El Liderazgo siempre es visual porque lo que mueve a los

EL LIDERAZGO SIEMPRE ES VISUAL PORQUE LO QUE MUEVE A LOS DEMÁS ES EL EJEMPLO, POR MARIO ALONSO PUIG EN EL OBSERVATORIO DE RECURSOS HUMANOS, diciembre 2014. Una vez más Mario Alonso Puig ha sabido concentrar en su discurso argumentos de corazón y de razón para impulsarnos a pensar y a actuar desde la consciencia de nuestras limitaciones. “Relánzate impulsando a tu equipo” ha sido el título de la jornada organizada por ALT Asesores, en la que el experto en liderazgo ha querido abrir los ojos a una nueva manera de gestionarnos a nosotros mismos y de influir en nuestro entorno. La ilusión es, a su juicio, el prisma que desde niños nos permitía descubrir nuestras posibilidades ante el mundo y que nunca deberíamos perder porque provocan sentimientos y actitudes que desencadenan procesos químicos beneficiosos tanto psíquica como físicamente. He aquí su decálogo de recomendaciones para recuperar la ilusión: 1. No te avergüences de mostrar tu ilusión. La ilusión está para ser compartida. Hemos de ser conscientes de que la emoción va siempre delante la elección y que, a veces, primero hay que sonreír para sentir ilusión. 2. Atrévete a probar cosas nuevas aunque te digan que son imposibles. Cuidado con el “experto instantáneo” que cree que lo mucho que sabe es lo único que existe. Protege tu ilusión porque tiene un enorme impacto en tu eficiencia mental y en tu salud física. No te preguntes si puedes hacer algo sino cómo puedes hacerlo porque la mente funciona siguiendo al lenguaje. Aun teniendo miedo, desde la confianza y la ilusión, y sin querer impresionar a nadie, los proyectos salen adelante. 3. Hemos inventado un nuevo concepto, el “blaimstorming”, que significa lanzar las culpas a los demás. Cuando buscamos culpables de algo que no funciona perdemos toda l energía y el potencial que tenemos en nuestro interior. “Cuando señalas a alguien con el dedo recuerda que los otros tres te están señalando a ti” (Ghandi). El liderazgo siempre es visual porque lo que mueve a lo demás es el ejemplo. 4. Del “es que” al “hay que”. La mente del ser humano es lingüística y si cambias el lenguaje cambias la mente. El “es que” te coloca en posición de víctima y el “hay que” en posición de protagonista. 5. Vivimos en el paradigma del miedo o de la confianza: o el miedo te gobierna o la fe te dirige. El miedo no es malo porque te ayuda a tener precauciones pero ten cuidado con cómo dosificas tu miedo; en exceso te lleva al pánico y al bloqueo. Y algo parecido pasa con la fe: no ha de ser ciega sino que ha de acompañar al miedo en su dosis justa. ¿Cómo llegar a ella? a. Fíjate en todo lo bueno que hay en ti. b. Compréndete y apóyate en tus caídas. c. Atrévete más en la vida. d. Confía de verdad en tus posibilidades. e. Ayuda a otros que, como tú, quieren mejorar. No puedes crecer si no te importan los demás. El compañero más importante y que más impacta en ti eres tú mismo y ese camino hacia la transformación personal siempre es un proceso que obliga a atreverse en algo un poco más todos los días. Nuestro reto es un reto de foco, de enfocarnos a nuestras posibilidades y no en nuestras limitaciones, y para ello nada mejor que:  1. Ser humilde. No te aferres a tu cosmovisión, a tu forma siempre limitada de ver las cosas. Cuanto más alto se está más exigente habrás de ser en términos de humildad.  2. Tener curiosidad. Mantén tu capacidad de asombro, déjate sorprender. No hay crecimiento “in the box”, sal de la caja.  3. Buscar el aprender por encima del quedar bien, que crecer y mejorar sean una prioridad para ti.  4. Tener claro lo que de verdad importa y enfócate a ello. Para poder decir sí a algo has de decir no a otras cosas.  5. Mantener una espera llena de ilusión y confianza ante lo que antes o después va a emerger. La paciencia no es aguantarse sino adaptarse al ritmo natural de las cosas.