la revolución rumana de 1989 - Institutul Revoluţiei Române din
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la revolución rumana de 1989 - Institutul Revoluţiei Române din
La revolución rumana de1989 IOAN SCURTU LA REVOLUCIÓN RUMANA DE 1989 1 Ioan Scurtu Traduccion: Alejandro Jose Sanz Arias 2 La revolución rumana de1989 IOAN SCURTU LA REVOLUCIÓN RUMANA DE 1989 Editura SITECH Craiova, 2010 3 Ioan Scurtu © 2010 Editura Sitech Craiova All rights reserved. This book is protected by copyright. No part of this book may be reproduced in any form or by any means, including photocopying or utilised any information storage and retrieval system without written permision from the copyright owner. Descripción CIP de la Biblioteca Nacional de Rumanía SCURTU, IOAN La revolución rumana de 1989 / prof. univ. Ion Scurtu Craiova: Editura Sitech, 2010 Bibliogr. Index. ISBN 978-606-11-0584-7 94(498)"1989.12.22" Editura SITECH Craiova, România Aleea Teatrului, nr. 2, Bloc T1, parter Tel/fax: 0251/414003 E-mail: [email protected] ISBN 978-606-11-0584-7 4 La revolución rumana de1989 ÍNDICE Algunas consideraciones entorno a la historiografía .................. 7 CAPÍTULO I CRISIS DEL RÉGIMEN SOCIALISTA TOTALITARIO Algunas presiciones necesarias................................................. 23 Evolución de la relación de fuerzas en el plano internacional.. 34 Las tentativas de Gorbachov para sacar al socialismo de la crisis .......................................................................................... 38 Situación de Rumania ............................................................... 45 CAPÍTULO II LA TEORÍA DEL DOMINÓ La fiebre de la primera mitad del año 1989 .............................. 79 El verano de los cambios decisivos........................................... 94 La caída del Muro de Berlín ................................................... 105 El XIV Congreso del Partido Comunista Rumano ..................116 Malta ....................................................................................... 134 5 Ioan Scurtu CAPÍTULO III LA REVOLUCIÓN RUMANA DE DICIEMBRE DE 1989 Los acontecimientos de Timişoara.......................................... 161 Bucarest, 21-22 de diciembre.................................................. 193 La instauración del nuevo poder ............................................. 207 CAPÍTULO IV BALANCE Y PERSPECTIVAS Cuatro decenios de historia ..................................................... 251 Del totalitarismo a la democracia............................................ 265 FIN.......................................................................................... 286 Ilustraciones........................................................................... 293 Índice de nombres ................................................................. 337 6 La revolución rumana de1989 Algunas consideraciones entorno a la historiografía El año 1989, que supuso un cambio fundamental en la historia de Europa, hizo que un número importante de politólogos, periodistas, políticos e historiadores se interesaran por él. Parece ser que a lo largo de los años se han publicado más de 4000 trabajos dedicados a los eventos de 1989, la mayoría de ellos de memorias, pero también algunas colecciones de documentos y síntesis. La revolución rumana ha recibido una atención especial, tanto en el propio país, como en el extranjero. Aunque en Rumanía no exista una evidencia completa de los libros que hayan tratado sobre el año 1989, creemos que su número sobrepasa los 500. El tema es inagotable, ya que una investigación sistemática no se inició hasta el año 2005, mediante el Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989. Los especialistas se mueven, desde varios puntos de vista, en un amplio campo de investigación, ya que el estudio impone la utilización de todas las fuentes, desde los archivos hasta la historia oral. A pesar de esto, hoy en día existe una sólida base para escribir la historia de la revolución rumana en su contexto internacional. Para la investigación histórica, los documentos de archivo resultan esenciales. Las disputas políticas registradas después de 1989 han tenido también su lado positivo: por decisión del Senado rumano se crearon dos comisiones de investigación de los eventos de diciembre de 1989. La primera funcionó entre 1990-1992, bajo la coordinación de Sergiu Nicolaescu1; la segunda, entre 1992-1996, y fue presidida por Valentin Gabrielescu2. Por supuesto que estos libros son sumamente importantes, pero la manera de seleccionar los documentos y, sobre todo, su interpretación, generó vivas polémicas. Es por eso que para los historiadores resulta fundamental estudiar por sí mismos los documentos de dichas comisiones (informes, declaraciones, entrevistas, cintas, etc.), que recogen los archivos del Senado. Una situación parecida encontramos en los Parquetes Militares que han reunido innumerables documentos, que los historiadores no pueden todavía estudiar por completo, ya que las investigaciones judiciales siguen abiertas. 7 Ioan Scurtu Otros documentos importantes se hallan en los archivos del Ministerio Nacional de la Defensa, el Consejo Nacional para la Investigación de los Archivos de la Securitate, el Ministerio de Asuntos Exteriores, los Archivos Nacionales Históricos Centrales (fondo C.C. de P.C.R.), de los cuales muy pocos se han publicado hasta la fecha. La reconstrucción de los eventos de 1989 será mucho más exacta después de la apertura de todos los archivos de Rumanía, así como de la Federación Rusa, EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Alemania, Polonia, Hungría, Chequia, Eslovaquia, etc. La legislación interna e internacional de los archivos dispone de ciertos plazos para el acceso a los documentos – entre los 30-50 años, en algunos casos llega hasta los 100 – pero existe la posibilidad de que éstos se reduzcan, mediante la autorización del creador o dueño del archivo. Por otro lado, cada estado defiende sus propios intereses y es difícil de suponer que los documentos provenientes de los servicios de inteligencia (sea americanos o rusos) serán puestos a disposición de los investigadores a corto plazo. De cierto valor documental resultan las imágenes grabadas por la Securitate o Miliţie, pero también las grabaciones realizadas por los aficionados, que sorprenden actividades públicas (reuniones, mítines), la actividad de ciertas personalidades, el aflujo de la muchedumbre hacia la zona central de las grandes ciudades, la toma de las sedes de las instituciones del partido y del estado, la conducta de los revolucionarios, del ejército y de las demás estructuras de represión. A esta misma categoría pertenecen las grabaciones audio, que reproducen las conversaciones entre distintos líderes políticos y militares, las órdenes y los informes recibidos, etc. Muchas de ellas se encuentran en los archivos de la radio y la televisión, aunque también en las colecciones de varios particulares. Su estudio está apenas comenzando y su detenido análisis revelará hechos inéditos, de una real importancia. El Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989 ha empezado a constituir, desde el 2006, un archivo propio de materiales que van desde los documentos escritos hasta las cintas vídeo y audio. De entre los documentos publicados, cabe destacar los emitidos por los órganos oficiales. Hasta el 22 de diciembre, subrayamos los estenogramas del Comité Político Ejecutivo, las conferencias con el activo del partido y del estado de Ceauşescu Nicolae, los decretos-ley firmados por el presidente de la Republica Socialista Rumanía, etc. Después del 20 de diciembre, los más 8 La revolución rumana de1989 destacables son los documentos de la revolución: la Proclamación del Frente Democrático Rumano de Timişoara, el Comunicado del Frente de la Salvación Nacional, los decretos adoptados por este nuevo órgano del poder de estado3. Muchos de ellos se publicaron en la prensa de la época, en el “Boletín (Monitor) oficial”, así como en varios trabajos y estudios. El extenso volumen de 605 páginas titulado Revoluţia română din decembrie 1989 retrăită prin documente şi mărturii [trad. La revolución rumana de diciembre de 1989 revivida a través de documentos y testimonios], que lleva la firma de Sava Constantin y Constantin Monac4, incluye la correspondencia diplomática, los informes, las notas informativas, síntesis de los órganos de información, los diarios de las acciones de lucha, grabaciones de la revolución, hechos relatados por los participantes (testigos oculares y personas que fueron directamente involucradas en los eventos). Otro volumen, obra de Preda Dumitru y Mihai Retegan, presenta el contexto internacional y la situación de Rumanía, tal como se hace constar en los informes de los diplomáticos rumanos acreditados en varias capitales europeas, así como en los EE.UU.5 También tienen valor documental las peticiones, manifiestos y folletos que se repartieron en los primeros días de la revolución, los cuales expresaban, de manera lacónica, estados de ánimo, ya sea desesperados, ya sea apasionados. Por ejemplo, uno de los helicópteros que se dirigía hacia el Comité Central del P.C.R. el día 22 de diciembre repartió hojas volantes, advirtiendo a la población sobre el peligro de la pérdida de la integridad territorial rumana. Ese mismo día, por la tarde, varios manifiestos anunciaban la “victoria” de la revolución y llamaban a la población “A las armas!” Los documentos entorno al juicio al que fueron sometidos Nicolae y Ceauşescu Elena preocupó a varios periodistas que publicaron los estenogramas6. El tema de la situación del matrimonio Ceauşescu en Târgovişte, así como las personas implicadas, constituyó el objeto de una detenida investigación llevada a cabo por Viorel Domenico7. Gracias al intenso trabajo del equipo coordinado por Miodrag Milin, se publicaron varios volúmenes del juicio de Timişoara, en contra de los culpables por la represión de los manifestantes; las informaciones que ofrecen son muy útiles para todos los que se interesan por la revolución rumana8. La prensa – hablada, escrita y electrónica constituye asimismo una fuente primordial para los historiadores, que deben tener en 9 Ioan Scurtu cuenta el carácter subjetivo y alarmista que ésta tiene, ya que está intentando, tanto transmitir información, como crear estados de ánimo y promover imágenes, que a veces contravienen a la realidad. En los días de la revolución de 1989, la prensa fue especialmente activa. Hasta el 22 de diciembre, el régimen de Bucarest había mantenido la prensa bajo un estricto control, intentando inocular la idea de que el pueblo estaba muy unido a su líder, Ceauşescu Nicolae para que, después de su caída, se refiriera a él como “el dictador criminal”, “el asesino de niños”, etc. El 22 de diciembre por la tarde apareció el primer periódico de la revolución, titulado Libertatea [trad. La libertad]. A partir de esa fecha, Scânteia [trad. La llama], que había sido el órgano C.C. del P.C.R. tomó el nombre de Scânteia poporului [trad. La llama del pueblo], para que, dos días después se convirtiera en Adevărul [trad. La verdad]. Órgano central del Frente de la Democracia y la Unidad Socialista, România liberă [trad. Rumanía libre] mantuvo su título y su forma gráfica, aunque se ajustó a las nuevas realidades, volviéndose cada vez más radical. Un fenómeno parecido ocurrió en los condados, donde los periódicos de los Comités del partido se proclamaron “independientes” y hasta “absolutamente independientes”. Sin embargo, a falta de una recopilación de todos los artículos que se escribieron en aquel periodo, es difícil identificar todos aquellos testimonios de muchos periodistas que cambiaron de golpe su opción política, convirtiéndose en los más virulentos críticos de Ceauşescu, después de haberlo adulado. Paradójicamente, se realizaron tales crestomacias de la prensa italiana9, estadounidense e inglesa10, que después de 1980 habían arremetido duramente contra el líder rumano, después de que en los años 70 del siglo XX le habían elogiado por su política independiente de Moscú. Otra fuente de interés para el estudio de los eventos de 1989 la constituyen los programas de radio y televisión. La imagen de Ceauşescu en el balcón del Comité Central el 21 de diciembre dio la vuelta al mundo. Además, la Televisión “libre” consiguió transmitir en directo la revolución. La facilitación de las transcripciones de las cintas de radio11 y TV12 de esos días, permite la reconstrucción de los eventos de Rumanía minuto a minuto. Los testimonios dan cuenta de la tensión y el dramatismo de aquellos momentos, del odio al régimen, de la solidaridad internacional. Tras un detenido análisis de los programas, se ha podido comprobar el alto grado de manipulación que en esos días tuvo 10 La revolución rumana de1989 consecuencias trágicas para la población y a veces para los militares, que cayeron víctimas de terroristas no identificados13. Las memorias son otra categoría de fuentes que los investigadores tienen que estudiar; su carácter subjetivo – cada persona narra los eventos según el papel que desempeñó en esos momentos –, hace que los investigadores tengan que comparar esas fuentes con otras más objetivas. De los líderes políticos internacionales, destaca Mihail Gorbaciov, cuyas memorias, justificando la perestroika, recurren a los discursos y entrevistas pronunciados por éste durante el periodo en que rigió los destinos de la Unión Soviética14. Aleksandr Iakovlev, uno de sus principales colaboradores, expuso sus opiniones en una conversación con Lilly Marcou15, al revelar la manera en la que se pensó que se podía salvar a la Unión Soviética. A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores, Eduard Şevardnadze, publicó un volumen de memorias titulado Mi opción16. Varios revolucionarios rumanos publicaron sus memorias, expresaron sus puntos de vista sobre los eventos, coleccionaron documentos que encargaron a la imprenta. Claudiu Iordache – uno de los líderes de la revolución de Timişoara, vicepresidente del Frente Democrático Rumano – publicó varios libros donde evocó los eventos de diciembre de 1989, el contexto en el que ocurrieron, el espíritu de sacrificio de los revolucionarios y la evolución de Rumanía a finales del siglo XX y principios del XXI17. Iliescu Ion – presidente del Consejo del Frente de la Salvación Nacional – se confirmó como uno de los más prolíficos a la hora de presentar detalladamente la revolución rumana, analizada dentro del contexto general de la historia rumana y de la evolución de los juegos de poder a nivel internacional, del proceso de globalización, especialmente a finales del siglo XX, así como de las perspectivas de los individuos en la era postindustrial18. Dumitru Mazilu – primer vicepresidente del Consejo del F.S.N. – publicó varios libros de memorias, donde ilustró puntos de vista muy diferentes (desde la “revolución robada” a la “revolución auténtica”)19. Petre Roman – miembro del Consejo del F.S.N., a la vez que el primer jefe del gobierno rumano después de la revolución – expresó sus ideas en dos libros, al hacer hincapié en su lucha por la democracia20. El antiguo estalinista Silviu Brucan, que se había convertido en uno de los oponentes del régimen Ceauşescu, así como en “ideólogo” de la revolución, publicó sus memorias en dos libros, que llevan unos 11 Ioan Scurtu sugerentes subtítulos Generaţia irosită [trad. La generación perdida] y Între două revoluţii [trad. Entre dos revoluciones]21. Dos de los miembros del Consejo del F.S.N., Alexandru Bârlădeanu (ex vicepresidente del Consejo de Ministros) y Mănescu Corneliu (ex ministro de Asuntos Exteriores) recordaron sus experiencias durante las entrevistas con Lavinoa Betea22. El director y actor Sergiu Nicolaescu, miembro del Consejo del F.S.N. del 22 de diciembre de 1989, llevó a cabo una impresionante labor de documentación, al utilizar además de su propia experiencia de participante en la revolución, los materiales de la Comisión senatorial que presidió. A base de estos documentos, publicó varios trabajos importantes, muy útiles para la reconstrucción de los eventos de diciembre de 198923. Los sucesos de la Televisión Rumana, sobre todo los del Estudio 4, que transmitió en vivo la revolución, fueron relatados por Teodor Brateş, el que coordinara los programas seguidos por millones de espectadores en Rumanía y en todo el mundo24. Otros revolucionarios conocidos – como Lorin Fortuna o Gelu Voican-Voiculescu – concedieron entrevistas y publicaron artículos sobre los eventos que vivieron, algunos de ellos recopilados en colecciones de testimonios25. Para el estudio de los eventos de Timişoara, resultan de interés los trabajos de Costel Balint26, Gheorghe Secheşan27, Titus Suciu28, Mariana Cernicova29, Marius Mioc30. Los eventos de la radio fueron presentados por varios trabajadores de esta institución, en el trabajo Timpul care a învins teama. Decembrie 1989-Decembrie 2007 [trad. El tiempo que venció el medio. Diciembre de 1989-Diciembre de 2007]31. De los generales que desempeñaron un papel importante en diciembre de 1989 destacan Victor Atanasie Stănculescu y Guşă Ştefan. Los dos expresaron sus puntos de vista en algunas entrevistas publicadas en los periódicos, así como en trabajos individuales. Stănculescu, en una amplia conversación con Dinu Săraru32, mientras que la actividad de Guşă Ştefan fue recogida por su hija, quien salvaguardó sus proclamaciones de aquellos días, las entrevistas concedidas, su declaración como testigo en el “juicio de Timişoara”, su audiencia en la Comisión senatorial para la investigación de los eventos de diciembre de 1989; como resultado, diez años después de la muerte del general, se publicó Condamnat la adevăr [trad. Condenado a la verdad]33. Un interesante libro de memorias publicó el vicealmirante (r) Ştefan Dunu, jefe del servicio de inteligencia de las Informaciones Militares34. 12 La revolución rumana de1989 Algunos de los ex líderes comunistas, relacionados con el juicio C.P.Ex. (Comité Político Ejecutivo) escribieron sus memorias. Destacan Popescu Dumitru35, Silviu Curticeanu36, Ion Coman37, personas próximas a Ceauşescu en diciembre de 1989, que ofrecieron elementos interesantes en cuanto a la manera de actuar del líder rumano, así como al estado de ánimo existente al nivel más alto de poder de Rumanía. Varios oficiales de la Securitate – condenados por su involucración en la represión de los revolucionarios – publicaron sus memorias. Entre ellos, Teodorescu Filip38 y Tinu Radu39, que hicieron referencia sobre todo a las acciones de algunos agentes extranjeros infiltrados entre los manifestantes de Timişoara. Para reconstruir los eventos recientes, la historia oral juega un papel muy importante, así como los relatos de los testigos: evidentemente, tales grabaciones tienen que ser analizadas con objetividad, al saber que, normalmente, existe la tentación subjetiva de exagerar los méritos propios y de ocultar los momentos inconvenientes (por ejemplo, es difícil de suponer que un comandante militar reconozca haber dado por su cuenta la orden de abrir el fuego sobre los manifestantes, o que un director de cárcel admita haber torturado a los reclusos; asimismo, no creo que alguien de los miles de manifestantes que entraron en el Comité Central reconozca haber devastado los ficheros o haber robado objetos personales pertenecientes a los ex altos cargos). El autor de este trabajo ha mantenido largas conversaciones con los revolucionarios (él mismo un “testigo” de los eventos de Bucarest), pero también con personas que habían ocupado cargos importantes hasta el 22 de diciembre de 1989 y después de esa fecha, que aprovechará para señalar en las páginas a seguir. Además de estas fuentes, los historiadores disponen de varios trabajos, que a pesar de no haber sido escritos por especialistas, ofrecen una cierta base documental y expresan puntos de vista interesantes. Hay varios tipos de consideraciones que los distintos documentos apoyan. Lo más frecuente, la política o la opción política de las autoridades después de 1989, ha tenido un papel fundamental. Ruxandra Cesereanu, en un interesante libro titulado Decembrie 1989. Deconstrucţia unei revoluţii [trad. Diciembre de 1989. La deconstrucción de una revolución]40, hizo una clasificación de las interpretaciones de este evento: 1) Los intérpretes de la revolución pura (los puristas) que a su vez se clasifican en dos tipos: los puristas 13 Ioan Scurtu revolucionarios y los puristas oportunistas – que sostienen la tesis de la “simple” revolución; 2) Los intérpretes de la teoría de la conspiración, que se dividen en dos categorías, unos de ellos haciendo hincapié en la conspiración externa, y los otros en la conspiración interna – el golpe de estado; 3) los intérpretes tipo “cóctel” que sostienen la existencia de un híbrido entre una revolución combinada con el golpe interno de estado y la conspiración externa. Muchos periodistas, escritores, críticos literarios, no resistieron la tentación de escribir sobre la revolución de diciembre de 1989. Un interesante libro fue firmado por Vartan Arachelian sobre los “personajes” de la revolución41, a través de la transcripción de las conversaciones que éste había mantenido con ciertos personajes en una programación de radio de mucho éxito, titulada “Ante ustedes”. A su vez, Alex Mihai Stoenescu reprodujo las conversaciones con varios participantes a los eventos de diciembre de 198942. Un lugar especial fue asignado a Virgil Măgureanu43. El mismo autor, Alex Mihai Stoenescu redactó un amplio trabajo sobre los golpes de estado en Rumanía, dedicando dos partes (de hecho, dos grandes volúmenes) a la “revolución” (entre comillas), al considerarla una “tragedia rumana”44. El crítico literario Mihai Ungheanu se interesó por si la revolución había sido una “guerra civil instrumentada”45, el periodista Nestor Rateş advirtió sobre “una revolución enredada”46, mientras que el periodista Radu Portocală llegó a la conclusión de que había sido un “golpe de estado”47. El embajador francés Jean-Marie Le Breton fue más prudente en sus afirmaciones, al incurrir sobre todo en el final de Ceauşescu Nicolae48. De los politólogos que analizaron la revolución rumana de diciembre de 1989, considerándola una de las transformaciones registradas en Europa Central y del Sureste, a la vez que una parte de la crisis del comunismo en general, destacan Vladimir Tismăneanu49, Stelian Tănase50, Lavinia Betea51, Pop Adrian52. Pocos historiadores se han atrevido a tocar el tema, debido sobre todo a la escasez de las fuentes y a la agresividad del factor político, que intentaron imponer una visión interesada sobre los eventos de diciembre de 1989. La mayoría prefirieron contemplar la disputa pública y mantenerse al margen, a la espera de que se calmaran los espíritus y, ante todo, abrieran los archivos. Esta posición es, sin duda, honorable, pero tiene un inconveniente muy grande: el dejar paso a la manifestación de personas que no son especialistas, sin replicarles, de modo que los “formadores de 14 La revolución rumana de1989 opinión” consiguieron imponer muchas veces sus puntos de vista sumamente subjetivos. El historiador del siglo XXI tiene que aparecer en escena y presentar sus argumentos, que se basan en una crítica formal de las fuentes. Con el paso del tiempo, a medida que vayan abriendo los archivos, el historiador podrá multiplicar o comprobar sus conclusiones, pero lo hará cada vez como un auténtico profesional. Un primer trabajo, publicado en menos de un año después de la revolución fue el iniciado y coordinado por Scurtu Ioan53. El mismo autor coordinó una amplia monografía sobre las estructuras políticas en Europa Central y del Sureste54, al ser analizados los eventos de 1989 por Teodora Stănescu-Stanciu y Scurtu Georgiana-Margareta. Un intenso trabajo que versó especialmente sobre las acciones de Timişoara desarrolló Miodrag Milin, que publicó varios libros, algunos de ellos con un marcado acento documental, otros con una visión más general sobre la revolución55. Los historiadores militares han sido también muy activos, al realizar bajo la coordianción del general Costache Codrescu un trabajo sobre el ejército durante la revolución (dos ediciones)56. Asimismo, Sava Constantin y Constantin Monac dedicaron una atención especial a la actividad del ejército, pero también trataron sobre los eventos de 1989 en su conjunto57. De entre los trabajos de síntesis, mencionamos el de Florin Constantiniu, O istorie sinceră a poporului român [trad. Una historia sincera del pueblo rumano], que apareció por primera vez en 1997 y tuvo varias ediciones. La fundación del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989 por decisión de la ley del 14 de diciembre de 2004 permitió el desarrollo de un nuevo campo de investigación para la historiografía rumana, así como la creación de un foro de debate para la investigación científica y de publicación de los estudios y trabajos elaborados. Bajo el patrocinio de este instituto, Scurtu Ioan redactó un libro de 362 páginas sobre la revolución rumana y su contexto europeo58. El conocido historiador Alesandru Duţu es el autor de una amplia cronología de la revolución rumana, que se enmarca en el cuadro general europeo y hasta mundial (el trabajo comienza con el día 25 de octubre/ 7 de noviembre de 1917, cuando el Partida Comunista bolchevique tomó el poder en Rusia y se cierra con el 25 de diciembre de 1991, con la desintegración de la Unión Soviética y la caída del régimen comunista)59. Bajo la coordinación del dr. Alexandru Oşca, se publicó el libro 1989 – an decisiv în istoria 15 Ioan Scurtu Europei [trad. 1989 – un año decisivo en la historia de Europa], que incluyó las ponencias y comunicaciones presentadas durante el simposio internacional organizado por el Instituto de la Revolución en octubre de 200760. En el 2009, se publicó un libro de Mihai Iacobescu, sobre la Perestroika y los rumanos del espacio soviético61. A su vez, Corneliu Vlad escribió un interesante libro sobre la “reconciliación“62. A partir del año 2005, el Instituto edita la revista “Clio 1989”, que publica estudios, documentos, memorias, fichas bibliográficas, notas, reseñas. Desde el mismo año aparecen “Caietele Revoluţiei” [trad. “Los cuadernos de la revolución”], que se centran en la actividad presente del Instituto, en los que se publican documentos, memorias, evocaciones, notas de lectura, etc. Varios historiadores extranjeros se interesaron por la revolución rumana, al realizar algunos de ellos trabajos de cierto valor. Destacamos las contribuciones de Anneli Ute Gabanyi – que analiza los cambios de sistema de Europa del Este, con una especial atención a Rumanía63; Katherine Vardery – una visión sobre todo teorética de la crisis del socialismo y los eventos a seguir64, o Peter Siani-Davies – sobre la revolución rumana65. A su vez, Georges Castellan, en su síntesis sobre el pueblo rumano, dedica varias páginas a la revolución de 198966. Igualmente útiles resultan los trabajos que se enfocan en el estudio de los regímenes comunistas de Europa Central y del Sureste, en la historia del continente en general, con referencias a la situación de Rumanía67. Una mención aparte merece la aportación del historiador americano Peter Gross, que se interesó por el papel de la mass media en la democratización de los países de Europa del Este68, dedicando una atención especial a la prensa de Rumanía. Nuestro trabajo se fundamenta en las fuentes disponibles en este momento, en la bibliografía accesible, al intentar presentar – a través de una visión unitaria y coherente – la crisis del régimen socialistatotalitario (comunista) de Europa, el fracaso al intentar reformarlo, las evoluciones del año 1989, las revoluciones y sus consecuencias. Rumanía se sitúa en el centro de nuestras preocupaciones, con su complejidad que en 1989 llamó la atención del mundo entero, algo único en la larga historia de los rumanos. Aunque hablemos de una revolución victoriosa, no perderemos de vista lo que hubo de bueno antes de 1989, así como no encubriremos losposteriores desengaños. Es la obligación de cualquier historiador mirar e interpretar críticamente cada evento, con sus luces y sus sombras, sine ira et studio. Es mi deber agradecer a todos los que me han apoyado para que 16 La revolución rumana de1989 pudiera sacar adelante este proyecto: mi esposa, Scurtu Paula y mis hijos, Scurtu Georgiana-Margareta y Scurtu Ioan Alexandru. Agradezco asimismo al dr. Corneliu Mihail Lungu, director general de los Archivos Nacionales, a los archivistas Moraru Camelia y Moraru Constantin, al coronel Popa Constantin, director general del Museo Nacional Militar, a mis colegas del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989 (Claudia Iordache, Gelu Voican Voiculescu, Viorel Domenico, Alexandru Oşca, Gheorghe Neacşu), al señor Lorin Fortuna, así como a los generales Constantin Olteanu y Nicoale Spiroiu, al vicealmirante (r) Dinu – quien, en más de una ocasión, tuvo intervenciones muy interesantes en las conferencias mensuales del I.R.R.D. Una mención especial merecen los académicos Dan Berindei y Giurescu C. Dinu, el profesor Dumitru Mazilu, por sus reseñas llenas de sustancia, sus observaciones y sugerencias que me han ayudado a enmendar el texto del manuscrito. Traducción: Oana Andreia Sâmbrian-Toma NOTAS 1. Cartea Revoluţiei Române din Decembrie 1989 (El libro de la Revolución rumana de diciembre de 1989), Bucarest, Editorial Ion Cristoiu, 1999. 2. Lovitura de stat a confiscat revoluţia română (El golpe de estado se apderó de la revolución rumana), segunda edición, Bucarest, Editorial Omega Press, 1996 3. Algunas se publicaron en los „Cuadernos de la Revolución” y en la revista „Clio 1989", ambas editadas por el Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989 4. Bucarest, Editorial Axioma, 2001 5. 1989 Principiul dominoului. Prăbuşirea regimurilor comuniste europene. Documente (1989 El principio del dominó. La caída de los regímenes comunistas europeos), Bucarest, Editorial de la Fundación Cultural Rumana, 2000 6. Véase Manole Auneanu (bajo redacción), El juicio de la familia Ceauşescu, 25 de diciembre de 1989. El estenograma integral y la cinta vídeo, Bucarest, Editorial Excelsior, 1991. 7. După execuţie a nins (Después de la ejecución, nevó), Bucarest, Editorial Militar, 1992; Idem, Ceauşescu en Târgovişte. 22 - 25 de diciembre de 1989, Bucarest, Editorial Ion Cristoiu, 1999 8. Documente '89. Procesul de la Timişoara (Documentos '89. El juicio de Timişoara), vol. I şi II, Timişoara, Editorial de la Fundación Académica Cívica, 2004; voi. HI, Timişoara, Editorial Mirton, 2005; voi. IV, Timişoara, Editorial Mirton, 2006; voi V,. Timişoara, Editorial Mirton, 2007; voi. VI, Timişoara, Asociación de la Memoria de la Revolución, 2008 9. Decembrie '89 în presa italiană. Reportaje, interviuri, comentarii Selecţie 17 Ioan Scurtu de texte şi note Nicolae Luca (Diciembre '89 en la prensa italiana. Reportajes, entrevistas, comentarios. Selección de textos y notas Nicoale Luca), Bucarest, Editorial Sempre, 1999 10. Revoluţia română văzută de ziarişti americani şi englezi (La revolución rumana vista por los periodistas americanos e ingleses), Bucarest, Editura Evenimentul (Editorial El evento), 1991 11. E un început în tot sfârşitul... Culegere selectivă din programele radiodifuzate în zilele de 17-25 decembrie 1989 (En todo fin hay un comienzo... Colección selectiva de los programas de radiodifusión de los días 17-25 de diciembre de 1989), Bucarest, Sociedad Rumana de Radiodifusión, 1998; Timişoara en los archivos „Europa libre". 17—20 de diciembre de 1989. Coordinador Miodrag Milin, Bucarest, Fundación Académica Cívica, 1999 12. Revoluţia Română în direct (La revolución rumana en directo). Coordinador Mihai Tatulici, Bucarest, 1990 13. Minciuni mass-media. Sub redacţia lui Gerald de Selys (Las mentiras de mass media. Bajo la redacción de Gerald de Selys). Traducción Dan Elena, Bucarest, Editorial Scripta, 1992 14. Memorii (Memorias). Traducción de Radu Pontbriandt. Ediţción Dan Petre, Bucarest, Editorial Nemira, 1994 15. Ce vrem să facem din Uniunea Sovietică. Convorbire cu Lilly Marcou (Qué queremos hacer con la Unión Soviética. Conversación con Lilly Marcou) Traducción de Grigoriu Lander, Bucarest, Editorial Humanitas, 1991 16. Opţiunea mea (Mi opción). Traducción del ruso de Constantinescu Virgil, Bucarest, Editura Presa Naţională (Editorial Prensa Nacional), 2003 17. Isus s-a născut la Timişoara. Decembrie '89 (Jesús nació en Timişoara. Diciembre '89), Timişoara, Editorial Helicon, 1994; România pierdută (Rumanía perdida), Bucarest, Editorial Irini, 1995; Singur între români (Solo entre rumanos), Bucarest, Editorial Irini, 1997; O Românie de câştigat sau o naţiune în descompunere (Una Rumanía por ganar o una nación en proceso de desintegración), Bucarest, Editorial Irini, 2006 18. Revoluţia Română (La revolución rumana), Bucarest, Presa Naţională, 2001; Revoluţia trăită. Stenograma convorbirii cu membrii Comisiei Senatoriale pentru cercetarea evenimentelor din decembrie 1989 (La revolución vivida. El estenograma de las conversaciones con los miembros de la Comisión senatorial para la investigación de los acontecimientos de diciembre de 1989), Bucarest, Editura Publicaţiilor pentru Străinătate (Editorial de las Publicaciones para el Extranjero), 1995; Revoluţie şi reformă (Revolución y reforma), Bucarest, Editura Enciclopedică (Editorial Enciclopédica), 1994; Marele şoc din finalul unui secol scurt. Iliescu Ion în dialog cu Vladimir lîsmăneanu (El gran trastorno al finald e un siglo corto. Iliescu Ion en diálogo con Vladimir lîsmăneanu), Bucarest, Editura Enciclopedică (Editorial Enciclopédica), 2004 19. De la totalitarism la libertate. Revoluţia furată. Memoriu pentru ţara mea (Del totalitarismo a la libertad. La revolución robada. Manifiesto para mi país), Bucarest, Editorial Cozia, 1991; Dumitru Mazilu în dialog cu Popa Vasile. Calvarul virtuţii (Dumitru Mazilu en diálogo con Popa Vasile), Timişoara, Editorial Aura, 2002 20. Libertatea ca datorie (La libertad como deber), Cluj-Napoca, Editorial Dacia, 1994; Faţă în faţă cu Petre Roman. 9 convorbiri cu Vartan Arachelian (Cara a cara con Petre Roman. Nueve conversaciones con Vartan Arachelian), Bucarest, Editura Cartea Românească (Editorial El libro rumano), 1996 21. Generaţia irosită. Memorii (La generación perdida. Memorias), Bucarest, 18 La revolución rumana de1989 Editoriales Univers y Calistrat Hogaş, 1992; De la capitalism la socialism şi retur. O biografie între două revoluţii (Del capitalismo al socialismo y de vuelta otra vez. Una biografía entre dos revoluciones). Edición dirigida por Alexandru Singer, Bucarestureşti, Editorial Nemira, 1998 22. Alexandru Bârlădeanu despre Dej, Ceauşescu şi Hiescu. Convorbiri (Alexandru Bârlădeanu sobre Dej, Ceauşescu y Hiescu. Conversaciones), Bucarest, Editura Evenimentul Românesc (Editorial El evento rumano), 1997; Convorbiri neterminate. Mănescu Corneliu în dialog cu Lavinia Betea (Conversaciones sin acabar. Mănescu Corneliu en diálogo con Lavinia Betea), Iaşi, Editorial Polirom, 2001 23. Revoluţia. începutul adevărului. Un raport personal (La revolución. El comienzo de la verdad. Un informe personal), Bucarest, Editorial Topaz, 1995; Cartea Revoluţiei Române. Decembrie '89 (El libro de la revolución rumana. Diciembre '89), Bucarest, Editorial Ion Cristoiu, 1999; Lupta pentru putere, decembrie '89 (La lucha por el poder, diciembre '89), Bucarest, Editorial AII, 2005 24. Explozia unei clipe. 22 decembrie 1989. O zi în studioul 4 (La explosión de un instante. 22 de diciembre de 1989. Un día en el estudio 4), Bucarest, Editorial Scripta, 1992; Trilogia Revoluţiei Române în direct. Câteva zile dintr-o viaţă. 22—24 decembrie 1989 (La trilogía de la revolución rumana en vivo. Algunos días de una vida), 3 voi., Bucarest, Editura Economistul (Editorial El economista), 2004 25. D. Marcu, Moartea Ceauşeştilor dezvăluită de Gelu Voican-Voiculescu şi Victor Atanasie Stănculescu (La muerte de los Ceauşescu revelada por Gelu VoicanVoiculescu y Victor Atanasie Stănculescu), Bucarest, Editorial Excelsior, 1991 26. 1989. Timişoara în decembrie (1989. Timişoara en diciembre), Editorial Helicon, 1992; 1989 – Legiunea Revoluţiei Timişoara (1989 – La legión de la revolución), Timişoara, Editorial Brumar, 2005 27. Timişoara, 17 după 16 (Timişoara, 17 después del 16), Timişoara. Editorial Artpress, 2006 28. Reportaj cu sufletul la gură (Traseele Revoluţiei) (Reportaje con el corazón en la boca), Timişoara, Editorial Facla, 1990; Lumea bună a balconului (La gente bien del balcón), Bucarest, Editorial IRRD, 2008 29. Noi suntem poporul (Timişoara, decembrie 1989) (Nosotros somos el pueblo Timişoara, diciembre de 1989), Reşiţa, Editorial Inter Graf, 2004 30. Revoluţia din Timişoara aşa cum a fost (La revolución de Timişoara tal como ocurrió), Timişoara, Editorial Brumar, 1997; Revoluţia din 1989 pe scurt (Breve historia de la revolución de 1989), Timişoara, Editorial Artpress, 2006 31. Edición de Puşa Roth, Bucarest, Editorial Ars Longa, 2008 32. Dinu Săraru în dialog cu Victor Atanasie Stănculescu. Generalul Revoluţiei cu piciorul în ghips. Interviu — fişe pentru un posibil roman (Dinu Săraru en diálogo con Victor Atanasie Stănculescu. El General de la revolución de la pierna escaloyada. Entrevista – fichas para un posible rumano), Bucarest, Editorial RAO, 2005 33. Guşă-Drăgan Daniela Veronica, Condamnat la adevăr. Generalul Guşă Ştefan (Condenado a la verdad. El general Guşă Ştefan), Bucarest, Editorial RAO, 2004 34. Viceamiralul (r) Ştefan Dinu, Condamnat la discreţie (El vicealmirante (r) Ştefan Dinu, Condenado a la discreción), Bucarest, Editorial Nerverland, 2009 35. Un fost lider comunist se destăinuie. Am fost şi cioplitor de himere. Convorbire realizată de Ion Tecşa, ziarist (Un ex líder comunista se confiesa. También fui forjador de quimeras. Conversación realizada por Ion Tecşa, periodista), 19 Ioan Scurtu Bucarest, Editorial Expres, 1994; Eclipsă în cetatea soarelui (Eclipse), Bucureşti, Editura Globus, 1996. 36. Mărturia unei istorii trăite. Imagini suprapuse (La confesión de una historia vivida. Imágenes sobrepuestas), Bucarest, Editorial Albatros, 2000 37. Omul se duce, faptele rămân. Istoria însă le va analiza (El hombre se va, sus hechos se quedan. Pero la historia los analizará). Bucarest, Editura Meditaţii (Editorial Meditaciones), 2007 38. Un risc asumat. Timişoara, decembrie 1989 (Un riesgo asumido. Timişoara, diciembre de 1989), Bucarest, Editura Viitorul Românesc (Editorial El futuro rumano), 1992 39. Timişoara... no comment, Bucarest, Editorial PALO, f.a. 40. Iaşi, Editorial Polirom, 2004 41. În faţa Dumneavoastră. Revoluţia şi personajele sale (Delante de ustedes. La revolución y sus personajes), Bucarest, Editorial Nemira, 1998 42. Interviuri despre revoluţie (Entrevistas sobre la revolución), Bucarest, Editorial RAO, 2004 43. De la regimul comunist la regimul Eiescu. Virgil Măgureanu în dialog cu Alex Mihai Stoenescu (Del régimen comunista al régimen Eiescu. Virgil Măgureanu en diálogo con Alex Mihai Stoenescu), Bucarest Editorial RAO, 2008 44. Istoria loviturilor de stat în România. „Revoluţia din decembrie 1989" — o tragedie românească, (La historia de los golpes de estado en Rumanía. „La revolución de diciembre de 1989" — una tragedia rumana) voi. 4, partes I y Ii-a, Bucarest, Editorial RAO, 2004 y 2005 45. Un război civil regizat (Redefinirea revoluţiei) (Una guerra civil instrumentada. La redefinición de la revolución), Bucarest, Editorial Romcartexim, 1997 46. România: revoluţia încâlcită (Rumanía: la revolución enredada), Bucarest, Editura Litera (Editorial Letra), 1994 47. România — autopsia unei lovituri de stat: ţara în care a triumfat minciuna (Rumanía – autopsia de un golpe de estado: el país donde triunfó el engaño), Sibiu, Editorial Continent, 1991 48. Sfârşitul lui Ceauşescu: istoria unei revoluţii (El final de Ceauşescu: historia de una revolución), Bucarest, Editorial Cavallioti, 1997 49. Ghilotina de scrum. Despre nevroze şi revoluţii (La guillotina de cenizas. Sobre nevrosis y revoluciones), Timişoara, Editura de Vest (Editorial de Oeste), 1992; Stalinism pentru eternitate. O istorie politică a comunismului românesc (Estalinismo para la eternidad. Una historia política del comunismo rumano), Iaşi, Editorial Polirom, 2005 50. Miracolul revoluţiei: o istorie politică a căderii regimului comunist (El milagro de la revolución: una historia política de la caída del régimen comunista), Bucarest, Editorial Humanitas, 1999 51. Psihologie politică. Individ, lider, mulţime în regimul comunist (Psicología política. Individuo, líder, multitud en el régimen comunista), Iaşi, Editorial Polirom, 2001 52. Tentaţia tranziţiei. O istorie a prăbuşirii comunismului în Europa (La tentación de la transición. Una historia de la caída del comunismo en Europa), Bucarest, Editorial Corint, 2002 53. Sfârşitul dictaturii. Bucureşti. 21-25 decembrie 1989 (El final de la dictadura. Bucarest. 21-25 de diciembre de 1989), Craiova, Editorial Clio, 1990 54. Structuri politice în Europa Centrală şi de Sud-Est (1918 — 2001) 20 La revolución rumana de1989 (Estructuras políticas en Europa Central y del Sureste), 2 voi., Bucarest, Editura Fundaţiei Culturale Române (Editorial de la Fundación Cultural Rumana), 2003; el trabajo tiene también una versión inglesa, que se publicó el mismo año en la misma editorial. 55. Timişoara în arhivele „Europei Libere". 17—20 decembrie 1989 (Timişoara en los archivos de „Europa Libre". 17—20 de diciembre de 1989), Timişoara, 1990; Timişoara în revoluţie şi după (Timişoara en revolución y después), Timişoara, 1997 56. Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la revolución de diciembre de 1989). Coordinado por Costache Codrescu, Bucarest, Editorial Militar, 1998; ed. aii-a, 1998 57. Adevărul despre Decembrie 1989. Conspiraţie. Diversiune. Revoluţie (La verdad sobre diciembre de 1989. Conspiración. Diversión. Revolución), Bucarest, Editorial Forum, 1999 58. Revoluţia Română din Decembrie 1989 în context European (La revolución rumana de diciembre de 1989 en contexto europeo), Bucarest, Editura Enciclopedică (Editorial Enciclopédica) y Editura Institutului Revoluţiei Române din Decembrie 1989 (Editorial del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989), 2006 (edicion en lengua francesa - 2008 e inglesa - 2009). 59. Alesandru Duţu, Revoluţia din decembrie 1989. Cronologie (La revolución de diciembre de 1989. Cronología), Bucarest, Editorial IRRD, 2006 60. 1989 - an decisiv în istoria Europei (1989 – año fundamental en la historia de Europa), coordinado por Alexandru Osca, Cluj-Napoca, Editorial Mega, 2008. 61. Descătuşarea (1985-1991). Perestroika, Revoluţia din Decembrie 1989 şi românii din imperiul sovietic (El desencadenamiento (1985-1991). La perestroika, la revolución de diciembre de 1989 y los rumanos del imperio soviético), Iaşi, Editorial Junimea, 2009. 62. Corneliu Vlad, Reconcilierea (La reconciliación), Bucarest, Editura Institutului Revoluţiei Române din Decembrie 1989 (Editorial del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989), Bucarest, 2009. 63. Revoluţia neterminată (La revolución sin acabar), Bucarest, Editura Fundaţiei Culturale Române (Editorial de la Fundación Cultural Rumana), 1999 64. Socialismul. Ce a fost şi ce urmează (El socialismo. Lo que hubo y lo que sigue), Iaşi, Institutul European (Instituto Europeo), 2003. 65. The Romanian Revolution of December 1989, London, 2005; la edición rumana se publicó en la Editorial Humanitas en el 2006 66. Histoire du peuple Roumain, Paris, Edition Armeline, 2002 67. Joseph Rothschild, Istoria politică a Europei Centrale şi de Sud-Est după al Doilea Război Mondial (La historia política de Europa Central y del Sureste después de la segunda guerra mundial), segunda edición. Traducción de Mihnea Columbeanu, Bucarest, 1997; Jean-Francois Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste din 1945 până în zilele noastre (La historia comparada de los países comunistas desde 1945 hasta nuestros días). Traducción de Silvia Albişteanu y Anca Zbârcea, Iaşi, Editorial Polirom, 1998; Istoria secolului XX. în căutarea unei noi lumi (La historia del siglo XX. A la búsqueda de un nuevo mundo). Bajo la redacción de: Serge Bernstein y Pierre Milza. Traducción de Marius Ioan, Bucarest, Editorial AU, 1998; Jean-Marie Le Breton, Europa Centrală şi Orientală între 1917 şi 1990 (Europa Central y Oriental entre 1917-1990), Bucarest, Editorial Cavallioti, 1996; Jean-Michel Gaillard y Anthony Rowley, Istoria continentului european. De la 1850 până la 21 Ioan Scurtu sfârşitul secolului al XX-lea (La historia del continente europeo. Desde 1850 hasta el final del siglo XX), Bucarest, Editorial Cartier, 2001 68. Peter Gross, Mass media şi democraţia în ţările Europei de Est (La mass media y la democratización de los países de Europa del Este ), Iaşi, Editorial Polirom, 2004 22 La revolución rumana de1989 CAPÍTULO I CRISIS DE LOS REGÍMENES SOCIALISTAS TOTALITARIOS 1. ALGUNAS PRECISIONES NECESARIAS En 1989 y después de esta fecha, se ha consagrado al vocabulario corriente la idea de que los Estados miembros del Tratado de Varsovia eran comunistas. Se desprende de esta afirmación que 1989 es el año de la caída del comunismo en Europa. Esta terminología ha sido empleada por los politólogos, periodistas y los políticos occidentales, y fue impuesta más tarde en Rumania como una verdad incuestionable. Mussolini, el régimen alemán con Hitler a su cabeza, el régimen español con Franco, o también la Rumania de Antonescu. Una afirmación que se prolongó desde los años 60 durante decenios, y que todavía está presente a comienzos del siglo XXI. Sin embargo, numerosos historiadores y políticos, que han estudiado estos regímenes exhaustivamente, han llegado a la conclusión de que hay entre estos sistemas diferencias substanciales que imponen que sean tratados cada uno de forma diferente. Ciertamente se apoyaron sobre un partido político poderoso y llegaron al poder a través de elecciones(Italia, Alemania), pero otros lo hicieron a través de una guerra civil (España) y otros debido a una catástrofe nacional (pérdida territorial) como Rumania. Es verdad que se apoyaron en la Iglesia, aunque algunos no dieron importancia a la religión. También es cierto que promovieron la intolerancia contra las minorías nacionales, llegando algunos a encaminarse en pos de su eliminación, destacando el caso de los judíos y el Holocausto. Pero un análisis en mayor profundidad muestra que hay diferentas tanto en los matices como en le fondo, tanto en el método como en la forma de estos regímenes, considerados largo tiempo como fascistas. Una terminología más compleja y más próxima a la esencia de estos regímenes está entrando en el circuito científico en los últimos años: regímenes fascistas, regímenes nacional-socialistas, regímenes corporativistas, régimen de dictadura militar, régimen autoritario, etc. No ha habido aún un debate profundo sobre los regímenes 23 Ioan Scurtu políticos de la Unión Soviética y los otros Estados que han tenido partidos comunistas dirigiéndolos. Entonces la terminología empleada es imprecisa y a veces contradictoria. Vamos a mostrar la manera en la cual lo han utilizado la mayoría de los politólogos renombrados, cuyos estudios han sido publicados en el volumen Las Revoluciones de 1989. Entre el pasado y el futuro1. Daniel Chirot profesor en la Universidad de Washington emplea las expresiones: “los regímenes socialistas”, “el fin del socialismo”, las economías socialistas”, “las estructuras económicas comunistas”, “inconvenientes del socialismo”, “el modelo leninista-estalinista”, “la instauración del comunismo”, “los errores bien conocidos del socialismo”, “la caída del comunismo”, “el sistema socialista”, “el sistema comunista”. Catherine Verdery, profesora de la Universidad de Michigan, se refiere en sus estudios al “socialismo de estado”, “colapso del socialismo”, “socialismo de tipo soviético”, “sociedades socialistas europeas”, “la fragilidad del socialismo”, “la producción socialista”, “países socialistas”, “el derrumbamiento del socialismo”, “caída del socialismo”, gobiernos socialistas”, “economías socialistas”, “sistemas socialistas”, “Estados socialistas”. Timothy Garton Ash, profesor de la Universidad de Oxford, emplea las expresiones siguientes: “socialismo”, “totalitarismo”, “estalinismo”, “socialismo real”, “sistema de tipo soviético”, “Estados comunistas”. Jeffrey C. Isaac, profesor de la Universidad de Indiana, escribe: “regímenes leninistas”, “gobiernos comunistas”. Como si quisiera ganar la confianza de todos los autores, Vladimir Tismaneanu, coordinador del volumen, utiliza una gama de conceptos como: “regímenes socialistas de Estado”, “la caída del comunismo”, “los sistemas leninistas”, “la experiencia socialista”, “las instituciones leninistas”. Al ver todos estos ejemplos, es fácil señalar que no hay todavía un punto de vista claramente aceptado cuando se trata de definir los regímenes existentes en estos Estados donde los partidos comunistas que estuvieron en el poder. Todo debate debe partir teniendo como base los documentos y la realidad concreta, y la utilización de los mismos procedimientos que para el estudio de otros periodos históricos. Las fuentes deben aparecer en primer lugar. Es bien sabido que una inscripción del siglo I, un documento del siglo XVI o del siglo XIX, suscitan vivas discusiones, los especialistas estudian atentamente su contenido, y las circunstancias históricas en las que el documento fue elaborado, se 24 La revolución rumana de1989 analiza el soporte en que fue realizado, el tipo de dirección utilizada, las formas de las letras, etc. En el caso de los documentos provenientes de los partidos comunistas y de los órganos de Estado, lo más frecuente, es que no sean invocados, ni citados en su forma original, al contrario, son reemplazados por fórmulas hechas y aceptadas por los analistas, politólogos, políticos, historiadores, etc. Y conviene señalar, que en los documentos de los partidos provenientes de la Unión Soviética, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, RDA (República Democrática Alemana), Yugoslavia, Polonia, Rumania, pero también en los de China, Cuba, Vietnam del Norte, República de Corea del Norte, no contienen jamás la afirmación de que el régimen político de su Estado sea comunista. Ningún líder político, absolutamente ninguno, jamás sostuvo que su país vivía dentro del comunismo, lo más que llegaron a decir era que buscaban edificar “la mejor sociedad y la más justa del mundo” Sin embargo las fórmulas que jamás han pronunciado y las afirmaciones que jamás han hecho son justamente las que se les atribuyen. Un desgraciado precedente parecido existe ya en Rumania, cuando al régimen de Antonescu (1941-1944) se le calificó de fascista. En verdad, no hay documentos oficiales que usen esta nomenclatura y el mismo Ion Antonescu declaró continuas veces, que no era un régimen fascista aunque copiara las maneras del “Duce” Mussolini, primer promotor de este tipo de régimen. Pero hay un importante grupo de historiadores que han calificado al régimen de Antonescu de fascista. Había en esta época una consigna política- venida de Moscú y dirigida por el PCR (Partido Comunista Rumano) - que ciertos historiadores la han servido con mucho celo, falsificando documentos de la época e introduciendo modos fascistas en los discursos de Antonescu y en la legislación que él había adoptado, aunque nada de esto jamás fue pronunciado ni escrito por los dirigentes del estado rumano de 1941-1944. Podemos citar como ejemplo el libro titulado Contribuţii la studierea regimului politic din România. Septembrie 1940 - august 1944 (Contribuciones al estudio político de Rumania. Septiembre de 1940 - agosto 1944) de Mihai Fătu. El autor recurre en sus argumentaciones a las consideraciones en los documentos del PCR y a las exposiciones de Ceauşescu Nicolae, pero también a los discursos pronunciados por el fiscal durante el proceso a Antonescu: «Todavía está dentro de nuestro pensamiento el valor moral de una mención realizada al principio del Proceso de la Gran Traición Nacional de 1946 por el fiscal principal del Tribunal del Pueblo, Vaste 25 Ioan Scurtu Stoian: “Estudiando los crímenes de régimen que ha servido al pueblo rumano durante 4 años, la instrucción se ha esforzado en no dejarse llevar por la indignación. Hicimos desaparecer las humillaciones, el sufrimiento del pueblo, hemos reflexionado sobre las consecuencias de que una nación entera sufre hoy, a fin de examinar y de exponer los hechos con toda objetividad”»2. Un proceso considerado de primera con la denominación de “la Gran Traición Nacional” en el que las sentencias venían establecidas de antemano desde Moscú, no puede ser objetivo. Los argumentos de Fătu son descalificantes para un historiador. A lo largo de las 368 páginas de este libro, el autor utiliza numerosas citas, pero cuando Antonescu Ion o Antonescu Mihai caracterizaban su régimen de septiembre 1941 – agosto 1944, los términos, las palabras fueron remplazadas bien por puntos suspensivos, como por cambios introducidos por “el historiador” usando términos como fascista, militar-fascista, hitleriano. La comparación en sí misma era forzada, visto el número extremadamente reducido de posibilidades que se dan a la opinión pública para caracterizar el régimen dirigido por Antonescu, por causa de la censura y de la obligación impuesta a los historiadores de orientarse basándose en las consideraciones contenidas en los documentos del PCR Hubo en esta misma época investigadores, como A.Simion, que ha rehusado formular conclusiones en base a los documentos de la época e incluir dentro del contexto de la 2ª Guerra Mundial al régimen de Antonescu, para mostrar evoluciones significativas y contradictorias, o dicho de otro modo, a eliminar la aproximación lineal y en un solo registro de la materia en cuestión. Teniendo en cuenta esta desgraciada experiencia historiográfica, es necesario no recurrir más, en el caso del régimen político de 19481989 en Rumania, a estas fórmulas preestablecidas, sino que al contrario, debe ser un debate libre el que tenga lugar dentro de una sociedad democrática, acabando en conclusiones argumentadas y sosteniendo puntos de vista documentados. Algunos sostienen que el nombre del régimen comunista viene de hecho dado porque los países respectivos fueron conducidos por partidos comunistas. Esta afirmación no es válida totalmente, teniendo en cuenta que un régimen político no se puede definir exclusivamente por el partido que se encuentra en el poder. Si nos fijamos por ejemplo en el caso rumano de entreguerras, tendremos que admitir que hubo en este país un régimen liberal y otro nacional-campesino (cuando el Partido Nacional Liberal y el Partido Nacional Campesino estuvieron respectivamente en el poder). Siguiendo esta lógica deberíamos decir 26 La revolución rumana de1989 que Rumania tuvo un régimen popular durante el periodo que dirigió el Partido del Pueblo (1920-1921, 1926-1927) pero nadie sería capaz de afirmar esto. Igualmente no hay ninguna apelación encontrada para el régimen político de los gobiernos de coalición (1919-1920, 1927) o el gobierno que se apoyó sobre un partido (1931-32) declarado de “unión nacional”. Ningún historiador denominó a los regímenes políticos de entreguerras en función del partido que estuviera en el poder, entre otras cosas porque en Rumania hubo numerosísimos cambios de gobierno (26 gobiernos se sucedieron entre 1918-1938). Los historiadores estiman unánimemente que en el periodo de 1918 a 1938 existió un régimen democrático, parlamentario y constitucional, basado en numerosos partidos políticos alternándose en el poder. Por consiguiente, el “cliché” partido en el poder = régimen político “no es adecuado”, solo es una fórmula simplista y por tanto errónea. Incluso podemos invocar el hecho de que analizándolo así, no podríamos aplicarlo al caso de los partidos comunistas. Para empezar, conviene señalar que los partidos de estos Estados jamás se autodeterminaron comunistas. Han portado este título los partidos de la Unión Soviética (1917), Checoslovaquia (1921), Bulgaria (1948). En Rumania el partido en el poder de 1948-1965 se denominaba Partido Obrero Rumano (PRM). Volvió a denominarse en 1965 Partido Comunista Rumano (PCR) en recuerdo del título que portó en 1922 (inicialmente en 1921 se llamó Partido Socialista-Comunista). En Polonia, el partido que estuvo a la cabeza del país se denominaba Partido Obrero Unido Polaco, en Hungría- Partido Obrero Socialista Húngaro, en la RDA- Partido Socialista Unido de Alemania, en Yugoslavia- la Unión de los Comunistas de Yugoslavia, en Albania- el Partido del Trabajo de Albania. Falta analizar las razones por las que hubo esta variedad de denominaciones, cuando todos declaraban que se basaban en las teorías leninistas-marxistas. Habría que prestar atención a la tradición de cada país, el contexto histórico particular, algunos eventos que han marcado la evolución de estos países, etc. Es un tema que debería ser analizado por los historiadores, y no deberían utilizar hablando de los partidos los nombres genéricos que ni siquiera tenían, sino tratar de explicar su diversidad y su significación. Partiendo del hecho que los partidos que estaban en el poder en la Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia, RDA, Hungría, Rumania, Yugoslavia, Bulgaria y Albania tenían la misma base ideológica y que se proponían los mismos objetivos- edificar el socialismo y el comunismo en estos países- la denominación genérica de partido 27 Ioan Scurtu comunista quizás se podría admitir, pero no por ello se puede reemplazar la denominación real. Otro elemento que no se puede olvidar es la denominación de los Estados en cuestión, que presenta también ciertas especificaciones. A partir de 1948, Bulgaria, Yugoslavia, Albania y Rumania toman el calificativo de Repúblicas Populares. La parte oriental de Alemania tomó el nombre de República Democrática. El régimen político era caracterizado por “ser un régimen democrático popular”. Era una fórmula pleonástica, porque demos (democrático) significa el pueblo; se dijo que fue utilizado para distinguir este régimen de los otras democracias (que existían en la época del esclavismo o las democracias burguesas)3. Posteriormente Checoslovaquia, Yugoslavia, Albania y Rumania tomaron el nombre de República Socialista. El nombre completo de la Unión Soviética es el de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (a partir de 1922). En 1989 la situación era la siguiente: 5-repúblicas socialistas, 2-repúblicas populares, 1- república democrática. Como se pude remarcar, ninguno de estos países se denominaba república comunista mientras que se les llamó así desde 1989. No se trata de un elemento formal sino de un elemento fundamental, que vale la pena ser analizado particularmente, e igualmente resulta muy interesante encontrar las motivaciones de esta diversidad. Los líderes de estos países conocían muy bien la definición de Karl Marx, según la cual la sociedad comunista se caracterizaría por una abundancia de bienes materiales y espirituales que permitirían atender totalmente las necesidades del hombre: “cada uno según su trabajo, cada uno según sus necesidades”. Es bien sabido que finalmente nada de esto se realizó en ningún país de los denominados comunistas. Por el contrario, un deterioro de la situación económica, material, con graves consecuencias sobre el nivel de vida de la población fue registrada notablemente a partir de finales de los años 70 del siglo XX. Es entonces cuando llegan en determinados países, caso de Rumania, la introducción del ticket de racionamiento. Esta medida concernía a los principales bienes de consumo. Por otro lado desde el punto de vista espiritual, la existencia de la censura, del control ideológico sobre la educación, la ciencia y la cultura han limitado enormemente la libertad de expresión artística e intelectual. La imposibilidad de tener opción política, las restricciones impuestas por el régimen afectaron gravemente a la necesidad del ser humano de manifestarse libremente en el espacio público. Conscientes de esta realidad, los dirigentes de estos países 28 La revolución rumana de1989 lanzaron el eslogan de que “el comunismo era el sueño de oro de la humanidad”, o de otra forma dicho un ideal alejado que debía ser perseguido a través de los esfuerzos y los sacrificios que las generaciones presentes debían realizar para el bienestar de sus hijos y de sus nietos. Serían ellos los que vivirán en el comunismo. Era una perspectiva justificativa, desde la óptica de los líderes de estos partidos, la privación a la que los ciudadanos eran sometidos: la historia les reservaba un lugar para llegar a la cima de la colina, donde encontrarían la luminosidad del comunismo. Habían creado así una nueva religión, la del trabajo y el sacrificio por el colectivo que tendía a reemplazar al cristianismo. La fe cristiana desarrolla la idea de que la abstinencia y el sufrimiento en este mundo serían recompensados en el Otro Mundo, que será eterno. El paraíso está allí con sus ríos de leche y miel, con sus aves que deleitarán las almas de los fieles. La nueva religión, la del comunismo como puerto lejano y último de la felicidad, buscaba difuminar no solamente la realidad, sino también la teoría de Marx, relativa a la sociedad en la cual cada uno obtendría todo lo que desease, “según sus necesidades”. En realidad, una sociedad que sería capaz de satisfacer semejantes deseos no existió jamás, ni existirá, teniendo en cuenta que los deseos, las aspiraciones, las pretensiones, las necesidades de las gentes aumentan de una generación a otra en progresión geométrica. Daremos algunos ejemplos: en 1900, el propietario de un automóvil era una persona acomodada y extravagante; en 2006 el automóvil se convirtió en una necesidad y en un bien común, y no son raros los casos en los que en una misma familia, cada miembro posee su propio coche; en cambio al ver un coche ninguna persona se impresiona en nuestros días, únicamente su marca y su potencia medida en caballos, podría despertar el interés de algunos. En los años 30 del siglo anterior el televisor era una cosa rara, una curiosidad técnica, y actualmente es un objeto común, una necesidad instalada en numerosas familias- en todas las habitaciones incluida la cocina. El ordenador podría ser otro ejemplo: en los años 50 era un objeto nada común, y para el año 2000 se convirtió en un útil que todo funcionario, empresario, intelectual, y obrero necesita de forma irreversible. Hoy en día, en 2006 aún los niños de 5 ó 6 años sienten la necesidad de utilizar el ordenador, de navegar sobre internet y lo hacen como verdaderos expertos. Ejemplos parecidos podríamos dar para demostrar hasta que punto fueron utópicas las teorías de Karl Marx. Los que sostienen que los regímenes comunistas habrían existido en los Estados miembros del Tratado de Varsovia, y también 29 Ioan Scurtu en Albania, Yugoslavia o que existen todavía en China, Vietnam en Corea del Norte y en Cuba, utilizan un argumento irresistible: la existencia de la propiedad comunal (colectivista) sobre los medios de producción (industria, bancos, fábricas, terrenos agrícolas, etc.). En realidad, más allá de fórmulas teóricas así transmitidas, los obreros no fueron, -no han tenido el sentimiento -, los propietarios de las fábricas en que trabajaban, como los campesinos corporativistas no creían que la tierra les pertenecía. Fue una propiedad administrada por el aparato del partido y del Estado, que imponía las normas de trabajo, la cantidad y la calidad de las materias primas, el desarrollo del proceso tecnológico, las características del producto final, su mercado y su precio. El eslogan según el cual el pueblo era “dueño” de su suerte, propietario de todos los bienes materiales y espirituales era completamente falso. Los sucesos de 1989 han demostrado claramente que los trabajadores y campesinos eran hostiles a la propiedad comunal que no consideraban como suya. Volviendo al terreno del análisis de documentos de la época, conviene hacer notar que para caracterizar el régimen político de un país, es necesario analizar su Constitución, que establece la estructura de poder y la manera de ejercerlo. Más allá del carácter puramente formal, declarativo de derechos y libertades democráticos, lo que merece ser recordado es el hecho que en todas las constituciones de los países citados, el régimen de estado se consideraba como estado socialista. Ninguna de las constituciones, sin excepción, de la URSS, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, RDA, Polonia, Rumania, Hungría menciona que el régimen de estos países sea comunista. Podemos citar como ejemplo la Constitución de la República Socialista de Rumania, votada en agosto de 1965, en cuyo artículo 2º se precisa: “En estrecha unión, la clase obrera, clase dirigente de la sociedad, los campesinos, los intelectuales y las otras categorías de trabajadores, sin distinción de nacionalidad, edifican la sociedad socialista, creando las condiciones para el paso al comunismo”4. Menciones similares existen también en las leyes fundamentales de otros de los Estados considerados. Otro tipo de documentos que necesita un análisis atento son aquellos que provienen de la propia dirección de estos partidos. Desde el punto de vista del estado de desarrollo de la sociedad en los años 80 del siglo XX los partidos comunistas de Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, RDA, Hungría y Yugoslavia constituían una sociedad socialista desarrollada. En Rumania se adoptó en 1974, El Programa del Partido Comunista Rumano sobre la edificación de la sociedad 30 La revolución rumana de1989 socialista desarrollada multilateralmente y sobre la progresión de Rumania hacia el comunismo5, el cual mencionaba: “En concordancia con las nuevas condiciones él (el Programa) establece los objetivos fundamentales de la próxima etapa en la historia de la Rumania socialista”. Este documento contiene numerosas consideraciones como ésta: “en las condiciones de la edificación de la sociedad socialista desarrollada multilateralmente, se aceleran la realización de algunos de los principios de la fase comunista superior”. Y reitera los principios formulados por Karl Marx y culminaba con la siguiente conclusión: “El comunismo supone que se logre un alto nivel de las fuerzas de producción, sobre las bases de las conquistas más recientes de la ciencia y la técnica, la garantía de una producción de bienes materiales, de satisfacer plenamente todas las necesidades, determinadas de manera científica, de la población”. El periodo del proceso estaba estimado de 20 a 25 años, lo que significaba que no se lograría hasta después del año 2000, en el mejor de los casos, el paso a la edificación de la sociedad comunista. En la Unión Soviética, Nikita Sergéyevich Jrushchov y Leonid Ilich Brézhnev llegaron a sostener que su país había acabado la etapa socialista y que comenzaban a construir la sociedad comunista. Mijaíl Gorbachov renunció a semejantes declaraciones de triunfalismo y consideró que el socialismo estaba en crisis y que había que realizar reformas, mediante la glasnost y la perestroika. Él jamás se refirió a reformar el comunismo y jamás afirmó que la Unión Soviética fuera un estado comunista. Un análisis de los documentos elaborados por los partidos que dirigían estos países muestra claramente que ninguno de ellos, absolutamente ninguno consideraba que se encontraba a la cabeza de un país comunista, o que estaban en camino de construir la sociedad comunista. Ningún líder de Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Yugoslavia, Rumania, Polonia, RDA, Hungría o la URSS, afirmaría que el régimen político de su país hubiese sido comunista. Se afirmó que Mijaíl Gorbachov intentó reformar el régimen comunista a través de la perestroika y la glasnost . En realidad, Gorbachov nunca se refirió a la reforma del comunismo. En diciembre de 1988 declaró: “Nos preocupamos actualmente, al más alto nivel, en la edificación de un estado socialista de derecho”6. Y el mismo Gorbachov afirmó en febrero de 1989: “buscamos actualmente encontrar una modalidad menos dolorosa, quizás, un medio óptimo de dar un rostro más humano al socialismo”7. Por consiguiente el PCUS no consideraba tras 7 decenios en el poder, 31 Ioan Scurtu que iban a asegurar la entrada de la Rusia (de la Unión) soviética en la vía del comunismo. La expresión “en diciembre de 1981 fue derribado el régimen comunista en Rumania” es corrientemente empleada, pero nosotros podemos mostrar el informe presentado en el XIV Congreso del PCR en noviembre de 1989 por Ceauşescu Nicolae, secretario general del PCR, estimando que este congreso marcaba el paso de Rumania a una nueva etapa de desarrollo: “La realización de la fase superior del Programa de edificación de la sociedad desarrollada multilateralmente y la creación de las condiciones necesarias a la puesta en marcha de los principios comunistas de trabajo y de vida”8. El momento del paso a la edificación del comunismo estaba mucho más alejado de lo que se había establecido en 1974. El Programa – directiva adoptada en el Congreso- prevenía el desarrollo micro-social de Rumania hasta los años 2000-2010 “en vistas de cumplir sin falta el programa de edificación de la sociedad socialista desarrollada multilateralmente y la progresión de Rumania hacia el comunismo”. O dicho de otra forma, menos de un mes antes de la Revolución de Diciembre, Ceauşescu Nicolae consideraba que Rumania se encontraba en la etapa de la sociedad socialista desarrollada multilateralmente, y la posibilidad de dar el paso para la realización de los “principios comunistas” debía aparecer después de 2010. Sin embargo numerosos políticos, periodistas, politólogos e historiadores no han vacilado en afirmar que diciembre de 1989 marcó la caída del régimen comunista en Rumania. Si Ceauşescu saliese de su tumba y supiese como definen el régimen a cuya cabeza él estuvo, regresaría tranquilamente, convencido de que no hablaban de él. Un análisis exhaustivo de la situación concreta en los países dirigidos por los partidos comunistas, muestra que de hecho no realizaron “el sueño dorado de la humanidad” anunciado por Karl Marx. Estos partidos tomaron las teorías marxistas-leninistas y han realizado: la liquidación de la sociedad burguesa fundada en la propiedad privada sobre los medios de producción y la creación de la “propiedad socialista”; la supresión de las clases sociales y la liquidación de las viejas élites; la homogenización de la sociedad en vista de constituir “el pueblo único de los trabajadores”; el gobierno de un partido único que aplica “la dictadura del proletariado” (esta denominación fue reemplazada a partir de los años 70 del siglo pasado por “democracia revolucionaria”), el control ideológico de la educación, de la ciencia y la cultura; la imposición de un modelo único de existencia para cada ciudadano considerado como un 32 La revolución rumana de1989 pequeño tornillo en el gran engranaje de la sociedad socialista. En un régimen tal, en el que el partido comunista se consideraba como “el centro vital de la nación” y la única autoridad para gobernar, en la que todo derecho del ciudadano a una opción libre, democrática, era anulada, era a pesar del eslogan según el cual “el socialismo se construye con el pueblo, para el pueblo”, un régimen totalitario. Como en el curso de la historia ha habido muchos tipos de regímenes totalitarios, consideramos que la denominación más correcta para los Estados de Europa Central y del Sudeste, en los que el poder fue ostentado por partidos comunistas, sería la de regímenes socialistas totalitarios. Socialista- porque es lo que resulta de todos los textos oficiales del periodo analizado y un historiador no tiene derecho de hacer abstracciones de los documentos, y reemplazar los términos para proponer su propio esquema teórico. Igualmente un historiador no puede caer en la trampa de los eslóganes coetáneos, ni en los posteriores, sino que debe analizar la manera concreta en el cual el régimen en cuestión actuaba. Este análisis conduce a la conclusión de que fueron regímenes totalitarios, donde el ciudadano estaba obligado a someterse sin ninguna reserva y oposición a las directivas de los que pretendían representar totalmente “al pueblo”. Todos los mecanismos de poder pertenecían al partido-estado, y toda oposición era sancionada de manera draconiana. Durante un régimen así cientos de miles, incluso millones de personas, son eliminadas por el simple motivo de que su opción era diferente de la oficial. La introducción del sintagma “socialismo totalitario” en el circuito científico encuentra, por supuesto, una oposición real, teniendo en cuenta el hecho que hay regímenes socialistas que existían y existen todavía en muchos Estados (Italia, España, Francia, Grecia) que respetan la democracia, el pluralismo, las elecciones libres, la economía de mercado y la propiedad privada. Establecer una asociación de ideas entre el socialismo y el totalitarismo hará crear una reacción de repulsa. Por la misma razón, en el caso del socialismo de los años 70 y 80 del siglo XX, que abandonó la vía internacional por la nacional, se evitó la denominación de socialismo nacional para que no se asociara al nacional-socialismo de Adolf Hitler. Creemos que para evitar semejantes asociaciones de ideas, no es necesario sacrificar el contenido del régimen de los países que han tenido partidos comunistas a su cabeza, y por el contrario es posible llegar a explicar lo mejor posible los términos. Mientras, que las conclusiones generalmente aceptadas no han sido todavía formuladas, vamos a utilizar en nuestra obra la denominación de regímenes 33 Ioan Scurtu socialistas-totalitarios; pero no vamos a refutar continuamente la consideración según la cual era un régimen comunista. El lector tiene la posibilidad de juzgar la mesura de una y otra definición y cual es la más adecuada al régimen político de estos países e incluso al del caso rumano. 2. EVOLUCIÓN DE LA RELACIÓN DE FUERZAS EN EL PLANO INTERNACIONAL Durante la 2ª Guerra Mundial, las principales potencias aliadas (los Estados Unidos de América, la Gran Bretaña y la URSS) llegaron a un acuerdo en lo que concernía a las esferas de influencia. Winston Churchill y Franklin Delano Roosevelt estaban de acuerdo para que Iósif Visariónovich Stalin tuviera la “preponderancia” en los estados fronterizos con la URSS. El más “generoso” fue el primer ministro británico porque su país, que era una potencia marítima, necesitaba a Grecia para poder controlar el Mediterráneo. Él no olvidó escribir en sus memorias, que en 1944 en su visita a Moscú, él tomó la iniciativa al proponer a Stalin un acuerdo basado en porcentajes: “el momento era propicio para estos quehaceres así que le dije: “vamos a resolver el problema concerniente a los Balcanes. Partiendo de la base de que nosotros tenemos allí intereses, misiones, agentes. No queremos llegar a objetivos contrarios en cuestiones menores. En lo que concierne a Gran Bretaña y Rusia podríamos dar una predominancia del 90% en Rumania para ustedes, otra del 90% en Grecia para nosotros y en Yugoslavia un 50%”- Mientras se hacía la traducción yo escribí sobre un papel: Rumania: Rusia 90%; los otros 10%; Grecia: Gran Bretaña (de acuerdo con los Estados Unidos) 90%; Rusia 10%; Yugoslavia 50% para los dos; Hungría también 50%; Bulgaria: Rusia 75%; los otros 25%. Le pasé el papel a Stalin, que trataba de entender la traducción. Hubo un pequeño silencio. Después él tomó su bolígrafo azul e hizo una gran señal de aprobación y nos lo devolvió. Todo fue establecido en un intervalo de tiempo más breve que el necesario para ponerlo por escrito”9. Stalin supo especular con el desacuerdo de los occidentales, imponiendo su propio criterio al margen de los porcentajes establecidos, en Polonia, Bulgaria y Hungría. En Yugoslavia, el Partido Comunista dirigido por Josip Broz Tito, organizó y dirigió la lucha frente a la ocupación alemana, el régimen de tipo soviético se convirtió en una realidad sin tener que recurrir al Ejército Rojo. Una 34 La revolución rumana de1989 situación similar se registró en Albania, donde el movimiento de resistencia a la ocupación italiana fue dirigido por el Partido Comunista que tenía a Enver Hoxha (Hodja) como máximo responsable. Posteriormente, los países aliados determinaron una fórmula de partición de Alemania que fue realizado en los acuerdos de Postdam; en la zona de ocupación soviética Stalin impondrá su propio régimen. Igualmente en Checoslovaquia donde el Partido Comunista tenía una cierta, porque había sido un partido parlamentario entreguerras, adoptó el mismo tipo de régimen. Los líderes de los Estados occidentales no reconocieron que ellos hubieran participado en el reparto de esferas de influencia, sino al contrario buscaron acreditar la idea del respeto a la voluntad de los pueblos, defendiendo las formas democráticas frente a todo gobierno no representativo etc. Cuando la situación en la zona de influencia soviética se hizo evidente, Winston Churchill lanzó acusaciones contra Moscú. En su discurso pronunciado en Fulton (Missouri, Estados Unidos de América) el 5 de marzo de 1946 dijo que un “muro de hierro” caía sobre Europa, desde el mar Báltico a Trieste, en el Mediterráneo, y que los soviéticos que no admiraban otra cosa que la fuerza eran los culpables. Al margen de las debilidades o del oportunismo de algunos líderes políticos, destaca la relación de fuerzas establecida al final de la 2º Guerra Mundial, cuando la URSS se convirtió en la primera potencia europea y en la segunda mundial. En estas condiciones, los líderes europeos temían que la URSS tratase de dominar el continente entero, razón por la que han sacrificaron los pueblos del Centro y del Sur-Este de Europa afín de salvar al Oeste. Esta relación de fuerzas se mantuvo durante 3 largos decenios, Occidente respetó la esfera soviética sin intervenciones, incluso cuando Hungría en 1956 o los checos en 1968 intentaron liberarse y forzar su propio camino evolutivo… A finales, de los años 70 del siglo XX, la economía mundial estaba entrando en la era post-industrial, donde la electrónica y la informática tomarían el rol decisivo. Todos se adaptaron a esta revolución tecnológica, los EUA, el Japón, la RFA, y los otros Estados han conocido un desarrollo económico acelerado. Los países socialistas, con una economía centralizadora, mantenían el tipo de evolución clásica, específica del siglo XIX, fundada en el carbón, el acero y el petróleo. La disminución de las reservas de materias primas y particularmente, la crisis provocada tras el aumento del precio del petróleo provocado por los países miembros de la OPEP 35 Ioan Scurtu (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en 1973, tuvo fuertes repercusiones en las economías de estos países. El aumento de interés de los créditos firmados con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y por el Banco Mundial, pero sobre todo la utilización de los Estados occidentales, EUA el primero, de los mecanismos financieros para ejercer presiones sobre el régimen de Bucarest a fin de que se respetasen los derechos del Hombre han determinado a Ceauşescu a decidir en 1980 satisfacer rápidamente la deuda externa contraída por el Estado rumano. Esta política conduciría al agotamiento de la economía nacional, con consecuencias sociales extremadamente graves. Un elemento no menos importante es el paso de la humanidad, a principios de los años 80 del siglo XX, a la etapa de la mundialización, en el que los medios, destacando la radio, la televisión e internet juegan un papel muy importante. A pesar de los múltiples obstáculos creados por las autoridades, para prohibirles escuchar y ver las emisiones de los aparatos extranjeros, numerosos ciudadanos de los Estados socialistas conseguían seguir estos medios que presentaban una imagen totalmente distinta de la que era acreditada por la propaganda comunista. En plena crisis alimenticia en sus países veían las secciones de las tiendas occidentales llenas de comida, mantequilla, leche… Mientras las televisiones oficiales difundían las emisiones marcadas con fuertes tintes ideológicos, veían que películas atrayentes y conciertos de música ligera en los que participaba decenas de miles de jóvenes, eran transmitidos en el “mundo libre”. Las gentes de estos países llevaban pantalones vaqueros, ropas amplias y bebían cocacola. Ellos al contrario seguían vistiéndose con las ropas tradicionales y bebían refrescos con dudoso sabor. El televisor, el frigorífico, el coche se habían en convertido en objetos comunes pero en los países socialistas poca gente tenía acceso a ellos. El hecho de poderse hacer ahora una nueva imagen de occidente, otra que la que ofrecía el gobierno causó un impacto psicológico considerable. La Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, que tuvo lugar el 3 de julio de 1973 al 25 de julio de 1975 en Helsinki, representó una etapa importante en el montaje del nuevo equilibrio de fuerzas. Los dirigentes de los Estados europeos (salvo Albania) EUA y Canadá firmaron el 1 de agosto de 1975 el Acto final de esta Conferencia. El documento contenía tres capítulos distintos: la seguridad militar, la cooperación económica y los derechos humanos. La parte concerniente a los derechos humanos llamada también 36 La revolución rumana de1989 “tercera cesta”, debía constituir un factor extremadamente importante en el control de la política interior de los países socialistas y fortalecer los movimientos dirigidos para la creación de una sociedad civil, como alternativa a los regímenes totalitarios. Un papel decisivo en la modificación de las relaciones de fuerza en el plano mundial fue jugado por los EUA, que se convirtieron a mediados de los años 70 del siglo XX en la 1ª superpotencia, bien decidida a “desestabilizar el campo socialista”. El presidente Jimmy Carter (1977-1981) llevó al primer plano la cuestión de los derechos del Hombre, denunciando muy fervientemente su violación en la Unión Soviética y en los otros Estados socialistas totalitarios. Todos los abusos e ilegalidades eran vigilados exhaustivamente y puestos al conocimiento de la opinión pública mundial. Sintiéndose alentados y apoyados numerosos ciudadanos de los Estados socialistas, particularmente intelectuales, comenzaron a exigir el respeto de sus derechos fundamentales como la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de emigración. Es así como aparecieron los primeros elementos de la sociedad civil; en una acción poco espectacular pero tenaz, el régimen totalitario socialista estaba carcomido en su interior, como los pequeños gusanos que con una acción tenaz y continua logran abatir el árbol, por muy duro que sea. Los líderes políticos de los estados socialistas estaban obligados a emprender el diálogo con los representantes de la sociedad civil reconociendo así su legitimidad. Otro presidente norteamericano, Ronald Reagan (1981-1989) eligió intervenir en el marco económico. Él lanzó en 1983 el plan de armamento del espacio cósmico, conocido como Iniciativa de Defensa Estratégica (IDS), o también como la “Guerra de las Galaxias”. La idea pertenecía al científico Edgard Teller, padre de la bomba de hidrógeno, que consistía en poner a punto un arma de rayos láser Roentgen instalada sobre un satélite en órbita geosincrónica, capaz de destruir los misiles enemigos en vuelo. Realizando así un escudo espacial alrededor del territorio norteamericano imposible de penetrar por los misiles soviéticos. Considerado por los especialistas como irrealizable, el proyecto se llevó a la práctica por razones políticas, de forma perfectamente realista y que tuvo una mediatización excepcional. Los estadounidenses estimaban que el IDS pondría término al equilibrio estratégico entre las dos superpotencias, asegurando la supremacía de los Estados Unidos de América. Leonid Ilich Brézhnev (1964-1982) y sus sucesores Yuri Vladímirovich Andrópov (1982-1984) y Konstantín Ustínovtch Chernenko (1984-85) 37 Ioan Scurtu buscaron responderle, pero la economía soviética no podía enfrentarse a semejante programa. Mientras, la Unión Soviética lanzó su propio programa de armamento en el espacio cósmico, utilizando todos sus recursos, cuyo resultado fue la caída económica de esta Gran Potencia. Por otro lado la economía de los países desarrollados (EUA, Japón, RFA) entraron a fines de los años 70 del siglo XX en la era postindustrial, en tanto que los países socialistas seguían en la economía clásica específica del siglo XIX, cuyo desarrollo se basaba en la industria pesada del carbón y del acero, aumentando así las diferencias económicas entre socialistas y occidentales a favor de estos últimos. Ronald Reagan fue el primer presidente norteamericano en haber tomado la iniciativa en los dominios geoestratégicos e ideológicos. Él denominó a la Unión Soviética en 1983 como “un imperio del mal, listo para cometer cualquier crimen, o mentir y engañar” a fin de realizar sus objetivos10. Una amplia campaña de propaganda convenció a los norteamericanos para salir de su letargo y movilizarse contra el comunismo, que representaba un peligro para su propia seguridad. El presidente abandonó el principio de no injerencia en los quehaceres internos y decidió sostener los movimientos anticomunistas, que surgieron en todos los países de influencia soviética. Siguiendo esta línea el secretario de estado Gheorghe Schultz afirmó en 1985: “Las fuerzas democráticas del mundo entero merecen nuestro apoyo”11. Este apoyo fue moral, pero también material, así el Congreso de los Estados Unidos de América concedió sumas importantes para lograr los objetivos propuestos por Ronald Reagan. Estas declaraciones y las decisiones que se tomaron mostraban claramente el cambio en las acciones de la política externa de los EUA: “Del conflicto militar a la lucha por los derechos humanos y por la democracia pluralista, donde la imagen y la palabra se convierten en las armas principales en la confrontación capitalismosocialismo”12. Ciertas estimaciones establecía que aproximadamente el 80% de imágenes y textos que circulaban por el mundo a principios de los años 80 del siglo pasado, provenían desde los EUA13. 3. LAS TENTATIVAS DE GORBACHOV PARA SACAR AL SOCIALISMO DE SU CRISIS Mijaíl Sergéyevich Gorbachov, elegido el 11 de marzo de 1985 como secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) intentó recolocar la situación en su país, y lanzó el slogan 38 La revolución rumana de1989 uskorenie (aceleración) con la esperanza que le permitirá cambiar la decadencia económica de la URSS con respecto a Occidente. A partir de 1986 comenzó a hablar de la perestroika (reconstrucción) y de la glasnost (transparencia). El líder soviético afirmó que “la perestroika se apoya sobre nuestros valores socialistas, sobre la interpretación contemporánea de los clásicos del marxismo”14. Así, en una obra más o menos reciente, se menciona que la perestroika era “una estrategia política destinada en primer lugar a consolidar el Estado soviético en el interior, para terminar con la ruptura entre el partido y la sociedad”15. Un grave accidente se produjo a finales de abril de 1986 en la Central Nuclear de Chernobíl (Ucrania). Sus efectos se notaron en numerosos países de Europa Central y del Norte, pero el Kremlin conforme a sus viejas costumbres no dijo nada. Sólo el 14 de mayo, 18 días después de la catástrofe, Mijaíl Gorbachov hizo una declaración oficial comprendiendo que la ocultación del suceso resultaría gravemente perjudicial para la imagen de su régimen, y así el líder soviético decidió promover su política de glasnost también en sus relaciones con los medios. El 1 de octubre de 1988, es elegido presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, función equivalente al cargo de jefe de Estado. Mijaíl Gorbachov fue ciertamente un caso único en la historia. Llegó a la dirección del PCUS y de la URSS, sucediendo a tres líderes viejos y enfermos (Brézhnev, Andrópov, Chernenko), Mijaíl Gorbachov, joven, instruido, de maneras occidentales, generó un clima de optimismo en el seno de la sociedad soviética, y fue apoyado con esperanza por numerosos comunistas, e incluso, por la gran masa de los ciudadanos soviéticos y por los intelectuales. Lo que era muy importante es que Gorbachov tuvo el apoyo del KGB, que “sabía por los intermediarios de su aparato de información que el retraso de la URSS en su competición con occidente era grande”16. Él sabía también que la presión del aparato de Estado y de las fuerzas del orden vulneraba cada vez más al sistema socialista; para sobrevivir, el sistema debía ser reformado en su totalidad. Las ideas de Gorbachov aparecieron en la época, como una solución milagrosa y el líder del Kremlin fue considerado como un gran hombre de Estado, moderno y abierto al diálogo con la sociedad. Mientras las reformas no mejoraban la situación de la URSS, la deterioración económica era al mismo tiempo cada vez más grande y la crisis política se acentuaba. La realidad histórica demostró “una vez abierta la caja de Pandora” que el régimen dictatorial no podía tener 39 Ioan Scurtu bajo su control a la población. La glasnost significaba para un numeroso grupo de personas no sólo una operación de limpieza de la imagen del Partido Comunista, quién habría así manifestado su intención de dialogar realmente con los ciudadanos y sobre todo abandonar su monopolio político. Los derechos humanos pasaron a primer plano, más allá de los derechos de los intereses del partido, las opciones políticas incluidas las anticomunistas, se podían manifestar libremente. La perestroika no era solamente la reconstrucción del sistema socialista totalitario, sino de la propia sociedad, por la supresión del modelo centralizado de dirección, y la garantía del libre ejercicio de la economía de mercado. La reforma daba el visto bueno a la propiedad. Aleksandr Yákovlev, un colaborador próximo de Gorbachov afirmó: “La puesta en marcha de la economía de mercado debe producirse lo más rápido posible. Pero no se podrá hacer con las estructuras actuales de dirección centralizada”17. Según su opinión, descentralizar la toma de decisiones y promover la libre concurrencia eran básicos; el problema era que esta idea minaba las bases mismas del socialismo de tipo soviético. Las teorías de Gorbachov impusieron una modificación en la postura del Partido Comunista con respecto a la Iglesia. El régimen soviético se caracterizó durante decenios, por una actitud extremadamente negativa en lo que se refería a la religión; las iglesias se cerraron, los sacerdotes enviados a prisión y el ateismo se convirtió en la religión del Estado. Sólo es durante la guerra que Stalin dio un papel importante a la Iglesia, para elevar la moral del pueblo, y el coraje para luchar contra los alemanes y para defender la patria. En abril de 1988, Gorbachov recuperó al patriarca de Rusia y las iglesias volvieron a abrirse. Los servicios religiosos eran celebrados sin obstáculos; algunos a los que asistió Gorbachov fueron retransmitidos por la televisión. Esta actitud frente a la Iglesia se extendió a los otros Estados socialistas, donde los líderes adeptos de la reforma recuperaron el apoyo del clero en su acción frente a los conservadores ateos. La nueva actitud coincidía con las actuaciones del papa Juan Pablo II. El antiguo arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, fue elegido Papa en 1978, siendo el primer jefe de la Iglesia Católica que pertenecía a un país de Europa del Este. Buen conocedor de la realidad de esta zona, Juan Pablo II impuso una nueva definición de las relaciones con el Este, fundada sobre “la verdad y no sobre las concesiones fundamentales”. Su llamada dirigida a los ciudadanos de los Estados totalitarios “no tengáis miedo” fue popular. Eso quería 40 La revolución rumana de1989 decir que no debían temer nada y que debían luchar contra las dictaduras por la libertad y por la fe. Por la iniciativa de Gorbachov muchos disidentes fueron rehabilitados, como Andréi Dmítrievich Sajarov y también se honró a personalidades del Partido Comunista de la Unión Soviética, victimas de la represión de Stalin. Entre otros a Nikolái Bujarín, Grigori Zinóviev y el mismísimo León Trotsky. Con su política Gorbatchev animó, sin darse cuenta de las consecuencias, a la afirmación de la sociedad civil dentro de los Estados que formaban la Unión Soviética. De este modo en los Países Bálticos, en Georgia, en la República de Moldavia, el espíritu nacional oprimido hasta ahora por el régimen totalitario, comenzó a hacerse notar. Por ejemplo durante el curso del Pleno del Comité de dirección de la Unión de Escritores de la RSS de Moldavia, durante el mes de marzo de 1988, los participantes propusieron “la proclamación de la lengua moldava como lengua del Estado de esta República y el pleno restablecimiento de su función social”18. El 27 de mayo de 1988 es la fecha en que se fundó el Movimiento Democrático de Moldavia por el Sostenimiento en la Reestructuración que tuvo por tarea promover la nueva política lanzada por Mijaíl Gorbachov. Considerando que no podían sostener más sus esfuerzos en la carrera armamentística soviética, Gorbachov se declaró en pos de una nueva aproximación en las relaciones internacionales. Él afirmó el 7 de diciembre de 1988, en la tribuna de la ONU19, que las relaciones internacionales debían pasar de la confrontación a la cooperación, y que la fuerza no representaría más un instrumento de política exterior. A su parecer “el principio de la libre opción debía ser forzosamente necesario” y “la diversidad se imponía en el mundo”. Mijaíl Gorbachov adquirió gran popularidad a los ojos de Occidente. Su imagen era muy cotidiana en los EUA, la Gran Bretaña, Francia, etc. Los canales de televisión y las radios occidentales se empeñaban en pedirle entrevistas. Gorbachov e incluso su esposa Raísa Gorbachova eran interlocutores extremadamente agradables. La Unión Soviética no era ya más “el imperio del mal”, sino un país interesante, digno de ser apreciado. Desde sus comienzos como secretario general del PCUS, Gorbachov empezó, conforme a la antigua tradición soviética, a reemplazar los viejos dirigentes de los partidos comunistas “hermanos” y a promover a los jóvenes valores para realizar la perestroika. Por su política de glasnost y de perestroika Gorbachov logró, de hecho, la afirmación de la sociedad civil sobre el Estado socialista. 