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Cómo elegir el mejor sistema de riego para un huerto de nogales
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Cómo elegir el mejor sistema de riego para un
huerto de nogales
Satisfacer los requerimientos hídricos de un huerto de nogales no es fácil, por lo que se debe
contar con el sistema de riego adecuado. A continuación, un grupo de expertos analiza las
ventajas y desventajas de las diversas opciones que se encuentran disponibles en el mercado.
Lunes, 16 de marzo de 2015 a las 8:30
Requerimientos de agua del
nogal
En la actualidad, los objetivos para cualquier
productor de nogal que busca una alta
rentabilidad son claros: comenzar a producir
al tercer año y alcanzar al sexto año una
producción de, al menos, 6.000 o 7.000
kilogramos por hectárea.
“Si se aspira a tener un huerto bajo esos
parámetros es fundamental entregarle toda el
agua que necesite. Es más, en una temporada
será mucho menos gravitante un déficit
nutricional que un estrés hídrico”, asegura
Gonzalo Cerda.
Juan Paul Joublan, por su parte, comenta que
Luis Muñoz G.
Al contrario de lo que muchos creen, el nogal es una especie
que demanda una alta cantidad de agua, por lo que elegir el
sistema de riego adecuado resultará fundamental para que la
planta alcance su máximo potencial productivo. Sin embargo,
esta tarea no es tan fácil como parece, ya que en ella se
involucran una serie de variantes que pueden resultar
determinantes para el futuro productivo del huerto.
Si bien, en la actualidad, buena parte de los productores
nacionales están utilizando riego tecnificado, especialmente
riego por goteo o por microaspersión, existe un grupo no
menor que aún no se ha decidido a dar el paso y sigue
usando riego gravitacional. Pero, más allá de esta realidad,
¿cuál es el sistema de riego más indicado para un huerto de
nogales? A continuación, un grupo de expertos tratará de
responder esa pregunta.
el nogal es una especie que demanda mucha
No hay receta
agua, ya que la estructura de sus hojas y la
Quienes han convivido de cerca con los huertos de nogales
más exitosos del país indican que no existe una receta única,
y que la decisión acerca de cuál sistema de riego utilizar,
dependerá de varios factores, entre los cuales se encuentran
los siguientes:
planta, en general, no está preparada para
enfrentar una escasez de agua. “En mi zona
he visto huertos que no han accedido a la
cantidad de agua necesaria, lo que ha
generado que muchas plantas de desfoliaran
completas”, indica.
-La textura del suelo:
Cabe destacar que en estado adulto una
Uno de los aspectos clave durante el riego es utilizar muy bien
la infiltración. Por lo mismo, si se cuenta con un suelo
permeable, parejo y sin ningún problema, el método de riego
que se utilice no tendrá mayor importancia, pues todos
responderán de buena forma.
planta, durante su mes más crítico, es decir,
en enero, consume 300-350 litros de agua al
día.
Hay momentos del año en que el agua
resultará aún más importante para el
desarrollo de las nueces. Durante el llenado
de la fruta, por ejemplo, los niveles de recurso
hídrico influirán en los niveles que se logren
alcanzar. Y es que se debe considerar que una
nuez debe llegar a un nivel mínimo de llenado
para que sea considerada una fruta viable
desde el punto de vista comercial. En el caso
de la Chandler, por ejemplo, esa barrera se
establece cerca del 48%, mientras que para la
Serr, ese límite se encuentra cerca del 54%.
En ese contexto, la dura sequía que golpea a
buena parte del país impactará de forma
directa a especies como el nogal. “En ese
caso, los efectos de la sequía no sólo se verán
esta temporada, sino que en las próximas, e
influirán en el tamaño de los frutos y en la
inducción floral”, asegura Jean Paul Joublan.
