Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de

Transcripción

Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de
Presencia de hombres y mujeres en la UMSNH | María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís
María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís
Presencia de hombres y mujeres
en la Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo
U niversidad M ichoacana de S an N icolás
D irec torio
de
H idalgo
Dr. Salvador Jara Guerrero
Rector
Dr. José Egberto Bedolla Becerril
Secretario General
Dr. José Gerardo Tinoco Ruiz
Secretario Académico
M. en D. Carlos Salvador Rodríguez Camarena
Secretario Administrativo
Mtro. Teodoro Barajas Rodríguez
Secretario de Difusión Cultural
Dra. Rosa María de la Torre Torres
Secretaria Auxiliar
Dr. Alfredo Lauro Vera Amaya
Abogado General
C.P. Horacio Guillermo Díaz Mora
Tesorero
Dr. Luis Manuel Villaseñor Cendejas
Coordinador de la Investigación Científica
Dr. Salvador García Espinosa
Director de la Comisión de Planeación Universitaria
Mtro. Jesús Santillán Gutiérrez
Coordinador de Acceso a la Información Pública
Dr. Medardo Serna González
Coordinador General de Estudios de Posgrado
Presencia de hombres y mujeres
en la Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo
Una radiografía
María Arcelia Gonzáles Butrón
Flor de María Gamboa Solís
Gonzáles Butrón, María Arcelia & Gamboa Solís, Flor de María
Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo | María Arcelia Gonzáles Butrón, Flor de María Gamboa Solís | Primera
edición | Morelia, México: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2012.
ISBN: 978-607-424-328-4
Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo. Una radiografía
Primera edición 2012
© María Arcelia Gonzáles Butrón
© Flor de María Gamboa Solís
© Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Santiago Tapia No. 403, Col. Centro, Morelia, Michoacán, C.P. 58000
Cuidado de la edición: Cecilia Fernández Zayas
Ilustración de portada y contraportada: Mara Carolina Paredes Arteaga
Diseño de portada e interiores: Tomás González Fernández
ISBN: 978-607-424-328-4
Todos los derechos reservados. Esta publicación no podrá ser reproducida,
ni en todo ni en parte, sin consentimiento por escrito de los editores y titulares
de los derechos patrimoniales.
Impreso en México / Printed in Mexico
Contenido
Presentación | 9
Radiografía estadística | 13
 Introducción | 15
 Análisis de la matrícula estudiantil | 19
 Análisis del personal docente | 31
 Análisis del personal administrativo | 39
 Reflexiones en torno a la información estadística | 45
Radiografía cualitativa | 51
 Acoso sexual. Una aproximación teórica | 53
 La situación de las y los estudiantes en la UMSNH | 63
 Resultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual | 87
 Análisis de los resultados sobre acoso sexual | 105
 Referencias | 115
Anexo | 117
Presentación
En el marco de los proyectos del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), particularmente del Proyecto para el “Fortalecimiento de
un Sistema de Gestión de Equidad de Género en la UMSNH”, durante el año
2011 se atendió el objetivo comprometido relativo a la elaboración de un
diagnóstico con enfoque de género de la situación actual de hombres y mujeres en la institución. El cumplimiento de este objetivo permitirá el desarrollo de una serie de acciones en 2012, tendientes a mejorar las condiciones de
trabajo y el clima organizacional, orientadas a enfrentar adecuadamente costumbres y prácticas discriminatorias mediante la promoción de una cultura
de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en nuestra Casa de
Estudios. Confiamos en lograr este mismo año la construcción y operación
de un sistema de gestión que asegure la Equidad de Género en la UMSNH.
Como reconocíamos al formular este proyecto, en la Universidad Michoacana se vienen dando esfuerzos desde hace años en tal sentido, pero
éstos han sido aislados y no permanentes; entre ellos podemos nombrar:
la impartición de materias especializadas en estos temas en algunas facultades; la realización de conferencias y diplomados de especialización;
diagnósticos parciales en algunas de las facultades e institutos de la Universidad, que son principalmente de carácter cuantitativo; y algunas publicaciones, entre otros. Pero hoy hemos entrado a una etapa cualitativamente distinta porque se está ante un compromiso de la institución en su
9
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
conjunto por la equidad de género, mismo que se ha visto respaldado en
la visión del PIFI 2010-2020.
El presente texto responde al reto planteado dada la importancia
de contar con un diagnóstico institucional integral no sólo cuantitativo
sino, sobre todo, de carácter cualitativo, que nos permita aproximarnos
lo más posible a conocer y analizar las condiciones prevalecientes respecto de las relaciones de género, esto es, de la situación de los hombres y la problemática que enfrentan las mujeres (51.9% de la población
universitaria) que tiene nuestra institución.
Para su ejecución se optó por la metodología utilizada por la Universidad Nacional Autónoma de México1 y otras universidades e instituciones de
educación superior pertenecientes a la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES).2 Se realizó una radiografía
(con corte hasta octubre de 2011) en dos sentidos: uno con base en información cuantitativa disponible proporcionada por la Comisión de Planeación
Universitaria sobre la matrícula estudiantil, el personal docente y el personal
administrativo; y otro con base en información cualitativa derivada de una
encuesta aplicada a estudiantes entre octubre y diciembre de 2011.
En estas páginas se ofrecen los resultados de este esfuerzo colectivo
coordinado por las suscritas y realizado con el apoyo de profesores, profesoras y estudiantes de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” y de la
Facultad de Psicología. Por parte de la Facultad de Psicología se contó con el
apoyo del Dr. Mario Orozco Guzmán, la Dra. Ana María Méndez Puga, la Dra.
Fabiola González Betanzos, la Mtra. Mónica Fulgencio Juárez y con un excelente grupo de estudiantes: María Lucero Escobar Nieto, Alejandra Cárdenas
Rentería, María del Carmen Carmona Chávez, Daniela Pacifuentes Reséndiz,
Melyda Oralia Rodríguez Orozco, Nora Leticia Arriaga Tapia, Jessica Adriana
1 La metodología fue compartida por la Mtra. Jennifer Ann Cooper de la Facultad de
Economía y el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM, en
un taller convocado para atender este objetivo.
2 Para el desarrollo de este proyecto hemos buscado y logrado el acompañamiento
de colegas de diferentes universidades e institutos de educación superior pertenecientes a la Red de Enlaces Académicos de Género de la Región Centro-Occidente
de la ANUIES, espacio muy importante que nació de un convenio conjunto con el
INMUJERES en 2002 y se ha mantenido hasta ahora.
10
P resentación
Ruiz Mendoza, Giovanna Macías Pantoja, Luz Andrea Moreno Buitrón y Lily
Gwendolyne Ramírez Torres.
Por parte de la Facultad de Economía se contó con el apoyo del M.C.
Rodolfo Aguilera Villanueva, el M.C. Rodrigo Gómez Monge, el M.C. Sergio
Rodríguez Marmolejo, el Ing. Mauricio Reyes Gutiérrez, la M.C. Erika Piña
Romero y con un grupo muy comprometido de estudiantes: Fausto Plutarco Figueroa Gutiérrez, Rubisel Reyes Reyes, Islander Omar Arzate Mondragón, Nadia Erandi Valdés Gómez, Ana Caren Alvarado González, Erika Gricel
Gutiérrez Silvano, Sergio Gudiño Villarruel, Mary Carmen Mendiola Ponce,
Nadia Carolina Mendoza Bárcenas, Ana Rosa Hernández Díaz, Juana Yadira
Tinajero Alvarado, Blanca Estela Herrera Santoyo y Gabriela Herrera Zúñiga.
María Arcelia Gonzáles Butrón*
Flor de María Gamboa Solís**
Julio de 2012
* Profesora investigadora de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
** Profesora investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo.
11
Primera parte
Radiografía estadística
Introducción*
A medio siglo de haberse iniciado los estudios de género podemos decir que
se ha avanzado en materia de equidad; sin embargo, aún queda mucho camino por andar para poder afirmar que en nuestras sociedades las diferencias
entre hombres y mujeres no se traducen en desigualdad y discriminación.
La perspectiva de género constituye una herramienta indispensable para
desentrañar aquellos espacios de la convivencia humana en los que la discriminación por razones de género se hace presente. Nos permite “hilar fino” y
desentrañar las desigualdades que por haber obtenido carta de naturalización son invisibles.
Actuar en favor de la equidad de género, entonces, pasa por transitar dos
caminos ineludibles, uno es el estudio y la objetivación de las desigualdades: cómo surgen, cómo se manifiestan, qué hay que hacer para descubrirlas, analizarlas y medirlas, qué consecuencias tienen (individuales, sociales,
económicas…). Y el segundo camino es el de generar la información que
permita hacer esos estudios, analizar la evolución de cada aspecto, hacer estudios comparativos en el tiempo y con otros ámbitos, en otros países, etc.
Todo ello con el fin de impulsar políticas, programas y acciones en favor de
* Se agradece de manera especial al M.C. Sergio Rodríguez Marmolejo y al Ing. Mauricio Reyes Gutiérrez su valiosa colaboración en el ordenamiento de la información
estadística, ya que sin ella no hubiera sido posible la interpretación de la misma y el
logro de esta radiografía.
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P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
la igualdad, así como diseñar sistemas de evaluación y monitoreo que permitan valorar la eficiencia, la cantidad y calidad de los resultados, así como
el impacto de las acciones emprendidas.
Desentrañar, cuantificar, describir y analizar las desigualdades de género no
es un asunto fácil; para hacerlo se requiere de un sistema de indicadores que
sirva como referencia para comparar la situación o la condición de las mujeres
con las de los hombres o las de otras mujeres. Un sistema de este tipo debe satisfacer tres requisitos: a) que los indicadores sean representativos de algunas
de las principales dimensiones sociales en las que se expresan las desigualdades de género; b) que sean comunes a todas las entidades, y c) que reflejen la
situación actual (estadísticas recientes comparables entre entidades).
En este camino nos encontramos en la Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, pero el objetivo es mayor: nos proponemos construir e
implementar un Sistema de Gestión de Equidad de Género (SIEG) en nuestra institución y para lograrlo, si bien es importante, no basta con contar
con un sistema de indicadores, sino que requeriremos de un conjunto de
elementos, instancias y relaciones que lo hagan posible.
En este texto presentamos un diagnóstico, una radiografía que nos muestra datos cuantitativos y cualitativos que ponemos a consideración de la comunidad universitaria, y de la sociedad michoacana en general, para que nos
sumemos a la construcción del SIEG, el cual está contando con apoyo del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI) 2010-2011 de la Secretaría de Educación Pública.
¿Por qué analizar las universidades?
Las instituciones de educación superior son espacios de enorme diversidad
social; son, como las demás instituciones sociales, reproductoras del orden
y los valores sociales pero también son espacios privilegiados para impulsar
cambios en favor de la equidad y la no discriminación de cualquier tipo.
Actualmente en casi todos los países de América Latina advertimos como
tendencia una matrícula universitaria paritaria de hombres y mujeres. Esta es
una circunstancia favorable y cuya importancia no debe soslayarse. Sin embargo, al interior se dan desequilibrios importantes, por ejemplo, las mujeres
16
I ntroducción
son mayoritarias en áreas de servicio y cuidado mientras que los hombres lo
son en ingenierías y ciencias aplicadas. Esto no es resultado solamente de las
preferencias de las mujeres y los hombres sino que está ligado a las características que socialmente se atribuyen a unos y otras por el solo hecho de ser de
uno u otro sexo. Lo mismo pasa en la distribución por sexo de las y los docentes y de las y los trabajadores administrativos. Esto es, las oportunidades no se
presentan de manera igual para hombres y mujeres; unos y otras enfrentan
distintos obstáculos.
Es en este sentido que sostenemos la importancia de aprovechar los espacios que brindan las universidades para generar los mecanismos que permitan generar información relativa a variables económicas, sociales, políticas
y culturales, con indicadores cuantitativos y cualitativos, referidos a estudiantes y a trabajadores académicos y administrativos, que permitan dar cuenta
de las desigualdades y orienten la toma de decisiones para enfrentarlas.
Avanzando en la UMSNH
La promoción de la equidad de género es una de las políticas públicas que
gradualmente ha venido cobrando mayor importancia en México y en el
mundo para hacer posible el desarrollo humano sostenible.
En México, desde 1974 se reformó y adicionó el artículo cuarto constitucional, incorporando la “igualdad jurídica de los sexos, la protección y
fomento del núcleo familiar y la paternidad responsable” en concordancia
con la evolución de la sociedad; sin embargo, persisten algunas formas de
discriminación de género que afectan los derechos de la mujer y las oportunidades de un desarrollo equitativo entre mujeres y hombres.
En los últimos años, las políticas públicas tendientes al logro de la equidad de género han permeado a las universidades públicas y en este contexto, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) elaboró esta radiografía, este análisis sobre la presencia de mujeres y hombres
en la matrícula estudiantil, la planta docente y el personal administrativo,
para aproximarnos a conocer el grado de equidad existente en el año 2011.
De acuerdo con el último Censo General de Población de 2010, en México
existían 112 millones 336 mil de habitantes, de los cuales 51.9%, equivalente
17
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
a más de 57 millones 481 mil habitantes, eran mujeres y 49.1% (55 millones
855 mil) eran hombres. Michoacán cuenta con casi cuatro millones de habitantes, 47.3% hombres y 52.7% mujeres; en esta misma entidad federativa,
por cada 91 hombres existen 100 mujeres. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que las mujeres tienen los mismos derechos y deberes que los varones: intervienen en política, eligen gobernantes
y pueden ser elegidas para ocupar puestos de elección popular y cargos públicos de elevada responsabilidad; militan en partidos políticos; participan,
estimulan y dan fuerza a la democracia real, sustantiva.
En la actualidad, la mujer representa más de 51.8% del listado nominal de
electores y está preparada para participar activamente en política, investigación y docencia, así como en cualquier rama laboral o actividad productiva,
por lo que resulta fundamental para la comunidad universitaria de la UMSNH
contar con una radiografía de la presencia de hombres y mujeres en la totalidad de estudiantes (matrícula), el personal docente y la plantilla de personal
administrativo. Se trata de una comunidad que suma 59 mil 382 personas,
51.7 % hombres y 48. 3% mujeres, que estudian o trabajan en la institución.
El análisis de la matrícula se realizó por nivel o grado de estudio, desde el
nivel medio superior hasta el doctorado, por campus y municipio, por facultad o institución educativa y por especialidad de estudio, dependiendo de la
información existente. Por lo que respecta al personal docente, se analizó la
participación de hombres y mujeres por tipo de nombramiento, por especialidad y por su participación en programas de mejoramiento de habilidades y
reconocimiento, así como por la antigüedad de su incorporación a la UMSNH.
En el caso del personal administrativo, además del análisis por antigüedad se estudió por tipo de puesto y estructura, con una clasificación realizada de manera arbitraria de acuerdo al tipo de actividad y perfil requerido,
teniendo como objetivo conocer las características de dicho personal desagregadas por sexo.
Para la elaboración de lo que hemos llamado radiografía estadística, se contó
con la información proporcionada por la Comisión de Planeación Universitaria.
18
1. Análisis de la matrícula estudiantil
Educación media superior
En el inicio del periodo escolar 2011-2012, de acuerdo con la Comisión de
Planeación de la propia UMSNH, la matrícula total de estudiantes en el nivel medio superior (bachillerato y técnicos en enfermería) ascendía a 11 mil
663, de los cuales 53.5%, es decir, 6 mil 239, eran mujeres. Esta matrícula está
compuesta por estudiantes de reingreso y nuevo ingreso; en estos últimos la
proporción se reduce, de manera marginal, a 53.1%. Conviene señalar que en
el 2011, el número de aspirantes en el nivel medio superior fue de 5 mil 804
jóvenes, de los cuales 52.8% eran mujeres, que además registraron un 87.9%
de aceptación, mientras que ese porcentaje fue de 86.2% para los hombres.
Cuadro 1. Aspirantes y matrícula por sexo en el nivel medio superior (bachillerato y técnico en enfermería) 2011-2012
Nombre del campus
Municipio
Esc. Prep. Melchor Ocampo
Esc. Prep. Jose Ma. Morelos
Esc. Prep. Isaac Arriaga
Colegio de San Nicolás
Esc. Prep. Pascual Ortiz Rubio
Morelia (1)
Morelia (1)
Morelia (1)
Morelia (1)
Morelia (1)
Matrícula total
Hombres Mujeres
667
767
640
657
302
270
991
1,177
1,145
1,204
Total
1,434
1,297
572
2,168
2,349
19
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Total bachillerato Morelia
Esc. de Enfermería
Total Morelia nivel medio superior
Esc. Prep Gral. Lázaro Cárdenas
Esc. Prep. Lic. Eduardo Ruiz
Total bachillerato Uruapan
Total bachllerato Michoacán
Total nivel medio superior Michoacán
3,745
242
3,987
594
843
1,437
5,182
5,424
Morelia
Uruapan (2)
Uruapan (2)
4,075
692
4,767
570
902
1,472
5,547
6,239
7,820
934
8,754
1,164
1,745
2,909
10,729
11,663
Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
Como se observa en la Gráfica 1, en la Escuela de Enfermería la proporción
de la matrícula es de tres mujeres por un hombre, y solamente en las escuelas preparatorias General Lázaro Cárdenas, en Uruapan, e Isaac Arriaga,
en Morelia, la población estudiantil masculina es superior a la femenina en
4.2% y 11.9%, respectivamente.
Gráfica 1. Matrícula por sexo y plantel en el nivel medio superior (bachillerato y técnico en enfermería) 2011-2012
Esc. Prep. Melchor Ocampo
Mujeres
Esc. Prep. José Ma. Morelos
Hombres
Esc. Prep. Isaac Arriaga
Colegio de San Nicolás
Esc. Prep. Pascual Ortiz Rubio
Esc. Prep. Gral. Lázaro Cárdenas
Esc. Prep. Lic. Eduardo Ruiz
Esc. de Enfermería
0%
20
20%
40%
60%
80%
1. A nálisis
de la matrícula estudiantil
En el Colegio de San Nicolás y en la Escuela Preparatoria Melchor Ocampo,
los porcentajes de mujeres en la matrícula total son ligeramente mayores
al resto de las escuelas dependientes de la UMSNH. En términos generales,
es factible señalar que en el nivel medio superior existe una presencia casi
equitativa entre hombres y mujeres, aunque en cinco preparatorias la presencia de mujeres es mayor.
