`Duérmete niño chiquito...`
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`Duérmete niño chiquito...`
16 De 12 a 18 años ¿Qué voy a estudiar? 20 En la adolescencia Los sonidos del silencio 32 Entorno Un cuento para la Navidad Crianza Salud & A ñ o 12 • n ú m e r o 6 • d i c i e m b r e 2 0 14 - e n e r o 2 0 15 • p u b l i c a c i ó n b i m e s t r a l • B o g o t á , C o l o m b i a Para el bienestar de la familia ‘Duérmete niño chiquito...’ Contenido Así es su mundo 08 Los partidarios del ‘colecho’ dicen que los niños que duermen con sus padres en la misma cama son más felices, menos ansiosos y tienen mayor autoestima. Además, que esta práctica favorece la lactancia y evita el síndrome de muerte súbita. Junta Directiva Nacional 2014 - 2016 Presidente Dr. Nicolás Ignacio Ramos Rodríguez Vicepresidente Dra. Marcela Fama Pereira 16 Secretario Dr. José Fernando Gómez Urrego Vocales Dr. Juan Camilo Jaramillo Bustamante Dr. Mauricio Guerrero Román Dr. Mauricio Hernández Cadena Dr. Diego Mauricio Cardozo Rodríguez Dr. Jûrg Niederbacher Velásquez Dr. Jairo Enrique Ascencio Gutiérrez Dra. Mónica Tovar Díaz 20 Rpte. Capítulos Clara Esperanza Galvis Díaz Gerente Gloria Zuccardi Coordinadora de publicaciones Mónica Vivas Opinan los expertos 26 La anestesia y su hijo 32 Un cuento para la Navidad 36 A propósito de ‘Aprender de los hijos’, sabía usted que: www.crianzaysalud.com.co Año 12 - número 6 diciembre 2014 - enero 2015 ISSN 1692-150X Director Juan Fernando Gómez Ramírez Avenida calle 26 No. 82-70 Bogotá D.C. Tels.: 4255255, 4255262 – Fax.: 4255316 [email protected] [email protected] Editora: Ana Luz Castillo Barrios Entorno Preguntas y respuestas Fotos: ©2014 Shutterstock.com Foto portada: ©2014 Shutterstock.com Crianza & Salud es una publicación bimestral de carácter informativo y educativo, editada por la Sociedad Colombiana de Pediatría, especializada en la crianza y la salud de los niños, desde el nacimiento hasta los 18 años, dirigida a la familia y al público general, de circulación gratuita a pediatras y ginecólogos de todo el país, y por suscripción a particulares. Envíe sus cartas, colaboraciones, preguntas o materiales informativos a nuestra dirección, fax o correo electrónico. Sociedad Colombiana de Pediatría Cra. 19 A No. 84-14, oficina 304 Bogotá D.C. Tel.: 5300757/59/60 • Fax.: 6916110 Correo electrónico: [email protected] Cuando un niño debe ir al hospital esto genera ansiedad tanto para los padres como para el pequeño. Cuando la visita comprende cualquier tipo de procedimiento que requiera anestesia, la ansiedad es mayor. Lo que debe saber. Lo que lleva el rey Gaspar. Lo primero que nos enseña un hijo es a dar. Esa es la primera gran lección que recibimos como padres: dar sin esperar recibir y desear poder dar más. Coordinadora editorial: Ana María Gómez Campos Corrección de estilo: Lina María Martínez F. Diseño y diagramación: Angélica Gómez Batista En la adolescencia Los sonidos del silencio Los adolescentes que tienen dificultad para expresar sus sentimientos sufren de enfermedades físicas y emocionales. Por eso, los padres deben estar atentos y mantener un diálogo permanente. Presidente anterior Ana Cristina Mariño Drews Legis S.A. De 12 a 18 años ¿Qué voy a estudiar? La elección de carrera debe tomarse desde el ‘enamoramiento’ y la búsqueda de dones desde la niñez. El acompañamiento de los padres es ideal, pero con respeto. Fiscal Dra. Ángela María Giraldo Mejía Producción Editorial IPE- Mercadeo Relacional Desde el nacimiento ¿Todos en la cama? Además... Editorial Cartas de los lectores Recomendados en todos los sentidos 05 06 37 Canción para la Navidad 38 Caricatura Recuerde que... Dale vida a tus sueños 3 Editorial En este tiempo gozoso de la Navidad, es evocador compartir con nuestros lectores este hermoso poema del cantautor y poeta español José Luis Perales: Cancion para la Navidad ad Navidad, es Navid ra aleg toda la tierra se mar. la ce y se entriste vas? e nd Marinero, ¿adó za re deja tus redes y sar. mira la estrella pa o, Marinero, mariner r. ta al haz en tu barca un o, Marinero, mariner . idad porque llegó Nav hospital, Noches blancas de noche, ta dejad el llanto es r llegar, po tá que el niño es r, caminante sin hoga e, ch no ven a mi casa esta dirá. que mañana Dios ante, Caminante, camin r. lle deja tu alforja na , ante Caminante, camin idad. porque llegó Nav ve ya, Ven soldado, vuel as, rid para curar tus he paz. la e rt ta para pres ad Navidad, es Navid ra eg al toda la tierra se mar. la ce te is y se entr mi mensaje, Tú que escuchas altar, haz en tu casa un n conmigo, deja el odio y ve idad. porque llegó Nav 5 Ilustraciones: ©2014 Shutterstock.com Cartas de los lectores Recuerde que: Según el artículo 11 del Decreto 806 del 30 de abril de 1998, el niño puede acceder directamente al pediatra sin que tenga que ser visto primero por un médico general. El artículo dice textualmente: “Condiciones de acceso: para acceder a cualquiera de los niveles de complejidad del plan obligatorio de salud (POS) se consideran como indispensables y de tránsito obligatorio las actividades y procedimientos de consulta de medicina general y/o paramédica del primer nivel de atención. Para el tránsito entre niveles de complejidad es requisito indispensable el procedimiento de remisión. Se exceptúan de lo anterior solamente las atenciones de urgencias y de pediatría”. Señores Revista Crianza & Salud Sociedad Colombiana de Pediatría Trabajo en un jardín infantil y la revista Crianza & Salud –de la cual he tenido la oportunidad de adquirir varios números– me parece que es una herramienta muy útil para las personas que tenemos contacto permanente con los niños. En este momento estoy comenzando el período de gestación de mi primer hijo y me interesa mucho saber a qué se refiere la puericultura prenatal. Rta./ Muchas gracias por sus comentarios y a continuación le damos información que le puede ser de utilidad: La puericultura prenatal se relaciona con los cuidados y prácticas saludables que debe tener la familia gestante durante el período prenatal, para así brindarle al niño las mejores condiciones para su crecimiento y desarrollo en el útero materno. La puericultura prenatal ha tenido gran desarrollo en los últimos años con el avance en el conocimiento y comprensión del proceso de gestación y los factores que lo afectan: los cambios psicosociales de la familia gestante, las adaptaciones biológicas, psicológicas y sociales de la mujer; la importancia del padre durante la gestación y el proceso de crecimiento y desarrollo intrauterino del niño; fenómenos cuyo conocimiento es de suma importancia para ejercer adecuadamente la labor puericultora prenatal. Cordialmente, Miriam Bastidas Acevedo Pediatra puericultora Muchas gracias, Josefina Díaz Ilustración: ©2014 Shutterstock.com Pág. Guía de anunciantes 6 02. Dettol 04. Nestlé 11. Alpina Baby 13. Alpinito 15. Mead J Pág. 23-24-25. Johnson & Johnson 35. Plaza Sésamo 39. Sociedad Colombiana de Pediatría 40. Chocolisto 08 16 Así es su 20 mundo “Ningún niño ha recibido tanto afecto como el que necesita”. E. S. Neill 08 Desde el nacimiento ¿Todos en la cama? ¿Qué voy a estudiar? 