bioprotección y seguridad humana en los laboratorios
Transcripción
bioprotección y seguridad humana en los laboratorios
CAPÍTULO 1.1.2. BIOPROTECCIÓN Y SEGURIDAD HUMANA EN LOS LABORATORIOS VETERINARIOS DE MICROBIOLOGÍA Y EN LAS INSTALACIONES DE LOS ANIMALES INTRODUCCIÓN El tipo de trabajo de laboratorio que se describe en este Manual debería realizarse en condiciones de un mínimo riesgo para la salud del personal (bioprotección) y para el medio ambiente (biocontención). Esto supone una cuidadosa consideración de los riesgos relacionados con cada procedimiento particular y la toma de las medidas adecuadas para minimizar la posibilidad de enfermedades en humanos y de un posible vertido al medio ambiente. Este asunto es un tema complejo que sólo se puede tratar de forma somera en un capítulo introductorio. El presente capítulo se refiere casi exclusivamente a los riesgos de los agentes infecciosos, pero, en el laboratorio de microbiología, también deben evitarse las lesiones físicas y químicas. Las probabilidades de infección se reducen utilizando buenas técnicas de laboratorio e instalaciones seguras, que ayuden a controlar los patógenos. Es importante destacar que la contención de los patógenos cumple dos objetivos. Uno es evitar la enfermedad en humanos dentro el laboratorio, y el otro evitar la liberación de patógenos al medio ambiente con la consiguiente infección de animales o humanos. Con frecuencia, se usan los mismos métodos de contención para evitar la adquisición de infecciones humanas en el laboratorio que para impedir la diseminación de patógenos que podrían causar un brote de una enfermedad en los animales. Pese a que los métodos, técnicas e instalaciones que se necesitan pueden ser las mismas, la lista de patógenos y su categorización según niveles de riesgo pueden diferir en función de si el objetivo fundamental es controlar las enfermedades en humanos o en animales. Los laboratorios nacionales e internacionales de referencia existentes tienen una experiencia considerable en la práctica del trabajo seguro y en el suministro de instalaciones apropiadas. Cuando se instalen laboratorios nuevos, resultaría prudente pedir consejo a las autoridades reguladoras pertinentes y a las autoridades competentes de los institutos ya establecidos. Es importante cumplir con la normativa legal. A. DETERMINACIÓN DE RIESGOS DE LOS PATÓGENOS En primer lugar, es necesario determinar el riesgo de un patógeno, de modo que pueda asignarse a un grupo de riesgo. Se puede llevar a cabo una evaluación posterior del riesgo basada en el trabajo propuesto para determinar el nivel de contención adecuado. Para determinar el riesgo que plantea un patógeno particular para el hombre y para los animales es necesario conocer si la infección por dicho microorganismo puede provocar una enfermedad clínica y/o la mortalidad en humanos y animales, y además si es susceptible de fácil diseminación de modo que pueda causar la enfermedad en general a la población humana y/o animal. Existen requisitos adicionales aplicables a la contención de los patógenos de animales y a la prevención de la extensión de sus infecciones a los animales. Para determinar estos riesgos hay que conocer los aspectos epidemiológicos del microorganismo y otras propiedades, tales como su capacidad de infectar a los humanos y los animales, su estabilidad en el medio, su capacidad de infectar por diferentes rutas de exposición, y su sensibilidad a tratamientos específicos o a la profilaxis (1, 2, 5, 6). Es relativamente sencillo disponer de esta información cuando se trabaja con un patógeno conocido, pero el problema es mucho mas complicado cuando un laboratorio de diagnóstico recibe material clínico que puede estar infectado con diversos patógenos desconocidos, algunos de los cuales pueden ser extremadamente peligrosos para la salud humana o representan una amenaza Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 1 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales importante para la población animal. Algunos de los aspectos a tener en cuenta a la hora de evaluar el riesgo son: 1. Conocimiento de la existencia de una infección humana y animal por el microorganismo, o por microorganismos relacionados de características similares, cualquier historia que lo relacione con una infección adquirida en el laboratorio, la dosis infectiva y la gravedad de la enfermedad, y, finalmente, la producción de toxinas o sustancias alergénicas. 2. El volumen del cultivo que se maneja y la concentración del microorganismo que probablemente esté presente (algunos procedimientos como la producción de antígenos o de vacunas, que requieren grandes cantidades de microorganismos, entrañan normalmente más riesgos que las técnicas con las que se intenta el aislamiento del microorganismo). 3. El origen de la muestra, ya que, por ejemplo, es probable que las muestras procedentes de animales silvestres contengan patógenos humanos o animales de un tipo no encontrado normalmente. 4. La historia del aislamiento que se está procesando. Los patógenos en aislamiento primario o durante los pases iniciales en cultivo son a menudo más peligrosos que los patógenos con un nivel de pases en cultivo mas elevado. En algunos casos, en cambio, la patogenicidad puede aumentar por pases o subcultivos en diferentes medios nutritivos. 5. Se debe tener en cuenta de forma especial la posibilidad de formación de aerosoles cuando se manejan muestras líquidas o, por ejemplo, durante las fases de trituración, homogeneización y centrifugación. 6. La amenaza que el microorganismo pueda representar en animales de abasto o de compañía o para la vida salvaje, independientemente de la que represente para el personal del laboratorio. Se necesitan precauciones adicionales para el manejo y el almacenamiento de agentes transmisores de enfermedades animales que provengan del extranjero. 7. El estado físico de los empleados. Por ejemplo, en caso de embarazo, inmunodeficiencia o alergia, pueden requerirse precauciones especiales. En ocasiones, se debe excluir a algunos individuos de ciertos tipos de trabajo que puedan resultar especialmente peligrosos para ellos. 