Cuatro continentes en un mismo convento

Transcripción

Cuatro continentes en un mismo convento
Impreso por Francisco Calderón Rodríguez. Prohibida su reproducción.
PROVINCIA 25
SÁBADO, 4 DE JULIO DE 2015
❚ VITIGUDINO
Cuatro
continentes en un
mismo convento
El monasterio de Santo Toribio de
Liébana cumple 400 años
CASAMAR-S.P.VEGAS | CIUDAD RODRIGO
D
ESDE cuatro continentes llegan las pobladoras Agustinas Recoletas del convento de Santo Toribio de Liébana de Vitigudino. Un
arcoíris de culturas totalmente
diferentes que conviven en perfecta armonía entre cuatro paredes. Un edificio que esconde espiritualidad pero también trabajo, solidaridad, respeto y cordialidad.
Muchas
entidades
formadas por diversas nacionalidades del mundo podrían aprender de estas mujeres a la hora de
convivir y entregarse al bien común.
La comunidad la conforman
15 hermanas de cinco nacionalidades: ocho de España, tres de
Tanzania, dos de Venezuela, una
del Perú y la última incorporación llegada desde China. María
procedente del país asiático manifiesta su alegría por formar
parte de esta congregación tan
variopinta que, además, está de
celebración este año.
El monasterio cumplirá 400
años de su fundación el próximo
día 6 de agosto, por ello prepararán unas jornadas especiales para celebrar tal onomástica con
misas celebradas por diferentes
párrocos. El lunes, 3 de agosto,
tendrá lugar una misa con Juan
José Calles como celebrante, para continuar el martes, día 4, con
Jesús Lanao, el miércoles con
Bernabé Marcos y el jueves, día
de la celebración, la misa será
oficiada por el obispo Carlos López Hernández.
Las monjas han editado tam-
Las monjas de Vitigudino celebrarán los cuatro siglos de su convento. | CASAMAR
bién unos folletos de la congregación donde explican la formación historia de la orden y sus
propias motivaciones.
La única congregación de Vitigudino pertenece a las Agustinas Recoletas, por lo que con lo
de “Agustinas” se dedican al
igual que San Agustín a la contemplación y con los de “Recoletas” se atiende a que son recogidas en sus formas.
Las monjas agradecen a Vitigudino su cariño y su protección
ya que afirman que el pueblo les
ha defendido en determinadas
“situaciones bélicas” y que esos
gestos se trasmiten de “generación en generación”, por ello todavía hoy se sienten muy “mimadas y protegidas” por las gentes del municipio del oeste salmantino.
El monasterio de Vitigudino
se fundó en 1615 con tan sólo tres
monjas llegadas del convento
salmantino de San Roque y contó con el apoyo del “bienhechor”:
Toribio del Portillo pero el nombre del convento viene de la onomástica del 13 de agosto, que es
San Toribio de Liébana.
Su objetivo es que las celebraciones recuerden su presencia
pero siempre con la discreción
que desprende el hábito.

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