Nivel licenciatura
En el inicio del ciclo escolar 2011-2012, la matrícula total del nivel licenciatura de la UMSNH alcanzó 39 mil 964 estudiantes de los cuales 50.3% eran
mujeres y 49.7%, hombres. Este porcentaje se mantiene en la matrícula de
reingreso y en los aspirantes, mientras que en la matrícula de nuevo ingreso
50.5% corresponde a hombres y 49.5% a mujeres.
En el caso de los aspirantes, 75.6% de los hombres se inscribieron en el
nivel de licenciatura, mientras que de las mujeres sólo 71.8% lograron alcanzar la inscripción, es decir, entraron 5 mil 594 de 7 mil 788 aspirantes.
Cuadro 2. Matrícula nivel licenciatura de la UMSNH por municipio y sexo, 2011-2012
Apatzingán
Cuitzeo
Coalcomán
Hidalgo
Huetamo
Lázaro Cárdenas
Morelia
Tangancícuaro
Uruapan
Zitácuaro
Matrícula
Hombres
72
5
10
114
18
277
17,835
16
1,471
37
Mujeres
27
7
4
199
21
351
18,761
10
661
68
Total
99
12
14
313
39
628
36,596
26
2,132
105
Total
19,855
20,109
39,964
Municipio
Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
21
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
En la Gráfica 2 se presentan los porcentajes de hombres y mujeres sumando
los campus por municipio; se observa que en cuatro de once municipios
(Apatzingán, Coalcomán, Tangancícuaro y Uruapan), existe una marcada
orientación a una mayoría de matrícula masculina, con porcentajes que
van desde 61.5 a 72.7%. Contrariamente, en Cuitzeo, Hidalgo y Zitácuaro
el porcentaje a favor de una matrícula principalmente femenina se ubica
entre 58.3% y 64.8%.
Gráfica 2. Matrícula por sexo por municipio en el nivel licenciatura, 2011-2012
Mujeres
Zitácuaro
Uruapan
Hombres
Tangancícuaro
Morelia
Lázaro Cárdenas
Huetamo
Hidalgo
Coalcomán
Cuitzeo
Apatzingán
0%
20%
40%
60%
80%
El municipio con mayor matrícula en el nivel licenciatura es Morelia, donde se
encuentran 36 mil 596 estudiantes (91.6%). Existe un ligero predominio de la
población femenina: 51.3%, en relación al 48.7% de la población masculina.
En el caso de Uruapan, que es la segunda sede en importancia en cuanto a
la matrícula en el nivel de licenciatura, la participación femenina es de apenas
31.0%. Resulta conveniente investigar las circunstancias y establecer políticas de
fomento para elevar la incorporación de las mujeres en este campus, tal vez diversificando la oferta de carreras de acuerdo con la disponibilidad de recursos.
22
1. A nálisis
de la matrícula estudiantil
Nivel maestría
La matrícula del nivel de maestría se ubica en su totalidad en la ciudad de
Morelia, donde se registran 864 profesionistas de los cuales 403 son mujeres, es decir, 46.6%. El 28.7% de los estudiantes de maestría se ubica en la
Facultad de Contaduría y Ciencias Administrativas, seguida de la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales, el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas
y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales.
Cuadro 3. Matrícula nivel maestría de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012
Dependencia
Matrícula
Hombres
Mujeres
Total
Fac. de Agrobiología
Fac. de Arquitectura
Fac. de Biología
Fac. de Contaduría y Cs. Administrativas
Fac. de Cs. Físico Matemáticas
Fac. de Cs. Médicas y Biológicas
Fac. de Derecho y Cs. Sociales
Fac. de Economía
Fac. de Enfermería
Fac. de Filosofía
Fac. de Historia
Fac. de Ingeniería Civil
Fac. de Ingeniería Eléctrica
Fac. de Ingeniería en Tecnología de la Madera
Fac. de Ingeniería Mecánica
Fac. de Ingeniería Química
Fac. de Med. Veterinaria y Zootecnia
Fac. de Quimicofarmacobiología
Inst. de Investigaciones Económicas y Empresariales
Inst. de Física y Matemáticas
Inst. de Inv. Quimicobiológicas
Inst. de Invest. sobre Recursos Naturales
3
7
20
114
7
6
30
4
4
8
1
38
31
2
30
16
7
6
10
24
18
1
5
3
22
134
1
20
37
9
1
10
10
9
2
7
3
9
7
10
16
4
20
5
8
10
42
248
8
26
67
13
5
18
11
47
33
9
33
25
14
16
26
28
38
6
23
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Inst. de Invest. Históricas
Inst. de Invest. Metalúrgicas
Inst. Inv. Agrop. y Forestales
10
40
24
16
23
20
26
63
44
Total
461
403
864
Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
Gráfica 3. Matrícula nivel maestría de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012
Mujeres
Fac. de Agrobiología
Fac. de Arquitectura
Fac. de Biología
Fac. de Contaduría y Cs Adminis
Fac. de Cs. Físico Matemáticas
Fac. de Cs. Medicas y Biologicas
Fac. de Derecho y Cs. Sociales
Fac. de Economía
Fac. de Enfermería
Fac. de Filosofía
Fac. de Historia
Fac. de Ingeniería Civil
Fac. de Ingeniería Eléctrica
Fac. de Ing en Tec de la Madera
Fac. de Ingeniería Mecánica
Fac. de Ingeniería Química
Fac. de Med. Veterinaria y Zoot.
Fac. de Quimicofarmacobiología
Inst. de Inv. Económ. y Emp.
Inst. de Física y Matemáticas
Inst. de Inv. Quimicobiológicas
Inst. Invest. sobre Rec. Nat.
Inst. de Invest. Históricas
Inst. de Invest. Metalúrgicas
Inst. Inv. Agrop. y Forestales
Hombres
0%
24
20%
40%
60%
80%
100%
1. A nálisis
de la matrícula estudiantil
En la Gráfica 3, donde se presentan los porcentajes de hombres y mujeres
por dependencia, se puede observar que en el caso de las ingenierías y las
ciencias físico matemáticas hay una mayor preferencia masculina, con porcentajes que superan el 80% y hasta un 93.9%, como es el caso de ingeniería
eléctrica. También es de destacar que en el caso de la Facultad de Enfermería, 80% de la matrícula es masculina.
Las mujeres superan ampliamente la matrícula masculina en algunas dependencias como la Facultad de Historia, el Instituto de Investigaciones sobre
Recursos Naturales, la Facultad de Ingeniería en Tecnología de la Madera, la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas, la Facultad de Economía y la Facultad
de Agrobiología; desde luego existen otras donde la presencia de hombres y
mujeres es similar, como en las facultades de Veterinaria y Zootecnia, Biología,
Químico Biológicas, Contaduría y Administración y Filosofía, entre otras.
Nivel de especialidad
La matrícula del nivel especialidad se concentra en cuatro facultades: Derecho y Ciencias Sociales, Ciencias Médicas y Biológicas, Odontología y Arquitectura, que en conjunto agrupan 246 estudiantes, de los cuales 142 son
mujeres (57.7%) y 42.3% son hombres. En el caso de la matrícula de reingreso, la diferencia es mayor a favor de las mujeres, que representan 61.5%
frente a 38.5% de hombres. En el caso de la matrícula de nuevo ingreso la
diferencia es menos acentuada: 45.3% son hombres y 54.7% son mujeres.
Cuadro 4. Matrícula nivel especialidad de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012
Dependencia
Fac. de Arquitectura
Fac. de Cs. Médicas y Biológicas
Fac. de Derecho y Cs. Sociales
Fac. de Odontología
Total
Matrícula
Hombres
3
20
65
16
104
Mujeres
5
41
65
31
142
Total
8
61
130
47
246
Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
25
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
En la Gráfica 4 se aprecia que en tres de las dependencias la matrícula de las
mujeres es superior a la de los hombres: Odontología, Ciencias Médicas y
Biológicas y Arquitectura; en términos generales los porcentajes van del 62%
al 67%, en cambio en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales el número
de hombres y mujeres es igual.
Gráfica 4. Matrícula nivel especialidad de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012
Mujeres
Fac. de Arquitectura
Hombres
Fac. de Cs. Médicas y Biológicas
Fac. de Derecho y Cs. Sociales
Fac. de Odontología
0%
20%
40%
60%
80%
Nivel doctorado
Para el periodo 2011-2012 se encontraban estudiando un doctorado en las
dependencias de la Universidad 218 profesionistas, de los cuales 64.7% eran
hombres y sólo 35.3% eran mujeres; esta proporción es similar en cuanto a
los registros de la matrícula de nuevo ingreso y reingreso. Como se observa en el Cuadro 5, la mayor concentración de estudiantes de doctorado se
ubica en el Instituto de Investigaciones Históricas, seguido del Instituto de
Investigaciones Económicas y Empresariales (ININEE).
26
1. A nálisis
de la matrícula estudiantil
También es importante la participación en el doctorado de algunas dependencias como el Instituto de Física y Matemáticas, la Facultad de Ingeniería Eléctrica y el Instituto de Filosofía, con 24 estudiantes los dos primeros y 22 la última.
Otras dependencias que cuentan con un número importante de profesionistas
que cursan doctorado son: el Instituto de Investigaciones Químico-Biológicas,
la Facultad de Ingeniería Química y el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas.
Cuadro 5. Matrícula nivel doctorado de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012
Dependencia
Fac. de Quimicofarmacobiología
Fac. de Arquitectura
Fac. de Biología
Fac. de Ingeniería Química
Fac. de Med. Veterinaria y Zootecnia
Fac. de Ingeniería Eléctrica
Fac. de Psicología
Inst. de Inv. Agropecuarias y Forestales (IIAF)
Inst. de Inv. Económicas y Empresariales (ININEE)
Inst. de Inv. sobre Recursos Naturales (INIRENA)
Inst. de Física y Matemáticas
Inst. de Inv. Quimicobiológicas
Inst. de Investigaciones Históricas
Inst. de Investigaciones Metalúrgicas
Instituto de Investigaciones Filosóficas
Total
Total
Hombres
0
2
1
11
5
21
0
2
20
1
17
14
21
14
12
141
Mujeres
1
3
4
6
3
3
2
0
13
0
7
6
18
1
10
77
Total
1
5
5
17
8
24
2
2
33
1
24
20
39
15
22
218
Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
En la Gráfica 5 se observa que en las instituciones de mayor peso en cuanto a la matrícula, como es el Instituto de Investigaciones Históricas, 46.2%
son mujeres y 53.8% son hombres. En el caso del ININEE, el porcentaje de
mujeres baja a 39.4%, mientras que el de los hombres se eleva a 53.8%, y en
cuanto al Instituto de Física y Matemáticas la diferencia entre ambos sexos se
amplía: 29.2% corresponde a mujeres y 70.8% a los hombres. La brecha entre
hombres y mujeres es aún más amplia en áreas de estudio como la ingenie-
27
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
ría eléctrica y metalúrgica; en este última la matrícula de varones representa
93.3%, mientras que la de las mujeres llega tan solo a 6.7%.
Gráfica 5. Matrícula nivel doctorado de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012
Fac. de Quimicofarmacobiología
Fac. de Arquitectura
Fac. de Biología
Fac. de Ingeniería Química
Fac. de Med. Veterinaria y Zoot.
Fac. de Ing. Eléctrica
Facultad de Psicología
IIAF
ININEE
INIRENA
Inst. de Física y Matemáticas
Inst. de Inv. Quimicobiológicas
Inst. de Inv. Históricas
Inst. de Inv. Metalúrgicas
Instituto de Inv. Filosóficas
Mujeres
Hombres
0%
20%
40%
60%
80%
100%
Las áreas donde la matrícula es mayoritariamente femenina son: psicología,
biología, arquitectura y químico-farmacología; sin embargo, son áreas con
una matrícula muy baja.
En términos generales se puede señalar que las políticas de admisión
son iguales para hombres y mujeres, aunque tal vez convendría investigar
cómo se podría incentivar una mayor participación de mujeres, y en general
de ambos sexos, para fortalecer la masa crítica nacional.
Matrícula total
En el año 2011, la matrícula de la UMSNH era de 52 mil 955 estudiantes en los
diferentes niveles de grado escolar, de los cuales 49.1% eran hombres y 50.9%
28
1. A nálisis
de la matrícula estudiantil
mujeres. En el caso de estudiantes de nuevo ingreso los porcentajes de participación son semejantes: 49.5% hombres y 50.5% mujeres, pero en cuanto al
porcentaje de aspirantes incorporados al sistema en relación a los hombres,
éste fue de 80.9%, y por lo que respecta a las mujeres, éste resultó de 78.2%.
Cuadro 6. Matrícula de la UMSNH por grado escolar y sexo, 2011-2012
Grado escolar
Nivel medio superior
Licenciatura
Especialidad
Maestría
Doctorado
Total
Matrícula
Hombres
5,424
19,855
104
461
141
25,985
Mujeres
6,239
20,109
142
403
77
26,970
Total
11,663
39,964
246
864
218
52,955
Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
Gráfica 6. Matrícula de la UMSNH por grado escolar y sexo, 2011-2012
Mujeres
Nivel Medio Superior
Hombres
Licenciatura
Especialidad
Maestría
Doctorado
0%
20%
40%
60%
80%
29
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Ya se analizó con anterioridad la situación de la matrícula de mujeres y hombres por grado académico; en la Gráfica 6 se observa que en los primeros
grados, es decir, de nivel medio a especialidad, el mayor porcentaje en la
matrícula corresponde a las mujeres.
En cambio, en los niveles o grados de maestría y doctorado la proporción de hombres es mayor: 53.4% en maestría y 64.7% en doctorado. Si bien
en el caso de la maestría no existe una gran diferencia, en el doctorado las
mujeres participan con apenas 35.3%, por lo que sería importante analizar
los requerimientos o necesidades de las mujeres para avanzar en materia
educativa hacia este nivel.
30
2. Análisis del personal docente
Por tipo de nombramiento
De acuerdo con el Departamento de Nóminas, en 2011 la UMSNH tenía una
plantilla de personal docente de 3 mil 903 personas, de las cuales 64.2%
eran hombres y 35.8% eran mujeres. Es importante señalar que la mayor
parte del profesorado de la Universidad es de asignatura (64.2% del total) y
en segundo término, con 28.0%, está el profesorado de tiempo completo.
El resto (técnicos/as académicos/as y técnicos/as y profesores/as de medio
tiempo) participan con apenas 7.8%.
Cuadro 7. Profesores por tipo de nombramiento y sexo
Nombramiento
Mujeres
Hombres
Total
Profesores de tiempo completo
Profesores de medio tiempo
Técnicos académicos
Técnicos académicos de medio tiempo
Profesores por asignatura
382
29
137
172
676
709
83
159
194
1,362
1,091
112
296
366
2,038
Total
1,396
2,507
3,903
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria.
31
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
En el caso del profesorado por asignatura, como se observa en la Gráfica 7,
corresponde 66.8% a profesores y apenas un 33.2% a profesoras. La participación de mujeres y hombres en la plantilla del profesorado de tiempo
completo tampoco es muy equilibrada, ya que las mujeres constituyen sólo
el 35.0%, y en relación al tipo de nombramiento como profesores de medio
tiempo su participación se reduce a 25.9%.
Por lo que respecta a otros nombramientos como son los de técnico académico de tiempo completo o medio tiempo, se observa un mayor equilibrio:
53.7% de hombres y 46.3% de mujeres, y 53.0% y 47.0%, respectivamente.
Gráfica 7. Profesores por tipo de nombramiento y sexo
Profesores de tiempo completo
Profesores de medio tiempo
Mujeres
Técnicos académicos
Hombres
Técnicos académicos
de medio tiempo
Profesores por asignatura
Total
0%
20%
40%
60%
80%
Por área de especialidad
Cabe señalar que por áreas de especialidad la plantilla total de hombres
es mucho mayor que la de las mujeres en la mayoría de las especialidades;
32
2. A nálisis
del personal docente
solamente en el correspondiente a técnico en idiomas y técnico en enfermería resulta mayor el porcentaje de personal docente femenino.
Cuadro 8. Plantilla de maestros/as de la UMSNH por sexo (2011-2012)
Área de especialidad
Mujeres
Hombres
Total
Ciencias agropecuarias Uruapan
Ciencias biológico-agropecuarias
Ciencias económico-administrativas
Ciencias exactas, metalurgia y materiales
Ciencias agropecuarias Apatzingán
Derecho
Ingeniería y arquitectura
Humanidades
Ciencias de la salud
Bachillerato
Técnico enfermería
Dependencias administrativas
Técnico idiomas
31
98
76
22
5
101
157
118
321
258
124
49
36
71
184
223
89
19
197
427
215
435
433
121
70
23
102
282
299
111
24
298
584
333
756
691
245
119
59
Totales
1,396
2,507
3,903
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas a abril de 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
Como se puede observar en el Cuadro 8, en las áreas donde el profesorado
en general es más numeroso (ciencias de la salud, bachillerato, ingeniería y
arquitectura, humanidades, derecho y ciencias biológico agropecuarias), se
da una tendencia al equilibrio de presencias, como en ciencias de la salud,
donde las mujeres participan con el 42.5% de la plantilla, o bien en el bachillerato, en donde la participación femenina es de 37.3%, en humanidades de
35.4% y en derecho de 33.9%.
En la Gráfica 8 se observa claramente que la plantilla de hombres es superior en todos los casos, llegando en algunas especialidades a superar el
80% en relación al personal docente femenino: en ciencias exactas, metalurgia y materiales la participación masculina es de 80.2%; en ciencias agro-
33
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
pecuarias los profesores participan con 79.2%, y en ciencias económico administrativas con 74.6%.
