libros - çhøpsuëy fanzinë øn thë røcks

Transcripción

A Elizabet, para que ría.
A los humanos, sin acritud.
© José Antonio Blanco, 2014
ISBN: VI-163-13
© ÇHØPSUËY FANZINË ØN THË RØCKS, 2016
1ª edición
Impreso en el Hiperespacio
2 · TE VOY A HACER UNA AUTOCRÍTICA
PERROANTONIO
TE VOY A HACER
UNA AUTOCRÍTICA
DICCIONARIO PARA ENTENDER A LOS HUMANOS
ÇHØPSUËY FANZINË ØN THË RØCKS
HAY COSAS QUE NO SE HACEN POR DINERO
DICCIONARIO PARA ENTENDER A LOS HUMANOS · 3
ÍNDICE
Pag. 5
En donde se explica el porqué de este
diccionario, más o menos, y se le echa la
culpa a un perro.
Pag. 9
En donde se reconoce a quién se imita y a
quién no se copia.
Pag. 12
En donde se inicia el Diccionario para
entender a los humanos propiamente dicho
en el clásico orden alfabético.
Pag. 121
Una breve nota sobre el autor.
EN DÓNDE SE EXPLICA EL PORQUÉ DE
ESTE DICCIONARIO, MÁS O MENOS
C
on 9 años caí enfermo y pasé
bastante tiempo en cama. Mi
madre, preocupada por mi
rendimiento escolar, sucumbió a
los enredos de una vendedora a
domicilio y acabó comprando un ejemplar de
la Enciclopedia Del Oro de la Editora
Nacional, dirigida al público infantil, para
que, ejem, no se me olvidara leer. Por
entonces todo era nacional (incluido el Jefe
Nacional del Movimiento, que yo siempre
pensé que era el Ministro de Transportes) por
lo que a mis padres ni se les ocurrió pensar
que la editora, siendo nacional, lo fuera de
otra nación, concretamente, de México. Así
fue como desde la tierna edad de 9 años fui
descubriendo que los héroes de la patria (de
las patrias, pues la editora tenía vocación
latinoamericana) eran los generales Bolívar,
San Martín y Santa Anna; nuestros poetas
nacionales, José Martí y Rubén Darío;
nuestra bebida preferida, el mate; y nuestras
frutas, el mango, la papaya, la lima y el
aguacate. También me enteré de que en
Acapulco son famosos los clavadistas, que en
Chile hay llamas y alpacas, y que a Hernán
Cortés le zurraron la badana los aztecas en la
Noche Triste de Tenochtitlán. Son estas cosas
las que me han convertido en un hombre de
mundo.
Me acabé aficionando tanto a consultar la
enciclopedia que mis padres, con el tiempo,
me compraron otras dos, aunque con menos
dibujos. De ahí pasé a los diccionarios y, si
hubiera seguido por ese camino, tal vez
habría acabado interesándome por los libros
de texto, el estudio y quien sabe si por alguna
actividad intelectual provechosa, como el
notariado o el diseño de comisiones
bancarias. Pero no pudo ser. Me quedó, no
obstante, la afición a las enciclopedias y a los
diccionarios, y así llegué, ya en la juventud, a
la lectura del Diccionario del Diablo, de
Ambrose Bierce, cuya visión corrosiva y
humor negro, tan propia de los satíricos
anglosajones, me perjudicó seriamente.
Fue por entonces cuando fui mordido por
primera vez por un perro de mirada
carnicera. En la Edad Media se creía que uno
de los efectos de la rabia, el horror al agua
conocido como hidrofobia, se debía a que el
enfermo veía reflejado en el agua al animal
que lo había mordido. Yo sufrí extrañas
mutaciones tras la mordedura de aquel
animal terrorífico. En lugar de ver al perro,
me veía a mí mismo reflejado en el agua y en
los espejos, y durante un tiempo fui incapaz
de mentir, lo que no contribuyó a mejorar
mis relaciones sociales. Me dio luego por
escribir textos tóxicos e insultantes y, como
decía Thomas de Quincey que les ocurre a los
débiles que empiezan por permitirse un
asesinato, de ahí pasé a la bebida, a la
antipatía y a la inobservancia de los días del
Señor.
Este raro mal que me envenena y las
mordeduras de Bierce, Twain, Allen, Kennedy
Toole, Marx, Thompson, Huellebecq, Calaza,
Wilde, Swift, Villon, Quevedo, Rabelais,
Donne y algunos cuantos más (nombraría a
Cervantes, pero el Perro no me deja mentir ni
beber agua) me llevan desde hace tiempo a
escribir de forma casi compulsiva textos que
voy diseminando por decenas de sitios sin
preocuparme de preservarlos. Me persigue
también la idea de escribir una ‘Enciclopedia
para explicar el mundo’, que me dictaría el
Perro, pero penosos trámites biológicos,
como la búsqueda de sustento, me vienen
esclavizando a actividades mecánicas en las
que consumo mis días. También es cierto que
entre mis virtudes no se encuentran ni la
constancia ni la paciencia ni la tranquilidad
de ánimo, lo que dificulta bastante abordar
proyectos que duren más de cuarenta y ocho
horas.
Te voy a hacer una autocrítica · Diccionario
para entender a los humanos es la
introducción a una enciclopedia de visión
canina que no escribiré nunca. Espero que la
humanidad me lo agradezca.
EN DONDE SE RECONOCE A QUIÉN SE
IMITA Y A QUIÉN NO SE COPIA
I
nicié la reconfortante tarea de
redactar este Diccionario para
entender a los humanos sintiendo en
mi nuca el aliento de Ambrose Bierce,
cuyo Diccionario del Diablo es una de
las obras cumbres de la literatura satírica
universal. Leer a Bierce es como sumergirse
en un baño de ácido: elimina las impurezas y
desatasca los conductos, aunque provoca
perniciosos efectos secundarios. Uno de los
más dañinos es el deseo de imitación. Desde
su publicación en 1911, cientos de escritores
han ensayado diccionarios similares, con
resultados muy diversos. Los cadáveres de
sus libros alfombran el camino por el que
transito.
Para escribir este diccionario he partido del
recuerdo de la obra del ácido Bierce, pero he
evitado consultarle. Sí ha estado sobre mi
mesa en todo momento el Diccionario
ideológico de la lengua española de Julio
Casares, una obra extraordinaria cuyas partes
sinóptica y analógica no dejan de admirarme
e inspirarme.
Tanta o más admiración me provoca la
Wikipedia, una obra colectiva, colaborativa y
voluntaria que no cesa de aumentar en
volumen, profundidad y credibilidad. Su
sostenimiento económico es una de esas
obligaciones que me exijo con la misma
regularidad y espíritu deportivo con la que
pago mis impuestos. En 2015, la Wikipedia,
un proyecto cultural de ámbito mundial, fue
galardonada con el Premio Príncipe de
Asturias de Cooperación Internacional,
principalmente para acallar a los que ya
estábamos llamando a Estocolmo.
Finalmente, mi agradecimiento al magnífico
Diccionario de sinónimos y antónimos de
Espasa-Calpe, al utilísimo Diccionario de
ideas afines de Fernando Corripio y al
imprescindible Diccionario de la Lengua
Española de la Real Academia, que me ha
ayudado mucho, en especial a desviarme del
camino recto.
No quiero dejar de citar otros dos
diccionarios de referencia que no he
utilizado, el Diccionario de uso del Español
de María Moliner y el Diccionario del
español actual de Manuel Seco, obras a las
que tengo tanto respeto que prefiero usarlas
únicamente para adornar mi dudoso prestigio
intelectual.
Sean ustedes bienvenidos y diviértanse. Y si
por alguna razón se sienten ofendidos, envíen
una carta al Ombudsman de El País; me han
dicho que es persona muy comprensiva.
TE VOY A HACER
UNA AUTOCRÍTICA
DICCIONARIO
PARA ENTENDER
A LOS HUMANOS
A
academia. Consejo de ancianos formado por
artistas, escritores y filólogos al que la
autoridad pública encarga la tediosa tarea
de entorpecer la natural evolución de las
Artes y las Lenguas.
acefalia. Carencia de jefatura en una
organización, grupo o gobierno preferible a
la jefatura de un idiota. La acefalia puede
actuar como el barbecho, oxigenando las
organizaciones y permitiendo detectar y
fumigar a los huéspedes patógenos. Las
leyes deberían consagrar turnos obligatorios
de acefalia para evaluar si sus resultados
son más o menos dañinos que algunas
jefaturas.
adn. Ácido desoxirribonucleico, de esencia
metafísica, en donde los simples empiezan a
ver un dios. Entre sus milagros, destaca el
haber liberado a la filosofía de sus últimos
secuestradores. Hasta hace poco, las consulDICCIONARIO PARA ENTENDER A LOS HUMANOS · 13
torías, los bancos, las empresas, los sindicatos, los clubes de fútbol o los partidos políticos tenían una filosofía; ahora tienen adn.
adolescencia. Fase egotista de la vida
humana caracterizada por la irrupción de la
personalidad, el pensamiento abstracto, el
vello púbico, los granos sebáceos y los
deseos incontrolables de frotarse con otros
congéneres, por lo común del sexo opuesto.
En este período algunos humanos
desarrollan pico y plumas de colores. El
esplendor físico del momento suele
coincidir con una extraordinaria empanada
mental que empieza a despejarse, entre los
más espabilados, a partir de los 30 años; o
más. En las sociedades avanzadas algunos
individuos han desarrollado la capacidad de
mantenerse en estado de adolescencia
suspendida hasta los 67 años, momento en
el que sus progenitores mueren y ellos
despiertan o regresan a la infancia.
agnosticismo. Apatía metafísica. Se
manifiesta ocasionalmente como un ateísmo
sin convicción y, más frecuentemente, como
un teísmo abúlico, del modelo panteísmo
gaseoso, que se caracteriza por ser
confortable y no exigir compromiso litúrgico
ni económico. Como postura filosófica, es el
equivalente a reemplazar el queso por el
tofu. A los agnósticos se les entierra siempre
en terreno sagrado, por si acaso están
equivocados y hay resurrección de los
muertos.
alegría. Manifestación gozosa de felicidad.
Aunque sólo por razones estadísticas, la
alegría debería ser la actitud dominante
entre los humanos de las sociedades
prósperas; al fin y al cabo están vivos, tienen
casa, coche, lavadora, televisor y pueden
hincarle el diente a un pollo con cierta
frecuencia. Sin embargo la felicidad no es
proporcional al nivel de desarrollo. Esta
razón la aprovechan los moralistas para
recordarnos que los ricos también lloran y
que si eres pobre y feliz tienes más
posibilidades de entrar en el Cielo que hacer
entrar a un camello por el ojo de una aguja,
idea francamente exótica que sólo se le
podría ocurrir a un beduino travieso. Pero lo
cierto es que la felicidad depende en gran
medida de la fluidez de las transmisiones
neuroquímicas. Y es entonces cuando los
humanos vuelven al trato con camellos o
con camareros.
alimentación. Servidumbre física que nos
obliga a ingerir sustancias orgánicas
sintetizadas por otros seres vivos para
sobrevivir. Puesto que es ineludible, las
corrientes filosóficas respetables —como el
epicureísmo y el hedonismo— aconsejan
que se ejecute con goce y disfrute.
Aguafiestas diversos del orden vegetariano
practican un tipo de deglución en donde se
niega el derecho de los animales a participar
en calidad de alimento. Existe una corriente
místico-obtusa de origen oriental que anima
a los humanos a practicar la nutrición
autótrofa, prescindiendo de la ingesta de
animales y plantas y alimentándose sólo con
luz, sin tener en cuenta que, salvo los
santones no higienizados de la India, los
humanos suelen carecer de raíces. Los
seguidores de esta corriente son, no
obstante, escasos, ya que se ha demostrado
que la persistencia en la alimentación
luminosa suele derivar en un tránsito hacia
esferas místicas más etéreas con el
consecuente
abandono
definitivo
e
irreversible del cuerpo mortal.
alma. Parte del cuerpo no comestible situada
entre las plantas de los pies y el cuero
cabelludo, pero más a la derecha. Los
filósofos clásicos afirmaban que las mujeres
carecían de alma pero los pensadores
contemporáneos no han sido capaces de
desmentirlo.
alubia. Materia prima para la producción de
pensamientos obtusos y metano.
alpinismo. Variedad místico deportiva de
ascenso a las montañas que confunde la paz
interior con la extenuación física y la
elevación espiritual con la ausencia de
embotellamientos. No se ha estudiado aún
la relación entre el misticismo ascensional y
las estancias prolongadas en entornos faltos
de aire.
amistad. Afecto de la persona que no exige
saber para qué quieres el dinero. Es un
sentimiento que sólo se da en la infancia.
Hasta los dos años.
amor. Trastorno temporal de los sentidos
que provoca alucinación sensorial, suspende
el juicio y produce un sentimiento de afecto
desmedido entre individuos extraños. Para
los observadores ajenos es un fenómeno tan
fascinante como la aurora boreal o la berrea
del ciervo. Nueve de cada diez veces se cura
con un baño de realidad en forma de
calzonzillos sucios, loción desmaquillante o
conversación. Los casos graves se tratan con
matrimonio. Produce extrañas reacciones
paranormales entre los afectados, como la
propensión al bolero, al color rosa, a la
contemplación arrobada de retratos y a la
ilustración con corazones. Cuando la
afección es muy grave no tiene cura y
conduce a la muerte con resultado de tumba
compartida.
anarquismo. Filosofía política contraria a la
autoridad y la jerarquía que promueve la
abolición del Estado y el aumento del
consumo de explosivos.
anatomía. Ciencia que estudia la estructura
de los seres vivos, especialmente de las
mujeres desnudas. Las representaciones
anatómicas tienden a la evisceración de los
sujetos, salvo aquellas de carácter
epidérmico, escorzos insólitos y posturas
admirables
que
conocemos
como
pornografía.
