Carta Literaria No. 19 - Foro Nicaraguense de Cultura
Transcripción
Carta Literaria No. 19 - Foro Nicaraguense de Cultura
Carta Literaria No. 19 página 1 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Carta Literaria No. 19 página 2 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Carta Literaria No. 19 página 3 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Carta Literaria No. 19 página 4 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 03 Carta Literaria LEÓN: ESCENARIO Y PERSONAJE EN LA NOVELÍSTICA CONTEMPORÁNEA NICARAGÜENSE Por: Carlos Manuel Téllez DATOS DEL ENSAYISTA: León, 1977. Licenciado en Ciencias de la Educación con mención en Español, UNAN-León (2002). Máster en Educación Superior en Salud UNAN-León (2007). Ha impartido docencia en la UNAN-León y en la URACCAN-Nueva Guinea. Pertenece a la nueva generación de escritores nicaragüenses. Obra publicada: Hay una serpiente en mi boca (novela, 2013). Obtuvo segunda mención especial en la convocatoria literaria María Teresa Sánchez, del Banco Central de Nicaragua (2013). En el 2013 fue seleccionada en la convocatoria anual que realiza el Centro Nicaragüense de Escritores. Algunos de sus textos han sido publicados en El hilo azul y en Nuevo Amanecer Cultural. Miembro del Foro Nicaragüense de Cultura a través del Programa Promoción de la Literatura Nicaragüense. PRESENTACIÓN Queridos maestros, esta carta amiga de la docencia les viene a ilustrar sobre un aspecto poco estudiado en la narrativa contemporánea. Me refiero al espacio de ficción donde ocurren los acontecimientos y al que le llamamos sim plemente “escenario”. Es para ustedes de gran importancia en cuanto tendremos un nuevo concepto de lo que es un personaje; esta vez no es con características físicas y espirituales del ser humano, todo lo contrario, la ciudad (el escenario) se convierte en perso- naje; en un personaje colectivo en cuanto la ciudad es el espacio de todos. Y cuando decimos de todos, nos referimos a todo acontecimiento que conforma la cultura. En este sentido, la ciudad de León no sólo es un personaje literario, sino también un personaje histórico y de identidad cultural. No podríamos concebir la historia de Nicaragua sin la existencia de León. De ahí que autores hayan hecho de esta ciudad un elemento fundamental en su narración como los autores que a continuación te exponemos. Recordemos lo que decía Darío en un verso Amiga de la docencia Carta Literaria No. 19 página 5 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Foro Nicaragüense de Cultura de su poema Retorno: “León es hoy a mí como Roma o París”. INTRODUCCIÓN El escenario La palabra escena viene del griego (skené=cobertizo). Originalmente era una humilde construcción que permitía a los sacerdotes griegos cambiarse de indumentaria para los diferentes roles en los rituales dionisíacos. Luego pasó a una construcción elaboradísima en piedra, con columnas y puertas, por donde los actores hacían su aparición. Si nos fijamos bien, el escenario viene siendo el espacio físico donde los actores hacen su entrada para actuar. El libro del Génesis nos da un ejemplo específico cómo Dios creó todas las condiciones físicotemporales (el mundo, el Edén) antes de que los personajes aparecieran en escena. Es más, nótese que la creación de Adán y Eva fue prácticamente en el último día, cuando éstos tenían ya todas las condiciones necesarias para poder interactuar. Escenarios en la literatura de ficción Entre los elementos preponderantes que deben existir en la novela está la configuración del ambiente; éste es uno de los marcos que el escritor usa para mover a sus personajes. Nos estamos refiriendo, pues, al lugar y al tiempo. 04 La relación que debe tener el espacio físico con el discurso narrativo es tan importante como lo es definir los límites de sus caracteres, es decir, de sus personajes; así como definir el tipo o tipos de lenguajes, indumentarias, rasgos muy particulares de actuar de cada personaje delante de los otros. El escenario permite la confluencia con el resto de los personajes (principales o secundarios de la historia) en esa relación simbiótica que se debe ponderar y nunca minimizar su enfoque, pues la buena acción de éstos depende, en la mayoría de los casos, del planteamiento de un óptimo escenario para que la ficción surta efecto y sea elevada a rasgos de verosimilitud. Cien años de soledad En Cien años de soledad (1967), por ejemplo, Gabriel García Márquez, su autor resalta desde un inicio a su escenario elevándolo, incluso, a su