El Caribe que nos une

Transcripción

El Caribe que nos une
El Caribe que nos une
Transcripción de entrevista realizada a Norman Girvan en la Feria del Libro de La Habana
2012,
Auditorio Nicolás Guillén, domingo 12 de febrero de 2012
Magda Resik con Norman Girvan
Magda Resik: Muy buenas tardes. Bienvenidos a este espacio Encuentro con, que
habitualmente en nuestra Feria Internacional del Libro se dedica a conversar con las
personalidades, casi siempre, en su mayoría, con las personalidades extranjeras que nos
visitan en el entorno de esta fiesta del libro y la lectura.
En este caso tenemos el honor de recibir en nuestro espacio a un hombre que, por su
pensamiento, por su reflexión sobre el Caribe que nos une, ha tenido siempre un respeto
muy grande en los círculos académicos. Es un honor tenerlo hoy con nosotros y poder
aprender de él mucho más sobre este universo tan vasto, tan múltiple, que es el Caribe. Se
trata de alguien que, también, se ha acercado a nuestro país por su sensibilidad para con
los temas cubanos, las necesidades, los sueños y las realidades de Cuba y que ha sabido
comprometerse con nuestra nación de una manera, diríamos, impresionante, aun cuando
sea algo con lo que no se haga mucho ruido. Creo que es de esos defensores de Cuba a los
que debemos agradecer mucho su sensibilidad en distintos entornos donde ha sabido
levantar la voz por nuestro país.
Se trata de Norman Girvan, quien es escritor, investigador del Instituto Superior de
Relaciones Internacionales de la Universidad de las Indias Occidentales en San Agustín,
Trinidad y Tobago. Muy buenas tardes y bienvenido.
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Esta conversación de hoy va a necesitar de una traducción y está con nosotros una
traductora del ESTI, Lisney Vergara, con ella vamos a compartir también la tarde de
Encuentro con y espero que hagamos un equipo, un buen team, a good team.
Norman, quisiera comenzar por sus orígenes, porque aun cuando usted se desempeña
como académico en Trinidad y Tobago, es oriundo de Jamaica y me gustaría mucho saber
cuánto lleva de Jamaica consigo, cuánto ha influido el hecho de haber nacido en Jamaica,
en su interés posterior por el Caribe, como objeto de estudio académico.
Norman Girvan: Buenas tardes. Gracias por haberme invitado a la Feria y por
hacerme el honor de entrevistarme. Nunca pensé que sería merecedor de una entrevista.
Supongo que sea uno de esos castigos que uno tiene que soportar cuando llega a mi edad
y existe la falsa impresión de que como uno ha vivido en este planeta más tiempo que
otros, de alguna manera deba tener algo que decir.
Con respecto a cuánto de Jamaica hay en mí, pues soy ciento por ciento jamaicano. Mis
padres eran jamaicanos. En mis viajes a otros países hay gente que se sorprende cuando
les digo que soy jamaicano, porque no tengo la piel negra, pero en Jamaica existen
personas de todos los colores, formas y tallas. Yo soy tanto de origen africano como
europeo, lo cual pienso que es bastante obvio. Nací en Jamaica en un momento de
agitación nacionalista. Mi propio padre abandonó su carrera empresarial para dedicarse
de forma activa al movimiento por el desarrollo de la comunidad y la creación de
cooperativas entre los pequeños agricultores- los campesinos de Jamaica. Así que nací en
un hogar en el cual el espíritu nacionalista era muy fuerte. Estábamos saliendo de la
dominación colonial, se había formado el movimiento nacionalista, se estaban
legitimando el creoley el arte jamaicanos y había una noción de servicio público y
comunitario. Mi padre se interesaba en la región en su sentido más amplio, en lo que se
conoce como las Indias Occidentales Británicas y también en América Latina.Uno de los
libros que recuerdo haber tomado de su biblioteca fue Biografía del Caribe de Germán
Arciniegas, por supuesto, en inglés.
En la década del 50, mi padre fue contratado como asesor de desarrollo comunitario para
un programa que se estaba realizando en el altiplano ecuatoriano entre las comunidades
indígenas para promover actividades de auto-organización y auto-ayuda entre ellas.
Durante esa época pasé algunas de mis vacaciones con mis padres en las montañas de
Ecuador. Más tarde lo contrataron para trabajar en un proyecto similar en la ciudad de
Arica en Chile. De ahí que, como pueden ver, mi acercamiento al Caribe y a
Latinoaméricay el estar consciente de lo que significaba pertenecer a esta región, formó
parte de mi experiencia personal durante mi niñez y mi juventud. Los veranos que pasé en
Ecuador me abrieron los ojos, porque pude observar de primera mano la total exclusión
social y marginación que sufría la mayoría de los pueblos indígenas de ese país.
Posteriormente, a diferencia de mis hermanos mayores que fueron enviados a estudiar a
universidades en Canadá, yo estudié en la Universidad de las Indias Occidentales en
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Jamaica.Comencé a estudiar en esa Universidad en una época de tremenda agitación
intelectual y política en el año 1959 y, por supuesto, no necesito explicarle a este auditorio
la importancia que tuvo ese año.De hecho, la Revolución cubana tuvo una enorme
repercusión en los jóvenes de mi generación. Fue también la época de lo que llamamos la
Federación de las Indias Occidentales, que fue un intento de formar un Estado Federal en
10 diferentes islas del Caribe anglófono.Así que me convertí en un regionalista en la
Universidad de las Indias Occidentales. Entré como un nacionalista jamaicano y salí siendo
un regionalista caribeño y nunca he percibido, aceptado ni reconocido ninguna
contradicción entre el nacionalismo y el regionalismo. Así que esa es una sinopsis de mis
orígenes.
- Magda Resik: Y la relación con Cuba. Empezó a anunciar un poco la influencia que
tuvo la Revolución cubana en su generación, pero la relación con Cuba, un poco más
estrecha, más cercana, ¿de cuándo la recuerda? ¿Algo del pensamiento cubano le llegó
estando en la universidad?