16 De 12 a 18 años 20 En la adolescencia Los sonidos del silencio Así es su mundo Desde el nacimiento ¿Todos en la cama? cama Los defensores del ‘colecho’ afirman que los niños que duermen con sus padres en la misma cama son más felices, menos ansiosos, tienen mayor autoestima y son más independientes en la edad adulta. Lo que debe saber al respecto. Por: Álvaro Posada Díaz Análisis colectivo Grupo de Puericultura de la Universidad de Antioquia A finales del siglo XX se planteó en algunos sitios del mundo una tendencia de crianza con nombres llamativos como crianza natural, crianza con apego, y crianza saludable y feliz, que se autodefine como crianza basada en el instinto y en la primacía de las necesidades del niño o niña sobre las de los padres. Los defensores promueven el parto en casa, amamantar a demanda, llevar a los niños en brazos a toda hora y dormir en la misma cama, entre otras recomendaciones, con el énfasis de que son prácticas que favorecen la crianza. Una de las banderas de las prácticas de crianza llamadas naturales es la del ‘colecho’ sin restricciones de ninguna clase; postura que cuenta con defensores y detractores. Es un debate en el que no se ha dicho la última palabra. El boom del ‘colecho’ se da a partir de los libros y conferencias del pediatra español Carlos González, uno de uno de sus defensores, cuyo análisis se suele relacionar con el favorecimiento de la lactancia natural 8 Así es su mundo Desde el nacimiento Fotografías: ©2014 Shutterstock.com y con el síndrome de muerte súbita del lactante. Terminología La palabra ‘colecho’ aún no es recogida por el diccionario de la Real Academia Española. El término puede ser entendido como “compartir cama para dormir” (bed-sharing, en inglés). Otros términos al respecto son: compartir el sueño (co-sleeping), cama compartida, cama familiar, ‘colecho intencionado’ y ‘colecho reactivo’. Al lado de los términos hace carrera la palabra ‘colechar’, como el verbo que define que los niños duerman en la cama de los adultos. En este texto se entiende al ‘colecho’ como la práctica de compartir cama para dormir por decisión consciente de los adultos cuidadores que la compartirán con intención e intencionalidad precisas, que es lo que se llama usualmente ‘colecho intencionado’. No se refiere, pues, a la práctica obligada por circunstancias imperativas de falta de espacio. Tampoco a las ocasiones en las que un niño por razones de angustia situacional, como enfermedad, busca quedarse con sus padres mientras se calma. El ‘colecho reactivo’, por su parte, es llamado el del desespero de los padres, que no aguantan la presión de un niño o niña que ‘exige’ dormir con ellos. En algunas publicaciones al respecto se afirma que el 30% de los niños empieza su noche en su cama; de estos, el 70% amanece con los padres. En otras se afirma que “la mayoría de los ‘colechos’ son reactivos, ocasionados por trastornos del sueño como consecuencia de la falta de armonización de las necesidades del niño y de una madre que tiene su maternidad enormemente dificultada por exigencias sociales y legales”. En los escritos al respecto es común encontrar que los mamíferos, incluido el hombre, duermen con sus crías, con las mujeres y los niños en el centro del sitio para dormir. En la crianza las crías estaban pegadas de la madre por protección y para transporte. Por lo anterior, se puede afirmar que desde el punto de vista evolutivo cultural el ‘colecho’ es la norma, pero no por este hecho antropológico puede considerarse como una práctica segura. En el siglo XIX se ampliaron las casas en los llamados ‘países civilizados’, construyendo otras habitaciones, por lo cual en esa época pudo empezar el modo de dormir diferente al ‘colecho’, con los niños en su propia cuna. En la actualidad, se hacen preguntas sobre el dormir: ¿dónde?, ¿en qué?, ¿cómo?, ¿cuántas horas?, ¿es necesario aprender a dormir?, las cuales se imponen en cualquier discusión sobre ‘colecho’. El 30% de los niños empieza la noche en su cama. De este porcentaje, el 70% amanece con los padres. Historia La primera referencia de lo que podría ser ‘colecho’ sería la de una muerte de un niño en la cama de su madre, en el libro del Antiguo Testamento, Reyes, 3:19. 9 Así es su mundo Desde el nacimiento Frecuencia del ‘colecho’ Es claro que la personalidad no se define por la forma como duerme el niño, ya sea en la cama de los padres o en su dormitorio. 10 La preocupación por el ‘colecho’ es cultural: en Bolivia, por ejemplo, no hay ninguna inquietud por el asunto. En Estados Unidos, la frecuencia de ‘colecho’ es baja en caucásicos puros y alta en otros grupos étnicos. Hay datos de ‘colecho’ en Corea: 16% e India, en niños de 3-10 años, 93%. En el Reino Unido, la mitad de los recién nacidos y la quinta parte de los menores de un año pasan cierto tiempo de la noche en la cama de los padres. En Irlanda es el 21%, en Alemania el 23% y en Italia el 24%.También se destaca que es con el último hijo con el que se hace ‘colecho’. Ventajas y desventajas del ‘colecho intencionado’ Los defensores del ‘colecho’ afirman que esta práctica de crianza puede promover a largo plazo la salud emocional del niño o niña. Además, que quienes duermen o han dormido con sus padres son más felices, menos ansiosos, tienen mayor autoestima, son menos propensos a tener miedo a dormir, tienen menos problemas de conducta, tienden a sentirse más cómodos con la intimidad y son más independientes como adultos. Sin embargo, para estas afirmaciones no hay estudios científicos que las avalen o las nieguen. La discusión sobre el ‘colecho’ se ha centrado en si tiene o no beneficios y en si es seguro o no lo es. Dado que es imposible dar opiniones basadas en la experimentación con modelos científicos, en el Grupo de Puericultura de la Universidad de Antioquia se considera que el análisis del ‘colecho’ se debe hacer en función del interés superior del niño y, eso sí, con bases científicas hasta donde sea posible, descartando lo que son simples opiniones. Por ejemplo: ¿favorece o no favorece el apego y la vinculación, la autonomía, la lactancia materna, la disminución de la muerte súbita del lactante, o la disminución de otras muertes?, así como: ¿es seguro? ‘Colecho’ y autonomía ¿El hecho de que el niño o niña duerma en la cama de los adultos es determinado por estos o por los adultos? Evidentemente, en el caso del ‘colecho intencionado’ lo es por los adultos y en el del ‘reactivo’ lo es por el niño. La decisión de los adultos puede obedecer a muchas razones, inclusive la de impedir el contacto con el cónyuge. Si el niño pide el ‘colecho’ hay que averiguar por qué lo hace y efectuar la recomendación pertinente con base en el interés superior del niño o de la niña y las circunstancias específicas. En la relación de la práctica del ‘colecho’ con la construcción y reconstrucción de la autonomía necesariamente se debería tener en cuenta el sueño, en aspectos como si se debe buscar que el niño se duerma solo (sin que alguien lo acompañe a dormirse) o que duerma solo (sin otra u otras personas en su cama), así como si el niño debe aprender a dormir o este es un fenómeno natural sobre el que no se debe intervenir. Así mismo, la pregunta: ¿Cómo se concilia el sueño tranquilo y seguro sin posibilidades de daño por las prácticas de los adultos? Por el contrario, dado que el ser humano nace dependiente e incompleto, es decir, heterónomo y se debe volver Así es su mundo Desde el nacimiento Los defensores del ‘colecho’ dicen que los bebés necesitan ser arrullados de noche. De día, también es absolutamente necesario que permanezcan con la madre. 