GAUna mirada a la vida de Carmen García Aracil
Transcripción
GAUna mirada a la vida de Carmen García Aracil
GA Una mirada a la vida de Carmen García Aracil Para mis hijos y mis nietos que siempre tendrán parte de mí. Contenido Mi infancia página 10 de 0 a 13 años Mi adolescencia página 30 de 14 a 20 años Mi juventud página 44 de 21 a 35 años Mi madurez página 64 de 36 a 65 años Mi vejez página 84 desde 65 años... Mi Familia hasta 2012 página 96 M Mi infancia de 0 a 13 años Con mis amigas del barrio En la puerta de mi casa MI Mis padres paseando por Orihuela MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Introducción Mi nombre es Carmen o Carmencita como me solían llamar en el pueblo y nací en Orihuela el 7 de diciembre de 1942. Mi madre solía decir que aquel día fue especialmente frío. Pese a todo, vine al mundo para dar todo lo que tengo a quienes he amado y eso es algo que aprendí de mi madre. Me gusta pensar que el calor de sus manos, de sus palabras, de su complicidad, me han convertido en la persona que soy hoy día. Aunque me falta desde hace tiempo, sigue influyendo en mí. Durante toda mi vida he vivido en la Calle San Agustín, 8. Siempre fue así hasta que me fui de Orihuela. Mis padres, Antonio y Carmen, tenían un establecimiento de carnicería justo debajo de casa en el que trabajaban con varios empleados y con mi tía Aurelia, la hermana de mi padre, que además vivía con nosotros. El resto de mi familia vivían en pueblecitos alrededor de Orihuela, unos en Los Desamparados, otros en Molins y otros en 12 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Con mi tío Antonio en el campo Arneva. Eran gente humilde, trabajaban las parcelas que tenían como agricultores, su negocio y su vida eran la tierra. 13 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Soy la pequeña de tres hermanos, ¡y tan pequeña! Me llevo 7 y 8 años con mis dos hermanos, Antonio el mayor y Joaquín el mediano. Mi más tierna infancia transcurrió junto a mis amigos entre mi casa, el colegio Jesús María, la Plaza Nueva, la Plaza del Ayuntamiento y mi calle y así se nos pasaban los días sin casi conocer más allá de la distancia que nuestros padres nos dejaban alejarnos. Jugábamos sin parar, hacíamos helado, íbamos al cine, nos sentábamos en la puerta a tomar el fresco... Era una vida tranquila a la que cualquiera en su sano juicio querría volver aunque sólo fuese un instante para recuperar la inocencia y la despreocupación que lo inundaba todo como si el tiempo no fuese a pasar nunca y la vida se parara frente a nosotros. Estas son las historias de mi niñez. Queridos míos, os dejo escritos algunos recuerdos que guardo y que sólo me hacen reír y ver lo feliz que he sido. 14 Una cicatriz que quedaría para siempre. “...qué sabia es la memoria a veces.” MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Todo el que me conoce sabe la historia de cómo me hice mi cicatriz del gemelo izquierdo. Está en la parte baja de la pierna y ocupa aproximadamente el tamaño de un huevo frito. Lo cierto es que cuento con alguna que otra cicatriz que hace que mi piel ya no luzca como antes, como por ejemplo la cicatriz de mi estómago que me recorre casi por completo y por la cual mi hija siempre me dice que parezco un osito de peluche, como si me hubiesen rellenado, cosas de mi hija... Cada marca de mi piel tiene su momento en la vida y son el reflejo de una cirugía de antaño que se preocupaba más por la cura que por la estética del curado. Una tarde de invierno, tendría yo dos años como mucho, estaba en casa con la muchacha que cuidaba de mí, Rosario. Ella era interna en casa y fue la que me cuidó desde bebé. 16 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Prácticamente me crió, ella era la que me llevaba al colegio, me peinaba, me vestía… porque mi madre con el trabajo que le daba la carnicería no tenía tiempo, era un trabajo muy esclavo. Antiguamente en los negocios se empezaba muy temprano, se terminaba muy tarde e incluso se abría los sábados y los domingos por la mañana, o sea que era un trabajo que te mantenía ocupado todo el día. Esa tarde Rosario y yo estábamos en la cocina, yo jugaba mientras ella hacía sus labores. Llamaron a la puerta y al ir Rosario a abrir yo me quise ir tras ella y pisé el brasero