Experiencia en Educación Infantil La cesta de

Transcripción

Experiencia en Educación Infantil La cesta de
La cesta de Caperucita Por Manuela Márquez López
Publicado en El Lapicero (http://www.ellapicero.net)
[1]En el aula se producen multitud de situaciones que plantean problemas a resolver. La
manera de abordar estos problemas y la estrategia empleada para su resolución podrán
dar paso al trabajo de unidades didácticas significativas, siempre que mantengamos una
actitud que propicie la curiosidad de los niños/as y la búsqueda de respuesta.
La experiencia que a continuación redacto surge de la siguiente forma; como es habitual
en nuestras aulas de infantil, después del recreo, para relajar a nuestro alumnado, leemos
un cuento. El que toco ese día tenía por título el nombre de nuestra unidad: “La cesta de
Caperucita”.
CUENTO
Hoy es viernes por la tarde y allá va Caperucita, con su cestita en el brazo a casa de su
abuelita. Lleva frutas, verduras y miel.
Caperucita se extraña de que no aparezca el Lobo dando saltos como un loco para
engañarla con sus mañas. De pronto, lo ve a lo lejos; está tirado en el suelo gritando
como un locuelo y parece un trapo viejo.
Caperucita se acerca. -¿Qué le pasa, señor lobo? ¡Su tripa parece un globo!, ¿Le
apetece una naranja?
- ¡Quiero tomar un refresco, no me gustan las naranjas!
Caperucita le regaña. –No le consiento esas mañas: una jarra de refresco NO ES UNA
COMIDA SANA.
Se acerca el leñador. -¿Qué le pasa señor lobo? Su tripa parece un globo ¿Quiere usted
miel?
- Quiero tomar gominotas! ¡A la porra la miel! ¡Y no quiero zanahorias, ni me gustan
las naranjas.
Y Caperucita le regaña:
- No le consiento esas mañas. Un montón de gominotas no es una comida sana.
Caperucita, la abuelita y el leñador quieren al lobo goloso hacer entrar en razón. Le
preparan un batido con fresas y con limón, con naranjas, con manzanas, moras y
melón.
Entre todas le sujetan para que beba el batido, mientras el lobo goloso no deja de dar
aullidos. Cuando acaba de beber, se relame los bigotes. Parece que se ha curado
después de tanto pitote.
Caperucita niños os quiere recordar que las NARANJAS, las ZANAHORIAS y la
MIEL si que son comidas sanas.
Y colorín, colorado, todos muy hambrientos hemos quedado.
Tras el cuento, surge una conversación significativa entre el alumnado. Varios de ellos
discuten, argumentan que CAPERUCITA estaba equivocada, pues los helados si que
eran una comida sana. Otros insisten en que sus padres les han comentado que no
pueden comerse muchos helados porque tienen mucho azúcar y además con ellos
pueden constiparse.
En este curso aún no habíamos profundizado en el tema de la necesidad de una dieta
equilibrada en nuestra clase y esta situación ha motivado una conversación que será el
motor de arranque, motivo de esta experiencia.
SECUENCIACIÓN DE ACTIVIDADES
Ante las contradicciones que estábamos observando en las conversaciones de los niños y
niñas sobre el tema de “una alimentación sana” se nos plantearon una serie de
“problemas a los que había que buscar una solución:
-
¿Todos los alimentos que comemos son buenos?
¿Hay alimentos sanos y alimentos no sanos?
¿Qué sucede si no comemos bien?
¿Comemos nosotros/as bien?
De esta manera planteamos y definimos entre todos los interrogantes que debíamos
desvelar y las dudas a resolver. Es decir, concretábamos aquello que queríamos saber
acerca de los “alimentos”.
Este índice lo anotamos en un mural, que decidimos colocarlo en un lugar visible de la
clase. También elaboramos unos distintivos para ir colocando al lado de las preguntas
que íbamos respondiendo para indicar que habíamos encontrado respuestas a nuestros
interrogantes.
BUSQUEDA Y TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Llegado a este momento, la maestra plantea: ¿Qué podemos hacer para saber
exactamente como debemos alimentarnos para conseguir una buena salud?
En seguida los niños/as plantean acciones como preguntar a sus papas, traer libros de
casa,… Quedamos en traer información de casa y para facilitar la tarea redactamos
conjuntamente una carta para los padres en la cuál les pedíamos colaboración.
Los niños y niñas trajeron un montón de fotos, libros, artículos y cuentos sobre la
alimentación. A medida que entregaban el material surgía una conversación espontánea
entre el grupo-clase motivada por el interés que suscitaban los dibujos o artículos que
traían. Dada la gran cantidad de material y la dificultad que suponía manejarlo nos
preguntamos: ¿Qué podemos hacer para guardar estos libros y dibujos?