gran inicio: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y caña brava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos”. p. 79. Forjando el desarrollo cultural Carta Literaria No. 19 página 6 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 05 Carta Literaria La gran ficción surte efecto aquí gracias a un escenario mítico, decididamente bucólico, lleno de esplendor y espejismo y de alegría por aquellas enormes piedras que recuerdan a los huevos gigantescos de dinosaurios de la era Paleolítica. Sin embargo, se sabe que García Márquez inventa este nuevo mundo teniendo como reflejo a su amada Aracataca, tierra que lo vio nacer y donde su abuelo lo llevó a conocer el hielo, tal y como se cuenta al inicio de esta impresionante novela. El Quijote de la Mancha Nuestra más memorable novela, aquella que ya tenemos conocimiento por haber sido entre las primeras que irrumpe en nuestra novelística moderna, y que está sellada por el más grande de los “locos-cuerdos” que ha podido engendrar nuestra literatura hispánica, nos presenta desde un inicio, quizás, un rechazo casi voluntario al describir ese escenario; pero no del todo, pues deja asentado desde su título ––para que perdure per secula saeculorum–– las andanzas del más noble e hidalgo caballero por estas regiones, luz y espejo de toda la caballería andante: El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, cuyo inicio irrumpe de este modo: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” p. 10 Pedro Páramo El fenómeno de incluir espacios irreales donde suelen suceder los hechos más increíbles dentro de la narrativa contemporánea, estuvo signado también por la necesidad de contar historias con la dosis del realismo mágico. Ya Juan Rulfo, mucho tiempo antes que García Márquez, había publicado su Pedro Páramo (1955) en donde sitúa a unos personajes que cobran tanta vida pese a estar bien muertos gracias a Comala. “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera.” p. 7 Cuando uno se tropieza con un inicio así, en el que de principio se descubre la agilidad del autor para señalarnos su tácito interés por demostrarnos un escenario y un personaje viviendo a merced del mismo, sabemos que algo realmente bueno va a suceder. De acuerdo con Jorge Volpi estas primeras líneas que introducen a la novela, posee la fuerza profética de las obras maestras. En efecto, Juan Preciado, el narrador de la novela y personaje principal de la misma, no dice “fui”, sino “vine”: se dirige a nosotros desde las profundidades de Comala.1 Entre los rasgos fundamentales de los escritores de la nueva novela es la incorporación de la “gran ciudad” como eje central de la obra. Los escritores ––dice Matus Lazo–– han sabido diagnosticar en profundidad la realidad del continente, marcado por la inflación, las crisis económi- Amiga de la docencia Carta Literaria No. 19 página 7 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Foro Nicaragüense de Cultura cas, las guerras civiles, y las estructuras del poder en el escenario latinoamericano.2 LEÓN: ESCENARIO Y PERSONAJE EN LA NOVELÍSTICA CONTEMPORÁNEA NICARAGÜENSE Estimados maestros, hace exactamente once años escribí una disertación sobre las tres novelas de Sergio Ramírez que hasta entonces me habían impactado más. Los dos motivos que me llevaron a ello fueron tan claros y tan simples en ese momento como lo siguen siendo hasta hoy: mi inmensa pasión por la literatura, y mi amor profundo por mi tierra leonesa. En las tres novelas Ramírez construía su universo narrativo en torno a la Ciudad Universitaria: León. Es más, permítanme decirles que mi vocación como docente de Lengua y Literatura nació, casualmente, con el contacto directo que tuve con la literatura. Pero no siempre fue así, permítanme explicarlo. La falta de amor por esta importante disciplina la hemos experimentado muchos jóvenes, y se debe, en la mayoría de los casos, por haber nacido literalmente “huérfanos de libros.” Hay otros factores que inciden, desde luego, como la ausencia de alguien que te inculque esos valores, motivos económicos insuficientes para la adquisición de materiales, desinterés de los maestros de literatura 06 por hacer más llamativa y menos pesada la clase, y otros más. La literatura llegó a mi vida como una dádiva divina porque ésta me ha liberado, de algún modo, de los momentos de soledad que he tenido, y por qué no, de los momentos de frustración. Todo empezó a mis dieciocho años de edad, cuando mi cosquilla vocacional me indujo a creer que debía vestir el hábito