Botánica, Curiosidades,Historias y Leyendas. Volumen I

Transcripción

Botánica, Curiosidades,Historias y Leyendas. Volumen I
Botánica:
Curiosidades, Historias y
Leyendas
Volumen I
Alejandro Santiago González
Blanca Santiago González
Edita: Jardín Botánico de Castilla-La Mancha
Avda. de la Mancha s/n -02006 Albacete
Tel. 967 238820 www. jardinbotanico-clm.com
Dep. Legal: AB 238-2013
I.S.B.N. 13 978-84-695-8087-5
Presentación
La presente publicación es fruto del trabajo de investigación y del estudio sobre
botánica, de los hermanos Santiago González, donde ponen una vez más de
manifiesto su amor hacia la naturaleza y el cariño con el medio ambiente.
Esta es la segunda publicación, y esperamos que no sea la última, dentro del nuevo
periodo de la Fundación Jardín Botánico de Castilla la Mancha, tras la reforma de
sus Estatutos, donde los nuevos patronos, Ayuntamiento de Albacete,
Diputación Provincial de Albacete y la Universidad de Castilla la Mancha, se
hacen cargo del patrocinio del Nuevo Jardín Botánico.
Con la ampliación y creación de zonas como, el paralelo cuarenta, rosaleda,
humedales manchegos y actuaciones en los ecosistemas regionales, se consigue un
Jardín Botánico, donde no solo se tiene en cuenta aspectos estéticos, sino que
resulta ser uno de los mejores en cuanto a especies amenazadas y protegidas, que
con toda seguridad le sitúan en los primeros lugares de instalaciones de este tipo.
Sin dejar pasar la colección de plantas medicinales y aromáticas destinadas tanto al
aspecto de divulgación como el del estudio e investigación en ambos campos.
El trabajo y dedicación constante del Director Científico, el Profesor Doctor
Herranz, y del conservador el Doctor Santiago, hace posible el funcionamiento de
este Nuevo Jardín Botánico de Castilla la Mancha, que junto con el equipo que
forman las mujeres y hombres del Jardín Botánico de Castilla La Mancha, ofrecen
su dedicación y trabajo al servicio de la sociedad, comunidad científica y educativa
de Castilla la Mancha, y a todos aquellos que en gran cantidad nos visitan y
recibimos gustosamente.
A todos mi felicitación y agradecimiento más sincero.
Fernando Carreño Marín
Director General del JBCLM
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Prólogo
A menudo miramos, pero no vemos. Este trabajo, nos enseña a mirar y a ver las
historias ocultas que hay detrás de las plantas de nuestro Jardín Botánico;
leyendas milenarias, mitos antiguos, descubrimientos asombrosos, tragedias, dramas
y comedias. La observación de la naturaleza y una mente despierta nos han
proporcionado grandes avances, como cuando Kaldi, un sencillo pastor, veía a sus
cabras ponerse nerviosas al comer de aquel extraño arbusto de bayas rojas o como
David Noble vio aquellos árboles desconocidos y se acercó más, se adentró en el
barranco a ver que eran… Esta curiosidad nos ha hecho avanzar como especie, nos
ha traído hasta aquí.
Gracias a que vivimos en sociedad, todos nos hemos beneficiado de los
descubrimientos de estas mentes curiosas, observadoras y despiertas. Un ejemplo
de que la colaboración y la cooperación, el trabajo en común, son esenciales para
solucionar los problemas que siempre han tenido los pueblos y sociedades.
La planta más minúscula puede esconder un misterio por descubrir. Tras muchas de
las plantas del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha existe una historia
sorprendente, un motivo más para visitar este espacio al servicio de la investigación,
la conservación y la divulgación, en uno de los lugares con la flora más rica del
continente europeo. Enhorabuena a los autores por despertar nuestra curiosidad,
por descubrirnos las historias escondidas que se ocultan aquí, una muestra de la
relación ancestral entre los seres humanos y la naturaleza, del vínculo entre la
naturaleza y la cultura.
José Fajardo Rodríguez
Profesor de la Universidad Popular de Albacete
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Índice
I.
La Paulonia Imperial ______________________________________________________ 4
II.
Rabos de gato___________________________________________________________ 5
III.
Aceite de Ricino _______________________________________________________ 6
IV.
La Sequoia Gigante ___________________________________________________ 7
V.
Ginkgo_________________________________________________________________ 8
VI.
Supervivencia extrema: Arenas, yesos y sales _______________________________ 9
VII.
¿Malos pensamientos? _________________________________________________ 10
VIII.
El árbol aspirina ______________________________________________________ 11
IX.
Los Narcisos ________________________________________________________ 12
X.
“Más malo que un Tejo”__________________________________________________ 13
XI.
El Árbol Dragón _____________________________________________________ 14
XII.
El Palo Borracho_____________________________________________________ 15
XIII.
Cactáceas ___________________________________________________________ 16
XIV.
