Sobre la fidelidad y los efectos de la polarización
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Sobre la fidelidad y los efectos de la polarización
Gaceta B U SI N E S S 6 . 0 0 0 k i l ó m et r o s v i s i ta n d o ó pt ic as Sobre la fidelidad y los efectos de la polarización n este artículo te voy a contar las reflexiones que anoté en mi cuaderno de viaje sobre dos temas que creo que te pueden interesar: la fidelidad de los clientes y la polarización en la venta, un fenómeno que está transformando la venta de productos, incluidos los productos ópticos. E El día que llegué a París tuve una experiencia que me hizo reflexionar sobre ambos temas. Al llegar al hotel tuve problemas para hacer la entrada, así que mientras se solucionaban, como era mediodía, fui a comer a un restaurante que se encontraba cerca. Al poco de sentarme, el señor de la mesa de al lado comenzó a hablar conmigo. Después de unos minutos hablando en inglés con él me preguntó si viajaba en moto; algo que, dada mi indumentaria y el casco que tenía sobre la mesa, resultaba evidente. nº 491 abril 2014 Jesús Alonso Graduado en Óptica y Optometría, Máster en Ciencias y Máster en Dirección y Administración de Empresas. Ha desarrollado gran parte de su carrera profesional como director y consultor de Marketing & Business Tools, consultora especializada en el sector óptico. Actualmente también dirige el proyecto VENDER ES COOL cuya misión es formar comercialmente a profesionales de sectores sanitarios, pero muy especialmente a los ópticos-optometristas y auxiliares de óptica. E-mail: [email protected] http://venderescool.com sano cuando hacía tan sólo tres días que había salido de España con la intención de hablar con gente de fuera. Me dio por pensar en cómo los clientes, deseosos de conocer algo nuevo, abandonan su óptica de toda la vida en favor de otras desconocidas y cómo, después de un tiempo, algunos vuelven a la misma. Entonces, en un claro castellano me dijo. ¡Anda la hostia! Yo soy de Vitoria. Muchas veces el óptico lo explica diciendo que los demás no son tan buenos cómo él, que nunca debieron irse y que los clientes vuelven a encontrar el buen servicio que nunca debieron abandonar. Esto último es cierto, vuelven los que vuelven; pero los que no vuelven, no vuelven. Nos echamos a reír. En nuestras miradas y gestos se notaba la alegría de encontrar a un paisano. Me contó que también había tenido problemas con el hotel y que, al parecer, no éramos los únicos. No podía dejar de asombrarme que me hubiera hecho ilusión encontrarme con un pai- Sobre la fidelidad del cliente se han escrito infinidad de páginas en las que se pueden encontrar opiniones y consejos de lo más variado. No es de extrañar ya que el éxito de la mayor parte de los negocios dependen en mayor o menor medida de su capacidad para fidelizar al cliente. Parece lógico asociar la fidelidad a la satisfacción pero, en mi opinión, los clientes no se van por insatisfacción sino por aburrimiento. Se van aburridos de encontrar siempre lo mismo. Quieren nuevas emociones y por eso se van en busca de lo inexplorado. Todas las ópticas tienen muchos clientes que han comprado dos veces, pero no tantos que han comprado cinco veces. ¿Por qué? La primera, segunda y tercera vez quedaron satisfechos, pero la cuarta no. ¿Por eso se fueron? Tal vez sólo se cansaron. Tal vez se aburrieron de más de lo mismo. La fidelidad tiene una mayor relación con la percepción de riesgo en el cambio que con la satisfacción. Sé que esta afirmación te puede extrañar ya que parece lógico pensar que si un cliente está satisfecho volverá y si no está satisfecho no volverá. Sin embargo, esto no es razón suficiente para darlo por hecho. También parecía lógico que la Tierra fuera plana y no era así. Intenta por unos momentos asociar la fidelidad con el riesgo. Cambiar de óptica no implica demasiado riesgo. Puedes ir a una óptica diferente a la habitual. Mirar sus monturas expuestas; obtener una impresión a través del aspecto del local e, incluso, te pueden hacer un examen visual y un presupuesto personalizado totalmente gratis. Si no te gusta lo que te ofrecen te despedirán con una sonrisa y podrás volver a tu óptica habitual. Como te digo no hay riesgo. Cuando vayas a tu óptica no sabrán que “has estado coqueteando con otra óptica”. Para algunos clientes incluso puede ser atractivo, casi sexy. Coquetean con varias ópticas para ver cuál les gusta más. En el caso, por ejemplo, de una peluquería, el riesgo es mayor. Si una señora al cambiar de peluquería no le gusta como le cortan el pelo deberá aguantar unas semanas, sin más remedio, con un corte de pelo que no le gusta. Además, ¡qué vergüenza volver después a su peluquera anterior! Tendría que inventar una buena excusa para volver. Pero si el cambio le gusta, se alegrará de haber tomado la decisión que le ha proporcionado una imagen renovada. Con el tiempo es posible que también se canse de la nueva peluquería y que incluso recuerde con nostalgia la anterior. Muchas veces esa nostalgia de los clientes hace que el marketing nº 491 abril 2014 Gaceta B U SI N E S S vuelva a traer a primer plano productos, conceptos y estilos que abandonaron en busca de algo nuevo, pero que con el tiempo les agrada volver a encontrar. Palabras como remake, retro o vintage lo explican y justifican. Esto no afecta sólo a la industria del vestir sino a muchas