La adquisici n del ó lenguaje
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La adquisici n del ó lenguaje
La adquisición del lenguaje Estudio con niños Aurea Román Reche Almudena Fernández Díaz Mateo Caletti Mario Pérez Mendoza Beatriz Peña Lirio Aurea Román Reche 1. ÍNDICE Introducción Método Resultados Discusión Conclusiones Bibliografía …............................................................................................ 3 ……………………………………………………………… 6 ……………………………………………………………... 7 …………………………………………………………….. 12 ……………………………………………………………...15 ……………………………………………………………...16 2 Aurea Román Reche 1. INTRODUCCIÓN Antes de la aparición de las primeras vocalizaciones, los recién nacidos producen una serie de sonidos cuya manifestación ya posee un valor comunicativo. A pesar de no tratarse de manifestaciones intencionales por parte del bebé, dichas emisiones poseen la potencialidad de ser interpretadas por los adultos considerándose, por tanto, patrones comportamentales innatos. Estos mismos patrones innatos, que en un principio sirven para establecer una comunicación no intencional, serán los primeros precursores de las manifestaciones lingüísticas. Con el transcurrir del tiempo, aquellos sonidos emitidos por el bebé que en un primer momento no eran intencionados pasarán a ser arrullos –no poseen una estructura lingüística y suelen acompañar a las primeras expresiones faciales- que darán lugar al llamado juego vocálico con el que experimentarán con la potencialidad del sistema fonador durante los primeros seis meses de vida. A partir del sexto mes será la sílaba el núcleo de las producciones, dando muestras de unas vocalizaciones mas estructuradas y comenzando a balbucear. No mucho más adelante el niño introducirá patrones de entonación que otorgaran a dicho balbuceo un tono de conversación real, el cual no parece estar regulado por la sensibilidad a la lengua materna tras la realización de comparativas entre niños sordos y niños normales o niños que estaban expuestos a idiomas diferentes. Parece ser que es en torno a los diez meses cuando el niño da muestras de comprensión frente a las primeras palabras. Pero este hecho puede tratarse más bien de una simple respuesta estereotipada ante una situación rutinaria. Ya durante el primer año el léxico de los niños suele contener veinte palabras que usaran en situaciones de interacción social. Nos encontramos ante la fase preléxica, que finalizará en torno al año. Hasta ese momento, el desarrollo fonológico y morfosintáctico que experimenta el niño a una edad muy temprana será fácilmente observable. Sin embargo, se encuentran dificultades en el estudio del desarrollo semántico debido a la imposibilidad de la observación directa de las representaciones mentales de las palabras en un niño, pudiendo obtener conclusiones únicamente a través de la interpretación del comportamiento infantil. Es de gran importancia tener presente en el estudio de este aspecto la existencia de enormes diferencias en la velocidad del desarrollo del lenguaje. Por ello, no es posible realizar la investigación agrupando a los niños por edades, sino más bien por el número de palabras que disponen en su repertorio de vocabulario. La adquisición de una palabra requiere la elaboración de una representación que agrupará la información correspondiente sobre sus propiedades funcionales y estructurales. Dicha información se conoce como lexicón, concepto en el que se centraran los estudios sobre el desarrollo del léxico. Según Barrett, la formación del lexicón requiere en un primer momento la aparición de palabras ligadas a un determinado contexto que de manera progresiva irán descontextualizándose hasta conseguir el mismo significado otorgado por los adultos al mismo término, a partir de categorías organizadas alrededor de un prototipo. En lo que se refiere al orden de adquisición de las palabras, Rosh distinguió tres niveles de categorización: supraordenado –las más generales-, básico – comparten un mayor número de características-, y subordenados –comparten atributos muy específicos-. Llegó a la conclusión de que se parte del aprendizaje de los nombres más básicos hasta alcanzar, progresivamente, los más generales y específicos. 