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Un verano con Eduardo Chillida: Las fotos del concurso CATEGORÍA “LA OBRA MÁS LEJANA”: Berlín 1: “Estas fotos fueron tomadas en noviembre de 2007, cuando estaba haciendo un viaje por Europa. Durante mi estancia en Berlín, estaba dando un paseo por los alrededores del Reichstag cuando vi una escultura que me resultaba tremendamente familiar... Me llevé una gran sorpresa al ver allí esta obra del genial Eduardo Chillida”, Berlín Berlín 2 1 Chillida Helsinki: “Una escultura adorna la entrada de un edificio oficial en la ciudad de Helsinki, el edificio Porthania de la Universidad, el cual ha sido renovado hace pocos años. La imagen fue realizada a finales de junio, cerca del solsticio de verano, fecha en que la noche no acaba de llegar a la capital suomi y es fácil admirar sus noches blancas. Fue un día en el que no dejó de llover prácticamente en ningún momento aunque hacia el mediodía y casi de inmediato, el cielo se despejó durante unos minutos y una blanca y cegadora luz del sol se adueñó del paisaje. Fue entonces cuando paseando por el centro de la ciudad vimos esta escultura que inmediatamente supimos que era de Chillida, sin poder ocultar un pequeño orgullo interno de ver una escultura de un autor tan cercano en un lugar tan lejano como Helsinki”, Helsinki Encuentro en Finlandia: “Paseando una soleada tarde de verano por Helsinki me topé casualmente con una sorpresa fascinante. A tres mil kilómetros de casa se mostraba majestuosa ante mí una escultura de mi admirado Eduardo Chillida. Las sensaciones se intensifican considerablemente en la distancia, y en esa ocasión un torbellino de emociones y recuerdos de mi tierra afloraron inmediatamente”, Helsinki 2 Huellas: “La esculturas de Eduardo Chillida acumulan huellas de miles de personas que disfrutan tocándolas, sintiéndolas, absorbiendo por las yemas de los dedos el carácter de cada una de ellas. Todas esas huellas son invisibles o eliminadas fácilmente, sin embargo su firma, su huella, su espíritu, permanece para cada uno de los visitantes”, Helsinki Con Buscando la luz: “La foto de Buscando la Luz también saque con disparador automático. Me gusta estar sola con la obra, aún mejor “dentro“ de la obra como en Munich. Fue este Febrero, a principios del mes y fue un día genial con mucho sol y temperaturas mucho más altas que normal. Fui a Munich por primera vez para visitar un concierto de un pianista alemán que me encanta. Escuchando a su interpretación de Johann Sebastian Bach me acerque a la escultura y la conquiste... Es un lugar muy muy especial”, Munich Curiosidad vaticana: “La foto está tomada en los Museos Vaticanos en 2006. Como Eibarrés que soy, me llamó la atención que nuestro Chillida tuviese expuesta una obra 3 en dicho museo. Hice la foto como curiosidad o anécdota del viaje y siempre me he preguntado cómo habrá llegado hasta ahí. Espero que si puedo volver a Chillida Leku pueda conocer su historia y de paso conseguir que mi mujer y mis dos hijos mellizos puedan visitar el Museo”, Italia Mis hijos en los Museos Vaticanos: “Además de la dificultad de buscarla dentro del museo, está la dificultad de hacer la foto sin gente y en un sitio no permitido.La escultura era un proyecto para un altar”, Roma 4 CATEGORÍAS “LA FOTO MÁS ORIGINAL” Y “LA MEJOR HISTORIA”: Caricia El abrazo: “El abrazo refleja la perfecta simbiosis entre Gijón y el Elogio al Horizonte de Eduardo Chillida, convertido en auténtico emblema de la ciudad. El gris de su hormigón conjuga con el verde de la ladera, el azul del cielo y del mar. Los gijoneses, orgullosos de su Elogio, pasean y se abrazan junto a él mientras escuchan el sonido del mar situados justo en el centro de la obra”, Gijón 5 Curva recta Peine Apocalíptico: “Se tiende donde finaliza una geografía sin un compromiso concreto, en un respetuoso diálogo con el horizonte y desafío matérico con la naturaleza, la mar. El resultado es sencillamente apoteósico, uno de los espacios artificiales más bellos del mundo, un mundo cada vez más apocalíptico y abocado a una destrucción cada vez más cercana”, Donostia Green: “El verde es el color que acompañaba todas las obras de Chillida el pasado verano cuando visité Chillida-Leku. Me encantaron las obras, pero más me gustó el lugar en sí mismo. Una pena que no esté abierto”, Chillida Leku 6 La foto de la foto: “El espectacular Chillida Leku ofrece la posibilidad de realizar infinidad de buenas y bonitas fotos y me he querido quedar con esta. La foto de la foto. En un precioso día soleado de octubre después de comer en Donosti una tarde increíble visitando Chillida Leku. La pena que nunca más podré hacerlo”, Chillida Leku Beso: “Al observar por primera vez esta imagen, el Peine del Viento puede parecer fuera de campo o incluso pasar desapercibido, pero si se mira bien, con detenimiento, prestando atención a los colores y a los espacios, la majestuosidad de esta pieza de hierro cobra importancia. Y es que un paseo por Donosti no puede acabar en mejor sitio que frente a este símbolo de la entereza de la ciudad”, Donostia 7 Encontrando la Luz: “Tomada junto a las torres de Isozaki en la noche en Blanco 2011 (Bilbao). Chillida seguramente cuando diseñó esta obra y pensó en este lugar, no imaginó la perfecta simbiosis entre hierro y luz (esta vez no natural sino artificial) que su obra tendría en esta noche mágica bilbaína”, Bilbao Sombra: “El Elogio del Horizonte se encuentra situado en Gijón, la fotografía fue tomada por la mañana desde uno de los accesos al Cerro Santa Catalina, el lugar desde el que parece vigilar a la ciudad. La obra simboliza la unión de la tierra y el cielo, que es la visión que percibimos si miramos al horizonte a través de esta escultura, todo ello desde un juego de curvas y rectas. La obra sirve al espectador para tomar conciencia de la escala humana frente a la del cosmos. El sol, casi se diría que sentado en lo alto del Elogio, desparrama una sombra gigantesca en la mañana. Aunque la escultura es pequeña en comparación con el cerro sobre el que se asienta, su sombra cubre buena parte del mismo. La imagen capta un juego de luces y sombras en diálogo con el juego de volúmenes de la obra de Eduardo y con el caprichoso sonido de las olas en su interior. Acercándonos desde abajo podemos admirar el perfil del Elogio, que es ya por derecho propio perfil de Gijón. Caminar bajo su sombra, en una mañana soleada, es un lujo que no siempre se puede disfrutar en nuestra ciudad, y menos en este verano extraño que vivimos. Saliendo de las sombras entramos en ese abrazo de hormigón que Eduardo ofreció a la ciudad. Bajo sus brazos la admiramos, a sus pies, pequeña y hermosa, rodeada por el mar y los montes”, Gijón 8 Caligrafía musical: “Conocía la obra de Eduardo Chillida, pero no el lugar donde habita su silencio. El ocho del pasado septiembre fui con mi mujer a Donosti para disfrutar, junto al mar, mi cumpleaños. Por la mañana, no obstante, comentó de coger un autobús para regalarme una sorpresa. No pregunté, pero intuí dónde me llevaba. Habían sido muchos años de comentarios sobre el temblor del hierro, la arquitectura del espacio, la gravitación de la materia. Al llegar al caserío Zabalaga, en Chillida Leku, el color de unas yeguas nos dio su bienvenida. Un escenario verde y su silencio se abrieron a una sinfonía de esculturas que, diseminadas con un orden preciso, parecían notas de un tetragrama gregoriano. Sensaciones y emociones rozaron nuestra piel la mañana de mi sesenta y seis cumpleaños. Al salir, los árboles me susurraron geometrías”, Chillida Leku De pájaros: “El interior del caserío olía a claroscuro. Su cubierta, a dos aguas, de vertientes largas, escondía una estructura de madera y el hueco necesario para las esculturas más pequeñas de Chillida. Recordé que en su reconstrucción, Eduardo preguntaba al caserón si quería tener tres pisos, como antes, y si quería que la luz entrara por arriba. Yo no entré como la luz, pero al cruzar el umbral del caserío encontré la “luz oscura del cantábrico” esculpiendo relieves en la piedra de la mampostería y, en su silencio, el alabastro y el hierro dialogaban sobre el espacio y el tiempo “nunca diferentes, pero nunca iguales”, con los dibujos de serigrafía y punta seca. Recorrí las estancias de Zabalaga, en Chillida Leku, con emoción, y descubrí 9 esta pequeña escultura de hierro frente a uno de los ventanales del caserío. La naturaleza, en forma de pájaros en vuelo, me trajo a la memoria, aquel 8 de septiembre de 2010, que “tarde o temprano conseguiré engañar a esas „nubes de pájaros‟ que atraviesan el espacio y que adivino más que veo”, Chillida Leku Abrazo fraternal: “Aunque los niños son valencianos y es allí donde residimos, su madre es vasca y sus abuelos aun viven en Irun, así que las vacaciones las solemos pasar en el norte, en esta ocasión quería enseñarles la parte de Euskadi más marinera, y casi todas las actividades lúdicas estaban relacionadas con el mar, fuimos a ver el flish de Zumaia, el barco atunero de Pasajes San Pedro y paseamos por la bahía de Txingudi y claro faltaba algo en Donosti, así que qué mejor que visitar El Peine del Viento, ese lugar donde se encuentra la tierra y el mar. Evidentemente no entendían eso de que un monumento se llamara El Peine del Viento, hasta que lo vieron claro. Cuando descubrieron lo