XXI Domingo Ordinario "C" 20 y 21 de Agosto de 2016 Los Juegos

Transcripción

XXI Domingo Ordinario "C" 20 y 21 de Agosto de 2016 Los Juegos
XXI Domingo Ordinario "C"
20 y 21 de Agosto de 2016
Los Juegos Olímpicos de este Verano en Río de Janeiro es un apto marco para nuestra
reflexión bíblica de este fin de semana.
Los Juegos Olímpicos reúnen atletas de todos los rincones del mundo. Y así también,
Dios, en la primera Lectura, nos dice a través del profeta Isaías: "Yo vendré para reunir a las
naciones de toda lengua. Vendrán, y verán mi gloria" (Is. 66:18). El regalo de salvación de
Dios, se refleja en la naturaleza de la comunidad visible de la Iglesia, que es "católica"—
uno que se dirige a la gente de todas las razas, de lengua y cultura y abiertamente las abraza.
Jesús, en respuesta a la pregunta de los discípulos de "¿quién será salvado?" en el
Evangelio de hoy, afirma que el que se "salva" son los que: "Esfuércense por entrar por la
puerta, que es angosta" (Lc 13:24). En el Evangelio de San Juan, Jesús nos dice también:
"Yo soy la puerta ... el que entre por mí estará a salvo. ... Yo he venido para que tengan vida
y la tengan en plenitud" (Jn 10: 7,9,10). Es a través de una relación con Jesús en que se
encuentra la salvación.
Junto al emocionante espectáculo de la competición deportiva y el de la entrega de las
codiciadas medallas, los Juegos Olímpicos son también las historias de los muchos años que
sus campeones pasan ejercitando todos los días en un riguroso y disciplinado entrenamiento
en busca de la medalla de oro olímpico. Nadie gana una medalla de oro olímpico si se la
pasa ¡sentado o acostado en el sofá! Un sacerdote amigo mío a menudo suele plantear esta
pregunta a la gente: "¿Cuán codiciosos por Jesús son ustedes? ¡Buena pregunta! ¿Cuánto
esfuerzo hago ahora, o estoy dispuesto de hacerlo para ganar, ninguna clase de medalla de
oro en la tierra, sino medallas para el cielo mismo? ¿Qué revelan mis valores y elección de
estilo de vida en referencia con mis metas terrenales, pero aún más importante con mis
metas eternas?
El autor de la Carta a los Hebreos nos habla sobre el necesario lugar que le debemos
poner a la disciplina en nuestra vida de fe. "No desprecies la corrección del Señor, ni
desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor corrige a los que ama, ... Es cierto que de
momento ninguna corrección nos causa alegría, sino más bien tristeza. Pero después
produce, en los que la recibieron, frutos de paz y de santidad" (Heb 12: 6,7,11). Cualquier
persona que haya tratado a sí mismo de dominar un deporte, o alguna otra habilidad sabe
que esto requerirá disciplina. ¡Pregúntenle a los jugadores de la escuela secundaria del
‘fútbol americano’ acerca de las prácticas de "dos-a-día"! Los sustantivos "disciplina" y
"discípulo" son los mismos —definidos como los ‘ordenados seguidores’. ¿Qué clase de
"disciplina" tendremos que hacer para ser "discípulos"?
Primero, un compromiso diario de rezar. No se puede tener una relación con alguien, sin
una comunicación constante. Esto es igualmente cierto con Jesús como con cualquier otra
persona. ¿Qué pasaría si usted pasara el mismo tiempo que usa orando diariamente, con el
tiempo que usted usa mandando textos, mensajes cortos en Twitter o por correo electrónico
a su familia y amigos? ¿Cómo podría ser su relación con Jesús? ¿diferente de lo que es
ahora? ¿Ha considerado suscribirse a una hora cada semana para la Adoración Eucarística?
Segundo, leer y reflexionar sobre las Lecturas y las Escrituras (Me gustaría sugerirles
que lo hicieran diariamente). Como ya lo mencioné hace unas semanas atrás, hay muchas
ayudas disponibles para leer tanto impresas como electrónicas , por ejemplo, la página web
de la Conferencia Católica de Obispos de los Estados Unidos que proporciona las lecturas
de la Misa diaria.
Tercero, así como los atletas comen una dieta especial, nosotros también necesitamos ser
alimentados y nutridos por Jesús en la Eucaristía. Para los católicos, la participación en la
Misa Dominical cada semana, a no ser que tengamos un impedimento de asistir por una
causa grave, no es una opción de "tomar o dejar". La anorexia nerviosa no es sólo una
dolencia física. Anorexia espiritual (que es una no-participación ya sea esporádica o regular
en la Eucaristía) produce en la vida espiritual lo que su contraparte física hace en la salud
física.
Por último, comprometerse a un continuo estudio de la fe y a la participación en los
programas de formación espiritual. ¿Cuántos de ustedes se han suscrito a nuestro periódico
de la Arquidiócesis (El testigo) The Witness? Usted no puede confiar en los medios de
comunicación seculares (o los muchos sitios de Internet que se llaman sí mismos
"católicos") para la formación de su fe. Considere la posibilidad de participar en el ‘retiro’
("Los Llamados y los Regalados") “Called and Gifted” que se ofrecerá aquí el mes
siguiente, el fin de semana del 9 de Septiembre, o cualquiera de los otros programas de
enriquecimiento de la fe para los adultos que se ofrecen aquí en la parroquia. Usted se
sorprenderá a si mismo por el crecimiento en la fe que usted encontrará.
Francisco en su homilía de clausura en el Encuentro Mundial de la Juventud en Polonia
declaró: "Jesús es la puerta. Él es la entrada a la salvación. Él nos conduce al Padre, y la
puerta que es Jesús nunca se cierra. ... Siempre está abierto para todos. ... No tengan miedo:
Él los está esperando. Él es un premio más valorable que una medalla de bronce, plata u
oro. ¿Cuán codicioso por Jesús están ustedes?
Padre Jim Secora