- Norman Girvan: Sí. Debo decir quela influencia de la Revolución cubana comenzó
cuando escuchaba las transmisiones de Radio Rebelde desde la Sierra Maestra antes del
triunfo de la Revolución. Quisiera contarles que cuando intentaba sintonizar las emisoras
de radio que transmitían desde Miami para escuchar rock and roll no podía imaginarme
que me iba a encontrar con aquello que se llamaba Radio Rebelde. Los estudiantes de mi
generación estaban todos entusiasmados con la reforma agraria, los programas de
alfabetización de la Revolución, la reforma urbana y con la Primera y Segunda Declaración
de La Habana.Creo que algunos nos sentimos confundidos cuando la Revolución decidió
establecer una estrecha alianza con la Unión Soviética, pues no estábamos convencidos de
que el modelo soviético, desde el punto de vista político o económico, fuera el más
adecuado para nuestra realidad. No obstante, pienso que llegamos a comprender que la
creación de dicha alianza era una necesidad para la supervivencia de la Revolución.
Desde el punto de vista del desarrollo económico, hubo también gran interés en el papel
que desempeñó la industria azucarera en las políticas económicas de la Revolución que,
en primer lugar, consistían en diversificar la economía y, en segundo lugar, volver a
priorizar la producción y exportación del azúcar,según o más bienen respuesta a la teoría
socialista de las ventajas comparativas.De modo que teníamos interrogantes acerca de
algunos de los aspectos de la experiencia cubana, sobre todo, de la sovietización de la
Revolución, al menos en el nivel institucional y el regreso a una fuerte dependencia del
azúcar.
Sin embargo, lo que tuvo un fuerte impacto en nosotros y desde luego en mi caso en
particular fue el carácter profundamente popular de la Revolución cubana. El tremendo
nivel de participación de la gente común de este país en todos los aspectos de la vida en
Cuba. Los que tuvieron la oportunidad de visitar a Cuba en los años 60, siempre
regresaban a nuestro país en un estado de euforia que apenas podían contener. No creían
que fuera posible. Nunca habían experimentado una situación en la que existiera tanto
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entusiasmo, tanta unidad de objetivos y un gobierno y un Estado orientado en primer
lugar a satisfacer las necesidades de la población y que estaba decidido a no inclinarse
ante la potencia más poderosa que ha existido sobre la tierra.
Después hubo otros aspectos de la Revolución que llegué a apreciar en un sentido más
amplio y uno de ellos fue el importante papel que desempeñó la cultura en el proceso
revolucionario.Recuerdo que en un panel celebrado con motivo del 50 aniversario de la
fundación de la Casa de las Américas, un panel que tuvo lugar en la Asociación de Estudios
Caribeños, dije que para mí era motivo de gran asombro que Casa de las Américas hubiera
sido una de las primeras instituciones creadas por la Revolución.
También estuve aquí en disímiles ocasiones durante el “período especial” y lo que me
resultó sorprendente fue que, a pesar del grado extremo de privaciones económicas y la
carencia de recursos que enfrentaba el gobierno, las instituciones culturales del país
mantuvieron en buena medida su vitalidad y accesibilidad para el público cubano.A
menudo me pregunto si los cubanos que no han tenido la oportunidad de viajar aprecian
cuán accesible esla cultura,que constituye en realidad una parte viva de la vida de los
cubanos,a diferencia de otros países. Debo decir que la experiencia de caminar por este
lugar donde nos encontramos hoy y en donde he visto a tantas personas y, en especial, a
tantos jóvenes que asisten a una feria del libro, ¡una feria del libro! es realmente
extraordinaria. El único tipo de evento que atrae a tanta cantidad de jóvenes en otras
partes del mundo es un concierto de rock.
De modo que cuando se realizaron los ajustes estructurales en nuestros países del Caribe
anglófono, se presionó a los gobiernos para que recortaran los recursos destinados a los
servicios que no se consideraban esenciales y las instituciones culturales fueron las
primeras víctimas a las que los gobiernos tuvieron que reducir los fondos debido a la
presión del Fondo Monetario Internacional. Es por ello que cuando comenté acerca de la
manera en que se habían realizado dichos ajustes en nuestros países a diferencia de Cuba,
en donde la cultura no se recortaba, cité las palabras de George Lamming cuando dijo:
“Les diré cuál es la diferencia. La diferencia radica en que en el Caribe anglófono la cultura
es el merengue del pastel, mientras que en Cuba, la cultura es el pastel”.
Otro aspecto del proceso revolucionario cubano que resulta sorprendente es la forma en
que las instituciones nacionales se crearon y se han mantenido, por ejemplo, el papel de la
ciencia y la tecnología y el interés en las investigaciones realizadas por estas instituciones
que han hecho grandes progresos y grandes aportes. El sistema cubano de democracia
participativa no es perfecto, pero hay muchos aspectos de su funcionamiento de los
cuales pienso que podemos aprender.
Me impresionó mucho, por ejemplo, el alto grado de debate, consulta, participación y
perfeccionamiento que tuvo lugar en la preparación de los lineamientos para las reformas
económicas y sociales, el proceso de aplicación y de discusión en todos los niveles de la
sociedad a lo largo de todo el país. Es algo extraordinario.Por otro lado, los cubanos que
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no conocen otras realidadesno deben dar esto por sentado. Puedo decirles que, por
ejemplo, cuando en mi país se va a aplicar un programa de ajustes, dos o tres funcionarios
lo discuten con funcionarios de Washington y luego el programa se anuncia, se aprueba
en el Parlamento y se convierte en ley y eso es todo. Todos conocemos lo que está
sucediendo en Grecia, que se supone sea la tierra de la democracia y que, al igual que
Italia, está siendo gobernada por tecnócratas que actúan en nombre del capital financiero,
pero ellos supuestamente son democráticos y se considera a Cuba como un gobierno
autoritario. ¡Vaya broma!
