Grupo de trabajo de Gobernanza de Internet v 2

Transcripción

Grupo de trabajo de Gobernanza de Internet v 2
Gobernanza de Internet tras la Conferencia de Dubái
Coordinador:
Jorge Pérez
Ponentes (confirmados):
Juan Corro, Director del Gabinete del Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la SI
Christoph Steck, Director Public Policy and Internet. Telefónica S.A.
Barbara Navarro, Director Public Policy and Government Relations. Google Spain, Italy,
Portugal and Greece
Victor Domingo, Presidente de la Asociación de Internautas
Jose Antonio Sanahuja, Vicedecano de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociología de Universidad Complutense de Madrid
…………..
La Conferencia de Dubái
La revisión del Reglamento Internacional de Telecomunicaciones, redactado en 1988, reunió a
más de 1500 delegados de todo el mundo en Dubái a finales de 2012 en la Conferencia
Mundial de Telecomunicaciones Internacionales. Las negociaciones han sido difíciles y han
creado una enorme división entre dos grupos de países. El propio alcance del reglamento ha
sido un tema de debate, cuyas ramificaciones e implicaciones para la UIT y otras
organizaciones relacionadas con el gobierno y la gobernanza de Internet podrían llegar a ser
relevantes.
A diferencia del amplio consenso conseguido en Melbourne en 1988, donde el RTI fue
aprobado por los 178 países asistentes, el nuevo RTI ha sido firmado solamente por 89 países.
EE.UU, la Unión Europea, Canadá, Japón, Australia y hasta un total de 55 países no han firmado
las Actas Finales. Tras varios años de preparación en las diferentes regiones del mundo, un
último año de múltiples reuniones y campañas mediáticas, el resultado de la Conferencia de
Dubái es que a partir del 2015 –cuando entre en vigor el nuevo tratado- coexistirán dos
tratados internacionales.
Cuando se aprobó el Reglamento de 1988, los servicios de telecomunicación estaban ligados a
una tecnología y se presentaban al usuario integrados verticalmente. Sin embargo, esta
integración vertical se ha ido difuminando facilitando un proceso de convergencia hacia una
única red “todo IP” sobre la que puede desarrollarse cualquier aplicación o servicio.
En 1988 la mayoría de los operadores de telecomunicación eran monopolios estatales y
resultaba natural que la garantía de interoperabilidad e interconexión para las
telecomunicaciones internacionales se realizara desde una organización intergubernamental
como es la UIT, perteneciente a Naciones Unidas. Además, el nuevo paradigma que ha creado
Internet, una red de redes basada en un modelo de gestión descentralizado y “multiagente” o
multi-stakeholder, resulta radicalmente opuesto al modelo tradicional de gestión de las
telecomunicaciones, donde los usuarios son meros consumidores y la gestión está centralizada
en los operadores de telecomunicación.
La estructura multi-stakeholder de Internet se ha venido desarrollando a través del Foro de
Gobernanza de Internet (IGF), que tiene como objetivo fomentar la internacionalización de la
gobernanza de Internet y el desarrollo de la cooperación en un entorno abierto y
descentralizado que reúne a gobiernos, sector privado, academia y sociedad civil. La gestión de
los recursos críticos de internet recae sobre diversas organizaciones privadas –sin ánimo de
lucro- a pesar de que el usuario perciba Internet como un bien público.
A pesar de que la UIT insistió en que la gobernanza de Internet no era el principal objetivo de
la WCIT, es donde en la práctica se ha centrado la mayor parte del debate. La revisión del RTI
ha planteado interrogantes como qué supone su modificación y adecuación a la nueva realidad
de las telecomunicaciones y cuál es el papel que un tratado internacional aprobado por
Estados juega en el actual modelo multi-stakeholder de Internet.
Ya desde antes del inicio de la Conferencia, los Estados miembros de la UIT se posicionaron
de acuerdo a sus intereses en relación con el control de Internet y propusieron diversas
modificaciones al Reglamento. Una serie de países occidentales, con EE.UU. a la cabeza y con
la figura de su embajador Terry Kramer como máximo exponente, se mostraron favorables a
realizar mínimos cambios sobre el Reglamento –no introduciendo en el Reglamento
referencias a Internet-, ya que en su opinión la estructura actual de gestión de Internet ha
dado lugar a un círculo virtuoso que ha permitido el crecimiento económico y la innovación y
que un tratado internacional sólo debería mantenerse como un tratado de principios, sin
entrar a regular aspectos específicos que son competencia de los estados soberanos, como es
el caso de la ciberseguridad.