de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías. Hoy puedo decir que, si bien no llegué a forjarme en el ministerio sacerdotal, los curas me formaron en dos aspectos que en la actualidad son fundamentales en mi vida profesional. El primero es la docencia en el sentido de servicio al que no sabe (grato legado de San José de Calasanz), pues estudié una licenciatura y tengo un máster en Educación Superior; y el segundo, la literatura. Si bien sólo duré tres años en el seminario, cada vez que iba de tránsito entre León, Managua, Costa Rica y República Dominicana, encontraba, como no, en cada una de las comunidades religiosas que visitaba, una biblioteca. Por aquellos días rebatía sus libros, buscando algún título interesante entre las estanterías. Ciertamente abundaban los temas filosóficos, teológicos, de doctrinas eclesiásticas, martirologios, santorales, pero sobre todo no dejaban de fallar tampoco en ninguna de ellas una colección exquisita de autores clásicos. Forjando el desarrollo cultural Carta Literaria No. 19 página 8 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 07 Carta Literaria Dicen que los primeros libros son los primeros directores. Si eso fuera cierto los míos fueron nada menos que Vargas Llosa, Cervantes, Gabo, Larrañaga y otro que hoy no consigo recordar su nombre, pero cuya historia me impactó tanto por su contenido que todavía se me vienen a la memoria los jirones de carne podrida en muñones infectados por la lepra. Algunos años después, de regreso en Nicaragua, me di cuenta que la novela había sido llevada al cine y vi el filme. Pero La Ciudad de la Alegría ya no volvería a ser la misma historia fascinante que me pareció mientras la leí. De manera que ahora me rehúso deliberadamente a ver cualquier película que esté basada en algún libro, ante la decepción que puede provocar los enormes desaciertos cinematográficos. Ojo a esto: nunca juzgues a un libro por su película. Esos son otros cien pesos. Leía a todas horas y en cualquier lugar. En la habitación, en el consultorio del dentista, en filas de algún banco. Mi sitio favorito, eso sí, aunque les suene extraño, eran los autobuses. En la actualidad lo sigue siendo, la costumbre se me quedó de esos primeros años de “relativa santidad”, en el que los aspirantes, novicios y juniores teníamos que trasladarnos de un lugar a otro como parte de nuestra faena formativa; éramos, en otras palabras, unos nómadas. Eso me sirvió también para reconocer algunos aspectos valiosos de mi ciudad cuando comencé a extrañarla. Desde entonces aprendí que nunca es un mal síntoma extrañar a tu tierra si te encuentras lejos, porque eso quiere decir que la estás amando. Y por experiencia sé que el amor a algo o a alguien, nos hace estar de cerca aunque estemos lejos, para cuidarlo y hacerlo crecer todavía más. Así empecé a valorar mi tierra, y León fue entonces no sólo el dulce recuerdo de lo vivido, sino de lo amado. Amé su gastronomía (el Gallo Pinto, la tortilla, el arroz en leche, las cuajadas, la cosa de horno, las güirilas, la sopa de gallina, la carne en vaho). Amé su música y su danza folklórica; amé a sus escritores; amé su historia. Amé, incluso, nuestra forma particular de hablar. El voseo (uso del “vos” en sustitución del “tú” en la segunda persona gramatical) es para mí entre los aspectos más exquisitos de nuestra idiosincrasia del que debemos sentirnos orgullosos. Termino con esta reflexión. La historia de León condensa un extenso abanico que sólo es posible de disfrutar si en verdad la conocemos. Por todo lo anterior, quiero dedicar un profundo agradecimiento a los escritores nicaragüenses vivos que aún tratan de rescatar a través de sus novelas, la historia de la ciudad leonesa al plasmarla como uno de los más primorosos escenarios den tro de nuestra literatura pinolera. Amiga de la docencia Carta Literaria No. 19 página 9 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Foro Nicaragüense de Cultura UNA MIRADA A LOS NARRADORES LEONESES 1.- Jorge Eduardo Argüello (León, 1940). Es uno de los escritores más prolíficos de León y de Nicaragua. Es poeta, dramaturgo y novelista e hijo de la poeta Mariana Sansón Argüello. Entre sus novelas se pueden anotar las siguientes obras publicadas: Los héroes del algodón, La gran épica del oeste y del trópico, El vuelo del halcón, Escape y La enseñanza. Se puede decir que en la mayoría de sus obras a menudo aparecen salpicadas de León. Pero en la primera novela, Los héroes del algodón, narra la vida de todo un pueblo durante el principio de la era algodonera en la ciudad metropolitana. Es ambientada en la ciudad leonesa, donde este rubro tuvo su apogeo desde la década de los cincuenta a los ochenta. 