+ Progra-amando el quehacer institucional
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+ Progra-amando el quehacer institucional
Progra-amando el quehacer institucional Testimonio sobre el programa de diseño institucional en la Institución Educativa Juan de Cabrera. Autor: Comité directivo Institución Educativa Juan de Cabrera, Municipio de Neiva (Huila) Para que la escuela vuelva a la comunidad En el vértice de las comunas 6,7 y 8 del municipio de Neiva, en un sector llamado aún Filodehambre, habitan poblaciones de estratos de 1 y 2, desplazados, reinsertados de grupos al margen de la ley y personas de muy diversos estratos y procedencias, en un contexto adverso, violento, pero también lleno de esperanzas que se recogen e impulsan en las cuatro sedes de la institución educativa Juan Cabrera, en donde tenemos 1.950 estudiantes en educación regular y más de 70 docentes: alrededor de 2.000 voces reunidas a diario para crear futuro. Nuestros estudiantes viven en un ambiente difícil que a su vez reflejan en las pandillas, y por eso nuestros propósitos le apuntan a una formación integral, que se concreta en el proyecto: “Para que la escuela vuelva a la comunidad.” De años atrás la institución no se cierra y está abierta a la comunidad de domingo a domingo, atendiendo por ejemplo en el 2009 a más de 1.500 jóvenes y adultos en educación regular de lunes a viernes. Como parte del proyecto se han ofrecido cursos para el desarrollo productivo y el desarrollo humano en asocio con diversas entidades, y muchas familias han logrado montar su propia microempresa, aunque esta iniciativa ha decaído en los últimos años debido a la reglamentación vigente según la cual los recursos existentes solo se pueden invertir en la educación formal mas no en la educación productiva. Los microcentros y los comités de área: viejas estrategias renovadas día a día Cobran gran importancia para la formación democrática los órganos regulares del Gobierno Escolar, ampliados y con gran participación para favorecer la participación y el desarrollo de la autonomía. En el caso de los docentes se destacan dos órganos de participación que dependen del consejo académico. Uno es el microcentro donde se reúnen grupos de maestros por área: preescolar, primero y segundo y a partir de tercero los docentes por áreas, con un monitor elegido por los mismos docentes para animar las reuniones y el proceso de mejoramiento. Los microcentros se reúnen por periodo en una jornada pedagógica y como lo acuerda el consejo directivo cada año, conforme a la programación anual que resulta de la evaluación anual de las actividades. Allí los maestros hacen el análisis de las áreas, intercambian experiencias y metodologías que les dan resultados, elaboran materiales, como por ejemplo, la cartilla de emprendimiento recientemente elaborada por los docentes de los primeros grados. Otro de los mecanismos de participación docente son los comités de área conformados por los docentes de cada una de las áreas que se reúnen en la hora de desarrollo institucional. Los docentes de primaria permanecen seis horas y en la última hora hacen sus reuniones de comités de área, la secundaria hace dos reuniones a la semana. Los comités de área son espacios de reflexión pedagógica, de acción educativa, de planeación didáctica y de evaluación personal y grupal del alcance del proceso formativo. Las proyecciones, los compromisos, las realizaciones y la coordinación de estos espacios y de otras iniciativas de los grupos cabreristas se plasman y articulan en un proceso de comunicación – planeación liderado por el Comité de que aportaremos enseguida. El arte de la programación colectiva Teniendo en cuenta el volumen de información y la necesidad de coordinación que resulta del quehacer institucional hemos venido afinando un proceso de participación grupal, coordinación de acciones y socialización de resultados que inicia con la evaluación institucional de fin de año, a partir del cual los diferentes estamentos de la comunidad educativa proyectan de manera detallada las diferentes acciones a realizar en el calendario académico del siguiente año. La autoevaluación institucional incluye el análisis de debilidades, fortalezas y sugerencias, se lleva al consejo directivo para que adopte la propuesta de la autoevaluación, y a partir de lo que allí se defina se conforman los comités por cada uno de las áreas de gestión y se hace la evaluación del trabajo con participación de los padres de familia y de los estudiantes. Con esta autoevaluación y a partir de las iniciativas colectivas, el rector prepara la propuesta de plan operativo por áreas de gestión para el año siguiente y al iniciar las actividades se presenta al comité directivo y al consejo académico donde se debate y se enriquece. Se hace énfasis en que la misión y visión estén plasmadas en las diversas iniciativas. El calendario académico sirve para que cada estamento de la comunidad educativa proyecte y a la vez se entere de las programaciones mensuales de cada actividad institucional y de las áreas. A la vez, este calendario mensual se desarrolla en actividades