8. Se puede producir un elevado nivel de riesgo cuando algunos agentes, como Brucella o Mycobacterium, se inoculan en animales. A fin de evaluar tal inoculación, debería valorarse el riesgo que entraña y tener en cuenta los siguientes factores: 9) i) La especie hospedadora en contraposición a la especie inoculada. ii) La cepa/el tratamiento y la concentración del inóculo. iii) La ruta de la inoculación. iv) El tipo de alojamiento de los animales. v) Tipos de recogida de muestras durante el experimento. Algunos agentes patógenos necesitan transmitirse por medio de vectores específicos o requieren hospedadores intermediarios para completar sus ciclos de vida antes de poder infectar a los animales y causar la enfermedad. En países donde no existen tales vectores u hospedadores intermediarios, o donde el clima o los factores ambientales no propician su supervivencia, el agente patógeno representa un riesgo menor para los animales que en países donde tales vectores u hospedadores intermediarios se dan de forma natural o pueden sobrevivir. B. CLASIFICACIÓN DE LOS MICROORGANISMOS SEGÚN EL RIESGO PARA LA SALUD DE LOS HUMANOS Y LOS ANIMALES Las consideraciones anteriormente expuestas se han tenido en cuenta por parte de varias autoridades nacionales para agrupar los microorganismos en cuatro grupos de riesgo (2, 4) que representan riesgos crecientes para la salud humana. Esta clasificación no considera que haya gente particularmente susceptible, debido, por ejemplo, a una enfermedad previa, a un sistema inmune deprimido o a un embarazo. Los cuatro grupos pueden resumirse del siguiente modo: Grupo 1- Microorganismos que probablemente no causan enfermedades en humanos y son causantes de enfermedades enzoóticas en animales, pero que no están sujetas al control oficial. 2 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales Grupo 2- Microorganismos que pueden causar enfermedades en humanos o animales pero que son incapaces de diseminarse por la comunidad o por la población animal y frente a los cuales se dispone de tratamientos eficaces y de profilaxis; ejemplos de patógenos de origen animal del Grupo 2. i) Los microorganismos no dependen de los vectores o de los hospedadores intermediarios para el contagio. ii) No existe un contagio o se da un contagio muy limitado entre animales de diferentes especies. iii) La propagación geográfica, si se origina en el laboratorio, es limitada. iv) El contagio directo de un animal a otro es relativamente limitada. v) El modo de contagio es principalmente por ingestión, inoculación o por la vía de la membrana mucosa. vi) Es mínima la necesidad de confinar a los animales enfermos o infectados. vii) La enfermedad tiene un impacto económico y clínico limitado. viii) Se dispone de la supervivencia a corto plazo en el medio ambiente y de un tratamiento o prevención efectivos. ix) Pueden ser exóticos o enzoóticos, pero están sujetos al control oficial y es escaso el riesgo de su propagación desde el laboratorio. Grupo 3- Microorganismos que originan enfermedades graves en humanos o en animales y que pueden extenderse por la comunidad y/o la población animal, pero frente a los cuales existen tratamientos eficaces y profilaxis; ejemplos de patógenos de origen animal del Grupo 3: i) Los microorganismos pueden depender de vectores u hospedadores intermediarios para el contagio. ii) Puede ocurrir fácilmente el contagio entre diferentes especies de animales. iii) La difusión geográfica es moderada si se realiza desde el laboratorio. iv) Es relativamente fácil el contagio directo de un animal a otro. v) Es necesario el aislamiento reglamentario de los animales enfermos, los infectados y los que están en contacto. vi) La enfermedad tiene un gran impacto económico y/o clínico. vii) No es fácil disponer de tratamientos profilácticos y terapéuticos o su beneficio es limitado. viii) El contagio puede producirse por vía aérea o por contacto directo. ix) Los patógenos pueden ser exóticos o enzoóticos, pero están sujetos al control oficial y es moderado el riesgo de su difusión desde el laboratorio. Grupo 4 – Microorganismos que causan enfermedades graves en humanos y animales, pueden representar un alto riesgo de difución en la comunidad o en la población animal, sin que, por lo general, exista ni profilaxis ni tratamiento efectivo. i) Pueden depender de vectores o de hospedadores intermediarios para su contagio. ii) Puede ocurrir muy fácilmente el contagio entre diferentes especies de animales. iii) La difusión geográfica es generalizada si se origina en el laboratorio. iv) El contagio directo entre animales se produce con facilidad. v) Puede contagiarse por contacto casual o de forma indirecta. vi) Es necesario el aislamiento reglamentario de los animales enfermos, infectados o en contacto. vii) Es necesario el control reglamentario de los movimientos de los animales sobre un área amplia. viii) La enfermedad tiene un gran impacto económico y/o clínico. ix) No se dispone de tratamientos profilácticos ni/o terapéuticos satisfactorios. x) Tienen un alto riesgo de difusión desde el laboratorio al medio ambiente y a la población animal de ámbito nacional. Los microorganismos infecciosos que pueden detectarse durante el trabajo de laboratorio han sido asignados por las autoridades a los Grupos de Riesgo 1-4 en varios países (2, 4). En el cuadro 1 aparecen algunos ejemplos de Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 3 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales agentes patógenos que pueden causar enfermedades en humanos, y que también pueden encontrarse en laboratorios veterinarios. Además, algunos agentes muy peligrosos del Grupo 4, como Hendra y Nipah, se han aislado de muestras de diagnóstico en laboratorios veterinarios. Cuadro 1. Ejemplos de algunos microorganismos de los Grupos de Riesgo 2 y 3 que son capaces de causar enfermedades humanas y pueden encontrarse en un laboratorio veterinario. Grupo 2 Virus: Tipos de virus de la gripe A, B y C distintos a los de la gripe aviar de declaración obligatoria (GADO); virus de la enfermedad de Newcastle; virus Orf (parapoxvirus) Bacterias: Alcaligenes spp.; Arizona spp.; Campylobacter spp.; Chlamydia psittaci (no aviar);Clostridium tetani; Clostridium botulinum; Corynebacterium spp.; Erysipelothrix rhusiopathiae; Eschericihia coli; Haemophilus spp.; Leptospira spp.; Listeria monocytogenes; Moraxella spp.; Mycobacterium avium; Pasteurella spp.; Proteus spp.; Pseudomonas spp.; Salmonella spp.; Staphylococcus spp.; Yersinia enterocolitica; Yersinia pseudotuberculosis Hongos: Aspergillus fumigatus; Microsporum spp.; Trichophyton spp. Grupo 3 Virus: Virus de la rabia; virus de la encefalomielitis equina (tipo Este, tipo Oeste, tipo Venezolano); virus de la encefalitis japonesa B; virus de la