Gráfica 8. Plantilla de maestros/as de la UMSNH por sexo, 2011-2012
Ciencias agropecuarias Uruapan
Ciencias biológico-agropecuarias
Mujeres
Ciencias económico-administrativas
Ciencias exactas, metalurgia y materiales
Hombres
Ciencias agropecuarias Apatzingán
Derecho
Ingeniería y arquitectura
Humanidades
Ciencias de la salud
Bachillerato
Técnico enfermería
Dependencias administrativas
Técnico idiomas
Totales
0%
20%
40%
60%
80%
Participantes en el Sistema Nacional de Investigadores
y con perfil PROMEP
Existen algunos programas creados por el gobierno federal para mejorar el grado de capacitación y preparación del personal docente, como el Programa de
Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), que se considera un programa estratégico creado para elevar el nivel de habilitación del profesorado, y el Sistema
Nacional de Investigadores (SNI), creado para reconocer la labor de personas
dedicadas a producir conocimiento científico y tecnología. La UMSNH cuenta
con 318 profesores con reconocimiento del SNI y con 519 con perfil PROMEP.
En la Gráfica 9 se observa que sólo 27.0% de profesoras investigadoras
están incluidas en el SNI (esto es, 86 de 318 profesores), mientras que los
profesores investigadores participan con 73.0% (232).
34
2. A nálisis
del personal docente
Cuadro 9. Docentes participantes en el SNI y en el PROMEP, 2011-2012
Tipo de programa para docentes
Hombres
Mujeres
Total
Profesores con reconocimiento del SNI
Profesores que hayan participado en el PROMEP
232
342
86
177
318
519
Total
574
263
837
Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria.
Gráfica 9. Profesores/as con reconocimiento del SNI, 2011-2012
Mujeres >
27%
73%
< Hombres
En cuanto al profesorado que participa en el PROMEP, el número total es
de 519 docentes, y como se observa en la Gráfica 10, 34.1% son mujeres y
65.9% son hombres. Del profesorado participante en este programa, 409
tienen el grado de doctorado, 2 de especialidad y 108 de maestría. De los
primeros, 121 son mujeres, es decir, 29.6% del total de participantes con
grado de doctorado, mientras que en el grado de maestría el personal docente femenino participa con 50.9%.
35
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 10. Profesores/as participantes en el PROMEP, 2011-2012
Mujeres >
34.1%
65.9%
< Hombres
Por antigüedad en el servicio
En la Gráfica 11 se presenta el grado de antigüedad de los docentes de
la UMSNH; como puede apreciarse, el mayor rango en número de docentes se ubica en 26 años o más, con 693 profesores; el segundo rango en
importancia para los hombres es el de 6 a 10 años de antigüedad, con
390 docentes y, en tercer término el rango de 0 a 5 años, con 374 profesores. En cambio la antigüedad más frecuente entre las mujeres se ubica
precisamente en el rango de 0 a 5 años, con un total de 298 profesoras;
el segundo rango en importancia para ellas es el de 6 a 10 años, con 293
elementos, y en tercer término se encuentra el rango de 26 años o más,
con 223 maestras.
En esa misma gráfica se observa con claridad que en los rangos de
antigüedad más recientes la participación de las y los docentes tiende a
equilibrarse, con una mayor participación de las mujeres, mientras que la
participación masculina se mantiene constante, con una ligera disminución en el rango de 0 a 5 años.
36
2. A nálisis
del personal docente
Gráfica 11. Rango de antigüedad y sexo de las/los docentes de la UMSNH, 2011-2012
Mujeres
26 o más
Hombres
21-25
16-20
11-15
6-10
0-5
0
100
200
300
400
500
600
700
800
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria.
Gráfica 12. Porcentaje por rango de antigüedad y sexo de las/los docentes de la UMSNH, 2011-2012
Mujeres
26 o más
Hombres
21-25
16-20
11-15
6-10
0-5
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria.
37
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
En la Gráfica 12 se observa con mayor claridad la tendencia hacia el equilibrio con una mayor participación de las mujeres en la plantilla docente en
los rangos de antigüedad menores: 44.3% en el rango de 0 a 5 años.
En cuanto la equidad de género del personal docente de la UMSNH, se
puede resumir en que existe una desproporción a favor del personal docente masculino en aspectos como mayores niveles de estudio, participación
en programas de mejoramiento de habilidades y reconocimiento, pero se
observa una tendencia a mejorar el grado de equidad entre hombres y mujeres según la antigüedad.
38
3. Análisis del personal administrativo
Por antigüedad en el servicio
En el año 2011, el personal administrativo alcanzó la cifra de 2 mil 524 personas, de las cuales 1 mil 275 eran trabajadoras (50.5%), y el resto (1 mil 249),
eran hombres (49.5%).
Gráfica 13. Porcentaje de la participación por sexo del personal administrativo de la UMSNH, 2011-2012
Mujeres >
50.5%
49.5%
< Hombres
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria.
39
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Como se aprecia en la Gráfica 14, en los rangos de mayor antigüedad el número de trabajadoras es mayor: 16-20, 21-25 y 26 ó más. Sumados estos rangos se
obtiene un total de 449 empleadas administrativas, mientras que el número
de trabajadores resulta de 378. El porcentaje de mujeres es mayor en 18.8%.
Gráfica 14. Rango de antigüedad y sexo del personal administrativo de la UMNSH, 2011-2012
Mujeres
26 o más
Hombres
21-25
16-20
11-15
6-10
1-5
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria.
En los rangos de menor antigüedad se observa una evolución contraria: en los
rangos de 11-15, 6-10 y 1-5 años de antigüedad, el número de empleados administrativos varones cada vez es mayor. Si se suman los tres rangos de menor
antigüedad se obtiene la cifra de 852 empleados, mientras que el número de
empleadas es de 805, es decir, 5.5% menor. La diferencia de personal administrativo a favor de los hombres aumenta conforme la antigüedad es menor: en
el rango de 11-15 años es de 8; en el de 6-10 es de 14; y en el de 1-5 es de 25.
Como se aprecia en la Gráfica 15, el porcentaje por antigüedad del personal administrativo femenino muestra una tendencia descendente que va del
56.1% a 48.4%; en cambio el porcentaje del personal administrativo masculino pasa de 43.9% en el rango de 26 ó más, a 51.6% en el rango de 1-5.
40
3. A nálisis
del personal administrativo
Gráfica 15. Porcentaje de antigüedad y sexo del personal administrativo de la UMNSH, 2011-2012
Mujeres
26 o más
Hombres
21-25
16-20
11-15
6-10
1-5
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria.
Por tipo de puesto
Los puestos del personal administrativo están clasificados en una gran diversidad de tipos y descripciones. De acuerdo con el Departamento de Nóminas
existen 180 plazas diferentes, por lo que para realizar el análisis se optó por
agruparlas en tres clases: la primera incluye a directivos y jefaturas de departamento y sección; la segunda a analistas y profesionales; y en la tercera se
agruparon los demás empleados y empleadas. Como se observa en el Cuadro 10, en el primer grupo se encuentran 260 empleados/as, 110 mujeres y
150 hombres; en el segundo grupo hay 446, 235 mujeres y 211 hombres, y el
grupo más numeroso fue el tercero, con 1 mil 818 empleados/as: 930 mujeres y 888 hombres.
En la Gráfica 16 se aprecia que en el primer grupo el personal masculino
participa con 57.7% y el femenino con 42.3%, mientras que en el grupo de
analistas y profesionales la participación de las mujeres se eleva a 52.7% y en
el caso de las y los demás administrativos, a 51.2%.
41
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Si se analiza la estructura del personal administrativo por sexo, tomando
como base la misma agrupación, se aprecia que en el caso de los varones
participantes, el primer grupo representa 12.0% mientras que las mujeres
participan con el 8.6%. En el grupo de analistas y profesionales el porcentaje de empleados varones es de 16.9%, y el de las mujeres es 18.45%, y
finalmente en el resto del personal los hombres tienen una participación de
71.1% y las mujeres los superan con el 72.9%.
Cuadro 10. Clasificación por tipo de puesto y sexo (2011-2012)
Clasificación por tipo de puesto
Directivos, jefes de depto. y sección
Analistas y profesionales
Demás empleados
Mujeres
110
235
930
Hombres
150
211
888
Total
260
446
1,818
Total
1,275
1,249
2,524
Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria.
Gráfica 16. Estructura por tipo de puesto y sexo 2011-2012
Mujeres
Directivos, jefes de
departamento y sección
Hombres
Analistas y profesionales
Demás empleados
0%
42
20%
40%
60%
80%
3. A nálisis
del personal administrativo
Gráfica 17. Estructura por tipo de puesto y sexo (2011-2012)
Mujeres
Directivos, jefes
de departamento y sección
Hombres
Analistas y profesionales
Demás empleados
0%
20%
40%
60%
80%
Respecto al personal administrativo de la UMSNH, cabe señalar que si bien
la mayoría son mujeres, existe un porcentaje mayor de personal masculino
en puestos de mayor responsabilidad.
43
4. Reflexiones en torno a la
información estadística
Los datos disponibles obtenidos a través de la Comisión de Planeación Universitaria de la UMSNH nos acercan al panorama de la participación de hombres y mujeres en la Universidad, tanto estudiantes como personal docente
y administrativo. Este acercamiento nos ha permitido constatar, en primer
lugar, la pertinencia de dar seguimiento al comportamiento de dichos datos a través de un sistema de indicadores que habrá de irse construyendo;
y en segundo lugar, ha mostrado algunos vacíos de información que sería
indispensable resolver. Se trata de información clave para el diseño de las
políticas, programas y acciones que la Universidad se proponga desarrollar
para avanzar hacia la equidad de género.
En las líneas que siguen se analizan, a modo de primeras conclusiones y
recomendaciones, los datos por sector de población: estudiantes, personal
docente y personal administrativo.
Estudiantes
La información recabada permite afirmar que conforme se avanza en los
niveles de estudio, la proporción mujeres/hombres (en educación media
superior 53.3% de los estudiantes son mujeres) se invierte en detrimento de
las mujeres, y la brecha se amplía mucho hacia el nivel de doctorado: 50.3%
45
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
de la población estudiantil de licenciatura son mujeres; 46.6% en maestría
y 35.3% en doctorado. Cabe destacar el caso del nivel de especialidad, que
en la Universidad Michoacana solamente se encuentra en cuatro facultades
(Derecho y Ciencias Sociales, Ciencias Médicas y Biológicas, Odontología y
Arquitectura), ya que en éste encontramos un 57.7% de mujeres. En este
caso, sin embargo, el hecho de haber mayoría de mujeres puede explicarse
mejor por el área en la que se hallan que por el nivel, pues Odontología y
Ciencias Médicas y Biológicas son áreas altamente feminizadas.
Con relación a la distribución por sexo en las distintas facultades e institutos, de acuerdo con la información disponible, en el nivel de maestría,
como es la tendencia general en los centros de enseñanza de este nivel, hay
una mayor presencia masculina en las ingenierías (mecánica, eléctrica, civil
y química) y las ciencias físico matemáticas, con porcentajes que superan el
80% y hasta un 93.9%, como es el caso de ingeniería eléctrica. En el caso de
Ingeniería en Tecnología de la Madera, sin embargo, la mayoría de la matrícula (más de 80%) son mujeres.
En el caso del doctorado, donde apenas 35.3% de los estudiantes
son mujeres, sólo la Facultad de Arquitectura y la de Biología tienen
más mujeres que hombres, pero se trata de dependencias con muy pocos estudiantes (cinco cada una); las demás dependencias tienen mayoría masculina, y los casos extremos son el Instituto de Investigaciones
Metalúrgicas, la Facultad de Ingeniería Eléctrica y el Instituto de Física
y Matemáticas.
Dos aspectos sobresalen de los datos anteriores: en primer lugar, la disminución de la presencia de las mujeres conforme aumenta el nivel de estudios. Esto se ilustra con el caso de la Facultad de Historia, donde a pesar
de que más de 90% de la población en maestría son mujeres (10/1), en el
doctorado hay más hombres que mujeres (21/18).
Este aspecto tiene que ver con una serie de fenómenos sociales y culturales que obstaculizan el acceso y permanencia de las mujeres en maestría y
doctorado, entre ellos, el hecho de que todavía ahora el cuidado de los hijos,
e incluso el trabajo doméstico, siguen siendo atribuidos a ellas como algo natural. Adicionalmente, no hay suficientes instancias (guarderías, escuelas de
tiempo completo), ni en cantidad ni en calidad, que garanticen la atención a
los hijos/as de las estudiantes.
46
4. R eflexiones
en torno a la información estadística
Otro aspecto que cabe mencionar es que sigue habiendo un sesgo de
género en relación a la presencia mayoritaria de mujeres en ciertas carreras,
y su casi ausencia en otras. Si bien a lo largo de las últimas tres o cuatro décadas las mujeres se han incorporado a carreras del área de las ingenierías y
de las ciencias exactas, este proceso ha sido muy lento, y las mujeres todavía
deben vencer resistencias de docentes y estudiantes para permanecer en
ellas y para ser reconocidas.
Personal docente
De acuerdo al texto, en 2011, 64.2% de los docentes eran hombres y 35.8%
eran mujeres: casi un tercio de mujeres por dos tercios de hombres. En las
áreas donde el profesorado en general es más numeroso (ciencias de la salud, bachillerato, ingeniería y arquitectura, humanidades, derecho y ciencias
biológico agropecuarias), la presencia de hombres y mujeres tiende a ser
más equilibrado; es el caso de ciencias de la salud, donde las mujeres participan con el 42.5% de la plantilla.
La presencia de profesores y profesoras suele reflejar el mismo sesgo de
género que en el caso de la población estudiantil, esto es, la inserción de las
mujeres en carreras tradicionalmente masculinas es difícil, tanto para estudiar como para trabajar como docente.
Por otro lado, la participación de la planta docente en el SNI y en PROMEP
responde a la tendencia que se veía entre los alumnos/as: a mayor nivel de
estudios, menor presencia de mujeres. La UMSNH contaba en 2011 con 318
profesores y profesoras en el SNI, de los cuales sólo 86 (27%) son mujeres. Esta
cifra coincide con las cifras del propio SNI a nivel nacional, según el cual en ese
mismo año había dos investigadores por cada investigadora en el Sistema.
Con relación a los investigadores con perfil PROMEP, la presencia de las
mujeres es menos desfavorable que en el caso del SNI (34.1%) pero sigue
siendo insuficiente, pues representa poco más de una tercera parte. Cabe
aquí la distinción entre profesores/as con maestría que cuentan con perfil
PROMEP y de doctorado, pues mientras que en maestría el número de profesores y profesoras que recibe este apoyo es igual, más de 70% de las y los
profesores que reciben ese incentivo y que tienen doctorado son hombres.
47
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Los datos del personal docente por antigüedad arrojan información interesante: en primer lugar, la mayor parte de las y los docentes de la UMSNH tiene
26 años o más trabajando en la Universidad, y en este rango, el número de
hombres es más del doble que el de mujeres, pero conforme la antigüedad va
siendo menor, es decir, conforme la incorporación a la Universidad va siendo
más reciente, la proporción entre hombres y mujeres tiende a la paridad: en
los rangos 21 a 25 y 26 años y más, los hombres superan el 70%; en los rangos
11 a 15 y 16 a 20 los hombres superan el 60% y en los rangos de menor antigüedad (0-5 y 6 a 10) los hombres son más de la mitad pero no llegan a 60%.
Estos datos muestran una tendencia favorable hacia una mayor incorporación de mujeres a la planta docente en años recientes respecto de la década de los años ochenta y anteriores, aunque para hacer un análisis más fino
habría que identificar el tipo de contratación en el que se han ido incorporando las mujeres y los hombres en los últimos años (por asignatura, medio
tiempo o tiempo completo), en qué áreas, etc.
Personal administrativo
La Universidad Michoacana cuenta con 2 mil 524 trabajadores/as administrativos/as, 50.5% de los cuales son mujeres, es decir, prácticamente la mitad. El análisis por antigüedad muestra una tendencia inversa que la identificada en el personal docente, aunque menos pronunciada: en el caso de las
y los trabajadores administrativos, la participación va de 56.1 en el rango de
mayor antigüedad a 48.4% en el de menor antigüedad, pero como puede
verse, las diferencias entre hombres y mujeres no son muy significativas.
Más significativo resulta el análisis por tipo de puesto, donde se aprecia
una mayor participación de hombres en puestos directivos y de jefaturas de
departamento y sección (57.7% para ellos, 42.3% para las mujeres), mientras
que en el de analistas y profesionales la presencia de las mujeres se eleva a
52.7% y en el tercer nivel éstas representan el 51.2%.
Resulta interesante constatar que existe una presencia casi paritaria de
hombres y mujeres en puestos administrativos, y que incluso en el primer
nivel la cantidad de hombres, si bien es mayor, no escala de la misma forma
que en el caso de los alumnos y alumnas de doctorado, o en el caso de los
48
4. R eflexiones
en torno a la información estadística
docentes en el SNI o con perfil PROMEP, donde la brecha es muy amplia, en
detrimento de las mujeres.
Consideraciones finales
Las reflexiones esbozadas en este apartado representan apenas un acercamiento a la presencia de la población masculina y femenina de la UMSNH.
Algunas conclusiones que se desprenden de este análisis es la constatación
de que las oportunidades para estudiar la maestría o el doctorado, o de obtener mayores incentivos para la investigación no se presentan de manera
igual para hombres y para mujeres, ya que estas últimas deben enfrentar
obstáculos que los hombres no encuentran, como todos aquellos derivados
de los estereotipos sociales y culturales de género.