árbol genealógico. Planta de tronco
consanguíneo que sirve para colgar a la
familia.
aromaterapia. Técnica místico terapéutica
que si bien no cura a los tontos al menos
hace que huelan bien.
arrepentimiento. Sentimiento de pesar y
de cobardía retroactiva que nos alarma por
haber dicho lo que debíamos y hecho lo que
era justo y necesario. Por el contrario, al
sentimiento similar producido por haber
hecho o dicho una idiotez se le conoce como
vergüenza. El que se avergüenza de haberse
comportado como un idiota ha iniciado el
camino de la sabiduría y la responsabilidad.
Envejece.
arte. Producto humano con finalidad estética
que se adquiere o consume como símbolo de
estatus por una cantidad desproporcionada
de dinero. Si es barato no es arte, sino
artesanía.
astrología. Fantasía milenaria que afirma
que la posición de los astros en el momento
del nacimiento configura la personalidad,
desdeñando la posición del padre, de la
madre, de la maestra castradora, del cura
pederasta o del golpe en la cabeza.
Cualquier conversación sobre el zodiaco
comienza siempre con la frase «Yo no creo
en la astrología, pero...».
atractivo. Gracia de un ser vivo que fuerza
la voluntad de otro. Cuando provoca una
reacción erótica se la conoce como atractivo
sexual. Es de apreciación subjetiva y varía
de unas culturas a otras. Hay casos
documentados, de personas aparentemente
sanas, que dicen no poder resistirse al
atractivo de una cabra o de una pájara
vestida con uniforme nazi. El atractivo no
depende sólo de la belleza física, sino
también de la inteligencia y de la manera de
ser, hablar y comportarse. A los varones
cultivados y sensibles lo primero que nos
atrae de una mujer es su belleza interior.
auditoría. Examen minucioso y sistemático
que se realiza sobre un sistema contable
para acreditar la verosimilitud de sus
registros ficticios. Es una rama muy
productiva de la literatura fantástica,
aunque con escaso reconocimiento público.
autobiografía. Vida de una persona
imaginaria que se llama como nosotros
escrita por uno mismo. Se diferencia de una
biografía en que el autor sí estuvo allí, por lo
que no necesita consultar documentación,
entrevistar a testigos, ver el lugar donde se
desarrollan los hechos narrados, y así todo.
Frente a los penosos trámites de una
investigación, el autobiógrafo cuenta con
una herramienta infalible, su propia
memoria, es decir, la parte evocada de lo
que percibieron y guardaron sus sentidos:
aquel olor a mentira de la magdalena del
recuerdo. Esto no debe llevar a creer que la
biografía se adscribe al género histórico y la
autobiografía al novelesco; una rápida
incursión en las hagiografías de santos,
políticos y banqueros permitirá al
observador sagaz apreciar el vigor y
extensión del género fantástico.
autocrítica. Auto de fe comunista en el que
se reprende amablemente a un camarada
por sus desviaciones antes de someterlo a
purga o reeducación (en inglés, torture).
Cuando un correligionario dice «camarada,
te voy a hacer una autocrítica» lo sensato es
huir. A otro país.
B
banca. Ingeniosa industria consistente en
recoger el dinero disperso de unos
particulares (a los que cariñosamente se
conoce como primos), juntarlo en mazos,
prestarlo a alto interés, cobrar las rentas y
devolvérselo a los primos, digo a los
clientes, con una palmada en el hombro y
una cubertería de acero inoxidable o un
termo. Lo fascinante del asunto es que el
mismo primo, digo cliente, que presta el
dinero es quien pide el crédito. La banca
tiene a bien erigir, en sus instalaciones más
venerables, estatuas a Hermes, dios del
comercio, los ladrones, los mentirosos y los
poetas.
basura. Residuos de la actividad humana
que, con el objeto de que los estudien
futuros arqueólogos, hemos decidido legar
en forma de depósitos tóxicos, restos
radiactivos y sedimentos plásticos.
belén.
Representación
sarcástica
del
nacimiento del hijo de Dios que se burla del
carácter accidental de sus padres humanos
acompañándolos con un buey (un macho
castrado) y una mula (una hembra infértil).
Por mucho menos se ha llevado a gente a la
hoguera. Benedicto XVI, obispo de Roma,
fue el primero en señalar lo impropio de la
representación, evidenciando la milenaria
falta de perspicacia de la Iglesia Católica.
belleza. Simetría y proporcionalidad de las
cosas y de los seres vivos que produce en
nuestro cerebro animal sensaciones de
serenidad, admiración y satisfacción. La
tiranía que ejerce la belleza en los seres
sensibles es tan opresora que ha sido
preciso difundir bulos tranquilizadores,
como que los guapos son idiotas o que la
verdadera belleza está en el interior, para
evitar depresiones masivas entre los feos y
los simples. La verdad, queridos niños, es
que la personas bellas suelen ser, además,
más inteligentes, consiguen mejores
trabajos, se emparejan con gente igual de
bella y saben tocar la armónica y el violín.
Como compensación, sufren la condena de
tener que soportar nuestra envidia.
bidé. Duplicado enigmático de un retrete que
los constructores colocan en los cuartos de
baño para despistar a la población. Suelen
usarse para lavarse los pies, poner en
remojo bragas y calcetines o dar de beber
agua al perro.
birrete. Gorro extravagante e inútil,
rematado con borla, que completa la
vestimenta absurda con la que las
autoridades académicas enfatizan el
anacronismo de sus costumbres.
bolsa. Institución mercantil en donde se
compravenden sueños. La costumbre obliga
a los agentes de bolsa a vestir corbata para
que puedan colgarse con ella siempre que
dilapiden una fortuna.
bondad. Inclinación natural de las personas
a hacer el bien que es desoída en la infancia,
despreciada en la juventud, desdeñada en la
edad laboral y apreciada en la madurez.
boxeo. Método dialéctico de acceso a la
conciencia del yo a través de la percusión
mutua y asistemática de la cabeza y el
hígado de sendos filósofos. El conocimiento
adquirido es de gran trascendencia para el
entendimiento del ser y el devenir de la
persona humana, que se sustancia en la
estoica sentencia «No somos nadie». Sin
embargo, pese al provecho de su enseñanza
y su hondura estética, el boxeo ha sido
proscrito de la escuela y la academia.
Preferimos los caminos largos para llegar al
mismo sitio. Así declinan las civilizaciones.
burka. Instrumento de liberación de la
mujer islamizada, con apariencia de
sudario, que la rescata de la vanidad, la
obsesión por la belleza física, la esclavitud
de la moda y las miradas lujuriosas de los
varones. Fue introducido en la corte de los
patanes por Habibullah Khan, Emir de
Afganistán, para evitar que la belleza de las
mujeres de su harén turbara a los hombres.
Fue en el siglo XX. Hasta la fecha, es la
aportación más exitosa de Afganistán a la
cultura mundial.
burocracia. Fragmentación minuciosa de
las rutinas de trabajo en una organización
destinada a producir un flujo incesante de
documentación que ha de insertarse por el
conducto reglamentario de sus integrantes.
C
cabecilla. De cabeza dura, pocas luces y
habilidad innata para conducir a sus
seguidores hacia el precipicio.
cabestro. Macho castrado y sin ambiciones
—si acaso, las gastronómicas— utilizado
para apaciguar y reconducir las crisis. Pese a
su cornamenta es dócil y acostumbra a
comer de la misma mano que le azota.
Muge, pero con sordina.
cabeza. Parte superior del cuerpo,
ocasionalmente cubierta de cabello y repleta
de malas ideas que, como la cabeza de las
gambas, sólo se aprovecha para hacer
caldos.
cacharro. Artilugio revolucionario con más
de siete meses y un día de antigüedad.
cachondeo. Método de descontaminación
que baja los humos y airea el hedor a
incienso.
cacofonía. Representación escrita del ritmo
producido
por
un
cerebro
sordo.
Malsonancia y torpeza de los textos, en
especial cuando presumen de literarios, que
produce desagrado y alimenta la sospecha
de confusión intelectual en quien escribe.
cañón. Herramienta de impacto, corte y saja
muy apreciada en las carnicerías. Su
producto principal, la carne de cañón, es
muy demandado en los períodos de
erección, ampliación y destrucción de las
naciones.
capitalismo. 1. Monstruo con muchos
dientes y tres cabezas —una de ellas con
chistera— con el que se asusta a los niños
que no quieren estudiar. 2. Sistema
socioeconómico que se basa en adquirir,
acumular y hacer que se reproduzcan el
dinero y la propiedad, normalmente
haciéndolos copular bajo vigilancia en un
corral llamado mercado. El dinero se
obtiene vendiendo bienes y servicios a un
precio que se fija en función de la oferta, la
demanda y las maniobras de los cárteles. En
lo alto de la jerarquía económica se
encuentran quienes producen o venden
masivamente cualquier cosa, incluido el
propio dinero, y quienes ofrecen servicios
relacionados con el conocimiento; en lo más
bajo quienes sólo pueden ofrecer el fruto de
su esfuerzo físico o su propio cuerpo, bien al
completo o por partes, a veces, bajas. Existe
permeabilidad social, es decir, quienes
ocupan la zona baja de la pirámide social
pueden llegar a alcanzar la zona alta, pero
difícilmente en la misma generación, salvo
braguetazo o robo, rapiña, tráfico ilegal y
otros
comportamientos
considerados
delictivos. Aunque la mejor garantía para
salvar las barreras sociales suele ser la
educación, las masas proletarias tienden a
confiar en la lotería y en los concursos de la
televisión.
caracol. Animal asombroso de un sólo pie
que camina sobre el estómago, lleva sobre
su espalda una casa diseñada en espiral
logarítmica, es hermafrodita, pone huevos y
tiene los ojos en la punta de los cuernos. Si
fuera cierto que Dios creó a todos los seres,
habría que reconocer que tenía sentido del
humor.
caridad. Ayuda que se presta a los
necesitados por la incapacidad de las
administraciones públicas de cumplir las
funciones que tienen asignadas.
castrato. Cantante infantil a quien para
preservar su voz de alto se le emasculaban
los bajos.
cecina. Esfuerzo último y fallido del caballo
y la vaca por emular los milagros del dios
cerdo.
celos. Respuesta emocional producida por el
surgimiento de protuberancias córneas en la
zona frontal del cráneo.
cerdo. Estructura biótica capaz de procesar
vegetales, frutos, insectos, carroñas y
residuos, y convertirlos en carne y grasa
comestibles y piel utilizable. Del cerdo,
como del turista, se aprovecha todo. Es
animal simpático y oloroso, y por ello
empleamos sus diversos nombres (cerdo,
puerco, marrano, guarro, cochino, etc.) para
calificar a las personas que alegran nuestra
existencia y nos aromatizan con su
presencia.
change.org. Protestódromo virtual que
unifica tres grandes avances del siglo XX: la
manifestación como exhibición pública de
poder y descontento; el tontódromo, o
circuito de paseo ciudadano para ver y ser
visto; y el sillón de orejas, síntesis de
seguridad, confort y entretenimiento. El
futuro de las protestas sin porras ni balas de
goma pasa por incorporar herramientas de
medición e iconos con corazones: Me gusta
la protesta, Comentar la protesta, Seguir la
protesta, Apoyar la protesta, Compartir la
protesta. «¡Tu protesta ha alcanzado los
500 seguidores y ha obtenido un 50% más
de participación que tus protestas
anteriores! Promociónala para conseguir
más
manifestantes.
Utiliza
nuestra
herramienta de conexión con las redes
sociales. Por sólo 50€ podrás cambiar el
mundo». En un futuro, el ansia de los
manifestantes en pantuflas por cambiar el
mundo, podría medirse por el número de
corazones o velas virtuales encendidas.
chistu. (euskara, txistu) Instrumento
presuntamente musical cuya armonía y
melodiosidad sólo se aprecia a una distancia
mínima de 500 metros o con la cabeza
sumergida en el agua. Comparte con la
dulzaina, la gaita, el tambor y las trompetas
de Jericó la peculiaridad de perforar
tímpanos, derribar murallas y hacer
enloquecer a los mansos. Si Dios, en lugar
de poner a prueba la paciencia de Job
matando a sus hijos, le hubiera enviado
unos txistularis o unos gaiteros, habría
ganado la apuesta.
ciclista urbano. Ventajista a pedales que
con el pretexto de considerarse un
ecologista con ruedas incumple las normas
de circulación indistintamente en la acera,
en la carretera y en el carril bici.
cirugía estética. Especialización cosmética
de la cirugía plástica cuyo fin último suele
ser mejorar el tránsito por el canal de la
entrepierna.
cleptómano. Ladrón que, siguiendo los
consejos de su abogado, ha conseguido
sobornar a un médico.
coliflor. Hortaliza flatulenta que se adorna
como flor para enmascarar su condición de
berza.
comercio. Actividad socioeconómica que
consiste en intercambiar bienes, mercancías
o servicios, por medio de la compraventa o
del trueque. El comercio parte de la feliz
creencia de que las dos partes implicadas,
tanto compradores como vendedores, salen
beneficiadas en el negocio. Nada más
estimulante que una buena compra salvo,
quizá,
un
intercambio
de
favores
satisfactorio y gratuito. Como para su
desarrollo y funcionamiento el comercio
requiere de normas, relaciones pacíficas,
seguridad en los intercambios y garantía de
entendimiento, se le considera una gran
fuerza civilizadora. Las religiones, aunque
disimulan, lo entendieron prontamente.
Jesucristo echó a los comerciantes del
templo para preservar el monopolio de
venta de hechicerías para los sacerdotes.
