Capítulo 3. - Regimiento "Numancia"

Transcripción

Capítulo 3. - Regimiento "Numancia"
Capítulo 3.- Seseña, primer enfrentamiento de carros de la
guerra civil española.
(Según el Diario de Operaciones del Regimiento de Caballería
nº 1, custodiado tras la guerra por el Regimiento Numancia).
El 12 de agosto de 1936, el Segundo Grupo de Escuadrones del Regimiento
Numancia (1) partió desde Vitoria en dirección a Ávila, con la finalidad de unirse
a otras unidades para constituir el Regimiento de Caballería nº 1. Al mando del
Comandante D. Jesús Velasco Santías (2), el Grupo estaba compuesto por los
Escuadrones 3º y 4º y la 2ª Sección de Ametralladoras. Al inicio de la guerra,
participó en una gran cantidad de acciones de reconocimiento y seguridad, así
como ocupando puntos de interés en las provincias de Ávila, Toledo y Madrid.
3-1.- El “T-26B” soviético fue capturado en grandes cantidades por el Ejército nacional.
El 30 de agosto de 1936, el Grupo partió hacia Hoyocasero, situado al noreste
del Puerto del Pico, considerado crucial para enlazar las zonas norte y sur del
Ejército Nacional. Tras diversas acciones de fuego y movimiento realizadas los
días 1 y 2 de septiembre en las proximidades del puerto con la finalidad de
mejorar posiciones, volvió a Hoyocasero, a excepción de la sección de
ametralladoras que, junto a otra unidad similar de Villarrobledo, quedó
desplegada en la zona. El ataque definitivo comenzó a las 4 de la madrugada
del día 5 de septiembre, después de una durísima marcha de seis horas por un
terreno abrupto y sin luces, con el cuarto escuadrón asaltando las posiciones a
pie por el flanco derecho, y el tercero y la sección de ametralladoras por el
izquierdo. Conquistado y consolidado el objetivo, el Grupo fue relevado esa
misma tarde por las Milicias Nacionales.
3-2.- “Panzer I” capturados por el Ejército Republicano.
Según consta en el diario de operaciones, durante esta operación se distinguió
el Teniente Moreno Mendoza, que mandaba la sección de vanguardia del 4º
escuadrón y “mantuvo el enlace con el mando mediante señales con una
linterna”, así como el Capitán Médico “que curó a los oficiales y tropa heridos en
la misma línea de fuego, pues por ser de noche no se pudo poner el Puesto de
Socorro en otro lugar”.
3-3.- Armado con ametralladoras, el carro veloce italiano “L-3/33/35” demostró ser muy
inferior al “T-26B”.
Durante la marcha de vuelta a Hoyocasero, cuando estaba el ganado abrevando,
la unidad sufrió un violento ataque de la Aviación Republicana que le ocasionó
algunas bajas de personal y ganado.
El 13 de octubre el Grupo se trasladó a Toledo para reforzar su defensa,
integrándose el día 17 en la columna del Coronel Monasterio, que recibió la
orden de avanzar hacia Madrid. Después de realizar diferentes acciones con
éxito (Magán, Castillo de Villafranca, Villalonga, Azaña, Lominchar, Recas,
Borox,..) se acantonó en Esquivias el 25. Cuatro días más tarde vivió el que ha
pasado a la historia por ser el primer enfrentamiento de carros de la guerra,
producido durante la gran ofensiva que el Ejército Republicano lanzó contra el
flanco este de las tropas Nacionales, con finalidad de frenar su avance y alcanzar
la carretera Madrid-Toledo en Illescas. Efectivamente, algo más tarde de las seis
y media de la mañana, una compañía de 15 vehículos soviéticos del tipo T-26,
al mando del Comandante Greisser (Paul Arman en España), que el día anterior
había llegado a Ocaña procedente de Archena, donde se había establecido la
Base de las Fuerzas Blindadas Republicanas, partió desde la cuesta de la Reina
en dirección a Seseña, localidad que alcanzó poco después. Tras el
desconcierto inicial provocado tanto por la niebla como por el hecho de que las
tropas nacionales creyeron que era una unidad italiana de refuerzo (pensemos
que era la primera vez que veían los T-26), los carros entraron en el pueblo
disparando sus cañones y ametralladoras contra todos los objetivos que
encontraron a su paso (3) hasta que llegaron a la plaza del pueblo donde un
vehículo fue detenido con explosivos y, posteriormente, incendiado con un
cántaro lleno de gasolina y una piedra con trapos ardiendo. Fue el primero de la
larga serie de carros soviéticos que pasaron a engrosar las fuerzas nacionales a
lo largo de la guerra.
3-4.- Carro “T-26B” reconstruido en los años 80.
Tras sortear los obstáculos que ellos mismos habían provocado con sus
disparos, los 14 T-26 restantes salieron de Seseña en dirección a Esquivias,
donde llegaron hacia las once de la mañana. En ese momento se produjo el
enfrentamiento con los carros italianos de la conocida Compañía Navalcarnero,
con el saldo de dos CV L-3/33/35 destruidos, uno de ellos lanzallamas, así como
un T-26 que recibió tres impactos de cañón de 75 mm. Ante la fuerte oposición
encontrada y el aislamiento de la unidad que se había separado de la Infantería,
