la revolución rumana de 1989 - Institutul Revoluţiei Române din

Transcripción

la revolución rumana de 1989 - Institutul Revoluţiei Române din
La revolución rumana de1989
IOAN SCURTU
LA REVOLUCIÓN RUMANA DE 1989
1
Ioan Scurtu
Traduccion: Alejandro Jose Sanz Arias
2
La revolución rumana de1989
IOAN SCURTU
LA REVOLUCIÓN RUMANA DE 1989
Editura SITECH
Craiova, 2010
3
Ioan Scurtu
© 2010 Editura Sitech Craiova
All rights reserved. This book is protected by copyright. No part of this book
may be reproduced in any form or by any means, including photocopying or
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Descripción CIP de la Biblioteca Nacional de Rumanía
SCURTU, IOAN
La revolución rumana de 1989 / prof. univ. Ion Scurtu Craiova: Editura Sitech, 2010
Bibliogr.
Index.
ISBN 978-606-11-0584-7
94(498)"1989.12.22"
Editura SITECH Craiova, România
Aleea Teatrului, nr. 2, Bloc T1, parter
Tel/fax: 0251/414003
E-mail: [email protected]
ISBN 978-606-11-0584-7
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La revolución rumana de1989
ÍNDICE
Algunas consideraciones entorno a la historiografía .................. 7
CAPÍTULO I
CRISIS DEL RÉGIMEN SOCIALISTA TOTALITARIO
Algunas presiciones necesarias................................................. 23
Evolución de la relación de fuerzas en el plano internacional.. 34
Las tentativas de Gorbachov para sacar al socialismo de la
crisis .......................................................................................... 38
Situación de Rumania ............................................................... 45
CAPÍTULO II
LA TEORÍA DEL DOMINÓ
La fiebre de la primera mitad del año 1989 .............................. 79
El verano de los cambios decisivos........................................... 94
La caída del Muro de Berlín ................................................... 105
El XIV Congreso del Partido Comunista Rumano ..................116
Malta ....................................................................................... 134
5
Ioan Scurtu
CAPÍTULO III
LA REVOLUCIÓN RUMANA DE DICIEMBRE DE 1989
Los acontecimientos de Timişoara.......................................... 161
Bucarest, 21-22 de diciembre.................................................. 193
La instauración del nuevo poder ............................................. 207
CAPÍTULO IV
BALANCE Y PERSPECTIVAS
Cuatro decenios de historia ..................................................... 251
Del totalitarismo a la democracia............................................ 265
FIN.......................................................................................... 286
Ilustraciones........................................................................... 293
Índice de nombres ................................................................. 337
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La revolución rumana de1989
Algunas consideraciones entorno a la historiografía
El año 1989, que supuso un cambio fundamental en la historia
de Europa, hizo que un número importante de politólogos, periodistas,
políticos e historiadores se interesaran por él. Parece ser que a lo largo
de los años se han publicado más de 4000 trabajos dedicados a los
eventos de 1989, la mayoría de ellos de memorias, pero también
algunas colecciones de documentos y síntesis. La revolución rumana
ha recibido una atención especial, tanto en el propio país, como en el
extranjero.
Aunque en Rumanía no exista una evidencia completa de los
libros que hayan tratado sobre el año 1989, creemos que su número
sobrepasa los 500.
El tema es inagotable, ya que una investigación sistemática no
se inició hasta el año 2005, mediante el Instituto de la Revolución
Rumana de Diciembre de 1989. Los especialistas se mueven, desde
varios puntos de vista, en un amplio campo de investigación, ya que el
estudio impone la utilización de todas las fuentes, desde los archivos
hasta la historia oral.
A pesar de esto, hoy en día existe una sólida base para escribir
la historia de la revolución rumana en su contexto internacional. Para
la investigación histórica, los documentos de archivo resultan
esenciales. Las disputas políticas registradas después de 1989 han
tenido también su lado positivo: por decisión del Senado rumano se
crearon dos comisiones de investigación de los eventos de diciembre
de 1989. La primera funcionó entre 1990-1992, bajo la coordinación
de Sergiu Nicolaescu1; la segunda, entre 1992-1996, y fue presidida
por Valentin Gabrielescu2. Por supuesto que estos libros son
sumamente importantes, pero la manera de seleccionar los
documentos y, sobre todo, su interpretación, generó vivas polémicas.
Es por eso que para los historiadores resulta fundamental estudiar por
sí mismos los documentos de dichas comisiones (informes,
declaraciones, entrevistas, cintas, etc.), que recogen los archivos del
Senado. Una situación parecida encontramos en los Parquetes
Militares que han reunido innumerables documentos, que los
historiadores no pueden todavía estudiar por completo, ya que las
investigaciones judiciales siguen abiertas.
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Ioan Scurtu
Otros documentos importantes se hallan en los archivos del
Ministerio Nacional de la Defensa, el Consejo Nacional para la
Investigación de los Archivos de la Securitate, el Ministerio de
Asuntos Exteriores, los Archivos Nacionales Históricos Centrales
(fondo C.C. de P.C.R.), de los cuales muy pocos se han publicado
hasta la fecha.
La reconstrucción de los eventos de 1989 será mucho más
exacta después de la apertura de todos los archivos de Rumanía, así
como de la Federación Rusa, EE.UU., Francia, Gran Bretaña,
Alemania, Polonia, Hungría, Chequia, Eslovaquia, etc. La legislación
interna e internacional de los archivos dispone de ciertos plazos para
el acceso a los documentos – entre los 30-50 años, en algunos casos
llega hasta los 100 – pero existe la posibilidad de que éstos se
reduzcan, mediante la autorización del creador o dueño del archivo.
Por otro lado, cada estado defiende sus propios intereses y es difícil de
suponer que los documentos provenientes de los servicios de
inteligencia (sea americanos o rusos) serán puestos a disposición de
los investigadores a corto plazo.
De cierto valor documental resultan las imágenes grabadas por
la Securitate o Miliţie, pero también las grabaciones realizadas por los
aficionados, que sorprenden actividades públicas (reuniones, mítines),
la actividad de ciertas personalidades, el aflujo de la muchedumbre
hacia la zona central de las grandes ciudades, la toma de las sedes de
las instituciones del partido y del estado, la conducta de los
revolucionarios, del ejército y de las demás estructuras de represión. A
esta misma categoría pertenecen las grabaciones audio, que
reproducen las conversaciones entre distintos líderes políticos y
militares, las órdenes y los informes recibidos, etc.
Muchas de ellas se encuentran en los archivos de la radio y la
televisión, aunque también en las colecciones de varios particulares.
Su estudio está apenas comenzando y su detenido análisis revelará
hechos inéditos, de una real importancia. El Instituto de la Revolución
Rumana de Diciembre de 1989 ha empezado a constituir, desde el
2006, un archivo propio de materiales que van desde los documentos
escritos hasta las cintas vídeo y audio.
De entre los documentos publicados, cabe destacar los
emitidos por los órganos oficiales. Hasta el 22 de diciembre,
subrayamos los estenogramas del Comité Político Ejecutivo, las
conferencias con el activo del partido y del estado de Ceauşescu
Nicolae, los decretos-ley firmados por el presidente de la Republica
Socialista Rumanía, etc. Después del 20 de diciembre, los más
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La revolución rumana de1989
destacables son los documentos de la revolución: la Proclamación del
Frente Democrático Rumano de Timişoara, el Comunicado del Frente
de la Salvación Nacional, los decretos adoptados por este nuevo
órgano del poder de estado3. Muchos de ellos se publicaron en la
prensa de la época, en el “Boletín (Monitor) oficial”, así como en
varios trabajos y estudios.
El extenso volumen de 605 páginas titulado Revoluţia română
din decembrie 1989 retrăită prin documente şi mărturii [trad. La
revolución rumana de diciembre de 1989 revivida a través de
documentos y testimonios], que lleva la firma de Sava Constantin y
Constantin Monac4, incluye la correspondencia diplomática, los
informes, las notas informativas, síntesis de los órganos de
información, los diarios de las acciones de lucha, grabaciones de la
revolución, hechos relatados por los participantes (testigos oculares y
personas que fueron directamente involucradas en los eventos).
Otro volumen, obra de Preda Dumitru y Mihai Retegan,
presenta el contexto internacional y la situación de Rumanía, tal como
se hace constar en los informes de los diplomáticos rumanos
acreditados en varias capitales europeas, así como en los EE.UU.5
También tienen valor documental las peticiones, manifiestos y
folletos que se repartieron en los primeros días de la revolución, los
cuales expresaban, de manera lacónica, estados de ánimo, ya sea
desesperados, ya sea apasionados. Por ejemplo, uno de los
helicópteros que se dirigía hacia el Comité Central del P.C.R. el día 22
de diciembre repartió hojas volantes, advirtiendo a la población sobre
el peligro de la pérdida de la integridad territorial rumana.
Ese mismo día, por la tarde, varios manifiestos anunciaban la
“victoria” de la revolución y llamaban a la población “A las armas!”
Los documentos entorno al juicio al que fueron sometidos
Nicolae y Ceauşescu Elena preocupó a varios periodistas que
publicaron los estenogramas6. El tema de la situación del matrimonio
Ceauşescu en Târgovişte, así como las personas implicadas,
constituyó el objeto de una detenida investigación llevada a cabo por
Viorel Domenico7.
Gracias al intenso trabajo del equipo coordinado por Miodrag
Milin, se publicaron varios volúmenes del juicio de Timişoara, en
contra de los culpables por la represión de los manifestantes; las
informaciones que ofrecen son muy útiles para todos los que se
interesan por la revolución rumana8.
La prensa – hablada, escrita y electrónica constituye asimismo
una fuente primordial para los historiadores, que deben tener en
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Ioan Scurtu
cuenta el carácter subjetivo y alarmista que ésta tiene, ya que está
intentando, tanto transmitir información, como crear estados de ánimo
y promover imágenes, que a veces contravienen a la realidad. En los
días de la revolución de 1989, la prensa fue especialmente activa.
Hasta el 22 de diciembre, el régimen de Bucarest había mantenido la
prensa bajo un estricto control, intentando inocular la idea de que el
pueblo estaba muy unido a su líder, Ceauşescu Nicolae para que,
después de su caída, se refiriera a él como “el dictador criminal”, “el
asesino de niños”, etc. El 22 de diciembre por la tarde apareció el
primer periódico de la revolución, titulado Libertatea [trad. La
libertad]. A partir de esa fecha, Scânteia [trad. La llama], que había
sido el órgano C.C. del P.C.R. tomó el nombre de Scânteia poporului
[trad. La llama del pueblo], para que, dos días después se convirtiera
en Adevărul [trad. La verdad]. Órgano central del Frente de la
Democracia y la Unidad Socialista, România liberă [trad. Rumanía
libre] mantuvo su título y su forma gráfica, aunque se ajustó a las
nuevas realidades, volviéndose cada vez más radical. Un fenómeno
parecido ocurrió en los condados, donde los periódicos de los Comités
del partido se proclamaron “independientes” y hasta “absolutamente
independientes”.
Sin embargo, a falta de una recopilación de todos los artículos
que se escribieron en aquel periodo, es difícil identificar todos
aquellos testimonios de muchos periodistas que cambiaron de golpe su
opción política, convirtiéndose en los más virulentos críticos de
Ceauşescu, después de haberlo adulado.
Paradójicamente, se realizaron tales crestomacias de la prensa
italiana9, estadounidense e inglesa10, que después de 1980 habían
arremetido duramente contra el líder rumano, después de que en los
años 70 del siglo XX le habían elogiado por su política independiente
de Moscú.
Otra fuente de interés para el estudio de los eventos de 1989 la
constituyen los programas de radio y televisión. La imagen de
Ceauşescu en el balcón del Comité Central el 21 de diciembre dio la
vuelta al mundo. Además, la Televisión “libre” consiguió transmitir
en directo la revolución. La facilitación de las transcripciones de las
cintas de radio11 y TV12 de esos días, permite la reconstrucción de los
eventos de Rumanía minuto a minuto. Los testimonios dan cuenta de
la tensión y el dramatismo de aquellos momentos, del odio al régimen,
de la solidaridad internacional.
Tras un detenido análisis de los programas, se ha podido
comprobar el alto grado de manipulación que en esos días tuvo
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La revolución rumana de1989
consecuencias trágicas para la población y a veces para los militares,
que cayeron víctimas de terroristas no identificados13.
Las memorias son otra categoría de fuentes que los
investigadores tienen que estudiar; su carácter subjetivo – cada
persona narra los eventos según el papel que desempeñó en esos
momentos –, hace que los investigadores tengan que comparar esas
fuentes con otras más objetivas.
De los líderes políticos internacionales, destaca Mihail
Gorbaciov, cuyas memorias, justificando la perestroika, recurren a los
discursos y entrevistas pronunciados por éste durante el periodo en
que rigió los destinos de la Unión Soviética14. Aleksandr Iakovlev,
uno de sus principales colaboradores, expuso sus opiniones en una
conversación con Lilly Marcou15, al revelar la manera en la que se
pensó que se podía salvar a la Unión Soviética. A su vez, el ministro
de Asuntos Exteriores, Eduard Şevardnadze, publicó un volumen de
memorias titulado Mi opción16.
Varios revolucionarios rumanos publicaron sus memorias,
expresaron sus puntos de vista sobre los eventos, coleccionaron
documentos que encargaron a la imprenta. Claudiu Iordache – uno de
los líderes de la revolución de Timişoara, vicepresidente del Frente
Democrático Rumano – publicó varios libros donde evocó los eventos
de diciembre de 1989, el contexto en el que ocurrieron, el espíritu de
sacrificio de los revolucionarios y la evolución de Rumanía a finales
del siglo XX y principios del XXI17.
Iliescu Ion – presidente del Consejo del Frente de la Salvación
Nacional – se confirmó como uno de los más prolíficos a la hora de
presentar detalladamente la revolución rumana, analizada dentro del
contexto general de la historia rumana y de la evolución de los juegos
de poder a nivel internacional, del proceso de globalización,
especialmente a finales del siglo XX, así como de las perspectivas de
los individuos en la era postindustrial18.
Dumitru Mazilu – primer vicepresidente del Consejo del F.S.N.
– publicó varios libros de memorias, donde ilustró puntos de vista
muy diferentes (desde la “revolución robada” a la “revolución
auténtica”)19.
Petre Roman – miembro del Consejo del F.S.N., a la vez que el
primer jefe del gobierno rumano después de la revolución – expresó sus
ideas en dos libros, al hacer hincapié en su lucha por la democracia20.
El antiguo estalinista Silviu Brucan, que se había convertido en
uno de los oponentes del régimen Ceauşescu, así como en “ideólogo”
de la revolución, publicó sus memorias en dos libros, que llevan unos
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Ioan Scurtu
sugerentes subtítulos Generaţia irosită [trad. La generación perdida]
y Între două revoluţii [trad. Entre dos revoluciones]21.
Dos de los miembros del Consejo del F.S.N., Alexandru
Bârlădeanu (ex vicepresidente del Consejo de Ministros) y Mănescu
Corneliu (ex ministro de Asuntos Exteriores) recordaron sus
experiencias durante las entrevistas con Lavinoa Betea22.
El director y actor Sergiu Nicolaescu, miembro del Consejo del
F.S.N. del 22 de diciembre de 1989, llevó a cabo una impresionante
labor de documentación, al utilizar además de su propia experiencia de
participante en la revolución, los materiales de la Comisión senatorial
que presidió. A base de estos documentos, publicó varios trabajos
importantes, muy útiles para la reconstrucción de los eventos de
diciembre de 198923.
Los sucesos de la Televisión Rumana, sobre todo los del
Estudio 4, que transmitió en vivo la revolución, fueron relatados por
Teodor Brateş, el que coordinara los programas seguidos por millones
de espectadores en Rumanía y en todo el mundo24.
Otros revolucionarios conocidos – como Lorin Fortuna o Gelu
Voican-Voiculescu – concedieron entrevistas y publicaron artículos
sobre los eventos que vivieron, algunos de ellos recopilados en
colecciones de testimonios25. Para el estudio de los eventos de
Timişoara, resultan de interés los trabajos de Costel Balint26, Gheorghe
Secheşan27, Titus Suciu28, Mariana Cernicova29, Marius Mioc30.
Los eventos de la radio fueron presentados por varios
trabajadores de esta institución, en el trabajo Timpul care a învins
teama. Decembrie 1989-Decembrie 2007 [trad. El tiempo que venció
el medio. Diciembre de 1989-Diciembre de 2007]31.
De los generales que desempeñaron un papel importante en
diciembre de 1989 destacan Victor Atanasie Stănculescu y Guşă
Ştefan. Los dos expresaron sus puntos de vista en algunas entrevistas
publicadas en los periódicos, así como en trabajos individuales.
Stănculescu, en una amplia conversación con Dinu Săraru32, mientras
que la actividad de Guşă Ştefan fue recogida por su hija, quien
salvaguardó sus proclamaciones de aquellos días, las entrevistas
concedidas, su declaración como testigo en el “juicio de Timişoara”,
su audiencia en la Comisión senatorial para la investigación de los
eventos de diciembre de 1989; como resultado, diez años después de
la muerte del general, se publicó Condamnat la adevăr [trad.
Condenado a la verdad]33. Un interesante libro de memorias publicó
el vicealmirante (r) Ştefan Dunu, jefe del servicio de inteligencia de
las Informaciones Militares34.
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La revolución rumana de1989
Algunos de los ex líderes comunistas, relacionados con el juicio
C.P.Ex. (Comité Político Ejecutivo) escribieron sus memorias.
Destacan Popescu Dumitru35, Silviu Curticeanu36, Ion Coman37,
personas próximas a Ceauşescu en diciembre de 1989, que ofrecieron
elementos interesantes en cuanto a la manera de actuar del líder
rumano, así como al estado de ánimo existente al nivel más alto de
poder de Rumanía.
Varios oficiales de la Securitate – condenados por su
involucración en la represión de los revolucionarios – publicaron sus
memorias. Entre ellos, Teodorescu Filip38 y Tinu Radu39, que hicieron
referencia sobre todo a las acciones de algunos agentes extranjeros
infiltrados entre los manifestantes de Timişoara.
Para reconstruir los eventos recientes, la historia oral juega un
papel muy importante, así como los relatos de los testigos:
evidentemente, tales grabaciones tienen que ser analizadas con
objetividad, al saber que, normalmente, existe la tentación subjetiva
de exagerar los méritos propios y de ocultar los momentos
inconvenientes (por ejemplo, es difícil de suponer que un comandante
militar reconozca haber dado por su cuenta la orden de abrir el fuego
sobre los manifestantes, o que un director de cárcel admita haber
torturado a los reclusos; asimismo, no creo que alguien de los miles de
manifestantes que entraron en el Comité Central reconozca haber
devastado los ficheros o haber robado objetos personales
pertenecientes a los ex altos cargos).
El autor de este trabajo ha mantenido largas conversaciones con
los revolucionarios (él mismo un “testigo” de los eventos de
Bucarest), pero también con personas que habían ocupado cargos
importantes hasta el 22 de diciembre de 1989 y después de esa fecha,
que aprovechará para señalar en las páginas a seguir.
Además de estas fuentes, los historiadores disponen de varios
trabajos, que a pesar de no haber sido escritos por especialistas,
ofrecen una cierta base documental y expresan puntos de vista
interesantes.
Hay varios tipos de consideraciones que los distintos
documentos apoyan. Lo más frecuente, la política o la opción política
de las autoridades después de 1989, ha tenido un papel fundamental.
Ruxandra Cesereanu, en un interesante libro titulado Decembrie 1989.
Deconstrucţia unei revoluţii [trad. Diciembre de 1989. La
deconstrucción de una revolución]40, hizo una clasificación de las
interpretaciones de este evento: 1) Los intérpretes de la revolución
pura (los puristas) que a su vez se clasifican en dos tipos: los puristas
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Ioan Scurtu
revolucionarios y los puristas oportunistas – que sostienen la tesis de
la “simple” revolución; 2) Los intérpretes de la teoría de la
conspiración, que se dividen en dos categorías, unos de ellos haciendo
hincapié en la conspiración externa, y los otros en la conspiración
interna – el golpe de estado; 3) los intérpretes tipo “cóctel” que
sostienen la existencia de un híbrido entre una revolución combinada
con el golpe interno de estado y la conspiración externa.
Muchos periodistas, escritores, críticos literarios, no resistieron
la tentación de escribir sobre la revolución de diciembre de 1989. Un
interesante libro fue firmado por Vartan Arachelian sobre los
“personajes” de la revolución41, a través de la transcripción de las
conversaciones que éste había mantenido con ciertos personajes en
una programación de radio de mucho éxito, titulada “Ante ustedes”. A
su vez, Alex Mihai Stoenescu reprodujo las conversaciones con varios
participantes a los eventos de diciembre de 198942. Un lugar especial
fue asignado a Virgil Măgureanu43. El mismo autor, Alex Mihai
Stoenescu redactó un amplio trabajo sobre los golpes de estado en
Rumanía, dedicando dos partes (de hecho, dos grandes volúmenes) a
la “revolución” (entre comillas), al considerarla una “tragedia
rumana”44.
El crítico literario Mihai Ungheanu se interesó por si la
revolución había sido una “guerra civil instrumentada”45, el periodista
Nestor Rateş advirtió sobre “una revolución enredada”46, mientras que
el periodista Radu Portocală llegó a la conclusión de que había sido un
“golpe de estado”47. El embajador francés Jean-Marie Le Breton fue
más prudente en sus afirmaciones, al incurrir sobre todo en el final de
Ceauşescu Nicolae48.
De los politólogos que analizaron la revolución rumana de
diciembre de 1989, considerándola una de las transformaciones
registradas en Europa Central y del Sureste, a la vez que una parte de
la crisis del comunismo en general, destacan Vladimir Tismăneanu49,
Stelian Tănase50, Lavinia Betea51, Pop Adrian52.
Pocos historiadores se han atrevido a tocar el tema, debido
sobre todo a la escasez de las fuentes y a la agresividad del factor
político, que intentaron imponer una visión interesada sobre los
eventos de diciembre de 1989. La mayoría prefirieron contemplar la
disputa pública y mantenerse al margen, a la espera de que se
calmaran los espíritus y, ante todo, abrieran los archivos. Esta
posición es, sin duda, honorable, pero tiene un inconveniente muy
grande: el dejar paso a la manifestación de personas que no son
especialistas, sin replicarles, de modo que los “formadores de
14
La revolución rumana de1989
opinión” consiguieron imponer muchas veces sus puntos de vista
sumamente subjetivos. El historiador del siglo XXI tiene que aparecer
en escena y presentar sus argumentos, que se basan en una crítica
formal de las fuentes. Con el paso del tiempo, a medida que vayan
abriendo los archivos, el historiador podrá multiplicar o comprobar
sus conclusiones, pero lo hará cada vez como un auténtico profesional.
Un primer trabajo, publicado en menos de un año después de la
revolución fue el iniciado y coordinado por Scurtu Ioan53. El mismo
autor coordinó una amplia monografía sobre las estructuras políticas
en Europa Central y del Sureste54, al ser analizados los eventos de
1989 por Teodora Stănescu-Stanciu y Scurtu Georgiana-Margareta.
Un intenso trabajo que versó especialmente sobre las acciones de
Timişoara desarrolló Miodrag Milin, que publicó varios libros,
algunos de ellos con un marcado acento documental, otros con una
visión más general sobre la revolución55. Los historiadores militares
han sido también muy activos, al realizar bajo la coordianción del
general Costache Codrescu un trabajo sobre el ejército durante la
revolución (dos ediciones)56.
Asimismo, Sava Constantin y Constantin Monac dedicaron una
atención especial a la actividad del ejército, pero también trataron
sobre los eventos de 1989 en su conjunto57.
De entre los trabajos de síntesis, mencionamos el de Florin
Constantiniu, O istorie sinceră a poporului român [trad. Una historia
sincera del pueblo rumano], que apareció por primera vez en 1997 y
tuvo varias ediciones.
La fundación del Instituto de la Revolución Rumana de
Diciembre de 1989 por decisión de la ley del 14 de diciembre de 2004
permitió el desarrollo de un nuevo campo de investigación para la
historiografía rumana, así como la creación de un foro de debate para
la investigación científica y de publicación de los estudios y trabajos
elaborados. Bajo el patrocinio de este instituto, Scurtu Ioan redactó un
libro de 362 páginas sobre la revolución rumana y su contexto
europeo58.
El conocido historiador Alesandru Duţu es el autor de una
amplia cronología de la revolución rumana, que se enmarca en el
cuadro general europeo y hasta mundial (el trabajo comienza con el
día 25 de octubre/ 7 de noviembre de 1917, cuando el Partida
Comunista bolchevique tomó el poder en Rusia y se cierra con el 25
de diciembre de 1991, con la desintegración de la Unión Soviética y la
caída del régimen comunista)59. Bajo la coordinación del dr.
Alexandru Oşca, se publicó el libro 1989 – an decisiv în istoria
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Ioan Scurtu
Europei [trad. 1989 – un año decisivo en la historia de Europa], que
incluyó las ponencias y comunicaciones presentadas durante el
simposio internacional organizado por el Instituto de la Revolución en
octubre de 200760. En el 2009, se publicó un libro de Mihai Iacobescu,
sobre la Perestroika y los rumanos del espacio soviético61. A su vez,
Corneliu Vlad escribió un interesante libro sobre la “reconciliación“62.
A partir del año 2005, el Instituto edita la revista “Clio 1989”,
que publica estudios, documentos, memorias, fichas bibliográficas,
notas, reseñas. Desde el mismo año aparecen “Caietele Revoluţiei”
[trad. “Los cuadernos de la revolución”], que se centran en la
actividad presente del Instituto, en los que se publican documentos,
memorias, evocaciones, notas de lectura, etc.
Varios historiadores extranjeros se interesaron por la revolución
rumana, al realizar algunos de ellos trabajos de cierto valor.
Destacamos las contribuciones de Anneli Ute Gabanyi – que analiza
los cambios de sistema de Europa del Este, con una especial atención
a Rumanía63; Katherine Vardery – una visión sobre todo teorética de
la crisis del socialismo y los eventos a seguir64, o Peter Siani-Davies –
sobre la revolución rumana65. A su vez, Georges Castellan, en su
síntesis sobre el pueblo rumano, dedica varias páginas a la revolución
de 198966. Igualmente útiles resultan los trabajos que se enfocan en el
estudio de los regímenes comunistas de Europa Central y del Sureste,
en la historia del continente en general, con referencias a la situación
de Rumanía67. Una mención aparte merece la aportación del
historiador americano Peter Gross, que se interesó por el papel de la
mass media en la democratización de los países de Europa del Este68,
dedicando una atención especial a la prensa de Rumanía.
Nuestro trabajo se fundamenta en las fuentes disponibles en este
momento, en la bibliografía accesible, al intentar presentar – a través
de una visión unitaria y coherente – la crisis del régimen socialistatotalitario (comunista) de Europa, el fracaso al intentar reformarlo, las
evoluciones del año 1989, las revoluciones y sus consecuencias.
Rumanía se sitúa en el centro de nuestras preocupaciones, con su
complejidad que en 1989 llamó la atención del mundo entero, algo
único en la larga historia de los rumanos. Aunque hablemos de una
revolución victoriosa, no perderemos de vista lo que hubo de bueno
antes de 1989, así como no encubriremos losposteriores desengaños.
Es la obligación de cualquier historiador mirar e interpretar
críticamente cada evento, con sus luces y sus sombras, sine ira et
studio.
Es mi deber agradecer a todos los que me han apoyado para que
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La revolución rumana de1989
pudiera sacar adelante este proyecto: mi esposa, Scurtu Paula y mis
hijos, Scurtu Georgiana-Margareta y Scurtu Ioan Alexandru.
Agradezco asimismo al dr. Corneliu Mihail Lungu, director general de
los Archivos Nacionales, a los archivistas Moraru Camelia y Moraru
Constantin, al coronel Popa Constantin, director general del Museo
Nacional Militar, a mis colegas del Instituto de la Revolución Rumana
de Diciembre de 1989 (Claudia Iordache, Gelu Voican Voiculescu,
Viorel Domenico, Alexandru Oşca, Gheorghe Neacşu), al señor Lorin
Fortuna, así como a los generales Constantin Olteanu y Nicoale
Spiroiu, al vicealmirante (r) Dinu – quien, en más de una ocasión,
tuvo intervenciones muy interesantes en las conferencias mensuales
del I.R.R.D.
Una mención especial merecen los académicos Dan Berindei y
Giurescu C. Dinu, el profesor Dumitru Mazilu, por sus reseñas llenas
de sustancia, sus observaciones y sugerencias que me han ayudado a
enmendar el texto del manuscrito.
Traducción: Oana Andreia Sâmbrian-Toma
NOTAS
1. Cartea Revoluţiei Române din Decembrie 1989 (El libro de la
Revolución rumana de diciembre de 1989), Bucarest, Editorial Ion Cristoiu, 1999.
2. Lovitura de stat a confiscat revoluţia română (El golpe de estado se
apderó de la revolución rumana), segunda edición, Bucarest, Editorial Omega Press,
1996
3. Algunas se publicaron en los „Cuadernos de la Revolución” y en la
revista „Clio 1989", ambas editadas por el Instituto de la Revolución Rumana de
Diciembre de 1989
4. Bucarest, Editorial Axioma, 2001
5. 1989 Principiul dominoului. Prăbuşirea regimurilor comuniste europene.
Documente (1989 El principio del dominó. La caída de los regímenes comunistas
europeos), Bucarest, Editorial de la Fundación Cultural Rumana, 2000
6. Véase Manole Auneanu (bajo redacción), El juicio de la familia Ceauşescu,
25 de diciembre de 1989. El estenograma integral y la cinta vídeo, Bucarest, Editorial
Excelsior, 1991.
7. După execuţie a nins (Después de la ejecución, nevó), Bucarest, Editorial
Militar, 1992; Idem, Ceauşescu en Târgovişte. 22 - 25 de diciembre de 1989,
Bucarest, Editorial Ion Cristoiu, 1999
8. Documente '89. Procesul de la Timişoara (Documentos '89. El juicio de
Timişoara), vol. I şi II, Timişoara, Editorial de la Fundación Académica Cívica, 2004;
voi. HI, Timişoara, Editorial Mirton, 2005; voi. IV, Timişoara, Editorial Mirton, 2006;
voi V,. Timişoara, Editorial Mirton, 2007; voi. VI, Timişoara, Asociación de la
Memoria de la Revolución, 2008
9. Decembrie '89 în presa italiană. Reportaje, interviuri, comentarii Selecţie
17
Ioan Scurtu
de texte şi note Nicolae Luca (Diciembre '89 en la prensa italiana. Reportajes,
entrevistas, comentarios. Selección de textos y notas Nicoale Luca), Bucarest,
Editorial Sempre, 1999
10. Revoluţia română văzută de ziarişti americani şi englezi (La revolución
rumana vista por los periodistas americanos e ingleses), Bucarest, Editura
Evenimentul (Editorial El evento), 1991
11. E un început în tot sfârşitul... Culegere selectivă din programele
radiodifuzate în zilele de 17-25 decembrie 1989 (En todo fin hay un comienzo...
Colección selectiva de los programas de radiodifusión de los días 17-25 de diciembre
de 1989), Bucarest, Sociedad Rumana de Radiodifusión, 1998; Timişoara en los
archivos „Europa libre". 17—20 de diciembre de 1989. Coordinador Miodrag Milin,
Bucarest, Fundación Académica Cívica, 1999
12. Revoluţia Română în direct (La revolución rumana en directo).
Coordinador Mihai Tatulici, Bucarest, 1990
13. Minciuni mass-media. Sub redacţia lui Gerald de Selys (Las mentiras de
mass media. Bajo la redacción de Gerald de Selys). Traducción Dan Elena, Bucarest,
Editorial Scripta, 1992
14. Memorii (Memorias). Traducción de Radu Pontbriandt. Ediţción Dan
Petre, Bucarest, Editorial Nemira, 1994
15. Ce vrem să facem din Uniunea Sovietică. Convorbire cu Lilly Marcou
(Qué queremos hacer con la Unión Soviética. Conversación con Lilly Marcou)
Traducción de Grigoriu Lander, Bucarest, Editorial Humanitas, 1991
16. Opţiunea mea (Mi opción). Traducción del ruso de Constantinescu Virgil,
Bucarest, Editura Presa Naţională (Editorial Prensa Nacional), 2003
17. Isus s-a născut la Timişoara. Decembrie '89 (Jesús nació en Timişoara.
Diciembre '89), Timişoara, Editorial Helicon, 1994; România pierdută (Rumanía
perdida), Bucarest, Editorial Irini, 1995; Singur între români (Solo entre rumanos),
Bucarest, Editorial Irini, 1997; O Românie de câştigat sau o naţiune în descompunere
(Una Rumanía por ganar o una nación en proceso de desintegración), Bucarest,
Editorial Irini, 2006
18. Revoluţia Română (La revolución rumana), Bucarest, Presa Naţională,
2001; Revoluţia trăită. Stenograma convorbirii cu membrii Comisiei Senatoriale
pentru cercetarea evenimentelor din decembrie 1989 (La revolución vivida. El
estenograma de las conversaciones con los miembros de la Comisión senatorial para
la investigación de los acontecimientos de diciembre de 1989), Bucarest, Editura
Publicaţiilor pentru Străinătate (Editorial de las Publicaciones para el Extranjero),
1995; Revoluţie şi reformă (Revolución y reforma), Bucarest, Editura Enciclopedică
(Editorial Enciclopédica), 1994; Marele şoc din finalul unui secol scurt. Iliescu Ion în
dialog cu Vladimir lîsmăneanu (El gran trastorno al finald e un siglo corto. Iliescu Ion
en diálogo con Vladimir lîsmăneanu), Bucarest, Editura Enciclopedică (Editorial
Enciclopédica), 2004
19. De la totalitarism la libertate. Revoluţia furată. Memoriu pentru ţara mea
(Del totalitarismo a la libertad. La revolución robada. Manifiesto para mi país),
Bucarest, Editorial Cozia, 1991; Dumitru Mazilu în dialog cu Popa Vasile. Calvarul
virtuţii (Dumitru Mazilu en diálogo con Popa Vasile), Timişoara, Editorial Aura, 2002
20. Libertatea ca datorie (La libertad como deber), Cluj-Napoca, Editorial
Dacia, 1994; Faţă în faţă cu Petre Roman. 9 convorbiri cu Vartan Arachelian (Cara a
cara con Petre Roman. Nueve conversaciones con Vartan Arachelian), Bucarest,
Editura Cartea Românească (Editorial El libro rumano), 1996
21. Generaţia irosită. Memorii (La generación perdida. Memorias), Bucarest,
18
La revolución rumana de1989
Editoriales Univers y Calistrat Hogaş, 1992; De la capitalism la socialism şi retur. O
biografie între două revoluţii (Del capitalismo al socialismo y de vuelta otra vez. Una
biografía entre dos revoluciones). Edición dirigida por Alexandru Singer,
Bucarestureşti, Editorial Nemira, 1998
22. Alexandru Bârlădeanu despre Dej, Ceauşescu şi Hiescu. Convorbiri
(Alexandru Bârlădeanu sobre Dej, Ceauşescu y Hiescu. Conversaciones), Bucarest,
Editura Evenimentul Românesc (Editorial El evento rumano), 1997; Convorbiri
neterminate. Mănescu Corneliu în dialog cu Lavinia Betea (Conversaciones sin
acabar. Mănescu Corneliu en diálogo con Lavinia Betea), Iaşi, Editorial Polirom,
2001
23. Revoluţia. începutul adevărului. Un raport personal (La revolución. El
comienzo de la verdad. Un informe personal), Bucarest, Editorial Topaz, 1995; Cartea
Revoluţiei Române. Decembrie '89 (El libro de la revolución rumana. Diciembre '89),
Bucarest, Editorial Ion Cristoiu, 1999; Lupta pentru putere, decembrie '89 (La lucha
por el poder, diciembre '89), Bucarest, Editorial AII, 2005
24. Explozia unei clipe. 22 decembrie 1989. O zi în studioul 4 (La explosión
de un instante. 22 de diciembre de 1989. Un día en el estudio 4), Bucarest, Editorial
Scripta, 1992; Trilogia Revoluţiei Române în direct. Câteva zile dintr-o viaţă. 22—24
decembrie 1989 (La trilogía de la revolución rumana en vivo. Algunos días de una
vida), 3 voi., Bucarest, Editura Economistul (Editorial El economista), 2004
25. D. Marcu, Moartea Ceauşeştilor dezvăluită de Gelu Voican-Voiculescu şi
Victor Atanasie Stănculescu (La muerte de los Ceauşescu revelada por Gelu VoicanVoiculescu y Victor Atanasie Stănculescu), Bucarest, Editorial Excelsior, 1991
26. 1989. Timişoara în decembrie (1989. Timişoara en diciembre), Editorial
Helicon, 1992; 1989 – Legiunea Revoluţiei Timişoara (1989 – La legión de la
revolución), Timişoara, Editorial Brumar, 2005
27. Timişoara, 17 după 16 (Timişoara, 17 después del 16), Timişoara.
Editorial Artpress, 2006
28. Reportaj cu sufletul la gură (Traseele Revoluţiei) (Reportaje con el
corazón en la boca), Timişoara, Editorial Facla, 1990; Lumea bună a balconului (La
gente bien del balcón), Bucarest, Editorial IRRD, 2008
29. Noi suntem poporul (Timişoara, decembrie 1989) (Nosotros somos el
pueblo Timişoara, diciembre de 1989), Reşiţa, Editorial Inter Graf, 2004
30. Revoluţia din Timişoara aşa cum a fost (La revolución de Timişoara tal
como ocurrió), Timişoara, Editorial Brumar, 1997; Revoluţia din 1989 pe scurt (Breve
historia de la revolución de 1989), Timişoara, Editorial Artpress, 2006
31. Edición de Puşa Roth, Bucarest, Editorial Ars Longa, 2008
32. Dinu Săraru în dialog cu Victor Atanasie Stănculescu. Generalul
Revoluţiei cu piciorul în ghips. Interviu — fişe pentru un posibil roman (Dinu Săraru
en diálogo con Victor Atanasie Stănculescu. El General de la revolución de la pierna
escaloyada. Entrevista – fichas para un posible rumano), Bucarest, Editorial RAO,
2005
33. Guşă-Drăgan Daniela Veronica, Condamnat la adevăr. Generalul Guşă
Ştefan (Condenado a la verdad. El general Guşă Ştefan), Bucarest, Editorial RAO,
2004
34. Viceamiralul (r) Ştefan Dinu, Condamnat la discreţie (El vicealmirante
(r) Ştefan Dinu, Condenado a la discreción), Bucarest, Editorial Nerverland, 2009
35. Un fost lider comunist se destăinuie. Am fost şi cioplitor de himere.
Convorbire realizată de Ion Tecşa, ziarist (Un ex líder comunista se confiesa.
También fui forjador de quimeras. Conversación realizada por Ion Tecşa, periodista),
19
Ioan Scurtu
Bucarest, Editorial Expres, 1994; Eclipsă în cetatea soarelui (Eclipse), Bucureşti,
Editura Globus, 1996.
36. Mărturia unei istorii trăite. Imagini suprapuse (La confesión de una
historia vivida. Imágenes sobrepuestas), Bucarest, Editorial Albatros, 2000
37. Omul se duce, faptele rămân. Istoria însă le va analiza (El hombre se va,
sus hechos se quedan. Pero la historia los analizará). Bucarest, Editura Meditaţii
(Editorial Meditaciones), 2007
38. Un risc asumat. Timişoara, decembrie 1989 (Un riesgo asumido.
Timişoara, diciembre de 1989), Bucarest, Editura Viitorul Românesc (Editorial El
futuro rumano), 1992
39. Timişoara... no comment, Bucarest, Editorial PALO, f.a.
40. Iaşi, Editorial Polirom, 2004
41. În faţa Dumneavoastră. Revoluţia şi personajele sale (Delante de ustedes.
La revolución y sus personajes), Bucarest, Editorial Nemira, 1998
42. Interviuri despre revoluţie (Entrevistas sobre la revolución), Bucarest,
Editorial RAO, 2004
43. De la regimul comunist la regimul Eiescu. Virgil Măgureanu în dialog cu
Alex Mihai Stoenescu (Del régimen comunista al régimen Eiescu. Virgil Măgureanu
en diálogo con Alex Mihai Stoenescu), Bucarest Editorial RAO, 2008
44. Istoria loviturilor de stat în România. „Revoluţia din decembrie 1989" —
o tragedie românească, (La historia de los golpes de estado en Rumanía. „La
revolución de diciembre de 1989" — una tragedia rumana) voi. 4, partes I y Ii-a,
Bucarest, Editorial RAO, 2004 y 2005
45. Un război civil regizat (Redefinirea revoluţiei) (Una guerra civil
instrumentada. La redefinición de la revolución), Bucarest, Editorial Romcartexim,
1997
46. România: revoluţia încâlcită (Rumanía: la revolución enredada),
Bucarest, Editura Litera (Editorial Letra), 1994
47. România — autopsia unei lovituri de stat: ţara în care a triumfat minciuna
(Rumanía – autopsia de un golpe de estado: el país donde triunfó el engaño), Sibiu,
Editorial Continent, 1991
48. Sfârşitul lui Ceauşescu: istoria unei revoluţii (El final de Ceauşescu:
historia de una revolución), Bucarest, Editorial Cavallioti, 1997
49. Ghilotina de scrum. Despre nevroze şi revoluţii (La guillotina de cenizas.
Sobre nevrosis y revoluciones), Timişoara, Editura de Vest (Editorial de Oeste), 1992;
Stalinism pentru eternitate. O istorie politică a comunismului românesc (Estalinismo
para la eternidad. Una historia política del comunismo rumano), Iaşi, Editorial
Polirom, 2005
50. Miracolul revoluţiei: o istorie politică a căderii regimului comunist (El
milagro de la revolución: una historia política de la caída del régimen comunista),
Bucarest, Editorial Humanitas, 1999
51. Psihologie politică. Individ, lider, mulţime în regimul comunist
(Psicología política. Individuo, líder, multitud en el régimen comunista), Iaşi,
Editorial Polirom, 2001
52. Tentaţia tranziţiei. O istorie a prăbuşirii comunismului în Europa (La
tentación de la transición. Una historia de la caída del comunismo en Europa),
Bucarest, Editorial Corint, 2002
53. Sfârşitul dictaturii. Bucureşti. 21-25 decembrie 1989 (El final de la
dictadura. Bucarest. 21-25 de diciembre de 1989), Craiova, Editorial Clio, 1990
54. Structuri politice în Europa Centrală şi de Sud-Est (1918 — 2001)
20
La revolución rumana de1989
(Estructuras políticas en Europa Central y del Sureste), 2 voi., Bucarest, Editura
Fundaţiei Culturale Române (Editorial de la Fundación Cultural Rumana), 2003; el
trabajo tiene también una versión inglesa, que se publicó el mismo año en la misma
editorial.
55. Timişoara în arhivele „Europei Libere". 17—20 decembrie 1989
(Timişoara en los archivos de „Europa Libre". 17—20 de diciembre de 1989),
Timişoara, 1990; Timişoara în revoluţie şi după (Timişoara en revolución y después),
Timişoara, 1997
56. Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la
revolución de diciembre de 1989). Coordinado por Costache Codrescu, Bucarest,
Editorial Militar, 1998; ed. aii-a, 1998
57. Adevărul despre Decembrie 1989. Conspiraţie. Diversiune. Revoluţie (La
verdad sobre diciembre de 1989. Conspiración. Diversión. Revolución), Bucarest,
Editorial Forum, 1999
58. Revoluţia Română din Decembrie 1989 în context European (La
revolución rumana de diciembre de 1989 en contexto europeo), Bucarest, Editura
Enciclopedică (Editorial Enciclopédica) y Editura Institutului Revoluţiei Române din
Decembrie 1989 (Editorial del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de
1989), 2006 (edicion en lengua francesa - 2008 e inglesa - 2009).
59. Alesandru Duţu, Revoluţia din decembrie 1989. Cronologie (La
revolución de diciembre de 1989. Cronología), Bucarest, Editorial IRRD, 2006
60. 1989 - an decisiv în istoria Europei (1989 – año fundamental en la
historia de Europa), coordinado por Alexandru Osca, Cluj-Napoca, Editorial Mega,
2008.
61. Descătuşarea (1985-1991). Perestroika, Revoluţia din Decembrie 1989 şi
românii din imperiul sovietic (El desencadenamiento (1985-1991). La perestroika, la
revolución de diciembre de 1989 y los rumanos del imperio soviético), Iaşi, Editorial
Junimea, 2009.
62. Corneliu Vlad, Reconcilierea (La reconciliación), Bucarest, Editura
Institutului Revoluţiei Române din Decembrie 1989 (Editorial del Instituto de la
Revolución Rumana de Diciembre de 1989), Bucarest, 2009.
63. Revoluţia neterminată (La revolución sin acabar), Bucarest, Editura
Fundaţiei Culturale Române (Editorial de la Fundación Cultural Rumana), 1999
64. Socialismul. Ce a fost şi ce urmează (El socialismo. Lo que hubo y lo que
sigue), Iaşi, Institutul European (Instituto Europeo), 2003.
65. The Romanian Revolution of December 1989, London, 2005; la edición
rumana se publicó en la Editorial Humanitas en el 2006
66. Histoire du peuple Roumain, Paris, Edition Armeline, 2002
67. Joseph Rothschild, Istoria politică a Europei Centrale şi de Sud-Est după
al Doilea Război Mondial (La historia política de Europa Central y del Sureste
después de la segunda guerra mundial), segunda edición. Traducción de Mihnea
Columbeanu, Bucarest, 1997; Jean-Francois Soulet, Istoria comparată a statelor
comuniste din 1945 până în zilele noastre (La historia comparada de los países
comunistas desde 1945 hasta nuestros días). Traducción de Silvia Albişteanu y Anca
Zbârcea, Iaşi, Editorial Polirom, 1998; Istoria secolului XX. în căutarea unei noi lumi
(La historia del siglo XX. A la búsqueda de un nuevo mundo). Bajo la redacción de:
Serge Bernstein y Pierre Milza. Traducción de Marius Ioan, Bucarest, Editorial AU,
1998; Jean-Marie Le Breton, Europa Centrală şi Orientală între 1917 şi 1990 (Europa
Central y Oriental entre 1917-1990), Bucarest, Editorial Cavallioti, 1996; Jean-Michel
Gaillard y Anthony Rowley, Istoria continentului european. De la 1850 până la
21
Ioan Scurtu
sfârşitul secolului al XX-lea (La historia del continente europeo. Desde 1850 hasta el
final del siglo XX), Bucarest, Editorial Cartier, 2001
68. Peter Gross, Mass media şi democraţia în ţările Europei de Est (La mass
media y la democratización de los países de Europa del Este ), Iaşi, Editorial Polirom,
2004
22
La revolución rumana de1989
CAPÍTULO I
CRISIS DE LOS REGÍMENES SOCIALISTAS
TOTALITARIOS
1. ALGUNAS PRECISIONES NECESARIAS
En 1989 y después de esta fecha, se ha consagrado al
vocabulario corriente la idea de que los Estados miembros del Tratado
de Varsovia eran comunistas. Se desprende de esta afirmación que
1989 es el año de la caída del comunismo en Europa. Esta
terminología ha sido empleada por los politólogos, periodistas y los
políticos occidentales, y fue impuesta más tarde en Rumania como
una verdad incuestionable. Mussolini, el régimen alemán con Hitler a
su cabeza, el régimen español con Franco, o también la Rumania de
Antonescu. Una afirmación que se prolongó desde los años 60 durante
decenios, y que todavía está presente a comienzos del siglo XXI. Sin
embargo, numerosos historiadores y políticos, que han estudiado estos
regímenes exhaustivamente, han llegado a la conclusión de que hay
entre estos sistemas diferencias substanciales que imponen que sean
tratados cada uno de forma diferente. Ciertamente se apoyaron sobre
un partido político poderoso y llegaron al poder a través de
elecciones(Italia, Alemania), pero otros lo hicieron a través de una
guerra civil (España) y otros debido a una catástrofe nacional (pérdida
territorial) como Rumania. Es verdad que se apoyaron en la Iglesia,
aunque algunos no dieron importancia a la religión. También es cierto
que promovieron la intolerancia contra las minorías nacionales,
llegando algunos a encaminarse en pos de su eliminación, destacando
el caso de los judíos y el Holocausto. Pero un análisis en mayor
profundidad muestra que hay diferentas tanto en los matices como en
le fondo, tanto en el método como en la forma de estos regímenes,
considerados largo tiempo como fascistas. Una terminología más
compleja y más próxima a la esencia de estos regímenes está entrando
en el circuito científico en los últimos años: regímenes fascistas,
regímenes nacional-socialistas, regímenes corporativistas, régimen de
dictadura militar, régimen autoritario, etc.
No ha habido aún un debate profundo sobre los regímenes
23
Ioan Scurtu
políticos de la Unión Soviética y los otros Estados que han tenido
partidos comunistas dirigiéndolos. Entonces la terminología empleada
es imprecisa y a veces contradictoria. Vamos a mostrar la manera en la
cual lo han utilizado la mayoría de los politólogos renombrados, cuyos
estudios han sido publicados en el volumen Las Revoluciones de
1989. Entre el pasado y el futuro1. Daniel Chirot profesor en la
Universidad de Washington emplea las expresiones: “los regímenes
socialistas”, “el fin del socialismo”, las economías socialistas”, “las
estructuras
económicas
comunistas”,
“inconvenientes
del
socialismo”, “el modelo leninista-estalinista”, “la instauración del
comunismo”, “los errores bien conocidos del socialismo”, “la caída
del comunismo”, “el sistema socialista”, “el sistema comunista”.
Catherine Verdery, profesora de la Universidad de Michigan, se
refiere en sus estudios al “socialismo de estado”, “colapso del
socialismo”, “socialismo de tipo soviético”, “sociedades socialistas
europeas”, “la fragilidad del socialismo”, “la producción socialista”,
“países socialistas”, “el derrumbamiento del socialismo”, “caída del
socialismo”, gobiernos socialistas”, “economías socialistas”, “sistemas
socialistas”, “Estados socialistas”.
Timothy Garton Ash, profesor de la Universidad de Oxford,
emplea las expresiones siguientes: “socialismo”, “totalitarismo”,
“estalinismo”, “socialismo real”, “sistema de tipo soviético”, “Estados
comunistas”.
Jeffrey C. Isaac, profesor de la Universidad de Indiana, escribe:
“regímenes leninistas”, “gobiernos comunistas”. Como si quisiera
ganar la confianza de todos los autores, Vladimir Tismaneanu,
coordinador del volumen, utiliza una gama de conceptos como:
“regímenes socialistas de Estado”, “la caída del comunismo”, “los
sistemas leninistas”, “la experiencia socialista”, “las instituciones
leninistas”.
Al ver todos estos ejemplos, es fácil señalar que no hay todavía
un punto de vista claramente aceptado cuando se trata de definir los
regímenes existentes en estos Estados donde los partidos comunistas
que estuvieron en el poder.
Todo debate debe partir teniendo como base los documentos y
la realidad concreta, y la utilización de los mismos procedimientos
que para el estudio de otros periodos históricos. Las fuentes deben
aparecer en primer lugar. Es bien sabido que una inscripción del siglo
I, un documento del siglo XVI o del siglo XIX, suscitan vivas
discusiones, los especialistas estudian atentamente su contenido, y las
circunstancias históricas en las que el documento fue elaborado, se
24
La revolución rumana de1989
analiza el soporte en que fue realizado, el tipo de dirección utilizada,
las formas de las letras, etc.
En el caso de los documentos provenientes de los partidos
comunistas y de los órganos de Estado, lo más frecuente, es que no
sean invocados, ni citados en su forma original, al contrario, son
reemplazados por fórmulas hechas y aceptadas por los analistas,
politólogos, políticos, historiadores, etc. Y conviene señalar, que en
los documentos de los partidos provenientes de la Unión Soviética,
Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, RDA (República Democrática
Alemana), Yugoslavia, Polonia, Rumania, pero también en los de
China, Cuba, Vietnam del Norte, República de Corea del Norte, no
contienen jamás la afirmación de que el régimen político de su Estado
sea comunista. Ningún líder político, absolutamente ninguno, jamás
sostuvo que su país vivía dentro del comunismo, lo más que llegaron a
decir era que buscaban edificar “la mejor sociedad y la más justa del
mundo” Sin embargo las fórmulas que jamás han pronunciado y las
afirmaciones que jamás han hecho son justamente las que se les
atribuyen.
Un desgraciado precedente parecido existe ya en Rumania,
cuando al régimen de Antonescu (1941-1944) se le calificó de fascista.
En verdad, no hay documentos oficiales que usen esta nomenclatura y
el mismo Ion Antonescu declaró continuas veces, que no era un
régimen fascista aunque copiara las maneras del “Duce” Mussolini,
primer promotor de este tipo de régimen. Pero hay un importante
grupo de historiadores que han calificado al régimen de Antonescu de
fascista. Había en esta época una consigna política- venida de Moscú
y dirigida por el PCR (Partido Comunista Rumano) - que ciertos
historiadores la han servido con mucho celo, falsificando documentos
de la época e introduciendo modos fascistas en los discursos de
Antonescu y en la legislación que él había adoptado, aunque nada de
esto jamás fue pronunciado ni escrito por los dirigentes del estado
rumano de 1941-1944. Podemos citar como ejemplo el libro titulado
Contribuţii la studierea regimului politic din România. Septembrie
1940 - august 1944 (Contribuciones al estudio político de Rumania.
Septiembre de 1940 - agosto 1944) de Mihai Fătu. El autor recurre en
sus argumentaciones a las consideraciones en los documentos del PCR
y a las exposiciones de Ceauşescu Nicolae, pero también a los
discursos pronunciados por el fiscal durante el proceso a Antonescu:
«Todavía está dentro de nuestro pensamiento el valor moral de una
mención realizada al principio del Proceso de la Gran Traición
Nacional de 1946 por el fiscal principal del Tribunal del Pueblo, Vaste
25
Ioan Scurtu
Stoian: “Estudiando los crímenes de régimen que ha servido al pueblo
rumano durante 4 años, la instrucción se ha esforzado en no dejarse
llevar por la indignación. Hicimos desaparecer las humillaciones, el
sufrimiento del pueblo, hemos reflexionado sobre las consecuencias
de que una nación entera sufre hoy, a fin de examinar y de exponer los
hechos con toda objetividad”»2. Un proceso considerado de primera
con la denominación de “la Gran Traición Nacional” en el que las
sentencias venían establecidas de antemano desde Moscú, no puede
ser objetivo. Los argumentos de Fătu son descalificantes para un
historiador. A lo largo de las 368 páginas de este libro, el autor utiliza
numerosas citas, pero cuando Antonescu Ion o Antonescu Mihai
caracterizaban su régimen de septiembre 1941 – agosto 1944, los
términos, las palabras fueron remplazadas bien por puntos
suspensivos, como por cambios introducidos por “el historiador”
usando términos como fascista, militar-fascista, hitleriano. La
comparación en sí misma era forzada, visto el número
extremadamente reducido de posibilidades que se dan a la opinión
pública para caracterizar el régimen dirigido por Antonescu, por causa
de la censura y de la obligación impuesta a los historiadores de
orientarse basándose en las consideraciones contenidas en los
documentos del PCR Hubo en esta misma época investigadores, como
A.Simion, que ha rehusado formular conclusiones en base a los
documentos de la época e incluir dentro del contexto de la 2ª Guerra
Mundial al régimen de Antonescu, para mostrar evoluciones
significativas y contradictorias, o dicho de otro modo, a eliminar la
aproximación lineal y en un solo registro de la materia en cuestión.
Teniendo en cuenta esta desgraciada experiencia historiográfica, es
necesario no recurrir más, en el caso del régimen político de 19481989 en Rumania, a estas fórmulas preestablecidas, sino que al
contrario, debe ser un debate libre el que tenga lugar dentro de una
sociedad democrática, acabando en conclusiones argumentadas y
sosteniendo puntos de vista documentados.
Algunos sostienen que el nombre del régimen comunista viene
de hecho dado porque los países respectivos fueron conducidos por
partidos comunistas. Esta afirmación no es válida totalmente, teniendo
en cuenta que un régimen político no se puede definir exclusivamente
por el partido que se encuentra en el poder. Si nos fijamos por ejemplo
en el caso rumano de entreguerras, tendremos que admitir que hubo en
este país un régimen liberal y otro nacional-campesino (cuando el
Partido Nacional Liberal y el Partido Nacional Campesino estuvieron
respectivamente en el poder). Siguiendo esta lógica deberíamos decir
26
La revolución rumana de1989
que Rumania tuvo un régimen popular durante el periodo que dirigió
el Partido del Pueblo (1920-1921, 1926-1927) pero nadie sería capaz
de afirmar esto. Igualmente no hay ninguna apelación encontrada para
el régimen político de los gobiernos de coalición (1919-1920, 1927) o
el gobierno que se apoyó sobre un partido (1931-32) declarado de
“unión nacional”. Ningún historiador denominó a los regímenes
políticos de entreguerras en función del partido que estuviera en el
poder, entre otras cosas porque en Rumania hubo numerosísimos
cambios de gobierno (26 gobiernos se sucedieron entre 1918-1938).
Los historiadores estiman unánimemente que en el periodo de
1918 a 1938 existió un régimen democrático, parlamentario y
constitucional, basado en numerosos partidos políticos alternándose en
el poder. Por consiguiente, el “cliché” partido en el poder = régimen
político “no es adecuado”, solo es una fórmula simplista y por tanto
errónea.
Incluso podemos invocar el hecho de que analizándolo así, no
podríamos aplicarlo al caso de los partidos comunistas. Para empezar,
conviene señalar que los partidos de estos Estados jamás se
autodeterminaron comunistas. Han portado este título los partidos de
la Unión Soviética (1917), Checoslovaquia (1921), Bulgaria (1948).
En Rumania el partido en el poder de 1948-1965 se denominaba
Partido Obrero Rumano (PRM). Volvió a denominarse en 1965
Partido Comunista Rumano (PCR) en recuerdo del título que portó en
1922 (inicialmente en 1921 se llamó Partido Socialista-Comunista).
En Polonia, el partido que estuvo a la cabeza del país se denominaba
Partido Obrero Unido Polaco, en Hungría- Partido Obrero Socialista
Húngaro, en la RDA- Partido Socialista Unido de Alemania, en
Yugoslavia- la Unión de los Comunistas de Yugoslavia, en Albania- el
Partido del Trabajo de Albania. Falta analizar las razones por las que
hubo esta variedad de denominaciones, cuando todos declaraban que
se basaban en las teorías leninistas-marxistas. Habría que prestar
atención a la tradición de cada país, el contexto histórico particular,
algunos eventos que han marcado la evolución de estos países, etc. Es
un tema que debería ser analizado por los historiadores, y no deberían
utilizar hablando de los partidos los nombres genéricos que ni siquiera
tenían, sino tratar de explicar su diversidad y su significación.
Partiendo del hecho que los partidos que estaban en el poder en la
Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia, RDA, Hungría, Rumania,
Yugoslavia, Bulgaria y Albania tenían la misma base ideológica y que
se proponían los mismos objetivos- edificar el socialismo y el
comunismo en estos países- la denominación genérica de partido
27
Ioan Scurtu
comunista quizás se podría admitir, pero no por ello se puede
reemplazar la denominación real.
Otro elemento que no se puede olvidar es la denominación de
los Estados en cuestión, que presenta también ciertas especificaciones.
A partir de 1948, Bulgaria, Yugoslavia, Albania y Rumania toman el
calificativo de Repúblicas Populares. La parte oriental de Alemania
tomó el nombre de República Democrática. El régimen político era
caracterizado por “ser un régimen democrático popular”. Era una
fórmula pleonástica, porque demos (democrático) significa el pueblo;
se dijo que fue utilizado para distinguir este régimen de los otras
democracias (que existían en la época del esclavismo o las
democracias burguesas)3.
Posteriormente Checoslovaquia, Yugoslavia, Albania y
Rumania tomaron el nombre de República Socialista. El nombre
completo de la Unión Soviética es el de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (a partir de 1922). En 1989 la situación era la
siguiente: 5-repúblicas socialistas, 2-repúblicas populares, 1- república
democrática. Como se pude remarcar, ninguno de estos países se
denominaba república comunista mientras que se les llamó así desde
1989. No se trata de un elemento formal sino de un elemento
fundamental, que vale la pena ser analizado particularmente, e
igualmente resulta muy interesante encontrar las motivaciones de esta
diversidad. Los líderes de estos países conocían muy bien la
definición de Karl Marx, según la cual la sociedad comunista se
caracterizaría por una abundancia de bienes materiales y espirituales
que permitirían atender totalmente las necesidades del hombre: “cada
uno según su trabajo, cada uno según sus necesidades”. Es bien sabido
que finalmente nada de esto se realizó en ningún país de los
denominados comunistas. Por el contrario, un deterioro de la situación
económica, material, con graves consecuencias sobre el nivel de vida
de la población fue registrada notablemente a partir de finales de los
años 70 del siglo XX. Es entonces cuando llegan en determinados
países, caso de Rumania, la introducción del ticket de racionamiento.
Esta medida concernía a los principales bienes de consumo. Por otro
lado desde el punto de vista espiritual, la existencia de la censura, del
control ideológico sobre la educación, la ciencia y la cultura han
limitado enormemente la libertad de expresión artística e intelectual.
La imposibilidad de tener opción política, las restricciones impuestas
por el régimen afectaron gravemente a la necesidad del ser humano de
manifestarse libremente en el espacio público.
Conscientes de esta realidad, los dirigentes de estos países
28
La revolución rumana de1989
lanzaron el eslogan de que “el comunismo era el sueño de oro de la
humanidad”, o de otra forma dicho un ideal alejado que debía ser
perseguido a través de los esfuerzos y los sacrificios que las
generaciones presentes debían realizar para el bienestar de sus hijos y
de sus nietos. Serían ellos los que vivirán en el comunismo. Era una
perspectiva justificativa, desde la óptica de los líderes de estos
partidos, la privación a la que los ciudadanos eran sometidos: la
historia les reservaba un lugar para llegar a la cima de la colina, donde
encontrarían la luminosidad del comunismo. Habían creado así una
nueva religión, la del trabajo y el sacrificio por el colectivo que tendía
a reemplazar al cristianismo. La fe cristiana desarrolla la idea de que
la abstinencia y el sufrimiento en este mundo serían recompensados en
el Otro Mundo, que será eterno. El paraíso está allí con sus ríos de
leche y miel, con sus aves que deleitarán las almas de los fieles. La
nueva religión, la del comunismo como puerto lejano y último de la
felicidad, buscaba difuminar no solamente la realidad, sino también la
teoría de Marx, relativa a la sociedad en la cual cada uno obtendría
todo lo que desease, “según sus necesidades”. En realidad, una
sociedad que sería capaz de satisfacer semejantes deseos no existió
jamás, ni existirá, teniendo en cuenta que los deseos, las aspiraciones,
las pretensiones, las necesidades de las gentes aumentan de una
generación a otra en progresión geométrica.
Daremos algunos ejemplos: en 1900, el propietario de un
automóvil era una persona acomodada y extravagante; en 2006 el
automóvil se convirtió en una necesidad y en un bien común, y no son
raros los casos en los que en una misma familia, cada miembro posee
su propio coche; en cambio al ver un coche ninguna persona se
impresiona en nuestros días, únicamente su marca y su potencia
medida en caballos, podría despertar el interés de algunos. En los años
30 del siglo anterior el televisor era una cosa rara, una curiosidad
técnica, y actualmente es un objeto común, una necesidad instalada en
numerosas familias- en todas las habitaciones incluida la cocina. El
ordenador podría ser otro ejemplo: en los años 50 era un objeto nada
común, y para el año 2000 se convirtió en un útil que todo
funcionario, empresario, intelectual, y obrero necesita de forma
irreversible. Hoy en día, en 2006 aún los niños de 5 ó 6 años sienten la
necesidad de utilizar el ordenador, de navegar sobre internet y lo
hacen como verdaderos expertos. Ejemplos parecidos podríamos dar
para demostrar hasta que punto fueron utópicas las teorías de Karl
Marx. Los que sostienen que los regímenes comunistas habrían
existido en los Estados miembros del Tratado de Varsovia, y también
29
Ioan Scurtu
en Albania, Yugoslavia o que existen todavía en China, Vietnam en
Corea del Norte y en Cuba, utilizan un argumento irresistible: la
existencia de la propiedad comunal (colectivista) sobre los medios de
producción (industria, bancos, fábricas, terrenos agrícolas, etc.). En
realidad, más allá de fórmulas teóricas así transmitidas, los obreros no
fueron, -no han tenido el sentimiento -, los propietarios de las fábricas
en que trabajaban, como los campesinos corporativistas no creían que
la tierra les pertenecía. Fue una propiedad administrada por el aparato
del partido y del Estado, que imponía las normas de trabajo, la
cantidad y la calidad de las materias primas, el desarrollo del proceso
tecnológico, las características del producto final, su mercado y su
precio. El eslogan según el cual el pueblo era “dueño” de su suerte,
propietario de todos los bienes materiales y espirituales era
completamente falso. Los sucesos de 1989 han demostrado claramente
que los trabajadores y campesinos eran hostiles a la propiedad
comunal que no consideraban como suya.
Volviendo al terreno del análisis de documentos de la época,
conviene hacer notar que para caracterizar el régimen político de un
país, es necesario analizar su Constitución, que establece la estructura
de poder y la manera de ejercerlo. Más allá del carácter puramente
formal, declarativo de derechos y libertades democráticos, lo que
merece ser recordado es el hecho que en todas las constituciones de
los países citados, el régimen de estado se consideraba como estado
socialista. Ninguna de las constituciones, sin excepción, de la URSS,
Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, RDA, Polonia, Rumania, Hungría
menciona que el régimen de estos países sea comunista.
Podemos citar como ejemplo la Constitución de la República
Socialista de Rumania, votada en agosto de 1965, en cuyo artículo 2º
se precisa: “En estrecha unión, la clase obrera, clase dirigente de la
sociedad, los campesinos, los intelectuales y las otras categorías de
trabajadores, sin distinción de nacionalidad, edifican la sociedad
socialista, creando las condiciones para el paso al comunismo”4.
Menciones similares existen también en las leyes fundamentales de
otros de los Estados considerados.
Otro tipo de documentos que necesita un análisis atento son
aquellos que provienen de la propia dirección de estos partidos. Desde
el punto de vista del estado de desarrollo de la sociedad en los años 80
del siglo XX los partidos comunistas de Albania, Bulgaria,
Checoslovaquia, RDA, Hungría y Yugoslavia constituían una sociedad
socialista desarrollada. En Rumania se adoptó en 1974, El Programa
del Partido Comunista Rumano sobre la edificación de la sociedad
30
La revolución rumana de1989
socialista desarrollada multilateralmente y sobre la progresión de
Rumania hacia el comunismo5, el cual mencionaba: “En concordancia
con las nuevas condiciones él (el Programa) establece los objetivos
fundamentales de la próxima etapa en la historia de la Rumania
socialista”. Este documento contiene numerosas consideraciones
como ésta: “en las condiciones de la edificación de la sociedad
socialista desarrollada multilateralmente, se aceleran la realización de
algunos de los principios de la fase comunista superior”. Y reitera los
principios formulados por Karl Marx y culminaba con la siguiente
conclusión: “El comunismo supone que se logre un alto nivel de las
fuerzas de producción, sobre las bases de las conquistas más recientes
de la ciencia y la técnica, la garantía de una producción de bienes
materiales, de satisfacer plenamente todas las necesidades,
determinadas de manera científica, de la población”.
El periodo del proceso estaba estimado de 20 a 25 años, lo que
significaba que no se lograría hasta después del año 2000, en el mejor
de los casos, el paso a la edificación de la sociedad comunista.
En la Unión Soviética, Nikita Sergéyevich Jrushchov y Leonid
Ilich Brézhnev llegaron a sostener que su país había acabado la etapa
socialista y que comenzaban a construir la sociedad comunista. Mijaíl
Gorbachov renunció a semejantes declaraciones de triunfalismo y
consideró que el socialismo estaba en crisis y que había que realizar
reformas, mediante la glasnost y la perestroika. Él jamás se refirió a
reformar el comunismo y jamás afirmó que la Unión Soviética fuera
un estado comunista.
Un análisis de los documentos elaborados por los partidos que
dirigían estos países muestra claramente que ninguno de ellos,
absolutamente ninguno consideraba que se encontraba a la cabeza de
un país comunista, o que estaban en camino de construir la sociedad
comunista. Ningún líder de Albania, Bulgaria, Checoslovaquia,
Yugoslavia, Rumania, Polonia, RDA, Hungría o la URSS, afirmaría
que el régimen político de su país hubiese sido comunista. Se afirmó
que Mijaíl Gorbachov intentó reformar el régimen comunista a través
de la perestroika y la glasnost .
En realidad, Gorbachov nunca se refirió a la reforma del
comunismo. En diciembre de 1988 declaró: “Nos preocupamos
actualmente, al más alto nivel, en la edificación de un estado socialista
de derecho”6. Y el mismo Gorbachov afirmó en febrero de 1989:
“buscamos actualmente encontrar una modalidad menos dolorosa,
quizás, un medio óptimo de dar un rostro más humano al socialismo”7.
Por consiguiente el PCUS no consideraba tras 7 decenios en el poder,
31
Ioan Scurtu
que iban a asegurar la entrada de la Rusia (de la Unión) soviética en la
vía del comunismo.
La expresión “en diciembre de 1981 fue derribado el régimen
comunista en Rumania” es corrientemente empleada, pero nosotros
podemos mostrar el informe presentado en el XIV Congreso del PCR
en noviembre de 1989 por Ceauşescu Nicolae, secretario general del
PCR, estimando que este congreso marcaba el paso de Rumania a una
nueva etapa de desarrollo: “La realización de la fase superior del
Programa de edificación de la sociedad desarrollada multilateralmente
y la creación de las condiciones necesarias a la puesta en marcha de
los principios comunistas de trabajo y de vida”8. El momento del paso
a la edificación del comunismo estaba mucho más alejado de lo que se
había establecido en 1974.
El Programa – directiva adoptada en el Congreso- prevenía el
desarrollo micro-social de Rumania hasta los años 2000-2010 “en
vistas de cumplir sin falta el programa de edificación de la sociedad
socialista desarrollada multilateralmente y la progresión de Rumania
hacia el comunismo”. O dicho de otra forma, menos de un mes antes
de la Revolución de Diciembre, Ceauşescu Nicolae consideraba que
Rumania se encontraba en la etapa de la sociedad socialista
desarrollada multilateralmente, y la posibilidad de dar el paso para la
realización de los “principios comunistas” debía aparecer después de
2010. Sin embargo numerosos políticos, periodistas, politólogos e
historiadores no han vacilado en afirmar que diciembre de 1989 marcó
la caída del régimen comunista en Rumania. Si Ceauşescu saliese de
su tumba y supiese como definen el régimen a cuya cabeza él estuvo,
regresaría tranquilamente, convencido de que no hablaban de él.
Un análisis exhaustivo de la situación concreta en los países
dirigidos por los partidos comunistas, muestra que de hecho no
realizaron “el sueño dorado de la humanidad” anunciado por Karl
Marx. Estos partidos tomaron las teorías marxistas-leninistas y han
realizado: la liquidación de la sociedad burguesa fundada en la
propiedad privada sobre los medios de producción y la creación de la
“propiedad socialista”; la supresión de las clases sociales y la
liquidación de las viejas élites; la homogenización de la sociedad en
vista de constituir “el pueblo único de los trabajadores”; el gobierno
de un partido único que aplica “la dictadura del proletariado” (esta
denominación fue reemplazada a partir de los años 70 del siglo pasado
por “democracia revolucionaria”), el control ideológico de la
educación, de la ciencia y la cultura; la imposición de un modelo
único de existencia para cada ciudadano considerado como un
32
La revolución rumana de1989
pequeño tornillo en el gran engranaje de la sociedad socialista.
En un régimen tal, en el que el partido comunista se consideraba
como “el centro vital de la nación” y la única autoridad para gobernar,
en la que todo derecho del ciudadano a una opción libre, democrática,
era anulada, era a pesar del eslogan según el cual “el socialismo se
construye con el pueblo, para el pueblo”, un régimen totalitario. Como
en el curso de la historia ha habido muchos tipos de regímenes
totalitarios, consideramos que la denominación más correcta para los
Estados de Europa Central y del Sudeste, en los que el poder fue
ostentado por partidos comunistas, sería la de regímenes socialistas
totalitarios. Socialista- porque es lo que resulta de todos los textos
oficiales del periodo analizado y un historiador no tiene derecho de
hacer abstracciones de los documentos, y reemplazar los términos para
proponer su propio esquema teórico. Igualmente un historiador no
puede caer en la trampa de los eslóganes coetáneos, ni en los
posteriores, sino que debe analizar la manera concreta en el cual el
régimen en cuestión actuaba. Este análisis conduce a la conclusión de
que fueron regímenes totalitarios, donde el ciudadano estaba obligado
a someterse sin ninguna reserva y oposición a las directivas de los que
pretendían representar totalmente “al pueblo”. Todos los mecanismos
de poder pertenecían al partido-estado, y toda oposición era
sancionada de manera draconiana. Durante un régimen así cientos de
miles, incluso millones de personas, son eliminadas por el simple
motivo de que su opción era diferente de la oficial. La introducción
del sintagma “socialismo totalitario” en el circuito científico
encuentra, por supuesto, una oposición real, teniendo en cuenta el
hecho que hay regímenes socialistas que existían y existen todavía en
muchos Estados (Italia, España, Francia, Grecia) que respetan la
democracia, el pluralismo, las elecciones libres, la economía de
mercado y la propiedad privada. Establecer una asociación de ideas
entre el socialismo y el totalitarismo hará crear una reacción de
repulsa. Por la misma razón, en el caso del socialismo de los años 70 y
80 del siglo XX, que abandonó la vía internacional por la nacional, se
evitó la denominación de socialismo nacional para que no se asociara
al nacional-socialismo de Adolf Hitler.
Creemos que para evitar semejantes asociaciones de ideas, no es
necesario sacrificar el contenido del régimen de los países que han
tenido partidos comunistas a su cabeza, y por el contrario es posible
llegar a explicar lo mejor posible los términos. Mientras, que las
conclusiones generalmente aceptadas no han sido todavía formuladas,
vamos a utilizar en nuestra obra la denominación de regímenes
33
Ioan Scurtu
socialistas-totalitarios; pero no vamos a refutar continuamente la
consideración según la cual era un régimen comunista. El lector tiene
la posibilidad de juzgar la mesura de una y otra definición y cual es la
más adecuada al régimen político de estos países e incluso al del caso
rumano.
2. EVOLUCIÓN DE LA RELACIÓN DE FUERZAS EN EL
PLANO INTERNACIONAL
Durante la 2ª Guerra Mundial, las principales potencias aliadas
(los Estados Unidos de América, la Gran Bretaña y la URSS) llegaron
a un acuerdo en lo que concernía a las esferas de influencia. Winston
Churchill y Franklin Delano Roosevelt estaban de acuerdo para que
Iósif Visariónovich Stalin tuviera la “preponderancia” en los estados
fronterizos con la URSS. El más “generoso” fue el primer ministro
británico porque su país, que era una potencia marítima, necesitaba a
Grecia para poder controlar el Mediterráneo. Él no olvidó escribir en
sus memorias, que en 1944 en su visita a Moscú, él tomó la iniciativa
al proponer a Stalin un acuerdo basado en porcentajes: “el momento
era propicio para estos quehaceres así que le dije: “vamos a resolver el
problema concerniente a los Balcanes. Partiendo de la base de que
nosotros tenemos allí intereses, misiones, agentes. No queremos llegar
a objetivos contrarios en cuestiones menores. En lo que concierne a
Gran Bretaña y Rusia podríamos dar una predominancia del 90% en
Rumania para ustedes, otra del 90% en Grecia para nosotros y en
Yugoslavia un 50%”- Mientras se hacía la traducción yo escribí sobre
un papel: Rumania: Rusia 90%; los otros 10%; Grecia: Gran Bretaña
(de acuerdo con los Estados Unidos) 90%; Rusia 10%; Yugoslavia
50% para los dos; Hungría también 50%; Bulgaria: Rusia 75%; los
otros 25%. Le pasé el papel a Stalin, que trataba de entender la
traducción. Hubo un pequeño silencio. Después él tomó su bolígrafo
azul e hizo una gran señal de aprobación y nos lo devolvió. Todo fue
establecido en un intervalo de tiempo más breve que el necesario para
ponerlo por escrito”9.
Stalin supo especular con el desacuerdo de los occidentales,
imponiendo su propio criterio al margen de los porcentajes
establecidos, en Polonia, Bulgaria y Hungría. En Yugoslavia, el
Partido Comunista dirigido por Josip Broz Tito, organizó y dirigió la
lucha frente a la ocupación alemana, el régimen de tipo soviético se
convirtió en una realidad sin tener que recurrir al Ejército Rojo. Una
34
La revolución rumana de1989
situación similar se registró en Albania, donde el movimiento de
resistencia a la ocupación italiana fue dirigido por el Partido
Comunista que tenía a Enver Hoxha (Hodja) como máximo
responsable. Posteriormente, los países aliados determinaron una
fórmula de partición de Alemania que fue realizado en los acuerdos de
Postdam; en la zona de ocupación soviética Stalin impondrá su propio
régimen. Igualmente en Checoslovaquia donde el Partido Comunista
tenía una cierta, porque había sido un partido parlamentario
entreguerras, adoptó el mismo tipo de régimen.
Los líderes de los Estados occidentales no reconocieron que
ellos hubieran participado en el reparto de esferas de influencia, sino
al contrario buscaron acreditar la idea del respeto a la voluntad de los
pueblos, defendiendo las formas democráticas frente a todo gobierno
no representativo etc. Cuando la situación en la zona de influencia
soviética se hizo evidente, Winston Churchill lanzó acusaciones contra
Moscú. En su discurso pronunciado en Fulton (Missouri, Estados
Unidos de América) el 5 de marzo de 1946 dijo que un “muro de
hierro” caía sobre Europa, desde el mar Báltico a Trieste, en el
Mediterráneo, y que los soviéticos que no admiraban otra cosa que la
fuerza eran los culpables.
Al margen de las debilidades o del oportunismo de algunos
líderes políticos, destaca la relación de fuerzas establecida al final de
la 2º Guerra Mundial, cuando la URSS se convirtió en la primera
potencia europea y en la segunda mundial. En estas condiciones, los
líderes europeos temían que la URSS tratase de dominar el continente
entero, razón por la que han sacrificaron los pueblos del Centro y del
Sur-Este de Europa afín de salvar al Oeste. Esta relación de fuerzas se
mantuvo durante 3 largos decenios, Occidente respetó la esfera
soviética sin intervenciones, incluso cuando Hungría en 1956 o los
checos en 1968 intentaron liberarse y forzar su propio camino
evolutivo…
A finales, de los años 70 del siglo XX, la economía mundial
estaba entrando en la era post-industrial, donde la electrónica y la
informática tomarían el rol decisivo. Todos se adaptaron a esta
revolución tecnológica, los EUA, el Japón, la RFA, y los otros Estados
han conocido un desarrollo económico acelerado. Los países
socialistas, con una economía centralizadora, mantenían el tipo de
evolución clásica, específica del siglo XIX, fundada en el carbón, el
acero y el petróleo. La disminución de las reservas de materias primas
y particularmente, la crisis provocada tras el aumento del precio del
petróleo provocado por los países miembros de la OPEP
35
Ioan Scurtu
(Organización de Países Exportadores de Petróleo) en 1973, tuvo
fuertes repercusiones en las economías de estos países.
El aumento de interés de los créditos firmados con el FMI
(Fondo Monetario Internacional) y por el Banco Mundial, pero sobre
todo la utilización de los Estados occidentales, EUA el primero, de los
mecanismos financieros para ejercer presiones sobre el régimen de
Bucarest a fin de que se respetasen los derechos del Hombre han
determinado a Ceauşescu a decidir en 1980 satisfacer rápidamente la
deuda externa contraída por el Estado rumano. Esta política conduciría
al agotamiento de la economía nacional, con consecuencias sociales
extremadamente graves.
Un elemento no menos importante es el paso de la humanidad, a
principios de los años 80 del siglo XX, a la etapa de la
mundialización, en el que los medios, destacando la radio, la
televisión e internet juegan un papel muy importante. A pesar de los
múltiples obstáculos creados por las autoridades, para prohibirles
escuchar y ver las emisiones de los aparatos extranjeros, numerosos
ciudadanos de los Estados socialistas conseguían seguir estos medios
que presentaban una imagen totalmente distinta de la que era
acreditada por la propaganda comunista. En plena crisis alimenticia en
sus países veían las secciones de las tiendas occidentales llenas de
comida, mantequilla, leche…
Mientras las televisiones oficiales difundían las emisiones
marcadas con fuertes tintes ideológicos, veían que películas atrayentes
y conciertos de música ligera en los que participaba decenas de miles
de jóvenes, eran transmitidos en el “mundo libre”. Las gentes de estos
países llevaban pantalones vaqueros, ropas amplias y bebían cocacola. Ellos al contrario seguían vistiéndose con las ropas tradicionales
y bebían refrescos con dudoso sabor. El televisor, el frigorífico, el
coche se habían en convertido en objetos comunes pero en los países
socialistas poca gente tenía acceso a ellos. El hecho de poderse hacer
ahora una nueva imagen de occidente, otra que la que ofrecía el
gobierno causó un impacto psicológico considerable.
La Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa,
que tuvo lugar el 3 de julio de 1973 al 25 de julio de 1975 en Helsinki,
representó una etapa importante en el montaje del nuevo equilibrio de
fuerzas. Los dirigentes de los Estados europeos (salvo Albania) EUA y
Canadá firmaron el 1 de agosto de 1975 el Acto final de esta
Conferencia. El documento contenía tres capítulos distintos: la
seguridad militar, la cooperación económica y los derechos humanos.
La parte concerniente a los derechos humanos llamada también
36
La revolución rumana de1989
“tercera cesta”, debía constituir un factor extremadamente importante
en el control de la política interior de los países socialistas y fortalecer
los movimientos dirigidos para la creación de una sociedad civil,
como alternativa a los regímenes totalitarios. Un papel decisivo en la
modificación de las relaciones de fuerza en el plano mundial fue
jugado por los EUA, que se convirtieron a mediados de los años 70
del siglo XX en la 1ª superpotencia, bien decidida a “desestabilizar el
campo socialista”.
El presidente Jimmy Carter (1977-1981) llevó al primer plano
la cuestión de los derechos del Hombre, denunciando muy
fervientemente su violación en la Unión Soviética y en los otros
Estados socialistas totalitarios. Todos los abusos e ilegalidades eran
vigilados exhaustivamente y puestos al conocimiento de la opinión
pública mundial. Sintiéndose alentados y apoyados numerosos
ciudadanos de los Estados socialistas, particularmente intelectuales,
comenzaron a exigir el respeto de sus derechos fundamentales como la
libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de
emigración. Es así como aparecieron los primeros elementos de la
sociedad civil; en una acción poco espectacular pero tenaz, el régimen
totalitario socialista estaba carcomido en su interior, como los
pequeños gusanos que con una acción tenaz y continua logran abatir el
árbol, por muy duro que sea. Los líderes políticos de los estados
socialistas estaban obligados a emprender el diálogo con los
representantes de la sociedad civil reconociendo así su legitimidad.
Otro presidente norteamericano, Ronald Reagan (1981-1989) eligió
intervenir en el marco económico. Él lanzó en 1983 el plan de
armamento del espacio cósmico, conocido como Iniciativa de Defensa
Estratégica (IDS), o también como la “Guerra de las Galaxias”. La
idea pertenecía al científico Edgard Teller, padre de la bomba de
hidrógeno, que consistía en poner a punto un arma de rayos láser
Roentgen instalada sobre un satélite en órbita geosincrónica, capaz de
destruir los misiles enemigos en vuelo. Realizando así un escudo
espacial alrededor del territorio norteamericano imposible de penetrar
por los misiles soviéticos. Considerado por los especialistas como
irrealizable, el proyecto se llevó a la práctica por razones políticas, de
forma perfectamente realista y que tuvo una mediatización
excepcional. Los estadounidenses estimaban que el IDS pondría
término al equilibrio estratégico entre las dos superpotencias,
asegurando la supremacía de los Estados Unidos de América. Leonid
Ilich Brézhnev (1964-1982) y sus sucesores Yuri Vladímirovich
Andrópov (1982-1984) y Konstantín Ustínovtch Chernenko (1984-85)
37
Ioan Scurtu
buscaron responderle, pero la economía soviética no podía enfrentarse
a semejante programa. Mientras, la Unión Soviética lanzó su propio
programa de armamento en el espacio cósmico, utilizando todos sus
recursos, cuyo resultado fue la caída económica de esta Gran Potencia.
Por otro lado la economía de los países desarrollados (EUA, Japón,
RFA) entraron a fines de los años 70 del siglo XX en la era postindustrial, en tanto que los países socialistas seguían en la economía
clásica específica del siglo XIX, cuyo desarrollo se basaba en la
industria pesada del carbón y del acero, aumentando así las diferencias
económicas entre socialistas y occidentales a favor de estos últimos.
Ronald Reagan fue el primer presidente norteamericano en
haber tomado la iniciativa en los dominios geoestratégicos e
ideológicos. Él denominó a la Unión Soviética en 1983 como “un
imperio del mal, listo para cometer cualquier crimen, o mentir y
engañar” a fin de realizar sus objetivos10. Una amplia campaña de
propaganda convenció a los norteamericanos para salir de su letargo y
movilizarse contra el comunismo, que representaba un peligro para su
propia seguridad. El presidente abandonó el principio de no injerencia
en los quehaceres internos y decidió sostener los movimientos
anticomunistas, que surgieron en todos los países de influencia
soviética. Siguiendo esta línea el secretario de estado Gheorghe
Schultz afirmó en 1985: “Las fuerzas democráticas del mundo entero
merecen nuestro apoyo”11. Este apoyo fue moral, pero también
material, así el Congreso de los Estados Unidos de América concedió
sumas importantes para lograr los objetivos propuestos por Ronald
Reagan. Estas declaraciones y las decisiones que se tomaron
mostraban claramente el cambio en las acciones de la política externa
de los EUA: “Del conflicto militar a la lucha por los derechos
humanos y por la democracia pluralista, donde la imagen y la palabra
se convierten en las armas principales en la confrontación capitalismosocialismo”12. Ciertas estimaciones establecía que aproximadamente
el 80% de imágenes y textos que circulaban por el mundo a principios
de los años 80 del siglo pasado, provenían desde los EUA13.
3. LAS TENTATIVAS DE GORBACHOV PARA SACAR
AL SOCIALISMO DE SU CRISIS
Mijaíl Sergéyevich Gorbachov, elegido el 11 de marzo de 1985
como secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética
(PCUS) intentó recolocar la situación en su país, y lanzó el slogan
38
La revolución rumana de1989
uskorenie (aceleración) con la esperanza que le permitirá cambiar la
decadencia económica de la URSS con respecto a Occidente. A partir
de 1986 comenzó a hablar de la perestroika (reconstrucción) y de la
glasnost (transparencia). El líder soviético afirmó que “la perestroika se
apoya sobre nuestros valores socialistas, sobre la interpretación
contemporánea de los clásicos del marxismo”14. Así, en una obra más o
menos reciente, se menciona que la perestroika era “una estrategia
política destinada en primer lugar a consolidar el Estado soviético en
el interior, para terminar con la ruptura entre el partido y la
sociedad”15.
Un grave accidente se produjo a finales de abril de 1986 en la
Central Nuclear de Chernobíl (Ucrania). Sus efectos se notaron en
numerosos países de Europa Central y del Norte, pero el Kremlin
conforme a sus viejas costumbres no dijo nada. Sólo el 14 de mayo,
18 días después de la catástrofe, Mijaíl Gorbachov hizo una
declaración oficial comprendiendo que la ocultación del suceso
resultaría gravemente perjudicial para la imagen de su régimen, y así
el líder soviético decidió promover su política de glasnost también en
sus relaciones con los medios.
El 1 de octubre de 1988, es elegido presidente del Presidium del
Soviet Supremo de la URSS, función equivalente al cargo de jefe de
Estado. Mijaíl Gorbachov fue ciertamente un caso único en la historia.
Llegó a la dirección del PCUS y de la URSS, sucediendo a tres líderes
viejos y enfermos (Brézhnev, Andrópov, Chernenko), Mijaíl
Gorbachov, joven, instruido, de maneras occidentales, generó un clima
de optimismo en el seno de la sociedad soviética, y fue apoyado con
esperanza por numerosos comunistas, e incluso, por la gran masa de
los ciudadanos soviéticos y por los intelectuales. Lo que era muy
importante es que Gorbachov tuvo el apoyo del KGB, que “sabía por
los intermediarios de su aparato de información que el retraso de la
URSS en su competición con occidente era grande”16. Él sabía
también que la presión del aparato de Estado y de las fuerzas del
orden vulneraba cada vez más al sistema socialista; para sobrevivir, el
sistema debía ser reformado en su totalidad.
Las ideas de Gorbachov aparecieron en la época, como una
solución milagrosa y el líder del Kremlin fue considerado como un
gran hombre de Estado, moderno y abierto al diálogo con la sociedad.
Mientras las reformas no mejoraban la situación de la URSS, la
deterioración económica era al mismo tiempo cada vez más grande y
la crisis política se acentuaba. La realidad histórica demostró “una vez
abierta la caja de Pandora” que el régimen dictatorial no podía tener
39
Ioan Scurtu
bajo su control a la población. La glasnost significaba para un
numeroso grupo de personas no sólo una operación de limpieza de la
imagen del Partido Comunista, quién habría así manifestado su
intención de dialogar realmente con los ciudadanos y sobre todo
abandonar su monopolio político. Los derechos humanos pasaron a
primer plano, más allá de los derechos de los intereses del partido, las
opciones políticas incluidas las anticomunistas, se podían manifestar
libremente. La perestroika no era solamente la reconstrucción del
sistema socialista totalitario, sino de la propia sociedad, por la
supresión del modelo centralizado de dirección, y la garantía del libre
ejercicio de la economía de mercado. La reforma daba el visto bueno a
la propiedad. Aleksandr Yákovlev, un colaborador próximo de
Gorbachov afirmó: “La puesta en marcha de la economía de mercado
debe producirse lo más rápido posible. Pero no se podrá hacer con las
estructuras actuales de dirección centralizada”17. Según su opinión,
descentralizar la toma de decisiones y promover la libre concurrencia
eran básicos; el problema era que esta idea minaba las bases mismas
del socialismo de tipo soviético.
Las teorías de Gorbachov impusieron una modificación en la
postura del Partido Comunista con respecto a la Iglesia. El régimen
soviético se caracterizó durante decenios, por una actitud
extremadamente negativa en lo que se refería a la religión; las iglesias
se cerraron, los sacerdotes enviados a prisión y el ateismo se convirtió
en la religión del Estado. Sólo es durante la guerra que Stalin dio un
papel importante a la Iglesia, para elevar la moral del pueblo, y el
coraje para luchar contra los alemanes y para defender la patria. En
abril de 1988, Gorbachov recuperó al patriarca de Rusia y las iglesias
volvieron a abrirse. Los servicios religiosos eran celebrados sin
obstáculos; algunos a los que asistió Gorbachov fueron retransmitidos
por la televisión. Esta actitud frente a la Iglesia se extendió a los otros
Estados socialistas, donde los líderes adeptos de la reforma
recuperaron el apoyo del clero en su acción frente a los conservadores
ateos.
La nueva actitud coincidía con las actuaciones del papa Juan
Pablo II. El antiguo arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, fue elegido
Papa en 1978, siendo el primer jefe de la Iglesia Católica que
pertenecía a un país de Europa del Este. Buen conocedor de la realidad
de esta zona, Juan Pablo II impuso una nueva definición de las
relaciones con el Este, fundada sobre “la verdad y no sobre las
concesiones fundamentales”. Su llamada dirigida a los ciudadanos de
los Estados totalitarios “no tengáis miedo” fue popular. Eso quería
40
La revolución rumana de1989
decir que no debían temer nada y que debían luchar contra las
dictaduras por la libertad y por la fe.
Por la iniciativa de Gorbachov muchos disidentes fueron
rehabilitados, como Andréi Dmítrievich Sajarov y también se honró a
personalidades del Partido Comunista de la Unión Soviética, victimas
de la represión de Stalin. Entre otros a Nikolái Bujarín, Grigori
Zinóviev y el mismísimo León Trotsky. Con su política Gorbatchev
animó, sin darse cuenta de las consecuencias, a la afirmación de la
sociedad civil dentro de los Estados que formaban la Unión Soviética.
De este modo en los Países Bálticos, en Georgia, en la República de
Moldavia, el espíritu nacional oprimido hasta ahora por el régimen
totalitario, comenzó a hacerse notar. Por ejemplo durante el curso del
Pleno del Comité de dirección de la Unión de Escritores de la RSS de
Moldavia, durante el mes de marzo de 1988, los participantes
propusieron “la proclamación de la lengua moldava como lengua del
Estado de esta República y el pleno restablecimiento de su función
social”18. El 27 de mayo de 1988 es la fecha en que se fundó el
Movimiento Democrático de Moldavia por el Sostenimiento en la
Reestructuración que tuvo por tarea promover la nueva política
lanzada por Mijaíl Gorbachov. Considerando que no podían sostener
más sus esfuerzos en la carrera armamentística soviética, Gorbachov
se declaró en pos de una nueva aproximación en las relaciones
internacionales. Él afirmó el 7 de diciembre de 1988, en la tribuna de
la ONU19, que las relaciones internacionales debían pasar de la
confrontación a la cooperación, y que la fuerza no representaría más
un instrumento de política exterior. A su parecer “el principio de la
libre opción debía ser forzosamente necesario” y “la diversidad se
imponía en el mundo”.
Mijaíl Gorbachov adquirió gran popularidad a los ojos de
Occidente. Su imagen era muy cotidiana en los EUA, la Gran Bretaña,
Francia, etc. Los canales de televisión y las radios occidentales se
empeñaban en pedirle entrevistas. Gorbachov e incluso su esposa
Raísa Gorbachova eran interlocutores extremadamente agradables. La
Unión Soviética no era ya más “el imperio del mal”, sino un país
interesante, digno de ser apreciado. Desde sus comienzos como
secretario general del PCUS, Gorbachov empezó, conforme a la
antigua tradición soviética, a reemplazar los viejos dirigentes de los
partidos comunistas “hermanos” y a promover a los jóvenes valores
para realizar la perestroika.
Por su política de glasnost y de perestroika Gorbachov logró, de
hecho, la afirmación de la sociedad civil sobre el Estado socialista.
41
Ioan Scurtu
Durante el curso de una reunión limitada, en marzo de 1988, en la cual
tomaban parte Eduard Shevardnadze y Aleksandr Yákovlev,
principales adeptos a la reforma, planificaron una nueva estrategia.
Ésta procuraba dinamizar la sociedad, particularmente la de los frentes
populares o nacionales, bajo la dirección de los partidos comunistas.
El objetivo era rehacer la influencia de los partidos utilizados bajo el
modelo de entreguerras por el Frente Popular Antifascista. Si en esta
época el antiguo Estado aprobó la colaboración con los partidos
democráticos burgueses, en el presente, el centro de preocupación se
centraba en la formación y afirmación de líderes procedentes del
ámbito intelectual (escritores, actores, etc.). La evolución de los
acontecimientos a lo largo de los años 1988 y 1989 demostró que esta
orientación fue dando sus frutos, así los movimientos reformadores
tuvieron intelectuales como líderes en la mayor parte de los países
socialistas. Alentados por los oficiales soviéticos, debían huir de la
influencia de las fuentes “para elaborar sus propias estrategias y construir
verdaderos partidos políticos”20. Por otra parte, los conservadores en la
dirección de los partidos comunistas que se quedaron en sus posturas
intransigentes, impusieron el arresto y la expulsión de numerosos
intelectuales disidentes, lo que les hizo así todavía más populares. En
1989 los perseguidos (los disidentes) tuvieron su aparición en primera
plana, como abanderados de la sociedad civil.
Otro método con el cual Gorbachov logró debilitar las
posiciones de los líderes conservadores fue a través de la penetración
en los organismos de información (de seguridad) de los países
socialistas, para disminuir y aniquilar su capacidad de reacción frente
a los movimientos de la oposición. En las entrevistas con los jefes de
los servicios secretos de estos Estados, los representantes de la Unión
Soviética buscaban acreditar la idea de la glasnost y de la perestroika,
que se podía reducir las tensiones sociales y políticas, que el
socialismo –en su forma antigua- no era inmutable.
La situación más complicada fue la de las tensiones sociales que
tuvieron lugar en Polonia en los años 70 y principios de los 80. En
diciembre de 1970, el ejército utilizó la fuerza para solucionar la
huelga de los obreros de los puertos del mar Báltico: hubo 36 muertos
y 1200 heridos. Nuevas protestas tuvieron lugar en junio de 1976.
Durante el mes de julio y de agosto de 1980, el gobierno firmó un
acuerdo con el líder de los huelguistas de Gdansk, el electricista Lech
Wałęsa. Era la primera vez que un gobierno comunista establecía
negociaciones con un sindicato que no era controlado por el partido.
Estimando que el socialismo estaba en peligro, los líderes soviéticos
42
La revolución rumana de1989
propusieron, el 4 de diciembre, una intervención militar de los países
miembros del Tratado de Varsovia en Polonia. Ceauşescu Nicolae y
János Kádár se opusieron y esta iniciativa se abandonó21.
Bajo esta situación de tensión, el general Wojciech Jaruzelski se
convirtió en primer ministro (febrero de 1981) y primer secretario del
C.C. del Partido Socialista Unido Polaco (octubre). En diciembre de
1981, decretó la ley marcial, y suspendió Solidaridad (Solidarność) e
hizo detener a millares de sus activistas22. Los líderes del sindicato no
opusieron resistencia. Según Adam Michnik “tuvieron que elegir entre
lo siguiente: la ley marcial – la cual, con todos sus inconvenientes, con
cientos de muertos y miles de personas humilladas y frustradas, sin
embargo lograba mantener una Polonia libre- o la intervención
soviética23. El ministro soviético de Asuntos Exteriores, Eduard
Shevardnadze, apreció la decisión de Jaruzelski: “él salvó a su país de
una segunda invasión, convenciendo a la dirección soviética de la
capacidad polaca para controlar la situación. La proclamación del
estado de emergencia evitó a Polonia el peligro de la intervención”24.
Aunque oficialmente disuelta, Solidaridad continuó existiendo
y sus líderes fueron permanentemente mantenidos por los países
occidentales; en 1983 Lech Wałęsa recibió el Premio Nobel de la Paz.
