Untitled - Ayuntamiento de Talavera de la Reina

Transcripción

Untitled - Ayuntamiento de Talavera de la Reina
Programa
PRELUDIO (1876)
LE VILLI (1884)
Se come voi piccina [Ana María Sánchez]
EDGAR (1889)
Addio, mio dolce amore [Elisabete Matos]
MANON LESCAUT (1893)
Sola, perduta, abbandonata [Elisabete Matos]
LA BOHEME (1896)
Donde lieta uscì [Ana María Sánchez]
Vals de Musetta [Elena de la Merced ]
TOSCA (1900)
Vissi d’arte [Ana María Sánchez]
MADAMA BUTTERFLY (1904)
Tu, tu, piccolo iddio [Elisabete Matos]]
Un bel dì vedremo [Ana M. Sánchez]
LA FANCIULLA DEL WEST (1910)
Laggiú nel soledad [Elisabete Matos]
LA RONDINE (1917)
Il Sogno di Doretta [Elena de la Merced ]
IL TABARRO (1918)
E ben altro il mio sogno [Elisabete Matos]
GIANNI SCHICCHI (1918)
O mio babbino caro [Elena De La Merced]
TURANDOT (1926)
Tu che di gel sei cinta [Ana María Sánchez]
In questa reggia [Elisabete Matos]
Las mujeres de Puccini
Amar se expresa cantando
L
a figura de la mujer, siempre protagonista
irremplazable de cualquier espectáculo
operístico que de tal se apreciara, adquirió una especial importancia a finales del siglo
XIX extendiéndose hasta bien entrado el XX, en
consonancia o como consecuencia del importante
papel que estaba adquiriendo en la sociedad. No
es casual, que los tres principales compositores
del momento dieran constancia de esa valoración,
reflejada directamente en el detalle de titular con
nombre femenino la mayoría de sus obras, incluidas a veces las mejores del respectivo catálogo.
Jules Massenet, en Francia, daba a 18 de sus obras
el nombre de su protagonista, entre ellas a la más
popular, Manon; Richard Strauss en Alemania, lo
hacía con 9, incluyendo a las muy decisivas Elektra, Salomé, Arabella o Ariadna; y, en Italia, 8 de
las 12 óperas del catálogo pucciniano llevan la onomástica o aluden a su principal figura femenina.
Esta relevancia mujeril la capitaliza en Puccini exclusivamente la soprano. Las mezzosopranos que en los cosmos rossiniano, donizettiano
o verdiano, no tanto en el belliniano, adquieren
una enorme relevancia, en la distribución vocal
de las óperas puccinianas tienen, pese a alguna
importancia circunstancial (La Frugola en Il tabarro, por ejemplo), un papel entre secundario
o marginal. Se exceptúan Tigrana en Edgar (la
ópera pucciniana menos pucciniana), Suzuki en
Madama Butterfly o la Tía Princesa en Suor An-
gelica, por lo demás bastante menos decisivas en
la acción que la soprano titular a la que sirven
de apoyo o contrapeso. En consecuencia, a nadie
se le ocurre definir a cualquier mezzosoprano
como pucciniana cuando sí se suele homenajear
a muchas sopranos tildándolas de tal halagüeña
característica.
La soprano lírica es la base, el centro de la
vocalidad femenina pucciniana. Este centro está
limitado por dos extremos, un papel destinado
a una soprano decididamente dramática (Turandot) y dos líricas más livianas o tendentes a
ligeras (Musetta de La bohème y Lisette de La
Rondine). Pueden ser consideradas líricas puras, aunque vivan finalmente situaciones bien
intensas, por orden de aparición: Anna, Fidelia,
Mimì, Cio-Cio-San, Magda, Angelica, Lauretta
y Liù. Otras sopranos líricas de base, dadas las
circunstancias que han de soportar en los desarrollos o situaciones a sobrellevar, derivan o se
les aporta un componente spinto que las llenan
de imprevistas exigencias de mayor complejidad psicológica (Manon Lescaut) o dramática:
Tosca, Giorgetta, Minnie. Puccini, sexto hijo de
cinco hermanas, se crió entre mujeres con su
madre haciendo las funciones propias y las de
un padre muerto prematuramente. Es un dato
a considerar.
Son mujeres que aman intensamente, a la
manera romántica hasta el sacrifico, pero Puc-
Notas al programa
cini aleja a sus “chicas” de la heroína wagneriana, la cual es concebida como reparadoras de
entuertos masculinos: el varón puede cometer
impunemente sus fechorías, puesto que siempre
habrá una mujer que se sacrifique por él, redimiéndole ante el mundo, la moral y las buenas
costumbres. Femeninas y seductoras, muy orgullosas de su condición de mujer y con las armas
en ristre tradicionalmente asociadas a la feminidad nos parecen siempre las mujeres puccinianas. Pero también, pese a su ineludible y diversa dependencia hacia el varón son muchachas
siempre jóvenes, fuertes dentro de su aparente
fragilidad y que mantienen ciertos aires de autonomía y libertad de costumbres.
Liù es una excepción si la comparamos con
Mimì o Manon, hembras de enorme libertad o
autonomía personal, pero no tanto si pensamos
(puede ello ser aconsejable) que ella y Turandot
son los dos costados de la misma mujer que existe en la mente de Calaf. Además Liù, una esclava,
realiza el acto de liberalidad más significativo que
puede hacer un ser humano: quitarse la vida.
Exigentes también con el varón, tal como
ya aparece en Anna que se levanta de la tumba,
como muy buena Willi que es ella, para vengarse
del hombre que la traicionó. Fidelia y Tigrana,
un poco los gérmenes respectivos de Liù y Turandot, están demasiado apegadas a la problemática sentimental de un pasado que ya resulta
bastante ajeno a la época y a la sensibilidad pucciniana. Sin embargo, en Fidelia aparecen de
improviso rasgos que la equiparan a heroínas
inmediatas o futuras, cuando Puccini le enco-
mienda Addio, mio dolce amor que tan bien nos
cantaron Raina Kabaivanska y Renata Scotto.
Dos cantantes puccinianas de pro, que igualmente lucieron su arte interpretando Se come voi
piccina io fossi de la sufrida Anna, la primera aria
femenina de marca auténticamente referible al
compositor luqués.