encefalitis ovina, virus Louping ill Bacterias: Bacillus anthracis; Burkholderia mallei (Pseudomonas mallei); Brucella spp.; Chlamydia psittaci (solo cepas aviares); Coxiella burnetti; Mycobacterium bovis C. REQUISITOS PARA TRABAJAR CON AGENTES INFECCIOSOS 1. Patógenos conocidos Después de determinar el nivel de riesgo de un determinado trabajo, es posible decidir el “nivel de contención” adecuado que se precisa para minimizar el riesgo de la enfermedad en humanos y el riesgo de su difusión entre los animales y en el medio ambiente. El nivel de contención queda definido por la combinación de dos factores: las instalaciones físicas y las prácticas de trabajo utilizadas. Los microorganismos de los cuatro grupos de riesgo indicados anteriormente se pueden asignar a niveles de contención apropiados para un trabajo seguro (véase más adelante). Con frecuencia, los laboratorios nombran un oficial de seguridad biológica responsable de asegurar que los microorganismos se manipulen según el nivel adecuado de contención. Deben poseer conocimientos de experto y la suficiente experiencia como para supervisar y aconsejar en todo lo relativo a asuntos de seguridad. En grandes organizaciones que incluyan una red de laboratorios, es adecuado nombrar un oficial de seguridad central para coordinar los asuntos de seguridad de una manera corporativa, lo que es luego aplicado en los laboratorios de cada lugar por los oficiales de seguridad locales. Los métodos de trabajo para un procedimiento o una estación de trabajo concretos deben figurar por escrito y estar fácilmente disponibles. El personal debe estar bien entrenado y plenamente al corriente de cualquier riesgo para la salud asociado con su trabajo, así como de los procedimientos para informar de cualquier incidente o accidente. También se debería suministrar al personal una tarjeta médica con indicación de los patógenos a los que puede estar expuesto. En algunos casos, el personal puede ser vacunado de modo especial para suministrarle protección adicional, por ejemplo, si trabaja con el virus de la rabia; ese extremo también debe indicarse en la tarjeta médica. Tal información resulta útil en la práctica médica en caso de que se presente una enfermedad. Se recomienda la realización de exámenes médicos periódicos de los empleados y la realización de pruebas a los que trabajen con microorganismos que causan enfermedades graves en humanos, tales como la brucelosis y la tuberculosis. Existe mucha información sobre contención de patógenos y se pueden construir sofisticados aparatos y edificios enteros para controlar los microorganismos más peligrosos según lo requieran las directrices, normas y regulaciones de cada país. Las necesidades dependen de la contención requerida, desde el nivel más básico al más alto. Requisitos esenciales para todos los trabajos de laboratorio. Las necesidades esenciales de cualquier trabajo con agentes infecciosos, por muy inocuos que puedan ser, son las siguientes: 1. El laboratorio debe ser fácil de limpiar, con superficies impermeables al agua y resistentes a los agentes químicos. Deben tener una pila de lavado de manos y una ducha de emergencia, incluyendo también un lavador de ojos en cada laboratorio para los peligros de tipo químico y de otro tipo que pueden estar presentes. Deben establecerse procedimientos para una limpieza y desinfección frecuentes durante el tiempo de trabajo y al finalizar el mismo. 2. Debe restringirse el acceso del personal al área de trabajo. Cuando existe un riesgo elevado de la presencia de patógenos, se precisan medidas adecuadas, como el control electrónico de acceso. 4 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales 3. En el laboratorio se debe utilizar ropa adecuada de protección, incluyendo batas y vestimenta de laboratorio con mangas, zapatos cerrados, guantes desechables, máscaras, gafas protectoras, caretas y respiradores oronasales que se deben quitar al abandonar el laboratorio 4. La puerta del laboratorio debe cerrarse cuando hay trabajo en curso y debe existir ventilación por extracción del aire de la habitación. (Cuando se usan cabinas de bioprotección se debe tener cuidado en equilibrar los sistemas de ventilación). 5. No se pueden guardar ni consumir alimentos o bebidas en el laboratorio (tales como goma de mascar, caramelos, pastillas para la garganta y pastillas contra la tos). 6. No se debe fumar ni aplicarse cosméticos en el laboratorio. 7. No se debe pipetear con la boca. 8. Debe tenerse cuidado en reducir al mínimo la producción de aerosoles. 9. Deberían implementarse planes de respuesta de emergencia para el caso de derramamiento de materiales biopeligrosos (peligrosos para el hombre o los animales). Entre los elementos de ese plan deben figurar desinfectantes efectivos para limpiar los vertidos, descarte y descontaminación de la ropa de protección contaminada, lavado de manos y limpieza y desinfección de las mesas de trabajo. 10. Debe guardarse de forma segura el material de vidrio usado y cualquier otro material de laboratorio contaminado. Los materiales de desecho deben transportarse en contenedores resistentes a prueba de escapes. La basura debe esterilizarse en autoclave, incinerarse o descontaminarse de algún otro modo antes de su evacuación. El material reutilizable debe descontaminarse por medios adecuados. 11. Nunca se eliminará material infeccioso por las pilas o fregaderos de laboratorio ni ningún otro tipo de drenaje similar. 12. Cualquier incidente o accidente debe ser registrado y comunicado al oficial de seguridad. En el nivel de contención de patógenos del Grupo 2, además de los puntos indicados anteriormente, se deben de utilizar cabinas microbiológicas de seguridad Clase I, II y III cuando exista la posibilidad de que se generen aerosoles o cuando se manejen grandes cantidades de cultivo o exista una necesidad real de proteger el producto biológico (véase la sección D). Es necesaria la colocación de señales en las puertas de entrada para indicar el peligro existente y el nombre y número de teléfono de las personas responsables. Deberían colocarse dentro del laboratorio indicaciones de emergencia para advertir al personal sobre los procedimientos a seguir en caso de vertidos de un patógeno o cuando haya que evacuar el laboratorio debido a un fuego u otra emergencia. En el nivel de contención de patógenos del Grupo 3, es aconsejable que el laboratorio esté emplazado de forma aislada y sólo se permita la entrada a