Algo más que quiero mencionar es el internacionalismo de la Revolución cubana, la
solidaridad de Cuba con personas de todo el mundo1. Ayer, en uno de los paneles, dije
que en el Caribe anglófono nunca olvidaremos lo que Cuba aportó a la eliminación del
Apartheid en el Sur de África. Nunca lo olvidaremos y me atrevo a decir que esto es válido
para toda la diáspora panafricana. Vemos con admiración la ayuda que Cuba está
brindando a Haití en la esfera de la salud, en la lucha contra el cólera, el apoyo que
brindan los médicos, el personal de enfermería y demás profesionales de la salud cubanos
a la gente en las comunidades, en los barrios, en las aldeas. Con admiración y, quizás,
incluso, con cierta vergüenza, por no estar haciendo un esfuerzo similar acorde a nuestros
recursos. Para mí, lo que resulta extraordinario es que esto no es una excepción, porque
literalmente cientos de miles de cubanos han brindado sus servicios en muchos otros
países,atendiendo a los enfermos y educando a la gente. Yo visité una Misión adentro en
Venezuela en donde médicos cubanos viven y atienden a la gente en la comunidad y uno
de los miembros de nuestra delegación, un egipcio de poco más de cincuenta años, se
emocionó tanto que empezó a llorar. Otra cosa excepcional es que tengo la impresión de
que esto está arraigado en el propio sistema de valores de la población cubana o, al
menos, de una buena parte de ella y, por supuesto, estoy consciente de que hay personas
aquí que cuestionan la política, que se quejan, pero eso es natural y humano;sin embargo,
lo que me impresiona es que eso es una parte integrante de la ética popular de la
Revolución, que parece estar enraizada en la propia cultura de este país. Alguien dijo que
ese era el aporte exclusivo de Cuba al Socialismo. Llámese como se llame, ya sea,
socialismo, humanitarismo, “humanitarismo socialista internacionalista cubano” -no
importa. ¡Patria es Humanidad!Ustedes le han dado un ejemplo al resto del mundo.
- Magda Resik: Girvan, hay dos temas que me he propuesto tratar con todos los
expertos del Caribe que van a comparecer aquí. Uno tiene que ver con la génesis del
Caribe que hoy conocemos. ¿Qué circunstancias de esa génesis cree usted que
condicionan lo que somos hoy, que pesan más en lo que somos hoy? Y lo otro es, que a lo
mejor usted lo hila en su propio discurso, se suele repetir mucho aquello del Caribe que
nos une, pero ¿qué nos desune o nos separa en el Caribe?
- Norman Girvan: Bueno, pienso que sabemos que prácticamente todo en el Caribe
hoy en día es resultado delo que usted ha llamado la génesis y que igualmente pudiera
llamarse “el genocidio”. En esta región, más que en otras partes del llamado “Nuevo
mundo”, las sociedades se formaron prácticamente sobre la base de una tabula rasa, en
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donde la población indígena fue exterminada o se extinguió a causa de enfermedades, de
la esclavitud o de masacres cometidas por los invasores. De modo que tenemos
sociedades que son el resultado de la explotación colonial, principalmente, en la forma del
sistema de plantaciones para la producción de azúcar, tabaco y café. Estas sociedades de
plantaciones coloniales evolucionaron durante un período de varios cientos de años y,por
tanto, estamos profundamente imbuidos de la cultura, las instituciones y las estructuras
derivadas de la experiencia colonial.
No obstante, ha habido importantes interrupciones o discontinuidad en esa evolución,
particularmente, en Haití en 1804 y en Cuba en 1959. Sin embargo,estas estructuras son
muy persistentes, como podemos ver en Haití e incluso en Cuba, en donde el legado
colonial continúa estando latente, por ejemplo, en cuanto al elevado nivel de dependencia
de la importación de alimentos,una economía con un alto nivel de orientación hacia la
exportación y el legado de las relaciones raciales.El Caribe de hoy en día representa una
realidad extremadamente compleja. El factor común, tal y como se mencionó antes hoy,
es que el Caribe es el resultado de varios siglos de explotación de los recursos y de interés
en los recursos de la región por parte de las potencias imperiales, incluyendo la mano de
obra que fue traída de diferentes partes del mundo. Sin embargo, hoy vemos que resulta
más fácil librarse de los colonizadores que del legado colonial, por estar profundamente
arraigado en nuestra cultura y en nuestras instituciones y que debemos enfrentar
constantemente. Como habíamos dicho antes hoy, ese enfrentamiento comienza en la
mente, en la cultura y en la importante tarea de descolonización intelectual de la cual
tenemos que apropiarnos.
Usted me pregunta qué nos une. Lo que nos une es un marco de referencia común de
nuestras experiencias históricas, pero también, en el contexto de la diversidad, nos une lo
que mi viejo amigo y colega Rex Nettleford llamó “smaddification”. Ésta es una palabra del
Creole de Jamaica, cuya traducción libre pudiera ser “llegar a ser alguien” ola afirmación
de la personeidad. Toda la mano de obra que se trajo vino con fines de explotación, de
una forma u otra y el proceso de crear un Caribe en esas condiciones es un proceso de
resistencia, de lucha y de afirmación de uno mismo, de la dignidad de la persona humana
y el derecho de nuestras sociedades a su autonomía. Desde mi punto de vista, ese proceso
de resistencia y de afirmación ha tomado diferentes formas en distintas partes de la
región, pero todas estas formas se dan dentro del marco de referencia de resistencia y
afirmación. Los pueblos caribeños han creado idiomas, música, grandes obras de arte,
obras literarias, poesía, drama; han alcanzado grandes logros en el mundo del deporte y
también han llevado a cabo grandes revoluciones, cada uno en respuesta a las
especificidades de su experiencia nacional, pero enriqueciendo a la vez la experiencia
caribeña en su conjunto.