3 Aurea Román Reche En cuanto al predominio de un tipo de palabras frente a otras, Ninio y Bruner encontraron que se aprendían antes y con mayor facilidad aquellas que se referían a objetos o acciones concretas; y que el aprendizaje de palabras que se referían a términos o sucesos abstractos era más tardío. Ya en la fase léxica el niño se vale de un repertorio algo más extenso de palabras, aunque su aprendizaje sea lento y de modo gradual, empleándose solo en contextos muy específicos. Alrededor de los diecisiete o diecinueve meses, durante el período de adquisición de las primeras cincuenta palabras, el número de éstas aprendido aumentará sorprendentemente. Posiblemente, esta explosión del vocabulario sea debida al descubrimiento por parte del niño de que los objetos y las acciones pueden ser nombrados, tomando consciencia de que las palabras “se refieren”, lo cual les ayudará a satisfacer sus deseos. La adquisición de las palabras podría entenderse como un proceso de etiquetado sobre categorías que ya poseemos en nuestra mente. Según Mandler, disponemos de esquemas de imagen que no encuentran limitaciones en cuanto a aspectos sensoriales y a situaciones concretas. Actuarían como un sistema de construcción de conceptos. Sin embargo, no solo es en la producción del lenguaje donde se manifiesta el desarrollo semántico, también lo hace a través de la comprensión. Entre el primer y tercer año, el nivel de comprensión y producción no es equitativo, ya que la coordinación entre esos dos aspectos debe ser aprendida al tratarse de procesos diferentes aunque estrechamente vinculados, ya que para producir palabras hay que encadenar la intención de decir algo con la recuperación en la memoria del concepto para poder coordinarla con un proceso articulatorio. Es muy frecuente que los niños en este período no realicen una correcta utilización de las palabras adquiridas en cuanto a su significado debido a la descontextualización que realizan sobre los términos aprendidos, llegando a sobreextender un determinado concepto para referirse a objetos que compartían características –denominar pato a cualquier especie de ave- o a subextender el significado de una palabra –llamar perro únicamente al perro de su vecino, no a cualquier otro-. Según Kuczaj, en primer lugar se dará la subextensión de la palabra, que más tarde será reemplazada por la sobreextensión que dará pie a la descontextualización posterior del término y a la obtención, por tanto, de la verdadera identidad de éste. Hay que tener presente que, según lo anteriormente expuesto sobre la no igualación en el nivel de comprensión y producción del lenguaje, la sobreextensión aparece a veces únicamente en la producción. A la pregunta de cuáles son los criterios que siguen los niños en la sobreextensión, Stern propuso que lo hacían basándose, además de en las semejanzas generales de los objetos, en los rasgos particulares de éstos, llegando incluso a extender ese concepto a objetos a los que también se les asociaba dichos rasgos, a pesar de su ausencia. Lewin añadió que otro criterio que podría guiar a los niños en esa extensión de la aplicación de una palabra a situaciones que compartían características podría ser la similitud funcional entre los objetos o los sentimientos que pueden provocar. En el desarrollo de la adquisición del significado