chorros de viento que salen producidos por las olas y vieron las formas curvadas de las grandes piezas entendieron el significado de la obra. A ellos el monumento les pareció que eran brazos así que mejor que se dieran un abrazo fraternal junto al monumento”, Donostia 10 Jugando con el viento: Mismo autor y mismo texto que Abrazo fraternal Absorbida: “Es una imagen desde dentro del monumento, donde te puedes sentir absorbida por el mar, la cultura, el aire y tu propio yo”, Gijón Atardecer de julio: “Fotografía realizada un atardecer de julio en nuestra maravillosa visita por las tierras asturianas”, Gijón Atardecer: “A finales de mayo de este año, nos fuimos de excursión a San Sebastián desde Bilbao, la ciudad que visitábamos hacía unos días. Tras dar un paseo por la 11 orilla en la Playa de La Concha llegamos, justo al atardecer, al privilegiado enclave del “Peine de los Vientos”, un lugar de ensueño donde soñar…”, Donostia Atrapa nubes de Eduardo: “Cuando vi la foto, con esas nubes dentro del semicírculo, me dije, es que están, justo donde tienen que estar. Y claro, a partir de aquí creo que a la escultura no le iría nada mal, como subtítulo: la escultura atrapa nubes de Eduardo”, Chillida Leku Boceto original de Eduardo Chillida 12 Buscando la luz: “Cada cierto tiempo me acerco para contemplar este maravilloso lugar y como todo fotógrafo que busca en la luz, encuentro aquí formas”, Gijón Geometriados: Mismo autor y mismo texto que Buscando la luz El Maestrazgo y Chillida: “Teruel no solamente existe, sino que es muy recomendable. Por eso es un lugar fantástico al que volver. Y qué mejor oportunidad que hacerlo para ver una exposición de Chillida. Por eso me acerqué a Rubielos de Mora. Pero ¡oh, sorpresa! No pude ver la exposición porque era el día 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la localidad, y todos los habitantes, incluidos los cuidadores de la muestra, se habían ido a un lunch organizado por el ayuntamiento”, Teruel 13 El Maestrazgo y Chillida II: Mismo autor y texto que El Maestrazgo y Chillida Chillida Leku: “Pieza dedicada a Luca Paccioli, inventor de las proporciones y de las formas raras. Un Eduardo Chillida en potencia”, Chillida Leku 14 Formas: “Rubielos de Mora es un pequeño pueblo de la provincia de Teruel que alberga un encantador museo ubicado en un antiguo hospital llamado "Fundación Salvador Vitoria". Este pueblo posee el premio Europa Nostra por la magnífica conservación de sus palacios e Iglesias entre otras bellezas, por lo que voy a menudo a visitarlo. Hará un mes tuve ocasión de contemplar la pequeña exposición sobre el genial Chillida en la planta baja del museo. Al ver que "Tiempo, Espacio y Materia" permanecía varias semanas, volví pertrechada con mi CANON 7D, y aquí os mando dos fotos de ese reportaje, ¡qué difícil es quedarse solo con dos instantáneas! Me encantaría poder visitar su museo, el Leku, ya que nunca he podido hacerlo, y visitar la increíble San Sebastián, esos son mis dos deseos”, Teruel Joven espectadora: Mismo autor de Formas, y mismo texto 15 Composición Chillida Leku Cruz en Zabalaga Día gris en el Peine del Viento: “Mi mujer y yo fuimos a conocer San Sebastián, ciudad que nos encantó, y nos dimos una tarde un paseo por la Concha hasta que llegamos al "Peine del Viento". Nos pareció una obra muy original y le hicimos varias fotografías. Sinceramente no las conocía de verlas por televisión, ni Internet... con lo que mi sorpresa fue afortunadamente mayor”, Donostia 16 Efímero momento, eterna permanencia: “Tres parejas quedan enlazadas entre sí”, Donostia El descanso frente al horizonte eterno: “Les adjunto una fotografía tomada en Gijón de "El elogio al horizonte". Está obra del escultor donostiarra se asemeja a una ventana a un inmenso mundo acuático con millones de momentos de paz y tranquilidad, rotos de vez en cuando por algún barco o velero que quiere adentrarse en sus más profundos secretos. En esa tarde del 20 de agosto de 2010 se respiraba una gran tranquilidad prueba del deseo de descansar bajo la sombra de dicha escultura y sobre la hierba húmeda de una reciente y refrescante lluvia”, Gijón 17 El horizonte sobre el elogio: “La imagen es lo que la retina divisa subiendo por las zonas verdes de Gijón, el sol cayendo sobre el horizonte y una estructura haciendo un elogio”, Gijón Llenando la atalaya con su presencia En Chillida Leku 18 En El Elogio del Horizonte Encuentro: “La primera fotografía se titula 'Encuentro', se realizó días antes del cierre del museo en diciembre 2010, en mi única visita al Chillida Leku. Se trata de la obra 'Buscando la luz I'. Lo que viví aquella mañana se refleja en las siguientes líneas: Ella preguntó: ¿Qué tal Chillida? Y yo respondí: La escapada de Chillida ha sido IMPRESIONANTE, sabía que tenía que ir y ha sido MUY MUY ESPECIAL. Vuelvo llena de espacio, volumen, formas, ligereza, energía, pasión..... en definitiva vuelvo llena de Chillida.... Tuvimos una guía muy buena, que nos enseñó mucho sobre él, sobre su obra y sobre su proyecto de vida, que es el mismo desde el inicio hasta el fin, pero logrando una evolución y pasando por diferentes etapas, pero es el mismo. Las grandes esculturas de 10 toneladas son lo mismo que las gravitaciones en papel que comenzó a hacer cuando ya le quedaba muy poquito de vida y ya sólo podía trabajar en su estudio, pero en definitiva es lo mismo, es muy muy curioso…”, Chillida Leku 19 Escultura y sombras: “Me gusta esta composición, ya que la escultura, con esas formas tan bellas y retorcidas, parece que quiere atrapar las ramas desenfocadas del árbol, para jugar con ellas”, Chillida leku Harriakin goxatua: “Una primavera con Eduardo Chillida: La tierra nunca se olvida de lo que produce, el árbol, la piedra, el hierro que fueron sus primeros pensamientos”, Chillida Leku Hiru materia: Mismo autor y mismo texto que Harriakin goxatua 20 Inicio: “Como veis es un recuerdo, se trata de la firma de Eduardo Chillida, es un regalo que me hicieron hace muchos años, y siempre me acompaña a todos los lugares a donde voy, me gusta mucho, de veras. Está muy desgastado por el tiempo y por el uso, pero creo sinceramente que fue mi 'inicio' con Chillida, y es la razón por la cual la envío. La fotografía está hecha este mismo mes de agosto, en mi casa, Cerceda, un pueblecito de Madrid”, Madrid La gaviota: “Y en la quietud y la tranquilidad del atardecer se posó sobre "el peine", como dejándose mecer por las olas, acariciada por el mar y peinada por el viento... sintiendo, seguramente como nadie, la intensa emoción que inspiró al escultor…”, Donostia Lo eterno abrazando lo cambiante e invisible: “El intento por atenazar lo permanentemente variable e inconsistente se vuelve elegante por ser imposible”, Donostia 21 Lugar de encuentro II: “Lugar de Encuentros II fue la primera que realizó Eduardo Chillida, en 1971, y la única construida en acero, las otras cinco son de hormigón. Fue instalada en la Plaza del Rey, junto a la histórica y legendaria Casa de las Siete Chimeneas, actualmente sede del Ministerio de Cultura. Aunque algo escondida en una esquina, resulta inconfundible. Actualmente la Plaza del Rey se llena de gente joven por las tardes encontrando en el centro de Madrid un nuevo punto de encuentro”, Madrid Lugar de encuentro I: Mismo autor y texto que Lugar de Encuentro II Lugar de encuentros II: “Esta obra de Chillida está –en mi opinión- un poco arrinconada en la plaza del Rey, no es fácil de encontrar ni de ver, aunque bien es cierto que le da “vidilla” a dicha plaza. El nombre “lugar de encuentros” es muy adecuado, puesto que todos los funcionarios del Ministerio de Cultura salen a fumar junto al monumento, convirtiéndolo así en un lugar de encuentro, un punto de referencia para todos, el sitio en el que se relajan y comentan sus quehaceres cotidianos” 22 Lugar de encuentros III: "Esta escultura debe ser “hermana” de la obra “Lugar de encuentros II” y como “hermana” suya está en la misma ciudad (Madrid). Como veis en la imagen, la escultura está “en el aire”, colgando de un paso elevado que cruza el paseo de la Castellana y presidiendo el museo de esculturas al aire libre. Todos los días pasean miles de personas por esa plaza y disfrutan del arte –casi sin darse cuenta-, la mayoría son oficinistas y ejecutivos que con paso acelerado cruzan el lugar sin prestar mucha atención a la belleza que les rodea”, Madrid Naturarekin elkarbizi: “Esta foto, es una toma muy simple y sencilla que, a mi juicio, evoca paz y tranquilidad. Creo que esa es una de las grandezas de Chillida Leku. Es una foto que transmite la comunión continua que existe entre la obra del genio y la naturaleza. La foto fue tomada otro de esos días cualquiera en los que solemos acercarnos a perdernos con Eduardo Chillida”, Chillida Leku 23 Navegando entre Chillida: “Haciendo una composición entre las 2 figuras vi que por un lado me entraba este pequeño velero, espere el momento justo es que pasara por el medio y apreté el disparador de mi nikon”, Donostia No26: “La foto fue sacada en el Solsticio de verano del año 2007”, Chillida Leku 24 No45: “La foto fue sacada en el Solsticio de verano del año 2007”, Chillida Leku Peine del viento: “Mañana de día lluvioso y ventoso. Y allí estaba, el Peine del Viento. Peine del viento, de la tormenta y tempestad. Lugar relajante, incluso en el peor