Cabe mencionar aquí, como un posible avance, la paulatina incorporación de más mujeres a la planta docente, lo que ha provocado una tendencia en favor de una mayor paridad de género. A reserva de analizar a profundidad estos datos para identificar, como se decía antes, de qué tipo de
contratación se trata, en qué áreas se ha dado una mayor contratación de
mujeres, etc., podemos adelantar que la evolución de estos datos no refleja
el impacto de alguna política de la Universidad para favorecer la incorporación de mujeres a la planta docente, puesto que no existe dicha política; responde, en cambio, a la mayor apertura que ha habido, social y culturalmente hablando, al reconocimiento de las competencias de las mujeres en este
campo, y en cualquiera otro, en las últimas décadas. Lo anterior nos lleva a
una reflexión que consideramos importante: no basta con que la Universidad sea permeable a los cambios que ocurren en la sociedad en materia de
reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos, sino que está llamada
a cumplir con su responsabilidad social en favor del desarrollo (en términos
de mejora de la calidad de vida de las personas) y de la democracia (entendida como participación consciente y responsable por parte de las y los
ciudadanos en la toma de decisiones de los destinos del país).
Es importante también dejar sentado que los resultados de este primer
ejercicio de radiografía estadística de género no son privativos de la Universidad Michoacana, sino que, como se vio en el caso del SNI, están presentes
49
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
en muchas instituciones de educación media superior y superior en el país,
y aún en muchos países más.
El estudio también muestra la necesidad de que la Universidad cuente con
más y mejor información desagregada por sexo; en este caso identificamos
un vacío importante en la falta de identificación del sexo de los estudiantes
en el nivel de licenciatura, lo cual impidió hacer un análisis del sesgo de género en las escuelas y facultades.
Contar con más y mejor información permitirá analizar el comportamiento
de los distintos indicadores en el tiempo, identificar tendencias y evaluar el impacto de las políticas, programas y acciones por la equidad que se implementen.
50
Segunda parte
Radiografía cualitativa
Una aproximación diagnóstica a la violencia de género
en la UMSNH: el acoso sexual
1. Acoso sexual. Una aproximación teórica
Para abordar el tema del acoso sexual, particularmente en el ámbito de
las instituciones de educación superior en el contexto de nuestro país, es
necesario primero ubicarlo dentro del territorio del saber sobre la violencia
en general, y de la violencia sexual en específico. En un segundo momento,
lo remitiremos a la reflexión, hoy en pleno desarrollo académico por parte
de un amplio grupo de estudiosas y estudiosos, de lo que la perspectiva
feminista ha conceptualizado como violencia de género. Vayamos pues al
primer momento.
La violencia como paradigma
Pensar la violencia hoy día se ha vuelto un mal necesario, un mal porque
convoca aquellos aspectos del orden subjetivo que nos resultan más escabrosos, insidiosos e inasibles por estar asociados a la artillería pesada
de nuestro psiquismo, ésta es, la pulsión de muerte. Y es necesario, porque no hay otra manera de intentar acotar, limitar, transmutar este elemento destructivo constitucional de la naturaleza humana, que pensarlo,
que pensándolo.
Para iniciar con este ejercicio del pensamiento sobre la violencia, pensémosla desde su cuño etimológico. “Del latín violentia cualidad de violentus,
53
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
“violencia” viene de vis, que significa “fuerza”, y lentus, que como sufijo tiene
valor continuo”.1 Es un sustantivo que se corresponde con verbos como “violentar”, “violar”, “forzar” (Corsi, 1999), por lo que se deduce que lo violento es
aquello que siempre hace uso de la fuerza, y que el uso de la fuerza siempre
invoca al poder. De aquí que todo acto violento está contaminado por la
fuerza del poder que le otorga su propia violencia. De cómo lo violento se
inscribe en el campo de lo humano, existen diferentes propuestas teóricas
que lo abordan y lo abortan. Tomaremos una.
Desde la perspectiva psicoanalítica, “el ser humano no es un ser manso,
amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que lícito es atribuir a su dotación pulsional una buena cuota de agresividad” (Freud, 1930:
108). Las y los sujetos, son entes tejidos y entretejidos por la agresividad y
por la tendencia a la agresión tanto hacia el sí mismo como hacia los otros.
Agresividad que es constitutiva desde la imagen especular del infante con
el espejo, la cual pone en juego el deseo, ese deseo que siempre será un
deseo del otro, y motor de la existencia humana.2
Se puede hablar de dos tipos de dicha agresividad: la sostenida en la y el
sujeta/o como mecanismo de movilización y destrucción hacia el sí mismo
y, por otro lado, de la agresión como acto dirigido al otro, el cual “roe, mina,
disgrega, castra: conduce a la muerte… se ejerce ciertamente dentro de
constricciones reales. Pero sabemos por experiencia que no es menos eficaz por la vía de la expresividad” (Lacan, 1948/2007: 97). Es manifiesto que
un acto violento tanto de carácter verbal como físico busca causar estragos
y anular a la víctima, porque como dice Freud:
…el prójimo no es solamente un posible auxiliar y objeto sexual, sino una
tentación para satisfacer en él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento, desposeerlo
de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo
(Freud, 1930: 108).
1 http://etimologias.dechile.net/?violencia (consultado el 3 de marzo de 2011).
2 Desde la teoría lacaniana la inserción del sujeto en la cultura se da a través de un
primer contacto con otro sujeto, es decir, el infante se reconoce a través de la mirada
y del reconocimiento del otro, pero lo que este otro le devuelve es su propia imagen.
54
1. A coso
sexual .
U na
aproximación teórica
Por su capacidad de penetración y ubicuidad (Ons, 2009), se podría decir que
la violencia se ha vuelto un paradigma para explicar el orden social en sus
múltiples dimensiones y en la pluralidad de sus prácticas. Basta con levantar la vista y escuchar la infinidad de historias personales, familiares e institucionales que hoy día están atravesadas, marcadas por un acontecimiento
evidente, explícito de violencia y de las cuales nos enteramos en cualquier
lugar, no solamente por los medios masivos de comunicación. En forma de
amenazas de daño a seres queridos o a la propia persona, de secuestros, violación sexual, tráfico de mujeres y niñas, explotación del subalterno, o de
daño en el propio cuerpo, la violencia ha dejado de ser únicamente la manifestación desordenada, “anormal”, psicopatológica de un individuo, de un
ser malévolo y “anormal” en necesidad de encierro, para dejarse escuchar siniestramente como un componente que le es constitutivo al orden social, al
grupo, a la cultura, sosteniéndolos, ahora, abiertamente. La violencia ahora
es visible como un asunto del grupo, de la comunidad, de la “familia”, de las
asociaciones; se muestra, se exhibe, descarnada, despojada de sus tapujos
morales y conservadurismos eufemísticos. Dicho de otra manera, el orden
social crea, genera individuos, mujeres y hombres, violentos, quienes a su
vez, reproducen y alimentan al sistema social. Por la forma en la que opera,
pues, la violencia puede ser considerada como un mecanismo de poder que
atraviesa el imaginario de la sociedad, y el cual, entre otros muchos maledicentes efectos, promueve relaciones inequitativas entre los seres humanos,
socavadas por instancias de subordinación, sometimiento y colonización.
Espectro de la violencia: del estruendo al silencio
Indudablemente el espectro de la violencia es muy amplio, pues incluye
diferentes líneas de penetración que van desde las más institucionalizadas,
como la guerra, hasta las más cotidianas e invisibles, como la de género: la
violencia que se basa y se ejerce en razón del género de los sujetos. Una de
las diferencias entre una y otra radica en la obviedad, concreción y objetividad del daño producido a la víctima o víctimas, de manera que lo que pensamos como violento tiende a reducirse a lo físico violento, precisamente
porque la violencia física se puede representar de una forma más sencilla
55
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
y con más precisión, pues las huellas que produce constituyen expresiones
concretas que se inscriben en la piel: evidencias objetivas, explícitas, cuantificables y difíciles de ocultar. Entre más evidente sea el daño, entre más se
“vea”, más fácilmente se puede medir, estimar como violento. En cambio,
cuando se trata de otras formas de violencia que penetran por otras líneas
y que están envueltas en espirales de diferente textura, que no se “ven”,
como la violencia psicológica, económica y sexual (las cuales se engloban
dentro de lo que se denomina como violencia de género), podemos observar que por ser menos visibles y por la dificultad de representar sus efectos
de una manera objetiva, permanecen ocultas e ignoradas.
Los efectos producidos por la violencia económica, psicológica y sexual
se trazan en la dimensión afectiva de quienes la padecen y esta característica impide su justa valoración como acto de violencia, trivializándose sus
proporciones.
Esta dificultad para medir o estimar el nivel de daño que produce, facilita
que el fenómeno se extienda y encuentre más caminos por los cuales tejerse
en el imaginario social, porque estos tipos de violencia, considerados más
“mesurados”, son aceptados como parte de las costumbres socioculturales y
están tan naturalizadas que forman parte incluso de nuestra estructura mental, generando una actitud social de permisividad.
Corsi y Peyrú (2003: 47) en un análisis sobre los mecanismos que facilitan
el desconocimiento de la violencia social, identifican “un conjunto de operaciones psicológicas cuyo fin es minimizar, negar, ocultar y justificar los actos
de violencia”. Estas operaciones son:
a. Proceso de invisibilización. El cual tiene que ver precisamente con la valoración de la objetividad que responde a los criterios del paradigma positivista
cientificista (criterios masculinos, por cierto). En este sentido son dos aspectos los que determinan que un objeto de investigación sea visible (en este
caso la violencia de género): que el objeto tenga inscripciones materiales,
léase marcas o huellas físicas que lo hagan perceptible; y que el observador
disponga de las herramientas o instrumentos necesarios para percibirlos.
b. Proceso de naturalización. “Conjunto de operaciones permisivas que llevan a aceptar los comportamientos violentos como algo natural, legítimo
y pertinente en la vida cotidiana” (Corsi y Peyrú, 2003: 50). Los autores se-
56
1. A coso
sexual .
U na
aproximación teórica
ñalan que las víctimas comparten los criterios sociales con los victimarios,
que les prescriben cuál es el lugar que deben ocupar en el mundo, y por
tanto esto les impide ser conscientes de la condición de violencia. Además
de que en un escenario donde la organización social se estructura en función de jerarquías económicas, por etnia, o por sexo, como bien resaltan los
autores, la violencia ejercida contra los o las marginados/as se percibe en
menor grado y se considera menos importante.
c. Proceso de insensibilización. Este mecanismo opera sobreexponiendo
la violencia generalmente a través de los medios de comunicación, lo que
produce acostumbramiento, menor sensibilidad, mayor indiferencia, tolerancia y pasividad frente a un acto violento.
d. Proceso de encubrimiento. Este proceso ocurre con más frecuencia en las
instituciones donde se pone en juego la capacidad de los superiores para
mantener el orden institucional y, por tanto, tienden a ocultar o negociar
las denuncias de violencia por parte del grupo, porque también se compromete el prestigio de la institución.
Violencia sexual: un rostro siniestro del patriarcado
Los procesos de desconocimiento de la violencia social descritos anteriormente, cobran particular vigor en el contexto de las sociedades patriarcales,
como la nuestra, pues son procesos que justamente sirven para reproducir
la creencia en la superioridad del sexo masculino en la cual están fundadas
este tipo de sociedades. Invisibilizar, naturalizar, encubrir, insensibilizar esta
creencia sería en última instancia el móvil bajo el cual ha operado la violencia de género con el fin de mantener las formas de dominación y subordinación entre los seres humanos, entre las cuales destaca, por su prevalencia, la
subordinación de las mujeres por los hombres y la dominación de lo masculino sobre lo femenino.
La cosmología falocentrista, como podemos denominar al conjunto
de creencias que hacen de la especificidad sexual masculina el centro del
universo social, político y cultural, hace que la división del mundo, de las
actividades y de la vida en general parezca normal y, por tanto, natural e
inevitable. En este sentido Pierre Bourdieu (1998/2000) señala que esto se
57
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
debe precisamente al proceso de objetivación en el mundo social de la
visión masculina, pero además también a los mecanismos socio-institucionales que posibilitan la incorporación de ese estado objetivado a los
procesos de subjetivación del cuerpo socializado que permiten la concordancia entre las estructuras objetivas y las estructuras cognitivas, garantizando la autoeficacia del sistema patriarcal.
Producto de esa autoeficacia del sistema patriarcal es el hecho de que la
violencia sexual no sea reconocida como una forma de violencia, sino como
una expresión natural de la masculinidad. Por encontrarse en los límites de
la intimidad, y por pertenecer a ese orden de la realidad sumamente administrado, regulado, normalizado por diferentes instancias sociales, como la
religión, el derecho, la medicina, la propia psicología, que es el orden de la
sexualidad, la violencia sexual es un problema grave de salud pública que
hasta hace relativamente poco tiempo ha empezado a ser atendido adecuadamente. De esto hablaremos más adelante.
Susana Velázquez plantea la violencia sexual como:
Todo acto de índole sexual ejercido por una persona —generalmente hombre— en contra del deseo y la voluntad de otra persona —generalmente mujer y/o niña/o— que se manifiesta como amenaza, intrusión, intimidación y/o
ataque, y que puede ser expresado en forma física, verbal y emocional… Este
tipo de violencia es un ataque material o simbólico que afecta la libertad y la
dignidad y produce efectos —a corto, mediano y largo plazo— en la integridad física, moral y psíquica (Velázquez, 2003: 69).
Este tipo de violencia considerada en el orden de la sexualidad, es expresada más comúnmente a través de la violación y el acoso sexual. La primera
es considerada como un acto escondido en las penumbras y oscuridades
de las calles a altas horas de las noches, una transgresión que sólo puede
ser efectuada por delincuentes a mano armada por las noches. En el matrimonio y en las relaciones de pareja, la violación es inconcebible para las
instancias juzgadoras, si es que se denuncia, debido a que se ha normalizado, invisibilizado, insensibilizado y es imposible de comprobar (pues se
encubre). La misma autora señala que:
58
1. A coso
sexual .
U na
aproximación teórica
…pensar que la mujer exagera es aliviar la responsabilidad social, buscar
racionalizaciones que desresponsabilicen al victimario… las intenciones del
agresor “no son tan malas” lo convierte en victima de su víctima y, por lo
tanto, la culpable es la mujer. Si ella es la culpable, el hecho de violencia
desaparece como tal y se configura de esta manera el pasaje —que hace
inexistente la violencia de género— desde “no fue para tanto” hasta “la violación no existió” (Velázquez, 2003: 326-327).
El acoso sexual, por su parte, es una manifestación de violencia que es tejida
por el poder, la sexualidad y la fuerza. Velázquez (2003) subdivide el acoso
de acuerdo a la vía por la cual es manifestado: conductas verbales, visuales
o físicas. Dentro de las conductas verbales, ya sea a través de la palabra o de
la escritura, se encuentran todos aquellos comentarios sexuales intencionados, bromas sexuales referidas al cuerpo, chistes groseros, insinuaciones,
amenazas sexuales, llamadas telefónicas mudas o con sonidos sugerentes y
mensajes molestos u ofensivos. Respecto a las conductas físicas se consideran violentas aquellas como: una proximidad indeseada, las palmadas y los
pellizcos inocentes y los roces casuales con el cuerpo. Mientras que en los
comportamientos acosantes visuales, se incluyen las miradas fijas a ciertas
partes del cuerpo y la exhibición de gestos sexuales u obscenos.
Todas éstas son exteriorizaciones que por lo regular provienen de aquellos sujetos autonombrados hombres/machos y son utilizadas como artimañas para investirse de poder, des(in)vistiendo literal y metafóricamente
a las mujeres, aunque sean ellas las que por la fuerza de la ideología de
género, terminan cosiendo a su miedo el origen de la violencia de la que
fueron sujetas.
Abordemos ahora la situación del acoso sexual en el medio universitario,
considerando una muy somera referencia a las instancias legales, normas y
tratados que han propiciado su estudio.
Violencia de género, acoso sexual y cultura universitaria
La violencia sexual ha empezado a ser motivo de alarma social y reconocida como un problema de salud pública en nuestro país (Torres Falcón,
59
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
2001/2005). Un problema que requiere una atención especializada, por lo
cual desde diversas instancias del gobierno federal y los gobiernos estatales, principalmente a través de los institutos o secretarías de la mujer, se
han lanzado propuestas de ley y normatividades tendientes a acortar las
brechas de género, las inequidades entre los sexos, bajo la premisa de que
la distribución inequitativa del poder entre los géneros es un detonante primordial de la violencia que los afecta.
Por ejemplo, la Norma Oficial Mexicana que opera en el sector salud,
NOM-046-SSA2-2005, dice:
Si bien cualquier persona puede ser susceptible de sufrir agresiones por parte del otro, las estadísticas apuntan hacia niños, niñas y mujeres como sujetos
que mayoritariamente viven situaciones de violencia familiar y sexual… La
violencia contra la mujer, tanto la familiar como la ejercida por extraños, está
basada en el valor inferior que la cultura otorga al género femenino en relación con el masculino y la consecuente subordinación de la mujer al hombre.
Esto da pie a pensar que aunque la problemática y la vulnerabilidad de lo
femenino estén reconocidas e institucionalizadas, siguen siendo un problema latente y velado por el orden patriarcal.
Debido a los tratados y convenios internacionales —Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
“Convención de Belem Do Para”; Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; la Cuarta conferencia internacional de la mujer organizada en Beijing en 1995, etc.—, México (país
en desarrollo), incorporó políticas nacionales de igualdad entre mujeres
y hombres. Ejemplo de esto es la Ley general para la igualdad entre mujeres y hombres en 2006 y la Ley general de acceso de las mujeres a una vida
libre de violencia en 2007. Dichas leyes, según el Acuerdo Nacional para la
Igualdad entre Hombres y Mujeres, prevén las bases de coordinación en
los tres ámbitos de gobierno para prevenir, atender, sancionar y erradicar
la violencia contra las mujeres y garantizar la igualdad entre mujeres y
hombres, eliminando toda forma de discriminación en cualquiera de los
ámbitos de la vida, que se genere por pertenecer a cualquier sexo. Son
leyes que pretenden ubicar y que permiten incorporar a lo vulnerado (las
60
1. A coso
sexual .
U na
aproximación teórica
mujeres) en la representatividad del quehacer como ciudadana en los diferentes espacios institucionales.