se presentan dos aproximaciones teóricas. Una de ellas lo concibe como un proceso de generalización, en el que Nelson señala tres etapas: Etapa de la referencia: significado que tanto el oyente como el hablante otorgan a una determinada palabra, es decir, que la palabra representa algo diferente que no guarda relación física con lo representado. Esta asignación del significado está conectada a un contexto específico. Por tanto, para la correcta adquisición 4 Aurea Román Reche del significado dicha palabra deberá sufrir un proceso de descontextualización – o transcontextualización según este autor, es decir, la posibilidad de extender ese concepto a otros contextos-, en el que se usará esa misma palabra para nombrar a objetos del mismo tipo pero en situaciones diferentes. Etapa de la denotación (final del segundo año): en ella el niño conecta una palabra con algo externo, algún evento del mundo, lo que le permite conocer a qué se refiere dicha palabra valiéndose, además del conocimiento que posee del mundo, de las habilidades cognitivas adquiridas y del lexicón. Etapa del sentido (4-7años): conecta la palabra con elementos presentes en el lexicón – sinónimos, antónimos,… Por otro lado, Clark concibe esa adquisición como un proceso de diferenciación progresiva, presentando su hipótesis de los rasgos semánticos, mediante la cual propone que los niños llegan hasta el significado correcto de la palabra añadiendo, uno por uno, rasgos semánticos específicos. En primer lugar serán los rasgos más generales los extraídos, lo que explicaría en parte la sobreextensión, aunque no la subextensión – crítica que realizada a la hipótesis. Aunque parece ser que en algunos casos esa sobreextensión de las palabras sea provocada por las similitudes entre ellas encontradas por los niños o porque aun no se ha integrado completamente el significado de éstas, a menudo la razón del uso incorrecto de determinados términos puede ser simplemente comunicativa. Tras los resultados obtenidos en anteriores investigaciones, se espera que los sujetos de menor edad –en torno a los dos años- manifiesten sobreextensión en la tarea de categorización que compone la primera parte de nuestro trabajo, aunque se tendrá en cuenta que el nivel de comprensión a esta edad no es igual –siendo mayor- al nivel de producción del lenguaje. En la segunda tarea, en la que colaboran los niños de edades comprendidas entre cuatro y cinco años, se espera que en sus definiciones de las palabras expuestas predominen los rasgos funcionales y afectivos siguiendo la hipótesis de los rasgos semánticos de Clark. Ese paso de una descripción más general, basada en rasgos perceptivos como la forma o el color, a una descripción basada en rasgos más concretos indica el abandono de la sobreextensión y el consiguiente asentamiento del significado real y específico del concepto correspondiente a esa edad. En la segunda parte de esta tarea con niños de cuatro-cinco años suponemos que los estos ya van desarrollando el dominio del “sentido” de las palabras, pensamos entones que empezaran a ser capaces de establecer asociaciones de Antonimia, Sinonimia y Taxonomilla con palabras descontextualizadas, y no solo en base a criterios funcionales o de contigüidad o como en las etapas anteriores. 