de los días”, Donostia Peine del viento 01 Peluquería eólica: “La foto se tomó en El Peine del Viento de San Sebastián, una tarde de especialmente ventosa abril (de 2007). Por aquel entonces, empezaba yo con mi afición por la fotografía y creo que fue una de las primeras fotografías que hice 25 usando una larga exposición (creo recordar que fueron 20 segundos). Hoy en día haría la foto de una forma completamente diferente pero, en aquel momento, quedé muy contento con la fotografía porque, después de muchos años queriendo ir, había juntado mi gusto por la obra de Chillida con mi floreciente pasión por la fotografía...”, Donostia Recuerdos: “En los finales de los años 50 empecé a sentir gusto y admiración por la obra de Eduardo Chillida. Éramos vecinos en Hernani y en aquellos años los mayores nos infundían además un gran respeto. Chillida era diez y ocho años, (menos cuatro días) mayor que yo, o lo que es lo mismo, prácticamente doblaba mi edad. Hacía esculturas en su fragua de Vista-Alegre y por algún taller de nuestro barrio de La Florida. Luego seguí su trayectoria y visité obras suyas repartidas por distintas ciudades españolas como Madrid, Vitoria, Barcelona, Gijón, Sevilla. Incluso pude contemplar la Casa de Goethe en Frankfurt o el Rumor en Dusseldorf. Las puertas de la basílica de Aranzazu o la obra Gure Aitaren Etxea en Guernica, fueron admiradas y fotografiadas muchas veces por mí. Y otro tanto se puede decir de las esculturas repartidas por nuestra ciudad. Creo que el Peine del Viento en Ondarreta será la figura más fotografiada de cuantas existen, porque en repetidas ocasiones he visto fotografías que parecen la misma, realizada por distintos fotógrafos, aunque siempre hay matices diferenciadores del agua, el cielo, la luz, el fondo y los distintos elementos añadidos a esos Peines. La gran recopilación de obras suyas las pudimos disfrutar en la exposición montada en el Palacio Miramar de San Sebastián en 1992 y finalmente en el Museo Chillida-Leku de Hernani. Hasta su cierre le he admirado varias veces y cuantos amigos y familiares de distintos puntos me han visitado les he llevado a contemplar y entusiasmarse con tan reconocida obra. He fotografiado en repetidas ocasiones las distintas esculturas que cobran diferente vida en cada ocasión, porque a la obra en sí se une el entorno, la luz, el sol o la lluvia, la primavera o el otoño, el barullo o la soledad, todos nuevos y diferentes en cada visita. Conservo muchas de estas fotos en un video, montado por mí, para mi deleite y el de mis amigos. Entre todos mis recuerdos compuestos por fotos, publicaciones, recortes de prensa, folletos, destaca un libro “CHILLIDA EN SAN SEBASTIAN”, publicado con ocasión de la exposición anteriormente mencionada y que tuve la suerte de que me lo dedicase 26 en 2001 el propio Eduardo Chillida, cuando ya era muy precario su estado de salud y que, lamentablemente, acabó con él en agosto de 2002. Murió el artista, pero nunca morirá su obra. Y que pronto podamos seguir contemplándola y admirándola en Chillida-Leku” Reflection on Chillida: “The 20 of august, in the Maeght Foundation in S. Paul de Vance, I discover Chillida. Never heard his name before, in my life. Strongly surprise: I think he could stay between Moore and Miro' or Pomodoro, whith the same dignity of an old dear friend. Why never heard him ? why never see before ? such a strange things can happen in life... So, while I was reflecting on his talking volumes, on his heavy elegance, I was capturated from a little simple drawing that close in himself all the essence of a person, that looks in the same time so sweet, so determinated, so clear. So I steal an image just whit a cellphone. Later, back at home, looking on the web for informations on this artist, I discover "el concurso". And I think was correct to give back the image I take, that is an image of my reflection” Saltoka: “La imagen está tomada a principio de Agosto de este año, en el Cerro de Santa Catalina (Xixón-Asturies); ya había fotografiado en alguna ocasión más la 27 imponente y preciosa escultura de "El elogio del horizonte" (tiene infinitas posibilidades fotográficas y el entorno en el que está situada la hace más bella aún), así qué andaba yo buscando algún encuadre original o novedoso cuando me percaté que una salerosa chica daba saltos para posar para una foto, así qué aproveche yo también ese momento (desde mi punto de vista). Me gusta ver cómo se comporta la gente ante esculturas tan espectaculares, lo que hacen para posar delante de una foto, me divierte mucho; unos posan muy formales y organizados, otros la miran hacia arriba, la mayoría tocan la piedra, otros hacen el tonto, y casi todos...sonríen. Da igual lo que haga cada cual, lo que se puede percibir es qué en ese momento hay una pequeña comunicación (consciente o inconsciente) con la piedra, y eso me gusta, la gente, sin quererlo, le aporta vida a la escultura”, Gijón Sin horizontes: “Imagen de la escultura Elogio al Horizonte de Chillida con la Nikon D100, objetivo 24-70, a través de ella se deja entrever el mar y el cielo en un día inmensamente despejado, en el que volaban varias gaviotas a su alrededor, símbolo de la libertad, donde no hay fronteras ni horizontes” 28 Zerua ukitzen: “Esta foto es un montaje de otras 2 fotos tomadas en Chillida Leku. La primera de ellas, una panorámica general de varias esculturas, tomada en una bonita tarde de paseo por el Museo; la segunda, tomada el día del 10º Aniversario, en donde mis dos hijos no pudieron sucumbir a la tentación de subirse a una de las esculturas. Eso me dio la idea. Así parece que los niños, subidos en una de las esculturas más grandes de Chillida Leku, jugaran con el espacio y pudieran tocar el cielo”, Chillida Leku 15de23: “Aquel día de no había viento, pero lentamente una bruma densa como pocas veces he visto en Donosti se acercaba a nosotros. Él, donde siempre, no tenía apenas trabajo, tampoco había nadie más a quien mostrar su labor. Eran las tres y cuarto de la tarde, se escuchaba la eterna banda sonora del mar pero alguien había puesto el volumen al mínimo. Y ahí estábamos Él y yo, solos, mirándonos con esa sensación de modorra y vista nublada que ataca después de comer. La humedad recorrió nuestro cuerpo y teníamos la sensación de que nuestros huesos, fríos como el hierro, temblaban tanto que se podían retorcer. Nos alejamos sabiendo que la próxima vez no será lo mismo, pero que recordaremos aquel día”, Donostia 29 Alabastro fundido: “Esta foto fue tomada en el interior del caserío hace algún tiempo”, Chillida Leku Chillida Etxean: “Muchos de los admiradores de Eduardo Chillida carecemos de los medios económicos suficientes para poder adquirir una obra original de nuestro admirado artista. Por ello, si queremos disfrutar a nivel particular de algo semejante, nos vemos abocados a tener que recurrir a otro tipo de publicaciones de tirada mucho más amplia que abarata los costes, y nos permite disponer modestamente de un símil de obra del artista. Tal es el caso de la litografía numerada que aparece en la fotografía presentada a concurso, y que está tomada este mismo verano en la sala de mi casa, en Zarautz”, Zarautz 30 Contraluz: “Fotografia tomada en otoño, diciembre-10, días antes del cierre del Museo. La luz de esta época y la perspectiva a contra luz hacen que la obra parezca tener vida y movimiento. El cuerpo rígido anclado al terreno da el soporte necesario al resto para que pueda jugar con el viento”, Chillida Leku Elogio: “La silueta del Elogio empequeñece todo alrededor. Desde lejos es una figura atrayente. Los diversos puntos desde los que puede ser divisado conforman múltiples perfiles que hacen volar la imaginación. Al aproximarse se va notando su verdadera dimensión, y sentirse en su interior y mirar a lo alto abrazado por su contorno y sumergido en su eco del sonido del mar te transporta por instantes a una atmósfera única”, Gijón Elogio al aire: “En esta foto repetida todos los años en el festival aéreo de Gijón miles de personas se sientan en el prau debajo del elogio al horizonte de Chillida a contemplar en el cielo las piruetas de los aviones que sobrevuelan. La mirada desde la playa lleva a todo el mundo a mirar ese sitio como referente”, Gijón 31 Elogio al cielo: “En esta foto el paseo cotidiano de cualquier gijonés que sube al cerro de Santa Catalina y tras pasar por El elogio volver a bajar hay un dicho popular que dice voy hasta “el water de king kong a dar una vueltuca” Escuchando: “En cuanto nos enteramos que al final cerraban Chillida Leku no pudimos posponer la visita y fuimos pocos días antes del cierre. Hacía mucho frio y las esculturas estaban heladas pero había que tocarlas todas, o como se ve en la foto, escucharlas. No se puede explicar mucho más de esta foto, solo decir que lo pasamos genial y que nos gustaría poder volver. Además yo aproveché la visita para saber la forma de conseguir una foto que me interesaba mucho. Mi padre era ferrellista y trabajó en la construcción de la obra "gure aitaren etxea" en Gernika y ese día conseguí el contacto para que me buscaran en archivos una foto del grupo de trabajadores junto a Eduardo Chillida que les hicieron durante la realización de la obra. Me hizo mucho mucha ilusión volver a tener esa foto” 32 Horizontal vs. Diagonal: “Impresionada por esta magnífica