Los griegos, que fueron unos cachondos,
consagraron a Hermes como dios del
comercio, de los ladrones, de los mentirosos
y de los poetas, razón por la que American
Express lo elevó a los altares de su tarjeta.
Dan ganas de componer una oda.
comisión. Porcentaje adjudicado por la
consecución de un botín.
comunismo. Doctrina política, económica,
social y revolucionaria que promueve la
supresión de la propiedad privada, del
individuo, de la acumulación de capital, de
la división del trabajo, de las clases sociales
y, finalmente, del Estado, con el objetivo de
distribuir equitativamente toda la pobreza
que genere.
conciencia. Implante cerebral de un código
de comportamiento social que sólo
reacciona en presencia de tres catalizadores:
una cámara de vigilancia, una Biblia o una
porra.
concisión. Precisión, economía y elegancia
en la expresión que caracteriza a quienes
sabemos lo que queremos decir, frente al
resto, que se conforma con intentar
explicarse.
cónclave. Asamblea de cardenales católicos,
encerrados bajo llave, en donde se elige al
nuevo Obispo de Roma que, a partir de ese
momento, se vuelve infalible porque le dicta
los dogmas Dios en forma de paloma.
confianza. Seguridad infundada de no ser
traicionado. Es efímera, no proporcional y
oscila en función de la coyuntura y la
predisposición de ánimo. Debe practicarse
entre iguales. Caperucita, por ejemplo,
debería desconfiar de la invitación a cenar
del Lobo; salvo riesgo de llegar en posición
subsidiaria a los postres.
contemplación.
Estado
de
silencio
espiritual, obtenido mediante la renuncia al
pensamiento y a las sensaciones, similar al
que experimentan el loto y las lechugas. La
contemplación es el fin último de las
religiones orientales, dedicadas a fomentar
la obediencia y el amodorramiento.
corrupción. Uso abyecto de los mecanismos
del poder público para obtener beneficios
personales que emplean habitualmente
nuestros adversarios políticos, en lugar de
actuar como nosotros, que siempre
beneficiamos a la humanidad en general y a
la familia y los amigos en particular, sin que
sea necesariamente en este orden.
costumbres. Hábitos sociales convertidos
en normas a fuerza de repetición y coacción.
Las costumbres se clasifican en buenas,
como comer torrijas en Cuaresma o respetar
a las cigüeñas, y malas, como frecuentar
prostíbulos y emplumar curas. Cualquier
espíritu sensible y cultivado aborrece las
costumbres y desprecia a los costumbristas.
crédito.
Mecanismo
financiero
para
satisfacer el deseo y adelantar el tiempo, que
permite disfrutar en el presente bienes que
pagaremos en un futuro a plazos. Su uso
alegre y desprejuiciado puede provocar que
los bienes adquiridos se volaticen y que, sin
embargo, haya que seguir pagando
indefinidamente los plazos y sus intereses
por no haber leído el manual de
instrucciones y por no entender la
diferencia entre valor y precio.
crepúsculo. Momento del día en el que pían
los pajaritos, se iluminan las nubes de
colores y los humanos se ponen líricos, se
emocionan y se frotan. Conviene asistir
duchados y perfumados.
cronógrafo. Reloj de altísima precisión que
incorpora minutero, segundero, calendario,
mareómetro, rueda de fases lunares, brújula
y multitud de manecillas y coronas, que
utilizan submarinistas, paracaidistas y
pilotos acrobáticos para entretener la vista
en el instante previo al desastre.
crueldad. Satisfacción que experimenta un
imbécil ante el sufrimiento de los demás. Es
practicada con fruición por niños, sádicos,
cobardes, bocazas sin formación, profesores
de asignaturas absurdas, cornúpetas y, en
general, por los humanos inmaduros, que
son legión.
cuadrilla.
Asociación
humana
cuya
actividad principal consiste en buscar
abrevaderos alcohólicos, utilizarlos, vomitar
por simpatía y relatarlo con aire de gesta en
posteriores reuniones.
curiosidad. Impulso que empuja a los
tontos a interesarse por lo que no les
concierne.
curriculum. 1. Antología de Grandes Éxitos
personales que se ofrece a una quinta parte
de su precio por cambio de tendencia y
escasez de demanda. 2. Radiografía de un
exitoso periplo laboral que expuesta a la luz
deja ver multitud de manchas negras.
cursilería. Manifestación estética de una
sensibilidad fraguada en el jardín de
infancia y madurada en el universo Disney.
Los humanos auténticamente cursis tienden
a hablar en modo autocita: «Como digo yo,
para qué ser malos pudiendo ser buenos».
D
dato. Información fría que una vez aislada y
descontextualizada, y sometida a presión y
temperatura, sirve para fundamentar una
mentira.
debate. Programa televisivo basado en la
confrontación demagógica de puntos de
vista irreconciliables para crear tensión
dramática, aumentar la audiencia y vender
espacio publicitario. Se considera incorrecta
la pronunciación deváter, aunque no sé por
qué.
decatlón. Conjunto de diez pruebas de
atletismo cuyo objetivo es mantener
entretenidos y cansados a los machos con
superproducción de testosterona.
decorador de interiores. 1. Hombre
decoradora de interiores. 2. Psicólogo.
decoradora de interiores. Mujer que
considera que cualquier cama, sofá, sillón o
silla necesita ser adornada con un cojín. O
dos.
delicadeza. Trato exquisito con las
personas, los seres vivos y las cosas que
distingue a los seres cultivados de los que
aún no han abandonado el estado de
naturaleza. Así, los auténticos gentlemen
evitamos proferir groserías e insultos y, por
el contrario, optamos por enviar cálidos
recuerdos a la señora madre de quien nos
ofende.
demagogia. Estrategia política consistente
en reemplazar las razones para adherirse a
un proyecto por prejuicios, emociones e
instintos. Llega con rapidez a los receptores,
puesto que los humanos reaccionan
automáticamente a los estímulos primarios
mientras que son usualmente impermeables
a las sofisticaciones de la razón.
demócrata. Partidario de elegir a las
personas que han de decidir qué cantidad de
dinero se extrae en forma de impuestos de
su sueldo y patrimonio. Frente a las
evidencias en contra, el demócrata sostiene
la creencia de que el poder reside en el
conjunto de la sociedad, que está formada
por individuos libres e iguales ante la ley, y
que las relaciones sociales y los conflictos de
intereses han de resolverse mediante
mecanismos contractuales que fomenten la
solidaridad e inhiban la violencia. Es especie
endémica de origen europeo que se
reproduce poco, pues la mayor parte de sus
crías o son infecundas o hibridan con
especies más resistentes y menos idealistas
de costumbres caníbales.
depilación. 1. Intento fallido de ocultar el
parentesco primate. 2. Técnica exitosa de
rejuvenecimiento sexual que hace que una
mujer se parezca a su hija impúber y un
hombre a la amante lesbiana de su esposa.
derecho. Conjunto de normas coactivas que
regulan el mantenimiento del orden social,
grácilmente denominado convivencia. Para
que el Derecho funcione son necesarios: una
redacción abstrusa de las leyes, un cuerpo
sacerdotal de intérpretes, una casta de
saqueadores comisionistas (encargada de
intermediar en las disputas y trasvasar el
dinero de unos bolsillos a otros), y una
legión de tipos armados que asegure el
funcionamiento engrasado del sistema.
dictadura. Invento jurídico romano que, en
situaciones de emergencia, autorizaba el
poder absoluto por tiempo limitado. El
Senado Romano nombraba Dictador a la
persona que consideraba más capaz de
resolver la crisis. Debe distinguirse del
concepto moderno de dictadura, consistente
en que un grupo de militares resabiados,
reunidos en una cantina, nombran dictador
al más salvaje de ellos por tiempo
indefinido.
dietética. Hermana pija y flaca de Nutrición
que se ha independizado de su madre
Medicina para montar una tienda en donde
vende zumos y tés purgantes, galletas de
fibra,
aceites
aromáticos,
inciensos,
antioxidantes, vitaminas y aloe vera. Suele
publicitarse como una joven rubia que se
alimenta en un bol de frutas, mide
constantemente su talle con una cinta
métrica
y
sonríe
agilipolladamente
exhibiendo unas mínimas bragas y unos
glúteos tersos.
digital. Procedimiento de contratación o
selección de personal basado en el análisis
exhaustivo de la trayectoria hacia donde
apunta un dedo.
dios. Para las religiones de Libro, creador
irresponsable de todas las cosas. Vago.
Trabajó seis días. Desde entonces se limita a
fisgar y a poner nota. Se escribe con
mayúscula.
disparate. Acto que, por falta de
inteligencia,
información,
formación,
ambición o riesgo somos incapaces de
comprender. Por ejemplo, la construcción
de estaciones espaciales en Marte,
megaciudades de la cultura, ultrapuertos y
superpalacios de congresos. Individuos tan
cortos como yo habrían visto con malos ojos
la erección de las pirámides de Egipto, de la
Gran Muralla China o del edificio Burj
Khalifa. Pido humildemente, por el progreso
de la humanidad, que las autoridades
públicas no me consulten, como hasta
ahora.
dodecafonismo. Revolución musical contra
la jerarquía de la escala cromática cuyos
resultados han consolidado firmemente la
jerarquía de la escala cromática. Sirve para
ahuyentar a los perros y a las visitas.
E
efusión. Fase expansiva de la borrachera
que acompañada de confusión precede al
canto y a la difusión de contenidos gástricos.
elecciones. Mecanismo que permite renovar
periódicamente a los representantes que no
hemos elegido para que hagan lo que no
queremos.
elegancia. Gracia, claridad y distinción que
caracteriza a las personas limpias, de
razonamiento claro, gustos sencillos y
comportamiento generoso y los diferencia
de los sucios, obtusos, retorcidos y torpes
que no piensan ni se comportan como
nosotros.
elocuencia.
Elegancia
oratoria
que
seduciendo a la razón y conmoviendo al
corazón encuentra abierta la puerta del
bolsillo.
emoción. Manifestación física de la
alteración del ánimo que empuja al llanto, a
la lírica y a la contemplación de crepúsculos.
La civilización occidental considera de mal
gusto la manifestación de las emociones y
valora la circunspección en los funerales,
especialmente si el muerto es ajeno. En
España, sólo está bien visto liberar las
emociones en los estadios para enviar
recuerdos cariñosos a la señora madre de
los árbitros y en los espectáculos cómicotaurinos para gritar olé y uy. Cuando una
emoción se repite y se piensa (pero poco) da
lugar a un sentimiento. Un sentimiento con
apetito es un deseo. Y un deseo sostenido,
una pasión o un abuso de Viagra.
emoticono. Jetilla. Síntesis de economía,
vagancia y pereza expresiva utilizado para
reflejar una emoción en la comunicación
telemática. El mimo de las redes sociales.
envidia. Enfermedad melancólica de quien
sufre como fracaso propio el éxito ajeno.
Nada hay más peligroso que un envidioso,
salvo quizá un tonto con una pistola o un
poeta con un lápiz.
escándalo. Indignación
publicitada
y
enfática acompañada de abundante perifollo
retórico y pantomima gestual. Es un
producto típico de la sociedad de la
información y el entretenimiento. Para
funcionar necesita tres elementos: una
información ocultada, un informante que se
finge virtuoso y un público de hipócritas
haciendo aspavientos. El escándalo sucede a
grandes revelaciones increíbles: ¡una
agencia de espionaje, oh, espía!, ¡un
ejército, ay, mata!, ¡un banquero se queda,
eh, con el dinero!, ¡una peña de ultras
futboleros es, oé oé oé, racista!, ¡la gente,
ah, se droga! Si se cuida el tiempo de
cocción genera titulares, columnas y
tertulias que a su vez pueden generar
nuevos escandalitos. El escándalo es la
espuma de la noticia, pero suele ser
conveniente que cuando baje la espuma se
vean los datos fríos e incontrovertibles que
dan forma a la verdad. Si no, el público se
siente estafado y opta por otras formas de
entretenimiento.
escepticismo.
Rama
recreativa
del
periodismo dedicada a desmentir las
explicaciones paranormales, como que los
extraterrestres dibujan círculos en los
sembrados, que el electromagnetismo
propaga el cáncer o que el reuma se cura
con aromaterapia. Tiene cabida en los
periódicos en la página de Ciencia situada
junto al Horóscopo.
escritor. Profesional de la literatura que
gana su salario en oficios diversos o
chuleando a su cónyuge. Sólo los más listos
opositan a plaza en la Administración
Pública, en donde mitigan su aburrimiento
reverdeciendo la leña de la prosa
funcionarial. Sufren, en general, de un
exceso de vida interior pese a lo cual suelen
cultivar prestigio de alcohólicos y disolutos
nocturnos para explicar su querencia diurna
por el café o el té. Como miembros de la
fratría intelectual, se exhiben en Jornadas,
Congresos, Semanas y Ferias en busca de
lectores que les halaguen o, en su defecto,
editores que les paguen (los mecenas se
extinguieron en la última glaciación). Los
que alcanzan el éxito son inmediatamente
crucificados por sus congéneres con
acusaciones de comercialidad, falta de
exigencia artística o sensiblería, acusación
esta última que se aplica, indefectiblemente,
a las mujeres; como venganza, su obra no es
incluido en el Parnaso de los textos de
bachillerato. Los más afortunados triunfan
post mortem tras ser redescubiertos por un
crítico radical que califica su vida de
‘fracaso’ y su actitud de ‘insobornable’.
eslógan. Frase adhesiva que despierta la
imaginación y alegra el bolsillo.
espacio. Extensión que ocupa la materia. O
extensión que ocupa la antimateria. O
extensión ocupada por el todo y un señor de
Cuenca. El espacio suele dividirse en
interior, regido por las leyes de la física, y
exterior, regulado por las de la fantasía.
esperanza.
