Is Collusion Proof Auction Expensive? Estimates from Highway
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Is Collusion Proof Auction Expensive? Estimates from Highway
Is Collusion Proof Auction Expensive? Estimates from Highway Procurements. G. Aryal (U. Chicago) y M.F. Gabrielli (U.N.Cuyo) Comentario: Paulo Somaini (MIT). Muchos organismos públicos utilizan subastas para adquirir bienes y servicios. Su principal ventaja es inducir competencia entre los participantes y elegir a aquel que ofrezca un precio más bajo. Una desventaja es que los participantes pueden coludir. Dos o más participantes pueden conspirar para mantener los precios altos y beneficiarse a expensas del subastador. Esta práctica parece ser bastante prevalente a pesar de estar prohibida y acarrear penas económicas y criminales. En un paper en el Journal of Economic Theory (2012), Chen y Micalli proponen una subasta o mecanismo que logra una asignación eficiente aunque los participantes estén coludiendo. Aryal y Gabrieli notan que ese resultado no dice nada acerca del bienestar del subastador y plantean la hipótesis de que el motivo por el cual estos mecanismos no son utilizados en la práctica es que a pesar de ser eficiente, el mecanismo resulta en precios muy altos. El subastador puede preferir un mecanismo que sea ineficiente pero que resulte en precios más bajos. Utilizando datos sobre contratos de construcción en California, los autores proponen calcular cual sería el costo de implementar tal mecanismo. Ellos encuentran que los costos son sustanciales: remplazar las subastas cerradas de primer precio que se utilizan actualmente por el mecanismo propuesto por Chen y Micalli incrementaría los precios entre un 10 y un 49 por ciento. En mi comentario me voy a concentrar en: 1) la interpretación del mecanismo propuesto por Chen y Micali y su relevancia para el caso estudiado. 2) el problema del subastador al elegir el mecanismo y 3) los resultados empíricos. 1. El Mecanismo de Chen y Micali. Chen y Micali proponen un mecanismo relativamente simple que pide a los participantes un reporte que incluye el precio que están dispuestos a ofrecer y los otros participantes con los cuales está coludiendo. Para satisfacer las restricciones de incentivos y alcanzar eficiencia, el mecanismo debe pagar al contratista que reporte el precio más bajo, el precio más bajo ofrecido por algún otro participante que no pertenezca al mismo cartel. A simple vista el mecanismo parece simple pero prácticamente imposible de implementar porque que los participantes confiesen su delito sin ser penalizados. Sin embargo, es muy posible que la asignación de este mecanismo coincida con la resultante en una subasta de segundo precio donde cada cartel se encarga de solamente realizar una oferta igual al costo del miembro más eficiente. En este caso, el subastador nunca se entera quien colude con quien directamente. Me gustaría que el paper incluya una discusión acerca de esta conjetura. 2. El problema del subastador En la literatura de subastas es bien sabido que el subastador puede reducir costos introduciendo algunas distorsiones. Por ejemplo, Myerson (1981) y Riley y Samuelson (1981) muestran que los costos son minimizados cuando el subastador utiliza un precio máximo de reserva menor a su verdadera disposición a pagar. Similarmente, Maskin y Riley (2000) muestran que si los participantes son asimétricos, el subastador podría bajar costos sesgando las reglas de la subasta en favor de los participantes que son ex-ante más eficientes. En el modelo propuesto por Aryal y Gabrieli el subastador se enfrenta a un problema similar. Para obtener costos más bajos debe introducir ciertas distorsiones que hacen que la asignación final sea menos eficiente. Lo que no es para nada obvio es que el mecanismo actualmente utilizado en California, que no tiene ninguna pretensión de ser óptimo bajo colusión, resulte en costos menores como encuentran los autores. Una pregunta que los autores podrían intentar contestar es si existe una modificación en la subasta que logre mejorar la eficiencia sin incrementar el costo para el subastador. 3. Resultados Empíricos El primer resultado empírico es determinar quién colude con quien. Los autores proponen un modelo donde los participantes obtienen sus costos como realizaciones independientes e idénticamente distribuidas. Bajo estas condiciones, las subastas de primer precio tienen equilibrios simétricos en estrategias monótonas, por lo que el modelo implica que que las ofertas de los distintos participantes deben distribuirse de idéntica e independientemente. Bajari y Ye proponen contrastar estas hipótesis e interpretar rechazo de la hipótesis nula como evidencia de colusión. Debe tenerse en cuenta que rechazar la hipótesis nula implica que un rechazo de la hipótesis conjunta de no colusión e independencia (o simetría) simultáneamente, por lo que estos resultados deben interpretarse con cautela. Los resultados empíricos muestran que las hipótesis de independencia y simetría son rechazadas contundentemente y que la coalición resultante incluya a todos excepto un participante. Los autores proponen también un enfoque más conservador al elegir cuatro participantes basados en casos en los cuales los participantes son observados participando muy seguido en la misma subasta pero uno de ellos ganando con mucha mayor frecuencia que el otro. El segundo paso del ejercicio empírico consiste en recuperar los costos que racionalizan las ofertas observadas suponiendo que cada participante optimiza con respecto a la distribución de ofertas de los competidores a la Guerre, Perrigne y Voung ,2000. El paso final consiste en simular lo que sucedería en el mecanismo propuesto por Chen y Micalli donde cada participante reporta su costo verdadero y el subastador paga el precio más bajo ofrecido por algún otro participante que no pertenezca al mismo cartel que quien resulte ganador. Para cada subasta se puede comparar el precio realmente observado que es el costo del ganador más un recargo (markup) y el precio del mecanismo alternativo, que resulta de descartar tomar solo el menor costo mínimo para cada cartel y luego tomar el segundo costo más bajo entre los carteles. En el caso donde 4 firmas coluden, el mecanismo alternativo genera precios 10% más elevados. En el caso donde casi todas las firmas coluden, genera precios 49% más elevados. Conclusión Este paper da una respuesta cuantitativa a una pregunta relevante al momento de diseñar las subastas. Si el subastador deseara usar subastas cuya asignación sea eficiente: ¿cuánto más debe pagar? Al considerar dos escenarios, los autores muestran que la respuesta depende de quién colude con quien. Pero aun tomando una estimación conservadora en cuanto a la estructura del cartel, sus resultados implican que los costos son sustanciales. El paper se beneficiaria de discutir sobre cómo podría implementarse prácticamente el mecanismo propuesto por Chen y Micali. Los autores además propones ciertas extensiones al modelo: costos dinámicos, entrada endógena, etcétera. Mi recomendación es realizarlas si existen motivos teóricos o empíricos por las cuales dichas extensiones son relevantes. Por ejemplo, no es obvio por que incluir costos dinámicos pueda cambiar los resultados dramáticamente. Además, al incluir el back-log como una variable de estado introduce asimetrías que dificultan el proceso de identificación de los carteles. En cierta medida, este paper no va a ser juzgado tanto por cuan creíblemente se identifica a los conspiradores, que no es una ciencia exacta, sino por cuan claramente expone su punto principal: inducir eficiencia en una subasta con colusión puede resultar muy costoso.