1 APRENDER MATEMÁTICAS EN LA INFANCIA
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1 APRENDER MATEMÁTICAS EN LA INFANCIA
International Symposium on Early Mathematics/Symposium Internacional sobre Matemática Temprana Cadiz-Spain, 5-6 May 2006 Grupo de Investigación HUM-634 Departamento de Psicología APRENDER MATEMÁTICAS EN LA INFANCIA Libro de actas del Symposium Internacional sobre Matemática Temprana J.I. Navarro & M. Aguilar (Eds.) Publicado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Cádiz, Grupo de Investigación HUM-634 Learning maths in childhood Proceedings of International Symposium on Early Mathematics Published by Department of Psychology. University of Cadiz (Spain) Research Group HUM-634 Cadiz-Spain, 5-6 May 2006 ISBN: 84-608-0452-6 Nota: Este trabajo ha sido parcialmente financiado por los proyectos de investigación BSO2003-04188 y SEJ2005-06881 del MEC. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 1 ENTIDADES COLABORADORAS Facultad de Ciencias de la Educación Vicerrectorado de Investigación Consejo Social Departamento de Psicología de la UCA Vicerrectorado de Extensión Universitaria Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud Dirección General de Tecnología de la Información y Comunicaciones. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 2 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 3 International Symposium on Early Mathematics/Symposium Internacional sobre Matemática Temprana Cadiz-Spain, 5-6 May 2006 Grupo de Investigación HUM-634 Departamento de Psicología CONFERENCIANTES INVITADOS/KEY SPEAKERS Dr. Terezinha Nunes Department of Educational Studies, University of Oxford (UK). Children’s reasoning and mathematical achievement. El razonamiento del niño y sus logros en matemáticas. Dr. Manuel Aguilar Departamento de Psicología. Universidad de Cádiz. (España) Prevenir las dificultades de aprendizaje en matemáticas. Dr. Johannes Van Luit Department of Special Education. Utrecht University. (Netherlands) The development of early numeracy in children with special mathematical needs. Desarrollo temprano del número en niños con necesidades educativas especiales en matemáticas. Dr. Jose Orrantia Departamento de Psicología. Universidad de Salamanca. (España) Aprender matemática a temprana edad. La resolución de problemas en el proceso de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas Dr. Carol Aubrey Institute of Education at the University of Warwick. Childhood Research Unit (UK). Low-achieving children in mathematics in the context of the English National Numeracy Project. Los niños con bajo rendimiento en matemáticas en el contexto del proyecto británico sobre el aprendizaje del número. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 4 International Symposium on Early Mathematics/Symposium Internacional sobre Matemática Temprana. Cadiz-Spain, 5-6 Mayo 2006. Grupo de Investigación HUM-634. Departamento de Psicología PROGRAMA/Symposium Schedule VIERNES/FRIDAY 5 16.00-17.00 17.00 17.30-19.00 19.00-21.00 Entrega de Documentación/Registration Acto de inauguración/Opening session Dr. Terezinha Nunes Department of Educational Studies, University of Oxford (UK). Children’s reasoning and mathematical achievement. El razonamiento del niño y sus logros en matemáticas. Discusión/discussion SESIÓN COMUNICACIONES / Individual paper session (I) Investigación acción en una práctica educativa: Taller de juego y matemáticas en el ciclo inicial de primaria. Edo, Mercè y Deulofeu, Jordi Progression In Early Number. Kathleen Hart Children and early mathematics towards social and emotional mathematics. Päivi Perkkilä, & Eila Aarnos Early numeracy and dimensions of teaching-learning processes. A comparative case study of maths lessons for six-year-old children in three European samples. Hiltunen, Teija, El conocimiento lógico-matemático en Educación Infantil y su relación con el aprendizaje de la lectura en 1º de Primaria. Jaime Solsona Desarrollo de las capacidades relacionales y de conteo evaluadas por la versión española del test de Utrecht. M. Aguilar, J. I. Navarro, E. Marchena, C. Alcalde y J. García SÁBADO/SATURDAY 6 9.30-11.00 11.00-11.30 11.30-13.00 13.00-14.30 Dr. Manuel Aguilar Departamento de Psicología. Universidad de Cádiz. (España) Prevenir las dificultades de aprendizaje en matemáticas. Discusión/discussion Descanso- Break SESIÓN COMUNICACIONES/ Individual paper session (II) El pensamiento multiplicativo en los primeros niveles. Una investigación en curso. Mª Asunción Bosch Saldaña Elaboración de una prueba de evaluación criterial de los contenidos matemáticos en educación infantil. Consuelo Vicent Català y Mª Dolores Gil Llario Adquisición del error en la sustracción en educación primaria. Ricardo López Fernández y Ana B. Sánchez García Fundamentos lógicos de los procesos directo e inverso en la matemática temprana. P. Ruesga, J. Jiménez yJ. M. Sigarreta Uso y desarrollo de pensamiento relacional por alumnos de tercero de Primaria. Marta Molina González y Encarnación Castro Martinez Dr. Johannes Van Luit Department of Special Education. Utrecht University. (Netherlands) The development of early numeracy in children with special mathematical needs. Desarrollo temprano del número en niños con necesidades educativas International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 5 14.30-16.30 16.30-18.00 18.00-18.15 18.15-19.45 19.45-21.30 especiales en matemáticas. Discusión/discussion COMIDA/LUNCH BREAK Dr. Jose Orrantia Departamento de Psicología. Universidad de Salamanca. (España) Aprender matemática a temprana edad. La resolución de problemas en el proceso de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas Discusión/discussion Descanso- Break Dr. Carol Aubrey Institute of Education at the University of Warwick. Childhood Research Unit (UK). Low-achieving children in mathematics in the context of the English National Numeracy Project. Los niños con bajo rendimiento en matemáticas en el contexto del proyecto británico sobre el aprendizaje del número. Discusión/discussion SESIÓN COMUNICACIONES/ Individual paper session (III) Una aplicación informática para enseñar conceptos numéricos iniciales a niños de 5 a 7 años. C. Alcalde, J. I. Navarro, M. Aguilar, E. Marchena, G. Ruiz y J. García Un estudio sobre la comprensión de las cuatro operaciones aritméticas en niños de educación infantil. Mª Oliva Lago Marcos, Sonia Caballero Reales, Purificación Rodríguez Marcos y Laura Jiménez Márquez. ¿Cómo hacer para que los niños del preescolar vayan más allá del uno, dos, tres? Irma Fuenlabrada Formación Inicial de Profesores de Primaria en Matemáticas en el Marco del Espacio Europeo de Educación Superior: Implicaciones para el Aprendizaje de los Escolares. José Luis Lupiáñez Gómez, Pablo Flores Martínez y Isidoro Segovia Álex La narración como metodología de instrucción de las matemáticas en educación primaria: estudio de caso único. Francesca Marí Sabater y Mª Dolores Gil Llario On Cloud Nine® Math. Developing Reasoning and Computation in Math Nanci Bell &Jennifer Egan Estrategias para la lecto-escritura de números de dos cifras en la Educación Infantil: Análisis cualitativo de una situación de juego. Carlos de Castro Hernández y Beatriz Escorial González POSTERS/ poster session 1. 2. 3. 4. 5. 6. Friday 5 & Saturday 6 Podrán estar expuestos durante todo el Symposium El desarrollo temprano de la propiedad conmutativa de la adición en tareas de engaño perceptivo. Purificación Rodríguez Marcos, Lorena Alameda Mena y Laura Jiménez Márquez Exploring Kindergarten Children’s Number Skills. Meike Gruessing, La resolución de problemas verbales que requieren distintas consideraciones del contexto de la vida real. Laura Jiménez Márquez, Mª Oliva Lago Marcos y Mª Lourdes Hernández Rincón. Mathematics Education and Neurosciences (MENS). Fenna van Nes & Titia Gebuis Acquisition of concrete operational skills in first and second grade pupils. Alicja Maurer & Danuta Kmita Validación de una prueba de evaluación criterial de los contenidos matemáticos en educación infantil: determinación de los puntos de corte, fiabilidad y validez. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 6 Mª Dolores Gil Llario, Consuelo Vicent Català y Adela Descals Tomas 7. Can rhythm help children in mathematics difficulties? Piccinini, P. 8. Developing confidence and competence in early mathematics in England. Chris Kyriacou & Maria Goulding 9. Conocimiento, uso y control de las estrategias de resolución de problemas en estudiantes de 5º de educación primaria. Mª Dolores Gil Llario y Francesca Marí Sabater 10 Los forros de los cuerpos: una actividad para apoyar el desarrollo de la percepción geométrica en preescolar. Bertha Vivanco Ocampo 11 Enhancing mathematical skills in pre-schoolers – development and evaluation of a programme for the kindergarten. C. Quaiser-Pohl International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 7 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 8 CHILDREN’S REASONING AND MATHEMATICAL ACHIEVEMENT. EL RAZONAMIENTO DEL NIÑO Y SUS LOGROS EN MATEMÁTICAS. Dr. Terezinha Nunes [email protected] Department of Educational Studies, University of Oxford (UK). Abstract It has often been claimed that children’s understanding of mathematics is based on their ability to reason logically, but there is no satisfactory evidence yet for this causal link. Nor is there any convincing evidence for alternative causal hypotheses that information processing constraints, such as the extent of children’s working memory, determine their mathematical development. We set out to test the causal hypothesis that logic is the basis for mathematical development in two related studies. One was a longitudinal study in which we showed (a) that measures of 6-year-old children’s logical abilities and of their working memory both predict their mathematical achievement over a period of 16 months even after controls for differences in age and intelligence, and (b) that the logical scores continued to predict mathematical levels after controls for differences in working memory, whereas working memory scores failed to predict the same outcome measure after controls for differences in logical ability. In the second study we trained an experimental group of children in logical reasoning and showed that they made more progress in mathematics than a control group of children from the same schools who were not given this training. Together these studies showed a strong link between logical reasoning and mathematical development (Study 1) and also established that this link is a causal one (Study 2). Our results, therefore, demonstrate that much of children’s mathematical knowledge is based on their understanding of its underlying logia. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 9 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 10 PREVENIR LAS DIFICULTADES DE APRENDIZAJE DE LAS MATEMÁTICAS Manuel Aguilar Villagrán Departamento de Psicología Universidad de Cádiz [email protected] Nota: Este trabajo ha sido parcialmente financiado por el proyecto de investigación BSO2003-04188 del MEC. 1. Conceptualización y prevalencia de las dificultades de aprendizaje de las matemáticas. La complejidad del campo de las matemáticas hace que el estudio de sus dificultades sea, a veces, desalentador. En teoría, una dificultad en matemáticas puede tener variados orígenes, desde un déficit en la habilidad para procesar información necesaria en una o muchas áreas de las matemáticas (e.g. aritmética, geometría, álgebra,…), hasta una dificultad individual en un dominio específico (e.g. teoremas vs. gráficos). Una aproximación a las dificultades de aprendizaje de las matemáticas es centrarse en el desarrollo matemático normal en comparación con personas que tienen un pobre rendimiento en matemáticas. Desafortunadamente para muchos dominios de las matemáticas (e.g. geometría y álgebra) no hay conocimiento suficiente sobre el desarrollo normal de estos aprendizajes (Geary, 2003). Los modelos teóricos y experimentales sí han proporcionado una base suficiente en determinados dominios matemáticos como son la numeración, el conteo o las operaciones aritméticas sencillas. Hay estudios que muestran que muchos niños tienen un rendimiento normal o similar a sus iguales en otras áreas y sólo presentan retraso en el desarrollo de los conceptos numéricos. Asimismo, otros estudios señalan que muchos niños con DAM no entienden conceptos relacionados con el conteo, o presentan déficit en las combinaciones numéricas básicas. Si nos detenemos con cierto detalle en las dificultades de la aritmética elemental (aquella en la que están implicadas las operaciones aritméticas sencillas) su estudio pone en evidencia numerosos déficit cognitivos que afectan al conteo y a los procedimientos aritméticos que de él se desprenden, la recuperación de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 11 los hechos numéricos (combinaciones numéricas básicas) de la memoria, los conocimientos conceptuales y la memoria de trabajo. Como mostró Geary (1990) en un estudio con alumnos de primero, los niños que presentan dificultades en matemáticas se distinguen de los niños normales por la utilización de procedimientos inmaduros para resolver sumas simples, como por ejemplo la estrategia contar todo, y por una tasa más elevada de errores. Además, recurren con menos frecuencia que los otros a la recuperación de la memoria de los hechos numéricos y, los que lo hacen, son recuperaciones más inexactas y afectadas de una variación muy importante en las latencias de respuesta. Un seguimiento de los mismos niños (Geary, Brown, & Samaranayake, 1991) indicaba que, un año después, el número de hechos numéricos memorizados por aquellos con dificultades no había aumentado, contrariamente al patrón de desarrollo clásico (normal) que permite a los niños abandonar progresivamente los procedimientos de conteo a favor de la recuperación. Sin embargo, habían abandonado prácticamente la estrategia de sumar denominada contar todo en provecho de la estrategia más evolucionada de contar a partir del primer número (counting on). Numerosos estudios han confirmado estas observaciones (e. g., Jordan, Levine, y Huttenlocher, 1994; Jordan, Hanich, Kaplan, 2003) y sugieren que los niños con dificultades se distinguen de los niños normales por un progreso lento en la adquisición de procedimientos algorítmicos de conteo y por una dificultad de la recuperación en memoria. El retraso en la adquisición de procedimientos parece resultar en parte de una inmadurez en el dominio de conceptos relacionados con el conteo, conceptos que tienen gran importancia en el descubrimiento de estrategias aritméticas eficaces. Así, Geary, Bow-Thomas, y Yao (1992) han mostrado que los niños de primero con dificultades y que utilizan preferentemente la estrategia de suma no identifican correctamente cuáles son las características pertinentes de un procedimiento correcto de conteo (muchos de entre ellos creen por ejemplo que un conteo correcto necesita señalar en una sucesión inmediata los objetos contiguos). Cometen, por otra parte más errores de conteo que los sujetos normales. Es posible que los problemas que encuentran los niños con dificultades en el aprendizaje de la aritmética, como por ejemplo el dominio de las llevadas en las operaciones complejas, tenga su origen en una falta de comprensión de los principios que subyacen a estas operaciones. Sin embargo, la insuficiencia de conocimientos conceptuales no da cuenta del conjunto de los déficit, como por ejemplo las dificultades de recuperación en memoria de las combinaciones numéricas básicas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 12 Éstas últimas podrían proceder, aunque indirectamente, de otra característica cognitiva de los niños con dificultades de aprendizaje y es su débil capacidad de memoria de trabajo. Los niños con DAM son menos hábiles que los otros para mantener informaciones en memoria a corto plazo efectuando otros procesamientos (Geary et al., 1991; Hitch y McAuley, 1991; McLean y Hitch, 1999). El rol que la memoria de trabajo juega en la aritmética mental del niño (Adams y Hitch, 1997) y en el adulto (Wilson y Swanson, 2001) es dudoso. ¿Cómo las débiles capacidades en memoria de trabajo podrían llevar a las dificultades de memorización de los hechos numéricos básicos? Está establecido que aún cuando no se haya realizado un aprendizaje sistemático de las tablas (fundamentalmente de sumar y multiplicar), la constitución de representaciones de los hechos numéricos en la memoria está ligada a los procedimientos de conteo. Cada vez que el niño utiliza un procedimiento de conteo para resolver una suma, el resultado alcanzado es asociado en memoria a esta operación. Sin embargo, como señala Geary (1994), para que las estrategias de conteo conduzcan a una asociación en memoria hace falta que las dos operaciones y el resultado esté de forma simultánea en el “espíritu” del niño, o en su memoria de trabajo. Como la memoria de trabajo de los niños con dificultades es de poca capacidad, y como privilegian, por otra parte, procedimientos algorítmicos más lentos (la estrategia sumar o contar todo), es posible que hayan olvidado uno de los dos operandos (sumandos) cuando alcanzan el resultado. En este caso, el problema y la respuesta obtenida tienen menos posibilidades de ser almacenadas en la memoria. Tal proceso de olvido consecutivo en la utilización de estrategias algorítmicas ha sido puesto en evidencia, incluso en el adulto (Thévenot, Barrouillet, y Fayol, 2001). En resumen, los niños con dificultades de aprendizaje de las matemáticas presentan un retraso en el desarrollo de la utilización de procedimientos de conteo y una dificultad específica en la recuperación de los hechos numéricos. Las dificultades procedimentales parecen desprenderse de una insuficiencia de conocimientos conceptuales, que generan un retraso del desarrollo, y probablemente de capacidades limitadas de la memoria de trabajo que perjudican el control de la ejecución de procedimientos y resultados, lo que implica que cometan numerosos errores. Las dificultades de la recuperación en memoria serían en parte imputables al retraso del desarrollo de estos conocimientos procedimentales. Por otra parte, estas dificultades de recuperación de hechos numéricos parecen relativamente independientes de dificultades procedimentales, más persistentes que estos últimos (Garnett y Fleishner, 1983; Geary, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 13 Widaman, Little, y Cormier, 1987), y afectan a la vez a procedimientos de codificación y recuperación. Otro problema relacionado con la conceptualización de las dificultades de aprendizaje de las matemáticas es que hay pocos instrumentos específicos para la detección o diagnóstico de niños y niñas con DAM; y otro problema es que aunque las dificultades matemáticas son diagnosticadas cuando, al menos, el niño lleva un año en la escuela, el desarrollo matemático empieza antes de la enseñanza formal de las matemáticas. Los niños con riesgo de dificultades en matemáticas deberían ser detectados en preescolar y esto permitiría introducir programas educativos de carácter preventivo. Generalmente, se usa el miso criterio que para el diagnóstico de las dificultades de aprendizaje en general; una combinación de medidas de la inteligencia (test de CI) y una medida del rendimiento matemático con un test estandarizado. El criterio general es el de la discrepancia entre el CI, que tiene que tener una puntuación promedio y una puntuación por debajo del percentil 25 o 20 en el test estandarizado de rendimiento matemático. Este criterio de discrepancia, entre el CI y el rendimiento en el área específica (matemáticas), plantea algunos problemas como la selección de falsos positivos o el hecho de que elegir el criterio del percentil 20 o 25 no coincide con los estudios de prevalencia de niños y niñas con DAM (véase más abajo). Los resultados de varios estudios sugieren que entre el 5 y el 7% de la población en edad escolar muestran alguna forma de dificultad en las matemáticas (Geary, 2003). Ruth Shalev presentó, en una reunión de expertos celebrada en El Escorial (España) en marzo de 2004, el cuadro siguiente con los porcentajes de prevalencia de las DAM en diversos estudios. En definitiva, se estima que entre el 5 y el 8% de los niños escolarizados tendrían problemas con las matemáticas. England (Lewis et al, 1994) 3.6 % USA (Badian, 1982) 6.4 % Germany (Hein et al, 2000) 6.6 % India (Romaa & Gowramma, 2002) 5.5 % Israel (Gross-Tsur et al, 1996) 6.5 % Tabla 1. Estimación de los niños escolarizados que tendrían problemas con las matemáticas según diversos estudios (a partir de Shalev, 2004). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 14 Por otro lado, parece bien establecido que más del 50% de los estudiantes con dificultades de aprendizaje presentan problemas con el aprendizaje de las matemáticas (Kavale y Reese, 1992). Ahora bien, las dificultades en matemáticas no aparecen solo en estudiantes con dificultades de aprendizaje; como mostraron Cawley et al., (1998), solo el 85% de la población de 14 años desarrolla una buena fluidez con la operación de la suma; el 81% con la resta; el 54% con la multiplicación; y el 54% con la división. De la importancia de las dificultades que presentan en general los niños y niñas en las matemáticas queda constancia en el último informe publicado por el Ministerio de Educación y Ciencia de España en el que se describen los resultados de la evaluación de la educación primaria realizado en 2003 (INECSE, 2006). En el área de matemáticas, el 49% de los alumnos evaluados no consiguió la puntuación promedio de 250, incluso un 16% no llega al nivel 200. Las reflexiones a las que estos datos nos pueden llevar sobrepasan el objetivo de esta ponencia y llegarían a consideraciones más globales sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje, las reformas educativas, la formación del profesorado, etc. 2. La prevención de las dificultades de aprendizaje de las matemáticas. Principios de intervención. Hay un importante campo de estudio que investiga las bases y métodos para prevenir y tratar las dificultades matemáticas (Fuchs y Fuchs, 2001). Generalmente la prevención se conceptualiza a tres niveles (Fornes, Kavale, MacMillan, Asarnow y Duncan, 1996). La prevención primaria se centra en diseños universales. Con este tipo de diseños los principios instruccionales son formulados e incorporados para todos los alumnos que puedan beneficiarse de los cambios instruccionales. Un ejemplo, tomado de la vida diaria, es el caso de adaptación de las aceras para que las personas en sillas de ruedas pudieran cruzar las calles sin problemas, esto fue concebido para esas personas pero es beneficioso para todas las personas. Como aplicación a los estudiantes con dificultades de aprendizaje, este diseño universal puede ser incorporado a la educación en general sin acomodaciones o adaptaciones especiales para beneficiar a los alumnos con dificultades de aprendizaje sin perjuicio para los alumnos de rendimientos medios o altos. Son cuatro los principios que Fuchs y Fuchs (2001) describen como característicos de la prevención primaria: (1) ritmo rápido, actividades variadas y compromiso; (2) presentar las actividades de forma motivadora a todos los estudiantes, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 15 llevando el desafío más allá de lo que marcan los estándares; (3) autoverbalizaciones, enseñar a los estudiantes a hablarse en voz alta, a preguntarse sobre los pasos en la resolución de problemas, etc. Los estudiantes con dificultades en las matemáticas mejoran cuando se les enseña autoverbalizaciones (Leone y Pepe, 1983); y (4) fomentar representaciones físicas y visuales. La investigación ha demostrado que usando representaciones físicas y visuales mejora la comprensión conceptual y la competencia matemática de los niños. Así, Harris, Miller y Mercer, (1995) enseñaron las etapas de la multiplicación usando materiales concretos y abstractos, en un secuencia muy bien diseñada. Los resultados señalaron que tanto los estudiantes con como los sin dificultades de aprendizaje mejoraron más que sus iguales. Cuando las intervenciones primarias fallan aparece la prevención secundaria que es puesta en marcha para de alguna forma detener el desorden de aprendizaje cuando falla la prevención primaria. La prevención secundaria puede equipararse a la que es factible que haga el maestro sin causar muchas interrupciones en las clases de matemáticas. La intervención secundaria tiene como meta mejorar el progreso de los estudiantes con la mínima intrusión sobre los objetivos planteados a los niños y con la mínima disrupción de otros. El primer principio que debe guiar la prevención secundaria es que lo que se haga debe ser factible de ser realizado por el profesor en las rutinas diarias de la clase. El segundo principio es que la adaptación no puede perturbar las adquisiciones del niño. El tercero es que las intervenciones no deben ser añadidas (entorpecedoras o intrusivas) en el desarrollo de las clases de matemáticas. Por el contrario, la prevención terciaria estaría reservada para los problemas que son más resistentes a la prevención y que requieren una intervención más intensa para que no aparezcan complicaciones. La prevención terciaria sería sinónimo de intervención, intensiva, individualizada y requiere recursos especiales para aminorar las dificultades individuales de los estudiantes. Uno de los principios de la prevención terciaria es que las decisiones instruccionales hay que tomarlas refiriéndose a un alumno en concreto, individualmente. Para ello hay que centrarse en métodos específicos, usando investigaciones ya realizadas y formulando metas de aprendizaje e hipótesis sobre qué método instruccional producirá un desarrollo más satisfactorio. Es necesario formar al maestro para que incorpore a su actuación un mayor ajuste con sus alumnos, revisando las respuestas individuales al aprendizaje. Un segundo principio se dirige a la instrucción intensiva que incluye una serie de requisitos: (1) una alta proporción de respuestas activas y con niveles apropiados, (2) diseño instruccional muy cuidadoso con International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 16 el nivel individual de los estudiantes, (3) pistas instruccionales, rapidez, y desvanecimiento del soporte cuando las respuestas vayan siendo correctas, y (4) proporcionar feedback en las tareas realizadas. Los principios de la intervención terciaria pueden aplicarse, variando en extensión, a todos los estudiantes. Sin embargo, hay algunas cuestiones no resueltas sobre si este tipo de intervención es práctica y deseable para la mayor parte los estudiantes. Generalmente, el desarrollo del niño, por definición, progresa bien de modo natural en un buen contexto educativo que también proporciona beneficios sociales y son menos caros de poner en marcha. Al mismo tiempo, permiten que los alumnos con bajo rendimiento se beneficien de forma natural de las experiencias educativas cotidianas y que los programas regulares se fortalezcan. Dowker (2004) plantea la intervención como un continuo que iría desde la no necesidad de intervención activa hasta la necesidad de una intervención individualizada. En concreto plantea los siguientes niveles de intervención: (1). Sin necesidad de intervención activa, pero los alumnos pueden beneficiarse del profesorado y de especialistas que tengan conciencia de los puntos fuertes y débiles de los niños; (2). Necesidad de adaptación flexible del programa de actividades con toda la clase; (3). Necesidades de disponer intervención en pequeños grupos; (4). Necesidades de intervención individualizada, proporcionando una intervención en clase infrecuente y/o intensiva; (5). Necesidad de una intervención individualizada; y (6) por último, proporcionar una atención con un programa totalmente individualizado en un marco de educación especial (o especializada). En resumen, los niños y las niñas pueden requerir a lo largo de su escolaridad diferentes grados y tipos de intervención, y en diferentes aspectos del currículum de matemáticas. Generalmente, con poca intervención individual puede ser posible que el niño se beneficie más que si se encuentra con toda la clase. En el desarrollo de programas de prevención e intervención han ido apareciendo una serie de orientaciones generales que es necesario tener presente cuando se elaboren y diseñen programas de intervención temprana. Lemmel (2000) propone las siguientes: - Incitar a la búsqueda de varias soluciones a un mismo problema, con selección, por los mismos niños, de los caminos mas “económicos” y análisis y ventajas e inconvenientes de cada modelo elegido. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 17 - Presentación e informes, efectuadas por los aprendices, de elementos de una situación según varios medios: enunciado verbal, texto escrito, esquema, recurso a la informática, etc.; - Llamada a verbalizaciones de tipo metacognitivo; - Identificar y analizar los errores La idea principal es que conviene alejar la imitación pasiva, favoreciendo la movilidad intelectual y la capacidad de pensar de otro modo para superar los obstáculos que se presenten. Este aspecto preventivo no es, sin embargo, siempre suficiente. Una ayuda más profunda es, a veces, necesaria. Gifford (2003) desarrolla una serie de principios pedagógicos que deben guiar la intervención y que aquí resumimos. Estos principios son útiles para analizar los diferentes programas que más adelante veremos. 1. Cognitivos. Las características cognitivas se refieren a procedimientos de imitación, de práctica, ocupándose de la instrucción, generalizando y haciendo conexiones (incluyendo la visualización, verbalización y simbolización), reestructurando el conocimiento y analizando el conflicto cognitivo, poniendo en marcha la metacognición y resolución de problemas. 2. Físicos. Realizar actividades físicas, especialmente al aire libre, utilizar recursos multisensoriales y experiencias, especialmente música y enseñanza actividades con ordenador. 3. Emocionales. Actividades que fomenten el autoconcepto y prevengan la pérdida del mismo, que sean abiertas y proporcionen oportunidades para elegir y controlar las que sena relevantes, interesantes y divertidas. 4. Sociales. Permitiendo relaciones con la cultura familiar, con apoyo en los compañeros, y permitiendo el aprendizaje cooperativo. Las estrategias de enseñanza en las que el adulto participe se centran en una serie que comprende: - Exposición: proporcionando variados ejemplos e instrucciones no autoritarias. - Conflicto cognitivo: proporcionando contraejemplos, analizando errores, incluyendo el uso de muñecas que cometen errores. - Modelado: encajando habilidades y destrezas, articulando estrategias de pensamiento y actitudes hacia la curiosidad. - Scaffolding en la resolución de problemas: creando contingentemente subproblemas y centrando la atención. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 18 - Representación y simbolización: incluyendo el animar a los niños a crear sus propias representaciones. - Discusión. Dividiendo las metas y negociando significados, pero usando los errores de forma adecuada, especulando con las afirmaciones de los niños y preguntando de forma indirecta más que directa. En suma, la enseñanza no debería estar encorsetad, constreñida y en cambio, establecer un claro apoyo, con oportunidades para elegir, para establecer cierto control y mantener un clima de clase en las que hablar no sea un riesgo para la propia autoestima. 3. Programas de intervención generales y específicos. Desde un punto de vista psicológico se puede establecer una clasificación de los modelos de intervención preventiva o paliativa. Meljac (1999) los clasifica así: los programas que tienen por objeto la construcción de las operaciones mentales, los que se centran en los aprendizajes y, en fin, los que tienen en cuenta las carácterisiticas personales de los estudiantes. Construcción de operaciones mentales. La característica esencial de estos métodos, nacidos, en su mayor parte, en los años 60, y no se apoyan en contenidos escolares (lo que los descontextualiza totalmente) y buscan provocar conflictos cognitivos. El enfoque Logo, creado por Seymour y Paper (1980) con referencia a los trabajos de Piaget y la inteligencia artificial, utiliza el lenguaje informático de la programación más simple (una “tortuga” que se desplaza o forma trazos sobre la pantalla del ordenador). Se trata no solo de aprender un método de pensamiento sino de aprender un método de aprender a aprender. El programa Logo que permite formalizar una transformación y su inversa sean conocidas estuvieron muy de moda en los años 70, sobre todo en los medios pedagógicos. Los ARL o talleres de razonamiento lógico, utilizando en origen un material de papel y lápiz, son contemporáneos del Logo. Para sus autores, Higelé, Hommage y Perry (1992), apuntan a rehabilitar fundones cognitivas deficientes. Fundamentados sobre la teoría piagetiana y las aportaciones de Perret-Clermont tratan del conflicto socio-cognitivo, los ARL, ofrecen además del papel y lápiz una versión informática y proponen ejercicios variados, adaptados a toda la duración de la escuela elemental. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 19 El PEI, o Programa de Enriquecimiento Instrumental, fue desarrollado por el israelí R. Feuerstein (Feuerstein, Rand, Hoffman y Miller, 1980), alumno directo de Piaget muy inspirado por sus teorías y por las de Vygotsky. El PEI presenta al niño una serie de ejercicios muy graduados, apuntando a la toma de conciencia de sus posibilidades personales, la mejora de la representación de sí mismo como la transferencia de adquisiciones a una amplia gama de situaciones. En los años 80, conoció un auge considerable en muchos países, España entre ellos, sobre todo en niños mayores en s que era trabajado en pequeño grupo. El programa de Feuerstein ha sido evaluado por equipos de investigadores que lo han evaluado tanto de forma severa (Loarer, Chartier, Huteau y Lautrey, 1995) como muy favorable (Prieto, 1989). El PASS, programa de mejora de las funciones ejecutivas: los déficit de programación representan una causa de los fracasos, sobre todo en la realización de las operaciones. Montague et al., (1997) han mostrado el lugar que las estrategias cognitivas de planificación juegan en los niños con dificultades en el cálculo sobre todo en la recuperación de los hechos numéricos y en la realización de las operaciones. Este entrenamiento cognitivo utiliza el método PASS (Dass et al., 1994), que sistematiza operaciones de. -P: la planificación necesaria para alcanzar una meta así como su auto-control (directamente ligado con las funciones frontales de planificación); -A: los procesos atencionales focalizan la actividad sobre una tarea dada; -S1: los procesos simultáneos, implicados en habilidades del hemisferio derecho, permitiendo reunir en un todo coherente fragmentos dispares; -S2: el procesamiento sucesivo o secuencial, privilegio del hemisferio izquierdo, permitiendo procesar la información una después de otra. →Programas centrados en el aprendizaje. Proponen procedimientos propiamente pedagógicos y apuntan al desarrollo del alumno. EL SPPA-SPPE (sistemas personales de pilotaje del aprendizaje y de la enseñanza) de Lerbet y Gouzien (1994). Toma explícitamente en cuenta el procedimiento de enseñanza de los profesores. El método elabora unas herramientas que permiten la relación entre los diferentes sistemas de pilotaje y realiza una distinción entre consumo del saber o, al contrario, por producción. Detalla también las diferentes formas de memoria implicadas en el aprendizaje: de recuerdo, de reconocimiento, visual, etc. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 20 La Gestión Mental de La Garanderie (1982). Es uno de los más conocidos y también de los más criticados por los científicos. Está basado en un conjunto de consideraciones filosóficas y también en la experiencia personal del autor. El concepto clave de La Garanderie es el de las imágenes mentales (la mayoría visuales, o bien auditivas, según los sujetos). Estas imágenes mentales que conducen de la percepción a la conceptualización son indispensables para la memorización y la comprensión. La gestión mental debe conducir al aprendiz a utilizar sus mejores modalidades sensoriales. Corresponde al maestro suscitar en el niño una mejor gestión de estos modelos de aprehensión. El desarrollo o la rectificación de una imagen visual está bastante próxima a la utilizada en el lenguaje escrito por La Garanderie, y podría mejorar las capacidades de cálculo. En algunas dificultades del cálculo, en pacientes adultos, se ha establecido una línea visual de representación de las numerosidades defectuosas que beneficiarían favorablemente el restablecimiento de una línea de representación normal (Butterworth, 1999). Por eso se propone que los niños con dificultades en el cálculo tengan un entrenamiento en la visualización de la imagen de una “tabla” de intermediación, análoga al bloc de notas viso-espacial. Este apoyo visual, donde se imprimirían los resultados parciales en la realización de operaciones complejas, mejora la realización de los niños que olvidan las etapas de las operaciones. El Ciclo de Aprendizaje de Meljac (1999). Este programa es un conjunto estructurado de ejercicios destinado a los niños que presentan fracaso en las matemáticas a lo largo de la enseñanza elemental. Es más conveniente en los niños que presentan un retardo en las adquisiciones lógico-matemáticas, seguido de los que presentan un retraso global moderado, o de inhibición del pensamiento. Su base teórica está constituida por las investigaciones de Inhelder, Sinclair y Bovet (1974). Un proyecto individual de intervención debería alternarse con ejercicios más específicamente numéricos. →Aproximaciones específicas. Desarrolladas en el marco de la psicología cognitiva y la neuropsicología, buena parte de estos trabajos proceden de trabajos con adultos con lesiones cerebrales y abandonan completamente instrumentos generales de pensamiento ara centrarse directamente sobre los procedimientos que hay que reeducar. Reeducación de dificultades de transcodificación. En el niño el desarrollo concreto del conteo representa una ayuda innegable,; se insistirá en el conteo sobre la International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 21 sintaxis de las decenas y particularmente las que sobrepasan al 20. Para los niños con dificultades que tienen un buen desarrollo verbal, la regularidad del sistema árabe podrá servir de modelo y mejorar las dificultades. Girelli (2000) hace una revisión de este tipo de trabajos y, aunque la mayor parte atañe a pacientes adultos, algunos permiten pensar que las dificultades se inscriben en el cuadro de un desarrollo perturbado. Distingue tres ejes: uno de reeducación de la transcodificación numérica, el segundo sobre las capacidades de cálculo y el tercero sobre la reeducación de la resolución de problemas. Girelli cita el caso de un adolescente de 13 años con dificultades en la transcodificación (Sullivan, Macaruso y Sokol, 1996). Después de examinar al chico que tenía un déficit en las tareas de transcodificación, sobre todo en la producción de numerales (cifras) árabes), los autores proponen a este chico un programa de dos sesiones de 45 minutos (bastante poco sobre todo si se tiene en cuenta que otros procedimientos abarcan el año entero). Inspirándose en las metodologías utilizadas en los exámenes clínicos, estas sesiones suministran al chico un cuadro sintáctico preciso (por ejemplo, centenas, decenas y unidades) y tratan, enseguida, de que aprenda él mismo cómo generar el mismo cuadro. Una evaluación de control, reveló una mejora notable en su ejecución, identificable 6 meses después de la intervención. Como el estudio es de caso único, es difícil de extraer conclusiones generales. 4. Programas de intervención en Educación Infantil. Muchos de los programas de intervención en Educación Infantil tienen como meta trabajar con niños en situación de riesgo de sufrir dificultades académicas en general: generalmente son programas dirigidos a niños de grupos de socioeconómicos desfavorecidos. Estos programas pueden o no incluir evaluaciones individuales. Otra característica de estos programas es que se dirigen a niños preescolares y no son siempre están restringidos al trabajo con las matemáticas sino que abarcan contenidos curriculares más amplio. Por ejemplo, el Head Start Program en los EEUU pone el acento de forma significativa en conceptos de número, entre otros aspectos de la intervención temprana (Arnold, Fisher, Doctoroff y Dobbs, 2002). Una investigación realizada dentro del contexto del programa de Head Start es la realizada por Arnold et al., (2002). En este estudio, en algunas clases en las que se aplicaba el Programa Head Start se incluyó una intervención en una clase durante 6 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 22 semanas. En esta clase, las actividades de matemáticas fueron parte de la rutina diaria. Estas actividades se desarrollaban mientras los niños permanecían sentados en círculos, en los tiempos de transición entre actividades, cuando comían, y también en otras actividades en grupos pequeños. Otras clases también se implicaron en estas actividades típicas. Después del programa, los niños que habían pasado por la intervención puntuaron más alto en un examen estandarizado de matemáticas y los informes y clasificaciones de los profesores indicaron mayor atracción por las matemáticas en este grupo. Los niños mejoraron más que las niñas. Otro proyecto relacionado con Head Start es el renombrado Berkeley Maths Readiness Project (Starkey y Klein, 2000). Este proyecto es financiado por el Departamento de Educación de los EEUU y esta siendo realizado por Prentice Starkey y Alice Klein en la Universidad de California en Berkeley. Los investigadores están desarrollando y evaluando un plan de estudio de matemáticas dirigido a preescolares que incluye ocho elementos del currículum matemático: (1) el conteo y el sentido numérico (number sense); (2) razonamiento aritmético; (3) sentido espacial; (4) razonamiento geométrico; (5) construcción de patrones de unidades y de formas; (6) razonamiento lógico; (7) medida; y (8) matemáticas y ordenador. Por ejemplo, en la unidad de razonamiento aritmético incluye una actividad de división (dividir un conjunto de objetos concretos en dos subconjuntos iguales) y actividades de suma y resta como utilizar los dedos para contar y para resolver problemas como este “tres coches y un coche ¿cuantos coches son?”. El currículo matemático es llevado a cabo por los profesores y los padres de los niños. Los profesores asisten a dos seminarios para aprender como se aplica el programa y los materiales que se usan en su aplicación. Después aplican el programa en sus clases, y también demuestran las actividades relacionadas a los padres y niños en una serie de visitas a la propia casa del niño. A los padres se les proporcionan materiales con consejos y ejercicios que pueden utilizar con sus hijos. El progreso matemático de los niños en las clases experimentales que han utilizado el programa es mucho mayor en comparación con los niños de otras clases, y niños de las mismas clases un año antes de que el proyecto fuera puesto en marcha. Los progresos en el rendimiento han sido demostrados tanto en los niños de clase media, como en los niños con bajo estatus socioeconómico en el programa de Head Start y el Programa de Preescolar del estado de California. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 23 Estos investigadores (Starkey, Klein y Wakeley, 2004) volvieron a aplicar un programa parecido (con siete componentes del programa anterior) a una muestra de 163 niños (88 niñas y 75 niños) y a sus familias. La muestra era de un nivel socioeconómico variado y se formaron subgrupos (experimentales y de comparación) de niveles socioeconómicos medio y bajo. También los padres participaron en este programa en coordinación con los colegios participantes. La intervención en casa de los grupos experimentales comprendía una serie de tres clases en casa a lo largo del año. El contenido de cada clase en casa cubría aproximadamente dos unidades del currículum de matemáticas. En una clase típica, se presentan cuatro actividades de matemáticas, y los padres aprenden cómo implementar estas actividades diádicas con sus niños. A los padres también se les proporcionaba materiales y unas hojas guías para dirigir las actividades en casa con sus niños preescolares. En este estudio, los investigadores diseñaron y usaron un instrumento para evaluar el conocimiento matemático informal de los niños, el Child Math Assessment (CMA). Está compuesto de 16 tareas que evalúan diversas áreas de matemáticas que incluyen: numeración, aritmética, espacio/geometría, medida, patrones y relaciones lógicas. Las tareas que evalúan el conocimiento son 16: contar objetos, contar subconjuntos dentro de un conjunto ordenado de objetos, secuencias de números, comparación de números, números ordinales, reproducción de números, sumar y restar con objetos, sumar dos conjuntos, conocimiento de las formas, emparejar formas, transformaciones en triángulos, medidas no estándar, duplicación de patrones, extensión de patrones y ordenar series. Los resultados mostraron un mayor incremento, en relación con las puntuaciones de partida, en el grupo experimental de niños de bajo nivel socioeconómico que en los de nivel medio. Es decir, las diferencias de puntuaciones fueron reduciéndose a lo largo de la intervención. Asimismo, la puntuación de estos grupos experimentales (de bajo y medio nivel socioeconómico) fueron mayores que la de los grupos equivalentes al terminar el año escolar. Los autores concluyen, a pesar de diversas limitaciones, que este programa de intervención temprana puede ser especialmente apropiado para incorporar a los programas de preescolar (como el Head Start de California). Otros programas importantes para niños preescolares que tuvieron la intención de reducir y prevenir dificultades de matemáticas son el programa Rightstart de Griffin, Case y Siegler (1994); Griffin (2004) y el programa Programa Matemática Grande para niños pequeños (Big Math for Little Kids programme) de Ginsburg, Balfanz y Greenes (1999) y Greenes, Ginsburg y Balfanz (2004). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 24 El programa Rightstart (Griffin et al., 1994; Griffin, 2004) ha sido utilizado en algunas clases de preescolar de barrios periféricos de bajo nivel económico en los EEUU y Canadá. Se centra en atender a los niños para que adquieran la “estructura central conceptual” de una línea mental del número. Un niño que tiene esta estructura conceptual podrá, por lo menos para números relativamente pequeños, entender cuál de dos números es más grande; contar hacia atrás desde un numero dado (Ej.: decir qué numero es dos números antes de 7); y utilizar la estrategia de adición de contar a partir del mayor (counting on from the larger addend); Ej.: si se pide añadir 2 y 5, empezarán con 5 y contarán hacia delante 6, 7). La investigación anterior sobre el tema había indicado que generalmente los niños que tienen menos de 5 años no parecen usar tales líneas mentales de números, mientras los niños que tienen mas que 5 años la usan. Sin embargo, algunos niños de 5 o 6 años, especialmente los de origen socioeconómico bajo, tenían dificultades con las tareas de las líneas mentales de números. El programa Rightstart incluye treinta juegos para ser jugados por grupos pequeños de cuatro o cinco niños e incluye también unos juegos para la clase entera. El modo predominante de trabajo con los niños incluye actividades para grupos pequeños, 20 minutos al día. Los juegos y actividades usados en el programa incluyen actividades como contar y enumerar; cuantificar conjuntos de objetos; emparejar objetos con los numerales escritos (cifras); y predecir el resultado de sumar o restar 1 a un conjunto de objetos. El programa que Griffin denomina Number Worlds (Griffin, 2004) se basa en cinco principios que son el armazón teórico que guía el desarrollo de todas las actividades: Principio 1. Construir sobre los conocimientos actuales del niño (cada idea es presentada al no conectándola con su conocimiento existente); Principio 2. Cuando se selecciona un nuevo conocimiento, seguir el desarrollo natural de forma progresiva; teniendo en cuenta que la investigación ha demostrado que no todos los niños siguen la progresión común en el desarrollo del número. La investigación sugiere que a la edad de 4 años los niños poseen dos precursores del desarrollo numérico, aunque aparecen separados, el conocimiento del conteo y el conocimiento de la cantidad, estos precursores serán integrados sobre los 6-7 años. Principio 3. Enseñar tanto fluidez en el cálculo como comprensión conceptual; para ello plantean una serie de juegos que permiten este desarrollo conceptual (e.g. The Mouse and the Cookie Jar Game). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 25 Principio 4. Proporcionar abundantes oportunidades de exploración manual, resolución de problemas y comunicación; en el programa se desarrollan una serie de juegos que permiten estas manipulaciones y da oportunidades a los niños de discutir entre ellos y dar las razones de sus elecciones en la participación en los juegos; y Principio 5. Exponer a los niños a todas las formas de representación de los números y hablar sobre ello en el desarrollo de la sociedad (social). El número es representado en nuestra cultura, entre otras, de cinco maneras: como grupo de objetos, como un patrón de cosas (puntos), como una posición en una línea, posición en una escala (e.g. en el termómetro) y un punto en un dial. Los niños tienen que familiarizarse con todas estas formas de representación y usar el lenguaje para hablar de los números en estos contextos. En una evaluación inicial, 23 niños de preescolar y 24 controles de características y orígenes parecidos fueron seguidos hasta el primer curso. Los que habían seguido el programa incrementaron sus puntuaciones más que los otros en pruebas de aritmética oral y problemas aritméticos verbales. También lo hicieron mejor en el conocimiento de la línea numérica y problemas aritméticos escritos que se enseñaron en el colegio: pero las diferencias aquí no fueron significativas porque los niños en los dos grupos hicieron bien las actividades. Los que estaban en el grupo de Rightstart también recibieron mejores evaluaciones de los profesores en la mayoría de los aspectos del conocimiento numérico y en aritmética. Ginsburg. Balfanz y Greenes (1999) introdujeron el programa de intervención que se llama Big Math for Little Kids. Como el programa de Rightstart, introduce juegos de matemáticas y actividades en el currículum general en los programas del preescolar en alumnado con desventaja. Mientras el programa de Rightstart acentúa las habilidades específicas que parecen ser importantes en el desarrollo del número, el programa Bigmath subraya la introducción del niño en una gran variedad de conceptos matemáticos importantes; no necesariamente solo con la numeración. Parte de la base de que en el desarrollo de los programas diseñados se refleja una visión de la educación matemática temprana limitada a contar (conteo), identificar formas, y a alguna medida simple de comparación. En los programas en los que se introducen ideas más sofisticadas, lo hacen con frecuencia fugazmente y no reconocidas. Por consiguiente, la meta del programa BigMath es ayudar a los niños a explorar “grandes” ideas matemáticas y por amplios períodos de tiempo. Incluye International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 26 actividades diseñadas para hacerlas individualmente, en pequeño grupo y toda la clase. Estas son los seis contenidos básicos que debe contener el currículum: 1. Número. Uso de números y sus distintas formas y representaciones. Procedimientos de contar y sus principios, el uso de números como etiquetas (e.g. números de las casas), y las diferentes maneras en que los números pueden ser representados (e.g. numerales, palabras números, conjuntos de juguetes o puntos), y mostrar a los niños todas las representaciones al mismo tiempo; 2. Forma. Implicando no solo el reconocimiento y denominación de las formas, sino su exploración y características (e.g. número de lados y ángulos) simetría, y formas de partirla en otras formas o figuras; 3. Medida. Incluye la comprensión de la comparación, seriación e iteración (repetir el uso de la unidad de medida) con relación a una amplia variedad de cantidades: longitud, peso, capacidad, área, tiempo, temperatura y monedas; 4. Operando con números. Se trabaja con números. Primero agrupando objetos, poniéndolos juntos y separándolos unos de otros para llegar a la formalización de la suma y la resta y la relación entre conjuntos y subconjuntos; 5. Patrones y lógica. Desarrolla la repetición sistemática de elementos en el contexto del número, forma, color, y sonido (e.g. ritmo). Los niños copian patrones y los generalizan. E.g. sumando 2 repetidamente para hacer 1, 3, 5, 7,…) describiéndolo; y creando sus propios patrones. 6. Navegación y conceptos espaciales. Enfatiza el desarrollo del vocabulario espacial, como arriba, abajo, encima, enfrente, al lado de, entre, a la derecha,… Incluye la descripción y mapeo de posiciones y rutas. El niño desarrolla estos conceptos a través de historias y juegos: búsquedas de objetos escondidos, de tesoros, etc. El programa incluye una amplia variedad de juegos, historias o cuentos y dibujos. Por ejemplo, una de las tareas implica una línea simétrica que se le presenta a los niños con dibujos de medias caras, y pidiéndoles que ellos completen las caras. Alguna tarea espacial incluye, como hemos mencionado antes, “búsqueda del tesoro” en la que los niños tienen que alcanzar y localizar un objeto con pistas sobre su posición relativa en relación a otros objetos. Una de las actividades numéricas incluye escuchar una historia, “So Many Fives”, en el que los niños representan el número cinco a través de de palabras en diferentes lenguajes, el numeral escrito con cifras y varios tipos de cuentas o configuraciones de puntos. Los niños son animados a pensar en una amplia variedad de de formas de representar otros números. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 27 El programa se encuentra aún en su estadio inicial y no ha tenido una evaluación completa. Sin embargo, los resultados son prometedores, y sugiere que los niños pequeños pueden abordar mejor las matemáticas y sus desafíos, y van más allá del simple conteo, que el enfoque más tradicional había sugerido. Los autores también sugieren, de las observaciones realizadas, que los niños mejoran en la frecuencia y uso del lenguaje matemático, sus explicaciones son más robustas y profundas, este fenómeno es más interesante en el caso de los niños que no tienen el inglés como lengua nativa. En Holanda, Van Luit y Schopman (2000) llevaron a cabo un estudio en el que examinaron los efectos de un programa de intervención con niños que asistían al preescolar y que tenían necesidades educativas especiales. Los niños eran 124 con un rango de edad entre 5 y 7 años. No tenían impedimento de tipo sensorial o motor, ni dificultades de aprendizaje severas. Casi todos tenían déficit de lenguaje y/o problemas de conducta. Todos tenían una puntuación por debajo del 25% en el Utrecht Test for Number Sense (Early Numeracy Test, de Van Luit, Van de Rijt y Pennings, 1999) en su grupo de edad. Es un test que evalúa destrezas de conteo y conceptos numéricos tempranos. 62 de los niños recibieron la intervención, los otros 62 sirvieron de grupo control y asistieron al currículum normal de sus escuelas. El programa de intervención fue el Early Numeracy Programme, diseñado para niños y niñas con necesidades educativas especiales, con énfasis en el aprender a contar. El programa consiste en 20 lecciones con instrucciones completas y los materiales pertinentes para su desarrollo. El propósito del programa es asistir a los niños en el aprendizaje del conteo para que de este modo les resulte fácil la transición al aprendizaje matemático en el curso primero. El programa comprende los números del 1 al 15, que son representados de varias maneras progresando desde las formas concretas (conjunto de objetos) a través de formas semiconcretas (por ejemplo, tarjetas con dibujos de bananas) hasta las abstractas (numerales o cifras), y marcas de conteo. Se hizo especial énfasis en patrones de 5, y fueron representados con 5 cuentas o marcas con una elipse. El número de actividades se enmarcaba en juegos que implicaban a la familia, celebraciones y de compras (shopping). Los niños tenían dos sesiones de media hora por semana en grupos de tres y durante seis meses. Al final de la intervención el grupo entrenado tuvo mejores resultados que el grupo control en las actividades que formaban parte del programa, pero desafortunadamente no hubo transferencia a un conocimiento superior de tareas de numeración similares aunque no idénticas (véase tabla 2). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 28 Early numeracy (máx.= 100) Transferencia (máx= 14) Grupo Grupo experimental control Pretest 46.1 46.9 Postest 59.5 53.3 Pretest 4.1 3.4 Tabla 2. Resultados del Early Numeracy Programme Los autores sugieren que este fallo en la generalización puede ser explicado en términos de teorías metacognitivas. Para realizar transferencias, los niños tienen que ser requeridos a extender y/o modificar las estrategias enseñadas durante la intervención. A pesar de la variedad de problemas presentados, el programa falla al inculcar el conocimiento de cuándo y cómo las estrategias pueden ser aplicadas a otras situaciones. La sugerencia es que la transferencia de estrategias de aprendizaje debe ser entrenada de forma más explícita. Rosie Roberts (2001) describe el Preschool Early Education Partnership (PEEP). Este programa se ha desarrollado en un área de la ciudad de Oxford (Inglaterra) con desventaja socioeconómica. Implica el trabajo con los padres desde el nacimiento de los niños hasta que van a la escuela. Ofrece materiales, sesiones de grupo y visitas a casa de los padres. Se centra en que los padres y sus hijos hablen, canten y jueguen juntos, y vean libros y otros materiales similares con sus hijos. El aspecto central de este programa es la preparación para la lectura; pero las actividades de numeración están también incorporadas. Implican juegos de conteo; animan a los padres a discutir de números con sus hijos en el contexto de actividades prácticas como cuando van de compras o preparan la comida, y también a discutir de números en el medio en el que viven, como el número de la casa o el número del autobús, los números en el ascensor, etc. En España hay pocos estudios de intervención en Educación Infantil y esto puede deberse a que los niños están escolarizados desde edad muy temprana y siguen los programas curriculares en los que no se incluyen tópicos y contenidos matemáticos; generalmente están limitados al desarrollo de prerrequisitos o se realiza una introducción al sentido numérico limitado al conocimiento de los numerales o cifras hasta el 10. Un trabajo destacado es el de Miranda Casas y Gil Llario (2002a). Diseñaron un programa para ser aplicados en aulas de educación preescolar con dos objetivos: (1) International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 29 estimular en el alumnado la comprensión del concepto de número y (2) analizar la eficacia de un procedimiento de instrucción centrado en el juego y en la narración para la adquisición de los conceptos matemáticos básicos en el que también se concediese a los compañeros un papel activo en el fomento del aprendizaje de sus iguales. Sobre una muestra de 60 niños de 2º de Educación Infantil seleccionaron a 30 niños y niñas que cumplieran los requisitos siguientes: no tener retraso mental (evaluado con el test Badyg) y no sobrepasar el nivel del 75 por ciento de los objetivos en una prueba de Nivel Actual de Competencia en Matemáticas, elaborado ad hoc. También aplicaron la prueba de Conceptos Básicos Boehm. Los 30 niños fueron distribuidos en dos grupos: uno experimental, que recibió un programa de intervención basado en el juego y la narración, y otro grupo control, que recibió la instrucción tradicional en su aula, con 15 niños cada uno. La intervención se aplicó durante el primer y segundo trimestre del curso escolar al ritmo de dos sesiones semanales de media hora cada una hasta completar un total de 20 sesiones. Las narraciones trabajaron los siguientes contenidos: uno, varios; primero, segundo, tercero, cuarto y quinto; mayor que, menor que; cantidad del 0 l 9; distinto número de; igual que, menos que, más que; tantos como; ordenar de menor a mayor; la mitad; ordenar de mayor a menor; el doble. Los resultados antes de la intervención señalan que no hay diferencias entre los grupos formados (experimental y control). Los dos grupos mejoraron sus puntuaciones en el Nivel Actual de Competencia Matemática y en el Test de Conceptos Básicos de Boehm, estableciéndose diferencias significativas entre el pretratamiento y el postratamiento en ambos grupos. Es decir, el grupo control también mejoró de forma significativa sin entrenamiento específico. Sin embargo, la comparación entre los dos grupos arrojó resultados a favor del experimental en las dos variables evaluadas (Nivel Actual de Competencia Matemática y Conceptos Básicos de Boehm). En esta tabla 3 se presentan estos resultados después del tratamiento. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 30 Grupo Grupo control experimental Media Media Significación bilateral NAC 16,47 11,80 0,000 Boehm 23,27 19,53 0,007 Tabla 3. Resultados del programa. Las autoras señalan que los niños instruidos mediante el programa cuya metodología se ha centrado en la narración y el juego adquieren los conceptos básicos matemáticos de forma más firme y clara en comparación con quienes han recibido una instrucción más tradicional. Un análisis más cualitativo destaca la gran aceptación que tuvo el programa tanto por parte del alumnado como del profesorado. Para terminar este apartado nos referiremos a dos estudios recientes. En Nueva Zelanda, Young-Loveridge (2004) han puesto en marcha un estudio para explorar la efectividad de un programa diseñado para incrementar las destrezas numéricas en niños de 5 años de edad. El programa se aplicó retirando a los niños de la clase por pareja para trabajar con un maestro especialista usando libros de números y juegos. Los participantes fueron 106 niños que tenían una baja puntuación en numeración. Veintitrés niños participaron en el programa, y 84 sirvieron como grupo de contraste. En el pretest fueron evaluados en conteo verbal, reconocimiento de patrones, enumeración, reconocimiento de numerales y adición y substracción con objetos y sin objetos. Las evaluaciones de los postests incluyeron las mismas tareas que en el pretest pero aumentadas con más dificultad en los ítemes del mismo tipo (recuperación de hechos numéricos, ordenar un conjunto de numerales, identificar uno más que, amplitud de enumeración (contar una espiral de 40 puntos), estrategias de la suma y de la resta, numerales escritos, elegir el número mayor, contar de 10 en 10, y entender el valor de posición). El programa fue aplicado en sesiones de 30 minutos cada día durante 7 semanas. Cada sesión incluía historias de números, rimas y juegos. Los resultados señalan que el programa incrementó los niveles de numeración de los niños del grupo experimental y produjo una ganancia en numeración que era evidente en el contraste con los niños del grupo de comparación. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 31 Cuando dejó de aplicarse el programa, la magnitud del efecto de las ganancias fue gradualmente disminuyendo con el tiempo, pero los beneficios de la participación en el programa permanecieron estadísticamente significativos más de un año después de finalizada la intervención. En la tabla 4 se muestran los resultados. Todas las diferencias entre el grupo experimental y control son significativas p< 0.05 y p< 0.01. Media N Grupo Postest 1 Postest 2 Postest 3 (0 meses) (6 meses) (15 meses) 23 29,91 38,22 57,91 84 13,16 26,11 52,04 experimental Grupo control Tabla 4. Resultados del programa. La finlandesa Pirjo Aunio y sus colaboradores (Aunio et al., 2005) han estudiado la posibilidad de incrementar los niveles numéricos de niños de preescolar aplicando los programas Let’s think! (Adey et al., 2001) y Young children with special educational needs count, too! Maths! (Van Luit y Schopman, 2000). Los participantes fueron 45 niños de preescolar con una media de 66,4 meses y fueron asignados aleatoriamente a un grupo experimental o a un grupo control. El grupo experimental recibió instrucción dos veces a la semana con una duración de media hora. El entrenamiento se prolongó durante 9 meses. Una de las sesiones se dedicaba al programa Let’s think! y la otra al programa Maths!. El programa Let’s think! está diseñado para niños de 5 y 6 años y comprende 30 actividades, cada una de las cuales requiere unos 30 minutos para ser completada. Estas 30 actividades abarcan un curso escolar. Idealmente, el maestro usa este programa con un grupo de 6 niños, esto es cada día de la semana un grupo recibe una sesión del programa de forma que toda la clase sea tratada por el mismo maestro a lo largo de la semana. El programa Maths! Fue diseñado para niños de 5 a 8 años con necesidades educativas especiales y débil sentido numérico. El principal propósito de este programa es apoyar al niño en el uso de la secuencia numérica oral de forma eficiente, con la idea de facilitar y hacer más fácil el aprendizaje de las matemáticas básicas en la escuela. Consiste en 20 lecciones para grupos pequeños de niños, con un plan instruccional completo que se acompaña de materiales. La cantidad de tiempo que se necesita para International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 32 cada lección varía de acuerdo con la habilidad de los niños. Se recomienda que una sesión de una lección dure al menos alrededor de 30 minutos. Las pruebas utilizadas fueron el Early Numeracy Test (ENT, Van Luit et al.,1999), con 40 ítemes que evalúan aspectos del desarrollo numérico de los niños pequeños. Tiene dos escalas: la Relacional y la de Conteo y la puntuación máxima en cada escala es de 20. La prueba SRT I/Spatial relationship (Shayer y Wylam, 1978) que mide el razonamiento analógico y la conciencia espacial (puntuación máxima 24) y una versión abreviada del Geometric analogies (Hosedfeld et al., 1997) cuya máxima puntuación es 12. Estas tres pruebas fueron aplicadas en tres momentos: pretest, postest inmediato y postest de seguimiento (seis meses después de la intervención). La comparación entre el pretest y el postest reveló que el grupo experimental mejoró más que el grupo control al final del entrenamiento, pero esta diferencia entre los grupos se había desvanecido seis meses más tarde. Tampoco se encontró diferencias entre los grupos en la transferencia de las tareas enseñadas a otras similares. En la tabla 5 pueden verse los resultados tomados de Hosedfeld et al., (1997). Tabla 5. Resultados tomados de Hosedfeld et al., (1997) 5. Programas de intervención de tipo piagetiano. Una de las formas más importantes de intervención para mejorar los resultados en aritmética ha sido el entrenamiento en operaciones piagetianas (Piaget, 1952). La International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 33 idea básica de este tipo de intervención es comprender que los conceptos relacionados con el número son la razón fundamental o prerrequisitos necesarios para la aritmética. Un estudio reciente, conducido por Adey et al., (2002) ha investigado los efectos de un programa de aceleración cognitiva de tipo piagetiano con 300 niños de 1º de educación primaria comparándolos con 170 niños igualados en una serie de variables. Este segundo grupo de niños es el grupo control. Las evaluaciones pre y postest incluían pruebas de conservación (del número, de la cantidad de líquido, de sólidos y de peso) y un segundo test que evaluaba la conciencia espacial a través de los clásicos dibujos del nivel de horizontalidad del agua en una botella. El programa de intervención consistió en el desarrollo de 26 actividades de aceleración cognitiva y 3 de introducción para que el niño se familiarice con la metodología (escuchar a los otros niños, respetar sus puntos de vista, encontrar formas de solucionar los conflictos cognitivos, etc.). Cada actividad programada incluye un esquema de algunas de las operaciones desarrolladas: seriación, clasificación, secuencias de tiempo, clasificación reglas de juego, puntos de vista, causalidad, etc. Y tiene una duración aproximada de 30-40 minutos. En cada clase el maestro desarrolla de lunes a viernes la misma actividad con solo 6 niños, de esa forma en una semana una clase de 30 alumnos realiza la misma actividad. Los resultados señalan que el grupo experimental obtiene un a ganancia mayor en desarrollo cognitivo que el grupo control tanto en las medidas directas con en las medidas de transferencia, aunque cuando el género fue considerado separadamente los niños del grupo experimental tienen más ganancia que los del grupo control pero no es una ganancia significativa. No se encontró interacción con variables de tipo social o lingüísticas. Los participantes están pendientes de pasar una segunda evaluación al final de 2º de educación primaria, aunque los autores señalan que en los estudios con alumnos de secundaria los efectos se mantienen tres años después de su intervención. En relación con la adquisición de las operaciones formales (que implica la manipulación de símbolos y la abstracción) en la adolescencia, la investigación parece confirmar que es menos universal que la adquisición de los conceptos numéricos tempranos: los que, según la teoría de Piaget, son dependientes de las destrezas de las operaciones concretas. Hay considerables diferencias individuales y culturales en la consideración sobre cuándo las operaciones formales son alcanzadas y parece ser que depende altamente de la escolarización. Una investigación de Adey y Shayer (1994) señala que un entrenamiento eficaz en operaciones formales tiene un impacto positivo en el desarrollo matemático en los niños más mayores y en los adolescentes. Esta International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 34 investigación tenía como meta incrementar los resultados en ciencias; el incremento en matemáticas fue un producto derivado del entrenamiento en ciencias. Adhami, Johnson y Shayer han usado el entrenamiento en operaciones formales más específicamente para aumentar el aprendizaje matemático (Cognitive Acceleration in Mathematics Education, o CAME (Adhami, Johnson y Shayer, 1998). La investigación de Adey et al. (1994) está dirigida a entrenar a niños de 1º y 2º en operaciones concretas, y en particular proporcionando a los niños oportunidades de usar estas operaciones en contextos matemáticos: e.g. con relación al razonamiento proporcional. El programa CAME está destinado a todos los niños más que a los que tienen dificultades matemáticas. Alguna intervención con niños con DAM de tipo piagetiano con entrenamiento en operaciones concretas ha sido poco exitosa en mejorar los resultados en aritmética (Ostad, 1999). Sin embargo, las aproximaciones que combinan entrenamiento piagetiano con otras formas de intervención logran resultados significativos (e.g. Van de Rijt y Van Luit, 1998). En este estudio (Van de Rijt y Van Luit, 1998) seleccionaron de una muestra de 505 niños a 136 que participaron en el experimento. Fueron seleccionados con base en una puntuación por debajo del 45% de las respuestas correctas en el Early Numeracy Test (ENT, Van Luit et al.,1999). Los 136 niños fueron divididos en 4 grupos, dos experimentales y dos control. Uno de los grupos experimentales recibió instrucción guiada y el otro instrucción estructurada. Los grupos experimentales fueron sometidos al programa The Additonial Early Mathematics (AEM) program específicamente diseñado para niños con dificultades en el aprendizaje de las matemáticas entre 4-7 años. El programa enfatiza aspectos piagetianos y aspectos relacionados con el conteo. Se compone de 26 lecciones que se imparten en sesiones de media a una hora de duración y comprende los números del 1 al 20. Las lecciones están divididas en varios temas relacionados con la vida familiar del niño de forma que le resulten útiles y significativas (tiendas, correos, animales, etc.). Los resultados encontrados no señalan diferencias entre los dos procedimientos instruccionales utilizados (Insrucción guiada e Instrucción estructurada). Los dos grupos obtuvieron el mismo nivel. Por tanto, no dan respuesta a la pregunta de qué forma de instrucción es más conveniente para niños con pobres rendimientos en matemáticas. Una explicación puede ser la falta de seguimiento estricto del método instruccional de la instrucción guiada, parece que los niños no son capaces de resolver ningún problema si no reciben la instrucción directa del profesor. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 35 Recientemente, Botha, Maree y Witt (2005) han analizado las características del profesorado de Sudáfrica en relación al desarrollo en sus clases de procesos y estrategias matemáticas (algunas de tipo piagetiano) con niños pequeños y cómo las integran en la enseñanza. Los resultados indican que esta integración no es planificada por los profesores. Señalan las posibles diferencias, aunque no mostradas de forma empírica, que se encontrarían en los niños en función de que sus profesores realizaran esta integración de características del enfoque piagetiano en el desarrollo de las clases de matemáticas en los primeros cursos de la educación primaria. EL PROGRAMA “Jugando con Números” El trabajo que se está llevando a cabo con el software Jugando con números, se enmarca dentro de un proyecto de investigación desarrollado por el grupo de Investigación HUM 634 del Departamento de Psicología de la Universidad de Cádiz (Navarro et al., 2005). El software Jugando con Números, es un programa diseñado para desarrollar, adiestrar y reforzar habilidades de pensamiento matemático. Las actividades del programa se agrupan en tres grandes bloques, en función del tipo de habilidad matemática que trate de implementar. BLOQUE I: Aprendiendo a Contar. El primer grupo de actividades centradas en las estrategias de conteo se presenta bajo el título Aprendiendo a Contar. En el se pretende que el sujeto, al ir superando los distintos niveles del programa, desarrolle una serie de estrategias de conteo: el principio de correspondencia uno a uno, de irrelevancia del orden, de abstracción y de cardinalidad. Este bloque de actividades consta de una secuencia de 28 ejercicios, presentados de forma ordenada, atendiendo a su nivel de dificultad. Dicho nivel de dificultad, establecido en función del número de elementos que el sujeto debe contar. Los primeros ejercicios alcanzan un máximo de 5 elementos que contar, ampliándose en los siguientes niveles hasta 9, 15 y 20 elementos. En todos los casos, lo que se pide al niño es que cuente una serie de elementos que aparecen en la pantalla. BLOQUE II: Cadenas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 36 El segundo bloque, denominado Cadenas, trabaja el conocimiento y dominio de la secuencia numérica para llegar a tener destrezas en fluidez de conteo: facilidad para contar hacia delante, hacia atrás, etc. (se tata de desarrollar los niveles establecidos por K. Fuson: cadena irrompible, cadena rompible, cadena numerable y cadena bidireccional). Este bloque consta de 20 ejercicios, que se agrupan de forma ordenada en 2 grandes apartados. En el primero, se presentan actividades con la secuencia numérica hasta el 10, mientras que en el segundo, el límite de dicha secuencia se ve ampliado hasta el 20. En cada uno de ellos, lo que se pide al alumno es que conduzca la figura de un marciano a través de una cadena de casillas, en cada una de las cuales, figura un número componiendo la secuencia numérica. BLOQUE III: Calcular. En el tercer bloque del programa se pretende acercar al niño a las operaciones básicas, sentando las bases para el desarrollo de estrategias más avanzadas. En este bloque encontramos solamente tres actividades concretas: Contar, Sumar y Restar. En el ejercicio Contar, de manera semejante a las actividades propuestas en el bloque Aprendiendo a Contar, se presentan una serie de elementos que el sujeto debe contar, con el añadido que aquí, una vez contados los elementos, debe marcar en un panel adjunto, el número de elementos contados, por lo que aquí no solo se refuerza el dominio de las estrategias de conteo, sino que además se trabaja el reconocimiento de las grafías numéricas hasta el 20. Los ejercicios de Sumar y Restar son similares en su presentación. En ambos, se trata de completar una caja de lápices, introduciendo tantos como se piden, pero con una salvedad. En Sumar, se pide al sujeto que introduzca un número determinado de lápices en una caja donde ya hay algunos, para que luego efectúe una suma para saber cuantos lápices hay en total. En Restar, también hay lápices en la caja, pero esta vez lo que se pide al sujeto es que coloque lápices en ella hasta que haya un determinado total, por lo que debe efectuar un calculo anterior. En la aplicación de este software se ha seguido un diseño de investigación de tipo pretest - postest. Los participantes son 128 niños y niñas que cursaban el 3º curso de Educación Infantil, pertenecientes a tres centros escolares de la ciudad de Cádiz. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 37 En el pretest todos los participantes fueron evaluados con la aplicación de tres pruebas. 1. El ENT (The Utrech Early Numeracy Test, Van Luit et al., 1999), cuya versión española experimental TEMTU –Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech (Formas, A, B y C)- ha sido desarrollada por los componentes del grupo de investigación HUM 634 del Departamento de Psicología de la Universidad de Cádiz. 2. El TEDI-MATH (Grégoire et al., 2005) para el diagnóstico de las competencias básicas en matemáticas en un rango de edad de 4 a 8 años. Se compone de cinco subtests (contar, numerar, comprensión del sistema numérico, operaciones lógicas, operaciones y estimación del tamaño) con una serie de pruebas y subpruebas para evaluar el desarrollo matemático. Estos dos tests evalúan el conocimiento numérico que constituye la base sobre la que se construirá el aprendizaje escolar de las matemáticas. 3. Matrices Progresivas de Raven (Escala de color). Es un test clásico de evaluación de inteligencia factor “g”. Tomando como base los datos obtenidos en las tres pruebas utilizadas, los participantes fueron divididos en tres grupos: un grupo experimental (GE) y dos grupos de control. Uno de los grupos de control (GC1) está compuesto por alumnos de los mismos centros en los que se encuentran los niños y niñas del grupo experimental; el otro grupo control (GC2) corresponde a los participantes de un tercer centro sin ningún contacto con los componentes del grupo experimental. El grupo experimental trabaja semanalmente con el programa “Jugando con Números”, mientras que el primer grupo control, realiza el mismo número de sesiones de trabajo con el ordenador pero ejecutando juegos de contenido no matemático. El segundo grupo control no participa en sesiones de ordenador, solo sigue su desarrollo curricular estándar. La aplicación del programa “Jugando con números” forma parte del proyecto “Diseño de aprendizaje numérico y enseñanza asistida por ordenador’, es diseñado para llevarse a cabo durante dos cursos académicos completos. En estos momentos se encuentra a punto de finalizar, por lo que solo expondremos un avance de resultados. El desarrollo de nuestra intervención durante el primer año, se planificó para que cada niño realice una sesión de 30 minutos por semana, por parejas en el caso de los niños del grupo experimental y en equipos de 3 a 5 niños en el caso de pertenecer al grupo control que también trabaja con el ordenador. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 38 En este primer año, el número total de sesiones para la aplicación del programa ha sido de 15. El seguimiento de la evolución de cada sujeto se planificó de forma que fuese individualizado y se llevará a cabo mediante registros diarios en una ficha de observación, diseñada a tal efecto, donde quedan anotados: número de sesión, fecha y hora, actividades realizadas y observaciones de la realización y evolución del niño. Como ya hemos señalado con anterioridad, el proyecto se encuentra en estos momentos en su segundo año de aplicación, por lo que los resultados son parciales. Presentamos los estadísticos descriptivos entre el pretest (octubre-noviembre de 2004) y el postest (junio de 2005). La comparación se establece solo con el ENT (The Utrech Early Numeracy Test; Formas A en el pretest y B en el postest). Grupo Experimental N Mínimo Máximo Media Desv. típ. TEMTU A 2004 38 5 35 15,5 7,4 TEMTU B 2005 38 14 38 25,8 6,5 Incremento de la media en 10 puntos (aprox.) Grupo Control 1 N Mínimo Máximo Media Desv. típ. TEMTU A 2004 33 5 31 15,4 7,2 TEMTU B 2005 33 12 35 23,5 6,1 Incremento de la media en 8 puntos (aprox.) Grupo Control 2 N Mínimo Máximo Media Desv. típ. TEMTU A 2004 56 7 36 20,7 6,6 TEMTU B 2005 56 13 37 25,7 5,9 Incremento de la media en 5 puntos Tabla 6. Resultados de la comparación se establecida solo con el ENT (The Utrech Early Numeracy Test; Formas A en el pretest y B en el postest). De este primer análisis se desprende la idea de que el incremento de dichas medias es mayor en el grupo experimental (10 puntos) que en los grupos control 1 (8 puntos) y control 2 (5 puntos). Esta comparación inicial permite tener expectativas de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 39 que el postest que se realice en junio de 2006 mostrará avances significativos en los participantes del grupo experimental en comparación con los dos grupos de control. El postest incluirá la aplicación del TEMTU (ENT) en su forma C y una nueva aplicación del TEDI MATH. Una vez realizada esta primera comparativa, podemos plantear el análisis de la evolución de los sujetos más destacados (por arriba y por abajo). La presentación de estos estadísticos descriptivos nos ofrece una idea general de las evoluciones de la muestra, pero un análisis más detallado de los incrementos de cada niño permite comprobar que los que fueron catalogados como de nivel bajo en las puntuaciones del tets inicial (Forma A del test), han experimentado un incremento más destacado en sus puntuaciones directas, que aquellos niños que obtuvieron puntuaciones altas (Forma B del test). Asimismo, los niños catalogados como de nivel bajo de los grupos de control, experimentaron un crecimiento menor que los pertenecientes al grupo experimental. Esto pondría de manifiesto la importancia que el programa “Jugando con Números” está teniendo en la mejora de los resultados. Los análisis posteriores nos permitirán confirmar o rechazar estos resultados preliminares. 6. Programas de intervención en la Educación Primaria. Intervenciones en grupo en dificultades específicas para la aritmética Askew, Bibby y Brown (2001) han desarrollado una técnica para intervenir con grupos pequeños entrenando en el uso de “estrategias de hechos derivados”: uso de principios aritméticos como la propiedad conmutativa y la asociativa para trabajar en nuevos hechos aritméticos conociendo otros. El desarrollo y uso de cada estrategia ha sido cada vez más reconocida en la enseñanza de las matemáticas como un todo. Sin embargo, hay algunos niños que no desarrollan estas estrategias. Con frecuencia (aunque no siempre) hay entre los niños quienes conocen relativamente pocos hechos aritméticos y dependen de sus estrategias de conteo. Sus fallos para conocer hechos numéricos (las combinaciones numéricas básicas) pueden impedirle su desarrollo y almacenamiento de estas combinaciones, que pueden interferir con el desarrollo de estrategias de hechos derivados. Más que enseñar a memorizar los hechos numéricos básicos como se hace tradicionalmente, Askew et al., (2001) desarrollaron un programa que enfatiza el trabajo con estrategias para derivar hechos numéricos conociendo otros hechos numéricos. Los maestros trabajan con grupos pequeños (cuatro en cada grupo) de tercer curso (de 7 a 8 años) quienes habían alcanzado el denominado nivel 2C que quiere decir que los niños International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 40 estaban por debajo de 7 en el nivel evaluado a través del Test Nacional Curricular. Los niños recibieron la instrucción una vez a la semana durante 20 semanas. Eran 48 niños en el grupo experimental, quienes fueron comparados con 48 niños del grupo control. Todos los niños fueron diagnosticados con un test de aritmética diseñado por los investigadores, justo antes de la intervención, y poco después de que se completara la intervención. Los niños del grupo experimental incrementaron significativamente más que los del grupo control, tanto en exactitud como en el uso de los hechos numéricos conocidos y derivados más que utilizar los recursos de estrategias de conteo. También Miranda Casas y Gil Llario (2002b) han desarrollado un programa para la recuperación de las dificultades de aprendizaje del cálculo por medio del desarrollo de una instrucción estratégica explícita con niños que tienen alto riesgo de experimentar dificultades de aprendizaje de las matemáticas. El estudio compara la eficacia diferencial de los dos componentes metodológicos más utilizados en la reeducación de las habilidades de cálculo; a saber, la instrucción directa y las autoinstrucciones. Asimismo, intenta comprobar si las autoinstrucciones como estrategia de autorregulación son suficientes en sí mismo para resolver las dificultades que manifiestan los niños con dificultades de aprendizaje en el cálculo o si, debido a sus dificultades para recuperar hechos numéricos básicos, la práctica efectiva es un componente necesario para que se produzca una mejora realmente significativa en su ejecución. Los participantes fueron 27 niños de tercero de educación primaria con dificultades de aprendizaje del cálculo. Fueron distribuidos de manera aleatoria en tres condiciones experimentales: Grupo 1, entrenamiento autoinstruccional y práctica efectiva, grupo 2, entrenamiento autoinstruccional, y grupo 3, instrucción directa. Fueron evaluados con una prueba de rapidez de cálculo de sumas y restas de R. Canals y una prueba ad hoc que consta de diez apartados de sumas y restas con dos ítemes cada uno, de manera que la puntuación máxima es de 20 puntos. Los programas aplicados son el entrenamiento autoinstruccional y la instrucción directa. El entrenamiento autoinstruccional es un acercamiento cognitivo-conductual que consiste en utilizar el entrenamiento mediado verbalmente para fomentar el autocontrol a través del uso de auotverbalizaciones como estímulos discriminativos y refuerzos durante el desarrollo de la tarea. El programa autoinstruccional se compuso de 7 sesiones, con una duración de 30 minutos. El grupo de práctica efectiva tenía asignada tarea para casa. En la condición de instrucción directa se utilizó el procedimiento International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 41 habitual aplicado por el maestro en su clase, que no seguía ninguna indicación por parte de los investigadores. Este procedimiento consistía en una explicación en la pizarra de los mismos contenidos trabajados en la condición experimental (sumas y restas con y sin llevadas) y posteriormente práctica independiente, donde no se minimizaba el error. Los resultados fueron los siguientes: en el grupo que recibió autoinstrucción más práctica efectiva prácticamente se doblaron las medias en las tres variables evaluadas: cálculo ad hoc, sumas y restas en la prueba de Canals. Los resultados también fueron significativos en el grupo de autoinstrucción y menos importantes en el grupo de solo instrucción directa. La comparación entre los tres grupos arrojó resultados a favor del grupo 1 con respecto a los otros dos. Las conclusiones del trabajo sugieren que la autorregulación más la práctica efectiva puede ayudar a superar las dificultades de recuperación de los hechos numéricos básicos que es un rasgo definitorio de las personas con dificultades de aprendizaje de las matemáticas. Pinteño et al. (2003) aplicaron a una muestra de 16 alumnos de cuarto y quinto de educación primaria un programa de entrenamiento en resolución de problemas aritméticos de estructura aditiva y multiplicativa. Los participantes fueron evaluados con una batería de problemas aritméticos elaboradas ad hoc. La batería tiene dos formas: A para el pretest y B para el postest después de la intervención. Cada forma se compone de 62 problemas; de estructura aditiva (cambio, combinación, igualación y comparación) y de estructura multiplicativa (isomorfismo de medidas, esclares grandes y pequeños y producto cartesiano). 31 de los problemas contienen números pequeños y 31 números grandes (mayores de 20). La intervención consistió en la aplicación de un Programa Instruccional que considera una serie de variables en la resolución de problemas: elementos manipulativos, gráficos y simbólicos, diagramas gráficos, reescritura de los enunciados con ayudas textuales, heurística general en la resolución de problemas, etc. Las sesiones de aplicación del programa fueron colectivas y se desarrollaron en los dos últimos trimestres del curso 2000-2001. Los resultados encontrados señalan la mejora significativa de los participantes sobre todo en los problemas considerados, dentro de cada categoría, como difíciles o muy difíciles. Los autores señalan como una de las principales limitaciones de este estudio el que no existiera grupo de comparación para evaluar de forma más precisa la eficacia del entrenamiento realizado. Intervención individual en dificultades de aprendizaje de las matemáticas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 42 Una de las formas de intervenir en dificultades de aprendizaje de las matemáticas es dar cuenta de técnicas y resultados basados en atención individual en los distintos componentes de la aritmética. Algunos de las técnicas que mencionaremos son totalmente individuales; alguna incluye el trabajo en grupos pequeños al menos en parte del trabajo, pero incluyen valoración individual. Programas de intervención individualizada para niños de educación primaria. Denvir y Brown (1986) realizaron un proyecto basado en una jerarquía de habilidades matemáticas que han investigado (Denvir y Brown, 1986). Primero realizaron un estudio piloto longitudinal que se llevó a cabo durante tres meses con siete alumnos. Fueron enseñados a relacionar unas destrezas con otras con una aproximación a la jerarquía que los autores construyeron: por ejemplo, si un niño puede sumar con la estrategia “contar todo” se le enseña a sumar con la estrategia “contar a partir del primero de los sumandos”. El proceso de enseñanza se realiza presentando a los niños problemas, con objetos para poder manipularlos y animando a los niños a discutir entre ellos y reflexionar sobre los problemas. Todos los niños progresaron; además hicieron más progreso durante los cinco meses inmediatos al estudio longitudinal. El estudio principal fue llevado a cabo durante un período de tres meses con doce estudiantes que habían recibido una baja puntuación en la valoración diagnóstica (Denvir y Brown, 1986). Fueron enseñados en pequeño grupo (seis alumnos en cada grupo) dos veces a la semana durante seis semanas en sesiones de cinco minutos. Se les animaba a usar múltiples métodos para resolver los problemas planeados (e.g. resolver problemas aritméticos con una línea numérica, con calculadora, usando objetos concretos como los bloques de Dienes, en forma escrita, etc.) ya discutir estos métodos y cómo y porqué dan las mismas respuestas. Casi todas las conversaciones eran entre los adultos y los niños; los niños raramente discutían sus métodos entre ellos. Los niños incrementaron sus resultados. Los niños de este estudio tuvieron más ganancias que los del estudio piloto. Los niños enseñados en grupos parecían más relajados y positivos que los que habían sido enseñados individualmente; pero con frecuencia estaban distraídos; era más difícil asegurar que cada niño estaba participando cuando ellos podían "esconderse detrás" de los otros; y el dominio de la destreza o nivel en cada niño no podía ser precisado. Es interesante resaltar que los niños en ambos estudios no siempre aprendían lo que les era enseñado, los intentos de que realizaran las tareas enseñadas no daban el International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 43 resultado esperado. En otras palabras, el resultado de la intervención era que los niños adquirían nuevas destrezas, pero no siempre la destreza específica que se le había enseñado. En 1998, Trundley (1998) llevó a cabo un proyecto de intervención individualizada para el desarrollo de las estrategias de hechos derivados. Se basó en la investigación de Askew, Bibby y Brown (2001) sobre la importancia de estimular esta estrategia en los alumnos que tienen baja puntuación en matemáticas. En particular, se basaba en la teoría de que el uso de los "hechos numéricos básicos" y las estrategias de hechos derivados se refuerzan uno a otro. Mientras más hechos numéricos conozcas, más puedes derivar; algunos hechos que conoces llegan a ser hechos conocidos. Algunos niños dependen de forma persistente de las estrategias de conteo, yeso hace que no lleguen a un conocimiento conceptual de las operaciones aritméticas. Esta es la tendencia de los niños con dificultades de aprendizaje de las matemáticas. En este proyecto se trabajó con dos grupos de 12 profesores en Devon (Inglaterra). El primer grupo se reunión en una sesión semanal full-day») durante 20 semanas en el otoño y primavera de 1997/1998, y el segundo grupo en sesiones de medio día cada sesión. Cada maestro seleccionaba seis niños en su clase que estuvieran específicamente por debajo en su rendimiento e matemáticas. Todos los niños eran de 3° y 4° Y fueron evaluados al principio y al final del proyecto usando un test oral. Los seis niños de cada maestro fueron seleccionados con base en: (a) la valoración del maestro; (b) el test oral y (c) el Key Stage 1 del Nacional Currículo Test. Cada niño recibió una sesión semanal de 20 minutos con su profesor en una habitación con espejo, eran observados por otros profesores en la habitación de al lado a través de un espejo unidireccional. Cada sesión consistía en: 2-3 minutos practicando destrezas de conteo. 2 minutos revisando los hechos numéricos conocidos. 10-12 minutos practicando la estrategia de hechos derivados a partir de los hechos conocidos. 2 minutos jugando con números grandes o trabajando con un problema. Los maestros tomaban notas de las sesiones en las que eran observadores, y discutían con el profesor que llevaba la sesión con los niños. Todos los profesores del proyecto tenían sus propias sesiones y también eran observados por los otros maestros. Todos leían trabajos o artículos sobre la enseñanza de la numeración y su evaluación de los investigadores Askew, Atkinson, Straker y otros. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 44 Los profesores del primer grupo, los de todo el día, adicionalmente abordaban por las tardes discusiones y lecturas relacionadas con la enseñanza de las matemáticas. Los profesores también fueron observados en sus clases dos veces durante el desarrollo del proyecto, las observaciones fueron analizadas y se dio fed back a los profesores. Los niños fueron nuevamente evaluados 5 meses después de empezar el proyecto, mostrando un considerable incremento. En relación con el conteo (counting), fueron más capaces de contar en diferentes etapas, hacia adelante y hacia atrás. En el seguimiento de la intervención, dieron un 70% de respuestas correctas y con fluidez a cuestiones que previamente no eran capaces de realizar, y un 80% de preguntas en que ellos daban respuestas casi correctas pero con algunos errores. En relación al "cálculo", eran capaces de calcular el 65% de los problemas que anteriormente eran incapaces de resolver; usando la estrategia de hechos derivados o los hechos numéricos en un 40% de los problemas que resolvían antes contando objetos; y usando hechos derivados o conocimiento de hechos en el 68% de los problemas que antes resolvían contando de uno en uno. Los profesores participantes estaban entusiasmados con el proyecto y sus comentarios mostraban la aceptación del trabajo en pequeño grupo y la importancia de la enseñanza de las estrategias de hechos derivados. Kaufmann, Handl y Thony (2003) en Austria llevaron a cabo un estudio piloto de un proyecto de intervención para niños con dificultades de la aritmética. El proyecto incluye componentes de hecho, procedimentales y conceptuales. Seis niños de entre 6 y 7 años y con diagnóstico de discalculia del desarrollo tomaron parte en el estudio. Recibieron tres sesiones semanales individuales de 25 minutos de duración y durante seis meses. En la intervención se entrenaba determinados componentes de las dificultades de la aritmética, empezando con los principios del conteo; continuando a través de la lectura y escritura de números; aprendizaje de las combinaciones numéricas de suma hasta 10; aprendizaje de los hechos numéricos básicos de la suma y de la resta; trabajo con la relación inversa entre la suma y la resta; suma de los números más allá de 10; tratamiento con el sistema de base 10; aprendizaje de los hechos multiplicativos; y aprender los procedimientos de división (véase la figura 1). Fueron comparados con 18 niños sin dificultades matemáticas en procesamiento numérico y en una batería de cálculo. En conjunto los efectos fueron grandes den el grupo de intervención. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 45 Figura 1. Módulos del programa de intervención tomados de Kaufmann, Handl y Thony (2003). 7. Algunos programas específicos. Hay dos estudios a gran escala que merecen ser destacados ya que han sido desarrollados de forma independiente. Están basados en teorías cognitivas y son programas de intervención individualizada que se dirigen al desarrollo de la numeración en los niños, son el Mathematics Recovery Programme (Wright, Martland y Stafford, 2000; Wright, Martland, Stafford y Stanger, 2002), y el Numeracy Recovery Programme (Dowker, 2001). Hay diferencias importantes entre los dos programas. La más destacada es que el Mathematics Recovery Programme tiene características más intensivas que el Numeracy Recovery y pone más énfasis en los métodos de conteo y de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 46 representación del número, y el Numeracy Recovery insiste más en la estimación y en el uso de estrategias de hechos derivados. Desde un punto de vista más teórico, el programa Mathematics Recovery pone más énfasis en un más amplio desarrollo en estadios, mientras que el Programa Numeracy Recovery es un programa de gran alcance envolviendo forma independiente las destrezas y procesos. A pesar de estos rasgos distintivos, los dos programas tienen características comunes además de ser individualizados y componenciales. Los dos programas se dirigen a edades que con frecuencia son olvidadas en los primeros cursos de primaria (6-7 años); ambos tratan principalmente con números y aritmética más que en otros aspectos de las matemáticas; y ambos dan mucha importancia a la colaboración entre investigadores y maestros. El Programa Mathematics Recovery El origen del Programa Mathematics Recovery se encuentra en Australia y fue diseñado por Wright y sus colegas (Wright et al., 2000, 2002). En este programa, los maestros proveen de instrucción individualizada a niños de 6 y 7 años con bajos resultados en matemáticas. Los niños reciben 30 minutos de instrucción individualizada por día durante un período de 12 a 14 semanas. La elección de los tópicos del programa está basada en un marco teórico de trabajo del número (Learning Framework in Number) creada por los investigadores. Dividen el aprendizaje de la aritmética en cinco amplios estadios: emergente (el simple conteo, pero pocas destrezas numéricas), perceptual (puede contar objetos y algunas veces sumar conjuntos de pequeños objetos que están presentes); figurativo (puede contar bien utilizando la estrategia l/contar todo// para sumar); counting-on (puede sumar con la estrategia de contar a partir del número más grande- counting-on, y restar contando hacia atrás; puede leer numerales hasta el 100 pero tiene pequeñas dificultades para entender el valor de posición) y fácil (conoce los hechos numéricos básicos; y son capaces de usar la estrategia de los hechos derivados; pueden multiplicar y dividir con la estrategia de sumas repetidas pero tiene dificultades para las llevadas). Los niños son evaluados antes y después de la intervención, en un número de claves determinadas. La intervención se basa en los resultados de la evaluación inicial en cada uno de los tópicos evaluados. Los tópicos se seleccionan en función del estadio en el que el niño se encuentra (véase el cuadro 1). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 47 Niveles en el desarrollo de la secuencia numérica hacia adelante. Nivel 0.Emergencia del conteo hacia adelante. Nivel 1. Conteo inicial hasta 10. Nivel 2. Conteo intermedio hasta 10. Nivel 3. Conteo fácil hasta 10. Nivel 4. Conteo fácil hasta 30. Nivel 5. Conteo fácil hasta 100. Niveles en el desarrollo de la secuencia numérica hacia atrás. Nivel 0. Emergencia del conteo hacia atrás. Nivel 1. Conteo inicial hacia atrás desde 10. Nivel 2. Conteo intermedio desde 10. Nivel 3. Conteo fácil desde 10. Nivel 4. Conteo fácil desde 30. Nivel 5. Conteo fácil desde 100. Niveles en el desarrollo de la identificación numérica. Nivel 0. Inicio de la identificación numérica Nivel 1. Numerales hasta 10. Nivel 2. Numerales hasta 20. Nivel 3. Numerales hasta 100. Nivel 4. Numerales hasta 1000. Niveles de aprendizaje de la aritmética temprana. Nivel 0.Inicio del conteo. Nivel 1. Conteo perceptual. Nivel 2. Conteo figurativo. Nivel 3. Inicio de la secuencia numérica. Nivel 4. Intermedio en la secuencia numérica. Nivel 5. Fácil en la secuencia numérica. Niveles de desarrollo de las estrategias aritméticas con decenas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 48 Nivel 1. Iniciación de la decena. Nivel 2. Conocimiento intermedio de la decena. Nivel 3. Conocimiento fácil de la decena. Cuadro 1. Componentes del Programa Mathematics Recovery diseñado por Wright et al., (2000, 2002). Los tópicos siguientes ponen más énfasis en aritmética y menos en el conteo. A pesar de esta división en estadios, el programa reconoce y se adapta al hecho de que algunos niños pueden llegar más tarde a un estadio que otros. Hay muchas actividades que se usan para diferentes tópicos y estadios con el Programa Mathematic Recovery. Por ejemplo, las actividades que tratan con patrones temporales en el estadio Emergente incluye conteo del número de movimientos (shopping) que un adulto hace con las manos; produciendo cuando se le solicita los movimientos o palmadas con sus manos, contando el número de veces que el adulto toca las palmas; tocar las palmas el número de veces que se le solicite. Las actividades que tratan con secuencias de números en Counting-On incluye que los niños cuenten tarjetas con conjuntos de 5 puntos; cuenten los puntos de de cada nueva tarjeta presentada; contar hasta 30 de 5 en 5 sin contar los puntos; contar hasta 30 de 5 en sin tarjetas; contar hacia atrás de 5 en 5 desde 30, primero con y luego sin las tarjetas. Los niños que participaron en el programa incrementaron significativamente sus puntuaciones en las evaluaciones realizadas en los tópicos mencionados. Los profesores participantes encontraron la experiencia muy útil; sentían que habían ayudado a los niños a entender mejor el desarrollo de las matemáticas; y usaban las ideas y técnicas del programa en sus clases. Durante el período evaluado (1992-1997), los niños que participaron en el programa puntuaron por encima del 75% de los estudiantes de sus clases a pesar de que sus resultados, antes de la intervención, estaban por debajo de los promedios en algunos de los tópicos antes de la intervención. Hasta este momento las evaluaciones del programa no han sido estandarizadas en formato test; esto sería deseable para una próxima etapa, de esa forma los resultados del programa serían fácilmente comparables con los de otros programas. El Programo Numeracy Recovery El Programa Numeracy Recovery (Dowker, 2001, 2003, 2005), fue en principio desarrollado para niños de entre 6 y 7 años en escuelas de Oxford. Está organizado para International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 49 trabajar con niños identificados por sus maestros como niños con problemas aritméticos. 175 niños (alrededor del 15% de los niños en las clases implicadas) empezaron la intervención. Estos niños fueron evaluados en nueve componentes de la numeración temprana. Los niños recibieron una sesión semanal individual de media hora de duración en los componentes en los que se encontró que tenían dificultades. Las intervenciones fueron realizadas por los maestros, usando las técnicas propuestas por Dowker (2001). Los profesores eran relevados por otros profesores medio día a la semana. Cada niño permanece unas treinta semanas en el programa, aunque el tiempo puede ser más largo o más corto, dependiendo de las evaluaciones de los maestros. Nuevos niños van incorporándose al proyecto de forma periódica. Las intervenciones están basadas en un análisis particular de las subdestrezas que sirven al desarrollo de las tareas aritméticas, con remediación de áreas específicas en las que los niños muestran problemas. Los componentes del programa se seleccionaron por los investigadores discutiendo con los maestros de los niños que indicaron qué era importante en el desarrollo numérico temprano. Los componentes fueron los siguientes: (1) Procedimientos de conteo. (2) Principios de conteo: especialmente el de irrelevancia del orden que implica el hecho de que un conjunto de objetos puede contarse en diferente orden y siempre resulta el mismo número; y la habilidad para predecir el resultado de la suma o de la resta de un objeto a un conjunto dado. (3) Escribir los símbolos de los números. (4) Entender el valor de posición de un número en las operaciones aritméticas. (5) Problemas aritméticos verbales. (6) Traslación entre problemas aritméticos presentados en forma concreta, verbal y numérica (e.g. ser capaz de representar la suma de 3 + 2 = 5 añadiendo 3 cuentas a 2 cuentas, o con palabras en forma de problemas como "Juan tiene 3 dulces y su amigo le da 2 más, por tanto, el tiene ahora 5”). (7) Estrategias de hechos derivados para la suma y la resta: i.e. la habilidad para derivar y predecir hechos numéricos a partir de otros conocidos; por ejemplo, usando principios aritméticos como la propiedad conmutativa y asociativa, la suma/resta como operaciones inversas, etc. (8) Estimación aritmética: la habilidad para aproximar y responder a problemas aritméticos, y evaluar la falta de razonamiento en la estimación aritmética. (9) Recuperación de los hechos numéricos de la memoria. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 50 Los procedimientos de intervención utilizan programas ya publicados: por ejemplo materiales de Hopkins (1997a,b) y Straker (1996) forman parte de la intervención para la recuperación de hechos numéricos de la memoria. También se han diseñado materiales específicos diseñados para el proyecto. Por ejemplo, la valoración e intervención para el componente 6 (Traslación) incluye tareas de transformación en todas las posibles direcciones entre distintos formatos de números (sumas escritas); formato concreto (operaciones con cuentas); y verbal (problemas verbales) y todo ello para la suma y la resta. En la intervención, los niños muestran los mismos problemas en diferentes formas, y tienen que mostrar que dan los mismos resultados. Son animados a representar los problemas de forma concreta y verbal, también de forma concreta. Para el componente de estimación (Componente 8) se le presentan al niño una serie de problemas con distintos grados de dificultad y estimación de estos problemas por personajes imaginarios (Tom y Mary). A los niños se les pide (a) evaluar como "Tom y Mary" estiman en unas caras somientes de una escala de cinco puntos desde "Muy bueno" a "muy tonto"; y (b) sugerir "buenas adivinanzas" para estos problemas entre ellos. Se les anima a dar razones para sus evaluaciones. Los niños del proyecto, junto con sus compañeros han pasado varias evaluaciones, con intervalos de 6 meses, con tests estandarizados: entre ellos, el British Abilities Scales Basic Number Skills subtest (1995), y el subtest de Aritmética del WISC. Los resultados señalan un incremento significativo en el grupo experimental en las distintas evaluaciones en los tests aplicados. Cien de los 146 niños fueron evaluados de nuevo un año después, y siguen manteniendo los incrementos adquiridos con el entrenamiento. Aunque la autora (Dowker, 2005) señala que la evaluación definitiva del programa no está acabada. Para mejorar los procedimientos de evaluación se comparan los niños con otros de la misma escuela y se realizan comparaciones una vez realizada la intervención con grupos de la misma edad al empezar el tratamiento; e.g. los niños que al empezar el tratamiento tienen entre 6 años y 6 años y 3 meses son comparados, tras recibir el tratamiento, con niños de 6 años y 6 meses a 6 años y 9 meses. Las comparaciones entre el primer grupo 6 meses después de empezar la intervención y el segundo grupo de la misma edad antes de realizar la intervención hace posible estimar los efectos de la intervención en los niños en condiciones educativas idénticas. 8. Implicaciones educativas y perspectivas futuras. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 51 La investigación revisada apoya el punto de vista de que los niños con dificultades de aprendizaje de las matemáticas son altamente susceptibles de intervención. Los trabajos con los niños que son simplemente "malos en matemáticas" son menos. Los trabajos realizados individualmente con niños y niñas que tienen fallos en aritmética tienen un impacto significativo en sus puntuaciones. La cantidad de tiempo que se da a los niños no necesita ser, en muchos casos, muy amplia para ser efectiva. Con poca cantidad de trabajo individualizado puede conducir a los niños al punto en el que pueda aprovechar mucho mejor la enseñanza general que recibe. 1. Se necesitan nuevas investigaciones que permitan mostrar si sería mejor diseñar formas de instrucción individualizada que sean más efectivas para mejorar los resultados de los niños en aritmética, en relación con otras intervenciones individualizadas en lectura, o intervenciones en matemáticas que son aplicadas de forma general pero no inciden en los puntos fuertes o débiles de los niños. Es también deseable más investigación entre diferentes formas de intervención (e.g. edad de inicio de la intervención; grado de intensidad; componentes sobre los que se actúa de manera prioritaria) para comprobar lo que es apropiado para diferentes grupos de niños. 2. Una cuestión importante al comparar diferentes programas es plantear la necesidad de usar formas similares de evaluación y diagnóstico. Actualmente, como señalan Kroesbergen y Van Luit (2003) y Rohrbeck et al., (2003), es difícil comparar programas, porque muchos investigadores han trabajado de forma aislada, ignorando unos programas y otros. O seleccionan las muestras de participantes de formas distintas y con distintas evaluaciones o valoraciones, eso hace difícil o imposible hacer comparaciones válidas entre distintos estudios. 3. Asimismo, sería deseable investigar y extender las potencialidades de intervenciones similares en otros contenidos matemáticos como la medida, la geometría, la resolución de problemas en niños pequeños, etc. 4. Otra elemento de investigación sobre el que se precisa investigar es quiénes deben llevar a cabo la intervención ya sea individual o en pequeño grupo: el maestro o tutor de la propia clase; el profesor de apoyo en la propia clase del niño; profesor de educación especial; o en ciertos casos los propios padres, etc. 5. Otro aspecto que deben incluir futuras investigaciones sobre intervenciones tanto individuales como en pequeños grupos es desarrollar trabajos fuera del rango de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 52 edad de los 7 años. La investigación sobre los profesores jugará aquí un papel importante. 6. Particularmente, parece ya claramente demostrada la importancia de la intervención preescolar en niños de alto riesgo, sería aconsejable hacer más investigación sobre métodos de valoración y evaluación de las habilidades matemáticas tempranas; la predicción de las diferentes formas de dificultades matemáticas; y la intervención temprana que puede tener un impacto máximo en la prevención de dificultades. 7. Parecería deseable centrarse en intervenciones de niños por debajo de los 7 años. Este grupo de niños parece particularmente importante desde este punto de vista, los dos primeros años de escolaridad obligatoria son los que ponen las bases del aprendizaje matemático posterior; y la identificación e intervención sobre estas dificultades en este estadio tienen un potencial efecto de prevención de desarrollo inapropiado de estrategias que más tarde pueden suponer un hándicap, y desarrollar actitudes negativas hacia la aritmética. Terminamos manifestando la necesidad de colaboración entre profesores, investigadores, administraciones educativas para mejorar la investigación y la práctica educativa. Referencias Adams, J.W., & Hitch, G.J. (1997). Working memory and children’s mental addition. Journal of Experimental Child Psychology, 67, 21-38. Adey, P., Robertson, A. & Venville, G. (2001). Let's think/ A programme Or developing thinking in five and six year olds (Windsor, NFER-NELSON). Adey, P., Robertson, A. & Venville, G. (2002). 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Proceedings book 60 THE DEVELOPMENT OF EARLY NUMERACY IN CHILDREN WITH SPECIAL MATHEMATICAL NEEDS Johannes E.H. Van Luit, PhD. Department of Special Needs Education Utrecht University The Netherlands [email protected] Introduction In the Netherlands, 97% of the children aged four years attend elementary school. By the age of five years, this is 100%. In the first two years of school the prerequisites for mathematics are integrated into their daily education. Math activities are taught twice a week for half an hour. The schools are free to choose the activities. In general, the teachers use suggestions from the kindergarten books. Most Dutch curricula are based on constructivist principles. Prerequisite math skills are a variety of counting skills, building with blocks, and discussions of questions involving quantities. These activities, which are playful and interactive, are necessary for the later school curriculum that requires some basics in math concepts, understanding of numbers, and knowledge of the sequence of number names. Children in special education are nevertheless taught fewer prerequisite math education skills than their peers in regular elementary education. Poor instruction is thought to be one of the main causes of the math difficulties encountered by children with special educational needs. Effective math instruction is therefore an important issue for teachers. Much has been written about the development of early numeracy, but little is known about the effects of early intervention. Research into the mathematical learning of 5- to 7-year-old children is important, as many of these children have deficient early numeracy skills, which can interfere with the acquisition of later mathematic skills. Research has demonstrated that most of the children having difficulties with math from grade 1 and further, were already low math achievers in kindergarten. Early numeracy is important for the learning of basic mathematics skills like addition, subtraction, multiplication, division and the development of further mathematical knowledge. Children must understand the basic concepts of the early numeracy, must know the procedures for solving early math problems, and they also must know when to use this knowledge. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 61 In literature much consensus is found between the opinions of researchers concerning the findings with regard to the phases in the development in counting and the age attending these phases. Phase 1. Acoustic counting At the age of about three, children begin with acoustic counting; the counting is nothing more than reciting a poem or a song. Phase 2. Asynchronous counting At the age of about four the asynchronous counting manifests. Children use the numbers in the right order, but they are not able yet to point to one object while enumerating one number. Frequently they miss an object or point to the same object twice, for example they point two blocks when saying ‘se – ven’. Counting and pointing to objects at the same time is not yet possible. When it is possible, they are able to count synchronously. Phase 3. Arranging objects while counting When an amount of unarranged objects has to be counted, children start to arrange the objects while counting. For instance they push the counted objects aside. Children at the age of four and a half master this arranged counting. Phase 4. Resultative counting At the age of five, children reach the phase of resultative counting. This means that they are aware of the fact that counting must begin with number one, that every object must be counted once, and that the last number mentioned gives the total amount of objects. Important in this phase is the fact that the children discover the one-to-one-relation between object and number. Phase 5. Shortened counting After resultative counting, children learn another strategy for counting, that is, shortened counting. In a number of objects the children recognize the representation of, for example, the five on the dice, and they count form this number on. Children at the age of five and a half years to six should be able to deal with shortened counting. It has been found that children at the age of five and six years old also are able to solve conservation-in-number tasks and correspondence tasks by making use of counting. To connect incoming information with existing knowledge, the different aspects of early numeracy are frequently repeated. From a Piagetian perspective, four math prerequisites may be added to these counting skills: using concepts of comparison such as greater, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 62 most, less, and so on.; classification or the ability to arrange objects in a class or subclass; seriation or the ranking of objects; and correspondence or the comparison of quantities by making a one-to-one relation. Stimulating these diverse aspects of early numeracy is important because, at least in the Netherlands, it is assumed that these skills will have been mastered by the time children enter elementary school. The first grade curriculum is built on this knowledge. Components of early numeracy Only a few decades ago, Piaget was of the opinion that counting added nothing to the development of number sense. More recent research, however have shown that counting strategies can be used to solve different problem situations including Piagetian-type tasks. To use counting effectively, the child must master the cardinal and ordinal aspect of number. This means that the child knows that by counting an amount of objects, the last number named in the count (the cardinal number) represents the total number of counted objects. In addition, the child has to learn to order the numerals in the correct sequence and that the numerals represent a place in this sequence (ordinal number). The different counting skills and the skills measured by Piagetian tasks can be operationalized in different components of one overall construct. Based on literature, eight components of early numeracy can be described. 1. Concepts of comparison. From a very young age, children are able to make comparisons between amounts of objects. Research shows that 4 year-olds are able to compare nonequivalent situations using concepts such as low, lower, lowest, more, and so on. 2. Classification. An expression derived from Piaget referring to the fact that children must learn to group objects together on the basis of one or more specific characteristics. This can also be applied to amounts and numbers, this is the cardinal aspect of the number. 3. One-to-one correspondence. The child makes a one-to-one correspondence between numerals and counted objects, such that each object is assigned only a single numeral. 4. Seriation. This is also a well-known term derived from Piaget, and it refers to the ability to order objects in a sequence based on one or more specific characteristics. For example, when numbers have to be placed in a sequence from large to small, or when International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 63 amounts must be placed in an order from few to many. By seriating numbers the child also becomes familiar with the ordinal aspect of numbers. 5. The use of number words. Most middle-class children below the age of 3½ are working on learning the sequence up to ten, and most children between 3½ and 4½ years old are working on learning the sequence of numerals between ten and twenty. 6. Structured counting. Research has demonstrated that most children aged 5½ to 6 count correctly when pointing or moving is allowed, which may be seen as a form of structured counting. However, counting objects arranged in a specific structure is easier than counting objects arbitrarily arranged. 7. Resultative counting. Children know that the last number word mentioned gives the total number of objects, and they can count the objects without pointing to them. This component also includes nonverbal calculations which require understanding of number transformation and not necessary the conventional skills. 8. General understanding of numbers. This component refers to the ability to use the different strategies and skills of early numeracy in real daily life problem situations. The Early Numeracy Test (ENT) The development of infant numeracy is a subject that has increasingly aroused the interest of both researchers and those working in the field of education. This interest also is stimulated by the fact it is assumed that, by the stage of infant school, it should be possible to detect any arrest in the development of particular cognitive skills and where possible to intervene in order to prevent later problems in mathematical development. A test has been developed in a research project to look at infant numeracy that allows the numeracy skills of children between the ages of 4 and 7 years to be measured. This test, the Early Numeracy Test (ENT), consists of the eight components mentioned before. The components ‘classification', 'one-to-one correspondence' and 'seriation' are derived from the Piagetian operations. However, they are not used in the original Piagetian sense, but with a more number oriented connotation. This means that the tasks referring to these components deal mainly with amounts rather than, for example, differences in volume as in the typical Piagetian tasks. The test consists of two parallel forms, Form A and Form B, each with five items per component. So the test consists of two forms with 40 items each. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 64 It is the end of the afternoon so I will try to let you think about the way children will solve some items. I will give you eight examples, one example of each component. You have got a paper with these eight items mentioned on it and I will ask you to give an impression of the scores of the children on these items. We have measured these scores in The Netherlands in 823 children for six moments between their age of 4½ and 7½ years. On your paper you can give an impression of the percentages of the children that will respond correctly on the items that I will present. This impression is based on three moments in time: the first measurement halfway kindergarten 1 (in Spain: “educacion infantile” halfway second year; age of the children: 4½ - 5 years), the second measurement halfway kindergarten 2 (in Spain: “educacion infantile” halfway third year; age of the children: 5½ - 6 years), and the third measurement halfway grade 1 (age of the children: 6½ - 7 years). Please give an impression on your paper for each of the eight items for three moments in their school career. I will ask you to write down what percentage of the children will respond correctly on these measurements. I must say these data are from the Netherlands and maybe the data for Spanish children differ, but it is going about the development of numeracy. The first test item is from Concepts of comparison Task 3. Here you see buildings. Point out the lowest building. The next item is from Classification Task 8. Look at these pictures. Point out all the grey circles. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 65 Now an item from Correspondence Material: The material consists of blocks Task 12. The experimenter gives the child 15 blocks and says: I have thrown with two dice these points. Can you lay down the same amount of blocks? The experimenter shows this picture. Here you see an item from Seriation Task 20. Here you see bricks in a row from many to few bricks. The experimenter points out the row of bricks at the bottom of the page and says These bricks fit in somewhere in the row. Then the eExperimenter points out the bricks in the square at the left top of the page and says: Point out where in this row these bricks fit in. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 66 Now an item from Using counting words Task 22. The experimenter shows the picture to the child and says: Point out the square with seven dots. Here you see an item from Structured counting including synchronously and shortened counting Task 29. The experimenter says: I'll show you a picture you have to take a good look at for a short while. Then the experimenter shows the picture to the child for 2 seconds (count: twenty-one, twenty-two), removes the picture and says: How many dots are there on both dices? International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 67 And now an item from Resultative counting Material: The material consists of blocks Task 35. The experimenter lays down 5 blocks on the table and says: Here are five blocks. I push them under my hand. Then the experimenter pushes the blocks under his hand. Then he pushes 7 blocks, which he shows to the child, also under his hand and says: I add seven blocks. How many blocks are there under my hand together? At last an item from General knowledge of numbers Task 40. The experimenter points out the picture of the game and the dices and says: This is a game with dices. You have thrown two dices. After that the experimenter points out the two dices. Look how many dots you have thrown and point out where the pawn should be standing in the game. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 68 Now we will look at the percentages of good scores among Dutch children in the age of 4½ till 6½ years old. I will interpret these percentages and maybe later on we can discuss these percentages and the one you noted on your paper. Task 3 is an easy one. Nearly all children in kindergarten 2 and grade 1 can solve this problem and even two third of the children in kindergarten 1. This means that most young children can understand this kind of language from the beginning of kindergarten 1. Task 8 is a difficult one. This task is far away from mathematics and looks the most at a Piaget related task. This task is difficult because a child has to understand form, size and colour at the same time. Task 12 is an easy one. One-one correspondence is a strong component which we can teach children from the beginning of kindergarten 1. Task 20 is a difficult one. We see here a strong difference between children which count and therefore give a good answer and children which only look and place the three bricks between the first and second batch of bricks because of the direction in which the batches are placed. Task 22 gives a nice development perspective in mathematics knowledge. About one forth of the children halfway kindergarten 1 can count seven dots correctly, halfway kindergarten 2 already half of the children is capable to do so and halfway grade 1 nearly all children can count seven dots correctly. Task 29 gives also a nice view of math development, although one fourth of the children halfway grade 1 is not capable to subitize the dots on the two dices. Task 35 is the most difficult task in the test and even half of the children halfway grade 1 is not capable to solve ‘5 plus 7’ mentally correct. This is math belonging to the end of grade 1 and also therefore to difficult for many children. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 69 Task 40 is a nice task which shows the knowledge of children how to use counting in a game. It is remarkable that one fourth of the children halfway grade 1 is not capable to solve this task correctly. So far the test and some examples of it. Now back to the research we have done. Poor achievers The development of basic mathematics skills means, among other things, the acquisition of problem-solving procedures and the development of memory representations for basic number facts. Failure to make connections between concrete and abstract mathematical knowledge can result in early learning problems, and many researchers have indeed argued that the use of concrete materials with an emphasis on the understanding of the underlying concepts can bridge the gap between the concrete and the abstract. Other researchers advocate another and intermediate phase of instruction in computational skills for children with math disabilities. Given that early numeracy problems appear to involve both procedural and memory deficits and the relevant children appear to have difficulties representing problems, we assume that young children with special educational needs indeed have trouble bridging the gap between the concrete and the abstract. The use of concrete objects and semi-concrete models to assist them in their math problem solving may therefore be useful. Based also on the assumption that there is a gradual transition from modeling procedures to counting procedures to retrieval from memory, we suggest that young children with special educational needs may benefit from early math instruction and practice at three levels: concrete objects, semi-concrete representations of objects, and mental acts. Children go from counting concrete objects to fact retrieval via many intermediate steps. Just how one goes from concretely dealing with numbers to the abstract is often not fully explained, however. Our early numeracy program uses perceptual gestalts as semi-concrete representations of real objects. Perceptual gestalts thus model the real-life situation of a one-to-one relation to concrete objects. The gestalts are more abstract than real-life objects but there is still a link. As perceptual gestalts symbolize concrete reality and organize abstract numbers into visual patterns, they may help children shorten elaborate counting strategies. Perceptual gestalts may also, thus, facilitate the transition from the concrete to the abstract. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 70 In the present study, we investigated the effect of early mathematics intervention on the early numeracy of young children with special educational needs. We suggest that these children may particularly benefit from instruction using perceptual gestalts to construct meanings and solve simple computational problems. Method Participants The subjects were children between 5 and 7 years of age with special educational needs because mild mental difficulties, but no significant sensory or motor problems, and no clear signs of severe mental retardation. These children differ from average or nondisabled children to such an extent that they require special educational assistance. In most cases, the children have language deficits and behavioral problems. The psychological picture of the group is complex. Admission to a special education program is considered by a committee consisting of at least the school principal, a doctor, a welfare worker, and a school psychologist. In kindergartens for special education, the children are observed to determine the most appropriate type of education for them in the future. Since children with a developmental lag are such a heterogeneous group, however, the same program may be successful with one child and not the other. The participants in this study were 124 five- to seven-year-old children with special educational needs from nine Dutch kindergartens. All of the children, whose parents had returned a permission form, were administered the ENT. Children who performed at a very weak to mediocre level (children with a score comparable to the lowest 25% of the norm group) were assigned to either the intervention or comparison group. That is to say, the low mathematics achievers were assigned to one of two groups by matching for gender, age and early numeracy performance. The experimental group consisted of 40 boys and 22 girls; the comparison group consisted of 41 boys and 21 girls. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 71 Table 1 Comparison of groups at pretest Descriptive information Experimental Group Comparison Group M SD M SD Age (years) 6.3 0.5 6.1 0.5 IQ (M = 100) 74.9 13.1 79.1 14.3 % % Background Dutch 87.3 85.7 Non-Dutch 12.7 14.3 Gender Male 58.7 66.7 Female 41.3 33.3 46.9 54.5 Middle 40.6 36.4 High 12.5 9.1 SES Low An overview of the two groups of children is presented in Table 1. The descriptive data were examined via chi-square statistics for gender and race, Mann-Whitney tests for Social Economic Status, and T-tests for age, IQ, and number sense, and found to be quite comparable across the two groups. Early Numeracy Program It is often claimed that young children learn about numbers by counting. However, many children make no attempt to count. Various explanations have been offered for this. For example, the child may not understand that counting is a method of International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 72 determining the number of elements or that counting is more reliable than estimating. The program was designed for children with special educational needs and difficulties grasping numeracy. The program consists of 20 lessons with complete instructional plans and accompanying materials. The purpose of the program is to assist the child in learning to count and thereby ease the transition from early to basic mathematics instruction in grade one. The early numeracy program includes both learning-by-doing and instructional coaching methods. This is because some children may develop their skills on the basis of discovery while others require a more structured manner of learning. The teacher needs to discover which instructional methodology suits a child best, though it should be noted that this may vary for different tasks and different subject matter. To overcome the information processing problems that children with special educational needs frequently display, the early numeracy program helps the child connect incoming information with existing knowledge, by repeating, arranging, and organizing information. In addition, the program takes the everyday reality of young children into consideration and is designed to keep them interested. Realistic math problems are posed in order to make the skills and problem-solving processes meaningful. Furthermore, so-called utility information was incorporated into the program. That is, the reason for using a particular strategy is explained as children’s persistence in using a strategy depends on being able to attribute their successes and failures to the execution of appropriate and inappropriate strategies. Such attribution is facilitated when utility information is added to strategy training. Explaining why a problem should be solved in a particular manner also produces a richer conceptual understanding, which presumably fosters transfer. The program involves the numbers one to fifteen. The first five lessons consider the numbers one to five within a thematic frame called the family. In the next five lessons, the numbers six to ten are considered under the theme celebrations. The following five lessons again consider the numbers one to ten under the theme the post. The program concludes with five lessons involving the numbers eight to fifteen under the theme the shop. Diverse aspects of early numeracy are included in each lesson. The goal of the program is to achieve induction and thereby facilitate transfer to new math problems. The instructional materials vary widely and alternate between concrete objects like ten bananas, semi-concrete representations of objects on a card International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 73 with a picture of a banana and tally marks indicating the number of bananas the child wants to buy, and abstract representations of objects as a written number indicating the number of bananas in a box. Transfer is stimulated by the inclusion of diverse problems, which shows children just how and when strategies can be applied in other situations. A special feature of the program is its use of tally marks. By using tallies as perceptual gestalts, we bridge the gap between situated knowledge like an actual amount of objects as thirteen strawberries and formal mathematics like the abstract number symbol 13. The tally-mark method helps children understand that five represents five objects and that numbers are based on patterns of five and ten, for example. For the remediation of arithmetic difficulties, considerable importance is attached to the representation of numbers in terms of five. Patterns of five not only fit our decimal system; they also fit the natural finger counting of children. To indicate an amount see the exemple out of lesson 19 Figure 1: Part of lesson 19 ‘Buying fruit’ from the Early numeracy program In the introduction the teacher says and asks questions like: “Today we are going to buy some fruit. Who has been to a shop where you can buy fruit? Are there other places where you can buy fruit? What type of fruit do you like the most? On the table there are boxes with different types of fruit. Let's see what types of fruit we've got.” The first exercise is going about ‘Which belong together?’ Different types of fruit are put on the table. The child is asked to arrange the fruit according to type. The second exercise is going about ‘How many of each?’ The child is asked to find out how many there are of each type of fruit. He or she adds the cards with the matching numbers of tally marks to the piles of fruit. The teacher reminds the child that an ellipse contains five tallies. The child answers such questions as “Are there more (or fewer) bananas than strawberries?” The third exercise is going about ‘How many fruit are you going to buy?’ The child buys and sells fruit (see picture). The customer has two big coins (worth five euros each) and ten small coins (worth one euro each). He or she is given two cards International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 74 showing the type of fruit to be bought and how much. The grocer gets the fruit and decides how many euros the customer must pay. The customer pays, and the grocer verifies the number of euros. Customer: “I’d like to have six apples and five bananas.” Semi-concrete & abstract presentation of number: Concrete & abstract presentation of number: 6 5 Greengrocer: “Six apples and five bananas, here you are. That’s five and one is six, ... seven, ... eight, … nine, ... ten, ... eleven euros.” 5 5 Semi-concrete presentation of number: Customer: ”Here you are, five, ...ten, eleven euros.” The last exercise in this lesson is going about ‘How many left?’ Each child is presented two cards with fruit. The amount of fruit is represented both with pictures and with tally marks. The children answer questions such as “How many apples do you have. When you eat one (or two, or five), how many apples are there left?” If necessary, real apples may be used to solve the problems. Measures International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 75 In short the following materials are included: the early numeracy test, an intelligence test, and a transfer test. Procedure For thirty sessions, the children in the experimental group participated in the early numeracy program in little groups of three students each. There were two half hour sessions a week, for which the children were taken outside the classroom. Apart from these sessions the children received no further math education. During the intervention period the children made slow but continuous progress. Initially, the children needed instruction in a structured way with lots of repetition. After about ten sessions some of them got used to the learning-by-doing principles of the early math program. The children in the comparison group participated in a standard mathematics curriculum. The amount of time that the children in the comparison group were involved in early mathematics education varied from two till four half-hour sessions per week. The children were given individual instruction when necessary, in the way the standard curriculum is typically provided. The teachers used standard remedial instruction procedures and materials from the standard curriculum for young children with special educational needs. The children in the comparison group did not receive instruction based on the three phases (concrete - semi-concrete - abstract) used in the intervention. Results The dependent variables in the present study were early numeracy performance and transfer performance. The children’s mean scores are presented in Table 2. The test data were analyzed using t-tests. Table 2 Means and Standard Deviations as a Function of Treatment Condition and Time of Testing ________________________________________________________________________ Experimental group International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book Comparison group 76 Early numeracy (max. = 100%) pretest posttest effect size 46.1 9.3 46.9 9.3 59.5 9.3 53.3 9.4 1.44 .68 Math prerequisites pretest 10.0 3.4 10.3 2.5 (max. = 20) posttest 13.2 3.2 11.8 3.3 Counting pretest 3.0 2.4 3.4 3.0 (max. = 15) posttest 7.7 3.3 5.7 3.4 General understanding of number pretest 1.4 1.1 1.5 1.1 (max. = 5) 2.6 1.3 1.7 1.3 4.1 3.2 3.4 3.1 Transfer (max. = 14) posttest posttest ______________________________________________________________________ _____ We assumed that the children in the experimental group would make better numeracy progress than the children in the comparison group. A significant difference was found between the experimental and comparison children [t(124)= 3.29, p= 001]. The early numeracy program appeared to be effective. Also on math prerequisites, counting skills, and general understanding of number significant difference was found. The experimental group progressed more than the comparison group. On the transfer task performance, however, no significant differences were found between the two groups [t(124) = .98, p = .332]. Conclusion and discussion The present study provides insight into the effectiveness of early math intervention for young children with special educational needs. Previous studies suggested that early math intervention may indeed be beneficial for young children who are developmentally delayed. This conclusion was confirmed by the results of the present study. Significant posttest differences were found for five of the eight aspects of early numeracy, namely: concepts of comparison, the use of number words, structured International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 77 counting, resultative counting, and general knowledge of number. This means that the children are better prepared for grade one math instruction. The use of perceptual gestalts most likely produced better structured counting and a more general understanding of number. However, the early numeracy program includes much more than perceptual gestalts. The most important elements are: - adaptation of the instructional methodology to the individual child; - taking the everyday reality of the young child into account; - use of a variety of instructional materials and problems; - frequent repetition of information. Furthermore, the manner in which the information is arranged and organized may clearly foster greater mathematical insight. Just which variables contributed to the positive results for the experimental children is still unclear although the intervention closely resembles educational practice. Another assumption was that the transfer task performance of the children in the experimental group would be better than the transfer task performance of the children in the comparison group. No significant differences were observed between the conditions, however. Revision of the early numeracy program and lengthening the period of intervention also did not influence these disappointing results. The failure of the children to transfer can be understood in terms of metacognitive theory. In order to transfer, the children were required to extend and/or modify the strategies taught during the intervention. Despite the wide variety of problems presented, the early math program apparently failed to inculcate knowledge of when and how strategies might be applied in other situations. As often observed, children with special educational needs are virtually unable to apply acquired skills in new situations. Implications for practice This research demonstrates that early math intervention is beneficial for young children with special educational needs. Nevertheless, the intervention had no influence on transfer task performance. Spontaneous transfer is probably not possible among the children we refer to, at least if they also lack early numeracy. They seem to need explicit information as to why a problem should be solved in a particular way, and when and how strategies are useful in other situations. However, explicit rather than implicit International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 78 information about the utility of strategies seems a little inappropriate for kindergarten education. Early math instruction should not become too academic. Furthermore, the research presented here demonstrated that some children may develop their early numeracy skills by learning-by-doing, although most of them need a more structured way of learning. This depends on the capacities and needs of the individual child. Which instructional principles are best used may even vary for each child, according to different topics as well as different tasks within a topic. The teacher therefore needs to adapt his or her instructions to the individual child. Learning-bydoing seem to be useful for encouraging children to discover strategies to solve early numeracy problems by themselves. However, most children may need to get used to this way of instruction. Also, in our opinion a child should at least have some initial number sense to rely on before this method can take effect. Kindergartners have usually been exposed to the use of numerals in various situations, both within and without the school context. However, it appears that young children with special educational needs do not catch spontaneously what it is all about. Therefore, initial number sense should be stimulated first. This relates to the importance of allowing children to learn at their own pace. The child’s particular skills and difficulties determine what must be done. A child who cannot give the right answer to the question “How many bricks are there in this box,” may not be able to speak numerals in the correct sequence, whereas another has problems in synchronized counting. A third child counting the bricks in perfectly synchronized fashion, and using the right sequence of numerals, may yet not understand that the last numeral spoken indicates how many bricks there are. Therefore, remediation of difficulties in developing early numeracy should be finetuned to the child’s individual needs and capacities. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 79 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 80 APRENDER MATEMÁTICA A TEMPRANA EDAD La resolución de problemas en el proceso de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas Josetxu Orrantia y Santiago Vicente [email protected] Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación Universidad de Salamanca Las matemáticas juegan un importante papel en el curriculum de la escolaridad elemental, al proporcionar instrumentos que permiten describir y analizar numerosas situaciones que ocurren en el mundo real. Esta utilidad práctica de las matemáticas queda reflejada en la resolución de situaciones problemáticas (en el formato de un problema verbal) puesto que permite desarrollar en los estudiantes las habilidades sobre cuándo y cómo aplicar sus conocimientos matemáticos a situaciones de la vida cotidiana. Sin embargo, la utilidad práctica de la resolución de problemas contrasta con las dificultades que presentan muchos alumnos y alumnas en esta tarea, aún cuando no tengan dificultades para ejecutar las operaciones aritméticas implicadas en el problema. Esta discrepancia entre la ejecución de operaciones y la resolución de problemas puede ser explicada por diferentes factores, unos más centrados en el propio alumno y otros centrados en el contexto de enseñanza-aprendizaje que rodea al alumno. Así, entre los primeros podemos encontrar, por un lado, el tipo de estrategias que los estudiantes ponen en marcha para resolver el problema; puesto que los problemas parten de un texto lingüístico, las estrategias necesarias para su resolución deberían permitir crear, a partir de la comprensión del enunciado, una representación del problema desde la cual planificar dicha resolución; frente a esto, muchos estudiantes utilizan otras estrategias más superficiales, cuya característica fundamental es que se saltan este proceso de comprensión. Y por otro lado, otro factor tiene que ver con el conocimiento conceptual que los alumnos tienen que poner en marcha para resolver los problemas, puesto que, como veremos más adelante, algunos problemas necesitan un conocimiento más avanzado que otros. Y entre los factores más contextuales cabe mencionar las creencias y conocimientos de los profesores sobre la tarea de resolución de problemas, el tipo de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 81 interacción profesor/alumnos durante la resolución de la tarea, y los materiales utilizados, especialmente el tipo de problemas a los que se enfrentan los alumnos. En este contexto, la conferencia que aquí presentamos pretende analizar algunos de estos factores a partir de la revisión de nuestros propios trabajos desarrollados recientemente. Para ello, es necesario que antes consideremos en qué consiste, desde el punto de vista de los procesos y estrategias implicadas, la resolución de un problema. Desde este marco analizaremos algunos de nuestros trabajos relacionados con los factores mencionados. El proceso de resolución de problemas En términos globales, la resolución de un problema comienza con un texto lingüístico y termina con una operación que da lugar a una solución numérica. En este proceso podemos distinguir diferentes componentes (Mayer, 1985, 1989, 1992; Mayer, Larkin y Kadave, 1984; Schoenfeld, 1985; Greeno, 1980; Carpenter y Moser, 1982; de Corte y Verschaffel, 1987; Stern, 1993). Así, el texto verbal se traslada a una representación interna abstracta en la que se recogen las distintas proposiciones, sus relaciones, así como la situación cualitativa descrita en el enunciado. Sobre la base de esta representación se selecciona una operación aritmética o una estrategia de conteo informal para encontrar el elemento desconocido de la representación, ejecutándose posteriormente la acción u operación seleccionada. Una vez hecho esto se puede reactivar la representación inicial del problema, sustituyendo el elemento no conocido por el resultado de la acción ejecutada. A partir de aquí se llevan a cabo una serie de acciones de verificación para comprobar la exactitud de la solución encontrada. Se han propuesto diferentes modelos para explicar este proceso de resolución de problemas (Briars y Larkin, 1984; Cummins, Kintsch, Reusser y Weimer, 1988; Kintsch y Greeno, 1985; Reusser, 1990; Riley et al., 1983; Riley y Greeno, 1988). Todos ellos coinciden, de una manera u otra, en que la resolución de problemas supone un elaborado proceso en el que hay que poner en marcha sofisticadas estrategias para comprender el enunciado, esto es, para trasladar el texto verbal a una representación interna abstracta en la que se recogen las distintas proposiciones, sus relaciones semánticas, así como la International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 82 situación cualitativa descrita en el enunciado. Y para ello es necesario acceder a cierto conocimiento conceptual que permita establecer estas relaciones semánticas. Así, por ejemplo, algunos modelos, como los desarrollados por Briars y Larkin (1984) o Riley et al. (1983) proponen que los problemas más difíciles necesitarían un conocimiento conceptual más avanzado, o si se quiere, los estudiantes fracasarían en la resolución de ciertos problemas porque no poseen el conocimiento conceptual necesario para resolverlos correctamente. Este conocimiento conceptual es un tipo de conocimiento esquemático, el cual implica, precisamente, operar con las relaciones semánticas descritas en el texto del problema. En el nivel más alto de competencia, el esquema del problema permite establecer relaciones semánticas que proyectan la información textual del enunciado en un esquema parte-todo. Esto significa conocer que, de los tres conjuntos que aparecen en el texto del problema de una operación, uno actúa como el “todo” y los otros dos como las “partes” dentro de una estructura parteparte-todo (véase más adelante). Otros autores (e.g. Cummins et al., 1988; Kintsch y Greeno, 1985) han propuesto modelos más complejos en los que la comprensión textual interactúa con la construcción de la representación del problema en términos de conjuntos y sus interrelaciones. En este caso, el procesamiento textual y el conocimiento conceptual se integran para comprender y resolver un problema. Así, Kintsch y Greeno (1985) plantean que desde el texto del problema se deriva una representación textual “dual” en la que se puede distinguir, al igual que ocurre en la comprensión de textos (Kintsch, 1988, 1998; van Dijk y Kintsch, 1983), dos componentes: una estructura proposicional de la información descrita en el enunciado o texto base, donde se representan sus aspectos superficiales y semánticos, y un modelo de la situación, que se denomina modelo del problema, en el que se incluiría la información que se infiere desde la base de conocimientos que se posee sobre el mundo y sobre los problemas aritméticos, y se excluiría, si se diera el caso, aquella información del texto base que no se necesite para resolver el problema. En este sentido, los problemas que implican algo más que la aplicación de una operación para su resolución, bien porque contienen información superflua o porque omiten información necesaria, se resolverían desde la construcción del modelo del problema. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 83 En una extensión de estos modelos basados en la comprensión textual, Reusser (1988, 1990) ha propuesto un modelo que introduce un paso intermedio entre el texto base y el modelo del problema, el cual denomina modelo de la situación episódico o modelo mental de la situación denotada por el texto del problema. Este paso guiaría la comprensión de los acontecimientos específicos de la historia presentada en el problema, tales como la estructura temporal de las acciones o las intenciones de los actores implicados. En palabras del autor “los problemas situacionales se organizan en torno a algún protagonista con ciertas necesidades, motivos y propósitos, y que está implicado en ciertas interacciones con coactores, objetos e instrumentos” (Reusser, 1988, p. 480), y que para resolver el problema “se debe convertir en transparente la estructura funcional y temporal de la acción” (p. 493). Supondría entonces un acceso al conocimiento del mundo real para entender el enunciado del problema. En definitiva , para resolver un problema hay que desencadenar una serie de estrategias que permitan crear una representación del mismo; en este proceso interactúan distintos tipos de conocimientos como lingüísticos, del mundo y matemáticos. Una vez analizado lo que supone resolver un problema vamos a analizar algunos de los factores mencionados más atrás que pueden influir en que algunos estudiantes fracasen en la resolución de problemas. Consideraremos en primer lugar los centrados en el aprendiz para después analizar los centrados en el contexto. Factores centrados en el aprendiz: estrategias y conocimientos Como hemos visto, para resolver un problema hay que desencadenar una serie de estrategias que permitan crear una representación del mismo, y en este proceso interactúan distintos tipos de conocimientos como lingüísticos, del mundo y matemáticos. En este sentido, una parte importante de las dificultades que presentan los estudiantes en la resolución de problemas pueden deberse precisamente a las dificultades que tienen para comprender los enunciados. De hecho, algunos autores sugieren que muchos alumnos y alumnas no intentan basar la resolución del problema en la comprensión del mismo; simplemente se saltan este paso y se embarcan directamente a realizar cálculos con los números que aparecen en el International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 84 enunciado (Verschaffel y De Corte, 1997). Utilizan lo que estos autores denominan estrategias superficiales para resolver problemas. Posiblemente la estrategia superficial más comúnmente utilizada sea la estrategia de la palabra clave (Hegarty et al., 1995; Nesher y Teubal, 1975; Verschaffel, De Corte y Pauwels, 1992). En este caso los estudiantes seleccionan palabras claves aisladas del texto que asocian con una operación determinada sin tener en cuenta una representación global de la situación del problema. Por ejemplo, las palabras “juntos” o “ganar” se asociarían con una suma, mientras que “menos que” o “perder” se asociarían con la operación de restar. Esta estrategia tiene “éxito” cuando los alumnos de enfrentan a ciertos problemas, pero fracasa con otros, como veremos más adelante. Otras estrategias superficiales descritas pueden ser aún más dramáticas. Por ejemplo, los estudiantes pueden guiarse por lo números que aparecen en el problema para decidir la operación. Así, si los números son 78 y 54 se podría pensar en una suma o una multiplicación, pero si son 78 y 3 la operación más probable sería la división, infiriendo las operaciones a partir del tamaño de los números, como así ha sido recogido por Sowder (1978). O bien seleccionar los números y dejarse guiar por la operación más reciente enseñada en clase o simplemente ejecutar una operación con la que uno se siente más competente. Incluso cuando los problemas introducen información numérica irrelevante esta tiende a ser utilizada en las operaciones ejecutadas por los estudiantes (Littlefield y Rieser, 1993). En cualquier caso, todas estas estrategias tienen en común un estilo impulsivo y precipitado de los estudiantes cuando se enfrentan a la resolución de problemas, con la ausencia de una lectura cuidadosa del problema que les permita acceder a una representación de la situación denotada en el enunciado. Añadido al problema de las estrategias, el conocimiento conceptual también puede tener un rol importante en el proceso de resolución de problemas, como hemos podido comprobar al revisar los modelos. La idea fundamental que queremos plantear es que diferentes tipos de problemas de estructura aditiva necesitan diferente conocimiento conceptual (y estrategias), o, para ser más precisos, el grado de dificultad de los problemas viene marcado por el tipo de conocimiento conceptual implicado en la International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 85 resolución de los mismos. Por lo tanto, antes de entrar a considerar la influencia de este conocimiento conceptual, es necesario clarificar la existencia de distintos tipos de problemas. Decimos que los conocimientos (y estrategias) están mediatizados por el grado de dificultad de los problemas el cual depende fundamentalmente de su estructura semántica. Así, ciertos problemas necesitarán estrategias más sofisticadas y conocimientos más avanzados, mientras que en otros ocurrirá lo contrario. Veamos el análisis de esta variable en los problemas con estructura aditiva. A pesar de que tradicionalmente se ha analizado la influencia que las variables superficiales del problema, como el número de palabras o la complejidad sintáctica entre otras, tienen en la capacidad de los alumnos y alumnas para resolver problemas, en los últimos veinte años el foco de la investigación se ha centrado en las características de la tarea relacionadas con la estructura semántica de los problemas, ya que esta variable tiene una influencia directa en la relativa dificultad de tales problemas. Los problemas verbales aritméticos pueden ser considerados genuinos textos, esto es, auténticas entidades discursivas (Orrantia, 1993; Reusser, 1990), y como tales poseen una estructura (superestructura en términos de la comprensión del discurso, véase Van Dijk y Kintsch, 1983) que representa las relaciones semánticas básicas entre las cantidades que aparecen en el problema. En este sentido, podemos hablar de distintos tipos de problemas en función de su estructura semántica, es decir, de las posibles relaciones que se establecen entre los conjuntos que aparecen en el enunciado. Se han propuesto diferentes esquemas de clasificación para los problemas de suma y resta de una operación (Carpenter y Moser, 1982; Fuson, 1992; Nesher, Greeno y Riley, 1982; Riley y Greeno, 1988; Riley, Greeno y Heller, 1983; Vergnaud, 1982). Quizás la clasificación más utilizada haya sido la propuesta por Riley y colaboradores, en la que distinguen tres categorías básicas de problemas: cambio, combinación y comparación (véase Tabla 1). Los problemas de cambio parten de una cantidad a la que se añade o quita algo para dar como resultado una cantidad mayor o menor. Los problemas de combinación y comparación parten de dos cantidades que se combinan o comparan para producir una International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 86 tercera. Los problemas dentro de cada una de estas categorías reflejan el mismo tipo de acciones o relaciones, pero, dado que los problemas incluyen tres cantidades, una de las cuales es la desconocida, en cada categoría podemos identificar diferentes tipos de problemas dependiendo de la identidad de la cantidad desconocida. Así, en los problemas de cambio donde se produce un cambio sobre una cantidad inicial para dar un resultado, la cantidad desconocida puede ser el resultado, el cambio o la cantidad inicial; dado que el cambio puede ser añadir o quitar, encontraríamos seis tipos de problemas de esta categoría. De la misma manera, en los problemas de comparación la cantidad desconocida puede ser el conjunto de referencia, el de comparación o la _____________________________________________________________________________ _______ Cambio 1 Cambio 2 Juan tenía 3 canicas. Juan tenía 8 canicas. En una partida ha ganado 5 canicas. En una partida ha perdido 5 canicas. ¿Cuántas canicas tiene Juan ahora? ¿Cuántas canicas tiene Juan ahora? Cambio 3 Cambio 4 Juan tenía 3 canicas. Juan tenía 8 canicas. En una partida ha ganado algunas canicas. En una partida ha perdido algunas canicas. Ahora Juan tiene 8 canicas. Ahora Juan tiene 3 canicas. ¿Cuántas canicas ha ganado? ¿Cuántas canicas ha perdido? Cambio 5 Cambio 6 Juan tenía algunas canicas. Juan tenía algunas canicas. En una partida ha ganado 5 canicas. En una partida ha perdido 5 canicas. Ahora Juan tiene 8 canicas. Ahora Juan tiene 3 canicas. ¿Cuántas canicas tenía? ¿Cuántas canicas tenía? Comparación 1 Comparación 2 Juan tiene 5 canicas. Juan tiene 8 canicas. Pedro tiene 8 canicas. ¿Cuántas canicas tiene Pedro más que Juan? Pedro tiene 3 canicas. ¿Cuántas canicas tiene Pedro menos que Juan? International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 87 Comparación 3 Comparación 4 Juan tiene 3 canicas. Juan tiene 8 canicas. Pedro tiene 5 canicas más que Juan. Pedro tiene 5 canicas menos que Juan. ¿Cuántas canicas tiene Pedro? ¿Cuántas canicas tiene Pedro? Comparación 5 Comparación 6 Juan tiene 8 canicas. Juan tiene 3 canicas. Él tiene 5 más que Pedro. Él tiene 5 menos que Pedro. ¿Cuántas canicas tiene Pedro? ¿Cuántas canicas tiene Pedro? Igualación 1 Igualación 2 Juan tiene 5 canicas. Juan tiene 5 canicas. Pedro tiene 8 canicas. Pedro tiene 8 canicas. ¿Cuántas canicas tiene que ganar Juan para ¿Cuántas canicas tiene que perder tener las mismas que Pedro? Pedro para tener las mismas que Juan? Igualación 3 Igualación 4 Juan tiene 5 canicas. Pedro tiene 8 canicas Si tuviera 3 canicas más tendría las mismas que Si tuviera 3 canicas menos tendría las mismas Pedro ¿Cuántas canicas tiene Pedro? que Juan. ¿Cuántas canicas tiene Juan? Igualación 5 Igualación 6 Pedro tiene 8 canicas. Juan tiene 5 canicas. Si Juan tuviera 3 canicas más tendría las Si pedro tuviera 3 canicas menos tendría las mismas que Pedro. mismas que Juan ¿Cuántas canicas tiene Juan? ¿Cuántas canicas tiene Pedro? Combinación 1 Combinación 2 Juan tiene 3 canicas. Juan y Pedro tienen 8 canicas entre los dos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 88 Pedro tiene 5 canicas Juan tiene 3 canicas (o Pedro tiene 5 canicas). Cuántas canicas tiene entre los dos? ¿Cuántas canicas tiene Pedro (o Juan)? Tabla 1. Tipos de problemas con estructura aditiva diferencia, y puesto que el conjunto de referencia puede ser el mayor o el menor, también encontraríamos seis tipos de problemas de comparación. Y en las situaciones de combinación podemos desconocer una parte, otra parte o el todo; pero en este último caso, dado que no existe ninguna diferencia conceptual entre cada una de las partes (De Corte y Verschaffel, 1987), se suelen considerar solamente dos tipos de situaciones de combinación: la que pregunta por el todo o por una de las partes. Por lo tanto, se identifican catorce tipos de problemas diferentes con estructura aditiva. Algunos autores (Carpenter y Moser, 1982; Fuson, 1992) han propuesto una categoría adicional que puede considerarse una “mezcla” de las categorías de cambio y comparación; son los problemas de igualación, en los que la relación comparativa entre dos cantidades no se expresa de forma estática (como en los problemas de comparación) sino dinámicamente (véase Tabla 1). Es fácil imaginar que los distintos tipos de problemas ofrecen diferentes grados de dificultad en su resolución. Así, uno de los resultados más recurrentes ha sido que los problemas de comparación son los más difíciles de resolver (Bermejo, Lago y Rodríguez, 1994; Carpenter y Moser, 1982; De Corte y Verschaffel, 1987; Orrantia, Morán y Gracia, 1997b). Sin embargo, más que la propia estructura semántica, parece jugar un papel más importante el lugar que ocupa la cantidad desconocida (Fuson, 1992). Este factor hace que podamos distinguir entre problemas con un lenguaje consistente y con un lenguaje inconsistente o conflictivo. En los primeros los términos del enunciado (por ejemplo, “ganar” o “más que” coinciden con la operación a realizar (una suma, como en cambio 1 o comparación 3), mientras que en los segundos, los términos entran en conflicto con la operación (aparece “ganar” o “más que” y hay que hacer una resta, como en cambio 5 o comparación 5). Pero lo más importante a efectos de este trabajo es que lo que diferencia ambos tipos de problemas es el conocimiento conceptual implicado en cada un o de ellos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 89 Así, los problemas consistentes se pueden resolver a partir del modelado directo, construyendo el modelo de la situación del problema secuencialmente, proposición por proposición, tal como se presentan en el texto del problema. De esta manera, los conocimientos requeridos para este tipo de problemas no van más allá del uso de ciertas formas de relaciones numéricas de carácter protocuantitativo, que integradas con los principios básicos del conteo permiten el desarrollo de estrategias de conteo apropiadas para resolver este tipo de situaciones problemáticas (véase Orrantia, 1997a y b). Es más, la estrategia de la palabra clave puede ser funcional con este tipo de problemas. La resolución de los problemas inconsistentes, sin embargo, requieren proyectar la información textual del enunciado a un esquema parte-todo, como mencionábamos más atrás. Esto significa conocer que, de los tres conjuntos que aparecen en el texto base, uno actúa como el “todo” y los otros dos como las “partes” dentro de una estructura parte-parte-todo. Tomemos como referencia el siguiente problema de comparación: “Juan tiene 8 canicas; él tiene 3 más que Pedro; ¿cuántas canicas tiene Pedro?”. Los tres conjuntos mencionados son el conjunto referente (las canicas de Pedro), que ha sido comparado a otro, el conjunto comparado (las canicas de Juan), y la diferencia entre los dos conjuntos, el conjunto diferencia. Desde las proposiciones de la segunda frase del enunciado se infiere si el conjunto referente es el conjunto mayor y el conjunto comparado es el menor, o viceversa, de tal forma que, desde un esquema parte-todo, se conoce que “conjunto menor = conjunto mayor - conjunto diferencia” o “conjunto mayor = conjunto menor + conjunto diferencia”, y así transformar la información textual en una ecuación matemática. En el problema que nos ocupa, y con la ayuda de esta transformación matemática (Stern, 1993), se infiere que el conjunto comparado es el mayor y el conjunto referente (el desconocido) es el menor, y así decidir hacer una resta. Algo similar podemos decir con los problemas de cambio más difíciles, aquellos en los que se pregunta por el conjunto inicial (cambio 5 y 6). Su resolución implica algún tipo de “reversibilidad de las operaciones mentales” (Briars y Larkin, 1984). Por ejemplo, en un problema de cambio añadiendo del tipo “conjunto inicial desconocido + conjunto cambio = conjunto final” (“Juan tenía algunas canicas; entonces ganó tres en una partida; ahora tiene ocho canicas; ¿cuántas tenía antes de la partida?”), su resolución implica identificar el conjunto inicial desconocido como más pequeño que el conjunto International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 90 final; por ello, se podría resolver partiendo del conjunto final, al que se le quita las canicas ganadas para saber cuántas tenía en el conjunto inicial. Esta inversión, al igual que en los problemas de comparación, implica entender la naturaleza recíproca entre la suma y la resta, y las relaciones parte-todo que se establecen en cualquier triada numérica, base para la comprensión de la composición aditiva de los números. Es importante no confundir el conocimiento de estas relaciones parte-todo con la estructura parte-todo característica de los problemas de combinación. No se trata de convertir, en el modelo de la situación del problema, los problemas de cambio o comparación en un problema de combinación parte-parte-todo. Más bien, este tipo de conocimiento conceptual tiene que ver con el esquema parte-todo característico de relaciones numéricas avanzadas (véase una discusión similar en Fuson, Carroll y Landis, 1996). En unos trabajos recientes nuestros (Orrantia, 2003; Orrantia y Vicente, en preparación) hemos analizado la importancia de este conocimiento conceptual en el proceso de resolución de problemas. Para ello, tuvimos en cuenta el acceso al conocimiento conceptual en el propio proceso de resolución de problemas, esto es, de qué manera los niños operaban con relaciones cuantitativas parte-todo cuando estaban resolviendo los problemas. El procedimiento que utilizamos está basado en el concepto de resistencia a la instrucción (Sánchez, 1989; Orrantia y Sánchez, 1994; Orrantia, Morán y Gracia, 1997a, 1998), es decir, la mayor o menor capacidad de un alumno o alumna para aprovechar la ayuda externa proporcionada por alguien más experto en un proceso de resolución conjunta de la tarea propuesta. Este procedimiento supone que en la medida en que alguien que presenta más o menos dificultades para resolver la tarea necesite más ayuda en un proceso concreto de la misma, ese proceso puede ser considerado un candidato para explicar las dificultades. Nuestra hipótesis era que la mayor resistencia a la instrucción se produciría en aquellos procesos en los que los alumnos tuvieran que acceder a un conocimiento conceptual más avanzado para resolver ciertos problemas. Hipótesis que fue confirmada por los resultados, ya que los problemas más difíciles de cambio y comparación, es decir, los inconsistentes, son los que demandaron más ayudas de los instructores, ayudas que se concentraron fundamentalmente en aquellos procesos en los alumnos tenían que operar con las relaciones parte-todo. A la luz de estas ideas es fácil imaginar que si se mejora el acceso al conocimiento conceptual mejoraría la resolución de problemas. Esta cuestión se puede considerar International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 91 desde diferentes planteamientos, como por ejemplo intervenir directamente en los alumnos para que operen con relaciones parte-todo. En nuestro caso hemos optado por una metodología diferente, consistente en re-escribir los enunciados de los problemas para hacer más explícitas estas relaciones parte-todo. De hecho, este es un planteamiento metodológico llevado a cabo por diferentes trabajos en las décadas de los ochenta y noventa (Cummins, 1991; Cuumins, Kintsch, Reusser y Weimer, 1988; Davis-Dorsey, Ross y Morrison, 1991; De Corte, Verschaffel y De Win, 1985; Hudson, 1983; Staub y Reusser, 1992; Stern y Lehrndorfer, 1992). Generalmente hablando, estos trabajos sobre reescritura pueden dividirse en dos grandes grupos. Por un lado, y en consonancia con lo que venimos diciendo, aquellos interesados en explicitar las relaciones semánticas entre los conjuntos implicados en la situación problemática. Por otro lado, los estudios dedicados a hacer más comprensible la situación en la que el problema está inserto, de manera que se centran más en otros conocimientos (no conceptuales) más relacionados con lo que más atrás al describir los modelos de resolución llamábamos modelo de la situación o modelo episódico de la situación (Reusser, 1990). En nuestro caso, en un reciente trabajo (Vicente, Orrantia y Verschaffel, en revisión) hemos aplicado esta metodología de reescritura atendiendo a las dos variables mencionadas. Así, los problemas fueron reescritos bien para hacer más explícitas las relaciones parte-todo, o bien para hacer más explícito el modelo de la situación episódica del problema desde el punto de vista del modelo de Reusser. Para ello, tomamos como referencia un problema de dos operaciones con estructura semántica de cambio, por ser esta estructura la que mejor permite una reescritura situacional. Este problema fue presentado en dos versiones: fácil (consistente) y difícil (inconsistente), a un grupo de alumnos de tercero, cuarto y quinto curso de E. Primaria. La reescritura situacional añadió al texto marcadores de la estructura temporal, causal e intencional de la situación denotada por el texto del problema, mientras que la reescritura conceptual reflejó explícitamente el conjunto “todo” dentro de las relaciones parte-todo Los resultados obtenidos fueron dobles. En primer lugar, y en consonancia con los estudios previos, la reescritura conceptual supuso significativamente más problemas resueltos correctamente que la versión estándar y situacional, pero sólo para los International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 92 problemas difíciles, no para los fáciles. Y este efecto facilitador fue más evidente para los alumnos más jóvenes, esto es, los de tercero, aunque los demás cursos también se vieron beneficiados por este tipo de reescritura. En segundo lugar, la reescritura para crear un modelo de la situación más enriquecido no resultó en una mejora de la ejecución de los estudiantes, o incluso en algunos casos fue hasta contraproducente respecto a la versión estándar. Una explicación plausible para este resultado puede encontrarse en que este tipo de reescritura dio como resultado un texto del problema mucho más largo, organizado en una estructura más completa pero probablemente también más compleja. De todas formas, otra posible explicación la podemos encontrar en el tipo de problemas a los que los alumnos están más acostumbrados a enfrentarse, en los que la información generalmente es más aséptica, incluyendo fundamentalmente los datos y la pregunta, aspecto este que vamos a revisar a continuación. En definitiva, entre los factores que pueden explicar las dificultades que muchas veces encuentran los alumnos la resolución de problemas aritméticos, destacamos el tipo de estrategias y conocimientos que tienen que poner en marcha cuando se enfrentan a los problemas. Sin embargo, no son los únicos factores responsables. Muchas veces los contextos educativos en los que se desarrolla el aprendizaje de la aritmética pueden tener relación con el fracaso más allá de las variables propias del aprendiz. Factores centrados en el contexto Como mencionábamos más atrás, entre los factores contextuales que pueden influir en cómo los alumnos se enfrentan a la resolución de problemas destacamos tres: los materiales curriculares, los conocimientos y creencias de los profesores, y la interacción profesor-alumnos cuando resuelven problemas. Por lo que se refiere la los materiales, los estudiantes dedican buena parte de su tiempo en las aulas a trabajar con materiales preparados, entre los que el libro de texto juega un papel fundamental. Por lo tanto, tales materiales son una parte importante del contexto de enseñanza y aprendizaje. A pesar de que los trabajos relacionados con los libros de texto generalmente no han establecido un vínculo directo con el aprendizaje de los alumnos, su análisis permite tener una visión de su potencial efecto, especialmente si tenemos en cuenta que, por lo que se refiere al área de matemáticas, las prácticas International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 93 educativas de los profesores están enormemente influenciadas por los libros de texto (Cooney, 1985; Clark, 1979; Haggaty y Pepin, 2002; Millett y Johnson, 1996; NCTM, 1989; Schmidt y cols., 1997; Stray, 1994). Es más, como señalan Nathan y Koedinger, 2000), los libros de texto pueden ser una fuente de influencia sobre los conocimientos y creencias de contenido pedagógico de los profesores; como afirman los autores, la utilización de los libros para estructurar diariamente las clases puede llevar a los profesores a interiorizar la visión de las matemáticas que conllevan implícitamente los libros. Existen trabajos que han analizado los problemas en los libros de texto como una ventana a través de la cual ver las experiencias que los estudiantes tienen con este particular contenido (Carter, Li y Ferrucci, 1997; De Corte, Verschaffel, Janssens y Joillet, 1985; Fuson, Stigler y Bartsch, 1988; Li, 2000; Mayer, Sims y Tajika, 1995; Reusser, 1988;Schoenfeld, 1991; Stigler, Fuson, Ham y Kim, 1986; entre otros). Aunque algunos de estos trabajos han sido desarrollados en el contexto de estudios comparativos entre los libros utilizados en distintos países (especialmente occidentales y orientales), de todos ellos se pueden extraer algunas características que pueden ayudarnos a entender las prácticas educativas que se pueden estar promoviendo en las aulas. Así, los problemas que aparecen en los libros de texto tienden a ser agrupados y formulados de tal forma que la utilización de estrategias superficiales puede llevar a una ejecución correcta del problema. Por ejemplo, en algunos casos se promueve la utilización de la estrategia de la palabra clave resaltando estas palabras en el propio texto del problema; en otros, la estrategia puede ser derivada implícitamente a partir de la “dieta” más o menos esteriotipada de los tipos de problemas presentados. Los problemas desafiantes, con información superflua o con datos necesarios omitidos, son poco habituales, de tal manera que los estudiantes infieren que resolver un problema implica hacer algo con (todos) los números que aparecen en el enunciado. Además, los contextos en los que aparecen los problemas son más bien esteriotipados, lo que los convierte en poco estimulantes y motivantes, llevando a los estudiantes a considerar estos contextos como algo irrelevante para la resolución de la tarea. Incluso contextos “realistas” en los que hay que hacer uso de conocimientos del mundo real son poco International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 94 habituales, y cuando aparecen, los estudiantes tienden a obviarlos (ver para esta última cuestión Verschaffel, Greer y De Corte, 2000). Por lo tanto, los libros de texto, como material curricular habitualmente utilizado por profesores y alumnos, pueden ser un reflejo del tipo de contenidos que se están promoviendo en las aulas en relación a la resolución de problemas. En nuestro caso, y dado que en nuestro país no contamos con muchos estudios que analicen los libros desde la perspectiva que estamos proponiendo, llevamos a cabo un análisis de los problemas que aparecen en los libros de texto publicados por tres de las editoriales más representativas de nuestro país (Orrantia, Gonzáles y Vicente, 2005). Nuestra intención no fue hacer un análisis comparativo de estos textos, sino más bien presentar un panorama más o menos amplio de los problemas a los que los alumnos se enfrentan habitualmente en las aulas, con el ánimo de que, a partir de este análisis, pudiéramos tener una visión del tipo de prácticas educativas que se pueden estar promoviendo. Los problemas fueron categorizados en base a su estructura semántica atendiendo a las dimensiones sugeridas por los trabajos previos y que ya hemos expuesto más atrás. Además, tuvimos en cuenta el análisis de problemas que fueran más allá de la ejecución de una operación para llegar al resultado, como problemas que omiten o añaden información o situaciones en las que los alumnos tienen que inventar preguntas, datos o problemas completos. Y, por último, categorizamos los problemas en relación al contexto situacional en el que aparecen, ya que esta cuestión ha sido escasamente estudiada, no sólo en nuestro país sino también fuera de nuestras fronteras. Los resultados encontrados son los siguientes. Por lo que se refiere a los tipos de problemas que aparecen en los libros, quizás el aspecto más relevante sea la relación que existe entre los problemas más frecuentes y el grado de dificultad de los mismos según lo planteado desde las distintas investigaciones sobre el tema. Así, los problemas más numerosos corresponden con los más sencillos de resolver, como es el caso de los problemas de combinación 1, comparación 1, o los de cambio 1 y 2. Estos problemas no requieren un conocimiento conceptual avanzado en el que haya que establecer las relaciones semánticas descritas en el texto del problema, sino que su resolución se puede llevar a cabo entendiendo premisa por premisa secuencialmente, tal como se presenta en el texto del problema. En este caso, la creación de una representación (comprensión) de la situación problemática no es estrictamente necesaria. Es más, la International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 95 resolución de estos problemas se podría llevar a cabo aplicando lo que más atrás hemos denominado estrategias superficiales, ya que la selección de los datos con ciertas palabras clave (ganar, gastar, juntos…) puede ser suficiente para resolver el problema sin necesidad de una comprensión profunda del enunciado. Algo similar podemos decir de otro de los tipos de problemas que más aparecen en los libros, como los problemas de combinación 2. Aunque su resolución no pueda ser llevada a cabo directamente a partir de estrategias superficiales, tampoco necesitan de un conocimiento conceptual muy desarrollado (Carpenter, Hiebert y Moser, 1981; Fuson, 1992; Orrantia, 2003). Por lo tanto, los problemas más numerosos que aparecen en los libros son aquellos que resultan más sencillos de resolver para los alumnos desde el punto de vista de su estructura semántica. Pero no es la estructura semántica la única variable que hace que los problemas sean sencillos. También hemos podido comprobar que los problemas “desafiantes” que vayan más allá de la selección de los datos y la operación son escasos. Así, problemas con datos omitidos o extra son poco numerosos, y cuando aparecen lo hacen en contextos en los que es fácil anticipar que faltan o sobran datos, ya que el propio texto lo especifica. De hecho, este tipo de problemas son prácticamente nulos fuera del apartado de resolución de problemas que proponen los libros. En este contexto es fácil imaginar que los estudiantes sencilla y razonadamente infieren que resolver un problema implica hacer algo con (todos) los números dados en el enunciado. Y si además los problemas se pueden resolver con estrategias superficiales, el tipo de estrategias que se están promoviendo distan mucho de las que son necesarias para llevar a cabo una comprensión profunda del enunciado. Es verdad que estas estrategias sirven para resolver los problemas que precisamente aparecen en lo libros de texto, pero la investigación nos demuestra constantemente que los estudiantes fracasan en la resolución de problemas, precisamente cuando los problemas precisan de hacer algo más que seleccionar los datos y buscar alguna palabra que me permita llegar a una operación. Este carácter esteriotipado de los problemas también lo hemos comprobado desde el análisis del contexto situacional en el que se presentan. Los problemas se formulan en contextos muy estándar en los que la información se presenta en premisas muy precisas con datos y preguntas. Quizás este sea el motivo por el que nuestro estudio de reescritura en el que se hace más explícito el modelo episódico de la situación no haya International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 96 arrojado resultados positivos. En realidad los alumnos no están acostumbrados a enfrentarse a este tipo de problemas. Este contexto nos lleva a plantear cuál es el verdadero rol que los problemas tienen en los libros de texto. ¿Realmente los problemas son presentados para poner en marcha estrategias de resolución de problemas, o más bien tienen una función más relacionada con el ejercicio de las operaciones aritméticas que se están enseñando?. Lógicamente, no tenemos una respuesta concluyente para esta cuestión, pero sí que nos atrevemos a considerar que una parte importante de los problemas están más orientados a ejercitar ciertas operaciones aprendidas que a promover estrategias de resolución. Bien es verdad que es más positivo que el ejercicio de las operaciones se plantee desde el contexto de situaciones problemáticas que el plantear listas y listas de operaciones algorítmicas como práctica de las mismas. Pero también es verdad que los problemas deben tener un fin en sí mismos como objetivo a desarrollar en los contenidos de aritmética. En definitiva, desde los diferentes aspectos analizados podemos constatar que los problemas que habitualmente aparecen en los libros de texto presentan una naturaleza altamente esteriotipada en la que no es necesario poner en marcha sofisticadas estrategias que permitan llagar a la resolución, lo que nos lleva a replantear su rol en el proceso de enseñanza y aprendizaje de aritmética. Y lo que nos lleva, también, a entender en cierta medida la discrepancia que existe entre la ejecución de operaciones y resolución de problemas. Además de los materiales curriculares, otro factor contextual que puede tener una estrecha relación con la manera en que los estudiantes se enfrentan a la resolución de problemas se relaciona con el pensamiento del profesor, tanto en lo que se refiere a los conocimientos que estos tienen como a sus creencias. Cuando se habla de la construcción del conocimiento, aceptamos la idea de que las personas aprendemos participando de forma activa en nuestros aprendizajes y dando sentido al mundo a partir de nuestros conocimientos y creencias ya existentes. En este sentido, el aprendizaje de los profesores no es una excepción. Los profesores interpretan las experiencias docentes a través de los filtros de su conocimiento y sus creencias. Y, lo que es más importante, este conocimiento y estas creencias son las que determinan, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 97 en muchas ocasiones, las formas de actuar en las aulas cuando se trata de diseñar cualquier situación de enseñanza-aprendizaje. Recientemente, Putnam y Borko (2000) han recogido tres grandes categorías de conocimiento y creencias de los profesores: el conocimiento pedagógico general, el conocimiento de la materia de la asignatura y el conocimiento de contenido pedagógico. La mayor parte de las investigaciones más recientes han girado alrededor de la tercera categoría (acuñada por Shulman, 1986, 1987), referida a los conocimientos y creencias que los profesores tienen sobre cómo se representan la materia y la forma en que la hacen más accesible a los aprendices. En este sentido, y para los propósitos de nuestra reflexión, nos interesan los trabajos que van más allá del estudio de los conocimientos y las creencias per se, aquellos que se centran en el efecto que tienen los conocimiento y creencias sobre los aprendizaje de los estudiantes. En esta línea se han desarrollado diferentes trabajos relacionados con las matemáticas (Carpenter, Fennema, Peterson y Carey, 1988; Fenema y Loef, 1992; Leinhardt, 1988; Peterson, Fennema, Carpenter y loef, 1992; Nathan y Koedinger, 2000; Putnam, Heaton, Prawat y Remillard, 1992; Staub y Stern, 2002) que plantean que ciertos conocimientos y creencias relacionadas con una visión de la aritmética y la resolución de problemas próxima a la transmisión directa del conocimiento y con planteamientos menos constructivistas podrían afectar a los resultados el aprendizaje de los estudiantes. En nuestro caso, hemos llevado a cabo recientemente un trabajo en el que hemos analizado los conocimientos y creencias sobre la resolución de problemas de un amplio grupo de profesores de Primaria (Orrantia y González, en preparación). Para ello, aplicamos un cuestionario de creencias adaptado al castellano de Fennema, Carpenter y Loef (1990). El cuestionario, de 48 items que se respondían en una escala tipo Likert, fue diseñado para evaluar las creencias de los profesores hacia una orientación constructivista o hacia una orientación de transmisión directa del conocimiento. Además, también analizamos el conocimiento de contenido pedagógico a través de un test de dificultad de problemas, en el que los profesores debían identificar, desde pares de problemas aditivos, cuál sería más difícil para sus alumnos y argumentar el porqué de sus respuestas. Junto con estos instrumentos también se aplicó un cuestionario sobre su práctica educativa (años de experiencia, cómo son sus clases, utilización de libros de texto…). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 98 Los resultados, tomados globalmente, muestran que los años de experiencia se relacionan con las creencias y conocimientos de los profesores. Así, hemos podido comprobar que los profesores con más de veinte años de experiencia son los que muestran una orientación más constructivista y tienen más conocimientos de los tipos de problemas. Incluso hemos comprobado que los que tienen puntuaciones más altas en el test de dificultad de problemas muestran una orientación más constructivista. No deja de ser curiosa esta compleja relación entre conocimientos, creencias y años de experiencia. Que la experiencia suponga tener más conocimiento de los distintos tipos de problemas entra dentro de la lógica, pero que el sistema de creencias esté mediatizado por la experiencia es algo que no hemos encontrado en los estudios revisados sobre el tema. Sí que contamos con estudios que también han relacionado conocimientos con creencias, como el de Peterson et al. (1989), que plantean desde su trabajo que los profesores con una orientación más constructivista tienen más conocimiento sobre los tipos de problemas (utilizando una prueba similar a la nuestra), y además sus alumnos obtienen mejores resultados en resolución de problemas que los alumnos de profesores menos constructivistas, pero no obtienen mejores resultados en pruebas de cálculo. Estos resultados de Peterson y colaboradores son interesantes, ya que la orientación constructivista evaluada a partir de nuestro cuestionario de creencias prima la resolución de problemas frente al cálculo. ¿Quiere esto decir, entonces, que los profesores con más experiencia tienden a favorecer la resolución de problemas frente al cálculo? Sería tentativo pensar que esto pueda ser así,, lo que nos llevaría a plantearnos que la formación de aquellos profesores que inician su andadura en la enseñanza de las matemáticas debería plantear la resolución de problemas en relación al cálculo. No quiere decir esto que el cálculo no sea importante, sino otorgarle un mayor papel al proceso de resolución de problemas. Por otro lado, y quizás en relación con lo que estamos planteando, también hemos podido comprobar una posible relación entre la utilización del libro de texto y los resultado obtenidos en las pruebas de conocimientos y creencias. Así, los profesores que dicen utilizar menos el libro de texto son los que presentan una orientación más constructivista en el cuestionario de creencias. Y unido a esto, los que plantean una International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 99 mayor utilización del libro de texto son los que puntúan más bajo en el test de dificultad de problemas respecto a los que estiman que sus clases están menos mediatizadas por la utilización de los libros de texto. Nuevamente resulta tentador considerar que las creencias y conocimientos de los profesores estén en parte mediatizados por la utilización de los libros de texto. No existen muchos estudios que consideren esta influencia tan directa. Quizás el que más explícitamente lo plantee sea el trabajo de Nathan y Koedinger (2000), quienes establecen una relación directa entre los libros y los conocimientos y creencias de los profesores. En este contexto, nuestro análisis de los libros de texto expuesto más atrás ha revelado el carácter esteriotipado de los problemas y su posible utilización como mero ejercicio de las operaciones de cálculo. No sabemos si sería entonces descabellado pensar que los libros puedan ejercer una influencia en aquellos que los utilizan. Influencia que lleve a fomentar ciertas creencias relacionadas con la transmisión directa y con el fomento del cálculo frente a la resolución de problemas. Y no sólo esto, sino que el tipo de problemas que se promueven desde los libros no de lugar a un conocimiento de los diferentes tipos de problemas y su grado de dificultad. De todas formas, y al igual que pensamos del estudio de Nathan y Koedinger, de momento no contamos con argumentos sólidos para llegar a plantear una influencia directa de los libros en los conocimientos y creencias de los profesores. Para terminar, nos gustaría considerar brevemente un último factor del contexto de enseñanza y aprendizaje que puede tener influencia en la manera en que los estudiantes se enfrentan a los problemas, como es la interacción profesor-alumnos dentro del aula. En el trabajo anterior relacionado con las creencias y conocimientos es un análisis indirecto de las prácticas educativas, puesto que no es lo mismo lo que el profesor piensa o dice que hace y lo que hace realmente. En este sentido, en una serie de trabajos recientes hemos llevado a cabo un análisis directo de lo que los profesores hacen en las aulas cuando resuelven problemas con sus alumnos (Orrantia el al. 2006). En este caso, nuestro interés se ha centrado en los recursos lingüísticos empleados por profesores y alumnos durante la interacción en situaciones concretas de enseñanzaaprendizaje en la tarea de resolución de problemas. Concretamente, en estos trabajos hemos desarrollado un sistema de análisis que nos permite describir con una cierta International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 100 precisión qué es lo que se hace en las aulas y qué se podría llegar a hacer. De forma más precisa, el sistema de análisis permite desentrañar dos cuestiones básicas. En primer lugar, qué es lo que se hace público durante la interacción entre el profesor y sus alumnos. Esto es, de todo aquello que se hace durante la interacción qué es lo que se llega a compartir conjuntamente por todos los participantes. Algo que, si tenemos presente qué supone resolver un problema aritmético, nos permite valorar la relevancia de la información que se hace pública, esto es, hasta qué punto sigue las pautas del elaborado y estratégico proceso de resolución de problemas expuesto más atrás, o más bien sigue un proceso menos estratégico basado en la transmisión directa. En segundo lugar, quién es el responsable de la elaboración de esos conocimientos públicos. O lo que es lo mismo, de la información que se llega a compartir conjuntamente, qué responsabilidad recae sobre el profesor y cuál sobre los alumnos. Algo que nos permite valorar el grado en que las tareas llegan a ser co-construidas por profesor y alumnos o más bien estos son meros receptores pasivos de la información. Aunque este tipo de investigación se basa, lógicamente en el análisis de casos, veamos como ejemplo la siguiente interacción. En una cuba de madera entran 158 litros; En esta entran 26 litros menos que en una cuba metálica; Averiguar cuántos litros cabrán en la cuba metálica. Maestra: ¿Lo habéis leído en voz baja? Alfonso, léelo en voz alta Alumno: (Lee el problema) Maestra: ¿Entendéis todo lo que nos dice ahí? ¿Hay alguna palabra que no entendáis? Un alumno: Cubas Maestra: ¿Alguien sabe lo que significa cuba? Otro alumno: Es como una cisterna que meten vino Maestra: Como una cisterna. ¿Y qué es una cisterna? ... ¿Un recipiente? (Pregunta al mismo alumno) Alumno/a: Sí. Maestra: Es un recipiente donde se meten líquidos; preferiblemente, vino. Maestra: Bien, entonces vamos a responder a la pregunta del problema. ¿Cuál es la pregunta que nos hace el problema? Hallar qué pregunta el problema. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 101 Otra alumna: (Brazo levantado) Maestra: Azucena. Alumno/a: Que cuántos litros entren en la cuba metálica. Maestra: ¿Eso es lo que pregunta? Varios alumnos: Si Maestra: Bien, ¿Todo el mundo lo tiene claro? (Algunos alumnos con caras de circunstancias) Maestra: No os preocupéis. Intentarlo y luego lo vemos. (Los alumnos comienzan a resolverlo individualmente) Trabajo individual de los alumnos y supervisión individualizada por parte de la Maestra Alumno: ¿Tengo que sumar o restar? Maestra: Fíjate bien que el problema te lo dice Alumno: Pero no estoy seguro Maestra: Vamos a ver ¿Qué quieres sumar o restar? Alumno: 158 y 26 Maestra: Muy bien ¿Y qué crees que hay que hacer? Alumno: Yo he restado 158 menos 26 Maestra: ¿Estás seguro que hay que restar? Alumno: Creo que sí Maestra: Fíjate, la cuba de madera tiene 158 y tiene 26 menos que la metálica Luego, para saber cuántos entran en la metálica ¿Tengo que sumar o restar? Alumno: No sé, creo que restar Maestra: Creo que no lo has entendido bien. Si restas, la cuba metálica será más pequeña, y en la cuba metálica entran más que en la de madera ¿no? Luego tendrás que… Alumno: Sumar Maestra: Muy bien, inténtalo Puesta en común International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 102 Maestra: Veamos ¿Qué tal ha ido? A ver ¿Cuál era la pregunta? Un alumno: Que cuánto cabe en las cubas metálicas Maestra: Perfecto ¿Y cómo lo habéis hecho? Varios alumnos: Sumando 158 y 26 Otros alumnos: No, hay que restar 158 menos 26 Maestra: ¿Estáis seguros? Yo creo que los que han sumado llevan razón, porque en la cuba metálica entran más que en la de madera. Maestra: Muy bien, y entonces da… Un alumno: 184 Maestra: 184 qué ¿Manzanas? Alumno: No, litros que entran en la metálica Maestra: Correcto. A ver, ¿cuántos lo teníais bien? ¿Y qué ha ocurrido? Que habéis restado ¿no? A ver si en el próximo nos fijamos más y lo hacemos todos bien ¿vale? Sin ánimo de entrar en detalle con el sistema de análisis, de esta interacción se podrían sacar algunas conclusiones. Así, y respecto a lo que se hace público en la interacción, la cuestión que habría que plantearse es hasta qué punto lo público refleja el elaborado proceso de resolución de problemas que hemos expuesto en la primera parte de esta conferencia. Y, por otro lado, habría que considerar quién es el responsable de la elaboración de esos contenidos públicos, y hasta qué punto los alumnos son meros receptores o tienen algún grado de participación en la construcción (o co-construcción) de esos contenidos. Dejamos al lector que reflexiones sobre estas cuestiones. Conclusiones La resolución de problemas juega un importante papel en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la aritmética, por lo que es necesario promover en los estudiantes, desde los primeros niveles de escolaridad, las estrategias necesarias para resolver problemas. Es más, la importancia de desarrollar estrategias de resolución de problemas forma parte fundamental de los marcos teóricos que subyacen a los proyectos internacionales de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 103 evaluación del rendimiento de los alumnos en matemáticas, como el informe PISA (Program for International Students Assessment) o el TIMSS (Trends in International Mathematics and Sciences Study). Así, el proyecto PISA establece que las matemáticas suponen la capacidad de los estudiantes para resolver e interpretar situaciones problemáticas del mundo real en las que el camino hacia la solución no resulta obvio de modo inmediato. En este sentido, los problemas proporcionan un contexto auténtico de utilización de las matemáticas. Sin embargo, una parte importante de alumnos presentan dificultades en esta tarea, sobre todo si la comparamos con el rendimiento que los mismos tienen en el cálculo. Y hemos tenido la oportunidad de ver que los factores que pueden explicar este fracaso no son sólo responsabilidad del alumno. El contexto de aprendizaje que rodea al alumno también es un factor importante. En este sentido, a la hora de abordar la explicación del rendimiento de los alumnos en esta importante tarea, no debemos mirar solamente hacia ellos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 104 CHILDREN’S MATHEMATICS ACHIEVEMENT IN THE CONTEXT OF THE NATIONAL NUMERACY STRATEGY Carol Aubrey University of Warwick Ray Godfrey Canterbury Christ Church University Sarah Dahl University of Warwick Correspondence: Professor Carol Aubrey University of Warwick Institute of Education Westwood COVENTRY CV4 7AL (UK) Tel. 024 765 24486 Email: [email protected] International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 105 ABSTRACT This paper focuses on a cohort of English pupils who have been tracked through primary school during the first five years of the new National Numeracy Strategy (DfEE, 1999). It reports a limited longitudinal study of young children’s early mathematical development, initially within three testing cycles: at the mid-point and towards the end of their reception year (at five years-of-age) and again at the mid-point of Year 1 (at six years-of-age). These cycles are located within the broader context of progress through to the end of Key Stage 1 (at seven years) and Key 2 (at eleven years) on the basis of national standardised assessment tests (SATs). Results show that children who bring into school early mathematical knowledge do appear to be advantaged in terms of their mathematical progress through primary school. Numerical attainment increases in importance across the primary years and practical problem solving remains an important element of this. This finding is significant given the current emphasis on numerical calculation in the English curriculum. It is concluded that without active intervention, it is likely that children with little mathematical knowledge at the beginning of formal schooling will remain low achievers throughout their primary years and, probably, beyond.1 1 This paper is based on data analysis that is being reported by Aubrey et al (2006) in Mathematics Education Research Journal, 18, (1), pp 27-46. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 106 Introduction The stimulus for this paper came from a request from Dutch colleagues to consider lowachieving pupils in mathematics in the context of the English National Numeracy Strategy (NNS). The NNS was first introduced into all English primary schools in September, 1999 with training provided for head teachers and teachers during the Summer of 1999. It followed the introduction of a National Literacy Strategy, Department of Education and Employment (DfEE), 1998 in the previous year that, in many ways, provided a blueprint in terms of structure and delivery of subject content. Central to this process has been the introduction of the National Numeracy Strategy: Framework for Teaching Mathematics from Reception to Year 6 (DfEE, 1999) together with The Orders for the National Curriculum (DfEE, 2000a) intended to incorporate the Framework. Prior to the introduction of the NNS, the English National Curriculum for mathematics had placed more emphasis on mathematical applications and less on written calculation. By contrast, the focus in the Framework document is on arithmetic skills: numbers and the number system, calculations and solving word problems. The daily mathematics lesson is broken down into three elements, lasting between 45 and 60 minutes: • Oral work and mental calculation using whole class teaching; • Main lesson for new topics and consolidating previous work; • Plenary session to draw together what has been learned. Specimen planning sheets in the Framework specify topics to be taught each week throughout the year for each Year Group from Reception (for five-year-olds) through to Year 6 (for eleven-year-olds), though it is anticipated that work will be differentiated for different groups during the main section of the lesson. In fact, a range of strategies has emerged from differentiation for groups and individuals, through ‘setting’ pupils and then teaching according to a perceived common attainment level or more limited range, to no differentiation at all, in order to follow the advice in the Framework that there should be a ‘high proportion of work with the whole class’ (DfEE, 1999: 15). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 107 An intention of the Labour government was to improve national standards of primary numeracy as the Third International Mathematics and Science Study (TIMSS), Harris et al (1997), had shown England (and other UK countries) to have scored below the international average, with relatively low scores in written arithmetic but very good scores for practical problem solving. A significant influence was Chris Woodhead, then Chief Inspector, and the review of international research he commissioned (Reynolds and Farrell, 1996). This review drew attention to the way effective teaching structures learning tasks on the basis of what children have in common and tries, so far as possible, to bring all children in a class along together, thereby reducing the wide range of attainment and the long attainment ‘tail’ that has long been a feature of English primary classes. This paved the way for the National Literacy and Numeracy Projects, launched by the previous Conservative government. Also important was the muchpublicised introduction of whole-class, Swiss-style mathematics by Sig Prais of the National Institute for Social and Economic Research in the London Borough of Barking and Dagenham though this does not appear to have ever been subjected to proper evaluation. It is not easy to draw conclusions about the impact of the NNS on pupil learning. In 1997, 61% of pupils reached the expected level 4, whilst in 2004, 74% of children reach this level, just short of the target of 75%. However, as noted by the international external evaluation team (Earl et al 2001; 2003: 3), much of the increase occurred prior to the introduction of the NNS in 1999 and ‘some head teachers and teachers expressed doubt … about whether increase in test scores actually represented comparable increases in pupil learning’, presumably the cause was pressure to improve national test performance and test preparation. Whilst there is considerable evidence of improved teaching since the introduction of the Strategies, evidence of deep changes in teaching practice is ‘mixed’ (Earl et al 2003: 5 and 6) and there is still ‘considerable disparity across teachers and schools’, in terms of subject knowledge, skill and pedagogical understanding of the Strategy. Moreover, throughout the four years of the evaluation concerns have been expressed about teacher overload, pressure for compliance and undue stress that may result in ‘a culture of compliance’. In the midst of what Alexander (2004) has described as ‘pedagogical prescription’, the government has now published its Primary Strategy, Department of Education and International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 108 Skills (DfES, 2003: para 2.4) that attempts to incorporate the Literacy and Numeracy Strategies and in which, it claimed, that teachers have the freedom to decide how to teach ‘ … the National Literacy and Numeracy Strategies, though they are supported strongly, are not statutory … the Office for Standards in Education (OFSTED) will recognise and welcome good practice … Our aim is to encourage all schools to …take control of their curriculum and to be innovative.’ Indeed, there is some evidence to suggest that OFSTED is looking beyond basic structures and timing to a great flexibility in interpreting teaching methods (OFSTED, 2002). Meanwhile, a range of studies (for instance, of Alexander, 2000; Hardman et al, 2003; and Moyles et al, 2003) have found that whilst teaching methods and classroom organisation have changed, at the deeper level of classroom discourse, pupil-teacher interaction is still dominated by closed questions, emphasising recall rather than speculation and problem-solving, with short answers for which teachers do not provide diagnostic feedback. The pace of lessons has been perceived as leaving little time for consolidation and too little opportunity for formative assessment. Context Kyriacou et al (2004) reviewed the ways that teachers’ approach to the daily mathematics lesson impacted on pupils’ confidence and competence in early mathematics through an in-depth analysis of eighteen studies. Results showed that the daily lesson had been well received by teachers and there was some evidence that this had enhanced pupil confidence and competence. A closer examination revealed, however, that intentions to promote higher quality dialogue, discussion and strategic thinking had not been realised and what had been achieved was closer to increased use of ‘traditional whole class teaching with pace’ that may be creating problems for lower attaining pupils. Overall gains may reflect a closer match between teaching and assessment, rather than increased understanding of mathematics. The conclusion was that there was a need for in-service training to strengthen teachers’ subject knowledge and their understanding and use of interactive teaching in order that they can better exploit the opportunities to enhance pupils’ understanding that arise in the course of teaching. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 109 Research from the five-year longitudinal Leverhume Numeracy Research Programme of teaching and attainment conducted at King’s College London from 1997 to 2002, concluded that the NNS had had at most a small effect on attainment in most areas of numeracy (Brown et al, 2003). The Nuffield Year 4 project (Brown and Askew, 2004; Askew and Brown, 2004) set out to investigate aspects of the impact of the NNS in primary schools, drawing upon data collected for the Leverhume Research Programme. This comprised large-scale outcome data from two cohorts of Year 4 pupils from 35 schools two years before the introduction of the NNS (1997/8) and two years after (2001/2), teacher questionnaire, observation and interview data, also before and after introduction of the NNS. In the second phase, a small set of 5 schools in 4 local authorities were revisited and interviews carried out with Year 4 teachers, head teachers and/or mathematics co-ordinators, singly or as a group. An average gain in pupils’ results for a numeracy test of about 3%, just over two months’ development, was found. Two-thirds of schools had higher test scores and in only half of those cases that had a decline was this more than 2%. In terms of attainment in different groups, variation had increased rather than decreased, as had been anticipated by the first Director of the NNS, with the introduction of more whole-class teaching. Slightly greater improvements were made within the middle 50% of pupils, with small improvements being made within the top 10% and a small decline within the lowest 10%. Teachers, themselves, expressed doubts about the lower attainers’ ability to participate satisfactorily in whole-class teaching and felt that their needs were not being fully met. Boys more than girls appeared to have benefited from the introduction of NNS and were over-represented in the top 10% of pupils. In general, improvement in pupils’ facility on items relating to numbers and the number system and place value, all areas of emphasis in the NNS, whereas changes in some basic skills, such as knowledge of multiplication facts, division, ratio and proportion had not occurred. Furthermore, observation and interview data suggested that low-attaining pupils derived least benefit from whole-class teaching with the lesson topic not always matching their areas of greatest need. Analysis of post-NNS lessons showed more opportunities to explain mental methods but little evidence of pupils discussing and evaluating different methods as applied to different calculations. One reason for this International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 110 related to the objectives-driven nature of lessons that allowed little room for alternatives. Another was teachers’ view that different methods suited different children and their way of working. As noted by Askew and Brown (2004), informed interpretation of objectives in the Framework and a move to more strategic ways of working are challenging for teachers to understand and implement. Evidence of ‘deep’ change as noted by the evaluation team is hard to identify (Earl et al 2003). In the meantime, teachers have interpreted objectives in terms of existing understandings, rather than changed their understanding. The review of research evidence provided has, of necessity, been brief and focused on such searching questions as: has children’s attainment in numeracy improved; how and to what extent has numeracy teaching changed; why have such changes occurred? By contrast, the study to be reported here focuses on the mathematical performance of a cohort of three hundred children just completing their primary education who have experienced the first five years of the English NNS. These children were tracked from age five to six years with follow-up, national standardised assessment (SATs) at seven years and more recently, reassessed at eleven years, again through SATs. The National Curriculum sets standards of achievement ranging from levels 1 to 8 that provide information on how pupils are progressing. At seven years they will be expected to reach level 2 and at eleven years level 4. These pupils received the NNS from Year 1 (at six years) to Year 6 (at eleven years) but missed the Foundation Stage (DfEE, 2000b) for three- to five- year-olds that advocates a flexible introduction to the NNS through a play-based pedagogy in Reception (for five-year-olds). The following questions provided a structure for the methodology of the final phase of this work to be reported here: • Is early achievement likely to be a major determinant of subsequent success in the current NNS context? • Is this the case for all children or are there particular areas of gain (or loss) for particular groups of children? International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 111 • Is it likely that their performance can be related in any way to the NNS teaching received? Background In our earlier paper (Aubrey and Godfrey, 2003), we reported a limited longitudinal study of 300 young English children’s early mathematical development within three testing cycles, at the mid-point and towards the end of their reception year (at five years-of-age) and again at the mid-point of Year 1 (at six years-of-age), located within the broader context of progress through the first phase of formal schooling (described as Key Stage 1) to standardised assessment tests (SATs) carried out at seven years. Assessment was carried out using the Utrecht Early Mathematical Competence Test (van Luit et al, 1994). This comprised eight sub-tests five items in each, including comparison, classification, correspondence, seriation, counting, calculation and practical problem solving. Broadly, one set of sub-tests related to understanding of relations in shape, size, quantity and order, whilst a second set of sub-tests related to counting and basic arithmetic. Three hundred pupils were selected from twenty-one schools, large and small, from rural and urban areas, with high and low concentrations of children eligible for free school meals and/or with special educational needs, as well as representing a broad range of achievement levels based on the schools’ previous SAT results. Whilst our earlier paper focused upon the performance of the English pupils, reference was also made to the larger sample from our wider European project which involved children from Flemish-speaking Belgium, Germany, Greece, Slovenia and the Netherlands (van de Rijt et al, 2003). Results showed that children’s total scores at around the mid-point of reception year were indeed predictive of later achievement at the end of Key Stage 1 (KS1) though the combined scores over three testing cycles which extended to the mid-point of Year 1, were more so. Discriminant analysis determined that a combination of a counting subtest (one seemed sufficient) and a sub-test focusing on understanding of relations in International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 112 shape, size, order or quantity (a different one at each testing cycle), together with the general number knowledge sub-test was best predictive of final SAT levels. Comparison with the international data set suggested a trajectory for English pupils different from that found elsewhere in Europe, with more of a bias towards arithmetic sub-tests than their European counterparts who start school later and, thus, experience for longer and broader, holist preschool programme. Moreover, the pattern of dependence of scores on age in which no advantage was found in including any national differences was especially interesting, given the early English school starting age. Findings suggested the need for young English pupils to have a broad and balanced early mathematics curriculum with appropriate emphasis being placed on practical problem solving. Aims Aims for the current and final phase of our research were thus to: • build on the existing longitudinal study by tracking our original cohort of pupils from their KS1 SATs in 2000 to the end of their primary years and their KS2 SATs in the Summer of 2004; • examine these results in the light of our earlier findings, where early achievement did appear to be a major determinant of later success; • consider the results in the light of the NNS curriculum that pupils had received. Methods i) Participants International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 113 More than three hundred schools in the south-east of England were informed about the initial project and invited to take part. Since most were willing to participate it was possible to select schools carefully to include east, west and the centre of the region, urban and rural areas, large and small schools, with high and low concentrations of children eligible for free school meals (FSM) and special educational needs (SEN), as well as a broad band of achievement levels based on schools SATs results. The SATs results for the schools selected ranged from the twentieth to the ninety-fourth percentile. Eventually twenty-one schools took part. So far as possible, groups of ten children (five boys and five girls) were nominated from each reception class selected, based on the teacher’s judgement of the range of ability in the class. Ages at the first cycle of testing were as Table 1 shows. Table 1: Ages at the first cycle of testing Mean age SD N (months) Boys 60.1 3.56 163 Girls 59.8 3.57 156 Total 60.0 3.56 319 ii) Materials Three forms (A, B and C) of the Utrecht Early Mathematics Test (Van Luit et al, 1994) were used. Each form comprised eight sub-tests, providing forty items in total. These were as follows: 1. Concepts of comparison (between two, non-equivalent cardinal, ordinal or measure situations. 2. Classification (grouping of objects in a class on the basis of one or more features) 3. One-to-one correspondence (counting and pointing to objects at the same time to make a one-to-one relation) International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 114 4. Seriation (dealing with discrete and ordered entities) 5. Using number words (flexibly and in sequence, in this case, backwards and forwards) 6. Structured counting (counting objects in a variety of arrangements) 7. ‘Resultative’ counting (responding to ‘how many’ questions or otherwise determining an amount without the need to point and count) 8. Applying general knowledge of numbers in real-life situations (solving practical word problems). For ease of reporting, the first four sub-tests that assessed understanding of relations in space, size, quantity and order will be described hereafter as ‘relational’ tasks. The second four tests, comprising counting forwards and backwards, ordering numbers within 20 and simple problems solving which required manipulation of numbers within 10, will be described simply as ‘numerical’ tasks. Reliability coefficients for each form of the test when used in England as well as the different countries have been reported elsewhere (see van de Rijt et al, 2003). Analysis of the scores of the English sample with a view to finding dependence on time of day or day of the week discovered no evidence that the test was not robust in such respects. iii) Procedure Approximately one hundred children took each form of the test, on each of three testing cycle. Details are provided below. Table 2: Children taking each form of the test on each testing cycle International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 115 N Form A Form B Form C T1 319 119 100 100 T2 299 113 93 93 T3 290 107 88 95 Tests were individually administered with each form taking approximately twenty minutes to complete. Most items were orally presented with children responding mainly to pictorial material or, in the case of some of the counting and number tasks, manipulating unifix blocks. A few items required children to match two objects in a picture using a pencil to link them. A limited longitudinal design was employed within three testing cycles, at the mid-point and towards the end of children’s reception year (at five years-of-age) and again at the mid-point of Year 1 (at six years-of-age). The same tester was used for the three testing cycles, with the exception of one or two rural schools that were not accessible by public transport. SAT results at KS1 (seven years) and KS2 (eleven years) were also included in the analysis, though the focus of this report is the assessment at the end of primary schooling. These national standardised tests taken at seven and eleven years sample pupils’ National Curriculum mathematical performance on number and calculation, solving problems, measure, shape and space and data handling and, hence, teaching of NNS. iv) Preliminary analysis The multilevel analysis used for the study provided an extension of multiple regression to incorporate the hierarchical structure of the data, with groups of ten pupils (five girls and five boys), nested within classes, within schools, with different areas of the authority. Preliminary analysis (Aubrey and Godfrey, 1999) revealed that different areas of the authority and different classes of pupils showed no significant variation. Moreover, no difference was found between mean scores of boys and girls, though there International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 116 was some indication that boys’ results were more variable and less predictable. All these factors are thus ignored in subsequent analysis. The basis multilevel model allowed scores to be plotted against age in order to analyse differences between scores in the different testing cycles. Sub-test scores showed little difference between cycles 1 and 2 (around five years of age) and a larger difference between cycles 2 and 3 (at five and a half to six years). The profile of different topics varied, some relational tasks declining over time. Between 1998 and 2004, there was considerable sample attrition illustrated in Table 3. This arose partly from family mobility, partly from pupil absence and partly from transfer to junior (seven to eleven years) from infant schools (up to seven years), although many of the schools involved were combined infant and junior schools. Only 82.4 percent of the original sample were included in the KS1 SATs results and only 59.4 percent in the KS2 SATS results. Nevertheless, just over 50% of the sample appeared in all five sets of resultsi. The gender balance was maintained fairly steadily throughout and is ignored in the following analysis. Table 3: Sample size in each round of testing Tests Boys Girls Total Percentage of original sample First Cycle UEMCT 162 156 318 100% Second Cycle UEMCT 152 145 297 93.4% Third Cycle UEMCT 150 140 290 91.2% KS1 SATs 134 128 262 82.4% KS2 SATs 94 95 189 59.4% All the above 83 84 167 52.5% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 117 Before analysing the results of the KS1 SATs, Aubrey and Godfrey (2003) applied optimal scaling (with OVERALS [1] in SPSS) to determine a score to be attributed to each of the levels attainable by the children that would be suitable for regression with UEMCT results. This approach was motivated by the absence of raw score data form some schools and the use of fine grading in recording levels. The results were very close to counting levels W2, 1, 2C, 2B, 2A, 3 and 4 as worth 1, 2, 3, 4, 5, 6 and 7 respectively. This simplified quantification was used for analysis. In the case of KS2 results all schools that provided data did provide raw scores and there was very little use of fine grading. Although the scores were not normally distributed (Kolmogorov-Smirnov Z = 1.46, p = 0.03), they ranged from 9 to 100 and offered an adequate quantification of performance. Table 4 shows the Pearson correlations between KS2 SATs scores and total or partial (numerical and relational) scores in each cycle of the UEMCT testing and with the quantified levels attained at KS1. Table 4: Pearson correlations between KS2 SAT scores and scores in UEMCT for KS1 SATs Total Scores Numerical Scores Relational Scores UEMCT 1 .57 .50 .52 UEMCT 2 .66 .60 .63 UEMCT 3 .63 .66 .58 UEMCT average .70 .68 .65 KS1 SATs .78 As four years passed between KS1 SATs and KS2 SATs, it might be expected that UEMCT scores would be less successful predictors at KS2 (at eleven years) than at KS1 (at seven years) but, indeed, they were only slightly less so. The biggest drop from KS1 to KS2 was the correlation with the total score in the third cycle of UEMCT testing. 2 ‘W’ means a child is still ‘working towards’ work at Level 1 (L1), that is, has not reached L1. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 118 This cycle of testing was closest in time to the KS1 SATs and had by far the highest correlation (0.72) and the furthest to drop (to 0.63). For both KS1 and KS2 SATs, the correlation with total UEMCT scores gradually increased from one cycle to the next. For KS1 total UEMCT scores were more highly correlated than either partial score with SATs levels, at KS2 this held only for the first and second cycles of UEMCT testing. In the third cycle the numerical score was more closely associated than total score with KS2 SATs performance. This seems to suggest that either relational performance was in some sense a less useful indicator of the type mathematical ability measured in SATs at the time of the third cycle of testing than it was earlier. It also suggests that in the schools concerned not much happens between the ages of seven and eleven that disturbs the predictive value of mathematics tests taken at around the ages of five and six years. At KS1 the data were consistent with the view that the final UEMCT score was a reasonably good predictor of performance in SATs and that taking the second UEMCT score into account improved the prediction, but the first UEMCT score added no further information about later performance. Table 5 shows the proportion of variance explained when total, numerical and relational UEMCT scores were used as predictors of KS2 SATs scores in simple regression models, starting with cycle 3, then adding cycle 2 and finally cycle 1. Very similar results were found at KS1. The first UECMT score added no useful predictive information to what was contained in the second and third scores. Table 5: Variance explained by variables in sequential regressions of KS2 SATs scores on scores in UEMCT Cycles 1, 2 and 3 Numerical and Total Numerical Relational Scores Scores Scores Cycle 3 45.1% 43.8% 33.0% 46.1% Adding Cycle 2 5.7% 5.6% 11.0% 5.9% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book Relational Scores 119 Adding Cycle 1 0.0% 0.1% 0.2% 0.0% The best simple regression equation was: KS2 SAT score = 3.37 + 1.37 × Third UEMCT Score + 1.15 × Second UEMCT score. In this equation, the third UECMT score seems to be about 1.2 times as important as the second. At KS1, the third score was 1.7 times as important. This higher figure can be explained in terms of recency. At age seven years, the time of third testing was much more recent than the second. At age eleven years, the difference was less notable. Changes in the predictive value of UECMT scores from KS1 to KS2 are slight and subtle. It does seem clear however, that for both Key Stages relational scores are rather less important than numerical scores and that these are less effective than total scores. Cycle 3 alone is less effective in predicting KS2 than KS1, but by adding information from cycle 2, this difference is partially eliminated. After a longer time lapse, the most recent UECMT results are less dominant and evidence of sustained high performance is relatively more important. This suggests, though other interpretations are possible, that there is in general some underlying consistency in children’s performance in mathematics, measured with some variability by UECMT at various ages and by KS2 SATs, but also that children are making some real progress through time in terms of mathematical development and that slower progress during the early years is unlikely to be compensated for by faster progress later. Aubrey and Godfrey (2003) distinguished between the actual raw scores gained by children in the various test and residual scores after adjustment for age. A series of regression models were compared. This led to the conclusion that raw scores in UECMT were an effective predictor of both raw and age-related scores in KS1 SATs; but age-related performance measured in UECMT was an effective predictor only of International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 120 age-adjusted performance but not of raw scores measured in KS1 SATs. This pattern is rather complicated and difficult to interpret. For the KS2 analysis the approach was more straightforward. UEMCT and SATs scores were regressed on age and residuals were used as age-adjusted scores. This means that age-adjusted scores were calculated independently for each round of testing and the relationship between age-adjusted scores was also independently calculated. The resulting pattern for KS2 SATs shown in Table 6 is rather simpler than the one for KS1 reported in Aubrey and Godfrey (2003). At KS2 with both cycles used as predictors, making age adjustments to UEMCT scores only very slightly reduced the predictive value for raw KS2 SATs scores. Whereas 50.8 percent of variance was accounted for by raw scores, 50.1 percent was by age-adjusted scores. The best predictive value was that of age-adjusted UEMCT scores for ageadjusted KS2 SATs scores, but it was only best by a negligible amount. Predictive value was lost only when raw scores in UEMCT were used to predict age-related scores at KS2. The proportion of variance accounted for was 46 percent. The differences between the patterns at KS1 and KS2 are quite small and if generalised to other schools would scarcely give individual schools any cause for concern. They therefore deserve careful consideration. The suggestion arising from Table 6 is that raw and age-adjusted performance in the earliest years of schooling were equally important for predicting raw scores at KS2, whereas early age-adjusted scores are a rather poorer predictor of raw scores at KS1. Table 6: Proportion of variance explained in sequential regressions of KS2 SATs scores on scores in total UEMCT scores in cycles 1, 2 and 3, with and without adjustments for age No Age Adjustments Age Age Age Adjustment Adjustments Adjustments for UEMCT for KS2 SATS for both Cycle 3 45.1% 44.4% 40.7% 45.0% Adding Cycle 2 5.7% 5.7% 5.3% 6.5% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 121 Adding Cycle 1 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% As suggested by the relative high correlation in Table 4 between KS2 SATs and KS1 SATs, a far more successful predictive model can be calculated employing KS1 SATs results alongside UECMT scores. Once these are taken into account, the first UECMT score had no predictive value at all. The best simple regression model is: KS2 SAT score = 2.26 + 9.84 × KS1 SATs level + 0.92 × Second UEMCT score. However, taking the difference of scale into account, the KS1 SATs levels were still 1.6 times as important as UEMCT scores from eighteen months earlier. The KS1 SATs were clearly better predictors of KS2 SAT performance than UEMCT scores a year and a half earlier. This may be at least in part because there is some similarity of format and content between SATs at different Key Stages. It may be because during the year and a half the future mathematical progress of the child becomes more settled. It is interesting that the second UEMCT score rather than the third was the best representative of continued high performance. Table 7 suggests that making age adjustments to KS1 SATs made an almost imperceptible improvement in prediction of raw KS2 scores and age-adjusted scores and that age-adjusted KS2 scores were less predictable than raw scores with or without the use of age adjustment for earlier tests. Table 7: Proportion of variance explained in sequential regressions of KS2 SATs scores on scores in total UEMCT scores in cycles 1, 2 and 3, and on KS1 SATs levels with and without adjustments for age No Age Adjustments KS1 SATs 60.1% Age Age Age Adjustment Adjustments Adjustments for UEMCT for KS2 SATS for both 60.8% 56.4% 57.6% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 122 Adding Cycle 2 4.4% 4.7% 3.0% 5.7% Adding Cycle 3 0.2% 0.3% 0.2% 0.4% Adding Cycle 1 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% At KS2 SATs pupils are grouped by level on the basis of their score. The national target level for pupils of this age is 4. Anything less than that is regarded as in some way indicative of a problem of some kind. Table 8 charts the progress of an average member of each of these groups through the three cycles. The picture is very similar to that found by Aubrey and Godfrey (2003) at KS1. Boxplots in figures 1 to 4 show graphically the progress of these groups in terms of relational scores, numerical scores, total scores and age-adjusted total scores in UEMCT. The boxes labelled missing represent children who were not included in the KS2 SATs data. They indicated that sample attrition affected a broad range of children and probably did not have much biasing effect International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book upon the results. 123 Table 8: Mean total, relational and numerical UEMCT scores for each cycle of testing and KS1 SATs levels for children grouped by KS2 SATs level KS2 SATs UEMCT level Cycle N KS1 SATs Mean Scores Total Number Relational 1 10.6 4.0 6.6 2 8.0 3.0 5.0 3 11.2 4.2 7.0 Mean Level 1.8 3 1 12.7 5.0 7.7 2 15.2 6.4 8.9 3 23.6 11.4 12.3 3.3 4 1 15.8 6.9 8.9 2 19.0 8.7 10.4 3 27.9 13.8 14.1 4.5 5 1 20.7 9.4 11.4 2 25.6 12.0 13.6 3 32.3 16.2 16.1 5.5 Note that only one pupil appeared at Level 1 and one at Level 2. These are omitted form the table. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 124 Figure 1 Boxplots of Relational Scores in each UEMCT cycle of testing for children grouped by KS2 SATs level Relational Scores 20 10 Cycle 1 Cycle 2 0 Cycle 3 Missing 0 1 2 3 4 5 KS2 SATs Level In Figure 1, the relational scores for pupils assigned to level 4 appear to lag one cycle behind those of pupils assigned to level 5. Similarly those at level 3 lag behind those at level 4. This is not true to the same extent of the numerical scores shown in Figure 2 and not true at all of total scores shown in Figure 3, where the final UEMCT score for each group are superior to the second scores for next highest group. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 125 Figure 2: Boxplots of Numerical Scores in each UEMCT cycle of testing for children grouped by KS2 SATs level Numerical Scores 20 10 Cycle 1 Cycle 2 Cycle 3 0 Missing 0 1 2 3 4 5 KS2 SATs Levels Figure 3: Boxplots of Total Scores in each UEMCT cycle of testing for children grouped by KS2 SATs level Total UEMCT Scores 40 30 20 10 TOTAL1 TOTAL2 0 TOTAL3 Missing 0 1 2 3 4 5 KS2 SATs Levels International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 126 Figure 4: Boxplots of Age-adjusted Total Scores in each UEMCT cycle of testing for children grouped by KS2 SATs level Age-Adjusted UEMCT Scores 20 10 0 -10 Cycle 1 Cycle 2 Cycle 3 -20 Missing 0 1 2 3 4 5 KS2 SATs Levels The age-adjusted scores shown in Figure 4 suggest that children who just failed to reach the KS2 target of level 4 (the national norm) and were assigned to level 3 had on average proceeded steadily through the three UEMCT tests attaining just below average for their ages. Those who achieved the target on average started off at the appropriate score for their age and made slight progress. Those who reached level 5 (above the national norm) at KS2 on average started high and made more progress, presumably hitting a ceiling in the final round of testing. The most remarkable thing is that children making virtually no progress up to the age of eleven and classified in KS2 SATs as ‘N’ (not classified) are distinguished not so much by low scores initially, but by their swift decline during the earliest years of schooling. It is also notable that the maximum and minimum scores shown for each type of score for each group in each cycle of testing are quite widely separated. Individual children could be very far from the average score for their group. Finally, Aubrey and Godfrey (2003) took a finer grained look at how UEMCT scores might predict KS1 SATs performance by applying discriminant analysis to the eight individual topic scores in each cycle of testing. The results were that for each set of tests, the best prediction of KS1 SATs levels was achieved by a combination of a International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 127 relational topic score with a numerical topic score together with the General Number Knowledge topic score. The two most predictive topics in addition to General Number Knowledge varied from cycle to cycle. General Number Knowledge, as defined in UEMCT, appeared to be genuinely an important predictor. The other topics appeared to be best representatives of what predictive value there was in the relational topics as a whole and the numerical topics as a whole. In fact at KS2, General Number Knowledge remained important, but otherwise the topics involved were different. Classification was no longer important in cycle 1 but became so at cycle 3. Structured Counting disappeared at cycle 2 and Seriation appeared. Resultative Counting was replaced by Structured counting at cycle 2. Discussion These results reinforce and extend those reported in Aubrey and Godfrey (2003). We showed then that children with higher mathematical knowledge at six years tended to have higher scores on SATs at seven years. Changes in the predictive value of UEMCT scores from KS1 to KS2 were small and subtle. For the schools and pupils concerned, nothing much happened to disturb the predictive value of mathematics tests taken at around the ages of five and six years. By the third cycle of UEMCT, the numerical score was more closely associated than total score with KS2 SATs performance. Furthermore, at both KS1 and KS2, correlation with relational scores was slightly higher than with numerical scores in cycles 1 and 2, but rather lower in cycle 3 suggesting that relational performance was rather less useful as an indicator of the type of mathematical ability measured in SATs at the time of the third cycle of testing than earlier. Overall, at KS1 the data were consistent with the view that the final UEMCT score was a reasonably good predictor of performance in SATs and that taking the second UEMCT score into account improved the prediction, but the first UEMCT score added no further information about performance. In general, there appeared to be some consistency in children’s performance in mathematics, measured with some variability by UEMCT at various ages and by KS2 SATs. Children were making some real progress through time in terms of mathematical development and slower progress during the early years is unlikely to be compensated International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 128 for by faster progress later. Sample attrition of more than one third affected a broad range of children and probably did not bias the results obtained. Adjusting UEMCT and/or SAT scores for age did not perceptively improve prediction. The age-adjusted scores suggested that children who just failed to reach the national KS2 target of level 4 and were assigned to level 3 had on average proceeded steadily through the three UEMCT tests attaining just below average for their ages. Those who achieved the target on average started off at the appropriate score for their age and made slight progress. Those who reached level 5 at KS2 on average started high and made more progress. Children making almost no progress up to the age of seven years and classified in KS2 SATs as ‘N’, were distinguished less by low initial scores, than by their swift decline during the earliest years of schooling. Applying a discriminant analysis to each of the eight individual test scores in each cycle of testing at KS1 indicated that the best prediction of KS1 SATs levels was achieved by a combination of a relational topic score with a numerical score, together with the General Number Knowledge topic score. The results for a similar discriminant analysis at KS2 indicate that General Number Knowledge remains important but otherwise the topics involved were different. Conclusions The results for the second phase of primary schooling confirm and reinforce our earlier results for the first phase of schooling. Children who bring into their reception year numerical and relational knowledge do appear to be advantaged in terms of their mathematical progress through primary school. Numerical attainment increases in importance across the primary years. Though it is beyond the scope of this paper to speculate too wildly upon the relationship of this finding to the current emphases in the English curriculum, that General Number Knowledge, involving practical problem solving, remains important across primary schooling is worthy of note, given the Brown et al (2003) finding that English children’s scores for word problem solving may have declined with the introduction of the NNS and its emphasis on numerical calculation. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 129 Indirectly, these findings may argue for the importance of pre-school education between three and five years. Reception class teachers (for five-year-olds) who systematically monitor their pupils from the beginning of the year, identify and coach those without these mathematical skills may well help to reduce inequality. Without active intervention, it seems likely that children with little mathematical knowledge at the beginning of formal schooling will remain low achievers throughout their primary years and, probably, beyond. What is most striking is the extent to which these findings are compatible with the King’s College Nuffield project findings for Year 4 pupils: standards are declining for low-attainers. What this study clearly demonstrates is that the decline starts early on with low attainers slipping further behind. The gender differences found by Kings College, with boys being more favoured than girls, was not up held. It seems reasonable to suppose that pupils’ attainment has been influenced by the changes to the English curriculum brought in by the NNS. Furthermore, it would appear that the NNS advantages some pupils more than others, with low attainers being least advantaged. This may well be related to the fast pace of classroom teaching and learning and a curriculum that leaves too little time for consolidation and too little opportunity for formative assessment that leads to adaptation to the individual needs of learners (Askew and Brown, 2004). Interestingly, whilst the new Primary Strategy (DfES, 2003) is still set upon producing a common approach to teaching and learning approaches promoted by the Strategies and still driven by testing, targets and performance tables, there is talk of increasing autonomy of teachers and schools and insistence on individualisation. But if teaching and learning must be focused on individual pupils’ needs and abilities, then this must include the needs of children from special needs and minority ethnic needs backgrounds, as well as the gifted and talented. The deep irony here, as noted by Alexander (2004), is that whole-class interactive teaching of the Strategies is intended to exploit commonalities of the group, in order to benefit the individuals. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 130 References Alexander, R. J. (2000) Culture and Pedagogy: international comparison in primary education. Oxford: Blackwell. Alexander, R. J. (2004) Still no pedagogy? Principle, pragmatism and compliance in primary education. Cambridge Journal of Education, 34, (1), 7-33. Askew, M. and Brown, M. (2004) The Impact f the National Numeracy Strategy on mathematics attainment and learning in Year 4. Paper presented at International Congress of Mathematics Education, Copenhagen, July, 2004. Aubrey, C. and Godfrey, R. (2003) The development of children’s early numeracy through Key Stage 1. British Educational Research Journal, 29, (6), 821-840. Aubrey, C. and Godfrey, R. 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Earl, L., Levin, B., Leithwood, K., Fullan, M. and Watson, N. (2001) Watching and learning 2: OISE/UT evaluation of the implementation of the national Literacy and Numeracy Strategies. Toronto: Ontario Institute for Studies in Education. Earl, L., Watson, N., Leithwood, K. and Fullan, M. (2003) Watching and learning 3: final report of the external evaluation of England’s National Literacy and Numeracy Strategies. Toronto: Ontario Institute for Studies in Education. Hardman, F., Smith, F. and Wall, K. (2003) Interactive whole class teaching in the National Literacy Strategy. Cambridge Journal of Education, 33, (2), 197-215. Kyriacou, C. and Goulding, M. (2004) A systematic of the impact of the daily mathematics lesson in enhancing pupil confidence and competence in early mathematics. London: DfES/EPPI-Centre: Institute of Education. 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Proceedings book 133 International Symposium on Early Mathematics/Symposium Internacional sobre Matemática Temprana Cadiz-Spain, 5-6 May 2006 Grupo de Investigación HUM-634 Departamento de Psicología COMUNICACIONES ORALES/ Individual papers session SESSION I VIERNES/Friday 5 19.00-21.00 SESIÓN COMUNICACIONES / Individual paper session (I) Investigación acción en una práctica educativa: Taller de juego y matemáticas en el ciclo inicial de primaria. Edo, Mercè y Deulofeu, Jordi Progression In Early Number. Kathleen Hart Children and early mathematics towards social and emotional mathematics. Päivi Perkkilä, & Eila Aarnos Early numeracy and dimensions of teaching-learning processes. A comparative case study of maths lessons for six-year-old children in three European samples. Hiltunen, Teija, El conocimiento lógico-matemático en Educación Infantil y su relación con el aprendizaje de la lectura en 1º de Primaria. Jaime Solsona Desarrollo de las capacidades relacionales y de conteo evaluadas por la versión española del test de Utrecht. M. Aguilar, J. I. Navarro, E. Marchena, C. Alcalde y J. García . International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 134 Investigación acción en una práctica educativa: Taller de juego y matemáticas en el ciclo inicial de primaria EDO, Mercè y DEULOFEU, Jordi Departament de Didàctica de les Matemàtiques i les Ciències Experimentals. Universitat Autónoma de Barcelona. [email protected] - [email protected] Contexto y Problema: El equipo de maestros del ciclo inicial del CEIP Bellaterra (Barcelona) realiza un taller de juegos y matemáticas del cual no se siente suficientemente satisfecho. Piden asesoría externa y argumentan: – Nos parece que los alumnos aprenden matemáticas pero no tenemos forma de comprobar exactamente qué aprenden. – No tenemos claro qué juegos escoger ni como secuenciarlos. – No tenemos claro qué contenidos curriculares se trabajan. Constituimos un grupo de investigación acción formado por 4 maestros del ciclo inicial, 4 maestros en prácticas y el investigador externo. Participan en el taller 98 alumnos. Objetivo: Mejorar una práctica educativa. Conseguir un diseño de un taller de juegos y matemáticas aplicable a la realidad de la escuela y que responda a los objetivos educativos seleccionados por el grupo de investigación. Objetivos del taller: que los alumnos sean capaces de: – Aumentar su capacidad de cálculo mental – Aumentar su capacidad de descubrir y aplicar estrategias de juego – Aumentar su capacidad de gestión y colaboración cooperativa. Procedimiento, Investigación acción: Estudio sistemático orientado a mejorar la práctica educativa por grupos de sujetos implicados a través de sus propias acciones prácticas y de reflexión sobre los efectos de tales acciones. La investigación acción es un proceso de reflexión sistemática y compartida; en nuestro caso incluye: planificación (diseño del taller), actuación (aplicar lo diseñado), observación (recogida de datos), evaluación (análisis de los datos, triangulación con los miembros del grupo), los resultados promueven una nueva planificación, actuación, observación y evaluación. Este ciclo completo se repite varias ocasiones. (Edo, 2004) Algunos resultados en relación al objetivo: Aumentar la capacidad de cálculo mental Resultados parciales. Corresponden a un pretest y un postest realizados antes y después de las 4 sesiones de cada juego. Distinguimos dos tipos de juegos en relación al contenido de cálculo: a) combinaciones aritméticas básicas. b) descomposición de una cantidad determinada. Para los juegos de tipo a) Promedio aciertos pretest: 10, promedio aciertos postest: 16, Mejora: 60%. Para los juegos de tipo b) Promedio aciertos pretest: 12, promedio aciertos postest: 27, Mejora: 125%. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 135 Resultados globales. Los resultados de una prueba estandarizada (Prueba psicopedagógica de aprendizajes instrumentales) aplicada los 4 años anteriores a la experiencia dan una media de aciertos de 6,07 para primero de primaria y de 6,25 para segundo. En el curso de la experimentación dichos resultados fueron: 7,75 en primero y 7,1 en segundo curso. Conclusiones En relación con la investigación acción esta experiencia ha sido un medio para resolver el problema inicial, mejorando la práctica educativa taller de juegos y matemáticas. Así mismo ha constituido una actividad de formación permanente para todos los miembros del equipo y de aproximación y mejora de la comunicación entre la práctica educativa y la teoría e investigación. En relación con el aprendizaje del cálculo, esta experiencia ha mostrado que los juegos de mesa utilizados en el taller y el diseño de la situación didáctica crean un contexto adecuado para el aumento de la capacidad de cálculo mental de los alumnos implicados. Esta experiencia ha proporcionado datos para seguir investigando la aportación de los juegos a la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas en las primeras edades. (Edo & Deulofeu, 2006) Referencias: Edo, M. (2004). «Taller de juegos y matemáticas en el ciclo inicial de primaria», Desarrollo curricular. Estrategias e instrumentos, en Tomás, C. y Casas, M. (coords.). Educación Primaria. Orientaciones y Recursos.CISSPRAXIS. Barcelona. CD-Rom 13 pag.72 Edo, M. & Deulofeu, J. (2006) Investigación sobre juegos, interacción y construcción de conocimientos matemáticos. Enseñanza de las ciencias (aceptado para su publicación). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 136 Progression In Early Number Kathleen Hart. Emeritus Professor of Mathematics Education, University of Nottingham. [email protected] Abstract In 2001 to 2004 the Department for International Development [DFID] funded a small research project to look at progression in Numeracy concepts in the first three grades in Ghana, Zambia and Malawi all of which were very dependent on aid. There was a need for instruments and objectives with which teachers could assess the achievements of the children they taught and funding agencies could judge the effectiveness of the schools they were supporting. All three countries showed poor results in mathematics at the end of the primary phase. Children, teachers and schools were all working in deprived conditions. The research is on a small scale and has gaps but it is presented here as an illustration of what children appear to be able to do with scant input from the educational system and which concepts demand more effort. There was very little actual research evidence of ‘progression’, although two large scale Australian projects were looking at performance at this age level. An educator from each of the countries involved was recruited. These colleagues were; Joseph Ghartey Ampiah from Ghana, Bentry Nkhata from Zambia and Duncan Nyerenda from Malawi. We met altogether at the start of the work to plan and then after the data collection and computer analysis to discuss what we had found. Additionally Professor Hart spent a week with each colleague and worked with teachers who had volunteered their classes.At the planning meeting we scrutinised the Number content of the national curriculum of each of the three countries as well as those of five other countries. The demands of the syllabus of the three African countries were very large and a third grade Zambian pupil for example was expected to know more than a London child. We drew up a list of whole number ideas that seemed to be common and then planned a set of questions that pupils could be asked. For the sample each colleague identified eight schools in his area; four urban and four rural and further identified in each two teachers who were prepared to come to two days training and then to test children in their classes. The children in many cases could not read and so the questions were read to them whilst they had the printed version of the test in front of them. In the first and second grade a small group of pupils were interviewed. The researcher was in the classroom when the teacher did the testing and helped with the translation into the local language. In each class 25 children were chosen randomly and the plan was to test them three times in the school year. In two countries the last test was given to the grade above at the start of the year.The results indicate that the current syllabus is far too difficult and that there are large conceptual gaps between ideas which the curriculum lists consecutively. Place value causes great problems and the understanding of diagrams cannot be assumed. A suggested progression is available. In 2001 [finishing in 2004], the Department for International Development of the United Kingdom [DFID] funded a small research project to look at Numeracy and Literacy in three Sub-Saharan countries. This paper gives some details of the work that was done on Numeracy. There are restrictions to the study particularly in the limited International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 137 time available in the original plan, the part-time commitment of the UK researchers and of the colleagues in the three countries and the difficulties experienced in obtaining data from the schools. The opinions expressed are those of the author who hopes that the suggestions for a progression offered in this paper form the start of a discussion and further research, not the end point. The results and implications are not presented merely as a picture of what happens to children educated in a deprived environment and thus of peripheral interest but because what they find hard having been little influenced by an education system is close to what children might naturally find difficult. The three countries which were chosen for the study were Ghana, Malawi and Zambia; all three heavily dependent on aid. The purposes of the research were a] to provide information on what children in their first three years in school could do and b] to give teachers assessment material they could use in class. Donors usually require that the effectiveness of the education they are funding be evaluated and this is often done by testing at the end of the primary phase and results in statements of what is not successful rather than what has been achieved. Teachers become very dispirited when continually being told what their pupils cannot do. If the assessment procedures available could measure achievement on early Number concepts, the teachers would be in a position to display the learning that had taken place. Plan of Research The research was to take place in four countries with the University of Liverpool [Prof. Terry Russell] being the administrative centre. Prof. Hart would use the statistical and computing facilities of The University of Nottingham. Agreement on participating country commitments was achieved by visits of the principal researchers to Ghana, Malawi and Zambia to identify or confirm the participation of key collaborating personnel. The higher education institutes to which they belonged became part of the project. In Numeracy the three assistant researchers identified by their institutions were Joseph Ghartey Ampiah from Ghana, Bentry Nkahta from Zambia and Duncan Nyerenda from Malawi. All three had teaching commitments at their colleges besides being involved in other projects, so the time they could give to this project was restricted. They would be responsible for the identification of teachers and schools to take part in the research. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 138 A major part of the initial plan was to carry out a search of available literature on research which supported a stated progression in Number concepts. Theses from masters and doctoral studies, research projects and statements from government departments were accessed from libraries in the UK, USA, Australia, South Africa, Lesotho and from the three countries involved. It soon became apparent that although there was a curriculum stated for each country, which relied on an hypothesised progression from ‘simple’ mathematical ideas to those considered more complicated, there was little if any evidence that these were more than ‘guesses’. Literature Search Some results on Progression in Early Number were available from two large Australian projects, one which had looked at ‘growth points’ [The Early Numeracy Research Project,2001] and reported on the percentages of children who failed to meet these and the other [Wright, 1996] had put forward a framework in “Count Me In Too’. In the UK Kings College were carrying out a survey with a large sample of children, which entailed classroom observation, testing and interviews but they did not comment on progression. Nowhere was there an accepted and tried progression against which we could match the performance of our sample. Actual research on the learning displayed by African children in the first four school years was extremely limited, although all three of the project countries had data from testing children at the end of the primary phase. These tests concentrated on the performance at the end of primary school and there are reports of evaluation carried out with the help of USAID or finance from Japan. In 1998 in Ghana [PMT] the ‘satisfactory performance’ of 50% of questions correct was achieved by only 2.8% of P6 pupils with 17% of this year group scoring zero. In Zambia ‘The Basic Curriculum Framework’ issued by the Ministry of Education in Dec.2000 says “Numeracy or Mathematics ,is traditionally considered the most difficult subject for both pupils and teachers”[p14]. The Syllabuses In Dec.2001 the first workshop was held in Zambia and attended by the local literacy and numeracy researchers as well as the two UK professors. Each of the mathematics researchers was asked to bring the Number syllabus for the primary phase for his country. We compared these three lists with stated syllabuses from the UK, USA [The International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 139 Standards], Western Australia, South Africa [OBE], Lesotho and Sri Lanka. The content lists of the three project countries were very full and required more of the pupils than the expectations of some of the western countries. Concentrating on those topics of Whole Numbers which were common to the three project country requirements we drew up a content list. This was not tied closely to grade level and as we ‘unpicked’ the topics we found that many pre-requisite skills and concepts did not appear in the Ministry statements but would be needed if we were to inform teachers. The official documents required a move to much larger numbers and fractions by the end of grade 4 and none gave any indication of where real difficulties in learning might be found. We eventually investigated the understanding of only a subset of the Number topics. Methodology At the workshop we considered the data that could inform a progression of number concepts and which would be relatively easy to obtain in a short space of time. We decided to use test papers of questions which had in the main been used in research elsewhere but which reflected the content list we had drawn up and interview schedules. We could not assume that the children being tested could read so all the printed questions in grades 2 and 3 would be read out after being translated into whatever language the teacher normally used with the class. In grade1 only interviews would be carried out, again in the language normally used for mathematics teaching. The three countries used the same number symbols as the UK and the children learned the English number names for counting. We planned three periods of testing to occur throughout the school year. After the workshop the three local colleagues were sent the printed questions and asked for comments and also encouraged to ask teachers of the appropriate levels for their comments on the difficulty of the questions. The questions were also piloted in a school in London. Sample The sample for each country was selected by the local researchers to include four rural and four urban schools. These would be chosen for ease of transport and accessibility to the colleague’s home or place of work. The schools were also agreeable to the testing taking place. In each school two classes would be tested and the teachers of these classes asked to attend two days training for which they would receive a small payment. The teachers would do the testing in the presence and with the help of the local International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 140 researcher who would then take away the scripts to be marked according to a common marking scheme which recorded correct answers and specific errors which had been identified elsewhere when the questions were used. There was no time limit for a test but it was thought that 45 minutes would probably be sufficient with about 20 minutes spent on an interview. In Ghana each of the teachers would be asked to administer three tests [or interviews] spaced throughout the year with children in their own classroom. In Malawi and Zambia the school year ran from January so by the planned end of the project in August only half of the year would be completed. In these two countries tests A and B would be taken during the seven months and the third test [C] would be given on the first test administration in the school, to the grade above. The sample in each class was 24 chosen randomly by the researcher, to give a balance boy/girl, all the pupils in a class were tested if there no more than 27. Six children in grades 1 and 2 were interviewed in the presence of the researcher. It had been planned that six more would be interviewed by the teacher, later when the researcher had left but this proved impossible. Absenteeism on the part of pupils in some schools meant that the same number of pupils did not take consecutive tests. The number of children tested in Ghana is shown in Table 1 below Table 1 Ghana Sample Test A Test B P1 Test C Interview 24 24 25 P2 104 89 92 P3 100 79 93 P4 102 85 79 In Zambia the testing started with samples of P1 [38], P2 [ 140] ,P3 [102] and P4 [ 75]. However subsequent testing sometimes did not take place in certain schools and so data for individual children are missing. The situation in Malawi resulted in less data being collected. The detailed instructions for recording the interviews were not followed and so we have scant information about grade 1. Only seven schools took part in the testing and the resulting numbers were P2 [75], P3 [75], P4 [75]. Marking International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 141 The written test papers were taken to the local researcher’s institute and markers engaged to assign codes to different answers. The coding sheets were the same for all three countries and had been decided earlier. Statistics,using SPSS were then computed at the University of Nottingham, questions asked of the researchers who were given the results and finally the researchers from Ghana and Zambia met with Prof. Hart to look at the results and come to some conclusions. The researcher from Malawi did not take part in this second workshop which was held in South Africa. Messrs Ampiah and Nkahta reported on the difficulties in carrying out the testing and aspects of the procedures which they considered illuminating. The data which were used for computing test scores were taken for each test separately and no attempt was made to produce a profile of individual children. Comparisons among the three countries were only made in very general terms and provided a basis for discussion among the local researchers, only one of whom was a mathematics educator. Comments On The Testing Procedures Reading the questions to the pupils in order to avoid the necessity of the child having to read resulted in some pupils in classes in Ghana omitting questions because they had failed to keep pace with the teacher. In both Zambia and Ghana the local researchers commented that children found it difficult to work from the printed page even with the teacher reading the questions, as the usual form of class lesson was through verbal interaction with the teacher who used the blackboard. Additionally diagrams proved much more difficult for the children to interpret than we assumed. Adults, particularly western adults tend to assume that using a diagram is an aid to understanding but this is not necessarily the case. The Zambian colleague commented on the apprehension shown by the teachers on the days when he was in the school helping them. They had been on a two day course in which the purpose of the exercise had been explained but this did not convince them that we were engaged in a professional/academic endeavour through which they might learn. It took a great deal of time for pupils to write their names and the name of the class before the testing started, again an activity which is generally assumed to be straightforward. Before the papers were finalised the Zambian researcher had discussed the difficulty of the items with teachers, referring to the suitability of the syllabus and textbooks [where there were such] but during the tests the teachers complained that some items were too hard although all the items matched the stated syllabus for that grade level. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 142 The Results Grade 1 The results from grade 1 are dependent on the interviews with a small number of children. The emphasis in all three syllabuses was on counting in the first grade and this seemed quite well done. The teachers reported that the pupils had the number names in the correct order, touching or pointing to objects as they said them. The pupils could choose a set of objects to match a number symbol and write that symbol if it was less than ten. The questions the Ghanaian sample answered at the 90% level were answered at the 70% level by the Zambian pupils. We could not obtain this information for the sample from Malawi. The more sophisticated Number work that follows in most syllabuses contains not only larger numbers and operations upon them but also explores more efficient ways of finding totals than counting all the objects. We looked for evidence of ‘counting on’ and also the use of number bonds where the pupil could say “3 and 5 make 8” without counting either objects or fingers. Only 5% of the Zambian sample and 25% of the Ghanaian could do this; at least 30% had to have a set of objects to count. By the end of the school year however 85%-95% [Ghana] and 65%-75% [Zambia] could give correct answers to single digit addition and subtraction questions set out formally in number sentences although they were unable to form a number sentence themselves to describe a situation. Grade 2 The tendency in printed syllabuses is to assume that small numbers will lead to larger and operations proliferate and so for grade 2 we find that tens and ones are being used, addition and subtraction of two digit numbers with no decomposition is expected and before the end of the year multiplication is introduced. To adequately deal with place value the tens must be seen as entities which can be counted, not as a collection of ones. A frequently used device is to show bundles of ten sticks and separate single sticks. We used a diagrammatic form of these and asked the second graders [questions are still being read out by the teacher] to write the number symbols to correspond. The Ghanaian children could cope with these diagrams at the 50% level and less than 30% of the Zambian sample could interpret the figures in symbols whilst less than 20% of those from Malawi could do so. Formal algorithms for addition and subtraction of two digit numbers when no regrouping was required were correctly done by 80% [Ghana] but the Zambian sample had 45-67% success for addition and 28-38% for subtraction, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 143 recall only single digit computation was involved. Only 30 to 40% could re-write a number sentence with addition, as a subtraction. Multiplication is in the syllabuses but appeared too difficult for all the groups in grade 2. Grade 3 In grade 3 the addition and subtraction algorithms are extended to include both decomposition and three digit numbers. For the two digit subtractions the Zambian sample was successful 60% of the time but when decomposition was needed this fell to 30%. A common error was to subtract the smaller digit from the larger whether it was on the top or bottom line [20% occurrence]. The Ghanaian sample had 92% success when no regrouping was needed falling to 44-50% when it was. If no decomposition is needed then the skill involved is essentially the knowledge of number bonds to ten and place value is not involved. When hundreds are involved the problems are compounded as can be seen in Table 2 below. Table 2 Third Grade Addition and Subtraction HTU HTU HTU HTU 431 206 236 956 +153 +325 -121 -234 Ghana 95% Ghana 90% Ghana 78% Ghana 81% Zambia 79% Zambia 69% Zambia 68% Zambia 65% Malawi 76% Malawi 60% Malawi 70% Malawi 65% HTU HTU HTU HTU 235 573 215 432 +117 +147 52% -117 Ghana -275 Ghana 61% Ghana 9% Ghana 25% Zambia 27% Zambia 21% Zambia 7% Zambia 22% Malawi 25% Malawi 14% Malawi 11% Malawi 23% The syllabuses for all three countries continue to introduce larger numbers with scant regard to extra difficulty. There is a tacit assumption that little more cognitive effort is needed. This does not appear to be true of the samples involved in this project. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 144 Asked to identify the number written in symbols which corresponded to a three figure number read out by the teacher only 34% of the Ghanaian sample could do so and 8% of the Zambians. The number was ‘eight thousand and twenty eight’ and 65% of the Zambian sample chose 800028. We can see in Table 3 the results of addition of thousands when given to grade 4 pupils. Table 3 Thousands Question in Grade 4 3074 +213 + 5633 Th H T U + __________ Ghana 34% Zambia 0% Malawi 35% We can see that there are serious problems when numbers over ten have to be manipulated and more tens made. Success on questions where no regrouping is involved could lead the teacher to assume understanding of the whole process. By the end of grade 3 the Ghanaian sample were nearly all [93%] able to deal with two or three digit addition as long as there was no regrouping, this fell to 60% when regrouping was needed. Subtraction is even harder and with regrouping and three digits the facility is only 30%. The Zambian children have a lower success rate and if ‘ten’ has to be broken up in either addition or subtraction then the success rate in grade 3 is only 20-30%. In Malawi the first test in grade 3, given halfway through the school year had three questions in diagrammatic form which were completed at 50-21% level. Two digit subtraction showed the same falling away when decomposition was entailed as did the three digit subtraction later in the year [73 % fell to36%]. Although the ability to complete a previously taught algorithm for addition or subtraction is not necessarily a sign of complete understanding, one would expect heavily practised techniques to yield results and yet with these samples there is limited success. Where the pupils succeed is when the question needs addition bonds up to ten [or fingers for counting], any requirement to reinterpret tens and ones or other ‘adjacent columns’ results in failure. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 145 In any progression of Number topics it seems highly desirable to separate addition and subtraction so that each is dealt with but also to deal separately with their interconnectedness. Place value and the ramifications of using two, three and even four digit numbers cause a large hurdle to understanding and it is not enough for a syllabus simply to assume a smooth transition. Multiplication can be seen to replace repeated addition or to represent an array [columns and rows]. Both these representations seemed too difficult for the end of grade 2 in which syllabus they occurred. Only 40% of the Ghanaian children given the question ‘5 x 3 = 3 +……….’ Could complete it. The Zambian children who were younger had no idea of multiplication [it was difficult to describe in the local language]. ‘Share’ was easier to interpret and about half the sample could deal with sharing when a picture was given. In grade 3 about 45% of the sample from Malawi could write an expression for multiplication. Sharing was at 65% and higher. Grade 4 We simply refer to grade 4 results because according to the syllabuses by the end of grade 4 the pupils should successfully handle the four operations with four figure numbers. This was far from the case and any departure from the accepted format caused considerable problems. For example the question “how many groups of 23 flowers can you get from a box of 237 flowers?” had facility 5% in Zambia and less than 10% of the Ghanaian pupils had a correct answer. Suggestions For A Progression The contents of the syllabus were too many and the level of difficulty was too great for most of the children in the schools of the sample. These were by no means the most deprived in the area. It seems a waste of time to run an education system which takes 100 children in grade 1 and is satisfied if 5 of them emerge with understanding four years later. This situation is exacerbated by the conditions in Sub-Saharan Africa but in most western countries we are content if 60 to 70% of the primary school succeeds in mathematics. We label children as ‘low attainers’ or ‘slow learners’ whereas they may be attaining at the most advantageous rate and the expectations of the system is what is incorrect. We have the pupils in school for 11 years or more but when they emerge having repeated some topics, reviewed others and practised ad nauseam we are always left with very few who wish to continue studying mathematics or have confidence in International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 146 their mathematical knowledge. The result of the project reported here was to produce a list of topics ,not tied closely to grades but reflecting Number topics which occurred in the Primary school syllabuses. The list is based on what the children appeared to be able to do rather than what we wished they could achieve and identifies for the teacher where there are large leaps in demand, i.e. when the next concept is much harder than that which went before. A teacher might consider delaying the new introduction and working on consolidation before proceeding. A lot of what appeared in the syllabus for a particular grade has been moved and appears at a later stage. Each stage could be suitable for a grade but would only be attempted if the teacher was sure that all previous ideas were assimilated by all [or nearly all] children. There is a limited amount of content matter but the expectation is for all of it to be learned by everybody. Stage 1 Numbers Less Than Ten Objects. Matching two sets. As many as. Counting objects. Using words in correct order. Matching object to word [touching]. How many? Last word in count is answer to ‘how many’. Position relative to other numbers Number symbols 1 to 9 matched with a set of objects. Writing symbols. Expression for addition. Solved by counting. Subtraction as removal . Solved by counting. Numbers More Than Ten –as well Counting to 20 or 30 [not recording] orally . Matching names to sets of objects. How many more has one set than another [oral]. How many altogether from two sets [oral]. More than. Using numerals and also objects. Totals but not symbols can be more than ten. Symbolic expression for addition. Knowing number bonds. Symbolic expression for subtraction. Knowing bonds. Addition and subtraction in formal format, numbers less than ten. Ordinal numbers less than ten. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 147 Then Stage 2 Note. The lines drawn above denote a big increase in difficulty when they are crossed. References Clarke, D. and team. Early Numeracy Research Project. Describing Goals For Teaching Multiplication and Division In The Early Years. Victoria Dept. of Education, Australia. 1999 DFID [2004] Research Into Assessment of Numeracy and Literacy Achievements in Disadvantaged Primary School Populations in Sub-Saharan Africa Hart, K. and Yahampath, K. National Basic Mathematics Survey Report [Sri Lanka]. Cambridge Education Consultants. Cambridge, UK. 1999 TED & JICA: Ghana STM Project with Institute of Education. Baseline Survey for GES-JICA STM Project, January, 2001. Ghana Wright,R. Problem-centred Mathematics in the First Year of School. In Mulligan and Mitchelmore, MERGA, Australia. 1996 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 148 CHILDREN AND EARLY MATHEMATICS TOWARDS SOCIAL AND EMOTIONAL MATHEMATICS Päivi Perkkilä, EdD & Eila Aarnos, PhD (Psych.) [email protected]; [email protected] University of Jyväskylä Chydenius-institute – Kokkola University Consortium. Finland The problem: What kind of emotions do children have towards the real world mathematics and formal school mathematics? We are concerned about the gap between the real world mathematics and formal school mathematics. Mathematical experiences are essential parts in children’s world from very early of life. The child’s focusing on numerosity produces practice in recognizing and utilizing numerosity in the meaningful everyday context of the child. All emotions arise from events that in some way have relevance for oneself. There is, however, a special class of human emotions that are even more immediately selfrelevant. We focus here on the “self-conscious” emotions, which directly involve selfreflection and self-evaluation. Subjects: 299 Finnish children aged 6 to 8 from different parts of Finland. Procedure: We have developed a pictorial test including 38 pictures. The picture sets are wild nature, nature products, human beings, toys, built environment, mathematical issues, and child’s own drawing about her/him in the Land of Mathematics. Children were asked to evaluate all pictures from three viewpoints: 1. Is there any kind of mathematics in the picture? 2. How did you felt the mathematics in the picture? 3. Write down your own mathematical ideas about the pictures. After describing and interpreting the results of pictorial test we have selected 24 interesting cases for deep interviews. Results: The main scale consists of all the mathematical contents that children produced under the pictures. The lower quartile consists of children who produced either nothing or mainly numbers, and arithmetic tasks. The upper quartile consists of children who produced mainly amount expressions and comparisons, word problems, and mental models. The greatest differences between these groups were found in emotions towards the real world mathematics, and in emotions towards doing mathematics alone. There were great differences between girls and boys in their emotions towards the picture sets of pictorial test. Conclusions: Especially we are worried about two groups of children: those who seem to have sad emotions and only few ideas about mathematics, and those who seem to have rich mathematical ideas and great interest in the real world mathematics. Our results issue big challenges for early mathematics education in pre-school and in primary school. We wonder if we should give girls and boys some different opportunities to learn mathematics. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 149 EARLY NUMERACY AND TEACHING-LEARNING PROCESSES. A comparative case study of maths lessons for six-year-old children in three European samples Hiltunen, Teija (Lic.Educ.) Department of Teacher Education in Turku University of Turku, FINLAND [email protected] FIN-20014 Assistentinkatu 5 Fax +358 2 333 88 00 Abstract This article is based on a comparative, cross-sectional, case study and it addresses three questions: What kinds of early numeracy features of six-year-old children are there in the three European samples presented in this study, and what kind of teacher-pupil classroom interaction profiles are there in these samples? The third question is how are these early numeracy features related to the teacher-pupil classroom interaction profiles, based on teaching-learning interaction dimensions, during the test week? These questions were investigated with mixed quantitative and qualitative methods. In this study, early numeracy features of six-year-old pupils (N=99) were tested with The Utrecht Early Numeracy Test (ENT by Van Luit, Van de Rijt & Pennings 1994) which seems to be a reliable instrument for measuring the development of early numeracy in different countries (Aubrey & Godfrey 1999; Van de Rijt & Van Luit 1999; Godfrey, R., Van de Rijt, B.A.M., & Van Luit, J.E.H., 2000). Six structures of teacher-pupil classroom interaction behaviours, during ENT weeks`math lessons, are based on Pollard´s (1997) teaching-learning models, with the addition of off-task code, and analysed from video movie files minute for minute (MPEG 886 min). Findings indicate that slightly above average ENT results are related to a socio-constructivist classroom interaction profile. Average ENT-results are related to behaviourist classroom interaction profile and slightly below average ENT results are related to a constructivist classroom interaction profile. These results suggest a move towards socio- International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 150 constructivism in the teacher-pupil classroom interaction of maths learning environments. This paper was presented in part at FERA, November 2003 and as a poster at EARLI, August 2003. Acknowledgement: This article was produced jointly with J.E.H. Van Luit and B.A.M Van de Rijt. I would like to thank colleagues in Utrecht University, Helsinki University and Åbo Academi University for all the translated ENT -versions, and also all the teachers and six-year-old children of the schools and the preschools presented in this investigation. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 151 Introduction Practices, activities and institutional arrangements of learning environments vary a great deal in European pre- and primary schools. This research aims to understand how the development of early numeracy is related to classroom interaction in pre and primary classrooms from England, Sweden and Finland.. Previous international comparative surveys indicate that individual early numeracy test results of six-year-old Finnish children seem to be very good, whereas English children perform slightly below expectations in early numeracy tests (Godfrey, R., Van de Rijt, B.A.M., & Van Luit, J.E.H., 2000). Comparative early numeracy test results of Swedish children have not been available until now. Aunio (2006) suggested that there were cross-national differences in that the children in Beijing, Hong Kong and Singapore had better number sense than the children in Finland Greeno (1993) suggests the learning analysis unit should be the relation between individual features and situational, socio-cultural learning environments. Situational, socio-cultural learning environments seem to vary from one culture to another and it is interesting to compare, whether the early numeracy test results are related to the pedagogical differences between cultures from the perspective of teacherpupil classroom interaction behaviours. Because of the multi-dimensionality of lessons, this study refers to classroom interaction dimensions focusing on both pupils´ and teachers´ perspectives. The data available consist of qualitative and quantitative analyses of video-observed teacher-pupil interaction profiles, in maths lessons during the ENT testing week, and they will be presented on weekly teaching-learning interaction dimensions.The purpose of this study is to compare the features of early numeracy test results (Van Luit, Van de Rijt & Pennings 1994) of six-year-old children (N=99) and teacher-pupil classroom interaction profiles (886 min. of MPEG movie files), based on Pollard´s (1997) teaching learning interaction models, in three European samples. Early numeracy Already infants have an innate predisposition to recognize small numerosities and compare quantities. At the age of three children begin to understand the relationship between counting and the number of objects being counted. Counting is at first a routine activity imitated from adults, peers, tv, school etc. and children have to go through a International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 152 developmental period before mastering different skills. Children have to learn different counting skills in different contexts in order to generate the counting principles. A period at about the age of two is called recognition of number words, the next period is synchronously counting, and after this period, at about the age of five, comes resultative counting. (Geary 1994, 2000; Ginsburg 1977; Wynn 1990; according to Van de Rijt & Van Luit 1999, also Fuson 1988; Saxe & Gearhart 1988.) Recent research supports the position that humans are born with an innate set of basic quantitative competences. Geary (1994, 2000) speaks of primary and secondary mathematical skills. These primary quantitative abilities are implicit understanding of numerocity, ordinality, counting and simple arithmetic. Secondary abilities are culturally determined, and normative development of secondary abilities can and often does vary from one culture or generation to the next depending on school practices. (Geary 2000.) Looking at different abilities, it is possible to assume that there is an overall numerical construct for solving problems in maths contexts, and this construct, which can be referred to as early numeracy, has different components, representing the development of this construct. Earlier studies of Van de Rijt (1996), Van Luit, Van de Rijt and Pennings (1994) and Van de Rijt and Van Luit (1999), on early numeracy development in 4- to 7-year old children provided a list of eight components of numerical and non-numerical quantity knowledge, which contribute to early numeracy. The test was been piloted in the 1990´s on 823 Dutch children aged between four-and-ahalf and seven-and-a-half years. (Van Luit, Van de Rijt & Pennings 1994, Van de Rijt & Van Luit 1999.) The Early Numeracy Test (Van Luit, Van de Rijt & Pennings 1994) is based partly on Piaget´s (1965) operations, because there is a relation between the different counting skills and the operations like classification (a number word becomes a cardinal number), conservation in general (more, less than), and correspondence and seriation (relations, ordinal & cardinal number) by Van de Rijt (1996). The ENT (Early Numeracy Test) is divided in this study into eight components: • Concepts of comparison, both of measures and of numbers • Classification, matching or grouping objects on the basis of one or more characteristics • Correspondence, recognising sets with the same elements or numbers, or making a set to match a given set International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 153 • Seriation, recognising sets which are arranged in order of size or some other attribute • Using counting words, counting with numbers up to 20, forwards and backwards • Structured counting, counting objects in a number of arrangements • Resultative counting, counting without the need to touch or point • General number knowledge, applying number knowledge to realistic situations. Each component is devided into five items (Godfrey, R., Van de Rijt, B.A.M., & Van Luit, J.E.H., 2000, Van de Rijt & Van Luit 1999). In the standardization study of the Finnish ENT, the results indicate that items 1-15 (components 1-3) are easier, whereas items 16 to 40 (components 4-8) refer to increasing discrimination power, confuson and difficulties for Finnish children. On the Finnish Early Numeracy Test, the test results of the normative study, the average raw test score for 6.5 year-old children was 30. According to Aunio (2003) the ENT may not be suitable for talented, over six-year-old children. The split-half reliability in Aunios´(2003) study was .90. This kind of early numeracy comparison is relevant, because previous international comparative surveys indicate that Finnish children (mean score 31.9) seem to perform very well, whereas English children (mean score 15.9) perform slightly below expectations, when using the ENT raw test score 0-40. (Godfrey, R., Van de Rijt, B.A.M., & Van Luit, J.E.H., 2000). Aunio (2006) suggested that there were crossnational differences in that the children in Beijing, Hong Kong and Singapore had better number sense than the children in Finland. In the literature, there are several studies which propose that school systems and math education should be described to explain these differences in early numeracy between countries, because different kinds of schooling and care, starting school at different ages, different class sizes and different adult-child ratios etc. may cause these differences (Aubrey & Godfrey 1999; Van de Rijt & Van Luit 1999; Godfrey, R., Van de Rijt, B.A.M., & Van Luit, J.E.H., 2000). The goal of the Early Numeracy Test is to indicate a lag in development of early numeracy. There are three test forms, A-C, with eight components with 40 item each. Raw test scores are 0-40 and numeral competence scores are 0-100. Individual testing takes 30 minutes for child. ENT seems to be a reliable instrument for measuring the development of early numeracy in different countries. Early numeracy is composed of eight components. There is a possibility for the test user to determine the level of International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 154 competence score (A-E), which is compared with the scores of children in the same age norm group. The A-E levels are determined as follows: Level A good to very good (comparable with around 25% of the highest scoring children in the norm group) Level B ample to good (comparable with around 25% of the children in the norm group scoring just above the average) Level C moderate to ample (comparable with around 25% of the children in the norm group scoring just below the average) Level D weak to moderate (comparable with around 15% of the children in the norm group scoring amply below the average) Level E very weak to weak (comparable with around 10% of the lowest scoring children in the norm group) (Van Luit, Van de Rijt & Pennings 1994). For the previous international studies (Aubrey & Godfrey 1999; Van de Rijt & Van Luit 1999) all six countries were asked to assign about a hundred children to each three test forms and to test them three times during the course of a year. Reliability of the test form A in the ENT measured in 1997-98 was in the Netherlands .90, in Belgium .89, in Germany .88, in Greece .92, the United Kingdom .83 and in Slovenia .90. The eight components represent one latent structure, early numeracy, in different countries. In the development of early numeracy there are differences between countries. ENT is widely used for children in special needs education. Most mathematical difficulties start in the domain of early numeracy at an early age (Van de Rijt, Godfrey, R., Aubrey, C., Van Luit, J.E.H., Gresquière, P., Torbeyns, J., Hasemann, K., Tancig, S., Kavkler, M., Magajna, L. & Tzouriadou, M. (2003). Specific characteristics of children with special educational needs are memory deficits, inadequate use of strategies for solving maths tasks and deficits in generalization and transfer of learned knowledge to new and unknown tasks. Children in most special education math settings are not be able to master the four basic maths operations before leaving primary school. This is why there are interventions and effect studies available for following step-by-step processes from the concrete to the abstract and from working with material to working with mental representations etc. In van Luit and Naglieri (1999) study, the training took into account the particular difficulties especially in the International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 155 lack of spontaneous use of adequate information processing and remembering strategies. Children with MMR and LD benefited from the training using three methods of problem solving 1) effective (knowing by heart) 2) potentially effective (more steps than one) and 3) non-effective (wrong solutions). A further, more complex multilevel model by Godfrey, R., Van de Rijt, B.A.M., and Van Luit, J.E.H.