La manera en que podríamos clasificarlos surgió de los propios niños: los libros que
contenían información los pusimos en una caja y los cuentos en otra de diferente color;
las fotografías, recortes y dibujos los pegamos en un mural al alcance de los niños que
les permitiera ojearlo cuando espontáneamente ellos querían mirarlo. Los artículos que
habían traído los utilizamos para decorar el aula y situarlo en nuestros nuevos rincones.
Dedicamos varias sesiones a analizar todo el material que una parte de los niños habían
traído para así poder hacer partícipe al resto de la clase de los materiales aportados.
Los vídeos los colocamos junto a nuestras otras cintas, para el jueves que era el día en
que veíamos un vídeo poder visualizarlo.
La presentación la realizamos de la siguiente manera:
· Recordamos quién había traído tal o cual libro o fotografía. A continuación ese niño o
niña pasaba a ser el protagonista de la clase para explicar a sus compañeros de qué
manera había obtenido el libro, cuál era su contenido…
· Leyendo los títulos, el contenido y conversando sobre él.
· Observando y analizando los dibujos y artículos apreciando que alimentos son
saludables y cuáles no
· Destacando todo aquello que daba respuesta a nuestras dudas iniciales y relacionándolo
con las preguntas que nos habíamos planteado.
Así, íbamos encontrando respuestas a nuestros interrogantes. Estos hallazgos eran
importantes ya que nos desvelaban muchas de las dudas planteadas: todos los alimentos
que comemos no son igual de sanos; es necesario tener una dieta equilibrada y variada
para mantenernos sanos y tener suficiente energía para jugar y aprender, etc.
A partir de la información que íbamos encontrando fuimos realizando diferentes
actividades en gran grupo, pequeño grupo e individualmente para tratar de observar,
experimentar y relacionar los conocimientos que íbamos adquiriendo. Algunas de estas
actividades las recogimos y pasaron a formar parte de un pequeño libro cooperativo
sobre los alimentos al que pusimos por título ¡los alimentos sanos de la cesta de
Caperucita! Que incluía además todo el proceso llevado a cabo en nuestro proyecto de
trabajo.
MIENTRAS ME ALIMENTO CONSTRUYO MI REGISTRO
Con la colaboración de la familia durante una semana irán anotando todo lo que comen
en el desayuno, comida, merienda y cena. También lo que comen entre horas. Cada
niño/a traerá su registro individual al colegio dónde habremos confeccionado una
gráfica en cartulina e iremos anotando los niños que toman cada tipo de alimento.
Así, cada uno tendrá su gráfica individual y una colectiva para toda la clase.
Después entablaremos una conversación sobre los alimentos que más tomamos, los que
menos, si nos parece bien, si deberíamos tomar más de algún tipo (fruta), menos de otro
(chucherías, etc).
CORTINAS DE CARAMELOS
Es sorprendente la gran cantidad de caramelos y golosinas que los niños/as anotaron en
su registro; (ellos reconocen que consumen, pero nunca que son muchas). Ayudarles a
reflexionar sobre este exceso y sus consecuencias es conducirles a la adquisición de
hábitos sobre el cuidado de su salud.
La propuesta es adornar la clase con los envoltorios de los caramelos que comemos…
hacer cortinas.
En nuestro rincón de plástica facilitaremos a los niños pequeñas grapadoras y un ovillo
de lana, o cordón.
Cuando comen un caramelo, su envoltorio lo grapan a la lana o cordón construyendo
largas tiras que se cortan a la misma medida para hacer la cortina. Utilizar la grapadora
correctamente, supone una habilidad manual y un conocimiento de este utensilio en
edades tempranas. Con sólo manejar las tiras con los envoltorios de caramelos,
comprende que su consumo ha sido excesivo. Además cuentan y anotan los envoltorios
que adornan cada una de las tiras que compones la cortina.
NOS VISITA LA PEDIATRA
Con antelación, el grupo-clase preparará las preguntas que vamos a hacerles.
La doctora contestará nuestras dudas y nos hablará sobre la importancia de lavarse las
manos antes y después de comer y de la higiene dental y de la necesidad de no abusar de
las chucherías y pastelitos industriales.
Nos explicará la pirámide alimenticia y comentará la importancia de comer de todos los
grupos.
ELABORAMOS NUESTRA PIRÁMIDE ALIMENTICIA
En pequeños grupos realizamos una pirámide con cordón resistente y dibujamos las
distintas secciones. Los niños/as deberán buscar y recortar imágenes de los alimentos
que van en cada sección con folletos de supermercado o revistas para luego pegarlas en
la pirámide.
EL BAÚL COMILÓN
Se creará en el aula, un baúl que contenga las palabras nuevas que vayamos aprendiendo
con esta experiencia.
