Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de
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Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de
Presencia de hombres y mujeres en la UMSNH | María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo U niversidad M ichoacana de S an N icolás D irec torio de H idalgo Dr. Salvador Jara Guerrero Rector Dr. José Egberto Bedolla Becerril Secretario General Dr. José Gerardo Tinoco Ruiz Secretario Académico M. en D. Carlos Salvador Rodríguez Camarena Secretario Administrativo Mtro. Teodoro Barajas Rodríguez Secretario de Difusión Cultural Dra. Rosa María de la Torre Torres Secretaria Auxiliar Dr. Alfredo Lauro Vera Amaya Abogado General C.P. Horacio Guillermo Díaz Mora Tesorero Dr. Luis Manuel Villaseñor Cendejas Coordinador de la Investigación Científica Dr. Salvador García Espinosa Director de la Comisión de Planeación Universitaria Mtro. Jesús Santillán Gutiérrez Coordinador de Acceso a la Información Pública Dr. Medardo Serna González Coordinador General de Estudios de Posgrado Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Una radiografía María Arcelia Gonzáles Butrón Flor de María Gamboa Solís Gonzáles Butrón, María Arcelia & Gamboa Solís, Flor de María Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo | María Arcelia Gonzáles Butrón, Flor de María Gamboa Solís | Primera edición | Morelia, México: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2012. ISBN: 978-607-424-328-4 Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Una radiografía Primera edición 2012 © María Arcelia Gonzáles Butrón © Flor de María Gamboa Solís © Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Santiago Tapia No. 403, Col. Centro, Morelia, Michoacán, C.P. 58000 Cuidado de la edición: Cecilia Fernández Zayas Ilustración de portada y contraportada: Mara Carolina Paredes Arteaga Diseño de portada e interiores: Tomás González Fernández ISBN: 978-607-424-328-4 Todos los derechos reservados. Esta publicación no podrá ser reproducida, ni en todo ni en parte, sin consentimiento por escrito de los editores y titulares de los derechos patrimoniales. Impreso en México / Printed in Mexico Contenido Presentación | 9 Radiografía estadística | 13 Introducción | 15 Análisis de la matrícula estudiantil | 19 Análisis del personal docente | 31 Análisis del personal administrativo | 39 Reflexiones en torno a la información estadística | 45 Radiografía cualitativa | 51 Acoso sexual. Una aproximación teórica | 53 La situación de las y los estudiantes en la UMSNH | 63 Resultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual | 87 Análisis de los resultados sobre acoso sexual | 105 Referencias | 115 Anexo | 117 Presentación En el marco de los proyectos del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), particularmente del Proyecto para el “Fortalecimiento de un Sistema de Gestión de Equidad de Género en la UMSNH”, durante el año 2011 se atendió el objetivo comprometido relativo a la elaboración de un diagnóstico con enfoque de género de la situación actual de hombres y mujeres en la institución. El cumplimiento de este objetivo permitirá el desarrollo de una serie de acciones en 2012, tendientes a mejorar las condiciones de trabajo y el clima organizacional, orientadas a enfrentar adecuadamente costumbres y prácticas discriminatorias mediante la promoción de una cultura de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en nuestra Casa de Estudios. Confiamos en lograr este mismo año la construcción y operación de un sistema de gestión que asegure la Equidad de Género en la UMSNH. Como reconocíamos al formular este proyecto, en la Universidad Michoacana se vienen dando esfuerzos desde hace años en tal sentido, pero éstos han sido aislados y no permanentes; entre ellos podemos nombrar: la impartición de materias especializadas en estos temas en algunas facultades; la realización de conferencias y diplomados de especialización; diagnósticos parciales en algunas de las facultades e institutos de la Universidad, que son principalmente de carácter cuantitativo; y algunas publicaciones, entre otros. Pero hoy hemos entrado a una etapa cualitativamente distinta porque se está ante un compromiso de la institución en su 9 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH conjunto por la equidad de género, mismo que se ha visto respaldado en la visión del PIFI 2010-2020. El presente texto responde al reto planteado dada la importancia de contar con un diagnóstico institucional integral no sólo cuantitativo sino, sobre todo, de carácter cualitativo, que nos permita aproximarnos lo más posible a conocer y analizar las condiciones prevalecientes respecto de las relaciones de género, esto es, de la situación de los hombres y la problemática que enfrentan las mujeres (51.9% de la población universitaria) que tiene nuestra institución. Para su ejecución se optó por la metodología utilizada por la Universidad Nacional Autónoma de México1 y otras universidades e instituciones de educación superior pertenecientes a la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES).2 Se realizó una radiografía (con corte hasta octubre de 2011) en dos sentidos: uno con base en información cuantitativa disponible proporcionada por la Comisión de Planeación Universitaria sobre la matrícula estudiantil, el personal docente y el personal administrativo; y otro con base en información cualitativa derivada de una encuesta aplicada a estudiantes entre octubre y diciembre de 2011. En estas páginas se ofrecen los resultados de este esfuerzo colectivo coordinado por las suscritas y realizado con el apoyo de profesores, profesoras y estudiantes de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” y de la Facultad de Psicología. Por parte de la Facultad de Psicología se contó con el apoyo del Dr. Mario Orozco Guzmán, la Dra. Ana María Méndez Puga, la Dra. Fabiola González Betanzos, la Mtra. Mónica Fulgencio Juárez y con un excelente grupo de estudiantes: María Lucero Escobar Nieto, Alejandra Cárdenas Rentería, María del Carmen Carmona Chávez, Daniela Pacifuentes Reséndiz, Melyda Oralia Rodríguez Orozco, Nora Leticia Arriaga Tapia, Jessica Adriana 1 La metodología fue compartida por la Mtra. Jennifer Ann Cooper de la Facultad de Economía y el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM, en un taller convocado para atender este objetivo. 2 Para el desarrollo de este proyecto hemos buscado y logrado el acompañamiento de colegas de diferentes universidades e institutos de educación superior pertenecientes a la Red de Enlaces Académicos de Género de la Región Centro-Occidente de la ANUIES, espacio muy importante que nació de un convenio conjunto con el INMUJERES en 2002 y se ha mantenido hasta ahora. 10 P resentación Ruiz Mendoza, Giovanna Macías Pantoja, Luz Andrea Moreno Buitrón y Lily Gwendolyne Ramírez Torres. Por parte de la Facultad de Economía se contó con el apoyo del M.C. Rodolfo Aguilera Villanueva, el M.C. Rodrigo Gómez Monge, el M.C. Sergio Rodríguez Marmolejo, el Ing. Mauricio Reyes Gutiérrez, la M.C. Erika Piña Romero y con un grupo muy comprometido de estudiantes: Fausto Plutarco Figueroa Gutiérrez, Rubisel Reyes Reyes, Islander Omar Arzate Mondragón, Nadia Erandi Valdés Gómez, Ana Caren Alvarado González, Erika Gricel Gutiérrez Silvano, Sergio Gudiño Villarruel, Mary Carmen Mendiola Ponce, Nadia Carolina Mendoza Bárcenas, Ana Rosa Hernández Díaz, Juana Yadira Tinajero Alvarado, Blanca Estela Herrera Santoyo y Gabriela Herrera Zúñiga. María Arcelia Gonzáles Butrón* Flor de María Gamboa Solís** Julio de 2012 * Profesora investigadora de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. ** Profesora investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 11 Primera parte Radiografía estadística Introducción* A medio siglo de haberse iniciado los estudios de género podemos decir que se ha avanzado en materia de equidad; sin embargo, aún queda mucho camino por andar para poder afirmar que en nuestras sociedades las diferencias entre hombres y mujeres no se traducen en desigualdad y discriminación. La perspectiva de género constituye una herramienta indispensable para desentrañar aquellos espacios de la convivencia humana en los que la discriminación por razones de género se hace presente. Nos permite “hilar fino” y desentrañar las desigualdades que por haber obtenido carta de naturalización son invisibles. Actuar en favor de la equidad de género, entonces, pasa por transitar dos caminos ineludibles, uno es el estudio y la objetivación de las desigualdades: cómo surgen, cómo se manifiestan, qué hay que hacer para descubrirlas, analizarlas y medirlas, qué consecuencias tienen (individuales, sociales, económicas…). Y el segundo camino es el de generar la información que permita hacer esos estudios, analizar la evolución de cada aspecto, hacer estudios comparativos en el tiempo y con otros ámbitos, en otros países, etc. Todo ello con el fin de impulsar políticas, programas y acciones en favor de * Se agradece de manera especial al M.C. Sergio Rodríguez Marmolejo y al Ing. Mauricio Reyes Gutiérrez su valiosa colaboración en el ordenamiento de la información estadística, ya que sin ella no hubiera sido posible la interpretación de la misma y el logro de esta radiografía. 15 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH la igualdad, así como diseñar sistemas de evaluación y monitoreo que permitan valorar la eficiencia, la cantidad y calidad de los resultados, así como el impacto de las acciones emprendidas. Desentrañar, cuantificar, describir y analizar las desigualdades de género no es un asunto fácil; para hacerlo se requiere de un sistema de indicadores que sirva como referencia para comparar la situación o la condición de las mujeres con las de los hombres o las de otras mujeres. Un sistema de este tipo debe satisfacer tres requisitos: a) que los indicadores sean representativos de algunas de las principales dimensiones sociales en las que se expresan las desigualdades de género; b) que sean comunes a todas las entidades, y c) que reflejen la situación actual (estadísticas recientes comparables entre entidades). En este camino nos encontramos en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pero el objetivo es mayor: nos proponemos construir e implementar un Sistema de Gestión de Equidad de Género (SIEG) en nuestra institución y para lograrlo, si bien es importante, no basta con contar con un sistema de indicadores, sino que requeriremos de un conjunto de elementos, instancias y relaciones que lo hagan posible. En este texto presentamos un diagnóstico, una radiografía que nos muestra datos cuantitativos y cualitativos que ponemos a consideración de la comunidad universitaria, y de la sociedad michoacana en general, para que nos sumemos a la construcción del SIEG, el cual está contando con apoyo del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI) 2010-2011 de la Secretaría de Educación Pública. ¿Por qué analizar las universidades? Las instituciones de educación superior son espacios de enorme diversidad social; son, como las demás instituciones sociales, reproductoras del orden y los valores sociales pero también son espacios privilegiados para impulsar cambios en favor de la equidad y la no discriminación de cualquier tipo. Actualmente en casi todos los países de América Latina advertimos como tendencia una matrícula universitaria paritaria de hombres y mujeres. Esta es una circunstancia favorable y cuya importancia no debe soslayarse. Sin embargo, al interior se dan desequilibrios importantes, por ejemplo, las mujeres 16 I ntroducción son mayoritarias en áreas de servicio y cuidado mientras que los hombres lo son en ingenierías y ciencias aplicadas. Esto no es resultado solamente de las preferencias de las mujeres y los hombres sino que está ligado a las características que socialmente se atribuyen a unos y otras por el solo hecho de ser de uno u otro sexo. Lo mismo pasa en la distribución por sexo de las y los docentes y de las y los trabajadores administrativos. Esto es, las oportunidades no se presentan de manera igual para hombres y mujeres; unos y otras enfrentan distintos obstáculos. Es en este sentido que sostenemos la importancia de aprovechar los espacios que brindan las universidades para generar los mecanismos que permitan generar información relativa a variables económicas, sociales, políticas y culturales, con indicadores cuantitativos y cualitativos, referidos a estudiantes y a trabajadores académicos y administrativos, que permitan dar cuenta de las desigualdades y orienten la toma de decisiones para enfrentarlas. Avanzando en la UMSNH La promoción de la equidad de género es una de las políticas públicas que gradualmente ha venido cobrando mayor importancia en México y en el mundo para hacer posible el desarrollo humano sostenible. En México, desde 1974 se reformó y adicionó el artículo cuarto constitucional, incorporando la “igualdad jurídica de los sexos, la protección y fomento del núcleo familiar y la paternidad responsable” en concordancia con la evolución de la sociedad; sin embargo, persisten algunas formas de discriminación de género que afectan los derechos de la mujer y las oportunidades de un desarrollo equitativo entre mujeres y hombres. En los últimos años, las políticas públicas tendientes al logro de la equidad de género han permeado a las universidades públicas y en este contexto, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) elaboró esta radiografía, este análisis sobre la presencia de mujeres y hombres en la matrícula estudiantil, la planta docente y el personal administrativo, para aproximarnos a conocer el grado de equidad existente en el año 2011. De acuerdo con el último Censo General de Población de 2010, en México existían 112 millones 336 mil de habitantes, de los cuales 51.9%, equivalente 17 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH a más de 57 millones 481 mil habitantes, eran mujeres y 49.1% (55 millones 855 mil) eran hombres. Michoacán cuenta con casi cuatro millones de habitantes, 47.3% hombres y 52.7% mujeres; en esta misma entidad federativa, por cada 91 hombres existen 100 mujeres. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que las mujeres tienen los mismos derechos y deberes que los varones: intervienen en política, eligen gobernantes y pueden ser elegidas para ocupar puestos de elección popular y cargos públicos de elevada responsabilidad; militan en partidos políticos; participan, estimulan y dan fuerza a la democracia real, sustantiva. En la actualidad, la mujer representa más de 51.8% del listado nominal de electores y está preparada para participar activamente en política, investigación y docencia, así como en cualquier rama laboral o actividad productiva, por lo que resulta fundamental para la comunidad universitaria de la UMSNH contar con una radiografía de la presencia de hombres y mujeres en la totalidad de estudiantes (matrícula), el personal docente y la plantilla de personal administrativo. Se trata de una comunidad que suma 59 mil 382 personas, 51.7 % hombres y 48. 3% mujeres, que estudian o trabajan en la institución. El análisis de la matrícula se realizó por nivel o grado de estudio, desde el nivel medio superior hasta el doctorado, por campus y municipio, por facultad o institución educativa y por especialidad de estudio, dependiendo de la información existente. Por lo que respecta al personal docente, se analizó la participación de hombres y mujeres por tipo de nombramiento, por especialidad y por su participación en programas de mejoramiento de habilidades y reconocimiento, así como por la antigüedad de su incorporación a la UMSNH. En el caso del personal administrativo, además del análisis por antigüedad se estudió por tipo de puesto y estructura, con una clasificación realizada de manera arbitraria de acuerdo al tipo de actividad y perfil requerido, teniendo como objetivo conocer las características de dicho personal desagregadas por sexo. Para la elaboración de lo que hemos llamado radiografía estadística, se contó con la información proporcionada por la Comisión de Planeación Universitaria. 18 1. Análisis de la matrícula estudiantil Educación media superior En el inicio del periodo escolar 2011-2012, de acuerdo con la Comisión de Planeación de la propia UMSNH, la matrícula total de estudiantes en el nivel medio superior (bachillerato y técnicos en enfermería) ascendía a 11 mil 663, de los cuales 53.5%, es decir, 6 mil 239, eran mujeres. Esta matrícula está compuesta por estudiantes de reingreso y nuevo ingreso; en estos últimos la proporción se reduce, de manera marginal, a 53.1%. Conviene señalar que en el 2011, el número de aspirantes en el nivel medio superior fue de 5 mil 804 jóvenes, de los cuales 52.8% eran mujeres, que además registraron un 87.9% de aceptación, mientras que ese porcentaje fue de 86.2% para los hombres. Cuadro 1. Aspirantes y matrícula por sexo en el nivel medio superior (bachillerato y técnico en enfermería) 2011-2012 Nombre del campus Municipio Esc. Prep. Melchor Ocampo Esc. Prep. Jose Ma. Morelos Esc. Prep. Isaac Arriaga Colegio de San Nicolás Esc. Prep. Pascual Ortiz Rubio Morelia (1) Morelia (1) Morelia (1) Morelia (1) Morelia (1) Matrícula total Hombres Mujeres 667 767 640 657 302 270 991 1,177 1,145 1,204 Total 1,434 1,297 572 2,168 2,349 19 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Total bachillerato Morelia Esc. de Enfermería Total Morelia nivel medio superior Esc. Prep Gral. Lázaro Cárdenas Esc. Prep. Lic. Eduardo Ruiz Total bachillerato Uruapan Total bachllerato Michoacán Total nivel medio superior Michoacán 3,745 242 3,987 594 843 1,437 5,182 5,424 Morelia Uruapan (2) Uruapan (2) 4,075 692 4,767 570 902 1,472 5,547 6,239 7,820 934 8,754 1,164 1,745 2,909 10,729 11,663 Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria. Como se observa en la Gráfica 1, en la Escuela de Enfermería la proporción de la matrícula es de tres mujeres por un hombre, y solamente en las escuelas preparatorias General Lázaro Cárdenas, en Uruapan, e Isaac Arriaga, en Morelia, la población estudiantil masculina es superior a la femenina en 4.2% y 11.9%, respectivamente. Gráfica 1. Matrícula por sexo y plantel en el nivel medio superior (bachillerato y técnico en enfermería) 2011-2012 Esc. Prep. Melchor Ocampo Mujeres Esc. Prep. José Ma. Morelos Hombres Esc. Prep. Isaac Arriaga Colegio de San Nicolás Esc. Prep. Pascual Ortiz Rubio Esc. Prep. Gral. Lázaro Cárdenas Esc. Prep. Lic. Eduardo Ruiz Esc. de Enfermería 0% 20 20% 40% 60% 80% 1. A nálisis de la matrícula estudiantil En el Colegio de San Nicolás y en la Escuela Preparatoria Melchor Ocampo, los porcentajes de mujeres en la matrícula total son ligeramente mayores al resto de las escuelas dependientes de la UMSNH. En términos generales, es factible señalar que en el nivel medio superior existe una presencia casi equitativa entre hombres y mujeres, aunque en cinco preparatorias la presencia de mujeres es mayor. Nivel licenciatura En el inicio del ciclo escolar 2011-2012, la matrícula total del nivel licenciatura de la UMSNH alcanzó 39 mil 964 estudiantes de los cuales 50.3% eran mujeres y 49.7%, hombres. Este porcentaje se mantiene en la matrícula de reingreso y en los aspirantes, mientras que en la matrícula de nuevo ingreso 50.5% corresponde a hombres y 49.5% a mujeres. En el caso de los aspirantes, 75.6% de los hombres se inscribieron en el nivel de licenciatura, mientras que de las mujeres sólo 71.8% lograron alcanzar la inscripción, es decir, entraron 5 mil 594 de 7 mil 788 aspirantes. Cuadro 2. Matrícula nivel licenciatura de la UMSNH por municipio y sexo, 2011-2012 Apatzingán Cuitzeo Coalcomán Hidalgo Huetamo Lázaro Cárdenas Morelia Tangancícuaro Uruapan Zitácuaro Matrícula Hombres 72 5 10 114 18 277 17,835 16 1,471 37 Mujeres 27 7 4 199 21 351 18,761 10 661 68 Total 99 12 14 313 39 628 36,596 26 2,132 105 Total 19,855 20,109 39,964 Municipio Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria. 21 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH En la Gráfica 2 se presentan los porcentajes de hombres y mujeres sumando los campus por municipio; se observa que en cuatro de once municipios (Apatzingán, Coalcomán, Tangancícuaro y Uruapan), existe una marcada orientación a una mayoría de matrícula masculina, con porcentajes que van desde 61.5 a 72.7%. Contrariamente, en Cuitzeo, Hidalgo y Zitácuaro el porcentaje a favor de una matrícula principalmente femenina se ubica entre 58.3% y 64.8%. Gráfica 2. Matrícula por sexo por municipio en el nivel licenciatura, 2011-2012 Mujeres Zitácuaro Uruapan Hombres Tangancícuaro Morelia Lázaro Cárdenas Huetamo Hidalgo Coalcomán Cuitzeo Apatzingán 0% 20% 40% 60% 80% El municipio con mayor matrícula en el nivel licenciatura es Morelia, donde se encuentran 36 mil 596 estudiantes (91.6%). Existe un ligero predominio de la población femenina: 51.3%, en relación al 48.7% de la población masculina. En el caso de Uruapan, que es la segunda sede en importancia en cuanto a la matrícula en el nivel de licenciatura, la participación femenina es de apenas 31.0%. Resulta conveniente investigar las circunstancias y establecer políticas de fomento para elevar la incorporación de las mujeres en este campus, tal vez diversificando la oferta de carreras de acuerdo con la disponibilidad de recursos. 