2.- Rosario Aguilar (León, 1938): Es una escritora leonesa hija de Mariano Fiallos Gil y Soledad Oyanguren. La Academia Nicaragüense de la Lengua la incorporó como Miembro de Número en 1999, y ese mismo año, La Real Academia Española la nombra como Correspondiente Hispanoamericana en Nicaragua. En sus novelas cortas según Nydia Palacios “Aguilar presenta las actitudes y concepciones ideológicas de las mujeres de acuerdo con los cambios 08 político-sociales que han tenido lugar en la reciente historia de Nicaragua.”3 Ha escrito numerosas obras novelescas, pero sólo en algunas presenta a sus personajes en su querido León. Rosa Sarmiento (1968) es uno de los ejemplos más claros. Es la primera vez que la madre de Rubén Darío es retratada como personaje mientras llegaba la hora de salir de la casa de la tía Bernarda y el doloroso parto. La promesante (2000) es una novela impactante por lo doloroso que resulta recibir una noticia tan desbastadora como la que recibió Cecilia, su personaje principal, quien al enterarse de que ha sido contagiada de VIH trata de sobrevivir, en plena irrupción del siglo XXI, a su nueva vida. Los cambios escénicos en esta novela apenas si dejan ver algunos aspectos de la ciudad leonesa, pero ello no resta su fructífero trabajo. 3.- Esthela Calderón Chévez: Poeta y narradora. Nació en León, Nicaragua en 1970. Es licenciada en comercio internacional. Realizó estudios de Literatura Contemporánea Hispanoamericana en la universidad de Alcalá de Henares, Campus Guadalajara, España. Integra la agrupación literaria 400 Elefantes. Su primera y única novela, 8 caras de una moneda, vio la luz en 2008 y en ella expone la crisis, desintegración y unidad de una familia en tiempos de la Revolución. Esta novela está am- Forjando el desarrollo cultural Carta Literaria No. 19 página 10 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 09 Carta Literaria bientada en esa lucha desde el seno del hogar y cuyo escenario es León. De ella ha comentado Marta Leonor González: “En esta historia los protagonistas son claves para comprender cómo vivían los jóvenes bajo el gobierno de la familia del dictador Somoza y sus allegados. Además, penetra en la conspiración de los grupos estudiantiles para el derrocamiento del tirano. // Dos personajes forman el centro de la novela que tiene su escenario en la majestuosa ciudad de León… ” ricana UCA, Managua. Participó de talleres literarios impartidos en la UCA por el escritor Lisandro Chávez Alfaro y la poeta Michele Najlis y en los Centros Populares de Cultura impartidos por el escritor Franz Galich. 4.- Milagros Palma (1949): Nació en León, Nicaragua. Es novelista, traductora y promotora cultural. Profesora en la Universidad de París XII y CAEN. Hizo estudios de Antropología y Literatura Latinoamericana en la Universidad de París, en donde obtuvo su doctorado, versando su tesis sobre la dimensión mítica de la tradición oral de Nicaragua. 6.- Guillermo Goussen Padilla (León) Es un escritor leonés radicado en México producto de su exilio voluntario desde hace más de treinta años. Su producción literaria manifiesta su necesidad de replantear la diversidad de espacios en la cual se ha involucrado directamente. Es autora de 6 novelas entre las que podemos mencionar: Bodas de cenizas (1992), Desencanto al amanecer (1995), El Pacto (1996),El Obispo (1998),Así es la vida (2000)El final de una época o la pesadilla de Luis Garcina Rojas, alias Wicho (2002). 5.- María Gallo: Pintora, narradora. Nació en León, Nicaragua. Estudió Dibujo, Pintura y Artes Gráficas en la Escuela Nacional de Artes Plásticas en Managua, de 1969 a 1979. Licenciada en Artes y Letras de la Universidad Centroame- Su novela Entre altares y espejos es una prueba de su trabajo en donde presenta a León como su escenario, mientras la protagonista viaja de la capital hacia la Ciudad Metropolitana. Sin embargo, es en Como Cuba libre (2012), novela merecedora del primer lugar de la convocatoria literaria “María Teresa Sánchez” del Banco Central de Nicaragua, donde realiza una crítica fundamental de los cambios sociales a partir de la autocrítica y la crítica reflexiva a la ciudad leonesa. 7.