La galería femenina pucciniana es bien completa y comienza en sentido estricto con Manon
Lescaut, la cual como Butterfly evoluciona ante
nuestros ojos y oídos según avanza la obra. Además de todas las cualidades que adornan a la mujer pucciniana (feminidad, encanto, seducción,
etc.), añade la de un amor al lujo, a la vida buena
que puede sumarse a un sentido más práctico,
menos romántico, de la existencia. Sentimiento que comparte tangencialmente con las dos
protagonistas de La bohème, Mimì y Musetta.
Las dos saben cómo conquistar (o recuperar)
al hombre que les interesa, utilizando sus armas
de seducción. Y Mimì prefiere morir al lado de
Rodolfo, en lugar de hacerlo junto a su último
amante rico, donde sin duda estaría mejor atendida.
Tosca añade una cualidad que la hace superior a sus compañeras, digamos que es más épica: por amor llega al asesinato, tal es la pasión
que en ella despierta su amante, el revolucionario pintor con quien comparte bien pocas ideas
políticas o sociales. Si Scarpia no se hubiera inmiscuido en su camino no sé sabe hasta qué punto esa relación pudiera tener un sólido futuro,
dados los enfermizos celos de Tosca y el escaso
entusiasmo sentimental que parece demostrar
Las mujeres de Puccini
Cavaradossi, más preocupado por actividades
más elevadas que las amatorias.
Cio-Cio-San sabe seducir, aunque sea un
poco inconscientemente, al marino Pinkerton
curtido indudablemente en multitud de aventuras amorosas dada su profesión. Luego dedica
una fidelidad casi enfermiza a esta relación y
ante la realidad de ver cómo su mundo se cae
hecho añicos no duda en quitarse de en medio.
No hay duda que es la heroína pucciniana más
entregada a su pasión, capaz de renunciar a la
vida regalada que le asegura el rico Yamadori.
Total devoción sin duda, pero eso sí dejando finalmente a Pinkerton con la carga del hijo y, aún
peor, con la de la culpa por su conducta veleidosa e inconsciente. Por no hablar de los traumas
que pueden venirle al niño en el futuro.
Minnie suma al encanto tan femenino de sus
predecesoras una cualidad más: el de una líder
que vive en un mundo de hombres que ella maneja con mano de seda pero bien dura. Es una
muchacha muy romántica, pues así lo confiesa a Johnson con su afición a las novelas rosas.
Aporta aquel insinuado componente novedoso:
en medio de tantos rudos y necesitados mineros
con los que se ve a diario, como algo casi milagroso, conserva su virginidad, la que destina al
hombre al que bese por vez primera y con el que
formará el modelo de familia que le aportaron
sus padres. Así se lo dice bien claro a un, imaginamos, sorprendido Johnson en el magnífico
soliloquio Lassù nel Soledad, que tan bien nos
trasmite Magda Olivero en cualquiera de las interpretaciones en vivo que dejó de la ópera. Es
una pobre y sencilla muchacha, pero astuta y
desprejuiciada, pues para conseguir sus propósitos es capaz de engañar, de hacer trampas en el
juego, utilizando como era de esperar otra de las
mejores armas femeninas, la fragilidad.
Magda de La Rondine añade un componente
más a la psicología de las heroínas puccinianas:
una cierta dosis de cinismo. Demi-mondaine parisina vive de los hombres, como la verdiana Violetta Valéry de la que parece un trasunto, pero
mucho más realista que ella, ya que finalmente
convence a su joven enamorado Ruggero del escaso futuro, la poca viabilidad de su pasión, separándose sin aspavientos ni rencores para que
cada uno viva su vida. Esta filosofía de Magda
parece desprenderse, entre líneas, de la bellísima canción que canta a dúo con Prunier nada
más iniciarse la obra y que se ha convertido con
justicia en la página más conocida de esta partitura, Chi il bel sogno di Doretta.
El rasgo más sobresaliente de Giorgetta en
Il tabarro es su sensualidad, mucho más latente
que en heroínas anteriores. Madre frustrada, su
matrimonio con el viejo Michele peligra desde
que conoció al joven estibador Luigi y se le entregó. Sus sentimientos, nada románticos por
cierto, están claramente descritos en muchas
de las frases que intercambia con el tenor en un
tenso dúo, en especial en Dunque anche tu lo senti il folle desiderio!... (Así que tú también sientes
tan loco deseo). De cualquier manera, Giorgetta
también es capaz de expansiones poéticas, cuando comenta con La Frugola de sus sueños que
son bien sencillos, volver a su barrio parisino
Notas al programa
de Belleville: È bel altro il mio sogno, uno de los
momentos de inspiración pucciniana más exultantes.
Suor Angelica, es con Cio-Cio-San, el único
personaje ideado por Puccini que ha llegado a
ser madre con la oportunidad de manifestar de
manera determinante los sentimientos asociados a esta condición femenina. Lo hace a través de un aria de enorme ternura, emocionante
como pocas en una música como pucciniana
siempre de enorme poder emotivo: Senza mamma. Pero en el fondo también Suor Angelica
ha de suicidarse, como Anna (aunque muere de
amor, en realidad es un suicidio pasivo), Tosca, Butterfly y Liù por haberse enamorado del
hombre equivocado que la dejó embarazada, no
se ocupó de su carga y la deshonró ante su familia y ante la intolerante sociedad aristocrática a
la que pertenece.
Lauretta, además de Minnie y por procedimientos menos apoteósicos, es la única mujer
que consigue en el cosmos pucciniano realizar
sus proyectos amorosos. Como Cio-Cio-San la
más infantil de todas las puccinianas, ella y su
parejita Rinuccio son los que ponen un poco de
dulzura, de humanidad, de poesía, en medio de
ese mundo de codicia, de sordidez y de avaricia
que reflejan tanto los ávidos Buoso Donati como
su propio padre, Gianni Schicchi, aunque éste
nos resulte mucho más simpático. Como hija,
una de las pocas heroínas puccinianas que cuenta con un padre al que dirigirse (como Anna, Fidelia, Turandot —llama la atención la ausencia
de la figura paterna en Puccini y más si lo com-
paramos, por ejemplo, con la obra de Verdi—).
Lauretta utiliza todas sus armas femeninas y filiales en el sublime O mio babbino caro para convencer al genitor de que le ayude, amenazando
incluso con el suicidio. Victoria de los Ángeles
es la que refleja mejor en esta página la mezcla
de ingenuidad, malicia y sagacidad que parece
sustentarla.