22 1. A nálisis de la matrícula estudiantil Nivel maestría La matrícula del nivel de maestría se ubica en su totalidad en la ciudad de Morelia, donde se registran 864 profesionistas de los cuales 403 son mujeres, es decir, 46.6%. El 28.7% de los estudiantes de maestría se ubica en la Facultad de Contaduría y Ciencias Administrativas, seguida de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales. Cuadro 3. Matrícula nivel maestría de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012 Dependencia Matrícula Hombres Mujeres Total Fac. de Agrobiología Fac. de Arquitectura Fac. de Biología Fac. de Contaduría y Cs. Administrativas Fac. de Cs. Físico Matemáticas Fac. de Cs. Médicas y Biológicas Fac. de Derecho y Cs. Sociales Fac. de Economía Fac. de Enfermería Fac. de Filosofía Fac. de Historia Fac. de Ingeniería Civil Fac. de Ingeniería Eléctrica Fac. de Ingeniería en Tecnología de la Madera Fac. de Ingeniería Mecánica Fac. de Ingeniería Química Fac. de Med. Veterinaria y Zootecnia Fac. de Quimicofarmacobiología Inst. de Investigaciones Económicas y Empresariales Inst. de Física y Matemáticas Inst. de Inv. Quimicobiológicas Inst. de Invest. sobre Recursos Naturales 3 7 20 114 7 6 30 4 4 8 1 38 31 2 30 16 7 6 10 24 18 1 5 3 22 134 1 20 37 9 1 10 10 9 2 7 3 9 7 10 16 4 20 5 8 10 42 248 8 26 67 13 5 18 11 47 33 9 33 25 14 16 26 28 38 6 23 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Inst. de Invest. Históricas Inst. de Invest. Metalúrgicas Inst. Inv. Agrop. y Forestales 10 40 24 16 23 20 26 63 44 Total 461 403 864 Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria. Gráfica 3. Matrícula nivel maestría de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012 Mujeres Fac. de Agrobiología Fac. de Arquitectura Fac. de Biología Fac. de Contaduría y Cs Adminis Fac. de Cs. Físico Matemáticas Fac. de Cs. Medicas y Biologicas Fac. de Derecho y Cs. Sociales Fac. de Economía Fac. de Enfermería Fac. de Filosofía Fac. de Historia Fac. de Ingeniería Civil Fac. de Ingeniería Eléctrica Fac. de Ing en Tec de la Madera Fac. de Ingeniería Mecánica Fac. de Ingeniería Química Fac. de Med. Veterinaria y Zoot. Fac. de Quimicofarmacobiología Inst. de Inv. Económ. y Emp. Inst. de Física y Matemáticas Inst. de Inv. Quimicobiológicas Inst. Invest. sobre Rec. Nat. Inst. de Invest. Históricas Inst. de Invest. Metalúrgicas Inst. Inv. Agrop. y Forestales Hombres 0% 24 20% 40% 60% 80% 100% 1. A nálisis de la matrícula estudiantil En la Gráfica 3, donde se presentan los porcentajes de hombres y mujeres por dependencia, se puede observar que en el caso de las ingenierías y las ciencias físico matemáticas hay una mayor preferencia masculina, con porcentajes que superan el 80% y hasta un 93.9%, como es el caso de ingeniería eléctrica. También es de destacar que en el caso de la Facultad de Enfermería, 80% de la matrícula es masculina. Las mujeres superan ampliamente la matrícula masculina en algunas dependencias como la Facultad de Historia, el Instituto de Investigaciones sobre Recursos Naturales, la Facultad de Ingeniería en Tecnología de la Madera, la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas, la Facultad de Economía y la Facultad de Agrobiología; desde luego existen otras donde la presencia de hombres y mujeres es similar, como en las facultades de Veterinaria y Zootecnia, Biología, Químico Biológicas, Contaduría y Administración y Filosofía, entre otras. Nivel de especialidad La matrícula del nivel especialidad se concentra en cuatro facultades: Derecho y Ciencias Sociales, Ciencias Médicas y Biológicas, Odontología y Arquitectura, que en conjunto agrupan 246 estudiantes, de los cuales 142 son mujeres (57.7%) y 42.3% son hombres. En el caso de la matrícula de reingreso, la diferencia es mayor a favor de las mujeres, que representan 61.5% frente a 38.5% de hombres. En el caso de la matrícula de nuevo ingreso la diferencia es menos acentuada: 45.3% son hombres y 54.7% son mujeres. Cuadro 4. Matrícula nivel especialidad de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012 Dependencia Fac. de Arquitectura Fac. de Cs. Médicas y Biológicas Fac. de Derecho y Cs. Sociales Fac. de Odontología Total Matrícula Hombres 3 20 65 16 104 Mujeres 5 41 65 31 142 Total 8 61 130 47 246 Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria. 25 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH En la Gráfica 4 se aprecia que en tres de las dependencias la matrícula de las mujeres es superior a la de los hombres: Odontología, Ciencias Médicas y Biológicas y Arquitectura; en términos generales los porcentajes van del 62% al 67%, en cambio en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales el número de hombres y mujeres es igual. Gráfica 4. Matrícula nivel especialidad de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012 Mujeres Fac. de Arquitectura Hombres Fac. de Cs. Médicas y Biológicas Fac. de Derecho y Cs. Sociales Fac. de Odontología 0% 20% 40% 60% 80% Nivel doctorado Para el periodo 2011-2012 se encontraban estudiando un doctorado en las dependencias de la Universidad 218 profesionistas, de los cuales 64.7% eran hombres y sólo 35.3% eran mujeres; esta proporción es similar en cuanto a los registros de la matrícula de nuevo ingreso y reingreso. Como se observa en el Cuadro 5, la mayor concentración de estudiantes de doctorado se ubica en el Instituto de Investigaciones Históricas, seguido del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (ININEE). 26 1. A nálisis de la matrícula estudiantil También es importante la participación en el doctorado de algunas dependencias como el Instituto de Física y Matemáticas, la Facultad de Ingeniería Eléctrica y el Instituto de Filosofía, con 24 estudiantes los dos primeros y 22 la última. Otras dependencias que cuentan con un número importante de profesionistas que cursan doctorado son: el Instituto de Investigaciones Químico-Biológicas, la Facultad de Ingeniería Química y el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas. Cuadro 5. Matrícula nivel doctorado de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012 Dependencia Fac. de Quimicofarmacobiología Fac. de Arquitectura Fac. de Biología Fac. de Ingeniería Química Fac. de Med. Veterinaria y Zootecnia Fac. de Ingeniería Eléctrica Fac. de Psicología Inst. de Inv. Agropecuarias y Forestales (IIAF) Inst. de Inv. Económicas y Empresariales (ININEE) Inst. de Inv. sobre Recursos Naturales (INIRENA) Inst. de Física y Matemáticas Inst. de Inv. Quimicobiológicas Inst. de Investigaciones Históricas Inst. de Investigaciones Metalúrgicas Instituto de Investigaciones Filosóficas Total Total Hombres 0 2 1 11 5 21 0 2 20 1 17 14 21 14 12 141 Mujeres 1 3 4 6 3 3 2 0 13 0 7 6 18 1 10 77 Total 1 5 5 17 8 24 2 2 33 1 24 20 39 15 22 218 Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria. En la Gráfica 5 se observa que en las instituciones de mayor peso en cuanto a la matrícula, como es el Instituto de Investigaciones Históricas, 46.2% son mujeres y 53.8% son hombres. En el caso del ININEE, el porcentaje de mujeres baja a 39.4%, mientras que el de los hombres se eleva a 53.8%, y en cuanto al Instituto de Física y Matemáticas la diferencia entre ambos sexos se amplía: 29.2% corresponde a mujeres y 70.8% a los hombres. La brecha entre hombres y mujeres es aún más amplia en áreas de estudio como la ingenie- 27 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH ría eléctrica y metalúrgica; en este última la matrícula de varones representa 93.3%, mientras que la de las mujeres llega tan solo a 6.7%. Gráfica 5. Matrícula nivel doctorado de la UMSNH por dependencia y sexo, 2011-2012 Fac. de Quimicofarmacobiología Fac. de Arquitectura Fac. de Biología Fac. de Ingeniería Química Fac. de Med. Veterinaria y Zoot. Fac. de Ing. Eléctrica Facultad de Psicología IIAF ININEE INIRENA Inst. de Física y Matemáticas Inst. de Inv. Quimicobiológicas Inst. de Inv. Históricas Inst. de Inv. Metalúrgicas Instituto de Inv. Filosóficas Mujeres Hombres 0% 20% 40% 60% 80% 100% Las áreas donde la matrícula es mayoritariamente femenina son: psicología, biología, arquitectura y químico-farmacología; sin embargo, son áreas con una matrícula muy baja. En términos generales se puede señalar que las políticas de admisión son iguales para hombres y mujeres, aunque tal vez convendría investigar cómo se podría incentivar una mayor participación de mujeres, y en general de ambos sexos, para fortalecer la masa crítica nacional. Matrícula total En el año 2011, la matrícula de la UMSNH era de 52 mil 955 estudiantes en los diferentes niveles de grado escolar, de los cuales 49.1% eran hombres y 50.9% 28 1. A nálisis de la matrícula estudiantil mujeres. En el caso de estudiantes de nuevo ingreso los porcentajes de participación son semejantes: 49.5% hombres y 50.5% mujeres, pero en cuanto al porcentaje de aspirantes incorporados al sistema en relación a los hombres, éste fue de 80.9%, y por lo que respecta a las mujeres, éste resultó de 78.2%. Cuadro 6. Matrícula de la UMSNH por grado escolar y sexo, 2011-2012 Grado escolar Nivel medio superior Licenciatura Especialidad Maestría Doctorado Total Matrícula Hombres 5,424 19,855 104 461 141 25,985 Mujeres 6,239 20,109 142 403 77 26,970 Total 11,663 39,964 246 864 218 52,955 Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria. Gráfica 6. Matrícula de la UMSNH por grado escolar y sexo, 2011-2012 Mujeres Nivel Medio Superior Hombres Licenciatura Especialidad Maestría Doctorado 0% 20% 40% 60% 80% 29 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Ya se analizó con anterioridad la situación de la matrícula de mujeres y hombres por grado académico; en la Gráfica 6 se observa que en los primeros grados, es decir, de nivel medio a especialidad, el mayor porcentaje en la matrícula corresponde a las mujeres. En cambio, en los niveles o grados de maestría y doctorado la proporción de hombres es mayor: 53.4% en maestría y 64.7% en doctorado. Si bien en el caso de la maestría no existe una gran diferencia, en el doctorado las mujeres participan con apenas 35.3%, por lo que sería importante analizar los requerimientos o necesidades de las mujeres para avanzar en materia educativa hacia este nivel. 30 2. Análisis del personal docente Por tipo de nombramiento De acuerdo con el Departamento de Nóminas, en 2011 la UMSNH tenía una plantilla de personal docente de 3 mil 903 personas, de las cuales 64.2% eran hombres y 35.8% eran mujeres. Es importante señalar que la mayor parte del profesorado de la Universidad es de asignatura (64.2% del total) y en segundo término, con 28.0%, está el profesorado de tiempo completo. El resto (técnicos/as académicos/as y técnicos/as y profesores/as de medio tiempo) participan con apenas 7.8%. Cuadro 7. Profesores por tipo de nombramiento y sexo Nombramiento Mujeres Hombres Total Profesores de tiempo completo Profesores de medio tiempo Técnicos académicos Técnicos académicos de medio tiempo Profesores por asignatura 382 29 137 172 676 709 83 159 194 1,362 1,091 112 296 366 2,038 Total 1,396 2,507 3,903 Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria. 31 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH En el caso del profesorado por asignatura, como se observa en la Gráfica 7, corresponde 66.8% a profesores y apenas un 33.2% a profesoras. La participación de mujeres y hombres en la plantilla del profesorado de tiempo completo tampoco es muy equilibrada, ya que las mujeres constituyen sólo el 35.0%, y en relación al tipo de nombramiento como profesores de medio tiempo su participación se reduce a 25.9%. Por lo que respecta a otros nombramientos como son los de técnico académico de tiempo completo o medio tiempo, se observa un mayor equilibrio: 53.7% de hombres y 46.3% de mujeres, y 53.0% y 47.0%, respectivamente. Gráfica 7. Profesores por tipo de nombramiento y sexo Profesores de tiempo completo Profesores de medio tiempo Mujeres Técnicos académicos Hombres Técnicos académicos de medio tiempo Profesores por asignatura Total 0% 20% 40% 60% 80% Por área de especialidad Cabe señalar que por áreas de especialidad la plantilla total de hombres es mucho mayor que la de las mujeres en la mayoría de las especialidades; 32 2. A nálisis del personal docente solamente en el correspondiente a técnico en idiomas y técnico en enfermería resulta mayor el porcentaje de personal docente femenino. Cuadro 8. Plantilla de maestros/as de la UMSNH por sexo (2011-2012) Área de especialidad Mujeres Hombres Total Ciencias agropecuarias Uruapan Ciencias biológico-agropecuarias Ciencias económico-administrativas Ciencias exactas, metalurgia y materiales Ciencias agropecuarias Apatzingán Derecho Ingeniería y arquitectura Humanidades Ciencias de la salud Bachillerato Técnico enfermería Dependencias administrativas Técnico idiomas 31 98 76 22 5 101 157 118 321 258 124 49 36 71 184 223 89 19 197 427 215 435 433 121 70 23 102 282 299 111 24 298 584 333 756 691 245 119 59 Totales 1,396 2,507 3,903 Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas a abril de 2011. Comisión de Planeación Universitaria. Como se puede observar en el Cuadro 8, en las áreas donde el profesorado en general es más numeroso (ciencias de la salud, bachillerato, ingeniería y arquitectura, humanidades, derecho y ciencias biológico agropecuarias), se da una tendencia al equilibrio de presencias, como en ciencias de la salud, donde las mujeres participan con el 42.5% de la plantilla, o bien en el bachillerato, en donde la participación femenina es de 37.3%, en humanidades de 35.4% y en derecho de 33.9%. En la Gráfica 8 se observa claramente que la plantilla de hombres es superior en todos los casos, llegando en algunas especialidades a superar el 80% en relación al personal docente femenino: en ciencias exactas, metalurgia y materiales la participación masculina es de 80.2%; en ciencias agro- 33 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH pecuarias los profesores participan con 79.2%, y en ciencias económico administrativas con 74.6%. Gráfica 8. Plantilla de maestros/as de la UMSNH por sexo, 2011-2012 Ciencias agropecuarias Uruapan Ciencias biológico-agropecuarias Mujeres Ciencias económico-administrativas Ciencias exactas, metalurgia y materiales Hombres Ciencias agropecuarias Apatzingán Derecho Ingeniería y arquitectura Humanidades Ciencias de la salud Bachillerato Técnico enfermería Dependencias administrativas Técnico idiomas Totales 0% 20% 40% 60% 80% Participantes en el Sistema Nacional de Investigadores y con perfil PROMEP Existen algunos programas creados por el gobierno federal para mejorar el grado de capacitación y preparación del personal docente, como el Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), que se considera un programa estratégico creado para elevar el nivel de habilitación del profesorado, y el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), creado para reconocer la labor de personas dedicadas a producir conocimiento científico y tecnología. La UMSNH cuenta con 318 profesores con reconocimiento del SNI y con 519 con perfil PROMEP. En la Gráfica 9 se observa que sólo 27.0% de profesoras investigadoras están incluidas en el SNI (esto es, 86 de 318 profesores), mientras que los profesores investigadores participan con 73.0% (232). 34 2. A nálisis del personal docente Cuadro 9. Docentes participantes en el SNI y en el PROMEP, 2011-2012 Tipo de programa para docentes Hombres Mujeres Total Profesores con reconocimiento del SNI Profesores que hayan participado en el PROMEP 232 342 86 177 318 519 Total 574 263 837 Fuente: elaboración propia con base en información en Formato Estadístico 911, SEP, a octubre 2011. Comisión de Planeación Universitaria. Gráfica 9. Profesores/as con reconocimiento del SNI, 2011-2012 Mujeres > 27% 73% < Hombres En cuanto al profesorado que participa en el PROMEP, el número total es de 519 docentes, y como se observa en la Gráfica 10, 34.1% son mujeres y 65.9% son hombres. Del profesorado participante en este programa, 409 tienen el grado de doctorado, 2 de especialidad y 108 de maestría. De los primeros, 121 son mujeres, es decir, 29.6% del total de participantes con grado de doctorado, mientras que en el grado de maestría el personal docente femenino participa con 50.9%. 