5 Aurea Román Reche 2. MÉTODO: 2.1. Participantes. Para la realización de la práctica han participado: un niño de 2 años, seis de 3 años, 4 de 4 años, y uno de 5 años. La mayoría de los participantes son niños del colegio Santo Rosario de Motril (Granada) -marcados en los resultados con “*”-. De todos los niños que recibieron la tarea, 4 no pertenecen a este colegio, habiendo sido realizada la tarea en su propia casa. 2.2. Materiales. Para realización de la práctica se han utilizado un conjunto de fichas con dibujos de animales, material escolar, edificios, coches, etc. Estas fichas están destinadas para medir sobrextensión o subextensión (43 fichas) y categorización (8 fichas). Cada ficha tiene un codigo en la parte posterior que las identifica: CAT para las fichas de categorización y SO o SUB para las fichas de sobrextensión/subextensión, estos códigos están seguidos de un número que las diferencia una a una. Aunque cada grupo de tarjetas ha sido creado pensando en un fenómeno concreto, no son excluyentes, es decir, la mayoría de ellas sirven para detectar cualquiera de los tres fenómenos que intentamos medir con ellas. 2.3. Procedimiento. Se presentan varias tareas a los niños: - Tarea 1: Se presentan a los niños las fichas y se les pide que nombren los diferentes elementos que aparecen en ellas. Con esta tarea pretendemos comprobar si se produce sobrextensión, subextensión y observar también la forma de categorización. - Tarea 2: Se le da al niño una serie de juguetes y se le pide que juegue con ellos mientras se registra lo que dice, para poder identificar frecuencia de objetos concretos y abstractos. - Tarea 3: Se le pide al niño que explique a un juguete o persona que son algunas cosas: plátano, perro, agua, tambor, flor, cuento, televisión y hormiga. Para poder detectar los rasgos perceptivos, funcionales, o afectivos. - Tarea 4: Proponemos al niño un juego: “yo digo una palabra y tu enseguida dices la que se te ocurre”. Las palabras son: perro, libro, noche, blanco, grande, lápiz, plátano, caballo, hormiga, y mañana. Con esta tarea pretendemos analizar el tipo de relación. - Tarea 5: Durante las diferentes tareas anteriores, se procura detectar las palabras dichas mal por el niño, cada vez que se detecta una se le repite para observar si es un problema solo de producción o también de comprensión. 6 Aurea Román Reche - Tarea 6: Se le pregunta a las madres de los 4 niños particulares si observan en sus hijos los fenómenos de sobreextensión y subextensión. 3. RESULTADOS: Tarea 1: A continuación se especifican las fichas y las respuestas de los niños en el orden en que fueron presentadas. Se marcan con en color amarillo lo resultados significativos para los fenómenos de subextensión y sobrextensión, y en azul las palabras en base a las cuales observaremos la categorización. CODIGO ELEMENTO CRISTOBAL A NOMBRAR (5 años) AURI (3 años) MARTA (4 años) CARMEN (2 años) SO-2 Furgoneta autobus coche Autobús Coche SO-13 Carpetas libretas libros Libros no se CAT-1 Manzana manzana manzana Manzana Manzana SO-22 Vaca Toro vaca Vaca Caballo SO-23 Burro burro cabra Caballo Caballo SUB-6 gato egipcio gato conejo Gato Gato SUB-13 Manzana manzana manzana manzana Manzana SUB-15 Pelota pelota tenis pelota Pelota Bola SO-6 Granero casa casa Casita Casa SUB-14 gato prototipo gato gato Gato Gato SO-25 Zorro zorro ardilla Ardilla gato/minino CAT-7 Gato gato gato Gato Gato SO-1 Libreta libretas libros Libros no se CAT-2 Margarita Flor Flor Flor Flores CAT-3 Bicicleta bicicleta bicicleta bicicleta Bicicleta SO-11 Autobús autobús autobús Autobús Tren CAT-4 Coche coche coche Coche Coche CAT-8 Loro Loro Loro Loro Gallito SO-19 Coche coche coche Coche Coche SUB-4 Perro perro perro Perro Gato SO-24 Zorro zorro caballo Caballo Caballo SUB-10 Perro perro perro Perro Perro SUB-11 Pelota pelota balón Pelota no se SUB-8 Pelota pelota pelota 2 pelotas no se SO-7 Lápices lápices lápices Lápices Pintar 7 Aurea Román Reche CAT5 Perro Pastor alemán perro Perro gato__ SUB-1 Gato gato gato Gato Perro SUB-9 Manzana manzana manzana manzana Manzana SO-17 Gacela ciervo cebra Cebra Caballo SO-16 Rotulador rotulador lápiz Lápiz Lápiz SO-15 Iglesia iglesia casa Casa Casa SUB-16 Pelota pelota balón Pelota Pelota SO-5 Bolígrafo bolígrafo lápiz