Carlos Ferrero

Transcripción

Carlos Ferrero
No podía faltar en
nuestro especial
fin-añero la clásica
encuesta sobre lo
mejor y lo peor que
ha sucedido durante
el año, y, a manera
de brindis antes de
las 12, una petición
para los nuevos días
(y noches) que se
asoman.
rzo
ma
o
rer
feb
enero
6
0
20
Lo que el año
se llevó
2006
Linda Bell Caballero (La India), Cantante
Volver al Perú después de diez años y filmar
la película sobre la vida de Héctor Lavoe
son las mejores cosas que me han pasado
este año. Este es un país maravilloso, que
me ha permitido cantar, divertirme y hacer rumbear a mi público, y donde puedo
comer a mis anchas el delicioso lomito
saltado. Por otro lado, estoy muy contenta
por la película que hemos filmado, porque
se trata de la verdadera vida de Héctor,
a diferencia de la que está filmando Marc
Anthony, basada en la historia que cuenta su esposa.
Lo peor que me ha ocurrido este año ha sido el impasse que tuve en el Grammy, donde
me trataron muy mal. Me retiré muy molesta y mortificada por la poca consideración de
los organizadores. Siento que hubo discriminación. Una mala experiencia que espero no se
repita para ningún artista.
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encuesta
Encuesta
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nº 179 diciembre 2006
Carlos Ferrero, Congresista
Lo mejor del año para mí ha sido que
Toledo termine su mandato con una
aprobación de entre 30 por ciento y 40
por ciento.
Bruno Ascenzo, Actor
El crecimiento cualitativo del cine peruano y su
reconocimiento internacional es lo mejor del
año. La calidad de las películas peruanas y la
cantidad de filmes estrenados este año nos dan
la posibilidad de creer en una posible industria
cinematográfica. La iniciativa de los cineastas y la
gente relacionada con el sétimo arte de reunirse
para pedirle al Estado que cumpla la Ley de Cine
es un gran paso.
Lo malo es el gran porcentaje de votos que
consiguió el candidato de Hugo Chávez en las
elecciones presidenciales y la lamentable pérdida
de Valentín Paniagua.
Para el año que viene deseo que el ánimo de los
peruanos deje de depender de los ¿triunfos? y
derrotas del fútbol nacional, que ya nos dejó en
claro que no va a ir al Mundial en muchos años
más; por eso espero que se apoye a otros deportes a los que no se les da tanta difusión.
Lo peor, que García haya firmado a los veintitrés días de su mandato, EN SECRETO, un
tratado de libre comercio con Chile que es
lesivo para el interés nacional, y que tres
comisiones del Congreso —Relaciones Exteriores, Inteligencia y Comercio— se
hayan negado a recibir y escuchar a quienes pensamos
distinto (la Comisión de
Constitución aún no contesta la solicitud).
Mi deseo para el próximo
año es que el país
tome conciencia
del peligro que
para la seguridad y la
soberanía
nacionales significa la
penetración de la
inversión
chilena en la economía peruana y adopte
las correspondientes políticas correctivas:
comercio sí, dominación NO.
César Arias Quincot
Analista internacional
Lo positivo ha sido la ordenada transferencia democrática del poder. Y, al
mismo tiempo, que el nuevo Gobierno haya puesto en marcha una política
económica sensata. Lo negativo: el renacimiento de las fuerzas oscurantistas y
autoritarias, que se ha hecho visible en situaciones como la histérica reacción
contra las ONG y la acción de amparo contra la AOE; además de la falta de
capacidad del sistema judicial en casos de terrorismo y corrupción.
Mi deseo para el 2007 es que el proyecto Sierra Exportadora tenga éxito,
para que los sectores más pobres del Perú puedan incorporarse a la
globalización y de este modo eleven su calidad de vida.