41 Ioan Scurtu Durante el curso de una reunión limitada, en marzo de 1988, en la cual tomaban parte Eduard Shevardnadze y Aleksandr Yákovlev, principales adeptos a la reforma, planificaron una nueva estrategia. Ésta procuraba dinamizar la sociedad, particularmente la de los frentes populares o nacionales, bajo la dirección de los partidos comunistas. El objetivo era rehacer la influencia de los partidos utilizados bajo el modelo de entreguerras por el Frente Popular Antifascista. Si en esta época el antiguo Estado aprobó la colaboración con los partidos democráticos burgueses, en el presente, el centro de preocupación se centraba en la formación y afirmación de líderes procedentes del ámbito intelectual (escritores, actores, etc.). La evolución de los acontecimientos a lo largo de los años 1988 y 1989 demostró que esta orientación fue dando sus frutos, así los movimientos reformadores tuvieron intelectuales como líderes en la mayor parte de los países socialistas. Alentados por los oficiales soviéticos, debían huir de la influencia de las fuentes “para elaborar sus propias estrategias y construir verdaderos partidos políticos”20. Por otra parte, los conservadores en la dirección de los partidos comunistas que se quedaron en sus posturas intransigentes, impusieron el arresto y la expulsión de numerosos intelectuales disidentes, lo que les hizo así todavía más populares. En 1989 los perseguidos (los disidentes) tuvieron su aparición en primera plana, como abanderados de la sociedad civil. Otro método con el cual Gorbachov logró debilitar las posiciones de los líderes conservadores fue a través de la penetración en los organismos de información (de seguridad) de los países socialistas, para disminuir y aniquilar su capacidad de reacción frente a los movimientos de la oposición. En las entrevistas con los jefes de los servicios secretos de estos Estados, los representantes de la Unión Soviética buscaban acreditar la idea de la glasnost y de la perestroika, que se podía reducir las tensiones sociales y políticas, que el socialismo –en su forma antigua- no era inmutable. La situación más complicada fue la de las tensiones sociales que tuvieron lugar en Polonia en los años 70 y principios de los 80. En diciembre de 1970, el ejército utilizó la fuerza para solucionar la huelga de los obreros de los puertos del mar Báltico: hubo 36 muertos y 1200 heridos. Nuevas protestas tuvieron lugar en junio de 1976. Durante el mes de julio y de agosto de 1980, el gobierno firmó un acuerdo con el líder de los huelguistas de Gdansk, el electricista Lech Wałęsa. Era la primera vez que un gobierno comunista establecía negociaciones con un sindicato que no era controlado por el partido. Estimando que el socialismo estaba en peligro, los líderes soviéticos 42 La revolución rumana de1989 propusieron, el 4 de diciembre, una intervención militar de los países miembros del Tratado de Varsovia en Polonia. Ceauşescu Nicolae y János Kádár se opusieron y esta iniciativa se abandonó21. Bajo esta situación de tensión, el general Wojciech Jaruzelski se convirtió en primer ministro (febrero de 1981) y primer secretario del C.C. del Partido Socialista Unido Polaco (octubre). En diciembre de 1981, decretó la ley marcial, y suspendió Solidaridad (Solidarność) e hizo detener a millares de sus activistas22. Los líderes del sindicato no opusieron resistencia. Según Adam Michnik “tuvieron que elegir entre lo siguiente: la ley marcial – la cual, con todos sus inconvenientes, con cientos de muertos y miles de personas humilladas y frustradas, sin embargo lograba mantener una Polonia libre- o la intervención soviética23. El ministro soviético de Asuntos Exteriores, Eduard Shevardnadze, apreció la decisión de Jaruzelski: “él salvó a su país de una segunda invasión, convenciendo a la dirección soviética de la capacidad polaca para controlar la situación. La proclamación del estado de emergencia evitó a Polonia el peligro de la intervención”24. Aunque oficialmente disuelta, Solidaridad continuó existiendo y sus líderes fueron permanentemente mantenidos por los países occidentales; en 1983 Lech Wałęsa recibió el Premio Nobel de la Paz. Una vez se tranquilizó la situación, se acordó la amnistía general en septiembre de 1986 (Jaruzelski renunció al cargo de primer ministro en noviembre de 1985, asegurándose el puesto de presidente de la República). El general quiso obtener el apoyo popular para su nueva orientación. Así organizó el 30 de noviembre de 1987, un referéndum, que fue anulado debido a la baja participación. Jaruzelski no cedió y propuso el 26 de agosto de 1988 “una mesa redonda” con oficiales y con la oposición “que respeta el orden legal y la Constitución”25. Las negociaciones fueron así abiertas. En septiembre de 1988, Mieczyslaw Rakowski, seguidor de las reformas de Gorbachov, fue nombrado jefe del gobierno. En Bulgaria, Todor Zhivkov, conocido por su docilidad y su fidelidad a los líderes del Kremlin, cual fuese su orientación, se declaró de acuerdo con las reformas iniciadas por Gorbatchev. En julio de 1987, presentó al Partido Comunista de Bulgaria un amplio programa sobre la reestructuración del sistema socialista sin por lo tanto actuar en su puesta en marcha. Por otra parte, Zhivkov que desde 1954 era parte de la dirección del Partido Comunista Búlgaro, no tenía la simpatía de Gorbachov, que deseaba un dirigente joven, que aplicase con sinceridad la perestroika en Bulgaria. En Hungría, el líder comunista János Kádár, que había sido 43 Ioan Scurtu impuesto por los soviéticos en 1956, adoptó una política de pacificación de la sociedad. Reemplazó la divisa estalinista de “el que no está con nosotros está contra nosotros” por “el que no está con nosotros no está contra nosotros”. E igualmente promovió el “socialismo de gulash” permitiendo mejorar el estado material de la población. El Partido Obrero Socialista Húngaro (comunista) adoptó una política nacionalista buscando la nostalgia de la Gran Hungría, señalando “la gran injusticia” hecha a su país en 1920 en los acuerdos de Trianon. En este fondo se realizó una plataforma de colaboración entre Budapest y la emigración magiar, sobre todo de los EUA. En los años 70 del siglo XX, se podía observar una buena cooperación entre los antiguos Horthystes, es decir los húngaros que escaparon de Hungría en 1956 y la posterior emigración oficial a los estados occidentales, con la aprobación de las autoridades húngaras. En diciembre de 1986, el representante de Hungría en la tercera reunión de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa, organizada en Viena puso sobre la mesa el problema de la discriminación de los húngaros que vivían en los países vecinos. Dos historiadores norteamericanos hicieron constatar que “la prensa occidental intervino rápidamente para incrementar el conflicto. Los problemas asociados a la cuestión de los derechos humanos, presentaban un gran interés para el público y en poco tiempo, la situación de la minoría magiar en Transilvania llamó la atención de la opinión pública internacional, captando también el interés de algunos miembros del Congreso norteamericano”26. Un ala reformista, con Poszgay Imre a su cabeza, se creó dentro del Partido Obrero Socialista Húngaro. El 2 de mayo de 1988, János Kádár era reemplazado en la dirección del partido por un Presidium conducido por Reszö Nyers y Károly Grósz fue elegido secretario general. En esta función él sólo tenía funciones administrativas. En Checoslovaquia, Gustáv Husák, instalado en el poder por los soviéticos en 1968, se declaró a favor de las reformas, pero en realidad no estaba convencido de la vía abierta por Gorbatchev. En marzo de 1987, presentó al Comité Central del Partido Comunista Checo un programa de reformas y de democratización de la sociedad, declarando que “como ha hecho a lo largo de su historia, el partido utilizará otra vez la experiencia del Partido Comunista de la Unión Soviética”27. El paso más importante a nivel de dirección se tomó en noviembre de 1988, cuando el primer ministro Lubomir Strougal fue remplazado por Ladislav Adamec, que se mostró más abierto a las reformas. 44 La revolución rumana de1989 Albania continuaba siendo un país cerrado, donde Ramiz Alia, sucesor del líder histórico Enver Hoxha (fallecido en 1985) que había conducido la lucha de su pueblo contra la ocupación italiana, gobernó de una manera aún más rígida que su predecesor. Yugoslavia, que era el país más avanzado en la vía de las reformas y que tenía mayor abertura internacional, atravesaba un periodo difícil tras la muerte de Josip Broz Tito. Las tensiones sociales aumentaban incorporándose el problema étnico. En este país las huelgas estaban autorizadas y los obreros usaban a menudo esta forma de protesta. 900 huelgas se registraron sólo en 198628. Slobodan Milošević, fue elegido presidente del Comité Central de la Unión de los Comunistas de Serbia, en mayo de 1986, y se convirtió en el personaje político más poderoso. Su principal preocupación era mantener la unidad de Yugoslavia e imponer líderes fieles en las provincias que buscaban la autonomía: Voivodina, Montenegro, Kosovo. En la República Democrática de Alemania (RDA), la dirección estaba en las manos de Erich Honecker, elegido primer secretario del Comité Central del Partido Socialista Unido de Alemania en 1971 y presidente del Consejo de Estado, a partir de 1976. Él veía con hostilidad las reformas encaminadas por Gorbachov y las consideraba peligrosas para el régimen socialista. 4. SITUACIÓN DE RUMANIA a. Desovietización y liberalización Rumania tuvo una evolución atípica en el interior del campo socialista29. Después de un periodo de alineación con las políticas de Moscú, el régimen de Bucarest rehusó obtener la retirada de las tropas soviéticas en Rumania, en 1958. Este acto fue realizado bajo la sombra de amplias maniobras políticas dirigidas por Gheorghe Gheorghiu-Dej en mayo de 1955. Después de la retirada del Ejército Rojo de Rumania, el régimen de Bucarest continuó elogiando a la Unión Soviética y a sus dirigentes, y tomó medidas de represión “contra los enemigos del socialismo”. Durante un año aproximadamente los arrestos se realizaron, las sesiones públicas “de acusación” fueron organizadas, actos que recordaban a lo que sucedió a principios de los años 50. Estaban destinados a “tranquilizar la vigilancia” del Kremlin, que sabía que Rumania constituía “una parte importante” del campo socialista. A la vez se “tentaba el terreno” en las diferentes capitales 45 Ioan Scurtu occidentales para normalizar las relaciones bilaterales, gravemente deterioradas desde 1948. Las delegaciones económicas efectuaban visitas a los EUA, Francia, Italia, la RFA, y a otros Estados buscando arreglar las cuestiones de los bienes, las propiedades y de las compañías, de estos países, confiscadas por Rumania tras la 2ª Guerra Mundial. Sobre esta base, los acuerdos fueron cerrados entre el Estado rumano y las compañías occidentales, dirigiendo sus esfuerzos sobre todo al dominio de la tecnología. Un amplio proceso de des-sovietización de la sociedad rumana comenzó en 1960. Se suprimieron poco a poco, el Instituto “Máximo Gorki” (que se convirtió en Instituto de Lenguas Extranjeras), la Biblioteca “Cartea Rusa” (el libro ruso, reemplazado por la Biblioteca del Libro Extranjero), el Museo Rumano-Ruso (que después de largos trabajos de restauración, el edificio pasó a denominarse Museo de Literatura Rumana). Fueron elaborados nuevos manuales escolares, en los que se volvieron a reintroducir las figuras importantes de la historia, la literatura y las ciencias rumanas. El Estado invirtió grandes sumas de dinero en la educación, en la ciencia y la cultura, miles de escuelas, decenas de institutos de investigación, facultades, hospitales, policlínicas, etc., fueron construidos. Las cadenas de radios regionales volvieron a abrirse en Iaşi, Craiova, Târgu Mureş, Timişoara. 1957 marcó el comienzo de las retransmisiones de la televisión pública, que emitía de 4 a 6 horas por día. 1963 e s el año de aparición de la revista “Lumea” (el mundo) cuyo eje estaba centrado en la vida política internacional. De 1957 a 1965 se acondicionó el litoral rumano del mar Negro y decenas de miles de ciudadanos se beneficiaron de vacaciones de 10 a 12 días. Por intermediación de los sindicatos tuvieron ofertas gratuitas. Se restablecieron los contactos culturales con Occidente; el estudio de las lenguas inglesa, francesa, alemana se reintrodujeron en los programas escolares (junto a la lengua rusa que era obligatoria). El régimen adoptó una actitud más flexible; el año 1960 marcó el principio de la liberación de los presos políticos gracias a sucesivas demandas de amnistía. Los últimos 10.000 presos políticos de Rumania fueron puestos en libertad en agosto de 1964. La mayoría de ellos recibieron la jubilación estatal e incluso algunos volvieron a sus antiguos empleos en las universidades y en los institutos de investigaciones científicas. La política económica continuó buscando acentuar la industria, además de la industria pesada, mecánica, alimenticia y la de bienes de 46 La revolución rumana de1989 consumo (vestidos, calzado, electrodomésticos, etc.) tuvieron mayor atención. Las direcciones obligatorias del proceso de industrialización fueron la electrificación, la mecanización compleja, la automatización de la producción, el desarrollo de la industria mecánica. Fondos importantes se usaron para ayudar a la industria rumana. Se han creado las unidades de producción en todos los departamentos del país, se han puesto en marcha importantes complejos industriales, nuevas ramas y subramas industriales nacieron y las mayoría de las localidades fueron electrificadas. Una poderosa plataforma industrial se desarrolló en cada ciudad y numerosos empleos fueron creados en la industria, en el sector servicios, en los sectores de la educación y de la salud, etc. La tasa de acumulación empleada en la inversión y en la industrialización se elevó al 20-25% siendo de las más altas del mundo. Una vez acabado el proceso de colectivización de la agricultura en 1962, un amplio programa fue adoptado, en busca de la modernización de esta rama de la economía nacional y el aumento de la producción por hectárea. Igualmente se pusieron en marcha granjas para legumbres, frutas, hortalizas, ganaderías de aves de corral y animales domésticos (cerdos, vacas, etc.). El estado material de la población mejoró gracias a los resultados obtenidos en la industria y la agricultura. Se comenzaron a construir nuevas viviendas y los apartamentos fueron atribuidos gratuitamente para el uso de los obreros. El número de estaciones turísticas y balnearios aumentó. Las tradicionales ciudades rumanas tuvieron inmensas transformaciones, su aspecto cambió tanto desde el aspecto material (construcción de edificios, carreteras, electricidad, autobuses, etc.) como espiritual, por la cuestión del lienzo ancestral de los campesinos con la tierra. Los productos provenientes de los países occidentales entraron en el mercado rumano a principios de los años 60. Se compraron películas, se abrieron exposiciones, se ofrecieron conciertos, se organizaron festivales en los que estaban presentes personalidades del “campo socialista” como del occidental. La Constitución de 1952 sufrió modificaciones, así las restricciones relativas al ejercicio del derecho al voto para ciertas categorías de ciudadanos fueron eliminadas. En 1961, en lugar del Presidium de la Gran Asamblea Nacional, se creó el Consejo de Estado de la República Popular Rumana, órgano bajo el control de la Gran Asamblea Nacional, respondiendo ante ella de su actividad. 47 Ioan Scurtu El 21 de marzo de 1961, Gheorghe Gheorghiu-Dej fue elegido presidente del Consejo de Estado e Ion Gheorghe Maurer fue nombrado presidente del Consejo de Ministros. Gheorghe GheorghiuDej e Ion Gheorghe Maurer fueron los creadores de la política de independencia y soberanía de Rumania. La dirección de Bucarest aprovechó el conflicto entre China y la URSS para afirmar su propia posición, distinta de la de Moscú, con respecto a las cuestiones concernientes a la vida interna y a las restricciones entre los partidos comunistas y obreros. Un momento particularmente importante, que tuvo un gran eco internacional y nacional fue cuando en abril de 1964, los gobernantes de Bucarest han hecho público y con firmeza, su nueva orientación. En la Declaración relativa a la posición del Partido Obrero Rumano en cuanto a los problemas del movimiento comunista y obrero internacional, se escribió que Rumania sostenía los principios de soberanía y de la independencia nacional, de la no injerencia en los asuntos internos, del provecho y respeto mutuo. El Partido Obrero Rumano se pronunció por el reconocimiento de la especificidad nacional, histórica, por la compensación y la aceptación de la diversidad de las condiciones y del desarrollo de cada país. El documento precisaba: “el estricto respeto del principio según el cual todos los partidos marxistas-leninistas son iguales en cuanto a sus derechos, del principio de la no injerencia en los asuntos internos de los otros países, del derecho exclusivo de cada partido a arreglar sus problemas políticos y de organización, a designar su dirección, a orientar a sus miembros bajo las cuestiones de política interior e internacional constituye la condición esencial en vistas de un reglamento libre de conflictos y de los otros problemas que su postura por la lucha común plantea”. En este espíritu la Declaración consideraba: “no existe ni puede existir, un partido padre y un partido hijo, partido superior y partido subordinado”. O dicho de otra forma Rumania no reconocía la supremacía de la Unión Soviética, ni el rol dirigente del Partido Comunista de la Unión Soviética en las relaciones internacionales. El Partido Obrero Rumano se consideraba responsable de su política y que solamente debía rendir cuentas al pueblo rumano. La Declaración de abril de 1964 tuvo gran eco internacional, particularmente en los Estados occidentales, donde fue considerada – en justicia – como el comienzo de un nuevo periodo en la evolución de la política interna e internacional de Rumania, como un acto de independencia frente a Moscú. 48 La revolución rumana de1989 Un periodo de liberalización de la sociedad socialista rumana siguió a la adopción de la Declaración de abril de 1964. Esta orientación, que comenzó con Gheorghe Gheoghiu-Dej, continuó tras su muerte en marzo 1965. La población rumana tuvo de 1964-1974 una larga abertura hacia la democracia; se realizaron tentativas en vistas de crear un mercado libre. Dieron también el visto bueno para la libertad intelectual. Los contactos con el occidente se desarrollaron. Esta liberalización se produjo bajo ciertos límites impuestos por la existencia de un régimen de esencia totalitaria. El nuevo líder Ceauşescu Nicolae, dirigió amplias acciones en busca de reorganizar el Estado y la sociedad. En julio de 1965, el Partido Obrero Rumano (PMR) se autodenominó Partido Comunista Rumano (PCR). El IV Congreso del PMR se convirtió en el IX Congreso del PCR Tras 1965, el acento se puso en la idea de renunciar “al modelo único” en la edificación del socialismo. Se estableció así que había que tomar en consideración las particularidades de cada país. El 21 de agosto de 1965, Rumania adoptó una nueva Constitución, donde se determinaba que Rumania adoptaba el nombre de República Socialista de Rumania. La ley fundamental se preveía en el artículo 1º: “la República Socialista de Rumania es un Estado de trabajadores, de pueblos y ciudades, independiente y soberano”. Una amplia reforma administrativa se realizó en 1968. Esta significó una renuncia a las viejas denominaciones soviéticas (sección, región) para volver a la unidad administrativa tradicional: el departamento. “La legalidad socialista” se convirtió en una preocupación importante para los líderes políticos de Rumania. En abril de 1968 fueron “desenmascarados” los abusos y las irregularidades de los tiempos de Gheorghe Gheorghiu-Dej, y muchos activistas del partido fueron rehabilitados comenzando por Lucretiu Patrascanu. Esta decisión tenía un carácter político, teniendo en cuenta que ninguna medida fue tomada contra los dirigentes del aparato de represión. Al contrario, el antiguo jefe de la Securitate, el general Alexandru Nicolski, fue condecorado “pos su contribución a la victoria del socialismo”. La relación Iglesia-Estado se suavizó y muchos seminarios teológicos fueron abiertos y el número de estudiantes de la Facultad de Teología de Bucuresti aumentó. Muchas iglesias y monasterios fueron restaurados. La ley de 1968 sobre la Educación establecía una enseñanza general obligatoria de 10 clases. Los manuales gratuitos para todos los alumnos se introdujeron a partir de 1965 (desde Primaria a Secundaria). Se abrieron nuevas universidades en Craiova (1965) y 49 Ioan Scurtu Braşov (1967). Muchas residencias de estudiantes se construyeron en Bucarest, Iaşi, Timişoara, Cluj y un nuevo complejo estudiantil perteneciente al Instituto Politécnico de Bucarest se inauguró en 1970. Se registró cierta relajación ideológica. Personajes desahuciados duramente a principios de los años 50 – Titu Maiorescu, Călinescu George, Octavian Goga, Tudor Arghezi – se reintrodujeron en los manuales escolares. Se editaron nuevas revistas, se organizaron debates entorno a cuestiones de literatura nacional y universal. Fue igualmente la época de afirmación de novelistas como Preda Marin y Eugen Barbu, o de jóvenes poetas como Nichita Stănescu y Marin Sorescu. Fue recomenzado el estudio de la historia en especial la nacional, basada en los documentos. 1967 es el año de partida de la revista “Magazín Istoric” (revista de historia), que tuvo un importante papel en la popularización de la historia, incluso con la publicación de documentos y memorias inéditos. Los arquitectos y los ingenieros constructores pudieron practicar sus capacidades creativas en la edificación de grandes edificios de viviendas como por obras únicas como el Palacio de la Televisión Rumana, el edifico del Teatro de Estado de Târgu Mureş, el Palacio Político-Administrativo de Baia Mare, la Sala Multi-funcional de Bucuresti, el Aeropuerto Internacional de Otopeni. Los contactos culturales fueron numerosos y muchos jóvenes rumanos pudieron hacer sus estudios en los países occidentales; se abrieron los “centros culturales” de Rumania, en Italia, Francia, Estados Unidos de América, República Federal de Alemania, etc. Las películas rumanas fueron presentadas en los grandes festivales, incluso al de Cannes. Después que Popescu-Gopo Ion obtuvo en 1957 el Gran Premio por su película de dibujos animados “Scurtă Istorie” (Historia Breve), en 1965, Liviu Ciulei recibió el Premio de Realización por la película “Pădurea Spânzuratilor” (el Bosque de los Ahorcados). El Premio “Opera Prima” fue otorgado en 1966 al realizador Mircea Mureşan por su producción “Răscoala” (El Motín), según la novela del mismo nombre del escritor rumano Liviu Rebreanu. Con respecto a la política económica, conoció tras 1964 algunos cambios. La Conferencia Nacional del PCR de diciembre de 1967, estableció una gran descentralización de la actividad económica, el plan único que se adoptó a nivel nacional contenía sólo algunas indicaciones de base. Se puso el acento en particular en la modernización y en la rentabilidad de las empresas industriales. El 50 La revolución rumana de1989 Estado rumano invirtió importantes créditos en el extranjero, para lograr la adquisición de máquinas y equipamientos modernos destinados a la economía nacional. Importantes empresas industriales fueron constituidas en la práctica totalidad de departamentos nacionales. Se han creado plataformas industriales, particularmente en materias como la electrónica, electrotécnica y en la petroquímica. En 1968 Rumania comenzó a producir los automóviles “Dacia” (en colaboración con la compañía francesa Renault) y un año más tarde, en 1969, se construyó el primer helicóptero- IAR-316 (en colaboración con la compañía francesa “Alouette”). En 1970 se puso en marcha la primera turbina de la Central Hidráulica de las Puertas de Hierro I. La electrificación del ferrocarril comenzó en el mismo periodo: la primera vía férrea electrificada, Bucarest-Braşov data de 1968. La agricultura se modernizó a la vez: se buscó la mecanización, la utilización de fertilizantes y de pesticidas a gran escala, la puesta en marcha de centros de investigación gracias a los cuales obtenían nuevas variedades de plantas, y nuevas razas de animales que aumentaron la productividad. Se formaron especialistas en cada materia: agrónomos, veterinarios. Por todo el país se crearon “complejos” de ganadería doméstica (cerdos, vacas, corderos) y aves de corral según el modelo practicado en EUA. El comercio registró un pleno ascenso. Una “Feria Internacional” fue organizada a partir de 1970 anualmente en Bucarest. El evento tuvo la participación de un gran número de sociedades industriales de Europa, Asia y América. Rumania comenzó a exportar a gran escala maquinaria y herramientas, tales como por ejemplo las sondas petrolíferas producidas en Ploieşti y los tractores producidos en Braşov compitiendo con los mejores del mundo. El nivel de vida mejoró sensiblemente, el mercado rumano dentro del “campo social” fue mejor aprovisionado. Un amplio programa de construcciones de viviendas fue abierto. Las viviendas eran ofrecidas gratuitamente a los ciudadanos particularmente, a los obreros de las grandes empresas industriales. La asistencia médica gratuita se generalizó. Se crearon nuevas estaciones turísticas y balnearios que se situaban en la costa del mar Negro. Los aparatos de radio, los televisores, las lavadoras, frigoríficos y los automóviles entraron en la vida cotidiana de los rumanos. La ciudad rumana, conoció una transformación más espectacular. De una parte, la tradición había cambiado: las viejas costumbres y las costumbres populares comenzaron a perder 51 Ioan Scurtu importancia, empezando a desaparecer, en numerosas localidades rurales, por otra parte, el desarrollo de la modernización, se impuso en las aspiraciones, en la mentalidad y los modos de vida diferentes de los que había en época de entreguerras. La vida en las ciudades adquirió ritmos cada vez más rápidos y la gente se implicó fuertemente en las actividades de la comunidad. Las viviendas se modernizaron, siendo concebidas bajo el modelo urbano, dotadas de mobiliario comprado en la ciudad y de estufas. El campesino corporativista perdió la costumbre de ir a trabajar la tierra: esperaba que el brigadier o el presidente de la Cooperativa Agrícola de Producción (CAP) le llamara y no olvidaban regresar antes de la caída del sol. La transformaciones radicales tenidas en la familia (desde el punto de vista de su función y de su estructura) bajo el impacto de la industrialización y de la urbanización se concretizaron en la prolongación de la duración de la escolarización, y de la instrucción en general, la participación de la mujer en la actividad económica no agrícola, una movilidad social creciente, la bajada de la mortalidad infantil, el desarrollo del sistema de la seguridad social, la subida del nivel de vida, la bajada de los costes asociados a la educación de los niños, la disminución de la influencia de la iglesia y de las normas morales. La política exterior de Rumania se apoyó sobre 4 principios que fueron formulados en abril de 1964, y que lograron el reconocimiento internacional: la igualdad de derechos, la no injerencia en los asuntos internos, la integridad territorial y la soberanía nacional, el respeto mutuo. Mientras que las direcciones de los otros países socialistas europeos respetaban fielmente la línea trazada por el Kremlin, Rumania seguía su propia política exterior, ampliando mucho sus relaciones con el mundo occidental. En 1967, Rumania no rompió sus relaciones diplomáticas con Israel, tras la guerra que mantuvo con los países árabes, como habían hecho la URSS y los otros países firmantes del Tratado de Varsovia y estableció en el curso del mismo año, las relaciones diplomáticas con la RFA que provocó el malestar de la RDA, Polonia, Hungría, Bulgaria y por supuesto de la URSS. Como reconocimiento de la política promovida por Rumania, el ministro de Asuntos Exteriores, Mănescu Corneliu, fue elegido en 1967 presidente de la Asamblea General de la ONU, igualando a Nicolae Titilescu (ministro de Asuntos Exteriores, numerosas veces de 1927 a 1936) que en el periodo de 1930-31 ejerció también la función de Presidente de la Asamblea General de la Sociedad de Naciones. 52 La revolución rumana de1989 Rumania recibió la visita de las personalidades más destacadas del momento: Richard Nixon y Gerald Ford – presidentes de los Estados Unidos de América, Charles de Gaulle, el presidente francés, Leonid Brézhnev presidente del Soviet Supremo de la URSS, Zhao Ziyang – primer ministro del Consejo de Estado de la República Popular de China, Josip Broz Tito presidente de la República Socialista Federativa de Yugoslavia, Indira Gandhi – primera ministra de la India, Suleyman Demirel – primer ministro de Turquía, Franz Jonas – presidente Federal de Austria, Mohammad-Réza Pahlavi Aryamehr sah de Irán, Golda Meir – primer ministro de Israel, Mohammed Anwar Al-Sadat – presidente de la República de Egipto, Harold Wilson primer ministro de la Gran Bretaña, Helmuth Schmidt – canciller de la RFA, Pierre-Elliott Trudeau – primer ministro de Canadá, Wojciech Jaruzelski – presidente de la República Popular de Polonia, Juan Carlos I – rey de España, el general Suharto – presidente de Indonesia, etc., etc. Ceauşescu Nicolae por su parte visitó más de 90 países. Fue recibido con los honores militares en los Estados Unidos de América (en el despacho Oval), en la Gran Bretaña (él paseó en carroza al lado de la reina Elisabeth), en la Unión Soviética, en Francia, en la República Popular de China, en Canadá, en Austria, en Egipto, en Bélgica, en el Vaticano, en Argentina, en Brasil, en Japón, en México, en Portugal, en Suecia, en Noruega, en Indonesia, en la India y en otros muchos países. En el curso de un decenio y medio (1970-1985) Rumania fue un centro importante de la diplomacia internacional, Ceauşescu Nicolae se implicó en arreglar problemas complejos, como la conclusión de la paz entre Israel y Egipto o el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los EUA y la RP de China. Los líderes norteamericanos utilizaron la “malla de Bucarest” durante el periodo donde la comunicación directa con la Unión Soviética estaba bloqueada y la “guerra fría” dominaba las relaciones internacionales. En cuestiones económicas, Rumania era el que más colaboraba con los países occidentales. De hecho fue el primer país socialista en adoptar una ley sobre la puesta en marcha y el funcionamiento de las sociedades mixtas de producción, en Rumania y en otros países, como los EUA, la RFA, Canadá, Italia. Estableció también relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) obteniendo importantes créditos para comprar maquinaria y equipamientos modernos, destinados a la industria rumana. 53 Ioan Scurtu b. Los años del culto a la personalidad Los elementos que debían conducir al culto de la personalidad de Ceauşescu Nicolae comenzaron a acumularse durante el periodo de la liberalización. El IX Congreso del PCR del mes de julio de 1965, decidió que las funciones del partido serían separadas de las funciones de Estado, teniendo en cuenta que una persona no podía cubrir con eficacia los dos puestos. Dos años más tarde, la Conferencia Nacional del PCR (del 6 al 8 de diciembre de 1967) llegó a la conclusión que la separación de las dos funciones había llevado a una separación de fuerzas y a la aparición de numerosas repeticiones. Por consecuencia, los estatutos del PCR fueron modificados para establecer que la persona que asume la función de la dirección del partido debía poseer una función de Estado similar. Bajo este espíritu, los primeros secretarios de los comités del partido de los departamentos, de los pueblos y ciudades, serían los presidentes de los consejos respectivos. La Conferencia Nacional propuso la elección de Ceauşescu Nicolae, secretario general del CC del PCR en la función de presidente del Consejo de Estado de la República Socialista de Rumania. Reunida el 9 de diciembre de 1967, la Gran Asamblea Nacional validó esta proposición, y Ceauşescu Nicolae se convirtió en jefe de Estado, que representaría tanto a nivel interno como internacional. Era el primer paso en la lucha por tomar el poder político total. Ceauşescu Nicolae condenó vehementemente, el 21 de agosto de 1968 la intervención de las tropas de cinco países integrantes del Tratado de Varsovia en Checoslovaquia. Fue un acto de gran coraje, apreciado por todo el pueblo rumano. Durante el mitin organizado el 21 de agosto de 1968 en la Plaza del Palacio en Bucarest, se proclamó por primera vez «Ceauşescu y el pueblo!», «Ceauşescu-Rumania!», los participantes demostraban su acuerdo con la decisión del secretario general de defender a cualquier precio la independencia y la integridad del territorio rumano. Este momento marcó un cambio en la actividad de propaganda del PCR, y Ceauşescu Nicolae comenzó a ser presentado como el representante más fiel de los intereses y de las aspiraciones del pueblo rumano. Tras los sucesos de Checoslovaquia, Ceauşescu Nicolae llegó a una conclusión importante: por medio de maniobras secretas, los soviéticos tratarían de quitarle el poder. El Pleno del CC del PC Checoslovaco, convocado poco tiempo después de la intervención militar, procediendo a la destitución de Alexander Dubček y en la elección de Gustav Husák a la cabeza del partido. Este último hizo prueba de una fidelidad servil del Kremlin. Ceauşescu Nicolae 54 La revolución rumana de1989 comprendió, en la forma que se producían los acontecimientos, que era posible que también hubiera “un cierto número de camaradas” que demandasen la intervención soviética y que un Plenum del CC del PCR se convocaría para elegir a otro secretario general. Él decidió consolidar su posición. La mayor consecuencia fue la modificación de los Estatutos del partido, durante el X Congreso del PCR en agosto de 1969. En los nuevos estatutos se determinaba que el secretario general sería elegido por el Congreso y no por el Comité Central; el Congreso debía ser precedido por las conferencias del partido, que debían elegir sus delegados, de acuerdo con todas las organizaciones del país, así la reunión demandaría mucho tiempo y trabajo en su organización a diferencia del Plenum del CC que podía reunirse en pocos días. En la función de secretario general del PCR fue elegido Ceauşescu Nicolae (12 de agosto de 1969). No era más subordinado al Comité Central y no debía presentar los informes delante de este órgano; el CC evidentemente no tendría la potestad de reemplazarle. Otra lección que Ceauşescu Nicolae sacó de los sucesos de Checoslovaquia fue la que concernía a las dimensiones de la liberalización. Durante su visita del 15 al 17 de 1968 a Praga, Ceauşescu Nicolae dijo que: “El PCR estima que Checoslovaquia está sobre la buena vía”30. Los soviéticos tenían una opinión totalmente contraria y se reconoció con la intervención armada. La intervención de Ceauşescu Nicolae en agosto de 1968 cuando condenó fervientemente la intervención en Checoslovaquia, fue saludada por los países occidentales y ello conllevó una reacción extremadamente negativa del Kremlin. El peligro de una intervención armada en Rumania era real y no se esperaba un eventual apoyo por parte de occidente. Así Ceauşescu Nicolae decidió frenar el proceso de liberalización interna, razón por la cual, presentó en julio de 1971, sus “tesis” concernientes al trabajo político-ideológico. Algunos piensan que «para proteger a Rumania contra una intervención soviética, contra las presiones soviéticas que eran muy fuertes, Ceauşescu Nicolae quiso dar en 1971, una garantía de fidelidad a la ortodoxia marxista-leninista a través de la presentación de sus “Tesis de julio”»31. Por otra parte, el contexto concreto en que sus “tesis” fueron realizadas demostraba la idea que era consecuencia de la visita de Ceauşescu Nicolae a China y a la República Popular de Corea. En la sesión del Comité Ejecutivo del CC del PCR del 25 de junio, Ceauşescu Nicolae informó con respecto a lo que vio en China comparándolo con Rumania: “Toda su actividad cultural, de ballet, de teatro, son creadas sobre las bases revolucionarias”. El secretario 55 Ioan Scurtu general apreció mucho la temática de los espectáculos a los que había asistido, “la mentalidad imperialista era confrontada por nuevos informes sociales, que nos daban la razón. Tenemos que reemplazar nuestra cinematografía de películas de aventuras y nuestro teatro de piezas occidentales. Hemos eliminado (del repertorio teatral) las piezas revolucionarias y hemos introducido piezas sin ningún contenido. Nosotros mismos dirigimos la televisión, hemos discutido y nada hemos cambiado. Tuve antes de partir una reunión con el secretario y hemos decidido preparar un documento para el Pleno, mostrando que nuestra propaganda no es satisfactoria, que no corresponde a las necesidades en materia de educación de la juventud y del pueblo en general. He aquí, lo que he dicho antes de ir a China. Pero lo que yo he visto en China y en Corea demuestra que la conclusión a la que yo había llegado era justa”32. Resultó de esta declaración que la reestructuración de la actividad ideológica del PCR era una de las preocupaciones de Ceauşescu Nicolae, incluso antes de sus visitas. Ellas reafirmaron su convicción que haría falta dirigir con firmeza para promover el espíritu obrero, revolucionario en cualquier ámbito. En esta hora de duda, Ceauşescu quedó impresionado por “las grandes asambleas populares” organizadas en su honor, por los retratos gigantes de Mao-Zedong y de Kim-Il-Sung, por las aclamaciones y ovaciones reservadas a los dirigentes del partido por estos Estados, como una expresión del “amor infinito” que los pueblos de estos países sentían por ellos. Parece que Ceauşescu Nicolae llegó a la conclusión que él merecía también, el mismo reconocimiento por parte de los rumanos, razón por la cual inició esta vía de culto a su personalidad. Después de la presentación de las “tesis” de julio, hay amplias acciones políticas y de organización dirigidas para promover el espíritu obrero en el dominio de la cultura. En el Plenum del CC del PCR de noviembre de 1971, Iliescu Ion fue remplazado en la función de secretario del CC del PCR encargado de la propaganda (fue elegido en el mes de febrero del mismo año), bajo la acusación de “intelectualismo” y fue nombrado secretario del Comité Departamental de Timiş del PCR (un cargo menos importante). Posteriormente fue adoptado el programa ideológico del partido, creando el Consejo de Cultura y Educación Socialista (en lugar del Ministerio de Cultura), medidas dirigidas a “revigorizar” el espíritu revolucionario. Entretanto como Dumitru Ţepeneag debía afirmar “la cultura rumana no ha vuelto ni una sola vez al culto al proletariado de 56 La revolución rumana de1989 los años 50. La generación de los 80 continuó lo que la generación de los 60 había comenzado33. Así lo atestigua el XV Congreso Internacional de las Ciencias Históricas en el mes de agosto de 1980, en Bucarest. Fue un evento que tuvo una larga participación y que se desarrolló en una atmósfera positiva, de auténtico debate científico. El control ideológico apuntó a que no se pusiese en duda el papel dirigente del PCR y que no se podía crear una atmósfera hostil a la política oficial. Sin embargo numerosos escritores (entre ellos Augustin Buzura, Constantin Ţoiu, Petre Sălcudeanu, Ion Lăncranjan) han logrado con las alusiones que hacían y gracias a diversos subterfugios engañar la vigilancia de los censores del Consejo Cultural y de la Educación Socialista, incluso a obtener su complicidad. Fueron publicados libros de historia que no iban en la línea contenida en los documentos del partido. Fueron abordados temas complejos referentes al régimen político en la época moderna y contemporánea, los partidos políticos, las actividades parlamentarias, la política exterior, etc. Entre los historiadores que se involucraron en estos temas destacaríamos a Gheorghe Platon, Stan Apostol, Scurtu Ioan, Gheorghe Buzatu, Ion Agrigoroaiei, Ion Bulei, Ion Bitoleanu, Eliza Campus, Viorica Miosuc. El Plenum del CC del PCR del mes de abril de 1972 adoptó el principio de “rotación de cargos” donde todos los activos del partido y del estado podían ser transferidos si era necesario a otro puesto. Ceauşescu Nicolae usó este principio para eliminar toda manifestación de independencia de los miembros. Así, cuando aún vivía Gheorghe Gheorghiu-Dej, cargos fueron desenmascarados, criticados, incluso arrestados. Ceauşescu eliminaba a sus rivales potenciales, bajo el pretexto que iba a consolidar el trabajo en la actividad de otros sectores. Éste método sirvió para instaurar un estado de inseguridad en los miembros del partido, que se convirtieron bajo los efectos del “principio de rotación” en cada vez más dóciles con respecto al secretario general. Conforme Ceauşescu fue avanzando en edad, fue cada vez más tendente a promover a los cargos a gente sin personalidad, buenos ejecutivos que aplicasen exactamente sus indicaciones. En junio de 1973, su esposa Elena, fue elegida miembro del Comité Ejecutivo del CC del PCR, en relación con asuntos de los cargos, pero también la educación y la ciencia. Los órganos colectivos de dirección fueron transformados en una serie de anexos del secretario general y de su esposa que se había convertido en el nº 2 dentro del partido y del Estado (se llamaba el “Gabinete nº2”). En pos de su busca por lograr el poder político totalmente, 57 Ioan Scurtu Ceauşescu Nicolae logró apartar a “los barones” de la época de Gheorghe Gheorghiu-Dej y nominó en su lugar a jóvenes de su generación que le eran devotos. El último “barón” era Ion Gheorghe Maurer que tenía la función de presidente del Consejo de Ministros desde 1961 y que tuvo un papel muy importante en la reorientación de la política exterior rumana. Maurer manifestaba cierta superioridad y Ceauşescu no quiso tolerarlo. Al término de varias maniobras, Ion Gheorghe Maurer se vio obligado a dimitir de su función de presidente del Consejo de Ministros por “motivos de salud”. Esta decisión fue anunciada en el Plenum del CC del PCR del 25 y del 26 de marzo de 1974, y que propuso también la creación del cargo de presidente de la República Socialista de Rumania en el que sería elegido Ceauşescu Nicolae. La Gran Asamblea Nacional reunida el 28 de marzo, aceptó la modificación de la Constitución después que el cargo de Presidente del país ya se había creado. El presidente del país era también el comandante supremo de las Fuerzas Armadas y presidente del Consejo de Defensa; presidente del Consejo de Estado; él nombraba y destituía los ministros, los miembros del Tribunal Supremo y al procurador general; él firmaba los tratados internacionales, proclamaba el estado de emergencia, etc. Fue elegido Ceauşescu Nicolae como presidente de la República Socialista de Rumania, y el mismo día fue elegido como primer ministro Mănescu Manea (nueva denominación del presidente del Consejo de Ministros), personalidad tierna, que debía alcanzar esta dignidad gracias a su docilidad total al secretario general del partido. Prácticamente, Ceauşescu se apoderó, el 28 de marzo de 1974 de los principales poderes en la dirección del partido y del Estado. El culto a su personalidad se desarrolló: Ceauşescu Nicolae era presentado como “el mejor hijo del pueblo rumano”, “patriota apasionado”, “dirigente genial”, etc., etc. Mientras, la propaganda insistía sobremanera, llena de subjetivismo y voluntarismo, que Ceauşescu Nicolae había venido para dirigir el destino histórico de Rumania hacia “las cimas radiantes del comunismo”. Un momento delicado para Ceauşescu Nicolae se produjo en julio de 1978, cuando el general Ion Mihai Pacepa “desertó”. Convertido en general de la Securitate gracias a sus méritos durante la gran represión de los años 50, Pacepa fue nombrado en 1966 jefe adjunto de la Dirección General de la Inteligencia Exterior y justo después, en 1972, jefe del Departamento de Información Exterior, secretario de Estado en el Ministerio del Interior y en consejero 58 La revolución rumana de1989 personal de Ceauşescu Nicolae. Como Pacepa confesó, más tarde, que se beneficiaba gracias a esta posición de un salario “más importante que el del mismo ministro de Defensa, o que un secretario del Comité Central y apenas menor que e del primer ministro”34. Ion Mihai Pacepa precisó que él había pasado 27 años en los servicios secretos de la Rumania comunista, que había subido poco a poco en la escala jerárquica y se había hecho muy famoso. Han jugado por tanto, un rol primordial en la consolidación del comunismo de tipo soviético en Rumania y en la venida de uno de los tiranos más duros de la historia del país y del mundo. Así se mantendría Ceauşescu en el poder 24 años y él fue uno de sus principales instrumentos de gobierno35. Pacepa se implicó en todos los problemas concernientes a la actividad de los servicios secretos, disponía de vastas informaciones, y por supuesto las relativas a los secretos de Estado. Escribiría en sus memorias: “2 días después de mi último paseo con Ceauşescu por la playa de Techirghiol, pedí asilo político en la República Federal de Alemania”36. El 24 de julio de 1978, mientras estaba en misión en Bonn, Pacepa pasó “al otro lado de la barricada”*. Esta “deserción” tuvo como resultado la revelación de todas las acciones de seguridad, provocando, en Bucarest, una amplia acción en busca de la reestructuración de esta institución y a la vez un cambio importante de personal: ciertos agentes fueron expulsados de diferentes países y recolocados en otros puestos, nuevos mandos, que no contaban con la experiencia necesaria para un asunto tan delicado como el espionaje, fueron promovidos. A partir de mitad de los años 70, la vida cotidiana de los rumanos comenzó a estar afectada por la crisis del petróleo, generada por la decisión de los países miembros de la OPEP en aumentar los precios, que desajustarían el mercado mundial. Contando con las importaciones de petróleo de Irán, Ceauşescu Nicolae decidió que la industria petroquímica debía ser desarrollada profundamente. Rumania tenía una capacidad de refinamiento de petróleo de 34 millones de toneladas de petróleo por año. La caída del sah Réza Pahlavi Aryamehr, en 1979 afectó a las relaciones de Rumania con Irán, e influyó también en el asunto de petróleo. Los recursos internos no se elevaban a más de 5-6 millones de toneladas. Rumania para no * Pacepa escribió que él había demandado asilo político a la Embajada de los Estados Unidos de América en Bonn y que “durante la noche del jueves 27 de julio de 1978, partí secretamente de Alemania a bordo de un Hércules de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, fletado especialmente para mí” (Ion Mihai Pacepa, Horizontes rojos). 59 Ioan Scurtu cerrar las fábricas petroquímicas, hecho que habría tenido importantes efectos sociales, pero que también habría afectado a numerosas empresas industriales, se volvió dependiente de la importación de petróleo y de gas de la Unión Soviética. Si durante los años 60-70 la dirección del PCR se había declarado opuesta a la integración económica de los países comunistas, a mitad de los 80, comenzó a sostener la necesidad de la coordinación de planes económicos, garantizando el aprovisionamiento regular de los Estados miembros del Consejo de Ayuda Económica Mutua (CAEM) en materias primas y en energía. Ceauşescu Nicolae pensaba evidentemente, sobretodo en su país. Los soviéticos se aprovecharon de sus recursos en petróleo y gas metano para crear dificultades al régimen de Bucarest, ya sea retardando la firma de los contratos, u disminuyendo las cantidades previstas para Rumania. La dirección del PCR, que no aceptaba reducir el peso de la gran industria consumidora de energía dentro de la economía nacional, decidió imponer el racionamiento del consumo de gas y electricidad del pueblo, lo cual afectó gravemente a las condiciones de vida. A partir de 1982-1983, la cuestión de la calefacción y de la electricidad se había convertido en un verdadero calvario para la mayor parte de la población, particularmente para la población urbana. Ceausescu, cada vez más megalómano, comenzó a decir que Rumania era un país muy pequeño para un hombre tan grande como él. Decidió entonces aumentar la natalidad para que Rumania lograse una cifra de 25 millones de habitantes. Los estudios relativos a la evolución demográfica en Rumania se habían realizado cuando vivía Gheorghe Gheorghiu-Dej. Su conclusión era que se necesitaban las medidas más firmes para favorecer, e impulsar la natalidad. Ceauşescu Nicolae redobló los estudios y el 1 de octubre de 1967, se publicó el decreto de la reglamentación sobre la interrupción de los embarazos, cuya puesta en marcha significaría una verdadera pesadilla para las mujeres y para las familias en general. El decreto prohibía el aborto en el caso de mujeres que tuvieran menos de tres hijos (número que fue posteriormente ampliado a cuatro); las penas de cárcel eran previstas tanto para las mujeres como para los médicos que cometiesen tal delito. El decreto fue firmado por Stoica Chivu, presidente del Consejo de Estado, pero la propaganda oficial señaló que fue el secretario general del CC del PCR quién tomó esta iniciativa. La aplicación del decreto ocasionó constantes humillaciones para las mujeres. Obligadas a someterse a controles ginecológicos frecuentes, 60 La revolución rumana de1989 no tenían derecho a detener sus embarazos salvo en casos excepcionales. Las píldoras anticonceptivas estaban prohibidas en el mercado rumano y el número de mujeres que recurrieron a los abortos provocados creció con consecuencias dramáticas para su salud. Según algunas informaciones 11.000 mujeres murieron debido a estos abortos provocados37. De sus viajes al extranjero, Ceauşescu retuvo ciertos aspectos de la modernización. Quería imponer también en Rumania, bajo las orientaciones de la teoría marxista-leninista, para el bien de los seres humanos, la reducción (hasta la eliminación) de las diferencias entre el pueblo y la ciudad. El 16 de febrero de 1968 fue aprobada la ley sobre la reorganización administrativa del territorio de Rumania. Esta ley tenía un lado positivo, porque en ella se preveía la vuelta a la estructura administrativa que comprendía los departamentos (y no las regiones y las secciones siguiendo el modelo soviético). Preveía también la reestructuración de las localidades rurales y urbanas “bajo las bases socialistas”. Cuando vivía Gheorghe Gheorghiu-Dej, los nuevos inmuebles eran construidos en las afueras de los pueblos sobre terrenos vacíos. Los nuevos barrios de viviendas que surgieron en estos lugares modificaron completamente la imagen de los antiguos suburbios. Escuelas, hospitales, tiendas, policlínicas, cines… se abrieron, todas las facilidades materiales y espirituales se aseguraban para los ciudadanos que habían vivido hasta ahora en casas insalubres, sin alcantarillado, sin electricidad. El programa de reestructuración de la época de Ceauşescu Nicolae se centró particularmente en la zona central de las localidades, lo que condujo a la demolición de numerosos monumentos arquitectónicos, entre ellos numerosas iglesias. Este tipo de acciones se aceleraron después del terremoto del 4 de marzo de 1977. Tras esta fecha, se llevó a cabo una demolición masiva de antiguas casas y la edificación de inmuebles de 8-10 pisos. Los ciudadanos fueron expulsados de sus habitas tradicionales y obligados a instalarse en apartamentos y comunidades constituidos ad hoc. La mayoría estaba en inmuebles del mismo tipo, todos idénticos, sin relación con la zona geográfica y la tradición constructiva local. En general, el confort de estos apartamentos era superior a la de las antiguas mansiones pero la separación brusca del antiguo hogar y la instalación en otro, totalmente diferente, marcó negativamente el estado afectivo de la mayor parte de los que fueron obligados a mudarse para someterse a las directivas del partido. Los nuevos centros políticos administrativos, fueron 61 Ioan Scurtu construidos, así cada villa tenía su “Casa Blanca”, una gran plaza enfrente donde la gente podía reunirse para realizar manifestaciones públicas. Antes de diciembre de 1989, el centro de 29 villas fue en su 85-90% derruido. Otras 37 han conocido también demoliciones masivas38. Bajo este fondo de aumento del culto a Ceauşescu Nicolae, con un crecimiento de las presiones ideológicas, y de injerencias cada vez más insistentes en la vida privada de los ciudadanos, donde no se respetaba los derechos humanos y la deterioración del estado material de la población, fueron prohibidas las acciones de oposición en Rumania. El escritor Paul Goma fue el iniciador, en enero de 1977 de una acción dirigida a la solidaridad de los rumanos con “la Carta 77” manifiesto lanzado por numerosos intelectuales a favor de los derechos humanos. Como no había encontrado, el eco deseado en los escritores rumanos, Goma escribió una carta abierta a Ceauşescu Nicolae, para demandarle hacer una declaración a favor de “la Carta 77”. Esta letra fue leía en la radio “Europa Libre”. Bajo la presión de las autoridades, Paul Goma fue obligado, en el mes de noviembre del mismo año a exiliarse de Rumania. Se estableció en Paris y continuó criticando el régimen de Bucarest. Una amplia acción reivindicativa de los mineros del Valle de Jiu tuvo lugar del 1 al 3 de agosto de 1977. Esta acción fue debida a la decisión del gobierno de cambiar la edad de la jubilación y de anular ciertas facilidades, sobretodo para el personal que no descendía a las minas. Los obreros dejaron de trabajar. Rehusaron negociar con Ilie Verdeţ, primer vise-primer ministro del gobierno y demandaron discutir directamente con Ceauşescu Nicolae, que se vio obligado a intervenir. Así se realizó un diálogo público entre Ceauşescu Nicolae y los 3500 mineros en huelga. Constantin Dobre, su portavoz, presentó sus reivindicaciones y Ceauşescu Nicolae las aceptó. Incluso prometió más de lo que le habían pedido: anular el dudoso decreto, asistencia médica, garantía de empleo para las mujeres y para los mineros que iban a jubilarse, etc. Las declaraciones de Ceauşescu llenaron de satisfacción a los huelguistas que le proclamaron “minero de honor”. Los medios de prensa rumanos no han dicho nada de las solicitudes de los mineros, han dejado entrever que el secretario general del PCR había efectuado una de sus visitas habituales. Sobre el título “El camarada Ceauşescu Nicolae ha efectuado una visita de trabajo en el valle del Jiu”, el diario Scânteia escribía que Ceausescu había analizado “en el lugar con los dirigentes económicos, representantes locales del partido y del estado y representantes de los trabajadores, la manera de tomar las decisiones en este sector de nuestra industria en el XI congreso del 62 La revolución rumana de1989 partido”. El periódico acompañaba con fotos de Ceauşescu Nicolae situado “entre los trabajadores” y en la tribuna “de la asamblea popular”. Afirmaba que el secretario general del PCR “había encontrado representantes de los mineros de Lupeni. Como señal de alta estima y de reconocimiento de su actividad infatigable en pos del bien de la patria y el pueblo, y su paternalismo hacia los obreros y los mineros, los participantes al encuentro han aclamado con vigor al secretario general Partido Comunista Rumano, saludando con entusiasmo y calor su presencia en la cita”39. Los rumanos se han enterado por las radios extranjeras – “Europa Libre”, “BBC”, “La Voz de América”, etc.- de la huelga de los mineros de Lupeni y la manera en que se desarrolló el encuentro con Ceauşescu Nicolae. La Securitate ha procedido durante los meses en que se desarrollaron estos acontecimientos a una amplia acción de rastreo de los “agitadores”, que fueron dispersados en diferentes localidades del país y puestos bajo control∗. Las manifestaciones contra Ceauşescu han aumentado a principios de los años 80. La gente pedía luz, pan, calor y libertad. Un decreto concerniente al régimen de los aparatos de reproducción de textos escritos y de las máquinas de escribir, fue adoptado en 1983. El decreto preveía la obligación para toda persona que poseyese uno de estos aparatos de registrarlos en la Milicia (para que sea reconocido en caso de ser utilizado “para fines no permitidos”). Según ciertas informaciones tuvo lugar en octubre de 1984 un intento de derrocar a Ceauşescu Nicolae. Los generales Ion Ionita y Nicolae Militaru habían elaborado el plan de golpe de estado durante una visita de Ceauşescu a la RFA. Contaban con que las guarniciones de Bucarest se levantarían y arrestarían a los colaboradores más cercanos del presidente (Emil Bobu, Dincă Ion, Tudor Postelnicu, Ion Coman, Ceauşescu Ilie); en este plan tendría después que apoderarse de la radio y de la televisión para anunciar el cambio realizado, etc. El plan fue desenmascarado por dos generales que debían participar en esta acción y Ceauşescu tomó medidas para aniquilar a los conspiradores. En 1987, Radu Nicolae, que había redactado un manifiesto contra Ceauşescu, fue llamado a declarar por la Securitate. Durante el interrogatorio declaró que Virgil Măgureanu se puso en contacto con él, y que le había hablado de la existencia de un tal Iliescu Ion, de sí mismo y otro militar más que hacían parte del ∗ El líder de los mineros Constantine Dobre fue acusado de haber seguido los cursos de la Universidad del partido “Ştefan Gheorghiu”. Dobre se exilió de Rumania después de la Revolución de diciembre 1989. 63 Ioan Scurtu grupo de los generales Ion Ioniţă y Nicolae Militaru. Evidentemente no hubo ninguna reacción oficial pública, pero el hecho de que los funerales del general Ion Ioniţă y antiguo ministro de Defensa Nacional en julio de 1987, no tuvieran los honores militares suscitaron algunos comentarios. Un intento similar fue protagonizado por Vladuţ Nisipeanu que intentó crear el partido Frente Democrático de Rumania40. Doina Cornea se convirtió en una disidente famosa. Ella escribió muchas cartas a su hija que vivía en Francia. Estas cartas que contenían numerosas críticas hacia el régimen de Bucarest, particularmente hacia la persona de Ceauşescu Nicolae, eran leídas en la radio “Europa Libre”. La deterioración de la situación interior se produjo en un contexto de cambios que se estaban sucediendo en la relación de fuerzas en el ámbito internacional. A partir de 1977, la política de la administración americana hacia los países socialistas, incluido Rumania, cambió sensiblemente. Hasta entonces, durante el mandato de los presidentes norteamericanos Richard Nixon (1969-1974) y Gerald Ford (1974-1977), se había insistido en el fomento de las diferencias “intersocialistas”, es decir el fomento de las tendencias que afirmaban una política exterior diferente de la de la Unión Soviética. Después de la llegada de Jimmy Carter, que nombró a Zbigniew Brzezinski (de origen polaco) como consejero de los problemas de seguridad nacional, el “acento” se puso en las diferencias “intrasocialistas”, en el fomento de las corrientes y actitudes favorables al respeto de los derechos del hombre, y en el deseo de que se realizaran procesos de democratización dentro de estos Estados. Así, es significativo el hecho de que el presidente Carter estimaba, en abril de 1978, a la salida de las conversaciones con Ceauşescu Nicolae, en la Casa Blanca, que el presidente de Rumania era un gran dirigente nacional e internacional, y que los Estados Unidos tenía todo el interés en escucharle. Desde otro punto de vista se notó también que la inmigración rumana ha organizado durante la visita del líder rumano a New York, una manifestación contra su política, destacando la falta de respeto a los derechos humanos en Rumania41. Lo que es cierto es que la tendencia continua, del enfriamiento de las relaciones rumanoamericanas y del debilitamiento del papel de Ceauşescu Nicolae en el plano internacional, se manifestó después de 1978. El occidente ha usado los créditos que le daba a Rumania para presionarla a favor del respeto de los derechos humanos. Después de su adhesión al Fondo Monetario Internacional (FMI), y al Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), en 1972, 64 La revolución rumana de1989 Rumania contrajo créditos externos muy importantes. Pidieron 10,5 millones de dólares en 198142. La mayor parte de estos créditos tenía unos plazos de reembolso muy cortos y para hacerlo el gobierno debía contratar otros. Los Estados occidentales, y sobre todo Estados Unidos que tenían un papel decisivo en el FMI y el BERD han comenzado a condicionar la toma de nuevos créditos sino se respetaban los derechos humanos en Rumania. Ceauşescu Nicolae estimaba que se trataba de una injerencia en los asuntos internos de su país, y decidió en 1980 no pedir más créditos extranjeros. Igualmente decidió que Rumania reembolsaría muy pronto su deuda total. Fue una de las decisiones más negativas, que ha afectado no solamente las relaciones exteriores del país sino sobre todo la vida de millones de rumanos. A partir de 1981, Rumania tuvo una disminución drástica de sus importaciones, y sus exportaciones bajaron de manera excesiva a fin de obtener las divisas necesarias para pagar la deuda exterior. Esta política condujo a un grave deterioro de la situación alimenticia, ya que la mayor parte de la producción agrícola se exportaba. Una verdadera ausencia de carne, leche, mantequilla, huevos, pan aceite, etc., fue registrada en el mercado interno. Para intentar disimular esta realidad la gran Asamblea Nacional, adoptó en 1984, el programa de alimentación científica de la población. Este programa estaba destinado a racionar el consumo, bajo el pretexto de que los rumanos gastaban demasiado. Todo esto mientras las tiendas estaban vacías y la población se veía obligada a hacer colas de horas para comprar productos de primera necesidad. En 1985, se suprimieron los puestos de radio regionales, y la duración de los programas de televisión, fuertemente politizadas, fueron limitadas a 4 horas en principio, y más tarde, a partir de 1987 a 2 horas. La propaganda oficial hablaba de la mejoría del nivel de vida, del bienestar de los rumanos. Las reformas de Mijaíl Gorbachov fueron acogidas con hostilidad por Ceauşescu Nicolae. Esta hostilidad tenía por lo menos tres razones. La primera de orden personal: el nuevo líder del Kremlin quería eliminar a los viejos dirigentes de los países socialistas y reemplazarles por personas jóvenes, listas para aplicar la perestroika. Ceauşescu estaba en el poder desde 1965 y hacía parte de la categoría de los viejos conservadores. La segunda, era la convicción del secretario general del PCR que Mijaíl Gorbachov seguía la vieja política imperial, de dominación sobre los países socialistas y sobre el movimiento comunista internacional, usando un método más 65 Ioan Scurtu engañoso que el de sus predecesores. La tercera, Ceauşescu Nicolae consideraba que Mijaíl Gorbachov se alejaba de los principios marxistas-leninistas y que ponía en peligro el régimen socialista, dejándose llevar por los países imperialistas, con Estados Unidos a la cabeza. Según la opinión del líder político rumano, una reforma auténtica se había realizado en Rumania hacía dos décadas. La Conferencia Nacional del PCR de 1967 había acordado las atribuciones y competencias más importantes a las entidades encargadas justamente de la planificación, la organización y la coordinación de las actividades económicas. Las alusiones de Ceauşescu Nicolae relativas a la Conferencia Nacional eran correctas, pero él omitió mencionar que esta orientación había sido abandonada poco a poco, y se había llegado a un centralismo excesivo, más drástico que antes de 1967. Para sostener la idea de que una verdadera democratización de la vida política se había realizado en Rumania, Ceauşescu Nicolae invocaba a las decisiones tomadas en el IX Congreso del PCR del mes de julio de 1965, que había establecido los principios de la dirección colectiva, de la amplia consulta a los miembros del partido y a los ciudadanos en general. Pero estos principios fueron abandonados sólo 2 años después, en la fusión de las funciones del partido con las funciones del Estado. Mientras que en algunos Estados socialistas se discutía sobre la necesidad de reformas, la política de glasnost y de perestroika, en Rumania, esto estaba prohibido. Más de dos años después de su instalación, a la cabeza del Partido Comunista de la Unión Soviética, Gorbachov fue invitado en mayo de 1987, a realizar una visita oficial a Rumania. Un programa estricto le estaba reservado, pensado para impedir todo contacto con la población y darle una imagen positiva de condiciones de vida de los rumanos. El objetivo era mostrarle que la política del PCR estaba apoyada por “todo el pueblo”. A pesar de todas estas precauciones la visita estuvo llena de momentos desagradables para Ceauşescu Nicolae. Por ejemplo, mientras estaba visitando una tienda de alimentación donde abundaban carne, huevos, mantequilla, queso, etc., Mijaíl Gorbachov quiso saber si esta situación era general, desvelando que conocía la realidad rumana. Pese a que los contactos directos con la población no estaban en el programa oficial, Mijaíl Gorbachov ha preguntado en diferentes ocasiones cuestiones referentes a su bienestar a los ciudadanos que estaban a su alrededor. En vez de responderle, aclamaban «CeauşescuGorbachov!», «Ceauşescu-Gorbachov!» respetando las indicaciones que tenían. 66 La revolución rumana de1989 En el discurso pronunciado en el mitin de la amistad rumanosoviética43, Mijaíl Gorbachov se refirió a la existencia en Rumania de “dificultades que tenían repercusiones en la vida cotidiana”. También dijo que “la vida nos ha enseñado a sopesar con lucidez la situación, a crear en nosotros una inmunidad contra las exaltaciones producidas por las victorias logradas”; era una alusión a la propaganda que se hacía en Rumania, según la cual las grandes victorias registradas en la edificación del socialismo, eran el efecto de la “sabia” política promulgada por Ceauşescu Nicolae. En referencia a su política de glasnost y de perestroika, Gorbachov dijo que:“ Nosotros estamos contentos cuando los países hermanos encuentran algo útil en la actividad creativa que se desarrolla en nuestro país”. Él hacía así, una llamada pública al PCR para que siguiese también esta vía política, desaprobada por Ceauşescu Nicolae. Durante la alocución de Gorbachov el auditorio ha adoptado, conforme a las directivas recibidas una actitud muy reservada. En cambio el discurso de Ceauşescu suscitó numerosos y fervientes aplausos. El público ha saludado 27 veces con ovaciones y aplausos este discurso, en el cual el secretario general del partido, subrayaba los éxitos de Rumania, dejando entrever que su país no tenía las mismas dificultades que la Unión Soviética. Destacó que estos resultados eran debido a la política del PCR, que aplicaba sin el menor desvío la teoría marxista-leninista; aludiendo al hecho de que el Kremlin no respetaba estrictamente esta línea ideológica. Teniendo en cuenta los tradicionales sentimientos anti-rusos y anti-soviéticos de los rumanos, la visita del líder del Kremlin fue paradójicamente acogida con esperanza y simpatía por la población de Bucarest. En esta época en la cual los ciudadanos se enfrentaban a muchas dificultades materiales, la política de Gorbachov era vista con optimismo, como una salida a la situación cada vez más difícil en la cual el país se encontraba. Se dice que durante su visita Mijaíl Gorbachov habría encontrado a Iliescu Ion que había sido su colega en la Universidad “Lomonosov” de Moscú∗. Lo que es cierto es que la radio “Europa Libre” lanzó la idea de que Gorbachov pensaba remplazar a Ceauşescu por un adepto a sus reformas en la persona de Iliescu Ion. La realidad es que este último, mandado en misión a Timişoara, no pudo encontrar al líder del Kremlin44. El reemplazo de los líderes conservadores deseado por ∗ Iliescu Ion ha precisado que él habló por primera vez con Mijaíl Gorbachov el 27 de diciembre de 1989. 67 Ioan Scurtu Gorbachov, fue sostenido por los medios occidentales. Una amplia campaña encaminada a demonizar la figura de Ceauşescu Nicolae se desarrolló en Occidente en el periodo 1986-1987. Los medios occidentales se basaban, en algunos hechos reales pero mostraban unas dimensiones exageradas logrando crear así una imagen apocalíptica. Una amplia gama de formas y de medios fue utilizada para crear un estado de espíritu hostil a Ceauşescu y preparar desde el punto de vista psicológico su eliminación de las funciones que tenía a la cabeza del partido y del Estado. El ataque principal fue orientado contra la Securitate, es decir, la principal institución en la cual se apoyaba el régimen dictatorial. La Securitate se había convertido en una máquina de terror, sus abusos e ilegalidades tocaron a millones de rumanos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, habitantes de ciudad o del campo. Fue el antiguo jefe de los servicios secretos rumanos, el general Ion Mihail Pacepa, el elegido para condenar a esta institución. 10 años después de su retirada, Pacepa publicó en 1987, en Washington, el libro “Horizontes Rojos” en el cual Ceauşescu estaba pintado como un personaje patológico dominado como su esposa por la obsesión de vigilar a todos los habitantes de Rumania. Según las relaciones de Ion Mihail Pacepa, un general de la Securitate habría comentado a Ceauşescu Elena:” A partir del primero de enero de 1984, podremos controlar 10 millones de micrófonos simultáneamente. Suponiendo que nuestra población mantenga el mismo ritmo de crecimiento durante los próximos 5 años, estimamos que cada familia podrá ser vigilada periódicamente en el curso del año civil, y los sospechosos serán vigilados permanentemente”45. Estos textos eran difundidos en la radio “Europa Libre” y los rumanos se enteraban a través de la “fuente más verídica” que estaban siendo todos vigilados, paso a paso por el régimen de Ceauşescu. En la atmósfera de la época tal afirmación parecía plausible y el miedo a la Securitate era general, en realidad las afirmaciones de Ion Mihail Pacepa eran fantasiosas, tanto en el plano técnico como lógico: el pescador del delta del Danubio, El campesino de Băragan o el pastor que se encontraba en la montaña no tenían ningún interés para el régimen y no eran por tanto objetivo de la Securitate. También eran fantasiosas las revelaciones que Pacepa hacía en otro libro sobre las “orgías sexuales” de Ceauşescu Zoe con Petre Roman, hijo de Valter Roman46. Estos “desenfrenos” tenían ciertamente como objetivo conquistar al público americano y demonizar el régimen de Ceauşescu. Los documentos mostraban en efecto, que los que tenían toda la 68 La revolución rumana de1989 atención de la Securitate, eran los intelectuales, particularmente los escritores, destacando Augustin Buzura, Constantin Ţoiu, Ion Lăncrănjan, Bujor Nedelcovici, Paul Angel, Ana Blandiana, Mircea Dinescu, Marin Sorescu, que tenían una gran influencia en el país. A su vez numerosos intelectuales que habían ejercido algunas funciones y habían recibido los favores del régimen de los años 50-60, pero que se encontraban marginados por entonces, eran también vigilados. Entre ellos estaban Dan Deşliu, Geo Bogza, Nina Casina, Eugen Jebeleanu, Octavian Paler. También eran vigilados aquellos que habían tenido una rápida ascensión bajo Ceauşescu, y que habían caído en desgracia poco después, como por ejemplo Adrian Păunescu o Tudor Corneliu Vadim. Algunos miembros activos del partido que habían adoptado más o menos abiertamente una actitud contraria a la política promulgada por Ceauşescu Nicolae eran a su vez vigilados, como Iliescu Ion, Janos Fázekas, Károly Király, Dan Marţian. Además, los intelectuales que se habían convertido en informadores de la Securitate, eran también vigilados. Tales como Ştefan Augustin Doinaş, Dan Zamfirescu, Alexandru Paleologu, Lăzărescu Dan Amedeo, Sorin Antohi, el metropolitano Nicolae Corneanu, el sacerdote Iustine Marchiş, etc. En este caso la acción llevada a cabo, era la de verificar la exactitud de las notas que redactaban. La Securitate vigilaba también a los antiguos militantes políticos del Partido Nacional Campesino, y del Partido Nacional Liberal de entreguerras: Corneliu Coposu, Nicolae Carandino, Ion Diaconescu, Ioan Lup, Gabriel Ţepelea, etc., y los antiguos legionarios (miembros de la Guardia de Hierro- movimiento de extrema derecha de los años 1930-1940, ndlr). Ceauşescu Nicolae ponía siempre el acento sobre el desarrollo intensivo de la economía pero también sobre el desarrollo de la vida social y cultural. El ritmo de construcción de viviendas (ofrecidas gratuitamente a los obreros), de escuelas, de hospitales, centros culturales, casas de cultura, salas multi-funcionales, etc, era cada vez más rápida. En el mismo periodo fue puesto en marcha el metro de Bucarest (tenía 3 líneas), la realización en 1983 del primer ordenador rumano (podía efectuar 500.000 operaciones por segundo), la inauguración en 1984 del canal Danubio-mar Negro, etc. El 28 de junio de 1984, fue la fecha del comienzo de las obras de la construcción de la Casa del Pueblo (este edificio se adoptó desde 1990 como sede del Parlamento). La construcción de plataformas de sondeo submarino, el desarrollo de la flota de pesca oceánica, la construcción de naves 69 Ioan Scurtu industriales de minerales de gran capacidad, la electrificación numerosas vías ferroviarias, etc, han marcado en gran medida los años 80. Tales proyectos absorbían la mayor parte de los recursos nacionales, con consecuencias negativas sobre el nivel de vida de la población. A mitad de los años 80 el descontento era mayoritario en la población rumana. El sentimiento de frustración era extremadamente agudo. La pérdida de algunas situaciones creada durante los años del socialismo o su limitación, creaba un estado de rebelión. Rumania producía automóviles pero la gasolina era racionada en el país, decenas de bloques de apartamentos habían sido construidos, pero la calefacción era racionada. Las ciudades y los pueblos de Rumania tenían electricidad pero su funcionamiento era interrumpido ex profeso muchas veces por día; la producción agrícola era infinitamente más importante que en entreguerras pero las tarjetas de racionamiento habían sido introducidas para el consumo de pan. A pesar de la denominación de “clase dirigente en el Estado”, que llevaban los obreros, su situación empeoraba cada vez más, y las acusaciones de que no lograban los indicadores previstos en el plan estatal y de la mala calidad de los productos se escuchaban. En este ambiente tenso, un error aunque fuese mínimo, podía desencadenar reacciones con un impacto político importante. Lo que se produjo en las Fábricas de Automóviles “Steagul Roşu” de Braşov es revelador: el retraso de 3 días de cobro de los salarios, provocó manifestaciones de los obreros. Así el 15 de noviembre de 1987, se reunieron los obreros en el patio de la fábrica, y se dirigieron, hacia el Comité Departamental del partido. Algunos ciudadanos se han unido en el camino a las columnas de los obreros, y se convirtió en una verdadera marcha contra el régimen. La multitud que gritaba en primer lugar «queremos el cobro de los salarios!», después comenzaron a gritar «queremos electricidad!» «Queremos tener calefacción en casa!» «Queremos comida para los niños!» «Ladrones, ladrones!». Según algunas informaciones, se llegó a gritar «Abajo Ceauşescu!» «Abajo el comunismo!»∗. Numerosos protestantes han entrado por la fuerza en la sede del Comité Departamental del partido, han arrancado los retratos de Ceauşescu Nicolae y los han quemado. Unos piensan que los sucesos de Braşov marcaron “un giro en la historia política de Rumania como Estado ∗ Estas informaciones fueron lanzadas después de 1989 para subrayar el carácter anticomunista de la manifestación de Braşov. 70 La revolución rumana de1989 socialista. Con ello, se abría la crisis en las relaciones entre el Partido Comunista con la clase obrera, que habían asegurado hasta este momento la estabilidad política del sistema”47. Los participantes en esta revuelta, tuvieron miedo los días posteriores porque se enteraron que la Securitate los había grabado. Asambleas generales fueron organizadas después en la fábrica, donde los líderes de la revuelta fueron sometidos al OPROBIO del colectivo, y fueron excluidos del PCR. Después fueron llevados a la Securitate e investigados, y numerosos de ellos fueron maltratados: querían así, hacerles “confesar” todo; fueron juzgados culpables y fueron mandados a vivir a otras zonas del país, siendo a partir de entonces vigilados continuamente en sus empleos48. En el caso de la huelga de 1977 en Lupeni, la prensa había encontrado la fórmula para presentar adecuadamente la visita de Ceauşescu Nicolae, esta vez no dijo nada. Durante algunos meses Braşov fue puesto bajo embargo mediático, su nombre ni siquiera figuraba en las informaciones metereológicas. Los rumanos se han enterado por las radios extranjeras de los sucesos de Braşov; la radio “Europa Libre” ha difundido una entrevista a Silviu Brucan en la cual los obreros, es decir, la clase social sobre la cual se apoya el P.C.R. ya no seguían la línea del partido. A partir de mitad de los años 80, los ataques hacia Ceauşescu Nicolae se cernían también sobre su política exterior. Después de la instalación de Mijaíl Gorbachov en el Kremlin, el papel de Ceauşescu disminuyó, ya que el nuevo líder de la Unión Soviética había abierto el diálogo con el Oeste. Aparte de este hecho que afectaba el orgullo de Ceauşescu, había también, la campaña que minimizaba su política exterior. La descripción que se hacía de él era la de un peón de Moscú, mientras que su política exterior y su condena de la intervención de 1968 en Checoslovaquia eran mostradas como una simple farsa. En este sentido, destaca la dimisión el 29 de abril de 1985 del embajador de los Estados Unidos de América, David Funderburk como señal de protesta hacia la política “privilegiada” de la Administración de Washington con Rumania, que en su opinión no se merecía49. Consideraba que el régimen de Ceauşescu se caracterizaba por una política represiva de grandes proporciones, y por la violación sistemática de los derechos y las libertades democráticas. La actitud de David Funderburk se inscribía dentro de la línea política marcada por el presidente Ronald Reagan, encaminada a la defensa de los derechos humanos en cualquier país y en cualquier régimen político. Las buenas relaciones con Rumania de los presidentes Richard Nixon, Gerald Ford y Jimmy Carter empezaron a deteriorarse. 71 Ioan Scurtu El presidente Ronald Reagan era un líder político pragmático, y su objetivo fundamental era la liquidación de los regímenes totalitarios, entre ellos el régimen de Ceauşescu Nicolae. Se recurrió así a diversas presiones para causarle dificultades. Los Estados Unidos firmaron cláusulas muy favorables a Rumania pero sometidas al respeto de los derechos humanos y el derecho a la inmigración. Estas condiciones eran cumplidas por el régimen de Bucarest de forma incompleta y siempre con gran retraso. Así era necesario recurrir cada año a la ayuda de Moses Rosen jefe rabino del culto mosaico de Rumania que iba a Washington y conversaba con los líderes de los Judíos americanos para que intervinieran a favor de Rumania. Pero el Departamento de Estado anunció el 26 de febrero de 1988 la decisión de los Estados Unidos de América de retirar estas cláusulas tan ventajosas a partir de 8 de julio de 1988, debido a que el régimen de Bucuresti no respetaba los derechos humanos y particularmente el derecho a la libre emigración de los ciudadanos rumanos. El gobierno de Bucarest, contestó públicamente el 28 de febrero de 1988, con una declaración en la cual Rumania renunciaba a esta cláusula en sus relaciones comerciales con Estados Unidos. Esto tuvo como resultado el enfriamiento de las relaciones con la mayor potencia del mundo y las pretensiones de Ceauşescu Nicolae de tener un papel internacional mayor fueron prácticamente anuladas. El régimen de Bucarest mostró ser muy vulnerable en lo que concierne al tema de lo derechos humanos. Aunque había firmado el Acto final de la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa (1975), actuado que contenía un capítulo consagrado a los derechos humanos, Ceauşescu Nicolae no ha actuado para liberalizar el régimen que encabezaba, más bien al contrario ha introducido nuevas restricciones y un control mayor de los ciudadanos rumanos. A partir de principios de los años 80, los Estados occidentales han manifestado un gran interés para la libertad de circulación de los rumanos y sobre todo por su derecho a la emigración. Al mismo tiempo, afín de desanimar la tendencia emigrante, el régimen de Bucarest decidió en febrero de 1983 imponer una tasa para los que querían emigrar de Rumania. Se afirmaba que el Estado rumano esperaba recuperar así una parte del dinero que había gastado para la escolarización (sin tasas, manuales gratuitos, becas, etc.) y el seguro de asistencia médica (también gratuito); tras las protestas internacionales, el gobierno rumano ha suspendido la aplicación de este decreto pero no lo ha abolido50. La cuestión de la emigración figuró como orden del día de todas las entrevistas realizadas por los 72 La revolución rumana de1989 líderes occidentales con Ceauşescu Nicolae; ellos solían venir con listas preparadas con anterioridad y la mayor parte de las solicitudes eran aprobadas por el presidente rumano. Así se concluyeron acuerdos con la RFA y con Israel. Los acuerdos establecían el número anual de alemanes o de judíos que debían recibir el permiso de emigración y cantidad de dinero que debía dar en compensación a Rumania. Según unas informaciones se aprobaba cada año la emigración de aproximadamente 11.000 ciudadanos rumanos de etnia alemana y la de 1000 judíos. Entre 2500-3000 rumanos obtenían esta autorización bajo el acuerdo firmado en 1975 entre Rumania y Estados Unidos de América51. Algunos cálculos indican que aproximadamente 120.000 ciudadanos rumanos de etnia alemana han emigrado de 1978 a 198852, las cantidades de dinero eran: 650 dólares para una persona sin estudios, 1.964 por un estudiante, 2.500 por un alumno de Bachillerato, 3.298 por un licenciado de estudios universitarios, 1.035 para un obrero de alta calificación53. En el acuerdo entre Rumania e Israel, 40.577 judíos han emigrado en el periodo 1968-1989, el Estado rumano ha recibido entre 2.500 y 3.300 dólares por persona. En realidad Israel pagó menos porque no pagaban por los niños ni por los jubilados54. Yosef Govrin, antiguo embajador de Israel en Rumania ha ofrecido una estadística relativa a la emigración de los ciudadanos rumanos de origen judío a Israel55. Este documento muestra que el proceso de emigración fue muy intenso durante los tres primeros años tras la creación de este Estado; 118.899 ciudadanos rumanos de etnia judía han emigrado de 1944 a 1951 contra 4.645 en los tres últimos años del régimen de Ceausescu. Si miramos el análisis abarcando un periodo de tiempo más largo veremos que 208.426 judíos han emigrado en la época de Gheorghe Gheorghiu-Dej (1948-1965) y que el número ha aumentado a 58.426 en la época de Ceauşescu (19651989). Estas cifras son un claro testimonio de que la cuestión de la emigración de los judíos hacía parte de un “escenario” que demonizaba al régimen de Ceausescu exagerando mucho las cifras, presentando a Ceauşescu como un nacionalista y un antisemita que se había aislado en el plano internacional. El proceso de emigración siguió después de la Revolución de diciembre de 1989; en el periodo 1990-1994, 94.616 ciudadanos rumanos de origen judío se han marchado a Israel; evidentemente no estaban “vendidos”, ni estaban obligados de partir por una “política de purificación étnica” de Bucarest. Los medios occidentales han realizado una verdadera campaña contra el régimen de Bucarest, al que acusaban de vender a sus propios ciudadanos, como si fueran mercancía. La Liga para la 73 Ioan Scurtu Defensa de los Derechos Humanos en Rumania, dirigidos por algunos emigrantes rumanos (Mihnea Berindei, Sanda Stolojan, etc.), fue creada en París. Sus fundadores recogían los datos de las transgresiones a los derechos cívicos; y transmitían estas informaciones a los organismos internacionales y los publicaban a través las radios “Europa Libre” y “La Voz de América”. La situación de las minorías nacionales, en especial la magiar, fue otro tema importante en la campaña de satanización de Ceauşescu. La propaganda húngara – que tenía una gran experiencia y un soporte logístico impresionante- daba crédito a la idea de que en el Tratado de Trianon de 1920, Transilvania fue atribuida a Rumania y los húngaros habían sido sometidos a una política de desnacionalización draconiana. Las tesis de la época de entreguerras promulgadas por el régimen de Horthy, “están otra vez a la orden del día”, la situación de la minoría magiar en la época de Ceausescu era presentada como catastrófica. Los medios occidentales han cogido y amplificado este mensaje, han acreditado la idea de que los húngaros de Transilvania, corrían un gran peligro y que la comunidad internacional debía intervenir urgentemente. De acuerdo con esta campaña el régimen de Budapest, publicaba obras históricas con carácter revisionista (entre ellos Historia de Transilvania, de la Academia de las Ciencias de la República Popular Húngara traducida a los idiomas más importantes), difundía historias que representaban a la “tragedia” de los húngaros de Transilvania, y pedía oficialmente a Rumania poner fin a la política de discriminación de las minorías nacionales. El Plenum del CC del PCR del 28 de junio de 1988 ha condenado “las manifestaciones anti-rumanas, ocurridas en Hungría” y se ha pronunciado con tono conciliador para solucionar los problemas que afectaban a las relaciones entre Rumania y Hungría. El encuentro de los dos líderes, Ceauşescu Nicolae y Grósz Károly, el 28 de agosto en Arad (oeste de Rumania), buscando las soluciones que podrían permitir “despachar los problemas que existían en las relaciones rumanos-húngaras”56 fue extremadamente frío e infructuoso. Como si quisiera ofrecer a los medios internacionales un nuevo sujeto de crítica hacia su régimen, Ceauşescu Nicolae lanzó el programa de sistematización de las localidades rurales. A mitad de los años 80 los pueblos de menos de 999 habitantes representaban el 70,9% del número total de las localidades rurales y los que tenían una población de 1.999 personas representaban el 89,6%57 del total. En el medio rural rumano la vida se modernizaba. Dos tercios de las casas 74 La revolución rumana de1989 aproximadamente habían sido construidas después de 1950. Edificadas con materiales duraderos estas casas eran más confortables y su arquitectura respetaba las características locales. La infraestructura necesaria de desagüe y de sistema de aprovisionamiento de agua corriente, no existían evidentemente en los pueblos rumanos, lo que ciertamente tenía repercusiones negativas en la higiene y la salud de los aldeanos. Partiendo del hecho de que había en Rumania un amplio número de pueblos de pequeñas dimensiones, se adoptó un plan que creaba importantes comunidades, que debían introducir la civilización moderna (desagües, electricidad, calefacción, tiendas, cines, colegios, etc.). Se realizó para este objetivo la supresión de las pequeñas aldeas y el desplazamiento de sus habitantes hacia el centro de las comunidades, que se deberían transformar en ciudades. La 4ª Conferencia de los presidentes de los Consejos Populares, del mes de marzo de 1988, establecía que aproximadamente 7.500 pueblos sobre un total de 13.100, es decir más de la mitad, debían desaparecer antes del año 200058. Al menos cuatro millones de personas habrán debido renunciar de hecho, a su hábitat tradicional, a su propio hogar, creado durante generaciones, para mudarse a otras localidades designadas por los órganos del partido y del Estado. Se han elaborado unos proyectos “de modelo de casa” con uno o varios pisos para acoger a la gente del campo. Este modelo se había ya intentado en el pueblo de Otopeni, para las casas situadas cerca de la carretera que llevaba al aeropuerto internacional. Finalmente este plan no se pudo realizar por su falta de realismo. Por contra provocó una fuerte reacción internacional. Se decía que Ceauşescu quería destruir los pueblos destruir el medio, y las tradiciones de los parroquianos. La prensa occidental afirmaba que los campesinos de Rumania particularmente los de etnia magiar y alemana, aterrorizados esperaban que las excavadoras llegasen “de un minuto a otro” para destruir sus casas. Las organizaciones para la defensa de los derechos humanos estaban constantemente en alerta y pidieron al gobierno de Bucarest parar esta operación. También pidieron la intervención de los foros internacionales para salvar una importante parte del tesoro cultural y etnográfico de Europa. Una delegación de seis parlamentarios europeos, se presentó ante presidente Ceauşescu y el primer ministro Dăscălescu, para pedirles la renuncia a este plan de destrucción de los pueblos habitados por los Szeklers59. Las acciones de “hermanamiento” con los pueblos rumanos, afín de impedir su destrucción se hicieron en muchos países occidentales. Los Países Bajos, Bélgica y Francia apoyaron 75 Ioan Scurtu fuertemente la operación “pueblos rumanos”60. La campaña contra la demolición de los pueblos rumanos fue tan potente que personalidades de la vida cultural como Eugene Ionesco, Andréi Sájarov y Yehudi Menuhin se adhirieron a esta causa. En 1989, cuando la acción de liquidar los regímenes socialistastotalitarios de Europa se ha puesto en marcha, Ceauşescu Nicolae estaba sometido a un verdadero ataque de los medios occidentales, Gorbachov le miraba con odio y desprecio y lo peor era el profundo malcontento del pueblo rumano, que soñaba con su salida de cualquier forma posible (dimisión, muerte, reemplazo). NOTAS 1 Revoluţiile din 1989. Între trecut şi viitor (Las revoluciones de 1989. Entre pasado y porvenir). Volumen coordinado por Vladimir Tismaneanu. Ediciones Polirom, 2005 2 Mihai Fătu, Contribuţii la studierea regimului politic din România. Septembrie 1940-august 1944 (Contribuciones al estudio del régimen político de Rumania. Septiembre 1940-agosto 1944) Bucarest, Ediciones políticas, 1984, p.7-8 3 O analiză mai detaliată (un análisis más detallado) en Scurtu Ioan y Gheorghe Buzatu Istoria Românilor în secolul XX. 1918-1948 (Historia de los rumanos en el siglo XX, 1918-1948), Bucarest, Ediciones Paideia, 1999; Capitolul XXII; 1948- Anul instaurării regimului stalinist în România (Capítulo XXII: 1948- El año de la instauración del régimen estalinista en Rumania) 4 “Buletinul oficial al Republicii Socialiste România” (Boletín oficial de la República Socialista de Rumania), nº 1 del 21 de agosto de 1965 5 Congresul al XI-lea al Partidului Comunist Român. 25-28 noiembrie 1974 (XI Congreso del Partido comunista Rumano. 25-28 noviembre 1974), Bucarest, Ediciones Políticas, 1975, pp. 614-749 6 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), versión rumana de Radu Pontbriandt. Edición Petre Dan. Bucarest, Ediciones Nemira, 1994, p.219 7 Ibídem, p. 227 8 Ceauşescu Nicolae, Raport la cel de-al XIV-lea Congres al Partidului Comunist Român (Informe del XIV Congreso del Partido Comunista Rumano), Bucarest, Ediciones Políticas, 1989, p.114 9 Wiston Churchill, Al Doilea Război Mondial (Memorias sobre la 2ª Guerra Mundial), vol.II. Traducción Florea Any si Florea Virgil, Bucarest, Ediciones Saeculum, 1996, pp. 381-382 10 Henry Kissinger, Diplomaţia (Diplomacia), versión rumana Mircea Stefancu si Radu Paraschivesu, Bucarest, Ediciones All, 2002, p.668 11 Ibídem, p.674 12 Constantin Hlihor, Geopolitica şi geostrategia în analiza relaţiilor internationale contemporane. Consideraţii teoretice şi metodologice (La Geopolítica y la geoestrategia en el análisis de las relaciones internacionales contemporáneas. Consideraciones teóricas y metodológicas) Bucarest, Ediciones de la Universidad Nacional de Defensa “Carol I”, 2005, p.85 13 Sergiu Tămaş, Geopolitica (Geopolítica), Iaşi, El Instituto Europeo, 1994, p.114 14 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), versión rumana de Radu Pontbriandt. Edición Petre Dan. Bucarest, Ediciones Nemira, 1994, p.113 76 La revolución rumana de1989 15 Istoria secolului XX. În căutarea unei lumi (1973 până în zilele noastre) (Historia del siglo XX. En busca de un nuevo mundo [de 1973 hasta nuestros días]). Bajo la redacción de Serge Berstein y Pierre Milza. Versión rumana Marius Ioan, Bucarest, Ediciones All, 1998, p.161 16 Henry Kissinger, Diplomaţia… (Diplomacia…), p.694 17 Aleksandr Yakovlev, Ce vrem să facem din Uniunea Sovietică (Lo que queremos hacer de la Unión Soviética), p.69 18 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut, (1989 el Este de Prut), Chişinău, Ediciones Prut Internacional, 2001, p.31 19 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), pp. 211-222 20 Hélène Carrère d’Encausse, Triumful naţiunilor sau sfârşitul imperiului sovietic, (El triunfo de las naciones o el fin del imperio soviético) Bucarest, Ediciones Remember, 1993, p.132 21 General-colonel (r) Constantin Olteanu, România, o voce distinctă în Tratarul de la Varşovia. Memorii. 1980-1985. Dialog cu Avram Dumitru (Rumania, una voz distinta en el Tratado de Varsovia. Memorias. 1980-1985. Diálogo con Avram Dumitru), Bucarest, Ediciones Aldo, 1999, pp. 102-109 22 Stelian Tănase, Miracolul revolutiei. O istorie politică a căderii regimurilor comuniste (El espejo de la revolución. Una historia política de la caída de los regímenes comunistas), Bucarest, Ediciones Humanistas, 1999, p.61 23 Adam Michnik, Restauratia de catifea (La restauración de terciopelo), Iaşi, Ediciones Polirom, 2001, p.234 24 Eduard Shevardnadze,Optiunea mea (Mi opción). Versión rumana Constantinescu Virgil, Bucarest, Ediciones Presa Nationala, 2003 25 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste din 1945 până în zilele noastre (Historia comparada de los Estados comunistas de 1945 a nuestros días). Versión rumana Silvia Albeşteanu şi Ana Zbârcea, Iaşi, Editions Polirom, 1988, p.298 26 Joseph F. Harrington y Bruce J. Courtney, Relaţii româno-americane. 1940-1999 (Relaciones rumano-norteamericanas. 1940-1999). Versión rumana Mihaela Sadovschi, Iaşi, Institutul European, 2002, p.525 27 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste… (Historia comparativa de los Estados comunistas de 1945 a nuestros días), p.299 28 Ibídem, p.303 29 Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României, 1918-2005 (Historia contemporánea de Rumania, 1918-2005), Bucarest Ediciones de la Fondation Romania de Maine, 2005, pp.146-165 30 Mihai Retegan, 1968. Din primăvară până în toamnă (1968. De primavera al otoño), Bucarest Ediciones RAO, 1988, p.245 31 Şfârşitul perioadei liberale a regimului Ceauşescu: mini-revoluţia culturală din 1971 (El fin del periodo liberal del régimen de Ceausescu: la ini-revolución cultural de 1971), Ediciones Ana-Maria Catanus, Bucarest, El Instituto Nacional para el Estudio del Totalitarismo, p.19 (intervención de Florin Constantiniu) 32 Relaţiile româno-chineze. 1880-1974. Documente (Las relaciones rumanochinas 1880-1974. Documentos). Bajo la coordinación del embajador Ion Budura, Bucarest, Imprenta Gestionada Autónoma el Periódico Oficial, 2005, pp. 1080-1081 33 Şfârşitul perioadei…, (El fin del periodo…), p.119 34 Ion Mihai Pacepa, Moştenirea Kremlinului. Rolul spionajului în sistemul comunist de guvernare (La herencia del Kremlin. El papel del espionaje en el sistema comunista de gobierno), Bucarest, Ediciones Venus, 1993, p.287 35 Ibídem, pp. 498-499 36 Ibídem, p. 287 37 Istoria României în date (Historia de Rumania según los datos). Coordinador Giurescu C. Dinu, Bucarest, Ediciones Enciclopédicas, 2003, p.558 77 Ioan Scurtu 38 Giurescu C. Dinu, Distrugerea trecutului României (La destrucción del pasado de Rumania), Bucarest, Ediciones Museion, 1994, pp.50-51 39 Scânteia del 4 de agosto de 1977 40 Ver Vlăduţ Nisipeanu, L-am înfruntat pe Ceauşescu (Me enfrenté con Ceausescu), Bucarest, Ediciones Crist, f.a. 41 Mircea Raceanu, Cronologie comentată a relaţiilor româno-americane (Cronología comentada de las relaciones rumano-norteamericanas), Bucarest, Ediciones Silex, 2005, p.241 42 Istoria economică a României (Historia económica de Rumania), Tomo II, 1989-1989. Coordinador Académico Constantinescu N. N., Bucarest, Ediciones Económicas, 2000, p.376 43 Scânteia del 27 de mayo de 1987 44 Marele şoc din finalul unui secol scurt (El gran choque de un final de siglo muy corto. Entrevista Iliescu Ion - Vladimir Tismăneanu), Bucarest, Ediciones Enciclopédicas, 2004, p.151; y Ediciones du Rocher, París, 2005 45 Ion Mihai Pacepa, Orizonturi roşii (Horizontes rojos), p.161 46 Moştenirea Kremlinului. Rolul spionajului în sistemul comunist de guvernare (La herencia del Kremlin. El papel del espionaje en el sistema comunista de gobierno), Bucarest, Ediciones Venus, 1993, p.310 47 Silviu Brucan, Generaţia irosită. Memorii (la generación pérdida. Memorias), Ediciones Universal y Calistrat Hogas, Bucarest, 1992, p.168 48 Ver Oprea Marius y Stajerel Olaru, Ziua care un se uită, 15 noiembrie 1987, Braţov (El día que no se olvida, 15 de noviembre de 1987, Braşov), Iaşi, Ediciones Polirom, 2002 49 David B. Funderburk, Un ambasador american între Departamentul de Stat şi clanul Ceauşescu (Un embajador norteamericano entre el Departamento de Estado y el clan de los Ceausescu), Bucarest, Ediciones Ion Dumitru, f.a., p.114 50 Georges Castellan, Historie du Peuple roumain (Historia del pueblo rumano), París, Ediciones Armeline, 2002, p.300 51 David B. Funderburk, Un ambasador american… (Un embajador norteamericano…), p.114 52 Radu Ioanid, Răscumpărarea evreilor. Istoria acordurilor secrete dintre România şi Israel (El rescate de los Judíos. Historia de los acuerdos secretos entre Rumania e Israel), Iaşi, Ediciones Polirom, 2005, p.169 53 Ibídem, p.171 54 Ibídem, p.173 55 Yosef Govrin, Israelí-Romania relations at the Ceauşescu Era (Relaciones Israelí-Rumanas en la era Ceauşescu), Londres, Pórtland, Frank Cass, 2002, pp. 261262 56 Enciclopedia istoriei politice a României. 1859-2002 (Enciclopedia de la historia política de Rumania. 