Jarras de Mono ____________________________________________________ 17
XV.
El Rocío Cazador ____________________________________________________ 18
XVI.
Las Aráceas _______________________________________________________ 19
XVII.
El Pino de Wollemi __________________________________________________ 20
XVIII.
El Café ___________________________________________________________ 21
XIX.
¿Rosas o híbridos de Té? ____________________________________________ 22
XX.
El tabaco. ___________________________________________________________ 23
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I.
La Paulonia Imperial
Paulownia tomentosa (Thunb.) Sieb. & Zucc. ex Steud
Este árbol de corteza gris, inflorescencias piramidales y grandes hojas tomentosas
acorazonadas, tiene su origen en el este de China, donde recibe el nombre de pao
tong. Su gran capacidad de regeneración, después de los incendios, ha alimentado
leyendas en el Lejano Oriente, como la que asegura que el Fènghuáng (Fénix chino),
que simbolizaba la lealtad y la honestidad, utilizó una Paulonia para posarse y
contemplar el poder concedido por los cielos a la Emperatriz.
En la antigua China, el día del nacimiento de una hija sus padres plantaban un
ejemplar de Paulonia. El vigoroso crecimiento del árbol acompañaba al de la niña
durante sus años de infancia y adolescencia y permitía que, una vez llegado el momento
del matrimonio de la joven, se pudiera tallar el ajuar de boda con la madera de su
Paulonia.
Fue introducido en Europa a través de Rusia a principios del siglo XIX y recibe el
nombre de Paulownia en honor a Ana Páulovna Románova, hija del zar Pablo I de
Rusia y nieta de Catalina II la Grande. Ana Páulovna llegó a ser reina de los Países
Bajos, por esta razón se conoce a esta especie como Paulonia Imperial o Árbol de la
Princesa.
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II.
Rabos de gato
Sideritis spp.
Los rabos de gato son plantas del género Sideritis, de la familia de las Labiadas,
que incluye, entre otras especies, a salvias, lavandas y tomillos. Al igual que sucede con
sus parientes, se habla de ellos sin darles importancia porque “de eso hay en mi
pueblo”. Efectivamente, es muy probable que tratándose de un pueblo español sea así,
pero lo que normalmente no se sabe es que en algunos casos solo se encuentran en su
pueblo. Este es el caso de Sideritis serrata, endemismo exclusivo de la Sierra de
Abenuj en el pueblo albaceteño de Tobarra.
El nombre científico de estas plantas hace referencia a sus capacidades curativas
pues Sideritis, proviene del griego Sideros que significa hierro ya que estas plantas se
usaban para curar a aquellos que habían sufrido heridas por armas de hierro. Su
utilidad como vulnerarias ya fue citada por el famoso médico de las legiones de Nerón,
el sabio Dioscórides.
En la medicina popular han sido utilizadas para reducir inflamaciones, apaciguar las
úlceras de estómago, curar golpes y contusiones e incluso para combatir “la desgana”.
En la actualidad están siendo estudiadas las sustancias que posee cada una de las
múltiples especies de “rabogatos” presentes en la península Ibérica para determinar
cuáles son las sustancias curativas que poseen y sus aplicaciones farmacológicas.
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III.
Aceite de Ricino
Ricinus communis L.
A pesar de ser una especie distribuida por el hombre por casi todo el mundo, es
originaria de Etiopía. Su amplia distribución se justifica por ser una de las primeras
especies vegetales objeto de comercio. Se conservan semillas fosilizadas de Ricino,
encontradas en tumbas de faraones egipcios, datadas en cuatro mil años antes de
Cristo.
Esta planta de color rojo purpureo, se comporta como anual en climas con inviernos
fríos. Puede alcanzar varios metros de altura en unos pocos meses, siempre que
encuentre las condiciones de humedad necesarias. Sus características semillas con
forma de garrapata, el nombre ricinus en latín se refería a las garrapatas, se dispersan
literalmente después de una explosión de los carpelos de sus frutos pinchosos. Dichas
semillas poseen ácidos grasos de tipo ricinoleico que no son tóxicos en cantidades
moderadas, pero sí purgantes. Esta propiedad medicinal ha sido explotada desde la
Antigüedad.
Actualmente el aceite de ricino y sus componentes tienen una amplia aplicación
industrial y comercial: en la fabricación de barnices, la impermeabilización de telas,
aislamientos térmicos, aceites de motor de competición e incluso su ácido sebánico es
un ingrediente fundamental para la producción del Nylon.
Asimismo el ricino, tan útil para el ser humano, puede ser mortal ya que sus semillas
poseen el veneno de origen vegetal más tóxico del mundo, la ricinina. Este alcaloide es
seis mil veces más potente que el cianuro y doce mil veces más mortífero que el veneno
de la temible serpiente de cascabel.
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IV.