Confianza
infundada
en
conseguir lo que se desea. Es un estado de
ánimo propio de indolentes, crédulos,
religiosos, pacientes de curanderos y
jugadores de lotería. «Lo último que se
pierde es la esperanza» es la frase
recurrente de quien acaba de dejarse los
cuartos en una apuesta que tiene ínfimas
posibilidades de ganar; en realidad, lo
último que acaba de perder es su dinero.
espíritu. Manifestación plasmática de
individuos fallecidos que, tras atravesar la
vida con circunspección, y pasar a estado
inerte, no paran de hablar ni aunque los
incineren. Los espíritus suelen manifestarse
ante poseedores de tablas ouija, libros de
templarios y, en general, ante gentes
proclives a la paranormalidad.
estado. Organización institucional de
carácter coactivo cuyo objetivo es regular
todos los aspectos de la vida de las gentes
para evitar que se maten, violen, se coman
entre ellos y escriban poemas épicos para
celebrarlo. Para conseguirlo, el Estado crea
instituciones
diversas
(administración,
tribunales, policía, ejército) y se dedica a
dictar normas y arbitrios. Siendo sus
actividades fundamentalmente molestas, se
soporta al Estado por los grandes beneficios
que proporciona. Algo parecido ocurre con
el vestido, la familia y los vendedores de
seguros.
estiércol. Excremento animal que se utiliza
para abonar las hortalizas que degustamos
bajo la etiqueta de «agricultura ecológica».
estómago. Divinidad con forma de fuelle de
gaita, residente en el abdomen, a quien las
clases dirigentes ofrecen sofisticados y
gravosos sacrificios públicos diarios. Es
insaciable. Muestra su agradecimiento
aumentando de volumen y expeliendo gases
innobles.
europarlamentario. El concejal que sabía
inglés.
extravagancia. Elegancia extrema que
distingue a quienes tienen la capacidad de
decir y hacer lo que es preciso en lugar de lo
que es conveniente y convencional.
F
familia. Agrupación natural de personas
emparentadas cuya finalidad principal es
transmitir los prejuicios, repartir las cargas,
anular las personalidades y publicitar los
reproches. En su versión benigna viene
acompañada de herencia patrimonial,
aunque lo normal es heredar la calvicie, la
hemofilia, la propensión al cáncer y la
afición al juego.
familia política. Familia adosada que
añade
perversiones
inéditas
a
las
desviaciones de la familia propia. Suele
incorporar suegra.
fascismo. Movimiento político totalitario
nacionalista, militarista, antidemocrático,
antiliberal, anticomunista y antihumanista
que desprecia al individuo y alaba a la masa.
Gusta de las lineas rectas y los culos prietos,
y prefiere la trompetería a los adornos del
violín. Su propuesta intelectual más notable
es el sometimiento de la razón a la voluntad
por lo que, lógicamente, hoy sólo prolifera
en los estadios de fútbol.
fauna. Conjunto de especies animales que
decoran un espacio natural sin molestar en
exceso. Cuando molestan, dejan de ser
decorativas y pasan a ser exterminables,
como las hormigas, los estorninos o los
lobos. Añaden cierto interés —junto con la
flora, las granjas y los viaductos— a los
despoblados conocidos como paisaje.
fe. Obcecación en creer lo imposible que
confunde
la
percepción,
tuerce
el
entendimiento y violenta la razón. A la fe de
otros la denominamos credulidad.
fenicio. Antiguo pueblo mediterráneo a
quienes
debemos
la
invención
y
propagación del alfabeto, los principios del
comercio y la cultura del vino. Por
cualquiera de estas cosas su memoria
merece respeto eterno.
feo. 1. Persona de la que siempre se alaba su
inteligencia o simpatía. 2. Que mantiene
relaciones difíciles con la proporcionalidad,
la simetría y la escala cromática. 3. De
belleza francamente
convencional.
alternativa
a
lo
fertilizar. Aumentar la producción vegetal
de la tierra mediante la inserción de
nutrientes
biológicos,
particularmente
cadáveres. La lengua castellana reconoce la
función fertilizante de los cadáveres
mediante la bella metáfora «criar malvas»,
flor de tumba y camposanto que ilustra los
misterios de la reencarnación e inclina al
estudio de la segunda ley de la
termodinámica.
fracaso. Especialización exitosa en un nicho
ecológico en retroceso, como los bares de
barrio, los gimnasios de boxeo, las
cineclubes o el periodismo de papel. No hay
salida, salvo la extinción o el braguetazo.
francés. Lengua romance de fonética nasal y
gutural a la que se ha llegado por la
ingestión a lo largo de generaciones de
cremas, salsas, mantequillas, quesos grasos
y patés. Podría hablarse de cierto
dimorfismo fonético entre mujeres y
hombres; ellas pronuncian como si se
hubieran tragado un gato y ellos como si lo
estuvieran regurgitando. La práctica del
sexo oral se conoce también como «hacer un
francés» probablemente por la dificultad de
pronunciar las erres mientras se ejecuta.
fundación. Organización sin ánimo de
ganancia y provecho explícito que suelen
usar las organizaciones políticas para
ocupar y entretener a sus grandes
quemados. Funcionan con dinero público.
Pueden clasificarse en:
A. Pensantes (productoras o contratistas de
rancho ideológico y relato justificativo).
B. Investigadoras (usualmente dedicadas a
ordenar, clasificar e investigar sus propios
archivos).
C. Dialogantes (intercambian dialogadores
con otras fundaciones dialogantes para
dialogar sobre la importancia del diálogo).
D. Premiantes (dedicadas al reparto de
distinciones, galardones y gratificaciones
entre los integrantes de los grupos A, B y C,
y a escritores, artistas o actores que se
hayan distinguido en la firma de
manifiestos y adhesiones).
funeral. Ceremonia en la que se despide a
un difunto embalsamando su recuerdo con
mentiras.
G
gastronomía. Arte de convertir los
alimentos en oro. Como ocurre en todo arte
moderno, muchos de sus creadores han
renunciado al empeño de producir placer
limitándose a provocar sorpresa. Entre sus
artistas más notables hay verdaderos genios
de la prestidigitación, como uno que
convierte aire aromatizado en billetes de 50
euros.
genealogía. Estudio de las líneas de
ancestros y progenie de un humano, en cuyo
origen siempre aparece un mono y en cuyo
transcurso es frecuente encontrar a muchos
animales.
genética. Rama de la biología que estudia
por qué siendo sus padres y abuelos
inteligentes, guapos, sanos y aficionados a la
floricultura, usted es tonto, feo, tiene seis
dedos en los pies, es pirómano y se parece
tanto a aquel vendedor de caramelos.
gestoría. Oficina de escribanos y leguleyos
dedicada a conducir por el conducto
reglamentario las relaciones de los
ciudadanos y las pequeñas empresas con la
Administración Pública y sus organismos
recaudadores. Tratan también con otras
entidades antipáticas como acreedores,
bancos, compañías de seguros y empresas
de servicios ubicadas en el monte Olimpo,
como telefónicas o eléctricas. Su campo de
actividades es el conocido popularmente
como papeleo. Entre sus especialidades está
el ofrecer asesoramiento para el escaqueo de
impuestos a cambio de una porción del
botín. Es producto de gran implantación
hispánica, reminiscencia fructífera de un
pasado en el que se mezclaban el
analfabetismo generalizado de la población,
el diseño abstruso del Estado y la
multiplicación cancerígena de leyes y
normas. Afortunadamente, las cosas han
cambiado
mucho:
el
analfabetismo
generalizado ha sido reemplazado por el
analfabetismo
funcional
generalizado,
mientras que la administración pública y la
legislación han dados pasos de gigante hacia
la inflación barroca con la multiplicación
exponencial de departamentos y oficinas y
negociados y leyes y normas de carácter
local y provincial y autonómico y estatal y
supranacional.
gorrión. Pájaro doméstico de la familia
Tocapelotidae que con su alegre piar
inflama el espíritu del durmiente y alegra las
alboradas. Es comestible.
gratitud. Sentimiento de reconocimiento
por los favores recibidos cuya medida se
expresa en gramos. Puede calcularse
mediante la siguiente fórmula matemática:
G=f.d/(T.D)2, en donde f es el favor recibido
expresado en euros, d la duración del favor
en años, T el tiempo en años transcurrido
desde que finalizó el favor hasta la
actualidad y D la distancia en kilómetros
que nos separa del lugar en donde se realizó
el favor. Dicho de otra manera, el
sentimiento de gratitud es directamente
proporcional al producto de la duración del
favor por el dinero empleado en
gratificarnos, e inversamente proporcional
al producto elevado al cuadrado de la
distancia a la que se encuentra quien nos
hizo el favor por el tiempo transcurrido
desde entonces. Por qué el resultado
obtenido de multiplicar y dividir euros, años
y kilómetros se expresa en gramos, es un
misterio en el que aún estoy trabajando.
H
hermenéutica. Arte de retorcer el
significado de los textos para fijar lo que
deben decir y que, normalmente, no dicen.
Los textos incomprensibles suelen serlo por
dos razones principales, a) están escritos
por alguien confundido —profetas, poetas,
astrólogos,
homeópatas,
naturopátas,
papanatas— o b) están escritos para
confundir a los legos (teología, metafísica,
ciencia, leyes). Los hermeneutas de clase a
(filólogos, gurúes, santones, dependientes
de tiendas de macrobiótica) se distinguen de
los de clase b (obispos, filósofos, científicos,
abogados) por su condición eventual,
prescindible y chiripitifláutica, mientras que
los hermeneutas de clase b son los
intérpretes del orden social. Un índice fiable
de descomposición social es descubrir que el
lugar de los hermeneutas de clase b ha sido
ocupado por los de clase a.
hipocresía. Fingimiento de lo conveniente,
acompañado de ostentación moral, para
ganar prestigio. El hipócrita invierte en su
reputación atribuyéndose y exhibiendo
comportamientos,
ideas,
sentimientos,
creencias y opiniones ajenas que considera
tendencias sociales triunfantes. La actitud
hipócrita es, por una parte, una forma de
adaptación al medio y, por otra, un
comportamiento
ejemplarizante
que
propaga los valores dominantes, promueve
la integración en la comunidad moral o
ideológica, y favorece la homologación
social y el adocenamiento. La hipocresía es
la forma triunfante del comportamiento
político contemporáneo. Teóricamente, lo
contrario de la hipocresía es la sinceridad,
pero el hipócrita consumado alcanza la
excelencia cuando su fingimiento le engaña
a sí mismo haciéndole creer que es sincero.
Los seres sensibles, aunque deberíamos
retorcer el cuello de la paloma hipócrita,
preferimos fumigarla con ironía. Si la
hipocresía cohesiona, la ironía disgrega.
hipócrita. Facundo farsante que se
sorprende de que las agencias de espionaje
espíen, las porras de los policías no sean de
adorno y la gente guapa se dedique al
fornicio. Un día de estos descubrirá que los
ministros van gratis a los conciertos o que el
negocio de los bancos es ganar dinero. Se
escandaliza con gran aparato representativo
y fruncimiento de ceño, aunque también se
sospecha que aprieta con fuerza el ano.
Sufre indistintamente por la suerte del león
y de la gacela, por el indio de la puna y el
oso del Ártico, por el kurdo de las montañas
y el negrito del África tropical. Sufre por el
mendigo y la prostituta, por el sol y la lluvia,
por el árbol que se tala y el mineral que se
extrae, por el viejo que no muere y el niño
que no nace. Sufre por usted y sufre por mí.
Pero sólo cuando hay testigos.
hipoteca. Audaz mecanismo de crédito
consistente en ofrecer dinero a cambio de
un bien que se pone como garantía real. La
inconsciencia humana desarrolló a finales
del siglo XX un mecanismo de crecimiento
económico ficticio consistente en ofrecer
créditos desproporcionados basados en la
garantía hipotecaria de bienes que valían
infinitamente menos que el dinero prestado.
Los bancos dieron enormes cantidades de
dinero que pidieron prestado a terceros que
creían haberlo colocado en productivos
fondos de inversión. La inversión se
rentabilizaría
cobrando
intereses
y
comisiones a muy largo plazo. Por otra
parte, muchos clientes de hipotecas, con
más confianza en sí mismos que Hernán
Cortés a su llegada a México, asumieron
mediante la garantía hipotecaria gastos
desmesurados en viviendas que, en
condiciones normales, jamás hubieran
soñado en adquirir. Cuando se descubrió el
pufo de unos fondos invertidos en bienes
que no producían riqueza y cuya
rentabilidad se basaba en su reventa a
mayor precio a otros primos, el sistema
colapsó. La desconfianza hizo que dejara de
circular el dinero y la economía entró en
recesión. Aumentaron los impagos de las
hipotecas y los bancos tuvieron que asumir
que nunca recuperarían sus inversiones
millonarias en inmuebles. Aquellos que no
pudieron acceder a ayudas públicas,
quebraron o fueron vendidos. Todavía hay
hipotecados que andan preguntándose por
qué aún les toca pagar la diferencia entre el
valor y el precio.
homosexualidad.
Orientación
sexual
alternativa que, frente a la práctica
dominante del modelo tornillo-tuerca, opta
por los modos tornillo-tornillo o tuercatuerca. No es sexualidad reproductiva: no
produce ni tornillitos ni tuerquitas.
hormiga. Insecto social y colectivista que
vive en populosas colonias militarizadas y
cuyo comportamiento gregario, sumisión
jerárquica y laboriosa obstinación ha sido
alabada con frecuencia por maestros
monótonos,
curas
ladinos,
militares
correosos y fabulistas dóciles.
humano. Primate vestido que tras
abandonar la vida arbórea y atravesar
océanos de cultura hace todo lo posible por
seguir haciendo el mono.
humildad. Evaluación correcta de la propia
mediocridad. Si es consecuente, va
acompañada de actitudes de respeto,
obediencia y subordinación, aunque es
costumbre común de los soberbios fingir
humildad para ir acercando las ovejas al
degüello.