1859-2002). Bajo la coordinación de Stelian Neagoe, Bucarest, Ediciones del Instituto de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, 2003, p.538 57 Giurescu C. Dinu, Distrugerea trecutului României (La destrucción del pasado de Rumania), Bucarest, Ediciones Museion, 1994, p.29 58 Scânteia del 4 de marzo de 1988 59 Georges Castellan, Histoire du Peuple roumain… (Historia del pueblo rumano), p.303 60 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste…, (Historia comparada de los Estados comunistas…), p.309 78 La revolución rumana de1989 CAPÍTULO II LA TEORÍA DEL DÓMINO 1. LA FIEBRE DE LA PRIMERA MITAD DEL AÑO 1989 El año 1989 comenzó en una atmósfera de efervescencia en algunos Estados socialistas, pero nada dejaba prever las inmensas transformaciones que iban a modificar la faz europea. La Comisión Bogomolov presentaba, el 2 de enero de 1989 a la dirección soviética, un memorando concerniente a los cambios en el este de Europa. Su conclusión era que el agravamiento de las condiciones de vida en estos Estados había creado una crisis de desarrollo, que imponía un cambio del modelo socialista anterior. En este texto había también previsiones en cuanto a la evolución específica de cada país. Una “explosión social” no era excluida para el caso rumano1. En la primera mitad del año, todo se ha desarrollado en una atmósfera relativamente tranquila, después, en el verano se produjo una aceleración que ha conducido a la caída de los regímenes socialistas-totalitarios. En la Unión Soviética, la campaña para la elección del Congreso de los Diputados del Pueblo, se desarrollaba; por primera vez, la existencia de varias candidaturas para un solo puesto y la presentación de candidatos sin la aprobación anterior de PCUS, eran admitidas. Mientras que el pluripartidismo no estaba autorizado en la época, la asociación Memorial que tenía como objetivo la revelación de la represión estalinista, tuvo su Congreso constitutivo a finales de enero de 1989. En los Países Bálticos, se creaban “frentes populares” que se pronunciaban por la autodeterminación nacional, buscando separarse de la Unión Soviética2. En la RSS de Moldavia tuvo lugar un mitin el 26 de febrero delante de la sede del CC del Partido Comunista. Los participantes han gritado en esta ocasión «queremos el idioma (rumano) y el alfabeto (latín)!», «¡devolvernos nuestra historia!», «viva Gorbachov!». Otro mitin fue organizado el 12 de marzo, las columnas de manifestantes llevaban por primera vez, desde la ocupación soviética de 1944, la bandera tricolor. A la mañana siguiente se vendió el primer diario usando el alfabeto latino. El periódico se llamaba “Glasul” (La voz) y había sido fundado por el 79 Ioan Scurtu escritor Ion Druţă3. Debido a la oposición de las autoridades de Chişinău, el periódico fue impreso en Riga, pero su difusión en Besarabia fue posible. Las elecciones de la URSS, organizadas el 26 de marzo han diseñado un Congreso, diferente de los Parlamentos anteriores, debido a que estaba formado por varios grupos: los comunistas seguidores de Gorbachov, los comunistas disidentes (con Borís Yeltsin a su cabeza), y los neo-comunistas (Andréi Sájarov). La sesión de apertura que tuvo lugar el 25 de mayo fue retransmitida en directo por la cadena pública de televisión y los ciudadanos soviéticos han conocido así una realidad política diferente de la que habían tenido anteriormente: “la unidad monolítica” impuesta por el Partido Comunista ya no existía. Pero Gorbachov usó la vieja práctica: convocó el día anterior, el Plenum del CC del PCUS que le recomendó para la función de presidente del Soviet Supremo de la URSS. Como era previsible, el congreso le ha elegido con una abultada mayoría (95,6% de los votos), por lo que hubo 87 votos en contra4. La radio y la televisión han retransmitido durante las reuniones del Congreso, unos reportajes y entrevistas protagonizadas por muchos diputados, uno de ellos pidió, que V.I.Lenin fuese extraído del mausoleo situado al lado del Kremlin y que se enterrado como un simple ciudadano. Esta propuesta que señalaba al ideólogo del partido y al constructor de Estado soviético, era algo inusitado. Tras los debates, los representantes de las repúblicas soviéticas criticaron el poder central y pidieron una autonomía mayor, los representantes de los Países Bálticos llegaron incluso a sugerir la independencia de sus Estados. En esta atmósfera el escritor ruso Valentín Rasputín dijo a los diputados de los Países Bálticos: «y si Rusia sale de la Unión, si es ella a la que acusáis de todas vuestras penas? (…). Creedme, estoy harto de que seamos la “cabeza de turco” y la diana de las injurias»5. Las palabras de Rasputín, fueron consideradas por Gorbachov como una broma pesada: «existía alguien capaz de imaginar que Rusia podía salir de la Unión Soviética y poner fin a este imperio?. Por tanto, «las profecías» del escritor ruso fueron verificadas 2 años más tarde. La propuesta de Andréi Sájarov no fue menos sorprendente. Él proponía la cancelación del artículo 6º de la Constitución de la URSS , que preveía el papel principal del PCUS Gorbachov que presidía la sesión replicó que esta propuesta sobrepasaba los límites del reglamento y anunció, a fin de evitar los debates entorno a este tema que harían una pausa6. Tras la pausa, este tema no volvió a figurar más en el orden del día. 80 La revolución rumana de1989 Por lo tanto, lo que más preocupaba a Gorbachov no eran los debates ni los comentarios durante las pausas, los cuales sobrepasaban los límites que él concedía, sino los movimientos nacionalistas de los territorios anexionados por la URSS en la región autónoma de Nagorno-Karabaj- enclave situado en Azerbaiyán cuya población estaba formada mayoritariamente por armenios- los conflictos sangrientos se habían declarado entre las dos etnias (los armenios y los azerbaiyanos). Para calmar los ánimos, un “Comité especial” fue convocado en enero de 1989, el cual acogía todas las prerrogativas del poder sobre este enclave, que pasó a estar bajo la subordinación de los órganos centrales de Moscú. Los esfuerzos para normalizar la situación no dieron resultados y los enfrentamientos étnicos siguieron en Nagorno-Karabaj. Además, según el ministro de Asuntos Exteriores, Eduard Shevardnadze, tropas especiales del Ministerio del interior fueron enviadas a Tiflis. Hicieron el 8 de abril por la mañana “una demostración de fuerza”. Su efecto no fue productivo- en vez de asustar a la gente, ha provocado una explosión de indignación, un deseo de unir sus fuerzas y de vencerles (…). La gente se lanzaba bajo los automóviles ya que el sentimiento de miedo no existía; era un espíritu que había sobrevivido a las represalias del pasado. La gente no tenía miedo y su indignación era más fuerte, ya que los que habían creído en la perestroika ya no lo hacían: en 1989 actuaban contra ellos usando los mismos métodos que los usados en 1956 contra sus padres7. El 9 de abril de 1989, las fuerzas del orden intervinieron enérgicamente en Tiflis contra una manifestación favorable a los huelguistas de hambre que pedían la independencia de la República Socialista Soviética de Georgia. Hubo 20 muertos y decenas de heridos. En mayo y junio de 1989 hubo también incidentes en Uzbekistán. Aquí los enfrentamientos entre uzbecos y meskhet han llevado a 99 muertos y por lo menos mil heridos8. La reacción de los oficiales del Kremlin extremadamente dura, demostraba que la perestroika solo reconocía algunos derechos y libertades, no permitía los de las nacionalidades, en primer lugar, ni tampoco admitía ninguna acción susceptible de poner en duda la existencia de URSS Era el mayor problema ante el cual el Kremlin se enfrentaba. El 13 y el 14 de mayo de 1989 los frentes populares de los Países Bálticos adoptaron en una reunión en Talín, una declaración afirmando que la anexión de Estonia, Letonia y Lituania en 1940 a la Unión Soviética destruía su carácter de Estado; y sostuvieron que sus países debían tener el derecho a la autodeterminación y a un estatus político especial; la reunión ha lanzado una Llamada a la Conferencia sobre la Seguridad 81 Ioan Scurtu y la Cooperación en Europa (CSCE), al secretario general de la ONU y al presidente del Presidum del Soviet Supremo de la URSS. Este documento condenaba los acuerdos de 1939-1940, entre la Unión Soviética y Alemania, según los cuales la Unión Soviética se anexionaba tres países9. el camino hacia el desmembramiento de la Unión Soviética comenzaba. Por la iniciativa del Movimiento Democrático para el Apoyo a la Reestructuración, tuvo lugar, el 20 de mayo, el Congreso de constitución del Frente Popular de la República de Moldavia que mencionaba en su Llamada a los ciudadanos de la República, que no quería la conquista del poder político y del Estado, sino la obtención de la soberanía económica, social y cultural de la RSS de Moldavia como Estado con el mismo trato dentro de la URSS. Su otro objetivo era profundizar en el proceso de democratización de la sociedad10. El 15 de junio fue publicado en Chişinău el primer ejemplar de la revista Literatura si Arta (literatura y arte) que usaba el alfabeto latín. En los otros Estados socialistas, la política de reformas conoció durante la primera mitad del año 1989 diferentes intensidades. En Polonia, el general Wojciech Jaruzelski obtuvo en enero de 1989 el acuerdo del Comité Central del Partido Obrero Unido Polaco (comunista) para retomar las negociaciones oficiales con Solidaridad, interrumpidas en diciembre de 1981, cuando el general había proclamado la ley marcial, ejecutando “el golpe de estado más perfecto en la historia moderna de Europa”11, con el cual evitó a la vez la guerra civil y la intervención militar soviética. Un importante experimento histórico se produjo a principios del año 1989 en Polonia: representantes del partido comunista, de Solidaridad, y de la Iglesia se sentaron juntos. Este acto entró en la historia bajo el nombre de “La mesa redonda”. Las negociaciones tuvieron lugar de febrero a marzo y se firmó finalmente el acuerdo político el 5 de abril de 198912. Este acuerdo preveía la reorganización del Gobierno y del Parlamento, la realización de elecciones generales, el derecho de la oposición a tener sus propias candidaturas, la posibilidad de publicar sus propios periódicos y de tener acceso a la radio y la televisión. En conformidad con las conclusiones de la “tabla redonda”, un tribunal de Varsovia decidió el 17 de abril de 1989 registrar oficialmente la Unión de los Sindicatos Independientes, Solidaridad entraba así en la legalidad. El 10 y el 11 de junio de 1989 tuvo lugar la visita del general Jaruzelski, presidente del Consejo de Estado de la RP de Polonia a la Gran Bretaña. Fue la primera visita de un jefe de Estado polaco a este país desde la 2ª Guerra Mundial. Margaret Thatcher, 1ª ministra 82 La revolución rumana de1989 británica, se ha declarado fascinada “por los acontecimientos” de Polonia. Ha precisado que su país “daría pasos concretos para sostener Polonia después de la puesta en marcha de las reformas económicas”. Margaret Thatcher prometió diversas ayudas: Gran Bretaña tendría un papel constructivo en las discusiones financieras de Polonia con el FMI; sostendría el escalonamiento para espaciar los pagos de la deuda polaca en el ámbito del Club de París; concedería 5 millones de libras esterlinas durante un periodo de 5 años, sumas que van a crear un fondo destinado a la formación de cargos para la economía polaca; emprendería acciones en el interior de la Unión Económica Europea (CEE) para liberalizar el comercio con Polonia y eliminar las limitaciones cuantitativas discriminatorias en los intercambios comerciales; alentaría a las direcciones de los Estados occidentales para acordar una acrecentada asistencia financiera para las reformas en Polonia13. Del 14 al 16 de junio de 1989, el presidente francés, Mitterrand François, visitó Polonia. Tuvo entrevistas con el presidente Jaruzelski, con el primer ministro Rakowski, pero también con Lech Wałęsa líder de Solidaridad. Los ministros de Finanzas de estos dos países firmaron en esta ocasión un acuerdo sobre el escalonamiento del pago de la deuda polaca contraída con Francia. Mitterrand François declaró: “Querría que lo que está pasando en Polonia, en Hungría y en parcialmente en la URSS contamine a toda Europa del Este”14. Al final de una campaña electoral extremadamente intensa, que tuvo lugar del 4 al 18 de junio de 1989, la oposición ganó las elecciones. El 18 de junio de 1989 el Partido Obrero Unido Polaco perdió prácticamente el papel preponderancia en el país. Esta fecha marcó también un momento importante en la historia de los países socialistas, porque ponía fin a un periodo donde los países comunistas ejercían el monopolio del poder político. En Hungría, el Partido Obrero Socialista Húngaro (comunista), bajo la dirección de Károly Grósz, se alineó entorno a las reformas de Gorbachov. Károly Grósz declaró el 19 de mayo de 1989, que su partido quería “arreglar los problemas del socialismo a través de vías administrativas pero también democráticas dentro de un sistema multipartidista15. Un “círculo de reformas” previendo compartir el poder con otras fuerzas políticas fue creado en el Partido Obrero Socialista Húngaro. Una de estas fuerzas era Forum Democrático Húngaro, fundado en septiembre de 1988. El 7 de junio de 1989 es la fecha de nacimiento del Movimiento para una Hungría Democrática, que contaba aproximadamente con 500 intelectuales; en su sesión de 83 Ioan Scurtu constitución, presidida por el profesor universitario Gázso Ferenc, algunos dirigentes del Partido Socialista Húngaro eran presentes (Poszgay Imre- miembro del Gabinete político, Ministro de Estado, Szüros Mátyás- Presidente del Parlamento, Horváth István- Ministro del Interior, etc). Como en el caso polaco, una “mesa redonda” fue organizada en Hungría también. Su primera reunión tuvo lugar, el 13 de junio de 1989, con la participación de los representantes del Partido Obrero Socialista Húngaro (el secretario general Grósz Károly, a la cabeza) y de 15 organizaciones políticas, sindicales y cívicas (entre ellos Orban Victor, en la Delegación de los Jóvenes Demócratas). Los 120 periodistas presentes a la sesión de apertura se han enterado que los debates debían empezar el 21 de junio de 1989. En Hungría, la modificación de la historia ha jugado un papel importante en la acción de la oposición. Una Comisión para la verdad histórica fue puesta en marcha con la aprobación tácita de los oficiales. Esta llegó a la conclusión de que en 1956 no hubo una contrarrevolución, pero sí una acción valiente, patriótica, aniquilada por el ejercito soviético. La Comisión ha propuesto la reinhumación del antiguo primer ministro Nagy Imre y de cuatro de sus más cercanos colaboradores, el 16 de junio, fue declarado Día de luto nacional. El presidente del Parlamento, el primer ministro de Hungría y otros dignatarios han depositado flores durante la ceremonia en el catafalco de Nagy Imre. También han depositado coronas de flores el Decano del cuerpo diplomático (peruano), acompañado por los embajadores de EUA, Yugoslavia y Argentina, los representantes de la radio “Europa Libre”, de la inmigración rumana de Francia, de “Solidaridad” de Polonia, de la “Carta 77” de Checoslovaquia, del Partido Comunista Italiano, etc.16. La dirección de Budapest, ha invitado a los representantes de la diáspora rumana a participar en el funeral de las victimas de la represión de 1956. Fue adoptado en esta ocasión La Declaración de Budapest, del 16 de julio de 1989, que estipulaba que Transilvania era “espacio de complementariedad” en el cual el derecho a la representación política autónoma debía estar garantizado. Al igual, en Hungría vivían entre 10.000 y 50.000 rumanos que habían pasado clandestinamente las fronteras. Hungría ha pedido al Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados, que abrió una oficina en Budapest, para acordar dar asistencia a los Rumanos que se encontraban en los centros de acogida. Algunos de ellos eran formados y enviados con misiones secretas a Rumania; el principal 84 La revolución rumana de1989 objetivo era la radicalización de algunos grupos de Rumania para reformar el sistema político17. En el espíritu de la nueva orientación, el gobierno de Hungría admitió la parición de periódicos, la creación de radios, cadenas de televisión, y la apertura en Budapest del primer centro de radio de “Europa Libre”. La reunión plenaria del Comité Central del Partido Obrero Socialista Húngaro, del 23 y del 24 de julio de 1989, a elegido una dirección colectiva de cuatro miembros; Nyers Reszö- presidente del partido, Károly Grósz- secretario general, Nemeth Miklós- primer ministro y Poszgay Imre - ministro de Estado. Se precisó que el presidente del Partido era el encargado de las relaciones internacionales mientras que el secretario general se encargaría de las cuestiones interiores. Fue creado “La Comisión para sacar lecciones de nuestro devenir histórico” y para la elaboración de la Declaraciónprograma del Partido Obrero Socialista Húngaro llevado por Imre Poszgay. La dirección de Checoslovaquia ha tenido una actitud reticente hacia las reformas. El 15 de enero de 1989 una manifestación tuvo lugar en Praga en memoria de Jan Palach, un estudiante que 20 años antes se había inmolado para protestar por la intervención de las tropas soviéticas en Checoslovaquia. La manifestación fue dispersada con la ayuda del ejército por orden del gobierno. La primea gran acción popular de este año había fracasado pero ni los checos ni los eslovacos habían perdido el ánimo. En Alemania del Este el líder del Partido y del Estado Erich Honecker, ha acogido con hostilidad las reformas de Gorbachov. Pero este país debía su existencia a la Unión Soviética y la política de independencia, promulgada por Honecker tenía pocas oportunidades de establecerse. En agosto de 1961, los Soviéticos habían erigido el Muro de Berlín, que marcaba la división de Europa y de numerosos alemanes del Este que trataron de pasar al oeste y fueron asesinados. Después de 1985, la política distensión promulgada por Gorbachov, intentó también mejorar las relaciones con la RFA. Cuando vino a Bonn, el 12 de junio de 1987, Gorbachov debatió amigablemente con Canciller Helmut Kohl. Ha expresado que la URSS y la RFA debían jugar un “papel clave en lo que concierne al futuro de Europa”18. Mientras Honecker miraba con frialdad esta visita, los ciudadanos de la RDA la consideraban como una posible vía hacia la unificación de estos Estados. Otro país socialista, Yugoslavia, vivía en un estado de tensión, generado por la voluntad de algunas de sus Repúblicas 85 Ioan Scurtu (particularmente Eslovenia y Croacia) de salir de la Federación. En marzo de 1989, los primeros enfrentamientos entre los separatistas albaneses de Kosovo y las fuerzas del gobierno de Belgrado tuvieron lugar después del arresto de un líder albanés de esta provincia autónoma. Esto demostraba que el espíritu de reconciliación se había abandonado por el régimen de Milošević. La autonomía de las provincias de Kosovo, y de Voivodina- prevista en la Constitución de la RFS de Yugoslavia- había sido cancelada por el voto de la Asamblea de Serbia del 28 de marzo de 1989. Toda la propaganda sobre la igualdad de los derechos de los ciudadanos y las naciones que conformaban la RFS de Yugoslavia, durante 5 decenios, se cancelaba así. El discurso pronunciado por Slobodan Milošević, el 28 de junio en el Campo del Mirlo, en Kosovo, en la ceremonia del sexto centenario del célebre combate, ha subrayado la decisión de Belgrado, de usar la fuerza contra los separatistas. En Albania bajo la dirección de Ramiz Alia, las reformas de Gorbachov no eran conocidas por la población que no tenía ningún acceso a la información. Al principio del año 1989, en Rumania la oposición hacia la política de Ceauşescu se agravó, debido a que la presión a la que se veía expuesta la población, se hacía insostenible. La violación de los derechos humanos a nivel nacional: las privaciones alimenticias, el racionamiento de los productos básicos, el frío en las casas, los cortes de electricidad, las demoliciones a un ritmo acelerado (todo un barrio fue derribado en Bucuresti para construir la Casa del Pueblo), la limitación del derecho a la libre circulación en otros países, que era prácticamente anulada, se habían convertido en hechos cotidianos que tocaban a la casi totalidad de la ciudadanía. Esta oposición se manifestaba de diferente manera: imprimían y distribuían pasquines cuyos textos se oponían al régimen, se realizaban entrevistas en los puestos de radio en el extranjero, se mandaban cartas anónimas al CC del PCR y a Ceauşescu Nicolae personalmente, etc. En marzo de 1989 las radios “BBC”, “La Voz de América” y “Europa Libre” han divulgado la carta que 6 antiguos altos responsables del PCR habían mandado a Ceauşescu Nicolae19. Los 6 firmantes habían ejercido las funciones siguientes: Gheorghe Apostol- primer secretario del Comité Central del Partido Obrero Rumano y vicepresidente del Consejo de Ministros; Constantin Pârvulescu - miembro de la oficina política del CC del PCR; Alexandru Bârlădeanu- miembro del Comité Político Ejecutivo del CC del PCR, vicepresidente del Consejo de Ministro; Mănescu Corneliu - miembro del CC del PCR, ministro de Asuntos 86 La revolución rumana de1989 Exteriores; Silviu Brucan- jefe de sección adjunto del CC del PCR, embajador; Grigore Răceanu- miembro del CC del PCR. Los autores de esta carta no juzgaban el régimen socialista totalitario sino solamente pedían a Ceauşescu Nicolae algunas mejoras, siguiendo el mismo espíritu de las reformas de la perestroika promulgada Mijaíl Gorbachov. La carta comenzaba así: “Ahora que la idea misma del socialismo para la cual habemos luchado está desacreditada por su política y como nuestro país se encuentra aislado en Europa, nos hemos decidido a tomar posición”. La carta seguía con una serie de acusaciones hacia el presidente: “La comunidad internacional le reprocha el no respeto del Acto Final de Helsinki, que usted había firmado. Los ciudadanos de Rumania le reprochan el no respeto a la Constitución, que usted había jurado respetar”. Se referían al plan de sistematización de los pueblos; al decreto que prohibía a los ciudadanos rumanos establecer contacto con los extranjeros, que ningún forum legislativo había votado y que no fue publicado; a las inmensas inversiones en las obras de construcción del centro cívico de Bucarest, en la ausencia del presupuesto público; a la Securitate “creada para defender el orden socialista contra las clases explotadoras, usadas ahora contra los obreros”; a la prolongación de la semana de trabajo, domingos incluidos; a la violación del correo; a la intercepción de las comunicaciones telefónicas. “En resumen, la Constitución fue virtualmente suspendida y no disponemos actualmente de un sistema legal”. Otros reproches estaban enfocados sobre la planificación de la economía, la cual no funcionaba bien; en la política agrícola, que había sido “un fracaso”; a “la política de asimilación forzada” de las minorías nacionales lo que había conducido a la emigración de los alemanes, de los húngaros y de los judíos. Los autores de la carta se declaraban inquietos porque “la posición internacional de Rumania y su prestigio disminuía rápidamente”. La carta de los seis tuvo un importante eco internacional interior, porque fue difundida muchas veces en la radio extranjera. Los firmantes fueron llamados por la Securitate. Sufrieron arresto domiciliario (en su propia casa, o en las afueras de Bucuresti). En los años 50, cuando Gheorghe Apostol, Constantin Pârvulescu y Silviu Brucan ocupaban altos puestos en el partido, los iniciadores de un documento semejante hubiesen sido calificados de “enemigos de la clase obrera y del pueblo rumano”, arrestados, y quizás ejecutados. Los tiempos habían cambiado y Ceauşescu no pudo reaccionar de manera violenta. Durante la sesión del Comité Político Ejecutivo del 13 de marzo 87 Ioan Scurtu de 198920, Ceauşescu Nicolae hizo conocer la acción de algunos “golfos políticos, al margen de toda moral y política”. Precisó que se trataba “en primer lugar de Brucan, excluido desde hacía mucho del partido y que era un agente de los servicios extranjeros”. Ceauşescu Elena precisó que Brucan era “reclutado desde hacía mucho tiempo por los Americanos”. Ceauşescu Nicolae añadió que Brucan “se ha conchabado con Apostol, hacia quién he tenido demasiada comprensión. Aquí soy yo el culpable principal, porque pensaba que no se iba a corregir pero que quizás se centraría e en sus asuntos. Parece finalmente, que no merece ninguna confianza ni indulgencia”∗. Ceauşescu también habló de Alexandru Bârlădeanu, de Constantin Pârvulescu y de Mănescu Corneliu y su acción fue considerada por él como siendo “comparable a un acto de traición”, razón para la cual había que ver “lo que la Constitución prevé, lo que la Ley prevé porque la traición es traición”. Afirmó también que eran todos “un grupo de gente al margen, desde el punto de vista político, social y moral, lo que nos lleva a preguntarnos como han podido en un momento dado ocupar altas funciones”, “han tenido el ánimo de hacer esto viendo lo que está sucediendo en la Unión Soviética”, ha seguido haciendo alusión a la política de glasnost y perestroika promovida por Gorbachov. A la salida de la sesión del Comité Político Ejecutivo, el secretario general precisó que se trataba de una cuestión de partido y de hecho “ no había que hablarlo”. Después de las encuestas sobre él, Gheorghe Apostol, dirigió, el 31 de mayo de 1989, una carta CC del PCR y al Consejo de Estado de la RS de Rumania21. En esta carta escribía: “es mi deber declarar, con toda sinceridad que tengo una gran responsabilidad en lo que concierne a la carta mandada a Occidente por Silviu Brucan que se leyó en el mes de marzo de 1989 en las radios extranjeras, porque soy yo quién organizó y atrajo a los otros para hacerlo”. Declaraba haber sido “dominado por las ambiciones personales e intereses egoístas”. “Añoro profundamente ∗ Gheorghe Apostol, antiguo ilegalista y colaborador cercano de Gheorghe Gheorghiu-Dej, se ha considerado como el más autorizado para tomar la función de primer secretario del CC del PCR, después de la muerte de éste último en marzo de 1965. Maniobrando entre bastidores, “los Barones Ion Gheorghe Maurer y Emil Bodnaras impusieron la elección de Ceauşescu Nicolae a la cabeza del partido”. El nuevo líder del PCR actuó para apartar a Gheorghe Apostol del Despacho Político y del Comité Central. De 1966 a 1988, Gheorghe Apostol fue embajador de Rumania en Argentina, Uruguay y Brasil. Él se opuso al culto de la personalidad promovida por Ceauşescu Nicolae. 88 La revolución rumana de1989 todo lo que he hecho y ruego a la dirección del partido y al Consejo de Estado su clemencia”. Declaraba también que se había llenado de vergüenza asimismo “negando los ideales a los cuales había consagrado su juventud” y que se había dejado influenciar “por la propaganda reaccionaria del exterior, abandonando así los principios y las normas de vida y de trabajo de los comunistas. Ahora, tengo vergüenza de no poder a mi edad, tener la cabeza bien alta delante de mis camaradas de combate, delante de los ciudadanos del país. En estos momentos, soy mi propio juez y me comprometo a probar, durante todo el resto de mi vida mi perfecta devoción al partido y al país”. Así solicitaba del CC del PCR y del Consejo de Estado la posibilidad de “rehabilitarme desde el punto de vista moral y de demostrar que mi conducta no va a ir, de ninguna manera, en el futuro contra los intereses del partido y del país”. Aseguraba también al CC del PCR que: “me desdigo completamente de las acciones realizadas y pido perdón al partido, al pueblo rumano, a la dirección del partido y al Estado. Al mismo tiempo por mi edad avanzada ruego que me concedan clemencia”. Se puede notar que Gheorghe no se refería a los problemas concretos contenidos en “la carta de los seis”, y que evitó mencionar el nombre de Ceauşescu Nicolae, al que no dedicó devoción alguna. Esta carta fue inscrita en el orden del día de una sesión del Comité político ejecutivo del 18 de agosto de 198922. Durante esta sesión Ceauşescu Nicolae dijo: “Gheorghe Apostol reconoce su actividad de espionaje y pide clemencia”. Un grupo de miembros del PCR antiguos Ilegalistas han hablado con Apostol. Constante Nicolae e Ion Coman han redactado un informe. El secretario general quiso subrayar que “la traición es solamente traición” y que había, en consecuencia que pedirle cuentas, mencionando “que no había que tener prisa” y “que había que informar al partido en su totalidad”. Después del 23 de agosto la evolución de los acontecimientos internacionales hizo que los autores de “la carta de los seis” ya no fueran llevados ante la justicia y castigados, como lo preveía Ceauşescu Nicolae el 13 de marzo. Las actitudes críticas hacia Rumania aumentaban en los países miembros del Tratado de Varsovia. El gobierno de Budapest y la emigración húngara de Europa y de los EUA se han implicado especialmente, desarrollando una acción virulenta contra Rumania, a la que acusaban de promover una política de asimilación forzada de las minorías nacionales. El 27 de febrero de 1989, el ministro de Asuntos Exteriores, Gyula Horn, tomando la palabra en la sesión de los derechos humanos de Ginebra, ha 89 Ioan Scurtu condenado la política del gobierno rumano en la cuestión de las minorías y de los derechos humanos. Hungría elaboró con otros países, entre ellos la URSS y Bulgaria, una resolución pidiendo que se haga una encuesta sobre el respeto a los derechos humanos en Rumania23. En la primera mitad del año 1989, Occidente empezó a aislar el régimen Ceauşescu en el plano internacional. La RFA ha retirado a su embajador en Bucarest como signo de protesta contra la violación de los derechos humanos en Rumania. La Comunidad Económica Europea suspendió el mismo mes las consultas económicas con Rumania por la misma razón. Dinamarca, Noruega y Portugal han cerrado sus embajadas en Bucarest durante los meses siguientes. Estas acciones que expresaban su oposición tenían lugar a la vez en el interior de Rumania y en el exterior. En abril de 1989, el profesor Giurescu C. Dinu (que había recibido el status de refugiado político en EUA un año antes) lanzó en New York y en Washington la obra “The Razing of Romania`s Past” (La Destrucción del Pasado de Rumania). Esta obra fue pedida al profesor Giurescu por dos fundaciones norteamericanas que deseaban tener una presentación científica, sobre la situación de los monumentos históricos y de las obras de arte de Rumania. Los lectores angloparlantes han podido informarse de la política del PCR relativa a la sistematización de las ciudades y de los pueblos rumanos, con estos datos y con hechos concretos. Conducían todos a la conclusión que la mayoría de las demoliciones eran debidas a la política del PCR, que quería destruir el pasado de Rumania, las viviendas tradicionales, para poner en su lugar inmuebles de 8-10 pisos y edificios faraónicos como la Casa del Pueblo, etc. La destrucción de los monumentos históricos y de las obras de arte, como la iglesia Enei, la iglesia de Sfânta Vineri, el monasterio de Văcăreşti afectaba gravemente el patrimonio cultural del pueblo rumano. La obra mencionaba que numerosos intelectuales rumanos han tomado posición en contra de estas demoliciones. Entre ellos Pippidi M. Dionisie, Vasile Drăguţ, Popa Radu, Giurescu C. Dinu, Răzvan Theodorescu, Virgil Cândea, Pippidi Andrei, Aurelian Trişcu. Dirigieron memorias a Ceauşescu Nicolae, escribieron artículos que fueron publicados por la prensa rumana e internacional y enviaron documentos a las radios extranjeras24. El profesor Dumitru Mazilu, informador de la ONU para los derechos humanos dirigió por su parte, una importante acción contra el régimen Ceauşescu. Su informe25 contenía una amplia presentación de numerosas violaciones de derechos y libertades cívicas en diversos Estados, incluyendo a Rumania. Dumitru Mazilu llegaba a la conclusión que 90 La revolución rumana de1989 los compromisos asumidos en la firma de Ceauşescu Nicolae del Acto final de Helsinki, no eran respetados en su país. Las autoridades rumanas prohibieron al profesor Mazilu ir a Ginebra para defender su informe. Fue puesto bajo arresto domiciliario. El informe llegó a Occidente en julio de 1989 y fue examinado el 1 de septiembre 1989 por la Subcomisión para la Prevención de la Discriminación y la Protección de las Minorías, fue publicado después como un documento de la ONU. El mundo entero conoció así la realidad de Rumania. A finales de marzo de 1989, Rumania había reembolsado toda su deuda exterior. Según una orden adoptada el 18 de abril, por la Gran Asamblea Nacional, se declaró que ese hecho representaba “una gran victoria del pueblo rumano, una realización de importancia excepcional, que asegura la total independencia económica y política de nuestra nación”26. El Parlamento adoptó una ley que preveía: “Está prohibido a los órganos estatales, a las entidades estatales, cooperativas y comunales, y a los bancos de contratar créditos extranjeros”27. La prensa, la radio y la televisión rendían “el más ardiente, el más glorioso homenaje” a Ceauşescu Nicolae cuya política “genial” había hecho que, por primera vez en su historia, Rumania no tuviera deuda externa. Jamás se mencionó la suma total de la deuda, ni la manera en que este dinero fue utilizado, ni os sacrificios que el pueblo rumano había hecho durante más de ocho años. La realidad probó que este esfuerzo se había concretizado en una baja catastrófica del nivel de vida, hambre y frío para la inmensa mayoría de los rumanos. Como a partir de 1981, la importación de equipamientos y de maquinaria moderna casi cesó, tampoco se importaban las piezas de recambio, por lo que la industria rumana era cada vez más obsoleta desde el punto de vista moral y material. Rumania no pudo realizar la modernización de su economía, absolutamente necesaria en esta época donde en el plano internacional ya se había procedido a la informatización de los procesos de producción. En consecuencia, lejos de ser una ventaja el pago de la deuda externa creó un inmenso hándicap para la industria rumana, en comparación con la de la mayoría de los Estados de Europa. Además el reembolso de la deuda exterior afectó a los bancos y a las compañías internacionales, interesados anteriormente para tener relaciones de negocios con Rumania. Un aislamiento se produjo así también, en el plano económico, y Rumania se ha visto obligada a acercarse a la Unión Soviética y al Tercer Mundo. Los rumanos esperaban que su calvario acabaría, una vez la 91 Ioan Scurtu deuda exterior fuese reembolsada, la exportación no siguiese en el mismo ritmo elevado, teniendo en cuenta que la necesidad de las divisas ya no sería tan grande, que encontrarían los productos necesarios en los mercados y en las tiendas, que habría electricidad suficiente y que no tendrían frío en sus casas. Pero Ceauşescu tomó una nueva decisión, tan catastrófica como la primera, en la que Rumania se volvería acreedora, es decir que daría préstamos a otros Estados y cobraría los intereses respectivos28. Según algunos datos estadísticos el Estado rumano tenía, a finales de 1989, disponibilidad de divisas de 1,8 millones de dólares norteamericanos, y debía cobrar créditos acordados con países en vías de desarrollo de un importe de 2,9 millones de dólares norteamericanos29. Queriendo que Rumania se volviese acreedora, la dirección del partido y Ceauşescu Nicolae a la cabeza, decidieron seguir la política posterior a 1982. En consecuencia lejos de cesar, las restricciones impuestas a la población han seguido y aún se han agravado. Si la mayor parte de los Rumanos había aceptado, antes del mes de marzo de 1989, con resignación, la política dirigida al pago de la deuda exterior, la nueva teoría de Ceauşescu Nicolae provocó por contra su rebelión. El régimen por su parte, se volvió aún más restrictivo. Los rumanos habían llegado a mirar las cadenas de televisión de los países vecinos (Hungría, Yugoslavia, Bulgaria, RSS de Moldavia) porque la programación de la televisión nacional duraba dos o tres horas por día, y era consagrado la mayor parte del tiempo a la actividad de Ceauşescu Nicolae. La programación de la TVR estaba totalmente politizada. Como ejemplo está el del 24 de mayo de 1989: 19:00 Informativos 19:25 Tesis y orientaciones del camarada Ceauşescu Nicolaeprograma de trabajo y de acción revolucionaria 19:50 Industria- programas prioritarios 20:10 Vivimos décadas de realizaciones grandiosas 20:40 El orgullo de ser ciudadano de la República Socialista de Rumania 20:50 Gran empeño patriótico, revolucionario de la juventud para el futuro de la patria 21:15 A propósito del gran libro de la patria 21:30 El descubrimiento de nuestro querido país 21:50 Informativos 22:00 Fin de las emisiones Numerosos rumanos escuchaban las radios “Europa Libre” y “La Voz de América” que organizaba una campaña virulenta contra el 92 La revolución rumana de1989 régimen de Bucarest, llamando a los rumanos a comenzar la revuelta, tomando como ejemplo a los polacos y los húngaros que estaban ya en la vía de las reformas. Los servicios de información extranjeros- occidentales y los de la Unión Soviética, de Hungría y de Yugoslavia- que contribuían con sus métodos específicos a aumentar el estado de tensión en Rumania y a promover la revuelta contra Ceauşescu Nicolae, han desplegado una intensa actividad… Un fuerte sentimiento de odio hacia Ceauşescu y su mujer, considerada como un “mal de ojo”, se sentía cada vez más en la población, pero también en los cargos del partido, de la Milicia y de la Securitate. Algunos esperaban que Ceauşescu, enfermo de diabetes, se moriría de manera natural, otros pensaban que se retiraría y que ocuparía la función de Presidente honorario del partido (que era posible crear en el próximo congreso del PCR), dejando el lugar a su hijo Nicu, considerado como bien anclado en la realidad de la vida cotidiana y como un posible seguidor de la vía reformadora de Gorbachov. Se decía que Ceauşescu Elena se había otorgado la mayor parte de las atribuciones del “Gabinete nº1”, y que era a punto de acceder a la dirección del partido, lo que aumentaba el miedo de los rumanos. Los rumores y suposiciones fueron interrumpidos por el Plenum del Comité Central de Partido Comunista Rumano, del mes de junio de 1989, que decidió que Ceauşescu Nicolae sería reelegido secretario general. Las palabras utilizadas en el documento acordado lograban un paroxismo: “El Plenum del CC del PCR, expresando su estima y admiración, de amor ilimitado y de reconocimiento profundo, de los comunistas, de todos los trabajadores, en perfecto consenso con la voluntad unánime del pueblo entero, decide someter en los debates de las Asambleas Generales de todas las organizaciones de base de las empresas, las instituciones, las entidades agrícolas, a los de todas las conferencias de las organizaciones comunales, municipales y departamentales del PCR, de todo nuestro partido, la proposición que en el XIV Congreso sea reelegido en la alta función de secretario general del partido, el hijo de nuestra nación, el más querido y el más estimado, el guía brillante del partido y del Estado, el camarada Ceauşescu Nicolae”30. Más allá de la propaganda oficial, que buscaba acreditar la idea que el pueblo entero era como “una pared” alrededor del “guía amado”, en el país, la situación se volvía más tensa. 93 Ioan Scurtu 2. EL VERANO DE LOS CAMBIOS DECISIVOS La segunda mitad del año 1981 debía traer transformaciones fundamentales en Europa. El 7 y el 8 de junio, tuvo lugar en Bucarest la reunión del Comité Político Consultativo de los estados participantes al Tratado de Varsovia. La reunión abordó además de los aspectos referentes a la paz, del desarme, de la seguridad, los problemas de los países miembros. Ceauşescu Nicolae expresó desde la tribuna su inquietud sobre las “tendencias que ponían en duda los valores socialistas”. Recordó los viejos eslóganes de los años 50, según los cuales “mientras hay clases antagonistas, la lucha de clase queda como una ley fundamental del desarrollo socialista” y pidió que no se haga ninguna concesión a los capitalistas e imperialistas31. Mijaíl Gorbachov defendió la perestroika y pidió una reforma del Tratado, cuya importancia política debía según él crecer. El líder soviético anotó la necesidad de “respetar la independencia de los partidos hermanos” y de excluir la fuerza y la amenaza de fuerza en las relaciones interestatales32. Se afirmaba en la época que Mijaíl Gorbachov había reemplazado “la doctrina Brézhnev” (relativa a la independencia limitada de los Estados socialistas) por “la doctrina Sinatra”, siguiendo el título de la canción My way (mi camino). Las palabras “I did it my way (cada uno sigue su camino)” que Frank Sinatra pronuncia en esta canción fueron interpretadas desde el punto de vista político como el derecho de los Estados de elegir libremente su senda en la política interior33. De cierta modo se había producido un intercambio de papeles: el líder del Kremlin defendía la independencia y la no injerencia en los asuntos internos, es decir los conceptos promulgados durante más de 25 años por Ceauşescu Nicolae, mientras que el secretario general del PCR se había vuelto el seguidor de la defensa en bloque del régimen socialista, decía que no se podía permitir el renunciar al papel dirigente de los comunistas en los Estados participantes al Tratado de Varsovia. Las diferencias de punto de vista entre el líder de Moscú y el de Bucarest eran profundas. Aleksandr Yakovlev, quién asistió a muchas entrevistas entre Ceauşescu y Gorbachov, escribió que “eran difíciles y tensas. Ceauşescu decía una cosa y Gorbachov otra; no lograban encontrar una línea común. Ceauşescu se mantenía firme en sus posiciones y lanzaba duras críticas: reprochaba que se alejaban del 94 La revolución rumana de1989 socialismo, de hundir la nave soviética, de quitarles sus obligaciones del apoyo internacionalista”34. Tras el cierre de la reunión de Bucarest, el presidente Bush empezaba al día siguiente, su visita a la República Popular de Polonia (9-11 de julio) él habló en esta ocasión con el jefe del Estado, el general Jaruzelski, pero también con el líder de la Oposición Lech Wałęsa. El presidente norteamericano y el de Solidaridad depositaron flores en el monumento de los héroes de Gdansk, levantado a la memoria de los muertos por los órganos de represión. El presidente Bush dijo: “saludo a Lech Wałęsa, saludo a Solidaridad, saludo a Polonia. Mi reconocimiento por lo que habéis logrado desde mi última visita: las primeras elecciones libres en Polonia tras la guerra. Polonia ocupa un lugar esencial en los corazones de los norteamericanos y en el mío también (…). América está a vuestro lado. Aquí en Polonia los EUA sostienen el acuerdo de la “mesa redonda” y aplauden la sabiduría, la resistencia, la paciencia de uno de los más grandes dirigentes de Polonia –Lech Wałęsa (…). Reconocemos también que las autoridades polacas han mostrado pruebas de sabiduría, de enfoque creativo y de coraje, marcando pasos históricos”35. El presidente norteamericano, elogiaba a Wałęsa, pero también apoyaba a Jaruzelski que “hizo prueba de sabiduría”. Bush sugería con estas palabras cierta evolución política sustentada en el principio de la “mesa redonda”. En su discurso delante del Parlamento de Varsovia, el presidente norteamericano hizo promesas concretas: él actuaría en el Grupo de los 7 países más industrializados, para que se acordase una ayuda para Polonia; pediría al gobierno de los Estados Unidos una ayuda de 100 millones de dólares al desarrollo del sector agrícola privado polaco; exhortaría al Banco Mundial para que otorgase 325 millones de dólares en pos del desarrollo de la agricultura y la industria alimenticia polaca; pediría a Occidente revisar una parte de la deuda polaca (5 millones de dólares); pediría al Congreso de los EUA acordar 15 millones de dólares para la conservación de los bienes culturales de Cracovia para los trabajos de protección desde un punto de vista ecológico de la zona de Cracovia36. Como era previsible el Congreso de los EUA actuó siguiendo las pautas marcadas por las declaraciones de Bush George. Además el apoyo de Occidente a la oposición política polaca aumentó. Durante el año financiero 1989, el Congreso de los Estados Unidos aprobó otorgar 3 millones de dórales para la asistencia financiera de la Oposición en Polonia37. Los sindicatos de la R.F.A., de Italia, Bélgica y EUA aprobaron su apoyo a Solidaridad, que obtuvo según algunas estimaciones, durante la 95 Ioan Scurtu primera mitad de 1989 en Bruselas 300.000 dólares38. La radio “Europa Libre” pagaba los artículos publicados por emigración polaca y las entrevistas dadas por los líderes de Solidarité, en equipamiento de telecomunicaciones y de impresoras. Diarios, revistas y pasquines escritos en polaco eran mandados desde los EUA. El órgano de prensa de Solidarité, se imprimía usando la tecnología láser de última generación. El apoyo dado a la oposición no tenía como objetivo alejar al general Jaruzelski. Parece ser que habría existido un acuerdo entre Gorbachov y Bush para mantener a Jaruzelski en el poder. Éste en primer lugar no tuvo la intención de proponer su candidatura para otro mandato a la presidencia de Polonia, propuso al ministro de Asuntos Interiores, el general Czeslaw Kiszczak. En su discurso durante la sesión del Plenum del CC del Partido Obrero Unido Polaco, del 30 de junio, Jaruzelski dijo: “Sé bien que la opinión pública me asocia más frecuentemente al estado de sitio y raramente a la línea de reformas”39. Animado por Bush, Gorbachov y por el presidente francés Mitterrand, Jaruzelski aceptó presentarse como candidato. La Asamblea Nacional (el Sjem y el Senado) se pronunció a través del voto secreto: 270 votos a favor, 233 en contra, 34 abstenciones y 7 nulos40. Tras largas negociaciones, Jaruzelski nominó el 19 de agosto para la función de primer ministro, a Tadeusz Mazowiecki, intelectual católico, consejero del movimiento Solidaridad, y redactor jefe de su periódico Tygodnik Solidarnosc41. Se dijo que esta decisión fue tomada después de una llamada de Gorbachov al líder comunista Rakowski. Durante la entrevista Gorbachov se declaró listo para aceptar un gobierno dirigido por Solidaridad, con una minoría comunista42. Enterándose de esta decisión Ceauşescu Nicolae convocó durante la misma tarde al embajador soviético en Rumania que la ha pedido de informar al Kremlin de la inquietud de Bucarest con respecto a los acontecimientos de Polonia, donde el socialismo estaba en peligro. Ceausescu proponía una reunión de urgencia de los jefes de partidos comunistas de los Estados miembros del Tratado de Varsovia para tratar la situación creada. Los embajadores de los otros Estados, firmantes del Tratado de Varsovia fueron convocados también la misma tarde, a la sede CC del PCR. Fueron recibidos por Stoian Ion, ecretario del Comité central para los problemas internacionales y por Constantin Oancea, adjunto del ministro de Asuntos Exteriores. Les dieron una declaración y se les rogó que la transmitiesen a los secretarios generales de sus países. Ioan Stoian 96 La revolución rumana de1989 precisó que esta declaración expresaba la posición de la dirección del PCR y de su secretario general Ceauşescu Nicolae. Este documento evaluaba los acontecimientos de Polonia y consideraba que el socialismo estaba en peligro, que la designación de Mazowiecki a la cabeza del gobierno significaba que se cedía a las fuerzas imperialistas. Solidaridad, era denunciada por su actitud anticomunista y prooccidental. La declaración expresaba una inquietud en cuanto al futuro del socialismo en Polonia, en cuanto a sus obligaciones como país aliado, miembro del Tratado de Varsovia, y sugería que tuviera lugar una reunión para hablar de la situación y para establecer medidas capaces de evitar la caída del socialismo en este Estado. La reacción a esta carta-declaración fue dura. En la carta de respuesta, mandada el 21 de agosto por la dirección del Partido Obrero Unido Polaco, se decía: “intentamos entender las intenciones de los camaradas rumanos, no podemos aceptar ni reconocer los motivos, las consideraciones ni tampoco las conclusiones formuladas en la declaración de la dirección del Partido Comunista Rumano. (…) Rechazamos las afirmaciones de los camaradas rumanos según las cuales la presencia de los representantes de Solidaridad, en el gobierno de la República Popular de Polonia sirve “a los círculos imperialistas más reaccionarios” y que eso “no solamente es un problema interno de Polonia sino un problema que concierne a todos los países socialistas”. El Partido Obrero Unido Polaco estimaba que la designación del gobierno era una cuestión exclusiva interna polaca y mencionaba que los líderes de Bucuresti siempre habían sostenido la no injerencia en los asuntos internos de los otros países. La carta de respuesta evocaba también la actitud de Rumania en 1968: no participó en la intervención en Checoslovaquia e incluso condenó esta acción. “Inadmisible es la acusación lanzada a priori a un gobierno de un Estado soberano de estar al servicio de las fuerzas extranjeras”, precisaba el Partido Obrero Unido Polaco, que consideraba también como “absolutamente infundado el reproche según el cual las transformaciones que tuvieron lugar en Polonia constituían un golpe grave contra el Tratado de Varsovia”. La carta añade que Polonia “quedaba fiel a sus obligaciones como país aliado encuadrada en el Tratado de Varsovia”. La carta reprochaba también a Ceauşescu Nicolae decir que el Partido Obrero Unido Polaco se alejaba de las doctrinas marxistas-leninistas, él, que había sostenido que no había un modelo único en la edificación del socialismo: “Queremos subrayar que las transformaciones que han tenido lugar en Polonia y en otros países socialistas no contravienen en nada a los intereses de Rumania, 97 Ioan Scurtu al contrario contribuyen a la consolidación del socialismo en el mundo, a la vuelta de la vitalidad de las ideas del socialismo y de su fuerza de atracción”43. Otra respuesta, también muy dura, vino, el 24 de agosto, de parte de la dirección del Partido Obrero Socialista Húngaro (POSH) que empezaba así: “La dirección del Partido Obrero Socialista Húngaro tomó nota, con consternación y sin estar de acuerdo con él, del contenido del mensaje del PCR y del camarada Ceauşescu Nicolae, que aspira a una acción común “utilizando todos los medios a fin de impedir la liquidación del socialismo en Polonia””. La carta mencionaba también que la práctica usada hasta esta fecha en la edificación del socialismo no había podido responder a todos los problemas surgidos y que la resolución de estos problemas reclamaba un socialismo democrático, la creación de una economía de mercado, el pluripartidismo político y la administración autónoma. “Nuestros países eligen de una manera independiente el camino y los métodos más adecuados en vista de su desarrollo”, lo que no excluye a los debates constructivos ni tampoco al intercambio sincero de opinión “entre que socios soberanos, independientes e iguales en cuanto a sus derechos”. Tampoco son oportunas en las relaciones de partido y de Estado “las insinuaciones, las calificaciones calumniosas así como la adopción de decisiones comunes obligatorias que deben jugar un papel decisivo en la vida política interior de nuestros países. La injerencia militar o de cualquier otro tipo de un país en los asuntos internos de otro país ha perdido definitivamente toda viabilidad”. El POSH consideraba que la situación en Polonia era el resultado de “las elecciones libres y democráticas”, que el gobierno Mazowiecki fue puesto en marcha por medios parlamentarios y de hecho ninguna intervención exterior fue necesaria. El POSH quería también evocar la actitud que el PCR y Rumania había adoptado a lo largo del tiempo: la de la no intromisión en los asuntos internos y del respeto del principio de soberanía; anotaba a su vez que Rumania, quién se había declarado en 1968 opuesta a la intervención en Checoslovaquia, había cambiado radicalmente de actitud en 1989 “y se encontraba en contradicción total” con sus posiciones anteriores44. Prácticamente, Ceauşescu Nicolae era combatido por sus propios argumentos, los que había sostenido cuando su instalación en la cabeza del PCR en 1965. El 21 de agosto de 1989, el secretario general del PCR convocó el Comité Político Ejecutivo para informarle de su gestión y de las respuestas que había recibido45. Habló de su proposición de una reunión de los dirigentes de los partidos comunistas que “constituiría 98 La revolución rumana de1989 una fuerte manifestación en la unidad de los países socialistas, expresión de su solidaridad y de su determinación para consolidar esta solidaridad”. Ceauşescu Nicolae afirmó que “la orientación de los polacos está de acuerdo con la Unión Soviética y yo, pienso que se puede decir aún más es decir, que sigue los consejos de la Unión Soviética”. Dijo que era por esta razón, justamente se dirigió en primer lugar a los Soviéticos, convencido de que “podían conducir la dirección del Partido Obrero Unido Polaco para que adoptase una posición más firme”. La conclusión que se destaca de esta declaración es que Ceauşescu Nicolae, antiguo campeón de la lucha contra la injerencia de la Unión Soviética en los asuntos internos de otro país socialista, había adoptado una actitud contraria pidiendo a los líderes del Kremlin “llevar” la dirección del partido comunista polaco para modificar su punto de vista con respecto al gobierno Mazowiecki. La gestión de Ceauşescu tuvo un carácter confidencial y por ello la opinión pública de Rumania no fue informada de la cartadeclaración hecha por la dirección del PCR, ni tampoco de las respuestas dadas. Esta iniciativa se quedó sin ningún resultado concreto, al contrario contribuyó al compromiso del secretario general del PCR delante de los líderes reformadores de los Estados socialistas. Para despejar todo tipo de duda en cuanto a la orientación de la política exterior de su gobierno, Mazowiecki acordó una entrevista al periódico soviético Izvestia. En esta entrevista, el diario publicó en su edición de 24 de agosto que el oficial polaco aseguraba que Polonia cumpliría lealmente con sus deberes como aliado y miembro del Tratado de Varsovia y que seguiría una política de colaboración con la Unión Soviética. Tadeusz Mazowiecki recibió el 24 de agosto también, el voto de confianza del Parlamento por 378 votos, 4 en contra y 41 abstenciones. Mijaíl Gorbachov le mandó enseguida un telegrama de felicitación46. Durante el verano de 1989, los acontecimientos se han acelerado en Hungría. Este país había recibido, el 11 y el 12 de julio, la visita del presidente norteamericano Bush George, que había declarado que las reformas gozaban de su pleno apoyo. En la conferencia dad en el Instituto de Ciencias Económicas “Karl Marx” de Budapest, el presidente Bush dijo: “Ahora para Hungría es el momento del comienzo de la libertad”. También precisó: “Me encuentro aquí para ofrecerles la colaboración de los EUA”. Las promesas que Bush George hizo eran similares a las que presentó dos días antes en Varsovia: propondría al Congreso de los Estados Unidos de América conceder un fondo de 25 millones de dólares para 99 Ioan Scurtu financiar las acciones dirigidas para revitalizar la economía húngara y para animar las inversiones americanas en este país”. Las promesas del presidente norteamericano se refería a la concesión a título permanente de Hungría de la cláusula de nación más favorecida, después que el Parlamento de Budapest hubiese adoptado la ley sobre el derecho a la emigración; la facilidad de libre acceso de los productos húngaros en el mercado norteamericano; las garantías de las inversiones norteamericanas en Hungría. Además, anunció que la organización norteamericana “Corpus de la Paz” (Peace Corps) empezaría su actividad en Hungría para la difusión de los conocimientos de la lengua inglesa y que atribuiría fondos especiales destinados a financiar los intercambios de expertos en legislación, los hombres de negocios, los responsables sindicales y la concesión de becas en los Estados Unidos de América47. Durante la visita de Bush, una manifestación fue organizada en Budapest a favor del desarrollo de las relaciones entre Hungría y los EUA; entre las pancartas llevadas por los participantes (contenían textos escritos en inglés, francés, italiano y español) había una de carácter negativo: “El destino de Hungría está en las manos de las grandes potencias”. Bush George quiso calmar los espíritus. Como hizo en Polonia, Bush declaró que tenía una estrecha de colaboración con Gorbachov e insistió para que no se pidiese más la retirada de las tropas soviéticas de estos países. Bush George mencionó que los EUA se pronunciaban a favor de la conservación del statu quo territorial en Europa. Con estas declaraciones daba garantía a Polonia que conservaría la frontera del Oder-Neisse y sugería al mismo tiempo a círculos políticos de Hungría de no hacer eslóganes revisionistas hacia Rumania, Checoslovaquia y Yugoslavia. Después de estas recomendaciones, los líderes políticos de Varsovia y de Budapest pidieron que eslóganes revisionistas y anti-soviéticos no se usasen más en la prensa o en las reuniones políticas y que no reclamase la retirada inmediata del Ejército Rojo de estos países. Además, la Declaración-Programa del Partido Obrero Socialista Húngaro, publicada el 19 de agosto de 1989, precisaba que la Unión soviética era el socio principal de Hungría y consideraba que “la URSS seguiría siendo el elemento fundamental de la política exterior húngara”48. El 19 de agosto fue hecho público el documento elaborado por la Comisión destinada a sacar las lecciones de la experiencia histórica del Partido Obrero Socialista Húngaro, el cual estimaba : el partido debe renunciar al monopolio político y debe instituir un régimen pluripartidista; el gobierno Nagy Imre trazó en 1956 “las direcciones 100 La revolución rumana de1989 reformadoras que pusieron en primer lugar los intereses nacionales”; los acontecimientos de 1956 fueron considerados como “una revuelta popular destinada a alejar el estalinismo y a renovar el socialismo”; la época de J. Kádár contribuyó a la modernización de la vida revitalizó el mecanismo social, contribuyó al desarrollo rápido de la producción agrícola; un periodo de retraso comenzó después de 1972, el cual probó los límites del modelo estalinista renovado y los de la política de J. Kádár. Según este documento, la Conferencia Nacional del POSH, del mes de mayo de 1989, había modificado radicalmente la dirección del partido y establecía cambios fundamentales; el Congreso siguiente del POSH, previsto para el mes de octubre de 1989, debía convertirse un punto de referencia para el establecimiento de los principios fundamentales y de la línea política a seguir. Además, la Declaración-programa del POSH, del 19 de agosto, precisaba que “el POSH tiene como objetivo principal el paso tranquilo y gradual al socialismo democrático”. Los objetivos propuestos eran los siguientes: una distribución equilibrada del poder basada en elecciones libres, la puesta en marcha de reformas más profundas, también en materia de propiedad y en la transición a la economía de mercado. En cuanto a la política exterior el POSH reconocía a la Unión Soviética el papel “de socio principal de Hungría”; se preveía la supresión al mismo tiempo, de la OTAN y del Tratado de Varsovia vigentes desde el siglo XX; el POSH proclamaba el principio de la no violación de las fronteras estatales; la retirada de las tropas extranjeras desplegadas en otros países, añadiendo también el de las tropas soviéticas en Hungría, debía producirse en el marco del proceso de desarme. Un párrafo especial era consagrado a los derechos humanos y a los derechos de las minorías con referencia especial a Transilvania: “El POSH considera que está en su deber de levantar la voz a favor de los derechos humanos, de la igualdad de las minorías y para la protección y la plena realización de estos derechos en Hungría y en otros países; se pronuncia lo más firmemente posible en contra del los ataques a los derechos nacionalistas y a la asimilación forzada de las minorías y para la libertad de unión con la “nación-madre””. Estos dos documentos se convirtieron en objeto de debate público, lo que contribuyó a la dinamización de la sociedad civil y a la consolidación de una oposición política con respecto al POSH. La evolución en Polonia y en Hungría sobrepasó los límites establecidos por Gorbachov para la perestroika y la situación interna de la Unión Soviética le preocupaba. Declaró el 19 de agosto que “la 101 Ioan Scurtu perestroika estaba en peligro” y que estaba siendo atacada por la derecha y por la izquierda. “Cada día que pasa, en la sociedad se nota una atmósfera desacogedora de pesimismo de pérdida irremediable, de amenaza de caos o de golpe de estado”. En su opinión, lo que unía a todos era “el hecho de que subía la tensión, sembrando miedo y decepción hacia la perestroika”. Gorbachov se consolaba pensando que las teorías de sus adversarios “no tienen una base constructiva real. Sus proposiciones no tienen en cuenta, como debiera ser normal, la situación concreta y la dialéctica no es algo familiar para ellos”49. Estaba convencido que la perestroika estaba al comienzo y que los frutos que daría serían recogidos un poco más tarde. De hecho, las reformas de Gorbachov tuvieron efectos contrarios a los que él preveía. El restablecimiento de la economía no se produjo, al contrario la crisis económica se volvió más profunda, el nivel de vida se deterioró dramáticamente en la Unión Soviética y el aparato del partido y del Estado actuaba caóticamente. Borís Yeltsin acechaba a Gorbachov, esperando el momento para darle el golpe de gracia y alejarlo del poder. El problema más grave al cual se enfrentaba el líder del Kremlin era el problema nacional. Una cadena humana, de 560 kilómetros se formó en los Países Bálticos, el 23 de agosto de 1989 en el cumpleaños de los 50 años de la firma del Pacto MólotovRibbentrop. Los participantes protestaban así contra la anexión de Estonia, Letonia y Lituania a la Unión Soviética en 1940. Apoyando a gorbatchev intervino la administración norteamericana, como un factor moderador: el presidente Bush dejo entender que no animaría las modificaciones territoriales en Europa; es decir que no estaba dispuesto a aceptar la separación de los Países Bálticos de la URSS. El Frente Popular de la RSS de Moldavia criticó a su vez el Pacto Mólotov-Ribbentrop; con la Declaración adoptada el 2 de agosto, pedía al gobierno soviético reconocer que la inclusión de Besarabia y de Bucovina del Norte a la URSS habían sido una anexión, proponía también el regreso a la RSS de Moldavia de los territorios atribuidos de manera ilegítima por la RSS de Ucrania (los antiguos departamentos de Ismaïl, Bolgrado, Cetatea Alba, Hotin). Un importante mitin denominado la Gran Asamblea Nacional tuvo lugar el 27 de agosto. El acontecimiento organizado por el Frente Popular, usó el eslogan “¡Idioma! ¡Alfabeto!”. Una resolución adoptada por la Gran Asamblea Nacional pidió que la bandera tricolor (rojo, amarillo y azul) se considerase como la bandera de Estado de esta República. Estos deseos fueron sostenidos por el nuevo presidente del Soviet Supremo de la RSS de Moldavia, Mircea Snegur (elegido el 29 de 102 La revolución rumana de1989 julio de 1989). Así el 30 de agosto fue adoptada la ley sobre el funcionamiento de los idiomas en el territorio de la RSS de Moldavia que preveía que el idioma moldavo sería el idioma del Estado y que se usaría el alfabeto latino. Una importante manifestación contra la invasión de las tropas de los países miembros del Tratado de Varsovia en 1968, tuvo lugar el 21 de agosto en Checoslovaquia, en Praga; las autoridades intervinieron; hubo numerosos arrestos. La dirección del Partido Comunista Checoslovaco se declaraba opuesta a las reformas puestas en marcha en Polonia y Hungría y continuaba teniendo reservas con respecto a la política de la perestroïka de Gorbachov. En Polonia, el primer socialista en tener un primer ministro anticomunista, el Parlamento votó el 12 de septiembre, con 402 votos a favor y 13 abstenciones, positivamente para la lista del gabinete Mazowiecki: era un gobierno de coalición formado por 11 ministros de Solidaridad , 4 del Partido Obrero Unido Polaco (comunista), 4 del Partido del Campo, 1 del Partido Socialdemócrata. Los comunistas tenían los de ministerios de Defensa, de Interior, de Transporte y de Comercio Exterior. La administración norteamericana aconsejó a Tadeusz Mazowiecki hacer declaraciones tranquilizantes con respecto a la política exterior de Polonia. Teniendo en cuenta esta sugerencia Mazowiecki precisó el 17 de septiembre de 1989, en la sesión de Sejm: “La apertura de Polonia al mundo entero no significa que renuncie a los lienzos y a las obligaciones asumidas con sus aliados (…). El gobierno respetará los lienzos de Polonia, que tiene de los pactos internacionales y cumplirá con sus obligaciones. El gobierno desarrollará relaciones profundas con la URSS bajos los principios de igualdad de derechos y de respeto de su soberanía”50. Los mismos consejos fueron dados por la administración de Washington a Hungría. Durante su visita a EUA, a mitades de septiembre de 1989 el presidente del Parlamento de Budapest, Mátyás Szüros, declaró que Hungría quería “un cambio histórico” en su política exterior, el país pasaba así de su calidad de miembro del Tratado de Varsovia al statu de neutralidad, con garantías internacionales. El presidente Bush pidió a los parlamentarios húngaros “no tener prisa para no poner en peligro los acuerdos que existen desde hacía mucho tiempo en Europa Oriental”51. Vistas las dificultades con las cuales Gorbatchev se enfrentaba, los servicios secretos norteamericanos empezaron a tomar en consideración una posible alternativa, es decir la irrupción, en el primer plano de la vida política de la Unión Soviética, de Borís 103 Ioan Scurtu Yeltsin, antiguo miembro del Presidium del CC del PCUS que estaba en conflicto con el líder del Kremlin. Yeltsin, que hizo en septiembre de 1989 una visita a EUA, expresó su deseo de hacer conocer al presidente Bush y a otros oficiales norteamericanos su opinión sobre “la manera en la que los EUA podrían aplicar el programa de reestructuración de la URSS”. El presidente Bush evitó recibir al rival de Gorbachov pero vino el 12 de septiembre en la sala donde se celebraban las discusiones entre Borís Yeltsin con el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, para saludarlo. Yeltsin dijo que la Unión Soviética se enfrentaba con una crisis económica, una crisis política, una crisis social y en general, a una crisis de la sociedad entera” que podría llevar al país al borde del precipicio. Si la política de Gorbachov no logra resultados en un periodo de 6 a 12 meses, una revolución podría empezar, de abajo a arriba, y esta alternativa tendría efectos negativos también sobre los EUA.52. Después de estas declaraciones Lawrence Eagleburger, adjunto al secretario de Estado de los Estados Unidos de América, declaró el 18 de septiembre que “no es la misión de la política exterior norteamericana ni tampoco la de los parlamentarios occidentales asegurar la sucesión de las reformas aplicadas por Gorbachov” y que el objetivo principal era “promover los intereses de occidente, dando igual que Gorbachov tuviese éxito o que fracasase”53. La administración de Washington seguía expresando de momento su apoyo público a la política de Gorbachov. Mientras que Borís Yeltsin seguía su tour por EUA, el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Eduard Shevardnadze de visita en EUA fue recibido el 21 de septiembre en la Casa Blanca. Las negociaciones duraron dos horas (el doble del tiempo previsto). Se acordaron en un encuentro soviético-norteamericano al más alto nivel, cuyas discusiones se basaron en “los cambios rápidos” que se estaban produciendo “en el bloque oriental y en la evolución hacia la democratización en el mundo, en general”54. Eduard Shevardnadze propuso, durante su entrevista por la mañana con su homólogo, James Baker, “de pasar de la antigua confrontación a la cooperación y a realizar acciones comunes”55, idea que el secretario de Estado aceptó. Durante el otoño de 1989, los EUA tenían especial interés en que las reformas de Gorbachov tuvieran éxito. El secretario de Estado lo afirmaba claramente el 16 de octubre: “Mijaíl Gorbachov está empeñado en sus reformas profundas que pondrían muy difícil un abandono eventual de sus iniciativas cualquiera que sea la persona que fuese a reemplazarlo”. James Baker declaró que la Administración de 104 La revolución rumana de1989 los EUA “cree en la sinceridad de M. Gorbachov, quién se declara animado por el deseo de realizar reformas de tipo occidental y cree que no intenta solamente ganar tiempo en su lucha con el capitalismo norteamericano”56. Gorbachov gozaba ciertamente, de un apoyo internacional constante de parte de los EUA en particular, mientras que su situación en el interior de la Unión Soviética era cada vez más precaria. La cuestión nacional estaba demostrando ser la más neurálgica. El Plenum de CC del PCUS del 19 y del 20 de septiembre rechazó el derecho de los pueblos a la autonomía hasta la separación del Estado soviético. Según Gorbachov, la perestroika garantizaba la administración autónoma, que conservaba la especificidad nacional, el derecho de cada pueblo a usar las ventajas de la soberanía, el arreglar de manera independiente los problemas de su desarrollo económico, político y cultural. Se pronunció por el derecho de la totalidad de las Repúblicas para oficializar el idioma de la nación mayoritaria, con el mantenimiento de la lengua rusa como idioma de comunicación interétnica. El idioma ruso tenía el statu de lengua oficial y la integridad de la URSS era mantenida. En Yugoslavia las Repúblicas que componían la Federación manifestaban tendencias a la secesión más claras. Corrientes reformadoras se desarrollaron en la dirección de la Unión de los Comunistas de Yugoslavia. Ellos pretendían lograr un futuro para este Estado. La perspectiva que había dibujaba una escisión por criterios nacionales, donde los comunistas de Eslovenia, Croacia, Kosovo, Bosnia-Herzegovina, se interesaban en la identificación de una plataforma común con las organizaciones opositoras, creadas recientemente en estas Repúblicas. El 27 de septiembre de 1989 el Parlamento de Eslovenia modificó la Constitución de la República. La modificación era eliminar el artículo que preveía el papel dirigente de la Unión de los Comunistas e incluir un artículo acordando el derecho de esta República a la secesión. 3. LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN Durante el otoño de 1989, la República Democrática de Alemania (RDA) estuvo en el centro de las preocupaciones. Numerosos ciudadanos alemanes del este, se refugiaron en Hungría desde donde pidieron el permiso para partir a la Alemania Occidental. El primer ministro húngaro, Németh Miklós, informó el 24 de agosto, 105 Ioan Scurtu al canciller de la RFA Helmut Kohl y al canciller austriaco Franz Vranitzky de la decisión de abrir la frontera entre Hungría y Austria. Los oficiales de Berlín protestaron contra la actitud de Budapest. Sostenían que en los términos de artículo 8 de la Convención firmada en 1968 por estos dos países, la parte de la Alemania del Este, registraba en las hojas de viaje que se usaban como pasaporte los países donde el turista debía viajar. El gobierno de Hungría pidió el punto de vista de Moscú, que no formuló objeciones frente a la denuncia unilateral del artículo citado. En la noche del 10 de septiembre el gobierno de Budapest hizo saber que a partir de medianoche, los súbditos de la Alemania del Este que se encontraban en el territorio de Hungría podían ir a cualquier destino que quisieran. El gobierno de la Alemania del Oeste, que había financiado el alojamiento de los alemanes del este refugiados en Hungría agradeció en seguida esta decisión. Anunció a principios de octubre que acordaría un crédito cuyo montante sería 1 millón de marcos a Hungría. La RFA sabía recompensar a aquellos que mostraban su coraje y el apoyo material era muy importante para las autoridades en crisis. La oposición de la RDA fundó el Nuevo Forum, pero el Ministerio de Interior lo prohibió. El número de personas adheridas al Nuevo Forum, aumentaba y alcanzaba la cifra de algunos miles al principio de octubre. Entre los pedidos de la oposición estaba el de no presentar una visión triunfalista del socialismo, estando en el horizonte las celebraciones del aniversario de los 40 años de la creación de la RDA. El 25 de septiembre, una primera gran manifestación tuvo lugar en Leipzig. Las fuerzas del orden intervinieron y hubo muchos detenidos. En réplica hubo manifestaciones a favor de los derechos humanos y de la democracia en las principales de la RDA a partir del 2 de octubre. La migración de los ciudadanos de la Alemania del Este provocó también cambios en la República Socialista de Checoslovaquia. Numerosos ciudadanos del RDA decidieron pasar a la RFA atravesando Checoslovaquia. Como no tenían la aprobación de las autoridades checas para el libre paso de las fronteras se han quedado en el patio de la embajada de la RFA en Praga, que se volvió rápidamente muy pequeño para un número tan cuantioso de personas. En este contexto se organizó una reunión el 23 de septiembre en la sede del Ministerio Federal de los Asuntos Exteriores de Checoslovaquia. Fueron invitados en los jefes de las misiones diplomáticas acreditadas en Praga. La reunión inscribió dentro del 106 La revolución rumana de1989 orden del día una exposición sobre “los problemas actuales de la reestructuración económica en Checoslovaquia”. Cuyas ideas principales eran reestructurar el mecanismo económico, profundizar en la democratización de la sociedad checoslovaca y elaborar una nueva Constitución que tuviera en cuenta la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Los participantes insistieron al mismo tiempo sobre “el mantenimiento e incluso el crecimiento del papel dirigente del Partido Comunista en la sociedad checoslovaca”57. Los oficiales de Praga empezaron a aceptar la perestroika, ya que existía una fuerte presión ejercida por millares de ciudadanos de la RDA pidiendo el derecho de paso hacia la RFA. Al menos 4.000 refugiados de la Alemania del Este se encontraban en el patio de la embajada de la RFA en Praga y 1.500 otros estaban delante de la sede de la Embajada. El presidente del gobierno checoslovaco, Ladislav Adamec, decidió tras una charla telefónica con el canciller Helmut Kohl dejarles marchar sin visado a la RFA.58. El entusiasmo de los alemanes del Este que dejaban “el infierno comunista” para ganar “el paraíso de la libertad” contaminó tanto a los checos como a los eslovacos. En Hungría, el Partido Obrero Socialista Húngaro tuvo del 6 al 9 de octubre su Congreso extraordinario. Reszö Nyers estimaba en su intervención: “Con los cambios que están teniendo lugar en el seno de sociedad húngara, el papel histórico del POSH toca a su fin. Necesitamos ahora un partido nuevo, que no siga la política del POSH”; este partido “no puede ser comunista, teniendo en cuenta el hecho que en comparación con el periodo anterior debe representar los intereses de los trabajadores en un campo más amplio e incluso no puede ser socialdemócrata ya que su actividad debe cubrir más aún del sentido clásico del término. El nuevo partido de izquierda, debe empeñarse especialmente en la vía de las reformas en todas las materias”59. Por la decisión adoptada el partido comunista dejaba de existir en Hungría no solamente como estructura gubernamental sino también como organización marxista-leninista60. El Congreso estableció el 7 de octubre, la creación del Partido Socialista Húngaro (PSH), que debía organizarse de abajo a arriba hasta el 31 de octubre. También la elección de los órganos de dirección y la entrega de las cartas del partido debían tener lugar antes del 10 de noviembre. En la función del presidente del Partido Socialista Húngaro fue elegido Resnö Nyers. Erich Honecker marcó por una ceremonia, a pesar de la situación extremadamente tensa que existía en su país, los 40 años de 107 Ioan Scurtu la creación de la RDA (el 7 de octubre). Fueron invitados todos los líderes de los países miembros del Tratado de Varsovia, incluido Ceauşescu Nicolae. A lo largo de los años, había habido numerosos momentos de tensión entre el líder de Bucarest y el de Berlín. Eran debidos a la actitud que se debía adoptar con respecto a la Unión Soviética, Honecker era el principal adepto de las directivas del Kremlin y criticaba la política de independencia de Bucarest. Tras la instalación de Gorbachov en el poder, Ceauşescu y Honecker adoptaron una actitud similar, de resistencia a la política de perestroika y de glasnost, pidiendo el respeto completo de la teoría marxista-leninista, y la pureza de la ideología comunista. La estrella de la reunión de Berlín fue Mijaíl Sergéyevich Gorbachov acogido con entusiasmo por la población de la RDA. Mientras estaba colocando flores en el Monumento de los Héroes Soviéticos, la multitud se puso a gritar: “¡Ayúdanos Gorbachov!”. En su alocución durante la reunión festiva, Erich Honecker se ha mantenido en la línea del socialismo “ortodoxo”, sin manifestar el mínimo deseo de reformar la sociedad de la RDA. La réplica de Gorbachov fue memorable: “El que tarda en reaccionar es castigado por la vida”61. Y Honecker habría respondido: “La URSS es un gran país, así que la perestroika necesitará 10 años para destruirlo. La RDA y solo serán necesarios 10 días. Es por eso que yo, ¡digo no!”62. El pronóstico de Gorbachov como el de Honecker demostraron ser correctos aunque el ritmo fue otro que el pronosticado por el líder de Berlín. Las festividades oficiales fueron perturbadas por una manifestación: miles personas, de ciudadanos de la RDA intentaron acercarse al Palacio de la República, quién acogía justamente la recepción en honor de las delegaciones extranjeras. Los manifestantes llevaban pancartas. Sus reivindicaciones eran la libertad, las reformas, la democracia, la legislación de Nuevo Forum. Clamaban el nombre de Gorbachov. En una de las pancartas estaba escrito: “Aprender de la Unión Soviética significa aprender a vencer”. La policía intervino y realizó numerosas detenciones. Después bloqueó las calles que conducían al centro de la ciudad. Las manifestaciones siguieron hasta bien entrada la noche. Empezaron de nuevo a la mañana siguiente en los suburbios de Berlín, en Leipzig, Dresde, Jena, Postdam y en otras ciudades. La agencia oficial de prensa anunció que el 7 de octubre por la tarde, “las facciones a favor de los medios occidentales intentaron perturbar las fiestas populares durante el aniversario de la RDA.”63. Mientras que los medios gubernamentales elogiaban las realizaciones 108 La revolución rumana de1989 del régimen comunista durante los 40 años, desde la creación de la RDA, centenas de cartas llegaban a la sede del Partido Socialista Unido Alemán. Lo que exigían en las cartas, era la puesta en marcha de las reformas siguiendo el espíritu de la perestroika. Las manifestaciones tuvieron lugar por todo el país. En algunas ciudades, los oficiales entablaron conversaciones con los manifestantes. Uno de los eslóganes lanzado se refería a la unificación de Alemania. El 1 de octubre, el Canciller Helmut Kohl dijo a Gorbatchev en una entrevista telefónica: “LA RFA no tiene ningún interés en que se cree un caos en la RDA. Esperamos que las evoluciones allí queden bajo control, que los sentimientos no desborden la situación. Nuestro interés es más bien, que la RDA se junte a la política soviética de las reformas y de las reestructuraciones y que la gente se quede allí”64. La idea de la unificación de los dos Estados no era todavía promulgada abiertamente, pero no estaba muy lejos de dejarse escuchar. La intervención de las fuerzas del orden de la Alemania del Este contra los manifestantes determinó la reacción de Washington. El portavoz de la Casa Blanca declaró el 12 de octubre, que “los norteamericanos siguen la evolución de la situación en la República Democrática Alemana con interés y preocupación y los EUA esperan que el gobierno de la RDA podrá encontrar la voluntad de responder, de manera humana y positiva, al inmenso deseo de cambio.” También precisó que “los EUA deploran la represión allá donde se produzca, y admiran a los que aspiran a las libertades democráticas de una manera u otra. Queda por ver lo que está pasando exactamente en la RDA, pero los EUA apoyarán siempre a los que luchan por tener mayor libertad”65. El 11 y el 12 de octubre tuvo lugar la reunión Plenaria del Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco. Milos Jakes presentó un informe sosteniendo que la política de reestructuración y de democratización se estaba volviendo cada vez más, un problema práctico de un estrato social largo. Milos Jakes consideraba que “la política del Partido Comunista Checoslovaco gozaba de pleno apoyo popular”. Criticó la acción de los grupos de oposición quienes, “con la ayuda de algunos círculos políticos y de los medios occidentales” intentan aprovechar del proceso de reestructuración y de democratización así como de algunas dificultades e incumplimientos, para “desestabilizar el socialismo, debilitar el papel del partido y desacreditarlo”. El líder checoslovaco constató que estos grupos recibían en los últimos tiempos no sólo el apoyo de Occidente sino también el de las “diferentes fuerzas legales y de oposición de algunos 109 Ioan Scurtu países socialistas, en particular las Repúblicas Populares de Polonia y de Hungría. Las acciones de diversos grupos de la URSS tenían también cierta influencia. Pedía que el Partido Comunista Checoslovaco mantuviese el diálogo permanente con los ciudadanos para “desenmascarar el carácter poco amistoso de las acciones de los grupos de oposición”. El secretario general constataba además: “La RDA se volvió el blanco de una campaña grosera lanzada por la RFA y otros Estados” y calificaba esta campaña de particularmente peligrosa. Así afirmaba “su total apoyo a la posición adoptada por la RDA”. El informe expresaba demás un desacuerdo con respecto a las direcciones de partido de Polonia y de Hungría, que habían condenado la intervención de 1968 en Checoslovaquia. Afirmaba: “La dirección del Partido Comunista Checoslovaco apoya las medidas supuestas para conducir hacia la consolidación y al desarrollo del socialismo en estos países. Al mismo tiempo no era indiferente hacia la situación de los países amigos, que se estaban orientando hacia la destrucción del régimen socialista. Seguimos con atención estas realidades y sacamos las lecciones. El desarrollo continuo de la sociedad socialista no es posible sin la reestructuración pero eso no significa que debamos ceder nuestra posición a favor de las fuerzas anti-socialistas y que permitiremos que el partido pierda su influencia en la evolución de los acontecimientos”66. La teoría del dominó funcionaba con una eficacia cada vez más grande. Después de Checoslovaquia la atención se centró en la RDA. Aquí, durante el Plenum del Comité Central del Partido Socialista Unido Alemán, del 18 de octubre Erich Honecker anunció su dimisión de la función de secretario general “por causa de salud”. En su lugar fue elegido Egon Krenz, seguidor de las reformas de Gorbachov. El nuevo líder estimaba que el partido comunista debía mantener su papel dirigente, como “el socialismo es la única alternativa evidente frente al capitalismo”67. En su calidad de nuevo secretario general, Egon Krenz aseguró que daría más libertad a los medios, empezó el diálogo con los círculos de oposición, tuvo una entrevista con Werner Leich, dirigente de la Iglesia Evangelista de Alemania del Este. Su política se consideró como insuficiente y las manifestaciones siguieron en todo el país. Un nuevo impulso vino de Hungría. El 20 de octubre, el Parlamento decidió modificar la Constitución en sus puntos esenciales: la nueva denominación de Estado era la de República de Hungría y su antiguo nombre de “República Popular” significando “Estado socialista”, se abandonó; ningún partido tenía el derecho de 110 La revolución rumana de1989 dirigir un organismo de Estado y las estructuras de dirección se establecía bajo el único formato de elecciones libres. La Constitución preveía también el concepto de “economía de mercado”, en el cual la propiedad común coexistía de una manera igualitaria con la propiedad privada. Además el Parlamento adoptó la ley concerniente a los partidos políticos y el pluripartidismo se volvió una realidad totalmente reconocida. En Bulgaria las ideas de Gorbachov ganaban terreno. El club para el apoyo a la glasnost y a la perestroika, bajo la dirección de Jeliu Jelev, hacía conocer la línea de la reforma. Comenzaron a producirse disensiones en la cabeza del Partido Comunista. En la reunión de los representantes de los Estados participantes al Tratado de Varsovia, que tuvo lugar en el mes de julio en Bucarest, el ministro de Asuntos Exteriores búlgaro, Petar Mladenov, se entrevistó con Gorbachov quién le dijo: “Mostramos nuestra simpatía hacia vosotros (los seguidores de las reformas), pero sois vosotros y solamente vosotros quienes debéis hacerlas”68. Más allá de la fórmula diplomática utilizada por el líder del Kremlin, es seguro que el ministro Mladenov recibió, el permiso para la expulsión de Zhivkov. Después de algunos meses de maniobras, a través de las cuales fue ganando adeptos, Mladenov mandó el 23 de octubre, una carta al Comité Central del Partido Comunista Búlgaro en la cual criticaba la política promulgada por Todor Zhivkov. Su gesto fue seguido por el de Stanko Todorov, presidente de la Asamblea Nacional. Otros líderes políticos pero también intelectuales tuvieron actitudes similares. Frente a esta ofensiva, Todor Zhivkov solicitó a Mijaíl Gorbachov un encuentro de “consultas”. Éste último rechazó la propuesta diciendo que “los comunistas búlgaros deben arreglar los asuntos búlgaros”. Gorbachov explicó más tarde la verdadera razón de su rechazo: “entendí enseguida que había pedido venir, para después pretender como otras veces pasó en el pasado que Moscú y Gorbachov le apoyasen”69. En consecuencia la antigua táctica de Zhivkov no tuvo el más mínimo éxito y su silla se tambaleaba aún más. A partir de finales de octubre, la cuestión de la unificación de los dos Estados alemanes empezó a figurar en las agendas de la diplomacia europea y también en la diplomacia mundial. En una entrevista telefónica Krenz-Kohl el 31 de octubre, estuvieron de acuerdo para decir que la emigración de los ciudadanos de la RDA hacia la RFA no se debía favorecer. El descarte de Honecker significaba que el objetivo principal se había logrado: los nuevos líderes de Berlín se declaraban a favor de las reformas y estaban 111 Ioan Scurtu abiertos al diálogo entre las dos Alemanias. Como la perspectiva de la unificación de Alemania había levantado inquietud en Polonia, Egon Krenz hizo el 1 y el 2 de noviembre, una visita a Varsovia, la cual fue seguida por otra visita de Helmut Kolh el 11 de noviembre. Los dos líderes alemanes aseguraron a Polonia que reconocería la frontera Oder-Neisse. Las manifestaciones en la RDA continuaron. 300.000 personas se juntaron el 4 de noviembre en Berlín. Representantes de los grupos políticos independientes, intelectuales, periodistas, estudiantes, pero también altos representantes del Partido Socialista Alemán y el primer secretario del Comité del partido en la capital hablaron en esta ocasión. El mitin duró 3 horas y fue retransmitido por la televisión pública. Entre los eslóganes estaban los que pedían la dimisión del Gobierno y de la dirección del partido. Tres días más tarde, el 7 de noviembre, el gobierno de Willi Stoph dimitió. Un nuevo primer ministro fue nombrado en la persona del economista reformista Hans Modrow. El 7 de noviembre, día de la victoria de la Gran Revolución de Octubre, fue celebrada en la Unión Soviética de manera simple de forma contraria a lo que se solía hacer. Las tensiones internas eran demasiado importantes y Gorbachov miraba con inquietud la evolución interior que escapaba cada vez más a su control. El desfile militar de Chişinău fue perturbado por un grupo de manifestantes liderado por Leonida Lari. Se han colocado de pie frente a los tanques que iban a pasar delante de la tribuna oficial. El primer secretario del CC del Partido Comunista Moldavo, Simion Grossu se vio obligado a irse delante de una multitud que gritaba: “¡Queremos comida, no misiles!”, “¡queremos una vida agradable, no tanques!”70. Nueve días más tarde, el 16 de noviembre, el Plenum del CC del PC de Moldavia tomaba nota de la dimisión de Grossu. En su lugar fue elegido Petru Lucinschi, un “defensor” de la perestroika. En la República Democrática de Alemania, una de las primeras decisiones del primer ministro Modrow fue acordar el derecho a la libre circulación a los ciudadanos de la RDA. En consecuencia no estaban obligados a atravesar notros países (Yugoslavia, Austria, Polonia, Checoslovaquia) para ir a la República Federal de Alemania, porque la frontera entre los dos Estados estaba abierta. En estas condiciones el único símbolo que dividía a los Alemanes, era el Muro de Berlín, construido en 1961, por la iniciativa del líder soviético Jrushchov. En esta atmósfera de gran entusiasmo 112 La revolución rumana de1989 los ciudadanos de los dos Estados alemanes, han destruido juntos, el 9 de noviembre de 1989, el Muro de Berlín. Este acto tuvo una gran significación política: era el fin de la separación de los dos estados alemanes, decidida por las Grandes Potencias (los EUA, Gran Bretaña, la Unión Soviética y Francia) al final de la 2ª Guerra Mundial y en un plano más amplio, era también el fin de la división de Europa en bloques militares diametralmente opuestos. Prácticamente el 9 de noviembre, marca el comienzo del proceso de unificación de Alemania por contactos directos entre líderes políticos, jefes de compañías económicas, intelectuales, etc. El Partido Socialista Unido Alemán había perdido de hecho su papel determinante en Alemania del Este, inscribiéndose en el movimiento popular que imponía la unificación de los dos Estados. Hablando de este momento, los historiadores dijeron: “El país con el cual Moscú quiso hacer, sin lograrlo jamás, una especie de faro o de guía de su ideología así como un ejemplo de éxito económico socialista cae bajo la presión de los últimos movimientos callejeros que precedieron a la unificación de los Alemanes después de un periodo de tiempo tan largo”71. Los acontecimientos en la RDA, la caída del Muro de Berlín sobretodo, dieron el impulso necesario a las evoluciones en Bulgaria. En el Plenum del CC del Partido Comunista Búlgaro, del 10 de noviembre, Todor Zhivkov tuvo que presentar su dimisión de las funciones de secretario general y de presidente del Consejo de Estado de la República Popular Búlgara. En la función de secretario general fue elegido Petar Mladenov, acto que marcaba la victoria de los seguidores de Gorbachov en Bulgaria. El nuevo secretario general se entrevistó el mismo día con representantes de grupos intelectuales a los que presentó las nuevas orientaciones de la reestructuración. Éstas buscaban la creación de un “Estado socialista moderno y justo”72. El 18 de noviembre tuvo lugar la sesión de la Asamblea Popular (el Parlamento) que decidió que una comisión fuese puesta en marcha, para elaborar la nueva Constitución. Durante el transcurso de la comisión los participantes han subrayado que todas las medidas a tomar debían tener como objetivo consolidar y desarrollar “el régimen socialista y este objetivo era imposible concebirlo sin el papel de vanguardia del Partido Comunista”. Una idea en la que se insistió concernía al control efectivo que la Asamblea Popular debía ejercer en el futuro sobre la actividad del gobierno y sobre la manera de aplicar las leyes adoptadas. Los participantes decidieron también retirar del 113 Ioan Scurtu Código Penal el artículo, permitiendo la condena de personas que “con falsa afirmaciones podían provocar el recelo hacia las autoridades o hacia las medidas que adoptaba”. Todas las condenas pronunciadas en la base de este artículo fueron canceladas. Durante la Asamblea Popular, pero también en el mitin que siguió, se lanzaron críticas severas hacia Todor Zhivkov. Los participantes propusieron la creación de una comisión de partido y de Estado cuyo trabajo era preguntar sobre el uso de algunos fondos por miembros de la familia Zhivkov73. A pesar de las restricciones impuestas por las autoridades, en Checoslovaquia, la población se volvió más dinámica. 300.000 personas se juntaron el 17 de noviembre, en la Plaza Central de Praga, pidiendo reformas democráticas. Las fuerzas del orden intervinieron para dispersar a la multitud. Se dijo que un estudiante llegó a morir en el transcurso de esta acciones pero en realidad era un plan del general Alois Lonenc, jefe de la policía secreta checoslovaca, que con el beneplácito del general Viktor Grouchko jefe adjunto del KGB. El plan preveía la manifestación, la intervención con dureza de la policía, el anuncio que un estudiante habría muerto para que una revuelta contra el Primer Secretario del Partido Comunista, Milos Jakes, condujera a su dimisión y a su reemplazo por el reformista Zdenek Mlynar. Este escenario tuvo éxito en parte solamente: la manifestación se organizó, las fuerzas del orden intervinieron, 561 estudiantes cayeron heridos. Una estudiante gritó que uno de sus colegas había muerto. Y una ambulancia se llevó a un joven que yacía en el pavimento. La multitud encolerizada comenzó a protestar contra los asesinos y contra Jakes. La estudiante que había alertado a la multitud era una agente de la Seguridad., la ambulancia también pertenecía a la Seguridad y el “estudiante” era teniente de la Seguridad Ludek Zivak, convertido en Martin Smidt, estudiante en la Facultad de Física y Matemáticas. El plan estuvo a punto de fracasar porque el verdadero Martin Smidt desmintió el mismo día su muerte y Zdeneck Mlynar rechazó coger la plaza de Jakes74. Aunque en sus detalles era un fracaso finalmente fue un éxito porque provocó “la revolución de terciopelo”. Es verdad que “la revolución de terciopelo” comenzó con una falsa y grosera historia, pero en esta fecha, en noviembre del 1989, la gente no conocía los juegos de los servicios secretos y pedían que “el régimen asesino” fuese castigado. El Comité Municipal del Partido Comunista Checoslovaco hizo público un comunicado condenando la intervención de las fuerzas del orden contra los pacíficos 114 La revolución rumana de1989 manifestantes. En signo de solidaridad con los manifestantes, los actores de Praga y de otras ciudades se negaron a actuar hasta que una comisión de investigación sobre los acontecimientos del 17 de noviembre no fuese instituida. El Presidum del Comité de Praga de la Unión Socialista de la Juventud con su presidente a la cabeza, miembro del CC del Partido Comunista Checoslovaco hizo pública una declaración pidiendo que el Tribunal General procediese a realizar investigaciones con respecto a la forma en que las fuerzas del orden habían actuado y que la Asamblea Federal ponga en marcha una comisión para analizar los hechos de la manifestación del 17 de noviembre. La declaración expresaba la convicción que el diálogo abierto entre el poder y la sociedad civil era la única vía posible para encontrar una salida a esta crisis. Dos días más tarde, el 19 de noviembre, los manifestantes encendieron velas en la plaza donde el estudiante “había sido asesinado” por las fuerzas del orden. El 20 de noviembre, más de 200.000 personas se juntaron en la Plaza Central de Praga para pedir el castigo de los culpables “del crimen” del 17 de noviembre. Entre los que pronunciaron discursos contra el régimen comunista, a favor de las elecciones libres, para la creación de una comisión de investigación sobre los acontecimientos conduciendo a la “masacre del 17 de noviembre” figuraban Alexander Dubček y Václav Havel75. Pancartas pidiendo la dimisión de Husák, pero también la de Jakes, se pegaron contra las paredes de los edificios principales. Las pancartas contenían también llamadas a una huelga general, el 27 de noviembre. Se pedía también la eliminación del artículo de la Constitución concerniente al papel dirigente del Partido Comunista, el diálogo social abierto, el pluripartidismo político. La declaración del cardenal Frantisek Tomasek, dada el 21 de noviembre se imprimió y se pegó en las paredes de la ciudad. Se escribió en esta declaración: “no podemos confiar en una dirección de estado que le niega la verdad a la gente y acordarles derechos y libertades que son propios de los países en desarrollo”76. Si los jóvenes intelectuales constituían en los primeros días la mayor parte de los participantes, los obreros de las grandes empresas salieron después para juntarse con ellos. Los manifestantes pronunciaban, desde tribunas improvisadas, discursos destinados a animar la determinación de los participantes a no abandonar la lucha e imponer sus reivindicaciones. La televisión pública retransmitía imágenes, Alexander Dubček, promotor de las reformas de 1968 y el dramaturgo Václav Havel eran los más mediáticos. El Partido Comunista Checoslovaco era prácticamente anulado por la voluntad de las masas. 