Lápiz Pintar SO-20 Cebra cebra cabra Cebra Caballo SO-21 Tigre tigre león León Caballo CAT-6 Pelota pelota balón Pelota Pelota SO-4 Lápiz lápiz lápiz Boli Pintar SO-8 Folios libretas libros Libros no se SUB-2 Gato gato gato Gato Gato SUB-3 Manzana manzana manzana manzana Manzana SO-12 Libros libros libros Libro Pintar SO-14 Pisos edificios molinos Castillo no se SO-3 Casa casa casa Casa Casa SO-27 Zorro zorro cabra Ardilla Gato SO-26 Perro perro perro Perro Perro SO-19 Mapache zorro perro Ardilla Perro SUB-12 Perro perro perro Perro gato/perro SO-18 León León avestruz León Gato SUB-7 Manzana manzana manzana manzana Manzana SO-9 Camión camión camión Autobús Coche SUB-5 Perro perro perro Perro Gato 8 Aurea Román Reche Tarea 2: − Rosa * (3 años): (Jugando con un castillo y un muñeco) “En el castillo vive Blancanieves, y el castillo es rosa. Y viene la bruja y la mata. Y muere. Y viene el príncipe y le besa en la boca. Y la bruja se va.” − Claudia * (3 años): (Jugando con un payaso) “El payaso vive en el tren con la bruja Maruja en el tren de la bruja y juegan con la escoba. La bruja es guapa y es mala y el payaso también es muy malo.” − Raul *(3 años): (Jugando con una gallina de peluche) “Hay gallinas grandes y más grandes. Viven en el parque y hace quiquiriquí y juegan conmigo y con sus amigos y tienen mama y papa.” − María * (3 años): (Tenía la gallina de peluche, pero no juega con ella) “Yo juego con mi mama y mi papa, y jugamos a los puzzles, a los bebes, muñecos, números…todo eso. Y juego con mi hermano y mi hermano juega con sus amigos. Hacemos de comer juntos lentejas, macarrones, espaguetis…” − Alex * (3 años): (Juega con un payaso) “Los payasos viven en la calle bailando, no como los negros. Bailan fatal. Son unos locos. Pero no me dan miedo, me dan gracia.” − Lola * (4 años): (Juega con la gallina) “En la parragona hay gallinas y juego con ellas. Son de otro que veo y nos vamos a la calle con los amigos. Y voy con mi papa, pero le dan miedo y le echa la comida poco a poco, pero ya mas.” 9 Aurea Román Reche Tarea 3: − Cristobal (5 años): − Plátano: un plátano es como una luna pero amarillo, que lleva un rabo, y mira, y si le quito la piel se puede comer. − Perro: un perro es como un burro pero más pequeño que se puede meter en la casa, y..., y... y leva ojos y patas, y lleva boca y también lleva lengua y lleva dientes y no se. − Agua: agua es una cosa que si se pisa se hunde el pie, y también pueden nadar los barcos y en la tierra llena almejas y si pisas la almeja duele el pie, y se puede beber. − Tambor: es un instrumento para tocar y lleva palos y también se puede tocar con las manos y se puede poner en la mesa. − Flor: una flor es una cosa que si se huele echa buena olor y se puede comprar y tiene una maceta debajo para que si la metes en una casa no se unte (manche) el suelo. − Cuento: un cuento es para leer y tiene hojas y letras y los cuentos están en la biblioteca. − Televisión: una televisión es para ver la tele y sirve para ver cosas y tiene cristal y si se deja encendía toa la tarde gasta batería y no se más. − Hormiga: hormiga es un animal muy pequeño que tiene mucha fuerza y trabaja y así en el invierno tiene pa´ comer como el cuento de la cigarra y la hormiga, y si la miras con una lupa es más grande. − Marta (4años): − Platano: un plátano se lo come. − Perro: se le saca a pasear y te lo llevas a un sitio, se lleva a hacer caca. − Agua: se lo bebe uno. − Tambor: que tiene un circulito y tocas el tambor. − Flor: una flor se huele, no se arranca. − Cuento: yo no me se cuentos, un cuento es un triangulo, un cuadrado, que lo leemos. − Televisión: un cuadrado, que se ve la tele. − Hormiga: que va por el suelo, que anda, na' ya esta. − Julia * (4años): − Platano: para comer, una fruta para