12 independiente, autónomo, como un hito del desarrollo, entre otras cosas, en el dormir, se puede plantear la siguiente pregunta: ¿El ambiente de seguridad necesario para que se desarrollen las conexiones neuronales para establecer un hábito, para construir y reconstruir autonomía, debe ser constante, de veinticuatro horas? Quienes así piensan afirman que los niños que aprenden a dormir solos por fuera de la cama de los padres son más autónomos y consideran que dado que la postura de límites racionales y oportunos es necesaria para la construcción y reconstrucción de la autonomía, el ‘colecho intencionado’ es un obstáculo. ‘Colecho’ y lactancia natural Una creencia compartida por quienes escriben al respecto es la cercanía para que los niños establezcan un apego seguro y los adultos un vínculo protector. Una de las mejores maneras de conseguir este ansiado establecimiento es la lactancia natural. Entre quienes defienden la práctica del ‘colecho intencionado’ es común la afirmación de: “El ‘colecho’ favorece la práctica de la lactancia materna”. Sobre lo anterior no hay estudios que la confirmen o la nieguen pero lo que sí es claro es que es perfectamente posible establecer una lactancia natural adecuada, con todas sus ventajas, sin recurrir al ‘colecho’. ‘Colecho’ y síndrome de muerte súbita del lactante El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) se define como la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año aparentemente sano después de haberlo puesto a dormir, al que no se le observan signos de haber sufrido y en cuya necropsia no se encuentra la causa de la muerte. Dado que hay suficientes datos científicos que avalan la lactancia materna como un factor protector ante el SMSL, es común que los defensores del ‘colecho’ establezcan el puente colecho-lactancia maternadisminución del riesgo de SMSL. A pesar de que entre los defensores de la práctica del ‘colecho’ es una expresión de argumentación que no aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante, hay estudios, que tampoco son concluyentes, en el sentido de que lo aumenta hasta en cinco veces. La debilidad de todos los estudios sobre ‘colecho’ y SMSL, sin poner en medio la lactancia materna, consiste en que no se tienen en cuenta factores de riesgo como el fumar o el que los adultos tengan alteraciones del estado de conciencia por alcohol o fármacos, por ejemplo. Además, en algunos casos, se cuentan como SMSL muertes que no son por esta causa, como la asfixia por aplastamiento. Así es su mundo Desde el nacimiento Conclusiones El ‘colecho’ es una decisión personal de los adultos y no debe ser un recurso para lograr que el niño duerma. 14 A partir de los análisis científicos de riesgo para SMSL, la Academia Americana de Pediatría (AAP) ha ampliado sus recomendaciones de prevención en el marco de un ambiente seguro para dormir. En este contexto, no considera segura ninguna práctica de ‘colecho’ y taxativamente recomienda evitar que los menores de tres meses duerman en la cama de los adultos. Entre las recomendaciones para disminuir el riesgo de SMSL, aconseja que los niños duerman en la misma habitación que sus padres, acostados en una cuna side-car adosada a la cama, con lo cual se proporcionan casi todos los beneficios del ‘colecho’ sin dar lugar a situaciones de riesgo, especialmente en el caso de niños que no son amamantados. Por todo lo expuesto, no se puede decir ‘colecho’ sí o ‘colecho’ no, máxime si se tiene en cuenta que entre los derechos de los padres está el compartir cama entre ellos. La Asociación Española de Pediatría subraya que no se puede garantizar que el ‘colecho’ sea una práctica segura, pero tampoco está contraindicada. Lo que sí es claro es que la decisión de ‘colechar’ debe ser consensuada por los padres y no debería ser utilizada como recurso desesperado para que el niño duerma ni a disgusto de uno de los integrantes de la pareja. Tampoco debería ser determinada como una manera de compensar una necesidad del adulto. Cuando se decide utilizar el ‘colecho’ hay que tener en cuenta factores protectores de seguridad al dormir, que en muy buena parte son los recomendados para disminuir el riesgo de SMSL, así como el de muerte durante el sueño en la cama de los adultos. Las siguientes recomendaciones de ‘colecho’ seguro provienen de organizaciones como AAP, UNICEF y OMS, y son aplicables a cualquier ocasión de sueño de un niño o niña: • Acueste al niño o niña boca arriba. • El colchón debe ser plano y firme. No se deben utilizar colchones de agua; tampoco debe utilizarse el sofá o las camas de dimensiones reducidas. • Asegúrese de que el niño o niña no pueda caerse de la cama, ni quede atrapado en ningún hueco. • Evite el uso de almohadas, mantas con pelo, acolchados, cojines o peluches. • No cubra la cabeza del niño. • Evite el sobrecalentamiento, por lo que se desaconseja el uso de edredones y el exceso de temperatura ambiental en la habitación. • No duerma en la misma cama si es fumador. No fume en la habitación en ningún momento. • No comparta la cama con el niño si ha consumido bebidas alcohólicas, drogas, somníferos o medicamentos que le alteran el nivel de conciencia. • No duerma en la misma cama si padece alguna enfermedad que le disminuya el nivel de respuesta, como diabetes o epilepsia inestable. • No comparta la cama si está muy cansado o si alguno tiene fiebre. • No les permita a las mascotas compartir la cama con el niño. Así es su mundo De 12 a 18 años ¿Qué voy a estudiar? 16 Así es su mundo Por: Ana María Gómez Campos Con la asesoría de Ana San Bruno y Esther Arranz Psicólogas de Albenture, Madrid (España), y Fernando Lozano Coordinador del programa Contacto Centro de Atención a Aspirantes, de la Pontificia Universidad Javeriana ¿ Y ahora qué voy a hacer? ¿Para qué soy bueno? ¿Nací para alguna carrera? ¿Será que me voy a equivocar? Estas son las preguntas que se hacen muchos jóvenes cuando están a punto de terminar el bachillerato y no tienen muy claro cuál será la profesión que van a elegir. Desorientados y con tantas posibilidades, conviene ofrecerles tranquilidad y apoyo, así como escuchar sus inquietudes sin juzgarlos. En el programa Contacto (Centro de Atención a Aspirantes), de consejería y orientación para estudiantes, su coordinador, Fernando Lozano, ve como llegan jóvenes que no saben lo que van a estudiar y padres preocupados porque sus hijos se inclinan por carreras como Literatura, Filosofía o Música. También acuden profesionales que aunque ya tienen trabajo no se sienten felices con su elección. “El problema es que de 10 alumnos, cuatro toman la decisión desde el miedo y lo ideal sería que salieran profesionales cultivados por el ‘enamoramiento’. La universidad debe ser un lugar para ir a soñar”, sostiene Lozano. A su juicio, se trata de una situación compleja, aunque muchos dicen que decidir sobre una oferta amplia no es un problema, pero esto sucede es si se le ha trabajado al alumno desde su corazón, desde el alma. “Entenderse como ser humano es el reto del proceso educativo. No se Las habilidades no necesariamente indican qué carrera elegir. La decisión debe tomarse desde lo que apasione al estudiante. 