115 Ioan Scurtu 4. EL XIV CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA RUMANO Mientras que en los Estados socialistas europeos los viejos líderes eran reemplazados y que los partidos comunistas se veían obligados a compartir el poder con otras fuerzas políticas, los medios rumanos no paraban de elogiar al secretario general, que dirigía “con mano dura” la obra de edificación del socialismo; “la garantía cierta” de la vía hacia “la cima del progreso y de la civilización” era la reelección de Ceauşescu Nicolae en la función de secretario general en el XIV Congreso del Partido Comunista Rumano. La prensa de Rumania daba informaciones negativas sobre los cambios en los Estados socialistas y la campaña dirigida en Occidente contra el régimen de Ceausescu, acusado de violar los derechos humanos, de demoler pueblos, de la asimilación forzada de las minorías, no era relatada. El diario Scânteia publicaba de vez en cuando artículos culpabilizando la política imperialista de injerencia en los asuntos internos de otros países. Se atraía la atención sobre las concesiones que se hacían en algunos países, bajo la presión de las fuerzas imperialistas, poniendo en peligro las conquistas del socialismo; se pedía la unidad y la solidaridad de los partidos comunistas en la lucha contra el imperialismo. El régimen de Ceauşescu quería mantener a Rumania aislada e impedir los contactos de sus ciudadanos con los extranjeros. Así se intensificó la vigilancia de todos los que eran sospechosos de ser una posible amenaza para la sociedad socialista. En estas condiciones, no era lógico esperar que el PCR pasase a la puesta en marcha de las reformas o que este partido acepte compartir el poder con otras fuerzas políticas, cuya existencia fuese reconocida. Analizando las Tesis del XIV Congreso del PCR el diario Scânteia escribía en su número del 18 de octubre de 1989: “El PCR estima que el regreso al pluripartidismo en el sistema socialista sería completamente erróneo y perjudicial, porque eso prepara la vía al regreso de las formas anacrónicas del sistema político capitalista”. El órgano central de prensa del PCR concluía que “la existencia de un partido único de la clase obrera y la consolidación de la unidad del pueblo alrededor del partido son una necesidad objetiva”. Las reuniones informativas y electivas realizadas en el periodo agosto-octubre de 1989 eran ocasiones para elogiar al secretario 116 La revolución rumana de1989 general y a su esposa, de adoptar decisiones que reclamaban la reelección de Ceauşescu Nicolae en el XIV Congreso “garantía segura” que Rumania progresaría sin falta en la vía del socialismo y del comunismo. Los medios occidentales hacían hincapié en los problemas del derecho a la libre circulación de las personas y también en la emigración. De este derecho se beneficiaron la mayoría de los judíos y de los alemanes, sobre la base de los acuerdos concluidos a nivel de Estado… El resultado fue que estas dos minorías nacionales tenían a finales de 1989, una presencia extremadamente reducida en Rumania. alemanes y judíos se marcharon de Rumania por causa de las privaciones que sufrían. Los rumanos, también sufrían estas mismas privaciones pero ellos no tenían otra patria donde emigrar. Hubo ciudadanos de nacionalidad rumana que se quedaron en Occidente tras haber participado en congresos, reuniones científicas, competiciones deportivas, etc. Otros lograron cruzar clandestinamente la frontera. Hubo también, sin embargo, un número importante de detenidos o ejecutados. La decisión de Ceauşescu Nicolae, dirigida para la sistematización de los pueblos, fue un tema vehementemente debatido por los medios occidentales. De hecho esta campaña hacía parte del plan que tenía por objetivo demonizar el régimen de Bucarest. Un verdadero programa bautizado “Operación Pueblos Rumanos” se puso en marcha. El programa que gozó de una mediatización excepcional, recomendaba a los pueblos de Europa “adoptar” los pueblos rumanos. Ciertas informaciones indican que 231 municipios de Bélgica, 95 de Francia, 42 de Suiza, 52 de la Gran Bretaña “han adoptado” pueblos rumanos. El príncipe de Gales se implicó en esta campaña y condenó “los traumatismos provocados por el desarraigo de las comunidades tradicionales” de Rumania77. La decisión relativa a la sistematización de las localidades rurales debía aplicarse, en realidad, a largo plazo y no existía ningún peligro inminente de destrucción de pueblos. Antes de mes de diciembre de 1989, fueron dislocados solamente 3 pueblos que se encontraban en el trayecto del canal Danubio-Bucarest, en construcción, y otro más situado cerca de Snagov. Ningún pueblo de Transilvania y evidentemente ningún pueblo habitado por húngaros o alemanes fue destruido. El respeto del artículo 3º del Acto Final adoptado en 1975 en Helsinki quedaba como el problema más sensible para el régimen de Bucarest. Los países occidentales, incluido EUA consideraban que tenían derecho a pedir a Rumania respetar los derechos humanos tal 117 Ioan Scurtu como era estipulado en el Acto Final de la Conferencia de Helsinki que Ceauşescu había firmado. Los líderes rumanos estaban absolutamente opuestos a semejante interpretación, que calificaban de injerencia en los asuntos internos. Ceauşescu Nicolae afirmaba que Rumania respetaba los derechos fundamentales del Hombre: el derecho al trabajo, al descanso, a la educación, a la asistencia médica gratuita, el derecho a tener alojamiento, etc. En su opinión la libertad de expresión, de reunión, la libertad de tener pasaporte, no eran esenciales. Se difundía por vías ocultas en Rumania los discursos de Gorbachov y diversos documentos concernientes a la perestroika, llegaban también a los cuarteles. Los representantes de Rumania, participando en diversas reuniones internacionales, fueron puestos al corriente de la necesidad de reformas y de sus éxitos en los “países hermanos”. En mayo de 1989 por ejemplo, el agregado militar soviético en Rumania pidió una entrevista con vicealmirante Ştefan Dinu, jefe de la Dirección de Informaciones Militares. Presentó en esta ocasión un documento sobre las reformas en el interior de la URSS y de otros países socialistas y pidió de manera retórica, por qué tales reformas no eran también posibles en Rumania. Ştefan Dinu reconoció más tarde: “Deduje que todas estas preguntas constituían reproches y críticas hacia la política rígida y dogmática de nuestro país”. El representante ruso pidió que ese documento fuese llevado al conocimiento del ministro de Defensa rumano y del jefe del Estado Mayor, lo cual hizo Dinu. El resultado fue que el CC del PCR dio la indicación que el agregado militar soviético fuese invitado al Estado Mayor donde se le anunció que sería expulsado si seguía sobrepasando sus atribuciones. Todavía en mayo de 1989 Ştefan Dinu, hizo una visita a Varsovia y su homólogo húngaro le propuso en esta ocasión un encuentro informal. Durante la entrevista, el oficial húngaro le dijo que sus superiores del Ministerio de Defensa le había pedido presentar a la delegación rumana un informe, lo más detallado posible, de la situación interna de Hungría y sus últimas orientaciones económicas y políticas, sugiriéndole evidentemente que Rumania se comprometiese a su vez en esta vía78. La falta de respeto de los derechos humanos en Rumania era criticada no solamente por los líderes políticos burgueses, sino también por los jefes de partidos comunistas, así como los líderes socialistas de Francia y de Italia. La radio “Europa Libre” anunció, el 28 de septiembre de 1989, que el Partido Comunista Italiano no había 118 La revolución rumana de1989 invitado al PCR a las fiestas celebradas para el aniversario del periódico “L’Unità” y que un debate se organizó criticando la política de Ceauşescu Nicolae, en el que participaron Grigore Arbore y Niculescu Adrian dos jóvenes intelectuales rumanos que vivían desde hacía dos años en el Oeste. Una fuerte propaganda hostil al régimen de Bucarest era dirigida en Hungría. La televisión húngara difundió, el 24 de julio una entrevista de László Tökés en la cual afirmaba que un gran plan de sistematización de los pueblos tenía lugar a cabo en Rumania y cuyo objetivo era destruir la cultura magiar de Transilvania79. El embajador rumano en Budapest, Pop Traian, informó al Ministerio de Asuntos Exteriores, el 23 de agosto de 1989: «en el cuadro de las manifestaciones de la Oposición fueron difundidos numerosos libros y publicaciones sobre el tema de Transilvania y de su lugar en la historia de Hungría, el mapa bien conocido de la Hungría milenaria y otros documentos diversos de propaganda con carácter nacionalista y revisionista. El discurso del primado de la Iglesia Católica, el cardenal Paskai László pronunciado durante el oficio religioso en la Iglesia de San Esteban de Budapest destacó particularmente. Delante de los fieles venidos en gran número y de los dirigentes de Estado, éste lanzó a todos los hijos de Hungría una llamada a rezar “para nuestros hermanos de Transilvania”»80. A partir del 9 de octubre, la radio “Kossuth” difundió la emisión Alternativa României (Alternativa de Rumania), organizada por la redacción del periódico Informaţii despre Ardeal (Informaciones sobre Árdela). En su primera edición, los participantes, algunos de los cuales venían de Rumania (Michael Shafir y Bodor Pál), condenaron la política del régimen de Ceausescu en general y sobre todo su actitud hacia la minoría magiar, que habría sido sometida a un proceso de asimilación forzosa. Los participantes afirmaron que la evolución de los acontecimientos del interior de la URSS influirá en un futuro más o menos próximo en la vida política de Rumania”81. En una entrevista acordada el 23 de octubre, a la revista de la RFA Der Spiegel, el presidente del Consejo de Ministros Németh Miklós estimó que “amenazas de todo tipo empiezan a venir” de lado rumano y que “de una cabeza enferma cualquier cosa puede salir, pero estoy seguro que también ahí (en Rumania) la lucidez se impondrá”82. La referencia a Ceauşescu Nicolae comandante supremo del ejército rumano era evidente. En octubre de 1989, el general Georgie Iovicic, jefe de la Dirección Militar de Yugoslavia, invitó al agregado militar rumano en 119 Ioan Scurtu Belgrado para informarle de los asuntos que tenían interés para Rumania. El general yugoslavo le pidió comunicar a Bucarest que había planes extranjeros para derribar el régimen político de Rumania; tenía informaciones de Moscú y de Budapest. Según estos planes grupos de personas especialmente instruidas debían penetrar en Rumania bajo cualquier cobertura (como turistas, personas que visitan a amigos o parientes, etc.) su misión era crear el desorden en la población impulsándoles a la revuelta y a actos de insumisión hacia las autoridades rumanas; esta acción apuntaba en primer lugar a las ciudades situadas cera de las fronteras y debía dirigirse después al interior del país83. A partir del otoño de 1989, las manifestaciones de protestantes delante de las Embajadas de Rumania fueron más numerosas. En la República Democrática de Alemania después de la caída del Muro de Berlín, los oficiales de la Alemania del Este, empezaron a tener actitudes críticas hacia el régimen de Bucarest. Se organizaron manifestaciones con la clamaron eslóganes contra la política del PCR y contra Ceauşescu Nicolae. También en la Unión Soviética se dieron este tipo de manifestaciones públicas. El jefe del Sector para las Relaciones con Rumania, en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS informó, el 14 de noviembre por la mañana, al embajador Ion Bucur “que una organización radical soviética” quería organizar al día siguiente por la tarde una manifestación delante de la Embajada. Esta “organización” había difundido carteles que invitaban a la población a una manifestación de protesta contra la persecución sufrida por las minorías nacionales, contra la destrucción de los pueblos y del centro de la ciudad de Bucarest, para la liberación de los presos políticos y de solidaridad con los “sacrificados de la represión rumana”; se pedía también a la dirección soviética que tomase un punto de vista contra la política del régimen de Ceauşescu. El documento mencionaba que “acciones similares tendrían lugar en toda Europa y más allá”84. Los medios internacionales hicieron conocer las posiciones de los adversarios del régimen de Ceauşescu que vivían en Rumania; aparte de Doina Cornea85, que era la personalidad más mediática, había también el profesor Dumitru Mazilu (se difundían citaciones sacadas de su informe sobre la falta de respeto de los derechos humanos en Rumania), del joven Radu Filipescu (condenado a 10 años de prisión por haber difundido pasquines contra Ceauşescu y detenido otra vez tras su liberación por pedir un referéndum en el cual los rumanos debían decidir si apoyaban al secretario general), Ionel Cană y Vasile Paraschiv (que habían intentado poner en marcha 120 La revolución rumana de1989 sindicatos independientes), los periodistas Petre Mihai Băcanu, Anton Uncu y Mihai Creangă(fueron detenidos por intentar publicar un diario criticando la política de Ceauşescu), los poetas Dan Deşliu (que envió numerosas cartas abiertas a Ceauşescu Nicolae), Mircea Dinescu (había acordado entrevistas con la prensa extranjera), Ana Blandiana (su volumen de poesía para niños titulado Motanul Arpagic (Arpagic el gato) contenía alusiones evidentes a Ceauşescu). La revista România literară (Rumania literaria) publicó en su número del 24 de abril de 1986 un artículo llevando la firma del escritor Gheorghiu Mihnea. El artículo titulado Aniversario de Shakespeare, insertaba los versos siguientes: “Estoy muy harto y prefiero morir en paz Que de ver glorificado al canalla”. Los lectores estaban convencidos que “el canalla” era ciertamente Ceauşescu Nicolae. Entre las cartas mandadas a la radio “Europa Libre” y difundida en sus emisiones figura también la carta firmada por le Frente de Salud Nacional (FSN). La carta exhortaba a los delegados que participaban en el XIV Congreso del PCR para que no reeligiesen a Ceauşescu Nicolae en la función de secretario general. Su autor era Alexandru Melian, profesor en la Facultad de Filología de la Universidad de Bucuresti. Este había ya mandado cartas críticas a Ceauşescu Nicolae y había distribuido pasquines, todos firmados por el F.S.N.86. Alexandru Melian debía confesar más tarde que el F.S.N. no era una organización, sino “un emblema” que tenía el papel “de dar esperanza a la gente desesperada que nada cambiaba en el país”87. En estas circunstancias, la caída de Ceauşescu Nicolae parecía ser la solución más realista, para tranquilizar la situación interior y mejorar el estatus internacional de Rumania. Según ciertas informaciones Ceauşescu Marin hermano mayor de Nicolae Ceauşescu le habría sugerido también que se fuera. Ceauşescu Marin trabajaba en la Agencia Económica de Rumania en Viena y conocía la dinámica de los acontecimientos en Europa. Su conclusión era que no había ninguna oportunidad para que Ceauşescu Nicolae se mantuviera en el poder: “No tienes salida, Nicolae, porque tanto los rusos como los americanos interfieren, cada uno tiene sus hombres aquí (en Rumania) que conspiran desde hace mucho (…) no caigas en su juego, no arrimes el ascua a su sardina, porque sería desastroso para nosotros y para este país. ¡Sálvate! Retírate por motivo de enfermedad, y pon en tu lugar a Iliescu, porque, de todas maneras es él el “designado” para volver”88. No tenemos la exactitud que esta discusión sucediera pero el hecho que sea recordada por la hija de 121 Ioan Scurtu Ceauşescu Marin tiene una significación que no se puede negar. Ceauşescu Nicolae no estaba evidentemente dispuesto a tener en cuenta semejante sugerencia. Estaba convencido que superaría estas dificultades y que el “agosto del 1968” volvería a repetirse. La oposición al régimen de Ceauşescu tomó la forma de acción personal, porque en Rumania no se pudo lograr, como en otros países socialistas, la creación “de un equipo de reemplazo” en la cabeza del PCR encargada de apartar al secretario general y de poner en marcha las reformas. La sociedad civil no logró manifestar, ni siquiera un poco, de manera organizada, su deseo de cambio. Entre los rumanos que se fueron de Rumania y que públicamente habían tomado posición en contra de Ceauşescu, destacaban: Paul Goma, Mircea Iorgulescu, Mihai Botez, Mihnea Berindei, Călinescu Matei, Vianu Ion, Virgil Nemoianu, Dorin Tudoran, Ion Negoiţescu, Ionescu Gelu, Zamfir Gheorghe, Nicolae Balotă, Lucian Raicu, Vintilă Horia, Pavel Chihaia, Ilie Constantin, Bujor Nedelcovici, Niculescu Adrian, y también los viejos estalinistas Nina Cassian, Norman Manea, Sorin Toma, Ileana Vrancea, etc. Un papel importante fue jugado por el equipo de periodistas de “Europa Libre” con Munteanu Nicolae Constantin, Şerban Orăscu, Emil Hurezeanu, Max Bănuş, Lovinescu Monica, Virgil Ierunca, etc. Una carta abierta fue dirigida a mitad de noviembre de 1989 a los presidentes de EUA, de Francia, de la URSS, al primer ministro de la Gran Bretaña, a la prensa internacional, pero también al CC del PCR, al Consejo de Estado de RS de Rumania. La carta pedía “el arreglo pacífico” de la situación en Rumania llevaba ilustres firmas como las de Eugene Ionesco (miembro de la Academia Francesa), George Emil Palade (laureado con el Premio Nobel). La solución propuesta concernía al retiro de Ceauşescu Nicolae de sus funciones. Numerosas organizaciones extranjeras se han implicado fuertemente. Como por ejemplo Unionea Mondiala a Românilor Liberi (La Unión Mundial de los Rumanos Libres) con Raţiu Ion a la cabeza. Esta organización, con base en Londres hacía gestiones con los gobiernos occidentales para que mantuviesen sus relaciones con Bucarest. Lo que es cierto, es que el régimen de Ceauşescu había perdido la batalla informativa con Occidente y que los rumanos escuchaban más “Europa Libre” que la radio pública rumana, que seguían con mayor atención las emisiones televisivas de Yugoslavia, Hungría, Moldavia, Bulgaria sin hacer mucho caso a la televisión nacional que no paraba de elogiar al “guía sabio” y al de su esposa “científica de renombrado prestigio”). Después de la caída del Muro de Berlín y el 122 La revolución rumana de1989 reemplazo de Todor Zhivkov, era Checoslovaquia la que acometía cambios y se preparaba la entrada de los rumanos a escena. Por orden del general Vlad Iulian jefe del Departamento de la Seguridad de Estado, tres reuniones con los jefes de Inspecciones Departamentales por zonas geográficas han tenido lugar, el 11 de noviembre, al mismo tiempo en Bucarest (para Muntenia y Oltenia), Braşov (para Transilvania y el Banato) y Iaşi (para Moldavia y Dobrudja)∗. Eran las órdenes del día el análisis de la situación operativa, la movilización de los subordinados para el próximo periodo y la toma de medidas para mejorar la actividad89. Un mismo encuentro tuvo lugar entre los mandos del Ejército. En un debate organizado el 26 de abril de 2006 por el Instituto de La Revolución Rumana de Diciembre de 1989, el general Nicolae ∗ Después de la revolución, el antiguo jefe de la Inspección de la Securitate del Departamento de Arad puso en circulación un documento, según el cual durante estas reuniones un material habría sido leído, viniendo del CC del PCR y firmado por Silviu Curticeanu, en el cual estaba escrito: “resulta sin ninguna duda, por los datos y por las informaciones recibidas del exterior y por la verificación del aparato de información exterior en las personas opuestas al presidente Ceauşescu que dentro de tres meses pasará lo que sigue: a) la eliminación de Ceauşescu después de una visita que hará a Crimea o a Moscú como invitado de una sesión plenaria del Partido o en una reunión; b) su reemplazo en la función como secretario general y como jefe de Estado después de un Plenum que tendrá lugar en Bucarest, en un lugar secreto, donde se le obligará a dimitir; c) la aparición de manifestaciones en las calles como las que se sucedieron en Braşov o las que hubo en el Valle del Jiu, en las cuales participarán elementos apartados y antiguos delincuentes comunes durante las cuales habrá enfrentamientos con el ejército, las sedes del Partido serán ocupadas y tendrá que huir o será arrestado y juzgado”. En la orden de la dirección del Departamento de Seguridad de Estado (DSS) estaba prohibido a los oficiales operacionales contactar las redes de informadores (los servicios secretos) para verificar las informaciones concernientes al alejamiento de la pareja dictatorial; de parte de los servicios secretos sólo podían recibir informaciones y reclamaciones de los trabajadores a propósito de las destrucciones, los robos de bienes de gran valor, en el caso de manifestaciones de protesta contra Ceauşescu, el jefe de la Inspección de la Securitate Departamental y todo el aparato subordinado a él “no se implica en acciones de represión” (Şerban Săndulescu el golpe de Estado detuvo la revolución, en Un enigma…). Un especialista de la historia de los servicios secretos consideraba que “la acción del 11 de noviembre cambio prácticamente el objetivo prioritario de las misiones. Si “la defensa del secretario general del Partido y de la familia dirigente” era hasta entonces el objetivo prioritario del DSS, a partir de esta fecha, la Securitate debía limitarse a acciones simplemente informativas” (Cristian Troncotă, Duplicitari. O istorie a Serviciilor de Informaţii şi Securitate ale regimului comunist din România/ Los que han jugado un doble juego. De la historia de los Servicios de Información y Seguridad del régimen comunista de Rumania, Ediciones Elion 2003 p.16). En una discusión con el autor de esta obra, el general Vlad Iulian negó categóricamente la existencia de semejante documento. 123 Ioan Scurtu Spiroiu contó que el vicealmirante Ştefan Dinu había presentado, al principio de diciembre de 1989, delante de los altos mando un informe sobre la situación en los países socialistas. La sesión fue llevada por el general Guşă Ştefan, jefe del Gran Estado Mayor e Ceauşescu Ilie se encontraba en la tribuna. El general Guşă pidió después de hacer su discurso si alguien quería añadir algo pero nadie se atrevió a realizar comentario alguno. Algunos días antes de la apertura del XIV Congreso del PCR, el Departamento de la Seguridad del Estado transmitió a las inspecciones departamentales una orden concerniente a las acciones para “conocer, prevenir y contrarrestar fervientemente actos o acontecimientos que podrían afectar a los intereses de la seguridad del Estado”; se pedía que las medidas necesarias fuesen tomadas para “prevenir la difusión de textos adecuados, conocer los estados de espíritu y prevenir toda evolución negativa, encontrar y aniquilar los elementos que incitan a acciones y manifestaciones turbulentas, hostiles, o que lanzan o divulgan rumores tendenciosos”; una atención particular debía ser prestada a las empresas y a los talleres de imprenta , a los extranjeros que se encontraban en Rumania, etc.90. “Las acciones negativas” eran cada vez más numerosas: eslóganes hostiles a Ceauşescu aparecían en las paredes de los inmuebles, eran difundidos pasquines en los lugares públicos, que contenían llamadas a derribar la dictadura, a luchar para “tener pan y calor en las casas”, etc. El Servicio de Información Exterior informó, el 14 de noviembre de 1989, que la Agencia norteamericana de información (CIA) había fundado una organización denominada como Trust Organization, que tenía por objetivo “animar y sostener el movimiento disidente en los países socialistas” y se proponía “concentrar sus acciones particularmente en Rumania y Checoslovaquia”91. La Dirección de Información Militar mencionaba que en la Unión Soviética “fue señalada una serie de maniobras notificadas y otras maniobras ejecutadas por grandes unidades tácticas en la zona Cernăuţi”, que habían constatado la intensificación de las actividades prácticas en las unidades de Marina y del Aire en una zona situada al oeste de la península de Crimea92. Todas estas acciones mostraban que el día de la eliminación de Ceauşescu se acercaba, aunque la propaganda oficial rumana continuaba “cantando himnos en su gloria” como sólo quizás había tenido Stalin. En el plano exterior se hacían esfuerzos para contrarrestar las acciones hostiles hacia el régimen de Bucarest. El 124 La revolución rumana de1989 Ministerio de Asuntos Exteriores transmitió, 17 de noviembre una circular llevando la firma de Stoian Ion (que tenía este ministerio desde el 4 de noviembre). La circular era dirigida a todos los jefes de las misiones diplomáticas y se refería a “la sucesión rápida de los acontecimientos internacionales en la casi totalidad de las zonas del mundo (y a los) frecuentes encuentros de alto nivel que han tenido lugar o que son previstos para el próximo periodo”. Con esta circular se pedía a los diplomáticos, de seguir en primer lugar, muy atentamente la evolución de los acontecimientos y de sacar las tendencias para el próximo periodo; lo que interesaba particularmente era la posición de los EUA de la URSS, de Francia, de la Gran Bretaña, de la RFA, de los Países del Mercado Común, de los países de Oriente Próximo, de los países de África Austral , América Central y de América Latina. Una atención muy especial se prestaría a la posición de los EUA y de la Unión Soviética, a su eventual “coordinación” en la perspectiva del arreglo de los problemas internacionales. En segundo lugar, se pedía a los diplomáticos, intensificar sus contactos con las personalidades políticas del país de residencia, con el fin de obtener con el mayor tacto posible, informaciones útiles: “en todos estos contactos presentad ampliamente la posición de Rumania en los problemas internacionales, apoyándoos en las palabras y las entrevistas del camarada Ceauşescu Nicolae, en los documentos del partido y en las instrucciones del MAE”. Se les pedía también respetar el carácter confidencial de lo que hablasen y que debían coordinarse para no hablar con los contactos de las negociaciones mantenidas con otro camarada. La circular mencionaba en un cuarto punto que las situaciones hostiles hacia Rumania podían recrudecerse y que “debían rechazar fervientemente” y debían presentar si el caso lo requería, las protestas de la Embajada. Para garantizar la protección frente a las acciones provocativas, la circular pedía a los personales de las Embajadas de trasladarse al exterior en grupo, de hablar durante las entrevistas con las personas del país de residencia de un único tema establecido. La circular insistía sobre la necesidad de mantener el secreto de Estado, advertía que las entrevistas debían ser llevadas en los únicos lugares permitidos y que las informaciones debían ser comentadas “en espacios estrictamente designados para ello y con la única participación de los que tenían acceso a estos lugares o de los implicados en la entrevista”. Añadía en su parte final: “son indicaciones que os son dirigidas estrictamente, con la medida de aplicarlas con exactitud y de reforzar 125 Ioan Scurtu la exigencia y el autocontrol en todas vuestras actividades”93. El día anterior de la apertura del Congreso del PCR enormes medidas de seguridad se tomaron en todo el país y particularmente en Bucarest. Las sedes de los Comités del partido eran vigiladas día y noche, los cargos del Ministerio del Interior estaban en alerta, la vigilancia de “las personas que planteaban problemas” se hacía con mayor intensidad, los oficiales de la Securitate se mostraban en las empresas y en las instituciones. El XIV Congreso del PCR tuvo lugar del 20 al 24 de noviembre en una atmósfera que evocaba el estado de sitio. Camiones rodeaban gran parte del Palacio (de Bucarest) que acogía la reunión, equipos de militares, trabajadores de la Milicia, miembros de las guardias patrióticas, patrullaban las calles. En su informe94, Ceauşescu Nicolae presentó cifras comparativas. Pero la comparación esta vez no la hacía con el año 1938 (que marcaba el desarrollo económico máximo de entreguerras) como solía hacer, sino con el 1945 (año en que el país fue gravemente dañado por la guerra) para poder subrayar todavía más los éxitos obtenidos durante los años del socialismo. En el periodo analizado, la producción industrial se había multiplicado por 145, la producción agrícola había aumentado por lo menos 10 veces, los salarios eran 34 veces más altos, la población urbana había pasado del 22% al 53%, la media de la esperanza de vida era de 70 años frente a los 42 de 1945, etc. El informe presentaba las líneas del desarrollo económico en el próximo periodo quinquenal y las líneas del desarrollo en perspectiva. Subrayaba que serían necesarios muchos esfuerzos para modernizar la industria y aumentar la productividad laboral. Hablando de los acontecimientos que tenían lugar en Europa Ceauşescu Nicolae dijo: “Frente a los países socialistas, frente a todos los pueblos, nuevas cuestiones y nuevos problemas se plantean frente a la vía del progreso económico y social, la liquidación de la iniquidad y de la opresión, la eliminación del peligro nuclear”. Mencionó que el próximo año habrían pasado 45 años tras el fin de la 2ª Guerra Mundial, y el secretario general del partido pidió “pasar a adopción de medidas necesarias para solucionar todos los problemas que restaban por arreglar. Parece necesario adoptar una posición clara sin equívocos, de condena y de anulación de todos los acuerdos concluidos con la Alemania hitleriana, sacando las conclusiones prácticas para anular todas las consecuencias de estos acuerdos e imposiciones”. Se refería al pacto Mólotov-Ribbentrop del 23 de agosto de 1939, que se encontraba en la base de las notas con carácter 126 La revolución rumana de1989 de ultimátum del mes de junio de 1940, por las la Unión Soviética ocupó Besarabia y el Norte de la Bucovina. Estas palabras eran pronunciadas demasiado tarde. Habrían tenido quizás 10 ó 15 años antes, un eco potente en la conciencia de los Rumanos o en el plano internacional. Pero la dirección del PCR evitó durante décadas y décadas hablar de esta cuestión para no ofender a lis líderes del Kremlin. Sólo en 1981,en un manual universitario, redactado por el equipo de profesores de Historia Contemporánea de la Cátedra de Historia de Rumania en la Facultad de Historia de la Universidad de Bucarest se publicó un artículo sobre el pacto secreto Mólotov-Ribbentrop que se refería a la Besarabia.95 En 1989, la declaración de Ceauşescu Nicolae no impresionaba a los Rumanos más preocupados por su vida cotidiana. Las alegaciones del secretario general de PCR irritaron a los círculos diplomáticos internacionales. En el ámbito de los acuerdos secretos de 1943-45, los Estados Unidos de América y la Gran Bretaña aceptaron las exigencias de ala Unión Soviética a propósito de las cuestiones territoriales, que se basaban en el pacto Mólotov-Ribbentrop confirmado por los tratados de paz de París, firmado en 1945. Cerca de tres décadas después, el Acto Final de la conferencia sobre la cooperación y la seguridad en Europa preveía la inviolabilidad de las fronteras. En consecuencia, esta declaración disgustó en primer lugar a los líderes de las Grandes Potencias, Ceauşescu siendo el primer jefe político del periodo después de 1945 que hablaba de la cancelación del pacto Mólotov-Ribbentrop, que estaba en vigor aún después de la rendición de Alemania. La Agencia TASS replicó: “ningún político razonable pondría en duda las fronteras europeas de la posguerra”96. La intervención de Ceauşescu creó un estado de enfado también en la cuestión alemana. Sostenía que “la existencia de los dos Estados alemanes debía seguir, que debía ser una realidad europea de hoy y de mañana” y se ponía de hecho en posturas contrarias a la evolución que siguió a la caída del Muro de Berlín. La campaña europea para el respeto de los derechos humanos, la libertad de prensa, Ceauşescu la consideraba como una táctica de los círculos vengativos neo-nazis que querían dividir de nuevo el mundo. Las reformas que se aplicaban en la Unión Soviética y en otros Estados miembros del Tratado de Varsovia, eran rechazadas por Ceauşescu. Estaba convencido que “solamente el socialismo representaba el futuro. Es por eso, criticando lo que es malo, que no debemos rechazar el socialismo sino a los que han trabajado contra el socialismo”. Seguía después con una cuestión retórica “¿Qué se puede 127 Ioan Scurtu decir de los que declaran hoy que no quieren el socialismo, que quieren ir hacia el capitalismo, aunque hayan ocupado altos cargos en un país socialista?” Ceauşescu comparaba el socialismo con Făt Frumos (el Príncipe Azul, personaje representativo del cuento rumano, ndlr) y decía: “Debemos ser siempre cuidadosos de actuar como mejor podamos para este bonito, maravilloso, joven, bravo, este Príncipe Azul de la Humanidad, es decir, que el socialismo triunfe no solamente en Rumania sino también en el mundo entero”. Mientras que el socialismo-totalitario se derrumbaba, el líder comunista rumano parecía vivir en otro mundo, completamente alejado de la realidad. Mientras que en los otros Estados socialistas los partidos comunistas habían comenzado a compartir el poder con las otras fuerzas políticas, Ceauşescu declaraba: “El partido no sabría renunciar a su papel revolucionario, no sabría transmitir a otra fuerza política su misión histórica. Hacer eso significa, en realidad renunciar al estatus de partido revolucionario, comunista, dejar de cumplir el programa de edificación del socialismo y del comunismo”. Consideraba que para arreglar todos los problemas de la sociedad rumana, la argumentación del papel dirigente del Partido Comunista Rumano era indispensable. El PCR contaba en la época del XIV Congreso, 3.831.000 miembros 55% obreros, 16% campesinos, 20% intelectuales y funcionarios, y otras categorías para el resto; para una población de 23 millones de habitantes había 59.554 organizaciones de base, 6033 Comités del partido en las empresas, las instituciones, las unidades agrícolas, 2364 Comités comunales, 259 Comités urbanos y municipales, 41 organizaciones departamentales Bucarest incluida. Durante los trabajos del Congreso, las intervenciones de los participantes fueron estereotipadas. No se referían casi a los documentos que se presentaban y no dejaban de elogiar a Nicolae y Ceauşescu Elena. Según un participante, Ceauşescu presentó su informe durante 5 horas y durante este tiempo “nos hemos levantado por lo menos 50 veces para gritar su nombre y hacerle ovaciones”97. Los organizadores del Congreso querían mostrar así a los rumanos y a los medios internacionales, que existía una unidad perfecta dentro del partido y que el papel dirigente de Ceauşescu Nicolae gozaba de un acuerdo total. El folleto con título Informe del XIV Congreso del Partido Comunista Rumano mencionaba que el discurso de Ceauşescu Nicolae fue interrumpido 111 veces por aplausos y ovaciones. En la Resolución adoptada por el Congreso, Ceauşescu Nicolae era considerado como “el hijo de nuestra nación, el más querido, el más apreciado, el arquitecto genial de la Rumania socialista moderna, 128 La revolución rumana de1989 el brillante dirigente del partido y del país, la personalidad de gran prestigio de la vida política contemporánea, que se ha impuesto a la conciencia de la humanidad entera como un gran héroe de la paz, de la comprensión y de la colaboración entre todas las naciones del mundo”98. Pero estas afirmaciones eran más bien, para la opinión pública interna e internacional, la expresión del estado de aislamiento en el cual Ceauşescu Nicolae se encontraba, la realidad concreta estaba envuelta en una palabrería sin contenido. El partido se había vuelto una especie de anexo para una dictadura personal, funcionando bajo las directivas dadas por el secretario general. El último día del congreso fue reservado a las elecciones: la lista de los miembros del Comité Central había sido muchas veces revisada por Ceauşescu Nicolae, atento para poner a sus seguidores en los puestos importantes. El Congreso había votado una Comisión de proposición que se hallaba en otra sala alejada para “deliberar” tranquilamente. En realidad los miembros de esta comisión habían esperado a Ceauşescu Nicolae, éste leyó los nombres de los futuros miembros del Comité Central y fue adoptada “la decisión ya tomada sin saberlo y sin su real consentimiento”99. El Congreso ha reelegido por voto a mano alzada, en unanimidad a Ceauşescu Nicolae en la función de secretario general. El voto secreto en la lista de los miembros del Comité Central tuvo lugar después. En el primer Pleno, que se realizó el mismo día, el Comité Central eligió el Comité Político Ejecutivo, que contaba con 21 miembros y 26 suplentes.∗ Cuatro miembros de la familia Ceauşescu hacían parte de los órganos de dirección. Eran Nicolae, Elena, Nicu (hijo) y Vasile Bărbulescu (cuñado). Otros familiares de Ceauşescu tenían altos cargos: Ceauşescu Ilie (hermano) – ministro adjunto al Ministerio de la Defensa Nacional, Ion Ceauşescu (hermano) – vicepresidente del Comité de Estado de la Planificación, Ceauşescu Nicolae Andruţa (hermano) – comandante de la Escuela de la Milicia y de la Securitate, Ceauşescu Marin (hermano) – jefe de la agencia Económica de ∗ Entre ellos, aparte del secretario general, Ceauşescu Elena, Emil Bobu, Lina Ceiobau, Ion Coman, Constantin Dăscălescu, Dincă Ion, Ludovic Fazekas, Manea Mănescu, Paul Niculescu-Mizil, Constantin Olteanu, Popescu Dumitru, Gheorghe Radulescu. Entre los miembros suplentes del CPEx.: Nicu Ceauşăescu, Vasile Milea, Tudor Postelnicu. El Secretariado del CC del PCR era formado de: Ceauşescu Nicolae, Vasile Bărbulescu, Emil Bobu, Ion Coman, Silviu Curticeanu, Ilie Matei, Constantin Olteanu, Radu Constantin y Iosif Szas. Ilie Verdeţ fue elegido presidente de la Comisión Central de Revisión. 129 Ioan Scurtu Rumania en Viena, Ceauşescu Florea (hermano) – redactor en jefe adjunto al diario Scânteia (órgano de prensa del CC del PCR), Petrescu Nicolae (hermano de Ceauşescu Elena) – vicepresidente del consejo Central de los Sindicatos de Rumania. La prensa rumana estaba dispuesta a aplaudir las decisiones del Congreso especialmente la reelección de Ceauşescu Nicolae en la función de secretario general. El cotidiano Romania Libera publicaba en su número del 25 de noviembre el discurso que cerraba el Congreso de Ceauşescu Nicolae. Subrayaba en su discurso: “Edificamos con éxito” la sociedad socialista multilateralmente desarrollada, “nada nos puede alejar” de esta vía, las decisiones fueron adoptadas “en una unanimidad perfecta”, “aseguramos el crecimiento continuo del papel dirigente del partido”, “aseguramos la unidad de hierro entre el partido y el pueblo”, etc. El periódico afirmaba: “más de 120.000 trabajadores de la capital han venido a la Gran Plaza de la República para rendir un caluroso y vibrante homenaje al camarada Ceauşescu Nicolae, reelegido por el XIV Congreso en la función suprema de secretario general del partido, designado así por la voluntad de los comunistas, de la nación rumana entera, para continuar dirigiendo el país aumentando los niveles de progreso y de civilización, para realizar el comunismo”. La prensa publicaba los telegramas enviados por los comités departamentales del partido, por los dirigentes de las diferentes empresas para expresar “su inmenso júbilo” por la reelección de Ceauşescu como secretario general del PCR. Fracasaron los esfuerzos desplegados por la dirección del PCR para lograr asegurar una participación internacional importante en el XIV Congreso, por lo que los resultados fueron muy inferiores a lo esperado. Hubo en la sala de debates 115 delegaciones provenientes de 82 países, cuya mayor parte eran países en vías de desarrollo. De los secretarios generales de partidos comunistas (o ex-comunistas) de los países socialistas no se presentó ninguno. Tan sólo enviaron representantes de segundo orden. No hubo representantes del Partido Socialista Húngaro, ni del Partido Comunista Italiano, ni del Partido Comunista Austriaco. Los embajadores de los países de la Comisión Económica Europea rehusaron aceptar la invitación para la apertura del Congreso porque Rumania no respetaba los derechos humanos ya que Ceauşescu violaba con su política el Acto Final firmado en 1975 en Helsinki. La prensa publicó los mensajes de los partidos de Etiopía, Burundi, Marruecos, Zaire, Zambia, Zimbabwe, Ecuador, México, Nicaragua, Botswana, Benin, Israel, Líbano, Yemen, Panamá, Estados 130 La revolución rumana de1989 Unidos de América, Uruguay, Islas Mauricio. Solamente los mensajes que elogiaban la actividad del PCR y la actividad de Ceauşescu Nicolae fueron publicados enteros. En los otros se elegía los fragmentos para publicarlos. Por ejemplo, se ha eliminado del mensaje del Partido Comunista Francés todo la parte que se refería a la necesidad de respetar los derechos humanos, mientras que en el mensaje del Partido Socialista Húngaro fue publicado sólo este extracto: “saludo en el nombre del Presidium del Partido Socialista Húngaro vuestro Forum. Deseo que la actividad del Congreso sea fructífera”100. Al contrario el mensaje del Partido del Congreso Nacional del Pueblo de la República Cooperativa de Guyana tenía 86 líneas. Disgustados por la manera en que actuaron los medios rumanos, algunos partidos comunistas publicaron sus mensajes en la prensa de su propio país. El periódico Política de Belgrado por ejemplo, publicó en su número del 21 de noviembre el artículo titulado “Ceauşescu contra las reformas” y también el mensaje del Presidium de la Unión de los Comunistas de Yugoslavia que subrayaba la necesidad de reformas y añadía que “existen diferencias de opinión esenciales a propósito de los procesos que se están dando actualmente en el mundo socialista, las reformas, la democratización de la sociedad, el papel del partido, la realización de los derechos y las libertades del Hombre, etc.”101. El Partido Comunista Francés publicó el mensaje que había dirigido al Congreso del PCR, en el cual se pronunciaba para el respeto de la libertad individual y colectiva, el respeto de los derechos humanos y la cancelación de la pena de cárcel por razones políticas. El Partido Socialista Húngaro consideraba – en su órgano de prensa Nepszabadsag: “en ninguna parte dentro de Europa los derechos humanos, la minoría magiar incluida, son despreciados de una manera tan evidente como en Rumania”102. La revista polaca Wyborcza escribía: “La dirección (del PCR) tomó extraordinarias medidas de seguridad. Las calles de la ciudad (Bucarest) están controladas por patrullas armadas del Ejército y de la Milicia. En su discurso de cinco horas Ceauşescu mostró que su partido no cedería frente a la presión de los que abogan por las reformas de tipo soviético, que se aplican ya en Hungría, en Polonia, en la RDA y en Bulgaria”103. El XIV Congreso del PCR no marcó el cambio que los rumanos deseaban, al contrario confirmó la misma línea dogmática seguida hasta entonces. Como se había querido provocar a la población, Ceauşescu Nicolae y su aparato de propaganda hablaban de “la felicidad y del bienestar”, “de la democracia” y “del pueblo dueño su 131 Ioan Scurtu destino”. Y eso, mientras la población hacía aún largas colas delante de las tiendas alimenticias (para comprar productos ya racionados), los radiadores quedaban fríos en pleno invierno, la corriente eléctrica se interrumpía cada 30 minutos, la programación televisiva duraba sólo 2 horas por día y además era totalmente consagrada para elogiar a la pareja presidencial. Las estructuras de fuerza del régimen empezaban a manifestar también su disgusto. El Ejército estaba empleado en trabajos sin importancia: en la agricultura para hacer la cosecha, para realizar sistemas de irrigación, para ayudar en las obras de construcción cuando no se cumplían los plazos; el hecho que Ceauşescu haya rechazado el 23 de agosto cualquier ascenso al grado de general y que el ministro de la Defensa Nacional Vasile Milea no ascendiera a unos 2000 oficiales disgustó numerosos mandos del Ejército que se sintieron frustrados. Además numerosas unidades militares importantes eran mandadas por “enchufados” que no tenían certeza de la durabilidad de su posición104. La Milicia se empleaba frente a cada vez más numerosos fenómenos sociales (robos, asesinatos, bandolerismo) pero también a actos de hostilidad al régimen (difusión de pasquines, eslóganes escritos en pancartas públicas, etc.) y la dirección del partido estaba muy disgustada por la manera en que realizaban su labor. Ceauşescu no tomaba en cuenta la realidad que se escondía bajo estas acciones, acusaba al Ministerio del Interior de no actuar correctamente para prevenirlas. La Securitate se había vuelto una estructura cada vez menos segura para el régimen. Amplias reorganizaciones fueron efectuadas después de la deserción de Pacepa y las sospechas del secretario general que temía nuevos abandonos se cernían sobre todos los oficiales. Los empleados de la Securitate que trabajan en el extranjero, y también los que estaban encargados de misiones de contraespionaje en el interior del país (en las Embajadas de Bucarest sobre todo) sabían muy bien lo que pasaba en los países “hermanos” y estaban convencidos de que en Rumania también se debía producir un cambio. Los altos responsables del partido estaban también disgustados (los activistas del partido). La permanente rotación de los cargos, la constante inseguridad para mantenerse en sus puestos, las amenazas de destitución, creaban un estado de nerviosismo atenuado solamente por los privilegios únicos que tenían (acceso a tiendas especiales, a “vilas” de vacaciones, la posibilidad de ir al extranjero, etc.). Numerosos cargos del partido conocían muy bien la situación real en Rumania, ya que tenían un contacto directo con la población, así 132 La revolución rumana de1989 sabían que su trabajo político no obtenía resultado alguno; seguían haciendo propaganda simplemente por inercia, sin manifestar la convicción de antes. Las reuniones consagradas a la educación política y también las sesiones generales del partido se habían vuelto simplemente acciones formales. Los obreros a quién se les denominaba como la clase dirigente del Estado, eran siempre criticados y acusados de no cumplir los planes, de gastar combustible y electricidad, de no aplicar exactamente las directivas del secretario general del partido: los contramaestres y los ingenieros, como también las oficinas y los comités del partido en las empresas eran acusados de ser los principales responsables. El campesinado, lo poco que había, era sometido a un estado de presión permanente. Órdenes gubernamentales establecían cuantas gallinas, patos, ocas, conejos, ovejas, cerdos, etc., que cada familia debía cuidar, así como las que debía vender al Estado y las que se podía quedar; el terreno agrícola destinado al uso personal se volvía cada vez más pequeño y los que no trabajaban cierto número de días al año para la Cooperativa Agrícola de Producción (CAP) arriesgaban perder los terreno bajo la forma de confiscación del Estado. Era prohibido a los campesinos matar a los animales que tenían si no disponían de una autorización especial. Procesos públicos recordando a los de los años 50, tuvieron lugar para los que no respetaban esta normativa. Después del periodo de liberalización de los años 1960-1970, los intelectuales se enfrentaron a nuevas restricciones. El número de libros y de revistas comprados en el extranjero habían disminuido porque era necesario ahorrar las divisas; las participaciones en manifestaciones científicas internacionales eran limitadas y debían ser aprobadas por el Gabinete nº 2 –Ceauşescu Elena, quién no les consideraba como muy útiles. Era siempre el Gabinete nº 2 quién establecía la promoción de los cargos en la enseñanza superior con títulos de profesor de conferencia y de profesor universitario. Ceauşescu Elena dejaba pasar los años sin ojear los ficheros que le pasaba el Ministerio de Educación y al final su opinión era negativa simplemente por razones financieras. “La dirección superior” no aprobó a partir de mitad de los años 80 la recepción de nuevos miembros en la Academia Rumana así que contaba con nada más que jubilados. Los escritores seguían siendo una categoría privilegiada, sus libros se imprimían con decenas o centenas de mil de ejemplares. Con los derechos de autor se podían comprar un piso o un automóvil; las editoriales aseguraban casi gratuitamente el descanso de los escritores 133 Ioan Scurtu y de sus familias y “el fondo literario” era un banco donde muchos de ellos sacaban dinero sin pensar en devolverlo. De todas formas tal incitación material no lograba borrar el sentimiento de privación de libertad. Las sesiones del partido en la Unión de los Escritores eran la ocasión perfecta para criticar las condiciones de los intelectuales rumanos sometidos permanentemente a la censura cada vez más opresiva por parte de la Sección “Propaganda” del CC del PCR y por el Consejo de la Cultura y de la Educación Socialista. El desdoblamiento fue para los rumanos la principal forma de resistencia: lo que afirmaban en el trabajo y durante las sesiones públicas era totalmente opuesto a lo que hablaban en familia o con amigos. Numerosos extranjeros pero también intelectuales rumanos no entendieron esta realidad. Así han podido escribir que “la mamaliga no explota” (la polenta no explota), que Rumania era un país en el cual la población era dócil y muy paciente y en el cual la dictadura duraría aún más. 5. MALTA Durante la visita de Eduard Shevardnadze en Washington en septiembre de 1989 las partes acordaron la organización de una cumbre soviético-americana. Se estableció por vía diplomática que una primera entrevista George Bush - Mijaíl Gorbachov tendría lugar el 2 y el 3 de diciembre en el mar Mediterráneo, en la proximidades de la Isla de Malta, al bordo de embarcaciones de la Marina de guerra (norteamericanas y soviéticas); las negociaciones no eran oficiales por lo que no se publicaría ningún comunicado de prensa; la entrevista oficial estaba prevista para principios de 1990. El ministro de Asuntos Exteriores soviético Eduard Shevardnadze declaró el 31 de octubre que la reunión de Malta sería la ocasión para un diálogo sincero y libre, que no se iban a concluir acuerdos en temas concretos y que la prensa no tendría acceso a las entrevistas105. Bush George subrayaba, el 1 de octubre que las partes “no pretenden adoptar decisiones importantes ni firmar acuerdos durante este encuentro”. El presidente norteamericano añadió que él reiteraría, por tanto, el interés de los EUA para el éxito de “la reestructuración” que había iniciado Gorbachov así como la evolución en las reformas en la Europa Oriental106. En otra declaración, hecha el 22 de noviembre, Bush George precisaba que pediría a Gorbachov en la entrevista de Malta, “de edificar juntos de nuevo”, consideraba que 134 La revolución rumana de1989 “la libertad ha venido” en Europa y quería que la Unión Soviética adoptase una conducta “superando los límites de una actitud reservada”; “la paz que construimos juntos debe ser diferente de la que ha prevalecido hasta ahora”. Bush aseguraba que “los EUA no buscarían obtener ventaja alguna en los problemas y en las dificultades” que la URSS y los países de Europa del Este afrontan y quería “el éxito pleno” de las reformas en estos países107. A medida que el encuentro Bush-Gorbatchev se aproximaba Washington y Moscú aseguraban que no se tomaría ninguna decisión secreta y que no habría ningún acuerdo norteamericano-soviético que concerniese a la Europa oriental. Las transformaciones en los países socialistas siguieron a finales de noviembre de 1989. Una noticia extremadamente importante llegaba de Checoslovaquia el mismo día del cierre del XIV Congreso del PCR: en el Plenum del Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco, los miembros del equipo de dirección dimitieron todos. En lugar de Jakes fue elegido el 24 de noviembre Karel Urbánek. Por la mañana el 25 de noviembre el primer ministro Ladislav Adamec propuso que el gobierno tuviese también personas que no eran miembros del Partido Comunista; la adopción de una ley sobre el derecho de asociación, de reunión, de petición; la suspensión inmediata de los oficiales que intervinieron el 17 de noviembre contra los protestantes. Las manifestaciones que empezaron el 17 de noviembre continuaron, la Plaza Central de Praga se convirtió en la tribuna de la oposición; entre los eslóganes lanzados había uno que llamaba a la huelga general el 27 de noviembre. Poco a poco personas oficiales empezaron a tener discursos desde esta tribuna. El presidente del Gobierno Federal, L. Adamec pero también líderes de la oposición como Václav Havel y Alexander Dubček tomaron la vez el 26 de noviembre; representantes de los trabajadores, numerosos presos políticos liberados gracias al decreto de amnistía del 25 de noviembre pronunciaron también discursos. Adamec, aplaudido en la primera parte de su discurso fue increpado cuando propuso que la huelga de 27 de noviembre durase nada más que algunos minutos. Dubček dijo que “Checoslovaquia vivió 20 años humillada a causa de la política no popular de G. Husák y de M. Jakes”, acusó a los altos responsables del país de no crear las condiciones propicias para la reevaluación de los acontecimientos de 1968 mientras que Polonia y Hungría lo han hecho y pidieron disculpas al pueblo checoslovaco. Estimaba que los gobiernos de la RDA, de Bulgaria y particularmente el de la URSS 135 Ioan Scurtu debían hacer también este gesto. Conforme “la Revolución de Terciopelo” ganaba terreno en la opinión pública, representantes de las fuerzas del orden empezaban a distanciarse de la política oficial; el representante de la Unidad Motorizada de la Milicia de Praga acusó de irresponsabilidad política a los que habían llevado a los milicianos a levantarse contra el pueblo108. Mientras que la oposición controlaba la calle el CC del PD Checoslovaco tuvo el 26 de noviembre su reunión plenaria extraordinaria, que decidió la destitución de las personas instaladas en el poder tras la intervención militar del 1968 y la convocatoria del Congreso Extraordinario del partido para el 26 de enero de1990. El secretario general del PD Checoslovaco, Karel Urbánek informó al Pleno del diálogo Gobierno-oposición, que inscribió al orden del día las siguientes preguntas: el sistema político, la nueva Constitución, la celebración de elecciones libres, la ley sobre la prensa, la ley para el derecho de asociación y de reunión, la reevaluación de los acontecimientos de 1968109. El Plenum se pronunció para la puesta en marcha de un gobierno de coalición, a nivel federal pero también en Chequia y en Eslovaquia. A propósito de la demanda de la oposición para obtener la dimisión de Gustav Husák de sus funciones de presidente de la República Socialista Checoslovaca, el Pleno estimó que esta cuestión debía ser examinada en la Asamblea Federal y que el Presidium del CC del PC Checoslovaco debía abstenerse de toda proposición concreta con respecto a la persona del nuevo presidente. Lo que significaba que ya no sería comunista. El 27 de noviembre tuvo lugar la más importante manifestación organizada por la Oposición y considerada por el Forum Cívico como un referéndum nacional. El 28 de noviembre continuaron las negociaciones entre la delegación del Presidum del CC del Frente Nacional y del gobierno federal con Ladislav Adamec y la del Forum Cívico. Adamec hizo en esta ocasión las siguientes proposiciones: pediría antes del 3 de diciembre al presidente de la República, que nombrase un nuevo gobierno, que sería formado por representantes del Partido comunista Checoslovaco, por representantes de otros partidos y de especialistas sin partido. Eso quería decir que el partido comunista estaba dispuesto a compartir el poder con las fuerzas políticas de la oposición. El Gobierno Federal así constituido debía proponer a la Asamblea Federal la modificación de la Constitución en la que se eliminarían los artículos que concernían al papel dirigente del partido comunista, la educación de los ciudadanos bajo las normativas de las teorías marxista-leninistas. Estos artículos serían 136 La revolución rumana de1989 reemplazados por otros previniendo una educación que tuviese conocimientos científicos, principios humanitarios y humanistas. Adamec también prometió que pediría al Consejo Popular de Praga que ofreciese lugares para antever las actividades del Forum Cívico110. Los representantes del Forum Cívico estuvieron de acuerdo con estas proposiciones. Insistieron en la necesidad que el nuevo gobierno elaborase una declaración-programa, mostrando que estaba listo para crear el cuadro jurídico para asegurar: las elecciones libres, la libertad de asociación y de reunión, la libertad de expresión y de prensa, la anulación del control de Estado sobre los cultos, la modificación de la ley concerniente al servicio militar; la supresión de la Milicia Popular (unidades armadas organizadas por el Partido Comunista en empresas e instituciones); el examen de la cuestión relativa a la presencia de organizaciones de partidos políticos en todos los lugares de trabajo. Además el Forum Cívico pidió que el gobierno condenase enseguida la intervención de las tropas de los países miembros del Tratado de Varsovia, en agosto de 1968 en Checoslovaquia y que la Asamblea Federal mandase a los Parlamentos de la Unión Soviética, de la RDA y de RP de Bulgaria la solicitud en la cual declarasen que la intervención armada fue una violación del derecho internacional y de los estatutos del Tratado de Varsovia porque pasó sin que lo supiera y sin el acuerdo de los órganos supremos checoslovacos. El Forum Cívico precisó que pediría la dimisión del primer ministro, sino estaba feliz o contento de las disposiciones de la declaración-programa y de la manera y de cómo ésta se pondría en marcha. Anunciaba también que pediría por la mañana (el 29 de noviembre) al presidente checoslovaco Gustáv Husák su dimisión111. El 29 de noviembre, el Forum Cívico ocupó la televisión nacional que se convirtió en un instrumento de propagan en las manos de la oposición. El secretario general del PC Chescolovaco Urbánek, nada más que pudo dirigirse a la nación a través de la radio. El Parlamento aprobó el mismo día la eliminación en la Constitución de los artículos nº 4 relativo al papel dirigente del Partido Comunista en la sociedad y en el Estado y el nº 16 concerniente a la educación siguiendo las pautas dictadas por las teorías del marxismo-leninismo, con la precisión que “toda la política cultural de Checoslovaquia, el desarrollo de la enseñanza y la educación se hace bajo el espíritu del conocimiento científico, y en acuerdo con los principios del patriotismo, del humanismo y de la democracia”112. La Asamblea Federal aprobó la dimisión de su presidente, Alois Indra; Indra era uno de los que habían pedido la intervención militar de 1968 para alejar a 137 Ioan Scurtu Alexander Dubček. El nuevo presidente de la Asamblea Federal debía ser elegido el 12 de diciembre. Con respecto a la cuestión de la revisión de los acontecimientos de 1968, ésta fue claramente expresada por Ladislav Adamec que prometió proponer al Gobierno Federal adoptar una posición de principio sobre la manera en que la crisis de 1968 fue resuelta y de empezar negociaciones bilaterales con los gobiernos de los cinco países participantes en la intervención militar para resolver lo más rápido posible este problema desde el punto de vista político. Propuso que las negociaciones comenzaran con el gobierno de Moscú a propósito del acuerdo intergubernamental sobre la presencia temporal de las tropas soviéticas en el territorio de la República Socialista de Checoslovaquia. Considerando la reevaluación de los acontecimientos de 1968, los medios y las uniones profesionales se dio de nuevo la posibilidad a numerosos escritores y artistas censurados y prohibidos tras esta fecha que se dirigiesen abiertamente al público. Así muchos de ellos que habían emigrado al extranjero regresaron a Checoslovaquia donde tuvieron una preponderancia mediática extraordinaria como: Ota Sik, Milan Kundera, Jiri Pelikán. Dentro de las organizaciones del Partido Comunista Checoslovaco, fue fundado el Forum Democrático de los Comunistas que abogaba por el diálogo constructivo con las organizaciones de oposición, para que los miembros excluidos del partido tras los acontecimientos de 1968 sean de nuevo acogidos en sus rangos y para que hubiera elecciones libres en el seno del partido antes del 30 de junio 1990 como muy tarde113. En la Unión Soviética la crisis económica era cada vez mayor y la población estaba cada vez más disgustada. Las reformas que Gorbachov había lanzado generaban oposiciones y aprobaciones. Unos se oponían a sus reformas que consideraban como un alejamiento de la teoría marxista-leninista, como un peligro mortal para la existencia del socialismo; otros se declaraban, al contrario, por la intensificación de las reformas, pedían la eliminación del artículo nº 6 de la Constitución, el cual establecía el papel dirigente del Partido Comunista. El primer secretario del Comité Regional de la ciudad de Leningrado declara el 22 de noviembre: «nos descartamos firmemente de la ideología Estalinista y del estancamiento, no obstante estamos convencidos que nuestra bandera fue y se quedará roja y que en ella estará escrito “Lenin”, “Octubre”, “Socialismo”»114. Para clarificar las cuestiones sometidas a debate, Gorbachov público en el periódico Pravda del 26 de noviembre su artículo 138 La revolución rumana de1989 titulado “la idea socialista y la reestructuración revolucionaria”115. En este artículo Gorbachov afirmaba: “El socialismo hacia el cual nos dirigimos por proceso de la reestructuración es una sociedad fundada en una economía eficaz, en la base de las más altas realizaciones de la ciencia y de la técnica, de la cultura, bajo estructuras sociales humanizadas, dirigidas para conducir a la democratización de todos los aspectos de la vida social y crear las condiciones de una vida y de una actividad creativa intensa para el conjunto de la población”. Consideraba que el PCUS como “vanguardia política de la sociedad” debía transformarse en “centro de elaboración de las plataformas políticas e ideológicas” que aconsejarían a la sociedad y al Estado. En su opinión, esta etapa compleja, los intereses de la consolidación de la sociedad soviética dictan la oportunidad del mantenimiento del sistema del partido único”116. Este artículo ilustraba los límites de las teorías de Gorbachov, ya sobrepasado por las transformaciones que habían tenido lugar en otros países socialistas –Polonia, Hungría- donde el papel dirigente del Partido Comunista era ya parte del pasado, porque se eliminaba esta cuestión dentro de sus Constituciones. El estado de confusión en el cual “la perestroika” había llegado fue revelado por V. A. Medvedev, uno de los principales reformistas soviéticos. Gorbachov debía notar que Medvedev consideraba particularmente difíciles las condiciones para el desarrollo del futuro Congreso del PCUS, la elaboración del programa y de los nuevos estatutos chocaban con importantes dificultades puesto que los procesos en el interior de la sociedad soviética no estaban todavía maduros. V.A. Medvedev era el adepto de la reestructuración del partido, para que se volviese una organización de vanguardia política de la sociedad117. El 29 de noviembre se anunció el resultado del referéndum del 26 de noviembre en Hungría; más del 95% de los participantes habían votado para la supresión de las organizaciones del partido en el puesto de trabajo. Para la declaración de bienes del antiguo Partido Obrero Socialista Unido y para la supresión de las guardias obreras118. Este resultado constituyó un golpe muy duro para el Partido Obrero Socialista Húngaro de Grósz Károly y un fuerte estímulo para la oposición, que tenía a su cabeza la Alianza libremente democrática anti-socialista y anticomunista. En este contexto se anunció que el XIV Congreso del Partido Obrero Socialista Húngaro debería tener lugar el 17 de diciembre del 1989. el Congreso debía adoptar un nuevo programa y nuevos estatutos. 139 Ioan Scurtu Bulgaria estaba realizando también reformas. El Secretario del PC Búlgaro, Dimitar Stanisev estimaba en una declaración del 23 de noviembre que el país había pasado desde el 10 de noviembre “a una nueva etapa de su desarrollo” la cual apuntaba a “expandir la democracia, la libertades cívicas”. Subrayaba al mismo tiempo que estas reformas se realizaban “en conformidad con las normas socialistas y para consolidar el régimen socialista” bajo la dirección del PC Búlgaro “por las condiciones del crecimiento de su papel de vanguardia y de fuerza política”119. Un futuro Plenum del Comité Central estaba previsto y bajo este objetivo una delegación había sido enviada a Moscú para estudiar la experiencia soviética en la puesta en marcha de las reformas. En Yugoslavia el Presidium del Comité Central consideraba que “el socialismo contemporáneo debía transformarse de una manera fundamental”120. La Unión de los Comunistas de este país ya no era la primera en cumplir las reformas como había sido cuando vivía Tito. La dirección de Belgrado estaba en primer lugar atenta en mantener la unidad de la Federación. Como los Eslovenos buscaban separarse, Slobodan Milošević anunció que una marcha hacia Liubliana tendría lugar el 1 de diciembre para celebrar el aniversario de los 71 años de la fundación del Reino de los Serbios, de los Croatas y de los Eslovenos. La dirección eslovena comunicó que movilizaría todas las fuerzas a su disposición para impedir la marcha de los serbios y montenegrinos. Frente a esta actitud el Comité de organización decidió cancelar la marcha. Una guerra de propaganda empezó después entre serbios y eslovenos al cual se adjuntaron también los medios de las otras Repúblicas. Yugoslavia se había convertido en un verdadero polvorín. En la República Democrática de Alemania, las manifestaciones seguían. Las reivindicaciones concernían a la eliminación del artículo de la Constitución, relativo al papel dirigente del Partido Socialista Unido Alemán y a la organización de elecciones libres. Los manifestantes pedían también la unificación de las dos Alemanias. Se repetía el eslogan: “Alemania - Patria única”. El 22 de noviembre, el Despacho Político del CC del Partido Socialista Unido Alemán propuso que los representantes de las fuerzas gubernamentales de las fuerzas de oposición y de la Iglesia se reunirían alrededor de una mesa redonda para discutir sobre la reforma de la Constitución y de la nueva ley electoral. Egon Krenz precisaba en una entrevista que la ley electoral debía “garantizar las elecciones libres, generales, democráticas y secretas”; declaró que el Despacho 140 La revolución rumana de1989 Político estaba de acuerdo con la eliminación del artículo 1 de la Constitución, relativo al papel dirigente del Partido Socialista Unido Alemán, teniendo en cuenta “la manera en la cual un partido actúa para el desarrollo de la sociedad no se decreta por ley ni proclamaciones” pero debe venir de la forma en la cual ejerce su actividad121. El 1 diciembre la Cámara Popular de la RDA (el Parlamento) decidió cancelar la disposición del artículo 1 de la Constitución, relativo al papel dirigente del partido122. Aprovechándose de la coyuntura internacional el canciller Helmut Kohl y el ministro de Asuntos Exteriores Hans Dietrich Genscher, lanzaron públicamente la idea de la unificación de los dos Estados alemanes. La antigua disputa franco-alemana quedaba en el olvido después de la acción del presidente francés Charles De Gaulle y el canciller alemán Konrad Adenauer. Promulgaron el principio de la reconciliación entre los dos estados y sus sucesores siguieron esta vía. En 1989 el presidente francés Mitterrand François, y el canciller alemán Helmut Kohl debatieron sobre importantes problemas internacionales, buscando mantener incluso profundizar en esta reconciliación. Sin embargo, la unificación alemana no estaba bien vista por Francia. Era una cuestión demasiado compleja, que afectaba al equilibrio europeo establecido tras la 2ª Guerra Mundial123. La Conferencia de Postdam (17 de julio-2 de agosto de 1945) había establecido la división de Alemania en cuatro zonas de ocupación (norteamericana, soviética, francesa y británica) así como sus fronteras. Este acuerdo estaba en vigor y no podía ser cancelado unilateralmente. El 20 de noviembre, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Roland Dumas hizo una visita a Moscú donde se entrevistó con Mijaíl Gorbachov y con su homólogo soviético Eduard Shevardnadze. Declararon que tenían un punto de vista común con respecto a las fronteras de la Europa de Post-guerra. También estuvieron de acuerdo para decir que “la unificación de Alemania no era una cuestión de actualidad”124. El 21 de noviembre el ministro de Asuntos Exteriores de la R.F.A., Hans Dietrich Genscher, hizo una visita a Washington donde se entrevistó con el Presidente norteamericano Bush George y secretario de Estado, James Baker. Al salir, Genscher declaró haber recibido la seguridad de que los Estados Unidos de América “no tomarían decisiones unilaterales en lo que concernía al futuro de Europa en la futura Cumbre de Malta”. Refiriéndose a la unificación de Alemania, dijo: “somos un único pueblo, no existe una nación alemana capitalista y otra socialista; esta única nación alemana vive 141 Ioan Scurtu simultáneamente en dos Estados diferentes”. Genscher afirmó que la unificación de Alemania “podría tener lugar tan sólo después que las “elecciones libres” fuesen organizadas en Alemania del Este y en el contexto de la unión de Europa oriental y Europa occidental bajo la base “de valores occidentales” y sin modificación de las fronteras internacionales de los dos Estados, establecidas después de la guerra”125. El 24 de noviembre el canciller Helmut Kohl participando en el Congreso de Partido Popular Austriaco, presentó un informe titulado “El futuro marco de Europa”. La idea que se desarrollaba era que una Alemania unificada tenía su merecido lugar en el mapa del continente en re-configuración. Después de haber obtenido el acuerdo de Bush para la unificación de estos dos Estados, el canciller Kohl se dirigió a Gorbachov, quién “dinamizó” las reformas en la Unión Soviética y la Europa del Este. “La RFA tiene el deber de sostener y de ayudar a Gorbachov para cumplir su proceso de reformas, como signo de su reconocimiento para la apertura realizada en el plano internacional”. Precisando que su país había sostenido en el aspecto “político y moral” los movimientos reformadores en Polonia, Hungría, Checoslovaquia y la RDA, Helmut Kohl añadió que la cuestión alemana no podría encontrarse sólo en un único contexto de los problemas europeos y que no podía tratar de forma separada”. Aseguró que la Alemania reunificada “no tenía la intención de volver a ser una gran potencia sino simplemente encontrar de nuevo su propia identidad”126. El canciller Kohl supo “estimular” Gorbatchev desde un punto de vista económico aprobando para la Unión Soviética créditos de miles de millones de marcos para equilibrar la balanza de pagos de Moscú. Tres días más tarde el 27 de noviembre Helmut Kohl presentó un proyecto de unificación de Alemania en tres etapas: Organizar elecciones libres en la Alemania del Este y consultar a la población de la RDA sobre la unificación. Poner en marcha una comisión entre las dos Alemanias con respecto a las cuestiones de vida política, social y económica, encargada de analizar y proponer fórmulas para la integración. La reunificación propiamente dicha127. Helmut Kohl se dio prisa para lanzar el 29 de noviembre un plan sobre la unificación de Alemania basado en 10 puntos, para que Gorbachov si Bush tuvieran a su disposición, en la cumbre de Malta un documento concreto sobre el arreglo de la cuestión alemana. Este plan presentaba en detalles las proposiciones iniciales e insistía en la 142 La revolución rumana de1989 idea de que su puesta en marcha tendría lugar bajo el contexto de la unificación de Europa y del empeño alemán para respetar las fronteras existentes. El portavoz del Departamento de Estado declaró enseguida que los EUA estaban convencidos que el plan del Canciller Kohl “respondía a las profundas aspiraciones de su pueblo para la unificación de Alemania” y que se trataba “de un objetivo que los EUA y Alemania compartían desde hacía mucho tiempo”. El secretario de Estado Adjunto Lawrence Eagleburger declaró que la unificación de Alemania “era ahora un proceso inevitable” y que “los EUA no compartía la inquietud de algunos países de Europa del Oeste frente a la perspectiva de una Alemania unificada potente”128. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Roland Dumas, declaró en una reunión de la Asamblea Nacional “que era inconcebible encontrar una solución a la cuestión alemana sin tener en cuenta los acontecimientos que habían tenido lugar en la Europa del este”, que el proyecto del canciller Kohl merecía “la mayor atención”. Calificaba de “legítimo el deseo de los Alemanes de reunirse” y consideraba que sólo se podría lograr por vía democrática y pacífica “en el contexto de la integración europea”129. La Unión Soviética y Polonia no consideraban satisfactorias las garantías dadas por Helmut Kohl. Algunos días antes de la cumbre de Malta, el primer ministro polaco realizó una nueva visita a Moscú donde se entrevistó con Gorbatchev y Nikolái Ryzhkov. En la conferencia de prensa del 25 de noviembre Mazowiecki reiteró que Polonia respetaría los compromisos hechos en el ámbito del Tratado de Varsovia y que su gobierno quería consolidar y desarrollar las relaciones con la Unión Soviética. Subrayó la influencia “benéfica” de la política de reestructuración de la Unión Soviética en el plano internacional. “Con respecto a Europa, las dos partes consideraron que la inviolabilidad de las fronteras era la condición más importante para mantener la estabilidad en el continente”. En un informe mandado a Bucarest, el embajador rumano en Moscú, Ion Bucur estimaba que en las relaciones internacionales “las discusiones se han orientado sobre “la cuestión alemana”, por la que, aún con la existencia de fórmulas diferentes, los puntos de vista de los dos países coincidían en el sentido que: a) por ahora la cuestión de la reunificación de Alemania no estaba de actualidad. Hay dos Estados alemanes independientes, que hacen parte de alianzas militares y de grupos económicos diferentes. Apresurar la reunificación conduciría a una desestabilización en Europa; b) si, en un futuro lejano la cuestión se 143 Ioan Scurtu plantease, se podría examinar teniendo en cuenta las condiciones siguientes: la reunificación debe ser pedida y sostenida a la vez por la RFA y la RDA; la reunificación no debe ser orientada contra los intereses de los otros pueblos y no debe tener como resultado la revisión de las fronteras. Pertenece a las 4 Grandes Potencias (URSS, EUA, Gran Bretaña, Francia) pronunciarse sobre esta cuestión130. La opinión pública internacional, las cancillerías diplomáticas, pero también los servicios secretos manifestaban un gran interés por este primer encuentro entre Bush y Gorbachov. El general Vlad Iulian, jefe del Departamento de la Seguridad de Estado entregaba, el 1 de diciembre, a Nicolae Ceausescu, un informe “estrictamente secreto” escrito a mano. Su contenido era el siguiente131: “Informamos a través de varias fuentes sobre la reunión Bush-Gorbachov: 1.- En el ámbito de las nuevas negociaciones de alto nivel entre los EUA y la URSS organizadas por iniciativa soviética las dos partes trataran prioritariamente las cuestiones de la redefinición de las esferas de influencia y la elaboración de una nueva estrategia común a fin de seguir asegurándoles un papel dominante en todos los problemas internacionales. - Es probable que lleguen a nuevos acuerdos para restringir las zonas de confrontación directas a favor de los intereses comunes. - Existen datos según los cuales la URSS haría nuevas concesiones a favor de los norteamericanos, para obtener ayudas económicas y financieras. - Se busca también establecer un nuevo equilibrio en el continente europeo que permita la atenuación gradual de las diferencias en materia de política y de economía entre países socialistas y capitalistas y la garantía de la puesta en marcha de los conceptos que conciernen “la des-ideologización de las relaciones internacionales” y la creación de lo que se llama “la casa común europea”. - En este contexto se hablará también sobre la cuestión de la existencia de dos bloques militares, para que se mantuviese durante un cierto periodo hasta la estabilización de la situación en el interior de Europa del este, cuando menos. - A propósito de la intensificación de las preocupaciones del gobierno de Bonn para la reunificación de Alemania se acordará sostenerlas pero serán contemporizadas durante un cierto periodo a fin de ser incluidas en “el proceso de integración europeo”. - Las dos partes se pronunciarán para la aceleración de las negociaciones bilaterales apuntando a disminuir el armamento y los 144 La revolución rumana de1989 gastos militares, la URSS estando interesada en reducir su gran déficit de la balanza de pagos. Es posible que durante la entrevista Bush haga pública su intención de disminuir los efectivos norteamericanos estacionados en Europa, como respuesta a las medidas similares adoptadas unilateralmente por la URSS. - En el plano de las relaciones bilaterales, el presidente Bush manifestará el deseo de sostener una URSS desde el punto de vista económico bajo la condición de que sigan aumentando las reformas soviéticas y que tomen más en cuenta los mecanismos de la economía de mercado. - Además de su pedido expreso de una concesión de ayuda financiera, Gorbachov insistirá para que la URSS obtenga la cláusula de nación más favorecida así como la disminución de las restricciones en materia de traspaso de tecnologías. NOTA: Resulta por los datos que tenemos que durante el encuentro Bush-Gorbachov las partes deberían discutir también sobre las nuevas presiones coordinadas que ejercerían en los países socialistas que no han procedido a la aplicación de las “reformas reales”, como la RP de China, Cuba y Rumania. 1.- Con respecto a nuestro país, Bush subrayará que los Estados miembros de la OTAN seguirán aplican do restricciones en su relación con Rumania y pedirán que la URSS adopte una actitud similar, reduciendo los envíos soviéticos de petróleo, gas-metano y de mineral de hierro. 2.- Durante las consultas de sus últimos días con la Administración de Washington los gobiernos de la Gran Bretaña, de Francia de la RFA y de Italia han insistido para que: - Los EUA y la URSS evitan adoptar decisiones definitivas relativas a la modificación del equilibrio militar en Europa, sin una consulta previa y sin el consentimiento de los países de Europa del Oeste. - El armamento y los efectivos situados en Europa disminuyen gradualmente, la cuestión de una disminución a gran escala, debería ser analizada solamente después que haya garantía segura de que la URSS desea renunciar a su fuerza militar; - Los Estados Unidos de América respetan los acuerdos establecidos anteriormente con los Estados de Europa del Oeste y desean que cada uno de ellos tenga un papel influyente más importante en la situación de la Europa del Este, a fin de asegurar la 145 Ioan Scurtu promoción de su propio interés en esta zona a largo plazo. Francia y la Gran Bretaña han pedido también que se advierte, en el horizonte la creación de una confederación de dos Estados alemanes, un desplazamiento del centro del poder en Europa hacia la Alemania unificada así que una polarización político-económica, incluso militar entre ésta y la URSS, tal como la que había existido antes de la 2ª Guerra Mundial”. Cuando se dirigía hacia Malta, Gorbachov visitó al papa Juan Pablo II, cuyas convicciones anticomunistas eran conocidas. El papa felicitó al líder del Kremlin por la política reformista. Gorbachov subrayo la contribución del papa Juan Pablo II en la edificación de un mundo pacífico, de un mundo donde hubiese buena comprensión entre los pueblos. Juan Pablo II expresó su esperanza que la Unión Soviética adoptaría una ley sobre la libertad de conciencia para garantizar la “ampliación de las posibilidades de la vida religiosa para todos los ciudadanos soviéticos”132. Dirigiéndose a la multitud que había venido a verle, Gorbachov se declaró a favor de la convocatoria de la Conferencia para la Cooperación y la Seguridad en Europa, dejando caer que ésta remplazaría un día el Tratado de Varsovia y la OTAN. La reunión de Malta pasó conforme a un programa establecido los días 2 y 3 de diciembre de 1989. En su agenda figuraban negociaciones entre los presidentes de la URSS y los EUA que empezarían a bordo de una embarcación soviética y después e una norteamericana. Los líderes se situaban sobre plataformas totalmente diferentes. Bush George era la cabeza de un Estado en plena expansión económica, excepcionalmente dotado desde el punto de vista militar (incluido el punto de vista nuclear), con una situación interna estable apoyándose en los principios de la democracia norteamericana; con su política de la última década, los EUA se habían convertido en el portavoz de Occidente y ocupaban la plaza de 1ª potencia Mundial con mucha ventaja. Mijaíl Gorbachov era el presidente de un Estado que se encontraba al borde de la asfixia133: con una economía caótica en la cual la planificación centralizada ya no funcionaba y los mecanismos de la economía de mercado no estaban formados; con desórdenes sociales (huelgas, manifestaciones) cada vez más intensos; con una vida política agitada, en la cual el partido comunista buscaba mantener su papel dirigente pero que estaba siempre más contestado por la sociedad civil que empezaba a firmarse. Gorbatchev estaba, en cierta manera superado por estos acontecimientos, igual que un boxeador noqueado, que aguanta 146 La revolución rumana de1989 todavía los golpes para satisfacer a los espectadores. La reunión incluyó negociaciones de alto nivel cara a cara y discusiones de las delegaciones al más alto nivel. Se habló de la cuestión del desarme, la cooperación bilateral de la situación internacional. El presidente norteamericano expresó su apoyo a la política de perestroïka: “podéis estar seguros que la Administración norteamericana y el Congreso desean el éxito de vuestras reformas”134. Gorbachov estimó que “importantes modificaciones se estaban produciendo en el mundo en cuanto a la relación de fuerzas. Está claro que estamos a punto de pasar de un mundo bipolar a un mundo multipolar. Que lo queramos o no, tendremos una Europa unida e integrada bajo el aspecto económico”; dijo también que Japón, China e India, era otro centro de la política mundial135. Gorbachov reconocía de hecho esta realidad: la Unión Soviética ya no constituía el segundo polo mundial de poder. En su opinión, había que sacar conclusiones de la experiencia pasada, de la Guerra Fría, que consideraba como finalizada. Por su parte Bush George se interesó por las evoluciones de Europa del Este (que se situaba hasta ahora como una zona de influencia soviética); Gorbachov declaró que no quería influir en la situación en América Central (aceptando así el derecho de los Estados Unidos de América a imponer su voluntad en esta zona). El líder norteamericano felicitó a su homólogo soviético: “Usted es el catalizador de los cambios en Europa, que son constructivos”. Gorbachov dijo por su parte: “debemos actuar juntos – y actuamos juntos- bajo un espíritu responsable y de gran ponderación en este periodo tan agitado para Europa” y Bush le respondió: “estoy de acuerdo con usted”136. No resulta de los documentos publicados que las discusiones tratasen en concreto el asunto de Rumania y la política de Ceauşescu. La taquigrafía de esta entrevista contiene nada más que una leve mención de Bush a la cuestión: “estamos para la autodeterminación y las discusiones que a ésta acompañan. Querría que entendiese nuestra actitud: los valores occidentales no significan que querríamos imponer nuestro sistema en Rumania, Checoslovaquia e incluso la RDA.137. Sin embargo hubo documentos que mostraban que se pudo hablar de la cuestión rumana. La Agencia Húngara de Prensa (MTI) anunció que organizaciones magiares de transilvania y de la minoría alemana mandaron un telegrama común a los dos presidentes pidiéndoles “hacer todo lo necesario para poner fin al régimen de Ceausescu, que está procediendo a la exterminación de las minorías nacionales”138. También oficiales húngaros (Poszsgay Imre, Gyula Horn) declararon 147 Ioan Scurtu que la elaboración de una solución en la cuestión de los derechos de la minoría magiar en transilvania dependía de las Grandes Potencias. La prensa húngara citó muchas veces los nombres de László Tökés y de Süto Andras como “víctimas del régimen político de Rumania”. El embajador de Rumania en Budapest, Pop Traian, escribió el 2 de diciembre: “el contenido y la importancia de las acciones de carácter político y de propaganda acometidas por los centros del poder de Budapest contra nuestro país, con todos los medios disponibles a su alcance, recuerda al periodo de la imposición de Viena de 1940”139. El Presidente Bush George declaró el 2 de diciembre también, en la prensa: “Querría ver algunas acciones en este país también. No sé cuando llegarán. Mandé a Rumania un nuevo embajador, Allan Green que es amigo mío. Lo mandé justamente porque es firme e intransigente y porque conoce muy bien mis opiniones sobre la democracia y la libertad. Creo que Allan Green partió el 29 de noviembre para Rumania y es el que presentará nuestro punto de vista, el mío al presidente Ceauşescu Nicolae. En todo caso vamos a intentarlo, pero será muy difícil”140. El presidente norteamericano estaba totalmente de acuerdo con el líder soviético Mijaíl Gorbachov, cuyo consejero, Oleg Bogomolov, declaró el 24 de noviembre: “el proceso que se desarrolla actualmente en algunos países de la Europa del este tiene un carácter irreversible y general. Es posible que algunos dirigentes políticos no sean conscientes de la necesidad de estos cambios, pero será la vida misma quién los impondrá. Es por eso que enfoco la evolución de Rumania con cierto optimismo”141. La referencia a Ceauşescu Nicolae era evidente. A la salida de la cumbre de Malta, Bush George dieron una conferencia de prensa conjunta, caso único en la historia de las relaciones soviético-norteamericanas. Calificaron su conversaciones como fructuosas y estimaron que nacía nuevas relaciones entre los EUA y la URSS, las cuales imponían el abandono del periodo de “la Guerra Fría”. Bush George declaró que apoyará la política de reestructuración promulgada por Gorbachov. Según numerosos analistas políticos recordaba la cumbre de Malta a la anterior de Yalta, esta vez en sentido contrario: si en febrero de 1945 el repartote las zonas de influencia en Europa fueron realizadas favorables a la Unión Soviética, en diciembre de 1989 es Occidente, los Estados Unidos de América en primer lugar quienes tuvieron la preponderancia. Durantes el mismo encuentro de Malta, las transformaciones seguían dándose en los Estados que eran todavía socialistas. El 3 de 148 La revolución rumana de1989 diciembre, el Plenum del CC del Partido Socialista unido de Alemania decidió excluir del partido y de su Comité Central a Erich Honecker y muchos de sus colaboradores próximos incluso el antiguo primer ministro Willi Stoph. La dirección del partido dimitió en su conjunto. Una comisión de trabajo formada por miembros del partido “contratados durante el proceso de renovación”142 fue encargada de ocuparse de los quehaceres cotidianos y de preparar el Congreso Extraordinario que debía tener lugar del 15 al 17 de diciembre. La organización del Nuevo forum estableció que “una cadena humana sería organizada sobre todo el territorio de la RDA de norte a sur, de este a oeste para simbolizar la unidad de toda la población en el proceso de democratización. Durante las demostraciones se pidió la dimisión Egon Krenz de la función de presidente del Consejo de Estado y del Consejo de la Defensa Nacional. En Leipzig y en otras ciudades, los manifestantes entraron en la sede de la Securitate, y han sellado las cajas de caudales conteniendo los documentos con el fin de prevenir su destrucción. Mijaíl Gorbachov debía informar, tras la cumbre de Malta a los dirigentes de partido y de Estado de los países miembros del Tratado de Varsovia de lo que se había discutido en esta ocasión. Confirmaron su participación a la reunión Moscú los líderes políticos de Bulgaria, Checoslovaquia, Polonia, Hungría, República Democrática de Alemania. Ceauşescu Nicolae fue el único en anunciar que iría a Moscú si Mijaíl Gorbachov aceptase ver aparte a la delegación rumana y el líder del Kremlin estuvo de acuerdo. Una vez llegado a la capital de la Unión Soviética pudo constatar que era el único político de la “vieja guardia” que quedaba todavía en el poder. Frente a él había Petar Mladenov (Bulgaria), Egon Krenz y Hans Modrow (R.D.A.), el general Jaruzelski y Tadeusz Mazoviecki (Polonia), Reszö Nyers (Hungría). Todos eran a sus ojos unos traidores a la causa socialista. Las informaciones que Mijaíl Gorbachov presentó el 4 de diciembre fueron extremadamente generales. Contenía conceptos que se podían en cualquier momento: paz, desarme, Europa unida, etc. Para no entrar en detalles relacionados con su entrevista con Bush George, el líder soviético propuso a los participantes, adoptar una declaración condenando la intervención d 1968 en Checoslovaquia. Ceauşescu Nicolae quiso subrayar que tal declaración no concernía a Rumania que ya condenó en su momento esta intervención que había calificado de grave violación de la soberanía y de la independencia de este país. El documento aprobado mencionaba que la entrada de las tropas soviéticas en este Estado fue una injerencia en los asuntos 149 Ioan Scurtu internos de la soberanía Checoslovaquia y debía ser condenada. Al interrumpir el proceso de renovación democrática de la RS de Checoslovaquia, estas acciones sin justificación tuvieron consecuencias negativas de laga duración”. Según Constantin Olteanu, que participó en la reunión, el líder de la RDA Egon Krenz habría dicho, antes de marchar para Berlín, al jefe de la delegación rumana: “camarada Ceauşescu, no sé si volveremos a vernos”143. La entrevista Ceauşescu-Gorbachov en la cual participó también el primer ministro rumano, Constantin Dăscălescu y su homólogo ruso Nikolái Ryzhkov144, abordó en primer lugar cuestiones generales. Ceauşescu Nicolae propuso que los preparativos empezasen por una reunión de los partidos comunistas y obreros, cuyo objetivo fuese hablar del socialismo y de sus perspectivas, vista “la situación extremadamente difícil que existe en el movimiento comunista”. Gorbachov estimó por su parte que esta reunión debía ser precedida por debates internos en los países socialistas: “¿como presentarnos a una reunión más amplia sin precisar la condición con respecto a nuestros problemas?”. Ceauşescu expresó “su preocupación” hacia “lo que estaba sucediendo en algunos países socialistas de Europa. Entendemos el perfeccionismo, la renovación pero no es de eso de lo que quiero hablar. Esta forma de actuar pone en peligro seriamente, no sólo al socialismo sino también la existencia de los partidos socialistas en estos países”. Así propuso un encuentro “entre los países socialistas y nuestros partidos” a fin de ver “como actúan algunos países”. Gorbachov no compartió este punto de vista. En su opinión este proceso de modernización, habría debido empezar mucho antes; se refirió a Honecker que “no quiso hablar conmigo últimamente”. El líder soviético no trató con consideración a Ceauşescu y precisó: “sé además que vosotros me habéis criticado. Evidentemente Ceauşescu lo negó: “no hemos pronunciado ninguna crítica a usted. Al contrario, hemos dicho que estaría bien encontrarnos antes para analizar como trabajar mejor”. Gorbachov siguió: “hablando sinceramente siento una gran simpatía por Honecker”. El líder soviético concluyó: “lo que importa es consolidar el socialismo, lo demás es problema de cada cual”. Nada nos permite decir que al pronunciar estas palabras, Gorbachov haya efectivamente creído que el socialismo se había consolidado gracias a las reformas que él había puesto en marcha o si había querido suavizar la conversación que mantenía con Ceauşescu. Después se trataron las cuestiones bilaterales, el líder rumano trató de obtener un aumento de las cantidades de petróleo y de gas metano que la Unión Soviética daba a Rumania. Los dos primer ministros, 150 La revolución rumana de1989 establecieron una entrevista para principios de enero para tratar los asuntos concretos. Gorbachov tuvo numerosas insinuaciones: “¡usted vivirá de aquí al 9 de enero, seguramente!”.∗ Si la entrevista Ceauşescu-Gorbachov se desarrolló en un ambiente de gran tensión, la reunión del líder soviético con el secretario general del Partido Comunista Búlgaro Petar Mladenov, fue totalmente diferente. Se entrevistaron largamente el 5 de diciembre145. El nuevo líder búlgaro declaró que en su país “todo el mundo, salvo la excepción de una pequeña minoría, apoya calurosamente la perestroika”, afirmación que complació mucho a gorbatchev. Estimó que “el diálogo sincero y abierto con la sociedad contribuirá a reforzar la autoridad del partido”, que había que hacer modificaciones radicales pero “no rápidamente”. Gorbachov sostenía fervientemente la tesis del papel dirigente del Partido Comunista y recomendó a Mladenov estudiar su reciente artículo “la idea socialista y la perestroika revolucionaria”, que contenía “nuestras orientaciones a largo plazo. Son basadas en nuestros valores socialistas, con una interpretación contemporánea de los clásicos del marxismo”. De manera paralela a los problemas encontrados en los Estados del Tratado de Varsovia diciembre Gorbachov tuvo una entrevista en Moscú con Hans-Dietrich Genscher, ministro de Asuntos Exteriores de la RFA. Éste aseguró que una Alemania unificada respetaría los principios del Acto Final de la Conferencia de Helsinki de 1975, así como las realidades territoriales de Europa. Pro la mañana, el 6 de diciembre, Mitterrand François y Mijaíl Gorbachov tuvieron negociaciones en Kiev; estaban de acuerdo en que la unificación de Alemania debía ser realizada por vía pacífica y democrática, manteniendo el equilibrio europeo. Mientras que Mitterrand consideraba que la unificación estaba cercana a su realización, Gorbachov seguía sosteniendo que “la cuestión de la unificación ∗ Dincă Ion, miembro del Comité Político Ejecutivo declaró el 21 de octubre de 1993, delante de la Comisión Senatorial que después de la entrevista cara a cara CeauşescuGorbachov, el líder soviético le habría pedido que dimitiese porque no era un indeseable. Según Dincă que habría la taquigrafía, Ceauşescu habría replicado que informaría al Comité Central de la posición del líder soviético con respecto a Rumania y con respecto a él mismo, que informaría a la opinión pública y que convocaría a la Gran Asamblea Nacional y: “nosotros os respondemos sobre cada problema y sobre nuestras conversaciones aquí aunque convenimos no publicarlas, las haremos públicas: la cuestión del tesoro, la cuestión de la Isla de las Serpientes y la cuestión de Besarabia”. Constantin Olteanu miembro de la delegación, negó categóricamente que estas palabras hayan tenido lugar y calificó de fantasiosas a las alegaciones de Dincă. 