Turandot y Liù son como las dos caras de
una misma moneda. La mujer fría y cruel por
un lado; generosa y de entrega incondicional
por el otro. Liù, con su sacrifico, hará que Turandot se convierta en ella misma, tal como
aquélla le dice en su delicado pero firme alegato Tu che di gel sei cinta, en la decisiva frase
“l’amerai anche tu”. O sea que Liù morirá para
que Turandot se convierta en ella misma. Por
ello es disparatada, intolerable, la solución que
ofrece el montaje de Núria Espert empleado
para la recuperación del Liceo barcelonés tras
el incendio. Aquí Turandot su suicida para no
entregarse a Calaf mientras el coro canta grandioso su entusiasmo.
La galería femenina pucciniana es de las más
ricas y provechosas del panorama lírico, reflejo
sin duda (y aquí se retorna al inicio de estas líneas) del ambiente familiar, social y político que
vivió el compositor. Manon con su moral particular, Minnie con su entorno social, Giorgetta con
su sexualidad a flor de piel no están muy lejos de
la Lulu de Berg, prototipo de una nueva manera
femenina de ser en el mundo de la ópera.
Fernando Fraga
Textos
LE VILLI (1884). Se come voi piccina
Se come voi piccina io fossi, o vaghi fior, sempre sempre vicina potrei stare al mio amor.
Allor, dirgli vorrei... Io penso sempre a te! Ripetergli potrei: ‘non ti scordar di me!’
Voi, di me più felici, lo seguirete, o fior; per valli e per pendici seguirete il mio amor.
Ah, se il nome che avete menzognero non è, deh, al mio amor ripetete ‘non ti scordar di me!
Si fuese tan pequeña como vosotras…preciosas flores, podría estar siempre junto a mi amor.
Y, si fuera así, podría decirle… ¡Pienso en ti a todas horas!
Y le podría repetir constantemente: ¡No me olvides!
Vosotras, flores, más afortunadas que yo, seguiréis a mi amor por valles y colinas.
Ah, si vuestro nombre no miente, repetidle a mi amor “no me olvides”.
EDGAR (1889) Addio, mio dolce amore
¡Addio, mio dolce amore!
Nell’ombra ove discendi, solenne ed infinita anch’io verrò... M’attendi!
Dove tu solo regni, dolor, la giovinezza non ha più fior!
Addio, ancora, addio, o Edgar, la tua memoria sarà il mio sol pensiero!
Lassù, nella tua gloria, m’attendi, Edgar, lassù!
Adiós, mi dulce amor.
Yo también me encontraré contigo en las tinieblas insondables donde desciendes. Espérame.
Donde sólo tú, dolor, reinas la juventud ya no florece.
Adiós, Edgar. Tu recuerdo será mi único pensamiento.
Allá arriba, en tu gloria, espérame Edgar. Allá arriba.
MANON LESCAUT (1893) Sola, perduta, abbandonata
Sola, perduta, abbandonata... in landa desolata! Orror!
Intorno a me s’oscura il ciel... Ahime son sola!
E nel profondo deserto io cado, strazio crudel, ah! sola abbandonata,
io, la deserta donna!
Ah! Non voglio morir! Non voglio morir!
Tutto dunque? finito. Terra di pace mi sembrava questa...
Ahi! Mia beltà funesta, ire novelle accende...Strappar da lui mi si volea;
or tutto il mio passato orribile risorge, e vivo innanzi al guardo mio si posa.
Ah! Di sangue s’è macchiato. Ah! Tutto é finito.
Asil di pace ora la tomba invoco... No! Non voglio morir... amore, aita!
Sola, perdida, abandonada en una tierra desierta… horror.
Notas
Textos al programa
A mi alrededor se oscurece el cielo…
¡Dios mío estoy sola!
En el profundo desierto desfallezco, cruel angustia, ¡sola, abandonada!
Yo, la mujer desierta. ¡No quiero morir!
Así que, todo acabó. Este me parecía un país tranquilo.
Ah, mi funesta belleza enciende nuevas iras
Querían separarme de él…
Ahora resurge todo mi horrible pasado y desfila ante mi vista con claridad
¡El se ha manchado de sangre! ¡Todo se acabó!
Invoco ahora la muerte como un asilo de paz. ¡No quiero morir! Amor mío, ayúdame.
LA BOHEME (1896). Donde lieta uscì
Donde lieta uscì al tuo grido d’amore, torna sola Mimì al solitario nido.
Ritorna un’altra volta a intesser finti fior. Addio, senza rancor.
Ascolta, ascolta. Le poche robe aduna che lasciai sparse.
Nel mio cassetto stan chiusi quel cerchietto d’or e il libro di preghiere.
Involgi tutto quanto in un grembiale e manderò il portiere...
Bada, sotto il guanciale c’è la cuffietta rosa. Se... vuoi... serbarla a ricordo d’amor!... Addio, senza rancor.
Mimi regresa ahora al nido solitario donde feliz respondió a tu llamada de amor.
Vuelve a su antiguo trabajo de bordadora. Adiós sin rencor.
Escucha, recoge las pocas cosas que dejé en casa.
En mi cajón están el anillo de oro y el libro de oraciones.
Mételo todo en un atillo, mandaré el portero a buscarlo.
Ten cuidado, debajo de la almohada está el sombrerito rojo.
Si quieres consérvalo como recuerdo de nuestro amor. Adiós sin rencor.
Vals de Musetta
Quando men vo soletta per la via, la gente sosta e mira
e la bellezza mia tutta ricerca in me da capo a pie’...
... ed assaporo allor la bramosia sottil, che da gli occhi traspira
e dai palesi vezzi intender sa alle occulte beltà.
Così l’effluvio del desìo tutta m’aggira, felice mi fa! felice mi fa!
E tu che sai, che memori e ti struggi da me tanto rifuggi?
So ben: le angoscie tue non le vuoi dir, ma ti senti morir!
Cuando voy solita por la calle la gente se para y me mira.
Todos examinan mi belleza de la cabeza a los pies.
Las mujeres de Puccini
Y saboreo entonces ese deseo sutil que transpiran sus ojos,
ojos que saben intuir por los encantos mi oculta belleza.
Y entonces me envuelve el efluvio del deseo… y me hace feliz,
y tú que lo conoces que lo recuerdas y te consumes…¿por qué huyes de mí?