La Sequoia Gigante
Sequoiadendron giganteum (Lindl.) J.Buchholz
Sin duda, los grandes gigantes del mundo
vegetal son las Sequoias. Aunque por su
altura, casi 100 metros, el Eucalyptus
regnans F. Muell. podría competir con ellas,
por su volumen total son, sin duda, los seres
vivos más grandes del mundo. Es por esto
que también se la conoce como árbol mamut
o, directamente, como big tree
(árbol
grande).
familia
Esta
conífera
de
la
Taxodiaceae es oriunda de las laderas
occidentales de la Sierra Nevada de
California donde crece en grupos reducidos
junto con abetos, cedros y pinos.
El árbol mamut no solo ostenta el record de volumen, sino que su inmenso tronco
columnar, de hasta 12 metros de diámetro, necesita tiempo para crecer y esta
característica lo hace uno de los seres más longevos de la Tierra pudiendo llegar a vivir
3.500 años. Es decir, que algunos de estos árboles podrían haber sido
contemporáneos de las Pirámides de Egipto. Existen algunas controversias en cuanto
a si un mismo individuo puede vivir uno o varios milenios, pero lo que sí queda fuera de
discusión es que esta especie, de coníferas descomunales, ha llegado a nuestros días
sin modificaciones desde su origen en la Era Terciaria hace 65 millones de años.
El término sequoia conmemora a un indio Cheroquee que vivió entre 1770 y 1843
llamado Seequayah o Sequoiah, que fue educado bajo el nombre de George Gist en
el estado norteamericano de Georgia y utilizó sus conocimientos de la escritura
occidental para dotar de un alfabeto al idioma de su tribu. En 1769, el cronista
Giovanni Crespi fue el primer europeo que citó estos colosos en el transcurso de una
expedición española de México a California y, solo 20 años después, el botánico
alemán Haenke trajo un ejemplar a Europa.
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V.
Ginkgo
Ginkgo biloba L.
Estamos ante lo que, en términos
coloquiales, podría considerarse el tío abuelo
de los pinos ya que, al igual que ellos, es una
gimnosperma. Las gimnospermas son unas
plantas con semillas desnudas pero con 150
millones de años. En China y Japón tiene su
origen este albaricoque plateado, nombre
con el que es conocido. Árbol caduco, de
sexos separados, produce una semilla blanda
y de textura carnosa marrón amarillento que
al madurar se torna grisácea y suele
confundirse con una drupa. Su penetrante
olor a vómito desaconseja su consumo en
crudo.
El hábitat silvestre de esta especie quedó oculto para la ciencia hasta principios del
siglo XX en el que el botánico americano F. Meyer, al sur del río Yangtze Kiang, se
topó estupefacto con un bosque de Ginkgos que se consideraban extintos en la
naturaleza y en el que algunos ejemplares alcanzaban los 2.500 años.
Aunque el nombre de Ginkgo procede del japonés, deriva de una transcripción al
Kanji de un vocablo chino. En una leyenda china aparece como yah-chio, pies de pato,
haciendo clara referencia a sus hojas divididas en dos lóbulos (de ahí su epíteto
específico biloba = dos lóbulos). Estas hojas con nervios en abanico, por su contenido
en flavonoides, son empleadas como terapia contra el Alzheimer y las pérdidas de
memoria, pues favorecen el riego cerebral y la circulación periférica.
Es una especie que merece nuestra protección y no solo por su extraordinaria
longevidad y antigüedad sino por ser un portador de esperanza, ya que un Ginkgo que
clavaba sus raíces a tan solo un kilómetro del lugar donde la nefasta bomba de
Hiroshima sembró la destrucción y la muerte, comenzó de nuevo a brotar al año
siguiente de la explosión.
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VI.
Supervivencia extrema: Arenas, yesos y sales
Cuando pensamos en plantas siempre tendemos a imaginar situaciones idílicas de
bosques frondosos, riberas de ríos o verdes praderas. Pero existen lugares que no
desearíamos ni oír nombrar si tuviéramos que sobrevivir, como ellas, de lo que nos
aporta el suelo y el agua. Pensemos en suelos salobres, yesos o arenas todos ellos
hábitats tan desfavorables que parece que ninguna planta pudiera vivir allí.
Pues bien, existen plantas bien especialistas o bien refugiadas que han conseguido
colonizarlos y no solo vivir en estas condiciones ominosas de sequía, calor y falta de
nutrientes sino que se han afianzado en ellos y convertirlos en sus hogares. Este es el
caso de especies como el albaceteño de Cordovilla Helianthemum polygonoides
(estrellicas) de Cordovilla, todo una campeona sobre la sal; el endemismo de Albacete,
Alicante y Murcia H. guerrae (Tamarilla de arenal) para la que no tiene secretos vivir
sobre arenas o la Toledana de Ontígola Vella pseudocytisus subsp. pseudocytisus
(Pitano) que se encuentra a sus anchas sobre el yeso. Todas ellas protegidas y en
serio peligro de extinción.
