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LA POBLACIÓN RECLUSA
LA POBLACIÓN RECLUSA
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La población reclusa
Indicadores
1)
2)
Población drogodependiente atendida por los Equipos de
Intervención en Toxicomanías en los centros penitenciarios de la
CAPV.
La intervención con reclusos drogodependientes en España.
Centros de Información
1)
Equipos de Intervención en Toxicomanías dentro de la prisión:
Agipad en Martutene (Gipuzkoa), Edex en Basauri (Bizkaia) y
Lur Gizen en Nanclares de la Oca (Álava).
8.1
LA DROGODEPENDENCIA EN PRISIÓN
Existe un alto porcentaje de consumidores de drogas en centros penitenciarios
aunque, probablemente, el porcentaje de consumidores problemáticos sea menor.
Esta afirmación viene avalada tanto por constatación del aumento de reclusos a
nivel europeo1 como por el registro de un gran número de delitos relacionados
tradicionalmente con la ocurrencia de la toxicomanía en el resto del Estado2 (delitos
contra la propiedad en el Código Penal [C.P.] derogado, delitos contra el patrimonio
y el orden socio-económico en el C.P. vigente y delitos contra la salud pública). Por
supuesto, esta última fuente no permite hacer una afirmación categórica ya que no
está demostrado que todos los sujetos implicados en estos delitos sean
dependientes de la droga.
En la CAPV, el estudio del volumen de población atendida por los programas
de intervención en toxicomanías que desarrollan su labor en los centros
penitenciarios de los tres territorios históricos, permite afirmar que más de la mitad
1
Ver Memoria 2000 del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, págs.
11 y 24.
2
Ver datos disponibles en la web del Ministerio de Interior: http://www.mir.es
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(52,7%) del total de reclusos atendidos en 1999 solicitó atención por un problema de
dependencia a sustancias psicoactivas.
Gráfico 1. Población reclusa de la CAPV y población reclusa que demanda
contacto con los Equipos de Intervención en Toxicomanías, en números absolutos
Población reclusa
549
Población reclusa que
demanda tratamiento
1040
Fuente: Elaboración propia realizada en base a las Memorias de los Equipos de
Intervención en Toxicomanías de la prisión (año 1999).
8.2 ALTERNATIVAS TERAPÉUTICAS EN LAS PRISIONES DE LA CAPV: LA
ACTIVIDAD DE LOS EQUIPOS DE TOXICOMANÍAS
Atendiendo a la necesidad de tratamiento del fenómeno de la toxicomanía
recogida por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias (D.G.I.P.) y a
través de un acuerdo entre esta dirección y el Gobierno Vasco, surgen en 1986 dos
de los tres Equipos de Intervención en Toxicomanías en las prisiones vascas. El
Equipo de la prisión guizpucoana surge en 1990, conformándose uno por cada una
de las prisiones ubicadas en la CAPV.
En función de las características diferenciales de cada uno de los centros3 y
de las peculiaridades de la población que atienden, su labor tienen como objetivo la
ayuda a la población reclusa toxicómana para que tome conciencia de su
3
Es preciso indicar que cada una de las prisiones posee características diferenciales. El
centro penitenciario de Basauri (Bizkaia) es una prisión de preventivos, orientada a la
retención de los sujetos hasta la fecha de juicio, aunque contempla la posibilidad de
cumplimiento de prisión efectiva por un período no superior a 6 meses. El centro alavés
de Nanclares de la Oca es un centro de cumplimiento de penas. La prisión de Martutene
(Gipuzkoa) acoge a los reclusos menores de 21 años de la CAPV y, al igual que la de
Basauri, custodia a internos preventivos. Tanto Nanclares de la Oca como Martutene
acogen a la totalidad de la población reclusa femenina de la CAPV.
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problemática y se involucre voluntariamente en un proceso de tratamiento que,
iniciado en prisión, se desarrolle complementariamente y finalice fuera de ésta.
Es necesario destacar el esfuerzo de los profesionales sanitarios por
reproducir en los centros penitenciarios el abanico de alternativas terapéuticas
disponibles en la red pública. En este sentido y con el fin de poder cubrir el máximo
número y diversidad de demandas de atención, se consolidan los Programas de
Reducción del Riesgo, además del mantenimiento del tradicional Programa Libre de
Drogas.