35 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 10. Profesores/as participantes en el PROMEP, 2011-2012 Mujeres > 34.1% 65.9% < Hombres Por antigüedad en el servicio En la Gráfica 11 se presenta el grado de antigüedad de los docentes de la UMSNH; como puede apreciarse, el mayor rango en número de docentes se ubica en 26 años o más, con 693 profesores; el segundo rango en importancia para los hombres es el de 6 a 10 años de antigüedad, con 390 docentes y, en tercer término el rango de 0 a 5 años, con 374 profesores. En cambio la antigüedad más frecuente entre las mujeres se ubica precisamente en el rango de 0 a 5 años, con un total de 298 profesoras; el segundo rango en importancia para ellas es el de 6 a 10 años, con 293 elementos, y en tercer término se encuentra el rango de 26 años o más, con 223 maestras. En esa misma gráfica se observa con claridad que en los rangos de antigüedad más recientes la participación de las y los docentes tiende a equilibrarse, con una mayor participación de las mujeres, mientras que la participación masculina se mantiene constante, con una ligera disminución en el rango de 0 a 5 años. 36 2. A nálisis del personal docente Gráfica 11. Rango de antigüedad y sexo de las/los docentes de la UMSNH, 2011-2012 Mujeres 26 o más Hombres 21-25 16-20 11-15 6-10 0-5 0 100 200 300 400 500 600 700 800 Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria. Gráfica 12. Porcentaje por rango de antigüedad y sexo de las/los docentes de la UMSNH, 2011-2012 Mujeres 26 o más Hombres 21-25 16-20 11-15 6-10 0-5 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria. 37 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH En la Gráfica 12 se observa con mayor claridad la tendencia hacia el equilibrio con una mayor participación de las mujeres en la plantilla docente en los rangos de antigüedad menores: 44.3% en el rango de 0 a 5 años. En cuanto la equidad de género del personal docente de la UMSNH, se puede resumir en que existe una desproporción a favor del personal docente masculino en aspectos como mayores niveles de estudio, participación en programas de mejoramiento de habilidades y reconocimiento, pero se observa una tendencia a mejorar el grado de equidad entre hombres y mujeres según la antigüedad. 38 3. Análisis del personal administrativo Por antigüedad en el servicio En el año 2011, el personal administrativo alcanzó la cifra de 2 mil 524 personas, de las cuales 1 mil 275 eran trabajadoras (50.5%), y el resto (1 mil 249), eran hombres (49.5%). Gráfica 13. Porcentaje de la participación por sexo del personal administrativo de la UMSNH, 2011-2012 Mujeres > 50.5% 49.5% < Hombres Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria. 39 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Como se aprecia en la Gráfica 14, en los rangos de mayor antigüedad el número de trabajadoras es mayor: 16-20, 21-25 y 26 ó más. Sumados estos rangos se obtiene un total de 449 empleadas administrativas, mientras que el número de trabajadores resulta de 378. El porcentaje de mujeres es mayor en 18.8%. Gráfica 14. Rango de antigüedad y sexo del personal administrativo de la UMNSH, 2011-2012 Mujeres 26 o más Hombres 21-25 16-20 11-15 6-10 1-5 0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria. En los rangos de menor antigüedad se observa una evolución contraria: en los rangos de 11-15, 6-10 y 1-5 años de antigüedad, el número de empleados administrativos varones cada vez es mayor. Si se suman los tres rangos de menor antigüedad se obtiene la cifra de 852 empleados, mientras que el número de empleadas es de 805, es decir, 5.5% menor. La diferencia de personal administrativo a favor de los hombres aumenta conforme la antigüedad es menor: en el rango de 11-15 años es de 8; en el de 6-10 es de 14; y en el de 1-5 es de 25. Como se aprecia en la Gráfica 15, el porcentaje por antigüedad del personal administrativo femenino muestra una tendencia descendente que va del 56.1% a 48.4%; en cambio el porcentaje del personal administrativo masculino pasa de 43.9% en el rango de 26 ó más, a 51.6% en el rango de 1-5. 40 3. A nálisis del personal administrativo Gráfica 15. Porcentaje de antigüedad y sexo del personal administrativo de la UMNSH, 2011-2012 Mujeres 26 o más Hombres 21-25 16-20 11-15 6-10 1-5 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria. Por tipo de puesto Los puestos del personal administrativo están clasificados en una gran diversidad de tipos y descripciones. De acuerdo con el Departamento de Nóminas existen 180 plazas diferentes, por lo que para realizar el análisis se optó por agruparlas en tres clases: la primera incluye a directivos y jefaturas de departamento y sección; la segunda a analistas y profesionales; y en la tercera se agruparon los demás empleados y empleadas. Como se observa en el Cuadro 10, en el primer grupo se encuentran 260 empleados/as, 110 mujeres y 150 hombres; en el segundo grupo hay 446, 235 mujeres y 211 hombres, y el grupo más numeroso fue el tercero, con 1 mil 818 empleados/as: 930 mujeres y 888 hombres. En la Gráfica 16 se aprecia que en el primer grupo el personal masculino participa con 57.7% y el femenino con 42.3%, mientras que en el grupo de analistas y profesionales la participación de las mujeres se eleva a 52.7% y en el caso de las y los demás administrativos, a 51.2%. 41 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Si se analiza la estructura del personal administrativo por sexo, tomando como base la misma agrupación, se aprecia que en el caso de los varones participantes, el primer grupo representa 12.0% mientras que las mujeres participan con el 8.6%. En el grupo de analistas y profesionales el porcentaje de empleados varones es de 16.9%, y el de las mujeres es 18.45%, y finalmente en el resto del personal los hombres tienen una participación de 71.1% y las mujeres los superan con el 72.9%. Cuadro 10. Clasificación por tipo de puesto y sexo (2011-2012) Clasificación por tipo de puesto Directivos, jefes de depto. y sección Analistas y profesionales Demás empleados Mujeres 110 235 930 Hombres 150 211 888 Total 260 446 1,818 Total 1,275 1,249 2,524 Fuente: elaboración propia con base en información del Departamento de Nóminas. Comisión de Planeación Universitaria. Gráfica 16. Estructura por tipo de puesto y sexo 2011-2012 Mujeres Directivos, jefes de departamento y sección Hombres Analistas y profesionales Demás empleados 0% 42 20% 40% 60% 80% 3. A nálisis del personal administrativo Gráfica 17. Estructura por tipo de puesto y sexo (2011-2012) Mujeres Directivos, jefes de departamento y sección Hombres Analistas y profesionales Demás empleados 0% 20% 40% 60% 80% Respecto al personal administrativo de la UMSNH, cabe señalar que si bien la mayoría son mujeres, existe un porcentaje mayor de personal masculino en puestos de mayor responsabilidad. 43 4. Reflexiones en torno a la información estadística Los datos disponibles obtenidos a través de la Comisión de Planeación Universitaria de la UMSNH nos acercan al panorama de la participación de hombres y mujeres en la Universidad, tanto estudiantes como personal docente y administrativo. Este acercamiento nos ha permitido constatar, en primer lugar, la pertinencia de dar seguimiento al comportamiento de dichos datos a través de un sistema de indicadores que habrá de irse construyendo; y en segundo lugar, ha mostrado algunos vacíos de información que sería indispensable resolver. Se trata de información clave para el diseño de las políticas, programas y acciones que la Universidad se proponga desarrollar para avanzar hacia la equidad de género. En las líneas que siguen se analizan, a modo de primeras conclusiones y recomendaciones, los datos por sector de población: estudiantes, personal docente y personal administrativo. Estudiantes La información recabada permite afirmar que conforme se avanza en los niveles de estudio, la proporción mujeres/hombres (en educación media superior 53.3% de los estudiantes son mujeres) se invierte en detrimento de las mujeres, y la brecha se amplía mucho hacia el nivel de doctorado: 50.3% 45 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH de la población estudiantil de licenciatura son mujeres; 46.6% en maestría y 35.3% en doctorado. Cabe destacar el caso del nivel de especialidad, que en la Universidad Michoacana solamente se encuentra en cuatro facultades (Derecho y Ciencias Sociales, Ciencias Médicas y Biológicas, Odontología y Arquitectura), ya que en éste encontramos un 57.7% de mujeres. En este caso, sin embargo, el hecho de haber mayoría de mujeres puede explicarse mejor por el área en la que se hallan que por el nivel, pues Odontología y Ciencias Médicas y Biológicas son áreas altamente feminizadas. Con relación a la distribución por sexo en las distintas facultades e institutos, de acuerdo con la información disponible, en el nivel de maestría, como es la tendencia general en los centros de enseñanza de este nivel, hay una mayor presencia masculina en las ingenierías (mecánica, eléctrica, civil y química) y las ciencias físico matemáticas, con porcentajes que superan el 80% y hasta un 93.9%, como es el caso de ingeniería eléctrica. En el caso de Ingeniería en Tecnología de la Madera, sin embargo, la mayoría de la matrícula (más de 80%) son mujeres. En el caso del doctorado, donde apenas 35.3% de los estudiantes son mujeres, sólo la Facultad de Arquitectura y la de Biología tienen más mujeres que hombres, pero se trata de dependencias con muy pocos estudiantes (cinco cada una); las demás dependencias tienen mayoría masculina, y los casos extremos son el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas, la Facultad de Ingeniería Eléctrica y el Instituto de Física y Matemáticas. Dos aspectos sobresalen de los datos anteriores: en primer lugar, la disminución de la presencia de las mujeres conforme aumenta el nivel de estudios. Esto se ilustra con el caso de la Facultad de Historia, donde a pesar de que más de 90% de la población en maestría son mujeres (10/1), en el doctorado hay más hombres que mujeres (21/18). Este aspecto tiene que ver con una serie de fenómenos sociales y culturales que obstaculizan el acceso y permanencia de las mujeres en maestría y doctorado, entre ellos, el hecho de que todavía ahora el cuidado de los hijos, e incluso el trabajo doméstico, siguen siendo atribuidos a ellas como algo natural. Adicionalmente, no hay suficientes instancias (guarderías, escuelas de tiempo completo), ni en cantidad ni en calidad, que garanticen la atención a los hijos/as de las estudiantes. 46 4. R eflexiones en torno a la información estadística Otro aspecto que cabe mencionar es que sigue habiendo un sesgo de género en relación a la presencia mayoritaria de mujeres en ciertas carreras, y su casi ausencia en otras. Si bien a lo largo de las últimas tres o cuatro décadas las mujeres se han incorporado a carreras del área de las ingenierías y de las ciencias exactas, este proceso ha sido muy lento, y las mujeres todavía deben vencer resistencias de docentes y estudiantes para permanecer en ellas y para ser reconocidas. Personal docente De acuerdo al texto, en 2011, 64.2% de los docentes eran hombres y 35.8% eran mujeres: casi un tercio de mujeres por dos tercios de hombres. En las áreas donde el profesorado en general es más numeroso (ciencias de la salud, bachillerato, ingeniería y arquitectura, humanidades, derecho y ciencias biológico agropecuarias), la presencia de hombres y mujeres tiende a ser más equilibrado; es el caso de ciencias de la salud, donde las mujeres participan con el 42.5% de la plantilla. La presencia de profesores y profesoras suele reflejar el mismo sesgo de género que en el caso de la población estudiantil, esto es, la inserción de las mujeres en carreras tradicionalmente masculinas es difícil, tanto para estudiar como para trabajar como docente. Por otro lado, la participación de la planta docente en el SNI y en PROMEP responde a la tendencia que se veía entre los alumnos/as: a mayor nivel de estudios, menor presencia de mujeres. La UMSNH contaba en 2011 con 318 profesores y profesoras en el SNI, de los cuales sólo 86 (27%) son mujeres. Esta cifra coincide con las cifras del propio SNI a nivel nacional, según el cual en ese mismo año había dos investigadores por cada investigadora en el Sistema. Con relación a los investigadores con perfil PROMEP, la presencia de las mujeres es menos desfavorable que en el caso del SNI (34.1%) pero sigue siendo insuficiente, pues representa poco más de una tercera parte. Cabe aquí la distinción entre profesores/as con maestría que cuentan con perfil PROMEP y de doctorado, pues mientras que en maestría el número de profesores y profesoras que recibe este apoyo es igual, más de 70% de las y los profesores que reciben ese incentivo y que tienen doctorado son hombres. 47 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Los datos del personal docente por antigüedad arrojan información interesante: en primer lugar, la mayor parte de las y los docentes de la UMSNH tiene 26 años o más trabajando en la Universidad, y en este rango, el número de hombres es más del doble que el de mujeres, pero conforme la antigüedad va siendo menor, es decir, conforme la incorporación a la Universidad va siendo más reciente, la proporción entre hombres y mujeres tiende a la paridad: en los rangos 21 a 25 y 26 años y más, los hombres superan el 70%; en los rangos 11 a 15 y 16 a 20 los hombres superan el 60% y en los rangos de menor antigüedad (0-5 y 6 a 10) los hombres son más de la mitad pero no llegan a 60%. Estos datos muestran una tendencia favorable hacia una mayor incorporación de mujeres a la planta docente en años recientes respecto de la década de los años ochenta y anteriores, aunque para hacer un análisis más fino habría que identificar el tipo de contratación en el que se han ido incorporando las mujeres y los hombres en los últimos años (por asignatura, medio tiempo o tiempo completo), en qué áreas, etc. Personal administrativo La Universidad Michoacana cuenta con 2 mil 524 trabajadores/as administrativos/as, 50.5% de los cuales son mujeres, es decir, prácticamente la mitad. El análisis por antigüedad muestra una tendencia inversa que la identificada en el personal docente, aunque menos pronunciada: en el caso de las y los trabajadores administrativos, la participación va de 56.1 en el rango de mayor antigüedad a 48.4% en el de menor antigüedad, pero como puede verse, las diferencias entre hombres y mujeres no son muy significativas. Más significativo resulta el análisis por tipo de puesto, donde se aprecia una mayor participación de hombres en puestos directivos y de jefaturas de departamento y sección (57.7% para ellos, 42.3% para las mujeres), mientras que en el de analistas y profesionales la presencia de las mujeres se eleva a 52.7% y en el tercer nivel éstas representan el 51.2%. Resulta interesante constatar que existe una presencia casi paritaria de hombres y mujeres en puestos administrativos, y que incluso en el primer nivel la cantidad de hombres, si bien es mayor, no escala de la misma forma que en el caso de los alumnos y alumnas de doctorado, o en el caso de los 48 4. R eflexiones en torno a la información estadística docentes en el SNI o con perfil PROMEP, donde la brecha es muy amplia, en detrimento de las mujeres. Consideraciones finales Las reflexiones esbozadas en este apartado representan apenas un acercamiento a la presencia de la población masculina y femenina de la UMSNH. Algunas conclusiones que se desprenden de este análisis es la constatación de que las oportunidades para estudiar la maestría o el doctorado, o de obtener mayores incentivos para la investigación no se presentan de manera igual para hombres y para mujeres, ya que estas últimas deben enfrentar obstáculos que los hombres no encuentran, como todos aquellos derivados de los estereotipos sociales y culturales de género. Cabe mencionar aquí, como un posible avance, la paulatina incorporación de más mujeres a la planta docente, lo que ha provocado una tendencia en favor de una mayor paridad de género. A reserva de analizar a profundidad estos datos para identificar, como se decía antes, de qué tipo de contratación se trata, en qué áreas se ha dado una mayor contratación de mujeres, etc., podemos adelantar que la evolución de estos datos no refleja el impacto de alguna política de la Universidad para favorecer la incorporación de mujeres a la planta docente, puesto que no existe dicha política; responde, en cambio, a la mayor apertura que ha habido, social y culturalmente hablando, al reconocimiento de las competencias de las mujeres en este campo, y en cualquiera otro, en las últimas décadas. Lo anterior nos lleva a una reflexión que consideramos importante: no basta con que la Universidad sea permeable a los cambios que ocurren en la sociedad en materia de reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos, sino que está llamada a cumplir con su responsabilidad social en favor del desarrollo (en términos de mejora de la calidad de vida de las personas) y de la democracia (entendida como participación consciente y responsable por parte de las y los ciudadanos en la toma de decisiones de los destinos del país). Es importante también dejar sentado que los resultados de este primer ejercicio de radiografía estadística de género no son privativos de la Universidad Michoacana, sino que, como se vio en el caso del SNI, están presentes 49 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH en muchas instituciones de educación media superior y superior en el país, y aún en muchos países más. El estudio también muestra la necesidad de que la Universidad cuente con más y mejor información desagregada por sexo; en este caso identificamos un vacío importante en la falta de identificación del sexo de los estudiantes en el nivel de licenciatura, lo cual impidió hacer un análisis del sesgo de género en las escuelas y facultades. Contar con más y mejor información permitirá analizar el comportamiento de los distintos indicadores en el tiempo, identificar tendencias y evaluar el impacto de las políticas, programas y acciones por la equidad que se implementen. 