Una vez se tranquilizó la situación, se acordó la amnistía general en
septiembre de 1986 (Jaruzelski renunció al cargo de primer ministro
en noviembre de 1985, asegurándose el puesto de presidente de la
República). El general quiso obtener el apoyo popular para su nueva
orientación. Así organizó el 30 de noviembre de 1987, un referéndum,
que fue anulado debido a la baja participación. Jaruzelski no cedió y
propuso el 26 de agosto de 1988 “una mesa redonda” con oficiales y
con la oposición “que respeta el orden legal y la Constitución”25. Las
negociaciones fueron así abiertas. En septiembre de 1988, Mieczyslaw
Rakowski, seguidor de las reformas de Gorbachov, fue nombrado jefe
del gobierno.
En Bulgaria, Todor Zhivkov, conocido por su docilidad y su
fidelidad a los líderes del Kremlin, cual fuese su orientación, se
declaró de acuerdo con las reformas iniciadas por Gorbatchev. En julio
de 1987, presentó al Partido Comunista de Bulgaria un amplio
programa sobre la reestructuración del sistema socialista sin por lo
tanto actuar en su puesta en marcha. Por otra parte, Zhivkov que desde
1954 era parte de la dirección del Partido Comunista Búlgaro, no tenía
la simpatía de Gorbachov, que deseaba un dirigente joven, que
aplicase con sinceridad la perestroika en Bulgaria.
En Hungría, el líder comunista János Kádár, que había sido
43
Ioan Scurtu
impuesto por los soviéticos en 1956, adoptó una política de
pacificación de la sociedad. Reemplazó la divisa estalinista de “el que
no está con nosotros está contra nosotros” por “el que no está con
nosotros no está contra nosotros”. E igualmente promovió el
“socialismo de gulash” permitiendo mejorar el estado material de la
población. El Partido Obrero Socialista Húngaro (comunista) adoptó
una política nacionalista buscando la nostalgia de la Gran Hungría,
señalando “la gran injusticia” hecha a su país en 1920 en los acuerdos
de Trianon. En este fondo se realizó una plataforma de colaboración
entre Budapest y la emigración magiar, sobre todo de los EUA. En los
años 70 del siglo XX, se podía observar una buena cooperación entre
los antiguos Horthystes, es decir los húngaros que escaparon de
Hungría en 1956 y la posterior emigración oficial a los estados
occidentales, con la aprobación de las autoridades húngaras. En
diciembre de 1986, el representante de Hungría en la tercera reunión
de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa,
organizada en Viena puso sobre la mesa el problema de la
discriminación de los húngaros que vivían en los países vecinos. Dos
historiadores norteamericanos hicieron constatar que “la prensa
occidental intervino rápidamente para incrementar el conflicto. Los
problemas asociados a la cuestión de los derechos humanos,
presentaban un gran interés para el público y en poco tiempo, la
situación de la minoría magiar en Transilvania llamó la atención de la
opinión pública internacional, captando también el interés de algunos
miembros del Congreso norteamericano”26.
Un ala reformista, con Poszgay Imre a su cabeza, se creó dentro
del Partido Obrero Socialista Húngaro. El 2 de mayo de 1988, János
Kádár era reemplazado en la dirección del partido por un Presidium
conducido por Reszö Nyers y Károly Grósz fue elegido secretario
general. En esta función él sólo tenía funciones administrativas.
En Checoslovaquia, Gustáv Husák, instalado en el poder por
los soviéticos en 1968, se declaró a favor de las reformas, pero en
realidad no estaba convencido de la vía abierta por Gorbatchev. En
marzo de 1987, presentó al Comité Central del Partido Comunista
Checo un programa de reformas y de democratización de la sociedad,
declarando que “como ha hecho a lo largo de su historia, el partido
utilizará otra vez la experiencia del Partido Comunista de la Unión
Soviética”27. El paso más importante a nivel de dirección se tomó en
noviembre de 1988, cuando el primer ministro Lubomir Strougal fue
remplazado por Ladislav Adamec, que se mostró más abierto a las
reformas.
44
La revolución rumana de1989
Albania continuaba siendo un país cerrado, donde Ramiz Alia,
sucesor del líder histórico Enver Hoxha (fallecido en 1985) que había
conducido la lucha de su pueblo contra la ocupación italiana, gobernó
de una manera aún más rígida que su predecesor.
Yugoslavia, que era el país más avanzado en la vía de las
reformas y que tenía mayor abertura internacional, atravesaba un
periodo difícil tras la muerte de Josip Broz Tito. Las tensiones sociales
aumentaban incorporándose el problema étnico. En este país las
huelgas estaban autorizadas y los obreros usaban a menudo esta forma
de protesta. 900 huelgas se registraron sólo en 198628. Slobodan
Milošević, fue elegido presidente del Comité Central de la Unión de
los Comunistas de Serbia, en mayo de 1986, y se convirtió en el
personaje político más poderoso. Su principal preocupación era
mantener la unidad de Yugoslavia e imponer líderes fieles en las
provincias que buscaban la autonomía: Voivodina, Montenegro,
Kosovo.
En la República Democrática de Alemania (RDA), la
dirección estaba en las manos de Erich Honecker, elegido primer
secretario del Comité Central del Partido Socialista Unido de
Alemania en 1971 y presidente del Consejo de Estado, a partir de
1976. Él veía con hostilidad las reformas encaminadas por Gorbachov
y las consideraba peligrosas para el régimen socialista.
4. SITUACIÓN DE RUMANIA
a. Desovietización y liberalización
Rumania tuvo una evolución atípica en el interior del campo
socialista29. Después de un periodo de alineación con las políticas de
Moscú, el régimen de Bucarest rehusó obtener la retirada de las tropas
soviéticas en Rumania, en 1958. Este acto fue realizado bajo la
sombra de amplias maniobras políticas dirigidas por Gheorghe
Gheorghiu-Dej en mayo de 1955. Después de la retirada del Ejército
Rojo de Rumania, el régimen de Bucarest continuó elogiando a la
Unión Soviética y a sus dirigentes, y tomó medidas de represión
“contra los enemigos del socialismo”. Durante un año aproximadamente
los arrestos se realizaron, las sesiones públicas “de acusación” fueron
organizadas, actos que recordaban a lo que sucedió a principios de los
años 50. Estaban destinados a “tranquilizar la vigilancia” del Kremlin,
que sabía que Rumania constituía “una parte importante” del campo
socialista. A la vez se “tentaba el terreno” en las diferentes capitales
45
Ioan Scurtu
occidentales para normalizar las relaciones bilaterales, gravemente
deterioradas desde 1948. Las delegaciones económicas efectuaban
visitas a los EUA, Francia, Italia, la RFA, y a otros Estados buscando
arreglar las cuestiones de los bienes, las propiedades y de las
compañías, de estos países, confiscadas por Rumania tras la 2ª Guerra
Mundial. Sobre esta base, los acuerdos fueron cerrados entre el Estado
rumano y las compañías occidentales, dirigiendo sus esfuerzos sobre
todo al dominio de la tecnología.
Un amplio proceso de des-sovietización de la sociedad rumana
comenzó en 1960. Se suprimieron poco a poco, el Instituto “Máximo
Gorki” (que se convirtió en Instituto de Lenguas Extranjeras), la
Biblioteca “Cartea Rusa” (el libro ruso, reemplazado por la Biblioteca
del Libro Extranjero), el Museo Rumano-Ruso (que después de largos
trabajos de restauración, el edificio pasó a denominarse Museo de
Literatura Rumana).
Fueron elaborados nuevos manuales escolares, en los que se
volvieron a reintroducir las figuras importantes de la historia, la
literatura y las ciencias rumanas. El Estado invirtió grandes sumas de
dinero en la educación, en la ciencia y la cultura, miles de escuelas,
decenas de institutos de investigación, facultades, hospitales,
policlínicas, etc., fueron construidos. Las cadenas de radios regionales
volvieron a abrirse en Iaşi, Craiova, Târgu Mureş, Timişoara. 1957
marcó el comienzo de las retransmisiones de la televisión pública, que
emitía de 4 a 6 horas por día. 1963 e s el año de aparición de la revista
“Lumea” (el mundo) cuyo eje estaba centrado en la vida política
internacional.
De 1957 a 1965 se acondicionó el litoral rumano del mar Negro
y decenas de miles de ciudadanos se beneficiaron de vacaciones de 10
a 12 días. Por intermediación de los sindicatos tuvieron ofertas
gratuitas. Se restablecieron los contactos culturales con Occidente; el
estudio de las lenguas inglesa, francesa, alemana se reintrodujeron en
los programas escolares (junto a la lengua rusa que era obligatoria).
El régimen adoptó una actitud más flexible; el año 1960 marcó
el principio de la liberación de los presos políticos gracias a sucesivas
demandas de amnistía. Los últimos 10.000 presos políticos de
Rumania fueron puestos en libertad en agosto de 1964. La mayoría de
ellos recibieron la jubilación estatal e incluso algunos volvieron a sus
antiguos empleos en las universidades y en los institutos de
investigaciones científicas.
La política económica continuó buscando acentuar la industria,
además de la industria pesada, mecánica, alimenticia y la de bienes de
46
La revolución rumana de1989
consumo (vestidos, calzado, electrodomésticos, etc.) tuvieron mayor
atención.
Las direcciones obligatorias del proceso de industrialización fueron
la electrificación, la mecanización compleja, la automatización de la
producción, el desarrollo de la industria mecánica. Fondos importantes
se usaron para ayudar a la industria rumana. Se han creado las
unidades de producción en todos los departamentos del país, se han
puesto en marcha importantes complejos industriales, nuevas ramas y
subramas industriales nacieron y las mayoría de las localidades fueron
electrificadas.
Una poderosa plataforma industrial se desarrolló en cada ciudad
y numerosos empleos fueron creados en la industria, en el sector
servicios, en los sectores de la educación y de la salud, etc. La tasa de
acumulación empleada en la inversión y en la industrialización se
elevó al 20-25% siendo de las más altas del mundo.
Una vez acabado el proceso de colectivización de la agricultura
en 1962, un amplio programa fue adoptado, en busca de la
modernización de esta rama de la economía nacional y el aumento de
la producción por hectárea. Igualmente se pusieron en marcha granjas
para legumbres, frutas, hortalizas, ganaderías de aves de corral y
animales domésticos (cerdos, vacas, etc.).
El estado material de la población mejoró gracias a los
resultados obtenidos en la industria y la agricultura. Se comenzaron a
construir nuevas viviendas y los apartamentos fueron atribuidos
gratuitamente para el uso de los obreros. El número de estaciones
turísticas y balnearios aumentó. Las tradicionales ciudades rumanas
tuvieron inmensas transformaciones, su aspecto cambió tanto desde el
aspecto material (construcción de edificios, carreteras, electricidad,
autobuses, etc.) como espiritual, por la cuestión del lienzo ancestral de
los campesinos con la tierra.
Los productos provenientes de los países occidentales entraron
en el mercado rumano a principios de los años 60. Se compraron
películas, se abrieron exposiciones, se ofrecieron conciertos, se
organizaron festivales en los que estaban presentes personalidades del
“campo socialista” como del occidental. La Constitución de 1952
sufrió modificaciones, así las restricciones relativas al ejercicio del
derecho al voto para ciertas categorías de ciudadanos fueron
eliminadas. En 1961, en lugar del Presidium de la Gran Asamblea
Nacional, se creó el Consejo de Estado de la República Popular
Rumana, órgano bajo el control de la Gran Asamblea Nacional,
respondiendo ante ella de su actividad.
47
Ioan Scurtu
El 21 de marzo de 1961, Gheorghe Gheorghiu-Dej fue elegido
presidente del Consejo de Estado e Ion Gheorghe Maurer fue
nombrado presidente del Consejo de Ministros. Gheorghe GheorghiuDej e Ion Gheorghe Maurer fueron los creadores de la política de
independencia y soberanía de Rumania. La dirección de Bucarest
aprovechó el conflicto entre China y la URSS para afirmar su propia
posición, distinta de la de Moscú, con respecto a las cuestiones
concernientes a la vida interna y a las restricciones entre los partidos
comunistas y obreros.
Un momento particularmente importante, que tuvo un gran eco
internacional y nacional fue cuando en abril de 1964, los gobernantes
de Bucarest han hecho público y con firmeza, su nueva orientación.
En la Declaración relativa a la posición del Partido Obrero Rumano
en cuanto a los problemas del movimiento comunista y obrero
internacional, se escribió que Rumania sostenía los principios de
soberanía y de la independencia nacional, de la no injerencia en los
asuntos internos, del provecho y respeto mutuo. El Partido Obrero
Rumano se pronunció por el reconocimiento de la especificidad
nacional, histórica, por la compensación y la aceptación de la
diversidad de las condiciones y del desarrollo de cada país.
El documento precisaba: “el estricto respeto del principio según
el cual todos los partidos marxistas-leninistas son iguales en cuanto a
sus derechos, del principio de la no injerencia en los asuntos internos
de los otros países, del derecho exclusivo de cada partido a arreglar
sus problemas políticos y de organización, a designar su dirección, a
orientar a sus miembros bajo las cuestiones de política interior e
internacional constituye la condición esencial en vistas de un
reglamento libre de conflictos y de los otros problemas que su postura
por la lucha común plantea”. En este espíritu la Declaración
consideraba: “no existe ni puede existir, un partido padre y un partido
hijo, partido superior y partido subordinado”. O dicho de otra forma
Rumania no reconocía la supremacía de la Unión Soviética, ni el rol
dirigente del Partido Comunista de la Unión Soviética en las
relaciones internacionales. El Partido Obrero Rumano se consideraba
responsable de su política y que solamente debía rendir cuentas al
pueblo rumano.
La Declaración de abril de 1964 tuvo gran eco internacional,
particularmente en los Estados occidentales, donde fue considerada –
en justicia – como el comienzo de un nuevo periodo en la evolución
de la política interna e internacional de Rumania, como un acto de
independencia frente a Moscú.
48
La revolución rumana de1989
Un periodo de liberalización de la sociedad socialista rumana
siguió a la adopción de la Declaración de abril de 1964. Esta
orientación, que comenzó con Gheorghe Gheoghiu-Dej, continuó tras
su muerte en marzo 1965. La población rumana tuvo de 1964-1974
una larga abertura hacia la democracia; se realizaron tentativas en
vistas de crear un mercado libre. Dieron también el visto bueno para la
libertad intelectual. Los contactos con el occidente se desarrollaron.
Esta liberalización se produjo bajo ciertos límites impuestos por la
existencia de un régimen de esencia totalitaria. El nuevo líder
Ceauşescu Nicolae, dirigió amplias acciones en busca de reorganizar
el Estado y la sociedad. En julio de 1965, el Partido Obrero Rumano
(PMR) se autodenominó Partido Comunista Rumano (PCR). El IV
Congreso del PMR se convirtió en el IX Congreso del PCR Tras 1965,
el acento se puso en la idea de renunciar “al modelo único” en la
edificación del socialismo. Se estableció así que había que tomar en
consideración las particularidades de cada país.
El 21 de agosto de 1965, Rumania adoptó una nueva
Constitución, donde se determinaba que Rumania adoptaba el nombre
de República Socialista de Rumania. La ley fundamental se preveía en el
artículo 1º: “la República Socialista de Rumania es un Estado de
trabajadores, de pueblos y ciudades, independiente y soberano”. Una
amplia reforma administrativa se realizó en 1968. Esta significó una
renuncia a las viejas denominaciones soviéticas (sección, región) para
volver a la unidad administrativa tradicional: el departamento. “La
legalidad socialista” se convirtió en una preocupación importante para
los líderes políticos de Rumania. En abril de 1968 fueron
“desenmascarados” los abusos y las irregularidades de los tiempos de
Gheorghe Gheorghiu-Dej, y muchos activistas del partido fueron
rehabilitados comenzando por Lucretiu Patrascanu.
Esta decisión tenía un carácter político, teniendo en cuenta que
ninguna medida fue tomada contra los dirigentes del aparato de
represión. Al contrario, el antiguo jefe de la Securitate, el general
Alexandru Nicolski, fue condecorado “pos su contribución a la
victoria del socialismo”. La relación Iglesia-Estado se suavizó y
muchos seminarios teológicos fueron abiertos y el número de
estudiantes de la Facultad de Teología de Bucuresti aumentó. Muchas
iglesias y monasterios fueron restaurados.
La ley de 1968 sobre la Educación establecía una enseñanza
general obligatoria de 10 clases. Los manuales gratuitos para todos los
alumnos se introdujeron a partir de 1965 (desde Primaria a
Secundaria). Se abrieron nuevas universidades en Craiova (1965) y
49
Ioan Scurtu
Braşov (1967). Muchas residencias de estudiantes se construyeron en
Bucarest, Iaşi, Timişoara, Cluj y un nuevo complejo estudiantil
perteneciente al Instituto Politécnico de Bucarest se inauguró en 1970.
Se registró cierta relajación ideológica. Personajes desahuciados
duramente a principios de los años 50 – Titu Maiorescu, Călinescu
George, Octavian Goga, Tudor Arghezi – se reintrodujeron en los
manuales escolares. Se editaron nuevas revistas, se organizaron
debates entorno a cuestiones de literatura nacional y universal. Fue
igualmente la época de afirmación de novelistas como Preda Marin y
Eugen Barbu, o de jóvenes poetas como Nichita Stănescu y Marin
Sorescu.
Fue recomenzado el estudio de la historia en especial la
nacional, basada en los documentos. 1967 es el año de partida de la
revista “Magazín Istoric” (revista de historia), que tuvo un importante
papel en la popularización de la historia, incluso con la publicación de
documentos y memorias inéditos.
Los arquitectos y los ingenieros constructores pudieron
practicar sus capacidades creativas en la edificación de grandes
edificios de viviendas como por obras únicas como el Palacio de la
Televisión Rumana, el edifico del Teatro de Estado de Târgu Mureş, el
Palacio Político-Administrativo de Baia Mare, la Sala Multi-funcional
de Bucuresti, el Aeropuerto Internacional de Otopeni. Los contactos
culturales fueron numerosos y muchos jóvenes rumanos pudieron
hacer sus estudios en los países occidentales; se abrieron los “centros
culturales” de Rumania, en Italia, Francia, Estados Unidos de
América, República Federal de Alemania, etc.
Las películas rumanas fueron presentadas en los grandes
festivales, incluso al de Cannes. Después que Popescu-Gopo Ion
obtuvo en 1957 el Gran Premio por su película de dibujos animados
“Scurtă Istorie” (Historia Breve), en 1965, Liviu Ciulei recibió el
Premio de Realización por la película “Pădurea Spânzuratilor” (el
Bosque de los Ahorcados). El Premio “Opera Prima” fue otorgado en
1966 al realizador Mircea Mureşan por su producción “Răscoala” (El
Motín), según la novela del mismo nombre del escritor rumano Liviu
Rebreanu.
Con respecto a la política económica, conoció tras 1964 algunos
cambios. La Conferencia Nacional del PCR de diciembre de 1967,
estableció una gran descentralización de la actividad económica, el
plan único que se adoptó a nivel nacional contenía sólo algunas
indicaciones de base. Se puso el acento en particular en la
modernización y en la rentabilidad de las empresas industriales. El
50
La revolución rumana de1989
Estado rumano invirtió importantes créditos en el extranjero, para
lograr la adquisición de máquinas y equipamientos modernos
destinados a la economía nacional.
Importantes empresas industriales fueron constituidas en la
práctica totalidad de departamentos nacionales. Se han creado
plataformas industriales, particularmente en materias como la
electrónica, electrotécnica y en la petroquímica. En 1968 Rumania
comenzó a producir los automóviles “Dacia” (en colaboración con la
compañía francesa Renault) y un año más tarde, en 1969, se construyó
el primer helicóptero- IAR-316 (en colaboración con la compañía
francesa “Alouette”). En 1970 se puso en marcha la primera turbina de
la Central Hidráulica de las Puertas de Hierro I. La electrificación del
ferrocarril comenzó en el mismo periodo: la primera vía férrea
electrificada, Bucarest-Braşov data de 1968. La agricultura se
modernizó a la vez: se buscó la mecanización, la utilización de
fertilizantes y de pesticidas a gran escala, la puesta en marcha de
centros de investigación gracias a los cuales obtenían nuevas
variedades de plantas, y nuevas razas de animales que aumentaron la
productividad. Se formaron especialistas en cada materia: agrónomos,
veterinarios. Por todo el país se crearon “complejos” de ganadería
doméstica (cerdos, vacas, corderos) y aves de corral según el modelo
practicado en EUA.
El comercio registró un pleno ascenso. Una “Feria
Internacional” fue organizada a partir de 1970 anualmente en
Bucarest. El evento tuvo la participación de un gran número de
sociedades industriales de Europa, Asia y América. Rumania comenzó
a exportar a gran escala maquinaria y herramientas, tales como por
ejemplo las sondas petrolíferas producidas en Ploieşti y los tractores
producidos en Braşov compitiendo con los mejores del mundo.
El nivel de vida mejoró sensiblemente, el mercado rumano
dentro del “campo social” fue mejor aprovisionado. Un amplio
programa de construcciones de viviendas fue abierto. Las viviendas
eran ofrecidas gratuitamente a los ciudadanos particularmente, a los
obreros de las grandes empresas industriales. La asistencia médica
gratuita se generalizó. Se crearon nuevas estaciones turísticas y
balnearios que se situaban en la costa del mar Negro. Los aparatos de
radio, los televisores, las lavadoras, frigoríficos y los automóviles
entraron en la vida cotidiana de los rumanos.
La ciudad rumana, conoció una transformación más
espectacular. De una parte, la tradición había cambiado: las viejas
costumbres y las costumbres populares comenzaron a perder
51
Ioan Scurtu
importancia, empezando a desaparecer, en numerosas localidades
rurales, por otra parte, el desarrollo de la modernización, se impuso en
las aspiraciones, en la mentalidad y los modos de vida diferentes de
los que había en época de entreguerras. La vida en las ciudades
adquirió ritmos cada vez más rápidos y la gente se implicó
fuertemente en las actividades de la comunidad. Las viviendas se
modernizaron, siendo concebidas bajo el modelo urbano, dotadas de
mobiliario comprado en la ciudad y de estufas. El campesino
corporativista perdió la costumbre de ir a trabajar la tierra: esperaba
que el brigadier o el presidente de la Cooperativa Agrícola de
Producción (CAP) le llamara y no olvidaban regresar antes de la caída
del sol.
La transformaciones radicales tenidas en la familia (desde el
punto de vista de su función y de su estructura) bajo el impacto de la
industrialización y de la urbanización se concretizaron en la
prolongación de la duración de la escolarización, y de la instrucción
en general, la participación de la mujer en la actividad económica no
agrícola, una movilidad social creciente, la bajada de la mortalidad
infantil, el desarrollo del sistema de la seguridad social, la subida del
nivel de vida, la bajada de los costes asociados a la educación de los
niños, la disminución de la influencia de la iglesia y de las normas
morales.
La política exterior de Rumania se apoyó sobre 4 principios que
fueron formulados en abril de 1964, y que lograron el reconocimiento
internacional: la igualdad de derechos, la no injerencia en los asuntos
internos, la integridad territorial y la soberanía nacional, el respeto
mutuo. Mientras que las direcciones de los otros países socialistas
europeos respetaban fielmente la línea trazada por el Kremlin,
Rumania seguía su propia política exterior, ampliando mucho sus
relaciones con el mundo occidental. En 1967, Rumania no rompió sus
relaciones diplomáticas con Israel, tras la guerra que mantuvo con los
países árabes, como habían hecho la URSS y los otros países
firmantes del Tratado de Varsovia y estableció en el curso del mismo
año, las relaciones diplomáticas con la RFA que provocó el malestar
de la RDA, Polonia, Hungría, Bulgaria y por supuesto de la URSS.
Como reconocimiento de la política promovida por Rumania, el
ministro de Asuntos Exteriores, Mănescu Corneliu, fue elegido en
1967 presidente de la Asamblea General de la ONU, igualando a
Nicolae Titilescu (ministro de Asuntos Exteriores, numerosas veces de
1927 a 1936) que en el periodo de 1930-31 ejerció también la función
de Presidente de la Asamblea General de la Sociedad de Naciones.
52
La revolución rumana de1989
Rumania recibió la visita de las personalidades más destacadas del
momento: Richard Nixon y Gerald Ford – presidentes de los Estados
Unidos de América, Charles de Gaulle, el presidente francés, Leonid
Brézhnev presidente del Soviet Supremo de la URSS, Zhao Ziyang –
primer ministro del Consejo de Estado de la República Popular de
China, Josip Broz Tito presidente de la República Socialista
Federativa de Yugoslavia, Indira Gandhi – primera ministra de la
India, Suleyman Demirel – primer ministro de Turquía, Franz Jonas –
presidente Federal de Austria, Mohammad-Réza Pahlavi Aryamehr
sah de Irán, Golda Meir – primer ministro de Israel, Mohammed
Anwar Al-Sadat – presidente de la República de Egipto, Harold
Wilson primer ministro de la Gran Bretaña, Helmuth Schmidt –
canciller de la RFA, Pierre-Elliott Trudeau – primer ministro de
Canadá, Wojciech Jaruzelski – presidente de la República Popular de
Polonia, Juan Carlos I – rey de España, el general Suharto – presidente
de Indonesia, etc., etc.
Ceauşescu Nicolae por su parte visitó más de 90 países. Fue
recibido con los honores militares en los Estados Unidos de América
(en el despacho Oval), en la Gran Bretaña (él paseó en carroza al lado
de la reina Elisabeth), en la Unión Soviética, en Francia, en la
República Popular de China, en Canadá, en Austria, en Egipto, en
Bélgica, en el Vaticano, en Argentina, en Brasil, en Japón, en México,
en Portugal, en Suecia, en Noruega, en Indonesia, en la India y en
otros muchos países.
En el curso de un decenio y medio (1970-1985) Rumania fue un
centro importante de la diplomacia internacional, Ceauşescu Nicolae
se implicó en arreglar problemas complejos, como la conclusión de la
paz entre Israel y Egipto o el establecimiento de las relaciones
diplomáticas entre los EUA y la RP de China. Los líderes
norteamericanos utilizaron la “malla de Bucarest” durante el periodo
donde la comunicación directa con la Unión Soviética estaba
bloqueada y la “guerra fría” dominaba las relaciones internacionales.
En cuestiones económicas, Rumania era el que más colaboraba con
los países occidentales. De hecho fue el primer país socialista en
adoptar una ley sobre la puesta en marcha y el funcionamiento de las
sociedades mixtas de producción, en Rumania y en otros países, como
los EUA, la RFA, Canadá, Italia. Estableció también relaciones con el
Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional para la
Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) obteniendo importantes
créditos para comprar maquinaria y equipamientos modernos,
destinados a la industria rumana.
53
Ioan Scurtu
b. Los años del culto a la personalidad
Los elementos que debían conducir al culto de la personalidad
de Ceauşescu Nicolae comenzaron a acumularse durante el periodo de
la liberalización. El IX Congreso del PCR del mes de julio de 1965,
decidió que las funciones del partido serían separadas de las funciones
de Estado, teniendo en cuenta que una persona no podía cubrir con
eficacia los dos puestos. Dos años más tarde, la Conferencia Nacional
del PCR (del 6 al 8 de diciembre de 1967) llegó a la conclusión que la
separación de las dos funciones había llevado a una separación de
fuerzas y a la aparición de numerosas repeticiones. Por consecuencia,
los estatutos del PCR fueron modificados para establecer que la
persona que asume la función de la dirección del partido debía poseer
una función de Estado similar. Bajo este espíritu, los primeros
secretarios de los comités del partido de los departamentos, de los
pueblos y ciudades, serían los presidentes de los consejos respectivos.
La Conferencia Nacional propuso la elección de Ceauşescu Nicolae,
secretario general del CC del PCR en la función de presidente del
Consejo de Estado de la República Socialista de Rumania. Reunida el
9 de diciembre de 1967, la Gran Asamblea Nacional validó esta
proposición, y Ceauşescu Nicolae se convirtió en jefe de Estado, que
representaría tanto a nivel interno como internacional. Era el primer
paso en la lucha por tomar el poder político total.
Ceauşescu Nicolae condenó vehementemente, el 21 de agosto
de 1968 la intervención de las tropas de cinco países integrantes del
Tratado de Varsovia en Checoslovaquia. Fue un acto de gran coraje,
apreciado por todo el pueblo rumano. Durante el mitin organizado el
21 de agosto de 1968 en la Plaza del Palacio en Bucarest, se proclamó
por primera vez «Ceauşescu y el pueblo!», «Ceauşescu-Rumania!»,
los participantes demostraban su acuerdo con la decisión del secretario
general de defender a cualquier precio la independencia y la integridad
del territorio rumano. Este momento marcó un cambio en la actividad
de propaganda del PCR, y Ceauşescu Nicolae comenzó a ser
presentado como el representante más fiel de los intereses y de las
aspiraciones del pueblo rumano.
Tras los sucesos de Checoslovaquia, Ceauşescu Nicolae llegó a
una conclusión importante: por medio de maniobras secretas, los
soviéticos tratarían de quitarle el poder. El Pleno del CC del PC
Checoslovaco, convocado poco tiempo después de la intervención
militar, procediendo a la destitución de Alexander Dubček y en la
elección de Gustav Husák a la cabeza del partido. Este último hizo
prueba de una fidelidad servil del Kremlin. Ceauşescu Nicolae
54
La revolución rumana de1989
comprendió, en la forma que se producían los acontecimientos, que
era posible que también hubiera “un cierto número de camaradas” que
demandasen la intervención soviética y que un Plenum del CC del
PCR se convocaría para elegir a otro secretario general. Él decidió
consolidar su posición. La mayor consecuencia fue la modificación de
los Estatutos del partido, durante el X Congreso del PCR en agosto de
1969. En los nuevos estatutos se determinaba que el secretario general
sería elegido por el Congreso y no por el Comité Central; el Congreso
debía ser precedido por las conferencias del partido, que debían elegir
sus delegados, de acuerdo con todas las organizaciones del país, así la
reunión demandaría mucho tiempo y trabajo en su organización a
diferencia del Plenum del CC que podía reunirse en pocos días. En la
función de secretario general del PCR fue elegido Ceauşescu Nicolae
(12 de agosto de 1969). No era más subordinado al Comité Central y
no debía presentar los informes delante de este órgano; el CC
evidentemente no tendría la potestad de reemplazarle. Otra lección
que Ceauşescu Nicolae sacó de los sucesos de Checoslovaquia fue la
que concernía a las dimensiones de la liberalización. Durante su visita
del 15 al 17 de 1968 a Praga, Ceauşescu Nicolae dijo que: “El PCR
estima que Checoslovaquia está sobre la buena vía”30. Los soviéticos
tenían una opinión totalmente contraria y se reconoció con la
intervención armada. La intervención de Ceauşescu Nicolae en agosto
de 1968 cuando condenó fervientemente la intervención en
Checoslovaquia, fue saludada por los países occidentales y ello
conllevó una reacción extremadamente negativa del Kremlin. El
peligro de una intervención armada en Rumania era real y no se
esperaba un eventual apoyo por parte de occidente. Así Ceauşescu
Nicolae decidió frenar el proceso de liberalización interna, razón por
la cual, presentó en julio de 1971, sus “tesis” concernientes al trabajo
político-ideológico. Algunos piensan que «para proteger a Rumania
contra una intervención soviética, contra las presiones soviéticas que
eran muy fuertes, Ceauşescu Nicolae quiso dar en 1971, una garantía
de fidelidad a la ortodoxia marxista-leninista a través de la
presentación de sus “Tesis de julio”»31.
Por otra parte, el contexto concreto en que sus “tesis” fueron
realizadas demostraba la idea que era consecuencia de la visita de
Ceauşescu Nicolae a China y a la República Popular de Corea. En la
sesión del Comité Ejecutivo del CC del PCR del 25 de junio,
Ceauşescu Nicolae informó con respecto a lo que vio en China
comparándolo con Rumania: “Toda su actividad cultural, de ballet, de
teatro, son creadas sobre las bases revolucionarias”. El secretario
55
Ioan Scurtu
general apreció mucho la temática de los espectáculos a los que había
asistido, “la mentalidad imperialista era confrontada por nuevos
informes sociales, que nos daban la razón. Tenemos que reemplazar
nuestra cinematografía de películas de aventuras y nuestro teatro de
piezas occidentales. Hemos eliminado (del repertorio teatral) las
piezas revolucionarias y hemos introducido piezas sin ningún
contenido. Nosotros mismos dirigimos la televisión, hemos discutido
y nada hemos cambiado. Tuve antes de partir una reunión con el
secretario y hemos decidido preparar un documento para el Pleno,
mostrando que nuestra propaganda no es satisfactoria, que no
corresponde a las necesidades en materia de educación de la juventud
y del pueblo en general.
He aquí, lo que he dicho antes de ir a China. Pero lo que yo he
visto en China y en Corea demuestra que la conclusión a la que yo
había llegado era justa”32. Resultó de esta declaración que la
reestructuración de la actividad ideológica del PCR era una de las
preocupaciones de Ceauşescu Nicolae, incluso antes de sus visitas.
Ellas reafirmaron su convicción que haría falta dirigir con firmeza
para promover el espíritu obrero, revolucionario en cualquier ámbito.
En esta hora de duda, Ceauşescu quedó impresionado por “las grandes
asambleas populares” organizadas en su honor, por los retratos
gigantes de Mao-Zedong y de Kim-Il-Sung, por las aclamaciones y
ovaciones reservadas a los dirigentes del partido por estos Estados,
como una expresión del “amor infinito” que los pueblos de estos
países sentían por ellos. Parece que Ceauşescu Nicolae llegó a la
conclusión que él merecía también, el mismo reconocimiento por
parte de los rumanos, razón por la cual inició esta vía de culto a su
personalidad.
Después de la presentación de las “tesis” de julio, hay amplias
acciones políticas y de organización dirigidas para promover el
espíritu obrero en el dominio de la cultura. En el Plenum del CC del
PCR de noviembre de 1971, Iliescu Ion fue remplazado en la función
de secretario del CC del PCR encargado de la propaganda (fue elegido
en el mes de febrero del mismo año), bajo la acusación de
“intelectualismo” y fue nombrado secretario del Comité
Departamental de Timiş del PCR (un cargo menos importante).
Posteriormente fue adoptado el programa ideológico del partido,
creando el Consejo de Cultura y Educación Socialista (en lugar del
Ministerio de Cultura), medidas dirigidas a “revigorizar” el espíritu
revolucionario. Entretanto como Dumitru Ţepeneag debía afirmar “la
cultura rumana no ha vuelto ni una sola vez al culto al proletariado de
56
La revolución rumana de1989
los años 50. La generación de los 80 continuó lo que la generación de
los 60 había comenzado33. Así lo atestigua el XV Congreso
Internacional de las Ciencias Históricas en el mes de agosto de 1980,
en Bucarest. Fue un evento que tuvo una larga participación y que se
desarrolló en una atmósfera positiva, de auténtico debate científico. El
control ideológico apuntó a que no se pusiese en duda el papel
dirigente del PCR y que no se podía crear una atmósfera hostil a la
política oficial. Sin embargo numerosos escritores (entre ellos
Augustin Buzura, Constantin Ţoiu, Petre Sălcudeanu, Ion Lăncranjan)
han logrado con las alusiones que hacían y gracias a diversos
subterfugios engañar la vigilancia de los censores del Consejo
Cultural y de la Educación Socialista, incluso a obtener su
complicidad. Fueron publicados libros de historia que no iban en la
línea contenida en los documentos del partido. Fueron abordados
temas complejos referentes al régimen político en la época moderna y
contemporánea, los partidos políticos, las actividades parlamentarias,
la política exterior, etc. Entre los historiadores que se involucraron en
estos temas destacaríamos a Gheorghe Platon, Stan Apostol, Scurtu
Ioan, Gheorghe Buzatu, Ion Agrigoroaiei, Ion Bulei, Ion Bitoleanu,
Eliza Campus, Viorica Miosuc. El Plenum del CC del PCR del mes de
abril de 1972 adoptó el principio de “rotación de cargos” donde todos
los activos del partido y del estado podían ser transferidos si era
necesario a otro puesto. Ceauşescu Nicolae usó este principio para
eliminar toda manifestación de independencia de los miembros. Así,
cuando aún vivía Gheorghe Gheorghiu-Dej, cargos fueron
desenmascarados, criticados, incluso arrestados. Ceauşescu eliminaba
a sus rivales potenciales, bajo el pretexto que iba a consolidar el
trabajo en la actividad de otros sectores. Éste método sirvió para
instaurar un estado de inseguridad en los miembros del partido, que se
convirtieron bajo los efectos del “principio de rotación” en cada vez
más dóciles con respecto al secretario general.
Conforme Ceauşescu fue avanzando en edad, fue cada vez más
tendente a promover a los cargos a gente sin personalidad, buenos
ejecutivos que aplicasen exactamente sus indicaciones. En junio de
1973, su esposa Elena, fue elegida miembro del Comité Ejecutivo del
CC del PCR, en relación con asuntos de los cargos, pero también la
educación y la ciencia. Los órganos colectivos de dirección fueron
transformados en una serie de anexos del secretario general y de su
esposa que se había convertido en el nº 2 dentro del partido y del
Estado (se llamaba el “Gabinete nº2”).
En pos de su busca por lograr el poder político totalmente,
57
Ioan Scurtu
Ceauşescu Nicolae logró apartar a “los barones” de la época de
Gheorghe Gheorghiu-Dej y nominó en su lugar a jóvenes de su
generación que le eran devotos. El último “barón” era Ion Gheorghe
Maurer que tenía la función de presidente del Consejo de Ministros
desde 1961 y que tuvo un papel muy importante en la reorientación de
la política exterior rumana. Maurer manifestaba cierta superioridad y
Ceauşescu no quiso tolerarlo. Al término de varias maniobras, Ion
Gheorghe Maurer se vio obligado a dimitir de su función de presidente
del Consejo de Ministros por “motivos de salud”. Esta decisión fue
anunciada en el Plenum del CC del PCR del 25 y del 26 de marzo de
1974, y que propuso también la creación del cargo de presidente de la
República Socialista de Rumania en el que sería elegido Ceauşescu
Nicolae. La Gran Asamblea Nacional reunida el 28 de marzo, aceptó
la modificación de la Constitución después que el cargo de Presidente
del país ya se había creado. El presidente del país era también el
comandante supremo de las Fuerzas Armadas y presidente del
Consejo de Defensa; presidente del Consejo de Estado; él nombraba y
destituía los ministros, los miembros del Tribunal Supremo y al
procurador general; él firmaba los tratados internacionales,
proclamaba el estado de emergencia, etc. Fue elegido Ceauşescu
Nicolae como presidente de la República Socialista de Rumania, y el
mismo día fue elegido como primer ministro Mănescu Manea (nueva
denominación del presidente del Consejo de Ministros), personalidad
tierna, que debía alcanzar esta dignidad gracias a su docilidad total al
secretario general del partido. Prácticamente, Ceauşescu se apoderó, el
28 de marzo de 1974 de los principales poderes en la dirección del
partido y del Estado.
El culto a su personalidad se desarrolló: Ceauşescu Nicolae era
presentado como “el mejor hijo del pueblo rumano”, “patriota
apasionado”, “dirigente genial”, etc., etc.
Mientras, la propaganda insistía sobremanera, llena de
subjetivismo y voluntarismo, que Ceauşescu Nicolae había venido
para dirigir el destino histórico de Rumania hacia “las cimas radiantes
del comunismo”.
Un momento delicado para Ceauşescu Nicolae se produjo en
julio de 1978, cuando el general Ion Mihai Pacepa “desertó”.
Convertido en general de la Securitate gracias a sus méritos durante la
gran represión de los años 50, Pacepa fue nombrado en 1966 jefe
adjunto de la Dirección General de la Inteligencia Exterior y justo
después, en 1972, jefe del Departamento de Información Exterior,
secretario de Estado en el Ministerio del Interior y en consejero
58
La revolución rumana de1989
personal de Ceauşescu Nicolae. Como Pacepa confesó, más tarde, que
se beneficiaba gracias a esta posición de un salario “más importante
que el del mismo ministro de Defensa, o que un secretario del Comité
Central y apenas menor que e del primer ministro”34. Ion Mihai
Pacepa precisó que él había pasado 27 años en los servicios secretos
de la Rumania comunista, que había subido poco a poco en la escala
jerárquica y se había hecho muy famoso. Han jugado por tanto, un rol
primordial en la consolidación del comunismo de tipo soviético en
Rumania y en la venida de uno de los tiranos más duros de la historia
del país y del mundo. Así se mantendría Ceauşescu en el poder 24
años y él fue uno de sus principales instrumentos de gobierno35.
Pacepa se implicó en todos los problemas concernientes a la actividad
de los servicios secretos, disponía de vastas informaciones, y por
supuesto las relativas a los secretos de Estado. Escribiría en sus
memorias: “2 días después de mi último paseo con Ceauşescu por la
playa de Techirghiol, pedí asilo político en la República Federal de
Alemania”36. El 24 de julio de 1978, mientras estaba en misión en
Bonn, Pacepa pasó “al otro lado de la barricada”*. Esta “deserción”
tuvo como resultado la revelación de todas las acciones de seguridad,
provocando, en Bucarest, una amplia acción en busca de la
reestructuración de esta institución y a la vez un cambio importante de
personal: ciertos agentes fueron expulsados de diferentes países y
recolocados en otros puestos, nuevos mandos, que no contaban con la
experiencia necesaria para un asunto tan delicado como el espionaje,
fueron promovidos. A partir de mitad de los años 70, la vida cotidiana
de los rumanos comenzó a estar afectada por la crisis del petróleo,
generada por la decisión de los países miembros de la OPEP en
aumentar los precios, que desajustarían el mercado mundial. Contando
con las importaciones de petróleo de Irán, Ceauşescu Nicolae decidió
que la industria petroquímica debía ser desarrollada profundamente.
Rumania tenía una capacidad de refinamiento de petróleo de 34
millones de toneladas de petróleo por año. La caída del sah Réza
Pahlavi Aryamehr, en 1979 afectó a las relaciones de Rumania con
Irán, e influyó también en el asunto de petróleo. Los recursos internos
no se elevaban a más de 5-6 millones de toneladas. Rumania para no
* Pacepa escribió que él había demandado asilo político a la Embajada de los Estados
Unidos de América en Bonn y que “durante la noche del jueves 27 de julio de 1978,
partí secretamente de Alemania a bordo de un Hércules de las Fuerzas Aéreas
norteamericanas, fletado especialmente para mí” (Ion Mihai Pacepa, Horizontes
rojos).
59
Ioan Scurtu
cerrar las fábricas petroquímicas, hecho que habría tenido importantes
efectos sociales, pero que también habría afectado a numerosas
empresas industriales, se volvió dependiente de la importación de
petróleo y de gas de la Unión Soviética.
Si durante los años 60-70 la dirección del PCR se había
declarado opuesta a la integración económica de los países
comunistas, a mitad de los 80, comenzó a sostener la necesidad de la
coordinación de planes económicos, garantizando el aprovisionamiento
regular de los Estados miembros del Consejo de Ayuda Económica
Mutua (CAEM) en materias primas y en energía. Ceauşescu Nicolae
pensaba evidentemente, sobretodo en su país.
Los soviéticos se aprovecharon de sus recursos en petróleo y
gas metano para crear dificultades al régimen de Bucarest, ya sea
retardando la firma de los contratos, u disminuyendo las cantidades
previstas para Rumania.
La dirección del PCR, que no aceptaba reducir el peso de la
gran industria consumidora de energía dentro de la economía nacional,
decidió imponer el racionamiento del consumo de gas y electricidad
del pueblo, lo cual afectó gravemente a las condiciones de vida.
A partir de 1982-1983, la cuestión de la calefacción y de la
electricidad se había convertido en un verdadero calvario para la
mayor parte de la población, particularmente para la población urbana.
Ceausescu, cada vez más megalómano, comenzó a decir que
Rumania era un país muy pequeño para un hombre tan grande como
él. Decidió entonces aumentar la natalidad para que Rumania lograse
una cifra de 25 millones de habitantes. Los estudios relativos a la
evolución demográfica en Rumania se habían realizado cuando vivía
Gheorghe Gheorghiu-Dej. Su conclusión era que se necesitaban las
medidas más firmes para favorecer, e impulsar la natalidad. Ceauşescu
Nicolae redobló los estudios y el 1 de octubre de 1967, se publicó el
decreto de la reglamentación sobre la interrupción de los embarazos,
cuya puesta en marcha significaría una verdadera pesadilla para las
mujeres y para las familias en general. El decreto prohibía el aborto en
el caso de mujeres que tuvieran menos de tres hijos (número que fue
posteriormente ampliado a cuatro); las penas de cárcel eran previstas
tanto para las mujeres como para los médicos que cometiesen tal
delito. El decreto fue firmado por Stoica Chivu, presidente del
Consejo de Estado, pero la propaganda oficial señaló que fue el
secretario general del CC del PCR quién tomó esta iniciativa. La
aplicación del decreto ocasionó constantes humillaciones para las
mujeres. Obligadas a someterse a controles ginecológicos frecuentes,
60
La revolución rumana de1989
no tenían derecho a detener sus embarazos salvo en casos
excepcionales. Las píldoras anticonceptivas estaban prohibidas en el
mercado rumano y el número de mujeres que recurrieron a los abortos
provocados creció con consecuencias dramáticas para su salud. Según
algunas informaciones 11.000 mujeres murieron debido a estos
abortos provocados37.
De sus viajes al extranjero, Ceauşescu retuvo ciertos aspectos
de la modernización. Quería imponer también en Rumania, bajo las
orientaciones de la teoría marxista-leninista, para el bien de los seres
humanos, la reducción (hasta la eliminación) de las diferencias entre el
pueblo y la ciudad. El 16 de febrero de 1968 fue aprobada la ley sobre
la reorganización administrativa del territorio de Rumania. Esta ley
tenía un lado positivo, porque en ella se preveía la vuelta a la
estructura administrativa que comprendía los departamentos (y no las
regiones y las secciones siguiendo el modelo soviético). Preveía
también la reestructuración de las localidades rurales y urbanas “bajo
las bases socialistas”. Cuando vivía Gheorghe Gheorghiu-Dej, los
nuevos inmuebles eran construidos en las afueras de los pueblos sobre
terrenos vacíos. Los nuevos barrios de viviendas que surgieron en
estos lugares modificaron completamente la imagen de los antiguos
suburbios. Escuelas, hospitales, tiendas, policlínicas, cines… se
abrieron, todas las facilidades materiales y espirituales se aseguraban
para los ciudadanos que habían vivido hasta ahora en casas insalubres,
sin alcantarillado, sin electricidad.
El programa de reestructuración de la época de Ceauşescu
Nicolae se centró particularmente en la zona central de las localidades,
lo que condujo a la demolición de numerosos monumentos
arquitectónicos, entre ellos numerosas iglesias. Este tipo de acciones
se aceleraron después del terremoto del 4 de marzo de 1977. Tras esta
fecha, se llevó a cabo una demolición masiva de antiguas casas y la
edificación de inmuebles de 8-10 pisos. Los ciudadanos fueron
expulsados de sus habitas tradicionales y obligados a instalarse en
apartamentos y comunidades constituidos ad hoc. La mayoría estaba
en inmuebles del mismo tipo, todos idénticos, sin relación con la zona
geográfica y la tradición constructiva local. En general, el confort de
estos apartamentos era superior a la de las antiguas mansiones pero la
separación brusca del antiguo hogar y la instalación en otro,
totalmente diferente, marcó negativamente el estado afectivo de la
mayor parte de los que fueron obligados a mudarse para someterse a
las directivas del partido.
Los nuevos centros políticos administrativos, fueron
61
Ioan Scurtu
construidos, así cada villa tenía su “Casa Blanca”, una gran plaza
enfrente donde la gente podía reunirse para realizar manifestaciones
públicas. Antes de diciembre de 1989, el centro de 29 villas fue en su
85-90% derruido. Otras 37 han conocido también demoliciones
masivas38. Bajo este fondo de aumento del culto a Ceauşescu Nicolae,
con un crecimiento de las presiones ideológicas, y de injerencias cada
vez más insistentes en la vida privada de los ciudadanos, donde no se
respetaba los derechos humanos y la deterioración del estado material
de la población, fueron prohibidas las acciones de oposición en
Rumania. El escritor Paul Goma fue el iniciador, en enero de 1977 de
una acción dirigida a la solidaridad de los rumanos con “la Carta 77”
manifiesto lanzado por numerosos intelectuales a favor de los
derechos humanos. Como no había encontrado, el eco deseado en los
escritores rumanos, Goma escribió una carta abierta a Ceauşescu
Nicolae, para demandarle hacer una declaración a favor de “la Carta
77”. Esta letra fue leía en la radio “Europa Libre”. Bajo la presión de
las autoridades, Paul Goma fue obligado, en el mes de noviembre del
mismo año a exiliarse de Rumania. Se estableció en Paris y continuó
criticando el régimen de Bucarest. Una amplia acción reivindicativa
de los mineros del Valle de Jiu tuvo lugar del 1 al 3 de agosto de 1977.
Esta acción fue debida a la decisión del gobierno de cambiar la edad
de la jubilación y de anular ciertas facilidades, sobretodo para el
personal que no descendía a las minas. Los obreros dejaron de
trabajar. Rehusaron negociar con Ilie Verdeţ, primer vise-primer
ministro del gobierno y demandaron discutir directamente con
Ceauşescu Nicolae, que se vio obligado a intervenir. Así se realizó un
diálogo público entre Ceauşescu Nicolae y los 3500 mineros en
huelga. Constantin Dobre, su portavoz, presentó sus reivindicaciones
y Ceauşescu Nicolae las aceptó. Incluso prometió más de lo que le
habían pedido: anular el dudoso decreto, asistencia médica, garantía
de empleo para las mujeres y para los mineros que iban a jubilarse,
etc. Las declaraciones de Ceauşescu llenaron de satisfacción a los
huelguistas que le proclamaron “minero de honor”. Los medios de
prensa rumanos no han dicho nada de las solicitudes de los mineros,
han dejado entrever que el secretario general del PCR había efectuado
una de sus visitas habituales. Sobre el título “El camarada Ceauşescu
Nicolae ha efectuado una visita de trabajo en el valle del Jiu”, el
diario Scânteia escribía que Ceausescu había analizado “en el lugar
con los dirigentes económicos, representantes locales del partido y del
estado y representantes de los trabajadores, la manera de tomar las
decisiones en este sector de nuestra industria en el XI congreso del
62
La revolución rumana de1989
partido”. El periódico acompañaba con fotos de Ceauşescu Nicolae
situado “entre los trabajadores” y en la tribuna “de la asamblea
popular”. Afirmaba que el secretario general del PCR “había
encontrado representantes de los mineros de Lupeni. Como señal de
alta estima y de reconocimiento de su actividad infatigable en pos del
bien de la patria y el pueblo, y su paternalismo hacia los obreros y los
mineros, los participantes al encuentro han aclamado con vigor al
secretario general Partido Comunista Rumano, saludando con
entusiasmo y calor su presencia en la cita”39.
Los rumanos se han enterado por las radios extranjeras –
“Europa Libre”, “BBC”, “La Voz de América”, etc.- de la huelga de
los mineros de Lupeni y la manera en que se desarrolló el encuentro
con Ceauşescu Nicolae. La Securitate ha procedido durante los meses
en que se desarrollaron estos acontecimientos a una amplia acción de
rastreo de los “agitadores”, que fueron dispersados en diferentes
localidades del país y puestos bajo control∗. Las manifestaciones
contra Ceauşescu han aumentado a principios de los años 80. La gente
pedía luz, pan, calor y libertad. Un decreto concerniente al régimen de
los aparatos de reproducción de textos escritos y de las máquinas de
escribir, fue adoptado en 1983. El decreto preveía la obligación para
toda persona que poseyese uno de estos aparatos de registrarlos en la
Milicia (para que sea reconocido en caso de ser utilizado “para fines
no permitidos”). Según ciertas informaciones tuvo lugar en octubre de
1984 un intento de derrocar a Ceauşescu Nicolae. Los generales Ion
Ionita y Nicolae Militaru habían elaborado el plan de golpe de estado
durante una visita de Ceauşescu a la RFA. Contaban con que las
guarniciones de Bucarest se levantarían y arrestarían a los
colaboradores más cercanos del presidente (Emil Bobu, Dincă Ion,
Tudor Postelnicu, Ion Coman, Ceauşescu Ilie); en este plan tendría
después que apoderarse de la radio y de la televisión para anunciar el
cambio realizado, etc. El plan fue desenmascarado por dos generales
que debían participar en esta acción y Ceauşescu tomó medidas para
aniquilar a los conspiradores. En 1987, Radu Nicolae, que había
redactado un manifiesto contra Ceauşescu, fue llamado a declarar por
la Securitate. Durante el interrogatorio declaró que Virgil Măgureanu
se puso en contacto con él, y que le había hablado de la existencia de
un tal Iliescu Ion, de sí mismo y otro militar más que hacían parte del
∗
El líder de los mineros Constantine Dobre fue acusado de haber seguido los cursos
de la Universidad del partido “Ştefan Gheorghiu”. Dobre se exilió de Rumania
después de la Revolución de diciembre 1989.
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Ioan Scurtu
grupo de los generales Ion Ioniţă y Nicolae Militaru. Evidentemente
no hubo ninguna reacción oficial pública, pero el hecho de que los
funerales del general Ion Ioniţă y antiguo ministro de Defensa
Nacional en julio de 1987, no tuvieran los honores militares suscitaron
algunos comentarios. Un intento similar fue protagonizado por Vladuţ
Nisipeanu que intentó crear el partido Frente Democrático de
Rumania40. Doina Cornea se convirtió en una disidente famosa. Ella
escribió muchas cartas a su hija que vivía en Francia. Estas cartas que
contenían numerosas críticas hacia el régimen de Bucarest,
particularmente hacia la persona de Ceauşescu Nicolae, eran leídas en
la radio “Europa Libre”.
La deterioración de la situación interior se produjo en un
contexto de cambios que se estaban sucediendo en la relación de
fuerzas en el ámbito internacional. A partir de 1977, la política de la
administración americana hacia los países socialistas, incluido
Rumania, cambió sensiblemente. Hasta entonces, durante el mandato
de los presidentes norteamericanos Richard Nixon (1969-1974) y
Gerald Ford (1974-1977), se había insistido en el fomento de las
diferencias “intersocialistas”, es decir el fomento de las tendencias que
afirmaban una política exterior diferente de la de la Unión Soviética.
Después de la llegada de Jimmy Carter, que nombró a Zbigniew
Brzezinski (de origen polaco) como consejero de los problemas de
seguridad nacional, el “acento” se puso en las diferencias “intrasocialistas”, en el fomento de las corrientes y actitudes favorables al
respeto de los derechos del hombre, y en el deseo de que se realizaran
procesos de democratización dentro de estos Estados. Así, es
significativo el hecho de que el presidente Carter estimaba, en abril de
1978, a la salida de las conversaciones con Ceauşescu Nicolae, en la
Casa Blanca, que el presidente de Rumania era un gran dirigente
nacional e internacional, y que los Estados Unidos tenía todo el interés
en escucharle. Desde otro punto de vista se notó también que la
inmigración rumana ha organizado durante la visita del líder rumano a
New York, una manifestación contra su política, destacando la falta de
respeto a los derechos humanos en Rumania41. Lo que es cierto es que
la tendencia continua, del enfriamiento de las relaciones rumanoamericanas y del debilitamiento del papel de Ceauşescu Nicolae en el
plano internacional, se manifestó después de 1978.
El occidente ha usado los créditos que le daba a Rumania para
presionarla a favor del respeto de los derechos humanos. Después de
su adhesión al Fondo Monetario Internacional (FMI), y al Banco
Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), en 1972,
64
La revolución rumana de1989
Rumania contrajo créditos externos muy importantes. Pidieron 10,5
millones de dólares en 198142. La mayor parte de estos créditos tenía
unos plazos de reembolso muy cortos y para hacerlo el gobierno debía
contratar otros. Los Estados occidentales, y sobre todo Estados Unidos
que tenían un papel decisivo en el FMI y el BERD han comenzado a
condicionar la toma de nuevos créditos sino se respetaban los
derechos humanos en Rumania.
Ceauşescu Nicolae estimaba que se trataba de una injerencia en
los asuntos internos de su país, y decidió en 1980 no pedir más
créditos extranjeros. Igualmente decidió que Rumania reembolsaría
muy pronto su deuda total. Fue una de las decisiones más negativas,
que ha afectado no solamente las relaciones exteriores del país sino
sobre todo la vida de millones de rumanos. A partir de 1981, Rumania
tuvo una disminución drástica de sus importaciones, y sus
exportaciones bajaron de manera excesiva a fin de obtener las divisas
necesarias para pagar la deuda exterior. Esta política condujo a un
grave deterioro de la situación alimenticia, ya que la mayor parte de la
producción agrícola se exportaba. Una verdadera ausencia de carne,
leche, mantequilla, huevos, pan aceite, etc., fue registrada en el
mercado interno. Para intentar disimular esta realidad la gran
Asamblea Nacional, adoptó en 1984, el programa de alimentación
científica de la población. Este programa estaba destinado a racionar
el consumo, bajo el pretexto de que los rumanos gastaban demasiado.
Todo esto mientras las tiendas estaban vacías y la población se veía
obligada a hacer colas de horas para comprar productos de primera
necesidad.
En 1985, se suprimieron los puestos de radio regionales, y la
duración de los programas de televisión, fuertemente politizadas,
fueron limitadas a 4 horas en principio, y más tarde, a partir de 1987 a
2 horas. La propaganda oficial hablaba de la mejoría del nivel de vida,
del bienestar de los rumanos.
Las reformas de Mijaíl Gorbachov fueron acogidas con
hostilidad por Ceauşescu Nicolae. Esta hostilidad tenía por lo menos
tres razones. La primera de orden personal: el nuevo líder del Kremlin
quería eliminar a los viejos dirigentes de los países socialistas y
reemplazarles por personas jóvenes, listas para aplicar la perestroika.
Ceauşescu estaba en el poder desde 1965 y hacía parte de la categoría
de los viejos conservadores. La segunda, era la convicción del
secretario general del PCR que Mijaíl Gorbachov seguía la vieja
política imperial, de dominación sobre los países socialistas y sobre el
movimiento comunista internacional, usando un método más
65
Ioan Scurtu
engañoso que el de sus predecesores. La tercera, Ceauşescu Nicolae
consideraba que Mijaíl Gorbachov se alejaba de los principios
marxistas-leninistas y que ponía en peligro el régimen socialista,
dejándose llevar por los países imperialistas, con Estados Unidos a la
cabeza. Según la opinión del líder político rumano, una reforma
auténtica se había realizado en Rumania hacía dos décadas. La
Conferencia Nacional del PCR de 1967 había acordado las
atribuciones y competencias más importantes a las entidades
encargadas justamente de la planificación, la organización y la
coordinación de las actividades económicas. Las alusiones de
Ceauşescu Nicolae relativas a la Conferencia Nacional eran correctas,
pero él omitió mencionar que esta orientación había sido abandonada
poco a poco, y se había llegado a un centralismo excesivo, más
drástico que antes de 1967. Para sostener la idea de que una verdadera
democratización de la vida política se había realizado en Rumania,
Ceauşescu Nicolae invocaba a las decisiones tomadas en el IX
Congreso del PCR del mes de julio de 1965, que había establecido los
principios de la dirección colectiva, de la amplia consulta a los
miembros del partido y a los ciudadanos en general. Pero estos
principios fueron abandonados sólo 2 años después, en la fusión de las
funciones del partido con las funciones del Estado.
Mientras que en algunos Estados socialistas se discutía sobre la
necesidad de reformas, la política de glasnost y de perestroika, en
Rumania, esto estaba prohibido. Más de dos años después de su
instalación, a la cabeza del Partido Comunista de la Unión Soviética,
Gorbachov fue invitado en mayo de 1987, a realizar una visita oficial
a Rumania. Un programa estricto le estaba reservado, pensado para
impedir todo contacto con la población y darle una imagen positiva de
condiciones de vida de los rumanos. El objetivo era mostrarle que la
política del PCR estaba apoyada por “todo el pueblo”. A pesar de
todas estas precauciones la visita estuvo llena de momentos
desagradables para Ceauşescu Nicolae. Por ejemplo, mientras estaba
visitando una tienda de alimentación donde abundaban carne, huevos,
mantequilla, queso, etc., Mijaíl Gorbachov quiso saber si esta
situación era general, desvelando que conocía la realidad rumana. Pese
a que los contactos directos con la población no estaban en el
programa oficial, Mijaíl Gorbachov ha preguntado en diferentes
ocasiones cuestiones referentes a su bienestar a los ciudadanos que
estaban a su alrededor. En vez de responderle, aclamaban «CeauşescuGorbachov!», «Ceauşescu-Gorbachov!» respetando las indicaciones
que tenían.
66
La revolución rumana de1989
En el discurso pronunciado en el mitin de la amistad rumanosoviética43, Mijaíl Gorbachov se refirió a la existencia en Rumania de
“dificultades que tenían repercusiones en la vida cotidiana”. También
dijo que “la vida nos ha enseñado a sopesar con lucidez la situación, a
crear en nosotros una inmunidad contra las exaltaciones producidas
por las victorias logradas”; era una alusión a la propaganda que se
hacía en Rumania, según la cual las grandes victorias registradas en la
edificación del socialismo, eran el efecto de la “sabia” política
promulgada por Ceauşescu Nicolae. En referencia a su política de
glasnost y de perestroika, Gorbachov dijo que:“
Nosotros estamos contentos cuando los países hermanos
encuentran algo útil en la actividad creativa que se desarrolla en
nuestro país”. Él hacía así, una llamada pública al PCR para que
siguiese también esta vía política, desaprobada por Ceauşescu
Nicolae. Durante la alocución de Gorbachov el auditorio ha adoptado,
conforme a las directivas recibidas una actitud muy reservada. En
cambio el discurso de Ceauşescu suscitó numerosos y fervientes
aplausos. El público ha saludado 27 veces con ovaciones y aplausos
este discurso, en el cual el secretario general del partido, subrayaba los
éxitos de Rumania, dejando entrever que su país no tenía las mismas
dificultades que la Unión Soviética. Destacó que estos resultados eran
debido a la política del PCR, que aplicaba sin el menor desvío la teoría
marxista-leninista; aludiendo al hecho de que el Kremlin no respetaba
estrictamente esta línea ideológica.
Teniendo en cuenta los tradicionales sentimientos anti-rusos y
anti-soviéticos de los rumanos, la visita del líder del Kremlin fue
paradójicamente acogida con esperanza y simpatía por la población de
Bucarest. En esta época en la cual los ciudadanos se enfrentaban a
muchas dificultades materiales, la política de Gorbachov era vista con
optimismo, como una salida a la situación cada vez más difícil en la
cual el país se encontraba. Se dice que durante su visita Mijaíl
Gorbachov habría encontrado a Iliescu Ion que había sido su colega en
la Universidad “Lomonosov” de Moscú∗. Lo que es cierto es que la
radio “Europa Libre” lanzó la idea de que Gorbachov pensaba
remplazar a Ceauşescu por un adepto a sus reformas en la persona de
Iliescu Ion. La realidad es que este último, mandado en misión a
Timişoara, no pudo encontrar al líder del Kremlin44.
El reemplazo de los líderes conservadores deseado por
∗
Iliescu Ion ha precisado que él habló por primera vez con Mijaíl Gorbachov el 27 de
diciembre de 1989.
67
Ioan Scurtu
Gorbachov, fue sostenido por los medios occidentales. Una amplia
campaña encaminada a demonizar la figura de Ceauşescu Nicolae se
desarrolló en Occidente en el periodo 1986-1987. Los medios
occidentales se basaban, en algunos hechos reales pero mostraban
unas dimensiones exageradas logrando crear así una imagen
apocalíptica. Una amplia gama de formas y de medios fue utilizada
para crear un estado de espíritu hostil a Ceauşescu y preparar desde el
punto de vista psicológico su eliminación de las funciones que tenía a
la cabeza del partido y del Estado. El ataque principal fue orientado
contra la Securitate, es decir, la principal institución en la cual se
apoyaba el régimen dictatorial. La Securitate se había convertido en
una máquina de terror, sus abusos e ilegalidades tocaron a millones de
rumanos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, habitantes de ciudad o
del campo. Fue el antiguo jefe de los servicios secretos rumanos, el
general Ion Mihail Pacepa, el elegido para condenar a esta institución.
10 años después de su retirada, Pacepa publicó en 1987, en
Washington, el libro “Horizontes Rojos” en el cual Ceauşescu estaba
pintado como un personaje patológico dominado como su esposa por
la obsesión de vigilar a todos los habitantes de Rumania. Según las
relaciones de Ion Mihail Pacepa, un general de la Securitate habría
comentado a Ceauşescu Elena:” A partir del primero de enero de 1984,
podremos controlar 10 millones de micrófonos simultáneamente.
Suponiendo que nuestra población mantenga el mismo ritmo de
crecimiento durante los próximos 5 años, estimamos que cada familia
podrá ser vigilada periódicamente en el curso del año civil, y los
sospechosos serán vigilados permanentemente”45. Estos textos eran
difundidos en la radio “Europa Libre” y los rumanos se enteraban a
través de la “fuente más verídica” que estaban siendo todos vigilados,
paso a paso por el régimen de Ceauşescu. En la atmósfera de la época
tal afirmación parecía plausible y el miedo a la Securitate era general,
en realidad las afirmaciones de Ion Mihail Pacepa eran fantasiosas,
tanto en el plano técnico como lógico: el pescador del delta del
Danubio,
El campesino de Băragan o el pastor que se encontraba en la
montaña no tenían ningún interés para el régimen y no eran por tanto
objetivo de la Securitate. También eran fantasiosas las revelaciones
que Pacepa hacía en otro libro sobre las “orgías sexuales” de
Ceauşescu Zoe con Petre Roman, hijo de Valter Roman46. Estos
“desenfrenos” tenían ciertamente como objetivo conquistar al público
americano y demonizar el régimen de Ceauşescu.
Los documentos mostraban en efecto, que los que tenían toda la
68
La revolución rumana de1989
atención de la Securitate, eran los intelectuales, particularmente los
escritores, destacando Augustin Buzura, Constantin Ţoiu, Ion
Lăncrănjan, Bujor Nedelcovici, Paul Angel, Ana Blandiana, Mircea
Dinescu, Marin Sorescu, que tenían una gran influencia en el país. A
su vez numerosos intelectuales que habían ejercido algunas funciones
y habían recibido los favores del régimen de los años 50-60, pero que
se encontraban marginados por entonces, eran también vigilados.
Entre ellos estaban Dan Deşliu, Geo Bogza, Nina Casina, Eugen
Jebeleanu, Octavian Paler. También eran vigilados aquellos que habían
tenido una rápida ascensión bajo Ceauşescu, y que habían caído en
desgracia poco después, como por ejemplo Adrian Păunescu o Tudor
Corneliu Vadim. Algunos miembros activos del partido que habían
adoptado más o menos abiertamente una actitud contraria a la política
promulgada por Ceauşescu Nicolae eran a su vez vigilados, como
Iliescu Ion, Janos Fázekas, Károly Király, Dan Marţian. Además, los
intelectuales que se habían convertido en informadores de la
Securitate, eran también vigilados. Tales como Ştefan Augustin
Doinaş, Dan Zamfirescu, Alexandru Paleologu, Lăzărescu Dan
Amedeo, Sorin Antohi, el metropolitano Nicolae Corneanu, el
sacerdote Iustine Marchiş, etc. En este caso la acción llevada a cabo,
era la de verificar la exactitud de las notas que redactaban. La
Securitate vigilaba también a los antiguos militantes políticos del
Partido Nacional Campesino, y del Partido Nacional Liberal de
entreguerras: Corneliu Coposu, Nicolae Carandino, Ion Diaconescu,
Ioan Lup, Gabriel Ţepelea, etc., y los antiguos legionarios (miembros
de la Guardia de Hierro- movimiento de extrema derecha de los años
1930-1940, ndlr).
Ceauşescu Nicolae ponía siempre el acento sobre el desarrollo
intensivo de la economía pero también sobre el desarrollo de la vida
social y cultural. El ritmo de construcción de viviendas (ofrecidas
gratuitamente a los obreros), de escuelas, de hospitales, centros
culturales, casas de cultura, salas multi-funcionales, etc, era cada vez
más rápida. En el mismo periodo fue puesto en marcha el metro de
Bucarest (tenía 3 líneas), la realización en 1983 del primer ordenador
rumano (podía efectuar 500.000 operaciones por segundo), la
inauguración en 1984 del canal Danubio-mar Negro, etc. El 28 de
junio de 1984, fue la fecha del comienzo de las obras de la
construcción de la Casa del Pueblo (este edificio se adoptó desde 1990
como sede del Parlamento).
La construcción de plataformas de sondeo submarino, el
desarrollo de la flota de pesca oceánica, la construcción de naves
69
Ioan Scurtu
industriales de minerales de gran capacidad, la electrificación
numerosas vías ferroviarias, etc, han marcado en gran medida los años
80. Tales proyectos absorbían la mayor parte de los recursos
nacionales, con consecuencias negativas sobre el nivel de vida de la
población.
A mitad de los años 80 el descontento era mayoritario en la
población rumana. El sentimiento de frustración era extremadamente
agudo. La pérdida de algunas situaciones creada durante los años del
socialismo o su limitación, creaba un estado de rebelión. Rumania
producía automóviles pero la gasolina era racionada en el país,
decenas de bloques de apartamentos habían sido construidos, pero la
calefacción era racionada. Las ciudades y los pueblos de Rumania
tenían electricidad pero su funcionamiento era interrumpido ex
profeso muchas veces por día; la producción agrícola era infinitamente
más importante que en entreguerras pero las tarjetas de racionamiento
habían sido introducidas para el consumo de pan. A pesar de la
denominación de “clase dirigente en el Estado”, que llevaban los
obreros, su situación empeoraba cada vez más, y las acusaciones de
que no lograban los indicadores previstos en el plan estatal y de la
mala calidad de los productos se escuchaban. En este ambiente tenso,
un error aunque fuese mínimo, podía desencadenar reacciones con un
impacto político importante.
Lo que se produjo en las Fábricas de Automóviles “Steagul
Roşu” de Braşov es revelador: el retraso de 3 días de cobro de los
salarios, provocó manifestaciones de los obreros. Así el 15 de
noviembre de 1987, se reunieron los obreros en el patio de la fábrica,
y se dirigieron, hacia el Comité Departamental del partido. Algunos
ciudadanos se han unido en el camino a las columnas de los obreros, y
se convirtió en una verdadera marcha contra el régimen. La multitud
que gritaba en primer lugar «queremos el cobro de los salarios!»,
después comenzaron a gritar «queremos electricidad!» «Queremos
tener calefacción en casa!» «Queremos comida para los niños!»
«Ladrones, ladrones!». Según algunas informaciones, se llegó a gritar
«Abajo Ceauşescu!» «Abajo el comunismo!»∗. Numerosos
protestantes han entrado por la fuerza en la sede del Comité
Departamental del partido, han arrancado los retratos de Ceauşescu
Nicolae y los han quemado. Unos piensan que los sucesos de Braşov
marcaron “un giro en la historia política de Rumania como Estado
∗
Estas informaciones fueron lanzadas después de 1989 para subrayar el carácter
anticomunista de la manifestación de Braşov.
70
La revolución rumana de1989
socialista. Con ello, se abría la crisis en las relaciones entre el Partido
Comunista con la clase obrera, que habían asegurado hasta este
momento la estabilidad política del sistema”47.
Los participantes en esta revuelta, tuvieron miedo los días
posteriores porque se enteraron que la Securitate los había grabado.
Asambleas generales fueron organizadas después en la fábrica, donde
los líderes de la revuelta fueron sometidos al OPROBIO del colectivo,
y fueron excluidos del PCR. Después fueron llevados a la Securitate e
investigados, y numerosos de ellos fueron maltratados: querían así,
hacerles “confesar” todo; fueron juzgados culpables y fueron
mandados a vivir a otras zonas del país, siendo a partir de entonces
vigilados continuamente en sus empleos48. En el caso de la huelga de
1977 en Lupeni, la prensa había encontrado la fórmula para presentar
adecuadamente la visita de Ceauşescu Nicolae, esta vez no dijo nada.
Durante algunos meses Braşov fue puesto bajo embargo mediático, su
nombre ni siquiera figuraba en las informaciones metereológicas. Los
rumanos se han enterado por las radios extranjeras de los sucesos de
Braşov; la radio “Europa Libre” ha difundido una entrevista a Silviu
Brucan en la cual los obreros, es decir, la clase social sobre la cual se
apoya el P.C.R. ya no seguían la línea del partido.
A partir de mitad de los años 80, los ataques hacia Ceauşescu
Nicolae se cernían también sobre su política exterior. Después de la
instalación de Mijaíl Gorbachov en el Kremlin, el papel de Ceauşescu
disminuyó, ya que el nuevo líder de la Unión Soviética había abierto
el diálogo con el Oeste. Aparte de este hecho que afectaba el orgullo
de Ceauşescu, había también, la campaña que minimizaba su política
exterior. La descripción que se hacía de él era la de un peón de Moscú,
mientras que su política exterior y su condena de la intervención de
1968 en Checoslovaquia eran mostradas como una simple farsa.
En este sentido, destaca la dimisión el 29 de abril de 1985 del
embajador de los Estados Unidos de América, David Funderburk
como señal de protesta hacia la política “privilegiada” de la
Administración de Washington con Rumania, que en su opinión no se
merecía49. Consideraba que el régimen de Ceauşescu se caracterizaba
por una política represiva de grandes proporciones, y por la violación
sistemática de los derechos y las libertades democráticas. La actitud
de David Funderburk se inscribía dentro de la línea política marcada
por el presidente Ronald Reagan, encaminada a la defensa de los
derechos humanos en cualquier país y en cualquier régimen político.
Las buenas relaciones con Rumania de los presidentes Richard Nixon,
Gerald Ford y Jimmy Carter empezaron a deteriorarse.
71
Ioan Scurtu
El presidente Ronald Reagan era un líder político pragmático, y
su objetivo fundamental era la liquidación de los regímenes
totalitarios, entre ellos el régimen de Ceauşescu Nicolae. Se recurrió
así a diversas presiones para causarle dificultades. Los Estados Unidos
firmaron cláusulas muy favorables a Rumania pero sometidas al
respeto de los derechos humanos y el derecho a la inmigración. Estas
condiciones eran cumplidas por el régimen de Bucarest de forma
incompleta y siempre con gran retraso. Así era necesario recurrir cada
año a la ayuda de Moses Rosen jefe rabino del culto mosaico de
Rumania que iba a Washington y conversaba con los líderes de los
Judíos americanos para que intervinieran a favor de Rumania. Pero el
Departamento de Estado anunció el 26 de febrero de 1988 la decisión
de los Estados Unidos de América de retirar estas cláusulas tan
ventajosas a partir de 8 de julio de 1988, debido a que el régimen de
Bucuresti no respetaba los derechos humanos y particularmente el
derecho a la libre emigración de los ciudadanos rumanos.
El gobierno de Bucarest, contestó públicamente el 28 de febrero
de 1988, con una declaración en la cual Rumania renunciaba a esta
cláusula en sus relaciones comerciales con Estados Unidos. Esto tuvo
como resultado el enfriamiento de las relaciones con la mayor
potencia del mundo y las pretensiones de Ceauşescu Nicolae de tener
un papel internacional mayor fueron prácticamente anuladas.
El régimen de Bucarest mostró ser muy vulnerable en lo que
concierne al tema de lo derechos humanos. Aunque había firmado el
Acto final de la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en
Europa (1975), actuado que contenía un capítulo consagrado a los
derechos humanos, Ceauşescu Nicolae no ha actuado para liberalizar
el régimen que encabezaba, más bien al contrario ha introducido
nuevas restricciones y un control mayor de los ciudadanos rumanos. A
partir de principios de los años 80, los Estados occidentales han
manifestado un gran interés para la libertad de circulación de los
rumanos y sobre todo por su derecho a la emigración. Al mismo
tiempo, afín de desanimar la tendencia emigrante, el régimen de
Bucarest decidió en febrero de 1983 imponer una tasa para los que
querían emigrar de Rumania. Se afirmaba que el Estado rumano
esperaba recuperar así una parte del dinero que había gastado para la
escolarización (sin tasas, manuales gratuitos, becas, etc.) y el seguro
de asistencia médica (también gratuito); tras las protestas
internacionales, el gobierno rumano ha suspendido la aplicación de
este decreto pero no lo ha abolido50. La cuestión de la emigración
figuró como orden del día de todas las entrevistas realizadas por los
72
La revolución rumana de1989
líderes occidentales con Ceauşescu Nicolae; ellos solían venir con
listas preparadas con anterioridad y la mayor parte de las solicitudes
eran aprobadas por el presidente rumano. Así se concluyeron acuerdos
con la RFA y con Israel. Los acuerdos establecían el número anual de
alemanes o de judíos que debían recibir el permiso de emigración y
cantidad de dinero que debía dar en compensación a Rumania. Según
unas informaciones se aprobaba cada año la emigración de
aproximadamente 11.000 ciudadanos rumanos de etnia alemana y la
de 1000 judíos. Entre 2500-3000 rumanos obtenían esta autorización
bajo el acuerdo firmado en 1975 entre Rumania y Estados Unidos de
América51. Algunos cálculos indican que aproximadamente 120.000
ciudadanos rumanos de etnia alemana han emigrado de 1978 a 198852,
las cantidades de dinero eran: 650 dólares para una persona sin
estudios, 1.964 por un estudiante, 2.500 por un alumno de
Bachillerato, 3.298 por un licenciado de estudios universitarios, 1.035
para un obrero de alta calificación53. En el acuerdo entre Rumania e
Israel, 40.577 judíos han emigrado en el periodo 1968-1989, el Estado
rumano ha recibido entre 2.500 y 3.300 dólares por persona. En
realidad Israel pagó menos porque no pagaban por los niños ni por los
jubilados54. Yosef Govrin, antiguo embajador de Israel en Rumania ha
ofrecido una estadística relativa a la emigración de los ciudadanos
rumanos de origen judío a Israel55. Este documento muestra que el
proceso de emigración fue muy intenso durante los tres primeros años
tras la creación de este Estado; 118.899 ciudadanos rumanos de etnia
judía han emigrado de 1944 a 1951 contra 4.645 en los tres últimos
años del régimen de Ceausescu. Si miramos el análisis abarcando un
periodo de tiempo más largo veremos que 208.426 judíos han
emigrado en la época de Gheorghe Gheorghiu-Dej (1948-1965) y que
el número ha aumentado a 58.426 en la época de Ceauşescu (19651989). Estas cifras son un claro testimonio de que la cuestión de la
emigración de los judíos hacía parte de un “escenario” que
demonizaba al régimen de Ceausescu exagerando mucho las cifras,
presentando a Ceauşescu como un nacionalista y un antisemita que se
había aislado en el plano internacional. El proceso de emigración
siguió después de la Revolución de diciembre de 1989; en el periodo
1990-1994, 94.616 ciudadanos rumanos de origen judío se han
marchado a Israel; evidentemente no estaban “vendidos”, ni estaban
obligados de partir por una “política de purificación étnica” de Bucarest.
Los medios occidentales han realizado una verdadera campaña
contra el régimen de Bucarest, al que acusaban de vender a sus
propios ciudadanos, como si fueran mercancía. La Liga para la
73
Ioan Scurtu
Defensa de los Derechos Humanos en Rumania, dirigidos por algunos
emigrantes rumanos (Mihnea Berindei, Sanda Stolojan, etc.), fue
creada en París. Sus fundadores recogían los datos de las
transgresiones a los derechos cívicos; y transmitían estas
informaciones a los organismos internacionales y los publicaban a
través las radios “Europa Libre” y “La Voz de América”.
La situación de las minorías nacionales, en especial la magiar,
fue otro tema importante en la campaña de satanización de Ceauşescu.
La propaganda húngara – que tenía una gran experiencia y un soporte
logístico impresionante- daba crédito a la idea de que en el Tratado de
Trianon de 1920, Transilvania fue atribuida a Rumania y los húngaros
habían sido sometidos a una política de desnacionalización
draconiana.
Las tesis de la época de entreguerras promulgadas por el
régimen de Horthy, “están otra vez a la orden del día”, la situación de
la minoría magiar en la época de Ceausescu era presentada como
catastrófica. Los medios occidentales han cogido y amplificado este
mensaje, han acreditado la idea de que los húngaros de Transilvania,
corrían un gran peligro y que la comunidad internacional debía
intervenir urgentemente. De acuerdo con esta campaña el régimen de
Budapest, publicaba obras históricas con carácter revisionista (entre
ellos Historia de Transilvania, de la Academia de las Ciencias de la
República Popular Húngara traducida a los idiomas más importantes),
difundía historias que representaban a la “tragedia” de los húngaros de
Transilvania, y pedía oficialmente a Rumania poner fin a la política de
discriminación de las minorías nacionales.
El Plenum del CC del PCR del 28 de junio de 1988 ha
condenado “las manifestaciones anti-rumanas, ocurridas en Hungría”
y se ha pronunciado con tono conciliador para solucionar los
problemas que afectaban a las relaciones entre Rumania y Hungría. El
encuentro de los dos líderes, Ceauşescu Nicolae y Grósz Károly, el 28
de agosto en Arad (oeste de Rumania), buscando las soluciones que
podrían permitir “despachar los problemas que existían en las
relaciones rumanos-húngaras”56 fue extremadamente frío e
infructuoso. Como si quisiera ofrecer a los medios internacionales un
nuevo sujeto de crítica hacia su régimen, Ceauşescu Nicolae lanzó el
programa de sistematización de las localidades rurales. A mitad de los
años 80 los pueblos de menos de 999 habitantes representaban el
70,9% del número total de las localidades rurales y los que tenían una
población de 1.999 personas representaban el 89,6%57 del total. En el
medio rural rumano la vida se modernizaba. Dos tercios de las casas
74
La revolución rumana de1989
aproximadamente habían sido construidas después de 1950.
Edificadas con materiales duraderos estas casas eran más confortables
y su arquitectura respetaba las características locales. La infraestructura
necesaria de desagüe y de sistema de aprovisionamiento de agua
corriente, no existían evidentemente en los pueblos rumanos, lo que
ciertamente tenía repercusiones negativas en la higiene y la salud de
los aldeanos.
Partiendo del hecho de que había en Rumania un amplio
número de pueblos de pequeñas dimensiones, se adoptó un plan que
creaba importantes comunidades, que debían introducir la civilización
moderna (desagües, electricidad, calefacción, tiendas, cines, colegios,
etc.). Se realizó para este objetivo la supresión de las pequeñas aldeas
y el desplazamiento de sus habitantes hacia el centro de las
comunidades, que se deberían transformar en ciudades. La 4ª
Conferencia de los presidentes de los Consejos Populares, del mes de
marzo de 1988, establecía que aproximadamente 7.500 pueblos sobre
un total de 13.100, es decir más de la mitad, debían desaparecer antes
del año 200058. Al menos cuatro millones de personas habrán debido
renunciar de hecho, a su hábitat tradicional, a su propio hogar, creado
durante generaciones, para mudarse a otras localidades designadas por
los órganos del partido y del Estado. Se han elaborado unos proyectos
“de modelo de casa” con uno o varios pisos para acoger a la gente del
campo. Este modelo se había ya intentado en el pueblo de Otopeni,
para las casas situadas cerca de la carretera que llevaba al aeropuerto
internacional. Finalmente este plan no se pudo realizar por su falta de
realismo. Por contra provocó una fuerte reacción internacional. Se
decía que Ceauşescu quería destruir los pueblos destruir el medio, y
las tradiciones de los parroquianos. La prensa occidental afirmaba que
los campesinos de Rumania particularmente los de etnia magiar y
alemana, aterrorizados esperaban que las excavadoras llegasen “de un
minuto a otro” para destruir sus casas. Las organizaciones para la
defensa de los derechos humanos estaban constantemente en alerta y
pidieron al gobierno de Bucarest parar esta operación. También
pidieron la intervención de los foros internacionales para salvar una
importante parte del tesoro cultural y etnográfico de Europa. Una
delegación de seis parlamentarios europeos, se presentó ante
presidente Ceauşescu y el primer ministro Dăscălescu, para pedirles la
renuncia a este plan de destrucción de los pueblos habitados por los
Szeklers59. Las acciones de “hermanamiento” con los pueblos
rumanos, afín de impedir su destrucción se hicieron en muchos países
occidentales. Los Países Bajos, Bélgica y Francia apoyaron
75
Ioan Scurtu
fuertemente la operación “pueblos rumanos”60. La campaña contra la
demolición de los pueblos rumanos fue tan potente que personalidades
de la vida cultural como Eugene Ionesco, Andréi Sájarov y Yehudi
Menuhin se adhirieron a esta causa.
En 1989, cuando la acción de liquidar los regímenes socialistastotalitarios de Europa se ha puesto en marcha, Ceauşescu Nicolae
estaba sometido a un verdadero ataque de los medios occidentales,
Gorbachov le miraba con odio y desprecio y lo peor era el profundo
malcontento del pueblo rumano, que soñaba con su salida de cualquier
forma posible (dimisión, muerte, reemplazo).
NOTAS
1 Revoluţiile din 1989. Între trecut şi viitor (Las revoluciones de 1989. Entre
pasado y porvenir). Volumen coordinado por Vladimir Tismaneanu. Ediciones
Polirom, 2005
2 Mihai Fătu, Contribuţii la studierea regimului politic din România.
Septembrie 1940-august 1944 (Contribuciones al estudio del régimen político de
Rumania. Septiembre 1940-agosto 1944) Bucarest, Ediciones políticas, 1984, p.7-8
3 O analiză mai detaliată (un análisis más detallado) en Scurtu Ioan y
Gheorghe Buzatu Istoria Românilor în secolul XX. 1918-1948 (Historia de los
rumanos en el siglo XX, 1918-1948), Bucarest, Ediciones Paideia, 1999; Capitolul
XXII; 1948- Anul instaurării regimului stalinist în România (Capítulo XXII: 1948- El
año de la instauración del régimen estalinista en Rumania)
4 “Buletinul oficial al Republicii Socialiste România” (Boletín oficial de la
República Socialista de Rumania), nº 1 del 21 de agosto de 1965
5 Congresul al XI-lea al Partidului Comunist Român. 25-28 noiembrie 1974
(XI Congreso del Partido comunista Rumano. 25-28 noviembre 1974), Bucarest,
Ediciones Políticas, 1975, pp. 614-749
6 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), versión rumana de Radu
Pontbriandt. Edición Petre Dan. Bucarest, Ediciones Nemira, 1994, p.219
7 Ibídem, p. 227
8 Ceauşescu Nicolae, Raport la cel de-al XIV-lea Congres al Partidului
Comunist Român (Informe del XIV Congreso del Partido Comunista Rumano),
Bucarest, Ediciones Políticas, 1989, p.114
9 Wiston Churchill, Al Doilea Război Mondial (Memorias sobre la 2ª Guerra
Mundial), vol.II. Traducción Florea Any si Florea Virgil, Bucarest, Ediciones
Saeculum, 1996, pp. 381-382
10 Henry Kissinger, Diplomaţia (Diplomacia), versión rumana Mircea
Stefancu si Radu Paraschivesu, Bucarest, Ediciones All, 2002, p.668
11 Ibídem, p.674
12 Constantin Hlihor, Geopolitica şi geostrategia în analiza relaţiilor
internationale contemporane. Consideraţii teoretice şi metodologice (La Geopolítica y
la geoestrategia en el análisis de las relaciones internacionales contemporáneas.
Consideraciones teóricas y metodológicas) Bucarest, Ediciones de la Universidad
Nacional de Defensa “Carol I”, 2005, p.85
13 Sergiu Tămaş, Geopolitica (Geopolítica), Iaşi, El Instituto Europeo, 1994,
p.114
14 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), versión rumana de Radu
Pontbriandt. Edición Petre Dan. Bucarest, Ediciones Nemira, 1994, p.113
76
La revolución rumana de1989
15 Istoria secolului XX. În căutarea unei lumi (1973 până în zilele noastre)
(Historia del siglo XX. En busca de un nuevo mundo [de 1973 hasta nuestros días]).
Bajo la redacción de Serge Berstein y Pierre Milza. Versión rumana Marius Ioan,
Bucarest, Ediciones All, 1998, p.161
16 Henry Kissinger, Diplomaţia… (Diplomacia…), p.694
17 Aleksandr Yakovlev, Ce vrem să facem din Uniunea Sovietică (Lo que
queremos hacer de la Unión Soviética), p.69
18 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut, (1989 el Este de Prut),
Chişinău, Ediciones Prut Internacional, 2001, p.31
19 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), pp. 211-222
20 Hélène Carrère d’Encausse, Triumful naţiunilor sau sfârşitul imperiului
sovietic, (El triunfo de las naciones o el fin del imperio soviético) Bucarest, Ediciones
Remember, 1993, p.132
21 General-colonel (r) Constantin Olteanu, România, o voce distinctă în
Tratarul de la Varşovia. Memorii. 1980-1985. Dialog cu Avram Dumitru (Rumania,
una voz distinta en el Tratado de Varsovia. Memorias. 1980-1985. Diálogo con
Avram Dumitru), Bucarest, Ediciones Aldo, 1999, pp. 102-109
22 Stelian Tănase, Miracolul revolutiei. O istorie politică a căderii regimurilor
comuniste (El espejo de la revolución. Una historia política de la caída de los
regímenes comunistas), Bucarest, Ediciones Humanistas, 1999, p.61
23 Adam Michnik, Restauratia de catifea (La restauración de terciopelo), Iaşi,
Ediciones Polirom, 2001, p.234
24 Eduard Shevardnadze,Optiunea mea (Mi opción). Versión rumana
Constantinescu Virgil, Bucarest, Ediciones Presa Nationala, 2003
25 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste din 1945 până
în zilele noastre (Historia comparada de los Estados comunistas de 1945 a nuestros
días). Versión rumana Silvia Albeşteanu şi Ana Zbârcea, Iaşi, Editions Polirom, 1988,
p.298
26 Joseph F. Harrington y Bruce J. Courtney, Relaţii româno-americane.
1940-1999 (Relaciones rumano-norteamericanas. 1940-1999). Versión rumana
Mihaela Sadovschi, Iaşi, Institutul European, 2002, p.525
27 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste… (Historia
comparativa de los Estados comunistas de 1945 a nuestros días), p.299
28 Ibídem, p.303
29 Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României, 1918-2005 (Historia
contemporánea de Rumania, 1918-2005), Bucarest Ediciones de la Fondation
Romania de Maine, 2005, pp.146-165
30 Mihai Retegan, 1968. Din primăvară până în toamnă (1968. De primavera
al otoño), Bucarest Ediciones RAO, 1988, p.245
31 Şfârşitul perioadei liberale a regimului Ceauşescu: mini-revoluţia culturală
din 1971 (El fin del periodo liberal del régimen de Ceausescu: la ini-revolución
cultural de 1971), Ediciones Ana-Maria Catanus, Bucarest, El Instituto Nacional para
el Estudio del Totalitarismo, p.19 (intervención de Florin Constantiniu)
32 Relaţiile româno-chineze. 1880-1974. Documente (Las relaciones rumanochinas 1880-1974. Documentos). Bajo la coordinación del embajador Ion Budura,
Bucarest, Imprenta Gestionada Autónoma el Periódico Oficial, 2005, pp. 1080-1081
33 Şfârşitul perioadei…, (El fin del periodo…), p.119
34 Ion Mihai Pacepa, Moştenirea Kremlinului. Rolul spionajului în sistemul
comunist de guvernare (La herencia del Kremlin. El papel del espionaje en el sistema
comunista de gobierno), Bucarest, Ediciones Venus, 1993, p.287
35 Ibídem, pp. 498-499
36 Ibídem, p. 287
37 Istoria României în date (Historia de Rumania según los datos).
Coordinador Giurescu C. Dinu, Bucarest, Ediciones Enciclopédicas, 2003, p.558
77
Ioan Scurtu
38 Giurescu C. Dinu, Distrugerea trecutului României (La destrucción del
pasado de Rumania), Bucarest, Ediciones Museion, 1994, pp.50-51
39 Scânteia del 4 de agosto de 1977
40 Ver Vlăduţ Nisipeanu, L-am înfruntat pe Ceauşescu (Me enfrenté con
Ceausescu), Bucarest, Ediciones Crist, f.a.
41 Mircea Raceanu, Cronologie comentată a relaţiilor româno-americane
(Cronología comentada de las relaciones rumano-norteamericanas), Bucarest,
Ediciones Silex, 2005, p.241
42 Istoria economică a României (Historia económica de Rumania), Tomo II,
1989-1989. Coordinador Académico Constantinescu N. N., Bucarest, Ediciones
Económicas, 2000, p.376
43 Scânteia del 27 de mayo de 1987
44 Marele şoc din finalul unui secol scurt (El gran choque de un final de siglo
muy corto. Entrevista Iliescu Ion - Vladimir Tismăneanu), Bucarest, Ediciones
Enciclopédicas, 2004, p.151; y Ediciones du Rocher, París, 2005
45 Ion Mihai Pacepa, Orizonturi roşii (Horizontes rojos), p.161
46 Moştenirea Kremlinului. Rolul spionajului în sistemul comunist de
guvernare (La herencia del Kremlin. El papel del espionaje en el sistema comunista de
gobierno), Bucarest, Ediciones Venus, 1993, p.310
47 Silviu Brucan, Generaţia irosită. Memorii (la generación pérdida.
Memorias), Ediciones Universal y Calistrat Hogas, Bucarest, 1992, p.168
48 Ver Oprea Marius y Stajerel Olaru, Ziua care un se uită, 15 noiembrie
1987, Braţov (El día que no se olvida, 15 de noviembre de 1987, Braşov), Iaşi,
Ediciones Polirom, 2002
49 David B. Funderburk, Un ambasador american între Departamentul de Stat
şi clanul Ceauşescu (Un embajador norteamericano entre el Departamento de Estado y
el clan de los Ceausescu), Bucarest, Ediciones Ion Dumitru, f.a., p.114
50 Georges Castellan, Historie du Peuple roumain (Historia del pueblo
rumano), París, Ediciones Armeline, 2002, p.300
51 David B. Funderburk, Un ambasador american… (Un embajador
norteamericano…), p.114
52 Radu Ioanid, Răscumpărarea evreilor. Istoria acordurilor secrete dintre
România şi Israel (El rescate de los Judíos. Historia de los acuerdos secretos entre
Rumania e Israel), Iaşi, Ediciones Polirom, 2005, p.169
53 Ibídem, p.171
54 Ibídem, p.173
55 Yosef Govrin, Israelí-Romania relations at the Ceauşescu Era (Relaciones
Israelí-Rumanas en la era Ceauşescu), Londres, Pórtland, Frank Cass, 2002, pp. 261262
56 Enciclopedia istoriei politice a României. 1859-2002 (Enciclopedia de la
historia política de Rumania. 1859-2002). Bajo la coordinación de Stelian Neagoe,
Bucarest, Ediciones del Instituto de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales,
2003, p.538
57 Giurescu C. Dinu, Distrugerea trecutului României (La destrucción del
pasado de Rumania), Bucarest, Ediciones Museion, 1994, p.29
58 Scânteia del 4 de marzo de 1988
59 Georges Castellan, Histoire du Peuple roumain… (Historia del pueblo
rumano), p.303
60 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste…, (Historia
comparada de los Estados comunistas…), p.309
78
La revolución rumana de1989
CAPÍTULO II
LA TEORÍA DEL DÓMINO
1. LA FIEBRE DE LA PRIMERA MITAD DEL AÑO 1989
El año 1989 comenzó en una atmósfera de efervescencia en
algunos Estados socialistas, pero nada dejaba prever las inmensas
transformaciones que iban a modificar la faz europea. La Comisión
Bogomolov presentaba, el 2 de enero de 1989 a la dirección soviética,
un memorando concerniente a los cambios en el este de Europa. Su
conclusión era que el agravamiento de las condiciones de vida en
estos Estados había creado una crisis de desarrollo, que imponía un
cambio del modelo socialista anterior. En este texto había también
previsiones en cuanto a la evolución específica de cada país. Una
“explosión social” no era excluida para el caso rumano1. En la primera
mitad del año, todo se ha desarrollado en una atmósfera relativamente
tranquila, después, en el verano se produjo una aceleración que ha
conducido a la caída de los regímenes socialistas-totalitarios.
En la Unión Soviética, la campaña para la elección del
Congreso de los Diputados del Pueblo, se desarrollaba; por primera
vez, la existencia de varias candidaturas para un solo puesto y la
presentación de candidatos sin la aprobación anterior de PCUS, eran
admitidas. Mientras que el pluripartidismo no estaba autorizado en la
época, la asociación Memorial que tenía como objetivo la revelación
de la represión estalinista, tuvo su Congreso constitutivo a finales de
enero de 1989. En los Países Bálticos, se creaban “frentes populares”
que se pronunciaban por la autodeterminación nacional, buscando
separarse de la Unión Soviética2. En la RSS de Moldavia tuvo lugar un
mitin el 26 de febrero delante de la sede del CC del Partido
Comunista. Los participantes han gritado en esta ocasión «queremos
el idioma (rumano) y el alfabeto (latín)!», «¡devolvernos nuestra
historia!», «viva Gorbachov!». Otro mitin fue organizado el 12 de
marzo, las columnas de manifestantes llevaban por primera vez, desde
la ocupación soviética de 1944, la bandera tricolor. A la mañana
siguiente se vendió el primer diario usando el alfabeto latino. El
periódico se llamaba “Glasul” (La voz) y había sido fundado por el
79
Ioan Scurtu
escritor Ion Druţă3. Debido a la oposición de las autoridades de
Chişinău, el periódico fue impreso en Riga, pero su difusión en
Besarabia fue posible.
Las elecciones de la URSS, organizadas el 26 de marzo han
diseñado un Congreso, diferente de los Parlamentos anteriores, debido
a que estaba formado por varios grupos: los comunistas seguidores de
Gorbachov, los comunistas disidentes (con Borís Yeltsin a su cabeza),
y los neo-comunistas (Andréi Sájarov).
La sesión de apertura que tuvo lugar el 25 de mayo fue
retransmitida en directo por la cadena pública de televisión y los
ciudadanos soviéticos han conocido así una realidad política diferente
de la que habían tenido anteriormente: “la unidad monolítica”
impuesta por el Partido Comunista ya no existía. Pero Gorbachov usó
la vieja práctica: convocó el día anterior, el Plenum del CC del PCUS
que le recomendó para la función de presidente del Soviet Supremo de
la URSS. Como era previsible, el congreso le ha elegido con una
abultada mayoría (95,6% de los votos), por lo que hubo 87 votos en
contra4. La radio y la televisión han retransmitido durante las
reuniones del Congreso, unos reportajes y entrevistas protagonizadas
por muchos diputados, uno de ellos pidió, que V.I.Lenin fuese extraído
del mausoleo situado al lado del Kremlin y que se enterrado como un
simple ciudadano. Esta propuesta que señalaba al ideólogo del partido
y al constructor de Estado soviético, era algo inusitado. Tras los
debates, los representantes de las repúblicas soviéticas criticaron el
poder central y pidieron una autonomía mayor, los representantes de
los Países Bálticos llegaron incluso a sugerir la independencia de sus
Estados. En esta atmósfera el escritor ruso Valentín Rasputín dijo a los
diputados de los Países Bálticos: «y si Rusia sale de la Unión, si es
ella a la que acusáis de todas vuestras penas? (…). Creedme, estoy
harto de que seamos la “cabeza de turco” y la diana de las injurias»5.
