Las redes conceptuales: una útil herramienta de estudio

Transcripción

Las redes conceptuales: una útil herramienta de estudio
Las redes conceptuales:
herramienta de estudio
una
útil
Elaborar una red conceptual permite apropiarse de los conceptos, resignificarlos y reorganizarlos. De este modo,
esta herramienta contribuye a lograr un verdadero aprendizaje significativo.
Las redes conceptuales sirven para aclarar ideas
A la hora de estudiar, existe una herramienta de estudio que nos permite unificar una variedad de conceptos así
como relacionar ideas: se trata de las redes conceptuales. Una red conceptual es básicamente un diagrama de
cuadros y flechas donde diferentes conceptos se interrelacionan, explicando causas, consecuencias, participantes,
procesos y las relaciones que se establecen entre ellos. Elaborar una red conceptual implica una serie de procesos
mentales que la transforman en un instrumento idóneo para favorecer el aprendizaje y el estudio.
¿Cómo armar nuestra red conceptual?
Ante todo, cabe aclarar que las redes conceptuales de ningún modo suplen la lectura ni la elaboración de
resúmenes, sino que son un elemento más. Por lo general, la elaboración de una red conceptual presupone los
conocimientos esenciales sobre cada concepto, para así poder unificarlos en relaciones válidas.
Lo primero que hay que hacer para armar una red conceptual es tener en claro el concepto central, a partir del
cual se irán distribuyendo todos los demás. Si, por poner un ejemplo, deseamos armar una red conceptual sobre
la Revolución Francesa, tomamos una hoja y en el centro del papel colocamos un recuadro destacado con este
título.
Luego, se anotan a continuación una serie de conceptos relacionados con el tema central. En el ejemplo dado,
podría tratarse de las causas que posibilitaron la Revolución y las consecuencias que se desprendieron de la
misma, quiénes fueron los principales participantes, etc. Estas ideas deben ponerse por escrito, relacionando unas
con otras a partir de un diagrama de flechas.
Cada estudiante debe apropiarse de un código determinado a la hora de armar redes conceptuales: para algunos,
el color es un elemento que los ayuda a ordenar, otros se inclinan por distintas clases de flechas, etc. Existe la
posibilidad de elaborar redes muy vistosas y amplias con determinado software.
Redes propias y redes ajenas
Una vez elaborada, la red conceptual es muy útil para repasar conceptos ya estudiados. Sin embargo, el verdadero
trabajo es conseguir armarla. Allí es donde el aprendizaje que hemos llevado a cabo demuestra ser significativo,
ya que podemos asociar conceptos unos con otros y deducir otras relaciones consecuentes.
Es por ello que estudiar con una red conceptual ajena (ya sea proporcionada por un autor, por el docente o por un
compañero de clase) de ninguna manera será lo mismo que estudiar de una que hayamos armado nosotros. Sólo
con la reproducción consciente del proceso que llevó a su autor a relacionar los conceptos de una manera
determinada, podremos aprovechar en alguna medida el contenido de una red hecha por otros.

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