Untitled - Ayuntamiento de Talavera de la Reina
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Programa PRELUDIO (1876) LE VILLI (1884) Se come voi piccina [Ana María Sánchez] EDGAR (1889) Addio, mio dolce amore [Elisabete Matos] MANON LESCAUT (1893) Sola, perduta, abbandonata [Elisabete Matos] LA BOHEME (1896) Donde lieta uscì [Ana María Sánchez] Vals de Musetta [Elena de la Merced ] TOSCA (1900) Vissi d’arte [Ana María Sánchez] MADAMA BUTTERFLY (1904) Tu, tu, piccolo iddio [Elisabete Matos]] Un bel dì vedremo [Ana M. Sánchez] LA FANCIULLA DEL WEST (1910) Laggiú nel soledad [Elisabete Matos] LA RONDINE (1917) Il Sogno di Doretta [Elena de la Merced ] IL TABARRO (1918) E ben altro il mio sogno [Elisabete Matos] GIANNI SCHICCHI (1918) O mio babbino caro [Elena De La Merced] TURANDOT (1926) Tu che di gel sei cinta [Ana María Sánchez] In questa reggia [Elisabete Matos] Las mujeres de Puccini Amar se expresa cantando L a figura de la mujer, siempre protagonista irremplazable de cualquier espectáculo operístico que de tal se apreciara, adquirió una especial importancia a finales del siglo XIX extendiéndose hasta bien entrado el XX, en consonancia o como consecuencia del importante papel que estaba adquiriendo en la sociedad. No es casual, que los tres principales compositores del momento dieran constancia de esa valoración, reflejada directamente en el detalle de titular con nombre femenino la mayoría de sus obras, incluidas a veces las mejores del respectivo catálogo. Jules Massenet, en Francia, daba a 18 de sus obras el nombre de su protagonista, entre ellas a la más popular, Manon; Richard Strauss en Alemania, lo hacía con 9, incluyendo a las muy decisivas Elektra, Salomé, Arabella o Ariadna; y, en Italia, 8 de las 12 óperas del catálogo pucciniano llevan la onomástica o aluden a su principal figura femenina. Esta relevancia mujeril la capitaliza en Puccini exclusivamente la soprano. Las mezzosopranos que en los cosmos rossiniano, donizettiano o verdiano, no tanto en el belliniano, adquieren una enorme relevancia, en la distribución vocal de las óperas puccinianas tienen, pese a alguna importancia circunstancial (La Frugola en Il tabarro, por ejemplo), un papel entre secundario o marginal. Se exceptúan Tigrana en Edgar (la ópera pucciniana menos pucciniana), Suzuki en Madama Butterfly o la Tía Princesa en Suor An- gelica, por lo demás bastante menos decisivas en la acción que la soprano titular a la que sirven de apoyo o contrapeso. En consecuencia, a nadie se le ocurre definir a cualquier mezzosoprano como pucciniana cuando sí se suele homenajear a muchas sopranos tildándolas de tal halagüeña característica. La soprano lírica es la base, el centro de la vocalidad femenina pucciniana. Este centro está limitado por dos extremos, un papel destinado a una soprano decididamente dramática (Turandot) y dos líricas más livianas o tendentes a ligeras (Musetta de La bohème y Lisette de La Rondine). Pueden ser consideradas líricas puras, aunque vivan finalmente situaciones bien intensas, por orden de aparición: Anna, Fidelia, Mimì, Cio-Cio-San, Magda, Angelica, Lauretta y Liù. Otras sopranos líricas de base, dadas las circunstancias que han de soportar en los desarrollos o situaciones a sobrellevar, derivan o se les aporta un componente spinto que las llenan de imprevistas exigencias de mayor complejidad psicológica (Manon Lescaut) o dramática: Tosca, Giorgetta, Minnie. Puccini, sexto hijo de cinco hermanas, se crió entre mujeres con su madre haciendo las funciones propias y las de un padre muerto prematuramente. Es un dato a considerar. Son mujeres que aman intensamente, a la manera romántica hasta el sacrifico, pero Puc- Notas al programa cini aleja a sus “chicas” de la heroína wagneriana, la cual es concebida como reparadoras de entuertos masculinos: el varón puede cometer impunemente sus fechorías, puesto que siempre habrá una mujer que se sacrifique por él, redimiéndole ante el mundo, la moral y las buenas costumbres. Femeninas y seductoras, muy orgullosas de su condición de mujer y con las armas en ristre tradicionalmente asociadas a la feminidad nos parecen siempre las mujeres puccinianas. Pero también, pese a su ineludible y diversa dependencia hacia el varón son muchachas siempre jóvenes, fuertes dentro de su aparente fragilidad y que mantienen ciertos aires de autonomía y libertad de costumbres. Liù es una excepción si la comparamos con Mimì o Manon, hembras de enorme libertad o autonomía personal, pero no tanto si pensamos (puede ello ser aconsejable) que ella y Turandot son los dos costados de la misma mujer que existe en la mente de Calaf. Además Liù, una esclava, realiza el acto de liberalidad más significativo que puede hacer un ser humano: quitarse la vida. Exigentes también con el varón, tal como ya aparece en Anna que se levanta de la tumba, como muy buena Willi que es ella, para vengarse del hombre que la traicionó. Fidelia y Tigrana, un poco los gérmenes respectivos de Liù y Turandot, están demasiado apegadas a la problemática sentimental de un pasado que ya resulta bastante ajeno a la época y a la sensibilidad pucciniana. Sin embargo, en Fidelia aparecen de improviso rasgos que la equiparan a heroínas inmediatas o futuras, cuando Puccini le enco- mienda Addio, mio dolce amor que tan bien nos cantaron Raina Kabaivanska y Renata Scotto. Dos cantantes puccinianas de pro, que igualmente lucieron su arte interpretando Se come voi piccina io fossi de la sufrida Anna, la primera aria femenina de marca