Las palabras de Rasputín, fueron consideradas por Gorbachov como
una broma pesada: «existía alguien capaz de imaginar que Rusia podía
salir de la Unión Soviética y poner fin a este imperio?. Por tanto, «las
profecías» del escritor ruso fueron verificadas 2 años más tarde. La
propuesta de Andréi Sájarov no fue menos sorprendente. Él proponía
la cancelación del artículo 6º de la Constitución de la URSS , que
preveía el papel principal del PCUS Gorbachov que presidía la sesión
replicó que esta propuesta sobrepasaba los límites del reglamento y
anunció, a fin de evitar los debates entorno a este tema que harían una
pausa6. Tras la pausa, este tema no volvió a figurar más en el orden del
día.
80
La revolución rumana de1989
Por lo tanto, lo que más preocupaba a Gorbachov no eran los
debates ni los comentarios durante las pausas, los cuales sobrepasaban
los límites que él concedía, sino los movimientos nacionalistas de los
territorios anexionados por la URSS en la región autónoma de
Nagorno-Karabaj- enclave situado en Azerbaiyán cuya población
estaba formada mayoritariamente por armenios- los conflictos
sangrientos se habían declarado entre las dos etnias (los armenios y
los azerbaiyanos). Para calmar los ánimos, un “Comité especial” fue
convocado en enero de 1989, el cual acogía todas las prerrogativas del
poder sobre este enclave, que pasó a estar bajo la subordinación de los
órganos centrales de Moscú. Los esfuerzos para normalizar la
situación no dieron resultados y los enfrentamientos étnicos siguieron
en Nagorno-Karabaj. Además, según el ministro de Asuntos
Exteriores, Eduard Shevardnadze, tropas especiales del Ministerio del
interior fueron enviadas a Tiflis. Hicieron el 8 de abril por la mañana
“una demostración de fuerza”. Su efecto no fue productivo- en vez de
asustar a la gente, ha provocado una explosión de indignación, un
deseo de unir sus fuerzas y de vencerles (…). La gente se lanzaba bajo
los automóviles ya que el sentimiento de miedo no existía; era un
espíritu que había sobrevivido a las represalias del pasado. La gente
no tenía miedo y su indignación era más fuerte, ya que los que habían
creído en la perestroika ya no lo hacían: en 1989 actuaban contra ellos
usando los mismos métodos que los usados en 1956 contra sus
padres7. El 9 de abril de 1989, las fuerzas del orden intervinieron
enérgicamente en Tiflis contra una manifestación favorable a los
huelguistas de hambre que pedían la independencia de la República
Socialista Soviética de Georgia. Hubo 20 muertos y decenas de
heridos. En mayo y junio de 1989 hubo también incidentes en
Uzbekistán. Aquí los enfrentamientos entre uzbecos y meskhet han
llevado a 99 muertos y por lo menos mil heridos8. La reacción de los
oficiales del Kremlin extremadamente dura, demostraba que la
perestroika solo reconocía algunos derechos y libertades, no permitía
los de las nacionalidades, en primer lugar, ni tampoco admitía ninguna
acción susceptible de poner en duda la existencia de URSS Era el
mayor problema ante el cual el Kremlin se enfrentaba. El 13 y el 14 de
mayo de 1989 los frentes populares de los Países Bálticos adoptaron
en una reunión en Talín, una declaración afirmando que la anexión de
Estonia, Letonia y Lituania en 1940 a la Unión Soviética destruía su
carácter de Estado; y sostuvieron que sus países debían tener el
derecho a la autodeterminación y a un estatus político especial; la
reunión ha lanzado una Llamada a la Conferencia sobre la Seguridad
81
Ioan Scurtu
y la Cooperación en Europa (CSCE), al secretario general de la ONU
y al presidente del Presidum del Soviet Supremo de la URSS. Este
documento condenaba los acuerdos de 1939-1940, entre la Unión
Soviética y Alemania, según los cuales la Unión Soviética se
anexionaba tres países9. el camino hacia el desmembramiento de la
Unión Soviética comenzaba.
Por la iniciativa del Movimiento Democrático para el Apoyo a
la Reestructuración, tuvo lugar, el 20 de mayo, el Congreso de
constitución del Frente Popular de la República de Moldavia que
mencionaba en su Llamada a los ciudadanos de la República, que no
quería la conquista del poder político y del Estado, sino la obtención
de la soberanía económica, social y cultural de la RSS de Moldavia
como Estado con el mismo trato dentro de la URSS. Su otro objetivo
era profundizar en el proceso de democratización de la sociedad10. El
15 de junio fue publicado en Chişinău el primer ejemplar de la revista
Literatura si Arta (literatura y arte) que usaba el alfabeto latín.
En los otros Estados socialistas, la política de reformas conoció
durante la primera mitad del año 1989 diferentes intensidades. En
Polonia, el general Wojciech Jaruzelski obtuvo en enero de 1989 el
acuerdo del Comité Central del Partido Obrero Unido Polaco
(comunista) para retomar las negociaciones oficiales con Solidaridad,
interrumpidas en diciembre de 1981, cuando el general había
proclamado la ley marcial, ejecutando “el golpe de estado más
perfecto en la historia moderna de Europa”11, con el cual evitó a la vez
la guerra civil y la intervención militar soviética. Un importante
experimento histórico se produjo a principios del año 1989 en Polonia:
representantes del partido comunista, de Solidaridad, y de la Iglesia se
sentaron juntos. Este acto entró en la historia bajo el nombre de “La
mesa redonda”. Las negociaciones tuvieron lugar de febrero a marzo y
se firmó finalmente el acuerdo político el 5 de abril de 198912. Este
acuerdo preveía la reorganización del Gobierno y del Parlamento, la
realización de elecciones generales, el derecho de la oposición a tener
sus propias candidaturas, la posibilidad de publicar sus propios
periódicos y de tener acceso a la radio y la televisión. En conformidad
con las conclusiones de la “tabla redonda”, un tribunal de Varsovia
decidió el 17 de abril de 1989 registrar oficialmente la Unión de los
Sindicatos Independientes, Solidaridad entraba así en la legalidad.
El 10 y el 11 de junio de 1989 tuvo lugar la visita del general
Jaruzelski, presidente del Consejo de Estado de la RP de Polonia a la
Gran Bretaña. Fue la primera visita de un jefe de Estado polaco a este
país desde la 2ª Guerra Mundial. Margaret Thatcher, 1ª ministra
82
La revolución rumana de1989
británica, se ha declarado fascinada “por los acontecimientos” de
Polonia. Ha precisado que su país “daría pasos concretos para sostener
Polonia después de la puesta en marcha de las reformas económicas”.
Margaret Thatcher prometió diversas ayudas: Gran Bretaña tendría un
papel constructivo en las discusiones financieras de Polonia con el
FMI; sostendría el escalonamiento para espaciar los pagos de la deuda
polaca en el ámbito del Club de París; concedería 5 millones de libras
esterlinas durante un periodo de 5 años, sumas que van a crear un
fondo destinado a la formación de cargos para la economía polaca;
emprendería acciones en el interior de la Unión Económica Europea
(CEE) para liberalizar el comercio con Polonia y eliminar las
limitaciones cuantitativas discriminatorias en los intercambios
comerciales; alentaría a las direcciones de los Estados occidentales
para acordar una acrecentada asistencia financiera para las reformas en
Polonia13.
Del 14 al 16 de junio de 1989, el presidente francés, Mitterrand
François, visitó Polonia. Tuvo entrevistas con el presidente Jaruzelski,
con el primer ministro Rakowski, pero también con Lech Wałęsa líder
de Solidaridad. Los ministros de Finanzas de estos dos países
firmaron en esta ocasión un acuerdo sobre el escalonamiento del pago
de la deuda polaca contraída con Francia. Mitterrand François declaró:
“Querría que lo que está pasando en Polonia, en Hungría y en
parcialmente en la URSS contamine a toda Europa del Este”14.
Al final de una campaña electoral extremadamente intensa, que
tuvo lugar del 4 al 18 de junio de 1989, la oposición ganó las
elecciones. El 18 de junio de 1989 el Partido Obrero Unido Polaco
perdió prácticamente el papel preponderancia en el país. Esta fecha
marcó también un momento importante en la historia de los países
socialistas, porque ponía fin a un periodo donde los países comunistas
ejercían el monopolio del poder político.
En Hungría, el Partido Obrero Socialista Húngaro (comunista),
bajo la dirección de Károly Grósz, se alineó entorno a las reformas de
Gorbachov. Károly Grósz declaró el 19 de mayo de 1989, que su
partido quería “arreglar los problemas del socialismo a través de vías
administrativas pero también democráticas dentro de un sistema
multipartidista15. Un “círculo de reformas” previendo compartir el
poder con otras fuerzas políticas fue creado en el Partido Obrero
Socialista Húngaro. Una de estas fuerzas era Forum Democrático
Húngaro, fundado en septiembre de 1988. El 7 de junio de 1989 es la
fecha de nacimiento del Movimiento para una Hungría Democrática,
que contaba aproximadamente con 500 intelectuales; en su sesión de
83
Ioan Scurtu
constitución, presidida por el profesor universitario Gázso Ferenc,
algunos dirigentes del Partido Socialista Húngaro eran presentes
(Poszgay Imre- miembro del Gabinete político, Ministro de Estado,
Szüros Mátyás- Presidente del Parlamento, Horváth István- Ministro
del Interior, etc).
Como en el caso polaco, una “mesa redonda” fue organizada
en Hungría también. Su primera reunión tuvo lugar, el 13 de junio de
1989, con la participación de los representantes del Partido Obrero
Socialista Húngaro (el secretario general Grósz Károly, a la cabeza) y
de 15 organizaciones políticas, sindicales y cívicas (entre ellos Orban
Victor, en la Delegación de los Jóvenes Demócratas). Los 120
periodistas presentes a la sesión de apertura se han enterado que los
debates debían empezar el 21 de junio de 1989.
En Hungría, la modificación de la historia ha jugado un papel
importante en la acción de la oposición. Una Comisión para la verdad
histórica fue puesta en marcha con la aprobación tácita de los
oficiales. Esta llegó a la conclusión de que en 1956 no hubo una
contrarrevolución, pero sí una acción valiente, patriótica, aniquilada
por el ejercito soviético. La Comisión ha propuesto la reinhumación
del antiguo primer ministro Nagy Imre y de cuatro de sus más
cercanos colaboradores, el 16 de junio, fue declarado Día de luto
nacional. El presidente del Parlamento, el primer ministro de Hungría
y otros dignatarios han depositado flores durante la ceremonia en el
catafalco de Nagy Imre. También han depositado coronas de flores el
Decano del cuerpo diplomático (peruano), acompañado por los
embajadores de EUA, Yugoslavia y Argentina, los representantes de la
radio “Europa Libre”, de la inmigración rumana de Francia, de
“Solidaridad” de Polonia, de la “Carta 77” de Checoslovaquia, del
Partido Comunista Italiano, etc.16.
La dirección de Budapest, ha invitado a los representantes de la
diáspora rumana a participar en el funeral de las victimas de la
represión de 1956. Fue adoptado en esta ocasión La Declaración de
Budapest, del 16 de julio de 1989, que estipulaba que Transilvania era
“espacio de complementariedad” en el cual el derecho a la
representación política autónoma debía estar garantizado. Al igual, en
Hungría vivían entre 10.000 y 50.000 rumanos que habían pasado
clandestinamente las fronteras. Hungría ha pedido al Alto
Comisariado de la ONU para los Refugiados, que abrió una oficina en
Budapest, para acordar dar asistencia a los Rumanos que se
encontraban en los centros de acogida. Algunos de ellos eran
formados y enviados con misiones secretas a Rumania; el principal
84
La revolución rumana de1989
objetivo era la radicalización de algunos grupos de Rumania para
reformar el sistema político17.
En el espíritu de la nueva orientación, el gobierno de Hungría
admitió la parición de periódicos, la creación de radios, cadenas de
televisión, y la apertura en Budapest del primer centro de radio de
“Europa Libre”. La reunión plenaria del Comité Central del Partido
Obrero Socialista Húngaro, del 23 y del 24 de julio de 1989, a elegido
una dirección colectiva de cuatro miembros; Nyers Reszö- presidente
del partido, Károly Grósz- secretario general, Nemeth Miklós- primer
ministro y Poszgay Imre - ministro de Estado. Se precisó que el
presidente del Partido era el encargado de las relaciones
internacionales mientras que el secretario general se encargaría de las
cuestiones interiores. Fue creado “La Comisión para sacar lecciones
de nuestro devenir histórico” y para la elaboración de la Declaraciónprograma del Partido Obrero Socialista Húngaro llevado por Imre
Poszgay.
La dirección de Checoslovaquia ha tenido una actitud reticente
hacia las reformas. El 15 de enero de 1989 una manifestación tuvo
lugar en Praga en memoria de Jan Palach, un estudiante que 20 años
antes se había inmolado para protestar por la intervención de las
tropas soviéticas en Checoslovaquia. La manifestación fue dispersada
con la ayuda del ejército por orden del gobierno. La primea gran
acción popular de este año había fracasado pero ni los checos ni los
eslovacos habían perdido el ánimo.
En Alemania del Este el líder del Partido y del Estado Erich
Honecker, ha acogido con hostilidad las reformas de Gorbachov. Pero
este país debía su existencia a la Unión Soviética y la política de
independencia, promulgada por Honecker tenía pocas oportunidades
de establecerse. En agosto de 1961, los Soviéticos habían erigido el
Muro de Berlín, que marcaba la división de Europa y de numerosos
alemanes del Este que trataron de pasar al oeste y fueron asesinados.
Después de 1985, la política distensión promulgada por Gorbachov,
intentó también mejorar las relaciones con la RFA. Cuando vino a
Bonn, el 12 de junio de 1987, Gorbachov debatió amigablemente con
Canciller Helmut Kohl. Ha expresado que la URSS y la RFA debían
jugar un “papel clave en lo que concierne al futuro de Europa”18.
Mientras Honecker miraba con frialdad esta visita, los ciudadanos de
la RDA la consideraban como una posible vía hacia la unificación de
estos Estados.
Otro país socialista, Yugoslavia, vivía en un estado de tensión,
generado por la voluntad de algunas de sus Repúblicas
85
Ioan Scurtu
(particularmente Eslovenia y Croacia) de salir de la Federación. En
marzo de 1989, los primeros enfrentamientos entre los separatistas
albaneses de Kosovo y las fuerzas del gobierno de Belgrado tuvieron
lugar después del arresto de un líder albanés de esta provincia
autónoma. Esto demostraba que el espíritu de reconciliación se había
abandonado por el régimen de Milošević. La autonomía de las
provincias de Kosovo, y de Voivodina- prevista en la Constitución de
la RFS de Yugoslavia- había sido cancelada por el voto de la
Asamblea de Serbia del 28 de marzo de 1989. Toda la propaganda
sobre la igualdad de los derechos de los ciudadanos y las naciones que
conformaban la RFS de Yugoslavia, durante 5 decenios, se cancelaba
así. El discurso pronunciado por Slobodan Milošević, el 28 de junio
en el Campo del Mirlo, en Kosovo, en la ceremonia del sexto
centenario del célebre combate, ha subrayado la decisión de Belgrado,
de usar la fuerza contra los separatistas.
En Albania bajo la dirección de Ramiz Alia, las reformas de
Gorbachov no eran conocidas por la población que no tenía ningún
acceso a la información.
Al principio del año 1989, en Rumania la oposición hacia la
política de Ceauşescu se agravó, debido a que la presión a la que se
veía expuesta la población, se hacía insostenible. La violación de los
derechos humanos a nivel nacional: las privaciones alimenticias, el
racionamiento de los productos básicos, el frío en las casas, los cortes
de electricidad, las demoliciones a un ritmo acelerado (todo un barrio
fue derribado en Bucuresti para construir la Casa del Pueblo), la
limitación del derecho a la libre circulación en otros países, que era
prácticamente anulada, se habían convertido en hechos cotidianos que
tocaban a la casi totalidad de la ciudadanía. Esta oposición se
manifestaba de diferente manera: imprimían y distribuían pasquines
cuyos textos se oponían al régimen, se realizaban entrevistas en los
puestos de radio en el extranjero, se mandaban cartas anónimas al CC
del PCR y a Ceauşescu Nicolae personalmente, etc. En marzo de 1989
las radios “BBC”, “La Voz de América” y “Europa Libre” han
divulgado la carta que 6 antiguos altos responsables del PCR habían
mandado a Ceauşescu Nicolae19. Los 6 firmantes habían ejercido las
funciones siguientes: Gheorghe Apostol- primer secretario del Comité
Central del Partido Obrero Rumano y vicepresidente del Consejo de
Ministros; Constantin Pârvulescu - miembro de la oficina política del
CC del PCR; Alexandru Bârlădeanu- miembro del Comité Político
Ejecutivo del CC del PCR, vicepresidente del Consejo de Ministro;
Mănescu Corneliu - miembro del CC del PCR, ministro de Asuntos
86
La revolución rumana de1989
Exteriores; Silviu Brucan- jefe de sección adjunto del CC del PCR,
embajador; Grigore Răceanu- miembro del CC del PCR. Los autores
de esta carta no juzgaban el régimen socialista totalitario sino
solamente pedían a Ceauşescu Nicolae algunas mejoras, siguiendo el
mismo espíritu de las reformas de la perestroika promulgada Mijaíl
Gorbachov. La carta comenzaba así: “Ahora que la idea misma del
socialismo para la cual habemos luchado está desacreditada por su
política y como nuestro país se encuentra aislado en Europa, nos
hemos decidido a tomar posición”. La carta seguía con una serie de
acusaciones hacia el presidente: “La comunidad internacional le
reprocha el no respeto del Acto Final de Helsinki, que usted había
firmado. Los ciudadanos de Rumania le reprochan el no respeto a la
Constitución, que usted había jurado respetar”. Se referían al plan de
sistematización de los pueblos; al decreto que prohibía a los
ciudadanos rumanos establecer contacto con los extranjeros, que
ningún forum legislativo había votado y que no fue publicado; a las
inmensas inversiones en las obras de construcción del centro cívico de
Bucarest, en la ausencia del presupuesto público; a la Securitate
“creada para defender el orden socialista contra las clases
explotadoras, usadas ahora contra los obreros”; a la prolongación de la
semana de trabajo, domingos incluidos; a la violación del correo; a la
intercepción de las comunicaciones telefónicas. “En resumen, la
Constitución fue virtualmente suspendida y no disponemos
actualmente de un sistema legal”.
Otros reproches estaban enfocados sobre la planificación de la
economía, la cual no funcionaba bien; en la política agrícola, que
había sido “un fracaso”; a “la política de asimilación forzada” de las
minorías nacionales lo que había conducido a la emigración de los
alemanes, de los húngaros y de los judíos. Los autores de la carta se
declaraban inquietos porque “la posición internacional de Rumania y
su prestigio disminuía rápidamente”. La carta de los seis tuvo un
importante eco internacional interior, porque fue difundida muchas
veces en la radio extranjera. Los firmantes fueron llamados por la
Securitate. Sufrieron arresto domiciliario (en su propia casa, o en las
afueras de Bucuresti). En los años 50, cuando Gheorghe Apostol,
Constantin Pârvulescu y Silviu Brucan ocupaban altos puestos en el
partido, los iniciadores de un documento semejante hubiesen sido
calificados de “enemigos de la clase obrera y del pueblo rumano”,
arrestados, y quizás ejecutados. Los tiempos habían cambiado y
Ceauşescu no pudo reaccionar de manera violenta.
Durante la sesión del Comité Político Ejecutivo del 13 de marzo
87
Ioan Scurtu
de 198920, Ceauşescu Nicolae hizo conocer la acción de algunos
“golfos políticos, al margen de toda moral y política”. Precisó que se
trataba “en primer lugar de Brucan, excluido desde hacía mucho del
partido y que era un agente de los servicios extranjeros”. Ceauşescu
Elena precisó que Brucan era “reclutado desde hacía mucho tiempo
por los Americanos”. Ceauşescu Nicolae añadió que Brucan “se ha
conchabado con Apostol, hacia quién he tenido demasiada
comprensión. Aquí soy yo el culpable principal, porque pensaba que
no se iba a corregir pero que quizás se centraría e en sus asuntos.
Parece finalmente, que no merece ninguna confianza ni indulgencia”∗.
Ceauşescu también habló de Alexandru Bârlădeanu, de Constantin
Pârvulescu y de Mănescu Corneliu y su acción fue considerada por él
como siendo “comparable a un acto de traición”, razón para la cual
había que ver “lo que la Constitución prevé, lo que la Ley prevé
porque la traición es traición”. Afirmó también que eran todos “un
grupo de gente al margen, desde el punto de vista político, social y
moral, lo que nos lleva a preguntarnos como han podido en un
momento dado ocupar altas funciones”, “han tenido el ánimo de hacer
esto viendo lo que está sucediendo en la Unión Soviética”, ha seguido
haciendo alusión a la política de glasnost y perestroika promovida por
Gorbachov. A la salida de la sesión del Comité Político Ejecutivo, el
secretario general precisó que se trataba de una cuestión de partido y
de hecho “ no había que hablarlo”.
Después de las encuestas sobre él, Gheorghe Apostol, dirigió, el
31 de mayo de 1989, una carta CC del PCR y al Consejo de Estado de
la RS de Rumania21.
En esta carta escribía: “es mi deber declarar, con toda sinceridad
que tengo una gran responsabilidad en lo que concierne a la carta
mandada a Occidente por Silviu Brucan que se leyó en el mes de
marzo de 1989 en las radios extranjeras, porque soy yo quién organizó
y atrajo a los otros para hacerlo”. Declaraba haber sido “dominado por
las ambiciones personales e intereses egoístas”. “Añoro profundamente
∗
Gheorghe Apostol, antiguo ilegalista y colaborador cercano de Gheorghe
Gheorghiu-Dej, se ha considerado como el más autorizado para tomar la función de
primer secretario del CC del PCR, después de la muerte de éste último en marzo de
1965. Maniobrando entre bastidores, “los Barones Ion Gheorghe Maurer y Emil
Bodnaras impusieron la elección de Ceauşescu Nicolae a la cabeza del partido”. El
nuevo líder del PCR actuó para apartar a Gheorghe Apostol del Despacho Político y
del Comité Central. De 1966 a 1988, Gheorghe Apostol fue embajador de Rumania en
Argentina, Uruguay y Brasil. Él se opuso al culto de la personalidad promovida por
Ceauşescu Nicolae.
88
La revolución rumana de1989
todo lo que he hecho y ruego a la dirección del partido y al Consejo de
Estado su clemencia”. Declaraba también que se había llenado de
vergüenza asimismo “negando los ideales a los cuales había
consagrado su juventud” y que se había dejado influenciar “por la
propaganda reaccionaria del exterior, abandonando así los principios y
las normas de vida y de trabajo de los comunistas. Ahora, tengo
vergüenza de no poder a mi edad, tener la cabeza bien alta delante de
mis camaradas de combate, delante de los ciudadanos del país. En
estos momentos, soy mi propio juez y me comprometo a probar,
durante todo el resto de mi vida mi perfecta devoción al partido y al
país”. Así solicitaba del CC del PCR y del Consejo de Estado la
posibilidad de “rehabilitarme desde el punto de vista moral y de
demostrar que mi conducta no va a ir, de ninguna manera, en el futuro
contra los intereses del partido y del país”. Aseguraba también al CC
del PCR que: “me desdigo completamente de las acciones realizadas y
pido perdón al partido, al pueblo rumano, a la dirección del partido y
al Estado. Al mismo tiempo por mi edad avanzada ruego que me
concedan clemencia”. Se puede notar que Gheorghe no se refería a los
problemas concretos contenidos en “la carta de los seis”, y que evitó
mencionar el nombre de Ceauşescu Nicolae, al que no dedicó
devoción alguna.
Esta carta fue inscrita en el orden del día de una sesión del
Comité político ejecutivo del 18 de agosto de 198922. Durante esta
sesión Ceauşescu Nicolae dijo: “Gheorghe Apostol reconoce su
actividad de espionaje y pide clemencia”. Un grupo de miembros del
PCR antiguos Ilegalistas han hablado con Apostol. Constante Nicolae
e Ion Coman han redactado un informe. El secretario general quiso
subrayar que “la traición es solamente traición” y que había, en
consecuencia que pedirle cuentas, mencionando “que no había que
tener prisa” y “que había que informar al partido en su totalidad”.
Después del 23 de agosto la evolución de los acontecimientos
internacionales hizo que los autores de “la carta de los seis” ya no
fueran llevados ante la justicia y castigados, como lo preveía
Ceauşescu Nicolae el 13 de marzo. Las actitudes críticas hacia
Rumania aumentaban en los países miembros del Tratado de Varsovia.
El gobierno de Budapest y la emigración húngara de Europa y de los
EUA se han implicado especialmente, desarrollando una acción
virulenta contra Rumania, a la que acusaban de promover una política
de asimilación forzada de las minorías nacionales. El 27 de febrero de
1989, el ministro de Asuntos Exteriores, Gyula Horn, tomando la
palabra en la sesión de los derechos humanos de Ginebra, ha
89
Ioan Scurtu
condenado la política del gobierno rumano en la cuestión de las
minorías y de los derechos humanos. Hungría elaboró con otros
países, entre ellos la URSS y Bulgaria, una resolución pidiendo que se
haga una encuesta sobre el respeto a los derechos humanos en
Rumania23. En la primera mitad del año 1989, Occidente empezó a
aislar el régimen Ceauşescu en el plano internacional. La RFA ha
retirado a su embajador en Bucarest como signo de protesta contra la
violación de los derechos humanos en Rumania. La Comunidad
Económica Europea suspendió el mismo mes las consultas
económicas con Rumania por la misma razón. Dinamarca, Noruega y
Portugal han cerrado sus embajadas en Bucarest durante los meses
siguientes. Estas acciones que expresaban su oposición tenían lugar a
la vez en el interior de Rumania y en el exterior. En abril de 1989, el
profesor Giurescu C. Dinu (que había recibido el status de refugiado
político en EUA un año antes) lanzó en New York y en Washington la
obra “The Razing of Romania`s Past” (La Destrucción del Pasado de
Rumania). Esta obra fue pedida al profesor Giurescu por dos
fundaciones norteamericanas que deseaban tener una presentación
científica, sobre la situación de los monumentos históricos y de las
obras de arte de Rumania. Los lectores angloparlantes han podido
informarse de la política del PCR relativa a la sistematización de las
ciudades y de los pueblos rumanos, con estos datos y con hechos
concretos. Conducían todos a la conclusión que la mayoría de las
demoliciones eran debidas a la política del PCR, que quería destruir el
pasado de Rumania, las viviendas tradicionales, para poner en su lugar
inmuebles de 8-10 pisos y edificios faraónicos como la Casa del
Pueblo, etc. La destrucción de los monumentos históricos y de las
obras de arte, como la iglesia Enei, la iglesia de Sfânta Vineri, el
monasterio de Văcăreşti afectaba gravemente el patrimonio cultural
del pueblo rumano. La obra mencionaba que numerosos intelectuales
rumanos han tomado posición en contra de estas demoliciones. Entre
ellos Pippidi M. Dionisie, Vasile Drăguţ, Popa Radu, Giurescu C.
Dinu, Răzvan Theodorescu, Virgil Cândea, Pippidi Andrei, Aurelian
Trişcu. Dirigieron memorias a Ceauşescu Nicolae, escribieron
artículos que fueron publicados por la prensa rumana e internacional y
enviaron documentos a las radios extranjeras24. El profesor Dumitru
Mazilu, informador de la ONU para los derechos humanos dirigió por
su parte, una importante acción contra el régimen Ceauşescu.
Su informe25 contenía una amplia presentación de numerosas
violaciones de derechos y libertades cívicas en diversos Estados,
incluyendo a Rumania. Dumitru Mazilu llegaba a la conclusión que
90
La revolución rumana de1989
los compromisos asumidos en la firma de Ceauşescu Nicolae del Acto
final de Helsinki, no eran respetados en su país. Las autoridades
rumanas prohibieron al profesor Mazilu ir a Ginebra para defender su
informe. Fue puesto bajo arresto domiciliario. El informe llegó a
Occidente en julio de 1989 y fue examinado el 1 de septiembre 1989
por la Subcomisión para la Prevención de la Discriminación y la
Protección de las Minorías, fue publicado después como un
documento de la ONU. El mundo entero conoció así la realidad de
Rumania.
A finales de marzo de 1989, Rumania había reembolsado toda
su deuda exterior. Según una orden adoptada el 18 de abril, por la
Gran Asamblea Nacional, se declaró que ese hecho representaba “una
gran victoria del pueblo rumano, una realización de importancia
excepcional, que asegura la total independencia económica y política
de nuestra nación”26. El Parlamento adoptó una ley que preveía: “Está
prohibido a los órganos estatales, a las entidades estatales,
cooperativas y comunales, y a los bancos de contratar créditos
extranjeros”27. La prensa, la radio y la televisión rendían “el más
ardiente, el más glorioso homenaje” a Ceauşescu Nicolae cuya política
“genial” había hecho que, por primera vez en su historia, Rumania no
tuviera deuda externa. Jamás se mencionó la suma total de la deuda, ni
la manera en que este dinero fue utilizado, ni os sacrificios que el
pueblo rumano había hecho durante más de ocho años. La realidad
probó que este esfuerzo se había concretizado en una baja catastrófica
del nivel de vida, hambre y frío para la inmensa mayoría de los
rumanos. Como a partir de 1981, la importación de equipamientos y
de maquinaria moderna casi cesó, tampoco se importaban las piezas
de recambio, por lo que la industria rumana era cada vez más obsoleta
desde el punto de vista moral y material. Rumania no pudo realizar la
modernización de su economía, absolutamente necesaria en esta época
donde en el plano internacional ya se había procedido a la
informatización de los procesos de producción. En consecuencia, lejos
de ser una ventaja el pago de la deuda externa creó un inmenso
hándicap para la industria rumana, en comparación con la de la
mayoría de los Estados de Europa. Además el reembolso de la deuda
exterior afectó a los bancos y a las compañías internacionales,
interesados anteriormente para tener relaciones de negocios con
Rumania. Un aislamiento se produjo así también, en el plano
económico, y Rumania se ha visto obligada a acercarse a la Unión
Soviética y al Tercer Mundo.
Los rumanos esperaban que su calvario acabaría, una vez la
91
Ioan Scurtu
deuda exterior fuese reembolsada, la exportación no siguiese en el
mismo ritmo elevado, teniendo en cuenta que la necesidad de las
divisas ya no sería tan grande, que encontrarían los productos
necesarios en los mercados y en las tiendas, que habría electricidad
suficiente y que no tendrían frío en sus casas. Pero Ceauşescu tomó
una nueva decisión, tan catastrófica como la primera, en la que
Rumania se volvería acreedora, es decir que daría préstamos a otros
Estados y cobraría los intereses respectivos28. Según algunos datos
estadísticos el Estado rumano tenía, a finales de 1989, disponibilidad
de divisas de 1,8 millones de dólares norteamericanos, y debía cobrar
créditos acordados con países en vías de desarrollo de un importe de
2,9 millones de dólares norteamericanos29. Queriendo que Rumania se
volviese acreedora, la dirección del partido y Ceauşescu Nicolae a la
cabeza, decidieron seguir la política posterior a 1982. En consecuencia
lejos de cesar, las restricciones impuestas a la población han seguido y
aún se han agravado. Si la mayor parte de los Rumanos había
aceptado, antes del mes de marzo de 1989, con resignación, la política
dirigida al pago de la deuda exterior, la nueva teoría de Ceauşescu
Nicolae provocó por contra su rebelión. El régimen por su parte, se
volvió aún más restrictivo. Los rumanos habían llegado a mirar las
cadenas de televisión de los países vecinos (Hungría, Yugoslavia,
Bulgaria, RSS de Moldavia) porque la programación de la televisión
nacional duraba dos o tres horas por día, y era consagrado la mayor
parte del tiempo a la actividad de Ceauşescu Nicolae. La
programación de la TVR estaba totalmente politizada. Como ejemplo
está el del 24 de mayo de 1989:
19:00 Informativos
19:25 Tesis y orientaciones del camarada Ceauşescu Nicolaeprograma de trabajo y de acción revolucionaria
19:50 Industria- programas prioritarios
20:10 Vivimos décadas de realizaciones grandiosas
20:40 El orgullo de ser ciudadano de la República Socialista de
Rumania
20:50 Gran empeño patriótico, revolucionario de la juventud
para el futuro de la patria
21:15 A propósito del gran libro de la patria
21:30 El descubrimiento de nuestro querido país
21:50 Informativos
22:00 Fin de las emisiones
Numerosos rumanos escuchaban las radios “Europa Libre” y
“La Voz de América” que organizaba una campaña virulenta contra el
92
La revolución rumana de1989
régimen de Bucarest, llamando a los rumanos a comenzar la revuelta,
tomando como ejemplo a los polacos y los húngaros que estaban ya en
la vía de las reformas.
Los servicios de información extranjeros- occidentales y los de
la Unión Soviética, de Hungría y de Yugoslavia- que contribuían con
sus métodos específicos a aumentar el estado de tensión en Rumania y
a promover la revuelta contra Ceauşescu Nicolae, han desplegado una
intensa actividad… Un fuerte sentimiento de odio hacia Ceauşescu y
su mujer, considerada como un “mal de ojo”, se sentía cada vez más
en la población, pero también en los cargos del partido, de la Milicia y
de la Securitate.
Algunos esperaban que Ceauşescu, enfermo de diabetes, se
moriría de manera natural, otros pensaban que se retiraría y que
ocuparía la función de Presidente honorario del partido (que era
posible crear en el próximo congreso del PCR), dejando el lugar a su
hijo Nicu, considerado como bien anclado en la realidad de la vida
cotidiana y como un posible seguidor de la vía reformadora de
Gorbachov. Se decía que Ceauşescu Elena se había otorgado la mayor
parte de las atribuciones del “Gabinete nº1”, y que era a punto de
acceder a la dirección del partido, lo que aumentaba el miedo de los
rumanos.
Los rumores y suposiciones fueron interrumpidos por el Plenum
del Comité Central de Partido Comunista Rumano, del mes de junio
de 1989, que decidió que Ceauşescu Nicolae sería reelegido secretario
general. Las palabras utilizadas en el documento acordado lograban un
paroxismo: “El Plenum del CC del PCR, expresando su estima y
admiración, de amor ilimitado y de reconocimiento profundo, de los
comunistas, de todos los trabajadores, en perfecto consenso con la
voluntad unánime del pueblo entero, decide someter en los debates de
las Asambleas Generales de todas las organizaciones de base de las
empresas, las instituciones, las entidades agrícolas, a los de todas las
conferencias de las organizaciones comunales, municipales y
departamentales del PCR, de todo nuestro partido, la proposición que
en el XIV Congreso sea reelegido en la alta función de secretario
general del partido, el hijo de nuestra nación, el más querido y el más
estimado, el guía brillante del partido y del Estado, el camarada
Ceauşescu Nicolae”30.
Más allá de la propaganda oficial, que buscaba acreditar la idea
que el pueblo entero era como “una pared” alrededor del “guía
amado”, en el país, la situación se volvía más tensa.
93
Ioan Scurtu
2. EL VERANO DE LOS CAMBIOS DECISIVOS
La segunda mitad del año 1981 debía traer transformaciones
fundamentales en Europa. El 7 y el 8 de junio, tuvo lugar en Bucarest
la reunión del Comité Político Consultativo de los estados
participantes al Tratado de Varsovia. La reunión abordó además de los
aspectos referentes a la paz, del desarme, de la seguridad, los
problemas de los países miembros. Ceauşescu Nicolae expresó desde
la tribuna su inquietud sobre las “tendencias que ponían en duda los
valores socialistas”. Recordó los viejos eslóganes de los años 50,
según los cuales “mientras hay clases antagonistas, la lucha de clase
queda como una ley fundamental del desarrollo socialista” y pidió que
no se haga ninguna concesión a los capitalistas e imperialistas31.
Mijaíl Gorbachov defendió la perestroika y pidió una reforma del
Tratado, cuya importancia política debía según él crecer. El líder
soviético anotó la necesidad de “respetar la independencia de los
partidos hermanos” y de excluir la fuerza y la amenaza de fuerza en
las relaciones interestatales32.
Se afirmaba en la época que Mijaíl Gorbachov había
reemplazado “la doctrina Brézhnev” (relativa a la independencia
limitada de los Estados socialistas) por “la doctrina Sinatra”,
siguiendo el título de la canción My way (mi camino). Las palabras “I
did it my way (cada uno sigue su camino)” que Frank Sinatra
pronuncia en esta canción fueron interpretadas desde el punto de vista
político como el derecho de los Estados de elegir libremente su senda
en la política interior33.
De cierta modo se había producido un intercambio de papeles:
el líder del Kremlin defendía la independencia y la no injerencia en los
asuntos internos, es decir los conceptos promulgados durante más de
25 años por Ceauşescu Nicolae, mientras que el secretario general del
PCR se había vuelto el seguidor de la defensa en bloque del régimen
socialista, decía que no se podía permitir el renunciar al papel
dirigente de los comunistas en los Estados participantes al Tratado de
Varsovia.
Las diferencias de punto de vista entre el líder de Moscú y el de
Bucarest eran profundas. Aleksandr Yakovlev, quién asistió a muchas
entrevistas entre Ceauşescu y Gorbachov, escribió que “eran difíciles
y tensas. Ceauşescu decía una cosa y Gorbachov otra; no lograban
encontrar una línea común. Ceauşescu se mantenía firme en sus
posiciones y lanzaba duras críticas: reprochaba que se alejaban del
94
La revolución rumana de1989
socialismo, de hundir la nave soviética, de quitarles sus obligaciones
del apoyo internacionalista”34.
Tras el cierre de la reunión de Bucarest, el presidente Bush
empezaba al día siguiente, su visita a la República Popular de
Polonia (9-11 de julio) él habló en esta ocasión con el jefe del Estado,
el general Jaruzelski, pero también con el líder de la Oposición Lech
Wałęsa. El presidente norteamericano y el de Solidaridad depositaron
flores en el monumento de los héroes de Gdansk, levantado a la
memoria de los muertos por los órganos de represión. El presidente
Bush dijo: “saludo a Lech Wałęsa, saludo a Solidaridad, saludo a
Polonia. Mi reconocimiento por lo que habéis logrado desde mi última
visita: las primeras elecciones libres en Polonia tras la guerra. Polonia
ocupa un lugar esencial en los corazones de los norteamericanos y en
el mío también (…). América está a vuestro lado. Aquí en Polonia los
EUA sostienen el acuerdo de la “mesa redonda” y aplauden la
sabiduría, la resistencia, la paciencia de uno de los más grandes
dirigentes de Polonia –Lech Wałęsa (…). Reconocemos también que
las autoridades polacas han mostrado pruebas de sabiduría, de enfoque
creativo y de coraje, marcando pasos históricos”35. El presidente
norteamericano, elogiaba a Wałęsa, pero también apoyaba a Jaruzelski
que “hizo prueba de sabiduría”. Bush sugería con estas palabras cierta
evolución política sustentada en el principio de la “mesa redonda”.
En su discurso delante del Parlamento de Varsovia, el presidente
norteamericano hizo promesas concretas: él actuaría en el Grupo de
los 7 países más industrializados, para que se acordase una ayuda para
Polonia; pediría al gobierno de los Estados Unidos una ayuda de 100
millones de dólares al desarrollo del sector agrícola privado polaco;
exhortaría al Banco Mundial para que otorgase 325 millones de
dólares en pos del desarrollo de la agricultura y la industria
alimenticia polaca; pediría a Occidente revisar una parte de la deuda
polaca (5 millones de dólares); pediría al Congreso de los EUA
acordar 15 millones de dólares para la conservación de los bienes
culturales de Cracovia para los trabajos de protección desde un punto
de vista ecológico de la zona de Cracovia36. Como era previsible el
Congreso de los EUA actuó siguiendo las pautas marcadas por las
declaraciones de Bush George. Además el apoyo de Occidente a la
oposición política polaca aumentó. Durante el año financiero 1989, el
Congreso de los Estados Unidos aprobó otorgar 3 millones de dórales
para la asistencia financiera de la Oposición en Polonia37. Los
sindicatos de la R.F.A., de Italia, Bélgica y EUA aprobaron su apoyo a
Solidaridad, que obtuvo según algunas estimaciones, durante la
95
Ioan Scurtu
primera mitad de 1989 en Bruselas 300.000 dólares38. La radio
“Europa Libre” pagaba los artículos publicados por emigración polaca
y las entrevistas dadas por los líderes de Solidarité, en equipamiento
de telecomunicaciones y de impresoras. Diarios, revistas y pasquines
escritos en polaco eran mandados desde los EUA. El órgano de prensa
de Solidarité, se imprimía usando la tecnología láser de última
generación.
El apoyo dado a la oposición no tenía como objetivo alejar al
general Jaruzelski. Parece ser que habría existido un acuerdo entre
Gorbachov y Bush para mantener a Jaruzelski en el poder. Éste en
primer lugar no tuvo la intención de proponer su candidatura para otro
mandato a la presidencia de Polonia, propuso al ministro de Asuntos
Interiores, el general Czeslaw Kiszczak. En su discurso durante la
sesión del Plenum del CC del Partido Obrero Unido Polaco, del 30 de
junio, Jaruzelski dijo: “Sé bien que la opinión pública me asocia más
frecuentemente al estado de sitio y raramente a la línea de reformas”39.
Animado por Bush, Gorbachov y por el presidente francés Mitterrand,
Jaruzelski aceptó presentarse como candidato. La Asamblea Nacional
(el Sjem y el Senado) se pronunció a través del voto secreto: 270
votos a favor, 233 en contra, 34 abstenciones y 7 nulos40.
Tras largas negociaciones, Jaruzelski nominó el 19 de agosto
para la función de primer ministro, a Tadeusz Mazowiecki, intelectual
católico, consejero del movimiento Solidaridad, y redactor jefe de su
periódico Tygodnik Solidarnosc41. Se dijo que esta decisión fue
tomada después de una llamada de Gorbachov al líder comunista
Rakowski. Durante la entrevista Gorbachov se declaró listo para
aceptar un gobierno dirigido por Solidaridad, con una minoría
comunista42.
Enterándose de esta decisión Ceauşescu Nicolae convocó
durante la misma tarde al embajador soviético en Rumania que la ha
pedido de informar al Kremlin de la inquietud de Bucarest con
respecto a los acontecimientos de Polonia, donde el socialismo estaba
en peligro. Ceausescu proponía una reunión de urgencia de los jefes
de partidos comunistas de los Estados miembros del Tratado de
Varsovia para tratar la situación creada. Los embajadores de los otros
Estados, firmantes del Tratado de Varsovia fueron convocados
también la misma tarde, a la sede CC del PCR. Fueron recibidos por
Stoian Ion, ecretario del Comité central para los problemas
internacionales y por Constantin Oancea, adjunto del ministro de
Asuntos Exteriores. Les dieron una declaración y se les rogó que la
transmitiesen a los secretarios generales de sus países. Ioan Stoian
96
La revolución rumana de1989
precisó que esta declaración expresaba la posición de la dirección del
PCR y de su secretario general Ceauşescu Nicolae. Este documento
evaluaba los acontecimientos de Polonia y consideraba que el
socialismo estaba en peligro, que la designación de Mazowiecki a la
cabeza del gobierno significaba que se cedía a las fuerzas imperialistas.
Solidaridad, era denunciada por su actitud anticomunista y
prooccidental. La declaración expresaba una inquietud en cuanto al
futuro del socialismo en Polonia, en cuanto a sus obligaciones como
país aliado, miembro del Tratado de Varsovia, y sugería que tuviera
lugar una reunión para hablar de la situación y para establecer medidas
capaces de evitar la caída del socialismo en este Estado.
La reacción a esta carta-declaración fue dura. En la carta de
respuesta, mandada el 21 de agosto por la dirección del Partido Obrero
Unido Polaco, se decía: “intentamos entender las intenciones de los
camaradas rumanos, no podemos aceptar ni reconocer los motivos, las
consideraciones ni tampoco las conclusiones formuladas en la
declaración de la dirección del Partido Comunista Rumano. (…)
Rechazamos las afirmaciones de los camaradas rumanos según las
cuales la presencia de los representantes de Solidaridad, en el
gobierno de la República Popular de Polonia sirve “a los círculos
imperialistas más reaccionarios” y que eso “no solamente es un
problema interno de Polonia sino un problema que concierne a todos
los países socialistas”. El Partido Obrero Unido Polaco estimaba que
la designación del gobierno era una cuestión exclusiva interna polaca
y mencionaba que los líderes de Bucuresti siempre habían sostenido la
no injerencia en los asuntos internos de los otros países. La carta de
respuesta evocaba también la actitud de Rumania en 1968: no
participó en la intervención en Checoslovaquia e incluso condenó esta
acción. “Inadmisible es la acusación lanzada a priori a un gobierno de
un Estado soberano de estar al servicio de las fuerzas extranjeras”,
precisaba el Partido Obrero Unido Polaco, que consideraba también
como “absolutamente infundado el reproche según el cual las
transformaciones que tuvieron lugar en Polonia constituían un golpe
grave contra el Tratado de Varsovia”. La carta añade que Polonia
“quedaba fiel a sus obligaciones como país aliado encuadrada en el
Tratado de Varsovia”. La carta reprochaba también a Ceauşescu
Nicolae decir que el Partido Obrero Unido Polaco se alejaba de las
doctrinas marxistas-leninistas, él, que había sostenido que no había un
modelo único en la edificación del socialismo: “Queremos subrayar
que las transformaciones que han tenido lugar en Polonia y en otros
países socialistas no contravienen en nada a los intereses de Rumania,
97
Ioan Scurtu
al contrario contribuyen a la consolidación del socialismo en el
mundo, a la vuelta de la vitalidad de las ideas del socialismo y de su
fuerza de atracción”43.
Otra respuesta, también muy dura, vino, el 24 de agosto, de
parte de la dirección del Partido Obrero Socialista Húngaro (POSH)
que empezaba así: “La dirección del Partido Obrero Socialista
Húngaro tomó nota, con consternación y sin estar de acuerdo con él,
del contenido del mensaje del PCR y del camarada Ceauşescu
Nicolae, que aspira a una acción común “utilizando todos los medios a
fin de impedir la liquidación del socialismo en Polonia””. La carta
mencionaba también que la práctica usada hasta esta fecha en la
edificación del socialismo no había podido responder a todos los
problemas surgidos y que la resolución de estos problemas reclamaba
un socialismo democrático, la creación de una economía de mercado,
el pluripartidismo político y la administración autónoma. “Nuestros
países eligen de una manera independiente el camino y los métodos
más adecuados en vista de su desarrollo”, lo que no excluye a los
debates constructivos ni tampoco al intercambio sincero de opinión
“entre que socios soberanos, independientes e iguales en cuanto a sus
derechos”. Tampoco son oportunas en las relaciones de partido y de
Estado “las insinuaciones, las calificaciones calumniosas así como la
adopción de decisiones comunes obligatorias que deben jugar un
papel decisivo en la vida política interior de nuestros países. La
injerencia militar o de cualquier otro tipo de un país en los asuntos
internos de otro país ha perdido definitivamente toda viabilidad”. El
POSH consideraba que la situación en Polonia era el resultado de “las
elecciones libres y democráticas”, que el gobierno Mazowiecki fue
puesto en marcha por medios parlamentarios y de hecho ninguna
intervención exterior fue necesaria. El POSH quería también evocar la
actitud que el PCR y Rumania había adoptado a lo largo del tiempo: la
de la no intromisión en los asuntos internos y del respeto del principio
de soberanía; anotaba a su vez que Rumania, quién se había declarado
en 1968 opuesta a la intervención en Checoslovaquia, había cambiado
radicalmente de actitud en 1989 “y se encontraba en contradicción
total” con sus posiciones anteriores44. Prácticamente, Ceauşescu
Nicolae era combatido por sus propios argumentos, los que había
sostenido cuando su instalación en la cabeza del PCR en 1965.
El 21 de agosto de 1989, el secretario general del PCR convocó
el Comité Político Ejecutivo para informarle de su gestión y de las
respuestas que había recibido45. Habló de su proposición de una
reunión de los dirigentes de los partidos comunistas que “constituiría
98
La revolución rumana de1989
una fuerte manifestación en la unidad de los países socialistas,
expresión de su solidaridad y de su determinación para consolidar esta
solidaridad”. Ceauşescu Nicolae afirmó que “la orientación de los
polacos está de acuerdo con la Unión Soviética y yo, pienso que se
puede decir aún más es decir, que sigue los consejos de la Unión
Soviética”. Dijo que era por esta razón, justamente se dirigió en
primer lugar a los Soviéticos, convencido de que “podían conducir la
dirección del Partido Obrero Unido Polaco para que adoptase una
posición más firme”. La conclusión que se destaca de esta declaración
es que Ceauşescu Nicolae, antiguo campeón de la lucha contra la
injerencia de la Unión Soviética en los asuntos internos de otro país
socialista, había adoptado una actitud contraria pidiendo a los líderes
del Kremlin “llevar” la dirección del partido comunista polaco para
modificar su punto de vista con respecto al gobierno Mazowiecki.
La gestión de Ceauşescu tuvo un carácter confidencial y por
ello la opinión pública de Rumania no fue informada de la cartadeclaración hecha por la dirección del PCR, ni tampoco de las
respuestas dadas. Esta iniciativa se quedó sin ningún resultado
concreto, al contrario contribuyó al compromiso del secretario general
del PCR delante de los líderes reformadores de los Estados socialistas.
Para despejar todo tipo de duda en cuanto a la orientación de la
política exterior de su gobierno, Mazowiecki acordó una entrevista al
periódico soviético Izvestia. En esta entrevista, el diario publicó en su
edición de 24 de agosto que el oficial polaco aseguraba que Polonia
cumpliría lealmente con sus deberes como aliado y miembro del
Tratado de Varsovia y que seguiría una política de colaboración con la
Unión Soviética. Tadeusz Mazowiecki recibió el 24 de agosto
también, el voto de confianza del Parlamento por 378 votos, 4 en
contra y 41 abstenciones. Mijaíl Gorbachov le mandó enseguida un
telegrama de felicitación46.
Durante el verano de 1989, los acontecimientos se han
acelerado en Hungría. Este país había recibido, el 11 y el 12 de julio,
la visita del presidente norteamericano Bush George, que había
declarado que las reformas gozaban de su pleno apoyo. En la
conferencia dad en el Instituto de Ciencias Económicas “Karl Marx”
de Budapest, el presidente Bush dijo: “Ahora para Hungría es el
momento del comienzo de la libertad”. También precisó: “Me
encuentro aquí para ofrecerles la colaboración de los EUA”. Las
promesas que Bush George hizo eran similares a las que presentó dos
días antes en Varsovia: propondría al Congreso de los Estados Unidos
de América conceder un fondo de 25 millones de dólares para
99
Ioan Scurtu
financiar las acciones dirigidas para revitalizar la economía húngara y
para animar las inversiones americanas en este país”. Las promesas
del presidente norteamericano se refería a la concesión a título
permanente de Hungría de la cláusula de nación más favorecida,
después que el Parlamento de Budapest hubiese adoptado la ley sobre
el derecho a la emigración; la facilidad de libre acceso de los
productos húngaros en el mercado norteamericano; las garantías de las
inversiones norteamericanas en Hungría. Además, anunció que la
organización norteamericana “Corpus de la Paz” (Peace Corps)
empezaría su actividad en Hungría para la difusión de los
conocimientos de la lengua inglesa y que atribuiría fondos especiales
destinados a financiar los intercambios de expertos en legislación, los
hombres de negocios, los responsables sindicales y la concesión de
becas en los Estados Unidos de América47.
Durante la visita de Bush, una manifestación fue organizada en
Budapest a favor del desarrollo de las relaciones entre Hungría y los
EUA; entre las pancartas llevadas por los participantes (contenían
textos escritos en inglés, francés, italiano y español) había una de
carácter negativo: “El destino de Hungría está en las manos de las
grandes potencias”. Bush George quiso calmar los espíritus. Como
hizo en Polonia, Bush declaró que tenía una estrecha de colaboración
con Gorbachov e insistió para que no se pidiese más la retirada de las
tropas soviéticas de estos países. Bush George mencionó que los EUA
se pronunciaban a favor de la conservación del statu quo territorial en
Europa. Con estas declaraciones daba garantía a Polonia que
conservaría la frontera del Oder-Neisse y sugería al mismo tiempo a
círculos políticos de Hungría de no hacer eslóganes revisionistas hacia
Rumania, Checoslovaquia y Yugoslavia. Después de estas
recomendaciones, los líderes políticos de Varsovia y de Budapest
pidieron que eslóganes revisionistas y anti-soviéticos no se usasen
más en la prensa o en las reuniones políticas y que no reclamase la
retirada inmediata del Ejército Rojo de estos países. Además, la
Declaración-Programa del Partido Obrero Socialista Húngaro,
publicada el 19 de agosto de 1989, precisaba que la Unión soviética
era el socio principal de Hungría y consideraba que “la URSS seguiría
siendo el elemento fundamental de la política exterior húngara”48.
El 19 de agosto fue hecho público el documento elaborado por
la Comisión destinada a sacar las lecciones de la experiencia histórica
del Partido Obrero Socialista Húngaro, el cual estimaba : el partido
debe renunciar al monopolio político y debe instituir un régimen
pluripartidista; el gobierno Nagy Imre trazó en 1956 “las direcciones
100
La revolución rumana de1989
reformadoras que pusieron en primer lugar los intereses nacionales”;
los acontecimientos de 1956 fueron considerados como “una revuelta
popular destinada a alejar el estalinismo y a renovar el socialismo”; la
época de J. Kádár contribuyó a la modernización de la vida revitalizó
el mecanismo social, contribuyó al desarrollo rápido de la producción
agrícola; un periodo de retraso comenzó después de 1972, el cual
probó los límites del modelo estalinista renovado y los de la política
de J. Kádár. Según este documento, la Conferencia Nacional del
POSH, del mes de mayo de 1989, había modificado radicalmente la
dirección del partido y establecía cambios fundamentales; el Congreso
siguiente del POSH, previsto para el mes de octubre de 1989, debía
convertirse un punto de referencia para el establecimiento de los
principios fundamentales y de la línea política a seguir.
Además, la Declaración-programa del POSH, del 19 de agosto,
precisaba que “el POSH tiene como objetivo principal el paso
tranquilo y gradual al socialismo democrático”. Los objetivos
propuestos eran los siguientes: una distribución equilibrada del poder
basada en elecciones libres, la puesta en marcha de reformas más
profundas, también en materia de propiedad y en la transición a la
economía de mercado. En cuanto a la política exterior el POSH
reconocía a la Unión Soviética el papel “de socio principal de
Hungría”; se preveía la supresión al mismo tiempo, de la OTAN y del
Tratado de Varsovia vigentes desde el siglo XX; el POSH proclamaba
el principio de la no violación de las fronteras estatales; la retirada de
las tropas extranjeras desplegadas en otros países, añadiendo también
el de las tropas soviéticas en Hungría, debía producirse en el marco
del proceso de desarme. Un párrafo especial era consagrado a los
derechos humanos y a los derechos de las minorías con referencia
especial a Transilvania: “El POSH considera que está en su deber de
levantar la voz a favor de los derechos humanos, de la igualdad de las
minorías y para la protección y la plena realización de estos derechos
en Hungría y en otros países; se pronuncia lo más firmemente posible
en contra del los ataques a los derechos nacionalistas y a la
asimilación forzada de las minorías y para la libertad de unión con la
“nación-madre””.
Estos dos documentos se convirtieron en objeto de debate
público, lo que contribuyó a la dinamización de la sociedad civil y a la
consolidación de una oposición política con respecto al POSH.
La evolución en Polonia y en Hungría sobrepasó los límites
establecidos por Gorbachov para la perestroika y la situación interna
de la Unión Soviética le preocupaba. Declaró el 19 de agosto que “la
101
Ioan Scurtu
perestroika estaba en peligro” y que estaba siendo atacada por la
derecha y por la izquierda. “Cada día que pasa, en la sociedad se nota
una atmósfera desacogedora de pesimismo de pérdida irremediable, de
amenaza de caos o de golpe de estado”. En su opinión, lo que unía a
todos era “el hecho de que subía la tensión, sembrando miedo y
decepción hacia la perestroika”. Gorbachov se consolaba pensando
que las teorías de sus adversarios “no tienen una base constructiva
real. Sus proposiciones no tienen en cuenta, como debiera ser normal,
la situación concreta y la dialéctica no es algo familiar para ellos”49.
Estaba convencido que la perestroika estaba al comienzo y que los
frutos que daría serían recogidos un poco más tarde. De hecho, las
reformas de Gorbachov tuvieron efectos contrarios a los que él
preveía. El restablecimiento de la economía no se produjo, al contrario
la crisis económica se volvió más profunda, el nivel de vida se
deterioró dramáticamente en la Unión Soviética y el aparato del
partido y del Estado actuaba caóticamente. Borís Yeltsin acechaba a
Gorbachov, esperando el momento para darle el golpe de gracia y
alejarlo del poder. El problema más grave al cual se enfrentaba el líder
del Kremlin era el problema nacional. Una cadena humana, de 560
kilómetros se formó en los Países Bálticos, el 23 de agosto de 1989 en
el cumpleaños de los 50 años de la firma del Pacto MólotovRibbentrop. Los participantes protestaban así contra la anexión de
Estonia, Letonia y Lituania a la Unión Soviética en 1940. Apoyando a
gorbatchev intervino la administración norteamericana, como un
factor moderador: el presidente Bush dejo entender que no animaría las
modificaciones territoriales en Europa; es decir que no estaba dispuesto
a aceptar la separación de los Países Bálticos de la URSS.
El Frente Popular de la RSS de Moldavia criticó a su vez el
Pacto Mólotov-Ribbentrop; con la Declaración adoptada el 2 de
agosto, pedía al gobierno soviético reconocer que la inclusión de
Besarabia y de Bucovina del Norte a la URSS habían sido una
anexión, proponía también el regreso a la RSS de Moldavia de los
territorios atribuidos de manera ilegítima por la RSS de Ucrania (los
antiguos departamentos de Ismaïl, Bolgrado, Cetatea Alba, Hotin). Un
importante mitin denominado la Gran Asamblea Nacional tuvo lugar el
27 de agosto. El acontecimiento organizado por el Frente Popular, usó
el eslogan “¡Idioma! ¡Alfabeto!”. Una resolución adoptada por la Gran
Asamblea Nacional pidió que la bandera tricolor (rojo, amarillo y
azul) se considerase como la bandera de Estado de esta República.
Estos deseos fueron sostenidos por el nuevo presidente del Soviet
Supremo de la RSS de Moldavia, Mircea Snegur (elegido el 29 de
102
La revolución rumana de1989
julio de 1989). Así el 30 de agosto fue adoptada la ley sobre el
funcionamiento de los idiomas en el territorio de la RSS de Moldavia
que preveía que el idioma moldavo sería el idioma del Estado y que se
usaría el alfabeto latino.
Una importante manifestación contra la invasión de las tropas
de los países miembros del Tratado de Varsovia en 1968, tuvo lugar el
21 de agosto en Checoslovaquia, en Praga; las autoridades
intervinieron; hubo numerosos arrestos. La dirección del Partido
Comunista Checoslovaco se declaraba opuesta a las reformas puestas
en marcha en Polonia y Hungría y continuaba teniendo reservas con
respecto a la política de la perestroïka de Gorbachov.
En Polonia, el primer socialista en tener un primer ministro
anticomunista, el Parlamento votó el 12 de septiembre, con 402 votos
a favor y 13 abstenciones, positivamente para la lista del gabinete
Mazowiecki: era un gobierno de coalición formado por 11 ministros
de Solidaridad , 4 del Partido Obrero Unido Polaco (comunista), 4 del
Partido del Campo, 1 del Partido Socialdemócrata. Los comunistas
tenían los de ministerios de Defensa, de Interior, de Transporte y de
Comercio Exterior. La administración norteamericana aconsejó a
Tadeusz Mazowiecki hacer declaraciones tranquilizantes con respecto
a la política exterior de Polonia. Teniendo en cuenta esta sugerencia
Mazowiecki precisó el 17 de septiembre de 1989, en la sesión de
Sejm: “La apertura de Polonia al mundo entero no significa que
renuncie a los lienzos y a las obligaciones asumidas con sus aliados
(…). El gobierno respetará los lienzos de Polonia, que tiene de los
pactos internacionales y cumplirá con sus obligaciones. El gobierno
desarrollará relaciones profundas con la URSS bajos los principios de
igualdad de derechos y de respeto de su soberanía”50. Los mismos
consejos fueron dados por la administración de Washington a
Hungría. Durante su visita a EUA, a mitades de septiembre de 1989
el presidente del Parlamento de Budapest, Mátyás Szüros, declaró que
Hungría quería “un cambio histórico” en su política exterior, el país
pasaba así de su calidad de miembro del Tratado de Varsovia al statu
de neutralidad, con garantías internacionales. El presidente Bush pidió
a los parlamentarios húngaros “no tener prisa para no poner en peligro
los acuerdos que existen desde hacía mucho tiempo en Europa
Oriental”51.
Vistas las dificultades con las cuales Gorbatchev se enfrentaba,
los servicios secretos norteamericanos empezaron a tomar en
consideración una posible alternativa, es decir la irrupción, en el
primer plano de la vida política de la Unión Soviética, de Borís
103
Ioan Scurtu
Yeltsin, antiguo miembro del Presidium del CC del PCUS que estaba
en conflicto con el líder del Kremlin. Yeltsin, que hizo en septiembre
de 1989 una visita a EUA, expresó su deseo de hacer conocer al
presidente Bush y a otros oficiales norteamericanos su opinión sobre
“la manera en la que los EUA podrían aplicar el programa de
reestructuración de la URSS”. El presidente Bush evitó recibir al rival
de Gorbachov pero vino el 12 de septiembre en la sala donde se
celebraban las discusiones entre Borís Yeltsin con el jefe del Consejo
de Seguridad Nacional, para saludarlo. Yeltsin dijo que la Unión
Soviética se enfrentaba con una crisis económica, una crisis política,
una crisis social y en general, a una crisis de la sociedad entera” que
podría llevar al país al borde del precipicio. Si la política de
Gorbachov no logra resultados en un periodo de 6 a 12 meses, una
revolución podría empezar, de abajo a arriba, y esta alternativa tendría
efectos negativos también sobre los EUA.52. Después de estas
declaraciones Lawrence Eagleburger, adjunto al secretario de Estado
de los Estados Unidos de América, declaró el 18 de septiembre que
“no es la misión de la política exterior norteamericana ni tampoco la
de los parlamentarios occidentales asegurar la sucesión de las
reformas aplicadas por Gorbachov” y que el objetivo principal era
“promover los intereses de occidente, dando igual que Gorbachov
tuviese éxito o que fracasase”53.
La administración de Washington seguía expresando de
momento su apoyo público a la política de Gorbachov. Mientras que
Borís Yeltsin seguía su tour por EUA, el ministro soviético de Asuntos
Exteriores, Eduard Shevardnadze de visita en EUA fue recibido el 21
de septiembre en la Casa Blanca. Las negociaciones duraron dos horas
(el doble del tiempo previsto). Se acordaron en un encuentro
soviético-norteamericano al más alto nivel, cuyas discusiones se
basaron en “los cambios rápidos” que se estaban produciendo “en el
bloque oriental y en la evolución hacia la democratización en el
mundo, en general”54. Eduard Shevardnadze propuso, durante su
entrevista por la mañana con su homólogo, James Baker, “de pasar de
la antigua confrontación a la cooperación y a realizar acciones
comunes”55, idea que el secretario de Estado aceptó.
Durante el otoño de 1989, los EUA tenían especial interés en
que las reformas de Gorbachov tuvieran éxito. El secretario de Estado
lo afirmaba claramente el 16 de octubre: “Mijaíl Gorbachov está
empeñado en sus reformas profundas que pondrían muy difícil un
abandono eventual de sus iniciativas cualquiera que sea la persona que
fuese a reemplazarlo”. James Baker declaró que la Administración de
104
La revolución rumana de1989
los EUA “cree en la sinceridad de M. Gorbachov, quién se declara
animado por el deseo de realizar reformas de tipo occidental y cree
que no intenta solamente ganar tiempo en su lucha con el capitalismo
norteamericano”56.
Gorbachov gozaba ciertamente, de un apoyo internacional
constante de parte de los EUA en particular, mientras que su situación
en el interior de la Unión Soviética era cada vez más precaria.
La cuestión nacional estaba demostrando ser la más neurálgica.
El Plenum de CC del PCUS del 19 y del 20 de septiembre rechazó el
derecho de los pueblos a la autonomía hasta la separación del
Estado soviético. Según Gorbachov, la perestroika garantizaba la
administración autónoma, que conservaba la especificidad nacional, el
derecho de cada pueblo a usar las ventajas de la soberanía, el arreglar
de manera independiente los problemas de su desarrollo económico,
político y cultural. Se pronunció por el derecho de la totalidad de las
Repúblicas para oficializar el idioma de la nación mayoritaria, con el
mantenimiento de la lengua rusa como idioma de comunicación
interétnica. El idioma ruso tenía el statu de lengua oficial y la
integridad de la URSS era mantenida.
En Yugoslavia las Repúblicas que componían la Federación
manifestaban tendencias a la secesión más claras. Corrientes
reformadoras se desarrollaron en la dirección de la Unión de los
Comunistas de Yugoslavia. Ellos pretendían lograr un futuro para este
Estado. La perspectiva que había dibujaba una escisión por criterios
nacionales, donde los comunistas de Eslovenia, Croacia, Kosovo,
Bosnia-Herzegovina, se interesaban en la identificación de una
plataforma común con las organizaciones opositoras, creadas
recientemente en estas Repúblicas. El 27 de septiembre de 1989 el
Parlamento de Eslovenia modificó la Constitución de la República. La
modificación era eliminar el artículo que preveía el papel dirigente de
la Unión de los Comunistas e incluir un artículo acordando el derecho
de esta República a la secesión.
3. LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN
Durante el otoño de 1989, la República Democrática de
Alemania (RDA) estuvo en el centro de las preocupaciones.
Numerosos ciudadanos alemanes del este, se refugiaron en Hungría
desde donde pidieron el permiso para partir a la Alemania Occidental.
El primer ministro húngaro, Németh Miklós, informó el 24 de agosto,
105
Ioan Scurtu
al canciller de la RFA Helmut Kohl y al canciller austriaco Franz
Vranitzky de la decisión de abrir la frontera entre Hungría y Austria.
Los oficiales de Berlín protestaron contra la actitud de
Budapest. Sostenían que en los términos de artículo 8 de la
Convención firmada en 1968 por estos dos países, la parte de la
Alemania del Este, registraba en las hojas de viaje que se usaban
como pasaporte los países donde el turista debía viajar. El gobierno de
Hungría pidió el punto de vista de Moscú, que no formuló objeciones
frente a la denuncia unilateral del artículo citado. En la noche del 10
de septiembre el gobierno de Budapest hizo saber que a partir de
medianoche, los súbditos de la Alemania del Este que se encontraban
en el territorio de Hungría podían ir a cualquier destino que quisieran.
El gobierno de la Alemania del Oeste, que había financiado el
alojamiento de los alemanes del este refugiados en Hungría agradeció
en seguida esta decisión. Anunció a principios de octubre que
acordaría un crédito cuyo montante sería 1 millón de marcos a
Hungría. La RFA sabía recompensar a aquellos que mostraban su
coraje y el apoyo material era muy importante para las autoridades en
crisis.
La oposición de la RDA fundó el Nuevo Forum, pero el
Ministerio de Interior lo prohibió. El número de personas adheridas al
Nuevo Forum, aumentaba y alcanzaba la cifra de algunos miles al
principio de octubre. Entre los pedidos de la oposición estaba el de no
presentar una visión triunfalista del socialismo, estando en el
horizonte las celebraciones del aniversario de los 40 años de la
creación de la RDA. El 25 de septiembre, una primera gran
manifestación tuvo lugar en Leipzig. Las fuerzas del orden
intervinieron y hubo muchos detenidos. En réplica hubo
manifestaciones a favor de los derechos humanos y de la democracia
en las principales de la RDA a partir del 2 de octubre.
La migración de los ciudadanos de la Alemania del Este
provocó también cambios en la República Socialista de
Checoslovaquia. Numerosos ciudadanos del RDA decidieron pasar a
la RFA atravesando Checoslovaquia. Como no tenían la aprobación de
las autoridades checas para el libre paso de las fronteras se han
quedado en el patio de la embajada de la RFA en Praga, que se volvió
rápidamente muy pequeño para un número tan cuantioso de personas.
En este contexto se organizó una reunión el 23 de septiembre en
la sede del Ministerio Federal de los Asuntos Exteriores de
Checoslovaquia. Fueron invitados en los jefes de las misiones
diplomáticas acreditadas en Praga. La reunión inscribió dentro del
106
La revolución rumana de1989
orden del día una exposición sobre “los problemas actuales de la
reestructuración económica en Checoslovaquia”. Cuyas ideas
principales eran reestructurar el mecanismo económico, profundizar
en la democratización de la sociedad checoslovaca y elaborar una
nueva Constitución que tuviera en cuenta la Declaración Universal de
los Derechos Humanos. Los participantes insistieron al mismo tiempo
sobre “el mantenimiento e incluso el crecimiento del papel dirigente
del Partido Comunista en la sociedad checoslovaca”57.
Los oficiales de Praga empezaron a aceptar la perestroika, ya
que existía una fuerte presión ejercida por millares de ciudadanos de la
RDA pidiendo el derecho de paso hacia la RFA. Al menos 4.000
refugiados de la Alemania del Este se encontraban en el patio de la
embajada de la RFA en Praga y 1.500 otros estaban delante de la sede
de la Embajada. El presidente del gobierno checoslovaco, Ladislav
Adamec, decidió tras una charla telefónica con el canciller Helmut
Kohl dejarles marchar sin visado a la RFA.58.
El entusiasmo de los alemanes del Este que dejaban “el infierno
comunista” para ganar “el paraíso de la libertad” contaminó tanto a los
checos como a los eslovacos.
En Hungría, el Partido Obrero Socialista Húngaro tuvo del 6 al
9 de octubre su Congreso extraordinario. Reszö Nyers estimaba en su
intervención: “Con los cambios que están teniendo lugar en el seno de
sociedad húngara, el papel histórico del POSH toca a su fin.
Necesitamos ahora un partido nuevo, que no siga la política del
POSH”; este partido “no puede ser comunista, teniendo en cuenta el
hecho que en comparación con el periodo anterior debe representar los
intereses de los trabajadores en un campo más amplio e incluso no
puede ser socialdemócrata ya que su actividad debe cubrir más aún del
sentido clásico del término. El nuevo partido de izquierda, debe
empeñarse especialmente en la vía de las reformas en todas las
materias”59. Por la decisión adoptada el partido comunista dejaba de
existir en Hungría no solamente como estructura gubernamental sino
también como organización marxista-leninista60. El Congreso
estableció el 7 de octubre, la creación del Partido Socialista Húngaro
(PSH), que debía organizarse de abajo a arriba hasta el 31 de octubre.
También la elección de los órganos de dirección y la entrega de las
cartas del partido debían tener lugar antes del 10 de noviembre. En la
función del presidente del Partido Socialista Húngaro fue elegido
Resnö Nyers.
Erich Honecker marcó por una ceremonia, a pesar de la
situación extremadamente tensa que existía en su país, los 40 años de
107
Ioan Scurtu
la creación de la RDA (el 7 de octubre). Fueron invitados todos los
líderes de los países miembros del Tratado de Varsovia, incluido
Ceauşescu Nicolae. A lo largo de los años, había habido numerosos
momentos de tensión entre el líder de Bucarest y el de Berlín. Eran
debidos a la actitud que se debía adoptar con respecto a la Unión
Soviética, Honecker era el principal adepto de las directivas del
Kremlin y criticaba la política de independencia de Bucarest. Tras la
instalación de Gorbachov en el poder, Ceauşescu y Honecker
adoptaron una actitud similar, de resistencia a la política de
perestroika y de glasnost, pidiendo el respeto completo de la teoría
marxista-leninista, y la pureza de la ideología comunista.
La estrella de la reunión de Berlín fue Mijaíl Sergéyevich
Gorbachov acogido con entusiasmo por la población de la RDA.
Mientras estaba colocando flores en el Monumento de los Héroes
Soviéticos, la multitud se puso a gritar: “¡Ayúdanos Gorbachov!”.
En su alocución durante la reunión festiva, Erich Honecker se
ha mantenido en la línea del socialismo “ortodoxo”, sin manifestar el
mínimo deseo de reformar la sociedad de la RDA. La réplica de
Gorbachov fue memorable: “El que tarda en reaccionar es castigado
por la vida”61. Y Honecker habría respondido: “La URSS es un gran
país, así que la perestroika necesitará 10 años para destruirlo. La RDA
y solo serán necesarios 10 días. Es por eso que yo, ¡digo no!”62. El
pronóstico de Gorbachov como el de Honecker demostraron ser
correctos aunque el ritmo fue otro que el pronosticado por el líder de
Berlín.
Las festividades oficiales fueron perturbadas por una
manifestación: miles personas, de ciudadanos de la RDA intentaron
acercarse al Palacio de la República, quién acogía justamente la
recepción en honor de las delegaciones extranjeras. Los manifestantes
llevaban pancartas. Sus reivindicaciones eran la libertad, las reformas,
la democracia, la legislación de Nuevo Forum. Clamaban el nombre
de Gorbachov. En una de las pancartas estaba escrito: “Aprender de la
Unión Soviética significa aprender a vencer”. La policía intervino y
realizó numerosas detenciones. Después bloqueó las calles que
conducían al centro de la ciudad. Las manifestaciones siguieron hasta
bien entrada la noche. Empezaron de nuevo a la mañana siguiente en
los suburbios de Berlín, en Leipzig, Dresde, Jena, Postdam y en otras
ciudades. La agencia oficial de prensa anunció que el 7 de octubre por
la tarde, “las facciones a favor de los medios occidentales intentaron
perturbar las fiestas populares durante el aniversario de la RDA.”63.
Mientras que los medios gubernamentales elogiaban las realizaciones
108
La revolución rumana de1989
del régimen comunista durante los 40 años, desde la creación de la
RDA, centenas de cartas llegaban a la sede del Partido Socialista
Unido Alemán. Lo que exigían en las cartas, era la puesta en marcha
de las reformas siguiendo el espíritu de la perestroika. Las
manifestaciones tuvieron lugar por todo el país. En algunas ciudades,
los oficiales entablaron conversaciones con los manifestantes. Uno de
los eslóganes lanzado se refería a la unificación de Alemania. El 1 de
octubre, el Canciller Helmut Kohl dijo a Gorbatchev en una entrevista
telefónica: “LA RFA no tiene ningún interés en que se cree un caos en
la RDA. Esperamos que las evoluciones allí queden bajo control, que
los sentimientos no desborden la situación. Nuestro interés es más
bien, que la RDA se junte a la política soviética de las reformas y de
las reestructuraciones y que la gente se quede allí”64. La idea de la
unificación de los dos Estados no era todavía promulgada
abiertamente, pero no estaba muy lejos de dejarse escuchar.
La intervención de las fuerzas del orden de la Alemania del Este
contra los manifestantes determinó la reacción de Washington. El
portavoz de la Casa Blanca declaró el 12 de octubre, que “los
norteamericanos siguen la evolución de la situación en la República
Democrática Alemana con interés y preocupación y los EUA esperan
que el gobierno de la RDA podrá encontrar la voluntad de responder,
de manera humana y positiva, al inmenso deseo de cambio.” También
precisó que “los EUA deploran la represión allá donde se produzca, y
admiran a los que aspiran a las libertades democráticas de una manera
u otra. Queda por ver lo que está pasando exactamente en la RDA,
pero los EUA apoyarán siempre a los que luchan por tener mayor
libertad”65.
El 11 y el 12 de octubre tuvo lugar la reunión Plenaria del
Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco. Milos Jakes
presentó un informe sosteniendo que la política de reestructuración y
de democratización se estaba volviendo cada vez más, un problema
práctico de un estrato social largo. Milos Jakes consideraba que “la
política del Partido Comunista Checoslovaco gozaba de pleno apoyo
popular”. Criticó la acción de los grupos de oposición quienes, “con la
ayuda de algunos círculos políticos y de los medios occidentales”
intentan aprovechar del proceso de reestructuración y de
democratización así como de algunas dificultades e incumplimientos,
para “desestabilizar el socialismo, debilitar el papel del partido y
desacreditarlo”. El líder checoslovaco constató que estos grupos
recibían en los últimos tiempos no sólo el apoyo de Occidente sino
también el de las “diferentes fuerzas legales y de oposición de algunos
109
Ioan Scurtu
países socialistas, en particular las Repúblicas Populares de Polonia y
de Hungría. Las acciones de diversos grupos de la URSS tenían
también cierta influencia. Pedía que el Partido Comunista
Checoslovaco mantuviese el diálogo permanente con los ciudadanos
para “desenmascarar el carácter poco amistoso de las acciones de los
grupos de oposición”. El secretario general constataba además: “La
RDA se volvió el blanco de una campaña grosera lanzada por la RFA
y otros Estados” y calificaba esta campaña de particularmente
peligrosa. Así afirmaba “su total apoyo a la posición adoptada por la
RDA”. El informe expresaba demás un desacuerdo con respecto a las
direcciones de partido de Polonia y de Hungría, que habían condenado
la intervención de 1968 en Checoslovaquia. Afirmaba: “La dirección
del Partido Comunista Checoslovaco apoya las medidas supuestas
para conducir hacia la consolidación y al desarrollo del socialismo en
estos países. Al mismo tiempo no era indiferente hacia la situación de
los países amigos, que se estaban orientando hacia la destrucción del
régimen socialista. Seguimos con atención estas realidades y sacamos
las lecciones. El desarrollo continuo de la sociedad socialista no es
posible sin la reestructuración pero eso no significa que debamos
ceder nuestra posición a favor de las fuerzas anti-socialistas y que
permitiremos que el partido pierda su influencia en la evolución de los
acontecimientos”66.
La teoría del dominó funcionaba con una eficacia cada vez más
grande. Después de Checoslovaquia la atención se centró en la RDA.
Aquí, durante el Plenum del Comité Central del Partido Socialista
Unido Alemán, del 18 de octubre Erich Honecker anunció su dimisión
de la función de secretario general “por causa de salud”. En su lugar
fue elegido Egon Krenz, seguidor de las reformas de Gorbachov. El
nuevo líder estimaba que el partido comunista debía mantener su
papel dirigente, como “el socialismo es la única alternativa evidente
frente al capitalismo”67. En su calidad de nuevo secretario general,
Egon Krenz aseguró que daría más libertad a los medios, empezó el
diálogo con los círculos de oposición, tuvo una entrevista con Werner
Leich, dirigente de la Iglesia Evangelista de Alemania del Este. Su
política se consideró como insuficiente y las manifestaciones
siguieron en todo el país.
Un nuevo impulso vino de Hungría. El 20 de octubre, el
Parlamento decidió modificar la Constitución en sus puntos
esenciales: la nueva denominación de Estado era la de República de
Hungría y su antiguo nombre de “República Popular” significando
“Estado socialista”, se abandonó; ningún partido tenía el derecho de
110
La revolución rumana de1989
dirigir un organismo de Estado y las estructuras de dirección se
establecía bajo el único formato de elecciones libres. La Constitución
preveía también el concepto de “economía de mercado”, en el cual la
propiedad común coexistía de una manera igualitaria con la propiedad
privada. Además el Parlamento adoptó la ley concerniente a los
partidos políticos y el pluripartidismo se volvió una realidad
totalmente reconocida.
En Bulgaria las ideas de Gorbachov ganaban terreno. El club
para el apoyo a la glasnost y a la perestroika, bajo la dirección de Jeliu
Jelev, hacía conocer la línea de la reforma. Comenzaron a producirse
disensiones en la cabeza del Partido Comunista. En la reunión de los
representantes de los Estados participantes al Tratado de Varsovia, que
tuvo lugar en el mes de julio en Bucarest, el ministro de Asuntos
Exteriores búlgaro, Petar Mladenov, se entrevistó con Gorbachov
quién le dijo: “Mostramos nuestra simpatía hacia vosotros (los
seguidores de las reformas), pero sois vosotros y solamente vosotros
quienes debéis hacerlas”68. Más allá de la fórmula diplomática
utilizada por el líder del Kremlin, es seguro que el ministro Mladenov
recibió, el permiso para la expulsión de Zhivkov. Después de algunos
meses de maniobras, a través de las cuales fue ganando adeptos,
Mladenov mandó el 23 de octubre, una carta al Comité Central del
Partido Comunista Búlgaro en la cual criticaba la política promulgada
por Todor Zhivkov. Su gesto fue seguido por el de Stanko Todorov,
presidente de la Asamblea Nacional. Otros líderes políticos pero
también intelectuales tuvieron actitudes similares. Frente a esta
ofensiva, Todor Zhivkov solicitó a Mijaíl Gorbachov un encuentro de
“consultas”. Éste último rechazó la propuesta diciendo que “los
comunistas búlgaros deben arreglar los asuntos búlgaros”.
Gorbachov explicó más tarde la verdadera razón de su rechazo:
“entendí enseguida que había pedido venir, para después pretender
como otras veces pasó en el pasado que Moscú y Gorbachov le
apoyasen”69. En consecuencia la antigua táctica de Zhivkov no tuvo el
más mínimo éxito y su silla se tambaleaba aún más.
A partir de finales de octubre, la cuestión de la unificación de
los dos Estados alemanes empezó a figurar en las agendas de la
diplomacia europea y también en la diplomacia mundial. En una
entrevista telefónica Krenz-Kohl el 31 de octubre, estuvieron de
acuerdo para decir que la emigración de los ciudadanos de la RDA
hacia la RFA no se debía favorecer. El descarte de Honecker
significaba que el objetivo principal se había logrado: los nuevos
líderes de Berlín se declaraban a favor de las reformas y estaban
111
Ioan Scurtu
abiertos al diálogo entre las dos Alemanias. Como la perspectiva de la
unificación de Alemania había levantado inquietud en Polonia, Egon
Krenz hizo el 1 y el 2 de noviembre, una visita a Varsovia, la cual fue
seguida por otra visita de Helmut Kolh el 11 de noviembre. Los dos
líderes alemanes aseguraron a Polonia que reconocería la frontera
Oder-Neisse.
Las manifestaciones en la RDA continuaron. 300.000 personas
se juntaron el 4 de noviembre en Berlín. Representantes de los grupos
políticos independientes, intelectuales, periodistas, estudiantes, pero
también altos representantes del Partido Socialista Alemán y el primer
secretario del Comité del partido en la capital hablaron en esta
ocasión. El mitin duró 3 horas y fue retransmitido por la televisión
pública. Entre los eslóganes estaban los que pedían la dimisión del
Gobierno y de la dirección del partido. Tres días más tarde, el 7 de
noviembre, el gobierno de Willi Stoph dimitió. Un nuevo primer
ministro fue nombrado en la persona del economista reformista Hans
Modrow.
El 7 de noviembre, día de la victoria de la Gran Revolución de
Octubre, fue celebrada en la Unión Soviética de manera simple de
forma contraria a lo que se solía hacer. Las tensiones internas eran
demasiado importantes y Gorbachov miraba con inquietud la
evolución interior que escapaba cada vez más a su control. El desfile
militar de Chişinău fue perturbado por un grupo de manifestantes
liderado por Leonida Lari. Se han colocado de pie frente a los tanques
que iban a pasar delante de la tribuna oficial. El primer secretario del
CC del Partido Comunista Moldavo, Simion Grossu se vio obligado a
irse delante de una multitud que gritaba: “¡Queremos comida, no
misiles!”, “¡queremos una vida agradable, no tanques!”70.
Nueve días más tarde, el 16 de noviembre, el Plenum del CC
del PC de Moldavia tomaba nota de la dimisión de Grossu. En su
lugar fue elegido Petru Lucinschi, un “defensor” de la perestroika.
En la República Democrática de Alemania, una de las
primeras decisiones del primer ministro Modrow fue acordar el
derecho a la libre circulación a los ciudadanos de la RDA. En
consecuencia no estaban obligados a atravesar notros países
(Yugoslavia, Austria, Polonia, Checoslovaquia) para ir a la República
Federal de Alemania, porque la frontera entre los dos Estados estaba
abierta.
En estas condiciones el único símbolo que dividía a los
Alemanes, era el Muro de Berlín, construido en 1961, por la iniciativa
del líder soviético Jrushchov. En esta atmósfera de gran entusiasmo
112
La revolución rumana de1989
los ciudadanos de los dos Estados alemanes, han destruido juntos, el 9
de noviembre de 1989, el Muro de Berlín. Este acto tuvo una gran
significación política: era el fin de la separación de los dos estados
alemanes, decidida por las Grandes Potencias (los EUA, Gran
Bretaña, la Unión Soviética y Francia) al final de la 2ª Guerra Mundial
y en un plano más amplio, era también el fin de la división de Europa
en bloques militares diametralmente opuestos.
Prácticamente el 9 de noviembre, marca el comienzo del
proceso de unificación de Alemania por contactos directos entre
líderes políticos, jefes de compañías económicas, intelectuales, etc. El
Partido Socialista Unido Alemán había perdido de hecho su papel
determinante en Alemania del Este, inscribiéndose en el movimiento
popular que imponía la unificación de los dos Estados. Hablando de
este momento, los historiadores dijeron: “El país con el cual Moscú
quiso hacer, sin lograrlo jamás, una especie de faro o de guía de su
ideología así como un ejemplo de éxito económico socialista cae bajo
la presión de los últimos movimientos callejeros que precedieron a la
unificación de los Alemanes después de un periodo de tiempo tan
largo”71.
Los acontecimientos en la RDA, la caída del Muro de Berlín
sobretodo, dieron el impulso necesario a las evoluciones en Bulgaria.
En el Plenum del CC del Partido Comunista Búlgaro, del 10 de
noviembre, Todor Zhivkov tuvo que presentar su dimisión de las
funciones de secretario general y de presidente del Consejo de Estado
de la República Popular Búlgara. En la función de secretario general
fue elegido Petar Mladenov, acto que marcaba la victoria de los
seguidores de Gorbachov en Bulgaria.
El nuevo secretario general se entrevistó el mismo día con
representantes de grupos intelectuales a los que presentó las nuevas
orientaciones de la reestructuración. Éstas buscaban la creación de un
“Estado socialista moderno y justo”72.
El 18 de noviembre tuvo lugar la sesión de la Asamblea Popular
(el Parlamento) que decidió que una comisión fuese puesta en marcha,
para elaborar la nueva Constitución. Durante el transcurso de la
comisión los participantes han subrayado que todas las medidas a
tomar debían tener como objetivo consolidar y desarrollar “el régimen
socialista y este objetivo era imposible concebirlo sin el papel de
vanguardia del Partido Comunista”. Una idea en la que se insistió
concernía al control efectivo que la Asamblea Popular debía ejercer en
el futuro sobre la actividad del gobierno y sobre la manera de aplicar
las leyes adoptadas. Los participantes decidieron también retirar del
113
Ioan Scurtu
Código Penal el artículo, permitiendo la condena de personas que
“con falsa afirmaciones podían provocar el recelo hacia las
autoridades o hacia las medidas que adoptaba”. Todas las condenas
pronunciadas en la base de este artículo fueron canceladas. Durante la
Asamblea Popular, pero también en el mitin que siguió, se lanzaron
críticas severas hacia Todor Zhivkov. Los participantes propusieron la
creación de una comisión de partido y de Estado cuyo trabajo era
preguntar sobre el uso de algunos fondos por miembros de la familia
Zhivkov73.
A pesar de las restricciones impuestas por las autoridades, en
Checoslovaquia, la población se volvió más dinámica. 300.000
personas se juntaron el 17 de noviembre, en la Plaza Central de Praga,
pidiendo reformas democráticas. Las fuerzas del orden intervinieron
para dispersar a la multitud. Se dijo que un estudiante llegó a morir en
el transcurso de esta acciones pero en realidad era un plan del general
Alois Lonenc, jefe de la policía secreta checoslovaca, que con el
beneplácito del general Viktor Grouchko jefe adjunto del KGB. El
plan preveía la manifestación, la intervención con dureza de la policía,
el anuncio que un estudiante habría muerto para que una revuelta
contra el Primer Secretario del Partido Comunista, Milos Jakes,
condujera a su dimisión y a su reemplazo por el reformista Zdenek
Mlynar. Este escenario tuvo éxito en parte solamente: la manifestación
se organizó, las fuerzas del orden intervinieron, 561 estudiantes
cayeron heridos. Una estudiante gritó que uno de sus colegas había
muerto. Y una ambulancia se llevó a un joven que yacía en el
pavimento. La multitud encolerizada comenzó a protestar contra los
asesinos y contra Jakes. La estudiante que había alertado a la multitud
era una agente de la Seguridad., la ambulancia también pertenecía a la
Seguridad y el “estudiante” era teniente de la Seguridad Ludek Zivak,
convertido en Martin Smidt, estudiante en la Facultad de Física y
Matemáticas. El plan estuvo a punto de fracasar porque el verdadero
Martin Smidt desmintió el mismo día su muerte y Zdeneck Mlynar
rechazó coger la plaza de Jakes74. Aunque en sus detalles era un
fracaso finalmente fue un éxito porque provocó “la revolución de
terciopelo”.
Es verdad que “la revolución de terciopelo” comenzó con una
falsa y grosera historia, pero en esta fecha, en noviembre del 1989, la
gente no conocía los juegos de los servicios secretos y pedían que “el
régimen asesino” fuese castigado. El Comité Municipal del Partido
Comunista Checoslovaco hizo público un comunicado condenando la
intervención de las fuerzas del orden contra los pacíficos
114
La revolución rumana de1989
manifestantes. En signo de solidaridad con los manifestantes, los
actores de Praga y de otras ciudades se negaron a actuar hasta que una
comisión de investigación sobre los acontecimientos del 17 de
noviembre no fuese instituida. El Presidum del Comité de Praga de la
Unión Socialista de la Juventud con su presidente a la cabeza,
miembro del CC del Partido Comunista Checoslovaco hizo pública
una declaración pidiendo que el Tribunal General procediese a realizar
investigaciones con respecto a la forma en que las fuerzas del orden
habían actuado y que la Asamblea Federal ponga en marcha una
comisión para analizar los hechos de la manifestación del 17 de
noviembre. La declaración expresaba la convicción que el diálogo
abierto entre el poder y la sociedad civil era la única vía posible para
encontrar una salida a esta crisis. Dos días más tarde, el 19 de
noviembre, los manifestantes encendieron velas en la plaza donde el
estudiante “había sido asesinado” por las fuerzas del orden.
El 20 de noviembre, más de 200.000 personas se juntaron en la
Plaza Central de Praga para pedir el castigo de los culpables “del
crimen” del 17 de noviembre. Entre los que pronunciaron discursos
contra el régimen comunista, a favor de las elecciones libres, para la
creación de una comisión de investigación sobre los acontecimientos
conduciendo a la “masacre del 17 de noviembre” figuraban Alexander
Dubček y Václav Havel75. Pancartas pidiendo la dimisión de Husák,
pero también la de Jakes, se pegaron contra las paredes de los
edificios principales. Las pancartas contenían también llamadas a una
huelga general, el 27 de noviembre. Se pedía también la eliminación
del artículo de la Constitución concerniente al papel dirigente del
Partido Comunista, el diálogo social abierto, el pluripartidismo
político. La declaración del cardenal Frantisek Tomasek, dada el 21 de
noviembre se imprimió y se pegó en las paredes de la ciudad. Se
escribió en esta declaración: “no podemos confiar en una dirección de
estado que le niega la verdad a la gente y acordarles derechos y
libertades que son propios de los países en desarrollo”76. Si los jóvenes
intelectuales constituían en los primeros días la mayor parte de los
participantes, los obreros de las grandes empresas salieron después
para juntarse con ellos. Los manifestantes pronunciaban, desde
tribunas improvisadas, discursos destinados a animar la determinación
de los participantes a no abandonar la lucha e imponer sus
reivindicaciones. La televisión pública retransmitía imágenes,
Alexander Dubček, promotor de las reformas de 1968 y el dramaturgo
Václav Havel eran los más mediáticos. El Partido Comunista
Checoslovaco era prácticamente anulado por la voluntad de las masas.
115
Ioan Scurtu
4. EL XIV CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA
RUMANO
Mientras que en los Estados socialistas europeos los viejos
líderes eran reemplazados y que los partidos comunistas se veían
obligados a compartir el poder con otras fuerzas políticas, los medios
rumanos no paraban de elogiar al secretario general, que dirigía “con
mano dura” la obra de edificación del socialismo; “la garantía cierta”
de la vía hacia “la cima del progreso y de la civilización” era la
reelección de Ceauşescu Nicolae en la función de secretario general en
el XIV Congreso del Partido Comunista Rumano.
La prensa de Rumania daba informaciones negativas sobre los
cambios en los Estados socialistas y la campaña dirigida en Occidente
contra el régimen de Ceausescu, acusado de violar los derechos
humanos, de demoler pueblos, de la asimilación forzada de las
minorías, no era relatada. El diario Scânteia publicaba de vez en
cuando artículos culpabilizando la política imperialista de injerencia
en los asuntos internos de otros países. Se atraía la atención sobre las
concesiones que se hacían en algunos países, bajo la presión de las
fuerzas imperialistas, poniendo en peligro las conquistas del
socialismo; se pedía la unidad y la solidaridad de los partidos
comunistas en la lucha contra el imperialismo. El régimen de
Ceauşescu quería mantener a Rumania aislada e impedir los contactos
de sus ciudadanos con los extranjeros. Así se intensificó la vigilancia
de todos los que eran sospechosos de ser una posible amenaza para la
sociedad socialista.
En estas condiciones, no era lógico esperar que el PCR pasase a
la puesta en marcha de las reformas o que este partido acepte
compartir el poder con otras fuerzas políticas, cuya existencia fuese
reconocida. Analizando las Tesis del XIV Congreso del PCR el diario
Scânteia escribía en su número del 18 de octubre de 1989: “El PCR
estima que el regreso al pluripartidismo en el sistema socialista sería
completamente erróneo y perjudicial, porque eso prepara la vía al
regreso de las formas anacrónicas del sistema político capitalista”. El
órgano central de prensa del PCR concluía que “la existencia de un
partido único de la clase obrera y la consolidación de la unidad del
pueblo alrededor del partido son una necesidad objetiva”.
Las reuniones informativas y electivas realizadas en el periodo
agosto-octubre de 1989 eran ocasiones para elogiar al secretario
116
La revolución rumana de1989
general y a su esposa, de adoptar decisiones que reclamaban la
reelección de Ceauşescu Nicolae en el XIV Congreso “garantía
segura” que Rumania progresaría sin falta en la vía del socialismo y
del comunismo.
Los medios occidentales hacían hincapié en los problemas del
derecho a la libre circulación de las personas y también en la
emigración. De este derecho se beneficiaron la mayoría de los judíos y
de los alemanes, sobre la base de los acuerdos concluidos a nivel de
Estado… El resultado fue que estas dos minorías nacionales tenían a
finales de 1989, una presencia extremadamente reducida en Rumania.
alemanes y judíos se marcharon de Rumania por causa de las
privaciones que sufrían. Los rumanos, también sufrían estas mismas
privaciones pero ellos no tenían otra patria donde emigrar. Hubo
ciudadanos de nacionalidad rumana que se quedaron en Occidente tras
haber participado en congresos, reuniones científicas, competiciones
deportivas, etc. Otros lograron cruzar clandestinamente la frontera.
Hubo también, sin embargo, un número importante de detenidos o
ejecutados.
La decisión de Ceauşescu Nicolae, dirigida para la
sistematización de los pueblos, fue un tema vehementemente debatido
por los medios occidentales. De hecho esta campaña hacía parte del
plan que tenía por objetivo demonizar el régimen de Bucarest. Un
verdadero programa bautizado “Operación Pueblos Rumanos” se puso
en marcha. El programa que gozó de una mediatización excepcional,
recomendaba a los pueblos de Europa “adoptar” los pueblos rumanos.
Ciertas informaciones indican que 231 municipios de Bélgica, 95 de
Francia, 42 de Suiza, 52 de la Gran Bretaña “han adoptado” pueblos
rumanos. El príncipe de Gales se implicó en esta campaña y condenó
“los traumatismos provocados por el desarraigo de las comunidades
tradicionales” de Rumania77. La decisión relativa a la sistematización
de las localidades rurales debía aplicarse, en realidad, a largo plazo y
no existía ningún peligro inminente de destrucción de pueblos. Antes
de mes de diciembre de 1989, fueron dislocados solamente 3 pueblos
que se encontraban en el trayecto del canal Danubio-Bucarest, en
construcción, y otro más situado cerca de Snagov. Ningún pueblo de
Transilvania y evidentemente ningún pueblo habitado por húngaros o
alemanes fue destruido.
El respeto del artículo 3º del Acto Final adoptado en 1975 en
Helsinki quedaba como el problema más sensible para el régimen de
Bucarest. Los países occidentales, incluido EUA consideraban que
tenían derecho a pedir a Rumania respetar los derechos humanos tal
117
Ioan Scurtu
como era estipulado en el Acto Final de la Conferencia de Helsinki
que Ceauşescu había firmado. Los líderes rumanos estaban
absolutamente opuestos a semejante interpretación, que calificaban de
injerencia en los asuntos internos. Ceauşescu Nicolae afirmaba que
Rumania respetaba los derechos fundamentales del Hombre: el
derecho al trabajo, al descanso, a la educación, a la asistencia médica
gratuita, el derecho a tener alojamiento, etc. En su opinión la libertad
de expresión, de reunión, la libertad de tener pasaporte, no eran
esenciales.