17 Fotografías: ©2014 Shutterstock.com La elección de carrera es una de las decisiones más importantes de la vida, pues de ella depende el futuro. Por eso, debe tomarse desde el ‘enamoramiento’, sin pensar solo en lo que sea mejor para el bolsillo. El acompañamiento de los padres es ideal, pero con respeto. De 12 a 18 años Así es su mundo De 12 a 18 años Los espacios de ocio, por ejemplo, son claves para descubrir los dones, a veces insospechados, que tienen los jóvenes: si cuentan con capacidad para resolver conflictos, si se preocupan por la armonía de los espacios. “Pero la decisión final es del estudiante; los padres solo pueden acompañar y asesorar, y nunca imponer sus preferencias. Una vez tomada, deben hacerle saber que están a su lado en los pasos que tenga que dar”, recomiendan las psicólogas Ana San Bruno y Esther Arranz. Desde temprano El secreto es que el ser humano descubra sus dones. 18 trata de sacar alumnos que resuelvan ecuaciones, pero de entender la vida, poco o nada sepan”, comenta. La decisión es emocional “Conocerse a sí mismo permite descubrir dones. No solamente para qué soy hábil, ni qué es lo más conveniente dentro de una lógica económica. Lo mejor que le puede pasar a un individuo es que se junten pasión y habilidad. Así, no significa que si yo soy diestro para algo o tengo las mejores notas en un área, elija bien mi profesión”, enfatiza. El 95% de las decisiones es emocional y desde ahí debe definirse la búsqueda profesional. “¿Qué me apasiona? Esa debe ser la pregunta”, aconseja. El problema es que los padres, angustiados, esperan que sus hijos tengan casa, carro y beca, en vez de importarles que sean felices y encuentren su lugar. La orientación educativa debe empezar lo antes posible y no en grado 11, como sucede generalmente. Inclusive se recomienda hacerla desde cuando el niño ingresa en el colegio, para conocer sus talentos y virtudes e ir clarificando sus intereses. Las actividades extracurriculares también le permiten probar y descubrir sus capacidades, así como con cuáles se siente más cómodo. Poco a poco, el estudiante irá elaborando su proyecto de vida. No obstante, hay que estar abierto a todas las posibilidades. Según las psicólogas, son tres los factores a valorar en la elección de una carrera: en primer lugar, están los aspectos individuales; no basta con que el estudiante tenga interés en una carrera y se identifique con ella, sino que, a partir de esos intereses y del conocimiento de sus habilidades, potencialidades y competencias, tome una decisión consecuente. En segundo lugar, están los aspectos sociales y del entorno: conocer el mercado laboral, cuáles son las áreas de mayor desarrollo, las que generan mayores empleos y las exigencias que ese mercado impone. Y, en el tercero, los aspectos económicos: las condiciones económicas de la familia, las oportunidades para pagar los estudios y lo que eso Así es su mundo De 12 a 18 años Errores frecuentes Se calcula que uno de cada tres estudiantes no termina la carrera. La falta de motivación y encontrarse con una realidad que no se ajusta a la carrera imaginada suelen ser las causas más frecuentes. Vale la pena prestar atención a los errores más comunes: •No tener suficiente información. Muchos adolescentes deciden qué estudiar sin conocer bien la carrera, su posible futuro laboral o cómo está enfocada en la universidad que han elegido. significa en inversión y en sacrificio para todos. Además, es importante conocer los programas de becas y créditos que existen para financiar los estudios superiores. Sin embargo, las expertas enfatizan en que la actualidad laboral no debería ser la razón para elegir una carrera; es mejor elegir la opción que sea más motivante para el alumno, frente a la que sea más adecuada para el contexto laboral. Tampoco deben estudiar la carrera que sus padres quieran para ellos o la que no les parezca solo por contrariarlos. Estas situaciones pueden terminar en el abandono de los estudios o en infelicidad laboral. “Al igual que los padres tomaron (o no) la decisión sobre su futuro en un determinado momento, deben dejar que sus hijos hagan lo mismo y no intentar que repliquen la vida que ellos han tenido. La felicidad que ha podido alcanzar el progenitor con la decisión que tomó, no tiene por qué ser la misma para el hijo, pues en este caso habrá sido una decisión impuesta”, coinciden las psicólogas. A pesar de recibir orientación vocacional por parte de sus padres u orientadores, es posible que muchos jóvenes se sientan inseguros antes de comenzar la universidad y decidan esperar antes de decidir qué quieren hacer. Esta decisión, en ocasiones, permite al adolescente definir qué quiere hacer y puede emplear ese tiempo en estudiar un curso de algo que le guste. Este espacio debe considerarse como un año invertido, en lugar de perdido. Las claves Según Fernando Lozano hay tres pasos claves en la orientación a los jóvenes: claridad, que significa un trabajo sobre sí mismo deseado. Implica esforzarse, cambiar la rutina y la lógica del facilismo. Decisión, que es el trabajo emocional para enamorarse: conocer es la vía fundamental para el amor. Y, por último, el paso final es un acto por la realización, por el deseo profundo de la construcción del sentido de la vida. Un largo camino que debería empezar en la niñez. •Estudiar sin motivación: ir a la universidad no es obligatorio. Cuando se elige una carrera, debe ser algo que apasione. •No valorar todas las alternativas: es importante contar con toda la información para poder tomar una decisión acertada. •Elegir en función de lo que dicen o hacen los demás. •Basar la decisión en lo que es más fácil o cómodo o lo más difícil. •Pensar solo en las oportunidades laborales sin olvidar lo que se siente. •Decidir de afán. Tomar buenas decisiones requiere tiempo y dedicación. 19 Así es su mundo En la adolescencia Los sonidos del silencio La dificultad en los adolescentes para expresar su ansiedad, su rabia, miedo y demás sentimientos se manifiesta a través de enfermedades físicas o emocionales. Los padres deben fomentar espacios para el diálogo. 20 Así es su mundo En la adolescencia Por: Carmen Escallón Góngora Pediatra puericultora y terapista de familia El adolescente necesita vivir sus propias experiencias; de la misma manera, necesita ser escuchado. Le sobran los sermones, consejos y críticas. Le molesta que sus experiencias de vida sean calificadas, criticadas o confrontadas con las experiencias de los padres. Los padres deben vivir la emancipación y el desprendimiento del adolescente, otorgándole libertad y manteniendo los límites y el respeto. Además, permaneciendo al lado de él, proporcionándole cuidado, practicando un diálogo sincero y maduro y manteniéndose conectados con las necesidades del hijo. Muchas veces el adolescente, ante sus muchas crisis, huye del mundo exterior, buscando refugio en su propio mundo, volviéndose silencioso, incomprendido y triste. Se siente desamparado, por ello el sentimiento de soledad es tan frecuente. Se siente huérfano de los padres del niño, con unos padres actuales que desconoce y que le parecen duros e intransigentes. Tanto padres como adolescentes deben afrontar estos cambios, no como falta de amor, sino como parte de la metamorfosis adolescente. El resentimiento y el dolor por parte de los padres e hijos hacen más difícil el proceso. Fotografías: ©2014 Shutterstock.com E xiste un viejo refrán que dice: “Cuando no lloran los ojos, lloran los órganos”, refiriéndose