I
identidad cultural. Tufo a ritos y
costumbres que se excreta para ser
identificado por la manada propia. Sólo
funciona en las distancias cortas. A partir de
los 10 metros puede reemplazarse por una
camiseta de fútbol.
ideología. Tumoración cerebral en forma de
abultamiento córneo en la zona frontal del
cráneo producida por la sedimentación
amalgamada de ideas predigeridas y
consignas. Provoca fruncimiento de ceño,
restringe el campo de visión, tuerce la
perspectiva y causa aberración óptica y
cromática. En los casos más graves, el
individuo afectado pierde sensibilidad
general y tiende al autismo y a embestir a
otros congéneres con la testuz. En el aspecto
motriz, genera gesticulación y verborrea, así
como respuestas condicionadas de tipo
pavloviano. Es una dolencia de muy difícil
cura y a lo único que puede aspirar el
terapeuta es a reducir con utensilios
quirúrgicos el tamaño del tumor. Los
comunistas chinos, sin embargo, dicen
haber dado con un método, al que
denominan ‘reeducación’ (en inglés,
torture), que atempera los síntomas de la
dolencia. Debe descartarse de forma, ejem,
tajante el dispositivo mecánico del doctor
Joseph-Ignace Guillotin que, aunque
elimina de raíz el mal, produce efectos
irreversibles en la salud del paciente.
idioma. Cada uno de los sistemas de
comunicación verbal o gestual que sirve
para que no se entiendan entre sí las
comunidades humanas. Los idiomas se
distinguen de los dialectos en que poseen
Academia. Según la Biblia, Dios castigó la
soberbia de los hombres, que construían la
torre de Babel para asaltar el Cielo,
condenándolos a hablar distintas lenguas,
de modo que no pudieran entenderse ni
cooperar. Hemos heredado pues, gracias a
su divina providencia, diversas pestes: el
nacionalismo, la filolología y diccionarios.
Alabado sea su nombre, o sea.
ilusión. Fase previa de la decepción. Está
provocada por la sobre-excitación de los
circuitos fantásticos y la falta de
mantenimiento del sistema de evaluación
realista. Se caracteriza por la esperanza
absurda de que se cumplan deseos
improbables, como ser el único humano que
acierte la combinación del Euromillones o
que una estrella de Hollywood te llame para
pasar el fin de semana en París porque se ha
enterado de que acabas de heredar el
Principado de Mónaco.
ilusionante. Proyecto social o político
diseñado por un gabinete de charlatanes y
prestidigitadores. Debe ser deslumbrante,
ambicioso y de formulaciones simples,
redondas y brillantes, como las cuentas de
colores usadas para engañar a los indígenas.
Suele convenir cumplimentarlo con la
construcción de un edifico de enormes
dimensiones, para dar cabida a las grandes
esperanzas.
inauguración. Estreno pomposo de una
obra, edificio o monumento al que se acude
para adornarse por magia simpática de su
lustre y novedad. O porque pasan lista.
independentismo. Fase militante, febril y
argumentada del escaqueo de impuestos.
indiferencia. Reacción típica de la hembra
que mira por primera vez a un macho
transparente. O viceversa.
individuo. Humano indiviso. A lo largo de la
historia se ha podido comprobar que un
individuo desmembrado deja de ser
individuo sin que, misteriosamente, cada
una de sus partes forme un individuo nuevo.
No obstante, es un experimento que sigue
repitiéndose.
infanta. Actriz e hija secundaria de un Rey
de quien, por ser mujer, se espera que sea
decorativa, sumisa, casta, fértil, infeliz,
prudente
y,
preferiblemente,
muda.
Virtudes que, salvo la mudez, son también
muy apreciadas en las princesas y en las
reinas.
información
meteorológica.
Rama
televisiva de la divulgación científica para el
fomento de la conversación en los
ascensores.
informe (o estudio). Documentación que
en el ámbito político se encarga para
justificar una decisión arbitraria, razonar un
prejuicio, disimular una prevaricación o
justificar un gasto o una malversación. Suele
contratarse a empresas denominadas
consultorías o a individuos expertos en el
procesador de textos y el arte de cortar y
pegar.
ingeniería
genética.
Arte
de
la
manipulación y transferencia del ADN para
corregir,
controlar
o
modificar
el
funcionamiento de los seres vivos. Es arte
incipiente que, hasta el momento, apennas
ha conseguido producir tomates imberbes,
moscas sin alas y fundamentalistas ecólatras
y religiosos.
innovación.
Mantra
comercial
para
justificar el aumento de precio. Forma parte
de
la
expresión
algebraica
I+D+i
(Investigación + Desarrollo + innovación)
cuya ecuación nunca suele formularse
completa: I+D+i=($·$)2
intelecto. Facultad racional empleada
profusamente
para
justificar
los
comportamientos irracionales. Es muy
valorada, aunque bastante menos que una
buena fortuna o un buen culo.
inteligencia. Capacidad de interpretar
información para resolver desafíos. El
primer desafío suele consistir en percibir y
discriminar la información, momento en el
que se producen las primeras bajas. Luego
hay que entender la información, y es
entonces cuando caen malheridos la mayor
parte de los efectivos intelectuales. A las
soluciones novedosas y divergentes sólo
llegan los audaces. Debe hacerse constar
que hay idiotas con una extraordinaria
capacidad
para
simular
inteligencia
mediante un exitoso desarrollo de la
memoria y el fruncimiento del ceño.
introspección. Observación interior de las
motivaciones de un genio que revela el
mecanismo de un idiota.
ira. Sentimiento de furiosa indignación que
sufren permanentemente los espíritus
justos, en especial si son clérigos, políticos
en la oposición o intelectuales orgánicos. Al
contrario que las almorranas, ni se sufre en
silencio ni se calma aplicando pomadas.
ironía. Tono sutilmente burlón empleado
por los audaces para entender y explicar la
realidad desde perspectivas imprevistas.
Para los irónicos, la ironía no es un recurso
retórico sino una actitud. Mientras que el
lexicógrafo ve la motocicleta como un
vehículo autómovil de dos ruedas, el irónico
la explica como una prolongación del pene
con sillín. La ironía amplía el campo de
observación y viaja más lejos. Si el
sentimentalismo fue el tono predominante
del movimiento romántico, la ironía es la
manera de ver el mundo después de las
matanzas mundiales. Donde usted ve una
triste calavera, yo veo un cenicero.
J
jabalí. Cerdo silvestre que no ha sido
enredado por el discurso de la vida fácil y la
promesa de un sacrificio con reencarnación.
Jabugo. País fantástico en donde los
indígenas Pata Negra redimen su regalada
existencia
de
engorde
y
molicie
arrancándose los muslos y ofreciéndolos a
los dioses que los cuidan. Se dice que de sus
fuentes mana leche y miel, que del cielo
llueve un maná con forma de bellota y que
sus habitantes atan a los perros con
longaniza. Es lugar utópico, como Eldorado,
Camelot, Xanadú y Dubai.
jerarquía. Estructura de subordinación en
cuya cúspide acostumbran a situarse los
depredadores. Las narraciones, incluidas
esas que llamamos historia, suelen tratar de
individuos o grupos que intentan cambiar
de lugar en la jerarquía. A veces lo hacen
movidos por una ideología, aunque lo
normal es que lo hagan por ganas de vivir
mejor. Sin hablar necesariamente de
política, a los partidarios de mantener
inamovible la estructura jerárquica se les
denomina conservadores; a los que tratan
de modificarla, reformistas; a quienes
quieren
crear
un
orden
nuevo,
revolucionarios; a aquellos que pretenden
volver a un orden ya superado,
reaccionarios; y a quienes huyen, escapistas.
Sólo las sociedades jerárquicamente
permeables en todos sus niveles (social,
religioso, moral, intelectual, político,
laboral, empresarial...) pueden considerarse
realmente democráticas.
juicio. Pronunciamiento sobre la veracidad
jurídica de un hecho, no sobre la verdad.
Puede ser verdad que usted haya
acuchillado a su padre, pero si puede reunir
dos testigos que certifiquen que en el
momento de los hechos usted recogía setas
en los Apeninos, será declarado inocente.
Consejo: limpie las huellas del cuchillo y
aporte como prueba las setas.
justicia. Divinidad autista a la que se invoca
por medio de ceremonias rituales
denominadas juicios. El ideal la representa
como una señora bella y erguida, con los
ojos velados para
no discriminar,
sosteniendo una balanza en una mano para
pesar los actos lícitos e ilícitos, y
empuñando una espada en la otra para
impartir justo castigo. Una inmersión en el
realismo aconsejaría representarla gorda,
lisiada, sodomizada, alcahueta, bizca y
cabalgando a lomos de una tortuga.
L
látex. Resina elástica que la Naturaleza, en
su infinita sabiduría, ha concedido a los
fetichistas para que puedan excitarse y
sudar disfrazados de médicos, enfermeras,
nazis, gatos o neumáticos.
leche. Líquido embotellado o empaquetado,
originalmente proveniente de las glándulas
mamarias de un mamífero que tras ser
filtrado, homogeneizado, estandarizado,
deodorizado, bacterifugado, clarificado,
desgrasado,
vitaminado,
mineralizado,
ultrapasteurizado y saborizado, conserva la
principal cualidad del líquido original: es
blanco. Más o menos.
leotardo. Prenda afrancesante, ligera y muy
ceñida, que de cintura para abajo se ajustan
los bailarines de ballet con el fin de exhibir
el volumen de sus genitales.
lotería.
Ingeniosísimo
sistema
de
recaudación destinado a desplumar de
forma voluntaria y periódica a los incautos.
Suele ser monopolio del Estado. Funciona
realizando una apuesta a bajo precio contra
la posibilidad de obtener un beneficio
desmesurado. El negocio consiste en que la
banca siempre gana (nunca se reparte más
del 50% del dinero recaudado) y en que la
probabilidad matemática de obtener
beneficio es ínfima (llegando a proporciones
pasmosas, como 1 a 75 millones). Como
remate, y puesto que el ganador se convierte
de forma instantánea en millonario, es
despojado ipso-facto de buena parte de sus
ganancias en concepto de impuestos. Dado
que la probabilidad de perder el dinero
apostado es siempre altísima, la opinión
solvente considera a la lotería un impuesto
especial a la ignorancia matemática.
lujo. Exhibición lustrosa de lo innecesario o
difícil de obtener para subrayar el rango,
manifestar poderío y marcar territorio. Se
manifiesta en forma de bienes, vestidos,
obras de arte, cónyuges, esclavos, caniches,
aduladores... y con la organización de
festines y jolgorios. Varía dependiendo de la
cultura, del grupo social y de las épocas. En
ciertos pueblos americanos y asiáticos era
manifestación de lujo adornarse las cabezas
con plumas de aves exóticas, algo que en la
Europa continental se considera hacer el
indio (a los británicos se les permite). En
Europa, fue lujosa la costumbre de realizar
cacerías para adornar luego los salones con
cuernos de otros animales; hoy se considera
una costumbre bárbara, como la de vestir
pieles de fieras auténticas en lugar de llevar
un elegante tanga de Dior con estampado de
leopardo. En los hogares humildes de la
España de hace cuarenta años se consideró
un lujo empapelar las paredes, lucir sobre el
televisor un mirlo disecado o colgar de una
escarpia una pata de jamón.
M
macrobiótico. Practicante del pensamiento
gramíneo y la desnutrición programada.
matrimonio. Ceremonia de confirmación
de la unión sexual de dos humanos para
desgravar impuestos y producir o adquirir
hijos legítimos. Puede formalizarse ante una
autoridad civil o religiosa. El matrimonio
religioso obliga a que cada miembro de la
pareja sea de un sexo distinto, al menos en
apariencia, y a que los encuentros sexuales
se realicen sin disfrute y regodeo, pues Dios
lo mira todo.
medicina.
Ciencia
dedicada
a
la
administración de la salud humana. Se
distinguen dos escuelas: la paliativa, que
trata de extirpar la mayor cantidad de
dinero del paciente antes de que muera, y la
preventiva, que parte de la ingeniosa idea de
extraer el dinero del paciente antes de que
enferme.
meritorio. Quien habiendo desarrollado
grandísima habilidad para lamer un culo
aún no ha profundizado en la pericia
necesaria para hacerse con la propiedad de
la plaza.
meteorología. Ciencia de los fenómenos
atmosféricos. Se divide en dos grandes
escuelas, la Turística, que predice las
precipitaciones y temperatura de las zonas
de esparcimiento, y la Rural, practicada
indistintamente por monjes enclaustrados y
pastores de ganado ovino.
miel. Alimento que fabrican las abejas a
partir del polen para dar de comer a sus
crías y a los zánganos humanos que las
explotan. Tras siglos de observación y
aprendizaje hemos sido capaces de imitarlas
produciendo cera en nuestras orejas.
monarquía. Modalidad político sexual de
Jefatura
de
Estado,
habitualmente
consanguínea, en donde el poder es
personal, vitalicio, hereditario por vía
patrilineal y altamente decorativo. El
monarca, que salvo error reproductivo es
varón, es conocido como Rey, aunque hay
constancia de casos tan notables como
excepcionales de monarcas hembra con dos
cojones.