Este baúl, a la misma ves que se va realizando nos permitirá jugar con las palabras:
-
Hacer listados
Contar las letras
Observar cuales son más largas y más cortas
Descubrir las letras que las componen
Ver cuáles coinciden con el número del niño/a
Contar la totalidad de las palabras del cofre
Ver su significado
CREACIÓN DE CUENTOS, POESÍAS, CANCIONES Y ADIVINANZAS SOBRE
LOS ALIMENTOS
Trabajaremos los cuentos, poesías, canciones y adivinanzas como un medio de juego de
nuestro lenguaje. Se les enseñarán varios modelos y conocimiento en este sentido. Los
niños/as se convertirán en escritores y cada vez que inventen un cuento, una poesía, una
canción y/o una adivinanza tendrá que ser firmada con su nombre, como los grandes
escritores.
A continuación se ofrece un ejemplo de poesía a poder trabajar.
LA BODA DE DOÑA SANDÍA Y DON MELÓN
La sandía y el melón
Se van a casa,
Mañana a las diez
Junto al melonar
Irán a la boda
Guisantes, lechugas,
Rábanos, cebollas,
Tomates, pimientos,
Y las zanahorias.
Mañana es la boda
Mañana a las diez
Y habrá ¡una gran fiesta…!
No faltes y ve.
MANUEL ARTIGOT
LA CESTA DE FRUTAS DE CAPERUCITA
Elaboramos la fruta con pasta de papel.
Cuando estén todas terminadas se quedarán en el aula en el rincón del mercado o en la
cocinita. Con ellas podremos hacer seriaciones, clasificarlas por colores, tamaños, etc,
jugar con ellas.
Las pondremos en varias cestitas elaboradas con caja de cartón, imitando cestitas de
mimbre.
Realización de las frutas de pasta de papel
Materiales:
papel de periódico
cola celulósica
témperas del color de las frutas que se realicen
goma de látex
celo
Utensilios:
cubos de plástico (se pueden utilizar los cubitos de la arena)
palos largos para remover la cola
bandejas para poner la fruta a secar
pinceles
En una conversación con los niños donde se plantea la forma de trabajo, cada unos
decide la fruta que va realizar.
Cada niño/a rasga papel de periódico en trozos pequeños. Se introducen los papeles en
un cubo con agua abundante de manera que queden cubiertos.
Todos los remueven con las manos mientras trituran los papeles con los dedos hasta que
se deshacen por completo.
Si los papeles no quedan bien triturados la maestra termina con una batidora vieja.
Cuando todo queda bien deshecho, se escurre apretándolo con las manos y desechando
el agua que sobra, reservando los papeles triturados para mezclarlo posteriormente con
la cola celulósica.
La cola celulósica hay que prepararla previamente ya que necesita 20 minutos de reposo.
Para hacer este preparado hay que mezclar aproximadamente 1 litro de agua por cada 5
cucharadas de polvo cola, mientras se remueve continuadamente con un palo largo hasta
conseguir un espeso líquido. A continuación se deja reposar los 20 minutos.
El siguiente paso es mezclar la cola celulósica con el papel escurrido hasta conseguir
que se unan formando una pasta modelable (si la masa se queda seca, se añade más cola
y si se queda muy líquida se añade más papel triturado.
La maestra prepara las estructuras de las frutas que se realizan, que pueden ser las que
tenemos en el mercado de nuestra aula: manzanas, naranjas, peras y plátanos. Se
confeccionan haciendo arrugado y poniendo celo alrededor para evitar que se deforme.
Ejemplo:
naranja: una bola con papel de celo alrededor
plátano: arrugar el papel dando la forma alargada y celo
Cada alumno recubre su estructura con la pasta de papel. Se debe dejar una capa
uniforme de un dedo de grosor, recubriendo todo el papel, lo más liso posible. Se ponen
las frutas en una bandeja y se colocan cerca de la calefacción para secarlas.
Otro día cada alumno coge la fruta y la pinta del color correspondiente. Se deja de
nuevo en el radiador a secar.
Otro día para que la fruta tenga un acabado brillante, se extiende sobre ella látex con un
pincel y a esperar que se seque.
Interesa destacar que para el buen funcionamiento de esta actividad pediremos la
colaboración de varios padres y madres.
LOS ÁRBOLES FRUTALES
Dibujamos en papel continuo los árboles de loas frutas que hemos elaborado, es decir,
un manzano, un naranjo, un peral y una platanera. Colgados de esos árboles encontrarán
los frutos correspondientes que ellos mismos han dibujado y coloreado.
Distribuiremos al grupo-clase en dos grupos y deberán recoger la mayor cantidad
posible de frutas en un tiempo determinado. Gana el equipo que más frutas haya logrado
recoger.
