Marzo - Fundación Buenos Aires XXI

PLANIFICACION DE GOBIERNO Y POLIITICAS DE ESTADO
Salvo raras excepciones, como los “Planes Quinquenales y el Plan Trienal” del Gral. Juan D.
Perón, o bien el Plan de Desarrollo del Dr. Arturo Frondizzi y el tristemente célebre Plan de
Desindustrialización y de Valorización Financiera de Martínez de Hoz, en nuestro país estamos
acostumbrados a que las distintas administraciones gubernamentales, por regla general hayan
desarrollado acciones políticas, sociales y económicas cabalgando sobre la coyuntura y sin un
plan estratégico estructural que permita proyectar la Nación a mediano y a largo plazo.
No desconocemos que toda administración de gobierno por incidencia de la dinámica a la que es
sometida debe resolver la problemática del día a día, pero esto no es excusa para que de una vez
por todas se pueda vertebrar el país en un acuerdo de carácter nacional que involucre no
solamente a los sectores políticos, sino también a todas las instituciones representativas del
quehacer nacional (Centrales Obreras, Universidades, empresarios, etc., etc.)
Esto permitiría que la Argentina se situara en el contexto mundial de manera tal que le
posibilitara aprovechar las oportunidades favorables que se le presentaran, así como también
hacerle frente a los distintos escenarios que podrían generar algún tipo de desestabilización
económica social o política dentro de nuestras propias fronteras.
Este acuerdo que proponemos evitaría los continuos cambios de instrumentos y medidas según
el sector que ha tenido la responsabilidad de administrar la república y que han generado un
Estado desarticulado, inorgánico, e ineficiente.
Sin lugar a dudas, la administración estatal descripta, no se encuentra en condiciones para
encarar las estrategias necesarias que se necesitarían para llevar adelante y alcanzar los
objetivos de lo que hoy se denomina políticas de Estado.
En un mundo donde el conocimiento y el avance científico-técnico constituyen el eje
potenciador que permite el desarrollo de las naciones y su inserción en condiciones competitivas
en el esquema internacional, nos encontramos frente a una debilidad interna desde el punto de
vista de la calidad educativa que a pesar de los grandes esfuerzos personales que son ejemplo de
dedicación y responsabilidad, no nos permite, de acuerdo con el lenguaje deportivo : “competir
en las grandes ligas”.
Es sustancial recuperar el esquema institucional y un estado de derecho pleno, con una
legislación que permita tener reglas permanentes en el tiempo y que sirva de base sustantiva para
el accionar tanto de las personas físicas como de las jurídicas.
En este marco podremos recuperar el poder del Estado, pero no de un estado en condiciones de
debilidad o de esquemas jerárquicos autoritarios, debemos encontrar el camino que nos permita
alcanzar un Estado que priorice el mérito basado en una firme ética y moral pública.
Este esquema organizativo nos permitiría generar las pautas para un reordenamiento sistemático
en aras de forjar una Nación, con una clara orientación estratégica programada a mediano y largo
plazo tanto en lo interno como en lo internacional y que sea superadora de los ideologismos sin
sentido.
La incompetencia, la ineficiencia y la corrupción, deberán desterrarse para siempre, para que el
fracaso y la postergación sean el pasado y la realización de la Nación sea una realidad de
plenitud y de grandeza.
Dr. Juan Carlos Vacarezza
Marzo 2011
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