La
monarquía,
como
la
tauromaquia recreativa o la alta costura
heterosexual, es costumbre recesiva y sólo
se practica en sociedades decadentes con
tendencia al ensimismamiento.
motocicleta. Prolongación del pene con
sillín. Las hay de muchos tamaños y
cilindradas. Todo el mundo la quiere tener
más grande, aunque son muy apreciadas las
versátiles y las todoterreno.
museo. Peaje en monedas que hay que pagar
al barquero de la laguna Cultura para
alcanzar los infiernos de la Pedantería y la
Afectación. Solo es posible regresar
tapándose los oídos con cera y no mirando
jamás hacia atrás. Y apartando a golpes a las
hordas que circulan en dirección contraria.
N
nación. Construcción social imaginaria
concebida por individuos con intereses
económicos para someter a las gentes de un
territorio y rentabilizar su esfuerzo y sus
recursos. Para ser percibida como nación
por propios y ajenos requiere de una
tradición común y de unas señas de
identidad reconocibles que puedan hacerse
pasar por una cultura. La cultura nacional
se elabora a partir de elementos
preexistentes como el idioma, urdiendo
supercherías históricas y religiosas, y
seleccionando
elementos
folklóricos
distintivos, sean tradicionales o construidos
por encargo. Con esta base se promueve el
orgullo de pertenencia mediante el
procedimiento de exagerar las diferencias,
alabar las virtudes propias y denigrar las
ajenas. Ninguna nación sirve para nada si su
objetivo último no es la obtención de
ventajas y privilegios para los nacionales,
razón por la que las naciones se dotan de
ejército, legisladores, recaudadores de
impuestos, administración y banda de
música y se convierten en estados. La
nación, como la familia biológica, no se
elige, aunque es posible reemplazarla (a la
nación, no a la familia) mediante el sencillo
procedimiento de cambiar de bandera y
tradiciones, conducta que se conoce como
integración o traición, según se mire.
nacionalismo. Ideología política que
pretende que cada nación debe formar un
estado propio, es decir, un estado en
propiedad para arreglar las cosas en
famiglia. Puesto que toda fuente de
legitimidad nacionalista emana de la nación,
el reconocimiento de una legitimidad
superior sólo se produce por acatamiento,
siempre por obligación y jamás por
convencimiento. Subyace así en todo
nacionalismo un fundamento insurreccional
contra cualquier entidad basada en
principios universalistas, sea un estado
plurinacional, una alianza federal o una
religión
universal.
Contra
ellos
el
nacionalismo siempre reclamará estado
propio, iglesia propia y obispos propios,
reglas económicas propias e impuestos
propios, moneda propia, justicia propia… es
decir, todo cautivo y apropiado al interés y
beneficio temporal de los nacionales, que
normalmente se opone a los intereses y
beneficios del común. El nacionalismo es,
en fin, ideología romántica, reiterativa y
agónica, pues así como se funda en el
pecado original de una derrota —que suele
ser habitualmente una batalla perdida— su
legitimidad se retroalimenta por el
sentimiento de daño no mitigable que le
ocasionan todos los actos del mundo ajeno:
se siente así atacado por la cultura invasora
que lo desnaturaliza, por las lenguas
transnacionales, por la empresa extranjera,
por el trabajador inmigrante, por la
televisión y la radio transfronteriza, por la
cocina exótica, por la casa que no se integra
en el paisaje y el extraño que no se funde
con el paisanaje, por la flora y la fauna
invasoras, por el perro sin raza y la vaca no
autóctona, por la chuleta y el huevo sin
denominación de origen… Por lo demás, el
nacionalismo es la ideología más fácil de las
ideadas por los humanos, y de ahí su éxito:
para adherirse sólo hace falta estamparse en
algún sitio un simbolito y dejarse llevar por
la música.
nariz. 1. Probóscide respiratoria valvular que
permite a los humanos husmear en las vidas
y bragas ajenas pero les impide detectar los
olores y miserias propias. Se usa también
para sujetar las gafas. 2. Apéndice olfativo
que permite a los expertos detectar en un
vino aromas florales y a dinero.
natural 100%. Producto elaborado a medias
por la naturaleza y la actividad humana, que
no contiene conservantes ni colorantes,
como el yogur, el pan o las pastillas
laxantes.
Deben
distinguirse
estos
productos de otros elaborados al 100% por
la naturaleza, como la cicuta, los hongos
alucinógenos, la sal o la salmonella, que se
consideran naturales pero menos.
neocón. Abreviatura de neoconservador.
Apóstol bolchevique, normalmente de
facción troskista que, tras caerse del caballo
en el camino a la Universidad de La Jolla (o
de la Autónoma si es indígena), descubre
horrorizado que es un cerdo comunista y
procede a odiarse con efectos retroactivos.
El neocón aplica a su nueva militancia
conservadora
las
virtudes
que
lo
distinguieron en su antiguo credo: la
ofuscación intelectual, el inmovilismo
discursivo, la obsesión por considerar a todo
el mundo como criptocomunista y/o tonto
útil, y la tendencia a dar la tabarra a full
time por tierra, mar y aire (incluidas la
estratosfera y los fondos abisales). Es
especie entrañable, sobre todo cuando
aparta el Winchester y te enseña el ejemplar
subrayado de Marcuse o las fotos de cuando
era hippy, con barba poblada y ojos de estar
viendo postales de Lucy in the sky with
diamons. Conviene mantenerlos alejados
del periódico y las noticias, ya que les
provocan mutaciones instantáneas similares
a las que sufren los gremlins con el agua.
neoliberalismo. 1. Bestia mitológica que se
alimenta de los sueños adosados de
comunistas y socialdemócratas y los
transforma en Rolex. 2. Charlatanería
socioeconómica antihumanista que predice
que si el Estado se limita a regular el tráfico
los tiburones se volverán vegetarianos y los
gorriones pesarán cien kilos. Todos los
experimentos realizados hasta la fecha han
dado como resultado la proliferación de
tiburones con más dientes y la aparición de
gorriones transparentes y sin plumas.
new age. Evolución aromática e higienizada
del hippismo caracterizada por su evolución
cromática hacia los tonos ocres y por su
sincretismo cósmico-místico propenso a la
meditación, el rollete tibetano, las
curaciones mágicas y la ingestión de
infusiones y gramíneas. Su banda sonora
tiende a los sonidos de arroyo y los cantos
de ballena.
O
ópera. Representación teatral cantada cuyos
argumentos sonrojantes y textos sandios
quedan afortunadamente sepultados por el
fraseo ininteligible, el idioma ignoto, la
escenificación apabullante y la orquesta.
opinión. Prejuicio enmascarado como
razonamiento y emperifollado con retórica.
optimismo. Propensión del ánimo a
considerar como halagos las ofensas, como
mimos los escarnios, como inversión el
gasto, como oportunidad el despido y como
gesto de cariño la patada en el culo. La
infección optimista es especialmente dañosa
cuando afecta a las masas ya que, en
ausencia de aguafiestas que valoren los
riesgos, las tropas optimistas suelen
despeñarse cantando alegres alabanzas. Una
infección de optimismo llevó a los cristianos
a intimar carnalmente con los leones en el
circo romano, a los vikingos a criar vacas en
Groenlandia y a los incautos a comprar
viviendas a precios astronómicos para
pagarlas con un dinero que nunca tendrían.
oración. Maniobra de distracción contra el
mundo real consistente en suspender la
actividad y el juicio, relajar los músculos del
rostro y el orto, y expedir solicitudes y
alabanzas a una divinidad indiferente.
originalidad. Decantación de uno mismo a
la que se llega tras imitar mucho a otros. Así
como la cultura es el sedimento que nos
queda tras haber olvidado la universidad,
los libros que leímos, y las piedras, pinturas
y películas que vimos, la originalidad es el
fruto de haber imitado a tantos autores que
ya no logramos distinguir lo propio de lo
ajeno. A la originalidad, como a la propia
personalidad, se llega. Asumiendo a muchos
otros.
P
pachuli. Perfume penetrante utilizado para
marcar el territorio de apareamiento y
ahuyentar a los carcamales.
paciencia. Capacidad para padecer sin
inmutarse propia de bóvidos dóciles y
serviles. Muchas religiones han alabado la
actitud de Job, un patético calzonazos que
siguió alabando a Dios a pesar de que éste,
con el fin de ganarle una apuesta a su
compinche Satanás, permitió que Job
sufriera enfermedades, fueran atacados sus
criados, muerto su ganado, sufriera el
repudio de su mujer y le fuera quitada la
vida a sus tres hijas y siete hijos (¡diez hijos
aniquilados!). Otro profeta de su cuerda,
Jesucristo, interpretó el sencillo derecho
consuetudinario recogido en la Ley del
Talión, «ojo por ojo, diente por diente», con
una lectura audaz: «si te pegan en una
mejilla, ofrece también la otra». Es gracias a
estas enseñanzas por las que ha estallado
finalmente la paz entre los hombres justos y
la armonía de los pueblos y naciones eleva
hacia los cielos una música sutil y angelical.
padrón. Recuento de las cabezas de ganado
para planificar el ordeño.
palidecer. Perder el color de la tez al
advertir la magnitud de la tragedia.
palmario. Evidente a mis ojos, ininteligible
a los suyos.
palmero. Militante político encargado de
aplaudir
las
intervenciones,
fingir
entusiasmo y, en general, hacer bulto.
Tiende al cotilleo, pero soporta los insultos y
es capaz de acarrear grandes cargas.
Aguanta bien la dieta de bocadillos.
panegírico. Discurso encomiástico en honor
de un sabio o artista, muerto o zombificado.
Cuando el destinatario está vivo y es
persona poderosa, se conoce como coba o
ditirambo.
panfleto. Libro, periódico, revista o medio
audiovisual que alimenta la ideología
criminal de nuestros adversarios políticos. A
diferencia de la nuestra, que se nutre de
tratados de economía, ética, pensamiento y
filosofía especulativa.
pequeñoburgués. Término despectivo
usado por los acomplejados para describir
los gustos y aficiones que superan su
comprensión y raciocinio.
perfume. Líquido aromático utilizado por
los humanos para reemplazar los efluvios
segregados por sus glándulas odoríferas,
normalmente ocultas por la ropa. Sirve para
marcar el territorio emitiendo mensajes de
clase social y predisposición al coito, si bien
su uso indiscriminado en lugares no
propicios al amor crea confusión y
malentendidos. La costumbre de regalar
perfumes y ungüentos está muy extendida
desde la antigüedad. La Biblia, por ejemplo,
recoge dos oportunas ofrendas aromáticas
que los Magos de Oriente regalaron a Jesús,
recién nacido en un establo: un perfume, la
mirra, y un ambientador, el incienso.
pesimismo. Propensión del ánimo a
considerar
con
objetividad
los
acontecimientos. Si crees que tu vida es un
fracaso, aciertas; si sospechas que los hijos
te han salido gilipollas, eres un lince; si
temes que tu jefe te desprecia, eres
clarividente; si intuyes que tu pareja te pone
los cuernos, he sido yo. Es una sensación
muy negativa para la persona humana. Es
mejor engañarse. Arréglate, pon música y
sal a comerte la ciudad. La vida funciona
mucho mejor para los optimistas que se
engañan.
pie. Mano primate en retroceso cuya
evolución a pezuña ha sido interrumpida
por la invención del calzado.
pluralismo. Sistema social que asume que
cualquier imbécil tiene derecho a defender
sus estúpidas ideas y practicar sus
aberrantes costumbres.
político. Humano perteneciente a un grupo
de interés, supuestamente de carácter
ideológico, que se dedica a la toma de
decisiones sobre los asuntos públicos. En los
países avanzados, suele ser elegido por
votación de los electores, a quienes
comunica
sus
intenciones
mediante
mensajes simplificados, manifestaciones
sentimentaloides y abundante gesticulación
(como hace un misionero cuando contacta
con los nativos). Es omnívoro; por la
mañana desayuna un sapo, al mediodía
comulga con una rueda de molino y a la
tarde se merienda un ruiseñor, alimentos de
los que le provee su propio partido. Es
especie fungible y recambiable.
populismo. Argucia retórica disfrazada de
discurso político consistente en azuzar a la
plebe contra las élites políticas, económicas
e intelectuales. El populismo ladra.
pornografía. Rama didáctica de la
anatomía que mediante la recreación de
actos sexuales acrobáticos induce a la
contemplación, al éxtasis y la polución. La
observación diaria provoca atontamiento,
pérdida de sentido de la realidad,
hipertrofia muscular y colapso de la banda
ancha.
prestigio. Vela mayor que hinchada a favor
del viento provoca admiración, genera
confianza e infunde respeto. Deslumbrante
como una erección, no conviene rendirse a
su fulgor; una palabra a destiempo o una
brisa contraria la deshinchan. O un cuchillo.
principios. Normas fundamentales a las que
los humanos sujetan su comportamiento,
excepto en momentos decisivos en los que,
involuntariamente, los olvidan.
privatización. Transferencia de una
empresa pública, con político adosado, al
sector privado. Suele tener como objetivo el
acopio de fondos para el Estado, la
reducción de costes de la empresa y la
inmersión del político (que no supo
consolidarse accediendo al funcionariado)
en el empleo productivo y las reglas de la
oferta y la demanda.
propensión. Inclinación hacia algo que se
tiene por naturaleza, por costumbre, por
afición o por contrato. No han de juzgarse
con igual severidad las propensiones
originadas por la naturaleza física («es
propenso a engordar») que a las adquiridas
por la inclinación y la costumbre
(«propende al vicio de emborracharse y
comprar bolsos de Prada»). Es oportuno
señalar que ciertos comportamientos que
atribuimos a la voluntad, como la
propensión de la policía a dar porrazos o de
los bancos a amasar fortunas, son
constitutivas de la naturaleza del oficio, por
lo no tiene sentido emplear expresiones
como «brutalidad policial» o «especulación
bancaria».
propiedad. Ladrillo con el que se edifican
las fortunas y las naciones. Los pueblos sin
propiedad, como los gitanos, no forman
naciones ni constituyen estados.
provocación. Incitación intolerable que
cometemos al emitir una opinión y que
obliga a nuestros adversarios a atentar, muy
a su pesar, contra nuestra seguridad.
proyecto. En el ámbito cultural, perspectiva
de ingresos económicos ligada a la
obtención de una subvención. Se clasifican
en rentables e inviables. Los rentables, o de
escaso capital, caen en la órbita del
funcionariado. Para los inviables se necesita
el concurso de la política. Los proyectos
inviables generan comisiones.
psicoanálisis. Terapia psicológica que se
ocupa de desentrañar los conflictos
psíquicos de las mujeres burguesas y de
enmarañar su pensamiento. Uno de sus
descubrimientos más notables es la hora de
cincuenta minutos.
psicología. Ciencia de los procesos mentales
humanos que compite con la religión en la
producción de charlatanes y corrientes
doctrinales.
psicopedagogía. Disciplina pedagógica que
sustituye los conceptos por colores, los
números por palotes y las calificaciones por
sentimientos. Los psicopedagogos escolares
están obligados a utilizar en todas sus frases
alguna de estas palabras: integración,
competencias, transversal o curricular; si no
lo hacen así sus compañeros no comparten
con ellos los rotuladores y las infusiones en
la sala de profesoras y profesores.
publicidad.