Se difundía por vías ocultas en Rumania los discursos de
Gorbachov y diversos documentos concernientes a la perestroika,
llegaban también a los cuarteles. Los representantes de Rumania,
participando en diversas reuniones internacionales, fueron puestos al
corriente de la necesidad de reformas y de sus éxitos en los “países
hermanos”. En mayo de 1989 por ejemplo, el agregado militar
soviético en Rumania pidió una entrevista con vicealmirante Ştefan
Dinu, jefe de la Dirección de Informaciones Militares. Presentó en
esta ocasión un documento sobre las reformas en el interior de la
URSS y de otros países socialistas y pidió de manera retórica, por qué
tales reformas no eran también posibles en Rumania. Ştefan Dinu
reconoció más tarde: “Deduje que todas estas preguntas constituían
reproches y críticas hacia la política rígida y dogmática de nuestro
país”. El representante ruso pidió que ese documento fuese llevado al
conocimiento del ministro de Defensa rumano y del jefe del Estado
Mayor, lo cual hizo Dinu. El resultado fue que el CC del PCR dio la
indicación que el agregado militar soviético fuese invitado al Estado
Mayor donde se le anunció que sería expulsado si seguía
sobrepasando sus atribuciones. Todavía en mayo de 1989 Ştefan Dinu,
hizo una visita a Varsovia y su homólogo húngaro le propuso en esta
ocasión un encuentro informal.
Durante la entrevista, el oficial húngaro le dijo que sus
superiores del Ministerio de Defensa le había pedido presentar a la
delegación rumana un informe, lo más detallado posible, de la
situación interna de Hungría y sus últimas orientaciones económicas y
políticas, sugiriéndole evidentemente que Rumania se comprometiese
a su vez en esta vía78.
La falta de respeto de los derechos humanos en Rumania era
criticada no solamente por los líderes políticos burgueses, sino
también por los jefes de partidos comunistas, así como los líderes
socialistas de Francia y de Italia. La radio “Europa Libre” anunció, el
28 de septiembre de 1989, que el Partido Comunista Italiano no había
118
La revolución rumana de1989
invitado al PCR a las fiestas celebradas para el aniversario del
periódico “L’Unità” y que un debate se organizó criticando la política
de Ceauşescu Nicolae, en el que participaron Grigore Arbore y
Niculescu Adrian dos jóvenes intelectuales rumanos que vivían desde
hacía dos años en el Oeste.
Una fuerte propaganda hostil al régimen de Bucarest era
dirigida en Hungría. La televisión húngara difundió, el 24 de julio una
entrevista de László Tökés en la cual afirmaba que un gran plan de
sistematización de los pueblos tenía lugar a cabo en Rumania y cuyo
objetivo era destruir la cultura magiar de Transilvania79. El embajador
rumano en Budapest, Pop Traian, informó al Ministerio de Asuntos
Exteriores, el 23 de agosto de 1989: «en el cuadro de las
manifestaciones de la Oposición fueron difundidos numerosos libros y
publicaciones sobre el tema de Transilvania y de su lugar en la historia
de Hungría, el mapa bien conocido de la Hungría milenaria y otros
documentos diversos de propaganda con carácter nacionalista y
revisionista. El discurso del primado de la Iglesia Católica, el cardenal
Paskai László pronunciado durante el oficio religioso en la Iglesia de
San Esteban de Budapest destacó particularmente. Delante de los
fieles venidos en gran número y de los dirigentes de Estado, éste lanzó
a todos los hijos de Hungría una llamada a rezar “para nuestros
hermanos de Transilvania”»80.
A partir del 9 de octubre, la radio “Kossuth” difundió la emisión
Alternativa României (Alternativa de Rumania), organizada por la
redacción del periódico Informaţii despre Ardeal (Informaciones sobre
Árdela). En su primera edición, los participantes, algunos de los
cuales venían de Rumania (Michael Shafir y Bodor Pál), condenaron
la política del régimen de Ceausescu en general y sobre todo su actitud
hacia la minoría magiar, que habría sido sometida a un proceso de
asimilación forzosa. Los participantes afirmaron que la evolución de
los acontecimientos del interior de la URSS influirá en un futuro más
o menos próximo en la vida política de Rumania”81.
En una entrevista acordada el 23 de octubre, a la revista de la
RFA Der Spiegel, el presidente del Consejo de Ministros Németh
Miklós estimó que “amenazas de todo tipo empiezan a venir” de lado
rumano y que “de una cabeza enferma cualquier cosa puede salir, pero
estoy seguro que también ahí (en Rumania) la lucidez se impondrá”82.
La referencia a Ceauşescu Nicolae comandante supremo del ejército
rumano era evidente.
En octubre de 1989, el general Georgie Iovicic, jefe de la
Dirección Militar de Yugoslavia, invitó al agregado militar rumano en
119
Ioan Scurtu
Belgrado para informarle de los asuntos que tenían interés para
Rumania. El general yugoslavo le pidió comunicar a Bucarest que
había planes extranjeros para derribar el régimen político de Rumania;
tenía informaciones de Moscú y de Budapest. Según estos planes
grupos de personas especialmente instruidas debían penetrar en
Rumania bajo cualquier cobertura (como turistas, personas que visitan
a amigos o parientes, etc.) su misión era crear el desorden en la
población impulsándoles a la revuelta y a actos de insumisión hacia
las autoridades rumanas; esta acción apuntaba en primer lugar a las
ciudades situadas cera de las fronteras y debía dirigirse después al
interior del país83.
A partir del otoño de 1989, las manifestaciones de protestantes
delante de las Embajadas de Rumania fueron más numerosas. En la
República Democrática de Alemania después de la caída del Muro de
Berlín, los oficiales de la Alemania del Este, empezaron a tener
actitudes críticas hacia el régimen de Bucarest. Se organizaron
manifestaciones con la clamaron eslóganes contra la política del PCR
y contra Ceauşescu Nicolae. También en la Unión Soviética se dieron
este tipo de manifestaciones públicas. El jefe del Sector para las
Relaciones con Rumania, en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la
URSS informó, el 14 de noviembre por la mañana, al embajador Ion
Bucur “que una organización radical soviética” quería organizar al día
siguiente por la tarde una manifestación delante de la Embajada. Esta
“organización” había difundido carteles que invitaban a la población a
una manifestación de protesta contra la persecución sufrida por las
minorías nacionales, contra la destrucción de los pueblos y del centro
de la ciudad de Bucarest, para la liberación de los presos políticos y de
solidaridad con los “sacrificados de la represión rumana”; se pedía
también a la dirección soviética que tomase un punto de vista contra la
política del régimen de Ceauşescu. El documento mencionaba que
“acciones similares tendrían lugar en toda Europa y más allá”84.
Los medios internacionales hicieron conocer las posiciones de
los adversarios del régimen de Ceauşescu que vivían en Rumania;
aparte de Doina Cornea85, que era la personalidad más mediática,
había también el profesor Dumitru Mazilu (se difundían citaciones
sacadas de su informe sobre la falta de respeto de los derechos
humanos en Rumania), del joven Radu Filipescu (condenado a 10
años de prisión por haber difundido pasquines contra Ceauşescu y
detenido otra vez tras su liberación por pedir un referéndum en el cual
los rumanos debían decidir si apoyaban al secretario general), Ionel
Cană y Vasile Paraschiv (que habían intentado poner en marcha
120
La revolución rumana de1989
sindicatos independientes), los periodistas Petre Mihai Băcanu, Anton
Uncu y Mihai Creangă(fueron detenidos por intentar publicar un
diario criticando la política de Ceauşescu), los poetas Dan Deşliu (que
envió numerosas cartas abiertas a Ceauşescu Nicolae), Mircea
Dinescu (había acordado entrevistas con la prensa extranjera), Ana
Blandiana (su volumen de poesía para niños titulado Motanul Arpagic
(Arpagic el gato) contenía alusiones evidentes a Ceauşescu).
La revista România literară (Rumania literaria) publicó en su
número del 24 de abril de 1986 un artículo llevando la firma del
escritor Gheorghiu Mihnea. El artículo titulado Aniversario de
Shakespeare, insertaba los versos siguientes: “Estoy muy harto y
prefiero morir en paz Que de ver glorificado al canalla”. Los lectores
estaban convencidos que “el canalla” era ciertamente Ceauşescu
Nicolae.
Entre las cartas mandadas a la radio “Europa Libre” y difundida
en sus emisiones figura también la carta firmada por le Frente de
Salud Nacional (FSN). La carta exhortaba a los delegados que
participaban en el XIV Congreso del PCR para que no reeligiesen a
Ceauşescu Nicolae en la función de secretario general. Su autor era
Alexandru Melian, profesor en la Facultad de Filología de la
Universidad de Bucuresti. Este había ya mandado cartas críticas a
Ceauşescu Nicolae y había distribuido pasquines, todos firmados por
el F.S.N.86. Alexandru Melian debía confesar más tarde que el F.S.N.
no era una organización, sino “un emblema” que tenía el papel “de dar
esperanza a la gente desesperada que nada cambiaba en el país”87.
En estas circunstancias, la caída de Ceauşescu Nicolae parecía
ser la solución más realista, para tranquilizar la situación interior
y mejorar el estatus internacional de Rumania. Según ciertas
informaciones Ceauşescu Marin hermano mayor de Nicolae
Ceauşescu le habría sugerido también que se fuera. Ceauşescu
Marin trabajaba en la Agencia Económica de Rumania en Viena y
conocía la dinámica de los acontecimientos en Europa. Su conclusión
era que no había ninguna oportunidad para que Ceauşescu Nicolae se
mantuviera en el poder: “No tienes salida, Nicolae, porque tanto los
rusos como los americanos interfieren, cada uno tiene sus hombres
aquí (en Rumania) que conspiran desde hace mucho (…) no caigas en
su juego, no arrimes el ascua a su sardina, porque sería desastroso para
nosotros y para este país. ¡Sálvate! Retírate por motivo de
enfermedad, y pon en tu lugar a Iliescu, porque, de todas maneras es él
el “designado” para volver”88. No tenemos la exactitud que esta
discusión sucediera pero el hecho que sea recordada por la hija de
121
Ioan Scurtu
Ceauşescu Marin tiene una significación que no se puede negar.
Ceauşescu Nicolae no estaba evidentemente dispuesto a tener en
cuenta semejante sugerencia. Estaba convencido que superaría estas
dificultades y que el “agosto del 1968” volvería a repetirse. La
oposición al régimen de Ceauşescu tomó la forma de acción personal,
porque en Rumania no se pudo lograr, como en otros países
socialistas, la creación “de un equipo de reemplazo” en la cabeza del
PCR encargada de apartar al secretario general y de poner en marcha
las reformas. La sociedad civil no logró manifestar, ni siquiera un
poco, de manera organizada, su deseo de cambio.
Entre los rumanos que se fueron de Rumania y que
públicamente habían tomado posición en contra de Ceauşescu,
destacaban: Paul Goma, Mircea Iorgulescu, Mihai Botez, Mihnea
Berindei, Călinescu Matei, Vianu Ion, Virgil Nemoianu, Dorin
Tudoran, Ion Negoiţescu, Ionescu Gelu, Zamfir Gheorghe, Nicolae
Balotă, Lucian Raicu, Vintilă Horia, Pavel Chihaia, Ilie Constantin,
Bujor Nedelcovici, Niculescu Adrian, y también los viejos estalinistas
Nina Cassian, Norman Manea, Sorin Toma, Ileana Vrancea, etc. Un
papel importante fue jugado por el equipo de periodistas de “Europa
Libre” con Munteanu Nicolae Constantin, Şerban Orăscu, Emil
Hurezeanu, Max Bănuş, Lovinescu Monica, Virgil Ierunca, etc. Una
carta abierta fue dirigida a mitad de noviembre de 1989 a los
presidentes de EUA, de Francia, de la URSS, al primer ministro de la
Gran Bretaña, a la prensa internacional, pero también al CC del PCR,
al Consejo de Estado de RS de Rumania. La carta pedía “el arreglo
pacífico” de la situación en Rumania llevaba ilustres firmas como las
de Eugene Ionesco (miembro de la Academia Francesa), George Emil
Palade (laureado con el Premio Nobel). La solución propuesta
concernía al retiro de Ceauşescu Nicolae de sus funciones. Numerosas
organizaciones extranjeras se han implicado fuertemente. Como por
ejemplo Unionea Mondiala a Românilor Liberi (La Unión Mundial de
los Rumanos Libres) con Raţiu Ion a la cabeza. Esta organización, con
base en Londres hacía gestiones con los gobiernos occidentales para
que mantuviesen sus relaciones con Bucarest.
Lo que es cierto, es que el régimen de Ceauşescu había perdido
la batalla informativa con Occidente y que los rumanos escuchaban
más “Europa Libre” que la radio pública rumana, que seguían con
mayor atención las emisiones televisivas de Yugoslavia, Hungría,
Moldavia, Bulgaria sin hacer mucho caso a la televisión nacional que
no paraba de elogiar al “guía sabio” y al de su esposa “científica de
renombrado prestigio”). Después de la caída del Muro de Berlín y el
122
La revolución rumana de1989
reemplazo de Todor Zhivkov, era Checoslovaquia la que acometía
cambios y se preparaba la entrada de los rumanos a escena. Por orden
del general Vlad Iulian jefe del Departamento de la Seguridad de
Estado, tres reuniones con los jefes de Inspecciones Departamentales
por zonas geográficas han tenido lugar, el 11 de noviembre, al mismo
tiempo en Bucarest (para Muntenia y Oltenia), Braşov (para
Transilvania y el Banato) y Iaşi (para Moldavia y Dobrudja)∗. Eran las
órdenes del día el análisis de la situación operativa, la movilización de
los subordinados para el próximo periodo y la toma de medidas para
mejorar la actividad89. Un mismo encuentro tuvo lugar entre los
mandos del Ejército.
En un debate organizado el 26 de abril de 2006 por el Instituto
de La Revolución Rumana de Diciembre de 1989, el general Nicolae
∗
Después de la revolución, el antiguo jefe de la Inspección de la Securitate del
Departamento de Arad puso en circulación un documento, según el cual durante estas
reuniones un material habría sido leído, viniendo del CC del PCR y firmado por Silviu
Curticeanu, en el cual estaba escrito: “resulta sin ninguna duda, por los datos y por las
informaciones recibidas del exterior y por la verificación del aparato de información
exterior en las personas opuestas al presidente Ceauşescu que dentro de tres meses
pasará lo que sigue: a) la eliminación de Ceauşescu después de una visita que hará a
Crimea o a Moscú como invitado de una sesión plenaria del Partido o en una reunión; b)
su reemplazo en la función como secretario general y como jefe de Estado después de un
Plenum que tendrá lugar en Bucarest, en un lugar secreto, donde se le obligará a dimitir;
c) la aparición de manifestaciones en las calles como las que se sucedieron en Braşov o
las que hubo en el Valle del Jiu, en las cuales participarán elementos apartados y
antiguos delincuentes comunes durante las cuales habrá enfrentamientos con el ejército,
las sedes del Partido serán ocupadas y tendrá que huir o será arrestado y juzgado”. En la
orden de la dirección del Departamento de Seguridad de Estado (DSS) estaba prohibido
a los oficiales operacionales contactar las redes de informadores (los servicios secretos)
para verificar las informaciones concernientes al alejamiento de la pareja dictatorial; de
parte de los servicios secretos sólo podían recibir informaciones y reclamaciones de los
trabajadores a propósito de las destrucciones, los robos de bienes de gran valor, en el
caso de manifestaciones de protesta contra Ceauşescu, el jefe de la Inspección de la
Securitate Departamental y todo el aparato subordinado a él “no se implica en acciones
de represión” (Şerban Săndulescu el golpe de Estado detuvo la revolución, en Un
enigma…). Un especialista de la historia de los servicios secretos consideraba que “la
acción del 11 de noviembre cambio prácticamente el objetivo prioritario de las misiones.
Si “la defensa del secretario general del Partido y de la familia dirigente” era hasta
entonces el objetivo prioritario del DSS, a partir de esta fecha, la Securitate debía
limitarse a acciones simplemente informativas” (Cristian Troncotă, Duplicitari. O istorie
a Serviciilor de Informaţii şi Securitate ale regimului comunist din România/ Los que
han jugado un doble juego. De la historia de los Servicios de Información y Seguridad
del régimen comunista de Rumania, Ediciones Elion 2003 p.16). En una discusión con
el autor de esta obra, el general Vlad Iulian negó categóricamente la existencia de
semejante documento.
123
Ioan Scurtu
Spiroiu contó que el vicealmirante Ştefan Dinu había presentado, al
principio de diciembre de 1989, delante de los altos mando un informe
sobre la situación en los países socialistas. La sesión fue llevada por el
general Guşă Ştefan, jefe del Gran Estado Mayor e Ceauşescu Ilie se
encontraba en la tribuna. El general Guşă pidió después de hacer su
discurso si alguien quería añadir algo pero nadie se atrevió a realizar
comentario alguno.
Algunos días antes de la apertura del XIV Congreso del PCR, el
Departamento de la Seguridad del Estado transmitió a las inspecciones
departamentales una orden concerniente a las acciones para “conocer,
prevenir y contrarrestar fervientemente actos o acontecimientos que
podrían afectar a los intereses de la seguridad del Estado”; se pedía
que las medidas necesarias fuesen tomadas para “prevenir la difusión
de textos adecuados, conocer los estados de espíritu y prevenir toda
evolución negativa, encontrar y aniquilar los elementos que incitan a
acciones y manifestaciones turbulentas, hostiles, o que lanzan o
divulgan rumores tendenciosos”; una atención particular debía ser
prestada a las empresas y a los talleres de imprenta , a los extranjeros
que se encontraban en Rumania, etc.90.
“Las acciones negativas” eran cada vez más numerosas:
eslóganes hostiles a Ceauşescu aparecían en las paredes de los
inmuebles, eran difundidos pasquines en los lugares públicos, que
contenían llamadas a derribar la dictadura, a luchar para “tener pan y
calor en las casas”, etc.
El Servicio de Información Exterior informó, el 14 de
noviembre de 1989, que la Agencia norteamericana de información
(CIA) había fundado una organización denominada como Trust
Organization, que tenía por objetivo “animar y sostener el movimiento
disidente en los países socialistas” y se proponía “concentrar sus
acciones particularmente en Rumania y Checoslovaquia”91. La
Dirección de Información Militar mencionaba que en la Unión
Soviética “fue señalada una serie de maniobras notificadas y otras
maniobras ejecutadas por grandes unidades tácticas en la zona
Cernăuţi”, que habían constatado la intensificación de las actividades
prácticas en las unidades de Marina y del Aire en una zona situada al
oeste de la península de Crimea92.
Todas estas acciones mostraban que el día de la eliminación de
Ceauşescu se acercaba, aunque la propaganda oficial rumana
continuaba “cantando himnos en su gloria” como sólo quizás había
tenido Stalin. En el plano exterior se hacían esfuerzos para
contrarrestar las acciones hostiles hacia el régimen de Bucarest. El
124
La revolución rumana de1989
Ministerio de Asuntos Exteriores transmitió, 17 de noviembre una
circular llevando la firma de Stoian Ion (que tenía este ministerio
desde el 4 de noviembre). La circular era dirigida a todos los jefes de
las misiones diplomáticas y se refería a “la sucesión rápida de los
acontecimientos internacionales en la casi totalidad de las zonas del
mundo (y a los) frecuentes encuentros de alto nivel que han tenido
lugar o que son previstos para el próximo periodo”. Con esta circular
se pedía a los diplomáticos, de seguir en primer lugar, muy
atentamente la evolución de los acontecimientos y de sacar las
tendencias para el próximo periodo; lo que interesaba particularmente
era la posición de los EUA de la URSS, de Francia, de la Gran
Bretaña, de la RFA, de los Países del Mercado Común, de los países
de Oriente Próximo, de los países de África Austral , América Central
y de América Latina. Una atención muy especial se prestaría a la
posición de los EUA y de la Unión Soviética, a su eventual
“coordinación” en la perspectiva del arreglo de los problemas
internacionales.
En segundo lugar, se pedía a los diplomáticos, intensificar sus
contactos con las personalidades políticas del país de residencia, con
el fin de obtener con el mayor tacto posible, informaciones útiles: “en
todos estos contactos presentad ampliamente la posición de Rumania
en los problemas internacionales, apoyándoos en las palabras y las
entrevistas del camarada Ceauşescu Nicolae, en los documentos del
partido y en las instrucciones del MAE”.
Se les pedía también respetar el carácter confidencial de lo que
hablasen y que debían coordinarse para no hablar con los contactos de
las negociaciones mantenidas con otro camarada. La circular
mencionaba en un cuarto punto que las situaciones hostiles hacia
Rumania podían recrudecerse y que “debían rechazar fervientemente”
y debían presentar si el caso lo requería, las protestas de la Embajada.
Para garantizar la protección frente a las acciones provocativas, la
circular pedía a los personales de las Embajadas de trasladarse al
exterior en grupo, de hablar durante las entrevistas con las personas
del país de residencia de un único tema establecido. La circular
insistía sobre la necesidad de mantener el secreto de Estado, advertía
que las entrevistas debían ser llevadas en los únicos lugares permitidos
y que las informaciones debían ser comentadas “en espacios
estrictamente designados para ello y con la única participación de los
que tenían acceso a estos lugares o de los implicados en la entrevista”.
Añadía en su parte final: “son indicaciones que os son dirigidas
estrictamente, con la medida de aplicarlas con exactitud y de reforzar
125
Ioan Scurtu
la exigencia y el autocontrol en todas vuestras actividades”93. El día
anterior de la apertura del Congreso del PCR enormes medidas de
seguridad se tomaron en todo el país y particularmente en Bucarest.
Las sedes de los Comités del partido eran vigiladas día y noche, los
cargos del Ministerio del Interior estaban en alerta, la vigilancia de
“las personas que planteaban problemas” se hacía con mayor
intensidad, los oficiales de la Securitate se mostraban en las empresas
y en las instituciones.
El XIV Congreso del PCR tuvo lugar del 20 al 24 de
noviembre en una atmósfera que evocaba el estado de sitio. Camiones
rodeaban gran parte del Palacio (de Bucarest) que acogía la reunión,
equipos de militares, trabajadores de la Milicia, miembros de las
guardias patrióticas, patrullaban las calles.
En su informe94, Ceauşescu Nicolae presentó cifras
comparativas. Pero la comparación esta vez no la hacía con el año
1938 (que marcaba el desarrollo económico máximo de entreguerras)
como solía hacer, sino con el 1945 (año en que el país fue gravemente
dañado por la guerra) para poder subrayar todavía más los éxitos
obtenidos durante los años del socialismo. En el periodo analizado, la
producción industrial se había multiplicado por 145, la producción
agrícola había aumentado por lo menos 10 veces, los salarios eran 34
veces más altos, la población urbana había pasado del 22% al 53%, la
media de la esperanza de vida era de 70 años frente a los 42 de 1945,
etc. El informe presentaba las líneas del desarrollo económico en el
próximo periodo quinquenal y las líneas del desarrollo en perspectiva.
Subrayaba que serían necesarios muchos esfuerzos para modernizar la
industria y aumentar la productividad laboral.
Hablando de los acontecimientos que tenían lugar en Europa
Ceauşescu Nicolae dijo: “Frente a los países socialistas, frente a todos
los pueblos, nuevas cuestiones y nuevos problemas se plantean frente
a la vía del progreso económico y social, la liquidación de la iniquidad
y de la opresión, la eliminación del peligro nuclear”. Mencionó que el
próximo año habrían pasado 45 años tras el fin de la 2ª Guerra
Mundial, y el secretario general del partido pidió “pasar a adopción de
medidas necesarias para solucionar todos los problemas que restaban
por arreglar. Parece necesario adoptar una posición clara sin
equívocos, de condena y de anulación de todos los acuerdos
concluidos con la Alemania hitleriana, sacando las conclusiones
prácticas para anular todas las consecuencias de estos acuerdos e
imposiciones”. Se refería al pacto Mólotov-Ribbentrop del 23 de
agosto de 1939, que se encontraba en la base de las notas con carácter
126
La revolución rumana de1989
de ultimátum del mes de junio de 1940, por las la Unión Soviética
ocupó Besarabia y el Norte de la Bucovina.
Estas palabras eran pronunciadas demasiado tarde. Habrían
tenido quizás 10 ó 15 años antes, un eco potente en la conciencia de
los Rumanos o en el plano internacional. Pero la dirección del PCR
evitó durante décadas y décadas hablar de esta cuestión para no
ofender a lis líderes del Kremlin. Sólo en 1981,en un manual
universitario, redactado por el equipo de profesores de Historia
Contemporánea de la Cátedra de Historia de Rumania en la Facultad
de Historia de la Universidad de Bucarest se publicó un artículo sobre
el pacto secreto Mólotov-Ribbentrop que se refería a la Besarabia.95
En 1989, la declaración de Ceauşescu Nicolae no impresionaba
a los Rumanos más preocupados por su vida cotidiana. Las
alegaciones del secretario general de PCR irritaron a los círculos
diplomáticos internacionales. En el ámbito de los acuerdos secretos de
1943-45, los Estados Unidos de América y la Gran Bretaña aceptaron
las exigencias de ala Unión Soviética a propósito de las cuestiones
territoriales, que se basaban en el pacto Mólotov-Ribbentrop
confirmado por los tratados de paz de París, firmado en 1945. Cerca
de tres décadas después, el Acto Final de la conferencia sobre la
cooperación y la seguridad en Europa preveía la inviolabilidad de las
fronteras. En consecuencia, esta declaración disgustó en primer lugar a
los líderes de las Grandes Potencias, Ceauşescu siendo el primer jefe
político del periodo después de 1945 que hablaba de la cancelación
del pacto Mólotov-Ribbentrop, que estaba en vigor aún después de la
rendición de Alemania. La Agencia TASS replicó: “ningún político
razonable pondría en duda las fronteras europeas de la posguerra”96.
La intervención de Ceauşescu creó un estado de enfado también
en la cuestión alemana. Sostenía que “la existencia de los dos Estados
alemanes debía seguir, que debía ser una realidad europea de hoy y de
mañana” y se ponía de hecho en posturas contrarias a la evolución que
siguió a la caída del Muro de Berlín. La campaña europea para el
respeto de los derechos humanos, la libertad de prensa, Ceauşescu la
consideraba como una táctica de los círculos vengativos neo-nazis que
querían dividir de nuevo el mundo.
Las reformas que se aplicaban en la Unión Soviética y en otros
Estados miembros del Tratado de Varsovia, eran rechazadas por
Ceauşescu. Estaba convencido que “solamente el socialismo
representaba el futuro. Es por eso, criticando lo que es malo, que no
debemos rechazar el socialismo sino a los que han trabajado contra el
socialismo”. Seguía después con una cuestión retórica “¿Qué se puede
127
Ioan Scurtu
decir de los que declaran hoy que no quieren el socialismo, que
quieren ir hacia el capitalismo, aunque hayan ocupado altos cargos en
un país socialista?” Ceauşescu comparaba el socialismo con Făt
Frumos (el Príncipe Azul, personaje representativo del cuento
rumano, ndlr) y decía: “Debemos ser siempre cuidadosos de actuar
como mejor podamos para este bonito, maravilloso, joven, bravo, este
Príncipe Azul de la Humanidad, es decir, que el socialismo triunfe no
solamente en Rumania sino también en el mundo entero”. Mientras
que el socialismo-totalitario se derrumbaba, el líder comunista rumano
parecía vivir en otro mundo, completamente alejado de la realidad.
Mientras que en los otros Estados socialistas los partidos
comunistas habían comenzado a compartir el poder con las otras
fuerzas políticas, Ceauşescu declaraba: “El partido no sabría renunciar
a su papel revolucionario, no sabría transmitir a otra fuerza política su
misión histórica. Hacer eso significa, en realidad renunciar al estatus
de partido revolucionario, comunista, dejar de cumplir el programa de
edificación del socialismo y del comunismo”. Consideraba que para
arreglar todos los problemas de la sociedad rumana, la argumentación
del papel dirigente del Partido Comunista Rumano era indispensable.
El PCR contaba en la época del XIV Congreso, 3.831.000
miembros 55% obreros, 16% campesinos, 20% intelectuales y
funcionarios, y otras categorías para el resto; para una población de 23
millones de habitantes había 59.554 organizaciones de base, 6033
Comités del partido en las empresas, las instituciones, las unidades
agrícolas, 2364 Comités comunales, 259 Comités urbanos y
municipales, 41 organizaciones departamentales Bucarest incluida.
Durante los trabajos del Congreso, las intervenciones de los
participantes fueron estereotipadas. No se referían casi a los
documentos que se presentaban y no dejaban de elogiar a Nicolae y
Ceauşescu Elena. Según un participante, Ceauşescu presentó su
informe durante 5 horas y durante este tiempo “nos hemos levantado
por lo menos 50 veces para gritar su nombre y hacerle ovaciones”97.
Los organizadores del Congreso querían mostrar así a los rumanos y a
los medios internacionales, que existía una unidad perfecta dentro del
partido y que el papel dirigente de Ceauşescu Nicolae gozaba de un
acuerdo total. El folleto con título Informe del XIV Congreso del
Partido Comunista Rumano mencionaba que el discurso de Ceauşescu
Nicolae fue interrumpido 111 veces por aplausos y ovaciones.
En la Resolución adoptada por el Congreso, Ceauşescu Nicolae
era considerado como “el hijo de nuestra nación, el más querido, el
más apreciado, el arquitecto genial de la Rumania socialista moderna,
128
La revolución rumana de1989
el brillante dirigente del partido y del país, la personalidad de gran
prestigio de la vida política contemporánea, que se ha impuesto a la
conciencia de la humanidad entera como un gran héroe de la paz, de la
comprensión y de la colaboración entre todas las naciones del
mundo”98.
Pero estas afirmaciones eran más bien, para la opinión pública
interna e internacional, la expresión del estado de aislamiento en el
cual Ceauşescu Nicolae se encontraba, la realidad concreta estaba
envuelta en una palabrería sin contenido. El partido se había vuelto
una especie de anexo para una dictadura personal, funcionando bajo
las directivas dadas por el secretario general.
El último día del congreso fue reservado a las elecciones: la
lista de los miembros del Comité Central había sido muchas veces
revisada por Ceauşescu Nicolae, atento para poner a sus seguidores en
los puestos importantes. El Congreso había votado una Comisión de
proposición que se hallaba en otra sala alejada para “deliberar”
tranquilamente. En realidad los miembros de esta comisión habían
esperado a Ceauşescu Nicolae, éste leyó los nombres de los futuros
miembros del Comité Central y fue adoptada “la decisión ya tomada
sin saberlo y sin su real consentimiento”99. El Congreso ha reelegido
por voto a mano alzada, en unanimidad a Ceauşescu Nicolae en la
función de secretario general. El voto secreto en la lista de los
miembros del Comité Central tuvo lugar después. En el primer Pleno,
que se realizó el mismo día, el Comité Central eligió el Comité
Político Ejecutivo, que contaba con 21 miembros y 26 suplentes.∗
Cuatro miembros de la familia Ceauşescu hacían parte de los
órganos de dirección. Eran Nicolae, Elena, Nicu (hijo) y Vasile
Bărbulescu (cuñado). Otros familiares de Ceauşescu tenían altos
cargos: Ceauşescu Ilie (hermano) – ministro adjunto al Ministerio de
la Defensa Nacional, Ion Ceauşescu (hermano) – vicepresidente del
Comité de Estado de la Planificación, Ceauşescu Nicolae Andruţa
(hermano) – comandante de la Escuela de la Milicia y de la Securitate,
Ceauşescu Marin (hermano) – jefe de la agencia Económica de
∗
Entre ellos, aparte del secretario general, Ceauşescu Elena, Emil Bobu, Lina
Ceiobau, Ion Coman, Constantin Dăscălescu, Dincă Ion, Ludovic Fazekas, Manea
Mănescu, Paul Niculescu-Mizil, Constantin Olteanu, Popescu Dumitru, Gheorghe
Radulescu. Entre los miembros suplentes del CPEx.: Nicu Ceauşăescu, Vasile Milea,
Tudor Postelnicu. El Secretariado del CC del PCR era formado de: Ceauşescu
Nicolae, Vasile Bărbulescu, Emil Bobu, Ion Coman, Silviu Curticeanu, Ilie Matei,
Constantin Olteanu, Radu Constantin y Iosif Szas. Ilie Verdeţ fue elegido presidente
de la Comisión Central de Revisión.
129
Ioan Scurtu
Rumania en Viena, Ceauşescu Florea (hermano) – redactor en jefe
adjunto al diario Scânteia (órgano de prensa del CC del PCR),
Petrescu Nicolae (hermano de Ceauşescu Elena) – vicepresidente del
consejo Central de los Sindicatos de Rumania.
La prensa rumana estaba dispuesta a aplaudir las decisiones del
Congreso especialmente la reelección de Ceauşescu Nicolae en la
función de secretario general. El cotidiano Romania Libera publicaba
en su número del 25 de noviembre el discurso que cerraba el Congreso
de Ceauşescu Nicolae. Subrayaba en su discurso: “Edificamos con
éxito” la sociedad socialista multilateralmente desarrollada, “nada nos
puede alejar” de esta vía, las decisiones fueron adoptadas “en una
unanimidad perfecta”, “aseguramos el crecimiento continuo del papel
dirigente del partido”, “aseguramos la unidad de hierro entre el partido
y el pueblo”, etc. El periódico afirmaba: “más de 120.000 trabajadores
de la capital han venido a la Gran Plaza de la República para rendir un
caluroso y vibrante homenaje al camarada Ceauşescu Nicolae,
reelegido por el XIV Congreso en la función suprema de secretario
general del partido, designado así por la voluntad de los comunistas,
de la nación rumana entera, para continuar dirigiendo el país
aumentando los niveles de progreso y de civilización, para realizar el
comunismo”. La prensa publicaba los telegramas enviados por los
comités departamentales del partido, por los dirigentes de las
diferentes empresas para expresar “su inmenso júbilo” por la
reelección de Ceauşescu como secretario general del PCR.
Fracasaron los esfuerzos desplegados por la dirección del PCR
para lograr asegurar una participación internacional importante en el
XIV Congreso, por lo que los resultados fueron muy inferiores a lo
esperado. Hubo en la sala de debates 115 delegaciones provenientes
de 82 países, cuya mayor parte eran países en vías de desarrollo. De
los secretarios generales de partidos comunistas (o ex-comunistas) de
los países socialistas no se presentó ninguno. Tan sólo enviaron
representantes de segundo orden. No hubo representantes del Partido
Socialista Húngaro, ni del Partido Comunista Italiano, ni del Partido
Comunista Austriaco. Los embajadores de los países de la Comisión
Económica Europea rehusaron aceptar la invitación para la apertura
del Congreso porque Rumania no respetaba los derechos humanos ya
que Ceauşescu violaba con su política el Acto Final firmado en 1975
en Helsinki.
La prensa publicó los mensajes de los partidos de Etiopía,
Burundi, Marruecos, Zaire, Zambia, Zimbabwe, Ecuador, México,
Nicaragua, Botswana, Benin, Israel, Líbano, Yemen, Panamá, Estados
130
La revolución rumana de1989
Unidos de América, Uruguay, Islas Mauricio. Solamente los mensajes
que elogiaban la actividad del PCR y la actividad de Ceauşescu
Nicolae fueron publicados enteros. En los otros se elegía los
fragmentos para publicarlos. Por ejemplo, se ha eliminado del mensaje
del Partido Comunista Francés todo la parte que se refería a la
necesidad de respetar los derechos humanos, mientras que en el
mensaje del Partido Socialista Húngaro fue publicado sólo este
extracto: “saludo en el nombre del Presidium del Partido Socialista
Húngaro vuestro Forum. Deseo que la actividad del Congreso sea
fructífera”100. Al contrario el mensaje del Partido del Congreso
Nacional del Pueblo de la República Cooperativa de Guyana tenía 86
líneas.
Disgustados por la manera en que actuaron los medios rumanos,
algunos partidos comunistas publicaron sus mensajes en la prensa de
su propio país. El periódico Política de Belgrado por ejemplo, publicó
en su número del 21 de noviembre el artículo titulado “Ceauşescu
contra las reformas” y también el mensaje del Presidium de la Unión
de los Comunistas de Yugoslavia que subrayaba la necesidad de
reformas y añadía que “existen diferencias de opinión esenciales a
propósito de los procesos que se están dando actualmente en el mundo
socialista, las reformas, la democratización de la sociedad, el papel del
partido, la realización de los derechos y las libertades del Hombre,
etc.”101. El Partido Comunista Francés publicó el mensaje que había
dirigido al Congreso del PCR, en el cual se pronunciaba para el
respeto de la libertad individual y colectiva, el respeto de los derechos
humanos y la cancelación de la pena de cárcel por razones políticas. El
Partido Socialista Húngaro consideraba – en su órgano de prensa
Nepszabadsag: “en ninguna parte dentro de Europa los derechos
humanos, la minoría magiar incluida, son despreciados de una manera
tan evidente como en Rumania”102. La revista polaca Wyborcza
escribía: “La dirección (del PCR) tomó extraordinarias medidas de
seguridad. Las calles de la ciudad (Bucarest) están controladas por
patrullas armadas del Ejército y de la Milicia. En su discurso de cinco
horas Ceauşescu mostró que su partido no cedería frente a la presión
de los que abogan por las reformas de tipo soviético, que se aplican ya
en Hungría, en Polonia, en la RDA y en Bulgaria”103.
El XIV Congreso del PCR no marcó el cambio que los rumanos
deseaban, al contrario confirmó la misma línea dogmática seguida
hasta entonces. Como se había querido provocar a la población,
Ceauşescu Nicolae y su aparato de propaganda hablaban de “la
felicidad y del bienestar”, “de la democracia” y “del pueblo dueño su
131
Ioan Scurtu
destino”. Y eso, mientras la población hacía aún largas colas delante
de las tiendas alimenticias (para comprar productos ya racionados), los
radiadores quedaban fríos en pleno invierno, la corriente eléctrica se
interrumpía cada 30 minutos, la programación televisiva duraba sólo 2
horas por día y además era totalmente consagrada para elogiar a la
pareja presidencial.
Las estructuras de fuerza del régimen empezaban a manifestar
también su disgusto. El Ejército estaba empleado en trabajos sin
importancia: en la agricultura para hacer la cosecha, para realizar
sistemas de irrigación, para ayudar en las obras de construcción
cuando no se cumplían los plazos; el hecho que Ceauşescu haya
rechazado el 23 de agosto cualquier ascenso al grado de general y que
el ministro de la Defensa Nacional Vasile Milea no ascendiera a unos
2000 oficiales disgustó numerosos mandos del Ejército que se
sintieron frustrados. Además numerosas unidades militares
importantes eran mandadas por “enchufados” que no tenían certeza de
la durabilidad de su posición104. La Milicia se empleaba frente a cada
vez más numerosos fenómenos sociales (robos, asesinatos,
bandolerismo) pero también a actos de hostilidad al régimen (difusión
de pasquines, eslóganes escritos en pancartas públicas, etc.) y la
dirección del partido estaba muy disgustada por la manera en que
realizaban su labor. Ceauşescu no tomaba en cuenta la realidad que se
escondía bajo estas acciones, acusaba al Ministerio del Interior de no
actuar correctamente para prevenirlas. La Securitate se había vuelto
una estructura cada vez menos segura para el régimen. Amplias
reorganizaciones fueron efectuadas después de la deserción de Pacepa
y las sospechas del secretario general que temía nuevos abandonos se
cernían sobre todos los oficiales. Los empleados de la Securitate que
trabajan en el extranjero, y también los que estaban encargados de
misiones de contraespionaje en el interior del país (en las Embajadas
de Bucarest sobre todo) sabían muy bien lo que pasaba en los países
“hermanos” y estaban convencidos de que en Rumania también se
debía producir un cambio.
Los altos responsables del partido estaban también disgustados
(los activistas del partido). La permanente rotación de los cargos, la
constante inseguridad para mantenerse en sus puestos, las amenazas
de destitución, creaban un estado de nerviosismo atenuado solamente
por los privilegios únicos que tenían (acceso a tiendas especiales, a
“vilas” de vacaciones, la posibilidad de ir al extranjero, etc.).
Numerosos cargos del partido conocían muy bien la situación real en
Rumania, ya que tenían un contacto directo con la población, así
132
La revolución rumana de1989
sabían que su trabajo político no obtenía resultado alguno; seguían
haciendo propaganda simplemente por inercia, sin manifestar la
convicción de antes. Las reuniones consagradas a la educación política
y también las sesiones generales del partido se habían vuelto
simplemente acciones formales.
Los obreros a quién se les denominaba como la clase dirigente
del Estado, eran siempre criticados y acusados de no cumplir los
planes, de gastar combustible y electricidad, de no aplicar exactamente
las directivas del secretario general del partido: los contramaestres y
los ingenieros, como también las oficinas y los comités del partido en
las empresas eran acusados de ser los principales responsables.
El campesinado, lo poco que había, era sometido a un estado de
presión permanente. Órdenes gubernamentales establecían cuantas
gallinas, patos, ocas, conejos, ovejas, cerdos, etc., que cada familia
debía cuidar, así como las que debía vender al Estado y las que se
podía quedar; el terreno agrícola destinado al uso personal se volvía
cada vez más pequeño y los que no trabajaban cierto número de días
al año para la Cooperativa Agrícola de Producción (CAP) arriesgaban
perder los terreno bajo la forma de confiscación del Estado. Era
prohibido a los campesinos matar a los animales que tenían si no
disponían de una autorización especial. Procesos públicos recordando
a los de los años 50, tuvieron lugar para los que no respetaban esta
normativa.
Después del periodo de liberalización de los años 1960-1970,
los intelectuales se enfrentaron a nuevas restricciones. El número de
libros y de revistas comprados en el extranjero habían disminuido
porque era necesario ahorrar las divisas; las participaciones en
manifestaciones científicas internacionales eran limitadas y debían ser
aprobadas por el Gabinete nº 2 –Ceauşescu Elena, quién no les
consideraba como muy útiles. Era siempre el Gabinete nº 2 quién
establecía la promoción de los cargos en la enseñanza superior con
títulos de profesor de conferencia y de profesor universitario.
Ceauşescu Elena dejaba pasar los años sin ojear los ficheros que le
pasaba el Ministerio de Educación y al final su opinión era negativa
simplemente por razones financieras. “La dirección superior” no
aprobó a partir de mitad de los años 80 la recepción de nuevos
miembros en la Academia Rumana así que contaba con nada más que
jubilados. Los escritores seguían siendo una categoría privilegiada, sus
libros se imprimían con decenas o centenas de mil de ejemplares. Con
los derechos de autor se podían comprar un piso o un automóvil; las
editoriales aseguraban casi gratuitamente el descanso de los escritores
133
Ioan Scurtu
y de sus familias y “el fondo literario” era un banco donde muchos de
ellos sacaban dinero sin pensar en devolverlo. De todas formas tal
incitación material no lograba borrar el sentimiento de privación de
libertad. Las sesiones del partido en la Unión de los Escritores eran la
ocasión perfecta para criticar las condiciones de los intelectuales
rumanos sometidos permanentemente a la censura cada vez más
opresiva por parte de la Sección “Propaganda” del CC del PCR y por
el Consejo de la Cultura y de la Educación Socialista.
El desdoblamiento fue para los rumanos la principal forma de
resistencia: lo que afirmaban en el trabajo y durante las sesiones
públicas era totalmente opuesto a lo que hablaban en familia o con
amigos. Numerosos extranjeros pero también intelectuales rumanos no
entendieron esta realidad. Así han podido escribir que “la mamaliga
no explota” (la polenta no explota), que Rumania era un país en el
cual la población era dócil y muy paciente y en el cual la dictadura
duraría aún más.
5. MALTA
Durante la visita de Eduard Shevardnadze en Washington en
septiembre de 1989 las partes acordaron la organización de una
cumbre soviético-americana. Se estableció por vía diplomática que
una primera entrevista George Bush - Mijaíl Gorbachov tendría lugar
el 2 y el 3 de diciembre en el mar Mediterráneo, en la proximidades de
la Isla de Malta, al bordo de embarcaciones de la Marina de guerra
(norteamericanas y soviéticas); las negociaciones no eran oficiales por
lo que no se publicaría ningún comunicado de prensa; la entrevista
oficial estaba prevista para principios de 1990.
El ministro de Asuntos Exteriores soviético Eduard
Shevardnadze declaró el 31 de octubre que la reunión de Malta sería la
ocasión para un diálogo sincero y libre, que no se iban a concluir
acuerdos en temas concretos y que la prensa no tendría acceso a las
entrevistas105. Bush George subrayaba, el 1 de octubre que las partes
“no pretenden adoptar decisiones importantes ni firmar acuerdos
durante este encuentro”. El presidente norteamericano añadió que él
reiteraría, por tanto, el interés de los EUA para el éxito de “la
reestructuración” que había iniciado Gorbachov así como la evolución
en las reformas en la Europa Oriental106. En otra declaración, hecha el
22 de noviembre, Bush George precisaba que pediría a Gorbachov en
la entrevista de Malta, “de edificar juntos de nuevo”, consideraba que
134
La revolución rumana de1989
“la libertad ha venido” en Europa y quería que la Unión Soviética
adoptase una conducta “superando los límites de una actitud
reservada”; “la paz que construimos juntos debe ser diferente de la que
ha prevalecido hasta ahora”. Bush aseguraba que “los EUA no
buscarían obtener ventaja alguna en los problemas y en las
dificultades” que la URSS y los países de Europa del Este afrontan y
quería “el éxito pleno” de las reformas en estos países107. A medida
que el encuentro Bush-Gorbatchev se aproximaba Washington y
Moscú aseguraban que no se tomaría ninguna decisión secreta y que
no habría ningún acuerdo norteamericano-soviético que concerniese a
la Europa oriental.
Las transformaciones en los países socialistas siguieron a
finales de noviembre de 1989. Una noticia extremadamente
importante llegaba de Checoslovaquia el mismo día del cierre del
XIV Congreso del PCR: en el Plenum del Comité Central del Partido
Comunista Checoslovaco, los miembros del equipo de dirección
dimitieron todos. En lugar de Jakes fue elegido el 24 de noviembre
Karel Urbánek. Por la mañana el 25 de noviembre el primer ministro
Ladislav Adamec propuso que el gobierno tuviese también personas
que no eran miembros del Partido Comunista; la adopción de una ley
sobre el derecho de asociación, de reunión, de petición; la suspensión
inmediata de los oficiales que intervinieron el 17 de noviembre contra
los protestantes.
Las manifestaciones que empezaron el 17 de noviembre
continuaron, la Plaza Central de Praga se convirtió en la tribuna de la
oposición; entre los eslóganes lanzados había uno que llamaba a la
huelga general el 27 de noviembre. Poco a poco personas oficiales
empezaron a tener discursos desde esta tribuna. El presidente del
Gobierno Federal, L. Adamec pero también líderes de la oposición
como Václav Havel y Alexander Dubček tomaron la vez el 26 de
noviembre; representantes de los trabajadores, numerosos presos
políticos liberados gracias al decreto de amnistía del 25 de noviembre
pronunciaron también discursos. Adamec, aplaudido en la primera
parte de su discurso fue increpado cuando propuso que la huelga de 27
de noviembre durase nada más que algunos minutos. Dubček dijo que
“Checoslovaquia vivió 20 años humillada a causa de la política no
popular de G. Husák y de M. Jakes”, acusó a los altos responsables del
país de no crear las condiciones propicias para la reevaluación de los
acontecimientos de 1968 mientras que Polonia y Hungría lo han hecho
y pidieron disculpas al pueblo checoslovaco. Estimaba que los
gobiernos de la RDA, de Bulgaria y particularmente el de la URSS
135
Ioan Scurtu
debían hacer también este gesto. Conforme “la Revolución de
Terciopelo” ganaba terreno en la opinión pública, representantes de las
fuerzas del orden empezaban a distanciarse de la política oficial; el
representante de la Unidad Motorizada de la Milicia de Praga acusó de
irresponsabilidad política a los que habían llevado a los milicianos a
levantarse contra el pueblo108.
Mientras que la oposición controlaba la calle el CC del PD
Checoslovaco tuvo el 26 de noviembre su reunión plenaria
extraordinaria, que decidió la destitución de las personas instaladas en
el poder tras la intervención militar del 1968 y la convocatoria del
Congreso Extraordinario del partido para el 26 de enero de1990. El
secretario general del PD Checoslovaco, Karel Urbánek informó al
Pleno del diálogo Gobierno-oposición, que inscribió al orden del día
las siguientes preguntas: el sistema político, la nueva Constitución, la
celebración de elecciones libres, la ley sobre la prensa, la ley para el
derecho de asociación y de reunión, la reevaluación de los
acontecimientos de 1968109. El Plenum se pronunció para la puesta en
marcha de un gobierno de coalición, a nivel federal pero también en
Chequia y en Eslovaquia. A propósito de la demanda de la oposición
para obtener la dimisión de Gustav Husák de sus funciones de
presidente de la República Socialista Checoslovaca, el Pleno estimó
que esta cuestión debía ser examinada en la Asamblea Federal y que el
Presidium del CC del PC Checoslovaco debía abstenerse de toda
proposición concreta con respecto a la persona del nuevo presidente.
Lo que significaba que ya no sería comunista.
El 27 de noviembre tuvo lugar la más importante manifestación
organizada por la Oposición y considerada por el Forum Cívico como
un referéndum nacional. El 28 de noviembre continuaron las
negociaciones entre la delegación del Presidum del CC del Frente
Nacional y del gobierno federal con Ladislav Adamec y la del Forum
Cívico. Adamec hizo en esta ocasión las siguientes proposiciones:
pediría antes del 3 de diciembre al presidente de la República, que
nombrase un nuevo gobierno, que sería formado por representantes
del Partido comunista Checoslovaco, por representantes de otros
partidos y de especialistas sin partido. Eso quería decir que el partido
comunista estaba dispuesto a compartir el poder con las fuerzas
políticas de la oposición. El Gobierno Federal así constituido debía
proponer a la Asamblea Federal la modificación de la Constitución en
la que se eliminarían los artículos que concernían al papel dirigente
del partido comunista, la educación de los ciudadanos bajo las
normativas de las teorías marxista-leninistas. Estos artículos serían
136
La revolución rumana de1989
reemplazados por otros previniendo una educación que tuviese
conocimientos científicos, principios humanitarios y humanistas.
Adamec también prometió que pediría al Consejo Popular de Praga
que ofreciese lugares para antever las actividades del Forum Cívico110.
Los representantes del Forum Cívico estuvieron de acuerdo con
estas proposiciones. Insistieron en la necesidad que el nuevo gobierno
elaborase una declaración-programa, mostrando que estaba listo para
crear el cuadro jurídico para asegurar: las elecciones libres, la libertad
de asociación y de reunión, la libertad de expresión y de prensa, la
anulación del control de Estado sobre los cultos, la modificación de la
ley concerniente al servicio militar; la supresión de la Milicia Popular
(unidades armadas organizadas por el Partido Comunista en empresas
e instituciones); el examen de la cuestión relativa a la presencia de
organizaciones de partidos políticos en todos los lugares de trabajo.
Además el Forum Cívico pidió que el gobierno condenase enseguida
la intervención de las tropas de los países miembros del Tratado de
Varsovia, en agosto de 1968 en Checoslovaquia y que la Asamblea
Federal mandase a los Parlamentos de la Unión Soviética, de la RDA
y de RP de Bulgaria la solicitud en la cual declarasen que la
intervención armada fue una violación del derecho internacional y de
los estatutos del Tratado de Varsovia porque pasó sin que lo supiera y
sin el acuerdo de los órganos supremos checoslovacos. El Forum
Cívico precisó que pediría la dimisión del primer ministro, sino estaba
feliz o contento de las disposiciones de la declaración-programa y de
la manera y de cómo ésta se pondría en marcha. Anunciaba también
que pediría por la mañana (el 29 de noviembre) al presidente
checoslovaco Gustáv Husák su dimisión111.
El 29 de noviembre, el Forum Cívico ocupó la televisión
nacional que se convirtió en un instrumento de propagan en las manos
de la oposición. El secretario general del PC Chescolovaco Urbánek,
nada más que pudo dirigirse a la nación a través de la radio. El
Parlamento aprobó el mismo día la eliminación en la Constitución de
los artículos nº 4 relativo al papel dirigente del Partido Comunista en
la sociedad y en el Estado y el nº 16 concerniente a la educación
siguiendo las pautas dictadas por las teorías del marxismo-leninismo,
con la precisión que “toda la política cultural de Checoslovaquia, el
desarrollo de la enseñanza y la educación se hace bajo el espíritu del
conocimiento científico, y en acuerdo con los principios del
patriotismo, del humanismo y de la democracia”112. La Asamblea
Federal aprobó la dimisión de su presidente, Alois Indra; Indra era uno
de los que habían pedido la intervención militar de 1968 para alejar a
137
Ioan Scurtu
Alexander Dubček. El nuevo presidente de la Asamblea Federal debía
ser elegido el 12 de diciembre.
Con respecto a la cuestión de la revisión de los acontecimientos
de 1968, ésta fue claramente expresada por Ladislav Adamec que
prometió proponer al Gobierno Federal adoptar una posición de
principio sobre la manera en que la crisis de 1968 fue resuelta y de
empezar negociaciones bilaterales con los gobiernos de los cinco
países participantes en la intervención militar para resolver lo más
rápido posible este problema desde el punto de vista político. Propuso
que las negociaciones comenzaran con el gobierno de Moscú a
propósito del acuerdo intergubernamental sobre la presencia temporal
de las tropas soviéticas en el territorio de la República Socialista de
Checoslovaquia. Considerando la reevaluación de los acontecimientos
de 1968, los medios y las uniones profesionales se dio de nuevo la
posibilidad a numerosos escritores y artistas censurados y prohibidos
tras esta fecha que se dirigiesen abiertamente al público. Así muchos
de ellos que habían emigrado al extranjero regresaron a
Checoslovaquia donde tuvieron una preponderancia mediática
extraordinaria como: Ota Sik, Milan Kundera, Jiri Pelikán.
Dentro de las organizaciones del Partido Comunista
Checoslovaco, fue fundado el Forum Democrático de los Comunistas
que abogaba por el diálogo constructivo con las organizaciones de
oposición, para que los miembros excluidos del partido tras los
acontecimientos de 1968 sean de nuevo acogidos en sus rangos y para
que hubiera elecciones libres en el seno del partido antes del 30 de
junio 1990 como muy tarde113.
En la Unión Soviética la crisis económica era cada vez mayor y
la población estaba cada vez más disgustada. Las reformas que
Gorbachov había lanzado generaban oposiciones y aprobaciones.
Unos se oponían a sus reformas que consideraban como un
alejamiento de la teoría marxista-leninista, como un peligro mortal
para la existencia del socialismo; otros se declaraban, al contrario, por
la intensificación de las reformas, pedían la eliminación del artículo nº
6 de la Constitución, el cual establecía el papel dirigente del Partido
Comunista. El primer secretario del Comité Regional de la ciudad de
Leningrado declara el 22 de noviembre: «nos descartamos firmemente
de la ideología Estalinista y del estancamiento, no obstante estamos
convencidos que nuestra bandera fue y se quedará roja y que en ella
estará escrito “Lenin”, “Octubre”, “Socialismo”»114.
Para clarificar las cuestiones sometidas a debate, Gorbachov
público en el periódico Pravda del 26 de noviembre su artículo
138
La revolución rumana de1989
titulado “la idea socialista y la reestructuración revolucionaria”115.
En este artículo Gorbachov afirmaba: “El socialismo hacia el
cual nos dirigimos por proceso de la reestructuración es una sociedad
fundada en una economía eficaz, en la base de las más altas
realizaciones de la ciencia y de la técnica, de la cultura, bajo
estructuras sociales humanizadas, dirigidas para conducir a la
democratización de todos los aspectos de la vida social y crear las
condiciones de una vida y de una actividad creativa intensa para el
conjunto de la población”. Consideraba que el PCUS como
“vanguardia política de la sociedad” debía transformarse en “centro de
elaboración de las plataformas políticas e ideológicas” que
aconsejarían a la sociedad y al Estado. En su opinión, esta etapa
compleja, los intereses de la consolidación de la sociedad soviética
dictan la oportunidad del mantenimiento del sistema del partido
único”116.
Este artículo ilustraba los límites de las teorías de Gorbachov,
ya sobrepasado por las transformaciones que habían tenido lugar en
otros países socialistas –Polonia, Hungría- donde el papel dirigente del
Partido Comunista era ya parte del pasado, porque se eliminaba esta
cuestión dentro de sus Constituciones. El estado de confusión en el
cual “la perestroika” había llegado fue revelado por V. A. Medvedev,
uno de los principales reformistas soviéticos. Gorbachov debía notar
que Medvedev consideraba particularmente difíciles las condiciones
para el desarrollo del futuro Congreso del PCUS, la elaboración del
programa y de los nuevos estatutos chocaban con importantes
dificultades puesto que los procesos en el interior de la sociedad
soviética no estaban todavía maduros. V.A. Medvedev era el adepto de
la reestructuración del partido, para que se volviese una organización
de vanguardia política de la sociedad117.
El 29 de noviembre se anunció el resultado del referéndum del
26 de noviembre en Hungría; más del 95% de los participantes
habían votado para la supresión de las organizaciones del partido en el
puesto de trabajo. Para la declaración de bienes del antiguo Partido
Obrero Socialista Unido y para la supresión de las guardias obreras118.
Este resultado constituyó un golpe muy duro para el Partido Obrero
Socialista Húngaro de Grósz Károly y un fuerte estímulo para la
oposición, que tenía a su cabeza la Alianza libremente democrática
anti-socialista y anticomunista. En este contexto se anunció que el
XIV Congreso del Partido Obrero Socialista Húngaro debería tener
lugar el 17 de diciembre del 1989. el Congreso debía adoptar un
nuevo programa y nuevos estatutos.
139
Ioan Scurtu
Bulgaria estaba realizando también reformas. El Secretario del
PC Búlgaro, Dimitar Stanisev estimaba en una declaración del 23 de
noviembre que el país había pasado desde el 10 de noviembre “a una
nueva etapa de su desarrollo” la cual apuntaba a “expandir la
democracia, la libertades cívicas”. Subrayaba al mismo tiempo que
estas reformas se realizaban “en conformidad con las normas
socialistas y para consolidar el régimen socialista” bajo la dirección
del PC Búlgaro “por las condiciones del crecimiento de su papel de
vanguardia y de fuerza política”119.
Un futuro Plenum del Comité Central estaba previsto y bajo
este objetivo una delegación había sido enviada a Moscú para estudiar
la experiencia soviética en la puesta en marcha de las reformas.
En Yugoslavia el Presidium del Comité Central consideraba
que “el socialismo contemporáneo debía transformarse de una manera
fundamental”120. La Unión de los Comunistas de este país ya no era la
primera en cumplir las reformas como había sido cuando vivía Tito.
La dirección de Belgrado estaba en primer lugar atenta en mantener la
unidad de la Federación. Como los Eslovenos buscaban separarse,
Slobodan Milošević anunció que una marcha hacia Liubliana tendría
lugar el 1 de diciembre para celebrar el aniversario de los 71 años de
la fundación del Reino de los Serbios, de los Croatas y de los
Eslovenos. La dirección eslovena comunicó que movilizaría todas las
fuerzas a su disposición para impedir la marcha de los serbios y
montenegrinos. Frente a esta actitud el Comité de organización
decidió cancelar la marcha. Una guerra de propaganda empezó
después entre serbios y eslovenos al cual se adjuntaron también los
medios de las otras Repúblicas. Yugoslavia se había convertido en un
verdadero polvorín.
En la República Democrática de Alemania, las
manifestaciones seguían. Las reivindicaciones concernían a la
eliminación del artículo de la Constitución, relativo al papel dirigente
del Partido Socialista Unido Alemán y a la organización de elecciones
libres. Los manifestantes pedían también la unificación de las dos
Alemanias. Se repetía el eslogan: “Alemania - Patria única”. El 22 de
noviembre, el Despacho Político del CC del Partido Socialista Unido
Alemán propuso que los representantes de las fuerzas
gubernamentales de las fuerzas de oposición y de la Iglesia se
reunirían alrededor de una mesa redonda para discutir sobre la reforma
de la Constitución y de la nueva ley electoral. Egon Krenz precisaba
en una entrevista que la ley electoral debía “garantizar las elecciones
libres, generales, democráticas y secretas”; declaró que el Despacho
140
La revolución rumana de1989
Político estaba de acuerdo con la eliminación del artículo 1 de la
Constitución, relativo al papel dirigente del Partido Socialista Unido
Alemán, teniendo en cuenta “la manera en la cual un partido actúa
para el desarrollo de la sociedad no se decreta por ley ni
proclamaciones” pero debe venir de la forma en la cual ejerce su
actividad121. El 1 diciembre la Cámara Popular de la RDA (el
Parlamento) decidió cancelar la disposición del artículo 1 de la
Constitución, relativo al papel dirigente del partido122.
Aprovechándose de la coyuntura internacional el canciller
Helmut Kohl y el ministro de Asuntos Exteriores Hans Dietrich
Genscher, lanzaron públicamente la idea de la unificación de los dos
Estados alemanes. La antigua disputa franco-alemana quedaba en el
olvido después de la acción del presidente francés Charles De Gaulle
y el canciller alemán Konrad Adenauer.
Promulgaron el principio de la reconciliación entre los dos
estados y sus sucesores siguieron esta vía. En 1989 el presidente
francés Mitterrand François, y el canciller alemán Helmut Kohl
debatieron sobre importantes problemas internacionales, buscando
mantener incluso profundizar en esta reconciliación. Sin embargo, la
unificación alemana no estaba bien vista por Francia.
Era una cuestión demasiado compleja, que afectaba al equilibrio
europeo establecido tras la 2ª Guerra Mundial123. La Conferencia de
Postdam (17 de julio-2 de agosto de 1945) había establecido la
división de Alemania en cuatro zonas de ocupación (norteamericana,
soviética, francesa y británica) así como sus fronteras. Este acuerdo
estaba en vigor y no podía ser cancelado unilateralmente. El 20 de
noviembre, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Roland Dumas
hizo una visita a Moscú donde se entrevistó con Mijaíl Gorbachov y
con su homólogo soviético Eduard Shevardnadze. Declararon que
tenían un punto de vista común con respecto a las fronteras de la
Europa de Post-guerra. También estuvieron de acuerdo para decir que
“la unificación de Alemania no era una cuestión de actualidad”124.
El 21 de noviembre el ministro de Asuntos Exteriores de la
R.F.A., Hans Dietrich Genscher, hizo una visita a Washington donde
se entrevistó con el Presidente norteamericano Bush George y
secretario de Estado, James Baker. Al salir, Genscher declaró haber
recibido la seguridad de que los Estados Unidos de América “no
tomarían decisiones unilaterales en lo que concernía al futuro de
Europa en la futura Cumbre de Malta”. Refiriéndose a la unificación
de Alemania, dijo: “somos un único pueblo, no existe una nación
alemana capitalista y otra socialista; esta única nación alemana vive
141
Ioan Scurtu
simultáneamente en dos Estados diferentes”. Genscher afirmó que la
unificación de Alemania “podría tener lugar tan sólo después que las
“elecciones libres” fuesen organizadas en Alemania del Este y en el
contexto de la unión de Europa oriental y Europa occidental bajo la
base “de valores occidentales” y sin modificación de las fronteras
internacionales de los dos Estados, establecidas después de la
guerra”125.
El 24 de noviembre el canciller Helmut Kohl participando en el
Congreso de Partido Popular Austriaco, presentó un informe titulado
“El futuro marco de Europa”. La idea que se desarrollaba era que una
Alemania unificada tenía su merecido lugar en el mapa del continente
en re-configuración. Después de haber obtenido el acuerdo de Bush
para la unificación de estos dos Estados, el canciller Kohl se dirigió a
Gorbachov, quién “dinamizó” las reformas en la Unión Soviética y la
Europa del Este. “La RFA tiene el deber de sostener y de ayudar a
Gorbachov para cumplir su proceso de reformas, como signo de su
reconocimiento para la apertura realizada en el plano internacional”.
Precisando que su país había sostenido en el aspecto “político y
moral” los movimientos reformadores en Polonia, Hungría,
Checoslovaquia y la RDA, Helmut Kohl añadió que la cuestión
alemana no podría encontrarse sólo en un único contexto de los
problemas europeos y que no podía tratar de forma separada”.
Aseguró que la Alemania reunificada “no tenía la intención de volver
a ser una gran potencia sino simplemente encontrar de nuevo su
propia identidad”126. El canciller Kohl supo “estimular” Gorbatchev
desde un punto de vista económico aprobando para la Unión Soviética
créditos de miles de millones de marcos para equilibrar la balanza de
pagos de Moscú.
Tres días más tarde el 27 de noviembre Helmut Kohl presentó
un proyecto de unificación de Alemania en tres etapas:
Organizar elecciones libres en la Alemania del Este y consultar
a la población de la RDA sobre la unificación.
Poner en marcha una comisión entre las dos Alemanias con
respecto a las cuestiones de vida política, social y económica,
encargada de analizar y proponer fórmulas para la integración.
La reunificación propiamente dicha127.
Helmut Kohl se dio prisa para lanzar el 29 de noviembre un
plan sobre la unificación de Alemania basado en 10 puntos, para que
Gorbachov si Bush tuvieran a su disposición, en la cumbre de Malta
un documento concreto sobre el arreglo de la cuestión alemana. Este
plan presentaba en detalles las proposiciones iniciales e insistía en la
142
La revolución rumana de1989
idea de que su puesta en marcha tendría lugar bajo el contexto de la
unificación de Europa y del empeño alemán para respetar las fronteras
existentes.
El portavoz del Departamento de Estado declaró enseguida que
los EUA estaban convencidos que el plan del Canciller Kohl
“respondía a las profundas aspiraciones de su pueblo para la
unificación de Alemania” y que se trataba “de un objetivo que los
EUA y Alemania compartían desde hacía mucho tiempo”. El
secretario de Estado Adjunto Lawrence Eagleburger declaró que la
unificación de Alemania “era ahora un proceso inevitable” y que “los
EUA no compartía la inquietud de algunos países de Europa del Oeste
frente a la perspectiva de una Alemania unificada potente”128. El
ministro de Asuntos Exteriores francés, Roland Dumas, declaró en una
reunión de la Asamblea Nacional “que era inconcebible encontrar una
solución a la cuestión alemana sin tener en cuenta los acontecimientos
que habían tenido lugar en la Europa del este”, que el proyecto del
canciller Kohl merecía “la mayor atención”. Calificaba de “legítimo el
deseo de los Alemanes de reunirse” y consideraba que sólo se podría
lograr por vía democrática y pacífica “en el contexto de la integración
europea”129.
La Unión Soviética y Polonia no consideraban satisfactorias las
garantías dadas por Helmut Kohl. Algunos días antes de la cumbre de
Malta, el primer ministro polaco realizó una nueva visita a Moscú
donde se entrevistó con Gorbatchev y Nikolái Ryzhkov. En la
conferencia de prensa del 25 de noviembre Mazowiecki reiteró que
Polonia respetaría los compromisos hechos en el ámbito del Tratado
de Varsovia y que su gobierno quería consolidar y desarrollar las
relaciones con la Unión Soviética. Subrayó la influencia “benéfica” de
la política de reestructuración de la Unión Soviética en el plano
internacional. “Con respecto a Europa, las dos partes consideraron que
la inviolabilidad de las fronteras era la condición más importante para
mantener la estabilidad en el continente”. En un informe mandado a
Bucarest, el embajador rumano en Moscú, Ion Bucur estimaba que en
las relaciones internacionales “las discusiones se han orientado sobre
“la cuestión alemana”, por la que, aún con la existencia de fórmulas
diferentes, los puntos de vista de los dos países coincidían en el
sentido que: a) por ahora la cuestión de la reunificación de
Alemania no estaba de actualidad. Hay dos Estados alemanes
independientes, que hacen parte de alianzas militares y de grupos
económicos diferentes. Apresurar la reunificación conduciría a una
desestabilización en Europa; b) si, en un futuro lejano la cuestión se
143
Ioan Scurtu
plantease, se podría examinar teniendo en cuenta las condiciones
siguientes: la reunificación debe ser pedida y sostenida a la vez por la
RFA y la RDA; la reunificación no debe ser orientada contra los
intereses de los otros pueblos y no debe tener como resultado la
revisión de las fronteras. Pertenece a las 4 Grandes Potencias (URSS,
EUA, Gran Bretaña, Francia) pronunciarse sobre esta cuestión130.
La opinión pública internacional, las cancillerías diplomáticas,
pero también los servicios secretos manifestaban un gran interés por
este primer encuentro entre Bush y Gorbachov. El general Vlad Iulian,
jefe del Departamento de la Seguridad de Estado entregaba, el 1 de
diciembre, a Nicolae Ceausescu, un informe “estrictamente secreto”
escrito a mano. Su contenido era el siguiente131: “Informamos a través
de varias fuentes sobre la reunión Bush-Gorbachov:
1.- En el ámbito de las nuevas negociaciones de alto nivel entre
los EUA y la URSS organizadas por iniciativa soviética las dos partes
trataran prioritariamente las cuestiones de la redefinición de las esferas
de influencia y la elaboración de una nueva estrategia común a fin de
seguir asegurándoles un papel dominante en todos los problemas
internacionales.
- Es probable que lleguen a nuevos acuerdos para restringir las
zonas de confrontación directas a favor de los intereses comunes.
- Existen datos según los cuales la URSS haría nuevas
concesiones a favor de los norteamericanos, para obtener ayudas
económicas y financieras.
- Se busca también establecer un nuevo equilibrio en el
continente europeo que permita la atenuación gradual de las
diferencias en materia de política y de economía entre países
socialistas y capitalistas y la garantía de la puesta en marcha de los
conceptos que conciernen “la des-ideologización de las relaciones
internacionales” y la creación de lo que se llama “la casa común
europea”.
- En este contexto se hablará también sobre la cuestión de la
existencia de dos bloques militares, para que se mantuviese durante un
cierto periodo hasta la estabilización de la situación en el interior de
Europa del este, cuando menos.
- A propósito de la intensificación de las preocupaciones del
gobierno de Bonn para la reunificación de Alemania se acordará
sostenerlas pero serán contemporizadas durante un cierto periodo a fin
de ser incluidas en “el proceso de integración europeo”.
- Las dos partes se pronunciarán para la aceleración de las
negociaciones bilaterales apuntando a disminuir el armamento y los
144
La revolución rumana de1989
gastos militares, la URSS estando interesada en reducir su gran déficit
de la balanza de pagos.
Es posible que durante la entrevista Bush haga pública su
intención de disminuir los efectivos norteamericanos estacionados en
Europa, como respuesta a las medidas similares adoptadas
unilateralmente por la URSS.
- En el plano de las relaciones bilaterales, el presidente Bush
manifestará el deseo de sostener una URSS desde el punto de vista
económico bajo la condición de que sigan aumentando las reformas
soviéticas y que tomen más en cuenta los mecanismos de la economía
de mercado.
- Además de su pedido expreso de una concesión de ayuda
financiera, Gorbachov insistirá para que la URSS obtenga la cláusula
de nación más favorecida así como la disminución de las restricciones
en materia de traspaso de tecnologías.
NOTA:
Resulta por los datos que tenemos que durante el encuentro
Bush-Gorbachov las partes deberían discutir también sobre las nuevas
presiones coordinadas que ejercerían en los países socialistas que no
han procedido a la aplicación de las “reformas reales”, como la RP de
China, Cuba y Rumania.
1.- Con respecto a nuestro país, Bush subrayará que los Estados
miembros de la OTAN seguirán aplican do restricciones en su relación
con Rumania y pedirán que la URSS adopte una actitud similar,
reduciendo los envíos soviéticos de petróleo, gas-metano y de mineral
de hierro.
2.- Durante las consultas de sus últimos días con la
Administración de Washington los gobiernos de la Gran Bretaña, de
Francia de la RFA y de Italia han insistido para que:
- Los EUA y la URSS evitan adoptar decisiones definitivas
relativas a la modificación del equilibrio militar en Europa, sin una
consulta previa y sin el consentimiento de los países de Europa del
Oeste.
- El armamento y los efectivos situados en Europa disminuyen
gradualmente, la cuestión de una disminución a gran escala, debería
ser analizada solamente después que haya garantía segura de que la
URSS desea renunciar a su fuerza militar;
- Los Estados Unidos de América respetan los acuerdos
establecidos anteriormente con los Estados de Europa del Oeste y
desean que cada uno de ellos tenga un papel influyente más
importante en la situación de la Europa del Este, a fin de asegurar la
145
Ioan Scurtu
promoción de su propio interés en esta zona a largo plazo.
Francia y la Gran Bretaña han pedido también que se advierte,
en el horizonte la creación de una confederación de dos Estados
alemanes, un desplazamiento del centro del poder en Europa hacia la
Alemania unificada así que una polarización político-económica,
incluso militar entre ésta y la URSS, tal como la que había existido
antes de la 2ª Guerra Mundial”.
Cuando se dirigía hacia Malta, Gorbachov visitó al papa Juan
Pablo II, cuyas convicciones anticomunistas eran conocidas. El papa
felicitó al líder del Kremlin por la política reformista. Gorbachov
subrayo la contribución del papa Juan Pablo II en la edificación de un
mundo pacífico, de un mundo donde hubiese buena comprensión entre
los pueblos. Juan Pablo II expresó su esperanza que la Unión
Soviética adoptaría una ley sobre la libertad de conciencia para
garantizar la “ampliación de las posibilidades de la vida religiosa para
todos los ciudadanos soviéticos”132. Dirigiéndose a la multitud que
había venido a verle, Gorbachov se declaró a favor de la convocatoria
de la Conferencia para la Cooperación y la Seguridad en Europa,
dejando caer que ésta remplazaría un día el Tratado de Varsovia y la
OTAN.
La reunión de Malta pasó conforme a un programa establecido
los días 2 y 3 de diciembre de 1989. En su agenda figuraban
negociaciones entre los presidentes de la URSS y los EUA que
empezarían a bordo de una embarcación soviética y después e una
norteamericana. Los líderes se situaban sobre plataformas totalmente
diferentes. Bush George era la cabeza de un Estado en plena
expansión económica, excepcionalmente dotado desde el punto de
vista militar (incluido el punto de vista nuclear), con una situación
interna estable apoyándose en los principios de la democracia
norteamericana; con su política de la última década, los EUA se
habían convertido en el portavoz de Occidente y ocupaban la plaza de
1ª potencia Mundial con mucha ventaja. Mijaíl Gorbachov era el
presidente de un Estado que se encontraba al borde de la asfixia133:
con una economía caótica en la cual la planificación centralizada ya
no funcionaba y los mecanismos de la economía de mercado no
estaban formados; con desórdenes sociales (huelgas, manifestaciones)
cada vez más intensos; con una vida política agitada, en la cual el
partido comunista buscaba mantener su papel dirigente pero que
estaba siempre más contestado por la sociedad civil que empezaba a
firmarse. Gorbatchev estaba, en cierta manera superado por estos
acontecimientos, igual que un boxeador noqueado, que aguanta
146
La revolución rumana de1989
todavía los golpes para satisfacer a los espectadores. La reunión
incluyó negociaciones de alto nivel cara a cara y discusiones de las
delegaciones al más alto nivel. Se habló de la cuestión del desarme, la
cooperación bilateral de la situación internacional. El presidente
norteamericano expresó su apoyo a la política de perestroïka: “podéis
estar seguros que la Administración norteamericana y el Congreso
desean el éxito de vuestras reformas”134. Gorbachov estimó que
“importantes modificaciones se estaban produciendo en el mundo en
cuanto a la relación de fuerzas. Está claro que estamos a punto de
pasar de un mundo bipolar a un mundo multipolar. Que lo queramos o
no, tendremos una Europa unida e integrada bajo el aspecto
económico”; dijo también que Japón, China e India, era otro centro de
la política mundial135.
Gorbachov reconocía de hecho esta realidad: la Unión Soviética
ya no constituía el segundo polo mundial de poder. En su opinión,
había que sacar conclusiones de la experiencia pasada, de la Guerra
Fría, que consideraba como finalizada. Por su parte Bush George se
interesó por las evoluciones de Europa del Este (que se situaba hasta
ahora como una zona de influencia soviética); Gorbachov declaró que
no quería influir en la situación en América Central (aceptando así el
derecho de los Estados Unidos de América a imponer su voluntad en
esta zona). El líder norteamericano felicitó a su homólogo soviético:
“Usted es el catalizador de los cambios en Europa, que son
constructivos”. Gorbachov dijo por su parte: “debemos actuar juntos –
y actuamos juntos- bajo un espíritu responsable y de gran ponderación
en este periodo tan agitado para Europa” y Bush le respondió: “estoy
de acuerdo con usted”136.
No resulta de los documentos publicados que las discusiones
tratasen en concreto el asunto de Rumania y la política de Ceauşescu.
La taquigrafía de esta entrevista contiene nada más que una leve
mención de Bush a la cuestión: “estamos para la autodeterminación y
las discusiones que a ésta acompañan. Querría que entendiese nuestra
actitud: los valores occidentales no significan que querríamos imponer
nuestro sistema en Rumania, Checoslovaquia e incluso la RDA.137. Sin
embargo hubo documentos que mostraban que se pudo hablar de la
cuestión rumana. La Agencia Húngara de Prensa (MTI) anunció que
organizaciones magiares de transilvania y de la minoría alemana
mandaron un telegrama común a los dos presidentes pidiéndoles
“hacer todo lo necesario para poner fin al régimen de Ceausescu, que
está procediendo a la exterminación de las minorías nacionales”138.
También oficiales húngaros (Poszsgay Imre, Gyula Horn) declararon
147
Ioan Scurtu
que la elaboración de una solución en la cuestión de los derechos de la
minoría magiar en transilvania dependía de las Grandes Potencias. La
prensa húngara citó muchas veces los nombres de László Tökés y de
Süto Andras como “víctimas del régimen político de Rumania”. El
embajador de Rumania en Budapest, Pop Traian, escribió el 2 de
diciembre: “el contenido y la importancia de las acciones de carácter
político y de propaganda acometidas por los centros del poder de
Budapest contra nuestro país, con todos los medios disponibles a su
alcance, recuerda al periodo de la imposición de Viena de 1940”139.
El Presidente Bush George declaró el 2 de diciembre también,
en la prensa: “Querría ver algunas acciones en este país también. No
sé cuando llegarán. Mandé a Rumania un nuevo embajador, Allan
Green que es amigo mío. Lo mandé justamente porque es firme e
intransigente y porque conoce muy bien mis opiniones sobre la
democracia y la libertad. Creo que Allan Green partió el 29 de
noviembre para Rumania y es el que presentará nuestro punto de vista,
el mío al presidente Ceauşescu Nicolae. En todo caso vamos a
intentarlo, pero será muy difícil”140. El presidente norteamericano
estaba totalmente de acuerdo con el líder soviético Mijaíl Gorbachov,
cuyo consejero, Oleg Bogomolov, declaró el 24 de noviembre: “el
proceso que se desarrolla actualmente en algunos países de la Europa
del este tiene un carácter irreversible y general. Es posible que algunos
dirigentes políticos no sean conscientes de la necesidad de estos
cambios, pero será la vida misma quién los impondrá. Es por eso que
enfoco la evolución de Rumania con cierto optimismo”141. La
referencia a Ceauşescu Nicolae era evidente.
A la salida de la cumbre de Malta, Bush George dieron una
conferencia de prensa conjunta, caso único en la historia de las
relaciones soviético-norteamericanas. Calificaron su conversaciones
como fructuosas y estimaron que nacía nuevas relaciones entre los
EUA y la URSS, las cuales imponían el abandono del periodo de “la
Guerra Fría”. Bush George declaró que apoyará la política de
reestructuración promulgada por Gorbachov.
Según numerosos analistas políticos recordaba la cumbre de
Malta a la anterior de Yalta, esta vez en sentido contrario: si en febrero
de 1945 el repartote las zonas de influencia en Europa fueron
realizadas favorables a la Unión Soviética, en diciembre de 1989 es
Occidente, los Estados Unidos de América en primer lugar quienes
tuvieron la preponderancia.
Durantes el mismo encuentro de Malta, las transformaciones
seguían dándose en los Estados que eran todavía socialistas. El 3 de
148
La revolución rumana de1989
diciembre, el Plenum del CC del Partido Socialista unido de Alemania
decidió excluir del partido y de su Comité Central a Erich Honecker y
muchos de sus colaboradores próximos incluso el antiguo primer
ministro Willi Stoph. La dirección del partido dimitió en su conjunto.
Una comisión de trabajo formada por miembros del partido
“contratados durante el proceso de renovación”142 fue encargada de
ocuparse de los quehaceres cotidianos y de preparar el Congreso
Extraordinario que debía tener lugar del 15 al 17 de diciembre.
La organización del Nuevo forum estableció que “una cadena
humana sería organizada sobre todo el territorio de la RDA de norte a
sur, de este a oeste para simbolizar la unidad de toda la población en el
proceso de democratización. Durante las demostraciones se pidió la
dimisión Egon Krenz de la función de presidente del Consejo de
Estado y del Consejo de la Defensa Nacional. En Leipzig y en otras
ciudades, los manifestantes entraron en la sede de la Securitate, y han
sellado las cajas de caudales conteniendo los documentos con el fin de
prevenir su destrucción. Mijaíl Gorbachov debía informar, tras la
cumbre de Malta a los dirigentes de partido y de Estado de los países
miembros del Tratado de Varsovia de lo que se había discutido en esta
ocasión. Confirmaron su participación a la reunión Moscú los líderes
políticos de Bulgaria, Checoslovaquia, Polonia, Hungría, República
Democrática de Alemania. Ceauşescu Nicolae fue el único en anunciar
que iría a Moscú si Mijaíl Gorbachov aceptase ver aparte a la
delegación rumana y el líder del Kremlin estuvo de acuerdo. Una vez
llegado a la capital de la Unión Soviética pudo constatar que era el
único político de la “vieja guardia” que quedaba todavía en el poder.
Frente a él había Petar Mladenov (Bulgaria), Egon Krenz y Hans
Modrow (R.D.A.), el general Jaruzelski y Tadeusz Mazoviecki
(Polonia), Reszö Nyers (Hungría). Todos eran a sus ojos unos
traidores a la causa socialista.
Las informaciones que Mijaíl Gorbachov presentó el 4 de
diciembre fueron extremadamente generales. Contenía conceptos que
se podían en cualquier momento: paz, desarme, Europa unida, etc.
Para no entrar en detalles relacionados con su entrevista con Bush
George, el líder soviético propuso a los participantes, adoptar una
declaración condenando la intervención d 1968 en Checoslovaquia.
Ceauşescu Nicolae quiso subrayar que tal declaración no concernía a
Rumania que ya condenó en su momento esta intervención que había
calificado de grave violación de la soberanía y de la independencia de
este país. El documento aprobado mencionaba que la entrada de las
tropas soviéticas en este Estado fue una injerencia en los asuntos
149
Ioan Scurtu
internos de la soberanía Checoslovaquia y debía ser condenada.
Al interrumpir el proceso de renovación democrática de la RS
de Checoslovaquia, estas acciones sin justificación tuvieron
consecuencias negativas de laga duración”. Según Constantin Olteanu,
que participó en la reunión, el líder de la RDA Egon Krenz habría
dicho, antes de marchar para Berlín, al jefe de la delegación rumana:
“camarada Ceauşescu, no sé si volveremos a vernos”143. La entrevista
Ceauşescu-Gorbachov en la cual participó también el primer ministro
rumano, Constantin Dăscălescu y su homólogo ruso Nikolái
Ryzhkov144, abordó en primer lugar cuestiones generales. Ceauşescu
Nicolae propuso que los preparativos empezasen por una reunión de
los partidos comunistas y obreros, cuyo objetivo fuese hablar del
socialismo y de sus perspectivas, vista “la situación extremadamente
difícil que existe en el movimiento comunista”. Gorbachov estimó por
su parte que esta reunión debía ser precedida por debates internos en
los países socialistas: “¿como presentarnos a una reunión más amplia
sin precisar la condición con respecto a nuestros problemas?”.
Ceauşescu expresó “su preocupación” hacia “lo que estaba
sucediendo en algunos países socialistas de Europa. Entendemos el
perfeccionismo, la renovación pero no es de eso de lo que quiero
hablar. Esta forma de actuar pone en peligro seriamente, no sólo al
socialismo sino también la existencia de los partidos socialistas en
estos países”. Así propuso un encuentro “entre los países socialistas y
nuestros partidos” a fin de ver “como actúan algunos países”.
Gorbachov no compartió este punto de vista. En su opinión este
proceso de modernización, habría debido empezar mucho antes; se
refirió a Honecker que “no quiso hablar conmigo últimamente”. El
líder soviético no trató con consideración a Ceauşescu y precisó: “sé
además que vosotros me habéis criticado. Evidentemente Ceauşescu
lo negó: “no hemos pronunciado ninguna crítica a usted. Al contrario,
hemos dicho que estaría bien encontrarnos antes para analizar como
trabajar mejor”. Gorbachov siguió: “hablando sinceramente siento una
gran simpatía por Honecker”. El líder soviético concluyó: “lo que
importa es consolidar el socialismo, lo demás es problema de cada
cual”. Nada nos permite decir que al pronunciar estas palabras,
Gorbachov haya efectivamente creído que el socialismo se había
consolidado gracias a las reformas que él había puesto en marcha o si
había querido suavizar la conversación que mantenía con Ceauşescu.
Después se trataron las cuestiones bilaterales, el líder rumano trató de
obtener un aumento de las cantidades de petróleo y de gas metano que
la Unión Soviética daba a Rumania. Los dos primer ministros,
150
La revolución rumana de1989
establecieron una entrevista para principios de enero para tratar los
asuntos concretos. Gorbachov tuvo numerosas insinuaciones: “¡usted
vivirá de aquí al 9 de enero, seguramente!”.∗
Si la entrevista Ceauşescu-Gorbachov se desarrolló en un
ambiente de gran tensión, la reunión del líder soviético con el
secretario general del Partido Comunista Búlgaro Petar Mladenov, fue
totalmente diferente. Se entrevistaron largamente el 5 de diciembre145.
El nuevo líder búlgaro declaró que en su país “todo el mundo, salvo
la excepción de una pequeña minoría, apoya calurosamente la
perestroika”, afirmación que complació mucho a gorbatchev. Estimó
que “el diálogo sincero y abierto con la sociedad contribuirá a reforzar
la autoridad del partido”, que había que hacer modificaciones
radicales pero “no rápidamente”. Gorbachov sostenía fervientemente
la tesis del papel dirigente del Partido Comunista y recomendó a
Mladenov estudiar su reciente artículo “la idea socialista y la
perestroika revolucionaria”, que contenía “nuestras orientaciones a
largo plazo. Son basadas en nuestros valores socialistas, con una
interpretación contemporánea de los clásicos del marxismo”.
De manera paralela a los problemas encontrados en los Estados
del Tratado de Varsovia diciembre Gorbachov tuvo una entrevista en
Moscú con Hans-Dietrich Genscher, ministro de Asuntos Exteriores
de la RFA. Éste aseguró que una Alemania unificada respetaría los
principios del Acto Final de la Conferencia de Helsinki de 1975, así
como las realidades territoriales de Europa. Pro la mañana, el 6 de
diciembre, Mitterrand François y Mijaíl Gorbachov tuvieron
negociaciones en Kiev; estaban de acuerdo en que la unificación de
Alemania debía ser realizada por vía pacífica y democrática,
manteniendo el equilibrio europeo. Mientras que Mitterrand
consideraba que la unificación estaba cercana a su realización,
Gorbachov seguía sosteniendo que “la cuestión de la unificación
∗
Dincă Ion, miembro del Comité Político Ejecutivo declaró el 21 de octubre de 1993,
delante de la Comisión Senatorial que después de la entrevista cara a cara CeauşescuGorbachov, el líder soviético le habría pedido que dimitiese porque no era un
indeseable. Según Dincă que habría la taquigrafía, Ceauşescu habría replicado que
informaría al Comité Central de la posición del líder soviético con respecto a Rumania
y con respecto a él mismo, que informaría a la opinión pública y que convocaría a la
Gran Asamblea Nacional y: “nosotros os respondemos sobre cada problema y sobre
nuestras conversaciones aquí aunque convenimos no publicarlas, las haremos
públicas: la cuestión del tesoro, la cuestión de la Isla de las Serpientes y la cuestión de
Besarabia”. Constantin Olteanu miembro de la delegación, negó categóricamente que
estas palabras hayan tenido lugar y calificó de fantasiosas a las alegaciones de Dincă.
151
Ioan Scurtu
alemana no estaba de actualidad” y que “personalmente no quería
resolver el problema del pueblo alemán que pertenecía a los políticos
alemanes el tratarlo”146.
Apenas llegado de Moscú, Egon Krenz presentó el 6 de
diciembre su dimisión de las funciones de presidente del Consejo de
Estado y del Consejo de la Defensa Nacional de la República
Democrática Alemana. Manfred Gerlach, presidente del Partido
Liberal-Demócrata fue su sucesor interino. El proceso de unificación
de los dos Estados alemanes estaba en pleno desarrollo; las compañías
de Alemania del oeste se unían a las del este; los científicos y los
intelectuales de ambos países realizaban acciones comunes; los
partidos del oeste creaban sus propias organizaciones en el este. Entre
estos dos Estados ya no había fronteras, se podía viajar libremente por
todo el territorio alemán. El Congreso Extraordinario del Partido
Socialista Unido de Alemania, que tuvo lugar el 8 de diciembre, eligió
a Gregor Gysi un joven abogado judío de 41 años como Presidente del
Partido. En su discurso, tras ser elegido, se pronunció por el desarrollo
de su país “por una tercera vía”, diferente del “socialismo estalinista y
de la dominación de los monopolios tradicionales”. Esta vía
significaba democracia radical y estado de derecho, humanismo,
justicia social, protección del medioambiente, afirmación de una
igualdad real de la mujer. “Las fuentes de esta vía son tradicionales:
sociales-demócratas, socialistas, comunista no estalinista, antifascista,
y pacíficas”147. En el mismo ámbito el primer ministro Hans Modrow,
declaró: “una RDA soberana y socialista representa una premisa para
la estabilidad política de Europa y para los interese de otros Estados,
por ejemplo Francia y la Gran Bretaña que se han orientado hacia la
idea de la existencia de dos Estados alemanes”. Reveló que la RDA
había propuesto “una comunidad contractual de dos Estados alemanes
y el canciller Kohl amplió esta idea y habló de “formas federativas” lo
que es “un principio ponderado para los próximos debates””. Modrow
estimó que “la unificación de la RDA con la RFA no era una cuestión
de política actual. La colaboración contractual entre los dos Estados
alemanes, en el ámbito de una nueva realidad creará elementos de
nuevas estructuras en un futuro más lejano”148.
El Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de
Alemania comenzó de nuevo una semana más tarde y siguió hasta el
16 y el 17 de diciembre. Los participantes decidieron en esta ocasión
que el sintagma Partido Socialismo Democrático se añadiría al antiguo
nombre del partido. Debía inscribirse en “la tradición del movimiento
obrero del humanismo y del antifascismo”. Además, los congresistas
152
La revolución rumana de1989
decidieron suprimir las organizaciones del partido en las instituciones
del Estado incluso en el Ejército. El Congreso se pronunció para “una
comunidad contractual entre los dos Estados alemanes que no ponga
en peligro la estabilidad europea, precisando que la RDA no quiere
convertirse “un land federal en vías de desarrollo con un futuro social
incierto”149. Dos días más tardes, el 19 de diciembre el canciller
Helmut Kohl, participó en un inmenso mitin en Dresde, donde fue
ovacionado como un héroe de la unión de los dos Estados alemanes.
Los eslóganes que se escuchaban más eran: «Somos el pueblo!»
«Somos un pueblo!». De hecho la unificación que se realizaba, debía
ser consagrada después desde el punto de vista conforme al derecho
internacional.
En Checoslovaquia, el primer ministro Adamec presentó su
dimisión y un nuevo gobierno con Marian Calfa a su cabeza se creó el
10 de diciembre. Los comunistas eran minoritarios. El 11 de diciembre
Gustáv Husák impuesto en 1968 por los soviéticos, era destituido de la
función de presidente de Checoslovaquia. La vía de Václav Havel,
líder del Forum Cívico, hacia el poder se abría así.
En Yugoslavia, el 16 de diciembre fue hecha pública “la
versión de trabajo” de la declaración del Congreso de la Unión de los
Comunistas de Yugoslavia, que debía tener lugar poco tiempo
después. El documento preveía “el abandono del socialismo
autoritario” y la afirmación de la economía de mercado; “un
socialismo democrático” en una sociedad de las libertades
individuales y de la democracia, de la autodeterminación, de la justicia
social, de la solidaridad y de la riqueza material; “la libertad del
hombre por encima de todo”; en el pluralismo político, el partido debe
entrar en competición, en las elecciones con otras fuerzas políticas; “la
igualdad con respecto a los derechos nacionales”; el rechazo del
exclusivismo nacional y del chovinismo, para “la igualdad entre los
pueblos, las nacionalidades y las minorías de Yugoslavia”150. Se
pretendía elaborar un nuevo programa y nuevos estatutos de la Unión
de los Comunistas de Yugoslavia y redactar la nueva Constitución de
la República Federativa Socialista Yugoslava.
En Polonia, se derrumbaron las estatuas de Lenin, de Feliks
Edmundovic Dzerjinski, de Boleslaw Bierut, se cambiaron los
nombres de las calles; uno de los nombres que más emplearon era el
de Joseph Pilesudski, fundador del Estado polaco contemporáneo,
anti-bolchevique bien conocido. El 13 de diciembre por la llamada de
Solidaridad los polacos festejaron el 9 aniversario del estado de sitio.
Se escuchaban las sirenas continuas, y se tocaban las campanas.
153
Ioan Scurtu
Solidaridad se había convertido desde el mes de agosto de 1989, al
ostentar la función de primer ministro en la principal fuerza política
del país.
En Hungría, El XIV Congreso del Partido Socialista Húngaro
tuvo lugar el 17 de diciembre el presidente de la Comisión de
Organización Grósz Károly, estimó en esta ocasión que las fuerzas
fraccionarias habían destruido, en octubre 1989 el partido y que
habían creado el Partido Socialita Húngaro “sin consultar a los
miembros del partido procediendo a actuar de una manera no
democrática”, lo que causó “prejuicios incalculables al pueblo
húngaro y creó las medidas que minaron las bases del régimen
socialista”151. Como presidente del Partido Obrero Socialista Húngaro,
el Congreso eligió Thurmer Gyula, de 35 años, antiguo consejero de
Grósz Károly encargado de las cuestiones de política exterior; hizo sus
estudios en la Unión Soviética y trabajó después en el Ministerio de
Asuntos Exteriores y después en el ámbito del CC del Partido Obrero
Socialista Húngaro. Estos reagrupamientos de alto nivel tenían como
objetivo lanzar de nuevo al partido en la escena política y ganar una
parte tan importante como posible del electorado.
En la Unión Soviética, en Moscú se desarrollaba el segundo
Congreso de los Diputados del Pueblo, que debatía sobre el
saneamiento de la economía soviética, de las etapas de la reforma, del
modo y de los principios de elaboración del futuro plan quinquenal.
Había gente a favor y en contra, la mayoría de los diputados expresaba
críticas y dudas hacia el programa presentado por el primer ministro
Nikolái Ryzhkov. Entre los participantes, Borís Yeltsin se hizo
destacar. Criticó a Gorbachov y dijo que la teoría de la
reestructuración había sido lanzada “sin táctica y sin estrategia claras”.
El Presidente de la República Socialista Soviética de Letonia, A.
Gurbunov, recordó que su país tenía una organización de Estado
independiente, que fue rota brutalmente en 1940. Los representantes
de Letonia y de Moldavia se declararon contrarios a la llegada en sus
Repúblicas de ciudadanos provenientes de otras Repúblicas. Mircea
Snegur mencionó que por lo menos 900 personas del exterior de la
República de Moldavia cuyo oficio no tenía nada en común con la
industria siderúrgica y habían sido traídos para construir la fábrica
metalúrgica de Rybnitza152. La proposición dirigida para la
modificación del artículo nº 6 de la Constitución generó vivas
disputas. Se trataba de eliminar la disposición en la cual el Partido
comunista de la Unión Soviética tenía “el papel dirigente”. Gorbachov
logró evitar las discusiones sobre este tema. El PCUS y el “pueblo
154
La revolución rumana de1989
entero” deben ser los primeros en pronunciarse sobre esta cuestión,
dijo153.
La ola de cambios había llegado ala frontera de Rumania y era
imposible evitarla. Después del XIV Congreso del PCR en el cual
Ceauşescu Nicolae fue elegido secretario general, la tensión creció en
todo el país. Las medidas de seguridad aplicadas antes del congreso se
mantuvieron, la vigilancia de la población fue aún más estricta, el
culto de la personalidad de Ceauşescu aumentó. Un estado de
nerviosismo se sentía por todo el país, el cual acentuaba la falla entre
los dirigentes del partido y el pueblo rumano. La población se enteró
por la intermediación de “Europa Libre” y otros medios radiofónicos
extranjeros, d las transformaciones que se daban en otros Estados
socialistas, donde los viejos líderes comunistas fueron apartados. En
Rumania Ceauşescu Nicolae estaba en el poder desde hacía 25 años; y
su mandato era insoportable.
Hubo factores externos que animaron las acciones golpistas
contra Ceauşescu Nicolae. El 9 de diciembre la Dirección de
Información comunicó que acciones destinadas a desestabilizar la
situación interna de Rumania se preparaban en Hungría, a través de la
población magiar de Transilvania; que Budapest proyectaba provocar
fronterizos que debían “degenerar en conflictos entre los dos países” y
“pedir la intervención de ciertos países miembros del Tratado de
Varsovia, especialmente la de la URSS”154. El agregado militar de
Budapest, había identificado dos campos, en Bicske y en Herjdu
Szoboszlo. Allí había sitios de instrucción para “mercenarios”, que
salían de los que habían huido de Rumania. Ellos debían entrar en el
momento adecuado en el país para desencadenar acciones de
resistencia contra las autoridades, usando armas y municiones155.
En los registros de la Securitate figuraban al menos 6000
rumanos que habían huido a Hungría. Pero el gobierno de Budapest
sostenía que en territorio húngaro había 61.000 refugiados rumanos,
para entretenerlos recibían importantes sumas de dinero acordados por
la ONU y de los países occidentales. Un fenómeno inverso fue notado
a partir del mes de septiembre de 1989: el número de los que querían
entrar clandestinamente en Rumania era cuatro-cinco veces más
importantes que el de los que querían irse. Habrían sido detenidos en
Hungría y ahora eran repatriados156. Los que regresaban por vía
clandestina u oficial se dirigían hacia las zonas de Banato de
Transilvania y hacia Bucarest157.
Los órganos de la Securitate notaron también, del lado Este, una
afluencia de turistas soviéticos, donde la mayoría de ellos eran jóvenes
155
Ioan Scurtu
que viajaban solos, en coche, que se dirigían hacia Transilvania y
Banato. Se veía claramente que el momento de la caída de Ceausescu
estaba cada vez más próximo.
