Ensayo: reflexiones realizadas y saberes adquiridos a lo
Transcripción
Ensayo: reflexiones realizadas y saberes adquiridos a lo
Ensayo: reflexiones realizadas y saberes adquiridos a lo largo del seminario Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están comprendidas por variados dispositivos: celulares, computadoras de escritorio y portátiles, Tablet, etc. en constante actualización y nos posibilitan modos y medios de comunicación cada vez mayores y más variados, incorporándose en nuestra cotidianeidad. Con lo que nuevos desafíos se presentan, un renovado escenario para la educación con la cultura digital, por lo que la escuela tendrá que considerar aquellas tareas que le fueron otorgadas desde su creación como la encargada de alfabetizar. Ponernos a pensar que significa estar alfabetizado hoy, para comenzar a plantearnos nuevos objetivos, Emilia Ferreiro (2011) refiere a que estar alfabetizado implica “…poder circular con eficiencia y sin temor en el entramado de las prácticas sociales vinculadas con lo escrito…” “…es preciso comprender una multiplicidad de textos que circulan en el espacio social, textos que se presentan también en una multiplicidad de soportes…”, con lo que podemos decir que es necesario incorporar las herramientas digitales ya que nos encontramos en un contexto social, cultural y tecnológico renovado, con el desafío de la alfabetización digital que no solo implica incorporar las herramientas sino que los alumnos deberán adquirir destrezas no solo para el uso y la búsqueda de información, sino también para la producción y generación de nuevos conocimientos y contenidos que los incentiven y fortalezcan como usuarios críticos. Con lo que el desafío está planteado, por lo que será necesario realizar una nueva definición de “saberes indispensables” en la tarea de planificar. Las TIC facilitan la construcción de entornos colaborativos de trabajo, donde todos los integrantes originan contenidos y no solo se vinculan con el texto sino también con la circulación y definición de estrategias y habilidades lectoras. Además tenemos que tomar conciencia de que estos saberes no son patrimonio exclusivo de la escuela y de los libros como expresa Jesús Martín Barbero (2002): “El saber se sale ante todo del que ha sido su eje durante los últimos cinco siglos: el libro". La sociedad contemporánea va sufriendo mutaciones y las dos instituciones más afectadas son la familia y la escuela en las transformaciones sucedidas en torno a la circulación del saber. Desde las instituciones educativa habrá que preocuparse por analizar el nivel de presencia de las TIC en su entorno escolar, los efectos en el rendimiento y aprendizaje del alumnado, las expectativas, opiniones y actitudes de los todos los agentes educativos y, sobre todo, poner un mayor esfuerzo por divulgar las mejores prácticas de uso de las TIC en las aulas, con lo que podremos generar un banco de referencia sobre “éxitos” y “buenas prácticas”. Generalmente, se da por buena la utilización de las herramientas informáticas pero, en realidad, no se puede asegurar que así sea. Se observan realidades distintas, por lo que resulta importante investigar los sistemas que están contribuyendo al desarrollo del ciberespacio y la educación, y analizar cómo los actores educativos están actuando en su desarrollo para el análisis y la interpretación de lo que se está haciendo en educación. Nuestros alumnos se expresan en idiomas no verbales, basados en su corporeidad, sensibilidad y hábitos con códigos propios del grupo de pertenencia, ahondando la brecha entre los intereses institucionales y la de los alumnos. Para superar esta situación será necesario romper con los prejuicios que separan la escuela de las tecnologías y rescatar de ellas aquellos saberes que sean funcionales y socialmente útiles, superando las brechas y generando una transversalidad que termine con el prejuicio. Desde la invención de la imprenta no se había tenido una mutación de esta envergadura. Los textos escritos en papel fueron el eje de la educación durante cinco siglos, en la actualidad la aparición del texto electrónico ha generado el cambio, el cual no viene a reemplazar al libro, sino que nos abre la puerta a otras formas de plasmar y difundir el saber. Los adultos, observan, admiran y hasta desestiman la empatía que los adolescentes tienen con los medios digitales, gran parte de los docentes en ejercicio se encuentran desconcertados acerca de las tecnologías y optan por desecharlas aludiendo a que generan más distracción que aportes pedagógicos. Sin comprender la complejidad de los cambios que se están produciendo que involucran el lenguaje, la escritura y las formas de narrar, que es lo que en realidad genera la brecha entre adolescentes y profesores quienes comentan que ellos no leen, entendiendo leer en el sentido que tradicionalmente conciben, o sea solo libros. Otra cuestión es la deslocalización del saber, el acceso a internet ha tenido un efecto directo en la vida de las personas, en cómo se comparte la cultura. Personas