151 Ioan Scurtu alemana no estaba de actualidad” y que “personalmente no quería resolver el problema del pueblo alemán que pertenecía a los políticos alemanes el tratarlo”146. Apenas llegado de Moscú, Egon Krenz presentó el 6 de diciembre su dimisión de las funciones de presidente del Consejo de Estado y del Consejo de la Defensa Nacional de la República Democrática Alemana. Manfred Gerlach, presidente del Partido Liberal-Demócrata fue su sucesor interino. El proceso de unificación de los dos Estados alemanes estaba en pleno desarrollo; las compañías de Alemania del oeste se unían a las del este; los científicos y los intelectuales de ambos países realizaban acciones comunes; los partidos del oeste creaban sus propias organizaciones en el este. Entre estos dos Estados ya no había fronteras, se podía viajar libremente por todo el territorio alemán. El Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Alemania, que tuvo lugar el 8 de diciembre, eligió a Gregor Gysi un joven abogado judío de 41 años como Presidente del Partido. En su discurso, tras ser elegido, se pronunció por el desarrollo de su país “por una tercera vía”, diferente del “socialismo estalinista y de la dominación de los monopolios tradicionales”. Esta vía significaba democracia radical y estado de derecho, humanismo, justicia social, protección del medioambiente, afirmación de una igualdad real de la mujer. “Las fuentes de esta vía son tradicionales: sociales-demócratas, socialistas, comunista no estalinista, antifascista, y pacíficas”147. En el mismo ámbito el primer ministro Hans Modrow, declaró: “una RDA soberana y socialista representa una premisa para la estabilidad política de Europa y para los interese de otros Estados, por ejemplo Francia y la Gran Bretaña que se han orientado hacia la idea de la existencia de dos Estados alemanes”. Reveló que la RDA había propuesto “una comunidad contractual de dos Estados alemanes y el canciller Kohl amplió esta idea y habló de “formas federativas” lo que es “un principio ponderado para los próximos debates””. Modrow estimó que “la unificación de la RDA con la RFA no era una cuestión de política actual. La colaboración contractual entre los dos Estados alemanes, en el ámbito de una nueva realidad creará elementos de nuevas estructuras en un futuro más lejano”148. El Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Alemania comenzó de nuevo una semana más tarde y siguió hasta el 16 y el 17 de diciembre. Los participantes decidieron en esta ocasión que el sintagma Partido Socialismo Democrático se añadiría al antiguo nombre del partido. Debía inscribirse en “la tradición del movimiento obrero del humanismo y del antifascismo”. Además, los congresistas 152 La revolución rumana de1989 decidieron suprimir las organizaciones del partido en las instituciones del Estado incluso en el Ejército. El Congreso se pronunció para “una comunidad contractual entre los dos Estados alemanes que no ponga en peligro la estabilidad europea, precisando que la RDA no quiere convertirse “un land federal en vías de desarrollo con un futuro social incierto”149. Dos días más tardes, el 19 de diciembre el canciller Helmut Kohl, participó en un inmenso mitin en Dresde, donde fue ovacionado como un héroe de la unión de los dos Estados alemanes. Los eslóganes que se escuchaban más eran: «Somos el pueblo!» «Somos un pueblo!». De hecho la unificación que se realizaba, debía ser consagrada después desde el punto de vista conforme al derecho internacional. En Checoslovaquia, el primer ministro Adamec presentó su dimisión y un nuevo gobierno con Marian Calfa a su cabeza se creó el 10 de diciembre. Los comunistas eran minoritarios. El 11 de diciembre Gustáv Husák impuesto en 1968 por los soviéticos, era destituido de la función de presidente de Checoslovaquia. La vía de Václav Havel, líder del Forum Cívico, hacia el poder se abría así. En Yugoslavia, el 16 de diciembre fue hecha pública “la versión de trabajo” de la declaración del Congreso de la Unión de los Comunistas de Yugoslavia, que debía tener lugar poco tiempo después. El documento preveía “el abandono del socialismo autoritario” y la afirmación de la economía de mercado; “un socialismo democrático” en una sociedad de las libertades individuales y de la democracia, de la autodeterminación, de la justicia social, de la solidaridad y de la riqueza material; “la libertad del hombre por encima de todo”; en el pluralismo político, el partido debe entrar en competición, en las elecciones con otras fuerzas políticas; “la igualdad con respecto a los derechos nacionales”; el rechazo del exclusivismo nacional y del chovinismo, para “la igualdad entre los pueblos, las nacionalidades y las minorías de Yugoslavia”150. Se pretendía elaborar un nuevo programa y nuevos estatutos de la Unión de los Comunistas de Yugoslavia y redactar la nueva Constitución de la República Federativa Socialista Yugoslava. En Polonia, se derrumbaron las estatuas de Lenin, de Feliks Edmundovic Dzerjinski, de Boleslaw Bierut, se cambiaron los nombres de las calles; uno de los nombres que más emplearon era el de Joseph Pilesudski, fundador del Estado polaco contemporáneo, anti-bolchevique bien conocido. El 13 de diciembre por la llamada de Solidaridad los polacos festejaron el 9 aniversario del estado de sitio. Se escuchaban las sirenas continuas, y se tocaban las campanas. 153 Ioan Scurtu Solidaridad se había convertido desde el mes de agosto de 1989, al ostentar la función de primer ministro en la principal fuerza política del país. En Hungría, El XIV Congreso del Partido Socialista Húngaro tuvo lugar el 17 de diciembre el presidente de la Comisión de Organización Grósz Károly, estimó en esta ocasión que las fuerzas fraccionarias habían destruido, en octubre 1989 el partido y que habían creado el Partido Socialita Húngaro “sin consultar a los miembros del partido procediendo a actuar de una manera no democrática”, lo que causó “prejuicios incalculables al pueblo húngaro y creó las medidas que minaron las bases del régimen socialista”151. Como presidente del Partido Obrero Socialista Húngaro, el Congreso eligió Thurmer Gyula, de 35 años, antiguo consejero de Grósz Károly encargado de las cuestiones de política exterior; hizo sus estudios en la Unión Soviética y trabajó después en el Ministerio de Asuntos Exteriores y después en el ámbito del CC del Partido Obrero Socialista Húngaro. Estos reagrupamientos de alto nivel tenían como objetivo lanzar de nuevo al partido en la escena política y ganar una parte tan importante como posible del electorado. En la Unión Soviética, en Moscú se desarrollaba el segundo Congreso de los Diputados del Pueblo, que debatía sobre el saneamiento de la economía soviética, de las etapas de la reforma, del modo y de los principios de elaboración del futuro plan quinquenal. Había gente a favor y en contra, la mayoría de los diputados expresaba críticas y dudas hacia el programa presentado por el primer ministro Nikolái Ryzhkov. Entre los participantes, Borís Yeltsin se hizo destacar. Criticó a Gorbachov y dijo que la teoría de la reestructuración había sido lanzada “sin táctica y sin estrategia claras”. El Presidente de la República Socialista Soviética de Letonia, A. Gurbunov, recordó que su país tenía una organización de Estado independiente, que fue rota brutalmente en 1940. Los representantes de Letonia y de Moldavia se declararon contrarios a la llegada en sus Repúblicas de ciudadanos provenientes de otras Repúblicas. Mircea Snegur mencionó que por lo menos 900 personas del exterior de la República de Moldavia cuyo oficio no tenía nada en común con la industria siderúrgica y habían sido traídos para construir la fábrica metalúrgica de Rybnitza152. La proposición dirigida para la modificación del artículo nº 6 de la Constitución generó vivas disputas. Se trataba de eliminar la disposición en la cual el Partido comunista de la Unión Soviética tenía “el papel dirigente”. Gorbachov logró evitar las discusiones sobre este tema. El PCUS y el “pueblo 154 La revolución rumana de1989 entero” deben ser los primeros en pronunciarse sobre esta cuestión, dijo153. La ola de cambios había llegado ala frontera de Rumania y era imposible evitarla. Después del XIV Congreso del PCR en el cual Ceauşescu Nicolae fue elegido secretario general, la tensión creció en todo el país. Las medidas de seguridad aplicadas antes del congreso se mantuvieron, la vigilancia de la población fue aún más estricta, el culto de la personalidad de Ceauşescu aumentó. Un estado de nerviosismo se sentía por todo el país, el cual acentuaba la falla entre los dirigentes del partido y el pueblo rumano. La población se enteró por la intermediación de “Europa Libre” y otros medios radiofónicos extranjeros, d las transformaciones que se daban en otros Estados socialistas, donde los viejos líderes comunistas fueron apartados. En Rumania Ceauşescu Nicolae estaba en el poder desde hacía 25 años; y su mandato era insoportable. Hubo factores externos que animaron las acciones golpistas contra Ceauşescu Nicolae. El 9 de diciembre la Dirección de Información comunicó que acciones destinadas a desestabilizar la situación interna de Rumania se preparaban en Hungría, a través de la población magiar de Transilvania; que Budapest proyectaba provocar fronterizos que debían “degenerar en conflictos entre los dos países” y “pedir la intervención de ciertos países miembros del Tratado de Varsovia, especialmente la de la URSS”154. El agregado militar de Budapest, había identificado dos campos, en Bicske y en Herjdu Szoboszlo. Allí había sitios de instrucción para “mercenarios”, que salían de los que habían huido de Rumania. Ellos debían entrar en el momento adecuado en el país para desencadenar acciones de resistencia contra las autoridades, usando armas y municiones155. En los registros de la Securitate figuraban al menos 6000 rumanos que habían huido a Hungría. Pero el gobierno de Budapest sostenía que en territorio húngaro había 61.000 refugiados rumanos, para entretenerlos recibían importantes sumas de dinero acordados por la ONU y de los países occidentales. Un fenómeno inverso fue notado a partir del mes de septiembre de 1989: el número de los que querían entrar clandestinamente en Rumania era cuatro-cinco veces más importantes que el de los que querían irse. Habrían sido detenidos en Hungría y ahora eran repatriados156. Los que regresaban por vía clandestina u oficial se dirigían hacia las zonas de Banato de Transilvania y hacia Bucarest157. Los órganos de la Securitate notaron también, del lado Este, una afluencia de turistas soviéticos, donde la mayoría de ellos eran jóvenes 155 Ioan Scurtu que viajaban solos, en coche, que se dirigían hacia Transilvania y Banato. Se veía claramente que el momento de la caída de Ceausescu estaba cada vez más próximo. Para Mijaíl Gorbachov, Bush George, Mitterrand François o Helmut Kohl, el cambio en Rumania era más difícil, teniendo en cuenta que no había en el interior del PCR “ un segundo equipo” listo para el coger el poder después de la caída de Ceausescu. Sin embargo había que acelerar los acontecimientos y se debía encontrar una solución en función de las circunstancias. Una importante afluencia de turistas extranjeros, soviéticos, húngaros y yugoslavos en su mayoría, fue registrado en Rumania a fines del mes de noviembre y durante el mes de diciembre. En la frontera oriental, hubo un primer intento de desestabilización del régimen de Ceauşescu: el 14 de diciembre de 1989, en Iaşi algunas personas intentaron organizar, en el nombre del Frente Popular Rumano, un mitin de protesta, en la Plaza de la Unión. Las autoridades se enteraron y detuvieron esta acción158. NOTAS 1 Memorando Bogomolov Comisión. 02/01/1989. Cold War Internacional History Project, (Proyecto de Historia Internacional de la Guerra Fría) http://www.wilsoncenter.org 2 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste (Historia comparada de los Estados comunistas), p.313 3 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 Al Este del Prut), p.81 4 Gheorghe E. Cojocaru, Tratatul de Uniune Sovietică (El Tratado sobre la Unión Soviética), Chişinău, Ediciones Civitas, 2005, p.267 5 Ibídem, p.272 6 Ibídem, pp.278-279 7 Eduard Shevardnadze, Opţiunea mea (Mi opción), p.296 8 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste (Historia comparada de los Estados comunistas), p.315 9 Gheorghe E.Cojocaru, Tratatul de Uniune Sovietică (El Tratado sobre la Unión Soviética), p.261 10 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 Al Este del Prut), p.98 11 Norman Davis, Europe. A history (Europa. La historia), Londres, Ediciones Pimlico, 1997, p.1108 12 Ion Constantin, Din istoria Poloniei şi a relaţiilor româno-polone (De la historia polaca y las relaciones romano-polacas), Bucarest, Ediciones “La Biblioteca de Bucarest”, 2005, pp.105-106 13 1989. Principiul dominoului (1989. La teoría del dominó), pp.107-108 14 Ibídem, p.114 15 Ibídem, p.62 16 Ibídem, p.109 17 Alexandru Radu Timofte, Originile, mărinea, declinul şi renaşterea lumii informaţiilor secrete (Los orígenes, la grandeza, y declive y la renovación del mundo de las informaciones secretas), Bucarest, Ediciones de la Academia Nacional de Información, 2004, p.177 156 La revolución rumana de1989 18 Helmut Kohl, Am vrut unitatea Germaniei (Yo quise la unidad de Alemania), Iaşi, Ediciones Polirom, 1999, p.46 19 Magazin Istoric, nº1/1990, p.23; Silviu Brucan, De la capitalism la socialism şi retur. O biografie între două revoluţii (Del capitalismo al socialismo y vuelta. Una biografía entre dos revoluciones), Bucarest, Ediciones Nemira, 1998, pp.196-198 20 Archiva N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie, dos. 15/1989, f2-5 (Los archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería, dossier nº 15/1989), f.2-5 21 Archiva N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie, dos 56/1989, f. 94-96 (Los archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería, dossier nº 56/1989), f. 94-96 22 Ibídem, f. 17-19 23 Peter Sian-Davies, Revoluţia Română din Decembrie 1989, (La Revolución Rumana de Diciembre de 1989). Versión rumana Cristina Mac, Bucarest, Ediciones Humanitas, 2006, p.79 24 Giurescu C. Dinu, Distrugerea trecutului… (La destrucción del pasado…), versión rumana pp.64-69 25 Una parte de este informe escrito en inglés, fue publicado en la revista Clio 1989 nos 1-2/2005, pp.171-188. El documento fue depositado por Dumitru Mazilu en los Archivos del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989 26 Scânteia del 18 de abril de 1989 27 Ibídem del 10 de abril de 1989 28 Popescu Dumitru, Am fost cioplitor de himere (Fui escultor de quimeras), p.391 29 Istoria economică a României (Historia económica de Rumania), vol.II, p.379 30 Scânteia del 16 de junio de 1989 31 Ibídem, del 8 de julio de 1989 32 Ibídem, del 9 de julio de 1989 33 Ion Petcu, Ceauşescu, un fanatic al puterii. Bografie neretuşată (Ceauşescu, un fanático del poder. Biografía no retocada), Bucarest, Ediciones Romanul, 1994, p.312 34 Aleksandr Yakovlev, Ce vrem să facem… (Lo que nosotros queremos hacer…), p.114 35 Principiul dominoului… (La teoría del dominó), p.137 36 Ibídem, pp.131-132 37 Ibídem, p.82 38 Íbidem 39 Ibídem, p.123 40 Ibídem, p.139 41 B.Kaminski, The Collapse of State Socialism. The case of Poland (El Colapso del Estado Socialista. El caso de Polonia), Princeton University Press, 1991 42 Structuri politice în Europa Centrală şi de Sud-Est, 1918-2001 (Estructuras políticas de Europa Central y del Sureste, 1918-2001), vol.I, coordinador Scurtu Ioan, Bucarest, Ediciones de la Fundación cultural rumana, 2003, p.261 43 Principiul dominoului… (LA teoría del dominó…), pp.165-167 44 Ibídem, pp.170-171 45 Ver Stenograma şedinţei Comitetului PoliticExecutiv al C.C. al P.C.R. din 21 august 1989 (El taquígrafo de la sesión del Comité Político Ejecutivo del CC del PCR del 21 de agosto de 1989), paru dans “Clio 1989”, nos 1-2/2005, pp.168-170 46 Stelian Tănase, Miracolul revoluţiei (El espejo de la revolución), p.177 47 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.135 48 Ibídem, p.159 49 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), pp.231-239 50 Principiul domioului… (La teoría del dominó…), p.198 51 Ibídem, p.201 52 Ibídem, p.194 53 Ibídem, p.202 54 Ibídem, p.203 157 Ioan Scurtu 55 Eduard Shevardnadze, Memorii… (Memorias…), p.129 56 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.228 57 Ibídem, p.207 58 Ibídem, p.211 59 Ibídem, pp.215-216 60 Ver A. Horvath, A. Szakolczai, The Dissolution of Comumnist Power. The case of Hungary (La disolución del Poder Comunista.El caso de Hungría), Londres y New York, 1992 61 Aleksandr Yakovlev, Ce vrem să facem… (Lo que nosotros queremos hacer…), p.108 62 Françoise Thom, Sfârşitul comunismului (El final del comunismo), Iaşi, Ediciones Polirom 1995, p.66 63 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.219 64 Helmuth Kohl, Am vrut unificarea Germaniei (Yo quise la unificación de Alemania), Iaşi, El Instituto Europeo, 1999, p.86 65 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.224 66 Ibídem, pp.231-235 67 Ibídem, p.244 68 J. Lévesque, 1989. Fin d’un empire. U.R.S.S. et libération de l’Europe de l’Est (Fin de un imperio. U.R.S.S. y liberación de la Europa del Este), París, 1995, p.219 69 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), p.108 70 Gheorghe E.Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 al Este del Prut), pp.188-189 71 Jean-Michel Gaillard y Anthony Rowley, Istoria continentului european, de la 1850 până la sfârşitul secolului al xx-lea (Historia del continente europeo, de 1850 al finales del siglo XX), versión rumana Em. Galaiciu Paun, Bucarest, Ediciones Caster, 2001, p.555 72 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.297 73 Ibídem, pp.305-306 74 Florin Constantiniu, Observaţiile unui istoric. Cuvânt înainte la lucrarea lui Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră. Revoluţia şi personajele sale (Observaciones de un historiador. Prefacio a la obra de Vartan Arachelian, Delante Vuestra. La revolución y sus personajes), Bucarest, Ediciones Nemira, 1998, p.9 75 Timothy Garton Ash, We the People: The Revolution of’89 witnessed in Warsaw, Budapest, Berlin and Praghe (La Revolución del 89 testificada en Varsovia, Budapest, Berlín y Praga), Londres, Cambridge, p.78 76 Principiul dominoului… (LA teoría del dominó…), p.319 77 Dennis Deletant, România sub regimul comunist (Rumania bajo el régimen comunista) Segunda edición, Ediciones Romulus Rusan, versión rumana Delia Razdolescu. Fundatia Academia Civica, Bucarest, 2006, p.236 78 El vicealmirante (r) Stefan Dinu, Direcţia de Informaţii militare în Revoluţia din Decembrie 1989 (Dirección de Informaciones Militares en la Revolución Rumana de Diciembre de1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº 1/2007, p.29-33 79 Dennis Deletant, România sub regimul comunist (Rumania bajo el sistema comunista), p.246 80 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.169 81 Ibídem, p.222 82 Ibídem, p.249 83 El vicealmirante (r) Stefan Dinu, Direcţia Informaţii… (Dirección de Informaciones…), loc. Cit., pp31-32 84 Ibídem, p.296 85 Ver Doina Cornea, Scrisori deschise şi alte texte (Letras abiertas y otros textos), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1991 86 Alexandru Melian, Mărturii pentru istorie (Testimonios para la historia),en el diario Adevarul del 30 de marzo de 1990 158 La revolución rumana de1989 87 Vartan Arachelian, În faţa dumneavoastră… (Delante Vuestra), p.91 (Declaración hecha por Alexandru Melian) 88 Ceauşescu M. Mihaela, Nu regret, nu mă jelesc, nu strig ( No hecho de menos, no me quejo, no grito), Bucarest, Ediciones Mediatii, p.118 89 Alex Mihai Stoenescu, Istoria Ioviturilor de Stat în România (La Historia de los golpes de Estado en Rumania), vol.4 2º parte, p.103 90 Oprea Marius, Banalitatea răului. O istorie a Securităţii în documente 19491989 (La banalidad del mal. Una historia de la Securitate por los documentos de 1949-1989), Iaşi, Ediciones Polirom, 2002, pp.254-256 91 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia româna… (Revolución rumana), p.107 92 Ibídem, p.123 93 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp. 303-305 94 Ceauşescu Nicolae, Raport la cel de-al XIV-lea Congres al Partidului Comunist Român, 20 noiembrie 1989 (Informe del XIV Congreso del Partido Comunista Rumano), Bucarest, Ediciones políticas, 1989 95 Istoria României între anii 1918-1981 (Historia de Rumania entre los años 1918-1981). Coordinador Aron Petric, Bucarest, Ediciones didácticas y pedagógicas, 1981, p.197 96 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.356 97 Popescu Dumitru, Am fost sculptor de himere… (Fui escultor de quimeras …), p.251 98 Scânteia del 26 de noviembre de 1989 99 Silviu Curticeanu, Mărturia unei istorii trăite…(El testimonio de una historia vivida…), p.395 100 România Liberă de noviembre de 1989 101 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.315-316, p.350 102 Ibídem, pp.315-316 103 Ibídem, p.316 104 Florin Şperlea, Starea de spirit a armatei în preajma Revoluţiei din decembrie 1989 (El estado de ánimo en el Ejército en vísperas de la Revolución de diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº 1/2007, p.52 105 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.264 106 Ibídem, p.268 107 Ibídem, pp.322-323 108 Ibídem, p.342 109 Ibídem, pp.344-348 110 Ibídem, p.352 111 Ibídem, p.356-357 112 Ibídem, p.365 113 Ibídem, p.374 114 Ibídem, p.385 115 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), p.112 116 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.386 117 Ibídem, p.386 118 Ibídem, p.367 119 Ibídem, p.330 120 Ibídem, 349 121 Ibídem, p.336 122 Ibídem, p.337 123 Ver Scurtu Ioan, 1989 –an revoluţionar in historia Europei (1989, año revolucionario en la historia de Europa), en Clio 1989,nos 1-3, 2005 124 Ibídem, p.313 125 Principiul dominoului… (LA teoriía del dominó…), pp.317-318 159 Ioan Scurtu 126 Ibídem, p.348 127 Ibídem, p.349 128 Ibídem, p.363 129 Ibídem, pp.376-377 130 Ibídem, p.361 131 Cristina Troncotă, Duplicitarii… (Los que han hecho doble juego…), pp.207-208 132 Mijaíl Gorbachov, Memorii…(Memorias…), p.80 133 Ver J.F. Matlock jr., Autopsy on an Empire. The American Ambassador’s Account of the Collapse of the Soviet Union (Autposia a un imperio. Lo que el embajador norteamericano cuenta sobre el colapso de la Unión Soviética), New York, 1995 134 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias), p.80 135 Ibídem, p.87 136 Ibídem, p.100 137 Ibídem, p.104 138 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.381 139 Ibídem, pp.381-382 140 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), p.106 141 Ibídem, p.104 142 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.389 143 General colonel (r) dr Constantin Olteanu, România, o voce distinctă în Tratatul de la Varşovia. Memorii, 1980-1985 (Rumania, una voz distinta…), Bucarest, Ediciones Aldo, 1999, p.216 144 Stenograma întâlnirii lui Ceauşescu Nicolae cu Mihail Gorbaciov la 4 decembrie 1989, la Moscova, (Taquígrafo de la entrevista de Ceauşescu Nicolae con Mijaíl Gorbachov, en Moscú, el 4 de diciembre de 1989), en las obras România, o voce distincta… (Rumania, una voz distinta…) de Constantin Olteanu, pp.234-243 y Revoluţia română… (La Revolución rumana…) de Sava Constantin y Constantin Monac, pp.80-97 145 Mijaíl Gorbachov, Memorii…(Memorias…), pp.106-108 146 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.425 147 Ibídem, pp.418-419 148 Ibídem, p.419 149 Ibídem, pp.452-453 150 Ibídem, pp.440-441 151 Ibídem, p.450 152 Ibídem, pp.445-446 153 Gheorghe E. Cojocaru, Tratatul de Uniune Sovietică (Tratado sobre la Unión Soviética), p.330 154 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revoución rumana…), p.122-123 155 Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la revolución rumana de diciembre de 1989. Estudio documentado), 2ª Edición, Bucarest, Ediciones militares, 1998, p.29 156 Gheorghe Ratio, Raze de lumină pe cărări întunecate (Rayos de luz sobre sendas oscuras), Bucarest, 1996, pp.125-127 157 Lupu Corneliu, 1989-1990, Destinul unităţii statale a României pe ruta Bonn-Budapesta-Moscova( 1989-1990, El destino de la unidad de Rumania en la ruta Bonn-Budapest-Moscú), en la publicación Transilvania, Sibiu, nº 12/2004, p.83 158 Ver Cassian Maria Spiridon, Iaşi, 14 decembrie 1989, începutul Revoluţiei române (Iaşi, 14 de diciembre 1989, comienzo de la Revolución rumana), Iaşi, Ediciones timpul, 1994 160 La revolución rumana de1989 CAPÍTULO III LA REVOLUCIÓN RUMANA DE DICIEMBRE 1989 1. LOS ACONTECIMIENTOS DE TIMIŞOARA Dos días más tarde, el 16 de diciembre, la chispa se encendió en la otra parte del país, en la frontera oeste, en Timişoara1. En esta ciudad, un pastor protestante, Lászlo Tökés, se negó a conformarse con una decisión judicial de evacuación.∗ Los órganos de la Securitate del Departamento de Timiş, estaban al corriente de la actividad d espionaje dirigida por Tökés favorable a Hungría. El oficial que se ocupaba del caso anotó: “tenemos las pruebas de traición, el resguardo hológrafo (escrito por el pastor) para la suma de 20.000 lei (¡ojo! en octubre de 1989)∗* y dos páginas de informaciones, encontradas en la frontera a dos informadores magiares oficiales de los servicios secretos del país vecino”2. La dirección de la Securitate del Departamento de Timiş propuso reenviar al pastor frente a la justicia, pero Ceauşescu Nicolae no estuvo de acuerdo, para no tocar de nuevo las relaciones con Hungría; por otro lado Ceausescu consideraba que evitaría así que los Estados occidentales formulasen nuevas críticas y estimó que las medidas administrativas tomadas por el culto protestante, al cual Lászlo Tökés pertenecía, eran suficientes3. Los oficiales de Budapest reaccionaron rápidamente: el 19 de octubre de 1989, el Parlamento de Hungría aprobó una “declaración de solidaridad” con el pastor reformista Lászlo Tökés, que estaba destinado en Timişoara4. La prudencia de Ceauşescu y su actitud hacia Tökés se inscribían en una práctica utilizada desde hacía varios años: los sospechosos, los disidentes eran vigilados por la Securitate – la ∗ El 25 de agosto de 1989, el Obispo Papp decidió expulsar a Tökés del clero; el 20 de octubre un mandato judicial fue emitido para la expulsión de Tökés que recurrió. El 28 de noviembre fue informado que su recurso fue rechazado y que sería evacuado el 25 de diciembre; ∗∗ La suma total equivalía a un salario medio de un Rumano durante seis meses. 161 Ioan Scurtu mayoría de las veces de forma muy visible para que ellos sepan que están vigilados - pero no eran arrestados. El caso más relevante, es el de Silviu Brucan quién tras criticar claramente a Ceauşescu por su política, responsable de los acontecimientos de Braşov en 1987, obtuvo un pasaporte para poder ir a los EUA, a la Gran Bretaña o a la Unión Soviética. Tras su regreso al país, se convirtió en el coautor de “La carta de los 6”, pero no fue arrestado sólo le pusieron bajo residencia vigilada en los suburbios de Bucarest. Otro ejemplo, es le de Doina Cornea, vigilada día y noche por milicianos, que se le permitía mandar cartas a su hija en Francia, cartas que eran leídas en la radio “Europa Libre”. Su argumento era difícilmente rechazable: «dadme la posibilidad de expresarme en otra publicación y no mandaré más mis textos a la radio “Europa Libre”»5. A pesar de la sensación que tenía el pueblo, el número de agentes de la Securitate infiltrados en el aparato central y local era en realidad mucho menor. Gelu Voican-Voiculescu afirmaba haber asegurado al principio de enero de 1990, en calidad de vice-primer ministro del gobierno, el traspaso al Ministerio de la Defensa Nacional de 8.476 mandos (oficiales y suboficiales), así como efectivos de la Securitate, o sea 15.000 personas6. Por su parte el general Vlad Iulian estimaba que a la cifra de los mandos de la Securitate había que sumar los 600 combatientes de la Unidad Especial de Lucha Antiterrorista (USLA), creada en 1977, y los 22.000 reclutas aproximadamente de las tropas de la Securitate.∗ L que es esencial finalmente no es el número de los agentes de la Securitate sino su modo de actuación7. Iliescu Ion, uno de los personajes más vigilados por la Securitate afirmó: “la dictadura de Ceauşescu Nicolae debía su longevidad más a su capacidad de controlar las informaciones que a la represión propiamente dicha: cada vez que un movimiento de protesta se producía en cualquier lugar, era ahogado antes que los que estaban a favor de su existencia y querían salir a la calle tuvieran tiempo a movilizarse”8. En diciembre de 1989, este método resultó un fracaso. El plazo de la evacuación del pastor Tökés expiraba el 15 de diciembre y éste dijo a la gente venida a asistir a su misa que no se sometería al orden y pidió ayuda. Los servicios secretos extranjeros estaban al corriente del estado de tensión creado y estimulaban el disgusto colectivo para que ∗ Declaración hecha por el general Vlad Iulian el 25 de mayo de 2006 en el encuentro con los estudiantes de la Facultad de los Archivos en el ámbito de la Academia de Policía “Alexandru Ioan Cuza”. 162 La revolución rumana de1989 el principio “del dominó” se aplicase también en Rumania, para liquidar el régimen socialista-totalitario. El segundo secretario de la Embajada de EUA y una “periodista” de la Gran Bretaña se desplazaron a Timişoara para enterarse in situ sobre la evolución de los acontecimientos. En la mañana del sábado del 16 diciembre delante de la casa del pastor había algunas personas, a las doces eran una centena y por la tarde eran un millar. El momento decisivo fue en el cual los tranvías se pararon y se bloqueó la circulación. La gente bajó de los tranvías para ver que sucedía. Frente a esta situación, un secretario del Comité Municipal, del partido anunció la cancelación de la decisión de evacuar al pastor y pidió a la gente que regresase a su casa. La mayor parte se dispersó, pero unas decenas de personas se quedaron. Tökés apareció en la ventana de su casa parroquial y pidió a la gente que se marchase. Una pancarta con la misma exhortación se pegó en la puerta de la Iglesia. En realidad Tökés había logrado su misión. Claudiu Iordache, uno de los líderes de la revolución de Timisoara escribió más tarde: “un pastor, Tökés quién el 16 de diciembre exhortó a la multitud a marcharse para no irritar a las autoridades comunistas, fue ignorado, olvidado tan pronto en la misma noche del 16 como los días siguientes, un pastor que habiendo abandonado la imparcialidad cristiana, había elegido convertirse en defensor de sus compatriotas, el magiar que los rumanos habían querido de manera sincera –pero por muy poco tiempo- se desinteresó cínicamente de ellos. El papel que debía jugar era el de una marioneta extremadamente complicada de los servicios secretos”9. Una parte de los manifestantes se dirigió hacia el Comité Departamental del partido, gritando los siguientes eslóganes: «No regresaremos a casa», «queremos tener calor en las casas», «queremos pan», «libertad!», «no a la violencia!», «hoy en Timişoara, mañana en todo el país!»10. Eran eslóganes políticos dirigidos contra el régimen dictatorial. Los manifestantes empezaron a cantar el himno «Despiértate, rumano!» escrito por Andrei Mureşanu en 1848 que era una exaltación a la lucha. Así, Timişoara se convirtió en «el detonador de la revolución rumana»11. Después de las 4, las fuerzas especiales del Ministerio del Interior aparecieron y atacaron a los manifestantes. A las 9, nuevas fuerzas del orden fueron movilizadas para disipar a la multitud. Algunos manifestantes replicaron, otros comenzaron a romper los cristales de las tiendas y l mayoría huyó para ponerse a salvo. Más numerosas, las fuerzas del Ministerio del Interior (la Milicia, la 163 Ioan Scurtu Securitate, la Policía Fronteriza), así como las tropas del Ministerio de la Defensa Nacional empezaron a detener a las personas que habían destacado durante esta manifestación. Las personas susodichas sufrieron interrogatorios y fueron brutalmente golpeadas. Algunos simplemente fueron arrestados por el hecho de estar en la calle, sin tener ninguna implicación en los acontecimientos. Otros fueron detenidos bajo la posesión de diversos objetos robados: zapatos, abrigos de piel, instrumentos musicales, objetos metálicos, barras de hierro, armas blancas, cadenas, porras, etc12. Las medidas represivas fueron claramente ilegales. El artículo 28 de la Constitución13 ponía: «los ciudadanos de la República Socialista de Rumania tienen garantizada la libertad de expresión, de prensa, de reunión, de mitin, y de manifestación». Pero el artículo siguiente añadía algunas restricciones: “la libertad de expresión, de reunión, de prensa y de manifestación no podía ser utilizado contra el régimen socialita ni contra los intereses de los trabajadores”. Era una fórmula vaga, que permitía múltiples interpretaciones. Sin embargo, era evidente que la manifestación del 16 de diciembre no había sido dirigida contra el régimen ni tampoco contra los intereses de los trabajadores. Las reivindicaciones de los manifestantes tenían un carácter limitado, apuntaban al respeto de algunos derechos constitucionales y a la mejora de las condiciones de vida de “los que trabajan” (en Rumania todos los ciudadanos tienen derecho a trabajar). Las detenciones efectuadas en la noche del 16 al 17 de diciembre eran ilegales. El artículo 31 de la Constitución decía: “los ciudadanos de la República Socialista de Rumania tienen garantizada la inviolabilidad de la persona, Ninguna persona podrá ser detenida ni arrestada sin la existencia de pruebas e indicios justificados según los cuales habría cometido hechos previstos y penalizados por la ley. Los órganos de investigación pueden decidir el tiempo de retención con 24 horas como máximo. Nadie puede ser arrestado sin un mandato de detención emitido por un tribunal o un procurador”. El régimen no respetaba sus propias leyes y el diálogo político real con los ciudadanos no era aceptado. Esta noche, las fuerzas de represión organizaron una caza del hombre. La gente fue detenida sin pruebas ni indicios justificados que mostrasen que habían cometido alguna infracción. El simple hecho que una persona se encontrase en la calle y por tanto sospechosa de haber intervenido en las manifestaciones, era suficiente para que ser detenida sin pruebas y sin la posibilidad de defenderse. La implicación del ejército en las acciones de represión era 164 La revolución rumana de1989 extremadamente grave. En la Constitución, no había ningún capítulo dedicado al poder armado, como había en las leyes fundamentales anteriores a 1948. El artículo 48 de la Constitución de 1945 (con las ulteriores modificaciones) preveía que el servicio militar “es obligatorio y constituye un deber y un honor de los ciudadanos de la República Socialista de Rumania”, el artículo 49 ponía: “defender la patria es el deber santo de cada ciudadano de la República Socialista de Rumania. Violar el servicio militar, traicionar a la patria, pasarse al enemigo, atentar contra la capacidad de defensa del Estado, constituyen los crímenes más graves hacia el pueblo y serán castigados severamente por la ley”. Estos dos artículos eran los únicos que hacían referencia al ejército y ninguno mencionaba que el ejército pudiera ser usado contra los propios ciudadanos rumanos. Preso de pánico, y decidido a obstaculizar toda acción que pudiera imponer la adopción de reformas y la puesta en marcha de un diálogo con la sociedad rumana, el régimen de Ceauşescu actuó con fuerza, convencido que podría mantenerse y controlar la situación así. Ceauşescu se convirtió, pese a él, “en el director de escena” que se desarrolló en Rumania del 17 al 22 de diciembre de 1989. Durante la mañana del domingo 17 de diciembre, el ejército hizo una demostración de fuerza saliendo a las calles y desfilando. Algunos habitantes de Timişoara gritaron a los soldados y les lanzaron piedras, pero éstos no usaron sus armas. Muchas personas se juntaron en el centro de la ciudad y empezaron a gritar eslóganes: «Abajo el terror!», «libertad!». Algunos atacaron al mando de la División 18 Mecanizada, localizada en el centro de la ciudad, otros buscaron impedir el desplazamiento de los carros de combate que circulaban en la calle. Otros grupos de manifestantes asaltaron la sede del Comité Departamental del PCR logrando entrar sobre las 2 de la tarde. Quitaron los retratos de Ceauşescu Nicolae, prendieron fuego a dos despachos en la planta baja y han saqueado otros14. La multitud que se juntó frente al Comité Departamental prendió fuego a un camión militar y los bomberos tuvieron muchas dificultades para pagar las llamas15. Las tropas militares tardaron aproximadamente una hora en disipar la multitud. Otros manifestantes rompieron vidrios y lanzaron cócteles molotov en el Cuartel de la Unidad Mecanizada16. Según las informaciones dadas por antiguos agentes de la Securitate (Teodorescu Filip, Tinu Radu, etc.), los actos de vandalismo y las provocaciones contra el ejército eran realizados por extranjeros recientemente llegados a Timişoara con la misión de incitar a la población civil contra el régimen de Ceauşescu. 165 Ioan Scurtu El ministro Vasile Milea recibió la orden, dada por Ceauşescu Nicolae de hacer uso de la fuerza. El ministro ordenó a las 13.45 el despliegue de los carros de combate en las calles. Cuando vieron los tanques por Calea Girocului (una calle de Timişoara), muchos manifestantes construyeron barricadas a base de camiones y de trolebús, lanzaron cócteles Mólotov, pintaron las miras de los tanques, prendieron fuego a bidones de gasolina. Un suboficial recibió un golpe de hacha en la cabeza. Estimando que las fuerzas desplegadas en la ciudad no eran suficientes, el ministro de la Defensa Nacional ordenó que las unidades de Buziaş, Lugoj y Arad se desplazasen a Timişoara. A las 16.00, empezaron a resonar disparos por toda la ciudad. Por orden de Ceauşescu muchos cargos políticos y militares se trasladaron a Timişoara: el general Ion Coman, secretario de CC del PCR, el general Guşă Ştefan jefe del Gran Estado Mayor, el general Victor Atanasie Stănculescu primer adjunto del ministro de la Defensa Nacional, el general Mihai Chiţac comandante de las tropas químicas, el general Nuta adjunto del Ministerio del Interior, comandante de la Inspección General de la Milicia, etc. Este equipo tenía la misión de restablecer el orden en Timişoara. Cuando llegaron, en el aeropuerto cerca de las 16.45, fueron informados por el teniente coronel Zesa comandante de la división de Timişoara sobre la situación en la ciudad que calificó de “muy grave”17. Una amplia acción de represión se puso en marcha bajo el mando directo de Ion Coman durante la tardenoche. En Bucuresti, en la tarde del 17 de diciembre sobre las 16.30, Ceauşescu Nicolae tuvo una entrevista con los miembros del Comité Político Ejecutivo, en la cual presentó la situación de Timişoara18: “hay implicación extranjera, con agencias de espionaje, como la de Budapest, porque él (Tökés) tuvo una entrevista. De hecho todo se sabe. Se sabe en el Este como en el Oeste que las cosas deberían ser cambiadas en Rumania. Han decidido modificar la situación y están utilizando todos los medios posibles”. El secretario general afirmó que después de la ejecución del mandato judicial, una serie de “elementos desclasificados se juntaron de nuevo el 17 de diciembre y provocaron el desorden, penetraron en la sede del Comité Departamental del partido. La guarda debía ser asegurada porque es una regla general que debía ser respetada. Las autoridades del Ministerio de la Defensa Nacional como las del Ministerio del Interior han tenido una actitud incompetente”. Ceauşescu Nicolae precisó: «Durante la noche contacté cada 10 minutos a Milea y a Postelnicu para pedirles que 166 La revolución rumana de1989 restablecieran el orden, pero han desobedecido todas mis órdenes». «Debíais disparar!», debíais disparar al aire y sino cesaban habríais debido disparar sobre ellos. Primero habría que disparar a las piernas». Ceauşescu Elena añadió: «Habríais debido dispararles. Los muertos los habríais cogido y trasladados a una bodega. Ninguno de ellos habría debido salir indemne». Vasile Milea: «he consultado en todos los documentos militares y no encontré en ninguno de ellos un artículo que admitiese el uso de las armas contra el pueblo». Ceauşescu tuvo una violenta reacción contra el ministro de la Defensa Nacional, (el general Vasile Milea), el ministro del Interior (Tudor Postelnicu) y el jefe del departamento de la Securitate (el general Vlad Iulian): «Habéis traicionado los intereses del pueblo, del socialismo y no habéis actuado de manera responsable». Después de otras acusaciones dijo: «Sabéis lo que debería hacer», «debería mandarles frente a un pelotón de fusilamiento!», «es lo que se merecen, porque lo que habéis hecho significa pactar con el enemigo!». Presente en la sesión Popescu Dumitru, afirmó: «Con estas palabras llevaba a los que eran criticados a notar totalmente la tensión de la situación, a sentirse realmente culpables esperando lo peor. Para los otros era “un aviso para los demás”. Entendíamos que había ordenado que la sesión debía derribar a los tres encausados. Pero sentíamos que había también otra intención, ya que buscaba intimidarnos, a todos los miembros del CPEj.»19. Los tres acusados se han reconocido culpables y se han comprometido a respetar las órdenes del secretario general, que era también el Presidente del Consejo de Defensa de la República. Ceauşescu Nicolae declaró que «si el Comité Político Ejecutivo estaba de acuerdo los ministros de la Defensa Nacional y del Interior, y el jefe de la fuerzas de la Securitate, debían dimitir de sus funciones. A partir de ahora, tomo personalmente el mando absoluto del ejército. Preparadme el decreto! Convocad el Consejo de Estado para esta noche, todo debe ser legal. Ya no confío en esta gente». Después pidió a los miembros del Comité Político Ejecutivo si estaban de acuerdo. El primero en hablar fue Mănescu Manea. Después Ceauşescu Elena dijo que debían imponerse “medidas radicales”. Rădulescu Gheorghe estimó que «el momento para eso no ha llegado». Constantin Dăscălescu se expresó en el mismo sentido: «le ruego que analice con gran atención la situación. Las indicaciones y las órdenes son ahora conocidas, pero no debemos ir tan deprisa y tomar medidas que no hayan sido bien analizadas». Según otra interpretación del taquígrafo, Rădulescu Gheorghe fue el que primero tomó la palabra: «camarada Ceauşescu le pido que no aplique esta medida porque pienso, que el 167 Ioan Scurtu momento no ha llegado, debemos ver primero como actuaron y después tomar las medidas necesarias». Ceausescu se dirigió hacia Mănescu Manea: «Qué piensas?». Éste respondió: «Camarada presidente, pienso yo también que el momento de tomar esta medida no ha llegado». Según la interpretación «más amplia», Mănescu habría respondido: «Camarada presidente considero que primero hay que arreglar la situación existente y después tomar medidas». Oprea Gheorghe dijo: «Pienso que han entendido bien lo que deben hacer y le ruego otorgarles vuestra confianza. Desde ahora en adelante ya saben lo que deben hacer». Tampoco los otros miembros del CPEj. se pronunciaron a favor de la destitución, lo que enfadó mucho a Ceauşescu. «Golpeó la mesa con el puño se levantó y gritó: «Ya no puedo trabajar con este Comité Político Ejecutivo. «Votad otro secretario general porque ya no soy vuestro secretario general!». E hizo como si se marchase».∗ Fue un momento psicológico extremadamente importante: los miembros del Comité Político Ejecutivo habrían podido aprovechar esta reacción, anunciando enseguida en la radio y en la televisión que Ceauşescu Nicolae había dimitido y la opinión pública se habría enterado de esta noticia con alegría y alivio. Si hubieran actuado así, Rumania habría evitado el drama que surgió y costó la vida a más de un millar de personas durante la revolución. Pero los miembros del CPEj. no actuaron así, al contrario muchos impidieron a Ceauşescu Nicolae que se fuera de la sala suplicándole que no se marchase; algunos (Paul Niculescu-Mizil, Popescu Dumitru, etc.) quedaron en sus asientos, pero en el fondo apoyaron a Ceauşescu. Posteriormente ∗ En el taquígrafo guardado en los archivos del CC del PCR, este momento era descrito así: «Camarada Ceauşescu Nicolae: ¡¿ Así usted no está de acuerdo con la medida propuesta?!. Entonces (lanzando los papeles que tenía delante se levantó), ¡votad otro secretario general! (se fue hacia la puerta y en este momento Silviu Curticeanu corrió hacia él diciéndole: no se debe actuar así, camarada secretario general. Jamás le dejaré, siempre estaré a su lado. En este momento, Constantin Dăscălescu se levantó y dijo: no es posible, camarada secretario general. No queríamos esto. ¡No es posible!). En este momento casi todos los miembros del Comité político Ejecutivo se levantaron lo que creó un momento de desorden. Ana Mureşan lloraba, Ceauşescu Elena se dirigió hacia él persuadiéndole para que no se fuera. El camarada Popescu Dumitru: no entiendo esta reacción porque expresamos aquí nada más que una simple opinión. El camarada Emil Bobu: no se enfade con nosotros, camarada secretario general. El camarada Rădulescu Gheorghe: no hice esta proposición para llegar a esta situación. Era una simple opinión. El camarada Ceauşescu Nicolae: Bueno, entonces me iré mañana a Irán y hablaremos de nuevo de este problema cuando se arregle la situación en Timişoara». 168 La revolución rumana de1989 Popescu Dumitru iba a precisar que en el CPEj. la atmósfera era tal que nadie se atrevía en pedir explicaciones o expresar reservas hacia las declaraciones y los gestos de Ceauşescu Nicolae: “Preguntar o expresar reservas era pura locura. Eso significaba que nos situábamos claramente o en una postura anárquica o una postura irresponsable. Nos exponíamos automáticamente a un golpe duro”. Aunque hubieran conocido la situación en los otros países socialistas y que en Timişoara se habían rebelado y que habían muerto algunas personas, los miembros del CPEj. consideraban a Ceauşescu Nicolae como el maestro absoluto de Rumania, y eran seguidores fieles de sus acciones aunque eran más espectadores que actores. En el fondo, Ceauşescu Nicolae interpretó un papel; sabía que el secretario general era elegido por el Congreso del Partido y no por el CPEj., así los que estaban presentes no podían elegir a otro en su lugar: “Quería subrayar con desafío la impotencia del CPEj. Evidentemente, nos lanzaba en la cara nuestra incapacidad total para decidir cualquier cosa. Frente a la imposibilidad de actuar en la que estaba el CPEj., porque no tenía poder ni medios, su afirmación mostraba nuestra ridiculez”20. Claro, los miembros del CPEj. estaban complacidos por esta situación. Después de haber interpretado el papel de la posible dimisión, Ceauşescu Nicolae regresó y dijo “tranquilamente”: “Aplazamos esta decisión, veremos como actuáis y lo discutiremos de nuevo”. Los tres acusados declararon que “habían entendido” y que obedecerían sin dudar las órdenes. Ceauşescu informó al CPEj. que había ordenado la interrupción de todas las actividades turísticas, sólo los naturales de Corea del Norte, de china y de cuba serían admitidos en el país, porque eran los únicos países que le inspiraban confianza. “Los de los países socialistas vecinos son mandados aquí como agentes” precisó. Después, advirtió: “Deben saber que estamos en estado de guerra. Todo lo que pasa en Alemania, en Checoslovaquia y en Bulgaria, y todo lo que pasó en Polonia y en Hungría es una acción organizada por la Unión Soviética con el apoyo norteamericano y occidental. Eso debe estar muy claro”. Concluyó con un tono más inquieto que optimista: “Pasaremos esta situación. Tuvimos también la situación de 1968, pero ahora es peor que en 1968 porque se hace uso de la demagogia, engañamos al pueblo con eslóganes anticomunistas, porque proyectamos de hecho la liquidación del socialismo. Y esa es la realidad”. Después de la sesión del Comité Político Ejecutivo, una videoconferencia tuvo lugar con los dirigentes del partido y del Estado, así como con los comandantes militares y los jefes de las Inspecciones de Milicias de los Departamentos21. Ceauşescu Nicolae 169 Ioan Scurtu precisó que había convocado la videoconferencia a causa de “los graves acontecimientos que se han producido ayer y hoy en Timisoara”. Precisó que “el orden no ha sido restablecido en Timişoara porque se han cometido faltas inadmisibles en la aplicación de las medidas convenidas, es decir que las tropas mandadas no pudieron actuar porque no estaban armadas. El comandante supremo pidió que se actuase enérgicamente, usando las armas si fuese necesario, para restablecer el orden: “A partir de ahora, todas las unidades del Ministerio del Interior incluyendo la Milicia, las tropas de la Securitate, las unidades de Policía Fronteriza, estarán armadas. ¡Sin ninguna duda! Hay que respetar las normas y los reglamentos legales relativos a las actuaciones de las Fuerzas Armadas y del orden”. Añadió: «No es necesario mencionar que los círculos reaccionarios hacen todo lo posible para perjudicar al socialismo en Rumania, a la independencia y a la integridad del país». Durante la videoconferencia, Ceauşescu Nicolae pidió a Ion Coman que le expusiera la situación que había en Timişoara, éste respondió: «He ordenado abrir fuego!». Por el altavoz se escuchaba claramente el sonido de los disparos. Ceauşescu Nicolae le dijo: «Actuarás en mi nombre y tomarás el mando. Me darás parte de la evolución de la situación cada 15 minutos», «llamarás a todas las unidades al centro de la ciudad para restablecer el orden!, entendido». Coman respondió: «Entendido, camarada Ceauşescu!». El secretario general del PCR pidió que las guardias patrióticas de obreros fuesen movilizadas, que hablen con los jóvenes para explicarles que «es necesario adoptar una posición firme frente a toda manifestación anti-socialista que pone en peligro la integridad y la independencia de Rumania, las conquistas del pueblo». Añadió «que los círculos reaccionarios hacen todo lo posible para perjudicar al socialismo en Rumania, a la independencia y a la integridad del país». Es por eso «que no debemos creer que nos salvan, que no hay personas en nuestro país que trabajan al servicio de los diferentes servicios extranjeros que actúan por un dólar (EUA) o por una rubla (URSS) contra su pueblo y la independencia de su país!». Precisó que los dirigentes del partido deben considerar que estamos en estado de alerta, «sin por lo tanto descuidar los problemas de la producción y de la realización del plan» y estar atentos a todo tipo de manifestación. Ceauşescu precisó que “los turistas extranjeros ya no serán admitidos en el futuro y el pequeño tráfico fronterizo será suspendido”. Evocó a la invasión de Checoslovaquia en 1968, afirmando que “la situación es aún más grave ahora”. Rumania estaba en peligro y había que tomar 170 La revolución rumana de1989 medidas firmes que iban a quedarse “hasta después del Año Nuevo”. Después de las indicaciones dadas por Ceauşescu Nicolae, Stoian Ion, ministros de Asuntos Exteriores transmitió el 17 de diciembre la orden a las embajadas y consulados rumanos para que no concediesen los visados a los extranjeros. Eso significaba prácticamente el cierre de las fronteras rumanas. La decisión generó importantes dificultades diplomáticas. El 18 de diciembre, el embajador rumano en Moscú comunicaba a Bucarest que muchos ciudadanos soviéticos pedían explicaciones a la Embajada y el Consulado rumano de Kiev y a la agencia Tarom. Algunos habían comprado ya sus billetes, otros viajaban por cuestiones laborales. Los rumanos que se encontraban en territorio soviético estaban afectados por esta decisión también, ya que temían no poder volver al país para las fiestas navideñas22. La situación de la frontera rumana con Hungría, era también muy complicada. A pesar de las relaciones normales entre los dos países vecinos se producían un paso clandestino de ciudadanos de la frontera. Después que, en la primera mitad de 1989 muchos rumanos hubiesen atravesado ilegalmente la frontera destino a Hungría, donde estaban detenidos en campos, ahora en diciembre los enviaban a Rumania. Era muy difícil que un Estado no aceptase tomar a sus conciudadanos, pero existía también la duda que estos ciudadanos hubieran sido instruidos para producir desórdenes en el país. Las tropas de las guardias fronterizas fueron transferidas del Ministerio de la Defensa Nacional al del Interior y las fuerzas de la Securitate recibieron la orden de vigilar atentamente todos los movimientos de los extranjeros que se encontraban en Rumania incluido los de las misiones diplomáticas. En Timisoara la represión empezó a las 16:00 y siguió hasta las 24:00. Después de medianoche, Ion Coman, Guşă Ştefan e Ilie Matei dieron una vuelta por la ciudad y constataron los desórdenes: las calles estaban manchadas de sangre, las ambulancias trasladaban a los muertos y a los heridos, los coches quemados desprendían un humo espeso, los vidrios de las tiendas estaban rotos23. Siguiendo las indicaciones ordenadas por el CC del PCR “mandos”, compuestos por cargos de dirección, fueron puestos en todas las empresas y las instituciones de Rumania. Estos “mandos” tenían la misión de vigilar las actividades las 24 horas del día, de constituir guardias para controlar todas las piezas, también los aseos y el no permitir el acceso a los extranjeros e informar enseguida de toda acción sospechosa. Aunque “el estado de emergencia” no había sido decretado oficialmente, estaba siendo aplicado en todo el país. Un 171 Ioan Scurtu equipo de procuradores de Bucarest llegó a Timişoara. A su cabeza estaba el general Gheorghe Diaconescu, adjunto del procurador general, y debía interrogar a las personas detenidas pero sin hacer atestados que los atestiguasen. El general Diaconescu ordenó que no se efectuara ninguna autopsia a los cadáveres llevados al depósito de cadáveres del Hospital departamental. En la mañana del lunes 18 de diciembre, a las 06:00, Ion Coman informó a Ceauşescu Nicolae que “la situación estaba bajo control” en Timişoara; a las 08:00, en la sede del Comité Departamental del partido la acción represiva contra los protestantes fue analizada, el primer balance era de 58 muertos, 200 heridos, 700 detenidos24. La ciudad se limpió, se quitaron los vidrios rotos, los muebles destruidos, etc. Las tiendas alimenticias y las panaderías abrieron aún cuando algunos no tenían puertas ni ventanas; eran filmados por la Securitate para mostrar lo que las bandas de fanáticos habían hecho en Timişoara. Como si todo estuviera en orden en Rumania, en la mañana del 18 de diciembre, a las 08:30, Ceauşescu Nicolae comenzó una visita oficial a Irán, prevista desde hacia mucho tiempo. Este país daba una importante cantidad de petróleo, que Rumania necesitaba y los acuerdos negociados debían ser firmados por los dos jefes de Estado. Durante la ausencia de Ceausescu la dirección del país estuco asegurada por su esposa Ceauşescu Elena y por Mănescu Manea. Tras la represión de la noche del 17 al 18 de diciembre, el Comité del partido de Timiş decidió convocar a la mañana siguiente reuniones en el ámbito de las empresas y de las instituciones para presentar la versión oficial: fueron fanáticos y espías los que habían roto los vidrios de las tiendas, robado diferentes objetos, atacado a las fuerzas del orden que se vieron obligadas a responder, en estado de legítima defensa. La mayor parte de estas reuniones siguieron el programa previsto, pero hubo una primera excepción: en el Instituto de Estudios, Claudiu Iordache se pidió si los que habían muerto eran fanáticos, agentes húngaros o rumanos. Afirmó haber visto jóvenes heridos de bala que eran llevados por sus colegas a los hospitales. Los representantes oficiales no pudieron contradecir las afirmaciones y argumentos de Claudiu Iordache.∗ ∗ Claudiu Iordache evoco la participación de Nicolae Bălcescu en la Revolución de 1848 en París, quién penetró en el Palacio Real y arrancó un trozo de terciopelo del 172 La revolución rumana de1989 Los esfuerzos de las autoridades para poner a los obreros a trabajar de nuevo no tuvieron éxito. La noticia de la represión sangrienta de la noche anterior, provocó la indignación de los habitantes de Timisoara. En muchas empresas los empleados se negaron a trabajar e hicieron huelga. A partir de las 12:00, la gente comenzó a juntarse en el centro de la ciudad gritando «Libertad!, libertad!», «abajo Ceausescu!», «hoy en Timişoara mañana en todo el país!». Por la noche un grupo de jóvenes encendieron velas delante de la catedral y las fuerzas del orden abrieron fuego sobre ellos. Por orden del general Chitac a las 18:30, se lanzaron granadas lacrimógenas sobre la multitud. En el Hospital Departamental había muchos cadáveres. Ceauşescu Elena había ordenado que fuesen trasladados por coches frigoríficos a Bucarest donde se quemaban en el Crematorio «Cenuşa». Posteriormente, 38 cadáveres fueron identificados de las 44 personas quemadas por esta decisión25. A pesar de las restricciones impuestas a los medios rumanos, los acontecimientos rumanos fueron conocidos por la opinión pública mundial. Durante la noche del 17 al 18 de diciembre, la Radiodifusión austriaca informó de “escaramuzas violentas” entre los protestantes y las fuerzas del orden en Arad y Timişoara. El 18 de diciembre los medios de numerosos países empezaron a presentar los acontecimientos rumanos en base a las informaciones dadas por el Cónsul yugoslavo en Timişoara, que viajaba entre Belgrado y Timişoara, a veces tres veces por día, y por rumanos de origen magiar que tenían contactos con Budapest. El 18 de diciembre, dos manifestaciones tuvieron lugar en la capital de Hungría –una en la Plaza de los Héroes y la otra delante de la Embajada de Rumania- para condenar el régimen político de Rumania y pedir el respeto de los derechos humanos26. El mismo día los representantes de muchos países expresaron sus opiniones. El portavoz del Departamento de Estado norteamericano expresó la inquietud de los EUA, por la pérdida de vidas humanas en Timisoara; el ministro adjunto de Asuntos Exteriores británico pidió la eliminación del régimen Trono que simbolizaba el absolutismo y su gesto no fue calificado de gesto hecho por un vándalo. Afirmó también que el amor del país no es el privilegio de algunos, pero es el patrimonio de todos los rumanos y que abrir fuego contra los ciudadanos de un Estado soberano constituye un crimen. La situación creada era debida a los oficiales, que rechazaron el diálogo con los ciudadanos y no aceptaron su derecho a la libertad. (Palabras de Claudiu Iordache, Caietele Revoluţiei (los cuadernos de la Revolución), nº 3/2006). 173 Ioan Scurtu opresivo de Rumania; el canciller de Alemania Occidental condenó esta represión “abominable”; el ministro de Asuntos Exteriores austriaco pidió el respeto de los derechos humanos en Rumania y estimó que los acontecimientos de Timişoara marcaban el comienzo de los cambios en este país. Aunque el contacto telefónico con Timişoara se cortó, los Rumanos escucharon la “Europa Libre” y otras radios extranjeras y se enteraron que se habían hecho rebeliones contra el régimen de Ceauşescu Nicolae. El hecho que formaciones militares (compuestas de un oficial o suboficial del Ejército, de un miliciano y de un miembro de las guardias patrióticas) patrullasen por la mañana en las calles mostraba claramente que el régimen tenía pánico. Tales demostraciones de fuerza no intimidaron a la gente, al contrario les persuadió de que “el momento se acercaba”. En Lugoj, Arad, Sibiu, Cluj-Napoca, y en otras ciudades de Transilvania la gente bajó a la calle determinada a poner fin el régimen dictatorial. Las noticias de la represión en Timişoara transmitidas por las radios extranjeras alimentó la rebelión contra Ceauşescu27. El martes 19 de diciembre, los medios europeos relataban ampliamente los acontecimientos de Rumania y preparaban a así a la opinión pública para el momento en el que se debía producir la eliminación de Ceauşescu. Todos los grandes periódicos, las radios, y las cadenas de televisión tuvieron una atención especial en los acontecimientos en Rumania. La prensa francesa era extremadamente ácida, incluso “L´Humanité”, el periódico del órgano central del Partido Comunista así como la prensa de Austria, Hungría y Polonia. La prensa y la televisión soviética tomaban las informaciones que difundían los medios europeos mostrando que los representantes del Kremlin no estaban al corriente o no querían expresarse sobre los acontecimientos de Rumania. La noticia había cruzado el Océano; el 19 de diciembre el periódico “Financial Times” relataba que en Timişoara la policía y el ejército habían “utilizados los tanques, cañones de agua y helicópteros blindados para dispersar las manifestaciones, las más grandes dirigidas contra el régimen”28. Frente a las Embajadas rumanas en Budapest, Viena, Paris, Moscú, Sofía, Varsovia se organizaron grandes manifestaciones para protestar contra la política de Ceauşescu, y contra la represión sangrienta de Timişoara. El embajador de Rumania en París informaba a Bucarest que “la actividad de la Embajada está perturbada desde hace dos días por amenazas y llamadas telefónicas de parte de ciudadanos franceses y 174 La revolución rumana de1989 rumanos”, que pedían informaciones sobre los acontecimientos de Timişoara29. El Ministerio de Asuntos Exteriores transmitía a los jefes de misiones diplomáticas una nota firmada por Aurel Dima: “en el caso que en sus contactos se les interrogue (hay que precisar una vez más: solamente si les preguntan) a propósito de los acontecimientos de Timişoara, responderán claramente que no tenéis conocimiento alguno. Tras esta respuesta breve y sin dejaros llevar en una larga discusión por este tema, precisaréis fervientemente lo siguiente: rechazamos fervientemente, toda tentativa de inmiscuirse en los asuntos internos rumanos, Estado libre e independiente; toda tentativa de violación de los atributos fundamentales de nuestra independencia y soberanía nacional, toda tentativa para perjudicar los intereses de la seguridad, todo comportamiento de no respeto del orden y de sus leyes. Medidas firmes se tomarán en Rumania contra semejantes medidas, contra acción de provocación y de diversión que serían hechas por círculos reaccionarios, antihumanos, por los servicios especiales y las oficinas de espionaje del extranjero. El estado socialista, nuestra sociedad no tolerarán bajo ninguna circunstancia que sus intereses vitales y las disposiciones constitucionales sean violados y tomará las medidas necesarias dirigidas al respeto estricto de la legalidad, del orden, del derecho, sin los cuales sería imposible que se desarrollase normalmente la actividad en todos los sectores de la sociedad. Nadie sea quién sea, tiene el derecho de transgredir las leyes del país sin soportar las consecuencias de sus acciones. Debéis pedir a todos vuestros colaboradores que actúen bajo estas indicaciones. Debéis comunicar inmediatamente toda discusión relacionada con este asunto”30. Las tentativas del régimen para silenciar los acontecimientos de Timişoara iban a fracasar. Durante la misma mañana, el Sejm de la República Popular de Polonia aprobó una declaración afirmando: «una tragedia se produjo ayer en Rumania. En Timişoara y en otras ciudades de Rumania, el Ejército y la Policía se emplearon contra los manifestantes. No se sabe todavía el número de víctimas. Protestamos firmemente contra la violación de los derechos humanos en Rumania. Llamamos a las autoridades rumanas para que cesen las represalias. Nos declaramos solidarios de los participantes a las manifestaciones y llamamos a la opinión pública internacional a condenar las acciones de las autoridades rumanas»31. El 19 de diciembre todavía, el embajador de Rumania en Viena, Trandafir Cocârla, fue invitado al Ministerio de Asuntos Extranjeros de Austria, pero dijo que no podía ir “debido su estado de salud”. Fue 175 Ioan Scurtu un funcionario de la Embajada el que se presentó, Radu Marin al cual se le comunicó “la inquietud de la población de Austria, del gobierno austriaco” sobre la situación de Timişoara y Arad y se le pidió, en el nombre del gobierno austriaco, que la parte rumana diese informaciones sobre los acontecimientos que se sucedían en estas ciudades, conforme al Acto Final de Helsinki. El diplomático rumano se negó en recibir el memorando que le han presentado diciendo que se refería a una cuestión interna rumana, cuya competencia era exclusiva del Estado rumano. Frente a esta situación el diplomático austriaco precisó que informaría a los otros 33 Estados participantes al proceso de la CSCE sobre “la actitud rumana”32. Alois Mock, ministro de Asuntos Exteriores austriaco estimó en una emisión televisada que los acontecimientos en Timişoara marcaban el comienzo de algunos cambios en Rumania, y que si la situación continuaba empeorando pondría en marcha el mecanismo de la Conferencia sobre la Seguridad y de Cooperación Económica que podría comportar sanciones33. Reunidos en Bruselas el 19 de diciembre los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la Comunidad Económica Europea, hicieron pública la siguiente declaración: “los ministros de Asuntos Exteriores de los 12, emocionados y consternados, se enteraron de la represión brutal y violenta de las manifestaciones populares por parte de las autoridades rumanas. Condenan firmemente la actitud de un régimen que ignorando todas las obligaciones contraídas en materia de derechos humanos en el ámbito de la CSCE, sólo sabe reprimir por la fuerza las aspiraciones legítimas del pueblo rumano en pos de la libertad. La Comunidad ya expresó de diferentes maneras, con la suspensión de las negociaciones de un acuerdo de colaboración económica, su desaprobación hacia el régimen que hay en Rumania. La Comunidad se reserva el derecho de tomar las medidas adecuadas, en función de la evolución de los acontecimientos en este país34. Por su parte el ministro de Estado y el ministro de Asuntos Exteriores francés, Roland Dumas, presidente en ejercicio de la reunión declaró a la prensa: «es exacto que esta mañana pedí a nuestros compañeros de la Comunidad de interrumpir el desarrollo de nuestros trabajos para poder publicar una protesta contra lo que está sucediendo en Rumania. Este texto os ha sido distribuido. Deseo decir en el nombre de la comunidad, que es extremadamente triste pensar que un pueblo puede ser tratado de esta forma por sus dirigentes, como está siendo ahora con el pueblo rumano, mientras que en toda Europa, en Europa del Este especialmente, se produce un amplio 176 La revolución rumana de1989 movimiento de liberalización y cuando sopla un aire de libertad que tiene su inspiración en los principios del Acto Final de Helsinki. Añadiré a esta intervención, para acabar, que un régimen que actúa de esta manera con su pueblo es un régimen sin fuerzas. En todo caso, la condena moral de la Comunidad, frente a lo que está teniendo lugar en Rumania, es una condena sin equívocos.»35. En la tarde del mismo día el embajador rumano en París, Petre Gigea, fue invitado al Ministerio de Asuntos Exteriores donde el jefe de la Dirección Europa le ha comunicado que los acontecimientos que han tenido lugar en Rumania «provocan una gran emoción» en Francia y que, si las represiones han realmente provocado víctimas, eso «determinaría a Francia a expresar su desaprobación y su condena sobre estos hechos». Informó al embajador rumano que los 12 ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la CEE se habían reunido ese día por la mañana, el 19 de diciembre y habían adoptado una resolución que «condenaba las represalias que han tenido lugar en Rumania y centraban su atención sobre las consecuencias que eso podría tener en las relaciones rumanas con Europa». El diplomático francés subrayó que los actos de violencia están «en desacuerdo con los compromisos tomados por Rumania en el ámbito de la CSCE y eso lleva, por parte de las autoridades francesas vivas protestas y una total desaprobación». El embajador rumano rechazó esta protesta expresando su pesar de que el gobierno francés y los 12 puedan lanzar similares afirmaciones y tomar decisiones “sin conocer la posición oficial del gobierno rumano sobre estos rumores que circulan en los medios franceses”. Tras las indicaciones transmitidas por Bucarest, Petre Gigea afirmó que «la Embajada no tiene ningún conocimiento por vía oficial de los supuestos acontecimientos mencionados por el director francés” y que, las informaciones en causa venían de Budapest, capital que favorece desde hace mucho tiempo con intervenciones nacionalistas, reaccionarias y anti-rumanas, ya sea en el interior o en el exterior de Hungría, las acciones que apuntan objetivos territoriales y de desestabilización de Europa». Ha repetido el eslogan según el cual Rumania «no acepta la injerencia de algunos Estados libres e independientes en sus asuntos internos, como viene sucediendo desde hacía mucho tiempo en otros países socialistas». El diplomático francés quiso precisar que las informaciones provenían del Ministerio de Asuntos Exteriores francés y que todos los Estados firmantes del Acto Final de Helsinki tenían el derecho de pedir el respeto de los derechos humanos36. 177 Ioan Scurtu El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Eduard Shevardnadze que se encontraba en Bruselas fue invitado a expresar su punto de vista pero éste vitó toda declaración contundente: «no dispongo de todas las informaciones, pero si ha habido víctimas expreso mi pesar»37. Los medios europeos comenzaron a difundir cifras de muertos. DunaTV transmitió en sus informativos de la noche una entrevista con el portavoz del Ministerio de Defensa húngaro. Éste afirmó que había en Timişoara «centenas de víctimas incluso más de un millar según algunas fuentes», incluso niños y estudiantes. Por otra parte se precisó que tuvo lugar una entrevista entre el presidente del Consejo de Ministros (Neméth Miklós), el ministro de Asuntos Exteriores (Gyula Horn), el ministro de Defensa (Karpatai Ferenc) y el jefe del Gran Estado Mayor del Ejército (Borstis László), que discutieron sobre los acontecimientos de Rumania. Hicieron saber que «el Ejército Popular Húngaro continua tomando nota de los acontecimientos de Rumania. Las decisiones necesarias serán adoptadas, si llegase el acaso»38. El 19 de diciembre ningún incidente grave fue registrado en Timişoara. Los cargos de partido con el primer secretario del Comité Departamental Radu Bălan, a la cabeza, visitaron empresas para animar a los trabajadores a trabajar. Las discusiones fueron muy tensas, ellos rechazaron la idea que los acontecimientos de Timişoara habían sido provocados por fanáticos y elementos terroristas. El general Guşă, se desplazó a la empresa ELBA donde Radu Bălan había sido tomado rehén, y logró establecer un diálogo con los empleados. El general contó: “La gente acusaba al Ejército, mostraba las casquillos”. Le ha explicado que sus hijos hacían también el servicio militar en este ejército y después les pidió: «Por qué destrozáis la ciudad?» La mayoría respondió: «No somos nosotros!». Guşă afirmó que tuvo la convicción, tras estas discusiones, que no eran los obreros los que habían provocado las destrucciones en la ciudad y cuando se le pidió de ordenar a los militares que estaban frente a la puerta de la fábrica de irse, lo hizo. En este momento los obreros gritaron: «El Ejército está con nosotros!»39. Fue un momento psicológicamente muy importante: por una parte el jefe del Gran Estado Mayor había recurrido al contacto directo con la población, para conocer sus preocupaciones, y los obreros se dieron cuenta que el ejército había actuado respondiendo a las órdenes de Bucarest y que podían conseguir que no actuasen con violencia contra los habitantes de Timişoara. El general Ceauşescu Ilie había venido también a Timişoara 178 La revolución rumana de1989 para animar la moral de los militares; visitó muchas unidades de la guarnición donde presentó un informe sobre las provocaciones de las agencias de espionaje extranjeras que trataban derrocar el socialismo para instalar el capitalismo. La credibilidad de estas afirmaciones se ponía en duda por los que conocían con quién se estaban enfrentando en la calle. Las radios extranjeras difundían muchas veces por día informaciones sobre los acontecimientos de Timişoara. Por ejemplo, la Agencia Austriaca de Prensa DPA transmitió en la noche del 19 al 20 de diciembre la declaración de un “testigo ocular ” quién sobre la cuestión de saber si las especulaciones sobre el millar de victimas podía ser confirmadas, respondió: «temo que esta cifra sea mucho menor que la cifra real»40. La noticia fue difundida también por “Europa Libre”, citando a la televisión austriaca, mencionaron que el mismo testigo había estimado que en Timişoara había “metros cúbicos” de cadáveres 41. El miércoles 20 de diciembre fue un día decisivo para Timişoara, y en general para la Revolución Rumana. Esta vez fueron los obreros de las grandes fábricas los que salieron a la calle. Llevaban banderas tricolores cuyo emblema de la República Socialista de Rumania había sido arrancado, pancartas sobre las cuales estaba escrito «Libertad!», «abajo el dictador!», «no somos fanáticos!», «sin violencia!», «el Ejército está con nosotros!». Las columnas estaban acompañadas de personas encargadas de asegurar el orden y llevaban brazaletes blancos a fin de evitar la infiltración de los provocadores. Sobre las 11:15, los manifestantes ocuparon la Plaza de la Ópera y el espacio alrededor del Comité departamental del PCR (que era también la sede del Consejo Popular del Departamento de Timiş). Había un «equilibrio» entre los militares que defendían la Ópera y la multitud que había ocupado la Plaza. Este equilibrio «fue roto por Claudiu Iordache el cual avanzando hacia el oficial que mandaba le pidió que se alejase o que disparase» (72 personas había ya sido muertas por armas de fuego). Los protestantes se acercaron a la Ópera y los primeros que entraron fueron Lorin Fortuna, Ioan Chiş, Claudiu Iordache, Nicolae Bădilescu. Con sorpresa y satisfacción los revolucionarios notaron que había altavoces en el balcón. Habían sido instalados por el pedido del primer secretario Radu Bălan que esperaba al primer ministro Constantin Dăscălescu, y creía que éste querría hablar a la población42. Los que se encontraban en el balcón de la Ópera dijeron sus apellidos a la multitud que se hallaba en la plaza y mostraron su intención de resistir hasta el final a la guerra declarada por Ceauşescu 179 Ioan Scurtu a su pueblo, anunciando así el comienzo de lo que se iba a llamar la Revolución Rumana43. Lorin Fortuna anunció la constitución del Frente Democrático Rumano. No se trataba de una organización propiamente dicha que habría sido creada anteriormente con un programa y una estructura de dirección sino que se trataba más bien de una intención. Lorin Fortuna afirmó más tarde que había juzgado necesario tras los acontecimientos del día precedente de dar cierta coherencia a la acción popular fijando objetivos más claros. En la mañana del 20 de diciembre hizo hacer algunas pancartas «significativas para la opción política de la manifestación». «En una pancarta he escrito el Frente Democrático Rumano. Este título lo elegí espontáneamente, pero después de reflexiones que me atormentaban desde el principio de la insurrección: pensaba que había que encontrar los medios de crear una organización política de masa, indispensable para semejante acción y que tomase la dirección de la revuelta y presentase un papel de decisión, capaz de establecer un diálogo con el gobierno y de convertirse eventualmente en un grupo que concentrase toda la oposición del país, algo similar a lo que sucedía en el Este»44. Desde el balcón de la Ópera pidió que las empresas designasen representantes para la nueva organización. Las elecciones no podían tener lugar en este contexto así muchas personas subieron al balcón; se constituyó un Comité fundador del Frente Democrático Rumano, se eligió también un Despacho permanente compuesto de Lorin Fortuna – presidente, Claudiu Iordache – vicepresidente, Nicolae Bădilescu y Ion Chiş –miembros, Trăistaru Maria – secretaria. Después que la población ocupó el centro de la ciudad, el general Guşă Ştefan ordenó que el Ejército se retirase a sus cuarteles porque veía que toda intervención de fuerza era imposible. Este día del 20 de diciembre Timişoara se convirtió en “la primera ciudad libre de Rumania”. Años después, Claudiu Iordache afirmó que «Jesús ha nacido en Timişoara»45. Las personas presentes en el balcón pronunciaban discursos∗ que condenaban el régimen de Ceauşescu, pidiendo la puesta en libertad de las personas detenidas, que había que seguir luchando para ganar la libertad perdida desde decenas. Pedían también que los muertos fueran devueltos a sus familias. En un momento dado la multitud se arrodilló y rezaron el padre nuestro. ∗ Hay que nombrar también a otros revolucionarios que destacaron en el balcón de la Ópera: Trăistaru Maria, Traian Vrâneantu, Traian Trofin, Munteanu Mihaela, Gruia Săsăran, Adriana Jebeleanu, Ştefan Ivan, Alexandru Ciura (Los Cuadernos de la Revolución, nº 2/2005, p.12) 180 La revolución rumana de1989 Después los discursos y eslóganes continuaron: “No regresaremos a casa, los muertos nos lo impiden”, “¡hoy en Timişoara mañana en todo el país!”, “¡libertad!”. Los nombres de algunas personas se gritaron también: “¡Iliescu!”, “¡Mănescu!”, “¡Bălan, porque viene del Banat (Banato)!”, “¡Carpan!”46∗. En la tarde del 20 de diciembre sobre las 15:00, la delegación conducida por Ceauşescu Nicolae regresó de su visita a Irán. En el aeropuerto el jefe de Estado fue recogido por Ceauşescu Elena que le informó sobre los acontecimientos ocurridos desde su partida. Cuando llegó al Comité Central el presidente Ceauşescu Nicolae decretó el estado de emergencia en el territorio del Departamento de Timiş. El motivo que se dio era «la grave violación del orden público en el Departamento de Timiş por actos terroristas, de vandalismo y de destrucción de bienes públicos». Todas las unidades del ejército del Ministerio del Interior y las guardias patrióticas estaban en estado de alerta. Durante el estado de emergencia toda aglomeración pública estaba prohibida, así como el desplazamiento en grupo de más de cinco personas; la circulación por la noche estaba prohibida a partir de 23:00 con la excepción de las personas que trabajaban por la noche. Todas las empresas socialistas estaban obligadas a tomar medidas inmediatas para el desarrollo normal de los procesos de producción, para guardar los bienes públicos, para el estricto respeto del orden, de la disciplina y del programa de trabajo. Los Consejos Populares, Municipales y Comunales del Departamento de Timiş estaban obligados a asegurar el respeto estricto del orden público, la defensa de los bienes públicos, el suministro a la población, el desarrollo normal de los transportes, la organización y el desarrollo en buenas condiciones de la actividad económica y social. El decreto precisaba en conclusión: «la población del Departamento de Timiş está obligada a respetar estrictamente las leyes del país, el orden y la paz pública, defender los bienes públicos, participar activamente en el desarrollo normal de la actividad socio-económica»47. «Todos los esfuerzos hechos por las autoridades locales y las unidades militares para calmar la situación no han fructificado. Al contrario, estos grupos organizados han intensificado sus acciones antinacionales. Eso determinó la intervención de las unidades militares para defender el orden, los bienes de la ciudad de Timişoara en el respeto de sus obligaciones y responsabilidades previstas por la ∗ Florentin Cârpan era el director general del más grande combinado de carne de Rumania y uno de los más grandes de Europa (COMTIM). 181 Ioan Scurtu Constitución y las leyes del país”. Ceausescu dejaba entender así que la respuesta había sido violenta, pero no precisó el número de victimas registradas desde el principio de los acontecimientos. Insistió en el hecho que había que dar «una respuesta firme a todos los que sirviendo a las agencias extranjeras actuaban contra los intereses del pueblo rumano». Estaba convencido que solamente la intervención extranjera era responsable de la situación creada, que no había ninguna razón para que el pueblo rumano se levantase contra el régimen. Bajo este espíritu pidió que «los trabajadores, los ciudadanos de todos los sectores diesen una respuesta y actúen para detener esta acción dirigida contra el desarrollo socialista, la independencia y la paz de nuestro pueblo». En la noche del 20 de diciembre, una video-conferencia tuvo lugar48, a partir de las 18:00, con los jefes de las secciones departamentales del partido, en la cual Ceauşescu estimó que los graves incidentes de Timişoara «han sido organizados y dirigidos por los círculos revanchistas, revisionistas, con el fin de provocar el desorden, desestabilizar la situación en Rumania, poner en peligro la independencia y la integridad territorial de Rumania». Citó a Bush George, quién habría declarado haber discutido en Malta de la situación de Rumania y «Gorbachov escuchó sin hacer ningún comentario; de hecho estuvo de acuerdo». Ceauşescu anunció que se dirigiría a la nación a través de la radio y de la televisión; Pidió que se organizasen reuniones en las empresas y en las instituciones para «la aprobación de mociones de condena de los que se han puesto al servicio de las agencias extranjeras, de mociones defensa de la independencia y de la soberanía de Rumania», así que se constituyeron grupos especiales para la defensa de las empresas y las instituciones. A las 19:00 Ceauşescu pronunció un discurso retransmitido en directo a través de la radio y televisión49. Empezó con las palabras siguientes: «Me dirijo, esta noche, al pueblo entero de nuestra patria socialista, a propósito de los grandes acontecimientos que han tenido lugar estos últimos días en Timişoara». Ceausescu precisó que el 16 y el 17 de diciembre, con el pretexto de impedir la ejecución de un arresto judicial, «algunos grupos de fanáticos organizaron una serie de manifestaciones que conllevaron incidentes, atacaron las instituciones del Estado destruyendo y saqueando los inmuebles, las tiendas y los edificios públicos y el 17 de diciembre, intensificaron su actividad contra las instituciones del Estado y del partido, incluso contra las unidades militares». Añadió que «estos grupos querían provocar 182 La revolución rumana de1989 desórdenes y destruir las instituciones y los bienes públicos y dar la señal para acciones similares en otras ciudades». Estas afirmaciones eran muy duras: «Destrucciones de tipo fascistas»; «actos con un carácter manifiestamente fascista»; «acciones con carácter terrorista»; «bandas terroristas» que se pusieron «al servicio de diferentes intereses extranjeros, de servicios de espionaje, de círculos imperialistas reaccionarios, que venden su país por un puñado de dólares o de otras divisas». El jefe del partido y del Estado precisaba: «Teniendo en cuenta estas graves circunstancias, por la tarde del 17 de diciembre, las unidades militares, que estaban atacadas han respondido con disparos de advertencia» porque «estaban obligadas a defenderse, defender el orden y los bienes públicos, defender de hecho, el orden en el país entero». Ceauşescu Nicolae afirmó que las unidades militares «hicieron prueba de mucha paciencia», que los soldados y los oficiales fueron golpeados y que solamente respondieron cuando «las instituciones fundamentales, el orden en el Departamento fue puesto en peligro». En su calidad de comandante supremo, Ceauşescu Nicolae afirmó: «El Ejército cumplió plenamente su deber para con la patria, el pueblo y las conquistas del socialismo» conforme al juramento prestado y a las disposiciones de la Constitución. No mencionó el número de heridos ni el de muertos provocados por esta intervención. Ceauşescu Nicolae estimó que las acciones desencadenadas tenían como finalidad «obstaculizar el desarrollo del socialismo en Rumania», «para eliminar el desarrollo socialista de nuestra patria». Añadió que las acciones de Timişoara se «organizaron y desencadenadas en cooperación con los círculos reaccionarios imperialistas, chovinistas y con los servicios secretos de diferentes países», que fueron «bien preparadas», que se trataba de «un plan más general contra la independencia y la soberanía de los pueblos». Según él, el objetivo de estas acciones antinacionales fue la de provocar el desorden para desestabilizar la situación política y económica, poner en marcha las condiciones necesarias para el desmembramiento territorial de Rumania, destruir la independencia y la soberanía de nuestra patria socialista”. Ceauşescu Nicolae citó en primer lugar a la radio Budapest, que orquestó “una campaña vergonzosa difamatoria y mentirosa contra nuestro país”; por otra parte mencionó los “círculos revisionistas y revanchistas”, que intensificaron la actividad hostil a la cual se dedicaban desde hacía mucho tiempo. La referencia a una acción común con el fin de lograr la desestabilización de Rumania estaba dirigida a los Estados 183 Ioan Scurtu occidentales, en primer lugar los EUA, como también la Unión Soviética. Llamó a la población para que actuase “con todas sus fuerzas y con un espíritu de unidad para defender la independencia, la integridad y la soberanía de Rumania, asegurar el desarrollo de la construcción socialista en nuestra patria”. Ceauşescu recordó “la posición firme de nuestro pueblo en 1968”, cuando condenó la intervención del Tratado de Varsovia contra Checoslovaquia, sofocando “la Primavera de Praga”. Estimó que se podía afirmar que “se trata ahora de una situación similar, incluso de una situación más grave”. “es por eso que se impone actuar con responsabilidad para rechazar todo ataque contra Rumania y la construcción socialista en nuestro país. Lamentamos mucho la situación creada, pero no fue provocada por las fuerzas del orden ni las unidades militares, quienes durante dos días hicieron acopio de gran paciencia y de indulgencia frente a las acciones de los elementos terroristas y fascistas de Timişoara, pero lo fue, por los que se pusieron al servicio de las agencias extranjeras y que actuaron de forma premeditada y bien organizada para desencadenar los graves incidentes de Timişoara”. El secretario general del PCR precisó que no se cedería a las presiones y no dejaría la dirección del país: “Declaro abiertamente que traicionaría la confianza del pueblo sino hiciese lo mejor para defender la integridad, la independencia, la soberanía de Rumania, el derecho de nuestro pueblo a decidir libremente su suerte, sin ningún tipo de injerencia exterior”. No tomó en cuenta el hecho que la situación había cambiado radicalmente con respecto a 1968, que el pueblo rumano ya no veía en Ceauşescu Nicolae al patriota determinado a defender el país contra una eventual invasión soviética, sino más bien al contrario estaba considerado como un dictador que había llevado al país al borde de la asfixia. Continuando con su línea de considerarse como “un hijo dedicado al pueblo”, Ceauşescu Nicolae se comprometió a actuar “siempre por el interés del pueblo, su bienestar y su felicidad, el interés de la construcción socialista, de la independencia y de la soberanía del país”. Estas declaraciones, que hubieran podido tener alguna credibilidad en 1968 en los rumanos y en los Estados occidentales, ya no tenía, en diciembre de 1989, ningún tipo de eco positivo. Al contrario, se tenía el sentimiento general de que la retórica de Ceauşescu no tenía otro objetivo que: justificar el mantenimiento de un régimen dictatorial, que se había vuelto odioso para el pueblo. El secretario general del PCR exhortó a todos los rumanos a estar “unidos y ser solidarios para defender al socialismo y ¡para que 184 La revolución rumana de1989 semejantes actuaciones no se repitiesen!”. Por otra parte, pidió que se actuase de manera que la intervención militar no fuese ya necesaria y que el acento se pusiera en la actividad política, en la persuasión de los ciudadanos. Con este espíritu, tras el discurso del secretario general los activistas del partido se desplazaron a las empresas y a las instituciones y organizaron reuniones ad-hoc de condena de las acciones de los “fanáticos” de Timişoara y de adhesión total a la política del PCR y de Ceauşescu Nicolae. En la misma noche, Ceauşescu Nicolae recibió al adjunto del embajador soviético (encargado de asuntos Pozniacov) y le expresó su descontento por las declaraciones por Shevardnadze realizadas en Bruselas con respecto a las victimas registradas en Rumania. Acusó a la Unión Soviética y a los otros Estados miembros del Tratado de Varsovia de haber coordinado actividades dirigidas contra Rumania. Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores, Stoian Ion, se entrevistó con los embajadores de Polonia, Bulgaria y de la República de Checoslovaquia, así como con el encargado de asuntos de Hungría en Bucarest, llevando a su conocimiento los puntos de vista expresados por Ceauşescu50. En la noche del 20 de diciembre, Ceauşescu Nicolae decidió convocar una gran asamblea popular, que debía expresar la adhesión de los Rumanos a la política del PCR y al presidente de Rumania, usando el modelo de la asamblea que se tuvo el 21 de agosto de 1968 delante del Comité Central. Por orden de Ceauşescu Nicolae, Constantin Dăscălescu – primer ministro del gobierno y Emil Bobu – secretario general del CC del PCR se desplazaron a Timişoara para arreglar la situación. Llegaron sobre las 14:30, cuando Timişoara estaba en ebullición y las autoridades locales ya no controlaban la situación. El primer ministro pidió a Ion Coman: “¿Dónde está el Ejército?” y concluyó: “¡No tenéis el control de la situación!” Ion Coman: “Timişoara está en las manos de sus habitantes”51. Constantin Dăscălescu propuso que una delegación de protestantes fuese invitada para dialogar en la sede del Consejo Departamental. La delegación constituida ad-hoc, denominada la Delegación del Comité Cívico∗, le transmitió una lista de reivindicaciones: la ∗ El Comité Cívico constituido el 20 de diciembre de 1989 en el Consejo Departamental de Timis (que era también la sede del Comité Departamental de Timiş del PCR ), incluía a los siguientes miembros: Savu Ion, Ion Marcu, Alexandru Ciura, Petre Boroşoiu, Oprea Sorin, Virgil Socasieu, Mircea Mureşean, Dan Carp, Petre 185 Ioan Scurtu dimisión del presidente Ceauşescu; la dimisión del Gobierno; la organización de elecciones libres; la creación de una comisión de investigación encargada de la clarificación de la situación en Timişoara; la comparecencia de los culpables delante de la justicia; la puesta en libertad inmediata de los preso políticos; la respuesta a la pregunta: ¿quién ordenó abrir fuego en Timişoara?; la devolución de los muertos a las familias para que fueran enterrados según la tradición cristiana; la aparición en Ceauşescu en la cadena pública de televisión esa misma noche para informar a la opinión pública de la situación real en Timişoara; la libertad de prensa; la libertad de radio y de televisión; la reforma de la enseñanza52. Constantin Dăscălescu afirmó que una parte de los pedidos podían ser satisfechos, pero que había que consultar a la dirección de Bucarest para los otros. El primer ministro habló por teléfono con Ceauşescu pero no tuvo el ánimo de comunicarle todas las reivindicaciones solicitadas por los habitantes de Timişoara. Le dijo solamente que querían que sus muertos les fueran devueltos y que las personas arrestadas tras el 16 de diciembre fueran puestas en libertad. Ceauşescu estuvo de acuerdo con estas dos últimas reivindicaciones y empezaron a satisfacerlas esa misma noche53. La mayor parte de las personas puestas en libertad fueron a la Plaza de la Ópera, donde fueron acogidas calurosamente por los manifestantes. Constantin Dăscălescu no tuvo el coraje de dirigirse a la multitud y sobre las 21:00 la unidad de paracaídas evacuó el edificio del Comité Departamental54. Pasada la medianoche Dăscălescu partió con Emil Bobu al aeropuerto y de ahí a Bucarest a bordo de un avión especial. Una parte de la delegación que había hablado con Dăscălescu en el Comité Departamental, vino al balcón de la Ópera para tomar la dirección del Frente Democrático Rumano, que se estaba organizando. Así nació el primer conflicto entre los revolucionarios, conflicto que iba a acentuarse en el periodo siguiente.∗ Petrişor, Nicolae Vartan, Mihai Badele, Adela Săbăila, Corneliu Pop, Valentin Vitner (Caitele Revoluţiei (los Cuadernos de la Revolución) nº 2/2005, p.10) 532 Texto escrito por Savu Ion, en fac-similé, publicado en Los Cuadernos de la Revolución, nº 2/2005 p.9 ∗ Lorin Fortuna contó más tarde: “las protestas dirigidas contra mí y los otros miembros del Despacho Ejecutivo (del Frente Democrático Rumano) fueron hechas por la llegada de los organizadores del Centro de Defensa del Consejo Departamental. Cuando fueron evacuados del edificio del Comité Departamental, se juntaron con nosotros en la Ópera. Eso generó un conflicto. Para arreglar de alguna manera esta 186 La revolución rumana de1989 La campaña mediática contra el régimen de Bucarest siguió el 20 de diciembre con más intensidad. Casi todos los periódicos las radios y las cadenas de televisión de Europa se interesaban por los acontecimientos de Rumania. La agencia búlgara BTA informó del cierre de las fronteras entre Bulgaria y Rumania, así como de incidentes sucedidos entre guardias fronterizos rumanos y grupos de turistas búlgaros y polacos. La agencia yugoslava TANIUG divulgó informaciones referentes a los enfrentamientos entre la población y las fuerzas del orden en Timişoara, así como de la multiplicación de las protestas en Arad, Oradea y en otras ciudades. La agencia magiar MTI comentó la declaración de la Asamblea de Estado de la República de Hungría, con su condena de la política represiva del régimen de Bucarest55. Un diario norteamericano citó a la agencia oficial de prensa de Alemania del este (ADN), según la cual “las fuerzas de la Securitate mataron entre 3000 y 4000 manifestantes en Timişoara y siguieron sofocando otras manifestaciones de protesta en más de 10 ciudades”56. La radio “Europa Libre” afirmó estar en posesión de una nota secreta de la Securitate del 20 de diciembre, dirigida al Gabinete nº 2 (Ceauşescu Elena), informando que en Timişoara fueron registrados ni más ni menos que 4632 muertos, 1282 heridos 13.214 personas detenidas, 7613 condenas a muerte57. Este tipo de “informaciones”, extremadamente exactas eran creadas para aumentar el ánimo de revuelta contra el régimen de Ceauşescu e impulsar a los rumanos a rebelarse. Las investigaciones posteriores revelaron que en la revolución de Timişoara hubo 93 muertos58. La prensa soviética dio una gran importancia a los acontecimientos de Rumania. Los periódicos informaban del hecho que las formaciones compuestas de militares, milicianos y guardias patrióticas patrullaban las calles de Bucarest, que en las fronteras rumanas la situación estaba tensa. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS declaró, en una conferencia de prensa delicada situación, teniendo en cuenta el hecho de que en el Comité Departamental habían tenido lugar los acontecimientos importantes, propuse que el número de los miembros del Despacho Ejecutivo aumentase de 5 a 7 para incluir a dos miembros del grupo constituido en el Comité Departamental. Propusieron a Ion Marcu y a Cornel Estaţui. Por lo tanto, la solución no tuvo el efecto esperado; ya que las dos personas mencionada y una parte de los otros (Savu Ion, Oprea Sorin, Petre Boroşiu, Florin Marton…) siguieron actuando para suprimir y reemplazar el grupo de la Ópera (Miodrag Milin, Timişoara in revolutie şi după…,Timişoara durante la revolución y después…), p.111 187 Ioan Scurtu haberse enterado de los acontecimientos de Rumania pero no tener informaciones completas; si las informaciones confirmasen que hubo víctimas humanas entonces “expresaremos nuestro pesar”59. En la mañana del 20 de diciembre el embajador Ion Bucur, tuvo una discusión con el jefe de la Dirección General de los países socialistas de Europa, en la cual expresó “su profundo descontento con respecto a la manera desnaturalizada y tendenciosa en que los medios soviéticos presentan los acontecimientos de Timişoara”. El embajador afirmó que las informaciones provenían de la agencia magiar MTI, quién “tiene una actitud hostil hacia Rumania”. Añadió que la difusión de semejantes informaciones representaba una intromisión “inadmisible” en los asuntos internos de Rumania y pidió “la detención de esta campaña hostil”60. El mismo día, el 20 de diciembre la radio Belgrado anunció que el Presidium de la Unión de los Comunistas de Yugoslavia (UCY) decidió interrumpir todo tipo de contacto con el PCR y de retirarle la invitación para participar en el XIV Congreso Extraordinario de la UCY Por otro lado, el Presidium condenó las “represalias sangrientas” ordenadas por el régimen de Bucarest61. El primer ministro francés, Michel Rocard, condenó la política represiva del régimen de Bucarest y el antiguo ministro Edouard Balladur pidió al gobierno “que actuase para determinar a la Comunidad Europea para que tomase las medidas más severas” contra Rumania62. Una manifestación tuvo lugar frente a la Embajada de Rumania en Varsovia con la participación de muchas organizaciones como el Partido Socialista Polaco. Los manifestantes bloquearon la puerta de la embajada y gritaron eslóganes contra Ceauşescu Nicolae y la represión de los movimientos de Timişoara. Encendieron cerca de la pared de la embajada, centenas de velas, y frente a la puerta hicieron una cruz con velas. Lanzaron piedras sobre los vidrios del edificio y también otros objetos en el patio de la embajada. Las cadenas de televisión de Polonia y de Francia cubrieron con amplitud esta manifestación. Ion Teşu, embajador rumano en Varsovia, informaba al Ministerio de Asuntos Exteriores de Bucarest lo siguiente: “prácticamente estamos en estado de alerta permanente, los diplomáticos rumanos no pueden ejercer su actividad porque están bloqueados en la embajada y reciben amenazas e injurias por teléfono”63. Las autoridades rusas eran muy prudentes con respecto a la situación en Rumania. El ministro de Asuntos Exteriores Eduard Shevardnadze escribió a Gorbachov: “los acontecimientos de Rumania de estos últimos días, no pueden ser juzgados de momento 188 La revolución rumana de1989 salvo por la base de informaciones transmitidas telegráficamente por las agencias, y sobre todo las de Occidente. Las informaciones son a veces contradictorias y no permiten tener una imagen exacta de los acontecimientos. Nuestras tentativas para tener una versión oficial de Bucarest no tuvieron éxito. Hoy 20 de diciembre el embajador rumano será invitado al MAE de la URSS que desea pedirle informaciones sobre estos hechos. Si no obtenemos respuestas concretas y objetivas, pienso que no deberíamos hacer rápidamente una declaración por parte del Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS”64. En la noche del 20 de diciembre el embajador rumano en Moscú fue invitado al Ministerio de Asuntos Exteriores soviético donde el ministro adjunto, Ivan Pavlovich Aboimov declaró haber pedido a la embajada de la URSS en Bucarest que pidiese a Rumania informaciones provenientes de fuentes autorizadas sobre los acontecimientos de Rumania, pero la embajada “no fue capaz de obtener y transmitir semejantes informaciones”. Aboimov afirmó que la parte soviética estaba “muy deseosa de recibir informaciones tan completas como fuera posible, porque en el caso contrario sería difícil vigilar que los medios soviéticos cubriesen el acontecimiento de una manera adecuada”. Añadió que la parte soviética no fue avisada anteriormente del cierre de las fronteras rumano-soviéticas y que había turistas que tenían vacaciones programadas o pagadas en Rumania. El embajador expresó su “descontento” frente a la manera en la cual la radio y la prensa soviética habían cubierto los acontecimientos de Rumania, porque la mayor parte de las informaciones provenían de la agencia magiar MTI, que “era conocida por su actitud hostil hacia Rumania”. Aunque haya recibido disposiciones claras de Bucarest, Ion Bucur afirmó que no disponía de “un comunicado oficial” sobre el cierre de las fronteras y que había dificultades para asegurar las condiciones adecuadas para el alojamiento de los turistas en los hoteles65. En Timişoara conforme la noche avanzó el número de personas que había en la Plaza de la Ópera disminuyó: había tan sólo unas 200 personas. La situación de las personas que estaban presentes en el balcón era bastante vulnerable; ellos temían que las fuerzas del orden intervendrían y les detendrían cuando el ejército ocupase de nuevo la zona.∗ ∗ Esta creencia estaba fundada; se descubrió más tarde que se había elaborado un plan para detener a los revolucionarios subidos al balcón, pero no se llevó a cabo debido a los sucesos de Bucarest. 189 Ioan Scurtu En la noche del 20 al 21 de diciembre, el Comité de partido del municipio de Bucarest, con el primer secretario Petrescu Barbu a su cabeza, se ocupó de la movilización de los ciudadanos para el mitin que debía tener lugar por la mañana. Por su parte Ceauşescu Nicolae tomó una decisión relevante debido a su desesperación: viendo que la ejército no podía hacer cara a los sucesos de Timişoara, decidió movilizar a los obreros, como el PCR hizo en 1945, cuando las guardias patrióticas impusieron “el orden” en las empresas. En consecuencia, demandó la movilización de los obreros de los departamentos de Olt, Vâlcea y Dolj, que serían equipados con porras y transportados durante la noche a Timisoara para que pudieran intervenir por la fuerza por la mañana contra los manifestantes que habían ocupado la Plaza de la Ópera. Esto contravenía las normas de funcionamiento de un Estado, como las disposiciones de la Constitución. Esta orden se reveló irreal, porque era imposible movilizar a la gente en un periodo de tiempo tan corto y asegurar los vagones necesarios para transportarlos sin afectar a la circulación ferroviaria. Mientras, los primeros secretarios de departamentos mencionados, han recibido por tarea ocuparse personalmente de la movilización de los miembros de las guardias patrióticas, de la fabricación de porras y de su embarcación en los trenes con destino a Timişoara para llevar a cabo la tarea encomendada. Esa noche, en la Plaza de la Ópera de Timişoara, el núcleo de dirección, que se había constituido, decidió elaborar una proclama. Lorin fortuna confesó más tarde: “si nos matan, porque lo estábamos esperando, queríamos al menos hacer una lista de reivindicaciones”66. En un clima donde el temor acompañaba a la esperanza de la victoria total, fueron puestas las bases para crear una formación política, el Frente Democrático Rumano, con Lorin Fortuna –presidente, Claudiu Iordache e Ioan Chiş – vicepresidentes. Evidentemente, era una elección ad-hoc, ya que teniendo en cuenta las condiciones, estaba fuera de toda regla organizar las elecciones para la dirección de un partido. Por la mañana del jueves 21 de diciembre, después de las 17:00, los obreros de las grandes fábricas ELBA, UMT, Electromotor, 6 Martie, etc., llegaron a la Plaza de la Ópera, contribuyendo a la obra de la revolución. Sobre las 09:00, Lorin Fortuna envió el siguiente mensaje desde el balcón de la Ópera: “Mandado por el comité de acción del Frente Democrático Rumano, leemos la proclama siguiente: El Frente Democrático Rumano es una organización política, 190 La revolución rumana de1989 constituida en Timişoara, con el fin de poner en marcha un diálogo con el gobierno para democratizar al país. Nosotros presentamos a los gobernantes las reivindicaciones siguientes, como base para el debate: · Organizar elecciones libres y democráticas. · Garantizar la libertad de expresión, de prensa, de radio y de televisión. · Abrir inmediatamente las fronteras nacionales. · Integrar a Rumania dentro de los Estados que garantizan y respetan los derechos del hombre. · Poner en libertad inmediatamente a todos los detenidos políticos. · Reformar la economía, estimulando especialmente la iniciativa privada en la pequeña industria y la agricultura. · Satisfacer integralmente las necesidades alimenticias de todo el pueblo. · Reformar la enseñanza dentro de un espíritu democrático. · Asegurar la libertad de todos los cultos religiosos. · Garantizar una asistencia médica al nivel de un país civilizado. · Desmantelar la red de almacenes destinados a los privilegios del régimen. En lo que concierne a los acontecimientos de Timişoara: · Demandamos firmemente que a los que hayan dado la orden de disparar se les considere los responsables de lo sucedido. · Demandamos que se haga pública la lista de muertos, heridos y desaparecidos. · Demandamos que los cuerpos de los muertos sean devueltos a sus familiares para que puedan enterrarlos según sus tradiciones. · Proponemos que la fecha del 19 de diciembre sea declarada día de luto nacional, en la memoria de los héroes de la Revolución. · Demandamos la inmediata puesta en libertad de las personas detenidas durante las manifestaciones. · Demandamos el cese de represalias contra los participantes de las manifestaciones pacíficas en Timişoara y por el país. · Demandamos a las autoridades el reconocimiento oficial del Comité de Acción del Frente Democrático Rumano, creado en Timisoara, y entablar un diálogo con este frente. El Frente Democrático Rumano llama a los rumanos a: · Unirse en la justa y pacífica lucha por la democratización del país. 191 Ioan Scurtu · Constituir en todas las localidades, empresas y las instituciones, comités del Frente Democrático Rumano, encargado de asegurar el comienzo y el desarrollo del proceso de democratización. · Reivindicar pacíficamente los derechos constitucionales. · Declarar la huelga general, con la excepción de los sectores con trabajo continuado, a partir del 21 de diciembre, hasta la victoria final. Damos las gracias a la población de Timişoara que ha resistido heroicamente delante de los carros, los blindados y las balas, contribuyendo de manera decisiva a la liberación de la nación rumana de la dictadura”67. La muchedumbre recibió con aplausos y hurras al nuevo organismo que era la expresión de la Revolución. Hasta entonces sólo había un único partido, ahora; una nueva fuerza política surgía: El Frente Democrático Rumano. Alrededor de las 15:00, los primeros pasquines fueron editados y comenzaron a distribuirse. Los pasquines titulados «la tiranía es derribada!» conteniendo reivindicaciones similares; fue impresa en rumano, alemán, serbio y húngaro y anunciaba que: «El pueblo rumano lo ha logrado!»68. Teniendo en cuenta las enseñanzas de los sucesos de Braşov en 1987, donde la acción de los obreros fue aniquilada y la villa aislada del resto del país, los líderes de la revolución de Timişoara decidieron adoptar otra táctica. Lorin Fortuna declararía más tarde que teniendo en cuenta que sería una falta “continuar atacando al ejército, a la milicia existente en la época” y, a través del Frente Democrático Rumano preparó una estrategia de lucha no violenta. Lanzaron una llamada a la huelga general en todo el país69. Numerosos habitantes de Timişoara partieron a otras ciudades, sobre todo a Bucarest, para informar de su lucha y de su victoria y propagando el eslogan: “¡hoy en Timişoara, mañana en todo el país!”70. Esta táctica se demostró extremadamente eficaz, porque los habitantes de las grandes ciudades estuvieron al corriente de la represión y de los crímenes de Ceausescu. En la mañana del jueves 22 diciembre, un tren llegó a Timişoara a bordo del cual iban guardias patrióticas, armadas de porras, pero estas confraternizaron con los revolucionarios. Así, la última tentativa de Ceauşescu por lograr el control de la ciudad fracasó. El fin del régimen se aproximaba a pasos ligeros, pero el secretario general del PCR estaba decidido a no ceder. 192 La revolución rumana de1989 2. BUCAREST, 21-22 DICIEMBRE En la mañana del 21 diciembre, El Comité Político Ejecutivo se reunió para discutir las medidas que debían tomarse para restablecer el orden, como las promesas que debían realizar para conseguir la adhesión de la población. Estas medidas debían ser puestas en conocimiento de los participantes al mitin organizado en la Plaza del Palacio. Como suele pasar, la multitud fue habilitada algunas horas antes, siguiendo el plan establecido, con retratos de Ceauşescu Nicolae y de Ceauşescu Elena, banderas de la República Socialista de Rumania y del Partido Comunista Rumano, y pancartas con las siguientes inscripciones: «Condenamos firmemente a los traidores!», «Que las manifestaciones chauvinistas de los infiltrados extranjeros cesen!», «Rumania eligió: Socialismo, paz y progreso!», «Viva la unidad inquebrantable de todo el pueblo alrededor del partido, su secretario general, camarada Ceauşescu Nicolae!», «Nuestra estima y fidelidad, Ceauşescu-Rumania!». El mitin comenzó antes de mediodía, durante el cual Ceauşescu apareció en el balcón del Comité Central acompañado de los miembros del Comité Político Ejecutivo, para mostrar que todos los miembros de la dirección del país estaban a su favor. Como habitualmente, mientras intervenía el secretario general del partido, el mitin era retransmitido en directo por la radio y la televisión. El mitin fue abierto por Petrescu Barbu, primer secretario del Comité Municipal del Partido. Después, representantes de diversas empresas de la capital tomaron la palabra condenando “a los fanáticos” de Timisoara, expresando su determinación a defender la independencia y la soberanía de la Rumania socialista, para llevar a cabo los objetivos establecidos por el XIV Congreso del PCR y las disposiciones del secretario general del partido. Después Ceauşescu Nicolae tomó la palabra y atacó a los medios revisionistas, revanchistas, imperialistas, expresando su determinación a finalizar con las acciones ilegales desarrolladas en Timişoara, con el fin de restablecer el orden y de asegurar la edificación victoriosa del socialismo en Rumania. Mientras hablaba, un ruido, como una detonación, se escuchó por los altavoces, lo que creó pánico entre los asistentes; según algunas fuentes, muchas mujeres fueron pinchadas en las espaldas con agujas de madera y comenzaron a gritar. Lo que es seguro es que hubo un estado de confusión y de temor, la gente, sobre 193 Ioan Scurtu todo las primeras líneas, abandonaron las banderas y las pancartas y corrieron en todas direcciones. Fue un momento psicológico esencial: la gente tuvo la sensación de que eran atacadas en la Plaza del Palacio delante de Ceauşescu Nicolae; no sabían por quién, por lo que tenían un sentimiento de temor. La tentativa de Ceauşescu Nicolae y de Ceauşescu Elena para reestablecer la calma tuvo un éxito limitado. Él retomó su discurso, anunciando medidas que elevarían el nivel de vida a partir del 1 de enero de 1990: aumento de 200 lei del salario mínimo, 100 lei en las pensiones, 300 lei de ayudas sociales y 30-50 lei la asignación por niño, la concesión de una indemnización maternal cuya suma estaría entre 1000-2000 lei71. Después, se retiró del balcón, sin esperar las ovaciones habituales. El efecto de la dispersión de los asistentes al mitin fue devastador para Ceauşescu Nicolae. Los rumanos pudieron ver el momento de la interrupción del discurso y escuchar la llamada desesperada de los dos líderes para restablecer el orden. El dictador no pudo controlar la situación, “su estatua comenzaba a tambalearse”. Al final del mitin, la Plaza del Palacio fue evacuada y las personas que debían asegurar el orden comenzaron a recoger los retratos, las banderas y pancartas que estaban en el suelo. Una parte de los manifestantes se quedó en la zona de la Plaza de la Universidad – el Hotel Intercontinental- la Plaza Rumana72. En el fondo, lo que pasó en la Plaza del Palacio de Bucarest era semejante a lo acontecido en la Plaza Central de Praga, algunas semanas antes. El mismo atropello que provocó el pánico, el mismo desencadenamiento para un gran acontecimiento al que la multitud asistió, la misma mediatización excepcional en el plano internacional. El principio del dominó comenzaba a ser aplicado también en Bucarest. La brusca interrupción del mitin apareció en primera página en la prensa internacional tras el mediodía del 21 de diciembre. Como el mitin fue retransmitido por la televisión rumana, las imágenes pudieron ser retomadas presentando el momento en que Ceauşescu fue interrumpido y cuando la multitud se asustó. Teniendo la intuición de lo que iba suceder en Rumania, numerosos periodistas extranjeros, que habían venido para cubrir el XIV Congreso, prolongaron su estancia, y la mayor parte de ellos se habían instalado en el Hotel Intercontinental, en las habitaciones que daban a la Plaza de la Universidad. Delante de la entrada del pasaje subterráneo de la Universidad y cerca de la fuente delante del Instituto de Arquitectura, había personas 194 La revolución rumana de1989 desconocidas que se dirigían a la multitud, como Dan Iosif y Dincă Dumitru. Casi todos los discurso finalizaban por esta llamada “¡No tengáis miedo, Ceauşescu será derribado!”. Delante de la Universidad, había un grupo de revolucionarios de Timişoara que blandían la bandera tricolor con el emblema de la República Socialista de Rumania arrancado y exhortaban a la población a luchar para derribar la dictadura. Las fuerzas especiales antidisturbios fueron movilizados para dispersar a los protestantes, pero como ellos eran poco numerosos y no estaban suficientemente instruidos en su misión, fueron rápidamente eliminados, no pudiendo hacer otra cosa que mirar a la multitud como espectadores. Camiones con obreros vestidos con uniformes de las guardias patrióticas se abrían camino en la multitud. Cuando veían a los camiones aproximarse, los manifestantes les silbaban y les abucheaban, y cuando los camiones se alejaban les aplaudían. Los blindados comenzaron a penetrar en la plaza, pero algunos tuvieron que detenerse porque la gente no quería apartarse para dejarles paso. Se produjeron altercados entre los manifestantes y las fuerzas del orden y se registraron las primeras víctimas delante de la Sala Dalles. El 21 de diciembre, las manifestaciones delante de las embajadas de Rumania prosiguieron de manera más intensa que los días anteriores. En Belgrado, una manifestación se desarrolló a partir de las 13:45. Según el embajador rumano, participaron alrededor de 500 a 600 personas con pancartas contra el régimen de Bucarest y con velas encendidas en memoria de las víctimas de Timişoara73. Por la tarde del 21 de diciembre, el embajador rumano transmitió que “las posiciones y actitudes anti-rumanas tras los recientes acontecimientos de Timişoara” fueron adoptadas por el Presidium de la RSF de Yugoslavia, el Presidium del CC de la Unión de los Comunistas de Serbia, la Unión de la Juventud Socialista de Yugoslavia, la Unión de Estudiantes de Belgrado, la Asociación de Veteranos de la Guerra de Liberación Nacional74. Por la tarde del 21 de diciembre, una nueva manifestación tuvo lugar delante de la Embajada de Rumania en París, en la que participaron dos ministros y numerosos parlamentarios, que pidieron ser recibidos por el embajador rumano para informarse sobre lo que pasaba en Rumania. Se les dijo que el embajador no les podía recibir, porque su horario de trabajo había terminado, y que debían volver durante las horas de trabajo del embajador o que el embajador iría a la sede de sus ministerios. Los dos ministros se fueron, pero poco después, vino un grupo de diputados, acompañados de las cámaras de televisión y de un 195 Ioan Scurtu grupo de manifestantes. Ellos pidieron ser recibidos por el embajador o por un diplomático rumano para acordar una entrevista con respecto a los sucesos de Bucarest. Se les dio la misma respuesta que a los dos ministros. El embajador Pete Gigea comunicó a Bucarest lo que estaba pasando y demandó “ indicaciones urgentes sobre la actitud a adoptar ante esta situación”75. Las posiciones oficiales de condena del régimen de Bucarest se multiplicaron. El ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia hizo público un comunicado expresando “la profunda inquietud y su firme protesta contra el uso de la fuerza contra los manifestantes”. El Despacho Político del CC del Partido Obrero Unido Polaco expresó su “pesar por los acontecimientos de Rumania”. El Shem polaco adoptó unánimemente una moción condenatoria “de la represión perpetrada por las autoridades rumanas” contra las manifestaciones pacíficas y expresó su solidaridad con ellas76. La Comisión de política extranjera de la Asamblea Popular de Bulgaria votó una declaración expresando la profunda inquietud del pueblo con respecto a “los disturbios populares” de Timişoara y de otras ciudades, que han provocado escaramuzas con el ejército y han causado bajas humanas77. El gobierno soviético mostró una actitud reservada, para no ser acusado de inmiscuirse en los asuntos internos de Rumania. En la mañana del 21 de diciembre, el embajador Ion Bucur solicitó una entrevista con Aboimov y le entregó la traducción en ruso del discurso pronunciado por Ceauşescu en la radio y la televisión, con el fin de informar a la dirección y los medios soviéticos de los sucesos de Rumania. Preguntado sobre si había víctimas en Timişoara, el embajador respondió que no tenía información a este respecto. Refiriéndose a las declaraciones hechas por Ceauşescu la noche precedente con respecto a la intromisión en los asuntos internos de Rumania, Aboimov señaló que semejantes afirmaciones “nos sorprenden, están privadas de fundamento y no corresponden con la realidad”, porque la Unión Soviética “funda sus relaciones con los países aliados socialistas sobre la base de la igualdad, del respeto recíproco y la no-injerencia en los asuntos internos”78. Los medio soviéticos fueron muy prudentes evitando publicar artículos con análisis, se limitaron a volver a difundir las informaciones provenientes de Praga, Sofía, Varsovia, Viena, Washington, Tokio, París, Londres, La Habana, como de la Agencia Rumana de Prensa (Agerpress). Los ciudadanos soviéticos fueron informados que había una situación difícil en Rumania, sobre la que las autoridades de Bucarest guardaban silencio. Tomando la palabra delante del Soviet 196 La revolución rumana de1989 Supremo de la URSS Mijaíl Gorbachov declaró: “En lo que concierne a los acontecimientos de Rumania ciertos diputados, sobretodo de Moldavia, insisten para que reaccionemos durante este Congreso. Para que podamos reaccionar, necesitamos tener informes exactos para adoptar una posición correcta y hacer una apreciación justa. Nosotros hemos mandado ayer a Tiajelnikov, embajador de la URSS en Rumania para que pida a la dirección rumana informes exactos. Hemos invitado al MAE al embajador de Rumania para darle las mismas cuestiones y obtener informaciones. Por ahora, las informaciones provenientes de Bucarest y algunas otras dadas por el embajador Rumano no nos permiten hacernos una imagen real de lo que pasa. Ustedes saben que la prensa extranjera exagera la situación del país”79. Como réplica a esta proposición, el diputado de Moldavia, Ion Hadârcă, afirmó que esperaba “informaciones más concretas, eventualmente comunicadas” que clarificasen la situación. Estimó que la política de culto a la personalidad continúa siendo aplicada en Rumania pero que “lo que pasó en Alemania, Hungría, Checoslovaquia sucederá inevitablemente en Rumania”. Considerando que el diputado moldavo había superado los límites razonables, Gorbachov le interrumpió: “No hace falta superar los límites llegando a la intromisión en los asuntos internos de un Estado soberano”80. Después del brusco fin del mitin, Ceauşescu Nicolae y Ceauşescu Elena se quedaron en el edificio del Comité Central donde eran informados de la evolución de la situación interior e internacional. Estuvieron muy interesados por la intervención del ejército norteamericano en Panamá, como por el desarrollo del Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS. Ceauşescu estaba seguro que había un pacto entre Bush y Gorbachov para cambiar el régimen político de Rumania. Los informes indicaban que la revuelta se estaba extendiendo por el Banato y gran parte de Transilvania. Pero lo que le inquietaba más era la incapacidad de las fuerzas del orden en dispersar la multitud que había ocupado el centro de la capital. A diferencia de otros líderes comunistas que habían comprendido, de buen o mal grado, que ellos debían ceder el poder, Ceauşescu Nicolae estaba determinado a luchar para “salvar el socialismo”, convencido que si abandonaban el socialismo llevarían a Rumania hacia una verdadera catástrofe nacional. El 21 de diciembre por la tarde, a las 18:00, tuvo lugar la última videoconferencia de Ceauşescu Nicolae. Él afirmó al principio: “Deseo abordar algunos problemas que han surgido actualmente y que muestran una acción bien organizada y orquestada, buscando la desestabilización, dirigida 197 Ioan Scurtu contra la integridad y la independencia de Rumania. No hay duda a este respecto”. En consecuencia, se imponían medidas enérgicas para defender el socialismo y la soberanía de Rumania. Él estimó: “Es necesario decretar una movilización general de los miembros de la dirección del partido y del Estado y a todas las fuerzas internas –la milicia, la Securitate- incluidas las unidades militares (…). Hay que ir a las empresas y explicarles la naturaleza de los problemas, poner en marcha los destacamentos o grupos de defensa. Hace falta discutir claramente con todos los miembros del partido. Ahora, hay que verificar la calidad de los miembros del partido”. Pidió la movilización de los miembros de la Unión de la Juventud Comunista, las organizaciones de mujeres, porque “hay solo una vía- la lucha”. “Debemos hablar abiertamente con la gente, decirle que han sido y son utilizados por grupos y servicios secretos extranjeros, debemos aislar y desenmascarar estos grupos (…), desbaratar la conspiración y asegurar el orden y la paz, el desarrollo del socialismo, la independencia y la integridad de Rumania”81. Ceauşescu Nicolae estaba determinado a no ceder el poder, estaba convencido que podría remontar los momentos difíciles. Se llevó una gran cantidad de armamento y municiones a la oficina del Comité Central, de manera que según el general Vlad Iulian, “se podría resistir un mes” un eventual asalto de los manifestantes82. Una vez acabada la teleconferencia, tuvo lugar una discusión, en presencia de Ceauşescu Elena, Mănescu Manea, Emil Bobu, Silviu Curticeanu, Vasile Milea, Tudor Postelnic, Vlad Iulian y otros; Ceauşescu Nicolae estimó que la actividad de las estructuras centrales no estaba coordinada. «Me refiero a la relación entre el ejército, las unidades del Ministerio del Interior, la Securitate, así como de las unidades de bomberos que rehusaron actuar diciendo que tienen su propio mando. Las cosas se están alargando porque no se arreglan a tiempo. Es inadmisible que después de cuatro o cinco horas, el grupo de la Plaza de la Universidad no haya sido liquidado todavía.»83. En consecuencia Ceauşescu Nicolae decidió instaurar un mando único, asegurado por el ministro de Defensa Nacional, el ministro del Interior, el ministro secretario del Estado y el Departamento de la Securitate de Estado y el jefe del Estado Mayor de las Guardias Patrióticas”. El secretariado de este mando estaría ejercido por Silviu Curticeanu y la dirección general por Ceauşescu Nicolae. La realidad mostró que este mando no tuvo una estructura clara, conforme a las reglas militares conocidas, de manera que no actuó como un organismo eficaz. 198 La revolución rumana de1989 Cuando la noche comenzó a caer, la muchedumbre no se dispersó; habían ocupado el centro de la ciudad y gritaban eslóganes contra el régimen: «Abajo la dictadura!», «abajo los asesinos!», «abajo Ceauşescu!», «abajo el tirano!», «no nos iremos!», «no queremos morir!», «Timişorara, Timişoara!», «libertad, libertad!», «sin violencia!». Durante estos momentos decisivos, ninguna personalidad notable apareció en la Plaza de la Universidad. La radio y la televisión difundían canciones, el discurso de Ceausescu, sin el momento de la interrupción (claro está), reportajes sobre «la unidad inquebrantable» del pueblo alrededor del secretario general, y el trabajo asiduo puesto en marcha por los obreros siguiendo las disposiciones del XIV Congreso del PCR Los rumanos estaban hartos de estas emisiones y preferían seguir los programas de televisiones extranjeras (Sofía, Belgrado, Budapest, Chişinău) o escuchar la radio “Europa Libre” y “La voz de América”, que cubrían ampliamente los acontecimientos de Rumania. Alrededor de las 23:00, en la zona de la Universidad y del Hotel Intercontinental, se escucharon disparos; las balas trazadoras de diversos colores fueron disparadas para intimidar a la multitud. Seguros de que el ejército y la milicia iban a intervenir por la fuerza, los participantes en la manifestación, como Dan Iosif y Petre Roman, profesos de conferencias en el Instituto Politécnico de Bucarest, construyeron una barricada en la calle Batistei, junto al Hotel Intercontinental. Trajeron del restaurante Dunărea las sillas, mesas, cubos de basura, como tablas y otros objetos para obstaculizar a los blindados. La barricada fue destruida enseguida por dos carros blindados ligeros después de medianoche y comenzó la represión bajo el mando del general Milea, ministro de la Defensa Nacional. La situación era extremadamente confusa, las conexiones entre los comandantes funcionaban con dificultad, de manera que se llegó al extremo en que el ministro de la Defensa Nacional daba las órdenes a capitanes y a tenientes. La intervención extremadamente violenta de las fuerzas del orden acabó con 50 muertos, 462 heridos y 1245 detenidos transportados a la cárcel de Jilava84. Nicolae y Ceauşescu Elena pasaron esa noche en una habitación especialmente preparada en el edificio del CC del PCR, para poder estar informados rápidamente del desarrollo de los acontecimientos y dar las disposiciones sobres las acciones a realizar. Sobre la 01:00, Vasile Milea e Vlad Iulian informaron a Ceauşescu Nicolae que los manifestantes habían sido dispersados de la zona central de la 199 Ioan Scurtu ciudad85. Los dos generales estaban profundamente marcados por la tragedia en la que se veían implicados. El general Vlad pensó que sólo había una solución para salir de esta situación: la eliminación de Ceauşescu. Él declaró delante de la Comisión Senatorial en octubre de 1993, que el general Milea estaba muy afectado por la situación a la que se veían implicados: «Salimos al corredor, nos sentamos en los sillones y lloramos; él dijo que no podía más y que yo debía contar a su mujer e hijos lo que había pasado, que él no estaba preparado para plantar cara a semejante situación. Le dije entonces que no podía dejar las cosas así y que debíamos actuar. Yo, controlaba la situación en el interior de la sede y él, fuera, pero estaba muy afectado». A la pregunta de un senador: «Qué le dijo usted que había que hacer?», Vlad respondió: «Debemos detener a Ceausescu!». Pero Milea respondió: «Querido, yo no puedo, no me siento capaz de hacerlo»86. Esto mostraba claramente el estado de ánimo que reinaba al más alto nivel del ejército como de la Securitate. En esa noche del 21 al 22 de diciembre se tuvo la posibilidad de detener a Ceauşescu Nicolae o declararlo indisponible, que un mando incluso el general Vlad Iulian anunciase al amanecer en la radio y la televisión, que se constituía una nueva dirección. Pero ninguna persona asumió esta responsabilidad. Los motivos fueron múltiples: el temor, el oportunismo, la ausencia de visión histórica, etc. Fueran los que fueran los motivos, la realidad es que no se pudo constituir “un equipo nº2” encargado de eliminar a Ceauşescu y las consecuencias fueron dramáticas para los rumanos. Al amanecer del viernes 22 de diciembre, las calles del centro de la ciudad fueron barridas y los bomberos limpiaron las manchas de sangre. Los blindados y los militares con sus uniformes de guerra fueron desplazados a las entradas de la Plaza del Palacio. Alrededor de un millar de militares del Ministerio de la Defensa Nacional y de la Dirección V de la Securitate fueron enviados al edificio del Comité Central, con la misión de defender esta ciudadela del régimen87. Las noticias sobre las represalias de la noche del 21 al 22 de diciembre se repartieron por la capital a velocidad de relámpago y aumentó el estado de revuelta. En la mañana del 22 de diciembre, los obreros de las grandes fábricas – Pipera, Republica, “23 de Agosto”, IMGB (empresa de maquinaria pesada de Bucarest), etc. –se dirigieron al centro de la ciudad. Era, en verdad, una reacción espontánea contra los asesinatos perpetrados, pero hubo también cierta organización. Los manifestantes blandían pancartas sobre las que habían escrito: „Abajo el verdugo!», «abajo la dictadura!», «bajo Ceausescu!» «moriremos y seremos libres!», «somos el pueblo/ abajo 200 La revolución rumana de1989 el dictador!», «libertad, libertad!». Las fuerzas del orden no intervinieron más. Los blindados desplazados a la plaza fueron rodeados por la multitud, los militares comenzaron a discutir con los manifestantes asegurándoles que no usarían la violencia88. A Ceauşescu jamás se le pasó por la cabeza ni un solo segundo ceder. Reprochó al general Milea no haber sido capaz de restablecer el orden. El ministro de Defensa, presa de remordimientos por su implicación en las represalias de la noche precedente no pudo aceptar que su nombre se uniese al de las victimas, y decidió poner fin a sus días. Alrededor de las 09:30 él se suicidó en el edificio del Comité Central. El gesto de Vasile Milea marcaba por «su sacrificio, la señal de ruptura total entre el ejército y „el comandante supremo“»89. La noticia del suicidio de Milea trastornó a Ceauşescu. Presente en el edificio del Comité Central, Ilie Verdeţ, que conocía bien la situación de la capital, fue a ver a Ceauşescu y le encontró en un «estado deplorable, característica de sus momentos difíciles, donde perdía todo equilibrio». Verdet le pidió que ordenase que no disparasen sobre la gente y Ceauşescu le respondió: «No han disparado sobre la gente ni lo harán». Y pronunciando estas palabras comenzó a temblar y dijo: “Es una traición. El general Milea ha traicionado al país y al pueblo”»90. A las 09:45 tuvo lugar la última reunión del Comité Político Ejecutivo91. Durante esta sesión, Ceauşescu dijo: «Dos minutos después que el general Milea se fue de mi despacho, yo fui informado que se había suicidado. Teniendo en cuenta su comportamiento durante este periodo, la conclusión es que de hecho, él saboteó la aplicación de las medidas y ha colaborado estrechamente con los extranjeros. Está muy claro. Se ha creado una situación muy grave». Después pidió a los miembros del CPEj.: «Quién está preparado para luchar y quién no?» y se dirigió directamente a Paul Niculescu-Mizil, que le respondió: «Usted me está preguntando si lucho o no?». De cierto modo, ellos dijeron estar preparados para «luchar». Ceausescu añadió: «hace falta decretar el estado de emergencia en todo el país. El Presidente tiene derecho y es conforme a la Constitución. No necesitamos convocar el Consejo de Estado». Todos los que estaban presentes estaban de acuerdo. Silviu Curticeanu afirmó que si los protestantes disparaban sobre los militares, nosotros dispararíamos también”. Rădulescu Gheorghe estimó que era necesario «evitar el derramamientote sangre», Dăscălescu añadió que había que «reflexionar antes de abrir fuego sobre obreros honestos», pero Tudor Postelnicu replicó que «o son los obreros honestos los que abrieron 201 Ioan Scurtu fuego, sino los indecentes y los puercos». Ceauşescu Nicolae precisó: «En verdad, no hay que disparar a los obreros. Somos los representantes de los obreros y no podemos abrir fuego sobre ellos, pero hay golfos también». Concluyó: “El traidor Milea es responsable y hay otros también”. Nicolae Ceausescu añadió que había convocado al Primer adjunto del Ministro, el general Victor Atanasio Stănculescu, que «está ya a mi disposición». La sesión terminó en un estado de confusión: «Ceauşescu Nicolae: Qué vamos a hacer? Vlad Iulian: Actuaremos como usted ha dicho. Tudor Postelnicu: Es como será». Sin embargo lo que el secretario general «ha dicho» no estaba claro. El modo en que esta última sesión del Comité Político Ejecutivo finalizó mostraba claramente que Ceauşescu no controlaba la situación. La intransigencia de la que había hecho prueba el día anterior cedió ante la realidad de que los obreros estaban en la calle. No solamente la clase obrera no apoyaba al régimen sino que además se rebelaba contra él. Así resignado, Ceausescu tuvo que declarar que «no podemos disparar contra los obreros». Sin dar al ejército la orden de retirarse a sus cuarteles, Ceauşescu había prácticamente abandonado la idea de hacer uso de la fuerza contra los protestantes. Al igual mientras la gente era matada, ningún miembro de este organismo tuvo el coraje de disociarse del secretario general y de su política, incluso por las represiones perpetradas la noche anterior. Al final de la sesión, Ceauşescu Nicolae pidió la elaboración de un decreto presidencial para la instauración del estado de emergencia en todo el país. El decreto que fue leído en la radio a las 10: 11 y en la televisión a las 10:50, estipulaba: “Teniendo en cuenta la grave violación del orden público por medio de actos de terrorismo, vandalismo y destrucción de bienes públicos”, en los términos del artículo 75 de la Constitución, que el estado de emergencia es decretado en todo el país. Todas las unidades del Ejército, del Ministerio del Interior y las Guardias Patrióticas estaban en estado de alerta. Durante el estado de emergencia toda concentración pública estaba prohibida, como los desplazamientos en grupo de más de cinco personas; la circulación por la noche estaba prohibida a partir de las 23:00, con la excepción de personas que trabajasen por la noche, etc. El decreto estipulaba en conclusión: “Toda la población está obligada a respetar estrictamente las leyes del país, el orden y la paz pública, defender los bienes públicos, participar activamente en el desarrollo normal de la actividad económico-social”. El decreto no tuvo ningún efecto; hubo en la calle cientos de miles, quizás millones de rumanos, de todo el país, que protestaban contra Ceauşescu y su régimen. 202 La revolución rumana de1989 El momento psicológico decisivo se produjo a las 10:59, mientras la radio anunciaba que el ministro de Defensa Nacional “actuando como un traidor, contra la independencia y la soberanía de Rumania y, teniendo en cuenta que fue descubierto, se suicidó”. Se tuvo en este momento el sentimiento de que el general Vasile Milea fue fusilado por petición de Ceauşescu, porque el Ministro había rehusado obedecer la orden de reprimir la revuelta popular por medio de la fuerza. Quedando sin órdenes directas, el ejército confraternizó con los manifestantes, que tuvieron así el acceso libre para asaltar el Comité Central. El general Stănculescu había llegado a Timişoara durante la noche y afín de alejarse de una eventual implicación en la represión de los manifestantes de Bucarest, se fue al Hospital Militar Central y se enyesó la pierna y después regresó a casa. En la mañana del 22 de diciembre, recibió la orden de Ceauşescu de presentarse inmediatamente al Comité Central. En cuanto llegó, Ceauşescu le pidió que tomase el mando del ejército ya que el ministro Vasile Milea se había suicidado. En consecuencia, el general Stănculescu se convirtió en ministro de la Defensa Nacional a través de una orden verbal, porque no era cuestión, teniendo en cuenta la situación, de que Ceauşescu firmase y se publicase en el “Boletín Oficial” un decreto presidencial. Stănculescu fue informado que dos regimientos, uno de tanques y otro motorizado se dirigían hacia el edificio del Comité Central. Entonces pidió al capitán Marius Tufan, del grupo operacional de transmisiones del ejército, presente en el Comité Central que “transmitiese enseguida la orden de volver a los cuarteles”. EL general evaluó correctamente la situación, porque era prácticamente imposible que el ejército llevase a cabo un enfrentamiento con las decenas de millares de manifestantes que ocupaban el centro de la capital. Después fue a informar a Ceausescu: “La unidades vienen de camino y yo espero que lleguen a tiempo, pero debido a la presión en la plaza, bajo mi punto de vista, usted debería salir del edificio del Comité Central”92. Por su parte el general Vlad Iulian ordenó a sus tropas de la Securitate que guardaban la zona de la Plaza del Palacio y del edificio del CC del PCR que no disparasen sobre la gente que venía hacia este perímetro93. El decreto para instaurar el estado de emergencia fue difundido muchas veces por la radio y la televisión. Las emisiones de la televisión fue interrumpida a las 11:46. Este momento marcó el fin de una etapa en la historia de la televisión rumana94, como instrumento de 203 Ioan Scurtu propaganda al servicio del socialismo totalitario. La televisión debía retomar sus transmisiones a las 19:00 con las informaciones, seguida por el documental “la independencia económica y política total del país- realización histórica de la época de Ceauşescu Nicolae”, realizado por Vartan Arachelian, seguido por otro documental, “Rumania en el mundo” (realizado por Paul Şoloc), etc., hasta las 22:00 hora de fin de programa. La radio continuó transmitiendo canciones patrióticas. La represión de los manifestantes en la noche del 21 al 22 de diciembre fue puesta al conocimiento de la opinión pública mundial al comienzo del 22 de diciembre. Muchos cámaras extranjeros instalados en las ventanas del Hotel Intercontinental, filmaron imágenes terroríficas. Las autoridades soviéticas continuaron teniendo una posición reservada, pero querían conocer los puntos de vista de los países vecinos de Rumania, que estaban bien informados de los acontecimientos de Bucarest. El adjunto al ministro de Asuntos Exteriores soviético, Aboimov, recibió la mañana del 22 de diciembre, a Józef Birnbauer, consejero de la Embajada de Hungría en Moscú, y le informó de la actitud de Ceausescu con respecto a las declaraciones de Shevardnadze en Bruselas sobre las victimas registradas en Rumania, añadiendo que la parte soviética rechazaba categóricamente estas acusaciones. Jozéf Birnbauer declaró que no tenía informaciones suplementarias pero que en «Budapest había un ambiente de luto e inquietud» porque corría el ruido de que Tökés había sido eliminado. El diplomático estaba convencido que «las últimas evoluciones cambiarían dramáticamente este estado de ánimo»95. Aboimov tuvo esa misma mañana una entrevista con el embajador de Yugoslavia, por demanda de éste último; éste quiso transmitir a los soviéticos las informaciones que tenía, provenientes sobretodo del cónsul general de Yugoslavia en Timişoara y de numerosos súbditos yugoslavos que quedaron en Rumania. Describió los sucesos de Timişoara tras el 16 de diciembre: «las fuentes yugoslavas revelan que han muerto centenas de personas en los enfrentamientos, según estimaciones no comprobadas, el número de víctimas supera los 2000 (…). Los obreros han ocupado las fábricas y amenazan hacerlas saltar por los aires si sus reivindicaciones no son satisfechas por los oficiales». Los oficiales del consulado yugoslavo se han enterado «que los soldados y los milicianos manifiestan sus simpatías por los manifestantes y que se han escuchado eslóganes tales como „el Ejército no disparará sobre estudiantes y alumnos!“»96. En Bucarest, Ceauşescu Nicolae vivía sus últimos momentos 204 La revolución rumana de1989 como secretario general del PCR y presidente de la República Socialista de Rumania. La multitud que estaba en la zona de la Plaza de la Universidad – el Hotel Intercontinental y la Plaza Romanacomenzó a desplazarse hacia el Comité Central sin que las fuerzas del orden opusieran resistencia; en algunos minutos, ocuparon la Plaza del Palacio y se prepararon para asaltar el Comité Central. Ceauşescu Nicolae estaba en el balcón hacia las 11:30, con un megáfono, para calmar los ánimos. No pudo hablar porque la multitud le abucheó y le arrojaron diversos objetos. Desorientado e incapaz de hacer frente la situación se retiró. En el Ministerio de la Defensa Nacional, Ceauşescu Ilie recibió a las 12:00 al representante del Tratado de Varsovia y al agregado militar soviético a quienes informó que durante esa jornada sería anunciada la constitución de un nuevo gobierno y él pedía a la Unión Soviética que tuviera una actitud reservada, porque los círculos imperialistas habían fomentado un complot internacional con vistas a destruir el socialismo y a sacar a Rumania del sistema socialista y del Tratado de Varsovia. Ceauşescu Ilie estaba convencido que el pueblo rumano sabía arreglar sus problemas solo97. Finalmente, mientras que durante una semana la dirección soviética había evitado expresar un punto de vista claro sobre la situación rumana, el Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS fue informado por Gorbachov, la mañana del 22 de diciembre, que la embajada soviética en Bucarest había transmitido informaciones sobre los acontecimientos que se desarrollaban durante la noche anterior. En consecuencia, el Congreso propuso la elaboración de una declaración política. La declaración se aprobó con una mayoría abrumadora (1809 votos a favor, 32 en contra y 65 abstenciones), y su texto decía: “El Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS expresa su profunda inquietud cara a los eventos dramáticos de Rumania que han acabado con víctimas humanas. Lo que nos crea un sentimiento de pesar. Nosotros expresamos nuestra esperanza en que Rumania encuentre, lo más rápido que se pueda, la posibilidad de arreglar de forma pacífica los problemas, en un espíritu de paciencia, humanismo y de respeto de los derechos del hombre”98. Mientras que este documento era aprobado en Moscú, en Bucarest, los revolucionarios penetraban en el edificio y los militares que se encontraban e el interior non oponían resistencia, sino que incluso ponían a su disposición armamento y municiones. Muchos 205 Ioan Scurtu revolucionarios se adueñaron de las armas, preparados a responder en caso de ataque. El Coronel Neagoe, jefe de la Dirección V del Ministerio del Interior tomó la iniciativa de pedir helicópteros para evacuar a Ceauşescu Nicolae y a los otros líderes. El general Stănculescu pidió al general Iosif Rus, al mando de la aviación, que enviase helicópteros; uno de ellos aterrizó sobre el tejado del edifico del Comité Central. En el momento que los primeros revolucionarios llegaban a la terraza del edificio, Ceauşescu Nicolae, Elena Ceauşescu, como también Emil Bobu y Mănescu Manea, estaban a bordo del helicóptero. Un militar, el mayor David Aurel, pidió a los revolucionarios que se detuvieran: ¡Os pido que os quedéis ahí!, no os aproximéis más, os lo ruego”. El helicóptero despegó en dirección del Bulevar Magheru, para no sobrevolar la plaza ocupada por los manifestantes. A las 12:06, mientras Ceauşescu Nicolae se fugaba del Comité Central, que simbolizaba el centro vital del poder político en Rumania, el régimen totalitario-socialista se derrumbó. Las decenas de millares de personas que estaban en la Plaza del Palacio vieron partir el helicóptero con el sentimiento de estar derribando al más sangriento dictador de la historia de Rumania. Pasquines fueron soltados por otro helicóptero, con el siguiente texto: “¡Los enemigos os han convencido para que hagáis mal a vuestro país. Buscan el caos y el desorden, para conquistar Transilvania y toda Rumania. Parad vuestros actos irracionales antes de que sea demasiado tarde!”99. Afín de evitar que se crease un estado de confusión entre los militares, a las 13:00 el general Stănculescu firmó una nota telefónica ordenando que el ejército fuese solamente subordinado del Ministerio de Defensa Nacional100. Algunos minutos antes de la caída de Ceausescu (a las 14:00, hora de Moscú, 13:00, hora de Rumania), el embajador rumano Ion Bucur fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores donde I.P. Aboimov expresó el punto de vista de la dirección soviética sobre las afirmaciones del líder rumano el 20 de diciembre: “Siguiendo la línea de sinceridad que caracteriza nuestras relaciones, nos gustaría decirles que nos hemos sorprendido por el tono del último discurso y por la afirmación concerniente a la posición y el rol de la URSS en los acontecimientos de Timişoara. Rechazamos firmemente las declaraciones sobre la campaña antirumana que se desarrollaría en la URSS, así como las acusaciones según las cuales las acciones dirigidas contra Rumania habrían partido de miembros del Tratado de Varsovia. Estas afirmaciones son inaceptables y 206 La revolución rumana de1989 carentes de base real. También son absurdas las declaraciones de ciertos oficiales rumanos según las cuales la URSS tendría la intención de intervenir en Rumania”. El adjunto del ministro de Asuntos Exteriores reiteró que su país respetaba el principio de soberanía, de independencia, de igualdad de derechos, de no intromisión en los asuntos internos, pero como hubo víctimas humanas en Rumania, los soviéticos expresaban “su seria inquietud y su profundo rechazo”. Aboimov recalcó que la Unión Soviética se había pronunciado contra la convocatoria del Consejo de Seguridad que debía tratar los sucesos de Rumania, considerando que esto significaría una intromisión en los asuntos internos de un Estado soberano por parte de una organización internacional. El diplomático soviético afirmó en conclusión que la Unión Soviética deseaba continuar desarrollando las relaciones entre los dos países “en el interés de nuestros pueblos, en busca de la paz y el socialismo”101. 3. LA INSTAURACIÓN DEL NUEVO PODER Este día, el 22 de diciembre de 1989, parte de los revolucionarios se quedaron en el edificio del CC del PCR y sobre la Plaza del Palacio, y otros se dirigieron hacia la radio y la televisión. Ionescu Casimir, Voicu Mihai y Bebe Ivanovici llegaron los primeros a la televisión y discutieron con el director general, Petre Constantin sobre la reanudación de la emisión. El poeta Mircea Dinescu y el actor Ion Caramitru aparecieron en la pequeña pantalla, con un grupo de rebeldes y anunciaron la caída del dictador alrededor de las 13:00. En la radio la noticia fue anunciada por Alexandru Mironov. Por su parte Emmanuel Valeriu transmitió por teléfono desde Bucarest el primer reportaje para “Europa Libre” que fue difundido enseguida102. Los medios jugaron un papel excepcional en este fin de diciembre de 1989. La noticia de la caída de Ceausescu generó un gran entusiasmo por todo el país. La palabra “libertad” estaba en todos los labios, la gente se abrazaba, los conductores pitaban con sus cláxones y anunciaban la victoria “¡Ole, Ole, Ceauşescu ha caído!”. Para expresar sus opiniones, ciertos revolucionarios se dirigieron a la televisión y otros a la radio. Así, la revolución comenzó a ser retransmitida en directo103. La mayor parte de los revolucionarios se quedaron en la Plaza del Palacio, para escuchar los discursos pronunciados desde el balcón del Comité Central. Hubo numerosas personas que deseaban expresar su alegría por haber sido liberadas de 207 Ioan Scurtu la dictadura, agradecer a los jóvenes, sobretodo a los estudiantes, por su sacrificio, proclamar la libertad, la democracia, la enhorabuena, la fe en Dios. Los más activos fueron algunos actores, directores de cine y escritores, así como los opositores más o menos conocidos al régimen de Ceauşescu. Algunos antiguos miembros del partido e incluso algunos miembros del Comité Político Ejecutivo (Popescu Dumitru, Rădulescu Gheorghe, Janos Fazekas) vinieron a la televisión para condenar “al odiado dictador”. Sin embargo, ninguna persona asumió la responsabilidad de tomar el poder y de comunicar la aplicación de un programa tras la caída de Ceauşescu. A las 13:30, el general Stănculescu firmó una nota telefónica que precisaba: “Las unidades militares de todo el país se retiran a sus cuarteles, en orden, si dejarse provocar, desarmar o dispersar. Las unidades militares que fueron desplazadas frente a los edificios de los comités departamentales del partido, tranquilizarán los ánimos, sin abrir fuego, y se desplazarán justo después a los cuarteles. En sus recintos las unidades, organizarán la defensa de sus cuarteles y de todos los establecimientos militares”104. En otra nota telefónica, transmitida a la misma hora, el general Stănculescu precisó: “Sólo las órdenes transmitidas por el Ministerio de Defensa serán ejecutadas”105. Conforme a las órdenes, los mandos militares debían hacer guardar los lugares civiles extremadamente importantes por unidades armadas, que no debía abrir fuego salvo en el caso de ser atacados por grupos armados. Para establecer los lugares de prioridad, los comandantes militares debían consultar a los representantes de las autoridades locales. Los militares encargados de guardar estos sitios debían llevar un brazalete tricolor106. Teniendo en cuenta estas dos notas telefónicas, algunos, historiadores o no, llegaron a considerar que Stănculescu había perpetrado un golpe de Estado y con la ayuda del ejército había tomado el poder político en Rumania. Un análisis, por muy escueto que sea, de los acontecimientos del 22 de diciembre llevan a la conclusión que las notas telefónicas mencionadas son el resultado de una situación que no había sido creada por el general Stănculescu, sino por la gran masa de población que controlaba la calle. En este contexto el ejército no podía afrontar a cientos de millares de personas; lo que no habían hecho cuando Ceauşescu estaba en el poder, menos podría hacerlo ahora que el sentimiento de victoria de los rumanos más ánimo107. A las 13:30 Ceauşescu Nicolae ya había abandonado el poder y no ejercía más el cargo de comandante supremo del ejército, ni el de 208 La revolución rumana de1989 secretario general del PCR y de presidente de la República Socialista de Rumania. Hacer un golpe de Estado significa quitar el poder de facto a un dirigente, pero a esta hora Rumania no tenía dirigente. En consecuencia el general Stanculescu no tenía ninguna razón para fomentar un golpe de Estado, porque tal acto –si tenía la intención de realizarlo- no tenía ningún objeto. A las 13:30 él que había sido designado verbalmente en ministro de la Defensa Nacional a dado una orden, lo que se inscribía dentro de la lógica de la situación concreta. Es muy importante mencionar que Stănculescu se fue del edificio del Comité Central tras asegurarse que el helicóptero que tenía a bordo a Nicolae y Ceauşescu Elena había despegado. Él se mezcló en la multitud que venía hacia el Comité Central y fue a pie hasta el antiguo edificio del Ministerio de la Defensa Nacional, calle Valter Mărăcineau (cerca de Cişmigiu) para procurarse un coche para ir al Ministerio de la Defensa Nacional108. Sería la primera vez en la historia que el autor de un golpe de Estado pasase a través de la multitud como un desconocido, tras haber logrado, de un solo golpe, liquidar todo un régimen político. Y en cuanto el autor de un golpe de Estado logra obtener un coche solicitado se dirige al Ministerio de Defensa Nacional en el barrio de Drumul Taberei donde él se quitó el yeso. A partir de este momento ejerció como ministro teniendo en cuenta el hecho que el Ministro titular, el general Vasile Milea, había muerto y que el general Guşă Ştefan jefe del Gran Estado Mayor no había regresado de Timişoara. El general Stănculescu hizo prevalecer el hecho que él era el primer adjunto del ministro y que había sido designado por Ceauşescu Nicolae. Su orden se cernía estrictamente a las operaciones del ejército, que debía asegurar los edificios civiles de importancia particular y no abrir fuego sino era atacado. El autor del “golpe de Estado” no cogió ninguna función del Estado, ni designó a ninguna persona para dirigir el gobierno o las otras estructuras político-administrativas. Al contrario él pidió a los mandos militares que se pusieran de acuerdo con los representantes de las autoridades locales, sobre los que no tenía ninguna influencia, él que “era el autor del golpe de Estado”. A partir del momento en que Ceauşescu se marchó del edificio del Comité Central que era en sí el centro vital del poder, dejó de ejercer todas sus prerrogativas constitucionales. Ceauşescu no era solamente el jefe supremo del Ejército y presidente del Consejo de Defensa de la República Socialista de Rumania, sino también el presidente de la República y del Consejo de Estado, él nombraba y revocaba los ministros, los miembros del Tribunal Supremo, establecía 209 Ioan Scurtu los cargos diplomáticos, etc.109. En su calidad de secretario general del PCR, Ceauşescu coordinaba todas las organizaciones del partido, incluidos los Primeros secretarios de los departamentos, que eran también los presidentes de los consejos departamentales. Reducir las funciones y el poder de Stănculescu a la dimensión militar, para poder justificar “el golpe de Estado”, constituye una aproximación simplista. Ceauşescu no podía ejercer más su poder porque, en razón de la inmensa presión popular, él fue obligado a abandonar el mando militar del país, y no porque Stănculescu hubiese transmitido un comunicado al ejército. La historia nos ha mostrado que un hombre que fomenta un golpe de estado se dirige inmediatamente a los ciudadanos para anunciarles que él toma el poder debido a circunstancias excepcionales; después de haber culpado al que acaba de derribar del poder, lanza un documento-programa donde al menos hay algún eslogan que defina sus acciones futuras; la población es llamada a mantener la calma y la paz, se le asegura que todo irá bien y que una nueva época comenzará en la historia del país. En realidad, el 22 de diciembre de 1989, el general Stănculescu no se desplazó ni a la radio ni a la televisión para hacer tales anuncios, él se quedó en su despacho del Ministerio de la Defensa Nacional para asegurar la dirección operacional del ejército y evitar, en primer lugar un enfrentamiento entre los militares y los manifestantes. Por otro lado, el general Stănculescu no manifestó ninguna veleidad del líder político, no se dirigió a ninguna de las estructuras civiles del Estado, al contrario, esperó el desarrollo de los acontecimientos con el fin de ponerse a disposición de la nueva dirección del Estado, para tranquilizar con el apoyo del Ejército. A las 13:30 no había ninguna dirección a la que se pudiera dirigir; de hecho se había creado un vacío de poder y la situación no se había podido dominar. El estado de euforia era inducido desde Bucarest por la radio y la televisión donde diversas personas, de profesiones y formaciones intelectuales diferentes, expresaban su alegría por ver a Rumania libre y que una era de prosperidad y felicidad se abría para el pueblo. Semejantes manifestaciones tuvieron lugar en todos los departamentos, pero el pueblo quería saber que pasaba en la capital. Las personas que poseían la dirección del país, de los departamentos y las comunidades, elegidas o designadas bajo el régimen de Ceauşescu no podían ejercer más su función porque habían sido eliminadas por la intervención del pueblo que había tomado al asalto los sedes de los comités del partido y los consejos populares. Hubo en cada ciudad un “balcón” donde la 210 La revolución rumana de1989 gente se subió para pronunciar los discursos anunciando la victoria contra la dictadura, el comienzo de una nueva era en la historia de Rumania, fundamentada en la democracia y la libertad. Teniendo en cuenta a esta realidad, la afirmación según la cual el general Stănculescu estaba controlando la situación a través de un “golpe de Estado” era totalmente fantasiosa. Durante el curso de unas horas no hubo en Rumania autoridad alguna. Los despachos de dirección estaban siendo ocupados por los manifestantes que destruían los cuadros de Ceauşescu Nicolae, arrancado los eslóganes de los muros y arrojando a la calle los libros del antiguo dictador. Aunque hubiera tenido la intención de tomar el poder, Stănculescu no tenía a quién mandarle la ejecución de sus directivas. Teniendo en cuenta las circunstancias por las que el ejército se quedó sin ministro, ya que la nominación de Stănculescu por Ceauşescu Nicolae no fue hecha pública, el mérito del general Stănculescu fue el de asumir la responsabilidad de tomar el mando y ordenar la vuelta de los militares a los cuarteles. Se gritó entonces: “¡El Ejército está con nosotros!”, pero hubo provocaciones eventuales que no pueden olvidarse, ya que generaron incidentes, llegando a enfrentamientos violentos entre civiles y militares, con efectos desastrosos para el país. Conforme a los reglamentos militares, un comandante debía emitir las órdenes a ejecutar por todo el escalafón militar. Teniendo en cuenta el hecho que el general Guşă Ştefan jefe del Gran Estado Mayor, y adjunto al ministro de la Defensa Nacional, no había llegado todavía de Timişoara, el organismo militar no debía verse privado de un comandante y Stănculescu asumió esta responsabilidad. Mientras tanto, la situación no estaba clara. El general Stănculescu había sido nombrado ministro de la Defensa Nacional a través de una orden verbal de Ceauşescu Nicolae, sin que esta nominación se pusiera en el conocimiento de los comandantes del ejército y de otros cargos responsables. Después de la muerte de Milea, el cargo de ministro debía ser ocupado normalmente por el jefe del Gran Estado Mayor y muchos generales sabían que el que daba las órdenes era Guşă. A su vuelta de Timişoara, Guşă se instaló en el CC del PCR y no en el Ministerio de la Defensa Nacional y sus esfuerzos por tomar contacto con los generales fracasó110. La televisión anunció que el general Militaru era el ministro de la Defensa Nacional y muchos generales se erigieron en comandantes, dando sus órdenes a los militares de las diferentes unidades que habían regresado a sus cuarteles o a Bucarest para defender la Revolución. Esto generó 211 Ioan Scurtu confusiones y órdenes contradictorias sin que supiesen muy bien a quién debían obedecer. Muchas personas presentes en el balcón del Comité Central, en la televisión y en la radio anunciaron la constitución de un nuevo gobierno y la elaboración de un programa revolucionario. Se trataba del antiguo primer ministro Constantin Dăscălescu, que fue abucheado por la multitud y obligado a dimitir, Illie Verdeţ, también él antiguo Primer ministro, que la multitud encontró delante del Comité Central al que no le dejaron hablar. En cierto momento se gritó desde el balcón del Comité Central: “¡Hacer venir a Mănescu Corneliu, que él forme gobierno!”; él había sido ministro de Asuntos Exteriores y firmó “La letra de los seis” en marzo de 1989 y en consecuencia, había sido emplazado en residencia vigilada a las afueras de Bucarest. Se registraron muchas tentativas por formar gobierno en los corredores del comité Central, la Televisión, en la calle; no duraron más que algunos minutos. Durante su primera intervención televisada, Mircea Dinescu anunció: “¡En diez minutos, lanzaremos una llamada a la población!” Pero esta llamada, que iba a presentar un programa jamás se hizo. A las 14:00, el capitán Dumitrescu Cico Constantin, presente en el estudio 4 de la Televisión dijo: “¡Ruego al camarada Iliescu Ion, que es amigo mío, que venga a la Televisión! ¡Camaradas, debemos organizarnos!”111. Evocando estos acontecimientos, Iliescu Ion posteriormente precisó: “En el momento en que yo decidí acudir a la Televisión, mi idea era simple: quería estar presente en los acontecimientos que yo esperaba y que consideraba como decisivos para el destino del país (…) Viendo este desencadenamiento inmenso de energías, yo me dije que hacía falta dar coherencia al movimiento espontáneo de las masas, evitar el caos y la anarquía, crear un hilo conductor entorno al cual se reagrupen todas las fuerzas capaces de orientar los deseos de la multitud y organizar sus acciones en un programa político unido”112. La aparición de Iliescu Ion en la televisión algunas horas después de la caída de Ceauşescu Nicolae, fue saludada con entusiasmo por Teodor Brateş, que había tomado la dirección de las emisiones en el estudio. Con el correr del tiempo, Iliescu Ion se hizo un gran número de amigos entre los colegas con los que él había trabajado en la Unión de Asociaciones Estudiantiles, del Departamento de Propaganda del Comité Central del PCR, a los comités del Partido de Timiş e Iaşi, al Consejo Nacional de Aguas, de Ediciones Técnicas; apasionado de la música y el teatro, tenía relación con actores, músicos, en general con 212 La revolución rumana de1989 muchos intelectuales. No era sorprendente que Iliescu Ion fuese la personalidad política más conocida y apreciada para los que desfilaron y tomaron la palabra en la televisión en la tarde del 22 de diciembre de 1989. Dotado de un sentido político real, él comprendió que debía implicarse en este momento en la organización de una nueva estructura de poder afín de impedir que el caos se apoderase del país entero. Tomó la palabra antes de las 14:45. Después de haber saludado la marcha del dictador Ceauşescu, declaró: “Nuestro pueblo debe mostrar su madurez para poder reorganizarnos según bases democráticas. Constituiremos hoy un Comité de Salud Nacional, que debe comenzar a restablecer el orden”113. Pidió que “todos los que considerasen que podían comprometerse en una acción constructiva” se presentasen a las 17:00 al Comité Central: “hace falta absolutamente que nos reorganicemos, en un Comité de Salud Nacional. Debemos elaborar un programa de acción”. Así, en su primera aparición pública, Iliescu Ion actuó como un líder político dispuesto a asumir la responsabilidad de organizar Rumania sobre bases democráticas. Del edificio de la televisión, Iliescu Ion se desplazó al Ministerio de la Defensa Nacional donde debatió con el general Stănculescu. Posteriormente Iliescu precisó: “Él nos acogió y nos ofreció las primeras informaciones. Yo me di cuenta que la única institución con la que podíamos contar en estas condiciones era el Ejército. Había también una red telefónica que cubría todo el territorio de Rumania”114. El general Victor Stanculescu describiría así este momento: “Le dije a Sergio Nicolaescu que enviaría un blindado a la televisión para transportar a los que allí había, porque les podía asegurar su protección en el Ministerio de la Defensa Nacional. Así, Iliescu, Nicolaescu, Voican y otro que llevaba una pistolaametralladora colgada del hombro, Montanu, llegaron al MDN y el ayudante de campo dijo: «No pueden entrar armados, las armas se quedan aquí!» Entonces Iliescu me pidió: «Qué es lo que está pasando?» y yo le dije: «Yo puedo asegurar vuestra seguridad y poner a vuestra disposición la sala del Consejo Militar!”». El general Stănculescu afirmó que “Iliescu no sabía que cuestión plantear; entonces yo le presenté la situación y le dije que el ejército estaba en sus cuarteles y que no saldrían más, que yo podía asegurar su seguridad”. A la pregunta de Dinu Săraru: “¿Cómo le trató usted? ¿Cómo un posible líder de la Revolución?”, Stănculescu respondió: “Consideré que era un posible líder (…) De hecho tenía confianza en 213 Ioan Scurtu él, no le dije directamente “¡Tome la comandancia y ponte a trabajar! , sino le dejé hacer lo que quisiese”. El general les explicó: “Les puedo dar comida, pongo a su disposición colchones, camas plegables y todos pueden dormir esta noche en el Ministerio”115. El relato del general Stănculescu contenía dos elementos inexactos: Las personas mencionadas no vinieron al Ministerio de Defensa en blindado, sino en coches; y ellos se quedaron a dormir la noche del 22 al 23 de diciembre en la televisión, no en el Ministerio de Defensa Nacional. De todas formas, el contenido de estas declaraciones es fundamental: en su calidad de ministro de Defensa, él ofrecía a Iliescu Ion y a sus acompañantes su protección personal, una sala para desarrollar sus debates, comida y un lugar donde dormir. La idea que tomaba cuerpo era que el Ejército le daba el poder a Iliescu Ion”116. Para controlar el poder, el ejército debería tener, controlar la situación en el país, los organismos del Estado deberían funcionar y admitir las órdenes dadas por el general Stănculescu. Lo cierto es que a mediodía del 22 de diciembre, el antiguo aparato de Estado no funcionaba y el nuevo poder no estaba constituido. En esta atmósfera de confusión general, Victor Stănculescu tomó una decisión importante: él aseguró al nuevo poder que se diseñaba, con Iliescu Ion a su cabeza, el apoyo del ejército, la única institución nacional que había mantenido su estructura y organización y que actuaba siguiendo las órdenes del ministro de Defensa Nacional. Por otra parte puso a su disposición la logística necesaria, desde la línea telefónica hasta unas camas plegables. Por su decisión de ejercer el mando del ejército rumano en un momento decisivo, el general Victor Stănculescu unió su nombre al éxito de la Revolución de Diciembre de 1989. No es necesario forzar las fechas y la realidad histórica para atribuirle acciones que no emprendió y actos que no cometió. El general Stănculescu se puso a disposición del nuevo poder constituido en la tarde del 22 de diciembre y aplicó las decisiones de este poder. Volviendo al desarrollo de los acontecimientos, hace falta mencionar que bajo esta atmósfera de euforia y de disolución de la autoridad del Estado, diversos individuos han saqueado las tiendas (sobretodo alimenticias). En el mismo edificio del Comité Central, los “revolucionarios improvisados” abrían las cajas fuertes, robaban lámparas, teléfonos, alfombras. Los militares en el interior del edificio abandonaron sus puestos, armas y municiones. Aprovechando la ocasión, muchos revolucionarios se adueñaron de las armas para 214 La revolución rumana de1989 defenderse contra un eventual ataque de los “miembros de la Securitate”. Comenzaron a circular rumores alarmistas, rumores que eran posibles, porque no se esperaba que Ceauşescu Nicolae abandonase definitivamente el poder. El primero que lanzó la idea de que la revolución estaba en peligro fue el general Nicolae Militaru. Fue a la televisión a las 14:00 y lanzó una llamada “a los generales que ocupaban altos cargos en el Ejército” (nombró a los generales Guşă, Eftimescu, Topliceanu y otros) y les pidió: “¡Parad la masacre!”. La llamada fue sorprendente, teniendo en cuenta que el estado de euforia reinaba por doquier y que no se había señalado ningún incidente armado. El general Guşă, jefe del Gran Estado Mayor, afirmaría más tarde que Nicolae Militaru “debió actuar conforme a un plan preestablecido” con el objetivo de desestabilizar el ejército y “lograr que cayesen algunas cabezas”118. Su aparición con el uniforme de general y dando órdenes al ejército, aunque no tenía la competencia para hacerlo, hacía creíbles sus afirmaciones∗. Durante las horas siguientes, las llamadas se intensificaron; Teodor Brateş, Ionescu Victor, Popescu Petre, Cornelius Roşianu, Marinescu George, y otros locutores, como diversos revolucionarios presentes en el estudio nº 4, demandaron al pueblo venir a defender la televisión,. El mismo espíritu reinaba en la radio. Munteanu Mircea, Popescu Viorel y otros empleados de esta institución, como revolucionarios lanzaron llamadas para estar vigilantes. Alrededor de las 15:00, Popescu Viorel envió el siguiente mensaje: ¡Ciudadanos de Bucarest! Debemos informarles que los estudios de radio están en peligro. Tenemos que salir a la calle y defender el edificio de la radio en la calle Nuferilor. ¡Queridos rumanos, debemos mantener la victoria lograda con sangre derramada! ¡La libertad debe ser instaurada en Rumania, ahora o nunca! (…) ¡Oficiales y ciudadanos rumanos, ciudadanos de Bucarest, defended los puntos estratégicos, la radio y la televisión rumanas! ¡Hermanos rumanos, haced una muralla viva alrededor de estos importantes edificios que aseguran la unión entre nosotros! Debemos defender la victoria del pueblo”119. A las 17:00, el mismo locutor anunció que “combates encarnizados tenían lugar desde hacia unos minutos” en la Plaza del Palacio120 y lanzó una llamada a los conductores de camiones y de ∗ El 15 de febrero de 1990, el general Nicolae Militaru, en calidad de ministro de Defensa Nacional, aprobó el arresto del general Guşă acusado de genocidio (archivos del Instituto de al Revolución rumana) 215 Ioan Scurtu vehículos pesados para que rodeasen los edificios de la radiodifusión e impedir así que los terroristas pudieran penetrar. La población fue llamada a defender la revolución y a luchar contra los terroristas que se esconderían en los sótanos de los edificios pensando hacerlos saltar. Teniendo en cuenta esta situación, muchas personas se presentaron en las empresas e instituciones donde trabajaban y tomaron las armas que poseían las guardias patrióticas (las guardias fueron constituidas en 1968) y salieron a la calle; en algunos casos, los mismos militares les dieron sus armas. Los cruces y alrededores de los principales edificios – sobretodo de la Radiodifusión y de la Televisión – se situaron revolucionarios con brazaletes tricolores para controlar a la gente, verificar si llevaban armas, granadas u otras armas peligrosas. El país parecía hundirse en el caos. Todo lo que era autoridad, orden, disciplina, levantado por la dictadura, la propiedad del Estado levantada por Ceauşescu merecía ser desvalijada. En muchas localidades, la gente rompió las vitrinas de las tiendas y robó todo lo que pudo llevarse encima, desde latas de conservas hasta abrigos de piel; muchos obreros robaron en las empresas en las que trabajaban; los campesinos comenzaron a desvalijar las cooperativas agrícolas de producción, se apoderaron del ganado, caballos, borregos, máquinas, etc. Después de una breve detención en Snagov, Nicolae y Ceauşescu Elena se dirigieron en helicóptero hacia Târgovişte. En un momento dado, el piloto Vasile Maluţan anunció que el helicóptero debía ser identificado y que se arriesgaban a ser pulverizados. Ceauşescu Nicolae aceptó que el helicóptero se pusiera en la ruta Bucarest-Titu y él y su esposa descendieron. El helicóptero despegó inmediatamente y ellos hicieron autostop. Se montaron en el coche de un médico, hasta la comunidad de Văcăreşti, y después en otro coche, hasta el Centro de protección de plantas cerca de Târgovişte. Allí, ellos fueron llevados por dos milicianos al bosque de Răţoaia, cerca de la comunidad de Bocsani donde llegaron a las 14:30. Durante todo este tiempo, la radio y la televisión difundían noticias a cual más fantasiosa sobre Ceauşescu: que había huido a Irán o a Corea del Sur, que se refugió en las montañas junto a numerosos “miembros de la Securitate” y terroristas, y tenía intención de volver a Bucarest para detener la revolución; que ejércitos extranjeros intervendrían para apoyarle; que se habían identificado helicópteros procedentes del mar Negro, y Rumania se encontraba al borde de una inminente agresión extranjera. Cuando el médico dijo a quién había transportado en su coche, el alcalde de Văcăresti dio un telefonazo a la televisión para anunciar 216 La revolución rumana de1989 que el matrimonio Ceausescu se dirigía a Târgovişte. A partir de este momento, surgieron diferentes especulaciones en cuanto a donde se establecería para dirigir la acción de represión contra la revolución. De hecho, los dos esposos se quedaron en el bosque de Răţoaia hasta las 17:30; fueron transportados a la Inspección departamental de la milicia; y hacia las 18:00, estaban en el despacho del jefe de Inspección121. Poco después, Nicolae y Ceauşescu Elena fueron llevados por dos oficiales a la unidad militar donde el comandante era Kemenici. Ellos quedaron allí hasta su ejecución, el 25 de diciembre. Durante la tarde del 22 de diciembre, todos los rumanos estaban entusiasmados: habían derribado la dictadura y eran libres. Los edificios de los comités departamentales y comunales habían sido asaltados, los líderes políticos se habían apartado, incluso algunos habían sido detenidos. La revolución se apoderó, prácticamente, de toda Rumania. Los edificios de la Securitate eran objetivo de los revolucionarios, pero bajo las órdenes del general Vlad Iulian, las armas se encontraban en las armerías, las cajas fuertes cerradas, ninguna persona intentaba defender a Ceauşescu122. Evidentemente toda la nación tenía puesto sus ojos en Bucarest, donde los discursos se sucedían en la televisión y en la radio. De todas las intervenciones en la televisión, es necesario mencionar la del patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana, Su Beatitud Teoctist, que declaró que la Iglesia ancestral debía estar presentes, con sus jerarcas, en estos momentos grandiosos de la historia del pueblo rumano; expresó su plena adhesión a este momento histórico y lanzó “una llamada a los jerarcas, a los sacerdotes y a los fieles de la Iglesia Ortodoxa rumana para que colaborasen y obedeciesen las disposiciones de los comités locales para llevar a un buen final la obra comenzada”123. De regreso al Comité Central, después de las 17:00, Iliescu Ion se dirigió a la multitud anunciando la intención de constituir un Consejo del Frente de Salud Nacional. “Elaboraremos medidas dirigidas a la organización provisional de la dirección y de la administración pública a nivel central y local, en todos los departamentos (…). Nuestra meta es constituir una nueva estructura de poder político (…). Ponemos en marcha las estructuras provisionales necesarias para asegurar el funcionamiento de la sociedad, vamos a preparar elecciones libres, crear una nueva vía para que el pueblo sea realmente el factor de decisión, de dirección de la vida pública”124. Resulta de las dos intervenciones de Iliescu Ion en la televisión y en la Plaza del Palacio, por un lado, que estaba determinado a reorganizar la sociedad, y por otro lado, que en el 217 Ioan Scurtu momento de la caída de Ceauşescu, los documentos necesarios para tomar el poder no existían y que nadie sabía quién tomaría el poder. El nombre de la nueva organización – el Frente de Salud Nacional- sugería la idea de la unidad del pueblo rumano frente a la dictadura, en oposición total a la idea del partido único, que había funcionado desde decenios en Rumania. Otros países socialistas (Checoslovaquia, RDA) habían preferido el nombre de forum, basado en la sociedad civil, pero en Rumania era inexistente125. Muchos fueron los que respondieron a la llamada lanzada por Iliescu Ion. En el edificio del CC del PCR estaban juntos Silviu Brucan, Petre Roman, los generales Nicolae Militaru y Guşă Ştefan, Gelu Voican-Voiculescu, el capitán Mihai Lupoi, el coronel Pârcălăbescu, Dumitru Apostoiu. Vinieron a continuación Alexandru Barladeanu, Dumitru Mazilu, Sergio Nicolaescu y otros. Gheorghe Apostol, antiguo activista del partido, quiso entrar pero no se lo permitieron. Los criterios de selección no eran claros. En realidad, Gheorghe Apostol había firmado “La carta de los 6”, como Brucan, que sin embargo tenía el papel de “ideólogo” de la revolución. Petre Roman contaría: “Mientras estábamos en el edificio del Comité Central, se anunció la llegada de Gheorghe Apostol, todos nos negamos (…) En cierto momento se nos comunicó que Corneliu Coposu había venido. Yo no tuve tiempo de iniciar mi reacción. ¡Que se vaya! Gritaron simultáneamente Iliescu y Bârlădeanu. Me callé”. Su reacción es excusable, porque Roman no conocía nada del pasado de Coposu. Él lo supo más tarde y en 1994 dijo: “Estoy convencido ahora que en este momento hubo giro desgraciado en la revolución rumana”126. En otro momento, Petre Roman diría que la escena tuvo lugar en la televisión: “Yo recuerdo que mientras estaba en la televisión, un hombre muy elegante, con un abrigo gris y llevando un sombrero de astracán negro, como antiguamente cuando era la moda, vino mientras alguien pronunciaba el nombre de Coposu, y hubo una reacción negativa. Yo no tuve tiempo de iniciar mi reacción “¡Qué se vaya!” gritaron casi a la vez Iliescu y Bârlădeanu. Me callé ”127. Hace falta precisar que el líder nacional-campesino, Corneliu Coposu que evocó muchas veces volver a su actividad el 22 de diciembre de 1989, jamás mencionó haber estado en el Comité Central o en el interior del edificio de la Televisión rumana. Declaró que a mediodía de ese día, se desplazó al edificio de la televisión. “Cuando llegué aunque había amigos -uno de ellos, hoy es secretario general de nuestro partido PNŢCD abrió la puerta a Iliescu en persona –el acceso al estudio 4 no era permitido a nadie. 218 La revolución rumana de1989 Comuniqué con la ayuda de muchas personas conocidas, que tenían una carta de acceso. Yo dije que estaba allí y que quería hablar con Iliescu, que se dirigía al pueblo a través de la pequeña pantalla. No logré entrar en el estudio. Envié una nota a Iliescu, pero no se dignó a responder. No insistí”128. Así, Coposu no pudo penetrar en la Televisión y dirigirse a los rumanos como líder del Partido Nacional Campesino. Los que querían dirigirse a los rumanos desde el estudio 4 eran seleccionados en cierto modo, siendo Teodor Brateş el encargado de aprobar las apariciones en la pequeña pantalla. Los criterios para la realización de esta selección no eran claros (entre los que penetraron en el edificio, pero no obtuvieron permiso para aparecer en al pequeña pantalla, figuraban Alexandru Drăghici, Gheorghe Apostol, Popescu Dumitru y otros líderes comunistas). En una atmósfera extremadamente incierta – cada uno hablaba y escuchaba menos a los otros y la puerta de la sala estaba acosada por numerosas personas-, se comenzó a elaborar el documento-programa de la revolución rumana129. Iliescu Ion propuso que el nuevo órgano de dirección se llamase el Frente de Salud Nacional, con un Consejo que asegurase la realización de los objetivos propuestos. El general Militaru sugirió “un órgano del partido y del Estado” pero Petre Roman replicó: “Para nada, suena mal al oído”. Iliescu afirmó que el FSN era “una estructura del nuevo poder”. Petre Roman y Nicolae Militaru propusieron que el acto de constitución mencionase: “El Consejo del Frente de Salud Nacional conducido por Iliescu Ion”, pero Silviu Brucan replicó: “No creo que una sola persona sea suficiente”. Iliescu Ion sabía que Dumitru Mazilu tenía “un texto” y, en consecuencia, propuso que viniera al Comité Central. Según sus afirmaciones, Dumitru Mazilu fue detenido la mañana del 22 de diciembre y transportado, con las manos atadas y la boca tapada a Alexandria130. Después de haberse enterado de la caída de Ceausescu los miembros de la Securitate lo pusieron en libertad y lo volvieron a llevar a las 16:30. De vuelta a Bucarest, Dumitru Mazilu fue conducido a su casa de nuevo. Su esposa le dio el documento que el profesor había escrito y que había escondido de modo que los miembros de la Securitate no lo habían descubierto. Después, se dirigió a la Plaza del Palacio131. Se dirigió a los manifestantes desde el balcón del Comité Central anunciando una plataforma programa que sería la base de la constitución del Forum Cívico132, nombre inspirado en los acontecimientos producidos en Checoslovaquia. A mediodía del 22 de diciembre, los primeros diarios 219 Ioan Scurtu consagrados a la Revolución aparecieron: “Libertatea” (el nuevo nombre de “Informaţia Bucureştilor”) y “Scânteia poporului” (antiguo “Scânteia”) que saludaban la victoria del pueblo contra la dictadura. “Scânteia poporului” escribió: “¡La Revolución ha vencido! Ahora debemos ser sagaces, tranquilos y vigilantes para defender la libertad y los valores nacionales”. La idea de que los rumanos habían hecho “una revolución” ya se usaba poco después de la huida de Ceauşescu. A la caída de la noche, comenzaron a entenderse disparos sobre la plaza frente al Comité Central del PCR. No se supo claramente quién disparaba y bajo la orden de quién, quién tenía el interés de desencadenar la violencia tras la huída de Ceauşescu. Se creyó entonces que fueron miembros de la Securitate devotos a Ceauşescu, pero esta suposición no pudo ser comprobada posteriormente. Los documentos relevan que el general Vlad ordenó que las unidades de la Securitate depusieran sus armas. No se ha podido probar que los miembros de la Securitate dispararan sobre los manifestantes o que actuaran como fanáticos para defender a Ceauşescu. No es menos cierto que había la convicción en la mentalidad colectiva que Ceauşescu se mantuvo en el poder con el apoyo de la Securitate, que aterrorizó a los rumanos y que no era posible que no lucharan para devolver al secretario general del PCR al poder. En el fondo, la razón para pertenecer a la Securitate era la de defender a Ceauşescu y la eliminación de éste significaba que los miembros de la Securitate se quedaban sin “trabajo”. Esta era la razón por la que Ceauşescu debía volver a tener el poder y la Securitate era la institución básica de sus régimen. Después de la revolución, algunos han dicho que los terroristas fueron dirigidos por el nuevo poder, con Iliescu Ion a la cabeza, para justificar el “golpe de Estado” y aparecer como los salvadores de una Rumania amenazada por la guerra civil. Hay también otras opiniones que creen que se trató de un escenario preparado en el exterior del país, cuyo objetivo era el desmembramiento de Rumania. Esta cuestión de los terroristas no será clarificada hasta que se puedan estudiar los documentos de los archivos del país, de otros países europeos y de los EUA. La propaganda hecha por la radio “Europa Libre” y otras radios extranjeras, así como la reacción que tuvieron los líderes políticos de Occidente, indican claramente que no hubo confrontación entre la Securitate y el Ejército. Las radios y numerosos líderes políticos de occidente afirmaron que en Rumania estaba teniendo lugar un combate entre los miembros de la Securitate por un lado, y los 220 La revolución rumana de1989 militares que apoyaban la revolución por otro. Cuando se constató que este escenario no era real, se renunció a atribuirles su pertenencia a la Securitate a quienes disparaban sobre la gente y se les denominó “terroristas”. Estos “terroristas”, eran una especie de superhombres, especialmente entrenados para derribar la revolución, haciendo un gran número de victimas. Durante estos ardientes días, se acreditó la idea de que los “terroristas” eran rumanos fanáticos, dispuestos a cometer los crímenes más horribles con tal de devolver el poder a Ceauşescu. Se afirmó también que eran árabes, sobre todo libios, que se habían entrenado en Rumania como asesinos, incluidos entre los mercenarios pagados para defender a Ceauşescu. Para no perder los privilegios de los que se beneficiaban, actuaban como instrumentos ciegos, matando a la gente que se encontraban en la calle, porque eran todos enemigos de Ceauşescu. Se dijo que los terroristas estaban por todas partes: en el edificio del Comité Central, en la televisión y la radio, así como en los grandes inmuebles, en los sótanos, en los cementerios donde se escondían en los panteones, detrás de las cruces y disparaban sobre la gente para sembrar pánico y provocar la guerra civil. Un análisis de los mensajes recibidos por el Ejército en el intervalo del 22 al 31 de diciembre de 1989 revela que la mayor parte eran enviados por “personas no identificadas” y que estos “anónimos” resultaron tener información que no era cierta∗. Un participante en la revolución diría más tarde: “Una confusión total reinaba en el CC Se apagaban y se encendían las luces, las ráfagas de metralletas se disparaban por azar. Queríamos ir a los sótanos, porque nos habían dicho que los terroristas querían hacer saltar la central telefónica. Apenas habíamos descendido algunos escalones cuando comenzaron a disparar sobre nosotros. Entramos en una habitación, en el bajo, donde había mucha gente y los paracaidistas, en un momento dado la luz se apagó. Se creó un caos terrible. Comenzamos a disparar en la habitación”133. Con este fondo de psicosis, se afirmó que una anciana, que venía de hacer sus compras, llevaba en su bolso granadas, y que otra transportaba cartuchos, por lo que fueron detenidas, y que un joven vestido con ropa deportiva era un terrorista y fue fusilado en la estación de tranvía de la Plaza Moghioroş – Drumul Taberei (resultó ser el jugador de rugby Durbac, del Club Deportivo de la Caja Central ∗ Este miedo estaba fundado; posteriormente se descubrió que había un plan elaborado para arrestar a los revolucionarios del balcón, pero que no se llevó a cabo debido a los sucesos de Bucarest 221 Ioan Scurtu del Ejército - CCA). El actor Horia Călciulescu tuvo una suerte también trágica. Él se dirigía hacia el Palacio de los Teléfonos para encontrar a un pariente que venía del extranjero, no detuvo su coche tras el requerimiento de algunos militares y le mataron. La televisión rumana libre presentaba sin cesar los estragos que los “terroristas” hacían, mostrando algunos muy gravemente heridos, atados con gruesas cuerdas para que no huyesen y pudieran ser juzgados por el pueblo.∗ En realidad, en las disputas que tuvieron lugar, un hecho es cierto: ningún terrorista pudo ser identificado, retenido y enviado delante de la Justicia. “Los terroristas” han quedado como un enigma de la Revolución de Diciembre de 1989. El ejército ganó finalmente la guerra pero es difícil decir contra quién. Virgil Măgureanu, primer director del Servicio Rumano de Información (1990-1997), afirmó en una entrevista a Dennos Deletant, en diciembre de 1994, retransmitida en parte por la BBC: “No estamos en posesión de datos según los cuales esta intromisión haya existido de verdad”, pero que: “Habíamos supuesto entonces [diciembre de 1989] – y teníamos ciertos datos para considerar esta suposición y esta se demostró ahora correcta [diciembre 1994] que siguieron órdenes de ciertas personas del exterior, que estaban muy bien equipados en armas y que intervinieron en los momentos más decisivos de los acontecimientos de Bucarest y otras localidades. Su objetivo era, seguramente, crear conflictos en el interior para deteriorar la situación de equilibrio interna. Después, siguiendo órdenes, se retirarían de modo que no hubiera prueba palpable de que este episodio [de los terroristas] hubiera tenido lugar”. Según él, se trató de una “acción concertada, bien orquestada incluso en lo que concernía a su retirada de mod que no dejaron ningún tipo de huellas, pero yo pienso que no pudo ser llevada a cabo sin una complicidad interna”134. ∗ He aquí algunos de los mensajes: “Helicópteros extranjeros atacan loa aeropuertos de Timişoara, Oradea, Negru Vodă, Alexeni y Titu”; “Los terroristas han ocupado el Correo de Drumul Taberei”; “Los terroristas han ocupado la iglesia de Maica Teofanía”; “En Cluj-Napoca, el agua ha sido envenenada”; “El Palacio de Cotroceni ha sido atacado”; “El hospital de Funden ha sido rodeado por las fuerzas árabes y sobrevolado por helicópteros”; “Aviones iraníes y libios han aterrizado en el aeropuerto de Tuzla”; “Los terroristas han cercado el monasterio de Cernica”; “La antena de Ciurel está siendo utlizada para dirigir acciones terroristas” (Alexandru Oşca, Arma perfida: Dezinformarea în timpul Revoluţiei [El arma pérfida: La desinformación durante la Revolución], en Dosarele istoriei [Informes de la historia], nº 12/2006, p.44-48) 222 La revolución rumana de1989 Por su parte, el procurador general Dan Voinea, jefe de las autoridades judiciales militares que hicieron encuestas sobre los dosieres de la Revolución, declaró durante el simposium desarrollado en Timişoara, en diciembre de 1999: “Llegamos a una conclusión sorprendente: en verdad, no hubo terroristas. , y hasta ahora, en todos los juzgados militares que han llevado a cabo estos informes no han identificado persona alguna que fuera acusada de terrorismo”. Él está convencido que “la represión de diciembre de 1989, comenzada por Ceauşescu y que continuó después del 22 de diciembre de 1989, era de hecho una reacción violenta de las estructuras del Estado totalitario contra la voluntad de libertad y de democracia comenzada en Timişoara y después “en todo el país”135. Volviendo al desarrollo de los acontecimientos de la tarde del 22 de diciembre de 1989, hace falta mencionar que el Ejército recibió la orden de contestar a todos los ataques de los miembros de la Securitate, de modo que se declaró todo un tiroteo. En un momento dado, un joven se subió sobre el edificio del Palacio de la República con la intención de enarbolar una bandera sin el emblema de la República; algunos aplaudieron pero otros gritaron que se trataba de un terrorista y dispararon sobre él. La llamada del actor Ion Caramitru, que subido sobre un blindado tomando funciones de jefe militar exhortó que cesase el fuego no fue escuchada. La Revolución rumana, que era retransmitida en directo por la televisión –las imágenes cogidas en el estudio nº 4 alternaban con las tomadas en el balcón del CC – y por las principales cadenas del mundo que retomaban las imágenes difundidas en Rumania, entraba en una fase dramática. El equipo que había asumido sus responsabilidades para dirigir Rumania se desplazó del edificio del Comité Central al Ministerio de Defensa Nacional donde funcionaba un sistema de comunicaciones capaz de unir todo el territorio nacional; por otra parte, el ejército constituía una estructura organizada sobre la que el nuevo poder s e podía apoyar. El general Stănculescu aseguraba la dirección del ejército y el contacto directo con dirigentes de la revolución a través de Mihai Montanu. Una comandancia militar ad hoc de la Revolución fue constituida a fin de coordinar las actividades a nivel local. La finalización de la plataforma programa continuaba en la televisión, teniendo como base el texto de Dumitru Mazilu que fue completado y enmendado por Silviu Brucan. Esa noche más tarde, a las 23:35, Iliescu Ion leyó este documento titulado “comunicado al país del Frente de Salud Nacional”136, que comenzaba así: “Ciudadanos y ciudadanas, vivimos 223 Ioan Scurtu un momento histórico. El clan Ceauşescu que amenazaba al país con el desastre ha sido expulsado del poder”. Este documento abría “una nueva página en la vida política y económica de Rumania”. El comunicado ponía al conocimiento de la opinión pública los puntos siguientes: “En este importante momento histórico, hemos decidido constituir el Frente de Salud Nacional, que es apoyado por el ejército rumano y que reagrupa a todas las fuerzas sanas del país, de la nacionalidad que ellas sean, todos los grupos que defendieron con coraje la libertad y la dignidad bajo el régimen de la tiranía totalitaria”. El objetivo del FSN era “instaurar la democracia, la libertad y la dignidad del pueblo rumano”. Anunciaron la disolución de las estructuras del poder. El gobierno se consideró como destituido, el Consejo de Estado y sus instituciones cesaron su actividad. El poder era controlado por el Consejo del Frente de Salud Nacional, que debía coordinar el Consejo Militar Superior, los ministerios y los órganos centrales en su estructura existente, “con el fin de asegurar el funcionamiento normal de la vida económica y social”. A nivel nacional, hacía falta constituir los consejos departamentales, municipales y comunitarios del Frente de Salud Nacional, “en tanto que órganos del poder local”. La Milicia fue llamada “para asegurar el orden público junto a los comités cívicos”. Estos órganos debían tomar todas las medidas necesarias “para asegurar el aprovisionamiento de la población en cuanto a productos alimenticios, energía eléctrica, calor urbano y agua, garantizar la asistencia médica y velar por el funcionamiento de la red comercial”. El programa se componía de diez puntos en los que Rumania debía evolucionar según establecía la dirección. Desde el punto de vista político, el primer artículo estipulaba: “el abandono del papel dirigente para un único partido y el establecimiento de un sistema de gobierno democrático pluralista”. Se ponía así fin al régimen socialista-totalitario que reinó en Rumania desde 1948 y se abría la vía del régimen democrático. Para reconocer al nuevo régimen, se habían previsto elecciones para abril. Otro punto refrendaba “la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial”, base fundamental de todo régimen democrático. Teniendo en cuenta la situación creada después de 1948, el documento preveía “la elección de los líderes políticos por uno o dos mandatos como mucho”. “Ninguna persona puede pretender ostentar el poder perpetuamente”. El nombre del país sería simplemente el de “Rumania”. El nombre de República Socialista había sido adoptado en 1965 por proposición de Ceauşescu Nicolae. 