obra "Elogio del Horizonte", quise jugar con el título y realizar esta composición vitalista donde las haya”, Gijón Peine 1: “Uno de mis lugares favoritos de Donostia en otoño e invierno es el Peine del Viento. Sobre todo, a primera de la hora de la mañana cuando todavía no hay nadie por la calle, y asoman las primeras luces del día. En esta foto de Noviembre el primer término de las escaleras nos lleva la vista a uno de los elementos emblemáticos del Peine del Viento. Me gusta también cómo hay un claro del cielo que hace resaltar la escultura de Chillida”, Donostia Peine 2: “También en Noviembre, a primera hora de la mañana una combinación del vapor de agua que salía de los agujeros, junto a un rayo de sol, hace que parece que vaya a salir un fantasma. El fondo oscuro debido al temporal acentúa el dramatismo de la foto”, Donostia 33 Peine: “Fue en marzo de 2009, cuando decidimos plantarnos en Donosti, a ver que se "cocía" por esas tierras. Rodrigo, nuestro nene de cuatro años nos alegraba nuestro hondo penar, pues unos meses atrás habíamos sufrido un aborto. Así pues, este viaje era, por así decirlo, muy necesitado para "soltar" lastre y empezar de nuevo... deseábamos muy mucho un@ hermanit@ pero no queríamos obsesionarnos con ello, así pues estábamos pasando página, poco a poco. Fueron unos días fantásticos; el tiempo acompañó y dejamos atrás nuestro mal sabor de boca, y nunca mejor dicho, estando donde estábamos... y lo que es la vida, a final de mes, cuando repasamos las fotos, ya lo hacíamos con otra cara; con otra nueva ilusión. Todos nos fijábamos con sumo detalle en el vientre de mi mujer y decíamos: "Mira, mira, pues ya se le notaba en esta foto, en la que esta de perfil con el Peine de los Vientos al fondo"... "sí, sí, es verdad... aquí ya tenía un poquito de tripita". Y no sé si le notaba o no, pero lo que es seguro, es que Olivia ya estaba de camino...”, Donostia Peine III: Mismo autor y texto que Peine 34 Simetría urbana: “Esta foto esta realizada el 31 de julio de 2010 en Bilbao, bajo las Torres Isozaki, me llamó la atención la simetría que formaban las tres obras desde una perspectiva distinta a la normal, ya que para realizarla tuve que tumbarme en el suelo y usar un gran angular para poder capturar todo. Además elegí una hora del día en la cual, el sol daba en la cara de uno de los edificios únicamente, con lo que conseguí que un edificio estaría a una exposición, el otro edificio de enfrente un paso por debajo y la escultura de Chillida hiciera de contraluz, silueteando el espacio de los dos edificios”, Bilbao Surcando el cielo: “Imagen tomada en el puente de la constitución de 2010, días antes del cierre del Museo. La perspectiva de esta obra da la sensación de querer surcar el cielo, igual que un avión, para marchar a otro lugar donde poder instalarse para ser observada por otras gentes”, Chillida Leku 35 Lizardiren leihoak: “Hace ya unos años, concretamente en noviembre del 2005 fotografié las estructuras geométricas del ayuntamiento de Tolosa desde el mirador que supone la obra "Lizardiren leihoak". Ubicada en el centro de la antigua capital guipuzcoana, entre la parroquia de Santa María, el palacio de Aranburu y el propio ayuntamiento, las formas del acero de Eduardo ofrecen, como su título indica, una ventana a dos paisajes contrapuestos pero complementarios: el rural del monte Uzturre por un lado y el urbano de la casa consistorial por el otro”, Tolosa Con e de Eduardo: “la 1º vez que visitaba Donostia y la 1º vez que veía el conjunto escultural El peine del viento en persona, aunque estaba nublado y llovía de vez en cuando siempre intento adecuarme a las inclemencias del tiempo para practicar mi hobby, en este caso el cielo nublado y la humedad que había en los adoquines de la plaza me hacen un juego de luces idóneo para formar una composición con las 2 esculturas”, Donostia 36 Abrazados: “Ante la grandiosidad de la noche, la mirada atenta de la Torre del Oro y la Maestranza, a la ribera del Guadalquivir y bajo el abrazo del monumento a la tolerancia, ellos dos se abrazan”, Sevilla Transitando la tolerancia: “Hoy transitas esos enormes brazos de hormigón y mañana serán tus hijos, pero cuando dejéis de existir, quedará lo que nos une a todos, la tolerancia”, Sevilla Oteando el horizonte de la obra de Chillida: “Fueron varias las veces que visite con mucha emoción el museo Chillida Leku y esta fotografía, en la que la obra de Chillida junto al caserío es contemplado por una mujer, siempre me resulto fascinante y que trasmite con gran intensidad lo que el artista quiso, desde mi punto de vista, provocar, "Pasión". Chillida ha sido un referente de los artistas y yo siempre he sentido mucha admiración por el. Lo que más me ha gustado ha sido su meticuloso estudio de las formas, su interpretación de las masas y su siempre admirable resultado que nunca se repetía. Visitando el museo también aprendí muchas cosas de y sobre el, como la perfección de sus dibujos (los pocos que se salvaron de la quema) y su búsqueda continua de nuevos materiales hasta encontrar aquel con el que sintió más cómodo. 37 La elegante mujer de la fotografía, con su pamela intemporal, simboliza a todos/as aquellos que hemos encontrado en su obra un motivo para amar al arte”, Chillida Leku Peine del viento (panorámica): “Las últimas luces del día se van disipando en Donosti. En la Concha ya hace rato que se encendieron las farolas. Pero aquí, en el Peine del Viento nace un mundo de sombras. Las siluetas se oscurecen, los contornos se diluyen. El último resquicio de sol sobre el mar. Dibuja un paisaje que parece pintado con tiza de colores”, Donostia Esperando el crepúsculo: “Viernes Santo, cae la noche sobre Donosti. En el Peine del Viento, las olas enfurecidas rompen contra las rocas. En el preciso momento en el cual el sol se oculta tras el horizonte sobreviene un instante mágico y fugaz. El mar se serena, la gente tal vez contagiada de esta calma repentina, enmudece y contempla la lejanía en silencio. La cámara recoge este momento, devolviéndonos aquel momento con un halo onírico y fantasmagórico”, Donostia 38 Apuntando al cielo: “Paseando por La Concha nada mejor que un ligera parada para un momento de contemplanción de la escultura de Chillida en homenaje al doctor Fleming recortándose sobre un cielo azul”, Donostia Baño: “la escultura de Chillida en homenaje al doctor Fleming parece que quiere aprovechar el buen tiempo para darse un baño en aguas de la bahía donostiarra. La foto está sacada este mismo año, hace unos días”, Donostia Roña: “La contemplación y el contacto táctil con las esculturas de Chillida, sobre todo las realizadas en metal, han dado lugar a un proceso de reflexión interior, fruto del cual han resultado unos pocos versos, que creo se adecuan perfectamente al espíritu de la obra en de este gran artista. Los versos en castellano aplicados a la fotografía quedarían así en euskera: Herdoila, Bihurritua. Ahaztutako sutegietan jaioa. Isiltasunezko brisetan aireztatua. 39 Haizearen behatzaz orraztua. Trinkoa eta amaigabea. Bizitza eta oroitzapenen oxidoa. Momentuen, eternitatearen, grinen herdoila” Arte, viento, gaviota, sol: “Verano. Las cinco y media de la mañana. Suena el despertador. Termina/empieza la noche/día. Ducha rápida, un vaso de agua, la mochila de las cámaras de fotos, la bici y en marcha. Son cuatro kilómetros. Nos conocemos de vista: el pescador a corcho, el paseante madrugador de la txapela y la makilla, y algún footinguista corriendo antes de ir a trabajar. Aparco la bici junto al Branka y en un momento estoy en el Peine del Viento. Todavía falta para la salida del sol. Son los momentos mágicos de la fotografía. Preparar las cámaras, los objetivos, el trípode ligero, comprobar los ajustes, el enfoque, ¿bajar un punto? ¿filtro degradado?... y esperar. Salen algunas txipironeras y al rato, el Isturiz anaiak. A trabajar en la mar. Una mezcla de devoción/obligación. Nunca se sabe. Y las gaviotas, en ocasiones a cientos, siempre un espectáculo, se van a desayunar rumbo Oeste ahora que San Marcos está cerrado. Otra gaviota ya está posada, de vigía, en lo alto de la escultura del fondo. ¿Será siempre la misma? ¿Será el espíritu de alguien? Algunos días los cielos y la mar quieren colaborar especialmente en el conjunto de la imagen. Hoy parece que va a ser uno de esos días. 40 Todavía falta un poco. Miro el óxido que chorrea de la escultura que está junto a las escalerillas, es la escultura que tocan, como un rito, muchos caminantes. Una mirada a la emocionante placa colocada arriba, en la pared, y... ... comienza el día, click”, Donostia Una de prueba: “Esta fotografía tiene mucho más de prueba aleatoria que de certeza controlada. Es una de las imágenes obtenidas durante una tarde con una lente que acababa de comprar pocas horas antes; un cristal curvo made in Japan que aún sueña con llamarse "ojo de pez" pero se queda lejos de serlo. Llegué a esta descorazonadora conclusión a medida que fui haciendo fotos aquella tarde inaugural. Pero por 70 euros no se le puede pedir más a un vidrio engarzado a una circunferencia de plástico. Tras caminar por las calles de Gijón un buen rato, llegué a uno de los puntos más elevados de la ciudad, presidido por el "Elogio del Horizonte". Seguramente mi falso “ojo de pez” fue concebido para otras situaciones más