Para Mijaíl Gorbachov, Bush George, Mitterrand François o
Helmut Kohl, el cambio en Rumania era más difícil, teniendo en
cuenta que no había en el interior del PCR “ un segundo equipo” listo
para el coger el poder después de la caída de Ceausescu. Sin embargo
había que acelerar los acontecimientos y se debía encontrar una
solución en función de las circunstancias. Una importante afluencia de
turistas extranjeros, soviéticos, húngaros y yugoslavos en su mayoría,
fue registrado en Rumania a fines del mes de noviembre y durante el
mes de diciembre. En la frontera oriental, hubo un primer intento de
desestabilización del régimen de Ceauşescu: el 14 de diciembre de
1989, en Iaşi algunas personas intentaron organizar, en el nombre del
Frente Popular Rumano, un mitin de protesta, en la Plaza de la Unión.
Las autoridades se enteraron y detuvieron esta acción158.
NOTAS
1 Memorando Bogomolov Comisión. 02/01/1989. Cold War Internacional
History Project, (Proyecto de Historia Internacional de la Guerra Fría)
http://www.wilsoncenter.org
2 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste (Historia
comparada de los Estados comunistas), p.313
3 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 Al Este del Prut), p.81
4 Gheorghe E. Cojocaru, Tratatul de Uniune Sovietică (El Tratado sobre la
Unión Soviética), Chişinău, Ediciones Civitas, 2005, p.267
5 Ibídem, p.272
6 Ibídem, pp.278-279
7 Eduard Shevardnadze, Opţiunea mea (Mi opción), p.296
8 Jean-François Soulet, Istoria comparată a statelor comuniste (Historia
comparada de los Estados comunistas), p.315
9 Gheorghe E.Cojocaru, Tratatul de Uniune Sovietică (El Tratado sobre la
Unión Soviética), p.261
10 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 Al Este del Prut), p.98
11 Norman Davis, Europe. A history (Europa. La historia), Londres,
Ediciones Pimlico, 1997, p.1108
12 Ion Constantin, Din istoria Poloniei şi a relaţiilor româno-polone (De la
historia polaca y las relaciones romano-polacas), Bucarest, Ediciones “La Biblioteca
de Bucarest”, 2005, pp.105-106
13 1989. Principiul dominoului (1989. La teoría del dominó), pp.107-108
14 Ibídem, p.114
15 Ibídem, p.62
16 Ibídem, p.109
17 Alexandru Radu Timofte, Originile, mărinea, declinul şi renaşterea lumii
informaţiilor secrete (Los orígenes, la grandeza, y declive y la renovación del mundo
de las informaciones secretas), Bucarest, Ediciones de la Academia Nacional de
Información, 2004, p.177
156
La revolución rumana de1989
18 Helmut Kohl, Am vrut unitatea Germaniei (Yo quise la unidad de
Alemania), Iaşi, Ediciones Polirom, 1999, p.46
19 Magazin Istoric, nº1/1990, p.23; Silviu Brucan, De la capitalism la
socialism şi retur. O biografie între două revoluţii (Del capitalismo al socialismo y
vuelta. Una biografía entre dos revoluciones), Bucarest, Ediciones Nemira, 1998,
pp.196-198
20 Archiva N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie, dos. 15/1989, f2-5 (Los
archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería, dossier nº 15/1989), f.2-5
21 Archiva N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie, dos 56/1989, f. 94-96 (Los
archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería, dossier nº 56/1989), f. 94-96
22 Ibídem, f. 17-19
23 Peter Sian-Davies, Revoluţia Română din Decembrie 1989, (La Revolución
Rumana de Diciembre de 1989). Versión rumana Cristina Mac, Bucarest, Ediciones
Humanitas, 2006, p.79
24 Giurescu C. Dinu, Distrugerea trecutului… (La destrucción del pasado…),
versión rumana pp.64-69
25 Una parte de este informe escrito en inglés, fue publicado en la revista Clio
1989 nos 1-2/2005, pp.171-188. El documento fue depositado por Dumitru Mazilu en
los Archivos del Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989
26 Scânteia del 18 de abril de 1989
27 Ibídem del 10 de abril de 1989
28 Popescu Dumitru, Am fost cioplitor de himere (Fui escultor de quimeras), p.391
29 Istoria economică a României (Historia económica de Rumania), vol.II, p.379
30 Scânteia del 16 de junio de 1989
31 Ibídem, del 8 de julio de 1989
32 Ibídem, del 9 de julio de 1989
33 Ion Petcu, Ceauşescu, un fanatic al puterii. Bografie neretuşată (Ceauşescu, un
fanático del poder. Biografía no retocada), Bucarest, Ediciones Romanul, 1994, p.312
34 Aleksandr Yakovlev, Ce vrem să facem… (Lo que nosotros queremos
hacer…), p.114
35 Principiul dominoului… (La teoría del dominó), p.137
36 Ibídem, pp.131-132
37 Ibídem, p.82
38 Íbidem
39 Ibídem, p.123
40 Ibídem, p.139
41 B.Kaminski, The Collapse of State Socialism. The case of Poland (El
Colapso del Estado Socialista. El caso de Polonia), Princeton University Press, 1991
42 Structuri politice în Europa Centrală şi de Sud-Est, 1918-2001 (Estructuras
políticas de Europa Central y del Sureste, 1918-2001), vol.I, coordinador Scurtu Ioan,
Bucarest, Ediciones de la Fundación cultural rumana, 2003, p.261
43 Principiul dominoului… (LA teoría del dominó…), pp.165-167
44 Ibídem, pp.170-171
45 Ver Stenograma şedinţei Comitetului PoliticExecutiv al C.C. al P.C.R. din
21 august 1989 (El taquígrafo de la sesión del Comité Político Ejecutivo del CC del
PCR del 21 de agosto de 1989), paru dans “Clio 1989”, nos 1-2/2005, pp.168-170
46 Stelian Tănase, Miracolul revoluţiei (El espejo de la revolución), p.177
47 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.135
48 Ibídem, p.159
49 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), pp.231-239
50 Principiul domioului… (La teoría del dominó…), p.198
51 Ibídem, p.201
52 Ibídem, p.194
53 Ibídem, p.202
54 Ibídem, p.203
157
Ioan Scurtu
55 Eduard Shevardnadze, Memorii… (Memorias…), p.129
56 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.228
57 Ibídem, p.207
58 Ibídem, p.211
59 Ibídem, pp.215-216
60 Ver A. Horvath, A. Szakolczai, The Dissolution of Comumnist Power. The
case of Hungary (La disolución del Poder Comunista.El caso de Hungría), Londres y
New York, 1992
61 Aleksandr Yakovlev, Ce vrem să facem… (Lo que nosotros queremos
hacer…), p.108
62 Françoise Thom, Sfârşitul comunismului (El final del comunismo), Iaşi,
Ediciones Polirom 1995, p.66
63 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.219
64 Helmuth Kohl, Am vrut unificarea Germaniei (Yo quise la unificación de
Alemania), Iaşi, El Instituto Europeo, 1999, p.86
65 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.224
66 Ibídem, pp.231-235
67 Ibídem, p.244
68 J. Lévesque, 1989. Fin d’un empire. U.R.S.S. et libération de l’Europe de l’Est
(Fin de un imperio. U.R.S.S. y liberación de la Europa del Este), París, 1995, p.219
69 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), p.108
70 Gheorghe E.Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 al Este del Prut), pp.188-189
71 Jean-Michel Gaillard y Anthony Rowley, Istoria continentului european, de
la 1850 până la sfârşitul secolului al xx-lea (Historia del continente europeo, de 1850
al finales del siglo XX), versión rumana Em. Galaiciu Paun, Bucarest, Ediciones
Caster, 2001, p.555
72 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.297
73 Ibídem, pp.305-306
74 Florin Constantiniu, Observaţiile unui istoric. Cuvânt înainte la lucrarea lui
Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră. Revoluţia şi personajele sale
(Observaciones de un historiador. Prefacio a la obra de Vartan Arachelian, Delante
Vuestra. La revolución y sus personajes), Bucarest, Ediciones Nemira, 1998, p.9
75 Timothy Garton Ash, We the People: The Revolution of’89 witnessed in
Warsaw, Budapest, Berlin and Praghe (La Revolución del 89 testificada en Varsovia,
Budapest, Berlín y Praga), Londres, Cambridge, p.78
76 Principiul dominoului… (LA teoría del dominó…), p.319
77 Dennis Deletant, România sub regimul comunist (Rumania bajo el régimen
comunista) Segunda edición, Ediciones Romulus Rusan, versión rumana Delia
Razdolescu. Fundatia Academia Civica, Bucarest, 2006, p.236
78 El vicealmirante (r) Stefan Dinu, Direcţia de Informaţii militare în
Revoluţia din Decembrie 1989 (Dirección de Informaciones Militares en la
Revolución Rumana de Diciembre de1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de
la Revolución), nº 1/2007, p.29-33
79 Dennis Deletant, România sub regimul comunist (Rumania bajo el sistema
comunista), p.246
80 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.169
81 Ibídem, p.222
82 Ibídem, p.249
83 El vicealmirante (r) Stefan Dinu, Direcţia Informaţii… (Dirección de
Informaciones…), loc. Cit., pp31-32
84 Ibídem, p.296
85 Ver Doina Cornea, Scrisori deschise şi alte texte (Letras abiertas y otros
textos), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1991
86 Alexandru Melian, Mărturii pentru istorie (Testimonios para la historia),en
el diario Adevarul del 30 de marzo de 1990
158
La revolución rumana de1989
87 Vartan Arachelian, În faţa dumneavoastră… (Delante Vuestra), p.91
(Declaración hecha por Alexandru Melian)
88 Ceauşescu M. Mihaela, Nu regret, nu mă jelesc, nu strig ( No hecho de
menos, no me quejo, no grito), Bucarest, Ediciones Mediatii, p.118
89 Alex Mihai Stoenescu, Istoria Ioviturilor de Stat în România (La Historia
de los golpes de Estado en Rumania), vol.4 2º parte, p.103
90 Oprea Marius, Banalitatea răului. O istorie a Securităţii în documente 19491989 (La banalidad del mal. Una historia de la Securitate por los documentos de
1949-1989), Iaşi, Ediciones Polirom, 2002, pp.254-256
91 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia româna… (Revolución
rumana), p.107
92 Ibídem, p.123
93 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp. 303-305
94 Ceauşescu Nicolae, Raport la cel de-al XIV-lea Congres al Partidului
Comunist Român, 20 noiembrie 1989 (Informe del XIV Congreso del Partido
Comunista Rumano), Bucarest, Ediciones políticas, 1989
95 Istoria României între anii 1918-1981 (Historia de Rumania entre los años
1918-1981). Coordinador Aron Petric, Bucarest, Ediciones didácticas y pedagógicas,
1981, p.197
96 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.356
97 Popescu Dumitru, Am fost sculptor de himere… (Fui escultor de quimeras
…), p.251
98 Scânteia del 26 de noviembre de 1989
99 Silviu Curticeanu, Mărturia unei istorii trăite…(El testimonio de una
historia vivida…), p.395
100 România Liberă de noviembre de 1989
101 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.315-316, p.350
102 Ibídem, pp.315-316
103 Ibídem, p.316
104 Florin Şperlea, Starea de spirit a armatei în preajma Revoluţiei din
decembrie 1989 (El estado de ánimo en el Ejército en vísperas de la Revolución de
diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº
1/2007, p.52
105 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.264
106 Ibídem, p.268
107 Ibídem, pp.322-323
108 Ibídem, p.342
109 Ibídem, pp.344-348
110 Ibídem, p.352
111 Ibídem, p.356-357
112 Ibídem, p.365
113 Ibídem, p.374
114 Ibídem, p.385
115 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias…), p.112
116 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.386
117 Ibídem, p.386
118 Ibídem, p.367
119 Ibídem, p.330
120 Ibídem, 349
121 Ibídem, p.336
122 Ibídem, p.337
123 Ver Scurtu Ioan, 1989 –an revoluţionar in historia Europei (1989, año
revolucionario en la historia de Europa), en Clio 1989,nos 1-3, 2005
124 Ibídem, p.313
125 Principiul dominoului… (LA teoriía del dominó…), pp.317-318
159
Ioan Scurtu
126 Ibídem, p.348
127 Ibídem, p.349
128 Ibídem, p.363
129 Ibídem, pp.376-377
130 Ibídem, p.361
131 Cristina Troncotă, Duplicitarii… (Los que han hecho doble juego…),
pp.207-208
132 Mijaíl Gorbachov, Memorii…(Memorias…), p.80
133 Ver J.F. Matlock jr., Autopsy on an Empire. The American Ambassador’s
Account of the Collapse of the Soviet Union (Autposia a un imperio. Lo que el
embajador norteamericano cuenta sobre el colapso de la Unión Soviética), New York,
1995 134 Mijaíl Gorbachov, Memorii… (Memorias), p.80
135 Ibídem, p.87
136 Ibídem, p.100
137 Ibídem, p.104
138 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.381
139 Ibídem, pp.381-382
140 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución
rumana…), p.106
141 Ibídem, p.104
142 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.389
143 General colonel (r) dr Constantin Olteanu, România, o voce distinctă în
Tratatul de la Varşovia. Memorii, 1980-1985 (Rumania, una voz distinta…), Bucarest,
Ediciones Aldo, 1999, p.216
144 Stenograma întâlnirii lui Ceauşescu Nicolae cu Mihail Gorbaciov la 4
decembrie 1989, la Moscova, (Taquígrafo de la entrevista de Ceauşescu Nicolae con
Mijaíl Gorbachov, en Moscú, el 4 de diciembre de 1989), en las obras România, o
voce distincta… (Rumania, una voz distinta…) de Constantin Olteanu, pp.234-243 y
Revoluţia română… (La Revolución rumana…) de Sava Constantin y Constantin
Monac, pp.80-97
145 Mijaíl Gorbachov, Memorii…(Memorias…), pp.106-108
146 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.425
147 Ibídem, pp.418-419
148 Ibídem, p.419
149 Ibídem, pp.452-453
150 Ibídem, pp.440-441
151 Ibídem, p.450
152 Ibídem, pp.445-446
153 Gheorghe E. Cojocaru, Tratatul de Uniune Sovietică (Tratado sobre la
Unión Soviética), p.330
154 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revoución
rumana…), p.122-123
155 Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la
revolución rumana de diciembre de 1989. Estudio documentado), 2ª Edición,
Bucarest, Ediciones militares, 1998, p.29
156 Gheorghe Ratio, Raze de lumină pe cărări întunecate (Rayos de luz sobre
sendas oscuras), Bucarest, 1996, pp.125-127
157 Lupu Corneliu, 1989-1990, Destinul unităţii statale a României pe ruta
Bonn-Budapesta-Moscova( 1989-1990, El destino de la unidad de Rumania en la ruta
Bonn-Budapest-Moscú), en la publicación Transilvania, Sibiu, nº 12/2004, p.83
158 Ver Cassian Maria Spiridon, Iaşi, 14 decembrie 1989, începutul
Revoluţiei române (Iaşi, 14 de diciembre 1989, comienzo de la Revolución rumana),
Iaşi, Ediciones timpul, 1994
160
La revolución rumana de1989
CAPÍTULO III
LA REVOLUCIÓN RUMANA DE DICIEMBRE
1989
1. LOS ACONTECIMIENTOS DE TIMIŞOARA
Dos días más tarde, el 16 de diciembre, la chispa se encendió
en la otra parte del país, en la frontera oeste, en Timişoara1. En esta
ciudad, un pastor protestante, Lászlo Tökés, se negó a conformarse
con una decisión judicial de evacuación.∗ Los órganos de la Securitate
del Departamento de Timiş, estaban al corriente de la actividad d
espionaje dirigida por Tökés favorable a Hungría. El oficial que se
ocupaba del caso anotó: “tenemos las pruebas de traición, el resguardo
hológrafo (escrito por el pastor) para la suma de 20.000 lei (¡ojo! en
octubre de 1989)∗* y dos páginas de informaciones, encontradas en la
frontera a dos informadores magiares oficiales de los servicios
secretos del país vecino”2. La dirección de la Securitate del
Departamento de Timiş propuso reenviar al pastor frente a la justicia,
pero Ceauşescu Nicolae no estuvo de acuerdo, para no tocar de nuevo
las relaciones con Hungría; por otro lado Ceausescu consideraba que
evitaría así que los Estados occidentales formulasen nuevas críticas y
estimó que las medidas administrativas tomadas por el culto
protestante, al cual Lászlo Tökés pertenecía, eran suficientes3. Los
oficiales de Budapest reaccionaron rápidamente: el 19 de octubre de
1989, el Parlamento de Hungría aprobó una “declaración de
solidaridad” con el pastor reformista Lászlo Tökés, que estaba
destinado en Timişoara4.
La prudencia de Ceauşescu y su actitud hacia Tökés se
inscribían en una práctica utilizada desde hacía varios años: los
sospechosos, los disidentes eran vigilados por la Securitate – la
∗
El 25 de agosto de 1989, el Obispo Papp decidió expulsar a Tökés del clero; el 20 de
octubre un mandato judicial fue emitido para la expulsión de Tökés que recurrió. El
28 de noviembre fue informado que su recurso fue rechazado y que sería evacuado el
25 de diciembre;
∗∗
La suma total equivalía a un salario medio de un Rumano durante seis meses.
161
Ioan Scurtu
mayoría de las veces de forma muy visible para que ellos sepan que
están vigilados - pero no eran arrestados. El caso más relevante, es el
de Silviu Brucan quién tras criticar claramente a Ceauşescu por su
política, responsable de los acontecimientos de Braşov en 1987,
obtuvo un pasaporte para poder ir a los EUA, a la Gran Bretaña o a la
Unión Soviética. Tras su regreso al país, se convirtió en el coautor de
“La carta de los 6”, pero no fue arrestado sólo le pusieron bajo
residencia vigilada en los suburbios de Bucarest.
Otro ejemplo, es le de Doina Cornea, vigilada día y noche por
milicianos, que se le permitía mandar cartas a su hija en Francia,
cartas que eran leídas en la radio “Europa Libre”. Su argumento era
difícilmente rechazable: «dadme la posibilidad de expresarme en otra
publicación y no mandaré más mis textos a la radio “Europa Libre”»5.
A pesar de la sensación que tenía el pueblo, el número de
agentes de la Securitate infiltrados en el aparato central y local era en
realidad mucho menor. Gelu Voican-Voiculescu afirmaba haber
asegurado al principio de enero de 1990, en calidad de vice-primer
ministro del gobierno, el traspaso al Ministerio de la Defensa Nacional
de 8.476 mandos (oficiales y suboficiales), así como efectivos de la
Securitate, o sea 15.000 personas6. Por su parte el general Vlad Iulian
estimaba que a la cifra de los mandos de la Securitate había que sumar
los 600 combatientes de la Unidad Especial de Lucha Antiterrorista
(USLA), creada en 1977, y los 22.000 reclutas aproximadamente de
las tropas de la Securitate.∗
L que es esencial finalmente no es el número de los agentes de
la Securitate sino su modo de actuación7. Iliescu Ion, uno de los
personajes más vigilados por la Securitate afirmó: “la dictadura de
Ceauşescu Nicolae debía su longevidad más a su capacidad de
controlar las informaciones que a la represión propiamente dicha: cada
vez que un movimiento de protesta se producía en cualquier lugar, era
ahogado antes que los que estaban a favor de su existencia y querían
salir a la calle tuvieran tiempo a movilizarse”8.
En diciembre de 1989, este método resultó un fracaso. El plazo
de la evacuación del pastor Tökés expiraba el 15 de diciembre y éste
dijo a la gente venida a asistir a su misa que no se sometería al orden y
pidió ayuda. Los servicios secretos extranjeros estaban al corriente del
estado de tensión creado y estimulaban el disgusto colectivo para que
∗
Declaración hecha por el general Vlad Iulian el 25 de mayo de 2006 en el encuentro
con los estudiantes de la Facultad de los Archivos en el ámbito de la Academia de
Policía “Alexandru Ioan Cuza”.
162
La revolución rumana de1989
el principio “del dominó” se aplicase también en Rumania, para
liquidar el régimen socialista-totalitario. El segundo secretario de la
Embajada de EUA y una “periodista” de la Gran Bretaña se
desplazaron a Timişoara para enterarse in situ sobre la evolución de
los acontecimientos.
En la mañana del sábado del 16 diciembre delante de la casa del
pastor había algunas personas, a las doces eran una centena y por la
tarde eran un millar. El momento decisivo fue en el cual los tranvías se
pararon y se bloqueó la circulación. La gente bajó de los tranvías para
ver que sucedía. Frente a esta situación, un secretario del Comité
Municipal, del partido anunció la cancelación de la decisión de
evacuar al pastor y pidió a la gente que regresase a su casa. La mayor
parte se dispersó, pero unas decenas de personas se quedaron. Tökés
apareció en la ventana de su casa parroquial y pidió a la gente que se
marchase. Una pancarta con la misma exhortación se pegó en la puerta
de la Iglesia. En realidad Tökés había logrado su misión. Claudiu
Iordache, uno de los líderes de la revolución de Timisoara escribió
más tarde: “un pastor, Tökés quién el 16 de diciembre exhortó a la
multitud a marcharse para no irritar a las autoridades comunistas, fue
ignorado, olvidado tan pronto en la misma noche del 16 como los días
siguientes, un pastor que habiendo abandonado la imparcialidad
cristiana, había elegido convertirse en defensor de sus compatriotas, el
magiar que los rumanos habían querido de manera sincera –pero por
muy poco tiempo- se desinteresó cínicamente de ellos. El papel que
debía jugar era el de una marioneta extremadamente complicada de
los servicios secretos”9.
Una parte de los manifestantes se dirigió hacia el Comité
Departamental del partido, gritando los siguientes eslóganes: «No
regresaremos a casa», «queremos tener calor en las casas», «queremos
pan», «libertad!», «no a la violencia!», «hoy en Timişoara, mañana
en todo el país!»10. Eran eslóganes políticos dirigidos contra el
régimen dictatorial. Los manifestantes empezaron a cantar el himno
«Despiértate, rumano!» escrito por Andrei Mureşanu en 1848 que era
una exaltación a la lucha. Así, Timişoara se convirtió en «el detonador
de la revolución rumana»11.
Después de las 4, las fuerzas especiales del Ministerio del
Interior aparecieron y atacaron a los manifestantes. A las 9, nuevas
fuerzas del orden fueron movilizadas para disipar a la multitud.
Algunos manifestantes replicaron, otros comenzaron a romper los
cristales de las tiendas y l mayoría huyó para ponerse a salvo. Más
numerosas, las fuerzas del Ministerio del Interior (la Milicia, la
163
Ioan Scurtu
Securitate, la Policía Fronteriza), así como las tropas del Ministerio de
la Defensa Nacional empezaron a detener a las personas que habían
destacado durante esta manifestación. Las personas susodichas
sufrieron interrogatorios y fueron brutalmente golpeadas. Algunos
simplemente fueron arrestados por el hecho de estar en la calle, sin
tener ninguna implicación en los acontecimientos. Otros fueron
detenidos bajo la posesión de diversos objetos robados: zapatos,
abrigos de piel, instrumentos musicales, objetos metálicos, barras de
hierro, armas blancas, cadenas, porras, etc12.
Las medidas represivas fueron claramente ilegales. El artículo
28 de la Constitución13 ponía: «los ciudadanos de la República
Socialista de Rumania tienen garantizada la libertad de expresión, de
prensa, de reunión, de mitin, y de manifestación». Pero el artículo
siguiente añadía algunas restricciones: “la libertad de expresión, de
reunión, de prensa y de manifestación no podía ser utilizado contra el
régimen socialita ni contra los intereses de los trabajadores”. Era una
fórmula vaga, que permitía múltiples interpretaciones. Sin embargo,
era evidente que la manifestación del 16 de diciembre no había sido
dirigida contra el régimen ni tampoco contra los intereses de los
trabajadores. Las reivindicaciones de los manifestantes tenían un
carácter limitado, apuntaban al respeto de algunos derechos
constitucionales y a la mejora de las condiciones de vida de “los que
trabajan” (en Rumania todos los ciudadanos tienen derecho a trabajar).
Las detenciones efectuadas en la noche del 16 al 17 de diciembre eran
ilegales. El artículo 31 de la Constitución decía: “los ciudadanos de la
República Socialista de Rumania tienen garantizada la inviolabilidad
de la persona, Ninguna persona podrá ser detenida ni arrestada sin la
existencia de pruebas e indicios justificados según los cuales habría
cometido hechos previstos y penalizados por la ley. Los órganos de
investigación pueden decidir el tiempo de retención con 24 horas
como máximo. Nadie puede ser arrestado sin un mandato de detención
emitido por un tribunal o un procurador”. El régimen no respetaba sus
propias leyes y el diálogo político real con los ciudadanos no era
aceptado.
Esta noche, las fuerzas de represión organizaron una caza del
hombre. La gente fue detenida sin pruebas ni indicios justificados que
mostrasen que habían cometido alguna infracción. El simple hecho
que una persona se encontrase en la calle y por tanto sospechosa de
haber intervenido en las manifestaciones, era suficiente para que ser
detenida sin pruebas y sin la posibilidad de defenderse.
La implicación del ejército en las acciones de represión era
164
La revolución rumana de1989
extremadamente grave. En la Constitución, no había ningún capítulo
dedicado al poder armado, como había en las leyes fundamentales
anteriores a 1948. El artículo 48 de la Constitución de 1945 (con las
ulteriores modificaciones) preveía que el servicio militar “es
obligatorio y constituye un deber y un honor de los ciudadanos de la
República Socialista de Rumania”, el artículo 49 ponía: “defender la
patria es el deber santo de cada ciudadano de la República Socialista
de Rumania. Violar el servicio militar, traicionar a la patria, pasarse al
enemigo, atentar contra la capacidad de defensa del Estado,
constituyen los crímenes más graves hacia el pueblo y serán
castigados severamente por la ley”. Estos dos artículos eran los únicos
que hacían referencia al ejército y ninguno mencionaba que el ejército
pudiera ser usado contra los propios ciudadanos rumanos.
Preso de pánico, y decidido a obstaculizar toda acción que
pudiera imponer la adopción de reformas y la puesta en marcha de un
diálogo con la sociedad rumana, el régimen de Ceauşescu actuó con
fuerza, convencido que podría mantenerse y controlar la situación así.
Ceauşescu se convirtió, pese a él, “en el director de escena” que se
desarrolló en Rumania del 17 al 22 de diciembre de 1989.
Durante la mañana del domingo 17 de diciembre, el ejército
hizo una demostración de fuerza saliendo a las calles y desfilando.
Algunos habitantes de Timişoara gritaron a los soldados y les lanzaron
piedras, pero éstos no usaron sus armas. Muchas personas se juntaron
en el centro de la ciudad y empezaron a gritar eslóganes: «Abajo el
terror!», «libertad!». Algunos atacaron al mando de la División 18
Mecanizada, localizada en el centro de la ciudad, otros buscaron
impedir el desplazamiento de los carros de combate que circulaban en
la calle. Otros grupos de manifestantes asaltaron la sede del Comité
Departamental del PCR logrando entrar sobre las 2 de la tarde.
Quitaron los retratos de Ceauşescu Nicolae, prendieron fuego a dos
despachos en la planta baja y han saqueado otros14. La multitud que se
juntó frente al Comité Departamental prendió fuego a un camión
militar y los bomberos tuvieron muchas dificultades para pagar las
llamas15. Las tropas militares tardaron aproximadamente una hora en
disipar la multitud. Otros manifestantes rompieron vidrios y lanzaron
cócteles molotov en el Cuartel de la Unidad Mecanizada16. Según las
informaciones dadas por antiguos agentes de la Securitate (Teodorescu
Filip, Tinu Radu, etc.), los actos de vandalismo y las provocaciones
contra el ejército eran realizados por extranjeros recientemente
llegados a Timişoara con la misión de incitar a la población civil
contra el régimen de Ceauşescu.
165
Ioan Scurtu
El ministro Vasile Milea recibió la orden, dada por Ceauşescu
Nicolae de hacer uso de la fuerza. El ministro ordenó a las 13.45 el
despliegue de los carros de combate en las calles. Cuando vieron los
tanques por Calea Girocului (una calle de Timişoara), muchos
manifestantes construyeron barricadas a base de camiones y de
trolebús, lanzaron cócteles Mólotov, pintaron las miras de los tanques,
prendieron fuego a bidones de gasolina. Un suboficial recibió un
golpe de hacha en la cabeza. Estimando que las fuerzas desplegadas
en la ciudad no eran suficientes, el ministro de la Defensa Nacional
ordenó que las unidades de Buziaş, Lugoj y Arad se desplazasen a
Timişoara. A las 16.00, empezaron a resonar disparos por toda la
ciudad.
Por orden de Ceauşescu muchos cargos políticos y militares se
trasladaron a Timişoara: el general Ion Coman, secretario de CC del
PCR, el general Guşă Ştefan jefe del Gran Estado Mayor, el general
Victor Atanasie Stănculescu primer adjunto del ministro de la Defensa
Nacional, el general Mihai Chiţac comandante de las tropas químicas,
el general Nuta adjunto del Ministerio del Interior, comandante de la
Inspección General de la Milicia, etc. Este equipo tenía la misión de
restablecer el orden en Timişoara. Cuando llegaron, en el aeropuerto
cerca de las 16.45, fueron informados por el teniente coronel Zesa
comandante de la división de Timişoara sobre la situación en la ciudad
que calificó de “muy grave”17. Una amplia acción de represión se puso
en marcha bajo el mando directo de Ion Coman durante la tardenoche.
En Bucuresti, en la tarde del 17 de diciembre sobre las 16.30,
Ceauşescu Nicolae tuvo una entrevista con los miembros del Comité
Político Ejecutivo, en la cual presentó la situación de Timişoara18:
“hay implicación extranjera, con agencias de espionaje, como la de
Budapest, porque él (Tökés) tuvo una entrevista. De hecho todo se
sabe. Se sabe en el Este como en el Oeste que las cosas deberían ser
cambiadas en Rumania. Han decidido modificar la situación y están
utilizando todos los medios posibles”. El secretario general afirmó que
después de la ejecución del mandato judicial, una serie de “elementos
desclasificados se juntaron de nuevo el 17 de diciembre y provocaron
el desorden, penetraron en la sede del Comité Departamental del
partido. La guarda debía ser asegurada porque es una regla general
que debía ser respetada. Las autoridades del Ministerio de la Defensa
Nacional como las del Ministerio del Interior han tenido una actitud
incompetente”. Ceauşescu Nicolae precisó: «Durante la noche
contacté cada 10 minutos a Milea y a Postelnicu para pedirles que
166
La revolución rumana de1989
restablecieran el orden, pero han desobedecido todas mis órdenes».
«Debíais disparar!», debíais disparar al aire y sino cesaban habríais
debido disparar sobre ellos. Primero habría que disparar a las piernas».
Ceauşescu Elena añadió: «Habríais debido dispararles. Los muertos
los habríais cogido y trasladados a una bodega. Ninguno de ellos
habría debido salir indemne». Vasile Milea: «he consultado en todos
los documentos militares y no encontré en ninguno de ellos un artículo
que admitiese el uso de las armas contra el pueblo». Ceauşescu tuvo
una violenta reacción contra el ministro de la Defensa Nacional, (el
general Vasile Milea), el ministro del Interior (Tudor Postelnicu) y el
jefe del departamento de la Securitate (el general Vlad Iulian):
«Habéis traicionado los intereses del pueblo, del socialismo y no
habéis actuado de manera responsable». Después de otras acusaciones
dijo: «Sabéis lo que debería hacer», «debería mandarles frente a un
pelotón de fusilamiento!», «es lo que se merecen, porque lo que
habéis hecho significa pactar con el enemigo!». Presente en la sesión
Popescu Dumitru, afirmó: «Con estas palabras llevaba a los que eran
criticados a notar totalmente la tensión de la situación, a sentirse
realmente culpables esperando lo peor. Para los otros era “un aviso
para los demás”. Entendíamos que había ordenado que la sesión debía
derribar a los tres encausados. Pero sentíamos que había también otra
intención, ya que buscaba intimidarnos, a todos los miembros del
CPEj.»19. Los tres acusados se han reconocido culpables y se han
comprometido a respetar las órdenes del secretario general, que era
también el Presidente del Consejo de Defensa de la República.
Ceauşescu Nicolae declaró que «si el Comité Político Ejecutivo estaba
de acuerdo los ministros de la Defensa Nacional y del Interior, y el
jefe de la fuerzas de la Securitate, debían dimitir de sus funciones. A
partir de ahora, tomo personalmente el mando absoluto del ejército.
Preparadme el decreto! Convocad el Consejo de Estado para esta
noche, todo debe ser legal. Ya no confío en esta gente». Después pidió
a los miembros del Comité Político Ejecutivo si estaban de acuerdo.
El primero en hablar fue Mănescu Manea. Después Ceauşescu Elena
dijo que debían imponerse “medidas radicales”. Rădulescu Gheorghe
estimó que «el momento para eso no ha llegado». Constantin
Dăscălescu se expresó en el mismo sentido: «le ruego que analice con
gran atención la situación. Las indicaciones y las órdenes son ahora
conocidas, pero no debemos ir tan deprisa y tomar medidas que no
hayan sido bien analizadas». Según otra interpretación del taquígrafo,
Rădulescu Gheorghe fue el que primero tomó la palabra: «camarada
Ceauşescu le pido que no aplique esta medida porque pienso, que el
167
Ioan Scurtu
momento no ha llegado, debemos ver primero como actuaron y
después tomar las medidas necesarias». Ceausescu se dirigió hacia
Mănescu Manea: «Qué piensas?». Éste respondió: «Camarada
presidente, pienso yo también que el momento de tomar esta medida
no ha llegado». Según la interpretación «más amplia», Mănescu
habría respondido: «Camarada presidente considero que primero hay
que arreglar la situación existente y después tomar medidas». Oprea
Gheorghe dijo: «Pienso que han entendido bien lo que deben hacer y
le ruego otorgarles vuestra confianza. Desde ahora en adelante ya
saben lo que deben hacer». Tampoco los otros miembros del CPEj. se
pronunciaron a favor de la destitución, lo que enfadó mucho a
Ceauşescu. «Golpeó la mesa con el puño se levantó y gritó: «Ya no
puedo trabajar con este Comité Político Ejecutivo. «Votad otro
secretario general porque ya no soy vuestro secretario general!». E
hizo como si se marchase».∗
Fue un momento psicológico extremadamente importante: los
miembros del Comité Político Ejecutivo habrían podido aprovechar
esta reacción, anunciando enseguida en la radio y en la televisión que
Ceauşescu Nicolae había dimitido y la opinión pública se habría
enterado de esta noticia con alegría y alivio. Si hubieran actuado así,
Rumania habría evitado el drama que surgió y costó la vida a más de
un millar de personas durante la revolución. Pero los miembros del
CPEj. no actuaron así, al contrario muchos impidieron a Ceauşescu
Nicolae que se fuera de la sala suplicándole que no se marchase;
algunos (Paul Niculescu-Mizil, Popescu Dumitru, etc.) quedaron en
sus asientos, pero en el fondo apoyaron a Ceauşescu. Posteriormente
∗
En el taquígrafo guardado en los archivos del CC del PCR, este momento era
descrito así: «Camarada Ceauşescu Nicolae: ¡¿ Así usted no está de acuerdo con la
medida propuesta?!. Entonces (lanzando los papeles que tenía delante se levantó),
¡votad otro secretario general! (se fue hacia la puerta y en este momento Silviu
Curticeanu corrió hacia él diciéndole: no se debe actuar así, camarada secretario
general. Jamás le dejaré, siempre estaré a su lado. En este momento, Constantin
Dăscălescu se levantó y dijo: no es posible, camarada secretario general. No
queríamos esto. ¡No es posible!). En este momento casi todos los miembros del
Comité político Ejecutivo se levantaron lo que creó un momento de desorden. Ana
Mureşan lloraba, Ceauşescu Elena se dirigió hacia él persuadiéndole para que no se
fuera. El camarada Popescu Dumitru: no entiendo esta reacción porque expresamos
aquí nada más que una simple opinión. El camarada Emil Bobu: no se enfade con
nosotros, camarada secretario general. El camarada Rădulescu Gheorghe: no hice esta
proposición para llegar a esta situación. Era una simple opinión. El camarada
Ceauşescu Nicolae: Bueno, entonces me iré mañana a Irán y hablaremos de nuevo de
este problema cuando se arregle la situación en Timişoara».
168
La revolución rumana de1989
Popescu Dumitru iba a precisar que en el CPEj. la atmósfera era tal
que nadie se atrevía en pedir explicaciones o expresar reservas hacia
las declaraciones y los gestos de Ceauşescu Nicolae: “Preguntar o
expresar reservas era pura locura. Eso significaba que nos situábamos
claramente o en una postura anárquica o una postura irresponsable.
Nos exponíamos automáticamente a un golpe duro”. Aunque hubieran
conocido la situación en los otros países socialistas y que en Timişoara
se habían rebelado y que habían muerto algunas personas, los
miembros del CPEj. consideraban a Ceauşescu Nicolae como el
maestro absoluto de Rumania, y eran seguidores fieles de sus acciones
aunque eran más espectadores que actores. En el fondo, Ceauşescu
Nicolae interpretó un papel; sabía que el secretario general era elegido
por el Congreso del Partido y no por el CPEj., así los que estaban
presentes no podían elegir a otro en su lugar: “Quería subrayar con
desafío la impotencia del CPEj. Evidentemente, nos lanzaba en la cara
nuestra incapacidad total para decidir cualquier cosa. Frente a la
imposibilidad de actuar en la que estaba el CPEj., porque no tenía
poder ni medios, su afirmación mostraba nuestra ridiculez”20. Claro,
los miembros del CPEj. estaban complacidos por esta situación.
Después de haber interpretado el papel de la posible dimisión,
Ceauşescu Nicolae regresó y dijo “tranquilamente”: “Aplazamos esta
decisión, veremos como actuáis y lo discutiremos de nuevo”. Los tres
acusados declararon que “habían entendido” y que obedecerían sin
dudar las órdenes. Ceauşescu informó al CPEj. que había ordenado la
interrupción de todas las actividades turísticas, sólo los naturales de
Corea del Norte, de china y de cuba serían admitidos en el país,
porque eran los únicos países que le inspiraban confianza. “Los de los
países socialistas vecinos son mandados aquí como agentes” precisó.
Después, advirtió: “Deben saber que estamos en estado de guerra.
Todo lo que pasa en Alemania, en Checoslovaquia y en Bulgaria, y
todo lo que pasó en Polonia y en Hungría es una acción organizada
por la Unión Soviética con el apoyo norteamericano y occidental. Eso
debe estar muy claro”. Concluyó con un tono más inquieto que
optimista: “Pasaremos esta situación. Tuvimos también la situación de
1968, pero ahora es peor que en 1968 porque se hace uso de la
demagogia, engañamos al pueblo con eslóganes anticomunistas,
porque proyectamos de hecho la liquidación del socialismo. Y esa es
la realidad”. Después de la sesión del Comité Político Ejecutivo, una
videoconferencia tuvo lugar con los dirigentes del partido y del
Estado, así como con los comandantes militares y los jefes de las
Inspecciones de Milicias de los Departamentos21. Ceauşescu Nicolae
169
Ioan Scurtu
precisó que había convocado la videoconferencia a causa de “los
graves acontecimientos que se han producido ayer y hoy en
Timisoara”. Precisó que “el orden no ha sido restablecido en
Timişoara porque se han cometido faltas inadmisibles en la aplicación
de las medidas convenidas, es decir que las tropas mandadas no
pudieron actuar porque no estaban armadas. El comandante supremo
pidió que se actuase enérgicamente, usando las armas si fuese
necesario, para restablecer el orden: “A partir de ahora, todas las
unidades del Ministerio del Interior incluyendo la Milicia, las tropas
de la Securitate, las unidades de Policía Fronteriza, estarán armadas.
¡Sin ninguna duda! Hay que respetar las normas y los reglamentos
legales relativos a las actuaciones de las Fuerzas Armadas y del
orden”. Añadió: «No es necesario mencionar que los círculos
reaccionarios hacen todo lo posible para perjudicar al socialismo en
Rumania, a la independencia y a la integridad del país». Durante la
videoconferencia, Ceauşescu Nicolae pidió a Ion Coman que le
expusiera la situación que había en Timişoara, éste respondió: «He
ordenado abrir fuego!». Por el altavoz se escuchaba claramente el
sonido de los disparos. Ceauşescu Nicolae le dijo: «Actuarás en mi
nombre y tomarás el mando. Me darás parte de la evolución de la
situación cada 15 minutos», «llamarás a todas las unidades al centro
de la ciudad para restablecer el orden!, entendido». Coman respondió:
«Entendido, camarada Ceauşescu!».
El secretario general del PCR pidió que las guardias patrióticas
de obreros fuesen movilizadas, que hablen con los jóvenes para
explicarles que «es necesario adoptar una posición firme frente a toda
manifestación anti-socialista que pone en peligro la integridad y la
independencia de Rumania, las conquistas del pueblo». Añadió «que
los círculos reaccionarios hacen todo lo posible para perjudicar al
socialismo en Rumania, a la independencia y a la integridad del país».
Es por eso «que no debemos creer que nos salvan, que no hay
personas en nuestro país que trabajan al servicio de los diferentes
servicios extranjeros que actúan por un dólar (EUA) o por una rubla
(URSS) contra su pueblo y la independencia de su país!». Precisó que
los dirigentes del partido deben considerar que estamos en estado de
alerta, «sin por lo tanto descuidar los problemas de la producción y de
la realización del plan» y estar atentos a todo tipo de manifestación.
Ceauşescu precisó que “los turistas extranjeros ya no serán admitidos
en el futuro y el pequeño tráfico fronterizo será suspendido”. Evocó a
la invasión de Checoslovaquia en 1968, afirmando que “la situación es
aún más grave ahora”. Rumania estaba en peligro y había que tomar
170
La revolución rumana de1989
medidas firmes que iban a quedarse “hasta después del Año Nuevo”.
Después de las indicaciones dadas por Ceauşescu Nicolae, Stoian Ion,
ministros de Asuntos Exteriores transmitió el 17 de diciembre la orden
a las embajadas y consulados rumanos para que no concediesen los
visados a los extranjeros. Eso significaba prácticamente el cierre de las
fronteras rumanas. La decisión generó importantes dificultades
diplomáticas. El 18 de diciembre, el embajador rumano en Moscú
comunicaba a Bucarest que muchos ciudadanos soviéticos pedían
explicaciones a la Embajada y el Consulado rumano de Kiev y a la
agencia Tarom. Algunos habían comprado ya sus billetes, otros
viajaban por cuestiones laborales. Los rumanos que se encontraban en
territorio soviético estaban afectados por esta decisión también, ya que
temían no poder volver al país para las fiestas navideñas22. La
situación de la frontera rumana con Hungría, era también muy
complicada. A pesar de las relaciones normales entre los dos países
vecinos se producían un paso clandestino de ciudadanos de la frontera.
Después que, en la primera mitad de 1989 muchos rumanos hubiesen
atravesado ilegalmente la frontera destino a Hungría, donde estaban
detenidos en campos, ahora en diciembre los enviaban a Rumania. Era
muy difícil que un Estado no aceptase tomar a sus conciudadanos,
pero existía también la duda que estos ciudadanos hubieran sido
instruidos para producir desórdenes en el país. Las tropas de las
guardias fronterizas fueron transferidas del Ministerio de la Defensa
Nacional al del Interior y las fuerzas de la Securitate recibieron la
orden de vigilar atentamente todos los movimientos de los extranjeros
que se encontraban en Rumania incluido los de las misiones
diplomáticas.
En Timisoara la represión empezó a las 16:00 y siguió hasta las
24:00. Después de medianoche, Ion Coman, Guşă Ştefan e Ilie Matei
dieron una vuelta por la ciudad y constataron los desórdenes: las calles
estaban manchadas de sangre, las ambulancias trasladaban a los
muertos y a los heridos, los coches quemados desprendían un humo
espeso, los vidrios de las tiendas estaban rotos23.
Siguiendo las indicaciones ordenadas por el CC del PCR
“mandos”, compuestos por cargos de dirección, fueron puestos en
todas las empresas y las instituciones de Rumania. Estos “mandos”
tenían la misión de vigilar las actividades las 24 horas del día, de
constituir guardias para controlar todas las piezas, también los aseos y
el no permitir el acceso a los extranjeros e informar enseguida de toda
acción sospechosa. Aunque “el estado de emergencia” no había sido
decretado oficialmente, estaba siendo aplicado en todo el país. Un
171
Ioan Scurtu
equipo de procuradores de Bucarest llegó a Timişoara. A su cabeza
estaba el general Gheorghe Diaconescu, adjunto del procurador
general, y debía interrogar a las personas detenidas pero sin hacer
atestados que los atestiguasen. El general Diaconescu ordenó que no
se efectuara ninguna autopsia a los cadáveres llevados al depósito de
cadáveres del Hospital departamental.
En la mañana del lunes 18 de diciembre, a las 06:00, Ion
Coman informó a Ceauşescu Nicolae que “la situación estaba
bajo control” en Timişoara; a las 08:00, en la sede del Comité
Departamental del partido la acción represiva contra los protestantes
fue analizada, el primer balance era de 58 muertos, 200 heridos, 700
detenidos24. La ciudad se limpió, se quitaron los vidrios rotos, los
muebles destruidos, etc. Las tiendas alimenticias y las panaderías
abrieron aún cuando algunos no tenían puertas ni ventanas; eran
filmados por la Securitate para mostrar lo que las bandas de fanáticos
habían hecho en Timişoara.
Como si todo estuviera en orden en Rumania, en la mañana del
18 de diciembre, a las 08:30, Ceauşescu Nicolae comenzó una visita
oficial a Irán, prevista desde hacia mucho tiempo. Este país daba una
importante cantidad de petróleo, que Rumania necesitaba y los
acuerdos negociados debían ser firmados por los dos jefes de Estado.
Durante la ausencia de Ceausescu la dirección del país estuco
asegurada por su esposa
Ceauşescu Elena y por Mănescu Manea.
Tras la represión de la noche del 17 al 18 de diciembre, el
Comité del partido de Timiş decidió convocar a la mañana siguiente
reuniones en el ámbito de las empresas y de las instituciones para
presentar la versión oficial: fueron fanáticos y espías los que habían
roto los vidrios de las tiendas, robado diferentes objetos, atacado a las
fuerzas del orden que se vieron obligadas a responder, en estado de
legítima defensa. La mayor parte de estas reuniones siguieron el
programa previsto, pero hubo una primera excepción: en el Instituto
de Estudios, Claudiu Iordache se pidió si los que habían muerto eran
fanáticos, agentes húngaros o rumanos.
Afirmó haber visto jóvenes heridos de bala que eran llevados
por sus colegas a los hospitales. Los representantes oficiales no
pudieron contradecir las afirmaciones y argumentos de Claudiu
Iordache.∗
∗
Claudiu Iordache evoco la participación de Nicolae Bălcescu en la Revolución de
1848 en París, quién penetró en el Palacio Real y arrancó un trozo de terciopelo del
172
La revolución rumana de1989
Los esfuerzos de las autoridades para poner a los obreros a
trabajar de nuevo no tuvieron éxito. La noticia de la represión
sangrienta de la noche anterior, provocó la indignación de los
habitantes de Timisoara. En muchas empresas los empleados se
negaron a trabajar e hicieron huelga. A partir de las 12:00, la gente
comenzó a juntarse en el centro de la ciudad gritando «Libertad!,
libertad!», «abajo Ceausescu!», «hoy en Timişoara mañana en todo el
país!». Por la noche un grupo de jóvenes encendieron velas delante de
la catedral y las fuerzas del orden abrieron fuego sobre ellos. Por
orden del general Chitac a las 18:30, se lanzaron granadas
lacrimógenas sobre la multitud.
En el Hospital Departamental había muchos cadáveres.
Ceauşescu Elena había ordenado que fuesen trasladados por coches
frigoríficos a Bucarest donde se quemaban en el Crematorio
«Cenuşa». Posteriormente, 38 cadáveres fueron identificados de las 44
personas quemadas por esta decisión25.
A pesar de las restricciones impuestas a los medios rumanos, los
acontecimientos rumanos fueron conocidos por la opinión pública
mundial. Durante la noche del 17 al 18 de diciembre, la Radiodifusión
austriaca informó de “escaramuzas violentas” entre los protestantes y
las fuerzas del orden en Arad y Timişoara. El 18 de diciembre los
medios de numerosos países empezaron a presentar los
acontecimientos rumanos en base a las informaciones dadas por el
Cónsul yugoslavo en Timişoara, que viajaba entre Belgrado y
Timişoara, a veces tres veces por día, y por rumanos de origen magiar
que tenían contactos con Budapest. El 18 de diciembre, dos
manifestaciones tuvieron lugar en la capital de Hungría –una en la
Plaza de los Héroes y la otra delante de la Embajada de Rumania- para
condenar el régimen político de Rumania y pedir el respeto de los
derechos humanos26. El mismo día los representantes de muchos
países expresaron sus opiniones. El portavoz del Departamento de
Estado norteamericano expresó la inquietud de los EUA, por la
pérdida de vidas humanas en Timisoara; el ministro adjunto de
Asuntos Exteriores británico pidió la eliminación del régimen
Trono que simbolizaba el absolutismo y su gesto no fue calificado de gesto hecho por
un vándalo. Afirmó también que el amor del país no es el privilegio de algunos, pero
es el patrimonio de todos los rumanos y que abrir fuego contra los ciudadanos de un
Estado soberano constituye un crimen. La situación creada era debida a los oficiales,
que rechazaron el diálogo con los ciudadanos y no aceptaron su derecho a la libertad.
(Palabras de Claudiu Iordache, Caietele Revoluţiei (los cuadernos de la Revolución),
nº 3/2006).
173
Ioan Scurtu
opresivo de Rumania; el canciller de Alemania Occidental condenó
esta represión “abominable”; el ministro de Asuntos Exteriores
austriaco pidió el respeto de los derechos humanos en Rumania y
estimó que los acontecimientos de Timişoara marcaban el comienzo
de los cambios en este país.
Aunque el contacto telefónico con Timişoara se cortó, los
Rumanos escucharon la “Europa Libre” y otras radios extranjeras y se
enteraron que se habían hecho rebeliones contra el régimen de
Ceauşescu Nicolae. El hecho que formaciones militares (compuestas
de un oficial o suboficial del Ejército, de un miliciano y de un
miembro de las guardias patrióticas) patrullasen por la mañana en las
calles mostraba claramente que el régimen tenía pánico. Tales
demostraciones de fuerza no intimidaron a la gente, al contrario les
persuadió de que “el momento se acercaba”. En Lugoj, Arad, Sibiu,
Cluj-Napoca, y en otras ciudades de Transilvania la gente bajó a la
calle determinada a poner fin el régimen dictatorial. Las noticias de la
represión en Timişoara transmitidas por las radios extranjeras alimentó
la rebelión contra Ceauşescu27.
El martes 19 de diciembre, los medios europeos relataban
ampliamente los acontecimientos de Rumania y preparaban a así a la
opinión pública para el momento en el que se debía producir la
eliminación de Ceauşescu. Todos los grandes periódicos, las radios, y
las cadenas de televisión tuvieron una atención especial en los
acontecimientos en Rumania. La prensa francesa era extremadamente
ácida, incluso “L´Humanité”, el periódico del órgano central del
Partido Comunista así como la prensa de Austria, Hungría y Polonia.
La prensa y la televisión soviética tomaban las informaciones que
difundían los medios europeos mostrando que los representantes del
Kremlin no estaban al corriente o no querían expresarse sobre los
acontecimientos de Rumania. La noticia había cruzado el Océano; el
19 de diciembre el periódico “Financial Times” relataba que en
Timişoara la policía y el ejército habían “utilizados los tanques,
cañones de agua y helicópteros blindados para dispersar las
manifestaciones, las más grandes dirigidas contra el régimen”28.
Frente a las Embajadas rumanas en Budapest, Viena, Paris,
Moscú, Sofía, Varsovia se organizaron grandes manifestaciones para
protestar contra la política de Ceauşescu, y contra la represión
sangrienta de Timişoara.
El embajador de Rumania en París informaba a Bucarest que “la
actividad de la Embajada está perturbada desde hace dos días por
amenazas y llamadas telefónicas de parte de ciudadanos franceses y
174
La revolución rumana de1989
rumanos”, que pedían informaciones sobre los acontecimientos de
Timişoara29.
El Ministerio de Asuntos Exteriores transmitía a los jefes de
misiones diplomáticas una nota firmada por Aurel Dima: “en el caso
que en sus contactos se les interrogue (hay que precisar una vez más:
solamente si les preguntan) a propósito de los acontecimientos de
Timişoara, responderán claramente que no tenéis conocimiento
alguno. Tras esta respuesta breve y sin dejaros llevar en una larga
discusión por este tema, precisaréis fervientemente lo siguiente:
rechazamos fervientemente, toda tentativa de inmiscuirse en los
asuntos internos rumanos, Estado libre e independiente; toda tentativa
de violación de los atributos fundamentales de nuestra independencia
y soberanía nacional, toda tentativa para perjudicar los intereses de la
seguridad, todo comportamiento de no respeto del orden y de sus
leyes. Medidas firmes se tomarán en Rumania contra semejantes
medidas, contra acción de provocación y de diversión que serían
hechas por círculos reaccionarios, antihumanos, por los servicios
especiales y las oficinas de espionaje del extranjero. El estado
socialista, nuestra sociedad no tolerarán bajo ninguna circunstancia
que sus intereses vitales y las disposiciones constitucionales sean
violados y tomará las medidas necesarias dirigidas al respeto estricto
de la legalidad, del orden, del derecho, sin los cuales sería imposible
que se desarrollase normalmente la actividad en todos los sectores de
la sociedad. Nadie sea quién sea, tiene el derecho de transgredir las
leyes del país sin soportar las consecuencias de sus acciones. Debéis
pedir a todos vuestros colaboradores que actúen bajo estas
indicaciones. Debéis comunicar inmediatamente toda discusión
relacionada con este asunto”30. Las tentativas del régimen para
silenciar los acontecimientos de Timişoara iban a fracasar. Durante la
misma mañana, el Sejm de la República Popular de Polonia aprobó
una declaración afirmando: «una tragedia se produjo ayer en Rumania.
En Timişoara y en otras ciudades de Rumania, el Ejército y la Policía
se emplearon contra los manifestantes. No se sabe todavía el número
de víctimas. Protestamos firmemente contra la violación de los
derechos humanos en Rumania. Llamamos a las autoridades rumanas
para que cesen las represalias. Nos declaramos solidarios de los
participantes a las manifestaciones y llamamos a la opinión pública
internacional a condenar las acciones de las autoridades rumanas»31.
El 19 de diciembre todavía, el embajador de Rumania en Viena,
Trandafir Cocârla, fue invitado al Ministerio de Asuntos Extranjeros
de Austria, pero dijo que no podía ir “debido su estado de salud”. Fue
175
Ioan Scurtu
un funcionario de la Embajada el que se presentó, Radu Marin al cual
se le comunicó “la inquietud de la población de Austria, del gobierno
austriaco” sobre la situación de Timişoara y Arad y se le pidió, en el
nombre del gobierno austriaco, que la parte rumana diese
informaciones sobre los acontecimientos que se sucedían en estas
ciudades, conforme al Acto Final de Helsinki. El diplomático rumano
se negó en recibir el memorando que le han presentado diciendo que
se refería a una cuestión interna rumana, cuya competencia era
exclusiva del Estado rumano. Frente a esta situación el diplomático
austriaco precisó que informaría a los otros 33 Estados participantes al
proceso de la CSCE sobre “la actitud rumana”32. Alois Mock, ministro
de Asuntos Exteriores austriaco estimó en una emisión televisada que
los acontecimientos en Timişoara marcaban el comienzo de algunos
cambios en Rumania, y que si la situación continuaba empeorando
pondría en marcha el mecanismo de la Conferencia sobre la Seguridad
y de Cooperación Económica que podría comportar sanciones33.
Reunidos en Bruselas el 19 de diciembre los ministros de
Asuntos Exteriores de los países miembros de la Comunidad
Económica Europea, hicieron pública la siguiente declaración: “los
ministros de Asuntos Exteriores de los 12, emocionados y
consternados, se enteraron de la represión brutal y violenta de las
manifestaciones populares por parte de las autoridades rumanas.
Condenan firmemente la actitud de un régimen que ignorando todas
las obligaciones contraídas en materia de derechos humanos en el
ámbito de la CSCE, sólo sabe reprimir por la fuerza las aspiraciones
legítimas del pueblo rumano en pos de la libertad. La Comunidad ya
expresó de diferentes maneras, con la suspensión de las negociaciones
de un acuerdo de colaboración económica, su desaprobación hacia el
régimen que hay en Rumania. La Comunidad se reserva el derecho de
tomar las medidas adecuadas, en función de la evolución de los
acontecimientos en este país34.
Por su parte el ministro de Estado y el ministro de Asuntos
Exteriores francés, Roland Dumas, presidente en ejercicio de la
reunión declaró a la prensa: «es exacto que esta mañana pedí a
nuestros compañeros de la Comunidad de interrumpir el desarrollo de
nuestros trabajos para poder publicar una protesta contra lo que está
sucediendo en Rumania. Este texto os ha sido distribuido. Deseo decir
en el nombre de la comunidad, que es extremadamente triste pensar
que un pueblo puede ser tratado de esta forma por sus dirigentes,
como está siendo ahora con el pueblo rumano, mientras que en toda
Europa, en Europa del Este especialmente, se produce un amplio
176
La revolución rumana de1989
movimiento de liberalización y cuando sopla un aire de libertad que
tiene su inspiración en los principios del Acto Final de Helsinki.
Añadiré a esta intervención, para acabar, que un régimen que actúa de
esta manera con su pueblo es un régimen sin fuerzas. En todo caso, la
condena moral de la Comunidad, frente a lo que está teniendo lugar en
Rumania, es una condena sin equívocos.»35.
En la tarde del mismo día el embajador rumano en París, Petre
Gigea, fue invitado al Ministerio de Asuntos Exteriores donde el jefe
de la Dirección Europa le ha comunicado que los acontecimientos que
han tenido lugar en Rumania «provocan una gran emoción» en
Francia y que, si las represiones han realmente provocado víctimas,
eso «determinaría a Francia a expresar su desaprobación y su condena
sobre estos hechos». Informó al embajador rumano que los 12
ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la CEE se
habían reunido ese día por la mañana, el 19 de diciembre y habían
adoptado una resolución que «condenaba las represalias que han
tenido lugar en Rumania y centraban su atención sobre las
consecuencias que eso podría tener en las relaciones rumanas con
Europa». El diplomático francés subrayó que los actos de violencia
están «en desacuerdo con los compromisos tomados por Rumania en
el ámbito de la CSCE y eso lleva, por parte de las autoridades
francesas vivas protestas y una total desaprobación». El embajador
rumano rechazó esta protesta expresando su pesar de que el gobierno
francés y los 12 puedan lanzar similares afirmaciones y tomar
decisiones “sin conocer la posición oficial del gobierno rumano sobre
estos rumores que circulan en los medios franceses”. Tras las
indicaciones transmitidas por Bucarest, Petre Gigea afirmó que «la
Embajada no tiene ningún conocimiento por vía oficial de los
supuestos acontecimientos mencionados por el director francés” y
que, las informaciones en causa venían de Budapest, capital que
favorece desde hace mucho tiempo con intervenciones nacionalistas,
reaccionarias y anti-rumanas, ya sea en el interior o en el exterior de
Hungría, las acciones que apuntan objetivos territoriales y de
desestabilización de Europa». Ha repetido el eslogan según el cual
Rumania «no acepta la injerencia de algunos Estados libres e
independientes en sus asuntos internos, como viene sucediendo desde
hacía mucho tiempo en otros países socialistas». El diplomático
francés quiso precisar que las informaciones provenían del Ministerio
de Asuntos Exteriores francés y que todos los Estados firmantes del
Acto Final de Helsinki tenían el derecho de pedir el respeto de los
derechos humanos36.
177
Ioan Scurtu
El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Eduard
Shevardnadze que se encontraba en Bruselas fue invitado a expresar
su punto de vista pero éste vitó toda declaración contundente: «no
dispongo de todas las informaciones, pero si ha habido víctimas
expreso mi pesar»37. Los medios europeos comenzaron a difundir
cifras de muertos. DunaTV transmitió en sus informativos de la noche
una entrevista con el portavoz del Ministerio de Defensa húngaro.
Éste afirmó que había en Timişoara «centenas de víctimas incluso más
de un millar según algunas fuentes», incluso niños y estudiantes. Por
otra parte se precisó que tuvo lugar una entrevista entre el presidente
del Consejo de Ministros (Neméth Miklós), el ministro de Asuntos
Exteriores (Gyula Horn), el ministro de Defensa (Karpatai Ferenc) y
el jefe del Gran Estado Mayor del Ejército (Borstis László), que
discutieron sobre los acontecimientos de Rumania. Hicieron saber que
«el Ejército Popular Húngaro continua tomando nota de los
acontecimientos de Rumania. Las decisiones necesarias serán
adoptadas, si llegase el acaso»38.
El 19 de diciembre ningún incidente grave fue registrado en
Timişoara. Los cargos de partido con el primer secretario del Comité
Departamental Radu Bălan, a la cabeza, visitaron empresas para
animar a los trabajadores a trabajar. Las discusiones fueron muy
tensas, ellos rechazaron la idea que los acontecimientos de Timişoara
habían sido provocados por fanáticos y elementos terroristas. El
general Guşă, se desplazó a la empresa ELBA donde Radu Bălan
había sido tomado rehén, y logró establecer un diálogo con los
empleados. El general contó: “La gente acusaba al Ejército, mostraba
las casquillos”. Le ha explicado que sus hijos hacían también el
servicio militar en este ejército y después les pidió: «Por qué
destrozáis la ciudad?» La mayoría respondió: «No somos nosotros!».
Guşă afirmó que tuvo la convicción, tras estas discusiones, que no
eran los obreros los que habían provocado las destrucciones en la
ciudad y cuando se le pidió de ordenar a los militares que estaban
frente a la puerta de la fábrica de irse, lo hizo. En este momento los
obreros gritaron: «El Ejército está con nosotros!»39.
Fue un momento psicológicamente muy importante: por una
parte el jefe del Gran Estado Mayor había recurrido al contacto directo
con la población, para conocer sus preocupaciones, y los obreros se
dieron cuenta que el ejército había actuado respondiendo a las órdenes
de Bucarest y que podían conseguir que no actuasen con violencia
contra los habitantes de Timişoara.
El general Ceauşescu Ilie había venido también a Timişoara
178
La revolución rumana de1989
para animar la moral de los militares; visitó muchas unidades de la
guarnición donde presentó un informe sobre las provocaciones de las
agencias de espionaje extranjeras que trataban derrocar el socialismo
para instalar el capitalismo. La credibilidad de estas afirmaciones se
ponía en duda por los que conocían con quién se estaban enfrentando
en la calle. Las radios extranjeras difundían muchas veces por día
informaciones sobre los acontecimientos de Timişoara. Por ejemplo, la
Agencia Austriaca de Prensa DPA transmitió en la noche del 19 al 20
de diciembre la declaración de un “testigo ocular ” quién sobre la
cuestión de saber si las especulaciones sobre el millar de victimas
podía ser confirmadas, respondió: «temo que esta cifra sea mucho
menor que la cifra real»40. La noticia fue difundida también por
“Europa Libre”, citando a la televisión austriaca, mencionaron que el
mismo testigo había estimado que en Timişoara había “metros
cúbicos” de cadáveres 41.
El miércoles 20 de diciembre fue un día decisivo para
Timişoara, y en general para la Revolución Rumana. Esta vez fueron
los obreros de las grandes fábricas los que salieron a la calle. Llevaban
banderas tricolores cuyo emblema de la República Socialista de
Rumania había sido arrancado, pancartas sobre las cuales estaba
escrito «Libertad!», «abajo el dictador!», «no somos fanáticos!», «sin
violencia!», «el Ejército está con nosotros!». Las columnas estaban
acompañadas de personas encargadas de asegurar el orden y llevaban
brazaletes blancos a fin de evitar la infiltración de los provocadores.
Sobre las 11:15, los manifestantes ocuparon la Plaza de la Ópera y el
espacio alrededor del Comité departamental del PCR (que era también
la sede del Consejo Popular del Departamento de Timiş). Había un
«equilibrio» entre los militares que defendían la Ópera y la multitud
que había ocupado la Plaza. Este equilibrio «fue roto por Claudiu
Iordache el cual avanzando hacia el oficial que mandaba le pidió que
se alejase o que disparase» (72 personas había ya sido muertas por
armas de fuego). Los protestantes se acercaron a la Ópera y los
primeros que entraron fueron Lorin Fortuna, Ioan Chiş, Claudiu
Iordache, Nicolae Bădilescu. Con sorpresa y satisfacción los
revolucionarios notaron que había altavoces en el balcón. Habían sido
instalados por el pedido del primer secretario Radu Bălan que
esperaba al primer ministro Constantin Dăscălescu, y creía que éste
querría hablar a la población42.
Los que se encontraban en el balcón de la Ópera dijeron sus
apellidos a la multitud que se hallaba en la plaza y mostraron su
intención de resistir hasta el final a la guerra declarada por Ceauşescu
179
Ioan Scurtu
a su pueblo, anunciando así el comienzo de lo que se iba a llamar la
Revolución Rumana43. Lorin Fortuna anunció la constitución del
Frente Democrático Rumano. No se trataba de una organización
propiamente dicha que habría sido creada anteriormente con un
programa y una estructura de dirección sino que se trataba más bien de
una intención. Lorin Fortuna afirmó más tarde que había juzgado
necesario tras los acontecimientos del día precedente de dar cierta
coherencia a la acción popular fijando objetivos más claros. En la
mañana del 20 de diciembre hizo hacer algunas pancartas
«significativas para la opción política de la manifestación». «En una
pancarta he escrito el Frente Democrático Rumano. Este título lo elegí
espontáneamente, pero después de reflexiones que me atormentaban
desde el principio de la insurrección: pensaba que había que encontrar
los medios de crear una organización política de masa, indispensable
para semejante acción y que tomase la dirección de la revuelta y
presentase un papel de decisión, capaz de establecer un diálogo con el
gobierno y de convertirse eventualmente en un grupo que concentrase
toda la oposición del país, algo similar a lo que sucedía en el Este»44.
Desde el balcón de la Ópera pidió que las empresas designasen
representantes para la nueva organización. Las elecciones no podían
tener lugar en este contexto así muchas personas subieron al balcón;
se constituyó un Comité fundador del Frente Democrático Rumano, se
eligió también un Despacho permanente compuesto de Lorin Fortuna
– presidente, Claudiu Iordache – vicepresidente, Nicolae Bădilescu y
Ion Chiş –miembros, Trăistaru Maria – secretaria.
Después que la población ocupó el centro de la ciudad, el
general Guşă Ştefan ordenó que el Ejército se retirase a sus cuarteles
porque veía que toda intervención de fuerza era imposible. Este día
del 20 de diciembre Timişoara se convirtió en “la primera ciudad libre
de Rumania”. Años después, Claudiu Iordache afirmó que «Jesús
ha nacido en Timişoara»45. Las personas presentes en el balcón
pronunciaban discursos∗ que condenaban el régimen de Ceauşescu,
pidiendo la puesta en libertad de las personas detenidas, que había que
seguir luchando para ganar la libertad perdida desde decenas. Pedían
también que los muertos fueran devueltos a sus familias. En un
momento dado la multitud se arrodilló y rezaron el padre nuestro.
∗
Hay que nombrar también a otros revolucionarios que destacaron en el balcón de la
Ópera: Trăistaru Maria, Traian Vrâneantu, Traian Trofin, Munteanu Mihaela, Gruia
Săsăran, Adriana Jebeleanu, Ştefan Ivan, Alexandru Ciura (Los Cuadernos de la
Revolución, nº 2/2005, p.12)
180
La revolución rumana de1989
Después los discursos y eslóganes continuaron: “No regresaremos a
casa, los muertos nos lo impiden”, “¡hoy en Timişoara mañana en todo
el país!”, “¡libertad!”. Los nombres de algunas personas se gritaron
también: “¡Iliescu!”, “¡Mănescu!”, “¡Bălan, porque viene del Banat
(Banato)!”, “¡Carpan!”46∗.
En la tarde del 20 de diciembre sobre las 15:00, la delegación
conducida por Ceauşescu Nicolae regresó de su visita a Irán. En el
aeropuerto el jefe de Estado fue recogido por Ceauşescu Elena que le
informó sobre los acontecimientos ocurridos desde su partida. Cuando
llegó al Comité Central el presidente Ceauşescu Nicolae decretó el
estado de emergencia en el territorio del Departamento de Timiş. El
motivo que se dio era «la grave violación del orden público en el
Departamento de Timiş por actos terroristas, de vandalismo y de
destrucción de bienes públicos». Todas las unidades del ejército del
Ministerio del Interior y las guardias patrióticas estaban en estado de
alerta. Durante el estado de emergencia toda aglomeración pública
estaba prohibida, así como el desplazamiento en grupo de más de
cinco personas; la circulación por la noche estaba prohibida a partir de
23:00 con la excepción de las personas que trabajaban por la noche.
Todas las empresas socialistas estaban obligadas a tomar medidas
inmediatas para el desarrollo normal de los procesos de producción,
para guardar los bienes públicos, para el estricto respeto del orden, de
la disciplina y del programa de trabajo. Los Consejos Populares,
Municipales y Comunales del Departamento de Timiş estaban
obligados a asegurar el respeto estricto del orden público, la defensa
de los bienes públicos, el suministro a la población, el desarrollo
normal de los transportes, la organización y el desarrollo en buenas
condiciones de la actividad económica y social. El decreto precisaba
en conclusión: «la población del Departamento de Timiş está obligada
a respetar estrictamente las leyes del país, el orden y la paz pública,
defender los bienes públicos, participar activamente en el desarrollo
normal de la actividad socio-económica»47.
«Todos los esfuerzos hechos por las autoridades locales y las
unidades militares para calmar la situación no han fructificado. Al
contrario, estos grupos organizados han intensificado sus acciones
antinacionales. Eso determinó la intervención de las unidades
militares para defender el orden, los bienes de la ciudad de Timişoara
en el respeto de sus obligaciones y responsabilidades previstas por la
∗
Florentin Cârpan era el director general del más grande combinado de carne de
Rumania y uno de los más grandes de Europa (COMTIM).
181
Ioan Scurtu
Constitución y las leyes del país”. Ceausescu dejaba entender así que
la respuesta había sido violenta, pero no precisó el número de victimas
registradas desde el principio de los acontecimientos. Insistió en el
hecho que había que dar «una respuesta firme a todos los que
sirviendo a las agencias extranjeras actuaban contra los intereses del
pueblo rumano». Estaba convencido que solamente la intervención
extranjera era responsable de la situación creada, que no había
ninguna razón para que el pueblo rumano se levantase contra el
régimen. Bajo este espíritu pidió que «los trabajadores, los ciudadanos
de todos los sectores diesen una respuesta y actúen para detener esta
acción dirigida contra el desarrollo socialista, la independencia y la
paz de nuestro pueblo».
En la noche del 20 de diciembre, una video-conferencia tuvo
lugar48, a partir de las 18:00, con los jefes de las secciones
departamentales del partido, en la cual Ceauşescu estimó que los
graves incidentes de Timişoara «han sido organizados y dirigidos por
los círculos revanchistas, revisionistas, con el fin de provocar el
desorden, desestabilizar la situación en Rumania, poner en peligro la
independencia y la integridad territorial de Rumania». Citó a Bush
George, quién habría declarado haber discutido en Malta de la
situación de Rumania y «Gorbachov escuchó sin hacer ningún
comentario; de hecho estuvo de acuerdo». Ceauşescu anunció que se
dirigiría a la nación a través de la radio y de la televisión; Pidió que se
organizasen reuniones en las empresas y en las instituciones para «la
aprobación de mociones de condena de los que se han puesto al
servicio de las agencias extranjeras, de mociones defensa de la
independencia y de la soberanía de Rumania», así que se
constituyeron grupos especiales para la defensa de las empresas y las
instituciones.
A las 19:00 Ceauşescu pronunció un discurso retransmitido en
directo a través de la radio y televisión49. Empezó con las palabras
siguientes: «Me dirijo, esta noche, al pueblo entero de nuestra patria
socialista, a propósito de los grandes acontecimientos que han tenido
lugar estos últimos días en Timişoara». Ceausescu precisó que el 16 y
el 17 de diciembre, con el pretexto de impedir la ejecución de un
arresto judicial, «algunos grupos de fanáticos organizaron una serie de
manifestaciones que conllevaron incidentes, atacaron las instituciones
del Estado destruyendo y saqueando los inmuebles, las tiendas y los
edificios públicos y el 17 de diciembre, intensificaron su actividad
contra las instituciones del Estado y del partido, incluso contra las
unidades militares». Añadió que «estos grupos querían provocar
182
La revolución rumana de1989
desórdenes y destruir las instituciones y los bienes públicos y dar la
señal para acciones similares en otras ciudades». Estas afirmaciones
eran muy duras: «Destrucciones de tipo fascistas»; «actos con un
carácter manifiestamente fascista»; «acciones con carácter terrorista»;
«bandas terroristas» que se pusieron «al servicio de diferentes
intereses extranjeros, de servicios de espionaje, de círculos
imperialistas reaccionarios, que venden su país por un puñado de
dólares o de otras divisas». El jefe del partido y del Estado precisaba:
«Teniendo en cuenta estas graves circunstancias, por la tarde del 17 de
diciembre, las unidades militares, que estaban atacadas han
respondido con disparos de advertencia» porque «estaban obligadas a
defenderse, defender el orden y los bienes públicos, defender de
hecho, el orden en el país entero». Ceauşescu Nicolae afirmó que las
unidades militares «hicieron prueba de mucha paciencia», que los
soldados y los oficiales fueron golpeados y que solamente
respondieron cuando «las instituciones fundamentales, el orden en el
Departamento fue puesto en peligro». En su calidad de comandante
supremo, Ceauşescu Nicolae afirmó: «El Ejército cumplió plenamente
su deber para con la patria, el pueblo y las conquistas del socialismo»
conforme al juramento prestado y a las disposiciones de la
Constitución. No mencionó el número de heridos ni el de muertos
provocados por esta intervención. Ceauşescu Nicolae estimó que las
acciones desencadenadas tenían como finalidad «obstaculizar el
desarrollo del socialismo en Rumania», «para eliminar el desarrollo
socialista de nuestra patria». Añadió que las acciones de Timişoara se
«organizaron y desencadenadas en cooperación con los círculos
reaccionarios imperialistas, chovinistas y con los servicios secretos de
diferentes países», que fueron «bien preparadas», que se trataba de
«un plan más general contra la independencia y la soberanía de los
pueblos». Según él, el objetivo de estas acciones antinacionales fue la
de provocar el desorden para desestabilizar la situación política y
económica, poner en marcha las condiciones necesarias para el
desmembramiento territorial de Rumania, destruir la independencia y
la soberanía de nuestra patria socialista”. Ceauşescu Nicolae citó en
primer lugar a la radio Budapest, que orquestó “una campaña
vergonzosa difamatoria y mentirosa contra nuestro país”; por otra
parte mencionó los “círculos revisionistas y revanchistas”, que
intensificaron la actividad hostil a la cual se dedicaban desde hacía
mucho tiempo.
La referencia a una acción común con el fin de lograr la
desestabilización de Rumania estaba dirigida a los Estados
183
Ioan Scurtu
occidentales, en primer lugar los EUA, como también la Unión
Soviética. Llamó a la población para que actuase “con todas sus
fuerzas y con un espíritu de unidad para defender la independencia, la
integridad y la soberanía de Rumania, asegurar el desarrollo de la
construcción socialista en nuestra patria”. Ceauşescu recordó “la
posición firme de nuestro pueblo en 1968”, cuando condenó la
intervención del Tratado de Varsovia contra Checoslovaquia,
sofocando “la Primavera de Praga”. Estimó que se podía afirmar que
“se trata ahora de una situación similar, incluso de una situación más
grave”. “es por eso que se impone actuar con responsabilidad para
rechazar todo ataque contra Rumania y la construcción socialista en
nuestro país. Lamentamos mucho la situación creada, pero no fue
provocada por las fuerzas del orden ni las unidades militares, quienes
durante dos días hicieron acopio de gran paciencia y de indulgencia
frente a las acciones de los elementos terroristas y fascistas de
Timişoara, pero lo fue, por los que se pusieron al servicio de las
agencias extranjeras y que actuaron de forma premeditada y bien
organizada para desencadenar los graves incidentes de Timişoara”.
El secretario general del PCR precisó que no se cedería a las
presiones y no dejaría la dirección del país: “Declaro abiertamente que
traicionaría la confianza del pueblo sino hiciese lo mejor para
defender la integridad, la independencia, la soberanía de Rumania, el
derecho de nuestro pueblo a decidir libremente su suerte, sin ningún
tipo de injerencia exterior”. No tomó en cuenta el hecho que la
situación había cambiado radicalmente con respecto a 1968, que el
pueblo rumano ya no veía en Ceauşescu Nicolae al patriota
determinado a defender el país contra una eventual invasión soviética,
sino más bien al contrario estaba considerado como un dictador que
había llevado al país al borde de la asfixia. Continuando con su línea
de considerarse como “un hijo dedicado al pueblo”, Ceauşescu
Nicolae se comprometió a actuar “siempre por el interés del pueblo, su
bienestar y su felicidad, el interés de la construcción socialista, de la
independencia y de la soberanía del país”. Estas declaraciones, que
hubieran podido tener alguna credibilidad en 1968 en los rumanos y
en los Estados occidentales, ya no tenía, en diciembre de 1989, ningún
tipo de eco positivo. Al contrario, se tenía el sentimiento general de
que la retórica de Ceauşescu no tenía otro objetivo que: justificar el
mantenimiento de un régimen dictatorial, que se había vuelto odioso
para el pueblo.
El secretario general del PCR exhortó a todos los rumanos a
estar “unidos y ser solidarios para defender al socialismo y ¡para que
184
La revolución rumana de1989
semejantes actuaciones no se repitiesen!”. Por otra parte, pidió que se
actuase de manera que la intervención militar no fuese ya necesaria y
que el acento se pusiera en la actividad política, en la persuasión de
los ciudadanos.
Con este espíritu, tras el discurso del secretario general los
activistas del partido se desplazaron a las empresas y a las
instituciones y organizaron reuniones ad-hoc de condena de las
acciones de los “fanáticos” de Timişoara y de adhesión total a la
política del PCR y de Ceauşescu Nicolae.
En la misma noche, Ceauşescu Nicolae recibió al adjunto del
embajador soviético (encargado de asuntos Pozniacov) y le expresó su
descontento por las declaraciones por Shevardnadze realizadas en
Bruselas con respecto a las victimas registradas en Rumania. Acusó a
la Unión Soviética y a los otros Estados miembros del Tratado de
Varsovia de haber coordinado actividades dirigidas contra Rumania.
Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores, Stoian Ion, se
entrevistó con los embajadores de Polonia, Bulgaria y de la República
de Checoslovaquia, así como con el encargado de asuntos de Hungría
en Bucarest, llevando a su conocimiento los puntos de vista
expresados por Ceauşescu50. En la noche del 20 de diciembre,
Ceauşescu Nicolae decidió convocar una gran asamblea popular, que
debía expresar la adhesión de los Rumanos a la política del PCR y al
presidente de Rumania, usando el modelo de la asamblea que se tuvo
el 21 de agosto de 1968 delante del Comité Central.
Por orden de Ceauşescu Nicolae, Constantin Dăscălescu –
primer ministro del gobierno y Emil Bobu – secretario general del CC
del PCR se desplazaron a Timişoara para arreglar la situación.
Llegaron sobre las 14:30, cuando Timişoara estaba en ebullición y las
autoridades locales ya no controlaban la situación. El primer ministro
pidió a Ion Coman: “¿Dónde está el Ejército?” y concluyó: “¡No
tenéis el control de la situación!” Ion Coman: “Timişoara está en las
manos de sus habitantes”51. Constantin Dăscălescu propuso que una
delegación de protestantes fuese invitada para dialogar en la sede del
Consejo Departamental.
La delegación constituida ad-hoc, denominada la Delegación
del Comité Cívico∗, le transmitió una lista de reivindicaciones: la
∗
El Comité Cívico constituido el 20 de diciembre de 1989 en el Consejo
Departamental de Timis (que era también la sede del Comité Departamental de Timiş
del PCR ), incluía a los siguientes miembros: Savu Ion, Ion Marcu, Alexandru Ciura,
Petre Boroşoiu, Oprea Sorin, Virgil Socasieu, Mircea Mureşean, Dan Carp, Petre
185
Ioan Scurtu
dimisión del presidente Ceauşescu; la dimisión del Gobierno; la
organización de elecciones libres; la creación de una comisión de
investigación encargada de la clarificación de la situación en
Timişoara; la comparecencia de los culpables delante de la justicia; la
puesta en libertad inmediata de los preso políticos; la respuesta a la
pregunta: ¿quién ordenó abrir fuego en Timişoara?; la devolución de
los muertos a las familias para que fueran enterrados según la
tradición cristiana; la aparición en Ceauşescu en la cadena pública de
televisión esa misma noche para informar a la opinión pública de la
situación real en Timişoara; la libertad de prensa; la libertad de radio y
de televisión; la reforma de la enseñanza52.
Constantin Dăscălescu afirmó que una parte de los pedidos
podían ser satisfechos, pero que había que consultar a la dirección de
Bucarest para los otros. El primer ministro habló por teléfono con
Ceauşescu pero no tuvo el ánimo de comunicarle todas las
reivindicaciones solicitadas por los habitantes de Timişoara. Le dijo
solamente que querían que sus muertos les fueran devueltos y que las
personas arrestadas tras el 16 de diciembre fueran puestas en libertad.
Ceauşescu estuvo de acuerdo con estas dos últimas reivindicaciones y
empezaron a satisfacerlas esa misma noche53. La mayor parte de las
personas puestas en libertad fueron a la Plaza de la Ópera, donde
fueron acogidas calurosamente por los manifestantes.
Constantin Dăscălescu no tuvo el coraje de dirigirse a la
multitud y sobre las 21:00 la unidad de paracaídas evacuó el edificio
del Comité Departamental54. Pasada la medianoche Dăscălescu partió
con Emil Bobu al aeropuerto y de ahí a Bucarest a bordo de un avión
especial.
Una parte de la delegación que había hablado con Dăscălescu
en el Comité Departamental, vino al balcón de la Ópera para tomar la
dirección del Frente Democrático Rumano, que se estaba organizando.
Así nació el primer conflicto entre los revolucionarios, conflicto que
iba a acentuarse en el periodo siguiente.∗
Petrişor, Nicolae Vartan, Mihai Badele, Adela Săbăila, Corneliu Pop, Valentin Vitner
(Caitele Revoluţiei (los Cuadernos de la Revolución) nº 2/2005, p.10) 532 Texto
escrito por Savu Ion, en fac-similé, publicado en Los Cuadernos de la Revolución, nº
2/2005 p.9
∗
Lorin Fortuna contó más tarde: “las protestas dirigidas contra mí y los otros
miembros del Despacho Ejecutivo (del Frente Democrático Rumano) fueron hechas
por la llegada de los organizadores del Centro de Defensa del Consejo Departamental.
Cuando fueron evacuados del edificio del Comité Departamental, se juntaron con
nosotros en la Ópera. Eso generó un conflicto. Para arreglar de alguna manera esta
186
La revolución rumana de1989
La campaña mediática contra el régimen de Bucarest siguió el
20 de diciembre con más intensidad. Casi todos los periódicos las
radios y las cadenas de televisión de Europa se interesaban por los
acontecimientos de Rumania. La agencia búlgara BTA informó del
cierre de las fronteras entre Bulgaria y Rumania, así como de
incidentes sucedidos entre guardias fronterizos rumanos y grupos de
turistas búlgaros y polacos. La agencia yugoslava TANIUG divulgó
informaciones referentes a los enfrentamientos entre la población y las
fuerzas del orden en Timişoara, así como de la multiplicación de las
protestas en Arad, Oradea y en otras ciudades. La agencia magiar MTI
comentó la declaración de la Asamblea de Estado de la República de
Hungría, con su condena de la política represiva del régimen de
Bucarest55. Un diario norteamericano citó a la agencia oficial de
prensa de Alemania del este (ADN), según la cual “las fuerzas de la
Securitate mataron entre 3000 y 4000 manifestantes en Timişoara y
siguieron sofocando otras manifestaciones de protesta en más de 10
ciudades”56.
La radio “Europa Libre” afirmó estar en posesión de una nota
secreta de la Securitate del 20 de diciembre, dirigida al Gabinete nº 2
(Ceauşescu Elena), informando que en Timişoara fueron registrados ni
más ni menos que 4632 muertos, 1282 heridos 13.214 personas
detenidas, 7613 condenas a muerte57. Este tipo de “informaciones”,
extremadamente exactas eran creadas para aumentar el ánimo de
revuelta contra el régimen de Ceauşescu e impulsar a los rumanos a
rebelarse. Las investigaciones posteriores revelaron que en la
revolución de Timişoara hubo 93 muertos58.
La prensa soviética dio una gran importancia a los
acontecimientos de Rumania. Los periódicos informaban del hecho
que las formaciones compuestas de militares, milicianos y guardias
patrióticas patrullaban las calles de Bucarest, que en las fronteras
rumanas la situación estaba tensa. El portavoz del Ministerio de
Asuntos Exteriores de la URSS declaró, en una conferencia de prensa
delicada situación, teniendo en cuenta el hecho de que en el Comité Departamental
habían tenido lugar los acontecimientos importantes, propuse que el número de los
miembros del Despacho Ejecutivo aumentase de 5 a 7 para incluir a dos miembros del
grupo constituido en el Comité Departamental. Propusieron a Ion Marcu y a Cornel
Estaţui. Por lo tanto, la solución no tuvo el efecto esperado; ya que las dos personas
mencionada y una parte de los otros (Savu Ion, Oprea Sorin, Petre Boroşiu, Florin
Marton…) siguieron actuando para suprimir y reemplazar el grupo de la Ópera
(Miodrag Milin, Timişoara in revolutie şi după…,Timişoara durante la revolución y
después…), p.111
187
Ioan Scurtu
haberse enterado de los acontecimientos de Rumania pero no tener
informaciones completas; si las informaciones confirmasen que hubo
víctimas humanas entonces “expresaremos nuestro pesar”59. En la
mañana del 20 de diciembre el embajador Ion Bucur, tuvo una
discusión con el jefe de la Dirección General de los países socialistas
de Europa, en la cual expresó “su profundo descontento con respecto a
la manera desnaturalizada y tendenciosa en que los medios soviéticos
presentan los acontecimientos de Timişoara”. El embajador afirmó
que las informaciones provenían de la agencia magiar MTI, quién
“tiene una actitud hostil hacia Rumania”. Añadió que la difusión de
semejantes informaciones representaba una intromisión “inadmisible”
en los asuntos internos de Rumania y pidió “la detención de esta
campaña hostil”60.
El mismo día, el 20 de diciembre la radio Belgrado anunció que
el Presidium de la Unión de los Comunistas de Yugoslavia (UCY)
decidió interrumpir todo tipo de contacto con el PCR y de retirarle la
invitación para participar en el XIV Congreso Extraordinario de la
UCY Por otro lado, el Presidium condenó las “represalias sangrientas”
ordenadas por el régimen de Bucarest61.
El primer ministro francés, Michel Rocard, condenó la política
represiva del régimen de Bucarest y el antiguo ministro Edouard
Balladur pidió al gobierno “que actuase para determinar a la
Comunidad Europea para que tomase las medidas más severas” contra
Rumania62. Una manifestación tuvo lugar frente a la Embajada de
Rumania en Varsovia con la participación de muchas organizaciones
como el Partido Socialista Polaco. Los manifestantes bloquearon la
puerta de la embajada y gritaron eslóganes contra Ceauşescu Nicolae
y la represión de los movimientos de Timişoara. Encendieron cerca de
la pared de la embajada, centenas de velas, y frente a la puerta
hicieron una cruz con velas. Lanzaron piedras sobre los vidrios del
edificio y también otros objetos en el patio de la embajada. Las
cadenas de televisión de Polonia y de Francia cubrieron con amplitud
esta manifestación. Ion Teşu, embajador rumano en Varsovia,
informaba al Ministerio de Asuntos Exteriores de Bucarest lo
siguiente: “prácticamente estamos en estado de alerta permanente, los
diplomáticos rumanos no pueden ejercer su actividad porque están
bloqueados en la embajada y reciben amenazas e injurias por
teléfono”63. Las autoridades rusas eran muy prudentes con respecto a
la situación en Rumania. El ministro de Asuntos Exteriores Eduard
Shevardnadze escribió a Gorbachov: “los acontecimientos de
Rumania de estos últimos días, no pueden ser juzgados de momento
188
La revolución rumana de1989
salvo por la base de informaciones transmitidas telegráficamente por
las agencias, y sobre todo las de Occidente. Las informaciones son a
veces contradictorias y no permiten tener una imagen exacta de los
acontecimientos. Nuestras tentativas para tener una versión oficial de
Bucarest no tuvieron éxito. Hoy 20 de diciembre el embajador rumano
será invitado al MAE de la URSS que desea pedirle informaciones
sobre estos hechos. Si no obtenemos respuestas concretas y objetivas,
pienso que no deberíamos hacer rápidamente una declaración por
parte del Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS”64.
En la noche del 20 de diciembre el embajador rumano en
Moscú fue invitado al Ministerio de Asuntos Exteriores soviético
donde el ministro adjunto, Ivan Pavlovich Aboimov declaró haber
pedido a la embajada de la URSS en Bucarest que pidiese a Rumania
informaciones provenientes de fuentes autorizadas sobre los
acontecimientos de Rumania, pero la embajada “no fue capaz de
obtener y transmitir semejantes informaciones”. Aboimov afirmó que
la parte soviética estaba “muy deseosa de recibir informaciones tan
completas como fuera posible, porque en el caso contrario sería difícil
vigilar que los medios soviéticos cubriesen el acontecimiento de una
manera adecuada”. Añadió que la parte soviética no fue avisada
anteriormente del cierre de las fronteras rumano-soviéticas y que había
turistas que tenían vacaciones programadas o pagadas en Rumania. El
embajador expresó su “descontento” frente a la manera en la cual la
radio y la prensa soviética habían cubierto los acontecimientos de
Rumania, porque la mayor parte de las informaciones provenían de la
agencia magiar MTI, que “era conocida por su actitud hostil hacia
Rumania”. Aunque haya recibido disposiciones claras de Bucarest, Ion
Bucur afirmó que no disponía de “un comunicado oficial” sobre el
cierre de las fronteras y que había dificultades para asegurar las
condiciones adecuadas para el alojamiento de los turistas en los
hoteles65.
En Timişoara conforme la noche avanzó el número de personas
que había en la Plaza de la Ópera disminuyó: había tan sólo unas 200
personas. La situación de las personas que estaban presentes en el
balcón era bastante vulnerable; ellos temían que las fuerzas del orden
intervendrían y les detendrían cuando el ejército ocupase de nuevo la
zona.∗
∗
Esta creencia estaba fundada; se descubrió más tarde que se había elaborado un plan
para detener a los revolucionarios subidos al balcón, pero no se llevó a cabo debido a
los sucesos de Bucarest.
189
Ioan Scurtu
En la noche del 20 al 21 de diciembre, el Comité de partido del
municipio de Bucarest, con el primer secretario Petrescu Barbu a su
cabeza, se ocupó de la movilización de los ciudadanos para el mitin
que debía tener lugar por la mañana. Por su parte Ceauşescu Nicolae
tomó una decisión relevante debido a su desesperación: viendo que la
ejército no podía hacer cara a los sucesos de Timişoara, decidió
movilizar a los obreros, como el PCR hizo en 1945, cuando las
guardias patrióticas impusieron “el orden” en las empresas. En
consecuencia, demandó la movilización de los obreros de los
departamentos de Olt, Vâlcea y Dolj, que serían equipados con porras
y transportados durante la noche a Timisoara para que pudieran
intervenir por la fuerza por la mañana contra los manifestantes que
habían ocupado la Plaza de la Ópera. Esto contravenía las normas de
funcionamiento de un Estado, como las disposiciones de la
Constitución. Esta orden se reveló irreal, porque era imposible
movilizar a la gente en un periodo de tiempo tan corto y asegurar los
vagones necesarios para transportarlos sin afectar a la circulación
ferroviaria. Mientras, los primeros secretarios de departamentos
mencionados, han recibido por tarea ocuparse personalmente de la
movilización de los miembros de las guardias patrióticas, de la
fabricación de porras y de su embarcación en los trenes con destino a
Timişoara para llevar a cabo la tarea encomendada.
Esa noche, en la Plaza de la Ópera de Timişoara, el núcleo de
dirección, que se había constituido, decidió elaborar una proclama.
Lorin fortuna confesó más tarde: “si nos matan, porque lo estábamos
esperando, queríamos al menos hacer una lista de reivindicaciones”66.
En un clima donde el temor acompañaba a la esperanza de la victoria
total, fueron puestas las bases para crear una formación política, el
Frente Democrático Rumano, con Lorin Fortuna –presidente, Claudiu
Iordache e Ioan Chiş – vicepresidentes. Evidentemente, era una
elección ad-hoc, ya que teniendo en cuenta las condiciones, estaba
fuera de toda regla organizar las elecciones para la dirección de un
partido.
Por la mañana del jueves 21 de diciembre, después de las 17:00,
los obreros de las grandes fábricas ELBA, UMT, Electromotor, 6
Martie, etc., llegaron a la Plaza de la Ópera, contribuyendo a la obra
de la revolución. Sobre las 09:00, Lorin Fortuna envió el siguiente
mensaje desde el balcón de la Ópera: “Mandado por el comité de
acción del Frente Democrático Rumano, leemos la proclama
siguiente:
El Frente Democrático Rumano es una organización política,
190
La revolución rumana de1989
constituida en Timişoara, con el fin de poner en marcha un diálogo
con el gobierno para democratizar al país.
Nosotros presentamos a los gobernantes las reivindicaciones
siguientes, como base para el debate: · Organizar elecciones libres y
democráticas.
· Garantizar la libertad de expresión, de prensa, de radio y de
televisión.
· Abrir inmediatamente las fronteras nacionales.
· Integrar a Rumania dentro de los Estados que garantizan y
respetan los derechos del hombre.
· Poner en libertad inmediatamente a todos los detenidos
políticos.
· Reformar la economía, estimulando especialmente la
iniciativa privada en la pequeña industria y la agricultura.
· Satisfacer integralmente las necesidades alimenticias de todo
el pueblo.
· Reformar la enseñanza dentro de un espíritu democrático.
· Asegurar la libertad de todos los cultos religiosos.
· Garantizar una asistencia médica al nivel de un país
civilizado.
· Desmantelar la red de almacenes destinados a los privilegios
del régimen.
En lo que concierne a los acontecimientos de Timişoara:
· Demandamos firmemente que a los que hayan dado la orden
de disparar se les considere los responsables de lo sucedido.
· Demandamos que se haga pública la lista de muertos, heridos
y desaparecidos.
· Demandamos que los cuerpos de los muertos sean devueltos a
sus familiares para que puedan enterrarlos según sus tradiciones.
· Proponemos que la fecha del 19 de diciembre sea declarada
día de luto nacional, en la memoria de los héroes de la Revolución.
· Demandamos la inmediata puesta en libertad de las personas
detenidas durante las manifestaciones.
· Demandamos el cese de represalias contra los participantes de
las manifestaciones pacíficas en Timişoara y por el país.
· Demandamos a las autoridades el reconocimiento oficial del
Comité de Acción del Frente Democrático Rumano, creado en
Timisoara, y entablar un diálogo con este frente.
El Frente Democrático Rumano llama a los rumanos a:
· Unirse en la justa y pacífica lucha por la democratización del
país.
191
Ioan Scurtu
· Constituir en todas las localidades, empresas y las
instituciones, comités del Frente Democrático Rumano, encargado de
asegurar el comienzo y el desarrollo del proceso de democratización.
· Reivindicar pacíficamente los derechos constitucionales.
· Declarar la huelga general, con la excepción de los sectores
con trabajo continuado, a partir del 21 de diciembre, hasta la victoria
final. Damos las gracias a la población de Timişoara que ha resistido
heroicamente delante de los carros, los blindados y las balas,
contribuyendo de manera decisiva a la liberación de la nación rumana
de la dictadura”67.
La muchedumbre recibió con aplausos y hurras al nuevo
organismo que era la expresión de la Revolución. Hasta entonces sólo
había un único partido, ahora; una nueva fuerza política surgía: El
Frente Democrático Rumano. Alrededor de las 15:00, los primeros
pasquines fueron editados y comenzaron a distribuirse. Los pasquines
titulados «la tiranía es derribada!» conteniendo reivindicaciones
similares; fue impresa en rumano, alemán, serbio y húngaro y
anunciaba que: «El pueblo rumano lo ha logrado!»68.
Teniendo en cuenta las enseñanzas de los sucesos de Braşov en
1987, donde la acción de los obreros fue aniquilada y la villa aislada
del resto del país, los líderes de la revolución de Timişoara decidieron
adoptar otra táctica. Lorin Fortuna declararía más tarde que teniendo
en cuenta que sería una falta “continuar atacando al ejército, a la
milicia existente en la época” y, a través del Frente Democrático
Rumano preparó una estrategia de lucha no violenta. Lanzaron una
llamada a la huelga general en todo el país69. Numerosos habitantes
de Timişoara partieron a otras ciudades, sobre todo a Bucarest, para
informar de su lucha y de su victoria y propagando el eslogan: “¡hoy
en Timişoara, mañana en todo el país!”70. Esta táctica se demostró
extremadamente eficaz, porque los habitantes de las grandes ciudades
estuvieron al corriente de la represión y de los crímenes de Ceausescu.
En la mañana del jueves 22 diciembre, un tren llegó a Timişoara
a bordo del cual iban guardias patrióticas, armadas de porras, pero
estas confraternizaron con los revolucionarios. Así, la última tentativa
de Ceauşescu por lograr el control de la ciudad fracasó. El fin del
régimen se aproximaba a pasos ligeros, pero el secretario general del
PCR estaba decidido a no ceder.
192
La revolución rumana de1989
2. BUCAREST, 21-22 DICIEMBRE
En la mañana del 21 diciembre, El Comité Político Ejecutivo
se reunió para discutir las medidas que debían tomarse para
restablecer el orden, como las promesas que debían realizar para
conseguir la adhesión de la población. Estas medidas debían ser
puestas en conocimiento de los participantes al mitin organizado en la
Plaza del Palacio. Como suele pasar, la multitud fue habilitada algunas
horas antes, siguiendo el plan establecido, con retratos de Ceauşescu
Nicolae y de Ceauşescu Elena, banderas de la República Socialista de
Rumania y del Partido Comunista Rumano, y pancartas con las
siguientes inscripciones: «Condenamos firmemente a los traidores!»,
«Que las manifestaciones chauvinistas de los infiltrados extranjeros
cesen!», «Rumania eligió: Socialismo, paz y progreso!», «Viva la
unidad inquebrantable de todo el pueblo alrededor del partido, su
secretario general, camarada Ceauşescu Nicolae!», «Nuestra estima y
fidelidad, Ceauşescu-Rumania!».