224 La revolución rumana de1989 Por otra parte se anunció que se crearía un comité para redactar la nueva Constitución. En lo que concierne a la economía, debía ser reestructurada según la base de “criterios de rentabilidad y de eficacia”. El término de economía de mercado no se utilizaba expresamente, pero sólo esta economía se basaba en estos criterios. El documento preveía también “la promoción de la libre competencia e iniciativa en las gestiones de todos los sectores económicos”, la eliminación de los “métodos administrativos burocráticos de gestión económica centralizada”. Otro punto confirmaba “la reestructuración de la agricultura y el apoyo a la pequeña producción campesina”, lo que significaba la eliminación de la colectivización realizada en el periodo de 1949-1962 tras fuertes presiones y la violencia ejercida sobre el campesinado. El documento abordaba también los problemas ligados a la enseñanza y a la cultura. La enseñanza debía estar reorganizada conforme a las “exigencias contemporáneas, según las bases democráticas y humanistas”. Había que eliminar “los dogmas ideológicos que habían hecho tanto mal al pueblo rumano y había que promover los verdaderos valores de la humanidad”. Estos “dogmas” habían correspondido a la época del monopolio del materialismo dialéctico e histórico, de las teorías marxistas-leninistas, impuestas por la ley relativa a la enseñanza de 1948. Se buscaba la abertura hacia los verdaderos valores, a pesar de su connotación ideológica. “la eliminación de la mentira y de la impostura y la puesta en marcha de criterios de competencia y de justicia en todos los ámbitos de la actividad” significaba la voluntad de borrar una de las taras de la sociedad totalitaria, dominada por el subjetivismo y la arbitrariedad; la palabra “impostura” apuntaba en primer lugar a Ceauşescu Elena, convertida en académica y “sabia de renombre internacional” aunque su nivel de formación intelectual era bastante básico. La misma idea se encontraba en el punto relativo del “paso de la prensa, de la radio, de la televisión, de la influencia de una familia despótica a las manos del pueblo”; la familia a la que se hacía referencia era a la de Ceauşescu Nicolae. “Poner la cultura nacional en unas nuevas bases” significaba despolitizar la cultura. Para las minorías nacionales, el documento preveía “el respeto a los derechos y las libertades” y “la igualdad de derechos entre ellas y la población mayoritaria”. Teniendo en cuenta la penuria de alimentos, los problemas ligados al calor urbano y a la energía eléctrica, el Comunicado demandaba: “El comercio debe ser organizado teniendo en cuenta los derechos cotidianos de la población”; para hacerlo “era necesario detener la 225 Ioan Scurtu exportación de productos agroalimentarios, reducir la exportación de productos petrolíferos, acordar la prioridad de las necesidades de la gente ligadas al calor y a la energía eléctrica”. En lo que concernía a la política extranjera, el documento preveía la promoción de “la buena vecindad, de la amistad y de la paz en el mundo”, el respeto de los acuerdos internacionales de Rumania, en primer lugar los que le ligaban al tratado de Varsovia. Este acuerdo existía desde 1955 y ningún Estado lo había denunciado unilateralmente, por lo que Rumania tampoco lo podía hacer∗. Por otro lado Rumania debía integrar “el proceso de constitución de una Europa unida, la casa común de todos los pueblos del continente”. La idea de una “casa común” fue lanzada por el presidente Charles de Gaulle y adoptada posteriormente por otros líderes políticos, incluido Mijaíl Gorbachov. La política interior y exterior estaba subordinada a las “necesidades y a los intereses del desarrollo del ser humano, al pleno respeto de los derechos y libertades del hombre, incluido el derecho de libre circulación”. Era lo que los rumanos deseaban desde hacía muchos decenios y la “libre circulación”, incluido el derecho de emigrar, era una exigencia presente por la cual abogaban firmemente los gobiernos occidentales y los representantes de la sociedad civil de los Estados respectivos. Por otra parte, el comunicado expresaba la voluntad del FSN de “restaurar la sociedad civil en Rumania garantizando el triunfo de la democracia, de la libertad y de la dignidad de los habitantes del país”. El análisis de este documento revela que la Revolución tuvo desde el principio un carácter radical, y que no tuvo un periodo intermedio reformista imitando la perestroika, como en otros países socialistas. Todos los cimientos del Estado totalitario, comenzando por el partido único, se derrumbaron y un nuevo camino se abrió, el de la sociedad pluralista y democrática137. Verdad que el Comunicado no proclama explícitamente el carácter anticomunista de la Revolución, pero resultaba claro en su texto. El Partido Comunista Rumano, hasta entonces “fuerza política dirigente”, desapareció de facto de la escena de la historia. En todos los otros Estados socialistas, los partidos comunistas habían cambiando de nombre y continuaban estando en el poder, junto a otras fuerzas políticas. En la Unión Soviética el partido comunista era todavía el único partido en el poder. ∗ Con la excepción de Albania que se había retirado en 1968 de esta organización 226 La revolución rumana de1989 Después, Iliescu Ion nombró a los que serían parte del consejo del FSN. Había personas conocidas, que habían adoptado una actitud crítica contra la política promovida por Ceauşescu Nicolae: Doina Cornea, Ana Blandiana, Mircea Dinescu, Lászlo Tökes, Dumitru Mazilu, Dan Desliu, Munteanu Aurel Dragoş; otros eran intelectuales Ion Caramitru, Sergio Nicolaescu, Dómokos Géza; antiguos activistas del partido marginados por Ceauşescu Nicolae: Mănescu Corneliu, Alexandru Bărlădeanu, Silviu Brucan, Dan Marţian; generales: Guşă Ştefan, Victor Stănculescu; revolucionarios: Petre Roman, Gelu Voican Voiculescu, Ionescu Casimir, Mihai Montanu, Adrian Sărbu, Bogdan Teodoriu etc. En total 35 personas, “el último de la lista” (según su propia expresión) era Iliescu Ion. Muchas de las personas inscritas en esta lista se han enterado por la televisión que hacían parte de este organismo de dirección. El hecho que el documento presentado no contenía ninguna referencia a Timişoara y que ninguna personalidad de esta ciudad fuese incluida en el Consejo del FSN, generó un estado de frustración en los habitantes de la zona, que se acentuaría en el periodo siguiente. El desarrollo de los acontecimientos precedió o eludió algunas de las disposiciones del Comunicado. El 22 de diciembre de 1989, las fronteras rumanas se abrieron asegurando así la entrada y salida libre del país (incluso sin pasaporte). La medida era necesaria sobre todo desde el punto de vista psicológico: los rumanos habían deseado ávidamente desde decenios poder circular sin restricción en el extranjero. Por otra parte, cuando los acontecimientos particulares tienen lugar en un país, las fronteras suelen estar cerradas para poder controlar estrictamente las entradas y salidas. Tras el 22 de diciembre, centenas de periodistas vinieron a Rumania, así como vehículos que transportaban donaciones para la población, que no fueron sometidos a un control aduanero. Teniendo en cuenta esta situación, muchas personas, incluido los espías, han podido entrar sin problemas en Rumania, e introducir diversos objetos incluso armas. Es posible que estuvieran en colaboración con los antiguos miembros de la Securitate rumanos, y hayan contribuido al agravamiento de las tensiones en el periodo siguiente. Por razones oscuras, tras la difusión del Comunicado del FSN la situación comenzó a deteriorarse. Una verdadera psicosis se creó, la televisión acreditó la idea que los terroristas que habían jurado fidelidad a Ceauşescu Nicolae no querían deponer las armas y que tenían la intención de aplastar la revolución y de traer de nuevo al 227 Ioan Scurtu poder al antiguo dictador. Rumania se había transformado en un escenario bélico sobre el cual el ejército y la población se enfrentaban con los terroristas y los miembros de la Securitate. Se afirmó que había un escenario según el cual la Securitate debía hacerse responsable de los muertos, y en consecuencia, ser disuelta, con el fin de que el Estado rumano no tuviera servicio de informaciones, en estas circunstancias confusas. El general Vlad Iulian desbarató este plan, al ordenar a todas las unidades de la Securitate deponer las armas y no actuar bajo ningún concepto. El 24 de diciembre, tras la decisión del Consejo del FSN, las unidades del Ministerio del Interior, incluida la Securitate, fueron integradas en el Ministerio de la Defensa Nacional. Mientras, la campaña contra “los miembros de la Securitate y los terroristas”, instrumentos ciegos del régimen Ceauşescu, continuaba. Millones de telespectadores del mundo entero se acordaban de las imágenes del Cementerio de los Pobres de Timişoara que presentaban una mujer y su bebé cruelmente asesinados por los miembros de la Securitate de Ceauşescu, así como el cadáver de un hombre mutilado tendido sobre una mesa de vetón. Las cámaras insistían sobre otros cuerpos, y el reportero de la televisión rumana libre afirmaba que sólo era una pequeña parte de las victimas de la Securitate; estas personas habían sido mutiladas y después asesinadas y arrojadas en fosas comunes, los cadáveres se salían de las fosas y eran mostrados a los telespectadores para que viesen como actuaban los fieles de Ceausescu. Este tipo de imágenes y de comentarios contribuyeron a amplificar el estado de revuelta de los rumanos y a determinarles aún más a luchar contra este “vampiro” para que jamás volviese al poder. La prensa internacional hacía mucho hincapié en los crímenes de los miembros de la Securitate. El periódico “La Libre Belgique” escribió que en las fosas se habían encontrado cadáveres en un estado indescriptibles, con las manos y los pies cortados, las uñas arrancadas, cabezas cortadas por la mitad, rostros quemados con ácido. El diario flamenco “Blik” escribió el 27 de diciembre que 100.000 muertos se habían registrados y que: “en Timisoara, más de cuatro mil cadáveres fueron arrojados en una inmensa fosa; les habían quitados sus ropas, los anillos, los relojes y otras joyas habían sido robados. (…) Antes de fusilarlos, habían sido atados de pies y manos, sus cuerpos habían sido torturados, sus órganos genitales habían sido arrancados. Muchos fueron arrojados vivos en las fosas y matados con agua hirviendo. Después de la huída de los miembros de la Securitate los cadáveres 228 La revolución rumana de1989 habían sido exhumados. Solamente en Timisoara, lugar donde comenzó la insurrección, 12.000 personas habían muerto (…) Los miembros de la Securitate fusilaron a 800 niños. 45 niños asistían a un espectáculo de marionetas cuando las ametralladoras les abatieron”. Un médico declaró que él operaba como si estuviera un una alfombra rodante: “Debemos ocuparnos de 50.000 heridos”138. La gente estaba boquiabierta. Las emisiones de la televisión difundían noticias cada vez más alarmantes: los terroristas y los miembros de la Securitate habían envenenado el agua potable, eliminado las reservas de sangre del Hospital de urgencias, pensando hacer saltar los embalses para inundar los pueblos etc. La población fue llamada a estar vigilante, a defender la revolución, a luchar contra los terroristas y los miembros de la Securitate. En muchas empresas, la gente tomó las armas de las guardias patrióticas, se pusieron brazaletes tricolores y se lanzaron a la calle, a las entradas y salidas del metro deteniendo a personas indiscriminadamente en busca de posibles terroristas. Contra los muros se pegaron carteles con eslóganes revolucionarios, contra Ceausescu –comparado con Hitler y con Stalin- por una Rumania libre y democrática. Con el título “¡UNÍOS, A LAS ARMAS!”, “Scânteia poporului” del 23 de diciembre de 1989 escribió: “La bestia acosada se defiende con sus dientes y araña sus últimos puntos de apoyo, con la esperanza absurda de hacer revivir la odiosa dictadura. Como ha sucedido desde el primer día de los grandes combates, nuestro ejército, el ejército del pueblo, ha hecho prueba de heroísmo y de temeridad que necesitamos en estos momentos. Día y noche, rodea y arroja al pie de los muros a los terroristas, las bandas de la Securitate que no quieren ceder sus posiciones intentando guardar sus privilegios y esperando un milagro, porque solo un milagro puede salvarlos. Por eso están dispuestos a toda maldad recurriendo a acciones típicamente fascistas, disparando sobre militares y civiles, incluso si son mujeres y niños, aumentando más el ya de por sí numeroso número de victimas (…) Los “asesinos” de Ceauşescu, estos bandidos creados a la imagen del dictador, continúan sesgando vidas. Usan la carta del terror. El momento es grave y decisivo. Hace falta movilizar más fuerzas. Es la batalla final (…). Militares, obreros, miembros de las guardias patrióticas, estudiantes, vosotros que tenéis un gran espíritu cívico, vosotros debéis reunir vuestras fuerzas en estos momentos decisivos, hacer prueba de vuestra responsabilidad, disciplina y vigilancia. Frente a vosotros, los terroristas, esos profesionales de la muerte, serán desarmados y aplastados”. 229 Ioan Scurtu En el editorial publicado por “Scânteia poporului” el 23 de diciembre de 1989, titulado «Viva la libertad, viva la responsabilidad!» Se decía: «Una de las más horribles dictaduras de la historia del pueblo rumano toma a su fin! Bajo la presión del pueblo, el dictador ha huido como un cobarde». Después el artículo se refería a las perspectivas de la evolución de Rumania: “Nosotros, los rumanos, no imitaremos necesariamente lo que nuestros vecinos han elegido más o menos lejanos. Las grandes manifestaciones de estos últimos días han lanzado eslóganes para derrocar la dictadura de Ceauşescu, por la libertad, la democracia y se han pronunciado firmemente por el socialismo, por los principios socialistas honestos, limpios, por la propiedad del pueblo, las normas reales de ética y equidad, no empañados por el espíritu aventurero y la demagogia política de Ceauşescu y sus acólitos. Ninguna persona gritó «abajo el socialismo!», pero sí «abajo la dictadura de Ceauşescu!». Los primeros momentos de la victoria fueron marcados por un normal estado de fuerte emoción. En la radio, en la pequeña pantalla, se presentaron opiniones, se pronunciaron breves discursos, que estaban ciertamente incompletos con respecto a su contenido, quizás insuficientemente claros en cuanto al porvenir de la patria, la economía, la ciencia, la cultura, la vida política y social, porque estaban llenos de una viva emoción. ¿Qué vamos a hacer? ¿Hacia dónde nos dirigimos? Hace falta abordar, como han afirmado la mayoría de los que han expresado sus opiniones estos últimos días, clarificar el programa político, social y económico. Esto sólo se puede realizar en condiciones de pluralismo de opinión (…) Nosotros consideramos que se impone que las secciones de base del partido debatan en libertad, sin ninguna coacción, las causas de la actual situación política, económica y social, y decidan el camino que el partido debe seguir. Las conclusiones de los debates democráticos de los comunistas en los que deben participar todos buscando sostener el proceso de renovación socialista, deben ser sintetizadas con gran responsabilidad dentro de la perspectiva de un congreso extraordinario del partido, llamado a definir las líneas directoras, el programa de lucha y de acción para realizar los principios socialistas, junto a todas las fuerzas progresistas de Rumania”. El alegato de “Scânteia poporului” llegaba demasiado tarde. Si semejante artículo hubiera sido publicado 5 ó 6 meses antes, habría tenido un amplio eco, ya que abogaba por la reforma y la democratización del PCR, por un socialismo “con rostro humano”. Un congreso del partido reunido con un debate “en plena libertad” no 230 La revolución rumana de1989 habría reelegido a Ceauşescu Nicolae en la función de secretario general. Los partidos comunistas de otros Estados socialistas habían procedido de esta forma, aceptando compartir el poder político con otras fuerzas políticas. Pero a fines de diciembre, la realidad histórica mostraba que el PCR no se enderezó y las reformas de Gorbachov no eran posibles en la sociedad rumana. El Comunicado del Consejo del FSN había abierto otras perspectivas, más vastas. El 23 de diciembre, Lorin Fortuna transmitió a la dirección del Frente de Salud Nacional un mensaje, que fue remitido personalmente a Iliescu Ion, en las oficinas de la Televisión. El texto del documento era el siguiente: “Teniendo en cuenta la constitución en la capital del Frente de Salud Nacional y la necesidad de coordinar de una forma unitaria la lucha por la liberación de Rumania, el Comité del Frente Democrático Rumano de Timişoara decidió: Afiliar el Frente Democrático Rumano al programa del Frente de Salud Nacional. Integrar el Frente Democrático Rumano al Frente de Salud Nacional. Incluir el Comité de Timişoara, del Frente Democrático Rumano, en el Comité Nacional del Frente de Salud Nacional. El Comité del Frente de Salud Nacional de Timişoara así creado está compuesto por el siguiente despacho ejecutivo: Lorin Fortuna – presidente; Claudiu Iordache – vicepresidente; Munteanu Mihaela – secretaria; Ştefan Ivan miembro; Petrişor Morar –miembro”139. En Bucarest como en las otras ciudades, las luchas seguían con intensidad. Las fuerzas parecían desiguales. Los terroristas bien entrenados y colocados en lugares establecidos con anterioridad – sobre los edificios, en lo sótanos, detrás de las cruces de los cementerios, en las ventanas de los grandes inmuebles etc.- eran muy eficaces, disparaban de todas las posiciones provocando numerosas víctimas, mientras que el ejército rumano hacia frente a la situación con dificultad. A un tiro de “terrorista”, los militares respondían con una granizada de balas que causaban grandes destrozos. Centenas de miles de personas vinieron a defender la televisión y la radio que estaban amenazadas por los “terroristas”140. En cierto momento los “terroristas” estuvieron a punto de penetrar en el estudio 4 y en consecuencia, la emisión fue interrumpida. No han podido actuar en la oscuridad. En la reanudación, se pudo ver al capitán Mihai Lupoi con su equipamiento de guerra, con una pistola-ametralladora en la mano asegurando a los telespectadores que ningún terrorista penetraría en el estudio. Las luchas por la televisión continuaron, los “terroristas” 231 Ioan Scurtu dispararon desde un helicóptero sobre la habitación 111 donde se encontraban los miembros del Consejo del Frente de Salud Nacional. Los paracaidistas de Boteni (Dâmboviţa) intervinieron y salvaron la situación. Viendo que la radio estaba igualmente siendo asaltada de manera renovada, se erigieron barricadas alrededor del edificio y los revolucionarios la guardaron día y noche. En esta atmósfera, hubo decenas de casos donde los militares se mataron entre ellos y los revolucionarios dispararon sobre gente inocente creyendo que eran terroristas. El incidente más grave se produjo el 23 de diciembre, en el Aeropuerto de Otopeni (estando presente Henri Coandă), donde las tropas de seguridad fueron llamadas de Campina. La unidad fue atacada por “terroristas” y por esta razón llegaron con 7 horas de retraso; se desplazaron por el trazado establecido, los camiones se dirigieron hacia la terminal aérea; fueron advertidos por los guardias que dispararon al aire, pero los camiones no se pararon y los militares del aeropuerto abrieron fuego contra ellos; hubo 40 muertos (un oficial, dos civiles, 34 de Câmpina y el resto fueron de Bucarest)141. Hubo un incidente en Sibiu que fue también muy grave: un intercambio intenso de disparos se produjo entre los militares que se encontraban en el edificio de la Milicia y los de la Unidad MDN, saldado con 49 muertos y 47 heridos142. Hubo también enfrentamientos violentos en Braşov, Buzău, Reşiţa, Brălia etc. Durante la Revolución, 221 militares fueron asesinados y 633 heridos, en gran medida debido a errores de los comandantes y en la ejecución de las órdenes143. Rumania estaba sumida en una guerra electrónica a la que el ejército no podía hacer frente. Sobre los radares aparecían helicópteros de ataque y las unidades respondían con misiles pero sin efecto; poco después aparecían los blancos de nuevo. Esto aumentó el estado de pánico, y hasta el mismo general Guşă Ştefan, jefe del Gran Estado Mayor, estaba sobrepasado por la situación. Él afirmó en 1990: “Había que dilucidar la causa de la guerra psicológica y mediática, que había sido preparada y que se desarrollaba entonces. ¿Quién la planificó? ¿Desde el interior o desde el exterior? Porque tienen como blanco todos los escalones, todos los días, a toda hora, incluso cada minuto”144. Cuando los archivos de la Federación Rusa, de los EUA, de Francia, sean abiertos, este enigma de la guerra electrónica no será dilucidado. Mientras tanto, podemos afirmar con certitud que el ejército no estaba preparado para poder plantar cara a este tipo de guerra y que no tenían la técnica necesaria para poder despistar los señuelos. Podemos suponer que fueron unos actos de diversión 232 La revolución rumana de1989 realizados por extranjeros presentes en territorio rumano o desde el exterior del país. En la época, la mayor parte de los rumanos, incluido el general Guşă creía que los “helicópteros” venían del espacio soviético. Muchas especulaciones se formularon a propósito del hecho que el nuevo poder hubiera demandado el apoyo militar de los soviéticos. Hay documentos que prueban que en la noche del 22 al 23 de diciembre de 1989, el general Guşă, jefe del Gran Estado Mayor, tuvo una entrevista con el general soviético Moiseev y que le comunicó que “no habían solicitado ni solicitarían la ayuda militar soviética”145. En realidad, aunque se hubiera pedido esta ayuda, no habría sido otorgada. Un documento146 que portaba la mención “ultra secreto”, se presentó a la dirección superior soviética, incluido Gorbachov, firmado “secretario del CC” con fecha de 23 de diciembre de 1989, que precisaba: “que sea publicada la Declaración TASS sobre las acciones de los combates en Bucarest, que representan una amenaza para la vida de los ciudadanos soviéticos”. Y se anexionaba la declaración en la que se mencionaba que habían sido atacados edificios donde habitaban colaboradores de la representación comercial soviética: “Personas armadas penetraron en el edificio y dispararon. Se declararon incendios en el edificio y la vida de los que allí viven, como mujeres y niños está en peligro. La Unión Soviética no puede quedarse indiferente ante la suerte de ciudadanos soviéticos y pide a los que han puesto en marcha las acciones mencionadas, poniendo en peligro las vidas de los residentes en el edificio que paren enseguida. El documento demandaba también que se lanzase una llamada a los dirigentes de la República Popular de Bulgaria, la República Socialista de Checoslovaquia, la República de Hungría, la República Democrática de Alemania, la República Popular de Polonia, la República Socialista Federal de Yugoslavia para “establecer contactos permanentes e intercambios de información sobre la situación de Rumania y alrededor de ella, para proponer a los Estados aliados realizar consultas urgentes al nivel de los ministros de Asuntos Exteriores, y para que se pudiera celebrar una reunión en Varsovia. El documento proponía también “el establecimiento de contactos directos y permanentes con la dirección del Consejo del Frente de Salud Nacional de Rumania, en primer lugar con Iliescu Ion”. Este documento “ultra secreto”, fue descubierto por el historiador Ioan Chiper en los Archivos de la Federación de Rusia, mostrando la falsedad de ciertos politólogos y políticos según los que el golpe de Estado, fomentado por los Soviéticos tuvo lugar el 22 de diciembre. 233 Ioan Scurtu Sino no se habría sugerido al día siguiente, a la dirección superior de Moscú, establecer contactos directos y permanentes con el líder del FSN De cualquier manera, según algunos, era el mismo escenario que el de 1944, porque afirmaban que el acto del 23 de agosto había sido “la obra del Ejército Rojo liberador”, aunque bien es cierto que no tuvieron ningún papel en la decisión del Rey Miguel I de hacer detener a Antonescu Ion. El anexo 2 del documento analizado contenía la Declaración del gobierno soviético, que fue igualmente difundido por la Agencia TASS: “Las informaciones provenientes de Rumania muestran que el pueblo rumano ha roto definitivamente con el régimen autoritario y se está embarcando en el camino de la renovación democrática del país. El Frente de Salud Nacional ha sido constituido. Éste reagrupa a las fuerzas progresistas del país. El Consejo del Frente ha asumido el poder y ha enviado una llamada al pueblo para apoyar el programa presentado para lograr profundas transformaciones. Un proceso de formación de nuevas estructuras de poder se están dando en el país, con la participación activa de los trabajadores. Los adversarios de los cambios revolucionarios buscan oponerse y hacen uso de las armas de fuego sin tomar en consideración las victimas entre la población civil. Los Soviéticos son solidarios del pueblo rumano, que defiende las ideas de la libertad, de la democracia y la dignidad nacional. El gobierno de la URSS apoya los esfuerzos del Consejo del Frente de Salud Nacional dirigidos hacia la instauración del orden y de la paz pública. La Unión Soviética está preparada para aprobar al pueblo rumano, a la nueva dirección del país, en los plazos más cortos posibles, una ayuda humanitaria efectiva para eliminar las consecuencias de los trágicos acontecimientos de estos días”. Todavía el 23 de diciembre de 1989, durante una pausa de la sesiones del Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS, el primer ministro N.Ryzhkov declaró respondiendo a las cuestiones de un periodista, que sería un gran error enviar tropas soviéticas a Rumania, teniendo en cuenta que recientemente el envío de tropas en Checoslovaquia y Afganistán “fue condenado”147. Por muy paradójico que pueda parecer, la intervención de las tropas soviéticas en Rumania fue demandada en diciembre de 1989 por los gobiernos occidentales, en primer lugar por Francia y por EUA. El 24 de diciembre de 1989, Roland Dumas, ministro de Asuntos Exteriores Francés, declaró en la televisión que todos los que están motivados por situación en Rumania tienen la necesidad de 234 La revolución rumana de1989 luchar, “es porque hace falta pasar a “la intervención de urgencia” e invertir el principio de no intervención con el fin de defender los derechos del hombre. La situación en Rumania impone la introducción de esta noción en el arsenal jurídico internacional”. Afirmó que Francia aprobaría una intervención de la URSS y de los Estados miembros del Tratado de Varsovia, a la que su país, en calidad de gran potencia, se uniría. Esta “intervención de urgencia” podría tener la forma también de una brigada internacional148. Una opinión parecida fue expresada por Jacques Chirac, alcalde de París. Más aún, declaró que el presidente Mitterrand François, en calidad de presidente en ejercicio de la CEE, “debía pedir a la URSS enviar al ejército rumano el equipamiento militar, junto a los países miembros de la CEE”149. La televisión francesa informó que el secretario de Estado de los EUA, James Baker se puso de acuerdo, unas horas después, con el ministro de Asuntos Exteriores Francés, sobre el apoyo a una intervención militar de la URSS y los Estados miembros del Tratado de Varsovia en Rumania150. Estas solicitudes públicas, puestas al conocimiento de cientos de millones de telespectadores, fueron posteriormente silenciadas. Por razones oscuras, se lanzó la idea que una intervención soviética tuvo lugar en diciembre de 1989 en Rumania y que no se trataba de una revolución, sino de un golpe de Estado fomentado por el KGB. Una revolución pacífica, de “terciopelo”, había tenido lugar en Checoslovaquia, mientras que en Rumania se calló en la trampa tendida por los servicios secretos de la URSS. Sin embargo, los documentos no pueden ser manipulados ni negados. El 24 de diciembre, I.P. Aboimov recibió al embajador norteamericano en Moscú, Jack Matlock, por requerimiento de éste. El embajador afirmó que había recibido disposiciones de Washington para proceder a un intercambio de opinión con la parte soviética sobre los acontecimientos de Rumania: “La parte norteamericana está muy preocupada por el hecho que el conflicto que opone a las fuerzas de la Securitate y las unidades armadas del ejército prosigue y que por ello el número de víctimas entre la población sigue aumentando”. El diplomático norteamericano sugirió que existía un escenario que estaba puesto en marcha, pero que se había sobrepasado por la evolución concreta de los acontecimientos en Rumania donde ya no se hablaba de miembros de la Securitate sino de “terroristas”. El mismo día 24 de diciembre, las unidades de la Securitate habían sido tomadas por el Ejército. Jack Matlock se interesó por la “manera más eficaz de apoyar al pueblo rumano y a la dirección de Rumania” y quiso saber si 235 Ioan Scurtu “un apoyo militar acordado por la Unión Soviética al Frente de Salud Nacional de Rumania estaba fuera de cuestión”. Afirmó que en este contexto, un envío por parte de la Unión Soviética no sería considerado como inspirado en la “doctrina Brézhnev”, es decir el derecho del Ejército Rojo de intervenir en los países socialistas. Aboimov reiteró la posición de la URSS formulada sin equívoco por la declaración del gobierno soviético, precisando que no se había considerado una intervención militar: “Estamos contra toda injerencia en los asuntos internos de otro país y nos cerramos firmemente a tomar este camino, sin ninguna excepción”151. El diplomático soviético dijo, con cierto tono de ironía, que “la parte norteamericana podían considerar “la doctrina Brézhnev” como un regalo que nosotros les ofrecemos”. E hizo alusión a la intervención de los EUA en Panamá, que se desarrollaba estos días, donde el ejército norteamericano iba a detener a Manuel Noriega porque no tenía la simpatía de Washington. El 25 de diciembre de 1989, I.P.Aboimov dio una conferencia de prensa en la que hizo una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS estimando que “el gobierno soviético tenía los contactos y las consultas permanentes con los gobiernos de los países miembros del Tratado de Varsovia, así como intercambio de informaciones. También que la URSS y sus aliados, apoyan las renovaciones revolucionarias en Rumania y los esfuerzos del Frente de Salud Nacional”. El documento expresa la convicción que el pueblo rumano saldrá victorioso de su lucha por la libertad y la democracia y que “es deseable evitar toda forma de acción colectiva que podría recordar las prácticas que hubo en el pasado. La URSS intercambia igualmente opiniones con los otros Estados sobre la situación de Rumania, la solidaridad con los rumanos está presente como una obligación moral de toda la comunidad mundial”152. I.P.Aboimov declaró que durante su entrevista el 24 de diciembre con el embajador norteamericano en Moscú, procedió a un intercambio de informaciones y apreciaciones sobre la evolución de los acontecimientos de Rumania. Añadió que el secretario de Estado norteamericano, así como los ministros de Asuntos Exteriores de Francia y Gran Bretaña declararon comprender los motivos de la URSS en el caso que enviase a Rumania “una ayuda militar, junto a sus aliados del Tratado de Varsovia, para apoyar el poder popular”. La posición del gobierno soviético frente a estas sugerencias se explicó así: “La URSS ha declarado no intervenir en los asuntos internos de otro Estado, ya se trate de un Estado aliado o no. La URSS no 236 La revolución rumana de1989 sólo enuncia este principio sino que también lo respetará. La parte soviética conoce la declaración del secretario de Estado norteamericano sobre la intromisión en los asuntos internos de otro Estado. Es necesario hacer prueba de una precaución particular no solamente en las acciones, sino también en las declaraciones”153. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores Soviético, Eduard Shevardnadze estimó que la sugerencia de Occidente era “sino siniestra, cuando menos estúpida”154, porque toda intromisión por parte de la URSS habría transformado a Ceauşescu en un mártir155. Era una situación extraña: las grandes democracias demandaban a la Unión Soviética una intervención militar en Rumania y ella rehusaba esta solicitud y exhortaba a los occidentales para que tuvieran “precaución”. Durante la misma conferencia de prensa, Aboimov declaró que la Unión Soviética había establecido lienzos con el Consejo del Frente de Salud Nacional, pero que Gorbachov no había tenido contacto con sus representantes156. Mientras estas discusiones tenían lugar en el plano internacional, Rumania parecía encaminarse rápidamente hacia la guerra civil. La televisión rumana y la radio, como los periodistas extranjeros, estaban contribuyendo plenamente a la amplificación del estado de tensión y de pánico, retransmitiendo en directo los enfrentamientos entre el ejército y los “terroristas”, los incendios que se habían declarado (en la Biblioteca Central Universitaria, en el Museo Nacional del Arte, etc.), las imágenes de los heridos hospitalizados que estaban siendo interrogados aunque casi no pudieran hablar, etc. Ninguna ética profesional estaba funcionando, la caza del sensacionalismo y el placer sádico de difundir “la guerra” de Rumania para ganar audiencia animaba a todas las cadenas de televisión. Las imágenes de pesadilla transmitidas desde Bucarest generaron una fuerte solidaridad con el pueblo rumano. El Consejo del Frente de Salud Nacional recibía los mensajes de parte de los jefes de los gobiernos, de los Ministros de Asuntos Exteriores, asegurando su simpatía y su apoyo. La ayuda comenzó a llegar en forma de medicamentos, víveres, vestidos, etc. La dirección del Consejo del Frente de Salud Nacional llegaron a la conclusión que las luchas no cesarían mientras Ceausescu siguiera con vida. Estimaron que había personas (miembros de la Securitate y terroristas) que habían prestado juramento de fidelidad al jefe del Estado y que quedarían desligados de sus promesas si el presidente moría. El que más apoyaba firmemente este punto de vista era Gelu 237 Ioan Scurtu Voican Voiculescu, mientras que Iliescu vacilaba. Petre Roman explicó más tarde: “Había que destacar que en este momento la revolución no estaba totalmente ganada. La situación podía cambiar en cualquier momento y el dictador, todavía vivo, representaba una gran amenaza”157. En la noche del 24 de diciembre, Iliescu Ion firmó en calidad de presidente del Consejo del Frente de Salud Nacional, el decreto de creación de un Tribunal Militar excepcional encargado de juzgar “los actos particularmente graves cometidos por los ciudadanos Ceauşescu Nicolae y Ceauşescu Elena, destituidos de sus funciones de Estado y políticas por la acción revolucionaria de las masa populares”. El procedimiento de urgencia para el juicio “era impuesto por el deseo de todos los ciudadanos honestos de Rumania”. El decreto precisaba que el Tribunal Militar excepcional juzgaría “conforme a las disposiciones legales en vigor estipuladas por el derecho penal” y que el derecho de defensa se aseguraría a los inculpados”158. Este cuidado por respetar las normas legales era sólo apariencia, porque la sentencia estaba ya decidida de antemano; el general Stănculescu se ocupaba de todos los aspectos relacionados con la organización del proceso. Hizo traer a Târgovişte el pelotón de Boteni que se encargaría de ejecutar a Nicolae y Ceauşescu Elena. En la mañana del 25 de diciembre, los jueces fueron transportados por helicóptero de Bucarest a Târgovişte. Esta instancia militar estaba compuesta del general Popa Gică –presidente; el coronel Ioan Néstor –juez; el mayor Dan Voinea –procurador militar; del capitán Corneliu Sorescu, del teniente-mayor Daniel Condrea y el teniente Zamfir Ion – asesores populares; del ayudante en jefe Jean Tănasă – escribano forense. Los abogados de oficio de la defensa eran Teodorescu Nicolae y Constantin Lucescu159. Las declaraciones de Lucescu eran significativas por el modo en que fue preparado el proceso: “No sabíamos donde íbamos aterrizar. Tampoco sabíamos quienes eran los terroristas que íbamos a juzgar”160. El proceso se desarrolló en una habitación de la unidad militar donde Ceauşescu Nicolae y Ceauşescu Elena estaban detenidos desde la noche del 22 de diciembre. Asistían el general Stănculescu, Gelu Voican Voiculescu, Virgil Măgureanu, Florescu Mugurel, Ion Baiu, etc. Antes de que el mismo proceso comenzase, el general Stănculescu había elegido el lugar donde los dos acusados serían ejecutados (un muro en el interior de la unidad militar). Nicolae y Ceauşescu Elena fueron acusados, en el requerimiento fiscal leído por el procurador Dan Voinea de: 238 La revolución rumana de1989 “1. Genocidio –más de 60.000 víctimas; 2. Atentado contra el poder del Estado por la organización de acciones armadas contra el pueblo y el poder del Estado; 3. Destrucción de edificios públicos e instituciones; 4. Destrucción de la economía nacional”161. Las acusaciones no estaban formuladas tomando como base las informaciones y las pruebas, que tenían que figurar en el dossier de los inculpados. Los dos estaban acusados de los mismos delitos, aunque en todo el proceso las responsabilidades fueron individuales. El procurador Dan Voinea expresaba más un el estado de ánimo ofreciendo los argumentos necesarios para la aplicación de la pena capital. El proceso fue verdaderamente de excepción; incluso los abogados de la defensa se transformaron en acusadores afirmando que los dos inculpados debían sentirse honrados de ser defendidos por ellos. Ceauşescu Nicolae dijo que no reconocía a este Tribunal de excepción, afirmando que él era el presidente de la República Socialista de Rumania y que conforme a las disposiciones de la Constitución, solamente respondería delante de la Gran Asamblea Nacional. Estimó que el proceso era una “mascarada” fomentado por los que habían organizado el “golpe”. A la cuestión del juez: “¿Quién ordenó disparar contra la muchedumbre?”, él respondió que ninguna persona disparó en la Plaza del Palacio, que al contrario “había órdenes claras para que no se disparase”; según él, “el pueblo lucha por la eliminación de esta banda de traidores que han organizado el golpe con la colaboración de elementos extranjeros”162. Mientras, se dirigía a los que les juzgaban como “simples ciudadanos”, Ceauşescu dio réplicas buscando poner en dificultad tanto al acusador como al presidente de la corte; los que, profundamente estresados, no encontraron los argumentos necesarios. Habituados a la aplicación del “derecho socialista” y formados en el culto hacia el jefe del Estado, pero sabiendo que ellos debían llevar a bien una “tarea” establecida por adelanto, hablaban en voz alta, a veces todos a la vez, haciendo apreciaciones gratuitas, como por ejemplo que en la casa de Ceauşescu Zoe fue encontrado una balanza de oro con la que pesaba la carne venida del extranjero. A la afirmación del procurador que ella tenía una cuenta de 400.000 USD en Suiza, Ceauşescu Elena replicó: “¡Muéstrenme las pruebas!”. A una afirmación del procurador según la cual ella no era capaz de leer correctamente, ella expresó su indignación: “¡Si mis colegas los intelectuales y los académicos os escuchasen!”; entonces el procurado dijo que “la analfabeta era una erudita”, Ceauşescu Elena 239 Ioan Scurtu dijo: “¡usted no me puede hablar de esa forma!” La actitud de Ceauşescu Nicolae no permitía saber si él pensaba que iba a ser ejecutado o que regresaría la cabeza del Estado. Él afirmó que el pueblo rumano lucharía hasta “la eliminación de esta banda que con la colaboración de elementos extranjeros organizaron el golpe” y que lo afirmaría “cada vez que fuera necesario”. Refiriéndose a la muerte del general Milea, Ceauşescu declaró: “haré un informe para saber por qué se suicidó”. El procurador Dan Voinea estimó que el proceso duraba demasiado y en consecuencia se dirigió al presidente de la corte: “Señor presidente, si este acusado paranoico no tiene cuentas (en Suiza) debemos acabar, porque me parece imposible que nos entendamos con él”. El proceso finalizó en menos de dos horas, la corte anunció la sentencia: la condena a muerte de los dos y la confiscación de su fortuna. El abogado Teodorescu precisó que “el veredicto era definitivo”. Ceauşescu Nicolae replicó: “aquel que fomenta un golpe de Estado puede fusilar a quién quiera”. Como ellos no habían reconocido al Tribunal Militar excepcional, Nicolae y Ceauşescu Elena no interpusieron recurso, por lo que la sentencia era definitiva. Enseguida, tras el fin del proceso, los dos condenados, manos atadas a la espalda, fueron puestos en el muro elegido; sin que ningún comandante lo ordenase, el pelotón de ejecución abrió fuego y la pareja fue derribada por las ráfagas de balas. En esta Navidad, alrededor de las 14:50, la pareja más odiada de Rumania fue fusilada tras la sentencia del Tribunal Militar excepcional, por los militares traídos de Boteni. Sus cuerpos fueron transportados en helicóptero a Bucarest. Pasaron la noche del 25 al 26 de diciembre en el estadio de Ghencea, desde donde después fueron transportados al Hospital Militar Central. Allí fueron guardados hasta el 30 de diciembre, día de su enterramiento en el cementerio Gencheacivil, gracias a Gelu Voican Voiculescu. En la tarde del 25 de diciembre, la televisión y la radio anunciaron que el proceso contra Nicolae y Ceauşescu Elena había tenido lugar; después de la presentación de los jefes de la acusación∗, el comunicado precisó “Por los graves crímenes cometidos contra el pueblo rumano y Rumania, los acusados Ceauşescu Nicolae y ∗ Después del proceso, la ejecución de Ceauşescu Nicolae Elena y la vuelta de los miembros del tribunal a Bucarest, se comenzó a elaborar el comunicado en el que se añadió un quinto cargo de acusación: “tentativa de retirar del país y de aprovecharse de más de mil millones de dólares depositados en bancos extranjeros” 240 La revolución rumana de1989 Ceauşescu Elena fueron condenados a muerte y a la confiscación de su fortuna. La sentencia es definitiva y ha sido ejecutada”. En la misma noche del 25 al 26 de diciembre, la televisión difundió la cinta del proceso y de la ejecución del matrimonio Ceauşescu. Había sido “tratada” de tal forma que las personas implicadas en la ejecución no pudieran ser reconocidas; sólo se podía ver a Nicolae y Ceauşescu Elena y entender las voces de los miembros del tribunal. La cinta acaba con la imagen de Ceauşescu Nicolae y Ceauşescu Elena fusilados al pie del muro en el recinto de un cuartel. La cinta completa incluida el entierro, sería difundida el 22 de abril de 1990. En todo caso, en la noche del 25 de diciembre, los telespectadores, incluidos los “terroristas” se convencieron de que Ceauşescu estaba muerto. No tuvo un proceso normal, sino un proceso “revolucionario”, que afectó mucho a algunos de los participantes en la toma de la decisión de condena del antiguo jefe de Estado y de su esposa. El presidente de la corte, el general Popa Gică fue el más marcado. Tuvo una grave depresión y algunos meses después del proceso se suicidó. Tras el anuncio de la muerte del matrimonio Ceauşescu, la violencia se redujo en intensidad y a principios de enero, cesó. Ceauşescu Nicolae fue el único líder comunista que fue liquidado físicamente, lo que levantó muchas preguntas. Anneli Ute Gabanyi encontró una explicación: “Rumania fue el único país de el bloque soviético cuyo jefe del partido y del Estado fue ejecutado. ¿Por qué? Porque Rumania era el único país en el sistema hegemónico soviético en el que las fuerzas de seguridad de Moscú no disponían, como en los otros países de Europa del Este, de mecanismos directos de influencia política. En Rumania el jefe del Estado detentaba el cargo de comandante supremo del ejército y éste no estaba subordinado directamente a la dirección militar del Pacto de Varsovia, como en el caso de los ejércitos de los otros Estados satélites de Moscú”163. Sería una explicación pero no la única. La lista de preguntas sigue abierta: ¿es que la ejecución de Ceauşescu había sido “una réplica al desafío de la Unión Soviética y de Occidente, sobre todo en los últimos años de la “época Ceauşescu”?, ¿es que se trataba de un castigo “merecido” por el reembolso integral de la deuda externa rumana (en abril de 1989) por la que él deseaba impedir toda intromisión en los asuntos internos de Rumania?, ¿se trataba de un 241 Ioan Scurtu sentimiento de celos generado por el prestigio internacional adquirido en los años 70?, ¿se trataba de una lección para todos los que intentasen promover el nacionalismo como política de estado?, ¿sabría demasiadas cosas y es por eso que se le impidió hablar en un verdadero proceso?, ¿o quizás no querían que diese su testimonio sobre todos los que había conocido a lo largo del tiempo?”164. Evidentemente estas cuestiones y muchas otras recibirán respuesta con el tiempo, pero por el momento, en diciembre de 1989 el mundo suspiró con alivio porque “el tirano”, “el anticristo”, “el criminal” había recibido la muerte. Rumania podía volver a la tranquilidad y los rumanos no debía temer caer victimas de los terroristas que intentaban hacerle volver al poder. El primer gobierno de la revolución fue constituido el 26 de diciembre. Fue conducido por Petre Roman, un joven profesor de conferencias en el Instituto Politécnico de Bucarest. Tras más de un decenio, él dijo: “Yo comencé bruscamente mi carrera. Por mi compromiso de diciembre, en las luchas seguidas a la caída del régimen totalitario, yo me encontré, lo repito, absolutamente de repente, impulsado como primer ministro de Rumania, en el gobierno provisional. En este momento yo no sabía que entraba en política ni soñaba que iba quedarme. Jamás pensé que sería investido en las más altas funciones”165. La Revolución rumana se hizo con un gran sacrificio de vidas humanas: 1104 muertos y 3321 heridos. Parte fueron militares: 633 heridos166 y 221 muertos (116 oficiales, 69 técnicos militares y suboficiales, 423 llamados a filas, 15 asalariados civiles167); la mayor parte fueron registrados en Bucarest (114), Braşov (12), Buzău (11), Reşiţa (8), Brăila (10), Consţanza (9), Timişoara (8) y Sibiu (8)168. No hay todavía cifras sobre las victimas de la revolución por sexo, nacionalidad, edad, profesión, pertenencia política. Podemos hacernos una imagen utilizando las estadísticas del Ministerio del Interior, según las cuales “en Timişoara en el periodo del 17 al 21 de diciembre de 1989, se registraron 376 víctimas, entre muertos y heridos, entre manifestantes y las fuerzas del orden. En lo que concierne a los manifestantes 72 personas fallecieron por herida de bala, y 1 atropellada por un vehículo. En el total 306 fueron hombres y 70 mujeres, 313 tenían domicilio en Timişoara y 56 en otras localidades. 7 víctimas no fueron identificadas. Por lo que respecta a sus profesiones, 185 eran obreros, 24 alumnos, 13 militares, 12 retirados, 9 funcionarios, 7 estudiantes, 6 amas de casa, 3 ingenieros, 2 médicos, 1 profesor, 1 hijo de un minero y 113 sin ocupación (o no se 242 La revolución rumana de1989 ha establecido su ocupación). Desde el punto de vista de la edad, 133 comprendían entre 15 y 25 años, 120 entre 25 y 35 años, 81 entre 35 y 45 años, 34 de más de 45 años y 8 por debajo de 15 años. Las víctimas fueron alcanzadas por balas disparadas a la cabeza -30, en el tórax -55, en el abdomen -38, los miembros superiores -46, los miembros inferiores -153, y otras partes del cuerpo -8”169. Otra estadística se refiere al número de personas arrestadas en Timişoara. Las autoridades militares de Timişoara comunicaron en agosto de 1994, que en el periodo del 16 al 22 de diciembre de 1989, 978 personas fueron detenidas, 944 en la Penitenciaria de Timişoara, 33 en una prisión del Ministerio del Interior (de la Inspección de la Milicia) y una persona en la prisión de la guarnición170. Las estadísticas del Ministerio del Interior indican la cifra de 832 personas retenidas en el intervalo del 16 al 19 de diciembre171: Un total -832 personas de las que 700 eran hombres y 132 mujeres. Por nacionalidades: rumanos - 716, húngaros - 82, alemanes - 19, serbios 4, eslovacos - 2, judíos - 1, otras nacionalidades - 8. Por edad: entre 18 y 25 años - 467, entre 25 y 35 años - 224, entre 35 y 40 años - 98, más de 54 años - 43. Por profesiones: obreros -535, estudiante - 86, ingenieros - 19, funcionarios - 19, amas de casa - 11, retirados - 7, ingenieros superiores - 4, profesores - 2, reclutas - 2, arquitectos - 1, médicos - 1, sin ocupación - 29, otras categorías - 116. Por pertenencia política: miembros del PCR -53, miembros UTC - 413, sin pertenencia política - 366”. Tras el análisis de estos datos, resulta que la mayor parte de los participantes eran hombres. El número de jóvenes, es decir de personas nacidas y formadas en el socialismo, fue preponderante. Éstos no se han sentido ligados a este régimen y en consecuencia se han sacrificado para eliminarlo. Desde el punto de vista profesional, en primer lugar se encontraban los obreros, que según la teoría oficial representaban la clase dirigente en el Estado, devota al régimen. Esta conclusión se sostiene también por la pertenencia política –en el primer lugar se encuentran los miembros del UTC, la mayor parte nacidos en “la época Ceauşescu”. Entorno al 70% de las personas detenidas eran miembros del UTC y del PCR, lo que mostraba una ruptura entre la dirección oficial y la masa de los miembros de las organizaciones denominadas comunistas. La estructura por nacionalidades indica que los miembros de todas las etnias –rumanos, húngaros, alemanes, serbios, etc. – se lanzaron en la lucha contra el régimen totalitario. En diciembre de 1989, un capítulo de la historia de Rumania, de Europa y del mundo en general, finalizaba172. La caída 243 Ioan Scurtu del régimen Ceauşescu, del socialismo totalitario en Rumania, no fue el resultado de una conspiración de palacio, ni la acción de un grupo restringido de personas, sino que se trató de una verdadera revolución, la más amplia y la más dramática en Europa durante el curso de ese año. Por una gran cantidad de motivos -como la duración del régimen, la omnipresencia de la Securitate, la cobardía de los miembros del aparato de gobierno alrededor de Ceauşescu, la ausencia de un gran movimiento reformador o disidente, la inexistencia de la sociedad civil- no fue posible en Rumania quitar la dictadura y reinstaurar la democracia a través de debates como “la mesa redonda” o de una “revolución de terciopelo”,sino al contrario hizo falta el levantamiento de las ciudades más importantes que afrontaron con heroísmo a las fuerzas de represión, con un sacrificio de 1100 personas. En diciembre de 1989, Europa y el mundo entero estaban al lado de Rumania, les admiraban por su coraje y heroísmo, por su voluntad firme de vivir en libertad, en una sociedad democrática. NOTAS 1 Ver Miodrag Milin Timişoara, 15-21 decembrie 89 (Timişoara 15-21 diciembre del 89), Timişoara, 1990; T.Suciu, Reportaj cu sufletul la gura: traseele revolutiei (Reportaje sin aire: los trayectos de la revolución), Timişoara, Ediciones Facla, 1990; Stelian Tănase, Miracolul revoluţiei: o istorie politică a căderii regimului comunist (El espejo de la revolución: una historia política de la caída del régimen comunista), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1999; Vladimir Tismăneanu, Ghilotina de scrum. Despre nevroze şi revoluţii (La guillotina de cenizas. Sobre las neurosis y las revoluciones), Timişoara, Ediciones Vest, 1992; Caietele Revoluţiei(Los Cuadernos de la Revolución), nº 5/2006 (consagrado a la revolución de Timişoara) 2 Tinu Radu, Timişoara…sin comentarios…, p.19 3 Teodorescu Filip, Un risc asumat. Timişoara, decembrie 1989… (Un riesgo asumido. Timişoara, diciembre de 1989…), pp.45-46 4 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.248 5 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante vuestra), p.42 (Las declaraciones de Doina Cornea) 6 Precisión hecha al pedirlo el autor de este volumen el 14 de junio de 2006 7 Ver Dennis Deletant, Ceauşescu şi Securitatea. Constrângere şi disidenţă în România anilor 1965-1989 (Ceauşescu y la Securitate. Coacción y disidencia en Rumania de 1965-1989), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1998 8 Iliescu Ion, Revoluţie şi reformă (La Revolución y la reforma), p.49 9 Claudiu Iordache, Singur printre români… (Sólo para los rumanos…), p.21 10 Costel Balint, 1989. Timişoara în decembrie (1989. Timişoara en diciembre), Timişoara, Ediciones Helicón, 1992, p.11 11 Claudiu Iordache, Detonatorul Timişoara. Calea spre libertate (El detonador Timişoara. El camino hacia la libertad), en la revista “Agora socialdemocrată”, p.33 12 El desarrollo de los acontecimientos, en la revista Martor ocular (testigo ocular), nº 2 de diciembre de 1999, p.11 244 La revolución rumana de1989 13 Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº65 del 29 de octubre de 1986 14 Tinu Radu, Timişoara…sin comentarios…, p.19 15 Profesor dr. Lorin Ioan Fortuna, Relaţia revoluţionari-Armată, la Timişoara, din perspectiva Frontului Democratic Român (La relación revolucionariosejército, en Timisoara, según la perspectiva del Frente Democrático Rumano), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº 1/2001, p.38 16 Sergiu Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.68 17 Condamnat la adevăr.. (Condenado a la verdad…), p.43 18 Arhiva N.I.C., fond C.C. al P.C.R. Cancelarie, (Archivos NHC, fondos del CC del PCR Cancillería), dossier 338/1989 f.a. Stenograma şedinţei Comitetului Politic Executiv al C.C. al P.C.R. din ziua de 17 decembrie 1989 (Taquígrafo de la sesión del Comité Político Ejecutivo del CC del PCR del 17 de diciembre de 1989), en Sergiu Nicolaescu, Revoluţia. Începutul adevărului. Un raport personal… (La Revolución. El comienzo de la verdad. Un informe personal…), pp. 274-288; Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), pp.141-145 19 Popescu Dumitru, Am fost cioplitor… (Fui escultor de quimeras…), p.371 20 Popescu Dumitru, op. cit.,p.376 21 El texto de la videoconferencia en Arhiva N.I.C., fond C.C. al P.C.R. Cancelarie, (Archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería), dossier 338/1989 f. 17-21; Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română… (La Revolución Rumana…), pp. 146-151 22 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.448-449 23 Costel Balint, 1989. Timişoara în decembrie (1989. Timişoara en diciembre), p.47 24 Oraşul-grădină al României sub sărutul morţii (La ciudad jardín de Rumania bajo el beso de la muerte), p.29 25 Gino Rado, Statistica represiunii. Morţii de la Timişoara (La estadística de la represión. Los muertos de Timişoara)(Estudio del caso), Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº 3/2006, pp.57-58 26 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română… (La Revolución Rumana…), p.155 27 Ver Timişoara în arhivele “Europei Libere”. 17-20 decembrie 1989. Documente (Timişoara en los archivos de la radio “Europa Libre”, 17-20 de diciembre 1989. Documentos), Bucarest, La Fundación Académica Cívica, 1999 28 Revoluţia română văzută de ziarişti americani şi englezi (La Revolución vista por los periodistas norteamericanos e ingleses), p.8 29 Principiul dominoului… (LA teoría del dominó…), p.467 30 Ibídem, p.456 31 Ibídem, p.459 32 Ibídem, p.464 33 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), p.163 34 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.470 35 Ibidem 36 Ibídem, pp.466-467 37 Ibídem, p.478 38 Ibídem, pp.468-469 39 Condammat la devăr… (Condenado a la verdad…), p.106 40 E un început in tot sfârşitul. Culegere selectivă din programele radiodifuzate în zilele de 17-25 decembrie 1989 (Hay comienzo para todo fin. Colección selectiva de los programas radiados del 17 al 25 de diciembre de 1989), Bucarest, La Sociedad Rumana de Radiodifusión, 1989, p.40 245 Ioan Scurtu 41 Ibídem, pp.40-41 42 Teodorescu Filip, Un risc asumat… (Un riesgo asumido…), p.106 43 Claudiu Iordache, O Românie de câştigat sau O naţiune în descompunere (Elogiu pentru generaţia mea) (Una Rumania por ganar o una nación en descomposición [Elogio para mi generación]), p.208 (nota final firmada por la editorial) 44 Miodrag Milin, Timişoara in revoluţie şi după (Timişoara durante la Revolución y después), Timişoara, Ediciones Marineasa, 1997, pp.105-106; Marinela Verónica Tariuc, Frente Democrático Rumano (F.D.R.), en Caietele Revoluţiei (Los cuadernos de la Revolución), nº5/2006, p.12 45 Ver Claudiu Iordache, Isus s-a născut la Timişoara. Decembrie’89 (Jesús ha nacido en Timişoara. Diciembre del 89), Timişoara, Ediciones Helicon, 2003 46 Miodrag Milin, Timişoara în revoluţie şi după (Timişoara durante la Revolución y después), p.118 47 Scânteia del 21 de diciembre de 1989 48 Arh. Fond N.I.C. al P.C.R. Cancelarie (Archivos, fondos del NHC del PCR. Cancillería), dossier 338/1989 f.22-26; Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), pp.176-177 49 Scânteia del 21 de diciembre de 1989 50 Documente din arhivele ruseşti, loc. cit. (Documentos de los archivos rusos, loc. cit.) 51 Sergiu Nocilaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.89 52 Texto escrito por Savu Ion, publicado en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº2/2005, p.9 53 Procesul Timişoara (14 martie-12 mai 1990) (Proceso de Timişoara [14 de marzo-12 de mayo]), vol.III. Edición firmada por Miodrag Milin y Orban Traian, Timişoara, Ediciones Mitron, 2005, p.1357 54 Prof. Dr. Lorin Ioan Fortuna, Relaţia…(La relación…), loc. cit., p.42 55 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.473 56 Revoluţia română văzută de ziarişti americani şi englezi (La Revolución rumana vista por los periodistas norteamericanos e ingleses), p.12 57 Minciuni mass-media (Las mentiras de los medios), bajo la dirección de Gérard de Sélys, p.61 58 Gino Rado, Statistica represiunii (Las estadísticas de la represión), loc. cit., p.93 59 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.473-474 60 Ibídem, p.474 61 Ibídem, p.469 62 Ibídem, pp.470-471 63 Ibídem, pp.471-472 64 Documente din arhivele ruseşti (Documentos de los archivos rusos). La fuente: los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa. Documentos desclasificados y publicados por el Ministerio ruso en “Diplomaticeskii Vestnic”, nº 21/22 noviembre de 1994, aparecido en la revista “22”, nº1 del 7-13 de enero de 1997 65 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.475-476 66 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante Vuestra…), p.158 (La declaración de Lorin Fortuna) 67 Ver el texto del documento en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº2/2005, pp.12-13 68 Ibídem, pp.15-16 69 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante Vuestra…), p.159 (La declaración de Lorin Fortuna) 246 La revolución rumana de1989 70 Ver Rolul Frontului Democratic Român în cadrul Revoluţiei Române din Decembrie 1989 (El rol del Frente Democrático Rumano en el ámbito de la Revolución Rumana de diciembre de 1989); coordinador Lorin Ioan Fortuna, Ediciones Art Press, 2006 71 Scânteia del 22 de diciembre 1989 72 Sfârşitul dictaturii. 21-25 decembrie 1989 (El fin de la dicatadura 21-25 diciembre de 1989). Coordinador Scurtu Ioan, pp.30-32 73 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.478 74 Ibídem, p.479 75 Ibídem, p.480 76 Ídem 77 Ibídem, p.482 78 Documentele din arhivele ruseşti, loc. cit. (Documentos de los archivos rusos, loc. cit.) 79 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 al Este del Prut), pp.198-199 80 Ibídem, p.210 81 Arh N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie (Archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería), dossier 338/1989 f. 27-35; Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), pp.197-202 82 Ibídem, p.513 83 Arh N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie (Archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería), dossier 338/1989 f. 34-35 84 Şase zile care au zguduit România. Ministeriul de Interne în decembrie 1989. Pleodarie pentru istorie (Seis días que hicieron temblar Rumania. El Ministerio del Interior en diciembre de 1989. Defensa para la historia), vol.I, coordinador, el general de división Ion Pitulescu, Bucarest, Imprenta Luceafărul, 1995, pp.174-175 85 Sergiu Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por poder), p.150 86 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română…(La Revolución Rumana…), p.542 87 Sergiu Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.168 88 Sfârşitul dictaturii… (El fin de la dictadura…), coordinador Scurtu Ioan, p.38-39 89 Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la revolución de diciembre de 1989), p.112 90 Ilie Verdeţ, In memoriam, f.a., pp.86-87 91 Stenograma din 22 decembrie 1989 (Şedinţa C.P.Ex. –în sediul Comitetului Central al P.C.R.) (Taquigrafía del 22 de diciembre de 1989 [Sesión del CPEj. en el edificio del comité Central del PCR.]), en Sergio Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.289 92 Generarul Revoluţiei…(El general de la Revolución…), pp.40-41 93 Cristian Troncota Duplicitarii (Los que han hecho doble juego), p.214 94 Teodor Brates, Trilogia revoluţiei române în direct. Câteva zile dintro viaţă (La trilogía de la revolución rumana en directo. Algunos días de una vida), vol.I -22 decembrie ’89 in studioul 4 al T.V.R. (El 22 de diciembre del 89 en el estudio 4 de la TVR), Bucarest, Ediciones Ager-Economistul, 2004, p.86 95 Documente din arhivele ruseşti, loc. cit. (Documentos de los archivos rusos, loc. cit.) 96 Ibidem 97 Ştefan Dinu, Ce am făcut, ce am văzut, ce am auzit, ce ştiu sigur (Lo que he hecho, he visto, he comprendido, lo que sé seguro), en la revista Dosarele istoriei (los dosieres de la historia), nº 12/2006, p.39 98 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română…(La Revolución Rumana…), p.206 247 Ioan Scurtu p.44 99 Sfârşitul dictaturii…(El fin de la dictadura…), coordinador Scurtu Ioan, 100 Generalul Revoluţiei… (El general de la Revolución…), p.53 101 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.484-485 102 Emanuel Valeriu, Faţa necunoscută a Europei Libere (el rostro desconocido de la Europa Libre), Bucarest, Ediciones Lumina Lex, 2001, p.9 103 Ver Teodor Brateş, Explozia unei clipe, 22 decembrie 1989 –o zi în studioul 4 (LA explosión de un instante, el 22 de diciembre de 1989 –un día en el estudio nº4), Bucarest, Ediciones Scripta, 1992 104 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română…(La Revolución Rumana…), pp.308-309 105 Ibídem, p.309 106 Ídem 107 Ver Scurtu Ioan, “Lovitura de stat” a generalului Stănculescu (“El golpe de Estado” del general Stanculescu), en “Istoria”, junio 2006 108 Generalul Revoluţiei… (El general de la Revolución…), pp. 45-46 109 Buletinul Oficial al Republicii Socialiste România, (Boletín Oficial de la República Socialista de Rumania), nº45 del 28 de marzo de 1974 110 Investigador científico dr. Alexandru Osca, Conducerea acţiunilor militare şi angajarea forţelor armatei în Revoluţia din Decembrie 1989 (La dirección de las acciones militares y la intervención de las fuerzas armadas en la Revolución de diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº1/2007, p.56 111 Revoluţia română în direct (La Revolución rumana en directo), Bucarest, 1990, p.40 112 Iliescu Ion, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), pp.38-39 113 E un început în tot sfârşitul. Culegere selectivă din programele radiodifuzate în zilele de 17-25 decembrie 1989 (Hay un comienzo para todo fin. Colección selectiva de los programas radiados del 17 al 25 de diciembre de 1989), Bucarest, La Sociedad Rumana de Radiodifusión, 1989, p.183 114 Marele şoc în finalul unui secol scurt… (El gran choque de un final de siglo muy corto…), p.188 115 Generalul Revoluţiei… (El general de la Revolución…), pp. 56-59 116 Alex Mihai Stoenescu, Istoria Ioviturilor de stat în românia (Historia de los golpes de Estado en Rumania), vol.4, 2ª parte, p.528 117 E un început…(Hay un comienzo…), Bucarest, La Sociedad Rumana de Radiodifusión, 1989, p. 182 118 Condamnat la adevăr… (Condenado a la verdad…), p.73 119 E un început… (hay un comienzo…), p.181 120 Ibídem, p.230 121 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante Vuestra …), pp. 254-265 (La declaración de Ilie Ştirbescu) 122 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română…(La Revolución rumana…), pp.315-322 123 Teodor Brateş, Trilogía revoluţiei… (La trilogía de la revolución…), vol.I, p.25 124 Ibídem, p.227 125 Peter Sian-Davies, The Romanian Revolution of December 1989 (La Revolución Rumana de diciembre de 1989), Haga y Londo, 2005, p.114 126 Petre Roman, Libertatea ca datorie (La libertad como deber), pp.119-120 127 Faţă în faţă cu Petre Roman. 9 convorbiri cu Vartan Arachelian (Cara a cara con Peter Roman. ) entrevistas con Vartan Arachelian), p.108 248 La revolución rumana de1989 128 Mărturisiri. Corneliu Coposu în dialog cu Vartan Arachelian (Testimonios. Diálogo de corneliu Coposu con Vartan Arachelian), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1996, p.156 129 Trascripción de los registros de video, en Stelian Turlea, Revoluţia în oglindă (La revolución en el espejo), Bucarest, Ediciones de la Fundación PRO 130 Dumitru Mazilu în dialog cu Popa Vasile. Calvarul virtuţii (Diálogo de Dumitru Mazilu con Popa Vasile. El calvario de la virtud), Timişoara, Ediciones Aura, 2002, p.139 131 Ibídem, p.140 132 Dumitru Mazilu De la totalitarism la libertate. Revoluţia furată. Memoriu pentru ţara mea, (Del totalitarismo a a la libertad…) vol.I –Acele zile şi nopţi de dramatism şi speranţă (Estos días y noches de dramatismo y esperanza), Bucarest, Ediciones Cozia, 1991, p.48 133 Romulus Cristea, Revoluţia din 1989 (La Revolución de 1989), Bucarest, Ediciones Rumanas, 2006, p.17 134 Dennis Deletant, Fragmente ale unui adevăr. Televiziunea BBC şi Revoluţia română (Fragmentos de una verdad. La televisión BBC y la Revolución rumana) en Întrebări cu şi fără răspuns. Decembrie 1989 (Cuestiones con y sin respuestas. Diciembre 1989), en Memorialul Revoluţiei (El memorial de la Revolución), volumen firmado por Iosif Costinas, Timişoara, Ediciones Mirton, 2001, pp.46-50 135 Dan Voinea, Sinteza parchetelor militare despre Revoluţie şi dosarele Revoluţiei în lucru (La síntesis de los cuarteles militares sobre la Revolución y los dosieres instruidos en la Revolución), pp.120-125 136 Ver el texto en el Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº1 del 22 de diciembre de 1989, y en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº2/2005, pp.18-22 137 Análisis comparado de la Proclamación de Timişoara del 20 de diciembre y del comunicado al país del Consejo del Frente de Salud Nacional del 22 de diciembre en Scurtu Ioan, Două momente fundamentale ale Revoluţiei Române din decembrie 1989 (Dos momentos fundamentales de la Revolución Rumana de diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº1/2006, pp.19-23 138 Apud Sergio Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.39 139 Martor ocular (Testigo ocular), nº2 de diciembre de 1999, p.50 140 Revoluţia română în direct (La Revolución rumana en directo), pp.116118 141 Sergiu Nicolaescu, op. cit., p.236 142 Ibídem, p.340 143 Dr Alesandru Dutu, Armata română în situaţii de criză: februarie 1945/decembrie 1989 (El ejército rumano en una situación de crisis: febrero 1945/diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº1/2006, p.57 144 Condamnat la adevăr… (Condenado a la verdad…), p.36 145 Ibídem, p.504 146 Ioan Chiper, Documente privind poziţia conducerii U.R.S.S. faţă de revoluţia română (23-24 decembrie 1989) (Documentos sobre la posición de la dirección de la URSS con respecto a la revolución rumana [23-24 decembrie 1989]), en Clio 1989, nº 1-2/2005, pp.204-206 147 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.491 148 Ibídem, p.492 149 Ibídem, p.493 150 Ver Michael Beschloss y Strobe Talbott, La cele mai înalte nivele. At the 249 Ioan Scurtu Highest Levels (A los más altos niveles), Bucarest, Ediciones Elit, 1994 151 Documentos de los archivos rusos…, loc. cit. 152 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p. 495-496 153 Ibídem, p.496 154 Eduard Shevardnadze, Optiunea mea…(Mi opción…), p.9 155 Alexandru-Radu Timofte, Originile, mărirea, declinul şi renaşterea lumii informaţiilor secrete (Los orígenes, la grandeza, el declive y la renovación del mundo de las informaciones secretas), 2004, p.120 156 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.497 157 Petre Roman, Libertatea ca datorie…(La libertad como deber…), pp.124125 158 România liberă (Rumania libre) del 26 de diciembre de 1989 159 Istoria României în date (La historia cronológica de Rumania), coordinador Giurescu C. Dinu, Bucarest, Ediciones Enciclopédicas, 2003, p.745 160 Vartan Arachelian, În faţă Dumneavoastră… (Delante Vuestra …), p.201 (La declaración del general Constantin Lucescu) 161 Sfârşitul dictadurii… (el fin de la dictadura…), p.135 162 Tana Ardeleanu, Răzvan Savaliuc, colonel Ion Baiu, Procesul Ceauşeştilor (El proceso del matrimonio Ceauşescu), Bucarest, Ediciones Ziua, 1996, pp.30-31 163 Anneli Ute Gabanyi, Revoluţia română –o revoluţie neterminată? (La Revolución rumana -¿una revolución que no ha terminado?), en Întrebări cu şi fără răspuns. Decembrie 1989 (Cuestiones con y sin respuesta. Diciembre de 1989) volumen firmado por Iosif Costinaş, Memorial de la Revolución, Timişoara, Ediciones Mirton, 2001, pp.40-41 164 Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României (1918-2007) (Historia contemporánea de Rumania), Bucarest, Ediciones de la Fundación “Romania de Maine”, 2007, p.220 165 Petre Roman, Mărturii provocate. Convorbiri cu Elena Ştefoi (Testimonios provocados. Entrevista con Elena Ştefoi), Bucarest, Ediciones Paidea, 2002, p.10 166 Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la revolución de diciembre de 1989), p.462 167 Ibídem, p.475 168 Ibídem, pp. 462-472 (el nombre y la unidad militar son indicados) 169 Şase zile… (Seis días…), p.100 170 Marius Mioc, Revoluţia din Timişoara…(La Revolución de Timişoara…), p.247 171 Şase zile… (Seis días…), pp.111-112 172 Ver dr. Alesandru Duţu, Revoluţia din Decembrie 1989. Cronologie, (Revolución de Diciembre de 1989. Cronología), Bucarest, Ediciones del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989, 2006; Stelian Tănase, Miracolul revoluţiei. O istorie politică a căderii regimurilor comuniste (El espejo de la revolución. Una historia política de la caída de los regímenes comunistas), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1999; Zbigniew Brzezinski, Naşterea şi moartea comunismului în sec. XX. Marele eşec [The grand Failure: The Birth and Death of comunism in the 20th Century] (El nacimiento y la muerte del comunismo del siglo XX. El gran fracaso), Cluj-Napoca, Ediciones Dacia, 1993; J.Levesque, 1989. Fin d’un empire. U.R.S.S. et liberation de l’Europe de l’Est (1989. Fin de un Imperio. U.R.S.S. y liberación de la Europa del Este), París, 1995 250 La revolución rumana de1989 CAPÍTULO IV BALANCE Y PERSPECTIVAS 1. CUATRO DECENIOS DE HISTORIA Como suele pasar en la historia, el régimen derrocado es contestado y reprobado con vehemencia, el líder desposeído del poder es acusado de las acciones más abominables y condenables. Era normal que se registrase una reacción similar en Rumania y esta poco después apareció; incluso empezó a manifestarse en los días de la revolución y justo después, con intensidades diferentes, durante más de un decenio y medio y durará probablemente todavía algunos años. Así mismo se afirmó que Ceauşescu hacía renovar su sangre con la sangre tomada a niños especialmente criados para eso en lugares aislado. Se dijo que, porque provenía de una familia pobre y que se convirtió en zapatero, tenía tantas ganas de enriquecerse, más incluso que el mismo el sah de Irán. Se dijo que en las villas de Ceauşescu, los grifos y las cadenas del agua eran de oro. Algunos periodistas afirmaron que Ceauşescu no era rumano, que era un bastardo nacido de una mezcla entre tártaro y gitano, un megalómano, un disminuido mental. Su nombre era escrito con mayúscula, porque no creía que fuese un hombre corriente. En lo que concierne a su hija, Ceauşescu Zoe, toda clase de historias se contaban sobre sus aventuras y Ceauşescu Nicu era presentado como un jugador de cartas apasionado, un borracho de baja clase y un obseso sexual. En el mismo orden de ideas, se estimaba que los 45 años de comunismo fueron una catástrofe para el pueblo rumano. La industria, de quién Ceauşescu se mostró ciertamente orgulloso, era un montón de chatarra; los canales de irrigación estaban inútiles porque Rumania podía comprar en Occidente los productos agrícolas de mayor calidad y a precios más bajos; los grandes edificios eran verdaderas ruinas para los millones de rumanos que estaban obligados a vivir allí. La escuela rumana, estaba destruida, los alumnos debían obligatoriamente instruirse según las obras de Ceauşescu; al final de sus estudios, los diplomados estaban obligados a presentarse en las ciudades donde eran destinados, y quedarse 5 años al menos. Los 251 Ioan Scurtu intelectuales no podían medir el valor de sus propias obras, porque eran censuradas en cuanto no hiciesen un himno al dictador y a su esposa analfabeta. En consecuencia todo lo que era publicado debía ser considerado como nulo; los verdaderos hombres de la cultura no estaban dispuestos a estas concesiones y preferían no publicar sus obras y guardarlas en los cajones. La política exterior de independencia promovida por Ceauşescu fue una farsa; él actuaba de acuerdo con los líderes del Kremlin, porque él fue un agente del KGB, reclutado tras el comienzo de los años 50, mientras él hacía sus estudios en Moscú. Él logró embaucar durante un tiempo a los occidentales, incluso a los EUA, pero finalmente la verdad se reflejó y el pequeño dictador de las orillas del Dâmboviţa no fue aceptado nada más que por las personalidades que se parecían a él, en el tercer mundo. Las categorías de protestantes eran muy diversas. Los más sinceros – poco numerosos- realmente sufrieron; fueron castigados con duras penas de cárcel y después tras ser puestos en libertad les dieron puesto de trabajo físicos, fueron permanentemente seguidos por la Securitate, no tenían el derecho de ir al extranjero, ni aunque fuera una excursión a Sofía. Ellos no aceptaron tener algún compromiso con el régimen, rehusaron ser sus colaboradores y prefirieron sufrir todos los castigos de la dictadura. Ellos continuaron esperando, aunque la esperanza era una utopía, que el régimen se derrumbase y que Rumania se convirtiese en una verdadera democracia. Parte de los críticos más vehementes de Ceauşescu habían sido antiguos combatientes en la clandestinidad, que tuvieron puestos de dirección en los años 50, cuyo nombre era ligado al periodo más cruel de la represión que destruyó a la élite política e intelectual de Rumania. Estaban malcontentos de haber perdido su privilegios y acusaban a Ceauşescu de haber promovido una política nacionalista. A ellos hay que sumar los que realmente padecieron el “régimen comunista” que fueron condenados a duras penas de cárcel y después rehabilitados; algunos de ellos se beneficiaron de becas en occidente beneficios (Humboldt, Fullbright, etc.), recibieron el permiso de la Securitate para participar en congresos y conferencias científicas internacionales, seguir los cursos de documentación en los archivos y bibliotecas de los EUA, Francia, la RFA, la Gran Bretaña, etc. Después de 1989, estas personas demonizaban a Ceauşescu, con la intención de que se olvidase sus “pactos concluidos con el diablo”, promoviendo un radicalismo extremista, criticando toda realización del antiguo régimen, pero no su formación intelectual en las escuelas 252 La revolución rumana de1989 “comunistas”. La categoría más numerosa fue la de la gente ordinaria, de los que muchos eran miembros del PCR y del UTC, que soportaron notablemente tras 1981 los rigores de un régimen dictatorial, el frío y las colas infinitas para adquirir los víveres, la transmisión de dos horas de programación televisiva y el culto descarado a la personalidad del matrimonio Ceauşescu. Por otro lado, hubo un gran número de nostálgicos, que tras la euforia de 1989, comenzaron a echar de menos los empleos seguros, las medicinas gratuitas, las cargas módicas, los apartamentos gratuitos establecidos por el Estado, las vacaciones a la montaña y al mar pagadas por el sindicato, etc. Václav Havel tenía razón cuando escribió: “al fin y al cabo, todos los revolucionarios pasan de la euforia a la decepción. En una atmósfera revolucionaria de solidaridad y abnegación, la gente tiende a creer que una vez lograda la victoria, el paraíso terrenal es inevitable”1. La investigación histórica debe estar basada sobre los documentos, las fuentes, usando estadísticas reales, utilizando también otro tipo de fuentes, destacando las fuentes orales. La corrobación de las diversas fuentes desembocará en conclusiones creíbles y generales2. Una primera conclusión sería que los Estados del centro y del sureste de Europa no tuvieron una evolución lineal durante los 45 años de regímenes socialistas-totalitarios. Se podrían distinguir algunas etapas: De 1945 a 1948, los Estados se encontraron dentro de una esfera de influencia soviética y los partidos comunistas tomaron el poder. Colaboraron con otras formaciones políticas, en el cuadro de frentes, populares o democráticos, reforzando siempre sus posiciones. Al final de este periodo, se abandonó a los “camaradas de ruta”, los partidos comunistas se convirtieron en las únicas (o principales) fuerzas en el poder. de 1948 a 1952, tuvo lugar un proceso extremadamente rápido, que impuso en todos los ámbitos las estructuras de tipo soviético, y se optó por la eliminación física de los adversarios políticos. Este fue el periodo más cruel de la represión; el eslogan de Stalin según el cual a medida que se avanza en la vía socialista “la lucha de clases se agudiza”, fue aplicada en gran escala, teniendo efectos devastadores sobre las élites (políticas, culturales, etc.) Tras la muerte de Stalin (en 1953), cierta relajación interna se produjo y se registró una tendencia a reformar el sistema totalitario. El informe de N. S. Jrushchov del XX Congreso del PCUS en febrero de 253 Ioan Scurtu 1956, se inscribió en esta línea. El informe condenó el culto a la personalidad y denunció los numerosos crímenes de Stalin que asesinó a millones de soviéticos. Bajo este tapiz, surgieron tentativas reformadoras en los Estados socialistas, destacando Polonia y Hungría. Mientras que la situación en Polonia pudo ser dominada, en Hungría tuvieron lugar combates en las calles en noviembre de 1956 tras la intervención soviética. Así la dirección del Partido Obrero Rumano actuó con gran prudencia y logró la retirada de las tropas soviéticas en 1958. En los años 60, las opciones se diversificaron, dentro de los límites del régimen socialista-totalitario; donde aparte de las direcciones muy obedientes (como en Bulgaria y la RDA) se manifestaron las tendencias centrífugas igualmente en la Unión Soviética. La Declaración de abril de 1964, adoptada por el Partido Obrero Rumano y la tentativa del Partido Comunista de Checoslovaquia de instaurar “un socialismo de rostro humano” (según la expresión de Alexander Dubček) en 1968 se inscribieron en esta dirección. Así mientras la actuación rumana tenía cierto éxito, “la Primavera de Praga” fue aplastada por las tropas del Tratado de Varsovia (con la excepción de Rumania que condenó esta intervención). En los años 70-80, el internacionalismo proletario fue reemplazado por el “patriotismo socialista”. Las evoluciones fueron contradictorias: En la Unión Soviética, la caída de Jrushchov (1964) estuvo seguida por un periodo de estancamiento, “la era Brézhnev”; después, a partir de 1985, comenzaron acciones de reforma del sistema socialista-totalitario (la glasnost y la perestroika) iniciadas por Gorbachov. Evoluciones similares se registraron en los otros Estados, destacando Hungría y Polonia. Rumania conoció una época atípica, porque, bajo la dirección de Ceauşescu, se situó a principios de los años 80, tras un periodo de reformas, en las posiciones más rígidas y conservadoras. En 1989, los regímenes socialistas-totalitarios en Europa central y del sureste estaban en plena crisis, con diferentes contextos. La mayor parte de estos países se reformaron desde el interior, gracias a un cambio en los equipos de dirección. Los nuevos líderes permitieron la aparición de nuevas formas de pluralismo político, iniciaron diálogo con las fuerzas reformadoras y democráticas. En Rumania, debido a la política de Ceauşescu Nicolae y a la exacerbación del culto de su personalidad, el régimen conoció una involución dramática, con graves consecuencias negativas para la sociedad en su conjunto. 254 La revolución rumana de1989 Rumania conoció, por tanto, al igual que los otros países de esta zona, un régimen socialista-totalitario, una evolución que se inscribe en la dinámica general, pero caracterizada por rasgos específicos. Un análisis correcto debe ser basado sobre los hechos reales y objetivos. En 1990, fue publicado el primer “Anuario estadístico” tras la revolución, donde estaba escrito: “Todo el aparato estadístico debe hacer esfuerzos continuos para eliminar los datos del pasado, el peso de los informes trapicheados, proceso que se desarrolla en los últimos años de forma permanente”3. El volumen, que contiene 722 páginas, constituye la fuente principal para la apreciación de la evolución de Rumania en el periodo 1938-1989. En consecuencia citaremos muchas cifras de esta obra de referencia. En el año 1938, Rumania contaba con 20 millones de habitantes, en 1940 tenía 12 millones tras las pérdidas territoriales, y en 1948 -15,8 millones; el 1 de julio de 1989, tenía 23 151 644 habitantes∗. El año de 1938 fue considerado como un momento de referencia en la historia económica de Rumania, porque representaba el punto culminante del desarrollo de la época pre-socialista. Una imagen correcta de este nivel de desarrollo puede ser realizado bajo la base de un análisis comparativo con la situación de otros Estados. La productividad del trabajo en 1938, expresada en la producción anual por persona en dólares, era la siguiente4: País Rumania Bulgaria Polonia Hungría Gran Bretaña Industria (1938) 290 300 400 340 910 Agricultura (1934-1938) 80 110 130 150 560 La renta nacional por habitante era la siguiente5: ∗ Las cifras por las que la fuente no fue indicada son tomadas del anuario estadístico de Rumania de 1990. 255 Ioan Scurtu País Rumania Bulgaria Polonia Francia Gran Bretaña Dólares 75 68 104 236 378 Aunque las cifras indicasen 110 dólares/habitante, Rumania se situaba con diferencia detrás de los otros Estados desarrollados. Los economistas estiman que Rumania se encontraba a una distancia de 100-150 años con respecto a la capacidad de producción de los Estados europeos desarrollados. El confort de la vida cotidiana era relativo. En 1938, casi ningún pueblo estaba sin electrificar; pero muchas ciudades que se beneficiaban de la electricidad lo hacían solamente en su zona central. El mismo año, la producción de energía eléctrica en Rumania era inferior a la de Alemania en 33,8 veces, a la de Gran Bretaña -22,8 veces, Francia -18,2 veces, Italia -13,8 veces 6. La alimentación de los rumanos era deficitaria, sobre todo en los pueblos. El consumo anual por habitante era en 1938 el siguiente (Kg.)7. País Rumania Gran Bretaña Francia Polonia Bulgaria Cereales Carne 202 94 18 60 Leche y Queso 103 110 121 134 222 52 26 22 89 128 78 Azúcar 5 49 24 9 3 El economista Victor Axenciuc afirmó que tras un análisis simple: “La economía rumana en 1938, con su estructura social con sus profundas diferencias y sus importantes fracasos, con su polarización económica y sus disparidades entre el medio urbano y rural, con su nivel material, cultural y sanitario, se situaba entre las últimas de Europa, no pudiendo constituir una referencia para nuestro porvenir”8. Teniendo en cuenta estas realidades, el nivel alcanzado en 1989 en comparación con 1938 puede parecer espectacular. Durante este 256 La revolución rumana de1989 intervalo, Rumania se transformó de un país agrario-industrial a un país industrial; en 1989 la producción industrial era 65 veces superior a la de 1938. La contribución de los dos brazos económicos en la renta nacional: Rama Industria Agricultura 1938 30,8% 38,1% 1989 58,1% 15,2% Tras el desarrollo de la industria, se produjo una mutación esencial en su comparación con la agricultura. La tasa de transformaciones de materias primas y la cantidad de inteligencia incorporada por producto constituía los elementos esenciales del aumento de su valor, de su competitividad en el mercado mundial. Rumania producía máquinas y aparatos eléctricos y electrónicos, turbinas a vapor e hidráulicas, instalaciones de perforadoras, tractores, camiones, automóviles, abonos químicos, muebles, calzados, vestidos, etc., que eran apreciados en el mercado mundial. Evolución de la producción industrial Producto Energía eléctrica Bruto extraído Gas metano Fertilizantes químicos Zapatos Azúcar Jabón Tractores Unidad de medida Mil Kw./h Mil toneladas Mil m Mil toneladas 1938 1989 1.130 6.594 311 - 75.851 9.173 22.222 2.802 Mil pares Mil toneladas Mil toneladas Unidades 3 95 9 - 52 693 31 151.745 Los aumentos son reales y no pueden ser negados, pero comparando con los otros países se ofrecía una imagen clara con respecto al lugar de Rumania en Europa. LA estructura de la renta nacional según las ramas principales de la economía nacional en 1988: 257 Ioan Scurtu País Industria Construcciones Rumania Bulgaria Checoslovaquia RDA Yugoslavia Polonia Hungría 58,1 59,5 60,6 63,7 50,4 48,2 50,1 7,2 9,4 10,9 7,6 5,8 12,9 12,6 Agricultura y silvicultura 15,7 13,1 7,1 10,4 11,4 14,0 13,8 Transportes y telecomunicaciones 7,5 8,3 3,6 5,6 6,1 5,8 9,0 Destaca que Rumania se sitúa en el 4º lugar entre los seis países socialistas europeos mencionados. Su renta nacional provenía de la industria (era superada por poco por Bulgaria y Checoslovaquia y sustancialmente por Alemania del Este). Reflejaba un proceso real de modernización en comparación con 1938, cuando la industria contribuía un 30,8% en la renta nacional de Rumania. En 1938, Rumania producía 1.100 millones de Kwh. y en 1989, 75.851 millones de Kwh. Todas las localidades fueron electrificadas (con la excepción de pequeñas localidades situadas en las montañas), que incrementó el confort cotidiano. Un alzamiento espectacular del consumo de energía se registró, aunque todavía lejos del nivel de la mayoría de los Estados europeos. Las cifras indican la situación siguiente en lo que concierne a la producción de energía eléctrica por habitante en 19899: País Rumania Checoslovaquia RDA Yugoslavia Polonia Hungría Kwh. 3.276 5.707 7.107 3.494 3.843 2.795 Rumania se situaba en el 5º lugar de los seis Estados socialistas, con menos de la mitad de la producción de energía eléctrica por habitante con respecto a la RDA. Otro ejemplo significativo: en la época de entreguerras, el automóvil era utilizado por un número muy reducido de personas. En 1968, debutó la producción de automóviles “Dacia” (en colaboración con las fábricas “Renault” de Francia) y así muchos rumanos pudieron 258 La revolución rumana de1989 adquirir un coche. Mientras tanto, Rumania ocupaba una plaza periférica en comparación con los Estados situados en su misma zona geográfica. Los datos estadísticos relativos al número de automóviles indicaban la situación siguiente en 198910: País Unidades por 10.000 habitantes Rumania Checoslovaquia RDA Yugoslavia Polonia 62 121 130 132 76 En lo que concierne a la agricultura, fue registrado cierto progreso con respecto a 1938, sobretodo debido a la mecanización, a la utilización de abonos químicos, a la construcción de un amplio sistema de irrigación (el más grande de Europa). Esto se reflejó en la producción media por ha11: Producto Trigo Maíz Cebada Avena 1938 1.310 1.055 724 712 1989 3.364 2.472 4.475 1.587 El crecimiento fue importante, pero la producción por ha en Rumania era mucho más reducida que en otros Estados. Los datos estadísticos para 1989 indicaban la situación siguiente (Kg.): País Rumania Bulgaria Checoslovaquia Yugoslavia Polonia Hungría ∗ Trigo 3.364 4.740 5.130 3.790 3.850 5.240 Maíz 2.472 4.290 5.300 4.130 ∗ 6.220 no figuran en la estadística publicada por el anuario estadístico de Rumania en 1990. 259 Ioan Scurtu Los datos sobre la producción por habitante en 1989 son igualmente importantes: País Rumania Checoslovaquia RDA Yugoslavia Polonia Hungría Azúcar (Kg.) 30 56 46 41 45 48 Trigo (Kg.) 343 407 209 236 224 620 Maíz (Kg. Leche ) (L) 292 183 65 454 * 559 397 192 * 414 657 266 Según las estadísticas referidas a 24 Estados europeos (16 Estados occidentales y 8 antiguos países socialistas), Rumania ocupaba analizando 20 indicadores económicos y sociales, en 1989, las posiciones del 20 al 24 con respecto a 16 de estos indicadores y las posiciones del 14 al 19 para los 4 restantes. En lo que se refiere al producto interior bruto, que refleja el desarrollo en conjunto de la economía nacional, Rumania se situaba en el puesto 20, y como síntesis, teniendo en cuenta todos los indicadores, ocupaba el puesto 23. El producto interior bruto por habitante era 400 dólares, mientras que la media europea era de 8.394 (en los Estados desarrollados era de 16.592) de 27.260 en Suiza, 20.000 en noruega, 18.530 en la RFA, 4.790 en Grecia, 7.740 en España (en dólares). Rumania conoció un proceso de urbanización, característica del mundo moderno, durante el cual el nivel de civilización aumentó en detrimento de la vida patriarcal, conservadora. La población según el medio donde reside: Año 1948 1950 1989 Medio urbano 23,4 50,0 53,2 Medio rural 76,6 50,0 46,8 En los años 1951-1989, alrededor de tres millones de apartamentos fueron construidos; por lo que si se considera que una familia estaba formada por cuatro personas, resultaría que alrededor de 12 millones de personas se beneficiaron de un nuevo alojamiento. 260 La revolución rumana de1989 La construcción de apartamentos bajo los fondos estatales: Periodo 1951-1960 1961-1970 1971-1980 1981-1989 Número de apartamentos 150.167 553.295 1.267.850 1.012.771 El grado de confort de estos apartamentos era discutible, pero la gente se benefició de la electricidad, del agua corriente, que hacía falta en sus antiguas mansiones. Estos datos indicaban claramente que el Estado socialista, que había concentrado entre sus manos todos los recursos materiales, impuso un ritmo seguido de desarrollo económico. Una situación similar se registró en la Unión Soviética y en los otros Estados socialistas, que ha determinado a ciertos politólogos a afirmar que este tipo de régimen se conoce como dictadura de desarrollo. Es un concepto que merece ser analizado con gran atención. En verdad, la gente sometida a privaciones, fue obligada a trabajar duramente para satisfacer sus necesidades, persuadida que sus descendientes vivirían en un país más rico. La propaganda oficial acreditaba la idea de que por sus sacrificios, se hacían pasos importantes hacia el cumplimiento del “sueño dorado de la humanidad”, el comunismo. En el mismo intervalo de tiempo, los países capitalistas desarrollados, basados en una economía de mercado, modernizaron sus procesos de producción, logrando mantener, si no aumentar la diferencia con respecto a otros Estados. La realidad mostraba que, después de 1948, algunos países (destacando los EUA, Japón, RFA) conocieron un fuerte desarrollo sacando provecho también de la coyuntura internacional, en especial de la situación de los Estados recientemente liberados del régimen colonial, como de la crisis del sistema socialista-totalitario surgida tras la crisis del petróleo surgida en 1973. En ese contexto, el desarrollo real de Rumania, comparado con el periodo anterior a la guerra, no pudo seguir el ritmo impuesto por los Estados capitalistas desarrollados y las diferencias históricas se acentuaron. La ciencia y la cultura rumana registraron un desarrollo significativo sobre todo tras 1958. El analfabetismo se eliminó, la enseñanza general obligatoria pasó de siete clases a diez, la red de colegios especializados y de la enseñanza superior se desarrolló. 261 Ioan Scurtu La evolución de la enseñanza: Unidades de enseñanza Población escolar Estudiantes Profesores 1838/1939 15.879 1.781.290 26.489 55.215 1989/1990 27.327 5.544.648 164.507 229.138 En verdad, se podría hablar de la calidad de la enseñanza, del impacto ideológico oficial sobre el proceso educacional, pero los hechos concretos no pueden ser ignorados. Como tampoco se puede ignorar las apreciaciones de los expertos extranjeros, según las cuales Rumania disponía en 1989 de una importante mano de obra, cualificada, formada en las escuelas rumanas. Para los intelectuales rumanos, las trabas a la libertad de expresión, la imposición de una ideología oficial, la limitación del derecho a la libre circulación fueron los obstáculos mayores que frenó su producción. A pesar de estas dificultades, lograron enriquecer el patrimonio de la ciencia y de la cultura nacional y universal. Es necesario mencionar a las personalidades siguientes: Los médicos C.I.Parhon, Mihai Ciucă, Lupu Gh. Nicolae, Ştefan S. Nicolau, Iliescu Constantin, Ştefan Milcu, Ana Aslan, Daniel Danielopolu, Theodor Burghele, Nicolae Cajal; los matemáticos Ionescu V. Tudor, Grigore C. Moisil, Miron Nicolescu, Dan Barbilian, Caius Jacob, Octav Onicescu; los físicos Horia Hulubei, Ionescu V. Theodor; los químicos Costil D. Nemţeşcu, Gheorghe Spacu, Maluca Ripan; los economistas Zane Gheorghe, Costil C. Kiritescu, Constantinescu N. N.; los geólogos Miltiade Filipescu, Sabba C. Ştefănescu, Gheorghe Macovei; los especialistas en ciencias técnicas Elie Carafoli, Aurel Belis, Ion Agârbiceanu; los historiadores Giurescu C. Constantin, Andrei Oţetea, David Prodan, Tudor Dumitru, Radu Vulpe, Dumitru Berciu, Ştefan Pascu, Alexandru Duţu, Mihail Berza, Ion Nestor, Dionisio Pipidi, Daicoviciu Constantin, Daicoviciu Hadrian, Pompilio Teodor, P.P. Panaitescu, Emil Condurachi, Dumitru Almaş, Constantin Cihodaru, Aurelian Sacerdoţeanu, Alexandru Elian, Vasile Maciu, Popa Mircea, Gheorghe Platon, A.Simion, Eliza Campus, Valeriu Torin Dobrinescu, Maria Dogaru, Paul Cernovodeanu, Ion Mamina; los geógrafos Vintilă Mihăilescu Vintilă, Victor Trufescu; los escritores Mihail Sadoveanu, Tudor Arghezi, Victor Eftimiu, Lovinescu Horia, Eusebio Camilar, Preda Marin, Eugen Barbu, Nicolae Labiş, Marin Sorescu, A.E. 262 La revolución rumana de1989 Baconsky, Nichita Stănescu, Ştefan Augustin Doinaş; los críticos y los historiadores literarios Călinescu George, Vianu Tudor, Perpessicius, Şerban Cioculescu, Alexandru Piru, Zoe Dumitrescu-Buşulenga, Edgar Papu; los lingüistas Iorgu Iordan, Alexandru Rosetti, Avram Mioara; los críticos e historiadores del arte George Oprescu, Petre Comarnescu; los pintores Corneliu Baba, Alexandru Ciucurencu, Camil Resu, Ion Ţuculescu, Iosif Iser; los escultores Gheorghe Abghel, Marius Butunoiu, Vida Gheza, Ion Jalea, Ion Irimescu; los realizadores de películas Popescu-Gopo Ion, Mircea Veroiu, Victor Eliu y los escenógrafos Alexandrescu Sică, Vlad Mugur, Ion Sahighian; los actores Lucia Sturdza-Bulandra, Costache Antoniu, Grigore Vasiliu-Birlic, Alexandru Giugaru, Marcela Rusu, George Constantin, George Calboreanu, Emanoil Petruţ, Amza Pellea, Gheorghe Cozorici, Dumitrescu-Timică Silvia, Constantin Rauţchi, Octavian Cotescu, Rădulescu Dem, Coca Andronescu, Marinescu Ion, Vasílica Tastaman, Ştefan Mihăilescu-Brăila, Leopoldina Bălănuţă, Gina Patrichi, Ştefan Bănică; los músicos George Georgescu (director de orquesta), Dumitrescu Gheorghe, Sabin Drăgoi, Tiberiu Brediceanu (compositores), Voicu Ion (violinista), Florescu Arta, Elena Cernei, Ion Dacian, Valentin Teodorian, Octav Enigarescu, Ludovic Spiess (cantantes); los interpretes de música ligera Petrescu Gică, Doina Badea, Dan Spătaru, Aurelian Andreescu y los compositores Radu Şerban, Vasile Veselovschi, Ion Cristinoiu, Grigoriu George; los interpretes de música popular Maria Tănase, Radu Maria, Alexandru Grozuţă, Rodica Bujor; los arquitectos Octav Doicescu, Antonescu Petre, Lăzărescu Cezar, Duiliu Marcu, Horia Maicu, Tiberiu Ricci, Ascanio Damian, etc. He citado solamente algunos de los intelectuales notables de Rumania que nosotros guardaremos en la memoria. A pesar de las restricciones impuestas por el régimen, muchos de ellos han participado en conferencias y congresos internacionales, en concursos y festivales, logrando éxitos destacables. Estas personalidades no pueden ser eliminadas de la historia de la ciencia y la cultura nacional y universal por el único motivo de haber vivido y haberse creado en “los años del comunismo”. Hace falta igualmente destacar el hecho que buena parte de las élites políticas y una buena parte de las élites intelectuales fueron eliminadas. Después de 1948, muchas personas murieron en prisión. Es necesario mencionar los nombres de Iuliu Maniu, Ion Mihalache, Brătianu I.C. Constantin, Brătianu I. Gheorghe, Constantin Argetoianu, Mihail Manoilescu, Sever Bocu, Mircea Cancicov, Henry 263 Ioan Scurtu Cihoski, Constantinescu Tancred, Ion Gigurtu, Alexandru Lapedatu, Ion Manolescu-Strunga, Istrate Micescu, Ion Pelivan, Virgil Potârcă, Radu Portocală, Ion Răşcanu, Nicolae Samsonovici, Gheorghe Tasca, Vlad Aurel, etc. Intelectuales notables como Ion Lupaş, Silviu Dragomir, Lucian Blaga, Ioan Petrovici, P.P. Panaitescu fueron vedados durante un largo periodo de tiempo. Algunos fueron rehabilitados, pudiéndose afirmar que el régimen les necesitó por razón de su valor debido al nuevo contexto histórico. Hace falta destacar el caso de Tudor Arghezi, que en 1948 fue la diana de un ataque furibundo del periódico “Scânteia” que le acusaba de haber creado una poesía “putrefacta” que reflejaba “el centro de la moral burguesa”; tres años más tarde, Arghezi fue rehabilitado y admitido justo después en la Academia Rumana y considerado como uno de los poetas más grandes desde Eminescu. Tuvo una situación similar Giurescu C. Constantin: tras estar durante algunos años en prisión (como antiguo dignatario burgués) fue integrado en el Instituto de Historia y poco después en la Universidad de Bucarest, se convirtió en miembro de la Academia Rumana, y publicó un gran número de obras científicas. Por otro lado tuvo la posibilidad de participar en congresos y conferencias científicos, viajar a los EUA, la Gran Bretaña, Francia, y otros Estados occidentales. El impacto más grave del régimen totalitario fue registrado en el ámbito social: desposeídos de sus propias fortunas, muchos industriales, banqueros, propietarios de bienes raíces, y comerciantes fueron arrestados. Los que se beneficiaron de una amnistía tuvieron una existencia en lo más bajo de la sociedad, obligados a trabajar en las canteras, a ejecutar actividades puramente físicas en sus empresas. Sus experiencias como directores, capaces de asegurar el desarrollo económico del país según los principios de la economía de mercado no fueron aceptados por el Estado centralizado. En lo que concierne al campesinado, este fue desposeído de sus tierras y su interés por el trabajo disminuyó; la mayor parte emigró a las ciudades y se integraron con grandes dificultades a las nuevas condiciones de vida. El proceso de homogenización social golpeó principalmente a las personas inteligentes dotadas de un espíritu de empresa que fueron llevados a vivir en una mediocridad generalizada, actuando según las disposiciones transmitidas por los dirigentes del Partido comunista. Con el fin de mostrar que esta política era sostenida por los ciudadanos, la dirección del PCR buscó atraer un número creciente de adeptos. 