personal con cualificación de nivel 3 debidamente entrenado. Se necesita una adecuada señalización en todas las puertas de entrada, indicando los peligros presentes y el nombre y número de teléfono de la persona o personas responsables. Dentro del laboratorio deben colocarse indicaciones de emergencia en las que se indiquen al personal los procedimientos a seguir en caso de vertidos del patógeno o ante la necesidad de evacuar el laboratorio a causa del fuego. El nivel de contención de la OIE para los patógenos del Grupo 3 es más exigente que las directrices de bioprotección 3 (BSL-3) promulgadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (DHHS) (16) y del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) (15). Además de las exigencias anteriores, el laboratorio debe estar bajo presión negativa y deben vigilarse las presiones diferenciales; debe desarrollarse un procedimiento que active una alarma en caso de exista un problema y debe haber personal que responda a dicha alarma. Se necesita un sistema de ventilación que extraiga el aire del laboratorio mediante un filtro de aire particulado de alta eficacia (filtros HEPA). Los filtros HEPA deben ser revisados regularmente (normalmente cada año); esto incluye los filtros HEPA en las cabinas de bioprootección y en los conductos de salida de las habitaciones y equipo. Debe poder cerrarse completamente el laboratorio para la fumigación y este debe tener una entrada con bloqueo de aire. Es necesario tratar los líquidos efluentes en función del patógeno. Deben utilizarse cabinas biológicas de Clase I, II o III cuando el proceso a realizar pueda generar un aerosol (17). Además, puede ser necesario que el personal se duche a la salida del laboratorio y que dicho personal vista ropa especial de laboratorio que se deja en el mismo cuando se abandona el edificio. Nota. Debido a la relación entre la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en humanos, el agente productor de la EEB y otros agentes relacionados se clasifican en el Grupo 3 de riesgo. Por tanto, los veterinarios y los trabajadores del laboratorio que lleven a cabo Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 5 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales necropsias de animales sospechosos de EEB o que manejen tejidos procedentes de tales animales deben realizar su trabajo bajo estrictas condiciones de contención adecuada, condiciones que a veces pueden verse relajadas en virtud del tipo de trabajo y de los resultados de la valoración del riesgo local. Es importante que se vista con ropa adecuada y que se siga un código práctico estricto para evitar cualquier contacto con el patógeno. Los laboratorios que realizan trabajos con la EEB deben cumplir las normativas nacionales sobre biocontención y bioprotección. En el nivel de contención de patógenos del Grupo 4, se exigen las precauciones más estrictas, incluyendo un sistema de acceso al edificio a través de compartimentos estancos y el mantenimiento del edificio bajo presión negativa. El aire que penetra en el laboratorio debe ser filtrado a través de un filtro HEPA sencillo, y debe extraerse el aire a través de un filtro HEPA doble en series. Todo el trabajo realizado con material infectivo debe hacerse en cabinas de tipo II o III junto con el uso de trajes de trabajo de una pieza con presión positiva. Todas las aguas residuales del laboratorio, los efluentes normales y los de salida del autoclave deben tratarse por medios adecuados para asegurar la destrucción de todo el material infeccioso antes de que alcance el sistema de alcantarillado fuera del laboratorio. El personal debe ducharse y cambiarse de ropa antes de salir del edificio. También son aplicables otras precauciones descritas para el Grupo 3. En la actualidad, el uso de trajes de una pieza con presión positiva es una norma internacionalmente aceptada para lograr una contención de nivel 4. Las directrices de la OIE para el nivel de contención de los patógenos del Grupo 4 son, en general, iguales a las directrices Ag. para el nivel 3 de bioprotección del USDA (15). La diferencia entre una y otra es que en la segunda se especifica que el laboratorio debe ser hermético y debe superar una prueba de presión diferencial para asegurarse de que no sobrepasa la cantidad máxima de escape prescrita. 2. Muestras para el diagnóstico Los centros de diagnóstico veterinario reciben muestras que son enviadas porque se sospecha la presencia de una variedad de enfermedades. Normalmente, se desconoce la naturaleza infecciosa de las muestras, pero potencialmente presentan agentes biológicos que pueden ocasionar enfermedad en el hombre y los animales. Se requiere seguir prácticas y procedimientos que disminuyan al mínimo el riesgo de la exposición ocupacional de los trabajadores a tales patógenos. A menos que se sospeche que contienen un patógeno que requiera un nivel de contención más elevado, es recomendable que el procesamiento inicial de todas las muestras desconocidas se realice como si el material contuviera un patógeno del Grupo 2. Los aspectos más importantes son evitar la exposición percutánea de las membranas mucosas, particularmente la inhalación e ingestión. Las cabinas de bioprotección deben usarse en todas las manipulaciones que puedan generar aerosoles. Las de clase I y II son adecuadas, en función del grado de necesidad de proteger las muestras de la contaminación. Además, no se debe pipetear con la boca, se debe llevar puesta ropa protectora y, en algunos casos, se debe utilizar protección respiratoria y para los ojos, dependiendo del nivel previsto de exposición. Aunque las etapas iniciales del diagnóstico se pueden realizar en el nivel 2, toda vez que se aísle un microorganismo del Grupo 3 o 4 (o que se sospeche su presencia), el trabajo ulterior se debe llevar a cabo en un nivel de contención superior. D. CABINAS DE SEGURIDAD MICROBIOLÓGICA Se utilizan para los diferentes niveles de contención, según se ha descrito en la anterior sección C. Son de tres tipos: Clase I: cabinas de apertura frontal diseñadas de modo especial para suministrar protección al operador y al medio ambiente, sin proteger el producto. Clase II: cabinas de apertura frontal, a veces llamadas cabinas de flujo laminar recirculante. Están destinadas fundamentalmente a dar protección al operador, al producto, y al medio ambiente. Clase III: cabinas cerradas, con acceso frontal mediante guantes, que proporcionan el mayor grado de contención mediante separación completa del trabajador y del trabajo realizado. Algunas cabinas tienen extraíble la parte frontal con los guantes y se conocen como cabinas de clase III/I, es decir, se pueden utilizar de ambos modos. Se han publicado descripciones de cabinas de seguridad y de prácticas operativas seguras (8, 10, 17). E. ALMACENAMIENTO DE PATÓGENOS El almacenamiento de patógenos vivos requiere una contención y seguridad adecuadas para evitar los riesgos derivados de roturas por el uso no autorizado de material. Las instalaciones de almacenamiento deben contar con el correspondiente etiquetado en el que se indique la naturaleza del patógeno (es decir, su Grupo de adscripción) y la información sobre contactos para la persona o personas responsables de tales instalaciones. 