Comunicación
tramposa
dirigida a estimular un deseo que es posible
satisfacer, normalmente a cambio de dinero.
Si usted tiene dudas de cuando una
comunicación es publicidad y cuando
información no sesgada, sólo tiene que
buscar —como en la resolución de los casos
criminales— hacia dónde circula el dinero.
Por ejemplo, «Mamadol, elimina de raíz
todos sus dolores» es publicidad, porque su
objetivo es que usted pague por comprar el
producto; sin embargo, el prospecto médico
que lo acompaña es información, porque la
sección que describe los posibles efectos
adversos (puede producir diarrea, vómitos,
manchas en la piel, caída del cabello,
escozor íntimo y mutaciones sexuales) hace
todo lo posible porque usted aborrezca el
producto y evite comprarlo. La información
veraz, queridos niños, normalmente viene
acompañada de efectos adversos
punto y coma. Signo ortográfico en desuso
que tiene la rarísima propiedad de hacer
reflexionar al que escribe y detenerse al que
lee.
purgatorio. Campo de concentración
purificatorio en donde los buenos cristianos
fallecidos sin haber confesado aquellas pajas
recibirán merecida tortura por su bien hasta
quedar liberados de su maldad. La duración
del suplicio será inversamente proporcional
a las oraciones y misas encargadas, la
limosna ofrecida y las indulgencias logradas
trotando en el Camino de Santiago. No
computan los impuestos arrebatados por el
Estado. Al acabar el Purgatorio un ángel te
lleva hasta las puertas del Cielo para la fase
de encerado, pulido y ambiente chill out.
R
reaccionario. 1. Individuo que inicia sus
maniobras de avance ideológico efectuando
un giro de 180 grados. Su pensamiento es
tan simple como el mecanismo de un
tobogán: venimos de lo más alto y nuestro
destino es estrellarnos contra el suelo. No es
una casualidad que coincida en esta visión
con el fundamentalismo cristiano, que
cimenta la Historia Universal en dos
grandes caídas, la de Lucifer arrojado del
Cielo a la Tierra y luego a los Infiernos, y la
de Adán expulsado del Paraíso. El
reaccionario, como su propio nombre
indica, reacciona; normalmente mal. 2.
Insulto muy usado por políticos comunistas,
socialistas y especies afines para calificar a
quienes discuten sus avances, aunque sea en
dirección al precipicio. Puesto que cualquier
político izquierdista considera que sus
propuestas son un avance hacia el progreso,
cualquier crítico es un reaccionario. El perro
que ladra al loco en la carta del tarot es un
reaccionario.
reflexión. Análisis atento de las razones con
la finalidad de consolidar los prejuicios.
reformista. Individuo que tiene tanto
respeto a los objetivos que pretende
alcanzar que se niega a ensuciarlos con una
manipulación criminal de los medios para
llegar a ellos.
regalo. Obsequio al que obliga la costumbre
cuyo valor es directamente proporcional a la
contrapartida que se espera recibir. Hace
gran ilusión a los niños, a los amantes y a
los prevaricadores. Entre las parejas, para
rentabilizar gastos y evitar decepciones,
triunfa el regalo de uso compartido, un falso
regalo consistente en obsequiar un bien o
servicio del que disfrutarán ambos
individuos, aunque uno —el que regala—
más que el otro; así se obsequian viajes,
cenas en restaurantes, masajes, televisores
de 55 pulgadas y lencería erótica.
religión. Conjunto organizado de fantasías y
rituales exóticos destinados a infundir
temor a lo sobrenatural y asco a lo natural
para obtener los favores de una divinidad
autista.
repugnancia. En política, resistencia a
hacer o consentir algo que no esta bien.
Todas las asociaciones humanas utilizan las
pruebas de repugnancia para probar la
fidelidad y resistencia de sus miembros. Si
tragan con facilidad los sapos es más difícil
que se nieguen a digerir culebras y van
haciendo estómago para comulgar con
ruedas de molino. En política sólo perduran
o quienes tragan todos los sapos o quienes
no tragan nunca. No siempre triunfan los
mejores, pero al menos están mejor
alimentados.
respeto. Consideración que se tiene hacia
otra persona basada en la correcta
evaluación de nuestra posición subordinada.
responsabilidad. Obligación de satisfacer
nuestras exigencias que tienen nuestros
adversarios políticos para limpiar las
consecuencias derivadas de sus actos. Y
también las derivadas de los nuestros, por
no haber vigilado, censurado o reprimido
nuestras acciones indignas, como era su
obligación.
revolucionario. Partidario de un cambio
social radical, profundo y expeditivo que
reemplace al grupo social dominante por el
grupo subsidiario al que pertenece el
revolucionario. Como el grupo dominante
propende a no dejarse desalojar del poder,
las revoluciones tienden hacia el baño de
sangre y la destrucción del patrimonio. La
subespecie ‘revolucionario europeo’ es
partidaria de la idea del cambio social
radical, profundo y expeditivo, pero en otro
continente. Los escrúpulos éticos del
militante revolucionario no ilustrado
quedan perfectamente recogidos en uno de
sus lemas preferidos: «para hacer una
tortilla, hay que romper huevos».
S
sensibilidad. Facultad de emocionarse, y
evidenciarlo, al ver volar a una mariposa,
temblar una flor o enrojecerse el sol en el
crepúsculo. Gracias a la magia de la
sinestesia los humanos sensibles que hayan
leído la frase anterior habrán evacuado un
suspiro al leer las palabras crepúsculo,
mariposa y flor. Snif.
sentimiento. Perturbación anímica que
confunde la percepción, anula el instinto y
suspende la razón y el juicio. Dados sus
efectos narcóticos, conviene experimentar
los sentimientos en pequeñas dosis. Nota: El
orgasmo no es un sentimiento.
sidra. Fermentación alcohólica del zumo de
la manzana de propiedades laxantes y
amodorrantes que produce borracheras
tristes y vientres con equilibrio floral.
sindicalista. Compañero comisionado para
conseguir que trabajemos menos y
cobremos más. Como él.
sinergia. Pomada charlatanesca que se
aplica como vaselina en los recortes de
presupuesto o para justificar la reducción de
plantilla tras una fusión de empresas o
servicios. Su equivalencia matemática suele
traducirse como «más con menos» o «tres
por uno a mitad de precio», lo que en el
idioma previo a la entrada en la zona euro se
conocía como «dar duros a tres pesetas».
sinestesia.
Sensación
que
parece
experimentar un sentido cuando en realidad
el estímulo afecta a un sentido diferente.
Por ejemplo, la vista de la factura del
restaurante suele producir un agudo escozor
en el ano.
smartphone. Teléfono más o menos
inteligente —más que un gato y menos que
un cuñado— que se utiliza para tonterías. Su
período de obsolescencia es ligeramente
superior al de un yogur, aunque menor que
el de una mayonesa.
soberbia. Sobrevaloración de uno mismo a
la que se llega por la proliferación de idiotas.
socialdemocracia. Socialismo anémico
caracterizado por su despiste ideológico, su
sincretismo económico, su moderación
social, su relativismo cultural y su énfasis
moral. El buen socialdemócrata sueña con
un sacrificio lírico en la arena de un
Congreso en donde, en lugar de leones,
rugen manadas de democristianos. Tras
ascender a los Cielos laicos, le recibe el Rey
de Suecia y, en lugar de entregarle un halo,
le concede el Premio Nobel de la Paz y la
Tolerancia mientras la Sinfónica de
Estrasburgo acompañada de un coro de
niños de todos los colores de Benetton
interpreta el Himno a la Alegría o Imagine
de John Lennon.
socialismo. Movimiento político partidario
de que el Estado planifique y controle la
economía, el trabajo, los medios de
producción, la educación, la sanidad, la
familia, el matrimonio, la natalidad, la
religión, la creación cultural, la venta de
libros, el deporte, las ocupaciones de la
juventud, el transporte, la justicia social, el
bien común, la solidaridad, la integración de
las minorías, los medios de comunicación, la
escritura de la Historia, la igualdad entre los
sexos, el reparto de las tareas del hogar, la
distribución de condones, las emisiones de
carbono, el mensaje de los cuentos infantiles
y el significado de las palabras en los
diccionarios.
solemnidad. Ampulosidad gestual con la
que se adorna quien va a anunciar una
bobada, perpetrar una chorrada o justificar
un crimen. Pomposidad grave con la que
emperifollan sus sandias perogrulladas los
abundios.
sondeo. Propaganda disfrazada de consulta
destinada a influir en la opinión pública.
Produce dos tipos de resultados: falsos e
irrelevantes. «¿Qué le parece que las
gallinas en los criaderos sólo dispongan de
10 centímetros cuadrados, únicamente
coman pienso y sus días duren 3 horas y
media? 1. Bien. 2. Mal. 3. Muy mal. 4.
Horrible. 5. No sabe/No contesta».
Cualquier resultado a este sondeo —por
ejemplo, que el 78% de los encuestados
considere que las condiciones de la vida de
las gallinas es horrible— es compatible con
el aumento del consumo de huevos, de
gallinas o de pollos. Para que la estrategia
funcione, el resultado del sondeo debe
publicarse el mismo día en el que se conoce
que el plato favorito del Jefe de la Oposición
o del Señor Ministro es la gallina, tierna e
indefensa, en pepitoria.
sospecha. Conjetura acertada sobre la que
no se tienen pruebas fehacientes. Los jueces
son muy estrictos a la hora de rechazar las
sospechas si no van acompañadas de
evidencias. Así, rechazarán enjuiciar sólo
por sospechas de soborno a un concejal de
urbanismo cuyo patrimonio se haya
multiplicado exponencialmente o a un
supuesto maltratador sólo porque su mujer
lleve habitualmente los ojos morados. Son
decisiones acertadas. Como la de retener
una parte considerable de nuestros salarios
por la sospecha de que, si no se hace así,
dejaremos de pagar los impuestos
correspondientes.
subvención. Pago de una deuda, compra de
un favor.
sumiller.
Capitán
de
los
rufianes
gastronómicos encargado de tasar el
complejo de inferioridad y el grado de
ignorancia del cliente para ajustar la calidad
de las bebidas que va a aconsejar. Es un
genio de la persuasión: consigue el milagro
de que gentes de paladar recauchutado
recomienden durante el resto de sus vidas el
vino que bebieron en aquella celebración de
aniversario.
T
tacón (zapato de). Instrumento erótico
diseñado para que las mujeres se
mantengan en equilibrio inestable y se vean
obligadas a arquear la cintura, levantar el
culo y sacar pecho cuando están de pie, y a
cimbrearse para no caer cuando caminan.
Dada su sofisticación sexual, apostaría el
bazo (el bazo de otro) a que es un diseño
femenino. No resulta extraño que se haya
convertido en objeto de culto y en fetiche. Es
un error común considerar a los zapatos de
tacón como calzado: aunque se utilizan en
las extremidades inferiores, ni ofrecen
protección al pie ni sirven para ayudar a
caminar con comodidad. Si empleáramos la
misma lógica, habría que considerar calzado
las aletas de buceo y sombreros los cascos.
tacticista.
Especialista
político
en
maniobras, frecuentemente contrarias al
ideario que dice defender, destinadas a la
obtención de beneficios a corto plazo. Como
estratega estrábico y alicorto, el tacticista
muestra gran despreocupación por si los
medios o los actos realizados son buenos o
malos en sí mismos, puesto que la única
medida de su éxito son los resultados
obtenidos: más votos, más dinero, más
cargos, más reconocimientos. Incapacitado
para la visión panorámica, acaba siendo
figura del toreo de salón y adquiriendo gran
destreza en la generación de ficciones y
rumores, tramas, traiciones, maledicencias,
enjuagues y mamoneos de las que es único
intérprete acreditado. No es raro que acabe
ejerciendo de guía del propio laberinto que
ha edificado. Medra en los ambientes en
donde no hay ideas claras y no se habla a
pecho descubierto. Contribuye como pocos
al descrédito de la política y acaba siendo un
cáncer para las propias organizaciones,
cuyos integrantes ya no saben qué defienden
ni para qué y si actúan por táctica, por
convicción o porque se aproxima el
anticiclón de las Azores. Es fácilmente
reciclable como tertuliano, ya que siempre
sabe mucho de intrincadas conspiraciones y
raros movimientos invisibles al ojo de los
mortales. Es cotilla.
teocracia. Gobierno de humanos en nombre
de un dios que, a pesar de ser omnipotente,
omnisciente y omnipresente, prefiere
delegar la ejecución de enemigos, la
recaudación de impuestos y la vigilancia de
amantes a tipos obtusos con hábito o
sotana. Es propio de sociedades inmaduras
y cuerpos sociales fanatizados en los que
campa uno de los productos más
prescindibles de la especie, el monje
soldado.
tiempo. Magnitud para medir objetivamente
la duración subjetiva de un acontecimiento.