Entre otras estrategias, utilizan procesos de ajuste osmótico dentro de sus células
capaces de regular el exceso o déficit de determinados iones, ajustan sus necesidades
metabólicas a bajas concentraciones de nutrientes, fabrican compuestos orgánicos
secundarios sulfurados, utilizan mecanismos de almacenaje de sales en forma de
cristales en depósitos situados en las paredes celulares y en las vacuolas o bien
excretan dichas sales mediante glándulas especiales. Todo ello para vivir donde muy
pocos pueden hacerlo y ser unas verdaderas supervivientes extremas.
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VII.
¿Malos pensamientos?
Vitex agnus-castus L.
Cuando se trata de botánica, y más de su divulgación, aparece la eterna discusión sobre si
es mejor el nombre común o el científico. Si se llama así “de toda la vida” ¿Para qué nombrarlo
con latinajos? La planta que nos ocupa puede arrojar algo de luz al respecto. No obstante,
decidan ustedes mismos.
El sauzgatillo, que así se llama este arbusto caducifolio de ramas mimbrosas, vive cerca de
ríos asociado con adelfas y tarayes en toda la cuenca mediterránea. El nombre de sauzgatillo,
en nuestra opinión, poco aporta al conocimiento de esta planta. Si bien es un argumento muy
repetido el apelar al conocimiento de los abuelos para confirmar la fiabilidad de dicho nombre.
Aludiendo a los abuelos de los abuelos llegamos al origen del nombre científico que, como
verán, es algo más explicativo. Vitex es el nombre del género y hace referencia al viere de los
romanos, que significa trenzar o tejer, pues con sus flexibles ramas se hacían cestos. El nombre
de la especie “agnus-castus”, encierra una advertencia que se escapa a todos aquellos que
prefieran el nombre común, pues significa casto-casto tanto en griego como en latín, ya que los
pueblos clásicos conocían su efectividad como inhibidor de los apetitos sexuales. Para aquellos
que se quedaron con el nombre común y, desoyendo la advertencia de los antiguos, mordieron
su madera, que se olviden de los placeres de la carne, solo tendrán castidad…castidad.
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VIII.
El árbol aspirina
Salix alba L.
¿Qué sería de nuestros dolores de cabeza si no pudiéramos contar con una aspirina? Como
decía el gran filósofo español José Ortega y Gasset, vivimos en la Era de la Aspirina. Este
medicamento, del que casi ningún hogar carece y que ha sido el más vendido de la historia, es el
nombre del compuesto ácido acetil-salicílico. Purificado por Arthur Eichengrün, fue
desarrollado para su comercialización por Felix Hoffmann y patentado por Bayer en 1934.
El conocimiento de los efectos de la salicilina, que se encuentra en la corteza machacada de
sauce, es anterior a la patente de Bayer, a Eichengrün y a Hoffmann. Las primeras noticias
de su uso como analgésico y febrífugo las tenemos en un pergamino egipcio del 1.534 a.C., en
la que ya se hablaba de las virtudes del Tyeret, o sauce blanco (Salix alba L.), que crece en las
orillas del Nilo. Por lo que, curiosamente, la patente de Bayer no incluye el compuesto sino el
proceso de fabricación, pues el compuesto es obra de la naturaleza.
La salicilina se encuentra de manera natural en la corteza del sauce (o Salix, en latín), así
como en otras especies como los Populus (chopos y olmos) y en la Filipendula o Spirea ulmaria
M. (llamada reina de los valles). Precisamente la Spirea fue la primera especie de la que fue
extraída en 1.826 por el químico italiano Ludovico Brugnatelli. De ahí viene el nombre de la
marca aspirina: “A” de acetilo, “spir” de Spirea, con la terminación típica de los medicamentos
“-ina”.
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IX.
Los Narcisos
Narcissus spp.
A pesar de que el Narciso sea una flor ornamental distribuida por los cinco
continentes, la Península Ibérica puede ser considerada el epicentro a partir del cual se
extendió el género Narcissus. Pero no fueron los españoles sino los holandeses y los
ingleses los que supieron sacarle partido a la producción de esta planta convirtiendo su
cultivo en uno de los más importantes del mundo generando más de 44 millones de
euros al año.
Muchas especies de narcisos prefieren los ribazos y las zonas encharcadas para
vivir, casi al borde del agua. Esta circunstancia junto con la curiosa posición a modo de
reverencia que adopta la flor de esta bulbosa de la familia Amarylliadaceae, inspiraron
a los antiguos griegos el mito de Narciso. Aquel hermoso joven de pelo dorado que por
vanidad rechazó el amor de la ninfa Eco y por tal afrenta fue castigado por la Diosa
griega de la venganza Némesis a enamorarse de su propia imagen reflejada en el agua y
acabó transformándose en esta bonita flor que se inclina sobre las fuentes.
