El tortuoso camino de la educación pública
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El tortuoso camino de la educación pública
(fuente: Diario de Navarra) ñanza debe tener una formación académica muy por encima del nivel que tiene que impartir en clase. Cuanto mayor sea la preparación académica e intelectual del profesor, más garantías habrá de que su trabajo resulte eficaz. No hay nada más perjudicial que el fomento de la mediocridad, ción pública debe conocer, porque un virus que se propaga con rapiestá opositado y no viendo en el so- dez y cuyo antídoto pasa por llevar la exigencia a todos los ámbitos de fá de su casa el Pasapalabra, que nuestra sociedad, algo harto difícil "extasiar" no significa "agobiar a alguien". "La prueba de conoci- si nos fijamos en la capacidad intelectual de quienes promocionan miento", lamentaban desde otro sindicato "se fijó apenas cinco me- socialmente hoy día (son paradigmáticos los casos de los políticos y ses antes de las oposiciones y con un temario muy amplio". Sin co- los ídolos de la televisión). mentarios. Lo inquietante de todo Rechazar el elitismo es la mejor esto es que desde determinados manera de convertir nuestra sosectores se intente ocultar la por- ciedad en una sociedad vulgar, lleno de inútiles útiles para quienes quería debajo de la alfombra, manejan los hilos. El elitismo como objetivo es imprescindible si justificando lo Alberto queremos progreso y no degradainjustificable, Royo en lugar de ha- ción. Un elitismo bien entendido favorecería el ascenso de los mejocer autocrítica res, no en función de la clase social y buscar solude la que procedieran sino de su ciones para memérito y de su esfuerzo. Pero esto jorar una situano interesa a la clase política, más ción que asusta. preocupada por mantener sus priReflexionemos vilegios y reducir al mínimo la caun poco: pacidad de réplica que por mejoUn docente rar nuestra sociedad. Y mucho me necesita, antes que herramientas temo que tampoco ésta se lo exige pedagógicas, conocimientos, sin los cuales será imposible transmi- conla contundencia que debería. tir a sus alumnos los saberes que Siempre hay una excepción que estos necesitan aprender. ¿Qué confirma la regla y, en este caso, más da que pedagógicamente uno entre el habitual afán de los polítisea un figura si no sabe que el cara- cos por aborregar al ciudadano, col es un molusco y que Badajoz nos encontramos con un remanso está en Extremadura? de sentido común: la Comunidad Todo aquel que ejerce la ense- de Madrid, entendiendo que el pe- El tortuoso camino de la educación pública L EO en la prensa que el 86% de los aspirantes a ocupar una plaza de maestro en la Comunidad de Madrid no aprobó la prueba de conocimientos generales de las oposiciones de 2011, con preguntas pensadas para alumnos de doce años. Lo disparatado de algunas respuestas (faltas de ortografía -"incapie-, "escrúpulo significa salida del sol"; "el Duero, Ebro y Guadalquivir pasan por Madrid"; "el caracol es un crustáceo"...) es anecdótico, pues todos podemos tener un lapsus en un momento determinado, más en una situación de tensión. Lo grave es que únicamente el 13% de los opositores fuera capaz de superar un examen así. Las excusas sindicales, tras la divulgación de semejante cuadro, son rocambolescas."(...) hay conocimientos que no se adquieren en Secundaria y que el docente no vuelve a ver en la carrera de Magisterio por lo que puede olvidar, como cualquier titulado, el recorrido de un río", afirmaban desde una organización sindical. Hombre, es cierto que se puede olvidar el recorrido de un río, pero también que un maestro de Primaria cuyo objetivo es entrar en la fun- so de los exámenes en una oposición no puede ser del 36,1%, ha decidido que, a partir ahora, la nota del examen supondrá un 80% del total de la calificación. La Consejería de Educación madrileña también ha encontrado el problema: "el principal fallo está en la formación de los docentes en las facultades". ¿Se referirá la Consejería a la escasa formación que se imparte en las facultades de pedagogía (en cuyo caso podemos estar de acuerdo) o a la supuesta falta de formación pedagógica de los docentes? Porque quiero recordar que lo que los aspirantes a maestro no han sabido responder son preguntas de conocimientos, luego no han suspendido una prueba en la que se les exigiera la demostración de estrategia didáctica alguna. ¿No radicará el problema en el despiste generalizado de las altas instancias políticas y educativas (en un sentido directivo lo de educativas) a la que se suman los sindicatos tradicionalesy los ideólogos, visionarios y demás especies de la neopedagogía en relación con lo que es imprescindible que un docente sepa y aquello que no lo es? Decía Miguel de Unamuno: "Sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe... Sólo la cultura da libertad... No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamiento. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura". Alberto Royo Abenia, de la asociación de profesores de secundaria de Navarra