No Se Quede Sin Salida. ¡Tenga su plan de escape!

No Se Quede Sin Salida. ¡Tenga su plan de escape!

No Se Quede Sin Salida. ¡Tenga su plan de escape!
En Estados Unidos, los Departamentos de Bomberos reciben llamadas de emergencia de casas
que se están incendiando cada 60 segundos. Peor aún, una persona muere cada tres horas a
causa de un incendio en el hogar. Por eso, es importante saber cómo reaccionar rápida y eficazmente, para que todos puedan salir sanos y salvos de un incendio. Un plan de escape puede
ayudarlo a usted y su familia a evacuar su hogar rápidamente, y puede salvar vidas.
Para desarrollar un plan de escape, siga estos pasos:
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Practique la evacuación de CADA cuarto en su hogar: Los mejores planes de escape
consisten en tener DOS rutas de escape de cada cuarto en el hogar. Cada cuarto debe tener
materiales y herramientas necesarias para combatir un incendio. Por ejemplo, los cuartos en los
segundos o terceros pisos de un hogar o departamento, o aquellos cuartos que tengan ventanas
altas, deben de siempre tener escaleras de cuerda. Escaleras tradicionales también deben ser
guardadas en cuartos con ventanas altas para facilitar la evacuación hacia techos de casas contiguas. Los planes de escape deben de ser practicados por lo menos una vez al mes de cada
cuarto del hogar, tanto en el día como durante la noche.
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Rejas de seguridad y candados requieren de atención y precauciones especiales:
Si usted tiene rejas de seguridad frente a sus puertas o ventanas, asegúrese de que tengan un
dispositivo de apertura rápida, y que todos en la familia sepan cómo abrirlas. Si también usa candados en puertas o ventanas, asegúrese de que todos en su familia sepan cómo abrirlos rápidamente, y que practiquen hacerlo cada mes.
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Evacúe su hogar inmediatamente: Apunte a alguien en su familia que llame al número
de emergencia 911 del hogar de un vecino, y evite entrar nuevamente al hogar una vez que esté
fuera. Haga una copia de documentos importantes, y guárdelos en un lugar seguro que no sea
su hogar, como una caja de seguridad en un banco, o el hogar de un familiar cercano.
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NUNCA abra una puerta que esté caliente al tocarla: Palpe puertas cerradas durante
un incendio para cerciorarse que no estén calientes al tacto. Use la parte superior de su mano,
y palpe la puerta de arriba a abajo. Después, toque la manija, y la apertura entre la puerta y el
marco de esta. Si la puerta está caliente, use la segunda ruta de escape para salir de ese cuarto.
Si la puerta no está caliente, use mucha precaución al abrirla. Péguese a la puerta y ábrala con
mucho cuidado. Si el calor y el humo entran rápidamente, cierre la puerta inmediatamente, y
asegúrese de cerrarla completamente. Use la segunda ruta de escape.
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Manténgase debajo del humo: Cuando un hogar se incendia, el humo asciende, lo cual
significa que el aire más seguro está debajo del humo. Un gran porcentaje de personas inhalan
humo y toxinas en el aire, y sucumben a sus efectos antes de ser quemados. Así que recuerde,
“El aire dañino sube, el aire sano se queda abajo. Manténgase debajo del humo y salga.”
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Una vez fuera, ¡Quédese Fuera!: Acuerden un punto de encuentro fuera del hogar, y
asegúrese que todos estén presentes. No olvide identificar este punto de encuentro con anterioridad. Este lugar debe ser específico y fácil de recordar y encontrar ya sea durante el día o durante
la noche. JAMÁS entre a un hogar en llamas, aún si alguien sigue adentro. Recuerde, los bomberos estarán ahí pronto.
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Instale detectores de humo dentro del hogar: Los detectores de humo son su primera defensa en contra de un incendio, siempre y cuando estén instalados de manera apropiada.
Las posibilidades de morir en un incendio se reducen en un 50% si un hogar tiene detectores de
humo que funcionan apropiadamente. Varios hogares no tienen los suficientes detectores de
humo que se necesitan para proteger a todas las personas que viven en estos. Para mantener a
su familia segura, recuerde los siguientes pasos. Asegúrese de instalar detectores de humo en
cada piso de su hogar y en cada recámara. Si su familia duerme con las puertas de sus habitaciones cerradas, instale detectores de humo en todos los pasillos. Cambie las pilas una vez al
año, y revise los detectores una vez al mes. Los detectores de humo SIEMPRE deben ser reemplazados cada diez años, aún si todavía parece que funcionan.