Yo lo sé, y no voy a desvelarlo, pero te sientes morir.
TOSCA (1900) Vissi d’arte
Vissi d’arte, vissi d’amore, non feci mai male ad anima viva!...
Con man furtiva quante miserie conobbi, aiutai...
Sempre con fe’ sincera, la mia preghiera ai santi tabernacoli salì.
Nell’ora del dolore perché, perché Signore, perché me ne rimuneri così?
Diedi gioielli della Madonna al manto,
e diedi il canto agli astri, al ciel, che ne ridean più belli.
Nell’ora del dolore, perché, perché Signore, perché me ne rimuneri così?
Viví del arte, viví del amor, nunca le hice daño a nadie.
Y, sin decir una palabra, ayudé a todos los que me necesitaban.
Cada día, con fe sincera, he rezado en la iglesia y he llevado flores al altar.
Señor, en los malos momentos ¿por qué me lo pagas así?
Regalé mis joyas para el manto de la Virgen y mi canto a las estrellas, que, así, brillaban aún más radiantes.
Señor, en los malos momentos ¿por qué me lo pagas así?
MADAMA BUTTERFLY (1904) Tu, tu, piccolo iddio
Tu? tu? piccolo Iddio! Amore, amore mio, fior di giglio e di rosa.
Non saperlo mai per te, pei tuoi puri occhi, muor Butterfly...
perché tu possa andar di là dal mare senza che ti rimorda ai di maturi, il materno abbandono.
O a me, sceso dal trono dell’alto Paradiso, guarda ben fiso, fiso di tua madre la faccia!
che ten resti una traccia, guarda ben! Amore, addio! addio! piccolo amor! Va, gioca, gioca!
Tú, mi pequeño Dios.Amor mío, flor de lirio y rosa, que nunca sepas que por ti,
por tus ojos inocentes, muere Butterfly, para que puedas ir más allá del mar sin que te apene,
cuando crezcas, el abandono de tu madre.
Tú, que bajaste a mí desde el trono del paraíso, mira fijamente el rostro de tu madre
para que te quede una huella de él ¡Míralo bien! Adiós pequeño amor. Vete… Juega…
Notas
Textos al programa
Un bel dì vedremo
Un bel dì, vedremo levarsi un fil di fumo dall’estremo confin del mare. E poi la nave appare.
Poi la nave bianca entra nel porto, romba il suo saluto. Vedi? È venuto!
Io non gli scendo incontro. Io no. Mi metto là sul ciglio del colle e aspetto, e aspetto gran tempo
e non mi pesa, la lunga attesa.
E uscito dalla folla cittadina un uomo, un picciol punto s’avvia per la collina.
Chi sarà? chi sarà? E come sarà giunto che dirà? che dirà? Chiamerà Butterfly dalla lontana.
Io senza dar risposta me ne starò nascosta un po’ per celia... e un po’ per non morire
al primo incontro, ed egli alquanto in pena chiamerà, chiamerà: piccina mogliettina olezzo di verbena,
i nomi che mi dava al suo venire
Un hermoso día veremos alzarse un hilo de humo sobre el horizonte.
Y entonces, aparecerá la nave.
Luego, esa nave blanca entrará en el puerto atronando con su saludo.
¿Lo ves? Ya ha llegado. Y yo no voy a buscarlo… no.
Me quedo allí, en lo alto de la colina, y espero allí mucho tiempo, pero no me pesa esa larga espera
y saliendo de entre la multitud un hombre, un pequeño punto que destaca en la colina
¿Quién será? y ¿qué dirá cuando llegue?
Llamará a Butterfly desde la lejanía. Y yo, sin responder, me quedaré escondida.
Por una parte, para ponerlo nervioso, y por otra para no morir en ese primer encuentro.
Y él me llamará “pequeña mujercita, olor de verbena”, tal como me llamaba cuando volvía a casa.
Todo esto ocurrirá, te lo prometo, no tengas miedo. Yo, con fe infinita, le espero…
LA FANCIULLA DEL WEST (1910) Laggiú nel soledad
Laggiù nel Soledad, ero piccina, avevo una stanzuccia affumicata nella taverna sopra la cucina.
Ci vivevo con babbo e mamma mia. Tutto ricordo: vedo le persone entrare e uscire a sera.
Mamma facea da cuoca e cantiniera,babbo dava le carte a faraone.Mamma era bella,
aveva un bel piedino. Qualche volta giuocava anch’essa;
ed io, che me ne stavo sotto al tavolino aspettando cader qualche moneta,
la vedevo serrar furtiva il piede al babbo mio...
S’amavan tanto!... Anch’io così vorrei trovare un uomo, e certo l’amerei.
Allá, en Soledad, cuando era pequeña vivía en un cuchitril lleno de humo sobre la cocina de una taberna.
Vivía con mis padres, lo recuerdo como si fuera hoy.
Había gente a todas horas.
Mi madre cocinaba y atendía la taberna.
Padre repartía las cartas. ¡Mamá era tan bella!
Con esos hermosos piececitos…
A veces también se sentaba a jugar y yo me escondía debajo de la mesa
Las mujeres de Puccini
esperando a que cayera alguna moneda.
Desde ahí veía cómo su pierna rozaba de forma furtiva la de mi padre ¡Se amaban tanto!
Si yo encontrara un hombre así… lo amaría sin dudarlo.
LA RONDINE (1917) Il Sogno di Doretta
Chi il bel sogno di Doretta potè indovinar?
Il suo mister come mai, come mai fini.
Ahimè! un giorno uno studente in bocca la baciò e fu quel bacio rivelazione:
Fu la passione! Folle amore! Folle ebbrezza!
Chi la sottil carezza d’un bacio cosi ardente mai ridir potrà?
Ah! mio sogno! Ah! mia vita!
Che importa la ricchezza se alfine è rifiorita la felicità!
O sogno d’or poter amar così!
¿Quién podría adivinar el precioso sueño de Doretta?
¿Cómo acabó este misterio?
Un día un estudiante la besó en la boca…
Y ese beso fue una revelación,
fue pasión, amor, ternura.
¿Quién podría describir la sutil caricia de un beso así de ardiente?
Ah, mi sueño. Ah, vida mía.
Qué importa la riqueza si al fin ha florecido la felicidad.
Oh, sueño dorado, poder amar así…
IL TABARRO (1918) E ben altro il mio sogno
E ben altro il mio sogno!