exigentes que plasmar un paisaje crepuscular a media distancia, si bien mi interés por experimentar me hizo ignorar otro uso más aconsejable. Así pues, me situé a una cierta distancia de la escultura, frente a un sol en retirada y cuando dos personas se encontraban en la escena, disparé. Desconozco el nombre de estos dos seres humanos propietarios de las siluetas que aparecen en la imagen. Aunque quiera agradecerles su buena ubicación por facilitar la estimación del tamaño real de la escultura, si los encuentro de nuevo no seré capaz de reconocerles. Lo juro”, Gijón 41 A través del peine: “Ambas fotografías fueron tomadas en marzo de 2006. ¿Cuál es la diferencia entre unos vulgares hierros retorcidos y oxidados y una obra de arte? Las emociones que siente la persona que los está viendo por primera o por enésima vez, porque una obra de arte nunca te cansas de verla y sentirla. Fue mi primer viaje al País Vasco, y su única finalidad era la de aproximarme físicamente a la obra de Chillida. He de decir que mis expectativas se vieron superadas con creces, tanto por El Peine del Viento como por todo el recinto del Chillida Leku. Esas emociones sentidas siguen en mi interior”, A vista de gaviota: Mismo autor y mismo texto que A través del peine Mirando en el interior: “Tomada durante nuestra visita al Chillida Leku en Marzo de 2006. A veces lo que importa no es lo que está sino lo que falta. El juego de los huecos que te introducen dentro de la escultura, escaleras, ventanas y portales”, Chillida Leku 42 Rumores: “Tomada en Gijón, en el verano de 2011. Capturar el mar es algo mágico, reservado sólo para las caracolas que recuerdan siempre el rumor del que nacieron”, Gijón Forja, acero, orgullo, arte: “Según pedaleaba en la bici por el bidegorri de la Concha, cerca del amanecer, ya se veía que la mañana prometía, Un par de aviones habían dejado marcadas sus estelas en el cielo y éstas se iban ensanchando poco a poco. Eso anunciaba una combinación de grado de humedad muy elevado y viento fuerte en las alturas. Un buen fondo aéreo fotográfico. Tan sólo me hacía falta un primer plano y eso lo tenía a un kilómetro de distancia. Y además era un primer plano de auténtico lujo. Mentalmente, mientras atravesaba el túnel del Antiguo, iba preparando lo que tendría que utilizar: Un 17 mm, entre un f8 y un f13, quizá hasta un ISO 400. Con eso lograría una velocidad suficiente para poder disparar a pulso. 43 Cuando llegué no había absolutamente nadie. Sólo varios aviones que volaban en distintas direcciones. Sus estelas parecían lenguas de fuego y al observarlas me acordé del duro trabajo de la forja, de los hierros candentes, del acero retorciéndose hasta adquirir la forma deseada, de la labor conjunta y coordinada del artista y de los herreros, del orgullo del trabajo bien hecho. Encuadré la escultura en contraluz y... click. Cuando algo más tarde entré a tomar un café al Eceiza pensé que con un espectáculo así había merecido la pena el madrugón”, Donostia Bi itsasoari begira: “Imagen tomada en este mes de agosto, en la que la sensación de tranquilidad se apodera, según mi modo de ver, de quien la está observando. Lo que sentimos no es ajeno a lo que nos rodea, y aunque nuestra vista, acompañada de nuestro pensamiento, se concentra en un elemento, el agua en este caso, todos los demás elementos presentes contribuyen a la configuración de nuestras sensaciones.” Elkarri begira: “Esta imagen, tomada en Chillida Leku , nos lleva a preguntarnos quien mira a quien. A veces, y desde nuestro punto de vista como seres humanos, nos sentimos observados sin que supuestamente haya nadie. Otras veces, y aunque 44 tampoco haya nadie, sabemos que alguien o algo nos está mirando y es que somos y existimos más allá de nuestra apariencia” EoLO-GIjOn: “No es de extrañar que una de las esculturas más polisémicas de Eduardo la disfrute la ciudad asturiana y que, además, se convirtiera en su símbolo. La meditada ubicación en el monte Santa Catalina, con la brisa marina acariciándola unas veces, el viento (eolo) otras, hizo sin duda pensar en Elogio del horizonte como título de la obra. Además, es una mirada al mar, a la naturaleza, al futuro; pero una ventana que sugiere también Abrazo, Unión, Armonía, Amistad, Concordia, Solidaridad, Respeto, … PAZ. Como decía Gustavo de Maeztu, aquello que puede ser bello puede también ser eterno, y ciertamente, en el recuerdo de los donostiarras en particular y de los guipuzcoanos en general, permanecerá para siempre esa portería y aledaños que Realmente constituye el Elogio ya que al cancerbero Chillida el subconsciente le jugó, nunca mejor dicho, una mala pasada. Si hubiera que ponerle una calificación, ésta sería obviamente el 10, es decir el enlace del número 1 que porta en su dorso el guardameta y del 0 o esférico atrapado en sus brazos. Por esto es por lo que yo sí que entiendo las palabras de Eduardo cuando afirmó que con esta obra consiguió alcanzar lo inalcanzable. Yo añadiría: el cielo… txuri-urdin” 45 Mimesis: “L‟oeuvre par sa position verticale relie la terre et le ciel, définissant un espace qu‟il imprègne de sa puissance créatrice. Depuis la nuit des temps, la symbolique des hommes a toujours conféré une place privilégiée et mystique aux éléments verticaux, que ces elements soient naturels comme les arbres ou provoqués comme les pierres levées. Alors quoi de plus naturel que de constater, au détour d‟une salle de l‟exposition, un personnage en telle harmonie avec l‟oeuvre qu‟on ne sait plus qui inspire l‟autre. Anthropomorphisme de l‟oeuvre qui s‟adapte à son contemplateur ou mimétisme du contemplateur qui se doit de fusionner avec la forme afin d‟en percer les mystères. Il n‟y a pas d‟apprentissage sans imitation. Ainsi, comme aux temps primitifs, le dialogue qui s‟installe entre ces deux formes devient plus important que les formes elles‐mêmes, l‟inerte prend soudain vie et le vivant se fige dans une pose d‟éternité. Moment fugace, moment de respiration, moment de réflexion, état intemporel qui suspend le cours du temps. En accord avec Lamartine : Ô temps ! Suspend ton vol, et vous, heures propices ! Suspendez votre cours : Laissez‐nous savourer les rapides délices Des plus beaux de nos jours ! ” 46 Antigravité: “Une table massive invite le passant à se joindre aux formes suggérées afin de partager un repas imaginaire mais bien réel. Nourriture de l‟esprit qui n‟attend qu‟un geste, qu‟un mouvement pour s‟offrir. Mais plus encore, la vue en élévation et le retraitement chromatique amplifie la légèreté qui sans aucun doute interpelle le visiteur au sol sur la maîtrise de l‟artiste qui, malgré la masse imposante, semble s‟être affranchi de la gravité. Cette anti‐gravité suggère soit la disparition ou l'inhibition, soit l'inversion, soit la diminution des causes fondamentales de la force de gravitation vis‐à‐vis de l'espace et de l'objet. La puissance suggestive de cette table créé un espace de réflexion qui déstabilise nos repères classiques, qui veulent que ce qui est lourd et massif ne puisse pas flotter au dessus du sol. Vue de l‟esprit, certes mais c‟est cette dualité masse/ légèreté qui interpelle le visiteur, le fait hésiter, le fait toucher, le fait s‟éloigner, le fait revenir et finalement le fige, l‟espace d‟une réflexion, sur sa propre condition d‟être soumis en permanence à cette gravité, puis il s‟en éloigne sûrement sans apporter de réponse inmédiate mais enrichi d‟un nouveau questionnement. L‟artiste par son pouvoir créateur réveille en l‟homme cette conscience de la gravité en proposant un dialogue improbable entre l‟homme et l‟objet” Rabia: “El cielo de Donostia dio una tregua de no más de 10 minutos después de llover durante toda la mañana... pasado ese tiempo volvió a descargar con rabia y le dio a los peines mas viento que peinar”, Donostia 47 La puerta de la música I: “Estábamos buscando “La puerta de la música” en el parque Bonaval de Santiago de Compostela, entre el cementerio y el Centro de Cultura de Arte Contemporáneo Gallego. Allí encontramos un grupo de chavales tocando con sus guitarras canciones de Kurt Cobain, probablemente desconocían el título de la escultura, luego nos “subimos” en uno de sus brazos”, Santiago de Compostela La puerta de la música II: Mismo autor y mismo texto que La puerta de la música I 48 Vals de sombra: “Una sombra, la etiqueta del tiempo El instante los vio proyectados en el lienzo de un amor que no culmina Queriendo ser ese vals perdurable de a dos pupilas de forja Y tú, permaneces fugaz Sellada coraza; como un suspiro entre retinas Estatua inmóvil en el espacio que late” 49 Atalaya.es: “Respiro atardeceres de azul -dorada- sombra Y mientras, conmigo avanzas Me cuentas la historia de luz que nace a nuestro paso Asciendes de mi mano, inmóvil Afuera, entre, mientras, todo sucede Castillo atemporal que nos contempla” El peine del viento: “Instantánea tomada durante unas vacaciones en San Sebastián, verano 2008”, Donostia 50 Carta a Chillida: “Instantánea tomada durante unas vacaciones en San Sebastián, verano 2008”, Chillida Leku En Gijón I En Gijón II 51 Su paisaje sin límites: “Hace tiempo escuché que los artistas están adelantados a su tiempo y que sus obras tienen que “tirar”, abrir huella en nuestra facultad de captación. Cuando en 1990 se instaló en el Cerro de Santa Catalina el Elogio del Horizonte a muchos