50 Segunda parte Radiografía cualitativa Una aproximación diagnóstica a la violencia de género en la UMSNH: el acoso sexual 1. Acoso sexual. Una aproximación teórica Para abordar el tema del acoso sexual, particularmente en el ámbito de las instituciones de educación superior en el contexto de nuestro país, es necesario primero ubicarlo dentro del territorio del saber sobre la violencia en general, y de la violencia sexual en específico. En un segundo momento, lo remitiremos a la reflexión, hoy en pleno desarrollo académico por parte de un amplio grupo de estudiosas y estudiosos, de lo que la perspectiva feminista ha conceptualizado como violencia de género. Vayamos pues al primer momento. La violencia como paradigma Pensar la violencia hoy día se ha vuelto un mal necesario, un mal porque convoca aquellos aspectos del orden subjetivo que nos resultan más escabrosos, insidiosos e inasibles por estar asociados a la artillería pesada de nuestro psiquismo, ésta es, la pulsión de muerte. Y es necesario, porque no hay otra manera de intentar acotar, limitar, transmutar este elemento destructivo constitucional de la naturaleza humana, que pensarlo, que pensándolo. Para iniciar con este ejercicio del pensamiento sobre la violencia, pensémosla desde su cuño etimológico. “Del latín violentia cualidad de violentus, 53 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH “violencia” viene de vis, que significa “fuerza”, y lentus, que como sufijo tiene valor continuo”.1 Es un sustantivo que se corresponde con verbos como “violentar”, “violar”, “forzar” (Corsi, 1999), por lo que se deduce que lo violento es aquello que siempre hace uso de la fuerza, y que el uso de la fuerza siempre invoca al poder. De aquí que todo acto violento está contaminado por la fuerza del poder que le otorga su propia violencia. De cómo lo violento se inscribe en el campo de lo humano, existen diferentes propuestas teóricas que lo abordan y lo abortan. Tomaremos una. Desde la perspectiva psicoanalítica, “el ser humano no es un ser manso, amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que lícito es atribuir a su dotación pulsional una buena cuota de agresividad” (Freud, 1930: 108). Las y los sujetos, son entes tejidos y entretejidos por la agresividad y por la tendencia a la agresión tanto hacia el sí mismo como hacia los otros. Agresividad que es constitutiva desde la imagen especular del infante con el espejo, la cual pone en juego el deseo, ese deseo que siempre será un deseo del otro, y motor de la existencia humana.2 Se puede hablar de dos tipos de dicha agresividad: la sostenida en la y el sujeta/o como mecanismo de movilización y destrucción hacia el sí mismo y, por otro lado, de la agresión como acto dirigido al otro, el cual “roe, mina, disgrega, castra: conduce a la muerte… se ejerce ciertamente dentro de constricciones reales. Pero sabemos por experiencia que no es menos eficaz por la vía de la expresividad” (Lacan, 1948/2007: 97). Es manifiesto que un acto violento tanto de carácter verbal como físico busca causar estragos y anular a la víctima, porque como dice Freud: …el prójimo no es solamente un posible auxiliar y objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en él la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su consentimiento, desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y asesinarlo (Freud, 1930: 108). 1 http://etimologias.dechile.net/?violencia (consultado el 3 de marzo de 2011). 2 Desde la teoría lacaniana la inserción del sujeto en la cultura se da a través de un primer contacto con otro sujeto, es decir, el infante se reconoce a través de la mirada y del reconocimiento del otro, pero lo que este otro le devuelve es su propia imagen. 54 1. A coso sexual . U na aproximación teórica Por su capacidad de penetración y ubicuidad (Ons, 2009), se podría decir que la violencia se ha vuelto un paradigma para explicar el orden social en sus múltiples dimensiones y en la pluralidad de sus prácticas. Basta con levantar la vista y escuchar la infinidad de historias personales, familiares e institucionales que hoy día están atravesadas, marcadas por un acontecimiento evidente, explícito de violencia y de las cuales nos enteramos en cualquier lugar, no solamente por los medios masivos de comunicación. En forma de amenazas de daño a seres queridos o a la propia persona, de secuestros, violación sexual, tráfico de mujeres y niñas, explotación del subalterno, o de daño en el propio cuerpo, la violencia ha dejado de ser únicamente la manifestación desordenada, “anormal”, psicopatológica de un individuo, de un ser malévolo y “anormal” en necesidad de encierro, para dejarse escuchar siniestramente como un componente que le es constitutivo al orden social, al grupo, a la cultura, sosteniéndolos, ahora, abiertamente. La violencia ahora es visible como un asunto del grupo, de la comunidad, de la “familia”, de las asociaciones; se muestra, se exhibe, descarnada, despojada de sus tapujos morales y conservadurismos eufemísticos. Dicho de otra manera, el orden social crea, genera individuos, mujeres y hombres, violentos, quienes a su vez, reproducen y alimentan al sistema social. Por la forma en la que opera, pues, la violencia puede ser considerada como un mecanismo de poder que atraviesa el imaginario de la sociedad, y el cual, entre otros muchos maledicentes efectos, promueve relaciones inequitativas entre los seres humanos, socavadas por instancias de subordinación, sometimiento y colonización. Espectro de la violencia: del estruendo al silencio Indudablemente el espectro de la violencia es muy amplio, pues incluye diferentes líneas de penetración que van desde las más institucionalizadas, como la guerra, hasta las más cotidianas e invisibles, como la de género: la violencia que se basa y se ejerce en razón del género de los sujetos. Una de las diferencias entre una y otra radica en la obviedad, concreción y objetividad del daño producido a la víctima o víctimas, de manera que lo que pensamos como violento tiende a reducirse a lo físico violento, precisamente porque la violencia física se puede representar de una forma más sencilla 55 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH y con más precisión, pues las huellas que produce constituyen expresiones concretas que se inscriben en la piel: evidencias objetivas, explícitas, cuantificables y difíciles de ocultar. Entre más evidente sea el daño, entre más se “vea”, más fácilmente se puede medir, estimar como violento. En cambio, cuando se trata de otras formas de violencia que penetran por otras líneas y que están envueltas en espirales de diferente textura, que no se “ven”, como la violencia psicológica, económica y sexual (las cuales se engloban dentro de lo que se denomina como violencia de género), podemos observar que por ser menos visibles y por la dificultad de representar sus efectos de una manera objetiva, permanecen ocultas e ignoradas. Los efectos producidos por la violencia económica, psicológica y sexual se trazan en la dimensión afectiva de quienes la padecen y esta característica impide su justa valoración como acto de violencia, trivializándose sus proporciones. Esta dificultad para medir o estimar el nivel de daño que produce, facilita que el fenómeno se extienda y encuentre más caminos por los cuales tejerse en el imaginario social, porque estos tipos de violencia, considerados más “mesurados”, son aceptados como parte de las costumbres socioculturales y están tan naturalizadas que forman parte incluso de nuestra estructura mental, generando una actitud social de permisividad. Corsi y Peyrú (2003: 47) en un análisis sobre los mecanismos que facilitan el desconocimiento de la violencia social, identifican “un conjunto de operaciones psicológicas cuyo fin es minimizar, negar, ocultar y justificar los actos de violencia”. Estas operaciones son: a. Proceso de invisibilización. El cual tiene que ver precisamente con la valoración de la objetividad que responde a los criterios del paradigma positivista cientificista (criterios masculinos, por cierto). En este sentido son dos aspectos los que determinan que un objeto de investigación sea visible (en este caso la violencia de género): que el objeto tenga inscripciones materiales, léase marcas o huellas físicas que lo hagan perceptible; y que el observador disponga de las herramientas o instrumentos necesarios para percibirlos. b. Proceso de naturalización. “Conjunto de operaciones permisivas que llevan a aceptar los comportamientos violentos como algo natural, legítimo y pertinente en la vida cotidiana” (Corsi y Peyrú, 2003: 50). Los autores se- 56 1. A coso sexual . U na aproximación teórica ñalan que las víctimas comparten los criterios sociales con los victimarios, que les prescriben cuál es el lugar que deben ocupar en el mundo, y por tanto esto les impide ser conscientes de la condición de violencia. Además de que en un escenario donde la organización social se estructura en función de jerarquías económicas, por etnia, o por sexo, como bien resaltan los autores, la violencia ejercida contra los o las marginados/as se percibe en menor grado y se considera menos importante. c. Proceso de insensibilización. Este mecanismo opera sobreexponiendo la violencia generalmente a través de los medios de comunicación, lo que produce acostumbramiento, menor sensibilidad, mayor indiferencia, tolerancia y pasividad frente a un acto violento. d. Proceso de encubrimiento. Este proceso ocurre con más frecuencia en las instituciones donde se pone en juego la capacidad de los superiores para mantener el orden institucional y, por tanto, tienden a ocultar o negociar las denuncias de violencia por parte del grupo, porque también se compromete el prestigio de la institución. Violencia sexual: un rostro siniestro del patriarcado Los procesos de desconocimiento de la violencia social descritos anteriormente, cobran particular vigor en el contexto de las sociedades patriarcales, como la nuestra, pues son procesos que justamente sirven para reproducir la creencia en la superioridad del sexo masculino en la cual están fundadas este tipo de sociedades. Invisibilizar, naturalizar, encubrir, insensibilizar esta creencia sería en última instancia el móvil bajo el cual ha operado la violencia de género con el fin de mantener las formas de dominación y subordinación entre los seres humanos, entre las cuales destaca, por su prevalencia, la subordinación de las mujeres por los hombres y la dominación de lo masculino sobre lo femenino. La cosmología falocentrista, como podemos denominar al conjunto de creencias que hacen de la especificidad sexual masculina el centro del universo social, político y cultural, hace que la división del mundo, de las actividades y de la vida en general parezca normal y, por tanto, natural e inevitable. En este sentido Pierre Bourdieu (1998/2000) señala que esto se 57 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH debe precisamente al proceso de objetivación en el mundo social de la visión masculina, pero además también a los mecanismos socio-institucionales que posibilitan la incorporación de ese estado objetivado a los procesos de subjetivación del cuerpo socializado que permiten la concordancia entre las estructuras objetivas y las estructuras cognitivas, garantizando la autoeficacia del sistema patriarcal. Producto de esa autoeficacia del sistema patriarcal es el hecho de que la violencia sexual no sea reconocida como una forma de violencia, sino como una expresión natural de la masculinidad. Por encontrarse en los límites de la intimidad, y por pertenecer a ese orden de la realidad sumamente administrado, regulado, normalizado por diferentes instancias sociales, como la religión, el derecho, la medicina, la propia psicología, que es el orden de la sexualidad, la violencia sexual es un problema grave de salud pública que hasta hace relativamente poco tiempo ha empezado a ser atendido adecuadamente. De esto hablaremos más adelante. Susana Velázquez plantea la violencia sexual como: Todo acto de índole sexual ejercido por una persona —generalmente hombre— en contra del deseo y la voluntad de otra persona —generalmente mujer y/o niña/o— que se manifiesta como amenaza, intrusión, intimidación y/o ataque, y que puede ser expresado en forma física, verbal y emocional… Este tipo de violencia es un ataque material o simbólico que afecta la libertad y la dignidad y produce efectos —a corto, mediano y largo plazo— en la integridad física, moral y psíquica (Velázquez, 2003: 69). Este tipo de violencia considerada en el orden de la sexualidad, es expresada más comúnmente a través de la violación y el acoso sexual. La primera es considerada como un acto escondido en las penumbras y oscuridades de las calles a altas horas de las noches, una transgresión que sólo puede ser efectuada por delincuentes a mano armada por las noches. En el matrimonio y en las relaciones de pareja, la violación es inconcebible para las instancias juzgadoras, si es que se denuncia, debido a que se ha normalizado, invisibilizado, insensibilizado y es imposible de comprobar (pues se encubre). La misma autora señala que: 58 1. A coso sexual . U na aproximación teórica …pensar que la mujer exagera es aliviar la responsabilidad social, buscar racionalizaciones que desresponsabilicen al victimario… las intenciones del agresor “no son tan malas” lo convierte en victima de su víctima y, por lo tanto, la culpable es la mujer. Si ella es la culpable, el hecho de violencia desaparece como tal y se configura de esta manera el pasaje —que hace inexistente la violencia de género— desde “no fue para tanto” hasta “la violación no existió” (Velázquez, 2003: 326-327). El acoso sexual, por su parte, es una manifestación de violencia que es tejida por el poder, la sexualidad y la fuerza. Velázquez (2003) subdivide el acoso de acuerdo a la vía por la cual es manifestado: conductas verbales, visuales o físicas. Dentro de las conductas verbales, ya sea a través de la palabra o de la escritura, se encuentran todos aquellos comentarios sexuales intencionados, bromas sexuales referidas al cuerpo, chistes groseros, insinuaciones, amenazas sexuales, llamadas telefónicas mudas o con sonidos sugerentes y mensajes molestos u ofensivos. Respecto a las conductas físicas se consideran violentas aquellas como: una proximidad indeseada, las palmadas y los pellizcos inocentes y los roces casuales con el cuerpo. Mientras que en los comportamientos acosantes visuales, se incluyen las miradas fijas a ciertas partes del cuerpo y la exhibición de gestos sexuales u obscenos. Todas éstas son exteriorizaciones que por lo regular provienen de aquellos sujetos autonombrados hombres/machos y son utilizadas como artimañas para investirse de poder, des(in)vistiendo literal y metafóricamente a las mujeres, aunque sean ellas las que por la fuerza de la ideología de género, terminan cosiendo a su miedo el origen de la violencia de la que fueron sujetas. Abordemos ahora la situación del acoso sexual en el medio universitario, considerando una muy somera referencia a las instancias legales, normas y tratados que han propiciado su estudio. Violencia de género, acoso sexual y cultura universitaria La violencia sexual ha empezado a ser motivo de alarma social y reconocida como un problema de salud pública en nuestro país (Torres Falcón, 59 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH 2001/2005). Un problema que requiere una atención especializada, por lo cual desde diversas instancias del gobierno federal y los gobiernos estatales, principalmente a través de los institutos o secretarías de la mujer, se han lanzado propuestas de ley y normatividades tendientes a acortar las brechas de género, las inequidades entre los sexos, bajo la premisa de que la distribución inequitativa del poder entre los géneros es un detonante primordial de la violencia que los afecta. Por ejemplo, la Norma Oficial Mexicana que opera en el sector salud, NOM-046-SSA2-2005, dice: Si bien cualquier persona puede ser susceptible de sufrir agresiones por parte del otro, las estadísticas apuntan hacia niños, niñas y mujeres como sujetos que mayoritariamente viven situaciones de violencia familiar y sexual… La violencia contra la mujer, tanto la familiar como la ejercida por extraños, está basada en el valor inferior que la cultura otorga al género femenino en relación con el masculino y la consecuente subordinación de la mujer al hombre. Esto da pie a pensar que aunque la problemática y la vulnerabilidad de lo femenino estén reconocidas e institucionalizadas, siguen siendo un problema latente y velado por el orden patriarcal. Debido a los tratados y convenios internacionales —Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Convención de Belem Do Para”; Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; la Cuarta conferencia internacional de la mujer organizada en Beijing en 1995, etc.—, México (país en desarrollo), incorporó políticas nacionales de igualdad entre mujeres y hombres. Ejemplo de esto es la Ley general para la igualdad entre mujeres y hombres en 2006 y la Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia en 2007. Dichas leyes, según el Acuerdo Nacional para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, prevén las bases de coordinación en los tres ámbitos de gobierno para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y garantizar la igualdad entre mujeres y hombres, eliminando toda forma de discriminación en cualquiera de los ámbitos de la vida, que se genere por pertenecer a cualquier sexo. Son leyes que pretenden ubicar y que permiten incorporar a lo vulnerado (las 60 1. A coso sexual . U na aproximación teórica mujeres) en la representatividad del quehacer como ciudadana en los diferentes espacios institucionales. El panorama académico, por su parte, en el estudio de este fenómeno, requiere partir de premisas muy claras acerca de lo que significa la categoría “género”. Tal como señala Scott (1990: 23), el género “es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y es una forma primaria de relaciones significantes de poder”. El género opera a través de múltiples procesos de socialización diferenciados que se llevan a cabo desde muy temprana infancia, prescribiendo roles y funciones a hombres y mujeres basados en interpretaciones sobre la diferencia sexual, pero en un escenario androcéntrico. Este escenario está hecho de cuerpos socializados, es decir, de “habitus” (Bourdieu, 1998/2000), de prácticas mistificadoras y de rituales. La memoria colectiva es producida por hombres y mujeres, estereotipándose mutuamente. El continuum, una repetición indefinida de las prácticas impuestas en la infancia, donde los hombres gozan de privilegios y las mujeres que están detrás de ellos se someten, se refuerza en todos los espacios de la vida. Los espacios académicos no son la excepción. Hay en ellos un ejercicio constante de procesos diferenciados y también diferenciadores para garantizar el dominio masculino, así como de normalización de prácticas de abuso del poder (Corsi y Peyrú, 2003) que quedan manifiestas en el acoso sexual dentro de las instituciones de educación. ¿Cómo dar cuenta de un acto invasivo-violentointimidante-vergonzoso ejercido por el otro, cuando es un acto en primera instancia dirigido de parte de alguien que goza de “superioridad” legal o simbólica, llámesele maestro, director, administrativo o compañero de salón? Además, los actos y las expresiones van investidas de halagos hacia la mujer como: “te ves muy bonita enojada”, “calladita te ves más bonita”, “tú deberías estar en una escuela de belleza y no en una universidad”… haciéndoles creer que son un cumplido hacia su persona. Y en los casos en los que hay un reconocimiento claro, objetivo respecto a la manifestación de acoso sexual, sobresale la ganancia que tendrá la agredida. En el ambiente universitario las alumnas, al permitir comentarios o miradas obscenas por parte de los maestros, podrán pasar de año, se les disculparán algunas tareas; por parte de los alumnos serán consideradas como fuertes o se les permitirá entrar en el ambiente de los hombres. 