Pero el origen de la palabra Narciso no proviene del mito del joven, sino del griego
Narkisus que es la raíz de la palabra narcótico. Esta palabra hace referencia a los
alcaloides que posee en su bulbo. Siendo alguno de ellos tan importante para la
industria farmacéutica como la galantamina, cuyos efectos han sido considerados
ideales como terapia contra el Alzheimer.
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X.
“Más malo que un Tejo”
Taxus baccata L.
La tradición y la sabiduría popular nos han
alertado sobre las maldades de esta especie de
gimnosperma, pariente lejana de pinos, abetos y
cedros, pues es extremadamente venenosa. Su
poder tóxico se ha exagerado de tal forma que
hasta el médico de las tropas de Nerón,
Dioscórides, indicaba que: “Ofende gravemente
a los que a su sombra duermen o asientan y aun
muchas veces los mata”. El veneno del Tejo está
presente en todas las partes de la planta a
excepción de un pequeño anillo carnoso que
rodea la semilla llamado arilo.
La gran longevidad del Tejo, junto con su lento crecimiento, dotan a su madera
rojiza de una dureza casi metálica muy apreciada por ebanistas y torneros. De madera
de Tejo son algunos sarcófagos de faraones de hace más de 4.000 años, así como
lanzas y picas que los romanos llamaron taxus para certificar su origen e, incluso el
potente arco largo inglés que habría usado Robin Hood, estaba fabricado con esta
madera que puede ser curvada al vapor. Tal dureza, proporciona a este material unas
propiedades acústicas excepcionales que dio lugar a la fabricación de castañuelas tan
valoradas por su calidad como ilustra la canción popular: “Las castañuelas de tejo son
de mi hermano Matías, cuando mi hermano se muera, las castañuelas son mías”.
Durante mucho tiempo se justificó la explotación de grandes extensiones de Tejeras
para la obtención de su preciosa madera y la desaparición de una especie tan dañina
por su veneno. Pues bien, en los años noventa se descubrió que precisamente el Taxol,
esa sustancia que lo hace tan “malo” y venenoso, resultaba ser un tratamiento eficaz en
los cánceres de mama, colon, cérvix uterino y melanomas. Para la obtención de este
medicamento contra el cáncer, solo precisamos de unas pocas hojas del árbol. Un árbol
del que muchas poblaciones han sido llevadas casi a su total desaparición a lo largo de
la historia: árboles que habían visto pasar a romanos, godos y árabes fueron talados
pero… Siempre tendremos unas bonitas castañuelas.
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El Árbol Dragón
XI.
Dracaena draco L.
En los riscos secos e inaccesibles de las Islas Canarias, aún es posible encontrar al
Drago en su hábitat natural. Esta especie es una de las pocas monocotiledóneas
arbóreas de tronco ramificado que existen. Su tallo único, liso en la juventud y surcado
por arrugas con la edad, se ramifica cada 15 años, después de cada floración. Con el
tiempo, forma una densa copa de brazos inhiestos que sostienen las largas hojas
coriáceas como si blandiesen espadas. A pesar de su lento crecimiento (puede tardar
una década en crecer un metro) los ejemplares más longevos alcanzan proporciones
monumentales, como las de los notables Dragos milenarios de Icod de los Vinos y La
Laguna.
El Drago es el único árbol del mundo cuya savia es roja, como la sangre. Este
hecho ha envuelto al Drago en un halo de misterio desde la antigüedad pues, en el
Mundo Clásico y en el Medievo, eran muy valoradas las propiedades mágicas de esta
sangre de dragón (Draco para los latinos y Drakon para los griegos). Algunas
leyendas
afirmaban
que
los
dragones
caídos
echaban
raíces
en
la
tierra transformándose en estos extraordinarios árboles de múltiples cabezas y corteza
suave como la piel de un reptil y que, al herirlos, sangraban .
En la actualidad esta especie se encuentra en peligro de extinción habiéndose
censado únicamente 697 individuos en estado silvestre.
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XII.
El Palo Borracho
Ceiba speciosa (A. St.-Hil.) Ravenna
Con su característico tronco espinoso, este árbol cuyo epíteto específico speciosa
significa bello, puede alcanzar los 10-20 metros en los bosques semi-caducos de Brasil,
Bolivia, Argentina, Paraguay y Perú en los que habita. Sus grandes flores rosas de
hasta 10 centímetros, empiezan a abrirse al amanecer y son polinizadas por colibríes y
mariposas. El tronco y las partes jóvenes de sus ramas son verdes, pues tienen
capacidad fotosintética pero carecen de una corteza lignificada que lo proteja de los
herbívoros, por lo que está jalonado con espinas que le sirven de defensa.