Pero el agua no es lo único que preocupa a
los expertos. Y es que si bien las lluvias en
algunas zonas han sido esporádicas y poco
importantes, las temperaturas y los vientos en
buena parte de la zona centro y centro-norte
han sido altísimos, lo que ha hecho que las
demandas hídricas de las plantas sean mucho
mayores que en años anteriores.
Francisco García Huidobro pone otro punto
sobre la mesa. A su juicio, uno de los mayores
perjuicios que ha generado la sequía de los
últimos años se relaciona con la caída en la
calidad de las aguas, lo que se evidencia en el
aumento de los niveles de cloruro y sodio.
“Esto, sin duda, está haciendo muy
complicado el manejo de los nogales, ya que
en algunos casos se deben hacer riegos de
lavados o utilizar floculantes de suelos u otros
productos para eliminar las sales
acumuladas”, explica.
Al contrario, si el suelo no es de gran calidad o se pone más
arcilloso a cierta profundidad, las restricciones respecto al
sistema de riego aumentarán de forma considerable. En esos
casos, lo mejor será realizar un control adecuado, ya que una
mala decisión podría derivar eventualmente en la generación
de horizontes colgantes, que corresponden a estratos de
humedad que quedan suturados de agua a la mitad de la
profundidad radicular y pueden desatar una asfixia radicular y
matar raicillas, entre otros problemas.
“Si el productor tiene un suelo arenoso o con texturas
gruesas, lo mejor será que apueste por un riego por
microaspersión o microjet. En cambio, si tiene suelo más
pesado o de origen volcánico, como los trumaos, se
recomienda utilizar el riego por goteo”, asegura Jean Paul
Joublan, asesor agrícola de la zona sur y socio de Riego Frut.
Es más, Francisco García Huidobro, consultor en nogales de
FGH Asesorías, agrega que si un agricultor cuenta con un
suelo más arcilloso, “también podría optar, de frentón, por un
sistema de riego por aspersión”.
En el caso específico del riego por goteo, la textura del suelo
influirá de forma directa en la cantidad de gotero que se
utilicen. Lo normal, dice Gonzalo Cerda, asesor agrícola de la
zona sur, es usar cuatro líneas. “Sin embargo, si el suelo es
muy pesado, habrá más infiltraciones laterales, por lo que se
pueden utilizar tres”, agrega.
-El marco de plantación:
A menudo, los huertos de nogales en nuestro país son
plantados en marcos que oscilan entre 8x6 y 7x5 metros. En
ese contexto, la elección del sistema de riego debe ajustarse
bien a esas características. Y es que la idea, dicen los
entendidos, es propiciar que a partir de esas condiciones se
logre que el riego alcance el mayor porcentaje de cobertura
posible, ojalá sobre 75%-80%. De esta forma se logrará que
el sistema radicular y la planta en general, se desarrollen bien.
“Lo normal es que cuando un huerto está bien regado, las
plantas crucen sus raíces por el huerto en ambos sentidos, es
decir, entre hilera y sobre hilera”, asegura Gonzalo Cerda.
-La ubicación del huerto:
Pese a que no influye tanto como el tipo de suelo, la ubicación del huerto de nogales también será un factor
a considerar a la hora de elegir el sistema de riego. Para los expertos, los factores que más podrían influir en
la decisión serían el exceso de calor y de viento y los relieves que presente el terreno.
“Por lo mismo, se podría recomendar que en las zonas que presentan mucho calor, como la Región
Metropolitana, se use riego por goteo, que es altamente eficiente”, comenta Francisco García Huidobro.
-Disponibilidad de agua:
Aunque parezca obvio, la disponibilidad de agua es un factor que sí o sí se debe considerar a la hora de
decidir qué sistema de riego ocupar. Así, si el huerto posee escaso recurso hídrico, no quedará más que
apostar por un sistema tecnificado, los cuales son altamente eficientes en el uso del agua —especialmente el
riego por goteo—, descartando de plano cualquier tipo de riego gravitacional.