que los monos se la coman. − Perro: un perro hace “guau, guau, guau”, camina y come. − Agua: para beber, se come, se traga. − Tambor: se toca. − Flor: se huele, una margarita. − Cuento: para leer − Televisión: para ver. − Hotmiga: anda. 10 Aurea Román Reche Tarea 4: Palabra Auri (3 años) Marta (4 años) Julia * (4 años) Cristobal (5 años) Perro Gato Pasearlo Taza Gallina Libro Leer Leerlo Biblioteca Biblioteca Noche Día Estrellas Carretera Cama Blanco Dibujo Reloj Azul Lápiz Grande Pequeño Blanco Gigante Pequeño Lápiz Dibujo Negro Colorear Goma plátano Comer Amarillo Comida Luna Caballo Marrón Blanco Caballo Burro Hormiga Chica Blanca Hormiga Cigarra Mañana De noche Cortina Medias Pasao Tarea 5: De las veces que se le repitió a los niños la palabra mal dicha por ellos, ninguna de ellas la identificaron en nosotros como una palabra errónea. Tarea 6: − Madre de Cristóbal y Áurea: “Nunca me he dado cuenta de que hagan eso, alo mejor cuando eran más pequeños, yo siempre de pequeños les he recarcao' (he hecho hincapié en) lo que es cada cosa” − Madre de Marta y Carmen: “Pues nunca los he visto hacerlo, pero ahora que lo dices, mi pequeña (Carmen) el otro día estábamos viendo la tele y salio un cervatillo y decía que era un caballo, nosotros le decíamos, no Carmen, es un cervatillo, peor ella decía que era un caballo, quizás porque tenía así, las orejas puntiagudas, más parecido a un caballo.” 11 Aurea Román Reche 4. DISCUSION: TAREA 1 Carmen, la niña más pequeña (2 años) en la tarea de las fichas llamo caballo a las siguientes fichas: vaca_SO22, burro_SO23, gacela_SO17, cebra_SO20, tigre_SO21 y zorro_SO24. La madre nos comento que había visto en la tele un cervatillo al que también llamaba caballo, quizás este sea el ejemplo más claro de sobrextensión que hemos podido observar, tanto con las fichas como con el testimonio de la madre Carmen utilizó también una sobrextensión y una subextensión del termino gato, cuando nos indicó en la SO27 a un zorro como gato (mientras que los demás niños contestaron bien) y subextendió el termino en la CAT5 donde nombró gato a un perro. Las dos niñas más pequeñas mientras reconocía la imagen del gato_sub14 (un gato romano prototípico) como un gato, no llamo gatos a los dos gatos egipcios, SUB6 y SUB1 (mucho más raros) que se le presentaron. Una de ellas lo llamo perro y la otra conejo. Podría considerarse una subextensión, saben lo que es un gato, pero si se les muestra un gato menos común como es el egipcio, no lo reconocen como tal. El granero_SO6 y la iglesia_SO15 fueron reconocidas por la mayoría de los niños, sobretodo los pequeños como una casa. Podría deberse a problemas del dibujo más que de la denominación de los niños, o tal vez a una falta de atención. Aún así, podríamos considerarlo como una sobrextensión, llaman casa a estructuras que no sirven para vivir en ellas pero se le parecen. Las tres fichas que muestran un zorro (SO25, SO24 y SO 27) fueron identificadas por el niño mayor como un zorro, sin embargo parece apreciarse en lo más pequeños de nuevo el fenómeno de subextensión. Carmen de nuevo, llama a uno de éstos, caballo y en otra ocasión gato, dependiendo de la imagen mostrada. No creemos que sea un problema de las imágenes, ya que el niño mayor respondió correctamente las 3 fichas. Los tres niños más pequeños, llamaron al rotulador_SO16 y al boligrafo_SO15 de la misma forma, lápiz, produciéndose sobrextensión. - En la categorización niños respondieron bien utilizando, por lo general, la forma básica: CAT1, 3, 7, 2, 4,6. En la ficha CAT8 todos usaron el nivel subordenado llamandolo loro en vez de pájaro. La niña mas pequeña llamo gallito al loro, podria ser debido a una sobrextensión. En la ficha CAT5 Cristobal de 5 años usó una cateogrización subordenada, definiendo el perro como un Pastor Aleman. En los demás los resultados de la tarea fueron los esperados, en términos generales los niños usaron el nivel básico. TAREA 2: Rosa de 3 años utilizó sólo términos concretos de un mismo contexto (el cuento de Blancanieves), los sustantivos eran de categorización generalmente básica, menos al referirse a Blancanieves (y no a una princesa). 