Por tanto, EE.UU. ha rechazado todas las propuestas de supervisión y control propuestas por
países como China, Rusia o los estados árabes, que han ido dirigidas a la inclusión del tráfico de
Internet en el alcance del Reglamento, en la mayoría de los casos alegando razones de
ciberseguridad. En este sentido ha destacado la propuesta presentada por los denominados
RUCAS (Rusia, China, Argelia y Sudán, entre otros) y que incluía disposiciones para reconocer el
derecho de los Estados Miembros a conocer el enrutamiento del tráfico en su territorio o a
establecer medidas sobre las redes para proteger la ciberseguridad nacional.
De hecho, el argumento de la legítima defensa de los intereses económicos, especialmente de
Estados Unidos, se ha visto fuertemente apoyada y simultáneamente eclipsada por las
apelaciones a una Internet “libre y abierta”, promovida por campañas como la “Take Action”
de Google. Así. el conjunto de campañas definidas por empresas y lobbies estadounidenses
bajo el lema “Hands Off the Internet” ha conseguido trasladar a ciudadanos de todo el mundo
preocupaciones por el futuro modelo de Internet, al mismo tiempo que ha generado voces
discrepantes por no entrar a detallar los posibles intereses económicos que existen tras sus
promotores.
Por este motivo, algunas opiniones tildan de excusa el hecho de que una buena parte de las
discrepancias entre los participantes procedan de la cuestión de la ciberseguridad y la
regulación del spam. Los países occidentales lo consideran inadmisible, por entrar a
inspeccionar el contenido del tráfico que circula por la Red, pero sin embargo y
simultáneamente, promulgan leyes nacionales relacionadas con los contenidos, en este caso
sujetos a derechos de autor en legítima defensa de su industria cultural.
La Comisión Europea y las delegaciones de sus Estados miembros, manifestaron que aunque
considera que la gobernanza de Internet debe quedar fuera de tratados internacionales, esto
no significa que no puedan mejorarse las actuales prácticas de gobernanza. Por otro lado,
aunque las delegaciones de los Estados miembros de la UE han secundado la postura de
EE.UU. en la decisión de no firmar el nuevo Reglamento, para muchos países europeos la
redacción final del Reglamento era perfectamente asumible.
En muchos de los titulares de la prensa más relevante pude encontrarse la frase “el fracaso de
la WCIT”, por lo que parece que la opinión pública occidental tiene una visión prácticamente
unánime sobre el reducido éxito de la Conferencia. En esta línea las organizaciones de la
sociedad civil también han mostrado su decepción ante los resultados. Sin embargo, las
fuentes oficiales de algunas delegaciones y de la organización, consideran públicamente que la
Conferencia ha sido todo un éxito: ha acaparado la atención mundial y ha servido para que se
expongan públicamente los diferentes enfoques sobre el futuro de la gobernanza de Internet.
Sea un éxito o no, sobre lo que no cabe duda es que este debate no ha sido más que el
comienzo.
Los grandes interrogantes, pasados unos meses desde el fin de la Conferencia, son las
consecuencias de la división resultante de la que podrían vislumbrarse dos nuevos modelos de
Internet: “el abierto y libre”, como lo han llamado las campañas y basado en el esquema
actual, frente a un nuevo modelo de Internet más restrictivo en algunos ámbitos. Es difícil
encontrar valoraciones en este sentido. Los analistas son conscientes de que puede ser
demasiado pronto para emitir juicios de valor y predicciones sobre lo ocurrido. El embajador
de EE.UU. Terry Kramer, mantiene que las consecuencias son difíciles de prever ya que el
Reglamento no entrará en vigor hasta enero de 2015 y hasta entonces habrá ocasión de seguir
debatiendo
Por otro lado, la posibilidad de que se desarrollen dos modelos de gestión y gobernanza de
Internet no es ni mucho menos descabellada. Habrá que esperar a ver las decisiones que van
adoptando los países que sí firmarán el Reglamento. Es posible que la propia industria ayude a
evitar divergencias, pero en caso de que se produzcan, las empresas globales de servicios de
Internet deberán enfrentarse a unas nuevas circunstancias mucho más adversas, a pesar de
que muchos de los Estados en los que operan no hayan firmado el nuevo Reglamento de
Telecomunicaciones Internacionales.