auténticamente referible al compositor luqués. La galería femenina pucciniana es bien completa y comienza en sentido estricto con Manon Lescaut, la cual como Butterfly evoluciona ante nuestros ojos y oídos según avanza la obra. Además de todas las cualidades que adornan a la mujer pucciniana (feminidad, encanto, seducción, etc.), añade la de un amor al lujo, a la vida buena que puede sumarse a un sentido más práctico, menos romántico, de la existencia. Sentimiento que comparte tangencialmente con las dos protagonistas de La bohème, Mimì y Musetta. Las dos saben cómo conquistar (o recuperar) al hombre que les interesa, utilizando sus armas de seducción. Y Mimì prefiere morir al lado de Rodolfo, en lugar de hacerlo junto a su último amante rico, donde sin duda estaría mejor atendida. Tosca añade una cualidad que la hace superior a sus compañeras, digamos que es más épica: por amor llega al asesinato, tal es la pasión que en ella despierta su amante, el revolucionario pintor con quien comparte bien pocas ideas políticas o sociales. Si Scarpia no se hubiera inmiscuido en su camino no sé sabe hasta qué punto esa relación pudiera tener un sólido futuro, dados los enfermizos celos de Tosca y el escaso entusiasmo sentimental que parece demostrar Las mujeres de Puccini Cavaradossi, más preocupado por actividades más elevadas que las amatorias. Cio-Cio-San sabe seducir, aunque sea un poco inconscientemente, al marino Pinkerton curtido indudablemente en multitud de aventuras amorosas dada su profesión. Luego dedica una fidelidad casi enfermiza a esta relación y ante la realidad de ver cómo su mundo se cae hecho añicos no duda en quitarse de en medio. No hay duda que es la heroína pucciniana más entregada a su pasión, capaz de renunciar a la vida regalada que le asegura el rico Yamadori. Total devoción sin duda, pero eso sí dejando finalmente a Pinkerton con la carga del hijo y, aún peor, con la de la culpa por su conducta veleidosa e inconsciente. Por no hablar de los traumas que pueden venirle al niño en el futuro. Minnie suma al encanto tan femenino de sus predecesoras una cualidad más: el de una líder que vive en un mundo de hombres que ella maneja con mano de seda pero bien dura. Es una muchacha muy romántica, pues así lo confiesa a Johnson con su afición a las novelas rosas. Aporta aquel insinuado componente novedoso: en medio de tantos rudos y necesitados mineros con los que se ve a diario, como algo casi milagroso, conserva su virginidad, la que destina al hombre al que bese por vez primera y con el que formará el modelo de familia que le aportaron sus padres. Así se lo dice bien claro a un, imaginamos, sorprendido Johnson en el magnífico soliloquio Lassù nel Soledad, que tan bien nos trasmite Magda Olivero en cualquiera de las interpretaciones en vivo que dejó de la ópera. Es una pobre y sencilla muchacha, pero astuta y desprejuiciada, pues para conseguir sus propósitos es capaz de engañar, de hacer trampas en el juego, utilizando como era de esperar otra de las mejores armas femeninas, la fragilidad. Magda de La Rondine añade un componente más a la psicología de las heroínas puccinianas: una cierta dosis de cinismo. Demi-mondaine parisina vive de los hombres, como la verdiana Violetta Valéry de la que parece un trasunto, pero mucho más realista que ella, ya que finalmente convence a su joven enamorado Ruggero del escaso futuro, la poca viabilidad de su pasión, separándose sin aspavientos ni rencores para que cada uno viva su vida. Esta filosofía de Magda parece desprenderse, entre líneas, de la bellísima canción que canta a dúo con Prunier nada más iniciarse la obra y que se ha convertido con justicia en la página más conocida de esta partitura, Chi il bel sogno di Doretta. El rasgo más sobresaliente de Giorgetta en Il tabarro es su sensualidad, mucho más latente que en heroínas anteriores. Madre frustrada, su matrimonio con el viejo Michele peligra desde que conoció al joven estibador Luigi y se le entregó. Sus sentimientos, nada románticos por cierto, están claramente descritos en muchas de las frases que intercambia con el tenor en un tenso dúo, en especial en Dunque anche tu lo senti il folle desiderio!... (Así que tú también sientes tan loco deseo). De cualquier manera, Giorgetta también es capaz de expansiones poéticas, cuando comenta con La Frugola de sus sueños que son bien sencillos, volver a su barrio parisino Notas al programa de Belleville: È bel altro il mio sogno, uno de los momentos de inspiración pucciniana más exultantes. Suor Angelica, es con Cio-Cio-San, el único personaje ideado por Puccini que ha llegado a ser madre con la oportunidad de manifestar de manera determinante los sentimientos asociados a esta condición femenina. Lo hace a través de un aria de enorme ternura, emocionante como pocas en una música como pucciniana siempre de enorme poder emotivo: Senza mamma. Pero en el fondo también Suor Angelica ha de suicidarse, como Anna (aunque muere de amor, en realidad es un suicidio pasivo), Tosca, Butterfly y Liù por haberse enamorado del hombre equivocado que la dejó embarazada, no se ocupó de su carga y la deshonró ante su familia y ante la intolerante sociedad aristocrática a la que pertenece. Lauretta, además de Minnie y por procedimientos menos apoteósicos, es la única mujer que consigue en el cosmos pucciniano realizar sus proyectos amorosos. Como Cio-Cio-San la más infantil de todas las puccinianas, ella y su parejita Rinuccio son los que ponen un poco de dulzura, de humanidad, de poesía, en