(2000) allowing for differences between countries and even within countries (national mean scores and ages together with the international regression line for individual scores on age), No Swedish results were available in these previous studies. It seems that the main reason why English children were less successful in these previous studies was that they were much younger than the other participants. Learning environments, school systems and maths education should be described to explain these differences, because of different kinds of schooling, ages, class sizes and adult-child ratios etc. may cause these differences. Dimensions of teaching-learning processes and teacher-pupil classroom interaction The quality of classroom interaction is determined by interaction processes, which take place between the teachers and the pupils in the classrooms. Because of the complexity and multi-dimensionality of lessons, this study refers to classroom interaction dimensions focusing on both pupils´ and teachers´ perspectives. The data available consist of qualitative and quantitative analyses of video-observed teacher-pupil interaction profiles in maths lessons during the ENT test week. There have been several previous studies on teachers´ interaction behaviours in classrooms. Early childhood education emphasizes the importance of caring, sensitive and responsive interaction to facilitate the child’s socio-emotional development and play (Bredekamp & Copple, 1997), because a more secure relationship with the teacher encourages children to explore and offers more opportunities to learn. For example in Teaching Styles Rating Scale (McWilliam, Scarborough, Bagby & Sweeney, 1998) children and care teachers were rated on use of eight interaction behaviours and clustered by teachers average profiles. The Caregiver Interaction Scale (Arnett, 1989) was clustered by teachers sensitivity and education. The Engagement Check II (McWilliams 1999) and Early Childhood Environment Rating Scale (Harms, Clifford & Cryer, 1998) measured group-child engagement. Modes of teacher participation and classroom teaching behaviour studies are typical teacherInternational Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 156 oriented classroom investigations Furthermore, there are many studies, which tend to be carried out from students´ perspectives. Children’s talk on early years` classrooms was used to investigating leadership and control. Bennet, Wood and Rogers (1997) investigation on social interaction and learning, partly illustrated insights gained from the use of functional analysis of the classroom talk system. There have been some studies investigating the dynamics of peer interaction in problem-solving tasks based on learner´s conceptual framework and social activity in the construction of mathematical thinking. This pedagogy draws on socio-cultural approaches to development and learning. (Kaartinen 1995; Wells 1999; Brown & Renshaw 2000 by Kumpulainen & Wray eds. 2002, 77-90.) There are studies of re-conceptualizing scaffolding and zone of proximate development. Some of those studies have been more on language functions, such as Sahlström and Lindblad`s (1998) investigation of subtexts in the classrooms. Fourlas examined teacher-centred versus peer-group-centred primary classrooms (1988, according to Kumpulainen & Wray 2002, 43-56). This sample of case study videoobservations tends to present classroom interaction both from teachers` and students`; as well as a shared co-operational perspective. This interaction research is based on sociocultural perspective and, thus the focus of the analysis is on group level teacher-pupil oriented interaction. Typical features of this kind of interaction analysis are the acknowledged socio-cultural context of interaction in macro-, meso- and microlevel analyses, qualitative and meaninglevel analyses, dynamic descriptions of interaction and focusing on meanings and structures of interaction. The socio-cultural perspective emphasizes the homogeneity of a cultural group. The socio-cultural perspective has been successful in characterizing the features of learning situations. (Cobb, 1994; Vosniadou, 1996.) The model to analyze differences in classroom processes in this study lays emphasis on general theoretical approaches to learning: socio-constructivism behaviourism and constructivism. In behaviorist, teacher-oriented model the teacher decides on important knowledge, skills etc. and instructs children. Children only respond to the teacher’s questions. The teacher corrects and assesses responses, the children respond and the teacher instructs children again and so on. The most significant of these psychologists was Skinner (1953/1968). (Pollard 1997,119-120.) International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 157 CHILDREN ADULT Respond Desides on important Respond Instructs Corrects children and knowledge, skills etc. Instructs children Assesses Figure 1. A behaviourist model of roles in teaching-learning interaction (Pollard 1997, 120). Socio-constructivist theory strongly suggests the importance for learning of the social context and interaction with others (shared interaction). The most influential writer on this approach has been Vygotsky (1962, 1978). CHILDREN Activity And Activity and Discussion Activity and discussion Makes sense discussion Area of work evaluation And activity ZPD ZPD reviewed Negotiated ADULT Reflective Agent agent Reflective (support & instruction) Figure 2. A socio-constructivist model of roles in teaching-learning interaction (Pollard 1997, 126). The "zone of proximal development" (ZPD) is The distance between the actual developmental level (of the child) as determined through problem solving and the level of potential development as determined through problem solving under adult guidance or in collaboration with more capable peers. (Vygotsky 1978, 86.) International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 158 Socio-constructivism in classrooms portrays the image of the learner as active and social. Images of teaching and learning are that knowledge and skills are constructed gradually through experience, interaction and adult support. Learning comes through the interdependence of teacher and children. Characteristic of child activities is discussing an issue with an adult or other child/children and problem-solving within a group. By structuring challenge teacher can clarify thinking and proceed to meaningful understanding. The teacher also encourages collaboration and language development. Socio-constructivism requires a very high level of adult scaffolding, judgment, knowledge and skills. (Pollard 1997, 128-131.) CHILD Experience Experience Makes sense Area of work And creativity Negotiated ADULT Evaluates Figure 3. A constructivist model of roles in teaching-learning interaction (Pollard 1997, 123). Child-oriented constructivist models are based on Piaget´s work (1926, 1950). Teaching-learning interaction starts in the area of work and activity, which is based on adult-child negotiation, the rest of the process laying its emphasis on childrens´ experiences until it makes sense for them. The teacher only evaluates the process. (Pollard 1997, 121-123.) Blatchford (2003) investigated connections between class size and three aspects of child and teacher behaviour in class: teacher-child interaction, pupil attentiveness and off-task behaviour, and peer relations in large (average 33 children) and small (average 19 children) reception classes (children aged 4-5 years). Data consist of a sub-sample of 235 children in 39 classes from a longitudinal study of two cohorts of over 10 000 children for three years after entry to English infant schools (aged 4-7 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 159 years). Results show that teacher-child contacts are more personalized and frequent in small classes, whereas in large classes children are more likely to be off-task and interact more extensively with their peers (through social contacts as well as work). In this study, teacher-pupil classroom interaction was rated on six categories of interaction behaviours, based on Pollard´s (1997) three dimensions of roles in the teaching-learning process and with the addition of dis/organized off-task transition period. • Teacher-oriented (TO) Behaviourism (code 3) meaning traditional teaching and instruction. • Teacher-group (TG) Behaviourism (code 2) meaning questions and answers, correction and assessment. • Teacher-pupil (TP) Socio-Constructivism (code 1) meaning teacher interacting with one pupil. • Dis/organized (code 0) meaning transition periods, chatting off-task about anything except maths. • Pupil-pupil (PP) Socio-Constructivism (code -1) meaning 2-3 pupils interacting together. • Pupil´s independent (PI) Constructivism (code -2) meaning pupil´s independent work. • Pupil-oriented (PO) Constructivism (code -3) meaning projects, themes etc. by pupils in groups. The coding system above proposes teacher-pupil classroom interaction categories and a brief description of each category . METHODS A cross-cultural and cross-national project is time-consuming and labour intensive. This study was carried out in those European schools and preschools, which gave permission for the research during Comenius 1. School a working place for children project 200003 and that is why the number of countries decreased from six to three. Early numeracy testing was carried out in Turku, Finland (sample code Pre1-3 and Sch1) in January/April 2002, in London, England (sample code Sch2) in October 2002 and in Gothenburg, Sweden (sample code Sch3) in March 2003. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 160 The participants were children in samples from the Comenius 1. project partner schools with the addition of some preschoolers, because in Finland most sixyear-olds are in preschools maintained by social services. Three preschool groups (Pre13) and one school class (Sch1) were from Turku, Finland. Two school classes (Sch2) were situated in London, where six-year-old children are second or third year (after reception class) primary school pupils. Two preschool groups were situated in Gothenburg (Sch3), where most six-year-old children are in preschools maintained by the educational authorities. There was a total number of 99 participants of whom 36 were from Pre1-3, three from Sch1, and 30 from Sch2 and Sch3. Tested children were of a similar age (6-7 year olds, mean 6.5 years)in these samples. Learning environmental factors like number of formal schooling years, class size, maths group size and adult-child ratio are presented here. Educational systems and maths curriculum comparisons will be presented in later articles. Early numeracy and mathematical competence skills of six-year-old children were tested with and the Utrecht Early Numeracy Test (Van Luit, Van de Rijt & Pennings, 1994) in three European samples. The ENT English version of the test forms A-C and test manual were received from Bernadette van de Rijt and her group at Utrecht University (Van Luit, Van de Rijt & Pennings1994), the Finnish version of test form A from Helsinki University (Hautamäki & Järvinen 1997) and the third, Swedish version of test form A was translated at Åbo Academy University. Early Numeracy Testing of each participant takes half an hour; in Pre1-3 and Sch1 testing took 19.5 hours, in Sch2 and Sch3 countries 15 hours each. All the participants were tested individually exactly according to the test manual instructions by one and the same researcher. The administration rooms were quite quiet although a large variety of environments was available from corridors, stockrooms, play rooms, sleeping rooms and individual tutoring rooms. The minimum criteria for testing environments were two suitable chairs and one table in between. On the table between the researcher and the participant there was all the time the very same folder containing test manual with picture copies, a small bag of twenty multi-link blocks (ten blue and ten yellow multi-links), three copies of task papers (A 13-14 and A19) for each participant to use and a pencil and a rubber each. The concepts of cube and multi-link blocks was clarified in the pupil´s language with each participant in advance before testing. Children were allowed to get used to the researcher and the test situation, and to sit comfortably. After the testing every child was able to choose a International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 161 sticker for herself/himself, which seemed to be a motivaltional factor for children of this age. There was a large variety of stickers from pictures to texts like ”nice work”, ”good” and ”super”. During the testing, the researcher had access to the scoring form, which was translated into each three languages, and the test manual. The personal data were filled in on the scoring forms during the testing. ENT data were stored in the computer and quantitatively analysed by SPSS statistics, using T-tests, one way ANOVA and Tukeys HSD multiple comparisons between samples. Age group levels A-E and crosssample comparisons of the ENT items (percentages of correct answers) are available. Reliability was tested in the whole sample of all 99 participants. The results are presented in tables and figures for Pre1-3, Sch1, Sch2 and Sch3 samples. Testing was carried out at each preschool/kindergarten and infant/primary school during the same week as video-observations of teaching-learning processes and teacher-pupil classroom interaction in all weekly maths lessons. The research timetable was planned in advance, but the flexibility of situations at schools and preschools had an effect in many ways during the test week(s). The main criterion was to video-observe all the maths lessons during the test week and test as many children as possible in between the lessons during the same week. The aim was to test 40 children within each week, but the reality turned out to be a maximum of 30 tested children per week within school hours. Limitations like timetable, breaks and lunchtime were carefully considered. More resources, time or research assistants would be one solution in future investigations. The qualitative data presented consist mainly of video-observation of implemented teaching-learning processes, teacher-pupil classroom interaction in maths lessons during the early numeracy test week of each sample. The classroom interaction was analyzed by the classification instrument described above consisting seven categories. The unit of analysis was one minute. Teacher-pupil-oriented classroom interaction was videotaped with two video cameras, one of which was directed towards the teacher and the other towards the group of pupils during whole class work. During pupils independent work another video camera was directed towards those pupils who, according to the teacher, are good and the other towards those pupils who are poor in mathematics or towards two groups working on a task. The videotaped mathematics lessons during one ENT-week from each sample/school/class in 2002-2003 are stored in the computer as movie files (MPEG), International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 162 linked to Windows Media player minute for minute codes of seven teacher-pupil classroom interaction structures and analyzed using statistical mode- and average meaning level analyses in each sample. Analyses are made of weekly maths lessons and carried out using typical weekly teacher-pupil classroom interaction mode profile figures from each sample, from preschools and schools. Three dimensions of teachinglearning processes were analyzed on percentage basis and presented in a figure of all samples. The research assistant analyzed 10% of the video files. The correspondence between the two researchers was 75%. The codes of interpretation were 1. teacher-pupil interaction and 2. teacher-group interaction. Code 1 is for teachers´ systematic questions connected with pupils correct responses or discussion in the zone of proximal development. Code 2 is for random asking and correct or wrong responses without ZPD. Only 3.33% of the differences between the researchers´ analyses were caused by some other inexplicable factors. The relationship between ENT results and dimensions of teaching-learning processes is performed on a competence score meaning level from the samples, along with the fourth dimension of the teaching-learning process figure, without the off-task transition periods. During each video-observed maths lesson the researcher filled in one A4 observation sheet with the time and teaching-learning processes of three pupils, who according to the teacher are poor, average and good in mathematics. Supplementary materials like copies of textbooks, worksheets etc. were collected from the classes. RESULTS Early numeracy In the study presented here, the participants (N=99) were a sample of average six-yearold pupils from those Comenius project schools, which gave permission for the research with the addition of some preschoolers, because in Finland most six-year-olds are in preschools maintained by social services. In Pre1-3 and Sch1 samples (n=39) most of the participants were from preschools and less than 10% from primary school. Sch2 participants (n=30), after the reception class, are now in the second grade of formal infant/primary school and they are third year formal school pupils. The third sample consist of preschooler participants from (n=30) Sch3. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 163 The tested children were of similar ages (mean 6.5 years) in all three samples, but formal schooling years differ (Pre1-3 0 years-, Sch1 one year, Sch2 three years and Sch3 one year of formal schooling). Class sizes (Pre1-3 & Sch1 n=20-25; Sch2 n=30; Sch3 n=16-26) and adult-child ratios differ among the samples (Pre1-3 & Sch1 adult child ratio 1-3:20-25; Sch2 adult child ratio 2:30; Sch3 adult child ratio23:16-26). In Sch1, one teacher may be responsible for over 20 pupils, but in this sample there were two teacher trainees available. Kindergarten teachers may be responsible for a whole group of half-day preschoolers in Pre1-3, but in this case whole day groups had two teachers and a nursery nurse per group. In Sch2 there is always one teacher and one class assistant per group. In Sch3, preschools are held in schools and there is one teacher for 8 children, there were two preschool teachers in both groups with the addition of a nurse in a group bigger than 16. In Pre1-3 & Sch1 and Sch3 the groups were partly split into half or divided into small groups while working on maths tasks. The group size varied from eight to thirty during the video-observed maths lessons. Table 1. ENT results Samples M Competence scores 0- M Raw test score 0- SD 100 40 Pre 1-3 & Sch1 74.46 31.44 5.471 Sch2 69.93 29.40 5.757 Sch3 61.53 24.43 5.710 Total M 68.64 28.42 5.646 ENT-results indicate that there are differences between groups in competence scores, the Pre1-3 & Sch1 sample is slightly better with a competence score mean 74.46 (Raw test scores M 31.44, SD 5.471), than the Sch2 sample with a competence score mean 69.93 (Raw test score M 29.40, SD 5.757).Sch3 is slightly below average with a competence score mean 61.53 (raw test score M 24.43, SD 5.710) in the development of early numeracy. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 164 The reliability of the whole ENT with 40 test items in these samples was .84 (N=99). The Utrecht Early Numeracy Test seems to be a reliable measurement of early numeracy. Next, Figure 4 indicates the same above average, average and below average trends in age group levels of ENTresults in the FI (Pre1-3 & Sch1), UK (Sch2) & SE (Sch3), samples. 50 40 30 Age group level A-E E 20 D C Count 10 B 0 A FI UK SE Samples Figure 4. Age group levels of ENT results in the FI (Pre1-3 & Sch1), UK (Sch2) & SE (Sch3) samples. There are more participants in the Finnish FI sample (Pre1-3 & Sch1, n=39) and slightly above average age group levels A-B, from very good to good and ample, of ENT-results than the in the average English UK sample (Sch2, n=30). The Swedish SE sample (Sch3, n=30) indicates lower age group levels D-E, from moderate to weak and very weak ENT results. The discrimination of the test is a problem with the very easy and very difficult tasks. This study (Figure 5) verified earlier outcomes of the ENT as perhaps not being good for talented, over six-year-old-children, but the discrimination power was found to be slightly different from that in Aunio´s (2003) stud, although it still followed the same trend of increasing discrimination power after the first 15 tasks. The most difficult of all items (Fugure 5) was found to be item 20 for all samples of participants. Only 6.5% of sample Sch3, 20% of sample Sch2 and 35.9% of sample Pre1-3 & Sch1 solved task A20: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 165 Task A20. Here you see slices of bread in a row from many to few slices of bread. (Examiner points out the row of slices of bread at the bottom of the page) These slices of bread fit in somewhere in the row. (Examiner points out the slices of bread in the square at the left to of the page.) Point out where in this row these slices of bread fit in. Most of the participants pointed out the other slices of bread in the row, but not the suitable empty space, in between the four and two slices of bread, for the three slices of bread. 1 0,8 Pre1-3&Sch1 Sch2 Sch3 0,6 0,4 0,2 0 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 33 35 37 39 Competence scores 0-1 (0-100%) Cross-samples comparison of the ENT-results item by item ENT items 1-40 Figure 5. Cross-samples comparison of ENT results item by item (1-40) The easiest of all items was found to be item 11 for all samples of participants. 100% of Pre1-3 & Sch1 participants and 96.7% of both Sch2 and Sch3 participants solved this problem: Task A11. (Examiner gives 10 cubes to the child) You have thrown four with a dice. (Examiner shows the four structure on a dice.) Can you lay down the same amount of cubes? It was easy for participants to find correspondence with numbers 0-10, with dices and cubes as objects. 100% of both samples Sch2 and Pre1-3 & Sch1 and 90% of sample Sch3 solved task A6: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 166 Task A6. Look at these pictures. Point out the picture with something that cannot fly. The right answer was a bicycle with the alternatives being a butterfly, an aeroplane and a bird; this caused a lot of laughter among the participants in all samples. The achievement scores of the groups in different subscales were compared with one way Anova (Table 2). Table 2. One way Anova of the eight components of ENT. _______________________________________________________ Sig. Components Items *** 1. Concepts of comparison 1-5 2. Classification 6-10 4. Seriation 16-20 5. Using counting words 6. Structured counting 21-25 26-30 7. Resultative counting 31-35 ** 3. Correspondence 11-15 ns. 8. General knowledge of numbers 36-40 ________________________________________________________________ ***p .000, **p.014, p .295ns Six of the eight components indicate statistically strong significant differences and also correspondence indicates statistically slightly significant difference of these samples. The only statistically non-significant component was general knowledge of numbers, which implies that all the participants in these samples have the same general knowledge of numbers. There seems to have less discrimination power in items/tasks 11-15, which is why the discrimination power increses after the first 15 tasks (compare Aunio 2003), but actually no discrimination power at all was founf in the last items/tasks 36-40. Table 3. Tukeys HSD multiple comparisons post hoc test indicates differences between samples in ENT components. ________________________________________________________ Sig. Samples Components ___________________________________________________________________ International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 167 *** Pre1-3 & Sch1 – Sch3 Concepts of comparison Classification Seriation Structured counting Sch2 –Sch3 Using counting words Resultative counting ** Pre1-3 & Sch1 – Sch2 Concepts of comparison Classification Sch2 – Sch3 * Structured counting Pre1-3 & Sch1 – Sch3 Using counting words Sch2 - Pre1-3 & Sch1 Resultative counting Pre1-3 & Sch1 – Sch3 Correspondence Pre1-3 & Sch1 – Sch2 Seriation Sch2 – Sch3 Seriation __________________________________________________________ *p< .05 , **p<.01, ***p<.001 All the other comparisons between samples of ENT -components were non-significant. Multiple comparisons indicate better ENT results at Sch2 than at Pre1-3 & Sch1 only in the resultative counting component. Sch3 tend to have slightly poorer results than Pre13 & Sch1 and Sch2 in the comparison of the ENT components. Table 4 presents the Ttest results for the eight components of the early numeracy test. Table 4. T-test result for eight components of ENT. _________________________________________________________ Componets of N ENT/ M SD SE .577 .092 Descriptives 1. Concepts of Comparison Pre1-3 &39 4.67 Sch1 Sch2 30 3.93 1.230 .225 Sch3 30 3.77 .971 .177 Total 99 4.17 1.011 .102 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 168 2. Classification Pre1-3 &39 4.33 .662 .106 Sch1 3. Correspondence Sch2 30 3.70 .837 .153 Sch3 30 3.60 .968 .177 Total 99 3.92 .877 .088 Pre1-3 &39 4.26 .938 .150 Sch1 4. Seriation Sch2 30 4.17 1.020 .186 Sch3 30 3.57 1.073 .196 Total 99 4.02 1.040 .105 Pre1-3 &39 3.64 1.328 .213 Sch1 5.Using counting words Sch2 30 2.80 1.448 .264 Sch3 30 1.90 1.373 .251 Total 99 2.86 1.545 .155 Pre1-3 &39 4.15 1.159 .186 Sch1 6. Structured counting Sch2 30 4.30 .837 .153 Sch3 30 3.27 1.172 .214 Total 99 3.93 1.154 .116 Pre1-3 &39 3.82 1.073 .172 Sch1 7. Resultative counting Sch2 30 3.60 1.248 .228 Sch3 30 2.57 1.104 .202 Total 99 3.37 1.250 .126 Pre1-3 &39 3.03 1.224 .196 Sch1 Sch2 29 3.90 .900 .167 Sch3 30 2.63 1.402 .256 Total 98 3.16 1.290 .130 8. General knowledge ofPre1-3 &39 3.62 1.269 .203 numbers Sch1 Sch2 30 3.23 1.251 .228 Sch3 30 3.17 1.367 .250 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 169 Total 99 3.36 1.297 .130 ____________________________________________________________________ These statistics indicate the differences between samples Pre1-3 & Sch1, Sch2 and Sch3. Of the eight ENT components, the easiest for all participants were the first three components (as in Aunio´s study, 2003) and the using counting words component. The most difficult components of ENT were seriation and structured counting for these samples of participants. Teacher-pupil classroom interaction Typical weekly teacher-pupil interaction mode profiles of the samples from the Finnish pre- and primary schools (Pre1-3 & Sch1), the English primary school (Sch2) and preschools in the primary school from Sweden (Sch3) are presented in Figures 6-9 describe the differences between maths education environments: Preschools 1-3 (mode) Interaction profile 3 2 1 0 Fip (moodi) -1 -2 -3 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Time a 54-76 min. (total 249 min) Figure 6. Typical weekly teacher-pupil interaction profile during math lessons of the preschools (Pre1-3). Figures 6-7 are modes of typical weekly interaction profiles from the Finnish-sample. Figure 6 is from two different preschools and Figure 7 from one school only. In preschools there is only one weekly maths lesson, but there are maths during everyday informal preschool activities. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 170 All the preschools use different timetables and methods, and thus it is hard to find socio-constructivism and co-operation in typical weekly classroom interaction mode profiles. In the Pre1-3 sample the preschools´ math ”lesson” is either in small group of 7-8 children and one teacher, or in a whole group of 20-25 with two teachers and one nursery nurse. There is a national curriculum for all preschools in Finland. Figure6 presents a typical preschool lesson starting with a transition period. After a short teacher-pupil interaction, teacher-group interaction tends to be briefly divided into pupil-pupil interaction and transition periods. In the middle of a typical maths lesson there seems to be more pupil`s independent work. During the last five minutes, one pupil is helping another pupil to cope with the daily counting task. Interaction profile School 1. (mode) 3 1 -1 -3 0 10 20 30 40 50 60 Time à 51-61 min (total 260 min) Figure 7. Typical weekly teacher-pupil interaction profile during math lessons of school 1. The typical weekly interaction profile in Figure 7 describes a school math lesson (Sch1) starting, after a transition period, with whole class teaching. In the middle of the lesson there seems to be a 25-minute period of independent counting and then whole class working again towards the end of the typical lesson. All the lessons end with a transition period for a break. There are five weekly maths lessons in Finnish schools, in one of which the class is split half for counting. In normal schools there is only one teacher per class, but in this case there were two teacher trainees and one class teacher, but only three of the pupils in the class were six-year olds. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 171 Six-year-olds have different curricula, also for maths, depending on whether they are in schools maintained by the educational authorities or in preschools maintained by social services. Comparing the diffrences in curricula will be one of the topics in the future articles concerning these samples. In Sch2, the typical weekly teacher-pupil interaction mode profile is from one school only describing mainly teacher-orientation and whole class teaching (Figure 8). profile in math lessons Typical weekly interaction School 2. (mode) 3 2 1 0 Uks (moodi) -1 -2 -3 0 10 Time 20 30 40 50 60 a 50-61 min (total 210 min) Figure 8. Typical weekly teacher-pupil interaction profile during maths lessons of school 2. There are four maths lessons weekly per class in English schools. Typical lessons seem to begin with whole class teaching. In school 2, there seemed to be a lot of teacherorientation in the middle of a lesson, even during independent work, but towards the end of lessons there were the possiblity to work more independently. There is one teacher and a class assistant in each class; the assistant is working with the poor pupils` group during pupils´ independent work. All the schools follow the National Curriculum in England. In the Swedish sample Sch3 (Figure 9), the typical weekly teacher-pupil classroom interaction mode profile indicates mainly a pupil-orientation and constructivist model in teaching-learning. There is only one hour of maths per week, but there is said to be more maths in everyday informal preschool activities. There are 1626 children in one group divided into 2-3 small groups during individual work in maths. All pupils begin together with the whole group and work more independently towards International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 172 the end of a maths lesson. There is a transition period in the middle and lessons end individually. There are two teachers in a group of 26, two in a group of 16, and one for small group work. Figure 9. Typical weekly teacher-pupil interaction profile during maths lessons of school 3. School 3. (mode) 3 Interaction profile 2 1 Serie1 0 -1 -2 -3 0 10 20 30 40 50 60 70 Time á 48-61 min (total 167 min) Table 5 indicates how the 886 minutes of analysed teacher-pupil classroom interaction were classified into different categories. Table 5. Means of weekly teaching-learning interaction in these samples. CODE Pre1-3 Sch1 Sch2 Sch3 3 TO, Teacher oriented Behaviourism 10 % 29 % 19 % 3% 2 TG, Teacher – group Behaviourism 24 % 19 % 47 % 26% 0% 10 % 14 % 14 % 0% 5% 3% 9% 3% 1 TP, Teacher-pupil Socio- 9 % Constructivism 0 Dis/organized transitions -1 PP, Pupil-pupil 4% Socio- 36 % Constructivism International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 173 -2 PI, Pupils independent Constructive 17 % 35 % 15 % 22 % -3 PO, Pupil oriented Constructivism 0% 0% 0% 27 % Total time 886 min 249 min 260 min 210 min 167 min These results indicate that in preschools (Pre1-3) there is mainly socio-constructivist, co-operational oriented teacher-pupil interaction (45 %) in classrooms. Altogether 36% of lessons were based on pupil-pupil interaction, and 24 % of lessons on teacher-group interaction in Pre1-3. At schools, Sch1 (48%) and Sch2 (66%), teaching-learning seemed to consist more of behaviourist, teacher oriented teacher-pupil classroom interaction. At Sch2, 47% of lessons were based on teacher-group interaction, and 19% on teacher-oriented interaction. In Sch1, 29% of lessons were carried out through teacher oriented interaction and 19% through teacher-group interaction, but also 35% of the lessons consist of pupils´ independent work. At the Sch3 preschool in schools, teacher-pupil interaction is mainly constructivist and pupil- oriented (49%). There, 27% of weekly maths lessons were based on pupil-oriented interaction, but there was also 26% teacher-group interaction. However, to sum up comparing pre- and primary school interaction the schools (samples Sch1 and Sch2) represent behaviourism, and the pre-schools both constructivism (sample Sch2, preschool classes in schools) and socio-constructivism (sample Pre1-3). The quality of a learning environment tends to be crucial. Dimensions of teaching-learning processes and Early Numeracy Test -results To the dimensional approach with the three dimensions of the teaching-learning process, behaviourism, socio-constructivism and constructivism, is added with a fourth dimension of ENT competence scores, which refer to dimensional differences between the groups of these samples presented in Figure 10. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 174 ENT and teaching-learning dimensions Socio const. 80 60 40 20 Behaviourism 0 Pre1-3 & Sch1 Construct. Sch2 Sch3 ENT Figure 10. The ENT competence scores and the dimensions of teaching-learning processes in weekly maths lessons. These results show three different dimensional weekly profiles in these samples for mathematics teaching-learning processes related to early numeracy results. In the Sch3 sample, six-year-old pupils are in preschools and the teaching-learning profile is mainly constructivist (49%), but there is also behaviorism (29%) as well as socioconstructivism (17%), but only 5% dis/organization in the dimensional profile. This kind of mainly constructivist learning environment seems to be related to slightly below average ENT results (competence score mean 61.53) in these samples. All six-year-old pupils are at schools in the Sch2 sample, where the weekly teaching-learning profile shows more behaviourism (66%) than in the two other countries, as well as less constructivism (15%) and socio constructivism (19%) than the other two samples and no dis/organization at all during the investigation week in maths lessons. This kind of mainly behaviourist learning environment seems to be related to average ENT results (competence score mean 69.93) in these samples. In the Pre1-3 & Sch1 sample, six-year-olds are either at school or at social services´ preschool. These results show slightly above average socio-constructivism (24%) in maths lessons weekly teaching-learning profiles at the school and preschools of Pre1-3 & Sch1 for six-year-old pupils than in the Sch2 and Sch3 samples. There appears to be less behaviourist dimension (41%) than in Sch2, but more than in Sch3. The constructivist dimension in Pre1-3 & Sch1 (26%) seems to be stronger than in Sch2 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 175 and weaker than in Sch3. This kind of mainly socio constructivist learning environment refers to be related to slightly above average ENT results (competence score mean 74.46) in these samples. Discussion This comparative, cross-sectional, case study addressed three questions: What kind of early numeracy features of six-year-old children are there in three European samples, what kind of teacher-pupil classroom interaction profiles, based on teaching-learning model dimensions, are there in these samples; and how are these early numeracy features related to the teacher-pupil interaction profiles and teaching-learning interaction dimensions during the test week? These questions were investigated with mixed quantitative and qualitative methods. These results lead to some dimensional conclusions. Typical teacher-pupil interaction profiles may be usefully applied to some other subjects in European schools and preschools. Results indicate that constructivist teaching-learning interaction processes were related to slightly below average ENT scores in the Sch3 sample. Behaviourist teachinglearning interaction processes were related to average ENT scores in the Sch2 sample. Socio-constructivist teaching-learning interaction processes were related to slightly above average ENT scores in Pre1-3 preschools, whereas at the school in Sch1, teaching-learning interaction processes had more of a behaviourist and constructivist profile. To sum up, the schools (samples Sch1 and Sch2) represent behaviourism and the pre-schools both constructivism (sample Sch2, preschool classes at schools) and socio-constructivism (samples Pre1-3 at kindergartens). The quality of the learning environment was shown to be more important than the organizational arrangements and form of schooling of six-year-old learners. When looking at the eight components of ENT related to early numeracy scores it seems that only in general knowledge of numbers there were no significant difference between the groups. The correspondence component indicates a statistically slightly significant difference. All the other six components indicate statistically strong significant differences. In Tukey HSD multiple comparisons of ENT-results between samples resultative counting was the only component, which was found to be statistically slightly more significant in teacher-oriented classroom interaction (behaviourist teaching-learning International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 176 environment) than in co-operational classroom interaction (socio-constructivist maths learning environments). According to the ENT results presented, in concepts of comparison, classification, seriation and structured counting there were a statistically strong significant difference between samples of socio-constructivist and constructivist maths learning environments. There was a statistically strong significant difference between samples of teacher-oriented (behaviouristic) maths learning environments and constructivist learning environments in subscales counting words and resultative counting. Even though the samples were small, there was a trend in ENT results indicating that the Finnish FI-sample (Pre1-3 & Sch1, n=39) scored higher, from very good to good and ample (age group level A-B) ENT results than the average English UK sample (Sch2, n=30). The Swedish SE-sample (Sch3, n=30) indicated lower, from moderate to weak and very weak (age group level D-E) ENT results. This study verified earlier outcomes that ENT may not be good for talented, over six-year-old children. The discrimination power in this study was found to be slightly different than in Aunio´s (2003) study; following the same trend of increasing discrimination power after the first ENT 15 tasks, but with the difference that tasks 11-15 showed less discrimination power and, finally, tasks 36-40 showed no discrimination power at all. The typical weekly teacher-pupil interaction profile of each sample is useful for application purposes, for example, in planning maths teaching and learning environments, and also in developing subject matters in the mathematics curriculum and assessment. The differences between formal and informal maths learning environments does not appear in these video observations, but ENT results refer to some other underlying dimensions than these presented. Interaction in classrooms varies a lot between these samples on a weekly basis. One significant difference in the subject matter mathematics for six-year-olds between and even within the samples presented in this study, was that the weekly formal lessons and hours of maths varied a lot from preschools´ one hour per week to schools´ four hours per week. The importance of the quality of informal maths in everyday situations is being increasingly emphasised into focus, but it is impossible to investigate in this study retrospectively. In fact the most interesting result was that the best ENT-results were from the preschool samples Pre1-3 with only one weekly maths lesson/hour. Actually, there is said to be more maths in everyday preschool life at Pre1-3 preschools. These results indicate that learning maths might be more effective in informal, concrete everyday International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 177 situations with real life tasks and “examples” than in formal lessons. The most effective environment for teaching and learning maths, specially early numeracy for six-yearolds, who are at the Piaget concrete operations level, seems to be socio-constructivist, where pupils´ zone of proximal development is the main concern rather than the formal maths lessons. The “Learning by doing” –like, constructivist teaching-learning environment was related to slightly below average early numeracy results in the Pre3 sample, where there was also only one formal weekly maths lesson and maths was said to be present in everyday preschool life. In this case statistically significant differences in ENT results between the preschools in Pre1-3 and Sch3 might be in teaching-learning environments, because it seems to be less effective to make sense of early numeracy through one´s own experience than to make sense of maths through active discussions and reflection with peers and teacher, whose role is more to give support and instructions. A possible surprise for those who speak of the effectiveness of whole class teaching was perhaps the average ENT results in behaviouristic teaching-learning environments, but when thinking of six-year-old pupils who are at the Piaget concrete operations level, teacher-oriented teaching-learning interaction, with teachers to instruct and ask questions for pupils to respond to and teachers´ role in correcting answers and assessment of learning, does not lead to discussions in the zone of proximal development (ZPD). CONLUSIONS The results presented in this study indicate three levels of early numeracy features for six-year-old children in three European samples and seven structures of teacher-pupil classroom interaction, based on three dimensions of teaching-learning processes. The early numeracy features; average, slightly above and below average ENTresults, were related to the seven structures of teacher-pupil classroom interaction, teacher oriented, teacher-group, teacher-pupil, off-task, pupil-pupil, pupils´ independent work and pupiloriented interaction, and also to the three dimensions of teaching-learning processes; behaviourist, socio-constructivist and constructivist. The four dimensions, without the off task dis/organization; ENT results, behaviourist, socio-constructivist and constructivist behaviours, show a varied combination of dimensions during the test week in each sample presented. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 178 The typical weekly interaction profile is simply a tool for developing the teaching environment towards the learning environment. There may be even more use of lesson profiles, especially in making formal maths lessons less formal for six-year-olds or in increasing “high quality” informal mathematics within everyday school/preschool life through peer/adult interaction on ZPD. The most effective learning environment seems to be the one allowing discussion between peers and teacher in the zone of proximal development in early numeracy and maths. In the future investigations special attention should be paid to such discussions of maths in formal and informal situations. The next article concerning these samples will be on these discussions of maths episodes. The problem may lie in too large class sizes, both organizational and environmental difficulties in letting pupils talk about the task during lessons both with peers and teacher on a ZPD basis, but it may also be a question how to re-arrange time, space and classroom interaction on a daily and a weekly basis. There are many ways to benefit from tasks and socio-constructive co-operation in the zone of proximal development seem to be the most effective for six-year-old pupils in these samples. The sample of the ENT study presented was small, but reliability was quite high (.84). The participants were six-year-old pupils (N=99), whose teachers were experienced except for one who was a teacher trainee student in Sch1. To carry out research in one week can be seen to be a short time, but even during 886 minute-for-minute analyzed classroom interaction, there is a possibility to see different dimensional processes in math’s teaching-learning and trends of teacher-pupil interaction profiles in classroom settings. Inter-observent reliability was 75%. Codes 1 and 2 where interpretative in some situations and only 3.33% of the differences between the two researchers´ analyses were caused by some inexplicable factors. Situational and cultural factors must be acknowledged, because school systems, curricula and languages varied in these European schools and preschools. Using the alternative theoretical perspectives minimizes reliability limitations in theoretical concepts and contents. Seven structures of interaction arose from the data and were grounded in theory. ENT is seen to be a reliable instrument for early numeracy, but validity limitations in internal credibility must be carefully considered, because the test may be problematic with language-based tasks, in counting, in Piaget´s logical operational tasks, and in using multi-link and cube features as objects. Empirical design and criteria is based on mixed qualitative and quantitative methods, for ENT, classroom interaction profiles and dimensional presentation of teaching-learning processes. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 179 External transferability is always a problem in case studies, but these dimensions presented indicate some interesting applications in developing maths-learning environments for six-year old pupils. The educational or scientific importance of the study is for six-year-olds, because in Finland most six-year-old children are at preschools in kindergartens, maintained by social services, while some pupils are in the formal primary school system. In Sweden children of the same age are mainly in preschools situated in schools in the formal school system whereas, in England, all six-year-olds are already in the second or third class of the formal infant/primary school system. Van de Rijt´s and Van Luit´s (1999) findings indicate that, if we assume that there are similarities in childhood development of different nationalitives it may be more a question of school systems and maths education, which should be described to explain these differences. The findings presented indicate that it may be even more a question of the whole learning environment, pupils´ discussion with teacher or peers about maths task, and socioconstructivist ZPD support. This research is one step towards equal opportunities for six-year-old learners. The aim was to understand early numeracy and classroom interaction. The main idea is to improve math learning and lessons in formal learning environments. The results suggest improvements towards socio-constructivism in the teacher-pupil classroom interaction of math learning environments. The next step would be a deeper analysis of the maths episodes in these samples. There are some other dimensions of maths learning environments, national educational systems, in maths education and curriculum, which are the basis for all pre-, infant- and primary schools daily learning objectives, and these will be analysed in later articles concerning these samples. References Arnett, J. (1989). 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Proceedings book 184 El conocimiento lógico-matemático en Educación Infantil y su relación con el aprendizaje de la lectura en 1º de Primaria Jaime Solsona [email protected] Resumen El objetivo principal de este estudio fue establecer una relación entre el aprendizaje del conocimiento fonológico, el aprendizaje del conocimiento lógico-matemático y el desarrollo de la atención mental (siguiendo el constructo desarrollado por J. PascualLeone), que suponemos está en la base del aprendizaje de la lectura. De esta forma se pretende encontrar un apoyo teórico que justifique la conveniencia de utilizar programas de entrenamiento en conocimiento fonológico y conocimiento lógico-matemático antes del aprendizaje de la lectura. Han participado 48 alumnos/as prelectores que cursaban el segundo curso de Educación Infantil al inicio del estudio; son distribuidos aleatoriamente en tres grupos: el primero entrenado en conocimiento fonológico, el segundo entrenado en conocimiento lógico-matemático y el tercero, que no recibe tratamiento experimental alguno, es el grupo de control. De todos ellos se toman medidas de su nivel de conocimiento fonológico, de su inteligencia y de su atención mental. Durante 61 sesiones se administraron a los grupos experimentales 1 y 2 programas de entrenamiento en conciencia fonológica, o bien en razonamiento lógicomatemático. Del análisis de los resultados se concluye: 1º La pertinencia de incluir la enseñanza del conocimiento fonológico en el programa general de Educación Infantil por su efecto facilitador del posterior aprendizaje de la lectura. 2º La conveniencia de realizar un programa de entrenamiento en conocimiento lógico-matemático, como el descrito en este estudio, para incrementar el aprendizaje del conocimiento fonológico. 3º La importancia de conocer la capacidad de la atención mental de los niños para poder realizar predicciones sobre su aprendizaje e implementar la metodología más apropiada en cada caso. Nota: El trabajo forma parte de la tesis doctoral del Dr. Jaime Solsona 1. Introducción Tanto la conciencia fonológica como el conocimiento lógicomatemático se han relacionado con el aprendizaje de la lectura. La primera ha sido ampliamente explorada por la investigación, mientras que el conocimiento lógico-matemático ha llamado menos la atención de los investigadores, desconociéndose en qué medida interactúan. Teniendo en cuenta la relación entre la conciencia fonológica y el conocimiento lógico-matemático en su correspondencia con el aprendizaje de la lectura, con el trabajo que aquí se presenta, se pretendía evaluar en qué medida el entrenamiento en conocimiento lógico-matemático repercutía en la conciencia fonológica de niños prelectores y en el posterior aprendizaje de la lectura. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 185 El niño de 5-6 años aprende mediante la acción; ésta le permite entrar en contacto con los objetos, interactuar con ellos y conocerlos. De esta manera extrae dos tipos de experiencia: La experiencia física que le permite descubrir las propiedades de los objetos y la experiencia lógico-matemática que le permite extraer conocimientos a partir de la acción mediante abstracción reflexiva. La experiencia se hace accesible a partir de los marcos lógicomatemáticos que consisten en clasificaciones, ordenaciones, correspondencias, funciones, etc. (Piaget, 1970). El conocimiento lógico-matemático se ha relacionado con la lectura (Hecht, Torgesen, Wagner y Rashotte, 2001). En este estudio, se relacionan las habilidades fonológicas con las diferencias individuales en habilidades aritméticas de los niños de los primeros cursos de primaria. Se supone que los procesos fonológicos pueden influenciar el crecimiento en habilidades aritméticas porque para resolver combinaciones numéricas básicas (como por ejemplo, 6 + 7 = 13) se deben procesar los sonidos del habla, es decir que primero deben convertir los términos y operadores del problema en un código hablado. La adquisición de la lectura y de las matemáticas puede suponer un aumento en las habilidades de procesamiento fonológico. Las diferencias individuales en lectura y matemáticas están asociadas en los niños y parece ser que están influenciadas por las habilidades fonológicas. En diferentes estudios se ha visto la influencia de las habilidades fonológicas en la lectura, y parece ser que los procesos fonológicos también tienen influencia en el dominio matemático. En teoría, el niño para solucionar correctamente un problema (como por ejemplo, resolver 8 + 9 = 17) debe codificar los términos del problema y al mismo tiempo generar una respuesta para resolverlo. Codificar y mantener la información fonológica en la memoria de trabajo hace que el niño dedique una gran cantidad de recursos atencionales para solucionar el problema. Algunos estudios han encontrado una asociación entre memoria fonológica y diferencias individuales en habilidades aritméticas (Solsona, 2004). Los niños que son eficientes en la resolución de problemas aritméticos simples pueden dedicar sus recursos de memoria a procesos asociados con la selección e implementación de los procedimientos requeridos para solucionar problemas matemáticos generales (Aguilar, Navarro y Alcalde, 2003; Aguilar y International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 186 Navarro, 2000); mientras que los niños que usan más tiempo y más memoria para solucionar simples problemas aritméticos están en desventaja porque sus recursos de memoria se dedican a los cálculos aritméticos a expensas de seleccionar los procedimientos apropiados. Mientras el niño soluciona problemas matemáticos, debe codificar y mantener representaciones fonológicas exactas de los términos y de los operadores en la memoria fonológica, al tiempo que selecciona e implementa estrategias que lo solucionen (Hecht et al., 2001). También se supone que los recursos de memoria que controla el ejecutivo central se usan durante la realización de las tareas de conciencia fonológica y aritméticas, porque ambas tareas requieren recordar resultados parciales mientras almacenan información específica en la memoria fonológica (Swanson y Sachse-Lee, 2001). 2. Los contenidos lógico-matemáticos Deaño (1993) denomina conocimiento lógico-matemático aquel tipo de conocimiento que permite comprender la realidad, organizarla y darle significación, para una mejor adaptación intelectual Los contenidos lógico-matemáticos de los que habla Deaño se refieren a habilidades: Clasificatorias: constitución de categorías y de sus relaciones. De seriación: comprensión de relaciones del tipo “menor que” o “más rojo que”. De ordenación de objetos en función del aumento o disminución de alguna característica. Numéricas. Mientras que los conocimientos infralógicos abarcan contenidos relativos a las relaciones espaciales: Topológicas: del tipo dentro-fuera. Euclidianas: del tipo de cuantificación de la distancia, y temporales de secuencia de hechos y acontecimientos. Existe una enorme diferencia entre el mundo del pensamiento del niño y del adulto, sobre todo en términos de organización y estructura interiores. El paso de un mundo al otro se produce tras un prolongado proceso de evolución (Lawrence, Theakston, e Isaacs, 1982). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 187 Los principales conceptos básicos que impregnan y controlan la estructura del pensamiento del adulto son: las nociones de espacio y tiempo; de realidad y causalidad; de número, orden, medida, tamaño y forma; de movimiento, velocidad, fuerza y energía; y las ideas de las relaciones lógicas fundamentales, como las del todo y la parte, las clases, las jerarquías de clases y sus miembros, y la inferencia. Aunque no sepamos formular estos conceptos en términos intelectuales, funcionan en nuestro interior en forma estructurada y organizada y nos proporcionan el marco de referencia coherente de nuestro pensamiento mediante el que ordenamos e interpretamos la sucesión de impresiones, acontecimientos y experiencias que se nos presentan en la vida diaria (Lawrence, Theakston, e Isaacs, 1982). Los niños recogen las palabras asociadas a estos conceptos básicos y aprenden a usarlas en situaciones adecuadas, pero esto no quiere decir que estos conceptos se encuentren como estructuras en funcionamiento, aunque sea de forma simple y elemental, en niños de edades entre los cuatro y los doce años. Los niños promedio entre los cuatro y seis años no poseen los conceptos, aunque pueden utilizar las palabras. En niños de 7-8 años, los conceptos existen en forma rudimentaria y pueden emplearlos con éxito en casos simples, pero suelen equivocarse con pruebas más difíciles. Hacia los 11-12 años, los conceptos están bien presentes en su forma funcional apropiada y los niños pueden emplearlos como los adultos (Lawrence, Theakston, e Isaacs, 1982). Algunos de estos conceptos maduran antes que los demás, y los últimos en hacerlo son las relaciones estrictamente lógicas, de modo que sólo entre los 11-14 años la mayor parte de los niños adquieren la capacidad para el razonamiento formal abstracto (Lawrence, Theakston, e Isaacs, 1982). 3. Actividades de aprendizajes lógicos-matemáticos En España, Deaño (1993) informa de un trabajo de investigación sobre actividades de aprendizajes lógicos-matemáticos que abarcaban los aspectos más importantes del bloque de contenidos “Relaciones, medida y representación en el espacio” y que se aplicaron a niños entre tres y ocho años de edad en forma de tareas. Las puntuaciones obtenidas pusieron de manifiesto: “Las tareas se diferencian con la edad”. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 188 “Las puntuaciones presentan un aumento progresivo con el avance de la edad hasta que se estabiliza su consecución”. “Existe una asociación entre intervalos de edad y tareas resueltas” “Existe un aumento progresivo en la resolución de tareas con el avance de la edad”. Se estableció un conjunto de 17 tareas o dimensiones lógicomatemáticas que agrupaban a las tareas más afines con el fin de facilitar los procesos psicológicos de su aprehensión: 1. UBICACIÓN ESPACIAL DE LOS OBJETOS (Depositar objetos dentro fuera, Correr alrededor de un objeto fijo, etc.) 2. DISCRIMINACIÓN SEGÚN MODELO (Agrupar fichas de colores según un modelo dado, etc.) 3. AGRUPAMIENTO (Vaciar todo el líquido de una botella, Agregar todas las fichas verdes a una colección ya formada, etc.) 4. CONTRASTE DE MAGNITUDES (Marchar despacio-deprisa según consigna, De dos collares desiguales en longitud, indicar el que tiene más bolas, etc.) 5. ORDENAR (Colocarse al principio o final de la fila, Ordenar en una secuencia temporal tres viñetas de acciones, etc.) 6. COLECCIÓN (Indicar los elementos que no pertenecen a una colección, Formar un conjunto según el criterio de los que le pertenecen, etc.) 7. CORRESPONDENCIA (Emparejar elementos de dos conjuntos iguales numéricamente, Repartir ocho objetos entre cuatro compañeros, etc.) 8. ANTES-DESPUES (Introducir en una caja objetos de colores y retirar después los azules, Formar un círculo con los rojos, pero antes separar los verdes, etc.) 9. ORDENAR DIFERENCIAS CUALITATIVAS. SERIAR (Continuar una serie grande-pequeño, Continuar la serie círculo-cuadrado-triángulo, etc.) 10. COMPARAR MAGNITUDES (Llenar un cubo con más arena que otro, Realizar una serie en orden inverso a otra dada, etc.) 11. CONJUNTOS (Verter de una botella algún líquido en vasos iguales, Indicar subconjuntos que pertenecen a conjuntos previamente formados, etc.) 12. PROGRESIÓN SERIAL (Formar la serie pequeño mediano grande, Ordenar pelotas de distinto tamaño, etc.) International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 189 13. PONDERACIÓN (Determinar el más pesado de dos objetos con la ayuda de la balanza, Obtener la misma cantidad de peso en la balanza, etc.) 14. TIEMPO PUNTUAL (Secuenciar los días de la semana, Dado un día de la semana decir que día fue ayer, etc.) 15. TAMAÑO-MEDIDA (Construir en plastilina un churro mitad que otro, Indicar el número de veces que un recipiente contiene a otros, etc.) 16. CONTRASTE E.-T. RELOJ (Construir un reloj en cartulina según modelo, Decir la hora exacta que marca el reloj (sólo aguja pequeña), etc.) 17. INTERSECCIÓN (Realizar la intersección de dos conjuntos, Colocar la pieza que corresponde a la intersección de dos conjuntos, etc.) 4. Teoría de los operadores constructivos de Juan Pascual-Leone Se puede definir como una teoría metasubjetiva neopiagetiana. Quiere ser una teoría integradora que explique toda la conducta del sujeto y no sólo en un terreno particular (Delval, 1978). Trata de conjugar una teoría básica de estadios con el enfoque de los procesos del procesamiento de la información y la existencia de importantes diferencias individuales que se manifiestan en el estilo cognitivo de los sujetos (García Madruga y Lacasa, 1997). En cuanto a los problemas cognitivos, pretende predecir cuál es el proceso por el que un sujeto resuelve un problema o realiza un determinado comportamiento (Delval, 1978). En esta teoría se distinguen tres tipos de constructos: Los esquemas, que son operadores del organismo psicológico; las capacidades u operadores, que son operadores escondidos del hardware del cerebro; y los principios organísmicos del hardware del cerebro que especifican cómo interactúan los esquemas y los operadores para producir una actuación (Pascual-Leone y Baillargeon, 1994). Tabla 1 Definición de Términos de la teoría de los operadores constructivos. En Pascual-Leone y Johnson, (in press.). ESQUEMAS: “Software”, procesos de información. E = Repertorio de esquemas ejecutivos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 190 A = Repertorio de esquemas afectivos. H o H’ = Repertorio de esquemas de acción. OPERADORES OCULTOS: “Hardware”, recursos o capacidades. M = Reserva de “energía” mental. La capacidad M = e + k e = Número de esquemas que M puede activar simultáneamente en el período sensoriomotor. k = Número de esquemas simbólicos que M puede hiperactivar. I = Mecanismo de interrupción central; utilidad de inhibición central que crece con el crecimiento de M. El esfuerzo mental forma parte de M o de I. C = Aprendizaje de contenido (o esquemas de contenido) L = Aprendizaje lógico-estructural (o relacional) LM = Aprendizaje L debido al esfuerzo mental. LC = Aprendizaje L debido a la automatización del aprendizaje C. F = Factores de campo de la Gestalt. PRINCIPIOS ORGANÍSMICOS SOP = Principio de sobre-determinación esquemática de la actuación. De un modo metafórico se puede decir que el operador M sirve para situar a los esquemas en el espacio M. Conduce a los esquemas de tareas relevantes a la hiperactivación. La capacidad M es una especie de energía mental que se incrementa con el desarrollo humano hasta la adolescencia. Representa el número de esquemas que se pueden activar simultáneamente (Pascual-Leone y Baillargeon, 1994). Pero sólo un pequeño número de esquemas puede ser activado por M simultáneamente; este número es la máxima capacidad M del individuo (Pascual-Leone y Johnson, in press.). Esta capacidad M se puede medir, y su medida aumenta de una manera discreta con cada piagetiano o neopiagetiano estadio de desarrollo. Este crecimiento de la capacidad M permite la integración de más esquemas en el proceso de solución de tareas. De esta manera, cuando se alcanza una experiencia suficiente, este International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 191 crecimiento de la capacidad M constituye la regla de transición para pasar de un estadio cualitativo del desarrollo al siguiente (Pascual-Leone y Baillargeon, 1994). Los valores ideales tomados por este parámetro oculto de la atención mental han sido predichos como se establece en la Tabla 2. En la definición de la capacidad de atención mental, Pascual-Leone dice que es un recurso interno de la atención ( “a menudo llamado memoria de trabajo no muy ajustadamente”) que permite a los sujetos guardar en la mente, por medio de la activación endógena de los correspondientes esquemas, un número dado de características o limitaciones de las tareas que no son directamente activados por la situación perceptual (Baillargeon, Pascual-Leone y Roncadin, 1998). La atención mental M se refiere al “máximo número de unidades mentales (esquemas) que el organismo psicológico es capaz de utilizar, simultáneamente, en un único acto atencional cuando se enfrenta a una situación que requiere una síntesis dinámica” (Corral y Pardo de León, 1997). Si se dispone de una atención mental inferior a las demandas de la tarea, supone que aunque el sujeto pueda tener esquemas semejantes en su repertorio, no podrá integrarlos, conectarlos o interrelacionarlos, hasta haber alcanzado la atención mental suficiente para hacerlo (Corral y Pardo de León, 1997). Por mucha enseñanza que haya, si la atención mental ni alcanza el mínimo necesario, no hay aprovechamiento; si hay atención mental, pero no se le dan las ocasiones para que la ejercite, el desarrollo lógico se retrasará (Corral y Pardo de León, 1997). Tabla 2 Capacidad predicha de M correspondiente a la edad cronológica media de sujetos normales. Subestadios del desarrollo de Piaget (Pascual-Leone, 1978). Poder máximo Edad subestadio de Piaget de M cronológi ca media predicho International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 192 e+1 preoperaciones tempranas 3-4 años e+2 último subestadio del período properatorio 5-6 años e+3 operaciones concretas tempranas 7-8 e+4 operaciones concretas tardías 9-10 e+5 subestadio introductorio a las operaciones 11-12 formales e+6 operaciones formales tempranas 13-14 e+7 operaciones formales tardías 15-adultos La atención mental es un poderoso concepto que permite entender el desarrollo intelectual y afectivo en cualquier etapa de la vida. Como se supone que este operador oculto tiene un crecimiento continuado, se puede predecir, previo análisis racional de tareas, el comportamiento cognitivo de los niños en las más variadas situaciones (Corral y Pardo de León, 1997). 5. Medida de la atención mental: el Test de Intersección de Figuras. El Figural Interseccions Test de Pascual-Leone, (1967) es un test de lápiz y papel, cuya estructura y normas de aplicación han sido descritas en los instrumentos de medida de la investigación. Primero se presentan unos items que sirven de entrenamiento y después se presentan los items del test. Cada item consta de un número de figuras geométricas, separadas unas de otras, en la parte derecha de la hoja: son las figuras relevantes de la tarea; el número de estas figuras varía aleatoriamente de 2 a 8 en cada item y este número, j, define la clase M del mismo. En la parte izquierda de la hoja se presentan las mismas figuras solapadas con un área de intersección común. En algunos items, esta figura combinada puede contener una figura irrelevante, no presentada en la parte derecha, y que tampoco forma parte de la intersección. Esta figura es un distractor que debe ser ignorado (Pascual-Leone, 1967). En cada item hay que realizar dos subtareas: 1. situar un punto rojo dentro de cada figura de la parte derecha, para asegurar la exploración de todas las figuras relevantes; 2. en la parte izquierda, poner un puntito que esté dentro de todas las figuras relevantes al mismo tiempo (Pascual-Leone, 1967). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 193 Las diferencias en la dificultad de un item son debidas a tres factores: 1. la demanda M requerida por la clase M de cada item —el número de figuras relevantes debe ser guardada en la mente usando la capacidad M (estrategias X); 2. las figuras solapadas pueden esconder la segregación perceptual de las figuras separadas (estrategia Y); 3. el número y la fuerza de las estrategias Y provocada por el contexto de los items aumenta con el número j de figuras presentadas. La presencia de las estrategias Y provoca la utilización de la atención mental disponible dentro de las estrategias X para dejar en suspenso a las estrategias Y. Un sujeto deberá usar su capacidad M, indicada por t, para activar los esquemas relevantes de las estrategias X y para detectar e interrumpir los esquemas irrelevantes de las estrategias Y. La demanda M de un item, estimada por el valor j, indica la capacidad M que se necesita para activar los esquemas relevantes de tarea. La diferencia t – j da una estimación de la capacidad M disponible para controlar las estrategias Y provocadas por el contexto de un item (Pascual-Leone y Baillargeon, 1994). Este conflicto interno entre las estrategias correctas X y las estrategias engañosas Y constituye el denominado Contextual Overdetermination Trade-off. Todos los items mantienen las mismas estrategias mentales para su resolución, pero como el grado de demanda de M se incrementa con cada clase j, de la misma manera el sujeto necesitará un mayor grado de capacidad M para superarlos (Pascual-Leone y Baillargeon, 1994). Existen dos maneras de enfrentarse con la tarea de resolver los items: el procedimiento de intersección total y el procedimiento de intersección parcial. Mediante el procedimiento de intersección total, el sujeto guarda en la mente, por separado, todas las figuras relevantes con la excepción de una de ellas que utiliza como fondo. La figura de fondo se automatiza en una estructura L perceptual que no necesita la promoción de M; pero sí necesita M un esquema operativo OP que puede encontrar la intersección de todas las figuras. Usando esta estrategia cada item tiene una demanda mental M. Otros niños utilizan el procedimiento de intersección parcial que consiste en localizar intersecciones parciales y utilizarlas en vez de las figuras para generar otras intersecciones. De esta manera, un niño de una capacidad M puede resolver items de una demanda M mayor (Pascual-Leone y Baillargeon, 1994). Para minimizar esta dificultad International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 194 en la medida de la atención mental, se introducen las figuras irrelevantes que dificultan el uso de estrategias de intersección parcial en las tareas del FIT. 6. Método Participantes. La muestra estaba compuesta por 75 alumnos/as prelectores que cursaban el segundo curso de Educación Infantil al inicio del estudio. Contaban con una edad media de 5 años y 7 meses (rango de 5,2 a 6,2). Procedían de 3 aulas de un colegio público de una ciudad de Andalucía de 62.000 habitantes y con un nivel socio-económico medio y medio-bajo. A todos los alumnos de estos tres cursos se les aplicó las Pruebas de Habilidad Lectora (Domínguez, 1996a), subpruebas de Lectura de 10 palabras regulares y Lectura de 10 pseudo palabras. Se descartaron 21 alumnos que demostraron algún conocimiento de conversión grafema-fonema. Un total de 46 participantes han completado todas las fases del estudio, 24 eran niños (52,17 %) y 22 eran niñas (47,83 %). Su cociente intelectual medido con el Batería de Aptitudes Diferenciales y Generales (Yuste, 1998), arrojaba una X = 44,76 (dt = 29,54). Técnicas e instrumentos de medida. Con el fin de conocer el CI de la muestra, se utilizó la Batería de Aptitudes Diferenciales y Generales (B.A.D.y G.) «Formas A y B» (Yuste, 1998). Esta misma batería fue utilizada también para medir el conocimiento lógico-matemático, empleando la puntuación de Inteligencia General NoVerbal más la puntuación en Conceptos Cuantitativos y Numéricos. Esta prueba reúne 72 ítems que evalúan los objetivos perseguidos con el entrenamiento en conocimiento lógico-matemático. Como test de lectura se utilizó la Prueba de Evaluación del Retraso en Lectura (P.E.R.E.L.) de Soto, Maldonado, Sebastián, López Taboada, Del Amo, Linaza y López Alejo (1992). Se trata de una prueba diseñada para evaluar el rendimiento en lectura en los primeros años de Educación Primaria, desde el punto de vista de la decodificación del lenguaje escrito. Para la selección de los participantes, también se han utilizado las Pruebas de Habilidad Lectora (Domínguez, 1996a): Subprueba de Lectura de 10 palabras regulares. Y Subprueba de Lectura de 10 pseudo palabras. Prueba de Segmentación Lingüística (P.S.L.) (Formas A y B) (Ortiz, 1995). El P.S.L. evalúa la conciencia fonológica de los participantes. Las International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 195 unidades estructurales del lenguaje oral que propone el P.S.L. como objeto de reflexión y manipulación son: palabras, sílabas, unidades intrasilábicas y fonemas. Programa de entrenamiento en conciencia fonológica. Ejercicios de reflexión sobre unidades del habla (Calero, Pérez, Maldonado y Sebastián, 1997). Los tipos de tareas en el programa son: desarrollo de la conciencia lexical, desarrollo de la conciencia silábica y desarrollo de la conciencia fonémica. Programa para desarrollar el conocimiento lógico-matemático. Para ajustarnos a las necesidades específicas de este trabajo, se ha diseñado un material para su aplicación en el grupo experimental. Se diseñó una batería de actividades académicas lógico-matemáticas constituidas por 100 ejercicios sistemáticos basados en los programas de Deaño (1993), Lawrence, Theakston e Isaacs, (1982), y en las actividades de Sanz, Arrieta y Pardo (1988), Batlle y Batlle (1988) y Ruiz Casas (1989). Esta batería incluía ejercicios de clasificación, secuencias temporales, series de números, tareas con bloques lógicos, operaciones sencillas, nociones espaciales, cardinalidad, etc. Procedimiento. Elección de la muestra y constitución de los grupos. En primer lugar se aplicó las Pruebas de Habilidad Lectora, subpruebas de Lectura de 10 palabras regulares y Lectura de 10 pseudo palabras para comprobar que ningún participante en el estudio sabía leer palabras utilizando la vía fonológica, aunque pudiera descifrar alguna palabra utilizando la vía directa o visual. De esta manera se obtuvo una muestra de 48 participantes (24 niños y 24 niñas) sin ningún conocimiento lector. Con esta muestra se formaron al azar dos grupos experimentales de doce participantes cada uno: el grupo experimental 1 que sería entrenado en conocimiento fonológico (formado por 7 niños y 5 niñas), y el grupo experimental 2 que sería entrenado en conocimiento lógicomatemático (formado por 6 niños y 6 niñas). Además se formó un grupo de control de 24 participantes (11 niños y 13 niñas). Los participantes siguieron el currículo escolar estandarizado para su nivel escolar. Aplicación de las pruebas en la fase de pretest. A los 48 participantes se les aplicó la P.S.L. (Forma A), para evaluar la conciencia International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 196 fonológica, siguiendo las instrucciones que se indican en la misma y en las adecuadas condiciones de administración. También se midió el conocimiento lógico-matemático (C.l-m.) mediante el B.A.D.y G. (A), siguiendo las instrucciones del manual. Aplicación de los tratamientos experimentales: (1) Entrenamiento en conocimiento fonológico. Los 12 participantes del grupo experimental 1 realizaron los 100 ejercicios de reflexión sobre unidades del habla en 61 sesiones de 30 minutos de duración, programadas dentro de su escolarización regular y administradas por uno de los autores del trabajo. (2) Entrenamiento en conocimiento lógico-matemático. Al mismo tiempo se aplicaba a los 12 participantes del grupo experimental 2 el programa específico de conocimiento lógico-matemático diseñado para esta investigación, siguiendo la planificación y la programación prevista para cada contenido en las mismas condiciones de administración que el entrenamiento (1). Aplicación de las pruebas del postest. Para evaluar la conciencia fonológica se administró la Forma B de la P.S.L. Volvió a administrarse la versión B del B.A.D.y G. para evaluar el conocimiento lógico-matemático. Y para la evaluación de la lectura, se utilizó el P.E.R.E.L. El trabajo fue planificado contando con la autorización de los responsables del centro escolar y siguiendo un diseño experimental de tres grupos al azar (2 experimentales y 1 de control) con medidas repetidas, siendo las variables independientes los programas de entrenamiento en conciencia fonológica y conocimiento lógico-matemático, y las variables dependientes las medidas de inteligencia, conciencia fonológica, lectura y conocimiento lógico matemático, evaluadas a través de las pruebas específicas antes descritas. 7. Resultados La primera comparación estadística fue realizada para comprobar la homogeneidad de los tres grupos de participantes en relación a las variables dependientes medidas. Por medio de la prueba de Kruskal-Wallis se comprueba que efectivamente no aparecen diferencias al inicio del International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 197 estudio entre los distintos grupos en conocimiento fonológico (χ2 (2gl) = 7.8; p ns), conocimiento lógico-matemático (χ2 (2gl) = 9.6; p ns), ni en el nivel intelectual (χ2 (2gl) = 8.9; p ns) (tabla 1). Cuando se comparan los datos pretest y postest, en los tres grupos se aprecian diferencias significativas de conocimiento fonológico y de conocimiento lógico-matemático, medido con la prueba de los rangos con signo de Wilcoxon. El contraste entre los grupos de Control y Experimental 1 en el postest de conocimiento fonológico y en conocimiento lógico-matemático realizado mediante la prueba de Kruskal-Wallis, indica que no hay diferencias significativas. El grupo experimental 1, entrenado en tareas de conciencia fonológica, ha mejorado en la medida de la conciencia fonológica 7,85 puntos. Mientras que el grupo experimental 2, entrenado en tareas de conocimiento matemático, ha mejorado en 11,67 puntos. Cabe resaltar que el grupo entrenado en conocimiento matemático ha mejorado más su conciencia fonológica, que el grupo entrenado precisamente en esta variable. El contraste estadístico realizado para comparar el conocimiento fonológico y el conocimiento lógicomatemático teniendo en cuenta las diferencias pretest-postest, revela que el entrenamiento específico en conocimiento fonológico ha sido efectivo en relación a la lectura, evaluada mediante la tarea de descifrado (χ2 = 4.076; p < 0.43), mientras que el entrenamiento en conocimiento matemático no ha mejorado la lectura (χ2 = 2.185; p ns. Ver tabla 2). Para intentar profundizar en la comprensión del grado de relación existente entre las dos variables se han contrastado las ganancias del pretestpostest en conocimiento fonológico, formando un solo grupo con los dos grupos experimentales y comparándolo con el grupo de control (tabla 3). De la aplicación de la prueba “U” de Mann-Whitney a las diferencias pretest-postest en conocimiento fonológico y en conocimiento lógico-matemático de los grupos Control y Experimental 1 + Experimental 2, indica que sí hay diferencias significativas (U = 38; p < 0.05). Este resultado parece indicar que serán más efectivos los entrenamientos en conocimiento fonológico para realizar tareas de segmentación lingüística si se realizan al mismo tiempo entrenamientos en conocimiento lógico-matemático. Estos datos suponen que aunque las ganancias en conocimiento fonológico del grupo Experimental 1 (entrenado en tareas de conciencia International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 198 fonológica) no han sido estadísticamente significativas respecto del grupo de Control (U = 111,001; p = 0,606). Sin embargo, se observa una tendencia de los datos en la dirección de su influencia en la adquisición de los mecanismos de decodificación de la lengua escrita. Las ganancias en conocimiento fonológico del grupo Experimental 2 (entrenado en tareas lógico-matemáticas) han sido significativas respecto del grupo de Control (U = 58,001; p < 0,007). Sin embargo, éstas no han sido del todo eficaces en la adquisición de los mecanismos de decodificación de la lengua escrita. Cuando se unen las puntuaciones del postest en lectura (descifrado) de los dos grupos experimentales y se contrastan con las del grupo de control, revelan diferencias significativas, lo que induce a pensar que el entrenamiento en conocimiento lógico-matemático también tiene una relación con la facilitación del aprendizaje inicial de la lectura. 8. Discusión La falta de sensibilidad de los niños de educación infantil a los sonidos puede ser una de las razones de las dificultades que se encuentran posteriormente en el aprendizaje de la lectura. Las medidas de sensibilidad infantil a las tareas de conciencia fonológica que se toman antes de que los niños aprendan a leer pueden predecir cómo aprenderán (Bryant y Bradley, 1998). Enseñar a los niños en preescolar a desarrollar la conciencia fonológica, sobre todo en relación con las sílabas y fonemas, les ayudará a aprender a leer y escribir posteriormente, y será de gran ayuda para los niños que tienen problemas en este aprendizaje. Sin embargo, la intervención temprana en educación infantil no es suficiente para prevenir fracasos en el aprendizaje de la lectura en la escuela y, por tanto, esta intervención debe proseguir en el primer curso de primaria (Saint-Laurent y Giasson, 2001). En este estudio la comparación entre el grupo entrenado en conocimiento fonológico y el grupo de control, teniendo en cuenta las diferencias pretest-postest no revelan diferencias significativas en conocimiento fonológico, aunque sí indican una estrecha relación, porque cuando se contrastan las puntuaciones del postest en lectura (descifrado) entre estos dos International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 199 grupos sí se obtienen diferencias significativas. La explicación a este hecho puede ser doble. Por una parte, parece indicar que el entrenamiento en conocimiento fonológico no ha sido del todo efectivo, posiblemente porque las tareas realizadas con el material de entrenamiento tenían un grado de abstracción que no correspondía a la etapa de desarrollo de los niños de la muestra. Por otra, se podría atribuir a una baja correlación entre las tareas del entrenamiento y las tareas de la prueba de medida del conocimiento fonológico, que incluye evaluación de tareas que no han sido entrenadas. No obstante, todo parece indicar que aunque las ganancias en conocimiento fonológico del grupo Experimental 1 no han sido significativas respecto del grupo de Control, sin embargo, marcan una tendencia que pueden relevarse eficaces en la adquisición de los mecanismos de decodificación de la lengua escrita, lo cual está en la línea de recientes investigaciones sobre la relación entre el conocimiento fonológico y el aprendizaje de la lectura (Hernández-Valle y Jiménez, 2001; Duncan, Seymour e Hill, 2000; Domínguez, 1996b). Al mismo tiempo, los resultados muestran que la comparación en conocimiento fonológico entre el grupo entrenado en conocimiento lógicomatemático y el grupo de control, teniendo en cuenta las diferencias pretestpostest, revela diferencias significativas, pero que cuando se contrastan las puntuaciones del postest en lectura entre estos dos grupos no se obtienen estas diferencias, lo que corrobora el estudio de O’Shaughnessy y Swanson (2000), aunque sí indican una tendencia, ya que cuando se comparan juntas las puntuaciones de los dos grupos experimentales con relación a las del grupo de control en lectura (descifrado), sigue habiendo diferencias significativas. Los resultados parecen sugerir que los entrenamientos en conocimiento fonológico serán más efectivos en la realización de tareas de conocimiento fonológico si al mismo tiempo se realizan entrenamientos en conocimiento lógico-matemático. Esta relación entre la conciencia fonológica y las habilidades aritméticas ya ha sido sugerida en otros estudios, presentándola como un buen predictor del crecimiento de estas habilidades cuando se controla la memoria fonológica (Hecht et al., 2001). Algunos estudios han relacionado también las tareas de lectura, conciencia fonológica y matemáticas con los procesos de la memoria de trabajo International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 200 (Hecht, et al., 2001; Swanson y Sachse-Lee, 2001; Swanson y Ashbaker, 2000; de Jong, 1998; Kail, 1997; Ackerman, Dykman y Gardner, 1990). Hecht, et al., (2001) han estudiado esta relación y han observado que la adquisición de la lectura y de las destrezas matemáticas puede suponer un aumento en las habilidades de procesamiento fonológico. Las diferencias individuales en lectura y matemáticas están asociadas en los niños y parece ser que están influenciadas por las habilidades de procesamiento fonológico. Suponen que los procesos fonológicos pueden influenciar el crecimiento en habilidades aritméticas, porque para resolver problemas matemáticos se deben procesar los sonidos del habla, es decir que primero se deben convertir los términos y operadores del problema en un código hablado. Sugieren también que la relación entre estas dos habilidades se establece a través de la demanda de la memoria de trabajo que las dos realizan al ejecutar tareas de conocimiento fonológico y de cálculo matemático. Nosotros constatamos la existencia de esta relación, pero hemos sugerido (Solsona, 2004) que pueden establecerse a través del constructo atención mental desarrollado por Pascual-Leone (1978). Swanson y Sachse-Lee (2001) suponen que la demanda de memoria de trabajo, por parte de las tareas de conciencia fonológica, es la responsable de la relación entre la conciencia fonológica y las habilidades matemáticas. Se supone que los recursos de memoria que controla el ejecutivo central se usan durante la realización de las tareas de conciencia fonológica y aritméticas, puesto que ambas tareas requieren recordar resultados parciales mientras almacenan información específica en la memoria fonológica. Es por eso que tareas de conciencia fonológica pueden predecir diferencias en habilidades aritméticas, porque ambos dominios requieren que se dediquen recursos a la memoria fonológica y al ejecutivo central (Mann y Foy, 2003). Mientras el niño soluciona problemas matemáticos debe codificar y mantener representaciones fonológicas exactas de los términos y de los operadores en la memoria fonológica, al tiempo que selecciona e implementa estrategias que lo solucionen. En teoría, el niño para solucionar correctamente un problema debe codificar los términos del problema y al mismo tiempo generar una respuesta para resolverlo. Codificar y mantener la información fonológica en la memoria de trabajo hace que el niño dedique una gran cantidad de recursos atencionales International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 201 para solucionar el problema. Por otra parte, la capacidad de la memoria de trabajo afecta al desarrollo de las habilidades metalingüísticas, como la conciencia fonológica, que determina la adquisición inicial de la lectura y puede ser la causa de problemas de lectura. La capacidad de la memoria de trabajo es más importante en las tareas de conciencia fonológica que la memoria a corto plazo, porque estas tareas requieren almacenamiento y manipulación de fonemas (de Jong, 1998). Esta interpretación de la relación entre las tareas de lectura, conciencia fonológica y matemáticas con los procesos de la memoria de trabajo, sólo se puede realizar en niños normales a partir del segundo curso de primaria, cuando ya tienen un rendimiento lector bien asegurado, son conscientes de sí mismos y son capaces de procesar mentalmente material con un cierto grado de abstracción (Kail, 1997). Los resultados de nuestro estudio muestran unas relaciones significativas entre los pretest y postest del conocimiento fonológico y del conocimiento lógico-matemático con la lectura (descifrado) y la lectura directa de palabras. Suponemos que la relación se establece por el tipo de tareas que se desempeñan en las tres actividades, que reflejan el funcionamiento lógico del pensamiento infantil: utilización de símbolos, ubicación, discriminación, agrupar, ordenar, etc. En las primeras fases del aprendizaje de la lectura se requiere que el niño realice la conversión grafema-fonema a una velocidad creciente para poder aprehender la palabra completa y tener acceso a su significado. La habilidad en la realización de esta tarea dependerá de su capacidad de segmentar y tomar conciencia de las unidades que componen el lenguaje oral (Jiménez et al., 1996). Estudios anteriores han puesto de manifiesto que el nivel de conocimiento fonológico en Educación Infantil es un buen predictor del rendimiento lector en los primeros años de primaria (Bryant y Bradley, 1998), que es posible desarrollar estas habilidades metalingüísticas en niños prelectores por medio de una enseñanza explícita y que estas habilidades, junto con el conocimiento de las reglas de conversión grafema-fonema, pueden tener un efecto inmediato en la capacidad de leer y escribir palabras (Domínguez, 1996b). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 202 En nuestro estudio, los niños entrenados en conocimiento fonológico, han obtenido unas puntuaciones significativamente mejores que el grupo de control en la prueba de lectura medida en el segundo trimestre de 1º de primaria. Este resultado corrobora los resultados de estudios precedentes y sugiere el carácter precursor del conocimiento fonológico con respecto a la lectura (Holopainen, Ahonen y Lyytinen, 2000; Maldonado, Sebastián y Soto, 1992). Sin embargo, no todos los niños del grupo entrenado en conocimiento fonológico han mejorado sus habilidades fonológicas y lectoras a pesar del entrenamiento, lo que ya ha sido puesto de manifiesto en estudios precedentes (Holopainen, Ahonen y Lyytinen, 2001; Saint-Laurent y Giasson, 2001; Schneider, Ennemoser, Roth y Kuspert, 1998). Esto indica que hay niños que son resistentes a la intervención en conocimiento fonológico (Gustafson, Samuelsson y Rönnberg, 2000), que la relación entre el conocimiento fonológico y la lectura no es mecánica y que puede haber otro proceso cognitivo de carácter más general que media en esta relación. Algunos autores han sugerido que es la memoria de trabajo el factor clave en la realización de las tareas de conocimiento fonológico y lectura (Oakhill y Kyle, 2000; Porpodas, 1999). Otra posible explicación puede estar relacionada con el constructo atención mental. Los niños entrenados en conocimiento fonológico han mejorado sus resultados en tareas lógico-matemáticas y los niños entrenados en conocimiento lógico-matemático han obtenido unas puntuaciones en habilidades fonológicas significativamente mejores que el grupo de control. La interpretación que damos a estos resultados está en función de la edad de los participantes y las características psicológicas de los niños de esta edad. Los resultados de nuestro estudio muestran unas relaciones significativas entre los pretest y postest del conocimiento fonológico y del conocimiento lógico-matemático con la lectura (descifrado) y la lectura directa de palabras. Suponemos que la relación se establece por el tipo de tareas que se desempeñan en las tres actividades, que reflejan el funcionamiento lógico del pensamiento infantil. Las operaciones mentales necesarias para la resolución de estas tareas están en el repertorio de estos niños y la única limitación para su correcta ejecución estriba en la abstracción del material lingüístico y posiblemente en la capacidad de su atención mental (Solsona, 2004). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 203 Qué posibles implicaciones pueden tener estos datos para la práctica de la enseñanza de la lectura. En primer lugar, se advierte una vez más la pertinencia de incluir la enseñanza del conocimiento fonológico en el programa general de Educación Infantil por su efecto facilitador del posterior aprendizaje de la lectura. Creemos que se debe enseñar el conjunto de tareas que forman parte de esta materia metalingüística y que se deben incluir, para su enseñanza, materiales concretos que permitan rebajar el grado de abstracción unido a este tipo de tareas. En segundo lugar, se aconseja realizar un programa de entrenamiento en conocimiento lógico-matemático, puesto que puede incrementar el aprendizaje del conocimiento fonológico. Cabe proponer futuras investigaciones que delimiten el tipo de contenidos lógico matemáticos (cardinalidad, secuencias de conteo, nociones espaciales, etc.) que son más eficaces para mejorar la conciencia fonológica. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 204 Referencias Ackerman, P.T., Dykman, R.A. y Gardner, M.Y. (1990). Counting Rate, Naming Rate, Phonological Sensitivity, and Memory Span: Major Factors in Dyslexia. Journal in Learning Disabilities, 23 (5), 325-329. Aguilar, M., y Navarro, J.I. (2000). 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Batería de Aptitudes Diferenciales y Generales (B.A.D.y G.) «Formas A y B». Madrid: CEPE, S.L International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 208 Desarrollo de las capacidades relacionales y de conteo evaluadas por la versión española del test de Utrecht M. Aguilar, J. I. Navarro, E. Marchena, C. Alcalde y J. García Departamento de Psicología. Universidad de Cádiz [email protected] Resumen Cuando se evalúa el conocimiento matemático se encuentra que tanto en los niños como en los adultos las diferencias pueden ser muy marcadas. En el muy conocido Informe Cockroft (1982) ya se mencionaba que en una clase de niños y niñas de 11 años es probable que haya un rango de hasta 7 años de diferencias en habilidades aritméticas. En un estudio más reciente Brown, Askew, Rhodes et al (2002) han encontrado diferencias similares en 6º curso (10-11 años) evaluados con tests estandarizados de matemáticas. Las diferencias entre los alumnos que se encuentran el percentil 5 y el percentil 95 se corresponde con 7 años cronológicos en “edad matemática”. En el presente trabajo se presentan unos primeros resultados provisionales de la standarización en España del Utrech Early Numeracy Test de van Luit, van de Rijt, & Pennings (1999) (Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech. TEMTU. Versión española experimental), una prueba de papel y lápiz dirigida a evaluar el nivel de competencia matemática temprana. El test consta de tres versiones paralelas (A, B y C) de 40 ítems cada una de ellas. El TEMTU se compone de 8 subtests y cada uno de ellos es evaluado a través de cinco ítems. Los ocho componentes del tests reúnen tareas relacionadas con las operaciones piagetianas, pero también incluye tareas relacionadas con el conteo. Los ejercicios de conteo del test proceden del trabajo original de Fuson (1988). En este proyecto inicial, el TEMTU fue administrado a 151 alumnos (77 niños y 74 niñas) de 3º de Educación Infantil. La media de edad para los niños fue de 63,65 meses (dt = 3,75) y para las niñas de 63,42 (dt = 3,49). Se presentan los valores encontrados y se discuten algunos elementos comparativos con datos paralelos encontrados en otros países. Nota: Este trabajo ha sido financiado por el proyecto de investigación SEJ2005-06881 del MEC. Correspondencia a: Dr. M. Aguilar, Departamento de Psicología, Facultad de Ciencias de la Educación. Campus Río San Pedro. Puerto Real. Cádiz. 11510. Email: [email protected] Introducción Cuando se evalúa el conocimiento matemático se encuentra que tanto en los niños como en los adultos las diferencias pueden ser muy marcadas. En el muy conocido Informe Cockroft (1982) ya se mencionaba que en una clase de niños y niñas de 11 años es probable que haya un rango de hasta 7 años de diferencias en habilidades aritméticas. En un estudio más reciente Brown, Askew, Rhodes et al (2002) han encontrado diferencias similares en 6º curso (10-11 años) evaluados con tests estandarizados de matemáticas. Las diferencias entre los alumnos que se encuentran el International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 209 percentil 5 y el percentil 95 se corresponde con 7 años cronológicos en “edad matemática”. Estas diferencias se confirman en las evaluaciones internacionales como por ejemplo, en el TIMSS (1996) o el PISA (2003). Aunque son menos pronunciadas en los países del Pacífico Oriental (TIMSS, 1996). Sin embargo, análisis cuidadosos de estos resultados también muestran que las diferencias entre alumnos de la misma edad en un mismo país son grandes (Schmidt, McKnight, Cogan, Jackwerth, and Houang, 1999; Tsuge, 2001). Esta variabilidad también se constata en el desarrollo matemático temprano (Ginsburg, Klein y Starkey, 1998; Huges, 1981; Van de Rijt y Van Luit, 1994; YoungLoveridge, 1991). Por ejemplo, Wright (1994) en una muestra de niños de 5 y 6 años encontró diferencias de hasta tres años en habilidades matemáticas. Algunos estudios relacionan estas diferencias con la desventaja socio-económica y las lenguas minoritarias (Bowman, Donovan y Burns, 2001; Denton y West, 2002; Natriello, McDill y Pallas, 1990). Son muy conocidos los trabajos que reflejan las diferencias en conteo entre países asiáticos (China, Japón y Corea) y países occidentales. Así, mientras en China los niños de 4 años suelen contar hasta 50, los europeos de la misma edad apenas llegan a 15 (Fayol, 2005). Estudios longitudinales señalan que estas diferencias se mantienen bastante estables a lo largo del desarrollo y los niños y niñas permanecen en la misma posición con respecto a sus iguales a lo largo de la escolaridad primaria y secundaria (Fogelman, 1983; Newman, 1984; Wels y Van den Munckhof, 1979; Young-Loveridge, 1991). Incluso esta diferencia entre los más y menos competentes se amplian con el paso del tiempo (Fogelman, 1983). Estos descubrimientos permiten afirmar que reforzar el aprendizaje matemático en la escolaridad temprana podría reportar un gran beneficio a niños y niñas en los inicios de la escolaridad obligatoria. Desde los estudios de Piaget y Szeminska (1941), se ha considerado que el desarrollo del pensamiento lógico es la base del desarrollo del número y las habilidades aritméticas en el niño (Baroody, 1988; Dehaene, 1997; Fayol, 1990). De acuerdo con este enfoque el desarrollo matemático va unido al desarrollo del pensamiento lógico; por ejemplo, hablamos de adquisición del número en el momento en que el niño controla los principios de la lógica y el uso de inferencias que conlleva. Básicamente en el aprendizaje del número subyacen las operaciones de seriación y clasificación. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 210 También la operación de conservación juega un papel importante en el conjunto de la teoría piagetiana. Los números no serían inteligibles si no quedaran idénticos a ellos mismos cualquiera que fueran las transformaciones aparentes que sufrieran. En definitiva, el modelo piagetiano ha tenido una influencia enorme en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas. Igualmente el modelo ha sido utilizado como cuadro teórico para la comprensión de las discalculias. Las críticas al modelo piagetiano han sido variadas y aunque alguna de ellas no son fundadas, otros trabajos experimentales llegan a poner en duda el modelo operatorio del número considerando que el modelo proporciona una explicación incompleta de las competencias numéricas en el niño (Barouillet y Camos, 2002). Un enfoque alternativo defiende que no es clara la relación entre el desarrollo del número y las operaciones lógicas. Al contrario, defiende que la comprensión del número se desarrolla gradualmente a través de las experiencias de conteo del niño (Gelman y Gallistel, 1978; Barouillet y Camos, 2002; Lehalle, 2002). Según este marco teórico, el conteo es visto como una noción más compleja -y no solo un recitado memorístico de la cadena numérica oral- que va desde niveles concretos a niveles más abstractos. La iniciación del niño en el mundo del número se da en contextos de crianza, de manera que las interacciones que se producen en el seno familiar tienen relación con producciones numéricas: canciones con números, rimas, juegos, cumpleaños, etc. En el desarrollo temprano se enfrentan, pues, a los números de formas muy variadas. Este enfoque ha permitido conocer e identificar con precisión la progresión y desarrollo del conocimiento matemático entre los dos y los siete años de edad (Carpenter, Fennema, Loef Franke, Levi, y Empson, 1999; Clarke y Cheeseman, 2000; Fuson, Wearne, Hiebert, Murray, Human, Olivier, Carpenter & Fennema, 1997; Jones, Thornton, Putt, Hill, Mogill, Rich, y Van Zoest, 1996; Wright, 1998). Las conclusiones de estos estudios asumen que además de las mencionadas operaciones lógicas piagetianas, varias destrezas de conteo son también importantes para el desarrollo del número y así, el aprendizaje del sistema de numeración convencional empezaría en la infancia temprana con la adquisición de la secuencia verbal de la cadena numérica. Un punto de vista que podríamos denominar interaccionista (Van de Rijt, 1996; Van de Rijt y Van Luit, 1998) asume que las operaciones piagetianas y el conteo no tienen por qué ser separados y que juntos contribuyen al desarrollo del número. Asume que las operaciones piagetianas y las habilidades de conteo hacen una contribución al desarrollo de la matemático, aunque se considera que la aportación del conteo es mayor International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 211 que la de las operaciones lógicas (Nunes y Bryant, 1996). Algunos estudios han resultado concluyentes para apoyar este punto de vista. En este sentido, un estudio pionero fue el de Clements (1984) en el que mostró que el entrenamiento a un grupo de niños de cuatro años en destrezas de conteo producía una mejora no solo en el conteo sino también en tareas piagetianas (seriación y clasificación). Clements concluye en este estudio que el conteo, la seriación y la clasificación son interdependientes. Objetivos Parece, pues, necesario conocer estos conocimientos matemáticos. En trabajos anteriores hemos evaluado conocimientos matemáticos informales (Aguilar, 1999; Aguilar, Ramiro y López, 2002) y adaptado el Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech (TEMTU) (Van de Rijt, Van Luit y Pennings, 1999; Aguilar, Navarro, Marchena, Alcalde y García, en prensa). Generalmente la organización del proceso de enseñanza-aprendizaje se organiza de manera que se diseñan y realizan actividades para el alumno “medio”, por eso interesa conocer el grado de “uniformidad de conocimientos” matemáticos que presentan los niños de esta edad. Si las diferencias encontradas son importantes, las implicaciones para la enseñanza serían valiosas al tener que implementar actividades diferenciadas para los distIntos grados de desarrollo matemático en cada grupo-clase. El poder intervenir antes de la escolaridad obligatoria añade un valor de prevención de las dificultades de aprendizaje de las matemáticas. Con estos antecedentes planteamos los siguientes objetivos: • Conocer las habilidades matemáticas de carácter relacional y las de tipo cognitivo (conteo y conocimiento genereal de los números) de los niños y niñas cuando se encuentran en el último año de la escolaridad no obligatoria. • Determinar las diferencias en el desarrollo matemático en alumnado escolarizado en el mismo nivel de Educación Infantil. • Precisar qué número de niños no han desarrollado suficientemente las destrezas matemáticas antes de entrar en Primero de Educación Primaria. • Comprobar si existen diferencias en función del género en el desarrollo matemático al terminar la Educación Infantil. Método Participantes International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 212 El TEMTU fue administrado a 151 alumnos (77 niños y 74 niñas) de 3º de Educación Infantil de centros escolares de la provincia de Cádiz (España). En cada aula había un mínimo de 20 alumnos y un máximo de 25. Los participantes proceden de cuatro centros escolares (dos públicos y dos concertados) de ámbito urbano y rural y acogen a niños y niñas de nivel socioeconómico medio y medio-bajo. El rango de edad oscila entre los 4 años y 7 meses y 5 años y 11 meses, siendo la media de 5 años y 3 meses. La media de edad para los niños fue de 63,65 meses (dt = 3,75) y para las niñas de 63,42 (dt = 3,49). La administración del test contó con la autorización de los responsables del centro y de los padres de los alumnos. La distribución de la muestra se ha repartido en tres grupos de edad según aparece en la tabla 1. Tabla 1 Grupos de edad Niños Niñas Total Grupo I 4.09- 5.00 14 21 35 Grupo II 5.01 – 5.06 36 34 70 Grupo III 5.07 a- 5.10 27 19 46 Material El Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech (TEMTU) (Van de Rijt, Van Luit y Pennings, 1999) es una prueba de papel y lápiz dirigida a evaluar el nivel de competencia matemática temprana. El test consta de tres versiones paralelas (A, B y C) de 40 ítemes cada una de ellas. El TEMTU se compone de 8 subtests y cada uno de ellos es evaluado a través de cinco ítemes. Los ocho componentes del tests reúnen tareas relacionadas con las operaciones piagetianas pero también incluye tareas relacionadas con el conteo. Los ejercicios de conteo del test proceden del trabajo original de Fuson (1988). Fuson investigó profundamente el desarrollo del conteo y de la utilización funcional de la numeración entre los niños de dos a ocho años de edad. Con la ayuda de una de las tres versiones el evaluador puede tener una medida del desarrollo de la competencia matemática del alumno/a. Comparando la ejecución de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 213 un niño con otros de su grupo normativo se puede determinar el nivel de competencia matemática temprana. Los componentes de la prueba son los siguientes. 1. Conceptos de comparación. Este aspecto se refiere al uso de conceptos de comparación entre dos situaciones no equivalentes relacionados con el cardinal, el ordinal y la medida. Son conceptos usados con frecuencia en las matemáticas: el más grande, el más pequeño, el que tiene más, el que tiene menos, etc. Un ejemplo de ítem de este subtest es: “Aquí ves unos indios. Señala el indio que tiene menos plumas que éste que tiene su arco y sus flechas”. Gelman y Baillargeon (1983) mostraron que los niños de cuatro años son capaces de usar estos conceptos. 2. Clasificación. Se refiere al agrupamiento de objetos basándose en una o más características. Un ejemplo de ítem es: “Mira estos cuadrados. ¿Puedes señalar el que tiene cinco bloques pero ningún triángulo?”. Con la tarea de clasificación se pretende conocer si los niños, basándose en la semejanza y en las diferencias, pueden distinguir entre objetos y grupos de ellos. 3. Correspondencia uno a uno. Este subtest evalúa el principio de correspondencia uno a uno. El niño debe ser capaz de establecer esta correspondencia entre diferentes objetos que son presentados simultáneamente. Una muestra de este subtest es el ítem 12: el evaluador le da al niño 15 cubos y le presenta un dibujo que representa las caras de dos dados con el patrón de puntos de 5 y 6. “Yo he lanzado dos dados y he conseguido estos puntos. ¿Puedes darme la misma cantidad de cubos?”. 4. Seriación. La seriación es ordenar una serie de objetos discretos según un rango determinado. Se trata de averiguar si los niños son capaces de reconocer una serie de objetos ordenados. Los términos usados en esta tarea son: ordenadas de mayor a menor, del más delgado al más grueso, de la más pequeña a la más grande. Ejemplo: “Aquí ves unos cuadrados que tienen unos palitos Señala el cuadrado donde los palitos están ordenados del más delgado a la más grueso”. 5. Conteo verbal (uso de la secuencia numérica oral). En este subtest se evalúa la secuencia numérica oral hasta el 20. La secuencia puede ser expresada contando hacia adelante, hacia atrás y relacionándola con el aspecto cardinal y ordinal del número. Ejemplo: “Cuenta desde el 9 hasta el 15". Fuson (1988) informó que muchos niños de clase media a los tres años y medio cuentan hasta 10, entre los tres y medio y cuatro y medio están ocupados en aprender la secuencia entre 10 y 20. Sin embargo, entre los 4 y medio y los seis solo conocen de manera imperfecta la secuencia entre 14 y 20. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 214 6. Conteo estructurado. Este aspecto se refiere a contar un conjunto de objetos que son presentados con una disposición ordenada o desordenada. Los niños pueden señalar con el dedo los objetos que cuentan. Se trata de averiguar si son capaces de mostrar coordinación entre contar y señalar. Ejemplo: El evaluador pone sobre la mesa un total de 20 bloques de forma desorganizada. El niño es requerido a que cuente todos los bloques. Se le permite señalar o tocar los bloques con los dedos o mover los bloques contados de un sitio a otro. El trabajo de Fuson (1988) demostró que muchos de los niños de entre cinco años y medio y seis son capaces de contar correctamente cuando se les permite señalar o mover los objetos de sitio. 7. Resultado del conteo (sin señalar). El niño tiene que contar cantidades que son presentadas como colecciones estructuradas o no estructuradas y no se le permite señalar o apuntar con los dedos los objetos que tiene que contar. Un ejemplo es: Se le presenta al niño 15 cubos en tres filas de cinco cubos cada una con un espacio entre ellos y se le pregunta: “¿Cuántos cubos hay aquí?”. 8. Conocimiento general de los números. Se refiere a la aplicación de la numeración a las situaciones de la vida diaria que son presentadas en formas de dibujo. Un ejemplo es: “Tú tienes 9 canicas. Pierdes 3 canicas. ¿Cuántas canicas te quedan? Señala el cuadrado que tiene el número correcto de canicas”. Cada uno de los ocho componentes del test tiene cinco ítems. Cada acierto se puntúa con 1 y los errores con 0. La puntuación directa máxima que puede obtenerse es de 40. Los cuatro subtests primeros (ítems 1 a 20) evalúan habilidades de tipo piagetiano y los cuatro últimos (ítems 21 a 40) estiman las habilidades numéricas de corte más cognitivo. Procedimiento Los autores del trabajo administraron el TEMTU en su versión A de forma individual, dentro del centro escolar al que pertenecían los participantes, durante los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre de 2004, y tras un periodo de entrenamiento en el manejo del mismo. Completar el test lleva aproximadamente entre veinte y treinta minutos. Todos los ítems son presentados oralmente y los niños responden señalando en un material con dibujos o, en el caso de las tareas de contar y de numeración, manipulando pequeños cubos de madera del tipo unifix. Algunos de los ítems requieren que el alumno/a use el lápiz para unir los objetos del dibujo presentado. Los datos han sido procesados y analizados usando el programa SPSS 11.5 para Windows. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 215 Resultados y discusión En primer lugar presentamos los resultados globales que la muestra ha obtenido en cada uno de los ocho subtests del TEMTU y la puntuación global (Tabla 2). Comparando estos resultados con los obtenidos por Van de Rijt y Van Luit (1994) en el grupo de edad comprendido entre 4 y 5 años se observan similitudes y diferencias. Las medias obtenidas en su estudio en los subtests del TEMTU de tipo piagetiano fueron: Comparación, 3,56 (dt = 0,32); Clasificación, 2,56 (dt = 1,29); Correspondencia, 1,93 (dt = 1,15); y Seriación, 1,13 (dt = 1,03 ), que son muy similares o algo menores a los que nosotros hemos encontrado. En cambio, en los subtest de habilidades numéricas las medias de nuestros participantes ha sido mayor, excepto en el subtest de conteo resulante: Conteo verbal, 1,26; Conteo estructurado, 1,26; Conteo resultante, 0,87 y Conocimiento general de los números, 1,00. Una explicación de estos resultados tendría que ver con el hecho de que los grupos que se comparan no son equivalentes en edad cronológica. La muestra de Van de Rijt y Van Luit (1994) con 230 participantes tiene un rango de edad de 4 a 5 años, la nuestra está comprendida entre 4 años y 9 meses y 5 años y 10 meses por ser aplicado el test en los meses iniciales del curso 2004-2005. En segundo lugar se presentan los resultados en función de los grupos de edad en los que hemos dividido a los niños y niñas participantes (Tablas 2, 3 y 4). Tabla 2. Estadísticos descriptivos en los subtest del Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech: toda la muestra. COMPARACION CLASIFICACION CORRESPONDENCIA SERIACION CONTEO VERBAL N Mínimo Máximo Media Desv. Típ. 151 2,00 5,00 4,37 ,78 151 ,00 5,00 3,49 1,07 151 ,00 5,00 1,96 1,47 151 ,00 5,00 1,54 1,50 151 ,00 5,00 1,63 1,55 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 216 CONTEO ESTRUCTURADO CONTEO RESULTANTE 151 ,00 5,00 1,56 1,37 151 ,00 5,00 ,96 1,17 151 ,00 5,00 1,99 1,47 151 4,00 36,00 17,53 7,58 CONOCIMIENTO GENERAL DE LOS NUMEROS TOTAL DEL TEST N 151 Las Tablas (3, 4 y 5) muestran los datos de los tres grupos de edad en los que se ha dividido la muestra evaluada. Tanto la media del total del test como la de los subtets de que se compone permite afirmar que se produce un desarrollo gradual y progresivo en relación con la edad. Las medias globales van aumentando desde 13,08 en el grupo de menor edad (Grupo I) a 17,65 en el grupo II y 20,71 en el grupo III. La diferencia de medias entre el grupo de edad más pequeño y el mayor es de algo más de 7 puntos. Estos datos confirman que existen diferencias considerables entre niños y niñas que reciben la misma enseñanza en Educación Infantil. Los datos de estas tablas permiten algunos análisis interesante: a partir de los 5 años y 1 mes siempre encontramos algún participante que realiza bien todos los ítems de alguno de los ocho componentes del tests (en cada uno de los subtest la puntuación máxima posible es 5). En el grupo de mayor edad y en la puntuación total del test nos encontramos con una puntuación máxima de 35 que corresponde a una edad equivalente de desarrollo matemático de 2º de Educación Primaria (puntuación media del test a los 7 años de 32, Van de Rijt y Van Luit, 1994). Lo cual quiere decir que al iniciarse el tercer curso de Educación Infantil hay niños y niñas que presentan un desarrollo de habilidades matemáticas muy por encima de su edad cronológica y con bastante ventaja sobre sus compañeros de aula. Cabe comentar otros resultados que proporciona el análisis de los datos. Si prestamos atención a los subtests de tipo relacional o piagetianos, comparación, clasificación, correspondencia uno a uno y seriación, es en este último componente donde las puntuaciones son más bajas en cada uno de los grupos de edad en los que hemos dividido la muestra. Es decir la tarea de seriación sería la más difícil en todas las edades. Podemos conjeturar que los resultados podrían variar si la seriación fuera International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 217 evaluada con un formato no de tipo lógico sino numérico tal como plantea Grégoire (2005), dando al niño una serie de cartas con dibujos de árboles de 1 a 9 y que las ordene de menor a mayor y una vez realizado pedirle que inserte en la fila una carta con 5 árboles representados. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 218 Tabla 3. Estadísticos descriptivos en los subtest del Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech. Grupo I. 4,07 - 4,12. SUBTEST COMPARACION CLASIFICACION CORRESPONDENCIA SERIACION CONTEO VERBAL CONTEO ESTRUCTURADO CONTEO RESULTANTE N Mínimo Máximo Media Desv. típ. 35 2,00 5,00 4,00 ,87 35 ,00 5,00 3,20 1,15 35 ,00 4,00 1,48 1,24 35 ,00 3,00 ,94 1,02 35 ,00 4,00 1,11 1,25 35 ,00 3,00 ,82 ,85 35 ,00 2,00 ,34 ,63 35 ,00 4,00 1,17 1,09 35 5,00 25,00 13,08 5,24 CONOCIMIENTO GENERAL DE LOS NUMEROS TOTAL DEL TEST N 35 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 219 Tabla 4. Estadísticos descriptivos en los subtest del Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech. Grupo II. 5,01- 5,06 SUBTETS COMPARACION CLASIFICACION CORRESPONDENCIA SERIACION CONTEO VERBAL CONTEO ESTRUCTURADO CONTEO RESULTANTE N Mínimo Máximo Media Desv. Típ. 70 2,00 5,00 4,51 ,73 70 1,00 5,00 3,47 1,05 70 ,00 5,00 1,87 1,43 70 ,00 5,00 1,44 1,43 70 ,00 5,00 1,62 1,51 70 ,00 5,00 1,52 1,27 70 ,00 5,00 1,01 1,09 70 ,00 5,00 2,14 1,39 70 6,00 35,00 17,65 6,89 CONOCIMIENTO GENERAL DE LOS NUMEROS TOTAL DEL TEST N 70 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 220 Tabla 5. Estadísticos descriptivos en los subtest del Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech. Grupo III. 5,07- 5,12 COMPARACION CLASIFICACION CORRESPONDENCIA SERIACION CONTEO VERBAL CONTEO ESTRUCTURADO CONTEO RESULTANTE N Mínimo Máximo Media Desv. típ. 46 3,00 5,00 4,45 ,72 46 1,00 5,00 3,73 ,97 46 ,00 5,00 2,45 1,57 46 ,00 5,00 2,17 1,70 46 ,00 5,00 2,04 1,72 46 ,00 5,00 2,19 1,57 46 ,00 5,00 1,34 1,41 46 ,00 5,00 2,39 1,61 46 4,00 36,00 20,71 8,51 CONOCIMIENTO GENERAL DE LOS NUMEROS TOTAL DEL TEST N 46 Otro de los objetivos de este trabajo es precisar y diferenciar a los niños y niñas que pueden presentar debilidades en las destrezas matemáticas antes de incorporarse a la escolaridad obligatoria. Van de Rijt y Van Luit (1994) establecen diversos procedimientos para detectar a los niños que puedan presentar riesgos de dificultades de aprendizaje de las matemáticas. Si elegimos a los participantes que se encuentran una desviación típica por debajo de la media, el número de niños y niñas de la muestra que reúnen este requisito es de 25, que representa el 16,5% de la muestra. Estos datos certifican la importancia de diseñar y aplicar programas que recorten las diferencias encontradas entre el alumnado que asisten al mismo nivel escolar. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 221 El último objetivo que enunciamos pretendía comprobar si existen diferencias en función del género en el desarrollo matemático al terminar la Educación Infantil. Los datos que presentamos en las tablas 6 y 7 no precisan de análisis estadísticos comparativos pues las diferencias en el total del test son insignificantes. Nos atrevemos a afirmar, pues, que las diferencias de género encontradas en las matemáticas se desarrollan y establecen después de la Educación Infantil. Tabla 6. Estadísticos descriptivos en los subtest del Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech. Niños. COMPARACION CLASIFICACION CORRESPONDENCIA SERIACION CONTEO VERBAL CONTEO ESTRUCTURADO CONTEO RESULTANTE N Mínimo Máximo Media Desv. típ. 77 2,00 5,00 4,41 ,74 77 1,00 5,00 3,44 ,99 77 ,00 5,00 2,02 1,613 77 ,00 5,00 1,44 1,58 77 ,00 5,00 1,61 1,63 77 ,00 5,00 1,63 1,45 77 ,00 4,00 ,94 1,16 77 ,00 5,00 2,02 1,5 77 5,00 35,00 17,48 8,18 CONOCIMIENTO GENERAL DE LOS NUMEROS TOTAL DEL TEST N 77 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 222 Tabla 7. Estadísticos descriptivos en los subtest del Test de Evaluación Matemática Temprana de Utrech. Niñas COMPARACION CLASIFICACION CORRESPONDENCIA SERIACION CONTEO VERBAL CONTEO ESTRUCTURADO CONTEO RESULTANTE N Mínimo Máximo Media Desv. típ. 74 2,00 5,00 4,33 ,83 74 ,00 5,00 3,54 1,14 74 ,00 5,00 1,89 1,31 74 ,00 4,00 1,66 1,41 74 ,00 5,00 1,66 1,47 74 ,00 5,00 1,50 1,29 74 ,00 5,00 ,97 1,19 74 ,00 5,00 1,95 1,40 74 4,00 36,00 17,5 6,97 CONOCIMIENTO GENERAL DE LOS NUMEROS TOTAL DEL TEST N 74 Para finalizar queremos señalar que el TEMTU puede perfilarse como un instrumento adecuado para conocer los niveles de desarrollo matemático en Educación Infantil ya que no contamos con otras herramientas de fácil aplicación como la que aquí hemos utilizado. Somos conscientes de que estos resultados están limitados por el tamaño de la muestra y el formato de elección de los participantes. Se requiere una estandarización adecuada del test, proceso que en este momento está en marcha. Referencias International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. 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Wright, R. J. (1991).What number knowledge is possessed by children entering the kindergarten year of school?. Mathematics Education Research Journal, 3(1), 116. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 226 Wright, R. J. (1994). A study of the numerical development of 5-year-olds and 6-yearolds. Educational Studies in Mathematics, 26, 25-44. Young-Loveridge, J. (1991). The Development of Children’s Number Concepts from Ages Five to Nine. University of Waikato: Hamilton, NZ. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 227 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 228 International Symposium on Early Mathematics/Symposium Internacional sobre Matemática Temprana Cadiz-Spain, 5-6 May 2006 Grupo de Investigación HUM-634 Departamento de Psicología COMUNICACIONES ORALES/Individual papers session SESIÓN/SESSION II 11.30-13.00 SESIÓN COMUNICACIONES/ Individual paper session (II) El pensamiento multiplicativo en los primeros niveles. Una investigación en curso. Mª Asunción Bosch Saldaña Elaboración de una prueba de evaluación criterial de los contenidos matemáticos en educación infantil. Consuelo Vicent Català y Mª Dolores Gil Llario Adquisición del error en la sustracción en educación primaria. Ricardo López Fernández y Ana B. Sánchez García Fundamentos lógicos de los procesos directo e inverso en la matemática temprana. P. Ruesga, J. Jiménez yJ. M. Sigarreta Uso y desarrollo de pensamiento relacional por alumnos de tercero de Primaria. Marta Molina González y Encarnación Castro Martinez International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 229 EL PENSAMIENTO MULTIPLICATIVO EN LOS PRIMEROS NIVELES. UNA INVESTIGACIÓN EN CURSO. Mª Asunción Bosch Saldaña, Universidad de Almería3. Resumen Esta comunicación muestra los primeros resultados de un estudio empírico sobre el desarrollo del pensamiento multiplicativo en los primeros niveles, en el que nos planteamos, entre otras, las cuestiones siguientes: 9 Observar si los alumnos de Educación Infantil son capaces de resolver problemas de división en los que no se pueda realizar un reparto. 9 Observar el tipo de estrategias que utilizan resolviendo dichos problemas. 9 Observar cómo se enfrentan a cuestiones sobre pensamiento relacional (proporcional) y qué tipos de argumentos ofrecen. 9 Observar su nivel de manejo y comprensión de las unidades múltiples. Se trata de un estudio enmarcado en el paradigma de investigación cualitativo, de carácter exploratorio e interpretativo. El colectivo objeto del estudio han sido niños de 5 años (curso 3º de 2º ciclo de Educación Infantil) y ocasionalmente, niños de 4 años (2º curso de 2º ciclo de Educación InfantiI).La recogida de datos se ha realizado mediante entrevistas individuales semiestructuradas (que han sido filmadas) y a través de una situación manipulable original: Un camino con 12 piedras y una rana que salta sobre ellas. En este contexto, se han ido alternando preguntas de carácter distinto. - Problemas de división de tipo cuotitivo: “Si la rana va saltando de n en n piedras, ¿cuántos saltos tendrá que dar para recorrer todo el camino?”. - Preguntas sobre pensamiento relacional de tipo proporcional: “Si en lugar de ir de n en n piedras, la rana va saltando de m en m piedras, ¿dará más saltos o menos saltos (que antes) para llegar al final?”. - Problemas de división de tipo partitivo: “Para hacer el camino en n saltos (iguales), ¿cuántas piedras ha de saltar la rana a la vez?”. En un primer análisis de las respuestas de los niños, hemos apreciado que aparecen fundamentalmente dos tipos de estrategias de resolución de los problemas planteados. Así, al problema en el que se pregunta por el multiplicando aparecen respuestas en las que se aprecian estrategias de conteo, con o sin uso de unidades múltiples, mientras que ante el problema en que la incógnita es el multiplicador, las estrategias que utilizan los niños son principalmente de estimación, tanto en cálculo como en medida. También hemos descubierto que los problemas de tipo partitivo se muestran significativamente más complicados que los de tipo cuotitivo, así como que para grupos de dos o tres objetos, los niños generalmente usan la subitización, mientras que para grupos de 4 o más objetos los niños suelen contar. Asimismo no hemos obtenido ninguna relación directa entre la madurez de conteo (para la medida de la cual se hace una entrevista paralela) y la resolución exitosa de los problemas planteados o las estrategias empleadas al resolver los mismos. 3 Investigación financiada por el proyecto I+D+i BSO2002-03035 del Ministerio de Ciencia y Tecnología y dirigida por los doctores Encarnación Castro e Isidoro Segovia de la Universidad de Granada. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 230 ELABORACIÓN DE UNA PRUEBA DE EVALUACIÓN CRITERIAL DE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS EN EDUCIÓN INFANTIL CONSUELO VICENT CATALÁ. Maestra de E.Infantil y psicóloga. Colegio público Ramón Martí Soriano -Vallada- (Valencia). E-mail: [email protected] Mª DOLORES GIL LLARIO. Profesora titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación: Universidad de Valencia. Estudi General. E-mail: [email protected] Resumen La evaluación referida al criterio hace referencia al acercamiento de evaluación educativa en el que se recoge información mediante un instrumento estandarizado con el objeto de poder describir el conjunto de conocimientos y/o habilidades adquiridos por los niños acerca de un dominio educativo de referencia descrito adecuadamente (Jornet y Suárez, 1994). La evaluación criterial relaciona directamente la producción de los niños con la exigencia de la tarea. Dicha exigencia procede de señalar la competencia establecida experimentalmente que fija un punto de corte a diferencia de la evaluación normativa que relaciona la producción de los niños con relación a sus compañeros. En este trabajo se presentan los resultados de las dos primeras fases del desarrollo de esta Prueba Referida al Criterio (Rivas, 1997). Fase I: Especificación del Dominio Educativo (Concretar los contenidos mínimos del Diseño Curricular Base del segundo ciclo de E.I.) y Fase II: Análisis de los ítems (Elaborar una prueba de evaluación que valore ponderadamente la adquisición y consolidación de dichos contenidos). Para especificar el dominio educativo de esta prueba hemos tomado como referencia el DCB (A.AV.V., 1990), el currículo establecido en D.O.G.V. (A.A.V.V:, 1992), y B.O.E (MEC, 1991) así como de las orientaciones en los “Materiales para el desarrollo curricular” (“Caja Verde”) que marcan los contenidos mínimos y el PCC de diferentes colegios, ya que los contenidos mínimos se concretan en cada Centro educativo a partir del PCC. Tomando estos distintos materiales como punto de referencia hemos establecido un sistema de acuerdo interjueces aceptando aquellos objetivos y contenidos que por consenso son trabajados por profesionales de diferentes centros de la comarca. Con todos estos datos hemos secuenciado los contenidos a trabajar en el primer, segundo y tercer curso del segundo ciclo de E.I. La prueba que se propone valora todos los contenidos específicos de matemáticas que deben alcanzar los niños al finalizar la etapa de E.Intantil y consta de tres partes, que se corresponden con los distintos bloques de contenidos a trabajar en el área de matemáticas en E.Infantil: Atributos y relaciones; Cuantificadores y números; y el tiempo, el espacio y la medida. La administración de la prueba cuesta aproximadamente 45 minutos y se compone de material manipulativo así como de papel y lápiz.Para cada objetivo de la prueba criterial se generaron una serie de ítems que no reciben una puntuación homogénea (Fase II) debido a que algunos de ellos son específicos para el nivel del tercer curso del segundo ciclo de E.I, mientras que otros ya se han trabajado en cursos anteriores. Por otro lado, existe la alternativa de responder itemes de dificultad inferior (y obtener una puntuación más baja) si el item inicial resulta inaccesible para el sujeto. Por último, también se han ponderado los objetivos dado que no todos se trabajan con la misma intensidad. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 231 INTRODUCCIÓN: La evaluación referida al criterio hace referencia al acercamiento de evaluación educativa en el que se recoge información mediante un instrumento estandarizado con el objeto de poder describir el conjunto de conocimientos y/o habilidades adquiridos por los niños acerca de un dominio educativo de referencia descrito adecuadamente (Jornet y Suárez, 1994). La evaluación criterial relaciona directamente la producción de los niños con la exigencia de la tarea. Dicha exigencia procede de señalar la competencia establecida experimentalmente que fija un punto de corte a diferencia de la evaluación normativa que relaciona la producción de los niños con relación a sus compañeros. Por tanto, este tipo de prueba es el que mejor nos sirve para evaluar los avances de los estudiantes de E.I. en un dominio determinado. Si bien existen pruebas aplicadas de evaluación referida al criterio para evaluación global de Educación Primaria (Rivas y Alcantud, 1989) que detectan aprendizajes básicos en Matemáticas (y también otras áreas) vinculando la ejecución del escolar en los objetivos y contenidos mínimos necesarios para la promoción de nivel no contamos con pruebas semejantes para el ciclo de Educación Infantil (en adelante E.I.). OBJETIVO: El objetivo del presente trabajo ha sido la elaboración de una prueba de Evaluación Referida al Criterio para evaluar los contenidos matemáticos de segundo ciclo de E. Infantil. En este trabajo se presentan las dos primeras fases del desarrollo de esta Prueba Referida al Criterio (Rivas, 2003), a saber, Fase I: Especificación del Dominio Educativo y Fase II: Análisis de los ítems. PROCEDIMIENTO: Para llevar a cabo el objetivo se siguieron dos fases que detallamos a continuación: FASE I: Especificación del dominio educativo El primer paso llevado a cabo en esta fase fue una recogida de documentación de diferentes fuentes con objeto de concretar los objetivos y contenidos básicos del curso. Para ello se tomó como referencia el Diseño Curricular Base (DCB) (A.AV.V., 1990), el currículo establecido en D.O.G.V. (A.A.V.V:, 1992), y B.O.E (MEC, 1991) así como las orientaciones de los “Materiales para el desarrollo curricular” (“Caja Verde”.) Posteriormente se revisaron los PCC de diferentes colegios, ya que ahí se refleja una concreción de los contenidos mínimos en cada centro. Paralelamente se realizó una International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 232 revisión bibliográfica (ej: Barragán, 1992; Canals, 1992; Dalmau y otros, 1993; Deaño, 1993, Krainer, 2005...). Tras un primer análisis se confeccionó un borrador que fue el punto de partida para el análisis de un grupo de profesionales. Se trataba de siete maestros/as en activo con más de tres años de experiencia de E. Infantil provenientes de diferentes localidades de la provincia de Valencia. El trabajo de este equipo consistió en el debate grupal de una serie de valoraciones particulares nacidas de la realidad de sus propios centros y aulas. Así, se realizó un análisis exhaustivo de cada uno de los objetivos desde el punto de vista de su experiencia en los últimos años valorando cuánto tiempo se dedicaba a cada uno, con qué grado de exigencia eran considerados, etc. Este trabajo que se llevó a cabo a lo largo de un curso escolar en reuniones de dos horas a la semana, concluyó cuando se estableció un acuerdo entre los profesionales en la valoración relativa a la entidad y peso de cada objetivo del área de matemáticas llegando a su vez a secuenciar los contenidos a trabajar en el primer, segundo y tercer curso del segundo ciclo de E.I. Fase II: Análisis de los ítems Los ítems que componen esta prueba pretenden reflejar el universo de medida propio de cada objetivo curricular del segundo ciclo de matemáticas de E. Infantil. Estos objetivos, a su vez constituyen el desarrollo de los tres bloques de contenidos básicos a trabajar en el área de matemáticas en E.I.: a) Atributos y relaciones b) Cuantificadores y números c) El tiempo, el espacio y la medida. Los ítems que se proponen para cubrir cada objetivo no se puntúan del mismo modo debido a que algunos de ellos son específicos para el nivel del tercer curso del segundo ciclo de E.I, mientras que otros ya se han trabajado en cursos anteriores. Por esta razón al puntuar realizamos una ponderación, en la que se concede más peso a un ítem específico del tercer nivel (5-6 años) que a un ítem que ya se ha trabajado en cursos anteriores. A continuación ponemos ejemplos de estos ítems: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 233 • Ítem 1.5. (Atributos y Relaciones): Le mostramos: a) el triángulo amarillo liso pequeño delgado y b) el rectángulo verde rugoso grande grueso, entonces le decimos, dime lo que sepas de estas figuras si el niño no responde, entonces le hacemos preguntas orientativas ¿de qué color es? ¿qué forma tiene o cómo se llama? ¿son lisas o rugosas? • Ítem 1.6. (Atributos y Relaciones): Le mostramos a) el cubo y b) la esfera, entonces le decimos dime lo que sepas de estas figuras si el niño no responde, entonces le hacemos preguntas orientativas ¿qué forma tiene o cómo se llama? Dame el cubo, ahora dame la esfera. En el primer ítem que mostramos en este ejemplo, les preguntamos a los niños conceptos que se siguen trabajando en el tercer curso, pero que se han introducido y trabajado bastante en el segundo curso, mientras que en el segundo ejemplo, les preguntamos sobre conceptos específicos que trabajamos en el tercer curso. Por ello, el primer ítem lo puntuamos con un 10% del objetivo, mientras que el segundo lo puntuamos con un 25% del objetivo. También hay ítems en los que se puede obtener la puntuación máxima del objetivo, pero si los niños no los consiguen realizar se ofrecen otros ítems de modo alternativo, evaluando los mismos aspectos pero con un nivel inferior de dificultad, por lo que a éstos también se les concede menor puntuación. A continuación podemos ver un ejemplo de ello: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 234 • Ítem 1.2. (Cuantificadores y el Número): Le damos 10 tazos o cromos de Pokemon y le decimos “cuenta los tazos, a ver si sabes cuántos hay”. Si realiza correctamente este ítem, el siguiente nos lo saltamos y si no le planteamos el siguiente. • Ítem 1.2. (Cuantificadores y el Número): Le damos 5 tazos o cromos de Pokemon y le pedimos que los cuente. Cuenta ahora los tazos a ver si sabes cuántos hay. El segundo ejemplo constituye un nivel inferior del primer ítem, por ello, si los niños realizan el primero correctamente no hace falta realizar el segundo ítem del ejemplo, pero en caso de que los niños no tengan el nivel propio del tercer curso evaluamos si tienen o no el nivel del segundo curso. Por ello, el primer ítem se puntúa con un 18% de la prueba, mientras que el segundo con un 9%. A continuación ofrecemos dichas ponderaciones para cada ítem del bloque de Atributos y Relaciones que seguidamente vienen recogidos esquemáticamente en la tabla 1. ATRIBUTOS Y RELACIONES OBJETIVO 1 CONOCER Y EVOCAR DE ATRIBUTOS: 100% dividido en: 1.1. DISCRIMINAR DISTINTAS FIGURAS (círculo verde, delgado, pequeño y círculo grande y grueso) 10% 1.2. DISCRIMINAR DISTINTAS FIGURAS (rombo morado, grueso y rombo delgado, naranja) 25% 1.3. DISCRIMINAR DISTINTAS FIGURAS (cuadrado azul claro, pequeño, grueso, cuadrado mediano un poco más oscuro, grueso y cuadrado azul oscuro, grande y delgado) 20% 1.4. DISCRIMINAR DISTINTAS FIGURAS (la barrita larga roja y la barrita corta rosa)10% 1.5. DISCRIMINAR DISTINTAS FIGURAS (triángulo amarillo liso pequeño delgado y el rectángulo verde rugoso grande grueso) 10% 1.6. DISCRIMINAR DISTINTAS FIGURAS (el cubo y la esfera) 25% Se le concede mayor puntuación al objetivo 1.2. y al objetivo 1.3. y 1.6. porque son específicos del tercer curso del segundo ciclo de E.I. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 235 OBJETIVO 2 AGRUPAR OBJETOS BASÁNDOSE EN LAS CARACTERÍSTICAS Y FORMACIÓN DE COLECCIONES: 100% dividido en: 2.1.A. DISCRIMINAR DISTINTAS FIGURAS (el cubo y la esfera) 33,33% 2.1.B. AGRUPAR DETERMINADAS FIGURAS (las que sean en forma de círculo, gruesas y pequeñas) 33’33 % 2.2. COLOCAR DETERMINADAS ETIQUETAS CORRESPONDIENTES A CIERTAS FIGURAS (las que son en forma de rectángulo y delgadas) 33’33% Con estos ítems se cubre el objetivo 2, y, como se puede observar, tienen un peso equivalente. En caso de que no hicieran correctamente el objetivo 2.1.A. aplicaríamos el 2.1.A. bis: AGRUPAR DETERMINADAS FIGURAS (aquellas que sean azules y cuadradas) y su puntuación sería de 16’66% En caso de que no hicieran correctamente el 2.1.B. plantearíamos el ítem 2.1.B. bis: AGRUPAR DETERMINADAS FIGURAS (aquellas que tengan forma de rectángulo) dándole una puntuación máxima de 16’66% En caso de que el 2.2. no lo hicieran correctamente puntuaríamos el 2.2. bis. COLOCAR DETERMINADAS ETIQUETAS CORRESPONDIENTES A CIERTAS FIGURAS (la que son en forma de cuadrado) con una puntuación de 16’66% OBJETIVO 3 AGRUPAR Y COLECCIONAR OBJETOS JERÁRQUICAMENTE: 100% dividido en: 3.1 AGRUPAR 10 PALITOS DE DIFERENTES TAMAÑOS DE MENOR A MAYOR Y DE MAYOR A MENOR. 100% debido a que con este ítem se cumple el objetivo En caso de que no lo hicieran correctamente pasaríamos el 3.1. bis: AGRUPAR 5 PALITOS DE DIFERENTES TAMAÑOS DE MENOR A MAYOR Y DE MAYOR A MENOR cuyo peso ponderado es de 50% OBJETIVO 4 ORDENAR ELEMENTOS SIGUIENDO UN ORDEN ESTABLECIDO POR EL ADULTO: 100% 4.1. CONTINUAR UNA SERIE DADA POR EL ADULTO (rectángulo rugoso, cuadrado amarillo, círculo azul, triángulo verde, rectángulo rugoso, cuadrado amarillo) 100% debido a que con este ítem se recoge por completo el objetivo 4. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 236 En caso de que no lo hicieran correctamente se aplicaría el 4.1. bis: CONTINUAR 1.1. di i % 100 1: VO E QU UNA SERIE DADA POR EL ADULTO (círculo azul, cuadrado azul, círculo azul) con 10% SIN AJUSTES DE NIVEL un 50% de puntuación. OBJETIVO 5 ESTABLECER RELACIONES QUE SE DAN EN DOS SERIES PARALELAS 5.1 Establecer relaciones que se dan en dos series paralelas (una serie es cuadrado grande, cuadrado pequeño, y la otra es círculo grande, círculo pequeño) 100% 25% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.3. 20% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.4. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.5. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.6. 25% SIN AJUSTES DE NIVEL OBJETIVO 2: 100% dividido en: SI EL 2.1.A. NO LO HACEN 2.1.A. 33,33% CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS EL 2.1.A bis. CON UN 16,66% SI EL 2.1.B. NO LO HACEN 2.1.B. 33,33% CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS EL 2.1.B. bis. CON UN 16,66% SI EL 2.2. NO LO HACEN CORRECTAMENTE 2.2. 33,33% PUNTUARÍAMOS EL 2.2. bis. CON UN 16,66% 100%: 3: SI EL 3.1.NO LO HACEN CORRECTAMENTE 3.1. 100% PUNTUARÍAMOS EL 3.1. bis CON UN 50% 100%: 100%: 4: SI EL 4.1. NO LO HACEN CORRECTAMENTE OBJETIVO 5: OBJETIVO OBJETIVO 1.2. 4.1. 100% PUNTUARÍAMOS EL 4.1. bis CON UN 50% 5.1. 100% SIN AJUSTES DE NIVEL International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 237 Tabla 1. Ponderación de los ítems que pertenecen al bloque de contenidos Atributos y Relaciones En la tabla anterior (tabla 1) podemos observar que se hacen ajustes de nivel en algunos objetivos y en otros no, esto se debe a que hay algunos contenidos que permiten gradación y por lo tanto se pueden ajustar al nivel del niño (por ejemplo, si un niño no sabe clasificar atendiendo a tres criterios, podemos pedirle que clasifique atendiendo a dos criterios). En cambio cuando evaluamos conceptos concretos no podemos realizar ajustes de nivel (por ejemplo, cuando evaluamos el conceptos de esfera, no existen posibilidades graduales). Esto también ocurre en los otros bloques de contenidos como podemos observar en la tabla 3 y en la tabla 4. También ocurre, que en algunos objetivos hay varios ítems, mientras que en otros sólo hay uno. Esto de debe a que nosotros tomamos como referencia el currículo establecido en el D.O.G.V. (A.A.V.V:, 1992), y B.O.E (MEC, 1991) desarrollando en cada área (Atributos y Relaciones; Cuantificadores y el Número; Tiempo, espacio y medida) los objetivos pertinentes para la adquisición de los contenidos marcados en dicho documento. A continuación presentamos un análisis semejante de los ítems del bloque de Cuantificadores y el número. LOS CUANTIFICADORES Y EL NÚMERO OBJETIVO 1 CONOCER DE LA SERIE NUMÉRICA: 100% dividido en: 1.1. IDENTIFICAR DETERMINADOS NÚMEROS (del 0 al 10) 18% 1.2. CONTAR UNA SERIE DE OBJETOS (10 tazos) 18% 1.3. NOMBRAR LA SERIE NUMÉRICA DEL 0 AL 10 y viceversa 18% 1.4. IDENTIFICAR DETERMINADOS ORDINALES (tercero, quinto, primero y último) 20% 1.5. COMPLETAR LA SERIE NUMÉRICA EN UN DIBUJO, COMPLETANDO EL NÚMERO CORRESPONDIENTE DE OBJETOS (del 0 al 9) 20% 1.6.A. IDENTIFICAR LA MITAD EN UN DIBUJO 3% 1.6.B. DAR LA MITAD DE UN RULO DE PLASTILINA 3% Con estos ítems se consigue el objetivo 1, por ello con estos objetivos ya se puede obtener la puntuación máxima del objetivo. En caso de que el 1.1. no lo hicieran International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 238 correctamente aplicaríamos el 1.1. bis: IDENTIFICAR DETERMINADOS NÚMEROS (del 0 al 5) con un 9% En caso de que el 1.2. no lo hicieran correctamente, aplicaríamos:1.2. bis: CONTAR UNA SERIE DE OBJETOS (5 tazos) en un 9% En caso de que el 1.3. no lo hicieran correctamente aplicaríamos 1.3. bis NOMBRAR LA SERIE NUMÉRICA DEL 1 AL 5 y viceversa en un 9%. OBJETIVO 2 CONOCER EL VALOR CARDINAL DE UN CONJUNTO 100% dividido en: 2.1. PONER EL NÚMERO CORRESPONDIENTE, DADO UN DIBUJO (hay dibujadas cajitas con diferentes números de bolas, por lo tanto pondrán un número en cada cajita según las bolas que tenga: 3,7,3,10,7) 30% 2.2. SEÑALAR DÓNDE HAY EL MISMO NÚMERO DE OBJETOS, DÓNDE HAY MÁS Y DÓNDE HAY MENOS (nosotros le señalamos las dos cajitas que tienen 7 bolas y les preguntamos si en ellas hay en una más bolas que en la otra, después señalamos un cajita con siete bolitas y una con tres y les preguntamos en cuál hay más y en cuál hay menos) 30% 2.3. ESTIMAR DETERMINADAS CANTIDADES (4+4) 30% 2.4. IDENTIFICAR VISUALMENTE DÓNDE HAY LA MISMA CANTIDAD DE OBJETOS PERO DISTRIBUIDOS DE DIFERENTE FORMA 10% Con estos ítems se consigue el objetivo 2 y por tanto con ellos ya se puede obtener la puntuación máxima del objetivo. En caso de que el 2.2. no lo hicieran correctamente aplicaríamos el 2.2. bis: SEÑALAR DÓNDE HAY EL MISMO NÚMERO DE OBJETOS, DÓNDE HAY MÁS Y DÓNDE HAY MENOS (nosotros le señalamos una de las dos cajitas que tiene 3 bolas y les preguntamos dónde hay más, menos e igual) con un 15 % En el caso de que el 2.3. bis: ESTIMAR DETERMINADAS CANTIDADES (3+2) con un 15% OBJETIVO 3 PLANTEAR Y RESOLVER PROBLEMAS DE SU VIDA COTIDIANA VERBAL Y GRÁFICAMENTE, 100% divido en: 3.1.A. RESOLVER UNA SUMA CON MATERIAL MANIPULATIVO (SUMAR 5 TAZOS MÁS 3) 20% 3.1.B. DIBUJAR LA OPERACIÓN DEL OBJETIVO 3.1.A. 20% 3.2.B. RESOLVER UNA RESTA CON MATERIAL MANIPULATIVO (RESTAR 7 TAZOS MENOS) 20% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 239 3.2.B. DIBUJAR LA OPERACIÓN DEL OBJETIVO 3.2.A 20% dividido en: 1: 100% LOS NIDOS 3.3. DESCOMPONER EL NÚMERO 5 DE DIFERENTES FORMAS CON DAMAS SI EL 1.1. NO LO HACEN CORRECTAMENTE 1.1. 18% PUNTUARÍAMOS EL 1.1. bis. CON UN 9% BLANCAS Y DAMAS NEGRAS 20% Con estos ítems se consigue el objetivo 3, por ello con estos objetivos ya se puede obtener la puntuación máxima del objetivo. En caso de que no hicieran correctamente el 3.1.A. y el 3.1.B. aplicaríamos el 3.1.A. bis: RESOLVER UNA SUMA CON MATERIAL MANIPULATIVO (SUMAR 2 TAZOS MÁS 3) con un 10% y el 3.1.B. bis: DIBUJAR LA OPERACIÓN DEL OBJETIVO 3.1.B. bis con un 10% En caso de que el 3.2.A. y el 3.2.B. no lo hicieran correctamente aplicaríamos el 3.2.A. bis: RESOLVER UNA RESTA CON MATERIAL MANIPULATIVO (RESTAR 5 TAZOS MENOS 2) con un 10% y el 3.2.B. bis: DIBUJAR LA OPERACIÓN DEL OBJETIVO 3.2.C con un 10%. Seguidamente presentamos una tabla que representa esquemáticamente las puntuaciones para cada ítem en el área de Cuantificadores y el Número. SI EL 1.2. NO LO HACEN CORRECTAMENTE 1.2. 18% PUNTUARÍAMOS EL 1.2. bis CON UN 9% SI EL 1.3. NO LO HACEN CORRECTAMENTE 1.3. 18% PUNTUARÍAMOS en: 2: 100% dividido OBJETIVO EL 1.3. bis CON UN 9% 1.4. 20% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.5. 20% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.6.A. 3% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.6.B. 3% SIN AJUSTES DE NIVEL 2.1. 30% SIN AJUSTES DE NIVEL 2.2. 30% SI EL 2.2. NO LO HACEN CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS EL 2.2. bis. CON UN 15% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 240 2.3. 30% SI EL 2.3. NO LO HACEN CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS EL 2.3. bis. CON UN 15% 2.4. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL SI EL 3.1.A. NO LO HACEN CORRECTAMENTE OBJETIVO 3: 100% divido en: 3.1.A. 20% PUNTUARÍAMOS EL 3.1.A. bis CON UN 10% SI EL 3.1.B. NO LO HACEN CORRECTAMENTE 3.1.B. 20% PUNTUARÍAMOS EL 3.1.B. bis CON UN 10% 3.2.A. 20% SI EL 3.2.A.. NO LO HACEN CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS EL 3.2.A. bis CON UN 10% 3.2.B. 20% SI EL 3.2.B. NO LO HACEN CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS EL 3.2.B. bis CON UN 10% 3.3. 20% SIN AJUSTES DE NIVEL Tabla 2. Ponderación de los ítems que pertenecen al bloque de contenidos Cuantificadores y el Número Por último, analizamos las ponderaciones de los ítems del bloque del Tiempo, el Espacio y la Medida. EL TIEMPO, EL ESPACIO Y LA MEDIDA OBJETIVO 1 CONOCER Y VERBALIZAR SU SITUACIÓN RESPECTO A LOS OBJETOS Y LA DE LOS OBJETOS ENTRE ELLOS MISMOS: 100% dividido en: 1.1. IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (ENCIMA Y DEBAJO) 20% 1.2. IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (DENTRO Y FUERA) 10% 1.3. IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (DELANTE Y DETRÁS) 10% 1.4. IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (ALREDEDOR DE) 10% 1.5. IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (AL LADO DE) 10% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 241 1.6. IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (JUNTOS Y dividido 100% VO 1: TENI CON DE SEPARADOS) 10% 1.7. 1.1. 20% SIN AJUSTES DE NIVEL IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (IZQUIERDA Y DERECHA) 20% 1.8. IDENTIFICAR LA SITUACIÓN DE UN OBJETO (ARRIBA Y ABAJO) 10% Al 1.1. y el 1.7. les damos más valor porque son propios del tercer nivel del segundo ciclo de E.I. OBJETIVO 2 USO Y CONOCIMIENTO DE SU PROPIO CUERPO Y DE INSTRUMENTOS CULTURAL Y SOCIALMENTE RECONOCIDOS POR SU CULTURA PARA MEDIR EL TIEMPO, EL ESPACIO Y LA MATERIA. 2.1.A. IDENTIFICAR LA DURACIÓN DE UNA SITUACIÓN (mucho o poco) 5% 2.1.B. IDENTIFICAR LOS CONCEPTOS DE DEPRISA Y DESPACIO 5% 2.1.C. IDENTIFICAR EL OBJETO DE PESADO EN UN OBJETO QUE EL ADULTO INDIQUE 5% 2.1.D. IDENTIFICAR EL OBJETO DE LIGETO EN UN OBJETO QUE EL ADULTO INDIQUE 5% 2.2.A. ESTIMAR CANTIDADES (más o menos entre 6 y 8) 20% 2.2.B. MEDIR CON SU PROPIO CUERPO (más o menos entre 6 y 8) 20% 2.3. INTERPRETAR UN LABERINTO 40% En caso de que no hicieran correctamente el 2.2.A. y el 2.2.B. aplicaríamos el 2.2.A. bis ESTIMAR CANTIDADES (más o menos entre 2 y 3) y el 2.2.B. bis MEDIR CON SU PROPIO CUERPO (más o menos entre 2 y 2) con un 10% cada uno. OBJETIVO 3 CONOCER LAS RELACIONES PARTE-TODO EN LAS DIFERENTES SITUACIONES ESCOLARES Y COTIDIANAS 3.1. RECONOCER LAS PARTES DE LA CARA 50% 3.2. RECONOCER LAS PARTES DE LA CARA QUE LE FALTAN A UN DIBUJO 50% A continuación presentamos una tabla donde se presenta esquemáticamente las puntuaciones de cada ítem del área del Tiempo, el Espacio y la Medida. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 242 OBJETIVO 2: 100% dividido en: 1.2. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.3. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.4. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.5. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.6. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.7. 20% SIN AJUSTES DE NIVEL 1.8. 10% SIN AJUSTES DE NIVEL 2.1.A. 5% SIN AJUSTES DE NIVEL 2.1.B. 5% SIN AJUSTES DE NIVEL 2.1.C. 5% SIN AJUSTES DE NIVEL 2.1.D. 5% SIN AJUSTES DE NIVEL 2.2.A 20% SI EL 2.2.A. NO LO HACEN CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS EL 2.2.A. bis CON UN 10% 2.2.B. 20% SI EL 2.2.B. NO LO HACEN CORRECTAMENTE PUNTUARÍAMOS dividido en: 100% OBJETIVO 3: EL 2.2.B. bis CON UN 10% 2.3. 40% SIN AJUSTES DE NIVEL 3.1. 50% SIN AJUSTES DE NIVEL 3.2. 50% SIN AJUSTES DE NIVEL Tabla 3. Ponderación de los ítems que pertenecen al bloque de contenidos el Tiempo, el Espacio y la Medida. En definitiva, a todos los ítems se les conceden unas puntuaciones y a partir de la suma de las puntuaciones de los ítems que forman un objetivo se obtienen las puntuaciones de cada objetivo. De las valoraciones de cada objetivo, obtenemos una puntuación global de cada bloque, la cual también hemos considerado oportuno International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 243 ponderar (véase tabla.4.), porque todos los objetivos los valoramos en un 100%, pero no todos son igual de importantes, ya que en algunos se valoran muchos aspectos, porque abarcan muchos contenidos y están formados por un mayor número de ítems, mientras que los contenidos que se abarcan en otros son pocos. Así pues, consideramos justificado ofrecer distinto peso a los objetivos a trabajar en cada bloque de contenidos. A continuación presentamos una tabla que refleja el peso concedido a cada objetivo para constituir la puntuación global del área. Tabla 4. Ponderación de los objetivos de la Prueba Criterial OBJETIVO 2: AGRUPAR OBJETOS BASÁNDOSE EN LAS CARACTERÍSTICAS Y FORMACIÓN DE COLECCIONES 100% dividido en:0 ATRIBUTOS Y RELACIONES 25% 35% OBJETIVO 3: AGRUPAR Y COLECCIONAR OBJETOS JERARQUICAMENTE: 15 % OBJETIVO 4: ORDENAR ELEMENTOS SIGUIENDO UN ORDEN 15 % ESTABLECIDO POR EL ADULTO OBJETIVO 5: ESTABLECER RELACIONES QUE SE DAN EN DOS 10% OBJETIVO 1: CONOCER LA SERIE NUMÉRICA OBJETIVO 2: CONOCER EL VALOR CARDINAL DE UN 100% di idid EL NÚMERO 30% 25% CONJUNTO 25% OBJETIVO 3: PLANTEAR Y RESOLVER PROBLEMAS DE SU VIDA COTIDIANA VERBAL Y GRÁFICAMENTE MEDIDA O Y LA CUANTIFICADORES Y SERIES PARALELAS ESPACI PONDERACIÓN DE LOS OBJETIVOS DE LA PRUEBA CRITERIAL OBJETIVO 1: CONOCER Y EVOCAR ATRIBUTOS 45% OBJETIVO 1: CONOCER Y VERBALIZAR SU SITUACIÓN RESPECTO A LOS OBJETOS Y LA DE LOS OBJETOS ENTRE 25% ELLOS MISMOS International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 244 OBJETIVO 2: USO Y CONOCIMIENTO DE SU PROPIO CUERPO Y DE INSTRUMENTOS CULTURAL Y SOCIALMENTE RECONOCIDOS POR SU CULTURA PARA MEDIR EL TIEMPO, EL 35% ESPACIO Y LA MATERIA OBJETIVO 3: CONOCER LAS RELACIONES PARTE-TODO EN LAS DIFERENTES SITUACIONES ESCOLARES Y COTIDIANAS 15 % OBJETIVO 4: COMPRENDER DE LAS RELACIONES TEMPOCAUSALES EN LOS ACONTECIMIENTOS DE SU VIDA 25% COTIDIANA DESCRIPCIÓN DEL INSTRUMENTO: Muchas investigaciones sostienen con énfasis que la utilización de material concreto para la comprensión de conceptos fundamentales puede hacer de puente entre lo concreto y lo abstracto (Ross y Kurtz, 1993, Van Luit y Shopman, 2000). Por lo tanto, la utilización de objetos concretos y modelos semiconcretos, puede ser provechoso también en la evaluación de la competencia matemática. Por ello, dado que en la E.I. se promueve el uso de materiales diversos (con distintos colores, formas, tamaños,…) que los niños puedan explorar o clasificar, porque se entiende que mediante la pizarra y al papel no siempre es posible aportar suficiente orientación para que el niño aprecie toda la riqueza de significados e interrelaciones que se alcanzan mediante la manipulación (Gómez, 1988, Ross y Kurtz, 1993, Van Luit y Shopman, 2000), a la hora de evaluar entendemos que hemos de seguir los mismos criterios. Así pues, el formato de la prueba se presenta en dos documentos y una caja de materiales. En el documento del evaluador, se indica explícitamente lo que el evaluador ha de decir a los niños, así como los materiales asociados que les ha de ir mostrando. En el documento de registro, están ya escritas las posibles respuestas de los niños y se ha de subrayar la que cada niño realice o bien anotar en observaciones cualquier respuesta diferente. Los materiales manipulativos han sido elaborados ad hoc atendiendo a las directrices de la bibliografía especificada (ej, Hanna, 2000; Pasnak y cols, 1996; Raphael y Wahlstrom, 1989; Barody, 1989; Moyer, 2002) y son los siguientes: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 245 • Figuras manipulativas de diversas formas (círculo, cuadrado, triángulo, rectángulo, rombo, esfera, cubo, listones de longitud larga y corta) con las siguientes características: - Color: Verde, azul, morado, naranja, morado, rojo, rosa - Tonalidad: azul claro, ni claro ni oscuro, azul oscuro. - Grosor: grueso y delgado. - Tamaño: Grande, mediano y pequeño. - Textura: liso, rugoso • Etiquetas que indican las cualidades de las figuras • Pajitas cortadas de 10 tamaños diferentes. • Figuras planas para hacer series: rectángulos de lija, cuadrados amarillos, círculos azules, triángulo verdes, círculos rojos, cuadrados rojos. • Fichas negras y blancas (juego de damas). • Otros: plumas, tazos, rulo de plastilina, garbanzos CONCLUSIÓN: La evaluación de los conocimientos y habilidades matemáticas básicas que los niños de E.I. precisan adquirir ha de estar claramente vinculada con el tipo de metodología que se emplee en el proceso E/A. Resulta muy costos y hasta cierto punto inapropiado evaluar mediante papel y lápiz unas habilidades que se han adquirido y consolidado mediante la manipulación, máxime cuando ésta no sólo es la forma de aprender de los niños en esta etapa evolutiva sino también de expresar lo que conocen. Por este motivo las pruebas de evaluación que se propongan sería conveniente que tuvieran un fuerte componente manipulativo. Por otro lado se precisan estudios que clarifiquen el peso diferencial que en el contexto real de las aulas se otorga a los diferentes objetivos académicos. Este trabajo constituye un esfuerzo importante en esta línea ya que partiendo de un acuerdo interjueces desarrolla y secuencializa los contenidos y objetivos del tercer curso de E.I. ofreciendo una ponderación basada en la experiencia de una serie de profesionales expertos en el campo. Una prueba como ésta desarrollada a partir de directrices exclusivamente teóricas precisa una validación empírica para poder ser utilizada con un mínimo grado de confianza y seguridad. Este objetivo ha sido desarrollado y expuesto en un poster presentado en este mismo symposium. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 246 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: A.A.V.V. (1990). Disseny curricular d’educació infantil. Generalitat valenciana. Consellería de Cultura, Educació i Ciencia. A.A.V.V. (1992) Materiales para el desarrollo curricular “Caja Verde”. Generalitat valenciana. Consellería de Cultura Educación y Ciencia. D.O.G.V.: Decreto 19/1992 por el que se establece el currículo de la Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de València (DOGV 19/2/92). Barody, A.J. (1989). Manipulatives don’t come with guarantees. American Teacher 37(2), 4-5. Barragán, S.(1992). Propuesta de secuencia Educación Infantil. 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España Teléfono: +34 923294630 (ext. 3431) Fax: +34 923294635 ABSTRACT El estudio de los errores cometidos durante la resolución de las restas, es un tema de investigación abordado desde postulados teóricos diferentes. En la comunicación que presentamos, indagamos sobre la tipología, naturaleza y evolución de los errores en la sustracción. El objetivo principal, trata de examinar si en nuestro contexto escolar se producen errores sistemáticos y si disminuyen a lo largo de la escolaridad. Así mismo, comparamos nuestros resultados con los aportados por autores de referencia en este campo de investigación. Para ello, efectuamos un análisis sobre más de 7000 restas realizadas por niños escolarizados en nuestro sistema educativo. KEY WORDS Aprendizaje algorítmico, errores en la sustracción, investigación empírica, evolución en la adquisición del error I. INTRODUCCIÓN International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 249 La literatura más relevante en torno a los errores en los procesos algorítmicos, pone de manifiesto que los errores sistemáticos que se producen durante el aprendizaje, se analizan desde dos perspectivas teóricas que giran en torno a la semántica o la sintaxis (Resnick, 1982) de la adquisición de la habilidad. La primera línea de investigación ,en la que , entre otros, se encuentran autores como (Carpenter & Moser, 1984; Carpenter, Franke, Jacobs ,Fennema, 1996 ; De Corte & Verschaffel, 1987; Fuson, 1986; Fuson 1992; Fuson & Briars, 1990; Hiebert & Lefevre, 1986; Nesher, Greeno, & Riley, (1982); Ohlsson & Rees 1991; Resnick, 1982, 1983; Resnick & Omanson, 1987; Sander & Richard, 1997; Sander, 2001), se ha centrado en el background conceptual que los niños adquieren durante el aprendizaje del algoritmo. Por otra parte, la aproximación sintáctica, ha aportado datos sobre los mecanismos procesales que rigen la generación de los errores, (Brown & Burton 1978; Brown & VanLehn 1980; Brown & VanLehn 1982; VanLehn, 1982, 1983, 1987, 1990); (Young & O´Shea, 1981). En este contexto, la primera fase de la investigación que exponemos en esta comunicación, trata de comprobar las aportaciones de las perspectivas procesales o sintácticas, (Resnick 1982) en el contexto concreto de nuestro país. En relación al tema que nos ocupa, es la línea de investigación liderada por autores como Brown & Burton (1978); Brown & VanLehn (1982); VanLehn, (1982, 1983, 1990); Young & O´Shea, (1981), la que ilustra que algunos estudiantes mostraban procesos erróneos, “buggy procedures – Buggy algorithmic”, (Brown & Burton 1978; VanLehn 1982,1990). Así, según la Teoría de la Reparación, tales errores iniciales, se producen durante el aprendizaje inductivo de la sustracción a partir de ejemplos y a través de mecanismos analógicos, Brown & VanLehn, (1980); VanLehn, (1982, 1983, 1990). II. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 250 Los objetivos de esta fase de la investigación fueron: I. Analizar la tipología de los errores más frecuentes. II. Observar la evolución del error a lo largo de toda la Educación Primaria y comparar los resultados con los referidos por autores relevantes. Sujetos A una muestra global de 357 sujetos, situados en los cursos 2º, 3º, 4º, 5º, 6º de Educación Primaria, se les pasó la prueba de las 20 restas de (VanLehn,1990, pp.170). Procedimiento Para el análisis cuantitativo de la base de datos que generaron las pruebas, utilizamos el programa SPSS 11.5. Al objeto de establecer categorías que nos permitieran agrupar de manera ordenada los datos de los que disponíamos, optamos por tomar como referencia la categorías que crearon (Brown & Burton, 1978: 179; Brown & VanLehn 1982; VanLehn, 1990). Para definir la tipología de los errores utilizamos el glosario de errores de (Vanlehn, 1990, pp. 223). III. RESULTADOS Con el fin de informar adecuadamente de los resultados obtenidos, dividimos este apartado en subapartados que se corresponden con el análisis de los datos en función de las categorías establecidas con anterioridad. 3.1. Aciertos en el total de las 20 restas de la prueba de (VanLehn, 1990, pp.170). Del total de población muestral (n=357), respondieron correctamente a las 20 restas un porcentaje de 26,61%. La distribución de aciertos por curso podemos apreciarla en la tabla 1, que mostramos a continuación: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 251 Curso Nmuestra N20 % sobre el total de muestra en cada curso Segundo 64 4 6,25 % Tercero 72 15 20,83 % Cuarto 73 23 31,51 % Quinto 75 30 40,00 % Sexto 73 23 31,51 % Total 357 95 26,61 % Tabla 1. N20 = Total de alumnos que completan correctamente las 20 restas distribuidos por cursos. Como podemos apreciar, el porcentaje de aciertos se incrementa por curso para descender a partir de quinto y situarse de nuevo en las mismas frecuencias que en cuarto. Fenómeno que denominamos “decaimiento de la información algorítmica” López, (1999), que puede ser vinculado a la influencia de un currículum no trasversal y descontextualizado del área de matemáticas, que naturalmente incide categóricamente en los resultados. 3.2. Estudio de los errores cometidos a través de la prueba de VanLehn, (1990, pp.170). Fueron analizadas 7140 restas, siendo el porcentaje de error de un (23,47%). Resultado muy similar al encontrado por Young & O´Shea, (1981), que observaron un 22% de errores. El número de errores desciende linealmente por curso, con un coeficiente de proporcionalidad igual a (-73, 8), apreciándose una estabilidad en el descenso entre quinto y sexto curso. El mayor número de errores se concentra en la resta nº 19. (10012-214) con un porcentaje de 37,53% International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 252 Consideramos que la conglomeración del error en torno a esta resta puede ser debido a la estructura conceptual que subyace a la misma. Estructura de la cuál se deriva el manejo de reglas inherentes a la transformación del cero fundamentalmente. En relación a los errores cometidos por curso, comparamos nuestros resultados con los obtenidos por Brown y Burton en 1978 mediante el estadístico χ2 .Los resultados obtenidos llevaron a la aceptación de la hipótesis nula que indicaba que no hay diferencias en los porcentajes de las dos muestras. Investigación Errores Curso 4 Curso 5 Curso 6 total Brown &Burton (1978) Frecuencia 504 399 422 1325 Porcentaje (38,03%) (30,11%) (31,84) 100% Nuestra investigación Frecuencia 50 45 50 145 2003-05 Porcentaje (34,48 %) (31,03%) (34,34%) 100% Tabla 2. Compara resultados de la investigación de Brown and Burton 1978, con los obtenidos en nuestra investigación. 3.3. Errores más comunes Del análisis de los errores, encontramos tres conclusiones: (i) el 51,3 % de los cuestionarios analizados mostraban más de un bug o tipo de error, (ii) el error que aparecía con mayor frecuencia era el “error de cómputo”, y (iii) algunos de los errores con concentración superior en frecuencias persistían durante todos los cursos, eran sistemáticos en su naturaleza. En relación, al error cometido con mayor número de frecuencias “errores de cómputo”, presentaba un porcentaje de aparición de un 35,01%. Recordamos que otros autores han informado de este mismo error, con un número de frecuencias de aparición muy alto. Ejemplo de ello, es el resultado de Young & O´shea, (1981) con un 37% y Vanlehn, (1990) con un 27,13%. VanLehn (1990, pp. 104), informa que la proporción de casos que manifestaban esta categoría de error, disminuía en su muestra en función International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 253 de la instrucción, decreciendo a medida que ascendía en nivel, evidencia que también observamos de igual modo en nuestra investigación. Del mismo modo, informamos que el porcentaje obtenido en relación a la categoría “no diagnosticable” fue de un 5,88% de alumnos que podían ser incluidos dentro de la misma. Vanlehn (1990:104), investiga de nuevo a estos niños que cometían errores asignados a las categorías “no diagnósticable, y errores de computo” e informó que el hecho de que estos errores aparecieran de manera constante, no era suficiente para poder establecer un diagnóstico. Consideramos, que además de esta explicación existen algunas causas concretas y reales, esencialmente de naturaleza pedagógicosituacional, que dependen del contexto del aula, sus características, y momento de ejecución de la prueba. Por tanto, valoramos estos errores y los definimos como “ acumuladores”, pues su origen es diverso y pudiera estar fundamentado en causas de naturaleza procesal, como puede ser el escaso entrenamiento en el cálculo numérico, como por otra parte, vinculados a actitudes relacionadas con el entorno como pueden ser la falta de concentración, motivación, experiencia con este tipo de pruebas…etc, que se configuran como causas actitudinales determinantes que explicarían su aparición en todos los cursos. Al analizar los resultados observamos que los estudiantes, por norma general, presentaban más de un error sistemático en sus respuestas. Tal apreciación también la hemos encontrado en otros estudios, (Brown & VanLehn, 1980; Young & O´Shea, 1981, VanLehn , 1982, 1990). Como ejemplo de ello, tomamos una cita de Brown y Burton (1978): As can be seen, nearly 40% of the students exhibited consistently buggy behavior.(…). Brown & Burton (1978, pp. 181) International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 254 Para determinar si los errores que aparecían en nuestra investigación se encontraban en cada niño de manera individual y de forma parcial o dominante, metodológicamente adoptamos la postura que consistía en analizar los errores que mayor número de frecuencias agrupaban y que se repetían a lo largo de todos los cursos, y considerar como error dominante, la aparición del mismo tipo de error en más de tres ocasiones sobre el total de las 20 restas por niño. En la tabla siguiente expresamos el número de ocurrencias y el número de niños que producían errores sistemáticos, en los cursos: 3º, 4º, 5º y 6º. Cat egoría y nombre del erro r* N º o cu rr enc i as N º n i ños 61 13 Borrow-no-decrement 48 22 Borrow-from-zero-is-ten 38 8 Borrow-from-at-zero 28 13 19 3 13 8 9 4 Always-borrow 6 3 Add-instead-off-sub 4 1 Borrow-into-one=ten 3 1 Borrow-across-zero 3 1 Always borrow-left 3 1 2 1 1-1=0-after-borrow Forget-borrow-over-blanck Diff, 0-N=N Borrow-no-decrement-except last Ignore-left-most-one-over-blank Tabla 3. Cursos: 3,4, 5, 6. Nº de ocurrencias y chicos que consistentemente exhibieron el bug En general, podemos indicar que la comparación con otras teorías no puede ser realizada de manera exhaustiva, dado que los contextos, recursos y muestras son diferentes. No obstante, tomando como referencia la tabla 7.17. de (Vanlehn, 1990, pp. 202), donde informa de los bugs sistemáticos encontrados en el estudio de Young y O´Shea 1981, los obtenidos por Brown and Vanlehn 1982 y los obtenidos por Vanlehn (1990), podemos informar que al margen de coincidir en los errores más comunes con International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 255 una u otra de estas investigaciones, lo importante es que se repite en las cuatro investigaciones, la aparición de los bugs sistemáticos:“ Borrow-across-zero, y Borrowform-zero” , íntimamente relacionados con la transformación del cero. Por otra parte, existen en nuestra investigación bugs que aparecen con un nivel de frecuencias muy elevado, pero que no podemos considerar como estables, porque desaparecen a partir de cuarto curso. Es el caso de los bugs “Smaller-from-larger” o “Stop-borrow-at-zero”. Este hecho respaldaría en un principio la conjetura de que hay errores de corte semántico que desaparecen con la instrucción para dejar paso a los de tipo procesal y que estudiamos en una segunda fase de nuestra investigación. Por último, VanLehn en 1982, establece los porcentajes de bugs estables, que específicamente, se presentaban en un 49% de los alumnos de tercero, un 27% de los alumnos de cuarto y un 13% de los alumnos de quinto. Concluyendo que, la diferencia de porcentajes entre cursos se debía, a que los niños más mayores habían aprendido el algoritmo correcto. La evolución de porcentajes era clara: un 19% de los alumnos de tercero se encontraban dentro de la categoría “libre de bugs”, 39% de los alumnos de cuarto y 60% de los alumnos de quinto. En nuestra investigación, podemos apreciar estos porcentajes. No obstante, en nuestra investigación, encontramos que un 55,55% de los alumnos de tercero presentaban bugs estables, un 52,05% en cuarto y un 26,66% en quinto, frente a unos porcentajes de niños categorizados como “libres de error “de un 23,61% en 3º, un 23, 28% en cuarto y 33,33% en quinto. Encontramos pues, en los resultados un porcentaje mayor, de niños con bugs estables, en todos los cursos y también un menor descenso por curso de los mismos, aunque sí apreciamos proporcionalidad en el descenso entre cuarto y quinto, cursos sujetos a la influencia de un mayor número de niños categorizados como “libres de error” International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 256 CONCLUSIONES Los resultados obtenidos en esta fase de la investigación evidencian que en nuestras aulas, se producen errores en el algoritmo de la sustracción y que en un 55,5% de los casos son estables, a lo largo de toda la escolaridad. Del mismo modo, observamos que la frecuencia de errores por curso disminuye mostrando un punto de inflexión en quinto curso para subir en sexto, y equipararse en resultados a los obtenidos en cuarto. Tendencia, observada del mismo modo, por Brown y Burton en 1978. Igualmente, encontramos una tipología de errores sistemáticos similares a la encontrada por autores relevantes en la literatura que aborda el tema, (Young & O´shea 1981; Brown and Vanlehn 1982; Vanlehn 1990), coincidiendo en dos errores con estos tres estudios. Tales errores son: “Borrow-from-zero y y Borrow-across-zero”. Los resultado de esta fase de la investigación, evidencian que los errores, giran en torno a conductas que recaen sobre las fases de mayor complejidad cognitiva del proceso y en relación directa con la comprensión de conceptos y principios esenciales para el aprendizaje significativo del algoritmo. Básicamente en el ámbito de los principios que rigen el sistema de numeración decimal. Es posible, por tanto, que pudiera existir una línea evolutiva común en la adquisición del error durante el aprendizaje de la sustracción, que explique la aparición de errores similares en contextos didácticos de aprendizaje diferentes. De las categorías de errores con más presencia, apreciamos “los errores de cálculo” que presentaba el mayor número de frecuencias. Este hecho es comparable, con los resultados obtenidos en las investigaciones de VanLehn (1990), Young y& O´Shea (1981). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 257 Asimismo, establecemos como la aparición de casos de este tipo de error en la muestra, disminuía igualmente que en las investigaciones tomadas como referencia, a medida que ascendíamos de curso. Algunos de los errores con concentración superior de frecuencias, persistían en determinadas restas durante todos los cursos de 2º a 6º.Estos son los que en nuestra investigación denominamos “errores sistemáticos de carácter estable”, otros desaparecen a partir de cuarto. Para terminar, comparamos los porcentajes de errores estables encontrados en la investigación, con los encontrados por VanLehn (1990), evidenciando la existencia de un porcentaje mayor de niños con bugs estables en nuestra muestra, en todos los cursos, y también un menor descenso por curso de los mismos Concluyendo, opinamos que las aportaciones realizadas por (Brown & Burton 1978; Brown & VanLehn 1982; VanLehn & Brown 1980; VanLehn, 1982, 1983, 1987, 1990, Young & O´Shea, 1981), pueden ser generalizadas a contextos didácticos espacio temporales muy diferentes. Apreciamos una similitud evolutiva en lo que podríamos denominar adquisición del error. Por tanto, consideramos que las conclusiones de sus estudios, son una ayuda de inestimable valor para los profesores que enseñan procesos algorítmicos en el ámbito escolar. REFERENCIAS Brown, J. & Burton, R.(1978). Diagnostic models for procedural bugs in basic mathematical skills. Cognitive Science, 2, 155-192. Brown, J. & Vanlehn, K. (1982). Towards a generative theory of “bugs”. In T. Carpenter, J. Moser; T. Romberg (Eds.), Addition and subtraction: A cognitive perspective, (pp. 117-135). Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates. Brown, J. & VanLehn , K. (1980). Repair Theory: A Generative Theory of bugs in Procedural Skills. Cognitive Science, 4, 379-426. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 258 Carpenter, T., & Moser, J. (1984). The acquisition of addition and subtraction concepts in grade one through three. Journal for Research in Mathematics Education,24 (5), 428-441. Carpenter, T., Franke, M., Jacobs, V.; Fennema, E. 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Estos procesos son coincidentes con los constitutivos de la reversibilidad piagetiana [Piaget (1975)] en un caso particular, concretamente en los cálculos algorítmicos, pero adquieren en el ámbito matemático mayor generalidad y otra naturaleza. En la etapa de educación inicial, ambos procesos son identificables en actividades de aplicar y descubrir reglas respectivamente. En este trabajo se presentan los resultados de un experimento consistente en la aplicación de dos tareas; la primera de clasificación multiplicativa y la segunda de transformación a un grupo de 211 niños (3-5 años). Ambas tareas se plantean como actividad sustentada en reglas asociadas a códigos y desarrollan los dos modos: directo e inverso a través de pruebas diferentes implementadas con los resultados de un grupo piloto. Desde el punto de vista del diseño experimental se trata de un estudio descriptivo, de tipo exploratorio, con una sola medición, con la cual se realiza un análisis de proceso multivariado. Las pruebas se desarrollaron sin límite de tiempo en una sola sesión efectuándose registro videofilmado y escrito. Las variables utilizadas para el análisis son: logro (éxito o fracaso), procedimiento (usado por el niño para resolver la tarea) y argumentación (mostrada a lo largo del proceso resolutivo) relativas a cada tarea y modo. En este trabajo se muestra la relación entre las variables estudiadas Entre otras conclusiones podemos aseverar que los modos inversos, son desconocidos en la actividad habitual docente, resultan más difíciles que los directos, que la transformación resulta más complicada que la clasificación. La clasificación en modo directo es asequible para más del 95% de los alumnos; y que es posible mejorar de forma significativa los logros en la transformación cuando se tienen en cuenta aspectos de tipo metodológico. Bibliografía Piaget, J. (1975). L’equilibration des structures cognitives. París. Presses Universitaires de France. Ruesga, P. (2004). El inicio del razonamiento en la infancia. Burgos. Publicaciones de la Universidad de Burgos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 262 Uso y desarrollo de pensamiento relacional por alumnos de tercero de Primaria Marta Molina González Encarnación Castro Martínez ([email protected]) Universidad de Granada ([email protected]) Universidad de Granada Resumen En esta comunicación se describen las estrategias de pensamiento relacional empleadas por un grupo de alumnos de tercero de Primaria en la resolución y construcción de igualdades numéricas de suma y resta. Este trabajo forma parte de un experimento de diseño centrado en el estudio del desarrollo de pensamiento relacional por alumnos de tercero de Primaria en el contexto de la resolución de igualdades numéricas, compuestas por números naturales, y basadas en relaciones o propiedades aritméticas básicas tales como la propiedad conmutativa de la suma, la complementariedad de la suma y la resta o la compensación. Siguiendo la propuesta Early-Algebra, el trabajo centrado en el uso y desarrollo de pensamiento relacional se presenta como potenciador de un enfoque estructural de la aritmética. Reforma de la enseñanza del algebra. Early-Algebra La enseñanza tradicional del algebra es ampliamente criticada por numerosos investigadores (Booth, 1989; Kaput 1999, Mason, Davis, Love & Schoenfeld, según Lee, en prensa). La crítica internacional se basa principalmente en el gran número de estudiantes que fracasan en esta área y dejan de estudiar matemáticas, la falta de conexión entre el álgebra y las demás áreas de las matemáticas, y la ausencia de significado en el aprendizaje algebraico adquirido por los estudiantes. La gran insatisfacción con la actual y tradicional enseñanza del álgebra, el reconocimiento de la importancia de los hábitos mentales que están involucrados en actividades algebraicas, y la preocupación por hacer el estudio del álgebra accesible a todos los estudiantes, han conducido a buscar formas más efectivas de enseñar álgebra. En la última década se han sugerido enfoques para la mejora de la enseñanza del álgebra centrados en la resolución de problemas, otros que potencian y fortalecen las habilidades aritméticas y procesos de enseñanza focalizados en el uso de tecnología (Freiman y Lee, 2004). Una de las propuestas más ambiciosas, conocida como EarlyAlgebra, consiste en un cambio curricular: la introducción del álgebra desde los International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 263 primeros años escolares, no como una asignatura sino como una manera de pensar y actuar en objetos, relaciones, estructuras y situaciones matemáticas, como guía hacia una enseñanza con compresión de las matemáticas (Kaput, 2000; Carraher, Schliemann y Brizuela, 2000; Carpenter, Franke y Levi, 2003). Según la propuesta Early-Algebra los maestros han de promover la observación de patrones, relaciones y propiedades matemáticas y crear un ambiente escolar en el que se valore que los alumnos exploren, modelicen, hagan predicciones, discutan, argumenten, comprueben ideas y también practiquen habilidades de cálculo (Blanton y Kaput, 2003). Se considera que los diferentes modos de pensamiento involucrados en la actividad algebraica son hábitos mentales importantes que los alumnos deben de adquirir y que tienen el potencial de enriquecer la actividad matemática escolar y, muy especialmente, el aprendizaje de la Aritmética. Esta propuesta va acompañada de una amplia concepción del Álgebra que engloba el estudio de relaciones funcionales, el estudio y generalización de patrones y relaciones (lo que incluye la aritmética generalizada), el estudio de estructuras abstraídas de cálculos y relaciones, y el desarrollo y la manipulación del simbolismo (Kaput, 2000; Blanton y Kaput, 2004). Early-Algebra y Aritmética. Una de las propuestas de Early-Algebra consiste en fomentar un enfoque estructural de la Aritmética rompiendo con el énfasis computacional predominante en los primeros cursos escolares. Dicho énfasis se señala como causa de la falta de conciencia de los alumnos sobre las estructuras que subyacen a las operaciones matemáticas y sus propiedades. Según Kieran (1992), la forma tradicional de introducir la aritmética no ha sido eficaz en el desarrollo de las habilidades de los alumnos para reconocer y usar la estructura matemática, dando lugar a una de las principales dificultades en la introducción del álgebra. En esta línea, tomamos como referencia fundamental un trabajo dirigido por Carpenter (Carpenter et al., 2003). En él se aborda, desde la enseñanza de la Aritmética, el desarrollo de diversos aspectos del pensamiento algebraico entre los que se encuentran la comprensión del signo igual, la observación y generalización de relaciones numéricas y la elaboración de conjeturas, todo ello abordado en el contexto de igualdades numéricas y simbólicas. Partiendo del trabajo de Carpenter y sus colaboradores, hemos realizado dos experimentos de enseñanza centrados en dos aspectos del pensamiento algebraico a desarrollar en el contexto de la Aritmética: el pensamiento relacional y la comprensión International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 264 del signo igual. El primero de estos estudios analiza el desarrollo de la comprensión del signo igual y aporta evidencias de la capacidad de los alumnos de tercero de Primaria de desarrollar pensamiento relacional como una estrategia para la resolución de igualdades numéricas (Molina, 2004; Molina y Castro, 2005; Molina y Ambrose, pendiente de aceptación). En el segundo estudio, en el que se centra esta comunicación, se profundiza en el análisis del desarrollo de pensamiento relacional; objetivo que se ve favorecido por la comprensión relacional del signo igual que muestran la mayor parte de los alumnos. En ambos casos se trabaja en el aula, con alumnos de tercero de Educación Primaria, mediante la discusión y resolución escrita de igualdades numéricas abiertas e igualdades verdaderas y falsas. Pensamiento Relacional Definimos el término pensamiento como la actividad intelectual (interna) mediante la cual las personas entienden, comprenden, y dotan de significado a lo que les rodea; consistente en formar, examinar, reflexionar y relacionar ideas o conceptos, tomar decisiones y emitir juicios de eficacia. Esta actividad es la que permite encontrar respuestas ante situaciones de resolución de problemas o hallar los medios para alcanzar una meta. Por otra parte, adoptamos una acepción general del término relación: conexión, correspondencia o situación que se da de una cosa con otra o de una cosa con si misma, ya sea en la realidad o en la mente. Ambas definiciones nos permiten definir el término pensamiento relacional, entendido como pensamiento sobre relaciones, de la siguiente forma: El pensamiento relacional es la actividad o acción intelectual de examinar y buscar relaciones entre objetos matemáticos, reflexionar y utilizar dichas relaciones con una intencionalidad, como puede ser resolver un problema, tomar una decisión o aprender más sobre la situación o los conceptos involucrados. Entendemos que cuando una persona piensa relacionalmente o, equivalentemente, usa pensamiento relacional, no sólo observa o detecta las relaciones existentes entre los objetos matemáticos en cuestión, sino que éstas pasan a ser consideradas objeto de pensamiento con la intención del logro de un objetivo. Las relaciones son los conceptos e ideas en los que se basa la resolución del problema. Centrados en el contexto de la aritmética, y más concretamente en la resolución de igualdades numéricas, los objetos matemáticos en los que se centra dicha actividad son los números y las operaciones. En particular, este tipo de pensamiento puede tener lugar en situaciones de cálculo y en otras en las que se relacionan expresiones aritméticas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 265 El uso de pensamiento relacional en el cálculo conlleva el uso de estrategias flexibles, no usuales o informales, muy relacionadas con el cálculo mental y con el uso del sentido numérico. Por ejemplo, diremos que una persona usa pensamiento relacional para realizar el cálculo 14 + 9 cuando, tras examinar la expresión, busca relaciones entre uno de los términos y algún otro número, que le faciliten dicho cálculo. En este caso puede buscar un número que sumado a 14 de 20. Tras encontrar el valor desconocido en la igualdad 14 + n = 20, se necesita, para poder completar el cálculo, buscar la relación que existe entre 6 y 9. De este modo el pensamiento relacional puede ser utilizado para producir respuestas o resultados que no se conocen o no se recuerdan en un determinado momento, a partir de otros que se conocen, o para resolver una secuencia de operaciones de forma más sencilla transformándola mediante la aplicación de propiedades aritméticas fundamentales. Por otra parte, se puede usar pensamiento relacional en situaciones en las que se relacionan expresiones aritméticas mediante relaciones de igualdad, desigualdad o de orden. En este contexto, el uso de pensamiento relacional implica la obtención de la respuesta a partir del examen de los números o expresiones involucradas y el establecimiento de relaciones entre ellos; no siendo necesario realizar explícitamente las operaciones expresadas (Carpenter et al, 2003). Por ejemplo, para resolver la igualdad numérica abierta 8 + 4 = + 5, se pueden comparar las expresiones que la componen, “8 + 4” y “ + 5”, y reconocer que ambas contienen una suma y que una contiene un 4 y otra un 5. Usando sentido numérico se sabe que 4 es una unidad menor que 5, y, mediante el conocimiento de la relación de compensación, puede deducirse que la respuesta es una unidad menos que 8. El trabajo centrado en pensamiento relacional implica focalizar la atención en relaciones relativas a las operaciones y los números involucrados, manteniendo el cálculo de las operaciones en un segundo plano. De este modo, como señalan Carpenter et al. (2003) y Koehler (2004), se favorece un aprendizaje significativo de la aritmética, el desarrollo de fluidez en el cálculo y el desarrollo de una buena base para el posterior estudio formal del álgebra. Igualdades y relaciones aritméticas La mayoría de los currículos elementales de Aritmética emplean el lenguaje de las igualdades numéricas desde el inicio del estudio de las matemáticas, siendo éstas un componente importante del lenguaje matemático (Grouws, 1974; Lindvall e Ibarra, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 266 1980). El trabajo con igualdades numéricas abiertas es considerado importante, dentro del aprendizaje de la Aritmética, para que los alumnos comprendan las operaciones básicas y la relación existente entre ellas, además de para modelizar y resolver problemas (Weaver, 1972; Lindvall e Ibarra, 1980). Asimismo, las igualdades numéricas son consideradas un buen contexto en el cual introducir a los alumnos a la resolución de ecuaciones (siendo la incógnita representada mediante una línea o una figura) y trabajar la comprensión del signo igual, un componente esencial del pensamiento algebraico (Radford, 2000; Carpenter et al., 2003; Freeman y Lee, 2004). Según Lindvall e Ibarra (1980), “Puede decirse que los alumnos no poseen una verdadera compresión del signo igual y de las ecuaciones hasta que muestran cierta maestría en las igualdades abiertas” (p. 50). Carpenter et al. (2003), partiendo del trabajo de Davis (1964), proponen las igualdades numéricas abiertas y verdaderas y falsas como contexto en el cual favorecer que los niños desarrollen y utilicen pensamiento relacional. Las igualdades numéricas proveen de un contexto flexible en el cual pueden representarse relaciones aritméticas, focalizar la atención de los alumnos en ellas y favorecer el diálogo sobre su comprensión de ideas matemáticas básicas, tales como las propiedades de las operaciones o de la estructura de nuestro sistema numérico de base diez, por ejemplo con las igualdades 42 = 40 + 2, 2 + 40 = 42, 42 = 30 + 12. Las discusiones sobre igualdades basadas en relaciones y propiedades aritméticas pueden ayudar a los alumnos a aprender aritmética con comprensión y desarrollar una sólida base para el posterior estudio del álgebra haciendo que los alumnos tomen conciencia de la estructura que subyace a la aritmética (Kieran, 1992; Resnick, 1992; Carpenter et al., 2003). Desafortunadamente las concepciones de los alumnos sobre el signo igual interfieren con su habilidad para comprender las igualdades por lo que previa o conjuntamente se hace necesario favorecer el desarrollo de dicha comprensión (Carpenter et al., 2003; Molina y Ambrose, pendiente de aceptación). Relaciones aritméticas. Centrándonos en las operaciones de la estructura aditiva y en el conjunto de los números naturales, identificamos nueve relaciones que pueden trabajarse desde la resolución de igualdades numéricas con soluciones en el conjunto de los números naturales. Dichas relaciones delimitan el foco de atención en nuestra intervención en el aula al ser empleadas en el diseño de las igualdades que componen las actividades. En la Tabla 1 se enuncian dichas relaciones acompañadas de ejemplos International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 267 de igualdades mediante las cuales se pueden trabajar en el aula. La última relación incluida en la Tabla 1, magnitud, comprende relaciones aritméticas basadas en la magnitud de los números involucrados y el conocimiento de las operaciones suma y resta. Tabla 1: Relaciones aritméticas en el contexto de las igualdades numéricas. Relación Ejemplos de igualdades V/F o abiertas Operación conmutativa de la suma 12 + 11 = 11 + 12 (a + b = b + a) 12 + 7 = 7 + No conmutatividad de la resta 24 – 15 = 15 – 24 Cero elemento neutro 24 – 24 = 0 9 – = 0 A–a=0 100 – 100 = 1 100 – = 0 Compensación 51 + 51 = 50 + 52 a + b = (a – 1) + ( b + 1) 8+5=+7 a + b = (a + 1) + ( b – 1) a – b = (a –1) – (b – 1) a – b = (a + 1) – (b + 1) Relación complementaria de la suma y la resta 27 + 48 – 48 = 27 a+b–b=a 27 + 48 – 48 = a–b+b=a Relaciones de composición y descomposición 24 – 15 = 24 – 10 – 5 7 + + 6 = 14 + 6 Magnitud 75 – 14 = 340 7 + 15 = 8 + 15 Propiedad reflexiva de la igualdad 3=3 12 + 12 = 12 + 12 Antecedentes En relación con el uso y desarrollo de pensamiento relacional diversos autores documentan la falta de conocimientos de los alumnos de Educación Primaria y Secundaria sobre la estructura que subyace a las expresiones aritméticas y sus propiedades (Liebenberg, Sasman y Olivier, 1999; Kieran, 1989). Observan la falta de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 268 capacidad de los alumnos de resolver igualdades sin calcular la respuesta así como la no aceptación de la falta de clausura. Trabajos relativos al uso y desarrollo de pensamiento relacional señalan la bondad de las estrategias de pensamiento y cálculo flexible para favorecer el aprendizaje, la retención y la transferencia de conocimiento sobre el cálculo (Myers y Thorton, 1977; Thorton, 1978; Gómez, 2005). En particular Myers y Thorton (1977) observan que los niños que resuelven correctamente un mayor número de hechos numéricos tienden a descubrir y usar relaciones entre hechos numéricos más sencillos, y los alumnos con peores resultados o con dificultades de aprendizaje, no lo hacen. Dentro de la propuesta Early-Algebra, trabajos de Carpenter et al. (2003) y Koehler (2004) dan muestras de la capacidad de los alumnos de los primeros cursos de Educación Primaria para pensar sobre relaciones sofisticadas y expresarlas de incluso de forma simbólica. Nuestro estudio previo (Molina, 2004; Molina y Castro, 2005; Molina y Ambrose, pendiente de aceptación) confirma dicha capacidad por parte de los alumnos de tercero de Primaria y da muestras de la bondad del trabajo con igualdades numéricas verdaderas y falsas, basadas en relaciones y propiedades aritméticas básicas, en el que se da prioridad a la discusión y explicación de lo realizado por parte de los alumnos, para favorecer el uso y desarrollo de pensamiento relacional. Las discusiones conducen a los alumnos a evaluar su pensamiento y el de sus compañeros y favorecen la organización y consolidación de su pensamiento matemático al tener que explicarlo. Del desempeño de los estudiantes ante las distintas tareas, deducimos que la forma de los distintos tipos de igualdades influye especialmente en el modo de abordarlas por parte de los escolares. En las igualdades abiertas los alumnos tienden a realizar los cálculos y a no considerar la totalidad de la igualdad, en cambio en las igualdades verdaderas y falsas les resulta más sencillo apreciar esta totalidad y utilizar pensamiento relacional. Más de la mitad de los alumnos dan evidencias del uso de pensamiento relacional, sin embargo dichas manifestaciones son poco frecuentes debido a la limitada comprensión del signo igual de los alumnos y a su fuerte tendencia computacional. Objetivos de la Investigación Este trabajo forma parte de una investigación en la que se pretende indagar en un proceso de enseñanza/aprendizaje y tratar de analizar lo qué ocurre y cómo ocurre. Dicho proceso consiste en el trabajo con igualdades numéricas basadas en relaciones aritméticas básicas, mediante una metodología de trabajo en el aula centrada en la International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 269 discusión de las respuestas y estrategias de los alumnos. Nuestro interés se centra en el estudio del uso y desarrollo de pensamiento relacional como estrategia para la resolución de igualdades numéricas, del modo en que lo manifiestan los alumnos y las relaciones aritméticas en las que se apoyan. En esta comunicación recogemos los primeros resultados del análisis del uso y desarrollo de pensamiento relacional. Metodología La metodología de investigación aplicada en este estudio se ubica dentro de las metodologías propias de las investigaciones de diseño, un paradigma emergente que actualmente está siendo activamente aplicado y desarrollado dentro de la investigación educativa. Este paradigma persigue analizar el aprendizaje en contexto, mediante el diseño y estudio sistemático de estrategias y herramientas de enseñanza. El diseño se considera central para promover el aprendizaje, crear conocimiento útil, y hacer progresar las teorías de aprendizaje y enseñanza en ambientes complejos (DBRC, 2003). Los estudios de diseño son un tipo de experimentos de enseñanza cuyo objetivo es producir teoría, que ayude a guiar la práctica educativa en el aula y a identificar prácticas de enseñanza-aprendizaje eficaces, permitiendo adaptar las condiciones de la enseñanza para afectar la probabilidad de ciertos resultados o sucesos (Confrey, en prensa). Los estudios de diseño constituyen extensas investigaciones de prácticas educativas provocadas por el uso de un conjunto de tareas curriculares noveles, cuidadosamente secuenciadas, que estudian como algún campo conceptual o conjunto de habilidades e ideas son aprendidas mediante la interacción de los alumnos bajo la guía del profesor. Este tipo de estudios tratan de documentar “qué recursos y conocimiento previo ponen en juego los alumnos en la tarea, cómo interaccionan los alumnos y profesores, cómo son creadas las anotaciones y registros, cómo emergen y evolucionan las concepciones, qué recursos se usan, y cómo es llevada a cabo la enseñanza a lo largo del curso de la instrucción, mediante el estudio de trabajo de los alumnos, grabaciones de videos y evaluaciones de la clase” (Confrey, en prensa). Investigación dirigida por una conjetura. El diseño de investigación específico que ha sido aplicado en este trabajo es el “diseño de investigación dirigido por una conjetura” de Confrey y Lachance (2000), en el cual se reconocen las características de los experimentos de diseño descritas anteriormente. El punto de partida de este diseño es “una inferencia basada en pruebas incompletas o no concluyentes” (pp. 234-235). No International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 270 existen hipótesis a ser probadas sino que la conjetura es la guía en el proceso de investigación, siendo revisada y reelaborada a lo largo de dicho proceso. La conjetura que guía nuestra investigación es que los alumnos de tercero de Primaria son capaces de utilizar estrategias basadas en el uso de pensamiento relacional para resolver igualdades numéricas. Estas estrategias permiten además hacer explícito su conocimiento aritmético. Por otra parte, sabemos, por la literatura existente, que los alumnos de de Educación Primaria, y concretamente de tercero de Primaria, encuentran dificultades en la resolución de igualdades numéricas mostrando cierta tendencia computacional. Conjeturamos que mediante la consideración y discusión de igualdades de variadas formas los alumnos pueden desarrollar su comprensión de las igualdades numéricas, y en especial del signo igual, llegando a entenderlas como expresiones de una relación, y pueden desarrollar pensamiento relacional como estrategia para su resolución. Recogida de datos Los sujetos participantes en este estudio son una clase de 26 alumnos de tercero de Primaria, 12 niños y 14 niñas, de un colegio público de la provincia de Granada. La recogida de datos en el aula ha tenido lugar durante un total de seis sesiones realizadas en días diferentes y durante el horario escolar. La primera sesión tuvo lugar dos meses antes de la segunda. Las sesiones segunda, tercera, cuarta y quinta se realizaron con una separación entre ellas de una a dos semanas. La última sesión se realizó en el siguiente curso académico, ocho meses y medio después de la quinta sesión (Ver Tabla 2 para conocer la organización y distribución de las sesiones). Los resultados de las sesiones previas fueron considerados para el diseño de las sucesivas intervenciones, las cuales pretendían dar un paso más en el estudio y desarrollo de pensamiento relacional y de la comprensión de las igualdades, realizándose un seguimiento a veces global y otras individual. Sesión 1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª Fecha 23-11- 24-1-2005 3-2-2005 16-2-2005 2-3-2005 16-11- 2004 2005 Número de alumnos en 26 21 22 25 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book (13) 25 271 clase Duración 30’ 1h 1h 1h - actividad - - actividad - entrevistas - actividad escrita escrita discusión escrita -entrevista - discusión a4 - actividad alumnos escrita Actividades - actividad realizadas 1h50’ 1h individuales escrita - discusión - discusión Igualdades numéricas abiertas abiertas y verdaderas verdaderas verdaderas verdaderas V/F y falsas y falsas y falsas y falsas empleadas Tabla 2: Organización y distribución de las sesiones Como es propio de la metodología utilizada se ha realizado una recogida de datos exhaustiva, que ha permitido capturar con detalle las interacciones ocurridas en el aula, llevándose a cabo evaluaciones individuales para poder valorar el aprendizaje y evolución de cada alumno. Se han realizado grabaciones en video de las tres primeras sesiones, grabaciones en audio de las entrevistas, se han tomado notas de lo ocurrido en el aula y se han recogido las hojas de trabajo de los alumnos. Además, a lo largo del proceso de investigación se han recogido las reflexiones y decisiones tomadas por las investigadoras a partir de cada intervención en el aula, para poder describir con precisión, a posteriori, la evolución de la conjetura de investigación. Todos los datos recogidos son de tipo cualitativo. Actividades. Como se observa en la tabla 2 se llevaron a cabo discusiones, actividades escritas y se realizaron entrevistas a varios alumnos, todo ello en el contexto de la resolución de igualdades numéricas. Las actividades escritas fueron siempre resultas individualmente, usándose lápiz y los folios distribuidos por las investigadoras. Durante las discusiones participaron mayoritariamente aquellos alumnos que levantaron la mano para hablar. En las discusiones pedimos que los alumnos explicaran distintas formas en las que habían resuelto las igualdades. De este modo se favoreció la participación de un mayor número de alumnos y se hizo explícita la existencia de diversas formas de resolver una misma igualdad y nuestro interés en que los alumnos exploraran y explicaran todas las formas que se les ocurrieran. A partir de la tercera intervención les cuestionamos directamente por formas de resolver las igualdades sin realizar todas las International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 272 operaciones expresadas. Igualdades numéricas utilizadas. En cada una de las intervenciones en el aula se emplearon una determinada colección de igualdades, abiertas o verdaderas y falsas, elaboradas en función de los resultados de la sesión anterior, de los objetivos de la sesión en cuestión, de las recomendaciones de Carpenter et al. (2003) y de nuestra experiencia previa (Molina, 2004; Molina y Castro, 2005; Molina y Ambrose, pendiente de aceptación). Además, se tuvo en cuenta el tamaño de los números involucrados, la proporción de igualdades verdaderas y falsas, la posición de la incógnita en las igualdades abiertas y las relaciones aritméticas anteriormente mencionadas. Análisis de los datos Como es propio de la metodología utilizada en este estudio, el análisis de los datos recogidos en el transcurso de esta investigación comprende dos etapas: un análisis continuo, tras cada sesión en el aula, y un análisis final. El primero de ellos se refiere al análisis de los datos de cada intervención. Los resultados de este análisis conducen a la toma de decisiones con respecto a futuras intervenciones y facilita la revisión y el desarrollo de la conjetura de investigación. Estos resultados se toman como referencia para la continuación del proceso. El análisis final es el análisis de todo el proceso de investigación y todos los datos recogidos. Este análisis conduce a la construcción de una historia coherente de la evolución de la conjetura y de la evolución de los alumnos a lo largo de la intervención en el aula. Primeros Resultados Los resultados obtenidos hasta el momento dan muestras de la capacidad de los alumnos de tercero de Educación Primaria de desarrollar y utilizar pensamiento relacional como estrategia para la resolución de igualdades, confirmando en este sentido los resultados de nuestro estudio previo. Inicialmente, la mayoría de los alumnos muestra la tendencia de realizar el cálculo de las operaciones involucradas en la igualdad aunque algunos alumnos dan muestras puntuales del uso de pensamiento relacional. A partir de la tercera sesión las estrategias basadas en pensamiento relacional son más frecuentes distinguiéndose los siguientes diez tipos: 1. Conmutatividad. Esta estrategia corresponde al uso de la propiedad conmutativa de la suma o una supuesta conmutatividad de la resta en N, en general a la suposición (matemáticamente correcta en el caso de la suma) de que el orden de los términos no influye en el resultado o valor de una expresión aritmética. En particular, identificamos el uso de esta estrategia en las siguientes explicaciones de los alumnos: “[75 + 23 = 23 + International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 273 75] Verdadera porque en la suma no importa cambiar el orden”, “[18 – 7 = 7 – 18] Verdadera porque los números son iguales pero están puestos de otra forma”. 