61 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH El acoso sexual en los espacios universitarios implica que éstos también están colonizados por la ideología de género aunque de forma institucionalizada. El acoso sexual, siguiendo el pensamiento de Cristina Palomar (2005), es parte de la cultura institucional que está atravesada por los discursos dominantes masculinos de tal forma que logra responder a imaginarios sociales de lo que deben ser los hombres y las mujeres. En estos espacios las formas de poder que adopta el patriarcado son en su mayoría ejercidas a través de la violencia simbólica, aunque no podemos ignorar que también existen formas de violencia física y que esto no es un problema menor. Lo cierto es que estos ejercicios simbólicos de poder se ocultan de modo tal que hacen parecer la vida académica como inofensiva y como un espacio donde las oportunidades y condiciones de desarrollo son las mismas para hombres y mujeres. La realidad, desafortunadamente, es otra. En los apartados que siguen se exponen los resultados de una encuesta aplicada como parte del estudio realizado acerca de la situación de las mujeres y los hombres en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. En ella se abordó tanto información general que permitió hacer una caracterización de las y los estudiantes de la Universidad, como una serie de indicadores que sirvieron para levantar un diagnóstico de las relaciones entre mujeres y hombres y, dentro de él, de la existencia de acoso sexual. El procesamiento de la información se llevó a cabo en la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” y la Facultad de Psicología, UMSNH. 62 2. La situación de las y los estudiantes en la UMSNH Los datos de este apartado se obtuvieron mediante una encuesta que se aplicó de octubre a diciembre de 2011. La muestra3 se obtuvo a partir de las listas de la población de cada una de las dependencias de la Universidad (preparatorias, escuelas, facultades e institutos). Se seleccionaron 420 estudiantes de manera aleatoria para configurar una muestra proporcional por sexo: mitad hombres y mitad mujeres. Aunque cada porcentaje tiene su propio error asociado, el diseño de muestra garantiza que en las estimaciones al menos 95 de cada 100 veces el error no sobrepasa ±5.0%. La encuesta se realizó “cara a cara” mediante un cuestionario que fue aplicado por personas calificadas para esa labor. Características generales de la población estudiantil Edad La Gráfica 1 muestra los porcentajes de edad de las y los participantes por rangos constantes. Se observa que los porcentajes más altos en los rangos de menor edad corresponden a las mujeres, mientras que para los rangos siguientes (21 a 23 y 24 a 26) los mayores porcentajes corresponden a los hombres. Al final de la gráfica se puede ver que en el rango de edad de 33 a 37 años, 1.8% corresponde a los hombres y no hay mujeres en este rango. Se trata de estudiantes de especialidad o posgrado. 3 La integración de la muestra fue posible gracias a la asesoría del Mtro. Rodrigo Gómez Monge, de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” de la UMSNH. 63 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 1. Edad y sexo de las y los participantes 35% Mujeres 30% Hombres 25% 20% 15% 10% 5% 0% 14-17 años 18-20 años 21-23 años 24-26 años 27-30 años 33-37 años Con quien vive actualmente En la Gráfica 2 se incluyen solamente las opciones que resultaron más significativas por la variedad de las frecuencias en función de cada sexo, dejando fuera algunas otras como “madre”, por ser la opción donde recayó la mayoría de las respuestas de la población encuestada. En general se observa que hay más hombres que viven solos, mientras las mujeres siempre viven acompañadas, y algunas veces lo hacen por sus hijos: como puede verse en la Gráfica 2,4 mientras que 1.2% de las mujeres se encuentran en esta situación, el porcentaje para los hombres es de cero. Promedio del semestre anterior La media general de los promedios de las y los encuestados es de 8, siendo los hombres quienes obtienen los promedios más bajos: 6 y 7 y entre 7 y 8, 4 Contando los valores perdidos (no porcentaje válido), es decir, preguntas que no fueron respondidas por las y los participantes. 64 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH Gráfica 2. ¿Con quién vive? 15% Mujeres Hombres 12% 9% 6% 3% 0% Hijos Hermanos Abuelos Tíos Amigos Otro Gráfica 3. Promedio obtenido el semestre anterior, por sexo 30% Mujeres 25% Hombres 20% 15% 10% 5% 0% 6a7 7a8 8a9 9 a 10 65 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH mientras las mujeres sobresalen en el rango que va del 8 al 9. En el rango más alto que esta gráfica consigna, el de 9 a 10, nuevamente son los hombres quienes destacan. Tiene beca Considerando que la población estudiantil tiene acceso a becas otorgadas por el Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (PRONABES), por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), así como de otro tipo, la gráfica siguiente muestra que del porcentaje total de quienes tienen beca, el mayor número de las que otorga la UMSNH es para mujeres (24.4%, respecto de 19.5% que se otorga a los hombres); y de las becas de PRONABES, 12.2% corresponde a los hombres mientras que sólo 4.9% corresponde a las mujeres. En el caso de las becas otorgadas por CONACYT, 7.3% son para hombres y apenas 2.4% para las mujeres. Respecto de otro tipo de becas Gráfica 4. Tipo de beca 25% Mujeres Hombres 20% 15% 10% 5% 0% 66 UMSNH PRONABES CONACYT Otra 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH como las de la Comisión Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) o becas municipales, los porcentajes estan más equilibrados. El porcentaje total de todas las becas es de 12.05% respecto a la muestra total de las y los encuestados. En general se observa que dentro del total de quienes tienen beca, 53% son hombres y 44% son mujeres. Horas dedicadas a actividades no escolares Las gráficas que a continuación se presentan dan cuenta de las horas dedicadas por las encuestadas y los encuestados a la realización de actividades no escolares durante la semana anterior a la aplicación del instrumento. Entre dichas actividades se encuentran: trabajo, preparación de alimentos, compra de víveres y abarrotes, cuidado de niñas/os u otras personas, actividades de esparcimiento y limpieza de la casa. Los datos de estas gráficas representan las medias más altas en cada situación, y están organizados de acuerdo al sexo del/de la participante y el nivel de estudios. ¿Cuántas horas dedicó la semana pasada al trabajo? La Gráfica 5 señala las horas que las y los encuestados trabajaron durante la semana anterior a la aplicación de la encuesta. Como puede verse, en el nivel de preparatoria la media de las mujeres es mayor que la de los hombres: 18 horas en las mujeres vs. 14 de los hombres. En el nivel de licenciatura la media para las mujeres es de 25 horas y la de los hombres de 18. En el nivel de posgrado la media para los hombres es de 42 horas y para las mujeres de 33. En general, se observa que la media de horas empleadas para trabajar aumenta tanto en hombres como en mujeres conforme va aumentando el nivel de estudios, y que para el nivel de posgrado los hombres casi doblan la cifra correspondiente a la licenciatura, no siendo éste el caso de las mujeres, aunque en el caso de ellas el aumento del tiempo dedicado al trabajo entre la preparatoria y el posgrado es también significativo, al pasar de una media de 18 horas en preparatoria a 25 en licenciatura y 33 en posgrado. 67 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 5. Cuántas horas trabaja a la semana 50 Mujeres Hombres 40 30 20 10 0 Preparatoria Licenciatura Especialidad / posgrado ¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a la preparación de alimentos? La Gráfica 6 muestra los resultados respecto de esta cuestión. Se puede observar que la media de las horas empleadas en preparar alimentos aumenta conforme se avanza en el nivel de estudios: para el caso de preparatoria, la media en las mujeres es de 3:15 horas, y en los hombres de 3:35; para el nivel de licenciatura la media es de 4 horas para ambos y en el caso del posgrado la situación cambia radicalmente al registrarse una media de 6 horas para las mujeres y cero para los hombres. Se puede concluir que, en el caso de las mujeres, el tiempo que dedican cada semana a la preparación de alimentos aumenta consistentemente conforme aumenta el nivel de estudios, mientras que en el caso de los hombres aumenta ligeramente entre la preparatoria y la licenciatura para desplomarse hasta cero en el posgrado. Esto contrasta con lo que muestra la Gráfica 5, según la cual los hombres dedican, en promedio, más horas semanales al empleo que las mujeres. 68 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH Gráfica 6. Cuántas horas dedicó la semana pasada a preparar alimentos 6 Mujeres 5 Hombres 4 3 2 1 0 Preparatoria Licenciatura Especialidad / posgrado ¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a la compra de víveres y abarrotes? Los resultados se presentan en la Gráfica 7. Como puede verse, la media más baja se encuentra en el nivel licenciatura, con 1:40 horas para los hombres y 3:15 para las mujeres. En el nivel preparatoria la media más alta es para las mujeres (1:55 horas), mientras que la de los hombres fue de 20 minutos. Finalmente para el nivel de posgrado la media para los hombres fue de 1:25 horas y para las mujeres de 2 horas. En resumen, las mujeres de dos de los tres niveles educativos considerados dedican mucho más tiempo que los hombres a la compra de víveres y abarrotes. ¿Cuántas horas dedicó la semana pasada al cuidado de niños/as y otras personas? Los resultados de la Gráfica 8 varían respecto de lo observado en las dos anteriores, pues en el nivel de preparatoria los hombres dedican más 69 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 7. Cuántas horas dedicó la semana pasada a la compra de víveres y abarrotes 2.0 Preparatoria Especialidad / posgrado Licenciatura Mujeres Hombres 1.5 1.0 0.5 0.0 Gráfica 8. Cuántas horas dedicó la semana pasada al cuidado de niños/as u otras personas 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 70 Especialidad / posgrado Mujeres Preparatoria Hombres Licenciatura 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH tiempo al cuidado de niños/as u otras personas que las mujeres (3:25 horas los hombres; 1.15 las mujeres); a nivel licenciatura, sin embargo, sucede que son las mujeres quienes dedican más horas a esta actividad (2:10 horas para ellas por 1:30 para los hombres). Y en el posgrado los resultados vuelven a invertirse, obteniéndose una media de 3:45 horas para los hombres y cero para las mujeres. De acuerdo con estas cifras, los hombres de preparatoria y posgrado dedican en promedio más tiempo al cuidado de niños/as u otras personas, mientras que las mujeres de licenciatura obtienen la media más alta. ¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a actividades que le gustan o divierten? En la Gráfica 9 se muestra cómo las horas que los estudiantes dedican a actividades de esparcimiento disminuyen paulatinamente tanto en los hombres como en las mujeres conforme aumenta el nivel de estudios, registrándose sin embargo importantes diferencias entre un sexo y otro: en el nivel de preparatoria quienes dedican más horas a actividades de esparcimiento son la mujeres, con una media de 10:45 horas semanales, mientras que los hombres dedican 7:20; en el caso de licenciatura son los hombres quienes dedican más tiempo a este tipo de actividades (7 horas semanales, vs. 5:30 de las mujeres), al igual que en posgrado, donde las cifras son 5:20 para los hombres y cero para las mujeres. ¿Cuántas horas dedicó la semana pasada a labores de limpieza de la casa? La Gráfica 10 muestra las diferencias relativas al tiempo que uno y otro sexo dedican a labores de limpieza en sus casas. Como puede verse, en los tres niveles educativos son las mujeres las que más tiempo dedican a esta actividad. Tanto para los hombres como para las mujeres, la media de tiempo que dedican a la limpieza del hogar baja conforme aumenta el nivel educativo: en el nivel preparatoria, mientras que las mujeres dedican a ello una media de 4:35 horas a la semana y los hombres dedican 3:45 a esa misma actividad, en licenciatura las mujeres dedican casi el mismo tiempo (4:30 horas) pero la cifra para los hombres baja a 2:40, y en posgrado la media para los hombres 71 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 9. Cuántas horas dedicó la semana pasada a actividades que le gustan o divierten 12 Mujeres Preparatoria 10 Hombres 8 Licenciatura Especialidad / posgrado 6 4 2 0 Gráfica 10. Cuántas horas dedicó la semana pasada a labores de limpieza de la casa 5 Preparatoria Mujeres Licenciatura Hombres 4 Especialidad / posgrado 3 2 1 0 72 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH baja mucho otra vez (1:30 horas) mientras que para las mujeres se coloca en 3:00 horas. En los últimos dos semestres ha tenido que cuidar o responsabilizarse de alguien En la Gráfica 11, que concentra cuatro variables: adulto mayor, niños, hijos u otras personas, se puede observar que quienes han tenido que cuidar de otros, 7.6% corresponde a mujeres, mientras que 5.3% corresponde a los hombres, lo cual indica una mayor participación de mujeres en esta actividad. Finalmente, se observa que 93% de la muestra no tuvo la responsabilidad de cuidar a otras personas. Ha participado en alguna instancia de decisión estudiantil Las instancias de decisión estudiantil con las que cuenta la Universidad son Consejo Técnico, Consejo Académico, Consejo Universitario y Consejo Estudiantil. La Gráfica 12 muestra los niveles de participación de hombres y mujeGráfica 11. En los últimos dos semestres se ha responsabilizado del cuidado de alguien 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% 0% Sí No 73 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 12. En los últimos dos semestres participó en alguna instancia de decisión estudiantil 100% Mujeres Hombres 80% 60% 40% 20% 0% Sí No res dentro de alguna instancia de participación estudiantil. Los porcentajes se presentan en relación a los resultados obtenidos por sexo y no en relación a la muestra total. Así, tenemos que sólo 10.4% de los hombres y 8.2% de las mujeres ha participado en alguna instancia de decisión dentro de la Universidad. Caracterización del trato entre hombres y mujeres Considera que existe trato desigual entre hombres y mujeres Esta pregunta se realizó en dos momentos diferentes de la encuesta: uno casi al inicio y otro al final de la misma. Las Gráficas 13 y 14 nos muestran los resultados obtenidos de la población en general en cada momento, y en las Gráficas 15 y 16 observamos las diferencias por sexo. Como puede verse, al inicio de la encuesta 36.3% de las y los encuestados indicaron que sí existía trato desigual hacia los hombres y hacia las mujeres en la UMSNH, mientras que al final de la encuesta ese porcentaje aumentó 2 puntos, para colocarse en 38.8%. 74 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH Gráficas 13 y 14. Considera que existe trato desigual entre hombres y mujeres en esta institución 80% No 70% Sí 80% 60% 60% 50% 50% 40% 40% 30% 30% 20% 20% 10% 10% 0% Primer momento No 70% 0% Sí Segundo momento Las Gráficas 15 y 16 muestran que en ambos momentos, las mujeres, más que los hombres, opinan que sí hay trato desigual en la Universidad, aunque cabe subrayar que las diferencias de opinión entre unos y otras son mínimas. Nótese también que el cambio de opinión entre el primero y el segundo momento es más marcado en los hombres, pues la respuesta afirmativa pasa de 17.2 a 19.1% entre uno y otro momento, mientras que en las mujeres esta variación es de apenas 0.5%. Exclusión de alguna actividad Se les preguntó a las y los encuestados si ellos/ellas percibían que habían sido excluidos de alguna actividad dentro de la universidad por ser hombre o por ser mujer. Los resultados se pueden observar en la Gráfica 17. Como se aprecia, 3.85% del total de la muestra respondió que sí había sido excluido/a, 2.1% corresponde a los hombres y 1.8% a las mujeres. Si bien la diferencia por sexo no es significativa, y el porcentaje total es bajo, sí es un dato que debe tenerse en cuenta porque se refiere a un hecho que debería estar desterrado de las universidades: la exclusión por el hecho de ser hombre o mujer. 