el tango y el arte de bailar con el patriarcado
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el tango y el arte de bailar con el patriarcado
EL TANGO Y EL ARTE DE BAILAR CON EL PATRIARCADO Por Danièle Gilliot Entonces, ya que vamos a estar en la sombra, ¿Bailamos con ella?!!! La propuesta de la maestra Ana Silvia Serrano y del psiquiatra Federico Trossero es bajar la información atrapada en el inconsciente para aterrizarla a través del tango, y hacer subir las memorias y emociones bloqueadas en nuestro cuerpo para llevarlas a la luz de la consciencia. Este trabajo, es Obsidiana. He tenido la suerte de haber participado en 2 talleres con estos 2 grandes maestros, el primero en junio del 2015, « De convento a Milongas » y en junio de 2016 Tango y Arquetipos ». Ambos se dieron en un increíble lugar que es el Monasterio de Montserrat, en España. Un lugar que tiene mucha energía, y por lo tanto los procesos se viven más fuertes y más profundos, si es que estamos dispuestos a abrirlos. Suelo decir que 5 días en Montserrat equivalen a 4 años de trabajo personal. Es una gran oportunidad para el alma de sanarse y aunque sabía que me iba a doler, que me iba a abrir, que iba a sacar máscaras, sabía que iba a iluminar parte de la sombra personal y colectiva. Por lo general el baile me incomodaba, me costaba soltar el cuerpo, y mis únicas experiencias con él, eran acompañadas con alcohol en bares o discotecas. Es algo que me acomplejaba… no poder bailar, y hasta me daba envidia las mujeres que sabían mover su cuerpo y conectar con la música. Así que bailar tango para mí era algo que de verdad me ponía en una posición de inferioridad, de vergüenza , de miedo y pensé que no podría lograrlo, que no sabría hacerlo y me daba rabia de ser la peor bailarina…o sea muy poca autoestima. He sido por mucho tiempo un « garçon manqué » que significa mujer que debería haber nacido hombre y se comporta como tal. Siendo boxeadora, me sentía muy ruda. Se nota en mi forma de caminar. Me gustaba ser musculosa, fuerte. Había aprendido a pegar, a recibir golpes, a no bajar la guardia, a protegerme, a moverme rápido, a caer y a levantarme, quizás pegar a los hombres era DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN mi baile y me sentía cómoda. Por un lado me molestaba, pero por otro, gracias a esto pude tener el coraje de enfrentarme a mí misma y a todo el grupo terapéutico, porque sí tenía miedo a ser juzgada, a que se burlasen, o me rechazaran. El primer taller fue « De conventos a milongas », cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta que tod@s habían llevado sus trajes de monjas menos yo, porque pensaba…“Ana los traía!” En este momento sentí mucha vergüenza, y entre varias compañeras armaron mi traje, un vestido entero negro que lo cubría bien todo y un pañuelo grande para taparme la cara. Y así es como apareció la mujer musulmana, totalmente cubierta y solo se le veían los ojos. Esa misma noche no pude dormir, me despertaba a gritos, teniendo pesadillas, sentía presencias demoniacas y malvadas que me daban terror. Al otro día me puse el traje, se me cerró la garganta y deje de hablar. No podía hablar. La primera cosa que escuché es « pareces terrorista ». La mirada de los demás era muy difícil, se sentía entre odio y miedo. Podía conectarme con toda la tristeza e impotencia de estas mujeres que se tienen que tapar, que viven el rechazo toda su vida, por no poder ser libres y en esta religión que nos lleva a pensar que todos son terroristas. Cuando no tenía el hábito puesto, me sentía como monje budista y me quedaba meditando tranquila, no quería que nadie me hablara. Estaba en búsqueda de mi refugio. A mí nunca me gustó entrar en las iglesias, me sentía muy mal en ellas, le tenía miedo a los demonios y a veces sentía que los ángeles no estaban conmigo. Tenía la noción del bien y del mal muy marcada. Me di cuenta que siempre me refugiaba en una espiritualidad que estaba fuera de mí, que creía en un dios, hombre por supuesto, y que me podía castigar si pecaba. Que solía ser muy volada y me costaba aterrizar en la materia. Que esperaba que Dios, el padre, me podía dar el amor que necesitaba y que tenía que darlo a los demás, DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN que él me daba de comer, de vestir. Entendí que eso esperaba de mi papá en esta vida, que él fuera