2. Restricción en el dominio de la operación. Esta estrategia corresponde al uso de la suposición (matemáticamente correcta en el caso de la resta) de que, dentro del conjunto de los números naturales, sólo es posible operar dos números cuando el primero es mayor que el segundo. Son ejemplos del uso de esta estrategia las siguientes explicaciones: “[75 + 23 = 23 + 75] Falsa porque 75 más 23 da 98 y a 23 no le puedes sumar 75” y “[18 – 7 = 7 – 18] Falsa porque 18 – 7 son 11 y a 7 no le puedes quitar 18”. 3. Composición-descomposición. Esta estrategia corresponde al uso de relaciones que permiten obtener un término a partir de la agrupación o composición de otros dos términos, o inversamente, a partir de la descomposición de un término en otros dos. Esta estrategia se manifiesta en igualdades en las que ambos miembros incluyen uno o más términos iguales, lo que favorece la comparación de los demás términos involucrados en la igualdad. Son ejemplos del uso de esta estrategia las siguientes explicaciones “[257 – 34 = 257 – 30 – 4] Verdadera porque a 30 le sumas 4 te da 34 y son los mismos números”, “[257 – 34 = 257 – 30 – 4] Verdadera porque es la misma sólo han puesto más números para restar”, “[6 + 4 + 18 = 10 + 18] Verdadera porque es lo mismo sólo que han puesto otros números”. 4. Compensación. Esta estrategia corresponde al uso de la relación de compensación de la suma o de la resta. En el caso de la suma esta relación consiste en que la suma no varía cuando un mismo número es sumado a uno de los sumandos y restado al otro sumando. La siguiente explicación es un ejemplo del uso de esta estrategia “[53 + 41 = 54 + 40] Verdadera porque el 1 del 54 se lo ponemos al 40 te da lo mismo”. En el caso de la resta esta relación consiste en que la resta no varía si un mismo número es sumado o restado a ambos términos de la operación. Por ejemplo, se distingue el uso de esta estrategia en las siguientes explicaciones: “[19 – 13 = 9 – 3] Porque... porque... a... si a diecinueve le quitamos trece es igual que como si le quitáramos los unos”, “[17 – 12 = 16 – 11] Verdadera porque a 17 le restamos 12 y nos da 5 y a un número menor que el diecisiete le restamos un número menor que el 12 nos da lo mismo”. 5. Complementariedad de la suma y la resta. Esta estrategia consiste en el uso de la relación de complementariedad existente, por definición, entre las operaciones suma y resta; lo que permite la cancelación de dos términos cuando un mismo número es sumado y restado. Un ejemplo del uso de este tipo de estrategia es la siguiente International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 274 explicación: “[16 + 14 – 14 = 36] Falsa porque 16 + 14 – 14 son 16 porque le quitamos y le ponemos a los números” 6. Mismidad. Esta estrategia se basa en la observación de la repetición de términos y la suposición de que toda igualdad que involucra términos iguales es verdadera. Son ejemplos las siguientes explicaciones: “[53 + 41 = 54 + 40] Falsa porque 53 no es igual a 54 y 41 no da lo mismo que 40”, “[75 + 23 = 23 + 75] Verdadera porque son iguales y entonces dan lo mismo”, “[18 – 7 = 7 – 18 Verdadera porque dieciocho menos 7 y el otro es lo mismo y si es lo mismo da igual”. Como podemos ver en los dos últimos ejemplos esta estrategia puede corresponder en algunos casos con la aplicación de la propiedad conmutativa de la suma o una supuesta conmutatividad de la resta, sin embargo, diferenciamos ambos tipos de estrategias según los alumnos hagan referencia al cambio de orden o únicamente a la mismidad de los términos. 7. Similitud de estructura4. Esta estrategia consiste en la observación y uso de un patrón o cierta similitud en la estructura de las expresiones que componen la igualdad. Un ejemplo lo observamos en la explicación de una alumna a su respuesta 7 en la igualdad 17 - = 18 – 8: “Como 18 luego hay un ocho pues me ha salido”. Esta alumna utiliza estrategias de cálculo para dar respuesta a las demás igualdades abiertas de la actividad, haciendo uso de un significado operacional del signo igual, sin embargo, en esta igualdad aprecia cierta similitud entre la estructura de las expresiones 17 – 7 y 18 – 8 que le permite obtener la respuesta. 8. Magnitud. Esta estrategia refiere a los casos en los que los alumnos obtienen su respuesta a partir de la comparación de la magnitud de los términos involucrados en la igualdad y su conocimiento del efecto de las operaciones suma y resta en el conjunto de los números naturales. Dentro de este tipo de estrategias distinguimos entre: 8.1 Efecto suma: cuando la estrategia se basa en el uso de conocimiento sobre el efecto de la operación suma sobre un número (Ej. “[37 + 22 = 300] Porque… porque treinta y siete más, porque treinta y siete más veintidós,… porque treinta y siete más veintidós no te dan trescientos porque trescientos es un número más mayor”). 8.2 Efecto suma-no compensación: cuando la estrategia se basa en la apreciación de un cambio o una diferencia de magnitud entre los términos que no está compensada (Ej. “[7 + 15 = 8 + 15 Falsa porque 7 + 15 son 22 pero 8 + 15 son 4 Al igual que Kieran (1989) denominamos estructura de una igualdad a la forma o disposición de los términos y operaciones, sujeta a las restricciones del orden de las operaciones. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 275 23 porque a 7 le han puesto una más”). 8.3 Efecto-resta: cuando la estrategia se basa en el uso de conocimiento sobre el efecto de la operación resta sobre un número (Ej. “[75 – 14 = 340] Falsa porque 75 – 14 son 61 y además si a 75 le restamos más no puede salir 340”, “[37 + 22 = 300] Porque… porque treinta y siete más, porque treinta y siete más veintidós,… porque treinta y siete más veintidós no te dan trescientos porque trescientos es un número más mayor”). 9. Cero como elemento neutro. Esta estrategia se basa en el uso de las propiedades del cero como elemento neutro de la suma (a + 0 = a y 0 + a = a) y elemento neutro de la resta por la derecha (a – 0 = a). Por ejemplo en la igualdad 23 + 0 = 23 una alumna justifica la veracidad de la igualdad explicando “Porque veintitrés más cero igual a veintitrés, porque si a veintitrés no le sumamos nada es veintitrés”. Esta alumna asocia el cero con “nada” y esto le permite concluir la veracidad de la igualdad sin necesidad de realizar ningún cálculo. 10. a – a = 0 . Esta estrategia se basa en el uso de la relación aritmética a – a = 0 siendo “a” un número natural. Esta estrategia es expresada por una alumna en la igualdad 125 – 125 = 13 explicando “Falsa, porque a ciento veinticinco le quitas ciento veinticinco son cero, no trece […] Porque aquí son los mismos números y si le quitas los mismos números son cero, aquí no te puede dar trece”. Estas diez estrategias se consideran basadas en pensamiento relacional porque en cada una de ellas el alumno considera la igualdad como una totalidad, examina los términos que la componen, busca relaciones entre ellos (guiado por su comprensión de dicha igualdad) y utiliza dichas relaciones para resolver la igualdad. Las relaciones observadas entre los términos son las que le permiten obtener la respuesta, evitando la realización de los cálculos expresados en la igualdad. Estrategias de cálculo. En la mayoría de las igualdades propuestas los alumnos manifiestan también el uso de estrategias de cálculo mostrando ser capaces de encontrar sumandos o substraendos desconocidos en igualdades numéricas. Para realizar dichos cálculos los alumnos emplean los algoritmos estándares de la suma o la resta, hacen uso de estrategias de conteo (apoyándose en el uso de los dedos en casos puntuales), utilizan el recuerdo de hechos numéricos, y hacen uso de su sentido numérico relacionando las operaciones de suma y resta o derivando un hecho numérico de otros hechos que International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 276 conoce. Algunas de las explicaciones que evidencian el uso de estas estrategias son las siguientes: - “[6 + 4 + 18 = 10 + 18] Verdadera porque diez más ocho son veintidós y dieciocho más diez es veintidós”, - “[7 + 3 = 10 + 3] siete más tres son… diez […] Y a diez le quito…a diez le he quitado el cero y le he puesto el tres, y me ha salido trece. Y no es igual”. - “[17 – 12 = 16 – 11] Verdadera porque he hecho una cuenta y otra cuenta y me ha salido lo mismo”, - Explicación de una alumna a su respuesta 15 en la igualdad 14 – 9 = – 1: “He restado a catorce nueve y luego me ha salido seis he ido contando seis más diez y me ha salido quince” Para aportar explicaciones diferentes a las de sus compañeros algunos alumnos expresan las operaciones en distinto orden del que aparecen expresadas en la igualdad, y en otros casos recurren a formas diferentes de realizar las mismas operaciones, por ejemplo resolviendo una resta a partir de una suma. Construcción de igualdades. Ambos tipos de explicaciones, de pensamiento relacional y de cálculo, también se hacen manifiestas cuando los alumnos construyen sus propias igualdades. Se identifica el uso de estrategias de cálculo en la construcción de una igualdad cuando es necesario calcular el valor numérico de ambos miembros para comprobar si es verdadera o falsa, no siendo posible deducir la igualdad de los miembros a partir del uso de una relación o propiedad aritmética básica (Ej. 15 – 3 = 8 + 4 y 8 + 3 = 13 – 2). En cambio se identifica el uso de estrategias de pensamiento relacional en la construcción de una igualdad cuando se puede afirmar su veracidad o falsedad mediante el uso de pensamiento relacional, sin necesidad de operar para calcular el valor numérico de sus miembros (Ej. 1.000 + 2.000 = 1.000 + 2.000 y 40 – 10 = 40 – 50). Entendemos que en estos casos el alumno ha recurrido a su conocimiento de la estructura de la aritmética para construir la igualdad. En las igualdades verdaderas y falsas construidas por los alumnos, se identifica el uso de las mismas diez estrategias de pensamiento relacional detectadas en la resolución de igualdades5: Conmutatividad (Ej. 20 + 30 = 30 + 20V), Restricción del dominio de la 5 El superíndice V o F indica si estas igualdades fueron propuestas por los alumnos como verdaderas o falsas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 277 operación (Ej. 15 – 1 = 15 – 20F), Composición-descomposición (Ej. 6 100 + 1000 = 1100V), Compensación (Ej. 12 + 4 = 13 + 3V), Complementariedad de la suma y la resta (Ej. 10 + 5 – 10 = 50F), Mismidad (Ej. 19 – 9 = 19 – 9V), Similitud de estructura (Ej. 15 – 15 = 0 – 0V), Magnitud (Ej. 1000 + 1000 = 1F), Cero neutro (Ej. 100 + 0 = 100V) y a - a = 0 (Ej. 5 – 5 = 0V). Además, se identifican dos estrategias que no se basan en el cálculo ni tampoco en pensamiento relacional. Una de estas estrategias consiste en construir igualdades falsas a partir de igualdades verdaderas modificando únicamente uno de los términos. Por ejemplo a partir de la igualdad verdadera 18 – 8 = 17 – 7 una alumna obtiene la igualdad falsa 18 – 8 = 17 – 14. La otra estrategia consiste en la construcción de igualdades, a partir de una igualdad dada o construida previamente, alterando la disposición de los términos. Por ejemplo a partir de la igualdad 12 – 4 = 13 + 5 se obtiene la igualdad 4 + 12 = 13 – 5 y 5 + 13 = 4 - 12. Esta estrategia es utilizada bajo la suposición de que las igualdades que están formadas por los mismos términos tienen el mismo carácter de veracidad o falsedad. De este modo algunos alumnos construyen, a partir de una igualdad que saben que es verdadera (falsa), otras que contienen los mismos términos dispuestos de manera diferente, como propuesta de otras igualdades verdaderas (falsas). Conclusiones Este trabajo nos permite mostrar parte de la potencialidad de la propuesta Early-Algebra y describir una intervención en el aula en la línea de esta propuesta. En este caso nos centramos en el pensamiento relacional como guía hacia un trabajo aritmético no computacional. Como se ha mostrado, los alumnos de tercero de primaria son capaces de desarrollar y utilizar pensamiento relacional en la resolución de igualdades numéricas. La consideración de igualdades numéricas especialmente diseñadas a partir de relaciones y propiedades aritméticas básicas y el promover el uso de múltiples enfoques para la resolución de las igualdades fueron dos de los elementos clave de nuestra intervención en el aula. Los distintos tipos de estrategias detectadas en la resolución y construcción de igualdades numéricas por parte de los alumnos muestran el modo en que manifiestan este tipo de pensamiento en este contexto. Estas manifestaciones expresan su comprensión de importantes propiedades aritméticas así como de la estructura de las 6 En este ejemplo se reconoce el uso de la estrategia composición-descomposición porque el alumno utiliza la estructura del sistema numérico decimal en la construcción de la igualdad al descomponer 1100 en unidades de distinto orden. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 278 operaciones; ideas matemáticas fundamentales que habitualmente no son explicitadas en el aula. De este modo la enseñanza de la aritmética es menos computacional y los alumnos desarrollan un aprendizaje semántico de la aritmética tomando conciencia de la estructura que subyace. Referencias Blanton, M., y Kaput, J. (2004). Elementary grades students' capacity for functional thinking. En M. Johnsen, y A. Berit (Eds.), Proceedings of the 28th International Group for the Psychology of Mathematics Education, Bergen, Vol. 2, pp.135- 142. 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Proceedings book 282 International Symposium on Early Mathematics/Symposium Internacional sobre Matemática Temprana Cadiz-Spain, 5-6 May 2006 Grupo de Investigación HUM-634 Departamento de Psicología COMUNICACIONES ORALES/Individual papers session SESIÓN/SESSION III SÁBADO/Saturday 6 19.45-21.30 SESIÓN COMUNICACIONES/ Individual paper session (III) Una aplicación informática para enseñar conceptos numéricos iniciales a niños de 5 a 7 años. C. Alcalde, J. I. Navarro, M. Aguilar, E. Marchena, G. Ruiz y J. García Un estudio sobre la comprensión de las cuatro operaciones aritméticas en niños de educación infantil. Mª Oliva Lago Marcos, Sonia Caballero Reales, Purificación Rodríguez Marcos y Laura Jiménez Márquez. ¿Cómo hacer para que los niños del preescolar vayan más allá del uno, dos, tres? Irma Fuenlabrada Formación Inicial de Profesores de Primaria en Matemáticas en el Marco del Espacio Europeo de Educación Superior: Implicaciones para el Aprendizaje de los Escolares. José Luis Lupiáñez Gómez, Pablo Flores Martínez y Isidoro Segovia Álex La narración como metodología de instrucción de las matemáticas en educación primaria: estudio de caso único. Francesca Marí Sabater y Mª Dolores Gil Llario On Cloud Nine® Math. Developing Reasoning and Computation in Math Nanci Bell &Jennifer Egan Estrategias para la lecto-escritura de números de dos cifras en la Educación Infantil: Análisis cualitativo de una situación de juego. Carlos de Castro Hernández y Beatriz Escorial González International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 283 Una aplicación informática para enseñar conceptos numéricos iniciales a niños de 5 a 7 años Concepción Alcalde Cuevas, José. I. Navarro Guzmán, Manuel Aguilar Villagrán, Esperanza Marchena Consejero, Gonzalo Ruiz Cagigas* y Jesús García Gallardo. Departamento de Psicología *Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos Universidad de Cádiz Nota: Este trabajo ha sido financiado por el proyecto de investigación BSO2003-04188 del MEC. Correspondencia a la Dra. C. Alcalde, Departamento de Psicología. Facultad de Ciencias de la Educación [email protected] International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 284 RESUMEN La necesidad de mejorar la calidad de los resultados de los aprendizajes de las matemáticas ha llevado a enfocar algunas investigaciones en cómo incrementar el rendimiento, destacando la importancia del desarrollo de la matemática temprana. Nuestra comunicación presenta un prototipo de software para el desarrollo de habilidades matemáticas en niños de educación infantil y primer ciclo de Educación Primaria. Las actividades desarrolladas se enmarcan dentro de la teoría de Gelman y Gallistel (1978), la teoría de Piaget y la adquisición de los principios que dichos autores plantean en el niño. En concreto se desarrollan actividades dirigidas a adquirir el conteo, la comparación, la clasificación, la seriación y la combinación como estrategia de resolución de problemas. Se presentan las características del software, el proceso de desarrollo informático y las diferentes tareas que se enseñan a través de este procedimiento. INTRODUCCIÓN En los últimos años, los sistemas educativos de muchos países occidentales han puesto gran énfasis en el aprendizaje de las matemáticas con la finalidad de mejorar los resultados en este área de conocimiento (PISA, 2003) y prevenir la aparición de dificultades de aprendizaje. Uno de los enfoques fundamentales en educación matemática se ha centrado en la denominada matemática temprana (early mathematics). Sirvan de ejemplo los currícula de matemáticas de países como Gran Bretaña, Nueva Zelanda y USA (Wright, Martland y Stafford, 2000). Por ejemplo, en los “Principios y Estándares para la Educación Matemática” del National Council of Teachers of Mathematics (NCTM, 2002), se concreta una serie de recomendaciones para el desarrollo de la matemática temprana, estableciéndose un primer nivel en los estándares que cubre desde el pre-kindergarten al segundo curso de Educación Primaria. Como en los estándares anteriores, es una característica común la creencia de que todos los estudiantes deben aprender matemáticas de manera significativa, y eso requiere ser capaz de usar las matemáticas en la vida diaria y en el trabajo, algo que parece importante para la vida en el siglo XXI. Incidiendo en esta importancia, Bryant y Nunes (2002) han sugerido que la base del desarrollo matemático de los niños es el pensamiento lógico, la enseñanza del sistema de numeración convencional y el aprendizaje significativo y contextual izado de las matemáticas. En la investigación sobre matemática temprana se describe el International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 285 constructo “number sense” (sentido numérico o desarrollo numérico) como un conocimiento del niño que se relaciona con el rendimiento y la instrucción matemática. Una revisión sobre el polémico origen de este constructo puede encontrarse en PérezEcheverría y Scheuer (2005). Las aplicaciones informáticas que presentamos en esta comunicación van dirigidos al aprendizaje de conceptos matemáticos. Para su diseño partimos, en primer lugar, del análisis de las actividades que considerábamos necesarias para cumplir los objetivos de aprendizaje propuestos y, en segundo lugar , las características básicas que debíamos tener en cuenta para su adaptación a la población a la que nos dirigíamos. Las actividades desarrolladas se enmarcan dentro de la teoría de Gelman y Gallistel (1978), la teoría de Piaget y la adquisición de los principios que dichos autores plantean en el niño. Estas se concretaron en actividades dirigidas a adquirir las habilidades necesarias para el recitado de la secuencia numérica, la adquisición de la estabilidad en el recuento, el establecimiento del valor de cardinalidad de los números, la irrelevancia del orden en el que se cuenten los objetos para su valor cardinal, la comparación, clasificación y seriación de objetos y la combinación como estrategia de resolución de problemas. El diseño de los programas informáticos debía atenerse a las siguientes características: • Facilitar los aprendizajes. • Estar adaptado al objetivo de enseñanza-aprendizaje que se quiere desarrollar • Ser motivante, lúdico, atractivo y reforzante para el alumno. • Ser sencillos y de fácil utilización. • Estar sustentado en la teoría del aprendizaje. • Ser interactivo. • Tener diferentes niveles de complejidad. • Facilitar la generalización de los aprendizajes. • Estar adaptado a las características de la población a la que se dirige El software utilizado para el desarrollo de las aplicaciones informáticas del primer módulo fue Authorware versión 4.03 de Macromedia, Inc. Se trata de un sistema de autor multimedia que emplea la metáfora de programación de “flujo de iconos”, posiblemente el paradigma que permite más rapidez en la elaboración de este tipo de International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 286 programas. La programación consiste básicamente en ir colocando sobre una línea de flujo, que indica el avance del programa, iconos que modifican y controlan dicha línea (iconos de decisión e interacción), e iconos de elementos multimedia (iconos de visualización, sonido, animación, movimiento y cálculo). La gran variedad de elementos y formatos que admite este software, así como el importante control que permite sobre todos ellos, lo convirtieron en una de las herramientas más potentes del mercado. Por otro lado, la sencillez de desarrollo, ya que está orientado hacia programadores no expertos, permite una rápida producción que en ordenadores tan rápidos como los actuales se ejecutan con fluidez, justificando su uso frente a otras técnicas de programación. En el desarrollo del segundo y tercer módulo hemos utilizado como software de autor Flash MX, también de Macromedia Inc. Flash emplea la metáfora de “película” para la programación, que consiste en ir colocando objetos y símbolos (el reparto) sobre una línea de tiempo (los fotogramas) para sincronizarlos, y mediante un lenguaje de programación orientado a objetos (ActionScript) establecer las acciones a desarrollar. Es un paradigma más complejo que el de “flujo de iconos” y por tanto el desarrollo de programas es más lento, pero en cambio presenta la ventaja de permitir crear programas tanto para Internet como para su distribución en soportes físicos como el CD-ROM. Los archivos SWF (Shockwave Flash), que genera Flash, se han convertido en un estándar de Internet, existen plugins para los principales navegadores y algunos sistemas operativos lo incorporan ya de forma nativa. En las aplicaciones sólo utilizamos gráficos vectoriales, frente a los mapas de bits del primer módulo. De este modo los tamaños de los archivos se mantienen pequeños, para su uso directo en Internet, y presentan también la ventaja de poder reproducir la aplicación a muy diferentes tamaños (incluso sobre PDA) sin que se deteriore la calidad gráfica. Al ser Flash una herramienta de desarrollo pensada para Internet, posee limitaciones, por motivos de seguridad, para almacenar datos y realizar acciones en los ordenadores de los usuarios. Para los programas que distribuimos en CD-ROM, que necesitan trabajar con una base de datos sobre el propio ordenador local, hemos superado esto creando los ejecutables con el software MDM Zinc 2, que añade funcionalidades a cualquier programa desarrollado con Flash. PROCESO DE ELABORACIÓN DE LA APLICACIÓN INFORMÁTICA Se siguió una secuencia de seis pasos: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 287 1. Diseño y realización de cada una de las pantallas que constituyen las actividades de aprendizaje. Para la realización de las pantallas tuvimos en cuenta las siguientes características: adecuación del dibujo, selección del color, organización de las pantallas y presentación clara y adecuada a los usuarios. 2. Selección de la voz para la grabación del texto. Seleccionamos voces infantiles por resultar más atractivas para este tipo de usuarios. 3. Diseño y realización de las pantallas adicionales: a. Pantalla presentación de cada uno de los módulos del programa de forma intuitiva y con ayuda de voz. b. Pantalla de presentación de los diferentes niveles de complejidad de cada una de las actividades, para que mediante iconos, formas, colores y voces el usuario pueda acceder a la actividad y nivel deseado. c. Opción oculta de introducción del código del usuario. Para que el profesorado, si lo desea, pueda almacenar los resultados para su posterior evaluación y que no interrumpa la actividad normal de los niños. 4. Elaboración de la base de datos en Microsoft Access, donde se almacenan los resultados obtenidos en cada una de las actividades, si se estableció un código de usuario. 5. Repetidas pruebas de resultados a través de diferentes usuarios. 6. Reelaboración de la aplicación de informática tras feedback de los usuarios de prueba. "JUGANDO CON LOS NÚMEROS". El software Jugando con los Números, (Navarro, Ruiz, Alcalde, Aguilar y Marchena, 2005) es un programa destinado al desarrollo, adiestramiento y refuerzo de habilidades de pensamiento matemático. Las actividades del programa se agrupan en tres grandes bloques, en función del tipo de habilidad matemática que enseña: BLOQUE 1. Cuatro programas para el aprendizaje de conceptos relacionados con la adquisición del número y la habilidad de contar: "Aprendiendo a Contar", "Cadena de Números", “Calcular” y "Comenúmeros". BLOQUE 2. Tres programas para el aprendizaje de conceptos relacionados con: “Comparaciones”, “Clasificaciones” y “Seriaciones”. BLOQUE 3. Un programa para el aprendizaje de conceptos relacionados con la resolución de problemas: “Combinaciones” International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 288 Está dirigido especialmente a los alumnos escolarizados en el segundo ciclo de Educación Infantil y primer ciclo de Primaria. Una de las características más significativas de este software es la facilidad de moverse a través de él. Gracias a un sencillo sistema de navegación, se puede acceder a los distintos ejercicios y niveles prácticos. De forma intuitiva, ayudado por iconos claros, el niño puede pasar de un programa a otro con gran facilidad, sin una excesiva ayuda del adulto. Los programas permiten la opción de guardar en una base de datos los resultados del alumno en cada sesión de trabajo (para ello el profesor deberá introducir el código correspondiente al alumno, y automáticamente el ordenador clasificará la actividad y recogerá los resultados). De esta forma, el profesor u orientador podrá tener constancia de la evolución de sus estudiantes. El orden de presentación de las actividades se realiza de forma aleatoria. Esta característica hace más novedosa cada una de las ejecuciones prácticas evitando la posibilidad de respuestas automáticas y memorísticas. EL PRIMER MÓDULO DE JUGANDO CON LOS NÚMEROS se inicia con una pantalla de presentación (Fig.1) que permite acceder a los diferentes programas: "Aprendiendo a Contar", "Cadena de Números", “Calcular” y "Comenúmeros". Figura 1. Pantalla de presentación de los programas "APRENDIENDO A CONTAR" y "CADENA DE NÚMEROS" Los programas: "Aprendiendo a Contar" y "Cadena de Números", tratan de introducir progresivamente, mediante la presentación de diferentes niveles de dificultad, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 289 al alumno en los primeros conceptos matemáticos, desarrollando la habilidad del conteo. En los dos programas, todos los niveles presentan un botón de ayuda, que pulsándolo repite la orden de trabajo solicitada y un botón de salida del programa que lleva a la pantalla de presentación del programa en el que se encuentra y permite acceder a otro nivel. Si los que se desea es regresar a la pantalla de inicio general se debe volver a pulsar el botón de salida. “APRENDIENDO A CONTAR” inicia al alumno en el aprendizaje de la secuencia numérica; mediante actividades dirigidas a diferenciar entre los objetos contados y no contados. Presenta cuatro subprogramas, cada uno de ellos presentan diferentes niveles de complejidad: "APRENDIENDO A CONTAR del 1 al 5” y "APRENDIENDO A CONTAR del 1 al 9": En estos dos subprogramas el número de objetos que aparecen en la pantalla es igual al número que se solicita contar y el ordenador va nombrando los números de la secuencia solicitada cuando tocan uno de los objetos excepto en el nivel cuatro y aparece en pantalla el número correspondiente al contado, siendo su nivel de complejidad relacionado con: • Primer nivel: el objeto contado desaparece. • Segundo nivel: el objeto contado se modifica. • Tercer nivel: el objeto contado no cambia. • Cuarto nivel: el objeto contado no cambia. "APRENDIENDO A CONTAR del 1 al 15” y "APRENDIENDO A CONTAR del 1 al 20". En estos dos subprogramas los objetos no cambian y el ordenador va nombrando los números de la secuencia solicitada cuando tocan uno de los objetos excepto en el nivel cuatro y aparece en pantalla el número correspondiente al contado, siendo su nivel de complejidad relacionado con: • Primer nivel: Los objetos aparecen ordenados. • Segundo nivel: Los objetos aparecen desordenados. • Tercer nivel: El número de objetos que aparecen es mayor que el solicitado. • Cuarto nivel: El número de objetos que aparecen es mayor que el solicitado. La pantalla de presentación del programa incluye los cuatro subconjuntos correspondientes a cada uno de los subprogramas donde se reflejan los distintos niveles de complejidad en las actividades, esto es: (a) El número final del conteo, indicado por el color de los marcianillos (cuanto más rojo más elevado es el número); y (b) La International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 290 dificultad de la tarea, indicada por la posición de las antenas de los marcianillos (cuanto más elevadas más difícil). Cada uno de los subprogramas de "APRENDIENDO A CONTAR" se compone de 5 actividades de conteo (figura 2). En cada una de ellas se presenta un número aleatorio de objetos (hasta cinco, hasta nueve, hasta quince, hasta veinte, dependiendo del subprograma en el que se esté trabajando) y se pedirá al alumno que cuente hasta un número determinado y que cuando termine pulse la palanca roja. El alumno deberá responder pulsando, con el ratón, sobre los objetos. Figura 2. Actividades de contar. Después de que el alumno pulse la palanca roja, indicando que ha terminado la tarea solicitada, si la respuesta es correcta, aparece una pantalla de refuerzo, mientras el ordenador presenta fuegos artificiales con sonido. Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador produce una ayuda donde le indica cuál debería haber sido su respuesta correcta. El feedback se adapta al tipo de error cometido: Si se pasa o no llega al número solicitado y pulsa la palanca roja nos indica el error y el número en el que debería haberse parado. Si el alumno cuenta dos veces el mismo objeto, el programa interrumpe el conteo, indica el error de repetición y el número al que debería haber llegado contando. Las actividades posteriores se llevan a cabo con el mismo procedimiento, con el único cambio del modelo presentado aleatoriamente y la orden relacionada con el número de objetos que componen la secuencia numérica. "CADENA DE NÚMEROS" (Fig. 3). Este programa consolida en el alumno el aprendizaje de la secuencia numérica, mediante actividades dirigidas a la adquisición International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 291 del recuento hacia delante y hacia atrás, empezando a partir de un número predeterminado menor que diez. Progresivamente este inicio podrá ser desde las decenas. Asimismo, estas actividades permitirán, no sólo la adquisición de la secuencia numérica, sino la posibilidad de descubrir, mediante operaciones, cuantos números hay entre ambos números solicitados. Presenta dos subprogramas: "CADENA DE NÚMEROS hasta el diez" y "CADENA DE NÚMEROS hasta el veinte”. Figura 3. Actividades “cadena de números”. A su vez cada subprograma presenta nueve niveles de complejidad: En los cuatro primeros niveles (N1, N2, N3, N4) su actividad se centra en contar hacia delante, los cuatro siguientes (N5, N6, N7, N8) su actividad se centra en contar hacia atrás. El último nivel (N9), solicita el número de casillas que hay entre los dos números indicados, hacia delante o hacia atrás. CONTEO HACIA DELANTE (N1, N2, N3, N4): • Primer nivel: El ordenador señala la casilla de salida y la de llegada y recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. • Segundo nivel: El ordenador señala la casilla de salida y no la de llegada y recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. • Tercer nivel: El ordenador no señala ni la casilla de salida ni la de llegada pero recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. • Cuarto nivel: El ordenador no señala ni la casilla de salida ni la de llegada y tampoco recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. CONTEO HACIA ATRÁS (N5, N6, N7, N8): International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 292 • Quinto nivel: El ordenador señala la casilla de salida y la de llegada y recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. • Sexto nivel: El ordenador señala la casilla de salida y no la de llegada y recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. • Séptimo nivel: El ordenador no señala ni la casilla de salida ni la de llegada pero recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. • Octavo nivel: El ordenador no señala ni la casilla de salida ni la de llegada y tampoco recita la secuencia solicitada cuando saltan a la siguiente casilla. CONTEO DE NÚMERO DE CASILLAS ENTRE DOS NÚMEROS SOLICITADOS (N 9): Noveno nivel: El ordenador no señala ni la casilla de salida ni la de llegada y tampoco recita la secuencia solicitada cuando saltas a la siguiente casilla. El alumno debe descubrir, mediante una operación lógica, cual es el número de casillas intermedias. Cada uno de los subprogramas de “CADENA DE NÚMEROS” se compone de 5 actividades de conteo. Cada una de estas actividades presenta, en la pantalla, un laberinto de 20 casillas que aleatoriamente cambia su forma (en cada una de las casillas y de forma secuencial aparece un número que va del uno al veinte). La tarea que el alumno debe realizar es el conteo, desde un número a otro, con la característica que el número de partida no necesariamente comienza en el uno y pudiendo ser este conteo hacia delante (N1, N2, N3 y N4) o hacia atrás (N5, N6, N7 y N8). Terminada la actividad el alumno debe pulsar el botón rojo. En los niveles: N1, N2, N5, N6 el ordenador sitúa al marcianillo en la casilla de salida. El alumno deberá responder arrastrando con el ratón el marcianillo de una casilla a la siguiente hasta el número solicitado por el ordenador: marcado en los niveles N1 y N5 y no marcado en los niveles N2 y N6. Un ejemplo de una posible actividad es: “El marcianillo se encuentra en la casilla cinco. Cuenta hasta la casilla diez arrastrando al marcianillo de casilla en casilla. Después pulsa la palanca roja”. Cada vez que el alumno arrastra el marcianillo con el ratón a la siguiente casilla, el ordenador va recitando la secuencia numérica solicitada. En los niveles: N3 y N7 el ordenador le pide que sitúe el marcianillo en una determinada casilla, cuando ha realizado la orden correctamente de dice que arrastre al marcianillo con el ratón hasta una determinada casilla. Un ejemplo de una posible actividad es: “Sitúa al marcianillo en la casilla cinco”. Si la respuesta es correcta: “Lo International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 293 has hecho muy bien. Cuenta hasta la casilla diez arrastrando al marcianillo de casilla en casilla. Después pulsa la palanca roja”. Cada vez que el alumno arrastra el marcianillo a la siguiente casilla el ordenador va recitando la secuencia numérica solicitada. Si el alumno, en la primera orden, va a cualquier otra casilla el ordenador le indica su error. Cuando realiza tres errores el ordenador le dice “demasiados errores” y el ordenador sitúa al marcianillo en la casilla solicitada para indicarle la segunda tarea. En los niveles N4 y N8 la tarea a desarrollar es igual que la de los niveles N3 y N7. La diferencia es que cuando se arrastra el marcianillo, el ordenador produce un sonido indicativo de que ha cambiado de casilla de forma correcta, pero no reproduce la secuencia numérica. Después de que el alumno pulse el botón rojo, en cualquiera de los niveles, si la respuesta es correcta, aparece una pantalla de refuerzo, mientras el ordenador emite aplausos producidos por los marcianillos. Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador produce una ayuda adaptada al error cometido de la siguiente manera: • Cuando el error consiste en no llegar al número solicitado, el programa indica el tipo de error y cuál hubiera sido la respuesta correcta. • Cuando el error consiste en pasarse del número solicitado, el programa interrumpe el conteo, indica el tipo de error y la respuesta correcta. En el nivel N9 el ordenador le pide que sitúe el marcianillo en una determinada casilla, cuando ha realizado la orden correctamente de dice que cuente las casillas que hay hasta una determinada y que la solución la dé marcando el número en la calculadora o en el teclado. Un ejemplo de una posible actividad es: “Sitúa al marcianillo en la casilla cinco”. Si la respuesta es correcta le dice: “Lo has hecho muy bien, cuenta cuantas casillas hay hasta la casilla diez y márcalo en la calculadora o en el teclado”. Si el alumno, en la primera orden, va a cualquier otra casilla el ordenador le indica su error. Cuando realiza tres errores el ordenador le dice “demasiados errores” y sitúa al marcianillo en la casilla solicitada para indicarle la segunda tarea. Las actividades posteriores se llevan a cabo con el mismo procedimiento, con el único cambio del modelo presentado aleatoriamente del laberinto y la orden relacionada con el número del que parte y al que debe llegar "CALCULAR". Con este programa pretendemos desarrollar en el alumno el concepto del valor de cardinalidad de los números a través de actividades prácticas. Mediante la presentación de diferentes tareas, el alumno descubrirá que sólo el último número del proceso de recuento representa el valor o cantidad de objetos del conjunto concreto International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 294 contado. El programa se compone de cinco prácticas, que de manera aleatoria solicitan al alumno que indique cuantos objetos hay, pudiendo oscilar el número desde uno hasta veinte. En cada una de las actividades el ordenador pide que cuente cuantos objetos aparecen en la pantalla y que lo indique en la calculadora que aparece a la derecha de la pantalla (fig. 4). Un ejemplo de una actividad es: “Cuenta cuantos caramelos hay y márcalo en la calculadora”. Si la respuesta es correcta le dice: “cuatro, lo has hecho muy bien” y aparece una pantalla de refuerzo donde los marcianillos bailan al son de una música. Figura 4. Actividades de calcular. Si el alumno no da la respuesta correcta, el ordenador dice el número que el alumno ha marcado, le dice que no está bien y le indica la respuesta correcta: “tres, no está bien. La solución correcta era cuatro”. Después, el ordenador le plantea una nueva actividad hasta cubrir las cinco que forman el programa. "COMENÚMEROS". Con el programa pretendemos desarrollar en el alumno la discriminación gráfica de los números, así como la asociación con su respectiva etiqueta a través de actividades prácticas. Pulsando en el icono correspondiente al programa en la pantalla de presentación de "Jugando con los Números" accedemos a la pantalla de inicio del programa donde se explica la dinámica del juego y el tipo de actividad a desarrollar. La instrucción que se International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 295 facilita al niño/a es: “Para jugar debes pulsar en el teclado el número que corresponde al que aparece el caramelo. Pulsa en el marcianillo para comenzar”. El programa se compone de veinte actividades. De manera aleatoria van bajando caramelos con un número dibujado, que va desde el cero hasta el nueve. El alumno debe marcar en el teclado ese mismo número. Cuando el alumno marca el número correcto que aparece en el caramelo, el marcianillo se lo come, mientras dice el nombre del número correspondiente. Si la respuesta no es correcta, el marcianillo enrojece, le da una especie de calambre y el caramelo cae al suelo explotando. El alumno puede rectificar el error si antes de que el caramelo caiga, marca en el teclado el número correcto, por lo que el marcianillo se comerá el caramelo y etiquetará el número solicitado. Después, el ordenador le plantea una nueva actividad hasta cubrir las veinte que forman el programa. Al finalizar el programa aparece una pantalla de resultados donde se designan los siguientes datos: el número de aciertos (bocados), el número de errores (explosiones), el número de errores intermedios (calambres)(Fig.5) y una puntuación final. Haciendo un clic con el ratón en el marciano que aparece en esta pantalla comienza de nuevo el juego. Figura 5. Actividad “comenúmeros”. SEGUNDO MÓDULO DE “JUGANDO CON LOS NÚMEROS” se compone de tres programas: “Comparaciones”, “Clasificaciones” y “Seriaciones” que tratan de introducir progresivamente, mediante la presentación de diferentes niveles de dificultad, dichos concepto. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 296 En los tres programas, todos los niveles presentan un botón de ayuda, que pulsándolo repite la orden de trabajo solicitada y un botón de salida del programa que te lleva a la pantalla de presentación del programa en el que te encuentres y te permite acceder a otro nivel. Si lo que deseas es regresar a la pantalla de inicio general debes volver a pulsar el botón de salida. Todos los programas permiten en su una pantalla de inicio pulsar el botón de empezar, para iniciar las actividades o pulsar el botón de salida para regresar al menú principal. “COMPARACIONES” inicia al alumno en el aprendizaje del concepto de comparación de objetos. Mediante la presentación de diferentes tareas, el alumno descubrirá las diferencias y similitudes entre dos o más situaciones no equivalentes, relacionadas con el cardinal, el ordinal y la medida. Presenta dos subprogramas: "COMPARACIONES NIVEL 1” y "COMPARACIONES NIVEL 2”. "COMPARACIONES NIVEL 1” presenta 12 actividades, 6 actividades dirigidas a diferenciar objetos entre sí y 6 actividades dirigidas a diferenciar objetos frente a un modelo. Cada una de las actividades se representa en una pantalla con tres torres o filas que aparecen aleatoriamente y cambian el número de cubos que los componen (hasta un máximo de 10 cubos) y el color de los mismos. En cada una de las actividades el ordenador le pide al niño que “señale la torre o fila que tiene más cubos o menos cubos” (cuando la actividad es de comparación de objetos), o que “señale la torre o fila que tiene igual número de cubos, más cubos o menos cubos que la torre blanca” (Fig.6) (cuando la actividad es de comparación de un modelo con tres objetos). Si la respuesta es correcta se escucha una voz de refuerzo (perfecto, muy bien, chuli, …). Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador dice “no es correcto” e indica cuál debería haber sido su respuesta correcta parpadeando la torre o fila solicitada y se inicia otra actividad. El programa finaliza con una hoja de resultados donde se indican los aciertos y errores cometidos. El usuario puede poner su código y grabar o imprimir dichos resultados. El programa también permite, pulsando el botón de repetir, iniciar de nuevo la actividad o pulsando el botón de salida regresar al menú inicial. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 297 Figura 6. Actividades de comparación. “COMPARACIONES NIVEL 2” se diferencia básicamente del nivel 1 en el tamaño (son más pequeños) y cantidad de cubos que forman las torres y las filas (que pueden llegar a 20 cubos), siendo el tipo de actividades similares. “CLASIFICACIONES” inicia al alumno en el aprendizaje del concepto de agrupamiento de objetos. Mediante la presentación de diferentes tareas, el alumno descubrirá la clasificación y la posibilidad de distinguir entre objetos y grupos de ellos. Presenta tres subprogramas: "CLASIFICACIONES NIVEL 1”, "CLASIFICACIONES NIVEL 2” y "CLASIFICACIONES NIVEL 3”. "CLASIFICACIONES NIVEL 1” presenta 3 actividades dirigidas a agrupar objetos por una característica (el color). Cada una de las actividades se representa en una pantalla, en la parte superior aparecen tres filas con el mismo número de cubos cada fila (tanto el color como el numero de cubos que componen filas aparece aleatoriamente) y tres sacos de los mismos colores. En cada una de las actividades el ordenador le pide al niño que meta cada cubo en la bolsa de su color. Si la respuesta es correcta, cuando termina de introducir todos los cubos escucha una voz de refuerzo. Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador dice “no esta bien, ese cubo no va en esa bolsa inténtalo de nuevo”, cuando comete dos errores en una misma actividad el ordenador le dice “no esta bien, ese cubo no va en esa bolsa pruébalo en una nueva combinación”. El International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 298 programa finaliza con una hoja de resultados donde se indican los aciertos y errores cometidos. El usuario puede poner su código y grabar o imprimir dichos resultados. También el programa permite, pulsando el botón de repetir, iniciar de nuevo la actividad o pulsando el botón de salida regresar al menú inicial. Figura 7. Actividades de clasificación. “CLASIFICACIONES NIVEL 2 y NIVEL 3” se diferencian básicamente del nivel 1 en la presentación de los cubos (en estos casos de forma desordenada) y en el número de cubos por color (en el nivel 1 y 2 es siempre igual y en el nivel 3 cada grupo de cubos tiene un número diferente) (Fig. 7). “SERIACIONES”. Este programa inicia al alumno en el aprendizaje del concepto de ordenación de objetos. Mediante la presentación de diferentes tareas, el alumno descubrirá el orden en una serie de objetos discretos según un rango determinado. "SERIACIONES NIVEL 1” presenta varias actividades dirigidas a discriminar grupos de objetos que están ordenados de los que no están ordenados. Cada una de las actividades se representa en una pantalla con cuatro grupos de objetos (solamente uno de los grupos están ordenados bajo el criterio que se le indica y otro representa la ordenación con el criterio opuesto). En cada una de las actividades el ordenador le pide al niño que “señala el cuadrado donde los objetos están ordenados del mayor al menor o del menor al mayor”. Si la respuesta es correcta escucha una voz de refuerzo (Perfecto, muy bien, chuli, …). Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador dice “no es correcto, los objetos que están ordenados de mayor a menor o de menor a International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 299 mayor son estos” e indica cual debería haber sido su respuesta correcta parpadeando y se inicia otra actividad. El programa finaliza con una hoja de resultados donde se indican los aciertos y errores cometidos y tiempo de la actividad. El usuario puede poner su código y grabar o imprimir dichos resultados. También el programa permite, pulsando el botón de repetir, iniciar de nuevo la actividad o pulsando el botón de salida regresar al menú inicial. El nivel 2 de “SERIACIONES” se diferencia del nivel 1 en que los objetos a ordenar son números, no siendo necesario que aparezcan de forma consecutiva. Primero se trabajan con números de una cifra y posteriormente con números de dos cifras. El nivel 3 de “SERIACIONES” Las actividades se representa en una pantalla donde en la parte superior aparecen un objeto o un número y en la parte inferior una serie de objetos o números en un orden establecido. En cada una de las actividades el ordenador le pide al niño que “sitúe este objeto o este número donde le corresponda”. Si la respuesta es correcta escucha una voz de refuerzo. Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador dice “no es correcto, el objeto o el número debía colocarse en este lugar” e indica cual debería haber sido su respuesta correcta y se inicia otra actividad. El nivel 4 de “SERIACIONES”. Las actividades se representa en una pantalla donde en la parte superior aparecen una serie de objetos o de números y en la parte inferior una serie de rectángulos iguales. En cada una de las actividades el ordenador le pide al niño que “ordena estos objetos o estos números de mayor a menor o de menor a mayor”. Si la respuesta es correcta escucha una voz de refuerzo. Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador dice “no es correcto, los objetos o los números no están ordenados del mayor al menor o del menor al mayor” y se inicia otra actividad. TERCER MÓDULO DE “JUGANDO CON LOS NÚMEROS” se compone del programa de “Combinaciones”, que tratan de introducir al alumno progresivamente en la resolución de problemas aritméticos de combinación “COMBINACIONES” inicia al alumno en el aprendizaje de la resolución de problemas denominados problemas de la parte y el todo. Presenta dos subprogramas: "COMBINACIONES NIVEL 1” y "COMBINACIONES NIVEL 2”. Todos los niveles presentan un botón de ayuda, que pulsándolo repite la orden de trabajo solicitada y un botón de salida del programa que te lleva a la pantalla de presentación del programa en el que se encuentra y le permite acceder a otro nivel. Si lo International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 300 que se desea es regresar a la pantalla de inicio general se debe volver a pulsar el botón de salida. "COMBINACIONES 1”. Este programa presenta 4 actividades donde se trabajan problemas de carácter estático: se proporcionan los datos de las partes y se pregunta por el todo. Cada actividad se representa en una pantalla. En la parte superior aparecen dos rectángulos donde se colocan los objetos que componen las partes (el número de objetos aparece aleatoriamente y cada parte presenta objetos de igual color) y en la parte inferior otro rectángulo donde se van colocando los objetos de cada una de las partes. En la parte derecha hay una calculadora donde el niño debe seleccionar el número resultado de la unión (Fig. 8). El ordenador le pide al niño que arrastre todas las estrellas blancas al rectángulo de abajo, cuando las ha colocado todas le dice que arrastre las de color rosa. Cuando ha bajado todas las estrellas le pregunta “¿Cuántas estrellas tienes en total? Señala en la calculadora el resultado del problema y después pulsa el botón rojo”. Si la respuesta es correcta escucha una voz de refuerzo. Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador dice “No es la solución correcta” y se inicia una nueva actividad. El programa finaliza con una hoja de resultados donde se indican los aciertos y errores cometidos. El usuario puede poner su código y grabar o imprimir sus resultados. Pulsando el botón de repetir, se inicia de nuevo la actividad. Pulsando el botón de salida se regresa al menú inicial. Figura 8. Actividades de combinación, nivel 1. “COMBINACIONES NIVEL 2” Este programa presenta 4 actividades donde se trabajan problemas de carácter estático: en el enunciado del problema aparece el todo y International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 301 una de las partes y nos preguntan por la otra parte. Cada actividad se representa en una pantalla. En la parte superior aparecen un rectángulo donde con aparece “el todo” (conjunto de estrellas de color blancas y rosas) y dos rectángulos donde se colocan los objetos que componen “las partes” (el número de objetos es aleatorio y cada parte presenta objetos de igual color). En la parte derecha hay una calculadora donde el niño debe seleccionar el número que resulta de la diferencia del todo menos una de las partes (Fig. 9). El ordenador dice “hay un total de … (el número que de forma aleatoria determina el todo) estrellas, … (el número que de forma aleatoria determina una de las partes) son rosas y el resto blanca. Arrastra las estrellas blancas al rectángulo vacío. Cuando han bajado todas las estrellas le pregunta ¿Cuántas estrellas blancas o rosas hay? Señala en la calculadora el resultado del problema y después pulsa el botón rojo”. Si la respuesta es correcta escucha una voz de refuerzo. Por el contrario, cuando no es correcta, el ordenador dice “No es la solución correcta” y se inicia una nueva actividad. Figura 7. Actividades de combinación, nivel 2. El feedback se adapta al tipo de error cometido: Si intenta bajar estrellas que no pertenecen a “la parte” solicitada nos indica el error y nos da de nuevo la orden, lo mismo ocurre cuando es solicitado “el todo”. De la misma forma te indica que no puedes mover ninguna estrella de otra parte hasta finalizadas las de la parte solicitada. Las actividades posteriores se llevan a cabo con el mismo procedimiento, con el único cambio del modelo presentado aleatoriamente y la orden relacionada con la actividad. El programa finaliza con una hoja de resultados donde se indican los aciertos y errores cometidos. El usuario puede poner su código y grabar o imprimir dichos resultados. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 302 RECOMENDACIONES PARA LA REALIZACIÓN DE “JUGANDO CON LOS NÚMEROS” EN CLASE “Jugando con los números” (Navarro, et al., 2005) es un software que está diseñado para alumnos de 5, 6 y 7 años. También está pensado para aquellos alumnos mayores que tienen alguna dificultad en el aprendizaje de conceptos iniciales de la matemática escolar. La puesta en práctica debe ser lo más individualizada posible y con el apoyo suficiente del adulto. La supervisión de éste sería muy aconsejable para no llevar a cabo una repetición asistemática de las tareas. Aunque el sentido lúdico está muy presente a lo largo del diseño de todo el software, habría que limitar su ejecución según criterios profesionales e individualizados en cada caso. No obstante, por razones de eficiencia, un tiempo situado entre los 20 y 30 minutos de actividad con el programa cada día (o en días alternos) sería lo recomendado. Finalmente, el trabajo con “Jugando con los números” podría estar incorporado al programa general de actividades del profesor. REFERENCIAS Bryant, P. y Nunes, T. (2002). Children’s understanding of mathematics. En. U. Goswami (Ed.). Blackwell handbook of childhood cognitive development (pp. 412-439). Malden: Blackwell. NCTM (2002). Early Childhood Mathematics: Promoting Good Beginnings. A joint Position Statement of the National Association for the Education of Young Children (NAEYC) and the National Council of Teachers of Mathematics (NCTM). Retrieved April, 5, 2003, from http:// www.naeyc.org/resources/positionstatements/psmath.htm. Gelman, R. y Gallistel, C. R. (1978). The child's understanding of number. Cambridge: HUP. Navarro, J. I., Ruiz, G., Alcalde, C., Aguilar, M. y Marchena, E. (2005). Jugando con los números. Software educativo. Cádiz. Departamento de Psicología. Pérez-Echeverría, M. P. y Scheuer, N. (2005). Desde el sentido numérico al número con sentido. Infancia y Aprendizaje, 28, (4), 393-407. PISA (2003). Learning for Tomorrow’s Worls Firs Results from PISA 2003. Programme for International Student Assessment. OECD. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 303 Wright, R.J., Martland, J., y Stafford, A. (2000). Early Numeracy: Assessment for Teaching and Intervention. London: Paul Chapman Publications/Sage. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 304 UN ESTUDIO SOBRE LA COMPRENSIÓN DE LAS CUATRO OPERACIONES ARITMÉTICAS EN NIÑOS DE EDUCACIÓN INFANTIL. Mª Oliva Lago Marcos, Sonia Caballero Reales, Purificación Rodríguez Marcos y Laura Jiménez Márquez. Universidad Complutense de Madrid E-mail: [email protected] En la presente investigación se pone de manifiesto que el conocimiento aritmético de los niños de Educación Infantil no se limita a las estructuras aditivas, sino que abarca también las multiplicativas. En efecto, las primeras investigaciones tuvieron por objeto el estudio de la adición y substracción y comprobaron, entre otras cosas, que los niños pequeños desarrollaban distintas estrategias, normalmente basadas en la representación directa, para resolver con cierto grado de éxito problemas con estructuras semánticas de Cambio y Combinación (p.e., Lago y Rodríguez, 1999; Carpenter, Hiebert y Moser, 1981; Resnick, 1983; Siegler, 1987). Más recientemente, aunque los estudios sobre las estructuras multiplicativas resultan especialmente escasos en niños de corta edad, devuelven una imagen similar (p.e., Correa, Bryant y Nunes, 1998; Nunes y Bryant, 1997; Squire y Bryant, 2002). Además, muy pocos trabajos analizan conjuntamente las cuatro operaciones. Una notable excepción la constituye el estudio de Carpenter, Ansell, Franke, Fennema y Weisbeck (1993) en el que comprobaron que valiéndose de una estrategia consistente en representar con objetos las acciones y relaciones descritas en los enunciados de los problemas, los niños de E.I. solucionaban con cierto grado de éxito problemas de adición, sustracción, multiplicación y división. No obstante, los profesores que formaron parte del estudio habían recibido entrenamiento previo en el programa CGI, lo que podría explicar, en parte, el éxito infantil. Por este motivo, en la presente investigación hemos analizado nuevamente la competencia de los niños en las cuatro operaciones aritméticas y hemos añadido un factor no contemplado por Carpenter et al., la Estructura Semántica de los problemas. En concreto, presentamos a 18 niños de 4-5 años y 18 de 5-6 años, por una parte, problemas sencillos de Cambio de adición y sustracción y problemas de Sumas/Restas Repetidas de multiplicación y división y, por otra, problemas estáticos de Comparación en las cuatro operaciones. Se realizó un ANOVA mixto 2 (Grupo: 4-5 años vs. 5-6 años) x 4 (Operación: adición vs. substracción vs. multiplicación vs. división) x 2 (Estructura Semántica: cambio/sumas repetidas/restas repetidas vs. comparación) con medidas repetidas en los dos últimos factores y los resultados indicaron que eran significativos los factores Grupo y Estructura Semántica, así como la interacción triple Grupo*Estructura Semántica*Operación. En general, los niños de 5-6 años alcanzaron un nivel de éxito ligeramente superior (M=1.215) al de 4-5 años (M=0.819) y, con independencia de la edad, los problemas de Comparación fueron extremadamente complejos para ellos (M =0.375). Por último, el análisis de la interacción triple Grupo*Operación*Estructura Semántica reveló que: a) en el grupo de edad de 4-5 años los problemas de división eran los más difíciles cuando se formulaban en términos comparativos, mientras que en Restas Repetidas eran los más sencillos y b) en el grupo de 5-6 años los problemas más sencillos eran los de multiplicación en Sumas Repetidas y los más complicados los de Comparación. Finalmente, también se ha prestado especial atención a los procedimientos empleados por los niños y se han propuesto niveles de desarrollo. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 305 ¿CÓMO HACER PARA QUE LOS NIÑOS DEL PREESCOLAR VAYAN MÁS ALLÁ DEL UNO, DOS, TRES? M. en C. Irma Fuenlabrada DIE/CINVESTAV México En el marco de una investigación (en curso) sobre los procesos de acceso a la simbolización matemática de los primeros números, sus usos y funciones; se estudian los casos de 9 niños, de tres grupos de edad del preescolar. El recurso metodológico es el diseño y experimentación de una ingeniería didáctica (Artigue, 1995); se retoman estudios sobre la enseñanza de los primeros números (Ávila, 1988; Peltier, 1995) y de la didáctica de las matemáticas en torno a la importancia de la simultánea recuperación y problematización de los saberes previos de los sujetos de aprendizaje, así como el acceso a su representación simbólica. El objeto de la secuencia didáctica inmerso en la ingeniería fue la enseñanza de los números a través de situaciones de conteo postulando su interdependencia funcional con situaciones problemáticas que implican agregar, reunir, quitar, igualar, comparar y repartir objetos. Particularmente, interesa presentar sólo el caso de Mariana, Luis y Emiliano (3ero. de preescolar) porque ellos al inicio de la experiencia que se reporta, disponían del conocimiento de la serie numérica oral en un rango numérico no mayor al 20; aunque sus posibilidades de conteo estaban situadas en colecciones menores al 10 y no empleaban espontáneamente el registro de los datos como recurso de apoyo en la resolución de problemas; no obstante ser capaces de realizar con éxito tareas explícitas de correlación entre una colección y el registro numérico de su cardinalidad y viceversa. Con base en estos antecedentes el análisis de estos casos devela cómo el cálculo mental de las relaciones aditivas de los primeros 6 números -realizada a través de las fichas de dominó-, puede constituirse en un apoyo importante en la resolución de problemas que conllevan acciones de quitar, igualar y comparar colecciones; en los que los niños evocan la distribución geométrica de los puntos en el dominó como una estrategia de solución. Mientras que para los problemas que implican agregar, reunir o repartir objetos las estrategias de conteo directo de colecciones fueron más frecuentes. Asimismo, el análisis evidencia cómo recuperar las posibilidades del cálculo mental de los primeros números en una secuencia de enseñanza y, simultáneamente, extenderlo explicitando sus alcances e introduciendo al cálculo escrito como recurso alternativo en pos de la eficacia, que deberá ser resuelto en el primer ciclo de la escuela primaria. BIBLIOGRAFÍA Artigue, M. (1995). Ingeniería Didáctica. En: P. Gómez (Ed.), Ingeniería Didáctica en educación matemática. Un esquema para la investigación y la innovación en la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas. México (DF): Grupo Editorial Iberoamérica Ávila A. (1988). La enseñanza oficial de las matemáticas elementales en México; su psicopedagogía y transformación (1944-1986). Colección cuadernos de cultura pedagógica. Serie investigación No. 6. México (DF). SEP-UPN. Peltier M. L. (1995). Tendencias de la investigación en didáctica de las matemáticas y la enseñanza de los números en Francia. Educación Matemática. 7 (2). México (DF): Grupo Editorial Iberoamérica International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 306 Formación Inicial de Profesores de Primaria en Matemáticas en el Marco del Espacio Europeo de Educación Superior: Implicaciones para el Aprendizaje de los Escolares7 Jose Luis Lupiáñez Gómez Pablo Flores Martínez Isidoro Segovia Álex Dpto. Didáctica de la Matemática. Universidad de Granada. En este trabajo describimos el modo de afrontar y adaptar a las nuevas orientaciones que plantea el EEES la formación matemática de los Maestros de Educación Primaria, dentro del marco legal actual. En primer lugar presentamos los elementos característicos de los futuros títulos en ese nuevo marco, después ponemos de manifiesto el marco legal de los títulos actuales, que debe ser tenido en cuenta en cualquier modificación que pueda hacerse. A continuación describimos el proceso de adaptación y los resultados obtenidos en el caso de la formación en Didáctica de la Matemática de los Profesores de Educación Primaria que se realiza como una experiencia piloto en el Departamento de Didáctica de la Matemática de la Universidad de Granada. Finalmente reflexionamos en torno a las implicaciones que tiene una actividad formativa de este tipo. Estas implicaciones se refieren tanto a la formación de los futuros maestros y al aprendizaje de sus escolares, como a la propia labor de los formadores y al desarrollo del área de conocimiento. 1. PARÁMETROS DEL CAMBIO HACIA EL EEES En el año académico 2004/05, los primeros cursos de algunas de las titulaciones de la Universidad de Granada experimentaron cambios con motivo de la próxima implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Una de esas titulaciones fue la de Maestro en la especialidad en Educación Primaria, que se imparte en la Facultad de Ciencias de la Educación de dicha Universidad. La intención final del EEES es que en 2010 las universidades adopten un sistema de titulaciones comprensible y comparable en todos los países de la Unión Europea. En 7 Este documento se ha elaborado dentro del Grupo de Investigación “Didáctica de la Matemática. Pensamiento Numérico” (FQM-193), del Plan Andaluz de Investigación de la Junta de Andalucía. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 307 este sentido se han establecido orientaciones que en algunos casos ya se han plasmado en leyes en nuestro país, para la elaboración de las futuras titulaciones. Una de ellas es el denominado ‘crédito europeo’ o crédito ECTS (European Credits Tranfers System), que implica un cambio en la forma de medir el tiempo lectivo. Otra orientación la constituye la caracterización de cada titulación mediante las competencias generales y profesionales que definan el perfil profesional del titulado. Estas dos directrices pretenden implicar un cambio sustancial en la actividad docente que estará centrada en el estudiante, y en donde el papel del profesor será el de guía y orientador para conseguir que éste adquiera las competencias establecidas. En este nuevo modelo adquiere relevancia el ‘aprender a aprender’ del alumno lo que implica una mayor responsabilidad y autonomía, además de un cambio importante en los planteamientos metodológicos del profesor. Acogiéndose a estas orientaciones, la Junta de Andalucía promovió la experimentación en los actuales títulos universitarios con el objetivo de sacar conclusiones de la experiencia que permitan diseñar nuevas titulaciones de acuerdo al EEES. Estas titulaciones experimentaron cambios consisten en una nueva definición de los programas de las asignaturas cuyos objetivos son plasmados en forma de competencias, una nueva consideración del tiempo lectivo que se traduce en créditos ECTS, y una nueva consideración de la actividad docente en donde el alumno adquiere un mayor protagonismo. La relación profesor alumno en el ‘tiempo de clase’ puede verse reducido en un 30 % intentando promover con ello el trabajo autónomo y guiado del alumno que requerirá, por otro lado, una atención más personalizada del profesor mediante la potenciación de su horario de tutorías. 2. LA TITULACIÓN DE PRIMARIA Y LA FORMACIÓN DE MAESTROS EN EL MARCO LEGAL ACTUAL La titulación de Maestro Especialista en Educación Primaria se dirige a formar profesionales de la enseñanza en el tramo de educación básica (6-12 años) denominada Educación Primaria. En la actualidad, este título de Maestro Especialista en Educación Primaria está definido por el Real Decreto 1440/1991 (BOE de 11 de Octubre). En este Decreto se establecen las líneas generales de la titulación y las de las materias tróncales que la integran. La primera de las directrices que figuran en el anexo II del Decreto, establece que “las enseñanzas conducentes a la obtención del título oficial de MaestroEspecialidad de Educación Primaria deberán proporcionar una formación orientada al International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 308 desarrollo de la actividad docente en los correspondientes niveles del sistema educativo, integrando los aspectos básicos con la preparación específica en la Especialidad de Educación Primaria”. Basándose en estas directrices, la Universidad de Granada estableció el Plan de Estudios de esta titulación mediante Resolución de 28 de Julio de 1994 (BOE nº 202 de 24 de Agosto). Por último y mediante Resolución de 25 de Enero de 2001 (BOE nº 39 de 14 de Febrero), se ordenó la adecuación del plan de estudios a nuevas normativas con ligeras modificaciones, quedando establecido de manera definitiva el actual titulo de Maestro-Especialidad de Educación Primaria. En el marco legal general de las titulaciones se indica que al menos el 70 por ciento de los créditos de las asignaturas tendrán carácter presencial, con lo que hasta un 30 por ciento puede considerarse con carácter no presencial. De manera interna, la Universidad de Granada y en particular la Facultad de Ciencias de la Educación estableció el perfil de la titulación con base en las siguientes necesidades formativas para el modelo de maestro: 1. Desarrollar la capacidad para ejercer como maestro de manera crítica y reflexiva en una comunidad con pluralidad de valores. 2. Formar el maestro en actitudes y modelos de organización social que favorezcan la instauración en el aula del derecho a la diferencia. 3. Formar maestros como profesionales comprometidos en el cambio y mejora del proceso educativo y del entorno social en los contextos donde desarrollen su actuación. 4. Capacitar al maestro para actuar como investigador de los propios procesos en que se desarrolle su trabajo, así como para prestar la ayuda necesaria a fin de que los alumnos consigan su plenitud personal. 5. Capacitar al Maestro para que desarrolle en los alumnos habilidades cognitivas adecuadas que les posibiliten la adquisición de modelos culturales permanentes para “saber aprender”. 6. Dotar de la capacidad para desarrollar en las aulas estrategias de apoyo y motivación que perfeccionen personal y profesionalmente a los alumnos y hagan de los centros contextos estimulantes para el aprendizaje. 7. Adquirir dominio de los conocimientos científicos básicos desarrollados en su currículum que favorezcan su autonomía y creatividad. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 309 8. Preparar al Maestro para la colaboración específica con profesionales especializados en la implantación de estrategias preventivas en el desarrollo de los aprendizajes. En el campo concreto de la formación del Maestro Especialista en Educación Primaria, el Plan de Estudios se orienta hacia la consecución de los siguientes objetivos: 1. Proporcionar al maestro los conocimientos básicos sobre las distintas disciplinas que han de enseñar en el ejercicio de su labor profesional. 2. Dotar al maestro de los conocimientos psicosocio-pedagógicos y del correspondiente adiestramiento en el diseño de estrategias metodológicas que le permita el adecuado desarrollo de su profesión. 3. Proporcionar la debida formación para que pueda realizar su tarea como investigador, como medio de orientación, progreso y renovación en el campo de la enseñanza. 4. Ayudar a diseñar y planificar la enseñanza de forma autónoma, creativa y crítica. 5. Formar al Maestro como agente subsidiario de la familia en la educación de los niños y favorecer actitudes positivas hacia el reconocimiento de su papel como agente de transformación y cambio social. 6. Proporcionar a los estudiantes el necesario contacto con la realidad escolar que les permita la formación inicial en la práctica real de aula y, al mismo tiempo conlleve a la reflexión crítica entre teoría y práctica. 3. LA FORMACIÓN DE MAESTROS DE EDUCACIÓN PRIMARIA EN LAS NUEVAS ORIENTACIONES. PLANIFICACIÓN DE LA EXPERIMENTACIÓN Con las consideraciones legales reflejadas en el apartado anterior y las orientaciones que proporcionaron las autoridades educativas relativas a los futuros títulos, se planificaron los cambios que de manera experimental se llevarían a cabo. Un documento de partida para el trabajo experimental lo constituyó el documento titulado ‘Experiencia piloto para la implantación del crédito europeo (ECTS) en Andalucía’ editado por la Consejería de Educación y Ciencia. En él se indica que por iniciativa de la Secretaría General de Universidades e Investigación de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía, y con el asesoramiento de la Comisión Andaluza para el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), se realizó una convocatoria para financiar experiencias piloto de implantación del sistema de créditos europeos en titulaciones de las universidades andaluzas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 310 El objetivo era avanzar en la integración de la enseñanza superior andaluza en el EEES y su finalidad principal era el entrenamiento del profesorado en el nuevo modelo educativo propuesto por la Declaración de Bolonia, así como obtener resultados sobre la experiencia que contengan una opinión sobre el futuro de las titulaciones. Para el desarrollo de la experiencia se seleccionaron 14 titulaciones entre las que se encontraba la Titulación de Maestro Especialidad Educación Primaria y con este fin se celebraron algunas reuniones previas a la experimentación en las que se dieron al profesorado algunas orientaciones de trabajo. Algunos de los acuerdos a los que se llegaron fueron los siguientes: • Reducir el tiempo lectivo de teoría y práctica y aumentar el tiempo destinado a actividades dirigidas (sin superar el 30 % de acuerdo a la norma legal). Para el profesor no significaría menos trabajo sino una re-organización de ese tiempo en otras actividades (como la planificación y el desarrollo de tutorías). • Promover el desarrollo de las competencias establecidas en el Proyecto Tuning (González y Wagenaar, 2003), y que son comunes a todas las titulaciones, así como el impulso a las competencias profesionales específicas que establece cada titulación. • Disminuir o reorganizar los contenidos que no vayan orientados a desarrollar las competencias establecidas. • Considerar el trabajo del alumno como elemento que caracteriza las asignaturas, y no el del profesor. • Calcular las adaptaciones de los créditos ECTS de tal forma que 1 hora de clase teórica implique al alumno 1,5 horas de estudio, mientras que 1 hora de prácticas requiera 0,75 horas de estudio. • Adaptar los programas de las asignaturas a todos los elementos anteriores: • Los objetivos deben enunciarse en forma de competencias. • Seleccionar los contenidos para que se dirijan al desarrollo de competencias. • En la metodología deben planificarse las actuaciones del profesor y del alumno tanto en los créditos teóricos y prácticos, como en la dirección de actividades para las horas no presenciales. El papel de las tutorías es muy importante. • La evaluación debe estar en consonancia con las otras componentes curriculares (competencias, tipos de contenidos y metodología) y constituye un elemento de cambio importante. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 311 Para la realización de las tareas anteriores se constituyeron grupos de trabajo de todas las universidades andaluzas que elaboraron guías docentes para cada una de las titulaciones seleccionadas para la experimentación, que sirvieron para que el profesorado de cada universidad desarrollara de manera específica los programas de las diferentes asignaturas. En las secciones siguientes describiremos la adaptación específica que el Departamento de Didáctica de la Matemática de la Universidad de Granada ha hecho de la asignatura “Matemáticas y su Didáctica” del primer curso de la Titulación de Maestro especialidad Educación Primaria. Analizaremos con más detalle la organización de los créditos prácticos de esta asignatura bajo las directrices del EEES. 4. LA FORMACIÓN DEL MAESTRO DE EDUCACIÓN MATEMÁTICA DESDE LA DIDÁCTICA DE LA MATEMÁTICA. LA ASIGNATURA DE MATEMÁTICAS Y SU DIDÁCTICA DE PRIMER CURSO Y SU ADAPTACIÓN A LA EXPERIMENTACIÓN La formación del futuro maestro de Educación Primaria, desde la Didáctica de la Matemática se aborda a través de una asignatura troncal, Matemáticas y su Didáctica, de 9 créditos (4,5 teóricos y 4,5 prácticos) y una obligatoria de la Universidad de Granada, Currículo de Matemáticas de Educación Primaria, de 4,5 créditos (2 teóricos y 2,5 prácticos). Los alumnos pueden completar su formación eligiendo una asignatura optativa, dedicada a la Resolución de Problemas, y otras opciones de libre configuración. La ubicación de las asignaturas obligatorias en los dos primeros cursos lleva a considerar las destrezas matemáticas que disponen los alumnos (Socas et al, 1999), y su disposición a enfrentarse con el conocimiento didáctico (Flores, 1999, Cardeñoso, 1999). Teniendo en cuenta las carencias matemáticas, y dada la lejanía entre los primeros cursos de la diplomatura y la salida profesional, se decidió que la asignatura de primer curso debería dirigirse a fundamentar los conocimientos matemáticos de nuestros alumnos. Se trataba con ello profundizar en las destrezas matemáticas que habían desarrollado a lo largo de su escolaridad obligatoria, antes de introducir nuevos conceptos específicos de la Didáctica de la Matemática. El término que se viene utilizando para designar esta opción ha sido: Matemáticas para maestros. Con ello se pretende destacar que: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 312 1. Los contenidos de referencia son de carácter matemático, atendiendo a sus conceptos y procedimientos, a sus representaciones, a la fenomenología, a la modelización y a la historia (Rico, 1997). 2. El alcance de los mismos es el de las Matemáticas de la Educación Primaria. 3. Su ámbito de formalización, aplicación, significación, representación y estudio corresponde al que debe tener un maestro de Educación Primaria. 4. Las matemáticas se plantean desde una perspectiva cultural, social y epistemológica coherente con los actuales currículos oficiales para este nivel educativo. La asignatura de segundo curso adquiere un papel profesionalizador, enfrentando al maestro con su papel como educador matemático, para lo que debe manejar determinados conceptos específicos de Didáctica de la Matemática. Estos conceptos están siempre encauzados a facilitarle la comprensión del currículo, así como el diseño, implementación y evaluación de la enseñanza de las Matemáticas en la Educación Primaria. Los programas de las asignaturas, consensuados en el Departamento a través de sucesivos cursos en los que se han introducido pequeñas variaciones, establecen unas finalidades similares en ambas materias, definidas por (Departamento de Didáctica de la Matemática, 2005): “El fin principal de esta asignatura es el de ampliar y profundizar la formación del futuro maestro en los contenidos de la matemática básica y de los procesos implicados en su enseñanza/aprendizaje”. Lo que diferencia a las dos es la forma en que se entiende este fin en el desarrollo de las dos asignaturas. Mientras que en Matemáticas y su Didáctica se organizan sus contenidos por los bloques matemáticos básicos (Aritmética, Geometría, Medida y Estadística y Probabilidad), en Currículo de Matemáticas se articulan en función del desempeño profesional (Conocimiento matemático, Finalidades educativas, Medios de enseñanza, Evaluación). 4.1 La experiencia piloto en la asignatura ‘Matemáticas y su Didáctica’ En esta parte del trabajo vamos a centrarnos en la experiencia llevada a cabo en la asignatura Matemáticas y su Didáctica, con la que se ha comenzado la International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 313 experimentación con créditos europeos en el curso 2004-2005, y que ha sido objeto de mayor atención reflexiva por parte del seminario docente del Departamento. Para afrontar esta asignatura, además de adecuar el programa a los ECTS de forma numérica y redefinir objetivos y adecuarlos a competencias (ver programa en Anexo I), consideramos importante establecer una diferenciación precisa entre créditos teóricos y créditos prácticos. Para ello estudiamos cómo se contempla esta diferencia en la regulación legal, tanto en la legislación nacional como en la particular de la Universidad de Granada. En el Real Decreto 1497/1987 (BOE de 14 de Diciembre), en su artículo 2 se define el crédito como “la unidad de valoración de las enseñanzas”, y lo hace corresponder con diez horas de “enseñanza teórico-práctica”. Pero no se establece una diferencia entre estas dos modalidades, lo que nos lleva a pensar en que su caracterización es intuitiva pero supuestamente obvia para todos los profesores. Una clarificación teórica de esta diferencia nos ha llevado a estudiar diversas variables que permiten distinguir la teoría y la práctica. Ferrater (1991, p. 2652, 2661) nos muestra las distintas formas de entenderlas, tanto en los procesos formativos en general, como en la formación de maestros. Podemos abarcar estas diferencias en dos bloques, el primero corresponde a la separación epistemológica entre el conocimiento teórico y práctico, mientras que el segundo se refiere a las competencias, y con ello a la forma de enseñanza. Consideramos que la división entre los créditos teóricos y prácticos en las asignaturas, tiene que centrarse en las acciones que se realizan durante la enseñanza y las competencias que se pretende que adquieran los alumnos. Una forma de ver los créditos prácticos en esta modalidad consiste en pensar que se dedican a tareas en las que se aplican los conceptos teóricos a resolver problemas del mundo profesional (prácticas profesionales, como la planificación de clase, el planteamiento y la calificación de exámenes, etc.), o del mundo cotidiano (prácticas matemáticas que permiten resolver problemas de repartos, de análisis de un fenómeno aleatorio, interpretar informaciones, etc.). Otra perspectiva nos hace ver que los créditos prácticos tienen que abordar las competencias procedimentales, ligadas al saber hacer, como las relacionadas con el manejo de los medios tecnológicos para la enseñanza (práctica profesional), o el manejo de los procedimientos matemáticos (práctica matemática) (Monereo, 1994, Pozo y Monereo, 1999). Y por último, pero no desligado de los aspectos anteriores, otra diferenciación entre teoría y práctica se hace atendiendo al grado en el que el estudiante adquiere International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 314 protagonismo en la realización de tareas. Esta concepción nos permite considerar como actividades prácticas aquellas en las que el estudiante hace. Así, la idea de práctica no estaría ligada al contenido que se afronta sino a la forma en que se relaciona con el conocimiento. Incluso, un contenido teórico, conceptual, puede asumirse de manera práctica si le damos protagonismo al estudiante para que realice actividades que le permitan interpretarlo, debatirlo con sus compañeros, ponerlo en común y contrastarlo con textos en los que se defina, caracterice, ejemplifique, etc. En este sentido se entiende la práctica como ejercitación, tal como aparece en el texto de Resnick y Ford (1990). Ante estas opciones, en la organización de la asignatura hemos adoptado por este último criterio para diferenciar los créditos prácticos, con lo que la organización de las enseñanzas se ha establecido diferenciando las clases teóricas de las clases prácticas por el tipo de actuación del profesor y de los alumnos, y no por el contenido que se propone. Este criterio está en mayor consonancia con algunas de las ideas básicas de cambio que se propugnan, que van dirigidas a acentuar un mayor protagonismo del alumno en su aprendizaje. En relación a la organización del tiempo lectivo, 4,5 créditos teóricos y 4,5 créditos prácticos, la carga docente contempla 3 horas semanales, durante todo el curso, divididas en una sesión de dos horas y otra de una hora. La experimentación con el crédito europeo nos ha llevado a reducir la atención presencial, para dar mayor responsabilidad y disponibilidad de tiempo a los alumnos para el trabajo autónomo. Para ello hemos planteado la siguiente organización temporal: • Créditos teóricos: • Clases presenciales de 2 horas semanales, durante 21 semanas del curso • Seminarios de orientación, de 1 hora semanal, durante 21 semanas • Tutorías individualizadas, durante las horas de tutoría del profesor, a lo largo del curso. • Créditos prácticos: • Seminarios de actuación práctica de los alumnos, durante 3 horas semanales, en 9 semanas, distribuidas 3 al final de cada trimestre. 4.2 Desarrollo de los créditos teóricos International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 315 En las sesiones de clases teóricas la responsabilidad de enseñanza corre a cargo del profesor, suministrando reactivos para que los estudiantes puedan emprender el estudio del tema de manera significativa, sin que eso suponga la presentación de todos los contenidos y resultados que el estudiante tiene que aprender. Los modelos de instrucción que en ellas se realizan son: • Modelado: El profesor realiza tareas tal como espera que las realicen los estudiantes, haciendo visibles las conductas encubiertas; los estudiantes observan para construir un modelo conceptual de estas tareas. • Andamiaje: El profesor lleva a cabo parte de las tareas, y promueve que los estudiantes las realicen con su ayuda (Vizcarro et al, 1999). Estos procesos instructivos contemplarán los contenidos de manera holística (Moral, 2001), dejando los atomistas para que las realicen los alumnos apoyándose en los documentos recomendados. De esta forma se tratará de que se produzca un aprendizaje profundo de los conceptos tratados, mediante un desarrollo con complejidad y diversidad crecientes y habilidades globales (Vizcarro, 1999). Durante el desarrollo de los contenidos teóricos cabe la realización de prácticas de contextualización, aplicación y evaluación (Díaz-Godino, 2005), mediante los métodos de instrucción indicados. Los seminarios de orientación tienen lugar todas las semanas en la sesión de una hora. En estas sesiones los estudiantes tienen que indicar sus necesidades, sus dudas etc. También se realizarán las actividades de ejercitación que determinen los estudiantes, a la vista de las que han elaborado previamente los profesores y que se inspiran en las cuestiones que posteriormente se utilizarán en las pruebas de evaluación (ver Anexo II). Para ello se realizarán los dos modelos de instrucción siguientes: • Entrenamiento: El estudiante realiza las tareas propuestas, desde la interpretación de los datos hasta la búsqueda de informaciones necesarias. El profesor suministra estas informaciones, tratando de ceñirse a las demandadas. • Articulación: Los estudiantes eligen las tareas para resolver y explicitan sus habilidades, razonamiento e interpretación de los conceptos puestos en juego en su resolución. Por último, en las tutorías se lleva a cabo una atención personalizada en el despacho del profesor, resolviendo las dificultades que manifiesten sobre los temas tratados y las tareas que se le exigen. Durante estas tutorías se realizará una instrucción basada en el entrenamiento, andamiaje, modelado y reflexión. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 316 Con objeto de dirigir la acción, se han elaborado unas guías de trabajo y hojas de actividades que orientan al alumno y guían el trabajo del profesor en clase (ver ejemplo del Tema Primero en Anexo II). Los alumnos realizan las tareas encomendadas, trabajando en grupos cuando sea procedente, participan en las puestas en común y desarrollan y presentan los trabajos elaborados, empleando medios tecnológicos adecuados. 