Tenemos una pequeña isla llamada Santa Lucía con 150 000 habitantes y de donde han
salido dos premios Nobel. En una ocasión hice un cálculo de la producción per cápita de
premios Nobel en Santa Lucía y ésta superaba con creces la de Canadá. En los juegos
olímpicos de Beijing, cinco de los ocho finalistas de la carrera de 100 metros masculinos
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fueron atletas caribeños de habla inglesa. Ahora bien, con una población de
aproximadamente 6 millones de habitantes, que viene siendo la milésima parte de la
población mundial, si calculamos que cinco de los ocho hombres más rápidos del mundo
provienen de una región que representa el 0.1% del total de habitantes en todo el mundo,
eso dice algo. Por supuesto, Cuba regularmente sobrepasa la cantidad de medallas
obtenidas que se puede esperar de un país de 11 millones de habitantes.
Ahora, lo que quiero decir es que la resistencia, la afirmación, los logros de los pueblos
caribeños, a pesar y, de hecho, a causa de la tremenda presióna la que hemos sido
sometidos, es lo que nos une; aunque no lo sepamos. Por tanto, la tarea y la
responsabilidad de los escritores, intelectuales, comunicadores y cineastas consiste en
construir puentes de experiencias comunes e intercambio entre los diferentes pueblos del
Caribe. Esto constituye un gran reto y una tremenda responsabilidad, pero es muy
emocionante, porque cada vez que vengo a Cuba o asisto a algún evento en el Caribe
aprendo algo nuevo sobre nuestra región y sobre mí mismo.
Magda Resik: Girvan, usted insiste en estos temas de resistencia, de afirmación, de
emancipación cultural y en ese universo que, definitivamente, nos ayudaría a sostenernos
como región con nuestras características propias, ¿dónde coloca esa sostenibilidad
económica, esa afirmación política que algunos estudiosos plantean que es fundamental
para una independencia caribeña?
Norman Girvan: El terreno económico y político es en donde nos resulta más difícil
avanzar y es por eso que muchos de nosotros creemos que el progreso en el terreno
económico y político debe basarse en la esfera cultural. El terreno económico supone un
verdadero reto. La región del Caribe tiene hoy uno de los índices más altos de emigración
del mundo. Por ejemplo, en mi país, en Jamaica, más del 80% de los estudiantes
graduados en Jamaica de instituciones de nivel superior viven actualmente en otros
países. En Guyana, el porcentaje es superior al 90%.El promedio para la región del
CARICOM, en general, oscila entre el 55% y el 60%. Como sabemos, en el caso de
Haití,República Dominicana y Puerto Rico los índices son muy elevados.
Hace 200 años, el Caribe, como todos conocemos, era una de las regiones más ricas del
planeta o más bien era la fuente de algunas de las mayores riquezas del planeta, porque la
mayoría delas personas que vivían aquí no disfrutaban de esas riquezas. Creo que la
Guadalupe y Martinica eran consideradas más valiosas que Quebec; Surinam tenía mucho
más valor que lo que es hoy la ciudad de Nueva York y Haití era la colonia más rica del
mundo, justo antes de la Revolución. Cuando la producción de tabaco, azúcar y café
comienza a decaer, en términos relativos, y desaparece el sistema de plantaciones, la
mayoría de las economías caribeñas son marginadas,de una forma u otra, de la economía
capitalista mundial. Como sus riquezas han sido exportadas hacia Europa y los Estados
Unidos, no les quedan muchos recursos en cuanto a mano de obra calificada o para
desarrollar su industria, aparte de los productos primarios. Hoy tenemos nuevas
industrias, particularmente la del turismo, que genera más ingresos en divisas que la
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agricultura en la mayoría de los países caribeños, pero esta industria y los hoteles
funcionan como enclaves en donde se compra muy poco a los agricultores e industrias
locales. Los visitantes se hospedan en hoteles que les ofrecen paquetes con todo incluido,
de modo que la mayor parte del dinero se queda en el extranjero y muy poco revierte en
beneficio de la economía nacional.
Trinidad y Tobago,con sus recursos energéticos, ha tenido un crecimiento económico
favorable en las finanzas públicas, pero una buena parte de los recursos que se generan
por esta vía se desperdicia. Barbados ha alcanzado un alto nivel de desarrollo económico y
de recursos humanos, pero actualmente enfrenta una pesada carga de deuda externa y un
creciente déficit fiscal.
Muchos de nosotros nos hemos referido y hemos trabajado por una mayor integración
económica entre los estados caribeños, pero yo diría que uno de los principales obstáculos
que impiden una mayor integración económica es la ausencia de medios de
transportación baratos y seguros entre nuestros países,y más importante aún ha sido la
política de apertura de estas economías a las importaciones de los países desarrollados
como resultado de los acuerdos comerciales, ya sea de la OMC u otros.
Pienso que hay dos esferas en las que la integración económica y la cooperación entre
todos los países del Caribe puede generar grandes beneficios: una es la producción de
alimentos y la seguridad alimentaria y la otra es el desarrollo de fuentes renovables de
energía.
La dimensión política de la integración y de la cooperación es la más difícil de lograr si se
analizaa nivel degobierno. La soberanía es un bien muy preciado por todos nuestros
gobiernos y lamentablemente se interpreta que tenemos mucho que perder con una
forma de regionalismo que implique ceder parte de los poderes soberanos a un organismo
regional. Incluso dentro de la Comunidad del Caribe, en la que tradicionalmente ha
existido cooperación entre nosotros, los Estados no están dispuestos a cederle parte de su
soberanía a un organismo regional.
De modo que pienso que en esta etapa de fortalecimiento de nuestras relaciones
debemos dar prioridad a la cooperación funcional en esferas como la alimentación y la
energía y de la misma forma otorgar gran importancia a la cultura.
Magda Resik: Bueno, por último yo, para que después le puedan preguntar del
público. Se está produciendo un fenómeno de una Latinoamérica renovada, impulsando
un proceso de integración. Solemos decir: América Latina y el Caribe. ¿Cuánta ventaja
puede obtener el Caribe de estos mecanismos de integración que se están proponiendo?
¿Concibe un Caribe vinculado a esa otra América?