75 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráficas 15 y 16. Considera que existe trato desigual en la Universidad Mujeres 35% 35% 30% 30% 25% 25% 20% 20% 15% 15% 10% 10% 5% 5% 0% Sí Primer momento No Hombres Mujeres Hombres 0% Sí No Segundo momento Gráfica 17. En el último año le han excluido de alguna actividad por el hecho de ser mujer/hombre 100% 80% 60% 40% 20% 0% 76 No Sí 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH Frecuencia de comentarios o bromas ofensivas Con el propósito de identificar hasta qué punto en la UMSNH se vive un ambiente no sexista se incluyó una serie de preguntas en el cuestionario relativas a la frecuencia con que las y los estudiantes han escuchado comentarios o bromas ofensivas hacia los hombres o hacia las mujeres. Los resultados se presentan en el orden en el que aparecieron en la encuesta: primero los referidos a las profesoras en contra de las mujeres, los hombres y las y los homosexuales; y después esto mismo pero por parte de los profesores. Para cada situación se presenta una gráfica general que incluye las opiniones de las y los participantes, aunque no está desagregada por sexo. Como muestra la Gráfica 18, 69% de las y los participantes menciona que nunca se dan comentarios ofensivos de las profesoras hacia las mujeres, 19.3% refiere que rara vez, 9.2% dice que algunas veces y porcentajes iguales (1.19%) mencionan que sucede frecuente y muy frecuentemente. Como se indica en la Gráfica 19, 55.9% de las y los entrevistados menciona que las profesoras nunca hacen comentarios o bromas ofensivas en Gráfica 18. Las profesoras hacen bromas y comentarios que ofenden a las mujeres 80% Muy frecuentemente 70% 60% 50% Frecuentemente Algunas veces 40% Rara vez 30% Nunca 20% 10% 0% 77 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 19. Las profesoras hacen bromas y comentarios que ofenden a los hombres 60% Muy frecuentemente 50% Frecuentemente 40% Algunas veces 30% 20% Rara vez Nunca 10% 0% Gráfica 20. Las profesoras hacen bromas y comentarios que ofenden a las y los homosexuales 80% 70% Muy frecuentemente Frecuentemente 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 78 Algunas veces Rara vez Nunca 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH contra de los hombres, 23.5% refiere que rara vez, 15.7% dice que algunas veces, 3.2% comenta que pasa frecuentemente y 1.4% menciona que sucede muy frecuentemente. La Gráfica 20 muestra que 64.5% de las y los encuestados menciona que las profesoras nunca hacen comentarios ofensivos contra las y los homosexuales; 17.56% refiere que rara vez, 11.3% dice que algunas veces, 3.57% comenta que pasa frecuentemente y 2.98% menciona que muy frecuentemente. Se puede observar que la frecuencia de comentarios por parte de las profesoras en la opción “nunca”, es mayor cuando se trata de comentarios o bromas contra las mujeres; disminuye alrededor de 4 puntos porcentuales cuando se trata de comentarios contra homosexuales, y otros 4 puntos más cuando se trata de comentarios contra los hombres (69.05, 64.58 y 55.95, respectivamente). En contraste, el porcentaje más alto correspondiente a los rubros “frecuentemente” y “muy frecuentemente” corresponde a comentarios contra homosexuales (6.55), seguido de los comentarios contra los hombres (4.76) y contra las mujeres (3.27). Estos datos denotan un mayor respeto de las profesoras por las mujeres en primer lugar y por los hombres en segundo, mientras que por las y los homosexuales expresan menos respeto, desde la apreciación de los y las estudiantes entrevistados. La Gráfica 21 expresa la frecuencia con la que los profesores de los distintos niveles de la UMSNH hacen comentarios o bromas que ofenden a las mujeres. Como puede verse, mientras que 42.2% de los entrevistados/ as dijo que esto nunca sucede, 27.22% refiere que rara vez, 19.2% dice que algunas veces, 4.4% que pasa frecuentemente y 3.5% menciona que muy frecuentemente sucede. En la Gráfica 22 se observa que mientras 47.6%, de las y los encuestados afirma que los profesores nunca hacen comentarios ofensivos contra los hombres, 25.4% refiere que rara vez, 18% dice que algunas veces, 6.5% comenta que pasa frecuentemente y 2.37% menciona que muy frecuentemente sucede. Ahora bien, en el caso de los comentarios y bromas ofensivas en contra de homosexuales, como puede verse en la Gráfica 23, 47.3%, del total de la muestra menciona que esto nunca sucede, 24.5% dice que rara vez, 15.6% dice que algunas veces, 7.1% comenta que pasa frecuentemente y 5.3% menciona que muy frecuentemente. 79 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 21. Los profesores hacen bromas y comentarios que ofenden a las mujeres 50% 40% Muy frecuentemente Frecuentemente Algunas veces 30% Rara vez 20% Nunca 10% 0% Gráfica 22. Los profesores hacen bromas y comentarios que ofenden a los hombres 50% 40% Muy frecuentemente Frecuentemente Algunas veces 30% Rara vez 20% 10% 0% 80 Nunca 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH Gráfica 23. Los profesores hacen bromas y comentarios que ofenden a los y las homosexuales 50% 40% Muy frecuentemente Frecuentemente Algunas veces 30% Rara vez 20% Nunca 10% 0% Al comparar los resultados de estas seis últimas gráficas observamos lo siguiente: ■■ En general los porcentajes correspondientes a “nunca” son menores en los profesores que en las profesoras, lo que sugiere que el mayor número de comentarios ofensivos hacia las mujeres, hacia los hombres o hacia las/los homosexuales provendrían de los profesores. ■■ Se observa que tanto en el caso de profesores como de profesoras, los mayores porcentajes en los rubros “frecuentemente” y “muy frecuentemente” se ubican en los comentarios ofensivos dirigidos hacia los y las homosexuales, seguidos de los comentarios ofensivos hacia el sexo contrario en ambos casos. Acciones que las y los entrevistados consideran que la UMSNH debe llevar a cabo para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres De la muestra total de encuestadas y encuestados, 81% contestó que considera necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de 81 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH oportunidades entre hombres y mujeres; 16.7% no lo considera necesario y 1.4% no sabe. Estos porcentajes expresan con claridad que las y los estudiantes de la UMSNH perciben la necesidad de que la Universidad lleve a cabo acciones en este sentido (Gráfica 24). La Gráfica 25 muestra los datos desagregados por sexo. Como puede verse, el porcentaje de mujeres que percibe la necesidad de que en la Universidad se realicen acciones para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es significativamente mayor que el de hombres (42.6% de las mujeres y 39.1% de los hombres lo consideran necesario). Respecto de quienes no lo consideran necesario, los datos refieren un 10% de los hombres y un 6.8% de mujeres, frente a un 1.5% que no sabe. La Gráfica 26 desagrega, dentro del porcentaje de quienes consideran necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, las acciones que los/as participantes consideran más adecuadas. Éstas se ordenaron dependiendo de cómo fueron apareciendo en la encuesta. Al respecto, las tres primeras acciones que consideran más adecuadas son: crear instancias para tratar las denuncias de discriminación y violencia (mencionada en 36% de los casos), cursos de capacitación en derechos humanos y violencia de género para la comunidad universitaria (17.7%) y crear centros de desarrollo infantil (guarderías) de calidad para estudiantes que tienen hijos/as (15.6%). La acción menos mencionada fue eliminar el requisito de edad para becas de posgrado en el caso de las madres (8%). La Gráfica 27 muestra los mismos datos que la anterior pero desagregados por sexo y considerando el porcentaje total de las y los encuestados que respondieron afirmativamente a la pregunta de cuáles serían las acciones que debería implementar la Universidad para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Se puede observar que para la creación de instancias para tratar las denuncias, que fue la opción más mencionada, 19% corresponde a mujeres y 17% a hombres. También se observan diferencias según el sexo en el caso de “crear centros de desarrollo infantil”, donde 10.1% corresponde a mujeres y 5.6% a hombres; y “dar preferencia a mujeres en las carreras o posgrado”, donde 8% del porcentaje corresponde a mujeres y 2.8% a hombres. Es importante señalar que en el caso de la acción de “eliminar el requisito de edad para becas de 82 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH Gráfica 24. Considera necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la UMSNH 100% No sabe No 80% Sí 60% 40% 20% 0% Gráfica 25. Considera necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la UMSNH (por sexo) 50% Mujeres Sí Hombres 40% 30% 20% No 10% No sabe 0% 83 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 26. Cuál/cuáles de las siguientes acciones considera más adecuada/s para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la UMSNH 40% 35% 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0% Crear instancias para tratar las denuncias de discriminación y violencia Crear centros de desarrollo infantil (guarderías) de calidad para estudiantes que tienen hijos/as Dar preferencia en el ingreso a las mujeres que tienen igualdad de méritos que los hombres, en las carreras o posgrados donde están menos respetadas. Cursos de capacitación en derechos humanos y violencia de género para la comunidad universitaria Cursos de sensibilización sobre sexismo y hostigamiento sexual para docentes Eliminar el requisito de edad para las becas de posgrado en el caso de las madres Considerar los efectos del embarazo y el nacimiento de los hijos en la vida académica de las estudiantes, en los requisitos para mantener una beca Otra (que haya intendentes mujeres; sensibilizar a la sociedad en general, no sólo a la comunidad universitaria; mayores oportunidades para las mujeres en actividades deportivas; propiciar la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en empresas) 84 2. L a situación de las y los estudiantes en la UMSNH Gráfica 27. Cuál/cuáles de las siguientes acciones considera más adecuada/s para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la UMSNH (por sexo) 20% 15% 10% 5% 0% Hombres Mujeres Crear instancias para tratar las denuncias de discriminación y violencia Crear centros de desarrollo infantil (guarderías) de calidad para estudiantes que tienen hijos/as Dar preferencia en el ingreso a las mujeres que tienen igualdad de méritos que los hombres, en las carreras o posgrados donde están menos respetadas. Cursos de capacitación en derechos humanos y violencia de género para la comunidad universitaria Cursos de sensibilización sobre sexismo y hostigamiento sexual para docentes Eliminar el requisito de edad para las becas de posgrado en el caso de las madres Considerar los efectos del embarazo y el nacimiento de los hijos en la vida académica de las estudiantes, en los requisitos para mantener una beca Otra (que haya intendentes mujeres; sensibilizar a la sociedad en general, no sólo a la comunidad universitaria; mayores oportunidades para las mujeres en actividades deportivas; propiciar la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en empresas) 85 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH posgrado en el caso de las madres” y “considerar el efecto del embarazo y el nacimiento de los hijos en la vida académica de las estudiantes en los requisitos para obtener una beca”, las mujeres representan el menor porcentaje, es decir, 1.4% y 2.5%, en contraste con los hombres, quienes representan porcentajes de 2.1% y 3.8%, respectivamente. 86 3. Resultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual A continuación se muestran los resultados obtenidos en la parte IV de la encuesta sobre acoso sexual, titulada “ambiente escolar”. Se analiza cada una de las situaciones, primero de manera global desagregando por sexos, después mostrando el/la responsable en cada una de las situaciones (maestro/a, estudiante, administrativo u otro), y finalmente se describe el tipo de acciones (platicar con un amigo/a, pedir asesoría a profesores/as, una queja, nada, y otras acciones) que llevó a cabo el o la encuestada que vivió esa situación de acoso. ¿En los dos últimos semestres ha vivido alguna de las siguientes situaciones? Presencia de carteles, calendarios, pantallas de computadora u otras imágenes de naturaleza sexual que le incomoden La Gráfica 28 da cuenta de este indicador. Como puede verse, del porcentaje total de la muestra, 8% ha vivido esta situación; y dentro del porcentaje que ha vivido esta situación, 1.5% de los hombres dijo que sí y 48.5% que no. Los porcentajes para las mujeres representan 6.5% para el sí, y 43.5% para el no. 87 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 28. Presencia de carteles, calendarios, pantallas de computadora u otras imágenes de naturaleza sexual que le incomodan 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% 0% Sí No Frecuentes piropos no deseados acerca de su apariencia Como se aprecia en la Gráfica 29, 26.5% del total de encuestados/as respondieron afirmativamente a esta situación. Aunque más de la mitad de los hombres y las mujeres afirman no haber vivido esta situación (43.4% y 30.1%, respectivamente) existe un porcentaje significativo de mujeres (20.1%) que afirman haber sido destinatarias de piropos no deseados acerca de su apariencia, en contraste con 6.5% de los hombres. La Gráfica 30 describe las respuestas de las y los encuestados en relación a la pregunta: “¿quién fue?”. Al respecto, la mayor parte de las respuestas de quienes afirman sí haber sido destinatarias de piropos no deseados acerca de su apariencia señalan a los estudiantes hombres como los responsables de emitir los piropos (62%). El siguiente porcentaje corresponde a las mujeres estudiantes, con 12.2%, mientras que 8.9% señala tanto a los hombres como a las mujeres. Cabe hacer notar que 7.8% de las respuestas afirmativas a este indicador señalan a los maestros 88 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual Gráfica 29. Frecuentes piropos no deseados acerca de su apariencia 50% Mujeres 40% Hombres 30% 20% 10% 0% Sí No Gráfica 30. Frecuentes piropos no deseados acerca de su apariencia. ¿Quién fue? 80% Trabajadores/as 70% Maestros/as 60% Estudiante 50% 40% 30% 20% 10% 0% Hombres Mujeres Ambos sexos 89 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH como emisores de piropos no deseados y 4.4% señalan a trabajadores de la Universidad. Respecto de la pregunta “¿qué acciones tomó?”, 73% de los y las encuestadas respondió que no hizo nada, 13% realizaron otras acciones, 12% lo platicó con un amigo o familiar, mientras que 1.1% pidió asesoría con un profesor o profesora. La situación descrita como indeseada fue propiciada en primer lugar por estudiantes hombres (37.5%) y en segundo lugar por estudiantes mujeres (31.3%). Miradas morbosas o gestos que le molesten Del total de la muestra, 26.3% de las y los encuestados responden haber sido destinatarios de esta situación, es decir, más de una cuarta parte. Como lo expresa la Gráfica 31, 20.4% de las mujeres afirma haber vivido esta situación, mientras que 5.9% de los hombres también lo refiere; esto denota una diferencia muy significativa entre las respuestas de los hombres y de las mujeres. Gráfica 31. Miradas morbosas o gestos que le molesten 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% 0% 90 Sí No 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual Gráfica 32. Miradas morbosas o gestos que le molesten. ¿Quién fue? 80% Trabajadores/as 70% Maestros/as 60% Estudiante 50% 40% 30% 20% 10% 0% Hombres Mujeres Ambos sexos De acuerdo a la Gráfica 32, que muestra las respuestas acerca de quién fue el emisor de las miradas morbosas referidas en la Gráfica 31, se observa que existe un porcentaje significativo de incidencia por parte de los estudiantes varones (65%), seguido de los maestros (12.6%). Sin embargo, también existe un porcentaje significativo (11.5%) que respondió que tales miradas provienen indistintamente de estudiantes hombres y mujeres. Respecto de la pregunta a “¿qué acciones tomó?”, dentro del porcentaje total de las y los encuestados que respondieron afirmativamente, casi tres cuartas partes de las y los encuestados (74.39 %) no hizo nada, 9.75% lo platicó a un amigo o familiar y 15.85% realizó otras acciones. Bromas, comentarios o preguntas incómodas sobre su vida sexual o amorosa La Gráfica 33 muestra que, del total de encuestados/as, 22.7% respondió que sí ha sido receptor de bromas o comentarios incómodos sobre 91 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 33. Bromas, comentarios o preguntas incómodas sobre su vida sexual o amorosa 40% Mujeres 35% Hombres 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0% Sí No su vida sexual o amorosa, esto es, un poco más de la quinta parte de la muestra. En el análisis desagregado por sexo se encuentran resultados muy similares para hombres y para mujeres: mientras que 38.9% de los entrevistados y 38.3% de las entrevistadas declararon no haber vivido esta situación, 10.9% de los hombres y 11.8% de las mujeres declararon sí haberla vivido. De acuerdo con los resultados de la Gráfica 34, la mayoría de las y los que respondieron sí haber sido víctimas de comentarios o bromas sobre su vida sexual o amorosa señalaron que los emisores de tales comentarios fueron estudiantes hombres (62.2%); muy por debajo de esa cifra se encuentran las estudiantes mujeres (12.2%) y 8.9% de la población señala que han sido estudiantes, hombres y mujeres. En este indicador cabe destacar que un porcentaje bajo, pero significativo, señala como emisor de este tipo de bromas y comentarios a los maestros hombres (7.8%). A la pregunta acerca de qué hicieron ante esta situación, 55.8% respondió que nada, 11.6% lo platicó con un amigo, 1.2 % pidió asesoría a un 92 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual Gráfica 34. Bromas, comentarios o preguntas incómodas sobre su vida sexual o amorosa. ¿Quién fue? 80% Trabajadores/as 70% Maestros/as 60% Estudiante 50% 40% 30% 20% 10% 0% Hombres Mujeres Ambos sexos profesor/a y un porcentaje igual presentó una queja a las autoridades de la escuela; 29.8% realizó otras acciones. Presión para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela Dentro de la muestra total, 9.4% de las y los encuestados expresaron que sí han sido presionados/as para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela. La Gráfica 35 muestra estos resultados desagregados por sexo. Como puede verse, 5.9% de las mujeres y 3.5 de los hombres afirmaron haber sido presionados para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela, de manera que los porcentajes que afirmaron no haber sido presionados en este sentido son muy altos (46.3% de los hombres y 44.2% de las mujeres). No obstante lo anterior, el hecho de que sí se den estas prácticas es un asunto a tomar en cuenta: nótese que sumando las respuestas afirmativas de hombres y mujeres obtenemos que casi 10% de la población encuestada admitió haberse sentido presionado/a en ese sentido alguna vez. 93 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 35. Presión para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela 50% No Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% Sí 0% Gráfica 36. Presión para aceptar invitaciones no deseadas. ¿De quién? 50% Otros Hombres Maestros/as 40% Estudiante 30% 20% 10% 0% 94 Ambos sexos Mujeres 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual La Gráfica 36 muestra los resultados obtenidos en relación a la pregunta “¿quién fue?”