SÁNCHEZ, IGLESIAS Y EL EGO

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SÁNCHEZ, IGLESIAS Y EL EGO
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POLÍTICA / TRIBUNA
SÁNCHEZ, IGLESIAS
Y EL EGO
para conseguir el propósito final. El ego de
Iglesias, por ejemplo, es una mina de oro pae lo digo con humildad”. El enun- ra el PSOE. A poco que le provocan consiciado no corresponde a la reali- guen que se ponga en evidencia con sus
arranques, evitando así tener que pactar con
dad que enuncia. La humildad es
él. Porque no nos engañemos, el PSOE no
una actitud, no una palabra má- quiere pactar con Podemos. Desde que Iglegica. No te confiere su poder al pronunciar- sias se autopropuso como vicepresidente, el
la, no te posee al darle forma con tus labios. PSOE ha elegido enemigo y no es el PP.
Se tiene o se ejerce, no se nombra. Sí,estoy
Unos analizarán en clave jungiana: aquel
hablando de Pablo Iglesias… Pero también que teme a su sombra (quizás porque ve la
silueta de cuando era más joven, quizás porde Pedro Sánchez y del PSOE.
Ego. Según la RAE: 1. m. Psicol. Instancia que su figura actual ha perdido foco y ya no
psíquica que (…) media entre los instintos sabe cómo son los contornos que la delimi(…) los ideales del superego y la realidad tan). Otros hablarán en clave freudiana: el
del mundo exterior. 2. m. coloq. Exceso de hijo que tiene que matar al padre. Lo llaautoestima.
La primera define con precisión esa gran
piedra en el camino entre Pablo Iglesias y
Pedro Sánchez. La segunda también sirve para explicar a ambos.En el caso de Sánchez
se complica cuando entra en juego ese gran
superego que es el PSOE.
El ego es fundamental para llegar. Nadie
sin ego cruza la meta, pero puede ser letal
S
Por Javier García Arredondo
No nos importa su
herido amor propio, sino
que pacten y respeten el
contrato establecido
con nosotros
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el de Podemos, Pablo Iglesias, en una de sus primeras reuniones.
EUROPA PRESS
marán instinto de supervivencia. Pero no son
más que justificaciones que esconden el motivo último que a todos nos avergüenza. El
ego. Ese yo interior que le susurra al oído a
Pedro Sánchez: “Sólo tú mereces ser presidente, sólo tú eres de izquierdas, sólo tú eres
necesario y los demás son contingentes”. Esa
misma voz se desliza luego al oído de Iglesias y le susurra las mismas palabras, cambiando presidente por vicepresidente. Su ego
tiene una mirada un poco más larga. Ese ego.
Ese ego que quema puentes porque uno ha
mentado los muertos que avergüenzan el armario del otro. O porque el otro ha mirado
por encima del hombro al uno, que pedía
un trato de igual y acabó de convidado de
piedra en la boda de un tercero. Ese ego que
confunde las prioridades de la población con
las propias. Ese ego que les hace olvidar que
son representantes del pueblo y que están
para representar y servir. Ese ego.
Ese ego nos da igual. No nos importa cómo de herido sientan su amor propio. Sólo
queremos que pacten y respeten el espíritu
del contrato que establecieron con nosotros
en las urnas. Pero unos huyen al supercentro –que todo y a todos parece abarcar–, con
ese acuerdo que se permite ser social cuando no implica grandes desembolsos y liberal cuando habla de medidas económicas
cruciales. Y los otros parecen no asumir la
responsabilidad de haberse quedado como
única fuerza importante en la izquierda y viven más preocupados por la comunicación
que por la necesidad de hacer política.
El votante del PSOE se fue a Podemos para que tirase de su antiguo partido de vuelta a la izquierda. Pero para realizar este viaje de retorno es necesario que abran los ojos
y asuman sus responsabilidades. Ambos. Superen su ego o cambien de líderes.
Y no, votar en contra de ese acuerdo no
es traicionar a tus votantes. No lo reduzcan
a código binario. No es PSOE o PP, bueno o
malo. La simpleza, por zafia, ofende. Hay
otras alternativas e ignorarlas es insultar la
inteligencia del que lo escucha. Si de verdad fuesen humildes, hoy habría pacto progresista de izquierdas. Y sí suma. El pacto,
no las izquierdas. Así lo han dejado claro
PNV, DiL, ERC, etc. Y no, no suma la abstención de Podemos si los nacionalistas dicen no. ¿Buscan sólo al PP? ¿Las referencias
a Podemos son con la única intención de dañarles en caso de elecciones? ¿O quieren
que Podemos se someta a su voluntad y vote sí a un pacto en el que no le han dado ni
voz ni voto? Si quitan el ego de la ecuación
nada tiene sentido. l
nº 1146. 14–20 de marzo de 2016
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