Norman Girvan: Me complace mucho que me haga esta pregunta, porque estoy
muy entusiasmado con todo lo que está sucediendo en el hemisferio y hemos hablado
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sobre qué término utilizar. No me gusta decir América Latina y el Caribe, porque de cierta
forma ello implica que el Caribe está fuera de América Latina en alguna parte de su
periferia. Confieso que me gusta el término “Nuestra América”— el nombre ideado por
José Martí. Lo que ha sucedido en Nuestra América en los últimos diez años es muy
emocionante, muy alentador y nos da motivos para tener esperanzas.
Como ustedes conocen, los movimientos sociales populares, de los pueblos indígenas, de
los pobres, de los afrodescendientes, han tenido gran repercusión en la vida política en
muchos países del continente. Es posible que el neoliberalismo no haya muerto, pero de
seguro ha sido profundamente herido en casi todos estos países.La hegemonía de los
Estados Unidos y su capacidad para decidir el rumbo de los acontecimientos políticos y
económicos del continente ha disminuido de manera significativa, aunque no haya
desaparecido.
Así que tenemos gobiernos de izquierda que han realizado reformas en su
constituciónrumbo a la democracia participativa con el fin de reinstaurar el papel del
Estado en la economía y que promueven programas a favor de los pobres y del
pueblo.También, tenemos gobiernos que quizás pudieran llamarsede izquierda moderada,
como es el caso de Brasil, que se ha opuesto con éxito al plan de los Estados Unidos para
el hemisferio:el ALCA.
Considero muy importante en este sentido la creación o el fortalecimiento de
instituciones que dan vida y continuidad a esta nueva fuerza en América Latina y estoy
pensando en el ALBA, en UNASUR y en la CELAC. De igual forma debo mencionar a
Petrocaribe, que ha sido de gran importancia para la regióndel Gran Caribe al
proporcionar una ayuda para disminuir el costo de la importación de petróleo.
Los programas de solidaridad humana y de cooperación financiera promovidos por Cuba y
Venezuela han tenido una gran repercusión en el Caribe anglófono y, de hecho, en toda la
Comunidad del Caribe, porque Haití es miembro del CARICOM.
Lo más importante de todo esto, con relación al tema que nos ocupa, es que hemos
trascendido las barreras que históricamente han existido durante siglos entre las islas y el
continente, entre los países anglófonos e hispanohablantes. Aunque, en realidad, debo
matizar lo que acabo de decir haciendo algunas salvedades, porque siempre ha existido
movimiento de personas entre las diferentes partes de la región, por ejemplo, miles de
personas de las Indias Occidentales del Caribe anglófono fueron a Panamá para ayudar en
la construcción del Canal, decenas de miles de jamaicanos y haitianos vinieron a este país
en la época de desarrollo de la industria azucarera por el capital estadounidense y pienso
que ese movimiento respondía a la necesidad de capital y de supervivencia de la gente
común del Caribe.
No obstante, pienso que lo más importantede los recientes acontecimientos esla
participación de los gobiernos de la Comunidad del Caribe en estas nuevas
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instituciones,como Petrocaribe, UNASUR, en la cual dos de sus miembros son de
CARICOM (Guyana y Surinam) y la CELAC, a cuyo congreso asistieron todos los miembros
del CARICOM en diciembre pasado con motivo de su fundación. La semana pasada
escuchamos que otros dos países del CARICOM se van a incorporar al ALBA: Santa Lucía y
Surinam.
De modo que estamos presenciando lo que yo llamo un proceso de acercamiento entre el
CARICOM y las demás regiones de Nuestra América, en especial, del continente
suramericano y, por supuesto, veo a Assad Shoman mirándome desde la primera fila, así
que debo mencionar el papel de Belice como puente entre el CARICOM y América Central.
Cabe preguntarnos,entonces,cómo podemos profundizar y fortalecer esos vínculos y
llevarlos al nivel de la población, más allá de los niveles oficiales y de los gobiernos.
Necesitamos más programas de intercambio docente y de intercambio de jóvenes entre
nuestros países. Cuba es un ejemplo excepcional del valor que tienen estos programas,
porque hay miles de jóvenes caribeños estudiando en este país y cuando regresan a sus
países no solo llegan hablando español, sino que también pueden transmitir la experiencia
cubana a un mayor número de personas y a todo con el que entran en contacto. Algunos
de ellos han regresado a Cuba como embajadores o representantes diplomáticos de su
país en La Habana. Sin embargo, necesitamos extender esto a otros países, es decir, otros
países deben ofrecer becas y programas de intercambio docente para que nuestros
jóvenes se conozcan entre síy a nuestros países.
Otro aspecto en el que debemos trabajar es la transportación marítima. Aunque parezca
mentira, gran parte del comercio entre los países del Caribe tiene lugar a través del puerto
de Miami. Según tengo entendido, existen determinadas razones económicas que tienen
que ver con el hecho de que gran parte del comercio internacional se realice en
contenedores y, por tanto, solo algunos puertos tienen la capacidad para manipular
grandes contenedores, peroestoy seguro de que nuestros pueblos pueden buscar alguna
solución en este sentido. Necesitamos servicios de ferry y embarcaciones más pequeñas
que brinden servicios de transportación marítima, por ejemplo, entre Santiago de Cuba y
Port Antonio, en Jamaica, entre América Central, Cuba y Jamaica y de ahí hacia toda la
cadena de islas. Con estos servicios se pudiera estimular a un mayor número de personas
a viajar entre nuestras islas, a establecer relaciones comerciales y a participar en el tipo
de actividad que puede fomentar el entendimiento mutuo y la cooperación.
- Magda Resik: Bueno, por mi parte, terminaron mis preguntas. Yo le agradezco
muchísimo a Norman Girvan sus respuestas de hoy. Si alguno de ustedes tuviera algo que
preguntarle, pues éste es el momento. Sí, por favor,
- Participante del público:Yo le escuchaba que al principio usted hablaba que al
principio era nacionalista y se convirtió en regionalista y habló de que sin querer escuchó
la emisora Radio Rebelde y también le escuché hablar de la discusión de los Lineamientos
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del Congreso del Partido. Mi pregunta es un comentario sobre la obra de Nicolás Guillén,
como dijo usted: de Nuestra América.