a la necesidad que tiene el ser humano de expresar su dolor, sufrimiento o aflicción. El cuerpo habla lo que la palabra ha callado. Cuando el ser humano calla lo que necesita decir, entonces lo expresa por medio del cuerpo. El adolescente se siente frustrado y fracasado cuando al tratar de obtener su libertad la familia reacciona de manera represiva. Cuando el adolescente no puede expresar su ansiedad, su rabia, miedo y demás sentimientos, se expresa mediante el cuerpo, enfermándose o alterando la función física o emocional. Muchos padres presionan a sus hijos adolescentes al sentirse amenazados por los cambios que viven los chicos, sobre todo, con lo que tiene que ver con la exigencia de libertad, con las salidas y los horarios, con la defensa de ideologías de tipo religioso o político, con la libertad de vivir el noviazgo y con la elección de un proyecto de vida. El resultado de esta presión puede ser un adolescente calificado de rebelde, el cual a grito pelado exige la libertad que se le niega. El adolescente intenta protestar con palabras o con el lenguaje no verbal, como la ropa que usa, los tatuajes, el uso de alcohol y la conducta desafiante. Puede, igualmente, reaccionar guardando silencio. Cuando el adolescente opta por el silencio, aparecen entonces las manifestaciones físicas, consistentes en acné (barros), colon irritable, asma, cefaleas, dolores menstruales, anorexia y bulimia, entre otros. Es necesario establecer un diálogo amoroso y respetuoso entre padres e hijos adolescentes. Este diálogo debe originarse en la primera infancia, para garantizar una adecuada comprensión en la adolescencia. Los adolescentes necesitan un tiempo para pensarse, para acomodarse al nuevo cuerpo, a los padres, a la sociedad. 21 Así es su mundo En la adolescencia Recomendaciones •Creen diálogo entre los miembros de la familia. •Usen rituales ante los cambios que vive la familia. Cuando los adolescentes reflexionan acerca del tiempo futuro se sienten incómodos y muchos sienten angustia por no sentirse aptos para afrontar un mundo que los adultos se han empeñado en dejar a los jóvenes para que sean ellos los salvadores. El sentirse como responsables del mundo les genera rabia, ansiedad y miedo. Muchos adolescentes sienten que no existe un tiempo para ellos y se sienten lesionados cuando se refieren a ellos como ociosos. Silencio que enferma ¿A quién contarle sus angustias? No existen espacios ni personas con las que el adolescente se sienta cómodo y pueda hablar. Por ello, se hace necesario crear estos espacios y cada día son más necesarios esos adultos significativos que sean confidentes del joven, lo cual permitiría el diálogo tranquilo, sereno y armónico. El silencio es perjudicial para la salud. El adolescente que vive en soledad estos cambios se enferma. Es necesario darle la palabra: hablar acerca de lo que está viviendo, de sus sensaciones y sentimientos permite en los adolescentes la recuperación de los síntomas. La familia debe propiciar espacios de expresión, mediante rituales, juegos, conversaciones informales, la literatura, o la recreación. 22 La familia como sistema tiene una fuerza que hace al adolescente permanecer estático y otra que le empuja hacia el cambio. Una familia es tanto más sana cuanto más abierta está para ser transformada por los cambios y sin que por ello pierda su peculiaridad de base. Las familias rígidas se enferman fácilmente, se oponen al cambio y producen miembros con pobre posibilidad de independencia, de autonomía. Una familia que sabe escuchar, que refuerza la palabra, que no juzga ni califica al joven, seguramente facilitará que este hable con el lenguaje que cambió la estructura del cerebro hace miles de años: la palabra. •Elijan espacios para fomentar el uso del lenguaje verbal entre padres e hijos. •Mantengan en la familia un clima de comprensión y respeto. •Soliciten ayuda externa ante la aparición de síntomas físicos en el hijo adolescente. •No juzguen ni califiquen la conducta del hijo adolescente. •Expresen sus propios sentimientos ante sus hijos. Opinan los expertos La anestesia y su hijo 26 Opinan los expertos C uando un niño debe ir al hospital esto genera ansiedad tanto para los padres como para el pequeño. Cuando la visita comprende cualquier tipo de procedimiento que requiera anestesia, la ansiedad es mayor. Entre dichos procedimientos figura la cirugía, ciertos tipos de rayos X y algunas pruebas para examinar el estómago o los intestinos. El propósito de la anestesia es hacer posible que el niño sea sometido a una cirugía, evaluación médica o tratamiento sin dolor, sin recordar el procedimiento o sin moverse. El bienestar y la seguridad de su hijo son muy importantes. La persona que le suministra la anestesia evaluará su ritmo cardíaco, presión arterial, respiración, temperatura y nivel de oxígeno en la sangre antes, durante y después de la anestesia. Las necesidades singulares de su hijo, el procedimiento como tal y la salud del niño ayudarán a determinar qué tipo de anestesia se aplicará. La mayoría de proveedores de anestesia trabajan en equipo. Este equipo puede estar compuesto por anestesistas (doctores), residentes (doctores en entrenamiento), enfermeros anestesistas certificados asistentes, médicos y enfermeros. Preparándose para la anestesia Antes de recibir anestesia, su hijo debe someterse a un chequeo físico. Durante el chequeo su pediatra o un miembro del equipo de anestesia revisarán la salud actual y el historial médico del niño. Usted deberá contestar algunas preguntas sobre la salud de su hijo, ya sea el mismo día de la cirugía, de los exámenes o del tratamiento, o en los días previos al procedimiento como tal. Es importante que le cuente al doctor cualquiera de las siguientes circunstancias que se ajuste a su hijo: • Alergias, incluyendo alergias a alimentos, medicina o látex (caucho). •Todos los medicamentos que su hijo esté tomando, incluyendo medicinas naturistas o hechas con hierbas y medicinas inhaladas (que se aspiran). • Problemas respiratorios, incluyendo asma, crup o jadeo, ronquidos y apnea (períodos durante el sueño en los que la respiración se contiene). •Cualquier enfermedad reciente, especialmente resfriados fuertes. •Cualquier problema que su hijo haya tenido de recién nacido, tales como parto prematuro, problemas respiratorios como crup o asma o defectos congénitos. •Problemas cardíacos, incluyendo agujeros entre las cámaras del corazón, problemas de las válvulas cardíacas, soplo cardíaco o ritmo cardíaco irregular. •Cualquier otro problema médico que su hijo haya tenido, especialmente si requirió una visita al doctor u hospitalización. • Cualquiera cirugía o procedimiento previo que haya requerido el uso de anestesia. •Problemas anteriores relativos a la anestesia o cirugía, tales como trastornos de las vías respiratorias, problemas de sueño o al despertar después de la anestesia, o problemas de náuseas y vómitos después de una cirugía. • Problemas con la anestesia que hayan tenido familiares del niño (de ambos lados de la familia). •Historia familiar de problemas de sangrado. • Si su hijo o alguien en la casa fuma. • Si su hijo tiene un diente flojo (en ocasiones es conveniente extraer los dientes flojos para proteger al niño). Una frazada, un muñeco de peluche o un juguete podrían ayudar a sosegar al niño. 27 Opinan los expertos Si su hijo se