Abanico de opciones
Tal como se señaló anteriormente, el uso de riego tecnificado en los huertos de nogales ha crecido de forma
importante en los últimos años. Sin embargo, esta opción es sólo una de varias que se encuentran
disponibles. A continuación, un análisis de las ventajas y desventajas de las más importantes:
-Riego por goteo:
Este sistema de riego es, sin duda, uno de los más eficientes en el uso del agua, debido a que es capaz de
aprovechar entre 90% y 95% del recurso hídrico.
Pero sus ventajas no sólo vienen desde el punto de vista del aprovechamiento del agua, sino que además es
capaz de ser eficiente en el uso de energía. “El riego por goteo, como presión de trabajo, requiere sólo de
1-1,2 bar, que equivalen a 10-12 metros de columna de agua, para llevar a cabo su función, es decir,
bastante menos de lo que requiere el riego por microjet”, asegura Gonzalo Cerda.
Pero eso no es todo: muchos asesores aconsejan a sus clientes optar por este sistema de riego debido a que
posee una mejor carga hidráulica, es decir, permite aplicar una mayor cantidad de agua en un punto
determinado.
El riego por goteo puede ser utilizado con mayor facilidad en suelos marginales y en aquellos donde existe
poca nivelación. Además, permite regar una superficie hasta 24 horas al día, aunque los expertos
recomiendan considerar un tiempo para realizar un mantenimiento.
Este sistema, además, reduce la posibilidad de que se desate una proliferación de malezas y permite
establecer fertirriego.
Quizás, uno de los principales puntos en contra de este sistema es su alto costo, el cual puede llegar, en
promedio, a $1.800.000 por hectárea, es decir, alrededor de 20% más caro que otros sistemas de riego
tecnificado.
Es importante, dicen los asesores, que para lograr la cobertura de riego ideal se utilicen entre tres y cuatro
líneas de riego. Para determinar el número exacto, se debe realizar una prueba de infiltración, permite probar
distintos espaciamientos entre goteros sobre la misma línea y entre líneas. Pese a ello, Gonzalo Cerda
recomienda utilizar un gotero de 4 litros/hora, el cual tiene mayor carga hidráulica y precipitación que el de 2
litros/hora.
“No contar con tres o cuatro líneas de goteros llevará a que el desarrollo radicular de la planta sea mucho
menos importante, lo que a su vez redundará en una menor producción de nueces y en un menor desarrollo
del árbol”, indica Joublan.
Francisco García Huidobro confiesa que, en general, todos los proyectos en los que participa los trabaja a
partir de cuatro líneas, a excepción de aquellos que se hacen sobre camellones. “La idea es aspirar a mojar la
mayor cantidad de suelo posible”, asegura.
De la misma forma, los expertos señalan que tener demasiadas líneas en el suelo puede transformarse en un
problema para la cosecha, especialmente si ésta es mecanizada. “Las líneas terminan por obstaculizar la
maquinaria de cosecha. Así, si se pasan a llevar con un rodillo barredor, lo más probable es que el sistema se
dañe de forma severa”, explica Gonzalo Cerda.
Para evitar esta situación durante la cosecha, lo mejor será desplazar las líneas de goteros a 1,5-2 metros
desde el eje de la hilera (tronco del árbol) hacia adentro, con el fin de no dañarlas con el paso de la máquina.
Si bien esta medida requerirá de un costo adicional, éste último es bastante bajo respecto a los beneficios
que se generan a partir de la presencia de las líneas de gotero.
Quizás los mayores problemas en los huertos que cuentan con cuatro líneas de goteros, se dan en años en
que las cosechas se deben realizar con altas temperaturas. Y es que en esos casos, los riegos deben
realizarse en medio del paso de las máquinas cosechadoras, lo que eventualmente llevará a que las líneas se
deban sacar y poner de forma constante. Todo dependerá de la cantidad de veces que se pase la máquina
por ese sector.