- Carlos Manuel Téllez (1977): Es un novel escritor nacido en León. Su obra Hay una serpiente en mi boca mereció dos premios: la segunda mención especial en la convocatoria literaria “María Teresa Sánchez” del Banco Central de Nicaragua en el 2012, y la publicación de la misma Amiga de la docencia Carta Literaria No. 19 página 11 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Foro Nicaragüense de Cultura por el Centro Nicaragüense de Escritores en 2013. La novela representa la decadencia entre las familias, donde el amor, el engaño, la locura, el interés y la ambición de poder son aspectos claves para derrocar al otro. Está ambientada, no por casualidad, en León, pero también se hacen referencias a otros lugares del país donde al fin convergen sus personajes como producto del ocaso de la ciudad universitaria. 8.- Gloria Elena Espinoza de Tercero (1948). Es entre los escritores y escritoras la más prolífica de León por donde quiera que se le mida. Es pintora, intérprete, y tiene abundantes obras novelísticas, así como teatrales, ensayos, y un libro de cuentos. Podemos asegurar que se siente tan satisfecha de crear historias, que el espacio físico al que recurre para presentarlos no podía ser otro que su amado León, quien la ha acogido como hija adoptiva desde su adolescencia e hija dilecta desde 1998. Entre su novelística resalta su intención por presentarnos una realidad donde convergen la historia del país con las costumbres conservadoras de la ciudad. Así, por ejemplo, podemos señalar que La casa de los Mondragón (1998) no es más que un reflejo de la sociedad provinciana leonesa del siglo XIX, y en la que se muestra con efectividad un sinfín de acontecimientos y relaciones socio- 10 culturales que nos engarzan desde un inicio. Tiene en su haber otras novelas donde expone de principio el escenario como una secuencia de su propio universo novelístico iniciado en su primera novela. En su segunda novela El sueño del ángel (2000) de Tercero se despoja del barroquismo y costumbrismo de la anterior y apuesta por una nueva temática también histórica pero, al mismo tiempo, lúdica, pues juega con visiones y sueños. Sin embargo el escenario (León) sigue siendo el mismo, pese a que el argumento nos da elementos para reconocer que se está hablando del presente histórico. Túnica de lobos, su tercera novela, rompe completamente con la forma cómo ha venido tratando a sus personajes, y cómo ha venido usando igualmente las circunstancias históricas para darle sentido al discurso. Contada en primera persona usa un narrador intradiegético homodiegético con focalización interna (según categoría de Gérard Genette). Esto permite que el lector se apropie de los sufrimientos del personaje y viva con él el desencanto de su vida. Por lo tanto, esta novela es más intimista, y tiene rasgos a las novelas psicológicas, pues la protagonista vive las convulsas situaciones que la enfermedad del lupus va minando en ella (enfermedad que verdaderamente padece la autora). Esta no es una novela experimental (al menos no en Nicaragua), pues Rosario Aguilar ha escrito, al menos dos novelas Forjando el desarrollo cultural Carta Literaria No. 19 página 12 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 11 Carta Literaria anteriormente que impactan por su dramatismo y la situación precaria de salud de sus protagonistas; estoy refiriéndome a Primavera sonámbula y La Promesante. Conspiración (2008) es una mezcla de varios géneros literarios en una novela. ¿Experimental? Sí, ciertamente. En el panorama de la literatura nicaragüense no se había visto hasta entonces que el narrador y el narratario (el lector en este caso del libro impreso) fueran a conspirar en contra de la autora, para que la historia tome el giro que ellos deseen o quieran tener como entes independientes. Este juego sólo lo había visto en Niebla, de Miguel de Unamuno, donde el personaje se rebela contra el autor real de la novela (Unamuno). Aurora del ocaso (2010) es un caso particular en la novelística nicaragüense. De Tercero recurre nuevamente al prototipo de sus dos primeras novelas (costumbrismo decimonónico) y vuelve a situar a sus personajes en León, su escenario predilecto. Sin embargo, lo interesante en esta novela es que en ella se pueden percibir influencias de la literatura hispanoamericana, en este caso de Gabriel García Márquez, pues la diégesis en sí transita por los caminos del amor de una pareja por las distintas etapas de su vida, y hasta ya viejos, se siguen jurando amor. 9.