Son nata nel sobborgo, e solo l’aria m’esalta, m’esalta e mi nutrisce!
Oh! se Michele, un giorno, abbandonasse questa logora vita vagabonda!...
Non si vive là dentro, fra il letto ed il fornello! Tu avessi visto la mia stanza un tempo!
Bisogna aver provato!
Belleville è il nostro suolo e il nostro mondo! Noi non possiamo vivere sull’acqua!
Bisogna calpestare il marciapiede!...
Là c’è una casa, là ci sono amici, festosi incontri e piene confidenze...
Al mattino, il lavoro che ci aspetta. Alla sera, i ritorni in comitiva...
Botteghe che s’accendono di luci e di lusinghe, vetture che s’incrociano, domeniche che chiassose...
Piccole gite in due al bosco di Boulogne! Balli all’aperto, intimità amorose...
E difficile dire cosa sia quest’ansia, questa strana nostalgia.
Notas
Textos al programa
Mis sueños son otros:
Sólo el aire puro me hace feliz y me da la vida.
Si un día pudiera abandonar esta vida vagabunda y agotadora.
Ahí dentro no se puede vivir en el espacio que queda entre la cama y el hornillo.
Si hubieses visto esa casa… tendrías que haberla conocido.
Belleville es nuestra patria y nuestro mundo.
No se puede vivir encima del agua, es vital poder caminar sobre suelo firme.
Allí tienes casa, allí tienes amigos, relaciones y plena confianza.
Por la mañana, te espera el trabajo.
Por la noche, el regreso con los amigos.
Las tiendas con sus atractivas luces encendidas,
coches que se cruzan, domingos divertidos, pequeñas excursiones al bosque de Boulogne,
bailes al aire libre, intimidad amorosa.
Es difícil explicar esa ansia, esa extraña nostalgia.
GIANNI SCHICCHI (1918) O mio babbino caro
O mio babbino caro, mi piace è bello, bello;
vo’andare in Porta Rossa a comperar l’anello!
Sì, sì, ci voglio andare!
e se l’amassi invano, andrei sul Ponte Vecchio, ma per buttarmi in Arno!
Mi struggo e mi tormento! O Dio, vorrei morir!
Babbo, pietà, pietà! Babbo, pietà, pietà!
Oh, papaíto querido, me gusta…¡es tan guapo!
Quiero ir a Porta Rossa a comprar el anillo.
Sí, quiero ir… y si le amase en vano,
iría al Ponte Vecchio pero para tirarme al Arno.
Me consumo y atormento. Dios mío, querría morir.
Papá, por favor, piedad
TURANDOT (1926) Tu che di gel sei cinta
Tu che di gel sei cinta, da tanta fiamma vinta, l’amerai anche tu!
Prima di questa aurora, io chiudo stanca gli occhi,
perchè egli vinca ancora...
Per non... per non vederlo più!
Prima di questa aurora, io chiudo stanca gli occhi per non vederlo più!
Las mujeres de Puccini
Tú, que estás cubierta de hielo, incluso tú le amarás, vencida por el fuego de la pasión,
Antes de esta aurora, cansada, cerraré los ojos …
para que él siga viviendo.
Antes de esta aurora, cansada, cerraré los ojos …
para no volver a verlo.
In questa reggia
In questa reggia, or son mill’anni e mille, un grido disperato risonò, e quel grido, traverso stirpe e stirpe qui
nell’anima mia si rifugiò!
Principessa Lou-Ling, ava dolce e serena che regnavi nel tuo cupo silenzio in gioia pura, e sfidasti inflessibile e sicura l’aspro dominio, oggi rivivi in me!
Pure nel tempo che ciascun ricorda, fu sgomento e terrore e rombo d’armi. Il regno vinto! Il regno vinto!
E Lou-Ling, la mia ava, trascinata da un uomo come te, come te straniero, là nella notte atroce dove si spense la sua fresca voce!
O Principi, che a lunghe carovane d’ogni parte del mondo qui venite a gettar la vostra sorte, io vendico su voi
quella purezza, quel grido e quella morte! Mai nessun m’avrà! L’orror di chi l’uccise vivo nel cuor mi sta. Mai
nessun m’avrà! Ah, rinasce in me l’orgoglio di tanta purità!
Straniero! Non tentar la fortuna! Gli enigmi sono tre, la morte una!
En este reino, hace miles de años resonó un grito desesperado, y ese grito se refugió en mi alma de generación en generación.
Princesa Lo-u-Ling, mi dulce y serena abuela, que reinaste gozosa en oscuro silencio y desafiaste inflexible
el áspero dominio, ahora revives en mí.
Y también en ese tiempo que todos recordamos, hubo espanto, terror y ruido de armas y el Reino fue vencido y Lo-u-Ling, mi abuela, fue arrastrada por un hombre como tú, extranjero, como tú en aquella noche
atroz en la que se apagó su fresca voz.
Vosotros, príncipes, que venís aquí desde todos los rincones del mundo en largas caravanas a jugaros vuestra
suerte yo vengo ahora en vosotros aquella pureza, aquel grito y aquella muerte. Nadie me tendrá jamás.
El horror que la mató está vivo en mi corazón. Nadie me tendrá jamás.
Renace en mí el orgullo de tanta pureza.
Extranjero, no tientes a la suerte: los enigmas son tres, la muerte una.
Biografías
Elisabete Matos soprano
Elisabete Matos nació en Braga, Portugal, donde cursó estudios de canto y violín. Becada por la Fundación
Gulbenkian se trasladó a España para completar su
formación con Ángeles Chamorro, Marimí del Pozo,
Félix Lavilla, Angeles Chamorro y Miguel Zanetti.
Tras su debut en la Opera de Hamburgo como Donna
Elvira en Don Giovanni y Alice Ford en Falstaff, participó, en 1997, en los actos inaugurales del Teatro Real
de Madrid, interpretando Marigaila en el estreno mundial de Divinas Palabras de Antón García Abril junto a
Plácido Domingo. Inmediatamente Domingo le invita
a debutar el rol de Dolly en la Washington Opera en
una nueva producción de Sly de Wolf Ferrari junto a
José Carreras como protagonistas. Tras su estreno, ha
vuelto a cantar este rol en el Regio de Turín, en Japón
con la Washington Opera y en la Opera de Roma, esta
vez contando con Plácido Domingo como compañero
en escena.