-Microaspersión o microjet:
El microjet, sistema de riego que calza dentro del grupo de los de microaspersión, es una de las herramientas
más usadas en los huertos de nogales, gracias a que posee una serie de ventajas que benefician el desarrollo
de los huertos de nogales.
Si bien este sistema es un poco menos eficiente que el riego por goteo en lo que respecta al uso del agua
—llega al 85%—, permite llegar con mayor facilidad a regar más suelo, incluso aquellos más profundos y de
menor calidad.
“Además, su utilización propicia que se cometan menos errores. Es una especie de comodín, ya que soluciona
problemas que no se lograrían arreglar con un riego por goteo en un suelo con textura normal, es decir, entre
franco arenosa y franco arcillosa”, asegura Jean Paul Joublan.
Respecto al uso de energía, el microjet requiere como mínimo de 1,5-2 bar para llegar al radio del alcance
que describen, al menos, las dos empresas fabricantes más cotizadas en Chile.
En el caso del microjet, la carga hidráulica es menor a la que presenta el riego por goteo. “El microjet esparce
el agua en un radio mucho mayor respecto al riego por goteo. La zona que mojan es la misma, pero el lugar
donde cae el agua, en el goteo, es una zona más pequeña, lo que sirve para la incorporación de fertilizante”,
dice Cerda.
Para los expertos, en el caso del sistema de riego por microaspersión, se deberían usar dos emisores por
planta, de entre 20 y 50 litros por hora. La elección final, según Jean Paul Joublan, debería tomarse a partir
del modelo del equipo, de las condiciones del huerto y, por supuesto, de la disponibilidad de agua.
Desde el punto de su funcionalidad, el microjet es un sistema que no interfiere bajo ningún punto de vista la
cosecha. “En rigor, ésta es una sola línea, que pasa justo por la sobre hilera alineada con los troncos, por lo
que sería muy raro que una máquina pasara a llevarla”, indica Gonzalo Cerda.
Entre las desventajas que involucra su uso, los expertos coinciden en que este sistema, a menudo, presenta
problemas debido a que el dispositivo de aspersión puede taparse, lo que en determinadas épocas del año
podría ser fatal para un huerto de nogales.
“Afortunadamente, a diferencia de lo que ocurre con los sistemas de riego por goteo, en este caso se nota
inmediatamente cuando el microaspersor se tapa, por lo que el problema se puede solucionar prontamente.
En el caso de los goteros, en cambio, los problemas pueden pasar desapercibidos y hacerse evidentes recién
cuando el árbol muestra deficiencias de producción”, explica Jean Paul Joublan.
Respecto a los costos, esta tecnología tiene un precio que puede llegar, en promedio, a $1.500.000 por
hectárea.
Este sistema, además, requiere de un mayor requerimiento de presión de trabajo que el riego por goteo, lo
que involucra un costo operacional más alto.
-Riego por aspersión:
El riego por aspersión es, en la actualidad, uno de los más utilizados en California, Estados Unidos. Su uso
involucra la presencia de aspersores de largo alcance, que normalmente se colocan planta por medio, lo que
permite regar parejo y alcanzar coberturas cercanas al 100%.
Como los regadores usados poseen una boquilla mucho más grande que los microjet, se elimina el problema
Como los regadores usados poseen una boquilla mucho más grande que los microjet, se elimina el problema
de un potencial tapado. Además, éstos no sólo logran tirar una mayor cantidad de agua, sino que generan
una lámina más pareja que un microaspersor, lo que es muy bueno para el huerto de nogales.
Este sistema, además, permite trabajar de mejor forma en condiciones de viento, ya que se mueve menos.
Pese a sus ventajas, su presencia en Chile es casi nula. ¿Las razones? Son varias.
Gonzalo Cerda, por ejemplo, apela a la eficiencia. “En Estados Unidos, a diferencia de Chile, las extensiones
que se cubren son inmensas. Soy un convencido de que acá podemos hacer un uso mucho más eficiente de
los recursos, especialmente del agua, mediante la utilización de herramientas como el riego por goteo y
microjet”, asegura.