- Sergio Ramírez (Masatepe, 1942) Sus principales novelas donde presenta a la ciudad de León como un escenario y un personaje también son: Tiempos de fulgor, Castigo divino y Margarita, está linda la mar. Sergio Ramírez irrumpe en el discurso novelesco hacia el año 1970 cuando publica Tiempo de fulgor, su primera novela basada en el esplendor y el sufrimiento de una familia leonesa, la cual está acogida bajo la sombra de las costumbres pueblerinas y la misma arquitectura de la ciudad. Veamos un ejemplo de ello: “Las seis de la tarde y un ángel de luto anuncia a María sobre los techos de barro de la ciudad adormecida… ” p. 9 LEÓN, EL PERSONAJE EN LA NOVELÍSTICA DE SERGIO RAMÍREZ La trayectoria de Sergio Ramírez como estudiante de derecho en la universidad de León, allá por los años de su juventud, permite descubrir sus intereses como escritor inclinado a representar a la ciudad como uno de sus principales personajes en su discurso novelesco. Y pese a que este escritor no es leonés por naturaleza, lo debe de ser al menos por convicción, ya que es en esta ciudad donde fundamenta tres de sus más interesantes propuestas novelísticas, de modo que permite reconocerla no tanto como un escenario sino como un personaje. Amiga de la docencia Carta Literaria No. 19 página 13 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Foro Nicaragüense de Cultura En la entrevista que sostuve con el autor en 2002, en ocasión de realizar un trabajo de investigación en torno a su novelística, éste me dijo que “más que un escenario, una ciudad se vuelve un personaje con los demás personajes: respira y siente lo que los personajes principales van experimentando.” Los acontecimientos históricos y sociales que se cuentan en las obras de Ramírez han dado un vuelco impresionante por la manera en que el escritor los aborda. Ya la ciudad de León entra en el referente de la literatura, y entra con pie derecho, despojando con ello el espacio acostumbrado que utilizaban los escritores del Boom de la Literatura Hispanoamericana para situar a los suyos. 12 sos; pero León no permuta, es el mismo León de siempre. Es allí en donde esta ciudad entra al plano de la ficción y se engrandece con la muerte de un tirano (Anastasio Somoza), se solaza y desborda con el arribo (quince años después) del mejor de sus hijos (Rubén Darío), y también León se estremece entre el tiroteo y la revoluta de la Guardia Nacional con la muerte de Rigoberto López Pérez. León, entonces, deja de ser una sencilla y humilde tabla donde saltan y sufren los personajes, sino que reclama y se apodera de un protagonismo del cual estoy seguro se ha ganado a puro pulso. León: escenario mítico y físico León y su castigo divino Ramírez recurre a dicho espacio con mucho conocimiento de él, y nos la proyecta con sus vicios y virtudes cargándolo de tanto realismo que sólo quien ha vivido en León sabe que es así, y quien lee y se traslada a ese León de sus novelas, le encantaría estar allí. Gracias a Sergio Ramírez, el escritor vivo más importante de Nicaragua, tenemos a un León real y a la vez mítico, inmortalizado en Castigo divino (1988). Con esta novela Ramírez da una ruptura y un nuevo giro en la forma de tratar y de presentar el escenario. León sufre los acontecimientos históricos y sociales que sus personajes, no como marionetas encima de una tarima, realizan a merced de la historia narrada. Eso nunca. León se emociona, eclosiona, divaga, ríe, colapsa por erupciones volcánicas, le “llueven sapos y culebras”, es invadida de mosquitos anofeles, y por ella deambulan perros cholencos, sarno- Ya lo había hecho en 1970 en Tiempo de fulgor, pero en ésta obra Ramírez sitúa a la ciudad no como un simple remedo de uno verdadero, sino que irrumpe en la narrativa realista y contemporánea de nuestras letras llevando a este espacio en los albores del siglo XIX, con sus coyunturas políticas y su incipiente modernismo tecnológico pero también con Forjando el desarrollo cultural Carta Literaria No. 19 página 14 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 13 Carta Literaria su cargado conservadurismo. Al respecto Danilo Centeno dice que Tiempo de fulgor es: “La obra, cuyo escenario es la ciudad de León, tiene un fondo histórico, es una crítica social y una pintura, además, de la sociedad provinciana de la Nicaragua del siglo XIX. Cuenta la historia de la familia Contreras, desde los tiempos de la Colonia hasta principios del siglo XX.4 De manera significativa, Ramírez no recurre en sus siguientes novelas (Castigo divino y Margarita, está linda la mar) al uso de un escenario ficticio para plantear a sus personajes, sino que con pleno conocimiento de ese espacio lo reinventa como reinventa la historia y la mitifica y desmitifica