medio de ese mundo de codicia, de sordidez y de avaricia que reflejan tanto los ávidos Buoso Donati como su propio padre, Gianni Schicchi, aunque éste nos resulte mucho más simpático. Como hija, una de las pocas heroínas puccinianas que cuenta con un padre al que dirigirse (como Anna, Fidelia, Turandot —llama la atención la ausencia de la figura paterna en Puccini y más si lo com- paramos, por ejemplo, con la obra de Verdi—). Lauretta utiliza todas sus armas femeninas y filiales en el sublime O mio babbino caro para convencer al genitor de que le ayude, amenazando incluso con el suicidio. Victoria de los Ángeles es la que refleja mejor en esta página la mezcla de ingenuidad, malicia y sagacidad que parece sustentarla. Turandot y Liù son como las dos caras de una misma moneda. La mujer fría y cruel por un lado; generosa y de entrega incondicional por el otro. Liù, con su sacrifico, hará que Turandot se convierta en ella misma, tal como aquélla le dice en su delicado pero firme alegato Tu che di gel sei cinta, en la decisiva frase “l’amerai anche tu”. O sea que Liù morirá para que Turandot se convierta en ella misma. Por ello es disparatada, intolerable, la solución que ofrece el montaje de Núria Espert empleado para la recuperación del Liceo barcelonés tras el incendio. Aquí Turandot su suicida para no entregarse a Calaf mientras el coro canta grandioso su entusiasmo. La galería femenina pucciniana es de las más ricas y provechosas del panorama lírico, reflejo sin duda (y aquí se retorna al inicio de estas líneas) del ambiente familiar, social y político que vivió el compositor. Manon con su moral particular, Minnie con su entorno social, Giorgetta con su sexualidad a flor de piel no están muy lejos de la Lulu de Berg, prototipo de una nueva manera femenina de ser en el mundo de la ópera. Fernando Fraga Textos LE VILLI (1884). Se come voi piccina Se come voi piccina io fossi, o vaghi fior, sempre sempre vicina potrei stare al mio amor. Allor, dirgli vorrei... Io penso sempre a te! Ripetergli potrei: ‘non ti scordar di me!’ Voi, di me più felici, lo seguirete, o fior; per valli e per pendici seguirete il mio amor. Ah, se il nome che avete menzognero non è, deh, al mio amor ripetete ‘non ti scordar di me! Si fuese tan pequeña como vosotras…preciosas flores, podría estar siempre junto a mi amor. Y, si fuera así, podría decirle… ¡Pienso en ti a todas horas! Y le podría repetir constantemente: ¡No me olvides! Vosotras, flores, más afortunadas que yo, seguiréis a mi amor por valles y colinas. Ah, si vuestro nombre no miente, repetidle a mi amor “no me olvides”. EDGAR (1889) Addio, mio dolce amore ¡Addio, mio dolce amore! Nell’ombra ove discendi, solenne ed infinita anch’io verrò... M’attendi! Dove tu solo regni, dolor, la giovinezza non ha più fior! Addio, ancora, addio, o Edgar, la tua memoria sarà il mio sol pensiero! Lassù, nella tua gloria, m’attendi, Edgar, lassù! Adiós, mi dulce amor. Yo también me encontraré contigo en las tinieblas insondables donde desciendes. Espérame. Donde sólo tú, dolor, reinas la juventud ya no florece. Adiós, Edgar. Tu recuerdo será mi único pensamiento. Allá arriba, en tu gloria, espérame Edgar. Allá arriba. MANON LESCAUT (1893) Sola, perduta, abbandonata Sola, perduta, abbandonata... in landa desolata! Orror! Intorno a me s’oscura il ciel... Ahime son sola! E nel profondo deserto io cado, strazio crudel, ah! sola abbandonata, io, la deserta donna! Ah! Non voglio morir! Non voglio morir! Tutto dunque? finito. Terra di pace mi sembrava questa... Ahi! Mia beltà funesta, ire novelle accende...Strappar da lui mi si volea; or tutto il mio passato orribile risorge, e vivo innanzi al guardo mio si posa. Ah! Di sangue s’è macchiato. Ah! Tutto é finito. Asil di pace ora la tomba invoco... No! Non voglio morir... amore, aita! Sola, perdida, abandonada en una tierra desierta… horror. Notas Textos al programa A mi alrededor se oscurece el cielo… ¡Dios mío estoy sola! En el profundo desierto desfallezco, cruel angustia, ¡sola, abandonada! Yo, la mujer desierta. ¡No quiero morir! Así que, todo acabó. Este me parecía un país tranquilo. Ah, mi funesta belleza enciende nuevas iras Querían separarme de él… Ahora resurge todo mi horrible pasado y desfila ante mi vista con claridad ¡El se ha manchado de sangre! ¡Todo se acabó! Invoco ahora la muerte como un asilo de paz. ¡No quiero morir! Amor mío, ayúdame. LA BOHEME (1896). Donde lieta uscì Donde lieta uscì al tuo grido d’amore, torna sola Mimì al solitario nido. Ritorna un’altra volta a intesser finti fior. Addio, senza rancor. Ascolta, ascolta. Le poche robe aduna che lasciai sparse. Nel mio cassetto stan chiusi quel cerchietto d’or e il libro di preghiere. Involgi tutto quanto in un grembiale e manderò il portiere... Bada, sotto il guanciale c’è la cuffietta rosa. Se... vuoi... serbarla a ricordo d’amor!... Addio, senza rancor. Mimi regresa ahora al nido solitario donde feliz respondió a tu llamada de amor. Vuelve a su antiguo trabajo de bordadora. Adiós sin rencor. Escucha, recoge las pocas cosas que dejé en casa. En mi cajón están el anillo de oro y el libro de oraciones. Mételo todo en un atillo, mandaré el portero a buscarlo. Ten cuidado, debajo de la almohada está el sombrerito rojo. Si quieres consérvalo como recuerdo de nuestro amor. Adiós sin rencor. Vals de Musetta Quando men vo soletta per la via, la gente sosta e mira e la bellezza mia tutta ricerca in me da capo a pie’... ... ed assaporo allor la bramosia sottil, che da gli occhi traspira