responsable de mí y yo necesitaba de su dinero para sobrevivir. Lo mismo me pasaba con mis parejas, siempre más viejos, siempre manteniéndome con su dinero. En este primer taller el trabajo con el arquetipo de la puta lo viví un poco como si fuera un macho, el que gana dinero a costa de las putas, las maquillaba para que estuvieran lindas para salir, cuidaba de sus gestos… Al bailar vestida de puta el cuerpo lo tenía muy rígido, cuando bailaba con el maestro me sentía más como una niña bailando con su papa. Además me daba celos que otras mujeres fueran más lindas que yo y que se acercaran al maestro. Aunque me sentía muy bien con el hábito, mi cuerpo hablaba distinto en el baile y siento que salió más la niña puta, que la puta. Al terminar el taller volví a Francia y esa noche me acosté con mi pareja y lo vi como mi padre, y lo disfrute, el sueño de acostarse con el padre se había realizado. Habrá sido también el deseo de la monja?! En el año que transcurrió a partir de este taller muchas cosas pasaron…. estuve conociendo capillas cerca de mi casa, busqué capillas en Francia de MIGUEL ARCANGEL y de María Magdalena, me reconcilié con las iglesias. Establecí mi consulta propia, me compré un auto nuevo, un lindo perrito, me permití tener cosas. Fui a un club libertino a bailar con el traje de puta y tener sexo con mi pareja. Se despertó mucho erotismo y fantasías sexuales. Un año donde trabajé mucho, gané más dinero que nunca, pero al final me cansé muchísimo y entré en depresión porque ya había dejado de pensar en mí. Un día llegó a consulta una mujer musulmana, ella no lograba tener otro hijo y alguien le comentó de mí y le hablé de la obsidiana. Ella me dijo « si esta piedra la hizo dios, entonces debe de ser buena » Sólo se llevó Omi, y cuando le expliqué cómo usarlo, me dijo que ella conocía a el Arcángel Miguel porque es parte de su religión. Y así me di cuenta que había sanado una parte de la monja y me sentí aliviada. DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN Este año tocaba el taller de “Tango y Arquetipos ». Estaba muy contenta de ir y tener la oportunidad de dar más luz a la sombra, ahora no me daba tanto miedo. Sabía que gracias a la meditación, podía conectar con mi verdadera esencia y no me iba a identificar con este sufrimiento y este dolor, sólo lo iba a ver, a escuchar y por último lo iba a abrazar. El primer día bailamos tango sin hábitos, noté que mi cuerpo aún estaba muy rígido y que me costaba mucho bailar. De nuevo me sentía incomoda, además estaban conmigo una argentina que tiene el tango en la sangre y una mexicana que baila divino!!! Empezamos con el arquetipo de la esclava, mi arquetipo favorito, siempre le he tenido mucho cariño, porque me ha enseñado mucho. El hábito lo había rajado como si me hubieron pegado latigazos y dibujé sangre con lápiz labial. Quería que se viera todo su dolor. Y bailamos tango. Nada que ver con las otras veces… Podía bailar, podía ser hombre o mujer, llevar o que me llevaran, me sentía femenina, me sentía maravillosa. Me sentí muy bien con mi cuerpo. Me di cuenta que la esclava era mi parte más femenina y me daba mucho placer este juego de avanzar, retroceder, de someterse y someter. Que ella me ayuda a ser sensual, receptiva, sensible, erótica, humilde, compasiva. …Sentí libertad. Lama Tenzin Rimpoche dice que podemos transformar el mundo sirviendo a los demás, que si logramos servir a los demás con compasión, humildad y sabiduría, entonces seremos libres. El servicio da libertad, esta, es una gran lección de la esclava. En la tarde nos tocó trabajar con la niña maltratada. Nos reímos mucho, bailamos, jugamos, de verdad la pasamos muy bien. En el baile me sentía cada vez más suelta y más cómoda. El maestro nos enseñaba pasos y era entretenido, ya no me importaba si no lo hacía bien, solo lo hacía y disfrutaba del momento. Me di cuenta lo importante que es no perder a la niña porque nos enseña la alegría de vivir, de disfrutar de cada momento, de no preocuparse por DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN nada y no tomar las cosas tan en serio. Estaba feliz bailando con las chicas y con el maestro, era como que al fin podía bailar con mi padre. Cuando hablábamos de la niña salían temas aún dolorosos y muestra en dónde podemos seguir trabajando. Se empezó a abrir el tema del lesbianismo en este momento