El panorama académico, por su parte, en el estudio de este fenómeno,
requiere partir de premisas muy claras acerca de lo que significa la categoría
“género”. Tal como señala Scott (1990: 23), el género “es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen
los sexos y es una forma primaria de relaciones significantes de poder”. El
género opera a través de múltiples procesos de socialización diferenciados
que se llevan a cabo desde muy temprana infancia, prescribiendo roles y
funciones a hombres y mujeres basados en interpretaciones sobre la diferencia sexual, pero en un escenario androcéntrico.
Este escenario está hecho de cuerpos socializados, es decir, de “habitus”
(Bourdieu, 1998/2000), de prácticas mistificadoras y de rituales. La memoria
colectiva es producida por hombres y mujeres, estereotipándose mutuamente. El continuum, una repetición indefinida de las prácticas impuestas en
la infancia, donde los hombres gozan de privilegios y las mujeres que están
detrás de ellos se someten, se refuerza en todos los espacios de la vida. Los
espacios académicos no son la excepción. Hay en ellos un ejercicio constante
de procesos diferenciados y también diferenciadores para garantizar el dominio masculino, así como de normalización de prácticas de abuso del poder
(Corsi y Peyrú, 2003) que quedan manifiestas en el acoso sexual dentro de las
instituciones de educación. ¿Cómo dar cuenta de un acto invasivo-violentointimidante-vergonzoso ejercido por el otro, cuando es un acto en primera instancia dirigido de parte de alguien que goza de “superioridad” legal o
simbólica, llámesele maestro, director, administrativo o compañero de salón?
Además, los actos y las expresiones van investidas de halagos hacia la
mujer como: “te ves muy bonita enojada”, “calladita te ves más bonita”, “tú
deberías estar en una escuela de belleza y no en una universidad”… haciéndoles creer que son un cumplido hacia su persona. Y en los casos en los que
hay un reconocimiento claro, objetivo respecto a la manifestación de acoso
sexual, sobresale la ganancia que tendrá la agredida. En el ambiente universitario las alumnas, al permitir comentarios o miradas obscenas por parte
de los maestros, podrán pasar de año, se les disculparán algunas tareas; por
parte de los alumnos serán consideradas como fuertes o se les permitirá
entrar en el ambiente de los hombres.
61
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
El acoso sexual en los espacios universitarios implica que éstos también
están colonizados por la ideología de género aunque de forma institucionalizada. El acoso sexual, siguiendo el pensamiento de Cristina Palomar
(2005), es parte de la cultura institucional que está atravesada por los discursos dominantes masculinos de tal forma que logra responder a imaginarios sociales de lo que deben ser los hombres y las mujeres.
En estos espacios las formas de poder que adopta el patriarcado son en
su mayoría ejercidas a través de la violencia simbólica, aunque no podemos
ignorar que también existen formas de violencia física y que esto no es un
problema menor. Lo cierto es que estos ejercicios simbólicos de poder se
ocultan de modo tal que hacen parecer la vida académica como inofensiva
y como un espacio donde las oportunidades y condiciones de desarrollo
son las mismas para hombres y mujeres. La realidad, desafortunadamente,
es otra.
En los apartados que siguen se exponen los resultados de una encuesta
aplicada como parte del estudio realizado acerca de la situación de las mujeres y los hombres en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
En ella se abordó tanto información general que permitió hacer una caracterización de las y los estudiantes de la Universidad, como una serie de indicadores que sirvieron para levantar un diagnóstico de las relaciones entre
mujeres y hombres y, dentro de él, de la existencia de acoso sexual.
El procesamiento de la información se llevó a cabo en la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” y la Facultad de Psicología, UMSNH.
62
2. La situación de las y los estudiantes
en la UMSNH
Los datos de este apartado se obtuvieron mediante una encuesta que se aplicó
de octubre a diciembre de 2011. La muestra3 se obtuvo a partir de las listas de
la población de cada una de las dependencias de la Universidad (preparatorias,
escuelas, facultades e institutos). Se seleccionaron 420 estudiantes de manera
aleatoria para configurar una muestra proporcional por sexo: mitad hombres
y mitad mujeres. Aunque cada porcentaje tiene su propio error asociado, el
diseño de muestra garantiza que en las estimaciones al menos 95 de cada 100
veces el error no sobrepasa ±5.0%. La encuesta se realizó “cara a cara” mediante un cuestionario que fue aplicado por personas calificadas para esa labor.
Características generales de la población estudiantil
Edad
La Gráfica 1 muestra los porcentajes de edad de las y los participantes por
rangos constantes. Se observa que los porcentajes más altos en los rangos
de menor edad corresponden a las mujeres, mientras que para los rangos
siguientes (21 a 23 y 24 a 26) los mayores porcentajes corresponden a los
hombres. Al final de la gráfica se puede ver que en el rango de edad de 33
a 37 años, 1.8% corresponde a los hombres y no hay mujeres en este rango.
Se trata de estudiantes de especialidad o posgrado.
3 La integración de la muestra fue posible gracias a la asesoría del Mtro. Rodrigo Gómez
Monge, de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” de la UMSNH.
63
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 1. Edad y sexo de las y los participantes
35%
Mujeres
30%
Hombres
25%
20%
15%
10%
5%
0%
14-17 años 18-20 años 21-23 años 24-26 años 27-30 años 33-37 años
Con quien vive actualmente
En la Gráfica 2 se incluyen solamente las opciones que resultaron más significativas por la variedad de las frecuencias en función de cada sexo, dejando
fuera algunas otras como “madre”, por ser la opción donde recayó la mayoría de las respuestas de la población encuestada. En general se observa
que hay más hombres que viven solos, mientras las mujeres siempre viven
acompañadas, y algunas veces lo hacen por sus hijos: como puede verse en
la Gráfica 2,4 mientras que 1.2% de las mujeres se encuentran en esta situación, el porcentaje para los hombres es de cero.
Promedio del semestre anterior
La media general de los promedios de las y los encuestados es de 8, siendo
los hombres quienes obtienen los promedios más bajos: 6 y 7 y entre 7 y 8,
4 Contando los valores perdidos (no porcentaje válido), es decir, preguntas que no
fueron respondidas por las y los participantes.
64
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
Gráfica 2. ¿Con quién vive?
15%
Mujeres
Hombres
12%
9%
6%
3%
0%
Hijos
Hermanos
Abuelos
Tíos
Amigos
Otro
Gráfica 3. Promedio obtenido el semestre anterior, por sexo
30%
Mujeres
25%
Hombres
20%
15%
10%
5%
0%
6a7
7a8
8a9
9 a 10
65
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
mientras las mujeres sobresalen en el rango que va del 8 al 9. En el rango
más alto que esta gráfica consigna, el de 9 a 10, nuevamente son los hombres quienes destacan.
Tiene beca
Considerando que la población estudiantil tiene acceso a becas otorgadas
por el Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (PRONABES),
por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), así como de otro tipo,
la gráfica siguiente muestra que del porcentaje total de quienes tienen beca,
el mayor número de las que otorga la UMSNH es para mujeres (24.4%, respecto de 19.5% que se otorga a los hombres); y de las becas de PRONABES,
12.2% corresponde a los hombres mientras que sólo 4.9% corresponde a
las mujeres. En el caso de las becas otorgadas por CONACYT, 7.3% son para
hombres y apenas 2.4% para las mujeres. Respecto de otro tipo de becas
Gráfica 4. Tipo de beca
25%
Mujeres
Hombres
20%
15%
10%
5%
0%
66
UMSNH
PRONABES
CONACYT
Otra
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
como las de la Comisión Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) o becas
municipales, los porcentajes estan más equilibrados. El porcentaje total de
todas las becas es de 12.05% respecto a la muestra total de las y los encuestados. En general se observa que dentro del total de quienes tienen beca, 53%
son hombres y 44% son mujeres.
Horas dedicadas a actividades no escolares
Las gráficas que a continuación se presentan dan cuenta de las horas dedicadas por las encuestadas y los encuestados a la realización de actividades no
escolares durante la semana anterior a la aplicación del instrumento. Entre
dichas actividades se encuentran: trabajo, preparación de alimentos, compra
de víveres y abarrotes, cuidado de niñas/os u otras personas, actividades de
esparcimiento y limpieza de la casa. Los datos de estas gráficas representan
las medias más altas en cada situación, y están organizados de acuerdo al
sexo del/de la participante y el nivel de estudios.
¿Cuántas horas dedicó la semana pasada al trabajo?
La Gráfica 5 señala las horas que las y los encuestados trabajaron durante
la semana anterior a la aplicación de la encuesta. Como puede verse, en el
nivel de preparatoria la media de las mujeres es mayor que la de los hombres: 18 horas en las mujeres vs. 14 de los hombres. En el nivel de licenciatura la media para las mujeres es de 25 horas y la de los hombres de 18.
En el nivel de posgrado la media para los hombres es de 42 horas y para
las mujeres de 33. En general, se observa que la media de horas empleadas para trabajar aumenta tanto en hombres como en mujeres conforme
va aumentando el nivel de estudios, y que para el nivel de posgrado los
hombres casi doblan la cifra correspondiente a la licenciatura, no siendo
éste el caso de las mujeres, aunque en el caso de ellas el aumento del
tiempo dedicado al trabajo entre la preparatoria y el posgrado es también
significativo, al pasar de una media de 18 horas en preparatoria a 25 en
licenciatura y 33 en posgrado.
67
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 5. Cuántas horas trabaja a la semana
50
Mujeres
Hombres
40
30
20
10
0
Preparatoria
Licenciatura
Especialidad / posgrado
¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a la preparación de alimentos?
La Gráfica 6 muestra los resultados respecto de esta cuestión. Se puede
observar que la media de las horas empleadas en preparar alimentos aumenta conforme se avanza en el nivel de estudios: para el caso de preparatoria, la media en las mujeres es de 3:15 horas, y en los hombres de 3:35;
para el nivel de licenciatura la media es de 4 horas para ambos y en el caso
del posgrado la situación cambia radicalmente al registrarse una media
de 6 horas para las mujeres y cero para los hombres. Se puede concluir
que, en el caso de las mujeres, el tiempo que dedican cada semana a la
preparación de alimentos aumenta consistentemente conforme aumenta
el nivel de estudios, mientras que en el caso de los hombres aumenta ligeramente entre la preparatoria y la licenciatura para desplomarse hasta
cero en el posgrado. Esto contrasta con lo que muestra la Gráfica 5, según
la cual los hombres dedican, en promedio, más horas semanales al empleo que las mujeres.
68
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
Gráfica 6. Cuántas horas dedicó la semana pasada a preparar alimentos
6
Mujeres
5
Hombres
4
3
2
1
0
Preparatoria
Licenciatura
Especialidad / posgrado
¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a la compra de víveres y abarrotes?
Los resultados se presentan en la Gráfica 7. Como puede verse, la media más
baja se encuentra en el nivel licenciatura, con 1:40 horas para los hombres
y 3:15 para las mujeres. En el nivel preparatoria la media más alta es para
las mujeres (1:55 horas), mientras que la de los hombres fue de 20 minutos.
Finalmente para el nivel de posgrado la media para los hombres fue de 1:25
horas y para las mujeres de 2 horas. En resumen, las mujeres de dos de los
tres niveles educativos considerados dedican mucho más tiempo que los
hombres a la compra de víveres y abarrotes.
¿Cuántas horas dedicó la semana pasada al cuidado de niños/as
y otras personas?
Los resultados de la Gráfica 8 varían respecto de lo observado en las dos
anteriores, pues en el nivel de preparatoria los hombres dedican más
69
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 7. Cuántas horas dedicó la semana pasada a la compra de víveres y abarrotes
2.0
Preparatoria
Especialidad
/ posgrado
Licenciatura
Mujeres
Hombres
1.5
1.0
0.5
0.0
Gráfica 8. Cuántas horas dedicó la semana pasada al cuidado de niños/as u otras personas
3.5
3.0
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
70
Especialidad / posgrado
Mujeres
Preparatoria
Hombres
Licenciatura
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
tiempo al cuidado de niños/as u otras personas que las mujeres (3:25 horas los hombres; 1.15 las mujeres); a nivel licenciatura, sin embargo, sucede
que son las mujeres quienes dedican más horas a esta actividad (2:10 horas para ellas por 1:30 para los hombres). Y en el posgrado los resultados
vuelven a invertirse, obteniéndose una media de 3:45 horas para los hombres y cero para las mujeres. De acuerdo con estas cifras, los hombres de
preparatoria y posgrado dedican en promedio más tiempo al cuidado de
niños/as u otras personas, mientras que las mujeres de licenciatura obtienen la media más alta.
¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a actividades
que le gustan o divierten?
En la Gráfica 9 se muestra cómo las horas que los estudiantes dedican a
actividades de esparcimiento disminuyen paulatinamente tanto en los
hombres como en las mujeres conforme aumenta el nivel de estudios,
registrándose sin embargo importantes diferencias entre un sexo y otro:
en el nivel de preparatoria quienes dedican más horas a actividades de
esparcimiento son la mujeres, con una media de 10:45 horas semanales,
mientras que los hombres dedican 7:20; en el caso de licenciatura son los
hombres quienes dedican más tiempo a este tipo de actividades (7 horas
semanales, vs. 5:30 de las mujeres), al igual que en posgrado, donde las
cifras son 5:20 para los hombres y cero para las mujeres.
¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a labores de limpieza de la casa?
La Gráfica 10 muestra las diferencias relativas al tiempo que uno y otro sexo
dedican a labores de limpieza en sus casas. Como puede verse, en los tres
niveles educativos son las mujeres las que más tiempo dedican a esta actividad. Tanto para los hombres como para las mujeres, la media de tiempo que
dedican a la limpieza del hogar baja conforme aumenta el nivel educativo:
en el nivel preparatoria, mientras que las mujeres dedican a ello una media
de 4:35 horas a la semana y los hombres dedican 3:45 a esa misma actividad,
en licenciatura las mujeres dedican casi el mismo tiempo (4:30 horas) pero la
cifra para los hombres baja a 2:40, y en posgrado la media para los hombres
71
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 9. Cuántas horas dedicó la semana pasada a actividades que le gustan o divierten
12
Mujeres
Preparatoria
10
Hombres
8
Licenciatura
Especialidad / posgrado
6
4
2
0
Gráfica 10. Cuántas horas dedicó la semana pasada a labores de limpieza de la casa
5
Preparatoria
Mujeres
Licenciatura
Hombres
4
Especialidad / posgrado
3
2
1
0
72
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
baja mucho otra vez (1:30 horas) mientras que para las mujeres se coloca en
3:00 horas.
En los últimos dos semestres ha tenido que cuidar o responsabilizarse de alguien
En la Gráfica 11, que concentra cuatro variables: adulto mayor, niños, hijos
u otras personas, se puede observar que quienes han tenido que cuidar de
otros, 7.6% corresponde a mujeres, mientras que 5.3% corresponde a los
hombres, lo cual indica una mayor participación de mujeres en esta actividad. Finalmente, se observa que 93% de la muestra no tuvo la responsabilidad de cuidar a otras personas.
Ha participado en alguna instancia de decisión estudiantil
Las instancias de decisión estudiantil con las que cuenta la Universidad son
Consejo Técnico, Consejo Académico, Consejo Universitario y Consejo Estudiantil. La Gráfica 12 muestra los niveles de participación de hombres y mujeGráfica 11. En los últimos dos semestres se ha responsabilizado del cuidado de alguien
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
0%
Sí
No
73
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 12. En los últimos dos semestres participó en alguna instancia de decisión estudiantil
100%
Mujeres
Hombres
80%
60%
40%
20%
0%
Sí
No
res dentro de alguna instancia de participación estudiantil. Los porcentajes se
presentan en relación a los resultados obtenidos por sexo y no en relación a la
muestra total. Así, tenemos que sólo 10.4% de los hombres y 8.2% de las mujeres ha participado en alguna instancia de decisión dentro de la Universidad.
Caracterización del trato entre hombres y mujeres
Considera que existe trato desigual entre hombres y mujeres
Esta pregunta se realizó en dos momentos diferentes de la encuesta: uno casi
al inicio y otro al final de la misma. Las Gráficas 13 y 14 nos muestran los resultados obtenidos de la población en general en cada momento, y en las Gráficas
15 y 16 observamos las diferencias por sexo. Como puede verse, al inicio de la
encuesta 36.3% de las y los encuestados indicaron que sí existía trato desigual
hacia los hombres y hacia las mujeres en la UMSNH, mientras que al final de la
encuesta ese porcentaje aumentó 2 puntos, para colocarse en 38.8%.
74
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
Gráficas 13 y 14. Considera que existe trato desigual entre hombres y mujeres en esta institución
80%
No
70%
Sí
80%
60%
60%
50%
50%
40%
40%
30%
30%
20%
20%
10%
10%
0%
Primer momento
No
70%
0%
Sí
Segundo momento
Las Gráficas 15 y 16 muestran que en ambos momentos, las mujeres, más
que los hombres, opinan que sí hay trato desigual en la Universidad, aunque
cabe subrayar que las diferencias de opinión entre unos y otras son mínimas. Nótese también que el cambio de opinión entre el primero y el segundo momento es más marcado en los hombres, pues la respuesta afirmativa
pasa de 17.2 a 19.1% entre uno y otro momento, mientras que en las mujeres
esta variación es de apenas 0.5%.
Exclusión de alguna actividad
Se les preguntó a las y los encuestados si ellos/ellas percibían que habían
sido excluidos de alguna actividad dentro de la universidad por ser hombre o por ser mujer. Los resultados se pueden observar en la Gráfica 17.
Como se aprecia, 3.85% del total de la muestra respondió que sí había sido
excluido/a, 2.1% corresponde a los hombres y 1.8% a las mujeres. Si bien
la diferencia por sexo no es significativa, y el porcentaje total es bajo, sí
es un dato que debe tenerse en cuenta porque se refiere a un hecho que
debería estar desterrado de las universidades: la exclusión por el hecho de
ser hombre o mujer.