Puntos en común
Desde que se creó el Foro de la Gobernanza de Internet en España en diciembre de 2008 sus
miembros han permanecidos fieles a los siguientes principios fundacionales y compromisos:
1. Defendemos una Internet abierta, libre, innovadora y sostenible, al considerar que son
precisamente estas características las que han facilitado su rápida extensión por todo el
mundo, contribuyendo positivamente a la comunicación entre ciudadanos, al acceso al
conocimiento público mundial y a un sinfín de beneficios sociales y económicos.
2. Constatamos que el poder transformador de Internet y su naturaleza global crea enormes
retos y oportunidades que solo pueden abordarse mediante la participación de todas las
partes interesadas mediante un enfoque multi-stakeholder
3. Entendemos que la Gobernanza de Internet es el desarrollo y la aplicación por los
gobiernos, el sector privado, y la sociedad civil, en las funciones que les competen
respectivamente, de principios, normas, reglas, procedimientos de adopción de decisiones y
programas comunes que configuran la evolución y utilización de Internet.
4. Ofrecemos el Foro de la Gobernanza de Internet en España como un espacio abierto y
descentralizado para el debate sobre políticas que favorezcan la sostenibilidad y solidez de
Internet. Un foro para el diálogo multistakeholder, que responde a la necesidad de diseñar
nuestras propias políticas públicas atendiendo a criterios de identidad nacional y territorial en
lo que se refiere a cultura, idioma y respeto a las libertades de cada individuo, siempre en
sintonía con los convenios y acuerdos internacionales.
En consonancia con todo lo anterior, manifestamos nuestra preocupación por el fracaso de
los estados miembros de la UIT en alcanzar un acuerdo en la Conferencia de Dubai (WCIT-12)
con el resultado de que 55 estados miembros de la UIT –entre ellos los países de la UE, USA y
Japón- hayan decidido no firmar la revisión del Reglamento de Telecomunicaciones
Internacionales y nos comprometemos a contribuir a la búsqueda de soluciones a los
problemas que dieron origen al mencionado fracaso. Ante los resultados concretos obtenidos
por la Conferencia, el Foro de la Gobernanza de Internet en España a partir de los
posicionamientos de sus participantes entre los que se encuentran empresas, la
Administración, la comunidad científico-técnica y representantes de la sociedad civil, ha
alcanzado de consenso en las siguientes cuestiones:
1. La experiencia de Dubái ha demostrado las dificultades entrañadas por modelos de
gobernanza de Internet basado en un único organismo internacional de las Naciones Unidas en
el que pueden estar entrando en juego criterios de política internacional ajenos al desarrollo
de Internet; por tanto, no se considera la UIT como foro adecuado para liderar la gobernanza
de Internet aunque pueda contribuir como parte interesada. Tampoco se considera que se
haya alcanzado un grado de madurez para crear un órgano multilateral específico.
Frente a ello, el IGF Spain 2013 propone intensificar los esquemas de trabajo que permitan la
participación internacional a través de distintos foros multistakeholder especializados (ICANN,
IETF, W3C, IGF, etc.).
2. La asunción de un modelo multistakeholder y diversificado no debe implicar la ausencia de
regulación por los gobiernos como salvaguarda de los derechos que se reconocen a sus
ciudadanos en sus respectivos ordenamientos jurídicos, en particular en los ámbitos de
protección de la seguridad, la privacidad, la propiedad y la protección de colectivos
vulnerables. Sin embargo, se recomienda que dicha regulación sea elaborada desde una
perspectiva amplia y flexible, que potencie el valor económico y social de Internet para los
individuos y no limite la creación de nuevos servicios, oportunidades y modelos de negocio, a
partir de mecanismos como la excepción recogida en el artículo 9 del RTI consensuado en 1988
para permitir el establecimiento de acuerdos privados entre los agentes.
El IGF Spain 2013 propone intensificar de forma decidida la unidad regulatoria entre los países
de la UE, la armonización entre la UE y EEUU mediante el establecimiento de acuerdos
específicos y trabajar en la creación de estándares internacionales que puedan ser asumidos
progresivamente por todos los países.
3. Es imprescindible que todas las que entidades responsables de la coordinación de políticas
regulatorias en el ámbito de Internet mantengan un compromiso inequívoco con los Derechos
Humanos, y en concreto con el artículo 19 de libertad de opinión y de expresión, así como con
el libre flujo de información que este derecho lleva asociado.
4. La fragmentación regional de internet y su gobernanza perjudica el impulso económico y
social que puede aportar Internet al conjunto de los ciudadanos del mundo. Por tanto, es
necesario buscar e impulsar soluciones que eliminen potenciales barreras transfronterizas en
el ámbito de Internet que puedan producirse como consecuencia de la vigencia simultánea de
dos tratados internacionales variantes según cada país o región del mundo.