e dai palesi vezzi intender sa alle occulte beltà. Così l’effluvio del desìo tutta m’aggira, felice mi fa! felice mi fa! E tu che sai, che memori e ti struggi da me tanto rifuggi? So ben: le angoscie tue non le vuoi dir, ma ti senti morir! Cuando voy solita por la calle la gente se para y me mira. Todos examinan mi belleza de la cabeza a los pies. Las mujeres de Puccini Y saboreo entonces ese deseo sutil que transpiran sus ojos, ojos que saben intuir por los encantos mi oculta belleza. Y entonces me envuelve el efluvio del deseo… y me hace feliz, y tú que lo conoces que lo recuerdas y te consumes…¿por qué huyes de mí? Yo lo sé, y no voy a desvelarlo, pero te sientes morir. TOSCA (1900) Vissi d’arte Vissi d’arte, vissi d’amore, non feci mai male ad anima viva!... Con man furtiva quante miserie conobbi, aiutai... Sempre con fe’ sincera, la mia preghiera ai santi tabernacoli salì. Nell’ora del dolore perché, perché Signore, perché me ne rimuneri così? Diedi gioielli della Madonna al manto, e diedi il canto agli astri, al ciel, che ne ridean più belli. Nell’ora del dolore, perché, perché Signore, perché me ne rimuneri così? Viví del arte, viví del amor, nunca le hice daño a nadie. Y, sin decir una palabra, ayudé a todos los que me necesitaban. Cada día, con fe sincera, he rezado en la iglesia y he llevado flores al altar. Señor, en los malos momentos ¿por qué me lo pagas así? Regalé mis joyas para el manto de la Virgen y mi canto a las estrellas, que, así, brillaban aún más radiantes. Señor, en los malos momentos ¿por qué me lo pagas así? MADAMA BUTTERFLY (1904) Tu, tu, piccolo iddio Tu? tu? piccolo Iddio! Amore, amore mio, fior di giglio e di rosa. Non saperlo mai per te, pei tuoi puri occhi, muor Butterfly... perché tu possa andar di là dal mare senza che ti rimorda ai di maturi, il materno abbandono. O a me, sceso dal trono dell’alto Paradiso, guarda ben fiso, fiso di tua madre la faccia! che ten resti una traccia, guarda ben! Amore, addio! addio! piccolo amor! Va, gioca, gioca! Tú, mi pequeño Dios.Amor mío, flor de lirio y rosa, que nunca sepas que por ti, por tus ojos inocentes, muere Butterfly, para que puedas ir más allá del mar sin que te apene, cuando crezcas, el abandono de tu madre. Tú, que bajaste a mí desde el trono del paraíso, mira fijamente el rostro de tu madre para que te quede una huella de él ¡Míralo bien! Adiós pequeño amor. Vete… Juega… Notas Textos al programa Un bel dì vedremo Un bel dì, vedremo levarsi un fil di fumo dall’estremo confin del mare. E poi la nave appare. Poi la nave bianca entra nel porto, romba il suo saluto. Vedi? È venuto! Io non gli scendo incontro. Io no. Mi metto là sul ciglio del colle e aspetto, e aspetto gran tempo e non mi pesa, la lunga attesa. E uscito dalla folla cittadina un uomo, un picciol punto s’avvia per la collina. Chi sarà? chi sarà? E come sarà giunto che dirà? che dirà? Chiamerà Butterfly dalla lontana. Io senza dar risposta me ne starò nascosta un po’ per celia... e un po’ per non morire al primo incontro, ed egli alquanto in pena chiamerà, chiamerà: piccina mogliettina olezzo di verbena, i nomi che mi dava al suo venire Un hermoso día veremos alzarse un hilo de humo sobre el horizonte. Y entonces, aparecerá la nave. Luego, esa nave blanca entrará en el puerto atronando con su saludo. ¿Lo ves? Ya ha llegado. Y yo no voy a buscarlo… no. Me quedo allí, en lo alto de la colina, y espero allí mucho tiempo, pero no me pesa esa larga espera y saliendo de entre la multitud un hombre, un pequeño punto que destaca en la colina ¿Quién será? y ¿qué dirá cuando llegue? Llamará a Butterfly desde la lejanía. Y yo, sin responder, me quedaré escondida. Por una parte, para ponerlo nervioso, y por otra para no morir en ese primer encuentro. Y él me llamará “pequeña mujercita, olor de verbena”, tal como me llamaba cuando volvía a casa. Todo esto ocurrirá, te lo prometo, no tengas miedo. Yo, con fe infinita, le espero… LA FANCIULLA DEL WEST (1910) Laggiú nel soledad Laggiù nel Soledad, ero piccina, avevo una stanzuccia affumicata nella taverna sopra la cucina. Ci vivevo con babbo e mamma mia. Tutto ricordo: vedo le persone entrare e uscire a sera. Mamma facea da cuoca e cantiniera,babbo dava le carte a faraone.Mamma era bella, aveva un bel piedino. Qualche volta giuocava anch’essa; ed io, che me ne stavo sotto al tavolino aspettando cader qualche moneta, la vedevo serrar furtiva il piede al babbo mio... S’amavan tanto!... Anch’io così vorrei trovare un uomo, e certo l’amerei. Allá, en Soledad, cuando era pequeña vivía en un cuchitril lleno de humo sobre la cocina de una taberna. Vivía con mis padres, lo recuerdo como si fuera hoy. Había gente a todas horas. Mi madre cocinaba y atendía la taberna. Padre repartía las cartas. ¡Mamá era tan bella! Con esos hermosos piececitos… A veces también se sentaba a jugar y yo me escondía debajo de la mesa Las mujeres de Puccini esperando a que cayera alguna moneda. Desde ahí veía cómo su pierna rozaba de forma furtiva la de mi padre ¡Se amaban tanto! Si yo encontrara un hombre así… lo amaría sin dudarlo. LA RONDINE (1917) Il Sogno di Doretta Chi il bel sogno di Doretta potè indovinar? Il suo mister come mai, come mai fini. Ahimè! un giorno uno studente in bocca la baciò e fu quel bacio rivelazione: Fu la passione! Folle amore! Folle ebbrezza! Chi la sottil carezza d’un bacio cosi ardente mai ridir potrà? Ah! mio sogno! Ah! mia vita! Che importa la ricchezza se alfine è rifiorita la felicità! O sogno d’or poter amar così! ¿Quién podría