El mitin comenzó antes de mediodía, durante el cual Ceauşescu
apareció en el balcón del Comité Central acompañado de los
miembros del Comité Político Ejecutivo, para mostrar que todos los
miembros de la dirección del país estaban a su favor. Como
habitualmente, mientras intervenía el secretario general del partido, el
mitin era retransmitido en directo por la radio y la televisión. El mitin
fue abierto por Petrescu Barbu, primer secretario del Comité
Municipal del Partido. Después, representantes de diversas empresas
de la capital tomaron la palabra condenando “a los fanáticos” de
Timisoara, expresando su determinación a defender la independencia
y la soberanía de la Rumania socialista, para llevar a cabo los
objetivos establecidos por el XIV Congreso del PCR y las
disposiciones del secretario general del partido. Después Ceauşescu
Nicolae tomó la palabra y atacó a los medios revisionistas,
revanchistas, imperialistas, expresando su determinación a finalizar
con las acciones ilegales desarrolladas en Timişoara, con el fin de
restablecer el orden y de asegurar la edificación victoriosa del
socialismo en Rumania. Mientras hablaba, un ruido, como una
detonación, se escuchó por los altavoces, lo que creó pánico entre los
asistentes; según algunas fuentes, muchas mujeres fueron pinchadas
en las espaldas con agujas de madera y comenzaron a gritar. Lo que es
seguro es que hubo un estado de confusión y de temor, la gente, sobre
193
Ioan Scurtu
todo las primeras líneas, abandonaron las banderas y las pancartas y
corrieron en todas direcciones. Fue un momento psicológico esencial:
la gente tuvo la sensación de que eran atacadas en la Plaza del Palacio
delante de Ceauşescu Nicolae; no sabían por quién, por lo que tenían
un sentimiento de temor. La tentativa de Ceauşescu Nicolae y de
Ceauşescu Elena para reestablecer la calma tuvo un éxito limitado. Él
retomó su discurso, anunciando medidas que elevarían el nivel de vida
a partir del 1 de enero de 1990: aumento de 200 lei del salario
mínimo, 100 lei en las pensiones, 300 lei de ayudas sociales y 30-50
lei la asignación por niño, la concesión de una indemnización
maternal cuya suma estaría entre 1000-2000 lei71. Después, se retiró
del balcón, sin esperar las ovaciones habituales.
El efecto de la dispersión de los asistentes al mitin fue
devastador para Ceauşescu Nicolae. Los rumanos pudieron ver el
momento de la interrupción del discurso y escuchar la llamada
desesperada de los dos líderes para restablecer el orden. El dictador no
pudo controlar la situación, “su estatua comenzaba a tambalearse”. Al
final del mitin, la Plaza del Palacio fue evacuada y las personas que
debían asegurar el orden comenzaron a recoger los retratos, las
banderas y pancartas que estaban en el suelo. Una parte de los
manifestantes se quedó en la zona de la Plaza de la Universidad – el
Hotel Intercontinental- la Plaza Rumana72.
En el fondo, lo que pasó en la Plaza del Palacio de Bucarest era
semejante a lo acontecido en la Plaza Central de Praga, algunas
semanas antes. El mismo atropello que provocó el pánico, el mismo
desencadenamiento para un gran acontecimiento al que la multitud
asistió, la misma mediatización excepcional en el plano internacional.
El principio del dominó comenzaba a ser aplicado también en
Bucarest.
La brusca interrupción del mitin apareció en primera página en
la prensa internacional tras el mediodía del 21 de diciembre. Como el
mitin fue retransmitido por la televisión rumana, las imágenes
pudieron ser retomadas presentando el momento en que Ceauşescu fue
interrumpido y cuando la multitud se asustó. Teniendo la intuición de
lo que iba suceder en Rumania, numerosos periodistas extranjeros,
que habían venido para cubrir el XIV Congreso, prolongaron su
estancia, y la mayor parte de ellos se habían instalado en el Hotel
Intercontinental, en las habitaciones que daban a la Plaza de la
Universidad.
Delante de la entrada del pasaje subterráneo de la Universidad y
cerca de la fuente delante del Instituto de Arquitectura, había personas
194
La revolución rumana de1989
desconocidas que se dirigían a la multitud, como Dan Iosif y Dincă
Dumitru. Casi todos los discurso finalizaban por esta llamada “¡No
tengáis miedo, Ceauşescu será derribado!”. Delante de la Universidad,
había un grupo de revolucionarios de Timişoara que blandían la
bandera tricolor con el emblema de la República Socialista de
Rumania arrancado y exhortaban a la población a luchar para derribar
la dictadura. Las fuerzas especiales antidisturbios fueron movilizados
para dispersar a los protestantes, pero como ellos eran poco
numerosos y no estaban suficientemente instruidos en su misión,
fueron rápidamente eliminados, no pudiendo hacer otra cosa que mirar
a la multitud como espectadores. Camiones con obreros vestidos con
uniformes de las guardias patrióticas se abrían camino en la multitud.
Cuando veían a los camiones aproximarse, los manifestantes les
silbaban y les abucheaban, y cuando los camiones se alejaban les
aplaudían. Los blindados comenzaron a penetrar en la plaza, pero
algunos tuvieron que detenerse porque la gente no quería apartarse
para dejarles paso. Se produjeron altercados entre los manifestantes y
las fuerzas del orden y se registraron las primeras víctimas delante de
la Sala Dalles.
El 21 de diciembre, las manifestaciones delante de las
embajadas de Rumania prosiguieron de manera más intensa que los
días anteriores. En Belgrado, una manifestación se desarrolló a partir
de las 13:45. Según el embajador rumano, participaron alrededor de
500 a 600 personas con pancartas contra el régimen de Bucarest y con
velas encendidas en memoria de las víctimas de Timişoara73.
Por la tarde del 21 de diciembre, el embajador rumano
transmitió que “las posiciones y actitudes anti-rumanas tras los
recientes acontecimientos de Timişoara” fueron adoptadas por el
Presidium de la RSF de Yugoslavia, el Presidium del CC de la Unión
de los Comunistas de Serbia, la Unión de la Juventud Socialista de
Yugoslavia, la Unión de Estudiantes de Belgrado, la Asociación de
Veteranos de la Guerra de Liberación Nacional74. Por la tarde del 21
de diciembre, una nueva manifestación tuvo lugar delante de la
Embajada de Rumania en París, en la que participaron dos ministros
y numerosos parlamentarios, que pidieron ser recibidos por el
embajador rumano para informarse sobre lo que pasaba en Rumania.
Se les dijo que el embajador no les podía recibir, porque su horario de
trabajo había terminado, y que debían volver durante las horas de
trabajo del embajador o que el embajador iría a la sede de sus
ministerios. Los dos ministros se fueron, pero poco después, vino un
grupo de diputados, acompañados de las cámaras de televisión y de un
195
Ioan Scurtu
grupo de manifestantes. Ellos pidieron ser recibidos por el embajador
o por un diplomático rumano para acordar una entrevista con respecto
a los sucesos de Bucarest. Se les dio la misma respuesta que a los dos
ministros. El embajador Pete Gigea comunicó a Bucarest lo que estaba
pasando y demandó “ indicaciones urgentes sobre la actitud a adoptar
ante esta situación”75.
Las posiciones oficiales de condena del régimen de Bucarest se
multiplicaron. El ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia
hizo público un comunicado expresando “la profunda inquietud y su
firme protesta contra el uso de la fuerza contra los manifestantes”. El
Despacho Político del CC del Partido Obrero Unido Polaco expresó su
“pesar por los acontecimientos de Rumania”. El Shem polaco adoptó
unánimemente una moción condenatoria “de la represión perpetrada
por las autoridades rumanas” contra las manifestaciones pacíficas y
expresó su solidaridad con ellas76. La Comisión de política extranjera
de la Asamblea Popular de Bulgaria votó una declaración expresando
la profunda inquietud del pueblo con respecto a “los disturbios
populares” de Timişoara y de otras ciudades, que han provocado
escaramuzas con el ejército y han causado bajas humanas77.
El gobierno soviético mostró una actitud reservada, para no ser
acusado de inmiscuirse en los asuntos internos de Rumania. En la
mañana del 21 de diciembre, el embajador Ion Bucur solicitó una
entrevista con Aboimov y le entregó la traducción en ruso del discurso
pronunciado por Ceauşescu en la radio y la televisión, con el fin de
informar a la dirección y los medios soviéticos de los sucesos de
Rumania. Preguntado sobre si había víctimas en Timişoara, el
embajador respondió que no tenía información a este respecto.
Refiriéndose a las declaraciones hechas por Ceauşescu la noche
precedente con respecto a la intromisión en los asuntos internos de
Rumania, Aboimov señaló que semejantes afirmaciones “nos
sorprenden, están privadas de fundamento y no corresponden con la
realidad”, porque la Unión Soviética “funda sus relaciones con los
países aliados socialistas sobre la base de la igualdad, del respeto
recíproco y la no-injerencia en los asuntos internos”78. Los medio
soviéticos fueron muy prudentes evitando publicar artículos con
análisis, se limitaron a volver a difundir las informaciones
provenientes de Praga, Sofía, Varsovia, Viena, Washington, Tokio,
París, Londres, La Habana, como de la Agencia Rumana de Prensa
(Agerpress). Los ciudadanos soviéticos fueron informados que había
una situación difícil en Rumania, sobre la que las autoridades de
Bucarest guardaban silencio. Tomando la palabra delante del Soviet
196
La revolución rumana de1989
Supremo de la URSS Mijaíl Gorbachov declaró: “En lo que concierne
a los acontecimientos de Rumania ciertos diputados, sobretodo de
Moldavia, insisten para que reaccionemos durante este Congreso. Para
que podamos reaccionar, necesitamos tener informes exactos para
adoptar una posición correcta y hacer una apreciación justa. Nosotros
hemos mandado ayer a Tiajelnikov, embajador de la URSS en
Rumania para que pida a la dirección rumana informes exactos.
Hemos invitado al MAE al embajador de Rumania para darle
las mismas cuestiones y obtener informaciones. Por ahora, las
informaciones provenientes de Bucarest y algunas otras dadas por el
embajador Rumano no nos permiten hacernos una imagen real de lo
que pasa. Ustedes saben que la prensa extranjera exagera la situación
del país”79. Como réplica a esta proposición, el diputado de Moldavia,
Ion Hadârcă, afirmó que esperaba “informaciones más concretas,
eventualmente comunicadas” que clarificasen la situación. Estimó que
la política de culto a la personalidad continúa siendo aplicada en
Rumania pero que “lo que pasó en Alemania, Hungría, Checoslovaquia
sucederá inevitablemente en Rumania”. Considerando que el diputado
moldavo había superado los límites razonables, Gorbachov le
interrumpió: “No hace falta superar los límites llegando a la
intromisión en los asuntos internos de un Estado soberano”80.
Después del brusco fin del mitin, Ceauşescu Nicolae y
Ceauşescu Elena se quedaron en el edificio del Comité Central
donde eran informados de la evolución de la situación interior e
internacional. Estuvieron muy interesados por la intervención del
ejército norteamericano en Panamá, como por el desarrollo del
Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS. Ceauşescu estaba
seguro que había un pacto entre Bush y Gorbachov para cambiar el
régimen político de Rumania. Los informes indicaban que la revuelta
se estaba extendiendo por el Banato y gran parte de Transilvania. Pero
lo que le inquietaba más era la incapacidad de las fuerzas del orden en
dispersar la multitud que había ocupado el centro de la capital.
A diferencia de otros líderes comunistas que habían
comprendido, de buen o mal grado, que ellos debían ceder el poder,
Ceauşescu Nicolae estaba determinado a luchar para “salvar el
socialismo”, convencido que si abandonaban el socialismo llevarían a
Rumania hacia una verdadera catástrofe nacional. El 21 de diciembre
por la tarde, a las 18:00, tuvo lugar la última videoconferencia de
Ceauşescu Nicolae. Él afirmó al principio: “Deseo abordar algunos
problemas que han surgido actualmente y que muestran una acción
bien organizada y orquestada, buscando la desestabilización, dirigida
197
Ioan Scurtu
contra la integridad y la independencia de Rumania. No hay duda a
este respecto”. En consecuencia, se imponían medidas enérgicas para
defender el socialismo y la soberanía de Rumania. Él estimó: “Es
necesario decretar una movilización general de los miembros de la
dirección del partido y del Estado y a todas las fuerzas internas –la
milicia, la Securitate- incluidas las unidades militares (…). Hay que ir
a las empresas y explicarles la naturaleza de los problemas, poner en
marcha los destacamentos o grupos de defensa. Hace falta discutir
claramente con todos los miembros del partido. Ahora, hay que
verificar la calidad de los miembros del partido”. Pidió la
movilización de los miembros de la Unión de la Juventud Comunista,
las organizaciones de mujeres, porque “hay solo una vía- la lucha”.
“Debemos hablar abiertamente con la gente, decirle que han sido y
son utilizados por grupos y servicios secretos extranjeros, debemos
aislar y desenmascarar estos grupos (…), desbaratar la conspiración y
asegurar el orden y la paz, el desarrollo del socialismo, la
independencia y la integridad de Rumania”81.
Ceauşescu Nicolae estaba determinado a no ceder el poder,
estaba convencido que podría remontar los momentos difíciles. Se
llevó una gran cantidad de armamento y municiones a la oficina del
Comité Central, de manera que según el general Vlad Iulian, “se
podría resistir un mes” un eventual asalto de los manifestantes82.
Una vez acabada la teleconferencia, tuvo lugar una discusión,
en presencia de Ceauşescu Elena, Mănescu Manea, Emil Bobu, Silviu
Curticeanu, Vasile Milea, Tudor Postelnic, Vlad Iulian y otros;
Ceauşescu Nicolae estimó que la actividad de las estructuras centrales
no estaba coordinada. «Me refiero a la relación entre el ejército, las
unidades del Ministerio del Interior, la Securitate, así como de las
unidades de bomberos que rehusaron actuar diciendo que tienen su
propio mando. Las cosas se están alargando porque no se arreglan a
tiempo. Es inadmisible que después de cuatro o cinco horas, el grupo
de la Plaza de la Universidad no haya sido liquidado todavía.»83. En
consecuencia Ceauşescu Nicolae decidió instaurar un mando único,
asegurado por el ministro de Defensa Nacional, el ministro del
Interior, el ministro secretario del Estado y el Departamento de la
Securitate de Estado y el jefe del Estado Mayor de las Guardias
Patrióticas”. El secretariado de este mando estaría ejercido por Silviu
Curticeanu y la dirección general por Ceauşescu Nicolae. La realidad
mostró que este mando no tuvo una estructura clara, conforme a las
reglas militares conocidas, de manera que no actuó como un
organismo eficaz.
198
La revolución rumana de1989
Cuando la noche comenzó a caer, la muchedumbre no se
dispersó; habían ocupado el centro de la ciudad y gritaban eslóganes
contra el régimen: «Abajo la dictadura!», «abajo los asesinos!»,
«abajo Ceauşescu!», «abajo el tirano!», «no nos iremos!», «no
queremos morir!», «Timişorara, Timişoara!», «libertad, libertad!»,
«sin violencia!». Durante estos momentos decisivos, ninguna
personalidad notable apareció en la Plaza de la Universidad. La radio
y la televisión difundían canciones, el discurso de Ceausescu, sin el
momento de la interrupción (claro está), reportajes sobre «la unidad
inquebrantable» del pueblo alrededor del secretario general, y el
trabajo asiduo puesto en marcha por los obreros siguiendo las
disposiciones del XIV Congreso del PCR Los rumanos estaban hartos
de estas emisiones y preferían seguir los programas de televisiones
extranjeras (Sofía, Belgrado, Budapest, Chişinău) o escuchar la radio
“Europa Libre” y “La voz de América”, que cubrían ampliamente los
acontecimientos de Rumania.
Alrededor de las 23:00, en la zona de la Universidad y del Hotel
Intercontinental, se escucharon disparos; las balas trazadoras de
diversos colores fueron disparadas para intimidar a la multitud.
Seguros de que el ejército y la milicia iban a intervenir por la fuerza,
los participantes en la manifestación, como Dan Iosif y Petre Roman,
profesos de conferencias en el Instituto Politécnico de Bucarest,
construyeron una barricada en la calle Batistei, junto al Hotel
Intercontinental. Trajeron del restaurante Dunărea las sillas, mesas,
cubos de basura, como tablas y otros objetos para obstaculizar a los
blindados. La barricada fue destruida enseguida por dos carros
blindados ligeros después de medianoche y comenzó la represión bajo
el mando del general Milea, ministro de la Defensa Nacional. La
situación era extremadamente confusa, las conexiones entre los
comandantes funcionaban con dificultad, de manera que se llegó al
extremo en que el ministro de la Defensa Nacional daba las órdenes a
capitanes y a tenientes.
La intervención extremadamente violenta de las fuerzas del
orden acabó con 50 muertos, 462 heridos y 1245 detenidos
transportados a la cárcel de Jilava84.
Nicolae y Ceauşescu Elena pasaron esa noche en una habitación
especialmente preparada en el edificio del CC del PCR, para poder
estar informados rápidamente del desarrollo de los acontecimientos y
dar las disposiciones sobres las acciones a realizar. Sobre la 01:00,
Vasile Milea e Vlad Iulian informaron a Ceauşescu Nicolae que los
manifestantes habían sido dispersados de la zona central de la
199
Ioan Scurtu
ciudad85. Los dos generales estaban profundamente marcados por la
tragedia en la que se veían implicados. El general Vlad pensó que sólo
había una solución para salir de esta situación: la eliminación de
Ceauşescu. Él declaró delante de la Comisión Senatorial en octubre de
1993, que el general Milea estaba muy afectado por la situación a la
que se veían implicados: «Salimos al corredor, nos sentamos en los
sillones y lloramos; él dijo que no podía más y que yo debía contar a
su mujer e hijos lo que había pasado, que él no estaba preparado para
plantar cara a semejante situación. Le dije entonces que no podía dejar
las cosas así y que debíamos actuar. Yo, controlaba la situación en el
interior de la sede y él, fuera, pero estaba muy afectado». A la
pregunta de un senador: «Qué le dijo usted que había que hacer?»,
Vlad respondió: «Debemos detener a Ceausescu!». Pero Milea
respondió: «Querido, yo no puedo, no me siento capaz de hacerlo»86.
Esto mostraba claramente el estado de ánimo que reinaba al más
alto nivel del ejército como de la Securitate. En esa noche del 21 al 22
de diciembre se tuvo la posibilidad de detener a Ceauşescu Nicolae o
declararlo indisponible, que un mando incluso el general Vlad Iulian
anunciase al amanecer en la radio y la televisión, que se constituía una
nueva dirección. Pero ninguna persona asumió esta responsabilidad.
Los motivos fueron múltiples: el temor, el oportunismo, la ausencia de
visión histórica, etc. Fueran los que fueran los motivos, la realidad es
que no se pudo constituir “un equipo nº2” encargado de eliminar a
Ceauşescu y las consecuencias fueron dramáticas para los rumanos.
Al amanecer del viernes 22 de diciembre, las calles del centro
de la ciudad fueron barridas y los bomberos limpiaron las manchas de
sangre. Los blindados y los militares con sus uniformes de guerra
fueron desplazados a las entradas de la Plaza del Palacio. Alrededor de
un millar de militares del Ministerio de la Defensa Nacional y de la
Dirección V de la Securitate fueron enviados al edificio del Comité
Central, con la misión de defender esta ciudadela del régimen87.
Las noticias sobre las represalias de la noche del 21 al 22 de
diciembre se repartieron por la capital a velocidad de relámpago y
aumentó el estado de revuelta. En la mañana del 22 de diciembre, los
obreros de las grandes fábricas – Pipera, Republica, “23 de Agosto”,
IMGB (empresa de maquinaria pesada de Bucarest), etc. –se
dirigieron al centro de la ciudad. Era, en verdad, una reacción
espontánea contra los asesinatos perpetrados, pero hubo también cierta
organización. Los manifestantes blandían pancartas sobre las que
habían escrito: „Abajo el verdugo!», «abajo la dictadura!», «bajo
Ceausescu!» «moriremos y seremos libres!», «somos el pueblo/ abajo
200
La revolución rumana de1989
el dictador!», «libertad, libertad!». Las fuerzas del orden no
intervinieron más. Los blindados desplazados a la plaza fueron
rodeados por la multitud, los militares comenzaron a discutir con los
manifestantes asegurándoles que no usarían la violencia88.
A Ceauşescu jamás se le pasó por la cabeza ni un solo segundo
ceder. Reprochó al general Milea no haber sido capaz de restablecer el
orden. El ministro de Defensa, presa de remordimientos por su
implicación en las represalias de la noche precedente no pudo aceptar
que su nombre se uniese al de las victimas, y decidió poner fin a sus
días. Alrededor de las 09:30 él se suicidó en el edificio del Comité
Central. El gesto de Vasile Milea marcaba por «su sacrificio, la señal
de ruptura total entre el ejército y „el comandante supremo“»89. La
noticia del suicidio de Milea trastornó a Ceauşescu. Presente en el
edificio del Comité Central, Ilie Verdeţ, que conocía bien la situación
de la capital, fue a ver a Ceauşescu y le encontró en un «estado
deplorable, característica de sus momentos difíciles, donde perdía todo
equilibrio». Verdet le pidió que ordenase que no disparasen sobre la
gente y Ceauşescu le respondió: «No han disparado sobre la gente ni
lo harán». Y pronunciando estas palabras comenzó a temblar y dijo:
“Es una traición. El general Milea ha traicionado al país y al
pueblo”»90.
A las 09:45 tuvo lugar la última reunión del Comité Político
Ejecutivo91. Durante esta sesión, Ceauşescu dijo: «Dos minutos
después que el general Milea se fue de mi despacho, yo fui informado
que se había suicidado. Teniendo en cuenta su comportamiento
durante este periodo, la conclusión es que de hecho, él saboteó la
aplicación de las medidas y ha colaborado estrechamente con los
extranjeros. Está muy claro. Se ha creado una situación muy grave».
Después pidió a los miembros del CPEj.: «Quién está preparado para
luchar y quién no?» y se dirigió directamente a Paul Niculescu-Mizil,
que le respondió: «Usted me está preguntando si lucho o no?». De
cierto modo, ellos dijeron estar preparados para «luchar». Ceausescu
añadió: «hace falta decretar el estado de emergencia en todo el país. El
Presidente tiene derecho y es conforme a la Constitución. No
necesitamos convocar el Consejo de Estado». Todos los que estaban
presentes estaban de acuerdo. Silviu Curticeanu afirmó que si los
protestantes disparaban sobre los militares, nosotros dispararíamos
también”. Rădulescu Gheorghe estimó que era necesario «evitar el
derramamientote sangre», Dăscălescu añadió que había que
«reflexionar antes de abrir fuego sobre obreros honestos», pero Tudor
Postelnicu replicó que «o son los obreros honestos los que abrieron
201
Ioan Scurtu
fuego, sino los indecentes y los puercos». Ceauşescu Nicolae precisó:
«En verdad, no hay que disparar a los obreros. Somos los
representantes de los obreros y no podemos abrir fuego sobre ellos,
pero hay golfos también». Concluyó: “El traidor Milea es responsable
y hay otros también”. Nicolae Ceausescu añadió que había convocado
al Primer adjunto del Ministro, el general Victor Atanasio Stănculescu,
que «está ya a mi disposición». La sesión terminó en un estado de
confusión: «Ceauşescu Nicolae: Qué vamos a hacer? Vlad Iulian:
Actuaremos como usted ha dicho. Tudor Postelnicu: Es como será».
Sin embargo lo que el secretario general «ha dicho» no estaba claro.
El modo en que esta última sesión del Comité Político Ejecutivo
finalizó mostraba claramente que Ceauşescu no controlaba la
situación. La intransigencia de la que había hecho prueba el día
anterior cedió ante la realidad de que los obreros estaban en la calle.
No solamente la clase obrera no apoyaba al régimen sino que además
se rebelaba contra él. Así resignado, Ceausescu tuvo que declarar que
«no podemos disparar contra los obreros». Sin dar al ejército la orden
de retirarse a sus cuarteles, Ceauşescu había prácticamente
abandonado la idea de hacer uso de la fuerza contra los protestantes.
Al igual mientras la gente era matada, ningún miembro de este
organismo tuvo el coraje de disociarse del secretario general y de su
política, incluso por las represiones perpetradas la noche anterior.
Al final de la sesión, Ceauşescu Nicolae pidió la elaboración de
un decreto presidencial para la instauración del estado de emergencia
en todo el país. El decreto que fue leído en la radio a las 10: 11 y en la
televisión a las 10:50, estipulaba: “Teniendo en cuenta la grave
violación del orden público por medio de actos de terrorismo,
vandalismo y destrucción de bienes públicos”, en los términos del
artículo 75 de la Constitución, que el estado de emergencia es
decretado en todo el país. Todas las unidades del Ejército, del
Ministerio del Interior y las Guardias Patrióticas estaban en estado de
alerta. Durante el estado de emergencia toda concentración pública
estaba prohibida, como los desplazamientos en grupo de más de cinco
personas; la circulación por la noche estaba prohibida a partir de las
23:00, con la excepción de personas que trabajasen por la noche, etc.
El decreto estipulaba en conclusión: “Toda la población está obligada
a respetar estrictamente las leyes del país, el orden y la paz pública,
defender los bienes públicos, participar activamente en el desarrollo
normal de la actividad económico-social”. El decreto no tuvo ningún
efecto; hubo en la calle cientos de miles, quizás millones de rumanos,
de todo el país, que protestaban contra Ceauşescu y su régimen.
202
La revolución rumana de1989
El momento psicológico decisivo se produjo a las 10:59,
mientras la radio anunciaba que el ministro de Defensa Nacional
“actuando como un traidor, contra la independencia y la soberanía de
Rumania y, teniendo en cuenta que fue descubierto, se suicidó”. Se
tuvo en este momento el sentimiento de que el general Vasile Milea
fue fusilado por petición de Ceauşescu, porque el Ministro había
rehusado obedecer la orden de reprimir la revuelta popular por medio
de la fuerza. Quedando sin órdenes directas, el ejército confraternizó
con los manifestantes, que tuvieron así el acceso libre para asaltar el
Comité Central.
El general Stănculescu había llegado a Timişoara durante la
noche y afín de alejarse de una eventual implicación en la represión de
los manifestantes de Bucarest, se fue al Hospital Militar Central y se
enyesó la pierna y después regresó a casa. En la mañana del 22 de
diciembre, recibió la orden de Ceauşescu de presentarse
inmediatamente al Comité Central.
En cuanto llegó, Ceauşescu le pidió que tomase el mando del
ejército ya que el ministro Vasile Milea se había suicidado. En
consecuencia, el general Stănculescu se convirtió en ministro de la
Defensa Nacional a través de una orden verbal, porque no era
cuestión, teniendo en cuenta la situación, de que Ceauşescu firmase y
se publicase en el “Boletín Oficial” un decreto presidencial.
Stănculescu fue informado que dos regimientos, uno de tanques
y otro motorizado se dirigían hacia el edificio del Comité Central.
Entonces pidió al capitán Marius Tufan, del grupo operacional de
transmisiones del ejército, presente en el Comité Central que
“transmitiese enseguida la orden de volver a los cuarteles”. EL general
evaluó correctamente la situación, porque era prácticamente imposible
que el ejército llevase a cabo un enfrentamiento con las decenas de
millares de manifestantes que ocupaban el centro de la capital.
Después fue a informar a Ceausescu: “La unidades vienen de camino
y yo espero que lleguen a tiempo, pero debido a la presión en la plaza,
bajo mi punto de vista, usted debería salir del edificio del Comité
Central”92. Por su parte el general Vlad Iulian ordenó a sus tropas de la
Securitate que guardaban la zona de la Plaza del Palacio y del edificio
del CC del PCR que no disparasen sobre la gente que venía hacia este
perímetro93.
El decreto para instaurar el estado de emergencia fue difundido
muchas veces por la radio y la televisión. Las emisiones de la
televisión fue interrumpida a las 11:46. Este momento marcó el fin de
una etapa en la historia de la televisión rumana94, como instrumento de
203
Ioan Scurtu
propaganda al servicio del socialismo totalitario. La televisión debía
retomar sus transmisiones a las 19:00 con las informaciones, seguida
por el documental “la independencia económica y política total del
país- realización histórica de la época de Ceauşescu Nicolae”,
realizado por Vartan Arachelian, seguido por otro documental,
“Rumania en el mundo” (realizado por Paul Şoloc), etc., hasta las
22:00 hora de fin de programa. La radio continuó transmitiendo
canciones patrióticas. La represión de los manifestantes en la noche
del 21 al 22 de diciembre fue puesta al conocimiento de la opinión
pública mundial al comienzo del 22 de diciembre. Muchos cámaras
extranjeros instalados en las ventanas del Hotel Intercontinental,
filmaron imágenes terroríficas.
Las autoridades soviéticas continuaron teniendo una posición
reservada, pero querían conocer los puntos de vista de los países
vecinos de Rumania, que estaban bien informados de los
acontecimientos de Bucarest. El adjunto al ministro de Asuntos
Exteriores soviético, Aboimov, recibió la mañana del 22 de diciembre,
a Józef Birnbauer, consejero de la Embajada de Hungría en Moscú, y
le informó de la actitud de Ceausescu con respecto a las declaraciones
de Shevardnadze en Bruselas sobre las victimas registradas en
Rumania, añadiendo que la parte soviética rechazaba categóricamente
estas acusaciones. Jozéf Birnbauer declaró que no tenía informaciones
suplementarias pero que en «Budapest había un ambiente de luto e
inquietud» porque corría el ruido de que Tökés había sido eliminado.
El diplomático estaba convencido que «las últimas evoluciones
cambiarían dramáticamente este estado de ánimo»95.
Aboimov tuvo esa misma mañana una entrevista con el
embajador de Yugoslavia, por demanda de éste último; éste quiso
transmitir a los soviéticos las informaciones que tenía, provenientes
sobretodo del cónsul general de Yugoslavia en Timişoara y de
numerosos súbditos yugoslavos que quedaron en Rumania. Describió
los sucesos de Timişoara tras el 16 de diciembre: «las fuentes
yugoslavas revelan que han muerto centenas de personas en los
enfrentamientos, según estimaciones no comprobadas, el número de
víctimas supera los 2000 (…). Los obreros han ocupado las fábricas y
amenazan hacerlas saltar por los aires si sus reivindicaciones no son
satisfechas por los oficiales». Los oficiales del consulado yugoslavo se
han enterado «que los soldados y los milicianos manifiestan sus
simpatías por los manifestantes y que se han escuchado eslóganes
tales como „el Ejército no disparará sobre estudiantes y alumnos!“»96.
En Bucarest, Ceauşescu Nicolae vivía sus últimos momentos
204
La revolución rumana de1989
como secretario general del PCR y presidente de la República
Socialista de Rumania. La multitud que estaba en la zona de la Plaza
de la Universidad – el Hotel Intercontinental y la Plaza Romanacomenzó a desplazarse hacia el Comité Central sin que las fuerzas del
orden opusieran resistencia; en algunos minutos, ocuparon la Plaza del
Palacio y se prepararon para asaltar el Comité Central. Ceauşescu
Nicolae estaba en el balcón hacia las 11:30, con un megáfono, para
calmar los ánimos. No pudo hablar porque la multitud le abucheó y le
arrojaron diversos objetos. Desorientado e incapaz de hacer frente la
situación se retiró.
En el Ministerio de la Defensa Nacional, Ceauşescu Ilie recibió
a las 12:00 al representante del Tratado de Varsovia y al agregado
militar soviético a quienes informó que durante esa jornada sería
anunciada la constitución de un nuevo gobierno y él pedía a la Unión
Soviética que tuviera una actitud reservada, porque los círculos
imperialistas habían fomentado un complot internacional con vistas a
destruir el socialismo y a sacar a Rumania del sistema socialista y del
Tratado de Varsovia.
Ceauşescu Ilie estaba convencido que el pueblo rumano sabía
arreglar sus problemas solo97.
Finalmente, mientras que durante una semana la dirección
soviética había evitado expresar un punto de vista claro sobre la
situación rumana, el Congreso de los Diputados del Pueblo de la
URSS fue informado por Gorbachov, la mañana del 22 de diciembre,
que la embajada soviética en Bucarest había transmitido
informaciones sobre los acontecimientos que se desarrollaban durante
la noche anterior.
En consecuencia, el Congreso propuso la elaboración de una
declaración política. La declaración se aprobó con una mayoría
abrumadora (1809 votos a favor, 32 en contra y 65 abstenciones), y su
texto decía: “El Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS
expresa su profunda inquietud cara a los eventos dramáticos de
Rumania que han acabado con víctimas humanas. Lo que nos crea un
sentimiento de pesar. Nosotros expresamos nuestra esperanza en que
Rumania encuentre, lo más rápido que se pueda, la posibilidad de
arreglar de forma pacífica los problemas, en un espíritu de paciencia,
humanismo y de respeto de los derechos del hombre”98.
Mientras que este documento era aprobado en Moscú, en
Bucarest, los revolucionarios penetraban en el edificio y los militares
que se encontraban e el interior non oponían resistencia, sino que
incluso ponían a su disposición armamento y municiones. Muchos
205
Ioan Scurtu
revolucionarios se adueñaron de las armas, preparados a responder en
caso de ataque.
El Coronel Neagoe, jefe de la Dirección V del Ministerio del
Interior tomó la iniciativa de pedir helicópteros para evacuar a
Ceauşescu Nicolae y a los otros líderes. El general Stănculescu pidió
al general Iosif Rus, al mando de la aviación, que enviase
helicópteros; uno de ellos aterrizó sobre el tejado del edifico del
Comité Central. En el momento que los primeros revolucionarios
llegaban a la terraza del edificio, Ceauşescu Nicolae, Elena
Ceauşescu, como también Emil Bobu y Mănescu Manea, estaban a
bordo del helicóptero. Un militar, el mayor David Aurel, pidió a los
revolucionarios que se detuvieran: ¡Os pido que os quedéis ahí!, no os
aproximéis más, os lo ruego”. El helicóptero despegó en dirección del
Bulevar Magheru, para no sobrevolar la plaza ocupada por los
manifestantes.
A las 12:06, mientras Ceauşescu Nicolae se fugaba del Comité
Central, que simbolizaba el centro vital del poder político en Rumania,
el régimen totalitario-socialista se derrumbó. Las decenas de
millares de personas que estaban en la Plaza del Palacio vieron partir
el helicóptero con el sentimiento de estar derribando al más sangriento
dictador de la historia de Rumania. Pasquines fueron soltados por otro
helicóptero, con el siguiente texto: “¡Los enemigos os han convencido
para que hagáis mal a vuestro país. Buscan el caos y el desorden, para
conquistar Transilvania y toda Rumania. Parad vuestros actos
irracionales antes de que sea demasiado tarde!”99.
Afín de evitar que se crease un estado de confusión entre los
militares, a las 13:00 el general Stănculescu firmó una nota telefónica
ordenando que el ejército fuese solamente subordinado del Ministerio
de Defensa Nacional100. Algunos minutos antes de la caída de
Ceausescu (a las 14:00, hora de Moscú, 13:00, hora de Rumania), el
embajador rumano Ion Bucur fue convocado al Ministerio de Asuntos
Exteriores donde I.P. Aboimov expresó el punto de vista de la
dirección soviética sobre las afirmaciones del líder rumano el 20 de
diciembre: “Siguiendo la línea de sinceridad que caracteriza nuestras
relaciones, nos gustaría decirles que nos hemos sorprendido por el
tono del último discurso y por la afirmación concerniente a la posición
y el rol de la URSS en los acontecimientos de Timişoara. Rechazamos
firmemente las declaraciones sobre la campaña antirumana que se
desarrollaría en la URSS, así como las acusaciones según las cuales
las acciones dirigidas contra Rumania habrían partido de miembros
del Tratado de Varsovia. Estas afirmaciones son inaceptables y
206
La revolución rumana de1989
carentes de base real. También son absurdas las declaraciones de
ciertos oficiales rumanos según las cuales la URSS tendría la
intención de intervenir en Rumania”. El adjunto del ministro de
Asuntos Exteriores reiteró que su país respetaba el principio de
soberanía, de independencia, de igualdad de derechos, de no
intromisión en los asuntos internos, pero como hubo víctimas
humanas en Rumania, los soviéticos expresaban “su seria inquietud y
su profundo rechazo”. Aboimov recalcó que la Unión Soviética se
había pronunciado contra la convocatoria del Consejo de Seguridad
que debía tratar los sucesos de Rumania, considerando que esto
significaría una intromisión en los asuntos internos de un Estado
soberano por parte de una organización internacional. El diplomático
soviético afirmó en conclusión que la Unión Soviética deseaba
continuar desarrollando las relaciones entre los dos países “en el
interés de nuestros pueblos, en busca de la paz y el socialismo”101.
3. LA INSTAURACIÓN DEL NUEVO PODER
Este día, el 22 de diciembre de 1989, parte de los
revolucionarios se quedaron en el edificio del CC del PCR y sobre la
Plaza del Palacio, y otros se dirigieron hacia la radio y la televisión.
Ionescu Casimir, Voicu Mihai y Bebe Ivanovici llegaron los primeros
a la televisión y discutieron con el director general, Petre Constantin
sobre la reanudación de la emisión. El poeta Mircea Dinescu y el actor
Ion Caramitru aparecieron en la pequeña pantalla, con un grupo de
rebeldes y anunciaron la caída del dictador alrededor de las 13:00. En
la radio la noticia fue anunciada por Alexandru Mironov. Por su parte
Emmanuel Valeriu transmitió por teléfono desde Bucarest el primer
reportaje para “Europa Libre” que fue difundido enseguida102.
Los medios jugaron un papel excepcional en este fin de
diciembre de 1989. La noticia de la caída de Ceausescu generó un
gran entusiasmo por todo el país. La palabra “libertad” estaba en todos
los labios, la gente se abrazaba, los conductores pitaban con sus
cláxones y anunciaban la victoria “¡Ole, Ole, Ceauşescu ha caído!”.
Para expresar sus opiniones, ciertos revolucionarios se
dirigieron a la televisión y otros a la radio. Así, la revolución comenzó
a ser retransmitida en directo103. La mayor parte de los revolucionarios
se quedaron en la Plaza del Palacio, para escuchar los discursos
pronunciados desde el balcón del Comité Central. Hubo numerosas
personas que deseaban expresar su alegría por haber sido liberadas de
207
Ioan Scurtu
la dictadura, agradecer a los jóvenes, sobretodo a los estudiantes, por
su sacrificio, proclamar la libertad, la democracia, la enhorabuena, la
fe en Dios. Los más activos fueron algunos actores, directores de cine
y escritores, así como los opositores más o menos conocidos al
régimen de Ceauşescu. Algunos antiguos miembros del partido e
incluso algunos miembros del Comité Político Ejecutivo (Popescu
Dumitru, Rădulescu Gheorghe, Janos Fazekas) vinieron a la televisión
para condenar “al odiado dictador”.
Sin embargo, ninguna persona asumió la responsabilidad de
tomar el poder y de comunicar la aplicación de un programa tras la
caída de Ceauşescu. A las 13:30, el general Stănculescu firmó una nota
telefónica que precisaba: “Las unidades militares de todo el país se
retiran a sus cuarteles, en orden, si dejarse provocar, desarmar o
dispersar. Las unidades militares que fueron desplazadas frente a los
edificios de los comités departamentales del partido, tranquilizarán los
ánimos, sin abrir fuego, y se desplazarán justo después a los cuarteles.
En sus recintos las unidades, organizarán la defensa de sus cuarteles y
de todos los establecimientos militares”104. En otra nota telefónica,
transmitida a la misma hora, el general Stănculescu precisó: “Sólo
las órdenes transmitidas por el Ministerio de Defensa serán
ejecutadas”105.
Conforme a las órdenes, los mandos militares debían hacer
guardar los lugares civiles extremadamente importantes por unidades
armadas, que no debía abrir fuego salvo en el caso de ser atacados por
grupos armados. Para establecer los lugares de prioridad, los
comandantes militares debían consultar a los representantes de las
autoridades locales. Los militares encargados de guardar estos sitios
debían llevar un brazalete tricolor106. Teniendo en cuenta estas dos
notas telefónicas, algunos, historiadores o no, llegaron a considerar
que Stănculescu había perpetrado un golpe de Estado y con la ayuda
del ejército había tomado el poder político en Rumania.
Un análisis, por muy escueto que sea, de los acontecimientos
del 22 de diciembre llevan a la conclusión que las notas telefónicas
mencionadas son el resultado de una situación que no había sido
creada por el general Stănculescu, sino por la gran masa de población
que controlaba la calle. En este contexto el ejército no podía afrontar a
cientos de millares de personas; lo que no habían hecho cuando
Ceauşescu estaba en el poder, menos podría hacerlo ahora que el
sentimiento de victoria de los rumanos más ánimo107.
A las 13:30 Ceauşescu Nicolae ya había abandonado el poder y
no ejercía más el cargo de comandante supremo del ejército, ni el de
208
La revolución rumana de1989
secretario general del PCR y de presidente de la República Socialista
de Rumania. Hacer un golpe de Estado significa quitar el poder de
facto a un dirigente, pero a esta hora Rumania no tenía dirigente. En
consecuencia el general Stanculescu no tenía ninguna razón para
fomentar un golpe de Estado, porque tal acto –si tenía la intención de
realizarlo- no tenía ningún objeto. A las 13:30 él que había sido
designado verbalmente en ministro de la Defensa Nacional a dado una
orden, lo que se inscribía dentro de la lógica de la situación concreta.
Es muy importante mencionar que Stănculescu se fue del
edificio del Comité Central tras asegurarse que el helicóptero que
tenía a bordo a Nicolae y Ceauşescu Elena había despegado. Él se
mezcló en la multitud que venía hacia el Comité Central y fue a pie
hasta el antiguo edificio del Ministerio de la Defensa Nacional, calle
Valter Mărăcineau (cerca de Cişmigiu) para procurarse un coche para
ir al Ministerio de la Defensa Nacional108. Sería la primera vez en la
historia que el autor de un golpe de Estado pasase a través de la
multitud como un desconocido, tras haber logrado, de un solo golpe,
liquidar todo un régimen político. Y en cuanto el autor de un golpe de
Estado logra obtener un coche solicitado se dirige al Ministerio de
Defensa Nacional en el barrio de Drumul Taberei donde él se quitó el
yeso. A partir de este momento ejerció como ministro teniendo en
cuenta el hecho que el Ministro titular, el general Vasile Milea, había
muerto y que el general Guşă Ştefan jefe del Gran Estado Mayor no
había regresado de Timişoara. El general Stănculescu hizo prevalecer
el hecho que él era el primer adjunto del ministro y que había sido
designado por Ceauşescu Nicolae. Su orden se cernía estrictamente a
las operaciones del ejército, que debía asegurar los edificios civiles de
importancia particular y no abrir fuego sino era atacado. El autor del
“golpe de Estado” no cogió ninguna función del Estado, ni designó a
ninguna persona para dirigir el gobierno o las otras estructuras
político-administrativas. Al contrario él pidió a los mandos militares
que se pusieran de acuerdo con los representantes de las autoridades
locales, sobre los que no tenía ninguna influencia, él que “era el autor
del golpe de Estado”.
A partir del momento en que Ceauşescu se marchó del edificio
del Comité Central que era en sí el centro vital del poder, dejó de
ejercer todas sus prerrogativas constitucionales. Ceauşescu no era
solamente el jefe supremo del Ejército y presidente del Consejo de
Defensa de la República Socialista de Rumania, sino también el
presidente de la República y del Consejo de Estado, él nombraba y
revocaba los ministros, los miembros del Tribunal Supremo, establecía
209
Ioan Scurtu
los cargos diplomáticos, etc.109. En su calidad de secretario general del
PCR, Ceauşescu coordinaba todas las organizaciones del partido,
incluidos los Primeros secretarios de los departamentos, que eran
también los presidentes de los consejos departamentales. Reducir las
funciones y el poder de Stănculescu a la dimensión militar, para poder
justificar “el golpe de Estado”, constituye una aproximación simplista.
Ceauşescu no podía ejercer más su poder porque, en razón de la
inmensa presión popular, él fue obligado a abandonar el mando militar
del país, y no porque Stănculescu hubiese transmitido un comunicado
al ejército.
La historia nos ha mostrado que un hombre que fomenta un
golpe de estado se dirige inmediatamente a los ciudadanos para
anunciarles que él toma el poder debido a circunstancias
excepcionales; después de haber culpado al que acaba de derribar del
poder, lanza un documento-programa donde al menos hay algún
eslogan que defina sus acciones futuras; la población es llamada a
mantener la calma y la paz, se le asegura que todo irá bien y que una
nueva época comenzará en la historia del país. En realidad, el 22 de
diciembre de 1989, el general Stănculescu no se desplazó ni a la radio
ni a la televisión para hacer tales anuncios, él se quedó en su despacho
del Ministerio de la Defensa Nacional para asegurar la dirección
operacional del ejército y evitar, en primer lugar un enfrentamiento
entre los militares y los manifestantes. Por otro lado, el general
Stănculescu no manifestó ninguna veleidad del líder político, no se
dirigió a ninguna de las estructuras civiles del Estado, al contrario,
esperó el desarrollo de los acontecimientos con el fin de ponerse a
disposición de la nueva dirección del Estado, para tranquilizar con el
apoyo del Ejército. A las 13:30 no había ninguna dirección a la que se
pudiera dirigir; de hecho se había creado un vacío de poder y la
situación no se había podido dominar. El estado de euforia era
inducido desde Bucarest por la radio y la televisión donde diversas
personas, de profesiones y formaciones intelectuales diferentes,
expresaban su alegría por ver a Rumania libre y que una era de
prosperidad y felicidad se abría para el pueblo. Semejantes
manifestaciones tuvieron lugar en todos los departamentos, pero el
pueblo quería saber que pasaba en la capital. Las personas que poseían
la dirección del país, de los departamentos y las comunidades,
elegidas o designadas bajo el régimen de Ceauşescu no podían ejercer
más su función porque habían sido eliminadas por la intervención del
pueblo que había tomado al asalto los sedes de los comités del partido
y los consejos populares. Hubo en cada ciudad un “balcón” donde la
210
La revolución rumana de1989
gente se subió para pronunciar los discursos anunciando la victoria
contra la dictadura, el comienzo de una nueva era en la historia de
Rumania, fundamentada en la democracia y la libertad.
Teniendo en cuenta a esta realidad, la afirmación según la cual
el general Stănculescu estaba controlando la situación a través de un
“golpe de Estado” era totalmente fantasiosa. Durante el curso de unas
horas no hubo en Rumania autoridad alguna. Los despachos de
dirección estaban siendo ocupados por los manifestantes que destruían
los cuadros de Ceauşescu Nicolae, arrancado los eslóganes de los
muros y arrojando a la calle los libros del antiguo dictador. Aunque
hubiera tenido la intención de tomar el poder, Stănculescu no tenía a
quién mandarle la ejecución de sus directivas.
Teniendo en cuenta las circunstancias por las que el ejército se
quedó sin ministro, ya que la nominación de Stănculescu por
Ceauşescu Nicolae no fue hecha pública, el mérito del general
Stănculescu fue el de asumir la responsabilidad de tomar el mando y
ordenar la vuelta de los militares a los cuarteles. Se gritó entonces:
“¡El Ejército está con nosotros!”, pero hubo provocaciones eventuales
que no pueden olvidarse, ya que generaron incidentes, llegando a
enfrentamientos violentos entre civiles y militares, con efectos
desastrosos para el país.
Conforme a los reglamentos militares, un comandante debía
emitir las órdenes a ejecutar por todo el escalafón militar. Teniendo en
cuenta el hecho que el general Guşă Ştefan jefe del Gran Estado
Mayor, y adjunto al ministro de la Defensa Nacional, no había llegado
todavía de Timişoara, el organismo militar no debía verse privado de
un comandante y Stănculescu asumió esta responsabilidad.
Mientras tanto, la situación no estaba clara. El general
Stănculescu había sido nombrado ministro de la Defensa Nacional a
través de una orden verbal de Ceauşescu Nicolae, sin que esta
nominación se pusiera en el conocimiento de los comandantes del
ejército y de otros cargos responsables. Después de la muerte de
Milea, el cargo de ministro debía ser ocupado normalmente por el jefe
del Gran Estado Mayor y muchos generales sabían que el que daba las
órdenes era Guşă. A su vuelta de Timişoara, Guşă se instaló en el CC
del PCR y no en el Ministerio de la Defensa Nacional y sus esfuerzos
por tomar contacto con los generales fracasó110. La televisión anunció
que el general Militaru era el ministro de la Defensa Nacional y
muchos generales se erigieron en comandantes, dando sus órdenes a
los militares de las diferentes unidades que habían regresado a sus
cuarteles o a Bucarest para defender la Revolución. Esto generó
211
Ioan Scurtu
confusiones y órdenes contradictorias sin que supiesen muy bien a
quién debían obedecer.
Muchas personas presentes en el balcón del Comité Central, en
la televisión y en la radio anunciaron la constitución de un nuevo
gobierno y la elaboración de un programa revolucionario. Se trataba
del antiguo primer ministro Constantin Dăscălescu, que fue abucheado
por la multitud y obligado a dimitir, Illie Verdeţ, también él antiguo
Primer ministro, que la multitud encontró delante del Comité Central
al que no le dejaron hablar. En cierto momento se gritó desde el
balcón del Comité Central: “¡Hacer venir a Mănescu Corneliu, que él
forme gobierno!”; él había sido ministro de Asuntos Exteriores y
firmó “La letra de los seis” en marzo de 1989 y en consecuencia,
había sido emplazado en residencia vigilada a las afueras de Bucarest.
Se registraron muchas tentativas por formar gobierno en los
corredores del comité Central, la Televisión, en la calle; no duraron
más que algunos minutos. Durante su primera intervención televisada,
Mircea Dinescu anunció: “¡En diez minutos, lanzaremos una llamada
a la población!” Pero esta llamada, que iba a presentar un programa
jamás se hizo.
A las 14:00, el capitán Dumitrescu Cico Constantin, presente en
el estudio 4 de la Televisión dijo: “¡Ruego al camarada Iliescu Ion,
que es amigo mío, que venga a la Televisión! ¡Camaradas, debemos
organizarnos!”111.
Evocando estos acontecimientos, Iliescu Ion posteriormente
precisó: “En el momento en que yo decidí acudir a la Televisión, mi
idea era simple: quería estar presente en los acontecimientos que yo
esperaba y que consideraba como decisivos para el destino del país
(…) Viendo este desencadenamiento inmenso de energías, yo me dije
que hacía falta dar coherencia al movimiento espontáneo de las masas,
evitar el caos y la anarquía, crear un hilo conductor entorno al cual se
reagrupen todas las fuerzas capaces de orientar los deseos de la
multitud y organizar sus acciones en un programa político unido”112.
La aparición de Iliescu Ion en la televisión algunas horas después de la
caída de Ceauşescu Nicolae, fue saludada con entusiasmo por Teodor
Brateş, que había tomado la dirección de las emisiones en el estudio.
Con el correr del tiempo, Iliescu Ion se hizo un gran número de
amigos entre los colegas con los que él había trabajado en la Unión de
Asociaciones Estudiantiles, del Departamento de Propaganda del
Comité Central del PCR, a los comités del Partido de Timiş e Iaşi, al
Consejo Nacional de Aguas, de Ediciones Técnicas; apasionado de la
música y el teatro, tenía relación con actores, músicos, en general con
212
La revolución rumana de1989
muchos intelectuales. No era sorprendente que Iliescu Ion fuese la
personalidad política más conocida y apreciada para los que desfilaron
y tomaron la palabra en la televisión en la tarde del 22 de diciembre de
1989.
Dotado de un sentido político real, él comprendió que debía
implicarse en este momento en la organización de una nueva
estructura de poder afín de impedir que el caos se apoderase del país
entero. Tomó la palabra antes de las 14:45. Después de haber saludado
la marcha del dictador Ceauşescu, declaró: “Nuestro pueblo debe
mostrar su madurez para poder reorganizarnos según bases
democráticas. Constituiremos hoy un Comité de Salud Nacional, que
debe comenzar a restablecer el orden”113. Pidió que “todos los que
considerasen que podían comprometerse en una acción constructiva”
se presentasen a las 17:00 al Comité Central: “hace falta
absolutamente que nos reorganicemos, en un Comité de Salud
Nacional. Debemos elaborar un programa de acción”.
Así, en su primera aparición pública, Iliescu Ion actuó como un
líder político dispuesto a asumir la responsabilidad de organizar
Rumania sobre bases democráticas.
Del edificio de la televisión, Iliescu Ion se desplazó al
Ministerio de la Defensa Nacional donde debatió con el general
Stănculescu. Posteriormente Iliescu precisó: “Él nos acogió y nos
ofreció las primeras informaciones. Yo me di cuenta que la única
institución con la que podíamos contar en estas condiciones era el
Ejército. Había también una red telefónica que cubría todo el territorio
de Rumania”114. El general Victor Stanculescu describiría así este
momento: “Le dije a Sergio Nicolaescu que enviaría un blindado a la
televisión para transportar a los que allí había, porque les podía
asegurar su protección en el Ministerio de la Defensa Nacional. Así,
Iliescu, Nicolaescu, Voican y otro que llevaba una pistolaametralladora colgada del hombro, Montanu, llegaron al MDN y el
ayudante de campo dijo: «No pueden entrar armados, las armas se
quedan aquí!» Entonces Iliescu me pidió: «Qué es lo que está
pasando?» y yo le dije: «Yo puedo asegurar vuestra seguridad y poner
a vuestra disposición la sala del Consejo Militar!”». El general
Stănculescu afirmó que “Iliescu no sabía que cuestión plantear;
entonces yo le presenté la situación y le dije que el ejército estaba en
sus cuarteles y que no saldrían más, que yo podía asegurar su
seguridad”. A la pregunta de Dinu Săraru: “¿Cómo le trató usted?
¿Cómo un posible líder de la Revolución?”, Stănculescu respondió:
“Consideré que era un posible líder (…) De hecho tenía confianza en
213
Ioan Scurtu
él, no le dije directamente “¡Tome la comandancia y ponte a trabajar! ,
sino le dejé hacer lo que quisiese”. El general les explicó: “Les puedo
dar comida, pongo a su disposición colchones, camas plegables y
todos pueden dormir esta noche en el Ministerio”115.
El relato del general Stănculescu contenía dos elementos
inexactos: Las personas mencionadas no vinieron al Ministerio de
Defensa en blindado, sino en coches; y ellos se quedaron a dormir la
noche del 22 al 23 de diciembre en la televisión, no en el Ministerio
de Defensa Nacional. De todas formas, el contenido de estas
declaraciones es fundamental: en su calidad de ministro de Defensa, él
ofrecía a Iliescu Ion y a sus acompañantes su protección personal, una
sala para desarrollar sus debates, comida y un lugar donde dormir. La
idea que tomaba cuerpo era que el Ejército le daba el poder a Iliescu
Ion”116.
Para controlar el poder, el ejército debería tener, controlar la
situación en el país, los organismos del Estado deberían funcionar y
admitir las órdenes dadas por el general Stănculescu. Lo cierto es que
a mediodía del 22 de diciembre, el antiguo aparato de Estado no
funcionaba y el nuevo poder no estaba constituido.
En esta atmósfera de confusión general, Victor Stănculescu
tomó una decisión importante: él aseguró al nuevo poder que se
diseñaba, con Iliescu Ion a su cabeza, el apoyo del ejército, la única
institución nacional que había mantenido su estructura y organización
y que actuaba siguiendo las órdenes del ministro de Defensa Nacional.
Por otra parte puso a su disposición la logística necesaria, desde la
línea telefónica hasta unas camas plegables.
Por su decisión de ejercer el mando del ejército rumano en un
momento decisivo, el general Victor Stănculescu unió su nombre al
éxito de la Revolución de Diciembre de 1989. No es necesario forzar
las fechas y la realidad histórica para atribuirle acciones que no
emprendió y actos que no cometió. El general Stănculescu se puso a
disposición del nuevo poder constituido en la tarde del 22 de
diciembre y aplicó las decisiones de este poder.
Volviendo al desarrollo de los acontecimientos, hace falta
mencionar que bajo esta atmósfera de euforia y de disolución de la
autoridad del Estado, diversos individuos han saqueado las tiendas
(sobretodo alimenticias). En el mismo edificio del Comité Central, los
“revolucionarios improvisados” abrían las cajas fuertes, robaban
lámparas, teléfonos, alfombras. Los militares en el interior del edificio
abandonaron sus puestos, armas y municiones. Aprovechando la
ocasión, muchos revolucionarios se adueñaron de las armas para
214
La revolución rumana de1989
defenderse contra un eventual ataque de los “miembros de la
Securitate”.
Comenzaron a circular rumores alarmistas, rumores que eran
posibles, porque no se esperaba que Ceauşescu Nicolae abandonase
definitivamente el poder. El primero que lanzó la idea de que la
revolución estaba en peligro fue el general Nicolae Militaru. Fue a la
televisión a las 14:00 y lanzó una llamada “a los generales que
ocupaban altos cargos en el Ejército” (nombró a los generales Guşă,
Eftimescu, Topliceanu y otros) y les pidió: “¡Parad la masacre!”. La
llamada fue sorprendente, teniendo en cuenta que el estado de euforia
reinaba por doquier y que no se había señalado ningún incidente
armado. El general Guşă, jefe del Gran Estado Mayor, afirmaría más
tarde que Nicolae Militaru “debió actuar conforme a un plan
preestablecido” con el objetivo de desestabilizar el ejército y “lograr
que cayesen algunas cabezas”118. Su aparición con el uniforme de
general y dando órdenes al ejército, aunque no tenía la competencia
para hacerlo, hacía creíbles sus afirmaciones∗. Durante las horas
siguientes, las llamadas se intensificaron; Teodor Brateş, Ionescu
Victor, Popescu Petre, Cornelius Roşianu, Marinescu George, y otros
locutores, como diversos revolucionarios presentes en el estudio nº 4,
demandaron al pueblo venir a defender la televisión,. El mismo
espíritu reinaba en la radio. Munteanu Mircea, Popescu Viorel y otros
empleados de esta institución, como revolucionarios lanzaron
llamadas para estar vigilantes. Alrededor de las 15:00, Popescu Viorel
envió el siguiente mensaje: ¡Ciudadanos de Bucarest! Debemos
informarles que los estudios de radio están en peligro. Tenemos que
salir a la calle y defender el edificio de la radio en la calle Nuferilor.
¡Queridos rumanos, debemos mantener la victoria lograda con sangre
derramada! ¡La libertad debe ser instaurada en Rumania, ahora o
nunca! (…) ¡Oficiales y ciudadanos rumanos, ciudadanos de Bucarest,
defended los puntos estratégicos, la radio y la televisión rumanas!
¡Hermanos rumanos, haced una muralla viva alrededor de estos
importantes edificios que aseguran la unión entre nosotros! Debemos
defender la victoria del pueblo”119.
A las 17:00, el mismo locutor anunció que “combates
encarnizados tenían lugar desde hacia unos minutos” en la Plaza del
Palacio120 y lanzó una llamada a los conductores de camiones y de
∗
El 15 de febrero de 1990, el general Nicolae Militaru, en calidad de ministro de
Defensa Nacional, aprobó el arresto del general Guşă acusado de genocidio (archivos
del Instituto de al Revolución rumana)
215
Ioan Scurtu
vehículos pesados para que rodeasen los edificios de la radiodifusión e
impedir así que los terroristas pudieran penetrar. La población fue
llamada a defender la revolución y a luchar contra los terroristas que
se esconderían en los sótanos de los edificios pensando hacerlos saltar.
Teniendo en cuenta esta situación, muchas personas se presentaron en
las empresas e instituciones donde trabajaban y tomaron las armas que
poseían las guardias patrióticas (las guardias fueron constituidas en
1968) y salieron a la calle; en algunos casos, los mismos militares les
dieron sus armas. Los cruces y alrededores de los principales edificios
– sobretodo de la Radiodifusión y de la Televisión – se situaron
revolucionarios con brazaletes tricolores para controlar a la gente,
verificar si llevaban armas, granadas u otras armas peligrosas. El país
parecía hundirse en el caos. Todo lo que era autoridad, orden,
disciplina, levantado por la dictadura, la propiedad del Estado
levantada por Ceauşescu merecía ser desvalijada. En muchas
localidades, la gente rompió las vitrinas de las tiendas y robó todo lo
que pudo llevarse encima, desde latas de conservas hasta abrigos de
piel; muchos obreros robaron en las empresas en las que trabajaban;
los campesinos comenzaron a desvalijar las cooperativas agrícolas de
producción, se apoderaron del ganado, caballos, borregos, máquinas,
etc. Después de una breve detención en Snagov, Nicolae y Ceauşescu
Elena se dirigieron en helicóptero hacia Târgovişte. En un momento
dado, el piloto Vasile Maluţan anunció que el helicóptero debía ser
identificado y que se arriesgaban a ser pulverizados. Ceauşescu
Nicolae aceptó que el helicóptero se pusiera en la ruta Bucarest-Titu y
él y su esposa descendieron. El helicóptero despegó inmediatamente y
ellos hicieron autostop. Se montaron en el coche de un médico, hasta
la comunidad de Văcăreşti, y después en otro coche, hasta el Centro
de protección de plantas cerca de Târgovişte. Allí, ellos fueron
llevados por dos milicianos al bosque de Răţoaia, cerca de la
comunidad de Bocsani donde llegaron a las 14:30. Durante todo este
tiempo, la radio y la televisión difundían noticias a cual más fantasiosa
sobre Ceauşescu: que había huido a Irán o a Corea del Sur, que se
refugió en las montañas junto a numerosos “miembros de la
Securitate” y terroristas, y tenía intención de volver a Bucarest para
detener la revolución; que ejércitos extranjeros intervendrían para
apoyarle; que se habían identificado helicópteros procedentes del mar
Negro, y Rumania se encontraba al borde de una inminente agresión
extranjera.
Cuando el médico dijo a quién había transportado en su coche,
el alcalde de Văcăresti dio un telefonazo a la televisión para anunciar
216
La revolución rumana de1989
que el matrimonio Ceausescu se dirigía a Târgovişte. A partir de este
momento, surgieron diferentes especulaciones en cuanto a donde se
establecería para dirigir la acción de represión contra la revolución. De
hecho, los dos esposos se quedaron en el bosque de Răţoaia hasta las
17:30; fueron transportados a la Inspección departamental de la
milicia; y hacia las 18:00, estaban en el despacho del jefe de
Inspección121. Poco después, Nicolae y Ceauşescu Elena fueron
llevados por dos oficiales a la unidad militar donde el comandante era
Kemenici. Ellos quedaron allí hasta su ejecución, el 25 de diciembre.
Durante la tarde del 22 de diciembre, todos los rumanos estaban
entusiasmados: habían derribado la dictadura y eran libres. Los
edificios de los comités departamentales y comunales habían sido
asaltados, los líderes políticos se habían apartado, incluso algunos
habían sido detenidos. La revolución se apoderó, prácticamente, de
toda Rumania. Los edificios de la Securitate eran objetivo de los
revolucionarios, pero bajo las órdenes del general Vlad Iulian, las
armas se encontraban en las armerías, las cajas fuertes cerradas,
ninguna persona intentaba defender a Ceauşescu122. Evidentemente
toda la nación tenía puesto sus ojos en Bucarest, donde los discursos
se sucedían en la televisión y en la radio. De todas las intervenciones
en la televisión, es necesario mencionar la del patriarca de la Iglesia
ortodoxa rumana, Su Beatitud Teoctist, que declaró que la Iglesia
ancestral debía estar presentes, con sus jerarcas, en estos momentos
grandiosos de la historia del pueblo rumano; expresó su plena
adhesión a este momento histórico y lanzó “una llamada a los jerarcas,
a los sacerdotes y a los fieles de la Iglesia Ortodoxa rumana para que
colaborasen y obedeciesen las disposiciones de los comités locales
para llevar a un buen final la obra comenzada”123.
De regreso al Comité Central, después de las 17:00, Iliescu Ion
se dirigió a la multitud anunciando la intención de constituir un
Consejo del Frente de Salud Nacional. “Elaboraremos medidas
dirigidas a la organización provisional de la dirección y de la
administración pública a nivel central y local, en todos los
departamentos (…). Nuestra meta es constituir una nueva estructura
de poder político (…). Ponemos en marcha las estructuras
provisionales necesarias para asegurar el funcionamiento de la
sociedad, vamos a preparar elecciones libres, crear una nueva vía para
que el pueblo sea realmente el factor de decisión, de dirección de la
vida pública”124. Resulta de las dos intervenciones de Iliescu Ion en la
televisión y en la Plaza del Palacio, por un lado, que estaba
determinado a reorganizar la sociedad, y por otro lado, que en el
217
Ioan Scurtu
momento de la caída de Ceauşescu, los documentos necesarios para
tomar el poder no existían y que nadie sabía quién tomaría el poder.
El nombre de la nueva organización – el Frente de Salud
Nacional- sugería la idea de la unidad del pueblo rumano frente a la
dictadura, en oposición total a la idea del partido único, que había
funcionado desde decenios en Rumania. Otros países socialistas
(Checoslovaquia, RDA) habían preferido el nombre de forum, basado
en la sociedad civil, pero en Rumania era inexistente125. Muchos
fueron los que respondieron a la llamada lanzada por Iliescu Ion.
En el edificio del CC del PCR estaban juntos Silviu Brucan,
Petre Roman, los generales Nicolae Militaru y Guşă Ştefan, Gelu
Voican-Voiculescu, el capitán Mihai Lupoi, el coronel Pârcălăbescu,
Dumitru Apostoiu. Vinieron a continuación Alexandru Barladeanu,
Dumitru Mazilu, Sergio Nicolaescu y otros. Gheorghe Apostol,
antiguo activista del partido, quiso entrar pero no se lo permitieron.
Los criterios de selección no eran claros. En realidad, Gheorghe
Apostol había firmado “La carta de los 6”, como Brucan, que sin
embargo tenía el papel de “ideólogo” de la revolución. Petre Roman
contaría: “Mientras estábamos en el edificio del Comité Central, se
anunció la llegada de Gheorghe Apostol, todos nos negamos (…) En
cierto momento se nos comunicó que Corneliu Coposu había venido.
Yo no tuve tiempo de iniciar mi reacción. ¡Que se vaya! Gritaron
simultáneamente Iliescu y Bârlădeanu. Me callé”. Su reacción es
excusable, porque Roman no conocía nada del pasado de Coposu. Él
lo supo más tarde y en 1994 dijo: “Estoy convencido ahora que en este
momento hubo giro desgraciado en la revolución rumana”126. En otro
momento, Petre Roman diría que la escena tuvo lugar en la televisión:
“Yo recuerdo que mientras estaba en la televisión, un hombre muy
elegante, con un abrigo gris y llevando un sombrero de astracán negro,
como antiguamente cuando era la moda, vino mientras alguien
pronunciaba el nombre de Coposu, y hubo una reacción negativa. Yo
no tuve tiempo de iniciar mi reacción “¡Qué se vaya!” gritaron casi a
la vez Iliescu y Bârlădeanu. Me callé ”127. Hace falta precisar que el
líder nacional-campesino, Corneliu Coposu que evocó muchas veces
volver a su actividad el 22 de diciembre de 1989, jamás mencionó
haber estado en el Comité Central o en el interior del edificio de la
Televisión rumana. Declaró que a mediodía de ese día, se desplazó al
edificio de la televisión. “Cuando llegué aunque había amigos -uno de
ellos, hoy es secretario general de nuestro partido PNŢCD abrió la
puerta a Iliescu en persona –el acceso al estudio 4 no era permitido a
nadie.
218
La revolución rumana de1989
Comuniqué con la ayuda de muchas personas conocidas, que
tenían una carta de acceso. Yo dije que estaba allí y que quería hablar
con Iliescu, que se dirigía al pueblo a través de la pequeña pantalla.
No logré entrar en el estudio. Envié una nota a Iliescu, pero no se
dignó a responder. No insistí”128. Así, Coposu no pudo penetrar en la
Televisión y dirigirse a los rumanos como líder del Partido Nacional
Campesino. Los que querían dirigirse a los rumanos desde el estudio 4
eran seleccionados en cierto modo, siendo Teodor Brateş el encargado
de aprobar las apariciones en la pequeña pantalla. Los criterios para la
realización de esta selección no eran claros (entre los que penetraron
en el edificio, pero no obtuvieron permiso para aparecer en al pequeña
pantalla, figuraban Alexandru Drăghici, Gheorghe Apostol, Popescu
Dumitru y otros líderes comunistas).
En una atmósfera extremadamente incierta – cada uno hablaba
y escuchaba menos a los otros y la puerta de la sala estaba acosada por
numerosas personas-, se comenzó a elaborar el documento-programa
de la revolución rumana129. Iliescu Ion propuso que el nuevo órgano
de dirección se llamase el Frente de Salud Nacional, con un Consejo
que asegurase la realización de los objetivos propuestos. El general
Militaru sugirió “un órgano del partido y del Estado” pero Petre
Roman replicó: “Para nada, suena mal al oído”. Iliescu afirmó que el
FSN era “una estructura del nuevo poder”. Petre Roman y Nicolae
Militaru propusieron que el acto de constitución mencionase: “El
Consejo del Frente de Salud Nacional conducido por Iliescu Ion”,
pero Silviu Brucan replicó: “No creo que una sola persona sea
suficiente”. Iliescu Ion sabía que Dumitru Mazilu tenía “un texto” y,
en consecuencia, propuso que viniera al Comité Central.
Según sus afirmaciones, Dumitru Mazilu fue detenido la
mañana del 22 de diciembre y transportado, con las manos atadas y la
boca tapada a Alexandria130. Después de haberse enterado de la caída
de Ceausescu los miembros de la Securitate lo pusieron en libertad y
lo volvieron a llevar a las 16:30. De vuelta a Bucarest, Dumitru
Mazilu fue conducido a su casa de nuevo. Su esposa le dio el
documento que el profesor había escrito y que había escondido de
modo que los miembros de la Securitate no lo habían descubierto.
Después, se dirigió a la Plaza del Palacio131. Se dirigió a los
manifestantes desde el balcón del Comité Central anunciando una
plataforma programa que sería la base de la constitución del Forum
Cívico132, nombre inspirado en los acontecimientos producidos en
Checoslovaquia.
A mediodía del 22 de diciembre, los primeros diarios
219
Ioan Scurtu
consagrados a la Revolución aparecieron: “Libertatea” (el nuevo
nombre de “Informaţia Bucureştilor”) y “Scânteia poporului” (antiguo
“Scânteia”) que saludaban la victoria del pueblo contra la dictadura.
“Scânteia poporului” escribió: “¡La Revolución ha vencido! Ahora
debemos ser sagaces, tranquilos y vigilantes para defender la libertad
y los valores nacionales”. La idea de que los rumanos habían hecho
“una revolución” ya se usaba poco después de la huida de Ceauşescu.
A la caída de la noche, comenzaron a entenderse disparos sobre
la plaza frente al Comité Central del PCR. No se supo claramente
quién disparaba y bajo la orden de quién, quién tenía el interés de
desencadenar la violencia tras la huída de Ceauşescu. Se creyó
entonces que fueron miembros de la Securitate devotos a Ceauşescu,
pero esta suposición no pudo ser comprobada posteriormente. Los
documentos relevan que el general Vlad ordenó que las unidades de la
Securitate depusieran sus armas. No se ha podido probar que los
miembros de la Securitate dispararan sobre los manifestantes o que
actuaran como fanáticos para defender a Ceauşescu. No es menos
cierto que había la convicción en la mentalidad colectiva que
Ceauşescu se mantuvo en el poder con el apoyo de la Securitate, que
aterrorizó a los rumanos y que no era posible que no lucharan para
devolver al secretario general del PCR al poder. En el fondo, la razón
para pertenecer a la Securitate era la de defender a Ceauşescu y la
eliminación de éste significaba que los miembros de la Securitate se
quedaban sin “trabajo”. Esta era la razón por la que Ceauşescu debía
volver a tener el poder y la Securitate era la institución básica de sus
régimen.
Después de la revolución, algunos han dicho que los terroristas
fueron dirigidos por el nuevo poder, con Iliescu Ion a la cabeza, para
justificar el “golpe de Estado” y aparecer como los salvadores de una
Rumania amenazada por la guerra civil. Hay también otras opiniones
que creen que se trató de un escenario preparado en el exterior del
país, cuyo objetivo era el desmembramiento de Rumania. Esta
cuestión de los terroristas no será clarificada hasta que se puedan
estudiar los documentos de los archivos del país, de otros países
europeos y de los EUA.
La propaganda hecha por la radio “Europa Libre” y otras radios
extranjeras, así como la reacción que tuvieron los líderes políticos de
Occidente, indican claramente que no hubo confrontación entre la
Securitate y el Ejército. Las radios y numerosos líderes políticos de
occidente afirmaron que en Rumania estaba teniendo lugar un
combate entre los miembros de la Securitate por un lado, y los
220
La revolución rumana de1989
militares que apoyaban la revolución por otro. Cuando se constató que
este escenario no era real, se renunció a atribuirles su pertenencia a la
Securitate a quienes disparaban sobre la gente y se les denominó
“terroristas”. Estos “terroristas”, eran una especie de superhombres,
especialmente entrenados para derribar la revolución, haciendo un
gran número de victimas. Durante estos ardientes días, se acreditó la
idea de que los “terroristas” eran rumanos fanáticos, dispuestos a
cometer los crímenes más horribles con tal de devolver el poder a
Ceauşescu. Se afirmó también que eran árabes, sobre todo libios, que
se habían entrenado en Rumania como asesinos, incluidos entre los
mercenarios pagados para defender a Ceauşescu. Para no perder los
privilegios de los que se beneficiaban, actuaban como instrumentos
ciegos, matando a la gente que se encontraban en la calle, porque eran
todos enemigos de Ceauşescu.
Se dijo que los terroristas estaban por todas partes: en el edificio
del Comité Central, en la televisión y la radio, así como en los grandes
inmuebles, en los sótanos, en los cementerios donde se escondían en
los panteones, detrás de las cruces y disparaban sobre la gente para
sembrar pánico y provocar la guerra civil. Un análisis de los mensajes
recibidos por el Ejército en el intervalo del 22 al 31 de diciembre de
1989 revela que la mayor parte eran enviados por “personas no
identificadas” y que estos “anónimos” resultaron tener información
que no era cierta∗. Un participante en la revolución diría más tarde:
“Una confusión total reinaba en el CC Se apagaban y se encendían las
luces, las ráfagas de metralletas se disparaban por azar. Queríamos ir a
los sótanos, porque nos habían dicho que los terroristas querían hacer
saltar la central telefónica. Apenas habíamos descendido algunos
escalones cuando comenzaron a disparar sobre nosotros. Entramos en
una habitación, en el bajo, donde había mucha gente y los
paracaidistas, en un momento dado la luz se apagó. Se creó un caos
terrible. Comenzamos a disparar en la habitación”133.
Con este fondo de psicosis, se afirmó que una anciana, que
venía de hacer sus compras, llevaba en su bolso granadas, y que otra
transportaba cartuchos, por lo que fueron detenidas, y que un joven
vestido con ropa deportiva era un terrorista y fue fusilado en la
estación de tranvía de la Plaza Moghioroş – Drumul Taberei (resultó
ser el jugador de rugby Durbac, del Club Deportivo de la Caja Central
∗
Este miedo estaba fundado; posteriormente se descubrió que había un plan elaborado
para arrestar a los revolucionarios del balcón, pero que no se llevó a cabo debido a los
sucesos de Bucarest
221
Ioan Scurtu
del Ejército - CCA). El actor Horia Călciulescu tuvo una suerte
también trágica. Él se dirigía hacia el Palacio de los Teléfonos para
encontrar a un pariente que venía del extranjero, no detuvo su coche
tras el requerimiento de algunos militares y le mataron. La televisión
rumana libre presentaba sin cesar los estragos que los “terroristas”
hacían, mostrando algunos muy gravemente heridos, atados con
gruesas cuerdas para que no huyesen y pudieran ser juzgados por el
pueblo.∗
En realidad, en las disputas que tuvieron lugar, un hecho es
cierto: ningún terrorista pudo ser identificado, retenido y enviado
delante de la Justicia. “Los terroristas” han quedado como un enigma
de la Revolución de Diciembre de 1989. El ejército ganó finalmente la
guerra pero es difícil decir contra quién. Virgil Măgureanu, primer
director del Servicio Rumano de Información (1990-1997), afirmó en
una entrevista a Dennos Deletant, en diciembre de 1994, retransmitida
en parte por la BBC: “No estamos en posesión de datos según los
cuales esta intromisión haya existido de verdad”, pero que: “Habíamos
supuesto entonces [diciembre de 1989] – y teníamos ciertos datos para
considerar esta suposición y esta se demostró ahora correcta
[diciembre 1994] que siguieron órdenes de ciertas personas del
exterior, que estaban muy bien equipados en armas y que intervinieron
en los momentos más decisivos de los acontecimientos de Bucarest y
otras localidades. Su objetivo era, seguramente, crear conflictos en el
interior para deteriorar la situación de equilibrio interna. Después,
siguiendo órdenes, se retirarían de modo que no hubiera prueba
palpable de que este episodio [de los terroristas] hubiera tenido lugar”.
Según él, se trató de una “acción concertada, bien orquestada
incluso en lo que concernía a su retirada de mod que no dejaron
ningún tipo de huellas, pero yo pienso que no pudo ser llevada a cabo
sin una complicidad interna”134.
∗
He aquí algunos de los mensajes: “Helicópteros extranjeros atacan loa aeropuertos
de Timişoara, Oradea, Negru Vodă, Alexeni y Titu”; “Los terroristas han ocupado el
Correo de Drumul Taberei”; “Los terroristas han ocupado la iglesia de Maica
Teofanía”; “En Cluj-Napoca, el agua ha sido envenenada”; “El Palacio de Cotroceni
ha sido atacado”; “El hospital de Funden ha sido rodeado por las fuerzas árabes y
sobrevolado por helicópteros”; “Aviones iraníes y libios han aterrizado en el
aeropuerto de Tuzla”; “Los terroristas han cercado el monasterio de Cernica”; “La
antena de Ciurel está siendo utlizada para dirigir acciones terroristas” (Alexandru
Oşca, Arma perfida: Dezinformarea în timpul Revoluţiei [El arma pérfida: La
desinformación durante la Revolución], en Dosarele istoriei [Informes de la historia],
nº 12/2006, p.44-48)
222
La revolución rumana de1989
Por su parte, el procurador general Dan Voinea, jefe de las
autoridades judiciales militares que hicieron encuestas sobre los
dosieres de la Revolución, declaró durante el simposium desarrollado
en Timişoara, en diciembre de 1999: “Llegamos a una conclusión
sorprendente: en verdad, no hubo terroristas. , y hasta ahora, en todos
los juzgados militares que han llevado a cabo estos informes no han
identificado persona alguna que fuera acusada de terrorismo”. Él está
convencido que “la represión de diciembre de 1989, comenzada por
Ceauşescu y que continuó después del 22 de diciembre de 1989, era
de hecho una reacción violenta de las estructuras del Estado totalitario
contra la voluntad de libertad y de democracia comenzada en
Timişoara y después “en todo el país”135.
Volviendo al desarrollo de los acontecimientos de la tarde del
22 de diciembre de 1989, hace falta mencionar que el Ejército recibió
la orden de contestar a todos los ataques de los miembros de la
Securitate, de modo que se declaró todo un tiroteo. En un momento
dado, un joven se subió sobre el edificio del Palacio de la República
con la intención de enarbolar una bandera sin el emblema de la
República; algunos aplaudieron pero otros gritaron que se trataba de
un terrorista y dispararon sobre él. La llamada del actor Ion Caramitru,
que subido sobre un blindado tomando funciones de jefe militar
exhortó que cesase el fuego no fue escuchada. La Revolución rumana,
que era retransmitida en directo por la televisión –las imágenes
cogidas en el estudio nº 4 alternaban con las tomadas en el balcón del
CC – y por las principales cadenas del mundo que retomaban las
imágenes difundidas en Rumania, entraba en una fase dramática.
El equipo que había asumido sus responsabilidades para dirigir
Rumania se desplazó del edificio del Comité Central al Ministerio de
Defensa Nacional donde funcionaba un sistema de comunicaciones
capaz de unir todo el territorio nacional; por otra parte, el ejército
constituía una estructura organizada sobre la que el nuevo poder s e
podía apoyar. El general Stănculescu aseguraba la dirección del
ejército y el contacto directo con dirigentes de la revolución a través
de Mihai Montanu. Una comandancia militar ad hoc de la Revolución
fue constituida a fin de coordinar las actividades a nivel local.
La finalización de la plataforma programa continuaba en la
televisión, teniendo como base el texto de Dumitru Mazilu que fue
completado y enmendado por Silviu Brucan.
Esa noche más tarde, a las 23:35, Iliescu Ion leyó este
documento titulado “comunicado al país del Frente de Salud
Nacional”136, que comenzaba así: “Ciudadanos y ciudadanas, vivimos
223
Ioan Scurtu
un momento histórico. El clan Ceauşescu que amenazaba al país con
el desastre ha sido expulsado del poder”. Este documento abría “una
nueva página en la vida política y económica de Rumania”.
El comunicado ponía al conocimiento de la opinión pública los
puntos siguientes: “En este importante momento histórico, hemos
decidido constituir el Frente de Salud Nacional, que es apoyado por el
ejército rumano y que reagrupa a todas las fuerzas sanas del país, de la
nacionalidad que ellas sean, todos los grupos que defendieron con
coraje la libertad y la dignidad bajo el régimen de la tiranía
totalitaria”.
El objetivo del FSN era “instaurar la democracia, la libertad y la
dignidad del pueblo rumano”. Anunciaron la disolución de las
estructuras del poder. El gobierno se consideró como destituido, el
Consejo de Estado y sus instituciones cesaron su actividad. El poder
era controlado por el Consejo del Frente de Salud Nacional, que debía
coordinar el Consejo Militar Superior, los ministerios y los órganos
centrales en su estructura existente, “con el fin de asegurar el
funcionamiento normal de la vida económica y social”. A nivel
nacional, hacía falta constituir los consejos departamentales,
municipales y comunitarios del Frente de Salud Nacional, “en tanto
que órganos del poder local”. La Milicia fue llamada “para asegurar el
orden público junto a los comités cívicos”. Estos órganos debían
tomar todas las medidas necesarias “para asegurar el
aprovisionamiento de la población en cuanto a productos alimenticios,
energía eléctrica, calor urbano y agua, garantizar la asistencia médica
y velar por el funcionamiento de la red comercial”.
El programa se componía de diez puntos en los que Rumania
debía evolucionar según establecía la dirección. Desde el punto de
vista político, el primer artículo estipulaba: “el abandono del papel
dirigente para un único partido y el establecimiento de un sistema de
gobierno democrático pluralista”. Se ponía así fin al régimen
socialista-totalitario que reinó en Rumania desde 1948 y se abría la vía
del régimen democrático. Para reconocer al nuevo régimen, se habían
previsto elecciones para abril. Otro punto refrendaba “la separación de
los poderes legislativo, ejecutivo y judicial”, base fundamental de todo
régimen democrático. Teniendo en cuenta la situación creada después
de 1948, el documento preveía “la elección de los líderes políticos por
uno o dos mandatos como mucho”. “Ninguna persona puede pretender
ostentar el poder perpetuamente”. El nombre del país sería
simplemente el de “Rumania”. El nombre de República Socialista
había sido adoptado en 1965 por proposición de Ceauşescu Nicolae.
224
La revolución rumana de1989
Por otra parte se anunció que se crearía un comité para redactar la
nueva Constitución. En lo que concierne a la economía, debía ser
reestructurada según la base de “criterios de rentabilidad y de
eficacia”. El término de economía de mercado no se utilizaba
expresamente, pero sólo esta economía se basaba en estos criterios. El
documento preveía también “la promoción de la libre competencia e
iniciativa en las gestiones de todos los sectores económicos”, la
eliminación de los “métodos administrativos burocráticos de gestión
económica centralizada”. Otro punto confirmaba “la reestructuración
de la agricultura y el apoyo a la pequeña producción campesina”, lo
que significaba la eliminación de la colectivización realizada en el
periodo de 1949-1962 tras fuertes presiones y la violencia ejercida
sobre el campesinado.
El documento abordaba también los problemas ligados a la
enseñanza y a la cultura. La enseñanza debía estar reorganizada
conforme a las “exigencias contemporáneas, según las bases
democráticas y humanistas”. Había que eliminar “los dogmas
ideológicos que habían hecho tanto mal al pueblo rumano y había que
promover los verdaderos valores de la humanidad”. Estos “dogmas”
habían correspondido a la época del monopolio del materialismo
dialéctico e histórico, de las teorías marxistas-leninistas, impuestas por
la ley relativa a la enseñanza de 1948. Se buscaba la abertura hacia los
verdaderos valores, a pesar de su connotación ideológica. “la
eliminación de la mentira y de la impostura y la puesta en marcha de
criterios de competencia y de justicia en todos los ámbitos de la
actividad” significaba la voluntad de borrar una de las taras de la
sociedad totalitaria, dominada por el subjetivismo y la arbitrariedad; la
palabra “impostura” apuntaba en primer lugar a Ceauşescu Elena,
convertida en académica y “sabia de renombre internacional” aunque
su nivel de formación intelectual era bastante básico. La misma idea
se encontraba en el punto relativo del “paso de la prensa, de la radio,
de la televisión, de la influencia de una familia despótica a las manos
del pueblo”; la familia a la que se hacía referencia era a la de
Ceauşescu Nicolae. “Poner la cultura nacional en unas nuevas bases”
significaba despolitizar la cultura. Para las minorías nacionales, el
documento preveía “el respeto a los derechos y las libertades” y “la
igualdad de derechos entre ellas y la población mayoritaria”. Teniendo
en cuenta la penuria de alimentos, los problemas ligados al calor
urbano y a la energía eléctrica, el Comunicado demandaba: “El
comercio debe ser organizado teniendo en cuenta los derechos
cotidianos de la población”; para hacerlo “era necesario detener la
225
Ioan Scurtu
exportación de productos agroalimentarios, reducir la exportación de
productos petrolíferos, acordar la prioridad de las necesidades de la
gente ligadas al calor y a la energía eléctrica”.
En lo que concernía a la política extranjera, el documento
preveía la promoción de “la buena vecindad, de la amistad y de la paz
en el mundo”, el respeto de los acuerdos internacionales de Rumania,
en primer lugar los que le ligaban al tratado de Varsovia. Este acuerdo
existía desde 1955 y ningún Estado lo había denunciado
unilateralmente, por lo que Rumania tampoco lo podía hacer∗. Por otro
lado Rumania debía integrar “el proceso de constitución de una
Europa unida, la casa común de todos los pueblos del continente”. La
idea de una “casa común” fue lanzada por el presidente Charles de
Gaulle y adoptada posteriormente por otros líderes políticos, incluido
Mijaíl Gorbachov.
La política interior y exterior estaba subordinada a las
“necesidades y a los intereses del desarrollo del ser humano, al pleno
respeto de los derechos y libertades del hombre, incluido el derecho de
libre circulación”. Era lo que los rumanos deseaban desde hacía
muchos decenios y la “libre circulación”, incluido el derecho de
emigrar, era una exigencia presente por la cual abogaban firmemente
los gobiernos occidentales y los representantes de la sociedad civil de
los Estados respectivos. Por otra parte, el comunicado expresaba la
voluntad del FSN de “restaurar la sociedad civil en Rumania
garantizando el triunfo de la democracia, de la libertad y de la
dignidad de los habitantes del país”.
El análisis de este documento revela que la Revolución tuvo
desde el principio un carácter radical, y que no tuvo un periodo
intermedio reformista imitando la perestroika, como en otros países
socialistas. Todos los cimientos del Estado totalitario, comenzando por
el partido único, se derrumbaron y un nuevo camino se abrió, el de la
sociedad pluralista y democrática137. Verdad que el Comunicado no
proclama explícitamente el carácter anticomunista de la Revolución,
pero resultaba claro en su texto. El Partido Comunista Rumano, hasta
entonces “fuerza política dirigente”, desapareció de facto de la escena
de la historia. En todos los otros Estados socialistas, los partidos
comunistas habían cambiando de nombre y continuaban estando en el
poder, junto a otras fuerzas políticas. En la Unión Soviética el partido
comunista era todavía el único partido en el poder.
∗
Con la excepción de Albania que se había retirado en 1968 de esta organización
226
La revolución rumana de1989
Después, Iliescu Ion nombró a los que serían parte del consejo
del FSN. Había personas conocidas, que habían adoptado una actitud
crítica contra la política promovida por Ceauşescu Nicolae: Doina
Cornea, Ana Blandiana, Mircea Dinescu, Lászlo Tökes, Dumitru
Mazilu, Dan Desliu, Munteanu Aurel Dragoş; otros eran intelectuales
Ion Caramitru, Sergio Nicolaescu, Dómokos Géza; antiguos activistas
del partido marginados por Ceauşescu Nicolae: Mănescu Corneliu,
Alexandru Bărlădeanu, Silviu Brucan, Dan Marţian; generales: Guşă
Ştefan, Victor Stănculescu; revolucionarios: Petre Roman, Gelu
Voican Voiculescu, Ionescu Casimir, Mihai Montanu, Adrian Sărbu,
Bogdan Teodoriu etc. En total 35 personas, “el último de la lista”
(según su propia expresión) era Iliescu Ion. Muchas de las personas
inscritas en esta lista se han enterado por la televisión que hacían parte
de este organismo de dirección. El hecho que el documento presentado
no contenía ninguna referencia a Timişoara y que ninguna
personalidad de esta ciudad fuese incluida en el Consejo del FSN,
generó un estado de frustración en los habitantes de la zona, que se
acentuaría en el periodo siguiente.
El desarrollo de los acontecimientos precedió o eludió algunas
de las disposiciones del Comunicado. El 22 de diciembre de 1989, las
fronteras rumanas se abrieron asegurando así la entrada y salida libre
del país (incluso sin pasaporte). La medida era necesaria sobre todo
desde el punto de vista psicológico: los rumanos habían deseado
ávidamente desde decenios poder circular sin restricción en el
extranjero.
Por otra parte, cuando los acontecimientos particulares tienen
lugar en un país, las fronteras suelen estar cerradas para poder
controlar estrictamente las entradas y salidas. Tras el 22 de diciembre,
centenas de periodistas vinieron a Rumania, así como vehículos que
transportaban donaciones para la población, que no fueron sometidos
a un control aduanero. Teniendo en cuenta esta situación, muchas
personas, incluido los espías, han podido entrar sin problemas en
Rumania, e introducir diversos objetos incluso armas. Es posible que
estuvieran en colaboración con los antiguos miembros de la Securitate
rumanos, y hayan contribuido al agravamiento de las tensiones en el
periodo siguiente.
Por razones oscuras, tras la difusión del Comunicado del FSN la
situación comenzó a deteriorarse. Una verdadera psicosis se creó, la
televisión acreditó la idea que los terroristas que habían jurado
fidelidad a Ceauşescu Nicolae no querían deponer las armas y que
tenían la intención de aplastar la revolución y de traer de nuevo al
227
Ioan Scurtu
poder al antiguo dictador. Rumania se había transformado en un
escenario bélico sobre el cual el ejército y la población se enfrentaban
con los terroristas y los miembros de la Securitate. Se afirmó que
había un escenario según el cual la Securitate debía hacerse
responsable de los muertos, y en consecuencia, ser disuelta, con el fin
de que el Estado rumano no tuviera servicio de informaciones, en
estas circunstancias confusas. El general Vlad Iulian desbarató este
plan, al ordenar a todas las unidades de la Securitate deponer las
armas y no actuar bajo ningún concepto. El 24 de diciembre, tras la
decisión del Consejo del FSN, las unidades del Ministerio del Interior,
incluida la Securitate, fueron integradas en el Ministerio de la Defensa
Nacional. Mientras, la campaña contra “los miembros de la Securitate
y los terroristas”, instrumentos ciegos del régimen Ceauşescu,
continuaba.
Millones de telespectadores del mundo entero se acordaban de
las imágenes del Cementerio de los Pobres de Timişoara que
presentaban una mujer y su bebé cruelmente asesinados por los
miembros de la Securitate de Ceauşescu, así como el cadáver de un
hombre mutilado tendido sobre una mesa de vetón. Las cámaras
insistían sobre otros cuerpos, y el reportero de la televisión rumana
libre afirmaba que sólo era una pequeña parte de las victimas de la
Securitate; estas personas habían sido mutiladas y después asesinadas
y arrojadas en fosas comunes, los cadáveres se salían de las fosas y
eran mostrados a los telespectadores para que viesen como actuaban
los fieles de Ceausescu. Este tipo de imágenes y de comentarios
contribuyeron a amplificar el estado de revuelta de los rumanos y a
determinarles aún más a luchar contra este “vampiro” para que jamás
volviese al poder.
La prensa internacional hacía mucho hincapié en los crímenes
de los miembros de la Securitate. El periódico “La Libre Belgique”
escribió que en las fosas se habían encontrado cadáveres en un estado
indescriptibles, con las manos y los pies cortados, las uñas arrancadas,
cabezas cortadas por la mitad, rostros quemados con ácido. El diario
flamenco “Blik” escribió el 27 de diciembre que 100.000 muertos se
habían registrados y que: “en Timisoara, más de cuatro mil cadáveres
fueron arrojados en una inmensa fosa; les habían quitados sus ropas,
los anillos, los relojes y otras joyas habían sido robados. (…) Antes de
fusilarlos, habían sido atados de pies y manos, sus cuerpos habían sido
torturados, sus órganos genitales habían sido arrancados. Muchos
fueron arrojados vivos en las fosas y matados con agua hirviendo.
Después de la huída de los miembros de la Securitate los cadáveres
228
La revolución rumana de1989
habían sido exhumados. Solamente en Timisoara, lugar donde
comenzó la insurrección, 12.000 personas habían muerto (…) Los
miembros de la Securitate fusilaron a 800 niños. 45 niños asistían a un
espectáculo de marionetas cuando las ametralladoras les abatieron”.
Un médico declaró que él operaba como si estuviera un una alfombra
rodante: “Debemos ocuparnos de 50.000 heridos”138.
La gente estaba boquiabierta. Las emisiones de la televisión
difundían noticias cada vez más alarmantes: los terroristas y los
miembros de la Securitate habían envenenado el agua potable,
eliminado las reservas de sangre del Hospital de urgencias, pensando
hacer saltar los embalses para inundar los pueblos etc. La población
fue llamada a estar vigilante, a defender la revolución, a luchar contra
los terroristas y los miembros de la Securitate. En muchas empresas,
la gente tomó las armas de las guardias patrióticas, se pusieron
brazaletes tricolores y se lanzaron a la calle, a las entradas y salidas
del metro deteniendo a personas indiscriminadamente en busca de
posibles terroristas. Contra los muros se pegaron carteles con
eslóganes revolucionarios, contra Ceausescu –comparado con Hitler y
con Stalin- por una Rumania libre y democrática. Con el título
“¡UNÍOS, A LAS ARMAS!”, “Scânteia poporului” del 23 de
diciembre de 1989 escribió: “La bestia acosada se defiende con sus
dientes y araña sus últimos puntos de apoyo, con la esperanza absurda
de hacer revivir la odiosa dictadura. Como ha sucedido desde el
primer día de los grandes combates, nuestro ejército, el ejército del
pueblo, ha hecho prueba de heroísmo y de temeridad que necesitamos
en estos momentos. Día y noche, rodea y arroja al pie de los muros a
los terroristas, las bandas de la Securitate que no quieren ceder sus
posiciones intentando guardar sus privilegios y esperando un milagro,
porque solo un milagro puede salvarlos. Por eso están dispuestos a
toda maldad recurriendo a acciones típicamente fascistas, disparando
sobre militares y civiles, incluso si son mujeres y niños, aumentando
más el ya de por sí numeroso número de victimas (…) Los “asesinos”
de Ceauşescu, estos bandidos creados a la imagen del dictador,
continúan sesgando vidas. Usan la carta del terror. El momento es
grave y decisivo. Hace falta movilizar más fuerzas. Es la batalla final
(…). Militares, obreros, miembros de las guardias patrióticas,
estudiantes, vosotros que tenéis un gran espíritu cívico, vosotros
debéis reunir vuestras fuerzas en estos momentos decisivos, hacer
prueba de vuestra responsabilidad, disciplina y vigilancia. Frente a
vosotros, los terroristas, esos profesionales de la muerte, serán
desarmados y aplastados”.
229
Ioan Scurtu
En el editorial publicado por “Scânteia poporului” el 23 de
diciembre de 1989, titulado «Viva la libertad, viva la
responsabilidad!» Se decía: «Una de las más horribles dictaduras de la
historia del pueblo rumano toma a su fin! Bajo la presión del pueblo,
el dictador ha huido como un cobarde». Después el artículo se refería
a las perspectivas de la evolución de Rumania: “Nosotros, los
rumanos, no imitaremos necesariamente lo que nuestros vecinos han
elegido más o menos lejanos. Las grandes manifestaciones de estos
últimos días han lanzado eslóganes para derrocar la dictadura de
Ceauşescu, por la libertad, la democracia y se han pronunciado
firmemente por el socialismo, por los principios socialistas honestos,
limpios, por la propiedad del pueblo, las normas reales de ética y
equidad, no empañados por el espíritu aventurero y la demagogia
política de Ceauşescu y sus acólitos. Ninguna persona gritó «abajo el
socialismo!», pero sí «abajo la dictadura de Ceauşescu!». Los
primeros momentos de la victoria fueron marcados por un normal
estado de fuerte emoción. En la radio, en la pequeña pantalla, se
presentaron opiniones, se pronunciaron breves discursos, que estaban
ciertamente incompletos con respecto a su contenido, quizás
insuficientemente claros en cuanto al porvenir de la patria, la
economía, la ciencia, la cultura, la vida política y social, porque
estaban llenos de una viva emoción. ¿Qué vamos a hacer? ¿Hacia
dónde nos dirigimos? Hace falta abordar, como han afirmado la
mayoría de los que han expresado sus opiniones estos últimos días,
clarificar el programa político, social y económico. Esto sólo se puede
realizar en condiciones de pluralismo de opinión (…) Nosotros
consideramos que se impone que las secciones de base del partido
debatan en libertad, sin ninguna coacción, las causas de la actual
situación política, económica y social, y decidan el camino que el
partido debe seguir. Las conclusiones de los debates democráticos de
los comunistas en los que deben participar todos buscando sostener el
proceso de renovación socialista, deben ser sintetizadas con gran
responsabilidad dentro de la perspectiva de un congreso extraordinario
del partido, llamado a definir las líneas directoras, el programa de
lucha y de acción para realizar los principios socialistas, junto a todas
las fuerzas progresistas de Rumania”.
