LA HISTORIA DE BERTÍN YOUMSSI Bertín salió de casa por la

LA HISTORIA DE BERTÍN YOUMSSI
Bertín salió de casa por la noche, sin despedirse de nadie. No quería ver llorar a su
madre. Tampoco iba a soportar una nochevieja más sin poder dar nada de comer a su
hermana y a su hermano. Allí es frecuente pasar hambre. Su país Camerún no le ofrecía
ninguna posibilidad de prosperar.
En Camerún no hay medicinas. Si te pica un mosquito y coges el paludismo o unas
fiebres tifoideas, te mueres. En las farmacias y en la calle te venden pastillas falsas.
Tampoco hay posibilidades de estudiar. Muchos niños ni han leído ni irán jamás a la
escuela. Decidió buscar una vida mejor.
Muchos jóvenes de mi pueblo nos fuimos buscando una oportunidad. Pero no puedes
evitar pensar que quizá nunca vuelvas a ver a tu familia.
Su viaje duró dos años. Después de muchas peripecias. Al ver la vaya triple electrificada
que separa Marruecos de Ceuta, decidió cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado. Cuando
estaba a punto de desfallecer la policía española lo rescató e ingresó en un centro de
acogida. A veces llegaban tantas personas inmigrantes que el centro de acogida se
saturaba. Allí pasó unos meses y cuando se lo permitieron se dirigió a Madrid.
Ya estaba en el paraíso pero se dio cuenta que en los únicos barrios que podía vivir era
en barrios donde solo residían inmigrantes.
Encontré trabajo fácilmente, pero me pagan menos que a los trabajadores de aquí.
Gracias a este trabajo puedo enviar dinero cada mes a mi madre para que puedan vivir.
Se ha comprado un móvil y hablo con ella cuando quiero.
Experto en música africana, tiene un grupo de amigos con los que va a conciertos y le
han permitido integrarse en la cultura española. Hace poco empezó a estudiar, aprobó
con notas brillantes su acceso a la universidad para mayores de 25 años. El curso que
viene empezará Derecho.
Los que estudian en Europa y vuelven a Camerún obtienen buenos puestos de trabajo.
Pero al pensar en el regreso hay una sombra de miedo en su mirada: “la esperanza de
vida en mi país es de 35 años. Yo tengo 32. A la vuelta ¿cuántos de mis amigos habrán
muerto?