Encuesta
Claudia Cisneros
Periodista
Lo mejor ha sido la aparición de Ollanta Humala en el tablero político: hizo más cercano
que nunca el abismo que separa y divide a los
peruanos. Al margen de que el tema de los desposeídos y marginados haya sido o no un ardid
de su campaña, lo valioso es que los pobres de
la mitad del país dejaron de ser un teorema,
un concepto para análisis y eventual preocupación de manual político para convertirse en
una realidad cruda y desnuda que amenazaba
con di-sol-ver el stablishment del pequeño pero
poderoso grupo social privilegiado. Si más que
el miedo se estableciera un reconocimiento
respetuoso, solidario y responsable de “los
otros”, este, de lejos, podría ser el suceso
más positivo en siglos de historia…
Lo peor es la corta memoria de conciencia social en actores y veedores políticos. Pasó el miedo, no
ganaron “los otros” y las viejas ambiciones y apetitos retomaron sus antiguos y cómodos lugares.
Creer y actuar como si se tratara de domesticar a un monstruo con caramelos o carajos, campañas
caritativas o clarinazos de poder, solo mantendrá ocupado y entretenido el grito latente de justicia
e igualdad. Solo cocinará más odio y cavará un abismo más hondo.
Un deseo: que por alguna vez en la historia algún dirigente político pasara a ella, no como el estratega
que conjuró problemas con estratagemas, cortinas, movidas sagaces o astutas, sino como aquel
líder que vio la trascendencia de sus acciones y decisiones como una oportunidad única para cambiar
el destino de millones de seres humanos bajo su responsabilidad; que supo elevarse por sobre presiones partidarias egoístas y angurrientas, por sobre las tentaciones del reconocimiento inmediato
y los aplausos amañados, orquestados o calculados; que supo erguirse por sobre la avaricia de los
poderosos que acumulan y defienden sus fortunas a cualquier costo o al costo de cualquiera; un
líder con una lucidez sin precedentes y con una fortaleza que sería inmortalizada de verdad, no en
ceremonias, bustos o panfletos. Un líder, no de fotografía sino de real transformación. ¿Es mucho
pedir? Claro, pero me preguntan cuál es mi deseo. Es ese.
José Alberto (El Canario), Cantante
El año 2006 me ha dejado muchas cosas lindas, entre ellas
la felicidad de estar entre la gente que me quiere. Ese es
mi mayor premio; las estatuillas y los premios materiales
no me interesan. Por suerte este año el trabajo me sonrió,
tuve muchos contratos, y aún sigo trabajando en un nuevo
disco, que saldrá a la venta el próximo año.
Lo peor para mí ha sido la tremenda subida de impuestos
(ja, ja, ja): ahora hay que pagar más, ¡¡y no me gusta!!
Mi mayor deseo, siempre, es tener buena salud y que por
fin desaparezcan las guerras de la faz de la tierra.
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nº 179 diciembre 2006
Francesca Brivio
Conductora de Entre Titulares
Este año ha sido genial para mí. Empecé Entre
Titulares, programa deportivo que disfruto
mucho y en el que hay un grupo humano
genial. En el plano familiar, Iván y yo decidimos casarnos. Un día fuimos a averiguar a
la Municipalidad, y a la semana siguiente ya
estábamos casándonos, en una ceremonia
totalmente informal, con mis hijos, la familia
y los amigos más cercanos. Además, estoy
esperando a mi tercer hijo. En resumen, ha
sido un año con trabajo, salud, amor, alegrías.
¿Qué más puedo pedir?
Fernando Armas, Cómico
Varias cosas buenas sucedieron en el año que termina:
el Mundial de Fútbol y el cabezazo de Zidane, que
demostró que es un ídolo de carne y hueso; la transición
democrática: por fin dejé de imitar tanto al Cholo;
cada vez que lo hacía me tenía que tomar dos tragos
de whisky (ja, ja, ja), para que salga bien la copia. Y,
por último, que Ollanta no ganó; si hubiera triunfado,
hubiese tenido que sacar mi DNI en Caracas.
Pero en el ámbito mundial el panorama para
mí es desolador. Hay más pobreza, violencia,
ignorancia, guerras, desastres naturales.
Nuestro ecosistema se está destruyendo.