Ha interpretado, entre otros papeles, Chimène en Le
Cid de Jules Massenet en el Maestranza de Sevilla y
en la Washington Opera, la protagonista en Margarita
la tornera (ambas junto a Domingo) en el Teatro Real;
Elsa en Lohengrin en su debut en el Gran Teatro del
Liceo de Barcelona; Mimí en la Boheme de Puccini en
el Teatro San Carlos de Lisboa; La voix humaine en la
Maestranza, Zaza en el Regio di Torino y en la Opera de Nice, Elisabetta en una nueva producción de
Don Carlo en el Teatro Real de Madrid y en Palermo;
Amelia Grimaldi en Boccanegra, Tosca y La battaglia
di Legnano en el Massimo Bellini de Catania, Freia de
Rheingold en Turín, Opera de Roma y Liceo de Barcelona; El rol homónimo de Suor Angelica en el Palau de
Valencia; Tosca en la Fenice de Venecia, en Chipre con
la Arena de Verona, en Oporto, Messina, Maestranza
de Sevilla, Tokio y el Festival de Macerata, La Vida
Breve en Lisboa, Amelia de Simon Boccanegra en el
Teatro Real, Walküre (Sieglinde) en La Maestranza de
Sevilla, San Carlos de Lisboa y Liceu, Senta de Holandés errante en Nápoles, Katia Kavanova y Els Pirineus
en el Liceo de Barcelona, Madame Lidoine de Diálogo
de Carmelitas en La Scala de Milán, el rol protagonista
de La Dolores en el Teatro Real de Madrid, Gutrune
(Goetterdammerung) y Rosa (Gaudi) en el Liceo de
Barcelona, Amelia de Ballo in maschera en Nápoles y
Bari, Elvira de Don Giovanni en el Palacio de Festivales
de Cantabria, Condesa de Capriccio en Sao Carlos de
Lisboa y sus tres últimos roles sumados a su repertorio: Santuzza de Cavallería Rusticana en el Sao Carlos
de Lisboa y Nápoles, Abigaille (Nabucco) en Toulon y
Norma de la ópera homónima en el Festival de Mérida
y en el Villamarta de Jerez.
Entre sus compromisos futuros, cabe destacar Elisabeth de Tanhäuser en el Liceu de Barcelona y los
roles homónimos de Ifigenia en Taurige en el Campoamor de Oviedo, Gioconda en Tokio, Senta de Holandés errante en Maestranza y Tosca en el San Carlos
de Lisboa.
Además del repertorio lírico, Elisabete Matos frecuenta las salas de concierto, interpretando habitualmente lied y concierto sinfónico. De entre sus actuaciones destaca su recital de lied de repertorio ruso en
la Gulbenkian de Lisboa y en el Festival Mozart, la
Novena Sinfonía de Beethoven en Cagliari con Maazel
(con quien también ha actuado recientemente en Milán), en el Auditorio de Madrid con López Cobos y en
el Sao Carlos de Lisboa; El sombrero de tres picos de
Manuel de Falla con la Chicago Simphony Orchestra,
Las mujeres de Puccini
dirigida por Daniel Barenboim y Wesendonck Lieder
en el San Carlos de Lisboa. Ha participado en el concierto que el maestro Metha, junto a cantantes de la
talla de Domingo, Carreras, Devia..., ha realizado en
memoria del maestro Verdi en Parma y que ha sido
televisado mundialmente.
Ha grabado el Requiem de Suppé con el Coro y Orquesta de la Fundación Gulbenkian de Lisboa para
Virgin Classics, dirigido por Corboz; el papel protagonista de La Dolores, de Bretón, para la Casa Decca,
por el cual ha recibido un Grammy, así como Margarita la Tornera, de R. Chapí, para la casa RTVE, ambas
acompañada de Plácido Domingo; Le Cid (DVD) y El
sombrero de tres picos de Falla con la Chicago Simphony Orchestra, dirigida por Daniel Barenboim
Elisabete Matos ha sido nombrada Oficial de la Orden del Infante Don Enrique por el Presidente de la
República Portuguesa y la Medalla de oro al Mérito
artístico de la ciudad de Guimaraes. En Italia le ha
sido concedido el prestigioso Premio Internacional
Lyons de la Lírica.
Elena de la Merced soprano
Realiza estudios de canto en el Conservatorio Superior de Música de Valencia con Felisa Navarro y AnaLuisa Chova, obteniendo también el título superior
de guitarra. Perfecciona sus estudios de canto y repertorio con G. Souzay, M. Zanetti, E. Obraztsova,
H. Lazarska, W. Rieger, D. Baldwin y Ross Craigmile. Obtiene el III premio en el Concurso de Canto
J.Aragall (1995) y gana el Concurso Viñas (1998).
Sin abandonar nunca el mundo del concierto, Mesías
de Händel, Cantata Nupcial de Bach, Die Schöpfung
y Missa in Tempore Belli de Haydn, Requiem de Mozart, El sueño de una noche de verano y Sinfonía nº 2
de Mendelsshon, Pulcinella de Stravinsky, etc... es en
el de la ópera en el que desarrolla fundamentalmente su carrera, interpretando a Susanna en Le nozze
di Figaro, Zerlina en Don Giovanni, Despina en Così
fan tutte (Teatro Real), Mademoiselle Silberklang
en Der Schauspiel-direktor (Liège), Adina en L`Elisir
d`Amore, Norina en Don Pasquale, Carolina en Il matrimonio segreto de Cimarosa (Kammeroper de Viena), Servilia en La Clemenza di Tito (Festival Mozart
en Coruña), Amore en el Orfeo de Gluck, Musetta en
La Bohème de Puccini, Rosina en Il Barbiere di Siviglia de Rossini, Cleopatra en Giulio Cesare de Händel
(Liceo)...
Durante dos años consecutivos participó en el Festspiele de Bregenz (Austria) interpretando Oscar de
Un ballo in maschera de Verdi, así como en Munich,
siempre bajo la dirección de Viotti. En 2002 fue de
nuevo invitada al Festival como Musetta en La Bohème de Puccini, papel que también interpretó en The
Washington Opera.
Ha interpretado Corinna en Il Viaggio a Reims de Rossini en el Liceu de Barcelona y Teatro Carlo Felice de
Génova, Amore de Orfeo y Eurídice de Gluck con la
Münchner Rundfunkorchester, ha hecho su debut en
el Teatro alla Scala de Milán con Luisa Fernanda de F.