con el poder de su discurso narrativo. Con relación a esto nos dice Sergio que: “Las ciudades que yo he elaborado, como León, que está en Margarita está linda la mar o en Castigo divino, son ciudades literarias, son ciudades paralelas a las ciudades reales, que son construidas por la imaginación.”5 Erick Aguirre6 sugiere que algunas novelas de Sergio Ramírez, principalmente Castigo divino y Margarita, está linda la mar“[como] Stendhal en Rojo y negro, y Flaubert en Madame Bovary, Ramírez se apoya en hechos reales que obtuvieron resonancia en las páginas de los periódi- cos.” Macondo y Comala como escenarios míticos son desplazados por León, quien entra, con su carga realista e histórica detonante, en el abordaje de acontecimientos que estremecieron a la sociedad nicaragüense, y por qué no, latinoamericana de aquellos tiempos. Castigo divino muestra a un León más terreno que etéreo, y lo ubica en un tiempo y en un espacio caótico para la historia de Nicaragua. La dinastía de los Somoza empezaba a tomar fuerza en los años 1928 1933, que es el tiempo donde suceden los hechos del envenenador Oliverio Castañeda relatados en esta novela, ingeniosa por la forma en que es tratada, por su misma estructura, demostrando el autor un dominio de técnicas narrativas, donde la polifonía misma resulta interesante para caracterizar a dicho escenario, pues León paga como Cristo pagó por nuestros pecados, el pecado de sus personajes. León siente y se resiente. Así se deja registrado: “Una aciaga Navidad le tocó vivir este año a la venerable ciudad de León, aunque las tradicionales celebraciones religiosas impidieron a la ciudadanía ocuparse de los graves sucesos que culminaron trágicamente la medianoche del 24 de diciembre…” Castigo divino, p. 429 Los acontecimientos sobresaltados hacen que nuestro personaje protagónico (León) también parezca levantarse de sus propios infortu- Amiga de la docencia Carta Literaria No. 19 página 15 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Foro Nicaragüense de Cultura nios. A veces la ciudad se enaltece, y eso permite que el discurso novelesco se robustezca y que el lector empiece a sentir por el “Leónprosopopéyico” una simpatía edulcorante. Ramírez ha hecho esto en su novela, y lo ha hecho consciente de atribuir cualidades propias del ser humano a León, pues la personificación o prosopopeya es un tipo de metáfora ontológica y una figura de estilo, que consiste en atribuir propiedades humanas a un animal o a algo inanimado (objeto concreto o abstracto), a lo que se hace hablar, actuar, reaccionar, como si fuera una persona. Cito: “La ciudad lucía tranquila, despreocupada, como si aún no hubiera acabado de imponerse del drama, o no le diera importancia.” Castigo divino, p. 437 14 dad fue sepultado por el enardecido volcán Momotombo, quien nuevamente hacía de las suyas para estremecer a sus ciudadanos. El traslado de sus habitantes hacia el año 1610 tuvo varias razones, entre las primeras está: la económica ante el rápido exterminio de los indígenas, la contaminación del lago y varias hectáreas de tierras imposibilitadas para la siembra. Y la segunda, la escatológica: relacionada en la creencia que Dios enviaba un castigo a los ciudadanos por haber dado muerte a su siervo el obispo Fray Antonio Valdivieso, muerto por la codicia de los hermanos Contreras, nietos de Pedrarias Dávila. “Al amanecer del 28 de diciembre de 1933, día de los Santos Inocentes, se escucharon lejanos retumbos en la ciudad de León y una ardiente lluvia de arena empezó a cernirse de manera leve sobre los tejados, como si cayeran las pavesas de un formidable incendio.” Castigo divino, p. 453 León: valiente y soberbiamente poético En Margarita, está linda la mar (1998) León vuelve como escenario, y por qué no, como personaje también. En ella, Sergio Ramírez nos relata dos historias en dos épocas diferentes. Una es cuando retorna a su tierra el poeta Rubén Darío, quince años después, y es recibido por sus coterráneos con todo tipo de discursos porque ha dado a conocer al mundo, que el punto casi invisible en el centro de América, hay una tierra pequeña pero soberbia: Nicaragua. Y la otra casi cincuenta años después, la muerte de Anastasio Somoza a manos de Rigoberto López Pérez. Al respecto, Vargas (2006, p. 258) indica que: Hacia finales del siglo XVI, León Viejo, ubicado a 36 km de la actual ciu- “La ciudad de León es el eje espacial de la novela, ya que une las Sin embargo, la peor parte la sobrevive León cuando al parecer un apocalíptico acontecimiento