que teníamos puesto. Como llevaba botitas se me metió una brasa entre la bota y la pierna. Supongo que el llanto tenía sería desgarrador porque claro, debido a mi corta edad no le podía decir lo que me pasaba. La herida fue peor por el tiempo que transcurrió hasta que Rosario se dio cuenta de qué me pasaba porque me salía humo de la 17 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia pierna. Hoy día pienso que menos mal que me pasó siendo tan pequeña porque tuvo que ser doloroso tanto la quemadura como las curas. Sinceramente no recuerdo nada del momento, qué sabia es la memoria a veces. Con mi primo en las fiestas del pueblo 18 Si cierras los ojos acabas en el suelo. “La vida se nos pasaba entre tonterías de esas.” MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Las primeras tardes de verano se pasaban tranquilamente, la brisa era suave, los días apenas se diferenciaban unos de otros y sin embargo siempre parecían distintos. Era una época en la que nos conformábamos con poco y poco nos parecía mucho. Recuerdo que poníamos con la mecedora en la puerta de casa a tomar el fresco por la noche o salía a jugar con mis amigas del colegio Carmen, Marisol, Marina, Fina y otros niños del barrio. Jugábamos a las cuatro esquinas, a escondernos, al coscos (guiso como le llaman aquí en Málaga) a la cuerda, a esas tonterías. Cuando ya era pleno verano, mis hermanos y yo nos íbamos a Torrevieja y allí pasábamos el verano con mi tía Aurelia y con Rosario porque mis padres se quedaban en Orihuela trabajando. Siempre me ha gustado mucho la playa de Torrevieja porque soy muy friolera y el agua de allí es como una sopita templada. 20 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia No impresiona cuando te metes, la arena, del color de la miel, es fina y te embriaga una relajación tal que puedes estar en el agua hasta que anochezca. Por aquel entonces apenas comía, siempre he sido una niña inapetente, aunque ahora tampoco es que haya cambiado mucho. Es curioso porque sin embargo soy una enamorada de la cocina, desde siempre me ha despertado mucho la curiosidad y he tenido buena mano para hacer lo que quisiera. Me acuerdo que entre las pocas cosas que comía hasta hartarme estaba la leche fría (leche merengada o preparada como la llamáis aquí). Rosario me la hacía, la ponían en una nevera a 21 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia enfriar y me la daba a todas horas para que al menos me alimentase con algo. Si cierro los ojos aún huelo el aroma de la leche cocinándose a fuego lento con la cáscara del limón y las ramas de canela, puedo olfatear su dulce olor trepando por las paredes e invadiendo cada uno de los rincones de mi casa, un aroma que me hipnotizaba y sólo significaba una cosa: bienvenido verano, ya estás aquí para llenar las tardes de charlas, carreras, helados y baños eternos al sol. Muchos domingos íbamos a casa de mi abuela Pepa, la madre de mi madre, y allí nos reuníamos con mis primas. Cuando íbamos, mis hermanos me hacían muchas trastadas, yo apenas si tenía conocimiento de qué era verdad y qué no y se aprovechaban de eso para inventar cualquier cosa con tal de quedarse conmigo. Un día, tendría yo unos 5 o 6 años, fuimos a casa de mi abuela en bici mi hermano Joaquín y yo. Él me llevaba sentada delante, 22 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia en el cuadro de la bici. - Tú haz lo mismo que yo, cierra los ojos y vamos con los ojos cerrados los dos. Y claro, cerré los ojos pensando que él iba dirigiendo la bicicleta y que no pasaría nada. Lo que no sabía es que el tonto cogió y cumplió lo que acababa de decir, cerró también los ojos y no dimos ni dos pasos cuando nos caímos dentro de una acequia. Aún lo recuerdo y no sé quién fue más tonto si yo por creer que mi hermano podía dirigir la bici sin ver o él por cerrar los ojos. La vida se nos pasaba entre tonterías de esas. Con mi madre, mis primas y mi tía en la casa del campo. 