
representar la base para el desarrollo de conductas no adaptativas. En tercer lugar, este tipo
de conducta podría representar una manifestación enmascarada de rasgos depresivos y
ansiosos más o menos importantes, cuya causa podrá ser considerada por el profesional.
Este nivel de conflicto en sus relaciones cursa con niveles elevados de ansiedad que será
importante tener en cuenta.
Tal y como se comentará en el apartado relativo al Índice de riesgo psicosocial, junto a los
conflictos en sus relaciones con los demás están presenten ciertos indicadores de desajuste
psicosocial que será importante considerar.
Estos conflictos en sus relaciones interpersonales aparecen también junto con problemas en
sus relaciones familiares, tal y como se expondrá a continuación. Por este motivo, puede ser
conveniente que el profesional analice el ambiente familiar para determinar su posible
influencia y la hipotética presencia de posibles problemas educativos, psiquiátricos, de
consumo de sustancias, de abusos psicológicos o de exclusión social, así como valorar si existe
una función parental adecuada o de empatía.
Los ítems de esta escala hacen referencia a conflictos y experiencias de incomprensión
familiares, así como al nivel en que estos problemas afectan a su funcionamiento y
comportamiento (p. ej., "Mis padres me agobian", "Evito hablar con mis padres", "Procuro
pasar poco tiempo en mi casa porque siempre hay discusiones y peleas"). Casi siempre los
conflictos con la familia influyen en todas las conductas del adolescente.
La persona evaluada manifiesta sentirse insatisfecha e incómoda en su familia de manera
clara y persistente. Percibe que sus necesidades se ven ignoradas o descuidadas de manera
sistemática y todas sus vivencias están fuertemente condicionadas por la situación del núcleo
familiar. En estos casos es importante evaluar la presencia de conductas de riesgo,
identificación con grupos conflictivos, problemas con la autoridad, exclusión social, rasgos o
conductas antisociales o estrategias de afrontamiento no adaptativas derivadas o relacionadas
Caso ilustrativo
Problemas familiares
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con su situación familiar.
Incertidumbre sobre el futuro
Esta escala hace referencia a la indecisión y preocupación sobre su futuro escolar, académico
o laboral (p. ej., "Tengo muchas dudas sobre qué hacer en mi futuro", "Me preocupa no
conseguir encontrar una profesión que me interese"), que afectan a su bienestar y que
requieren de intervención y orientación. La presencia de problemas en este ámbito puede
estar relacionada con aspectos muy diversos tales como la dificultad de la persona evaluada
para recopilar la información necesaria para tomar decisiones, la existencia de dudas sobre
sus capacidades, un escaso conocimiento de sí mismo, una falta de actitud o aspiraciones,
una desconfianza generalizada hacia el sistema educativo o una percepción pesimista y
negativa.
La persona evaluada muestra algo más de indecisión y preocupación sobre su futuro escolar,
académico o profesional que la mayoría de sus compañeros. Podrían estar presentes algunos
síntomas de preocupación e inquietud que, no obstante, parecen afectar solo de forma
moderada a la vida diaria del adolescente. De acuerdo al resto de información disponible, el
profesional podrá determinar la conveniencia de intervenir para una orientación
personalizada.
A la hora de valorar este aspecto, es importante tener en cuenta el nivel de ansiedad
mostrado por la persona evaluada. Por este motivo, puede considerarse conveniente valorar
el grado en que la ansiedad o los procesos de rumiación pueden estar influyendo en su
incertidumbre sobre el futuro.
ÍNDICE DE RIESGO PSICOSOCIAL
La persona evaluada parece tener problemas importantes para controlar su impulsividad y
ajustarse a las reglas, las normas y las expectativas sociales, siendo frecuente que esté
implicada en conductas conflictivas. Tendrá serias dificultades para adaptarse
particularmente a los contextos más formales (p. ej., la escuela, la familia, los equipos
deportivos...) y puede tender a aislarse de su grupo de iguales. Puede ser conveniente
indagar en qué medida pueda estar vinculada a conductas antisociales o de riesgo o a su
relación con grupos que inciten a la ruptura de normas. Este desajuste social que parece
presentar ha de llamar la atención del profesional por las posibles implicaciones que tienen
para un desarrollo social y personal adecuado y una salud psicológica satisfactoria. Además,
es conveniente atender a estas puntuaciones para evitar la exclusión social o la identificación
del adolescente con estilos de vida, normas y conductas potencialmente dañinas.
Caso ilustrativo
Este índice evalúa el grado en que están presentes dificultades para adaptarse a las reglas
sociales, para saber controlar su comportamiento e inhibir las conductas que impliquen un
riesgo para su persona y para los demás. Incluye un conjunto de aspectos heterogéneos
(conductas peligrosas, conflictividad, problemas familiares, impulsividad, abuso de
sustancias, negatividad...) que en su conjunto sugieren un riesgo de desajuste psicosocial a su
entorno y a sus grupos de referencia y a las expectativas sociales. En síntesis, es un índice
que señala el riesgo que puede haber de una cierta desadaptación social a la que el
profesional debe atender.
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Este nivel de desajuste social o de riesgo psicosocial ha de relacionarse con las elevaciones
encontradas en el resto de escalas clínicas del Q-PAD y comentadas en apartados anteriores.
En cualquier caso, debido a que el Índice de riesgo psicosocial ha sido construido con un
criterio puramente empírico, las interpretaciones basadas en sus puntuaciones deben ser
formuladas con cautela y contrastadas con otras fuentes de información e instrumentos de
evaluación.
ESCALA AUTOESTIMA Y BIENESTAR
Esta escala proporciona una medida global y sintética del nivel de bienestar de la persona
evaluada. Evalúa su grado de satisfacción consigo misma, con su entorno y con su estado
físico (p. ej., "Me gusta cómo soy", "Confío en mi propia opinión a la hora de hacer las cosas",
"Me siento en forma").
Caso ilustrativo
La persona evaluada manifiesta una autoestima algo negativa. A menudo afirma estar
insatisfecha consigo misma y tener muy poca confianza en sus capacidades para resolver
problemas. Puede tender a evitar gran parte de los desafíos que se encuentra, a ser sensible
a las críticas y a los fracasos y a tener una necesidad marcada de los demás a los que pide
ayuda. Sus relaciones con los demás alternan fases positivas con momentos muy negativos.
Podría presentar quejas de tipo somático o problemas físicos. Ha de tenerse en cuenta que la
autoestima y el bienestar es probablemente uno de los aspectos que más puede condicionar
la vida del adolescente. Debido a que la persona evaluada parece tener una menor confianza
en sí misma, es posible que también sean bajas sus expectativas en una posible intervención
por lo que podrá requerir del profesional que sea especialmente sensible y atento a las
necesidades del adolescente y a sus ritmos.
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