Moreno-Torroba, junto a Plácido Domingo, ha realizado una gira con el grupo Les Talents Lyriques, bajo
la dirección de Christophe Rousset, Cleopatra de Giulio Cesare de Händel en el Liceu, Norina de Don Pasquale en Bolonia, Luisa Fernanda en The Washington
Opera y en el Teatro Real, Rosina de La Finta Semplice de Mozart en la Fenice de Venecia, Don Giovanni
en el Festival Mozart de La Coruña, Norina de Don
Biografías
Pasquale en el Gran Teatro de Córdoba, Amadigi de
Händel, concierto de Arias de Zarzuela barroca en
Alemania junto Al Ayre Español y bajo la dirección
de López Banzo, El Mesías de Haendel con la Orquesta de RTVE y Ros Marbà, Concierto de Arias de
Zarzuela en el Festival de Santo Domingo, Réquiem
de Faure con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria bajo la dirección de Mena, Zerlina (Don Giovanni)
en el Festival Mozart de La Coruña, Orfeo y Euridice en París, Orleáns y Festival de Evreux, Misa de
la Coronación en Granada bajo la dirección de Pons,
Júpiter y Semele con Al Ayre Español, Luisa Fernanda
en el Teatro Real, Rigoletto (Gilda) en el Villamarta de
Jerez, Le nozze di figaro, con la Real Filharmonía de
Galicia y Ros Marbà, Amadigi en el Festival de Montpellier, Ariodante (Haendel) en el Liceu...
Entre sus recientes y próximos proyectos cabe mencionar, entre otros, Constance de Diálogos de Carmelitas en la ABAO y en Oviedo, Luisa Fernanda en
la Ópera de Los Ángeles, Il burbuero di buen cuore,
de Martín y Soler en el Teatro Real de Madrid y en
el Liceu de Barcelona, Marzelline de Fidelio en el
Teatro de la Maestranza y en el Liceu de Barcelona,
recital en el Palau de les Arts, Mesías de Haendel en
Extremadura, Arbore de Diana de Martín y Soler en
el Liceu de Barcelona, Liu de Turandot en Tenerife,
Amira de Ciro (Rossini) en París, Angelina de Orlando (Haendel) en París, Cleopatra de Giulio Cesare en
Lausanne, etc.
Ha trabajado bajo la dirección de maestros como López Cobos, Peter Maag, Marcello Viotti, David Jackson, García Navarro, Frühbeck de Burgos, Antonio
Pirolli, Jacques Delacote, Marco Armiliato, Tiziano
Severini, Kamal Kanh, Ros Marbá, Harry Bicket, Miquel Ortega, Víctor Pablo, Christophe Rousset, etc.
Ana María Sánchez soprano
Nació en Elda (Alicante). Llegó al mundo de la música a través de la Polifonía, como componente del Orfeón Polifónico del C.E.E. Es licenciada en Filosofía y
Letras por la Universidad de Alicante, que le concedió en el año 2000 el “Laurel de Oro de las Artes”.
Estudió la carrera de Canto en el Conservatorio Superior de Música “Óscar Esplá” de Alicante, con la
soprano Dolores Pérez. Fue becada por el C.E.E.
para continuar sus estudios en la Escuela Superior
de Canto de Madrid, donde estudió con Miguel Zanetti, obteniendo el Premio Extraordinario de fin de
Carrera “Lola Rodríguez de Aragón”.
Después de haber realizado numerosos conciertos
en Francia y Alemania, debutó en Palma de Mallorca
con la ópera Nabucco de Verdi en 1994. A raíz del
éxito obtenido ese mismo año como Mathilde de Guillaume Tell, en el Teatro San Carlos de Lisboa, recibió
numerosas invitaciones en Palma de Mallorca (Don
Giovanni, Don Carlo, Adriana Lecouvreur, Mefistofele
y Réquiem de Verdi); Bilbao (Il Trovatore, Tannhäuser,
Les Huguénots, Lucrezia Borgia, Otello y Zigor); Gran
Teatre Liceu de Barcelona (Nabucco, La forza del destino, Turandot, Don Carlo, Un ballo in maschera, Le
Villi, Roberto Devereux, Norma y María del Carmen);
Teatro Real de Madrid (Elektra, La forza del destino,
Ildegonda, Don Carlo y Tosca); Valencia (Elektra, Don
Giovanni, Don Carlo, Maror y La Bruja); Las Palmas
de Gran Canaria (Un ballo in maschera); Oviedo (Ro-
Las mujeres de Puccini
berto Devereux, Don Carlo, Anna Bolena, La vida breve
y Réquiem de Verdi); Málaga (Réquiem de Verdi, La
vida breve); Festival de Granada (Réquiem de Verdi);
Teatro Maestranza de Sevilla (Elektra, Réquiem de
Verdi); La Coruña (Réquiem de Verdi); Santiago de
Compostela (Réquiem de Verdi); Festival de Peralada (Réquiem de Verdi); Quincena Donostiarra (Don
Carlo, Un ballo in maschera, Gala Verdi y Concierto
Strauss); Murcia (Norma); Alicante (Norma); Staatsoper de Hamburgo (Don Giovanni, La forza del destino); Bayerische Staatsoper de Munich (Il Trovatore);
Deutsche Oper de Berlín (Aida, Don Giovanni); Ópera de Zurich (Il Trovatore, Réquiem de Verdi); Festpielhaus de Salzburgo (Don Carlo); Ópera du Rhin
de Estrasburgo (Don Carlo); Opéra de Marseille (La
forza del destino); Maggio Musicale fiorentino (Aida,
Il Trovatore), Teatro San Carlo de Lisboa (Guillaume
Tell, Aida); Teatro Colón de Buenos Aires (Réquiem
de Verdi); Metropolitan Opera House de New York
(Un ballo in maschera); Ravenna (Réquiem de Verdi);
Wiesbaden (Un ballo in maschera); Dresde (Norma);
Venecia (Goyescas y Le roi de Lahore), etc.
Combina sus actuaciones operísticas con conciertos
y recitales de Música de Cámara y Oratorio entre
los que ha interpretado Stabat Mater y Te Deum de
Dvorak, Novena Sinfonía de Beethoven, La muerte
de Cleopatra de Berlioz, Cuatro últimos Lieder de
Strauss, Gloria de Vivaldi, El Pesebre de Pau Casals,
Las últimas siete palabras de Nuestro Señor en la
cruz de Haydn, Cuarta Sinfonía de Mahler, etc., así
como conciertos de música española.