Nosotros nos estamos destruyendo. Mi deseo
para el próximo año, a manera de aspirante a
Miss Universo, es: paz y amor para todos. (Y
tener los poderes de mi “bella genio”.)
Lo peor es que yo me vuelvo más viejo y Laura Bozzo
más joven; ya no la voy a poder imitar. También, el
tsunami de Asia que dejó tantos muertos. Otra cosa
dentro del rubro peor es el peinado de Eliane Karp; y
encima pagaba para que la despeinen (je, je)...
Mi deseo es que Alan no anuncie más hijos, que yo
tenga trabajo y que Claudio Pizarro venga al Perú aunque
sea a jugarle a sus caballos. Y que se firme el TLC.
¡¡¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, ideele!!!
Jose María Salcedo, Periodista
Ojalá no se lea esto como una ironía ‘facilona’, pero me parece
que lo mejor y lo peor que me ha pasado viene a ser lo mismo.
Después de un año de haber dejado de fumar, me han hecho
la tomografía (o como se llame) pulmonar y resulta que parece
que no hubiera fumado y hasta me dicen que mis pulmones y
mis arterias corresponderían a los de un no fumador de menos
edad. Esa sería la buena noticia.
La mala noticia es por qué diablos, entonces, he dejado de fumar, por qué he abandonado mi droga favorita,
la que más se compadecía de mi ecosistema neuronal. De nuevo, otra variante de la buena/mala noticia: ya es
tarde para volver a fumar, ya pasó lo peor del síndrome de abstinencia. Quién entiende a la medicina, y quién
me entiende a mí. Maldita sea, acabo de cumplir 60 años y todo es más confuso que cuando tenía 16.
Encuesta
Adolfo Aguilar, Actor
Cuánto esfuerzo exige pensar en lo mejor de este año, ¡sobre
todo memorístico! Como es natural, lo peor es lo que tenemos
fresco, lo que sobra, lo que comentamos con el taxista o en la
cola de un banco. Por eso empiezo respondiendo al revés.
Es que, como buen peruano, la memoria es lo que menos a la
mano tengo; y esa falta de memoria —o, más bien, la manifestación de ella en la elección de nuestras autoridades— es lo que
califico como lo peor. Claro que de nada sirve ser pesimistas.
Sin ser inocente ni crédulo, confío en que mejores propuestas y
proyectos se pondrán en marcha muy pronto, y, aunque a fuego
lento, el Perú cocinará grandes éxitos en el futuro.
¡Así como lo leen, señoras y señores! Los éxitos no están lejos. (Esta es la parte en la que comentaré sobre lo mejor.) Lo mejor de este año ha sido, para mí, los éxitos sobre las tablas que he tenido el placer de
espectar (y en algunos casos de presentar). Y no solo sobre las tablas: el 2006 nos ha dado tanto teatro,
música y cine nacional de calidad como no tuvimos en mucho tiempo, y ¡qué bien la hemos pasado!
Deseo que el 2007 sea un año de más cultura, más producción y, sobre todo, más apoyo y acción. Los
peruanos no tenemos memoria, pero sí ganas e ideas, y tenemos frescos los deseos de poder brindar
juntos, en el taxi o en la cola, por un país mejor. ¡Salud!
Ricky Tosso, Actor
En mi opinión, lo mejor que ha pasado en el
año es que la democracia en el país se haya
mantenido sin mayores contratiempos. En lo
personal, por suerte me mantengo vivo y con
salud, a pesar de que padezco una enfermedad
muy traicionera.
Lo peor, los brotes terroristas que están apareciendo en el país, ya que en el pasado nos
causaron muchos daños y generaron un gran
atraso, por lo que sería una tragedia que hubiese
terrorismo otra vez. Otra cuestión muy penosa ha
sido la muerte de mi gran amigo y excelente actor
Ricardo Fernández. Respecto de las otras cosas
malas que me sucedieron en el año solo puedo
decir que dialogando se pueden superar.