23 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Con mi tía Aurelia Comida en el campo 24 Una moto y un burro no son buena combinación. “me hizo cómplice de otra de sus locuras.” MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia Después de todas las perrerías que me hacían mis hermanos no sé como no le he cogido miedo a todo lo que tenga ruedas. Tendría yo unos 9 años cuando le compraron a mis hermanos una moto y el primer día que la estaba estrenando, mi hermano Joaquín no tuvo otra ocurrencia que ponerme a mi a dirigir la moto. - Ven que vamos a dar una vuelta con la moto por aquí antes de ir a comer. - Pero Joaquín, si yo no sé. - Venga tonta, tú conduces. En ese momento había cerca un carro con un burro, acelero, muevo el manillar como dios me da a entender y... ¡Boom! No tardamos ni dos segundos en meternos debajo del carro. No nos pasó nada más allá de llevarnos un buen susto y hacer que se le encogiera el corazón al dueño del carro que no daba crédito a lo que acababa de pasar. Mi madre estaba preocupada porque no 26 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia llegábamos aunque nunca llegó a enterarse de nada porque al llegar a casa mi hermano no quiso decir nada para que no nos regañaran y me hizo cómplice de otra de sus locuras. Pero no todo fueron jugarretas y trastadas con mis hermanos, guardo muy buenos recuerdos de mi infancia con ellos pese a la diferencia de edad que suele alejar a las personas y llevar por caminos e intereses distintos. Los reyes para mi siempre era un día especial, único en el año, un día que superaba incluso la ilusión propia de un cumpleaños. Era sin duda una ocasión con un aura mágica que danzaba por el ambiente haciendo que todos y todo bailasen a su ritmo y se dejasen cautivar. La misma noche del día 5 mis hermanos se encargaban de comprarme los juguetes sin que yo lo supiera. Yo pasaba toda la 27 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia tarde preparando una parafernalia sin igual en la sala de estar colocando unas sábanas que cubría los sillones para que los reyes me pusieran allí los juguetes. Al día siguiente casi entraba en shock con la cantidad de regalos que me encontraba siempre y gran constancia quedaba de ello porque como a mi hermano el mayor le gustaba mucho la fotografía, incluso hizo un curso y se compró sus máquinas de revelado, siempre estaba haciendo fotos de todo. La misma mañana de reyes me hacía fotos con un perro de peluche o con un pijama o me hacia una con una muñeca. Antonio tenía que retratarlo todo, su cámara vio tanto como sus ojos y fue testigo de cosas inverosímiles hoy día. Allá por el 53 nevó en Orihuela, imagináos cómo nevó que en casa de mis padres había una habitación abuhardillada en el tercer piso con una terraza enorme y el suelo se cubrió de tal cantidad de nieve 28 MI Autobiografía de Carmen García Aracil Mi infancia y mi hermano inmortalizó el momento sin saber que sería un hecho tan aislado como una línea en el mar . Plaza de Santa Lucía, Orihuela (enero de 1954) Con un perito de peluche en la terraza de mi casa 29 MV Mi vejez desde los 66 hasta hoy Mi nieta, Marta recién nacida Con Javier el día de su 38 cumpleaños V Juan Antonio y yo en nuestro barco, “Chirrete” MV Autobiografía de Carmen García Aracil Mi vejez Introducción Puedo decir orgullosa que he llegado a mi vejez cumpliendo mis sueños. Tal vez no hayan sido los sueños de mi infancia y no esté hoy día donde imaginaba. Cada uno tiene sus propios sueños y van cambiando con la edad, pero puedo decir con la boca llena que todos se han cumplido porque pero el trasfondo de cada uno de ellos era ser feliz, de un modo u otro, pero la felicidad es lo que nos mueve y el amor lo que nos la da. En estos últimos años he perdido a personas muy importantes que por el camino han dejado su huella y echo en falta su calor. Pero también han llegado nuevas vidas que han llenado todo a su alrededor como si nada hubiera existido antes. A lo largo de mi vida he sido hija, hermana, amiga, tía, sobrina, esposa, madre y lo que más feliz me hace, he sido abuela. Mi hijo Javier me ha dado el mayor regalo de la vida, una nieta preciosa que lleva consigo una parte de él, una parte de mí. 86 MV Autobiografía de Carmen García Aracil Mi vejez Puedo dar gracias a que Juan Antonio y yo hemos llegado a nuestra jubilación con una salud y un ánimo que a muchos sorprende. No es la primera vez que nos dicen que no aparentamos en absoluto la edad que tenemos. Y es que la edad no es sólo un estado físico, está en la mente, en las ganas que tengas de vivir y de disfrutar todo lo que se presenta a tu alrededor. Nos ha costado mucho esfuerzo salir adelante, hemos pasado por situaciones muy complicadas, pero aquí estamos, nuestra recompensa en la vida ha llegado. Queridos míos que estáis leyendo esto, sabed que el tiempo siempre pone las cosas en su sitio. Unos lo llaman karma, otros destino, yo prefiero decir que el que siembra, recoge y en nuestro caso, hemos sembrado hasta más no poder, hasta estar agotados. El fruto, poder disfrutar hoy de una vida tranquila, haciendo lo que verdaderamente nos apasiona a mi marido y a mí, viajar y disfrutar de la gastronomía del mundo. 