EL SECRETO DE CAMINAR CON DIOS

EL SECRETO DE CAMINAR CON DIOS
Génesis 5:21-24
Dios creó al hombre para disfrutar un andar en relación con Él, que involucró el
compañerismo, el diálogo, la intimidad, el tomar decisiones en conjunto, el deleite mutuo y
un dominio compartido. Dios anhela caminar con nosotros, y ésta es la razón por la cual Su
gracia nos lleva a un andar más intimo con él. El lugar secreto no es el destino; es solo un
catalizador. Está diseñado por Dios para establecernos en una amistad más intima con Él,
lo cual se va haciendo a través del curso de nuestra vida diaria.
La meta que debemos perseguir con Dios, es la de un diario caminar con Él; nuestro Señor
y amigo. Enoc fue el primer hombre, en la Biblia, que caminó con Dios. Aunque desde los
primeros días el hombre comenzó a clamar a Dios, Enoc fue el primer hombre en descubrir
el verdadero deleite de caminar con Él. Halló algo que ni siquiera Adán experimentó. Tal
vez, Enoc insistió tanto, que aprendió como mantener una estrecha relación con Dios en
medio de las circunstancias de la vida y a través de cada faceta de sus días. Entonces,
¿cómo caminar con Dios? Estos son algunos principios:
INTENSA BÚSQUEDA ESPIRITUAL
Dios desea revelar la belleza de Su rostro. El gran Dios del universo está
intensamente interesado en nosotros. Anhela vehemente ser encontrado. Enoc, no
desperdició su vida tratando de caminar solo. El sabía que la única certeza de que su vida
sería invertida sabiamente, era esforzándose para hacer del Señor su mejor y más fiel
amigo. Sin embargo, Dios se hace amigo íntimo de aquellos que anhelan contemplarlo, se
esfuerzan por buscarlo, oírlo y hacer Su voluntad.
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Cuando caminamos con Dios, entramos en la dimensión en la que revela los secretos de
Su reino. Es así como podemos conocer el camino por el cual quiere que andemos. La
búsqueda espiritual de David, se compara con la de un ciervo que brama por las corrientes
de las aguas (Salmos 42:1). Así debemos hacer nosotros, buscar a Dios con desespero y
agitación. Este principio también se explica a través de una parábola de Jesús cuando dijo:
El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo
descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró
ese campo (Mateo 13:44). ¿Cuál es tu campo? Dios desea ser nuestro mejor amigo en
nuestro tránsito por la tierra.
Meditemos:
¿Has buscado a alguien o algo con desespero? Comparte tus experiencias.
FIDELIDAD
Sabemos que Dios es fiel, pero ¿qué tan seguros estamos de que somos fieles a Él
en cualquiera de las circunstancias de la vida? Seguramente tú consideras
verdaderos amigos a aquellos que han permanecido junto a ti en las peores circunstancias
de tu vida. Lo mismo ocurre con Dios. El ofrece fidelidad incondicional, pero espera lo
mismo de nosotros. Dios usará nuestras vidas y se glorificará en ellas cuando aprendemos
a ser fieles a Él, a Su reino, a nuestras convicciones.
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Es lamentable que las circunstancias con frecuencia cambien el parecer de nuestro
corazón, al punto que en los tiempos de abundancia hacemos votos a Dios con los cuales
prometeremos estar siempre a Su lado. Pero cuando las condiciones cambian, entonces
con facilidad optamos por abandonar el camino y somos llevados por la “suerte” de la vida.
Dios observa con mucho interés a aquellos que defienden su fe, que creen en Él pese a la
adversidad de los tiempos. Dios nos probará a todos con el deseo de hallarnos fieles. Enoc,
no “vivió en la nubes”, él experimentó en su propia carne las aflicciones que la vida supone,
sin embargo, fue fiel a Dios y así fue preservada su vida, al punto, que Dios lo llevó con Él.
CONSAGRACIÓN
Estoy seguro que alguien te ha enseñando a dar buen uso a un objeto. En mi caso,
recuerdo una ocasión en la necesité clavar una puntilla en una silla. Tomé la puntilla
y la golpeé con una llave hecha para aflojar tuercas. Mi padre vio lo que hice e
inmediatamente me dijo: no uses aquella llave, cada cosa fue diseñada para un uso
específico; usa el martillo. Esta gran lección aún sigue salvándome de cometer algunos
errores. Debemos estar conscientes que nuestra vida no fue diseñada para servir al
pecado, ni siquiera para sentirnos bien con ella; nuestra vida fue diseñada para glorificar al
Creador y eso ocurre cuando nos consagramos a Él.
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Aplicación
1. Determina buscar a Dios intensamente, consciente de que Él desea ser
hallado.
2. Dedica el resto de tu vida a Dios, si Él te creó, Él sabrá cómo cuidar de su
propia obra y como llevarla a un destino seguro.
Para concluir la reunión
Considera si estás cumpliendo con el propósito para el cual fuiste creado/a. El primer paso
es la santificación por el Espíritu. Dios te apartará para usarte como instrumento útil en Su
obra.