el Comandante Greisser decidió retirarse hacia Borox para dirigirse finalmente
a Seseña. Aunque intentó bordear el pueblo, la artillería nacional se lo impidió,
viéndose obligado a cruzarlo de nuevo. En esta ocasión, fue destruido un carro
y dañados otros dos, que fueron remolcados hasta la cuesta de la Reina. En
resumen, la acción se saldó con la pérdida de 3 T-26 republicanos y 2 CV L3/33/35 nacionales.
Aunque esta acción no tuvo una gran importancia estratégica, pues sólo retrasó
un par de días el avance hacia Madrid, sirvió para que los dos bandos
contendientes
sacaran
interesantes
conclusiones.
Así,
los
nacionales
comprobaron que sus carros armados solamente de ametralladoras no tenían
nada que hacer frente a los modelos soviéticos dotados de cañones de 45 mm,
viéndose la necesidad de capturar el mayor número posible para integrarlos en
sus filas, al tiempo que se hicieron algunos intentos por potenciar los Panzer I y
CV L-3/33/35. Además, para luchar contra ellos, el método que demostró mayor
eficacia fue la utilización de los que, más tarde, serían conocidos como cócteles
Molotov.
3-5.- Uno de los pocos “Panzer I” que recibieron un cañón de 20 mm.
Por parte republicana también se sacaron algunas conclusiones interesantes
como que los carros siempre deben actuar apoyados por Infantería y, a ser
posible, artillería y aviación, evitando los núcleos de población donde tienen muy
poca capacidad de maniobra. En consecuencia, excepto raras ocasiones, a partir
de ese momento, distribuyeron los carros entre las unidades de infantería, lo que
no permitió utilizar plenamente su capacidad ofensiva.
3-6.- Carros “Panzer I” y “T-26” durante el desfile de la Victoria, al final de la guerra.
Posteriormente, prestaron servicios en el Ejército español hasta los años 70.
Características técnicas de los vehículos
3-7.- Cruzando un puente de circunstancias.
Denominación: Carro Ligero de Infantería T-26B.
País de origen: Unión Soviética.
Tripulación: 3.
Peso: 9,2 toneladas.
Motor: GAZ, 8 cilindros, gasolina y 91 cv.
Tracción: Orugas.
Velocidad máxima: 28 km/h.
Autonomía: 225 km.
Armamento: Un cañón de 45 mm y una ametralladora coaxial DT de 7,62 mm.
Algunos montaban una ametralladora en la parte trasera de la torre e, incluso,
los hubo con otra más en un soporte antiaéreo, sobre el techo.
Coraza: Acero de 6 a 15 mm.
Observaciones: Fue el carro más numeroso de los utilizados durante la
guerra, tanto por las fuerzas republicanas como por las nacionales, que
capturaron grandes cantidades. Finalizada la contienda constituyó la columna
vertebral de las unidades acorazadas durante muchos años.
3-8.- Carro Veloce L-3/35.
3-9.- Versión lanzallamas.
Denominación: Carro Ligero CV L3-33/35.
País de origen: Italia.
Tripulación: 2.
Peso: 3,4 toneladas.
Motor: Fiat SpA, 4 cilindros, gasolina y 43 cv.
Tracción: Orugas.
Velocidad máxima: 40 km/h.
Autonomía: 120 km.
Armamento: Dos ametralladoras Fiat de 8 mm o una ametralladora y un
lanzallamas de 8 cm.
Coraza: Acero de 13,5 mm.
Observaciones: La versión lanzallamas arrastraba un remolque con 520 litros
de mezcla (75% gasoil y 25% petróleo). En total se recibieron algo más de 150
vehículos que, al igual que los Panzer I, demostraron ser muy inferiores a los
modelos rusos. El L-3/33 estaba fabricado con planchas soldadas y el L-3/35
con planchas soldadas.
3-10.- España es el único país que dispone de los dos modelos de “Panzer I”, el “A”,
a la izquierda, y el “B”.
Denominación: Carro Ligero Panzerkampfwagen IA / IB.
País de origen: Alemania.
Tripulación: 2.
Peso: 5 / 5,5 toneladas.
Motor: Krupp M-305 de 65 cv / Maybach NL 38 TR de 100 cv.
Tracción: Orugas. En el modelo A, la última rueda de rodaje hacía también las
veces de tensora. La versión B contaba con rueda tensora independiente y
cuatro rodillos de apoyo en lugar de tres.
Velocidad máxima: 50 km/h.
Autonomía: 10 / 12 a 15 horas.
Armamento: Dos ametralladoras Dreyse MG-13 de 7,92 mm. Al parecer, tres
vehículos se modificaron con la instalación de un cañón Breda de 20 mm.
Coraza: Planchas de 10, 12 y 15 / 5, 10 y 12 mm.
Observaciones: La versión de mando Panzerbefehlswagen IB disponía de una
estructura acorazada con una sola ametralladora y dos equipos de radio. Entre
todos los modelos se recibieron unos 150 vehículos que demostraron su clara
inferioridad frente a los modelos rusos dotados de cañón.
NOTAS DEL CAPÍTULO 3
(1).- Ante la falta de caballos, el resto de unidades del Numancia
permanecieron en Vitoria empleándose a lo largo de toda la guerra como
unidades de infantería,
(2).- Finalizó la guerra como jefe del Regimiento de Caballería nº1, con el empleo
de Teniente Coronel, habiendo conseguido dos medallas militares individuales a
lo largo de la contienda.
(3).- En total, sufrieron daños de diversa consideración 16 vehículos ligeros, 10
camiones, 8 carros de mulas y 2 piezas de artillería.

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