CREATIVIDAD ESPONTANEIDAD SORPRESA RISA X X

Transcripción

CREATIVIDAD ESPONTANEIDAD SORPRESA RISA X X
CREATIVIDAD
X ESPONTANEIDAD
X SORPRESA
= RISA3
Un espectáculo que surge a partir de las propuestas del público,
quien decide un título y define un estilo de actuación. Unos segundos
después, sin decirse nada, los actores comienzan a improvisar y le
dan forma a un show de humor que rebasa de sorpresas y carcajadas.
Texto y fotos: Gonzalo Lanusse
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> TIGRIS
ESQUINA RECREATIVA
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EL VALOR DE HACER REÍR
—El mono, el virrey y el sacerdote, en estilo Almodóvar—
dice alguien desde la platea.
—Muy bien, el título es “El mono, el virrey y el sacerdote”, y el estilo es Almodóvar —responde Luciano desde
el escenario, y grita —¡Quince segundos y empieza la
próxima!
Las luces titilan, la música alcanza los decibeles más
altos, los actores saltan y el público aplaude. Pasan los
quince segundos, uno de los cuatro actores dice algo o
encara una acción, y título y estilo toman forma de escena. Los siguientes cuatro minutos van a estar dominados
por la creatividad y la espontaneidad, y la risa, sobre
todo, la risa.
El lugar es el Auditorio del Pilar (Vicente López 1999),
en Recoleta; el día y la hora, un viernes a las doce de la
noche; el espectáculo se llama Un Salto al Baldío; y el
grupo que lo protagoniza, Improcrash. La propuesta
conjuga la participación del público, la sorpresa constante, la improvisación y la risa, sobre todo, la risa.
Durante una hora y media todo es carcajadas que
retumban, y mandíbulas y panzas que se contraen.
Adrenalina y jugo de ideas
Paula Farías, Luciano Barreda, Charo López y
Rodrigo Bello son actores. Cada uno tuvo su experiencia previa en actuación, hasta que, como explica
Luciano, se encontraron “queriendo hacer lo mismo:
‘humor e improvisación’”. Se conocieron en otro elenco
de improvisaciones, pero el formato competitivo los
impulsó a tomar otro rumbo porque, según Paula, “la
competencia, en general, saca lo peor de los actores”.
Con las ganas de “ofrecer un show diferente, sosteniendo la premisa de que la improvisación no tiene límites y
permite ser disfrutada por todo tipo de público”, nació
el grupo que originalmente tenía cinco actores y se llamaba Crash. Hoy son Improcrash y en su página web
definen su propuesta como “adrenalina, energía, sorpresa, imaginación y jugo de ideas”.
El grupo ya tiene poco más de dos años de vida y dos
exitosas giras por España a cuestas, pero Luciano afirma:
“La meta nuestra es que siempre haya algo nuevo para
hacer, que siempre tengamos un incentivo nuevo para
seguir dándole para adelante y que cada vez nos conozca más gente”. Para alcanzar ese objetivo se presentan
todos los martes a las 22 horas en Cava 71 (Roosevelt
1533) y los ya mencionados viernes a la medianoche en
el Auditorio del Pilar, además de los eventos y contrataciones particulares que vayan surgiendo.
Viendo al actor pintar
¿Quién pagaría por ver a un futbolista haciendo abdominales? Porque la improvisación, en la formación de un
Hunter "Patch" Adams y los
“Payamédicos” son casos que, entre
otros, rescataron o encarnan el valor
saludable de la risa. Aunque no lo
hagan con fines terapéuticos, los
integrantes de Improcrash también
destacan lo valioso que es hacer reír.
Charo dice que “muchas veces se
desprecia la improvisación porque se
lo toma como un puro entretenimiento para que la gente se divierta y
nada más”, y con pasión agrega:
“Para nosotros, que la gente se
divierta, está buenísimo, ¡es lo más!”.
Rodrigo completa la idea y dice que
para ellos la risa es un parámetro:
“Las peores funciones son cuando la
gente no se ríe, puede haber una
mala función por cuestiones técnicas, que sólo nosotros conocemos,
pero no es la peor si la gente se ríe”.
actor, cumple un rol análogo a la preparación física de un deportista. Y esa es, justamente, la virtud de la propuesta: lograr convertir a una de las partes del proceso de
entrenamiento no sólo en entretenimiento,
sino que, además, y sobre todo, en un
espectáculo bien logrado.
Rodrigo dice que a él le gusta la idea de que
“la gente está viendo el proceso creativo
completo, no ve el cuadro ya armado, está
viendo al actor pintar, que se va manchando y que también se equivoca”. Y agrega:
“Eso es divertido para la gente y para nosotros, porque en realidad todos los actores
improvisan, pero lo hacen en un proceso de
ensayo y después ya dejan de improvisar, o
improvisan una parte muy corta, con un
texto ya armado. Acá es como si la gente
estuviese viendo un ensayo, que es donde el
actor está creando y armando la puesta en
el mismo momento”.
Pero las bondades del show no se quedan únicamente
en lo curioso de hacer al público partícipe del proceso
creativo. El efecto sorpresa de la improvisación tiene el
acierto de mantener a la audiencia siempre expectante,
pero, además, logra poner a actores y espectadores en
un mismo nivel de asombro. “Es algo que no tiene límites, no sabés lo que te va a pasar, ni lo que va a hacer o
decir el otro”, explica Paula. “Y tampoco podés prever
lo que el público te va a pedir, entonces las combinaciones son infinitas”, completa Charo.
“¡Está todo preparado!”
Aunque parezca paradójico, la capacidad de
Improcrash de cosechar carcajadas no es
improvisada. Ensayan dos veces por semana,
preparan los estilos, toman y dan talleres de
creatividad, disociación y armado de historias,
e improvisan a partir de distintos disparadores,
porque, como dice Rodrigo, “el actor tiene que
estar constantemente entrenándose”.
Los resultados están a la vista: el instinto, la
intuición, la espontaneidad, la creatividad, el
gran conocimiento mutuo y una comunicación no verbal fluida e instantánea hacen
que su propuesta cierre por todos lados.
“Hay gente que viene pensando que está
todo preparado, ‘esto no puede ser improvisado’ me dicen”, confiesa divertido, Luciano.
Y no es casualidad que haya gente que
piense eso porque la capacidad que tienen
para armar y desarrollar escenas a partir de
un simple título y un estilo, y mantener al
público siempre expectante por lo que va a
pasar, es algo que sorprende y vale la pena
disfrutar.
Informes y contrataciones
Tel.: (15) 5155-8696
(15) 5337-9350 / 4809-0308
E-mail:
[email protected]
Web:
www.improcrash.com
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