. Como puede verse, 41.4% señalaron a los estudiantes; 17.2% a los maestros hombres, y 13.8% refiere que la situación ha sido propiciada indistintamente por estudiantes hombres o mujeres. Aún cuando el porcentaje de incidencia de esta situación es bajo, no debe dejar de ponerse atención en estas cifras, especialmente en lo que respecta a los porcentajes de estudiantes hombres y de maestros de este sexo, ya que es un indicador de la cultura de las relaciones de género en la UMSNH. Finalmente, cuando se formuló la pregunta “¿qué hiciste?”, 35.7% respondió que no hizo nada, 9.5% lo platicó con un amigo o familiar, 2.3% presentó una queja y 26.1% realizó otras acciones. Llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de naturaleza sexual no deseados Como muestra la Gráfica 37, tomando como referencia la muestra total, se obtuvo que 7.1% de los y las encuestadas han recibido alguna vez llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes de naturaleza sexual no deseados, siendo el porcentaje que corresponde a las mujeres ligeramente más alto (5 décimas) que el de los hombres. Los porcentajes de hombres y mujeres que no han sido víctimas de este tipo de agresión son idénticos (46.4%), que sumados dan 92.8%. En referencia a “¿quién fue?” el/la emisor/a de dichas llamadas o mensajes, la Gráfica 38 muestra que 36% de quienes afirmaron haber sido víctimas de este tipo de agresión señalaron a los estudiantes hombres como responsables, mientras que un porcentaje significativo (20%) señaló que eran estudiantes hombres y mujeres indistintamente. Nuevamente cabe hacer notar que 8.0% señaló a los maestros como responsables de emitir estas llamadas y de enviar este tipo de mensajes. Por otro lado, 50% de las y los encuestados que respondieron afirmativamente a la pregunta, mencionan que no hicieron nada ante esta situación, 18.1% lo platicó con un familiar o un amigo y 31.8% realizaron otras acciones. 95 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 37. Llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de naturaleza sexual no deseados 50% No Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% Sí 0% Gráfica 38. Llamadas telefónicas, correos o mensajes de naturaleza sexual no deseados. ¿De quién? 40% Otros Hombres 35% Maestros/as 30% Estudiante 25% Ambos sexos 20% 15% 10% 5% 0% 96 Mujeres 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual Amenazas si no acepta las invitaciones o propuestas sexuales Como puede verse en la Gráfica 39, considerando el total de la población encuestada, 0.9% respondió que sí ha sido víctima de amenazas por no aceptar invitaciones o propuestas sexuales. Esta situación, cuantitativamente poco significativa, cualitativamente sí lo es porque implica la persistencia de prácticas de acoso graves al interior de la Universidad. La Gráfica 40 muestra a los responsables de las amenazas referidas en la Gráfica 39. Como puede verse, 66.7% de los responsables son maestros y la otra tercera parte estudiantes. Como se dijo arriba, son resultados que se deben tener muy en cuenta si lo que se busca en la Universidad es propiciar relaciones de género más equitativas. Con relación a esta misma pregunta, dos terceras partes de quienes contestaron haber sido víctimas de amenazas de este tipo afirmaron que lo platicaron con un amigo y una tercera parte no hizo nada al respecto. Gráfica 39. Amenazas si no acepta las invtaciones o propuestas sexuales 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% 0% Sí No 97 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 40. Amenazas si no acepta invitaciones a propuestas sexuales. ¿De quién? 80% Maestros/as 70% Estudiante 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Hombres Mujeres Ambos sexos Cambio de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual La Gráfica 41 muestra que dentro del total de la muestra, 1.2% de las y los encuestados reportó haber tenido que solicitar cambio de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual. Todas ellas son mujeres. Nuevamente es importante subrayar que no por ser cifras cuantitativamente bajas dejan de ser significativas, ya que revelan la persistencia de prácticas de acoso sexual que tienen graves consecuencias en quienes las viven. Nótese que la pregunta está referida no solamente a si han sido víctimas de acoso, sino al hecho de que las estudiantes se vieron forzadas a tomar medidas para salir de esa situación. En este caso se trata de estudiantes que tuvieron que cambiar de grupo o dar de baja una materia, lo cual tiene consecuencias, por lo menos, en dos aspectos: en la continuidad de los estudios, y en la pérdida del grupo de pertenencia, con las consecuencias negativas en la salud física y emocional de las estudiantes agredidas. 98 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual Gráfica 41. Cambio de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual No 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% Sí 0% Gráfica 42. Roces, contacto físico no deseado 50% No Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% Sí 0% 99 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Todas las estudiantes que afirmaron haber sido víctimas de acoso sexual señalan que los responsables fueron maestros hombres. Roces, contacto físico no deseado Con relación a los resultados obtenidos de esta pregunta, la Gráfica 42 muestra que 4.8% de las y los encuestados (2.7% hombres y 2.1% mujeres) reportó haber vivido roces o algún tipo de contacto físico no deseado en la Universidad. La Gráfica 43, por su parte, muestra que 37.5% de los responsables del contacto no deseado fueron estudiantes hombres y 31.3% fueron estudiantes mujeres. Otros datos significativos son que 6.3% de los y las estudiantes víctimas de este tipo de conducta señalan a los maestros como responsables y 12.5 a “otros”. En relación a la pregunta “¿qué acciones tomó?” se obtuvo que 50% realizó acciones como contestar, enfrentarlos; 31.2% no hicieron nada y 18.7% lo platicaron con un amigo o familiar. Gráfica 43. Roces o contacto físico no deseado. ¿Quién fue? 40% 35% Hombres Otros Mujeres Maestros/as 30% Estudiante 25% 20% 15% 10% 5% 0% 100 Ambos sexos 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual Gráfica 44. Presión verbal para tener relaciones sexuales 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% 0% Sí No Presión verbal para tener relaciones sexuales Con relación a este indicador, como muestra la Gráfica 44, 1.5% de las y los estudiantes encuestados reportó haber recibido presión verbal para tener relaciones sexuales, 0.3% son hombres y 1.2% son mujeres. La Gráfica 45, por su parte, muestra que 60% de los responsables de ejercer presión verbal para tener relaciones sexuales fueron estudiantes hombres y 20% otros hombres, mientras que otro 20% fueron estudiantes hombres y mujeres, indistintamente. Entre quienes respondieron afirmativamente, las respuestas en relación a “¿qué acciones tomó?”, 80% no hizo nada al respecto y 20% lo platicó con un amigo o familiar. 101 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Gráfica 45. Presión verbal para tener relaciones sexuales. ¿Quién fue? 60% Otros 50% Estudiantes 40% 30% 20% Hombres Ambos sexos 10% Mujeres 0% Gráfica 46. Amenazas y castigos para realizar actos sexuales no deseados 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% 0% 102 Sí No 3. R esultados de la encuesta sobre situaciones de acoso sexual Amenazas y castigos para realizar actos sexuales no deseados Dentro del total de las y los encuestados, como muestra la Gráfica 46, 0.3% respondió que sí ha sido amenazado para realizar actos sexuales no deseados (corresponde a un estudiante); como puede verse en la Gráfica 47, la responsable de dichas amenazas es una mujer. Con relación a qué acciones tomó el agredido, éste no tomó ninguna acción al respecto. Gráfica 47. Uso de la fuerza física para tener relaciones sexuales 50% Mujeres Hombres 40% 30% 20% 10% 0% Sí No Uso de la fuerza física para tener relaciones sexuales Como puede verse en la Gráfica 47, 0.3% de las y los encuestados refieren haber sido víctimas del uso de la fuerza para tener relaciones sexuales en la Universidad. Se trata de una mujer, y el agresor fue del sexo masculino. La mujer agredida no tomó ninguna acción frente a la agresión de la que fue víctima. 103 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH Con relación a los últimos dos indicadores, cabe notar la importancia de los datos dada la gravedad de las agresiones que refieren. Puede concluirse de manera general que la mayoría de las situaciones de acoso sexual son reportadas por estudiantes mujeres, así como que estas situaciones de acoso provienen, en su mayoría, de estudiantes, y en algunos casos de profesores, pero ambos de sexo masculino. También se puede mencionar que la mayoría de las situaciones no son denunciadas o no encaminan a realizar alguna acción concreta por parte de las y los agredidos. 104 4. Análisis de los resultados sobre acoso sexual Todas las instituciones y organizaciones sociales presentan cierto grado de acoso sexual, no siendo la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo una excepción. En nuestra muestra, el grado de acoso sexual, entendiendo por ello un tipo de asedio donde se entrecruzan el poder, la sexualidad y la violencia, como lo plantea Susana Velázquez (2003), se marca de manera distinta a lo largo de sus diferentes vías de expresión y manifestación. En función de estas vías, se pueden establecer dos grandes grupos: uno, donde las conductas de asedio están enmarcadas en dispositivos colectivos, que las tornan más impersonales, invisibles y naturales; y otro, donde el asedio es directo, más privado y personal. Del primer grupo tenemos el acoso sexual vía el lenguaje, sea verbal o escrito, que aparece en formas específicas como piropos indeseados acerca de la apariencia, los cuales son dirigidos hacia las mujeres por parte de los hombres. Esta es la vía más recurrente de acoso sexual en la UMSNH. Pensados en términos de un ejercicio constante de procesos diferenciados y diferenciadores de género para garantizar el dominio masculino, los actos verbales de acoso sexual en forma de piropos indeseados consisten, además, en una práctica altamente normalizada y normalizante de abuso del poder de los hombres sobre las mujeres (Corsi y Peyrú, 2003). Esto implica que los piropos indeseados sean aceptados por las mujeres como 105 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH algo natural, legítimo y pertinente en la vida universitaria, mostrándose así la operación de unos de los mecanismos que según estos mismos autores facilitan el desconocimiento de la violencia social: la operación de naturalización. Precisamente por la naturalización de esta práctica acosante, se explica el hecho de que las mujeres en la UMNSH no toman acciones al respecto, pues es una ínfima minoría quien habiendo estado expuesta a la situación, pide asesoría a un o una profesional, o lo comenta con alguien a quien le tiene confianza. Otra de las vías de expresión del acoso sexual con alto grado de prevalencia en la UMSNH es la visual, que incluye las miradas morbosas (fijas) a ciertas partes del cuerpo y la exhibición de gestos sexuales u obscenos que resultan molestos, principalmente para las mujeres. Al igual que los piropos indeseados acerca de la apariencia, las miradas morbosas que penetran la intimidad de las mujeres en el espacio público que supone la universidad, si bien resultan incómodas, las mujeres, no obstante, no logran acomodar dicha incomodidad en su pensamiento debido a la condición naturalizada en la que se sostienen. Además, cuando estas miradas las dirigen profesores, como es el caso representado en nuestra muestra, la experiencia de la mujer morbosamente mirada se torna casi impronunciable. ¿Cómo dar cuenta de un acto invasivo-violento-intimidante-vergonzoso ejercido por el otro, cuando ese otro goza de “superioridad” legal o simbólica, como lo hace un profesor? Si un profesor lo hace, debe de estar “bien” y debe aceptarse porque aceptar las miradas de los profesores trae consigo para las mujeres algunas ganancias o “logros” académicos como aprobar una materia o ser dispensadas de ciertas tareas. Y en el caso de las miradas que les dirigen los compañeros estudiantes, el que las mujeres las acepten implica que ellas son fuertes y tendrán derecho a participar en el “ambiente” de los hombres. Dentro de la misma esfera de acoso sexual en su vertiente de uso de la palabra, las mujeres de la UMSNH son víctimas de bromas, comentarios o preguntas incómodas sobre su vida sexual o amorosa en una proporción muy similar a la de los hombres. Esto es, tanto los hombres como las mujeres de la Universidad han vivido la experiencia de incomodidad ante preguntas, bromas o comentarios sobre su vida sexual amorosa, proviniendo toda esta diversidad de alocuciones de los estudiantes hombres. Y también 106 4. A nálisis de los resultados sobre acoso sexual en este caso, tanto hombres como mujeres se han abstenido de cualquier denuncia o queja frente a las autoridades, lo cual se explica por el carácter relativamente “mesurado” de estas expresiones, tornándose aceptables en la medida en que se asumen como parte de las costumbres socioculturales que impregnan nuestra estructura mental y generándose así una actitud social de permisividad prácticamente incuestionable (Ons, 2009). A partir de aquí analizaremos el tipo de acoso que corresponde al segundo grupo: más personal, privado, directo y hasta radical. La vía de acoso sexual que sigue las pautas de la presión para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela también se ha desplegado en la UMSNH, afectando tanto a hombres como a mujeres. A diferencia de otras formas de acoso que no han sido habladas, o denunciadas, esta última sí. Hombres y mujeres que se han vivido presionados para aceptar invitaciones no deseadas fuera de la escuela han realizado acciones a propósito, se han quejado o platicado con algún familiar o amigo, lo cual implicaría que este tipo de acoso es más fácilmente decodificable como un acto violento de naturaleza sexual, es más visible, y por lo tanto, señalado como tal, como indeseable. A partir de este tipo de acoso, el resto de los evaluados en nuestra muestra (llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de naturaleza sexual no deseados, amenazas si no se aceptan invitaciones o propuestas sexuales, cambio de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual, roces o contacto físico no deseado, presión verbal para tener relaciones sexuales, amenazas y castigos para realizar actos sexuales no deseados, y uso de la fuerza física para tener relaciones sexuales), es poco frecuente en la UMSNH, aunque se precisan algunos matices sobre todo en función del sexo de las y los implicados. Hombres y mujeres en la Universidad han recibido llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de naturaleza sexual no deseados que han sido emitidos por estudiantes de ambos sexos, excluyendo por completo la participación de personal docente o administrativo. La reducción de este tipo de acoso a la esfera de interrelación entre los y las estudiantes, nos parece, sitúa una cara posmoderna de la cultura de los jóvenes que se define entre otras cosas por el cultivo acérrimo del anonimato y la exacerbación de la realidad llamada virtual. Lo escrito de naturaleza sexual violenta a través 107 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH de los dispositivos tecnológicos, a diferencia de lo dicho en persona, perdura en la memoria (de la agredida o agredido) como un recordatorio mortificante además de que se puede regresar a ello cuántas veces se quiera, pues está guardado en la memoria (del teléfono celular, la computadora), lo cual le otorga un gran poderío tanto al mensaje, como a los aparatos. Este escenario de interrelación promueve formas de violencia entre los sexos que no dejan de ser graves y que merecen un estudio aparte. Con diferencias menores entre los sexos, el acoso sexual que incluye roces o contacto físico no deseado afecta a un porcentaje pequeño de la población y, sin embargo, genera reacciones radicalmente afirmativas sobre su carácter indebido, inaceptable y violento. Lo anterior porque es el único tipo de acoso sexual presente en la UMSNH donde los afectados y afectadas responden de manera abierta, directa y personal ante el hecho, desafiando o enfrentando a quien lo hace, sea estudiante hombre o profesor. Parecería ser entonces que entre más “obvio” es el asedio, entre más se acerca y cerca al cuerpo (hasta cierto límite), el sujeto en cuestión es capaz de resistir, de no darse, de no ceder al asedio, cercándolo, en cambio, con un acto de palabra para desactivarlo. Las amenazas ante el rechazo de alguna invitación o propuesta sexual que ha recibido un porcentaje muy bajo de hombres y mujeres en la UMSNH, han provenido en su totalidad por parte de hombres, sea estudiantes o profesores, y nunca por parte de mujeres, como tampoco lo es en el caso de la presión verbal para tener relaciones sexuales. Las mujeres en la UMSNH no amenazan ni presionan verbalmente a los hombres y a otras mujeres para embarcarse en situaciones de carácter sexual que no sean deseables. Esto señalaría la prevalencia del acoso sexual directo, no verbal únicamente, como una práctica que realizan los hombres en contra de las mujeres y de otros hombres haciendo uso de su prerrogativa cultural del sexo fuerte, viril y fálico, por la cual, al mismo tiempo, se imposibilita que los hombres reconozcan cuando están siendo víctimas de acoso por parte de otros hombres o de mujeres. El control fálico territorial de los hombres también cobra factura a las mujeres en el espacio del salón de clases, pues algunas de ellas han tenido que cambiarse de grupo o dar de baja una materia por acoso sexual, lo que no sucede con los hombres. El único caso en la UMSNH de uso de la fuerza física para tener relaciones sexuales es el de una mujer, quien decidió no de- 108 4. A nálisis de los resultados sobre acoso sexual nunciar y ni siquiera comentarlo con algunos amigos o amigas habiendo sido el perpetrador, un hombre estudiante. Para finalizar con el análisis de los resultados, recuperaremos algunas de las observaciones y comentarios escritos o verbalizados por los estudiantes de la UMSNH que dan cuenta, principalmente, de la necesidad de avanzar en acciones afirmativas de apoyo para ir combatiendo el acoso sexual aun en sus formas más sutiles y “mesuradas”, así como acabando con las prácticas de violencia de género que informan y configuran las relaciones entre hombres y mujeres en la UMSNH. Respecto a los y las encuestadas del nivel preparatoria que no consideran necesario llevar a cabo acciones que fomenten la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, los hombres comentan lo siguiente: …no hay necesidad, hay un trato muy igual, no he visto desigualdad, eso ya depende de los maestros y de las chavas que les contestan, por eso creo que está bien como está, no veo desigualdad, no he escuchado casos de desigualdad y existe trato igual en la institución. Y por su parte, las mujeres comentan: …no he visto ningún tipo de diferencia, pienso que como todos pertenecen a la UMSNH deben ser similares y por tanto no habría problemas de este tipo, porque son justos los