El edificio Príncipe de Donostia se convierte en uno de los primeros

Transcripción

El edificio Príncipe de Donostia se convierte en uno de los primeros
El edificio Príncipe de Donostia se convierte en uno de los
primeros edificios históricos que cuenta con aislamiento
térmico.
Se trata de uno de los primeros edificios de hormigón de Donostia y su
situación, en plena esquina de la calle Aldamar con el Paseo Nuevo, ha
contribuido a un desgaste importante debido a los continuos temporales.
Las obras de rehabilitación han durado casi un año y se ha necesitado de
profesionales artesanos debido a la complejidad de su fachada, siendo ésta
una de las que más ornamentaciones posee de la capital donostiarra.
En sus inicios fue un hotel. Luego pasó a tener un uso como teatro y en la
actualidad alberga viviendas particulares y los cines Príncipe que gestiona
SADE. Se trata del edifico situado en el número 7 de la calle Aldamar de
Donostia. Recientemente, dicho edificio presenta nueva cara tras una
rehabilitación estratégica debido a su deterioro. Su situación, en plena esquina
de la calle Aldamar con el Paseo Nuevo, ha contribuido a un desgaste
importante debido a los continuos temporales y el salitre del mar convirtiendo a
este tesoro arquitectónico en un elemento muy vulnerable. Las obras llevadas a
cabo por la empresa Kursaal Rehabilitaciones lo han convertido en uno de los
primeros edificios históricos que cuenta con aislamiento térmico. Para ello se
ha necesitado casi un año de trabajo y combinar técnicas de última generación
con trabajos artesanos debido a la complejidad de su fachada.
Uno de los primeros edificios de hormigón de Donostia
Este singular edificio es uno de los primeros construidos en Donostia a base de
hormigón. Su ubicación, en pleno litoral donostiarra, lo ha expuesto al azote de
temporales y el salitre del mar, le han provocado “cáncer del hormigón”. El
hormigón está armado mediante una estructura interna de acero que refuerza
dicho hormigón. Al quedar expuesto ese acero al salitre, se va oxidando y
expandiendo lo que provoca que reviente el hormigón. Esto es lo que se
conoce como “cáncer del hormigón” y está presente seguramente en la gran
mayoría de los edificios situados en el litoral de la ciudad siendo los más
perjudicados los del Paseo Salamanca. El trabajo de rehabilitación se ha
realizado por etapas siendo la primera el decapado y eliminación de las
actuaciones anteriores sobre la fachada que estaba revestida con pintura
fotoreticulante, es decir, una rehabilitación anterior inadecuada que no
transpira, lo que facilitaba más el desgaste. Se ha ido rehabilitando con
morteros tixotrópicos específicos y de última generación que consiguen con
menos grosor una mayor protección de la estructura interna.
Una gran innovación en este tipo de edificios históricos, ha sido la ejecución de
un aislamiento térmico exterior que lo protege del frío y lo hace más eficiente
energéticamente. Esto se ha realizado mediante técnicas específicas que
permiten reproducir el aspecto original del inmueble a base de piezas
cerámicas vidriadas una vez instalado el aislamiento.
Según Iñigo Arizpeleta, arquitecto que ha coordinado la rehabilitación, “ha sido
un gran reto poder encajar los sistemas con los acabados constructivos de la
propia fachada”.
El siguiente proceso ha consistido en la reconstrucción de las zonas singulares
siendo este el momento más difícil de la rehabilitación. Para ello se ha
necesitado la colaboración de profesionales artesanos que pueden llevar a
cabo una restauración compleja. Al ser este uno de los edificios más rico en
ornamentos de Donostia y al presentar tanto relieve y tantas formas y salientes
lo convierten en una fachada muy compleja de rehabilitar.
Técnicas artesanas de los romanos
El último proceso ha consistido en trabajos de alta decoración mediante
técnicas antiguas de pátinas para sombrear los ornamentos. Todos estos
trabajos han necesitado de procesos diseñados por la propia empresa Kursaal.
Es uno de los pocos edificios que cuenta con mosaicos y han tenido que ser
restaurados de manera muy artesanal. Los mosaicos se componen de piedritas
muy pequeñas, llamadas teselas, que hay que extraer con métodos artesanos
para luego colocarlas pieza a pieza. Se trata pues de una técnica antiquísima
que viene de la época de los romanos y que apenas ha evolucionado a día de
hoy.
El resultado un edificio con un gran carácter histórico que ya está listo para
resistir cualquier embate ofreciendo a sus inquilinos el confort de un edifico
moderno.
Para cualquier duda sobre el proceso de rehabilitación o si quieren ampliar más
información pueden dirigirse a: [email protected] o al teléfono
609491422.

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