264 La revolución rumana de1989 Número de miembros del PCR:12 Periodo Número de miembros Agosto 1944 Alrededor de 1.000 Octubre 1945 257.000 Septiembre 1947 710.000 Febrero 1948 1.060.000 Mayo 1950 720.000 Julio 1965 1.400.000 Diciembre 1989 4.300.000 En verdad, hubo personas que creyeron sinceramente en la ideología y el programa del Partido Comunista Rumano. Por otro lado, muchos se convirtieron en miembros del Partido comunista por oportunismo y por necesidad a fin de beneficiarse de ciertas ventajas (una función, una beca para el extranjero, un apartamento, la posibilidad de pasar un doctorado, etc.). La verdadera convicción de los comunistas (de la organización de los jóvenes comunistas - UTC y del PCR) se manifestó en diciembre de 1989, ya que la mayoría de los manifestantes, detenidos, heridos y muertos venían de estas organizaciones. O de otra forma dicho, había un aislamiento entre la masa de los miembros de la UTC y del PCR y sus direcciones, cosa que se refleja en la desaparición “instantánea” de las dos organizaciones. Tanto el UTC y el PCR han desaparecido por implosión, millones de miembros no deseaban que estas dos organizaciones continuasen existiendo. Ala vez hubo activistas de la UTC y del PCR que se retractaron, algunos de un forma muy ruidosa. 2. DEL TOTALITARISMO A LA DEMOCRACIA El proceso revolucionario de 1989 continuó en Europa después del 22 de diciembre, aunque podemos afirmar que nació al borde del Neva y murió al borde del Dâmboviţa. La vida internacional estuvo marcada por tres sucesos: la unificación de Alemania, el desmantelamiento de la Unión Soviética y la guerra civil en Yugoslavia. En el periodo 1990-1995, en los antiguos Estados del campo “comunista” (socialista-totalitario), la evolución democrática fue constante e irreversible. En algunos países, el proceso se aceleró y desató conflictos mayores, en otros países, fue más lento, contradictoriamente, por medios más violentos13. 265 Ioan Scurtu En Alemania, el punto de vista de Helmut Kohl prevaleció, apoyado por Bush George, realizándose la integración de la RDA en la RFA y se desmantelaron todas las estructuras de la Alemania oriental, comprendiendo la STASI, y fueron transferidas a las estructuras de la Alemania occidental. Tras las elecciones parlamentarias que tuvieron lugar en la RDA el 18 de marzo de 1990, fue constituido un gobierno de coalición conducido por Lothar Maizière, que negoció la unificación monetaria, económica y social de los dos Estados alemanes. El acuerdo fue firmado el 1 de julio de 1990 por Lothar Maizière y Helmut Kohl. Las cuatro grandes potencias (los EUA, la URSS, la Gran Bretaña y Francia) aceptaron la unificación y renunciaron a los antiguos derechos que tenían por los acuerdos de 1945. El 3 de octubre de 1990 se realizaron las fiestas oficiales que marcaban la unificación alemana. La parte oriental, la antigua RDA fue dividida en 5 grandes lands, integrándose en la República Federal Alemana. En Checoslovaquia, la victoria de la revolución fue marcada por la elección de Václav Havel, fundador del Forum cívico y principal organizador de la “revolución de terciopelo” como presidente del país, el 29 de diciembre de 1989. El líder de “la primavera de Praga” en 1968, Alexander Dubček, se convirtió en presidente de la Asamblea Federal. El Estado recibió el nombre de República Federal Checa y Eslovaca, acto que anunciaba el posterior desmembramiento. Las elecciones legislativas de junio de 1990 fueron ganadas por el Forum Cívico, que aseguró la transición a una democracia real y a una economía de mercado. El estado Checoslovaco constituido por la libre voluntad de checos y Eslovacos en octubre de 1918, se desmembró por segunda vez: la primera en 1935, cuando Eslovaquia con el apoyo de Hitler se declaró independiente; después, en el contexto de la derrota alemana, Checoslovaquia fue reunificada en abril de 1945. La segunda vez, tras los acuerdos de checos y eslovacos, el 1 de enero de 1993, fueron constituidos dos Estados: la República Checa y la República Eslovaca. Ellas han establecido buenas relaciones diplomáticas enseguida. La evolución en sus caminos para la integración europea y euro-atlántica se ha desarrollado con ritmos diferentes: La República Checa ha tenido un acceso más rápido en estas estructuras mientras que Eslovaquia tiene aún que cumplir muchas etapas. En Hungría, hubo un régimen que seguía las líneas de Gorbachov hasta las primeras elecciones democráticas, realizadas en marzo-abril de 1990, en las que el poder pasó al Forum Democrático 266 La revolución rumana de1989 Magyar, coalición de partidos políticos hostiles al comunismo. Antáll József, presidente del Forum, se convirtió en primer ministro el 23 de mayo de 1990 y Göncz Árpád fue elegido presidente de Hungría. El 9 de diciembre de 1990, Lech Walesa se convirtió en presidente de Polonia, acto que marcó el triunfo total de las fuerzas democráticas en este país. Walesa instituyó un Consejo Consultativo para el presidente de la República, compuesto de representantes de todos los partidos, incluido el Partido Comunista. El espíritu de la “tabla redonda” prosiguió los años siguientes asegurando la evolución de Polonia en las estructuras europeas y euro-atlánticas, sin convulsiones significativas. En Bulgaria, el Parlamento decidió en enero de 1990 abolir la preponderancia política del Partido comunista; éste tomó el nombre de Partido Socialista Búlgaro, quedando como la fuerza política más importante del país. El 3 de febrero, Andrei Lukanov fue elegido Primer Ministro y las primeras elecciones libres tuvieron lugar en junio de 1990. Como el Partido Socialista tuvo la mayoría absoluta, tras las manifestaciones, el 1 de agosto de 1990, Jeliou Jelev fue impuesto como presidente de Bulgaria. Este país iba a conocer numerosas convulsiones económicas y sociales, llegando a un derrumbamiento financiero, por lo que se impuso la institución de un consejo monetario bajo la égida de la República Federal de Alemania. La recuperación fue difícil y el proceso de integración en las estructuras europeas y euro-atlánticas ha durado mucho más que en la mayoría de los antiguos Estados socialistas-totalitarios. Los cambios fueron igualmente comenzados en Albania. Inicialmente Ramiz Alia, secretario general del Partido Comunista Albanés, se opuso a las ideas de Gorbachov que consideraba demagógicas y peligrosas para el socialismo. Pero a partir de junio de 1990, “el modelo de Alemania del Este” fue puesto en marcha: millares de personas abandonaron el país, refugiándose la mayoría en Italia. Nació así en Occidente un movimiento extremadamente hostil al régimen de Tirana, que sus propios ciudadanos no soportaron. Tras un año de resistencia, Ramiz Alia comenzó a ceder y a tomar algunas medidas reformadoras (la privatización parcial de la agricultura, el derecho de los campesinos a vender sus productos en un mercado libre, etc.). El 9 y el 10 de diciembre de 1990, tuvieron lugar manifestaciones de estudiantes, donde los participantes enarbolaban retratos de Gorbachov y de Alia. El 12 de diciembre, el doctor Sali Berisha anunció la constitución del Partido Democrático, con un programa anti-comunista. El fin simbólico del socialismo-totalitario 267 Ioan Scurtu en Albania fue marcado por el derribo de la estatua de I.V. Stalin situada en el bulevar central de Tirana, el 21 de diciembre. Las elecciones de marzo de 1991 fueron ganadas por el Partido Comunista, que en junio de 1992 tomó el nombre de Partido Socialista. Amplias manifestaciones tuvieron lugar pidiendo la democratización de la sociedad: en marzo de 1992, tuvieron lugar elecciones parlamentarias en las que el Partido Demócrata tuvo dos tercios de los votos. En este contexto, Ramiz Alia se retiró de la dirección del país y Sali Berisha fue elegido presidente de Albania (9 de abril de 1992). A pesar de los esfuerzos realizados, Berisha no pudo redirigir la situación, y Albania se encontró al borde de la guerra civil tras el enfrentamiento entre las sociedades financieras llamadas “piramidales”. Berisha fue obligado a dimitir en julio de 1997. En noviembre de 1998 una Constitución democrática fue aprobada en Albania. Todas las estadísticas internacionales indican que Albania se ha situado en el último lugar de Europa desde un punto de vista económico y en su evolución democrática. El objetivo fundamental de Mijaíl Gorbachov fue modernizar la Unión Soviética y de asegurar cierta transparencia en la sociedad. De hecho, fracasó, porque su programa no era realista. Quiso modernizar (reformar) un sistema visto para sentencia y mantener un Estado edificado por la fuerza y el terror. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue constituida en 1922 tras la sangrienta guerra civil. Por el acuerdo Mólotov-Ribbentrop, se anexionó numerosos territorios, varios de ellos Estados: una parte de Polonia (septiembre de 1939), Bielorrusia (noviembre de 1939), los Países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) como el noreste de Rumania (el norte de la Bucovina y Besarabia) en junio de 1940. Durante el régimen de Stalin y de sus sucesores, se buscó aniquilar el espíritu nacional y promover una sola nación –la nación soviética. Las reformas de Gorbachov tuvieron un efecto que él no había previsto: el despertar del espíritu nacional. Constatando que Gorbachov estaba siendo superado por los acontecimientos, Occidente, en primer lugar los EUA comenzaron a abandonarle a favor de Borís Yeltsin. Era evidente que la URSS se iba a derrumbar por la secesión de los Países Bálticos, en principio como también Georgia y Moldavia, después. El golpe del 19 de agosto de 1991 por parte de algunos conservadores fue el golpe de gracia dado al Gorbachov, que tuvo que abandonar el poder en unos pocos meses. La Federación Rusa se convirtió en la heredera de la Unión Soviética y Borís Yeltsin en el 268 La revolución rumana de1989 primer presidente de este Estado. Los sucesos se desarrollaron así: Gorbachov que estaba de vacaciones en Crimea, fue reemplazado por un Comité de Estado bajo el estado emergencia, conducido por Guennadi Ianaev. El suceso provocó un gran shock en el mundo entero. A su vez se produjo una cascada de independencias proclamadas por las Repúblicas, que significaba la desintegración de la Unión Soviética. Por su parte Rusia se declaró independiente bajo la dirección de Borís Yeltsin. Dos días más tarde volvió Gorbachov a Moscú, y trató mantener la Unión Soviética, pero sin resultado. Por iniciativa de Borís Yeltsin se creó la Comunidad de Estados Independientes (CEI) por lo que Gorbachov quedó a la cabeza de un Estado que no existía. Durante estos días Gorbachov recibió las llamadas de apoyo de Bush George, Mitterrand François, John Major, Hans-Dietrich Genscher, que le han felicitado por la política promovida en sus seis años en el poder. Ninguna ceremonia de cesión del poder se realizó en el Kremlin por el simple motivo que Gorbachov no ostentaba ningún poder efectivo. En una atmósfera más que sombría, el 25 de diciembre de 1991, anunció su dimisión como Presidente de la URSS En su alocución pronunciada en esta ocasión, retransmitida en directo por la televisión, dijo: “Dejo este puesto con un sentimiento de inquietud, pero también con la esperanza y la confianza puesta en vosotros, en vuestra sabiduría y en el poder de vuestro espíritu”14. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas dejó oficialmente de existir en la noche del 31 de diciembre de 1991. Refiriéndose a este momento, el antiguo Secretario de Estado de EUA escribió: “Ningún poder mundial desapareció jamás tan rápida como totalmente, sin haber perdido una guerra”15. Los antiguos estados de la Unión Soviética, incluida la Federación Rusa, entraron en un periodo de asfixia económica y de confusión política. Los rusos estaban convencidos que Mijaíl Gorbachov había actuado de una forma deliberada para destruir la Unión Soviética. Esto se reflejó de hecho en las elecciones presidenciales de la Federación Rusa donde el antiguo líder soviético sólo tuvo el 1% de los votos frente a la victoria aplastante de Borís Yeltsin. La Federación se convirtió en una potencia de segundo rango, no pudiendo ya influir decisivamente en la evolución de Europa y del mundo, mientras que los EUA se consolidaban en su posición de líder mundial. La evolución en Yugoslavia fue muy complicada y terminó por desembocar en la guerra civil. Este Estado había sido creado en 269 Ioan Scurtu diciembre de 1918, donde los representantes de Serbia, Croacia, y de Eslovenia habían decidido formar parte de el mismo Estado: el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos que comprendía Serbia, Montenegro, Macedonia, Eslovenia, Croacia, Dalmacia, Voivodina, Bosnia y Herzegovina. En octubre de 1929, el reino tomó el nombre de Yugoslavia. En el periodo de entreguerras hubo ciertas tensiones sobre todo entre serbios y croatas pero el Estado Yugoslavo permaneció existiendo hasta la ocupación de las tropas hitlerianas. En abril de 1941, Croacia proclamó su independencia declarando su fidelidad hacia Alemania16. El Estado yugoslavo fue reconstituido después de la guerra; la Constitución del 31 de enero de 1946 previó la organización de 6 Estados dentro de la República Federal Popular de Yugoslavia (que en 1963 tomó el nombre de República Federal Socialista de Yugoslavia): Serbia, Montenegro, Macedonia, Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina. Tras la muerte de J. Broz Tito en 1980, las tendencias centrífugas se acentuaron. Dentro del contexto de la caída de los regimenes socialistas-totalitarios en Europa, la desaparición de Yugoslavia se convirtió en un objetivo esencial. Este país no había aceptado la dominación soviética y había establecido relaciones intensas con los Estados occidentales; la libertad de circulación estaba asegurada, muchos súbditos yugoslavos podían trabajar en Alemania, Austria, Italia y en otros países occidentales, invirtiendo el dinero ganado en empresas económicas que funcionaban según los principios de la economía de mercado. En 1989, Yugoslavia era el partido socialista con mayor abertura en Occidente, la economía más dinámica y con el nivel de vida más elevado en esta zona del continente. La existencia de un Estado poderoso, con una voz diferente en el sureste de Europa, no era del gusto de los artesanos de la nueva configuración del continente. Esta es la razón por la que buscaron el desmembramiento de Yugoslavia. Los medios elegidos han apuntado hacia el aliento y el apoyo fuerte del nacionalismo de las repúblicas y su separación de la federación existente. Los Estados occidentales condenaban el nacionalismo y lo consideraban como un peligro real para el régimen democrático. Por el contrario esto no impidió a los líderes políticos de Berlín, Washington y Londres estimular el nacionalismo de croatas, eslovenos, bosnios y kosovares, mientras condenaban al mismo tiempo el nacionalismo serbio. La señal para el desmembramiento fue dada por los representantes de Eslovenia que el 23 de enero de1990, se retiraron del Congreso de la Unión de los Comunistas de Yugoslavia. 270 La revolución rumana de1989 El 25 de junio de 1991, Eslovenia y Croacia declararon su independencia, que no fue reconocida por Belgrado, quién intervino con las tropas para mantener los dos Estados dentro de la Federación. Gracias a la mediación de Austria y Alemania, como de la Comunidad Europea, Slobodan Milošević reconoció la independencia de Eslovenia. La guerra civil se desencadenó en Croacia y BosniaHerzegovina. Esta guerra tuvo un fuerte aspecto mediático, porque las televisiones y la prensa occidental presentaron a los Serbios y a su líder Milošević como criminales odiosos, animados por el espíritu bárbaro de purificación étnica. Los crímenes no menos abominables de croatas y bosnios fueron silenciados. En enero de 1992, fuerzas de la ONU se desplazaron a Croacia y Bosnia para proteger a la población civil. Poco después de las conversaciones de Taitón (OhioEUA), los jefes de Estado de Yugoslavia, Croacia y de BosniaHerzegovina arbitrados por Bill Clinton, firmaron en octubre de 1995 un acuerdo de paz, que fue refrendado el 14 de diciembre en París. Bajo este acuerdo, las relaciones diplomáticas se han vuelto a establecer entre los Estados constituidos en el territorio de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia. El conflicto armado volvió a estallar 1998 cuando el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) desencadenó la lucha por la independencia de esta provincia. El régimen de Milošević reaccionó con violencia. Esta vez la aviación norteamericana intervino masivamente y tras 78 días de bombardeos sobre Belgrado (del 23 de marzo al 10 de junio de 1999) Milošević tuvo que ceder. La provincia de Kosovo quedó emplazada bajo el mando de la ONU. Lo que restó de la ex-Yugoslavia, fue solamente después de 2003, una unión formal entre Serbia y Montenegro, cada uno con su presidente, su Gobierno y su Parlamento. Este Estado federal –la Unión Serbia-Montenegro- se rompió el 21 de mayo de 2006, cuando un referéndum para la independencia de Montenegro se organizó en esta república y los montenegrinos se pronunciaron por la disolución de la Federación. A los 650.000 habitantes de Montenegro se les prometió la integración en la Unión Europea, mientras que esta perspectiva no se le ha ofrecido a Serbia. Los Estados constituidos en el territorio de la República Federal Socialista de Yugoslavia abandonaron el comunismo para declararse a favor de la democracia, la economía de mercado y la integración euroatlántica. En septiembre de 2000, los resultados oficiales de las elecciones no fueron reconocidos y se organizaron manifestaciones para imponer la voluntad de la oposición, suceso que se denominó “la 271 Ioan Scurtu revolución naranja”. Ciertamente el Partido Socialista, conducido por Milošević, ganó las elecciones del 24 de septiembre, pero tras unas horas de protestas en el centro de Belgrado, los manifestantes asaltaron el edificio del Parlamento imponiendo a Vojislav Koštunica como presidente. En estas condiciones fue obligado a dimitir y al cabo de unos meses, fue llamado por el Tribunal Penal Internacional de la Haya para responder sobre más de 60 cargos siendo el más grave el de genocidio. Al término de cuatro años de informes, el Tribunal no había llegado a un veredicto y Milošević murió en prisión en marzo de 2006. Con esta situación internacional, Rumania atravesó un largo periodo de transición salpicada de momentos tensos. La retransmisión en directo de la Revolución de diciembre de 1989, creó un estado de espíritu extremadamente favorable a los rumanos, que habían vencido “la dictadura más odiosa de la humanidad”. Ciertamente millones de telespectadores vieron el enfrentamiento entre la población con los miembros de la Securitate y los “terroristas” que quisieron reponer a Ceauşescu a la cabeza del Estado. La prensa escrita estuvo pendiente durante semanas de los acontecimientos colocándolos en primera página. Todos los artículos exageraron el número de víctimas. La opinión pública internacional constató poco después que “la guerra civil” y “el genocidio” retransmitido en directo fue, en gran parte una manipulación de los medios, y que los rumanos no eran tan sanguinarios ni tan heroicos como les habían presentado. La euforia y el entusiasmo de finales de diciembre dejó paso a la decepción. El proceso terminó con la ejecución del matrimonio Ceauşescu, el 25 de diciembre de 1989, las secuencias mostraban a la pareja ejecutada por decenas de balas, tendidos cerca de un muro en el interior de la unidad militar horrorizando a muchos telespectadores occidentales. En enerofebrero de 1990, la opinión pública occidental, incluyendo algunos periodistas, comenzaron a poner en duda la presentación de los acontecimientos de Rumania. Gerad de Selys, periodista de la radiotelevisión belga, publicó en 1990 en Bruselas, una colección de artículos titulada “medios mentirosos”. El mismo año, Michel Castex, de la Agencia France Presse (AFP) publicó “una gran mentira como un siglo. Rumania, historia de una manipulación”. Un periodista belga precisó: “La idea nos vino después de la escandalosa mistificación de “la carnicería” de Timişoara. Una revisión inmediata a la que toda la prensa se consagró y que no ha presentado todavía sus modestas (y raras) excusas a los lectores. Excusas que debían ocupar las primeras páginas de los diarios, por la mentira que había sido 272 La revolución rumana de1989 difundida. Más imperdonable era que los EUA, ignorando el derecho internacional, invadiesen la República de Panamá, haciendo muchas más víctimas reales que la carnicería ficticia de Timişoara, hecho que la prensa silenció”17. El autor francés fue más reservado afirmando que las “mentiras” habían sido hechas por los periodistas que no verificaron los hechos y se dejaron intoxicar por las fuentes a su disposición”18. La apreciación del periodista belga contenía algo de verdad: al mismo tiempo que la Revolución rumana, una intervención norteamericana tuvo lugar en Panamá. Mientras que las televisiones retransmitían al detalle los sucesos de Rumania, toda mediatización de la situación de Panamá fue prohibida por el Departamento de Estado norteamericano. Así la situación en Panamá no fue cubierta, y la atención se dirigió hacia los acontecimientos de Rumania. El médico forense Milan Dressler investigó para explicar en el periódico “Renaşterea Bănăţeană”(del 11 y del 19 de enero 1990) que las imágenes difundidas en la televisión sobre las victimas de la represión en Timisoara no habían reflejado la realidad. Nadie le creyó entonces. Herido en su orgullo profesional, el médico envió a numerosos colegas la foto agrandada de la imagen más mediatizada: el cadáver de una mujer con su bebe sobre su pecho. Igualmente envió otras fotos de personas “masacradas” por los miembros de la Securitate en diciembre de 1989. Médicos de Francia, Alemania, la Gran Bretaña, Dinamarca, los Países Bajos y otros Estados los analizaron y llegaron a una conclusión en común: las imágenes estaban truncadas. La mujer embarazada mutilada que le habían extraído el niño muerto fue identificada: había fallecido en su casa, el 8 de noviembre, tras un coma alcohólico; su pareja declaró que no tenía dinero para hacerla enterrar y que dio su acuerdo para que el Ayuntamiento la enterrase en el cementerio de los pobres. No eran los miembros de la Securitate quienes le habían extraído a su bebé, que no era suyo; el bebé fue también identificado: una pequeña niña de dos meses, muerta el 9 de diciembre tras una enfermedad patológica; su padre rehusó hacerse cargo de su entierro y fue también enterrada en el cementerio de los pobres. El hombre tendido sobre la mesa de hormigón, masacrado él también por la Securitate, había sido encontrado dentro de la trampilla de un conducto calorífico, calcinado y en un estado avanzado de putrefacción. Los otros cadáveres tenían una “historia” similar19. Para los occidentales, la bella y heroica revolución rumana se convirtió rápidamente en una “manipulación”, una “mentira del siglo”, 273 Ioan Scurtu un “golpe de estado” fomentado por el KGB Evidentemente, los medios occidentales no tuvieron remordimientos por como habían cubierto los sucesos de Rumania ni se propusieron pedir excusas a sus telespectadores, ni a los lectores por la grosera manipulación de las que éstos habían sido víctimas. De todas formas, esta manipulación -las mentiras de los medioshabía comenzado desde hacia muchos años y se había convertido en algo normal. Eso es lo que explicaría que un antiguo jefe de la Securitate (Ion Mihai Pacepa) y un antiguo líder comunista, representante de la III Internacional Comunista (Constantin Pârvulescu) se convirtieran en “héroes” por el sólo hecho de criticar a Ceauşescu, durante la vehemente campaña contra Ceauşescu acusado de demoler los pueblos húngaros y alemanes, destruyendo así la civilización de las minorías nacionales20. Los medios jugaron igualmente un papel importante en la presentación desnaturalizada de las realidades rumanas después de la Revolución. LA respuesta de los que tomaron el poder el 22 de diciembre de 1989 y las manifestaciones en las calles que empezaron en Bucarest el 12 de enero de 1990 ponían en duda el hecho que un cambio de régimen hubiese tenido lugar y que por tanto Rumania se encontraba todavía entre las manos de los comunistas. En menos de un mes Rumania se convirtió en “la oveja negra de Europa”. Los eslóganes habían lanzado la idea de que las minorías nacionales, sobre todo la magiar había sido cruelmente reprimida. La idea de la autonomía de Transilvania y su liberación del dominio de los nacionalistas rumanos salió a la superficie. El 15 de marzo de 1990, algunos millares de húngaros vinieron para celebrar su día nacional en Transilvania. Se desencadenaron enfrentamientos violentos en Târgu Mureş entre los grupos húngaros y rumanos, prediciendo una guerra interétnica. Las televisiones de numerosos países estuvieron de nuevo presentes. La opinión pública mundial se estremeció por la cobertura de los sucesos de Târgu Mureş, especialmente por la imagen de un hombre tumbado en la tierra, que era golpeado brutalmente por numerosos individuos. Esta secuencia filmada por una televisión irlandesa, dio la vuelta al mundo, y los medios condenaron con vehemencia a los rumanos. Algunos días más tarde se constató que el que estaba siendo golpeado era un rumano –Mihăilă Cofariu- y que los que le golpeaban eran húngaros. Pero la imagen ya había sido difundida, con todos los comentarios requeridos. Mientras la dirección del país, con Iliescu Ion, rehusó entrar en la escalada de violencia que 274 La revolución rumana de1989 habrían podido conducir al desmembramiento de Rumania. Los sucesos de Târgu Mureş en marzo de 1990 quedaron como un episodio trágico, pero el objetivo perseguido por los extremistas no se realizó. El mes de diciembre de 1989 marcó un verdadero consenso político de los rumanos y se vio una solidaridad impresionante en la lucha contra la dictadura. Después de la realización de este objetivo, las opiniones se diferenciaron, lo cual es normal dentro de un régimen democrático. A pesar de las dificultades frente a las cuales Rumania debía enfrentarse se dirigió en la senda de la democracia. Una comparación entre el 14 de diciembre de 1989 y el 14 de enero de 1990 revelaba la imagen de un país profundamente cambiado. De la televisión aburrida, con un programa de dos horas consagradas totalmente al “dirigente genial” a una programación de 10 a 12 horas por día, extremadamente variada, con difusiones de Navidad y retransmisiones en directo de la misa de Navidad, de San Basilio y de la Epifanía. De los periódicos que propagaban el culto de la personalidad de Ceauşescu y la idea de que el pueblo “en una unión total” trabaja para llevar a cabo las disposiciones del XIV Congreso del PCR a algunas centenas de periódicos, que acordaban temáticas tan diversas como el compromiso democrático de Rumania, los enfermos del Sida, la vida sexual de las estrellas de la música ligera, etc. Mientras, antes del 21 de diciembre la gente hablaba en voz baja cuando criticaban a Ceauşescu, a partir de enero de 1990, tuvieron lugar manifestantes y la gente gritaba “¡Abajo Iliescu!”. En enerofebrero de 1990, unas decenas de partidos aparecieron en la escena política21. Muchos portaban antiguos nombres (nacional-liberal, social-demócrata, nacional-campesino, al que se le añadió cristianodemócrata) y otros eran partidos nuevos: el Movimiento ecologista de Rumania, la Unión Democrática-Cristiana, el Partido Demócrata de Rumania, el Partido Unido de Rumania, el Partido Progresista, el Partido Socialista Liberal, el Partido Democrático-Agrario, el Partido Republicano, el Partido del Pueblo de Rumania, el Partido Corporativista, etc. El 6 de febrero de 1990, el Frente de Salud Nacional fue inscrito como partido político, bajo la presidencia de Petre Roman; esto provocó una ruptura en el seno del Consejo del FSN, ya que algunos miembros no estaban de acuerdo con su transformación en partido, que iba a participar en las elecciones como formación política. Las confrontaciones políticas comenzaron en enero de 1990, los líderes del Partido Nacional-Campesino Cristiano-Demócrata, del 275 Ioan Scurtu Partido Nacional Liberal y del Partido Social Demócrata discutieron con vehemencia por el derecho del FSN de ostentar el poder. La calles se convirtieron en el principal campo de batalla de la discusión política22. Las fuerzas del orden estaban fuertemente marcadas por su intervención contra los revolucionarios en diciembre de 1989 y sometidas a una fuerte presión por parte de la prensa y de los “creadores de opinión”. Aunque habían cambiado su nombre –la Milicia se convirtió en la Policía, las tropas de la Securitate en la Gendarmería - seguían siendo presentadas como la expresión del antiguo régimen. En este contexto, los que protestaban al FSN, atacaron y saquearon más de una vez las oficinas del Gobierno y de la Televisión pública. El historiador británico, Sian Davies, estimó que, en estas condiciones, el nuevo régimen, no se podía apoyar en las fuerzas del orden, y estaba obligado a “orientarse con fuerzas menos ortodoxas”23 incluidos los mineros, que descendieron por primera vez a Bucarest a finales de enero de 1990. Las nuevas estructuras democráticas se constituyeron con dificultad. Aunque la vida política estaba muy agitada, una vía de diálogo se encontró con la creación del Consejo Provisor de la Unión Nacional (CPUN). Por el decreto-ley del 9 de febrero de 1990, el Consejo era definido como un marco de colaboración de todas las fuerzas políticas en periodo preelectoral, en el principio de la separación de poderes del Estado consagrado por el programaplataforma del 22 de diciembre de 1989, garantía de la democracia real y de la estabilidad del país hasta las elecciones libres24. El CPUN era un organismo legislativo, que funcionó entre el 9 de febrero y el 11 de marzo de 1990. El acto legislativo más importante aprobado por el CPUN fue el decreto-ley del 14 de marzo de 1990 sobre la elección del Parlamento y del presidente de Rumania, que contenía también algunas disposiciones con carácter constitucional. En estos momentos decisivos para la evolución de Rumania, la clase política y los intelectuales hicieron hincapié en la confrontación, en el arreglo de cuentas a nivel personal (el periódico “România liberă” lanzó la cuestión: “¿Qué has hecho en los últimos cinco años?”), y en el éxito inmediato. No había en los medios un debate auténtico sobre el desarrollo de la economía, de la ciencia y de la cultura, de la vida social. En el pasado, este tipo de debate tuvo un papel esencial para el progreso de Rumania. La segunda parte del siglo XIX estuvo marcada por el enfrentamiento entre el conservadurismo (el movimiento político-literario “Junimea”) y el liberalismo; tras la Primera Guerra Mundial, por el enfrentamiento 276 La revolución rumana de1989 entre el neoliberalismo y el movimiento campesino, etc. Tras 1989, Rumania se dejó “caer en el futuro” según las palabras de un sociólogo conocido25, situación que aprovecharon los que tenían los recursos y las relaciones necesarias para desvalijar la economía de Estado, que no era ya reconocida como propietaria. La campaña de primavera de 1990, estuvo marcada por ciertos incidentes generados sobre todo por el hecho de que muchos ciudadanos, simpatizantes del FSN no estaban habituados a la existencia de una oposición, además el PNL y el PNŢCD habían propuesto candidatos a la presidencia que venía del extranjero (respectivamente Radu Câmpeanu e Ion Raţio) que no “las habían pasado canutas” como los que se quedaron en el país. Por otra parte la oposición aprobó en marzo de 1990 la Proclamación de Timşoara, cuyo artículo 8 demandaba una ley electoral que prohibiese a los antiguos miembros de la nomenclatura y de los oficiales de la Securitate presentarse como candidatos durante tres legislaturas parlamentarias. El 22 de abril, tras un mitin organizado por el PNŢCD en la Plaza de los Aviadores, una parte de los manifestantes se desplazaron al centro de la capital y bloquearon la zona de la Plaza de la Universidad-Intercontinental. Esta zona tenía una gran visibilidad audiovisual y una gran carga histórica y emocional, donde un gran número de revolucionarios habían muerto en la noche del 21 al 22 de diciembre de 1989. La declararon “zona liberada del neocomunismo” o “kilómetro cero de la democracia”. Los participantes demandaban no solamente la aplicación del artículo 8 de la Proclamación de Timişoara, sino también la declaración de fuera de ley para todos los partidos de tipo comunista (como el FSN era visto). Por otro lado, se oponían enérgicamente a Iliescu Ion, candidato del Frente a la presidencia, que había adquirido una gran popularidad durante la revolución. Las elecciones celebradas el 20 de mayo de 1990, fue caracterizada por una gran participación y un deseo general de expresar su opción política (lo que determinó que se prolongasen las horas de derecho a voto). Los resultados sólo fueron una sorpresa para los que no conocían el estado de ánimo de los rumanos. El FSN ganó las elecciones con un 66,31% en el Congreso de los Diputados y un 67,2% en el Senado. Le siguió el UDMR (7,23% para el congreso y 7,20 para el Senado) y por el Partido Nacional Liberal (respectivamente 6,41% y un 7,06%). El PNŢCD no obtuvo más que un 2,56 por el Congreso y un 2,50 en el Senado y el PSD – respectivamente 1,05% y 0,9%. En las elecciones presidenciales el 277 Ioan Scurtu candidato del FSN ganó con un 85,07% de los votos válidamente expresados, Radu Câmpeanu (PNL) el 10,64% y Ion Raţio (PNŢCD) el 4,29%26. Las elecciones del 20 de mayo representaron un momento esencial en la historia de Rumania, porque confirmaron, a través del voto popular, el régimen democrático posterior a 1989 y legitimó al nuevo poder. Gracias a las elecciones libres se puso término al estado político provisional, que duraba desde hacía cinco meses, y se abrió la vía de la aprobación de una nueva legislatura en todos los ámbitos de la vida social, política, económica, cultural. Evidentemente, en primer plano figuraba la aprobación de una Constitución que asegurase el desarrollo democrático de Rumania. Tras las elecciones, las fuerzas políticas de oposición como el líder de la Liga de estudiantes, anunciaron su retirada de la Plaza de la Universidad. Un grupo de manifestantes quedó en la plaza demandando la creación de una cadena de televisión independiente. En la mañana de 13 de junio, las fuerzas del orden intervinieron, pero sin éxito, ya que numerosos ciudadanos de Bucarest se habían incorporado a los manifestantes. Una parte de ellos atacó e incendió las oficinas del Ministerio del Interior, como la Televisión rumana, lo que creó el pánico entre los gobernantes. El presidente Iliescu Ion lanzó una llamada a los ciudadanos para que defendieran las conquistas democráticas; en la mañana del 14 de julio, algunos millares de mineros descendieron a la capital. Ellos evacuaron a los manifestantes por la fuerza y saquearon del PNL y del PNŢCD y de algunos diarios de la oposición y molestaron a muchas personas. Las escenas filmadas de los mineros que golpeaban a los jóvenes con porras en la Plaza de la Universidad, o penetrando por las ventanas del Instituto de Arquitectura para encontrar a los estudiantes que querían escapar de la violencia, dieron la vuelta al mundo. Rumania volvía de nuevo a llamar la atención de la opinión pública mundial con una imagen desastrosa, de civiles golpeando a otros civiles. Durante estos años, Rumania fue presentada por los medios occidentales con imágenes dantescas. El embajador de los Estados Unidos de América rehusó, de una manera ostentosa, la invitación para participar en la ceremonia de apertura del Parlamento y de la prestación de juramento de Iliescu Ion, el 20 de junio de 1990. Los líderes de la oposición hicieron giras por los países occidentales, para pedir que la cláusula de nación más favorecida no se le concediese al “régimen neocomunista” de Bucarest. La democracia rumana creaba dudas, lo cual influía al estatus internacional del país. 278 La revolución rumana de1989 El proyecto de la Constitución fue finalmente aprobado, con los votos en contra de los parlamentarios del PNL, del PSD, del PNŢCD y del UDMR. El 21 de noviembre de 1991, la nueva ley fundamental fue promulgada el 8 de diciembre y fue sometida al voto popular. La oposición quiso boicotear el referéndum demandando a los ciudadanos que no se presentasen a votar. Pero, la presencia fue masiva: 77,3% votó a favor de la Constitución, el 20,4% votó en contra y 2,3% de los votos fueron anulados. Según la Constitución, “Rumania es un Estado nacional, soberano e independiente, unitario e indivisible. La forma de gobierno es la República. Rumania es un Estado de derecho, democrático y social, en el cual la dignidad del hombre, los derechos y las libertades de los ciudadanos, el libre desarrollo de la personalidad, la justicia y el pluralismo político representan los valores supremos, que son garantizados”27. Se estableció que la fecha de la Fiesta Nacional de Rumania sería el 1 de diciembre y que el himno nacional sería el “¡Despiértate, Rumano!”. Más allá de las disputas políticas, todos los partidos reconocieron los resultados del referéndum y que la nueva Constitución representaba la base jurídica del estado de derecho de Rumania. Desde el punto de vista político, todos los antiguos Estados socialistas lograron, tras unos años, pasar de un regimenes dictatoriales a regimenes democráticos. Los problemas económicos y sociales se revelaron todavía más difíciles. Los principales Estados occidentales, destacando EUA, jugaron un papel capital en el hundimiento de los regímenes socialistas-totalitarios de Europa, sin haber programado coherentemente la evolución post-comunista de estos países. Igualmente era remarcable, como el antiguo Consejero de la Casa Blanca, Zbigniew Brzezinski estimó que Occidente “no estaba preparado de una forma adecuada para participar en la tarea de la completa transformación de los antiguos sistemas de tipo soviético”28. Todos los antiguos Estados socialistas conocieron una transición caracterizada por una crisis económica aguda, la disminución de la producción industrial y agrícola, una inflación galopante, un grave deterioro del nivel de vida de la mayoría de la población, una corrupción generalizada. Algunos países se beneficiaron de grandes préstamos financieros – Polonia, República Checa, Hungría- que sostuvieron el relance de la economía en tanto que además ellos tenían ya algunos mecanismos de la economía de mercado. Otros países – Albania, Bulgaria, Rumania - tuvieron una 279 Ioan Scurtu evolución económica extremadamente difícil que les prohibió superar los niveles de desarrollo registrados en 1989 durante un decenio y medio después de la caída de los regímenes socialistas-totalitarios. Rumania que en abril de 1989, había pagado totalmente su deuda externa, estaba de hecho fuera del mercado financiero internacional y el restablecimiento de la relación con el Fondo Monetario Internacional se hizo con gran dificultad. El FMI impuso numerosas condiciones que el gobierno de Bucarest tuvo que aceptar ya que el FMI se había convertido en la única fuente financiera de Rumania. Así hasta 2005 el gobierno “se permitió” promover una política financiera propia, condicionada igualmente por una serie de compromisos internacionales. Aunque 1989 se consideró como catastrófico para la economía rumana, en realidad, una caída dramática se produjo tras esta fecha, comparable a la que se produjo inmediatamente después de la 2ª Guerra Mundial. Rumania jamás conoció tal grado de deterioro económico en tiempos de paz29. Comparando con base de 1989=100, la producción industrial total alcanzó un 40,8% en 1999, la disminución más importante fue registrada por la industria química (1998=23,6%), la industria de maquinaria y equipamientos (2000=31,3%) y la industria textil (2000 = 26,2%). Algunos datos estadísticos sobre la producción de los principales productos industriales son significativos30: Producto Energía eléctrica Bruto Máquinas, equipamientos E instalaciones tecnológicas Motores de combustión interna Tractores Segadoras trilladoras Autocamiones Automóviles Televisores Zapatos Carne Azúcar Unidad de medida 1989 Miles de Kwh. 75,9 Millones de 9,2 Toneladas Mil toneladas 394 2000 52 6,1 65 Mil CV 18.014 7.772 Mil unidades Mil unidades Mil unidades Mil unidades Mil unidades Mil pares Mil toneladas Mil toneladas 17,1 5,6 13,5 144 511 111 686 693 280 5,4 0,03 0,8 63 32 31 259 476 La revolución rumana de1989 De hecho, se produjo una des-industrialización y las empresas rumanas estuvieron al borde de la quiebra, las máquinas y los accesorios eran vendidos como si fueran chatarra. Empresas de gran reputación internacional, como “Tractorul” de Braşov, ARO de Câmpulung, “Semănătoarea” o “Republica” de Bucarest, dejaron todas de golpe de ser provechosas y se prolongaron en una larga agonía hasta su liquidación completa. Dejando la caída libre de la industria, ciertos políticos se centraron en la agricultura. La realidad mostró que “la apuesta por la agricultura” fue perdida desde el debut, viendo las condiciones en que los campesinos recuperaron sus propiedades quitadas por la colectivización, al no contar con medios técnicos ni financieros para practicar una agricultura moderna. La economía se derrumbó en todos los antiguos Estados socialistas, hecho reflejado por la dinámica del producto interior bruto (PIB)31: País Rumania República Checa Hungría Polonia Eslovaquia Bulgaria Año-PIB más bajo 1992 - 75,0 1992 - 86,9 1993 - 81,9 1991 – 82,2 1993 – 75,0 1997 – 65,7 2002 85,1 106,0 111,7 129,5 110,2 80,0 Sobre este fondo de caída de la producción interior, se realizaron importaciones masivas, recibiendo el mercado rumano importaciones de Turquía, Hungría, China y otros Estados. La quiebra quizás más espectacular fue la del combinado para la producción y preparación de carne de Timişoara (COMTIM) –una de las más grandes de Europa- que apareció poco después con otro nombre, unos kilómetros más al oeste, en Hungría. Tras el año 2000, cierto relanzamiento de la economía se manifestó, alcanzando en 2005 el 80% de registro de 1989. La disminución de la producción tuvo como resultado una baja dramática del nivel de vida de la población, que se reflejó en la alza de la inflación (1993-295,5%) y de los precios de consumo (en 20021993,586 en comparación con 1989). Los salarios medios brutos mensuales descendieron de 129 USD en 1991 a 82,7 USD en 1992. Los índices del salario real muestran la dinámica siguiente: 1989=100, 281 Ioan Scurtu a continuación un descenso 1997=58,632. Un informe del Banco Mundial precisó que en 1987-1988, la tasa de pobreza era del 6% y en 1993-1995 era del 39%33. La categoría más afectada era la de los jubilados, que después de haber trabajado toda una vida para el “Estado”, vivían manteniéndose del día a día y se veían obligados a pedir ayuda financiera a sus hijos. Un gran número de organizaciones no gubernamentales se interesó más en la manera en la cual eran tratados los detenidos en prisión que en la manera en que vivían los jubilados y olvidaban proponer medidas que mejorasen su vida. Después de 1990, en menos de 10 años, apareció un grupo de gente enriquecida, de multimillonarios (de dólares), que desafiaban, por su opulencia, de la gran masa de la población. Por sus casas y automóviles de lujo, sorprenden incluso a los occidentales caracterizados por su espíritu de ahorro y de eficacia. Por otra parte, para muchos rumanos (en torno al 40%), el problema de los gastos de comunidad y de alimentos eran un verdadero calvario. Incluso aún cuando los mercados rumanos estaban bien aprovisionados, con productos importados, el consumo por habitantes se mantenía en niveles muy bajos. El consumo medio de los principales productos evolucionó así34: Producto Carne Azúcar Cereales Leche y productos lácteos Unidad de medida Kg. Kg. Kg. L 1938 1989 2000 18 5 202 103 50,2 24,7 157,3 135,9 46,3 23,0 165,8 193 El deterioro de la situación material se reflejó también en los ámbitos de la enseñanza, de la ciencia y la cultura. El analfabetismo se convirtió en un problema, la gratuidad de la enseñanza quedó sólo como un artículo escrito de la Constitución y la cultura se enfrentó a una baja de financiación crónica. El sociólogo Zamfir Cătălin hizo una observación esencial: “en un periodo de pobreza explosiva, Rumania llevó una política opuesta, de inversión, desde el punto de vista de los esfuerzos bursátiles, teniendo los niveles más bajos de Europa”. Los gastos sociales, comparativamente con otros países, tenía el peso siguiente (en porcentaje)35: 282 La revolución rumana de1989 País Rumania UE-15 Bulgaria Hungría República Checa 1999 18,4 27,6 21,2 23,5 24,8 Rumania ha puesto muchas esperanzas en su adhesión con la Unión Europea, para el desarrollo de una verdadera economía de mercado, gracias a una mano de obra disciplinada y eficaz. Las posibilidades creadas en 1989 permiten esta evolución y la Unión europea impone exigencias que todo país civilizado debe y puede cumplir. En el plano de las relaciones internacionales, los antiguos Estados Socialistas decidieron suprimir las estructuras creadas durante los años de la guerra fría. El 30 de junio de 1991, en Budapest, tuvo lugar la reunión del Consejo de Asistencia Económica Mutua (CAEM). En esta ocasión, los representantes de los nuevos Estados miembros (Unión Soviética, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, RPD de Vietnam, Cuba y Mongolia) adoptaron un Protocolo sobre la disolución de este organismo. La disolución fue efectiva 90 días después de la firma del Protocolo. El 1 de julio de 1991, tuvo lugar la última reunión del Comité Político Consultativo del Tratado de Varsovia. Los participantes firmaron un Protocolo conforme al cual el Tratado cesaba de tener efecto36. Los Estados del antiguo bloque comunista, incluida Rumania, decidieron adherirse a las estructuras occidentales, es decir a la OTAN y a la Unión Europea, quienes abrieron sus puertas para recibirles pero con ciertas condiciones. La adhesión a la OTAN fue facilitada por el hecho que los EUA, convertidos en única superpotencia mundial, tenían un rol decisivo. Los criterios de adhesión fueron establecidos; en primer lugar fueron cumplidos por Polonia, la República Checa y Hungría, que fueron invitadas a la reunión de Madrid, del 8 y el 9 de julio de 1997, para comenzar las negociaciones para su adhesión. Los líderes de Bucarest desarrollaron una amplia campaña de propaganda, con la intención que los jefes de Estado y gobernantes de los países miembros de la OTAN reunidos en Madrid, aceptasen a Rumania dentro de esta alianza. Aparte de los gestos espectaculares realizados por Bucarest, es necesario mencionar la firma del tratado de base con 283 Ioan Scurtu Ucrania (el 2 de junio de 1997), en condiciones totalmente desventajosas para Rumania. A pesar de toda esta propaganda, el país no estaba de hecho preparado37, y a la salida de Madrid el presidente norteamericano se opuso totalmente a la idea de invitar a Rumania a adherirse a la Alianza (Rumania fue apoyada por los líderes europeos, destacando el presidente francés Jacques Chirac). A pesar de ello, el presidente Bill Clinton fue triunfalmente recibido en Bucarest el 11 de julio. En su discurso pronunciado en la Plaza de la Universidad, Clinton declaró que los EUA estarían al lado de Rumania y lanzó la idea de una alianza estratégica rumano-estadounidense, que suponía una colaboración en el plano económico, político, de seguridad regional y de defensa. Por el Tratado de Maastricht, en febrero de 1992, la Comunidad Europea tomó el nombre de Unión Europea y en junio de 1993, el Consejo de la Unión Europea decidió que los países de Europa Central y del Este podrían unirse a la Unión cuando fueran capaces de cumplir ciertos requisitos económicos y políticos38. En diciembre de 1997, el Consejo Europeo reunido en Luxemburgo estableció que las negociaciones de adhesión con los seis candidatos – la República Checa, Estonia, Hungría, Polonia, Eslovenia y Chipre – comenzarían en 1998. En diciembre de 1999, en la Conferencia de Helsinki se estableció que las negociaciones con otros seis estados – Bulgaria, Letonia, Lituania, Malta, Rumania y Eslovaquia- comenzarían en el año 2000. En el último año del siglo XX y el primero del XXI, las perspectivas para la adhesión de Rumania a la OTAN aumentaron39. La posición frente al conflicto de Kosovo, en el que Rumania puso a disposición de la alianza su espacio aéreo para los bombardeos de Belgrado por la aviación norteamericana (1999) y sobre todo tras los ataques terroristas de septiembre de 2001 sobre objetivos civiles y militares de EUA, que Bucarest condenó categóricamente, determinó a la administración de Washington a considerar como útil la adhesión de Rumania en la OTAN. Durante la reunión de jefes de Estado y de los gobernantes de los países miembros de la OTAN, celebrada en Praga el 21 de noviembre de 2002, se decidió que Rumania como otros seis Estados europeos (Bulgaria, Estonia, Lituania, Letonia, Eslovaquia y Eslovenia), serían invitadas a entablar negociaciones para su adhesión a la Alianza. El 23 de noviembre el presidente Bush George W. hizo una visita a Rumania para desearle la bienvenida dentro de la OTAN y asegurar que “si alguna vez hay un ataque contra Rumania, si alguna vez se amenaza a Rumania, la OTAN y los EUA 284 La revolución rumana de1989 estarán a vuestro lado. En tanto que aliada de la OTAN, podéis tener confianza. Nadie podrá quitar la libertad de este país”40. Por otra parte, el Consejo Europeo, aceptó en 2004 la entrada de Letonia, de Eslovenia y de Malta en la Unión Europea, y decidió acelerar el proceso de adhesión de Rumania y Bulgaria para que se convirtieran en miembros a partir del 1 de enero de 2007. No hay motivos para que esta fecha no sea respetada, porque no solamente Rumania necesita a Europa, sino que también ésta necesita a nuestro país. Por la adhesión a la OTAN, Rumania ha obtenido la garantía de su seguridad y de su integridad nacional y la Alianza ha ganado también, con la participación de militares rumanos en las acciones de la OTAN (en Afganistán, Irak, etc., a costa del Estado rumano), con el acuerdo para aceptar la instalación de bases militares norteamericanas en territorio rumano, etc. Tras su adhesión a la Unión Europea, el 1 de enero de 2007, Rumania contribuyó a los fondos comunitarios –con una importante suma- y se ha beneficiado de los fondos anunciados por la Unión; los estados de la Unión Europea han encontrado un importante mercado para sus productos y una mano de obra a bajo precio, mientras que los rumanos pueden viajar sin restricciones en los Estados de la Unión. Obsesionada por la idea de la integración en la OTAN y en la Unión Europea, la diplomacia rumana fue muy dócil con las grandes potencias que tiene un papel decisivo en estos organismos y no se implicó más en los grandes problemas de la vida internacional, sin tener iniciativas notables al respecto. Las disputas políticas internas explican por qué Rumania durante un largo tiempo dejó de tener embajadores en numerosos Estados (incluyendo los EUA, la Gran Bretaña, Francia, la Federación Rusa) y designó en los organismos internacionales representantes sin ninguna formación en la materia, pero que se habían declarado por la campaña electoral a favor del partido y las personas que tenían el gobierno. La misma disputa ciega por el poder ha conducido a varias crisis políticas, a la ausencia de una elaboración en tiempo oportuno de los programas de post-adhesión; los sectores como la agricultura y los transportes no han obtenido el financiamiento ofrecido por la Unión Europea. 285 Ioan Scurtu FIN La Revolución Rumana de Diciembre de 1989 constituyó una parte integrante de las revoluciones europeas que se produjeron durante el curso de este año y que marcó la caída de los regímenes socialistas-totalitarios del continente. En Varsovia, Budapest, Praga, Sofía, Berlín y Bucarest, la gente vivió en 1989 un estado de eufórico, saboreando la victoria de la democracia sobre la dictadura. Independientemente de la manera en que se produjeron - “tabla redonda”, “revolución de terciopelo”, caída del muro de Berlín, enfrentamientos violentos – estas revoluciones provocaron el derrumbamiento de las antiguas estructuras políticas, sociales, culturales, económicas, etc. y la entrada de los estados centroeuropeos y del este en una nueva fase de su evolución histórica. En Rumania la revolución conoció una forma violenta tras la negación de Ceauşescu a entablar el diálogo con los rumanos y su decisión de responder con violencia a las demandas del pueblo. Los ciudadanos no se dejaron intimidar, sino al contrario, asaltaron las ciudadelas del poder, comenzando por el Comité Central del PCR y después por los Comités Departamentales y Locales del partido. Este enfrentamiento se saldó con numerosas victimas y los que lucharon animados por un espíritu de sacrifico, se convirtieron en verdaderos héroes de la revolución rumana. Los sucesos de diciembre de 1989 tuvieron un gran eco internacional debido a su retransmisión en directo a través de la radio y la televisión. Generaron una gran solidaridad con el pueblo rumano en su lucha contra la dictadura. Estos sucesos se percibieron en este mismo momento como una parte de la revolución rumana. El periódico vienés “Die Presse” escribió el 23 de diciembre de 1989: “La caída de Ceauşescu puso término a los procesos de transformación de los países del Este”. Por su parte el diario parisino “Le Monde” anotó el 30 de diciembre de 1989: “el triunfo de la libertad en Rumania coronó la obra acometida en estos meses en los países vecinos. 1989 entrará en la historia como el año de las revoluciones en Europa oriental”. El ministro de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, envió en las vísperas de Año Nuevo un mensaje a los rumanos donde precisaba: “Desde el primer día de la revolución, Francia, nación hermana de Rumania, manifestó por vuestro país su 286 La revolución rumana de1989 total apoyo moral y aportó toda su ayuda material. Hoy el pueblo rumano a triunfó y Rumania es libre”41. El programa anunciado por el Consejo del Frente de Salud Nacional del 22 de diciembre de 1989 fue aceptado por los rumanos quienes han expresado entonces su plena adhesión a las transformaciones democráticas previstas. No hubo ninguna reacción negativa al mensaje de los líderes del Frente de Salud Nacional. Eran percibidos como los verdaderos dirigentes de Rumania, que habían asumido el riesgo de tomar el poder tras la huida de Ceauşescu. Durante la primera sesión del Consejo del FSN (del 27 de diciembre de 1989), Iliescu Ion fue elegido, sin ninguna objeción, presidente de este organismo. El comunicado hecho público mencionaba la estructura del Despacho Ejecutivo del Consejo del Frente de Salud Nacional: presidente - Iliescu Ion, primer vicepresidente –Dimitru Mazilu, secretario –Dan Marţian, miembros – Bogdan Teodoriu, Vasile Neacşa, Silviu Brucan, Gheorghe Manole, Ion Caramitru, Radu Nicolae42. El nuevo organismo de poder, el Consejo del Frente de Salud Nacional, fue también reconocido en el plano internacional. Desde París y Londres, desde Washington y Moscú, desde Pekín y El Cairo los programas llegaron expresando su apoyo al FSN y la solidaridad con el pueblo rumano. No hubo ningún país que pusiera en duda la legitimidad del nuevo poder. Por ejemplo, la prensa del 25 de diciembre de 1989 informó que el Departamento de Estado norteamericano “consideraba al Consejo del Frente de Salud Nacional como la expresión de la voluntad democrática del pueblo rumano”43. Posteriormente, con un fondo de disputas políticas internas, se formularon diversas opiniones sobre los acontecimientos de 1989, como respuesta a la revolución y a los que habían tenido el coraje de asumir la responsabilidad de dirigir el país tras la caída de Ceauşescu Nicolae. Algunos contradecían sus opiniones expresadas en diciembre de 1989. En la prensa, durante las diversas reuniones públicas y durante el curso de los debates organizados por la televisión y la radio, los acontecimientos de 1989, recibieron nombres variados: revuelta popular, golpe de Estado, revolución combinada con un golpe de Estado, revolución robada, revolución confiscada, etc. Asimismo se llegó a afirmar que los que se encontraban en primera línea de la revolución en diciembre de 1989, se atribuían acciones que no les pertenecían. Por ejemplo, durante una sesión de historia organizada en Timişoara en 1995, se afirmó que Lorin Fortuna y Claudiu Iordache 287 Ioan Scurtu “constituyeron un partido que seguía la perestroika - el Frente Democrático Rumano” y que “se proclamaron como dirigentes de la revolución de Timişoara”44. El autor de estas palabras en cuestión estimó que el verdadero programa de la Revolución Rumana era la Proclamación de Timişoara elaborada en marzo de 1990. Los revolucionarios se reunieron en decenas de organizaciones y comenzaron a acusarse recíprocamente cada vez que se encontraban (en emisiones televisivas, en simposios, conferencias, etc.). Esta situación fue debida sobre todo por el hecho de que la revolución no tuvo una organización, un centro de mando que estableciese el modo de actuación, los participantes, los objetivos. Durante los primeros días de la revolución, cada participante actuó por su propia cuenta; después, se buscó tomar acciones organizadas por objetivos (Comité Central, la televisión, la radio, en el metro, en la prisión de Jilava, etc.) o por día (21 de diciembre, 22 de diciembre) y por localidad (las organizaciones revolucionarias nacieron en casi todas las ciudades rumanas, incluso dos o tres en la misma localidad). En esta multitud de organizaciones, cada miembro conocía el segmento en que había participado, y no tenían una imagen de la totalidad del acontecimiento. Las tentativas repetidas tras 1990 por unificar estas organizaciones, bajo una dirección coherente, se tuvo que abandonar. El Parlamento aprobó numerosas leyes a favor de los revolucionarios, como manera de reconocimiento por su lucha y su espíritu de sacrificio. Este reconocimiento no fue solamente de naturaleza moral, sino también material (ayudas, pensiones, diversas facilidades). Los criterios para otorgar las ventajas respectivas se revelaron extremadamente débiles, muchos protestaron y otro aseguraron estar en posesión de certificados revolucionarios. Algunos revolucionarios afirmaron que hubo personas que, por maniobras ocultas, recibieron certificados sin haber participado en la revolución, beneficiándose de las ventajas. Por otra parte, hubo revolucionarios auténticos, que pusieron sus vidas en riesgo en diciembre de 1989, pero que no estaban incluidos en las listas de los revolucionarios que acompañaban las leyes en cuestión. Hubo también personas conocidas, que tuvieron un papel importante en el desarrollo de los acontecimientos, que declararon que no aceptaban los certificados y que renunciaban afirmando que ellos no lucharon para obtener ventajas materiales sino para eliminar un régimen opresivo. Desde la denuncia de los falsos revolucionarios se llegó a la condena para los que hicieron las proposiciones y firmaron sus 288 La revolución rumana de1989 certificados respectivos. Tras una escalada de estos conflictos, numerosas asociaciones reunidas en el Bloque Nacional de Revolucionarios decidieron en abril de 2006 excluir a Iliescu Ion del rango de revolucionario. Los enfrentamientos políticos, los estados de tensión afectaron los debates teóricos sobre la revolución de diciembre de 1989. Los debates académicos, basados en los documentos, se remplazaron por disputas políticas gracias a los medios, en los que participaron adeptos de ideas preconcebidas, que buscaron imponerlas a todo precio. Estas personas se erigieron en los detentores de la verdad absoluta que ellos querían imponer a todos los rumanos, y no solamente. Teniendo en cuenta esta intolerancia y obstinación, la mayoría de los historiadores, especialistas en historia reciente, se han desviado en estas disputas. En el plano internacional, fue unánimemente reconocido que en 1989 se realizaron revoluciones tras las cuales los regímenes comunistas (socialistas-totalitarios) fueron eliminados. Esta conclusión es el resultado de análisis concretos, que han impuesto la reconsideración del concepto de revolución. Antes de 1989, la revolución era considerada como una acción bien desarrollada, según un programa bien establecido, con líderes claros; que tomaban el poder por largas movilizaciones de masas, que se enfrentaban a las fuerzas del antiguo régimen, logrando vencer e imponer un nuevo curso de la historia45. El ejemplo clásico es la revolución francesa de 1789, como las revoluciones inglesa, americana, rusa y cubana. La experiencia del año 1989 impuso la revisión de este “esquema” que se reveló restrictivo e incompleto. Se comenzó a hablar de “la revolución de la mesa redonda” y de “la revolución de terciopelo”, que eran de hecho muy diferentes a la revolución de 1789. Las disputas teóricas se desarrollaron, pero quizás la definición más aceptable perteneció al investigador Ekkart Zimermmann: “una revolución es la caída de la élite o las élites del poder por las nuevas élites, que después de haber accedido al poder (por los métodos básicos habituales, cuya mesura dependerá de los recursos de fuerza y de movilización de masas) realizan un cambio fundamental de la estructura social y en consecuencia de la estructura del poder”46. Peter Sian-Davies publicó una obra extensa (alrededor de 450 páginas) sobre “la revolución rumana de 1989”. Anneli Ute Gabanyi afirmó: “en todos los países ex-comunistas de Europa Central y del Este se pusieron en marcha auténticas revoluciones (escritas en letras grandes), cuyos cambios se produjeron en todas las materias desde el dominio de la estructura de las élites, de la vida social y el poder. En 289 Ioan Scurtu todos las masas populares se movilizaron, por diversos métodos, en algunos países se utilizó la fuerza, con una mesura más o menos grande”. El autor alemán concluyó: “en el contexto de estas revoluciones de nuevo tipo, la revolución rumana fue la más próxima al modelo de las revoluciones europeas clásicas, de la gloriosa revolución inglesa a la revolución francesa, de la revolución americana a la revolución rusa de 1917”47. Los hechos y los acontecimientos históricos se definen por sus consecuencias. Desde este punto de vista, es evidente que tras 1989, Rumania –al igual que los otros Estados de la zona central y del este de Europa, ex comunistas (socialistas-totalitarios) –ha conocido una evolución irreversible hacia la democracia, la economía de mercado y las estructuras euro-atlánticas. Finalmente, es el resultado esencial de la Revolución de 1989 que no puede ser rebatido. El análisis científico de la Revolución rumana en el contexto europeo de la época, queda un sujeto abierto, quizás se podría profundizar cuando se abran los archivos de los antiguos Estados socialistas, como los norteamericanos, los de la Federación Rusa, la Gran Bretaña, Francia, Alemania. Estos países tuvieron un papel importante en los acontecimientos de 1989, que condujeron a la reestructuración político-estatal de Europa y generó una nueva relación de fuerzas, que está todavía buscando el reequilibrio, al final del segundo milenio y al principio del nuevo. NOTAS 1 Václav Havel, Depăşind iluzia revoluţionară (Sobrepasando de la ilusión revolucionaria), en Ziua del 29 de marzo de 2006 2 Ver Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României (1918-2007) (La historia contemporánea de Rumania [1918-2007]), Bucarest, Ediciones de la Fundación “România de mâine”, 2005, pp.165-171 3 Anuarul statistic al României 1990 (El anuario estadístico de Rumania en 1990), la Comisión Nacional de Estadística, p.III 4 Victor Axenciuc, Introducere în istoria economică a României. Epoca modernă şi contemporană (Introducción a la historia económica de Rumania. La época moderna y contemporánea), Bucarest, Ediciones de la Fundación “Romania de maine”, 2000,p.402 5 Ibidem 6 I. Puia, Relaţiile economice externe ale României în peritada interbelică (Las relaciones económicas exteriores de Rumania de entreguerras), Bucarest, Ediciones de la Academia, 1982, p.161 7 Victor Axenciuc, Introducere în istoria economică…(Introducción a la historia económica), p.403 8 Ibidem 290 La revolución rumana de1989 9 Ibídem, p.684 10 Ibídem, p.700 (Hungría no es mencionada) 11 Ibidem 12 Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României (Historia contemporánea de Rumania), p.167 13 Ver A.Pop, Tentaţia tranziţiei. O istorie a prăbuşirii comunismului în Europa de Est (La tentación de la transición. Una historia de la caída del comunismo en Europa del Este), Bucarest, Ediciones Corint, 2002; Sava I.N., Zece ani de tranziţie în Europa de Est (Diez años de transición en Europa del Este), Bucarest, Ediciones de la fundación Cultural Rumana, 2000 14 Mijaíl Gorbachov, Memorii…(Memorias), p.275 15 Henry Kissinger, Diplomaţia (Diplomacia), Bucarest, Ediciones All, 1998, p.665 16 Sime Pirotici, Unitatea Iugoslaviei. Realitate sau deziderat? (1918-1941) (La unidad de Yugoslavia. ¿Realidad o desideratum? [1918-1941]), Bucarest, Ediciones de la Universidad, 2005, (capítulo IV) 17 Minciuni mass-media…(Las mentiras de los medios), pp.8-9 18 Michel Castex, Un mensonge gros comme un siècle. Roumanie, histoire d’une manipulation (Una mentira como una catedral. Rumania, historia de una manipulación), París, Ediciones Albin Michel S.A., 1990 19 Brânduşa Armanca, Morţii din Cimitirul Săracilor: un caz de jurnalism emoţional, în O enigmă care împlineste şapte ani (Los muertos del cementerio de los pobres Un caso de periodismo emocional, en Un enigma que celebra siete años), pp.168-170 20 Ver Scurtu Ioan, Revoluţia şi minciuni mass-media (La revolución y las mentiras de los medios), en Dosarele istoriei (Los dosieres de la historia), nº 12/2006 21 Alexandrescu Ion, Ion Bulei, Ion Mamina, Scurtu Ioan, Enciclopedia partidelor politice din România (1862-1994) (Enciclopedia de los partidos políticos de Rumania [1862-1994]), Bucarest, Ediciones Mediaprint, 1995, pp.147-153 22 Constantin Hlihor, România. Căderea comunismului şi naşterea democraţiei (Rumania. La caída del comunismo y el nacimiento de la democracia), Bucarest, Ediciones de la Universidad de Bucarest, 2006, p.136 23 Peter Sian-Davies, op. cit., p.352 24 Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº27 del 10 de febrero 25 Ver Vladimir Pasti, România în tranziţie. Căderea în viitor (Rumania en transición. La caída en el futuro), Bucarest, Ediciones Nemira, 1995 26 Stoica Stan, Dicţionarul partidelor politice din România. 1989-2004 (Diccionario de los partidos políticos en Rumania. 1989-2004), Bucarest, Ediciones Meronia, 2004, p.163 27 Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº233 del 21 de noviembre de 1991 28 Zbigniew Brzezinski, Europa Centrală şi de Est în ciclonul tranziţiei (Europa Central y del Este en el ciclón de la transición), Bucarest, Ediciones Diogene, 1995, p.21 29 Ver Nicolae Belli, Tranziţia mai grea decât un război. România. 1990-2000 (La transición más difícil que la guerra. Rumania. 1990-2000), Bucarest, Ediciones Expert, 2001; Zamfir Elena, Ilie Bădescu, Zamfir Cătălin, Starea societăţii românesţi după 10 ani de tranziţie (El estado de la sociedad rumana después de 10 años de transición), Bucarest, 2000 30 Aurelian Bondrea, România la începutul secolului XXI. Starea naţiunii 2004 (Rumania al principio del siglo XXI. El estado de la nación en 2004), Bucarest, 291 Ioan Scurtu Ediciones de la fundación “România de Mâine”, 2004, p.207 (las fuentes indicadas – Anuario Estadístico de Rumania, 1990, 1999, 2003) 31 Zamfir Cătălin, O analiză critică a tranziţiei. Ce va fi “după” (Un análisis crítico de la transición. Lo que será “después”), Iaşi, Ediciones Polirom, 2004, p.38 32 Aurelian Bondrea, România la începutul secolului XXI. Starea natiunii 2004 (Rumania al principio dl siglo XXI. El estado de la nación en 2004), Bucarest, Ediciones de la Fundación “România de Mâine”, 2004, pp.230-231 33 Istoria economică a României (Historia económica de Rumania), vol.II, p.502 34 Aurelian Bondrea, România la începutul secolului XXI. Starea naţiunii 2004 (Rumania al principio dl siglo XXI. El estado de la nación en 2004), p.234-235 35 Zamfir Cătălin, O analiză critică a tranziţiei. Ce va fi “după” (Un análisis crítico de la transición. Lo que será “después”), p.166 36 Stefan Lache, România în relaţiile internaţionale: 1936-2006 (Rumania en las relaciones internacionales: 1936-2006), Bucarest, Ediciones de la fundación “România de Mâine”, 2007, pp.313-392 37 Vasile Puşcaş, Pulsul istoriei în Europa centrală (El pulso de la historia en Europa Central), Cluj-Napoca, Ediciones Sincron, 1998, pp.164-165 38 Ion Jinga, Uniunea Europeană. Realităţi şi perspective (La Unión Europea. Realidades y perspectivas), Bucarest, Ediciones Lumina Lex, 1999, p.27 39 Teodora Stănescu-Stanciu, Integrarea europeană şi euroatlantică a României (La integración europea y euro-atlántica de Rumania), Bucarest, Ediciones de la fundación “România de Mâine”, 2006, capítulo VIII 40 România-N.A.T.O. Cronologie. 1989-2004 (Rumania-OTAN. Cronología. 1989-2004). Coordinador: general mayor (r) dr. Ionescu E. Mihail, Bucarest, Ediciones militares, 2004, p.356 41 România liberă del 30 de diciembre de 1989 42 La casete con el registro de esta sesión se encontraba en los Archivos del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989; ver también Caieţele Revolutiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº2/2006, p.46 43 Adevărul del 25 de diciembre de 1989 44 Mihail Decean, Revoluţie şi perestroikă (La revolución y la perestroika) en O enigmă care împlineşte şapte ani (Un enigma que celebra siete años), pp.1291-131 45 J.Dunn, Modern Revolutions: an introduction to the Análisis of a Political Phenomenon (Revoluciones modernas: una introducción al análisis de los fenómenos políticos), Cambridge, University Press, 1990 46 Ekkart Zimmermann, Political Violence, Crises and Revolutions. Theories and Research (Violencia política, crisis y revoluciones. Teorías y búsquedas), Boston, 1993, p.405, apud Anneli Ute Gabanyi, Revoluţiile europene ale anului 1989. O încercare de analiză tipologică (Las revoluciones europeas del año 1989. Una tentativa de análisis tipológico), en Un enigma que celebra Siete años, p.46 47 Anneli Ute Gabanyi, Revoluţiile europene ale anului 1989. O încercare de analiză tipologică (Las revoluciones europeas del año 1989. Una tentativa de análisis tipológico), p.46 292 La revolución rumana de1989 ÍNDICE DE NOMBRES A Aboimov, 189, 196, 204, 206, 235, 236, 237 Adamec, 44, 107, 135, 136, 138, 153 Adenauer, 141 Afganistán, 234, 285 África Austral, 125 Agârbiceanu, 262 Agrigoroaiei, 57 Albania, 25, 27, 28, 30, 31, 35, 36, 45, 86, 226, 267, 268, 279 Albişteanu, 22 Alemania, 8, 23, 27, 28, 35, 45, 50, 59, 82, 85, 105, 106, 107, 109, 110, 112, 113, 120, 126, 127, 140, 141, 142, 143, 144, 146, 149, 151, 152, 157, 158, 169, 174, 187, 197, 233, 256, 258, 265, 266, 267, 270, 271, 273, 290 Alemania del este, 187 Alexandrescu Ion, 291 Alexandrescu Sică, 263 Alexandru Ioan, 162 Alexeni, 222 Alia, 45, 86, 267, 268 Almaş, 262 América, 34, 35, 37, 38, 50, 51, 53, 59, 63, 71, 72, 74, 86, 92, 95, 99, 104, 125, 127, 131, 141, 145, 147, 148, 199, 278 América Central, 125, 147 América Latina, 125 Andreescu, 263 Andronescu, 263 Andrópov, 37, 39 Antáll József, 267 Antohi, 69 Antonescu Ion, 26, 234 337 Ioan Scurtu Antonescu Mihai, 26 Antonescu Petre, 263 Antoniu, 263 Apostoiu, 218 Apostol, 57, 86, 87, 88, 89, 218, 219 Arachelian, 14, 19, 158, 159, 204, 244, 246, 248, 249, 250 Arad, 74, 123, 166, 173, 174, 176, 187 Arbore, 119 Ardeleanu, 250 Argentina, 53, 84, 88 Argetoianu, 263 Arghezi, 50, 262, 264 Armanca, 291 Árpád, 267 Asia, 51 Aslan, 262 Auneanu, 18 Austral, 125 Austria, 53, 106, 112, 174, 175, 270, 271 Avram, 77, 263 Avram Dumitru, 77 Avram Mioara, 263 Axenciuc, 256, 290 Azerbaiyán, 81 B Baba, 263 Băcanu, 121 Baconsky, 263 Badea, 263 Bădescu, 291 Bădilescu, 179, 180 Baia Mare, 50 Baiu, 238, 250 Baker, 104, 141, 235 Bălan, 178, 179, 181 Bălănuţă, 263 Balcanes, 34 Balint, 244, 245 Balladur, 188 338 La revolución rumana de1989 Balotă, 122 Báltico, 35, 42 Banato, 123, 155, 156, 181, 197 Bănică, 263 Bănuş, 122 Barbilian, 262 Barbu, 50, 190, 193, 262 Bărbulescu, 129 Bârlădeanu, 12, 19, 86, 88, 218 Bélgica, 53, 75, 95, 117 Belgrado, 86, 120, 131, 140, 173, 188, 195, 199, 271, 272, 284 Belli, 291 Berciu, 262 Berindei, 17, 74, 122 Berisha, 267, 268 Berlín, 5, 85, 106, 108, 111, 112, 113, 120, 122, 127, 150, 158, 270, 286 Bernstein, 22 Berza, 262 Besarabia, 80, 102, 127, 151, 268 Beschloss, 249 Betea, 19 Bicske, 155 Bielorrusia, 268 Bierut, 153 Birnbauer, 204 Bitoleanu, 57 Blaga, 264 Blandiana, 69, 121, 227 Bobu, 63, 129, 168, 185, 186, 198, 206 Bocu, 263 Bogomolov, 79, 148, 156 Bogza, 69 Bolgrado, 102 Bondrea, 291, 292 Bonn, 59, 85, 144, 160 Boroşoiu, 185 Borstis, 178 Bosnia y Herzegovina, 270 Bosnia-Herzegovina, 105, 270, 271 Boston, 292 339 Ioan Scurtu Botez, 122 Botswana, 130 Brăila, 242, 263 Brasil, 53, 88 Braşov, 50, 51, 70, 71, 78, 123, 162, 192, 232, 242, 281 Brateş, 12, 212, 215, 219, 248 Brătianu I. Gheorghe, 263 Brătianu I.C. Constantin, 263 Brediceanu, 263 Breton, 14, 22 Brézhnev, 31, 37, 39, 53, 94, 236, 254 Brucan, 11, 71, 78, 87, 88, 157, 162, 218, 219, 223, 227, 287 Bruselas, 96, 176, 178, 185, 204, 272 Brzezinski, 64, 250, 279, 291 Bucarest, 6, 10, 13, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 36, 45, 48, 50, 51, 53, 54, 57, 59, 60, 62, 63, 67, 69, 72, 73, 75, 76, 77, 78, 87, 90, 93, 94, 95, 96, 108, 111, 117, 119, 120, 122, 123, 124, 126, 127, 128, 131, 132, 143, 156, 157, 158, 159, 160, 162, 171, 172, 173, 174, 177, 178, 185, 186, 187, 188, 189, 190, 192, 194, 195, 196, 199, 200, 203, 204, 205, 207, 210, 211, 212, 215, 216, 217, 219, 221, 222, 231, 232, 233, 237, 238, 240, 242, 244, 245, 247, 248, 249, 250, 264, 274, 276, 278, 280, 281, 283, 284, 286, 290, 291, 292 Bucovina, 102, 127, 268 Bucur, 120, 143, 188, 189, 196, 206 Budapest, 44, 74, 84, 85, 89, 99, 100, 103, 106, 119, 120, 148, 155, 158, 160, 161, 166, 173, 174, 177, 183, 199, 204, 283, 286 Bujor, 69, 122, 263 Bulei, Ion, 57, 291 Bulgaria, 25, 27, 28, 30, 31, 34, 43, 52, 90, 92, 111, 113, 122, 131, 135, 137, 140, 149, 169, 185, 187, 196, 233, 254, 255, 256, 258, 259, 267, 279, 281, 283, 284, 285 Burghele, 262 Burundi, 130 Bush George, 95, 99, 100, 134, 141, 146, 147, 148, 149, 156, 182, 266, 269, 284 Bush George W., 284 Butunoiu, 263 Buzatu, 57, 76 Buzău, 232, 242 Buzura, 57, 69 340 La revolución rumana de1989 C Cairo, 287 Cajal, 262 Calboreanu, 263 Calfa, 153 Călinescu George, 50, 263 Călinescu Matei, 122 Cambridge, 158, 292 Camilar, 262 Câmpeanu, 277, 278 Câmpina, 232 Câmpulung, 281 Campus, 57, 262 Cană, 120 Canadá, 36, 53 Cancicov, 263 Cândea, 90 Cannes, 50 Carafoli, 262 Caramitru, 207, 223, 227, 287 Carandino, 69 Carp, 185 Cârpan, 181 Carter, 37, 64, 71 Cassian, 122, 160 Castellan, 16, 78 Castex, 272, 291 Cavallioti, 20, 22 Ceauşescu Elena, 9, 68, 88, 93, 128, 129, 130, 133, 167, 168, 172, 173, 181, 187, 193, 194, 197, 198, 199, 206, 209, 216, 217, 225, 238, 239, 240, 241 Ceauşescu Florea, 130 Ceauşescu Ilie, 63, 124, 129, 178, 205 Ceauşescu M. Mihaela, 159 Ceauşescu Marin, 121, 129 Ceauşescu Nicolae, 8, 10, 14, 25, 32, 43, 49, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 74, 76, 86, 88, 89, 91, 92, 93, 94, 96, 97, 98, 99, 108, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 125, 126, 127, 128, 129, 130, 131, 148, 149, 155, 159, 160, 161, 162, 165, 166, 168, 169, 171, 172, 174, 181, 183, 184, 185, 188, 190, 193, 194, 341 Ioan Scurtu 197, 198, 199, 200, 202, 204, 206, 208, 209, 211, 212, 215, 216, 224, 225, 227, 231, 238, 239, 240, 241, 254, 287 Ceauşescu Nicu, 251 Ceauşescu Zoe, 68, 239, 251 Cernei, 263 Cernovodeanu, 262 Checoslovaquia, 25, 27, 28, 30, 31, 35, 44, 54, 71, 84, 85, 97, 98, 100, 103, 106, 110, 112, 114, 123, 124, 135, 137, 138, 142, 147, 149, 153, 169, 170, 184, 185, 196, 197, 218, 219, 233, 234, 235, 254, 258, 259, 260, 266, 283 Chernenko, 37, 39 Chihaia, 122 China, 25, 30, 48, 53, 55, 56, 145, 147, 281 Chiper, 233 Chipre, 249, 284 Chirac, 235, 284 Chirot, 24 Chiş, 179, 180, 190 Chişinău, 77, 80, 82, 112, 156, 199 Chiţac, 166 Churchill, 34, 35, 76 Cihodaru, 262 Cihoski, 264 Cioculescu, 263 Ciucă, 262 Ciucurencu, 263 Ciura, 180, 185 Clinton, 271, 284 Cluj-Napoca, 19, 21, 174, 222, 250, 292 Coandă, 232 Codrescu, 15, 21 Cofariu, 274 Cojocaru, 77, 156, 158, 160, 247 Columbeanu, 22 Coman, 63, 89, 129, 166, 170, 171, 172, 185 Constantin, 9, 15, 17, 57, 62, 69, 76, 77, 86, 87, 88, 96, 122, 129, 150, 151, 156, 159, 160, 167, 168, 179, 185, 186, 207, 212, 238, 245, 246, 247, 248, 250, 262, 263, 264, 274, 291 Constantinescu Virgil, 18, 77, 262, 264 Constantinescu N. N., 78, 262 Constantinescu Tancred, 264 342 La revolución rumana de1989 Constantiniu, 15, 77, 158 Coposu, 69, 218, 219, 249 Corea del Norte, 25, 30, 169 Corea del Sur, 216 Cornea, 64, 158, 162, 227, 244 Corneanu, 69 Costinaş, 250 Cotescu, 263 Cozorici, 263 Cracovia, 40, 95 Craiova, 3, 4, 21, 46, 49 Creangă, 121 Crimea, 123, 269 Cristinoiu, 263 Croacia, 86, 105, 270, 271 Cuba, 25, 30, 145, 283 Curticeanu, 123, 129, 159, 168, 198, 201 Cuza, 162 D Dacian, 263 Daicoviciu Constantin, 262 Daicoviciu Hadrian, 262 Dalmacia, 270 Damian, 263 Dan Elena 18 Danielopolu, 262 Danubio, 68, 69, 117 Dăscălescu, 75, 129, 150, 167, 168, 179, 185, 186, 201, 212 Davies, 16, 157, 248, 276, 289, 291 Decean, 292 Deletant, 158, 222, 244, 249 Demirel, 53 Deşliu, 69, 121 Diaconescu, 69, 172 Diaconu, 17 Dinamarca, 90, 273 Dincă Dumitru, 195 Dincă Ion, 63, 129, 151 Dinescu, 69, 121, 207, 212, 227 343 Ioan Scurtu Dinu, 12, 17, 20, 77, 78, 90, 118, 124, 157, 158, 213, 247, 250 Dobre, 62, 63 Dobrinescu, 262 Dobrudja, 123 Dogaru, 262 Doicescu, 263 Doinaş, 69, 263 Drăghici, 219 Drăgoi, 263 Dragomir, 264 Drăguţ, 90 Dresde, 108, 153 Dressler, 273 Dubček, 54, 115, 135, 138, 254, 266 Dumas, 141, 143, 176, 234, 286 Dumitrescu Cico, 212 Dumitrescu Gheorghe, 263 Dumitrescu-Buşulenga, 263 Dumitrescu-Timică Silvia 263 Duţu, 15, 21, 250, 262 E Eagleburger, 104, 143 Ecuador, 130 Eftimiu, 262 Egipto, 53 Elian, 262 Elisabeth, 53 Eminescu, 264 Eslovaquia, 8, 136, 266, 281, 284 Eslovenia, 86, 105, 270, 271, 284, 285 España, 23, 33, 53, 260 Estados Unidos de América, 34, 35, 37, 38, 50, 53, 59, 71, 72, 73, 99, 104, 127, 131, 141, 145, 147, 148, 278 Estonia, 81, 102, 268, 284 Etiopía, 130 EUA, 35, 36, 38, 41, 44, 46, 51, 53, 84, 89, 95, 99, 100, 103, 104, 105, 109, 113, 117, 122, 125, 134, 143, 144, 145, 146, 148, 162, 163, 170, 173, 184, 220, 232, 234, 236, 252, 261, 264, 266, 268, 269, 271, 273, 279, 283, 284, 285 344 La revolución rumana de1989 Europa, 7, 14, 15, 16, 18, 21, 22, 23, 33, 35, 36, 39, 40, 44, 51, 62, 63, 67, 68, 71, 72, 74, 75, 76, 79, 82, 83, 84, 85, 86, 89, 91, 92, 94, 96, 100, 102, 103, 113, 117, 118, 120, 121, 122, 126, 127, 131, 134, 141, 142, 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 151, 152, 155, 156, 157, 158, 159, 162, 174, 176, 177, 179, 181, 187, 188, 199, 207, 220, 226, 241, 243, 245, 248, 250, 253, 254, 256, 257, 259, 265, 268, 269, 270, 274, 279, 281, 282, 284, 285, 286, 289, 290, 291, 292 Europa central, 254, 292 Europa central y del sur, 254 Europa central y del sureste, 254 Europa del este, 143, 144, 148 Europa oriental, 135, 142, 286 F Fătu, 25, 76 Fázekas, 69 Filipescu, 120, 262 Florea Any, 76 Florea Virgil, 76 Florescu Arta, 263 Florescu Mugurel, 238 Ford, 53, 64, 71 Fortuna, 12, 17, 179, 180, 186, 190, 192, 231, 245, 246, 247, 287 Francia, 8, 33, 41, 46, 50, 53, 64, 75, 83, 84, 113, 117, 118, 122, 125, 141, 144, 145, 146, 152, 162, 177, 188, 232, 234, 236, 252, 256, 258, 264, 266, 273, 285, 286, 290 Franco, 23 Franz Jonas, 53 Franz Vranitzky 106 Fullbright, 252 Fulton, 35 Funderburk, 71, 78 G Gabanyi, 16, 241, 250, 289, 292 Gaillard, 22, 158 Gandhi, 53 Gaulle, 53, 141, 226 Gázso Ferenc, 84 Genscher, 141, 151, 269 345 Ioan Scurtu Georgescu, 263 Georgia, 41, 81, 268 Gerlach, 152 Gheorghiu Mihnea, 121 Gheorghiu-Dej, 45, 48, 49, 57, 58, 60, 61, 73, 88 Gheza, 263 Gigea, 177, 196 Gigurtu, 264 Gino Rado, 245, 246 Giugaru, 263 Giurescu C. Constantin, 262, 264 Giurescu C. Dinu, 17, 77, 78, 90, 157, 250 Goga, 50 Gorbachov, 5, 31, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 45, 65, 66, 67, 68, 71, 76, 77, 79, 80, 81, 83, 85, 86, 87, 88, 93, 94, 96, 99, 100, 101, 103, 104, 105, 108, 110, 111, 112, 113, 118, 134, 138, 139, 141, 142, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 151, 154, 156, 157, 158, 159, 160, 182, 188, 197, 205, 226, 231, 233, 237, 254, 266, 267, 268, 269, 291 Gorbachova, 41 Gran Bretaña, 8, 34, 41, 53, 82, 113, 117, 122, 125, 127, 144, 145, 146, 152, 162, 163, 236, 252, 255, 256, 264, 266, 273, 285, 290 Grecia, 33, 34, 260 Green, 148 Grigoriu George, 263 Grigoriu Lander, 18 Grossu, 112 Grósz, 44, 74, 83, 84, 85, 139, 154 Grouchko, 114 Grozuţă, 263 Gurbunov, 154 Guşă Ştefan, 12, 20, 124, 166, 171, 180, 209, 211, 218, 227, 232 Gysi, 152 Gyula Horn, 89, 147, 178 H Habana, 196 Hadârcă, 197 Havel, 115, 135, 153, 253, 266, 290 Haya, 272 Helsinki, 36, 87, 91, 117, 130, 151, 176, 177, 284 346 La revolución rumana de1989 Hitler, 23, 33, 229, 266 Hlihor, 76, 291 Hogaş, 19 Honecker, 45, 85, 107, 108, 110, 111, 149, 150 Horthy, 74 Horvath, A., 158 Hotin, 102 Hoxha, 35, 45 Hulubei, 262 Hungría, 8, 27, 30, 31, 34, 35, 43, 52, 74, 83, 84, 85, 90, 92, 93, 99, 100, 101, 103, 105, 106, 107, 110, 118, 119, 122, 131, 135, 139, 142, 149, 154, 155, 158, 161, 169, 171, 173, 174, 177, 185, 187, 197, 204, 233, 254, 255, 258, 259, 260, 266, 279, 281, 283, 284, 291 Hurezeanu, 122 Husák, 44, 54, 115, 135, 136, 137, 153 I Ierunca, 122 Iliescu Constantin, 262 Iliescu Ion, 11, 19, 56, 63, 67, 69, 78, 162, 212, 213, 214, 217, 218, 219, 220, 223, 227, 231, 233, 238, 244, 248, 274, 277, 278, 287, 289 India, 53, 147 Indiana, 24 Indonesia, 53 Indra, 137 Ionescu Casimir, 207, 227 Ionescu E. Mihail, 292 Ionescu Gelu, 122 Ionescu V. Theodor, 262 Ionescu V. Tudor, 262 Ionescu Victor, 215 Ioniţă, 64 Iordache, 11, 17, 163, 172, 179, 180, 190, 231, 244, 246, 287 Iordan, 263 Iorgulescu, 122 Iosif, 129, 195, 199, 206, 249, 250, 263 Iovicic, 119 Irak, 285 Irimescu, 263 Isaac, 24 347 Ioan Scurtu Iser, 263 Ismaïl, 102 Israel, 52, 53, 73, 78, 130 Italia, 23, 33, 46, 50, 53, 95, 118, 145, 256, 267, 270 Ivan, 180, 189, 231 J Jakes, 109, 114, 115, 135 Jalea, Ion, 263 Japón, 35, 38, 53, 147, 261 Jaruzelski, 43, 53, 82, 83, 95, 96, 149 Jebeleanu, 69, 180 Jelev, 111, 267 Jena, 108 Jilava, 288 Jinga, 292 Jiu, 62, 123 Jonas, 53 Jrushchov, 31, 112, 253, 254 Juan Carlos I, 53 Juan Pablo II, 40, 146 K Kádár, 43, 44, 101 Karabaj, 81 Kiev, 151, 171 Király, 69 Kiritescu, 262 Kissinger, 76, 77, 291 Kohl, 85, 106, 107, 109, 111, 141, 142, 143, 152, 153, 156, 157, 158, 266 Kosovo, 45, 86, 105, 271, 284 Kremlin, 39, 43, 45, 52, 54, 65, 67, 71, 77, 78, 80, 81, 94, 96, 99, 102, 104, 108, 111, 127, 146, 149, 174, 252, 269 Krenz, 110, 111, 140, 149, 150, 152 L Labiş, 262 Lache, 292 348 La revolución rumana de1989 Lăncrănjan, 69 Lari, 112 Lăzărescu Cezar, 263 Lăzărescu Dan Amedeo, 69 Leich, 110 Leipzig, 106, 108, 149 Lenin, 80, 138, 153 Leningrado, 138 Letonia, 81, 102, 154, 268, 284, 285 Levesque, 250 Líbano, 130 Lituania, 81, 102, 268, 284 Liubliana, 140 Londres, 78, 122, 156, 158, 196, 270, 287 Lonenc, 114 Lovinescu Horia, 262 Lovinescu Monica, 122 Luca, 18 Lucescu, 238, 250 Lucinschi, 112 Lugoj, 166, 174 Lukanov, 267 Lungu, 17 Lup, 69 Lupaş, 264 Lupeni, 63, 71 Lupoi, 218, 231 Lupu Corneliu, 160 Lupu Gh. Nicolae, 262 Luxemburgo, 284 M Macedonia, 270 Maciu, 262 Macovei, 262 Madrid, 283 Măgureanu, 20, 63, 222, 238 Maicu, 263 Maiorescu, 50 Maizière, 266 349 Ioan Scurtu Major, 269 Malta, 5, 134, 141, 142, 143, 146, 148, 149, 182, 284, 285 Maluţan, 216 Mamina, 262, 291 Mănescu Corneliu, 12, 19, 52, 86, 88, 212, 227 Mănescu Manea, 58, 167, 172, 198, 206 Maniu, 263 Manoilescu, 263 Manole, 18, 287 Manolescu-Strunga, 264 Marchiş, 69 Marcou, 18 Marcu, 19, 185, 187, 263 Marinescu George, 215 Marinescu Ion, 263 Marruecos, 130 Marţian, 69, 227, 287 Marton, 187 Marx, 28, 29, 31, 32, 99 Matei, 122, 129, 171 Matlock, 160, 235 Maurer, 48, 58, 88 Mauricio, 131 Mazilu, 11, 17, 19, 90, 120, 157, 218, 219, 223, 227, 249, 287 Mazowiecki, 96, 97, 98, 99, 103, 143 Mediterráneo, 34, 35, 134 Medvedev, 139 Meir, 53 Melian, 121, 158, 159 Menuhin, 76 México, 53, 130 Micescu, 264 Michigan, 24 Michnik, 43, 77 Miguel I, 234 Mihăilescu Vintilă, 262 Mihăilescu-Brăila, 263 Mihalache, 263 Milcu, 262 Milea, 129, 132, 166, 198, 199, 201, 203, 209, 211, 240 Milin, 9, 15, 18, 187, 244, 246 350 La revolución rumana de1989 Militaru, 63, 211, 215, 218, 219 Milošević, 45, 86, 140, 271, 272 Milza, 22, 77 Mioc, 250 Mironov, 207 Missouri, 35 Mitterrand, 83, 96, 141, 151, 156, 235, 269 Mladenov, 111, 113, 149, 151 Mlynar, 114 Mock, 176 Modrow, 112, 149, 152 Moisil, 262 Moldavia, 41, 79, 82, 92, 102, 112, 122, 154, 197, 268 Mólotov, 102, 126, 127, 166, 268 Monac, 15, 159, 160, 245, 246, 247, 248 Mongolia, 283 Montanu, 213, 223, 227 Montenegro, 45, 270, 271 Morar, 231 Moraru Camelia, 17 Moscú, 10, 25, 34, 35, 45, 48, 67, 71, 81, 94, 106, 111, 113, 120, 123, 135, 138, 140, 141, 142, 143, 149, 151, 152, 154, 160, 171, 174, 189, 204, 205, 206, 234, 235, 236, 241, 252, 269, 287 Mugur, 263 Munteanu Aurel Dragoş, 227 Munteanu Mihaela, 180, 231 Munteanu Mircea, 215 Munteanu Nicolae Constantin, 122 Muntenia, 123 Mureşan, 50, 168 Mureşanu, 163 Mussolini, 23, 25 N Nagorno, 81 Nagy Imre, 84, 100 Neacşa, 287 Neacşu, 17 Neagoe, 78, 206 Nedelcovici, 69, 122 351 Ioan Scurtu Negoiţescu, 122 Negro, 46, 51, 69, 216 Negru Vodă, 222 Németh Miklós, 105, 119 Nemoianu, 122 Nestor, 14, 262 Neva, 265 New York, 64, 90, 158, 160 Nicaragua, 130 Nicolae Constantin, 122 Nicolae Radu, 63, 287 Nicolaescu, 12, 213, 218, 227, 245, 247, 249 Nicolau, 262 Nicolescu, 262 Nicolski, 49 Niculescu Adrian, 119, 122 Niculescu-Mizil, 129, 168, 201 Nisipeanu, 64, 78 Nixon, 53, 64, 71 Noriega, 236 Noruega, 53, 90 Nyers, 44, 85, 107, 149 Nyers Reszö, 85 O Oancea, 96 Occidente, 35, 39, 41, 46, 68, 88, 90, 91, 95, 109, 116, 117, 122, 146, 148, 189, 220, 237, 241, 251, 267, 268, 270, 279 Oder, 100, 112 Ohio, 271 Olaru, 78 Olt, 190 Olteanu, 17, 77, 129, 150, 151, 160 Oltenia, 123 Onicescu, 262 Oprea Gheorghe, 168 Oprea Marius, 78, 159 Oprea Sorin, 185, 187 Oprescu, 263 Oradea, 187, 222 352 La revolución rumana de1989 Orăscu, 122 Orban Traian, 246 Orban Victor, 84 Oşca, 15, 17, 222 OTAN, 101, 145, 146, 283, 284, 285, 292 Oţetea, 262 Otopeni, 50, 75, 232 Oxford, 24 P Pacepa, 58, 59, 68, 77, 78, 132, 274 Países Bajos, 75, 273 Palach, 85 Palade, 122 Paleologu, 69 Paler, 69 Panaitescu, 262, 264 Panamá, 130, 197, 236, 273 Paraschiv, 120 Pârcălăbescu, 218 Parhon, 262 París, 74, 78, 83, 127, 158, 172, 174, 177, 195, 196, 235, 250, 271, 287, 291 Pârvulescu, 86, 87, 88, 274 Pascu, 262 Paskai László, 119 Pasti, 291 Patrichi, 263 Păunescu, 69 Pelivan, 264 Pellea, 263 Perpessicius, 263 Petcu, 157 Petre Petrişor, 186 Petrescu Barbu, 190, 193 Petrescu Gică, 263 Petrescu Nicolae, 130 Petric, 159 Petrovici, 264 Petruţ, 263 353 Ioan Scurtu Pippidi Andrei, 90 Pirotici, 291 Piru, 263 Pitulescu, 247 Platon, 57, 262 Ploieşti, 51 Polonia, 8, 25, 27, 30, 31, 34, 42, 43, 52, 82, 83, 84, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 103, 110, 112, 131, 135, 139, 142, 143, 149, 153, 157, 169, 174, 175, 185, 188, 233, 254, 255, 256, 258, 259, 260, 267, 268, 279, 281, 283, 284 Pontbriandt, 18, 76 Pop Adrian, 14 Pop Traian, 119, 148 Popa Constantin, 17 Popa Gică, 238, 241 Popa Marcel, 17 Popa Mircea, 262 Popa Radu, 90 Popa Vasile, 19, 249 Popescu Dumitru, 13, 129, 157, 159, 167, 168, 208, 219, 245 Popescu Petre, 215 Popescu Viorel, 215 Popescu-Gopo Ion, 50, 263 Portocală, 14, 264 Portugal, 53, 90 Postdam, 35, 108, 141 Postelnicu, 63, 129, 166, 201 Poszgay Imre, 44, 84, 85 Potârcă, 264 Praga, 55, 85, 103, 106, 107, 114, 115, 135, 137, 158, 184, 194, 196, 254, 266, 284, 286 Preda Dumitru, 9 Preda Marin, 50, 262 Princeton, 157 Prodan, 262 Prut, 77, 156, 158, 247 Puia, 290 Puşcaş, 292 354 La revolución rumana de1989 R Răceanu, 87 Radu Constantin, 129 Radu Maria, 263 Radu Marin, 176 Radu Nicolae, 63, 287 Rădulescu Carmen, 17 Rădulescu Dem, 263 Rădulescu Gheorghe, 167, 168, 201, 208 Raicu, 122 Rakowski, 43, 83, 96 Răşcanu, 264 Rasputín, 80 Rateş, 14 Raţiu Ion, 122 Răţoaia, 217 Rauţchi, 263 RDA, 25, 27, 30, 31, 45, 52, 85, 105, 106, 107, 108, 109, 110, 111, 112, 113, 131, 135, 137, 141, 142, 144, 147, 149, 150, 152, 153, 218, 254, 258, 259, 260, 266 Reagan, 37, 38, 71, 72 Rebreanu, 50 Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, 270 Retegan, 9, 77 RFA, 35, 38, 46, 52, 53, 63, 73, 85, 90, 106, 107, 109, 110, 111, 119, 125, 142, 144, 145, 151, 152, 252, 260, 261, 266 Ribbentrop, 102, 127 Ricci, 263 Ripan, 262 Rocard, 188 Roman, 11, 19, 68, 199, 218, 219, 227, 238, 242, 248, 250, 275 Roosevelt, 34 Rosen, 72 Rosetti, 263 Roşianu, 215 Rothschild, 22 Rowley, 22, 158 Rumania, 5, 23, 25, 27, 28, 30, 31, 32, 34, 45, 46, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 70, 71, 72, 74, 75, 355 Ioan Scurtu 76, 77, 78, 84, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 96, 97, 98, 99, 100, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 127, 128, 130, 131, 132, 134, 145, 147, 148, 149, 151, 155, 156, 157, 158, 159, 160, 163, 164, 165, 166, 168, 170, 171, 172, 173, 174, 175, 176, 177, 178, 179, 180, 181, 182, 183, 184, 185, 187, 188, 189, 191, 193, 194, 195, 196, 197, 199, 203, 204, 205, 206, 208, 209, 210, 211, 213, 215, 216, 217, 218, 220, 223, 224, 226, 227, 228, 229, 230, 231, 232, 233, 234, 235, 236, 237, 238, 239, 240, 241, 242, 243, 244, 245, 246, 247, 248, 250, 251, 252, 254, 255, 256, 257, 258, 259, 260, 261, 262, 263, 268, 272, 273, 274, 275, 276, 278, 279, 280, 281, 282, 283, 284, 285, 286, 287, 290, 291, 292 Rus, 206 Rusia, 15, 32, 34, 40, 80, 233, 269 Rusu, 263 Ryzhkov, 143, 154, 234 S Săbăila, 186 Sacerdoţeanu, 262 Sadat, 53 Sadoveanu, 262 Sájarov, 76, 80 Săndulescu, 123 Săraru, 20, 213 Săsăran, 180 Sava Constantin, 9, 15, 159, 160, 245, 246, 247, 248 Sava I.N., 291 Savaliuc, 250 Savu, Ion, 185, 186, 187, 246 Schmidt, 53 Schultz, 38 Scurtu Georgiana-Margareta, 15, 17 Scurtu Ioan, 15, 17, 57, 76, 77, 157, 159, 247, 248, 249, 250, 290, 291 Scurtu Ioan Alexandru, 17 Scurtu Paula, 17 Sélys, 246 Şerban, 122, 123, 263 Serbia, 45, 86, 195, 270, 271 Shafir, 119 Shakespeare, 121 356 La revolución rumana de1989 Shevardnadze, 42, 43, 77, 81, 104, 134, 141, 156, 158, 178, 185, 188, 204, 237, 250 Siani-Davies, 16 Sibiu, 20, 160, 174, 232, 242 Simion, 26, 112, 262 Sinatra, 94 Singer, 19 Smidt, 114 Snagov, 117, 216 Snegur, 102, 154 Şoloc, 204 Sorescu, 50, 69, 238, 262 Soulet, 22, 77, 78, 156 Spacu, 262 Spătaru, 263 Şperlea, 159 Spiess, 263 Spiridon, 160 Stalin, 34, 40, 41, 124, 229, 253, 268 Stan Alina, 17 Stan Apostol, 57 Stănciulescu, 17 Stănculescu, 12, 19, 20, 166, 202, 203, 206, 208, 209, 210, 211, 213, 214, 223, 227, 238, 248 Stănescu, 15, 50, 263, 292 Stănescu-Stanciu, 15, 292 Ştefănescu, 262 Ştirbescu, 248 Stoenescu, 14, 20, 159, 248 Stoian Ion, 96, 125, 171, 185 Stoica Chivu, 60 Stoica Stan, 291 Stolojan, 74 Sturdza-Bulandra, 263 Suecia, 53 Suharto, 53 Suiza, 117, 239, 240, 260 Süto Andras, 148 Szas, 129 Szoboszlo, 155 Szüros, 84, 103 357 Ioan Scurtu T Talbott, 249 Tănasă, 238 Tănase, 77, 157, 244, 250, 263 Târgovişte, 9, 18, 216, 217, 238 Târgu Mureş, 46, 50, 274 Tariuc, 246 Tastaman, 263 Tatulici, 18 Tecşa, 20 Teller, 37 Teoctist, 217 Teodor, 12, 212, 215, 219, 247, 248, 262 Teodorescu Filip, 13, 165, 244, 246 Teodorescu Nicolae, 238 Teodorian, 263 Teodoriu, 227, 287 Ţepelea, 69 Ţepeneag, 56 Teşu, 188 Thatcher, 82 Theodorescu, 90 Thurmer Gyula, 154 Tiajelnikov, 197 Tiflis, 81 Timiş, 56, 161, 172, 179, 181, 185, 186, 212, 246 Timişoara, 6, 9, 11, 12, 13, 15, 18, 19, 20, 21, 46, 50, 67, 163, 165, 166, 168, 169, 170, 172, 173, 174, 175, 176, 178, 179, 180, 181, 182, 184, 185, 186, 187, 188, 189, 190, 191, 192, 193, 195, 196, 199, 203, 204, 206, 209, 211, 222, 223, 227, 228, 231, 242, 243, 244, 245, 246, 249, 250, 272, 277, 281, 287 Timofte, 156, 250 Timothy Garton, 24, 158 Tinu Radu, 13, 165, 244, 245 Tirana, 267 Tismăneanu, 78, 244 Tito, 34, 45, 53, 140, 270 Titu, 50, 216, 222 Todorov, 111 Tökés, 119, 148, 161, 162, 163, 166, 204 358 La revolución rumana de1989 Tokio, 196 Toma, 17, 122 Topliceanu, 215 Trăistaru Maria, 180 Transilvania, 44, 74, 84, 101, 117, 119, 123, 155, 156, 160, 174, 197, 206, 274 Trianon, 44, 74 Trieste, 35 Trişcu, 90 Trofin, 180 Troncotă, 123, 160 Trotsky, 41 Trudeau, 53 Trufescu, 262 Ţuculescu, 263 Tudor Corneliu Vadim, 69 Tudor Dumitru, 262 Tudoran, 122 Tufan, 203 Turquía, 53, 281 U Ucrania, 39, 102, 284 Uncu, 121 Ungheanu, 14 Unión Soviética, 11, 15, 18, 24, 25, 27, 28, 31, 37, 38, 41, 42, 44, 45, 48, 53, 60, 64, 66, 67, 71, 77, 79, 80, 81, 85, 88, 91, 93, 99, 101, 103, 105, 108, 112, 113, 120, 124, 125, 127, 135, 137, 138, 142, 143, 146, 147, 148, 149, 150, 154, 156, 160, 162, 169, 184, 185, 196, 205, 207, 226, 233, 234, 236, 237, 241, 254, 261, 265, 268, 269, 283 Urbánek, 135, 136, 137 Uruguay, 88, 131 Uzbekistán, 81 V Văcăreşti, 90, 216 Vâlcea, 190 Valeriu, 207, 248, 262 359 Ioan Scurtu Varsovia, 23, 29, 43, 52, 54, 77, 82, 89, 94, 95, 96, 97, 99, 100, 101, 103, 108, 111, 112, 118, 127, 137, 143, 146, 149, 151, 155, 158, 174, 184, 185, 188, 196, 205, 206, 226, 233, 235, 236, 241, 254, 283, 286 Vartan, 14, 19, 158, 159, 186, 204, 244, 246, 248, 249, 250 Vasiliu-Birlic, 263 Vaticano, 53 Verdery, 24 Verdeţ, 62, 129, 201, 212, 247 Veroiu, 263 Veselovschi, 263 Vianu Ion, 122 Vianu Tudor, 263 Viena, 44, 121, 130, 148, 174, 175, 196 Vietnam, 25, 30, 283 Vintilă, 122, 262 Vitner, 186 Vlad Aurel, 264 Vlad Iulian, 123, 144, 162, 167, 198, 199, 200, 202, 203, 217, 228 Voican-Voiculescu, 12, 19, 162, 218 Voicu Ion, 263 Voicu Mihai, 207 Voinea, 223, 238, 239, 240, 249 Vrancea, 122 Vranitzky, 106 Vulpe, 262 W Wałęsa, 42, 43, 83, 95 Washington, 24, 68, 71, 72, 90, 103, 104, 109, 134, 135, 141, 145, 196, 235, 270, 284, 287 Wojtyla, 40 Y Yakovlev, 77, 94, 157, 158 Yalta, 148 Yeltsin, 80, 102, 104, 154, 268, 269 Yemen, 130 Yugoslavia, 25, 27, 28, 30, 31, 34, 45, 53, 84, 85, 92, 93, 100, 105, 112, 119, 122, 131, 140, 153, 188, 195, 204, 233, 258, 259, 260, 265, 269, 270, 271, 291 360 La revolución rumana de1989 Z Zaire, 130 Zambia, 130 Zamfir Cătălin, 282, 291, 292 Zamfir Elena, 291 Zamfir Gheorghe, 122 Zamfir Ion, 238 Zamfirescu, 69 Zanc, 17 Zane, 262 Zbârcea, 22, 77 Zhivkov, 43, 111, 113, 114, 123 Zimbabwe, 130 Zimmermann, 292 Zinóviev, 41 Zivak, 114 Ziyang, 53 361 Ioan Scurtu 362