inquieta cuando le hable acerca de la anestesia, explíquele que es normal sentir miedo. • Si existe la posibilidad de que su hija esté embarazada. Es posible que su hijo necesite exámenes de sangre antes de la anestesia. A veces se requieren otros exámenes, como rayos X. En la mayoría de los casos se necesitan pocos exámenes o ningún tipo de ellos. ¿Qué riesgo corre mi hijo al recibir anestesia? Entre los efectos colaterales leves que suele tener la anestesia figuran dolor de garganta, náuseas y vómitos. Es raro que se presenten problemas serios. Pida al anestesista que le explique los riesgos específicos para su hijo. ¿Qué debo contarle a mi hijo acerca de la anestesia? Si su hijo es mayor de cuatro años, comience a hablarle de la visita al hospital cinco a seis días antes. Si es menor de cuatro años, comience a hablarle de dos a tres días antes. Háblele con franqueza. Dependiendo de la edad que tenga, emplee palabras conocidas tales como ‘dolor’ o ‘hacer una siesta’ para referirse a la sedación. Explíquele que el sueño producto de la anestesia es distinto al sueño diario. Gracias a la anestesia, no sentirá dolor ni se despertará en medio del procedimiento. Al final de la cirugía, examen o tratamiento, el anestesista interrumpirá la medicina que provoca este tipo de ‘sueño’ y el niño se despertará y volverá a ver a su familia. 28 Muchos niños entre los tres y los 12 años no están listos para escuchar cuáles son los riesgos de la cirugía o de la anestesia. A menudo, entienden lo suficiente como para sentir miedo, pero no lo suficiente como para sentirse confiados. Tal vez el anestesista prefiera hablarle de los riesgos cuando el niño no esté presente. Si su hijo se inquieta cuando le hable acerca de la anestesia, explíquele que es normal sentir miedo. Dígale que el equipo de anestesia velará por su seguridad y bienestar. Para ayudar a atenuar los temores de su hijo, trate de mantener la calma y la confianza. Algunos hospitales ofrecen programas especiales que explican el proceso de anestesia y cirugía a niños y familiares. Solicite libros y videos que le ayuden a prepararse y preparar a su hijo. ¿Qué pasa si mi hijo se enferma justo antes del día programado? Llame al equipo de anestesia y a su doctor si su hijo se enferma poco antes de la fecha del procedimiento. Si tiene un resfriado o cualquier otra enfermedad, la cirugía, examen o tratamiento podría ser postergado para otro día debido a que los riesgos implícitos podrían aumentar. Si su hijo ha estado expuesto al sarampión en las tres semanas previas al procedimiento, éste podría ser postergado debido al riesgo de contagiar a otros pacientes. El sarampión se puede diseminar antes de que comiencen a aparecer las manchas en la piel. El día del procedimiento ¿Puede mi hijo comer, beber o tomar medicinas el día de la anestesia? A no ser que se trate de una emergencia, el estómago de su hijo debe estar vacío cuando empiece a ser anestesiado. Esto ayuda a prevenir vómitos, lo que podría hacer que alimentos o ácidos estomacales asciendan a los pulmones. Es importante que le pida al anestesista indicaciones Opinan los expertos ¿Quién es un anestesista pediátrico? Un anestesista pediátrico tiene la experiencia y el entrenamiento para ayudar a que la cirugía, examen o tratamiento de su hijo se efectúe con éxito. específicas antes del día del procedimiento. Estas son algunas recomendaciones generales: Los niños menores de un año pueden ingerir: • Alimentos sólidos hasta ocho horas antes de recibir la anestesia (nota: las compotas y cereales para bebé son alimentos sólidos). • Fórmula láctea hasta seis horas antes de recibir la anestesia. • Leche materna hasta cuatro horas antes de recibir la anestesia. • Bebidas claras hasta dos a cuatro horas antes de recibir la anestesia. Los niños de cualquier edad pueden ingerir: • Alimentos sólidos hasta ocho horas antes de recibir la anestesia (nota: las compotas y cereales para bebé son alimentos sólidos). En general, no se permite ingerir alimentos después de cierta hora de la noche en la víspera de la anestesia. •Bebidas claras (ejemplo: jugo de manzana, refrescos claros, paletas o agua o solución de electrolitos ya preparada) hasta dos horas antes de recibir la anestesia (nota: el jugo de naranja con pulpa, la leche y la fórmula láctea no son bebidas claras). Recuerde: cada institución médica tiene sus propias pautas sobre lo que se puede comer o beber antes de la anestesia. Pida instrucciones al equipo de anestesia que atenderá a su hijo. Si no sigue las pautas de la institución médica, el procedimiento se podría retardar. Así mismo, pregúntele a su anestesista qué medicamentos rutinarios, si es el caso, puede seguir tomando el niño en el día de la anestesia. Algunos medicamentos se pueden suministrar en la mañana de la anestesia con pequeños sorbos de agua, pero sin mezclarlos con sólidos, tales como salsa de manzana. Sin embargo, otras medicinas, tales como fármacos naturistas y hechos con hierbas, pueden interactuar con las drogas que se usan para anestesiar al paciente y deben suspenderse antes de la anestesia. ¿Qué hará mi hijo mientras espera a que le apliquen la anestesia? Un anestesista pediátrico es un anestesista cabalmente entrenado que ha realizado por lo menos un año de entrenamiento especializado en el suministro de anestesia para bebés y niños. La mayoría de cirujanos pediátricos atienden a sus pacientes en la sala de operaciones junto con un anestesista pediátrico. Una gran cantidad de niños que necesitan cirugía tienen problemas médicos muy complejos que afectan varias partes del cuerpo. El anestesista pediátrico está debidamente calificado para evaluar estos complejos problemas y elegir el anestésico más adecuado y seguro para cada niño. La mayoría de los hospitales grandes tienen una sala de espera especial equipada con juguetes. En este momento usted conocerá al equipo de anestesia, si es que ya no lo ha hecho. Este personal revisará los expedientes del niño, lo examinará brevemente, le explicará a usted cómo velará por la seguridad del niño, comentará los riesgos y contestará cualquier pregunta o inquietud pendiente. ¿Estará mi hijo preocupado? Una familia calmada y que le brinde apoyo al niño, puede ayudar 29 Opinan los expertos Cuando se usa una máscara, no hay que aplicar inyecciones y, por consiguiente, el paciente no siente dolor. a que este no se preocupe o inquiete demasiado. Como dijimos antes, una frazada, un muñeco de peluche o un juguete podrían ayudar a sosegar al niño. Antes de empezar a administrar la anestesia, a menudo se suministran sedantes para ayudar a tranquilizar y relajar al niño. La decisión de suministrarle o no sedantes dependerá de la edad del niño, el grado de ansiedad, el estado médico y los parámetros del hospital. Los sedantes se pueden suministrar por la boca, la nariz o el recto (la apertura del ano), o como inyección. ¿Cómo se le administrará la anestesia a mi hijo? En la mayoría de los casos, se elige uno de los siguientes modos de iniciar la administración de anestesia en un niño: 30 • Respirando gases anestésicos a través de una máscara. • A través de una aguja que se inyecta a la vena (intravenosamente). • A través de una aguja que se inyecta a un músculo (inyección). Cuando se usa una máscara, no hay que aplicar inyecciones y, por consiguiente, el paciente no siente dolor. Sin