Padres: ¿qué hacer cuándo los chicos invaden la cama?
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Padres: ¿qué hacer cuándo los chicos invaden la cama?
Medio: Mdzol Sección / Suplemento: Fecha: 4 de agosto de 2014 Link: http://www.mdzol.com/nota/548599/ Padres: ¿qué hacer cuándo los chicos invaden la cama? Al año se espera que los niños tengan instalada la rutina de dormir en su propia habitación, pero ¿qué pasa cuando no se pueden despegar de papá y mamá? La llegada de un hijo representa un cambio de vida considerable para una pareja, removiendo sus trayectorias evolutivas. La felicidad que implica ser padres, y el deseo de que crezcan sanos, felices y alcancen una vida plena en un futuro, va de la mano de una gran responsabilidad de criarlos adecuadamente. "En la práctica clínica diaria, suelo escuchar el deseo o la necesidad de los padres por “ser perfectos” y el temor a equivocarse o a no ser buenos padres", explica la psicóloga infanto-juvenil Lucila Donován, de Hémera, Centro de estudios y del estrés y la ansiedad. La importancia de los límites en la crianza "En relación a la crianza considero que el afecto y la puesta adecuada de límites son primordiales para lograr un desarrollo psicológico adecuado en los niños", agrega la profesional. Limitar significa ordenar, marcar espacios y tiempos, diferenciar el mundo infantil del adulto. Los limites, en líneas generales deben ser adecuados a la etapa evolutiva, pensados y consensuados por ambos padres, coherentes y firmes. Entre los límites que los padres deben instaurar se encuentra la importancia demarcar el lugar donde el niño duerme, así como los horarios establecidos para el descanso. Dormir es una necesidad básica del ser humano (para los niños y para los padres), por eso mismo es importante poder organizar hábitos de sueño, establecer rutinas coherentes para que todos logren descansar. ¿A partir de qué edad los niños pueden dormir en su propia habitación? A partir de los tres meses aproximadamente el bebé empieza a regularse por el ritmo circadiano (de 24 horas). El rol de los padres implica ir habituando ciertas conductas de día y ciertas conductas de noche afianzando el proceso de regulación. Después de los dos año de edad, es importante trabajar con los padres reforzando la idea de que el cuarto de los hijos es “su cuarto”, así como “su cama” su lugar, su espacio. Debemos lograr que se sientan cómodos y seguros adquiriendo sentido de pertenencia. Al año se espera que el niño tenga la rutina instalada a la hora de dormir. De ahí en adelante debemos transmitir e insistir para que no se levante y vaya al cuarto de los padres, es preferible que los padres se acerquen a su cuarto. Poco a poco el niño ira adquiriendo (a partir del modelado de sus padres) y contando con sus propios recursos para conciliar el sueño, sin depender de la presencia externa de sus padres. ¿Qué hago para que mi hijo no se pase a mi cama? Distintas cuestiones podrían estar asociadas, ya que son múltiples las razones por las cuales los niños se pasan a la cama de sus padres. Inciden factores internos (por ejemplo: algunos miedos y ansiedades propios de una etapa evolutiva) y externos (situación ambiental). Mudanzas, cambios de colegio, nacimiento de hermanos, separación de sus padres, fallecimiento de algún ser querido, son situaciones ambientales que inciden directamente en los niños y es fundamental tenerlas en cuenta. Entre el año y los tres años las dificultades para conciliar el sueño y el despertar por la noche son muy frecuentes. El insomnio puede asociarse a una hiperactividad motriz y la avidez del niño por conocer puede impulsarlo a levantarse para jugar, por lo tanto van en búsqueda de sus padres. A la vez, los miedos, las pesadillas y las ansiedades propias de cada edad inducen al niño a pasarse a la cama de sus padres buscando contención y seguridad. Algunos consejos: · Acostar al niño en su propia cama y si se levanta calmarlo allí. · Propiciar un ambiente propicio para el sueño (no recomiendo que tengan televisión en su cuarto) · Organizar rutinas para no obstaculizar los mecanismos de individuación y autonomía. · Si se levanta acompañarlo a su cama, contándole cuentos (en forma alternada). · Considerar que las situaciones de desborde familiar inciden en que los niños tengan dificulta para dormir en su propio cuarto. · Ser coherentes entre lo que se transmite verbalmente y lo que se hace en la práctica. · Generar y estimular hábitos independientes (para bañarse, vestirse, etc.) Creo que la actitud firme del adulto es percibida por el niño y favorece la aceptación del límite, dice Donován "Con una actitud positiva, valorizando los logros y a través del diálogo se genera un terreno facilitador para la aceptación de los límites", finaliza la Licenciada.