gijoneses no les gustó, incluso tuvo un apodo que circuló por la ciudad durante un tiempo. Después, poco a poco, la escultura fue ganándose la querencia de la ciudadanía y, diría, la ciudad fue cogiendo “el aire” del Elogio. Ahora es el símbolo de Gijón. En este pueblo somos muy andariegos, el paseo del Cerro y el de la playa están siempre muy concurridos de caminantes y los de la playa, al avanzar hacia la derecha vamos viendo el Cerro y el Elogio, hogareños, aguardarnos al otro lado de la bahía. Entonces, cuando veo la familiar silueta de la escultura recortarse sobre la luz de un ocaso, a menudo pienso, ¿cuándo sabremos ver, percibir con antelación, horizontes más abiertos?”, Gijón Fusión: “En un día nublado de marzo mientras paseaba entre las esculturas, el cielo se fue oscureciendo cada vez más. Comenzó a caer una ligera lluvia y noté como poco a poco el cielo comenzaba a fusionarse con los árboles, mientras la escultura parecía intentar escapar de esa especie de nube global que la quería arrastrar hacía su interior. Poco después, todo fue cubierto por un manto gris dentro 52 del cual, ella seguía luchando por salir a través del viento y la lluvia hacía el cielo. Finalmente lo consiguió. Seguiría retando orgullosa al paso del tiempo” Diálogo: “Era la primera vez que visitaba ese lugar mágico. Correteó, tocó y jugó con todo lo que allí vio. Asombrada por los tamaños y las formas de lo que tenía delante, estudiaba con su tierna curiosidad infantil cada escultura, cada ángulo, cada curva de la que estaban compuestas. Después de un largo rato, decidió sentarse y comenzó a ensimismarse en sus pensamientos. - ¿Quieres que nos vayamos ya? Ella me miró y pidió quedarse un rato más. Al rato se levantó y me susurró: - Sabes aita, ¿tú crees que cuando sea mayor podría peinar el viento de verdad? - Hija. Si crees que puedes, seguro que lo conseguirás. El lo logró. Sonreímos y nos fuimos alejando, mientras el suave viento peinaba su pelo”, Chillida Leku 53 Aliados: “Están aliados la tierra, el cielo, el mar… La primera es donde me asiento, el segundo es mi techo natural, el tercero es mi anhelo de llegar... Están aliados el cielo la tierra y el mar... Y yo, con mis brazos abiertos... ¡Quiero volar!“, Gijón ¡Vamos arriba!: “Se la hice este verano a mi marido en Gijón junto al fabuloso monumento de Chillida: "Elogio al horizonte". Ocurrió en el momento en que me iba a levantar del suelo (donde estaba sentada). De pronto perdí el equilibrio y me caí hacia atrás y justo cuando mi marido se volvió para ayudar a levantarme, le hice la foto. Por un tiempo estuvo olvidada en la cámara descargarla en el ordenador. hasta que hace unos días la vi al Al principio me pareció graciosa, pero luego pensando y pensando, me pareció bonito el símil que había entre el gesto abierto y protector de mi marido tendiéndome la mano para ayudarme, y el de esa gran escultura que se alza sólida con sus brazos acogedores abiertos al horizonte. Y pensando y pensando recordé cómo en aquel día hubo un instante en que me vi envuelta en una vorágine de sentimientos de seguridad, alegría y paz; ya que el cielo, la tierra el mar y la naturaleza toda, se habían aliado para transmitirme toda su energía. Solo puedo decir que me siento agradecida por ese instante”, Gijón 54 Arte y Horizonte: “Tomada un día al atardecer del pasado mes de mayo en el alto de Cimadevilla (Gijón). Se observa como el Elogio al Horizonte ve pasar el tiempo con sus únicos compañeros, aire, mar y tierra”, Gijón Domino Gijón: “Tomada un día al atardecer del pasado mes de mayo en el alto de Cimadevilla (Gijón). Claro representante de la ideosincrasia gijónesa la obra de Chillida domina el Cerro de la Villa de Jovellanos con agresividad” I Chillida: “Fotografía tomada al "Elogio del horizonte" de Chillida, en un día nublado y gris del verano del 2011 en Gijón”, Gijón 55 II Chillida: “Particular perspectiva del "Elogio del horizonte" de Chillida”, Gijón Mirando al Leku: “Fue un verano de hace varios años. Un viaje con amigos en el que pasamos dos semanas en el País Vasco. En nuestra memoria se guardan muchos pueblos y paisajes, playas, comidas, gentes, bromas, risas, cenas, kilómetros recorridos, árboles, montañas. Todo eso y mucho más, pero cuando lo recordamos, siempre nos referimos a esa aventura como "El Viaje del Chillida Leku" 56 El mar, la roca y el hierro: “No hay más que el el mar rompiendo las olas contra las rocas donde está instalada la obra de Chillida. San Sebastián. Hierros retorcidos anclados en la roca. Roca dentro del mar Cantábrico. Fuerza de las olas. Resistencia de la piedra. Hierro incrustado en lo más duro de la tierra. La furia de la naturaleza que le pone a prueba. Es un desafío de fuerza. También es una prueba de la voluntad del hombre que se enfrenta al mar, a la roca, y ésa es su apuesta: Arte. Arte integrado en el entorno. Símbolo de un pueblo, de su forma de vida, de su querencia por el lugar donde habita. Es el peine de los vientos. También es el peine de las olas. Es el lugar donde habito, es mi casa porque allí me siento vivo. Es un lugar donde se une el agua, la tierra y el hombre”, Donostia La tierra, Chillida Leku: “Las obras de Chillida esconden estructuras en materiales duros. Unos son de piedra, de piedra dura. Otros son de hierro, de acero corten. Cuando es piedra, se moldea, se esculpe y la luz entra donde antes no había sino materia de la tierra. Cuando es hierro la cosa cambia. En un taller se forja el metal, se corta y se retuerce, tal y como se pensó. En cualquier caso aparece el espacio. El vacío, lo que vemos es parte de lo que no está. Y la luz que ilumina y ensombrece las formas. No hay nada más difícil que intentar copiar una obra de Eduardo CHillida para darse cuenta de la dificultad que entraña su obra, para comprender que el concepto se esconde en las formas, que la estética no es un fin, sino el resultado de la conciencia del hombre frente a la vida y la naturaleza”, Chillida Leku 57 Elogio del horizonte, Gijón: “La tierra y el cielo se abrazan. El viento y el mar hablan, murmuran. Mientras, el sol juega con las sombras. El horizonte frente a la naturaleza. Una abertura para mirar el espacio” Tarde de primavera: “Tierra fértil, producto de la naturaleza humana. Simbiosis perfecta. Quietud, sosiego, remanso de paz”, Chillida Leku Peine de los vientos: “Contra luz, viento y marea, ahí estás tú. Solemne, altiva, vigía, ante la calma y la furia del mar”, Donostia 58 Escuchando (O chic to chic): “Me devuelve al oído y al tacto de aquel majestuoso Chillida con la fuerza de una magdalenilla prustiana. Sé que vosotros me creéis cuando os digo que me invitó a bailar. Ahí me tenéis: embelesada, absorta”, Chillida Leku La última pieza: “Me es especialmente querida porque creo que me ayudó a comprender que todo puede ser esculpido, incluso algo tan etéreo como el aire. Porque la obra se nos impone, nítidamente completa con esa última pieza de aire, tan claramente delimitada, tan rigurosamente tallada, tan perfecta”, Chillida Leku 59 Abrazo de amigos: “En uno de mis rincones favoritos de Donosti, tengo la suerte de encontrarme cada vez que lo visito, con este abrazo de amigos que me saca una sonrisa y me alegra el día”, Donostia Lámina en mi cuarto: “Una simple lámina de Chillida en mi cuarto es suficiente para sentirme más a gusto” Un verano sin Eduardo Chillida: “Hoy camino del trabajo como cada día he pasado por delante de la puerta de Chillida Leku, y como cada día "tristeza". He recordado el concurso y como hoy expiraba el plazo me he lanzado a fotografiar. Sé que no será la foto más bonita ni la más buena técnicamente, pero me gustaría dejar constancia de que el sitio donde yo como mucha gente hemos acudido cada verano sigue cerrado. Este ha sido un verano incompleto”, Chillida Leku 60 Fotografía firmada: “Para los más despistados se trata de un llavero, un souvenir que compre en una de mis primeras visitas a Chillida Leku. Hace algún tiempo el alambre que lo sostenía se rompió, a modo de premonición quizá (poco después cerraron el lugar de donde salió). Desde entonces ha descansado en un cajón hoy lo he sacado para realizar la fotografía con la esperanza de que a modo de premonición también nos den una alegría...” Estela a Rafael Balerdi: “Caminaba por San Sebastián, quise encontrarme con la soledad, la encontré y la fotografié. Cada día observo la imagen y veo que no se está solo en la soledad siempre nos acompaña nuestro ángel de la guarda. Me gustaría volver a encontrarme con él pero voy y no está, le llamo y no contesta; he comprendido que se va y en medida que se aleja, va creciendo el recuerdo en mí”, Donostia Homenaje a Fleming: “Esta escultura situada en el Paseo de la Concha fue un homenaje a Fleming que fue dada a conocer en el 1950 en el Paseo de Ategorrieta de San Sebastián, posteriormente se trasladó a Zorroaga y por último al Paseo de la Concha dónde actualmente permanece con vistas al mar de la playa de la Concha. Este homenaje ha tenido dos versiones: la primera la de hierro, su material habitual, y la segunda de granito. No sé si ha ido cambiando la escultura de lugar para darla a 61 conocer a todos los Donostiarras o finalmente ha terminado cerca del mar como la escultura „Los Peines del Viento‟ la más conocida del famoso escultor”, Donostia Fotografía de El Peine del Viento: “Eduardo Chillida, tardó 24 años en realizar su gran obra y también la más importante "El peine del Viento". Comenzó en el año 1952 y no la acabo hasta el año 1976. Esta realizada en acero, oxidada ya, tanto por el paso del tiempo, las condiciones climatológicas como por la fuerte oleada donde se encuentra en un extremo de la Bahía de la Concha, al final de la playa Ondarreta de San Sebastián, Guipúzcoa. Esta obra es abstracta y tridimensional. Aunque lo cierto es que, Eduardo Chillida lo que pretendía hacer es un peine, puede que para peinar el viento, de ahí su nombre pero finalmente lo que se ve tres brazos que a lo que más se asemejan, es a una garra. Personalmente me gusta y creo que Eduardo Chillida, es un gran artista, que a lo largo de su vida, ha creado impresionantes obras que recorren todo el mundo. Ha obtenido infinidad de reconocimientos y premios. Y desde luego, es para mí un orgullo que un Donostiarra como yo, haya llegado tan lejos y que su arte "Peine el Viento" de esta su ciudad natal, San Sebastián”, Donostia Fotografía de Estela a Rafael Balerdi: “Eduardo Chillida creó está escultura situada entre las dos playas de su ciudad natal, La Concha y Ondarreta, en el año 1992 y fue en homanje al pintor Euskaldun Rafa Balerdi. A la escultura hay que acceder desde la playa de la Concha o desde el Palacio de Miramar desde dónde se ve la Isla de Santa 62 Clara y el monte Igueldo; también se puede apreciar el Peine del Viento donde está instalada su principal y más conocida obra”, Donostia Encuentros de libertad V de día: “Escultura cedida por D. Eduardo Chillida hace mucho años a la ciudad de Toledo. Puesta de cualquier manera en un hueco que había libre dentro de las murallas, hasta que hace un año se adecentó y se puso en valor la plaza donde estaba ubicada y por supuesto realmente se empezó a ver de otra manera y con otros ojos estos Encuentros de Chillida. Escultura realizada en hormigón visto, con formas redondeadas, donde las ramas de un mismo tronco intentan converger en un mismo sitio, como en la actualidad estamos los cristianos, musulmanes y judíos, y todas las razas y credos en general, llamados a ser solo uno, porque todos nacimos y morimos en el mismo planeta y en la misma tierra. La fotografía está tomada de día, bajo los rigores del sol castellano. Con unas sombras verticales muy marcadas. La escultura aparece entre una puerta abierta en la muralla, esperando los ojos del perdido visitante que pasa a su lado”, Toledo 63 Lugar de encuentros con nocturnidad: “Escultura cedida por D. Eduardo Chillida hace mucho años a la ciudad de Toledo. Puesta de cualquier manera en un hueco que había libre dentro de las murallas, hasta que hace un año se adecento y se puso en valor la plaza donde estaba ubicada y por supuesto realmente se empezó a ver de otra manera y con otros ojos estos Encuentros de Chillida. Escultura realizada en hormigón visto, con formas redondeadas, donde las ramas de un mismo tronco intentan converger en un mismo sitio, como en la actualidad estamos los cristianos, musulmanes y judíos, y todas las razas y credos en general, llamados a ser solo uno, porque todos nacimos y morimos en el mismo planeta y en la misma tierra. La fotografía está tomada de noche, con los fotos que iluminan y cuidan a la escultura, como el niño que no puede dormir en la oscuridad. Con una visión que la vergüenza de los hombros impide habitualmente observarla, con la cámara sobre el suelo, pero con el ojo bien abierto para captar cada destello de la noche en el hormigón”, Toledo Agua, tierra, Chillida: “En esta foto recojo las dos piezas de la obra de Chillida una bonita tarde soleada, una joya estar ahí rodeado de mar y arte”, Donostia 64 Hora de cenar: “Después de pasar una bonita tarde observando el mar y el paisaje de Donostia, el sol se esconde detrás del monte para ofrecernos, en un bonito contraluz, la obra de Chillida, que es fácilmente reconocible por sus formas geométricas”, Donostia Despeine del viento: “No indagué más allá en el preciso instante en que todo lo buscado estaba aquí. Nada fuera de uno cobra sentido si no está en uno, si en el 65 proceso de asimilación de la nada que somos, no hemos aprendido el valor de la eternidad de un solo minuto. El polvo arrasará el último átomo, la última huella, aunque las formas quedarán peinando el mar y el viento; el viento y el mar… Son ojos los que miran pero el ansia de ver más allá de la mirada consigue inmovilizarlo todo, como si se hubieran parado los relojes para verte danzar con las fumarolas de agua. La falda humedecida, tu sonrisa al mar y las gaviotas, intrépidas, sobrevolando los picos de la luna que asomaba, tímidamente, sobre el cielo plomizo de septiembre. Alrededor, las risas se tejían con la bruma formando bucles con la amistad y el pelo; mientras, la pleamar iba dejando la playa desnuda de arena y de testigos. Ríe la mujer niña vestida de sonrisas celestes…ella, quería grabar el rugido del mar para llevarlo consigo hasta otro mar. Nadie se percató del hecho, ni siquiera el dios de las aguas que auscultaba el abismo con poca mansedumbre y lanzaba intermitentes olas sobre la bahía. Así, en esta quietud que el ojo del que observa te retuvo para la eternidad: te guardo, en la grieta de mi muro de lamentos, cuando regrese la nostalgia a aferrarse sobre el invierno…como un abrigo”, Donostia Laura en El Peine: “En estos días de septiembre de 1977 en Donostia “fue inaugurado por el mar y el viento” uno de los lugares más bellos del mundo, El Peine del Viento, magistral sueño del gran escultor vasco Eduardo Chillida. Su aportación de contemporaneidad no fue entendida, y quizá ni aceptada, por los estamentos políticos ni por gran parte de la sociedad. En homenaje a su pensamiento y obra, recogido en frases entrecomilladas, expreso mi admiración por este maravilloso leku. En un confín de poniente de la bahía, al pie de la ladera de Igeldo existe desde el principio de los tiempos, como un gesto geológico, unos estratos que reciben la última expresión de la mar: las olas. Este paraje extremo, recibió la atención de una criatura de nombre Eduardo, que luego sería un inmortal artista. Años después diría: “Me enamoré de este lugar mucho antes de ser escultor… podría tener 14 años pensando de dónde venían las olas” 66 Chillida, mirando al horizonte, imaginaba transformar aquel sitio residual, en un lugar donde simbolizar y materializar sus pensamientos sobre el cielo y la mar, el viento y las olas, la tierra y el hierro, lo próximo y remoto. Para ordenar el entorno transmitió a su amigo y colaborador el arquitecto Luis Peña Ganchegui la necesidad de una conjunción de escultura y urbanidad. Valoraron que aquel final del camino al pie del monte debía convertirse en un lugar sencillamente singular, solemnemente tempestuoso, sensorialmente desorbitado, ”El mar tiene que entrar en San Sebastián ya peinado” Unos planos aterrazados construidos con granito rosa de Porriño, una tonalidad rojiza que ya tenían los muros de La Concha de piedra de Bera, con sencillez figurativa y sobriedad expresiva culminan el sendero, crean el anfiteatro, el preámbulo necesario para el espacio contemplativo. Geometría con significado, llegada quebrada, visión aplazada. El espacio crea el intervalo: tiempo de mirar, de ver y al final de percibir. Un diálogo eterno con el infinito a través de la mar. Donostia es una ciudad donde la geografía crea un paisaje sublime y que como todo paraje en un límite tiene la concesión de descansar la mirada en el horizonte. El visitante cuando se sitúa en este espacio queda sometido a un trance dubitativo: ¿de qué tiempo es este lugar? Unos hierros sobre las rocas entre el agua le crean un dilema interpretativo, que se desvanece inmediata y simultáneamente cuando llega la ola. No existe intervalo para componer significados, porque después de una viene la otra y luego la siguiente y así por los siglos de los siglos. Entonces, en este vestíbulo del oleaje donde confluyen tiempo y lugar, memoria y materia, pensará como Chillida en su saludo a Juan Sebastián Bach, “Moderno como las olas / antiguo como la mar / Siempre nunca diferente/ Pero nunca siempre igual”. Al final de aquel verano surgió una singular referencia simbólica de Donostia en el mundo. Un lugar donde la naturaleza ha sido sabiamente antropizada por una trinidad de esculturas en hierro que crean, a pesar de su discreto tamaño, una monumentalidad aportada por el entorno, que una vez más, es consustancial al elemento a singularizar. Por su posición genera una profundidad en la visión y una sensación de eternidad, de prehistoria artificial, de edad del hierro contemporánea. La primera vez que fui, poco después, en abril de 1978, me llevó Laura una preciosa niña donostiarra de dos años. Ella había visto antes algo que le había gustado y me quería explicar, pero no sabía. Y yo, tampoco a ella. Hice una foto y ahora la miro con emoción. Era demasiado para entonces y mucho para siempre. Cada vez que puedo voy a aventar mi memoria y con entusiasmo, agradecido, recuerdo frente a la magistral composición la serena frase de Chillida:” ¿Qué hay detrás de la mar y de mi mirarla? ¿Qué hay detrás de la mar y de mi oírla?”, Donostia 67 Gaudí recibe a Chillida Algo nos llama: “Entramos en la Ciudad de Toledo por la Antigua Puerta de Bisagra tal como hizo Alfonso VI en 1085, entramos como Reyes para que la ciudad nos conquiste. A mitad de la entrada y en buena sombra sin ser de castaño, algo me llama...pues sí, fue un silencio y de algún modo una presencia o un aliento que hizo que me girase a mi derecha...mi esposa me llama...