embargo, a algunos niños no les gusta que les pongan máscaras en la cara. Una inyección puede causar dolor pasajero y angustias al niño. No obstante, es un método rápido y el niño no tiene que permanecer quieto. Si se aplica intravenosamente, se puede poner un anestésico local para entumecer la zona donde se clava la aguja y hacer que el procedimiento sea menos doloroso. Si se va a usar una máscara para administrar la anestesia, háblele de esto a su hijo antes del día de la cirugía, examen o tratamiento. Explíquele que la máscara contiene un aire especial que le ayudará a sentir sueño. La máscara puede contener un olor especial para que el procedimiento sea más confortable. Este método no se usa en casos de emergencia, cuando hay problemas estomacales o intestinales o si el niño ha comido recientemente. A partir de los 10 años de edad, la anestesia se suele administrar intravenosamente. Sea cual sea el método que se use, su hijo permanecerá cómodo y dormido con una combinación de gas y anestésicos intravenosos. No se despertará durante la cirugía, examen o tratamiento. Se despertará Opinan los expertos ¿Lo afectarán mucho las náuseas y vómitos? una vez que el procedimiento finalice, a menos que en ese momento se requiera un cuidado intensivo. Si su hijo necesita este tipo de atención, su anestesista se lo explicará. ¿Podré estar con mi hijo al momento en que le apliquen la anestesia? Algunos hospitales permiten que un acompañante (por lo común uno de los padres) entre con el niño a la sala de operaciones o al lugar donde vaya a recibir la anestesia. Revise la política del hospital con anticipación. El anestesista de su hijo tomará la decisión final. Muchos anestesistas consideran que el darle sedantes a los niños facilita la separación y evita la necesidad de que los padres estén presentes. Sea cual sea la decisión, recuerde que el equipo de anestesia sabe por experiencia cómo ayudar a los niños a estar serenos en tales momentos. Si le permiten estar presente cuando empiezan a anestesiar a su hijo, pregúntele al anestesista con anticipación qué verá y cómo podría reaccionar el niño. Esto le ayudará a mantener la serenidad. Tenga en cuenta que, aunque le permitan estar con su hijo al momento en que lo anestesian, esto no significa que el niño estará tranquilo hasta perder el sentido. Todo depende de la edad del niño, su temperamento y sus experiencias del pasado. Después del procedimiento ¿A dónde llevarán a mi hijo después del procedimiento? Su hijo será llevado a una sala de recuperación o a una unidad de cuidados intensivos, dependiendo del tipo de cirugía, examen o tratamiento, así como del estado del niño. Por lo común, se permite a los padres que estén presentes una vez que el niño es admitido a estas áreas y que su estado se estabilice. Después de un procedimiento rutinario, el tiempo de recuperación suele ser de 30 minutos a dos horas. Después su hijo podrá ir a una cama de hospital regular o a una unidad de permanencia corta, o ser dado de alta para volver a casa. ¿Cómo se comportará mi hijo después del procedimiento? Cada niño se despierta de la anestesia de distinto modo. Algunos están vivaces y calmados de inmediato. Otros pueden permanecer atontados por un tiempo más largo. Los bebés y niños pequeños pueden estar irritables hasta que los efectos de la anestesia se disipan. En tales casos, se les pueden suministrar más sedantes hasta que los efectos de somnolencia de la anestesia terminen de desaparecer. ¿Mi hijo sentirá dolor? Una de las principales metas de la anestesia es prevenir el dolor durante y después del procedimiento. Si su hijo tiene dolor en la sala de recuperación, se le podrían suministrar más calmantes. Estos vienen en diversas formas y se pueden administrar de muy distintos modos. Los doctores comentarán las opciones con usted y su hijo previamente. Las náuseas y vómitos son efectos muy comunes de la anestesia y se pueden deber al estado de su hijo, al procedimiento en cuestión o a los efectos colaterales de la anestesia. Si su hijo está vomitando mucho, tal vez tenga que permanecer en el hospital por un tiempo más largo. A veces se necesita una noche más en el hospital de lo planeado. Existen medicinas que se pueden dar durante o después de la anestesia para reducir la posibilidad de que esto se convierta en un problema. Comente cualquier pregunta o inquietud con el equipo de anestesia y el pediatra o con los doctores que están involucrados. Estos profesionales de la salud están entrenados para velar por el bienestar y seguridad de su hijo durante el proceso. No olvide mantener al equipo de anestesia informado sobre la salud del niño justo antes del procedimiento, y si su hijo tiene un resfriado u otra enfermedad o si ha estado expuesto a sarampión tres semanas previas al procedimiento. No deberá usarse la información contenida en esta publicación a manera de sustitución del cuidado médico y consejo de su pediatra. Podría haber variaciones en el tratamiento, las cuales su pediatra puede recomendar basado en los hechos y circunstancias individuales. 31 Ilustración: ©2014 Shutterstock.com Entorno Un cuento para d a d i v a N la 32 Entorno Lo que lleva el rey Gaspar L os tres reyes han salido de sus palacios. Los tres son viejecitos. El rey Melchor es alto, con una barba blanca, con sus ojos azules, con sus anteojos de oro. El rey Baltasar es bajo, un tantico encorvado, con un bigote largo y una perilla más larga todavía. El rey Gaspar no usa nada en la cara; va afeitado, pulcro, correcto, pero su nariz cae un poco en gancho sobre la boca, y en la comisura de sus labios hay algo como una sonrisa equívoca, inquietante, como una ironía vaga, desconsoladora. Yo os digo desde este instante, pequeños amigos míos, que no perdáis de vista a este viejecito... Los tres reyes van caminando durante la noche por un camino largo; las estrellas brillan, serenas, rutilantes, en la bóveda negra; abajo, en la tierra, tal vez en la lejanía remota, se oye un grito perdido o se ve el resplandor incierto de una lucecita. Esta lucecita indica una ciudad. Los reyes han llegado ya a esta ciudad. Ya van a detenerse ante las casas; ya van a meter las manos en sus grandes arcases; ya van a dejar en los balcones sus dádivas ansiadas. Pero los tres se detienen un momento antes de penetrar en la ciudad. Antes ya lo habréis oído contar, estos reyes eran muy ricos y les ponían regalos a todos los niños de todas las casas, de todas las ciudades; pero el tiempo ha corrido mucho; las circunstancias han cambiado mucho para los reyes, y estos tres excelentes monarcas, a fuerza de prodigar sus dones, han venido a ver grandemente mermado su caudal. Quiero deciros que Gaspar, que Baltasar y que Melchor se ven todos los años en el terrible compromiso de no dejar sus recuerdos preciosos, sino a tales o cuales niños que el azar les designa. Los tres reyes se han detenido a las puertas de la ciudad. Melchor, el de la barba blanca y los ojos azules —no creáis a quien os lo pinta con la tez negra—, tiene delante de sí una gran arca, que él ha abierto para inspeccionar qué es lo que queda en ella. Baltasar, el de la perilla y el bigote —reíros de los que os lo representan de otro modo—, tiene también su arca, y en ella, con el mismo fin, ha hecho su recuento. Gaspar, pequeños amigos míos, no tiene arca, no 33 Entorno tiene equipaje, no tiene