Renzo
Shuller
Actor
Lo primero que
se me viene a la
cabeza como lo
peor de este año
fue el momento
de incertidumbre
por el que muchos
peruanos pasamos para decidir por un nuevo
Presidente. Y en lo personal, el fallecimiento
de un familiar muy querido.
Lo mejor del año: las ganas de los peruanos
de salir adelante pese a todos los problemas
que siempre se presentan. Para mí ha sido un
muy buen año en el aspecto laboral. Este año
también me ha servido para descubrir y valorar
a los verdaderos amigos.
Mi deseo para todos es el mismo que toda
la gente pide todos los años: trabajo para
poder comer, vestir y vivir decentemente, todo
eso acompañado de buena salud (palabras
textuales copiadas de mi vieja).
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nº 179 diciembre 2006
Ramón Ferreyros
Automovilista
Rocío Aliaga
Periodista
Sobrevivir a mis primeros 365 días de
mamá, con todas las malas noches
a cuestas y demás, ha sido lo mejor
del año. Siento que merezco un reconocimiento, un Nobel, un ISO o algo
así. Desde un ángulo más general, la
alternancia en el poder por medio de
comicios generales y transparentes,
pese a los típicos trotes y bailes de los
candidatos, bien podría ser juzgada de
buena o muy alentadora.
En cuanto a lo malo, si hay que elegir,
pienso que dedicarle tiempo a debates como el de la pena de muerte,
entre otros inviables, exaspera. Bien
podrían nuestros flamantes legisladores siquiera tentar una alturada
deliberación, pero qué lejos están.
Aun así, según dicta la experiencia
en estas latitudes, mientras no pase
el último segundo del 2006 siempre
puede ocurrir algo peor en este
calendario.
Quedan, entonces, los buenos
augurios por los días venideros y expectantes; más que de promesas por
cumplir, de respeto a la esperanza, por
lo menos de los más pequeños que,
sin saber aún los muchos lustros que
faltan de reformas y luchas anticorrupción, hacen malabares en las esquinas
mientras esperan una oportunidad.
Felizmente el 2006 ha sido uno
de los más importantes en mis
veintitrés años como piloto
profesional. El interés que la gente
de Hyundai y Gildemeister puso
en mí ha sido gratificante, porque
respondí ganando el título en Chile.
Obtener el triunfo en ese país es
casi histórico, porque he sido el
primer peruano en llevarse una copa en él, y, además, por el gran
nivel de ese certamen.
Gracias a Dios, en este año se me han dado pocas circunstancias
negativas. Lo más notorio fue lo que sucedió en Talca. Mi auto, el
Tiburón Blanco, tuvo que suspender la prueba especial por problemas
geográficos: unas piedras perjudicaron los neumáticos y tuvimos
que salir. Sin embargo, el resultado final me fue favorable.
Para el 2007, yo y mi equipo tenemos el compromiso de mantener el
buen nivel alcanzado y seguir trayendo victorias para nuestro país.
Beto Ortiz
Periodista y escritor
Volver a casa después
de tantos años de
pellejerías y encontrar
un Perú mucho más
hermoso del que dejé ha
sido lo mejor que me ha
pasado en el año. Puede
que sean ideas mías,
pero lo más probable es que ustedes no se den cuenta porque
nunca se fueron. La gente está en otra onda, por todos lados
hay letreros de todo tipo que nos recuerdan que el famoso
orgullo de ser peruanos ha dejado de ser una frase cliché.
La autoestima nacional se ha incrementado inmensamente:
tengo la impresión de que ahora nos quejamos menos, nos
conformamos menos, maldecimos menos, soñamos más, nos
reímos más, nos queremos más.
Lo peor, personalmente, ha sido la cuenta regresiva para que
Toledo se fuera de una buena vez, y los meses interminablemente
angustiosos en que estaba a punto de regresar y siempre volvía
a pasar algo que me bajaba del avión a última hora.
Mi deseo para el 2007 es el mismo de millones de peruanos:
conseguir trabajo y no volver a sentir esa espantosa sensación
de que a nadie le sirven mis manos.

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