ACTITUD 50pro, SUERTE Y SENECTUD
Transcripción
ACTITUD 50pro, SUERTE Y SENECTUD
ACTITUD 50pro, SUERTE Y SENECTUD Desde que un grupo de profesionales decidimos crear este nuevo movimiento PROFESIONAL 50pro, estamos cada vez más contentos de ver que la actitud que propugnamos, ocupa una posición nueva en nuestra sociedad, y es muy distinta de lo que existe hasta el momento. Como una palpable demostración de esta afirmación, he decidido desarrollar este documento, basándome en dos excelentes escritos que han aparecido en el día de hoy en dos prestigiosos soportes: LA VIDA Y LA EDAD LONGEVA por Jose Manuel Otero Lastres en periódico ABC. EL TALENTO Y EL ESFUERZO SON CONDICIONES NECESARIAS, AUNQUE NO SUFICIENTES por Daniel Sanchez Reina en LinkedIn En cuanto al primero de ellos, se afirma que hay cuatro periodos en la vida: infancia-adolescencia, juventud, adultez y senectud. Por lo que creo que las personas de 50 o más años, que corresponden a nuestro colectivo, estarían a caballo entre las dos últimas, y claramente en la última. El autor, asocia esta fase de la vida con palabras tales como: lamentaciones, intransigencia, quejas de todo, resignación y, como mucho, actitud para disfrutar lo que nos ofrezca la vida. Lamento decir que no estoy en absoluto de acuerdo con nada de lo que aquí se dice, ya que entiendo que esta etapa es la elegida para seleccionar proyectos, aportar nuestra experiencia, aprovechar nuestros contactos y amigos, saber aportar paciencia y reflexión, sin perder capacidad de emprender por si mismo o en colaboración con otros. Nos quedan 35 años de vida para seguir haciendo, somos una nueva juventud!!! En el segundo artículo, se mencionan los elementos indispensables para conseguir el éxito y la realización: talento, esfuerzo y suerte. Personalmente estoy más de acuerdo con este último pero haría algunas precisiones. No es lo mismo el éxito que la realización. La palabra éxito se debe más al reconocimiento de las personas que te rodean, mientras la realización es una cuestión personal y subjetiva. Ambas circunstancias pueden darse perfectamente separadas. Es más, buscar el éxito puede llevarte, algunas veces, a tratar de conseguirlo a toda costa, incluso en contra de tus convicciones personales más profundas, traicionando una amistad, pisando por encima de otros o mintiendo y engañando por aquello de “en la guerra todo vale”. Mi aportación neta a estas argumentaciones es la siguiente: La mujer, y el hombre, lo son hasta el último día de su vida y la naturaleza, que es sabia, va compensando las destrezas y habilidades que se pierden con otras nuevas. El PROFESIONAL 50pro, puede haber pedido parte de su fuerza física, su agilidad de movimientos y su capacidad para utilizar al 100% los nuevos conocimientos – por ejemplo informáticos – que la rápida evolución de la ciencia nos impone en estos tiempos. Pero, simultáneamente, ha ido adquiriendo conocimiento de sí mismo, de lo que sabe o de lo que necesita pedir ayuda. Gente, conocidos y amigos, en los que puede descansar para pedir ayuda y para fiarse de sus consejos. Tiene más paciencia para esperar que las cosas sucedan y no abortar buenos proyectos por el deseo de que se traduzcan en éxitos inmediatos. Más y más experiencia, lo que le permite evita errores de los que aprendió al haberlos cometido o ver a otros que los cometieron. Y tantas otras cualidades que, como ha ocurrido en todas las civilizaciones menos en la nuestra – que así va – han estimado en mucho sus Consejos de Sabios o Ancianos, incluso cuando la fuerza para acudir a las guerras o defenderse de los enemigos, daba una clara importancia al joven y su faceta física. En todo caso es clara una conclusión, nada garantiza poder conseguir lo que uno quiere, hay un factor que está fuera de nuestro control y que debemos tener en cuenta para no desesperarnos o no prometer a nadie lo que no podemos hacer. Este factor unos lo denominarán suerte, otros azar, otros la conjunción de los astros, otros los dioses y otros la providencia. En todos los casos, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano hacer, manteniendo nuestros valores y principios, y aceptando que pueden no salir las cosas como queremos, ¡¡¡pero sin dejar de intentarlo siempre!!!