75
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráficas 15 y 16. Considera que existe trato desigual en la Universidad
Mujeres
35%
35%
30%
30%
25%
25%
20%
20%
15%
15%
10%
10%
5%
5%
0%
Sí
Primer momento
No
Hombres
Mujeres
Hombres
0%
Sí
No
Segundo momento
Gráfica 17. En el último año le han excluido de alguna actividad por el hecho de ser mujer/hombre
100%
80%
60%
40%
20%
0%
76
No
Sí
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
Frecuencia de comentarios o bromas ofensivas
Con el propósito de identificar hasta qué punto en la UMSNH se vive un ambiente no sexista se incluyó una serie de preguntas en el cuestionario relativas a la frecuencia con que las y los estudiantes han escuchado comentarios
o bromas ofensivas hacia los hombres o hacia las mujeres. Los resultados
se presentan en el orden en el que aparecieron en la encuesta: primero los
referidos a las profesoras en contra de las mujeres, los hombres y las y los
homosexuales; y después esto mismo pero por parte de los profesores. Para
cada situación se presenta una gráfica general que incluye las opiniones de
las y los participantes, aunque no está desagregada por sexo.
Como muestra la Gráfica 18, 69% de las y los participantes menciona
que nunca se dan comentarios ofensivos de las profesoras hacia las mujeres, 19.3% refiere que rara vez, 9.2% dice que algunas veces y porcentajes
iguales (1.19%) mencionan que sucede frecuente y muy frecuentemente.
Como se indica en la Gráfica 19, 55.9% de las y los entrevistados menciona que las profesoras nunca hacen comentarios o bromas ofensivas en
Gráfica 18. Las profesoras hacen bromas y comentarios que ofenden a las mujeres
80%
Muy frecuentemente
70%
60%
50%
Frecuentemente
Algunas veces
40%
Rara vez
30%
Nunca
20%
10%
0%
77
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 19. Las profesoras hacen bromas y comentarios que ofenden a los hombres
60%
Muy frecuentemente
50%
Frecuentemente
40%
Algunas veces
30%
20%
Rara vez
Nunca
10%
0%
Gráfica 20. Las profesoras hacen bromas y comentarios que ofenden a las y los homosexuales
80%
70%
Muy frecuentemente
Frecuentemente
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
78
Algunas veces
Rara vez
Nunca
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
contra de los hombres, 23.5% refiere que rara vez, 15.7% dice que algunas
veces, 3.2% comenta que pasa frecuentemente y 1.4% menciona que sucede muy frecuentemente.
La Gráfica 20 muestra que 64.5% de las y los encuestados menciona que las
profesoras nunca hacen comentarios ofensivos contra las y los homosexuales;
17.56% refiere que rara vez, 11.3% dice que algunas veces, 3.57% comenta que
pasa frecuentemente y 2.98% menciona que muy frecuentemente.
Se puede observar que la frecuencia de comentarios por parte de las
profesoras en la opción “nunca”, es mayor cuando se trata de comentarios o
bromas contra las mujeres; disminuye alrededor de 4 puntos porcentuales
cuando se trata de comentarios contra homosexuales, y otros 4 puntos más
cuando se trata de comentarios contra los hombres (69.05, 64.58 y 55.95,
respectivamente). En contraste, el porcentaje más alto correspondiente a los
rubros “frecuentemente” y “muy frecuentemente” corresponde a comentarios contra homosexuales (6.55), seguido de los comentarios contra los
hombres (4.76) y contra las mujeres (3.27). Estos datos denotan un mayor
respeto de las profesoras por las mujeres en primer lugar y por los hombres
en segundo, mientras que por las y los homosexuales expresan menos respeto, desde la apreciación de los y las estudiantes entrevistados.
La Gráfica 21 expresa la frecuencia con la que los profesores de los distintos niveles de la UMSNH hacen comentarios o bromas que ofenden a
las mujeres. Como puede verse, mientras que 42.2% de los entrevistados/
as dijo que esto nunca sucede, 27.22% refiere que rara vez, 19.2% dice que
algunas veces, 4.4% que pasa frecuentemente y 3.5% menciona que muy
frecuentemente sucede.
En la Gráfica 22 se observa que mientras 47.6%, de las y los encuestados afirma que los profesores nunca hacen comentarios ofensivos contra
los hombres, 25.4% refiere que rara vez, 18% dice que algunas veces, 6.5%
comenta que pasa frecuentemente y 2.37% menciona que muy frecuentemente sucede.
Ahora bien, en el caso de los comentarios y bromas ofensivas en contra
de homosexuales, como puede verse en la Gráfica 23, 47.3%, del total de la
muestra menciona que esto nunca sucede, 24.5% dice que rara vez, 15.6%
dice que algunas veces, 7.1% comenta que pasa frecuentemente y 5.3%
menciona que muy frecuentemente.
79
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 21. Los profesores hacen bromas y comentarios que ofenden a las mujeres
50%
40%
Muy frecuentemente
Frecuentemente
Algunas veces
30%
Rara vez
20%
Nunca
10%
0%
Gráfica 22. Los profesores hacen bromas y comentarios que ofenden a los hombres
50%
40%
Muy frecuentemente
Frecuentemente
Algunas veces
30%
Rara vez
20%
10%
0%
80
Nunca
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
Gráfica 23. Los profesores hacen bromas y comentarios que ofenden a los y las homosexuales
50%
40%
Muy frecuentemente
Frecuentemente
Algunas veces
30%
Rara vez
20%
Nunca
10%
0%
Al comparar los resultados de estas seis últimas gráficas observamos lo
siguiente:
■■ En general los porcentajes correspondientes a “nunca” son menores en los
profesores que en las profesoras, lo que sugiere que el mayor número de
comentarios ofensivos hacia las mujeres, hacia los hombres o hacia las/los
homosexuales provendrían de los profesores.
■■ Se observa que tanto en el caso de profesores como de profesoras, los mayores porcentajes en los rubros “frecuentemente” y “muy frecuentemente” se
ubican en los comentarios ofensivos dirigidos hacia los y las homosexuales,
seguidos de los comentarios ofensivos hacia el sexo contrario en ambos casos.
Acciones que las y los entrevistados consideran que la UMSNH debe llevar a
cabo para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres
De la muestra total de encuestadas y encuestados, 81% contestó que
considera necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de
81
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
oportunidades entre hombres y mujeres; 16.7% no lo considera necesario
y 1.4% no sabe. Estos porcentajes expresan con claridad que las y los estudiantes de la UMSNH perciben la necesidad de que la Universidad lleve a
cabo acciones en este sentido (Gráfica 24).
La Gráfica 25 muestra los datos desagregados por sexo. Como puede
verse, el porcentaje de mujeres que percibe la necesidad de que en la Universidad se realicen acciones para fomentar la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres es significativamente mayor que el de hombres
(42.6% de las mujeres y 39.1% de los hombres lo consideran necesario).
Respecto de quienes no lo consideran necesario, los datos refieren un 10%
de los hombres y un 6.8% de mujeres, frente a un 1.5% que no sabe.
La Gráfica 26 desagrega, dentro del porcentaje de quienes consideran
necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, las acciones que los/as participantes consideran más adecuadas. Éstas se ordenaron dependiendo de cómo fueron
apareciendo en la encuesta. Al respecto, las tres primeras acciones que
consideran más adecuadas son: crear instancias para tratar las denuncias
de discriminación y violencia (mencionada en 36% de los casos), cursos de
capacitación en derechos humanos y violencia de género para la comunidad universitaria (17.7%) y crear centros de desarrollo infantil (guarderías)
de calidad para estudiantes que tienen hijos/as (15.6%). La acción menos
mencionada fue eliminar el requisito de edad para becas de posgrado en
el caso de las madres (8%).
La Gráfica 27 muestra los mismos datos que la anterior pero desagregados por sexo y considerando el porcentaje total de las y los encuestados
que respondieron afirmativamente a la pregunta de cuáles serían las acciones que debería implementar la Universidad para fomentar la igualdad
de oportunidades entre hombres y mujeres. Se puede observar que para
la creación de instancias para tratar las denuncias, que fue la opción más
mencionada, 19% corresponde a mujeres y 17% a hombres. También se
observan diferencias según el sexo en el caso de “crear centros de desarrollo infantil”, donde 10.1% corresponde a mujeres y 5.6% a hombres; y
“dar preferencia a mujeres en las carreras o posgrado”, donde 8% del porcentaje corresponde a mujeres y 2.8% a hombres. Es importante señalar
que en el caso de la acción de “eliminar el requisito de edad para becas de
82
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
Gráfica 24. Considera necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres en la UMSNH
100%
No sabe
No
80%
Sí
60%
40%
20%
0%
Gráfica 25. Considera necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres en la UMSNH (por sexo)
50%
Mujeres
Sí
Hombres
40%
30%
20%
No
10%
No sabe
0%
83
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 26. Cuál/cuáles de las siguientes acciones considera más adecuada/s para fomentar la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres en la UMSNH
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Crear instancias para tratar las denuncias de discriminación y violencia
Crear centros de desarrollo infantil (guarderías) de calidad para estudiantes que tienen hijos/as
Dar preferencia en el ingreso a las mujeres que tienen igualdad de méritos que los hombres, en las carreras
o posgrados donde están menos respetadas.
Cursos de capacitación en derechos humanos y violencia de género para la comunidad universitaria
Cursos de sensibilización sobre sexismo y hostigamiento sexual para docentes
Eliminar el requisito de edad para las becas de posgrado en el caso de las madres
Considerar los efectos del embarazo y el nacimiento de los hijos en la vida académica de las estudiantes,
en los requisitos para mantener una beca
Otra (que haya intendentes mujeres; sensibilizar a la sociedad en general, no sólo a la comunidad universitaria;
mayores oportunidades para las mujeres en actividades deportivas; propiciar la igualdad de oportunidades
para hombres y mujeres en empresas)
84
2. L a
situación de las y los estudiantes en la
UMSNH
Gráfica 27. Cuál/cuáles de las siguientes acciones considera más adecuada/s para fomentar la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres en la UMSNH (por sexo)
20%
15%
10%
5%
0%
Hombres
Mujeres
Crear instancias para tratar las denuncias de discriminación y violencia
Crear centros de desarrollo infantil (guarderías) de calidad para estudiantes que tienen hijos/as
Dar preferencia en el ingreso a las mujeres que tienen igualdad de méritos que los hombres, en las carreras
o posgrados donde están menos respetadas.
Cursos de capacitación en derechos humanos y violencia de género para la comunidad universitaria
Cursos de sensibilización sobre sexismo y hostigamiento sexual para docentes
Eliminar el requisito de edad para las becas de posgrado en el caso de las madres
Considerar los efectos del embarazo y el nacimiento de los hijos en la vida académica de las estudiantes,
en los requisitos para mantener una beca
Otra (que haya intendentes mujeres; sensibilizar a la sociedad en general, no sólo a la comunidad universitaria;
mayores oportunidades para las mujeres en actividades deportivas; propiciar la igualdad de oportunidades
para hombres y mujeres en empresas)
85
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
posgrado en el caso de las madres” y “considerar el efecto del embarazo
y el nacimiento de los hijos en la vida académica de las estudiantes en
los requisitos para obtener una beca”, las mujeres representan el menor
porcentaje, es decir, 1.4% y 2.5%, en contraste con los hombres, quienes
representan porcentajes de 2.1% y 3.8%, respectivamente.
86
3. Resultados de la encuesta sobre
situaciones de acoso sexual
A continuación se muestran los resultados obtenidos en la parte IV de la encuesta sobre acoso sexual, titulada “ambiente escolar”. Se analiza cada una
de las situaciones, primero de manera global desagregando por sexos, después mostrando el/la responsable en cada una de las situaciones (maestro/a,
estudiante, administrativo u otro), y finalmente se describe el tipo de acciones (platicar con un amigo/a, pedir asesoría a profesores/as, una queja, nada,
y otras acciones) que llevó a cabo el o la encuestada que vivió esa situación
de acoso.
¿En los dos últimos semestres ha vivido alguna de las
siguientes situaciones?
Presencia de carteles, calendarios, pantallas de computadora u otras imágenes
de naturaleza sexual que le incomoden
La Gráfica 28 da cuenta de este indicador. Como puede verse, del porcentaje total de la muestra, 8% ha vivido esta situación; y dentro del porcentaje
que ha vivido esta situación, 1.5% de los hombres dijo que sí y 48.5% que
no. Los porcentajes para las mujeres representan 6.5% para el sí, y 43.5%
para el no.
87
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 28. Presencia de carteles, calendarios, pantallas de computadora u otras imágenes
de naturaleza sexual que le incomodan
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
0%
Sí
No
Frecuentes piropos no deseados acerca de su apariencia
Como se aprecia en la Gráfica 29, 26.5% del total de encuestados/as respondieron afirmativamente a esta situación. Aunque más de la mitad de
los hombres y las mujeres afirman no haber vivido esta situación (43.4%
y 30.1%, respectivamente) existe un porcentaje significativo de mujeres
(20.1%) que afirman haber sido destinatarias de piropos no deseados acerca de su apariencia, en contraste con 6.5% de los hombres.
La Gráfica 30 describe las respuestas de las y los encuestados en relación a la pregunta: “¿quién fue?”. Al respecto, la mayor parte de las
respuestas de quienes afirman sí haber sido destinatarias de piropos
no deseados acerca de su apariencia señalan a los estudiantes hombres
como los responsables de emitir los piropos (62%). El siguiente porcentaje corresponde a las mujeres estudiantes, con 12.2%, mientras que 8.9%
señala tanto a los hombres como a las mujeres. Cabe hacer notar que
7.8% de las respuestas afirmativas a este indicador señalan a los maestros
88
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
Gráfica 29. Frecuentes piropos no deseados acerca de su apariencia
50%
Mujeres
40%
Hombres
30%
20%
10%
0%
Sí
No
Gráfica 30. Frecuentes piropos no deseados acerca de su apariencia. ¿Quién fue?
80%
Trabajadores/as
70%
Maestros/as
60%
Estudiante
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Hombres
Mujeres
Ambos sexos
89
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
como emisores de piropos no deseados y 4.4% señalan a trabajadores de
la Universidad.
Respecto de la pregunta “¿qué acciones tomó?”, 73% de los y las encuestadas
respondió que no hizo nada, 13% realizaron otras acciones, 12% lo platicó con un
amigo o familiar, mientras que 1.1% pidió asesoría con un profesor o profesora.
La situación descrita como indeseada fue propiciada en primer lugar por estudiantes hombres (37.5%) y en segundo lugar por estudiantes mujeres (31.3%).
Miradas morbosas o gestos que le molesten
Del total de la muestra, 26.3% de las y los encuestados responden haber
sido destinatarios de esta situación, es decir, más de una cuarta parte.
Como lo expresa la Gráfica 31, 20.4% de las mujeres afirma haber vivido
esta situación, mientras que 5.9% de los hombres también lo refiere; esto
denota una diferencia muy significativa entre las respuestas de los hombres y de las mujeres.
Gráfica 31. Miradas morbosas o gestos que le molesten
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
0%
90
Sí
No
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
Gráfica 32. Miradas morbosas o gestos que le molesten. ¿Quién fue?
80%
Trabajadores/as
70%
Maestros/as
60%
Estudiante
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Hombres
Mujeres
Ambos sexos
De acuerdo a la Gráfica 32, que muestra las respuestas acerca de quién fue
el emisor de las miradas morbosas referidas en la Gráfica 31, se observa que
existe un porcentaje significativo de incidencia por parte de los estudiantes varones (65%), seguido de los maestros (12.6%). Sin embargo, también
existe un porcentaje significativo (11.5%) que respondió que tales miradas
provienen indistintamente de estudiantes hombres y mujeres.
Respecto de la pregunta a “¿qué acciones tomó?”, dentro del porcentaje
total de las y los encuestados que respondieron afirmativamente, casi tres
cuartas partes de las y los encuestados (74.39 %) no hizo nada, 9.75% lo platicó a un amigo o familiar y 15.85% realizó otras acciones.
Bromas, comentarios o preguntas incómodas
sobre su vida sexual o amorosa
La Gráfica 33 muestra que, del total de encuestados/as, 22.7% respondió que sí ha sido receptor de bromas o comentarios incómodos sobre
91
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 33. Bromas, comentarios o preguntas incómodas sobre su vida sexual o amorosa
40%
Mujeres
35%
Hombres
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Sí
No
su vida sexual o amorosa, esto es, un poco más de la quinta parte de la
muestra. En el análisis desagregado por sexo se encuentran resultados
muy similares para hombres y para mujeres: mientras que 38.9% de los
entrevistados y 38.3% de las entrevistadas declararon no haber vivido
esta situación, 10.9% de los hombres y 11.8% de las mujeres declararon sí
haberla vivido.
De acuerdo con los resultados de la Gráfica 34, la mayoría de las y los que
respondieron sí haber sido víctimas de comentarios o bromas sobre su vida
sexual o amorosa señalaron que los emisores de tales comentarios fueron
estudiantes hombres (62.2%); muy por debajo de esa cifra se encuentran
las estudiantes mujeres (12.2%) y 8.9% de la población señala que han sido
estudiantes, hombres y mujeres. En este indicador cabe destacar que un
porcentaje bajo, pero significativo, señala como emisor de este tipo de bromas y comentarios a los maestros hombres (7.8%).
A la pregunta acerca de qué hicieron ante esta situación, 55.8% respondió que nada, 11.6% lo platicó con un amigo, 1.2 % pidió asesoría a un
92
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
Gráfica 34. Bromas, comentarios o preguntas incómodas sobre su vida sexual o amorosa. ¿Quién fue?
80%
Trabajadores/as
70%
Maestros/as
60%
Estudiante
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Hombres
Mujeres
Ambos sexos
profesor/a y un porcentaje igual presentó una queja a las autoridades de la
escuela; 29.8% realizó otras acciones.
Presión para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela
Dentro de la muestra total, 9.4% de las y los encuestados expresaron que sí
han sido presionados/as para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la
escuela. La Gráfica 35 muestra estos resultados desagregados por sexo. Como
puede verse, 5.9% de las mujeres y 3.5 de los hombres afirmaron haber sido
presionados para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela, de
manera que los porcentajes que afirmaron no haber sido presionados en
este sentido son muy altos (46.3% de los hombres y 44.2% de las mujeres). No
obstante lo anterior, el hecho de que sí se den estas prácticas es un asunto a
tomar en cuenta: nótese que sumando las respuestas afirmativas de hombres
y mujeres obtenemos que casi 10% de la población encuestada admitió haberse sentido presionado/a en ese sentido alguna vez.