El alegato de “Scânteia poporului” llegaba demasiado tarde. Si
semejante artículo hubiera sido publicado 5 ó 6 meses antes, habría
tenido un amplio eco, ya que abogaba por la reforma y la
democratización del PCR, por un socialismo “con rostro humano”. Un
congreso del partido reunido con un debate “en plena libertad” no
230
La revolución rumana de1989
habría reelegido a Ceauşescu Nicolae en la función de secretario
general. Los partidos comunistas de otros Estados socialistas habían
procedido de esta forma, aceptando compartir el poder político con
otras fuerzas políticas. Pero a fines de diciembre, la realidad histórica
mostraba que el PCR no se enderezó y las reformas de Gorbachov no
eran posibles en la sociedad rumana. El Comunicado del Consejo del
FSN había abierto otras perspectivas, más vastas.
El 23 de diciembre, Lorin Fortuna transmitió a la dirección del
Frente de Salud Nacional un mensaje, que fue remitido personalmente
a Iliescu Ion, en las oficinas de la Televisión. El texto del documento
era el siguiente: “Teniendo en cuenta la constitución en la capital del
Frente de Salud Nacional y la necesidad de coordinar de una forma
unitaria la lucha por la liberación de Rumania, el Comité del Frente
Democrático Rumano de Timişoara decidió:
Afiliar el Frente Democrático Rumano al programa del Frente
de Salud Nacional.
Integrar el Frente Democrático Rumano al Frente de Salud
Nacional.
Incluir el Comité de Timişoara, del Frente Democrático Rumano,
en el Comité Nacional del Frente de Salud Nacional.
El Comité del Frente de Salud Nacional de Timişoara así creado
está compuesto por el siguiente despacho ejecutivo: Lorin Fortuna –
presidente; Claudiu Iordache – vicepresidente; Munteanu Mihaela –
secretaria; Ştefan Ivan miembro; Petrişor Morar –miembro”139.
En Bucarest como en las otras ciudades, las luchas seguían con
intensidad. Las fuerzas parecían desiguales. Los terroristas bien
entrenados y colocados en lugares establecidos con anterioridad –
sobre los edificios, en lo sótanos, detrás de las cruces de los
cementerios, en las ventanas de los grandes inmuebles etc.- eran muy
eficaces, disparaban de todas las posiciones provocando numerosas
víctimas, mientras que el ejército rumano hacia frente a la situación
con dificultad. A un tiro de “terrorista”, los militares respondían con
una granizada de balas que causaban grandes destrozos. Centenas de
miles de personas vinieron a defender la televisión y la radio que
estaban amenazadas por los “terroristas”140. En cierto momento los
“terroristas” estuvieron a punto de penetrar en el estudio 4 y en
consecuencia, la emisión fue interrumpida. No han podido actuar en la
oscuridad. En la reanudación, se pudo ver al capitán Mihai Lupoi con
su equipamiento de guerra, con una pistola-ametralladora en la mano
asegurando a los telespectadores que ningún terrorista penetraría en el
estudio. Las luchas por la televisión continuaron, los “terroristas”
231
Ioan Scurtu
dispararon desde un helicóptero sobre la habitación 111 donde se
encontraban los miembros del Consejo del Frente de Salud Nacional.
Los paracaidistas de Boteni (Dâmboviţa) intervinieron y salvaron la
situación. Viendo que la radio estaba igualmente siendo asaltada de
manera renovada, se erigieron barricadas alrededor del edificio y los
revolucionarios la guardaron día y noche.
En esta atmósfera, hubo decenas de casos donde los militares se
mataron entre ellos y los revolucionarios dispararon sobre gente
inocente creyendo que eran terroristas. El incidente más grave se
produjo el 23 de diciembre, en el Aeropuerto de Otopeni (estando
presente Henri Coandă), donde las tropas de seguridad fueron
llamadas de Campina. La unidad fue atacada por “terroristas” y por
esta razón llegaron con 7 horas de retraso; se desplazaron por el
trazado establecido, los camiones se dirigieron hacia la terminal aérea;
fueron advertidos por los guardias que dispararon al aire, pero los
camiones no se pararon y los militares del aeropuerto abrieron fuego
contra ellos; hubo 40 muertos (un oficial, dos civiles, 34 de Câmpina y
el resto fueron de Bucarest)141. Hubo un incidente en Sibiu que fue
también muy grave: un intercambio intenso de disparos se produjo
entre los militares que se encontraban en el edificio de la Milicia y los
de la Unidad MDN, saldado con 49 muertos y 47 heridos142. Hubo
también enfrentamientos violentos en Braşov, Buzău, Reşiţa, Brălia
etc. Durante la Revolución, 221 militares fueron asesinados y 633
heridos, en gran medida debido a errores de los comandantes y en la
ejecución de las órdenes143.
Rumania estaba sumida en una guerra electrónica a la que el
ejército no podía hacer frente. Sobre los radares aparecían helicópteros
de ataque y las unidades respondían con misiles pero sin efecto; poco
después aparecían los blancos de nuevo. Esto aumentó el estado de
pánico, y hasta el mismo general Guşă Ştefan, jefe del Gran Estado
Mayor, estaba sobrepasado por la situación. Él afirmó en 1990: “Había
que dilucidar la causa de la guerra psicológica y mediática, que había
sido preparada y que se desarrollaba entonces. ¿Quién la planificó?
¿Desde el interior o desde el exterior? Porque tienen como blanco
todos los escalones, todos los días, a toda hora, incluso cada
minuto”144. Cuando los archivos de la Federación Rusa, de los EUA,
de Francia, sean abiertos, este enigma de la guerra electrónica no será
dilucidado. Mientras tanto, podemos afirmar con certitud que el
ejército no estaba preparado para poder plantar cara a este tipo de
guerra y que no tenían la técnica necesaria para poder despistar los
señuelos. Podemos suponer que fueron unos actos de diversión
232
La revolución rumana de1989
realizados por extranjeros presentes en territorio rumano o desde el
exterior del país. En la época, la mayor parte de los rumanos, incluido
el general Guşă creía que los “helicópteros” venían del espacio
soviético.
Muchas especulaciones se formularon a propósito del hecho que
el nuevo poder hubiera demandado el apoyo militar de los soviéticos.
Hay documentos que prueban que en la noche del 22 al 23 de
diciembre de 1989, el general Guşă, jefe del Gran Estado Mayor, tuvo
una entrevista con el general soviético Moiseev y que le comunicó que
“no habían solicitado ni solicitarían la ayuda militar soviética”145. En
realidad, aunque se hubiera pedido esta ayuda, no habría sido
otorgada. Un documento146 que portaba la mención “ultra secreto”, se
presentó a la dirección superior soviética, incluido Gorbachov,
firmado “secretario del CC” con fecha de 23 de diciembre de 1989,
que precisaba: “que sea publicada la Declaración TASS sobre las
acciones de los combates en Bucarest, que representan una amenaza
para la vida de los ciudadanos soviéticos”. Y se anexionaba la
declaración en la que se mencionaba que habían sido atacados
edificios donde habitaban colaboradores de la representación
comercial soviética: “Personas armadas penetraron en el edificio y
dispararon. Se declararon incendios en el edificio y la vida de los que
allí viven, como mujeres y niños está en peligro. La Unión Soviética
no puede quedarse indiferente ante la suerte de ciudadanos soviéticos
y pide a los que han puesto en marcha las acciones mencionadas,
poniendo en peligro las vidas de los residentes en el edificio que paren
enseguida. El documento demandaba también que se lanzase una
llamada a los dirigentes de la República Popular de Bulgaria, la
República Socialista de Checoslovaquia, la República de Hungría, la
República Democrática de Alemania, la República Popular de Polonia,
la República Socialista Federal de Yugoslavia para “establecer
contactos permanentes e intercambios de información sobre la
situación de Rumania y alrededor de ella, para proponer a los Estados
aliados realizar consultas urgentes al nivel de los ministros de Asuntos
Exteriores, y para que se pudiera celebrar una reunión en Varsovia. El
documento proponía también “el establecimiento de contactos directos
y permanentes con la dirección del Consejo del Frente de Salud
Nacional de Rumania, en primer lugar con Iliescu Ion”. Este
documento “ultra secreto”, fue descubierto por el historiador Ioan
Chiper en los Archivos de la Federación de Rusia, mostrando la
falsedad de ciertos politólogos y políticos según los que el golpe de
Estado, fomentado por los Soviéticos tuvo lugar el 22 de diciembre.
233
Ioan Scurtu
Sino no se habría sugerido al día siguiente, a la dirección superior de
Moscú, establecer contactos directos y permanentes con el líder del
FSN De cualquier manera, según algunos, era el mismo escenario que
el de 1944, porque afirmaban que el acto del 23 de agosto había sido
“la obra del Ejército Rojo liberador”, aunque bien es cierto que no
tuvieron ningún papel en la decisión del Rey Miguel I de hacer
detener a Antonescu Ion.
El anexo 2 del documento analizado contenía la Declaración
del gobierno soviético, que fue igualmente difundido por la Agencia
TASS: “Las informaciones provenientes de Rumania muestran que el
pueblo rumano ha roto definitivamente con el régimen autoritario y se
está embarcando en el camino de la renovación democrática del país.
El Frente de Salud Nacional ha sido constituido. Éste reagrupa a las
fuerzas progresistas del país. El Consejo del Frente ha asumido el
poder y ha enviado una llamada al pueblo para apoyar el programa
presentado para lograr profundas transformaciones.
Un proceso de formación de nuevas estructuras de poder se
están dando en el país, con la participación activa de los trabajadores.
Los adversarios de los cambios revolucionarios buscan oponerse y
hacen uso de las armas de fuego sin tomar en consideración las
victimas entre la población civil.
Los Soviéticos son solidarios del pueblo rumano, que defiende
las ideas de la libertad, de la democracia y la dignidad nacional.
El gobierno de la URSS apoya los esfuerzos del Consejo del
Frente de Salud Nacional dirigidos hacia la instauración del orden y
de la paz pública. La Unión Soviética está preparada para aprobar al
pueblo rumano, a la nueva dirección del país, en los plazos más cortos
posibles, una ayuda humanitaria efectiva para eliminar las
consecuencias de los trágicos acontecimientos de estos días”.
Todavía el 23 de diciembre de 1989, durante una pausa de la
sesiones del Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS, el
primer ministro N.Ryzhkov declaró respondiendo a las cuestiones de
un periodista, que sería un gran error enviar tropas soviéticas a
Rumania, teniendo en cuenta que recientemente el envío de tropas en
Checoslovaquia y Afganistán “fue condenado”147.
Por muy paradójico que pueda parecer, la intervención de las
tropas soviéticas en Rumania fue demandada en diciembre de 1989
por los gobiernos occidentales, en primer lugar por Francia y por
EUA. El 24 de diciembre de 1989, Roland Dumas, ministro de
Asuntos Exteriores Francés, declaró en la televisión que todos los que
están motivados por situación en Rumania tienen la necesidad de
234
La revolución rumana de1989
luchar, “es porque hace falta pasar a “la intervención de urgencia” e
invertir el principio de no intervención con el fin de defender los
derechos del hombre. La situación en Rumania impone la introducción
de esta noción en el arsenal jurídico internacional”. Afirmó que
Francia aprobaría una intervención de la URSS y de los Estados
miembros del Tratado de Varsovia, a la que su país, en calidad de gran
potencia, se uniría. Esta “intervención de urgencia” podría tener la
forma también de una brigada internacional148. Una opinión parecida
fue expresada por Jacques Chirac, alcalde de París. Más aún, declaró
que el presidente Mitterrand François, en calidad de presidente en
ejercicio de la CEE, “debía pedir a la URSS enviar al ejército rumano
el equipamiento militar, junto a los países miembros de la CEE”149. La
televisión francesa informó que el secretario de Estado de los EUA,
James Baker se puso de acuerdo, unas horas después, con el ministro
de Asuntos Exteriores Francés, sobre el apoyo a una intervención
militar de la URSS y los Estados miembros del Tratado de Varsovia en
Rumania150.
Estas solicitudes públicas, puestas al conocimiento de cientos
de millones de telespectadores, fueron posteriormente silenciadas. Por
razones oscuras, se lanzó la idea que una intervención soviética tuvo
lugar en diciembre de 1989 en Rumania y que no se trataba de una
revolución, sino de un golpe de Estado fomentado por el KGB. Una
revolución pacífica, de “terciopelo”, había tenido lugar en
Checoslovaquia, mientras que en Rumania se calló en la trampa
tendida por los servicios secretos de la URSS. Sin embargo, los
documentos no pueden ser manipulados ni negados. El 24 de
diciembre, I.P. Aboimov recibió al embajador norteamericano en
Moscú, Jack Matlock, por requerimiento de éste. El embajador
afirmó que había recibido disposiciones de Washington para
proceder a un intercambio de opinión con la parte soviética sobre los
acontecimientos de Rumania: “La parte norteamericana está muy
preocupada por el hecho que el conflicto que opone a las fuerzas de la
Securitate y las unidades armadas del ejército prosigue y que por ello
el número de víctimas entre la población sigue aumentando”. El
diplomático norteamericano sugirió que existía un escenario que
estaba puesto en marcha, pero que se había sobrepasado por la
evolución concreta de los acontecimientos en Rumania donde ya no se
hablaba de miembros de la Securitate sino de “terroristas”. El mismo
día 24 de diciembre, las unidades de la Securitate habían sido tomadas
por el Ejército. Jack Matlock se interesó por la “manera más eficaz de
apoyar al pueblo rumano y a la dirección de Rumania” y quiso saber si
235
Ioan Scurtu
“un apoyo militar acordado por la Unión Soviética al Frente de Salud
Nacional de Rumania estaba fuera de cuestión”. Afirmó que en este
contexto, un envío por parte de la Unión Soviética no sería
considerado como inspirado en la “doctrina Brézhnev”, es decir el
derecho del Ejército Rojo de intervenir en los países socialistas.
Aboimov reiteró la posición de la URSS formulada sin equívoco por
la declaración del gobierno soviético, precisando que no se había
considerado una intervención militar: “Estamos contra toda injerencia
en los asuntos internos de otro país y nos cerramos firmemente a
tomar este camino, sin ninguna excepción”151. El diplomático
soviético dijo, con cierto tono de ironía, que “la parte norteamericana
podían considerar “la doctrina Brézhnev” como un regalo que
nosotros les ofrecemos”. E hizo alusión a la intervención de los EUA
en Panamá, que se desarrollaba estos días, donde el ejército
norteamericano iba a detener a Manuel Noriega porque no tenía la
simpatía de Washington.
El 25 de diciembre de 1989, I.P.Aboimov dio una conferencia
de prensa en la que hizo una declaración del Ministerio de Asuntos
Exteriores de la URSS estimando que “el gobierno soviético tenía los
contactos y las consultas permanentes con los gobiernos de los países
miembros del Tratado de Varsovia, así como intercambio de
informaciones. También que la URSS y sus aliados, apoyan las
renovaciones revolucionarias en Rumania y los esfuerzos del Frente
de Salud Nacional”. El documento expresa la convicción que el
pueblo rumano saldrá victorioso de su lucha por la libertad y la
democracia y que “es deseable evitar toda forma de acción colectiva
que podría recordar las prácticas que hubo en el pasado. La URSS
intercambia igualmente opiniones con los otros Estados sobre la
situación de Rumania, la solidaridad con los rumanos está presente
como una obligación moral de toda la comunidad mundial”152.
I.P.Aboimov declaró que durante su entrevista el 24 de
diciembre con el embajador norteamericano en Moscú, procedió a un
intercambio de informaciones y apreciaciones sobre la evolución de
los acontecimientos de Rumania. Añadió que el secretario de Estado
norteamericano, así como los ministros de Asuntos Exteriores de
Francia y Gran Bretaña declararon comprender los motivos de la
URSS en el caso que enviase a Rumania “una ayuda militar, junto a
sus aliados del Tratado de Varsovia, para apoyar el poder popular”. La
posición del gobierno soviético frente a estas sugerencias se explicó
así: “La URSS ha declarado no intervenir en los asuntos internos de
otro Estado, ya se trate de un Estado aliado o no. La URSS no
236
La revolución rumana de1989
sólo enuncia este principio sino que también lo respetará. La
parte soviética conoce la declaración del secretario de Estado
norteamericano sobre la intromisión en los asuntos internos de otro
Estado. Es necesario hacer prueba de una precaución particular no
solamente en las acciones, sino también en las declaraciones”153. Por
su parte, el ministro de Asuntos Exteriores Soviético, Eduard
Shevardnadze estimó que la sugerencia de Occidente era “sino
siniestra, cuando menos estúpida”154, porque toda intromisión por
parte de la URSS habría transformado a Ceauşescu en un mártir155.
Era una situación extraña: las grandes democracias demandaban
a la Unión Soviética una intervención militar en Rumania y ella
rehusaba esta solicitud y exhortaba a los occidentales para que
tuvieran “precaución”. Durante la misma conferencia de prensa,
Aboimov declaró que la Unión Soviética había establecido lienzos con
el Consejo del Frente de Salud Nacional, pero que Gorbachov no
había tenido contacto con sus representantes156.
Mientras estas discusiones tenían lugar en el plano
internacional, Rumania parecía encaminarse rápidamente hacia la
guerra civil. La televisión rumana y la radio, como los periodistas
extranjeros, estaban contribuyendo plenamente a la amplificación del
estado de tensión y de pánico, retransmitiendo en directo los
enfrentamientos entre el ejército y los “terroristas”, los incendios que
se habían declarado (en la Biblioteca Central Universitaria, en el
Museo Nacional del Arte, etc.), las imágenes de los heridos
hospitalizados que estaban siendo interrogados aunque casi no
pudieran hablar, etc. Ninguna ética profesional estaba funcionando, la
caza del sensacionalismo y el placer sádico de difundir “la guerra” de
Rumania para ganar audiencia animaba a todas las cadenas de
televisión.
Las imágenes de pesadilla transmitidas desde Bucarest
generaron una fuerte solidaridad con el pueblo rumano. El Consejo del
Frente de Salud Nacional recibía los mensajes de parte de los jefes de
los gobiernos, de los Ministros de Asuntos Exteriores, asegurando su
simpatía y su apoyo. La ayuda comenzó a llegar en forma de
medicamentos, víveres, vestidos, etc.
La dirección del Consejo del Frente de Salud Nacional llegaron
a la conclusión que las luchas no cesarían mientras Ceausescu siguiera
con vida. Estimaron que había personas (miembros de la Securitate y
terroristas) que habían prestado juramento de fidelidad al jefe del
Estado y que quedarían desligados de sus promesas si el presidente
moría. El que más apoyaba firmemente este punto de vista era Gelu
237
Ioan Scurtu
Voican Voiculescu, mientras que Iliescu vacilaba. Petre Roman
explicó más tarde: “Había que destacar que en este momento la
revolución no estaba totalmente ganada. La situación podía cambiar
en cualquier momento y el dictador, todavía vivo, representaba una
gran amenaza”157.
En la noche del 24 de diciembre, Iliescu Ion firmó en calidad de
presidente del Consejo del Frente de Salud Nacional, el decreto de
creación de un Tribunal Militar excepcional encargado de juzgar “los
actos particularmente graves cometidos por los ciudadanos Ceauşescu
Nicolae y Ceauşescu Elena, destituidos de sus funciones de Estado y
políticas por la acción revolucionaria de las masa populares”. El
procedimiento de urgencia para el juicio “era impuesto por el deseo de
todos los ciudadanos honestos de Rumania”. El decreto precisaba que
el Tribunal Militar excepcional juzgaría “conforme a las disposiciones
legales en vigor estipuladas por el derecho penal” y que el derecho de
defensa se aseguraría a los inculpados”158. Este cuidado por respetar
las normas legales era sólo apariencia, porque la sentencia estaba ya
decidida de antemano; el general Stănculescu se ocupaba de todos los
aspectos relacionados con la organización del proceso. Hizo traer a
Târgovişte el pelotón de Boteni que se encargaría de ejecutar a
Nicolae y Ceauşescu Elena.
En la mañana del 25 de diciembre, los jueces fueron
transportados por helicóptero de Bucarest a Târgovişte. Esta instancia
militar estaba compuesta del general Popa Gică –presidente; el
coronel Ioan Néstor –juez; el mayor Dan Voinea –procurador militar;
del capitán Corneliu Sorescu, del teniente-mayor Daniel Condrea y el
teniente Zamfir Ion – asesores populares; del ayudante en jefe Jean
Tănasă – escribano forense. Los abogados de oficio de la defensa eran
Teodorescu Nicolae y Constantin Lucescu159. Las declaraciones de
Lucescu eran significativas por el modo en que fue preparado el
proceso: “No sabíamos donde íbamos aterrizar. Tampoco sabíamos
quienes eran los terroristas que íbamos a juzgar”160.
El proceso se desarrolló en una habitación de la unidad militar
donde Ceauşescu Nicolae y Ceauşescu Elena estaban detenidos desde
la noche del 22 de diciembre. Asistían el general Stănculescu, Gelu
Voican Voiculescu, Virgil Măgureanu, Florescu Mugurel, Ion Baiu,
etc. Antes de que el mismo proceso comenzase, el general Stănculescu
había elegido el lugar donde los dos acusados serían ejecutados (un
muro en el interior de la unidad militar). Nicolae y Ceauşescu Elena
fueron acusados, en el requerimiento fiscal leído por el procurador
Dan Voinea de:
238
La revolución rumana de1989
“1. Genocidio –más de 60.000 víctimas; 2. Atentado contra el
poder del Estado por la organización de acciones armadas contra el
pueblo y el poder del Estado; 3. Destrucción de edificios públicos e
instituciones; 4. Destrucción de la economía nacional”161.
Las acusaciones no estaban formuladas tomando como base las
informaciones y las pruebas, que tenían que figurar en el dossier de
los inculpados. Los dos estaban acusados de los mismos delitos,
aunque en todo el proceso las responsabilidades fueron individuales.
El procurador Dan Voinea expresaba más un el estado de ánimo
ofreciendo los argumentos necesarios para la aplicación de la pena
capital. El proceso fue verdaderamente de excepción; incluso los
abogados de la defensa se transformaron en acusadores afirmando que
los dos inculpados debían sentirse honrados de ser defendidos por
ellos.
Ceauşescu Nicolae dijo que no reconocía a este Tribunal de
excepción, afirmando que él era el presidente de la República
Socialista de Rumania y que conforme a las disposiciones de la
Constitución, solamente respondería delante de la Gran Asamblea
Nacional. Estimó que el proceso era una “mascarada” fomentado por
los que habían organizado el “golpe”. A la cuestión del juez: “¿Quién
ordenó disparar contra la muchedumbre?”, él respondió que ninguna
persona disparó en la Plaza del Palacio, que al contrario “había
órdenes claras para que no se disparase”; según él, “el pueblo lucha
por la eliminación de esta banda de traidores que han organizado el
golpe con la colaboración de elementos extranjeros”162. Mientras, se
dirigía a los que les juzgaban como “simples ciudadanos”, Ceauşescu
dio réplicas buscando poner en dificultad tanto al acusador como al
presidente de la corte; los que, profundamente estresados, no
encontraron los argumentos necesarios. Habituados a la aplicación del
“derecho socialista” y formados en el culto hacia el jefe del Estado,
pero sabiendo que ellos debían llevar a bien una “tarea” establecida
por adelanto, hablaban en voz alta, a veces todos a la vez, haciendo
apreciaciones gratuitas, como por ejemplo que en la casa de
Ceauşescu Zoe fue encontrado una balanza de oro con la que pesaba la
carne venida del extranjero. A la afirmación del procurador que ella
tenía una cuenta de 400.000 USD en Suiza, Ceauşescu Elena replicó:
“¡Muéstrenme las pruebas!”.
A una afirmación del procurador según la cual ella no era capaz
de leer correctamente, ella expresó su indignación: “¡Si mis colegas
los intelectuales y los académicos os escuchasen!”; entonces el
procurado dijo que “la analfabeta era una erudita”, Ceauşescu Elena
239
Ioan Scurtu
dijo: “¡usted no me puede hablar de esa forma!” La actitud de
Ceauşescu Nicolae no permitía saber si él pensaba que iba a ser
ejecutado o que regresaría la cabeza del Estado. Él afirmó que el
pueblo rumano lucharía hasta “la eliminación de esta banda que con la
colaboración de elementos extranjeros organizaron el golpe” y que lo
afirmaría “cada vez que fuera necesario”. Refiriéndose a la muerte del
general Milea, Ceauşescu declaró: “haré un informe para saber por
qué se suicidó”. El procurador Dan Voinea estimó que el proceso
duraba demasiado y en consecuencia se dirigió al presidente de la
corte: “Señor presidente, si este acusado paranoico no tiene cuentas
(en Suiza) debemos acabar, porque me parece imposible que nos
entendamos con él”.
El proceso finalizó en menos de dos horas, la corte anunció la
sentencia: la condena a muerte de los dos y la confiscación de su
fortuna. El abogado Teodorescu precisó que “el veredicto era
definitivo”. Ceauşescu Nicolae replicó: “aquel que fomenta un golpe
de Estado puede fusilar a quién quiera”. Como ellos no habían
reconocido al Tribunal Militar excepcional, Nicolae y Ceauşescu
Elena no interpusieron recurso, por lo que la sentencia era definitiva.
Enseguida, tras el fin del proceso, los dos condenados, manos atadas a
la espalda, fueron puestos en el muro elegido; sin que ningún
comandante lo ordenase, el pelotón de ejecución abrió fuego y la
pareja fue derribada por las ráfagas de balas.
En esta Navidad, alrededor de las 14:50, la pareja más odiada
de Rumania fue fusilada tras la sentencia del Tribunal Militar
excepcional, por los militares traídos de Boteni. Sus cuerpos fueron
transportados en helicóptero a Bucarest. Pasaron la noche del 25 al 26
de diciembre en el estadio de Ghencea, desde donde después fueron
transportados al Hospital Militar Central. Allí fueron guardados hasta
el 30 de diciembre, día de su enterramiento en el cementerio Gencheacivil, gracias a Gelu Voican Voiculescu.
En la tarde del 25 de diciembre, la televisión y la radio
anunciaron que el proceso contra Nicolae y Ceauşescu Elena había
tenido lugar; después de la presentación de los jefes de la acusación∗,
el comunicado precisó “Por los graves crímenes cometidos contra el
pueblo rumano y Rumania, los acusados Ceauşescu Nicolae y
∗
Después del proceso, la ejecución de Ceauşescu Nicolae Elena y la vuelta de los
miembros del tribunal a Bucarest, se comenzó a elaborar el comunicado en el que se
añadió un quinto cargo de acusación: “tentativa de retirar del país y de aprovecharse
de más de mil millones de dólares depositados en bancos extranjeros”
240
La revolución rumana de1989
Ceauşescu Elena fueron condenados a muerte y a la confiscación de su
fortuna. La sentencia es definitiva y ha sido ejecutada”.
En la misma noche del 25 al 26 de diciembre, la televisión
difundió la cinta del proceso y de la ejecución del matrimonio
Ceauşescu. Había sido “tratada” de tal forma que las personas
implicadas en la ejecución no pudieran ser reconocidas; sólo se podía
ver a Nicolae y Ceauşescu Elena y entender las voces de los miembros
del tribunal. La cinta acaba con la imagen de Ceauşescu Nicolae y
Ceauşescu Elena fusilados al pie del muro en el recinto de un cuartel.
La cinta completa incluida el entierro, sería difundida el 22 de abril de
1990.
En todo caso, en la noche del 25 de diciembre, los
telespectadores, incluidos los “terroristas” se convencieron de que
Ceauşescu estaba muerto. No tuvo un proceso normal, sino un proceso
“revolucionario”, que afectó mucho a algunos de los participantes en
la toma de la decisión de condena del antiguo jefe de Estado y de su
esposa.
El presidente de la corte, el general Popa Gică fue el más
marcado. Tuvo una grave depresión y algunos meses después del
proceso se suicidó. Tras el anuncio de la muerte del matrimonio
Ceauşescu, la violencia se redujo en intensidad y a principios de
enero, cesó.
Ceauşescu Nicolae fue el único líder comunista que fue
liquidado físicamente, lo que levantó muchas preguntas. Anneli Ute
Gabanyi encontró una explicación: “Rumania fue el único país de el
bloque soviético cuyo jefe del partido y del Estado fue ejecutado. ¿Por
qué? Porque Rumania era el único país en el sistema hegemónico
soviético en el que las fuerzas de seguridad de Moscú no disponían,
como en los otros países de Europa del Este, de mecanismos directos
de influencia política. En Rumania el jefe del Estado detentaba el
cargo de comandante supremo del ejército y éste no estaba
subordinado directamente a la dirección militar del Pacto de Varsovia,
como en el caso de los ejércitos de los otros Estados satélites de
Moscú”163.
Sería una explicación pero no la única. La lista de preguntas
sigue abierta: ¿es que la ejecución de Ceauşescu había sido “una
réplica al desafío de la Unión Soviética y de Occidente, sobre todo en
los últimos años de la “época Ceauşescu”?, ¿es que se trataba de un
castigo “merecido” por el reembolso integral de la deuda externa
rumana (en abril de 1989) por la que él deseaba impedir toda
intromisión en los asuntos internos de Rumania?, ¿se trataba de un
241
Ioan Scurtu
sentimiento de celos generado por el prestigio internacional adquirido
en los años 70?, ¿se trataba de una lección para todos los que
intentasen promover el nacionalismo como política de estado?, ¿sabría
demasiadas cosas y es por eso que se le impidió hablar en un
verdadero proceso?, ¿o quizás no querían que diese su testimonio
sobre todos los que había conocido a lo largo del tiempo?”164.
Evidentemente estas cuestiones y muchas otras recibirán respuesta con
el tiempo, pero por el momento, en diciembre de 1989 el mundo
suspiró con alivio porque “el tirano”, “el anticristo”, “el criminal”
había recibido la muerte. Rumania podía volver a la tranquilidad y los
rumanos no debía temer caer victimas de los terroristas que intentaban
hacerle volver al poder.
El primer gobierno de la revolución fue constituido el 26 de
diciembre. Fue conducido por Petre Roman, un joven profesor de
conferencias en el Instituto Politécnico de Bucarest. Tras más de un
decenio, él dijo: “Yo comencé bruscamente mi carrera. Por mi
compromiso de diciembre, en las luchas seguidas a la caída del
régimen totalitario, yo me encontré, lo repito, absolutamente de
repente, impulsado como primer ministro de Rumania, en el gobierno
provisional. En este momento yo no sabía que entraba en política ni
soñaba que iba quedarme. Jamás pensé que sería investido en las más
altas funciones”165.
La Revolución rumana se hizo con un gran sacrificio de vidas
humanas: 1104 muertos y 3321 heridos. Parte fueron militares: 633
heridos166 y 221 muertos (116 oficiales, 69 técnicos militares y
suboficiales, 423 llamados a filas, 15 asalariados civiles167); la mayor
parte fueron registrados en Bucarest (114), Braşov (12), Buzău (11),
Reşiţa (8), Brăila (10), Consţanza (9), Timişoara (8) y Sibiu (8)168.
No hay todavía cifras sobre las victimas de la revolución por
sexo, nacionalidad, edad, profesión, pertenencia política. Podemos
hacernos una imagen utilizando las estadísticas del Ministerio del
Interior, según las cuales “en Timişoara en el periodo del 17 al 21 de
diciembre de 1989, se registraron 376 víctimas, entre muertos y
heridos, entre manifestantes y las fuerzas del orden. En lo que
concierne a los manifestantes 72 personas fallecieron por herida de
bala, y 1 atropellada por un vehículo. En el total 306 fueron hombres y
70 mujeres, 313 tenían domicilio en Timişoara y 56 en otras
localidades. 7 víctimas no fueron identificadas. Por lo que respecta a
sus profesiones, 185 eran obreros, 24 alumnos, 13 militares, 12
retirados, 9 funcionarios, 7 estudiantes, 6 amas de casa, 3 ingenieros, 2
médicos, 1 profesor, 1 hijo de un minero y 113 sin ocupación (o no se
242
La revolución rumana de1989
ha establecido su ocupación). Desde el punto de vista de la edad, 133
comprendían entre 15 y 25 años, 120 entre 25 y 35 años, 81 entre 35 y
45 años, 34 de más de 45 años y 8 por debajo de 15 años. Las víctimas
fueron alcanzadas por balas disparadas a la cabeza -30, en el tórax -55,
en el abdomen -38, los miembros superiores -46, los miembros
inferiores -153, y otras partes del cuerpo -8”169.
Otra estadística se refiere al número de personas arrestadas en
Timişoara. Las autoridades militares de Timişoara comunicaron en
agosto de 1994, que en el periodo del 16 al 22 de diciembre de 1989,
978 personas fueron detenidas, 944 en la Penitenciaria de Timişoara,
33 en una prisión del Ministerio del Interior (de la Inspección de la
Milicia) y una persona en la prisión de la guarnición170. Las
estadísticas del Ministerio del Interior indican la cifra de 832 personas
retenidas en el intervalo del 16 al 19 de diciembre171: Un total -832
personas de las que 700 eran hombres y 132 mujeres. Por
nacionalidades: rumanos - 716, húngaros - 82, alemanes - 19, serbios 4, eslovacos - 2, judíos - 1, otras nacionalidades - 8. Por edad: entre 18
y 25 años - 467, entre 25 y 35 años - 224, entre 35 y 40 años - 98, más
de 54 años - 43. Por profesiones: obreros -535, estudiante - 86,
ingenieros - 19, funcionarios - 19, amas de casa - 11, retirados - 7,
ingenieros superiores - 4, profesores - 2, reclutas - 2, arquitectos - 1,
médicos - 1, sin ocupación - 29, otras categorías - 116. Por pertenencia
política: miembros del PCR -53, miembros UTC - 413, sin pertenencia
política - 366”.
Tras el análisis de estos datos, resulta que la mayor parte de los
participantes eran hombres. El número de jóvenes, es decir de
personas nacidas y formadas en el socialismo, fue preponderante.
Éstos no se han sentido ligados a este régimen y en consecuencia se
han sacrificado para eliminarlo. Desde el punto de vista profesional,
en primer lugar se encontraban los obreros, que según la teoría oficial
representaban la clase dirigente en el Estado, devota al régimen. Esta
conclusión se sostiene también por la pertenencia política –en el
primer lugar se encuentran los miembros del UTC, la mayor parte
nacidos en “la época Ceauşescu”. Entorno al 70% de las personas
detenidas eran miembros del UTC y del PCR, lo que mostraba una
ruptura entre la dirección oficial y la masa de los miembros de las
organizaciones denominadas comunistas. La estructura por
nacionalidades indica que los miembros de todas las etnias –rumanos,
húngaros, alemanes, serbios, etc. – se lanzaron en la lucha contra el
régimen totalitario. En diciembre de 1989, un capítulo de la historia de
Rumania, de Europa y del mundo en general, finalizaba172. La caída
243
Ioan Scurtu
del régimen Ceauşescu, del socialismo totalitario en Rumania, no fue
el resultado de una conspiración de palacio, ni la acción de un grupo
restringido de personas, sino que se trató de una verdadera revolución,
la más amplia y la más dramática en Europa durante el curso de ese
año. Por una gran cantidad de motivos -como la duración del régimen,
la omnipresencia de la Securitate, la cobardía de los miembros del
aparato de gobierno alrededor de Ceauşescu, la ausencia de un gran
movimiento reformador o disidente, la inexistencia de la sociedad
civil- no fue posible en Rumania quitar la dictadura y reinstaurar la
democracia a través de debates como “la mesa redonda” o de una
“revolución de terciopelo”,sino al contrario hizo falta el levantamiento
de las ciudades más importantes que afrontaron con heroísmo a las
fuerzas de represión, con un sacrificio de 1100 personas. En diciembre
de 1989, Europa y el mundo entero estaban al lado de Rumania, les
admiraban por su coraje y heroísmo, por su voluntad firme de vivir en
libertad, en una sociedad democrática.
NOTAS
1 Ver Miodrag Milin Timişoara, 15-21 decembrie 89 (Timişoara 15-21
diciembre del 89), Timişoara, 1990; T.Suciu, Reportaj cu sufletul la gura: traseele
revolutiei (Reportaje sin aire: los trayectos de la revolución), Timişoara, Ediciones
Facla, 1990; Stelian Tănase, Miracolul revoluţiei: o istorie politică a căderii regimului
comunist (El espejo de la revolución: una historia política de la caída del régimen
comunista), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1999; Vladimir Tismăneanu, Ghilotina
de scrum. Despre nevroze şi revoluţii (La guillotina de cenizas. Sobre las neurosis y
las revoluciones), Timişoara, Ediciones Vest, 1992; Caietele Revoluţiei(Los
Cuadernos de la Revolución), nº 5/2006 (consagrado a la revolución de Timişoara)
2 Tinu Radu, Timişoara…sin comentarios…, p.19
3 Teodorescu Filip, Un risc asumat. Timişoara, decembrie 1989… (Un riesgo
asumido. Timişoara, diciembre de 1989…), pp.45-46
4 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.248
5 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante vuestra), p.42 (Las
declaraciones de Doina Cornea)
6 Precisión hecha al pedirlo el autor de este volumen el 14 de junio de 2006
7 Ver Dennis Deletant, Ceauşescu şi Securitatea. Constrângere şi disidenţă în
România anilor 1965-1989 (Ceauşescu y la Securitate. Coacción y disidencia en
Rumania de 1965-1989), Bucarest, Ediciones Humanitas, 1998
8 Iliescu Ion, Revoluţie şi reformă (La Revolución y la reforma), p.49
9 Claudiu Iordache, Singur printre români… (Sólo para los rumanos…), p.21
10 Costel Balint, 1989. Timişoara în decembrie (1989. Timişoara en
diciembre), Timişoara, Ediciones Helicón, 1992, p.11
11 Claudiu Iordache, Detonatorul Timişoara. Calea spre libertate (El
detonador Timişoara. El camino hacia la libertad), en la revista “Agora
socialdemocrată”, p.33
12 El desarrollo de los acontecimientos, en la revista Martor ocular (testigo
ocular), nº 2 de diciembre de 1999, p.11
244
La revolución rumana de1989
13 Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº65 del 29 de octubre de 1986
14 Tinu Radu, Timişoara…sin comentarios…, p.19
15 Profesor dr. Lorin Ioan Fortuna, Relaţia revoluţionari-Armată, la
Timişoara, din perspectiva Frontului Democratic Român (La relación revolucionariosejército, en Timisoara, según la perspectiva del Frente Democrático Rumano), en
Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº 1/2001, p.38
16 Sergiu Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.68
17 Condamnat la adevăr.. (Condenado a la verdad…), p.43
18 Arhiva N.I.C., fond C.C. al P.C.R. Cancelarie, (Archivos NHC, fondos del
CC del PCR Cancillería), dossier 338/1989 f.a. Stenograma şedinţei Comitetului
Politic Executiv al C.C. al P.C.R. din ziua de 17 decembrie 1989 (Taquígrafo de la
sesión del Comité Político Ejecutivo del CC del PCR del 17 de diciembre de 1989),
en Sergiu Nicolaescu, Revoluţia. Începutul adevărului. Un raport personal… (La
Revolución. El comienzo de la verdad. Un informe personal…), pp. 274-288; Sava
Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución rumana…),
pp.141-145
19 Popescu Dumitru, Am fost cioplitor… (Fui escultor de quimeras…), p.371
20 Popescu Dumitru, op. cit.,p.376
21 El texto de la videoconferencia en Arhiva N.I.C., fond C.C. al P.C.R.
Cancelarie, (Archivos NHC, fondos del CC del PCR. Cancillería), dossier 338/1989 f.
17-21; Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română… (La Revolución
Rumana…), pp. 146-151
22 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.448-449
23 Costel Balint, 1989. Timişoara în decembrie (1989. Timişoara en
diciembre), p.47
24 Oraşul-grădină al României sub sărutul morţii (La ciudad jardín de
Rumania bajo el beso de la muerte), p.29
25 Gino Rado, Statistica represiunii. Morţii de la Timişoara (La estadística de
la represión. Los muertos de Timişoara)(Estudio del caso), Caietele Revoluţiei (Los
Cuadernos de la Revolución), nº 3/2006, pp.57-58
26 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română… (La Revolución
Rumana…), p.155
27 Ver Timişoara în arhivele “Europei Libere”. 17-20 decembrie 1989.
Documente (Timişoara en los archivos de la radio “Europa Libre”, 17-20 de
diciembre 1989. Documentos), Bucarest, La Fundación Académica Cívica, 1999
28 Revoluţia română văzută de ziarişti americani şi englezi (La Revolución
vista por los periodistas norteamericanos e ingleses), p.8
29 Principiul dominoului… (LA teoría del dominó…), p.467
30 Ibídem, p.456
31 Ibídem, p.459
32 Ibídem, p.464
33 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română… (La Revolución
rumana…), p.163
34 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.470
35 Ibidem
36 Ibídem, pp.466-467
37 Ibídem, p.478
38 Ibídem, pp.468-469
39 Condammat la devăr… (Condenado a la verdad…), p.106
40 E un început in tot sfârşitul. Culegere selectivă din programele
radiodifuzate în zilele de 17-25 decembrie 1989 (Hay comienzo para todo fin.
Colección selectiva de los programas radiados del 17 al 25 de diciembre de 1989),
Bucarest, La Sociedad Rumana de Radiodifusión, 1989, p.40
245
Ioan Scurtu
41 Ibídem, pp.40-41
42 Teodorescu Filip, Un risc asumat… (Un riesgo asumido…), p.106
43 Claudiu Iordache, O Românie de câştigat sau O naţiune în descompunere
(Elogiu pentru generaţia mea) (Una Rumania por ganar o una nación en
descomposición [Elogio para mi generación]), p.208 (nota final firmada por la
editorial)
44 Miodrag Milin, Timişoara in revoluţie şi după (Timişoara durante la
Revolución y después), Timişoara, Ediciones Marineasa, 1997, pp.105-106; Marinela
Verónica Tariuc, Frente Democrático Rumano (F.D.R.), en Caietele Revoluţiei (Los
cuadernos de la Revolución), nº5/2006, p.12
45 Ver Claudiu Iordache, Isus s-a născut la Timişoara. Decembrie’89 (Jesús ha
nacido en Timişoara. Diciembre del 89), Timişoara, Ediciones Helicon, 2003
46 Miodrag Milin, Timişoara în revoluţie şi după (Timişoara durante la
Revolución y después), p.118
47 Scânteia del 21 de diciembre de 1989
48 Arh. Fond N.I.C. al P.C.R. Cancelarie (Archivos, fondos del NHC del PCR.
Cancillería), dossier 338/1989 f.22-26; Sava Constantin y Constantin Monac,
Revoluţia română… (La Revolución rumana…), pp.176-177
49 Scânteia del 21 de diciembre de 1989
50 Documente din arhivele ruseşti, loc. cit. (Documentos de los archivos
rusos, loc. cit.)
51 Sergiu Nocilaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.89
52 Texto escrito por Savu Ion, publicado en Caietele Revoluţiei (Los
Cuadernos de la Revolución), nº2/2005, p.9
53 Procesul Timişoara (14 martie-12 mai 1990) (Proceso de Timişoara [14 de
marzo-12 de mayo]), vol.III. Edición firmada por Miodrag Milin y Orban Traian,
Timişoara, Ediciones Mitron, 2005, p.1357
54 Prof. Dr. Lorin Ioan Fortuna, Relaţia…(La relación…), loc. cit., p.42
55 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.473
56 Revoluţia română văzută de ziarişti americani şi englezi (La Revolución
rumana vista por los periodistas norteamericanos e ingleses), p.12
57 Minciuni mass-media (Las mentiras de los medios), bajo la dirección de
Gérard de Sélys, p.61
58 Gino Rado, Statistica represiunii (Las estadísticas de la represión), loc. cit.,
p.93
59 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.473-474
60 Ibídem, p.474
61 Ibídem, p.469
62 Ibídem, pp.470-471
63 Ibídem, pp.471-472
64 Documente din arhivele ruseşti (Documentos de los archivos rusos). La
fuente: los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa.
Documentos desclasificados y publicados por el Ministerio ruso en “Diplomaticeskii
Vestnic”, nº 21/22 noviembre de 1994, aparecido en la revista “22”, nº1 del 7-13 de
enero de 1997
65 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.475-476
66 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante Vuestra…), p.158
(La declaración de Lorin Fortuna)
67 Ver el texto del documento en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la
Revolución), nº2/2005, pp.12-13
68 Ibídem, pp.15-16
69 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante Vuestra…), p.159
(La declaración de Lorin Fortuna)
246
La revolución rumana de1989
70 Ver Rolul Frontului Democratic Român în cadrul Revoluţiei Române din
Decembrie 1989 (El rol del Frente Democrático Rumano en el ámbito de la
Revolución Rumana de diciembre de 1989); coordinador Lorin Ioan Fortuna,
Ediciones Art Press, 2006
71 Scânteia del 22 de diciembre 1989
72 Sfârşitul dictaturii. 21-25 decembrie 1989 (El fin de la dicatadura 21-25
diciembre de 1989). Coordinador Scurtu Ioan, pp.30-32
73 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.478
74 Ibídem, p.479
75 Ibídem, p.480
76 Ídem
77 Ibídem, p.482
78 Documentele din arhivele ruseşti, loc. cit. (Documentos de los archivos
rusos, loc. cit.)
79 Gheorghe E. Cojocaru, 1989 la Est de Prut (1989 al Este del Prut), pp.198-199
80 Ibídem, p.210
81 Arh N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie (Archivos NHC, fondos del CC
del PCR. Cancillería), dossier 338/1989 f. 27-35; Sava Constantin y Constantin
Monac, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), pp.197-202
82 Ibídem, p.513
83 Arh N.I.C. fond C.C. al P.C.R. Cancelarie (Archivos NHC, fondos del CC
del PCR. Cancillería), dossier 338/1989 f. 34-35
84 Şase zile care au zguduit România. Ministeriul de Interne în decembrie
1989. Pleodarie pentru istorie (Seis días que hicieron temblar Rumania. El Ministerio
del Interior en diciembre de 1989. Defensa para la historia), vol.I, coordinador, el
general de división Ion Pitulescu, Bucarest, Imprenta Luceafărul, 1995, pp.174-175
85 Sergiu Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por poder), p.150
86 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română…(La Revolución
Rumana…), p.542
87 Sergiu Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.168
88 Sfârşitul dictaturii… (El fin de la dictadura…), coordinador Scurtu Ioan,
p.38-39
89 Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la
revolución de diciembre de 1989), p.112
90 Ilie Verdeţ, In memoriam, f.a., pp.86-87
91 Stenograma din 22 decembrie 1989 (Şedinţa C.P.Ex. –în sediul Comitetului
Central al P.C.R.) (Taquigrafía del 22 de diciembre de 1989 [Sesión del CPEj. en el
edificio del comité Central del PCR.]), en Sergio Nicolaescu, Lupta pentru putere (La
lucha por el poder), p.289
92 Generarul Revoluţiei…(El general de la Revolución…), pp.40-41
93 Cristian Troncota Duplicitarii (Los que han hecho doble juego), p.214
94 Teodor Brates, Trilogia revoluţiei române în direct. Câteva zile dintro viaţă
(La trilogía de la revolución rumana en directo. Algunos días de una vida), vol.I -22
decembrie ’89 in studioul 4 al T.V.R. (El 22 de diciembre del 89 en el estudio 4 de la
TVR), Bucarest, Ediciones Ager-Economistul, 2004, p.86
95 Documente din arhivele ruseşti, loc. cit. (Documentos de los archivos
rusos, loc. cit.)
96 Ibidem
97 Ştefan Dinu, Ce am făcut, ce am văzut, ce am auzit, ce ştiu sigur (Lo que he
hecho, he visto, he comprendido, lo que sé seguro), en la revista Dosarele istoriei (los
dosieres de la historia), nº 12/2006, p.39
98 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia Română…(La Revolución
Rumana…), p.206
247
Ioan Scurtu
p.44
99 Sfârşitul dictaturii…(El fin de la dictadura…), coordinador Scurtu Ioan,
100 Generalul Revoluţiei… (El general de la Revolución…), p.53
101 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), pp.484-485
102 Emanuel Valeriu, Faţa necunoscută a Europei Libere (el rostro
desconocido de la Europa Libre), Bucarest, Ediciones Lumina Lex, 2001, p.9
103 Ver Teodor Brateş, Explozia unei clipe, 22 decembrie 1989 –o zi în
studioul 4 (LA explosión de un instante, el 22 de diciembre de 1989 –un día en el
estudio nº4), Bucarest, Ediciones Scripta, 1992
104 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română…(La Revolución
Rumana…), pp.308-309
105 Ibídem, p.309
106 Ídem
107 Ver Scurtu Ioan, “Lovitura de stat” a generalului Stănculescu (“El golpe
de Estado” del general Stanculescu), en “Istoria”, junio 2006
108 Generalul Revoluţiei… (El general de la Revolución…), pp.
45-46
109 Buletinul Oficial al Republicii Socialiste România, (Boletín Oficial de la
República Socialista de Rumania), nº45 del 28 de marzo de 1974
110 Investigador científico dr. Alexandru Osca, Conducerea acţiunilor militare
şi angajarea forţelor armatei în Revoluţia din Decembrie 1989 (La dirección de las
acciones militares y la intervención de las fuerzas armadas en la Revolución de
diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución),
nº1/2007, p.56
111 Revoluţia română în direct (La Revolución rumana en directo), Bucarest,
1990, p.40
112 Iliescu Ion, Revoluţia română… (La Revolución rumana…), pp.38-39
113 E un început în tot sfârşitul. Culegere selectivă din programele
radiodifuzate în zilele de 17-25 decembrie 1989 (Hay un comienzo para todo fin.
Colección selectiva de los programas radiados del 17 al 25 de diciembre de 1989),
Bucarest, La Sociedad Rumana de Radiodifusión, 1989, p.183
114 Marele şoc în finalul unui secol scurt… (El gran choque de un final de
siglo muy corto…), p.188
115 Generalul Revoluţiei… (El general de la Revolución…), pp. 56-59
116 Alex Mihai Stoenescu, Istoria Ioviturilor de stat în românia (Historia de
los golpes de Estado en Rumania), vol.4, 2ª parte, p.528
117 E un început…(Hay un comienzo…), Bucarest, La Sociedad Rumana de
Radiodifusión, 1989, p. 182
118 Condamnat la adevăr… (Condenado a la verdad…), p.73
119 E un început… (hay un comienzo…), p.181
120 Ibídem, p.230
121 Vartan Arachelian, În faţa Dumneavoastră… (Delante Vuestra …), pp.
254-265 (La declaración de Ilie Ştirbescu)
122 Sava Constantin y Constantin Monac, Revoluţia română…(La Revolución
rumana…), pp.315-322
123 Teodor Brateş, Trilogía revoluţiei… (La trilogía de la revolución…),
vol.I, p.25
124 Ibídem, p.227
125 Peter Sian-Davies, The Romanian Revolution of December 1989 (La
Revolución Rumana de diciembre de 1989), Haga y Londo, 2005, p.114
126 Petre Roman, Libertatea ca datorie (La libertad como deber), pp.119-120
127 Faţă în faţă cu Petre Roman. 9 convorbiri cu Vartan Arachelian (Cara a
cara con Peter Roman. ) entrevistas con Vartan Arachelian), p.108
248
La revolución rumana de1989
128 Mărturisiri. Corneliu Coposu în dialog cu Vartan Arachelian
(Testimonios. Diálogo de corneliu Coposu con Vartan Arachelian), Bucarest,
Ediciones Humanitas, 1996, p.156
129 Trascripción de los registros de video, en Stelian Turlea, Revoluţia în
oglindă (La revolución en el espejo), Bucarest, Ediciones de la Fundación PRO
130 Dumitru Mazilu în dialog cu Popa Vasile. Calvarul virtuţii (Diálogo de
Dumitru Mazilu con Popa Vasile. El calvario de la virtud), Timişoara, Ediciones
Aura, 2002, p.139
131 Ibídem, p.140
132 Dumitru Mazilu De la totalitarism la libertate. Revoluţia furată. Memoriu
pentru ţara mea, (Del totalitarismo a a la libertad…) vol.I –Acele zile şi nopţi de
dramatism şi speranţă (Estos días y noches de dramatismo y esperanza), Bucarest,
Ediciones Cozia, 1991, p.48
133 Romulus Cristea, Revoluţia din 1989 (La Revolución de 1989), Bucarest,
Ediciones Rumanas, 2006, p.17
134 Dennis Deletant, Fragmente ale unui adevăr. Televiziunea BBC şi
Revoluţia română (Fragmentos de una verdad. La televisión BBC y la Revolución
rumana) en Întrebări cu şi fără răspuns. Decembrie 1989 (Cuestiones con y sin
respuestas. Diciembre 1989), en Memorialul Revoluţiei (El memorial de la
Revolución), volumen firmado por Iosif Costinas, Timişoara, Ediciones Mirton, 2001,
pp.46-50
135 Dan Voinea, Sinteza parchetelor militare despre Revoluţie şi dosarele
Revoluţiei în lucru (La síntesis de los cuarteles militares sobre la Revolución y los
dosieres instruidos en la Revolución), pp.120-125
136 Ver el texto en el Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº1 del 22 de
diciembre de 1989, y en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución),
nº2/2005, pp.18-22
137 Análisis comparado de la Proclamación de Timişoara del 20 de diciembre
y del comunicado al país del Consejo del Frente de Salud Nacional del 22 de
diciembre en Scurtu Ioan, Două momente fundamentale ale Revoluţiei Române din
decembrie 1989 (Dos momentos fundamentales de la Revolución Rumana de
diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución),
nº1/2006, pp.19-23
138 Apud Sergio Nicolaescu, Lupta pentru putere (La lucha por el poder), p.39
139 Martor ocular (Testigo ocular), nº2 de diciembre de 1999, p.50
140 Revoluţia română în direct (La Revolución rumana en directo), pp.116118
141 Sergiu Nicolaescu, op. cit., p.236
142 Ibídem, p.340
143 Dr Alesandru Dutu, Armata română în situaţii de criză: februarie
1945/decembrie 1989 (El ejército rumano en una situación de crisis: febrero
1945/diciembre de 1989), en Caietele Revoluţiei (Los Cuadernos de la Revolución),
nº1/2006, p.57
144 Condamnat la adevăr… (Condenado a la verdad…), p.36
145 Ibídem, p.504
146 Ioan Chiper, Documente privind poziţia conducerii U.R.S.S. faţă de
revoluţia română (23-24 decembrie 1989) (Documentos sobre la posición de la
dirección de la URSS con respecto a la revolución rumana [23-24 decembrie 1989]),
en Clio 1989, nº 1-2/2005, pp.204-206
147 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.491
148 Ibídem, p.492
149 Ibídem, p.493
150 Ver Michael Beschloss y Strobe Talbott, La cele mai înalte nivele. At the
249
Ioan Scurtu
Highest Levels (A los más altos niveles), Bucarest, Ediciones Elit, 1994
151 Documentos de los archivos rusos…, loc. cit.
152 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p. 495-496
153 Ibídem, p.496
154 Eduard Shevardnadze, Optiunea mea…(Mi opción…), p.9
155 Alexandru-Radu Timofte, Originile, mărirea, declinul şi renaşterea lumii
informaţiilor secrete (Los orígenes, la grandeza, el declive y la renovación del mundo
de las informaciones secretas), 2004, p.120
156 Principiul dominoului… (La teoría del dominó…), p.497
157 Petre Roman, Libertatea ca datorie…(La libertad como deber…), pp.124125
158 România liberă (Rumania libre) del 26 de diciembre de 1989
159 Istoria României în date (La historia cronológica de Rumania),
coordinador Giurescu C. Dinu, Bucarest, Ediciones Enciclopédicas, 2003, p.745
160 Vartan Arachelian, În faţă Dumneavoastră… (Delante Vuestra …), p.201
(La declaración del general Constantin Lucescu)
161 Sfârşitul dictadurii… (el fin de la dictadura…), p.135
162 Tana Ardeleanu, Răzvan Savaliuc, colonel Ion Baiu, Procesul
Ceauşeştilor (El proceso del matrimonio Ceauşescu), Bucarest, Ediciones Ziua, 1996,
pp.30-31
163 Anneli Ute Gabanyi, Revoluţia română –o revoluţie neterminată? (La
Revolución rumana -¿una revolución que no ha terminado?), en Întrebări cu şi fără
răspuns. Decembrie 1989 (Cuestiones con y sin respuesta. Diciembre de 1989)
volumen firmado por Iosif Costinaş, Memorial de la Revolución, Timişoara,
Ediciones Mirton, 2001, pp.40-41
164 Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României (1918-2007) (Historia
contemporánea de Rumania), Bucarest, Ediciones de la Fundación “Romania de
Maine”, 2007, p.220
165 Petre Roman, Mărturii provocate. Convorbiri cu Elena Ştefoi
(Testimonios provocados. Entrevista con Elena Ştefoi), Bucarest, Ediciones Paidea,
2002, p.10
166 Armata română în revoluţia din decembrie 1989 (El ejército rumano en la
revolución de diciembre de 1989), p.462
167 Ibídem, p.475
168 Ibídem, pp. 462-472 (el nombre y la unidad militar son indicados)
169 Şase zile… (Seis días…), p.100
170 Marius Mioc, Revoluţia din Timişoara…(La Revolución de Timişoara…),
p.247
171 Şase zile… (Seis días…), pp.111-112
172 Ver dr. Alesandru Duţu, Revoluţia din Decembrie 1989. Cronologie,
(Revolución de Diciembre de 1989. Cronología), Bucarest, Ediciones del Instituto de
la Revolución Rumana de Diciembre de 1989, 2006; Stelian Tănase, Miracolul
revoluţiei. O istorie politică a căderii regimurilor comuniste (El espejo de la
revolución. Una historia política de la caída de los regímenes comunistas), Bucarest,
Ediciones Humanitas, 1999; Zbigniew Brzezinski, Naşterea şi moartea comunismului
în sec. XX. Marele eşec [The grand Failure: The Birth and Death of comunism in the
20th Century] (El nacimiento y la muerte del comunismo del siglo XX. El gran
fracaso), Cluj-Napoca, Ediciones Dacia, 1993; J.Levesque, 1989. Fin d’un empire.
U.R.S.S. et liberation de l’Europe de l’Est (1989. Fin de un Imperio. U.R.S.S. y
liberación de la Europa del Este), París, 1995
250
La revolución rumana de1989
CAPÍTULO IV
BALANCE Y PERSPECTIVAS
1. CUATRO DECENIOS DE HISTORIA
Como suele pasar en la historia, el régimen derrocado es
contestado y reprobado con vehemencia, el líder desposeído del poder
es acusado de las acciones más abominables y condenables. Era
normal que se registrase una reacción similar en Rumania y esta poco
después apareció; incluso empezó a manifestarse en los días de la
revolución y justo después, con intensidades diferentes, durante más
de un decenio y medio y durará probablemente todavía algunos años.
Así mismo se afirmó que Ceauşescu hacía renovar su sangre
con la sangre tomada a niños especialmente criados para eso en
lugares aislado. Se dijo que, porque provenía de una familia pobre y
que se convirtió en zapatero, tenía tantas ganas de enriquecerse, más
incluso que el mismo el sah de Irán. Se dijo que en las villas de
Ceauşescu, los grifos y las cadenas del agua eran de oro. Algunos
periodistas afirmaron que Ceauşescu no era rumano, que era un
bastardo nacido de una mezcla entre tártaro y gitano, un megalómano,
un disminuido mental. Su nombre era escrito con mayúscula, porque
no creía que fuese un hombre corriente. En lo que concierne a su hija,
Ceauşescu Zoe, toda clase de historias se contaban sobre sus aventuras
y Ceauşescu Nicu era presentado como un jugador de cartas
apasionado, un borracho de baja clase y un obseso sexual.
En el mismo orden de ideas, se estimaba que los 45 años de
comunismo fueron una catástrofe para el pueblo rumano. La industria,
de quién Ceauşescu se mostró ciertamente orgulloso, era un montón
de chatarra; los canales de irrigación estaban inútiles porque Rumania
podía comprar en Occidente los productos agrícolas de mayor calidad
y a precios más bajos; los grandes edificios eran verdaderas ruinas
para los millones de rumanos que estaban obligados a vivir
allí. La escuela rumana, estaba destruida, los alumnos debían
obligatoriamente instruirse según las obras de Ceauşescu; al final de
sus estudios, los diplomados estaban obligados a presentarse en las
ciudades donde eran destinados, y quedarse 5 años al menos. Los
251
Ioan Scurtu
intelectuales no podían medir el valor de sus propias obras, porque
eran censuradas en cuanto no hiciesen un himno al dictador y a su
esposa analfabeta. En consecuencia todo lo que era publicado debía
ser considerado como nulo; los verdaderos hombres de la cultura no
estaban dispuestos a estas concesiones y preferían no publicar sus
obras y guardarlas en los cajones.
La política exterior de independencia promovida por Ceauşescu
fue una farsa; él actuaba de acuerdo con los líderes del Kremlin,
porque él fue un agente del KGB, reclutado tras el comienzo de los
años 50, mientras él hacía sus estudios en Moscú. Él logró embaucar
durante un tiempo a los occidentales, incluso a los EUA, pero
finalmente la verdad se reflejó y el pequeño dictador de las orillas del
Dâmboviţa no fue aceptado nada más que por las personalidades que
se parecían a él, en el tercer mundo.
Las categorías de protestantes eran muy diversas. Los más
sinceros – poco numerosos- realmente sufrieron; fueron castigados
con duras penas de cárcel y después tras ser puestos en libertad les
dieron puesto de trabajo físicos, fueron permanentemente seguidos por
la Securitate, no tenían el derecho de ir al extranjero, ni aunque fuera
una excursión a Sofía. Ellos no aceptaron tener algún compromiso con
el régimen, rehusaron ser sus colaboradores y prefirieron sufrir todos
los castigos de la dictadura. Ellos continuaron esperando, aunque la
esperanza era una utopía, que el régimen se derrumbase y que
Rumania se convirtiese en una verdadera democracia. Parte de los
críticos más vehementes de Ceauşescu habían sido antiguos
combatientes en la clandestinidad, que tuvieron puestos de dirección
en los años 50, cuyo nombre era ligado al periodo más cruel de la
represión que destruyó a la élite política e intelectual de Rumania.
Estaban malcontentos de haber perdido su privilegios y acusaban a
Ceauşescu de haber promovido una política nacionalista.
A ellos hay que sumar los que realmente padecieron el “régimen
comunista” que fueron condenados a duras penas de cárcel y después
rehabilitados; algunos de ellos se beneficiaron de becas en occidente
beneficios (Humboldt, Fullbright, etc.), recibieron el permiso de la
Securitate para participar en congresos y conferencias científicas
internacionales, seguir los cursos de documentación en los archivos y
bibliotecas de los EUA, Francia, la RFA, la Gran Bretaña, etc.
Después de 1989, estas personas demonizaban a Ceauşescu, con la
intención de que se olvidase sus “pactos concluidos con el diablo”,
promoviendo un radicalismo extremista, criticando toda realización
del antiguo régimen, pero no su formación intelectual en las escuelas
252
La revolución rumana de1989
“comunistas”. La categoría más numerosa fue la de la gente ordinaria,
de los que muchos eran miembros del PCR y del UTC, que soportaron
notablemente tras 1981 los rigores de un régimen dictatorial, el frío y
las colas infinitas para adquirir los víveres, la transmisión de dos horas
de programación televisiva y el culto descarado a la personalidad del
matrimonio Ceauşescu.
Por otro lado, hubo un gran número de nostálgicos, que tras la
euforia de 1989, comenzaron a echar de menos los empleos seguros,
las medicinas gratuitas, las cargas módicas, los apartamentos gratuitos
establecidos por el Estado, las vacaciones a la montaña y al mar
pagadas por el sindicato, etc. Václav Havel tenía razón cuando
escribió: “al fin y al cabo, todos los revolucionarios pasan de la
euforia a la decepción. En una atmósfera revolucionaria de solidaridad
y abnegación, la gente tiende a creer que una vez lograda la victoria, el
paraíso terrenal es inevitable”1.
La investigación histórica debe estar basada sobre los
documentos, las fuentes, usando estadísticas reales, utilizando también
otro tipo de fuentes, destacando las fuentes orales. La corrobación de
las diversas fuentes desembocará en conclusiones creíbles y
generales2.
Una primera conclusión sería que los Estados del centro y del
sureste de Europa no tuvieron una evolución lineal durante los 45 años
de regímenes socialistas-totalitarios. Se podrían distinguir algunas
etapas:
De 1945 a 1948, los Estados se encontraron dentro de una
esfera de influencia soviética y los partidos comunistas tomaron el
poder. Colaboraron con otras formaciones políticas, en el cuadro de
frentes, populares o democráticos, reforzando siempre sus posiciones.
Al final de este periodo, se abandonó a los “camaradas de ruta”, los
partidos comunistas se convirtieron en las únicas (o principales)
fuerzas en el poder.
de 1948 a 1952, tuvo lugar un proceso extremadamente rápido,
que impuso en todos los ámbitos las estructuras de tipo soviético, y se
optó por la eliminación física de los adversarios políticos. Este fue el
periodo más cruel de la represión; el eslogan de Stalin según el cual a
medida que se avanza en la vía socialista “la lucha de clases se
agudiza”, fue aplicada en gran escala, teniendo efectos devastadores
sobre las élites (políticas, culturales, etc.)
Tras la muerte de Stalin (en 1953), cierta relajación interna se
produjo y se registró una tendencia a reformar el sistema totalitario. El
informe de N. S. Jrushchov del XX Congreso del PCUS en febrero de
253
Ioan Scurtu
1956, se inscribió en esta línea. El informe condenó el culto a la
personalidad y denunció los numerosos crímenes de Stalin que asesinó
a millones de soviéticos. Bajo este tapiz, surgieron tentativas
reformadoras en los Estados socialistas, destacando Polonia y
Hungría. Mientras que la situación en Polonia pudo ser dominada, en
Hungría tuvieron lugar combates en las calles en noviembre de 1956
tras la intervención soviética. Así la dirección del Partido Obrero
Rumano actuó con gran prudencia y logró la retirada de las tropas
soviéticas en 1958.
En los años 60, las opciones se diversificaron, dentro de los
límites del régimen socialista-totalitario; donde aparte de las
direcciones muy obedientes (como en Bulgaria y la RDA) se
manifestaron las tendencias centrífugas igualmente en la Unión
Soviética. La Declaración de abril de 1964, adoptada por el Partido
Obrero Rumano y la tentativa del Partido Comunista de
Checoslovaquia de instaurar “un socialismo de rostro humano” (según
la expresión de Alexander Dubček) en 1968 se inscribieron en esta
dirección. Así mientras la actuación rumana tenía cierto éxito, “la
Primavera de Praga” fue aplastada por las tropas del Tratado de
Varsovia (con la excepción de Rumania que condenó esta
intervención).
En los años 70-80, el internacionalismo proletario fue
reemplazado por el “patriotismo socialista”. Las evoluciones fueron
contradictorias: En la Unión Soviética, la caída de Jrushchov (1964)
estuvo seguida por un periodo de estancamiento, “la era Brézhnev”;
después, a partir de 1985, comenzaron acciones de reforma del
sistema socialista-totalitario (la glasnost y la perestroika) iniciadas por
Gorbachov. Evoluciones similares se registraron en los otros Estados,
destacando Hungría y Polonia. Rumania conoció una época atípica,
porque, bajo la dirección de Ceauşescu, se situó a principios de los
años 80, tras un periodo de reformas, en las posiciones más rígidas y
conservadoras.
En 1989, los regímenes socialistas-totalitarios en Europa central
y del sureste estaban en plena crisis, con diferentes contextos. La
mayor parte de estos países se reformaron desde el interior, gracias a
un cambio en los equipos de dirección. Los nuevos líderes permitieron
la aparición de nuevas formas de pluralismo político, iniciaron diálogo
con las fuerzas reformadoras y democráticas. En Rumania, debido a la
política de Ceauşescu Nicolae y a la exacerbación del culto de su
personalidad, el régimen conoció una involución dramática, con graves
consecuencias negativas para la sociedad en su conjunto.
254
La revolución rumana de1989
Rumania conoció, por tanto, al igual que los otros países de esta
zona, un régimen socialista-totalitario, una evolución que se inscribe
en la dinámica general, pero caracterizada por rasgos específicos. Un
análisis correcto debe ser basado sobre los hechos reales y objetivos.
En 1990, fue publicado el primer “Anuario estadístico” tras la
revolución, donde estaba escrito: “Todo el aparato estadístico debe
hacer esfuerzos continuos para eliminar los datos del pasado, el peso
de los informes trapicheados, proceso que se desarrolla en los últimos
años de forma permanente”3. El volumen, que contiene 722 páginas,
constituye la fuente principal para la apreciación de la evolución de
Rumania en el periodo 1938-1989. En consecuencia citaremos muchas
cifras de esta obra de referencia.
En el año 1938, Rumania contaba con 20 millones de
habitantes, en 1940 tenía 12 millones tras las pérdidas territoriales, y
en 1948 -15,8 millones; el 1 de julio de 1989, tenía 23 151 644
habitantes∗.
El año de 1938 fue considerado como un momento de
referencia en la historia económica de Rumania, porque representaba
el punto culminante del desarrollo de la época pre-socialista. Una
imagen correcta de este nivel de desarrollo puede ser realizado bajo la
base de un análisis comparativo con la situación de otros Estados.
La productividad del trabajo en 1938, expresada en la
producción anual por persona en dólares, era la siguiente4:
País
Rumania
Bulgaria
Polonia
Hungría
Gran Bretaña
Industria (1938)
290
300
400
340
910
Agricultura
(1934-1938)
80
110
130
150
560
La renta nacional por habitante era la siguiente5:
∗
Las cifras por las que la fuente no fue indicada son tomadas del anuario estadístico
de Rumania de 1990.
255
Ioan Scurtu
País
Rumania
Bulgaria
Polonia
Francia
Gran Bretaña
Dólares
75
68
104
236
378
Aunque las cifras indicasen 110 dólares/habitante, Rumania se
situaba con diferencia detrás de los otros Estados desarrollados. Los
economistas estiman que Rumania se encontraba a una distancia de
100-150 años con respecto a la capacidad de producción de los
Estados europeos desarrollados.
El confort de la vida cotidiana era relativo.
En 1938, casi ningún pueblo estaba sin electrificar; pero muchas
ciudades que se beneficiaban de la electricidad lo hacían solamente en
su zona central. El mismo año, la producción de energía eléctrica en
Rumania era inferior a la de Alemania en 33,8 veces, a la de Gran
Bretaña -22,8 veces, Francia -18,2 veces, Italia -13,8 veces 6.
La alimentación de los rumanos era deficitaria, sobre todo en
los pueblos. El consumo anual por habitante era en 1938 el siguiente
(Kg.)7.
País
Rumania
Gran
Bretaña
Francia
Polonia
Bulgaria
Cereales
Carne
202
94
18
60
Leche y
Queso
103
110
121
134
222
52
26
22
89
128
78
Azúcar
5
49
24
9
3
El economista Victor Axenciuc afirmó que tras un análisis
simple: “La economía rumana en 1938, con su estructura social con
sus profundas diferencias y sus importantes fracasos, con su
polarización económica y sus disparidades entre el medio urbano y
rural, con su nivel material, cultural y sanitario, se situaba entre las
últimas de Europa, no pudiendo constituir una referencia para nuestro
porvenir”8.
Teniendo en cuenta estas realidades, el nivel alcanzado en 1989
en comparación con 1938 puede parecer espectacular. Durante este
256
La revolución rumana de1989
intervalo, Rumania se transformó de un país agrario-industrial a un
país industrial; en 1989 la producción industrial era 65 veces superior
a la de 1938.
La contribución de los dos brazos económicos en la renta
nacional:
Rama
Industria
Agricultura
1938
30,8%
38,1%
1989
58,1%
15,2%
Tras el desarrollo de la industria, se produjo una mutación
esencial en su comparación con la agricultura. La tasa de
transformaciones de materias primas y la cantidad de inteligencia
incorporada por producto constituía los elementos esenciales del
aumento de su valor, de su competitividad en el mercado mundial.
Rumania producía máquinas y aparatos eléctricos y electrónicos,
turbinas a vapor e hidráulicas, instalaciones de perforadoras, tractores,
camiones, automóviles, abonos químicos, muebles, calzados, vestidos,
etc., que eran apreciados en el mercado mundial.
Evolución de la producción industrial
Producto
Energía eléctrica
Bruto extraído
Gas metano
Fertilizantes
químicos
Zapatos
Azúcar
Jabón
Tractores
Unidad
de
medida
Mil Kw./h
Mil toneladas
Mil m
Mil toneladas
1938
1989
1.130
6.594
311
-
75.851
9.173
22.222
2.802
Mil pares
Mil toneladas
Mil toneladas
Unidades
3
95
9
-
52
693
31
151.745
Los aumentos son reales y no pueden ser negados, pero
comparando con los otros países se ofrecía una imagen clara con
respecto al lugar de Rumania en Europa.
LA estructura de la renta nacional según las ramas principales
de la economía nacional en 1988:
257
Ioan Scurtu
País
Industria
Construcciones
Rumania
Bulgaria
Checoslovaquia
RDA
Yugoslavia
Polonia
Hungría
58,1
59,5
60,6
63,7
50,4
48,2
50,1
7,2
9,4
10,9
7,6
5,8
12,9
12,6
Agricultura
y
silvicultura
15,7
13,1
7,1
10,4
11,4
14,0
13,8
Transportes
y telecomunicaciones
7,5
8,3
3,6
5,6
6,1
5,8
9,0
Destaca que Rumania se sitúa en el 4º lugar entre los seis países
socialistas europeos mencionados. Su renta nacional provenía de la
industria (era superada por poco por Bulgaria y Checoslovaquia y
sustancialmente por Alemania del Este). Reflejaba un proceso real de
modernización en comparación con 1938, cuando la industria
contribuía un 30,8% en la renta nacional de Rumania.
En 1938, Rumania producía 1.100 millones de Kwh. y en 1989,
75.851 millones de Kwh. Todas las localidades fueron electrificadas
(con la excepción de pequeñas localidades situadas en las montañas),
que incrementó el confort cotidiano. Un alzamiento espectacular del
consumo de energía se registró, aunque todavía lejos del nivel de la
mayoría de los Estados europeos. Las cifras indican la situación
siguiente en lo que concierne a la producción de energía eléctrica por
habitante en 19899:
País
Rumania
Checoslovaquia
RDA
Yugoslavia
Polonia
Hungría
Kwh.
3.276
5.707
7.107
3.494
3.843
2.795
Rumania se situaba en el 5º lugar de los seis Estados socialistas,
con menos de la mitad de la producción de energía eléctrica por
habitante con respecto a la RDA.
Otro ejemplo significativo: en la época de entreguerras, el
automóvil era utilizado por un número muy reducido de personas. En
1968, debutó la producción de automóviles “Dacia” (en colaboración
con las fábricas “Renault” de Francia) y así muchos rumanos pudieron
258
La revolución rumana de1989
adquirir un coche. Mientras tanto, Rumania ocupaba una plaza
periférica en comparación con los Estados situados en su misma zona
geográfica.
Los datos estadísticos relativos al número de automóviles
indicaban la situación siguiente en 198910:
País
Unidades por 10.000
habitantes
Rumania
Checoslovaquia
RDA
Yugoslavia
Polonia
62
121
130
132
76
En lo que concierne a la agricultura, fue registrado cierto
progreso con respecto a 1938, sobretodo debido a la mecanización, a
la utilización de abonos químicos, a la construcción de un amplio
sistema de irrigación (el más grande de Europa).
Esto se reflejó en la producción media por ha11:
Producto
Trigo
Maíz
Cebada
Avena
1938
1.310
1.055
724
712
1989
3.364
2.472
4.475
1.587
El crecimiento fue importante, pero la producción por ha en
Rumania era mucho más reducida que en otros Estados. Los datos
estadísticos para 1989 indicaban la situación siguiente (Kg.):
País
Rumania
Bulgaria
Checoslovaquia
Yugoslavia
Polonia
Hungría
∗
Trigo
3.364
4.740
5.130
3.790
3.850
5.240
Maíz
2.472
4.290
5.300
4.130
∗
6.220
no figuran en la estadística publicada por el anuario estadístico de Rumania en 1990.
259
Ioan Scurtu
Los datos sobre la producción por habitante en 1989 son
igualmente importantes:
País
Rumania
Checoslovaquia
RDA
Yugoslavia
Polonia
Hungría
Azúcar
(Kg.)
30
56
46
41
45
48
Trigo
(Kg.)
343
407
209
236
224
620
Maíz (Kg. Leche
)
(L)
292
183
65
454
*
559
397
192
*
414
657
266
Según las estadísticas referidas a 24 Estados europeos (16
Estados occidentales y 8 antiguos países socialistas), Rumania
ocupaba analizando 20 indicadores económicos y sociales, en 1989,
las posiciones del 20 al 24 con respecto a 16 de estos indicadores y las
posiciones del 14 al 19 para los 4 restantes.
En lo que se refiere al producto interior bruto, que refleja el
desarrollo en conjunto de la economía nacional, Rumania se situaba
en el puesto 20, y como síntesis, teniendo en cuenta todos los
indicadores, ocupaba el puesto 23. El producto interior bruto por
habitante era 400 dólares, mientras que la media europea era de 8.394
(en los Estados desarrollados era de 16.592) de 27.260 en Suiza,
20.000 en noruega, 18.530 en la RFA, 4.790 en Grecia, 7.740 en
España (en dólares).
Rumania conoció un proceso de urbanización, característica del
mundo moderno, durante el cual el nivel de civilización aumentó en
detrimento de la vida patriarcal, conservadora.
La población según el medio donde reside:
Año
1948
1950
1989
Medio urbano
23,4
50,0
53,2
Medio rural
76,6
50,0
46,8
En los años 1951-1989, alrededor de tres millones de
apartamentos fueron construidos; por lo que si se considera que una
familia estaba formada por cuatro personas, resultaría que alrededor
de 12 millones de personas se beneficiaron de un nuevo alojamiento.
260
La revolución rumana de1989
La construcción de apartamentos bajo los fondos estatales:
Periodo
1951-1960
1961-1970
1971-1980
1981-1989
Número de apartamentos
150.167
553.295
1.267.850
1.012.771
El grado de confort de estos apartamentos era discutible, pero la
gente se benefició de la electricidad, del agua corriente, que hacía falta
en sus antiguas mansiones.
Estos datos indicaban claramente que el Estado socialista, que
había concentrado entre sus manos todos los recursos materiales,
impuso un ritmo seguido de desarrollo económico. Una situación
similar se registró en la Unión Soviética y en los otros Estados
socialistas, que ha determinado a ciertos politólogos a afirmar que este
tipo de régimen se conoce como dictadura de desarrollo. Es un
concepto que merece ser analizado con gran atención.
En verdad, la gente sometida a privaciones, fue obligada a
trabajar duramente para satisfacer sus necesidades, persuadida que sus
descendientes vivirían en un país más rico. La propaganda oficial
acreditaba la idea de que por sus sacrificios, se hacían pasos
importantes hacia el cumplimiento del “sueño dorado de la
humanidad”, el comunismo.
En el mismo intervalo de tiempo, los países capitalistas
desarrollados, basados en una economía de mercado, modernizaron
sus procesos de producción, logrando mantener, si no aumentar la
diferencia con respecto a otros Estados. La realidad mostraba que,
después de 1948, algunos países (destacando los EUA, Japón, RFA)
conocieron un fuerte desarrollo sacando provecho también de la
coyuntura internacional, en especial de la situación de los Estados
recientemente liberados del régimen colonial, como de la crisis del
sistema socialista-totalitario surgida tras la crisis del petróleo surgida
en 1973. En ese contexto, el desarrollo real de Rumania, comparado
con el periodo anterior a la guerra, no pudo seguir el ritmo impuesto
por los Estados capitalistas desarrollados y las diferencias históricas se
acentuaron.
La ciencia y la cultura rumana registraron un desarrollo
significativo sobre todo tras 1958. El analfabetismo se eliminó, la
enseñanza general obligatoria pasó de siete clases a diez, la red de
colegios especializados y de la enseñanza superior se desarrolló.
261
Ioan Scurtu
La evolución de la enseñanza:
Unidades de enseñanza
Población escolar
Estudiantes
Profesores
1838/1939
15.879
1.781.290
26.489
55.215
1989/1990
27.327
5.544.648
164.507
229.138
En verdad, se podría hablar de la calidad de la enseñanza, del
impacto ideológico oficial sobre el proceso educacional, pero los
hechos concretos no pueden ser ignorados. Como tampoco se puede
ignorar las apreciaciones de los expertos extranjeros, según las cuales
Rumania disponía en 1989 de una importante mano de obra,
cualificada, formada en las escuelas rumanas.
Para los intelectuales rumanos, las trabas a la libertad de
expresión, la imposición de una ideología oficial, la limitación del
derecho a la libre circulación fueron los obstáculos mayores que frenó
su producción. A pesar de estas dificultades, lograron enriquecer el
patrimonio de la ciencia y de la cultura nacional y universal. Es
necesario mencionar a las personalidades siguientes: Los médicos
C.I.Parhon, Mihai Ciucă, Lupu Gh. Nicolae, Ştefan S. Nicolau, Iliescu
Constantin, Ştefan Milcu, Ana Aslan, Daniel Danielopolu, Theodor
Burghele, Nicolae Cajal; los matemáticos Ionescu V. Tudor, Grigore
C. Moisil, Miron Nicolescu, Dan Barbilian, Caius Jacob, Octav
Onicescu; los físicos Horia Hulubei, Ionescu V. Theodor; los químicos
Costil D. Nemţeşcu, Gheorghe Spacu, Maluca Ripan; los economistas
Zane Gheorghe, Costil C. Kiritescu, Constantinescu N. N.; los
geólogos Miltiade Filipescu, Sabba C. Ştefănescu, Gheorghe Macovei;
los especialistas en ciencias técnicas Elie Carafoli, Aurel Belis, Ion
Agârbiceanu; los historiadores Giurescu C. Constantin, Andrei Oţetea,
David Prodan, Tudor Dumitru, Radu Vulpe, Dumitru Berciu, Ştefan
Pascu, Alexandru Duţu, Mihail Berza, Ion Nestor, Dionisio Pipidi,
Daicoviciu Constantin, Daicoviciu Hadrian, Pompilio Teodor, P.P.
Panaitescu, Emil Condurachi, Dumitru Almaş, Constantin Cihodaru,
Aurelian Sacerdoţeanu, Alexandru Elian, Vasile Maciu, Popa Mircea,
Gheorghe Platon, A.Simion, Eliza Campus, Valeriu Torin Dobrinescu,
Maria Dogaru, Paul Cernovodeanu, Ion Mamina; los geógrafos Vintilă
Mihăilescu Vintilă, Victor Trufescu; los escritores Mihail Sadoveanu,
Tudor Arghezi, Victor Eftimiu, Lovinescu Horia, Eusebio Camilar,
Preda Marin, Eugen Barbu, Nicolae Labiş, Marin Sorescu, A.E.
262
La revolución rumana de1989
Baconsky, Nichita Stănescu, Ştefan Augustin Doinaş; los críticos y los
historiadores literarios Călinescu George, Vianu Tudor, Perpessicius,
Şerban Cioculescu, Alexandru Piru, Zoe Dumitrescu-Buşulenga,
Edgar Papu; los lingüistas Iorgu Iordan, Alexandru Rosetti, Avram
Mioara; los críticos e historiadores del arte George Oprescu, Petre
Comarnescu; los pintores Corneliu Baba, Alexandru Ciucurencu,
Camil Resu, Ion Ţuculescu, Iosif Iser; los escultores Gheorghe
Abghel, Marius Butunoiu, Vida Gheza, Ion Jalea, Ion Irimescu; los
realizadores de películas Popescu-Gopo Ion, Mircea Veroiu, Victor
Eliu y los escenógrafos Alexandrescu Sică, Vlad Mugur, Ion
Sahighian; los actores Lucia Sturdza-Bulandra, Costache Antoniu,
Grigore Vasiliu-Birlic, Alexandru Giugaru, Marcela Rusu, George
Constantin, George Calboreanu, Emanoil Petruţ, Amza Pellea,
Gheorghe Cozorici, Dumitrescu-Timică Silvia, Constantin Rauţchi,
Octavian Cotescu, Rădulescu Dem, Coca Andronescu, Marinescu Ion,
Vasílica Tastaman, Ştefan Mihăilescu-Brăila, Leopoldina Bălănuţă,
Gina Patrichi, Ştefan Bănică; los músicos George Georgescu (director
de orquesta), Dumitrescu Gheorghe, Sabin Drăgoi, Tiberiu Brediceanu
(compositores), Voicu Ion (violinista), Florescu Arta, Elena Cernei,
Ion Dacian, Valentin Teodorian, Octav Enigarescu, Ludovic Spiess
(cantantes); los interpretes de música ligera Petrescu Gică, Doina
Badea, Dan Spătaru, Aurelian Andreescu y los compositores Radu
Şerban, Vasile Veselovschi, Ion Cristinoiu, Grigoriu George; los
interpretes de música popular Maria Tănase, Radu Maria, Alexandru
Grozuţă, Rodica Bujor; los arquitectos Octav Doicescu, Antonescu
Petre, Lăzărescu Cezar, Duiliu Marcu, Horia Maicu, Tiberiu Ricci,
Ascanio Damian, etc.
He citado solamente algunos de los intelectuales notables de
Rumania que nosotros guardaremos en la memoria. A pesar de las
restricciones impuestas por el régimen, muchos de ellos han
participado en conferencias y congresos internacionales, en concursos
y festivales, logrando éxitos destacables. Estas personalidades no
pueden ser eliminadas de la historia de la ciencia y la cultura nacional
y universal por el único motivo de haber vivido y haberse creado en
“los años del comunismo”.
Hace falta igualmente destacar el hecho que buena parte de las
élites políticas y una buena parte de las élites intelectuales fueron
eliminadas. Después de 1948, muchas personas murieron en
prisión. Es necesario mencionar los nombres de Iuliu Maniu, Ion
Mihalache, Brătianu I.C. Constantin, Brătianu I. Gheorghe, Constantin
Argetoianu, Mihail Manoilescu, Sever Bocu, Mircea Cancicov, Henry
263
Ioan Scurtu
Cihoski, Constantinescu Tancred, Ion Gigurtu, Alexandru Lapedatu,
Ion Manolescu-Strunga, Istrate Micescu, Ion Pelivan, Virgil Potârcă,
Radu Portocală, Ion Răşcanu, Nicolae Samsonovici, Gheorghe Tasca,
Vlad Aurel, etc.
Intelectuales notables como Ion Lupaş, Silviu Dragomir, Lucian
Blaga, Ioan Petrovici, P.P. Panaitescu fueron vedados durante un largo
periodo de tiempo. Algunos fueron rehabilitados, pudiéndose afirmar
que el régimen les necesitó por razón de su valor debido al nuevo
contexto histórico. Hace falta destacar el caso de Tudor Arghezi, que
en 1948 fue la diana de un ataque furibundo del periódico “Scânteia”
que le acusaba de haber creado una poesía “putrefacta” que reflejaba
“el centro de la moral burguesa”; tres años más tarde, Arghezi fue
rehabilitado y admitido justo después en la Academia Rumana y
considerado como uno de los poetas más grandes desde Eminescu.
Tuvo una situación similar Giurescu C. Constantin: tras estar durante
algunos años en prisión (como antiguo dignatario burgués) fue
integrado en el Instituto de Historia y poco después en la Universidad
de Bucarest, se convirtió en miembro de la Academia Rumana, y
publicó un gran número de obras científicas. Por otro lado tuvo la
posibilidad de participar en congresos y conferencias científicos,
viajar a los EUA, la Gran Bretaña, Francia, y otros Estados
occidentales.
El impacto más grave del régimen totalitario fue registrado en el
ámbito social: desposeídos de sus propias fortunas, muchos
industriales, banqueros, propietarios de bienes raíces, y comerciantes
fueron arrestados. Los que se beneficiaron de una amnistía tuvieron
una existencia en lo más bajo de la sociedad, obligados a trabajar en
las canteras, a ejecutar actividades puramente físicas en sus empresas.
Sus experiencias como directores, capaces de asegurar el desarrollo
económico del país según los principios de la economía de mercado
no fueron aceptados por el Estado centralizado. En lo que concierne al
campesinado, este fue desposeído de sus tierras y su interés por el
trabajo disminuyó; la mayor parte emigró a las ciudades y se
integraron con grandes dificultades a las nuevas condiciones de vida.
El proceso de homogenización social golpeó principalmente a las
personas inteligentes dotadas de un espíritu de empresa que fueron
llevados a vivir en una mediocridad generalizada, actuando según las
disposiciones transmitidas por los dirigentes del Partido comunista.
Con el fin de mostrar que esta política era sostenida por los
ciudadanos, la dirección del PCR buscó atraer un número creciente de
adeptos.
264
La revolución rumana de1989
Número de miembros del PCR:12
Periodo
Número de miembros
Agosto 1944
Alrededor de 1.000
Octubre 1945
257.000
Septiembre 1947
710.000
Febrero 1948
1.060.000
Mayo 1950
720.000
Julio 1965
1.400.000
Diciembre 1989
4.300.000
En verdad, hubo personas que creyeron sinceramente en la
ideología y el programa del Partido Comunista Rumano. Por otro lado,
muchos se convirtieron en miembros del Partido comunista por
oportunismo y por necesidad a fin de beneficiarse de ciertas ventajas
(una función, una beca para el extranjero, un apartamento, la
posibilidad de pasar un doctorado, etc.). La verdadera convicción de
los comunistas (de la organización de los jóvenes comunistas - UTC y
del PCR) se manifestó en diciembre de 1989, ya que la mayoría de los
manifestantes, detenidos, heridos y muertos venían de estas
organizaciones.
O de otra forma dicho, había un aislamiento entre la masa de los
miembros de la UTC y del PCR y sus direcciones, cosa que se refleja
en la desaparición “instantánea” de las dos organizaciones. Tanto el
UTC y el PCR han desaparecido por implosión, millones de miembros
no deseaban que estas dos organizaciones continuasen existiendo. Ala
vez hubo activistas de la UTC y del PCR que se retractaron, algunos
de un forma muy ruidosa.
2. DEL TOTALITARISMO A LA DEMOCRACIA
El proceso revolucionario de 1989 continuó en Europa después
del 22 de diciembre, aunque podemos afirmar que nació al borde del
Neva y murió al borde del Dâmboviţa. La vida internacional estuvo
marcada por tres sucesos: la unificación de Alemania, el
desmantelamiento de la Unión Soviética y la guerra civil en
Yugoslavia. En el periodo 1990-1995, en los antiguos Estados del
campo “comunista” (socialista-totalitario), la evolución democrática
fue constante e irreversible. En algunos países, el proceso se aceleró y
desató conflictos mayores, en otros países, fue más lento,
contradictoriamente, por medios más violentos13.
265
Ioan Scurtu
En Alemania, el punto de vista de Helmut Kohl prevaleció,
apoyado por Bush George, realizándose la integración de la RDA en la
RFA y se desmantelaron todas las estructuras de la Alemania oriental,
comprendiendo la STASI, y fueron transferidas a las estructuras de la
Alemania occidental. Tras las elecciones parlamentarias que tuvieron
lugar en la RDA el 18 de marzo de 1990, fue constituido un gobierno
de coalición conducido por Lothar Maizière, que negoció la
unificación monetaria, económica y social de los dos Estados
alemanes. El acuerdo fue firmado el 1 de julio de 1990 por Lothar
Maizière y Helmut Kohl. Las cuatro grandes potencias (los EUA, la
URSS, la Gran Bretaña y Francia) aceptaron la unificación y
renunciaron a los antiguos derechos que tenían por los acuerdos de
1945. El 3 de octubre de 1990 se realizaron las fiestas oficiales que
marcaban la unificación alemana. La parte oriental, la antigua RDA
fue dividida en 5 grandes lands, integrándose en la República Federal
Alemana.
En Checoslovaquia, la victoria de la revolución fue marcada por
la elección de Václav Havel, fundador del Forum cívico y principal
organizador de la “revolución de terciopelo” como presidente del país,
el 29 de diciembre de 1989. El líder de “la primavera de Praga” en
1968, Alexander Dubček, se convirtió en presidente de la Asamblea
Federal. El Estado recibió el nombre de República Federal Checa y
Eslovaca, acto que anunciaba el posterior desmembramiento. Las
elecciones legislativas de junio de 1990 fueron ganadas por el Forum
Cívico, que aseguró la transición a una democracia real y a una
economía de mercado. El estado Checoslovaco constituido por la libre
voluntad de checos y Eslovacos en octubre de 1918, se desmembró
por segunda vez: la primera en 1935, cuando Eslovaquia con el apoyo
de Hitler se declaró independiente; después, en el contexto de la
derrota alemana, Checoslovaquia fue reunificada en abril de 1945. La
segunda vez, tras los acuerdos de checos y eslovacos, el 1 de enero de
1993, fueron constituidos dos Estados: la República Checa y la
República Eslovaca. Ellas han establecido buenas relaciones
diplomáticas enseguida. La evolución en sus caminos para la
integración europea y euro-atlántica se ha desarrollado con ritmos
diferentes: La República Checa ha tenido un acceso más rápido en
estas estructuras mientras que Eslovaquia tiene aún que cumplir
muchas etapas.
En Hungría, hubo un régimen que seguía las líneas de
Gorbachov hasta las primeras elecciones democráticas, realizadas en
marzo-abril de 1990, en las que el poder pasó al Forum Democrático
266
La revolución rumana de1989
Magyar, coalición de partidos políticos hostiles al comunismo. Antáll
József, presidente del Forum, se convirtió en primer ministro el 23 de
mayo de 1990 y Göncz Árpád fue elegido presidente de Hungría.
El 9 de diciembre de 1990, Lech Walesa se convirtió en
presidente de Polonia, acto que marcó el triunfo total de las fuerzas
democráticas en este país. Walesa instituyó un Consejo Consultativo
para el presidente de la República, compuesto de representantes de
todos los partidos, incluido el Partido Comunista. El espíritu de la
“tabla redonda” prosiguió los años siguientes asegurando la evolución
de Polonia en las estructuras europeas y euro-atlánticas, sin
convulsiones significativas.
En Bulgaria, el Parlamento decidió en enero de 1990 abolir la
preponderancia política del Partido comunista; éste tomó el nombre de
Partido Socialista Búlgaro, quedando como la fuerza política más
importante del país. El 3 de febrero, Andrei Lukanov fue elegido
Primer Ministro y las primeras elecciones libres tuvieron lugar en
junio de 1990. Como el Partido Socialista tuvo la mayoría absoluta,
tras las manifestaciones, el 1 de agosto de 1990, Jeliou Jelev fue
impuesto como presidente de Bulgaria. Este país iba a conocer
numerosas convulsiones económicas y sociales, llegando a un
derrumbamiento financiero, por lo que se impuso la institución de un
consejo monetario bajo la égida de la República Federal de Alemania.
La recuperación fue difícil y el proceso de integración en las
estructuras europeas y euro-atlánticas ha durado mucho más que en la
mayoría de los antiguos Estados socialistas-totalitarios.
Los cambios fueron igualmente comenzados en Albania.
Inicialmente Ramiz Alia, secretario general del Partido Comunista
Albanés, se opuso a las ideas de Gorbachov que consideraba
demagógicas y peligrosas para el socialismo. Pero a partir de junio de
1990, “el modelo de Alemania del Este” fue puesto en marcha:
millares de personas abandonaron el país, refugiándose la mayoría en
Italia. Nació así en Occidente un movimiento extremadamente hostil
al régimen de Tirana, que sus propios ciudadanos no soportaron. Tras
un año de resistencia, Ramiz Alia comenzó a ceder y a tomar algunas
medidas reformadoras (la privatización parcial de la agricultura, el
derecho de los campesinos a vender sus productos en un mercado
libre, etc.). El 9 y el 10 de diciembre de 1990, tuvieron lugar
manifestaciones de estudiantes, donde los participantes enarbolaban
retratos de Gorbachov y de Alia. El 12 de diciembre, el doctor Sali
Berisha anunció la constitución del Partido Democrático, con un
programa anti-comunista. El fin simbólico del socialismo-totalitario
267
Ioan Scurtu
en Albania fue marcado por el derribo de la estatua de I.V. Stalin
situada en el bulevar central de Tirana, el 21 de diciembre.
Las elecciones de marzo de 1991 fueron ganadas por el Partido
Comunista, que en junio de 1992 tomó el nombre de Partido
Socialista. Amplias manifestaciones tuvieron lugar pidiendo la
democratización de la sociedad: en marzo de 1992, tuvieron lugar
elecciones parlamentarias en las que el Partido Demócrata tuvo dos
tercios de los votos. En este contexto, Ramiz Alia se retiró de la
dirección del país y Sali Berisha fue elegido presidente de Albania (9
de abril de 1992). A pesar de los esfuerzos realizados, Berisha no pudo
redirigir la situación, y Albania se encontró al borde de la guerra civil
tras el enfrentamiento entre las sociedades financieras llamadas
“piramidales”. Berisha fue obligado a dimitir en julio de 1997. En
noviembre de 1998 una Constitución democrática fue aprobada en
Albania. Todas las estadísticas internacionales indican que Albania se
ha situado en el último lugar de Europa desde un punto de vista
económico y en su evolución democrática.
El objetivo fundamental de Mijaíl Gorbachov fue modernizar la
Unión Soviética y de asegurar cierta transparencia en la sociedad. De
hecho, fracasó, porque su programa no era realista. Quiso modernizar
(reformar) un sistema visto para sentencia y mantener un Estado
edificado por la fuerza y el terror. La Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas fue constituida en 1922 tras la sangrienta guerra civil. Por
el acuerdo Mólotov-Ribbentrop, se anexionó numerosos territorios,
varios de ellos Estados: una parte de Polonia (septiembre de 1939),
Bielorrusia (noviembre de 1939), los Países Bálticos (Estonia, Letonia
y Lituania) como el noreste de Rumania (el norte de la Bucovina y
Besarabia) en junio de 1940.
Durante el régimen de Stalin y de sus sucesores, se buscó
aniquilar el espíritu nacional y promover una sola nación –la nación
soviética. Las reformas de Gorbachov tuvieron un efecto que él no
había previsto: el despertar del espíritu nacional. Constatando que
Gorbachov estaba siendo superado por los acontecimientos,
Occidente, en primer lugar los EUA comenzaron a abandonarle a
favor de Borís Yeltsin. Era evidente que la URSS se iba a derrumbar
por la secesión de los Países Bálticos, en principio como también
Georgia y Moldavia, después.