adivinar el precioso sueño de Doretta? ¿Cómo acabó este misterio? Un día un estudiante la besó en la boca… Y ese beso fue una revelación, fue pasión, amor, ternura. ¿Quién podría describir la sutil caricia de un beso así de ardiente? Ah, mi sueño. Ah, vida mía. Qué importa la riqueza si al fin ha florecido la felicidad. Oh, sueño dorado, poder amar así… IL TABARRO (1918) E ben altro il mio sogno E ben altro il mio sogno! Son nata nel sobborgo, e solo l’aria m’esalta, m’esalta e mi nutrisce! Oh! se Michele, un giorno, abbandonasse questa logora vita vagabonda!... Non si vive là dentro, fra il letto ed il fornello! Tu avessi visto la mia stanza un tempo! Bisogna aver provato! Belleville è il nostro suolo e il nostro mondo! Noi non possiamo vivere sull’acqua! Bisogna calpestare il marciapiede!... Là c’è una casa, là ci sono amici, festosi incontri e piene confidenze... Al mattino, il lavoro che ci aspetta. Alla sera, i ritorni in comitiva... Botteghe che s’accendono di luci e di lusinghe, vetture che s’incrociano, domeniche che chiassose... Piccole gite in due al bosco di Boulogne! Balli all’aperto, intimità amorose... E difficile dire cosa sia quest’ansia, questa strana nostalgia. Notas Textos al programa Mis sueños son otros: Sólo el aire puro me hace feliz y me da la vida. Si un día pudiera abandonar esta vida vagabunda y agotadora. Ahí dentro no se puede vivir en el espacio que queda entre la cama y el hornillo. Si hubieses visto esa casa… tendrías que haberla conocido. Belleville es nuestra patria y nuestro mundo. No se puede vivir encima del agua, es vital poder caminar sobre suelo firme. Allí tienes casa, allí tienes amigos, relaciones y plena confianza. Por la mañana, te espera el trabajo. Por la noche, el regreso con los amigos. Las tiendas con sus atractivas luces encendidas, coches que se cruzan, domingos divertidos, pequeñas excursiones al bosque de Boulogne, bailes al aire libre, intimidad amorosa. Es difícil explicar esa ansia, esa extraña nostalgia. GIANNI SCHICCHI (1918) O mio babbino caro O mio babbino caro, mi piace è bello, bello; vo’andare in Porta Rossa a comperar l’anello! Sì, sì, ci voglio andare! e se l’amassi invano, andrei sul Ponte Vecchio, ma per buttarmi in Arno! Mi struggo e mi tormento! O Dio, vorrei morir! Babbo, pietà, pietà! Babbo, pietà, pietà! Oh, papaíto querido, me gusta…¡es tan guapo! Quiero ir a Porta Rossa a comprar el anillo. Sí, quiero ir… y si le amase en vano, iría al Ponte Vecchio pero para tirarme al Arno. Me consumo y atormento. Dios mío, querría morir. Papá, por favor, piedad TURANDOT (1926) Tu che di gel sei cinta Tu che di gel sei cinta, da tanta fiamma vinta, l’amerai anche tu! Prima di questa aurora, io chiudo stanca gli occhi, perchè egli vinca ancora... Per non... per non vederlo più! Prima di questa aurora, io chiudo stanca gli occhi per non vederlo più! Las mujeres de Puccini Tú, que estás cubierta de hielo, incluso tú le amarás, vencida por el fuego de la pasión, Antes de esta aurora, cansada, cerraré los ojos … para que él siga viviendo. Antes de esta aurora, cansada, cerraré los ojos … para no volver a verlo. In questa reggia In questa reggia, or son mill’anni e mille, un grido disperato risonò, e quel grido, traverso stirpe e stirpe qui nell’anima mia si rifugiò! Principessa Lou-Ling, ava dolce e serena che regnavi nel tuo cupo silenzio in gioia pura, e sfidasti inflessibile e sicura l’aspro dominio, oggi rivivi in me! Pure nel tempo che ciascun ricorda, fu sgomento e terrore e rombo d’armi. Il regno vinto! Il regno vinto! E Lou-Ling, la mia ava, trascinata da un uomo come te, come te straniero, là nella notte atroce dove si spense la sua fresca voce! O Principi, che a lunghe carovane d’ogni parte del mondo qui venite a gettar la vostra sorte, io vendico su voi quella purezza, quel grido e quella morte! Mai nessun m’avrà! L’orror di chi l’uccise vivo nel cuor mi sta. Mai nessun m’avrà! Ah, rinasce in me l’orgoglio di tanta purità! Straniero! Non tentar la fortuna! Gli enigmi sono tre, la morte una! En este reino, hace miles de años resonó un grito desesperado, y ese grito se refugió en mi alma de generación en generación. Princesa Lo-u-Ling, mi dulce y serena abuela, que reinaste gozosa en oscuro silencio y desafiaste inflexible el áspero dominio, ahora revives en mí. Y también en ese tiempo que todos recordamos, hubo espanto, terror y ruido de armas y el Reino fue vencido y Lo-u-Ling, mi abuela, fue arrastrada por un hombre como tú, extranjero, como tú en aquella noche atroz en la que se apagó su fresca voz. Vosotros, príncipes, que venís aquí desde todos los rincones del mundo en largas caravanas a jugaros vuestra suerte yo vengo ahora en vosotros aquella pureza, aquel grito y aquella muerte. Nadie me tendrá jamás. El horror que la mató está vivo en mi corazón. Nadie me tendrá jamás. Renace en mí el orgullo de tanta pureza. Extranjero, no tientes a la suerte: los enigmas son tres, la muerte una. Biografías Elisabete Matos soprano Elisabete Matos nació en Braga, Portugal, donde cursó estudios de canto y violín. Becada por la Fundación Gulbenkian se trasladó a España para completar su formación con Ángeles Chamorro, Marimí del Pozo, Félix Lavilla, Angeles Chamorro y Miguel Zanetti. Tras su debut en la Opera de Hamburgo como Donna Elvira en Don Giovanni y Alice Ford en Falstaff, participó, en 1997, en los actos inaugurales del Teatro Real de Madrid, interpretando Marigaila en el estreno mundial de Divinas Palabras de Antón García Abril junto a Plácido