maestros, al menos los de mi prepa, está bien así, nos tratan igual y no necesitamos más que nos traten igual. A pesar de las muchas similitudes entre las respuestas, podemos notar en los comentarios cierta indiferencia e incluso hasta ignorancia sobre el tema, como si los y las estudiantes no supieran de lo que se les estaba hablando y prácticamente como si se aludiera a situaciones que no existieran. Esto se explicaría, como se mencionó anteriormente, por el carácter naturalizado del acoso sexual, además de estar institucionalizado como una práctica cuyos referentes son simbólicos y culturales. Nada que pueda pensarse relacionado al hecho de ser hombre o ser mujer es menester cuestionarlo. Al pedir algunas especificaciones a los y las encuestadas que dijeron haber vivido o presenciado una situación de acoso sexual, por las acciones 109 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH que tomaron, o en su defecto, por la decisión de hacer nada, las respuestas más comunes fueron: “ignorarlos”, “alejarse de ahí”, “evadir el comentario”, “rechazarlo”, “voltearse”, “borrarlo”, “defenderse”. En el caso de dos mujeres: “mientras no se me acerque, no pasa nada”, “porque yo traía falda”. Estos comentarios nos pueden dar cuenta de que las y los encuestados muchas veces no saben qué tipo de acciones tomar, a dónde acudir y mucho menos si se tomará alguna medida al respecto. Por lo tanto, es importante crear instancias de denuncia en la universidad, así como incrementar acciones de difusión acerca de dichas instancias. Algunos otros comentarios de los y las encuestadas que nos parecen relevantes no sólo por su frecuencia, sino por su contenido: “…a algunas compañeras los maestros las acosan, les piden algo para pasar una materia, algún favor sexual, las citan en su cubículo, las invitan a salir o hacen propuestas”, pero eso a quien lo dice no le consta, pues agrega: “se rumora entre pasillos o sólo he escuchado comentarios”. Empero hay excepciones, como la de dos compañeros que relatan cuestiones más cercanas a ellos, dando nombres de profesores e indicando fechas en las que ocurrieron sucesos de acoso sexual y donde las implicadas (dos al menos), tuvieron que abandonar la escuela, no así el profesor. Solamente se hizo referencia a un caso donde al profesor se le “descansó” dos años, sin embargo, ya está de nuevo dando clases. De acuerdo a los comentarios expresados por los y las participantes, tanto hombres como mujeres son excluidos de diversas actividades por los atributos y creencias que se tienen de su sexo. Sin embargo, cabe mencionar que existen diferencias en torno a los motivos de exclusión, ya que en el caso de las mujeres, ellas refieren: “dicen que no puedo”, “me sacaron por ser mujer”, y en diversas ocasiones porque la actividad se considera exclusiva de los hombres, como lo muestran las siguientes aseveraciones: “las prácticas psiquiátricas, pues sólo van los hombres”, “en un congreso me sacaron de la lista por ser mujer, creo que es porque ellos eran puros hombres”, “la investigación en el reclusorio sólo es permitida a los varones”, todas éstas, prácticas institucionales y educativas por las que son excluidas. Mientras que en el caso de los hombres, ellos refieren razones más horizontales entre los sexos. Por ejemplo, comentan que la mujer se des- 110 4. A nálisis de los resultados sobre acoso sexual empeña mejor que un hombre: “no me dieron trabajo pues el licenciado prefiere a una mujer como asistente”, “le cargan más trabajo o tienen mayor preferencia a las mujeres”, “un concurso de oratoria pues sólo era para mujeres”. Asimismo dan cuenta de procesos de exclusión por parte de las mujeres dentro de los salones de clase, de “varias conversaciones” y “de equipos de trabajo”. Actividades de las que son excluidas las mujeres Actividades de las que son excluidos los hombres “De un congreso, compañeros de mi salón me sacaron de la lista por ser mujer, yo creo que es porque ellos eran puros hombres”. “De un concurso de oratoria que sólo era para mujeres”. “No me dieron trabajo, el licenciado me dijo que prefería a una mujer como asistente”. “Actividades comunitarias”. “De varias conversaciones”. “De trabajar con animales grandes, los profesores dicen “De equipos de trabajo en el salón”. que no puedo controlarlos”. “Les cargan más trabajo o tienen preferencia por las “De las exposiciones y en las prácticas dicen que yo no mujeres”. puedo”. “De las prácticas de psiquiatría pues sólo van los hombres”. “Investigación en el reclusorio, sólo fue permitida a los varones”. Ahora bien, de acuerdo a los comentarios finales por parte de los y las participantes con respecto a la temática tratada, se retoma la demanda de incidir en la eliminación de las prácticas sexistas y de acoso sexual que se llevan a cabo en las facultades de Ingeniería Civil e Ingeniería Mecánica de la UMSNH: …considero inadecuado el trato que se le da a las mujeres en las facultades tanto de Ingeniería Civil como Mecánica. …propondría tomar medidas más drásticas con los alumnos de Ingeniería Civil, por respeto a las mujeres de la Universidad. 111 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH …me ha tocado un profesor machista que hacía bromas de mal gusto hacia las mujeres. También comentaron que: …en la Facultad de Ingeniería Mecánica e Ingeniería Civil son muy irrespetuosos con las mujeres, ninguna mujer tiene la confianza de pasar cerca de esas facultades por ese motivo. Todo esto sugiere la prevalencia de inconformidad y deseo de denuncia por parte del alumnado de ciertas prácticas y comportamientos de algunos de los compañeros de estas facultades, pero aún no existe respuesta a estas demandas por parte de las autoridades de la universidad. Otro tema abordado en los comentarios finales fue respecto a los maestros: Un maestro se la pasaba en clases diciéndome piropos y poemas hacia mi persona, como no cedí me reprobó mandándome al extra. He sabido de algunos casos de compañeros que comentan que los profesores piden a las chavas algún favor sexual en épocas de finales. Se escuchan algunos comentarios de acoso de algunos maestros a compañeras. Estos comentarios se hacen en forma de rumores o comunicaciones indirectas, como de daños a terceros, en parte, debido a la falta de denuncia de las y los implicados. Los mismos estudiantes solicitan: “es necesario crear instancias de denuncia por acoso sexual de profesores a alumnas de la Facultad”. En referencia a la diferencia sexual, los comentarios de los participantes indican diferencia en su mayoría hacia las mujeres que atraviesan una situación de embarazo y/o por su apariencia física: …parece interesante la encuesta como para ayudar a las personas que se encuentran en una situación como el tener un hijo [lo de la guardería], pero pienso que para que exista un equilibrio, tal vez pensaría un poco más el 112 4. A nálisis de los resultados sobre acoso sexual hecho de dar prioridad a las mujeres, por ser mujeres, porque he visto que de cierta forma también puede ser discriminación. …me gustaría que abordaran más el tema de las mujeres que no pueden seguir estudiando porque se embarazan y no tienen apoyo y también para que no les afecte tanto cuando tengan que faltar. …un profesor que acosaba a las alumnas más lindas, las mandó hasta al adicional y lo mencionó en clase: “yo las repruebo nada más para seguirlas viendo”. Todo esto alusivo al trato desigual asignado al rol del estudiante por el hecho de ser mujer dentro de diversas facultades. Sin embargo, los resultados también sugieren la participación activa y propositivamente discursiva para combatir estas desigualdades y actos de acoso sexual: …sugiero realizar estrategias para trabajar sobre los temas de violencia y acoso pero por facultades. No creo que en las humanidades ni en las sociales suceda nada de esto. …en las ingenierías y en las económico-administrativas es necesario hacer estrategias para estos problemas. …considero que se deben atender los problemas como la discriminación, la violencia, la desigualdad, acoso sexual, etc., dentro de foros para crear conciencia en la comunidad nicolaita y así mismo esparcir ese conocimiento en otros rubros de la sociedad. …creo que estaría muy bien, que les dieran capacitación a las personas para que estén más informadas en todos los aspectos involucrados respecto a la desigualdad, puesto que muchas personas cuentan con poca información y en base a ello viven ese tipo de circunstancias sin saberlo. Todas éstas constituyen aportaciones interesantes para la posibilidad de ir propiciando la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. 113 P resencia de hombres y mujeres en la UMSNH El conocimiento obtenido nos da la pauta para proponer acciones afirmativas en torno a las relaciones de género en la UMSNH que permitan acortar la brecha de inequidad entre hombre y mujeres así como avanzar en la construcción de relaciones más solidarias y menos determinadas por el ejercicio inequitativo del poder económico, social y simbólico entre los géneros. 114 Referencias Bourdieu, Pierre (1998/2000). La dominación masculina (traducción de J. Jordà). Barcelona: Anagrama. Corsi, Jorge (1999). “Una mirada abarcativa sobre la violencia familiar”, en Corsi, Jorge y Peyrú, Graciela. Violencia familiar: una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social. México: Paidós. Corsi, Jorge y Peyrú, Graciela (2003). Violencias sociales. Madrid: Ariel. Freud, Sigmund (1930/2009). “El malestar en la cultura”, en Obras Completas, vol. XXI, Buenos Aires: Amorrortu. Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos (2007). Acuerdo Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres. Morelia, Michoacán: Instituto Michoacano de la Mujer. Lacan, Jacques (1948/2007). “La agresividad en psicoanálisis”, en Escritos 1. México: Siglo XXI. Ons, Silvia (2009). Violencias. Buenos Aires: Paidós. Palomar, Cristina (2005). “La política de género en la educación superior”. La Ventana, núm. 21, pp. 7-43. Scott, Joan (1990). “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en J. Amelang y M. Nash (eds.). Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea, Valencia: Ediciones Alfons El Magnanim. Torres Falcón, Martha (2001/2005). La violencia en casa. Buenos Aires: Paidós. Velázquez, Susana (2003). Violencias cotidianas, violencia de género. Escuchar, comprender, ayudar. México: Paidós. 115 Anexo Caminos para la Equidad de Género en las Instituciones de Educación Superior Declaratoria A nexo UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS DE GÉNERO Reunión Nacional de Universidades Públicas: Caminos para la Equidad de Género en las Instituciones de Educación Superior DECLARATORIA Ciudad Universitaria, 2009 Las instituciones de educación superior y las universidades públicas, nacionales y estatales, y sus representantes, en la “Reunión Nacional de Universidades Públicas. Caminos para la Equidad de Género en las Instituciones de Educación Superior”, convocada por el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM, la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados y el Instituto Nacional de las Mujeres, celebrada en la Ciudad de México los días 3 y 4 de agosto de 2009, en la Unidad de Seminarios “Dr. Ignacio Chávez” de la UNAM, con el propósito de arribar a consensos que buscan promover la igualdad de oportunidades entre las mujeres y los hombres que integran las comunidades universitarias, declaramos que: Las universidades y las instituciones de educación superior, siguiendo principios y normativas nacionales e internacionales, en particular la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, están comprometidas a promover, en sus reglas de operación internas, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres así como a impulsarla en la sociedad. En consecuencia, el conjunto de instituciones que imparten educación superior en nuestro país debe interesarse en transversalizar la perspectiva de género de manera orgánica basándose en las siguientes directrices: Legislación Es necesario incorporar la perspectiva de género en las legislaciones universitarias. 119 Promover que la ANUIES realice una propuesta de acuerdo con todas las universidades e instituciones de educación superior para conformar modelos, estructuras, planes de igualdad y los mecanismos a seguir, y contenga los siguientes puntos: • La integración del precepto de equidad de género dentro de las legislaciones de las universidades e instituciones de educación superior y su actualización a fin de promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. • Garantizar la asignación de recursos anuales específicos, que sean irreductibles, para implementar políticas institucionales a favor de la equidad de género en las IES. • La creación de una comisión de equidad al interior de los consejos u órganos de gobierno de las IES. • La formación de una instancia, estructura o mecanismo para la implementación de la equidad de género dentro de las IES. • La creación de un plan de igualdad dentro de cada institución de educación superior. • El desarrollo de un reglamento para la implementación de la equidad de género que también permita darle seguimiento. • La formación de una red nacional de coordinaciones de equidad que fomente el intercambio de experiencias y enriquezca los procesos de implementación de la equidad de género en las universidades e instituciones de educación superior. • Indicar en los presupuestos institucionales los recursos destinados a políticas de igualdad, e impulsar la transversalización de género de la totalidad del presupuesto de todas las IES. • Promover vínculos con la legislatura federal y las legislaturas estatales. Igualdad de oportunidades Generar una política institucional que, en el mediano y largo plazos, asegure la participación equitativa de ambos sexos en los distintos ámbitos universitarios. 120 A nexo • Impulsar el acceso al trabajo y la promoción profesional igualitarios mediante la reforma de los reglamentos internos de contratación, promoción y definitividad. • Promover el acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisiones. • Garantizar la paridad de género en la composición de tribunales o comisiones responsables de evaluar los concursos a plazas o puestos convocados por la institución. • Fomentar la investigación y la publicación entre las mujeres abriendo convocatorias especialmente dirigidas. Conciliación de la vida profesional y la vida familiar Promover medidas, como centros de desarrollo infantil, que disminuyan la tensión entre los tiempos que hombres y mujeres dedican a los ámbitos laboral y familiar. • Ampliar los límites de edad para el acceso a becas de posgrado (dado que coincide con la edad reproductiva). • En el caso de licencia de maternidad garantizar el financiamiento de suplentes y la reintegración al trabajo al término de la licencia. Estadísticas de género y diagnósticos con perspectiva de género • Incorporar la perspectiva de género en los procesos de recolección, análisis de datos y divulgación de la información estadística generada por cada universidad y cada institución de educación superior. • Generar diagnósticos sobre la condición que guarda la igualdad entre hombres y mujeres en cada institución. • Utilizar el Sistema de Indicadores para la Equidad de Género en Instituciones de Educación Superior generado por el PUEG y el INMUJERES para homogeneizar criterios. • Crear un banco de datos con la información relativa a la transversalización y perspectiva de género. 121 Lenguaje • Debe fomentarse un lenguaje institucional no sexista que privilegie el uso de términos neutros siempre que sea posible e incorpore la forma las/los para visibilizar a las mujeres. Sensibilización a la comunidad universitaria Visibilizar el sexismo, la desigualdad de género y sus consecuencias en la vida institucional y de las personas, y en el desarrollo de la sociedad, a través de las siguientes acciones: • Poner en marcha procesos permanentes de sensibilización para las distintas poblaciones de la comunidad universitaria, incluidas las personas que ocupan puestos de gestión. • Diseñar campañas permanentes de difusión a favor de la equidad de género dirigidas a todos los públicos. • Impulsar acciones de reconocimiento a las personas o instancias de la comunidad universitaria que favorezcan la igualdad entre hombres y mujeres. • Diseñar talleres de profesionalización para especialistas en la implementación de la equidad de género. Estudios de género en la educación superior Impulsar que a las coordinaciones, unidades, programas o centros en Estudios de Género de las instituciones de educación superior y universidades nacionales y estatales, se les otorgue infraestructura, plazas académicas y administrativas estables, presupuesto suficiente, equipamiento, así como todos los recursos con los que cuentan estos espacios de excelencia académica. • Generar un esquema de transversalización de la perspectiva de género en los planes y programas de estudio, en la investigación, vinculación y extensión de la cultura. 122 A nexo • Crear una línea de publicaciones, de trabajos de investigación y apoyo a la docencia con perspectiva de género. • Promover la incorporación de una asignatura sobre relaciones de género y perspectiva de género en las licenciaturas como herramienta teórico‐metodológica en todas las áreas del conocimiento. • Procurar la creación de un programa nacional de posgrado en estudios de género constituyendo una red de universidades e instituciones de educación superior. Combate a la violencia de género en el ámbito laboral y escolar Impulsar un código de ética con perspectiva de género para sensibilizar y minimizar el ambiente hostil que existe en los distintos ámbitos de la comunidad universitaria (órganos de toma de decisiones, órganos de gobierno universitario, consejos técnicos, salones de clase, etc.) • Diseñar estrategias y generar un diagnóstico para combatir la violencia de género (hostigamiento y acoso sexual en el ámbito laboral y escolar, homofobia y otras formas) en cada institución de educación superior y cada universidad. • Instrumentar recursos para que la institución brinde asesoría psicológica y jurídica a las víctimas de violencia de género y generar acciones de prevención y detección precoz. 123 Presencia de hombres y mujeres en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Una radiografía se terminó de imprimir en agosto de 2012 en los talleres de Morevallado Editores S.A. de C.V. Tlalpujahua No. 445, col. Felicitas del Río, en Morelia, Michoacán. El tiraje fue de 1500 ejemplares más sobrantes para reposición. Presencia de hombres y mujeres en la UMSNH | María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís María Arcelia Gonzáles Butrón y Flor de María Gamboa Solís