que desde lo individual crean cultura y la comparten, grupos que se forman alrededor de estos recursos compartidos. Estas creaciones sociales son los desarrollos más importantes y transformadores de la tecnología. No es la tecnología en sí misma sino cómo las personas usan esta tecnología. Creo que este es el enfoque que debe guiarnos en nuestra labor docente: “Aprender en cualquier momento y lugar”, sería expandir las aulas, las tecnologías permiten que nuestra labor no se limite al aula, quebrar el esquema básico alumno-profesor transformando esa relación con el intercambio y la construcción del conocimiento. Somos los docentes quienes debemos instruir a los alumnos para seleccionar resultados de búsquedas, elección de contenidos y los sitios de consulta, así contribuiremos a que los estudiantes sean críticos y tomen buenas decisiones. Los saberes salen de los lugares y de los tiempos legitimados socialmente para la distribución y el aprendizaje del saber, no es que el espacio escolar fuera a desaparecer, pero las condiciones de ese lugar tendrán que ir transformándose, no solo para poder convivir con las tecnologías sino para lograr un mayor despliegue y posibilidades, hallar la manera de articular el conocimiento especializado con aquellos otros que provienen de la experiencia social y de las memorias colectivas. Así analizar qué competencias son las que nuestros alumnos deben adquirir desde el ámbito educativo y hacia el desempeño de actividades laborales, entendiendo y produciendo lenguajes nuevos en una antigua lengua, nuevas competencias comunicativas que enlazan las destrezas del saber hacer con las posibilidades de competir y las competencias culturales mencionadas por Bourdieu (1997) como “un sistema de disposiciones durables ”, podemos decir que es la que nos interesa en términos educativos, las formas en que adquirimos los saberes se transmitirán en las formas de uso, el modo en que nos relacionemos con el lenguaje, los saberes y las tecnologías dependerán de su modo de adquisición. La institución escuela deberá ser capaz de asumir con creatividad este desafío, entender a la escuela como un espacio en el que los docentes sean capaces de explorar los múltiples lenguajes y convertirse en actores de la comunidad, productores de información y de conocimiento. La educación necesita incorporar los lenguajes digitales en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, siendo fundamental el rol de la escuela en la adquisición y uso de estos, desde la educación inicial hasta la capacitación para el mundo del trabajo. La necesidad de pensar la escuela como un espacio en el cual aparece la cultura digital hermanada a la tradicional y llevándola a otros espacios, al ciberespacio, no sólo por la infraestructura tecnológica sino determinada por la utilización de las técnicas y prácticas que la tecnología ofrece como diferentes modos de pensar. Es importante la formación de alumnos activos y productores, siendo clave el rol del docente que será el generador de técnicas para el desarrollo de un pensamiento crítico, la producción colectiva y la correcta selección de materiales y herramientas, una educación que pueda brindar a los alumnos habilidades necesarias para vincularse en los nuevos espacios, y lenguajes propios de la sociedad digital. La formación de los alumnos requiere del fortalecimiento de las escuelas y los planteles docentes para lograr el acercamiento y la apropiación de las TIC, repensando las estrategias de enseñanza y los diseños. Será necesario que los docentes se reposicionen frente a los procesos educativos, para ello no puede trabajar en forma aislada sino conformando equipos de trabajo, donde se posibilite la interacción presencial y virtual, comprendiendo que las TIC llegaron para quedarse, la incorporación de ellas a nuestras vidas cotidianas es inevitable así como en la tarea docente y cuanto antes nos acerquemos y apropiemos de ellas mayor será su aprovechamiento. Bibliografía Bourdieu, Pierre (1997) Capital cultural, escuela y espacio social, México, Siglo XXI, cap. 9. Sarlo, Beatriz (2002) Tiempo presente, Notas sobre el cambio de una cultura, Buenos Aires, Siglo XXI. Ferreiro, Emilia (2011) La lectura en la era “pre-digital”. Webcast de Formación leer.es. Disponible: https://www.youtube.com/watch?v=gk8Q6R_pFLI&list=PL01D3BCA553C536F1 Accedido: 17-11-14 Lévy, P., “Sobre la cibercultura”, Revista de Occidente, 206, Madrid, (1998). Lévy, P. (1999) ¿Qué es lo virtual? Barcelona: Paidós. Levy, P. (2007) La cultura de la sociedad digital. Anthropos, México. Martín Barbero, Jesús (2002) “Transformaciones del saber y del hacer en la sociedad contemporánea”, Revista Electrónica Sinéctica, núm 21, julio-diciembre, 2002, pp 61. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99817897009 . Última consulta: 17-11-14 Sarlo, Beatriz (2002) Tiempo presente, Notas sobre el cambio de una cultura, Buenos Aires, Siglo XXI. Tedesco, Juan Carlos (2000) Educar en la sociedad del conocimiento, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.