semanales, con una planeación de lunes a domingo preparada por el comité directivo liderado por la rectoría de la Institución. A toda la comunidad educativa se le entrega por correo electrónico el calendario semanal de actividades de la semana y de desarrollos de la semana anterior, incluyendo las iniciativas de toda la comunidad educativa, el reporte de cumpleaños y las actividades sociales del plantel. Además se incluyen las resoluciones, novedades del sistema educativo y otros aspectos de interés. Se conjuga tanto el derecho del docente de tener el máximo de información sobre el quehacer institucional como el deber de estar enterado de los desarrollos institucionales Este medio electrónico de comunicación asume que todos los maestros, todos los directivos, y todos los docentes tienen actividades importantes que realizan a diario, que dichas actividades requieren coordinarse con otras, que se debe dejar constancia escrita de lo planeado y de lo realizado y que a lo largo de esta labor de sistematización también se aprende de la reflexión realizada. El papel del comité de directivos docentes Lo particular de la institución es que lo que se dice y se acuerda se programa y se hace. Todo queda en evidencias. Una vez se hace la programación anual, cada mes y cada semana el comité de directivos docentes se reúne para revisar, enriquecer y articular las diferentes actividades planeadas. Cada grupo en la institución que desarrolla una actividad grupo elabora su informe de acuerdo con unas pautas establecidas donde reporta y evalúa lo que ejecutó a partir de lo planeado y entrega evidencias de sus acciones para que queden en un archivo institucional bien organizado. El comité directivo docente (que hace las veces de comité de gestión de calidad), comparte una filosofía de gestión conjunta, de liderazgo múltiple o colectivo donde todos sus integrantes pueden y deben aportar. Las iniciativas que vayan tanto al consejo académico como al consejo directivo deben pasar por el Comité de directivos docentes. Cuando las iniciativas llegan a estas instancias nuevamente se discuten, de manera que prime la razón y la argumentación sobre la imposición, por ello no hay resistencias en las diversas iniciativas que adelantamos. El proyecto, la programación y la circular Cuando se elaboran los proyectos del año, se entrega al rector, quién hace una primera revisión y a su vez lo entrega al comité directivo docente donde nuevamente se analiza y si es del caso se enriquece. Una vez se aprueba, luego se ejecuta y se hace la evaluación de las actividades. Si se piensa replicar en los años siguientes, se retoman sugerencias de la comunidad educativa para la actividad futura. Con esta lógica, se programan por ejemplo las diferentes celebraciones institucionales, donde se programa la actividad y se le adjudican a los diferentes profesores las responsabilidades colectivas, teniendo en cuenta que estas celebraciones hacen parte de propósitos institucionales más amplios en donde todos deben participar. Mínimamente, se espera que para las celebraciones especiales en el director del curso coordine sus estudiantes, los acompañe a las actividades y programe luego diversos procesos formativos que articulen la actividad especial y los procesos de enseñanza aprendizaje en el aula. Parte de la rutina institucional contempla la entrega del proyecto, de la programación y de una circular para profesores detallando las indicaciones necesarias para su adecuada realización y articulación con otras iniciativas institucionales. Luego, se procura recoger evidencias de las actividades, socializarlas y organizarlas. Resultados e impacto del proceso de planeación Se ha logrado interiorizar en todos los docentes una cultura de la planeación responsable con unidad de criterios. Estamos lejos de un momento inicial donde algunos docentes se quejaban de que “ya somos notarios y hemos montado notarías”, en referencia a las planeaciones, coordinaciones y evidencias exigidas. Ahora todos comprendemos que si no se planea y no se tiene una evidencia, no se deja huella. Ahora hemos interiorizado un ciclo donde la acción se elabora, se planea, se confronta y se mejora, se ejecuta, se reflexiona y escribe y se archiva. Las principales ganancias de esta labor han sido: Organización y coordinación: todos conocemos donde se realizan las actividades, las cuales siguen los mismos lineamientos del estilo Cabrerista, Institucionalidad: con la fusión se asumió el reto de crear una sola organización y con este proceso se ganó unidad y unificación de criterios y acciones. Equidad: la planeación conjunta permite prevenir discriminación y diferencias inconscientes sobre una sede o un grupo docente, todo el quehacer se hace institucional. Todos conocemos lo que todos hacemos. Mejoramiento del clima institucional: el sistema de comunicación funciona como un sistema de reconocimientos donde se valora y se difunden las diversas iniciativas. Sentido de pertenencia: cuando se concerta antes de imponer, las personas trabajan mejor. Cuando se divulga y se reconoce lo realizado se fortalece también la identidad institucional.