Variante: Se les entregará a cada grupo una hoja con diferentes dibujos de frutas. Los
niños/as deberán reunir la cantidad y clase de frutas que indique el dibujo.
ENSEÑAMOS AL LOBO A COMER COSAS SANAS
Vamos a elaborar una receta con alimentos sanos. Escribimos los ingredientes y la
forma de hacerlo para enviársela al lobo para que aprenda a comer cosas sanas.
Después, pediremos la colaboración familiar para que nos ayuden a realizar la receta y
aporten el material que necesitamos para poder llevarla a cabo.
Los niños/as habrán traído al aula naranjas. Ya en el aula las tocamos, observamos su
color, recordamos su procedencia.
Un papá o mamá preparará en el aula las natillas, explicando los pasos que sigue. Los
niños/as se encargarán de exprimir las naranjas con la ayuda de un exprimidor manual.
Se vaciarán luego para sacar el hollejo.
Una vez que tengamos limpias todas las mitades de las naranjas, el papá o mamá
encargado de las natillas las volcará sobre cada una de las mitades de las naranjas. Los
niños/as pueden decorar el resultado con chocolate líquido. Acompañaremos las natillas
con el zumo exprimido de las naranjas.
BUSCAMOS MÁS RECETAS Y LAS INTERCAMBIAMOS CON OTROS
CENTROS
En asamblea los niños/as conversarán sobre las formas de conseguir más recetas para
elaborar nuestro libro de cocina y poder enviárselo al lobo: preguntar a las familias,
buscar libros, revistas, etc, pueden ser algunos de los recursos utilizados por los
pequeños/as. El cassette puede ser un buen medio para recoger las recetas descritas por
las familias.
Las recetas obtenidas de esta forma serán representadas mediante dibujos que muestren
los ingredientes utilizados, así como el proceso de elaboración. La información obtenida
será recogida en el libro de cocina.
Además nuestros discentes intercambiarán recetas con los alumnos/as de otros centros
cercanos que estén interesados; para ello elaboraremos cooperativamente una carta
invitando a los niños/as de los colegios más cercanos a participar en la experiencia.
PONEMOS EN PRÁCTICA NUESTRAS RECETAS EN EL TALLER DE
COCINA
Que será inaugurado al finalizar esta unidad como actividad colofón y se mantendrá
activo hasta finalizar el curso.
Para ello nos ponemos manos a la obra, así preparamos nuestros delantales y nuestros
gorros de cocineros.
Confeccionamos una lista con todos los cacharros y utensilios que vamos a necesita y
cada niño/a se encargará de conseguir una cosa.
Una estantería vacía va a servir para colocar todo. Primero la decorarán con un papel a
cuadros. Se colocarán todos los utensilios de forma ordenada: los vasos en un estante,
las tazas con sus platos en otros, los platos hondos y de postre en otro. Prepararemos una
caja con tablitas de separación para los cubiertos que ordenarán.
Nos pondremos de acuerdo con las familias para que cada día venga alguna a ayudarnos
y traigan los ingredientes que necesitamos.
Los niños/as prepararán las recetas con ayuda de la maestra y madres/padres.
Pondrán la mesa, colocando el mantel, servilletas, platos, vasos, cubiertos en el sitio
correcto. Servirán los alimentos preparados en los recipientes correspondientes.
Fregarán las cucharas utilizadas y las secarán y colocarán en su lugar correspondiente.
En el taller pretendemos crear situaciones en las que se produzcan:
- aprendizaje por descubrimiento a través de la observación, manipulación,
comprobación de hipótesis
- comparaciones de pesos de diferentes alimentos: primero instintivamente y después
por medio de la balanza, cucharadas, tacitas (diferentes formas de medir)
- comprensión de qué para realizar recetas hay que seguir un orden, unos pasos.
UN ÍNDICE CONCLUSIONAL
Realizaremos una puesta en común de todo lo que hemos aprendido durante la Unidad
Didáctica teniendo como referencia el índice inicial iremos constatando todos nuestros
interrogantes y diciendo cómo hemos conseguido averiguar lo que sabemos.
Para concluir interesa destacar que aunque durante nuestra programación los
docentes de educación infantil solemos trabajar estos valores como eje vertebradotes
de todos los elementos curriculares, dado que la alimentación, al tratarse de una
actividad consciente y voluntaria, es susceptible de ser educada; el equipo de
profesores de este centro decidimos trabajar más profundamente el tema a través de
esta experiencia, pues es importante intervenir educativamente, primero desde la
familia y después desde la escuela, en la construcción de actitudes que ayuden a los
individuos a tomar opciones saludables sobre su propia alimentación.
URL de la fuente:
http://www.ellapicero.net/node/2968
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