4.3 Desarrollo de los créditos prácticos En las sesiones de clases prácticas los estudiantes son los que realizan las tareas que el profesor ha programado. El tipo de prácticas que pueden contemplarse en estas clases son las basadas en problemas de ejercitación, aplicación y evaluación (Díaz Godino, 2005), o experiencias, experimentos ilustrativos, ejercicios prácticos e investigaciones (Caamaño, 2003), en todas ellas se incluyen actividades de observación, predicción, crítica, generación y análisis (Llinares, 1998). El modelo de trabajo propuesto abarca la lectura del documento guía, la actuación en equipos con los reactivos suministrados, la puesta en común de resultados y la elaboración de un cuaderno de equipo. Durante el transcurso de la clase realizamos los siguientes modelos de instrucción: • Entrenamiento: El estudiante realiza las tareas, el profesor observa durante esta realización y da consejo y ayuda. • Articulación: Los estudiantes resuelven tareas explicitando su razonamiento y habilidades. • Reflexión: Los estudiantes comparan sus procesos de resolución con los compañeros, en primer lugar mediante el trabajo en grupos, y posteriormente, por medio de la realización de puestas en común. • Exploración: Los estudiantes elaboran nuevas situaciones a las que aplicar los conceptos aprendidos. En el diseño de las tareas previstas se enfatiza la búsqueda de situaciones nuevas a las que afecten los conceptos aprendidos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 317 Al hacerse más patentes las competencias que se espera que alcancen los alumnos, se potencian también las actividades prácticas, en las que los alumnos actuarán sobre materiales concretos, bajo la supervisión del profesor. Para ello en el momento de las prácticas (las tres últimas semanas de cada trimestre) cada grupo se dividirá en tres subgrupos que ocuparán de manera rotatoria y semanal tres escenarios diferenciados, tal y como figura en el Anexo I. Al finalizar cada bloque teórico de contenido, el gran grupo de futuros maestros se divide en tres subgrupos. Cada uno de ellos va a uno de los escenarios y trabaja allí durante las tres horas de clase de una semana. A la semana siguiente los subgrupos rotan y cada uno de ellos trabaja en otro escenario durante otras tres horas. En la tercera semana se cierra la rotación, y así todos los alumnos han trabajado el mismo tiempo en cada uno de los escenarios de prácticas. Dentro de cada subgrupo, los estudiantes trabajan en pequeños grupos de cuatro, siendo esta agrupación la misma para todo el curso. Asimismo, el profesor que dirige la actividad práctica en cada uno de los escenarios es el mismo en los tres bloques de contenido sobre los que se realizan las prácticas. Además del trabajo práctico de los futuros maestros en los tres bloques de prácticas, en la asignatura también existe un diseño de tutorías dirigidas con cada uno de los pequeños grupos. Estas tutorías se reparten a lo largo de curso, y cada uno de esos pequeños grupos tiene al menos una tutoría con uno de los profesores de prácticas. El trabajo en los créditos prácticos consiste en la actuación de los alumnos, primero individual, y luego en grupos. El profesor presentará las actividades, atenderá a las dudas, animará el trabajo de los alumnos, y coordinará las puestas en común. Para ello se requiere del uso de unos “cuadernos guía de prácticas” (Flores y Segovia, 2004) con las instrucciones y actividades pertinentes que se comentan y ejemplifican a continuación. 4.4 Los cuadernos guía de prácticas Los cuadernos de prácticas están diseñados para fomentar el trabajo autónomo de los maestros en formación, y al mismo tiempo constituyen uno de los indicadores de evaluación de su rendimiento. Existen cuadernos individuales y de grupo, y en ambos casos están clasificados también por bloques de contenido y por escenarios de prácticas. Los cuadernos individuales son para cada uno de los alumnos que participa en las prácticas. Incluye las International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 318 diferentes explicaciones, actividades, recursos, y fuentes documentales para poder afrontar cada una de las prácticas. El cuaderno de grupo trata de aunar el trabajo realizado individualmente, e incluye actividades adicionales de reflexión sobre el trabajo realizado antes de manera individual. Por tanto, distinguiendo cuadernos individuales y de grupo según bloques de contenido y escenarios, hemos diseñado 18 cuadernos de prácticas diferentes. Estos cuadernos se revisan y renuevan cada nuevo curso, procurando introducir las mejoras necesarias para superar las dificultades encontradas en la implementación anterior, como por ejemplo enunciados de tareas poco claros o reiterativos, nivel de complejidad de las tareas, etc. Para ejemplificar el contenido y la estructura de los cuadernos de prácticas presentaremos dos ejemplos de los mismos. Dado que cada uno tiene una presentación inicial y un desarrollo posterior, mostraremos las presentaciones de tres cuadernos de escenario diferente8. Bloque de Aritmética. Cuaderno de Prácticas del Taller de Informática Práctica 1: La Balanza Numérica 1. Presentación En esta práctica usaremos y analizaremos una balanza numérica virtual que está disponible en Internet. Es un material didáctico que puede ser útil para trabajar igualdades y desigualdades de números, descomposiciones numéricas y expresiones algebraicas. Se presentan tres tipos de balanza: • La balanza con formas, donde se colocan en los platillos figuras de diferente color y forma, que llevan asociado un valor o “peso” distinto. Con ella damos los primeros pasos para establecer equivalencias. (Accesible desde la página http://illuminations.nctm.org/ActivityDetail.aspx?ID=33). • La balanza con números, donde lo que se trata de comparar son los valores numéricos, realizar descomposiciones y comprobar propiedades de las 8 No mostraremos los cuadernos con el formato original con el que se entregan a los futuros maestros. Ese formato original incluye muchas ilustraciones orientativas o espacios en blanco para las respuestas que aquí hemos suprimido. En los dos primeros ejemplos se incluyen la introducción y los objetivos, mientras que sólo se resumen las actividades. En el tercer ejemplo se incluyen, además de la introducción y los objetivos de la práctica, las referencias recomendadas y las actividades tanto del cuaderno individual como del cuaderno de grupo. Presentamos en cursiva la información que está literalmente extraída de los cuadernos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 319 operaciones aritméticas básicas. (Accesible desde en la página http://illuminations.nctm.org/ActivityDetail.aspx?ID=26). • La balanza con expresiones algebraicas. Tiene este material una doble utilidad. Por una parte se introduce el concepto de variable (x) al que el usuario puede dar valores y comprobar para qué valores de x una cierta expresión es correcta ó no. La otra aplicación es la de realizar representaciones gráficas. (Accesible desde la página http://illuminations.nctm.org/ActivityDetail.aspx?ID=10). 2. Objetivos Con este programa se pretende facilitar: • La adquisición del concepto de igualdad y desigualdad de números • Las descomposiciones numéricas • Expresiones de la multiplicación mediante sumandos iguales, y de la división mediante restas sucesivas constantes • La comprobación de las propiedades aritméticas básicas (conmutativa, asociativa, elemento neutro, elemento simétrico, distributiva del producto respecto de la suma y respecto de la diferencia) • La adquisición del concepto de variable • La comprobación de propiedades algebraicas Descripción general de la práctica Las actividades se realizan en tres bloques según los tres tipos de balanzas. En la balanza con figuras se realizan algunas exploraciones dirigidas a introducir de forma natural algunas propiedades matemáticas como la conmutativa o la asociativa. En la balanza con números se aplican las propiedades anteriores además de otras como la distributiva, y se abordan actividades de descomposición numérica, tanto en forma aditiva como multiplicativa. Finalmente, en la balanza con expresiones algebraicas, los estudiantes analizan cómo el equilibrio de los dos platillos de la balanza que incluyen variables algebraicas, depende del valor que tomen dichas variables. En el cuaderno de grupo pedimos a los estudiantes que analicen algunas ventajas e inconvenientes de este recurso para trabajas nociones aritméticas. La mayoría de ellos manifiestan que la balanza con figuras puede generar confusión en el aula pues no todas International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 320 las figuras tienen el mismo “peso” cada vez que se ejecuta el programa. Sin embargo, valoran muy bien el potencial de la balanza con números para explorar diferentes descomposiciones numéricas de manera sencilla. Cuaderno de Prácticas del Taller de Matemáticas. Bloque de Medida y Estadística Práctica 2: Medida indirecta de longitudes inaccesibles 1. Presentación Una forma de medir indirectamente longitudes se basa en aplicar las leyes de la proporcionalidad de la medida de los segmentos homólogos de triángulos semejantes, establecida en el teorema de Tales. El esquema que, con carácter general, se utilizará en la actividad es el que sigue. D B C A O La relación entre la medida de los segmentos es: OA OC = OB OD = AB CD Para resolver los problemas hay que construir el esquema anterior para el problema que se trate, en el que se tiene que dar necesariamente el paralelismo entre el segmento AB y CD; en este caso, y en el de las actividades que se proponen, este paralelismo se consigue haciendo que ambos segmentos sean perpendiculares al segmento OC. 2. Objetivos Con esta actividad se pretende que practiques resolviendo problemas de obtención de medidas de objetos inaccesibles. Esto se concreta en que: a) Percibas la viabilidad de realizar y emplear actividades matemáticas fuera del aula, conectando éstas con situaciones reales. b) Tomes conciencia de que estas actividades tienen unas características especiales diferenciadas de lo que suelen ser las tareas que se proponen dentro del aula, y que conviene conocer y trabajar. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 321 c) Realices actividades de medida (longitudes y amplitudes) empleando los instrumentos adecuados. d) Realices una aplicación práctica del teorema de Tales. Descripción genérica de la práctica Las actividades de esta práctica están organizadas en torno a dos métodos de medida de alturas inaccesibles: según la sombra proyectada, usando listones y con teodolito. Con el primer método se usa la noción de proporcionalidad, y se aplica hallando la altura de varios árboles que hay en la entrada de la Facultad en la que se realizan las prácticas. Con el segundo método se aborda la medición de la altura del edificio principal de la propia Facultad. En ambos casos, antes de aplicar la medición, pedimos a los estudiantes que estimen esas alturas, para que luego las contrasten con los resultados obtenidos. Finalmente, con el teodolito se repiten las mediciones anteriores para comprobar las diferentes medidas obtenidas. En el cuaderno de grupo pedimos a los estudiantes que describen los procedimientos que han llevado a cabo en las diferentes mediciones, y que valoren la bondad de cada uno de ellos. En general, admiten que son métodos caseros pero muy efectivos para medir alturas inaccesibles, y sostienen que obtienen diferencias notables entre sus estimaciones previas y las mediciones finales. Cuaderno de Prácticas del Taller de Manipulativos. Bloque de Aritmética Práctica 2: El material Multibase 1. Presentación No siempre se ha usado el sistema de numeración actual para representar números. Aunque han existido diversos sistemas de numeración, ya sabes que antes de nuestro sistema los números se representaban en el sistema romano. Pero el sistema de numeración romano no resultaba muy práctico para el cálculo, por lo que se hacía necesario el uso de ábacos para manejar grandes cifras. A partir del siglo XIII comenzó a utilizarse el sistema de numeración posicional que usamos en la actualidad. Aunque de procedencia hindú, los árabes jugaron un importante papel en su difusión, de ahí el nombre de sistema indoarábigo. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 322 El material de trabajo que vamos a utilizar está diseñado específicamente para trabajar y comprender el sistema de numeración y sus características. Como verás, puedes trabajar con bloques multibase en base decimal o en otra base. Las características del material cambiarán según el caso, pero hay propiedades de los sistemas que son siempre las mismas independientemente de la base que emplees. Un material como éste, diseñado de modo que al usarlo se trabaja con un concepto matemático, recibe el nombre de material estructurado. 2. Objetivos a) Reconocer las propiedades de los sistemas de numeración multiplicativos y posicionales en situaciones concretas. b) Establecer la distinción entre el concepto de número natural y sus representaciones por medio de materiales manipulativos o por medio de sistemas de numeración escritos. c) Comprender el mecanismo de los algoritmos de las operaciones aritméticas básicas por medio de la manipulación del material multibase. d) Conocer y utilizar el material didáctico de los bloques multibase como modelo para comprender el sistema de numeración y los algoritmos. 3. Bibliografía y recursos Dienes, Z. P. (1978). Cómo utilizar los bloques multibase. Barcelona: Teide. Gómez, B. (1988). Numeración y cálculo. Madrid: Síntesis. Ifrah, G. (1987). Las cifras. Historia de una gran invención. Madrid: Alianza Editorial. 4. Actividades del cuaderno individual 1. Considera el siguiente conjunto de objetos: a) Cuenta en base cuatro esta colección de objetos de dos formas: i) Por los agrupamientos necesarios en el dibujo. ii) Usando la secuencia numérica en base cuatro. b) Cuenta la colección en base diez de las dos formas anteriormente indicadas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 323 c) Representa la cantidad anterior con el material multibase en la base cuatro con el menor número de objetos. d) Representa y anota en el cuadro adjunto el resultado obtenido. Usa los Símbolos ( , , ▐ , ) para la representación gráfica y escribe los Numerales correspondientes en la fila de abajo. er Unid. 3 orden Unid. 2º orden Unid. 1er orden ▐ Unid. simples S N 2. Toma ahora el material multibase de base cuatro y representa con él el mismo conjunto de objetos. Prueba luego con otras bases diferentes y amplia el cuadro anterior: Base Unid. 3er orden Unid. 2º orden Unid. 1er orden ▐ Unid. Simples diez cinco S N S N 3. Representa con los bloques de base seis la cantidad que en dicha base de escribe 4251(seis ¿Qué pasos tienes que dar para encontrar su expresión en base diez? Hazlo usando los materiales y luego explica cómo hacerlo si no tienes los materiales. 4. Con los bloques de base diez representa la cantidad que en dicha base se escribe 258. ¿Qué pasos tienes que dar para encontrar su expresión en base cinco? Hazlo usando los materiales y luego explica el proceso si no tienes los materiales. 5. Representa con los bloques de base diez los números 267 y 582. Manipulando el material, realiza la suma de 267 + 582 y explica qué ocurre con las unidades de primer orden (o decenas). 6. Representa con los bloques de base diez los números 335 y 152. Manipulando el material, realiza la diferencia 335 - 152 y explica cómo has operado con las unidades de primer orden (o decenas). ¿Hay otra forma de hacerlo? 7. Realiza una división y una multiplicación en base cinco: 24 × 3 y 142 : 4 en base cinco. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 324 5. Actividades del cuaderno de grupo 1. Describe el material en base diez y en base cuatro. 2. Compara este material con el ábaco. Señala algunas diferencias en su uso. 3. Como has podido comprobar, la misma cantidad de objetos se expresa de forma diferente según la base del sistema elegido. Establece una distinción entre el número y su expresión por medio del sistema de numeración. 4. Explica cómo se manifiesta en el uso del material multibase el principio de agrupamiento y el principio posicional. 5. El sistema monetario tiene ciertas similitudes con el material multibase. Establece similitudes y diferencias entre ellos. Determina las condiciones que debería cumplir un sistema monetario para trabajar en base diez. 5. CONCLUSIONES: IMPLICACIONES PARA LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE DE LOS ESCOLARES DE PRIMARIA La realización de este tipo de actividades en la formación inicial de profesores de matemáticas de Educación Primaria tiene varias implicaciones. Por una parte, inciden en la formación del futuro maestro, contribuyendo a desarrollar su conocimiento profesional y por tanto pueden extraerse consecuencias para sus futuros escolares. Por otra parte, también existen implicaciones para los propios formadores que diseñamos y llevamos a la práctica esta formación y para, también de manera general, el desarrollo de nuestra área de conocimiento. En relación a la formación de futuros maestros, uno de los principales avances de este diseño formativo es la relación entre teoría y práctica. Los estudiantes se ven inmersos en un proceso de aprendizaje en el que han de conjugar los conocimientos matemáticos que se desarrollan en las sesiones de teoría, con las actividades que se plantean en las prácticas. En ellas han de poner en juego esos conocimientos teóricos para dar respuesta y justificar las cuestiones planteadas. Asimismo, el tipo de actividades planteadas en las prácticas, suponen un modo muy activo para que los estudiantes profundicen en esas nociones matemáticas, y vayan más allá de los desarrollado en clase de teoría. Por otro lado, desde el punto de vista de su aprendizaje como futuros maestros, también conocen y participan en un modelo de enseñanza en el que son ellos los protagonistas, y del que pueden extraer muchas consecuencias como profesores. Todas International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 325 estas consecuencias se han extraído de las tutorías dirigidas en pequeños grupos que realizan al término de cada bloque de prácticas. En primer lugar conocen y analizan materiales y recursos que están disponibles para el profesor, y profundizan en su manejo, en sus fortalezas y debilidades, y en cómo emplearlo en el aula. Encuentran que mucho de ellos podrían resultar de gran valor de cara al aprendizaje de los escolares. En segundo lugar, también son actores en un modo de organizar un aula que encuentran muy apropiada para el trabajo con materiales por el tipo de debates y discusiones que genera. En tercer lugar, los futuros maestros se esfuerzan por trabajar y compartir ideas en grupo, y ellos sostienen que eso es un aspecto crucial en la actividad profesional en un centro escolar. Otro campo en el que pueden extraerse consecuencias de esta actividad formativa es en la propia labor y formación del formador de maestros. Después de un año de la planificación y la experimentación realizada, no sólo se ha cumplido con la normativa de adaptación de las asignaturas al futuro EEES. También reconocemos otros aspectos que consideramos muy valiosos, tanto en el desarrollo profesional de los formadores que hemos estado implicados, como en el desarrollo del área de conocimiento en una Facultad de Educación y en la Universidad de Granada. En primer lugar, la experiencia ha promovido interesantes debates y discusiones entre los profesores en relación a la planificación de la formación de maestros en el área de matemáticas. Con motivo de estas actividades se generó un material para el aula, consensuado por el grupo de profesores y experimentado en la misma. En segundo lugar, las actuaciones descritas han generado cambios importantes en la actitud de los alumnos con relación a la asignatura Matemáticas y su Didáctica, y con las matemáticas escolares. Su participación en las prácticas, el impulso de un trabajo autónomo, y el fomento de la comunicación entre ellos mismos, y entre ellos con los profesores, han constituido uno de los grandes avances de esta experiencia. Finalmente, ha establecido un modelo de trabajo en aulas con gran número de alumnos, más de cien, donde a priori no es fácil abandonar una metodología basada en la clase magistral. Por tanto, podemos concluir que la experiencia resulta útil desde varios puntos de vista. Por una parte es relevante para la formación de profesores de matemáticas para los niveles de Primaria, incluyendo las matemáticas de las distintas especialidades de la carrera de maestro. Asimismo, moviliza la organización de una actuación docente universitaria que promueve el trabajo del alumno en situaciones de masificación. Por International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 326 otra parte, es sin duda una experiencia importante de cara a la adaptación de las enseñanzas a las nuevas directrices europeas en materia de educación superior. REFERENCIAS Cardeñoso, J. M. (1999). Sobre el conocimiento profesional, en relación con el área de didáctica de la matemática, que construimos en las aulas de formación de profesores de primaria. En J. Carrillo y N. Climent (Eds.) Modelos de formación de maestros en Matemáticas, Huelva: Servicio de Publicaciones de la U. de Huelva, 119-132. Díaz Godino, J. (2005). Aplicación de un enfoque pragmático sobre las competencias y la cognición al desarrollo curricular. Documento no publicado. Granada: Departamento de Didáctica de la Matemática. Ferrater, J. (1991). Diccionario de Filosofía. Madrid: Alianza. Flores, P. (1999). Conocimiento profesional en el área de didáctica de la matemática en el primer curso de la formación de maestros de educación primaria. En J. Carrillo y N. Climent (Eds.) Modelos de formación de maestros en Matemáticas, Huelva: Servicio de Publicaciones de la U. de Huelva, 91-118. Flores, P. y Segovia, I. (Eds.) (2004). Prácticas de matemáticas para maestros. Granada: Departamento de Didáctica de la Matemática. González, J., Wagenaar, R. (Eds.) (2003) Tuning Educational Structures in Europe. Informe final fase uno. Bilbao: Universidad de Deusto y Universidad de Groningen. Llinares, S. (1998). Conocimiento profesional del profesor de matemáticas y procesos de formación. UNO, 17, 51-65. Monereo, C. (Coord.) (1994). Estrategias de enseñanza y aprendizaje. Barcelona: Graó. Moral, C. (2001). Actividades prácticas en el aprendizaje universitario. En Guía III Materiales de formación del profesor universitario. Proyecto andaluz de formación del profesorado universitario. Sevilla: UCUA, 303-333. Pozo, J.I. y Monereo, C. (1999). El aprendizaje estratégico. Madrid: Santillana. Resnick, L.B. y Ford, W.W. (1990). Los ejercicios y de la práctica. En La enseñanza de las matemáticas y sus fundamentos psicológicos. Madrid: Paidós, 25-57. Rico, L. (Coord.) (1997). La educación matemática en la enseñanza secundaria. Barcelona: Horsori. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 327 Segovia, I. y Roa, R. (2005). Fundamentación institucional. Granada: Departamento de Didáctica de la Matemática. Socas, M., Camacho, M., y Morales, A. (1999). Formación del profesorado e investigación en educación matemática. La Laguna: Departamento de Análisis Matemático de la Universidad de La Laguna. Vizcarro, C., Liébana, C., Hernández, A., Juárez, E. e Izquierdo, F. (1999). Evaluación de estrategias de aprendizaje. En J. I. Pozo y C. Monereo (Coord.) El aprendizaje estratégico. Enseñar a aprender desde el currículo. Madrid: Aula XXI Santillana, 277-299. Agradecimientos El desarrollo del plan formativo presentado en el documento se ha llevado a cabo gracias a los dos Proyectos de Innovación Docente concedidos y avalados por el Vicerrectorado de Planificación, Calidad y Evaluación Docente de la Universidad de Granada. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 328 ANEXO I Programa de la asignatura de Matemáticas y su Didácticas para Maestros de Educación Primaria Asignatura: MATEMÁTICAS Y SU DIDÁCTICA Tipo: Troncal específica Créditos: 9 (4,5 T + 4,5 P) Carácter: Anual Área: DIDÁCTICA DE LA MATEMÁTICA ECTS: 225 horas de trabajo del alumno/año HORAS PRESENC/AÑO: HORAS NO PRESENCIALES/AÑO: 162 63 H. Teor/año H. Práct/año Est. Est. Práct/año Evaluac/año Trabajos/año 42 21 15,75 56,24 27,05 (1,4/semana) (0,7/semana) 63 (0,52/sem) (1,87/sem) (0,9/sem) Teor/año (2,1/sem) Nivel, requisitos, idioma en que se imparte: Los alumnos deben dominar los conceptos, destrezas, algoritmos y estrategias básicas de las Matemáticas de Educación Primaria y Primer Ciclo de Secundaria. Idioma Español. Descriptores : Conocimiento de las matemáticas. Contenidos, recursos didácticos y materiales para la enseñanza. Objetivos (competencias): · Conocer las matemáticas básicas que permitan desarrollar su futura labor profesional como docente en la Educación Primaria. · Disponer de las destrezas necesarias para el empleo de instrumentos, técnicas y material didáctico en el área de matemáticas, incluido el uso de nuevas tecnologías. · Analizar e interpretar las normas que regulan el currículo de matemáticas de Educación Primaria · Comprender, interpretar y extraer conclusiones de las producciones de los niños (útiles matemáticos, estrategias, conocimiento informal, concepciones previas, representaciones, errores, obstáculos, etc.). · Realizar consultas, elaborar informes relacionados con el currículo de matemáticas con claridad, precisión y rigor. · Percibir el conocimiento matemático como interdisciplinar y, cultural y socialmente útil. Valorar la labor educativa como compromiso ético y social. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 329 Contenidos (programa): Programa de teoría: EL NÚMERO NATURAL. SISTEMAS DE NUMERACIÓN. Número natural. Concepto y usos. Cuantificación y ordenación. Sistemas de Numeración: Sistemas Posicionales. El Sistema de Numeración Decimal. Números enteros: concepto, simbolización y contextos. ARITMÉTICA. Estructura aditiva: suma y resta de números naturales; conceptos y propiedades; usos. Estructura multiplicativa: producto y división de números naturales; conceptos y propiedades; usos. Cálculo mental y Estimación. La calculadora en el aula. Los problemas aritméticos. Resolución de Problemas. NÚMEROS RACIONALES. Concepto de fracción y significados. Operaciones con fracciones. Equivalencia de fracciones. El número racional. Operaciones con racionales. Propiedades. Ordenación de racionales. Representación gráfica. Números decimales. Representación decimal de los números racionales. Operaciones y ordenación de decimales. GEOMETRÍA. Plano y Espacio: conceptos básicos, relaciones y propiedades. Figuras (polígonos y círculos) y cuerpos (poliedros y cuerpos redondos): elementos y propiedades. Posiciones en el espacio: sistemas de referencia. Introducción a las transformaciones geométricas. Geometría en el entorno MAGNITUDES Y SU MEDIDA. Idea de magnitud. Cantidad. Las magnitudes longitud, superficie, volumen, amplitud, capacidad tiempo y dinero. Medida directa de magnitudes ; sistemas de unidades de medida; evolución histórica Medida indirecta de magnitudes: proporcionalidad aritmética y geométrica. Estimación y aproximación en la medida. INTRODUCCIÓN A LA ESTADÍSTICA Y A LA PROBABILIDAD. La Estadística y sus usos. Población, muestra y variables estadísticas. Tablas y gráficos. Medidas de posición central. Medidas de dispersión. Fenómenos aleatorios. Conceptos de probabilidad. Asignación de probabilidad: regla de Laplace. La Estadística como conocimiento cultural. Programa de prácticas: Las prácticas estarán referidas al desarrollo de las competencias asociadas a los temas de teoría distribuidos en tres bloques, Aritmética, Geometría y Medida, Estadística y Probabilidad y consistirán en: - Resolución de problemas - Conocimiento y uso de materiales didácticos. - Lectura y análisis crítico de textos sobre matemáticas. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 330 Metodología: Metodología de los créditos teóricos: El desarrollo del curso potenciará el protagonismo del alumno en su aprendizaje, aumentando su trabajo autónomo que estará organizado por medio de clases teóricas y atención tutorizada. Las Clases teóricas, de 2 horas semanales presenciales en el aula , en las que el profesor presentará, orientará y sintetizará los temas del programa, y guiará las reflexiones y análisis de los alumnos basadas en las lecturas de los textos recomendados en la bibliografía; así mismo presentará y facilitará la comprensión de aquellos contenidos teóricos que tengan mayor complejidad. La atención tutorizada en: Seminarios de orientación, de 1 hora semanal en el aula, en la que el profesor atenderá las cuestiones y dudas de los alumnos que participen, y presentará y contextualizará situaciones problema sobre lo tratado en las clases teóricas y en el estudio independiente Sesiones de Tutoría, en el despacho del profesor, para resolver las dudas, ayudar en el estudio a los alumnos o grupos y hacer un seguimientos de las tareas propuestas. Con objeto de dirigir la acción, se suministrarán unas guías de trabajo y hojas de actividades que orienten al alumno y guíen el trabajo del profesor en clase.. Los alumnos realizarán las tareas encomendadas, trabajando en grupos cuando sea procedente, participarán en las puestas en común y desarrollarán y presentarán los trabajos elaborados, empleando medios tecnológicos adecuados. Metodología de los créditos prácticos: Al hacerse más patentes las competencias que se espera que alcancen los alumnos, se potencian también las actividades prácticas, en las que los alumnos actuarán sobre materiales concretos, bajo la supervisión del profesor. Para ello en el momento de las prácticas (las tres últimas semanas de cada trimestre) cada grupo se dividirá en tres subgrupos que ocuparán de manera rotatoria y semanal tres espacios diferenciados: Aula base del curso, en la que se lleva a cabo resolución de problemas matemáticos y de enseñanza. Seminario del Departamento de Didáctica de la Matemática, o un aula auxiliar, en el que se ubicará un laboratorio de matemáticas. Aula de Informática, en la que se realizarán prácticas matemáticas y didácticas empleando ordenadores e Internet. En el primer trimestre las prácticas estarán asociadas a los temas de Aritmética (tres primeros temas) las del segundo a Geometría (tema 4) y las del último trimestre a Medida, Estadística y probabilidad (temas 5 y 6) El trabajo en los créditos prácticos priorizará la actuación de los alumnos, primero individual, y luego en grupos. El profesor presentará las actividades, atenderá a las dudas, animará el trabajo de los alumnos, y coordinará las puestas en común. Para ello se requiere International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 331 del uso de unos ‘cuadernos guía de prácticas’ con las instrucciones y actividades pertinentes. Evaluación: El mayor contacto entre profesor y alumno en las tutorías y en las actividades prácticas permiten un proceso de evaluación continuo, que facilita la orientación, y no se limita a la calificación; para ello se recomienda a los alumnos hacer uso de las tutorías. Para la calificación final del alumno se tendrá en cuenta: a) La realización y la calidad de los trabajos, individuales o en grupo, propuestos por el profesor, así como su presentación oral o escrita. b) La superación de una o varias pruebas escritas a lo largo del curso sobre los contenidos del programa. c) El grado y la calidad de la participación en las actividades que tienen lugar durante las clases; d) La asistencia y aprovechamiento durante la realización de los tres módulos de prácticas y el trabajo reflejado en los cuadernos de prácticas. e) La asistencia regular a las clases teóricas. La Calificación final deberá recoger la superación de los créditos teóricos y prácticos de manera independiente. Aquellos alumnos que opten por un seguimiento distinto de la asignatura tendrán la opción de examen final que incluirá los contenidos de carácter teórico y práctico desarrollados durante el curso. Bibliografía. Calendario (programación): Primer cuatrimestre: Números, Sistemas de numeración. Aritmética (Temas 1, 2 y 3). Segundo cuatrimestre: Geometría, Medida y Estadística y Probabilidad (temas 4, 5 y 6). International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 332 Anexo II Guión de trabajo para el profesor y el alumno del tema primero de la asignatura de Matemáticas y su Didáctica International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 333 DEPARTAMENTO DE DIDÁCTICA DE LA MATEMÁTICA. UNIVERSIDAD DE GRANADA Asignatura: Matemática y su Didáctica en la Educación Primaria. Curso 2004-05 Guión del Tema 1: EL NÚMERO NATURAL. SISTEMAS DE NUMERACIÓN. 1. Usos del número natural (1, 123 y siguientes). 2. Concepto de número natural (1, 128 y siguientes). 3. Ordenar. La secuencia numérica. (1, 131-132). Cuantificar. Estrategias. El cero (1, 133 y siguientes) y (2, 31). 4. Representación del número. Sistemas de Numeración: antecedentes y evolución (1, 138 y siguientes) y (2, 31). 5. Sistemas posicionales. El sistema de Numeración Decimal (1, 140) y (2, 55). 6. Materiales y recursos (1, 141) y (2, 163). Bibliografía Castro, E. (Ed.) (2001). Didáctica de la matemática en la Educación Primaria. Síntesis: Madrid. Gómez, B. (1988). Numeración y cálculo. Síntesis: Madrid. Nortes, A. (1995). Matemáticas y su didáctica. Lerco Print: Madrid Orientaciones para el trabajo del alumno Tres son las ideas básicas asociadas a este tema: la idea de número natural que se extrae de la reflexión sobre el concepto matemático, su uso y sus formas de representación. En relación al concepto se pretende que el alumno tenga una idea del significado del concepto de número desde sus concepciones ordinal y cardinal. En relación a su uso se pretende que el alumno comprenda la importancia del dominio de la secuencia numérica, conozca los principios básicos de la actividad de contar y las estrategias que se emplean en los usos fundamentales del número: la ordenación y cuantificación. En relación a las formas de representar los números el alumno debe dominar los principios del funcionamiento del sistema de numeración decimal así como otras formas de representación que permitan una reflexión y análisis del mismo: existencia del cero, valor posicional, etc. Por último, el alumno debe conocer los materiales y recursos más usuales en la enseñanza aprendizaje de los números y el sistema de numeración como las regletas Cuisenaire, los bloques de multibase y el International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 334 ábaco. Las actividades que se proponen en hoja anexa son las cuestiones a las que el alumno debe saber dar respuesta; también se presentan algunos ejemplos que pueden servir de reflexión así como para poner de manifiesto si comprende las cuestiones teóricas y sabe aplicarlas. Organización temporal 7 de Octubre, Jueves (2 horas) Epígrafes 1, 2 y 3. Actividades 14 de Octubre, Jueves (2 Epígrafes 4 y 5. Actividades horas) 19 de Octubre, Martes (1 hora) Seminario de orientación tema 1. Actividades 21 de Octubre, Jueves (2 Epígrafes 5 y 6. Actividades. Presentación del tema horas) 2 26 de Octubre, Martes (1 hora) Seminario de orientación tema 1: Actividades Actividades de reflexión y evaluación • ¿Qué es número? ¿Para qué se emplea (usa)? • ¿En qué consiste contar/emparejar? ¿Qué tipo de número resulta de contar/emparejar? ¿Cómo se caracteriza el número resultante de contar? ¿Cómo se cuenta? • ¿En qué consiste ordenar? ¿Qué tipo de número resulta de ordenar? ¿Cómo se caracteriza el número resultante de ordenar? • ¿De qué formas se representa el número? ¿Qué características tiene el sistema decimal de numeración escrito? ¿Y el sistema oral? ¿En qué se diferencian del sistema de numeración romano? ¿Qué otros sistemas tienen las mismas características? • ¿Qué particularidades tiene el cero? ¿Qué función tiene el signo del cero en el sistema de numeración? ¿Qué materiales se pueden emplear para trabajar el sistema de numeración? ¿Cómo se emplean cada uno de estos materiales? International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 335 LA NARRACIÓN COMO METODOLOGÍA DE INSTRUCCIÓN DE LAS MATEMÁTICAS EN EDUCACIÓN PRIMARIA: ESTUDIO DE CASO ÚNICO. Francesca Marí Sabater. Psicóloga. Máster en Dificultades de Aprendizaje Mª Dolores Gil Llario. Profesora Titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universitat de València. Estudi General [email protected] RESUMEN El objetivo del presente trabajo es mostrar cómo la narración constituye un método de instrucción básico para la consolidación de los fundamentos de la matemática temprana tal y como propone Bruner (1997). Como este autor señala, lo interesante de una narración es resolver lo inesperado y explicar el desequilibrio que originó el relato en su primer momento. De manera que el relato tiene dos aspectos: una secuencia de acontecimientos y una valoración implícita de los acontecimientos relatados. Se diferencia de una mera exposición de la información por la facilidad con que el oyente se siente implicado, y en esa medida por su potencial motivador por todo lo cual se convierte en un método especialmente interesante para trabajar el área de matemáticas. En este trabajo se muestra una narración que recoge prácticamente todos los objetivos básicos de 1º de Primaria de matemáticas atendiendo al conocimiento informal de los niños en estas edades y haciendo de este modo significativo el aprendizaje. De los nueve objetivos del bloque de numeración cinco se trabajan directamente en la narración y tres no se trabajan directamente pero se pueden introducir a través de la narración. En el bloque de operaciones tres se trabajan con la narración y los otros tres de forma indirecta; los tres objetivos del bloque de problemas se trabajan directamente mediante la narración así como dos de los tres del bloque de topología. Tres de los cuatro objetivos del área de medidas también se pueden trabajar aunque indirectamente y sólo el bloque de estadística quedaría sin tratar. La narración, Quatrepins, además lleva asociadas una serie de actividades de tipo manipulativo dirigidas a incrementar la comprensión y consolidación de los objetivos básicos. Este procedimiento fue aplicado a un caso único. Se trata de una niña, Laia, que cursa primero de E. Primaria y que a pesar de tener una inteligencia normal y no presentar dificultades en los procesos básicos implicados en el desarrollo del pensamiento matemático presenta un bajo rendimiento debido fundamentalmente a su baja motivación. A esta niña le gustan mucho los cuentos e insiste en que las matemáticas son “lo contrario de los cuentos” y por eso no le gustan nada. Esto hace que sus niveles atencionales se reduzcan cuando se trata de una tarea matemática. Los resultados muestran un claro aumento en su rendimiento matemático y sobre todo un interés por las matemáticas que antes no tenía. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 336 INTRODUCCIÓN Las matemáticas constituyen un área de estudio que por numerosos motivos, entre los que destaca la descontextualización de contenidos que ciertas prácticas instruccionales han ocasionado, constituye un núcleo académico que genera rechazo en muchos niños que inician su escolarización. Estos niños experimentan dificultades para captar la significatividad y la utilidad que una buena competencia matemática les puede conferir. Es preciso, por tanto, introducir prácticas instruccionales que tengan como objetivo paliar este problema haciendo que los niños se interesen por las matemáticas desde el principio, es decir, desde E. Infantil, de manera que de forma activa se impliquen en su aprendizaje. Esta etapa así como los primeros cursos de Primaria son un período clave de cara a la prevención de ulteriores dificultades de aprendizaje. La narración, tal y como señala Bruner (1997), tiene la cualidad de atraer inmediatamente la atención del lector. Además, no sólo la capta al inicio del relato sino que la mantiene a lo largo del mismo ya que lo interesante de una narración es ir resolviendo lo inesperado de manera que se vaya explicando el desequilibrio que originó el relato en su primer momento. Así pues el relato supone una valoración implícita de los acontecimientos relatados a lo largo del transcurso del propio relato. La narración se diferencia de una mera exposición de la información por la facilidad con que el oyente se siente implicado, y en esa medida por su potencial motivador por todo lo cual se convierte en un método especialmente interesante para trabajar el área de matemáticas en E. Infantil. OBJETIVO: El objetivo de este trabajo es mostrar cómo la narración puede constituir una estrategia válida y eficaz para el tratamiento de las dificultades de aprendizaje de las matemáticas en niveles tempranos. Para ello se desarrolla un programa de intervención basado en la narración donde se recogen prácticamente todos los objetivos básicos de 1º de Primaria International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 337 de matemáticas atendiendo al conocimiento informal de los niños en estas edades y haciendo de este modo significativo el aprendizaje. Este procedimiento fue aplicado a un caso único. DESCRIPCIÓN DEL CASO. Laia inicia 2º curso de primaria. En la última sesión de evaluación del pasado curso el tutor insistió en la necesidad de trabajar los contenidos de matemáticas que no habían sido asimilados por la niña. Teniendo en cuenta el carácter acumulativo de la materia, era importante consolidar estos aprendizajes para evitar mayores dificultades. El tutor consideraba que la alumna tenía una buena capacidad de razonamiento. Además destacaba su motivación por la lectura y por los cuentos. Describía su actitud ante las matemàticas como de “bloqueo” que impedía su avance en los aprendizajes. El centro cuenta con el asesoramiento de un gabinete psicopedagógico municipal. La psicóloga de este gabinete realiza a principios de curso y a demanda del tutor, una valoración psicopedagógica de la alumna obteniendo los siguientes datos: - Las capacidades cognitivas generales de la niña se situan en el rango medio.(CI= 110. Valoración mediante WISC-R). Esto sugiere un buen razonamiento tanto verbal como lógico. - Cabe destacar la buena ejecución, ligeramente superior al rango medio, en las subpruebas Historietas, Comprensión y Semejanzas, denotando buenas capacidades de razonamiento verbal, captación de secuencias temporales y relaciones causa-efecto. - Por otro lado, se observa una ejecución deficiente (por debajo del rango medio) en la subpruebas Aritmética y Dígitos. Teniendo en cuenta que las puntuaciones del resto de la subpruebas en las que la atención está implicada (figuras incompletas, cubos, laberintos…) se sitúan dentro del rango medio, se descarta un posible déficit de atención. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 338 - La alumna se muestra colaboradora y participativa durante el proceso de evaluación. Resulta significativo el cambio de actitud que se da cuando las tareas requeridas son numéricas. “Esto seguro que no me sale…” “no me gustan los números…” “¿más números…? … son algunas de sus verbalizaciones. - Se administra una prueba criterial para valorar el grado de asimilación de los contenidos correspondientes a primer curso de ciclo inicial según el proyecto curricular del centro. Los resultados de esta valoración inicial se recogen en el siguiente cuadro: OBJETIVOS DE MATEMÀTICAS PARA 1º NUMERACIÓN A: Asimilado PA: Parcialmente asimilado NA: No asimilado. Formar grupos de diferentes maneras. PA Clasificar en función de dos criterios. PA Seguir series. NA Anterior y posterior de números menores de 100. NA Dictado y lectura de números menores de 100. PA Asociar número y cantidad. PA Ordenar números menores de 100. PA Ordinales: primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, último. PA OPERACIONES Suma sin llevar y llevando. NA Resta sin llevar. PA Números pares y impares, del 0 al 9. NA Cálculo mental con la suma. PA Uso de la calculadora para corregir. PA Estimación por aproximación (cantidades y medidas NA naturales) PROBLEMAS Problemas sencillos de sumar de una operación. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book PA 339 Problemas sencillos de restar de una operación. NA Aplicación de problemas a la vida real. NA TOPOLOGIA-GEOMETRIA Representación en el espacio (derecha/ izquierda) Reconocer y dibujar formas (cuadrado, círculo, triangulo, PA A rectangulo y rombo) MEDIDAS Medidas naturales de longitud (pie, plamo, paso...) PA Monedas. NA Tiempo (año, mes, semana, día) NA Utilización del reloj (horas en punto) PA ESTADÍSTICA Recogida y registro de datos. PA Probabilidad a nivel intuitivo. Fenómenos aleatorios. PA A partir de estos resultados se observan dificultades en todos los bloques de contenidos. - Se concluye que la baja motivación de la niña ante los datos numéricos compromete su rendimiento en las tareas matemáticas. Por ello se programa durante el primer trimestre, la asistencia de la niña al aula de pedagogía terapéutica para trabajar de manera sistemática estos contenidos. PROGRAMA DE INTERVENCIÓN: QUATREPINS. A partir de los datos aportados por el tutor y por la valoración psicopedagógica se desarrolla un programa de intervención con los siguientes objetivos: - Recuperar los contenidos no asimilados por la niña durante el pasado curso. - Aumentar la motivación por las matemàticas de la alumna, “desbloqueando” su actitud negativa hacia los datos numéricos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 340 Se considera que para promover aprendizajes significativos, será necesario partir de una metodología motivante para la niña, que dote de una funcionalidad real e inmediata a cada contenido que se presente. Por ello se decide recurrir a la narrativa como método de introducción de las tareas matemáticas. Tomando estas consideraciones, se elabora un cuento que constituirá el hilo conductor a partir del cual se irán introduciendo sucesivamente diferentes contenidos matemáticos. Las situaciones presentadas en la historia contextualizarán estos contenidos, dándoles un sentido y funcionalidad explícita, de aplicación inmediata para la resolución de dichas situaciones. Así se programa una intervención de dos sesiones semanales durante el primer trimestre por parte de la maestra de pedagogía terapéutica en atención individualizada. En la primera sesión semanal se introducirán los contenidos a través de la narrativa, en la segunda se realizaran actividades de práctica y consolidación de estos contenidos sin perder de vista el referente contextualizador del cuento. Así mantenemos la motivación tanto por la historia como por los aspectos trabajados. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 341 Quatrepins (escrita originalmente en valenciano, en castellano, Cuatropinos) explica la historia de una maestra y sus dos hijos que van a vivir a un pequeño pueblo. La escuela de este pueblo se reabrirá con su llegada después de años de inactividad. Sus habitantes han olvidado cómo funcionan los números y por ello la maestra y los niños se encuentran con situaciones curiosas que tendrán que resolver. En el siguiente cuadro presentamos los contenidos que se trabajan explícitamente en el cuento y aquellos que, aunque no se trabajan directamente, se pueden introducir al hilo de la historia: CONTENIDOS TRABAJADOS CONTENIDOS QUE SE PUEDEN DIRECTAMENTE INTRODUCIR NUMERACIÓN Seguir series. Formar grupos de diferentes maneras. Asociar número y cantidad. Clasificar en función de dos criterios. Dictado y lectura de números menores de Anterior y posterior de números menores International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 342 100. de 100. Ordenar números menores de 100. Ordinales: primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, último. OPERACIONES Suma sin llevar y llevando. Números pares y impares, del 0 al 9. Resta sin llevar. Uso de la calculadora para corregir. Cálculo mental con la suma. Estimación por aproximación (cantidades y medidas naturales) PROBLEMAS (todos los contenidos se trabajan directamente) Problemas sencillos de sumar de una operación. Problemas sencillos de restar de una operación. Aplicación de problemas a la vida real. TOPOLOGIA-GEOMETRIA (todos los contenidos se trabajan directamente) Representación en el espacio (derecha/ izquierda) Reconocer y dibujar formas (cuadrado, círculo, triangulo, rectangulo y rombo) MEDIDAS (todos los contenidos se pueden introducir de manera contextualizada a la narración) Medidas naturales de longitud (pie, palmo, paso...) Monedas. Tiempo (año, mes, semana, día) Utilización del reloj (horas en punto) Los contenidos referidos al bloque de estadística no se trabajan en la historia. A modo de ejemplo veremos algunas situaciones referidas en el cuento y los aspectos que se trabajan: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 343 4 - Todavía no hemos llegado y ya estoy harta de este pueblo- lloriqueaba Paula. Así que dejaron el coche allà mismo, bajaron la bicicletas del portaequipajes y las cargaron como pudieron con el resto de cosas que llevaban. Mientras caminaban con las bicis cogidas por el manillar, vieron una cosa que hizo que se detuvieran de tan extraña que les pareció. QUATREPINS A 35 PASOS QUATREPINS A 23 PASOS QUATREPINS A 29 PASOS QUATREPINS A 30 PASOS cinco - ¡Esto no puede ser! - Exclamó Paula. - ¿Quien habrá sido el bromista que nos has querido engañar de esta manera? - dijo Andreu. - Es cierot niños, no es posible que cuanto más avancemos, más pasos falten para llegar al pueblo. Estas señales tendrían que estar ordenadas de mayor a menor. -Tendríamos que colocarlas bien para que nadie más se líe- propuso Paula. -¡Vale! ¡Es una buena idea! - exclamó Andreu. Así que bajaron de las bicis y cambiaron los carteles. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 344 6 seis QUATREPINS A 23 PASOS QUATREPINS A 30 PASOS QUATREPINS A 35 PASOS QUATREPINS A 29 PASOS Podemos ver como en esta secuencia de la historia, que constituiría una sesión de trabajo, se trabajan los siguientes aspectos: - Asociar número y cantidad. Este es un contenido que se repite en cada página del cuento. En la parte superior siempre aparece un ejercicio en el que la niña tendrá que completar bien la expresión numérica o bien la cantidad de objetos a la que se refiere. - Lectura de números menores de 100. - Ordenar números menores de 100. - Ordinales: primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, último. Por otra parte se facilita el contexto para introducir el contenido referido a las medidas naturales, a la estimación por aproximación y a la resolución de problemas. Así, en la siguiente sesión, posteriormente a la lectura y resolución explícita de la situación, se pueden plantear otras actividades: - Medir en pasos la clase, en palmos la mesa… International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 345 - Estimar cuántos pasos puede medir el patio para posteriormente comprobar. - Ordenar ciudades según la distancia a la que se encuentran mirando un mapa. - Calcular los pasos que nos faltan para llegar al final del pasillo si sabemos que mide a y ya hemos recorrido b. - Etc… EVALUACIÓN. Al final del primer trimestre se realiza una valoración de la efectividad del programa. Para ello se recogen datos a partir de una prueba criterial paralela a la administrada en la evaluación inicial y a partir de las informaciones proporcionadas por el tutor y la maestra de pedagogía terapéutica. En el siguiente cuadro comparamos resultados de la prueba criterial inicial y la administrada post-intervención: A: Asimilado OBJETIVOS DE MATEMÀTICAS PARA 1º PA: Parcialmente asimilado NA: No asimilado. PRE-interv POST-interv NUMERACIÓN Formar grupos de diferentes maneras. PA PA Clasificar en función de dos criterios. PA PA Seguir series. NA PA Anterior y posterior de números menores de 100. NA A Dictado y lectura de números menores de 100. PA A Asociar número y cantidad. PA A Ordenar números menores de 100. PA A Ordinales: primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, PA A último. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 346 OPERACIONES Suma sin llevar y llevando. NA PA Resta sin llevar. PA A Números pares y impares, del 0 al 9. NA A Cálculo mental con la suma. PA PA Uso de la calculadora para corregir. PA A Estimación por aproximación (cantidades y medidas NA PA Problemas sencillos de sumar de una operación. PA A Problemas sencillos de restar de una operación. NA PA Aplicación de problemas a la vida real. NA PA PA A A A Medidas naturales de longitud (pie, palmo, paso...) PA PA Monedas. NA PA Tiempo (año, mes, semana, día) NA PA Utilización del reloj (horas en punto) PA PA Recogida y registro de datos. PA PA Probabilidad a nivel intuitivo. Fenómenos aleatorios. PA PA naturales) PROBLEMAS TOPOLOGIA-GEOMETRIA Representación en el espacio (derecha/ izquierda) Reconocer y dibujar formas (cuadrado, círculo, triangulo, rectangulo y rombo) MEDIDAS ESTADÍSTICA Como podemos observar, los progresos han sido significativos en todos los bloques de contenidos. Por otra parte tanto el tutor como la maestra de pedagogía terapéutica coinciden en señalar que: International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 347 - Ha habido un notable cambio de actitud hacia las tareas matemáticas que se manifiesta en: o Mayor motivación y participación en la clase de matemáticas, o Verbalizaciones que reflejan sus sentimientos de competencia (“ahora ya me sale”, “seguro que lo tengo bien”, …), o Generalizaciones de lo aprendido a otras áreas y a situaciones de la vida cotidiana. CONCLUSIONES El hecho de partir de unos niveles de razonamiento adecuados nos llevó a considerar que la falta de motivación era la causa fundamental del bajo rendimiento de la alumna. La baja competencia, repercutía a su vez en la motivación, generándose un círculo vicioso difícil de superar. Por ello se recurrió al uso de una metodología, cuyas características enlazaban bien con el estilo de aprendizaje de la alumna. Así se consiguió una mejora considerable de la motivación de la niña y consiguientemente un aumento de su capacidad de aprendizaje de las matemáticas. La narrativa constituye en este caso una metodología válida y eficaz para trabajar contenidos matemáticos. BIBLIOGRAFÍA: Bruner, J. (1997): La educación puerta de la cultura. Madrid: Aprendizaje Visor. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 348 On Cloud Nine® Math. Developing Reasoning and Computation in Math Nanci Bell, M.A., Director Lindamood-Bell Learning Processes 416 Higuera Street San Luis Obispo, CA 93401 USA (805) 541-3836 (805) 541-5392 fax [email protected] Jennifer Egan, M.A., Director of Curriculum Gander Educational Publishing 412 Higuera Street San Luis Obispo, California 93401 USA [email protected] Summary Dual Coding Theory (DCT) is a theory of mind in which all cognition consists of the independent activity of, or interplay between, two great mental codes: a verbal code specialized for language and a nonverbal code specialized for knowledge of the world in the form of mental images. Mathematical cognition requires that dual coding ability— interplay between the verbal and nonverbal codes. Mathematical instruction in mentally encoding information in both linguistic and imaginistic forms results in significant gains in mathematical reasoning, problem solving, and computation. The nonverbal code of imagery for math requires accessing both concept imagery (the ability to create mental representations for a whole) and numeral imagery (the ability to create mental representations for numerals and math facts). The direct and explicit development and application of the dual coding to math results in statistically significant improvement in math for children aged six to eight years. For example, after fifty-five hours of stimulation, the mean improvement in math computation was 91 to 101 in standard scores or from the 27th to the 53rd percentile. As cognitive psychologist, Pribram, stated, “We cannot think about something of which we are not consciously aware, and we cannot be aware of something not perceived sufficiently at the sensory level to come to consciousness.” Imagery is a sensory-cognitive factor underlying competency in mathematics. This presentation will discuss the role of dual coding in math instruction, show some specific steps, and present data. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 349 Estrategias para la lecto-escritura de números de dos cifras en la Educación Infantil: Análisis cualitativo de una situación de juego Carlos de Castro Hernández, [email protected], Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle (Universidad Autónoma de Madrid) Beatriz Escorial González, [email protected], Colegio Las Naciones de Madrid RESUMEN La investigación se desarrolla en un aula del último curso de Educación Infantil (5 y 6 años) en que los alumnos siguen una metodología de aprendizaje por proyectos. El aprendizaje matemático en los proyectos es significativo y funcional, pero carece de la sistematicidad que requiere el aprendizaje de ciertas destrezas matemáticas básicas, como la lectura y escritura de números. En esta situación, se plantea el interrogante sobre qué tipo de situaciones de aprendizaje, compatibles y complementarias con el enfoque de proyectos, permitirán a los niños aprender destrezas numéricas. La opción tomada en el diseño del curso, para abordar esta problemática, es el diseño de un taller de juegos matemáticos. Uno de los juegos utilizados es el bingo. En este contexto, planteamos el problema de investigación: Analizar las estrategias que emplean los niños de cinco y seis años en el juego del bingo para leer y escribir números de dos cifras. Participan en la investigación un grupo de alumnos del Colegio Las Naciones de Madrid. Los alumnos comienzan el curso jugando al bingo con el juego restringido a los diez primeros números. En las primeras sesiones utilizan una recta numérica, situada en la pared, para ayudarse en la lecto-escritura de números. En el primer trimestre aprenden la dinámica del juego y reconocen, sin necesidad de la recta numérica, números de una cifra. Durante el segundo trimestre, el bingo se amplía hasta los 30 primeros números. Los niños pasan de utilizar una recta numérica a una tabla con los cien primeros números. En el trimestre final, el juego se desarrolla con los números del 31 al 60. La mayoría de los niños acaban prescindiendo de la “tabla cien” para la lectoescritura numérica. Se ha utilizado una metodología cualitativa. Algunas sesiones de trabajo han sido grabadas en vídeo y en otras se han recogido información fotográfica y grabaciones de audio, transcritas para su posterior análisis. Los niños emplearon dos estrategias básicas: el uso de la recta numérica o la tabla cien, y la lectura directa de los números. Algunos niños no fueron capaces, al utilizar la “tabla cien”, de coordinar la recitación de la secuencia numérica oral con el señalamiento de números y el reconocimiento de los mismos. Estos niños emplearon una variante de la estrategia consistente en reconocer primero el número que debían leer para realizar a continuación la correspondencia entre los numerales orales y escritos. Los participantes aprenden a leer y escribir números de dos cifras en Educación Infantil, aunque estas destrezas suelen limitarse en esta etapa a números de una cifra. Los niños tienden, sin orientación de la maestra, a utilizar estrategias más eficientes para dinamizar el juego. Así, la práctica de lectura y escritura no resulta repetitiva. No ha habido un abuso de práctica que tendiera a fijar estrategias poco eficientes, ocasionando obstáculos en el aprendizaje. Un elemento fundamental ha sido la “tabla cien” como instrumento facilitador del proceso de lecto-escritura numérica. Su aparición fue “sugerida” por los alumnos al solicitarnos “una recta numérica más grande en dos filas”. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 350 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 351 International Symposium on Early Mathematics/Symposium Internacional sobre Matemática Temprana Cadiz-Spain, 5-6 May 2006 Grupo de Investigación HUM-634 Departamento de Psicología POSTERS VIERNES & SÁBADO/Friday & Saturday 5-6 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. El desarrollo temprano de la propiedad conmutativa de la adición en tareas de engaño perceptivo. Purificación Rodríguez Marcos, Lorena Alameda Mena y Laura Jiménez Márquez Exploring Kindergarten Children’s Number Skills. Meike Gruessing, La resolución de problemas verbales que requieren distintas consideraciones del contexto de la vida real. Laura Jiménez Márquez, Mª Oliva Lago Marcos y Mª Lourdes Hernández Rincón. Mathematics Education and Neurosciences (MENS). Fenna van Nes & Titia Gebuis Acquisition of concrete operational skills in first and second grade pupils. Alicja Maurer & Danuta Kmita Validación de una prueba de evaluación criterial de los contenidos matemáticos en educación infantil: determinación de los puntos de corte, fiabilidad y validez. Mª Dolores Gil Llario, Consuelo Vicent Català y Adela Descals Tomas Can rhythm help children in mathematics difficulties? Piccinini, P. Developing confidence and competence in early mathematics in England. Chris Kyriacou & Maria Goulding Conocimiento, uso y control de las estrategias de resolución de problemas en estudiantes de 5º de educación primaria. Mª Dolores Gil Llario y Francesca Marí Sabater Los forros de los cuerpos: una actividad para apoyar el desarrollo de la percepción geométrica en preescolar. Bertha Vivanco Ocampo Enhancing mathematical skills in pre-schoolers – development and evaluation of a programme for the kindergarten. C. Quaiser-Pohl International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 352 POSTER 1 EL DESARROLLO TEMPRANO DE LA PROPIEDAD CONMUTATIVA DE LA ADICIÓN EN TAREAS DE ENGAÑO PERCEPTIVO. Purificación Rodríguez Marcos, Lorena Alameda Mena y Laura Jiménez Márquez Universidad Complutense de Madrid E-mail: [email protected] El ambiente en el que se desarrollan los niños pequeños les ofrece múltiples oportunidades para el descubrimiento de los efectos de las operaciones aritméticas básicas (p.e., Bisanz, Sherman, Rasmussen y Ho, 2005; Bryant, 1997; Caballero, 2005; Ginsburg, Klein y Starkey, 1998). El examen de estas competencias tempranas ha permitido poner de manifiesto, por un lado, que los niños de Educación Infantil emplean diversos procedimientos de resolución apoyándose en referentes externos como los dedos. Por otro, que poseen un cierto conocimiento conceptual sobre los principios que subyacen a las operaciones. Así, diversos estudios han apoyado la visión de que el principio de inversión surge tempranamente en el razonamiento infantil (p.e., Bryant, Christie y Rendu, 1999; Klein y Bisanz, 2000; Rasmusen, Ho y Bisanz, 2003). En una línea similar se sitúan los estudios sobre la propiedad conmutativa de la adición, que constituye el objeto de este estudio. En general, sugieren que los niños pequeños tienen una cierta comprensión de la conmutatividad y plantean niveles de desarrollo, como los propuestos por Baroody y Gannon (1984), Resnick (1992) y Bermejo y Rodríguez (1993). No obstante, algunos autores, como Cowan (2003), señalan que las tareas que se han utilizado para medir la comprensión de la conmutatividad en el nivel de las cantidades resultan cuestionables. En efecto, el hecho de que los niños reconozcan que a+b=b+a no garantiza el conocimiento de que el resultado de la suma es idéntico en ambas cuentas. Teniendo en cuenta esto, hemos presentado a 25 niños de 2º de E.I. y 25 de 3º de Educación Infantil tres tareas de conmutatividad. La primera fue la prueba clásica a la que hemos denominado Conmutatividad Estándar (a+b=b+a), mientras que en la segunda (Conmutatividad con Engaño en el Continente) y en la tercera (Conmutatividad con Engaño en el Contenido) los niños han de construir la igualdad (a+b= b+?). Además, en estas últimas hemos introducido un engaño perceptivo, bien en el continente, bien en el contenido, para diferenciar entre los que realmente tienen el principio de conmutatividad de aquéllos que simplemente hacen una comparación perceptiva de las dos cuentas sin reparar en que el resultado ha de ser el mismo. Se realizó un ANOVA mixto 2 (Curso: 2º vs 3º de E.I.) x 3 (Tareas: Conmutatividad estándar vs. Conmutatividad con Engaño en el Continenete vs. Comutatividad con engaño en el Contenido) con medidas repetidas en el último factor con el programa SPSS 12.0. Los resultados indicaron que eran significativos los efectos principales de ambos factores. Los niños mayores obtenían mejores rendimientos que los más pequeños (M=1.320 vs. M=0.480) y las comparaciones por pares en el factor Tarea mostraron que existían diferencias entre ellas. Independientemente del nivel académico, la Tarea de Conmutatividad Estándar fue la más sencilla (M= 1.320), a continuación la Tarea de Conmutatividad con Engaño en el Continente (M= 0.860) y, finalmente, la Tarea de Conmutatividad con Engaño en el Contenido (M= 0.520). En suma, estos datos apuntan que el conocimiento de los niños de E.I. sobre la conmutatividad resulta poco elaborado y está influido por factores perceptivos. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 353 POSTER 2 Exploring Kindergarten Children’s Number Skills Meike Gruessing, University of Oldenburg [email protected] Summary Research in children’s development of number concept (e.g. Clements 1984) suggests that the development of number concept is based on the integration of various abilities and skills such as seriation, one-to-one correspondence, subitizing and counting. In addition, results of longitudinal studies (e.g. Krajewski, 2003) show that knowledge about quantities and numbers can be seen as an important pre-competency for mathematical learning. The findings suggest that it is possible to predict and minimize potential mathematical learning difficulties of children at risk prior to them starting school. In this context, the poster presents a study that seeks to investigate young children's mathematical understanding in the final year at kindergarten. The data collection is based on two different instruments: The OTZ (van Luit, van de Rijt & Hasemann, 2001) is a standardized test aiming to measure childen’s development of number concept. The individual level of early number concept development is determined by comparing the performance of the child with that of peers in a norm group. In addition to the OTZ, the data collection involves a task-based one-on-one interview which allows children to articulate their developing mathematical understanding through the use of specific materials provided for each task. This interview was developed by the research team of the Australian Early Numeracy Research Project (e.g. see Clarke, 2001) in order to provide teachers with a picture of the mathematical knowledge and understandings that children bring to school. The tasks of the interview are linked to a framework of „growth points“ in children’s understanding of mathematics. An additional “First Year Detour“ was developed for all five year-old children and for any children in grades 1 or 2 who are unable to count a collection of just over 20 small plastic teddy bears. It covers concepts such as “more” and “less”, the language of location, conservation, subitizing, numeral recognition, seriation and oneto-one correspondence. Based on interviews with 850 kindergarten children (five-year-olds) a range of number skills that most pre-schoolers demonstrated especially in the material based interviews were identified. However, around 10 % of the children clearly struggled with certain areas relevant to the development of number concept such as seriation, part-wholerelationships, ordering numbers and counting small collections. They were identified as “children at risk” with respect to their later school mathematics learning. In the poster the question how young children can be supported effectively in terms of their number concept development in early childhood education in the transition from kindergarten to primary school will be explored. References: Clarke, D. M. (2001). Understanding, assessing and developing young children’s mathematical thinking: Research as powerful tool for professional growth. In J. Bobis, B. Perry, & M. Mitchelmore (Eds.), Numeracy and beyond (Proceedings of the 24th International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 354 Annual Conference of the Mathematics Education Research Group of Australasia, Vol. 1, pp. 9-26). Sydney: MERGA. Clements, D. H. (1984). Training effects on the development and generalization of Piagetian logical operations and knowledge of number. Journal of Educational Psychology, 76, 766-776. Krajewski, Kristin (2003). Vorhersage von Rechenschwäche in der Grundschule. Hamburg: Kovac. Luit, J. E. H. van, Rijt, B. A. M. van de & Hasemann, K. (2001) Osnabrücker Test zur Zahlbegriffsentwicklung (OTZ).Göttingen: Hogrefe. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 355 POSTER 3 LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS VERBALES QUE REQUIEREN DISTINTAS CONSIDERACIONES DEL CONTEXTO DE LA VIDA REAL Laura Jiménez Márquez, Mª Oliva Lago Marcos y Mª Lourdes Hernández Rincón. Universidad Complutense de Madrid E-mail: [email protected] Desde que Estrella Baruk publicara en 1985 su libro Le age du capitaine se ha desarrollado una gran cantidad de investigación centrada en estudiar la supuesta falta de sentido común observada en los procedimientos de resolución que emplean los niños cuando resuelven problemas sencillos, pero carentes de sentido, en el contexto del mundo real (p.e., “Hay 25 cabras y 10 ovejas en un barco. ¿Cuántos años tiene el capitán?” responden sumamos las 25 cabras más las 10 ovejas que hay en el barco y averiguamos la edad del capitán). Para intentar comprobar el alcance de esta conducta se han llevado a cabo múltiples estudios empleando distintos tipos de problemas verbales (p.e., Cooper & Harries, 2002; Gravemeijer, 1997; Greer, 1997; Hatano, 1997; Inoue, 2005; Reusser & Stebler, 1997; Verschaffel, Greer y De Corte, 2000; Wyndhamn & Säljö, 1997; Yoshida, Verschaffel & De Corte, 1997). En general, los resultados han revelado que son muy pocos los niños que tienen en cuenta las consideraciones del contexto del problema a la hora de resolverlos (en torno al el 30%). La mayoría de los autores convergen en que esta tasa de fracaso no es debida a un déficit cognitivo, sino a un proceso mecánico de resolución de los problemas escolares y a que desconocen el grado de realismo permitido en sus respuestas (p.e., Cooper, 1992; Cooper & Harries, 2002; Gravemeijer, 1997). Sin embargo, una posible carencia de estos trabajos es que bajo la nomenclatura de problemas realistas han analizado conjuntamente problemas que requieren consideraciones muy distintas por parte de los niños, bien porque no tienen sentido, omiten información relevante, son ambiguos o porque es necesario tener en cuenta factores tan inusuales como el cansancio de un corredor durante una carrera. Teniendo en cuenta esto, en la presente investigación hemos evaluado a 22 niños de 2º de E.P. empleando 4 tipos de problemas realistas: irresolubles, soluciones múltiples, datos irrelevantes y solución en el enunciado. Nuestro objetivo era estudiar las respuestas realistas de los niños en función de las demandas del problema e intentar establecer un orden de dificultad entre ellos. Los resultados indicaron que los más complicados eran los de soluciones múltiples (13,6%) y los que omitían información relevante (15,9%), a los que seguían los problemas que incluían datos irrelevantes (40,9%) en el enunciado y, finalmente, los que ofrecían la solución en el propio enunciado (45,5%). Además, el 85% de los niños se enfrentaron a estos problemas siguiendo una misma estrategia de solución consistente en operar sobre las cantidades con independencia de las demandas de la situación. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 356 POSTER 4 MATHEMATICS EDUCATION AND NEUROSCIENCES (MENS) Fenna van Nes (MSc) of the Freudenthal Institute, The Netherlands Email: [email protected] Co-authored by Titia Gebuis (MSc) of the Helmholtz Institute, Department of Psychonomics, The Netherlands Abstract The Mathematics Education and Neurosciences (MENS) project is a unique project that focuses on the interdisciplinary cooperation of researchers in mathematics education and neuropsychology in the context of a study on how young children (four to seven years of age) solve mathematical problems. As the project has only started in September 2005, this article will describe the ongoing search process that the authors are experiencing in trying to develop a clear experimental set-up with effective tasks that allow for the research questions to be answered. Introduction How do young children solve mathematics problems? What can the method that a child applies tell us about the child’s mathematical abilities and about the development of these abilities? What can be observed in the brains of these children as they struggle with mathematics problems? In order for these questions to be answered, Fenna van Nes, supervised by Prof. Dr. J. de Lange of the Freudenthal Institute and Titia Gebuis, supervised by Prof. Dr. E. de Haan of the Helmholtz Institute, work in close collaboration to integrate their respective mathematics educational and neuropsychological research. The necessity for such integration has been propagated at many recent scientific debates. One such debate occurred during an invitational conference at the ‘Week of the Brain & Learning’ (‘Week van de Hersenen & Leren’) that was held in the Netherlands in 2004 and was International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 357 organized by the Dutch organization for scientific research (see the NWO conference report Jolles et al., 2004). During this conference, forty neuroscientists, cognitive and educational scientists debated in workshops about how current education in the Netherlands does not make enough use of the developmental potential of young children. It was therefore agreed that it is necessary to research the mathematical and scientific potentials from a greater developmental perspective and to not only study this at either a cognitive level or a neural level of the brain, but especially at the relationship between these two levels. During this conference, a new method of performing research on cognitive processes that are fundamental to language, mathematics and abstract thinking was suggested. This method emphasizes the implementation of studies in a multidisciplinary setting. It is in such a setting that neuropsychologists and cognitive psychologists can and should work together with professionals in the field of mathematics education. The significance of this collaboration lies in the correlation between theory and practical situations; such a cooperative method of performing research provides the research with a strong theoretical basis from which testable predictions can be made. The result is theoretical research that may be applied to practical situations in a more direct and convincing way. The objectives of the MENS project originate from relevant recent discussions such as those described above. The search itself towards an integration of mathematics educational research and neuropsychological research should already guide new approaches for future research on how children learn and develop basic cognitive abilities. Furthermore, results of the studies should contribute to knowledge on the development of mathematical abilities in young children. These results are highly significant in a practical setting in that they can help strengthen the link between the International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 358 intuitive interests in mathematical problems that children have at a very young age (i.e. comparing, sharing and grasping space) and the more formal instruction that children are introduced to in school. In addition to these theoretical and practical outcomes, the authors hope to find longitudinal results that shed light on the development of mathematical abilities, so that pointers to possible complications in this development can be identified and redressed as soon as possible. Theoretical backgrounds Young explorers Children are naturally extremely keen to explore the world around them, as they constantly ask questions and want to know more. Every day is filled with astonishing discoveries and great leaps in understanding. Much research has shown that children are able to compare quantities at surprisingly young ages. Lipton and Spelke (2003), for example, studied whether infants compare quantities based on the numerical qualities or on the relative spatial areas of two sets. Earlier research has shown that infants as young as six months can compare the quantities of two visually presented sets (Xu & Spelke, 2000). Lipton and Spelke contributed to these outcomes by studying how six-month old and nine-month old infants compare two quantities that are presented orally. The sixmonth old babies did respond to the difference between 16 tones and 8 tones, but not to the difference between 12 tones and 8 tones. In contrast, the nine-month old babies responded to differences in both conditions. Apparently, then, the ability to distinguish between quantities of two sets is present early in a child’s development, even before the development of language and symbolic counting. Furthermore, this ability seems to improve as children grow older. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 359 The development of spatial abilities also occurs at a very young age. Huttenlocher et al. (1994) demonstrated in a study that 16 and 24-month old infants are able to use distance as a measure to locate hidden objects in a sandbox. Hence, the ability to estimate distances can already be observed at such early ages and, according to this study, this ability occurs independent of markers in the child’s environment and of the position of the child with respect to the hidden object. These results are important indicators of the early development of spatial insights in young children. Studies such as these highlight the prominent roles that number sense and spatial thinking play in de development of mathematical abilities in young children. This is why number sense and spatial reasoning have become two central themes of the MENS project. Number sense Number sense can broadly be defined as the ease and flexibility with which children proceed with numbers. In addition, number sense concerns an understanding of quantities and of the different meanings that numbers have and the ability to relate these different meanings in various situations (Van den Heuvel-Panhuizen, 2001). Most children begin to develop number sense before they start school thanks to (instructive) experiences that they may have with parents and siblings (Beningo & Ellis, 2004; Tudge & Doucet, 2004). As children improve their counting skills, they discover easier ways to work with numbers and they begin to understand how numbers can be represented in various ways and how they can be used as various points of reference. This is where counting rhymes and verses play an important instructional role (Van den Heuvel-Panhuizen, 2001). A International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 360 crucial characteristic of number sense is also the ability to compare two sets of quantities. Children quickly develop a sense for the size of a set and for the composition of numbers so that they increasingly gain insight into relationships between quantities and numbers (Gersten & Chard, 1999; Griffin, 2005). The development of number sense not only involves the learning of numbers and of their qualities, but also the understanding of numbers and quantities in relation to daily life situations. Two important concepts in this context are ordinality and cardinality. Ordinality concerns the order that numbers are presented in; a concept that is important for mastering measurement skills for example. As discussed earlier, cardinality concerns an understanding of numbers that begins to develop at a young age. Most children master cardinality by their fifth year. This allows them to count a number of objects in a set and to tell how many objects are in the set, since by this stage they have come to understand that the act of counting objects leads to a number which at the same time indicates the total number of counted objects (Van den Heuvel-Panhuizen, 2001). Spatial thinking Typically, spatial thinking is not usually as explicitly instructed in schools as number sense is. This is intriguing considering that spatial thinking is so necessary for the successful development of number sense (Rubinsten et al., 2002). Young children’s spatial thinking mainly concerns the grasping and understanding of the world around them. Spatial thinking involves shapes, figures, proportions and relationships between objects, as well as orientation, location and the ability to describe a trajectory (see for example Van den Heuvel-Panhuizen & Buys, 2005). In one study, Sophian (2000) demonstrated that four and five-year olds already are able to perceive differences in proportions. The children in this study were successful at determining which of the two International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 361 smaller figures on the bottom of a page were the same as the larger figure portrayed on the top of a page. They performed this task by comparing the relative sizes of the figures without being distracted by conditions in which the shapes of figures were proportionally different from each other. Sophian concluded from this study that children from a very young age portray an insight into proportionality with respect to the specific shapes of two figures. Searching for a multidisciplinary approach Theoretical considerations At the very beginning of the MENS project, the authors saw many topics, theories and hypotheses go by in their search for intelligible and elegant research questions about the development of early mathematical thinking. Which social factors are to be considered, which methods of teaching and learning environments may stimulate the learning of mathematics, and what about children who experience difficulties in the development of basic mathematical concepts? This search process is gradually crystallizing into more focused research topics that have boosted the beginning of the project. At this point, the research is dedicated to comparing the methods that children use to solve tasks that are related either to number sense or to spatial thinking. The authors assume that strategy usage of children is a useful indicator of how they approach a problem. Hence, it is expected that strategy usage of children who perform relatively weak in mathematics will differ from strategy usage of children who perform relatively stronger in mathematics. Such differences should be perceivable at a behavioral as well as a neurological level. As such, the study will compare strategy usage on number sense tasks and on spatial tasks to cognitive processes in reaction time tasks and, at a later stage in the project, to neurological International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 362 processes that are to be observed during the EEG study. This will shed light on the developmental process of mathematical abilities and highlight possible complications that can occur in this development. Ultimately, the goal is to apply the knowledge from this study to practical situations in schools and homes so that all children can appropriately be supported in the emergence of their mathematical abilities. Methodological challenges Already from the start of the project it became clear how the cutting-edge aspect of the project at the same time can be considered to be the most challenging aspect of the project; although the integration of the two domains is greatly innovative at a theoretical level, in practice this implies that the two domains must also be unitable at a methodological level which should lead to one cooperative study. One great methodological difference between the two domains is that mathematics educational research typically makes use of qualitative methods with quantitative components in a mixed methods design. In contrast, EEG studies in neuropsychological research rely on entirely quantitative methods. In the mathematics educational research domain, the authors will perform thorough, individually administered interviews about the strategy usage of a select number of children. This differs from the methodology of EEG studies in which no distinction can be made between individual differences and in which only groups are examined that are of a substantial and stable size. This contrast in methodology has important implications for the number of children that will be tested in the combined study. Since groups in an EEG study can not be differentiated in retrospect, it will also be necessary to identify in advance the groups that are to be compared in the experiment and analyses. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 363 The EEG technique is very sensitive to interference from brainwaves that arise independently of the brainwaves that occur in response to the experimental condition. It is therefore crucial that the children can and do keep their attention focused on the tasks, and that the tasks are kept as simple and minimalistic as possible so that the resulting effects can only be attributed to one single cause. These stipulations have great effects on the design of the combined study. It is because of these conditions, for example, that the authors decided to focus on five-year old children in the second year of elementary school. This is because five-year olds will typically participate more easily in an EEG study than four-year olds will. If time permits, the combined study will elaborate to testing six-year olds. In any case, the strategy study alone will test four to six-year olds and possibly be extended to a longitudinal research. Overcoming differences between the two domains As described above, the integration of mathematics educational research and neuropsychological research will be manifested as the combination of a strategy study and an EEG study. The study on strategy usage is designed to discover, in an interactive way, the variation of types of strategies that young children apply in order to solve the different tasks. These tasks relate either to number sense or spatial thinking. The study on strategy usage is highly interactive in that, for each task, the authors stimulate the child into thinking aloud as much as possible and into having the child explain how the problem was solved. This method makes it possible to examine how different types of strategy usage, types of tasks and performance on the tasks are related. The EEG study will be performed subsequently to the strategy study. The same children that take part in the strategy study will be tested in the EEG study. Aside from the experimental questions that will be dealt with in the strategy study, the EEG study will International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 364 additionally examine the reaction times and relevant brainwaves that occur as children perform tasks that are presented on a computer screen. The EEG technique is based on the measurement of electric signals that relay information in our brains. These signals can be detected by electrodes that are fit into a type of bathing cap (see Figure 1). The children in the present research will wear such a bathing cap while performing a computer task that is very similar to what they will have performed in the strategy study. Figure 1. The bathing cap for measuring brainwaves As such, the results of the strategy study and the EEG study will be compared in order to draw thorough and correlating conclusions about the development of mathematical abilities in young children. In order to keep track of this development, the strategy study and the EEG study will be repeated in one and two years. Only then can statements be made about the stability and consistency of development and about how complications in the development of mathematical abilities can be identified and readily be intercepted. Starting with a strategy study International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 365 After four months of deliberations about the abovementioned theoretical considerations and methodological challenges, it became high time to put theory into practice. Hence, the first practical phase involved the development and implementation of the strategy study. During this study, the authors gained important experiences from interacting with children of the three age levels. The main purpose of the strategy study, however, was to develop a list of appropriate tasks and to create an inventory of the types of strategies that children of different ages and levels of thinking apply to these tasks. It is in the next phase of the research, that this inventory will guide the interpretation of the results and the comparison of these results with the data that will be gathered from the reaction time study and the EEG study. During the strategy study, one of the authors spent December 2005 and January 2006 in the first three grades of two local elementary schools. The children in these schools have parents with middle to high educational backgrounds. Fifteen children of each of the three age levels were taken in pairs out of the classroom for two sessions of half an hour each on two consecutive days. An important intent of these sessions was for the author to become accustomed to the three age levels with regard to their different uses of language and levels of thinking, for example. After all, one crucially influential component of behavioral research is the role that the researcher plays in the interaction with children; this role must be played as insightfully, as objectively and as consistently as possible. The experiences from these sessions have educated the researchers into conducting more controlled interviews, into better understanding the children’s responses, and into creating more effective tasks for answering the research questions. Developing the tasks International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 366 The strategy study evolved from a list of number sense and spatial thinking tasks that were mainly inspired by tasks from the TAL-brochures (Van den Heuvel-Panhuizen, 2001; Van den Heuvel-Panhuizen & Buys, 2005) and from the SamenRekenen and computer based Rekenweb projects of the Freudenthal Institute. Tasks from publications by Buys (2003), Bruce and Threlfall (2003) and Fuson (1982) have also been influential. The SamenRekenen project of the Freudenthal Institute has developed mathematical activities for young children that are centered around five broad themes: quantities, localizing, proportions, constructions and measuring and geometry (Nelissen, 2001). In the present research, these themes have been used to construct a list of tasks that relate to number sense and spatial thinking. The first useable list consisted of five number sense and five spatial thinking tasks. The number sense tasks covered abilities such as comparing quantities, counting, sharing, arranging and adding, and the five spatial tasks covered recognizing patterns, mental rotation, proportions, orientating, shapes and figures. An important condition that the tasks in the study must conform to is that each task has to intrigue the child. The child had to be able to understand the purpose of the task while finding the task interesting enough to be fully motivated to participate (Gravemeijer, 2003). Indeed, by controlling for the meaning that a task has for a child, researchers can ensure that not the motivation but the mathematical abilities of a child are tapped. Hence, the tasks are embedded in a context that is meaningful and attractive for the children (i.e. comparing a number of ducks in a pond, see Figure 2). This type of tasks contrasts with the more sober nature of reaction time tasks in which, for example, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 367 children are repeatedly asked to determine which of two sets of dots on a computer screen is greater. Figure 2. Which pond has the most number of ducks swimming in it? None of the tasks in the strategy study are presented in a traditional, paper and pencil, manner. The ducks in Figure 2 are made of soft foam and they are placed on two pieces of blue cardboard. Consequently, the children are free to touch and move the ducks as they perform the tasks. For every task, materials are used that are exciting to the child. These materials range from Noddy the dwarf and his house made of blocks to butterflies that are to be caught and miniature houses in a street. Each task is accompanied by an introduction of the context that the task is set in. The pilot study with these different types of task presentations has already shown that children enthusiastically imagine the contexts, that their attention is sufficiently attracted, and that they find much enjoyment in the variation of tasks. Developing an overview of different strategies The development of a list of tasks took place simultaneously to the development of an inventory of the types of strategies that children apply to perform the tasks. The original International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 368 list of strategies was assembled from observations and knowledge from previous studies (see for example Bruce & Threlfall, 2004; Buys, 2003; Nunes & Bryant, 1996; Siegler & Araya, 2005). This list was modified and lengthened with the many observations that were made during the pilot study. Each experience with performing the tasks resulted in an inventory of strategies that became increasingly more complete. This made it possible to better specify and arrange the strategies. Each task is linked to a series of strategies that vary from random guessing to more developed strategies such as adding in the context of a counting task (“12 altogether because 5 blocks and 7 blocks makes 12 blocks”) and applying spatial configurations in tasks with a large number of objects (arranging a large number of stars that are to be counted in rows of equal lengths). Each of these strategies can again be subdivided into various levels of thinking. Within resultant counting, for example, three levels of thinking can be distinguished: counting the objects by pointing to each of them and subsequently moving them aside, counting the objects by only pointing to each of them, and perceptual counting whereby a child only looks at the objects that are being counted. In addition, a distinction can be made between counting out loud and counting in silence. Another example of a strategy with different levels of thinking occurs in a task where twelve miniature houses are arranged in line on the table. The children may be asked to point out which of the houses will be number 4. This practices their ability to determine the position of a number in a number line. Typically, children approach this task in a geometric or a numerical manner. The geometric manner involves estimating the distance between the start of the row and the houses and proceeding to translate this to knowledge about numbers and the number line. The numerical manner implies International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 369 ‘counting all’ or ‘counting on’, depending on the level of thinking of a child (see for example Bruce & Threlfall, 2004; Nunes & Bryant, 1996). Children who are less comfortable with the number line from 1 to 10 will begin to count from the first house up until the specified house (‘counting all’). In contrast, children who are more developed in their counting techniques will tend to begin to count from a higher number up until the appointed house (‘counting on’). When asked for house number 7, these children will most likely recognize house number 3 or 4, for example, and count on from there to house number 7. At this point, the authors are categorizing and arranging the different strategies and levels of thinking. The list of strategies will soon be evaluated in terms of its inter-rater reliability. This will help the researchers to come to a consensus about which strategies per task must be distinguished so that the research questions can effectively be answered and so that a developmental path can be determined. Ultimately, it should be possible to score a child’s performance (the given answer is right or wrong) as well as to evaluate the level of thinking of the child in relation to that of other children of the same age. Subsequently, these qualitative and quantitative results will be compared to the quantitative data that is to be gathered in the reaction time and EEG study. The plan for a combined pilot study The resulting list of number sense and spatial thinking tasks and the inventory of related strategies has provided the authors with tools to move to the second phase of the project: the actual integration of mathematics educational and neuropsychological research into a combined pilot study. Yet, before an EEG study can be performed, significant outcomes must be found in a comparable reaction time study. This is because as long as the reaction times between two different conditions do not differ International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 370 significantly, it can be expected that the brainwaves that occur during a similar EEG study will not significantly be distinguishable either. The main goal of this second phase in the research, then, is to work out how the theoretical overlap of the two domains can in practice be manifested in one shared task that will allow for a comparison to be made between behavioral and reaction time data. Importantly, this task is bounded by a number of conditions. For the mathematics educational research, for example, the task must provide enough leeway for children to be able to apply their own methods of approaching a task. For the neuropsychological study, the variables in the task must sufficiently be controlled so that possible significant differences in reaction times can be perceived. In considering the abovementioned conditions, the authors devised a combined pilot study with one comparable task in which children will be asked to judge the numerical sizes of numbers less than 10. This combined study will be divided into a strategy section and a reaction time section and will be performed in half-hour sessions with at least ten five-year olds at a local primary school. In the strategy section, each child will be presented with two numbers on a series of cards. The child will be asked to point out the number that is numerically greatest (or smallest) and to think aloud and explain his reasoning as much as possible. The underlying assumption is that children who have relatively poor number skills will be distinguishable from children who have relatively stronger number skills according to how they decide on which number is greater (or smaller). This is where the ‘counting all’ and ‘counting on’ strategies that were mentioned earlier in this article will be explored. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 371 In the reaction time section, each child will respond as quickly as possible to a series of two numbers that are sequentially presented on a computer screen. The numbers can physically be of the same size (the neutral condition), but the numerically larger number can also physically be smaller (the incongruent condition) or larger (the congruent condition) than the other number. These variations are meant to explore the extent to which spatial development of children plays a role in determining the relative numerical sizes of numbers (see also Rubinsten et al., 2002). In this context, it is expected that children who have mastered cardinality will take significantly longer to perform the incongruent conditions because their spatial knowledge will tend to interfere with their emerging numerical knowledge. Children with less number sense will successfully keep their spatial knowledge separated from their numerical knowledge and hence show less interference on the incongruent conditions. This planned set-up of the combined pilot study is a first step towards bringing the integrated theory into practice. It is meant to highlight whether the strategies that were collected in the inventory from the first strategy study are sufficiently distinguishable in a comparable reaction time experiment. In addition, the results should provide insight into what role spatial thinking plays in the development of cardinality. It is important to note that, for effective overall conclusions to be drawn, the authors must also gain a sense of the general cognitive abilities of the children. Therefore, once the results of the combined pilot study are satisfactory enough, the authors will develop a full-scale combined study in which each child will perform the Utrechtse Getalbegrip Toets (Van Luit, Van de Rijt & Pennings, 2004) and a series of tasks that tap the International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 372 language abilities, spatial reasoning, attention and working memory. The specific tasks that tap these general cognitive abilities are still to be determined. In conclusion Looking back, the authors characterize the first few months of the MENS project as a search towards integrating mathematics educational and neuropsychological research into one cooperative study. As described above, this search has been challenging in that the cooperative study must answer to the theoretical and methodological constraints of the two research domains. A significant outcome of this first combined study will open doors to an EEG study in which neurological differences between the various strategies for solving this task will be examined. The conclusions that are to be drawn from results of the first shared task will allow the authors to devise more shared tasks that cover more numerical and spatial abilities and that effectively answer the research questions, while, at the same time, conforming to the constraints of the methodologies of the two domains. It is in this way that the traditional gap between mathematics educational and neuropsychological research about how young children solve mathematical problems can gradually be bridged. This research has been made possible thanks to a grant of the Dutch Organization for Scientific Research (NWO), project number 051.04.050. References International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 373 Benigno, J.P. & Ellis, S. (2004). Two is greater than three: effects of older siblings on parental support of preschoolers’ counting in middle-income families. Early Childhood Research Quarterly, 19: 4-20. Bruce, B. & Threlfall, J. (2004). One, two, three and counting. Young children’s methods and approaches in the cardinal and ordinal aspects of number. Educational Studies in Mathematics, 55: 3-26. Buys, K. (2003). Telactiviteiten voor Kleuters [Counting Activities for Toddlers]. Baarn: Bekadidact. Fuson, K.C. (1982). An analysis of the counting-on solution procedure in addition. In T.P. Carpenter, J.M. Moser, and T.A. Romberg, (Eds.), Addition and Subtraction: A Cognitive Perspective. Hillsdale: Lawrence Erlbaum Associates, Publishers. Gersten, R. & D. Chard (1999). Number sense: Rethinking arithmetic instruction for students with mathematical disabilities. The Journal of Special Education, 44: 18-28. Gravemeijer, K. (2003). Betekenisvol rekenen: Op zoek naar de wiskunde in de contextopgave [Mathematics with meaning: searching for the mathematics in a contextual problem]. Willem Bartjens, 22: 5-8. Griffin, S. (2005). Fostering the development of whole-number sense: Teaching mathematics in the primary grades. How students learn: history, mathematics, International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 374 and science in the classroom. In M. Donovan en J. Bransford (Ed.), The National Academies Press, Washington DC: 257-308. Huttenlocher, J., Newcombe, N., & Sandberg, E. (1994). The coding of spatial location in young children. Cognitive Psychology, 27: 115-147. Jolles, J., de Groot, R., van Benthem, J., Dekkers, H., de Glopper, C., Uijlings, H., & Wolff- Albers, A. (2005). Leer het Brein Kennen. Over een ‘New Learning Science’ op het kruispunt van neurowetenschap, cognitiewetenschap en onderwijswetenschap: resultaat van een invitational conference georganiseerd door NWO op 5 februari 2004 [Get to know the brain. About a ‘New Learning Science’ at the crossroads of neuroscience, cognitive science and educational science: the result of an invitational conference organized by NWO on February 5, 2004]. Rapport Nederlandse Organisatie voor Wetenschappelijk Onderzoek 2005. Lipton, J., & Spelke, E.S. (2003). Origins of number sense: large-number discrimination in human infants. Psychological Science, 14: 396-401. Nelissen, J. (2001). Samen Rekenen: het stimuleren van reken-wiskundige vaardigheden in samenhang met de ontwikkeling van taal en denken bij jonge (allochtone) kinderen [Samen Rekenen: stimulating mathematical abilities together with the development of language and thinking in young (immigrant) children]. Panama- Post, 19: 19-24. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 375 Nunes, T. & Bryant, P. (1996). Children Doing Mathematics. Oxford: Blackwell Publishers Ltd. Rubinsten, O., Henik, A., Berger, A., Shahar-Shalev, S. (2002). The development of internal representations of magnitude and their association with Arabic numerals. Journal of Experimental Child Psychology, 81: 74-92. Siegler, R. & Araya, R. (2005). A computational model of conscious and unconscious strategy discovery. In R. V. Kail (Ed.), Advances in Child Development and Behavior, 33: 1-42. Oxford, UK: Elsevier. Sophian, C. (2000). 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Xu, F. & Spelke, E.S. (2000). Large number discrimination in 6-month-old infants. Cognition, 74: B1-B11. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 377 POSTER 5 Acquisition of concrete operational skills in first and second grade pupils Alicja Maurer PhD, Krakow Pedagogical Academy, Poland, [email protected] ; Danuta Kmita MA, Primary School No 107 in Krakow, Poland Abstract of poster Conservation of quantity (the realization that quantity attributes of on object remain invariant despite perceptual transformation) is an important achievement in cognitive development, marking the acquisition of concrete operational level. Piaget (1983, Piaget, Inhelder 1974) discussed three phases in development of the ability to conserve: - the non conserver (considers only one dimension, e.g. length), - the beginner in grasping the concept of conservation and reversibility (oscillating between perception of both dimensions and perception of only one dimension); - the conserver (consistently considers both relevant dimensions, understanding that transformation can be reserved). Developmental patterns in conversation skills were examined in two samples of children (N = 104) 7 to 9 of age. Judgment of conversation and explanations were elicited for five conversation tasks assessing conversation of discontinuous quantity, operational arrangement, matter, length and volume. The final phase in operational arrangement acquired 2/3 the first graders, in matter and volume – a half of them, in length – some less than a half, but in discontinuous quantity – only 1/5 (most of subjects were still on the second phase in that task).About ¼ of that group was non conservers yet in length, matter, operational arrangement, discontinuous quantity or volume. The final phase in discontinuous quantity acquired more than 2/3 of the second graders, and the rest – the second phase. More than half of the second graders were at the final phase in each of the tasks but about 1/7 were still non conservers. In the whole group of the subjects more than 2/3 acquired the final phase in operational arrangement, but less than 1/5 were still non conservers in volume and length. These findings confirm that the acquisition of conservation skills is not discrete, but that the gradual and individualized process of acquisition reflects a specifiable, orderly sequence, various in different subjects. The subjects acquired different phases of the ability to conserve – from non conserver to conserver. Most of the subjects acquired the concrete operational level. The second graders were slight superior to the first graders. The second graders were the best in the conversation of discontinuous quantity, the first graders – in operational arrangement. The most difficulties they had with matter and volume. The ability to verbalize have lag in some children behind their conceptual development, especially in the first graders. The findings amplify previous studies of these issues and contribute to our understanding of the nature of the development of concrete operational thought. These findings are consistent with a view of development as a progressive coordination of asynchronous development within a domain is a joint product of knowledge and environmental factors. International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 378 POSTER 6 VALIDACIÓN DE UNA PRUEBA DE EVALUACIÓN CRITERIAL DE LOS CONTENIDOS MATEMÁTICOS EN EDUCACIÓN INFANTIL: DETERMINACIÓN DE LOS PUNTOS DE CORTE, FIABILIDAD Y VALIDEZ. Mª DOLORES GIL LLARIO*. Profesora titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universitat de València. Estudi General. E-mail: [email protected] CONSUELO VICENT CATALÀ**. Maestra de E. Infantil y psicóloga. Colegio Ramón Martí Soriano ADELA DESCALS TOMAS*** Profesora titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universitat de València. Estudi General. Resumen A diferencia de la evaluación normativa donde lo que se pretende medir son los conocimientos que posee un estudiante determinado respecto a los demás, en las pruebas de Evaluación Referidas a un Criterio lo que se pretende medir son los conocimientos de un alumno respecto a lo que se considera que debe saber para ser considerado máster (Betoret, 2004). Para ello se han de determinar los puntos de corte entre los sujetos que dominan y los que no dominan la tarea. Los pasos a seguir según Rivas (1997) son, partir de un universo de medida definido operacionalmente y a partir de los objetivos generar ítemes de aprendizaje y evaluación. Seguidamente categorizar los objetivos según su relevancia (principales y secundarios). Esto constituye las dos primeras fases a seguir en la elaboración de una prueba criterial, aspectos que hemos desarrollado en la comunicación “Elaboración de una prueba de evaluación criterial de los contenidos matemáticos en E. Infantil”, también presentada en este symposium. Una vez elaborada se procede a su validación (Fase III). Para ello en primer lugar se administra a una muestra representativa de cara a determinar el punto de corte entre los sujetos que dominan y los que no. Los criterios de superación que son públicos se expresan en porcentajes de dominio y proporcionan información acerca de lo que el estudiante domina o no en términos de objetivos. La toma de decisión tiene en cuenta el error de medida que puede ser de tipo I (cuando se considera máster a quien realmente es non máster); y de tipo II (cuando se considera non máster a quien es máster). Para realizar estos análisis se ha aplicado la prueba de Evaluación Criterial a un total de 100 sujetos en dos momentos, en septiembre, al inicio del curso escolar, y en mayo, al acabar el curso; Con estos datos se ha determinado el punto de corte y se han realizado una serie de análisis estadísticos dirigidos a explorar su fiabilidad y validez. La fiabilidad ha sido analizada a través del grado de consistencia mediante la prueba Alpha de Cronbach y ésta se muestra elevada tanto por bloques, (.63 para la escala de Atributos y Relaciones (AR); .86 para Cuantificadores y Números (CN); .y 63 para Tiempo, Espacio y Medida (TEM)); como para la puntuación global (.80). Por lo que se refiere a la validez se han llevado a cabo análisis de regresión para ver si los resultados obtenidos en la prueba criterial pueden explicar los obtenidos por estos mismos estudiantes en una prueba ya estandarizada como la escala matemática del BADyG. La ecuación de regresión obtenida explica el 55% de la varianza e incluye como variables predictoras los tres bloques o subescalas de la prueba criterial. También se han obtenido las correlaciones entre cada una de estas subescalas y el BADyG siendo en todos los casos significativas estadísticamente. La correlación entre el BADyG y AR es de .66**; International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 379 con CN es de .69**, con TEM es de .46**. La correlación global de la escala con el BADyG es de .72. INTRODUCCIÓN: A diferencia de la evaluación normativa donde lo que se pretende medir son los conocimientos que posee un estudiante determinado respecto a los demás, en las pruebas de Evaluación Referidas a un Criterio lo que se pretende medir son los conocimientos de un alumno respecto a lo que se considera que debe saber para ser considerado máster (Domenech, 2004). Para ello se han de determinar los puntos de corte entre los sujetos que dominan y los que no dominan la tarea. Los pasos a seguir según Rivas (2003) son, partir de un universo de medida definido operacionalmente y a partir de los objetivos generar ítemes de aprendizaje y evaluación. Seguidamente categorizar los objetivos según su relevancia (principales y secundarios). Esto constituye las dos primeras fases a seguir en la elaboración de una prueba criterial, aspectos que hemos desarrollado en la comunicación “Elaboración de una prueba de evaluación criterial de los contenidos matemáticos en E. Infantil”, también presentada en este symposium. Una vez elaborada se procede a su validación (Fase III). Para ello en primer lugar se administra a una muestra representativa de cara a determinar el punto de corte entre los sujetos que dominan y los que no. Los criterios de superación que son públicos se expresan en porcentajes de dominio y proporcionan información acerca de lo que el estudiante domina o no en términos de objetivos. La toma de decisión tiene en cuenta el error de medida que puede ser de tipo I (cuando se considera máster a quien realmente es non máster); y de tipo II (cuando se considera non máster a quien es máster). OBJETIVO: El objetivo de este estudio es analizar la fiabilidad y validez del instrumento así como determinar el punto de corte y el error de medida asociado a cada objetivo de la Prueba de Evaluación Criterial. MUESTRA La prueba se ha administrado a un total de 104 sujetos, 56 niños y 48 niñas. La distribución por edades en el primer pase (septiembre) fue la siguiente: 26 niños de edades comprendidas entre los 4a:6m (4 años y seis meses) y 5a; 47 entre 5a y 5a:6m, y 27 sujetos de edades entre 5a:6m y 6a. En mayo (8 meses después) esta misma muestra International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 380 se distribuía del siguiente modo: 20 sujetos entre 5a y 5a:6m; 49 sujetos entre 5a:6m y 6a y 31 sujetos de entre 6a y 6a:6m. Los niños pertenecían a 4 colegios de tres tipos de la comarca de la Costera y de la ciudad de Valencia. Los tres primeros eran públicos y el cuarto privado. Los públicos se diferenciaban entre sí por el tipo de metodología de trabajo utilizada, fundamentándose el primero y segundo en el trabajo mediante fichas, mientras que el tercer colegio empleaba una metodología que incluía el juego, la narración y sobre todo la manipulación como estrategias metodológicas. Distribución de la muestra en función del género Distribución de la muestra en función del tipo de centro Distribución de la muestra en función de la edad 5a 6m-6a 4a 6m-5a 27 % 26 % 5a -5a6 m 47 % Tipo centro Público-fichas Público-programa Privado-bits HOMBRES 54% septiembre 6a-6 a6m 5a -5a6 m 31 % 2 0% MUJERES 46% INSTRUMENTO: 5a 6m-6a mayo 4 9% Se trata de una Prueba de Evaluación Criterial dirigida a cubrir los objetivos del segundo ciclo de Educación Infantil. Se compone de tres bloques (Atributos y Relaciones; Cuantificadores y el Número; y Tiempo, Espacio y Medida) que tienen como punto de partida el Diseño Curricular Base y que han sido seleccionados y ponderados, así como los objetivos que los componen, por un grupo de seis expertos de la Comunidad Valenciana (maestros en ejercicio con varios años de experiencia en E. Infantil). Todo el proceso de elaboración ha sido ampliamente descrito en la comunicación “Elaboración de una prueba de Evaluación Criterial de los contenidos matemáticos en E. Infantil” presentada en este symposium. RESULTADOS: A partir de los datos de la aplicación de la prueba antes y después del proceso E/A se ha calculado el punto de corte que indicará la superación o dominio de los contenidos International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 381 del curso. En primer lugar hemos seleccionado los objetivos para los que PGB (el promedio de puntuaciones grupales en el post) es mayor que el PGA (el promedio de puntuaciones en el pre) y hemos establecido como criterio que el PGB sea mayor o igual a .50. De este modo calculamos el punto de corte estimado como promedio de las OBJETIVOS puntuaciones de dichos objetivos. PRE POST GA GB SELECCIÓN: k objetivos PGB > PGA; PGB>.50 ARc 55,54 < 73,59 * 73,59 ARao 41,59 < 61,37 * 61,37 ARaj 24,36 < 63,26 * 63,26 ARo 49,04 < 74,51 * 74,51 ARrs 34,13 < 53,94 * 53,94 CNsn 63,34 < 89,50 * 89,50 CNvc 64,71 < 89,37 * 89,37 CNrp 45,60 < 75,04 * 75,04 TEMso 78,84 < 87,79 * 87,79 TEMuc 54,66 < 75,67 * 75,67 TEMpt 65,19 < 87.69 * 87,69 TEMtc 41,44 < 72,98 * 72,98 PGB= ΣPB/k = 904,71/12 = 75 Nota: ARc: Atributos y relaciones: conocimiento; ARao: Atributos y relaciones: agrupación de objetos; ARaj: Atributos y relaciones: agrupación jerárquica; ARo:Atributos y relaciones: ordenación; ARrs: Atributos y relaciones: relaciones dos series; CNsn: Cuantificadores y número: serie numérica; CNvc: Cuantificadores y número: valor cardinal; CNrp: Cuantificadores y número: resolver problemas; TEMso: Tiempo, espacio y medida: situación objetos; TEMuc: Tiempo, espacio y medida: usar y conocer para medir; TEMpt: Tiempo, espacio y medida: relaciones parte-todo; TEMtc: Tiempo, espacio y medida: tempo-causales International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 382 Después de determinar el punto de corte hemos de tener en cuenta el error de medida que hemos calculado con la fórmula de Lord: PGB(100 − PGB) = ± 4,35 100 - 1 Después hemos calculado el punto de corte considerando el error de medida. Para ello ∑ PGB = utilizamos la siguiente fórmula: PC = PGB - ΣPGB . zα/2 = 75 – (± 4,35) (± 1,96) = 75 – (± 8,52) Resultados para un nivel de confianza α = 0,05: 66 < PC < 84 66 < 75 < 84 PC = PGB - ΣPGB . zα/2 = 75 – (± 4,35) (± 2,57) = 75 – (± 11,17) Resultados para un nivel de confianza α = 0,01: 64 < PC < 86 64 < 75 < 86 COMPROBACIÓN DE SI EL PUNTO DE CORTE DISCRIMINA O NO ENTRE SUJETOS MASTER Y NON MASTER A continuación se presentan una serie de tablas de contingencias y pruebas jicuadrado que muestran el porcentaje de sujetos bien clasificados antes y después del proceso E/A (casillas sombreadas en gris). Las casillas resaltadas en rojo muestran el error tipo I (cuando se considera máster a quien realmente es non máster); y las casillas moradas el error de tipo II (cuando se considera non máster a quien es máster). ARc: Atributos y relaciones: p grupo o b conocimiento categoria Total master g grupo r a u 137 master 97 7 93,3% 6,7% 64 38,5% 61,5% Total no 40 71 65,9% 34,1% 104 100,0 % 104 100,0 % 208 100,0 % Valor G.l. p χ2 69,47 1 .000 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 383 p grupo ARao: Atributos y relaciones: agrupación de objetos; tempo-causales categoría Total G grupo r u a 32 69,2% 30,8% 171 37 82,2% 17,8% Total no master 72 o b master 99 5 95,2% 4,8% 104 100,0 104 100,0 % 208 100,0 % Valor G.l. p χ2 23,96 1 .000 % International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 384 ARaj: Atributos y relaciones: agrupación ARo:Atributos y relaciones: ordenación Jerárquica categoría categoría Total no no master r 91 a u 13 87,5% p master master G grupo G grupo 12,5% 104 r 100,0 48 b 56 46,2% 53,8% 139 69 Total 66,8% 33,2% 40,09 44 57,7% 42,3% 32 72 30,8% 69,2% 92 116 44,2% 55,8% 104 100,0 % % 104 b 100,0 104 100,0 % % 208 Total 100,0 208 100,0 % % Valor G.l. p Valor G.l. p χ2 master 60 a grupo o grupo Total 1 χ2 .000 23,96 1 .000 o b ARrs: Atributos y relaciones: relaciones dos series; 46,2% 53,8% 100,0% Total categoría Total 117 91 208 56,3% 43,8% 100,0% no master G Grupo r a 69 master 35 Valor G.l. p 104 66,3% 33,7% 100,0% Grupo 48 56 104 χ2 8,61 1 .003 CNsn: Cuantificadores y número: serie numérica; International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 385 categoría Total 14,4% 85,6% 86 121 41,5% 58,5% no master G grupo r 71 32 68,9% 31,1% a u p o grupo 15 b Total master 89 103 100,0 % 207 100,0 % 100,0 Valor G.l. p % 104 χ2 63,31 1 .000 CNrp: Cuantificadores y número: CNvc: Cuantificadores y número: valor resolver problemas; cardinal categoría categoría Total no no master master g grupo r 71 a u master 33 68,3% 31,7% p o grupo 16 b 88 15,4% 84,6% Total 87 121 41,8% 58,2% G Grupo 104 100,0 % r 76 a u master 28 73,1% 26,9% p o grupo b 104 100,0 Total 35 69 33,7% 66,3% Total % 111 97 53,4% 46,6% 208 104 100,0 % 104 100,0 % 208 100,0 % 100,0 % Valor G.l. p χ2 32,47 1 .000 Valor G.l. p χ2 59,77 1 .000 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 386 TEMso: Tiempo, espacio y medida: TEMuc: Tiempo, espacio y medida: situación objetos; usar y categoría Total conocer para medir; categoría no master g grupo r 31 a u master o grupo 19 b 104 100,0 50 104 100,0 g grupo r 100,0 31 70,2% 29,8% 36 68 34,6% 65,4% 109 99 52,4% 47,6% grupo b 208 Total % master 73 a % 158 24,0% 76,0% master % 85 18,3% 81,7% Total no 73 29,8% 70,2% p Total 104 100,0 % 104 100,0 % 208 100,0 % Valor G.l. p χ2 3,79 1 .074 Valor G.l. p χ2 26,38 1 .000 p grupo TEMpt: Tiempo, espacio y medida: relaciones parte-todo; categoría g grupo Total r u a 44 52 master 60 42,3% 57,7% 96 7,7% 92,3% Total no master 8 o b 156 25,0% 75,0% 104 100,0 % 104 100,0 % 208 100,0 % Valor G.l. p χ2 33,23 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 1 .000 387 TEMtc: Tiempo, espacio y medida: tempo-causales categoría Total no master g grupo r 61 a u master 43 58,7% 41,3% p o grupo 28 b 76 26,9% 73,1% Total 89 119 42,8% 57,2% 104 100,0 % 104 100,0 % 208 100,0 % Valor G.l. p χ2 21,38 1 .000 International Symposium on Early Mathematics. Cadiz (Spain), May 2006. Proceedings book 388 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 En la tablas de contingencia se observa como prácticamente en todos los objetivos más del 66% de los sujetos del grupo A (no master) quedan bien clasificados con el punto de corte estimado (75), por tanto, el error tipo I es muy pequeño, siendo en algunos casos el grado de acierto incluso del 95,2% (ARao). Otros objetivos como el TEMso o el TEMpt clasifican peor a los sujetos del grupo A (29,8% y 42,3% respectivamente) generando un mayor error tipo I. Se trata en estos casos de objetivos excesivamente sencillos en los que tal vez sería aconsejable subir el punto de corte siempre dentro del margen de incertidumbre estadística. En el grupo B se clasifican correctamente un porcentaje muy elevado de sujetos en prácticamente todos los objetivos, siendo únicamente el objetivo ARao el que muestra un bajo porcentaje de aciertos (30,8). Los porcentajes de error tipo II cuando son elevados (ARao, ARaj y ARas) indican que se trata de objetivos muy difíciles y/o que el período instruccional no ha sido suficiente para conseguir que un elevado número de sujetos logre superarlos, por lo que sería aconsejable, en estos casos bajar el punto de corte pero siempre dentro de la zona de incertidumbre estadística que marca el error de medida, es decir podríamos bajarlo hasta 66 si tomamos α=0,05 o hasta 64 si tomamos α=0,01 (es importante recordar que con esto también aumentaríamos el riesgo de cometer error tipo I). Las pruebas χ2 muestran una significación menor que .01 y que .05 en todos los objetivos excepto en TEMso (.07) por tanto, indiferentemente del nivel de confianza establecido de antemano existen diferencias estadísticamente significativas entre las dos distribuciones correspondientes a los grupos A y B. Podemos, pues, afirmar que el punto de corte estimado discrimina, con excepción del objetivo TEMso, entre sujetos máster y non máster. FIABILIDAD Y VALIDEZ También se han realizado una serie de análisis estadísticos dirigidos a explorar la fiabilidad y validez del instrumento. La fiabilidad ha sido analizada a través del grado de consistencia mediante la prueba Alpha de Cronbach y ésta se muestra elevada tanto por bloques, (.63 para la escala de Atributos y Relaciones (AR); .86 para Cuantificadores y Números (CN); y .63 para Tiempo, Espacio y Medida (TEM)); como para la puntuación global (.80). 389 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 Por lo que se refiere a la validez se han llevado a cabo análisis de regresión para ver si los resultados obtenidos en la prueba criterial pueden explicar los obtenidos por estos mismos estudiantes en una prueba ya estandarizada como es la escala numérica del BADyG. La ecuación de regresión obtenida explica el 55% de la varianza e incluye como variables predictoras los tres bloques o subescalas de la prueba criterial. También se han obtenido las correlaciones entre cada una de estas subescalas y el BADyG, siendo en todos los casos significativas estadísticamente. La correlación entre el BADyG y el bloque de Atributos y Relaciones es de .66**; con Cuantificadores y el Número es de .69**, con el Tiempo, el Espacio y la Medida es de .46**. La correlación global de la escala con el BADyG es de .72. CONCLUSIONES: La prueba de Evaluación Criterial de los contenidos matemáticos de segundo ciclo de Educación Infantil muestra unos elevados índices tanto de fiabilidad, en cada uno de los bloques que la componen y en su conjunto, como de validez al ser comparada con otro instrumento ya validado que evalúa un universo de medida parecido, y decimos parecido porque el BADyG en su subescala numérica es un instrumento con un fuerte componente numérico que hace que la correlación más elevada se produzca con el bloque de Cuantificadores y el Número, y que ésta sea más baja con el bloque de Tiempo, Espacio y Medida, ya que el área evaluada es claramente diferente. Por lo que se refiere al punto de corte hemos podido comprobar el grado de acierto con que este instrumento identifica a los sujetos master y non master, corroborando el bajo nivel de error tipo I (clasificar como master a quien no lo es) y tipo II (clasificar como non master a quien es master) en la mayor parte de los objetivos. El punto de corte estimado es del 75% ofreciendo un error de medida de 4,35 lo que hace que para un nivel de confianza de α = 0,05 el rango vaya de 66 a 83; y para un nivel de confianza de α = 0,01 el rango vaya de 64 a 86. Entre estos niveles podemos movernos para subir o bajar el punto de corte en función de que el objetivo haya obtenido un elevado nivel de error tipo I o tipo II respectivamente. BIBLIOGRAFÍA Domenech, F. (2004). Psicología de la Educación e Instrucción: su aplicación al contexto del aula. Publicacions de la Universitat Jaume I: Castellón de la Plana 390 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 Rivas, F. (2003)(2ª Edición). El proceso de Enseñanza/Aprendizaje en la situación educativa. Ed. Ariel: Barcelona. 391 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 POSTER 7 CAN RHYTHM HELP CHILDREN IN MATHEMATICS DIFFICULTIES? Piccinini, P. 1 Primary school teacher, VI Circolo Didattico, Lucca, 55100, ITALY, e-mail:[email protected] Tel. +39-0583-369021 Mobile +39-328-4192979 School: +39-0583-91308 School fax: +39-0583-490371 1 My work is founded on the concept that our knowledge is essentially based on our understanding of space and time, in fact people without a good intuition of these categories have learning difficulties. My work’s aimed to show that we can prevent some common didactic difficulties and we can also increase people’s learning abilities by improving one’s intuition of space and time: ♦ space – i.e. measure and orientation; ♦ time – i.e. pulsation, rhythm and length, pause, order; ♦ space-time – i.e. space of temporal events in which the individual tunes into the collective good. Therefore, it’s obvious that the teacher should work in three directions, at least: ¾ 1 - to exercise and to refine the auditory perception; ¾ 2 - to encourage the language development; ¾ 3 - to improve the rhythmic-motor, temporal and vocal co-ordination in order to consolidate the ideo-motor thought. In this work I want to show a part of this third point, particularly I intend to suggest some game-exercises to improve the rhythmic ideo-motor thought that is a fundamental part of mathematics abilities Therefore, starting from the auditory perception of the isochronous rhythm (i.e. O O O…), we can use: 1 - the music, particularly with the kids attending the kindergarten and the primary school in order to improve, to co-ordinate and to fluidify their movements; 2 – the metronome, to improve the fluency, the speed and the correctness of subjects in counting, reading or writing difficulties In fact, music and metronome use the fundamental elements of the rhythm: the accent, which discrete the time by defining the beginning and the end of the action; the length of the sound or of the pause, in which the action happens or not happens, respectively. We can propose these kinds of exercises individually or collectively in our classes to the normally intelligent children or in a mild mental retard, but we can adapt them to serious mental retarded children, in order: ¾ to prevent or to ease the scholastic difficulties in all of these subjects; ¾ to consolidate their bottom skills; ¾ to aid them in their learning, particularly when they start writing, reading and counting. A FEW REMARKS ABOUT THIS METHOD We don’t forget that RHYTHM is a Greek word that Latin peoples translated also using the word NUMERUS, from which the English words NUMBER and NUMEROUS, that means “huge quantity” but also “rhythmic and fluid”. SUMMARY OF THE RESULTS 392 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 This is a summary of the results I obtained (2000 – 2004) 1) 50 children, 6 years old, attending the first year of the primary school: at the beginning of the year 35 of them were normal (70%); 14 had difficulties in counting reading and writing syllables (28%); 1 had big difficulties in counting, reading and writing (2%). Nine months later all of them were able to read, write and count from 0 to 20. They were also able to perform the four operation in the 0 – 20 range; 70% of them was able to perform the same operations in the range 0 – 100 and more (the aim of the second year). 2) 45 children of the primary school (6 – 10 age range); 30 children in the 11 – 13 age range with big reading difficulties: all them improved their fluency and correctness from the beginning of the method, like other 10 certified dyslexic children (6 – 13 age range). CONCLUSION Rhythm, movement and voice are the basic supports to improve reading, writing and counting. 393 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 POSTER 8 Developing confidence and competence in early mathematics in England Chris Kyriacou, PhD, University of York Co-author Maria Goulding, BSc, University of York contact: Dr Chris Kyriacou Email: [email protected] Summary In 1999, the UK government introduced a national numeracy strategy in primary schools in England. This paper explores the impact that the strategy has had on the development of confidence and competence in early mathematics in pupils aged 5-6 years based on a systematic review of the literature approach. This review approach involved following procedures laid down by the government-funded Evidence for Policy and Practice Information Centre (see http://eppi.ioe.ac.uk). A key feature of the national numeracy strategy is a daily three-part lesson in mathematics, which places an emphasis on the use of ‘interactive’ whole class teaching. This review found that: (i) the key features of the daily mathematics lesson have been well received by teachers and widely implemented; (ii) there is some evidence that this has enhanced pupil confidence and competence in early mathematics; (iii) closer examination of the situation as evidenced by the studies included in this systematic review have highlighted a number of problematic issues; (iv) the intention that whole class teaching needs to be ‘interactive’ and promote higher quality dialogue, discussion and strategic thinking, has not been realised; and (v) there is some evidence to indicate that the increased use of ‘traditional’ whole class teaching with ‘pace’ is undermining the development of a more reflective and strategic approach to thinking about mathematics, and may be creating problems for lower attaining pupils. The review concluded that: (i) the apparent success of the national numeracy strategy may in large measure be a reflection of a closer match between what is being taught and what is being tested, rather than greater pupil gains in their understanding of mathematics; (ii) the use of whole class teaching with pace may be inculcating bad learning habits; and (iii) there is a need for the training of primary teachers to highlight the purpose and nature of ‘interactive’ teaching in fostering higher quality dialogue, discussion and strategic thinking in order to ensure that teachers better understand the notion of ‘interactive’ in interactive whole class teaching, and to ensure that teachers adopt the type of classroom practice that can effectively aid the development of pupils’ understanding of the mathematics of the topics they are covering; this training needs to strengthen teachers’ subject knowledge in mathematics so that they can take better advantage of the opportunities which occur in the classroom to enhance pupils’ understanding of the mathematics they are engaged in. INTRODUCTION 394 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A Systematic Review Group for Mathematics Education was established in October 2003 with funds from the Department for Education and Skills (DfES) to be coordinated by Maria Goulding and Chris Kyriacou at the University of York Department of Educational Studies. The purpose of such review groups is to carry out a systematic review of the literature on questions of importance for policy and practice. The review group, includes teachers, teacher educators, researchers and policy makers. The first review question undertaken by the group was “Has the Daily Mathematics Lesson, in the context of the National Numeracy Strategy (NNS) for primary schools in England, helped pupils to develop confidence and competence in early mathematics?”. WHY THE NEED FOR A SYSTEMATIC REVIEW? One of the problems facing researchers is how best to draw to the attention of practitioners and policy makers the research evidence that can inform their decision making and practice. Reviews of the literature on key areas of interest to practitioners and policy makers is one such method. However, reviews of the literature are often carried out by academic researchers acting alone who tend to focus on those aspects of the topic which is of most interest and relevance to them personally. In addition, the review of the literature that they produce is heavily influenced by the search strategies they adopt for finding relevant literature, which can be biassed towards what is available in those libraries and publications that they are aware of and have easy access to. As such, it is not unusual to find that when two researchers working independently on a review of the literature on the same topic provide a list of references at the end of their review, these two lists may contain few publications in common. In order to address the problems involved in conventional reviews of the literature, the systematic review approach has been developed with the primary intention of enabling such reviews to better inform practitioners and policy makers (as well as other ‘user groups’, which in the case of educational research might include pupils, teachers, parents, governors, teacher educators, and research students). In the U.K. an Evidence Informed Policy and Practice Initiative (EPPI) in Education has been funded by the DfES and an Evidence for Policy and Practice Information and Coordinating Centre (EPPI-Centre) was established in 2000, based at the University of 395 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 London Institute of Education, to undertake a five year programme of work to guide, oversee and moderate the work of ‘review groups’ commission by government agencies to undertake a systematic review of the literature in areas of importance for policy and practice in Education. The systematic review approach involves a number of key characteristics and stages. 1. A review group is established comprising members from the different user groups for the review, and in addition, if appropriate, an advisory group may also be established to provide the review group with helpful advice and comments as and when needed. 2. The work of the review group is guided, overseen and moderated by staff at the EPPI-Centre; this includes regular meetings and training sessions at the EPPI-Centre where different review groups come together. 3. The review group formulates a ‘review question’ to address; this stage will involve consultation with various users and user groups. 4. The review group formulates a search strategy to trace relevant publications, and the publications identified in this way are then filtered down by using an explicitly stated set of criteria for the inclusion/exclusion of these publications, which eventually leads to the identification of a set of relevant publications that are to be analysed in-depth for the purpose of addressing the review question. 5. The stages involved in carrying out a systematic review involve the use of a standard format and procedure for recording and reporting the work of the review group based on software maintained by the EPPI-Centre and their work at various stages is made publically available on the EPPI-Centre website (http://eppi.ioe.ac.uk). WHY THIS REVIEW QUESTION? Ensuring that pupils make early progress in mathematics and develop self-confidence in themselves as learners of mathematics is one of the key challenges facing mathematics education. As such any approach that can enhance pupils’ early progress can help to provide a solid foundation for later success. One of the principal claims made for the introduction in September 1999 of the NNS was that it would help raise standards in primary school mathematics. One of the key features of the NNS was the introduction of a daily mathematics lessons in primary schools lasting between 45 and 60 minutes, based on a three-part lesson structure (an oral/mental starter; the main teaching and pupil activities; and a plenary) with an emphasis on the use of interactive whole class 396 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 teaching. The review question sought to examine the research evidence bearing upon the success or otherwise of this approach in developing pupil confidence and competence in key stage 1 (i.e. in years 1 and 2). METHODS USED IN THE REVIEW Identifying relevant studies involved carrying out an electronic search using keywords with bibliographic data bases, handsearching through key journals and conference proceedings, citations, and publications recommended by contacts. This resulted in 18 papers being identified for the in-depth analysis (Aubrey et al., 2003; Baker and Street, 2003; Basit, 2003, Bibby et al., 2003; Bills, 2003; Brown et al., 2001; Brown et al., 2003; Denvir and Askew, 2001; Earl et al., 2002; Evans, 2001; Hardman et al., 2003; Hopkins and Pope, 2000; Huckstep et al., 2002; Jones, 2003; McSherry and Ollerton, 2002; Myhill, 2002; Pinel, 2002; Raiker, 2002). FINDINGS An analysis of these 18 studies identified a number of key themes and issues. Importantly, it is clear from these studies that the impact of the pedagogy espoused by the NNS differs for different groups of pupils and that variables such as gender and ability add to the difficulty of producing simple answers to the review question. Moreover, all but one of these studies include explicit evidence of certain classroom practices which differ from those recommended in the NNS, so any conclusions on impact have to take into account what is commonly happening in classrooms rather than what is intended in the policy. Most teachers welcomed the three-part lesson format (oral/mental starter, main teaching and pupil activities, and plenary), and felt this structure gave them greater clarity and confidence in their planning and teaching. The three-part lesson forces teachers to think about the lesson as a whole. Surveys and interviews with headteachers, teachers and student-teachers all indicated that the daily mathematics lesson appears to have helped to raise general standards in mathematics and to have raised pupil motivation (Basit, 2003; Earl et al., 2002; Huckstep et al., 2002; Jones, 2003). However, this is not enough to conclude that the impact on confidence and competence has been positive, since the data comprise the perceptions of people who have some 397 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 investment in the implementation and who may or may not have conducted any systematic investigation to support their perceptions. We simply do not know on what evidence, if any, these perceptions are based, although school assessment data are likely to have made a contribution. Although the three-part lesson has been widely adopted, not all experienced teachers follow the three-part lesson ‘to the letter’ (Basit, 2003), and there is a tendency towards long mental/oral starters, with brief (or omitted) plenaries (Bibby et al., 2003). Indeed, there is some evidence that an over rigid compliance with key features of the three-part lesson can lead to ineffective teaching (Earl et al., 2002). Given that the guidance on pedagogy is not being followed to the letter, it is difficult to conclude that any impact on confidence and competence is a direct result of the implementation of the three-part lesson as intended by policy makers. One drawback of the approach as advocated, however, is that topics are rarely developed and extended over several lessons. The NNS framework seems to be over ambitious regarding what can be covered in the time allocated for each topic (Basit, 2003). This can have the disadvantage for low attaining pupils in that they have to move on to another topic before they adequately grasp the topic in hand. However, an advantage of this is that it helps teachers maintain better time management, and avoids “doing a topic to death”. Another concern is that the NNS assumes pupils have reached a certain level at the end of the year and have to be taken on from there at the beginning on the next year, when in fact many pupils have considerable gaps in their understanding (Basit, 2003). There is an important distinction to be made between traditional whole class teaching and the notion of interactive whole class teaching. The former relies heavily on a teacher-centred didactic approach, making heavy use of explaining and demonstrating; teacher questions and pupil answers are based on the teacher asking a high proportion of closed questions or questions requiring a simple recall of facts or procedures, and pupil answers are often short. The latter (interactive whole class teaching), which is what is advocated in the NNS, is an approach that is intended to actively involve pupils in the lesson through the use of more searching higher-order questions which seek to challenge and extend pupils’ thinking, in which pupils’ answers are probed, built upon and elaborated, and which encourage pupils to ask questions and to interact with peers. Many teachers were not familiar with this distinction, and those who were, often claimed to be using a greater degree of interactive teaching in their classrooms than is 398 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 borne out by lesson observation data (Bibby et al., 2003; Hardman et al., 2003; Pinel, 2002). Looking at these last two issues together (the coverage of each topic within the time frame available for it, and the use of interactive whole class teaching), the evidence of strict adherence to some aspects of the policy on the one hand and weak implementation of other aspects of the policy on the other hand further reinforces the earlier points about the difficulty in measuring impact. What can be said is that the fragmentation produced by the objectives led approach may be negatively affecting the confidence and competence of lower attaining pupils, and that the current classroom practice evidenced here is not helping pupils to develop competence and confidence in higher order thinking since it is so rarely being encouraged. The use of whole class teaching used in the mental/oral starter phase of the lesson was regarded by many teachers as stimulating pupils and getting the lesson off with a buzz, and such activities were generally regarded by pupils as fun and enjoyable. Nevertheless, there was some concern that this phase of the lesson publicly exposes low attaining pupils, and can generate levels of anxiety amongst some pupils that can undermine their confidence, and there is some evidence that boys in years 1 and 2 may more vulnerable to such exposure than girls (Myhill, 2002). Here the problems of treating pupils as an undifferentiated group in claims about impact surface again. What we have from the observational data here is further evidence of differential impact, particularly on the confidence of low attaining pupils, with a gender factor coming into play in this particular study. In addition, a concern has also been expressed that the style of whole class teaching typically observed in fact generates bad habits regarding the way pupils are expected to perform. A substantial element of the three-part lesson involving the public answering of questions which stress speed and correctness, such that pupils are participating in the activities rather than engaging in the mathematical thinking (Denvir and Askew, 2001). This can undermine the development of a more reflective approach and the ability of pupils to think strategically. Strategic thinking refers to developing a repertoire of mental and written calculation strategies and informed decision making about the use of these. When the NNS was introduced, the development of strategic thinking was flagged up as a major change from previous teaching, but there is little evidence that pupils are better able to think strategically (Bibby et al., 2003). This links with the earlier point about higher order thinking. Pupils may appear to be displaying confidence 399 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 and competence, but this may be more about being able to play by the classroom rules and expectations of performance rather than genuine engagement with the mathematics. Hard evidence of greater confidence and competence of pupils in years 1 and 2 is equivocal. Test data on pupils’ performance in numeracy tests collected over year 1 and/or year 2 and compared with comparative data, such as the performance of pupils in other countries, or with the performance in year 1 and 2 pupils just prior to the introduction of the NNS in September 1999 with that immediately after, do not provide clear evidence that performance has improved. One problem is that in the period immediately before the introduction of the NNS, test data indicate that performance in mathematics had improved, in part because teachers were addressing more of their teaching towards meeting the pupil performance targets that were being set, and in part because the content being covered was matching more closely the content of what was being assessed and the amount of time being devoted to this content was also increasing (Brown et al., 2001, 2003). As such, by the time the NNS was introduced in September 1999, much of the gain that the NNS was expected to have promoted had already been achieved. Nevertheless, there is some evidence that pupils are now more confident and competent in their mental mathematics, and in numerical tasks (tasks requiring the counting and manipulation of number), perhaps at the expense of relational tasks (tasks requiring the understanding of relations in space, size, quantity and order (Aubrey et al., 2003). In terms of the review question, which relates to the impact of the NNS specifically, we have to be very guarded. Conclusions about competence gains may only refer to some aspects of mathematical understanding; the NNS curriculum and earlier curricular reform may be the reasons for these gains rather than the NNS pedagogy. In this respect, we are cautious about what would have been the case if the NNS had not been implemented, although it seems plausible that gains made before September 1999 would have been consolidated. Some of the evidence for impact on pupil confidence points to the role played by teachers’ expertise, particularly in the area of language. The in-depth analysis indicated that whole class teaching was placing greater demands on the teachers’ use of mathematical vocabulary, and that some teachers were not taking enough care to explain the meaning of the terms they were introducing, and this is likely to undermine the development of pupil confidence, particularly amongst low attaining pupils (Raiker, 2002). In addition, teachers need to make use of the type of language used by pupils to indicate the extent to which this reflects their mathematical understanding. Such 400 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 language can be elicited by the use of appropriate teacher questions for this purpose, which can usefully indicate whether pupils have internalised and are trying to follow a rule in order to generate the answer to a problem that has been set (Bills, 2003). In addition, whole class teaching also makes great demands on teachers’ mathematical subject matter knowledge, and where this is insecure, the quality of teaching and learning that occurs can be less effective (Huckstep et al., 2002; Earl et al., 2002). This is particularly evident in the extent to which teachers are able to use their subject matter knowledge in connecting, responding and exemplifying in order to aid the development of pupil confidence and competence. Another study also indicated that there was still a gap between the nature of how mathematics was being used at home in real life contexts and how it was being used in school. Whilst much of school mathematics is embedded in real life contexts, it is still taught and used in an way that emphasises this context as a means of developing and sustaining the use and understanding of mathematical operations (e.g. subtraction) rather than how the mathematics was used in the real life context to solve meaningful and purposeful problems. This difference inhibits transfer of learning, so that pupils often do not see the connection between what they are doing in a mathematical operation or how that relates to what in happens in the real life context (Baker and Street, 2003). In this case study, there was convincing evidence that the case study child, for whom there was a big difference in home and school numeracy practices, was disengaged and lacking in confidence in the school classroom. This may be associated with the NNS curriculum and classroom practice which stresses conceptual understanding and number skills, rather than problem solving and application. This is not a problem confined to the NNS, however, but emerging research on the social practices of home numeracies is still very recent and did not inform the NNS policy despite the stated good intentions of involving parents and communities. The way the three-part lesson is organised in terms of an increased use of ability groupings (both in terms of setting across classes and in terms of within-class ability groups) has been noted in a number of studies in this review. Many teachers have attributed this increase to the introduction of the three-part lesson and the use of more whole class teaching. Some concern has been expressed that this will result in some low attaining pupils spending several years in a low set or ability-group, which is likely to lead to disaffection with mathematics (McSherry and Ollerton, 2002). This inference is 401 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 of course not based on primary evidence and thus needs to be treated with some caution. A concern has also been expressed that the style and approach of teaching adopted may have a different effect on different levels of ability; for example, there is evidence that a more relaxed and supportive approach to teaching helps low attaining pupils to recover in terms of confidence and competence, but this may be at the expense of rest of the class who will not be challenged enough by such an approach, leading to less progress being made overall by the class as a whole (Brown et al., 2003). Organising the threepart lessons with mixed age classes, which commonly occurs in small rural schools, poses a number of problems for teachers, who have largely had to adapt the format, by either shortening or omitting plenaries, or by making use of classroom assistants to run lessons in parallel for the different age or ability groups within the class (Evans, 2001). In this situation, able older pupils’ needs may not be met but able younger pupils may be stimulated. In all these studies, a differential impact in terms of ability and age of pupils in mixed age classes can be inferred and the observational evidence strengthens the case for the concern already raised about the confidence of low attainers. The latter two studies (Brown et al., 2003b; Evans, 2001) are the only studies in our review which also begin to raise concerns for pupils at the other (high) end of the ability continuum. These do however suggest the possibility that pupils of average ability may be experiencing the most positive impact. The three-part lesson has also led to a number of classroom teaching initiatives, such as an evaluation of whether educational television programmes can usefully contribute to whole class teaching in stimulating dialogue and discussion, and there is some evidence that pupils do display an enthusiasm for the television programmes and are active watchers, but the evidence that they enhance gains in numeracy is equivocal (Hopkins and Pope, 2000). The range of opportunities offered by the programmes and the scope of resulting numeracy gains points to the teacher as a potentially weak link between the strategy and its implementation. This links with some of the issues already raised about the salience of the teacher’s use of language, subject matter knowledge and expertise in conducting interactive whole class teaching, all of which may have a potential effect on pupils’ confidence and competence. CONCLUSION 402 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 In conclusion, it is difficult to give a clear cut answer to our review question. There is some evidence of positive impact, but it seems to depend particularly on the ability of pupils and on the teacher’s expertise. There is strong evidence suggesting that the pedagogy associated with the NNS is disadvantaging some pupils in terms of confidence and competence, that some important aspects of mathematics are being neglected, and that weaknesses in implementation coupled with a lack of ownership cast doubt on the sustainability of the policy. The data considered in this systematic review have three major implications for the NNS: (i) there is a need for in-service training for primary teachers to highlight the purpose and nature of ‘interactive’ teaching in fostering higher quality dialogue, discussion and strategic thinking; (ii) there is a need for in-service training to strengthen teachers’ subject matter knowledge of mathematics, so that in the classroom context that can take better advantages of opportunities to enhance pupils’ understanding of the mathematics they are engaged in; (iii) there is a need to consider how the national assessment of pupil progress in mathematics can occur without constraining time and pedagogy in ways that undermining the development of pupils’ mathematical understanding. MEMBERSHIP OF THE REVIEW GROUP Patti Barber (Department of Primary Education, Institute of Education, University of London); Peter Bland (Huntington Secondary School, York); Robert Coe (Curriculum Evaluation and Management Centre, University of Durham); Ann Dowker (Department of Experimental Psychology, University of Oxford); Ann Gannon (Department of Educational Studies, University of York); Maria Goulding (Department of Educational Studies, University of York); Gill Hatch (Institute of Education, Manchester Metropolitan University); Charles Hulme (Department of Psychology, University of York); Qaimah Ismail (Department of Educational Studies, University of York); Barbara Jaworski (Department of Mathematics, Agder University College, Norway); Chris Kyriacou (Department of Educational Studies, University of York); Paul Lazenby (Department of Physics, University of York); Ann MacNamara (National Numeracy Strategy, London); Alison Robinson (Department of Educational Studies, University of 403 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 York); Tim Rowland (Department of Education, University of Cambridge); Sue Sanders (Department of Education, University of Swansea); Sally Sutton (St. Lawrence Primary School, York); Peter Tymms (Curriculum Evaluation and Management Centre, University of Durham). ACKNOWLEDGEMENT The Mathematics Education Review Group and this review are part of the initiative on evidence-informed policy and practice at the EPPI-Centre, Social Science Research Unit, Institute of Education, University of London, funded by the Department for Education and Skills (DfES). The review group acknowledges the financial support from the DfES via the EPPI-Centre. REFERENCES Aubrey, C., Godfrey, R., Kavkler, M., Magajna, L. and Tancig, S. (2003) The development of early numeracy and its relationship to curriculum goals and pedagogical practices in the European context. Paper presented at the European Early Childhood Educational Research Conference, University of Strathclyde, 3-6 September. Baker, D. and Street, B. (2003) Researching home and school numeracy practices in the early years. Paper presented at the British Educational Research Association Annual Conference, Heriot-Watt University, Edinburgh, 11-13 September. Basit, T. N. 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(2002) Spoken language and mathematics, Cambridge Journal of Education, 32(1), 45-60. 406 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 POSTER 9 CONOCIMIENTO, USO Y CONTROL DE LAS ESTRATEGIAS DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS EN ESTUDIANTES DE 5º DE EDUCACIÓN PRIMARIA Mª Dolores Gil Llario. Profesora Titular del Dpto. de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universitat de València. Estudi General. Correo electrónico: [email protected] Francesca Marí Sabater. Psicóloga. Master en Dificultades de Aprendizaje Resumen El objetivo del presente trabajo consiste en explorar el conocimiento, uso y control de las estrategias de resolución de problemas de los estudiantes de quinto curso de Primaria. Para ello hemos realizado una adaptación del famoso instrumento de evaluación de procesos diseñado por M. Montague (1996). Este instrumento de evaluación se asocia al programa elaborado por esta misma autora dirigido a instruir en el uso y control de las estrategias que se muestran deficientes. Dado que este instrumento de evaluación supone la puesta en marcha de procesos metacognitivos se plantea como una entrevista donde las habilidades del evaluador para facilitar la reflexión y expresión del estudiante adquieren una notable relevancia. El MPSA (Mathematics Problem Solving Assessment) consta de dos partes diferenciadas, la primera mide la percepción por parte del alumno de la importancia de la resolución de problemas y su actitud hacia éstos. La segunda parte se centra en el uso, conocimiento y control que tiene el estudiante sobre las estrategias cognitivas y metacognitivas implicadas en la resolución de problemas. Este instrumento se aplicó de forma individualizada a un total de 16 sujetos de quinto de Primaria que mostraban dificultades de aprendizaje en las matemáticas. Los resultados son bastante homogéneos en cada uno de los apartados evaluados lo que permite extraer conclusiones generales que constituyen una guía a la hora de diseñar la intervención. Las estrategias utilizadas se limitan a una lectura repetida seguida del cálculo que se considera que resuelve el problema. Aunque en la mayoría de casos son capaces de parafrasear correctamente, en general no aplican esta estrategia de forma sistemática. Ningún sujeto realiza habitualmente representaciones gráficas que les ayuden a resolver problemas y cuando se les insta a hacerlo la representación se limita a un dibujo donde se representa la situación de la que habla el problema pero sin utilidad para guiar la planificación. El control sobre la planificación de las operaciones que resuelven el problema se basa en criterios no válidos como palabras relacionadas (más, menos) que aparecen en el enunciado. El cálculo es una estratègia que todos utilizan aunque los mecanismos de control dependen generalmente de agentes externos (corrección de padres, maestro/a, etc.). Aunque todos los estudiantes saben lo que significa comprobar sólo dos aplican esta estrategia siempre que resuelven problemas. Estas conclusiones permiten establecer unas directrices mínimas a tener en cuenta en el diseño de programas de intervención dirigidos a estudiantes con dificultades de aprendizaje en la resolución de problemas. INTRODUCCIÓN La evaluación se ha definido como un “proceso sistemático de reunir información relevante educativamente de cara a tomar decisiones legales e instruccionales relativas a 407 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 la provisión de servicios de educación especial” (McLoughlin y Lewis, 1990). Se trata de obtener respuesta a cuestiones específicas como, por ejemplo, cuáles son los puntos académicos fuertes y débiles del estudiante o qué estrategias utiliza para resolver problemas. Desde la teoría de la absorción, puesto que la matemática escolar consiste en el dominio de un conjunto de conocimientos y técnicas, la evaluación se dirige a comprobar si dicho objetivo se ha conseguido o no. Esta evaluación se centra en lo que el niño produce, en su rendimiento externo basándose en parámetros tales como la exactitud o la rapidez (eficacia). Los errores desde esta perspectiva no son más que una prueba de la ausencia de eficacia. Desde la teoría cognitiva, en cambio, los errores no indican una simple deficiencia del conocimiento, sino que nos indican cómo ha intentado abordar el problema constituyendo auténticas ventanas a los procesos interiores del pensamiento del niño, que son los que realmente interesan desde esta perspectiva. La evaluación de procesos presenta muchas ventajas (Baroody, 1988). En primer lugar, nos proporciona inormación sobre lo que el sujeto es capaz de hacer, lo que nos da directrices para la planificación educativa. Por otra parte, nos da información mucho más fiable porque en ocasiones los niños pueden darnos una respuesta acertada por casualidad habiendo empleado un procedimiento incorrecto, y al revés, por cansancio o falta de motivación pueden fallar teniendo aptitudes para resolver un problema. Existen pocos instrumentos de evaluación que recojan información relativa a los procesos implicados en la resolución de problemas. Uno de los más utilizados es el MPSA-SF (Montague, 1996). Se trata de un instrumento de evaluación de procesos que se asocia al programa elaborado por esta misma autora dirigido a instruir en el conocimiento, uso y control de las estrategias que se muestran deficientes en la resolución de problemas de matemáticas. OBJETIVO: El objetivo del presente trabajo consiste en explorar el conocimiento, uso y control de las estrategias de resolución de problemas de los estudiantes de quinto curso de Primaria a través de una adaptación del MPSA-SF (Mathematical Problem Solving Asessment-Short Form) de Margorie Montague (1996), así como explorar la eficiencia de este instrumento para el objetivo planteado. INSTRUMENTO: 408 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 El MPSA es una entrevista diseñada por Marjorie Montague (Montague,1996) que consta de dos partes: 1. La primera consta de 20 ítems, de los cuales los 15 primeros se avalúan a partir de una escala de 5 puntos y miden la percepción que tiene el alumno/a de la importancia de la resolución de problemas matemáticos y su actitud hacia este área. Los 5 ítems restantes son preguntas abiertas sobre el conocimiento de estrategias de resolución de problemas matemáticos. 2. La segunda parte está formada por 56 ítems sobre las estrategias cognitivas. Las preguntas están formuladas para medir el conocimiento, uso y control que tiene el estudiante sobre estas estrategias. Los 9 ítems finales informan sobre las estrategias generales de ejecución. Nosotros hemos adaptado esta prueba eliminando aquellas preguntas que considerabamos que reiteraban en un aspecto ya valorado. Dado que este instrumento de evaluación supone la puesta en marcha de procesos metacognitivos se plantea como una entrevista donde las habilidades del evaluador para facilitar la reflexión y expresión del estudiante adquieren una notable relevancia. MUESTRA: Este instrumento se aplicó de forma individualizada a un total de 16 sujetos de quinto de Primaria que mostraban dificultades de aprendizaje en las matemáticas. Estos 16 sujetos fueron seleccionados a partir de una muestra mayor de 42 alumnos de quinto curso de un colegio público de Benifaio en la comarca de la Ribera Alta de la provincia de Valencia. Los criterios de selección fueron presentar un bajo nivel de rendimiento en matemáticas, una deficiente ejecución en problemas de matemáticas presentados en formato de texto y tener un CI (cociente de inteligencia) dentro de los márgenes de la normalidad. Para cumplir el primer criterio se desarrolló y aplicó una prueba de Evaluación Criterial de los objetivos curriculares de cuarto curso de E. Primaria, ya que estábamos en el inicio del quinto curso. Se eliminaron los objetivos que no discriminaban porque eran superados por más del 85% de los sujetos (muy sencillos) o por menos del 15% (muy difíciles). Tras esta depuración se estableció un punto de corte del 50% quedando 19 sujetos por debajo de dicho porcentaje.. 409 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 Seguidamente se adminitró una prueba de solución de problemas para seleccionar a los estudiantes que tenían dificultades específicamente en este área. De este modo se excluyeron 3 sujetos al obtener una buena puntuación en esta prueba. Todos los niños que participaron en la investigación tenían 10 años, a excepción de uno que tenía 11, siendo el 50% niños y el 50% niñas. PROCESO DE SELECCIÓN DE LA MUESTRA 42 sujetos de 5º Primaria CI<80 3 CRITERIO 1: CI>80 39 PC>50% 20 INTELIGENCIA (CI) CRITERIO 2: PC<50% 19 PSP<85% 16 PRUEBA CRITERIAL CRITERIO 3: PSP>85% 3 PRUEBA SOL. PROBLEMAS RESULTADOS: A continuación se presenta en tablas la transcripción de las entrevistas individualizadas llevadas a cabo con los estudiantes: CONOCIMIENTO GENERAL DE ESTRATEGIAS DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS ¿Que sueles pensar cuando resuelves problemas de matemáticas? A1 Quizá lo haga bien y quizá no. B3 En lo que dice y en qué he de hacer. A3 He de leerlo y comprender, pensar en la B7 operación que he de hacer. En hacerlo. A5 En el problema. B8 Me hago un “lio”. A10 Como son los números, qué he de hacer… B9 En lo que dice el problema. A11 En qué operación será. B15 En las matemáticas y las operaciones. A12 Que son muy difíciles. B17 En hacerlo. A16 En la operación que he de hacer. B18 En lo que dice el problema. A20 En la operación. B19 Que estan muy fáciles. ¿Qué haces para resolver problemas de matemáticas com los ejemplos que te he enseñado? 410 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A1 Leerlo muchas veces B3 Lo leo 2 o 3 veces y cuando sé qué es hago el cálculo. A3 Leerlo muchas veces y pensar. B7 Leer, pensar y hacerlo. A5 Mirar la pregunta que hace y hacerlo. B8 Pensar intentando adivinar. A10 Pensar y contar en el ninguna. B9 Pensar. A11 Pensar y hacer la operación. B15 Pensar. A12 Leerlos una o dos veces, entenderlos y B17 hacerlos. Leerlo y si no lo entiendo la leo hasta entenderlo después si lo entiendo lo hago. A16 Leerlo y si no lo sé volverlo a leer hasta que B18 lo pueda resolver. Pensar. A20 Pensar. Leer y resolverlo. B19 Una estrategia es un plan general o una actividad específia que la gente utiliza para resolver problemas. Háblame de alguna estrategia que utilices cuando resuelves problemas de matemáticas. A1 Leerlo mucho. B3 Leerme la pregunta hasta que la entienda. A3 Leer y pensar. B7 Leerlo. A5 Si dice ¿cuántas faltan? Tendré que restar. B8 Si me pregunta ¿cuál es el total? tendré que sumar. A veces pone alguna cosa que dice que se ha de sumar, y tu sumas. A10 Contar con los dedos. Hacerlo en un folio B9 suelto. No lo sé. A11 Leer muchas veces. B15 Pedir ayuda a mi padre y a mi madre. A12 Leerlos bien y aprender cómo se hacen. B17 Hago la primera operación que es hasta el primer punto y después sigo haciendo las otras. A16 Leerlo y hacer la operación que toca. B18 Sumar, multiplicar o lo que sea. A20 Leer bien y hacer la operación. B19 Leerlos 4 o 5 veces e ir pillándolos. Por lo que se refiere a sus pensamientos durante la ejecución vemos en algunos casos cómo los pensamientos negativos e incapacitantes son lo primero que acude a sus mentes (A12, B8), la ausencia de control (A1) o incluso la falta de aceptación de la realidad ( B19). Otros, en cambio, intentan centrarse en el problema. En cuanto al conocimiento general de las estrategias de resolución de problemas podemos apreciar cómo las respuestas indican que las únicas estrategias utilizadas de forma generalizada por todos los estudiantes son la lectura más o menos repetida y la aplicación de la operación de cálculo que creen conveniente. En algunos casos, como en 411 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 los sujetos A5 o A8 se utilizan estrategias inadecuadas como la de palabra-señal que llevan a errores. Tras esta apreciación general vamos a analizar el conocimiento, uso y control que presentan estos estudiantes con dificultades de aprendizaje de cada una de las siete estrategias implicadas en la resolución de problemas: leer, parafrasear, visualizar, planificar, estimar, calcular y comprobar. LA LECTURA COMO ESTRATEGIA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Conocimiento ¿Cuando lees los problemas de matemáticas, los comprendes? A1 A veces. B3 Algunos. A3 Los tengo que leer muchas veces hasta que B7 los entienda. Sí. A5 A veces. B8 A veces los entiendo. A10 Sí que los comprendo. B9 Depende de si son difíciles. A11 A veces sí y a veces no. B15 Algunos. A12 Sí, si los leo muchas veces. B17 Algunos. A16 Normalmente sí. B18 Si son muy largos no los entiendo bien. A20 A veces. B19 Sí, los comprendo y sé como se resuelven. ¿Cómo te ayudas a ti mismo para comprender los problemas? A1 No lo sé. B3 Hacer lo que creo. A3 Pensando en lo que leo. B7 Pensando en lo que dice el problema.. A5 No lo sé. B8 Pensando en cómo los puedo hacer. A10 Mirando los números y pensando. B9 No hago nada. A11 Pensando. B15 Pensando. A12 Leerlos muchas veces te da la ayuda para B17 saberlos pensar. Leyéndolos muchas veces. A16 Leyendo el texto y lo más importante. B18 Pienso. A20 Leyéndolos y fijándome. B19 Leerlos 3 veces e ir pillándolos. Uso ¿Cuántas veces lees un problema de matemáticas? A1 Si no los comprendo, 3 o 4. B3 3. A3 Hasta que lo entiendo. B7 Las que hagan falta. A5 2. B8 Si no los entiendo, 3 o 4. 412 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A10 Muchas hasta que lo entiendo. B9 1. A11 Muchas. 4 o 5. B15 2, 3 o 4. A12 3. B17 5 o 6. A16 2 o 3. B18 Las que sean necesarias hasta entenderlo. A20 Muchas, 4 o 5 B19 3. ¿Si no entiendes alguna cosa del problema, que haces? A1 Leerlo más. B3 Preguntar. A3 Preguntarlo al maestro o leerlo más. B7 Dejarlo para hacerlo lo último. A5 Volverlo a leer. B8 Leerlo otra vez. A10 Volverlo a leer. B9 Hacer alguna operación per si lo adivino A11 Leerlo más. B15 Preguntarlo a mi madre o a mi padre, leerlo A12 Me dejo los que no sé. B17 Lo que entiendo lo hago y después vuelvo a lo que no entiendo y lo leo hasta entenderlo A16 Se lo pregunto al maestro o lo vuelvo a leer. B18 A20 Preguntar. B19 Leerlo más. Lo dejo o lo copio en otra hoja y lo hago. Control ¿Qué preguntas te haces a ti mismo mientras lees un problema de matemáticas? A1 Si he de restar, a cuánto cabe… B3 No hago preguntas. A3 ¿Qué operación será? B7 ¿Cómo se hará? A5 ¿Qué operación haré? B8 ¿Qué será? A10 No me hago preguntas. B9 No hago preguntas. A11 La del problema. B15 ¿Será división? A12 ¿Cómo lo puedo hacer? ¿Qué haré primero? B17 Las que pone en el problema. A16 ¿Cómo se hace? ¿Cómo será el resultado? B18 ¿Cómo lo podré hacer? A20 No me hago preguntas. B19 No hago preguntas. La LECTURA es una estrategia que está claro que conocen bien y que utilizan de forma sistemática y reiterada. Algunos hablan incluso de 5 o 6 veces. Cuando no entienden vuelven a leer una y otra vez el texto del problema pero no ejercen control sobre dicha estrategia ya que no se hacen preguntas mientras leen que les ayuden a interpretar y entender el texto o bien las preguntas van directamente dirigidas a la búsqueda de la operación sin más. EL PARAFRASEO COMO ESTRATEGIA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS 413 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 Conocimiento ¿Que haces para ayudarte a recordar lo que dice el problema? Después de responder esta pregunta, se explica al estudiante que parafrasear significa decir el problema con palabras propias. A continuación se le pide que diga con sus palabras el problema nº 1 de los incluidos en la entrevista. A1 Repasarlo, volviéndolo a leer. Parafraseo B3 correcto. Volver a leer. Parafraseo incorrecto. A3 Anotarlo. Parafraseo correcto. Volviendolo a leer. Parafraseo incorrecto. A5 Señalando los datos Parafraseo correcto. B7 subrayándolos. B8 Leerlo otra vez. Parafraseo correcto. A10 Leerlo otra vez. Parafraseo correcto. B9 Volver a leer. Parafraseo incorrecto. A11 No lo sé, lo mire. Parafraseo incorrecto. B15 Volverlo a leer. Parafraseo correcto. A12 Leerlo muchas veces. Parafraseo correcto. B17 Leerlo y volverlo a leer. Parafraseo correcto. A16 Volverlo a leer. Parafraseo correcto. B18 Leerlo otra vez. Parafraseo correcto. A20 Mirar el problema. Parafraseo correcto. B19 Escribirlo en incorrecto. una hoja. Parafraseo Uso ¿Te dices lo que lees en tus propias palabras? A1 Sí. B3 No. A3 A veces. B7 A veces. A5 A veces. B8 Sí, a veces. A10 Sí, a veces. B9 No. A11 No. B15 A veces. A12 A veces. B17 A veces. A16 Sí, a veces. B18 Sí, siempre. A20 No. B19 A veces. Control Cuando te dices un problema con tus propias palabras, ¿cómo sabes que estás haciéndolo bien? A1 No lo sé. B3 No lo hago. A3 Porque la he leido muchas veces. B7 No lo sé. A5 Lo resumo. B8 Lo miro en el problema. A10 No lo sé. B9 No lo hago. A11 No lo hago. B15 No lo sé. A12 No lo sé. B17 Porque lo he leido y lo comprendo. A16 Me lo he leido y sé cómo es. B18 No lo sé. A20 No lo hago. B19 Porque lo digo yo mismo. 414 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 Si bien la mayoría de estudiantes son capaces de PARAFRASEAR correctamente el texto del problema no es ésta una estrategia que utilicen de manera sistemática en las tareas de resolución de problemas. De hecho antes de explicar en qué consiste esta estrategia cuando se les pregunta sobre qué hacen para recordar los datos del problema la mayor parte de los entrevistados afirman que el recurso que utilizan es volver a leer el problema (sólo dos contestan de forma diferente: uno afirma que anota el texto en otra hoja y otro que subraya lo que considera más importante). Por otro lado algunos de los que dicen no utilizar esta estrategia cuando se les pide lo hacen correctamente, mientras que otros que dicen utilizarla lo hacen incorrectamente. Sólo uno ejerce algún tipo de control sobre la estrategia afirmando que “mira el problema” como comprobación. LA VISUALIZACIÓN COMO ESTRATEGIA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Uso Alguna vez has hecho un dibujo del problema o lo has imaginado? A1 A veces me los imagino. A3 Lo imagino complicados. A5 No. a veces B3 en los más B7 No. Me los imagino. B8 Si la maestra me lo dice. A10 Me lo imagino a veces cuando salen B9 animales. A veces me los imagino. A11 No. B15 A veces lo he imaginat. A12 Sí, cuando lo dice el maestro. B17 No. A16 Me imagino los más difíciles. B18 Me lo imagino y a veces hago un dibujo. A20 No. B19 Imagínate, por ejemplo en el segundo problema me los imagino en el cine con una pantalla enorme y comiendo palomitas. Conocimiento ¿Cómo representas graficamente los problemas? A continuación pedimos al estudiante que represente con un dibujo el problema número 1. A1 No lo hago. Representación no útil. B3 No los representa Representación no útil. gráficamente. A3 No representa gráficamente. Representación B7 no útil. No los representa Representación no útil. gráficamente. 415 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A5 No hace representaciones Representación no útil. gráficas. B8 Dibujando las cosas Representación no útil. del problema. A10 No representa. Representación no útil. B9 No los dibujo. Representación no útil. A11 No representa. Representación no útil. B15 No los representa Representación no útil. gráficamente. A12 Dibujando lo que dice el problema. B17 Representación no útil. No los representa Representación no útil. gráficamente. A16 No representa gráficamente. Representación B18 no útil. Hago palitos que representen les coses. Representación no útil. A20 No representa gráficamente. Representación B19 no útil. No los representa Representación no útil. gráficamente. Control ¿Compruebas que el dibujo represente el problema? A1 No hago dibujo. B3 No los representa gráficamente. A3 No hago dibujo. B7 No els representa gráficamente. A5 No hago dibujo. B8 Si dibujo las cosas del problema está bien. A10 No representa gráficamente. B9 No hace representaciones gráficas. A11 No representa. B15 No hace representaciones gráficas. A12 A veces, volviendo a mirar el problema. B17 No hace representaciones gráficas. A16 No representa gráficamente. B18 No. A20 No representa gráficamente. B19 Sí si están las personas del problema. Ningún alumno entrevistado realiza REPRESENTACIONES GRÁFICAS de manera habitual. Sólo dos dicen haber hecho en alguna ocasión un dibujo representativo y ha sido a instancias de la maestra. Algunos afirman qe se imaginan las situaciones representadas en los problemas pero si se les pregunta sobre el contenido de dichas visualizaciones comprobamos que no tienen ninguna utilidad a la hora de planificar la resolución sino que se quedan en datos anecdóticos referentes al contexto en el que se da la situación problemática (personajes, lugar, etc.) LA PLANIFICACIÓN COMO ESTRATEGIA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Conocimiento ¿Cómo planificas para resolver un problema de matemáticas? ¿Qué pasos sigues? 416 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A1 Miro los números, pienso en la operación, B3 la hago en sucio, el maestro la corrige y la paso a la libreta. Leerlo, apuntar los datos para que no se olviden y hacerlo. A3 Según los puntos: leo cada frase y la B7 entiendo. Después lo leo entero hasta que lo comprendo. Pongo los datos y hago las operaciones. Leyéndolo, pensándolo y haciéndolo. A5 Leerlo, pensarlo, hacer las operaciones y B8 corregirlo. Leyéndolo, pensando y resolviéndolo. A10 Leerlo, mirar los datos, imaginármelo y B9 hacerlo. Leyéndolo, operación. pensando y haciendo la A11 Leerlo, pensar y hacerlo. B15 Leyendo, escribiendo los datos, hago las operaciones y anoto el resultado. A12 Leerlo muchas veces, lo hago y lo B17 compruebo, si está mal lo vuelvo a hacer Primero leer, después las operaciones: hago primero las que entiendo y lo que no entiendo lo dejo para el final. A16 Leerlo, pongo en el papel los datos, pienso B18 lo que he de hacer, lo hago y pienso en el resultado. Leerlo, mirar los números y hacerlo. A20 Lo leo, pienso en las operaciones y lo hago. B19 Leerlo y lo hago. Uso Cuando llevas a la práctica tu plan,¿sigues los pasos que previamente te habías planificado? A1 Sí. B3 Sí, casi siempre. A3 Sí. B7 Sí. A5 Casi siempre. B8 Sí. A10 A veces. B9 No siempre. A11 Sí. B15 La mayoría de veces no porque me olvido. A12 Sí, muchas veces. B17 Sí, a veces. A16 No siempre. B18 Casi siempre. A20 Sí. B19 Sí. Control ¿Cómo sabes qué operaciones has de utilizar? A1 Si es una suma pregunta por el total, si es B3 resta pregunta por cuántas le faltan. Pensando un poquito. A3 Si he de repartir, división; si faltan 5 B7 caramelos, por ejemplo, suma y si se comen resta. Si quitas, haces una resta, si repartes, haces una división. A5 Porque lo dice el problema. El problema casi que te lo dice. B8 A10 Mirando los números: si es mayor el de B9 arriba se multiplica. Por lo que dice el problema. A11 Leyendo el problema. Pensando en el texto. B15 417 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A12 Si lo lees lo sabes. B17 Leyendo el problema. A16 Leyendo el texto. B18 Leyéndolo y si no lo entiendo muy bien y son dos cifras se nota que es sumar o restar. A20 Porque está escrito. B19 Si pone más, hago una suma y si pone menos hago una resta. Los pasos (PLANIFICACIÓN) que siguen generalmente los estudiantes para resolver los problemas consisten en la secuencia “leer-pensar-hacer” consistiendo este último paso en la realización del cálculo. La planificación de los cálculos se realiza a menudo en base a la lectura de “palabras-clave” que lleva a planteamientos engañosos. LA ESTIMACIÓN O PREDICCIÓN COMO ESTRATEGIA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Conocimiento ¿Qué es estimar o predecir? A1 No lo sé. B3 No lo sé. A3 No lo sé. B7 No lo sé. A5 No lo sé. B8 No lo sé. A10 No lo sé. B9 No lo sé. A11 No lo sé. B15 No lo sé. A12 No lo sé. B17 No lo sé. A16 No lo sé. B18 No lo sé. A20 No lo sé. B19 No lo sé. Estimar es hacer una predicción sobre la respuesta utilizando la información que hay en el problema. ¿Crees que puede ayudar la predicción a resolver el problema? ¿Haces predicciones? A1 Sí. Yo lo hago a veces. B3 No lo sé. A3 Sí. B7 Sí. A5 No lo sé. B8 Sí. Lo hago a veces. A10 Sí, yo lo hago a veces. B9 Sí que lo hago dependiendo de cómo sea el problema porque pienso que sí que puede ayudar. A11 No lo sé. B15 No pienso que ayude mucho, yo no lo hago. A12 Sí, lo hago a veces. B17 Si que puede ayudar. Lo hago a veces. A16 Eso lo hago a veces y pienso que sí que B18 puede ayudar. Sí que puede ayudar. Yo no lo hago. 418 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A20 Sí que lo hago a veces y creo que sí que B19 ayuda. Sí. Lo hago a veces. Uso ¿Cómo estimas, imaginas o predices la respuesta antes de calcular? A1 Mirando el problema. B3 No estima. A3 No estimo. B7 No estimo. A5 No estimo. B8 Cuento con los dedos. A10 Pensando. B9 Pensando en lo que dice. A11 No estimo. B15 No lo hago. A12 Hago la operación de cabeza. B17 Pensando. A16 Aproximando las operaciones. B18 No lo hago. A20 Mirando los números y pensando más o B19 menos que dará. Pensándolo de cabeza. Control ¿Comparas tu estimación con lo que te pide el problema? A1 Sí, a veces. B3 No estima. A3 No. B7 No estimo. A5 No estimo. B8 No. A10 Sí, a veces. B9 A veces. A11 No estimo. B15 No lo hago. A12 Sí, a veces. B17 No. A16 A veces. B18 No estimo. A20 A veces. B19 A veces. De entrada ninguno de los estudiantes entrevistados conoce el significado de la palabra ESTIMACIÓN o predicción. Una vez se les explica el significado de esta palabra muchos de ellos (11) afirman que sí que utilizan a veces esta estrategia. Pero cuando se les pregunta sobre cómo realizan la estimación la mayor parte de las respuestas de los alumnos que han afirmado utilizarla son ambiguas como por ejemplo, “pensando”, “mirando el problema” o respuestas que denotan un uso incorrecto de la estrategia (“contando con los dedos”, o “pensándolo de cabeza”). El control que posteriormente aplican sobre esta estrategia es numo o poco generalizado. EL CALCULO COMO ESTRATEGIA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS 419 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 Conocimiento ¿Que piensas cuando realizas los cálculos? A1 En hacerlos bien. B3 Si los tendré bien o mal. A3 En los números y en fijarme. B7 En hacerlos bien. A5 En fijarme en los números y no “liarme”. B8 Me preocupo por si están bien o mal. A10 Pienso en no fallar, si no entiendo, vuelvo a B9 leer. En los números y las operaciones. A11 En hacer bien las operaciones. B15 Pienso en hacer bien la operación. A12 Si me saldrá bien o no. B17 En hacer bien los cálculos. A16 En si estarán bien las operaciones. B18 En contar bien. A20 En fijarme. B19 Que los tengo que hacer bien y fijarme. Uso ¿Utilizas el cálculo en los problemas de matemáticas? A1 Sí. B3 Sí. A3 Sí. B7 Sí. A5 Sí. B8 Sí. A10 Sí. B9 Sí. A11 Sí. B15 Sí. A12 Sí. B17 Sí. A16 Sí. B18 Sí. A20 Sí. B19 Sí. Control ¿Cómo sabes que tus cálculos son correctos? A1 Preguntándole al profesor o volviéndolos a B3 hacer. No lo sé, si no lo corrige el maestro. A3 A veces hago la prueba. B7 Si lees el problema , te lo dice. A5 Los hago 2 o 3 veces. B8 A veces están “chupaos” porque los he hecho muchas veces. A10 Lo cuento muchas veces. B9 Porque vuelvo a leer y pensar en la operación. A11 Cuando el maestro los corrige. B15 Cuando los corrige el maestro. A12 Los repaso. B17 Porque los pienso otra vez. A16 Haciendo la prueba. B18 No lo sé. A20 Repasando. B19 Al mismo tiempo que hago una suma divido. Así si me equivoco, después hago la división. 420 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 El CÁLCULO es la estrategia de uso más generalizado entre los estudiantes: todos afirman utilizarla. El control sobre esta estrategia se basa a menudo en la corrección que hace el maestro o en una repetición del cálculo, si bien en algún caso se afirma que se “hace la prueba” o se “repasa” aunque no se explica cómo. LA COMPROBACIÓN COMO ESTRATEGIA DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Conocimiento ¿Qué es comprobar? A1 Mirar si está bien. B3 Ver si está bien o mal. A3 Hacer la prueba. B7 Mirar si está bien. A5 Ver si está bien. B8 Ver si está bien. A10 No lo sé. B9 Ver si está bien o mal. A11 Ver si está bien. B15 Pegar una miradita para ver si está mal. A12 Ver si lo tengo mal. B17 Volver a hacerlo. A16 Saber si está bien. B18 Mirar si está bien. A20 Mirar si está bien. B19 Ver una cosa y explorarla. Uso ¿Sueles comprobar los problemas? (Si no saben que significa la palabra comprobar, se le explica antes de formular esta pregunta) A1 A veces. B3 A veces. A3 A veces lo hago en una hoja aparte. B7 A veces. A5 Sí, a veces. B8 Sí, si tengo temps. A10 Sí, a veces. B9 No, sólo en controles. A11 A veces. B15 No. A12 Sí, cuando tengo tiempo. B17 Sí, a veces. A16 Sí. B18 Sí. A20 A veces. B19 Sí, a veces. Control ¿Cómo compruebas que has realizado correctamente un problema de matemáticas? A1 Lo repaso o se lo pregunto al maestro. B3 Repasando les operaciones. A3 Haciendo la prueba. B7 Haciendo la prueba de las operaciones. A5 Volviéndolo a leer y volviéndolo a hacer. B8 Lo vuelvo a hacer y si está mi hermana me ayuda. A10 Mirando los números y leyéndolo otra vez. B9 Haciéndolo otra vez. A11 Repasando la operación. B15 Los corrige mi madre. 421 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 A12 De ninguna, si lo tengo mal lo borro. B17 Volviendo a hacerlo. A16 Volviéndolo a hacer en una hoja aparte. B18 Volviendo a hacerlos. A20 Volviéndolos a pensar. B19 Pensándolos y haciéndolos. Aunque los estudiantes saben en qué consiste COMPROBAR, no suelen aplicar esta estrategia de manera sistemática cuando resuelven un problema. En ocasiones recurren a ayudas externas para que les indiquen si el problema es correcto o no. En el caso de efectuar ellos mismos la comprobación se limitan a repasar los cálculos realizados, haciéndolos de nuevo o aplicando la prueba correspondiente. CONCLUSIONES: Los resultados son bastante homogéneos en cada uno de los apartados evaluados lo que permite extraer conclusiones generales que constituyen una guía a la hora de diseñar la intervención. Las estrategias utilizadas se limitan a una lectura repetida seguida del cálculo que se considera que resuelve el problema. Aunque en la mayoría de casos son capaces de parafrasear correctamentee, en general no aplican esta estrategia de forma sistemática. Ningún sujeto realiza habitualmentee representaciones gráficas que les ayuden a resolver problemas y cuando se les insta a hacerlo la representación se limita a un dibujo donde se representa la situación de la que habla el problema pero sin utilidad para guiar la planificación. El control sobre la planificación de las operaciones que resuelven el problema se basa en criterios no válidos como palabras relacionadas (más, menos) que aparecen en el enunciado. El cálculo es una estrategia que todos utilizan aunque los mecanismos de control dependen generalmentee de agentes externos (corrección de padres, maestro/a, etc.). Aunque todos los estudiantes saben lo que significa comprobar sólo dos aplican esta estrategia siempre que resuelven problemas. BIBLIOGRAFÍA 422 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 Baroody, A.J. (1994)(2ª Ed). El pensamiento matemático de los niños. Madrid: Aprendizaje-Visor. McLoughlin, J.A y Lewis, R.B. (1990). Assessing special students. New York. McMillan Montague, M. (1996). Assessing mathematical problem solving. Learning Disabilities Practice. 423 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 POSTER 10 LOS FORROS DE LOS CUERPOS: UNA ACTIVIDAD PARA APOYAR EL DESARROLLO DE LA PERCEPCIÓN GEOMÉTRICA EN PREESCOLAR Bertha Vivanco Ocampo Departamento de Investigaciones Educativas, Cinvestav, México [email protected] Este trabajo se desarrolló en el marco de un taller de actualización para las educadoras encargadas de los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI’s) de la Ciudad de México, sobre los contenidos que favorecen el Desarrollo del Pensamiento Matemático9. La petición de las autoridades contempló el hecho de que las educadoras participaran en el diseño de las actividades que podrían llevar a sus aulas como resultado del taller. El proceso se desarrolló en dos fases discontinuas de 40 horas cada una, para la primera se les propuso un conjunto de actividades que las educadoras debían aplicar previamente en su salón de clases y las reseñas de estas aplicaciones se analizaron durante la primera fase del taller con la retroalimentación por parte del grupo y del coordinador en turno. En la segunda fase, las educadoras formaron equipos de acuerdo a las edades de los alumnos con quienes estaban trabajando, se les plantearon situaciones problemáticas similares a las que se esperaba propusieran a sus alumnos haciendo énfasis en la ganancia didáctica que les retribuye el sustituir prácticas de uso tradicional en donde la generación de aprendizajes matemáticos es reducida y se ve desplazada por actividades cuya orientación apunta hacia el desarrollo de la psicomotricidad fina y la memoria. Cada equipo de educadoras eligió una temática y diseñó una actividad que aplicaron en el aula del taller con niños de 5 años de edad que eran alumnos de la escuela que funcionó como sede. Para este Simposio, interesa comentar particularmente, el caso de los forros de los regalos de navidad, pues las educadoras de este equipo, aplicaron una actividad en donde los alumnos se encargaron de forrar adornos para sus árboles de navidad en forma de regalos cúbicos; los alumnos seleccionaron entre varias opciones (no todas correctas) el desarrollo geométrico de un cubo de manera que todas las caras del regalo quedaran cubiertas pero una sola vez. Por lo tanto se cumplió con la demanda institucional de las autoridades, pues las educadoras tomaron parte activa en el diseño de una actividad y también con el interés de los coordinadores preocupados por el desarrollo de la percepción geométrica en los alumnos del preescolar. Las actividades del taller fueron sido diseñadas en el Laboratorio de Picomatemática del Departamento de Investigaciones Educativas, para favorecer el proceso de actualización docente que están enfrentando las educadoras en México, a raíz de la reforma curricular publicada en el Programa de Educación Preescolar 2004 (PEP 2004). Bibliografía Consultada: Panizza, Mabel (comp.) (2003). Enseñar matemática en el Nivel Inicial y el primer ciclo de la EGB. Buenos Aires: Paidós SEP (2004). Programa de Educación Preescolar 2004. México: Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos. 9 Fuenlabrada, I. (2004). ¿Cómo desarrollar el pensamiento matemático en los niños de preescolar? La importancia de la presentación de una actividad. En Módulo IV. Pensamiento matemático infantil e intervención docente (pp. 65-82). México: Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos 424 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 POSTER 11 Enhancing mathematical skills in pre-schoolers – development and evaluation of a programme for the kindergarten Prof. Dr. C. Quaiser-Pohl, University of Siegen, Germany [email protected] Co-Authors: PD Dr. W. Lehmann, Dr. Jeanne Rademacher, Dipl. Psych. A. Guenther, & Dipl.-Psych. N. Trautewig all Otto-von-Guericke-University Magdeburg, Germany What has been often discussed in cognitive developmental theories are the supposed limitations of pre-schoolers’ quantitative abilities. In order to study the possibilities of enhancing mathematical abilities in pre-schoolers in play-like situations we developed a training programme for mathematical skills in the kindergarten. The programme focuses on eight topics: visual differentiation, spatial abilities, the concept of quantities and numbers, simple arithmetic operations, symbol function, reasoning and the understanding of cause-and-effect. It consists of 16 units of about 45 minutes, two for each topic, and was conducted over eight weeks with two lessons per week. Participants were 113 pre-school children (mean age: 5.89 years) from eight German kindergartens. The training was evaluated by a pre-post design with control group. For the assessment of children’s cognitive, i.e. mathematical abilities, several psychometric tests were used. Training group (n=56) and control group (n=57) were parallelized according to the pretest results. A comparison of the post-test results revealed that the training group improved statistically significantly in three content areas: the concept of quantities, simple arithmetic operations and spatial abilities. Results further revealed that children with higher mathematical abilities and those with lower ones profit from the programme equally. Conditions and aspects of further development and implementation of the programme are discussed. 425 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 426 International Symposium on Early Mathematics, Cadiz (Spain) 5-6 May 2006 427