Para el verdugo, el ajusticiamiento se hace
eterno, mientras que para el ejecutado, la
vida es un suspiro.
tolerancia. Práctica social que consiste en
soportar con resignación que los idiotas
expresen públicamente lo que piensan o
cocinen un ornitorrinco porque lo exige su
dios. Contra lo que piensan algunos seres
inocentes, la tolerancia no consiste en
admitir que sus ridículas ocurrencias e
irrisorios
comportamientos
son
tan
respetables como nuestras civilizadas ideas
y elegante proceder, sino en renunciar a
llevarlos a la hoguera por ser impermeables
a la luz de la verdad y la ilustración.
tranquilidad. Estado de ánimo propio del
que nada debe, nada reclama y a nadie
teme.
tránsfuga. Pirata rencoroso que cambia de
barco llevándose consigo parte del botín y la
superioridad numérica. Su pata de madera
es la peor cuña del propio palo. Es
despellejable, aunque para ello conviene
arrebatarle primero el libro de contabilidad
y arrancarle la lengua.
turismo. Migración eventual o estacional de
los humanos en busca de marismas, ricos
alimentos y experiencias novedosas. Se
produce por tierra, mar y aire, en grupo o en
parejas y rara vez de forma individual,
aunque se conocen casos de depredadores y
de tristes que buscan el calor ocasional de
especímenes no migratorios. Al turista se le
suele reconocer porque anda más despacio,
mira a los edificios y pone cara de no saber
dónde está ni para qué. También porque
lleva cámara de fotos, botellín de agua y
mapa. A veces, porque sufre un ataque de
pánico al descubrir lo que le han servido en
el plato. El turismo es de gran provecho
para los paisanos porque del turista, como
del cerdo, se aprovecha todo: paga por ir,
por venir, por estar, por comer y beber, por
dormir, por mirar, por escuchar, por
defecar, por aparcar, por divertirse, por
nadar, porque le dejen o porque le
acompañen. Hay que desconfiar de los
cursis que se llaman a sí mismos viajeros:
sus libros de fotos son tan inacabables como
sus explicaciones sobre la vida auténtica de
los lugareños que conocieron.
tutú. Faldita muy corta, rígida, transparente,
horizontal y gaseosa, usada en las danzas de
apareamiento del ballet clásico, para que
puedan admirarse las piernas y los culos de
las bailarinas.
U
utopía. Representación ideal de una
sociedad en donde todo funciona pero no
apetece vivir debido a las altísimas
concentraciones de tedio, mediocridad y
moralina.
utopía regresiva. Representación ideal de
un mundo que coincide sospechosamente
con algo que dejamos atrás en la Historia,
pero en versión más aseada. Los utopistas
regresivos suelen añorar una Edad Media
con teletransportación y baños alicatados
hasta el techo.
V
vegetariano. Humano herbívoro que por no
sucumbir a las tentaciones de la carne
comparte su tristeza con lechugas, coles y
otras hortalizas.
vehemencia.
Ímpetu
expresivo
que
distingue a los seres que tenemos la cabeza
fría y el corazón caliente. Quien no defiende
sus argumentos con vehemencia se arriesga
a ser refutado por un vehemente sin
argumentos. Así se lee en un viejo ostracón
romano, supuestamente escrito por un
pedagogo libio del asentamiento de IruñaVeleia, dirigido a los polemistas que
frecuentaban la academia o la taberna, no
estoy seguro: «Si entras aquí con ánimo de
disputa hazlo ya llorado pues no habrá
compasión con los tibios, que serán
escupidos por la boca y penetrados por el
culo, la primera vez sin su consentimiento».
vela. Semáforo sexual femenino que indica
predisposición al rollito. Si al cruzar el
umbral el amante advierte que ella ha
encendido velas aromáticas de colores, está
de suerte. O eso o ha cocinado pescado.
vergüenza. Turbación producida por llevar
la bragueta abierta, especialmente la
mental.
verborrea. Estupidez densa pero fluida que
brota de las bocas en forma de frases
hechas, ideas predigeridas, tópicos y
prejuicios. Suele producir efectos narcóticos
sobre los intelectos desprevenidos ya que
prescinde de las conclusiones que se derivan
del razonamiento o de la lógica para
regodearse en su propio transcurrir. El
verborreico no trata de convencer,
básicamente porque no sabe a dónde quiere
llegar, sino bloquear al oyente sepultándolo
bajo un cúmulo de memeces no procesables.
No merece la pena discutir con un
verborreico; si acaso, hacerle ingerir dos
litros de agua jabonosa y gozar con el
espectáculo de sus iridiscentes pompas de
jabón.
vestido. Piel artificial que protege el cuerpo
de las inclemencias del clima y de las
miradas escrutadoras. También puede tener
función sexualizante, como la ropa interior
que los practicantes del francés conocen
como lingerie. En las sociedades avanzadas,
su diseño ha pasado a ser casi monopolio de
homosexuales lenguaraces del género loca.
vidente. Individuo con la pasmosa habilidad
de adivinar el futuro y detectar a los idiotas,
aunque en orden inverso.
vileza. Expresión o manifestación de cariño
que usan nuestros adversarios para dar sal a
nuestras vidas y acrecentar nuestra fama. La
vileza, como cualquier otro producto tóxico,
ha de manejarse con cuidado pues tiene el
efecto de producir en el rostro de sus
usuarios habituales la conocida como «cara
de cabrón» o «cara de zorra». Así lo
confirma un conocido dicho apócrifo: «A los
dieciocho años uno tiene la cara que puede y
a los cuarenta la que se merece».
vino. Fermentación alcohólica del zumo de
la uva que ablanda la voluntad, suelta la
lengua, fomenta la amistad y alegra al
estómago. Junto con el pan y el aceite
compone la base de la civilización
occidental. Hubo un tiempo en que se
adoraba a una divinidad en su nombre, pero
los humanos son ingratos, además de
tontos.
violencia. Comportamiento proclive al daño
y la amenaza. Toda la historia social de la
humanidad se resume en la huida del estado
de naturaleza, en donde reina la violencia,
para crear un conjunto de usos, normas y
costumbres que regulan su uso y prohíben
sus manifestaciones extremas. El cerebro
humano, sin embargo, es el de un primate
astuto y cabrón que conoce perfectamente la
utilidad de la violencia, por lo que las
campañas publicitarias en contra (No
matarás, No robarás, etc.) chocan
frontalmente con las inmediatas ventajas
obtenidas por su utilización. Los espíritus
sensibles y cultivados rechazamos furiosa y
violentamente la violencia ejercida contra
nosotros. La contraria también, pero menos.
violencia política. Violencia insoportable
que ejercen los oponentes políticos contra
nosotros para impedir la difusión de
nuestras generosas ideas e intereses.
Debemos combatirla con todas nuestras
fuerzas usando, si es preciso, la violencia,
justificada en nuestro caso por la
legitimidad que nos otorga el tener razón.
virginidad. En las culturas fosilizadas,
integridad del himen de una joven
intercambiable por dote económica en el
momento del matrimonio. Culturas algo
más sofisticadas reemplazan la telilla por
una representación simbólica de gasa
blanca, el vestido de novia. Para mantener el
valor del comercio futuro, las culturas
humanas más abstrusas convirtieron la
virginidad en sagrada asociándola a la
pureza y a la virtud, y haciendo depender el
honor de la familia de la preservación de
una membrana. La virginidad no debe
confundirse con la castidad, o castración
simbólica destinada a reprimir los apetitos
sexuales, que ha tenido un éxito notable en
las órdenes religiosas de pedagogos. La
virginidad es una creación cultural dañina
que, despojada de trascendencia, apenas se
consume en un suspiro. Hay algo enfermizo
en los cerebros que conciben como raro lo
natural y como impuro y asqueroso lo
sexual. Estas estupideces, adornadas como
tradición, religión y cultura, envenenan a los
inocentes y son culpables de buena parte del
sufrimiento humano.
vivienda. Ámbito sacrosanto para el refugio
humano que primero pertenece a tu banco,
luego a tu familia y finalmente a tus
acreedores.
voluntad. Facultad de hacer lo que no se
desea ni necesita. Por ejemplo, ducharse con
agua helada, ingerir coles de Bruselas o reír
las gracias de un cuñado. La religión y la
política valoran mucho estas muestras de
libre determinación, especialmente cuando
se traducen en comportamientos anómalos
como crucificarse voluntariamente o
adoptar actitudes humillantes. El fascismo,
cuya propuesta intelectual más notable es el
sometimiento de la razón a la voluntad, deja
claro cual es el papel que debe corresponder
a los intelectuales en la sociedad, el
higiénico. Este sometimiento a la voluntad
ha dejado huella en algunos eslóganes
propagandísticos de uso generalizado, como
el hipócrita «Si quieres, puedes» que se usa
tanto para vender apartamentos en la playa
como para engañar a ciertos enfermos
animándoles a creer que su curación
depende más de la voluntad que de la
bioquímica. No, mis queridos niños, no
siempre que quieres puedes, y más vale que
lo aprendáis pronto.
voto.
Transferencia
de
la
propia
responsabilidad a otros a cambio de
insultos. La ingeniosa idea de que la suma
de votos individualmente estúpidos expresa
una inteligencia colectiva es uno de esos
mitos bondadosos con el que es preciso
tragar para fortalecer a la frágil especie de
los demócratas.
Y
yacimiento arqueológico. Tumba, fosa o
cementerio que tras una minuciosa
profanación de los restos hallados permite
conocer el tipo de ropa que llevaban los
difuntos y si sufrían caries o reuma. Aunque
desde un punto de vista ecológico y
simbólico el enterramiento induce al
descanso eterno y a la comunión con la
Tierra, la posibilidad de que un tipo vestido
con salakot y pantalón corto hurgue en el
futuro con un palito o un piolet en los restos
de su sacro empuja a algunos humanos
sensibles a la incineración.
yoga. Disciplina gimnástica para el
vaciamiento del yo mediante el control de la
respiración y la ejecución de posturas
exóticas. Frente a otros métodos de
vaciamiento del yo por medio del esfuerzo
físico, como el deporte o el trabajo en la
zanja, tiene la ventaja de que no cansa y de
que sus practicantes adornan y aportan
exotismo a los amaneceres y a los parques.
yogur. Fermentación láctea a base de
estreptococos, lactobacilos y efluvios
mágicos de las diosas Flora y Salud. La
ingestión de un yogur induce a estados
metafísicos de bienestar y deber cumplido, y
es el único alimento universalmente
admitido como penitencia tras un exceso:
«me siento mal, me comeré un yogur».
Algunos expertos proponen convalidar el
sacramento de la Comunión por la ingestión
diaria de un yogur, pero sólo si es natural.
yugo. Artefacto utilizado en la ceremonia del
matrimonio para uncir a una pareja por el
cuello o la cornamenta. A los uncidos se les
denomina, apropiadamente, cónyuges.
Z
zanahoria. 50% máximo de la
equilibrada prescrita a un imbécil.
dieta
zoología. Disciplina científica que practican
los animales humanos con el fin de estudiar
a los animales no humanos, a los que
clasifica en tres categorías: útiles,
decorativos y exterminables.
Zutano. Hijo segundo de Fulano y Fulana de
Tal y nieto de Perico de los Palotes. Es
hermano mayor de Perengano y menor de
Mengano. Soltero. Sin trabajo. Sin
perspectivas. Un Don Nadie.
UNA BREVE NOTA SOBRE EL AUTOR
P
erroantonio es el alias literario de
José Antonio Blanco, también
conocido como Josean Blanco.
Poeta breve pero intenso, ha
publicado dos libros de poesía
‘Dermatológicas/Y/Otros poemas’ (Pamiela,
1986) y ‘Thriller’ (Laida, 1990) muy
apreciados entre sus treintaysiete lectores.
Tras recibir frecuentes felicitaciones por los
libros de José Ramón Blanco y José Blanco
cayó en la melancolía y optó por abandonar la
poesía y limitarse a rentabilizar los éxitos
ajenos. Esta estrategia ha mejorado su
prestigio, pero poco, y no le ha evitado tener
que ganarse la vida como ayudante de
carpintero, oficinista, profesor, traductor,
periodista, agitador cultural, fontanero
gubernamental y, ejem, negro. Como prosista
ha intentado vivir del cuento, aunque sin
éxito.
Con el alias Perroantonio, adoptado tras
sufrir en el año 2004 la mordedura de un
perro y la subsiguiente infección, viene
practicando una prosa bronca y destemplada,
de tono frecuentemente humorístico y
ocasionalmente moralista, destinada a
provocar reacciones nerviosas entre los lilas.
Te voy a hacer una autocrítica: Diccionario
para entender a los humanos, furiosamente
perroantoniano, es su primera incursión en el
campo de la lexicografía recreativa y el
ensayo encubierto.
SÉPASE QUE
ESTA PRIMERA EDICIÓN DE
«TE VOY A HACER UNA AUTOCRÍTICA.
DICCIONARIO
PARA ENTENDER
A LOS HUMANOS»
SE COMPUSO
EL 6 DE NOVIEMBRE DE 2014
UTILIZÁNDOSE PRINCIPALMENTE
EL TIPO DE LETRA
GEORGIA

libros - çhøpsuëy fanzinë øn thë røcks

Transcripción

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