93
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 35. Presión para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela
50%
No
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
Sí
0%
Gráfica 36. Presión para aceptar invitaciones no deseadas. ¿De quién?
50%
Otros
Hombres
Maestros/as
40%
Estudiante
30%
20%
10%
0%
94
Ambos sexos
Mujeres
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
La Gráfica 36 muestra los resultados obtenidos en relación a la pregunta “¿quién fue?”. Como puede verse, 41.4% señalaron a los estudiantes; 17.2% a los maestros hombres, y 13.8% refiere que la situación ha
sido propiciada indistintamente por estudiantes hombres o mujeres. Aún
cuando el porcentaje de incidencia de esta situación es bajo, no debe
dejar de ponerse atención en estas cifras, especialmente en lo que respecta a los porcentajes de estudiantes hombres y de maestros de este
sexo, ya que es un indicador de la cultura de las relaciones de género en
la UMSNH.
Finalmente, cuando se formuló la pregunta “¿qué hiciste?”, 35.7% respondió que no hizo nada, 9.5% lo platicó con un amigo o familiar, 2.3% presentó
una queja y 26.1% realizó otras acciones.
Llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes
de naturaleza sexual no deseados
Como muestra la Gráfica 37, tomando como referencia la muestra total, se
obtuvo que 7.1% de los y las encuestadas han recibido alguna vez llamadas
telefónicas, correos electrónicos o mensajes de naturaleza sexual no deseados, siendo el porcentaje que corresponde a las mujeres ligeramente
más alto (5 décimas) que el de los hombres. Los porcentajes de hombres
y mujeres que no han sido víctimas de este tipo de agresión son idénticos
(46.4%), que sumados dan 92.8%.
En referencia a “¿quién fue?” el/la emisor/a de dichas llamadas o mensajes, la Gráfica 38 muestra que 36% de quienes afirmaron haber sido víctimas de este tipo de agresión señalaron a los estudiantes hombres como
responsables, mientras que un porcentaje significativo (20%) señaló que
eran estudiantes hombres y mujeres indistintamente. Nuevamente cabe
hacer notar que 8.0% señaló a los maestros como responsables de emitir
estas llamadas y de enviar este tipo de mensajes. Por otro lado, 50% de
las y los encuestados que respondieron afirmativamente a la pregunta,
mencionan que no hicieron nada ante esta situación, 18.1% lo platicó con
un familiar o un amigo y 31.8% realizaron otras acciones.
95
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 37. Llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de naturaleza sexual no deseados
50%
No
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
Sí
0%
Gráfica 38. Llamadas telefónicas, correos o mensajes de naturaleza sexual no deseados. ¿De quién?
40%
Otros
Hombres
35%
Maestros/as
30%
Estudiante
25%
Ambos sexos
20%
15%
10%
5%
0%
96
Mujeres
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
Amenazas si no acepta las invitaciones o propuestas sexuales
Como puede verse en la Gráfica 39, considerando el total de la población
encuestada, 0.9% respondió que sí ha sido víctima de amenazas por no
aceptar invitaciones o propuestas sexuales. Esta situación, cuantitativamente poco significativa, cualitativamente sí lo es porque implica la persistencia de prácticas de acoso graves al interior de la Universidad.
La Gráfica 40 muestra a los responsables de las amenazas referidas en
la Gráfica 39. Como puede verse, 66.7% de los responsables son maestros
y la otra tercera parte estudiantes. Como se dijo arriba, son resultados que
se deben tener muy en cuenta si lo que se busca en la Universidad es propiciar relaciones de género más equitativas. Con relación a esta misma
pregunta, dos terceras partes de quienes contestaron haber sido víctimas
de amenazas de este tipo afirmaron que lo platicaron con un amigo y una
tercera parte no hizo nada al respecto.
Gráfica 39. Amenazas si no acepta las invtaciones o propuestas sexuales
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
0%
Sí
No
97
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 40. Amenazas si no acepta invitaciones a propuestas sexuales. ¿De quién?
80%
Maestros/as
70%
Estudiante
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Hombres
Mujeres
Ambos sexos
Cambio de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual
La Gráfica 41 muestra que dentro del total de la muestra, 1.2% de las y
los encuestados reportó haber tenido que solicitar cambio de grupo o
dar de baja una materia por acoso sexual. Todas ellas son mujeres. Nuevamente es importante subrayar que no por ser cifras cuantitativamente
bajas dejan de ser significativas, ya que revelan la persistencia de prácticas de acoso sexual que tienen graves consecuencias en quienes las
viven. Nótese que la pregunta está referida no solamente a si han sido
víctimas de acoso, sino al hecho de que las estudiantes se vieron forzadas a tomar medidas para salir de esa situación. En este caso se trata
de estudiantes que tuvieron que cambiar de grupo o dar de baja una
materia, lo cual tiene consecuencias, por lo menos, en dos aspectos: en
la continuidad de los estudios, y en la pérdida del grupo de pertenencia,
con las consecuencias negativas en la salud física y emocional de las estudiantes agredidas.
98
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
Gráfica 41. Cambio de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual
No
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
Sí
0%
Gráfica 42. Roces, contacto físico no deseado
50%
No
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
Sí
0%
99
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Todas las estudiantes que afirmaron haber sido víctimas de acoso sexual
señalan que los responsables fueron maestros hombres.
Roces, contacto físico no deseado
Con relación a los resultados obtenidos de esta pregunta, la Gráfica 42
muestra que 4.8% de las y los encuestados (2.7% hombres y 2.1% mujeres)
reportó haber vivido roces o algún tipo de contacto físico no deseado en
la Universidad.
La Gráfica 43, por su parte, muestra que 37.5% de los responsables del
contacto no deseado fueron estudiantes hombres y 31.3% fueron estudiantes mujeres. Otros datos significativos son que 6.3% de los y las estudiantes
víctimas de este tipo de conducta señalan a los maestros como responsables
y 12.5 a “otros”. En relación a la pregunta “¿qué acciones tomó?” se obtuvo
que 50% realizó acciones como contestar, enfrentarlos; 31.2% no hicieron
nada y 18.7% lo platicaron con un amigo o familiar.
Gráfica 43. Roces o contacto físico no deseado. ¿Quién fue?
40%
35%
Hombres
Otros
Mujeres
Maestros/as
30%
Estudiante
25%
20%
15%
10%
5%
0%
100
Ambos sexos
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
Gráfica 44. Presión verbal para tener relaciones sexuales
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
0%
Sí
No
Presión verbal para tener relaciones sexuales
Con relación a este indicador, como muestra la Gráfica 44, 1.5% de las y los
estudiantes encuestados reportó haber recibido presión verbal para tener
relaciones sexuales, 0.3% son hombres y 1.2% son mujeres.
La Gráfica 45, por su parte, muestra que 60% de los responsables de
ejercer presión verbal para tener relaciones sexuales fueron estudiantes
hombres y 20% otros hombres, mientras que otro 20% fueron estudiantes
hombres y mujeres, indistintamente.
Entre quienes respondieron afirmativamente, las respuestas en relación
a “¿qué acciones tomó?”, 80% no hizo nada al respecto y 20% lo platicó con
un amigo o familiar.
101
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Gráfica 45. Presión verbal para tener relaciones sexuales. ¿Quién fue?
60%
Otros
50%
Estudiantes
40%
30%
20%
Hombres
Ambos sexos
10%
Mujeres
0%
Gráfica 46. Amenazas y castigos para realizar actos sexuales no deseados
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
0%
102
Sí
No
3. R esultados
de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual
Amenazas y castigos para realizar actos sexuales no deseados
Dentro del total de las y los encuestados, como muestra la Gráfica 46, 0.3%
respondió que sí ha sido amenazado para realizar actos sexuales no deseados (corresponde a un estudiante); como puede verse en la Gráfica 47, la
responsable de dichas amenazas es una mujer.
Con relación a qué acciones tomó el agredido, éste no tomó ninguna
acción al respecto.
Gráfica 47. Uso de la fuerza física para tener relaciones sexuales
50%
Mujeres
Hombres
40%
30%
20%
10%
0%
Sí
No
Uso de la fuerza física para tener relaciones sexuales
Como puede verse en la Gráfica 47, 0.3% de las y los encuestados refieren haber sido víctimas del uso de la fuerza para tener relaciones
sexuales en la Universidad. Se trata de una mujer, y el agresor fue del
sexo masculino.
La mujer agredida no tomó ninguna acción frente a la agresión de la
que fue víctima.
103
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
Con relación a los últimos dos indicadores, cabe notar la importancia de
los datos dada la gravedad de las agresiones que refieren.
Puede concluirse de manera general que la mayoría de las situaciones de
acoso sexual son reportadas por estudiantes mujeres, así como que estas
situaciones de acoso provienen, en su mayoría, de estudiantes, y en algunos casos de profesores, pero ambos de sexo masculino. También se puede
mencionar que la mayoría de las situaciones no son denunciadas o no encaminan a realizar alguna acción concreta por parte de las y los agredidos.
104
4. Análisis de los resultados sobre acoso sexual
Todas las instituciones y organizaciones sociales presentan cierto grado de
acoso sexual, no siendo la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo una excepción.
En nuestra muestra, el grado de acoso sexual, entendiendo por ello un
tipo de asedio donde se entrecruzan el poder, la sexualidad y la violencia,
como lo plantea Susana Velázquez (2003), se marca de manera distinta a
lo largo de sus diferentes vías de expresión y manifestación. En función
de estas vías, se pueden establecer dos grandes grupos: uno, donde las
conductas de asedio están enmarcadas en dispositivos colectivos, que las
tornan más impersonales, invisibles y naturales; y otro, donde el asedio es
directo, más privado y personal.
Del primer grupo tenemos el acoso sexual vía el lenguaje, sea verbal o
escrito, que aparece en formas específicas como piropos indeseados acerca
de la apariencia, los cuales son dirigidos hacia las mujeres por parte de los
hombres. Esta es la vía más recurrente de acoso sexual en la UMSNH.
Pensados en términos de un ejercicio constante de procesos diferenciados y diferenciadores de género para garantizar el dominio masculino, los
actos verbales de acoso sexual en forma de piropos indeseados consisten,
además, en una práctica altamente normalizada y normalizante de abuso del poder de los hombres sobre las mujeres (Corsi y Peyrú, 2003). Esto
implica que los piropos indeseados sean aceptados por las mujeres como
105
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
algo natural, legítimo y pertinente en la vida universitaria, mostrándose así
la operación de unos de los mecanismos que según estos mismos autores
facilitan el desconocimiento de la violencia social: la operación de naturalización. Precisamente por la naturalización de esta práctica acosante, se
explica el hecho de que las mujeres en la UMNSH no toman acciones al
respecto, pues es una ínfima minoría quien habiendo estado expuesta a la
situación, pide asesoría a un o una profesional, o lo comenta con alguien a
quien le tiene confianza.
Otra de las vías de expresión del acoso sexual con alto grado de prevalencia en la UMSNH es la visual, que incluye las miradas morbosas (fijas) a
ciertas partes del cuerpo y la exhibición de gestos sexuales u obscenos que
resultan molestos, principalmente para las mujeres. Al igual que los piropos
indeseados acerca de la apariencia, las miradas morbosas que penetran la
intimidad de las mujeres en el espacio público que supone la universidad,
si bien resultan incómodas, las mujeres, no obstante, no logran acomodar
dicha incomodidad en su pensamiento debido a la condición naturalizada
en la que se sostienen. Además, cuando estas miradas las dirigen profesores, como es el caso representado en nuestra muestra, la experiencia de
la mujer morbosamente mirada se torna casi impronunciable. ¿Cómo dar
cuenta de un acto invasivo-violento-intimidante-vergonzoso ejercido por
el otro, cuando ese otro goza de “superioridad” legal o simbólica, como
lo hace un profesor? Si un profesor lo hace, debe de estar “bien” y debe
aceptarse porque aceptar las miradas de los profesores trae consigo para
las mujeres algunas ganancias o “logros” académicos como aprobar una
materia o ser dispensadas de ciertas tareas. Y en el caso de las miradas que
les dirigen los compañeros estudiantes, el que las mujeres las acepten implica que ellas son fuertes y tendrán derecho a participar en el “ambiente”
de los hombres.
Dentro de la misma esfera de acoso sexual en su vertiente de uso de la
palabra, las mujeres de la UMSNH son víctimas de bromas, comentarios o
preguntas incómodas sobre su vida sexual o amorosa en una proporción
muy similar a la de los hombres. Esto es, tanto los hombres como las mujeres de la Universidad han vivido la experiencia de incomodidad ante preguntas, bromas o comentarios sobre su vida sexual amorosa, proviniendo
toda esta diversidad de alocuciones de los estudiantes hombres. Y también
106
4. A nálisis
de los resultados sobre acoso sexual
en este caso, tanto hombres como mujeres se han abstenido de cualquier
denuncia o queja frente a las autoridades, lo cual se explica por el carácter
relativamente “mesurado” de estas expresiones, tornándose aceptables en
la medida en que se asumen como parte de las costumbres socioculturales
que impregnan nuestra estructura mental y generándose así una actitud
social de permisividad prácticamente incuestionable (Ons, 2009).
A partir de aquí analizaremos el tipo de acoso que corresponde al segundo grupo: más personal, privado, directo y hasta radical.
La vía de acoso sexual que sigue las pautas de la presión para aceptar
invitaciones no deseadas fuera de la escuela también se ha desplegado
en la UMSNH, afectando tanto a hombres como a mujeres. A diferencia
de otras formas de acoso que no han sido habladas, o denunciadas, esta
última sí. Hombres y mujeres que se han vivido presionados para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela han realizado acciones a
propósito, se han quejado o platicado con algún familiar o amigo, lo cual
implicaría que este tipo de acoso es más fácilmente decodificable como un
acto violento de naturaleza sexual, es más visible, y por lo tanto, señalado
como tal, como indeseable.
A partir de este tipo de acoso, el resto de los evaluados en nuestra
muestra (llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de naturaleza sexual no deseados, amenazas si no se aceptan invitaciones o propuestas sexuales, cambio de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual, roces o contacto físico no deseado, presión verbal para tener
relaciones sexuales, amenazas y castigos para realizar actos sexuales no
deseados, y uso de la fuerza física para tener relaciones sexuales), es poco
frecuente en la UMSNH, aunque se precisan algunos matices sobre todo
en función del sexo de las y los implicados.
Hombres y mujeres en la Universidad han recibido llamadas telefónicas,
correos electrónicos y mensajes de naturaleza sexual no deseados que han
sido emitidos por estudiantes de ambos sexos, excluyendo por completo la
participación de personal docente o administrativo. La reducción de este
tipo de acoso a la esfera de interrelación entre los y las estudiantes, nos parece, sitúa una cara posmoderna de la cultura de los jóvenes que se define
entre otras cosas por el cultivo acérrimo del anonimato y la exacerbación de
la realidad llamada virtual. Lo escrito de naturaleza sexual violenta a través
107
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
de los dispositivos tecnológicos, a diferencia de lo dicho en persona, perdura en la memoria (de la agredida o agredido) como un recordatorio mortificante además de que se puede regresar a ello cuántas veces se quiera, pues
está guardado en la memoria (del teléfono celular, la computadora), lo cual
le otorga un gran poderío tanto al mensaje, como a los aparatos. Este escenario de interrelación promueve formas de violencia entre los sexos que no
dejan de ser graves y que merecen un estudio aparte.
Con diferencias menores entre los sexos, el acoso sexual que incluye roces o contacto físico no deseado afecta a un porcentaje pequeño de la población y, sin embargo, genera reacciones radicalmente afirmativas sobre
su carácter indebido, inaceptable y violento. Lo anterior porque es el único
tipo de acoso sexual presente en la UMSNH donde los afectados y afectadas
responden de manera abierta, directa y personal ante el hecho, desafiando
o enfrentando a quien lo hace, sea estudiante hombre o profesor. Parecería
ser entonces que entre más “obvio” es el asedio, entre más se acerca y cerca
al cuerpo (hasta cierto límite), el sujeto en cuestión es capaz de resistir, de
no darse, de no ceder al asedio, cercándolo, en cambio, con un acto de palabra para desactivarlo.
Las amenazas ante el rechazo de alguna invitación o propuesta sexual
que ha recibido un porcentaje muy bajo de hombres y mujeres en la UMSNH,
han provenido en su totalidad por parte de hombres, sea estudiantes o profesores, y nunca por parte de mujeres, como tampoco lo es en el caso de la
presión verbal para tener relaciones sexuales. Las mujeres en la UMSNH no
amenazan ni presionan verbalmente a los hombres y a otras mujeres para
embarcarse en situaciones de carácter sexual que no sean deseables. Esto señalaría la prevalencia del acoso sexual directo, no verbal únicamente, como
una práctica que realizan los hombres en contra de las mujeres y de otros
hombres haciendo uso de su prerrogativa cultural del sexo fuerte, viril y fálico, por la cual, al mismo tiempo, se imposibilita que los hombres reconozcan
cuando están siendo víctimas de acoso por parte de otros hombres o de mujeres. El control fálico territorial de los hombres también cobra factura a las
mujeres en el espacio del salón de clases, pues algunas de ellas han tenido
que cambiarse de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual, lo que
no sucede con los hombres. El único caso en la UMSNH de uso de la fuerza
física para tener relaciones sexuales es el de una mujer, quien decidió no de-
108
4. A nálisis
de los resultados sobre acoso sexual
nunciar y ni siquiera comentarlo con algunos amigos o amigas habiendo sido
el perpetrador, un hombre estudiante.
Para finalizar con el análisis de los resultados, recuperaremos algunas de
las observaciones y comentarios escritos o verbalizados por los estudiantes
de la UMSNH que dan cuenta, principalmente, de la necesidad de avanzar
en acciones afirmativas de apoyo para ir combatiendo el acoso sexual aun
en sus formas más sutiles y “mesuradas”, así como acabando con las prácticas de violencia de género que informan y configuran las relaciones entre
hombres y mujeres en la UMSNH.