Domingo. Inmediatamente Domingo le invita a debutar el rol de Dolly en la Washington Opera en una nueva producción de Sly de Wolf Ferrari junto a José Carreras como protagonistas. Tras su estreno, ha vuelto a cantar este rol en el Regio de Turín, en Japón con la Washington Opera y en la Opera de Roma, esta vez contando con Plácido Domingo como compañero en escena. Ha interpretado, entre otros papeles, Chimène en Le Cid de Jules Massenet en el Maestranza de Sevilla y en la Washington Opera, la protagonista en Margarita la tornera (ambas junto a Domingo) en el Teatro Real; Elsa en Lohengrin en su debut en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona; Mimí en la Boheme de Puccini en el Teatro San Carlos de Lisboa; La voix humaine en la Maestranza, Zaza en el Regio di Torino y en la Opera de Nice, Elisabetta en una nueva producción de Don Carlo en el Teatro Real de Madrid y en Palermo; Amelia Grimaldi en Boccanegra, Tosca y La battaglia di Legnano en el Massimo Bellini de Catania, Freia de Rheingold en Turín, Opera de Roma y Liceo de Barcelona; El rol homónimo de Suor Angelica en el Palau de Valencia; Tosca en la Fenice de Venecia, en Chipre con la Arena de Verona, en Oporto, Messina, Maestranza de Sevilla, Tokio y el Festival de Macerata, La Vida Breve en Lisboa, Amelia de Simon Boccanegra en el Teatro Real, Walküre (Sieglinde) en La Maestranza de Sevilla, San Carlos de Lisboa y Liceu, Senta de Holandés errante en Nápoles, Katia Kavanova y Els Pirineus en el Liceo de Barcelona, Madame Lidoine de Diálogo de Carmelitas en La Scala de Milán, el rol protagonista de La Dolores en el Teatro Real de Madrid, Gutrune (Goetterdammerung) y Rosa (Gaudi) en el Liceo de Barcelona, Amelia de Ballo in maschera en Nápoles y Bari, Elvira de Don Giovanni en el Palacio de Festivales de Cantabria, Condesa de Capriccio en Sao Carlos de Lisboa y sus tres últimos roles sumados a su repertorio: Santuzza de Cavallería Rusticana en el Sao Carlos de Lisboa y Nápoles, Abigaille (Nabucco) en Toulon y Norma de la ópera homónima en el Festival de Mérida y en el Villamarta de Jerez. Entre sus compromisos futuros, cabe destacar Elisabeth de Tanhäuser en el Liceu de Barcelona y los roles homónimos de Ifigenia en Taurige en el Campoamor de Oviedo, Gioconda en Tokio, Senta de Holandés errante en Maestranza y Tosca en el San Carlos de Lisboa. Además del repertorio lírico, Elisabete Matos frecuenta las salas de concierto, interpretando habitualmente lied y concierto sinfónico. De entre sus actuaciones destaca su recital de lied de repertorio ruso en la Gulbenkian de Lisboa y en el Festival Mozart, la Novena Sinfonía de Beethoven en Cagliari con Maazel (con quien también ha actuado recientemente en Milán), en el Auditorio de Madrid con López Cobos y en el Sao Carlos de Lisboa; El sombrero de tres picos de Manuel de Falla con la Chicago Simphony Orchestra, Las mujeres de Puccini dirigida por Daniel Barenboim y Wesendonck Lieder en el San Carlos de Lisboa. Ha participado en el concierto que el maestro Metha, junto a cantantes de la talla de Domingo, Carreras, Devia..., ha realizado en memoria del maestro Verdi en Parma y que ha sido televisado mundialmente. Ha grabado el Requiem de Suppé con el Coro y Orquesta de la Fundación Gulbenkian de Lisboa para Virgin Classics, dirigido por Corboz; el papel protagonista de La Dolores, de Bretón, para la Casa Decca, por el cual ha recibido un Grammy, así como Margarita la Tornera, de R. Chapí, para la casa RTVE, ambas acompañada de Plácido Domingo; Le Cid (DVD) y El sombrero de tres picos de Falla con la Chicago Simphony Orchestra, dirigida por Daniel Barenboim Elisabete Matos ha sido nombrada Oficial de la Orden del Infante Don Enrique por el Presidente de la República Portuguesa y la Medalla de oro al Mérito artístico de la ciudad de Guimaraes. En Italia le ha sido concedido el prestigioso Premio Internacional Lyons de la Lírica. Elena de la Merced soprano Realiza estudios de canto en el Conservatorio Superior de Música de Valencia con Felisa Navarro y AnaLuisa Chova, obteniendo también el título superior de guitarra. Perfecciona sus estudios de canto y repertorio con G. Souzay, M. Zanetti, E. Obraztsova, H. Lazarska, W. Rieger, D. Baldwin y Ross Craigmile. Obtiene el III premio en el Concurso de Canto J.Aragall (1995) y gana el Concurso Viñas (1998). Sin abandonar nunca el mundo del concierto, Mesías de Händel, Cantata Nupcial de Bach, Die Schöpfung y Missa in Tempore Belli de Haydn, Requiem de Mozart, El sueño de una noche de verano y Sinfonía nº 2 de Mendelsshon, Pulcinella de Stravinsky, etc... es en el de la ópera en el que desarrolla fundamentalmente su carrera, interpretando a Susanna en Le nozze di Figaro, Zerlina en Don Giovanni, Despina en Così fan tutte (Teatro Real), Mademoiselle Silberklang en Der Schauspiel-direktor (Liège), Adina en L`Elisir d`Amore, Norina en Don Pasquale, Carolina en Il matrimonio segreto de Cimarosa (Kammeroper de Viena), Servilia en La Clemenza di Tito (Festival Mozart en Coruña), Amore en el Orfeo de Gluck, Musetta en La Bohème de Puccini, Rosina en Il Barbiere di Siviglia de Rossini, Cleopatra en Giulio Cesare de Händel (Liceo)... Durante dos años consecutivos participó en el Festspiele de Bregenz (Austria) interpretando Oscar de Un ballo in maschera de Verdi, así como en Munich, siempre bajo la dirección de Viotti. En 2002 fue de nuevo invitada al Festival como Musetta en La Bohème de Puccini, papel que también interpretó en The Washington Opera. Ha interpretado Corinna