87 MV Autobiografía de Carmen García Aracil Mi vejez Javier, Isa y Marta, una preciosidad que volvería loco a cualquiera 88 Recorriendo el mundo a nuestra manera. “Es bueno que encontréis vuestro lugar de retiro” MV Autobiografía de Carmen García Aracil Mi vejez Si hay algo a lo que Juan Antonio y yo no hemos renunciado nunca es a disfrutar cada momento de la vida estemos donde estemos. Siempre nos ha gustado mucho viajar, incluso cuando no teníamos recursos aprovechábamos sus viajes de trabajo para darnos una escapada en coche juntos, hacer un picnic en cualquier paraje y disfrutar del paisaje. Tenemos mil anécdotas, juntos hemos recorrido España casi entera, hemos visitado las ciudades más impor tantes de Inglaterra, Francia, Bélgica, I talia... Si me tengo que quedar con un viaje del extranjero me quedo con el recorrido que hicimos por los afluentes del río Loire con Javier y Mamen. Las fotos no reflejan ni la mitad de la hermosura del paisaje. Fue un viaje distinto a todos y desde luego fuimos los pioneros en hacerlo desde Málaga, hasta la chica de la agencia de viajes se sorprendió de la propuesta que le hicimos. El viaje consistía en navegar en un barco familiar durante 15 días atracando en los puertos que queríamos y visitando cada pueblo a nuestro aire. 90 MV Autobiografía de Carmen García Aracil Mi vejez Toda una aventura. Vimos pueblos que parecían decorados de una película, la naturaleza salvaje del río era espectacular y los niños disfrutaron muchísmo paseando con las bicis. Incluso tuvimos un visitante que nos acompañó durante todo el viaje, el ratoncito François, un ratoncillo tan pequeño que apenas si tenía pelo y que según Juan Antonio era una rata como un castillo. Este y otros viajes nos han llenado la memoria de buenos momentos, pero sin duda, donde tenemos nuestra segunda casa y no faltamos todos los años es en Galicia. He de reconocer que tanto Juan Antonio como yo somos unos enamorados de aquella tierra, de sus gentes y su gastronomía. Empezamos a descubrirla poco a poco y a día de hoy todos los meses de noviembre nos vamos 21 días a una casita rural donde desconectamos del mundo. Es bueno que encontréis vuestro lugar de retiro, vuestro refugio en el mundo, al volver os ayudará a ver la vida de otra manera y sabréis que siempre hay dónde escapar de vuestra rutina. 91 MV Autobiografía de Carmen García Aracil Mi vejez Un beso en Roma 92 Mi Familia Antonio García Aurelia García Mi tía Mi padre Antonio García Pilar Rodríguez Mi hermano Jesús García Alfonso García Antonio García Mi cuñada Inma García Encarnita García Libertad García Mis sobrinos Reme Joaquín García Rodríguez Mi hermano Mi cuñada Enrique García Reme García Mis sobrinos Mamen García Carmen Aracil Mi madre Carmen García Juan Antonio Sendra YO Mi marido Isa González Javier Sendra Mamen Sendra Kiko Carballo Mi nuera Mi hijo Mi hija Mi yerno Marta Sendra Mi nieta Perseguid vuestros sueños, que nada os aparte de vuestro camino, quereros y respetaros a vosotros mismos y actuad siempre bajo lo que os dicte el corazón. Es todo lo que os puedo decir, es todo lo que he aprendido en mi vida. Carmen García Aracil CG En este libro se narran algunas de las vivencias de Carmen García Aracil tal y como ella las ha contado. Sus recuerdos, sus sentimientos y sus mejores fotografías nos harán recorrer en una apasionante historia cada una de las etapas de su vida. A veces con un regusto amargo y otras con una carcajada, estas historias nos harán saber quién es Carmen y qué movió a esta oriunda de Orihuela a vivir en Málaga. Este libro es su legado que la mantendrá viva siempre. Carmen García Aracil (nacida en1942)