4.20 - Nunca debemos olvidarnos de agradecer
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4.20 - Nunca debemos olvidarnos de agradecer
SOS_L_IV_Kapitel05_span 26.09.2005 14:57 Uhr Seite 8 Nunca debemos olvidarnos de agradecer Repasamos la lección anterior y profundizamos su punto esencial, que el Señor Jesús nos enseña a que nunca olvidemos agradecer. Quien agradece a nuestro Padre celestial mediante palabras y obras, recibe su agrado. 48 Los niños son animados a ser agradecidos y a demostrar su agradecimiento. S imón se despertó a la mañana, totalmente transpirado. Se sentía cansado y débil, le dolía todo. Con gran esfuerzo se incorporó en su cama, se tocó la frente. Estaba caliente por lo que llamó a la madre quejándose: «Mamá, estoy enfermo». Preocupada la madre, comprobó que Simón tenía mucha fiebre, con mucho amor lo cuidó. Simón yacía agotado en su cama, la madre entró en la habitación: «Simón, vamos a orar juntos. Le pediremos al amado Dios que nos ayude y sanes pronto. Pero si la fiebre no cede tendremos que llamar al médico». Juntos pidieron ayuda al amado Dios. Pero al anochecer Simón aún tenía fiebre y no se sentía mejor. «Mamá«, preguntó, «si hemos pedido ayuda al amado Dios, ¿por qué no nos ayuda?» «No lo sé, Simón. Seguiremos orando. Me parece que aún te hace falta tener un poco más de paciencia para esperar su ayuda. El amado Dios no siempre ayuda como queremos nosotros. En nuestra comunidad hay hermanos que están enfermos hace muchos años. Algunos tal vez nunca sanarán. Podrían pensar que el amado Dios no los quiere ayudar, pero ayuda. Les da fuerzas para soportar la enfermedad, los consuela y quiere aumentar su paciencia. Roguemos una vez más para que te ayude también a ti a tener paciencia». En verdad a Simón le hacía falta mucha paciencia. La mañana siguiente era domingo, la fiebre ya había bajado bastante. Pero Simón aún se sentía débil y tenía que guardar cama. ¡Tenía tanto deseo de poder ir a la escuela dominical! Al día siguiente, para su sorpresa, lo visitó su maestro de la escuela dominical; le contó lo mismo que habían escuchado los niños en la escuela dominical, se trataba de la historia de los diez leprosos. 1 Simón prestó mucha atención a su maestro; al finalizar comprobó: «También yo hubiera hecho lo mismo que aquel hombre que regresó y agradeció». «El Padre celestial se alegra mucho por un proceder así. Se podría decir, que se emociona« agregó el maestro, luego prosiguió: «Los desagradecidos piensan que todo es sobreentendido, no obstante, no todo es sobreentendido. Nosotros queremos agradecer siempre al amado Dios, mas no está sólo el agradecimiento por palabras, sino también hay un agradecimiento por las obras». Simón miró a su visitante sin comprenderlo, éste sonrió diciendo: «Nosotros podemos demostrar nuestro agradecimiento al Padre celestial haciendo algo que lo alegre. En aquel entonces habló a través de Jesucristo; hoy lo hace por medio de los mensajeros de Dios. Si hacemos lo que nos aconsejan, éste será el mejor agradecimiento para el amado Dios. Por ejemplo, Bartimeo, al que bien conoces, hizo justamente eso, se dice de él: Siguió al Señor Jesús. Este seguimiento fue el máximo agradecimiento que pudo dar al Señor Jesús». 45 SOS_L_IV_Kapitel05_span 26.09.2005 14:57 Uhr Seite 9 Jesucristo es nuestro Maestro El tiempo transcurrió rápidamente, Simón estaba feliz por la inesperada visita y la agradeció de corazón. El maestro de la escuela dominical se despidió, pero antes de irse dijo a Simón: «Bien, ahora rogaré al amado Dios todos los días, para que te cures pronto. ¡Pero no olvides agradecer a Dios cuando estés sano! Seguramente no querrás hacer lo mismo que los nueve desagradecidos, sino como el agradecido». Al día siguiente Simón estaba sano y efectivamente, agradeció de manera especial al amado Dios. Se propuso, que también en el futuro no olvidaría agradecer y así alegrar al amado Dios. 2/3/4 49 El amado Dios se alegra por nuestro agradecimiento. Hagamos lo mismo que aquél que agradeció de corazón al Señor Jesús por haberlo curado. 1 Los niños cuentan la historia de los diez leprosos basándose en las dos ilustraciones de su libro. 2 Dejamos que los niños expliquen el significado que, a su parecer, tiene el «agradecimiento por palabras y obras». (El agradecimiento en la oración / hacer lo que agrada a Dios / ofrenda de agradecimiento…). 3 El agradecimiento produce alegría en el corazón del dador. Nunca lo olvidemos. ¿A quién ya le agradecieron los niños especialmente? ¿Cómo se puede demostrar el agradecimiento? Los niños cuentan vivencias propias. 4 Los niños escriben «gracias» en varios idiomas (por ejemplo: gracias, danke, merci, grazie, thank you, obrigado…). 45