En primer lugar, quiero sumarme a las felicitaciones al nuevo

Transcripción

En primer lugar, quiero sumarme a las felicitaciones al nuevo
DISCURSO DE LA CONSEJERA DE SANIDAD DE
CANTABRIA, Dña. Mª JOSÉ SÁENZ DE BURUAGA, EN LA
TOMA DE POSESIÓN JUNTA DIRECTIVA DEL COLEGIO
DE MÉDICOS DE CANTABRIA. 20/09/2011.
En primer lugar, quiero sumarme a las felicitaciones al
nuevo presidente y a la nueva Junta Directiva y
aprovechar esta oportunidad para reconocer el trabajo
realizado por las sucesivas juntas directivas con las he
tenido el honor de colaborar, así como por los empleados
y colegiados que habéis hecho de vuestro Colegio
Profesional uno de los más reconocidos, respetados y
premiados del país.
Permitidme en ésta, que es mi primera comparecencia
como responsable sanitaria ante el Colegio, compartir con
vosotros algunas reflexiones.
La primera y más relevante relativa a la necesidad de
reconstruir las relaciones entre la Consejería de Sanidad
y el Colegio Oficial de Médicos de Cantabria.
Soy plenamente consciente de que los últimos años no han
sido el mejor ejemplo de colaboración institucional.
Como lo soy también de los nocivos efectos de una
política sanitaria salpicada por la conflictividad
permanente; oscurecida por la falta de diálogo y
transparencia; viciada por los incumplimientos y la
desconfianza y devaluada por la ausencia de implicación y
motivación de quienes estáis llamados a ser nuestros
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principales y más valiosos aliados en esta batalla: nuestro
excelente capital humano.
Eso afortunadamente es pasado y es ahora el presente y
el futuro próximo el que reclama toda nuestra
atención.
Conocéis tan bien como yo la situación de emergencia que
nos ha tocado vivir. Nuestra comunidad autónoma debe
ser consciente y afrontar el grave problema de
sostenibilidad de nuestro sistema de salud. Tanto que
garantizarla es nuestro principal objetivo y la
construcción de un gran consenso- un pacto - que nos
comprometa a todos a trabajar en la misma dirección,
la única manera de conseguirlo.
Es una exigencia ética y política, pero también una
profunda convicción personal. Quiero hacer del diálogo y
la escucha, de la confianza mutua y la implicación
profesional valores e instrumentos básicos de una
Consejería “que viene a hacer equipo con los
profesionales”, porque los ciudadanos nos necesitan
unidos y haciendo causa común.
Siempre, pero especialmente en momentos de crisis,
hemos de recurrir a los valores. Y creo sinceramente que
los colegios, como responsables últimos del
comportamiento, la calidad y la ética profesional de los
facultativos constituyen un gran valor a promover.
El objetivo de este Gobierno no es anular la capacidad
crítica sino ayudar a preservar la independencia de una
profesión que sólo se debe a sus pacientes. Por eso, desde
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nuestro punto de vista, es imprescindible separar el
régimen de empleo del personal estatutario del propio acto
médico sometido a la deontología y que debe estar
presidido por la autonomía facultativa.
Considerad estas afirmaciones como lo que son. Una
muestra del respaldo de esta Consejería a la colegiación
obligatoria, desde el convencimiento de que es la máxima
garantía para la propia profesión, la sociedad y el sistema
de la buena práctica profesional y de la calidad de los
servicios que prestamos a los ciudadanos.
Ese fue nuestro compromiso programático y tan pronto
como concluyamos el análisis jurídico de la cuestión,
procederemos a su cumplimiento. Si fuera precisa su
articulación legal, a través del proyecto de ley de medidas
fiscales y administrativas para el año 2012.
En otro orden de cosas no puedo dejar de lado el programa
de atención integral al médico enfermo – el PAIME- que a
pesar de las dificultades se mantendrá en nuestra ley de
presupuestos para el próximo ejercicio, con el fin de
asegurar que los médicos que, también enferman, reciban
la asistencia especializada necesaria, favoreciendo su
rehabilitación como profesionales y procurando que la
práctica de la medicina se haga en las mejores
condiciones.
Del mismo modo que he de referirme al importante
incremento de las agresiones al personal sanitario en el
ejercicio de su profesión.
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Y es que el ejercicio de las profesiones sanitarias tiene un
fuerte componente de servicio deseado por el conjunto de
la sociedad en el que la confianza constituye un pilar
fundamental. Si bien es cierto que se han producido
avances significativos en este ámbito, se hace necesario un
abordaje institucional, integral y coordinado del problema.
Es por ello que, en estrecha colaboración con los distintos
responsables colegiales, trabajaremos para la elaboración e
implantación de un protocolo conjunto de actuación ante
las agresiones en el ámbito sanitario que proteja a los
profesionales, el vínculo de confianza en la relación
médico-paciente y al conjunto del sistema sanitario.
Tiempo habrá de profundizar en otras necesidades como la
formación médica continuada y otros asuntos que en el
ámbito de la planificación, gestión y organización de
nuestros recursos humamos en general y de la profesión
médica en particular, deberemos abordar con vuestra
participación.
Porque somos complementarios, no excluyentes. Colegio
y Administración caminamos por la misma vía de la salud
y compartimos objetivos comunes. Puede que, en algún
momento, nuestro prisma de observación no sea el mismo
y a veces podremos discrepar, pero sé que nunca
perderemos el necesario clima de respeto y la capacidad
de hablar y colaborar.
Querido presidente. Te deseo mucho acierto, un poco de
suerte en esta ilusionante andadura y mi mano siempre
tendida para recorrerla juntos con éxito.
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Gracias.
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