6 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales Debe mantenerse un inventario completo, actualizado y accesible, de los patógenos almacenados. Se debe tener un especial cuidado cuando se abran los viales de vidrio de patógenos liofilizados, ya que se fragmentan con frecuencia. Igualmente hay que tener cuidado cuando se trabaja con nitrógeno líquido o en habitaciones donde se puedan producir gases asfixiantes. Muchas de las explicaciones dadas anteriormente son aplicables no sólo para la seguridad humana sino también para evitar la extensión de la infección a los animales. En un laboratorio veterinario, es importante la responsabilidad de eliminar riesgos de escape de patógenos hacia animales salvajes o domésticos. Debe mantenerse una estrecha comunicación con las autoridades veterinarias. Para trabajar con algunos microorganismos, se requiere disponer de licencias especiales. F. RIESGOS QUÍMICOS Y FÍSICOS El trabajo de laboratorio incluye muchas manipulaciones potencialmente peligrosas, como el manejo de material de vidrio y el uso de agujas u otros instrumentos cortantes. Deben de existir procedimientos y equipos apropiados para desechar de forma adecua y segura las agujas y otro instrumental cortante. El personal de laboratorio corre el riesgo de sufrir quemaduras por sólidos o líquidos calientes. Los autoclaves deben de estar equipados con mecanismos de seguridad para evitar su apertura accidental cuando funcionan a presión y deben contar con servicios de mantenimiento y pruebas regulares. Deben suministrarse guantes de protección frente al calor, delantales y caretas con protección para las cejas y la barbilla. El frío extremo también puede suponer un riesgo, por ejemplo, cuando se trabaja con nitrógeno líquido; las salpicaduras sobre la piel no protegida pueden ser muy peligrosas. Se deben de utilizar guantes que permitan aislarse del frío y que sean resistentes al agua para evitar la penetración del nitrógeno líquido. También se debe llevar máscara para la cara y botas cuando se trabaja con nitrógeno líquido. La evaporación del nitrógeno a partir del nitrógeno líquido almacenado en habitaciones poco ventiladas, puede ocasionar una reducción del oxígeno con consecuencias fatales. La radiación es un riesgo serio para la salud que puede originarse por el uso de aparatos de rayos X, o el empleo de emisores de rayos gamma u otras fuentes. Tales equipos deben someterse a mantenimiento y a pruebas periódicas. Se ha de anotar meticulosamente cualquier uso de material. Todo el personal debe disponer de un dispositivo personal de control de radiación y pasar controles sanitarios anuales. Deben tenerse en cuenta la normativa local y nacional al respecto (10). En los laboratorios de veterinaria se emplea una amplia gama de compuestos químicos, muchos de los cuales pueden ser tóxicos o mutagénicos, y algunos incluso carcinógenos. Debería recordarse que es la dosis la que determina el peligro. Los vapores son especialmente peligrosos, y algunas sustancias se pueden absorber por penetración a través de la piel sana. La esterilización por vapor puede provocar la volatilización de productos químicos tóxicos poniendo así en peligro al personal que descarga el autoclave/esterilizador por vapor a presión. Siempre deben tomarse suficientes precauciones para proteger a las trabajadoras embarazadas. Debe disponerse de una lista de sustancias químicas peligrosas y de un archivo de sustancias a las que puede estar expuesto el personal del laboratorio. Actualmente eso es objeto de normativa legal en muchos países. Las sustancias químicas han de guardarse en contenedores adecuados y a la temperatura debida. Aquellas que sean muy inflamables deben mantenerse en armarios a prueba de fuego. Es preciso que haya un inventario de compras y de uso del material químico peligroso que indique cuánto se ha usado, cuándo, por quién, y con qué fines. La eliminación de sustancias químicas está regulada oficialmente. Se puede obtener más información sobre precauciones de seguridad frente a agentes físicos y químicos en la literatura sobre el tema (10, 11). G. INSTALACIONES PARA LOS ANIMALES DE LABORATORIO El trabajo con patógenos en animales de laboratorio tiene riesgos especiales. Las dependencias de los animales deben construirse teniendo en cuenta los estándares y niveles de contención apropiados, como en el caso de los propios laboratorios. La contención en estos habitáculos es muy importante porque puede generarse en ellos una gran cantidad de agentes infecciosos. Las consideraciones de este tipo también son aplicables en lo relativo al entrenamiento del personal, la ropa de protección y el registro de los procedimientos de trabajo. Debe ponerse especial empeño en evitar daños al personal, por ejemplo, el debido a mordeduras o coces por parte de los animales o a la autoinoculación accidental. Debe documentarse cualquier incidente de ese tipo y se deben curar las heridas de forma adecuada. Han de existir equipos de esterilización por vapor en autoclave, de incineración o eliminación de cadáveres y sistemas que hagan posible una cuidadosa limpieza y desinfección de los habitáculos de los animales. Estos recintos no sólo deben suministrar a los animales un ambiente adecuado sino que deben construirse y ventilarse de tal modo que se asegure una cierta comodidad para el personal que los atiende. Este Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 7 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales es un tema muy amplio que aquí sólo puede tratarse forma breve (4, 7). También se ha publicado un excelente libro sobre salud y seguridad en las instalaciones de animales de laboratorio (18). H. DISPOSITIVOS