en Il Viaggio a Reims de Rossini en el Liceu de Barcelona y Teatro Carlo Felice de Génova, Amore de Orfeo y Eurídice de Gluck con la Münchner Rundfunkorchester, ha hecho su debut en el Teatro alla Scala de Milán con Luisa Fernanda de F. Moreno-Torroba, junto a Plácido Domingo, ha realizado una gira con el grupo Les Talents Lyriques, bajo la dirección de Christophe Rousset, Cleopatra de Giulio Cesare de Händel en el Liceu, Norina de Don Pasquale en Bolonia, Luisa Fernanda en The Washington Opera y en el Teatro Real, Rosina de La Finta Semplice de Mozart en la Fenice de Venecia, Don Giovanni en el Festival Mozart de La Coruña, Norina de Don Biografías Pasquale en el Gran Teatro de Córdoba, Amadigi de Händel, concierto de Arias de Zarzuela barroca en Alemania junto Al Ayre Español y bajo la dirección de López Banzo, El Mesías de Haendel con la Orquesta de RTVE y Ros Marbà, Concierto de Arias de Zarzuela en el Festival de Santo Domingo, Réquiem de Faure con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria bajo la dirección de Mena, Zerlina (Don Giovanni) en el Festival Mozart de La Coruña, Orfeo y Euridice en París, Orleáns y Festival de Evreux, Misa de la Coronación en Granada bajo la dirección de Pons, Júpiter y Semele con Al Ayre Español, Luisa Fernanda en el Teatro Real, Rigoletto (Gilda) en el Villamarta de Jerez, Le nozze di figaro, con la Real Filharmonía de Galicia y Ros Marbà, Amadigi en el Festival de Montpellier, Ariodante (Haendel) en el Liceu... Entre sus recientes y próximos proyectos cabe mencionar, entre otros, Constance de Diálogos de Carmelitas en la ABAO y en Oviedo, Luisa Fernanda en la Ópera de Los Ángeles, Il burbuero di buen cuore, de Martín y Soler en el Teatro Real de Madrid y en el Liceu de Barcelona, Marzelline de Fidelio en el Teatro de la Maestranza y en el Liceu de Barcelona, recital en el Palau de les Arts, Mesías de Haendel en Extremadura, Arbore de Diana de Martín y Soler en el Liceu de Barcelona, Liu de Turandot en Tenerife, Amira de Ciro (Rossini) en París, Angelina de Orlando (Haendel) en París, Cleopatra de Giulio Cesare en Lausanne, etc. Ha trabajado bajo la dirección de maestros como López Cobos, Peter Maag, Marcello Viotti, David Jackson, García Navarro, Frühbeck de Burgos, Antonio Pirolli, Jacques Delacote, Marco Armiliato, Tiziano Severini, Kamal Kanh, Ros Marbá, Harry Bicket, Miquel Ortega, Víctor Pablo, Christophe Rousset, etc. Ana María Sánchez soprano Nació en Elda (Alicante). Llegó al mundo de la música a través de la Polifonía, como componente del Orfeón Polifónico del C.E.E. Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Alicante, que le concedió en el año 2000 el “Laurel de Oro de las Artes”. Estudió la carrera de Canto en el Conservatorio Superior de Música “Óscar Esplá” de Alicante, con la soprano Dolores Pérez. Fue becada por el C.E.E. para continuar sus estudios en la Escuela Superior de Canto de Madrid, donde estudió con Miguel Zanetti, obteniendo el Premio Extraordinario de fin de Carrera “Lola Rodríguez de Aragón”. Después de haber realizado numerosos conciertos en Francia y Alemania, debutó en Palma de Mallorca con la ópera Nabucco de Verdi en 1994. A raíz del éxito obtenido ese mismo año como Mathilde de Guillaume Tell, en el Teatro San Carlos de Lisboa, recibió numerosas invitaciones en Palma de Mallorca (Don Giovanni, Don Carlo, Adriana Lecouvreur, Mefistofele y Réquiem de Verdi); Bilbao (Il Trovatore, Tannhäuser, Les Huguénots, Lucrezia Borgia, Otello y Zigor); Gran Teatre Liceu de Barcelona (Nabucco, La forza del destino, Turandot, Don Carlo, Un ballo in maschera, Le Villi, Roberto Devereux, Norma y María del Carmen); Teatro Real de Madrid (Elektra, La forza del destino, Ildegonda, Don Carlo y Tosca); Valencia (Elektra, Don Giovanni, Don Carlo, Maror y La Bruja); Las Palmas de Gran Canaria (Un ballo in maschera); Oviedo (Ro- Las mujeres de Puccini berto Devereux, Don Carlo, Anna Bolena, La vida breve y Réquiem de Verdi); Málaga (Réquiem de Verdi, La vida breve); Festival de Granada (Réquiem de Verdi); Teatro Maestranza de Sevilla (Elektra, Réquiem de Verdi); La Coruña (Réquiem de Verdi); Santiago de Compostela (Réquiem de Verdi); Festival de Peralada (Réquiem de Verdi); Quincena Donostiarra (Don Carlo, Un ballo in maschera, Gala Verdi y Concierto Strauss); Murcia (Norma); Alicante (Norma); Staatsoper de Hamburgo (Don Giovanni, La forza del destino); Bayerische Staatsoper de Munich (Il Trovatore); Deutsche Oper de Berlín (Aida, Don Giovanni); Ópera de Zurich (Il Trovatore, Réquiem de Verdi); Festpielhaus de Salzburgo (Don Carlo); Ópera du Rhin de Estrasburgo (Don Carlo); Opéra de Marseille (La forza del destino); Maggio Musicale fiorentino (Aida, Il Trovatore), Teatro San Carlo de Lisboa (Guillaume Tell, Aida); Teatro Colón de Buenos Aires (Réquiem de Verdi); Metropolitan Opera House de New York (Un ballo in maschera); Ravenna (Réquiem de Verdi); Wiesbaden (Un ballo in maschera); Dresde (Norma); Venecia (Goyescas y Le roi de Lahore), etc. Combina sus actuaciones operísticas con conciertos y recitales de Música de Cámara y Oratorio entre los que ha interpretado Stabat Mater y Te Deum de Dvorak, Novena Sinfonía de Beethoven, La muerte de Cleopatra de Berlioz, Cuatro últimos Lieder de Strauss, Gloria de Vivaldi, El Pesebre de Pau Casals, Las últimas siete palabras de Nuestro Señor en la cruz de Haydn, Cuarta Sinfonía de Mahler, etc., así como conciertos de música española. Ha grabado La vida breve de Falla con Max Valdés, El Pesebre de Pau