Al Palo Borracho, que recibe su nombre por su forma de botella, ciertas tribus de la
zona del río Pilcomayo lo llaman "Mujer" o "Madre pegada a la tierra". En las leyendas
más antiguas de la zona, se recuerda como una joven pareja de amantes se vio separada
cuando él partió a una expedición de caza. Ella quedó desconsolada en el bosque ya
que el corazón de ambos era solo uno. Pasó una estación tras otra y él no volvió jamás…
había dado su vida por conseguir comida para el poblado. Nadie pudo decírselo y si se
lo dijeron, ella no quiso escucharlo, pues siguió esperando a su amor perdido hasta que
sus brazos se transformaron en ramas y lo que fue su cuerpo, en tronco que al envejecer
recuerda que una vez, en otro tiempo, fue una mujer. El árbol de la leyenda es la Ceiba
que como la juventud es esbelto pero con el tiempo va adquiriendo las típicas curvas
de la madurez femenina.
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XIII.
Cactáceas
Las cactáceas son plantas capaces de
tanta austeridad, en cuanto a su consumo
de agua, que precisan de solo un poco de
lluvia y de las gotas de rocío para
transformar en vida los ínfimos recursos de
que
disponen
en
norteamericanos
bajo
los
las
desiertos
condiciones
más extremas de sequía. Para conseguirlo,
han
prescindido
de
las
hojas
transformándolas en espinas a costa de
ralentizar considerablemente su desarrollo.
De las más de mil especies de cactáceas
conocidas,
solo
una
veintena
del
género Pereskia presentan hojas como un carácter relíctico. El país del mundo con más
diversidad de cactus es Méjico y todas las especies son americanas, excepto unas
pocas
del
género Rhipsalis que
se
pueden
encontrar
de
forma
silvestre
en África Tropical, Madagascar y Sri Lanka. El origen exclusivo americano de las
cactáceas se explica por la deriva continental, es decir, indica una evolución de estas
formas posterior a la separación de América como un continente aislado hace 50
millones de años.
De forma simplificada se pueden hacer 4 grupos que fueron los utilizados por
Linneo en 1752: los columnares, también llamados cirios por los conquistadores
españoles por su forma rolliza y erguida; los cirios rastreros, que no pueden mantenerse
erguidos por sí mismos; los globosos, grupo al que pertenecen los Echinocactus (del
latín echinus = erizo) y por último, las palas de tallos divididos en segmentos articulados
como las chumberas, tunas y nopales.
Según la leyenda Azteca, fue sobre un cactus donde, a modo de altar, el águila
sacrifico a la poderosa serpiente para comunicar al pueblo el lugar elegido por el dios
Huitzilopochtil para el levantamiento de la ciudad de Tenochtitlán. Siendo esta
imagen el actual escudo de la bandera de Méjico.
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XIV.
Jarras de Mono
Nepenthes distillatoria L
Desde la región indo-malaya hasta las zonas tropicales de Australia, Madagascar,
Seychelles y Nueva Caledonia, se encuentran en su hábitat estas curiosas plantas
carnívoras que muestran su mayor diversidad en las selvas cálidas y húmedas de
Borneo y Sumatra. En este reino de espesura en el que una corte de monos campa a
sus anchas y el orangután es el monarca, cuelgan de las ramas las trampas de la
Nephenthes cuyas jarras verdes y granates, parecen haber sido dispuestas para un
banquete imaginario.
Se encaraman en los árboles mediante zarcillos y una vez allí despliegan sus trampas
pues, las jarras que se forman en el ápice de las hojas, persiguen una fuente de
nutrientes diferente de la común fotosíntesis ya que son carnívoras. El limbo foliar se
transforma en una jarra o ánfora de borde engrosado y con un apéndice apical a modo
de tapadera. Dicho odre contiene un fluido acuoso y almibarado, que segrega la propia
planta, para atraer con su olor a sus víctimas (los insectos) que caen y son digeridos
por ella.
Su nombre Nepenthes (del griego: ne = no, penthos = pena) alude a la propiedad
que le atribuían los antiguos de aliviar las penas y mitigar los dolores corporales,
virtudes que se le siguen atribuyendo desde tiempos remotos en Ceilán, la actual Sri
Lanka.
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XV.
El Rocío Cazador
Drosera sp.
Las Droseras habitan en lugares ricos en agua pero escasos en sales minerales por
lo que la evolución las ha dotado de una ingeniosa trampa que imita a las minúsculas
gotitas de rocío que dan nombre a la planta ( Drosera deriva del griego drosos "rocío,
gotas de rocío” ). Cuando un insecto, del tamaño de un mosquito o de una hormiga,
quiere saciar su sed, no puede hacerlo bebiendo directamente de ríos o charcos, ni aun
en gotas de agua, debido a la tensión superficial , por lo que buscan las minúsculas
gotas de rocío y las especies del género Drosera se aprovechan de esta circunstancia
para atraer a su presa.
