La lengua es un regalo de los dioses

Transcripción

La lengua es un regalo de los dioses
La lengua es un regalo de los dioses - Buquedepapel, Semanario de noticias culturales
Escrito por Por: Gina Sánchez, Periodista Buque de Papel, Bogotá
Martes 12 de Julio de 2011 21:43
En cuestión de minutos nos vimos rodeados por un mar de gente, en más de una ocasión un
hombre o mujer tuvo a su suerte arrollarnos. Impelidos pero emocionados, esperábamos
inquietos a Los Toreros muertos. La mítica banda española que no venía hace más de 20
años, el impertinente trío que con sus letras jocosas e hilarantes ha conseguido mantenerse en
vigencia, conservarse intacta en la mente de quienes escucharon hacia el 86 el glorioso “Yo no
me llamo Javier” y aún se ríen de la graciosa letra.
Aunque las personas se extendían por lo que parecían ser kilómetros y kilómetros de distancia,
todos adoptaron la misma posición de espera: un gesto de ansiedad, una aguda espera por los
grandes, por los Toreros.
Silencio absoluto… Y el sonido del piano. Luces destellando, iluminando el escenario y al
público, gritos aclamando, manos al aire y que comience la fiesta.
Su presencia estremeció al Simón Bolívar, fuimos todos los que exhalamos un suspiro al
verlos. Claro. El tiempo sin duda ha pasado para ellos, y aunque el malogrado devenir ha
marcado sus cuerpos, su alma de roqueros prevalece.
A todos nos arrancaron una sonrisa con sus inconfundibles y cómicas letras. Pero también con
las lacónicas frases que, de cuando en cuando, Pablo Carbonell pronunciaba en medio de sus
canciones. Por supuesto cuando Los Toreros interpretaron los temas más conocidos,” Mi agüita amarilla”,
“Yo no me llamo Javier”, “Pilar”, el público se vino abajo, todos cantaron a voz en cuello o por
lo menos tararearon las famosísimas melodías…
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La lengua es un regalo de los dioses - Buquedepapel, Semanario de noticias culturales
Escrito por Por: Gina Sánchez, Periodista Buque de Papel, Bogotá
Martes 12 de Julio de 2011 21:43
Sus letras son como para desternillarse, ¿de dónde surgirá la inspiración para semejantes
versos?, ¿tendrán un origen igual de cómico que la misma letra?, ¿O serán simples chispazos?
¿Será como lo creían los antiguos romanos que la inspiración es un regalo de los dioses?
En un conversatorio horas previas al concierto, en el que estaba presente Pablo Carbonell, voz
de los Toreros y ante la inquietud de dónde surgió la inspiración para escribir sus canciones
respondió que Yo no me llamo Javier y Pilar están inspiradas en personas que conocieron y
que suscitaron esas curiosas canciones. Pero que por ejemplo Dejadme llorar tiene una
influencia ciertamente literaria aunque no la reconocieron sino hasta acabar la canción.
La inspiración proviene de un poema, un poema del mismo nombre: Dejadme llorar, de Luis de
Góngora, un poeta español del barroco, quien se destacó por llevar a la poesía a límites antes
insospechados, quien exploró y explotó las formas, quien a través del poema hacía una alusión
al sufrimiento por amor, al distanciamiento de una pareja y al amor furtivo.
No solo Los Toreros, a muchas bandas la literatura les ha servido de inspiración para
componer sus canciones, la canción Ride the Lightning de Metallica está inspirada en la novela
Por quien tocan las campanas de Ernest Hemingway, I robot de Alan Parson's Project está
inspirada en la novela homónima, The small print de The Muse está basada en el Fausto.
En fin, de donde haya podido venir la inspiración: de su vida, un simple chispazo o la obra de
una deidad, Los Toreros nos cautivaron. Con su extraordinaria interpretación de sus mejores
canciones, con su increíble energía en escena, y con su siempre grato humor, casi como si
hubiese sido un regalo de los dioses.
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