otras. Como ejemplos de la industria del automóvil está el nuevo Volkswagen Beetle o el Mini. Olvídate de decir “este es cliente mío”. Debes reconquistarle constantemente y el primer paso es no hacer que se aburran. Existen muchas formas de introducir novedades. Puedes hacer una reforma de vez en cuando, o sencillamente pintar de otro color cada cierto tiempo, ser un poco más audaz en el escaparate o proponerles cosas que les sorprendan. También puedes invitarles a probar unas lentes de contacto si nunca lo han hecho o mostrarles el confort visual que proporciona un lente polarizado. Puedes entregarles información escrita sobre su condición ocular. En D-OPTOM puedes encontrar mucha información preparada para dar a los clientes. En fin, desarrollar pequeñas acciones que hagan tu relación con el cliente más atractiva, o mejor dicho, la suya contigo. La relación entre satisfacción y fidelidad no es tan clara como la lógica puede hacer pensar. En las relaciones comerciales no todo es lógica, también están las emociones, la sensación de riesgo percibido... Cuando terminé de comer me dirigí al hotel con mi nuevo amigo y allí encontramos a más clientes que habían tenido el mismo problema. ¿Crees que por ello no volverán? Mientras nos solucionaban el problema, mi compañero de restaurante me confesaba ser un cliente asiduo del hotel. Semanas después, ya de regreso a casa pude comprobar el esfuerzo que realiza el hotel para mantener a los clientes vinculados. No gestiones la fidelidad solamente a través de la satisfacción. El día anterior también tuve otra curiosa experiencia en otro hotel. Esa vez muy favorable y a un precio de chiste. Si quieres leerla puedes nº 491 abril 2014 descargar una versión completa del viaje en la página web de vender es cool: http://venderescool.com. Este último no tenía un precio tan bajo, pero comparado con lo que había pagado por la comida resultaba ridículo. Sin duda mi experiencia en los hoteles era un claro ejemplo de la polarización. La polarización es un fenómeno que consiste en que los productos, o servicios como es en el caso de los hoteles, se mueven hacia polos opuestos. Un polo lo forman productos económicos, sencillos, con poca sofisticación, pero de resultados correctos. No más de lo que el cliente espera, pero tampoco menos. El otro polo es el formado por productos realmente caros, sofisticados, destinados a clientes que están dispuestos a pagarlos. Ambos polos son los extremos de una recta en la que los productos de precio medio tienden a desaparecer. Con un ejemplo se entenderá muy bien. Si te fijas, en el mercado de la telefonía móvil, los usuarios queremos un teléfono móvil de precio asequible o uno realmente caro y sofisticado. Ambos polos son súper ventas. Sin embargo, los teléfonos que no están en el top tecnológico o no tienen un precio realmente atractivo resultan más difíciles de vender. Estaba claro que yo me alojaba en un hotel que resultaba un perfecto ejemplo de producto económico. Vivimos en un mundo en el que los clientes quieren darse el gustazo comprando productos sofisticados o comprar productos chollo que les permiten ahorrar para darse el gustazo en otros productos sofisticados de otras categorías. La polarización afecta a todo tipo de negocios, ópticas incluidas. En las ópticas es muy habitual que se ofrezcan al cliente varios tipos de progresivos, generalmente tres con diferentes prestaciones y también tres diferentes precios. En esta imagen se ve un claro ejemplo de polarización: unos trajeados ejecutivos haciendo cola para comer en una tienda de sandwiches preparados. Es muy probable que el tipo de lentes progresivas que vendes sean lentes de gama alta y lentes económicas, casi de promoción, pero que la venta lente de precio medio no resulte tan sencilla. fuese a un hotel de vacaciones con mi mujer y mis hijos me comportaría igual? Probablemente no. Buscaría un hotel en el que pudiese disfrutar la estancia e iría a restaurantes más funcionales. Si es así, no debe sorprendente. Como digo es una consecuencia de la polarización. Los clientes que valoren las gafas querrán productos sofisticados por los que pagarán un buen dinero y quienes no, buscarán productos sencillos a precios interesantes. Por si no te ha dado por pensarlo te lo adelanto yo. La polarización también está haciendo que un mismo cliente se comporte de forma diferente ante un mismo producto en función del uso que le vaya a dar. Una montura sofisticada para trabajar y una muy barata para las gafas de leer en la cama. Aún más complejo, como las gafas son un híbrido entre un producto sanitario y otro de moda, que no te sorprenda encontrar clientes que gastan el dinero con alegría en las lentes, pero no en la montura y viceversa. Yo por ejemplo estaba encantado de ahorrar en el hotel y gastarme ese dinero cenando esa noche en una bonita terraza de un bulevar parisino. Pero, ¿crees que si en lugar de viajar sólo, utilizando los hoteles estrictamente para dormir, Resulta un gran reto para las empresas el tener una oferta que satisfaga a los clientes en diferentes circunstancias. Después de descargar las maletas, me cambié y volví a subir a la moto para ir a París. Quería pasar la tarde visitando un par de ópticas. Esa tarde encontré una de las ópticas más interesantes de este viaje, pero eso te lo contaré en el siguiente artículo. nº 491 abril 2014 nº XXX 61 XXXX 2014