- Norman Girvan: [Debo hacer una terrible confesión2 y es que, a pesar de haber
escuchado mucho sobre Nicolás Guillén, nunca he leído ninguna de sus obras y esto me
resulta más embarazoso aún, ¡porque la entrevista fue en el Auditorio Nicolás Guillén!
Afortunadamente, de regreso a Trinidad pude leer el ensayo “Nicolás Guillén frente al
debate de raza y cultura en Haití”,escrito por Emilio Jorge Rodríguez, que aparece en el
libro de ensayos titulado Haití y la transcaribeñidad literaria ,que creo fue presentado en
esta Feria. Fue realmente una revelaciónde cuán profundo era el compromiso de Guillén
con el tema de la raza en la sociedad caribeña, específicamente en Cuba y en Haití y que lo
distinguen como uno de los primeros y más sensibles pensadores y escritores
transcaribeños. Espero continuar remediando mi desconocimiento sobre Nicolás Guillén
de aquí en adelante. Lo apasionante del Caribe es que siempre nos estamos descubriendo
unos a otros.]*
- Aida Bahr, Vicepresidenta, Instituto Cubano del Libro: Norman, voy a hacerle la
pregunta en inglés. Solo le estoy explicando al público lo que voy a preguntar.
Recuerdo que cuando estuve en Saint Kitts en el año 2000 escuché a George Lamming en
un conversatorio explicar quién era José Martí y él dijo que lamentaba que en los países
caribeños no se conociera la figura de José Martí y, de hecho, aquí en Cuba no estamos
familiarizados con muchos de los grandes autores caribeños. Así que cuando usted
hablaba de lo que nos divide, es cierto que la transportación es una gran dificultad,
porque para ir a Saint Kitts yo tuve que tomar 4 aviones en esa ocasión.
No obstante, creo que algo que podemos hacer para fortalecer nuestros vínculos es, por
ejemplo, nos encontramos en una feria del libro, y en este caso se deberían publicar libros
en los se divulgue ese conocimiento necesario sobre nuestros grandes pensadores,
nuestros grandes autores, incluso, literatura infantil. Me refiero a que los niños cubanos
no conocen el personaje de Anansi y los niños caribeños tampoco conocen a Elpidio
Valdés.
Por eso pienso que usted tiene razón cuando dice que los vínculos económicos y políticos
son difíciles de desarrollar y en este momento estamos llevando a cabo un proceso para
fomentarlos, pero esos vínculos deben basarse en la cultura. Así que nosotros debemos
contribuir con la publicación de libros. También pienso que existe un intercambio a nivel
académico, es decir, organizamos congresos y la gente asiste y expone, pero solo a nivel
académico. No lo hacemos extensivo al pueblo. Por eso quisiera escuchar su comentario
acerca de cómo podemos desarrollar este tipo de vínculo a nivel de pueblo. Usted hablaba
de los estudiantes que luego regresan a su país con otro tipo de conocimiento y ellos
también regresan como embajadores de la Revolución cubana, pero necesitamos que
estos intercambios sean más productivos y se extiendan a un mayor número de personas.
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- Norman Girvan: Por supuesto, concuerdo con usted. Yo diría que necesitamos
establecer un vínculo mental colectivo que para bien o para mal sirva para validar la
experiencia caribeña en nuestra docencia, en nuestro trabajo en las universidades y en las
escuelas. Lo que quiero decir con ello es que, por ejemplo,a menudo en las escuelas y
universidades del caribe anglófono se enseña la literatura como si la única que tuviera
valor fuera la literatura inglesa y la literatura de las Indias Occidentales se incorpora como
parte de ese proceso. Se han tomado importantes iniciativas de traducir obras de Édouard
Glissant o de Nicolás Guillén, pero esto debería ser algo central.Me refiero a que
necesitamos tener conciencia de nosotros en esta parte del mundo como un pueblo que
ha tenido una experiencia común y que enfrenta los mismos problemas. Pienso que se
trata de tener conciencia de nosotros mismos, individual y colectivamente, como
habitantes de esta parte del mundo, de modo que seamos lo principal. No nos gusta decir
que somos del tercer mundo, porque preferimos decir que somos nuestro primer mundo,
que somos el centro de nuestro propio mundo y sobre esa base debemos empezar y
continuar hacia adelante. Esa fue la visión de Lloyd Best del Grupo Nuevo Mundo. Ese
centro no puede ser Jamaica o el Caribe anglófono, es una parte de Nuestra América que
ha tenido una experiencia muy especial, que estuvo vinculada a la experiencia del resto de
Nuestra América, pero cuyas especificidades son parte de los procesos del imperialismo,
del colonialismo y del interés en ciertas formas de producción que nos trajeron aquí y a las
cuales hemos respondido, las hemos modificado, hemos creado mediante distintos
procesos a lo largo de cientos de años y es esa conciencia individual y colectiva de
nosotros mismos la que valida nuestra experiencia como pueblo y nuestros logros. Por
tanto, todos esos escritores que escriben en diferentes idiomas se reconocen como parte
de nuestra propia experiencia. Ese es el vínculo mental al que me refería.
Es cierto que en el Caribe anglófono no se conoce a José Martí y que ustedes no conocen a
muchos de los grandes íconos del Caribe anglófono. Así que necesitamos publicar los
trabajos de ambas partes, traducirlos, promover los que no están disponibles, promover
su utilización y su difusión en todos los niveles y creo que los profesores de preuniversitario y de nivel superior tienen un importante papel que desempeñaren este
sentido. Me gustaría ver a un mayor número de conferencistas invitados de una parte de
nuestra región a otra. Por ejemplo, cuando venimos aquí estamos limitados a estar en La
Habana y nos gustaría que otras personas, - conferencistas, escritores, oradores del Caribe
anglófono, pudieran venir y dar conferencias en diferentes partes del país, que vayan a
otras ciudades y provincias, y viceversa. De manera que un mayor número de personas
pueda entrar en contacto con colegas de otras partes de la región y ese tipo de
intercambio puede ir más allá de la ciudad de La Habana y Santiago a las cuales ha estado
limitado, y viceversa. Me gustaría que los maestros cubanos que enseñan sobre la vida y
obra de José Martí, Nicolás Guillén, Alejo Carpentier vayan a nuestros países y den
conferencias en diferentes partes y, no sé qué esté haciendo el fondo cultural del ALBA,
pero quizás podamos dirigirnos a ellos como fuente de financiamiento para este tipo de
intercambio.