En base a los datos aportados por los equipos en las memorias de 1999, se
presentan las conclusiones más significativas en relación con el problema de la
toxicomanía entre los reclusos de la CAPV.
En el año 1999 fueron atendidas un total de 549 personas por los Equipos de
Intervención en Toxicomanías en las tres cárceles vascas. Supone un 52,7% de la
población total reclusa en la CAPV por lo que, haciendo referencia a la importancia
de la toxicomanía en prisión, se puede afirmar que en 1999 más de la mitad de la
población reclusa de la CAPV presentó un problema de dependencia para el que
solicitó atención.
El volumen de población atendida supone un descenso del 13% respecto al
año anterior y una pérdida global de un 28,4% de personas respecto a 1994.
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Gráfico 2: Población reclusa atendida en programas de tratamiento dentro de
las prisiones de la CAPV entre los años 1994 y 1999, en valores absolutos
28,4%
900
800
700
600
766
663
578
-13,4%
631
527
-12,8%
500
400
-13%
+19,7%
-8,8%
549
300
200
100
0
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Fuente: Elaboración propia realizada en base a los datos de las Memorias de los
Equipos de Intervención en Toxicomanías.
Esta disminución de pacientes podría deberse a un descenso del volumen de
población reclusa, en general. La reforma del Código Penal, además de la
excarcelación de un gran número de internos, trajo consigo la modificación del
sistema de penas. La nueva filosofía penal supone la potenciación de las medidas
alternativas a la pena privativa de libertad y la disminución de la aplicación de la
prisión preventiva. Esta reforma acarrea un descenso del número de personas que
ingresan en prisión.
Volumen de personas atendidas en función del tipo de Historia Clínica
Del total de atenciones dispensadas, casi la mitad (47,1%) fue referida a
personas que iniciaban un contacto terapéutico con el equipo por primera vez,
(historia clínica nueva). El 29,5% fueron atenciones protagonizadas por sujetos que
disponían de historia clínica abierta por contactos previos (reingresos) y el 23,3%
fueron sujetos que en 1999 continuaban el tratamiento que habían iniciado el año
anterior (historia clínica anterior).
Como puede verse en la Tabla 1, la interpretación de datos varía
ostensiblemente en función del año de referencia utilizado. El progresivo
fallecimiento de los reclusos multirreincidentes, consumidores problemáticos de
drogas, podría explicar el descenso de los reingresos.
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Por otro lado, y con respecto a la visible variabilidad entre historias nuevas e
historias anteriores (98/99 y 94/99), se puede intuir la dificultad de realizar un
análisis de tendencias. Aunque en 1994 se comprueba un progresivo descenso de
historias clínicas nuevas, se confirma una ligera subida de éstas en los dos últimos
años.
Tabla 1: Personas en tratamiento en función del tipo de contacto establecido con el
programa en la CAPV entre los años 1994 y 1999, en valores absolutos y en
variaciones porcentuales
1994 1995 1996 1997 1998 1999
Variación Variación
98-99
94-99
Personas en tratamiento
629
663
578
527
631
549
-13
-12,8
Historia clínica nueva
323
264
255
223
255
259
+1,5
-19,9
Historia clínica anterior
107
170
159
137
174
128
-26,5
+19,6
Reingresos
199
229
164
167
202
162
-19,9
-18,6
Fuente: Elaboración propia realizada en base a datos ofrecidos por las Memorias de los
Equipos de Intervención en Toxicomanías.
Bajas en tratamiento
Se han producido 431 bajas en los programas de tratamiento durante el año
1999. La causa más frecuente de baja (29,2%) se ha producido por el traslado de
los internos en tratamiento a otro centro penitenciario. La población penitenciaria no
es estática. La concesión de la libertad o el tercer grado ha motivado el 27,8% de
las bajas. Más de la mitad de las bajas ha sido por estos dos motivos.
Le siguen a continuación las bajas por abandono voluntario del tratamiento
(21,8%). Se trata del cese de la relación terapéutica por decisión propia del
paciente y puede dar idea tanto de la motivación del sujeto para mantenerse en el
tratamiento como de la capacidad de los equipos para responder a las
peculiaridades y demandas de cada uno de los pacientes.