DE EMERGENCIA Debe existir un equipo de primeros auxilios, pero debe guardarse en un lugar que no pueda ser contaminado por el trabajo de laboratorio (p. ej. en una cámara de aire o en una antesala). Este equipo ha de ser adecuado para el tipo de trabajo y debe mantenerse limpio y ser objeto de un mantenimiento adecuado. Debe estar dispuesto para su uso inmediato en caso de emergencia por personal de primeros auxilios debidamente entrenado. Debe disponerse de vendajes y apósitos. Parte del personal debería recibir entrenamiento en procedimientos de seguridad y primeros auxilios por parte de autoridades autorizadas y debe estar en posesión de un certificado válido que demuestre su competencia. El personal que trabaje en las instalaciones del Nivel 4 de contención, debe tener una sólida competencia en la prestación de primeros auxilios. Sus nombres y localización deben ser conocidos por todos y figurar en los tablones de anuncios. Todo el personal de plantilla debe ser consciente de la importancia de la seguridad. Se dispondrá de equipos y procedimientos adecuados para tratar casos de vertidos y para la descontaminación. Es preciso conservar un registro de todos los incidentes y en algunos países puede existir la obligación legal de informar sobre los incidentes a las autoridades competentes. Deben redactarse los procedimientos escritos que se han seguir en caso de una emergencia debida al fallo de los sistemas de seguridad y contención, por ejemplo, en cabinas de bioprotección o habitaciones de biocontención que pueden originar una pérdida de contención. Muchos laboratorios disponen en su plantilla de un comité de seguridad para aumentar el conocimiento de los temas de seguridad por parte del personal y para comentar con la dirección dichos temas. Cada operario es el responsable de su seguridad y la de las personas que le rodean. Los directores son igualmente responsables de la seguridad en cada una de sus áreas de competencia, y no deberían permitir que asuntos tales como la rapidez o los costes del trabajo primaran sobre la seguridad de su personal o sobre la contención de los agentes de las enfermedades de animales. Si fuese preciso, debería existir un procedimiento de emergencia para recibir asistencia médica y hospitalaria en instalaciones adecuadas para las enfermedades infecciosas. Las alarmas contra incendios deben estar en perfecto estado y someterse a pruebas de funcionamiento con regularidad. El instituto o el laboratorio deben designar un vigilante para controlar y comunicar las situaciones de emergencia y llevar a cabo ejercicios periódicos con el fin de instruir al personal sobre qué hacer y dónde reunirse en caso de emergencia. El vigilante es el responsable de comprobar que todas las personas estén en lugar seguro. Se dispondrá de procedimientos ante la posibilidad de que ocurran desastres naturales, como huracanes y terremotos, cuando estos representen un riesgo. Todas estas directrices deben figurar por escrito y revisarse periódicamente. I. TRANSPORTE DE MATERIAL INFECCIOSO Se debe tomar una precaución especial en la preparación y embalaje de muestras diagnósticas –materiales infecciosos y agentes patógenos que se van a transportar–, para asegurarse de que no haya roturas en los recipientes ni derrames de contenido que puedan suponer un riesgo para los transportistas o para los animales que pueden entrar en contacto con la contaminación. Deben seguirse las normas locales, nacionales e internacionales sobre el transporte de materiales peligrosos (muestra clínica o de diagnóstico y materiales infecciosos) y sobre la importación de patógenos de animales. Estas normas se recogen en el capítulo 1.1.1. Recogida y envío de muestras para el diagnóstico. Al proceder a la clasificación de los agentes patógenos de origen animal en grupos particulares, se tendrán en cuenta los siguientes criterios: a) Agentes patógenos de origen animal del grupo 1. Microorganismos que causan enfermedades enzoóticas pero no están sujetos a control oficial. b) Agentes patógenos de origen animal del grupo 2 Microorganismos que causan enfermedades exóticas o enzoóticas, sujetas a control oficial y con escasa posibilidad de propagarse a partir de un laboratorio. c) Agentes patógenos de origen animal del grupo 3 Microorganismos que causan enfermedades exóticas o enzoóticas, sujetas a control oficial y con escasa posibilidad de propagarse a partir de un laboratorio. 8 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales d) Agentes patógenos de origen animal del grupo 4 Microorganismos que causan enfermedades exóticas o enzoóticas, sujetas a control oficial y con escasa posibilidad de propagarse a partir de un laboratorio. J. GRUPOS DE CONTENCIÓN 1. El principal objetivo de la contención es evitar que un agente patógeno se escape de un laboratorio y se propague a la población animal del país. Algunos agentes patógenos de origen animal pueden infectar a las personas y, en ese caso, la protección de la salud pública puede exigir una contención superior a la que se considera suficiente para proteger la salud de los animales. Se debe sopesar y controlar el riesgo de contagio de la enfermedad de los humanos a los animales. Además, los otros animales que se utilizan en el trabajo experimental sobre agentes patógenos deben mantenerse en el nivel de contención adecuado. 2. El nivel de contención física y los procedimientos y prácticas de bioprotección no deben ser menores que las del grupo en que haya sido clasificado el agente patógeno y los requisitos deberán ser los apropiados para el tipo de microorganismo considerado (bacteria, virus, hongo o parásito, por ejemplo). Para los agentes patógenos del grupo 1 se necesitará el nivel de contención más bajo y para los del grupo 4 el más alto. En la sección K se indican los requisitos de contención para los grupos 2, 3 y 4. 