El IGF Spain 2013 considera que la posición de España de no firmar el Tratado era el mejor de
los resultados posibles en el contexto en que se desarrolló la Conferencia de Dubái, pero ello
nos exige reforzar las relaciones con los Foros de Gobernanza de los países de América Latina y
países Africanos que han firmado el Tratado, pues estos han visto en la reacción de Europa una
traición hacia los países en desarrollo y emergentes.
5. Finalmente el IGF Spain 2013 considera que el desarrollo de la conferencia de Dubái ha
demostrado una vez más que queda un gran margen de mejora en la articulación de las
posiciones entre las instituciones comunitarias y la de los países miembros en los foros
internacionales dedicados a Internet.
Cuestiones para el debate
Las conclusiones anteriores siguen dejando sin embargo enormes retos por delante afrontados
en la actualidad con perspectivas diversas junto con preguntas que requieren una respuesta
ágil y a la vez consensuada. La Jornada del Foro de la Gobernanza de Internet del año 2013
debe intentar por tanto servir para acercar posturas entre todos sus participantes en torno a
los siguientes aspectos:
Para todos los participantes (gobierno, agentes privados, academia y sociedad civil)
¿Se comparten en general los elementos de consenso señalados en los párrafos anteriores?
¿Qué salvaguardas, matizaciones o concreciones señalaría?
Se han detectado algunas discordancias entre los posicionamientos emitidos por la Comisión
Europea y los países miembros de la Unión en torno a las actas finales resultantes de la
Conferencia de Dubái y sus consecuencias. ¿Es necesario profundizar en el fortalecimiento de
la estrategia común europea y en los procedimientos para alcanzarla? ¿Cómo? ¿Es necesario
incrementar los esfuerzos destinados a la comunicación de estas estrategias a los ciudadanos
europeos y de todo el mundo para facilitar su comprensión?
¿Se consideran adecuados los foros multistakeholder especializados en los recursos críticos de
Internet (ej. ICANN)? ¿Cómo podría mejorarse su representatividad y funcionamiento? ¿Están
los intereses de España suficientemente representados por agentes multistakeholder
españoles?
El número de foros (multistakeholder o de parte) en que se debate sobre distintos aspectos de
Internet es muy grande ¿Qué opinión merece la reciente iniciativa de la UE de constituir el
“The Global Internet Policy Observatory” (GIPO) como un centro de seguimiento de las
políticas de Internet, desarrollos regulatorios y tecnológicos de todo el mundo? ¿Debe
participar el IGF Spain en esta iniciativa? ¿Es el IGF Spain el instrumento adecuado para
difundir en España los resultados del GIPO?
Para la Academia
¿Tiene la gobernanza de Internet analogías en otros campos de las relaciones internacionales?
¿Qué podemos aprovechar de otros casos de gobernanza global? ¿Qué valoración puede
hacerse de lo sucedido en Dubái desde los expertos en relaciones internacionales?
Para la administración
Más allá de las competencias propias de los gobiernos en el ámbito de su territorio (seguridad,
derechos de sus ciudadanos, acuerdos bilaterales y multilaterales con otros países…) ¿Qué
papel deben jugar los gobiernos democráticos en la Gobernanza de Internet? ¿Debe estar
limitado su rol a la promoción de los valores democráticos y culturales así como a la garantía
inequívoca de la libertad de expresión en el ámbito de Internet? ¿O tiene también cabida la
participación gubernamental en cuestiones como la regulación económica del tráfico
internacional? ¿Cuáles? ¿Con qué otras aportaciones podrían contribuir?
Para los agentes privados
Desde la perspectiva de los diferentes operadores económicos que participan en el desarrollo
de la Internet comercial ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta Internet
comercial en el futuro cercano? ¿Y su gobernanza?
Para la sociedad civil
¿Qué papel corresponde a la sociedad civil en la protección de los derechos de los usuarios de
Internet? ¿Qué valores de la Internet original habría que preservar en un contexto en el que
los usos comerciales de Internet son cada vez mayores?¿Cómo puede contribuir la sociedad
civil a la gobernanza de Internet?
Para todos los participantes (gobierno, agentes privados, academia y sociedad civil)
¿Qué papel corresponde al IGF Spain en la gobernanza de Internet en España? ¿Cómo puede
perfeccionarse su funcionamiento?

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