El 18,7% de los internos causan baja por ser derivados a la red asistencial
para continuar el tratamiento en el exterior de la prisión en mejores condiciones
terapéuticas. Es destacable el constante incremento de bajas motivadas por este
supuesto, que informa de la aplicación, cada vez mayor, de las medidas
contempladas en la ley para los reclusos con problemas de adicción. El número de
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bajas por alta terapéutica es insignificante ya que resulta prácticamente imposible
completar un proceso terapéutico en este medio (Tabla 2).
Tabla 2: Causas de las bajas producidas en las personas atendidas por los
equipos de intervención en prisión entre los años 1994 y 1999, en porcentajes
Baja voluntaria (abandono)
Alta terapéutica
Libertad y tercer grado
Traslado a otro centro
penitenciario
Derivados a tratamiento
TOTAL bajas en el tratamiento
1994
20
9
22
20
1995
16
2
21
32
1996
25
3
26
30
1997
27
1
26
19
1998
38
10
86
119
1999
94
9
120
126
22
437
29
382
16
360
27
259
88
396
81
431
Fuente: Elaboración propia realizada en base a datos ofrecidos por las Memorias de
los Equipos de Toxicomanías .
Datos sociodemográficos y perfil de las personas atendidas por los Equipos
de Intervención en Toxicomanías
La presencia masculina, tal y como se señalaba en los informes anteriores, es
muy superior a la femenina. De las 549 personas atendidas por los equipos, el
88,7% son hombres y el resto mujeres.
La edad media de las personas presas toxicómanas atendidas en programas
de tratamiento es de 29 años, un año menor a la media registrada el pasado año a
pesar del progresivo aumento de edad de la población reclusa del estado en
general.
El grado de formación de los reclusos atendidos es bajo; más de la mitad de
ellos carecen de Graduado Escolar (58%).
Dado el bajo nivel de estudios es lógico que el 77% de las personas internas
en tratamiento por toxicomanías no tengan cualificación profesional o, si la tienen,
ésta sea muy escasa. Teniendo en cuenta la relativa juventud con que los reclusos
atendidos inician su historia de consumo, es difícil que se mantengan relacionados
con los centros académicos y profesionales que dispensan una titulación o
acreditación profesional.
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La mayoría de los sujetos atendidos es originaria de la CAPV, siendo muchos
de ellos la primera generación nacida de padres inmigrantes.
Con respecto a las circunstancias familiares de los sujetos atendidos, es
notable la concomitancia de la dependencia a sustancias psicoactivas entre otros
miembros de la familia (padres o hermanos) además del sujeto mismo. Si se añade
a esto el hecho de que más de la mitad de los pacientes conviven en este núcleo, es
fácil pensar en la existencia de tensión en la convivencia familiar.
La mayoría de los sujetos inicia el contacto terapéutico manifestando un
problema de adicción a varias sustancias. La politoxicomanía es un fenómeno
recurrente que dificulta el abordaje terapéutico. El consumo se inicia en etapas
evolutivas tempranas y el problema persiste durante muchos años, aunque también
son muchos los intentos fallidos de deshabituación.
La vía de consumo de elección sigue siendo la intravenosa (51%) aunque a
este respecto sólo se cuenta con los datos reflejados en la memoria de la prisión de
Basauri.
Los problemas sanitarios más relacionados con la población reclusa son el
VIH (40,7%, este año desciende en un 1,3% el volumen de pacientes atendidos
infectados por el virus respecto a 1998) y la hepatitis (62,1%), en mayor medida.
El historial delictivo cuenta ingresos por robo y por tráfico de drogas como
tipologías delictivas más habituales. Son sujetos que en su mayoría han pasado un
tiempo superior a un año en prisión y que han estado varias veces en contacto con
ella. La edad media de ingreso inicial se sitúa alrededor de los 22 años.