porque sentía cosas por las chicas. Ahora sé que poco a poco podré complacer a esta niña con otras mujeres. Todos los días íbamos a meditar temprano a la capilla de San Miguel donde recibíamos grandes enseñanzas de la Virgen negra de Montserrat. Me puse un vestido casual y lo primero que me dijeron es « vas en entrar así en la iglesia? » o « ah! ya te pusiste el vestido de puta ? ». Y estaba tan contenta porque no me importaba nada de lo que podía pensar la gente, yo me sentía guapa, quería ponerme un lindo vestido y si podía hacer girar algunas cabezas, mejor!!! Este día es el que más esperaba! El día de la Puta por fin! Con el baile estábamos ya todas bien conectadas con el tango, como que al avanzar con los arquetipos nos sentíamos más livianas y el baile se hacía más fluido. Esta vez no sentía celos por las chicas ni veía a Federico como mi padre. Me reía, bailaba, me gustaba tocar la piel, sentir el cuerpo que estaba enfrente mío. Al hablar de la puta me daba cuenta que me costaba tomar una decisión entre estar soltera o en pareja, y tenía mucha dualidad en varios aspectos de mi vida. Hasta que Ana y Federico me preguntaron: que quieres realmente? Y la verdad esta gran pregunta que les hago siempre a mis pacientes me costaba contestarla. Al principio les dije que no sabía, y que era normal no saber y ser indecisa porque pensaba que las mujeres eran así. Me trataba de justificar. Ana me dijo esto no es verdad, la puta sabe lo que quiere. Y en verdad sabía lo que quería pero no tenía la valentía de admitirlo. Yo quiero brillar, ser famosa, tener dinero vivir de lujos, viajar por todo el mundo para dar seminarios y talleres, quiero dormir en hoteles caros y ser siempre complacida en el plano sexual. No me interesan los niños porque lo más importante para mí, es mi libertad, es ser responsable de mí y de nadie más. Tema complicado porque el trabajo y el camino que elegí es el de la sanación y a veces me confundía si el paciente era paciente o cliente. Pensando que la única manera para mí de ganar más dinero sería dando masajes eróticos, pero para DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN esto no sería posible estando en pareja. Siempre ha sido mi tema, elegir entre la libertad y el amor. La verdad es que hoy me gusta mucho estar en pareja y compartir mucho amor, aprender de él y con él, amar su lado de luz y su lado oscuro, tener una intimidad en todo los niveles, poderme mostrar tal como soy, hablar de mis sueños, fantasías, miedos, romper tabúes con la sexualidad, mostrar todas mis emociones, mi fragilidad y mi fuerza, poder ser esta mujer libre pero creciendo junto a un hombre. Solo falta que se rompa la barrera del poseer y poder acostarme con él o la que quiero cuando quiero y también darle a él esta posibilidad sin sentir celos o pensar que se acabó el amor. El maestro me hizo darme cuenta de que yo solo esperaba de algo exterior para nutrirme, el dinero, el lujo, los viajes, los hombres, el sexo, porque en verdad yo estaba vacía, no sabía quién era y tenía que aprender a conocerme, a ser yo, porque en el fondo me desvalorizaba mucho. Esto fue muy duro de escuchar y entendí que al final si no estoy detrás de un arquetipo quién soy yo? Estoy dependiendo del patriarcado para vivir porque si no, no existo. Y así es que a mis 32 años me toca empezar a vivir mi propia vida, a construirme como yo lo quiero, a ser yo y desarrollar personalidad propia. Y fue después de esta revelación que entramos en contacto con la madre siniestra. Vestida de bata y pantuflas, con rulos en el pelo y un cigarro en mano. Vacía, me sentía vacía, sin nada de energía, deprimida, no dejaba de criticar a los demás y de ser mala. La gente me desesperaba. No quería bailar. Todos tenían la culpa de mi fracaso y nadie merecía ser feliz. Me sentía incapaz de sonreír. Aceptaba mi vida podrida y nada ni nadie iba a cambiar esto. No tenía ningún tipo de sensación en mi cuerpo, ningún tipo de emoción, ninguna expresión en mi cara. No podía sentir. Mi corazón estaba lleno de humo. Sentía que me habían sacado el útero. Estuve a punto de no bailar porque de verdad no tenía ganas de nada. Pero otra madre siniestra insistió y me dejé convencer para que después me dejara tranquila. Cuando empezamos sentía que tragaba toda la energía de la otra persona. Me sentía débil y cansada. Y poco a poco me fui soltando