3. Algunos artrópodos pueden ser agentes patógenos o vectores de agentes patógenos. Si son vectores de un agente patógeno que se utiliza en el laboratorio se respetará el nivel de contención apropiado para dicho agente patógeno y se respetarán, además, las condiciones de contención que se aplican a los artrópodos. K. RECOMENDACIONES RELATIVAS A LAS CONDICIONES QUE DEBEN RESPETAR LOS LABORATORIOS/LAS INSTALACIONES DE LOS ANIMALES PARA LOS DISTINTOS GRUPOS DE CONTENCIÓN Grupo de contención Requisitos para los laboratorios / las instalaciones de los animales 2 3 4 Sí Sí A) Preparación del laboratorio / preparación y estructura de la instalación de los animales 1. Es aconsejable que el laboratorio/ la instalación de los animales esté en una zona aislada 2. Lejos de un posible foco de incendio Sí Sí Sí 3. Lugar de trabajo separado de otras actividades Sí Sí Sí 4. Acceso restringido del personal Sí Sí Sí 5. Protegido contra la entrada de roedores e insectos Si Sí Sí Sí Sí 6. Los efluentes líquidos deben esterilizarse y controlarse 7. Los efluentes líquidos de los esterilizadores deben esterilizarse y controlarse Si 8. Aislado mediante esclusa de aire. Circulación continua de corriente de aire. Sí Sí 9. El laboratorio / instalación de animales debe tener presión negativa y deben controlarse los diferenciales de presión. Sí Sí Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 9 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales Grupo de contención Requisitos para los laboratorios / las instalaciones de los animales 2 3 4 Único para el extraído Único para el entrante, doble para el extraído 11. Los filtros HEPA deben comprobarse regularmente (normalmente una vez al año) Sí Si 12. Sistema mecánico de provisión de aire con un sistema de control de fallo/seguridad y una alarma por si surge algún problema. Sí Sí 13. Laboratorio/instalación para animales fácilmente sellables para posibilitar la fumigación. Sí Sí Disponible Sí Sí Sí Sí Sí 10. Ha de filtrarse el aire entrante utilizando un HEPA u otro equivalente a modo de amortiguador estanco; filtración HEPA del aire interior para los laboratorios y doble filtración HEPA para las instalaciones de los animales. 14. Incinerador, vapor a presión o fundidor para la eliminación de cadáveres y desechos. 15. El laboratorio/la instalación de los animales debe ser fácil de limpiar, con superficies impermeables al agua y resistentes a los productos químicos. Deberá existir un lavamanos y una ducha de emergencia, con baño de ojos, en cada dependencia del laboratorio, teniendo en cuenta los productos químicos y otros riesgos presentes. Se establecerán los procedimientos para la realización de lavado y desinfección frecuentes durante el tiempo de trabajo y al final del mismo. B) Requisitos adicionales para el laboratorio/ la instalación de los animales 16. Disponibilidad de cabina de bioprotección de Clase I o II Sí 17. Disponibilidad de cabina de bioprotección de Clase III Sí Sí Sí Sí 18 Comprobación regular de los filtros HEPA (lo normal es una vez al año). Sí Sí Si 19. Acceso directo al autoclave/esterilizador de vapor a presión. Sí Sí con puertas dobles Sí con puertas dobles 20. Especificación de los patógenos almacenados en el laboratorio. Sí Sí Sí Preferible Sí Sí Sí Puede ser necesario que el personal se duche al salir del laboratorio, y deben llevar ropa de laboratorio que dejarán en el laboratorio antes de abandonar el edificio Sí 21. Se requiere un tanque de inmersión de doble extremo 22. Fuera del laboratorio no se llevará ropa o equipo de protección. Sí 23. Es necesario ducharse y cambiarse de ropa antes de salir del laboratorio. 24. Oficial de seguridad responsable de la contención Sí Sí Sí 25. El personal recibe un entrenamiento especial y demuestra competencia en las destrezas requeridas. Sí Sí Sí 26. Notas de aviso para las áreas de contención indicando los riesgos existentes y el nombre y teléfono de la persona (s) responsable (s). Sí Sí Sí 27. Deberían colocarse notas informativas en el laboratorio sobre los protocolos de emergencia para indicar al personal los pasos a seguir en caso de liberación de agentes patógenos o de tener que evacuar el laboratorio en caso de fuego u otra emergencia. Sí Sí Sí C) Disciplina en el laboratorio 10 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales Grupo de contención Requisitos para los laboratorios / las instalaciones de los animales 2 3 4 28. El laboratorio debe poder cerrarse con llave Sí Sí Sí 29. El personal debe contar con autorización de entrada Sí Sí Sí 30. En el laboratorio se debe de llevar puesta ropa adecuada de protección, incluyendo batas y vestuario de laboratorio con mangas, zapatos cerrados, guantes desechables, máscaras, gafas protectoras, caretas y respiradores oronasales que se deben quitar al abandonar el laboratorio. Sí Sí Sí 31. La puerta del laboratorio debe permanecer cerrada mientras se trabaja y debe proporcionarse ventilación extrayendo el aire de la estancia (cuando se utilicen cabinas de bioprotección, deben equilibrase los sistemas de ventilación). Sí Sí Sí 32. No se guardarán ni se consumirán alimentos en los laboratorios. Sí Sí Sí 33. No se fumará ni se aplicará maquillaje dentro del laboratorio. Sí Sí Sí 34. No se pipeteará con la boca Sí Sí Sí 35. Se procurará reducir al mínimo la producción de aerosoles. Sí Sí Sí 36. No se desechará el material infeccioso por el desagüe del lavamanos o por cualquier otro desagüe. Sí Sí Sí 37. Se almacenará de forma segura el material de vidrio y otros materiales utilizados antes de desinfectarlos. Los materiales de desecho se transportarán en recipientes resistentes y a prueba de escape. El material de desecho se debe auto clavar ni incinerar, y, en cualquier caso se debe asegurar su inocuidad antes de eliminarlo. El material reutilizable se descontaminará por procedimientos adecuados. Sí Sí Sí 38. No se desechará el material infeccioso por el desagüe del lavamanos o por cualquier otro desagüe. Sí Sí Sí 39. Se registrará e informará al oficial de seguridad de cualquier accidente o incidente. Sí Sí Sí 40. Al entrar hay que quitarse toda la ropa de calle y ponerse ropa limpia. Sí Sí 41. Al salir hay que quitarse la ropa de laboratorio, lavarse y pasar a un lugar limpio. Sí 42. El individuo se duchará antes de pasar a un lugar limpio. Sí Sí Sí Sí 44. Recabar asesoramiento sobre el empaquetado antes del envío. Sí Sí Sí 45. Los paquetes recibidos serán abiertos por personal entrenado en áreas de recepción con contención adecuada. Sí Sí Sí 46. Se necesita licencia para transferir agentes patógenos de un laboratorio autorizado a otro. Sí Sí Sí 47. Debe contarse con procedimientos operativos estándar para todas las áreas del laboratorio Sí Sí Sí 43. Se informará de cualquier accidente D) Manejo de las muestras Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 11 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales 1. Requisitos adicionales para trabajar en las instalaciones de los animales. 