El golpe del 19 de agosto de 1991 por parte de algunos
conservadores fue el golpe de gracia dado al Gorbachov, que tuvo que
abandonar el poder en unos pocos meses. La Federación Rusa se
convirtió en la heredera de la Unión Soviética y Borís Yeltsin en el
268
La revolución rumana de1989
primer presidente de este Estado. Los sucesos se desarrollaron así:
Gorbachov que estaba de vacaciones en Crimea, fue reemplazado por
un Comité de Estado bajo el estado emergencia, conducido por
Guennadi Ianaev. El suceso provocó un gran shock en el mundo
entero. A su vez se produjo una cascada de independencias
proclamadas por las Repúblicas, que significaba la desintegración de
la Unión Soviética. Por su parte Rusia se declaró independiente bajo la
dirección de Borís Yeltsin. Dos días más tarde volvió Gorbachov a
Moscú, y trató mantener la Unión Soviética, pero sin resultado. Por
iniciativa de Borís Yeltsin se creó la Comunidad de Estados
Independientes (CEI) por lo que Gorbachov quedó a la cabeza de un
Estado que no existía. Durante estos días Gorbachov recibió las
llamadas de apoyo de Bush George, Mitterrand François, John Major,
Hans-Dietrich Genscher, que le han felicitado por la política
promovida en sus seis años en el poder.
Ninguna ceremonia de cesión del poder se realizó en el Kremlin
por el simple motivo que Gorbachov no ostentaba ningún poder
efectivo. En una atmósfera más que sombría, el 25 de diciembre de
1991, anunció su dimisión como Presidente de la URSS En su
alocución pronunciada en esta ocasión, retransmitida en directo por la
televisión, dijo: “Dejo este puesto con un sentimiento de inquietud,
pero también con la esperanza y la confianza puesta en vosotros, en
vuestra sabiduría y en el poder de vuestro espíritu”14.
La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas dejó
oficialmente de existir en la noche del 31 de diciembre de 1991.
Refiriéndose a este momento, el antiguo Secretario de Estado de EUA
escribió: “Ningún poder mundial desapareció jamás tan rápida como
totalmente, sin haber perdido una guerra”15. Los antiguos estados de la
Unión Soviética, incluida la Federación Rusa, entraron en un periodo
de asfixia económica y de confusión política. Los rusos estaban
convencidos que Mijaíl Gorbachov había actuado de una forma
deliberada para destruir la Unión Soviética. Esto se reflejó de hecho
en las elecciones presidenciales de la Federación Rusa donde el
antiguo líder soviético sólo tuvo el 1% de los votos frente a la victoria
aplastante de Borís Yeltsin.
La Federación se convirtió en una potencia de segundo rango,
no pudiendo ya influir decisivamente en la evolución de Europa y del
mundo, mientras que los EUA se consolidaban en su posición de líder
mundial.
La evolución en Yugoslavia fue muy complicada y terminó por
desembocar en la guerra civil. Este Estado había sido creado en
269
Ioan Scurtu
diciembre de 1918, donde los representantes de Serbia, Croacia, y de
Eslovenia habían decidido formar parte de el mismo Estado: el Reino
de los Serbios, Croatas y Eslovenos que comprendía Serbia,
Montenegro, Macedonia, Eslovenia, Croacia, Dalmacia, Voivodina,
Bosnia y Herzegovina. En octubre de 1929, el reino tomó el nombre
de Yugoslavia. En el periodo de entreguerras hubo ciertas tensiones
sobre todo entre serbios y croatas pero el Estado Yugoslavo
permaneció existiendo hasta la ocupación de las tropas hitlerianas. En
abril de 1941, Croacia proclamó su independencia declarando su
fidelidad hacia Alemania16. El Estado yugoslavo fue reconstituido
después de la guerra; la Constitución del 31 de enero de 1946 previó
la organización de 6 Estados dentro de la República Federal Popular
de Yugoslavia (que en 1963 tomó el nombre de República Federal
Socialista de Yugoslavia): Serbia, Montenegro, Macedonia, Eslovenia,
Croacia, Bosnia-Herzegovina.
Tras la muerte de J. Broz Tito en 1980, las tendencias
centrífugas se acentuaron. Dentro del contexto de la caída de los
regimenes socialistas-totalitarios en Europa, la desaparición de
Yugoslavia se convirtió en un objetivo esencial. Este país no había
aceptado la dominación soviética y había establecido relaciones
intensas con los Estados occidentales; la libertad de circulación estaba
asegurada, muchos súbditos yugoslavos podían trabajar en Alemania,
Austria, Italia y en otros países occidentales, invirtiendo el dinero
ganado en empresas económicas que funcionaban según los principios
de la economía de mercado. En 1989, Yugoslavia era el partido
socialista con mayor abertura en Occidente, la economía más
dinámica y con el nivel de vida más elevado en esta zona del
continente. La existencia de un Estado poderoso, con una voz
diferente en el sureste de Europa, no era del gusto de los artesanos de
la nueva configuración del continente. Esta es la razón por la que
buscaron el desmembramiento de Yugoslavia. Los medios elegidos
han apuntado hacia el aliento y el apoyo fuerte del nacionalismo de las
repúblicas y su separación de la federación existente. Los Estados
occidentales condenaban el nacionalismo y lo consideraban como un
peligro real para el régimen democrático. Por el contrario esto no
impidió a los líderes políticos de Berlín, Washington y Londres
estimular el nacionalismo de croatas, eslovenos, bosnios y kosovares,
mientras condenaban al mismo tiempo el nacionalismo serbio. La señal
para el desmembramiento fue dada por los representantes de Eslovenia
que el 23 de enero de1990, se retiraron del Congreso de la Unión de los
Comunistas de Yugoslavia.
270
La revolución rumana de1989
El 25 de junio de 1991, Eslovenia y Croacia declararon su
independencia, que no fue reconocida por Belgrado, quién intervino
con las tropas para mantener los dos Estados dentro de la Federación.
Gracias a la mediación de Austria y Alemania, como de la Comunidad
Europea, Slobodan Milošević reconoció la independencia de
Eslovenia. La guerra civil se desencadenó en Croacia y BosniaHerzegovina. Esta guerra tuvo un fuerte aspecto mediático, porque las
televisiones y la prensa occidental presentaron a los Serbios y a su
líder Milošević como criminales odiosos, animados por el espíritu
bárbaro de purificación étnica. Los crímenes no menos abominables
de croatas y bosnios fueron silenciados. En enero de 1992, fuerzas de
la ONU se desplazaron a Croacia y Bosnia para proteger a la
población civil. Poco después de las conversaciones de Taitón (OhioEUA), los jefes de Estado de Yugoslavia, Croacia y de BosniaHerzegovina arbitrados por Bill Clinton, firmaron en octubre de 1995
un acuerdo de paz, que fue refrendado el 14 de diciembre en París.
Bajo este acuerdo, las relaciones diplomáticas se han vuelto a
establecer entre los Estados constituidos en el territorio de la antigua
República Federal Socialista de Yugoslavia.
El conflicto armado volvió a estallar 1998 cuando el Ejército de
Liberación de Kosovo (UCK) desencadenó la lucha por la
independencia de esta provincia. El régimen de Milošević reaccionó
con violencia. Esta vez la aviación norteamericana intervino
masivamente y tras 78 días de bombardeos sobre Belgrado (del 23 de
marzo al 10 de junio de 1999) Milošević tuvo que ceder. La provincia
de Kosovo quedó emplazada bajo el mando de la ONU. Lo que restó
de la ex-Yugoslavia, fue solamente después de 2003, una unión formal
entre Serbia y Montenegro, cada uno con su presidente, su Gobierno y
su Parlamento. Este Estado federal –la Unión Serbia-Montenegro- se
rompió el 21 de mayo de 2006, cuando un referéndum para la
independencia de Montenegro se organizó en esta república y los
montenegrinos se pronunciaron por la disolución de la Federación. A
los 650.000 habitantes de Montenegro se les prometió la integración
en la Unión Europea, mientras que esta perspectiva no se le ha
ofrecido a Serbia.
Los Estados constituidos en el territorio de la República Federal
Socialista de Yugoslavia abandonaron el comunismo para declararse a
favor de la democracia, la economía de mercado y la integración euroatlántica. En septiembre de 2000, los resultados oficiales de las
elecciones no fueron reconocidos y se organizaron manifestaciones
para imponer la voluntad de la oposición, suceso que se denominó “la
271
Ioan Scurtu
revolución naranja”. Ciertamente el Partido Socialista, conducido por
Milošević, ganó las elecciones del 24 de septiembre, pero tras unas
horas de protestas en el centro de Belgrado, los manifestantes
asaltaron el edificio del Parlamento imponiendo a Vojislav Koštunica
como presidente. En estas condiciones fue obligado a dimitir y al cabo
de unos meses, fue llamado por el Tribunal Penal Internacional de la
Haya para responder sobre más de 60 cargos siendo el más grave el de
genocidio. Al término de cuatro años de informes, el Tribunal no había
llegado a un veredicto y Milošević murió en prisión en marzo de
2006.
Con esta situación internacional, Rumania atravesó un largo
periodo de transición salpicada de momentos tensos. La retransmisión
en directo de la Revolución de diciembre de 1989, creó un estado de
espíritu extremadamente favorable a los rumanos, que habían vencido
“la dictadura más odiosa de la humanidad”. Ciertamente millones de
telespectadores vieron el enfrentamiento entre la población con los
miembros de la Securitate y los “terroristas” que quisieron reponer a
Ceauşescu a la cabeza del Estado. La prensa escrita estuvo pendiente
durante semanas de los acontecimientos colocándolos en primera
página. Todos los artículos exageraron el número de víctimas.
La opinión pública internacional constató poco después que “la
guerra civil” y “el genocidio” retransmitido en directo fue, en gran
parte una manipulación de los medios, y que los rumanos no eran tan
sanguinarios ni tan heroicos como les habían presentado. La euforia y
el entusiasmo de finales de diciembre dejó paso a la decepción. El
proceso terminó con la ejecución del matrimonio Ceauşescu, el 25 de
diciembre de 1989, las secuencias mostraban a la pareja ejecutada por
decenas de balas, tendidos cerca de un muro en el interior de la unidad
militar horrorizando a muchos telespectadores occidentales. En enerofebrero de 1990, la opinión pública occidental, incluyendo algunos
periodistas, comenzaron a poner en duda la presentación de los
acontecimientos de Rumania. Gerad de Selys, periodista de la
radiotelevisión belga, publicó en 1990 en Bruselas, una colección de
artículos titulada “medios mentirosos”. El mismo año, Michel Castex,
de la Agencia France Presse (AFP) publicó “una gran mentira como
un siglo. Rumania, historia de una manipulación”. Un periodista
belga precisó: “La idea nos vino después de la escandalosa
mistificación de “la carnicería” de Timişoara. Una revisión inmediata
a la que toda la prensa se consagró y que no ha presentado todavía sus
modestas (y raras) excusas a los lectores. Excusas que debían ocupar
las primeras páginas de los diarios, por la mentira que había sido
272
La revolución rumana de1989
difundida. Más imperdonable era que los EUA, ignorando el derecho
internacional, invadiesen la República de Panamá, haciendo muchas
más víctimas reales que la carnicería ficticia de Timişoara, hecho que
la prensa silenció”17. El autor francés fue más reservado afirmando
que las “mentiras” habían sido hechas por los periodistas que no
verificaron los hechos y se dejaron intoxicar por las fuentes a su
disposición”18.
La apreciación del periodista belga contenía algo de verdad: al
mismo tiempo que la Revolución rumana, una intervención
norteamericana tuvo lugar en Panamá. Mientras que las televisiones
retransmitían al detalle los sucesos de Rumania, toda mediatización de
la situación de Panamá fue prohibida por el Departamento de Estado
norteamericano. Así la situación en Panamá no fue cubierta, y la
atención se dirigió hacia los acontecimientos de Rumania.
El médico forense Milan Dressler investigó para explicar en el
periódico “Renaşterea Bănăţeană”(del 11 y del 19 de enero 1990) que
las imágenes difundidas en la televisión sobre las victimas de la
represión en Timisoara no habían reflejado la realidad. Nadie le creyó
entonces. Herido en su orgullo profesional, el médico envió a
numerosos colegas la foto agrandada de la imagen más mediatizada: el
cadáver de una mujer con su bebe sobre su pecho. Igualmente envió
otras fotos de personas “masacradas” por los miembros de la
Securitate en diciembre de 1989. Médicos de Francia, Alemania, la
Gran Bretaña, Dinamarca, los Países Bajos y otros Estados los
analizaron y llegaron a una conclusión en común: las imágenes
estaban truncadas. La mujer embarazada mutilada que le habían
extraído el niño muerto fue identificada: había fallecido en su casa, el
8 de noviembre, tras un coma alcohólico; su pareja declaró que no
tenía dinero para hacerla enterrar y que dio su acuerdo para que el
Ayuntamiento la enterrase en el cementerio de los pobres. No eran los
miembros de la Securitate quienes le habían extraído a su bebé, que no
era suyo; el bebé fue también identificado: una pequeña niña de dos
meses, muerta el 9 de diciembre tras una enfermedad patológica; su
padre rehusó hacerse cargo de su entierro y fue también enterrada en
el cementerio de los pobres. El hombre tendido sobre la mesa de
hormigón, masacrado él también por la Securitate, había sido
encontrado dentro de la trampilla de un conducto calorífico, calcinado
y en un estado avanzado de putrefacción. Los otros cadáveres tenían
una “historia” similar19.
Para los occidentales, la bella y heroica revolución rumana se
convirtió rápidamente en una “manipulación”, una “mentira del siglo”,
273
Ioan Scurtu
un “golpe de estado” fomentado por el KGB Evidentemente, los
medios occidentales no tuvieron remordimientos por como habían
cubierto los sucesos de Rumania ni se propusieron pedir excusas a sus
telespectadores, ni a los lectores por la grosera manipulación de las
que éstos habían sido víctimas.
De todas formas, esta manipulación -las mentiras de los medioshabía comenzado desde hacia muchos años y se había convertido
en algo normal. Eso es lo que explicaría que un antiguo jefe de la
Securitate (Ion Mihai Pacepa) y un antiguo líder comunista,
representante de la III Internacional Comunista (Constantin
Pârvulescu) se convirtieran en “héroes” por el sólo hecho de criticar a
Ceauşescu, durante la vehemente campaña contra Ceauşescu acusado
de demoler los pueblos húngaros y alemanes, destruyendo así la
civilización de las minorías nacionales20. Los medios jugaron
igualmente un papel importante en la presentación desnaturalizada de
las realidades rumanas después de la Revolución. LA respuesta de
los que tomaron el poder el 22 de diciembre de 1989 y las
manifestaciones en las calles que empezaron en Bucarest el 12 de
enero de 1990 ponían en duda el hecho que un cambio de régimen
hubiese tenido lugar y que por tanto Rumania se encontraba todavía
entre las manos de los comunistas. En menos de un mes Rumania se
convirtió en “la oveja negra de Europa”.
Los eslóganes habían lanzado la idea de que las minorías
nacionales, sobre todo la magiar había sido cruelmente reprimida. La
idea de la autonomía de Transilvania y su liberación del dominio de
los nacionalistas rumanos salió a la superficie. El 15 de marzo de
1990, algunos millares de húngaros vinieron para celebrar su día
nacional en Transilvania.
Se desencadenaron enfrentamientos violentos en Târgu Mureş
entre los grupos húngaros y rumanos, prediciendo una guerra
interétnica. Las televisiones de numerosos países estuvieron de nuevo
presentes. La opinión pública mundial se estremeció por la cobertura
de los sucesos de Târgu Mureş, especialmente por la imagen de un
hombre tumbado en la tierra, que era golpeado brutalmente por
numerosos individuos. Esta secuencia filmada por una televisión
irlandesa, dio la vuelta al mundo, y los medios condenaron con
vehemencia a los rumanos. Algunos días más tarde se constató que el
que estaba siendo golpeado era un rumano –Mihăilă Cofariu- y que
los que le golpeaban eran húngaros. Pero la imagen ya había sido
difundida, con todos los comentarios requeridos. Mientras la dirección
del país, con Iliescu Ion, rehusó entrar en la escalada de violencia que
274
La revolución rumana de1989
habrían podido conducir al desmembramiento de Rumania. Los
sucesos de Târgu Mureş en marzo de 1990 quedaron como un
episodio trágico, pero el objetivo perseguido por los extremistas no se
realizó.
El mes de diciembre de 1989 marcó un verdadero consenso
político de los rumanos y se vio una solidaridad impresionante en la
lucha contra la dictadura. Después de la realización de este objetivo,
las opiniones se diferenciaron, lo cual es normal dentro de un régimen
democrático. A pesar de las dificultades frente a las cuales Rumania
debía enfrentarse se dirigió en la senda de la democracia. Una
comparación entre el 14 de diciembre de 1989 y el 14 de enero de
1990 revelaba la imagen de un país profundamente cambiado. De la
televisión aburrida, con un programa de dos horas consagradas
totalmente al “dirigente genial” a una programación de 10 a 12 horas
por día, extremadamente variada, con difusiones de Navidad y
retransmisiones en directo de la misa de Navidad, de San Basilio y de
la Epifanía. De los periódicos que propagaban el culto de la
personalidad de Ceauşescu y la idea de que el pueblo “en una unión
total” trabaja para llevar a cabo las disposiciones del XIV Congreso
del PCR a algunas centenas de periódicos, que acordaban temáticas
tan diversas como el compromiso democrático de Rumania, los
enfermos del Sida, la vida sexual de las estrellas de la música ligera,
etc. Mientras, antes del 21 de diciembre la gente hablaba en voz baja
cuando criticaban a Ceauşescu, a partir de enero de 1990, tuvieron
lugar manifestantes y la gente gritaba “¡Abajo Iliescu!”. En enerofebrero de 1990, unas decenas de partidos aparecieron en la escena
política21. Muchos portaban antiguos nombres (nacional-liberal,
social-demócrata, nacional-campesino, al que se le añadió cristianodemócrata) y otros eran partidos nuevos: el Movimiento ecologista de
Rumania, la Unión Democrática-Cristiana, el Partido Demócrata de
Rumania, el Partido Unido de Rumania, el Partido Progresista, el
Partido Socialista Liberal, el Partido Democrático-Agrario, el Partido
Republicano, el Partido del Pueblo de Rumania, el Partido
Corporativista, etc. El 6 de febrero de 1990, el Frente de Salud
Nacional fue inscrito como partido político, bajo la presidencia de
Petre Roman; esto provocó una ruptura en el seno del Consejo del
FSN, ya que algunos miembros no estaban de acuerdo con su
transformación en partido, que iba a participar en las elecciones como
formación política.
Las confrontaciones políticas comenzaron en enero de 1990, los
líderes del Partido Nacional-Campesino Cristiano-Demócrata, del
275
Ioan Scurtu
Partido Nacional Liberal y del Partido Social Demócrata discutieron
con vehemencia por el derecho del FSN de ostentar el poder. La calles
se convirtieron en el principal campo de batalla de la discusión
política22. Las fuerzas del orden estaban fuertemente marcadas por su
intervención contra los revolucionarios en diciembre de 1989 y
sometidas a una fuerte presión por parte de la prensa y de los
“creadores de opinión”. Aunque habían cambiado su nombre –la
Milicia se convirtió en la Policía, las tropas de la Securitate en la
Gendarmería - seguían siendo presentadas como la expresión del
antiguo régimen. En este contexto, los que protestaban al FSN,
atacaron y saquearon más de una vez las oficinas del Gobierno y de la
Televisión pública. El historiador británico, Sian Davies, estimó que,
en estas condiciones, el nuevo régimen, no se podía apoyar en las
fuerzas del orden, y estaba obligado a “orientarse con fuerzas menos
ortodoxas”23 incluidos los mineros, que descendieron por primera vez
a Bucarest a finales de enero de 1990.
Las nuevas estructuras democráticas se constituyeron con
dificultad. Aunque la vida política estaba muy agitada, una vía de
diálogo se encontró con la creación del Consejo Provisor de la Unión
Nacional (CPUN). Por el decreto-ley del 9 de febrero de 1990, el
Consejo era definido como un marco de colaboración de todas las
fuerzas políticas en periodo preelectoral, en el principio de la
separación de poderes del Estado consagrado por el programaplataforma del 22 de diciembre de 1989, garantía de la democracia
real y de la estabilidad del país hasta las elecciones libres24.
El CPUN era un organismo legislativo, que funcionó entre el 9
de febrero y el 11 de marzo de 1990. El acto legislativo más
importante aprobado por el CPUN fue el decreto-ley del 14 de marzo
de 1990 sobre la elección del Parlamento y del presidente de Rumania,
que contenía también algunas disposiciones con carácter
constitucional. En estos momentos decisivos para la evolución de
Rumania, la clase política y los intelectuales hicieron hincapié en la
confrontación, en el arreglo de cuentas a nivel personal (el periódico
“România liberă” lanzó la cuestión: “¿Qué has hecho en los últimos
cinco años?”), y en el éxito inmediato. No había en los medios un
debate auténtico sobre el desarrollo de la economía, de la ciencia y de
la cultura, de la vida social. En el pasado, este tipo de debate tuvo
un papel esencial para el progreso de Rumania. La segunda parte
del siglo XIX estuvo marcada por el enfrentamiento entre el
conservadurismo (el movimiento político-literario “Junimea”) y el
liberalismo; tras la Primera Guerra Mundial, por el enfrentamiento
276
La revolución rumana de1989
entre el neoliberalismo y el movimiento campesino, etc. Tras 1989,
Rumania se dejó “caer en el futuro” según las palabras de un
sociólogo conocido25, situación que aprovecharon los que tenían los
recursos y las relaciones necesarias para desvalijar la economía de
Estado, que no era ya reconocida como propietaria.
La campaña de primavera de 1990, estuvo marcada por ciertos
incidentes generados sobre todo por el hecho de que muchos
ciudadanos, simpatizantes del FSN no estaban habituados a la
existencia de una oposición, además el PNL y el PNŢCD habían
propuesto candidatos a la presidencia que venía del extranjero
(respectivamente Radu Câmpeanu e Ion Raţio) que no “las habían
pasado canutas” como los que se quedaron en el país. Por otra parte la
oposición aprobó en marzo de 1990 la Proclamación de Timşoara,
cuyo artículo 8 demandaba una ley electoral que prohibiese a los
antiguos miembros de la nomenclatura y de los oficiales de la
Securitate presentarse como candidatos durante tres legislaturas
parlamentarias. El 22 de abril, tras un mitin organizado por el PNŢCD
en la Plaza de los Aviadores, una parte de los manifestantes se
desplazaron al centro de la capital y bloquearon la zona de la Plaza de
la Universidad-Intercontinental. Esta zona tenía una gran visibilidad
audiovisual y una gran carga histórica y emocional, donde un gran
número de revolucionarios habían muerto en la noche del 21 al 22 de
diciembre de 1989. La declararon “zona liberada del neocomunismo”
o “kilómetro cero de la democracia”. Los participantes demandaban
no solamente la aplicación del artículo 8 de la Proclamación de
Timişoara, sino también la declaración de fuera de ley para todos los
partidos de tipo comunista (como el FSN era visto). Por otro lado, se
oponían enérgicamente a Iliescu Ion, candidato del Frente a la
presidencia, que había adquirido una gran popularidad durante la
revolución.
Las elecciones celebradas el 20 de mayo de 1990, fue
caracterizada por una gran participación y un deseo general de
expresar su opción política (lo que determinó que se prolongasen las
horas de derecho a voto). Los resultados sólo fueron una sorpresa para
los que no conocían el estado de ánimo de los rumanos. El FSN ganó
las elecciones con un 66,31% en el Congreso de los Diputados y un
67,2% en el Senado. Le siguió el UDMR (7,23% para el congreso
y 7,20 para el Senado) y por el Partido Nacional Liberal
(respectivamente 6,41% y un 7,06%). El PNŢCD no obtuvo más que
un 2,56 por el Congreso y un 2,50 en el Senado y el PSD –
respectivamente 1,05% y 0,9%. En las elecciones presidenciales el
277
Ioan Scurtu
candidato del FSN ganó con un 85,07% de los votos válidamente
expresados, Radu Câmpeanu (PNL) el 10,64% y Ion Raţio (PNŢCD)
el 4,29%26.
Las elecciones del 20 de mayo representaron un momento
esencial en la historia de Rumania, porque confirmaron, a través del
voto popular, el régimen democrático posterior a 1989 y legitimó al
nuevo poder. Gracias a las elecciones libres se puso término al estado
político provisional, que duraba desde hacía cinco meses, y se abrió la
vía de la aprobación de una nueva legislatura en todos los ámbitos de
la vida social, política, económica, cultural. Evidentemente, en primer
plano figuraba la aprobación de una Constitución que asegurase el
desarrollo democrático de Rumania.
Tras las elecciones, las fuerzas políticas de oposición como el
líder de la Liga de estudiantes, anunciaron su retirada de la Plaza de la
Universidad. Un grupo de manifestantes quedó en la plaza
demandando la creación de una cadena de televisión independiente.
En la mañana de 13 de junio, las fuerzas del orden intervinieron, pero
sin éxito, ya que numerosos ciudadanos de Bucarest se habían
incorporado a los manifestantes. Una parte de ellos atacó e incendió
las oficinas del Ministerio del Interior, como la Televisión rumana, lo
que creó el pánico entre los gobernantes.
El presidente Iliescu Ion lanzó una llamada a los ciudadanos
para que defendieran las conquistas democráticas; en la mañana del 14
de julio, algunos millares de mineros descendieron a la capital. Ellos
evacuaron a los manifestantes por la fuerza y saquearon del PNL y del
PNŢCD y de algunos diarios de la oposición y molestaron a muchas
personas. Las escenas filmadas de los mineros que golpeaban a los
jóvenes con porras en la Plaza de la Universidad, o penetrando por las
ventanas del Instituto de Arquitectura para encontrar a los estudiantes
que querían escapar de la violencia, dieron la vuelta al mundo.
Rumania volvía de nuevo a llamar la atención de la opinión
pública mundial con una imagen desastrosa, de civiles golpeando a
otros civiles. Durante estos años, Rumania fue presentada por los
medios occidentales con imágenes dantescas. El embajador de los
Estados Unidos de América rehusó, de una manera ostentosa, la
invitación para participar en la ceremonia de apertura del Parlamento
y de la prestación de juramento de Iliescu Ion, el 20 de junio de 1990.
Los líderes de la oposición hicieron giras por los países occidentales,
para pedir que la cláusula de nación más favorecida no se le
concediese al “régimen neocomunista” de Bucarest. La democracia
rumana creaba dudas, lo cual influía al estatus internacional del país.
278
La revolución rumana de1989
El proyecto de la Constitución fue finalmente aprobado, con los
votos en contra de los parlamentarios del PNL, del PSD, del PNŢCD y
del UDMR. El 21 de noviembre de 1991, la nueva ley fundamental
fue promulgada el 8 de diciembre y fue sometida al voto popular. La
oposición quiso boicotear el referéndum demandando a los ciudadanos
que no se presentasen a votar. Pero, la presencia fue masiva: 77,3%
votó a favor de la Constitución, el 20,4% votó en contra y 2,3% de los
votos fueron anulados.
Según la Constitución, “Rumania es un Estado nacional,
soberano e independiente, unitario e indivisible. La forma de gobierno
es la República. Rumania es un Estado de derecho, democrático y
social, en el cual la dignidad del hombre, los derechos y las libertades
de los ciudadanos, el libre desarrollo de la personalidad, la justicia y el
pluralismo político representan los valores supremos, que son
garantizados”27. Se estableció que la fecha de la Fiesta Nacional de
Rumania sería el 1 de diciembre y que el himno nacional sería el
“¡Despiértate, Rumano!”. Más allá de las disputas políticas, todos los
partidos reconocieron los resultados del referéndum y que la nueva
Constitución representaba la base jurídica del estado de derecho de
Rumania.
Desde el punto de vista político, todos los antiguos Estados
socialistas lograron, tras unos años, pasar de un regimenes
dictatoriales a regimenes democráticos.
Los problemas económicos y sociales se revelaron todavía más
difíciles. Los principales Estados occidentales, destacando EUA,
jugaron un papel capital en el hundimiento de los regímenes
socialistas-totalitarios de Europa, sin haber programado
coherentemente la evolución post-comunista de estos países.
Igualmente era remarcable, como el antiguo Consejero de la Casa
Blanca, Zbigniew Brzezinski estimó que Occidente “no estaba
preparado de una forma adecuada para participar en la tarea de la
completa transformación de los antiguos sistemas de tipo soviético”28.
Todos los antiguos Estados socialistas conocieron una
transición caracterizada por una crisis económica aguda, la
disminución de la producción industrial y agrícola, una inflación
galopante, un grave deterioro del nivel de vida de la mayoría de la
población, una corrupción generalizada. Algunos países se
beneficiaron de grandes préstamos financieros – Polonia, República
Checa, Hungría- que sostuvieron el relance de la economía en tanto
que además ellos tenían ya algunos mecanismos de la economía de
mercado. Otros países – Albania, Bulgaria, Rumania - tuvieron una
279
Ioan Scurtu
evolución económica extremadamente difícil que les prohibió superar
los niveles de desarrollo registrados en 1989 durante un decenio y
medio después de la caída de los regímenes socialistas-totalitarios.
Rumania que en abril de 1989, había pagado totalmente su
deuda externa, estaba de hecho fuera del mercado financiero
internacional y el restablecimiento de la relación con el Fondo
Monetario Internacional se hizo con gran dificultad. El FMI impuso
numerosas condiciones que el gobierno de Bucarest tuvo que aceptar
ya que el FMI se había convertido en la única fuente financiera de
Rumania. Así hasta 2005 el gobierno “se permitió” promover una
política financiera propia, condicionada igualmente por una serie de
compromisos internacionales. Aunque 1989 se consideró como
catastrófico para la economía rumana, en realidad, una caída
dramática se produjo tras esta fecha, comparable a la que se produjo
inmediatamente después de la 2ª Guerra Mundial. Rumania jamás
conoció tal grado de deterioro económico en tiempos de paz29.
Comparando con base de 1989=100, la producción industrial total
alcanzó un 40,8% en 1999, la disminución más importante fue
registrada por la industria química (1998=23,6%), la industria de
maquinaria y equipamientos (2000=31,3%) y la industria textil (2000
= 26,2%).
Algunos datos estadísticos sobre la producción de los
principales productos industriales son significativos30:
Producto
Energía eléctrica
Bruto
Máquinas, equipamientos
E instalaciones tecnológicas
Motores de combustión
interna
Tractores
Segadoras trilladoras
Autocamiones
Automóviles
Televisores
Zapatos
Carne
Azúcar
Unidad de medida
1989
Miles de Kwh.
75,9
Millones
de 9,2
Toneladas
Mil toneladas
394
2000
52
6,1
65
Mil CV
18.014 7.772
Mil unidades
Mil unidades
Mil unidades
Mil unidades
Mil unidades
Mil pares
Mil toneladas
Mil toneladas
17,1
5,6
13,5
144
511
111
686
693
280
5,4
0,03
0,8
63
32
31
259
476
La revolución rumana de1989
De hecho, se produjo una des-industrialización y las empresas
rumanas estuvieron al borde de la quiebra, las máquinas y los
accesorios eran vendidos como si fueran chatarra. Empresas de gran
reputación internacional, como “Tractorul” de Braşov, ARO de
Câmpulung, “Semănătoarea” o “Republica” de Bucarest, dejaron
todas de golpe de ser provechosas y se prolongaron en una larga
agonía hasta su liquidación completa.
Dejando la caída libre de la industria, ciertos políticos se
centraron en la agricultura. La realidad mostró que “la apuesta por la
agricultura” fue perdida desde el debut, viendo las condiciones en que
los campesinos recuperaron sus propiedades quitadas por la
colectivización, al no contar con medios técnicos ni financieros para
practicar una agricultura moderna.
La economía se derrumbó en todos los antiguos Estados
socialistas, hecho reflejado por la dinámica del producto interior bruto
(PIB)31:
País
Rumania
República Checa
Hungría
Polonia
Eslovaquia
Bulgaria
Año-PIB más bajo
1992 - 75,0
1992 - 86,9
1993 - 81,9
1991 – 82,2
1993 – 75,0
1997 – 65,7
2002
85,1
106,0
111,7
129,5
110,2
80,0
Sobre este fondo de caída de la producción interior, se
realizaron importaciones masivas, recibiendo el mercado rumano
importaciones de Turquía, Hungría, China y otros Estados. La quiebra
quizás más espectacular fue la del combinado para la producción y
preparación de carne de Timişoara (COMTIM) –una de las más
grandes de Europa- que apareció poco después con otro nombre, unos
kilómetros más al oeste, en Hungría.
Tras el año 2000, cierto relanzamiento de la economía se
manifestó, alcanzando en 2005 el 80% de registro de 1989. La
disminución de la producción tuvo como resultado una baja dramática
del nivel de vida de la población, que se reflejó en la alza de la
inflación (1993-295,5%) y de los precios de consumo (en 20021993,586 en comparación con 1989). Los salarios medios brutos
mensuales descendieron de 129 USD en 1991 a 82,7 USD en 1992.
Los índices del salario real muestran la dinámica siguiente: 1989=100,
281
Ioan Scurtu
a continuación un descenso 1997=58,632. Un informe del Banco
Mundial precisó que en 1987-1988, la tasa de pobreza era del 6% y en
1993-1995 era del 39%33.
La categoría más afectada era la de los jubilados, que después
de haber trabajado toda una vida para el “Estado”, vivían
manteniéndose del día a día y se veían obligados a pedir ayuda
financiera a sus hijos. Un gran número de organizaciones no
gubernamentales se interesó más en la manera en la cual eran tratados
los detenidos en prisión que en la manera en que vivían los jubilados y
olvidaban proponer medidas que mejorasen su vida. Después de 1990,
en menos de 10 años, apareció un grupo de gente enriquecida, de
multimillonarios (de dólares), que desafiaban, por su opulencia, de la
gran masa de la población. Por sus casas y automóviles de lujo,
sorprenden incluso a los occidentales caracterizados por su espíritu de
ahorro y de eficacia.
Por otra parte, para muchos rumanos (en torno al 40%), el
problema de los gastos de comunidad y de alimentos eran un
verdadero calvario. Incluso aún cuando los mercados rumanos estaban
bien aprovisionados, con productos importados, el consumo por
habitantes se mantenía en niveles muy bajos.
El consumo medio de los principales productos evolucionó
así34:
Producto
Carne
Azúcar
Cereales
Leche y productos lácteos
Unidad de
medida
Kg.
Kg.
Kg.
L
1938
1989
2000
18
5
202
103
50,2
24,7
157,3
135,9
46,3
23,0
165,8
193
El deterioro de la situación material se reflejó también en los
ámbitos de la enseñanza, de la ciencia y la cultura. El analfabetismo se
convirtió en un problema, la gratuidad de la enseñanza quedó sólo
como un artículo escrito de la Constitución y la cultura se enfrentó a
una baja de financiación crónica. El sociólogo Zamfir Cătălin hizo una
observación esencial: “en un periodo de pobreza explosiva, Rumania
llevó una política opuesta, de inversión, desde el punto de vista de los
esfuerzos bursátiles, teniendo los niveles más bajos de Europa”.
Los gastos sociales, comparativamente con otros países, tenía el
peso siguiente (en porcentaje)35:
282
La revolución rumana de1989
País
Rumania
UE-15
Bulgaria
Hungría
República Checa
1999
18,4
27,6
21,2
23,5
24,8
Rumania ha puesto muchas esperanzas en su adhesión con la
Unión Europea, para el desarrollo de una verdadera economía de
mercado, gracias a una mano de obra disciplinada y eficaz. Las
posibilidades creadas en 1989 permiten esta evolución y la Unión
europea impone exigencias que todo país civilizado debe y puede
cumplir.
En el plano de las relaciones internacionales, los antiguos
Estados Socialistas decidieron suprimir las estructuras creadas durante
los años de la guerra fría. El 30 de junio de 1991, en Budapest, tuvo
lugar la reunión del Consejo de Asistencia Económica Mutua
(CAEM). En esta ocasión, los representantes de los nuevos Estados
miembros (Unión Soviética, Polonia, Hungría, Checoslovaquia,
Bulgaria, RPD de Vietnam, Cuba y Mongolia) adoptaron un Protocolo
sobre la disolución de este organismo. La disolución fue efectiva 90
días después de la firma del Protocolo. El 1 de julio de 1991, tuvo
lugar la última reunión del Comité Político Consultativo del Tratado
de Varsovia. Los participantes firmaron un Protocolo conforme al cual
el Tratado cesaba de tener efecto36.
Los Estados del antiguo bloque comunista, incluida Rumania,
decidieron adherirse a las estructuras occidentales, es decir a la OTAN
y a la Unión Europea, quienes abrieron sus puertas para recibirles pero
con ciertas condiciones. La adhesión a la OTAN fue facilitada por el
hecho que los EUA, convertidos en única superpotencia mundial,
tenían un rol decisivo. Los criterios de adhesión fueron establecidos;
en primer lugar fueron cumplidos por Polonia, la República Checa y
Hungría, que fueron invitadas a la reunión de Madrid, del 8 y el 9 de
julio de 1997, para comenzar las negociaciones para su adhesión. Los
líderes de Bucarest desarrollaron una amplia campaña de propaganda,
con la intención que los jefes de Estado y gobernantes de los países
miembros de la OTAN reunidos en Madrid, aceptasen a Rumania
dentro de esta alianza. Aparte de los gestos espectaculares realizados
por Bucarest, es necesario mencionar la firma del tratado de base con
283
Ioan Scurtu
Ucrania (el 2 de junio de 1997), en condiciones totalmente
desventajosas para Rumania. A pesar de toda esta propaganda, el país
no estaba de hecho preparado37, y a la salida de Madrid el presidente
norteamericano se opuso totalmente a la idea de invitar a Rumania a
adherirse a la Alianza (Rumania fue apoyada por los líderes europeos,
destacando el presidente francés Jacques Chirac). A pesar de ello, el
presidente Bill Clinton fue triunfalmente recibido en Bucarest el 11 de
julio. En su discurso pronunciado en la Plaza de la Universidad,
Clinton declaró que los EUA estarían al lado de Rumania y lanzó la
idea de una alianza estratégica rumano-estadounidense, que suponía
una colaboración en el plano económico, político, de seguridad
regional y de defensa.
Por el Tratado de Maastricht, en febrero de 1992, la Comunidad
Europea tomó el nombre de Unión Europea y en junio de 1993, el
Consejo de la Unión Europea decidió que los países de Europa Central
y del Este podrían unirse a la Unión cuando fueran capaces de cumplir
ciertos requisitos económicos y políticos38. En diciembre de 1997, el
Consejo Europeo reunido en Luxemburgo estableció que las
negociaciones de adhesión con los seis candidatos – la República
Checa, Estonia, Hungría, Polonia, Eslovenia y Chipre – comenzarían
en 1998. En diciembre de 1999, en la Conferencia de Helsinki se
estableció que las negociaciones con otros seis estados – Bulgaria,
Letonia, Lituania, Malta, Rumania y Eslovaquia- comenzarían en el
año 2000.
En el último año del siglo XX y el primero del XXI, las
perspectivas para la adhesión de Rumania a la OTAN aumentaron39.
La posición frente al conflicto de Kosovo, en el que Rumania puso a
disposición de la alianza su espacio aéreo para los bombardeos de
Belgrado por la aviación norteamericana (1999) y sobre todo tras los
ataques terroristas de septiembre de 2001 sobre objetivos civiles y
militares de EUA, que Bucarest condenó categóricamente, determinó
a la administración de Washington a considerar como útil la adhesión
de Rumania en la OTAN. Durante la reunión de jefes de Estado y de
los gobernantes de los países miembros de la OTAN, celebrada en
Praga el 21 de noviembre de 2002, se decidió que Rumania como
otros seis Estados europeos (Bulgaria, Estonia, Lituania, Letonia,
Eslovaquia y Eslovenia), serían invitadas a entablar negociaciones
para su adhesión a la Alianza. El 23 de noviembre el presidente Bush
George W. hizo una visita a Rumania para desearle la bienvenida
dentro de la OTAN y asegurar que “si alguna vez hay un ataque contra
Rumania, si alguna vez se amenaza a Rumania, la OTAN y los EUA
284
La revolución rumana de1989
estarán a vuestro lado. En tanto que aliada de la OTAN, podéis tener
confianza. Nadie podrá quitar la libertad de este país”40.
Por otra parte, el Consejo Europeo, aceptó en 2004 la entrada de
Letonia, de Eslovenia y de Malta en la Unión Europea, y decidió
acelerar el proceso de adhesión de Rumania y Bulgaria para que se
convirtieran en miembros a partir del 1 de enero de 2007. No hay
motivos para que esta fecha no sea respetada, porque no solamente
Rumania necesita a Europa, sino que también ésta necesita a nuestro
país. Por la adhesión a la OTAN, Rumania ha obtenido la garantía de
su seguridad y de su integridad nacional y la Alianza ha ganado
también, con la participación de militares rumanos en las acciones de
la OTAN (en Afganistán, Irak, etc., a costa del Estado rumano), con el
acuerdo para aceptar la instalación de bases militares norteamericanas
en territorio rumano, etc. Tras su adhesión a la Unión Europea, el 1 de
enero de 2007, Rumania contribuyó a los fondos comunitarios –con
una importante suma- y se ha beneficiado de los fondos anunciados
por la Unión; los estados de la Unión Europea han encontrado un
importante mercado para sus productos y una mano de obra a bajo
precio, mientras que los rumanos pueden viajar sin restricciones en los
Estados de la Unión.
Obsesionada por la idea de la integración en la OTAN y en la
Unión Europea, la diplomacia rumana fue muy dócil con las grandes
potencias que tiene un papel decisivo en estos organismos y no se
implicó más en los grandes problemas de la vida internacional, sin
tener iniciativas notables al respecto. Las disputas políticas internas
explican por qué Rumania durante un largo tiempo dejó de tener
embajadores en numerosos Estados (incluyendo los EUA, la Gran
Bretaña, Francia, la Federación Rusa) y designó en los organismos
internacionales representantes sin ninguna formación en la materia,
pero que se habían declarado por la campaña electoral a favor del
partido y las personas que tenían el gobierno.
La misma disputa ciega por el poder ha conducido a varias
crisis políticas, a la ausencia de una elaboración en tiempo oportuno
de los programas de post-adhesión; los sectores como la agricultura y
los transportes no han obtenido el financiamiento ofrecido por la
Unión Europea.
285
Ioan Scurtu
FIN
La Revolución Rumana de Diciembre de 1989 constituyó una
parte integrante de las revoluciones europeas que se produjeron
durante el curso de este año y que marcó la caída de los regímenes
socialistas-totalitarios del continente. En Varsovia, Budapest, Praga,
Sofía, Berlín y Bucarest, la gente vivió en 1989 un estado de eufórico,
saboreando la victoria de la democracia sobre la dictadura.
Independientemente de la manera en que se produjeron - “tabla
redonda”, “revolución de terciopelo”, caída del muro de Berlín,
enfrentamientos violentos – estas revoluciones provocaron el
derrumbamiento de las antiguas estructuras políticas, sociales,
culturales, económicas, etc. y la entrada de los estados centroeuropeos y del este en una nueva fase de su evolución histórica.
En Rumania la revolución conoció una forma violenta tras la
negación de Ceauşescu a entablar el diálogo con los rumanos y su
decisión de responder con violencia a las demandas del pueblo. Los
ciudadanos no se dejaron intimidar, sino al contrario, asaltaron las
ciudadelas del poder, comenzando por el Comité Central del PCR y
después por los Comités Departamentales y Locales del partido. Este
enfrentamiento se saldó con numerosas victimas y los que lucharon
animados por un espíritu de sacrifico, se convirtieron en verdaderos
héroes de la revolución rumana.
Los sucesos de diciembre de 1989 tuvieron un gran eco
internacional debido a su retransmisión en directo a través de la radio
y la televisión. Generaron una gran solidaridad con el pueblo rumano
en su lucha contra la dictadura. Estos sucesos se percibieron en este
mismo momento como una parte de la revolución rumana. El
periódico vienés “Die Presse” escribió el 23 de diciembre de 1989:
“La caída de Ceauşescu puso término a los procesos de
transformación de los países del Este”. Por su parte el diario parisino
“Le Monde” anotó el 30 de diciembre de 1989: “el triunfo de la
libertad en Rumania coronó la obra acometida en estos meses en los
países vecinos. 1989 entrará en la historia como el año de las
revoluciones en Europa oriental”. El ministro de Asuntos Exteriores,
Roland Dumas, envió en las vísperas de Año Nuevo un mensaje a los
rumanos donde precisaba: “Desde el primer día de la revolución,
Francia, nación hermana de Rumania, manifestó por vuestro país su
286
La revolución rumana de1989
total apoyo moral y aportó toda su ayuda material. Hoy el pueblo
rumano a triunfó y Rumania es libre”41.
El programa anunciado por el Consejo del Frente de Salud
Nacional del 22 de diciembre de 1989 fue aceptado por los rumanos
quienes han expresado entonces su plena adhesión a las
transformaciones democráticas previstas. No hubo ninguna reacción
negativa al mensaje de los líderes del Frente de Salud Nacional. Eran
percibidos como los verdaderos dirigentes de Rumania, que habían
asumido el riesgo de tomar el poder tras la huida de Ceauşescu.
Durante la primera sesión del Consejo del FSN (del 27 de diciembre
de 1989), Iliescu Ion fue elegido, sin ninguna objeción, presidente de
este organismo. El comunicado hecho público mencionaba la
estructura del Despacho Ejecutivo del Consejo del Frente de Salud
Nacional: presidente - Iliescu Ion, primer vicepresidente –Dimitru
Mazilu, secretario –Dan Marţian, miembros – Bogdan Teodoriu,
Vasile Neacşa, Silviu Brucan, Gheorghe Manole, Ion Caramitru, Radu
Nicolae42.
El nuevo organismo de poder, el Consejo del Frente de Salud
Nacional, fue también reconocido en el plano internacional. Desde
París y Londres, desde Washington y Moscú, desde Pekín y El Cairo
los programas llegaron expresando su apoyo al FSN y la solidaridad
con el pueblo rumano. No hubo ningún país que pusiera en duda la
legitimidad del nuevo poder. Por ejemplo, la prensa del 25 de
diciembre de 1989 informó que el Departamento de Estado
norteamericano “consideraba al Consejo del Frente de Salud Nacional
como la expresión de la voluntad democrática del pueblo rumano”43.
Posteriormente, con un fondo de disputas políticas internas, se
formularon diversas opiniones sobre los acontecimientos de 1989,
como respuesta a la revolución y a los que habían tenido el coraje de
asumir la responsabilidad de dirigir el país tras la caída de Ceauşescu
Nicolae. Algunos contradecían sus opiniones expresadas en diciembre
de 1989.
En la prensa, durante las diversas reuniones públicas y durante
el curso de los debates organizados por la televisión y la radio, los
acontecimientos de 1989, recibieron nombres variados: revuelta
popular, golpe de Estado, revolución combinada con un golpe de
Estado, revolución robada, revolución confiscada, etc. Asimismo se
llegó a afirmar que los que se encontraban en primera línea de la
revolución en diciembre de 1989, se atribuían acciones que no les
pertenecían. Por ejemplo, durante una sesión de historia organizada en
Timişoara en 1995, se afirmó que Lorin Fortuna y Claudiu Iordache
287
Ioan Scurtu
“constituyeron un partido que seguía la perestroika - el Frente
Democrático Rumano” y que “se proclamaron como dirigentes de la
revolución de Timişoara”44. El autor de estas palabras en cuestión
estimó que el verdadero programa de la Revolución Rumana era la
Proclamación de Timişoara elaborada en marzo de 1990.
Los revolucionarios se reunieron en decenas de organizaciones
y comenzaron a acusarse recíprocamente cada vez que se encontraban
(en emisiones televisivas, en simposios, conferencias, etc.). Esta
situación fue debida sobre todo por el hecho de que la revolución no
tuvo una organización, un centro de mando que estableciese el modo
de actuación, los participantes, los objetivos.
Durante los primeros días de la revolución, cada participante
actuó por su propia cuenta; después, se buscó tomar acciones
organizadas por objetivos (Comité Central, la televisión, la radio, en el
metro, en la prisión de Jilava, etc.) o por día (21 de diciembre, 22 de
diciembre) y por localidad (las organizaciones revolucionarias
nacieron en casi todas las ciudades rumanas, incluso dos o tres en la
misma localidad). En esta multitud de organizaciones, cada miembro
conocía el segmento en que había participado, y no tenían una imagen
de la totalidad del acontecimiento. Las tentativas repetidas tras 1990
por unificar estas organizaciones, bajo una dirección coherente, se
tuvo que abandonar.
El Parlamento aprobó numerosas leyes a favor de los
revolucionarios, como manera de reconocimiento por su lucha y su
espíritu de sacrificio. Este reconocimiento no fue solamente de
naturaleza moral, sino también material (ayudas, pensiones, diversas
facilidades). Los criterios para otorgar las ventajas respectivas se
revelaron extremadamente débiles, muchos protestaron y otro
aseguraron estar en posesión de certificados revolucionarios. Algunos
revolucionarios afirmaron que hubo personas que, por maniobras
ocultas, recibieron certificados sin haber participado en la revolución,
beneficiándose de las ventajas. Por otra parte, hubo revolucionarios
auténticos, que pusieron sus vidas en riesgo en diciembre de 1989,
pero que no estaban incluidos en las listas de los revolucionarios que
acompañaban las leyes en cuestión. Hubo también personas
conocidas, que tuvieron un papel importante en el desarrollo de los
acontecimientos, que declararon que no aceptaban los certificados y
que renunciaban afirmando que ellos no lucharon para obtener
ventajas materiales sino para eliminar un régimen opresivo.
Desde la denuncia de los falsos revolucionarios se llegó a la
condena para los que hicieron las proposiciones y firmaron sus
288
La revolución rumana de1989
certificados respectivos. Tras una escalada de estos conflictos,
numerosas asociaciones reunidas en el Bloque Nacional de
Revolucionarios decidieron en abril de 2006 excluir a Iliescu Ion del
rango de revolucionario.
Los enfrentamientos políticos, los estados de tensión afectaron
los debates teóricos sobre la revolución de diciembre de 1989. Los
debates académicos, basados en los documentos, se remplazaron por
disputas políticas gracias a los medios, en los que participaron adeptos
de ideas preconcebidas, que buscaron imponerlas a todo precio. Estas
personas se erigieron en los detentores de la verdad absoluta que ellos
querían imponer a todos los rumanos, y no solamente. Teniendo en
cuenta esta intolerancia y obstinación, la mayoría de los historiadores,
especialistas en historia reciente, se han desviado en estas disputas.
En el plano internacional, fue unánimemente reconocido que en
1989 se realizaron revoluciones tras las cuales los regímenes
comunistas (socialistas-totalitarios) fueron eliminados. Esta conclusión
es el resultado de análisis concretos, que han impuesto la
reconsideración del concepto de revolución. Antes de 1989, la
revolución era considerada como una acción bien desarrollada, según
un programa bien establecido, con líderes claros; que tomaban el
poder por largas movilizaciones de masas, que se enfrentaban a las
fuerzas del antiguo régimen, logrando vencer e imponer un nuevo
curso de la historia45. El ejemplo clásico es la revolución francesa de
1789, como las revoluciones inglesa, americana, rusa y cubana.
La experiencia del año 1989 impuso la revisión de este
“esquema” que se reveló restrictivo e incompleto. Se comenzó a
hablar de “la revolución de la mesa redonda” y de “la revolución de
terciopelo”, que eran de hecho muy diferentes a la revolución de 1789.
Las disputas teóricas se desarrollaron, pero quizás la definición más
aceptable perteneció al investigador Ekkart Zimermmann: “una
revolución es la caída de la élite o las élites del poder por las nuevas
élites, que después de haber accedido al poder (por los métodos
básicos habituales, cuya mesura dependerá de los recursos de fuerza y
de movilización de masas) realizan un cambio fundamental de la
estructura social y en consecuencia de la estructura del poder”46.
Peter Sian-Davies publicó una obra extensa (alrededor de 450
páginas) sobre “la revolución rumana de 1989”. Anneli Ute Gabanyi
afirmó: “en todos los países ex-comunistas de Europa Central y del
Este se pusieron en marcha auténticas revoluciones (escritas en letras
grandes), cuyos cambios se produjeron en todas las materias desde el
dominio de la estructura de las élites, de la vida social y el poder. En
289
Ioan Scurtu
todos las masas populares se movilizaron, por diversos métodos, en
algunos países se utilizó la fuerza, con una mesura más o menos
grande”. El autor alemán concluyó: “en el contexto de estas
revoluciones de nuevo tipo, la revolución rumana fue la más próxima
al modelo de las revoluciones europeas clásicas, de la gloriosa
revolución inglesa a la revolución francesa, de la revolución
americana a la revolución rusa de 1917”47.
Los hechos y los acontecimientos históricos se definen por sus
consecuencias. Desde este punto de vista, es evidente que tras 1989,
Rumania –al igual que los otros Estados de la zona central y del este
de Europa, ex comunistas (socialistas-totalitarios) –ha conocido una
evolución irreversible hacia la democracia, la economía de mercado y
las estructuras euro-atlánticas. Finalmente, es el resultado esencial de
la Revolución de 1989 que no puede ser rebatido.
El análisis científico de la Revolución rumana en el contexto
europeo de la época, queda un sujeto abierto, quizás se podría
profundizar cuando se abran los archivos de los antiguos Estados
socialistas, como los norteamericanos, los de la Federación Rusa, la
Gran Bretaña, Francia, Alemania. Estos países tuvieron un papel
importante en los acontecimientos de 1989, que condujeron a la
reestructuración político-estatal de Europa y generó una nueva
relación de fuerzas, que está todavía buscando el reequilibrio, al final
del segundo milenio y al principio del nuevo.
NOTAS
1 Václav Havel, Depăşind iluzia revoluţionară (Sobrepasando de la ilusión
revolucionaria), en Ziua del 29 de marzo de 2006
2 Ver Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României (1918-2007) (La historia
contemporánea de Rumania [1918-2007]), Bucarest, Ediciones de la Fundación
“România de mâine”, 2005, pp.165-171
3 Anuarul statistic al României 1990 (El anuario estadístico de Rumania en
1990), la Comisión Nacional de Estadística, p.III
4 Victor Axenciuc, Introducere în istoria economică a României. Epoca
modernă şi contemporană (Introducción a la historia económica de Rumania. La
época moderna y contemporánea), Bucarest, Ediciones de la Fundación “Romania de
maine”, 2000,p.402
5 Ibidem
6 I. Puia, Relaţiile economice externe ale României în peritada interbelică (Las
relaciones económicas exteriores de Rumania de entreguerras), Bucarest, Ediciones de
la Academia, 1982, p.161
7 Victor Axenciuc, Introducere în istoria economică…(Introducción a la
historia económica), p.403
8 Ibidem
290
La revolución rumana de1989
9 Ibídem, p.684
10 Ibídem, p.700 (Hungría no es mencionada)
11 Ibidem
12 Scurtu Ioan, Istoria contemporană a României (Historia contemporánea de
Rumania), p.167
13 Ver A.Pop, Tentaţia tranziţiei. O istorie a prăbuşirii comunismului în
Europa de Est (La tentación de la transición. Una historia de la caída del comunismo
en Europa del Este), Bucarest, Ediciones Corint, 2002; Sava I.N., Zece ani de tranziţie
în Europa de Est (Diez años de transición en Europa del Este), Bucarest, Ediciones de
la fundación Cultural Rumana, 2000
14 Mijaíl Gorbachov, Memorii…(Memorias), p.275
15 Henry Kissinger, Diplomaţia (Diplomacia), Bucarest, Ediciones All, 1998,
p.665
16 Sime Pirotici, Unitatea Iugoslaviei. Realitate sau deziderat? (1918-1941)
(La unidad de Yugoslavia. ¿Realidad o desideratum? [1918-1941]), Bucarest,
Ediciones de la Universidad, 2005, (capítulo IV)
17 Minciuni mass-media…(Las mentiras de los medios), pp.8-9
18 Michel Castex, Un mensonge gros comme un siècle. Roumanie, histoire
d’une manipulation (Una mentira como una catedral. Rumania, historia de una
manipulación), París, Ediciones Albin Michel S.A., 1990
19 Brânduşa Armanca, Morţii din Cimitirul Săracilor: un caz de jurnalism
emoţional, în O enigmă care împlineste şapte ani (Los muertos del cementerio de los
pobres Un caso de periodismo emocional, en Un enigma que celebra siete años),
pp.168-170
20 Ver Scurtu Ioan, Revoluţia şi minciuni mass-media (La revolución y las
mentiras de los medios), en Dosarele istoriei (Los dosieres de la historia), nº 12/2006
21 Alexandrescu Ion, Ion Bulei, Ion Mamina, Scurtu Ioan, Enciclopedia
partidelor politice din România (1862-1994) (Enciclopedia de los partidos políticos de
Rumania [1862-1994]), Bucarest, Ediciones Mediaprint, 1995, pp.147-153
22 Constantin Hlihor, România. Căderea comunismului şi naşterea
democraţiei (Rumania. La caída del comunismo y el nacimiento de la democracia),
Bucarest, Ediciones de la Universidad de Bucarest, 2006, p.136
23 Peter Sian-Davies, op. cit., p.352
24 Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº27 del 10 de febrero
25 Ver Vladimir Pasti, România în tranziţie. Căderea în viitor (Rumania en
transición. La caída en el futuro), Bucarest, Ediciones Nemira, 1995
26 Stoica Stan, Dicţionarul partidelor politice din România. 1989-2004
(Diccionario de los partidos políticos en Rumania. 1989-2004), Bucarest, Ediciones
Meronia, 2004, p.163
27 Buletinul Oficial (Boletín Oficial), nº233 del 21 de noviembre de 1991
28 Zbigniew Brzezinski, Europa Centrală şi de Est în ciclonul tranziţiei
(Europa Central y del Este en el ciclón de la transición), Bucarest, Ediciones Diogene,
1995, p.21
29 Ver Nicolae Belli, Tranziţia mai grea decât un război. România. 1990-2000
(La transición más difícil que la guerra. Rumania. 1990-2000), Bucarest, Ediciones
Expert, 2001; Zamfir Elena, Ilie Bădescu, Zamfir Cătălin, Starea societăţii românesţi
după 10 ani de tranziţie (El estado de la sociedad rumana después de 10 años de
transición), Bucarest, 2000
30 Aurelian Bondrea, România la începutul secolului XXI. Starea naţiunii
2004 (Rumania al principio del siglo XXI. El estado de la nación en 2004), Bucarest,
291
Ioan Scurtu
Ediciones de la fundación “România de Mâine”, 2004, p.207 (las fuentes indicadas –
Anuario Estadístico de Rumania, 1990, 1999, 2003)
31 Zamfir Cătălin, O analiză critică a tranziţiei. Ce va fi “după” (Un análisis
crítico de la transición. Lo que será “después”), Iaşi, Ediciones Polirom, 2004, p.38
32 Aurelian Bondrea, România la începutul secolului XXI. Starea natiunii
2004 (Rumania al principio dl siglo XXI. El estado de la nación en 2004), Bucarest,
Ediciones de la Fundación “România de Mâine”, 2004, pp.230-231
33 Istoria economică a României (Historia económica de Rumania), vol.II,
p.502
34 Aurelian Bondrea, România la începutul secolului XXI. Starea naţiunii
2004 (Rumania al principio dl siglo XXI. El estado de la nación en 2004), p.234-235
35 Zamfir Cătălin, O analiză critică a tranziţiei. Ce va fi “după” (Un análisis
crítico de la transición. Lo que será “después”), p.166
36 Stefan Lache, România în relaţiile internaţionale: 1936-2006 (Rumania en
las relaciones internacionales: 1936-2006), Bucarest, Ediciones de la fundación
“România de Mâine”, 2007, pp.313-392
37 Vasile Puşcaş, Pulsul istoriei în Europa centrală (El pulso de la historia en
Europa Central), Cluj-Napoca, Ediciones Sincron, 1998, pp.164-165
38 Ion Jinga, Uniunea Europeană. Realităţi şi perspective (La Unión Europea.
Realidades y perspectivas), Bucarest, Ediciones Lumina Lex, 1999, p.27
39 Teodora Stănescu-Stanciu, Integrarea europeană şi euroatlantică a
României (La integración europea y euro-atlántica de Rumania), Bucarest, Ediciones
de la fundación “România de Mâine”, 2006, capítulo VIII
40 România-N.A.T.O. Cronologie. 1989-2004 (Rumania-OTAN. Cronología.
1989-2004). Coordinador: general mayor (r) dr. Ionescu E. Mihail, Bucarest,
Ediciones militares, 2004, p.356
41 România liberă del 30 de diciembre de 1989
42 La casete con el registro de esta sesión se encontraba en los Archivos del
Instituto de la Revolución Rumana de Diciembre de 1989; ver también Caieţele
Revolutiei (Los Cuadernos de la Revolución), nº2/2006, p.46
43 Adevărul del 25 de diciembre de 1989
44 Mihail Decean, Revoluţie şi perestroikă (La revolución y la perestroika) en
O enigmă care împlineşte şapte ani (Un enigma que celebra siete años), pp.1291-131
45 J.Dunn, Modern Revolutions: an introduction to the Análisis of a Political
Phenomenon (Revoluciones modernas: una introducción al análisis de los fenómenos
políticos), Cambridge, University Press, 1990
46 Ekkart Zimmermann, Political Violence, Crises and Revolutions. Theories
and Research (Violencia política, crisis y revoluciones. Teorías y búsquedas), Boston,
1993, p.405, apud Anneli Ute Gabanyi, Revoluţiile europene ale anului 1989. O
încercare de analiză tipologică (Las revoluciones europeas del año 1989. Una
tentativa de análisis tipológico), en Un enigma que celebra Siete años, p.46
47 Anneli Ute Gabanyi, Revoluţiile europene ale anului 1989. O încercare de
analiză tipologică (Las revoluciones europeas del año 1989. Una tentativa de análisis
tipológico), p.46
292
La revolución rumana de1989
ÍNDICE DE NOMBRES
A
Aboimov, 189, 196, 204, 206, 235, 236, 237
Adamec, 44, 107, 135, 136, 138, 153
Adenauer, 141
Afganistán, 234, 285
África Austral, 125
Agârbiceanu, 262
Agrigoroaiei, 57
Albania, 25, 27, 28, 30, 31, 35, 36, 45, 86, 226, 267, 268, 279
Albişteanu, 22
Alemania, 8, 23, 27, 28, 35, 45, 50, 59, 82, 85, 105, 106, 107, 109,
110, 112, 113, 120, 126, 127, 140, 141, 142, 143, 144, 146, 149, 151,
152, 157, 158, 169, 174, 187, 197, 233, 256, 258, 265, 266, 267, 270,
271, 273, 290
Alemania del este, 187
Alexandrescu Ion, 291
Alexandrescu Sică, 263
Alexandru Ioan, 162
Alexeni, 222
Alia, 45, 86, 267, 268
Almaş, 262
América, 34, 35, 37, 38, 50, 51, 53, 59, 63, 71, 72, 74, 86, 92, 95, 99,
104, 125, 127, 131, 141, 145, 147, 148, 199, 278
América Central, 125, 147
América Latina, 125
Andreescu, 263
Andronescu, 263
Andrópov, 37, 39
Antáll József, 267
Antohi, 69
Antonescu Ion, 26, 234
337
Ioan Scurtu
Antonescu Mihai, 26
Antonescu Petre, 263
Antoniu, 263
Apostoiu, 218
Apostol, 57, 86, 87, 88, 89, 218, 219
Arachelian, 14, 19, 158, 159, 204, 244, 246, 248, 249, 250
Arad, 74, 123, 166, 173, 174, 176, 187
Arbore, 119
Ardeleanu, 250
Argentina, 53, 84, 88
Argetoianu, 263
Arghezi, 50, 262, 264
Armanca, 291
Árpád, 267
Asia, 51
Aslan, 262
Auneanu, 18
Austral, 125
Austria, 53, 106, 112, 174, 175, 270, 271
Avram, 77, 263
Avram Dumitru, 77
Avram Mioara, 263
Axenciuc, 256, 290
Azerbaiyán, 81
B
Baba, 263
Băcanu, 121
Baconsky, 263
Badea, 263
Bădescu, 291
Bădilescu, 179, 180
Baia Mare, 50
Baiu, 238, 250
Baker, 104, 141, 235
Bălan, 178, 179, 181
Bălănuţă, 263
Balcanes, 34
Balint, 244, 245
Balladur, 188
338
La revolución rumana de1989
Balotă, 122
Báltico, 35, 42
Banato, 123, 155, 156, 181, 197
Bănică, 263
Bănuş, 122
Barbilian, 262
Barbu, 50, 190, 193, 262
Bărbulescu, 129
Bârlădeanu, 12, 19, 86, 88, 218
Bélgica, 53, 75, 95, 117
Belgrado, 86, 120, 131, 140, 173, 188, 195, 199, 271, 272, 284
Belli, 291
Berciu, 262
Berindei, 17, 74, 122
Berisha, 267, 268
Berlín, 5, 85, 106, 108, 111, 112, 113, 120, 122, 127, 150, 158, 270,
286
Bernstein, 22
Berza, 262
Besarabia, 80, 102, 127, 151, 268
Beschloss, 249
Betea, 19
Bicske, 155
Bielorrusia, 268
Bierut, 153
Birnbauer, 204
Bitoleanu, 57
Blaga, 264
Blandiana, 69, 121, 227
Bobu, 63, 129, 168, 185, 186, 198, 206
Bocu, 263
Bogomolov, 79, 148, 156
Bogza, 69
Bolgrado, 102
Bondrea, 291, 292
Bonn, 59, 85, 144, 160
Boroşoiu, 185
Borstis, 178
Bosnia y Herzegovina, 270
Bosnia-Herzegovina, 105, 270, 271
Boston, 292
339
Ioan Scurtu
Botez, 122
Botswana, 130
Brăila, 242, 263
Brasil, 53, 88
Braşov, 50, 51, 70, 71, 78, 123, 162, 192, 232, 242, 281
Brateş, 12, 212, 215, 219, 248
Brătianu I. Gheorghe, 263
Brătianu I.C. Constantin, 263
Brediceanu, 263
Breton, 14, 22
Brézhnev, 31, 37, 39, 53, 94, 236, 254
Brucan, 11, 71, 78, 87, 88, 157, 162, 218, 219, 223, 227, 287
Bruselas, 96, 176, 178, 185, 204, 272
Brzezinski, 64, 250, 279, 291
Bucarest, 6, 10, 13, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 36, 45, 48, 50, 51, 53, 54,
57, 59, 60, 62, 63, 67, 69, 72, 73, 75, 76, 77, 78, 87, 90, 93, 94, 95, 96,
108, 111, 117, 119, 120, 122, 123, 124, 126, 127, 128, 131, 132, 143,
156, 157, 158, 159, 160, 162, 171, 172, 173, 174, 177, 178, 185, 186,
187, 188, 189, 190, 192, 194, 195, 196, 199, 200, 203, 204, 205, 207,
210, 211, 212, 215, 216, 217, 219, 221, 222, 231, 232, 233, 237, 238,
240, 242, 244, 245, 247, 248, 249, 250, 264, 274, 276, 278, 280, 281,
283, 284, 286, 290, 291, 292
Bucovina, 102, 127, 268
Bucur, 120, 143, 188, 189, 196, 206
Budapest, 44, 74, 84, 85, 89, 99, 100, 103, 106, 119, 120, 148, 155,
158, 160, 161, 166, 173, 174, 177, 183, 199, 204, 283, 286
Bujor, 69, 122, 263
Bulei, Ion, 57, 291
Bulgaria, 25, 27, 28, 30, 31, 34, 43, 52, 90, 92, 111, 113, 122, 131,
135, 137, 140, 149, 169, 185, 187, 196, 233, 254, 255, 256, 258, 259,
267, 279, 281, 283, 284, 285
Burghele, 262
Burundi, 130
Bush George, 95, 99, 100, 134, 141, 146, 147, 148, 149, 156, 182,
266, 269, 284
Bush George W., 284
Butunoiu, 263
Buzatu, 57, 76
Buzău, 232, 242
Buzura, 57, 69
340
La revolución rumana de1989
C
Cairo, 287
Cajal, 262
Calboreanu, 263
Calfa, 153
Călinescu George, 50, 263
Călinescu Matei, 122
Cambridge, 158, 292
Camilar, 262
Câmpeanu, 277, 278
Câmpina, 232
Câmpulung, 281
Campus, 57, 262
Cană, 120
Canadá, 36, 53
Cancicov, 263
Cândea, 90
Cannes, 50
Carafoli, 262
Caramitru, 207, 223, 227, 287
Carandino, 69
Carp, 185
Cârpan, 181
Carter, 37, 64, 71
Cassian, 122, 160
Castellan, 16, 78
Castex, 272, 291
Cavallioti, 20, 22
Ceauşescu Elena, 9, 68, 88, 93, 128, 129, 130, 133, 167, 168, 172,
173, 181, 187, 193, 194, 197, 198, 199, 206, 209, 216, 217, 225, 238,
239, 240, 241
Ceauşescu Florea, 130
Ceauşescu Ilie, 63, 124, 129, 178, 205
Ceauşescu M. Mihaela, 159
Ceauşescu Marin, 121, 129
Ceauşescu Nicolae, 8, 10, 14, 25, 32, 43, 49, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 60,
61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 74, 76, 86, 88, 89, 91, 92,
93, 94, 96, 97, 98, 99, 108, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 125,
126, 127, 128, 129, 130, 131, 148, 149, 155, 159, 160, 161, 162, 165,
166, 168, 169, 171, 172, 174, 181, 183, 184, 185, 188, 190, 193, 194,
341
Ioan Scurtu
197, 198, 199, 200, 202, 204, 206, 208, 209, 211, 212, 215, 216, 224,
225, 227, 231, 238, 239, 240, 241, 254, 287
Ceauşescu Nicu, 251
Ceauşescu Zoe, 68, 239, 251
Cernei, 263
Cernovodeanu, 262
Checoslovaquia, 25, 27, 28, 30, 31, 35, 44, 54, 71, 84, 85, 97, 98, 100,
103, 106, 110, 112, 114, 123, 124, 135, 137, 138, 142, 147, 149, 153,
169, 170, 184, 185, 196, 197, 218, 219, 233, 234, 235, 254, 258, 259,
260, 266, 283
Chernenko, 37, 39
Chihaia, 122
China, 25, 30, 48, 53, 55, 56, 145, 147, 281
Chiper, 233
Chipre, 249, 284
Chirac, 235, 284
Chirot, 24
Chiş, 179, 180, 190
Chişinău, 77, 80, 82, 112, 156, 199
Chiţac, 166
Churchill, 34, 35, 76
Cihodaru, 262
Cihoski, 264
Cioculescu, 263
Ciucă, 262
Ciucurencu, 263
Ciura, 180, 185
Clinton, 271, 284
Cluj-Napoca, 19, 21, 174, 222, 250, 292
Coandă, 232
Codrescu, 15, 21
Cofariu, 274
Cojocaru, 77, 156, 158, 160, 247
Columbeanu, 22
Coman, 63, 89, 129, 166, 170, 171, 172, 185
Constantin, 9, 15, 17, 57, 62, 69, 76, 77, 86, 87, 88, 96, 122, 129, 150,
151, 156, 159, 160, 167, 168, 179, 185, 186, 207, 212, 238, 245, 246,
247, 248, 250, 262, 263, 264, 274, 291
Constantinescu Virgil, 18, 77, 262, 264
Constantinescu N. N., 78, 262
Constantinescu Tancred, 264
342
La revolución rumana de1989
Constantiniu, 15, 77, 158
Coposu, 69, 218, 219, 249
Corea del Norte, 25, 30, 169
Corea del Sur, 216
Cornea, 64, 158, 162, 227, 244
Corneanu, 69
Costinaş, 250
Cotescu, 263
Cozorici, 263
Cracovia, 40, 95
Craiova, 3, 4, 21, 46, 49
Creangă, 121
Crimea, 123, 269
Cristinoiu, 263
Croacia, 86, 105, 270, 271
Cuba, 25, 30, 145, 283
Curticeanu, 123, 129, 159, 168, 198, 201
Cuza, 162
D
Dacian, 263
Daicoviciu Constantin, 262
Daicoviciu Hadrian, 262
Dalmacia, 270
Damian, 263
Dan Elena 18
Danielopolu, 262
Danubio, 68, 69, 117
Dăscălescu, 75, 129, 150, 167, 168, 179, 185, 186, 201, 212
Davies, 16, 157, 248, 276, 289, 291
Decean, 292
Deletant, 158, 222, 244, 249
Demirel, 53
Deşliu, 69, 121
Diaconescu, 69, 172
Diaconu, 17
Dinamarca, 90, 273
Dincă Dumitru, 195
Dincă Ion, 63, 129, 151
Dinescu, 69, 121, 207, 212, 227
343
Ioan Scurtu
Dinu, 12, 17, 20, 77, 78, 90, 118, 124, 157, 158, 213, 247, 250
Dobre, 62, 63
Dobrinescu, 262
Dobrudja, 123
Dogaru, 262
Doicescu, 263
Doinaş, 69, 263
Drăghici, 219
Drăgoi, 263
Dragomir, 264
Drăguţ, 90
Dresde, 108, 153
Dressler, 273
Dubček, 54, 115, 135, 138, 254, 266
Dumas, 141, 143, 176, 234, 286
Dumitrescu Cico, 212
Dumitrescu Gheorghe, 263
Dumitrescu-Buşulenga, 263
Dumitrescu-Timică Silvia 263
Duţu, 15, 21, 250, 262
E
Eagleburger, 104, 143
Ecuador, 130
Eftimiu, 262
Egipto, 53
Elian, 262
Elisabeth, 53
Eminescu, 264
Eslovaquia, 8, 136, 266, 281, 284
Eslovenia, 86, 105, 270, 271, 284, 285
España, 23, 33, 53, 260
Estados Unidos de América, 34, 35, 37, 38, 50, 53, 59, 71, 72, 73, 99,
104, 127, 131, 141, 145, 147, 148, 278
Estonia, 81, 102, 268, 284
Etiopía, 130
EUA, 35, 36, 38, 41, 44, 46, 51, 53, 84, 89, 95, 99, 100, 103, 104, 105,
109, 113, 117, 122, 125, 134, 143, 144, 145, 146, 148, 162, 163, 170,
173, 184, 220, 232, 234, 236, 252, 261, 264, 266, 268, 269, 271, 273,
279, 283, 284, 285
344
La revolución rumana de1989
Europa, 7, 14, 15, 16, 18, 21, 22, 23, 33, 35, 36, 39, 40, 44, 51, 62, 63,
67, 68, 71, 72, 74, 75, 76, 79, 82, 83, 84, 85, 86, 89, 91, 92, 94, 96,
100, 102, 103, 113, 117, 118, 120, 121, 122, 126, 127, 131, 134, 141,
142, 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 151, 152, 155, 156, 157, 158,
159, 162, 174, 176, 177, 179, 181, 187, 188, 199, 207, 220, 226, 241,
243, 245, 248, 250, 253, 254, 256, 257, 259, 265, 268, 269, 270, 274,
279, 281, 282, 284, 285, 286, 289, 290, 291, 292
Europa central, 254, 292
Europa central y del sur, 254
Europa central y del sureste, 254
Europa del este, 143, 144, 148
Europa oriental, 135, 142, 286
F
Fătu, 25, 76
Fázekas, 69
Filipescu, 120, 262
Florea Any, 76
Florea Virgil, 76
Florescu Arta, 263
Florescu Mugurel, 238
Ford, 53, 64, 71
Fortuna, 12, 17, 179, 180, 186, 190, 192, 231, 245, 246, 247, 287
Francia, 8, 33, 41, 46, 50, 53, 64, 75, 83, 84, 113, 117, 118, 122, 125,
141, 144, 145, 146, 152, 162, 177, 188, 232, 234, 236, 252, 256, 258,
264, 266, 273, 285, 286, 290
Franco, 23
Franz Jonas, 53
Franz Vranitzky 106
Fullbright, 252
Fulton, 35
Funderburk, 71, 78
G
Gabanyi, 16, 241, 250, 289, 292
Gaillard, 22, 158
Gandhi, 53
Gaulle, 53, 141, 226
Gázso Ferenc, 84
Genscher, 141, 151, 269
345
Ioan Scurtu
Georgescu, 263
Georgia, 41, 81, 268
Gerlach, 152
Gheorghiu Mihnea, 121
Gheorghiu-Dej, 45, 48, 49, 57, 58, 60, 61, 73, 88
Gheza, 263
Gigea, 177, 196
Gigurtu, 264
Gino Rado, 245, 246
Giugaru, 263
Giurescu C. Constantin, 262, 264
Giurescu C. Dinu, 17, 77, 78, 90, 157, 250
Goga, 50
Gorbachov, 5, 31, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 45, 65, 66, 67, 68, 71, 76, 77,
79, 80, 81, 83, 85, 86, 87, 88, 93, 94, 96, 99, 100, 101, 103, 104, 105,
108, 110, 111, 112, 113, 118, 134, 138, 139, 141, 142, 144, 145, 146,
147, 148, 149, 151, 154, 156, 157, 158, 159, 160, 182, 188, 197, 205,
226, 231, 233, 237, 254, 266, 267, 268, 269, 291
Gorbachova, 41
Gran Bretaña, 8, 34, 41, 53, 82, 113, 117, 122, 125, 127, 144, 145,
146, 152, 162, 163, 236, 252, 255, 256, 264, 266, 273, 285, 290
Grecia, 33, 34, 260
Green, 148
Grigoriu George, 263
Grigoriu Lander, 18
Grossu, 112
Grósz, 44, 74, 83, 84, 85, 139, 154
Grouchko, 114
Grozuţă, 263
Gurbunov, 154
Guşă Ştefan, 12, 20, 124, 166, 171, 180, 209, 211, 218, 227, 232
Gysi, 152
Gyula Horn, 89, 147, 178
H
Habana, 196
Hadârcă, 197
Havel, 115, 135, 153, 253, 266, 290
Haya, 272
Helsinki, 36, 87, 91, 117, 130, 151, 176, 177, 284
346
La revolución rumana de1989
Hitler, 23, 33, 229, 266
Hlihor, 76, 291
Hogaş, 19
Honecker, 45, 85, 107, 108, 110, 111, 149, 150
Horthy, 74
Horvath, A., 158
Hotin, 102
Hoxha, 35, 45
Hulubei, 262
Hungría, 8, 27, 30, 31, 34, 35, 43, 52, 74, 83, 84, 85, 90, 92, 93, 99,
100, 101, 103, 105, 106, 107, 110, 118, 119, 122, 131, 135, 139, 142,
149, 154, 155, 158, 161, 169, 171, 173, 174, 177, 185, 187, 197, 204,
233, 254, 255, 258, 259, 260, 266, 279, 281, 283, 284, 291
Hurezeanu, 122
Husák, 44, 54, 115, 135, 136, 137, 153
I
Ierunca, 122
Iliescu Constantin, 262
Iliescu Ion, 11, 19, 56, 63, 67, 69, 78, 162, 212, 213, 214, 217, 218,
219, 220, 223, 227, 231, 233, 238, 244, 248, 274, 277, 278, 287, 289
India, 53, 147
Indiana, 24
Indonesia, 53
Indra, 137
Ionescu Casimir, 207, 227
Ionescu E. Mihail, 292
Ionescu Gelu, 122
Ionescu V. Theodor, 262
Ionescu V. Tudor, 262
Ionescu Victor, 215
Ioniţă, 64
Iordache, 11, 17, 163, 172, 179, 180, 190, 231, 244, 246, 287
Iordan, 263
Iorgulescu, 122
Iosif, 129, 195, 199, 206, 249, 250, 263
Iovicic, 119
Irak, 285
Irimescu, 263
Isaac, 24
347
Ioan Scurtu
Iser, 263
Ismaïl, 102
Israel, 52, 53, 73, 78, 130
Italia, 23, 33, 46, 50, 53, 95, 118, 145, 256, 267, 270
Ivan, 180, 189, 231
J
Jakes, 109, 114, 115, 135
Jalea, Ion, 263
Japón, 35, 38, 53, 147, 261
Jaruzelski, 43, 53, 82, 83, 95, 96, 149
Jebeleanu, 69, 180
Jelev, 111, 267
Jena, 108
Jilava, 288
Jinga, 292
Jiu, 62, 123
Jonas, 53
Jrushchov, 31, 112, 253, 254
Juan Carlos I, 53
Juan Pablo II, 40, 146
K
Kádár, 43, 44, 101
Karabaj, 81
Kiev, 151, 171
Király, 69
Kiritescu, 262
Kissinger, 76, 77, 291
Kohl, 85, 106, 107, 109, 111, 141, 142, 143, 152, 153, 156, 157, 158,
266
Kosovo, 45, 86, 105, 271, 284
Kremlin, 39, 43, 45, 52, 54, 65, 67, 71, 77, 78, 80, 81, 94, 96, 99, 102,
104, 108, 111, 127, 146, 149, 174, 252, 269
Krenz, 110, 111, 140, 149, 150, 152
L
Labiş, 262
Lache, 292
348
La revolución rumana de1989
Lăncrănjan, 69
Lari, 112
Lăzărescu Cezar, 263
Lăzărescu Dan Amedeo, 69
Leich, 110
Leipzig, 106, 108, 149
Lenin, 80, 138, 153
Leningrado, 138
Letonia, 81, 102, 154, 268, 284, 285
Levesque, 250
Líbano, 130
Lituania, 81, 102, 268, 284
Liubliana, 140
Londres, 78, 122, 156, 158, 196, 270, 287
Lonenc, 114
Lovinescu Horia, 262
Lovinescu Monica, 122
Luca, 18
Lucescu, 238, 250
Lucinschi, 112
Lugoj, 166, 174
Lukanov, 267
Lungu, 17
Lup, 69
Lupaş, 264
Lupeni, 63, 71
Lupoi, 218, 231
Lupu Corneliu, 160
Lupu Gh. Nicolae, 262
Luxemburgo, 284
M
Macedonia, 270
Maciu, 262
Macovei, 262
Madrid, 283
Măgureanu, 20, 63, 222, 238
Maicu, 263
Maiorescu, 50
Maizière, 266
349
Ioan Scurtu
Major, 269
Malta, 5, 134, 141, 142, 143, 146, 148, 149, 182, 284, 285
Maluţan, 216
Mamina, 262, 291
Mănescu Corneliu, 12, 19, 52, 86, 88, 212, 227
Mănescu Manea, 58, 167, 172, 198, 206
Maniu, 263
Manoilescu, 263
Manole, 18, 287
Manolescu-Strunga, 264
Marchiş, 69
Marcou, 18
Marcu, 19, 185, 187, 263
Marinescu George, 215
Marinescu Ion, 263
Marruecos, 130
Marţian, 69, 227, 287
Marton, 187
Marx, 28, 29, 31, 32, 99
Matei, 122, 129, 171
Matlock, 160, 235
Maurer, 48, 58, 88
Mauricio, 131
Mazilu, 11, 17, 19, 90, 120, 157, 218, 219, 223, 227, 249, 287
Mazowiecki, 96, 97, 98, 99, 103, 143
Mediterráneo, 34, 35, 134
Medvedev, 139
Meir, 53
Melian, 121, 158, 159
Menuhin, 76
México, 53, 130
Micescu, 264
Michigan, 24
Michnik, 43, 77
Miguel I, 234
Mihăilescu Vintilă, 262
Mihăilescu-Brăila, 263
Mihalache, 263
Milcu, 262
Milea, 129, 132, 166, 198, 199, 201, 203, 209, 211, 240
Milin, 9, 15, 18, 187, 244, 246
350
La revolución rumana de1989
Militaru, 63, 211, 215, 218, 219
Milošević, 45, 86, 140, 271, 272
Milza, 22, 77
Mioc, 250
Mironov, 207
Missouri, 35
Mitterrand, 83, 96, 141, 151, 156, 235, 269
Mladenov, 111, 113, 149, 151
Mlynar, 114
Mock, 176
Modrow, 112, 149, 152
Moisil, 262
Moldavia, 41, 79, 82, 92, 102, 112, 122, 154, 197, 268
Mólotov, 102, 126, 127, 166, 268
Monac, 15, 159, 160, 245, 246, 247, 248
Mongolia, 283
Montanu, 213, 223, 227
Montenegro, 45, 270, 271
Morar, 231
Moraru Camelia, 17
Moscú, 10, 25, 34, 35, 45, 48, 67, 71, 81, 94, 106, 111, 113, 120, 123,
135, 138, 140, 141, 142, 143, 149, 151, 152, 154, 160, 171, 174, 189,
204, 205, 206, 234, 235, 236, 241, 252, 269, 287
Mugur, 263
Munteanu Aurel Dragoş, 227
Munteanu Mihaela, 180, 231
Munteanu Mircea, 215
Munteanu Nicolae Constantin, 122
Muntenia, 123
Mureşan, 50, 168
Mureşanu, 163
Mussolini, 23, 25
N
Nagorno, 81
Nagy Imre, 84, 100
Neacşa, 287
Neacşu, 17
Neagoe, 78, 206
Nedelcovici, 69, 122
351
Ioan Scurtu
Negoiţescu, 122
Negro, 46, 51, 69, 216
Negru Vodă, 222
Németh Miklós, 105, 119
Nemoianu, 122
Nestor, 14, 262
Neva, 265
New York, 64, 90, 158, 160
Nicaragua, 130
Nicolae Constantin, 122
Nicolae Radu, 63, 287
Nicolaescu, 12, 213, 218, 227, 245, 247, 249
Nicolau, 262
Nicolescu, 262
Nicolski, 49
Niculescu Adrian, 119, 122
Niculescu-Mizil, 129, 168, 201
Nisipeanu, 64, 78
Nixon, 53, 64, 71
Noriega, 236
Noruega, 53, 90
Nyers, 44, 85, 107, 149
Nyers Reszö, 85
O
Oancea, 96
Occidente, 35, 39, 41, 46, 68, 88, 90, 91, 95, 109, 116, 117, 122, 146,
148, 189, 220, 237, 241, 251, 267, 268, 270, 279
Oder, 100, 112
Ohio, 271
Olaru, 78
Olt, 190
Olteanu, 17, 77, 129, 150, 151, 160
Oltenia, 123
Onicescu, 262
Oprea Gheorghe, 168
Oprea Marius, 78, 159
Oprea Sorin, 185, 187
Oprescu, 263
Oradea, 187, 222
352
La revolución rumana de1989
Orăscu, 122
Orban Traian, 246
Orban Victor, 84
Oşca, 15, 17, 222
OTAN, 101, 145, 146, 283, 284, 285, 292
Oţetea, 262
Otopeni, 50, 75, 232
Oxford, 24
P
Pacepa, 58, 59, 68, 77, 78, 132, 274
Países Bajos, 75, 273
Palach, 85
Palade, 122
Paleologu, 69
Paler, 69
Panaitescu, 262, 264
Panamá, 130, 197, 236, 273
Paraschiv, 120
Pârcălăbescu, 218
Parhon, 262
París, 74, 78, 83, 127, 158, 172, 174, 177, 195, 196, 235, 250, 271,
287, 291
Pârvulescu, 86, 87, 88, 274
Pascu, 262
Paskai László, 119
Pasti, 291
Patrichi, 263
Păunescu, 69
Pelivan, 264
Pellea, 263
Perpessicius, 263
Petcu, 157
Petre Petrişor, 186
Petrescu Barbu, 190, 193
Petrescu Gică, 263
Petrescu Nicolae, 130
Petric, 159
Petrovici, 264
Petruţ, 263
353
Ioan Scurtu
Pippidi Andrei, 90
Pirotici, 291
Piru, 263
Pitulescu, 247
Platon, 57, 262
Ploieşti, 51
Polonia, 8, 25, 27, 30, 31, 34, 42, 43, 52, 82, 83, 84, 95, 96, 97, 98, 99,
100, 101, 103, 110, 112, 131, 135, 139, 142, 143, 149, 153, 157, 169,
174, 175, 185, 188, 233, 254, 255, 256, 258, 259, 260, 267, 268, 279,
281, 283, 284
Pontbriandt, 18, 76
Pop Adrian, 14
Pop Traian, 119, 148
Popa Constantin, 17
Popa Gică, 238, 241
Popa Marcel, 17
Popa Mircea, 262
Popa Radu, 90
Popa Vasile, 19, 249
Popescu Dumitru, 13, 129, 157, 159, 167, 168, 208, 219, 245
Popescu Petre, 215
Popescu Viorel, 215
Popescu-Gopo Ion, 50, 263
Portocală, 14, 264
Portugal, 53, 90
Postdam, 35, 108, 141
Postelnicu, 63, 129, 166, 201
Poszgay Imre, 44, 84, 85
Potârcă, 264
Praga, 55, 85, 103, 106, 107, 114, 115, 135, 137, 158, 184, 194, 196,
254, 266, 284, 286
Preda Dumitru, 9
Preda Marin, 50, 262
Princeton, 157
Prodan, 262
Prut, 77, 156, 158, 247
Puia, 290
Puşcaş, 292
354
La revolución rumana de1989
R
Răceanu, 87
Radu Constantin, 129
Radu Maria, 263
Radu Marin, 176
Radu Nicolae, 63, 287
Rădulescu Carmen, 17
Rădulescu Dem, 263
Rădulescu Gheorghe, 167, 168, 201, 208
Raicu, 122
Rakowski, 43, 83, 96
Răşcanu, 264
Rasputín, 80
Rateş, 14
Raţiu Ion, 122
Răţoaia, 217
Rauţchi, 263
RDA, 25, 27, 30, 31, 45, 52, 85, 105, 106, 107, 108, 109, 110, 111,
112, 113, 131, 135, 137, 141, 142, 144, 147, 149, 150, 152, 153, 218,
254, 258, 259, 260, 266
Reagan, 37, 38, 71, 72
Rebreanu, 50
Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, 270
Retegan, 9, 77
RFA, 35, 38, 46, 52, 53, 63, 73, 85, 90, 106, 107, 109, 110, 111, 119,
125, 142, 144, 145, 151, 152, 252, 260, 261, 266
Ribbentrop, 102, 127
Ricci, 263
Ripan, 262
Rocard, 188
Roman, 11, 19, 68, 199, 218, 219, 227, 238, 242, 248, 250, 275
Roosevelt, 34
Rosen, 72
Rosetti, 263
Roşianu, 215
Rothschild, 22
Rowley, 22, 158
Rumania, 5, 23, 25, 27, 28, 30, 31, 32, 34, 45, 46, 48, 49, 50, 51, 52,
53, 54, 55, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 70, 71, 72, 74, 75,
355
Ioan Scurtu
76, 77, 78, 84, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 96, 97, 98, 99, 100, 116,
117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 127, 128, 130, 131, 132,
134, 145, 147, 148, 149, 151, 155, 156, 157, 158, 159, 160, 163, 164,
165, 166, 168, 170, 171, 172, 173, 174, 175, 176, 177, 178, 179, 180,
181, 182, 183, 184, 185, 187, 188, 189, 191, 193, 194, 195, 196, 197,
199, 203, 204, 205, 206, 208, 209, 210, 211, 213, 215, 216, 217, 218,
220, 223, 224, 226, 227, 228, 229, 230, 231, 232, 233, 234, 235, 236,
237, 238, 239, 240, 241, 242, 243, 244, 245, 246, 247, 248, 250, 251,
252, 254, 255, 256, 257, 258, 259, 260, 261, 262, 263, 268, 272, 273,
274, 275, 276, 278, 279, 280, 281, 282, 283, 284, 285, 286, 287, 290,
291, 292
Rus, 206
Rusia, 15, 32, 34, 40, 80, 233, 269
Rusu, 263
Ryzhkov, 143, 154, 234
S
Săbăila, 186
Sacerdoţeanu, 262
Sadat, 53
Sadoveanu, 262
Sájarov, 76, 80
Săndulescu, 123
Săraru, 20, 213
Săsăran, 180
Sava Constantin, 9, 15, 159, 160, 245, 246, 247, 248
Sava I.N., 291
Savaliuc, 250
Savu, Ion, 185, 186, 187, 246
Schmidt, 53
Schultz, 38
Scurtu Georgiana-Margareta, 15, 17
Scurtu Ioan, 15, 17, 57, 76, 77, 157, 159, 247, 248, 249, 250, 290, 291
Scurtu Ioan Alexandru, 17
Scurtu Paula, 17
Sélys, 246
Şerban, 122, 123, 263
Serbia, 45, 86, 195, 270, 271
Shafir, 119
Shakespeare, 121
356
La revolución rumana de1989
Shevardnadze, 42, 43, 77, 81, 104, 134, 141, 156, 158, 178, 185, 188,
204, 237, 250
Siani-Davies, 16
Sibiu, 20, 160, 174, 232, 242
Simion, 26, 112, 262
Sinatra, 94
Singer, 19
Smidt, 114
Snagov, 117, 216
Snegur, 102, 154
Şoloc, 204
Sorescu, 50, 69, 238, 262
Soulet, 22, 77, 78, 156
Spacu, 262
Spătaru, 263
Şperlea, 159
Spiess, 263
Spiridon, 160
Stalin, 34, 40, 41, 124, 229, 253, 268
Stan Alina, 17
Stan Apostol, 57
Stănciulescu, 17
Stănculescu, 12, 19, 20, 166, 202, 203, 206, 208, 209, 210, 211, 213,
214, 223, 227, 238, 248
Stănescu, 15, 50, 263, 292
Stănescu-Stanciu, 15, 292
Ştefănescu, 262
Ştirbescu, 248
Stoenescu, 14, 20, 159, 248
Stoian Ion, 96, 125, 171, 185
Stoica Chivu, 60
Stoica Stan, 291
Stolojan, 74
Sturdza-Bulandra, 263
Suecia, 53
Suharto, 53
Suiza, 117, 239, 240, 260
Süto Andras, 148
Szas, 129
Szoboszlo, 155
Szüros, 84, 103
357
Ioan Scurtu
T
Talbott, 249
Tănasă, 238
Tănase, 77, 157, 244, 250, 263
Târgovişte, 9, 18, 216, 217, 238
Târgu Mureş, 46, 50, 274
Tariuc, 246
Tastaman, 263
Tatulici, 18
Tecşa, 20
Teller, 37
Teoctist, 217
Teodor, 12, 212, 215, 219, 247, 248, 262
Teodorescu Filip, 13, 165, 244, 246
Teodorescu Nicolae, 238
Teodorian, 263
Teodoriu, 227, 287
Ţepelea, 69
Ţepeneag, 56
Teşu, 188
Thatcher, 82
Theodorescu, 90
Thurmer Gyula, 154
Tiajelnikov, 197
Tiflis, 81
Timiş, 56, 161, 172, 179, 181, 185, 186, 212, 246
Timişoara, 6, 9, 11, 12, 13, 15, 18, 19, 20, 21, 46, 50, 67, 163, 165,
166, 168, 169, 170, 172, 173, 174, 175, 176, 178, 179, 180, 181, 182,
184, 185, 186, 187, 188, 189, 190, 191, 192, 193, 195, 196, 199, 203,
204, 206, 209, 211, 222, 223, 227, 228, 231, 242, 243, 244, 245, 246,
249, 250, 272, 277, 281, 287
Timofte, 156, 250
Timothy Garton, 24, 158
Tinu Radu, 13, 165, 244, 245
Tirana, 267
Tismăneanu, 78, 244
Tito, 34, 45, 53, 140, 270
Titu, 50, 216, 222
Todorov, 111
Tökés, 119, 148, 161, 162, 163, 166, 204
358
La revolución rumana de1989
Tokio, 196
Toma, 17, 122
Topliceanu, 215
Trăistaru Maria, 180
Transilvania, 44, 74, 84, 101, 117, 119, 123, 155, 156, 160, 174, 197,
206, 274
Trianon, 44, 74
Trieste, 35
Trişcu, 90
Trofin, 180
Troncotă, 123, 160
Trotsky, 41
Trudeau, 53
Trufescu, 262
Ţuculescu, 263
Tudor Corneliu Vadim, 69
Tudor Dumitru, 262
Tudoran, 122
Tufan, 203
Turquía, 53, 281
U
Ucrania, 39, 102, 284
Uncu, 121
Ungheanu, 14
Unión Soviética, 11, 15, 18, 24, 25, 27, 28, 31, 37, 38, 41, 42, 44, 45,
48, 53, 60, 64, 66, 67, 71, 77, 79, 80, 81, 85, 88, 91, 93, 99, 101, 103,
105, 108, 112, 113, 120, 124, 125, 127, 135, 137, 138, 142, 143, 146,
147, 148, 149, 150, 154, 156, 160, 162, 169, 184, 185, 196, 205, 207,
226, 233, 234, 236, 237, 241, 254, 261, 265, 268, 269, 283
Urbánek, 135, 136, 137
Uruguay, 88, 131
Uzbekistán, 81
V
Văcăreşti, 90, 216
Vâlcea, 190
Valeriu, 207, 248, 262
359
Ioan Scurtu
Varsovia, 23, 29, 43, 52, 54, 77, 82, 89, 94, 95, 96, 97, 99, 100, 101,
103, 108, 111, 112, 118, 127, 137, 143, 146, 149, 151, 155, 158, 174,
184, 185, 188, 196, 205, 206, 226, 233, 235, 236, 241, 254, 283, 286
Vartan, 14, 19, 158, 159, 186, 204, 244, 246, 248, 249, 250
Vasiliu-Birlic, 263
Vaticano, 53
Verdery, 24
Verdeţ, 62, 129, 201, 212, 247
Veroiu, 263
Veselovschi, 263
Vianu Ion, 122
Vianu Tudor, 263
Viena, 44, 121, 130, 148, 174, 175, 196
Vietnam, 25, 30, 283
Vintilă, 122, 262
Vitner, 186
Vlad Aurel, 264
Vlad Iulian, 123, 144, 162, 167, 198, 199, 200, 202, 203, 217, 228
Voican-Voiculescu, 12, 19, 162, 218
Voicu Ion, 263
Voicu Mihai, 207
Voinea, 223, 238, 239, 240, 249
Vrancea, 122
Vranitzky, 106
Vulpe, 262
W
Wałęsa, 42, 43, 83, 95
Washington, 24, 68, 71, 72, 90, 103, 104, 109, 134, 135, 141, 145,
196, 235, 270, 284, 287
Wojtyla, 40
Y
Yakovlev, 77, 94, 157, 158
Yalta, 148
Yeltsin, 80, 102, 104, 154, 268, 269
Yemen, 130
Yugoslavia, 25, 27, 28, 30, 31, 34, 45, 53, 84, 85, 92, 93, 100, 105,
112, 119, 122, 131, 140, 153, 188, 195, 204, 233, 258, 259, 260, 265,
269, 270, 271, 291
360
La revolución rumana de1989
Z
Zaire, 130
Zambia, 130
Zamfir Cătălin, 282, 291, 292
Zamfir Elena, 291
Zamfir Gheorghe, 122
Zamfir Ion, 238
Zamfirescu, 69
Zanc, 17
Zane, 262
Zbârcea, 22, 77
Zhivkov, 43, 111, 113, 114, 123
Zimbabwe, 130
Zimmermann, 292
Zinóviev, 41
Zivak, 114
Ziyang, 53
361
Ioan Scurtu
362

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