Otra de las dudas que genera el uso de este sistema de riego se relaciona con lo que ocurrirá con la
Phytophthora. Y es que a diferencia de nuestro país, en Estados Unidos existen suelos de muy buena calidad,
lo que los hace menos susceptibles a este hongo.
Pese a las dudas que existen en el sector, en la actualidad existe un grupo de agricultores de la zona centro
del país que está dispuesto a probarlo, con el fin de salir de dudas.
Francisco García Huidobro, quien ha tenido la oportunidad de mirar de cerca este sistema de riego, tiene una
mirada mucho más positiva respecto a su potencial uso en suelos chilenos. “Le veo un tremendo potencial”,
asegura.
-Riego gravitacional:
Pese a que en el último tiempo el riego tecnificado ha penetrado con fuerza en los huertos de nogales del
país, especialmente en los más modernos, aún existen muchos agricultores que cuentan con riegos
gravitacionales. Estos sistemas, donde predominan los surcos, se ven mayoritariamente en la zona norte y en
aquellos huertos más antiguos.
Lo más importante, por lejos, es que este tipo de riego, especialmente el por surco o el que incluye el uso de
platabandas, es mucho menos eficiente que los sistemas tecnificados, llegando a un aprovechamiento del
agua que no supera el 30%.
Otra de sus desventajas se relaciona con que se debe contar con personal tremendamente comprometido con
su labor, lo que a juicio de los expertos representa un riesgo enorme. “Los trabajadores tienen que apuntar a
que el campo quede bien regado, lo que depende, en gran medida, del compromiso de su labor”, dice
Gonzalo Cerda.
Clave para que este tipo de riego pueda tener éxito, es que el suelo del huerto se encuentre micronivelado. Si
no lo está, será tremendamente difícil controlar bien el riego y efectuarlo de forma pareja.
Por su parte, los surcos representan una molestia para realizar la cosecha, más allá de si ésta es manual o
mecanizada. “De hecho, hay muchas máquinas que no pueden trabajar en sitios con surcos”, asegura
Gonzalo Cerda.
Con este sistema de riego, además, se pierde la posibilidad del fertirriego, lo que significará un aumento en
los costos del productor, quien tendrá que hacer esta labor por separado.
Pero quizás una de las mayores desventajas que presenta este tipo de riego es que es más propenso a
generar las condiciones para que proliferen malezas y se desarrollen enfermedades radiculares,
especialmente Phytophthora.
¿Cómo hacer un cambio de un determinado sistema de riego a otro?
Realizar un cambio de sistema de riego es un tema que, a juicio de los expertos, es sumamente importante,
pues si no se hace de manera correcta podría generar una serie de perjuicios para el huerto de nogales.
“Hay que tener mucho cuidado en llevar a cabo el cambio, porque los sistemas radiculares se acostumbran a
un determinado nivel de cubrimiento de agua. Esto lleva a que el nuevo sistema deba ser capaz de asegurar
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un determinado nivel de cubrimiento de agua. Esto lleva a que el nuevo sistema deba ser capaz de asegurar
un efecto similar al que proporcionaba el anterior. De lo contrario, se podría dar la posibilidad de que el árbol
sufra estrés hídrico”, explica Gonzalo Cerda.
Por esta razón, el primer paso para lleva a cabo el cambio será analizar en qué etapa se encuentra el huerto
y cuál es su nivel de desarrollo radicular.
Respecto al periodo más adecuado para efectuar el cambio, los expertos no tienen dudas: lo ideal es no
interrumpir la temporada de riego. Por lo mismo, lo más indicado es realizarlo una vez que ésta termina, es
decir, una vez que finalice la cosecha. “Lo ideal es que el equipo esté instalado y funcionando en septiembre,
que es cuando comienza la temporada de riego”, asegura Francisco García Huidobro.
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16-03-2015 16:09

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