Ha grabado La vida breve de Falla con Max Valdés,
El Pesebre de Pau Casals con Lawrence Foster, Maror de Manuel Palau con García Asensio, Le roi de
Lahor de Massenet con Marcello Viotti, Ildegonda de
Arrieta con López Cobos, “Concierto Lírico de ópera y zarzuela” del Teatro Real de Madrid con López
Cobos, “Zarzuela” y “Dúos de zarzuela” con García
Asensio y la Orquesta de RTVE, “El dúo de la africana” del Teatro Real, con Jesús López Cobos, “Clásicos Populares 9” con Enrique García Asensio, Divas
del Canto y Gala Lírica 2 con la Orquesta de RTVE y
Odón Alonso, y la recopilación Voces de Zarzuela.
Es Académica Numeraria de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.
José Fabra Catalá director musical
Estudia piano, violín, armonía, composición y posteriormente dirección de orquesta con los maestros
Eduardo Cifre y Manuel Galduf, en el Conservatorio
Superior de Música de Valencia.
Desde 1989 es profesor numerario del Conservatorio
Profesional de Música de Torrent y el pasado curso
2005-2006 imparte la asignatura de Análisis musical
en el Conservatorio Superior de Música de Valencia,
donde continúa actualmente.
Ha realizado cursos de perfeccionamiento en la Accademia Musicale Chigiana de Siena (Italia), Scuola di
Alto Perfezionamiento Musicale de Saluzzo (Italia),
Bachakademie de Santiago de Compostela, y Clases
Magistrales organizadas por el Ministerio de Cultura
en Madrid, con los maestros Ferdinand Leitner, Aldo
Ceccato, Helmuth Rilling y Ros Marbá, respectivamente.
Ha dirigido las orquestas de Valencia, Comunidad
de Madrid, Principado de Asturias, Filarmónicas de
Málaga y Gran Canaria, Sinfónicas de Castilla y León
y del Vallés, “Pablo Sarasate” de Pamplona, Córdoba, Ciudad de Oviedo, Ciutat de Torrent y Sinfónica
del Mediterráneo, así como a los solistas Montserrat
Caballé, Maurice André, Rosa Torres Pardo, Leonel
Morales, Spanish Brass Luur Metals y Pedro Iturralde, entre muchos otros. También ha colaborado
con la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE)
como director invitado y con Fernando Argenta y
Biografías
Fernando Palacios en la celebración de conciertos
para los más jóvenes.
Fue director titular de la Banda Primitiva de Llíria
durante los años 93/94, y ha actuado como invitado
con las bandas sinfónicas municipales de Madrid y
Palma de Mallorca.
Ha dirigido Las Bodas de Fígaro, El Barbero de Sevilla,
Don Pasquale, Gianni Schichi y Rigoletto y ha participado en la producción de Falstaff, Elektra y Carmen,
realizadas en el Palau de la Música de Valencia y
L’elixir d’amore en el Teatro Cervantes de Málaga.
Es un buen conocedor del género lírico español, no
en vano ha dirigido un gran número de títulos como
La Tabernera del Puerto, La Revoltosa, Los Gavilanes,
La Verbena de la Paloma, El Caserío, Doña Francisquita, La Leyenda del beso, La Generala, y un largo etc.
en los principales escenarios españoles como el Teatro de la Zarzuela de Madrid, Cervantes de Málaga,
Campoamor de Oviedo, Kursaal de San Sebastián
Palacio Euskalduna de Bilbao ó Gayarre de Pamplona. Asimismo dirigió El Barberillo de Lavapiés en la
Kammeroper de Viena, cosechando un importante
éxito de crítica y público.
Ha estrenado obras de Tomás Marco, Javier Darias y
César Cano, habiendo por otra parte actuado y grabado para RNE, TVE, A3 TV, C9 radio y TV y ORF 2.
Orquesta Ciutat de Torrent
La Orquesta Ciutat de Torrent se presenta a finales de marzo de 2000 como fruto de un proyecto de
colaboración entre el Conservatorio Profesional de
Música y l’Auditori de la ciudad, donde se establece
como orquesta residente. Está constituida mayoritariamente por profesores del Conservatorio y músicos
vinculados en la ciudad de Torrent, con una trayectoria artística avalada por un reconocido prestigio en el
ámbito solista y también como participantes en otras
formaciones instrumentales, camerísticas, etc .
El director artístico y titular es José Fabra Catalá,
profesor del conservatorio e impulsor del proyecto
desde los inicios. Proyecto hoy consolidado si tenemos en cuenta, entre otros, la variada programación
que desarrolla (conciertos sinfónicos, líricos, populares, pedagógicos, representaciones operísticas,
etc.) tanto en su sede, l’Auditori, como en otros escenarios. De las pasadas temporadas, se han de mencionar la colaboración en el Concurso Internacional
de Guitarra Francisco Tárrega de Benicasim (2003)
o en el Congreso Internacional de Intérpretes de
Trompa que tuvo lugar a Valencia (2004). Además,
ha grabado la banda sonora del film Arròs i Tartana
de José A. Escrivá, coproducida por TVE y patrocinada por la Generalitat Valenciana y ha participado
en las representaciones de las óperas producidas por
l’Auditori de Torrent: Il Barbieri di Siviglia de Rossini
(2003), Don Pasquale de Donizetti (2004) y Rigoletto
de Verdi (2005), con esta última en gira por España,
actuando en escenarios como: Palacio Euskalduna de
Bilbao, Kursaal de San Sebastián, Palacio Valdés de
Avilés, etc.
Carlos Bonell, Roberto Aussel o Pavel Steidl son algunos de los solistas de guitarra con los que ha actuado
dentro de los Encuentros Internacionales de Guitarra Ciutat de Torrent, así como José Sempere, Javier
Palacios, Joan Enric Lluna, Humberto Quagliata,
Fernando Palacios, Amores grupo de percusión, José
Ortí, Josu de Solaun, Ara Malician, Coro de la Generalitat Valenciana o Spanish Brass Luur Metalls, que
han contribuido a la brillantez de una corta pero intensa trayectoria.
Recientemente, ha grabado un CD con obras de Salvador Chuliá, en el que ha contado con la colaboración estelar del trompetista Maurice André.

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