12 Aurea Román Reche Claudia de 3 años también usó más términos concretos de categorización básica (payaso, tren, escoba); definió con términos abstractos a la Bruja Maruja (categorización subordenada) como guapa y mala, y al payaso como muy malo. Raúl (3 años) utilizó prácticamente sólo sustantivos básicos concretos (gallina, parque, amigos, mama y papa). Utilizó el término onomatopéyico quiquiriquí refirindose a la gallina, consideramos este sustantivo como concreto, refiriéndose al cacareo del animal. Los términos de abstractos se refieren al tamaño en general. María de 3 años no empleó términos abstractos ni adjetivos, se refirió genéricamente a objetos concretos de categorización básica, utilizo dos subordinaciones del término pasta: macarrones y espaguetis. Alex de 3 años fue el niño que mas utilizo términos abstractos: en su cuento se refirió a los payaso (sustantivo concreto de cat. básica) de la calle (otros sustantivo) como locos, y poniendo un componente afectivo, diciendo que no le daban miedo sino gracia. Hizo también una comparación entre los payasos, que trabajan bailando en la calle, y los negros (que no bailan). Pensamos que esta es una comparación concreta entre los dos trabajos que el niño asocia a la calle. Lola de 3 años también usa prácticamente solo términos concretos en su juego con la gallina, indica un lugar específico: la parragona (sustantivo concreto cat. Subordenada), y otros sustantivos de cat. Básicas: gallinas, calle, amigos, padres, comida. Infiere sobre el miedo (sustantivo abstracto) que tiene el padre a las gallinas, y que por eso le da de comer poco a poco TAREA 3. plátano Perro Agua Tambor Flor Cuento Televisión Hormiga Cristóbal (5 años) Per/Fun Per/fun Per/Fun/Afec Per/Fun Fun/Afec Per/Fun Per/Fun Per/Fun/Afec Marta (4 años) Fun Fun Fun Fun/Per Fun/Afec Fun/Per Fun/Per Fun Julia (4 años) Fun/Afec Fun Fun Fun Fun Fun Fun Fun Las niñas más pequeñas (Marta y Julia, 4 años), describieron los objetos en mayoría por sus rasgos funcionales y con definiciones cortas. Marta propuso 3 veces rasgos perceptivos y una vez rasgos ligeramente afectivos, pero por la mayoría empleó solo los funcionales. Julia no uso rasgos perceptivos sino solo los rasgos funcionales, y podemos pensar que en la primera descripción inserto rasgos afectivos ligeros. Sin embargo Cristóbal, de 5 años, dio unas definiciones mucho mas completas y que en casi todos los casos llevaban consigo tanto rasgos perceptivos como; en el caso de la flor no propuso rasgos perceptivos sino solo rasgos funcionales y afectivos, y en el caso del agua y la hormiga empleo los tres tipos. 13 Aurea Román Reche TAREA 4. Palabras Perro Libro Noche Blanco Grande Lápiz plátano Caballo Hormiga Mañana Auri Antonimia Contigüidad Antonimia Contigüidad Antonimia Contigüidad Contigüidad Contigüidad *6 Antonimia Marta Contigüidad Contigüidad Contigüidad 3* *4 Contigüidad Contigüidad Contigüidad *7 *8 Julia *1 Contigüidad 2* Contigüidad Sinonimia Contigüidad Contigüidad Sinonimia Sinonimia *9 Cristóbal Contigüidad Contigüidad Contigüidad Contigüidad Antonimia Antonimia *5 Contigüidad Contigüidad contigüidad *1: Perro – Taza. Pensamos que la niña dijo taza por una posible asociación a una taza en la que aparezca un perro, o porque hizo similitud con el bol del perro, sobreextendiendo el término taza. *2: Noche – Carretera. Posiblemente asocio algún viaje que hizo de