Casals con Lawrence Foster, Maror de Manuel Palau con García Asensio, Le roi de Lahor de Massenet con Marcello Viotti, Ildegonda de Arrieta con López Cobos, “Concierto Lírico de ópera y zarzuela” del Teatro Real de Madrid con López Cobos, “Zarzuela” y “Dúos de zarzuela” con García Asensio y la Orquesta de RTVE, “El dúo de la africana” del Teatro Real, con Jesús López Cobos, “Clásicos Populares 9” con Enrique García Asensio, Divas del Canto y Gala Lírica 2 con la Orquesta de RTVE y Odón Alonso, y la recopilación Voces de Zarzuela. Es Académica Numeraria de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. José Fabra Catalá director musical Estudia piano, violín, armonía, composición y posteriormente dirección de orquesta con los maestros Eduardo Cifre y Manuel Galduf, en el Conservatorio Superior de Música de Valencia. Desde 1989 es profesor numerario del Conservatorio Profesional de Música de Torrent y el pasado curso 2005-2006 imparte la asignatura de Análisis musical en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, donde continúa actualmente. Ha realizado cursos de perfeccionamiento en la Accademia Musicale Chigiana de Siena (Italia), Scuola di Alto Perfezionamiento Musicale de Saluzzo (Italia), Bachakademie de Santiago de Compostela, y Clases Magistrales organizadas por el Ministerio de Cultura en Madrid, con los maestros Ferdinand Leitner, Aldo Ceccato, Helmuth Rilling y Ros Marbá, respectivamente. Ha dirigido las orquestas de Valencia, Comunidad de Madrid, Principado de Asturias, Filarmónicas de Málaga y Gran Canaria, Sinfónicas de Castilla y León y del Vallés, “Pablo Sarasate” de Pamplona, Córdoba, Ciudad de Oviedo, Ciutat de Torrent y Sinfónica del Mediterráneo, así como a los solistas Montserrat Caballé, Maurice André, Rosa Torres Pardo, Leonel Morales, Spanish Brass Luur Metals y Pedro Iturralde, entre muchos otros. También ha colaborado con la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) como director invitado y con Fernando Argenta y Biografías Fernando Palacios en la celebración de conciertos para los más jóvenes. Fue director titular de la Banda Primitiva de Llíria durante los años 93/94, y ha actuado como invitado con las bandas sinfónicas municipales de Madrid y Palma de Mallorca. Ha dirigido Las Bodas de Fígaro, El Barbero de Sevilla, Don Pasquale, Gianni Schichi y Rigoletto y ha participado en la producción de Falstaff, Elektra y Carmen, realizadas en el Palau de la Música de Valencia y L’elixir d’amore en el Teatro Cervantes de Málaga. Es un buen conocedor del género lírico español, no en vano ha dirigido un gran número de títulos como La Tabernera del Puerto, La Revoltosa, Los Gavilanes, La Verbena de la Paloma, El Caserío, Doña Francisquita, La Leyenda del beso, La Generala, y un largo etc. en los principales escenarios españoles como el Teatro de la Zarzuela de Madrid, Cervantes de Málaga, Campoamor de Oviedo, Kursaal de San Sebastián Palacio Euskalduna de Bilbao ó Gayarre de Pamplona. Asimismo dirigió El Barberillo de Lavapiés en la Kammeroper de Viena, cosechando un importante éxito de crítica y público. Ha estrenado obras de Tomás Marco, Javier Darias y César Cano, habiendo por otra parte actuado y grabado para RNE, TVE, A3 TV, C9 radio y TV y ORF 2. Orquesta Ciutat de Torrent La Orquesta Ciutat de Torrent se presenta a finales de marzo de 2000 como fruto de un proyecto de colaboración entre el Conservatorio Profesional de Música y l’Auditori de la ciudad, donde se establece como orquesta residente. Está constituida mayoritariamente por profesores del Conservatorio y músicos vinculados en la ciudad de Torrent, con una trayectoria artística avalada por un reconocido prestigio en el ámbito solista y también como participantes en otras formaciones instrumentales, camerísticas, etc . El director artístico y titular es José Fabra Catalá, profesor del conservatorio e impulsor del proyecto desde los inicios. Proyecto hoy consolidado si tenemos en cuenta, entre otros, la variada programación que desarrolla (conciertos sinfónicos, líricos, populares, pedagógicos, representaciones operísticas, etc.) tanto en su sede, l’Auditori, como en otros escenarios. De las pasadas temporadas, se han de mencionar la colaboración en el Concurso Internacional de Guitarra Francisco Tárrega de Benicasim (2003) o en el Congreso Internacional de Intérpretes de Trompa que tuvo lugar a Valencia (2004). Además, ha grabado la banda sonora del film Arròs i Tartana de José A. Escrivá, coproducida por TVE y patrocinada por la Generalitat Valenciana y ha participado en las representaciones de las óperas producidas por l’Auditori de Torrent: Il Barbieri di Siviglia de Rossini (2003), Don Pasquale de Donizetti (2004) y Rigoletto de Verdi (2005), con esta última en gira por España, actuando en escenarios como: Palacio Euskalduna de Bilbao, Kursaal de San Sebastián, Palacio Valdés de Avilés, etc. Carlos Bonell, Roberto Aussel o Pavel Steidl son algunos de los solistas de guitarra con los que ha actuado dentro de los Encuentros Internacionales de Guitarra Ciutat de Torrent, así como José Sempere, Javier Palacios, Joan Enric Lluna, Humberto Quagliata, Fernando Palacios, Amores grupo de percusión, José Ortí, Josu de Solaun, Ara Malician, Coro de la Generalitat Valenciana o Spanish Brass Luur Metalls, que han contribuido a la brillantez de una corta pero intensa trayectoria. Recientemente, ha grabado un CD con obras de Salvador Chuliá, en el que ha contado con la colaboración estelar del trompetista Maurice André.