1. Las instalaciones de los animales deben ser fáciles de limpiar, con superficies impermeables al agua y resistentes a los productos químicos utilizados en el área. 2. Debe restringirse el acceso de personal al área de trabajo. Cuando exista un elevado riesgo de presencia de agentes, pueden requerirse medidas adecuadas, como control electrónico de acceso. 3. En el laboratorio debe llevarse ropa adecuada de protección, incluyendo batas y vestuario de laboratorio con mangas, zapatos cerrados, guantes desechables, máscaras, gafas protectoras, caretas, respiradores oronasales, que debe uno quitarse cuando abandona el laboratorio. 4. La puerta del laboratorio debe cerrarse cuando hay trabajo en curso y debe existir ventilación por extracción del aire de la habitación. (Cuando se usan cabinas de bioprotección se debe tener cuidado en equilibrar los sistemas de ventilación). 5. No se pueden guardar ni consumir alimentos o bebidas en el laboratorio tales como goma de mascar, caramelos, pastillas para la garganta y pastillas contra la tos). 6. No se debe fumar o aplicarse cosméticos en el laboratorio. 7. El material de vidrio usado y cualquier otro material de laboratorio contaminado debe ser guardado con seguridad antes de su desinfección. Los materiales de desecho deben transportarse sin vertido en contenedores fuertes. La basura debe ser esterilizada en autoclave, incinerada o descontaminada de algún otro modo antes de su evacuación. El material reutilizable debe descontaminarse por medios adecuados. 8. Nunca se eliminará el material infeccioso por los desagües del laboratorio ni ningún otro tipo de escape similar. 9. Cualquier incidente o accidente debe ser registrado y comunicado al Oficial de Seguridad. CONCLUSIÓN Una de las prioridades más importantes del laboratorio es disponer de altos estándares de seguridad y bioprotección que aseguren unas condiciones sanas de trabajo a toda la plantilla del laboratorio y la protección del medio ambiente. Esto solo puede lograrse después de un cuidadoso estudio de los principios que conlleva y mediante su aplicación práctica en los edificios, equipos, procedimientos operativos e higiene. El entrenamiento de todo el personal del laboratorio es una cuestión clave, y ninguna persona debería estar autorizada a trabajar hasta haberlo completado de forma documentada. Existen numerosas publicaciones sobre todos y cada uno de los aspectos de este tema, y se recomienda su ulterior lectura (6, 9, 13, 14, 15). REFERENCIAS 1. ACHA P.N. & SZYFRES B. (2001). Zoonoses and Communicable Diseases Common to Man and Animals, Third Edition. Pan American Health Organisation, Scientific Publication. PAHO, Washington DC, USA. 2. ADVISORY COMMITTEE ON DANGEROUS PATHOGENS (1995). Categorisation of Biological Agents According to Hazard and Categories of Containment, Fourth Edition. Health and Safety Executive Books, P.O. Box 1999, Sudbury, Suffolk, CO10 6FS, UK. ISBN 0-7176-1038-1. 3. ADVISORY COMMITTEE ON DANGEROUS PATHOGENS (1998). Transmissible Spongiform Encephalopathy Agents: Safe Working and the Prevention of Infection. Spongiform Encephalopathy Advisory Committee. Her Majesty’s Stationery Office, London, UK. 4. BARBEITO M.S., ABRAHAM G., BEST M., CAIRNS P., LANGEVIN P., STERRITT W.G., BARR D., MEULEPAS W., SANCHEZ-VIZCAINO J.M., SARAZA M., REQUENA E., COLLADO M., MANI P., BREEZE R., BRUNNER H., MEBUS C.A., MORGAN R.L., RUSK S., SIEGFRIED L.M. & THOMPSON L.H. (1995). Recommended biocontainment features for research and diagnostic facilities where animal pathogens are used. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 14, 873– 887. 5. BELL J.C., PALMER S.R. & PAYNE J.M. (1988). The Zoonoses. Edward Arnold, London, UK. 12 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 Capítulo 1.1.2. — Bioprotección y seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología y en las instalaciones de los animales 6. BERAN G.W. & STEELE J.H. (eds) (1994). Handbook of Zoonoses, Second Edition. Section A. (Bacterial, Rickettsial, Chlamydial and Mycotic Zoonoses) and Section B (Viral Zoonoses), CRC Press, USA. 7. CANADIAN FOOD INSPECTION AGENCY (1996). Containment Standards for Veterinary Facilities, Best M., ed. Canadian Food Inspection Agency, Ottawa, Ontario, Canada. 8. COLLINS C.H. (1990). Health hazards in microbiology. In: Handbook of Laboratory Health and Safety Measures, Pal S.B., ed. Kluwer Academic Publications, Dordrecht, The Netherlands, 159–188. 9. COMITE EUROPEAN DE NORMALISATION (2000). EN12469:2000; Performance Criteria for Microbiological Safety Cabinets. Comité European de Normalisation, Rue de Strassart 36, B-1040 Brussels, Belgium. 10. INTERNATIONAL ATOMIC ENERGY AGENCY (IAEA) (1994). International Basic Safety Standards for Protection against Ionizing Radiation and for the Safety of Radiation Sources, Interim Edition. Safety Series No. 115-I. IAEA, Vienna, Austria. 11. OFFICE OF BIOSAFETY, LABORATORY CENTRE FOR DISEASE CONTROL, HEALTH AND WELFARE CANADA (1996). Laboratory Biosafety Guidelines, Second Edition. Ministry of Supply and Services Canada, Cat. No. MR 212/1996. 12. RAYBURN S.R. (1990). The Foundations of Laboratory Safety (a Guide for the Biomedical Laboratory). Springer-Verlag, New York, USA. 13. RICHMOND Y. (ed) (1996–2002). Anthology of Biosafety: I–V. American Biological Safety Association. Mundelein, Illinois, USA. 14. SEWELL D.L. (1995). Laboratory associated infections and biosafety. Clin. Microbiol. Rev., 8, 389–405. 15. UNITED STATES DEPARTMENT OF AGRICULTURE (2002). ARS Facilities Design Standards, Section 9 Biohazard Containment Design. http://www.afm.ars.usda.gov/ppweb/242-01m.htm#H304 16. US DEPARTMENT OF HEALTH AND HUMAN SERVICES, CENTRES FOR DISEASE CONTROL AND PREVENTION AND NATIONAL INSTITUTES OF HEALTH (2007). Biosafety in Microbiological and Biomedical Laboratories, Fifth Edition., Washington DC, USA. http://www.cdc.gov/od/ohs/biosfty/bmbl5/bmbl5toc.htm 17. U.S. DEPARTMENT OF HEALTH AND HUMAN SERVICES, PUBLIC HEALTH SERVICE, CENTERS FOR DISEASE CONTROL AND PREVENTION, AND NATIONAL INSTITUTES OF HEALTH (2000). Primary Containment for Biohazards: Selection, Installation and Use of Biological Safety Cabinets, Second Edition. United States Government Printing Office, Washington DC, USA. 18. WOOD M. & SMITH M.W. (EDS) (1999). Health and Safety in Laboratory Animal Facilities. Royal Society of Medicine Press, London, UK, pp. 249. 19. WORLD HEALTH ORGANIZATION (2004). Laboratory Biosafety Manual, Third Edition. WHO, Geneva, Switzerland. * * * Manual de la OIE sobre animales terrestres 2008 13