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PERFIL DE LA PERSONA PRESA ATENDIDA EN LOS PROGRAMAS DE
TRATAMIENTO DENTRO DE LAS CÁRCELES VASCAS
Perfil sociodemográfico
Datos familiares
Varón (88,7%)
29 años
Casado o separado (55%)
Sin Graduado Escolar (58%)
Escasa cualificación profesional (71%)
Nacido en la CAPV (70,5%)
Reside con los padres (55,7%)
3 o 4 hermanos
Padres inmigrantes en la
CAPV (44,3%)
Hay otros miembros
toxicómanos en la familia
Relación con las drogas
Relación con la prisión
Media de ingresos en la cárcel:
4-5 veces
Edad primer ingreso: 22 años
Tiempo total de estancia:
más de 1 año
Causa actual de ingreso en prisión:
robo y delitos contra la salud pública
Politoxicómano (81,9%)
15-16 años inicio consumo
Ha consumido durante 10 años
Vía intravenosa
Contacto con tratamientos anteriores (80,5%)
Portador del VIH (40,7%)
Hepatitis (62,1%)
Fuente: Elaboración propia realizada en base a las Memorias de los Equipos de
Intervención en Toxicomanías.
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INTERVENCIÓN CON DROGODEPENDIENTES EN PRISIÓN: EL
ESTADO ESPAÑOL
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias afirma que la intervención
con drogodependientes en centros penitenciarios ha adquirido un notable desarrollo
en los últimos años. Se ha producido un incremento cuantitativo y cualitativo en los
programas preventivos, asistenciales y de incorporación social. El considerable
desarrollo que están alcanzando los tratamientos con metadona, la implantación de
los programas de intercambio de jeringuillas, el incremento de tratamientos de
deshabituación y las derivaciones a la red sanitaria pública de internos en
tratamiento configuran una nueva situación que se traduce en una mayor adecuación
de las intervenciones a las características personales y adictivas de los internos.
A fecha de 31 de diciembre de 1999 la población reclusa española ascendía a
44.197 internos. El 91,5% de estos internos eran varones, de entre 31 y 40 años
(35,5%). El 28,5% de la población reclusa estaba imputada por delitos contra la
salud pública; y un 52,4%, por delitos contra la propiedad.
La alta prevalencia del consumo de drogas, la existencia de numerosas
enfermedades infecciosas (tuberculosis, hepatitis B y C, VIH-Sida) y los hábitos de
consumo asociados a prácticas de riesgo de transmisión de las mismas justifican la
implantación de los programas mencionados anteriormente.
Durante 1999 un total de 30.934 internos drogodependientes fueron atendidos
en programas de deshabituación y/o reducción de daños en los centros
penitenciarios españoles, lo que supone un aumento de un 10,8% respecto al
número de internos atendidos en 1998. Los beneficiarios de los Programas de
Mantenimiento con Metadona, con un crecimiento del 14,5%, y los Programas de
Intercambio con Jeringuillas (que crecieron un 108,95%) son los que registran una
tendencia más alcista. Por otro lado, las derivaciones de reclusos a programas de
tratamiento externos también aumentaron en 1999. Con respecto al año anterior, un
22,5% fueron derivados a comunidades terapéuticas, el 13% a centros
ambulatorios, el 2,8% a programas de mantenimiento con metadona y el 170% a
otros recursos de deshabituación.
8.4
DOCUMENTACIÓN UTILIZADA
Agipad. Memoria 1999. Donostia-San Sebastián: Agipad (Asociación Guipuzcoana
de Investigación y Prevención del Abuso de Drogas).
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Dirección de Derechos Humanos. Datos referentes a los años 1994, 1995, 1996,
1997, 1998. Departamento de Justicia, Economía, Trabajo y Seguridad Social
del Gobierno Vasco.
Edex Kolektiboa. Programa de intervención en toxicomanías en la prisión
provincial de Basauri, 1999. Bilbao.
Lur Gizen. Memoria del programa de intervención en toxicomanías, Centro
Penitenciario Nanclares de la Oca. Ejercicio 1999.
Ministerio de Interior. Programas de Intervención con Drogodependientes en
Centros Penitenciarios. Memoria 1999.
Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (1999). Observatorio
Español sobre Drogas. Madrid: Ministerio de Interior.
Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (2000). Informe anual
sobre el problema de la Drogodependencia en la Unión Europea.
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