¿no vienes Juan?...espérate que aquí tiene que haber algo...un hueco en el muro, una puerta a una plaza...interesante, es como mirar por la mirilla de la puerta... y algo asoma...el cebo está echado y alguien tira del sedal y ahí está, una escultura...¡tiene que ser de Chillida! y perdonen mi ignorancia, pero no estábamos enterados ni de su ubicación ni de su existencia, “mea culpa”...Toda una presencia que te llama a través de un muro, no más que un susurro que te invita a pasar a un espacio de espacios... Una aproximación más, paso a paso con la curiosidad de un niño, avanzamos por esa puerta, por esa bendita puerta que nos da sombra y aire, mientras siguen tirando del sedal, ¿Hormigón?, ¡pues este hormigón habla...!”, Toledo 68 El lugar: “Ya en la plaza de Alfonso VI buscamos la sombra, me pregunto que estará pensando ese árbol...bueno, parece feliz, aprieta y está verde que da gusto...hay un discurso entre los elementos, lo que los entendidos llaman tensión...cada cosa parece estar en su sitio y entre ellos que corra el aire y nunca mejor dicho... ¡benditos huecos en el muro! Dos formas orgánicas, dos formas que respiran en un mismo espacio, que se alimentan una de la otra y que siguen creciendo...la escala con el entorno. Descubierto el tesoro hay que ver lo que contiene, lo rodeamos, lo estudiamos, nos acercamos y nos alejamos, buscamos el diálogo o el monólogo, la escala entre la figura del curioso y la obra”, Toledo Buscando la luz: “A veces, inevitablemente, me cubro el rostro con las manos para oscurecer la mirada, por pura incredulidad, por sorprenderme una vez sorprendida; como si no fuese posible ver lo que veo, en un afán de retener y fijar las imágenes. 69 Juego conmigo misma en ingenuo escondite y, a la voz de “un, dos, tres…”, aparto las manos de la cara y vuelvo a contemplar el objeto de asombro. Respiraba las horas pacientemente, pues, entre el verdor del bosque de esculturas, el aire se movía con pericia por las venas del tiempo: “Hacia la luz”, dijiste, y nos encaminamos raudas por el tapiz verdoso divisando la herrumbre de la vestal hierática. ¿Va a ser mujer, acaso? – jugaban las preguntas -. Respondían los “vientos de los peines” y todos los “elogios” que la posibilidad de un género concreto no estaba en lo observado, pues iba más allá del sexo de los ángeles y el “topos” de Aristóteles. La luz, transfigurada, se doblaba en sí misma y, como yo, se cubría las caras para no ver, jugando a eternos escondites con el aire, la tierra, el agua y el fuego. Era fuego de luz; era luz turbadora, buscadora de hechizos y matices, era hombre o mujer…desperezándose mirando al infinito. Al fondo el caserío, mansamente encerrando un tesoro; primorosamente tejido, amorosamente mostrado: tu leku, tu morada interior” Peine del viento, gigantes: “Entre agua y roca se yerguen los Gigantes. De manos de piedra y alma de hierro. El orgullo peina el Cantábrico. El viento es de acero. El viento y el cielo”, Donostia Arteria: “Eskuak hotz-hotz, burdina gori-gori. 70 jakinmina eta jakintasun eza nonahi. arkitekturatik eskulturara eskala aldaketa zenbaitetan, desproportzioa, ordea, ezinezkoa, onartezina. eskuak hotz-hotz burdina gori-gori obraren gordintasuna arakatu, puztu, apurtu hasi da bizia, borborka ARTEria” Zirrikitua: “Gela ilun honetako leihoak ireki nahi ditut. ikusi egin nahi dut, galdu nadin. igeri egin nahi dut, ito nadin. oskola apurtu nahi dut, nire babesgabetasunaren aiduru. utzi egin nahi dut, ilunpean nagoela bergogorarazten didan zirrikitua” 71 Eman ta zabal zazu: “Chillida creó el símbolo de la UPV con la idea de un árbol y su fruto. Hoy en día la UPV es la cuna de profesionales de muchas ramas del conocimiento. El estudio es eterno y siempre habrá que enseñar lo que sabemos a otros para evolucionar. Miles de estudiantes vascos y venidos desde otras partes del mundo conocen este símbolo que han visto en edificios, carpetas y bolígrafos de la universidad. Eman ta zabal zazu es símbolo del estudio y el avance, pero también de nuestras raíces que son el árbol, en nuestro caso el de Guernica” Besarkada: “Pensando en Chillida encuentras la bahía de la Concha de San Sebastián rodeada de obras suyas, la más conocida y visitada es el Peine del Viento, pero también hay que acordarse de la obra Besarkada en el Pico del Oro y del Homenaje a Fleming. En esta foto podemos visualizar las dos obras en distintos planos. En primer plano tenemos el homenaje a Rafael Ruiz de Balerdi y al fondo en un plano lejano se puede apreciar la escultura que homenajea a Fleming. Creo que son dos obras que no se dan a conocer y creo que merecen la pena”, Donostia Arcos: “Obra de Chillida en Barcelona, ubicada en la Plaza del Rey y titulada TOPOS V. Esta escultura de hierro colado homenajea los arcos medievales de la plaza. La fotografía fue tomada al final de verano y a primera hora del día y en ella se puede observar los diferentes puntos de vista de los arcos de la plaza, buscando entre ellos diferentes ángulos que juegan con la luz y las contraposiciones que origina la escultura”, Barcelona 72 Integración: “Obra de Chillida en Barcelona, ubicada en la Plaza del Rey y titulada TOPOS V. Esta escultura de hierro colado homenajea los arcos medievales de la plaza. Tomada el mismo día que la primera fotografía, pero en diferente hora, en ella se aprecia la integración de la escultura con su entorno, originando una armonía entre el gótico y el arte moderno”, Barcelona Intersección 73 Armonía Lugar de encuentros II: “Espacio de sonidos, su presencia sugiere el sonido animado de las voces, es un lugar de encuentros. Madrid desde hace unos años es mi lugar de encuentro con mi hija. Visito Madrid y la visito a ella, me voy a ver a mi hija y veo Madrid. Sonidos, gente, cultura, arte y vida en la calle. No solo lo respiro sino que lo transpiro. En la tarde del viernes nos dirigimos las dos al encuentro de la Plaza del Rey me llevo un plano, no somos de aquí… mi hija, creo que ahora ya sí. Desde lejos el Instituto Cervantes me grita “Peso y levedad” no debo de estar lejos pienso, pues tanto el peso como lo liviano forman parte de mis experiencias con Chillida. Mientras mi hija y yo no cesamos de hablar entre nosotras, parece como si quisiéramos en estos encuentros retomar nuestras conversaciones nunca dejadas pero si distanciadas físicamente. Giramos y… ¡la plaza suena! Miles de murmullos de voces nos reciben. ¿Lugar de encuentros se llama la escultura? ¿O es la plaza la que ha tomado prestado el nombre? Todo el lugar en si es la experiencia vivida de la obra del artista. ¿En qué rincón de la plaza esta la escultura? La obra esta, pero no estaba en ese momento porque la Plaza y ella eran un todo, entre los innumerables grupos de gente estaba como uno más. Al día siguiente me dirijo sola al lugar, a ver si experimento lo mismo. Ya no hay tanta gente pero como en la foto se puede comprobar, escultura, plaza y el hombre seguirán en continuo dialogo en un único espacio”, Madrid 74 Fotomontaje de El Elogio del Horizonte: “Es un foto montaje que pensé que sería gracioso ya que muestra el elogio como si se fuera a caer”, Gijón El Elogio desde abajo: “Es una foto realizada desde abajo del monumento” Levitando I: “En esos días apabullantes de calor en Madrid, tuve la suerte de cobijarme a la sombra de un puente. Ante mi apareció la imagen, ya olvidada, de la escultura SIRENA VARADA. 75 La cual, me supuso un momento refrescante ante esa mañana calurosa”, Madrid Levitando II: Mismo texto y autor que Levitando I Con El Peine del Viento: “La foto con el Peine del Viento la saqué durante mi última visita a Chillida Leku en Septiembre de 2010. Lo que más me gusta es abrazar a las obras de Chillida. Y al abrazar al Peine del Viento en el parque me di cuenta del color de mi jersey y de que casi fusionamos la escultura y yo… Después de disfrutar saqué una foto con disparador automático…”, Donostia 76 Con paraguas en El Peine del Viento: “Me gusta por el contraste del rojo con las esculturas de hierro. Es una de mis favoritas de las más de.... fotos que he hecho a las esculturas de Eduardo”, Donostia Eduardo entre su escultura: “Me gusta por que quién mejor que Eduardo al lado de una de sus esculturas. Ese día fue muy amable conmigo y me dedicó un libro que le llevé: "Chillida: dudas y preguntas". Es mi favorita”, Chillida Leku 77 Marejada en El Peine del Viento: “Lo que me gusta es la fuerza del mar reflejada contra la escultura”, Donostia Las aristas vivas de Chillida: “La foto fue realizada en una de las esculturas del museo Chillida Leku en Agosto del año 2010. La foto se corresponde con las entrañas de la obra de Chillida, en lugar de buscar la imagen exterior, esta foto resume el interior de su obra y cómo las aristas cobran vida al penetrar la luz por los 'huecos' de la misma”, Chillida Leku 78 Hierro y mar: “Hecha en el Peine del Viento en el verano del 2007. Está hecha subiéndose a la roca y cogiendo la perspectiva desde arriba hacia abajo. El contraste entre el color del hierro oxidado y el color del mar es lo que más me gustó”, Donostia 79