La caza se efectúa mediante unos “tentáculos” glandulíferos que, en los márgenes
de las hojas, producen pequeñas gotitas de mucílago que brillan al sol como
el rocío matutino. Cuando una de sus víctimas trata de posarse en una de estas gotas o
las toca al pasar, queda atrapada por un tentáculo al que se van añadiendo otros
cuando lucha por liberarse. Una vez atrapada la presa, la planta segrega una serie de
enzimas que la digieren.
Las raíces, flores y frutos de la planta se han utilizado y se siguen utilizando con
fines medicinales como estimulantes y expectorantes frente a la bronquitis y el asma .
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XVI.
Las Aráceas
La familia Araceae posee más de 3.000
especies que se distribuyen por las zonas
tropicales de América y en las zonas
cálidas del Viejo Mundo. Como es el caso
de la especie, en peligro crítico de
extinción, de la laurisilva canaria Arum
italicum subsp. canariense (Webb &
Berthel.) P.C.Boyce. Muchas Aráceas
han sido utilizadas por el hombre: como
ornamentales Philodendron, Zantedeschia
(Cala), Anthurium, Spathiphyllum…, para
su consumo ocasional una vez eliminadas
las sustancias irritantes Alocasia (Taro u oreja de elefante), Monstera (costilla de
Adán).En la Edad Media se veía al Aro como símbolo mariano por lo que era
venerado.
Todas las Aráceas o Aros producen unas inflorescencias trampa, cilíndricas
carnosas y con minúsculas flores, masculinas en la parte superior y femeninas en la
parte inferior del eje .Todo ello se rodea de una espata que asemeja una hoja o un
pétalo que se ensancha en la zona baja. Este ensanchamiento recibe el nombre de
caldera por su forma y porque, además de emitir un fuerte perfume, en muchas
ocasiones produce también calor. Los insectos, fundamentalmente dípteros (moscas,
mosquitos y tábanos), se sienten irresistiblemente atraídos por esta combinación de
aroma y calor. Una vez entran en la espata, sus paredes lisas y recubiertas con
minúsculas gotitas de aceite hacen imposible la adherencia, por lo que se precipitan al
fondo de la caldera. Es allí donde se encuentran las flores femeninas, que reciben en
sus estigmas el polen que portan los insectos recién llegados de otro Aro. Una vez
polinizadas las flores femeninas, se cierran y se abren las masculinas, que nuevamente
embadurnan de polen a sus pequeños visitantes, mientras que revolotean buscando la
salida desesperados. Una vez son liberados, salen nuevamente recubiertos del polen
que fecundará al próximo Aro que los atraiga irremisiblemente hacia su trampa.
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XVII.
El Pino de Wollemi
Wollemia nobilis W.G.Jones, K.D.Hill & J.M.Allen
El 10 de Septiembre de 1994, David Noble disfrutaba de lo que más le gustaba,
escalar y recorrer caminos recónditos en busca de nuevos paisajes y lugares secretos
de los bosques húmedos australianos. Su trabajo como guarda en el Parque Nacional
de Wollemi, 150 Kilómetros al norte de Sidney, le había proporcionado un
conocimiento profundo sobre la flora y la fauna de la zona. Pero aquel día, en el que se
adentró más de lo habitual en la espesura de las Blue Mountains, encontró un árbol
que nunca antes había visto.
El descubrimiento de Noble devolvió a la vida al que hasta entonces había sido
considerado un fósil extinto, cuyo registro más antiguo le confería una edad de 200
millones de años. El pino de Wollemi fue bautizado para la ciencia con el nombre de
Wollemia nobilis en honor al lugar donde había sobrevivido tantos millones de años y a
David Noble, aquel que lo resucitó para el conocimiento humano.
Para evitar la desaparición de la especie o el deterioro de su entorno, el lugar exacto
donde aún perviven los 40 ejemplares silvestres que quedan en el mundo de esta
antiquísima conífera en peligro crítico de extinción, es un completo secreto, Los
ejemplares destinados a la exposición en los más prestigiosos Jardines Botánicos del
mundo han sido obtenidos mediante complejas técnicas de propagación in vitro. En
España el primer pino de Wollemi se expuso en el Real Jardín Botánico de Madrid en
Julio de 2007.
20
XVIII.
El Café
Coffea arabica L.
Sea de buena mañana o después de
comer no hay una tradición tan arraigada en
España como la de tomar café. Es tan, “de
aquí”, que cuando vemos a un viejo amigo al
que queremos volver a ver no se le cita para
tomar una zarzaparrilla, un zumo o un batido…
“Quedamos para tomar un café...”. Pues bien,
esta planta de la familia de las Rubiáceas
tiene su origen muy lejos del territorio
nacional español y debe su nombre a la
ciudad de Kaffa, en Etiopía.
