Reflexiones Espirituales. A mis hermanos médicos. Hoy 23 de

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Reflexiones Espirituales. A mis hermanos médicos. Hoy 23 de
Reflexiones Espirituales.
A mis hermanos médicos.
Hoy 23 de Octubre es día del Médico. Y que bueno es hacer una reflexión sobre la
vida del medico, y estimular a nuestros médicos a que no solo sean médicos de cuerpos,
sino también de almas. Que no se les olvide que tenemos mente, cuerpo, pero también
tenemos alma. Y muchas veces es la parte mas enferma del cuerpo.
Querido Medico, hoy me atrevo a decirte: “has el bien que no hace ruido, es el que
más ayuda a la humanidad. Y pon nobleza en tus acciones, y con tu ciencia transmite
amor, compasión y salud. Hay que ser imán que atraiga a Dios, ya que con tu persona Él
realizará milagros”.
Si puedes, con tu trabajo has una cruz de amor, y de un amor hecho cruz, que
redima al hermano en la enfermedad y salve al moribundo de las garras de la muerte. Sé
una fuente de luz y alegría, que llene corazones e inunde a las almas. Que al realizar tu
trabajo, aún en la adversidad, sea una rosa que cause admiración por florecer entre las
espinas del sufrimiento, el dolor y de la muerte.
Y no se te olvide: esfuérzate en transformar lo divino en lo humano, pues tu eres un
hacedor de milagros con tu sonrisa, tu ciencia y tu amor. Esto es lo que tú, hermano
médico, puedes lograr con tu persona, si te conectas con Dios, ejerciendo tu apostolado,
siendo servicial, amable, gentil y compasivo. Que cuando toques a tu paciente, sienta la
mano de Cristo realizando milagros. Pues en tu persona muchas veces Dios se humaniza.
Cuántas veces has salido de una mañana exhausto y entrar en una tarde
complicada, para no dormir en la noche; pues las urgencias piden tu entrega. Cuántas
veces has tenido que ser fuerte para luchar contra la muerte y salir... derrotado. Llevando
en la frente el estigma de que no eres mejor porque te alaben, ni peor porque te insulten.
Cuántas veces el sufrimiento de tu paciente te ha hecho llorar y empiezas a desfallecer,
pero con la fuerza de la oración lograste salir adelante.
Aunque muchas personas te han pagado con la ingratitud, el insulto y la crítica, tu
has seguido sirviendo; pues sabes que el servicio es tu apostolado y tu profesión una
entrega.
No desfallezcas en tu lucha por la salud, el estudio y la cultura. Sigue siendo
médico de cuerpos, pero también de almas, pues ahí es donde más puedes ayudar a tu
paciente. No esperes el aplauso de los hombres, es mejor la gratitud de Dios.
Y en esta época actual de consumismo, no te dejes corromper por la fama y el
dinero, son dos amigos engañosos, que pueden desviar tu apostolado y hacerte un
comerciante de la salud.
Sé presencia viva de Dios en la tierra, y encarna a Cristo en hacer milagros. Tienes
en las manos el don de volver divino lo humano y transformar lo imposible en realidad.
En este día del medico, hagamos un alto en nuestra vida, y pidamos hermanos
médicos al Señor, que sea luz en nuestros conocimientos profesionales; amor en nuestros
esfuerzos, y vida en la salud de los enfermos; que santifique nuestro trabajo y haga digna
nuestra profesión.
DR. ROBERTO DIAZ Y DIAZ.
Tel. 99-25-76-24 y cel. 9991-83-97-97
robertodiaz y [email protected]

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