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Eliseo Alonso, Asociación Caribeña de Cuba (ACC):Buenas tardes. Yo, como
cubano y descendiente de haitianos, quiero hacer un brevísimo comentario, porque la
investigación mía y en lo que yo me he especializado es en la música de toda América
Latina y el Caribe. Hace poco impartimos una conferencia en la Casa del Alba Cultural de
La Habana sobre la presencia africana como forma de unión de la música de América
Latina y del Caribe, su influencia.
También me especializo en las lenguas criollas. Soy profesor de criollo haitiano. Sabemos
que en el Caribe, independientemente de que hay cuatro lenguas básicas de las potencias
colonizadoras, ¿no? - español, inglés francés y holandés, al interior de los países, tanto
continentales como las islas, se hablan lenguas criollas. En Jamaica, sabemos que se habla
el Broken English o patuá de Jamaica, que le llaman, en Dominica, que es tan pequeña se
habla el creole del francés y el cocoi, que es creole del inglés. Están los papiamentos de
Aruba y de Curazao, que no son exactamente iguales. Aquí en Cuba hay una gran
población de descendientes de haitianos que hablamos en creole haitiano, con muy poca
influencia del español, y pienso que es importante este asunto de las lenguas.
También, en el plano del nivel popular, conocernos más musicalmente, que se conozcan
en Cuba, en el Caribe anglófono, francófono, de habla holandesa, la música hispana, de las
Antillas, de los países hispanos y viceversa. Ese es el comentario que quería hacerle.
Y la pregunta específicamente es…También quiero decirle que la Asociación Caribeña de
Cuba que existe aquí en La Habana, que tiene asociados de alrededor de 27 países del
Caribe, se esfuerza mucho, yo pertenezco a esa Asociación, por mantener las costumbres,
tradiciones, los ritmos, los bailes, las lenguas, tenemos un taller de inglés y un taller de
criollo haitiano en la Asociación, se esfuerza mucho y aporta un granito de arena, ¿no? a
este asunto de la integración pueblo a pueblo, pero mi pregunta específica es, en vista a
que,la Cumbre de la fundación de la CELAC, vimos la participación de Haití, del nuevo
gobierno haitiano en la CELAC, sus comentarios positivos que hizo y ahora, sinceramente
me quedé muy contento, yo, como descendiente de haitianos, de que Haití casi es
miembro del ALBA, es un miembro permanente observador y la pregunta específicamente
es: ¿Qué le amerita a usted, qué usted puede comentarme sobre esta posición haitiana
con respecto a ahora al ALBA? ¿Cómo ve esta situación de Haití casi miembro del ALBA?
Muchas gracias.
Norman Girvan: No estoy seguro de haber entendido lo que me quiso decir sobre
los idiomas, no sé si me hizo alguna pregunta sobre las diferentes lenguas y los diferentes
tipos de creole. No estoy seguro de que me haya hecho alguna pregunta que quiere que
yo responda, pero permítame decirle que, por experiencia propia, yo estoy convencido de
que la música es el idioma común de los pueblos caribeños. Esto lo pude comprobar en
julio del año pasado en un teatro en Santiago de Cuba en donde tocaba una steel band
cubana y yo no podía notar la diferencia entre la música que ellos tocaban y la forma de
tocar de una steel band de Trinidad y Tobago y de pronto todo el mundo se puso de pie y
empezó a bailar y la gente invadió el escenario como un solo pueblo unido por la música.
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Fue una experiencia extraordinaria. Después, cuando visité el parque [Carlos] Manuel de
Céspedes, en el clímax del Festival del Fuego, pensé que estaba en un Juve de Trinidad y
Tobago. Por eso reitero que la música es el idioma común de los caribeños.
Conga (‘Juvay’) en Santiago de Cuba, Julio 2011
Usted habló de la Asociación Caribeña de Cuba y quisiera preguntarle si el objetivo de esta
asociación es preservar las tradiciones caribeñas de personas de otros países del Caribe o
si tiene un alcance mayor tanto dentro de Cuba como también entre Cuba y los países de
origen. Quisiera que luego me respondiera esta pregunta.
Para responder a su pregunta. Veo de manera favorable la participación de Haití en la
CELAC y en el ALBA y pienso que esto demuestra que independientemente de la
orientación política de un gobierno, existen determinadas necesidades históricas y
objetivas a las que nuestros gobiernos están respondiendo. Se dice que la administración
de Martelly fue básicamente instaurada por la OEA con apoyo de los Estados Unidos,
Canadá y Francia y, por tanto, he leído que es en esencia un sustituto de la Casa Blanca.
Sin embargo, Martelly fue a Caracas y en una entrevista concedida a Telesur le
preguntaron si los Estados Unidos les permitirían incorporarse al ALBA, a lo que él
respondió que no les corresponde a ellos permitirlo o impedirlo y que si es interés de Haití
entrar al ALBA, lo harán (APLAUSO). Estoy de acuerdo. Lo que esto demuestra es que
existe la necesidad objetiva e histórica de que nuestros países se unan.
Respuesta de Eliseo Alonso, Asociación Caribeña de Cuba (ACC): Le puedo decir
que la Asociación Caribeña de Cuba es una ONG. Es la más antigua de Cuba. Va a cumplir
el mes que viene en marzo 80 años de fundada. La fundaron los inmigrantes de las
antiguas West Indies, o sea, descendientes de jamaicanos, de barbadenses, fueron los que
la fundaron. En el año 1978, se le cambió el nombre, pues se llamaba British West Indies
Association of Cuba, y después, en 1978, se llamó, se renombró Asociación Caribeña de
Cuba y a partir de ahí se abrió las puertas, también, a los descendientes caribeños de, no
solamente los países anglófonos, también de los países francófonos, de todo el Caribe.