amenaza con sepultarla entre las cenizas de un furioso volcán. Forjando el desarrollo cultural Carta Literaria No. 19 página 16 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 15 Carta Literaria historias narradas y funciona como punto de encuentro de los diversos personajes implicados en la trama.” León se sacude con ambos acontecimientos. Y los dos son, al final, uno mismo pues demuestran de lo que está hecha la gente valerosa de esta tierra. A Rubén, por cosas de estudio, el sabio Debayle, su médico de cabecera, decide extraerle el cerebro. La inteligencia del bardo era digna de ser comparada y medida con la de Víctor Hugo, Schiller, Cuvier, Abercrombie y Dupuytren. “––¡Mil ochocientos cincuenta gramos! ––exclamó, después de sumar el valor total de las pesas– –. ¡Qué portento!” Margarita, p. 273 “…que le corten… los huevos… Es para que… me le den... sopa de huevos… a la guardia...” Margarita, p. 348 Sin dudas la elección de estos dos personajes claves dentro de la novela “permiten la verosimilitud de la misma, consintiendo que la novela centroamericana sirva como un espacio de reflexión sobre los procesos de identidad nacional.” (Vargas, 2006, p. 258) Como bien dijo Carlos Fuentes, en ocasión de juzgar esta novela, Ramírez logra en esta obra, que toda la historia de su país quepa en una cumplida metáfora de realidad y leyenda. REFERENCIAS La otra historia paralela a todos los aciagos acontecimientos que ensombrecieron el deceso del poeta Rubén Darío, como ya dijimos, es la otra muerte, también provocada por él mismo: la de Rigoberto López Pérez. El ajusticiamiento de Somoza llevó a la muerte de Rigoberto, quien lleno de balas, queda su cadáver tendido sobre la pista de baile donde se celebraba la reelección presidencial. Sin embargo, también se da un hecho también paralelo al de Darío, pues todavía vivo y malherido, Somoza pregunta: “¿Quién me disparó?” Y la respuesta de él es firme después de saber que su ajusticiador estaba muerto: • Aguirre, E. (2008). Un combate de lenguajes: ejercicios de estilo en la novela Castigo divino, de Sergio Ramírez. (Recuperado el 15 de febrero de 2014 a las 2: 25 p m d e h t t p : / / www.elnuevodiario.com.ni/ suplemento/cultural/3152combate-de-lenguajes). • Blanco, S., Flores Montes, S. Téllez Ramos, C. M. (2002). León: escenario socio-histórico y cultural en el discurso novelesco del Dr. Sergio Ramírez Mercado. Trabajo monográfico para optar al título de licenciados en Ciencias de la Educación con mención en Español, UNAN-León. Amiga de la docencia Carta Literaria No. 19 página 17 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Foro Nicaragüense de Cultura • Centeno, D. Especial para La Nueva Prensa. Sergio Ramírez y el Boom Latinoamericano. (Recuperado de http:// www.lanuevaprensacr.com/ sergio-ramirez-y-el-boomlatinoamericano, el 19 de febrero de 2014, 3:49 pm). 16 • Placios, N. (1998). Voces femeninas en la narrativa de Rosario Aguilar. Impresiones Talleres Editorial Ciencias Sociales-INIES NOTAS AL PIE • Nóchez, M. L. Entrevista con Ser- 1. Prólogo de Jorge Volpi en Pedro Páramo. gio Ramírez. (Recuperado el 10 de febrero de 2014 a las 9:35 am de http://www.elfaro.net/ es/201307/el_agora/12531/?stfull_text=all&tpl=11567). 2. Citado por Róger Matus Lazo en León: escenario socio-histórico y cultural en el discurso novelesco del Dr. Sergio Ramírez Mercado, p. 15. • Ramírez, S. (1984). Tiempo de fulgor. 2ª edición, Editorial Nueva Nicaragua, Managua. • Ramírez, S. (1988). Castigo divino. Editorial Mondadori, España. • Ramírez, S. (1998). Margarita, está linda la mar. Grupo Santillana de Ediciones S. A. Madrid, 1998. • Rulfo, J. (1982). Pedro Páramo. Talleres de Lito Ediciones Olimpia, S. A.México, D.F. 3. Palacios, Nydia. Voces femeninas en la narrativa de Rosario Aguilar, p. 17 4. Danilo Centeno, D. F. Especial para La Nueva Prensa. Sergio Ramírez y el Boom Latinoamericano. 5. María Luz Nóchez. Entrevista con Sergio Ramírez. 6. Ensayista y narrador nicaragüense. • Vargas, J. A. (2006). La novela contemporánea centroamericana: la obra de Sergio Ramírez Mercado. 1ª edición, Ediciones Perro Azul. San José, Costa Rica. • Calderón, E. (2010). 8 caras de una moneda. Editorial Universitaria, UNAN-León, 2ª edición., León. Forjando el desarrollo cultural Carta Literaria No. 19 página 18 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Carta Literaria No. 19 página 19 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37 Carta Literaria No. 19 página 20 miércoles, 17 de septiembre de 2014 19:37