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OCIO MIRARTE 81
Diario de Noticias – Domingo, 8 de noviembre de 2015
caza y pesca
de motocicletas, parapentes, que
mal utilizados ocasionan al año
muchos más accidentes que las
armas de fuego, cuya siniestralidad
es mínima, y por lo que la obligación
del colectivo cinegético es trabajar
para que sea la menor posible.
Lucio Uriel, en su puesto de batida. Foto: J.M. Agramonte
Consejos de Adecana
para mejorar la seguridad
LA ASOCIACIÓN DE CAZADORES PUBLICA UN MANUAL PARA EVITAR ACCIDENTES, UN TERCIO
DE ELLOS RELACIONADOS CON EL USO DE ARMAS, DURANTE LA PRÁCTICA DE LA CAZA
a caza es una actividad cuya
siniestralidad en relación al
número de practicantes y de
jornadas es menor en relación con
otras actividades. A pesar de ello,
todos los años, con miles de cazadores en nuestros campos se pro-
L
ducen accidentes, y en algunos
casos en los que la imprudencia de
los cazadores está presente. Por ello,
desde la Asociación de Cazadores
Navarros Adecana lleva años incidiendo en la prevención y el conocimiento de sus socios de un correc-
to uso de las armas y de las pautas
que se deben adoptar para intentar
que la siniestralidad sea lo más cercana posible a cero.
Cuando esto ocurre, y principalmente si están relacionados con el
uso de armas (aproximadamente un
tercio de los accidentes de caza) tienen un especial impacto social, sin
tener en cuenta que un arma es un
elemento cuya peligrosidad reside
exclusivamente en el mal uso que de
él se haga, pero este mismo criterio
se puede aplicar al automóvil, uso
MANUAL DE PREVENCION DE RIESGOS
Por este motivo, asesorados por el
experto en armas y seguridad y
miembro de su Junta directiva
Miguel Iñigo Noain, Adecana ha
elaborado y publicado un Manual
de Prevención de Riesgos y Seguridad en la práctica de la caza, en la
que no solo han tratado la seguridad con las armas tanto en los
domicilios como en el campo, sino
su limpieza y mantenimiento, los
riesgos que un cazador pueden
encontrar en la naturaleza derivados del entorno (ríos, barrancos,
montañas, barro, etc), y de la
climatología (lluvia, nieve, frío,
calor, viento y tormentas), consejos sobre ropa y calzado, accidentes de tráfico que puedan tener al
desplazarse a las zonas de cacería,
(un tercio de los sufridos por los
cazadores), el contacto con los animales como mordeduras, cornadas, colmilladas, picaduras, infecciones trasmitidas por parásitos,
enfermedades por consumo de carne, primeros auxilios básicos, botiquín básico para el cazador, así
como la alimentación, el cual está
a disposición de los socios que
estén interesados en él, y en la web
adecana.com.
A través de este manual elaborado por Adecana se ha pretendido
analizar la mayor parte de los riesgos más frecuentes que los cazadores están expuestos al cazar, marcar pautas de conducta que hagan
más segura su práctica, y sin pretender además un manual de primeros auxilios, indicar unas nociones mínimas de comportamiento
antes algunas de las lesiones más
habituales que puedan sufrir los
cazadores en el campo y cuando van
y vienen del mismo. – D.N.
CONSEJOS PARA LAS BATIDAS DE CAZA MAYOR
NORMAS GENERALES
● En el domicilio las armas deben
estar guardadas en armeros
homologados. Las municiones separadas de las armas.
● Las armas y sus municiones, siempre limpias y en perfecto estado de
conservación. Las municiones deben
ser las adecuadas al arma, los aparatos de puntería bien regulados y
nosotros estar entrenados en su uso.
● En los vehículos, las armas, siempre
descargadas y enfundadas.
● Llevar siempre permiso, guía de
armas y seguro obligatorio.
UNA VEZ EN LA BATIDA
● Las armas descargadas y enfundadas hasta llegar al puesto.
● Siempre llevar el obligatorio chaleco
o ropa de alta visibilidad.
● Localizar y hacerse ver por los
cazadores vecinos.
● No moverse del puesto asignado.
● Delimitar las zonas y ángulos seguros de tiro. Cuando los puestos están
alineados, colocarlos siempre delante,
disparar hacia atrás y respetando un
ángulo de seguridad de 30º con los
compañeros.
● El seguro del arma puesto, dedo fuera del disparador y apuntando hacia un
lugar seguro mientras esperamos.
● Identificar perfectamente al animal
antes de apuntar.
● Quitar el seguro mientras encaramos y apuntamos.
● No tocar con el dedo índice el disparador hasta haber apuntado.
● No disparar en dirección a la batida
ni al viso, ver siempre el punto de
impacto de la bala, debe ser el suelo y
que no sea roca.
● Descargar el arma, apuntando hacia
un lugar seguro, cuando hablemos o
nos reunamos con otras personas,
compañeros, agentes de la autoridad,
pastores, montañeros, etc.
● Los batidores y perreros, cuando
lleven armas, deben llevarlas descargadas hasta el momento de usarlas
● Descargar el arma, apuntando hacia
un lugar seguro y enfundarla antes de
abandonar el puesto.
Desde Adecana su presidente Carlos
Irujo recalca que “estas son las normas básicas que todo cazador debe
cumplir y nunca olvidar y no nos
tenemos que cansar en recordarlas
Portada del Manual
de prevención de riesgos y seguridad en la práctica de la caza.
cuantas veces haga falta, ya que ello
es fundamental para nuestra seguridad y de todos los usuarios con los
que compartimos la naturaleza. No
podemos olvidar que en el transcurso de las cacerías podemos coincidir
con paseantes en el monte, seteros,
etc., y aunque ellos tienen que tener
en cuenta que en los lugares señalizados mediante carteles puede estar
desarrollándose una cacería. Existe
muy poca siniestralidad, siendo
prueba de ello que los seguros de
caza tiene primas muy bajas, pero
entre todos tenemos que intentar
que la siniestralidad sea lo más cercana posible a cero, y por ello los
cazadores tenemos que poner el
máximo esfuerzo para que todo
transcurra sin problemas”.