ningún camello, ni caballo, ni asno en que llevar lo que ha de regalar a los niños, pero tiene una nariz un poco encorvada y unos labios que expresan una ironía suave, vaga, inquietadora. Los tres reyes han hecho ya su arqueo y se disponen a entrar en la ciudad. Como van siendo ya pobres, ellos no llenan las cestas que hay en todos los balcones, sino que, según la comodidad o el capricho, dejan sus mercedes y regalos en unos —que son pocos— y pasan de largo ante otros —que son muchos—. He de deciros que, para que sean más los niños favorecidos, los tres reyes han convenido, no en donar los tres sus regalos a todos los niños elegidos, sino en que cada uno haga su donación a cada niño. Y así, de tarde en tarde, Melchor se para delante de una casa y abre su arcón; luego deja en la ventana su dádiva. Lo que este rey de la barba blanca regala se llama: inteligencia. Al cabo de un largo rato, Baltasar se detiene ante otra casa y mete la mano en su tesoro; después pone su dádiva en la ventana. Lo que este rey del bigote y de la perilla dona tiene por nombre: bondad. Y solo este histórico rey Gaspar, este rey de la nariz picuda y de los labios apretados, solo este rey pasa, y pasa, y pasa ante los balcones y no se detiene sino ante uno, o dos, o tres de cada ciudad. Y ¿qué es lo que hace entonces el rey Gaspar? ¿Qué es lo que regala este rey? ¿Por qué es tan sórdido, tan avaro, tan riguroso en sus regalos? Todo el tesoro de este rey está en una diminuta caja de plata que él lleva en uno de los bolsillos de su levita —no olvidar que los reyes usan ahora levita—. Cuando Gaspar se detiene ante un balcón, allá, muy de tarde en tarde, él echa mano de su pequeña caja, la abre con cuidado y pone su donativo en el balcón. No es nada lo que ha puesto; es una cosa insignificante; es como humo que se disipa al menor viento; pero este niño favorecido con tal regalo gozará de él durante toda su vida y no se separarán de él ni la felicidad ni la alegría. El rey Gaspar ha depositado ya su regalo. Sus ojos verdes —no os he dicho antes que eran verdes— brillan fosforescentes; su nariz parece que baja más sobre la boca, y en los labios se dibuja con más profundidad su ironía vaga. Acercaos, pequeños amigos míos; yo os quiero decir lo que el rey Gaspar lleva en su caja. Sobre la tapa, con letras diminutas, pone: ilusiones. José Augusto Trinidad Martínez Ruiz (Azorín) 34 Visitando al doctor Ya sea que su hijo o hija sienta algún malestar o tenga un chequeo de rutina, ir al médico es indispensable para mantener la buena salud, aprender y jugar. Hable con su hijo o hija sobre lo que hacen los doctores; explíquele que son personas expertas en el cuidado de la salud y que nos examinan para chequear todo el cuerpo (corazón, músculos, huesos, etc.) y saber que estamos bien. Expóngale con un ejemplo algunas visitas al médico que haya tenido que hacer. Por ejemplo, “¿te acuerdas cuando papá tenía mucha tos? Él visitó al doctor para que averiguara qué tenía y lo ayudara a sentirse mejor”. Pueden conversar sobre las medicinas y cuidados que ayudan a que se cure rápidamente. Prueben esto en casa Usted, el niño y su pediatra son un equipo. Su hijo o hija debe saber que están todos del mismo lado. Materiales: •Papel y lápices. •Ahora, imaginen que deben realizar un examen de sangre o tomar una radiografía. Pasos: •Por último, pídale a su hijo que escriba una pres•Realicen un juego de roles. Incentive a su hijo o cripción médica sobre los medicamentos que hija a imaginar ser un doctor. Usen objetos que debe tomar. Al estar al tanto de la labor del métengan en casa para jugar a escuchar el coradico, su hijo o hija tendrá menos ansiedad cuanzón, chequear sus oídos, mirar su lengua y decir: do deba visitarlo. “AAAAAA”. Para conversar Los niños pueden tener preocupaciones y miedos sobre ir al médico aun cuando no expresan su temor o ansiedad. Limite su exposición a medios de comunicación en los que se hable de enfermedades y otras preocupaciones que no son apropiadas para su edad. Anime la discusión familiar para contestar las preguntas que ellos pueden tener y, al mismo tiempo, asegúreles que los adultos especiales en sus vidas están ahí para ayudar a mantenerlos seguros y saludables. ©2014 Sesame Workshop. All rights reserved Preguntas y respuestas A propósito de ‘Aprender de los hijos’*, sabía usted que: Por: Juan Fernando Gómez Ramírez Pediatra puericultor E s el título de un libro escrito por Pilar Guembe y Carlos Goñi, educadores españoles, referido a los ‘pequeños maestros’ que nos enseñan cosas grandes. A continuación, compartiremos con nuestros lectores algunas de sus sabias reflexiones: ●Lo primero que nos enseña un hijo es a dar. Esa es la primera gran lección que recibimos como padres: dar sin esperar recibir y desear poder dar más. ● Un hijo nos hace ser mejores, nos hace plantearnos nuestra forma de vida, nuestros hábitos, nuestros principios. Nos obliga a mejorar porque queremos darle lo mejor de nosotros mismos. ● Cada hijo nos trae el mismo mensaje: “A partir de ahora todo va a ser al revés: aprende el que enseña, recibe el que da, queda lleno el que se vacía”. ●No basta con querer a los hijos con locura, hay que hacerlo también con cordura. ●Los hijos nos obligan a ser mejores, a desarrollar las virtudes que quizás no teníamos o habíamos perdido; a ser constantes. ● Los hijos nos obligan a sacar tiempo de donde no lo hay, a estirar los días al máximo, a aprovechar los minutos como si fueran pepitas de oro. ●Los hijos son pequeños maestros que nos enseñan grandes cosas: optimismo, ilusión, imaginación, *Fuente: Guembe, Pilar y Goñi, Carlos. Aprender de los hijos. Plataforma Editorial, Barcelona, 2012. Ilustraciones: ©2014 Shutterstock. Catwalker 36 humor, alegría, perdón, constancia, curiosidad y rebeldía, entre muchas otras. ●Los hijos nos ilusionan porque nos erigen como los principales expendedores de sus ilusiones. Nos implican en sus sueños y nos hacen soñar. ●Llegar a ser prescindible es nuestro destino y nuestro triunfo como padres, pues los hijos nos necesitan para llegar a no necesitarnos. Recomendados en todos los sentidos Dale vida a tus sueños D ale vida a los sueños que alimentan el alma, no los confundas nunca con realidades vanas. Y aunque tu mente sienta necesidad, humana, de conseguir las metas y de escalar montañas, nunca rompas tus sueños, porque matas el alma. Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco, no los dejes que mueran de hastío, poco a poco, no les rompas las alas, que son de fantasía, y déjalos que vuelen contigo en compañía. Dale vida a tus sueños y, con ellos volando, tocarás las estrellas y el viento, susurrando, te contará secretos que para ti ha guardado y sentirás el cuerpo con caricias, bañado, del alma que despierta para estar a tu lado. Dale vida a los sueños que tienes escondidos, descubrirás que puedes vivir estos momentos con los ojos abiertos y los miedos dormidos, con los ojos cerrados y los sueños despiertos. Mario Benedetti “Donde hay educación no hay distinción de clases”. Ilustraciones: Juan Carlos Sánchez Frases Confucio “Aprender a ser padres es un proceso a largo plazo, todos cometemos errores, y se aprende a ser padres más a través de los errores que de los éxitos”. T. Berry Brazelton “Pon amor donde no hay amor y sacarás amor”. San Juan de la Cruz 37 Recomendados en todos los sentidos 38