Cuenta la leyenda que Kaldi, un pastor abisinio, observó con curiosidad que las
cabras que tomaban los frutos rojos de esta planta brincaban y corrían sin que el
cansancio hiciera mella en ellas. Harto de recorrer los caminos fatigado, decidió probar
aquellos llamativos frutos que de inmediato,
le hicieron sentirse revitalizado y
fortalecido. Aquello, a los ojos del pastor, parecía un milagro y por lo tanto se lo hizo
saber a su santón. Cuando Kaldi le contó lo sucedido, este no se decidía sobre el
origen maligno o divino de aquella excitación y por prudencia, tiró los frutos que le
había traído el pastor a las brasas de un fuego medio apagado. Pero, el dulcísimo
aroma del café tostado le hizo ver que sin duda… era un regalo de los dioses.
Sin embargo, su cultivo no se inició hasta el siglo XIV en Arabia y tanto su cultivo
como su consumo permanecieron ocultos, como un secreto, durante más de 300 años.
Su distribución se produjo en el siglo XVII. Primero hacia Asia, cuando un peregrino
hindú consiguió ocultar en sus ropajes granos sin tostar de café para introducirlo en su
país. Posteriormente, los holandeses robaron en Yemen una planta de café que
cultivaron con éxito en sus colonias de Oceanía. Y conquistó América a partir del
siglo XVIII, gracias al capitán francés de Clieu que después de una travesía
trasatlántica, que casi le costó la vida, introdujo su cultivo en la Martinica y otras islas
caribeñas.
21
XIX.
¿Rosas o híbridos de Té?
Rosa spp.
En la familia de las rosáceas, que es una
de las más importantes del reino vegetal, se
incluyen
cerezos,
almendros,
manzanos,
melocotoneros, ciruelos, perales, zarzales,
fresales… y, por supuesto, el género Rosa.
Este género es el que da nombre a la familia
y el más apreciado en jardinería. Pero como
todos los miembros de la familia, posee una
característica común, una flor de cinco
pétalos en forma de uña muy cortos y
separados entre sí. La pregunta es obvia.
¿De dónde salen esas exuberantes rosas
que tenemos en nuestros jardines y que
regalamos con pasión el día de los
enamorados?
Empezando por el principio, como se debe hacer en todas las historias, debemos
decir que el ser humano se ha interesado por el perfume y la hermosura de las rosas
silvestres desde los albores de la jardinería. Fueron muy populares entre los pueblos
antiguos: griegos, romanos, egipcios, babilonios… que extraían sus esencias y las
cultivaban por su belleza. Poco a poco, su cultivo dio lugar a mezclas e hibridaciones
para la obtención de flores con abundantes pétalos como la antigua Rosa centifolia (de
las cien hojas) o tan fragantes como la Rosa de Damasco que, según cuentan algunos
cronistas, fue traída a Europa por el caballero cruzado Robert de Brie entre 1254 y
1276.
Esta persecución de la perfección en forma de flor, llevó a la búsqueda de nuevos
tamaños, colores y olores en la época Isabelina, dando lugar a concursos
internacionales donde se premiaba la belleza de la flor. El punto de inflexión se produjo
en 1867 cuando Jean Baptiste Guillot creó el primer híbrido de té, La France, la
primera rosa moderna, al cruzar una rosa de té y un híbrido perpetuo obteniendo la
forma que actualmente conocemos como rosa, tan diferente de rosas antiguas
anteriores a esa fecha.
22
XX.
El tabaco.
Nicotiana tabacum L.
No fue Sara Montiel con su “fumando espero….” la manchega que más aportó a la
divulgación de esta solanácea. Esta planta herbácea, que ha sido objeto de culto y
cultivo en medio mundo, es de origen americano y no pudo ser conocida en Europa
hasta casi pasado un siglo del Descubrimiento de América. Fue el vecino de la Puebla
de Montalbán y médico de cámara de Felipe II, Francisco Hernández, quien elaboró la
primera obra de botánica farmacéutica del Nuevo Mundo en la que describe a la
especie que nos ocupa, el Tabaco.
Desde finales de 1.577, año en que terminó la expedición de Hernández ya se
consideraba como una costumbre atroz de los indios americanos, pues como escribió el
primer cronista del Nuevo Mundo Gonzalo Fernández de Oviedo, “ …los indios de
esta isla, entre otros sus vicios, uno muy malo que es tomar unas ahumadas, que ellos
llaman tabaco, para salir de sentido”. Sin embargo, el uso de este veneno fumable se
extendió rápidamente por el Viejo Mundo, a pesar de las advertencias del clero y los
médicos. El Papa Urbano VIII, “con autoridad apostólica”, prohibía y vetaba cualquier
uso del tabaco “bajo pena de excomunión”. Su consumo en papel de fumar es un
invento español y los estados europeos potenciaron su uso ya que, de su venta, se
obtenían pingües benéficos. No sería hasta primeros años del siglo XXI, cuando se
produjo la prohibición de fumar en lugares públicos, que se toman medidas en contra de
su consumo debido a las investigaciones médicas que demuestran sus efectos nocivos
sobre la salud.
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