Respecto a los y las encuestadas del nivel preparatoria que no consideran necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, los hombres comentan lo siguiente:
…no hay necesidad, hay un trato muy igual, no he visto desigualdad, eso
ya depende de los maestros y de las chavas que les contestan, por eso creo
que está bien como está, no veo desigualdad, no he escuchado casos de
desigualdad y existe trato igual en la institución.
Y por su parte, las mujeres comentan:
…no he visto ningún tipo de diferencia, pienso que como todos pertenecen
a la UMSNH deben ser similares y por tanto no habría problemas de este
tipo, porque son justos los maestros, al menos los de mi prepa, está bien así,
nos tratan igual y no necesitamos más que nos traten igual.
A pesar de las muchas similitudes entre las respuestas, podemos notar en
los comentarios cierta indiferencia e incluso hasta ignorancia sobre el tema,
como si los y las estudiantes no supieran de lo que se les estaba hablando
y prácticamente como si se aludiera a situaciones que no existieran. Esto se
explicaría, como se mencionó anteriormente, por el carácter naturalizado
del acoso sexual, además de estar institucionalizado como una práctica cuyos referentes son simbólicos y culturales. Nada que pueda pensarse relacionado al hecho de ser hombre o ser mujer es menester cuestionarlo.
Al pedir algunas especificaciones a los y las encuestadas que dijeron haber vivido o presenciado una situación de acoso sexual, por las acciones
109
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
que tomaron, o en su defecto, por la decisión de hacer nada, las respuestas
más comunes fueron: “ignorarlos”, “alejarse de ahí”, “evadir el comentario”,
“rechazarlo”, “voltearse”, “borrarlo”, “defenderse”. En el caso de dos mujeres:
“mientras no se me acerque, no pasa nada”, “porque yo traía falda”. Estos
comentarios nos pueden dar cuenta de que las y los encuestados muchas
veces no saben qué tipo de acciones tomar, a dónde acudir y mucho menos
si se tomará alguna medida al respecto. Por lo tanto, es importante crear
instancias de denuncia en la universidad, así como incrementar acciones de
difusión acerca de dichas instancias.
Algunos otros comentarios de los y las encuestadas que nos parecen
relevantes no sólo por su frecuencia, sino por su contenido: “…a algunas
compañeras los maestros las acosan, les piden algo para pasar una materia, algún favor sexual, las citan en su cubículo, las invitan a salir o hacen
propuestas”, pero eso a quien lo dice no le consta, pues agrega: “se rumora
entre pasillos o sólo he escuchado comentarios”.
Empero hay excepciones, como la de dos compañeros que relatan cuestiones más cercanas a ellos, dando nombres de profesores e indicando fechas
en las que ocurrieron sucesos de acoso sexual y donde las implicadas (dos
al menos), tuvieron que abandonar la escuela, no así el profesor. Solamente
se hizo referencia a un caso donde al profesor se le “descansó” dos años, sin
embargo, ya está de nuevo dando clases.
De acuerdo a los comentarios expresados por los y las participantes,
tanto hombres como mujeres son excluidos de diversas actividades por
los atributos y creencias que se tienen de su sexo. Sin embargo, cabe mencionar que existen diferencias en torno a los motivos de exclusión, ya que
en el caso de las mujeres, ellas refieren: “dicen que no puedo”, “me sacaron por ser mujer”, y en diversas ocasiones porque la actividad se considera exclusiva de los hombres, como lo muestran las siguientes aseveraciones: “las prácticas psiquiátricas, pues sólo van los hombres”, “en un
congreso me sacaron de la lista por ser mujer, creo que es porque ellos
eran puros hombres”, “la investigación en el reclusorio sólo es permitida a
los varones”, todas éstas, prácticas institucionales y educativas por las que
son excluidas.
Mientras que en el caso de los hombres, ellos refieren razones más
horizontales entre los sexos. Por ejemplo, comentan que la mujer se des-
110
4. A nálisis
de los resultados sobre acoso sexual
empeña mejor que un hombre: “no me dieron trabajo pues el licenciado prefiere a una mujer como asistente”, “le cargan más trabajo o tienen
mayor preferencia a las mujeres”, “un concurso de oratoria pues sólo era
para mujeres”. Asimismo dan cuenta de procesos de exclusión por parte
de las mujeres dentro de los salones de clase, de “varias conversaciones”
y “de equipos de trabajo”.
Actividades de las que son excluidas las mujeres
Actividades de las que son excluidos los hombres
“De un congreso, compañeros de mi salón me sacaron
de la lista por ser mujer, yo creo que es porque ellos
eran puros hombres”.
“De un concurso de oratoria que sólo era para mujeres”.
“No me dieron trabajo, el licenciado me dijo que prefería a una mujer como asistente”.
“Actividades comunitarias”.
“De varias conversaciones”.
“De trabajar con animales grandes, los profesores dicen
“De equipos de trabajo en el salón”.
que no puedo controlarlos”.
“Les cargan más trabajo o tienen preferencia por las
“De las exposiciones y en las prácticas dicen que yo no
mujeres”.
puedo”.
“De las prácticas de psiquiatría pues sólo van los
hombres”.
“Investigación en el reclusorio, sólo fue permitida a los
varones”.
Ahora bien, de acuerdo a los comentarios finales por parte de los y las participantes con respecto a la temática tratada, se retoma la demanda de incidir en la eliminación de las prácticas sexistas y de acoso sexual que se
llevan a cabo en las facultades de Ingeniería Civil e Ingeniería Mecánica de
la UMSNH:
…considero inadecuado el trato que se le da a las mujeres en las facultades
tanto de Ingeniería Civil como Mecánica.
…propondría tomar medidas más drásticas con los alumnos de Ingeniería
Civil, por respeto a las mujeres de la Universidad.
111
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
…me ha tocado un profesor machista que hacía bromas de mal gusto hacia
las mujeres.
También comentaron que:
…en la Facultad de Ingeniería Mecánica e Ingeniería Civil son muy irrespetuosos con las mujeres, ninguna mujer tiene la confianza de pasar cerca de
esas facultades por ese motivo.
Todo esto sugiere la prevalencia de inconformidad y deseo de denuncia por
parte del alumnado de ciertas prácticas y comportamientos de algunos de
los compañeros de estas facultades, pero aún no existe respuesta a estas demandas por parte de las autoridades de la universidad.
Otro tema abordado en los comentarios finales fue respecto a los maestros:
Un maestro se la pasaba en clases diciéndome piropos y poemas hacia mi
persona, como no cedí me reprobó mandándome al extra.
He sabido de algunos casos de compañeros que comentan que los profesores
piden a las chavas algún favor sexual en épocas de finales.
Se escuchan algunos comentarios de acoso de algunos maestros a compañeras.
Estos comentarios se hacen en forma de rumores o comunicaciones indirectas, como de daños a terceros, en parte, debido a la falta de denuncia
de las y los implicados. Los mismos estudiantes solicitan: “es necesario
crear instancias de denuncia por acoso sexual de profesores a alumnas de
la Facultad”.
En referencia a la diferencia sexual, los comentarios de los participantes
indican diferencia en su mayoría hacia las mujeres que atraviesan una situación de embarazo y/o por su apariencia física:
…parece interesante la encuesta como para ayudar a las personas que se
encuentran en una situación como el tener un hijo [lo de la guardería], pero
pienso que para que exista un equilibrio, tal vez pensaría un poco más el
112
4. A nálisis
de los resultados sobre acoso sexual
hecho de dar prioridad a las mujeres, por ser mujeres, porque he visto que
de cierta forma también puede ser discriminación.
…me gustaría que abordaran más el tema de las mujeres que no pueden seguir estudiando porque se embarazan y no tienen apoyo y también para que
no les afecte tanto cuando tengan que faltar.
…un profesor que acosaba a las alumnas más lindas, las mandó hasta al adicional y lo mencionó en clase: “yo las repruebo nada más para seguirlas viendo”.
Todo esto alusivo al trato desigual asignado al rol del estudiante por el hecho de ser mujer dentro de diversas facultades.
Sin embargo, los resultados también sugieren la participación activa y
propositivamente discursiva para combatir estas desigualdades y actos de
acoso sexual:
…sugiero realizar estrategias para trabajar sobre los temas de violencia y
acoso pero por facultades. No creo que en las humanidades ni en las sociales suceda nada de esto.
…en las ingenierías y en las económico-administrativas es necesario hacer
estrategias para estos problemas.
…considero que se deben atender los problemas como la discriminación,
la violencia, la desigualdad, acoso sexual, etc., dentro de foros para crear
conciencia en la comunidad nicolaita y así mismo esparcir ese conocimiento
en otros rubros de la sociedad.
…creo que estaría muy bien, que les dieran capacitación a las personas para
que estén más informadas en todos los aspectos involucrados respecto a la
desigualdad, puesto que muchas personas cuentan con poca información y
en base a ello viven ese tipo de circunstancias sin saberlo.
Todas éstas constituyen aportaciones interesantes para la posibilidad de ir
propiciando la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
113
P resencia
de hombres y mujeres en la
UMSNH
El conocimiento obtenido nos da la pauta para proponer acciones afirmativas en torno a las relaciones de género en la UMSNH que permitan acortar
la brecha de inequidad entre hombre y mujeres así como avanzar en la construcción de relaciones más solidarias y menos determinadas por el ejercicio
inequitativo del poder económico, social y simbólico entre los géneros.
114
Referencias
Bourdieu, Pierre (1998/2000). La dominación masculina (traducción de J. Jordà). Barcelona: Anagrama.
Corsi, Jorge (1999). “Una mirada abarcativa sobre la violencia familiar”, en
Corsi, Jorge y Peyrú, Graciela. Violencia familiar: una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social. México: Paidós.
Corsi, Jorge y Peyrú, Graciela (2003). Violencias sociales. Madrid: Ariel.
Freud, Sigmund (1930/2009). “El malestar en la cultura”, en Obras Completas,
vol. XXI, Buenos Aires: Amorrortu.
Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos (2007). Acuerdo Nacional para la
Igualdad entre Mujeres y Hombres. Morelia, Michoacán: Instituto Michoacano de la Mujer.
Lacan, Jacques (1948/2007). “La agresividad en psicoanálisis”, en Escritos 1.
México: Siglo XXI.
Ons, Silvia (2009). Violencias. Buenos Aires: Paidós.
Palomar, Cristina (2005). “La política de género en la educación superior”. La
Ventana, núm. 21, pp. 7-43.
Scott, Joan (1990). “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en
J. Amelang y M. Nash (eds.). Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea, Valencia: Ediciones Alfons El Magnanim.
Torres Falcón, Martha (2001/2005). La violencia en casa. Buenos Aires: Paidós.
Velázquez, Susana (2003). Violencias cotidianas, violencia de género. Escuchar,
comprender, ayudar. México: Paidós.
115
Anexo
Caminos para la Equidad de
Género en las Instituciones
de Educación Superior
Declaratoria
A nexo
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
PROGRAMA UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS DE GÉNERO
Reunión Nacional de Universidades Públicas:
Caminos para la Equidad de Género en las Instituciones
de Educación Superior
DECLARATORIA
Ciudad Universitaria, 2009
Las instituciones de educación superior y las universidades públicas, nacionales y estatales, y sus representantes, en la “Reunión Nacional de Universidades Públicas. Caminos para la Equidad de Género en las Instituciones de
Educación Superior”, convocada por el Programa Universitario de Estudios
de Género de la UNAM, la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de
Diputados y el Instituto Nacional de las Mujeres, celebrada en la Ciudad de
México los días 3 y 4 de agosto de 2009, en la Unidad de Seminarios “Dr. Ignacio Chávez” de la UNAM, con el propósito de arribar a consensos que buscan promover la igualdad de oportunidades entre las mujeres y los hombres
que integran las comunidades universitarias, declaramos que:
Las universidades y las instituciones de educación superior, siguiendo
principios y normativas nacionales e internacionales, en particular la Ley
General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, están comprometidas a
promover, en sus reglas de operación internas, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres así como a impulsarla en la sociedad. En consecuencia, el conjunto de instituciones que imparten educación superior en
nuestro país debe interesarse en transversalizar la perspectiva de género de
manera orgánica basándose en las siguientes directrices:
Legislación
Es necesario incorporar la perspectiva de género en las legislaciones
universitarias.
119
Promover que la ANUIES realice una propuesta de acuerdo con todas las
universidades e instituciones de educación superior para conformar modelos, estructuras, planes de igualdad y los mecanismos a seguir, y contenga
los siguientes puntos:
• La integración del precepto de equidad de género dentro de las legislaciones de las universidades e instituciones de educación superior y su
actualización a fin de promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
• Garantizar la asignación de recursos anuales específicos, que sean irreductibles, para implementar políticas institucionales a favor de la equidad de género en las IES.
• La creación de una comisión de equidad al interior de los consejos u órganos de gobierno de las IES.
• La formación de una instancia, estructura o mecanismo para la implementación de la equidad de género dentro de las IES.
• La creación de un plan de igualdad dentro de cada institución de educación superior.
• El desarrollo de un reglamento para la implementación de la equidad de
género que también permita darle seguimiento.
• La formación de una red nacional de coordinaciones de equidad que
fomente el intercambio de experiencias y enriquezca los procesos de
implementación de la equidad de género en las universidades e instituciones de educación superior.
• Indicar en los presupuestos institucionales los recursos destinados a políticas de igualdad, e impulsar la transversalización de género de la totalidad del presupuesto de todas las IES.
• Promover vínculos con la legislatura federal y las legislaturas estatales.
Igualdad de oportunidades
Generar una política institucional que, en el mediano y largo plazos, asegure la
participación equitativa de ambos sexos en los distintos ámbitos universitarios.
120
A nexo
• Impulsar el acceso al trabajo y la promoción profesional igualitarios mediante la reforma de los reglamentos internos de contratación, promoción y definitividad.
• Promover el acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisiones.
• Garantizar la paridad de género en la composición de tribunales o comisiones responsables de evaluar los concursos a plazas o puestos convocados por la institución.
• Fomentar la investigación y la publicación entre las mujeres abriendo
convocatorias especialmente dirigidas.
Conciliación de la vida profesional y la vida familiar
Promover medidas, como centros de desarrollo infantil, que disminuyan la tensión
entre los tiempos que hombres y mujeres dedican a los ámbitos laboral y familiar.
• Ampliar los límites de edad para el acceso a becas de posgrado (dado
que coincide con la edad reproductiva).
• En el caso de licencia de maternidad garantizar el financiamiento de suplentes y la reintegración al trabajo al término de la licencia.
Estadísticas de género y diagnósticos con perspectiva de género
• Incorporar la perspectiva de género en los procesos de recolección, análisis de datos y divulgación de la información estadística generada por
cada universidad y cada institución de educación superior.
• Generar diagnósticos sobre la condición que guarda la igualdad entre
hombres y mujeres en cada institución.
• Utilizar el Sistema de Indicadores para la Equidad de Género en Instituciones de Educación Superior generado por el PUEG y el INMUJERES
para homogeneizar criterios.
• Crear un banco de datos con la información relativa a la transversalización y perspectiva de género.
121
Lenguaje
• Debe fomentarse un lenguaje institucional no sexista que privilegie el uso de
términos neutros siempre que sea posible e incorpore la forma las/los para
visibilizar a las mujeres.
Sensibilización a la comunidad universitaria
Visibilizar el sexismo, la desigualdad de género y sus consecuencias en la
vida institucional y de las personas, y en el desarrollo de la sociedad, a través
de las siguientes acciones:
• Poner en marcha procesos permanentes de sensibilización para las distintas
poblaciones de la comunidad universitaria, incluidas las personas que ocupan puestos de gestión.
• Diseñar campañas permanentes de difusión a favor de la equidad de género
dirigidas a todos los públicos.
• Impulsar acciones de reconocimiento a las personas o instancias de la comunidad universitaria que favorezcan la igualdad entre hombres y mujeres.
• Diseñar talleres de profesionalización para especialistas en la implementación de la equidad de género.
Estudios de género en la educación superior
Impulsar que a las coordinaciones, unidades, programas o centros en Estudios
de Género de las instituciones de educación superior y universidades nacionales y estatales, se les otorgue infraestructura, plazas académicas y administrativas estables, presupuesto suficiente, equipamiento, así como todos los
recursos con los que cuentan estos espacios de excelencia académica.
• Generar un esquema de transversalización de la perspectiva de género en
los planes y programas de estudio, en la investigación, vinculación y extensión de la cultura.
122
A nexo
• Crear una línea de publicaciones, de trabajos de investigación y apoyo a la
docencia con perspectiva de género.
• Promover la incorporación de una asignatura sobre relaciones de género y
perspectiva de género en las licenciaturas como herramienta teórico‐metodológica en todas las áreas del conocimiento.
• Procurar la creación de un programa nacional de posgrado en estudios de
género constituyendo una red de universidades e instituciones de educación superior.
Combate a la violencia de género en el ámbito laboral y escolar
Impulsar un código de ética con perspectiva de género para sensibilizar y
minimizar el ambiente hostil que existe en los distintos ámbitos de la comunidad universitaria (órganos de toma de decisiones, órganos de gobierno
universitario, consejos técnicos, salones de clase, etc.)
• Diseñar estrategias y generar un diagnóstico para combatir la violencia de género (hostigamiento y acoso sexual en el ámbito laboral y escolar, homofobia
y otras formas) en cada institución de educación superior y cada universidad.
• Instrumentar recursos para que la institución brinde asesoría psicológica y jurídica a las víctimas de violencia de género y generar acciones de prevención
y detección precoz.
123
Presencia de hombres y mujeres en la Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Una radiografía se terminó de imprimir en agosto de 2012
en los talleres de Morevallado Editores S.A. de
C.V. Tlalpujahua No. 445, col. Felicitas del Río, en
Morelia, Michoacán. El tiraje fue de 1500 ejemplares más sobrantes para reposición.
Presencia de hombres y mujeres en la UMSNH | María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís
María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís

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