Incluidos, también, tenemos a algunos miembros que son de algunos países continentales.
Hay algunos panameños, de Nicaragua, de Venezuela, etc. y, bueno, en cuanto a la
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proyección nacional, esta asociación fue nacional en sus inicios, y ahora, con motivo del 80
aniversario, estamos, digo estamos, la dirección de la asociación, todos, como decimos,
luchando, para que volvamos a ser una asociación nacional. Aunque actualmente no es
nacional oficialmente, sí las demás comunidades de descendientes caribeños, de haitianos
o del Caribe anglófono o de las Antillas Holandesas que están en diferentes puntos del
país tienen vínculos con la Asociación Caribeña de Cuba y esperan que se decida que sea
nacional para poder unirse al trabajo general. También puedo decirle que en Guantánamo
hay otra asociación más pequeña, provincial, que se llama el Center de Guantánamo, que
también era para descendientes de habla inglesa y, según me enteré hace poco, también
están aceptando descendientes que no son de habla inglesa, son de otras zonas del
Caribe. Eso es lo que le puedo explicar de la futura proyección después del 80 aniversario
de la Asociación Caribeña de Cuba.
Norman Girvan: Solo quería responder a lo que usted dijo. Es tan alentador y tan
bueno que tengan a caribeños de todas las regiones idiomáticas y de todos los países y
que estén abriendo su membresía y le diré por qué, porque cuando formamos
asociaciones en Nueva York, en Toronto o en Londres,es la Asociación de Jamaica o la
Asociación guyanesa, la de Trinidad, la dominicana o la puertorriqueña, de manera que
nos estamos fragmentando en la diáspora en las metrópolis. Así que lo que ustedes han
hecho es para mí muy alentador y muy positivo y por eso los aplaudo.
-
Eliseo Alonso, ACC: En Cuba, todos estamos juntos.
-
Magda Resik: Gracias. La última pregunta del encuentro.
Milagros Martínez, Centro de Estudios del Caribe, Universidad de La Habana: No,
no es una pregunta. Es una observación, pero para unirme a la reflexión de Girvan.Yo creo
que sí, que como alguien bien dijo, creo que fue Aida, realmente hay que conocer más en
el Caribe de Cuba, pero, por supuesto, también nosotros tenemos que conocer mucho
más aquí en Cuba del Caribe. La Feria creo que ha sido realmente un espacio que, hay que
felicitar a los que tomaron la decisión de dedicarla, porque ha sido como una inyección al
deseo de muchas personas aquí en Cuba que hay que cambiar los planes de estudio y hay
que también introducir los temas del Caribe con una asignatura con más cuerpo,
realmente con más estructuración, no solo en la universidad, en la universidad es
importante, y también puedo contar anécdotas, hemos puesto mapas y les hemos hecho a
estudiantes de primer año, no voy a decir de qué carrera, marque qué es el Caribe, y es el
caribe insular anglófono, ya, más nada. Que tenemos esa asignatura pendiente nosotros
mismos acá y por eso yo creo que no solamente en la universidad, lógicamente, ahí,
bueno, es obligado, en la secundaria, pero también en la primaria. A veces nuestros niños
no se sienten caribeños y Cuba, como dice Digna Castañeda, que es la Presidenta de la
Cátedra: “Cuba es Caribe” y constantemente nos rectifica a nosotros que decimos: “Cuba
y el Caribe” y ella dice: “¿qué cosa es Cuba y el Caribe, “Cuba es Caribe”. Hay que
rectificar, también, los programas de estudio y es una responsabilidad de las instituciones
culturales y educacionales cubanas. Por eso vuelvo a felicitar a los compañeros del
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Instituto Cubano del Libro por la Feria. Lo último, acabamos de firmar en la Universidad de
La Habana, por vez primera, con tantos años de relaciones, un convenio entre la
Universidad de La Habana y la Universidad de las Indias Occidentales, que tiene tres
campus: el de Jamaica, el de Barbados y el Trinidad y Tobago. Girvan fue una persona que
nos ayudó a hacer eso. Esto debe permitir, a lo mejor, con los fondos del ALBA, que se
muevan académicos de estos países para acá y cubanos para allá y así, conociéndonos
más, nos integraremos mejor. Muchas gracias.
Jude Carrasquero, Oficina Comercial de Trinidad y Tobago en La Habana: El steel
band de Santiago de Cuba que está basado en el Cobre va a tocar para el Papa, el 25 de
marzo donde él va a pasar la noche.
Norman Girvan: Creo que el Papa es un hombre muy afortunado y privilegiado.
Bueno, solo para resumir, yo también quiero mencionar, porque creo ver a Rigoberto
López en el público, por eso quiero mencionar, también, el valor del trabajo que ha estado
haciendo con la Muestra Itinerante de Cine del Caribe. El cine es un medio muy poderoso
y la selección de los mejores filmes caribeños de toda la región que nos hablan de
nosotros ha sido una idea brillante y quisiera también refrendar el trabajo de ese instituto
sobre el que tuve el privilegio de conocer en mi última visita.
Para finalizar, quisiera decir que para mí ha sido un inmenso placer estar aquí y me siento
muy satisfecho por haber participado en este Encuentro y haber visto cómo los cubanos,
en especial, los jóvenes disfrutan esta Feria del Libro. Quisiera agradecer al Instituto
Cubano del Libro por haberme invitado y por acogerme durante mi estancia aquí y
quisiera expresar mi agradecimiento a mi hábil entrevistadora, Magda Resik y a mi
excelente intérprete.
Magda Resik: Nosotros, muy agradecidos a Norman Girvan por su tiempo y por
este intercambio tan grato esta tarde. Muchísimas gracias por participar en Encuentro
con. Buenas tardes.
__________________________
1
El párrafo sobre el internacionalismo cubano fue insertado por Norman Girvan con posterioridad
a la entrevista.
2
Esta respuesta fue enviada por Norman Girvan con posterioridad a la entrevista, luego de su regreso a
Trinidad y Tobago.
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