noche. *3: Blanco – Reloj: Debido seguramente a algún reloj blanco que tenga en su casa. *4: Grande – Blanco: No podemos estimar esta asociación. Es posible que se condicionara por la palabra anterior, que era blanco. *5: plátano – Luna: Creemos que se debe a la similitud de forma entre ambos conceptos, ya que este mismo niño antes describió al plátano como una luna. *6: Hormiga – Chica: es una asociación en la que se refiere al tamaño del animal. *7: Hormiga – Blanco: No podemos estimar esta asociación, ya que no encontramos ninguna relación entre ambos términos. *8: Mañana – Cortina: pensamos que relaciona la mañana con el hecho de que la madre abra las cortina cuando la despierta. *9: Mañana – Medias: creemos que relaciona el término mañana con el hecho de ponerse las medias del uniforme. Prevalecen las asociaciones por Contiguidad sobre todas. Las relaciones por Antonimia son mayores que las por Sinonimia, quizás porque son mas fáciles. No aparecen en ningún caso relaciones por Taxonomia, los niños no hacen asociaciones por Jerarquia. Muchas de las asociaciones descritas anteriormente pueden no haberse dado, de hecho es lo más probable, algunos niños estaban distraidos o cuando no sabian que decir buscaban elementos de la habitación para nombrarlos. Otras, sin embargo, tienen sentido, aunque no sea lo más habitual, si los niños se mostraban concentrados e iban respondiendo bien a la tarea, es logico pensar que exista la relación entre los términos, aunque esta no se nos manifieste de forma clara. Es el ejemplo de platano-luna, o de mañana-medias. TAREA 5. 14 Aurea Román Reche No hemos podido demostrar la que haya más comprensión que producción en los niños, ya que cuendo decian una palabra mal y se la repetiamos, no intentaban corregirla, e incluso llegaban a aceptar la que repetiamos como la palabra correcta. 5. CONCLUSIONES: En la primera tarea podemos ver una diferencia notable entre el niño de 5 años y la niña de dos años: Cristóbal cometió muy pocos errores de Subextensión y Sobrextensión, en cambio Carmen falló mucho y sobrextendió el término caballo y gato. En la categorización no hubo diferencias importantes, aunque la niña más pequeña cometió otra vez algunos errores de sobrextensión. En la segunda tarea también los datos apoyan la hipótesis de que los niños aún no saben bien referirse a objetos abstractos. Utilizan algunos de ellos pero aun no tienen conocimiento exacto del significado, a pesar de que utilicen bien estos conceptos. Los sustantivos son por la mayoría también de categorización básica y de referencia general. En la tarea tres podemos ver que el niño de 5 años describe mucho mejor los objetos, poniendo mucho mas rasgos perceptivos de los niños de 4 años que aun parecen describir los objetos simplemente por sus funciones como en las etapas anteriores. Aun así no se nota muchas diferencias en la cuarta tarea, todos los niños utilizan más asociaciones por contigüidad. Cristóbal de 5 años no puntúa muy diferente que la niña de 2 años (que utiliza más antonimia que todo los demás). Parece que en este caso también el niño mayor esta muy ligado a las asociaciones funcionales, y aun no domina las relaciones por Antonimia y Sinonimia. Ninguno de los sujetos estableció relaciones jerárquicas, que parecen establecerse mas adelante. Podemos decir que la hay grandes diferencias en los resultados sobre todo en las primeras tareas, y que el niño mayor tiene mucho más vocabulario, aunque no domina aún la etapa del sentido (últimas tareas). 15 Aurea Román Reche 6. BÍBLIOGRAFÍA: González Cuenca, A. M. Y col. (1995). Psicología del desarrollo: teoría y práctica. Archidona: Aljibe. Moreno, S. (2005). Psicología del desarrollo cognitivo y adquisición del lenguaje. (141-168). Madrid: Biblioteca Nueva. 16