oraciones a la virgen maría
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oraciones a la virgen maría
PRÁCTICAS DE VIDA CRISTIANA ORACIONES A LA VIRGEN MARÍA Acordaos Dulce Madre Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido desamparado. Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. ¡Oh Madre de Dios!, no deseches mis súplicas en mis necesidades, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén. Ya que me proteges tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. * Dulce corazón de María, sed la salvación mía. * Ave María purísima, sin pecado concebida * Reina elevada al cielo, ruega por nosotros * Santa María del buen camino, haz que lleguemos sanos y salvos a nuestro destino. XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 16 Agosto 2015 CONOCER Y AMAR A JESUCRISTO s i Dios ha querido ensalzar a su Madre, es igualmente cierto que durante su vida terrena no fueron ahorrados a María ni la experiencia del dolor, ni el cansancio del trabajo, ni el claroscuro de la fe (…) La vida de María “no se manifestó en acciones aparatosas, sino en el sacrificio escondido y silencioso de cada jornada. Al meditar estas verdades, entendemos un poco más la lógica de Dios; nos damos cuenta de que el valor sobrenatural de nuestra vida no depende de que sean realidad las grandes hazañas que a veces forjamos con la imaginación, sino de la aceptación fiel de la voluntad divina, de la disposi- ción generosa en el menudo sacrificio diario. Para ser divinos, para endiosarnos, hemos de empezar siendo muy humanos, viviendo cara a Dios nuestra condición de hombres corrientes, santificando esa aparente pequeñez. Así vivió María. La llena de gracia, la que es objeto de las complacencias de Dios, la que está por encima de los ángeles y de los santos llevó una existencia normal. María es una criatura como nosotros, con un corazón como el nuestro, capaz de gozos y de alegrías, de sufrimientos y de lágrimas. (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 172) TEMAS DE DOCTRINA CRISTIANA LA FAMILIA LA ASUNCIÓN DE MARÍA EL PODER DE LAS PALABRAS Y EN CUERPO Y ALMA A LOS CIELOS SU IMPACTO EN LAS RELACIONES (1) Los Dogmas puntualizan y fortalecen oportunamente una verdad de fe revelada por Dios y creída por los fieles desde el inicio de la Iglesia. • El día 1 de noviembre de 1950, Pío XII definía solemnemente: «la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste». • San Bernardo, ya en el siglo XII cantaba esta verdad en una homilía: «Un precioso regalo envió nuestra tierra hoy (…) subiendo a lo alto, la Virgen Bienaventurada otorgará copiosos dones a los hombres (…) Subió al cielo nuestra Abogada, para que, como Madre del Juez y Madre de Misericordia, tratara los negocios de nuestra salvación» •¿Cómo ayuda la Virgen María a la Iglesia? (Compendio n. 197) Después de la Ascensión de su Hijo, la Virgen María ayudó con su oración a los comienzos de la Iglesia. Incluso tras su Asunción al cielo, ella continúa intercediendo por sus hijos, siendo para todos un modelo de fe y de caridad y ejerciendo sobre ellos un influjo salvífico, que mana de la sobreabundancia de los méritos de Cristo. Los fieles ven en María una imagen y un anticipo de la resurrección que les espera, y la invocan como abogada, auxiliadora, socorro y mediadora. • ¿Qué tipo de culto se rinde a la Virgen María? A la Virgen María se le rinde un culto singular, que se diferencia esencialmente del culto de adoración, que se rinde sólo a la Santísima Trinidad. Este culto de especial veneración encuentra su particular expresión en las fiestas litúrgicas dedicadas a la Madre de Dios y en la oración mariana, como el Santo Rosario, compendio de todo el Evangelio. ● Pensar antes de hablar Al dejarse llevar de un enfado, una emoción o un sentimiento fuerte, es fácil decir palabras o expresiones negativas. Una palabra negativa o positiva, produce una descarga emocional desde el cerebro. Si es negativa o insultante genera una sensación de malestar, ansiedad o ira. Y es ahí cuando la persona tiene dos posibilidades: responder de una manera similar (incluso con una agresión física) o actuar con indiferencia, acudiendo a la razón. ● No es lo que se dice, sino “cómo” se dice Todo se puede decir bajo los términos del respeto, siempre con un trato amable, amoroso y tranquilo. Lo que determina que una crítica sea constructiva o destructiva, es el “cómo”. Del tono de voz, las palabras que se utilizan y los gestos que las acompañan depende que un mensaje sea bien recibido; o al contrario, se convierta en un foco de discusión y disgustos. También es importante ser acertados, saber identificar los momentos más oportunos para conversar. Por ejemplo cuando una persona está muy alterada, no es conveniente; es mejor el silencio que la palabra. Cuando el enojo desaparezca y se retome la calma, entonces será oportuno hablar. Las palabras tienen un poder enorme, tanto para agradar como para herir a otros. La mayoría de las veces no medimos realmente su impacto. Para evitar que las palabras sean “armas” destructivas, hay que hacerlas conscientes, dominar la ira, desarrollar el autocontrol y ser emocionalmente inteligentes. (Tomado de www.lafamilia.info)