y bailé, recordaba cómo mover mi cuerpo y bailamos tango. Al hablar de DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN mi experiencia como madre siniestra de nuevo salía mucha tristeza por no poder salir de ahí, de no querer ser la madre siniestra. Mucho odio en contra de ella. Apareció nuevamente el tema de no valorizarme y de la poca autoestima, porque así actúa el patriarcado, desvaloriza a la mujer y la desconecta de su sentir. Creando así una mujer robot que vive como la sociedad lo dice, que se deja manipular por este sistema patriarcal, que educa a sus hijos para que también sean siniestros. Qué difícil darse cuenta de que estaba totalmente sometida por el patriarcado. Me dolió mucho. Trabajar, comer, hacer el amor sólo si hay tiempo y energía, cuidar de los niños y del marido y no respetar los ciclos como mujer. Ser la mejor, la más bella, la más fuerte, la mejor mujer, la mejor madre, la mejor amante, la mejor terapeuta. Al fin podía ver claro cómo era la madre siniestra y cómo me manipuló con la culpa y los prejuicios. Porque yo la dejé, porque dejé de conectar con mi alma y ahora lo reconozco. Así que voy a dejar de juzgarme, de criticarme, de culparme y de ser mala conmigo. DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN El último baile ha sido de lo más increíble. Ya no habían hábitos, y como un bebé que ve el mundo por primera vez estaba naciendo en el baile, descubriendo por primera vez mi cuerpo, los movimientos, sintiendo mi cuerpo y el del otro, por primera vez era YO. En el otro vi cómo el corazón se ablandaba y que éramos 2 almas bailando juntas creando una sola y misma persona. Ya no había dualidad estábamos conectados. Estos talleres me han ayudado a abrir los ojos y dejar de negar varias partes de mí. La pequeña voz interior estaba hablando. Todo lo que pensaba y que no decía, salía. Es un espacio de sanación en donde cada persona representa una parte tuya vista en una pantalla grande. Como lo dice Ana Silvia todo lo que uno piensa se proyecta en el otro y así es. El sentir se vuelve dichoso, se agradece estar viva y poder vivir todas estas experiencias y emociones. Y se prepara a una muerte con mucho menos peso. Reconociendo nuestra sombra se reconoce nuestra luz. Se aprende a vivir cada instante como si fuera el último. Porque todo esto no es más que un sueño, todo este sufrimiento solo está en nuestra mente. Participar en estos tipos de talleres es una real bendición, el poder compartir con tod@s es muy dichoso, cada momento fue muy sanador y grato. Estoy muy agradecida por haber podido compartir con grandes terapeutas en un lugar tan poderoso como Montserrat. Es terapia de obsidiana poder 10. Y como terapeuta he aprendido muchísimo, me ayuda a comprenderme a mí, y también a las demás personas. Me ha dado más confianza en mí misma. El tango es una bellísima forma de sanación y aprendizaje porque estamos bailando con nuestra sombra, no estamos luchando contra ella. La sacamos a bailar, la abrazamos, la sentimos en nuestro cuerpo, la sentimos en nuestras emociones, las memorias salen de ella. Si no podemos salir del patriarcado mejor bailamos con él! DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN Hoy soy una nueva persona y puedo vivir mi vida dejando de culpar a todo los arquetipos, agradeciéndoles porque me ayudan a comprenderme mejor y a conectar con mi cuerpo y mis emociones porque a eso vine a la tierra, a experimentar y a sentir. Me quedo con el hábito de la esclava, de la niña maltratada y de la puta con mucho gusto y ya tiré a la basura el hábito de la madre siniestra. Chao! Hace poco alguien me dijo que si hay tanta oscuridad, es sólo porque la luz está muy fuerte. Mientras más fuerte es la luz del sol más oscura es la sombra de la nube. Mientras más profundo entramos en la sombra más fuerte será la luz nuestra conciencia. Danièle Gilliot (Franco-Chilena),Terapeuta Holística especializada en masaje de tejido profundo y sanaciones con colores, elementos y sonidos - Masajista del Deporte y del Bienestar – Terapeuta en Geometrías de Obsidiana y en Masaje Kundalini – Cristaloterapia - Consejera en Flores de Bach - Consultora en Numerología Humanista – Sanaciones de casas - Guía de Círculos de Mujeres y de talleres de sanación. www.danielegilliot.com DERECHOS RESERVADOS PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN